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¿Fue Moisés una figura histórica?

La Biblia describe algunos de los episodios más célebres de


la vida de este personaje, pero ¿cuánto hay de cierto en
ellos?
20 de febrero de 2018, 08:21

Lo que sabemos sobre Moisés procede tan sólo de testimonios


literarios. En el libro del Éxodo de la Biblia, redactado definitivamente en
el siglo V a.C., se narran los episodios más conocidos de su vida,
empezando por su salvación milagrosa cuando era un bebé y sus
padres, para burlar la orden del faraón de exterminar a todos los varones
judíos, lo lanzaron al Nilo en un cesto que recogería la hija del
faraón.
Otras fuentes ofrecen un relato distinto. Por ejemplo, el sacerdote egipcio
Manetón (siglo III a.C.) cuenta que en tiempos de
Amenofis Egipto sufrió una plaga y que un grupo de personas
contagiadas decidieron marchar a Palestina. En el camino se
refugiaron en Avaris, antigua capital de los hicsos, y allí eligieron como
líder a Osarsef, un sacerdote egipcio de Heliópolis. Osarsef dictó una ley
absolutamente opuesta a la de los egipcios, y tras aliarse con los hicsos
conquistó el país del Nilo y adoptó el nombre de Moisés (el cual, en
efecto, procede del egipcio mose, "he nacido", del mismo modo que en el
caso del faraón Tutmosis: "[el dios] Toth ha nacido").

En la década de 1930, Sigmund Freud señaló la


semejanza entre el culto de Atón y el de Yahvé, y
consideró que Moisés era en realidad un egipcio
Tanto la biblia como los cronistas posteriores mencionan siempre a
propósito de Moisés su papel de líder religioso, las relaciones con la
población asiática y la enfermedad (plaga). Algunos estudiosos han
encontrado estos tres elementos en una fase concreta de la historia
del antiguo Egipto: la dinastía XVIII (1552-1305 a.C.). En este lapso de
tiempo Egipto sufrió tres experiencias que le afectaron profundamente: la
dominación de los hicsos, la revolución religiosa llevada a cabo por el
faraón Akhenatón –quien suprimió los cultos tradicionales e impuso el
culto a Atón, el disco solar– y una plaga de peste que asoló Oriente
Medio.
En la década de 1930, Sigmund Freud señaló la semejanza entre el culto
de Atón y el de Yahvé, y consideró que Moisés era en realidad un egipcio
que transmitió a los judíos el monoteísmo de Akhenatón. Autores
posteriores han desarrollado explicaciones más elaboradas. Jan
Assmann considera que los sucesos traumáticos que vivieron los
egipcios en la dinastía XVIII originaron un relato mítico en el que
aparecían invasores asiáticos, un líder religioso y una plaga. Como el
recuerdo de Akhenatón, el faraón hereje, quedó borrado, su puesto lo
ocupó un nuevo protagonista, Moisés. La tradición oral egipcia sería
luego adoptada por los cronistas judíos que redactaron la Biblia.

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