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(s imagenes rondan la mente de quienes consideran @! futuro préximo para revisar sus Compromisos pre- sentes. Por una parte, y como representaciéntelev- siva, tenemos a Siar Trek, donde los seres humanos viven en un futuro de paz global, en la exploracién cienifica 4e los confines del universo, confides siempre en que la tecnologia los sacaré adelante en su lucha contra enemigos de lafederacién unida de planetas. Es deci, en estas pelicu- las Jos seres humanos seguimos comprendiéndonos como comunidades que se detinen por ta aiferenciacién entre elementos intemos y externos, siendo éstos ultimos siempre | amenazantes. Las peliculas transmiten una imagen optimista del “desarrllo", donde la violencia (ls otros extafios contra los que se lucha) no se ha vencido, pero se ha logrado que los fumanos (los internos, los de adentro) desarrolien sus ‘capacidades y cooperen unas con otros gracias al avanzado desarrollo tecnol6gico. No vemos a los personajes dedica- os a tateas repeitvas, sino, mas bien, se hace alarde de la ereativdaa y la capacidad para resoher problemas. Esto se ha empezado a lamar “pensamiento critic en cieta literatura especialzada. La idea es quo los cambios en las eves tecnologias desplazan las necesidades tradicionales _ ide formacién en areas cisciplinares estrictas y exigen ahora ‘el poder aprender a aprender, resohiendo problemas de ‘arden cientfico y tecnolégico (Zona y Giraldo, 2017; Velasco, G,, 2019), itd sort Pont el Par Use ite Por otra parte, aparece la pesadilaapocaliptica. Hay muchas series de telvisin al respect, aungue tal vez la més notable haya sido The Welking Dead. La civiizacién se acaba por culpa de un virus y la tierra queda azolada, con pocos super- \ivientes, que luchan unos conta ottos por Ios muy escasos ‘eeursos.En ese mundo ya no hay tecnologia, ni se conserva ninguna de las insttuciones con las cuales nos hemos com- prendido en los itimos sigos. Se trata de la natualeza ata- ‘cando a la humanidad, como si se puclera venger de toda la dstruccién que causamnos. En esta serie la violencia parece ‘ocupar el centro de la narrative, siempre en las relaciones amigo-enemigo, con la propia supervivencia como justifica- ci6n para matar a los ors. Pero el tema apoceliptica no solo es una veta comercial para vender series de horror, También se refiere a una serie de ‘mediciones que poco se publicitan, en forma de necropoiitica, entendida como medicién de la manera en que nos acerca~ ‘mos a nuestra muerte como especie, Es ol caso del reloj que ‘mide el riesgo de hecatombe nuclear, cuyo caloulo se inicié ‘en 1945 y que en los citimos arios avanzé hasta 2 minutos de la hora cero (la medianoche), indicando el riesgo que corre la humanidad ante la debilidad de la demooracia en todo e! planeta, donde hay gobiemos dispuestos a acabar con toda la civiizacién, y el cambio clmatico, en aparienciaireversible, (que amenaza nuestra subsistencia. Pareciera que nadie prepara a la humanidad para este esce- nario, Las ficciones fimicas que se han dedicado a explotar este filon proponen un mundo con pocos sobrevivientas y sin universidades, donde se debe aprender a sobrevivir aniqui= lando a cualquier enemigo, En todo caso, tal vez los emporios tecnolégicos contian en que los videojuegos y los concursos televisivos nos vayan educando para este final donde uno sobrevive contra millones que mueren. Tal vez las cosas no corran hacia niniguno de estos dos extre- ‘mos, sino que con el tiempo tengamos que reconocer que se trata de un solo proceso con sus paradojas. En realidad, estas dos imagenes estén inucho mas interconectadas de lo {que vemos, ya que obedecen a un proyecto de humanidad global. Seguramente no se trata de la terra y el cielo nuevos {el libro del Apocalipsis. Se trata del mundo creado a ima- ‘gen del mercado globalizado y regido por los intereses de las grandes corporaciones. Son estas las que indican a los, centros educativos las competencias que requieren y, asi, configuran los modelos de humanidad viables en su perspec tiva: individuos auténomos (Standish y Thoiliez, 2018, p. 13; Tamayo et.al, 2016, p. 115), que se consideran creaciones de si cuando solo repiten el modelo financiero en su subjet- vida que invierte en lo que reportautiidad (Velasco, p. 285). ‘Ya no se trata simplemente del homo economicus, sino que ‘este ha devenido algo que fluye en las nuevas tecnologias ye acomoda a las exigencias de las nuevas generaciones {de tecnologia. Asi, el mercado global demanda hoy que se recesitan competencias de un pensamiento criico entendido cde manera décil, como andlisis, argumentacién y resolucién de problemas. (Ornelas, A., 2014), so Hace dos silos al iempo con la lustracién y et auge del pen- samiento ciico en la flosofia, se consolidaron el Estado de derecho, como émbito para el reconocimiento de la cludada- nia, y el mercado, como espacio para la libertad delinviduo ¥ SU ilereses privados. Ya en ese momento se comprendia {que la educacién debia orientarse al trabajo, pero también se valoraba el componente de transformacién social here- dado de la lusracin presente en las universiades y en las luchas sociales. Sin embargo, esta dualidad incial termind incinandose del lado del mercado global, debiltando a las sdemocracias, que en la mayor part del planeta ahora siven a los intereses de las grandes empresas, despoitizando la vida cotidiana, Un par de notas signifcativas sobre este cambio. La ciudada- ‘nla se reivindicé en el momento de las grandes revoluciones para hablar de la necesidad de que cada Estado reconociera Y garantizara los derechos de sus ciudadanos. Asi, através de costosas luchas sociales se avanzé desde los primers derechos politicos, reconocides en un principio solo a los hombres, biancos y propiatarios, y estos se han ido garan- tizando a otros colecivos, primero al resto de los hombres “blancos", luego a las mujeres, luego a las poblaciones con iversos origenes étnicos y hoy a las personas que se asu- men desde la diversidad sexual. Ademas, se ha avanzado fen reconocer los derechos sociales, asi como los derechos ‘ambientales y culturales. Pero estos avances en los derechos no pueden hacernos perder de vista que las grandes empre- ‘sas se han apropiado del concepto de ciudadania; la ciuda- ddania corporativa puede acercarse ala responsabilidad social {ue tienen las empresas por las decisiones que toman y por los efectos que causan en grupos concretos. Sin embargo, ‘se ha puesto mas el peso en los derechos de las empresas, ‘ouyo pader es desproporcionado frente al de los individuos yy comunidades. Por oro lado, tenemos que reconocer que ‘vvimos en un mundo-mercado global, en el cual todos exist- ‘mos y actuamos. Pero fenémenos en marcha como el cambio calmatico no son ajenos a este mundo-mercado: la sobrepro- duccién de articulos que répidamente se hacen basura obso- leta, la dependencia de las energias fésiles, la megamineria {que prioriza el valor tecnolégico de los minerales sobre el Cuidado de la Casa Comtin. Lo mismo puede decirse del dafio ‘ambiental entendido como la ruptura del equilibro necesario para sostener la vida en el planeta; asi se oyen muchas voces hablar de una nueva extincion masiva de especies, lo que puede dafiar defnitivamente las posiblidades del planeta de sostener a vida. Esto se ha hecho por la accion de las empre- ss, la pasividad absoluta de la mayoria de los Estados y la ccomplicidad del consumo depredador. El pensamiento crtioo puede asumir muchas de las deman- dias de formacion para la cienciay la técnica englobadas en Jas demandas del mercado, aunque tal vez el foco no deba ponerse tanto en resolver problemas, como en la capacidad de enunciarlos (Standish, P, y Tholiez, B., 2018, p. 19). ‘Como la universidad se debe @ la construccin del saber, se necesita siempre discernimiento para orientar los pla- nes de estudio y los programas académios en funcién de visiones de largo plazo, que sean responsables con el futuro de la humanidad en este planeta. El pensamianto critica no puede, entonces, sino asumirse como responsable con la vida humana y del planeta como un todo. Por oto lado, nece- sitamos recuperar la necesidad de la discusi6n pilica sobre los més dversos aspectos dela vida, no soo el dislogo sobre la produocién cientfica (Standish y Thoiliez, p. 9; Tamayo et. al, pp. 119122), Pero esta ha de inclir un sentido de auto- cca y de revision ideoligica de las propias fuentes, dada la presencia cada vez mas contundente de la posverdad en la informacién que cicula en las redes sociales y en los medios (Omelas, p. 97; Velasco, p, 281-283). También es importante Tetomar el debate que se dio en los silos xix y xx sobre la reduccién de la razén a la racionalidad técnica, manteniondo cautela sobre los avanoes de este mundo-mercado, y tal vez ‘conservar un tono pesimista necesario para poder tomar dis- tancia y poner larelacin de las personas y comunidades con ‘el mundo como horizonte No se trata entonces de la imitada perspectiva critica ilustrada, presa dela diferencia entre suje- toy objeto, humanos y mundo (Stancish y Thoillez,p. 9), sino de un horizonte crtco en que el ser humano sea asumido en sus relaciones con el mundo, no solo el de la sigifcacién compartda, sino el mundo natural, sin cuya interaccién no 8 posible nuestra humanidad. Esto implica también salir de la vision estrictamente analitica del pensamiento crtco, para llevar los elementos diferenciados en sus tensiones paradgjcas hasta su comprensién en la totalidad de procesos hist6ricos coneretos, En las producciones auciovisuales que comentamos al ‘comienzo se vislumbra una antropologia del nosotros contra los otros y se normaliza el uso de la violencia contra esos otros, que siempre aparecen amenazantes. Parece que nues- tra razén, y la misma razén ilustrada de donde nace el pensa- rmiento critica, no se escapa de las dificultades que tenemos Con os otros, Hoy vivimos en una polarizacién social exaspe- ante, pues en las redes sociales se repiten los arguments {de los medios y de ls politicos para mantener alas personas ‘ocupadas en unas divisiones en las que se pierde el sentido «de humanidad del otro. Entofices, la tecnologia ha significado la vivencia de sociedades llenas de personas fanatizadas poor las mas diversas causas, desde los deportes, hasta la politica y la “nacionalidad’, pasando por la religin. También fenfrentamos un gravisimo problema con las migraciones, ue la humanidad siempre ha vivido, pera que ahora se tro- Piezan con la estrechez de los Estados de derecho, y con los, etectos sociales y ambientales de las acciones de las grandes Compatias al expropiar regiones enteras del planeta de sus recursos y concentrar las riquezas en pocas manos y pocas ‘sociedades. Las migraciones ofrecen e1 reto mas dramtico {de esta ocuitacion del otro que ha tendo el pensamiento crt- 0 tradicional. Todo esto ccurre, entonces, como fruto de una vison parcial e insuficiente del pensamiento critica. Hay que recordar que la llustracidn no fue solamente el uso de la pro Pia razén por parte de las personas que accedian a lee, sino ue fue un proceso de excluir al cristianismo, considerado tenemigo de fa razén. En su Fenomenologia, Hegel muestra (que, dejada a su propia légica separadora, la razén critica se enloquece, se desquicia: un pensamiento crtco insuficiente se expresa en la gullotna, una méquina que realiza el sen- tido de un universal vacio, incapaz de recoger y validar las dilerencias. Pero podramos extender la mirada a la historia més contemporénea y observar los campos de concentra- én, los tombardeos masivos, los genocios, asi como los inmensos vecindarios y zonas de miseria que lenan el plane- ta, La razén critica lustrada en realidad es una actvided de fentender y separar, que luego imagina (Standish y Thoiliez, P. 18) situaciones ideales, a veces ajenas a las condiciones de posibidad de la realidad. Entonces, habria que recuperar el contenido ético de las palabras, pues el pensar (pensare) siempre ha significado sopesar con una balanza para decidir, lo que implica el juicio que es estictamente ertco (criicus, kt). En la hora de las decisiones frente a los cursos posibies del futuro, el pensamiento critica necesita recomponer lo que ha alvidado: un sentido ampliado de pensamiento, uno que pueda reconocer que la propia vida no es posible sin la vida de los otros. Entonces, si la vida con los otros es lo mas importante que puede ensefiar hoy el pensamiento critica, la verdadera innovacién vendré de aprender a renunciar a ese osotros que construimos contra los otros y desistr de cual- ‘ier recurso a la exclusin y ala violencia Referencias (nets A. 204, Viens del pensanins ito uivestar ena ra dt Doceni versa, V1, 88101 Sands, Py Tole, 8, 2018 pesanin cco ens Tora a evan, 202,18. ‘Tanayo,0.€ 25, A & Lesa, ¥. , 2015 pensar eon nla ers Aguas catoprascniaes on su ese, ova trarecana de Esides Eda 112), pp.111-108 elas 6, 2018 Cra dll Tiking Un ands ea wanstomactn el sia uso doe en ol dscuro arrears eda. Prana Soca, 27-28, ZanaLpes, JA y Gao Mérue, JO, 2017 Resou de prtemas: ‘canaro dl etanion eo ena deta ges cca. Fevsta atooamarcana ce ExuiosEaveates, 92, 12210. Ino

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