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6. La edicién técnica Patricia Piccolini 1. IntRODUCCION La edicién puede definirse como el proceso por el cual un original -o, incluso, un conjunto de ideas acerca de un posible impreso- se trans- forma en una matriz o prototipo del cual se obtienen, por métodos in- dustriales, cientos o miles de copias idénticas. Cuando este proceso tiene como fin la produccién de publicaciones no literarias, se habla de proceso de edicion técnica, denominacién que, en cierto modo, oculta la amplia variedad de géneros editoriales originados mediante este trabajo. La edicién técnica no es simplemente una réplica del proceso por el cual se generan los impresos literarios, sino que presenta algu- nos aspectos diferenciados, que se expondran en el apartado si- guiente. En sentido estricto, la edicién es la preparacién de un original para su publicaci6n. Para diferenciarla del proceso de edicidn en sentido amplio, se la suele Hamar edicién propiamente dicha o editing, como se la conoce en inglés. La edicién o editing es entonces la etapa del proceso de edicién si- tuada inmediatamente antes de la correccién de estilo. Cuando se refiere a originales no literarios, se habla de edicién técnica (technical editing). La edicién técnica es, entonces, una etapa del proceso de edicidn de las publicaciones no literarias. Esta etapa estd a cargo del editor, que trabaja, 120 PATRICIA PICCOLINI para una misma publicacién, con uno o més originales aportados por uno © més autores. Editar un original no literario supone revisarlo y, si es ne- cesario, intervenir sobre él a fin de asegurar que ese original sea correcto, esté bien organizado, se adecue a la audiencia a la que se dirige, cumpla con el propésito para el que ha sido escrito, sea consistente con respecto a otros capitulos del libro o a otros librus de la misma coleccidn, no cau- se perjuicios al lector, ni lesione la imagen de la empresa 0 institucién o sea contradictorio con su politica editorial.” En el més abarcativo de los sentidos, la edicién técnica es el campo ocupado por las editoriales especializadas en libros de texto, en libros cientificos y técnicos 0 en libros practicos y, en el interior de las editoria- les generales, por los sellos dedicados a estos géneros. Fuera del ambito editorial, el campo de la edicién técnica se extiende a los departamentos u oficinas de publicaciones de instituciones publicas o privadas que, no siendo editoriales, publican diferentes tipos de impresos (memorias y ba- lances, folletos institucionales, informes estadisticos, guias de uso de ma- quinas y herramientas, etc.). La edicién técnica, ya sea que se la entienda como trabajo sobre un ori- ginal, como proceso editorial o como campo de actividades, remite siempre a impresos que, por comodidad, se suelen calificar como «no literarios», pero cuya variedad —libros de texto, recetarios de cocina, manuales univer- sitarios, gufas de uso de software, entre muchos otros- diffcilmente autori- ce a englobarlos en un género editorial tinico. {Es el cardcter no ficcional de estos impresos el tinico elemento que permite agruparlos -en cuanto obje- tos de un tratamiento de edicién- en un cunjunto y, a Ja vez, el que los di- ferencia de los impresos de cardcter literario? Si fuera asf, la edicién técni ca s6lo se diferenciaria de la literaria en el particular tratamiento que aplica a los originales, pero no supondrfa un proceso editorial diferenciado. La realidad es otra: el proceso de edicién de los impresos técnicos pre- senta, con respecto a aquel por el que transitan los de carécter literario, 1. Si bien este capitulo s6lo hace referencia a las publicaciones en papel, muchos de los principios de la edici6n técnica, como trabajo sobre uno o mas originales, pueden también aplicarse a publicaciones en otros soportes. 2. Este proceso se describiré con més detalle en los apartados siguientes. Baste por el momento prevenir al lector acerca de la intencionalidad del proceso de edicién en lo que se refiere a asegurar que el lector y/o la imagen de la empresa o institucién no resulten le- sionados. Piénsese, mas que en intervenciones coercitivas, en la necesidad de remediar for- mulas matematicas mal compuestas, sumas de porcentajes que no dan 100, recetas de co- ina con ingredientes mal medidos, textos que «matan» a los protagonistas de una historia antes de que nazcan, instructivos de uso de software al que les faltan pasos y guias para re- coger hongos silvestres donde, por descuido, se hayan confundido los epfgrafes de las fotografias de hongos comestibles y venenosos. Y agréguese a la lista, por cierto, la necesi- dad de prevenir plagios (y autoplagios) y de evitar, en libros de texto, por ejemplo, termi- nologias discriminatorias o prejuiciosas. LA EDICION TECNICA 121 diferencias tanto en la etapa de edicin propiamente dicha como en la de preedicién -en la que se establecen las caracterfsticas de las obras que se van a editar-, y supone, también, un trabajo sustantivamente diferente con los autores de los textos y el equipo de disefio. Esas diferencias se trasladan al trabajo de los editores, que necesitan contar con saberes edi- toriales especfficos -ademés, por cierto, de los comunes a editores técni- cos y literarios- que les permitan llevar a buen puerto procesos de edicién habitualmente complejos y siempre trabajosos. 2, LAS CARACTERISTICAS DE LOS IMPRESOS TECNICOS EI proceso de edicién, por el cual un original (0 un proyecto editorial) se transforma en el prototipo de un impreso, est4 compuesto por etapas que si- guen un orden cstricto: preedicién, edicién propiamente dicha, correccién de estilo, armado de paginas, correccién de pruebas y elaboracién del origi- nal gréfico o arte final. Se trata, ciertamente, de un camino obligado por el que tanto editores técnicos como editores literarios deben conducir las Cuadro 1. Esquema simplificado del proceso de edicién de un impreso técnico con origi- nales elaborados a pedido del editor. Etapa Responsable Producto Preedicién Editor (publisher), Plan editorial, presupuesto, equipo editorial cronograma de trabajo, ficha descriptiva, maqueta, pauta para la presentatién de originales, hoja de estilo Escritura del original Autor/autores Original Edicién propiamente dicha | Editor Original editado Correccion de estilo Corrector de estilo _| Original editado y corregido ‘Armado de paginas Disefiador Primeras pruebas de paginas Correccién de primeras | Corrector de pruebas | Primeras pruebas de paginas corregidas Ajuste de primeras Disefiador Segundas pruebas de paginas ‘Correccin de segundas | Corrector de pruebas | Segundas pruebas de paginas _| corregidas | ‘Ajuste de segundas Disefiador Arte final Nota: Las etapas siguientes, no presentadas en el cuadro, son preprensa, impresi6n y en- cuadernacién.* * Estas etapas son las que tradicionalmente competen al drea de produccién, tal como se describe en el capitulo 8, «La produccién editorial». [N. de la E.] 122 PATRICIA PICCOLINI Publicaciones que estén a su cuidado. El seguimiento editorial implica para el editor el trabajo conjunto con otros profesionales, centralmente di- sefiadores y correctores, y también, y sobre todo en las publicaciones téc- nicas, con ilustradores, fotégrafos, cartégrafos 0 documentalistas (véase el cuadro 1). No es ésta, claro esd, la unica tarea que los editores tienen a su cargo. Editores técnicos y literarios intervienen también con diferen- cias segtin la posicin que ocupan en la empresa o institucién- en la eta- pa de preedicién y, siempre de manera central y directa, en la etapa de edici6n propiamente dicha. Los autores de las publicaciones técnicas no son escritores Los editores técnicos trabajan con autores a quienes eligen, fundamental- mente, por el dominio que tienen de una disciplina o campo espectfico de conocimiento. En muchos casos, el prestigio o el reconocimiento ptiblico del autor -no necesariamente ligado a la calidad de su produccién— inci- den de manera central en esa eleccién. Pero més alld de los motivos pues- tos en juego en la decisin de editar un original, lo cierto es que los auto- res de los libros técnicos no son escritores ni exhiben competencias de escritura equiparables, por lo general, a sus conocimientos en la materia tratada. Las dificultades en la expresi6n escrita no se circunscriben a los géne- ros no académicos, sino que son ubservables,.con distintos grados de magnitud y localizadas en diferentes aspectos, en un porcentaje conside- rable de los originales presentados por autores de formacién y aun de ac- tuacidn universitaria. Problemas de enunciacién, de registro, de cohesién y hasta de organizacion general del texto son frecuentes y prolongan con- siderablemente el trabajo de edicién propiamente dicha. Escapa al objeti- vo de este texto sefialar las razones de esta debilidad en los autores uni- versitarios, pero sf puede resultar pertinente mencionar dos factores que seguramente ayuden a explicarla: por un lado, la notoria ausencia de un trabajo sistemético sobre la escritura a lo largo de la formacin de grada y posgrado, aun en las carreras humanisticas, y, por el otro, Ja falta de una tradicion de divulgacion cientifica ~cuando no su poco prestigio acadé- mico- en la mayorfa de las Areas del conocimiento. En los casos més graves, cualquiera sea el género editorial o la temé- tica abordada, el trabajo sobre los originales adquiere las caracteristicas de una reescritura 0 supone, al menos, una intervencion sustantiva so- bre los textos: modificaciones en el orden de exposicién de las ideas, cambios en la titulacién, reposicién de informacién faltante, eliminacién de informacién no pertinente, ajustes en la progresién de la informa- cidn, etc. LA EDICION TECNICA 123 Cualquiera sea la magnitud de los problemas que presenta un origi- nal, lo cierto es que su resolucién siempre supone la tension entre dos de- mandas: é] cuidado de la relacién personal con el autor, por una parte, y Ia defensa de la calidad del libro y la buena marcha del proceso de edi- cin, por la otra. La tensi6n entre estas dos demandas, cuya conciliacién suele ser por lo menos trabajosa, impone su marca a lo largo de toda la etapa de edicién propiamente dicha. Muchas publicaciones técnicas estan escritas por equipos de autores Las publicaciones elaboradas por equipos de autores son muy frecuentes en el ambito de la edicién técnica. Al trabajo sobre cada uno de los textos originales se le suman, en los impresos de este tipo, las tareas ditigidas a asegurar la consistencia en el tratamiento de los capitulos que forman parte de una misma publicacién. La elaboracién de indices bien balanceados, donde cada capitulo tenga Ja extensin que le corresponde en funcién de las caracteristicas generales de la obra, el cuidado por evitar superposiciones u omisiones de contenidos relevantes y, més puntualmente, el trabajo para asegurar la consistencia en la enunciacién y en el registro, cuando el libro asi lo requiere, son algunas de las tareas en las que interviene el editor junto con los autores. Estas tareas son, o deberian ser ~y forzosamente en las publicaciones que no consisten en recopilaciones de articulos ya editados- anteriores a la escritura de cada uno de los capitulos. Cabe, en este caso, aplicar dos principios basicos de la buena edicién: aquel que exige ir de lo general a lo particular, del todo a ca- da una de sus partes, por un lado, y el que prescribe que en cada etapa del proceso de edicién se deben resolver todos los problemas propios de esa etapa, evitando trasladar problemas sin resolver a la etapa siguiente. En los libros elaborados por equipos de autores, la definicién porme- norizada del indice es una tarea propia de la etapa de preedicién, y cada capitulo debe escribirse, entonces, respetando este esquema organizativo general. Si los acuerdos basicos han sido consensuados en la etapa de Preedicién, quedaran para la edicién propiamente dicha los ajustes me- ores. Huelga describir la magnitud de los problemas, y lo costoso de su resolucién, cuando la organizacién del material se pospone y debe reali- zarse sobre los originales ya escritos. Las publicaciones técnicas suelen contener un significativo volumen de informacién Los editores técnicos realizan su trabajo de edicién propiamente dicha so- bre textos de cardcter no ficcional, en los que sucle predominar una inten- 124 PATRICIA PICCOLINI cionalidad informativa. Esos textos se presentan no sélo de la manera con- vencional, como «texto corrido», sino también en cuadros, tablas estadis- ticas, epigrafes, notas, indices analiticos, etc. Muchos impresos técnicos contienen, asimismo, diverso tipo de imagenes (infografias, mapas, esque- mas, fotograffas, etc.) utilizadas también como vehiculo de informacién, La revision de un gran volumen de informacién, presentada en dife- rentes formatos, no puede asumir la forma de una detecci6n ocasional de ertores, sino que exige una rutina de trabajo. Esta rutina organiza una se- rie de lecturas sucesivas dirigidas a detectar problemas especificos pre- vistos en las listas de verificacién elaboradas para cada etapa del proceso de edicidn. Aunque se volverd sobre este método de lectura més adelante, con- vendré sefialar dos de sus caracteristicas centrales, Se trata, por un lado, de un tipo de lectura diferente de la que podria hacer un lector no fami. liarizado con la practica editorial y que exige a quien la realiza um riguro- so distanciamiento con respecto al texto. Por el otro, y como ya se sefiald, se trata de una sucesiGn ordenada de lecturas, cada una con un propési- to definido. Algunas de estas lecturas se alejan de la linealidad del texto para atender a la relacién entre elementos distintos (llamadas y notas, 0 fotogralias y epfgrafes, por ejemplo) o para asegurar la consistencia en el tratamiento de un mismo elemento a lo largo de las paginas (la titulacién de las tablas o las abreviaturas empleadas en los mapas, por ejemplo). En muchas publicaciones técnicas los originales se elahoran a pedido de los editores Muchos impresos técnicos surgen a partir de proyectos editoriales y no de originales presentados esponténeamente por sus autores. El original, © los originales, entonces, se incorporan tardfamente al proceso de edi. cin y son elaborados a partir de pautas muy detalladas, que incluyen, entre otras, especificaciones relativas a la extensi6n, la tematica a tratar, el registro a emplear y el modo de presentar la informacién que dard origen a las imagenes, si el libro asi lo requiere. Estas pautas se elaboran en la etapa de preedicién, una vez que el editor cuenta con la descripcién de- tallada de la obra y con la maqueta* definitiva. La aprobacién de los ori- ginales queda sujeta al cumplimiento de dichas Ppautas y, claro estd, a la calidad del original presentado. En este tipo de obras, la etapa de preedicién se extiende de manera considerable. Incluye no sdlo la definicién de las caracteristicas del im- “Para una definicién detallada de «maqueta», véase el capitulo 7, «Disefo grafico edi- torial». [N. de la E.] LA EDICION TECNICA 125 Preso que se quiere editar, sino también la elaboracién y aprobacién de Presupuestos y cronogramas de trabajo, la seleccién de autores y, como se dijo, la comunicacién a éstos de lo que se espera de sus originales. Los mdrgenes de decisién del editor durante la preedicién varian segtin la posicién que ocupe en la organizacién, y la estructura y di- mensiones de ésta. Peto es preciso asegurar, ya sea con la participacién directa del editor o mediante una comunicacién exhaustiva y pormeno- tizada de las decisiones tomadas, su completo conocimiento de la obra que se desea elaborar. Este conocimiento es crucial en las obras que sur- gen a partir de proyectos editoriales, donde el editor necesita tener la Publicacion «terminada» en su cabeza antes de comenzar a trabajar en ella. Una vez més, cumplir con todos los requerimientos de la etapa antes de pasar a la siguiente es un principio de oro. El encargo prematuro de los originales, cuando todavia quedan muchas caracterfsticas del libro o de la coleccién sin definir, no es de ningtin modo un recurso efectivo de ahorro de tiempo, ya que genera problemas cuya resolucién exige tiem- Pos notoriamente mayores a los supuestamente ahorrados (los originales resultantes no son pertinentes, tienen una extensién mayor o menor de la requerida, su registro no es el adecuado, etc.). Muchos libros técnicos poseen maquetas complejas A diferencia de los literarios, los libros técnicos suelen presentar maque- tas complejas, donde cada pagina se arma a partir de diferentes tipos de textos ¢ imagenes. Cuando la maqueta se cierra en la pagina impar y el texto, por lo tanto, no puede fluir hasta la pagina par siguiente, a las difi- cultades de disefio pagina a pagina se le suma la necesidad de controlar la extensién de los textos y el tamaiio de las imagenes de una manera mu- cho més minuciosa. En los impresos de carécter literario y en los impresos técnicos «a texto corrido» y sin imagenes, la maqueta de la coleccién se elabora en la etapa de preedicion, dejandose para la etapa de armado la resolucién de las particularidades (por lo general, muy pocas) de cada una de las obras. Los impresos de maqueta compleja requieren un procedimiento dife- rente. Aquellos que surgen de originales esponténeos -muchos manua- les universitarios, por ejemplo~ presentan problemas de muy dificil re- solucién si la editorial (0 la oficina de publicaciones universitaria) no cuenta con una pauta explicita que regule la manera en que deben pre- sentarse los originales. Esta pauta, imprescindible para las publicacio- nes de texto corrido, es vital en aquellas que suponen una maqucta 126 PATRICIA PICCOLINI compleja. Su presencia y utilizacién en el medio editorial en lengua es- pajiola no esta, lamentablemente, generalizada’ En los libros de maqueta compleja que surgen de proyectos editoria- les, la elaboracién de la maqueta de cada obra debe encararse, con el ma- yor detalle posible, durante la etapa de preedicién. En esos casos es nece- sario encargar los originales -la comunicacién personal no exime de brindar al autor una pauta escrita— después de definida la maqueta y pre- viendo sus demandas. En los impresos de maqueta compleja, textos e imagenes forman parte indisociable del original y es preciso haberlos editado acabada- mente antes de pasar al proceso de correccién de estilo y, posterior- mente, de armado de paginas. Concluido el proceso de armado, y an- tes de la correccién, las primeras pruebas de pagina deben volver al editor, a fin de ajustar la extensién de los textos y el tamafio y disposi- cin de las imagenes. Estas tareas, fuera del ambito de competencia del corrector de pruebas, requieren de un trabajo conjunto, no tan habitual en las publicaciones a texto corrido, sobre el mismo producto -las pruebas de pagina- del autor y el editor, y de este tiltimo y el disefia~ dor grafico. Las publicaciones técnicas suelen dirigirse a pablicos acotados Los editores (écnicos suelen trabajar con impresos dirigidos a publicos més acotados que los libros de cardcter literario: lectores especializados en un campo de conocimiento, alumnos de cierto afio de la escuela pri- maria, usuarios de una determinada herramienta, etc. El puiblico al que se dirige la obra se define, con mayor o menor precisi6n, segtin el tipo de publicacién, en la etapa de preedicién, y de acuerdo con esta definicion se elabora la pauta para la presentacién de los originales. La presencia de una pauta clara en este sentido no evita los necesarios ajustes en la etapa de edicién propiamente dicha. Como parte de su ruti- na de lectura, el editor lee los originales poniéndose en el lugar del desti- natario de la obra, tinico lugar desde donde se puede detectar, por ejem- plo, la omisién de informacion necesaria para comprender el texto -y que 3. Obsérvese la difusién de estas pautas, algunas conformando verdaderos manuales de estilo, en el medio editorial anglosajén. Pueden consultarse, a modo de ejemplo: Gibaldi, Jo- seph y Achtert, Walter: MLA. Handbook for Writers of Research Papers; American Psychological Association: Publication Manual of the American Psychological Association, y el imprescindible The University of Chicago Press: The Chicago Manual of Style, Pautas mas acotadas, como la de la Harvard Educational Review, pueden consultarse por Internet (http://gseweb.harvar- d.edu/-hepg/guidelines.huut). LA EDICION TECNICA 127 el autor ha dado por conocida por los lectores-, 0 el orden equivocado de los pasos en un texto instruccional. Detectados los problemas, la interven- cidn del editor debe tomar en cuenta tanto las necesidades y las compe- tencias del lector como el propésito central de la obra (informar, ensefiar a utilizar, evitar efectos no deseados). Adecuar la informacién a los conocimientos previos del lector y al pro- posito de lectura supone, muchas veces, eliminar informacién innecesa- tia, brindar més 0 mejores ejemplos, prever problemas en la utilizacion de los materiales descritos en la obra (en los manuales de uso de maqui- nas, herramientas 0 programas de computacién, por ejemplo), sugerir formas de ampliar la informacién, etc. En las publicaciones técnicas el orden de lectura puede no ser lineal A diferencia de las obras literarias, muchos libros técnicos no suelen leer se de la primera a la tiltima pagina ni en forma completa, sino en funcién de los intereses de busqueda de cada lector. Esta caracteristica obliga a dotar cada capitulo de la obra de una cierta autonomia de lectura y a pro- porcionar a los lectotes indices suficientemente desagregados.

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