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Síntesis del foro “Propuestas de escritura creativa para la renovación de
la pedagogía de la escritura”
Este documento tiene como propósito presentar una síntesis del primero de los
foros realizado en el marco del proyecto Escribir en la escuela. La síntesis
corresponde a la primera fase del foro, es decir aquella en la cual participaron
solamente los autores de experiencias sobre escritura creativa inscritos en el
proyecto y personas de reconocida trayectoria que vienen trabajando esta
temática.
A continuación se presentan las siete preguntas formuladas y se analizan las
respuestas: coincidencias, divergencias, interrogantes pendientes e ideas
surgidas en el marco de este espacio de intercambio y discusión.
El foro contó con la participación de 11 personas:
Fanuel Hanán Díaz. Editor, crítico e investigador literario.
Manuel Iván Urbina. Escritor y docente.
Gustavo Bombini. Coordinador del Plan Nacional de Lectura de Argentina.
Especialista en Didáctica de la Lectura y la Literatura.
Matilde Frías. Supervisora de Educación, escritora.
Anabella Saks. Coordinadora de proyectos de la Fundación Leer.
Carlos Grassa. Escritor, Codirector de La Cala.
Irene Vasco. Escritora, Directora del programa La Imprenta Manual
Mirta Colangelo. Educadora por el arte, coordinadora de talleres de lectura y
escritura creativa.
Mauricio Pérez. Docente, Coordinador de la Red Nacional para la
Transformación de la Formación Docente en Lenguaje.
Beatriz Helena Robledo. Subdirectora de Lectura y Escritura del Cerlalc.
Beatriz Helena Isaza. Consultora de la Subdirección de Lectura y Escritura del
Cerlalc, moderadora del foro.
1. ¿Cuando hablamos de propuestas de escritura creativa, a qué nos
estamos refiriendo? ¿Cuáles son sus características, sus particularidades?
¿Cómo podríamos definirlas?
Algunas de las ideas fuerza, por lo general compartidas, sobre las
características de una propuesta de escritura creativa son:
Propician una relación lúdica, experimental y estética con el
lenguaje.
Liberan el impulso inconsciente vinculado con el proceso creador,
desbloquean el imaginario, y proponen el ejercicio consciente de
habilidades creadoras.
Activan operaciones mentales propias del pensamiento
divergente, es decir, aquel que pone en juego procesos
irracionales, asociativos y generadores de diversas posibilidades
alternativas.
Parten de un estado de sensibilización frente al lenguaje y
promueven la imaginación, entendida como la capacidad de
captar imágenes y establecer tejidos y relaciones entre ellas para
producir otras nuevas.
Están sustentadas en prácticas y experiencias estéticas de lectura
y escritura.
Desechan todo uso instrumental del lenguaje dando lugar al juego
de lo privado, de lo autónomo.
Invitan a observar la realidad cotidiana desde nuevas
perspectivas, a descubrir su belleza poética.
Dan lugar a otras lecturas: las de lo no verbal, las previas a la letra,
las lecturas del mundo y sus criaturas, la lectura de las formas y de
los sonidos.
Habilitan y enfatizan el valor de la oralidad, dan lugar a las
gradaciones en el decir, a la mejora de la dicción y al disfrute de la
sonoridad de la palabra: ingredientes que colaborarán a la hora de
producir textos.
Por lo general se ubican en el terreno de la escritura de ficción.
Trabajan con consignas que son la clave para activar la
imaginación y el proceso creador.
Le dan un gran valor a la lectura, entendiéndola como proceso
inherente a la producción escrita.
Implican un trabajo grupal, un proceso de co‐construcción
orientado por un coordinador o guía, en el cual las opiniones de
los pares son fundamentales.
Generan procesos escriturales que incluyen la revisión y
reescritura de los textos.
Constituyen una alternativa frente a la rigidez y normatividad del
uso del lenguaje imperante en la escuela, y frente a la falta de
sentido y de placer que acompaña una buena parte de sus
prácticas de escritura.
En relación con el término escritura “creativa”, hay algunas objeciones. Algunos
consideran que toda escritura es creativa y, por tanto, prefieren hablar de
escritura de ficción o de talleres de creación literaria. Otros consideran que no
siempre la escritura es creativa (Carlos Grassa ofrece varios ejemplos) y que
habría que explorar más lo que entendemos por creación.
Sergio Furgoni, quien no ingresó al foro pero aportó bibliografía, dice que la
crítica a la escritura creativa es una pregunta que surge de la tradición de los
talleres argentinos y propone el concepto de escritura de invención, por
considerarlo más interesante.Valdría la pena considerar esta propuesta, para lo
cual recomendamos leer dos de los textos escritos por Furgoni, cuyas
referencias están en la siguiente pregunta.
2. ¿Cuál es el marco teórico que le sirve de fundamento a este tipo de
propuestas?
Los participantes coinciden en que las propuestas de escritura creativa se
fundamentan en un marco interdisciplinario que incluye disciplinas como la
pedagogía, la literatura, la lingüística, la psicología, la semiótica, etc. Algunos
hacen referencia a teorías específicas tales como la teoría de la creatividad, el
aprendizaje significativo, la estética de la recepción, entre otras.
Gustavo Bombini propone ampliar el enfoque cognitivo desde el cual se ha
estudiado el proceso de composición escrita: “Creo que la reflexión acerca de la
práctica y el proceso de escritura han quedado en la última década reducidos al
predominio de los modelos cognitivos y más allá de su utilidad y pertinencia
para el caso de la escritura de textos informativos, etc.; por ello es necesario
innovar en los marcos teóricos y metodológicos hacia recorridos más
específicos referidos al discurso literario (retórica, nueva retórica, narratología,
etc.) y más específicamente a los discursos sobre su propia práctica producida
por los propios escritores en entrevistas, en escritos programático así como
también en borradores, cuadernos, bocetos. En este sentido, interesaría
observar los aportes de la genética textual que trabaja con herramientas
filológicas, retóricas, sociológicas y otras los modos de escribir de los escritores.
Habría que hacer investigaciones en torno a borradores, procesos, etc. de
escritores "novatos", no profesionales y conocer más acerca de sus decisiones,
sus modos de resolver sus desafíos." Está pendiente el aporte de Gustavo sobre
autores y textos relacionados con el abordaje que propone.
A los participantes se les pidió proponer algunos textos que pudieran
recomendarse a docentes interesados en llevar al aula una propuesta de
escritura creativa. El propósito de esta solicitud es el de abrir una sección
sobre este tema en la página web de Escribir en la escuela. Algunos de los textos
recomendados ofrecen un piso teórico que sirve de fundamento a este tipo de
propuestas; otros aportan ideas concretas para trabajar con los estudiantes:
La Poética y La Retórica, de Aristóteles. La Epístola a los Pisones, de
Horacio. Tres libros que sirven como referencia a los quehaceres
creativos de la cultura occidental.
Los niños y la literatura fantástica. Función y poder de lo imaginario.
Held, Jacqueline. Barcelona: Paidós Educador, Barcelona, 1987.
La imaginación en la escritura. La enseñanza de la escritura en la escuela.
Furgoni Sergio. (Próximo a publicarse).
Escribir ficciones: un camino hacia la literatura. Furgoni, Sergio (artículo
enviado por su autor como aporte para esta sección de textos
recomendados).
Descubriendo niños escritores. Investigación sobre la construcción de
textos literarios. Bautista Barajas, Alix Susana; Frías Navarro, Matilde.
(Editoras). Secretaría de Educación de Bogotá D. C. – Instituto para la
Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP). Bogotá D. C.,
1997.
La palabra escrita de los niños: entre la fantasía y la realidad. Ochoa,
Miryam L.; Frías, Matilde, otros. (Coordinadoras).Universidad Externado
de Colombia, Facultad de Ciencias de la Educación – Secretaría de
Educación de Bogotá D. C. – Fundación W. K. Kellogg. Bogotá D. C., 2001
Los niños y la literatura. Innovación pedagógica en instituciones
educativas de preescolar y básica primaria. Pardo Abril Neyla Graciela;
Frías, Matilde, otros. Bogotá D. C., 1999.
Algunas consideraciones sobre la lectura y la escritura de textos literarios.
En Cuaderno de trabajo para los docentes. Prácticas de lectura y
escritura. Entre la escuela media y los estudios superiores. 2004.
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina. Carolina
Cuesta, Sergio Furgoni. Documento en PDF.
Enfoques sobre la enseñanza de la escritura. Alvarado, Maite. En Entre
líneas. Teoría y enfoques en la enseñanza de la escritura, la gramática y la
literatura. Buenos Aires, Ediciones Manantial, 2001.
Escritura e invención en la escuela. Alvarado, Maite. En Los CBC y la
enseñanza de la lengua. AAVV. Bs. As. AZ, 1997.
Gramática de la fantasía. Gianni Rodari. Colección Nuevos Caminos.
Ediciones Colihue/Biblioser.
Talleres de escritura. Con las manos en al masa. Alvarado, M. y Pampillo,
G. Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1988.
El club de Letras. El recreo de las palabras. Guariglia, Graciela. Buenos
Aires, Libros del Quirquincho. 1988.
El Taller de Escritura. Pampillo, Gloria. Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1991
El libro de Grafein: teoría y práctica de un taller de escritura. Tobelem,
Mario. Buenos Aires. Santillana, 1994
Escritura creativa: técnicas para liberar la inspiración y métodos de
redacción. Timbal‐Duclaux, Louis. Madrid. Editorial Edaf. 1993
El texto libre y el periódico escolar. Freinet, Celestin. Editorial
Laboratorio Educativo, Cuadernos de Pedagogía, Caracas.
http://www.oulipo.net: página web del grupo Ouvroir de Littérature
Potentielle (OuLiPo) en la que se ofrece un corpus teórico y un catálogo
de constricciones o consignas generadoras de textos. (la página web está
en francés así como la mayor parte de la bibliografía recomendada).
3. ¿Qué tipo de actitudes, de habilidades, de competencias se desarrollan
en una propuesta de escritura creativa? ¿Es diferente a las que
desarrollan otras propuestas escriturales? Si es así, ¿en qué consisten
esas diferencias?
En primer lugar habría que decir que Gustavo Bombini cuestiona los términos
en que está formulada la pregunta (actitudes, habilidades, competencias) por
considerarlos una herencia de la concepción del lenguaje del enfoque
comunicativo, “simplificadora como concepción de lenguaje donde poco
espacio queda para asumir una reflexión más compleja acerca de, por ejemplo,
la construcción de la ficción, los modos en que se procesa la experiencia
literaria, etc.” Sería interesante ver qué opinan los demás participantes acerca
de esta postura y conocer cuál sería la propuesta de Gustavo.
Un tema sobre el cual varios enfatizan es que este tipo de propuestas
contribuyen a que haya “mayor desinhibición en cuanto al manejo de la palabra
escrita”, “soltura”, “pérdida del temor a la hoja en blanco”, “capacidad para
jugar, experimentar con las palabras, divertirse”. Una fortaleza de estas
propuestas está entonces en romper con el formalismo, la rigidez y la
normatividad imperantes en la escuela, propiciando que los estudiantes se
relacionen con el lenguaje de manera espontánea, confiada y gratuita.
No sólo cambian las actitudes, sino también las concepciones; la escritura deja
de ser privilegio de pocos y pasa a ser derecho de todos. Según Anabella Saks
estas propuestas “rompen el estereotipo de la escritura como una actividad
“seria e introspectiva”, patrimonio de una minoría, a la que pocos pueden
acceder." También Matilde Frías apunta algo en esta dirección al compartir el
testimonio de una maestra que encuentra que estos talleres “validan el
derecho a la escritura y a la palabra, dejando de lado la actitud del consumidor
que repite y copia, dando la oportunidad al niño de que a través del ejercicio
escritor manifieste y desarrolle sus competencias comunicativas y literarias”.
La escritura deja de concebirse como una práctica solitaria y se descubre el
valor de compartir con otros la experiencia. Si bien es cierto que, como dice
Carlos Grassa, la escritura es un acto individual, existe una dimensión social que
no podemos desconocer y un aprendizaje importante que se produce en estos
talleres es la toma de conciencia del papel de los otros (no sólo el profesor)
para avanzar como escritores. Esta toma de conciencia de la realidad social de
la escritura se registra en intervenciones como: aumenta el interés por
compartir los propios escritos con los compañeros de grupo; mayor capacidad
de escucha y mayor interés en conocer diversos textos; creación de un clima de
respeto por el otro; apertura hacia la interacción comunicativa; seguridad para
producir y socializar textos, entre otros.
Otro de los aportes es el desarrollo de competencias lingüísticas y literarias
tales como la capacidad para producir textos coherentes y cohesionados, la
corrección gramatical, la ampliación del vocabulario, la toma de conciencia
sobre las particularidades de la lengua escrita, la ruptura de estereotipos, el
desarrollo de un estilo, de una “voz” propia y el incremento en la originalidad
de los textos.
Un punto interesante sobre el cual varios coinciden es la incidencia de estas
propuestas en relación con las prácticas y habilidades lectoras de los
estudiantes: “mayor interés por la lectura de obras literarias, desarrollo de
criterios personales para la selección de lecturas, criterios para construir
opiniones y evaluar obras literarias”;… “quien escribe necesariamente se hace
mejor lector en la medida en que se relaciona con el lenguaje escrito de manera
más cercana, más artesanal”;… “se aprende a disfrutar la lectura, a encontrarle
sentido y a leer con múltiples propósitos: para desencadenar la escritura, para
encontrar modelos que alimenten los textos, para tomar conciencia sobre cómo
se escribe, para reescribir, para ayudar a otros a mejorar sus textos. Se aprende
a leer como escritor, lo cual solo es posible en el marco de auténticas
situaciones de escritura”.
Otro beneficio que se obtiene al vivir la experiencia creadora, es el de
enriquecer el mundo simbólico. Es Irene Vasco quien expresa esta idea y deja
planteado un interrogante: “Encuentro con frecuencia que niños carentes de
afecto, de seguridad socio‐económica, de lecturas, de exposición al arte, son
también niños carentes de expresiones creativas y simbólicas. Después de
largos procesos de juego con palabras e imágenes, finalmente logran mejorar su
comprensión y producción. Cuando me encuentro ante estos casos no dejo de
preguntarme: si los niños tienen tanta dificultad para jugar con las palabras,
¿cómo pueden entrar en el mundo de la abstracción matemática, por ejemplo?
Dejo esta inquietud para que otros me ayuden a resolverla”.
Por último, sólo Anabella Saks destaca el hecho de que los estudiantes
“incorporan la escritura en la vida cotidiana como un medio de expresión y de
comunicación entre pares”. Este es un punto clave ya que una pregunta
fundamental, de ésta y muchas otras estrategias relacionadas con la didáctica
de la escritura, es qué tanto las actitudes que se promueven y las competencias
que se desarrollan se generalizan, se extienden más allá de la frontera de la
escuela, instalándose como parte de la realidad cotidiana de los estudiantes.
4. ¿Es posible pensar en un proyecto de escritura creativa dirigido a la
producción de textos informativos? En caso de ser así, ¿en qué se
diferenciaría de un proyecto basado en textos literarios?
Varios de los participantes calificaron la pregunta como interesante ya que “los
pone a pensar”. Estas son algunas de las principales ideas surgidas de este
interrogante:
Independientemente del tipo de texto, toda escritura supone creación, supone
una fase de invención (Gustavo Bombini propone este concepto en lugar de la
idea de planificación propia de los modelos procesuales), un momento en el
cual se barajan imágenes, ideas, hipótesis, y en este sentido, varios de los
participantes plantean que sería muy interesante profundizar sobre las
semejanzas y diferencias de estos procesos creativos en función del tipo de
texto a producir.
Matilde Frías dice: “Toda producción escrita, en principio, es creativa: la
construcción de la identidad en el contexto de una modalidad narrativa, así
como la recurrencia a un argumento, en el marco de un texto argumentativo,
son dos posibilidades de producción textual, ambas creativas y que, por lo
tanto, ameritarían un proyecto de escritura creativa.”
Carlos Grassa dice: “entiendo por escritura creativa toda aquella que surge de
un proceso de creación y que puede presentarse con forma de literatura y
también con forma de ciencia, política, historia, filosofía, etc. “También afirma
que “ tiene sentido preguntarse en qué se diferencian el proceso de creación de
un texto informativo del de un texto literario, el mismo sentido que si nos
preguntamos (y haríamos bien en preguntárnoslo) en qué se diferencian los
procesos de creación de un poema, una obra de teatro, un relato breve, una
canción,… todas ellas manifestaciones de lo literario. "
En síntesis, podríamos decir que sí se podría pensar en propuestas de escritura
creativa para la producción de textos informativos, para lo cual habría que
estudiar las particularidades de los procesos creativos que se requieren para
este tipo de textos.
Además de esta invitación a estudiar las variedades del proceso creador en
función del tipo de texto a escribir, otro aspecto interesante de la discusión es
el de precisar cuáles son las particularidades del lenguaje literario que hacen
que el binomio textos de ficción – creación, como lo llama Fanuel, funcione tan
bien. Algunas de estas propiedades del lenguaje literario planteadas en el foro
fueron:
“Con la no ficción me parece que se entra en otro registro, la estructura de los
párrafos se enlaza de acuerdo a ideas argumentadas o bloques de información,
el uso del lenguajes es mucho más literal que literario, el vocabulario es más
técnico, se pone mayor énfasis en la calidad comunicativa que en la calidad
estética...”
“El lenguaje literario desequilibra, posibilita el distanciamiento de la realidad,
promueve el encuentro con el azar, juega con la pluralidad de significados, con
los sonidos, lo cual resulta muy favorable para romper esquemas rígidos de
pensamiento y potenciar la creatividad”.
“Más que un rigor en la organización de la información o en la exactitud de los
referentes, quien escribe un texto de ficción "crea" un nuevo universo a través
del lenguaje.”
Quedan entonces abiertos estos dos caminos (particularidades del proceso
creador en función del tipo de texto y propiedades del lenguaje literario) que se
desprenden del tema inicial propuesto en el foro.
5. ¿Cómo hacer para que una propuesta de escritura creativa contribuya
realmente a renovar la pedagogía de la escritura en la escuela?
Un primer punto sobre el cual algunos de los participantes llaman la atención
tiene que ver con las resistencias que, en la escuela y fuera de ella, enfrentan las
propuestas para transformar la pedagogía de la lengua escrita. Al respecto dice
Bombini:
“El "contribuya realmente" es un poco ambicioso.... ¿quién podría contestar a
esto?... creo que un primer paso es poder afirmar lo que esta pregunta afirma y
es que una propuesta de escritura creativa renovaría la pedagogía de la
escuela... No creo que haya tanta gente convencida genuinamente de esto... pese
a Rodari, a Pampillo, a Alvarado... todavía hay mucha gente que piensa que la
escritura de ficción, creativa, es mero pasatiempo, es placer puro y poco trabajo
y nada de aprendizaje... eso lo dejamos para la hora de lengua en que vemos
superestructuras, procesos de escritura, reescribimos, etc. Hay mucho camino
por recorrer y en un sentido fuertemente simbólico y político... ¿queremos
formar ciudadanos hábiles en los discursos sociales que sepan redactar un CV y
una carta para pedir trabajo o un ciudadano creativo, crítico? Los primeros que
se opondrán a darle importancia a la escritura de ficción en la escuela son
lingüistas y pedagogos con alguna formación lingüística ubicados en lugares
estratégicos como son las cátedras universitarias y los ministerios de
educación...los famosos curriculares, en general avalados por los lingüistas son
de suyo conservadores pues las funciones burocráticas muchas veces no van de
la mano de la creatividad y la innovación”.
Cabe resaltar acá el llamado de atención que nos hace Bombini sobre las
implicaciones simbólicas y políticas implícitas en las concepciones y propuestas
avaladas desde la academia y desde las políticas educativas. Tema de gran
pertinencia que queda por lo pronto esbozado y sobre el cual sería
fundamental seguir conversando....
También Beatriz Robledo destaca la necesidad de romper esa idea de la
escritura de ficción, y de la escritura creativa como puro divertimento: “...A
veces se consideran estos proyectos como pasatiempos lúdicos para divertir a
los niños y no como una manera determinada y deliberada de relacionarse con
la lengua escrita."
Además de estos cambios en las concepciones sobre la escritura creativa, varios
de los participantes hicieron referencia a diversas condiciones que deberán
darse al interior de la institución educativa para potenciar su impacto:
‐“La “cultura de la escritura” ha de apropiarse como parte del diario transcurrir
de la institución educativa, empezando por romper el mito de la escritura como
patrimonio exclusivo de maestros del área de español."
‐“El desarrollo de procesos de aprendizaje de la escritura creativa debe superar
los modelos de reproducción mecánica de textos, trascripción o copia literal,
para pasar a la expresión del mundo interior del niño o del joven y a la reflexión
sobre el proceso de escritura”.
‐ "Para que genere un impacto en la institución educativa, debería ser una
propuesta construida y concertada por toda la institución. Pasa muchas veces
que propuestas que se desarrollan en un aula, separadamente del resto de la
institución, pueden resultar incluso en contravía del enfoque y las prácticas de
escritura en otros grados y esto lo que genera a veces es que estos proyectos
pasen a ser como el "recreo". Aquí escribimos para divertirnos y allí escribimos
"en serio".”
‐ “Es muy importante que la escuela reconozca que los resultados de la
estrategia no son inmediatos sino a largo plazo y que, por tanto, ésta debe
trabajarse en forma constante y no esporádicamente”.
‐ “Se necesita también que este tipo de prácticas dejen de ser fortuitas y
ocasionales y que, poco a poco, vayan conquistando espacios y tiempos en el
currículum escolar. Sin embargo, es necesario advertir el riesgo de creer que el
hecho de dictar un taller de este estilo produce automáticamente una
verdadera transformación en la didáctica de la escritura en la escuela.
Desafortunadamente muchas veces este tipo de propuestas no trascienden y lo
que sucede es que se convierten en una especie de paliativo que le impide a la
escuela mirarse y reconocer el peso de la rigidez, la normatividad y la ausencia
de sentido de sus prácticas”.
Un punto definitivo tiene que ver con el trabajo con los docentes, como bien lo
señala Manuel Urbina al afirmar que “solamente quien se renueva puede ser
agente de renovación en la escuela”.Veamos algunas de las intervenciones que
van en esta dirección:
‐ “Si se trata de colaborar para que la escuela sea un espacio donde haya un
verdadero lugar para la lectura y la escritura creativa pienso que hay que
empezar por trabajar fuerte con los docentes. Mi experiencia de trabajo con
ellos en diferentes lugares de mi país así me lo demuestra. En general y
mayoritariamente los docentes han tenido una formación defectuosa en
relación a la literatura. Les hicieron consumir textos a contrapelo, mucha
taxonomía, exagerado énfasis en el análisis de recursos estilísticos y nada de
disfrute, nada de placer. Lejos entonces pueden ser esos mediadores
apasionados que enciendan a los niños y a los jóvenes”. (Mirta Colangelo)
‐ “Quiero expresar una preocupación que me ataca en cada uno de estos
talleres, sin excepción: los maestros urbanos y rurales, de preescolar, primaria
y bachillerato, de lengua y de otras áreas, con los que he trabajado hasta el
momento, a pesar de haber pasado años en la universidad, no dominan la
palabra escrita. Tengo una "colección" de manuscritos, producto de estos
talleres, sin firma, por supuesto, en donde no encuentro NI UNO SOLO que pase
un examen en limpio. Errores de ortografía, gramática, lógica... más o menos
grandes se multiplican en estos textos. Cada vez me preocupa más la pregunta:
¿si los maestros no pueden escribir correctamente, cómo pueden enseñar?"
(Irene Vasco)
‐ "Un paso fundamental es el de conquistar a los maestros demostrándoles el
sentido y las fortalezas de la estrategia. Una propuesta dirigida a abrir espacios
para la escritura creativa no funciona si se vive como una imposición, como una
“moda” o “capricho” más del nuevo rector de la escuela o del coordinador del
área de Lengua; debe ser el resultado de una invitación que permita a los
maestros vivir la experiencia y luego, ya capacitados y convencidos de su valor,
llevarla a las aulas”. (Beatriz H. Isaza)
Por último Manuel Urbina señala la importancia de saber comunicar la
propuesta y divulgar sus resultados:
"En la escuela, el primer paso que da un proyecto de escritura creativa, a través
del cual se observa si es efectivo, es dejar en claro que “sí se puede” innovar,
que hay caminos diferentes a los sabidos, probados y contraproducentes que ha
mantenido la tradición escolar... Para que esto se haga realidad, el orientador de
un proyecto creativo debe saber comunicar, debe involucrar a la comunidad
educativa.”
“... es importante perseverar, mostrar resultados y, poco a poco, ir ganando
reconocimiento y aprobación por parte de la comunidad educativa”.
6. ¿Cuáles cree que deben ser los indicadores que permiten evaluar el
impacto de estas propuestas en estudiantes, docentes y/o institución
educativa? ¿Qué tipo de estrategias serían pertinentes para llevar a cabo
estas evaluaciones?
En relación con los estudiantes, los indicadores propuestos tienen que ver con
la calidad de lo escrito y con la autonomía de la escritura:
Fanuel Díaz comparte una imagen interesante que ayuda a jerarquizar los
indicadores relacionados con los estudiantes. Se trata de la pirámide invertida
que, sin desconocer la importancia de manejar los aspectos formales del
código, resalta aspectos más importantes como por ejemplo la originalidad, la
atmósfera, el tono, y propone que lo fundamental sea “reconocer… cuándo hay
una buena idea, cuándo hay un salto hacia una expresión original, verosímil,
auténtica, cuándo penetra esa chispa tan genial que tiene la no lógica...”.
Por su lado, Carlos Grassa dice que “el primer indiciador puede ser la
autonomía en el acto. Aprende a escribir creativamente quien aprende a
hacerlo solo, pues escribir es, al fin, un acto individual. Puede ser el segundo
indicador la decisión de seguir escribiendo sin invitación o mandato ajenos. ”
Esta última idea la refuerza Fanuel afirmando: “... Si eso ocurre, si los niños
están leyendo más, si están escribiendo más, si demuestran hacerlo con
iniciativa propia, creo que es la manera de constatar se ha consolidado un
proyecto comunitario (en la comunidad educativa)."
En cuanto a los docentes, Manuel propone que un indicador podría ser “si el
proyecto creativo hizo feliz a alguien; al menos al orientador”. Beatriz Helena
Isaza propone algunas ideas:
"... debemos esperar que la participación de los docentes en un taller de
escritura creativa y su aplicación en el aula represente un giro en sus
concepciones y prácticas pedagógicas…También debe propiciar un cambio
radical en la relación de los docentes con sus estudiantes....que se refleje en un
clima de trabajo participativo, con normas compartidas por todos y donde la
diferencia, en lugar de desconocerse y/o reprimirse, se potencie y reconozca.
Otro indicador sería el de los cambios que se produzcan en la imagen que tiene
el docente de sí mismo y de su oficio... una toma de conciencia sobre el valor de
su quehacer pedagógico... recuperar el derecho a la palabra y la seguridad de
tener algo qué decir y compartir, lamentablemente tan silenciado en la escuela
bajo el supuesto de que sólo los expertos, los académicos o los investigadores
son quienes reúnen las condiciones para ejercerlo. Para finalizar agregaría que
el maestro debería hacer de su práctica un objeto de estudio, análisis y
reflexión, dejando a un lado el activismo propio de su oficio y conquistando
tiempos y espacios para mirar qué, cómo, por qué, para qué hacemos lo que
hacemos y cómo mejorarlo”.
El impacto de las propuestas en la escuela debería tener en cuenta lo siguiente:
“La integración y organización del equipo de maestros en torno al desarrollo
de la propuesta y la caracterización de algunos modelos de enseñanza de
escritura creativa; los cambios en las estructuras convencionales (nuevo
enfoque del aprendizaje de la escritura, participación de los padres de familia,
procesos de escritura por parte de los maestros, socialización de los textos
escritos por los estudiantes y por los maestros); los aportes a la pedagogía de la
creación literaria."(Matilde Frías)
“Habría qué ver, en principio, qué tanto se está reconociendo y aceptando la
validez de la propuesta y si este reconocimiento se traduce en garantizar las
condiciones necesarias para trabajarla, por ejemplo, horas asignadas en el
horario escolar para trabajar con los estudiantes, apoyo a las estrategias que se
acuerden para la publicación de los textos (por ejemplo, una revista, un espacio
virtual, el periódico escolar, un libro …).Otro indicador sería el de identificar si
la propuesta está generando un debate al interior de la escuela sobre el sentido
y los usos de la lengua escrita y de qué manera éste se está dando”. (Beatriz
Isaza)
La pregunta 6 también buscaba explorar qué tipo de estrategias y de
instrumentos pueden usarse para llevar a cabo estas evaluaciones. Las
respuestas incluyen las siguientes sugerencias: diarios de campo en los cuales
los profesores describen y analizan su propuesta con los estudiantes;
cuestionarios dirigidos a estudiantes, docentes y directivos; entrevistas;
recolección de opinión in situ... de todos los actores; espacios de socialización,
de encuentro formal o informal de todas las personas y agentes del proyecto
creativo y, obviamente, los textos producidos por los estudiantes, revisados de
acuerdo a unos criterios específicos y estudiados para detectar los cambios y
avances logrados en sus diferentes versiones.
7. Si tuviera que diseñar un curso dirigido a los docentes para que usen la
escritura creativa en sus aulas, ¿qué contenidos y qué propuesta
metodológica propondría?
En primer lugar es importante aclarar que esta pregunta abre un primer
espacio para la discusión sobre la pertinencia, viabilidad y características de
una propuesta de formación virtual dirigida a docentes interesados en renovar
la didáctica de la escritura. Esta propuesta sería otra de las acciones del
proyecto Escribir en la escuela que, hasta ahora, ha venido trabajando en el
registro y socialización de experiencias así como en la creación de espacios
(foros) que propicien el encuentro de los autores de estas experiencias con
expertos en el tema. Esta idea se presentó a los participantes y se nombró
como un “curso” virtual sobre escritura creativa. El término “curso” fue
cuestionado por dos de los participantes:
“Debemos pensar una propuesta de formación en un formato diferente al de
"curso", pues este término da la idea de que "alguien" le enseña a "alguien"... En
este marco, y retomando el señalamiento de Irene sobre la complejidad en la
escritura de los docentes, propongo que pensemos la posibilidad de existencia
de un espacio de reflexión crítica sobre las prácticas de escritura "creativa"
adelantadas por los docentes”. (Mauricio Pérez)
"Más que un “curso”, como lo señala la pregunta, sería viable plantear una
propuesta pedagógica de formación de docentes, centrada en un proceso de
investigación o de innovación pedagógica, hacia la promoción de la escritura
creativa en las aulas”. (Matilde Frías)
En cuanto a estos dos comentarios la idea sería, como lo dice Matilde, diseñar
una propuesta de formación que incluiría la reflexión crítica de las prácticas de
escritura adelantadas por los docentes mencionada por Mauricio, y que
derivaría en la formulación y desarrollo de prácticas innovadoras (sería clave
que Matilde nos ayudara a seguir estudiando este concepto).
En cuanto a los contenidos, estas son las propuestas:
Matilde Frías:
1. La historia de vida y el aprendizaje de la lectura y de la escritura
2. Cómo desarrollar procesos pedagógicos para formar lectores y escritores
autónomos
3. Procesos de interpretación y producción de textos literarios
4. Cómo diseñar propuestas para la promoción de la escritura creativa en el
aula."
Fanuel Díaz
1. Relación entre lectura y escritura.
2. Teoría de la fantástica.
3. ¿Qué es escritura creativa?
4. La escritura como proceso: pre escritura, escritura y reescritura.
5. Elementos del lenguaje escrito, en narrativa y en poesía.
6. Percepción poética del universo.
7. Disparadores, hipótesis y pensamiento divergente.
8. ¿Porqué, para qué y cómo escribimos?
9. El inconsciente y los procesos de creación en arte y literatura.
10. ¿Qué evaluar en la producciones escritas por niños?
Manuel Urbina:
1. Oportunidades y núcleos problemáticos de la lectura y la escritura en la
escuela: Breve diagnóstico realizado con pautas definidas para que los docentes
piensen su quehacer y, especialmente, los resultados entre los estudiantes.
2. Escribir para niñas, niños y jóvenes: El proceso creativo en literatura infantil
y juvenil visto a través de la experiencia de los creadores.
3. Escribir con niñas, niños y jóvenes: Experiencias de escritura creativa que se
prueban con el grupo de docentes antes de llevarlas al aula.
4. ¿Qué hago con lo que escribí?: Corrección; ilustración (Dibujo, fotografía);
edición; medios de socialización: impreso, audiovisual (presentación en Power
Point, clip de video, entre otros); danza, teatro y música articulados antes,
durante y después de la experiencia creativa.
Beatriz Helena Robledo:
1. Un módulo de lectura de diferentes tipos de textos y géneros.
2. Un módulo de ejercicios escriturales igualmente demostrativos de los
diferentes tipos de textos.
3. Una sustentación teórica con diferentes enfoque de la lectura y la escritura
para analizar, discutir y mirar cuáles son más adecuados a los propósitos para
genera escritura creativa.
Otros temas son: teoría de la creatividad y la investigación etnográfica en la
escuela.
Los temas propuestos pueden clasificarse en dos categorías; algunos de ellos
harían parte de los contenidos básicos de la propuesta de formación y otros
corresponderían a la categoría de contenidos específicos, derivados del tipo de
experiencias registradas en el proyecto Escribir en la escuela. Corresponden a
este segundo grupo los siguientes temas: escritura creativa (o como finalmente
decidamos nombrarla), didáctica inicial de la lengua escrita, escritura y TIC’s,
pedagogía por proyectos, y escritura para niños con necesidades educativas
especiales.
Los contenidos básicos serían aquellos abordados por todos los docentes que
se inscriban en la propuesta de formación (por ejemplo: La historia de vida y el
aprendizaje de la lectura y de la escritura; Oportunidades y núcleos
problemáticos de la lectura y la escritura en la escuela); los específicos serían
aquellos que los maestros escogerían en función de sus intereses particulares.
Por tanto, un docente que tenga interés en el tema de la escritura creativa
estudiaría temas como (¿Qué es escritura creativa?; El inconsciente y los
procesos de creación en arte y literatura; Cómo diseñar propuestas para la
promoción de la escritura creativa en el aula).
Pasando a la otra parte de la pregunta, la metodología sugerida para esta
propuesta de formación, varios de los participantes coinciden en que ésta
debería conjugar tres componentes: lo conceptual, lo vivencial y lo práctico.
Veamos:
Para Fanuel, la propuesta debe ofrecer a los docentes la oportunidad de:
1. Consolidar un piso teórico mínimo para que esta práctica adquiera sentido
en su ejercicio docente.
2. Realizar ejercicios de escritura de acuerdo a las técnicas que van a aplicar y a
los géneros literarios. Esto da la posibilidad de vivenciar el proceso.
3. Identificar cómo se adecua la escritura creativa dentro de un contexto
pedagógico. El trabajo por proyectos, la elaboración de portafolios, la
evaluación.
Manuel Urbina dice: “En general, me ha funcionado una metodología de
seminario‐taller: aquello que se va a comunicar en un curso debe estar
articulado con la experiencia de los participantes, y el producto que se lleve al
aula debe estar afianzado en una vivencia real, cuyo inicio tiene lugar durante
el curso”.
Beatriz H. Isaza lo expresa así: “…lo que propondría sería una metodología de
taller, complementada con espacios destinados a encontrar el fundamento de la
propuesta, en los cuales se abordarían y discutirían textos claves... Esta
transferencia de la experiencia personal al aula debe ir acompañada, tutoreada
por las personas que coordinan el taller y debe convertirse en materia de
análisis y reflexión entre los docentes participantes”.
Estos componentes de la propuesta podrían trabajarse en las fases
planteadas por Matilde Frías:
“… la propuesta pedagógica de formación de docentes contemplaría diversas
fases, entre las cuales se podrían considerar las siguientes:
sensibilización/identidad con la propuesta, fundamentación/proceso teórico y
metodológico, aplicación/desarrollo, interpretación, socialización de la
producción escrita, evaluación.”
Por último, varios de los invitados compartieron con nosotros algunos de los
múltiples modos como se puede experimentar una propuesta de escritura
creativa:
Fanuel Díaz nos remite a Rodari y su Gramática de la Fantasía:
“A mí, como interesado en la literatura infantil, me ha llamado siempre la
atención el discurso de Gianni Rodari en torno a lo que el llama Gramática de la
Fantasía, un libro que considero de cabecera. Allí destaco tres capítulos, uno de
ellos es” La china en el estanque”, el otro es” El binomio fantástico” y el otro es”
¿Qué ocurriría si...?”. Me parece que hay planteamientos fundamentales, como
por ejemplo el del azar como detonante para crear a partir de elementos de una
misma clase pero que no son contiguos semánticamente (caso del binomio
fantástico), otro planteamiento que me gusta es el de trabajar sobre el
pensamiento hipotético que es inventar a partir de hipótesis, y el otro que me
encanta es la conección con el surrealismo. De hecho, una de las técnicas que yo
utilizo, que se llama el muro descascarado la tome de una lejana referencia que
encontré de una técnica recomendada por el pintor surrealista André Breton a
los pintores jóvenes. Y todo tiene que ver al final con atender las formas ocultas
que están allí pero que no las vemos”.
Carlos Grassa, refiriéndose a la necesidad de poetizar la realidad, lanza una
primera propuesta que parte de la pregunta sobre las estrategias para llegar a
lo poético que son de interés para la escuela. La lista que el inicia y que propone
continuar es:
‐ La imagen
‐ La sustitución (la metáfora)
‐ El extrañamiento
‐ La distancia
‐ El reverso
‐ La ruptura
‐ La desproporción
Irene Vasco nos cuenta que sus talleres con docentes parten de la creación de
historias y que desde ese ejercicio se reflexiona sobre educación, escritura,
forma, estructuras, etc. Si el tiempo alcanza propone nuevas experiencias
creativas que los maestros puedan aplicar con sus alumnos en el aula,
"desestructurando narraciones, armando rompecabezas, intentando poemas
colectivos, inventando bestiarios con animales fantásticos (para introducir los
libros y los textos informativos)”.
Estas primeras ideas para la formulación de una propuesta de formación son
tan sólo el inicio de un proceso que esperamos continuar con el apoyo de todos
ustedes. El intercambio seguirá abierto a fin de ir precisando cuestiones como
los pro y los contra del carácter virtual de la propuesta; los contenidos
esenciales propuestos para aquellos docentes que opten por llevar al aula una
línea de escritura creativa; las fases o momentos que nos permitirían conjugar
teoría, vivencia y práctica pedagógica; las estrategias que asegurarían la
formulación, aplicación y acompañamiento de proyectos en el aula; los
criterios para evaluar el efecto de la propuesta en los docentes, en los
estudiantes y en la escuela, entre otros.