Espalderos
Parral Cuyano Tetralateral
VASO TETRALATERAL
Objetivos especí
específicos
DEPARTAMENTO
DE Soportar la carga de la producción anual del viñedo
RAMÉ
ESPALDERO PARRAL CUYANO
A nuestros Maestros que nos formaron tanto desde el plano profesional como personal:
La conducción de la vid es uno de los tópicos más importantes en la actividad vitícola. La vid en su estado
silvestre es una liana que trepa por los árboles de la foresta para alcanzar la luz; el hombre al domesticarla
necesita conducir la planta para obtener una producción homogénea a lo largo de los ciclos productivos de
la planta con la mayor relación calidad / cantidad posible. Este objetivo depende en gran medida del mi-
croclima de la canopia dado por la conducción y el manejo cultural del viñedo en función de las caracterís-
ticas ecoclimáticas del ambiente. Por otra parte esta actividad debe realizarse bajo un marco de manejo
sustentable de tal manera de permitir una mecanización racional y el menor impacto sobre el medio am-
biente. Todo ello dirigido a diferentes objetivos de producción y a diferentes escalas de producción. Esto
hace que la elección, puesta en práctica y manejo de los sistemas de conducción tengan una complejidad
que día a día es mayor.
Los capítulos que integran esta obra abarcan una síntesis en la evolución de la conducción en Europa y la
Argentina; la definición y clasificación de los sistemas de conducción; una breve reseña sobre las carac-
terísticas de los principales sistemas de conducción utilizados en el mundo; las características de los sos-
tenes empleados en la construcción; las relaciones estáticas en la estructura de conducción de los espalde-
ros; notas sobre el diseño y el establecimiento de los viñedos; la construcción de espalderos y parrales.
Finalmente se presenta un ejercicio sobre el cómputo de costos de implantación en los sistemas de con-
ducción más utilizados en nuestro país.
Estos apuntes no pretenden reemplazar la bibliografía existente en el tema, sino dar una puesta a punto y
un enfoque regional.
La vid, planta perenne leñosa tipo “liana”, presenta una extraordinaria diversidad de arquitectu-
ra de vegetación y de estructuras perennes, estas formas se agrupan bajo el término de “siste-
ma de conducción” (Carbonneau, 1989).
Desde la antigüedad, el modo de conducción ha evolucionado entre dos tipos extremos;
Fregoni M. (1998) distingue el modelo “etrusco”, limitado a la recolección de frutos de viñas
salvajes, y el modelo “griego”, constituido por parcelas con fuerte densidad, con variedades
elegidas por la calidad de sus frutos. Estas parcelas, objeto de cuidados, producían los mejores
vinos, mientras que los procedentes de viñas salvajes eran mediocres. A lo largo de los siglos,
los dos tipos de conducción han evolucionado. El modelo etrusco ha generado los cultivos aso-
ciados, con cepas muy voluminosas, soportadas por árboles o postes, ya que son vides que
ocupan todo el espacio y poseen un tronco elevado. El modelo griego fue adoptado muy pronto
en todos los viñedos que producen vinos finos (Champagnol, 1984).
Según Reynier (1989), antes de la invasión filoxérica las vides se conducían en pequeñas
poblaciones próximas al estado silvestre o en poblaciones densas, establecidas sin marcos de
plantación regular o en líneas para facilitar el cultivo.
viñas altas, desarrollados sobre árboles (olmos o moreras), de las que se encuentran aún
ciertas formas en Italia (sistema de conducción Rayo Belussi) o en zonas que todavía no
han sido destruidas por la filoxera (Turquía). Este tipo de conducción ya se mencionaba en
escritos de agrónomos latinos como Varron, Columela o Plinio (Galet, 1988).
viñas bajas, con densidad elevada y cuya vegetación era guiada sobre soportes de ramas
secas.
viñas muy bajas, con gran densidad (30 a 50 mil cepas por hectárea) cuya vegetación esta-
ba libre o guiada sobre estacas individuales. Un ejemplo de este tipo de viñedo lo constitu-
ye el antiguo sistema de conducción de la zona de Champagne denominado “plantación au
folie” cuya evolución ha dado lugar a la actual poda Chablis. Así mismo, Galet (1988), apun-
ta que el antiguo viñedo de Europa Oriental estaba constituido esencialmente por cepas ba-
jas, podadas en cabeza, aunque en plantaciones poco densas, con el único fin de poder en-
terrarlas en invierno, estación durante la cual la temperatura desciende frecuentemente por
debajo de –15ºC.
El vaso ya era conocido por los autores latinos (Columela, Palladios) y los romanos lo di-
fundieron en las provincias ocupadas por el imperio (Galet, 1988).
A comienzos del siglo pasado, en este viñedo, se produjo una primera transformación, de
forma lenta, dada la longevidad de la vid, cuya causa fue la sustitución del trabajo del hombre
por el paso de aperos arrastrados por animales de tiro; ello supuso el paso a la plantación ali-
neada, con calles de al menos 0,8 m y estrechamiento de la vegetación para permitir el paso
de los animales. Esta evolución se aceleró y se generalizó con la invasión filoxérica (Cham-
pagnol, 1984; Branas, 1974).
La invasión filoxérica obligó a la reconstitución del viñedo sobre nuevas bases: empleo de
portainjertos resistentes, alineación de las plantaciones, separación de filas, empalizamiento
colectivo de cepas en zonas septentrionales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, hacia los años 50, se produjo una nueva transfor-
mación en la concepción del viñedo, en este caso fueron varios los motivos que indujeron a ello
y que señalan diversos autores (Dumartin, 1981; Champagnol, 1984; Branas, 1974).
Factores técnicos
Generalización del tractor para el trabajo del suelo y los tratamientos, con varias posibilida-
des (adaptación de la viña a la máquina y viceversa): tractores viñateros para callejones es-
Factores económicos
La necesidad de reducir los costos de mano de obra repercute en la mecanización de las labo-
res culturales, de la cosecha y parcialmente de la poda invernal, así como la difusión del man-
tenimiento del suelo con herbicidas.
Los trabajos mecanizados son tanto menos costosos cuanto más separadas estén las
filas del viñedo, por lo que ha habido una tendencia hacia la reducción de las densidades de
plantación, especialmente en viñedos conducidos en planos verticales (viñas altas y anchas).
Los resultados de esta evolución han sido: una disminución de los costos de cultivo,
aumento de la producción, reducción de la carga global por hectárea, aumento del vigor de las
plantas y pero microclima luminoso en hojas y racimos, con la consiguiente repercusión en la
calidad del mosto, de la que muchos estudiosos del tema se lamentan, así por ejemplo, Cham-
pagnol (1984) refiriéndose al viñedo francés, sostiene que “en esta evolución, la incidencia de
los costos del cultivo va cobrando cada vez más importancia, mientras que los elementos bio-
lógicos, la adaptación de la planta al medio y el nivel de calidad de los productos tiende a mi-
nimizarse. En numerosas situaciones, el modelo griego ha sido contaminado por el modelo
etrusco”. Igualmente, Murisier y Spring (1986), afirman que “la evolución del viñedo suizo hacia
sistemas anchos y altos, consecuencia de la aparición del tractor, entraña un cierto número de
inconvenientes: alargamiento del ciclo vegetativo, reducción del contenido azucarino a igual
rendimiento, aumento de la acidez del mosto, en particular málica y aparición de caracteres
herbáceos en los vinos”.
Factores legales
La evolución de los sistemas de conducción del viñedo ha estado y está condicionada por el
marco legal que afecta a muchas zonas de producción que con el objetivo de proteger las par-
ticularidades del viñedo y la personalidad de sus vinos ha regulado lo que a juicio de sus exper-
tos era el sistema de conducción adecuado (marco, tipo de conducción, carga, etc.). Esta regu-
lación del sistema de conducción está simplificada en todos o en muchos sentidos y en otros
casos la justificación sólo obedece al peso de la tradición y al desconocimiento, suponiendo un
freno al desarrollo tecnológico y a las posibilidades de mejora de la calidad de los mostos.
Por otra parte, la extensión del cultivo de la vid a zonas no consideradas tradicionalmen-
te vitícolas, como California, Nueva York, Sudáfrica y Australia e instalación del cultivo en sue-
los profundos y fértiles, condujo al desarrollo de una vides con excesivo vigor, donde los siste-
mas de conducción tradicionales no han dado buen resultado.
Toda esta problemática de la viticultura a nivel mundial, ha conducido a la puesta en
marcha de grupos de trabajo con el fin de estudiar el comportamiento ecofisiológico de distintos
sistemas de conducción, es decir, evaluar las influencias de los factores del medio en el funcio-
namiento de la planta entera.
El pionero en estos estudios fue el estadounidense Nelson Shaulis, creador del sistema
de conducción GDC (Geneva Double Curtain), cuyo mérito consistió en romper el esquema
tradicional del cultivo de la vid en espaldera o en vaso, al dividir la canopia (parte aérea de la
planta) en dos cortinas de vegetación descendente, con el fin de duplicar el aparato fotosintéti-
co de la planta y permitir una mayor aireación y mejor penetración de la luz en la zona de los
La vid fue introducida en el país junto con la colonización de nuestro territorio. En las provin-
cias cuyanas de Mendoza y San Juan encontró las condiciones ecológicas adecuadas para su
desarrollo. Así comenzó una incipiente vitivinicultura que se basó en el cultivo de variedades
“Criollas”, provenientes sobre todo de semillas de cultivares de origen español. A partir de 1850
tres hechos marcaron un gran desarrollo de la actividad: la introducción de cepajes nobles
franceses, principalmente el Malbec; la importante masa inmigratoria que produjo un aumento
en el consumo de vinos y la llegada del ferrocarril que permitió el envío de los productos a los
centros de consumo. En esta etapa de nuestra vitivinicultura se utilizó el modelo “griego”, de
alta densidad y plantas de poco vigor que se tradujo en la utilización del espaldero bajo, con
una altura de 1,5 m y el empleo de tres alambres. Los viñedos de cepajes nobles ubicados en
las cercanías de la ciudad de Mendoza, denominada “Primera Zona”, se adaptaron muy bien a
estas viñas bajas. Esta zona se caracteriza por ser pedemontana con suelos poco profundos,
elevada pendiente y empleo de riego superficial.
Con el transcurso del tiempo se fue sumando al cultivo otras zonas con mayor potencial
productivo, al estar en el llano, con suelos profundos y el uso de agua subterránea. Al principio
se continuó utilizando la viña baja aún con variedades de mayor vigor, especialmente las “Crio-
llas” o el Pedro Gimenez mendocino; no obstante en estos casos la adaptación no fue la ade-
cuada.
Uno de los sistemas de conducción más difundidos en Europa, el Vaso fue introducido
en el nacimiento de nuestra vitivinicultura; sin embargo su difusión fue muy limitada ya que las
plantas presentaban un aparato vegetativo y productivo que desbordaba su arquitectura, espe-
cialmente en San Juan, con una oferta energética alta. Con el objetivo de adaptarlo a estas
condiciones se aumenta su altura y se hace uso de sostenes, dando nacimiento, probablemen-
te del denominado “Parral sanjuanino”. Este sistema se caracteriza por ser de desarrollo hori-
zontal, con una altura no muy elevada y con una densidad elevada, que conserva el típico ca-
nasto del Vaso. La mecanización de las labranzas y labores culturales, introducción del tractor,
produjo la derivación en el denominado Parral cuyano, con una altura mayor y una densidad
menor.
El parral cuyano comenzó a usarse en forma masiva en la década del 50, pero tuvo au-
ge a finales de los 60 y durante la década del 70, llegando a desplazar a los espalderos. Esto
coincide con una época denominada de la “masificación” de la vitivinicultura, en donde el con-
sumo y el precio del vino eran muy altos. A fines de los 70 la superficie supera las 350 mil
hectáreas y el consumo per cápita alcanza los 93 litros. Además se produjo un cambio en la
composición varietal, con una tendencia hacia variedades productivas: Criollas, Torrontés, Ugni
blanc, Tempranilla, Bonarda. Este modelo que se optimiza en la región noreste de la provincia
se traslada incluso a la región pedemontana con resultados previsibles. Esta zona no puede
competir en rendimientos y produce una caída importante en la superficie cultivada, especial-
mente de variedades menos productivas, tal es el caso del Malbec, que sufre una importante
disminución.
Es a partir de fines de la década del 80, cuando se origina una crisis estructural de la
actividad, con una disminución marcada en el consumo de vinos corrientes y un aumento rela-
tivo de los vinos finos, que se produce una profunda reestructuración de la actividad. Aumenta
la implantación de variedades finas con una tendencia, en principio, hacia el uso de espalderos
altos de cuatro alambres fijos. Esta modalidad comenzó en algunas empresas de punta con-
formando un paquete tecnológico que incluye el uso de riego por goteo, clones seleccionados,
empleo de tela antigranizo y una alta mecanización. Esta tendencia se ve reforzada por la in-
troducción de sostenes a partir de maderas blandas preservadas a partir de sales pesadas,
como el eucalipto tratado con CCA, con un costo menor que las tradicionales maderas duras,
en especial el algarrobo. Por otra parte este sistema de conducción sufre una importante evo-
lución, con un creciente empleo de alambres móviles y un diseño que apunta a la creciente
mecanización.
180000
160000
140000
120000
hectáreas
160000
140000
120000
hectáreas
60000 parral
otros
40000
20000
0
1963 1968
1979
1989
1995
En la provincia de Mendoza la evolución es similar a la del país, pero los cambios son
más marcados, se observa la notable disminución del espaldero bajo, más de 100 mil hectáre-
as y el incremento del espaldero alto en los últimos años. (Gráfico 2)
En la actualidad en el país predomina el parral, existe todavía una alta proporción de viñedos
conducidos en espaldero bajo y una creciente cantidad en espalderos altos. (Gráfico 3).
espaldero alto
parral 11%
66%
La distribución de los viñedos según sistemas de conducción en las principales provincias pro-
ductoras no es homogénea. Hay un notable predominio del parral en San Juan y La Rioja,
mientras que en Mendoza la mitad es parral y el resto espalderos. En Río Negro predominan
los espalderos, sobre todo el alto. Los otros sistemas de conducción (cabeza, vaso) no son
representativos en ninguna provincia, excepto en el Alto Valle. También debemos notar la im-
portancia del sistema Majuelo riojano en dicha provincia, que contribuye en gran parte al 10%
de otros sistemas de conducción (Gráfico 4).
parral
56%
espaldera
alta parral
13% 98%
Río Negro
La Rioja
espaldera
vaso espaldera
otros baja espaldera parral 1% baja
10% 1% alta 28% 32%
1%
espaldera
parral
alta
88%
39%
vaso espaldero
vaso bajo
espaldero
27%
bajo
33%
espaldero espaldero
vaso vaso
bajo bajo
23% parral 45%
33%
parral espaldero
62% alto
15% espaldero alto
22%
Las que constituyen el modo de conducción: altura del tronco, tipo de poda, riqueza de po-
da, ubicación de los sarmientos, forma de la canopia, las operaciones en verde, que es co-
rrectora del equilibrio entre la parte vegetativa y productiva, despunte, deshoje, raleo.
La densidad y disposición de las plantas en su establecimiento, así como la orientación del
viñedo.
Otros autores definen al Sistema de Conducción como “el conjunto de técnicas elegidas
para el establecimiento del viñedo y el control de su desarrollo”.
Existen criterios técnicos y económicos en la decisión del sistema de conducción a utili-
zar. Como la variedad, suelo, localización, densidad, orientación del viñedo; modo de conduc-
ción, es decir arquitectura de la planta; altura de la canopia, vigor, labores culturales, labranzas,
riego y control fitosanitario. Otros aspectos implican modificaciones de la canopia durante el
ciclo vegetativo, ubicación de brotes, desbrotes, despuntes, deshojes, etc.
Es importante tener en cuenta que estas intervenciones están ligadas entre ellas por
múltiples interacciones. Para cada uno de los parámetros anteriormente considerados, el viti-
cultor debe elegir entre las alternativas utilizables. El conjunto forma una combinación cuyos
efectos agronómicos y económicos son específicos para un medio y un cepaje dado. Entre es-
tos parámetros, algunos son permanentes, por lo tanto son poco modificables, mientras que
otros tienen carácter anual y pueden modificarse con más facilidad.
Los efectos del microclima sobre la fisiología de la planta y la calidad enológica comen-
zaron a develarse por los trabajos de SHAULIS, BALDINI e INTRIERI, BUTTROSE, CARBON-
NEAU, KASIMATIS, LIDER, KLIEWER, KRIEDEMANN, MAY, MULLINS, SMART, SRINIVA-
SAN, WINKLER y otros.
En todos estos estudios se reconoce el rol especial que la iluminación juega en la pro-
ductividad y calidad.
La canopia de vid es el sistema aéreo de la planta, es decir el aparato foliar, brotes, in-
florescencias, zarcillos, frutos, tronco y brazos. Los diferentes sistemas de conducción adoptan
formas particulares de canopia que se pueden sintetizar en:
Continuas, cuando la vegetación de las plantas se mezcla sin espacios de separación. En
este caso pueden ser verticales, horizontales u oblicuos.
Libres, respeta el hábito de crecimiento de la planta al no colocar sostenes de follaje.
Dividida, cuando la canopia está separada en paredes de follaje o cortinas; que pueden
estar en dos planos (ascendentes y/o descendentes) o en un plano.
Densidad de plantación
Marco de plantación
Disposición de la cepa en el espacio. Altura del tronco
Tipo de poda
Operaciones en verde
Siendo la vid un cultivo intensivo, con elevado costo de instalación y mantenimiento, es funda-
mental estudiar el sistema de conducción que se va a aplicar de manera de efectuar la explota-
ción en las condiciones más redituables.
Hay que tener en consideración, además de los factores imprevistos que pueden pre-
sentarse, los factores generales que tendremos que adoptar como norma para efectuar una
correcta selección. Estos factores son: variedad, características del suelo en el cual se va a
implantar el viñedo, influencia del clima, aspectos económicos.
Variedad
Para elegir el sistema de conducción el primer factor a tener en cuenta es la variedad emplea-
da según el objetivo de la producción:
Vinificación, en tal caso se tiene en cuenta el tipo de vino, de mesa, varietal, vino fino de
máxima calidad (top), vino fino de exportación u otros.
Producción de mostos, en tal caso blancos o tintos.
Producción de uva en fresco, qué variedad, precocidad.
Producción de uvas para pasa.
En condiciones semejantes de clima y suelo, hay cepas cuyos brotes anuales alcanzan
gran desarrollo (vigor), en tanto otros cultivares no presentan esta característica. El vigor indica
la mayor o menor altura y expansión requerida en la conducción para lograr una adecuada ex-
posición a la luz. Otra característica a tener en cuenta es el hábito de crecimiento, ya que hay
variedades con hábito de crecimiento erecto, como Malbec o Muscadet, otros en cambio pre-
sentan una vegetación más abierta, caso del Syrah, Cabernet Sauvignon o Sauvignon blanc.
Se debe tener presente que un sistema de conducción no siempre puede ser utilizado para
todas las variedades debido a estas diferencias.
Aspectos económicos
La estructura del sistema de conducción debe estar diseñado de tal manera que posea las si-
guientes características.
soportar la carga de la producción anual del viñedo
menor costo de implantación
longevidad de la estructura acorde a la vida útil del viñedo
minimizar los costos operativos
permitir las labores culturales mecánicas
facilitar el empleo de riego presurizado y tela antigranizo
SISTEMAS LIBRES
Son sistemas que no cuentan con una estructura permanente de conducción. En general son
de pequeña expansión vegetativa, con una densidad elevada de plantación.
Sistema en Vaso
Desde el punto de vista vitícola es el más difundido en el mundo, tanto la forma típica como sus
modificaciones. Posee un gran número de sinónimos: Go-
belet, Alberello, arbolito, "en copa", "en redondo", etc. Tie-
ne amplia difusión en Francia, España, sur de Italia, Ru-
mania, Alemania, Rusia, etc.
Es un sistema de poda corta, pitones de 1 ó 2 ye-
mas. Por lo tanto también se adapta a variedades con ye-
mas basales fértiles. Se lo usa para variedades finas de
vinificar, como búsqueda de la calidad a través de los ba-
jos rendimientos por las condiciones ecológicas de la loca-
lización del viñedo. Un ejemplo típico está dado por el cul-
tivo de la variedad Pinot noir en Francia para la obtención
del Champagne. En esta región el clima es muy riguroso,
los rendimientos no superan los 25 hectolitros por hectá-
rea. Se introdujo en la Argentina, pero no se adaptó, ya
que la baja producción estuvo acompañado con poca calidad de la uva. Se cree que el sistema
se fue modificando hasta lo que se conoce como parral sanjuanino.
En este sistema la planta adquiere un tronco de altura variable, desde pocos centíme-
tros hasta 60 - 80 cm como máximo. Este tronco se divide en un número variable de brazos (1
a 6), en forma radial; cada uno de estos brazos puede llevar 1 ó 2 pitones. Cuando se cultiva
en colinas se desarrolla en forma muy reducida con un tronco de 30 cm con 2 ó 3 brazos que
portan 1 ó 2 pitones (Vaso bajo). En cambio en cultivos de llanura con suelos más fértiles la
altura del tronco puede alcanzar los 80 cm y el número de brazos hasta seis, con pitones de 2
yemas (Vaso alto).
La poda de fructificación es muy sencilla y consiste en podar a pitón el sarmiento más bajo na-
cido del pitón anterior. Se debe tratar que la disposición de los pitones sea radial y a la misma
altura; se evita así que la planta se vaya alargando.
Sistemas de Conducción 13 José Rodríguez
Este es el esquema de un vaso típico, pero existen numerosas modificaciones en dife-
rentes regiones del mundo para adaptarlo a sus condiciones ecológicas. Ejemplo de ellos son
el Paletto, Archetto, Rastra, Abanico, Chablis, Seumur, etc.
Sistema Royat
Sistemas Guyot
El sistema Guyot doble fue introducido por M.A. Pouget, en Mendoza, y fue un mejoramiento
significativo en la vitivinicultura mendocina. La conjunción de este sistema y el cultivar Malbec
constituyó la denominada "viña francesa" que llegó a ocupar más de 50.000 hectáreas en la
provincia y marcó la calidad del vino.
Es un sistema de canopia simple, desarrollo vertical, mediana expansión vegetativa que apoya
sobre una estructura de espaldera. La planta se forma sobre un tronco de altura variable (30 a
70 cm). Sobre él se continúan los brazos primarios, que llevan el elemento Guyot: pitón (de
renuevo, más bajo) y cargador (elemento de producción). Los cargadores se atan al primer
alambre, normalmente en forma curvada (modificación Bordelés); otras veces suelen enrollarse
en el alambre.
Cordón bilateral
Es un sistema de mediana expresión vegetativa que apoya sobre una espaldera. La planta po-
see un tronco que bifurca en dos brazos por debajo del primer alambre. Los brazos son cordo-
nes permanentes y tienen pequeños brazos secundarios cada 10 a 20 cm que se podan
anualmente a pitón de 2 a 3 yemas.
Es el sistema que en la actualidad se prefiere para la producción de uvas de vinificar, sobre
todo para variedades finas. Las ventajas que presenta es la facilidad de formación, disminuye
los costos de poda y atadura; presenta una maduración uniforme de la uva; permite mecanizar
la poda y cosecha.
Sistema Sylvoz
Surge como alternativa para mejorar las dificultadas del parral sanjuanino. El parral cuyano
tiene las siguientes medidas de 2,50 x 2,50 m y una altura de 2,10 a 2,20 m, lo cual representa
la ventaja de tener una mejor aireación e iluminación de los racimos. El plano de carga es hori-
zontal y los sostenes están colocados a una misma distancia, el caso típico es de 2,50 x 2,50
m.
Poda de formación: durante el primer verano brotarán esas dos yemas. Cuando tienen unos
30 cm ya se puede elegir el brote mejor desarrollado que formará el tallo de la planta, y el otro
de menor desarrollo se procede a despuntarlo. Este sarmiento elegido como tallo a medida que
En el primer invierno se procede a la poda, rebajando el sarmiento elegido como tallo unos 10
cm por debajo del alambre maestro. Se deben además eliminar todas la feminelas despunta-
das. Entonces se ata el extremo de este sarmiento con un alambre fino nº 17 al alambre maes-
tro, para lograr de esta manera un tronco bien recto.
Si la planta no llegara arriba del alambre, se debe rebajar a dos yemas (en este caso se
atrasa un año la producción).
En el segundo verano, brotarán todas las yemas del sarmiento. Dejamos intacto los dos
o tres brotes superiores y al resto los despuntamos (también de estos brotes saldrán feminelas
que debemos despuntar). Este procedimiento insume mucha mano de obra. La opción sería
directamente desbrotar.
En el segundo invierno, de los tres sarmientos dejados, elegimos los dos mejores en
cuanto a vigor y posicionamiento, estos van a constituir los brazos primarios de la planta, y al
otro lo eliminamos. También procedemos a eliminar los sarmientos despuntados.
Típico de la región norte de nuestro país, es un sistema colonial de La Rioja. Los antiguos viti-
cultores cavaban zanjas de unos 100-200 m de largo por unos 2 m de ancho y 1 m de profun-
didad donde acumulaban el agua de lluvia, las zanjas estaban a unos 6 m unas de otras. A lo
largo de esas zanjas y a ambos costados se colocan las plantas a 1,50 m. Los sostenes eran
palos de algarrobo terminados en horqueta que van al costado y a lo largo de la zanja. No se
utilizan alambres. La planta se formaba ramificando el tronco en 2 ó 3 cordones con pitones. La
altura del sistema es de 1,50 a 1,70 m.
Una vez que se obtuvo el agua en forma más continuada, la zanja se reemplazó por
surcos.
Cimalco propuso un sistema parecido para ahorrar sostenes, el tipo de poda está for-
mado por cargadores enteros que se envuelven al alambre, y para madera de reemplazo se
deja cerca del tronco de la planta un pitón largo de 3 ó 4 yemas.
Es también una modificación del Scott Henry. Es prácticamente igual a un cordón bilateral alto,
pero con brazos secundarios en la parte superior del cordón y también en la parte inferior del
mismo. Se divide la canopia en forma similar al sistema Scott Henry.
Fue desarrollado por Shaulis en el estado de Nueva York. Es un sistema de canopia dividida
con vegetación descendente. Posee una altura de 1,8 m. La planta adopta una forma de
cordón cuadrilateral con pitones hacia abajo. La vegetación se ubica en forma descendente
mediante alambres móviles. Es el sistema que más expone la fruta a la luz solar, a veces en
forma directa. Además es sumamente desvigorizante.
Fue ideado por A. Carbonneau, en Francia. Es un sistema de canopia dividida en dos planos
de vegetación ascendente. El sistema posee una estructura de un doble espaldero en V con
postes inclinados. Sobre cada pared de la V lleva un alambre de conducción y dos pares de
alambres móviles. La planta se abre en dos brazos secundarios que son cordones permanen-
tes en forma de S (existen modificaciones a esta formación). La poda es de tipo corta, rebajan-
do al brote inferior a pitón de dos yemas. La vegetación se conduce en forma ascendente. Es
muy eficiente fotosintéticamente. Su principal desventaja es el impedimento de la cosecha
mecánica.
Sistema Casarsa
Es un sistema cuya estructura es un espaldero alto que posee un alambre de conducción a los
1,8 m. y un alambre de follaje 40 cm. por encima de dicho alambre. La planta se conduce con
un cordón unilateral, sobre el cual se dejan brazos secundarios que se podan a cargadores
libres. Tiene una modificación hecha en la Argentina por Vega, en ésta se quita el alambre del
follaje y la poda se transforma en mixta.
El concepto de poda mínima fue desarrollado por el CSIRO en Merbein, Victoria siguiendo lar-
gas observaciones son plantas no podadas, particularmente de Sultanina (Clingeleffer 1983). El
CSIRO ha patentado el término “Poda Mínima de Plantas Conducidas en Cordón” (MPCT) para
Postes
Son piezas de la estructura de diferentes naturaleza, grosor y longitud, que van enterra-
dos a profundidades variables y que sirven de apoyo a los alambres para constituir el plano de
carga. Los requisitos que deben cumplir son:
Resistencia a las tensiones y flexibilidad. Los postes están sometidos a fuerzas ex-
tremas fundamentalmente el peso de la vegetación y frutos, potenciado por otras
que actúan combinadas como el viento y golpes de maquinaria. Del elemento a usar
va a interesar su grosor, distancia entre los mismos, profundidad de colocación, sis-
tema de anclaje y su vinculación con los alambres, características todas a tener en
cuenta para lograr una buena estabilidad del sistema.
Madera.
Fueron los postes originales y para ello el viticultor aprovechó aquellos que se obtenían de for-
maciones boscosas naturales. En nuestro país las primeras zonas de explotación fueron las
provincias de San Luis y este de Mendoza, luego Santiago del Estero y La Rioja, actualmente
Chaco y Formosa. Las especies utilizadas eran aquellas de crecimiento lento, elevada propor-
ción de duramen y alto contenido tánico, dando como resultado maderas duras y pesadas. Las
más utilizadas podemos agruparlas de la siguiente forma:
otro tipo de tratamiento para maderas blandas que el CCA al 30% en seco y bajo presión en
Cemento
Metal
Plástico
Por último y de reciente introducción a nuestro medio, están los postes plásticos de
PVC, que se encuentran en etapa de prueba y desarrollo. Entre las ventajas que se mencionan
está el peso individual escaso, inalterabilidad, flexibilidad etc.
Anclajes
a- Alambres comunes o lisos de sección circular, con bajo contenido de acero fácilmente
maleables 18% de estiramiento.
b- Alambres de alta resistencia de sección circular con elevado contenido de acero que los
hace poco maleable y quebradizo, 5% de estiramiento.
c- Alambres de alta resistencia ovalados con dos diámetros:
Todos estos alambres son galvanizados (80 – 110 g/m2); esta capa de galvanizado se conside-
ra liviana, pero son adaptables a los climas benignos como los nuestros. En regiones húmedas
se utilizan alambres con doble y triple galvanizado. Todavía en lugares con condiciones desfa-
vorables, lluvia ácida, polución industrial, etc. se utilizan los alambres de cincalum y los plastifi-
cados. Entre estos grupos existen alambres equivalentes en cuanto a su resistencia expresada
por su coeficiente de rotura pero que varían en su rendimiento o sea, la cantidad de metros por
kg. de alambre y que tiene incidencia económica, debiendo ser tenidos en cuenta a la hora de
su elección.
La conducción de la vid es una estructura que tiene que soportar diferentes fuerzas. El conoci-
miento de estas fuerzas y su distribución relativa pueden ayudar a minimizar los costos mante-
niendo una resistencia adecuada.
Fuerzas
Las fuerzas que soporta un espaldero son:
1. vertical (peso de la uva, pámpanos y sarmientos, agua y alambres)
2. lateral (vientos sobre la estructura y canopia, impacto de las máquinas)
3. longitudinal (tensión de los alambres).
Cada una de ellas tiene un comportamiento diferente frente a los factores ambientales
(temperatura y viento) y por las propiedades intrínsecas de cada parte de la estructura de con-
ducción. El envejecimiento tanto de la estructura como de las plantas modifican las cargas en la
estructura de conducción. Esta carga puede disminuir a medida que las plantas desarrollan un
tronco que puede soportar parte del peso de la propia planta.
Solamente los cabeceros soportan la fuerza lateral de la tensión de los alambres. Los pos-
tes intermedios soportan el peso de la planta, que está compuesta principalmente por la uva, el
cordón o madera de poda y los pámpanos.
El peso entre los postes intermedios depende del peso de la planta y del distanciamiento entre
postes tal que la fuerza longitudinal sobre un poste intermedio es F. pero cada fuerza longitudi-
nal F está balanceada por la fuerza longitudinal del próximo claro. Por tanto no hay fuerza lon-
gitudinal evidente en cada poste intermedio. En consecuencia la fuerza longitudinal se transfie-
re al poste cabecero y la tensión (T) en el alambre iguala la carga horizontal en el poste cabe-
cero.
Cargas verticales (W) sobre (a) un claro y (b) dos claros, demostrando el balance de fuerzas internas (F) en
las hileras
La tensión (T) para una carga dada puede ser soportada usando un flecha (pandeo del alam-
bre) baja con una tensión elevada o una flecha grande con baja tensión (o una combinación
intermedia).
W (kg/m) x L2 (m2 )
T
8 x S (m)
donde, T = tensión,
W = carga de producción/longitud de hilera,
L = distancia entre postes intermedios (claro),
S = flecha.
La magnitud de la flecha está condicionada por el diámetro del alambre y su pre-tensión. Estos
principios conducen a tratar de usar la menor pre-tensión posible consistente con la necesidad
de conducir los troncos derechos y la cosecha mecánica.
Es fácil alcanzar un sobre tensión de los alambres. La relación entre la flecha y la canti-
dad de pre-tensión aplicada indica que, después de una rápida reducción inicial en la flecha a
medida que la planta es conducida, donde se requiere un gran incremento en la tensión para
reducir en forma apreciable de la flecha. Se debe medir la tensión directamente, con un ten-
siómetro.
Relación entre la flecha, la distancia entre postes y la pre-tensión aplicada. La distancia entre postes es de 2,
4 o 6 m y el peso del alambre es de 0,1 kg/m.
La tensión en el alambre depende del diámetro del mismo y de la carga vertical. El mayor esti-
ramiento de los alambres más delgados conduce a una mayor flecha, esto reduce la tensión en
el alambre y las cargas en el estacón.
8 x T (kg) x S (m)
L
W (kg / m)
Efecto de la temperatura sobre los alambres de conducción
Una reducción de la temperatura produce un acortamiento del alambre o, si el alambre está
fijado, un aumento en la tensión longitudinal. Los efectos de los cambios térmicos son menos
significativos a medida que se aumenta la magnitud de la flecha.
Efecto del viento
Las fuerzas provocadas por el viento están en función de la topografía, las características del
viento, la dirección de la hilera y el tipo de canopia de la planta. El efecto del viento sobre la
tensión en el alambre de conducción aumentarán con:
- la velocidad del viento,
- mayor tensión inicial del alambre, menor flecha,
- mayor distancia entre postes,
- mayor carga vertical,
- mayor diámetro del alambre, y
- mayor superficie de canopia.
Fuerzas en el estacón
El grado de movimiento en el estacón depende de la tensión del alambre, la altura del espalde-
ro, el diámetro del poste, la profundidad de enterramiento y las condiciones del suelo. La ten-
sión conducida por el alambre de estructura se distribuye a la parte enterrada del estacón y
desde allí al suelo. La fuerza de compresión (C) en el suelo está próxima a la superficie del
suelo y en el pie del poste. La fuerza aumenta con la mayor carga del alambre (T) y la altura de
conducción (H) y disminuye con el grosor del poste (B) y el cuadrado de la profundidad de en-
terramiento (D).
T xH
C kx
B x D2
Efecto del diámetro del poste (B), altura (H), profundidad de enterramiento (D), fuerzas del suelo (C) y ten-
sión del alambre (T)
H F
tensión
h compresión
sen
T Fx
sen ( )
sen
C Fx
sen
También la distancia desde el pie del cabecero al estacón se puede calcular como sigue:
sen
d hx
sen x sen
Siendo F la fuerza que trasmite el alambre de estructura. Tal fuerza en su punto máximo podría
ser considerada como la carga de rotura del alambre; para el 17/15 AR es de 725 kg. No obs-
tante para los casos en que se usen gripples estos son los elementos que actúan como fusible,
el mediano tiene una resistencia de 450 kg.
Tensión
El valor de la tensión sobre la rienda disminuye con un menor ángulo del cabecero con la hori-
zontal (alfa) y un mayor ángulo de la rienda con la horizontal (beta).
Como la tensión sobre el alambre de estructura y/o conducción debe ser trasmitida al
estacón, no es de gran utilidad disminuir fuertemente la tensión sobre la rienda. No obstante, si
es importante no provocar un incremento en el valor de la tensión, ya que podría producir fallas
en la estructura, en el caso del uso de gripples su vencimiento o la rotura de alambres.
beta alfa 10 20 30 40 45 60 70 80 85
10 228,5 307,8 350,0 377,6 388,4 414,7 429,4 443,2 450,0
20 156,3 239,4 293,7 334,0 351,1 395,7 422,9 450,0 464,1
30 121,6 200,9 259,8 307,8 329,4 389,7 429,4 471,6 494,6
40 102,0 177,7 239,4 293,7 319,4 395,7 450,0 511,7 547,3
45 95,4 169,8 232,9 290,4 318,2 403,5 466,6 541,0 585,2
60 83,2 156,3 225,0 293,7 329,4 450,0 552,0 689,4 781,6
70 79,3 153,9 228,5 307,8 351,1 508,7 657,9 886,3 1060,7
80 78,1 156,3 239,4 334,0 388,4 606,3 845,7 1295,7 1732,1
85 78,4 159,3 248,3 353,1 415,4 679,4 1000,6 1712,3 2581,6
Compresión
Es la fuerza ejercida por el cabecero sobre el suelo. La compresión es directamente proporcio-
nal al ángulo de la rienda sobre la horizontal e inversamente proporcional al ángulo del cabece-
ro.
En este caso es importante disminuir esta fuerza para no provocar el hundimiento del
cabecero, más aún en el caso de suelos arenosos, en los que se efectúa poca resistencia a la
presión.
beta alfa 10 20 30 40 45 60 70 80 85
10 228,5 156,3 121,6 102,0 95,4 83,2 79,3 78,1 78,4
20 307,8 239,4 200,9 177,7 169,8 156,3 153,9 156,3 159,3
30 350,0 293,7 259,8 239,4 232,9 225,0 228,5 239,4 248,3
40 377,6 334,0 307,8 293,7 290,4 293,7 307,8 334,0 353,1
45 388,4 351,1 329,4 319,4 318,2 329,4 351,1 388,4 415,4
60 414,7 395,7 389,7 395,7 403,5 450,0 508,7 606,3 679,4
70 429,4 422,9 429,4 450,0 466,6 552,0 657,9 845,7 1000,6
80 443,2 450,0 471,6 511,7 541,0 689,4 886,3 1295,7 1712,3
85 450,0 464,1 494,6 547,3 585,2 781,6 1060,7 1732,1 2581,6
Según el objetivo perseguido disminuir la tensión y/o la compresión, la elección de los ángulos
alfa y beta presenta múltiples variantes. Sin embargo, éstas no siempre son viables por otros
factores que pasaremos a analizar.
Alfa
Es el ángulo formado por el cabecero con la horizontal. Tiene un intervalo posible entre 45º y
85º. Por debajo de 45º se necesitarían cabeceros de mayor longitud a los 3 metros para poder
satisfacer la altura de 1,8 m del espaldero. Por encima de 85º provoca siempre un incremento
en el valor de la tensión.
Beta
Es el ángulo formado por la rienda y la horizontal. Tiene un intervalo posible entre los 20º y los
70º. Por debajo de 20º se debería colocar el estacón a más de 4 m del pie del cabecero. Por
encima de los 70º produce un aumento en el valor de la compresión.
Distancia
Es la distancia entre el estacón y el pie del cabecero. Depende de los ángulos alfa y beta, y de
la altura que se coloque la rienda sobre el cabecero. Para evitar pérdidas importantes de terre-
no no debería exceder los 2,5 m. Hay que tener en cuenta que es un espacio doble porque
existen dos riendas en cada hilera.
beta alfa 10 20 30 40 45 60 70 80 85
10 9,07 6,74 5,92 5,49 5,34 5,00 4,83 4,68 4,61
20 6,74 4,40 3,58 3,15 3,00 2,66 2,49 2,34 2,27
30 5,92 3,58 2,77 2,34 2,19 1,85 1,68 1,53 1,46
40 5,49 3,15 2,34 1,91 1,75 1,42 1,24 1,09 1,02
45 5,34 3,00 2,19 1,75 1,60 1,26 1,09 0,94 0,87
60 5,00 2,66 1,85 1,42 1,26 0,92 0,75 0,60 0,53
70 4,83 2,49 1,68 1,24 1,09 0,75 0,58 0,43 0,36
80 4,68 2,34 1,53 1,09 0,94 0,60 0,43 0,28 0,21
85 4,61 2,27 1,46 1,02 0,87 0,53 0,36 0,21 0,14
Variación de la distancia entre el estacón y el cabecero según los ángulos del cabecero y la rienda para una
altura del alambre de estructura de 1,8 m
10 20 30 40 45 60 70 80 85
10 20,42 15,15 13,33 12,35 12,01 11,25 10,86 10,53 10,37
20 15,15 9,89 8,06 7,09 6,75 5,98 5,60 5,26 5,10
30 13,33 8,06 6,24 5,26 4,92 4,16 3,77 3,44 3,28
40 12,35 7,09 5,26 4,29 3,95 3,18 2,80 2,46 2,30
45 12,01 6,75 4,92 3,95 3,60 2,84 2,46 2,12 1,96
60 11,25 5,98 4,16 3,18 2,84 2,08 1,69 1,36 1,20
70 10,86 5,60 3,77 2,80 2,46 1,69 1,31 0,97 0,81
80 10,53 5,26 3,44 2,46 2,12 1,36 0,97 0,63 0,47
85 10,37 5,10 3,28 2,30 1,96 1,20 0,81 0,47 0,31
1,8m
0,8m
30º 60º
1,4m 0,5m
1m
Producción de uvas
Medio vitícola
clima
suelo
topografía Sistema de conducción
Material vegetal agua
tipo de conducción
variedad (clon) marco de plantación
portainjerto orientación
mecanización
El tipo de viticultura influye directamente sobre la elección del medio vitícola, el material vege-
tal, el sistema de conducción y el manejo del cultivo. Pero si la parcela está determinada pre-
viamente tendremos que adaptar el viñedo a su localización. Se establecen interrelaciones en-
tre las características del establecimiento; por ejemplo la variedad y el medio condicionan al
sistema de conducción y todos éstos el manejo del cultivo. En este complejo sistema de rela-
6m
N
CUARTEL
largo
8m
Callejón secundario
Callejón
principal
ancho
El riego, que es determinante en el ejemplo anterior del largo del cuartel, deja de ser limitante si
se emplea riego presurizado, por ejemplo el riego por goteo. En este caso son otros los facto-
res que definen este parámetro, tal como la cosecha. Si la cosecha es manual no se puede
aumentar significativamente el largo del cuartel. Esto se puede amortiguar en parte con el em-
pleo de la cosecha en bines, que necesita la adquisición de los mismos y el empleo de moto-
cargas. Si la cosecha es mecánica entonces, como en el caso del riego por goteo, este factor
deja de ser limitante y por el contrario, mientras más larga es la hilera aumenta la eficiencia de
la cosechadora.
Distinto es el caso del ancho del cuartel, que está definido por el tipo de estructura de conduc-
ción (espaldero o parral) y por movilidad dentro de la finca, es decir dejar la suficiente cantidad
de callejones para permitir el tránsito adecuado.
Una vez determinado el largo y ancho del cuartel se procede a su demarcación colocando una
estaca en cada vértice del polígono que forma el cuartel a implantar. Siempre es preferible que
el cuartel tenga la forma de un rectángulo o cuadrado, ya que facilita el diseño y la construc-
ción; sin embargo la mayoría de las veces los cuarteles son irregulares y adoptan la forma de
un trapecio, un paralelogramo, un pentágono, etc.
Vamos a analizar a continuación los pasos para la construcción de las dos estructuras que se
utilizan en nuestro medio, es decir el espaldero y el parral.
El espaldero bajo
El espaldero alto
Tiene una altura de 1,80 m, para las conducciones de canopia simple con posicionamiento as-
cendente de la vegetación, cordón unilateral o bilateral, Guyot doble y triple; mientras que para
los de canopia dividida, Scott Henry y Lis o Smart Dyson, la altura puede superar los 2 m. Cada
hilera esta formada por dos estacones, dos postes cabeceros, y un número variable de inter-
medios, según la longitud del claro.
El espaldero alto tradicional consta de cuatro alambres fijos, el inferior es el de conducción, el
segundo y el tercero para sostener el follaje y el cuarto de estructura.
Sobre esta estructura las plantas se pueden conducir en los sistemas Guyot, cordón unilateral o
bilateral, Capovolto, etc. El manejo cultural de los pámpanos se debe efectuar mediante el cru-
zado y la envoltura o despampanado.
Sobre esta estructura se pueden realizar numerosas variantes, sobre todo para facilitar el ma-
nejo cultural de los pámpanos. Estas modificaciones consisten en el reemplazo de alguno de
los alambres fijos por móviles, es decir son alambres que no están enhebrados o atados a los
intermedios y tienen una longitud total relativamente variable, gracias al uso de cadenas en sus
extremos con un número variable de eslabones. El posicionamiento de los alambres móviles se
realiza mediante grampas o clavos en el caso de intermedios de madera, los postes de acero
vienen diseñados con muescas especiales para este fin.
Una modificación es el reemplazo de los dos alambres fijos de posicionamiento por un par de
móviles que suplantan el cruzado de los pámpanos. Estos alambres se posicionan por debajo
del alambre de conducción para la poda y se suben a medida que los brotes crecen, siempre
se mueven juntos, en este caso el alambre de estructura ayuda también al posicionamiento.
Otra modificación es la eliminación del alambre de estructura y los de posicionamiento fijo. Para
ello se debe bajar la rienda al alambre de conducción, que entonces cumple también la función
de estructura; el posicionamiento se hace con uno o dos pares de alambres móviles, según la
variedad (hábito de crecimiento) y vigor de las plantas. También en este caso los alambres
móviles se mueven de a pares para evitar que la vegetación caiga para alguno de los lados.
Finalmente otra modificación interesante es el empleo de un alambre fijo de posicionamiento a
la mitad de la distancia entre el alambre de conducción y el extremo superior del espaldero que
intermedio
alambre de posicionamiento fijo
0,4 m
0,4 m
alambre de conducción
0,5 m
L/2 L
0,3 m
cabecero 0,3 m
rienda alambre de conducción
0,8-0,9 m
estacón
60º 60º
2,1 m L
intermedio
alambres móviles
cabecero
alambre de conducción
0,8-0,9 m
rienda
estacón
30º 60º
1,8 m L
alambres móviles
cabecero
rienda alambre de conducción
0,8-0,9 m
estacón
60º 60º
2,1 m L
ESQUEMA DEL ESPALDERO ALTO CON UN ALAMBRE FIJO Y DOS PARES MOVILES
intermedio
alambres móviles
cabecero
alambre de conducción
0,8-0,9 m
rienda
estacón
30º 60º
1,8 m L
ESQUEMA DEL ESPALDERO ALTO CON DOS ALAMBRES FIJOS Y UN PAR MOVIL
intermedio
alambres móviles
cabecero
alambre de conducción
0,8-0,9 m
rienda
estacón
30º 60º
1,8 m L
cabecero intermedio
alambres móviles
rienda
estacón
30º 60º
1,8 m L
ESQUEMA DEL ESPALDERO ALTO PARA CONDUCCIÓN DE CANOPIA DIVIDIDA LIS O SMART DYSON
cabecero intermedio
alambres móviles
alambre de conducción
rienda
estacón
30º 60º
1,8 m L
Este sistema constituye una unidad de estructura sólida, a diferencia del espaldero, en el cual
la unidad de estructura es la hilera. Es una estructura de empalizamiento horizontal. Los ele-
mentos que la conforman son:
a) madera
esquineros
estacones para los esquineros
perimetrales
estacones para los perimetrales
interiores
b) alambres
perimetral
riendas
maestros o primarios
secundarios
terciarios
guatana
atadura de traba
c) plantas
Los esquineros son los postes de mayores dimensiones (40 cm de longitud de circunferencia y
3 metros de longitud). Se ubican en los vértices del parral y se entierran 80 cm. con una incli-
nación de 45 a 60º.
Los postes perimetrales o cabeceros se ubican en el contorno del parral y constituyen la termi-
nación de las hileras en los dos sentidos. Se utilizan postes o medio postes de 3 metros de
longitud. Se entierran de 60 a 80 cm.
Los interiores son los tutores ubicados junta a cada planta. Suelen ser medios postes o trabas,
con una longitud de 2,5 metros. Se entierran entre 20 a 40 cm.
Los estacones o muertos tienen por lo general 1,3 metros y se entierran a 1 metro de profundi-
dad. Son los receptores de la tensión de los alambres a través de las riendas.
Los alambres que se utilizan en la estructura del parral cuyano son los siguientes:
Perimetral 19/17 AR – 9 AR – 5 ó 6
Riendas 19/17 AR – 9 AR – 5ó 6
Maestros 17/15 AR – 12 AR
Secundarios 16/14 MR – 15 AR – 12 ó 13
Terciarios 15 AR – 13
Guatana 8
Atadura de traba 14
En primer lugar se delimita el cuartel, que en lo posible debe tener una forma regular (cuadrada
o rectangular). Para ello se coloca una estaca en cada vértice. Estas estacas forman la línea de
los muertos. Posteriormente se colocan otras estacas 1 m hacia el interior del cuartel que for-
marán las líneas de proyección de los cabeceros.
Alambre secundario
Alambre terciario
Alambre perimetral
Estacón
o muerto
Interior
Esquinero
Perimetral
o Cabecero
Riendas
2.50 m 1.50 m 1m 1m
2,1 m
0,7 m
La línea de los muertos se marca con un alambre de alta resistencia 17/15 tensado con aparejo
o con un gripple y se marca con pintura el lugar donde se colocarán los estacones. La primer
marca se hace a 1 metro y las restantes a la distancia de plantación: 2,5 ó 3 metros.
Desarrollaremos un ejemplo del cómputo de los distintos integrantes del costo de instalación de
un espaldero. Para ello en primer término vamos a plantear los datos iniciales que serán la ba-
se del cálculo.
Este es el esquema del cuartel, con orientación Norte - Sur:
120 m
500 m
Datos:
Cálculos:
a) Globales
Postes
Estacones: 2
Cabeceros: 2
Intermedios: 14 (número de claros - 1)
Alambres
Accesorios
c) Clases de elementos
Postes
Estacones Metálica hélice (0,8 m)
Cabeceros Medio poste eucalipto CCA, 2,5 m, 0,2 - 0,3 m L.C.
Intermedios Medio poste eucalipto CCA, 2,5 m, 0,15 - 0,2 m L.C.
Alambres
Conducción 17/15 AR
Posicionamiento fijo 13 común
Posicionamiento móvil 15 AR
Accesorios
Gripples Medium
Grampas cabecero En "L" especial
Grampas intermedio fijo En "U"
Grampas intermedio móvil En "L"
Cadenas Galvanizadas
cantidad costo
parcela hectárea unitario parcela hectárea
Postes
Estacones 456 76 2,2 1003,2 167,2
Cabeceros 456 76 3,1 1413,6 235,6
Intermedios 3192 532 2,5 7980 1330
Alambres
Conducción y estructura 28044 m 4674 m 0,056 1570,5 261,7
Posicionamiento fijo 28500 m 4750 m 0,040 1140 190
Posicionamiento móvil 54720 m 9120 m 0.030 1641,6 273,6
Accesorios
Gripples 456 76 1,2 547,2 91,2
Cadenas 912 152 0,2 182,4 30,4
Grampas cabecero 912 152 0,073 66,6 11,1
Grampas intermedios fijos 6384 1064 0,036 229,8 38,3
Grampas intermedios móvil 12768 2128 0,036 459,6 76,6
Mano de obra
Construcción 4104 684 1,8 7387,2 1231,2
plantación 17100 2850 0,10 1710 285
parcela hectárea %
Mano de obra
Construcción 7387,2 1231,2
Plantación 1710,0 285,0
Total mano de obra 9097,2 1516,2
plantas madera
39% 39%
accesorios alambres
6% 16%
Para este tipo de espaldero (F), ahora vamos a realizar el cálculo de la mínima inversión nece-
saria para la plantación de un viñedo de este tipo.
Mano de obra
Construcción 418 1,8 752,4
plantación 2850 0,10 285
1037,4
TOTAL GENERAL 4206,4
De la misma forma que en el ejemplo anterior plantearemos un caso hipotético, con las mismas
dimensiones para poder realizar un análisis comparativo.
120 m
500 m
Datos:
plantación
2%
construcción madera
31% 37%
plantas
alambres
9%
21%
Alambres maestros
Alambres secundarios
Alambres terciarios
El Parral Cuyano Ortogonal se caracteriza por la disposición regular del marco de plantación y
ortogonal de todos los alambres.
AS 2 x 2 x d x ( A 1) x B
Alambres terciarios
AT A x L B x l
Esta disposición de los alambres produce una disminución del 30% en los alambres secunda-
rios y un 50% de los terciarios, aunque incrementa a casi el triple la superficie de la celda del
emparrillado.
Por ejemplo, en el caso de un parral de 2,5 x 2,5 m veamos el siguiente análisis comparativo:
Se observa en los cuadros que hay un ahorro tanto en la cantidad de maderas como de alam-
bres. Pero en inversión la diferencia es menor porque la calidad de los elementos debe ser ma-
yor para compensar la menor cantidad de palos para no sacrificar la resistencia de la estructu-
ra.
Cantidad elementos
MADERA
2,5 x 2,5 4x2
Esquineros 4 4
Perimetrales 490 362
Muertos Para Esquineros 8 8
Muertos Para Perimetrales 490 362
Interiores 9156 7134
Metros
ALAMBRES
2,5 x 2,5 4x2
Perimetral 1240 1240
Maestros 47500 44440
Secundarios 95000 88880
Terciarios 95000 104200