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Botella al mar para el dios de las palabras

CONTRARGUMENTO:

Vivimos en un tiempo de desarrollo del caudal léxico de la lengua y nos consideramos defensoras
de la esencia del español en la que no podemos tratar de frenar el boom lingüístico que estamos
viviendo ni mucho menos minimizar o simplificar la gramática para que se nos sea más fácil
aprenderla. Esto supondría una fractura en la cultura del español y se quebrantaría la
homogeneidad de nuestra lengua; como dice Octavio Paz: “El habla evoluciona sola. No tenemos
por qué proclamar ni declarar la libertad de las palabras ni tampoco su servidumbre”.
Suponemos que esta es la clase de idea que sólo puede ser festejada por los ignorantes de toda
regla ortográfica que se rehúsan a dejar que nuestra lengua evolucione y se enriquezca con el
devenir del tiempo. Digámoslo claramente: suena tan absurdo como jubilar a la matemática
porque ahora todo el mundo suma o multiplica con calculadoras; tratar de sumar y no restar, en
eso consiste nuestro idioma.

Tesis:

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