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CREATIVIDAD ICÓNICA
MODELOS, IDEAS Y ACTOS
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FIG. 1
RELACIONES ANALÓGICAS
EN EL MODELO FOTOGRÁFICO DE LA VISIÓN
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Incluso con prosaico y pudibundo fervor Las analogías y diferencias hablan por sí
científico, como puede apreciarse en las solas: no se trata de imágenes oníricas. En
dos ilustraciones5 de las figura 3 y 4. ambos casos se hallan en un contexto his-
La primera de ellas reproduce un exvoto tórico y científico de alto nivel. Pero tienen
que fue hallado en Westerwood, tal y como algo de ese mundo simbólico en el que
fue reproducido por John Horsley en su unas cosas representan otras. Tal meta-
famoso estudio sobre Britannia Romana de morfosis, a pesar de algunas reiteraciones
1732. En el texto habla de un Príapo o falo, de última hora, no fue un invento de Freud.
por entonces en la colección Baron, que Una hoja sirve para dar una cierta «ilusión
indirectamente interpretaba como símbolo fálica» que no perturbe al espectador, pero
de recuperación de una enfermedad de que a pesar de todo le permita ver, por
diez años de duración, debido a la inscrip- transparencia mental, de qué se trata. Es
ción de la parte superior, donde se lee en un caso de censura, de autocensura, por
vertical: X A N, que puede interpretrarse supuesto, pero también de expresión de
como decem annorum. Al finalizar su análi- una analogía entre términos icónicos apa-
sis, dice6: «decency forbids the saying any rentemente muy separados en la forma y
more on this subject, as it obliges me to en los campos de significación.
conceal the figure»: «la decencia me impi- Partiendo de este supuesto, el uso de
de decir nada más, así como me obliga a hojas de parra o de otras especies vegeta-
encubrir la imagen». Tal encubrimiento, les para ocultar los órganos genitales de
pues, es el que el lector tiene ante sus ojos hombres y mujeres en el arte medieval y
en la figura 3. del renacimiento, como en el caso del gra-
La figura 4, obviamente, reproduce el obje- bado de Durero reproducido en la figura 5,
to real, pero esta vez de una edición más adquiere otro sentido, tal vez más «trans-
tardía y de otro autor. Se trata del Discurso parente», y en todo caso más enriquecedor
sobre la adoración a Príapo, Discourse on del contenido profundo de las relaciones
the Worship of Priapus, obra de Richard analógicas en la imagen, sobre el fondo
Payne Knight editada en 1865. nutriente de las transformaciones oníricas y
del mundo simbólico asociado a ellas.
FIG. 4 El filósofo alemán Walter Benjamin, fue, tal
vez, quien más lejos llegó en la reflexión
sobre las relaciones que se establecen
entre la fotografía y el psicoanálisis, como
puede apreciarse en su Pequeña historia
de la fotografía, de 1931, donde plantea el
concepto de «inconsciente óptico». La per-
cepción es considerada aquí no como un
«ver», sino más bien como un «saber». Al
mirar, para Benjamin, surgen relaciones
entre las cosas, y muchas de ellas pueden
radicalmente enfrentado al anterior, el con-
ductismo, una escuela que jamás entró
seriamente en el desarrollo de una teoría
perceptiva, y de ahí que su conexión con el
modelo fotográfico y analógico de la visión
se dé más por omisión (aceptación de
hechos dados) que por acción. Para los
behavioristas la percepción no era un tema
adecuado para la investigación científica,
debido principalmente a que las percepcio-
nes constituyen estados subjetivos. Para el
conductismo, los objetos de investigación
debían ser abiertos y exteriores, accesibles.
De esta manera, se argumentaba, sucedía
en todas las ciencias. Los contenidos de la
mente no son directamente observables en
FIG. 5 sí mismos. Su estudio, pues, resultaba
científicamente inadecuado.
escaparse, perderse. Los mecanismos ópti- Todas aquellas personas interesadas en la
cos de la cámara, sin embargo, sí son imagen, en la creatividad y la actividad
capaces de conservarlas, de plasmarlas a artística de cualquier tipo, en la inagotable
través de diversos recursos, como la y sana promiscuidad de la vida simbólica
ampliación. Dice Benjamin7: «La naturale- que se manifiesta cada día a nuestro alre-
za que habla a la cámara es distinta de la dedor, siempre han quedado decepciona-
que habla a los ojos; distinta sobre todo das ante esa negativa «científica» tan
porque un espacio elaborado inconsciente- rotunda a enfocar dignamente sus proble-
mente aparece en lugar de un espacio que mas o sus ilusiones; una negativa que,
el hombre ha elaborado con consciencia. además, se mantuvo constante, casi inva-
Es corriente, por ejemplo, que alguien se riable, durante décadas, lanzando olímpi-
dé cuenta, aunque sólo sea a grandes ras- camente decenas y decenas de activida-
gos, de la manera de andar de las gentes, des, ilusiones y sueños humanos, a la esfe-
pero seguro que no sabe nada de su acti- ra de la superstición, del absurdo, o de la
tud en esa fracción de segundo en que se peor pseudo ciencia, sin ofrecer ninguna o
alarga el paso. La fotografía, en cambio, la casi ninguna alternativa.
hace patente con sus medios auxiliares,
con el retardador, con los aumentos. Sólo El Modelo Cognitivo y
gracias a ella percibimos ese inconsciente Computacional
óptico igual que sólo gracias al psicoanáli- Los ataques al modelo analógico surgieron,
sis percibimos el inconsciente pulsional». a partir de la década de 1950, de una serie
En último lugar encontramos un enfoque de investigaciones y campos de actividad
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bros, aunque parezca probable que coexis- A este respecto, cabe decir que la idea del
tan diversos formatos para otras tantas ser humano como producto teleológico de
funciones. la evolución, esto es, como ideal que ha
Algo de esta pluralidad de funciones puede ido desarrollándose hacia una meta defini-
rastrearse a través del sistema de imáge- da desde el inicio de la vida, con una
nes mentales del que antes hemos habla- estructura interna perfectamente congruen-
do, un sistema intermedio, que no parece te, no tiene nada que ver con nuestra reali-
ligado directamente a las respuestas inme- dad biológica; ciertamente, sólo representa
diatas que debe dar nuestro organismo a una manifestación de la «puesta al día» de
determinadas situaciones, y que sin embar- viejas ideas religiosas de tipo «finalista». El
go integra de manera perfectamente natu- ser humano no ha evolucionado siguiendo
ral y estrecha aspectos propios de la per- un plan o proyecto prefijado o rector. Un
cepción, del conocimiento y de la memoria, hecho que se manifiesta en la propia
y también de la acción. visión, para no salirnos de nuestro campo,
En relación con el lenguaje, sin embargo, la ya que no poseemos «una» visión, aunque
pertinencia de un sistema como el de imá- tal sea el resultado fenoménico de la per-
genes mentales parece poco apropiado cepción, sino un conjunto de tres visiones
para dar satisfacción a todas nuestras más o menos relacionadas, que se desa-
necesidades comunicativas. De ahí que se rrollaron con cientos de miles de años de
haya propuesto, desde muy numerosas distancia entre unas y otras para diversos
perspectivas, sistemas proposicionales, fines, y que además afectan a cromosomas
semánticos, de respuesta instintiva, etc. Y distintos: la visión nocturna, la bicrómica y
sin embargo, el hecho de que existan la tricrómica.
numerosos aspectos de nuestra experien- La llamada «información visual», en sentido
cia humana que no son accesibles al len- genérico, considerada como una tipología
guaje, y en ocasiones que sólo de manera homogénea que es tratada a su vez de
muy indirecta y fragmentaria pueden expre- manera homogénea por el cerebro, no exis-
sarse a través de palabras, hace pensar en te. Dentro de la llamada «información
campos que han podido evolucionar de visual» se da un orden variadísimo de pro-
manera independiente o aislada en épocas cesamientos y funciones, que atañen a la
diferentes, que conviven biológicamente, comprensión del espacio, de las diferentes
pero que no están muy «emparentados» longitudes de onda del color, del significa-
dentro de nuestro organismo, como puede do de lo visto, etc. Denis Baylor, que es
ser el caso del olfato y la palabra, cuya especialista en fotorreceptores retinianos y
relación se mueve siempre en términos de profesor de neurobiología de la Universidad
gran ambigüedad y generalidad, o de la de Stanford, dice9: «La noción de que dife-
palabra con ciertos aspectos del sonido, rentes clases de información, digamos de
como el tiembre, un ámbito de experien- color y de contraste espacial, son procesa-
cias en el que ni las generalidades suelen das por diferentes grupos de células, ha
resultar pertinentes. sido respaldada por hallazgos anatómicos
y por experimentos fisiológicos. Por ejem- Algunas de las conclusiones de interés que
plo, dentro del nucleo geniculado lateral, podemos extraer para un mejor desarrollo
las células ganglionares que codifican el de los temas que van a ser tratados en
contraste del blanco y negro terminan en páginas sucesivas, son las siguientes:
regiones separadas espacialmente de a) Ver no es sólo recibir luz. Se trata de una
aquellas en las que terminan las células actividad mental compleja en la que, junto
selectivas de las longitudes de onda». con los datos nuevos, se considera el con-
En lo que atañe a la información visual texto y la estructura de conocimientos pre-
relacionada con el significado de lo visto, existente.
son del mayor interés las investigaciones b) No existe una información visual homo-
realizadas en Londres por Gemma Calvert y génea. A través de los ojos entran al cere-
Michael Brammer10, que estudiaron la bro un número muy elevado de informacio-
actividad cerebral en sujetos que veían un nes específicas que interrelacionan entre sí
rostro que movía los labios pero no sonaba y con la información aportada por otros
la voz, y en otros que escuchaban la voz sin sentidos. Como consecuencia, podemos
ver el rostro. afirmar que el acto de ver es cualitativa-
Los datos aportados por la investigación mente distinto dependiendo del objeto
condujeron a la evidencia de que es sufi- observado, del estado del observador y de
ciente ver a una persona mover los labios, las circunstancias de la observación.
aunque no exista sonido, para que algunas c) Si bien la analogía se manifiesta como
zonas del cortex auditivo se activen, en una una de las principales leyes que rigen el
manifestación más de que el procesamien- mundo fenoménico de la imagen, los pro-
to de la información, además de tener un cesos mentales mediante los cuales se
fuerte sentido sinestésico, posee una transforma y recupera tal analogía no pare-
caracter funcional lleno de pequeños y sig- cen tener tal carácter. La información com-
nificativos detalles. puterizada por el cerebro es sometida a un
Un esquema gráfico del modelo que veni- tratamiento que supera nuestro concepto
mos desarrollando, podría ser el reproduci- de linealidad y multitarea, para el cual aún
do en la figura 6. carecemos de modelo adecuado.
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manera esencial la naturaleza de éste. el conocimiento previo es de enorme
También se manifiesta como una mayor tor- importancia para la extracción de informa-
peza en el análisis de campo, ya que si la ción útil. Los turistas que llegan a España y
espectativa está en relación con que se van a presenciar una corrida de toros, por
produzcan acontecimientos visuales en una ejemplo, no pueden extraer información de
determinada zona del campo visual, las calidad sobre el comportamiento del ani-
alteraciones generadas en otra parte cual- mal y del torero. Una persona con expe-
quiera tardan más en localizarse que en riencia en esas lides, detectará incluso en
situaciones normales de falta de informa- casi insignificantes derrotes de toro por
ción previa. dónde puede aparecer el peligro, y qué tipo
En cuanto a la atención selectiva, se refie- de peligro resultará ser. De igual manera
re a la capacidad de filtrar la información con las aproximaciones sucesivas del
percibida de tal manera que obedezca a matador; su factor de riesgo, su conformi-
determinados patrones de valor o de acti- dad con el comportamiento anterior del
tud. Algo que se da cotidianamente cuan- animal, etc.
do escuchamos hablar a los políticos, de Se trata de una situación de elevado riesgo,
los cuales entendemos en gran medida lo y el conocimiento previo, la comprensión
que queremos comprender y de la manera precisa de sutiles variaciones perceptivas en
que estimamos correcta. No parece existir, el comportamiento del toro, determinarán que
pues, un corte limpio y claro entre un tipo el matador salga «por la puerta grande» o en
de actividades que llamamos perceptivas y ambulancia.
otro tipo de actividades que denominamos Por último, el tercer punto del índice propues-
cognitivas. to hace referencia a la importancia del entor-
En circunstancias perceptivas cotidianas, no y las circunstancias en el acto perceptivo.
Ciertamente, si el sistema visual, como el En sentido fuerte, las anomalías percepti-
auditivo o el táctil, son esencialmente vas que se producen en la vida cotidiana
medios para que el sujeto pueda ejercer ponen en marcha todo el organismo.
sus actividades en un entorno sin caer en Digamos, el hecho de oir pasos nítidos en
riesgos innecesarios, parece evidente que la cocina cuando estamos solos en casa,
hay esencialmente dos estados de activi- aunque luego terminen por ser los pasos
dad perceptiva. Los que podemos denomi- del vecinos. Primero aguzamos el oído;
nar estado de alerta perceptiva y estado pero si es necesario nos pondremos en pie
de normalidad perceptiva. y tomaremos precauciones.
El estado de normalidad es el que gozamos Sin un sentido tan drástico, las anomalías
habitualmente cuando las cosas funcionan juegan un papel vital en la composición de
como deben funcionar a nuestro alrededor. los campos visuales, incluidos los estéti-
Pero no es un estado pasivo o un estado cos, los inanimados, los pintados o foto-
de «calma chicha» en modo alguno. grafiados, ya que en sentido fuerte deter-
Siempre hay actividad prospectiva, bús- minan un cambio en el flujo de información
queda de datos de interés en el entorno, en el campo visual de los sujetos. Y sabe-
aunque los que nos llegan no nos dan mos que toda información redundante,
motivos para establecer acciones especia- toda información repetida, es poco útil
les. Se trata, pues, de un control de para el organismo; un fenómeno que se
campo: caminamos por la acera; los verifica desde los niveles retinianos más
coches pasan con normalidad a nuestro bajos.
alrededor y los peatones siguen cada cual Además de manifestarse en la influencia
su camino. ejercida por lo observado, por el conoci-
El estado de alerta perceptiva surge cuan- miento previo y por la situación del entorno
do algo no marcha bien en el campo perci- en que se realiza la percepción, tal y como
bido. Un coche hace sonar su bocina y des- hemos visto en las páginas anteriores, la
pués le vemos avanzar dando curvas y presencia del significado en el acto de ver
volantazos entre los otros vehículos. rompe el sentido homogéneo de la visión
Lo que media entre el estado de control de de otras varias maneras, algunas de las
campo o estado de normalidad, y el esta- cuales fueron detectadas hace ya siglos,
do de alerta es una anomalía perceptiva; como puede ser nuestra natural reticencia
es decir, un elemento perceptivo que irrum- a dejar que las cosas no sean algo a nues-
pe con una enorme carga informativa y la tro alrededor; es decir, nuestra negativa a
despacha en un plazo de tiempo que permitir junto a nosotros, en nuestro
puede ser muy corto o prolongarse con campo perceptivo y cognitivo, cosas que
nuevas informaciones durante más tiempo. no sabemos qué son, que carecen de
Anomalía perceptiva es aquello que rompe sentido para nosotros, y que por ello
la uniformidad de información que existe mismo nos intranquilizan hasta el punto
en el campo perceptivo en un momento de tener que resolverlas con los datos
dado, aportando información nueva. que podamos aportar.
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En otras palabras, el ser humano es, por lenguaje verbal, si lo hace de manera
naturaleza, instintivamente, un «dador de modal, en campos separados y sucesivos,
significado», un ente semantizador que o a través de un almacén único que nutre
hace que todo sea algo, que dé nombre a un sistema proposicional de relaciones, es
las cosas. algo sobre lo que aún no hay acuerdo pro-
En las estrellas ve objetos, personajes, fundo en la psicología del presente
herramientas, y crea las constelaciones. En momento, de manera que no hay nada, a
las nubes descubre cabezas de animales o este respecto, que pueda ser definido
paisajes fantásticos. En las manchas de un como un «estándar cognitivo». En todo
suelo de terrazo ve enanos de leyenda o caso, este es un tema que supera los lími-
castillos medievales. Casi cualquier estruc- tes del presente trabajo y que no afecta al
tura gráfica sirve para que las personas desarrollo posterior del mismo.
imaginemos cosas y proyectemos nuestras
fantasías. Incluso en los cuadros de expo-
siciones de arte abstracto, donde cultural- De la Imagen Natural
mente sabemos que no existe una voluntad a la Imagen Técnica
de reflejar gráficamente objetos o seres Todo lo dicho anteriormente, excepción
concretos, es frecuente escuchar conversa- hecha de las breves alusiones a obras grá-
ciones del tipo, ¿no te parece esto un ficas o esquemas, es válido para la imagen
caballo? Aquí las patas, esto el lomo, etc. considerada en su medio natural; esto es,
A este respecto, dice18 Leonardo da Vinci en la mente del ser que las ve mientras
en su Tratado de la Pintura: «No he de dejar contempla una determinada escena. Pero
de incluir entre todos estos preceptos una el hombre, al igual que ha hecho con el len-
nueva invención teórica, que si bien puede guaje verbal, que ha sido capaz de crear un
parecer mezquina y casi ridícula, es muy sistema extracorpóreo de almacenamiento
adecuada y útil para inducir al espíritu a del mismo a través de la escritura, ha gene-
múltiples invenciones. Es la siguiente: si te rado cientos de tecnologías para almace-
fijas en algunas paredes llenas de man- nar, tratar y reproducir las imágenes de
chas o hechas con mezcolanza de piedras manera exterior a su mente. Imágenes que
y te aplicas a inventar cualquier espectácu- son vistas como las imágenes naturales
lo, podrás ver sobre aquel muro formas auténticas, que en ocasiones pueden ser
parecidas a paisajes con montañas, ríos, confundidas con ellas, a las que llegan a
rocas, árboles, valles y colinas, o podrás imitar con perfecto realismo, y que por con-
ver batallas con figuras movidísimas, ros- siguiente parecen gozar del mismo estatus
tros de expresión extraña y otras mil cosas que las imágenes naturales.
que luego podrás traducir a buena y com- Pero se trata sólo de una ilusión, y la clara
pleta forma». delimitación de las propiedades de unas y
De qué manera codifica y computa el cere- otras —imágenes naturales e imágenes téc-
bro la información visual y la información nicas— en relación a sus características de
semántica relacionada con ella o con el semejanza y a la información que contie-
nen, supone el primer paso para alcanzar como referencia frente a la inestabilidad
una gama de criterios bien perfilados sobre del entorno, experimenta rupturas conti-
la propia creatividad icónica, de la que tra- nuadas.
tamos. Este principio de continuidad convierte a
La diferencia más importante entre imáge- todas las imágenes naturales en porciones
nes naturales e imágenes técnicas no se de una única cadena perceptocognitiva, en
da al nivel de la analogía; se produce en el la cual ocupan lugares determinados y per-
ámbito de la información. tinentes, que pueden ser recuperados. Una
A pesar de la extensa «sabiduría popular» imagen fotográfica de las calles de Roma,
al respecto, que es generosa con refranes por ejemplo, puede asociarse a un viaje, al
del tipo «una imagen vale más que mil recuerdo de ciertas personas que también
palabras» y otros similares, lo cierto es que realizaron el mismo viaje, a un abanico de
pocas cosas hay tan ambiguas y de signifi- anécdotas y circunstancias, etc. Es decir,
cado tan difuso como las imágenes técni- una imagen natural, jamás existe como un
cas. Las personas, debido a sus propieda- corte perceptivo ajeno al campo cognitivo
des analógicas, suelen atribuirles cualida- de la mente en que tal imagen está suce-
des de precisión y definición de las que diendo. Al despertarnos por la mañana, reco-
carecen por completo. Una imagen técnica nocemos la habitación de la noche anterior
cualquiera, digamos una fotografía, un antes de dormirnos, los muebles, las perso-
dibujo o una pintura, posee en sí misma nas que hay en la casa. De no ser así, se pro-
una información tan poco profunda, tan duciría una alteración profunda en la mente y
poco relacionada con otros valores o circuns- en el comportamiento de ese individuo.
tancias, que es como la botella del náufrago Si después hemos tomado un taxi hasta el
lanzada al ancho mar. Ha de caer en pose- aeropuerto, entregado las maletas y los
sión de la persona pertinente para que pueda billetes, tomado el avión y llegado a una
realizar adecuadamente su trabajo. isla del Caribe, todas las imágenes natura-
Analicemos primero las propiedades infor- les de la carretera, el aeropuerto, el avión,
mativas de las imágenes naturales, y de el paisaje, etc, se han debido ir encade-
esta manera será más fácil comprender las nando con perfecta naturalidad. Siempre
carencias de las imágenes técnicas. sabemos en qué punto de esa cadena
La ley fundamental de toda imagen natural estamos, qué fases anteriores hemos atra-
es el principio de continuidad. Este princi- vesado y reconocemos por ello la pertinen-
pio, basado en la memoria, encadena cia de las nuevas imágenes que vamos per-
todos los estados icónicos por los que atra- cibiendo. Si al llegar al hotel nos impresio-
viesa la mente humana, saltando por enci- na la amplitud de su arquitectura, tal vez
ma de los periodos de sueño y estable- tomemos una fotografía del mismo. E inclu-
ciendo aspectos fundamentales de la iden- so podremos decir a una de las personas
tidad mental de la persona. Sin continui- que nos acompañan que se coloque en la
dad, puede decirse, la personalidad se barandilla de la terraza para que, además,
construye de manera anómala y el yo, esa imagen se convierta en un recuerdo.
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Notas
1.—J. von Uexküll, Umwelt und Innenwelt, Berlín, 1909.
2.—W. Blake, El matrimonio del cielo y del infierno. Cantos de inocencia y de experiencia,
Madrid, 1983.
3.—Gaetano Kanizsa, Gramática de la visión. Percepción y pensamiento, Ed. Paidós,
Barcelona 1986, 12.
4.—Gaetano Kanizsa, Gramática de la visión. Percepción y pensamiento, Ed. Paidós,
Barcelona 1986, 16.
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5.—Catherine Johns, Erotic images of Greece and Rome, British Museum Press 1993, 21.
6.—Catherine Johns, Erotic images of Greece and Rome, British Museum Press 1993, 21.
7.—Walter Benjamin, «Pequeña historia de la fotografía», en Discursos interrumpidos, 1,
Ed. Taurus, Madrid, 1973, 15.
8.—Juan Mayor y Agustín Moñivas, « Representación e imágenes mentales: I. La repre-
sentación mental», en Tratado de psicología general, vol 4, ed. por Juan Mayor y José
Luís Pinillos, Alhambra Universidad, Madrid, 1992, 461.
9.—Denis Baylor, «Colour mechanisms of the eye», en Colour. Art and science, ed. por
Trevor Lamb y Janine Bourriau, Cambridge University Press, 1995, 123.
10.—G.A. Calvert, E.T. Bullmore, M.J. Brammer, etc, «Activation of auditory cortex during
silent lipreading», en Science, 276, 1997, pp. 593-6.
11.—Denis Diderot, Investigaciones filosóficas sobre el origen y la naturaleza de lo bello.
Aguilar, Madrid, 1981. Simón Marchan Fiz, La estética en la cultura moderna: de la
Ilustración a la crisis del Estructuralismo, Alianza Editorial, Madrid, 1987. Wladislaw
Tatarkiewicz, Historia de la estética, vol. III, «La estética moderna. 1400-1700», Ed.
Akal, Madrid, 1987-1991. Rosario Assunto, La antigüedad como futuro: estudio sobre
la estética del neoclasicismo europeo, Ed. Visor, Madrid, 1990.
12.—Otto von Simson, La catedral gótica, Alianza Editorial, Madrid, 1980, 162.
13.—Enrique Lafuente Ferrari, «Introducción a Panofsky. Iconología e historia del arte.»,
en Estudios sobre iconología, E. Panovsky, Alianza Editorial, Madrid, 1972, IX-XL.
14.—Herman A. Witkin y Donald R. Goodenough, Estilos cognitivos. Naturaleza y orígenes,
Ed. Pirámide, Madrid 1991, 23 y ss.
15.—K. Lorenz, Ls etología. Entrevista con A. de Benoist, Ed. Nuevo Arte, Barcelona,
1989. K. Lorenz, Estoy aquí. ¿Dónde estás tú? Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1989.
K. Lorenz, Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros, Ed. Labor, Barcelona,
1982.
16.—Citado en Vicki Bruce y Andy Young, In the eye of the beholder. The science of face
percepcion, Oxford University Press, 1988, 251.
17.—Citado en Vicki Bruce y Andy Young, In the eye of the beholder. The science of face
percepcion, Oxford University Press, 1988, 236.
18.—Leonardo de Vinci, Tratado de la pintura, Espasa Calpe, Madrid 1964, 213.
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