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> © 1 Capitulo 4 Qe te Ce cQuitneres? en La orugaa Alicia La percepcién de otros €jq Esl empezar la discusion en la fenomenologia de la percepeién de otros (0 “la percepeién de la persona’ a , Le in ee pace pee ejemplo. Toma una hoja de papel en blanco y escribe los némeros See iacia abajo en el margen izquierdo de tu hoja. Ya que lo hayas hecho, mira la eee criemer series ole Mientras Ia observas, sin pensar mucho sobre tus impresiones, simplemente eserie las primeras 10 cosas que te vienen a la mente de la persona representa ai 4) Ahora, habiendo completado esta tarea, qué impresion general dirias que has formado de este hombre? | Dirias que su vida es convencional o inconvencional? Esperarias que disfrutara de la misica clisica o del p met ut (shay alguna) profes dirs que tiene? Pensarias que es congenial? Optimista? Seguro? inico? Disgus {(@ Cuando pedi a muchos de mis estudiantes hacer este ejercicio, el rango de respuestas fue muy dramético, i Vatios estudiantes vieron al hombre ser feliz, saisfecho, una amenaza para la sociedad, libre, descuidado, como misico, vago, miisico callejero, de clase trabajadora, rebelde, sucio, peludo, pobre, aterrador, relajado, J im liberal, una persona que esti despegado de las cosas materiales, un intelectual, atractivo, lindo, un criminal, sereno, un ser espiritualmente despierto y asi sucesivamente. f\q Es importante recordar que, en este ¢jercicio que has hecho, todas estas impresiones fueron formadas simplemente en la apariencia fisica y expresin facial del hombre representado en la fotografia, (Bn ningiin lugar de la fotografia se nos ha dado informacién que pueda permitimmos alcanzar muchas de las impresiones que he esbozado. De hecho, podemos decir con un buen grado de certeza que estas varias (y seguido contradictorias) impresiones no fueron formadas en base a lo que fue recibido directamente de jg) tissttos sentdos. Mas bien, las impresiones fueron el resultado de inferencias perceptuales dependicates de tun niimero de variables originadas principalmente de los observadores en lugar que de la fotografia Lo. que este ejercicio sefiala claramente es que en el drea de la percepcién de 1a persona no estamos in ¥y notar las caracteristicas fisicas de otros. En su higar, vamos més alla de rimo | MOtivos subyacentes, intereses, rasgos de personalidad, estado Y congruentes totalidades, que si la impresién que n psicolégica sobre Ia percepcién de otros Un resumen de investigaci =nte forma sus impresiones de otros son un foco principal de intend, ‘estudios psicolégicos sociales de la percepcion de la persona feccionado un nlimero de variables que juegan un rol clave on metemos en un andlisis orientado fenomenoldgicamente de |, cubrimientos principales obtenidos poy Los varios significados por los que la para Tos investigndores que toman parte on través de los afios, dichos estudios han = le nuestras impresiones. Antes de aoe de la persona, es importante resumir brevemente los de: percepcién de Ia . dicha investigacion. Los efectos de la apariencia fisica Cémo fue ilustrado con el ejemplo de la fotografia, una determinante importante de nuestra impresién de otros esta formada por su apariencia fisica, Esta conclusi6n, no particularmente sorprendente, esté apoyada por un nimero de estudios experimentales (Middlebrook, 1980: 116-21). El tipico procedimiento de estos estudios involucra la presentacin de fotografias que contienen imagenes de individuos cuya apariencia fisica es variada. Se les pide a los participantes clasificar las imagenes en base a un numero de rasgos como atractivo, inteligencia, etc. De esta manera, numerosos aspectos de la apariencia fisica han sido hallados notablemente consistentes en su habilidad para influenciar nuestras impresiones. Por ejemplo, que Ia persona en la imagen use lentes 0 no Ieva variaciones en juicios con respecto a la inteligencia de la persona, confiabilidad y aplicacién (Manz y Lueck, 1968). Tan absurdo como pueda primeramente sonar, la gente parece ver a otros a través de influencias de una variedad de estereotipos culturales, asi que la ecuacién entre usar lentes y la inteligencia, por ejemplo, parece traer alguna validez subjetiva (dura, desgraciadamente, no empirica), al menos entre los sujetos de occidente. Ia que los individuos visten puede tener efectos significativos en la impresidn de otros estudio experimental, por ejemplo, los participantes obtuvieron principalmente ja personalidad percibida de la persona, ocupacién, orden moral, nivel de educacin a ropa solamente (Gibbins, 1969). importante que influye en nuestra percepcién de otros es el grado de Estudios como los conducidos por Dion (1972; 1977) demostraron como de aquellos que juzgamos hermosos y lo peor acerca de aquellos que limitadas a nuestras percepciones de adultos. Incluso nifios de kinder os son de menos agrado para sus compaficros y son juzgados por z to (Dion, 1977). Un hallazgo relacionado ha ido lejos hhecho por un nifio atractivo es tipicamente juzgado como menos ho atractivo (Dion, 1972). Y, similarmente, Clifford y Walste! on inmunes a dicha variable: aun cuando dos nifes los maestros asumen que el nifio més atractivo de que ese nifio vaya a la universidad! de nuestra profecfas autocumplidoras, el injvs! Un estudio, por ejemplo, reporto que acts et vistos como menos culpables y sentenciade* e, 1975), d de velio corporal en hombres (VeritisY ‘ostrado la influencia en los juicios ia en los hombres y el nivel de calle €p ©? oe manera similar, la disc o raneapacidad fisica tiende a guiar a los individvos a generalizar deficiencias en > discapacitados com eer, 1560) ¥ tener I Bente fecuenemente grit instuciones « una person legs a © > orendose especialmente dare Aue os individuos discapacitados ‘compensan’ su incapacidad x = cicacky Caria a duro en tareas que no son afectadas por su discapacidad (Ray, 1946). 5 > ee we ie ieee que ha sido mostrada como influencia en nuestra percepeién de otros. A pesar la 5 Giependteatsmcnts del e depende ampliamente de factores genéticos y biologicos y aprendizaje activo @ Mastin comin uy lor 0 exactitud de lo que se ensefia), nifias adolescentes obesas son juzgadas, en @ Obviamenis, ente mis infomasin rote oo ea ae Cae conte a temas podarnos evergnar Ue algun, memos sree influides por las No obstante, la apariencia fisica sigue siendo un factor importante en todo momento en nuestra percepcién 2 de otros. Como los estudios mencionados demuestran, ficilmente, cuando tenemos disponible informacion _, limnitada, 0 cuando somos indebidamente influenciades por primeras impresiones, nuestros sesgos respecto a la apariencia fisica nos hacen llegar a juicios subjetivos que son tan influidos como ilgicos acerca de otros. x Los efectos de las expresiones faciales, nombres y posesiones Junto con los muchos estudios Hevados a cabo sobre los efectos de la apariencia fisica hay otros relacionados con expresiones faciales. Dichas investigaciones han proporcionado alguna evidencia para | sugerir que alguna emociones (llamadss enojo, disgusto, sorpresa, miedo y felicidad) pueden formar un slenguaje comin de expresiones faciales’ (Middlebrook, 1980: 129). Elunan y Friesen (1971), por ejemplo, mostraron fotografias de individuos caucdsicos a hombres miembros de una tribu mientras les leian una historia con un especifico contenido emocional para ellos. Cuando pidieron clegir la fotografia que encajara més de cerca con la emocién de Ia historia que estaba siendo narrada, las elecciones de los hombres miembros de una tribu se relacionaron muy de cerea con las fotografias seleccionadas por una muestra de control de estudiantes de universidad americanos. De todas maneras, casi ningiin estudiante en esta érea fall6 en reconocer la gran importancia de variaciones @ culturales (Middlebrook, 1980: 129). Asi que, por ejemplo, si alguna vez te hallaras en cl Tibet, seria ti p wes /que si un Tibetano te saca la lengua, no lo hace para causar problemas (0 ‘woopee’, Ilegado a 30) como amigo (F . ‘notado muchos otras factores importantes como el eas (Woodside, 1972) y otras determinantes stra que los hombres con nombrés, ‘0 psicosis que los individuos con que sugiere que ¢l nivel del deseo que mento al extremo, hasta la marca de ae Fi ‘verte (Woodside, ‘colégicas. Investigaciones experimentale, tincan, 1974), acento (RYAN Y Carranza Niederehe, 1974) — ha resultado ser | sin importar el significado de fey risticas fisicas y Psi habla — su tono (D y volumen (Duncan ¥ jel que habla, ote et leta ds ‘usualmente imaginarias) caracl com eens diarias. La voz del que 1975), profundided (Allport ‘y Cantril, 1934) y volumen, fhewoy' ms importante que afecta nuestra pereepeién palabras que ha dicho. Los efectos de factores de disposicién y sesgo Nuestras explicaciones para las palabras y actos de otros proporcionan més variables que pueden determinar MMastra pereepeidn de otros. Por ejemplo, Tesser Y Sus ‘asociados (Tesser ct al., 1968) demostraron que la tilidad de un amigo/a puede ser atribuido a su ‘generosidad y preocupacion por ti, oal intento por conseguir algo que él o ella quiere de ti, Las emociones resiiltantes — placer y gratitud en la primer cuestién, 3180 inientoy dafo en la Ultima ~ pueden guiar hacia interacciones subsecuentes way diferentes. 7 De igual forma, la coherencia en las acciones de una persona (Kelley y Stahelski, 1970) y el consenso de tu prepa eon las de otros (Wells y Harvey, 1971) han sido mostradas como rasgos influyentes en nuesa percepcién de otros. Una completa gama de variables relacionadas con factores de sesgo ha sido examinada también poiedlogos sociales con el propésito de ver cémo dichos factores pueden influenciar Ia pereepeién oe persona El error de atribuctén fundamental, que es nuestra tendencia a subestimar la importancia de los fact situacionales y a sobreestimar los factores percibidos de disposicién de la persona (Yandell e Insko, oT), sesgos motivacionales surgiendo de preconcepciones estereotipicas como sesgo de género (Dea » Emswiller, 1974), y diferencias actor-observador las cuales surgen de nuestras contrastantes visiones dea it y otros en que tendemos a ver el comportamiento de otros como reflejo de su caricter mientras eee nuestro es juzgado como reflejo de nuestra situacién (Jones y Nisbett, 1972), todo esto proporciona mis eee 5 F evidencia de las variables a menudo insospechadas que nos ayudan a formar nuestras percepciones. niiestra percepcién de otros al contexio social 0 sutas (que son generalmente reconocidos por tenet lid dy comportamiento de otros) ver una sesién isino video, a algunos se les dijo que verian un video de yerian una entrevista clinica. Sus evaluaciones ron marcadamente en que los terapeutas que persona mds duramente que sus colegas qu y Swann (1978). Cuando sus participantes Personas ciertamente empezaron a compottase eae ‘con gente amigable desarrollarot ae de las profecias autocumplidors x dea lo pereibido ~ como agente significativo Oe. Qn , eon debido a variables de proyeccion © 0% términos més generale, el efecto halo, que es, la tendencia a juzgar a una persona siendo todo bueno o todo ma plemente en base a una caracteristica positiva o negativa (Thorndike, 1920), ha sido vista © Acomo una influencia particularmente poderosa sobre nuestras percepciones precisamente porque opera en el € “_iivel see de nuestra consciencia, Por ejemplo, Nisbett y Wilson (1977) demostraron que las reacciones ees les Herel estudiantes hacia un maestro era probable que se hubieran determinado por un © solo factor de Peon Gestos peculiares de un maestro cran generalmente aceptados por aquellos estudiantes que lo veian como célido o amigable. Sin embargo, esos mismos gestos eran fuertemente gprechazados y juzgados como irritantes por aquellos estudiantes que vefan al profesor como frio y distante. “Un iltimo factor de sesgo que ha sido estudiado se refiere a las feorias impliciaas de personalidad que cada Puno de nosotros desarrollamos y actuamos conforme a ellas. Dichas teorias estan interesadas en vincular 0 nit rasgos de personalidad con el fin de predecir la presencia de otras caracterstcas “Como Schneider (1973) ha mostrado, la funcién basica de dichas teorias es ordenar los varios hilos de informacion que tenemos a nuestra disposicién acerca de alguien y transformarlos en una significativa — ‘aunque no necesariamente precisa — totalidad. Esta tendencia normalmente estereotipica tiende a permanecer pestable en ayudarnos a formular nuestras percepciones de otros (Passini y Norman, 1966), a No obsune, bay evidencia que supirefaetemente que nucsrs evoluiones de aks erin amplinmente Rdeterminadas por los valores y estindares que tenemos para nosotros mismos. En un estudio, por ejemplo, aquellos participantes que se etiquetaron a ellos mismos como ‘orientados al logro” tenian una fuerte (endencia a enfocarse en los logros como un factor primordial en su evaluacién de otros (Cantor, 1976). € pina ¥ez més, a implicacion de que gran parte de la percepcién que uno tiene de los demés se confunde con | "os propios sesgos personales del perceptor, aspiraciones, ansiedades, etc., parece fuera de toda discusién. cr _ gLos efectos de rasgos centrales 2 -4AaA Soloman Asch (1952), uno de Jos principales teéricos de la psicologia social moderna, intenté explicar sira tendencia a crear impresiones holisticas de otros con base en lo que él ha llamado rasgos centrales. acién d centrales como ‘calidez” y ‘frialdad” ejercen una influencia Efectos de variables interactivas én de s que dic Una critica importante al gran niimero de estudios sobre Ia percepeiof a : eae a i oh ee coms no son realistas, en la medida en que son eseneialmente estiticos (Middle! Se enevauciones an i titicg resale lo obvio, en la vida real, las percepeiones son interactivas, en nuveswas MAST Co cs Cn Aguen ey damos cuenta que asi como nosotros percibimos a esa persona, somos, deTeBIED FE TT Nuestras percepciones pueden ser modificadas en base a la reacciOn de In etre PREETE, Nts Tot ee Deesforraadamente para los investigadores en el campo de la percepciGn de Ia Pace, Bs Te estas factores interrelacionales en la percepcién complica enormemente los problemas 2 e Pr woe clave sobre las limitaciones de teorias o hipétesis ‘estaticas’. Factores como basque ona ( of 1967), mecanismos reactivos (Merton, 1957), nuestras suposiciones de cémo nos pa ot : awl ey. 1971} y perspectivas recfprocas (Laing et al., 1966), a pesar de tener efectos importantes en la percepcién de otros, J eviificiles de manejar bajo las condiciones controladas puestas por una investigacién orientada experimentalmente. Como consecuencia, en muchos estudios, los problemas son simplemente ignorados. La fenomenologia y la percepcién de otros Esta vista breve sobre algunos de los descubrimientos de investigacién mas importantes respecto a la percepcién de la persona demuestra el gran involucramiento de interrelaciones en nuestra percepeién de otros. Nuestras percepciones dependen de una variedad de indicaciones fisicas, sesgos basados en perceptor/percibido, actitudes, motivaciones, factores de interaccién, ctc. Juntos, nos guian hacia una bésica, ¢ inescapable, conelusién que, lejos de ser objetivas, nuestras percepeiones de otros tipicamente contienen variables que definen y describen de manera mis correcta factores psicolégicos en la composicién del perceptor, en lugar de sefalar, con precisién, ‘hechos’ universalmente compartidos acerca del percibido. Todos esos hallazgos, por supuesto, apoyan fuertemente muchas de las posturas centrales de la fenomenologia. Como con la percepcién de objetos, nuestra percepcién de otros no es la simple respuesta a ‘estimulos’ ‘que activan nuestro reconocimiento (awareness) sensorial de Ia existencia de otros. En su lugar, como ones son principalmente formadas por una amplia variedad de variables culturales, aprendidas individualmente y muy " nuestra percepcién de ottos resulta de variables 3 noéticos de la intencionalidad. estar realmente “dentro de ellos’ ‘in themselves’) no es do de requerir consideracién seria, es, cuinto y de qué ‘ahi fuera’ en el proceso de percepcidn de la persona. ‘no fenomenolégicas ya han expuesto un gran némero de os y de comportamiento, es posible que tenga" Para que se vean tentados a considerar las de estudio, deben convencerse que dichas Qué puede entonces, aiiadir Ia teoria Percepeién de la persona demuestran :uy 1 lado del perceptor. Lo que dichos estudies Porqué dichas construcciones ocurren ct ¢! ico con respecto a 10s poco de cémo cada uno de nosotros leg # neurobiologia o Y psicologia permanece ~* Psicol6gico a aquél de ta biologie. S i csia siferencia se pueda cerrar alguna vez permanece a discusién, Como tal, la stuacioy actual © Pranda un acercamiento que no rechace o de por hecho esta posibilidad. En st neutralidad, en su basqueda € jas constantes de’ experiencia que, obviamente, deban contener caracteristicas biolégicas (aunque no griamente solo éstas), Ia fenomenologia representa una opcién altamente deseable que no puede sq rgmamecer no considerada. En el area de la pereepcion de Ia persona, la fenomenologia es capaz de oveemnos de bases tebricas que se abren a investigaciones tanto neurolégicas como psicolégicas que € /pmiten la obtencion y andlisis de nuevas hipstesis hor ejemplo, investigaciones sobre como cada uno construimos nuestra percepcién de otros se benefician ‘Prediatamente de la observacién fenomenolégica de que la experiencia pasada di Owes recordada e* ivamente por el perceptor, juega un rol importante en cualquier percepcion actual de otro. Alguien "fia recordamos, fisicamente 0 por su comportamiento, a otros u otro de nuestro pasado. Nuestra vision nesta persona seréinfluenciada por dichas memoriasy, llevar & sestos ‘de percepeién, sean positives 0 Botivos, que tengan directa relacién en nuestra acttud y comportamiento hacia Is persona, Fenomendloges © {pro Maurice Merleau-Ponty (1962; 1964) a sefialado hacia la (probable eonstante) tendencia que Yetion mores humans a categorizar nuevas experiencias en términos de su “eonveniencia’ (fitness) pare € Yordar sclectivamente las pasadas y asi dar a la nueva experiencia un ‘significado’ que explique vonalmente nuestro comportamiento y actitudes hacia ella, Dicho proceso permite clararments al © Tendizaie un lugar. De hecho, la nocién de Piaget aceren del desarrollo de. més ‘mas adecuados Mquemas? derivados de los procesos interconeetados de adapracién ¥ asimilacién contiene abundantes smilitudes con esta perspectiva fenomenolégica. De manera parecida, las variables escondidas (que son, /jonscientes)consideradas por los psicoanalistas por jugar roles determinants en mocstas percepciones ¢ e Imeracciones conscientes con otros, dicen son derivadas de nuestras primeras experiencias {Mepecto a la percepcién de otros, deberiamos, entonces, esperar encontrar que una persona a la que Ege (Gs decir, interpretamos) por primera vez. obviamente pasa por el proceso de “convenieria (iting?) Es probable, que la fuerza de nuestras ‘primeras impresiones’ (como denostared Asch y otros) Maznos parcialmente derivada de este mismo proceso, De ser asi, se vuelve mis entendible porave las. 8 ‘son y permanecen siendo determinantes tan fuertes en la percepcién de la persona ‘anteriormente, el hecho de que la fuerza de las primeras impresiones varie ‘en diferentes momentos, demuestra la ingenua confianza ofusca mas adelante nuestro ‘entendimiento. sido cuesti ‘Ain Ja extrema firmeza de creencias irracionales sobre conclusiones AG y stints bor Malquier nmero de sistemas terapéuticos; entre los mis recientes ¢ PTE at Pooluras Cognitivas derivadas de medios conductuales tales como la terapia wartons i ea eC) Como la TREC ha mostrado (Ellis y Whitely, 1979) al menos ereendias MTT A ro tempo ‘pueden cambiar y, en ese cambio, contribuir a una alteracién en Ia actitwd, Oat eepeion Fa vex mis, vemos que, adoptando un enfoque fenomenol6gico, no solo cneth mes Per othlacion nuestras conclusiones de otras posturas, también somos capaces de pro ea any aici les par Glarficar las debilidades e inconsistencias en dichos estudios y somos més capaces © Proporcionar in adecuado entendimiento de la percepcién de la persona. . Si teorizamos sobre creencias, actitudes y/o reacciones a es! ale ee ne iti cambio mas que por intervenciones dramaticas, quitamos i Gambios fuera de estos limites hipotéticos. Es solo hasta que comprendemos que atin con Is limitaciones impuestas por la experiencia pasada recordada selectivamente, una flexibilidad interpretativa basada en ¢ humor actual, que podemos dar mas sentido a la informacién que tenemos a nuestra disposici6n Pero, asi como de las influencias de la experiencia pasada y el humor actual, los fenomendlogos enfatizan jy importancia de aquellas variables relacionadas a nuestras expectativas fururas respecto a Ia persona que est siendo pereibida . Cuando percibimos conscientemente a alguien, que es, cuando dirigimos nuestra atencién hacia alguien, revelamos el trabajo de los mecanismos selectivos que es una funcién principal de nuestro cerebro. Mas alla de las variables ilimitadas que bombardean nuestro sistema sensorial y que son interpretadas y analizadas por nuestro cerebro, solo un minimo mimero son seleccionadas para ‘filtrarse’ en nuestra atencién consciente. Este proceso de scleccién no es al azar obviamente; cn lo mis bisico, su propésito es incrementar la probabilidad de supervivencia. Pero, de acuerdo con que el mecanismo es intencional, centonces, en algin grado, cada percepcién consciente se dirige hacia algin resultado deseado. Es sobre el elemento intencional en percepcién que los fenomendlogos argumentan que en nuestra percepeién de otros dichas variables relacionadas al resultado deseado, o expectativas futuras (enfocados en nuestras posibilidades de comportamiento o de otros), debe estar presente y debe, de algiin modo, influir en nuestras pereepciones, En cierto modo, en nuestras percepciones de otro debemos preguntamos: “qué quiero de esta persona?’ s dirigida hacia otros significativos como amigos y debidamente, podemos encontrar también su Unico que queramos es garantizar que la persona de expectativa. veces, cuando viajo al compafieros de viaje. ‘Tras considerarlo puedo ‘subjetivamente, Puedo, por ejemplo, querer el ique. Podria querer a la persona en un sentido eran convencerme de que mi vide €S, 0 (un tanto masoquista) recordar que bir a los individuos en respuesta a conilictos esta abierto a discusién; lo que sin dud de ‘expectativa futura’ juega un papel de la persona, estudios de s desafortunadamente, contienct “naturalistas’ en sus intentos d€ y analizar, es indudable; Jo que interes? n influenciar dicho cambio. Nuestt®s erse a cambios en el curso de unt ©a De hecho, nuestra expectativa futura puede ser una de las - 0 Ja variable central que determina dichos ® Meambios, En mi conocimiento, no hay ninguna investigacion enfocada en percepcién interactiva, @ 4% fenomenclogos argumentan que es principalmente a través de las variables indicadas arriba de ~xperiencia pasada recordada selectivamente, humor actual, actitud y expectativas futuras que cada uno de © pposorros construye su percepeién de otros. Ademis, dichas variables estén siempre presentes en todas las ‘ocasiones. perceptuales y aunque limitadas y sujetas a la variacién individual como a su apertura a greevaluaci6n y alteracién, no son de ningin modo fijas hasta el punto de estancamiento. Este argumento no niega la influencia de la informacion sensorial en nuestra percepcién construida de otros. Goiros’, como “objetos’, existen independientes a nuestras construcciones sobre ellos. De cualquier modo, ne Jos “objetos’, lo que otros son realmente en si mismos sigue siendo desconocido y probablemente eguird siendo asi, pflaramente, nuestra percepcién de otros esti tan atada a factores interrelacionales (psicolégicos y Giolégicos) que, en un sentido perceptual, la misma existencia de los otros pereibidos es dependiente del feropio darse cuenta (self-awareness) del preceptor. Esto es, por supuesto, un recordatorio de la caracteristica _,constante de percepcién conocida como fendmeno figura/fondo. Otros (el fondo, 0 ‘no yo") sélo pueden ‘xistir en mi percepcién tanto como exista un limite o frontera de mi mismo (la figura ‘yo"); si viera todo mo un “yo (‘self’) no habrian otros, obviamente y viceversa. jos de desarrollar y mantener una posicién solipsista (como puede ser discutido es el resultado de muchas, jeorias humanistas: ver capitulo 9 para mi discusién sobre este tema), los fenomendlogos en general y, como ‘veremos en el capitulo 6, los fenomenslogos existenciales en particular, insisten en la interrelacién de yo {self} y otro. Puede ser discutido que ese yo (self) y otros existen independientemente uno del otro, en algin _ definitive sentido pre-reflexivo por supuesto existe una posibilidad. Pero nuestra vivida, experiencia (eflexiva de yo (selff/otredad es una construccién ampliamente determinada por la intencionalidad. De € qhewte, la fenomenologia no necesariamente presupone ninguna separaci pre-reflexiva de yo (sell) y oto aque la evidencia de esto, de cualquier manes Gevitiendo, nuestras percepciones de otros ti acerca de nosotros mismos como perceptores que lo que nos dan de informacién objetiva acerca del otro percibido. Ningin ‘otro’ es, en sentido no-relacional, feo o atractivo, Ileno d ira amor, femenino © masculinos, sano o enfermo. ones son interrelacionales ¢ involucran intimamente las interacciones entre perceptor y ‘un ‘otro” finico. Igualmente, como dije antes, cada perceptor Tas limitaciones de la experiencia humana, r de esta manera que pone 10 te atreves a acta “ cosiciones ~ ¥ mi poder ~ te descartaré. Preferibje no autorieé esto, esto no es parte de lo que veo en S cxia que hia sido Ta base de todas mig ‘duda mi control sobre ti? En lugar de cuestionar mis suposi perder a mi compafiero que perder el sentido de mi propia impo Bene se asume jerirquicamente Intrpretado feromenolégicament, dichos easos aparecen cuando AI Jerrnicmente pp ‘encima (0 debajo) del otro, 0, dicho de otra forma, cuando s¢ ama @ ney una dda abierta que fama a otros. Por qué esta situacién debe surgir en primer lugar sigv’ sicodo Une da ae as Chizedney is fenomendlogos existenciales, como veremos, que el entendimicn ne ae ee ness) conocida de los otros, ni siquiera en nuestra percepcién de otros, nos Neva (a cae ee aig y-en sus més aparentemente terribles ‘consecuencias) a experimentar una ansic po cane e Cara a ‘esto, negamos nuestra propia conclusién consciente (awareness) y buscamos stra Posicién, evia. Pee nenali of neurotic or psychotic disturbance Es como si, habiendo visto la sasgen bet sobs cabeza cen la figura pasillo/pirimide del capitulo 3, buscdramos negar nuestra re-observacién apodictica de ésta oe ieantimnte creado de mantener esia posicién ba sido categorizado por otros enfoques psicol6gicos cans sintoma de perturbacién ‘neurética’ o ‘psicdtica’. Como discutiré en el capitulo 8, tebrices aproxima a esto como ‘inseguridad ontolégica’ — influenciados fenomenolégicamente como R. D. Laing se Ja fragmentacién del self | Tesumen, el argumento fenomenoldgico con respecto a la percepcién de otros, podemos decir que, en nucstras interacciones diarias con otros, aunque inicialmente e ingenuamente pueda parecer, sensato para hosotros asumir que todos percibimos las mismas caractersticas en otros, tanto la informacién experimental ‘como nuestros andlisis experienciales nos Ilevan a cuestionar esta supuestamente sensata conclusin, Los fenomendlogos dicen que, en el fondo, percibimos diferentes aspectos de la realidad, fendmenos diferentes. Verdad, a través de cualquier nimero de variables culturales, psicolégicas y tal ver hasta bioldgicas, aprendemos a aplicar, etiquetas similares a los objetos de nuestro mundo a través de nuestro lenguaje. Asi que, ciertamente, deben existir algunos procesos constructivos comunes predisposiciones en los humanos que nos permiten compartir, hasta cierto punto, él mundo de fenémenos que cada uno erea Sin embargo, nuestros mundos permanecen separados y distintos. Solo podemos conocer el mundo de ottoa través de interacciones variadas; y aim asi nuestro coniocimiento y percepcida de la experiencia del mundo Icjos de ser completo. Y no existe esperanza de que esta situacion cambie alguna vez evento casi-milagroso, pudiera volverme ti, experimentar el mundo exactamente como lo r ando Jas variables psicologicas personales que 9 podria ser comunicada por completo eeeeenveee ivados por él. Para ellos el diseurso era grotesco, leno de escuchas promedio) eran capaces de evitar ser caut fatsedad ¢ incongruencias, evidentemente un chiste, que la dmnica reaccién sensata la risa. ‘Aqui, en el ejemplo del discurso del presidente, nos enfrentamos con el poder de las varias distorsiones, fg seszos y juicios erréneos caracteristicos de nuestra percepeién de ottos Libremente y sin pensar, les permitimos dominar nuestras decisiones y juicios de otros, nos abrimos a malos entendidos y q 4 Pomportamos de una manera que trae consecuencias desagradables. Peor due eS, también nos abrimosala tanipulacién de (entre otros) a éstos dos, que haciendo uso de estas distorsiones, podrian convertirse en ‘ nuestros lideres politicos y religiosos. Pareoe que nuestras percepciones de otros estin unidas intrincada ¢ intimamente a nuestas porespetones de ‘ eae eee Tal vee, entre mejor nos eanazcamos a nosotros mismes, mejor hos volveremos para ¢ “foner entre parenesis’ el self, tanto como es humanamente posible, en nuestra peteepeién de otros. Es posible que, como nifios, nuestra percepcién de otros estuviera sujeta a menos distorsiones y sesgos ‘4 Pefamente porque el tango de experiencia y desarrollo de un claro y distinto sentido del self estaba limitado, Bl intento por parte de los adultos para poner entre paréntesis tanto como es posible su ‘self’ en su 4 percepcin de offos no neceseriamente [os regresa asu visiOn de ‘niio’ del mundo, Precisamente porque los q Prullee han tenido un mucho mayor nimero de experiencias, son conscientes (aware) de si mismos como ‘seres distintos de otros, y tienen expectativas de otros que, posiblemente originadas en sus intentos de tratar “4 jas demandas psicebiolégicas infantiles, estan abiertas a totalidades complejas de (simbélica) expresion, que ¢ suigieren que su percepeidn de otros tendria reales y significantes diferencias que a aquellas de nifios. q Pero, qué tan bien nos conocemos? Con esta pregunta vamos hacia el tema de percepcidn del self. a a ‘

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