PRESUPUESTOS A TENER EN CUENTA PARA POTENCIAR ELPROCESO
FORMATIVO DEL DISCIPULO VD Dios con su gracia, fidelidad y misericordia, en la llamada personal que nos hace a
El proceso de formación del discípulo está constituido por «una serie de dimensiones
convergentes entre sí, es decir, un conjunto de atenciones a diversas áreas y
contenidos que han de estar presentes en el camino formativo».
Si se ha optado por seguir un camino formativo para evangelizar y vivir la fe de
manera comprometida, toda la persona libre y responsablemente debe optar por
disponerse a dejarse formar, conocer las implicaciones de la formación, tratando de
que todo lo recibido le conduzca a un único objetivo: Su maduración como persona,
como creyente y como discípulo VD, en un proceso de cada vez mayor
integración y menos estancos o fragmentación.
Todo esto es un principio fácilmente admisible en teoría, pero nada fácil de llevar a la
práctica. Todos experimentamos que por un lado existe un gran deseo sincero de
responder a la llamada de Jesús, pero en la práctica nos descubrimos con grandes
vacíos y problemas de madurez humana, que hacen más complejo el camino, sin
embargo, no es imposible, basta la apertura, mucha sinceridad, humildad,
paciencia y seriedad para que la acción de Dios haga cosas grandes. Por esto
mismo el discípulo que se quiere formar debe tener en cuenta que la formación no es
un camino del deber ser para aparentar, ni algo superficial para construir una imagen
de un yo ideal, ni tampoco una autorrealización humana, o, un medio de evasión,
lavado de conciencia apoyado en un falso concepto de la misericordia de Dios o un
arropamiento afectivo a nivel solo humano, sino un proceso que supone, promueve
y supera radicalmente todo lo humano y lo trasciende, ya que en el ámbito de
formación como discípulo no nos movemos solamente en el terreno del desarrollo
humano o la sanación de heridas a nivel de psicoterapia, ni tampoco en el nivel de
socialización y compañerismo, sino que nos encontramos en terrenos del Espíritu
Santo donde se ha presentado una llamada de Dios a ser portadores de un
Carisma en la Iglesia y para la Iglesia. Por eso solo desde una opción responsable
que personalice una fuerte relación con Dios en la oración, además de una opción
por la apertura, la sinceridad y la responsabilidad pone las bases del proceso
formativo y el crecimiento en el camino de la fe, ya que desde esta perspectiva
cualquier carencia en el desarrollo humano o necesidad de proceso de curación y
madurez en ésta área no se convierte en un fin en sí mismo sino como parte de un
proceso hacia la libertad de los hijos de Dios, para ser discípulos y apóstoles que
responden a la elección y envío de Jesús a evangelizar y colaborar con en su proyecto
de amor a la humanidad.
Por eso la formación es un MISTERIO de amor y responsabilidad ya que interviene
cada uno e intervengo yo con mi libertad sana o enferma que muchas veces favorece
la acción de Dios o la obstaculiza.
Si, la formación pretende conducirnos al conocimiento vivencial del amor de
Cristo y a conformarse con él, el discípulo tiene que revisar continuamente el camino
de su formación en los siguientes niveles:
- El conocimiento de sí mismo (incluye el saber integrar las propias
debilidades y crecer en la capacidad de relación intrapsíquica (entre el yo
actual y el yo ideal))
- La madurez afectiva (que me permite libertad, orden, sabiduría para centrar
mi corazón en lo esencial y no detectar cuando me pierdo en las añadiduras)
- La conformación con los sentimientos de Cristo (que incluye el proceso
de continua conversión desde la dimensión espiritual-oración,
acompañamiento, revisión de vida grupal y personal)
- Los distintos componentes del carisma (Formación en el carisma:
Oración, misión, fuentes de espiritualidad, temario, dinamismo de la Palabra,
cuatro ejercicios, estatutos de la FaMVD, dinamismo de hacer-hacer)
Si el discípulo es consciente de todo esto y acoge con responsabilidad su proceso
experimentara el gozo del seguimiento y la plenitud de su vida en Dios, si por el
contrario no toma conciencia al que Dios le invita y toma los medios con
irresponsabilidad, inconstancia y sin horizonte lo más seguro es que va a vivir en una
tarea vaga y contradictoria, que al pasar de los años le producirá frustración y
sinsentido, estancamiento y confusión en su llamada personal, así como rebeldía y
deterioro en su fe.
¡POR ESO HOY ES TU MOMENTO DE OPTAR!
1. ¿QUE AREA DE TU PERSONA CONSIDERAS QUE NECESITA MAS
ATENCIÓN, MADUREZ Y FORMACION?
2. ¿VIENDO LA COMUNIDAD DE BUCARAMANGA QUE DIMENSION
CONSIDERAS QUE REQUIERE DAR PASOS DE CRECIMIENTO O SE PUEDE
POTENCIAR?