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PROGRESIVIDAD

El principio de progresividad de los derechos humanos ha


sido reconocido por el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos; entre otros instrumentos
internacionales, se encuentra recogido en los artículos 2
del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales
y Culturales, artículo 1 y 26 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y artículo 1 del Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. Al amparo de estas normas, el Estado asume la
obligación de ir aumentando, en la medida de sus
posibilidades y desarrollo, los niveles de protección de los
derechos humanos, de especial consideración aquellos, que
como el derecho al ambiente (art. 11 del Protocolo),
requieren de múltiples acciones positivas del Estado para
su protección y pleno goce por todos sus titulares. En este
sentido, examinando este principio en la acción
presentada, pese a que el accionante alega como violado
este principio, no logró establecerse que el cambio de
medio para el control y vigilancia de las unidades de
transporte de combustible, implicara una regresión. Antes
bien, parece que el nuevo medio (pruebas técnicas), al ir
más allá de la valoración de la antigüedad, lejos de violar
el principio de no regresión en materia ambiental, más
bien lo fortalece. Sentencia 415-16

“Ciertamente, el principio de progresividad de los


derechos humanos impulsa la protección de éstos hacia
adelante por parte del Estado, en procura de su desarrollo,
especialmente los derechos económicos, sociales y
culturales, cuyo reconocimiento se hace por medio de
instrumentos internacionales y la legislación nacional, con
el fin de garantizar estabilidad a los alcances logrados e
imponer racionalidad en la explotación, utilización de los
recursos naturales y en la producción de bienes, las que
deben venir acompañados de cierta gradualidad, pues no
opera sin un apoyo y logística del Estado, mediante
recursos y políticas, muchas veces impuestas
unilateralmente contra la voluntad de los particulares,
especialmente si la medida establecida es razonable y
proporcional a los derechos involucrados. Pero uno de los
elementos más importantes, es su incremento gradual para
no afectar otros derechos individuales y sociales. Los
principios del derecho ambiental sirven para integrar y
sistematizar esta rama jurídica con las demás ramas del
Derecho, donde si bien la balanza normalmente se inclina
hacia el avance gradual demanda un ejercicio equilibrado
con la guía de los estudios técnicos y científicos. El
principio de no-regresión de las conquistas sociales
tampoco es absoluto en este campo, tiene -por ejemplo-
esos límites, incluso reconocidos por los organismos
internacionales de derechos humanos cuando admiten –en
limitados casos- la posibilidad de que pueden modificarse,
restringirse y hasta suprimirse”. Sentencia 5615-15

“…El principio de progresividad exige que a medida que


mejora el nivel de desarrollo de un Estado, mejore el nivel
de compromiso de garantizar los derechos. En teoría, la
idea es que, entre más recursos tenga un Estado, mayor
será su capacidad para brindar servicios que garanticen los
derechos. La obligación de implementación progresiva
contiene la prohibición de no regresividad que puede ser
sometida a control judicial en caso de incumplimiento.
Cuando un Estado reconoce, respeta y satisface algún
derecho fundamental, tiene prohibido reducir los niveles
de protección de los derechos vigentes o suprimir los ya
existentes. Una decisión o política pública puede
considerarse regresiva cuando sus resultados desmejoran,
en comparación con los resultados de un punto de partida
anterior que ha sido escogido como parámetro y en el
campo de las normas jurídicas, si al comparar una nueva
norma, se suprimen, limitan o restringen derechos
anteriormente existentes. En ese sentido, la doctrina ha
establecido que una vez que un determinado derecho ha
sido formalmente reconocido como inherente a la persona
humana, queda integrado en forma definitiva e irrevocable
a la categoría de los derechos humanos cuya tutela resulta
obligatoria. Ahora bien, para que pueda señalarse que
existe una lesión al principio de progresividad y no
regresividad, se requiere que exista un derecho
fundamental que se hubiera reconocido y que el mismo sea
limitado o restringido sin justificación razonable
alguna…” Sentencia 11088-13

“La mayor amplitud para el otorgamiento de patentes para


el expendio de licor -porque el artículo 4 del proyecto
elimina el criterio numérico y poblacional-, la omisión de
incluir a la salud como un criterio a tomar en cuenta por
parte de los Concejos municipales a la hora de reglamentar
el otorgamiento de licencias en cada cantón –contenida en
el artículo 3 del proyecto-, la reducción de las restricciones
de cercanía respecto de centros educativos, de nutrición,
de culto y otros -contenida en el inciso a del artículo 9 del
proyecto-, y la ampliación de los horarios de bares –
realizada en los incisos b y c del artículo 11 del proyecto-,
implican una violación por omisión al derecho a la salud y
al interés superior del menor, además de una violación al
principio de progresividad de los derechos fundamentales.
Sin que lo anterior signifique que esta Sala esté definiendo
cuál debe ser la cantidad de licencias permitidas por
cantón, el horario que deben tener los bares o su cercanía
respecto de otros establecimientos; de la lectura de las
normas consultadas se evidencia la omisión de considerar
e incluir el derecho a la salud y del interés superior del
menor, justamente en un tema como este - expendio de
licores- en el que dichos derechos deben operar como un
límite esencial a tomar en cuenta.” Sentencia 2675-12

“El Estado debe conjuntar esfuerzos para que las personas


puedan acceder al derecho a una vivienda adecuada, en
condiciones de legalidad, seguridad, de paz y de igualdad.
Este derecho, por supuesto, es un derecho relativo que
dependerá de las condiciones sociales e individuales; la
norma constitucional se refiere a un contenido más que
todo programático, aunque debe estar conforme a la
progresividad de los derechos sociales. En general, el
Estado debe ser un facilitador responsable del cambio
social en esta materia, lo cual no solo debe ser entendido
en un nivel esencial mínimo, sino también debe
proporcionar los mecanismos jurídicos para que todas las
personas puedan acceder a una vivienda digna, sea ésta
arrendada o adquirida, mediante los programas
asistenciales y de créditos a personas que califiquen con
tasas preferenciales, o en condiciones de un mercado libre
para poseer o adquirir una vivienda acorde con sus
condiciones personales. La obligación de un Estado
plenamente responsable no cesa con programas
asistenciales para un primer nivel de necesidad dirigida a
los más vulnerables, sino que debe desarrollar una política
más general, no discriminatoria que responda a una
demanda de vivienda o a una proyección de la necesidad
de la vivienda en general…” Sentencia 13436-11

“De conformidad con el antecedente citado la acción debe


ser rechazada, toda vez que contrario a la afirmación del
accionante, la Sala consideró en aquella oportunidad, que
interpretar que la propina no debe ser considerada parte
del salario, para efectos prestacionales, lejos de violentar
la Constitución Política, se reafirma con el principio de
progresividad del salario.” Sentencia 18725-10

“Como ya se indicó, resulta irrazonable proteger unas


zonas y otras no sin un criterio técnico que así lo sustente,
pues ello resulta lesivo del principio precautorio y del
principio de progresividad del ámbito de tutela de los
derechos fundamentales.” Sentencia 18702-10

“En las sentencias 2002-11598 y 2003-02743, esta Sala


reconoció que a partir de la progresividad de los derechos
económicos, sociales y culturales, contenida en el artículo
26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
el Estado costarricense se encuentra obligado a elaborar y
ejecutar políticas tendientes a lograr progresivamente la
plena efectividad del derecho fundamental a la educación,
y como parte esencial de este derecho a aprender, se debe
velar por el mejoramiento de la infraestructura de los
centros educativos…” Sentencia 5066-06

“En atención a la regla de progresividad de los derechos


económicos, sociales y culturales, reconocida en el
artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, el Estado costarricense se encuentra obligado a
elaborar y ejecutar políticas tendientes a lograr
progresivamente la plena efectividad del derecho
fundamental a la educación.” Sentencia 2743-03

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