República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación

I.U.P.S.M

Alumno:

Jilmer Arbizu Aro

C.I: 28.520.940

Maracaibo 6 de junio 2019

 Ecología y la arquitectura

Es habitual el confundir arquitectura ecológica, con

buena arquitectura, cosa que para nada es cierto.
De hecho entendemos que gran parte de lo que se
denomina arquitectura “verde” no son más que
artefactos, con un aire bastante marciano, que se
van depositando en nuestras ciudades. En el mejor
de los casos funcionaran bien bioclimáticamente o
tendrán criterios de bioconstrucción, pero muchas
veces carecerán del menor interés desde el punto
de vista de la arquitectura.

Por ello entendemos que importante buscar

ejemplos que si sean arquitectura con mayúsculas y
la vez tenga en cuenta criterios ecológicos,
económicos y de equidad, y a su vez vengan
avalados por una tecnológica comedida y precisa.

Desde una escala más territorial es importante plantear propuestas integradas en

el territorio, un mayor acuerdo con la naturaleza, alta densidad, un transporte
publico eficaz y provocar la mezcla de usos y complejidad.

Desde el punto de vista de la edificación, son importantes conceptos como la

bioconstrucción o la bioclimática, para no malgastar recursos naturales y provocar
una relación satisfactoria del edificio con el entorno.
 Hombre, arquitectura y ambiente

Desde el momento en que el hombre erigió sus espacios de vida, al unísono

medicaba la naturaleza; sin embargo, las intervenciones primigenias eran más
benévolas en tanto las construcciones se realizaban con materiales endógenos,
sin ningún tipo de aditamento o procesamiento tecnológico; predominando la
simple lógica que el hombre aplicaba para mantener una construcción en pie, con
el fin único de resguardar el hogar de las inclemencias de la naturaleza.

Para poder acceder a este enfoque de arquitectura del ambiente, hace falta
desarrollar una serie de habilidades de percepción de los diversos tipos de energía
presentes en los asentamientos humanos y lo que es más importante,
relacionarlas con los criterios de diseño e intervención social.

La implantación de la arquitectura en el ambiente, en estos momentos de crisis

global, debe basarse insoslayablemente, en los principios de la sustentabilidad
para revertir los daños infringidos al ambiente. Por tanto, han de sentarse las
bases que permitan dilucidar cómo articular, direccionar e interrelacionar la
actuación de la misma, como hecho construido, para su implantación en el
entorno, sea este rural o urbano, pues ambos requieren medidas urgentes de
recuperación.