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Samuel F. Velarde **
Bibliografía
En: http://sincronia.cucsh.udg.mx/velardew06.htm
PRESENTACIÓN
El siguiente texto pretende dar una visión de las llamadas "sociologías de la vida
cotidiana". Los trabajos de Goffman, Garfinkel, P. Berger, T. Luckmann, entre
muchos otros, conectan con lo que en metodología se desarrolla como técnicas
cualitativas (o abiertas, emic o estructurales). No se pretende, por el carácter
mismo de las producciones englobadas bajo el rótulo "sociologías de la
cotidianeidad", una estructuración exhaustiva de las corrientes que la cruzan.
Simplemente, hay un intento de señalar los ejes básicos que ordenan una
discusión de lo pretendido como "sociología de la cotidianeidad".
Hemos dividido la exposición en cinco partes. En la primera, se propone que
cualquiera sea la corriente, todas las sociologías analizadas suponen una
consideración de lo social como sustentado en el plano intersubjetivo. La
cotidianeidad, como "objeto" investigable sociológicamente, es del orden de la
inter o transubjetividad. En la segunda, se propone una acotación, dentro de lo
intersubjetivo, del fenómeno propiamente cotidiano. Se propone que la
cotidianeidad define un tipo de obervaciones de los sujetos, signadas por la
"obviedad". En ese punto, se sustenta la pertinencia sociológica de lo cotidiano:
en lo obvio y normal, la sociedad se subjetiviza y la subjetividad queda
socializada del modo característico de la reproducción: la sociedad se
reproduce como transparencia y, así, se naturaliza.
INTRODUCCION
"Si, parece que los goles son importantes para la gente"
(Enzo Carrera)
La sociología de la vida cotidiana no designa un "campo" ni, propiamente, una
subdisciplina dentro de la ya discutible disciplinariedad de la Sociología. En este
mismo texto, se encuentran secciones como "sociología política", "sociología de
la juventud", "sociología de la familia", "sociología del trabajo", "sociología del
consumidor", "sociología de la cultura", "sociología de género", etc. La "vida
cotidiana" como tema de ciencia o academias, es rastreable en todas ellas. Y lo
que es más sustantivo, no es rastreable sino al interior de aquellas (entre otras).
En vez de designar un "campo", designa un nivel de observables en cada uno de
esos campos. Es el estudio de la dimensión (trans)subjetiva del "trabajo", "la
política", "lo juvenil", etc. Ese es el "objeto" que discierne lo mismo el
interaccionismo simbólico, la fenomenología de Shutz y Berger , la
etnometodología de Garfinkel, y las sociologías de la comunicación como la de
Habermas y de Ibañez. Es en ese nivel donde comienzan a aflorar campos
propiamente como el que cubre el objeto "conversación" (en teoría) y el
instrumental "análisis de discurso" (en metodología).
Mientras todo ocurra como está previsto no hay nada por mirar en el sentido
fuerte del término -mirada que interroga, que pregunta, que busca saber-. La
cotidianeidad es particularmente pertinente por esta nota: lo social se hace opaco.
Momento en que lo social es al mismo tiempo más real que nunca -toda la
cotidianeidad es juego de roles, actuación de libretos, desempeños sociales- y
menos visible. La sociedad se reproduce allí como un mundo real, a igual título
que las realidades no sociales. Evidente, deja oscurecida sin embargo su cara
"social" en el sentido que borra su origen: naturalizada, como una realidad "per
se", la sociedad es desempeñada sin ser vista.
La obviedad es el otro concepto que permite dar cuenta del particular estatuto de
las vivencias cotidianas. Obvio es lo que se da por visto; obviada, la sociedad se
instaura en todas las locuciones que suspenden al sujeto que las enuncia. El
observador no se ve en sus observaciones, a las que toma por la realidad; el
observador interior de nuestros sistema, lo olvida: se aliena (Marx) y se reifica
(Berger y Luckmann). La sociedad sedimenta como natural e inmutable fluir de
la realidad.
Opera en el mundo de lo obvio el que enuncia locuciones del tipo "se-dice". Por
ejemplo:
Por ello, la sociología de la vida cotidiana puede entenderse como la pregunta por
las condiciones en que la sociedad se hace subjetiva y la subjetividad es
socializada.
Obvio y normal, la sociedad se reproduce en los cursos de acción por los que se
orientan y motivan los sujetos y se repite, o recita, en los discursos que los
cubren como lo qué "escrito está", como la verdad sin dudas -ni humor, ni ironía,
ni preguntas-.
En rigor no existen fenómenos que se den a los sujetos con esta absoluta e
inequívoca potencia de "verdad". La verosimilitud siempre está flanqueada por
algún resto de duda y nunca falta el que humoriza y divierte la verdad. Sin
embargo, hay eventos que tienden a esta opacidad e inmediatez. Como sea, el
dispositivo de lo obvio y lo normal es el que genera el espacio de la reproducción
social por excelencia. Donde la sociedad "es" supone a un sujeto inmediato en su
aquí-ahora, en el fluir de su vivirse ("verse viviendo").
Aplicaciones
El planteamiento reseñado es, quizás, el más ampliamente utilizado en los
estudio de "percepción", "significados" y, en general, en todos los que se sitúan
en la perspectiva emic. En particular es muy utilizado en el estudio de colectivos
a quienes se supone un universo simbólico desconocido por el investigador, tales
como las minorías sociales emergentes. Así puede encontrarse investigaciones en
esta perspectiva en las llamadas "sociología de género", "de la juventud", de
la"ancianidad", de "la niñez", de los "campesinos", de los "mapuches" y, en
general, de todos aquellos nombres que aluden a un otro no oído socialmente.
En esa misma lógica tiende a firmar una cierta ideología de dar la voz "a los sin
voz" al disponer de unos instrumentales metodológicos abiertos -entrevistas "en
profundidad", historias de vida", testimonios, etc.- que simulan un espacio de
"toma de la palabra" por el investigado. Ideología que habría que discutir
precisamente en su pretensión liberadora toda vez que la palabra así asumida
sigue siendo una palabra debida al que la ofrece.
Marx, Freud y Nietzsche constituyen los pivotes desde los que se articula esta
crítica de las formas de conciencia como fenómenos ideológicos. Será con la
"revolución lingüística" en ciencias sociales donde este planteamiento alcance su
formulación más potente. Desde esta perspectiva la sociedad se articula con la
subjetividad en la estructuración de un sistema de recorridos o cursos de acción,
con un sistema de discursos que los cubren y legitiman, que los hacen disponibles
como mandatos o deberes a observar por los sujetos.
Cotidianeidad e Ideología
Lo que está escrito -por alguien con poder para hacerlo- queda puesto como lo
que es -fijado como la realidad por alguien con poder para hacerlo-. Lo que se
dice que es, se presenta como lo que es.
Las cosas quedarían suplantadas por las palabras; los objetos serían
sociológicamente pertinentes en la medida que se cubren de signos en los que se
invierte la subjetividad. Por los signos -que distinguen y al distinguir, valoran- y
por el uso de los signos por el sujeto -que al usarlos queda inscrito en su registro
pues todo decir supone un "yo digo"- queda estructurada la sociedad: los caminos
disponibles y los nombres por los que debe responderse ("Quién eres, dónde vas:
la ideología tiene la forma del poder de la pregunta; toda pregunta comienza
fijando la identidad y la dirección", E. Cannetti, "Masa Y Poder").
Desde esta perspectiva la cotidianeidad sería rota toda vez que algún sujeto
observara al observador: hiciera preguntas a la pregunta, ironizara o divirtiera la
ideología. En cualquier caso que reflexionara los discursos para revelarlos en su
calidad de tales (verdades escritas para ser leídas, leyes dictadas para ser
cumplidas).
Aplicaciones
De hecho, esta trás las diferentes escuelas que analizan los discursos de
ciudadanos y consumidores, como respuestas a convocatorias sociales (actuales o
virtuales). Análisis del discurso del "destinatario" para producirlo como tal en la
convocatoria que se le dirigirá.
Así entiende por ejemplo el propio Ibáñez su trabajo como analista de mercados
y elecciones, en general, a través de la técnica del grupo de discusión.
En: http://www.carlosmanzano.net/articulos/Canales.htm
En este contexto histórico, se pone bajo la lupa la íntima relación entre los
procesos macro sociales y los micro sociales. Se estudia cómo se produce
una cristalización de los elementos estructurales de los procesos sociales
en cada una de las biografías. Esta corriente teórica de pensamiento
científico social nace como manifestación frente al proceso de institución de
las llamadas democracias populares del Régimen Soviético. Se
establecieron gobiernos denominados "Frente Nacional" en los que los
comunistas tenían presencia dominante. En pocos meses, los demás
partidos fueron prohibidos. En un período relativamente corto que va del
año 1946 a 1948, Polonia, la República Democrática de Alemania,
Checoslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria se convirtieron en "estados-
satélite" de la URSS.
ejercicio profesional: la familia, el crimen y el castigo, los delitos y las penas o sanciones, el conflicto, la
2. Muchos aportes y conceptos del conocimiento y de las investigaciones sociológicas hoy son de uso
cotidiano en el mundo de la vida y en el de las organizaciones: líder carismático, clase social, capital
social, anomia, poder, patrones de conducta social y organizacional, procesos motivacionales, intereses,
egoismos y luchas individuales y generacionales, precariedad, racionalidad, razón práctica, acción, entre
otros.
3. La Sociología nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a nuestra sociedad y el papel que jugamos
en ella. Es claro que cuanto más sepamos acerca del funcionamiento general de nuestra sociedad y sus
diferentes estructuras, jerarquías, grupos, relaciones y acerca del cómo y el por qué de ella, más capacidad
4. De otra parte, hoy casi todo el mundo acepta que el aumento de la delincuencia y el crimen organizado
está relacionado con problemas sociales, tales como: la descomposición de la familia, la violencia social
existencia de diferencias sociales muy notorias, aspectos estos que impactan como externalidades
negativas a las organizaciones e instituciones establecidas, razón por la cual hay que analizarlos y
5. La sociología nos permite hacer conciencia de las diferencias sociales vigentes en nuestra sociedad.
6. La sociología también nos permite saber que entre las diferentes sociedades, y dentro de cada una de
ellas, existen múltiples diferencias sociales y de clase y diversidades culturales, e igualmente, múltiples
grupos y personas con diferentes modos de vida y diferentes modos de pensar y actuar.
7. Todo lo anterior, no sólo aumenta nuestra sensibilidad social y nos enriquece culturalmente, sino que
nos permite saber cuáles son los problemas más acuciantes y así poder actuar en consecuencia.
Para todo ello, la Sociología ha echado mano de dos importantes nociones: habitus y campo.
Por habitus podemos entender esquemas de obrar, pensar y sentir, asociados a la posición que se tenga en
la sociedad. El habitus hace que personas de un entorno social homogéneo tiendan a compartir estilos de
vida parecidos. El habitus es, por así decirlo, la estructura social de nuestra subjetividad, que inicialmente
se constituye en virtud de nuestras primeras experiencias (habitus primario) y más tarde, se reconstituye
con las experiencias de nuestra vida adulta (habitus secundario). Es la forma en la que las estructuras
sociales se internalizan y graban en nuestra mente y nuestro cuerpo por interiorización de la exterioridad
que nos rodea. Es, en pocas palabras, "un sistema de disposiciones perdurables y
transponibles". Disposiciones, esto es, inclinaciones a percibir, sentir, pensar, hacer y saber hacer (como
Este concepto se adoptó/adaptó, por parte de la sociología para superar la dicotomia entre lo objetivo y lo
subjetivo, esto es, entre la posición objetiva que los sujetos ocupan dentro de la estructura social; y la
interiorización o incorporación mental y física de este mundo objetivo, por parte de los sujetos.
Así se procedió, porque por una parte el objetivismo no logra explicar que sujetos en posiciones idénticas
produzcan prácticas diferentes; y, por otra parte, porque el subjetivismo no refleja las regularidades de la
Por ello es que en Sociología se sustituye esa dicotomía por la relación entre dos formas de existencia de
lo social: 1) las estructuras sociales objetivas construidas en dinámicas históricas (los campos); y 2) las
estructuras sociales interiorizadas e incorporadas por los individuos en forma de sus esquemas de
A partir de ahí, se puede comprender, fácilmente, que el habitus viene a ser un sistema de disposiciones
duraderas, que funcionan como esquemas de clasificación para orientar las valoraciones, percepciones y
Sin embargo, la acción humana no es una pura reacción mecánica a las condiciones objetivas de
existencia. Éstas son apropiadas y recreadas por los agentes sociales a partir de sus disposiciones. Pero a
su vez, estas disposiciones que cada uno tenemos y que componen lo que podríamos llamar " la vertiente
espontánea de la acción"(v gr: el impulso de dar un abrazo) no brotan del psiquismo individual únicamente,
sino que son conformadas también de acuerdo a las condiciones objetivas de existencia. Por ejemplo,
las aptitudes escolares tanto como las aptitudes económicas, culturales, sociales políticas y o
profesionales exigidas por el capitalismo sólo pueden formarse en determinadas condiciones materiales
de existencia, por eso están distribuidas de manera desigual. En la gestación de las disposiciones
disposiciones escolares, por ejemplo, es decisiva la influencia ejercida por la herencia cultural . Ésta
determina de manera desigual y diferenciada el grado e exposición de los individuos, en el medio familiar,
a las rutinas intelectuales exigidas después por la escuela y por la sociedad y, por lo tanto, delimita las
estructurantes. Lo primero, porque implica el proceso mediante el cual los sujetos interiorizan lo social.
Lo segundo, porque funciona como el principio generador y estructurador de prácticas culturales y
representaciones.
Ahora bien, esto no es suficiente. Por otro lado, la noción de campo está fundada sobre la teoría marxista
En Sociología un campo es, entonces, un espacio social de acción, de luchas y de influencia, en el que
confluyen relaciones sociales determinadas. Es, en ese sentido, una red de relaciones objetivas entre
posiciones.
Estas posiciones se definen en su existencia, y en las determinaciones que les imprimen a sus ocupantes
profesional, entre otros) por su situación actual o potencial en la estructura de distribución de poder o
capital dentro de su respectivo campo; y por sus relaciones objetivas de fuerza y de sentido con las demás
posiciones.
La noción de campo, implica pensar en términos de relaciones. Estas relaciones están definidas por la
posesión o producción de una forma específica de capital, propia del campo en cuestión.
Así, de esa manera, cada campo es en mayor o menor medida autónomo; y la posición dominante o
dominada de los participantes en el interior del campo depende, en algún grado, de las reglas específicas
del mismo.
De esa manera, a no dudarlo, el conjunto estructurado de los campos, que incluye sus influencias
reciprocas y las relaciones de dominación entre ellos, define la estructura y organización social. Conocer
esto permite, por ejemplo, comprender cuáles son los límites del ejercicio profesional, cuáles son las
realidades de ese ejercicio y cuáles las luchas de fuerza y de sentido, reales y simbólicas que se deben
enfrentar en el transcurso de la vida profesional, para no ser llamados al engaño de que el mundo es color
de rosa y que todo se da y se consigue de manera fácil. Recuerden que las alusiones y referentes
sociales unas veces se pierden y las más de las veces se transforman, y debemos estar subidos en el carro
de la historia para adaptarnos a esas transformaciones y no quedarnos rezagados. Recuerden también que
si bien "todo lo sólido se desvanece en el aire" quien no conoce la historia está condenado, no sólo a
repetirla sino a verse relegado, marginado, invisibilizado, desechado, pues en el capitalismo "no hay
En: https://obsoged.blogspot.com/2016/12/como-puede-ayudarnos-la-sociologia-en.html