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KOKORO

Revista para la difusión de la cultura japonesa

Nº 5  2011
ISSN: 2171-4959
REVISTA KOKORO

DIRECTOR
Fernando Cid Lucas

JEFA DE REDACCIÓN
Irene Criado López

REDACTORES
Austin Brady
Carmen Dorado Fernández
Julio Mogollón Jiménez
Antonio Rodríguez González

COMITÉ CIENTÍFICO
Asesor de Comité
Dr. Federico Lanzaco Salafranca (Sophia University, Japón)
Miembros
Dr. David V. Almazán Tomás (Universidad de Zaragoza, España)
Dª Anjhara Gómez Aragón (Universidad de Sevilla, España)
Dr. Thomas Heyd (Alberta University, Canadá)
Dr. Edward Menta (Kalamazoo College, EE.UU.)
Dr. Andrés José Pociña López (Universidad de Extremadura, España)
Dr. Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala (Universidad de Sevilla, España)
Dr. Carlos Rubio de la Llave (CES Felipe II, España)
Dra. Michiko Tanaka (El Colegio de México, México)
Dr. Masaki Tsunokawa (Tokai University, Japón)
Dr. Keishi Yasuda (Ryukoku University, Japón)

Ilustración de portada: Dª Kumiko Fujimura

Maquetación: Helios De Rosario Martínez

Edita: Revista Kokoro


Imprime: Ricopy. C. / Santa Joaquina de Vedruna, nº9. C.P.10001 (Cáceres) Tlf. 927 626 101

DL: CC-47-2010

ISSN: 2171-4959

IMPRESA EN ESPAÑA – PRINTED IN SPAIN


EDITORIAL
Número 5 de Kokoro. Con una crisis feroz a cuestas, a la que no alcanzamos ver su fin,
cada «pequeño» logro cultural se toma como una gran batalla ganada —aunque, con
exactitud, no sepamos a quién—.
Número 5 de Kokoro y aquí y ahora la poesía más antigua de Japón, la que se en-
cuentra recogida en el formidable volumen denominado Man’yôshû1, y para presen-
tárnosla tenemos el honor de contar con las certeras palabras de todo un especialis-
ta, Hidehito Higashitani, que, como el resto de autores, ha tenido a bien sacar tiempo
para dedicarlo a esta humilde publicación.
Número 5 de Kokoro y están en estas páginas los poemas de los viejos emperado-
res y los de los soldados que hace siglos marcharon a guardar las fronteras del país;
seña esto de que en el País del Sol Naciente la poesía fue, desde antiguo, propiedad
de todos, que todos participaron de ella. Tal vez fuese por la belleza infinita del país,
por la bondad de sus gentes o por la fusión armónica de ambos elementos, mas, he
de confesar, que, incluso yo mismo, que no escribí nunca poemas, en el tren que me
llevaba desde Asakusa hasta el aeropuerto de Narita para volver a España, con los
ojos puestos en un paisaje bellísimo, tuve, como por un impulso, que escribir, apre-
suradamente y sobre un periódico, mi haiku de (transitoria) despedida:
Dejo Yamato,
en la niebla y ya con sus
caquis maduros.

Fernando Cid Lucas


Director de Kokoro

1. No quisiera olvidar aquí la pionera traducción y presentación crítica que de este título realizase en
nuestro idioma el profesor Antonio Cabezas García en: Manioshu: colección para diez mil generaciones,
Madrid, Hiperión, 1980.

1
El cancionero Man’yôshû y la tradición
milenaria del tanka en la poesía japonesa
Hidehito Higashitani
Catedrático Emérito de la Kobe University of Foreign Studies

Introducción fundamentalmente tres tipos de versifi-


cación:
El cancionero Man’yôshû es la colección
de poesía japonesa de más antigüedad 1. Chôka (literalmente ‘poema largo’),
que ha llegado hasta nosotros. Marca el que consiste en la repetición de la com-
punto de partida de toda la poesía japo- binación de versos de 5 y 7 sílabas japo-
nesa y, al mismo tiempo, ofrece una pau- nesas —o «moras» si se quiere— para
ta común para todas las creaciones poé- terminar con tres versos de 5, 7 y 7 sí-
ticas a lo largo de la historia milenaria labas. Lo normal es que los versos sean
de dicha disciplina en Japón. La antolo- de diez a veinte, más o menos, y al final
gía consta de unas 4.500 piezas poéticas de la obra se suele añadir un tanka —en
y abarca las piezas compuestas en el es- este caso se llama hanka— a modo de re-
pacio de más de cien años, que va desde sumen del chôka antepuesto. Se usa este
la segunda mitad del siglo VII hasta el estilo principalmente en los primeros
año 759, aproximadamente, en que está tomos del cancionero, pero ya entrando
fechada la última pieza poética de esta
en el siglo VIII se va disminuyendo su
extensísima colección.1
uso.
Está dividida en veinte tomos, con
una variedad múltiple, tanto en su as- 2. Tanka (que significa literalmente
pecto formal como en su contenido. En ‘poema corto’), que consiste en una es-
cuanto a los primeros tomos —del pri- trofa única con cinco versos ordenados
mero al decimosexto— no se sabe quién por 5, 7, 5, 7 y 7 moras o sílabas japone-
fue el que se dedicó a la labor de com- sas.
pilación, mientras, respecto a los cuatro 3. Sedôka (que significa, literalmente,
últimos tomos, el poeta Ôtomo-no-Yaka- ‘poema en que se repiten los primeros
mochi está considerado como posible versos’), que consiste en la repetición de
compilador. la primera estrofa de tres versos de 5, 7
Respecto a su forma de expresión y 7 sílabas, es decir llegando a formar los
poética, en el cancionero se observan versos de 5-7-7-5-7-7 sílabas en total.
2
El cancionero Man’yôshû y la tradición milenaria del tanka en la poesía japonesa 3

Características fonéticas bas básicas sólo de unas cincuenta. Y,


peculiares del idioma japonés además, cada sílaba va marcando, mien-
tras se pronuncia una frase, el ritmo con
La poesía japonesa, en su forma externa un compás regular. De ahí que el japonés
y en su versificación, ofrece una gran
hablado suene —sobre todo a los euro-
diferencia con respecto a la poesía
peos— algo así como el disparo de una
escrita en otras lenguas, en español, por
ametralladora repitiendo rítmicamente
ejemplo. Si entendemos la poesía como
el ruido de: tá-tá-tá-tá-tá. Y esa sensación
el arte de coordinar vocablos según las
está producida por estas características
reglas métricas establecidas en cada
fonéticas que acabo de comentar. Todo
lengua, se podría decir, por lo menos
ello hace que el rimar resulte ser una ta-
según la tradición de la poesía occidental,
que la rima y el ritmo deben constituir rea relativamente fácil para los poetas,
los dos elementos fundamentales lo que impide que esta tarea sea consi-
para llevar a cabo esa tarea artística. derada como manifestación de su habi-
Sin embargo, en la japonesa se cuida lidad artística. Por tanto, por muy bien
únicamente del segundo elemento que se rime, no se puede esperar de ahí
—el ritmo— y en cuanto al primero un golpe atractivo para los oyentes y
—la rima— se hace generalmente caso consecuentemente empeñarse en esa la-
omiso para seguir otra forma propia bor carecería de sentido porque un poe-
de versificación, ajustada con destreza ma realizado por esa vía puede resultar
a unas peculiaridades fonéticas de algo vulgar al oído de los japoneses.
la lengua japonesa. Pero no hay que Por este motivo, la poesía japonesa
pensar que ese «descuido» de la rima se había centrado su atención en ordenar
deba a una negligencia por parte de los adecuadamente frases o versos con un
poetas japoneses, sino que surge de la número determinado de sílabas para
misma estructura interna de la lengua proporcionar un ritmo ideal a la poesía.
japonesa. En otras palabras: el japonés Allá por la temprana época de Asuka del
es una lengua que no está condicionada siglo VII, vemos establecidas ya algunas
para producir el efecto poético a través de las formas poéticas que perdurarían
de la rima y del acento tónico. hasta nuestros días, entre las cuales la
El japonés se caracteriza fonéti- más ideal y popular para componer una
camente por la sílaba abierta. Es de- estrofa era la de 31 sílabas repartidas en
cir, prácticamente todas las sílabas cinco versos de 5, 7, 5, 7 y 7. Este es el es-
—salvo algunas excepciones— terminan tilo llamado tanka (literalmente, ‘poesía
en una vocal, siendo el número de síla- corta’) que mantendría su vida más de
4 Hidehito Higashitani

mil años para llegar hasta nuestros días la palabra se pronuncia como: «ロンドン
como la fórmula más popular y sólida de lo-n-do-n», con cuatro moras, es decir,
la poesía tradicional japonesa. con cuatro sílabas japonesas.
Así nació, hacia el año 780 de la era Lo mismo ocurre en el caso de sokuon
cristiana, el Man’yôshû (literalmente ‘Co- (促音 la misma consonante repetida).
lección de una miríada de hojas’), y le Es decir, cuando una misma consonate
siguieron posteriormente el cancionero se repite, se le concede el espacio de un
Kokin Wakashû (‘La colección de la poe- compás, es decir una «mora». Por ejem-
sía antigua y la moderna’) y tantas otras plo, la palabra sakka (escritor 作家) se di-
antologías poéticas a lo largo de la mile- vide en sa-k-ka, con tres moras o sílabas
naria historia de la literatura japonesa. japonesas.
Y junto con esta premisa en el aspecto El tercer caso es una vocal alargada
fonético de la lengua japonesa, tenemos (chôon 長音). Por ejemplo, la palabra
que aclarar debidamente el sentido lin- rôka (pasillo 廊下) se pronuncia como
güístico del término «sílaba» aplicado a ro-o-ka, con tres moras. En este artículo,
la lengua japonesa. Cuando decimos que esta peculiaridad la señalaremos con el
el tanka tiene el primer verso de cinco signo de (^) puesto encima de una vocal.
«sílabas», se debe entender, para ser más Es decir, tanto hatsuon como sokuon y
exacto, que consta de cinco «moras», es chôon tienen el valor de un compás o una
decir, de cinco compases. Veamos unos mora y se cuenta como una sílaba más
ejemplos para aclarar este punto. en la poesía japonesa.2
Existe en japonés el sonido llamado
hatsuon (撥音), que consiste en «una ene Temas principales del
independiente» que, aun en el caso de cancionero Man’yôshû
que le siga una vocal, se pronuncia se- Hemos visto en el apartado anterior que
paradamente sin conexión alguna con el ritmo más idóneo para la poesía japo-
esa vocal y se le concede el tiempo de un nesa se consigue por la distribución bien
compás como una «mora» independien- efectuada de versos según el número de
te. Por ejemplo, la palabra han’ei (pros- silabas. Y ahora, al examinar las tres for-
peridad) se divide en cuatro sílabas de mas más representativas de los poemas
ha-n-e-i y no en ha-ne-i. Y mientras Lon- del Man’yôshû —chôka, tanka y sedôka—,
don en inglés se divide en dos sílabas Lon- vemos que ya en el siglo VII los poetas
don, en japonés la «ene independiente» manifiestaban su preferencia por los
tiene el valor de una mora y, por tanto, versos compuestos por la combinación
El cancionero Man’yôshû y la tradición milenaria del tanka en la poesía japonesa 5

de 5 y 7 ó de 7 y 5 sílabas. Y esta prác- extensión geográfica muy amplia —para


tica llegaría a fascinar el oído a todo el ser de aquella época de difícil comuni-
pueblo japonés y se mantendría durante cabilidad regional mutua— desde el País
más de un milenio hasta llegar a nues- de Michinoku, al norte, hasta la región
tros días. sureña de Tsukushi, con unos dos mil ki-
Si es así, es normal que surja la pre- lómetros de distancia por medio.
gunta de: «¿Por qué los números favori- El cancionero está dividido, a grandes
tos de la sílaba tenían que ser de 5 y 7, y rasgos, según el tema que toca cada poe-
no de otros números? y ¿No podría ha- sía, en tres apartados fundamentales:
ber sido, por poner un ejemplo, 4, 6 u 8 Sômon (manifestación del sentimiento
sílabas en vez de 5 o 7?» Esta preferencia íntimo), banka (elegías para los difuntos)
de los poetas japoneses por las sílabas 5 y y zôka (misceláneas).
7 y la razón por la que éstas resultan más Sômon tiene su sentido etimológico de
agradables al oído de los japoneses están ‘correspondencia intercambiada entre
explicadas teórica y convincentemen- los amigos’ y los poemas catalogados en
te por investigadores tales como el lin- este apartado tratan en su mayoría del
güista Takahashi Tatsuo, de finales del sentimiento amoroso hacia su amado o
s. XIX, el crítico literario Doi Kôchi de amada y están caracterizados, como es
principios del s. XX3 o el lingüista actual lógico, por su tono altamente lírico.
Sakano Nobuhiko, por medio de la teoría Banka significa, originariamente, un
llamada de «ritmo de compasillo» (o de canto que pronunciaban los que carga-
compás de cuatro por cuatro).4 Pero, por ban con el ataúd en un entierro, y en el
ahora, no vamos a entrar en esos porme- Man’yôshû vemos diversas manifestacio-
nores. nes de dolor hacia las personas falleci-
Bien, pues centrando ahora nuestra das, sin distinción de que sean personas
atención en el examen del contenido de conocidas o no conocidas por el autor.
los poemas recopilados en este cancio- En este sentido, una de las característi-
nero, lo primero que nos sorprende son cas más destacables del grupo del banka
las extensas gamas de autores que par- es una serie de poemas denominados
ticipan en este cancionero, empezando kôro shininka (‘cantos para los muertos en
por los Emperadores y los miembros de plena ruta’), es decir las obras que están
la familia imperial, pasando por los altos dedicadas a los que, desgraciadamente,
y medianos funcionarios públicos, has- han muerto de hambre y de sed duran-
ta llegar a los soldados rasos, a las mu- te el viaje y han sido abandonados a la
chachas jóvenes etc. Además, cubre una intemperie. Kakinomoto-no-Hitomaro,
6 Hidehito Higashitani

uno de los poetas más importantes de Tres modos de expresión poética


este período, tiene un chôka de una gran del sentimiento amoroso
fuerza emotiva dedicado a un muerto
Si examinamos con detenimiento los
abandonado en Samine, una isla del País
poemas que componen el grupo de sô-
de Sanuki. mon, se observan, a grandes rasgos, tres
Las obras catalogadas como Misce- modos de expresión poética que utilizan
láneas contienen todas aquellas que no los poetas del Man’yôshû para transimi-
entran en los dos apartados anteriores tir su sentimiento íntimo a los lectores.
y tratan, por ejemplo, del viaje oficial Y en esos tres modos de expresión artís-
del Emperador o de alguna ceremonia tica de los poetas de los siglos VII y VIII
podemos encontrar unas raices profun-
oficial de la corte, amén de una canti-
das fuertemente afianzadas en la mente
dad considerable de temas de múltiple
del pueblo japonés, que llegan a ser unas
índole. Dentro del apartado de zôka, los
características internas importantes, no
poemas de los sakimori —soldados rasos sólo de la poesía japonesa sino también
reclutados para la defensa de las costas de la literatura japonesa en general, que
fronterizas del sur— ofrecen unas carac- llegan hasta nuestros días.
terísticas muy interesantes por su liris-
El primer modo de tratamiento de
mo, capaz de ser altamente valorado aún
este tema consiste en expresar su senti-
en nuestros días. miento amoroso (sea familiar o de otro
En resumen, en el Man’yôshû se tratan sexo) por medio de algún objeto concre-
los temas con una amplitud increíble, to.
como la contemplación y la descripción Veamos a continuación una muestra
de algún pasaje que impresiona, el sen- de esta técnica:
timiento nostálgico captado a través de たらちねの 母が飼う蚕の 繭隠り
la descripción de la Naturaleza, la des- いぶせくもあるか 妹に逢わずして
cripción sentimental sobre el paso de las
(Tarachineno/hahaga kaukono/mayugo-
cuatro estaciones, el dolor originado por mori/ibusekumo aruka/imoni awazushite)
el amor no correpondido, la alegría del
Igual que los gusanillos de seda
primer amor, la tristeza de los soldados
que cría mi madre bajo su custodia,
que tienen que abandonar a los seres yo, encerrado también en un estrecho capullo,
queridos, la dureza de una vida sin re- me siento ahogado
cursos económicos, etc. sin poder ver a mi amada.5
El cancionero Man’yôshû y la tradición milenaria del tanka en la poesía japonesa 7

En este caso, el capullo del gusanillo naera, las poetisas de los siglos VII y VIII
sirve como símbolo del encerramiento a se nos presentan aquí con una vitalidad
que está sometido el hijo por la imposi- arrolladora, que ya presagian las poeti-
ción de su madre, que no le permite el sas modernas de comienzos del siglo XX,
encuentro con su adorada pareja. como Yosano Akiko por ejemplo.
El segundo modo es el de expresar El tercer modo, más sutil, es el de ex-
su sentimiento amoroso de una manera presar su sentimiento amoroso sugirién-
clara y directa, sin recurrir a la ayuda de dolo a través de una metáfora y evitando
ningún objeto simbólico. Por ejemplo, manifestarlo expresamente.
esta pieza de una poetisa anónima:
Por ejemplo:
朝寝髪 我は梳らじ 愛しき 君が手枕
触れてしものを ぬばたまの その夜の梅を た忘れて
折らずに来にけり 思いしものを
(Asanegami/ warewa kezuraji/uruwas-
hiki/kimiga tamakura/fureteshi monoo) (Nubatamano/sonoyono umeo/ tawasu-
rete/orazunikinikeri/omoishi monoo)
Este pelo revuelto al levantarme por la mañana,
no me lo peinaré jamás. Ôtomo-no-Momoyo
Porque me lo has tocado tú, Aquella flor de ciruelo preciosa
¡oh, mi dulce amado! ¡Ah, la de aquella noche!
al dormirme con tu brazo por almohada.6 Me descuidé y me vine sin cortármela.
Pensar que yo la adoraba.
O como éste: ¡Qué lástima! 8
今は我は 死なむよ我が背 生けりとも
我に寄るべしと  En este caso, «flor de ciruelo precio-
言ふといわなくに(大伴坂上郎女)
sa» simboliza la mujer amada y lamen-
ta no haberla hecho suya aquella misma
(Imawa wawa/shinan’yo wagase/ike- noche.
ritomo/wani yorubeshito/iuto iwanakuni)
La postura de no decirlo todo y dejar
Ahora yo me voy a morir,
que los receptores completen una obra
queridísimo mío,
porque nadie cree artística, ayudados por la fuerza suges-
que tú me favorezcas con tu amor tiva que ella encierra, fue y sigue siendo
aunque yo siga viviendo.7 a lo largo de toda la historia del arte ja-
ponés una de las características impor-
Estos dos poemas manifiestan, con tantes que constituyen los pilares funda-
una ingenuidad y sencillez asombrosa, mentales del sentido estético del pueblo.
el fortísimo sentimiento amoroso de Y no deja de ser muy sugestiva e intere-
una mujer hacia su amado. De esta ma- sante aquella leyenda tradicional del ar-
8 Hidehito Higashitani

tista japonés que pintó un minúsculo pá- amén de los recuerdos de la vida diaria
jaro en un rincón del lienzo, dejando la en la región del Este.
mayor parte de espacio en blanco, y que El compilador, Ôtomo-no-Yakamochi,
ante la protesta de su patrón americano, ordenó a los soldados que iban destina-
que pidió que el pintor llenase ese gran dos rumbo a las regiones fronterizas que
hueco que había dejado, contestó imper- presentaran sus poemas con el tema de
térrito: «La obra tiene que quedar así, su partida hacia el Oeste. Según las notas
tal como la he pintado. Porque si no, el hechas por el compilador, se habían pre-
pobre pajarillo no tendría espacio para sentado unos 160 poemas, de los cuales
volar libremente.»9 el compilador seleccionó la mitad para la
Esta larga tradición artística japo- antología.
nesa, que ya hace su primera aparición
我が妻は いたく恋ひらし 飲む水に
en el Man’yôshû, también llegaría hasta
影さえ見えて よに忘られず
nuestra época, pasando por el maravillo-
so mundo del haiku, lleno de fuerza su- (Wagatsumawa/itaku koirashi/ nomu
gestiva, creado por Matsuo Bashô en el mizuni/kagesae miete/yoni wasurarezu)
siglo XVII y sus seguidores. Muerta de añoranza
debe de estar mi amada mujer.
Porque, cuando bebo agua,
El lirismo profundo en los ella aparece reflejada en la superficie
poemas de sakimori y no puedo nunca olvidarla.10
Dentro del apartado de zôka, los poemas
escritos por los sakimori ofrecen unas 韓衣 裾に取り付き 泣く子らを
características muy interesantes por su 置きてそ来ぬや 母なしにして
tenue lirismo, que sigue vigente aún en (Karakoromo/susoni toritsuki/nakuko-
nuestros días. Estos soldados sakimori rao/okiteso konuya/hahanashinishite)
fueron reclutados principalmente en la ¡Ay, aquella túnica que yo llevaba en casa!
región del Este para ser enviados a las Agarrados a mí por las faldas
costas fronterizas con Corea y China y no dajaban de llorar mis hijitos…
estaban obligados a permanecer tres Y tuve que dejarlos solos,
años antes de poder regresar a su lugar siendo huérfanos de madre sin amparo.11
de origen. En el último tomo XX del
cancionero tenemos unos 80 poemas de Se ve clarísimamente que los poemas
este tipo, y la mayoría trata de la triste arriba citados, lejos de manifestar su es-
separación con los seres queridos a los píritu bélico de soldado, se mantienen
que los jóvenes reclutas tuvieron que fieles a su sentimiento humano y decla-
dejar atrás para cumplir con su deber, ran su tierno amor hacia los seres que-
El cancionero Man’yôshû y la tradición milenaria del tanka en la poesía japonesa 9

ridos. Al considerar que estos poemas Veamos ahora un ejemplo:


están hechos por unos simples soldados あききぬと めにはさやかに 見えねども
reclutados de los pueblos del Este, no 風のおとにぞ おどろかれぬる
podemos dejar de sorprendernos ante la (Aki kinuto/meniwa sayakani/mienedo-
alta calidad poética que contienen estos mo/kazeno otonizo/odorokarenuru)
poemas. Este es un hecho muy esclare- Aunque por la vista
cedor para comprender que el tanka y no se percibe todavía con certeza
los otros modos de la poesía japonesa la llegada del otoño,
ya constituyen en esta época temprana un soplo fresco de brisa
de la corte de Yamato del siglo VIII una me acaba de dejar impresionado.12
constante cultural del pueblo en gene-
ral, y esta tradición llega hasta nuestro Es un tanka muy conocido, obra de
tiempo sin sufrir transformaciones im- Fujiwara-no-Toshiyuki, que en el primer
día de otoño del calendario describe la
portantes.
sensación de asombro al percibir la lle-
gada del otoño por vía oral, aunque por
Desarrollo del tanka en el Kokin la vista sólo sigue percibiendo el am-
Wakashû y su evolución posterior biente de verano. Se podrá decir en este
caso que la descripción de la Naturaleza
Unos 150 años después del Man’yôshû, es bastante conceptual y sofisticada, más
hacia el año 905, aparece el Kokin Wakas- que una simple transcripción del paisa-
hû (‘La colección de la poesía antigua y la je. Esta pieza poética nos recuerda una
moderna’) bajo la orden expresa del em- conocida historieta tradicional de aque-
perador Daigo, con el poeta Ki-no-Tsura- llos tres bonzos que comentan al ver un
yuki como compilador principal. En este sauce llorón mecerse al viento con ele-
cancionero, el sentimiento lírico que ca- gancia. El bonzo más jóven admira la
racterizaba a su antecedente se hereda elegancia del moviemiento del árbol y
dice: «¡Qué elegancia tiene el sauce que
por completo con la estilización más su-
se mueve al viento!». Entonces, el se-
til, que coincide con el ambiente refina-
gundo menos jóven le señala su falta de
do de la corte de Kioto del período Heian entendimiento filosófico diciendo que el
(794–1183). Se pone mucho énfasis en la que mueve no es el árbol sino el viento.
descripción de la Naturaleza, sobre todo Y, finalmente, interviene el mayor y más
con el tema del paso de las cuatro esta- veterano para advertirles de que los dos
ciones con una técnica muy sofisticada. están equivocados y concluye: «Lo único
10 Hidehito Higashitani

que se mueve ahora es vuestro corazón te una de las cuatro estaciones del año,
y no el árbol ni el viento…». Lo que pre- código establecido en el arte del haiku. Y
tente describir Fujiwara-no-Toshiyuki debido a su limitado número de versos,
es, evidentemente, esa pequeña conmo- la descripción de la Naturaleza suele ser
ción que siente en el corazón el poeta su- sencillísima, pero encerrando allí, con
til, más que una simple descripción del sutileza, la emoción artística y el pen-
viento que sopla. En cuanto a la forma samiento íntimo del poeta. Por tanto, lo
de versificación poética que se observa más normal es, a través de una descrip-
en este cancionero, es de notar, en rela- ción rápida e instantánea de un detalle
ción con la del Man’yôshû, que ya en esta de la Naturaleza —flores, ríos, montañas,
época decaen visiblemente la forma del por ejemplo— dejar que el lector capte
chôka y la del sedôka, y la única forma que por vía artística o de una manera intui-
mantiene su vigencia es la del tanka. tiva lo que realmente pretende expresar
Y, posteriormente, hacia el siglo XVI, el poeta. Es decir, que lo único que hace
hace su primera aparición una nueva a primera vista un haiku es describir la
forma de poesía japonesa, basada en Naturaleza sin manifestar abiertamen-
aquella forma tradicional del tanka, pero te lo que lleva el poeta dentro.Así, pues,
abreviándola. Me refiero al hokku, o el el lector, a la hora de enfrentarse con el
haiku, como llegaría a llamarse más tar- poema, resulta algo penoso y difícil ‘des-
de, con su escueta forma poética com- cifrar’ lo que pretende expresar el poeta.
puesta por medio de las 17 moras o síla- Seguramente esta es una de las caracte-
bas japonesas distribuidas en tres versos rísticas más distintivas que se transmite
con 5, 7 y 5 sílabas respectivamente. Esta y se deriva de aquella antigua tradición
nueva modalidad nace gracias al auge de «no expresarlo todo y dejar que el
del renga (literalmente, ‘poema encade- lector complete una obra artística por
nado’), que entre la nobleza y la nueva vía sugestiva», como hemos visto ante-
clase predominante de guerreros se riormente con el Man’yôshû.
practicaban con fervor.
Transición Meiji y comienzo de
El haiku sigue la tradición establecida
en parte por el Man’yôshû y ampliamente la nueva etapa de renovación
desarrollada por el Kokin Wakashû de la Con la llegada de la era Meiji (1868),
descripción de la Naturaleza. Se pone un cuando el país abre sus puertas hacia
énfasis especial en escoger el tema del el exterior, las olas de modernización
paso de las cuatro estaciones del año con se hacen patentes en todos los aspectos
su kigo, es decir, algún símbolo que deno- de la vida japonesa. También dentro
El cancionero Man’yôshû y la tradición milenaria del tanka en la poesía japonesa 11

del mundo literario empiezan a esta revista hace su aparición la poetisa


manifestarse nuevas voces que piden la Yosano Akiko (1878-1942), esposa del
«modernización» de la poesía japonesa, fundador de la revista, con sus tankas,
alegando que tanto el tanka como el que fueron recibidos con gran asombro
haiku, con las fórmulas tradicionales de y entusiasmo.
su limitado volumen, no pueden servir
para expresar las ideas y el pensamiento やは肌の あつき血潮に ふれも見で
que exige la nueva época moderna. Sin さびしからずや 道を説く君
embargo, también promovidos por (Yawahadano/atsuki chishioni/furemo-
ese deseo de modernización, algunos mide/kanashi karazuya/ michio toku kimi)
teóricos del tanka y del haiku intentan Sin que te atrevas a tocar ni siquiera
encontrar una nueva forma de expresión la blanda piel que luzco,
poética para la poesía japonesa. y que encierra este ardiente bullicio de sangre,
Masaoka Shiki (1867-1902) es el gran ¡Ah, triste de ti,
que sólo sermoneas para dar lecciones de vida!
innovador del haiku y del tanka, y pre-
tende acabar con el amaneramiento de
estas dos disciplinas procurando encon- Junto con una fuerte nota de protesta
trar la sensibilidad artística en nuestra contra la moral convencional estable-
vida diraria, a primera vista anodina, e cida de la sociedad, esta pieza recuerda
imitar fielmente la realidad como es, to- claramente los versos de las poetisas del
mando a los poetas del Man’yôshû como Man’yôhû de libre inspiración y de fuerte
modelos a seguir. impulso emocional. Y, evidentemente,
acusa una fuerte influencia de la tradi-
En esta nueva época de moderni-
ción, consciente o inconscientemente,
zación del tanka y de la poesía japone-
en su modo directo de manifestar el sen-
sa en general, fue notable la labor que
timiento íntimo, como hemos visto an-
desplegaron los poetas pertenecientes
tes al hablar del Man’yôshû.
a la revista Myôjô (que significa ‘Plane-
ta Venus’), fundada hacia 1900 por la
iniciativa del poeta Yosano Tekkan. En La perenne popularidad
cuanto a la renovación del tanka, se pre- de la poesía tradicional
tende introducir la corriente del espírtu Los discípulos de Masaoka Shiki reunidos
romántico europeo, buscando una feliz bajo la revista Araragi (literalmete ‘Árbol
combinación del mismo con la finura del de tejo’) (1908-1997) desempeñan un
clasicismo japonés, cuya tradición se re- papel importante en el desarrollo del
monta hasta el cancionero Man’yôshû. En tanka en la primera mitad del siglo
12 Hidehito Higashitani

XX. Y después de la Segunda Guerra enviados a las zonas fronterizas fueron


Mundial, hacia los años 60, surge un capaces de escribir aquellas piezas ma-
grupo de poetas que siguen su labor a ravillosas y la mitad de ellas fueron des-
través de la minuciosa descripción de su echadas por su falta de calidad literaria,
mundo interior y de los acontecimientos sobreviviendo otra mitad incluida en el
cotidianos con una nueva sensibilidad y
cancionero hasta nuestros días.
un nuevo método de acercamiento a la
realidad, con una fuerte inclinación a la Las principales características que
tradición milenaria del Man’yôshû. vemos en los poetas antiguos —la fuer-
Parece que hoy en día la popularidad te dosis de lirismo al expresar su estado
de la poesía tradicional —tanto del tanka de ánimo, la detallada descripción de la
como del haiku— va todavía en aumento. realidad circundante etc.— siguen ca-
Las sociedades o grupos de amateurs que racterizando la poesía japonesa aún en
se dedican a crear sus obras y a publicar este mundo «globalizado» del siglo XXI
revistas alcanzan a una cifra increíble. Se y realmente es algo sorprendente que la
podría decir, sin miedo a exagerar, que combinación de estrofa de 5-7-5-7-7 síla-
prácticamente todos los japoneses han
bas haya seguido y siga manteniendo su
creado por lo menos un haiku o un tanka
en las aulas de Lengua Japonesa durante vigencia a lo largo de estos mil trescien-
su vida colegial. La poesía no es patri- tos años sin ninguna interrupción.
monio privativo de una clase intelectual Es muy conocida la fuerte inclina-
privilegiada, sino de todas las escalas so- ción que sentían hacia el Man’yôshû los
ciales. Cada semana todos los periódicos jóvenes soldados japoneses durante la
importantes suelen dedicar una página
Segunda Guerra Mundial, con más de
entera para la publicación de los haikus
y tankas enviados por los lectores, que mil años de diferencia por medio, que lo
son seleccionados por poetas de fama. leían como su libro de «cabecera» y que
De esta manera, tanto el tanka como el lo consideraban como su último compa-
haiku siguen siendo unos instrumentos ñero en su viaje hacia la muerte.13
muy asequibles a los japoneses de todos Concluyo afirmando que la poesía
los niveles culturales para expresar su
tradicional ha echado hondas raices en
estado de ánimo o una parcela de la rea-
lidad del mundo circundante. No hace el concepto estético y en la mentalidad,
falta que todas estas obras aparecidas en junto con el fondo altamente lírico y la
la prensa sean de alta calidad literaria. sensibilidad emocional que constituyen
Recordemos que, allá en la lejana época la idiosincrasia tradicional del pueblo ja-
del cancionero Man’yôshû, los soldados ponés.
El cancionero Man’yôshû y la tradición milenaria del tanka en la poesía japonesa 13

Notas 8. Idem., tomo III, canto 392.

1. Se refiere a un tanka de Ôtomo-no-Yakamochi 9. ROBERT A. ROSENSTONE: Mirror in the Shrine:


en el que se felicita el Año Nuevo del calendario American Encounters with Meiji Japan (Versión ja-
lunar del año 759. Tomo XX, canto 4516. ponesa), Heibonsha, Tokio, 1999, p. 272.
2. SAKANO NOBUHIKO(阪野信彦): «Shichigo- 10. Manyôshû, tomo XX, canto 4322.
chô no nazo wo toku» 『七五調の謎をとく』
( ),
Taishukan, Tokio, 2004 (5ª ed.), p.12 y las siguien- 11. Idem., tomo XX, canto 4410.
tes. 12. Kokin Wakashû, tomo IV, canto 169. Obra de
3. Me refiero al libro de Takahashi: «Kokugo Fujiwara-no-Toshiyuki.
On’in Ron» 『国語音韻論』
( ), 1932; y al de Doi: 13. Esta inclinación se puede comprobar a través
«Bungaku Josetsu» 『文学序説』
( ), 1922.
de las descripciones que aparecen en la novela
4. SAKANO NOBUHIKO, op.cit., p. 67 y las siguien- Kumo-no-Bohyô 『雲の墓標』
( Epitafio en las nubes,
tes. 1956) de Agawa Hiroyuki, en: Shûyôjo-kara-kita
5. Manyôshû, tomo XII, canto 2991. Isho 『収容所から来た遺書』
( Testamentos llega-
dos del campo de concentración, 2002), de la escri-
6. Idem., tomo XI, canto 2578. tora Henmi Jun y en otros tantos testimonios de
7. Idem., tomo IV, canto 684. la última conflagración mundial.

Detalle del vol. 9 del Man’yôshû.


Fuente: Catálogo del Tesoro Nacional de Japón, vol. 3 (1955).
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e-mail: adecjapan@gmail.com

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