El miedo es una enfermedad que se incrusta en el corazón de aquellos que se lo permiten.

El miedo es una
herramienta poderosa que el enemigo utiliza para explotar nuestras debilidades. Lo usan para controlarnos y
mantenernos sumisos y callados. Crean un enemigo interno o externo imaginario, muchas veces irracional e
incoherente y aun así caemos en la trampa una y otra vez. Piénsalo, prende la tele y ve cuanto terrorismo,
delincuencia e inseguridad hay. Cuanta especulación económica y laboral, cuantas cifras falsas.

Nos bombardean miedo y apelan a nuestro instinto de supervivencia. ¿Cuántas cosas nos causaron miedo y
al final quedaron en nada? Las pandemias, Al Qaeda, las crisis económicas (todas fake), el 2012, los
portonazos, las amenazas de bomba, entre otros. Causan el terror en la población para implementar y llevar a
cabo su perversa agenda. Busca y ve por ti mismo, cada vez que haya una sensación de miedo generalizada
en la población, pon atención a qué medida o ley se concreta en los meses siguientes. Aún recuerdo cuando
trataron de implementar el (((Transantiago))), los meses anteriores solo mostraban noticias en la tele y en los
diarios de como los choferes hacían carreras, de que la gente se caía de las micros, de que los buses eran
inseguros (cosas que perfectamente pudieron ser verdad pero que se magnificaron tamañamente para causar
un miedo irracional). Es como el chiste de “mi vecino anda preocupado de los portonazos pero vivimos en
departamento”.

Nuestros líderes del 1% saben cómo usar el miedo a su favor, ellos son los verdaderos terroristas, te dicen a
que le debes temer: los inmigrantes vienen a quitarte el trabajo, los más pobres te quieren robar, necesitamos
más cámaras de vigilancia, necesitamos ley de seguridad del estado porque los terroristas te quieren matar.