DROGAS Y DROGADICCIÓN

UNIDAD Nº I
Marco Referencial de la drogodependencia
SEMANA 1

Introducción

El uso de sustancias, como cualquier otro fenómeno social, implica múltiples

elementos que determinan su naturaleza y complejidad y, por tanto sus posibles
interpretaciones. Los aspectos temporales y socio-culturales asociados a este
evento, son componentes que definen las consideraciones epistemológicas y las
tendencias contemporáneas del consumo, por lo que son factores que vale la pena
revisar minuciosamente hasta lograr entenderlos.

¿Se ha preguntado usted, cuál es el origen del uso de

sustancias?

Actualmente, el consumo de drogas está presente en diferentes escenarios de

la vida de las personas, tiene distintas funcionalidades y se le ha otorgado un
sinnúmero de representaciones sociales, que sin duda proceden de hechos que la
mayoría desconoce. Sin embargo, todos ellos guardan una cercana relación con el
desarrollo del hombre, las drogas han coexistido a lo largo de la historia y hablar de
ellas, es entonces hablar de la historia de la humanidad.

Esta unidad lo llevará a comprender la procedencia del uso de las drogas y,

de todos aquellos aspectos que se sitúan a su alrededor, para darle vida a esta
interesante pero compleja práctica, sus transformaciones y la estrechez que
mantiene con las características territoriales y etnográficas de las comunidades.
Además le permitirá conocer los conceptos actuales, que lo mantendrán a la
vanguardia del lenguaje técnico propio de su quehacer profesional.

Todo lo anterior, le entregará las herramientas para analizar el fenómeno

biopsicosocial del consumo y la dependencia a sustancias en adolescentes, adultos
y familias, lo que seguramente contribuirá de forma significativa no solo a su
perfeccionamiento profesional, sino también al establecimiento de su propio criterio
y su mirada personal acerca del uso de drogas.

Lo invitamos para que en las próximas páginas, se sumerja en la historia de

las drogas y, recorra el camino desde sus inicios hasta la actualidad.

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 Ideas fuerza

La génesis del consumo de drogas tiene una relación directa con el desarrollo y la
historia de la humanidad.

El uso de drogas está influido por el significado que las personas le asignan, es
decir, que el consumo se asocia a las creencias que reposan firmemente en la
identidad de los individuos.

No hay una única forma de ver el uso de drogas, hacerlo constituiría un sesgo
importante a la hora de entender la complejidad del fenómeno.

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 Desarrollo
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y SOCIO-CULTURALES DE LA
UTILIZACIÒN DE SUSTANCIAS
“Aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla”
N, Bonaparte

1.1. Antecedentes históricos del uso de sustancias

Cómo y cuándo parte el consumo de sustancias y, en qué momento de la

historia se convierte en una problemática de índole sanitaria y judicial, son algunas
de las inquietudes que motivan esta parte de la unidad y que se irán descubriendo
en el transcurso de la lectura.

La ingesta de drogas es una práctica universalmente establecida y, para lograr

entenderla e intentar buscar su procedencia, es necesario considerarla como un
elemento indisociable del avance histórico del hombre. Su fuerte conexión con los
contextos culturales, sociales y territoriales, ha instado a que la historia del consumo
de drogas sea un proceso dinámico, en el que se han sufrido constantes
transformaciones y diferentes apreciaciones sociales. Este fenómeno ha sido
participe de la evolución cultural y económica de las regiones, pero también ha
sido el origen de diversas problemáticas y preocupaciones, lo que lo ha constituido
como uno de los acontecimientos colectivos más controvertido a lo largo del tiempo.

En su desempeño profesional, ¿Cuál es la utilidad que tiene,

conocer las raíces históricas del uso de drogas?

Contrario a muchos eventos históricos, no existe con claridad un momento o

ubicación geográfica donde se inició el consumo de sustancias. Sin embargo,
muchos de los estudios antropológicos, sociológicos, de historia e incluso literarios,
sugieren que el uso de drogas data del año 5000aC y que se inició bajo premisas
medicinales y religiosas en las civilizaciones egipcia y babilónica, en las que se
presume se hacía uso frecuente del opio.

Uno de los registros que así lo evidencia es el “papiro de Ebers, documento

clásico de la farmacología egipcia, encontrado en 1873 y que data de la XVIII

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 dinastía del siglo XVI aC, la cual menciona el opio entre 700 remedios y 800 recetas
caseras. Otro registro lo constituye uno de los bajorrelieves del siglo XI aC, que
muestra a un sacerdote egipcio inclinado sobre una durmiente,
con un ramo de planta en la mano.” (1) posiblemente plantas de
opio. Por otro lado, en la medicina babilónica, se “datan
tempranas referencias del uso anestésico del opio, prescripto
en tablillas de arcilla para soportar intervenciones quirúrgicas”
(2). Posteriormente, el uso de opio se extendió de forma rápida
Imagen 1: Papiro de Ebers
hacia países del medio oriente, principalmente en la India
donde se popularizó su uso ritual y siglos más tarde se propagaría su ingesta en
otras civilizaciones orientales y se conocería su calidad recreacional.

De forma similar, el uso del cannabis se documenta en regiones orientales,

especialmente en China donde se buscaba la obtención de fibras y aceites de sus
semillas para uso medicinal, existen registros que así lo documentan en las grandes
dinastías varios siglos aC como el “libro de medicina titulado Nei Ching del
emperador Huang Ti, cuyas recetas referenciaban las aplicaciones médicas del
cannabis” (3). También en el sudeste asiático, se registra que el uso del cannabis
conserva un íntimo vínculo con las creencias religiosas, en India por ejemplo se
establece una asociación directa del cannabis con las bondades del dios Shiva.

En las antiguas sociedades romanas y grecas, el uso del opio y el cannabis se

centró en el abordaje de las enfermedades mentales, donde se buscaban
alteraciones de los estados psíquicos para alcanzar la paz y la tranquilidad de
quienes se consideraban enfermos. No obstante, estas antiguas comunidades
hicieron un uso preferente del alcohol, cuyos efectos resultaron vigorosos para las
prácticas sociales y religiosas, en las que el vino se convertiría en la principal fuente
de consumo, llegando a tener incluso ceremonias y dioses propios.

Pero la historia del consumo de alcohol, que hoy tiene una

Imagen 2: Producción y consumo
de alcohol en la Edad Media
amplia taxonomía y que se sitúa como la sustancia más
consumida en el mundo, también tuvo inicios en otras partes del
mundo, en Europa por ejemplo, hacia la edad Media, las
comunidades árabes introdujeron las técnicas de destilación, lo
que dio paso a la creación del wiski, bebida conocida como el
agua de la vida y apetecida en ese entonces por sus propiedades
curativas.

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 Por otro lado en territorio americano, siglos antes de la conquista, grupos
indígenas a lo largo del continente producían y consumían bebidas fermentadas de
productos agrícolas, en las que buscaban efectos alcohólicos para la participación
en actividades de índole religioso o social. Estos descompuestos de fruta y maíz
conocida popularmente como chicha, fueron desplazadas durante el periodo de
conquista por otro tipo de producción que masifico el consumo de destilados como
el ron y el aguardiente, en las zonas hoy habitadas por países como Colombia y
Ecuador y del vino en territorios actualmente ocupados por Chile y Argentina.

Además, los pueblos originarios de América especialmente aquellos que

tuvieron vida en la zona central y sur, en donde ahora se concentra el territorio
mexicano, peruano, boliviano y colombiano, utilizaron otras sustancias como el
peyote y la cocaína para emprender la conexión espiritual y desarrollar su
farmacopea ancestral.

En esta primera parte de la lectura, se han determinado los posibles orígenes de uso de
diferentes sustancias. Intente ubicar en el mapa el punto geográfico y la comunidad
donde se haya dado inicio a la ingesta de las drogas mencionadas.

Imagen 3: Mapamundi

Hasta aquí, el consumo de drogas se relacionaba con la búsqueda espiritual,

las tradiciones sociales y la supervivencia de las colectividades. Sin embargo, de
forma posterior a los periodos mencionados, el uso de sustancias fue masificado
producto de las nuevas y cambiantes representaciones sociales, su uso recreativo
y el aislamiento de los principales componentes, como en el caso del opio que dio
lugar a nuevas sustancias como la morfina y la heroína y, de la cocaína a partir de
la cual se desarrollaron distintos tipos de analgésicos, todos ellos comercializados
en un primer momento en la industria farmacéutica. También se destaca el
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nacimiento del LCD a partir de la sintonización de ergotamina a partir de hongos
cortezuelos.

En consecuencia se intensificaron las rutas de acceso y el comercio de drogas,

incluyendo las transacciones clandestinas y los intercambios ilegales. Estas
situaciones y registros del consumo de sustancias que sugerían su relación con
problemáticas de salud, visibilizaron la naturaleza adictiva de las drogas y
cambiaron el curso de su historia, dando paso a movilizaciones comunitarias y
lineamientos gubernamentales, que hacia mediados del siglo XX favorecieron la
prohibición de sustancias.

Un ejemplo de ello fue la prohibición de la venta de alcohol en Estados Unidos

hacia el año 1914, lo que propició el comercio ilegal por parte de grupos delictuales
y la falsificación de recomendaciones médicas para su compra. Años más tarde,
sería el mismo presidente Franklin D. Roosevelt, quien determinaría el fin de la ley
de prohibición. En el caso del cannabis, hacia el año 1932, su utilización médica fue
erradicada por los sistemas de salud de Gran Bretaña, Estados Unidos e India y,
en 1971 gran parte de los gobiernos mundiales aúnan esfuerzos por controlar la
oferta y demanda de esta sustancia. La cocaína y sus derivados fue otra de las
sustancias, cuya prohibición se concretó a finales de la segunda guerra mundial.

Recuerde que lo que hoy conocemos como uso de drogas, ha

tenido origen en los inicios de la historia y ha mantenido una
relación directa con las dimensiones culturales, geográficas,
políticas, económicas y sociales de la humanidad.

A pesar de esto, actualmente el consumo de sustancias es una realidad social

que obliga acciones de los estados en todo el mundo. El alcohol por ejemplo,
mantiene vigente su legalidad y es la droga universalmente más consumida; el
cannabis se impone como la sustancia más controversial de nuestros días, ya que
a pesar de su prohibición, algunos países como Canadá y Uruguay han legalizado
totalmente su uso y comercialización y, otros15 países entre los que se encuentran
Holanda, Estados Unidos, Chile y Colombia han apostado por la aprobación de la
dosis personal y el auto-cultivo. Sin embargo, sustancias como la cocaína y sus
derivados y la heroína, han mantenido una prohibición absoluta.

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 No obstante, en los últimos 30 años se ha escrito otro capítulo en la historia
del uso de sustancias, que nace de la concepción de nuevas drogas y formas de
consumo entre las que se destacan el uso de sustancias sintéticas como el éxtasis,
popper y metanfetaminas, el uso de medicamentos como las benzodiacepinas sin
receta médica, de sustancias con efectos potenciados a través de la modificación
genética como el cripi y de sustancias altamente toxicas como los solventes, gases
y alcoholes de producción de baja calidad.

En conclusión, la historia del uso de sustancias, ha sido un conjunto de

acontecimientos concomitante con los hitos más relevantes en el desarrollo
evolutivo de la humanidad. Su carácter dinámico, favorecido por los contextos
sociales en los que ha tenido cabida, ha impactado de forma relevante las formas y
significaciones del consumo y, todas aquellas circunstancias que están asociadas
a él. La historia de las drogas y su utilización es incierta pero se seguirá escribiendo
y, se transformará en la medida en que así lo hagan también las sociedades, sin
duda cada vez tomará mayor importancia lo que plantea un desafío para las
comunidades, los gobiernos locales y los profesionales especialistas en la materia,
conducir los nuevos episodios de esta historia, de forma tal que contribuyan al
bienestar y crecimiento de los colectivos.

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 1.2. Antecedentes socio-culturales del uso de sustancias

“En el México prehispánico, el pulque extraído del “Maguey” era la bebida fermentada que más
tomaban por los aborígenes mesoamericanos. En fiestas y celebraciones los aztecas bebían
hasta llegar a la embriaguez, en honor a los dioses del Octli-Pulque. La sacralización de la
bebida llegó al punto que sólo los sacerdotes, los guerreros y quienes estaban próximos a morir
la podían consumir en altas cantidades. El resto de la comunidad sólo podía hacerlo una vez
al año en ceremonias especiales y sin llegar a la ebriedad”. (4)

El fin de semana pasado, Francisco asistió al matrimonio de su mejor amigo. Bebió diferentes
tipos de alcohol, todos ellos de alta gama, elegidos por los novios especialmente para la
ocasión. Incluso antes de empezar la ceremonia, era evidente el estado de embriaguez de
Francisco, al parecer, esto no le resultó agradable al resto de invitados.

¿Qué elementos socio-culturales asociados al consumo de alcohol puede identificar en cada

situación?
¿Considera que existen diferencias entre las dos situaciones que le presenta este caso?

Como se ha mencionado hasta esta parte de la lectura, el consumo de drogas

guarda una fuerte relación con los contextos donde se desarrolla, es tan inmediato
el vínculo que los cambios en las dinámicas de consumo son frecuentes y poco
predecibles.

Sustancias que en un periodo histórico determinado mantenían una

significación positiva pueden no conservarla en nuestros días o, valores asignados
a una droga por una comunidad pueden ser diferentes para otra. Lo importante es,
entender que para cada individuo y/o comunidad, el uso de sustancias tiene una
trascendencia, producto de una historia, un escenario concreto y una conexión con
su propia esencia y su forma de percibir la vida. Este momento de la unidad, está
dedicado a explorar las ideas socialmente concebidas acerca del uso de drogas y,
los cambios sufridos a través del tiempo, que han formado la actual representación
del consumo.

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 ¿Qué opina usted del consumo de drogas?

A lo largo de la vida, las personas se relacionan con una amplia red de

sistemas sociales. Estas relaciones coexisten con escenarios culturales y las
características propias de cada individuo, lo que en su conjunto define el entramado
de ideas, pensamientos, conductas y formas de ver los hitos más relevantes de la
vida. La percepción acerca de las drogas y su utilización, es entonces el resultado
de la interacción entre estos elementos, por lo que podría existir una infinidad de
miradas que resultarían difícilmente definibles y, sería además complejo determinar
cuáles de ellas son correctas o no. Por tanto, solo podría decretarse que la mirada
acerca del uso de drogas no es lineal, es dinámica y cambiante en el tiempo y que
existen varias maneras de percibirlo, por lo que ninguna es mejor o peor que otra,
son solo formas diferentes.

En esta inmensidad de posturas, varios autores han intentado clasificar groso

modo, las visiones más relevantes de la utilización de drogas y, explicar las razones
principales de los cambios presentados. Sin embargo, todos ellos coinciden en la
existencia de un factor común que destaca a pesar de las diferencias de entornos:
la necesidad del hombre por alterar sus estados de conciencia, proviene del apuro
de entender y conectarse con el mundo, de entenderse a sí mismo y acallar todo
aquello que no logra comprender o soportar y, esta necesidad puede tener múltiples
interpretaciones, que en el fondo tienden a definir los abordajes y vivencias de la
materia.

Recuerde que el consumo de drogas está influido por el

significado social y cultural que, las comunidades e
individuos le entregan. Es decir que el sentido del uso de
sustancias, reposa firmemente en las creencias fehacientes
de las personas.

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 Rossi por ejemplo, menciona tres formas en las que las sociedades han
interpretado el uso de sustancias. Una línea de interpretación religiosa o chamánica,
a la que otros autores como Escohotado se refieren como mágica; una línea
medicinal y otra línea social. En todas ellas retoma las razones históricas del
consumo y mantiene que, en un primer momento de la historia de la humanidad y,
aun hoy en contextos determinados, la percepción del consumo fue mayormente
positiva, aunque ya en la Edad Media se habían identificado algunos peligros del
consumo excesivo, no existieron registros concretos acerca de posturas que
criminalizaran el uso de sustancias.

Religiosa / Mágica Social/ Recreativa

Medicinal

Percepciones socio-culturales de las

drogas

Problemática de salud

Criminalizadora Holística/Integradora

En la primera línea de interpretación religiosa o chamánica, Rossi analiza el

consumo de las primeras sociedades que habitaron la tierra incluidas las grandes
civilizaciones europeas, orientales y occidentales y, las formas en que estas
significaron la utilización de drogas. Determina que entre los pueblos antiguos,
existió una estrecha asociación entre el consumo de sustancias y el encuentro
espiritual con todo aquello que se consideraba superior, toda vez que las drogas se
constituían como la vía para alcanzar el contacto con lo divino. Por tanto, en estas
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comunidades se instaló una ideología de sacralización del consumo. Escohotado
además refiere, que existía una asociación entre las drogas y elementos
desconocidos, carentes de lógica considerados como mágicos.

Groves por ejemplo, menciona la búsqueda incansable de estados de

conciencia alterados en los pueblos europeos y americanos, con el fin de adquirir
habilidades adivinatorias. En India, el cannabis se consideraba un regalo de los
dioses para la alegría de los hombres y, en la antigua Grecia, el consumo de vino y
la embriaguez se consideraba como una ofrenda a los dioses del Olimpo. En
comunidades indígenas de América del Sur, el uso de alcohol y la embriaguez
estaba presente en los ritos de celebración de mayor importancia como el
matrimonio, la primera menstruación que simbolizaba el inicio de la vida sexual y la
fertilidad y la muerte.

Aún hoy, algunos pueblos originarios resguardan sus costumbres y creencias

ancestrales, haciendo rituales que involucran el consumo de sustancias como
enlace con entidades sagradas como los dioses y la tierra, como las comunidades
indígenas que habitan el Amazonas, que mantienen el uso de la Ayahuasca en sus
celebraciones religiosas y rituales de concentración.

En la segunda línea interpretativa, Rossi comenta que las drogas se han sido
de gran utilidad en el desarrollo de la medicina a nivel mundial. Describe el uso
medicinal de las drogas en las sociedades egipcias, romanas y griegas, quienes
intentaron elaborar tratamientos para el dolor, los procesos inflamatorios,
infecciosos e incluso de problemáticas de salud mental o de locura, como se
conocían en aquel periodo. Registro de ello son los libros de pharmacopea del siglo
XIX, que datan el uso medicinal del opio, el cannabis y la cocaína en pócimas,
ungüentos y jarabes, entre los que se destacan el ya mencionado papiro de Ebers,
el pharmaton del griego de Dioscórides y los recetarios de las más importantes
dinastías orientales. Hasta entonces, la mirada social de estas sustancias, era
aprobatoria.

En los años 1800, Serturner inició el proceso de aislamiento de

componentes del opio, que se continuaría con sustancias como el cannabis
y la cocaína con el fin de obtener anestésicos más efectivos para la
utilización en procedimientos quirúrgicos, de tratamiento del dolor y de
cuidados paliativos, por lo que aun a mediados del siglo XIX la postura
social sobre estas sustancias era favorecedora y, se consideraba a estas
drogas en el símbolo de la medicina moderna. Rápidamente se popularizó
el uso de estas sustancias en el tratamiento de soldados heridos de la Imagen 5: Friedrich S.
Pionero de la morfina

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guerra y, a la misma velocidad se visualizó el efecto adictivo y los daños colaterales
de su consumo. Este evento es de vital importancia, porque genera un quiebre en
la percepción positiva, que hasta ahora las comunidades habían tenido del uso de
sustancias, es el punto de partida de la concepción del uso de drogas como un
problema de salud.

Finalmente, Rossi presenta una última línea interpretativa que nomina social.
En esta línea, intenta explicar el significado y la importancia que las personas le
otorgan al consumo de sustancias, gracias a que permite mayores posibilidades de
contacto, vinculación con otros y reunión comunitaria. Podría destacarse de todas
las sustancias, el uso del alcohol como protagonista de rituales, celebraciones y
encuentros de colectivos indígenas, originarios, de civilizaciones antiguas y grupos
actuales. Aunque la asociación entre consumo y participación social es casi
milenaria, varios eventos como el descubrimiento del carácter regulador y recreativo
de las drogas, su efecto placentero y poder adictivo y el mejoramiento inmediato de
las habilidades de desempeño, fueron promotores del incremento de la demanda y
por supuesto de la oferta de sustancias.

Según Gregoravicius, la masificación del consumo, favoreció la acción de

varios movimientos sociales con fuertes raíces morales y religiosas y, colectivos
políticos y económicos con afán de control, que concentraron sus fuerzas para dar
paso a legislaciones prohibitorias que tal como había ocurrido anteriormente,
promovieron la ilegalidad y por tanto constituyeron la génesis de
varios conflictos sociales como la producción ilegal, el tráfico de
país a país y múltiples acciones delictuales. En este escenario,
se instauró una visión criminalizadora del uso de drogas, que
impuso de forma inmediata al consumidor un rol que lo desvía
de la norma social, asociándolo rápidamente al peligro, delito y
otras condiciones de exclusión y poniendo su solución en Imagen 6: Movimientos sociales
acciones necesariamente judiciales, represoras e irrespetuosas antidrogas

de los derechos humanos.

De forma paralela y ante los evidentes efectos de las drogas sobre la salud y
el comportamiento humano, se perpetuó la mirada del consumo como una
problemática de salud, mirada que venía gestándose desde finales del siglo XIX,
donde el consumidor debe asumir un rol de enfermo, que nuevamente lo sitúa en
condición de exclusión.

Las últimas percepciones revisadas, se instauran actualmente en las

ideologías colectivas acerca del uso de drogas y son la raíz de la desvinculación

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comunitaria de las personas consumidoras que eternizar su rol inferior en la escala
social. Estas miradas contraponen los ideales de una sociedad libre de drogas y de
consumidores, porque consideran soluciones insuficientes a una situación que es
creciente, de carácter mundial y que cada vez cobra relevancia en los diferentes
ámbitos de la vida humana. Sin embargo, es necesario entender que si son
necesarias las perspectivas de salud y de control para entender el fenómeno del
consumo, solo que, mantener la mirada fija en alguno de estos elementos puede
desviar la atención de otros factores importantes a considerar. Soñar con un mundo
libre de drogas es en sí una contradicción, tendría que delimitarse libre de qué
drogas, dónde, cómo y, como se ha revisado hasta ahora, la prohibición y la
represión, no han constituido vías de resolución efectivas.

Resulta entonces, un desafío para las nuevas generaciones y para los

expertos en el tema, promover perspectivas sociales más amplias, que consideren
el consumo de drogas de forma tal que no se limite ni minimice la focalización a una
sola arista del fenómeno y se promuevan así representaciones sociales exclusoras
y equivocadas. Recorrer los antecedentes socio-culturales de las drogas y su uso,
es una invitación a la creación de miradas integradoras, que favorezcan la
convivencia entre pares y que permitan entender la complejidad del uso de drogas.

Recuerde que las percepciones sociales acerca del consumo

han sido construidas en base a la experiencia de los
colectivos. No hay una única forma de ver el uso de drogas,
hacerlo constituiría un sesgo importante a la hora de
entender la complejidad del fenómeno.

Para finalizar esta parte de la unidad, retome el primer recuadro y analice

nuevamente las situaciones.

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 2. CONCEPTOS TEÓRICOS BÁSICOS
“Cuando no comprendemos una cosa, es preciso declararla absurda o superior a nuestra inteligencia, y
generalmente, se adopta la primera determinación” C, Arenal

Amigos y familiares de Daniel están muy molestos con él. Siempre que hay reuniones consume
marihuana y, aunque los demás también lo hacen, su consumo sobrepasa la cantidad del resto,
ocasionando comportamientos inadecuados antes de que inicien las celebraciones.

La familia Mejía consume vino todos los domingos durante el almuerzo. Esto se ha vuelto toda
una tradición, antes de comer a cada miembro se le sirve una copa, las chocan y así se da
paso a la comida. Cuando todos terminan sus copas, acompañan su comida con bebidas, jugos
o agua.

Cuando tenía 22 años, carolina fue diagnosticada con Depresión Mayor. Con frecuencia
consume cocaína. Ha tenido problemas con sus amigos y ya no se habla con varias personas
de su familia, quienes no soportan su comportamiento cuando consume. En los últimos meses
perdió su trabajo y su casa.

Desde hace un año, Daniela dejó de participar en las actividades que lo hacía con regularidad.
Su consumo de alcohol, benzodiacepinas, marihuana y cocaína se ha incrementado y ha
interrumpido sus rutinas, actividades e impactado significativamente sus relaciones.

De acuerdo a la lectura anterior, determine en el siguiente cuadro el

concepto que usted considera, le corresponde a la situación que vive cada
persona.

Uso de sustancias
Abuso de sustancias
Dependencia a sustancias
Policonsumo

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 Con frecuencia, las personas conviven con otras que son consumidoras, sin
embargo, no todos los consumidores de drogas son iguales. Esto se debe en parte,
como se ha mencionado anteriormente, a que el uso de drogas es una situación
que está determinada por una diversidad de factores y por ello existen diferencias
entre una y otra forma de consumir. Para lograr entender estas variantes, es
necesario revisar los conceptos básicos acerca del uso de drogas. Esta parte de la
unidad, busca llevarlo a descubrir estos conceptos primarios, necesarios para
continuar dilucidando el mundo de las sustancias y fortalecer su proceso de
aprendizaje.

Se ha preguntado si…
¿El uso de sustancias es siempre perjudicial?

No existe un término o concepto lingüístico que permita definir en su totalidad

la complejidad del uso de drogas, por esta razón existen diferencias entre las formas
de consumo asociadas a su frecuencia, cantidad y al impacto que generan en la
vida de las personas. Sin embargo, antes de profundizar en esta conceptualización,
es necesario que se comprenda que el uso de drogas no es una acción que implique
de forma automática un acto inadecuado, porque las drogas no son totalmente
perjudiciales, sino que su consumo, dependiendo de ciertas características, produce
efectos adversos en algunos individuos, por lo que puede llegar a ser problemático.
Esta claridad, permite construir una mirada del uso de sustancias menos prejuiciosa
y resulta ser más atingente a la situación actual que se vive en torno a las drogas.

2.1. Uso de sustancias

El uso de sustancias, es quizá el término más amplio relacionado con las

drogas y puede representar la forma de consumo más habitual en las personas. Se
entiende como “el consumo de una droga que no produce consecuencias negativas
en el individuo, ya sea porque la cantidad de droga es mínima o porque su uso es
esporádico. No obstante, el uso de drogas contribuye en el aumento del riesgo de
salud para la persona y, aunque se han reportado casos de individuos que
consumen drogas sin llegar a depender de ellas, el uso de drogas puede conducir
a consumos más severos” (5)

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 Entender este concepto es importante, porque explica de buena forma que no
en todas las ocasiones, el consumo de drogas representa problemas para quien las
usa. “Según el último informe mundial sobre drogas, unos 275 millones de personas
en todo el mundo, es decir, aproximadamente el 5,6% de la población mundial de
edades comprendidas entre los 15 y los 64 años, consumió drogas en al menos una
ocasión en 2016 y de estas, solo 31 millones padecían trastornos derivados de ese
consumo” (2) es decir que del total de personas que usaron drogas, solo el 11,27%
presentó problemas severos relacionados con el consumo. Estas cifras evidencian
que, en una población determinada, existe una gran cantidad de personas que
hacen un uso responsable de las drogas y que, logran mantenerse fuera de
problemas que puedan llegar a asociarse con el consumo.

La relevancia de este concepto, radica en que permite establecer de forma

más expedita que la asociación directa entre consumo y problema es solo un
constructo social, a pesar de que hoy es fácil conocer o convivir con un usuario de
drogas, que incluso puede llegar a ser uno.

Recuerde que existen diferentes formas de consumir

sustancias y, que no todas ellas se asocian a la existencia de
problemas o a conductas sociales desadaptadas y de riesgo

2.2. Abuso de sustancias

Según la Real Academia Española –RAE- el abuso se define como “hacer uso
excesivo, injusto o indebido de algo o de alguien” (6). En referencia a las drogas, el
abuso sería entonces el uso excesivo o indebido de sustancias, lo que conduce a la
necesidad de definir qué se considera como excesivo o indebido y, cuál es el
parámetro para poder determinarlo.

A simple vista, se podría determinar que el exceso y la inadecuación se

relacionan con las cantidades y la frecuencia con la que se usan las drogas, sin
embargo, estos criterios para establecer el umbral de ingesta podrían ser
inconsistentes, en tanto los efectos del consumo varían según otras variables como
la edad, el peso, la estatura, el género, la presencia de otras condiciones de salud
y, la o las sustancias que se estén utilizando. De modo que, el abuso de sustancias

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es un concepto de carácter amplio, que incorpora varias formas de consumo y que,
se asocia mayormente con el impacto que el uso de drogas puede generar en la
vida de las personas.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales, DSM por sus

siglas en inglés, en su quinta versión menciona que, el abuso es “un patrón
desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o malestar
clínicamente significativos, expresado por un consumo recurrente que puede:

• Dar lugar al incumplimiento de obligaciones por ej. ausentarse en el trabajo

• Presentarse en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso por
ej. conducir bajo efectos del consumo
• Conducir a problemas legales repetidos relacionados con la sustancia por ej.
detenciones por riñas bajo efectos del consumo
• Continuar a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o
problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de la
sustancia por ej. problemáticas familiares” (7)

Por otro lado, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del

Consumo de Drogas y Alcohol –SENDA- considera que el abuso “es una condición
en la que el individuo necesita la sustancias y toda su vida gira en torno a ésta a
pesar de las complicaciones que le pueda ocasionar” (8).

Finalmente, se puede concluir que el abuso de sustancias es un concepto

utilizado para designar el uso indebido de drogas, determinado por los efectos
adversos que este puede provocar en la funcionalidad de la persona y su
funcionamiento social. Se relaciona directamente con el abandono de las
actividades cotidianas que permiten la supervivencia y la convivencia con otros y,
con situaciones sociales de riesgo. El abuso, incluye varios tipos de consumo que
serán estudiados en las siguientes unidades.

Recuerde que la existencia de problemas asociados a las

drogas, depende de la existencia de múltiples factores, no de
uno solo. Pueden influir los efectos de la sustancia, las
cantidades, frecuencias y variedad de drogas que se
consuman.

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 2.3. Dependencia a sustancias

La palabra dependencia sugiere la necesidad de tener algo o alguien para

lograr sobrevivencia o funcionamiento adecuado. Para efectos del lenguaje de las
drogas, la dependencia se relaciona con la necesidad que tiene una persona para
consumir una sustancia, sin la cual no podría lograr sentirse bien o dejar de sentirse
mal. Sin embargo, es importante destacar que esta necesidad, implica procesos
neurofisiológicos que instauran la dependencia, como una problemática de salud en
la que el control del consumo está fuera del alcance consciente de la persona y, que
adicionalmente introduce otros conceptos que son importantes de revisar como la
abstinencia y la tolerancia.

SENDA menciona que la dependencia a sustancias es “situación fisiológica en

la que el consumidor ha desarrollado una adaptación o tolerancia al uso de drogas
y, cuya suspensión brusca puede generar una enfermedad denominada
abstinencia. Dicho de otro modo, es el conjunto de comportamientos y de
reacciones que comprenden el impulso y la necesidad imperiosa de tomar la
sustancia en forma continua o regular, ya sea para sentir sus efectos o para evitar
el malestar que produce la privación de su consumo” (8)

Desde otro punto de vista, el DSM V menciona que la dependencia es “un

patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o
malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de las siguientes
situaciones en algún momento de un período continuado de 12 meses:

• Tolerancia: entendida como una necesidad de cantidades marcadamente

crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
La persona percibe que el efecto de las mismas cantidades de sustancia
disminuye claramente con su consumo continuado
• Abstinencia: conjunto de síntomas físicos y psíquicos inconscientes que se
presentan al dejar de forma abrupta la sustancia y, que se alivian al consumir
nuevamente la sustancia.
• La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un
período más largo de lo que inicialmente se pretendía
• Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o
interrumpir el consumo de la sustancia
• Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la
sustancia (p. ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en
el consumo de la sustancia (p. ej., fumar un pitillo tras otro) o en la
recuperación de los efectos de la sustancia

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 • Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas
debido al consumo de la sustancia
• Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas
psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o
exacerbados por el consumo de la sustancia (p. ej., consumo de la cocaína
a pesar de saber que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a
pesar de que empeora una úlcera)” (7)

La Organización Mundial de la Salud –OMS- en el informe Neurociencia del

Consumo y Dependencia a Sustancias Psicoactivas, ha decretado que “la
dependencia a sustancias es un trastorno crónico, y a menudo recurrente, que con
frecuencia concurre con otros trastornos físicos y mentales. Tiene una naturaleza
multifactorial determinado por factores biológicos y genéticos, en los cuales los
caracteres hereditarios pueden desempeñar un papel importante, y por factores
psicosociales, culturales y ambientales”.

La dependencia entonces, podría definirse como el apuro de consumo de una

sustancia, dado por la instalación de mecanismos neurofisiológicos que impiden el
control de la necesidad y, que son la génesis de conductas físicas entre las que
comúnmente se encuentra transpiración, aumento de la frecuencia cardiaca y
respiratoria, dolor de estómago y sequedad en la boca y, conductas psíquicas
frecuentes como la irritabilidad, angustia, pena y labilidad.

2.4. Policonsumo

El policonsumo, conocido también como poli toxicomanía, en el término

utilizado para nombrar el uso conjunto de dos o más sustancias. Normalmente, las
personas utilizan estas combinaciones con el fin de potenciar o disminuir los efectos
del consumo, de forma paralela o secuencial y, existen combinaciones frecuentes
como el uso de alcohol y cocaína, alcohol y benzodiacepinas o tabaco y cannabis,
aunque existen tantas combinaciones posibles, como sustancias existen. El
policonsumo, además, está relacionado con la severidad de la problemática que
presenta la persona.

La Clasificación Internacional de Enfermedades, en su décima versión,

menciona que el policonsumo es uno de los “trastornos mentales y del
comportamiento debido al uso de sustancias psicoactivas y se diagnostica
únicamente cuando se sabe que hay dos o más sustancias implicadas y es
imposible valorar cuál de ellas es la que más contribuye al trastorno. Esta categoría
se usa también cuando no se conoce la identidad exacta de algunas o incluso si la

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 identidad de todas las sustancias es incierta o desconocida, ya que ni siquiera los
propios politoxicómanos saben a menudo lo que están tomando”. (9)

Para finalizar, realice nuevamente la lectura

Amigos y familiares de Daniel están muy molestos con él. Siempre que hay reuniones consume
marihuana y, aunque los demás también lo hacen, su consumo sobrepasa la cantidad del resto,
ocasionando comportamientos inadecuados antes de que inicien las celebraciones.

La familia Mejía consume vino todos los domingos durante el almuerzo. Esto se ha vuelto toda
una tradición, antes de comer a cada miembro se le sirve una copa, las chocan y así se da
paso a la comida. Cuando todos terminan sus copas, acompañan su comida con bebidas, jugos
o agua.

Cuando tenía 22 años, carolina fue diagnosticada con Depresión Mayor. Con frecuencia
consume cocaína. Ha tenido problemas con sus amigos y ya no se habla con varias personas
de su familia, quienes no soportan su comportamiento cuando consume. En los últimos meses
perdió su trabajo y su casa.

Desde hace un año, Daniela dejó de participar en las actividades que lo hacía con regularidad.
Su consumo de alcohol, benzodiacepinas, marihuana y cocaína se ha incrementado y ha
interrumpido sus rutinas, actividades e impactado significativamente sus relaciones.

¿Replantearía sus respuestas?

Uso de sustancias
Abuso de sustancias
Dependencia a sustancias
Policonsumo

¿De qué forma ha cambiado su percepción acerca del uso de

drogas?

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 Conclusiones
Hasta aquí se ha realizado una extensa revisión de los aspectos históricos,
sociales y conceptuales más relevantes, a partir de los cuales se pueden definir
puntos claves para la comprensión del consumo de sustancias. Es una práctica
social multifactorial, compleja, dinámica, que mantiene una relación de impacto
bidireccional con los contextos en los que se desarrolla y cuya percepción es
determinada social y culturalmente.

Desde la perspectiva histórica, ha sido imposible determinar con exactitud la

génesis geográfica y circunstancial del uso de las drogas, sin embargo, se han
establecido orígenes cerca de los 5000 años aC en antiguas civilizaciones de
diferentes partes del mundo. Estos datos y la existencia actual del consumo,
evidencian que este es un fenómeno social que se mantiene en el tiempo y, que su
dinamia se debe a las transformaciones culturales y las representaciones sociales
a partir de las cuales se mira este suceso.

En estos términos, también se ha revisado la variación de las significaciones

sociales que se han espigado en torno las drogas y su uso, desde aquellas que
concebían las drogas como un elemento de índole religioso, medicinal y cultural,
casi al punto de la sacralización; hasta aquellas que lo describen como un evento
enteramente negativo en el que se problematiza desde la salud y se criminaliza
desde la dinámica social. Entre estas miradas, sin embargo, se destaca como factor
común, el uso del consumo y sus efectos perturbadores de los estados de
conciencia, como vía de conexión del hombre consigo mismo y con el mundo.

No obstante, en todas estas percepciones, existe una marcada tendencia a

focalizar el fenómeno desde un único punto de vista, lo que ha resultado
contraproducente porque intenta definir de una forma reduccionista y sesgada si la
ingesta de sustancias es buena o mala, si se debe perpetuar o erradicar, premiar o
castigar y, desconoce que en la realidad, el consumo ha existido desde siempre y
seguramente seguirá existiendo y, que sus formas son tan variadas que su
problematización no se puede aminorar solo en términos de variables numéricas,
sino que se debe analizar desde dimensiones más amplias originadas en los
escenarios en los que se produce.

Para suprimir estas apreciaciones minimalistas y concretas acerca de las

drogas y su utilización, se hizo necesario establecer un lenguaje común que diera
cuenta de su complejidad y extensión y, que explicara la fuerte asociación que existe
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 entre las drogas y los dominios socio-culturales de las personas que las utilizan sin,
establecer sesgos que satanicen el consumo o que desconozcan las problemáticas
que pueden ser desencadenadas por su práctica. En este contexto, emergen
conceptos como el uso, abuso y dependencia a sustancias, que profundizan y
diferencian las conceptualizaciones de la ingesta de drogas e intentan explicar sus
formas y, determinar cuándo se generan o no conflictos asociados.

En la actualidad, la ingesta de drogas se ha masificado y se ha acompañado

de otras circunstancias sociales y de salud, que hoy desafían a los gobiernos, las
comunidades y los profesionales eruditos en el tema, a generar nuevas
representaciones y abordajes del consumo, holísticas, desprejuiciadas, que
posibiliten enfrentarlo desde la premisa de que está arraigado a la historia y
existencia de la humanidad y, contribuyan a romper los círculos exclusores a los
que se ven enfrentados las personas consumidoras y sus familias.

Para finalizar, se invita a que usted pueda construir su propia definición del
consumo de drogas. Al hacerlo tenga en cuenta las dimensiones revisadas y los
puntos que se destacaron y repitieron a lo largo de la lectura.

Después de la lectura, el consumo de sustancias para mí es…

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 Referencias
Material bibliográfico

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Salud Uninorte, 13, p.11.
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3. Badanta, B. (2017a). Conductas de la salud en población inmigrante china
adulta de la ciudad de Sevilla. (Tesis Doctoral – Nuevas tendencias
asistenciales y de investigación en ciencias de la salud). Recuperado de
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/114411/66529/Tesis%20Poblaci%
C3%B3n%20China%20%28Dep%B3sito%29.pdf?sequence=1&isAllowed=y
4. Castaño, G. (2008, febrero 14). Aspectos socioculturales del consumo de
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5. Ortega, Y & Hernández, A. (2015). Causas y consecuencias del consumo de
sustancias psicoactivas en adolescentes con ambientes de vulnerabilidad
familiar y contextos sociales conflictivos (442001_25). Recuperado de
https://repository.unad.edu.co/bitstream/10596/3691/3/57298094.pedf
6. Real Academia de la Lengua Española. (2018). Diccionario de la Lengua
Española. enero 4, 2019, de Real Academia de la Lengua Española Sitio
web: https://dle.rae.es/
7. American Psychiatric Association. (2018). Diagnostic and Stadistical Manual
of Mental Disorders - Fifth Edition. United States: Elsevier Masson.
8. Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de
Drogas y Alcohol. (2019). Glosario de términos. enero 4, 2019, de Servicio
Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y
Alcohol Sitio web: http://www.senda.gob.cl/prevencion/informacion-sobre-
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9. World Health Organization. (1994). Glosario de términos de alcohol y drogas.
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 Imágenes y apoyos visuales

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3. Imagen 3: Mapamundi
Mirissa Info. (2017). Mapas para colorear. [Dibujo]. Recuperado de
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Filipina. [Fotografía]. Recuperado de https://www.elclick.news/hrw-atribuyo-todas-
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