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Elabore cada frase como si fuera un enunciado que oscile entre 20 y 30 palabras.
Procure que cada enunciado desarrolle una idea, no recargándolo de aclaraciones y suplementos.
Tenga en cuenta que cada enunciado plantee un tema, una información sobre ese tema y sus límites,
condiciones, puntos de vista.
Procure que la información suministrada sea clara, precisa y concisa.
Tenga en cuenta la variedad de las frases; evite el uso repetido de una misma estructura que haría monótona la
expresión.
Deje que los protagonistas de la información actúen para que el período gane en transparencia.
Tenga moderación en el uso de gerundios que recargan la expresión.
Evite el uso exagerado de frases negativas e interrogativas debido a que generan ambigüedades.
Considere el uso de los signos de puntuación (coma, punto y coma y punto) como factores que contribuyen a la
claridad y fluidez de la prosa. Evite la frase corrida, es decir, sin buena redacción con los signos de puntuación.
Imprima variedad en su expresión, evitando giros, muletillas, palabras recurrentes, frases calcadas, párrafos
atenidos al mismo patrón de fondo.
Evite las palabras comodines poco precisas (cosa, asunto, eso, esto, o sea, etc.) y prefiera las palabras
transparentes y sencillas.
Piense, al redactar, en los factores de cohesión, dinámica, conexión y coherencia del texto que escribe.
Haga borradores, revise, corrija y tome conciencia de sus defectos de redacción.