Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Recibido: 5 febrero 2019 /Revisado: 7 febrero 2019 /Aceptado: 8 febrero 2019 /Publicado: 15 febrero 2019
Resumen: Cuando se aborda el problema de la islation are aimed to resolve this issue through
significatividad de los aprendizajes históricos, es the introduction of key competences, these are
frecuente que se prime los aspectos lógico y insufficient from the perspective of critical di-
psicológico, quedando en un plano muy secun- dactics.
dario aquello que atañe al sentido de tales
aprendizajes, pese a su vínculo con la motiva- In this essay, we will point out some reflections
ción del alumnado. Aunque las nuevas tenden- on the importance of current history when car-
cias de la legislación educativa pretenden resol- rying out the teaching of history with greater
ver esta cuestión mediante la introducción de meaning for the students and, therefore, with
las competencias clave, éstas resultan insufi- greater capacity for motivation, while promot-
cientes desde la perspectiva de una didáctica ing a critical spirit and contributing to the for-
crítica. mation of our students’ identity.
En este trabajo apuntamos algunas reflexiones Keywords: current history; significance; motiva-
sobre la importancia que puede tener el estudio tion; history teaching; meaning
de la historia actual a la hora de llevar a cabo
_______________________________________
una enseñanza de la historia dotada de mayor
D
sentido para el alumnado y, por tanto, con ma- e acuerdo con el currículum vigente, el
yor capacidad de motivación, a la vez que sea Bachillerato debe contribuir a desarro-
promotora de un espíritu crítico y contribuya a llar en el alumnado las capacidades que
la formación de la identidad de nuestros estu- les permitan “ejercer la ciudadanía de-
diantes. mocrática [...] y adquirir una conciencia cívica
responsable [...], que fomente la corresponsabi-
Palabras clave: historia actual; significatividad;
lidad en la construcción de una sociedad justa y
motivación; enseñanza de la historia; sentido
equitativa”; “actuar de forma responsable y
______________________________________ autónoma y desarrollar su espíritu crítico”;
“fomentar la igualdad efectiva de derechos y
Abstract: When dealing with the problem of the oportunidades entre hombres y mujeres, anali-
significance of learning history, it is common to zar y valorar críticamente las desigualdades y
prioritize the logical and psychological aspects, discriminaciones existentes, [...] e impulsar la
leaving the meaning of such learning in the igualdad real y la no discriminación de las per-
background, despite its link with students’ mo- sonas por cualquier condición o circunstancia
tivation. Although new trends in education leg- personal o social”;
Por eso, si bien hay un amplio acuerdo -al me- Autores como Basil Bernstein o, en nuestro
nos entre un sector del profesorado de Secun- entorno, Julia Varela, han teorizado sobre la
daria y, desde luego, en el común de los depar- correlación existente entre currículum y clases
tamentos universitarios de Didáctica- sobre la sociales12. Dando por hecho que no puede exis-
necesidad de modificar en profundidad los as- tir una correspondencia absoluta entre ambos,
pectos metodológicos y de evaluación en nues- al gozar el mundo educativo de cierta autono-
tra área de conocimiento, debemos llamar la mía, sí creemos advertir una cierta conexión
atención sobre el ya aludido problema de los entre los cambios experimentados por el cu-
contenidos curriculares, esto es, de la cultura; y rrículo -y las luchas, si merecen este nombre, en
con él, el del sentido de los aprendizajes. Por- torno a él- y las transformaciones habidas en la
que, si bien se suele hacer hincapié en la signifi- estructura de clases española en los últimos
catividad lógica y psicológica que estos deben años. Así, frente a las coordenadas muy conser-
procurar, se posterga en cambio el tercer ele- vadoras -en el sentido más tradicional de la
mento del aprendizaje significativo, el sentido, palabra- que desencadenaron la batalla de la
a su vez estrechamente ligado a la motivación. Historia en torno al Decreto Aguirre y la buena
Y esto es así, probablemente, porque ahondar historia de siempre, en la normativa vigente se
en este problema significa poner el dedo en la observa la incorporación (en el sentido más
llaga de la separación entre la escuela y la vida - gramsciano del término) de concepciones más
señalado por Gramsci hace ya casi un siglo-, la propias de las clases medias urbanas, instrui-
brecha existente entre los intereses y la cultura das; aquellas que, de hecho, se relacionan con
del alumnado y lo que reciben de la escuela10. el campo del control simbólico, y que se han
beneficiado en mayor medida de las oportuni-
Los estudios de sociología de la educación ba- dades de ascenso social proporcionadas por la
sados en un enfoque crítico, neogramsciano, escuela socialdemócrata13. Ello puede verse, en
han incidido en la naturaleza sociohistórica del nuestra opinión, en la inclusión de problemas
currículum, en su carácter de constructo social - relativos al conflicto social, las relaciones de las
incluidas, claro está, las competencias-, que minorías con el poder, las metodologías activas,
cumple además una función legitimadora del etc., que conviven con otros contenidos de
orden socioeconómico desde una doble ver- rancio abolengo, más propios del bloque de
tiente: por un lado, trasladando hacia abajo las poder tradicional y que mantienen su presencia
concepciones de las clases dominantes, tal y contra viento y marea.
como señalaban las teorías de la reproducción,
en consonancia con el papel que éstas otorgan Así, no obstante estos cambios, en el caso de la
a la escuela capitalista; por otro, estableciendo Historia perdura la centralidad de la lógica dis-
el saber socialmente considerado como legíti- ciplinar en el diseño curricular, en su versión
mo y prestigiando, en consecuencia, a los estra- más vetusta basada en la rígida separación por
tos productores, poseedores o beneficiarios de edades. Y ello, con todos los problemas que
esos saberes11. esto lleva aparejado, empezando por las dificul-
tades que un planteamiento tal entraña para
los alumnos de doce o trece años que son -
petencias, ¿qué hay de nuevo? Madrid, Morata, contra toda lógica- sometidos a él. Probable-
2011, pp. 143-175. mente, y sin ánimo de promover la polémica
10
Rozada, J.M., Formarse como profesor. Ciencias entre cuerpos, convenga recordar el oportuno
Sociales, Primaria y Secundaria Obligatoria (Guía de papel que ha cumplido en este proceso un sec-
textos para un enfoque crítico). Madrid, Akal, 1997. tor de la Universidad al que conviene tener
11
Apple, M., Ideología y currículo. Madrid, Akal,
1986. Vid. del mismo autor El conocimiento oficial.
La educación democrática en una era conservadora. ponencia%20central.%20ZARAGOZA%202000.pdf>
Paidós, 1996. Mainer, J., “El significado de la innova- [acceso 17 de julio de 2014].
12
ción educativa en el marco de una didáctica crítica”. Vid. Varela, J., “Clases sociales, pedagogías y re-
Ponencia marco del VIII Seminario Fedicaria- forma educativa”. Revista de educación, 292 (1990),
Zaragoza, 2000. Disponible desde internet en: pp. 219-236.
13
<www.nebraskaria.es/Nebraskaria/Trabajos_y_publi Bernstein, B. Cit. en Apple, M., Teoría crítica y
cacio- educación. Miño y Dávila, Madrid, 2000, pp. 66-67.
nes_files/Versio%CC%81n%20inicial%20de%20la%20 Fernández Enguita, M., La educación, op. cit.
satisfecho porque, tal y como señalaba Jurjo caso distinguía tres tipos de estudiantes por su
Torres al referirse al papel de los especialistas, distinta disposición frente al currículum (y, en
sigue siendo muy rentable al poder en términos buena medida, por su posición social): los que
de legitimación14. mostraban interés, los que mantenían una pos-
tura credencialista (puesto que desarrollaban
Pero ante todo, a la hora de valorar los proble- actitudes conformistas a cambio de la obten-
mas que entraña el currículum actual, no po- ción de un título) y los que se instalaban en la
demos obviar su perfecta compatibilidad -en resistencia: un inconformismo que era resulta-
especial, en lo relativo a contenidos, competen- do, ante todo, del enfrentamiento entre la cul-
cias y metodologías- con la función sociopolítica tura suministrada por la escuela y la cultura de
ya aludida: generar un relato y unas prácticas clase del alumnado. A este factor, autores como
que legitimen y naturalicen el orden social exis- Nico Hirtt han añadido la frustración generada
tente, sus contradicciones y problemas, para por una escuela incapaz de cumplir su promesa
asegurar la reproducción del mismo, en no me- de hacer realidad las expectativas de promo-
nor medida que la vieja Historia positivista - ción social, promovidas por los modelos social-
aquella que considera los cerebros del alumna- demócratas y hoy frustradas para una buena
do como recipientes vacíos- a la que pretende parte del alumnado, por no decir la mayoría;
sustituir. Lo cual no es obstáculo, sin embargo, con el agravante, para los hijos e hijas de la
para que buena parte del profesorado sostenga clase media, de no disponer de un entorno cul-
la creencia de que la Historia escolar proporcio- tural sobre el que basar sus prácticas de resis-
na a los estudiantes una comprensión crítica el tencia antiescolar16.
mundo en el que viven: una idea que no suele
ser compartida por éstos, pero que funciona Pese a esto último, es evidente que las diferen-
como útil justificación de la pervivencia de la cias en cuanto a la relación con el mundo esco-
Historia en el currículum15. lar vienen dadas, ante todo, por la procedencia
social del alumnado. Pero ello obliga, de nuevo,
A la hora de explicar las divergencias entre las a reconocer el idealismo de conferir a la escuela
opiniones de los docentes y las de sus alumnos, el poder taumatúrgico de proporcionar, por sus
hemos acudido tanto a explicaciones de carác- propios medios, una comprensión cabal del
ter sociológico y cultural como a las aportacio- presente al común de sus usuarios, al margen
nes de la psicología constructivista, que como de los condicionantes impuestos por la realidad
veremos muestran ciertas convergencias en sus socioeconómica externa y de los marcos de
implicaciones para con el tema que nos ocupa. referencia, esquemas conceptuales, etc. de los
Autores como Paul Willis desarrollaron una que son portadores los estudiantes: un bagaje
sugerente teoría de la resistencia, que en su que resulta decisivo en el desarrollo de lo que
sucede en el aula. Aunque no descubrimos nada
14
nuevo, se trata de aspectos que no por haber
Torres, J., El currículum oculto. Madrid, Morata, sido claramente elaborados y relacionados con
1998, pp. 23-24.
15
la didáctica de las Ciencias Sociales en nuestro
Merchán, F.J., “Profesores y alumnos en la clase
país, desde hace más de dos décadas, se puede
de Historia”. Cuadernos de pedagogía, 309 (2002),
decir que formen parte, de manera general, de
pp. 90-94. Disponible desde internet en:
<http://www.fedicaria.org/miembros/nebraska/7.p la reflexión pedagógica en los institutos, con el
df> [acceso 20 de octubre de 2015]. Como hemos fin de desarrollar una práctica emancipatoria o,
aclarado en otro lugar, todo esto no significa negar
16
que buenos docentes cultiven el pensamiento crítico Fernández Enguita, M., La educación, op. cit., p.
en su alumnado haciendo uso de un currículum más 157. Hirtt, N., “Educar y formar bajo la dictadura del
o menos tradicional. Vid. sobre este punto, por mercado de trabajo”. Appel pour une école démo-
ejemplo, Rozada, J.M., “Los profesores, en la encru- cratique, 6 de febrero de 2014. Disponible desde
cijada por donde pasan no sólo (aunque también) las internet en:
disciplinas”, Investigación en la escuela, 32 (1997), <http://www.skolo.org/es/2014/02/06/educar-y-
pp. 87-96. Disponible desde internet en: formar-bajo-la-dictadura-del-mercado-de-trabajo>
<http://www.formarsecomoprofesor.es/wp- [acceso 12 de noviembre de 2016]. Willis, P., Apren-
con- diendo a trabajar. Cómo los chicos de la clase obrera
tent/uploads/2011/07/54_los_profesores_en_la_en consiguen trabajos de clase obrera. Madrid, Akal,
crucijada.pdf > [acceso 13 de agosto de 2016]. 2008.
cuando menos, más racional y coherente. Natu- que se justifican no por cuestionar el orden y
ralmente, la apropiación de los saberes relacio- los valores sociales dominantes -más bien todo
nados con la profesión por un colectivo auto- lo contrario-, sino por proporcionar una mayor
erigido como experto, que periódicamente hace eficacia en el aprendizaje de unos contenidos
tabula rasa de las recetas que previamente ha que tampoco facilitan una comprensión crítica
procurado vender -y, por lo general, imponer- a del sistema socioeconómico: volvemos, por
un profesorado considerado incapaz de pensar tanto, al problema del olvidado carácter so-
sobre su propia práctica, no ayuda lo más mí- ciohistórico del currículum.
nimo a ello17.
César Coll recordó hace mucho la forma en que
Sea como fuere, si se da esa desconexión entre las expectativas y la disposición de los estudian-
el conocimiento que proporciona la escuela y la tes condicionan el enfoque con el que se en-
vida de los estudiantes, con sus preocupacio- frentan a las materias escolares20. Parece fuera
nes, no parece descabellado concluir que el de toda duda que el predominio del examen
conocimiento académico -en el sentido de mera como eje en torno al cual se organiza el proceso
“transposición didáctica” del que se produce en de enseñanza y aprendizaje (que preferible-
las universidades, con el predominio de la lógica mente se basará en un conocimiento académi-
disciplinar-, lejos de constituir la solución frente co encapsulado para una más fácil evaluación),
a un alumnado considerado adocenado y fácil- junto a una visión credencialista de la actividad
mente manipulable, es precisamente parte del escolar (estudiar para obtener un título que
problema18; pues, frente a la opinión común del permita, en principio, acceder a mejores pues-
profesorado, parece sobradamente demostra- tos de trabajo y, por tanto, a mayores niveles
do que contribuye a cercenar la capacidad críti- de consumo), promovida en buena parte por
ca de los adolescentes. aquél, no favorece un enfoque en profundidad
de la actividad de aprendizaje por el alumnado,
En relación con esto cabe recordar que, desde que opta por fórmulas lo más rentables posible
postulados críticos, se ha puesto en cuestión para aprobar con éxito los exámenes21.
frecuentemente la lógica examinatoria que, aún
hoy, domina nuestras aulas19. Incluso es de Como consecuencia de esta combinación de
prever que la obsesión neoliberal por la medi- elementos -viejos y nuevos-, el currículum ac-
ción, con su peculiar visión de las evaluaciones tual no logra los objetivos de aprendizaje pre-
externas, acentúe esta hegemonía, por más que vistos, resulta ineficaz. Los alumnos no llegan a
el mismo carácter tecnocrático del currículum aprehender el contenido de la materia o lo ha-
empuje, al mismo tiempo, a promover las me- cen de un modo parcial, de forma memorística,
todologías colaborativas. Por cierto que, proba- logrando en el mejor de los casos un aprendiza-
blemente, el factor que permita superar esta je a corto plazo que les garantice dar por supe-
aparente contradicción sea la pervivencia de un rada la asignatura sin necesidad de llegar a una
conocimiento fuertemente académico en el comprensión profunda del fenómeno en cues-
currículum -y más todavía su expresión práctica tión; esto es, abordando el estudio de la Histo-
en los libros de texto-, puesto que hace posible ria desde un enfoque superficial, sin un objetivo
mantener el estatus privilegiado del examen, al claro y con una nula motivación, y dejando de
tiempo que introducir nuevas prácticas de aula lado tareas cognitivas más costosas y comple-
jas22; es el caso, claro está, de las habilidades
relacionadas con el pensamiento crítico, tales
17
Vid. Rozada, J.M., Formarse como profesor, op. cit.
18
Merchán, J.F., “Profesores y alumnos”, op. cit.
20
19
Merchán, J.F., Enseñanza, examen y control. Pro- Coll, C., “Significado y sentido en el aprendizaje
fesores y alumnos en la clase de Historia. Barcelona, escolar: Reflexiones en torno al concepto de apren-
Octaedro, 2005. Mainer, J., “Pensar históricamente dizaje significativo”, Infancia y Aprendizaje, 41
el examen, para problematizar su presente. Notas (1988), pp. 131-142. Disponible desde internet en:
para una sociogénesis del examen”. Gerónimo de <https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/48298
Uztariz, 17-18 (2002), pp. 107-135. Disponible desde .pdf> [acceso 5 de diciembre de 2016].
21
internet en: <http://www.nebraskaria.es/wp- Merchán, J.F., Enseñanza, examen y control, op.
content/uploads/2016/09/ARTICULO-EXAMEN- cit.
22
2001.pdf> [acceso 3 de julio de 2010]. Coll, C., “Significado y sentido”, op. cit.
como “centrarse en la cuestión, analizar argu- desarrollar una visión crítica del presente que
mentos, plantear y responder a cuestiones de vaya más allá del simple estereotipo.
clarificación y/o desafío, juzgar la credibilidad
de las fuentes, observar y juzgar observaciones, Por eso, si la reciente tendencia al aprendizaje
deducción, inducción, juicios de valor, definir basado en problemas, proyectos, etc. no signifi-
términos, identificar suposiciones” y otras23. En ca necesariamente romper con la función re-
el mejor de los casos, las “nuevas” metodolo- productora del conocimiento y de las situacio-
gías permiten superar algunos de estos proble- nes de aprendizaje escolares, el mantenimiento
mas, pero manteniendo por lo general un tipo de las viejas prácticas, contenidos y concepcio-
de conocimiento -y, muchas veces, el papel nes de nuestro código disciplinar es doblemen-
central del examen- que finalmente tampoco te adocenante, por cuanto, además, ni siquiera
conecta con las preocupaciones del alumnado contribuye a sentar las bases cognitivas y acti-
y, por tanto, sigue estando falto de sentido para tudinales que precisa la labor de crítica del pre-
éste24. sente. Con ello queda en entredicho, una vez
más, la extendida suposición de que la historia
El aprendizaje conseguido quedará, por tanto, escolar -con las concepciones y prácticas con las
en un plano muy secundario respecto a las con- que aún se identifica- permite, por una especie
sideraciones de rentabilidad, como queda con- de arte de birlibirloque, ejercer tal crítica y
signado en los trabajos mencionados. Pero, por comprensión del mundo que rodea al alumna-
añadidura, no ejercitar las habilidades para el do26.
pensamiento crítico (como suele suceder cuan-
do el examen preside la acción pedagógica) 2. EL PROBLEMA DEL SENTIDO
supone además un impedimento para desarro-
llar la disposición para utilizarlo cuando se den Partiendo de tales fundamentos, nos interesa
las circunstancias para ello; y esta es, al pare- particularmente abordar esta cuestión desde el
cer, una condición mucho más determinante en problema del sentido que el alumnado otorga a
esta actitud que la motivación de logro25. En los aprendizajes y que, como hemos tratado de
consecuencia, la formación de un pensamiento mostrar, no se ve favorecido por un currículum
crítico (incluso concebido, como lo estamos sometido a determinados condicionantes so-
considerando en este punto, desde una pers- ciohistóricos27. Pues, si entendemos que en el
pectiva meramente cognitiva, no en orden a
cuestionar la realidad socioeconómica) es, para 26
Poco antes de entregar este trabajo, se publica la
una didáctica crítica –y, por tanto, emancipado- Orden ministerial (ECD/393/2017, de 4 de mayo)
ra- mucho más que la letanía en que la han que regula las pruebas de la evaluación final de ESO.
convertido los preámbulos de las leyes educati- Contemplarán preguntas semiabiertas “que requeri-
vas (en flagrante contradicción, por cierto, con rán del alumnado capacidad de pensamiento crítico,
la obsesión por medirlo todo que se ha ido im- reflexión y madurez”, y que consistirán, por ejemplo,
poniendo en la normativa). Según lo que apun- en completar una frase. Por otra parte, ¿qué decir
de una “matriz de especificaciones” que, escudán-
tan Nieto y Sáiz, puede ser una condición, si no
dose en una presunta evaluación de la “competencia
suficiente, sí capital para que el alumnado esté
cívica y ciudadana” [sic], plantea, dentro del proceso
inclinado a utilizarlo; y, por tanto, dispuesto a cognitivo de “razonar”, un estándar de aprendizaje
consistente en explicar las causas y consecuencias
de la Segunda Guerra Mundial? Se observa pues
que, como era previsible, bajo el discurso justificati-
23
Ennis, R. Cit. en Nieto, A.M. y Sáiz, C., “Relación vo de las competencias y el conocimiento “útil para
entre las habilidades y las disposiciones del pensa- la vida”, se nos presenta una vez más el viejo “cono-
miento crítico”, en Etxebarría, I. et al., Emoción y cimiento examinatorio” cuyas implicaciones peda-
motivación: contribuciones actuales. Volumen II: gógicas fueron analizadas acertadamente ya hace
Motivación. San Sebastián, Asociación de motivación tiempo. Vid. Merchán, F.J., Enseñanza, examen y
y emoción, 2008, p. 255. control, op. cit., p. 158 y ss.
24 27
Vid. Torres, J., El currículum oculto, op.cit., p. 130 En nuestros trabajos anteriores ya citados hemos
y ss. acerca de las posibilidades y limitaciones de prestado atención, como queda dicho, a otros as-
esta pedagogía invisible. pectos relacionados con la finalidad emancipatoria
25
Nieto, A.M. y Sáiz, C., “Relación entre las habilida- que otorgamos a la educación, y sobre los que tra-
des”, op. cit. tamos de fundamentar nuestra acción pedagógica,
sario que la enseñanza las tenga en cuenta y Para hablar de cuál puede ser el sentido de la
que le ayude a ponerlas en cuestión constan- Historia escolar, conviene remitirse a la teoría
temente, superando la insuficiente referencia a del aprendizaje de Vygotski, quien comprendía
los conocimientos previos en que se ha conver- la psique humana como una construcción so-
tido, por lo general, este aspecto del constructi- cial, resultado en última instancia de un desa-
vismo33. Pero la modificación de las concepcio- rrollo histórico previo. Las particulares formas
nes iniciales se producirá en función no sólo de de mediación cultural que se han dado a lo lar-
las estructuras de pensamiento movilizadas go de la historia, desde los sonidos rudimenta-
(tales como los marcos de referencia), sus in- rios emitidos por los primeros homínidos hasta
teracciones con el entorno educativo y las regu- las formas más avanzadas de escritura en la
laciones que pueda desarrollar, sino también de actualidad, han configurado el modo de percibir
los riesgos percibidos por el individuo en la y entender la realidad circundante. De este
situación. modo, la Historia contribuye a explicar qué
somos y por qué. Por ello, partir del presente y
Por otra parte, para André Giordan este proce- del marco de referencia de los discentes puede
so de selección, análisis y organización de la resultarles atractivo y facilitarles la adopción de
información que el alumno lleva a cabo a través un enfoque en profundidad del aprendizaje de
de sus concepciones tiene como objeto dar la materia, logrando que se involucren en alto
respuesta a alguna pregunta; pero, para que grado con los contenidos37.
esto se produzca, “será preciso que tenga la
intención de hacerlo y haya una cuestión que le Por lo general, la investigación occidental ha
intrigue, por ejemplo”34. Es decir, que enten- obviado los componentes socioculturales que
diendo que la motivación intrínseca (aquella fundamentan las conclusiones de Vygotski, en
que emana del sujeto como interés connatural lo que se refiere a los procesos dentro del aula
a sí mismo) es un elemento indisociable en el y a los sistemas culturales de actividad en los
proceso de enseñanza-aprendizaje, es necesa- que aquéllos se insertan38. Ello ha llevado a
rio dar sentido, y por tanto finalidad, a la acción considerar que, desde luego en nuestro país, los
educativa en el estudiante para favorecer la preceptos psicopedagógicos se han basado en
tendencia a cuestionar los propios marcos de un “Vygotski apócrifo”39, despojado de esos
referencia. Si de lo que se trata es de poner en elementos que inevitablemente conducen al
cuestión esquemas de pensamiento, plantean- examen crítico del contexto socioeconómico,
do al alumno problemas que le conciernan para para poner el acento en los aspectos cognitivos,
que se haga preguntas acerca de ellos35, cree- individuales y por tanto políticamente más tole-
mos que tales interrogantes cobrarán mayor rables.
sentido -y por tanto serán más motivadores- en
la medida en que se refieran de alguna manera Por nuestra parte, nos parece sumamente su-
a las “vivencias” del estudiante. Como recuer- gerente el concepto de subsistemas de activi-
dan Álvarez y Del Río, las personas no procesa- dad, que investigadores de la escuela
mos información por el hecho de procesar, sino
actuando y para actuar, viviendo y para vivir: <https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/48404
“el trabajo cognitivo no se justifica sino inserto .pdf> [acceso 24 de noviembre de 2016].
en una actividad con sentido36”. 37
Chaves Salas, A. L., “Implicaciones educativas de la
teoría sociocultural de Vigotsky”, Revista Educación,
25/2 (2001), pp. 59-65. Disponible desde internet
en:
33
Vid. por ejemplo Zabala, A. y Arnau, L., Métodos <https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44025206
para la enseñanza de las competencias. Barcelona, > [acceso 29 de agosto de 2016].
Graó, 2014. 38
Álvarez, A., “Diseño cultural: una aproximación
34
Giordan, A., “¿Cómo ir más allá…?”, op. cit., pp. ecológica a la educación desde el paradigma históri-
15-18. co-cultural”, Infancia y Aprendizaje, 51-52 (1990),
35
Ibid., p. 19. pp. 41-77. Disponible desde internet en:
36 <https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/48353
Del Río, P. y Álvarez, A., “Tres pies al gato: signifi-
cado, sentido y cultura cotidiana en la educación”, .pdf> [acceso 25 de noviembre de 2016].
39
Infancia y Aprendizaje, 59-60 (1992), pp. 43-61. Aubert, A., et al., Aprendizaje dialógico en la So-
Disponible desde internet en: ciedad de la Información. Barcelona, Hipatia, 2013.
vygotskiana han utilizado como herramienta xis del individuo”43, quizá podamos avanzar algo
para explicar cómo se produce la mediación en la cuestión.
social y cómo intervienen los componentes
socioculturales en los procesos de aprendizaje. Permítasenos “estirar” el uso del concepto, y
Partiendo de Vygotski, Amelia Álvarez40 plantea considerar que hoy día las actividades de iden-
la existencia de diferentes subsistemas de acti- tidad y comunicación, contempladas por Álva-
vidad o esferas de aprendizaje, diferentes ámbi- rez, constituyen cuando menos un subsistema,
tos en los que el sujeto aprende de manera si no rector, desde luego sí muy importante en
significativa (es decir, integrando contextos, la vida de nuestros adolescentes. Se trata de un
conocimientos y motivaciones), más allá de la ámbito, por otra parte, que en los últimos años
institución escolar. De manera que, además de ha contemplado una verdadera explosión de
las actividades de estudio, las actividades de espacios -virtuales- e instrumentos -digitales-
identidad y comunicación, actividades deporti- de aprendizaje informal, pero sumamente efi-
vas, domésticas o lúdicas suponen una fuente caz44. Junto a ello, en su vertiente virtual mues-
natural e imprescindible de aprendizaje para el tra todas las contradicciones de un medio ex-
estudiante. Más aún, desde este planteamiento tremadamente democrático y al mismo tiempo
se entiende que todas estas esferas se retroali- sometido a presiones políticas y comerciales, lo
mentan entre sí, lo cual hace evidente de nuevo cual multiplica las posibilidades de desarrollar
la necesidad de establecer un proceso de nego- tanto una conciencia distorsionada del presente
ciación entre la escuela y el resto de esferas de como un conocimiento autónomo y crítico
aprendizaje, a través del cual el conocimiento acerca de él, al hacer infinitas las mediaciones
escolar permita dar sentido a la realidad del sociales. Por esa misma variedad que adquiere
alumnado. en nuestros días la variedad comunicativa, en
fin, puede prestarse más fácilmente al metaco-
Desde el planteamiento de Álvarez, se trata de nocimiento que haga efectivo el dominio de las
establecer las posibles conexiones entre estos funciones psicológicas con esta actividad, y que
subsistemas de actividad -con las competencias a nuestro parecer podrían estar relacionadas
psicológicas que permiten desarrollar- y los con el pensamiento crítico.
sistemas funcionales mentales que deseamos
construir -atendiendo a sus posibles conexiones Álvarez y Del Río se planteaban hace mucho
con los contenidos disciplinares41. Sobre esta cuáles de las actividades significativas que no se
senda de la contextualización social -en su sen- desarrollan en la escuela, y que se hallan ligadas
tido más amplio- de los aprendizajes, ya han a marcos, contenidos y formatos comunicativos
transitado con más rigor y mejor tino que noso- específicos, pueden incorporarse a ella median-
tros algunos didactas de las Ciencias Sociales. te un rediseño de la educación45. En este plan-
Así, J.M. Rozada planteó las dificultades que teamiento, tenían muy en cuenta la manera en
presenta el conocimiento escolar para incidir que los cambios sociales habían propiciado, ya
sobre la conciencia ordinaria de los estudiantes hace treinta años, la aparición de un nuevo sub-
acerca de su principal subsistema de actividad - sistema de enculturización, constituido por los
actividad rectora-, puesto que éste lo constitu- contenidos y códigos transmitidos por los me-
ye la misma escuela, donde el valor que adquie- dios de comunicación de masas, que se repartía
re el conocimiento es esencialmente clasificato- con la familia buena parte del tiempo extraes-
rio42. Sin embargo, teniendo en cuenta que colar.
Álvarez plantea dudas acerca de que podamos
considerar el estudio como actividad rectora de
43
nuestro alumnado, y estando de acuerdo con Ibid., p. 92.
44
Rozada en que “lo que da sentido a la adquisi- Fernández Enguita, M., La educación, op. cit., p.
ción de unos conocimientos es su funcionalidad 162 y ss., para una valoración quizás excesivamente
entusiasta.
para el tipo de actividad que caracteriza la pra- 45
Álvarez, A. y Del Río, P., “Aproximación a un enfo-
que integrador para el análisis de la actividad esco-
40
Álvarez, A., “Diseño cultural”, op. cit. lar”, Investigación en la Escuela, 1 (1987), pp. 13-17.
41
Ibid., pp. 52-53. Disponible desde internet en:
42
Rozada, J.M., “Los profesores, en la encrucijada”, <http://www.investigacionenlaescuela.es/articulos/
op. cit., pp. 92-93. 1/R1_2.pdf> [acceso 25 de noviembre de 2016].
Esta idea nos sugiere que insertar el aprendiza- se de tutelas, ante todo ideológicas, puesto
je en este subsistema de actividad puede con- que, al fin y al cabo, es con la cultura con lo que
tribuir a minimizar la descontextualización so- trabajamos en la escuela. Con esos fines, y sin
cial que caracteriza al aprendizaje escolar en su olvidar las importantes aportaciones de histo-
proceso de descontextualización cognitiva46 riadores como J. Fontana y P. Vilar50, comparti-
(capacidad de abstracción), facilitando la pro- mos el “programa” para una didáctica crítica
ducción de significados con sentido. Pues, como enunciado por R. Cuesta: problematizar el pre-
nos recordaban Del Río y Álvarez, mientras que sente, pensar históricamente, educar el deseo,
los docentes pensamos en conocimientos que aprender dialogando e impugnar los códigos
transmitir, que son representaciones descon- pedagógicos y profesionales51. Puntos que pos-
textualizadas de lo real, “el alumno piensa en teriormente han sido profundizados por otros
actividades a realizar y funciona al nivel de la autores, permitiéndonos disponer de toda una
acción contextualizada”, y va a necesitar “la batería de ideas-fuerza sobre las que funda-
contextualización emocional y vital para anclar mentar una acción pedagógica emancipadora:
y enraizar esos significados en su vida”. De he- desarrollo del pensamiento dialéctico y crítico,
cho, además, nada indica que la cultura de ma- procesos de comunicación crítica, cultivo de
sas, sobre todo audiovisual, a la que entonces inteligencias reflexivas y creativas...52
se referían estos autores, haya dejado de ser un
factor básico en la construcción de sentido por Problematizar el presente y pensar histórica-
los adolescentes, sino más bien lo contrario47. mente, poner en cuestión una realidad que nos
es presentada como natural, requiere promover
3. POTENCIALIDADES DE LA HISTORIA ACTUAL: un razonamiento crítico que permita al estu-
HISTORIA Y SENTIDO diante construir un relato del pasado y un dis-
curso sobre el presente que pongan al desnudo
A condición de superar las limitaciones que las luchas de intereses y proyectos que han
hemos señalado en el primer apartado, el estu- conducido a él, y sobre las cuales se asientan, a
dio de la Historia debe constituir un elemento su vez, los discursos legitimadores de las opcio-
primordial en la construcción de una ciudadanía nes vencedoras. Sólo de esta manera es posible
crítica, que es el horizonte hacia el que debería “educar el deseo” para imaginar el futuro,
dirigirse una educación estatal. En este sentido, emancipándose de los discursos legitimadores
y sin entrar en las diferentes justificaciones que que preconizan la sumisión y la desesperanza.
se han aducido desde diferentes paradigmas,
consideramos que la Historia actual puede ser- En este sentido, tomar la Historia actual, los
vir como instrumento esencial en este proyec- problemas y conflictos del presente, como pun-
to. to de partida permite desvelar los procesos y
las contradicciones sobre los que se han cons-
De acuerdo con lo expuesto en torno al currícu- truido, siguiendo la perspectiva genealógica
lum, y dada la creciente rigidez a la que se le defendida por Cuesta y otros autores. Siendo
está sometiendo48, debemos asumir que una evidente, a nuestro parecer, el contenido ideo-
opción como la que estamos tratando de argu- lógico que alberga un planteamiento tan apa-
mentar es también una selección cultural, diri- rentemente simple como puede ser el estudio
gida a construir un conocimiento vinculado
explícitamente a una preocupación por la cali- 50
Vid. Sanchiz Torres, S., “La historia del mundo
dad de la vida49, a una necesidad de emancipar- contemporáneo”, op. cit.
51
Cuesta, R., “La educación histórica del deseo. La
didáctica de la crítica y el futuro del viaje a Fedica-
46
Álvarez, A., “Diseño cultural”, op. cit., p. 59. Roza- ria”, Con-ciencia social, 3 (1999), pp. 70-97. Disponi-
da, J.M., “Los profesores, en la encrucijada”, op. cit., ble desde internet en:
p. 94. <https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/92971
47
Del Río, P. y Álvarez, A., “Tres pies al gato”, op. 0.pdf> [acceso 8 de julio de 2016].
cit., pp. 53-54. 52
Mainer, J., “El significado de la innovación educa-
48
Vid. Apple, M., El conocimiento oficial, op. cit., tiva”, op. cit., p. 13. Gimeno Lorente, P., Didáctica
sobre esta cuestión. crítica y comunicación. Un diálogo con Habermas y
49
Mainer, J., “El significado de la innovación educa- la Escuela de Frankfurt. Barcelona, Octaedro, 2009,
tiva”, op. cit., pp. 9 y 31. p. 125.
Nótese que en todo este desarrollo partimos de vista, los foros y redes que permiten contrastar
la idea, expresada con anterioridad, de que y verificar opiniones, etc. que se despliegan en
nuestros adolescentes se interesan por la reali- el espacio virtual pueden servir para desarrollar
dad circundante más de lo que parece, y de que las habilidades del pensamiento crítico durante
en esa relación movilizan diferentes medios - el proceso de descontextualización de los
sobre todo, tecnológicos- y recursos cognitivos. aprendizajes (es decir, los momentos en los que
También avanzábamos la idea de que todas se contrasta el conocimiento cotidiano con el
estas acciones de comunicación interpersonal, científico, para elevarlo a niveles superiores de
en las que se producen aprendizajes eficaces al complejidad58) y, por tanto, motivar la utiliza-
margen de la institución escolar, podrían tal vez ción ulterior de dichas habilidades. Por otra
considerarse como un subsistema de actividad. parte, el uso de fuentes periodísticas, a que
Es evidente que nuestros alumnos no dedican obliga -o que al menos favorece- en muchas
sus conversaciones preferentemente a los pro- ocasiones el estudio de la Historia Actual, apor-
blemas sociopolíticos: en parte, porque la es- ta una cierta familiaridad con el código lingüís-
cuela no les incita a ello -como demuestran tico utilizado (al menos, en comparación con
cada vez que se suscita en el aula un debate o otras fuentes, como los libros de Historia) y con
cuestión que les interesa-, y en buena medida el soporte, gracias al uso de internet. Si tene-
porque también el hábito de comentar, analizar mos en cuenta el papel que estos códigos tie-
y no digamos cuestionar la realidad tiene mu- nen en el rechazo a la cultura escolar y en el
cho que ver con el contexto familiar. Pero, fracaso subsiguiente, no es un aspecto desde-
puesto que no entra en las funciones actuales ñable a favor del enfoque que estamos defen-
de la escuela el cuestionarse a sí misma y su diendo, por su incidencia sobre la motivación y
función social, como apuntaba Rozada57, con el autoconcepto que pueda desarrollar el estu-
todo el potencial que ello conllevaría al consti- diante: elementos ambos que son capitales
tuir un subsistema de actividad de los estudian- para activar concepciones y conseguir aprendi-
tes, por ocupar buena parte de su tiempo, per- zajes significativos59.
mítasenos conformarnos con lo que puede que
no sea más que un sucedáneo para intentar Compartiendo la necesidad de abrir la escuela a
fundamentar una intervención sobre la con- estos contextos de aprendizaje, nos parece que
ciencia ordinaria algo más enraizada en la praxis estas posibilidades superan, al partir de un en-
de los estudiantes. foque que integra la crítica del currículum y un
objetivo político -poner en cuestión la concien-
Así pues, si consideramos que los adolescentes cia ordinaria-, las ventajas que observa Fernán-
se relacionan con los problemas sociales pre- dez Enguita en su entusiasta defensa de los
sentes -o con aquellos no tan próximos tempo- medios virtuales60. Con ello, creemos que se
ralmente pero que aún forman parte de la cul- demuestra una vez más la potencia del enfoque
tura popular de alguna forma-, de forma más o dialéctico-crítico en su relación con las fuentes
menos cotidiana a través de los medios ya alu- del currículo.
didos (búsquedas, videojuegos, foros, etc.),
podemos asumir que un tratamiento de los Partiendo de estas bases, debemos reconocer
contenidos históricos a partir de la Historia el reto que supone tratar de desarrollar el pen-
actual hace posible insertar de algún modo el samiento crítico desde el conocimiento escolar;
conocimiento escolar en su praxis, contextuán- un conocimiento construido desde el análisis de
dolo socialmente, y vincularlo a las concepcio- los problemas relevantes, y desde el análisis de
nes construidas en estos medios de relacionar- las estructuras de problemas referidos a la His-
se y comunicarse -en mayor grado en los cursos toria del presente.
superiores de la Secundaria y Bachillerato,
cuando empieza a desarrollarse, por lo general, 58
Rozada, J.M., Formarse como profesor, op. cit., pp.
la preocupación por estos problemas- propor-
242-245.
cionándole sentido. Más aún, como avanzába- 59
Varela, J., “Clases sociales, pedagogías y reforma
mos más arriba, la multiplicación de puntos de educativa”, op. cit., p. 224 y ss. Merchán, F.J., Ense-
ñanza, examen y control, op. cit., p. 60 y ss.
57 60
Rozada, J.M., “Los profesores, en la encrucijada”, Fernández Enguita, M., La educación, op. cit., p.
op. cit. 166 y ss.
Ahora bien, este planteamiento no es sencillo. está mucho más acostumbrado a la inmediatez,
Así pues, una forma de abordar este problema por lo que el estudio directo de sistemas políti-
es el recurso a la sincronía61. Sin embargo, la cos pretéritos, de problemas sociales del pasa-
dificultad radica en que el sincronismo requiere do, etc., puede generar un cierto rechazo o
de un cierto grado de abstracción. Esta abstrac- apatía, al carecer de sentido para su praxis.
ción es compleja, dado que el alumnado no
siempre domina las operaciones formales para Sin embargo, los docentes nos encontramos
la construcción de conocimiento. Así pues, la con otro reto añadido, y es el currículo vigente,
consecuencia para el docente es un reto, ya que que nos acucia a abordar determinados proce-
la enseñanza de los contenidos propiamente sos históricos. Por consiguiente, y partiendo de
históricos es de por sí una tarea muy compleja. la premisa de que uno de los elementos de
dificultad de la disciplina es la temporalidad y
No obstante, aunque esta dificultad existe, des- su comprensión, se podría cuestionar la actual
de una perspectiva constructivista, los docentes estructura del currículo de Historia en Secunda-
tenemos que tratar de fomentar en los alumnos ria. El docente debe, y puede, probar diferentes
el desarrollo de las operaciones formales, aun- alternativas curriculares63.
que siempre desde dentro de la “zona de desa-
rrollo próximo”. Es decir, que, pese a las dificul- Así pues, considerando que Piaget, autor muy
tades anteriormente apuntadas, el recurso a la recurrido en las “nuevas” propuestas metodo-
Historia actual es un instrumento pedagógico lógicas, defendía que el tiempo histórico cons-
muy potente por la riqueza de posibilidades truido por los niños que desarrollan las opera-
que comporta. ciones concretas (aquellos que están en primer
ciclo de la ESO) se edifica desde el tiempo vivido
En segundo lugar, partiendo de la premisa de al tiempo concebido, a nivel psicopedagógico es
que el objetivo de la enseñanza, como ha que- necesario reconstruir la forma de enseñar la
dado dicho, es el desarrollo de una ciudadanía materia, y partir desde el momento presente.
efectivamente crítica, pensamos que, sin entrar Por tanto, deducimos que la Historia actual es
en el “presentismo”, se puede abordar el estu- primordial para afrontar también el problema
dio de fenómenos, procesos, hechos y multi- epistemológico, psicopedagógico y curricular
causalidades pretéritas desde el estudio de que la disciplina nos plantea, principalmente en
situaciones actuales. En este punto, es posible primer ciclo de la secundaria obligatoria64.
fomentar el discurso autónomo de los alumnos
mediante el estudio de realidades históricas Por otra parte, otro argumento por el que el
con las que están mucho más familiarizados, abordaje de la Historia del momento presente
con mayor facilidad que el abordaje directo de es fundamental es la necesidad de que el alum-
procesos que tuvieron lugar en tiempos dema- nado desarrolle un discurso autónomo. Así
siado alejados para ellos. pues, la labor de elaboración de este discurso
analítico sobre la Historia les convierte en ciu-
Así pues, una herramienta muy interesante dadanos críticos por dos motivos. En primer
puede ser el recurso a problemas históricos lugar, porque con esta producción (que no “re-
recientes o actuales para, tras su análisis, esta- producción”) los alumnos se convierten en
blecer las continuidades que existen con pro- agentes y, por ello, asumen un nivel superior de
blemas del pasado que la legislación actual nos maduración intelectual. En segundo lugar, por-
impele a abordar. Recordemos que, en este que contribuye a erosionar el papel que la es-
momento, el alumnado, el “nativo digital”62, cuela vertical tiene en la reproducción de las
Una observación: las “nuevas” metodologías en crítico y transformador como ciudadanos libres
boga, con el concurso de las competencias, han y activos capaces de modelar la sociedad.
pretendido cumplir este loable objetivo de vin-
cular la escuela a la vida. Sin embargo, pese a La escuela -como un agente más que interviene
las evidentes posibilidades de tales tecnolo- en la educación del individuo a lo largo de su
gías71, en relación con la “ciudadanía crítica” tan vida- es un lugar donde se recibe la cultura pe-
presente en la normativa, el objetivo primordial ro, sobre todo, donde se interpreta y se rene-
de la metodología predominante es esencial- gocia entre todos sus integrantes. A partir de
mente mercantilista, en tanto en cuanto pre- esta idea, la Historia actual se convierte en un
tende crear un capital humano eficiente, eficaz elemento pedagógico esencial que ayuda a
y dócil, bajo una perspectiva socialmente se- evitar el aprendizaje fragmentado y superficial,
gregadora. Así pues, no sólo la meta no es for- y que redunda en la formación de un alumnado
mar un pensamiento crítico, sino que la ten- crítico porque insiste en la valoración de los
dencia al reparto de tareas, en ocasiones me- hechos y procesos en base al grado de conti-
ramente mecánicas, lleva a reproducir frecuen- nuidades y cambios y similitudes, pero siempre
temente las diferencias sociales a través de en relación con el tiempo actual, que es el más
tales proyectos. Objetivo que, no lo negaremos, fácilmente asumible, y sobre el que se constru-
tiene mucho que ver con la vida -en especial, ye un proyecto de ciudadanía.
con la de las clases subordinadas-, pero nada de
emancipatorio. Concepciones, significados, estereotipos, pre-
juicios, marcos de referencia… Es evidente que
Por otra parte, los productos, que muchas veces estos términos no son ajenos a preocupaciones
se convierten en un fin en sí mismos, no resuel- que van más allá de los aprendizajes escolares,
ven el problema de la contextualización de los y que tienen mucho que ver con la formación
aprendizajes; como ocurre con la incidencia de de la conciencia ordinaria o conciencia distor-
lo social en los métodos colaborativos, se limita sionada72 acerca de los problemas del mundo
por lo general al aula, se mantiene al margen que nos rodea. Al fin y al cabo, como se ha po-
del contexto histórico-social, fuera de los sub- dido apreciar, si nos preocupa tanto conseguir
sistemas de actividad de los estudiantes, perpe- dotar de sentido a la Historia escolar es por el
tuando la separación entre la escuela y la vida, interés que entraña la posibilidad de intervenir,
pese a las apariencias. Pero, si la significatividad desde la escuela, sobre esa conciencia ordina-
y el sentido requieren que se dote de un objeti- ria, lo que convierte la educación en una prácti-
vo a los aprendizajes (como se suele justificar la ca política de carácter emancipatorio. Como
necesidad de elaborar un producto), ¿por qué hemos intentado demostrar, la Historia actual
no puede ser ese objetivo la comprensión de es a la vez objeto e instrumento en esta tarea.
algunos de los grandes problemas de su tiempo
-los interrogantes a los que nos referíamos an-
teriormente-, si esta es una inquietud muy pre-
sente en estas edades?