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C olombia Internacional 63, ene - jun 2006, 108 - 127

EL PAPEL DE
LOS MOVIMIENTOS
SOCIALES EN LA
CONSOLIDACIÓN
DEMOCRÁTICA:
reflexiones alrededor
del caso ecuatoriano
en perspectiva comparada
Julie Massal1

recibido 28/04/06, aprobado 17/05/06

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J ulie Massal

Desde la década de los noventa, el debate teórico y político ha hecho énfasis en


el papel que pueden y deben jugar los movimientos sociales en la consolidación
de la democracia. Este artículo busca analizar si los movimientos sociales
latinoamericanos han logrado una mayor inclusión política y cómo dicha
inclusión, beneficia o no, la consolidación democrática, apoyándose en
investigaciones propias sobre los movimientos sociales en Ecuador. Para esto, es
preciso hacer un balance crítico enfatizando dos conjuntos de planteamientos: el
primero se refiere a la persistente crisis de la democracia y los debates actuales que
se generan en torno a las maneras de lograr su consolidación, en perspectiva
comparada; y el segundo, a los alcances y límites reales de las reformas de los años
noventa a favor de dicha consolidación democrática. En este sentido, el caso
ecuatoriano genera múltiples interrogantes, ya que hasta 1997 se percibía como un
caso exitoso de democratización, en tanto que hoy por hoy, se ha convertido en
un caso paradigmático de inestabilidad política.

Palabras clave: movimientos sociales, consolidación de la democracia, crisis de la


democracia, Ecuador, región andina.

In the 1990s, the theoretical and political debate focused on the role of social
movements in democratic consolidation. This article seeks to analyze if social
movements reached a better political insertion that resulted beneficial for the
consolidation of democracy. For this aim, it is necessary to make a critical
evaluation from two standpoints: first, from a comparative perspective, in reference
to the persistent crisis of democracy and recent debates that have appeared around
the different ways to obtain its consolidation; and second, grounded on the
empirical evidence of the Ecuadorean experience, in reference to the effects ad
limits of the political reforms implemented during the 1990s in order to reach this
consolidation. In this sense, the Ecuadorean case poses many questions, since until
1997 it was considered as a succesful example of democratization, and afterwards
it turned into a paradigmatic case of political inestability.

Keywords: social movements, democratic consolidation, crisis of democracy,


Ecuador, Andean Region.

1 Profesora de relaciones internacionales en el Instituto de estudios politicos y relaciones internacionales IEPRI, Universi-
dad nacional, Bogota. Politologa, Doctora en ciencias politicas del Instituto de estudios politicos de Aix en Provence, Uni-
versidad Aix-Marseille III, Francia.

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E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

Introducción en especial los de salud y educación,

E
n la década de los noven- debido a su "reducción" como resultado
ta, el debate teórico y de las políticas de ajuste estructural y de
político ha puesto el énfa- auge del neoliberalismo. Dichas políticas
sis en el papel que pueden y deben jugar desembocaron en una reducción de los
los movimientos sociales en la consolida- recursos del estado y por ende de su
ción de la democracia2. Si bien durante capacidad redistributiva, e incentivaron a
los años ochenta, se consideraba a estos muchos sectores –– entre éstos los
actores poco relevantes en el análisis de movimientos sociales –– , a promover
las transiciones democráticas (Guilhot y una creciente descentralización. Esta
Schmitter 2000), esta situación ha cam- voluntad de descentralización surgió
biado en la siguiente década, debido al como paliativo a la ausencia o incapaci-
surgimiento, en América latina, de fuer- dad del estado para cubrir las necesida-
tes movimientos sociales que han desa- des básicas en los campos sociales, y a su
fiado los partidos políticos y gobiernos vez, lo debilitó en tanto actor político,
en el poder, al reivindicar una democra- puesto que su fragilidad económica
cia más representativa, o incluso una afectó su credibilidad y su legitimidad.
democracia participativa.A nivel teórico, Pero, de forma paradójica, el estado, aún
el rol de los movimientos sociales ha debilitado, sigue siendo el arbitro de los
empezado a ser objeto de análisis por conflictos, aunque no tenga los recursos,
parte de los estudiosos de la democrati- la voluntad o la credibilidad política para
zación (Schmitter 1993; Collier y lograrlo (por ejemplo está interpelado
Mahoney 1997; Chalmers y Vilas 1997), por los movimientos sociales, cuando
que se enfocan en las formas de repre- estos actores reivindican un control
sentación e institucionalización de la estatal y se oponen a un mayor control
participación de los actores políticos y de las empresas multinacionales sobre
sociales. Pero son, sobre todo, los teóricos los recursos estratégicos como agua,
de la movilización social los que han petróleo, gas, como lo ilustran los deba-
planteado este tema como relevante en tes en torno al uso de los hidrocarburos
el análisis de la consolidación de la democra- en Bolivia y Ecuador en los últimos
cia (Slater 1991; 1994). años). En dicho contexto muy breve-
Es preciso recalcar, muy breve- mente reseñado, los movimientos socia-
mente, que el resurgimiento de los les han buscado renovar y reforzar al
movimientos sociales en los noventa en estado, pero también, con cierta ambi-
América latina y en particular en Ecua- güedad, lo han debilitado al pedir una
dor, ocurrió en un contexto de profun- mayor descentralización en un contexto
da transformación del estado, inspirado de reformas neoliberales; una evolución
en el Consenso de Washington; puesto que fue notoria en el caso del Ecuador
que en las dos últimas décadas éste redu- (Massal 1999) pero que amerita investi-
jo su intervención en muchos campos, gaciones comparadas.

2 Según la definición propuesta por A. Melucci (1988: 329-348), un movimiento social es el producto de una red de rela-
ciones sociales que evoluciona constantemente; en otros terminos no se trata de un actor homogéneo sino plural hetero-
géneo fruto de alianzas dinámicas, en el que están en juego permanentemente la definición de su estrategia y de su
identidad colectiva.

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J ulie Massal

Por otro lado, el debilitamiento pos, mediante políticas públicas especi-


del estado también desemboca en una ficas en beneficio de éstos, como por
mayor fragmentación social y cultural, ejemplo una política de promoción de
por lo que éste no logra ya representar la educación bilingüe (Taylor 1992;
la nación en su conjunto. Al mismo Sandel 1999). En segundo lugar está la
tiempo, se modifican las modalidades corriente multiculturalista (Kymlicka
de acceso a la ciudadanía; esto es, los 1996), que hace énfasis, en particular,
criterios de inclusión en la comunidad en la necesidad de abrir la representa-
política para individuos pertenecientes ción política a líderes de grupos defini-
a grupos aún no representados política- dos con base en una identidad cultural
mente y excluidos socialmente (Goi- o de género (mujeres, minorías étnicas)
rand 2000). Estas evoluciones socavan y no de clase, que buscan su inserción
los fundamentos de la democracia, en política en tanto colectivos.
un contexto de empobrecimiento y de Desde este punto de vista, es
crecimiento de las desigualdades: mien- importante recalcar que los movimien-
tras crecen los derechos civiles y políti- tos indígenas en Ecuador han encon-
cos3 en el marco de los procesos de trado en los pensamientos
transición y consolidación democráti- comunitarista y multiculturalista una
ca, los derechos económicos y sociales fuente de reflexión importante, aunque
(derecho al trabajo, la vivienda, la salud, no adoptaron todas sus recomendacio-
la educación etc.) se ven vulnerados nes políticas. Estas reflexiones han ali-
(Assies, Calderón y Salman 2001). mentado su crítica a la democracia
Las consecuencias de estas evo- representativa formal, hasta ahora
luciones sobre la misma concepción de vigente en Ecuador, considerada insufi-
la democracia son múltiples, pero cabe ciente o incluso falsa (Massal 2000). Su
subrayar, en particular, que la concep- esfuerzo orientado hacia una redefini-
ción liberal de la democracia (Beiner ción de la democracia, para lograr a la
2000; Rawls 2000;Walzer 1997), pierde vez una democracia más participativa y
relevancia política mientras crecen y se una representación política abierta a
difunden nuevas concepciones de la grupos definidos por su identidad cul-
ciudadanía, reapropiadas por las elites tural –– los pueblos indígenas –– ha
de los movimientos sociales4. En pri- tenido un profundo impacto sobre la
mer lugar está la vertiente comunitaris- concepción de la ciudadanía y de la
ta, que insiste en la importancia de democracia, en el debate político de
reconocer políticamente la diversidad ese país. Esto contrasta, como lo vere-
cultural y otorgar un espacio en la mos más adelante, con las dificultades
sociedad y la vida política a estos gru- encontradas en el plano político y la

3 Al menos formalmente, aunque estos derechos civiles también se ven afectados: por ejemplo, cuando la ley de implemen-
tación de la dolarización en Ecuador en 2000 (llamada Ley Trole) incluye medidas que aumentan la flexibilización labo-
ral y restringen la libertad de sindicarse. La misma Constitución de 1998 en Ecuador (art.35.3) prohibe el derecho de
huelga en los sectores públicos.
4 En este punto, faltan investigaciones concretas para analizar este proceso de reapropiación y difusión de los conceptos y
paradigmas y su reutilización en el discurso político, por tanto sería útil analizar las trayectorias sociales de los dirigentes y
militantes de los movimientos y su percepción de los conceptos importados y creados en otros contextos sociales. Hemos
analizado hasta qué punto el discurso politico del movimiento indígena en Ecuador puede calificarse como "comunita-
rista", para mostrar sus diferencias y reservas respecto de este pensamiento teórico (Massal 2000).

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E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

práctica cotidiana para implementar más bien la experiencia ecuatoriana de la


dicha democracia participativa y abier- última década, en una perspectiva com-
ta no sólo en la sociedad y el sistema parada, sin perjuicio de las trayectorias
política del Ecuador, sino también en propias de los movimientos sociales de
sus propias organizaciones sociales, en cada país. Dicha experiencia ecuatoriana
las que pervive un autoritarismo hacia nos lleva a reflexionar sobre los frutos y
sus propias bases, las comunidades indí- los limites de la inserción política de un
genas (Massal 2005a). movimiento indígena que en alianza con
Este artículo busca analizar cómo sectores no indígenas buscó generar una
los movimientos sociales latinoamerica- reforma profunda de la democracia
nos han logrado una mayor inclusión representativa de tipo liberal, que permi-
política y cómo dicha inclusión benefi- tiera transformar radicalmente las reglas
cia o no la consolidación democrática, de las representación y garantizar el acce-
apoyándose en investigaciones propias so a la ciudadanía para grupos margina-
sobre los movimientos sociales en Ecua- dos política y económicamente5.
dor (Massal 2005a). Cabe reseñar los tér-
minos del debate teórico acerca del 1. Acerca del papel de los movimientos
papel de los movimientos sociales en la sociales en la consolidación democrática:
consolidación de la democracia (1), el debate teórico vigente
antes de presentar los planteamientos Los partidarios de la teoría parti-
más específicos que desarrollamos en cipativa promueven la participación no
este artículo, primero en torno a refle- sólo principalmente como una herra-
xiones de orden general acerca de la cri- mienta de legitimación e incremento de
sis de la democracia en America latina la representatividad del poder, sino
(2) y luego en referencia a las enseñan- como un "bien" o un valor en sí; en la
zas del caso ecuatoriano (3). medida en que se la concibe como un
Cabe resaltar que, se trata de reali- valor importante. Además, la participa-
zar un balance de experiencias previas, ción en la decisión política, pasa de
por tanto no se discuten en el presente forma prioritaria por el fortalecimiento
artículo, novedosas experiencias como la del poder local (Slater 1994): la descentra-
que ocurre en Bolivia, recién iniciada lización es una herramienta de construc-
con la elección de Evo Morales en ción de una democracia participativa en el
diciembre de 2005, fruto de una con- ámbito local. En el caso andino los movi-
quista del poder a lo largo de la última mientos sociales fueron llamados a
década (Van Cott 2003 ; Garcia Linera desempeñar un papel prioritario o
2006). Tampoco se hará énfasis en la importante, aunque las dinámicas varia-
actual redefinición de los movimientos ron según los países o regiones6. Estos
sociales en Ecuador, que amerita mayores procesos de descentralización propicia-
investigaciones de campo. Enfocaremos ron nuevas alianzas entre sectores socia-

5 La experiencia ecuatoriana de evolución del movimiento indígena, desde los 1970 hasta el golpe de estado de enero de
2000, y los límites de su inserción política en los años 1990, fue analizada en Massal (2005b). Un trabajo de campo reali-
zado entre julio y agosto de 2003, cuando ocurrió la ruptura entre el movimiento indigena y el gobierno de Lucio Gutié-
rrez, dio lugar a un artículo sobre las causas del fracaso de la participación indígena en el poder: Massal (2003). Por tanto,
no incluimos en el presente artículo los análisis detallados en estas dos referencias.
6 La literatura es abundante.Ver, por ejemplo, Huerta (2000), De la Fuente (2002),Van Cott (2003) y Carrión (2003).

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les que se tejieron con el objetivo de década de los noventa, se propició una
fortalecer poderes locales y de ejercer un renovación de la representación política
mayor control político sobre las decisio- mediante una reforma del sistema polí-
nes de los gobiernos o sobre el manejo tico y electoral que permitiera incluir a
de los recursos naturales "estratégicos" los movimientos sociales, para de esta mane-
(agua, gas, petróleo). Esas distintas movi- ra re-legitimar y reforzar los entes legislati-
lizaciones demostraron la voluntad de vos. En el caso ecuatoriano7, hubo un
los actores sociales de incidir, a menudo amplio debate sobre las reglas del juego
en un ámbito local y a veces nacional, político-electoral que dio lugar a un
sobre los procesos de decisión (Garcia conjunto de reformas del sistema elec-
Linera 2006). En algunos casos, se bus- toral (1994-1998), definidas en medio
caba simplemente re-legitimar la demo- de un intenso debate de diversas fuer-
cracia representativa y fortalecerla al zas políticas, tanto partidos tradiciona-
desarrollar nuevos modos y ámbitos de les como novedosos movimientos
participación ciudadana al nivel local, así sociales. No obstante, los actores repre-
como modificar la representación insti- sentados en el congreso no se renova-
tucional, pero sin alterar fundamental- ron realmente, pese a una aparente
mente la repartición del poder. Pero en apertura a nuevos actores sociales, como
otras ocasiones, se buscaba desarrollar lo recalcamos anteriormente. Esta
una democracia participativa en el "apuesta" por los movimientos sociales
ámbito local o incluso desarrollar estra- aparecía como una alternativa política
tegias de participación al nivel nacional, frente a unos partidos políticos desacre-
que modificaran más radicalmente las ditados por sus prácticas (clientelismo,
reglas del juego político. Este es el caso corrupción, poca democratización
en Ecuador donde los movimientos interna), y su poca representatividad,
indígenas reivindican, en la década de como se denunció a mediados de los
1990, una democracia participativa y un 1990 (Alcantara 2004, Tanaka 1997), y
estado plurinacional. Estas dos reivindi- como aún se hizo presente una década
caciones combinadas cuestionan los más tarde, durante la rebelión de los fora-
mismos fundamentos sociales, económi- jidos8 de Ecuador, en abril de 2005
cos y políticos sobre los cuales se cons- (Massal 2006).
truyó la ciudadanía en ese país y en el Sin embargo, los alcances de las
área andina (Massal 2005a). reformas del poder local y de la repre-
El otro tema de debate se refiere sentación institucional, que supondrí-
al cambio de reglas del juego en el an una mayor inserción de los
ámbito electoral e institucional. En la movimientos sociales en el sistema

7 Ese movimiento también se dio en Bolivia, en el marco del debate sobre la renovacion del pacto democrático y la renova-
ción del sistema de partidos, a raiz de la emergencia de movimientos que destabilizaro las alianzas tradicionales (Alenda 2003).
8 Esa denominación se refiere al conjunto de movilizaciones (marchas, paros) que ocurrieron entre los 13 y 20 de abril de
2005, y que desembocaron sobre la salida forzoza del presidente Lucio Gutiérrez, cuando este perdió el apoyo de las Fuer-
zas Armadas (20 de abril de 2005). El termino "forajido" fue utilizado por L. Gutiérrez de forma despectiva contra mani-
festantes pero su uso fue revertido por ellos, quienes reinvindcaron su"calidad" de forajido, y por la prensa que difundio
esa denominación para calificar aquellos acontecimientos. Es de resaltar que esa "rebelion de los forajidos" tiene caracte-
risticas ineditas respeto de otras movilizaciones, porque se trata de acciones de la clase media o alta urbana de Quito, en
las que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), principal movimiento social ecuatoriano
en los últimos quince años, solo actuó de forma marginal.

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E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

político y, por tanto, una mayor parti- 2. Crisis de la democracia: sustentos


cipación en la toma de decisiones, de esta percepción y de este diagnóstico
deben ser evaluados con cautela y pre- Las reformas a la representación
cisión mediante estudios empíricos. institucional y el fortalecimiento del
En efecto, en ocasiones, los partidos poder local, implementadas por los
políticos se han fortalecido, restrin- movimientos sociales y los actores
giendo la apertura política a nuevas locales, buscaban responder a un diag-
fuerzas sociales en el ámbito político nóstico y a una percepción amplia-
mediante procedimientos electorales y mente difundidas: la democracia estaba
el control de instituciones decisivas en crisis a mediados de los años 1990.
(tribunal electoral, constitucional) que Sin embargo, diez años más tarde, esta
definen las reglas del juego político. Se percepción de la crisis de la democra-
debe enfatizar, por tanto, la dificultad cia continúa. La democracia está de
de los movimientos sociales para nuevo en el corazón del debate, y se
modificar sustancialmente el sistema buscan nuevos caminos para consoli-
de partidos.Aunque sí pudieron desar- darla, frente al resurgimiento real o
ticularlo o desestabilizarlo de forma potencial de una preferencia por el
más o menos pronunciada, sobre todo autoritarismo9. Sin embargo, cabe pre-
en Bolivia (Alenda 2003; Basset 2004), cisar qué se entiende por "crisis de la
en Ecuador, el sistema de partidos, en democracia", un diagnóstico muy
aprietos en 1996, se recompuso a favor difundido pero muy confuso, por cuan-
de partidos de centro derecha populis- to adquiere significados distintos según
tas (Alcantara y Freidenberg 2001; quien lo plantea, a través de las percep-
Massal 2005a). ciones que sobre ella se tiene. En efec-
A continuación, en este balance to, dichas percepciones pueden ser parte de
crítico del papel de los movimientos la crisis de la democracia, si se toma en
sociales en la consolidación de la cuenta la definición que propone Larry
democracia, abordamos dos conjuntos Diamond de la consolidación de la demo-
de planteamientos: el primero se cracia, en la que se insiste sobre la cuali-
refiere a la persistente crisis de la dad de la democracia como régimen
democracia en América Latina, y a los preferible a cualquier otro10.
debates actuales que se generan para
consolidarla, en perspectiva compara- Crisis de la democracia:
da; el segundo se remite al balance de unas percepciones contradictorias
los alcances reales de las reformas de La crisis de la democracia se
los 1990 (pero también de sus límites) refleja en las percepciones que acerca
a favor de la consolidación de la de ésta se tienen. Las mediciones tipo
democracia, apoyándonos más preci- latinobarómetros, con todas sus caren-
samente en el caso ecuatoriano. cias11, pueden constituir un indicador

9 La discusión de los conceptos no se puede incluir en el presente artículo, pero remitimos el lector a las referencias clásicas
sobre autoritarismo y democracia: Linz y Stepan (1978), Linz y Valenzuela (1994) y O’Donnel, Schmitter y Whitehead (1993).
10 Ver Diamond (1996). La consolidación es "el proceso que permite alcanzar una amplia y honda legitimación permitiendo a todos
los actores considerar la democracia como mejor régimen para su sociedad que cualquier otra alternativa realista" (33).
11 La evaluación de las percepciones produce resultados muy distintos, según la escala de tiempo y el tipo de mediciones que
se usa; no hay que sobrevalorar esas cifras. Por tanto, importa destacar tendencias.

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parcial de cómo evolucionan dichas per- A nivel latinoamericano, entre


cepciones. Cabe subrayar que estas 1996 y 2004, el apoyo a la democracia
mediciones se basan en concepciones bajó del 61% al 53%, llegando a su
muy liberales de la democracia, en el nivel más bajo (48%) en 2001. La pre-
sentido político y económico de la ferencia por el autoritarismo oscila
palabra (puesto que según los creadores entre el 18 y el 15%, llegando al
de los latinobarometros, debe estar vin- máximo (19%) en 2001 también. Pero
culada a la economía de mercado), las crece el número de personas que se
mismas que se ven cuestionadas en los declaran "indiferentes" frente al tipo
discursos de los actores sociales. Hecha de régimen político, del 16 al 21%,
esta aclaración, lo que sí revelan estas con un máximo en 2003 (22%)13. En
mediciones son evoluciones distintas el área andina, esta tendencia general se
de las percepciones acerca de la crisis confirma, en el mismo plazo (1996-
de la democracia entre países, y contra- 2004), con excepción de Venezuela,
dicciones entre las lecturas en un donde el apoyo a la democracia crece
mismo país. 12 puntos. En el caso colombiano, el
apoyo a la democracia pierde 14 pun-
La desilusión frente a la tos (baja de 60 a 46%). La tendencia al
democracia como régimen político ideal descenso del apoyo a la democracia es
El primer síntoma de crisis de la más acentuada aún en Bolivia y Perú
democracia en tanto régimen político (19 y 18 respectivamente), pero
ideal, es una fuerte desilusión. La crisis mucho menor en Ecuador (7 puntos).
de "credibilidad" de la democracia se En el caso de Perú, llama la atención,
refleja en la pérdida de apoyo a la demo- de sobremanera, la fuerte disminución
cracia como régimen preferible a cual- del apoyo a la democracia, entre 2003
quier otro. Además, se observa la (52%) y 2004 (45%): una pérdida de 7
tendencia de las poblaciones a afirmar puntos en un año.
su preferencia por el autoritarismo. El caso del Ecuador, en el que
Existe una falta de consenso muy impor- haremos más énfasis a lo largo de este
tante sobre las reglas del juego político artículo, revela dos particularidades:
deseables, y actitudes contradictorias en primer lugar, el apoyo inicial a la
frente a la democracia ideal o real. democracia, en 1996, es bastante
Cuando, además de la preferencia por la menor que en los demás países andi-
democracia, se evalúa la satisfacción nos: 56% contra 60% en Colombia,
con la democracia, se observa que esta 62% en Venezuela, 63% en Perú y 64%
es por lo general bastante inferior a la en Bolivia. En segundo lugar, el apoyo
primera12. El apoyo a la democracia a la democracia (que baja mucho
como régimen preferible va de la mano menos que en los otros países andinos
con una evaluación poco benevolente entre 1996 y 2004) disminuye muy
de la democracia real (incluso en el Cono rápidamente entre 1996 y 1997 y vuel-
Sur y en Costa Rica). ve a crecer en 1998, superando enton-

12 Cifras del Informe-Resumen, 10 años de mediciones, Latinobarometros (2004).


13 Informe-Resumen, 10 años de mediciones, Latinobarómetros, (2004 : 4).

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E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

ces el nivel de 1996. Según los latino- dor16, particularmente acentuada en el


barómetros: en 1996, 52% prefieren la periodo 1997-2000, y la de Bolivia17
democracia, 41% en 1997 y 57% en (2003-2005), no se han traducido por
199814. Pero de acuerdo a otras medi- igual si se toma como indicador la evo-
ciones, crece rápidamente el apoyo al lución del apoyo o el de la satisfacción
autoritarismo en este plazo: si bien en con la democracia.
octubre de 1996, solo 18 % declara-
ban preferir el autoritarismo, son 51% Partidos desacreditados…
en este caso en 199815. Se observa que ¿pero insustituibles?
el apoyo a la democracia bajó drásti- Otro síntoma de crisis de la
camente en 1997, para luego volver a democracia muy importante es la dis-
subir (Massal 1998). minución de la credibilidad de los par-
El indicador de la satisfacción con tidos políticos. En este aspecto, los
la democracia (o sea con el régimen que latinobarómetros evidencian una rup-
existe en un país determinado) ha evo- tura en el año 2000, a partir del cual el
lucionado, de manera general, según un número de personas que no vota por
esquema distinto, entre 1996 y 2004. un partido (46% en 2000, 55% en
Pero la evolución de los dos indicado- 2004) supera el que vota por un parti-
res, preferencia por la democracia (en do (55% en 2000, 45% en 2004) . Así
tanto régimen ideal) y satisfacción con en el 2004, es en Ecuador (26%) y en
la democracia (real) también es distinta Bolivia (24%) donde la tendencia a
de un país a otro: por ejemplo en Perú votar por un partido es la más baja (se
y Venezuela estos dos indicadores –– evalúa a partir de preferencias electora-
apoyo y satisfacción–– evolucionan en les a favor de un partido). En Colom-
el mismo sentido y en la misma propor- bia esa cifra de votantes por un partido
ción exactamente. En cambio, en Ecua- alcanza el 50%, en Venezuela el 47% y
dor baja más la satisfacción que el apoyo en Perú el 41%, el mismo año19.
y en Bolivia baja más el apoyo a la Estudios de caso en Ecuador,
democracia que la satisfacción. Colom- país caracterizado por un sistema mul-
bia presenta la única evolución en dos tipartidista, muestran la tendencia cre-
sentidos opuestos, aunque también en ciente a no votar por un partido
las mismas proporciones. Al nivel andi- "tradicional" (Alcantara y Feidenberg
no, esas cifras de apoyo y satisfacción 2001), sino por "independientes", auto-
deben ser analizadas tomando en cuen- rizados a participar en elecciones presi-
ta la evolución distinta de los países: la denciales y legislativas, por una ley, en
"crisis de gobernabilidad" del Ecua- enero de 199620. El mismo Movimien-

14 Informe de prensa, Latinobarómetros, (1998: 6).


15 Esas cifras son propuestas en El Comercio (Quito), 16 de abril de 1998.
16 Este diagnóstico es muy difundido en Ecuador pero es criticable: Massal (2006).
17 Se puede entender la situación boliviana como el derrumbe del modelo de democracia pactada : Basset (2004)
18 Cifras del Informe-Resumen, 10 años de mediciones, Latinobarómetros, (2004: 29).
19 Cifras del Informe-Resumen, 10 años de mediciones, Latinobarómetros, (2004: 30).
20 Se definen como independientes tanto figuras individuales como movimientos que no acceden a la categoria de partido, por
no cumplir con los requisitos de la ley de partidos para formar tal agrupación política. Sin embargo, los movimientos inde-
pendientes no se benefician del mismo sistema de apoyo estatal en la competición electoral que los partidos.

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to Pachakutik21 se benefició de esta ley La democracia en debate


y participó en julio de 1996 en su pri- La democracia tiende a ser eva-
mera contienda electoral, en la que se luada por los actores sociales según dos
convirtió de inmediato en la tercera parámetros: eficiencia y equidad. En la
fuerza política; pero en las elecciones década perdida se había criticado la
generales de 1998, tan solo representó débil eficiencia de la democracia en
la quinta fuerza del país. Así que la resolver las crisis económicas y los pro-
capacidad de los movimientos sociales blemas sociales que se derivan de éstas
independientes para alterar de forma (pobreza y desigualdades). La eficacia
permanente la dominación de los par- primaría sobre cualquier otra conside-
tidos tradicionales es muy limitada, ración23. Sin embargo, observamos un
como lo muestran estudios de caso en fenómeno novedoso: incluso gober-
el ámbito rural. Por más desacreditados nantes de países con alta tasa de creci-
que sean, los partidos no resultan fáci- miento como Ecuador (6.6% en 2004,
les de sustituir22. poco después de la crisis económica y
Existen por supuesto otros indica- bancaria del 1999 en la que se observó
dores (confianza en las instituciones en una recesión del 7%) y en proceso de
particular), que permiten esbozar un leve recuperación económica, no están
panorama más preciso del descrédito de exentos de verse derrocados. Una alta
la democracia como régimen ideal y tasa de crecimiento24 (que sugiere una
como régimen vigente. Pero en lo que disponibilidad de recursos mayor que
insistimos es que éstos no deben analizar- en la década perdida), si no esta acom-
se de forma estática sino dinámica, enfa- pañada por una redistribución efectiva,
tizando tendencias, para luego ser no es una garantía de estabilidad o de
afinados con análisis cualitativos (que legitimidad del mandatario; cuando
pongan el acento en las causas estructu- persiste un cuadro de pauperización
rales o coyunturales de estas evoluciones). crónica y después de un brutal descen-
Esto permitiría examinar por qué esas so del nivel de vida en cinco años25. El
evoluciones parecen a veces contradicto- caso de Ecuador muestra que en el
rias o poco coherentes a priori, y enten- contexto de una leve recuperación
der, de esta forma, las contradicciones en económica pero de pobreza y desi-
las actitudes frente a la democracia. gualdad amplias, la crisis institucional

21 Este movimiento (cuyo nombre completo era "Movimiento de Unidad Plurinacional Nuevo País Packakutik, MUPNPP, hasta
1997 y luego se convirtio en "Movimiento de Unidad Plurinacional Packakutik" o Movimiento Pachakutik), es un actor que
se conforma entre 1995 y 1996 como una coalición reagrupando, inicialmente, tres conjuntos de actores sociales heterogéneos:
la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), principal organización indígena en Ecuador; la Coor-
dinadora de Movimientos Sociales (CMS, 1995) y el Movimento de Ciudadanos por un Nuevo País (NCNP) dirigido por
intelectuales y periodistas de la Universidad de Cuenca. Este último se apartó en 1997, por divisiones internas.
22 Veáse Rivera y Chiriboga (1989), artículo en el que se analizan las preferencias de las comunidades indígenas frente a par-
tidos de derecha y de izquierda. Nuestra investigación acerca de la participación indígena entre 1996 y 1998 muestra que,
en la región rural alrededor de Otavalo, las comunidades indígenas "prefieren" otros partidos al Movimiento Pachakutik,
su potencial representante (Massal 2001).
23 Esta crítica, desde los movimientos sociales contemporáneos, se remite al debate entre partidarios de una democracia for-
mal o minimalista, y los que propugnan por una democracia no solo institucional o procedural. Un sustento teórico de la
visión a favor de una democracia mas sustantiva, lo ofrece, entre otros, Mouffe (1992).
24 En 2005, la tasa de crecimiento de América latina es de 4% y se proyecta una tasa similar para 2006: José Luis Machinea
(CEPAL), en El Comercio (Quito), 8-08-05: "Esperanzador escenario".
25 En 1999, la tasa de pobreza es 1.5 veces superior a la de 1995, ver SIISE (2000).

117
E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

vuelve a cobrar fuerza, como quedó esta vinculada a la dimensión ética del
evidenciado en la rebelión de los forajidos quehacer político y la ética se fortalece por
en abril de 2005. Se precisa garantizar la eficiencia en la redistribución social.
un estado de derecho justo que no permita Esto obedece a una reorientación de
la impunidad. la reflexión sobre la democracia, ante
Así es como el debate político cierto agotamiento de las esperanzas pues-
en torno de las condiciones propicias tas en los procesos de democracia local, de
para la consolidación de la democra- descentralización y de participación popu-
cia se ha orientado hacia la lucha con- lar que habían florecido durante la
tra la corrupción, la transparencia década pasada. Este agotamiento, sin
institucional y el control del gasto fis- embargo, no significa que los intentos
cal, en un contexto de escasez de de consolidación hayan fracasado por
recursos o de poca voluntad política completo, puesto que han generado
para redistribuir los disponibles. Esa varios cambios políticos importantes,
evolución del debate político se debe en términos de redefinición de las
parcialmente a los nuevos movimien- modalidades de la participación y la
tos sociales, que insisten en el respeto representación política. En la tercera
a la equidad y la justicia, y en el parte, se evalúan dichos cambios y sus
rechazo a la impunidad y la corrup- impactos pero también los limites que
ción, entre otros aspectos éticos. La los movimientos sociales han encon-
crisis ecuatoriana de 2005 parece trado al insertarse en el sistema polí-
ilustrar el compromiso de los ciuda- tico, para hacer el balance del impacto
danos en sostener las instituciones, de estos cambios sobre la consolida-
como garantes del estado de derecho, ción de la democracia, a partir del
por cuanto las reivindicaciones de los caso ecuatoriano.
actores sociales eran la defensa de la
independencia de los organismos de 3. Alcances y limites de las estrategías
control (tribunal supremo electoral, de participación y representación sobre
Corte Suprema de Justicia y Tribunal la consolidación democrática: enseñanzas
Constitucional) frente al poder ejecu- del caso ecuatoriano
tivo y a los partidos políticos, y el
rechazo a la impunidad, ante la La errática inserción política
amnistía acordada el 5 de abril de del Movimiento Pachakutik
2005 a tres ex mandatarios (dos presi- En la década de los noventa, en
dentes y un vice-presidente) involu- Ecuador, los movimientos sociales (indí-
crados en casos de corrupción, por genas y de afro-descendientes, mujeres y
una Corte Suprema de Justica consi- jóvenes, organizaciones urbanas, ecolo-
derada como controlada por el presi- gistas, etc.) definieron las estrategias
dente Lucio Gutiérrez (Massal 2006). requeridas para fortalecer y re-legitimar
Dicho ejemplo muestra que es preci- la democracia: redistribuir el poder
so reiniciar un debate sobre el estado mediante la construcción, al nivel local,
de derecho que sustenta la consolida- de una democracia participativa, asociada
ción de la democracia (O'Donnell a la descentralización y a un proyecto de
2004: 38). En el discurso de los acto- autogestión en las comunidades indíge-
res sociales, la eficiencia de la democracia nas (Massal 1999; 2000); redefinir las

118
J ulie Massal

reglas de la representación política y miento Pachakutik conquistó espacios al


revalorizarla al introducir algunas formas nivel local pero también nacional (1996),
de participación no tradicionales; y por antes de retroceder al nivel nacional en
último, redefinir los modos de acceso a la 1998 y recuperarse al nivel local en
ciudadanía y el contenido mismo de la 200027. En 2002, Pachakutik, junto con
ciudadanía, y reformar a el estado (Mas- una coalición de partidos de izquierda, y
sal 2005a). Dichos discursos fueron ela- de organizaciones indígenas, apoyó al ex
borados en los años noventa, al calor de coronel Lucio Gutiérrez, quien resultó
varias movilizaciones, como los levanta- vencedor en la segunda vuelta electoral,
mientos de 1990 y 1994 y la marcha de e incorporó de forma limitada varios
las organizaciones amazónicas de 1992 miembros de Pachakutik a su gobierno
(donde se formuló la reivindicación de en enero de 2003, pero la ruptura ocu-
un Estado Plurinacional y de autonomía rrió siete meses después (Massal 2005b).
de los territorios ancestrales indígenas), En las elecciones locales de 2004, des-
así como durante la preparación de la pués de la breve pero estrepitosa expe-
Asamblea Constituyente de 1997-1998, riencia de participación del Movimiento
cuando la Confederación de las Nacio- Pachakutik en el gobierno de Lucio
nalidades Indígenas del Ecuador Gutiérrez, el movimiento indígena apa-
(CONAIE), en este entonces principal reció fracturado. La representación terri-
actor indígena, elaboró su propio pro- torial adquirida era inestable: las bases de
yecto de Constitución26. Pachakutik abarcaban sectores no indí-
En cuanto a la primera estrategia, genas urbanos, lo que permitió al movi-
la conquista y el fortalecimiento del miento tener una representación
poder local, cabe mencionar que ésta nacional asentada sobre todo en las ciu-
estuvo acompañada, en el caso de los dades de la Sierra, pero no tenía un bas-
actores indígenas, de una autonomiza- tión local fuerte y estable, como lo
ción creciente frente a los partidos polí- muestran sus reversos electorales (por
ticos. En efecto, la conquista del poder ejemplo cuando pierde en 1998 la alcal-
local se vio acompañada de la creación día de Cuenca conquistada en 1996).
de un representante nacional de los acto- El análisis de los movimientos
res indígenas y de sus aliados, que fuera indígenas y campesinos muestra que
autónomo frente a los partidos tradicio- pese a su importancia política global,
nales y que pudiera conquistar también existen dinámicas muy distintas
el poder legislativo y ejecutivo. Así es según las regiones, e incluso un cier-
como nació el Movimiento de Unidad to declive en la década del 1990 en
Plurinacional Nuevo País Pachakutik zonas donde las organizaciones indíge-
(MUPNPP), en el Ecuador. El Movi- nas locales eran fuertes en los años

26 Sobre sus programas y discursos políticos, dado el espacio limitado en el presente articulo, remitimos a los documentos de
la CONAIE, entre otros: Programa Nacional 500 años de Resistencia India, Quito 1992 ; Proyecto Político Consejo de Gobier-
no de la CONAIE (versiones de 1994 y 1997); Proyecto de Constitución del Estado Plurinacional en el Ecuador, Asamblea
Constituyente del Pueblo, Conaie, octobre-décembre 1997; Las Nacionalidades Indígenas y el Estado Plurinacional, 1997
(Conaie-Ecuarunari-Confeniae).
27 Así, en 1996, Pachakutik conquistó tres alcadías y varios representantes locales (65), así como un 10% de la representación
legislativa. En 1998 su representación legislativa bajó a 4% y perdió espacio al nivel local. Pero en 2000, reconquista un
fuerte poder local, con 27 alcadías, y más de 400 representantes locales (consejeros provinciales, consejales municipales y
representantes en juntas parroquiales). Sin embargo las comparaciones son delicadas debido a múltiples cambios en las
reglas del juego electoral y en la oferta política en cada contienda.

119
E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

ochenta (Otavalo, provincia Imbabura, les, y no una dirección centralizada; un


por ejemplo), mientras se fortalecen en proceso de consulta interna, y un proce-
otras regiones (provincia Cotopaxi). so de rendición de cuentas a las bases
Pero es evidente el desfase entre diná- pero sobre todo, apartarse de las prácticas
mica nacional y dinámicas locales, en el corruptas y del clientelismo. No obstan-
balance de la movilización indígena. te, los límites opuestos por el sistema
A su vez, los vaivenes de la con- político al movimiento independiente
quista del poder legislativo y ejecutivo llevaron Pachakutik a adoptar muy
han puesto de relieve un doble desafío pronto las criticadas prácticas, en particu-
para los movimientos sociales indígenas: lar restringir la consulta interna y tejer
por un lado se observa la dificultad para alianzas con partidos tradicionales, ya sea
estos actores sociales de transformarse en por pragmatismo, ya sea a regañadientes.
actores políticos sin adquirir las prácticas Los militantes y dirigentes también
polémicas de los partidos tradicionales experimentaron la dificultad de consul-
que tanto denunciaban (Massal 1999; tar con los miembros de sus organizacio-
2000); y por otro lado, los obstáculos que nes y generar debates amplios sobre sus
han encontrado movimientos sociales alianzas electorales o de socializar las
independientes, aún reacios a transfor- decisiones antes de tomarlas, lo que desa-
marse en partidos, para conquistar una creditó la dirección nacional del Movi-
representación política estable y consoli- miento Pachakutik a los ojos de las
dada frente a los partidos tradicionales, organizaciones locales. También la
quienes se resisten a una verdadera aper- corrupción afectó muy temprano al
tura del sistema político (Alcantara y movimiento (en abril de 1997 varios de
Freidenberg 2001). Si bien las elecciones sus diputados fueron destituidos). Final-
son regulares, relativamente abiertas, y mente, la participación del Movimiento
existe una información suficiente acerca Pachakutik (con 6 ministros pero poco
de la oferta electoral, las trabas sociopolí- autónomos o sin presupuesto para ejecu-
ticas dificultan la expresión de las prefe- tar obras, y en abierto conflicto con el
rencias electorales por parte de los resto del gobierno28) en el gobierno de
votantes. Finalmente se observa la difi- Gutiérrez, tuvo como resultado su debi-
cultad para Pachakutik de cambiar las litamiento y descrédito como opositor;
prácticas de campaña electoral de los hecho que finalmente lo condujo a
demás partidos, y presentarse como una replegarse sobre la esfera local, para
alternativa real y creíble. reconstruir sus bases. Esta experiencia
Un balance de los efectos de la dejó frustraciones muy altas.
movilización indígena hasta el 2000 ilus- Pero también cabe insistir en las
tra como el Movimiento Pachakutik se dificultades encontradas al nivel local y
construyó con el claro objetivo de reno- sobre todo en el ámbito rural. En par-
var las prácticas políticas. Por ejemplo, en ticular, es necesario hacer énfasis en
contraposición de los partidos políticos, que las prácticas de movilización y la
buscó crear una estructura directiva toma de decisiones de las organizacio-
interna horizontal con portavoces igua- nes indígenas que componen el Movi-

28 Por ejemplo, Pachakutik estaba en desacuerdo con la politica económica demasiado ajustada a los dictamenes del FMI a
su criterio y con la política petrolera, tendiente a una creciente privatización del recurso petrolero (Massal 2005b).

120
J ulie Massal

miento Pachakutik, también tienen un Aunque los actores sociales con-


rasgo autoritario. No siempre se imple- testatarios han producido reformas
mentan en el seno de estas organizacio- importantes en el sistema electoral,
nes las prácticas "andinas" alternativas al estas no sólo fueron el fruto de la
nivel local, como la asamblea general movilización indígena sino que tam-
inspirada en la asamblea comunitaria bién fueron el resultado de un com-
(supuestamente fundamentada en la promiso con las iniciativas de los
igualdad de las voces de todos los par- partidos que buscaban fortalecerse. Y
ticipantes y en la deliberación por con- en la práctica política, los actores socia-
senso y no por mayoría), o la consulta les no siempre pudieron sacar prove-
de las bases antes de tomar una deci- cho de estas reformas, mientras los
sión. Además también se cuestiona, de partidos políticos, aunque todavía cri-
forma más radical, la poca renovación ticados o deslegitimados, han logrado
de los cuadros dirigentes de los movi- recomponer el tablero político en su
mientos sociales, otro rasgo muy criti- favor, en 199829, después de haber sido
cado en los partidos tradicionales. destabilizados en 1994-199630.
Las causas de las dificultades para En 2005, la rebelión de los forajidos
apartarse de las prácticas de los partidos expresó reinvindicaciones similares a las
no se vinculan solo con una simple falta de Pachakutik diez años atrás, lo cual
de voluntad política por parte de las diri- revela en parte las limitaciones del
gencias, sino que existen obstáculos afin- cambio que Pachakutik pudo introdu-
cados en las estructuras sociales y cir en la práctica política: democracia
políticas vigentes que hacen difícil que interna en los partidos, renovación de
las comunidades indígenas reviertan el cuadros y de la clase política, rechazo
peso del clientelismo a favor de los par- de la corrupción y del clientelismo
tidos tradicionales y cuestionen el predo- siguen siendo hoy anhelos de una inci-
minio de las relaciones sociales heredadas piente nueva generación de actores
del latifundio, como el caciquismo.Ade- sociales, en especial movimientos juve-
más existen fuertes divisiones locales niles urbanos, sobre los que se precisan
internas en torno a las estrategias de par- nuevas investigaciones (Massal 2006).
ticipación electoral del Movimiento
Pachakutik; este fue el caso en Otavalo, Representación, participación
donde la decisión de participar en las y consolidación democrática
elecciones de 1996 y 1998 y de tejer La consolidación democrática es
alianzas electorales con partidos tradicio- el proceso de institucionalización del
nales generó divisiones entre actores régimen, que se caracteriza por la
campesinos y urbanos, y entre la organi- adopción o apropiación de las reglas del
zación social local y el Movimiento juego democrático por los actores políticos y
Pachakutik (Massal 2005a). los ciudadanos. Sin embargo, es preciso

29 Por ejemplo, aunque en 1998 se impone en las elecciones legislativas el voto de listas o entre listas, en regiones donde son
fuertes, los partidos tradicionales impusieron "el voto en plancha", que les benefició: lograron mayores numeros de votos,
lo que a su vez, debido a las reformas del sistema electoral, reforzó su representación legislativa (Massal 1998).
30 Sin embargo las reglas del juego (modos de votación, repartición de escaños) cambian en cada elección, y esta inestabili-
dad dificulta un análisis de tendencias para evaluar los impactos concretos de estas reformas sobre la representación insti-
tucional y el sistema de partidos.

121
E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

subrayar que dicho proceso de consoli- electoral. En consecuencia, donde se


dación no obedece a un ideal sino a extiende la representación, disminuye
trayectorias específicas en cada país. la participación. En América latina,
Esas trayectorias se remiten a la cons- esta evolución ha sido notoria des-
trucción socio-histórica del Estado pués de las transiciones democráticas
(PNUD, 2004) y a las características de los años 1980 (Chalmers, Scott y
reales de cada sociedad (León 2004). Piester 1997). La evolución en Ecua-
Los interrogantes que genera el dor se diferencia en algunos puntos
caso ecuatoriano son complejos: ¿por de la evolución latinoamericana que
qué Ecuador, cuya transición demo- reseñan los autores mencionados:
crática relativamente pacífica fue con- aumento de la participación durante
siderada exitosa, experimenta hoy la transición y luego declive de la par-
dificultades en "consolidar" la demo- ticipación y aumento de la represen-
cracia? ¿Se debe a una excesiva parti- tación. En Ecuador, la participación
cipación de los actores sociales, según de los movimientos sociales también
argumentan los partidarios de una fue restringida durante la transición
democracia minimalista, elistista, o por democrática (1976-1979). Sin embar-
el contrario a una insuficiente partici- go, al finalizar la transición (1979),
pación, como lo afirman los partida- aunque la década de los 1980 no fue
rios de una democracia participativa? propicia para la movilización social
Por un lado, se conciben los movi- (Gaitan 1992), los actores sociales de
mientos sociales como un actor que, al ese país adquieren más rápidamente
ser incorporado o incluido en el siste- una capacidad de reorganización, en
ma político, puede "democratizar la torno a los movimientos indígenas.
democracia", y se recalca la necesidad En los años 1990, las formas de repre-
de que los actores sociales participen sentación se multiplican, diversifican
en la toma de decisiones políticas. Por y renuevan, mientras la participación
otro lado, se denuncia el posible efec- política sigue siendo limitada frente a
to desestabilizador que los movimien- los obstáculos que opone el mismo
tos sociales pueden tener para la sistema político. Cuando ocurre, la
democracia al tomar decisiones fuera participación procede sobre todo de
de los ámbitos institucionalizados o al las ONG y de sectores urbanos.
presionar por el derrocamiento de Sin embargo, la movilización de
gobiernos electos, lo cual expresaría el los actores indígenas permite relativizar la
predominio de intereses minoritarios oposición entre representación y participa-
o corporativos que no respetan la ción, puesto que estos actores propo-
voluntad expresada en las urnas (Htun nen renovar a la vez la representación
2005: 35-37). y la participación y buscan conquistar
En un régimen fundamentado espacios de poder mediante la repre-
en una democracia elitista, representa- sentación institucional, al mismo
ción y participación parecen oponer- tiempo que promueven formas de
se o excluirse. Dicha democracia no participación por fuera del sistema
se asienta sobre una ampliación de la institucional, mediante varias formas
participación sino exclusivamente en de acción colectiva como marchas y
la representación, mediante la vía levantamientos.

122
J ulie Massal

En efecto, la CONAIE, como Conclusión


organización social, mantuvo moviliza- Son varios los motivos por los
ciones durante la década de los noventa, que fracasaron, total o parcialmente, los
incluso después de entrar como prota- intentos de fomentar una democracia
gonista principal pero no exclusivo en participativa y reformar profundamen-
el Movimiento Pachakutik, en 1996, te la representación institucional, de
afirmando siempre su autonomía res- modo que los movimientos sociales no
pecto de este último. Hubo entonces, en lograron desplazar a los partidos pese al
la segunda parte de ésta década, una descrédito aún alto de estos últimos (en
organización social contestataria, la Ecuador particularmente). En el ámbi-
CONAIE, que generó muchas movili- to político, no pudieron modificar fun-
zaciones (en 1997 y en 1999) contra los damentalmente las reglas de la
gobiernos de turno (Massal 2005a), y un representación institucional, aunque sí
Movimiento Pachakutik con una repre- lograron algunos cambios electorales
sentación legislativa desde 1996. Estos importantes (pero inestables) en los
dos actores se dividieron en torno a la modos de votación y repartición de
estrategia en 2000: mientras la dirigen- escaños. Además los movimientos
cia de la CONAIE apoyó y participó en sociales entraron a participar en la
el golpe de estado llevado a cabo por un competición política en condiciones de
sector del ejército (21 de enero de desventaja frente a los partidos, aunque
2000), representado por el coronel aquí también existen dinámicas distin-
Lucio Gutiérrez, el Movimiento Pacha- tas según países o regiones del área
kutik condenó esta acción y varios de andina, debido a la existencia de meca-
sus diputados rechazaron renunciar a su nismos especiales de representación y a
curul, como se lo pedía la CONAIE. los efectos contrastados de la descentra-
Esta grave crisis fue motivo de hondos lización al nivel municipal (Van Cott
debates sobre la estrategia política de 2003). Igualmente cabe resaltar su inca-
cara a las elecciones de 2002, y luego se pacidad para apartarse de las prácticas
profundizó cuando la experiencia de (clientelismo, centralismo o incluso un
participación del Movimiento Pachaku- cierto autoritarismo) que han desacre-
tik en el gobierno de Lucio Gutiérrez ditado los partidos y que afectan más
fracasó (2003) y generó una profunda fuertemente a un partido joven sin
ruptura dentro de Pachakutik y de la recursos y sin una militancia fuerte al
CONAIE. Estos dos actores siguen hoy nivel local en ciertas regiones. Tampo-
en día divididos en cuanto a la estrate- co pudo generarse un cambio profun-
gia para reconquistar el poder, aunque do de la representación local aunque en
parece que la opción de un candidato ciertas regiones y localidades (en la Sie-
autónomo e indígena de Pachakutik rra central del Ecuador) se ha logrado
(Luis Macas), se haya impuesto sobre las crear un poder indígena.
posibles alianzas con otros actores polí- No obstante, los logros del movi-
ticos. Las elecciones presidenciales de miento indígena en Ecuador han sido
2006 constituyen un reto para el Movi- importantes en el plano discursivo y sim-
miento Pachakutik, que debe buscar su bólico, por cuanto el trato social hacia los
consolidación nacional, diez años des- indígenas es menos discriminatorio (el
pués de su nacimiento. racismo se ha vuelto más tácito). Desatar

123
E l papel de los movimientos sociales en la consolidación democrática

un debate sobre la ciudadanía, el estado- día, pocos de los criterios teóricos de


nación, la reforma del estado, y la demo- consolidación de la democracia pare-
cracia, resultó todo un desafío político. cen cumplirse (O'Donnell 1996), pero
Pese a los resultados electorales inestables sobre todo, no se vislumbra un camino
en los 10 años de participación del claro para avanzar hacia este objetivo.
Movimiento Pachakutik y sus impactos
limitados sobre el sistema político, dicho Bibliografía
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sectores no indígenas, ha logrado generar ticos en América latina, precisiones conceptuales,
una parcial redefinición del debate polí- estado actual y retos futuros. Barcelona: CIDOB
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hay que olvidar los logros mas "simbóli- vio. 2001. Los dueños del poder: partidos políticos
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reconocimiento como un grupo social Alenda, Stephanie. 2003. "Les
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creciente de que "ser indio" no es sinó- en Bolivie", Problèmes d'Amérique latine,
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sino que se agrava y se debilita la satis- Carrión Francisco (comp.) 2003.
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