La Verdad de Dukha: el dolor, el sufrimiento, la insatisfacción, el

descontento, lo desagradable, el padecimiento, la desdicha, la

incomodidad, la desilusión, el malestar, la imperfección, la
intranquilidad, la frustración, el desasosiego, la zozobra, la
inquietud, la agitación, el nerviosismo, la turbación, la
preocupación, el remordimiento, la desventura, la depresión, el
desvelo, la pena, la alteración, el infortunio, la cuita, la
desesperación, la adversidad, la congoja, la angustia, la desazón,
la amargura, el desconsuelo, la tribulación, el abatimiento, la
consternación, el desaliento, la desolación, la desesperanza, la
pesadumbre, la enfermedad, la languidez, el desfallecimiento, la
debilidad, el agotamiento, el quebrantamiento, la postración, el
desánimo, la extenuación, el desvanecimiento, el acabamiento,
la laxitud, la vejez, la senectud, la decrepitud, el acabose, el
desastre, la consunción, la extinción, el colapso, el síncope, el
vahído, la agonía, la expiración, el término de todo, la muerte, el
óbito, la defunción, el fin.

Todo lo condicionado tiene su conclusión. Pero, ese fluir, en el

Samsara, tiene su continuación, sin cesación…

Por lo tanto, para salir de esta locura: practica la meditación, sé

diligente, firme, resuelto, ardiente, perseverante, incansable,
constante, animoso, persistente, voluntarioso, tenaz, decidido,
asiduo, pertinaz, determinado, continuo, incesante, osado,
inquebrantable, aplicado, afanoso, esforzado, audaz, valeroso,
diestro, laborioso, decidido…

No descanses, permanece en vela, no cejes en tu empeño,

subsiste en el desarrollo de tu capacidad iluminativa.