Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTEGRANTES:
HUARAZ-PERÚ
2019
INTRODUCCIÓN
Somos lo que somos gracias a un proceso biológico que llamamos Selección Natural. La
teoría de la evolución biológica por selección natural expuesta por primera vez por
Charles Darwin (1859) es probablemente la idea más revolucionaria de la historia del
pensamiento humano. Sorprendentemente, y a pesar de la importancia crucial que tiene
para la comprensión de nosotros mismos como especie y de cualquier otra especie
biológica, muy pocos seres humanos entienden realmente, o conocen siquiera, el
mecanismo natural que nos ha creado. Nunca un concepto aparentemente tan simple fue
tan difícil de comprender. Es como si la selección natural, al crear una especie inteligente
como la nuestra, escondiera al mismo tiempo la lógica biológica elemental que hay detrás
de su operación. Pero sospecho que la razón última por la que la selección natural no
forma parte del bagaje cultural de toda la humanidad se debe a una resistencia activa hacia
ella, pues la idea de la selección natural como fuente creadora del mundo natural nos
obliga a despertar de sueños milenarios. El conocimiento sobre la selección natural no es
neutro como pueda serlo el que un electrón tenga carga negativa o que haya una o cuatro
fuerzas fundamentales. Detrás de la selección natural hay una visión del mundo que
sacude lo más hondo de nuestras creencias y mitos recibidos culturalmente. La selección
natural es revolucionaria porque nos dice que no somos especiales, porque nos pone en
nuestro lugar en el orden de las cosas, de la naturaleza. Nadie mejor que el nobel de
bioquímica Jacques Monod (1970) ha expresado ese impacto emocional que el
darwinismo implica al revelarnos nuestra "soledad total, nuestra radical foraneidad, en un
Universo sordo a nuestra música, indiferente a nuestras esperanzas, a nuestros
sufrimientos, y a nuestros crímenes."
Aunque la teoría de Lamarck quedó relegada, para mediados del siglo XIX
algunos biólogos comenzaban a convencerse de que la mejor manera de explicar
el registro fósil y las similitudes entre las formas fósiles y las especies modernas
era suponer que las especies actuales habían evolucionado de otras especies
existentes en el pasado. Sin embargo, aún había que responder a la pregunta:
¿Pero, cómo? En 1858 Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, trabajando cada
uno por su cuenta, aportaron pruebas convincentes de que la fuerza motriz del
cambio evolutivo era la selección natural.
Las variaciones que aparecen en cada población natural y se heredan entre los
individuos son una cuestión de azar. No las produce el ambiente, una fuerza
creadora ni el esfuerzo inconsistente del organismo. A diferencia de sus
predecesores que habían considerado a las variaciones como perturbaciones del
diseño, mientras Darwin vio que las variaciones son la trama real del proceso
evolutivo. Las especies surgen, cuando las diferencias entre los individuos dentro
de un grupo, se convierten gradualmente en diferencias entre grupos, a medida
que éstos se separan en el espacio y en el tiempo. Cuando la numerosa
descendencia se enfrenta a las condiciones del medio ambiente, generalmente
serán los que más se reproduzcan, los que consigan hacer pasar en mayor porción
sus características a la siguiente generación.
El mecanismo darwiniano de la selección natural consiste en cuatro observaciones
sobre el mundo natural:
● Sobreproducción. Cada especie produce más descendientes de los que
sobrevivirán hasta la madurez.
● Variación. Existe variación entre la descendencia. Es importante recordar
que la variación necesaria para la evolución por selección natural es
genética y puede ser transmitida a la descendencia.
● Competencia. Los organismos compiten entre sí por los limitados
recursos disponibles para ellos. “Lucha por la existencia”.
● Supervivencia para la reproducción. Los individuos que poseen la
combinación más favorable de características tienen mayor probabilidad
de sobrevivir y reproducirse.
De este modo, el proceso de la selección natural causa de un incremento de los
genes favorables y un decremento de los desfavorables en una población, lo que
da por resultado que las características de esa población sean las mas adecuadas
para las condiciones locales.
Hasta 1856 comenzó a escribir su obra definitiva: El origen de las especies por
selección natural. Cuando ya había escrito 10 capítulos, recibió una carta de un
joven naturalista Alfred Russell Wallace (1823 – 1912), en donde le exponía que
publicara su manuscrito de 20 folios, de modo muy semejante al suyo, las ideas
sobre la evolución. Wallace había llegado a las mismas ideas que Darwin. El
origen de las especies fue publicado el 24 de noviembre de 1859 y el mundo
occidental no fue el mismo desde entonces. La obra se esperaba con tanto interés,
que la primera edición de 1200 ejemplares se agotó el mismo día que salió.
● DARWINISMO
Si bien la idea de la evolución biológica ha existido desde épocas remotas y en
diferentes culturas, la teoría moderna no se estableció hasta llegados los siglos
XVIII y XIX, con la contribución de científicos como Christian Pander, Jean-
Baptiste Lamarck y Charles Darwin. En el siglo XVIII la oposición entre fijismo
y transformismo fue ambigua. Algunos autores, por ejemplo, admitieron la
transformación de las especies limitada a los géneros, pero negaban la posibilidad
de pasar de un género a otro.
El origen de las especies de Charles Darwin fue el hecho de la evolución que
comenzó a ser ampliamente aceptado. A veces se comparte el crédito con Wallace
por la teoría de la evolución llamada también teoría de Darwin-Wallace.
La lista de las propuestas de Darwin, extractada a partir de El origen de las
especies se expone a continuación:
1. Los actos sobrenaturales del creador son incompatibles con los hechos
empíricos de la naturaleza.
2. Toda la vida evolucionó a partir de una o de pocas formas simples de
organismos.
3. Las especies evolucionan a partir de variedades preexistentes por medio
de la selección natural.
4. El nacimiento de una especie es gradual y de larga duración.
5. Los taxones superiores (géneros, familias, etc.) evolucionan a través de los
mismos mecanismos que los responsables del origen de las especies.
6. Cuanto mayor es la similitud entre los taxones, más estrechamente
relacionados se hallan entre sí y más corto es el tiempo de su divergencia
desde el último ancestro común.
7. La extinción es principalmente el resultado de la competencia
interespecífica.
8. El registro geológico es incompleto: la ausencia de formas de transición
entre las especies y taxones de mayor rango se debe a las lagunas en el
conocimiento actual.
● NEODARWINISMO
El Neodarwinismo es un término acuñado en 1895 por el naturalista y psicólogo
inglés George John Romanes (1848-1894) en su obra Darwin and after Darwin, o
sea, la ampliación de la teoría de Darwin enriqueció el concepto original de
Darwin haciendo foco en el modo en que la variabilidad se genera y excluyendo
la herencia lamarckiana como una explicación viable del mecanismo de herencia.
Wallace, quien popularizó el término «darwinismo» para 1889, incorporó
plenamente las nuevas conclusiones de Weismann y fue, por consiguiente, uno de
los primeros proponentes del neodarwinismo.
● MUTACIÓN
Darwin no conocía la fuente de las variaciones en los organismos individuales,
pero observó que las mismas parecían ocurrir aleatoriamente. En trabajos
posteriores se atribuyó la mayor parte de estas variaciones a la mutación. La
mutación es un cambio permanente y transmisible en el material genético —
usualmente el ADN o el ARN— de una célula, que puede ser producido por
«errores de copia» en el material genético durante la división celular y por la
exposición a radiación, químicos o la acción de virus. Las mutaciones aleatorias
ocurren constantemente en el genoma de todos los organismos, creando nueva
variabilidad genética.
La duplicación génica introduce en el genoma copias extras de un gen y, de ese
modo, proporciona el material de base para que las nuevas copias inicien su propio
camino evolutivo. Por ejemplo, en los seres humanos son necesarios cuatro genes
para construir las estructuras necesarias para sensar la luz: tres para la visión de
los colores y uno para la visión nocturna. Los cuatro genes han evolucionado a
partir de un solo gen ancestral por duplicación y posterior divergencia.
Las mutaciones cromosómicas, también denominadas, aberraciones
cromosómicas, son una fuente adicional de variabilidad hereditaria. Así, las
translocaciones, inversiones, deleciones, translocaciones robertsonianas y
duplicaciones, usualmente ocasionan variantes fenotípicas que se transmiten a la
descendencia. Por ejemplo, dos cromosomas del género Homo se fusionaron para
producir el cromosoma 2 de los seres humanos. Tal fusión cromosómica no
ocurrió en los linajes de otros simios, los que han retenido ambos cromosomas
separados.
● RECOMBINACIÓN GENÉTICA
La recombinación genética es el proceso mediante el cual la información genética
se redistribuye por transposición de fragmentos de ADN entre dos cromosomas
durante la meiosis, y más raramente en la mitosis. Los efectos son similares a los
de las mutaciones, es decir, si los cambios no son deletéreos se transmiten a la
descendencia y contribuyen a incrementar la diversidad dentro de cada especie.
En los organismos asexuales, los genes se heredan en conjunto, o ligados, ya que
no se mezclan con los de otros organismos durante los ciclos de recombinación
que usualmente se producen durante la reproducción sexual. En contraste, los
descendientes de los organismos que se reproducen sexualmente contienen una
mezcla aleatoria de los cromosomas de sus progenitores, la cual se produce
durante la recombinación meiótica y la posterior fecundación.
La recombinación permite que aún los genes que se hallan juntos en el mismo
cromosoma puedan heredarse independientemente. No obstante, la tasa de
recombinación es baja, aproximadamente dos eventos por cromosoma y por
generación.
El primero es la «selección direccional», que es un cambio en el valor medio de
un rasgo a lo largo del tiempo; por ejemplo, cuando los organismos cada vez son
más altos. En segundo lugar se halla la «selección disruptiva» que es la selección
de los valores extremos de un determinado rasgo, lo que a menudo determina que
los valores extremos sean más comunes y que la selección actúe en contra del
valor medio.
Un tipo especial de selección natural es la selección sexual, que es la selección a
favor de cualquier rasgo que aumente el éxito reproductivo haciendo aumentar el
atractivo de un organismo ante parejas potenciales.
● ADAPTACIÓN
La adaptación es el proceso mediante el cual una población se adecua mejor a su
hábitat y también el cambio en la estructura o en el funcionamiento de un
organismo que lo hace más adecuado a su entorno. Este proceso tiene lugar
durante muchas generaciones, se produce por selección natural, y es uno de los
fenómenos básicos de la biología.
La importancia de una adaptación sólo puede entenderse en relación con el total
de la biología de la especie; Julian Huxley. De hecho, un principio fundamental
de la ecología es el denominado principio de exclusión competitiva: dos especies
no pueden ocupar el mismo nicho en el mismo ambiente por un largo tiempo. En
consecuencia, la selección natural tenderá a forzar a las especies a adaptarse a
diferentes nichos ecológicos para reducir al mínimo la competencia entre ellas.
● SÍNTESIS MODERNA
En las últimas décadas se ha hecho evidente que los patrones y los mecanismos
evolutivos son mucho más variados que los que fueran postulados por los pioneros
de la Biología evolutiva (Darwin, Wallace o Weismann) y los arquitectos de la
teoría sintética (Dobzhansky, Mayr y Huxley, entre otros).
Los nuevos conceptos e información en la biología molecular del desarrollo, la
sistemática, la geología y el registro fósil de todos los grupos de organismos
necesitan ser integrados en lo que se ha denominado «síntesis evolutiva
ampliada». Los campos de estudio mencionados muestran que los fenómenos
evolutivos no pueden ser comprendidos solamente a través de la extrapolación de
los procesos observados a nivel de las poblaciones y especies modernas.
En el momento en que Darwin propuso su teoría de evolución, caracterizada por
modificaciones pequeñas y sucesivas, el registro fósil disponible era todavía muy
fragmentario. Los a fósiles previos al período Cámbrico eran totalmente
desconocidos. Darwin también estaba preocupado por la ausencia aparente de
formas intermedias o enlaces conectores en el registro fósil, lo cual desafiaba su
visión gradualista de la especiación y de la evolución.
EVOLUCIÓN Y RELIGIÓN
Antes de que la geología se convirtiera en una ciencia, a principios del siglo XIX,
tanto las religiones occidentales como los científicos descontaban o condenaban
de manera dogmática y casi unánime cualquier propuesta que implicara que la
vida es el resultado de un proceso evolutivo.
Sin embargo, a medida que la evidencia geológica empezó a acumularse en todo
el mundo, un grupo de científicos comenzó a cuestionar si una interpretación
literal de la creación relatada en la Biblia judeo-cristiana podía reconciliarse con
sus descubrimientos (y sus implicaciones).
A pesar de las abrumadoras evidencias que avalan la teoría de la evolución,
algunos grupos interpretan en la Biblia que un ser divino creó directamente a los
seres humanos, y a cada una de las otras especies, como especies separadas y
acabadas. A partir de 1950 la Iglesia católica romana tomó una posición neutral
con respecto a la evolución con la encíclica Humani generis del papa Pío XII. En
ella se distingue entre el alma, tal como fue creada por Dios, y el cuerpo físico,
cuyo desarrollo puede ser objeto de un estudio empírico.
No pocos ruegan con insistencia que la fe católica tenga muy en cuenta tales
ciencias; y ello ciertamente es digno de alabanza, siempre que se trate de hechos
realmente demostrados; pero es necesario andar con mucha cautela cuando más
bien se trate sólo de hipótesis, que, aun apoyadas en la ciencia humana, rozan con
la doctrina contenida en la Sagrada Escritura o en la tradición.
En 1996, Juan Pablo II afirmó que «la teoría de la evolución es más que una
hipótesis» y recordó que «El Magisterio de la Iglesia está interesado directamente
en la cuestión de la evolución, porque influye en la concepción del hombre».
El papa Benedicto XVI ha afirmado que «existen muchas pruebas científicas en
favor de la evolución, que se presenta como una realidad que debemos ver y que
enriquece nuestro conocimiento de la vida y del ser como tal. Pero la doctrina de
la evolución no responde a todos los interrogantes y sobre todo no responde al
gran interrogante filosófico: ¿de dónde viene todo esto y cómo todo toma un
camino que desemboca finalmente en el hombre?».
Cuando la teoría de Darwin se publicó, las ideas de la evolución teísta se
presentaron de modo de indicar que la evolución es una causa secundaria abierta
a la investigación científica, al tiempo que mantenían la creencia en Dios como
causa primera, con un rol no especificado en la orientación de la evolución y en
la creación de los seres humanos.
CONCLUSIÓN
Como conclusión podemos afirmar que la idea de la selección natural goza en la
actualidad de una excelente salud. No sólo continúa siendo el paradigma de la evolución
biológica, sino que además es una valiosa herramienta heurística para analizar otros
campos del conocimiento. A través de los ojos de Darwin no vemos sólo un gorrión o
una flor, sabemos que detrás de cada organismo hay un drama de conflicto y competencia
en una lucha sin cuartel por la existencia. Muchas metáforas se han empleado para
representar a la selección natural: es un relojero ciego, es una divinidad frenética y
omnisciente “que cada día y a cada hora escudriña por todo el mundo, las más ligeras
variaciones”, es una escaladora de montes improbables, una escultora que da vida a la
roca informe, es un mejorador inconsciente de animales y plantas, son miles de cuñas
presionando cada parte de un organismo, es una chapucera que no sabe nunca lo que va
a hacer. Darwin será siempre admirado por hacer inteligible la vida, por reducir a un sólo
concepto la diversidad inmensa y fantástica que vemos en la naturaleza: “¡Hay grandeza
en esta concepción de la vida!”
http://evolucionvd.blogspot.com/
http://www.nocierreslosojos.com/principio-seleccion-natural-charles-darwin/