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EL PAPEL DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA CONSOLIDACION DEMOCRATICA. Julie Massal PDF
EL PAPEL DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA CONSOLIDACION DEMOCRATICA. Julie Massal PDF
EL PAPEL DE
LOS MOVIMIENTOS
SOCIALES EN LA
CONSOLIDACIÓN
DEMOCRÁTICA:
reflexiones alrededor
del caso ecuatoriano
en perspectiva comparada
Julie Massal1
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J ulie Massal
In the 1990s, the theoretical and political debate focused on the role of social
movements in democratic consolidation. This article seeks to analyze if social
movements reached a better political insertion that resulted beneficial for the
consolidation of democracy. For this aim, it is necessary to make a critical
evaluation from two standpoints: first, from a comparative perspective, in reference
to the persistent crisis of democracy and recent debates that have appeared around
the different ways to obtain its consolidation; and second, grounded on the
empirical evidence of the Ecuadorean experience, in reference to the effects ad
limits of the political reforms implemented during the 1990s in order to reach this
consolidation. In this sense, the Ecuadorean case poses many questions, since until
1997 it was considered as a succesful example of democratization, and afterwards
it turned into a paradigmatic case of political inestability.
1 Profesora de relaciones internacionales en el Instituto de estudios politicos y relaciones internacionales IEPRI, Universi-
dad nacional, Bogota. Politologa, Doctora en ciencias politicas del Instituto de estudios politicos de Aix en Provence, Uni-
versidad Aix-Marseille III, Francia.
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n la década de los noven- debido a su "reducción" como resultado
ta, el debate teórico y de las políticas de ajuste estructural y de
político ha puesto el énfa- auge del neoliberalismo. Dichas políticas
sis en el papel que pueden y deben jugar desembocaron en una reducción de los
los movimientos sociales en la consolida- recursos del estado y por ende de su
ción de la democracia2. Si bien durante capacidad redistributiva, e incentivaron a
los años ochenta, se consideraba a estos muchos sectores –– entre éstos los
actores poco relevantes en el análisis de movimientos sociales –– , a promover
las transiciones democráticas (Guilhot y una creciente descentralización. Esta
Schmitter 2000), esta situación ha cam- voluntad de descentralización surgió
biado en la siguiente década, debido al como paliativo a la ausencia o incapaci-
surgimiento, en América latina, de fuer- dad del estado para cubrir las necesida-
tes movimientos sociales que han desa- des básicas en los campos sociales, y a su
fiado los partidos políticos y gobiernos vez, lo debilitó en tanto actor político,
en el poder, al reivindicar una democra- puesto que su fragilidad económica
cia más representativa, o incluso una afectó su credibilidad y su legitimidad.
democracia participativa.A nivel teórico, Pero, de forma paradójica, el estado, aún
el rol de los movimientos sociales ha debilitado, sigue siendo el arbitro de los
empezado a ser objeto de análisis por conflictos, aunque no tenga los recursos,
parte de los estudiosos de la democrati- la voluntad o la credibilidad política para
zación (Schmitter 1993; Collier y lograrlo (por ejemplo está interpelado
Mahoney 1997; Chalmers y Vilas 1997), por los movimientos sociales, cuando
que se enfocan en las formas de repre- estos actores reivindican un control
sentación e institucionalización de la estatal y se oponen a un mayor control
participación de los actores políticos y de las empresas multinacionales sobre
sociales. Pero son, sobre todo, los teóricos los recursos estratégicos como agua,
de la movilización social los que han petróleo, gas, como lo ilustran los deba-
planteado este tema como relevante en tes en torno al uso de los hidrocarburos
el análisis de la consolidación de la democra- en Bolivia y Ecuador en los últimos
cia (Slater 1991; 1994). años). En dicho contexto muy breve-
Es preciso recalcar, muy breve- mente reseñado, los movimientos socia-
mente, que el resurgimiento de los les han buscado renovar y reforzar al
movimientos sociales en los noventa en estado, pero también, con cierta ambi-
América latina y en particular en Ecua- güedad, lo han debilitado al pedir una
dor, ocurrió en un contexto de profun- mayor descentralización en un contexto
da transformación del estado, inspirado de reformas neoliberales; una evolución
en el Consenso de Washington; puesto que fue notoria en el caso del Ecuador
que en las dos últimas décadas éste redu- (Massal 1999) pero que amerita investi-
jo su intervención en muchos campos, gaciones comparadas.
2 Según la definición propuesta por A. Melucci (1988: 329-348), un movimiento social es el producto de una red de rela-
ciones sociales que evoluciona constantemente; en otros terminos no se trata de un actor homogéneo sino plural hetero-
géneo fruto de alianzas dinámicas, en el que están en juego permanentemente la definición de su estrategia y de su
identidad colectiva.
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3 Al menos formalmente, aunque estos derechos civiles también se ven afectados: por ejemplo, cuando la ley de implemen-
tación de la dolarización en Ecuador en 2000 (llamada Ley Trole) incluye medidas que aumentan la flexibilización labo-
ral y restringen la libertad de sindicarse. La misma Constitución de 1998 en Ecuador (art.35.3) prohibe el derecho de
huelga en los sectores públicos.
4 En este punto, faltan investigaciones concretas para analizar este proceso de reapropiación y difusión de los conceptos y
paradigmas y su reutilización en el discurso político, por tanto sería útil analizar las trayectorias sociales de los dirigentes y
militantes de los movimientos y su percepción de los conceptos importados y creados en otros contextos sociales. Hemos
analizado hasta qué punto el discurso politico del movimiento indígena en Ecuador puede calificarse como "comunita-
rista", para mostrar sus diferencias y reservas respecto de este pensamiento teórico (Massal 2000).
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5 La experiencia ecuatoriana de evolución del movimiento indígena, desde los 1970 hasta el golpe de estado de enero de
2000, y los límites de su inserción política en los años 1990, fue analizada en Massal (2005b). Un trabajo de campo reali-
zado entre julio y agosto de 2003, cuando ocurrió la ruptura entre el movimiento indigena y el gobierno de Lucio Gutié-
rrez, dio lugar a un artículo sobre las causas del fracaso de la participación indígena en el poder: Massal (2003). Por tanto,
no incluimos en el presente artículo los análisis detallados en estas dos referencias.
6 La literatura es abundante.Ver, por ejemplo, Huerta (2000), De la Fuente (2002),Van Cott (2003) y Carrión (2003).
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les que se tejieron con el objetivo de década de los noventa, se propició una
fortalecer poderes locales y de ejercer un renovación de la representación política
mayor control político sobre las decisio- mediante una reforma del sistema polí-
nes de los gobiernos o sobre el manejo tico y electoral que permitiera incluir a
de los recursos naturales "estratégicos" los movimientos sociales, para de esta mane-
(agua, gas, petróleo). Esas distintas movi- ra re-legitimar y reforzar los entes legislati-
lizaciones demostraron la voluntad de vos. En el caso ecuatoriano7, hubo un
los actores sociales de incidir, a menudo amplio debate sobre las reglas del juego
en un ámbito local y a veces nacional, político-electoral que dio lugar a un
sobre los procesos de decisión (Garcia conjunto de reformas del sistema elec-
Linera 2006). En algunos casos, se bus- toral (1994-1998), definidas en medio
caba simplemente re-legitimar la demo- de un intenso debate de diversas fuer-
cracia representativa y fortalecerla al zas políticas, tanto partidos tradiciona-
desarrollar nuevos modos y ámbitos de les como novedosos movimientos
participación ciudadana al nivel local, así sociales. No obstante, los actores repre-
como modificar la representación insti- sentados en el congreso no se renova-
tucional, pero sin alterar fundamental- ron realmente, pese a una aparente
mente la repartición del poder. Pero en apertura a nuevos actores sociales, como
otras ocasiones, se buscaba desarrollar lo recalcamos anteriormente. Esta
una democracia participativa en el "apuesta" por los movimientos sociales
ámbito local o incluso desarrollar estra- aparecía como una alternativa política
tegias de participación al nivel nacional, frente a unos partidos políticos desacre-
que modificaran más radicalmente las ditados por sus prácticas (clientelismo,
reglas del juego político. Este es el caso corrupción, poca democratización
en Ecuador donde los movimientos interna), y su poca representatividad,
indígenas reivindican, en la década de como se denunció a mediados de los
1990, una democracia participativa y un 1990 (Alcantara 2004, Tanaka 1997), y
estado plurinacional. Estas dos reivindi- como aún se hizo presente una década
caciones combinadas cuestionan los más tarde, durante la rebelión de los fora-
mismos fundamentos sociales, económi- jidos8 de Ecuador, en abril de 2005
cos y políticos sobre los cuales se cons- (Massal 2006).
truyó la ciudadanía en ese país y en el Sin embargo, los alcances de las
área andina (Massal 2005a). reformas del poder local y de la repre-
El otro tema de debate se refiere sentación institucional, que supondrí-
al cambio de reglas del juego en el an una mayor inserción de los
ámbito electoral e institucional. En la movimientos sociales en el sistema
7 Ese movimiento también se dio en Bolivia, en el marco del debate sobre la renovacion del pacto democrático y la renova-
ción del sistema de partidos, a raiz de la emergencia de movimientos que destabilizaro las alianzas tradicionales (Alenda 2003).
8 Esa denominación se refiere al conjunto de movilizaciones (marchas, paros) que ocurrieron entre los 13 y 20 de abril de
2005, y que desembocaron sobre la salida forzoza del presidente Lucio Gutiérrez, cuando este perdió el apoyo de las Fuer-
zas Armadas (20 de abril de 2005). El termino "forajido" fue utilizado por L. Gutiérrez de forma despectiva contra mani-
festantes pero su uso fue revertido por ellos, quienes reinvindcaron su"calidad" de forajido, y por la prensa que difundio
esa denominación para calificar aquellos acontecimientos. Es de resaltar que esa "rebelion de los forajidos" tiene caracte-
risticas ineditas respeto de otras movilizaciones, porque se trata de acciones de la clase media o alta urbana de Quito, en
las que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), principal movimiento social ecuatoriano
en los últimos quince años, solo actuó de forma marginal.
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9 La discusión de los conceptos no se puede incluir en el presente artículo, pero remitimos el lector a las referencias clásicas
sobre autoritarismo y democracia: Linz y Stepan (1978), Linz y Valenzuela (1994) y O’Donnel, Schmitter y Whitehead (1993).
10 Ver Diamond (1996). La consolidación es "el proceso que permite alcanzar una amplia y honda legitimación permitiendo a todos
los actores considerar la democracia como mejor régimen para su sociedad que cualquier otra alternativa realista" (33).
11 La evaluación de las percepciones produce resultados muy distintos, según la escala de tiempo y el tipo de mediciones que
se usa; no hay que sobrevalorar esas cifras. Por tanto, importa destacar tendencias.
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21 Este movimiento (cuyo nombre completo era "Movimiento de Unidad Plurinacional Nuevo País Packakutik, MUPNPP, hasta
1997 y luego se convirtio en "Movimiento de Unidad Plurinacional Packakutik" o Movimiento Pachakutik), es un actor que
se conforma entre 1995 y 1996 como una coalición reagrupando, inicialmente, tres conjuntos de actores sociales heterogéneos:
la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), principal organización indígena en Ecuador; la Coor-
dinadora de Movimientos Sociales (CMS, 1995) y el Movimento de Ciudadanos por un Nuevo País (NCNP) dirigido por
intelectuales y periodistas de la Universidad de Cuenca. Este último se apartó en 1997, por divisiones internas.
22 Veáse Rivera y Chiriboga (1989), artículo en el que se analizan las preferencias de las comunidades indígenas frente a par-
tidos de derecha y de izquierda. Nuestra investigación acerca de la participación indígena entre 1996 y 1998 muestra que,
en la región rural alrededor de Otavalo, las comunidades indígenas "prefieren" otros partidos al Movimiento Pachakutik,
su potencial representante (Massal 2001).
23 Esta crítica, desde los movimientos sociales contemporáneos, se remite al debate entre partidarios de una democracia for-
mal o minimalista, y los que propugnan por una democracia no solo institucional o procedural. Un sustento teórico de la
visión a favor de una democracia mas sustantiva, lo ofrece, entre otros, Mouffe (1992).
24 En 2005, la tasa de crecimiento de América latina es de 4% y se proyecta una tasa similar para 2006: José Luis Machinea
(CEPAL), en El Comercio (Quito), 8-08-05: "Esperanzador escenario".
25 En 1999, la tasa de pobreza es 1.5 veces superior a la de 1995, ver SIISE (2000).
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vuelve a cobrar fuerza, como quedó esta vinculada a la dimensión ética del
evidenciado en la rebelión de los forajidos quehacer político y la ética se fortalece por
en abril de 2005. Se precisa garantizar la eficiencia en la redistribución social.
un estado de derecho justo que no permita Esto obedece a una reorientación de
la impunidad. la reflexión sobre la democracia, ante
Así es como el debate político cierto agotamiento de las esperanzas pues-
en torno de las condiciones propicias tas en los procesos de democracia local, de
para la consolidación de la democra- descentralización y de participación popu-
cia se ha orientado hacia la lucha con- lar que habían florecido durante la
tra la corrupción, la transparencia década pasada. Este agotamiento, sin
institucional y el control del gasto fis- embargo, no significa que los intentos
cal, en un contexto de escasez de de consolidación hayan fracasado por
recursos o de poca voluntad política completo, puesto que han generado
para redistribuir los disponibles. Esa varios cambios políticos importantes,
evolución del debate político se debe en términos de redefinición de las
parcialmente a los nuevos movimien- modalidades de la participación y la
tos sociales, que insisten en el respeto representación política. En la tercera
a la equidad y la justicia, y en el parte, se evalúan dichos cambios y sus
rechazo a la impunidad y la corrup- impactos pero también los limites que
ción, entre otros aspectos éticos. La los movimientos sociales han encon-
crisis ecuatoriana de 2005 parece trado al insertarse en el sistema polí-
ilustrar el compromiso de los ciuda- tico, para hacer el balance del impacto
danos en sostener las instituciones, de estos cambios sobre la consolida-
como garantes del estado de derecho, ción de la democracia, a partir del
por cuanto las reivindicaciones de los caso ecuatoriano.
actores sociales eran la defensa de la
independencia de los organismos de 3. Alcances y limites de las estrategías
control (tribunal supremo electoral, de participación y representación sobre
Corte Suprema de Justicia y Tribunal la consolidación democrática: enseñanzas
Constitucional) frente al poder ejecu- del caso ecuatoriano
tivo y a los partidos políticos, y el
rechazo a la impunidad, ante la La errática inserción política
amnistía acordada el 5 de abril de del Movimiento Pachakutik
2005 a tres ex mandatarios (dos presi- En la década de los noventa, en
dentes y un vice-presidente) involu- Ecuador, los movimientos sociales (indí-
crados en casos de corrupción, por genas y de afro-descendientes, mujeres y
una Corte Suprema de Justica consi- jóvenes, organizaciones urbanas, ecolo-
derada como controlada por el presi- gistas, etc.) definieron las estrategias
dente Lucio Gutiérrez (Massal 2006). requeridas para fortalecer y re-legitimar
Dicho ejemplo muestra que es preci- la democracia: redistribuir el poder
so reiniciar un debate sobre el estado mediante la construcción, al nivel local,
de derecho que sustenta la consolida- de una democracia participativa, asociada
ción de la democracia (O'Donnell a la descentralización y a un proyecto de
2004: 38). En el discurso de los acto- autogestión en las comunidades indíge-
res sociales, la eficiencia de la democracia nas (Massal 1999; 2000); redefinir las
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26 Sobre sus programas y discursos políticos, dado el espacio limitado en el presente articulo, remitimos a los documentos de
la CONAIE, entre otros: Programa Nacional 500 años de Resistencia India, Quito 1992 ; Proyecto Político Consejo de Gobier-
no de la CONAIE (versiones de 1994 y 1997); Proyecto de Constitución del Estado Plurinacional en el Ecuador, Asamblea
Constituyente del Pueblo, Conaie, octobre-décembre 1997; Las Nacionalidades Indígenas y el Estado Plurinacional, 1997
(Conaie-Ecuarunari-Confeniae).
27 Así, en 1996, Pachakutik conquistó tres alcadías y varios representantes locales (65), así como un 10% de la representación
legislativa. En 1998 su representación legislativa bajó a 4% y perdió espacio al nivel local. Pero en 2000, reconquista un
fuerte poder local, con 27 alcadías, y más de 400 representantes locales (consejeros provinciales, consejales municipales y
representantes en juntas parroquiales). Sin embargo las comparaciones son delicadas debido a múltiples cambios en las
reglas del juego electoral y en la oferta política en cada contienda.
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28 Por ejemplo, Pachakutik estaba en desacuerdo con la politica económica demasiado ajustada a los dictamenes del FMI a
su criterio y con la política petrolera, tendiente a una creciente privatización del recurso petrolero (Massal 2005b).
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29 Por ejemplo, aunque en 1998 se impone en las elecciones legislativas el voto de listas o entre listas, en regiones donde son
fuertes, los partidos tradicionales impusieron "el voto en plancha", que les benefició: lograron mayores numeros de votos,
lo que a su vez, debido a las reformas del sistema electoral, reforzó su representación legislativa (Massal 1998).
30 Sin embargo las reglas del juego (modos de votación, repartición de escaños) cambian en cada elección, y esta inestabili-
dad dificulta un análisis de tendencias para evaluar los impactos concretos de estas reformas sobre la representación insti-
tucional y el sistema de partidos.
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Ponencia presentada al Encuentro de la Asocia- Van Cott Donna Lee, "Cambio insti-
ción de Estudios Latinoamericanos (LASA), tucional y partidos étnicos en Suramérica"
México, Abril en Análisis Político n°48. Bogotá: IEPRI,
Enero-abril, 26-51
Taylor, Charles. 1992. Multiculturalism
and the politics of recognition. Princeton: Prin- Walzer Michael (ed.). 1997. Pluralis-
ceton University Press me et démocratie. Paris : Editions Esprit
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