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En nuestro país no se puede mantener este criterio pues el delito de aborto atenta en contra de la
vida del que está por nacer, que es el bien jurídico tutelado tanto por el código penal como por el
código civil. Como consecuencia de lo anterior, podemos definir el aborto como la interrupción de
la vida intrauterina que provoca la muerte del producto de la concepción dentro fuera del seno
materno.
El concepto antes enunciado resuelve tres problemas que han sido objeto de controversias en
otros países:
Los abortos naturales y accidentales tienen escaso interés médico legal ya que se deben a causas
que escapan a la voluntad del hombre, los primeros se producen generalmente en los primeros
meses de embarazo, mientras los accidentales por el contrario se observan cuando el feto ya es
viable, generan partos prematuros.
Al legislador solo interesan abortos provocados para castigarlos como hechos delictuosos cuando
se cumplen los requisitos de la ley penal.
Los abortos provocados pueden subdividirse atendiendo al fin que se persigue en:
Existe gran interés por establecer las causas de los numerosos abortos que diariamente se realizan
y afecta a la mayor parte de las naciones del mundo. Entre los factores etiológicos deben señalarse
los económicos, también es necesario indicar causas sociales, por ultimo no debe olvidarse el
exceso de hijos causa de envejecimiento precoz y que muchas mujeres se defienden de la
maternidad por medio del aborto.