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Posos de café. Si eres muy cafetero, lo tienes muy fácil con este abono natural.

Los posos de café tienen muchos beneficios para las plantas: enriquecen y
nitrogenan la tierra; y son muy adecuados para rosales y arándanos que necesitan
suelos ácidos. Para aprovechar sus beneficios, sólo tienes que hacer una infusión
con los posos y regar con la mezcla los tallos y hojas de tus plantas. También
puedes hacer un círculo con los restos del café alrededor de la planta para
ahuyentar gusanos, caracoles y babosas.

- Cáscaras de huevo. Todos en la cocina tenemos huevos. Y las cáscaras son


algo que solemos tirar a la basura. Pero ya no: su alto contenido en calcio las
convierte en el mejor producto para mejorar la salud de plantaciones como
tomates, calabacines, pimientos, árboles frutales e incluso rosales. Para conseguir
tu abono, lava bien las cáscaras y tritúralas hasta conseguir un fino polvo que
podrás distribuir alrededor de las plantas. Otra opción es dejar en remojo cinco
cáscaras de huevo durante 24 horas. Después, filtra el líquido y vierte
directamente en la tierra.

- Piel de plátano. Al igual que la fruta, su piel contiene grandes cantidades de


potasio que puedes aprovechar para fortalecer tus plantas y flores. Para obtener
un fertilizante a base de esta fruta, corta la piel del plátano –que no esté ni
demasiado maduro ni demasiado verde- y échala en una cazuela. Cubre con agua
y deja hervir durante al menos 15 minutos. Una vez frío, cuela y diluye la infusión
de plátano en dos partes de agua. También puedes secar las cáscaras,
pulverizarlas y mezclarlas con agua para regar con ellas.

https://www.youtube.com/watch?v=GDIunWDDOCI

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