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El enmascaramiento

El enmascaramiento es la producción del ruido necesario para cubrir el sonido que está
percibiendo un oído.

Para que sea efectivo en el enmascaramiento consta de:

Un mínimo de intensidad para que llegue a ensordecer el oído contrario, o sea debe tener la
suficiente potencia como para bloquear la sensación auditiva del tono que se está explorando.
Tonalmente tiene que ser distinto a la frecuencia que se está aplicando, puede ser un tono más
bajo o con alguna variación en su espectro sonoro.

Por ejemplo, si en una esquina están dos personas conversando y de repente una motocicleta
dobla justo enfrente de ellos. El ruido intenso del motor hará que sus voces ya no se escuchen. De
esta manera la motocicleta produce un enmascaramiento sobre las voces de los individuos
haciendo que un sonido tenga más presencia que otro poniéndolo por delante del otro sonido.

Cualquier sonido puede enmascarar a otro siempre y cuando sea parecido en frecuencia y que sea
10dB más intenso. Ya que ambos sonidos se reproducen simultáneamente y es necesario que otro
sonido superponga al menor para que lo enmascare con totalidad.

Escucha Binaural

El cerebro humano, para interpretar un sonido ha de conjugar la información que le llega de


ambos oídos. La información que el cerebro recibe de cada uno de los oídos es diferente, porque
ambos oídos están físicamente separados. Esta diferencia de posición de los oídos es la que le
permite al cerebro localizar la fuente sonora. En el sistema auditivo la sensación tridimensional
está relacionada con la diferencia de amplitud y tiempo que recibe cada oído. Es decir, la
localización de los sonidos en el espacio se consigue con el procesamiento por separado de la
información de cada oreja y con la posterior comparación entre ambas señales. Los oídos forman
dos canales receptores que son independientes entre sí, sin interferencias entre ellos, ni
combinaciones de las frecuencias recibidas por cada uno. Los armónicos de un oído no se añaden
ni restan a los del otro. Los sonidos se reciben independientemente por cada oído y crean efectos
diferentes en distintas partes del cerebro. La información que recibe cada oído se procesa en el
cerebro, donde comparando los impulsos nerviosos que produce cada sonido, se interpretan
finalmente todos los aspectos de la onda sonora, conociéndose este fenómeno como fusión
binaural. La localización define la capacidad del individuo sí, sin interferencias entre ellos, ni
combinaciones de las frecuencias recibidas por cada uno. La localización define la capacidad del
individuo de determinar la ubicación de una fuente sonora en el espacio. Sólo es posible a partir
de la audición biaural. Con un solo oído no es posible localizar fuentes sonoras. El sistema auditivo
utiliza un conjunto de señales para determinar la ubicación de la fuente sonora en el espacio. Para
poder estudiarlas se necesita un sistema de coordenadas. Una elección natural es establecer un
sistema de ejes coordinados centrado en la cabeza.

Podemos verlo en la siguiente figura


Podemos ver que el eje X pasa (aproximadamente) a través de la posición que tendría la oreja
derecha, el eje Y apunta hacia el frente y el eje Z es vertical. Estos tres ejes definen los tres planos
básicos: el plano XY o plano horizontal, el plano XZ o plano frontal, y el plano YZ o plano medio.
Claramente, el plano horizontal define la distinción entre arriba/abajo, el frontal la distinción
delante/atrás y el plano medio la distinción derecha/izquierda.

Para determinar la dirección del sonido el cerebro tiene en cuenta tres factores que interactúan.
Retardo temporal: se debe a que un mismo sonido producido por la misma fuente sonora casi
nunca es igual para un oído que para el otro. Físicamente nuestros oídos están separados por la
cabeza. Esto provoca que las ondas sonoras recorran un trayecto más largo antes de alcanzar cada
oído por separado.

Longitud de onda: Los sonidos por encima de 1000 Hz que tengan una longitud de onda pequeña
sólo serán escuchados por uno de los dos oídos. Esto se debe a que la cabeza evita que una parte
del sonido alcance al oído que está situado en el lado opuesto a la dirección del sonido. A la
diferencia provocada por la diferente distancia se suma la diferencia de intensidad para facilitar la
localización espacial de la fuente sonora.

Enmascaramiento

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