Está en la página 1de 16

Educación y Educadores

ISSN: 0123-1294
educacion.educadores@unisabana.edu.co
Universidad de La Sabana
Colombia

Sánchez Sierra, Sandra Isabel; Santos, María Teresa; Ariza de Encinales, María Victoria
Reflexionar para mejorar el acto educativo
Educación y Educadores, vol. 8, 2005, pp. 145-159
Universidad de La Sabana
Cundinamarca, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83400811

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
teoría educativa

Reflexionar para mejorar


el acto educativo
Sandra Isabel Sánchez Sierra*
María Teresa Santos**
María Victoria Ariza de Encinales***
* Psicóloga; Magíster en Educación, Universidad de La Sabana.Asesora de Investigación en las facultades de Psicología y Educación
en la Universidad de La Sabana y en el Postgrado Maestro Siglo XXI,Aspaen, Bogotá.
Correo electrónico: sandra.sanchez@unisabana.edu.co
** Pedagoga Terapeuta de la Universidad de Madrid, España. Especialista en Dirección de Centros Educativos; Magíster en Edu-
cación, Universidad de La Sabana.Asesora Pedagógica de Aspaen y sus centros educativos.Asesora de Proyectos de Investigación en la
Especialización en Gerencia Educativa de la Universidad de La Sabana y en el Postgrado Maestro Siglo XXI,Aspaen, Bogotá.
Correo electrónico: mariaster@hotmail.com
*** Fonoaudióloga de la Universidad del Rosario. Especialización en Educación y Asesoría Familiar, Universidad de Navarra,
España. Magíster en Educación, Universidad de La Sabana. Actualmente es Docente del Gimnasio Iragua y Asesora de Investi-
gación del Postgrado Maestro Siglo XXI,Aspaen, Bogotá.
Correo electrónico: maria.ariza@iragua.edu.co

R ESUMEN A BSTRACT
Las circunstancias actuales no permiten la reflexión sobre las Present day circumstances do not allow for careful thinking,
acciones propias ni sobre las teorías en un contexto sobresa- either on one’s own actions or on theories in an information-
turado de información. Este artículo propone el ejercicio del overloaded context. This paper proposes the exercising of
pensamiento y, especialmente, del pensamiento reflexivo, thought and, specially, of reflective thought as a fundamen-
como estrategia fundamental en la formación de docentes, tal strategy in teacher formation to attain a change in the
para el cambio de la escuela y la mejora de la calidad de la school and an improvement in the quality of education.
educación. El pensamiento reflexivo ha sido tratado desde Reflective thought has been dealt with by several disciplines
varias disciplinas, como la filosofía, la psicología y la peda- such as philosophy, psychology and pedagogy, as it allows an
gogía, pues es el que permite la conciencia del propio yo, de awareness of one’s own self, knowledge, deficiencies and
sus saberes, de sus carencias y de sus acciones, al aplicar la actions, when applying reasoning and critical analysis on
disertación y el análisis crítico sobre la teorización y la theorization and action, in order to evaluate reality by obser-
acción, para evaluar la realidad, observándola, relacionándo- ving it, relating it, criticizing it so as to draw qualified jud-
la, criticándola, para hacer juicios calificados, al utilizar nive- gements when using levels until reaching the last one, thus
les hasta lograr el último, y así dar soluciones creativas y efec- providing creative and effective solutions to its praxis.
tivas a su práctica.
Key words: Reflective thinking, humanization of educa-
Palabras clave: pensamiento reflexivo, humanización de la tion, critical thinking, teacher formation.
educación, pensamiento crítico, formación docente.

Educación y Educadores, volumen 8 145


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

dad y trascendencia. Así, los aprendizajes


“No pensamos lo suficiente acerca del escolares –las ciencias–, que lo distraen de las
pensamiento, y gran parte de nuestra novedades del momento, se convierten en
confusión es el resultado de las ilusiones tediosos, por lo que su comportamiento
corrientes respecto del mismo” 1.
intelectual se ve reducido a unos momentos
de escolaridad presencial y a la molesta tarea
de responder a esos conocimientos, según el
James Harvey Robinson criterio que perciben en su educador.

La avalancha de imágenes, noticias, trabajo, Todo lo anterior viene afectando la tan


ruidos, y la velocidad de las comunicaciones mencionada “calidad de la educación”, pues
que inundan el ambiente humano hacen el maestro continúa con las mismas técnicas
cada vez más difícil que la persona pueda y estrategias pasivas de enseñanza que recibió
detenerse a pensar sobre la variada informa- cuando era estudiante de colegio o en su
ción que recibe por todos sus sentidos, y formación profesional, que en su momento
que se vea casi obligada a actuar con la dieron buenos resultados, pero que en las
información que rápidamente puede proce- actuales circunstancias son obsoletas.
sar, sin revisar y analizar qué está recibien-
do, para actuar en concordancia con su Los educadores también se encuentran
pensamiento y sus principios y la necesidad inmersos en este ambiente que los distrae de
de la situación que está viviendo. Esto hace las fuentes del conocimiento y los hace de-
que cada persona piense en la inmediatez sarrollar su labor profesional de una manera
de la conducta y además decida adoptar vertiginosa y mecánica, preocupados por
rápidamente lo que otros le sugieren, sin alcanzar unas metas en contenidos progra-
evaluar la viabilidad y la pertinencia de este máticos seleccionados personalmente o esta-
conocimiento en su propio contexto. blecidos por instancias institucionales, que
impiden un proceso reflexivo y crítico fren-
No ha sido diferente esta situación en el te a su propio desempeño profesional. Pedir
ámbito educativo, pues los maestros se ven a un docente que se concentre en su queha-
enfrentados a la necesidad de competir con cer educativo y vuelque su pensamiento
todo lo que ofrece el medio globalizado y sobre los hechos significativos de su tarea
tecnológico al estudiante, que se interesa por para mejorar o cambiar estrategias que opti-
esa nueva información que recibe, pero que micen los resultados deseados, parece utópi-
no alcanza a depurar. Esto lo lleva a un co para esta sociedad. Sin embargo, solo
mundo que, al ofrecerle la satisfacción de sus mediante un proceso de pensamiento cen-
instintos, lo obliga a permanecer en este trado en su tarea, en los comportamientos de
ámbito, en vez de optimizar su capacidad de la sociedad, en las nuevas teorías educativas y
pensamiento, su intelectualidad, espirituali- las formas de llegar a los estudiantes, se dará
ese cambio humanizante que requiere la
educación.
1 Burtom, Wiliam; Kimball, Roland, y Wing, Richard. Hacia un pensamien-
to eficaz, España, Troquel, 1969, pág. 9.

146 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Reflexionar para mejorar el acto educativo

El pensamiento reflexivo sarrolla por fases, sino que es una unidad, y


todos los aspectos proceden mancomunada-
Continuamente, alumnos, maestros y otros mente; sería un error concebir el pensamien-
profesionales hablan de pensamiento, pero to como un conjunto de pasos rutinarios,
este concepto se ha venido deteriorando con con los cuales operar en él o en la acción2.
su mal uso, pues se ha llamado pensamiento
a todo acto mental que se pone en práctica El individuo no solo debe descubrir cómo
en la cotidianidad, como el acto de recordar, pensar, debe desear ardientemente pensar
de imaginar, etc. Esto significa que no pode- bien, pero, sobre todo, debe amar el pensar
mos llamar pensamiento a otros procedi- desde, en y para lo correcto3. El acto educa-
mientos, aunque puedan conducirnos a él en tivo compromete al educador a suscitar un
algunos momentos. El pensamiento siempre pensamiento centrado en estos principios,
se confronta con la realidad, por lo que la que lo conducen al acto ético y estético en
imaginación no es pensamiento, pero es su profesión. Sin embargo, un proceso así
claro que la una podría llevar al otro produ- reúne una serie de características que, según
ciendo aquello que hasta ahora no se ha pen- Yepes Storck4, son:
sado. Las creencias sin bases y argumentos no
son pensamiento. El pensamiento no es reve- 1) Infinitud: el pensamiento es infinito en
lación ni opinión. un doble sentido, tiene una máxima
apertura y no hay un pensamiento
Un verdadero proceso de pensamiento con- último después del cual ya no se pueda
lleva, en primer lugar, una duda, que se debe pensar nada; el pensamiento es insa-
resolver y que genera una incomodidad al no turable, es decir, no hay límite para
obtenerse la respuesta esperada. En segundo agotarlo; siempre el sujeto que piensa
lugar, recoge elementos de la realidad que puede estar haciendo relaciones entre
confirman la duda, aseguran cuál es la difi- los eventos objetivos y subjetivos, pues
cultad y reparan en las condiciones que ro- este está involucrando la realidad
dean la situación. En tercer lugar, examina los observada con la interpretación inter-
hechos dados, formula hipótesis y más hechos na de esos eventos.
recurriendo tanto a la observación como al
recuerdo de situaciones parecidas. Después, 2) Alteridad: según esta, se puede captar un
considera críticamente los hechos y sus inter- conocimiento de una forma estimativa
pretaciones, lo cual requiere establecer o usar por la experiencia o a través del in-
criterios conocidos. Por último, extrae con- telecto.
clusiones, que aparecen apoyadas por su
investigación para confrontarlas con la reali- 3) Mundanidad: el pensamiento hace posi-
dad, de manera que pueda tomarse la deci- ble percibir una pluralidad de cosas
sión de generar o no un cambio en la acción.
Si bien todos estos elementos se encuentran 2 Ibíd., pág. 10.

en el proceso de pensamiento, no se dan en 3 Ibíd., pág. 13.


4 Yepes Stork, Ricardo. Fundamentos de antropología un ideal de la exce-
este riguroso orden, pues aquel no se de- lencia humana, Pamplona, Eunsa, 2003, págs. 53-56.

Educación y Educadores, volumen 8 147


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

dentro de un mundo; al seleccionar una advertirnos y descubrirnos a nosotros


categoría se puede generalizar y así lle- mismos en medio de “nuestro mundo”.
gar a una definición que involucre La reflexividad permite la contem-
todos los objetos o pensamientos. Sería plación de mi propio pensamiento, me
imposible el pensamiento sin el con- hace consciente de mis actos, porque es
cepto de mundanidad, pues la realidad la conciencia lo que hace a los actos de
se volvería tan amplia y dispersa que los hombres propiamente humanos.
dificultaría su comprensión.
Este último elemento, la reflexión, es el que
4) Inmaterialidad: el pensamiento no es nos hace diferentes a los humanos de otros
materia; por esto puede superar la tem- seres, pues nos asiste para volver los ojos a
poralidad. Este aspecto da origen al nosotros mismos, observándonos como
pensamiento histórico, que contribuye parte del mundo, pero diferente a él. La
a la evolución del pensamiento mismo reflexión ha sido estudiada desde tiempos
y permite relacionar el pasado con el remotos por la filosofía, la psicología, la edu-
presente, para influir en el futuro. cación y otras ciencias, e interpretada de
diversas maneras, según corrientes y autores.
5) Sensibilidad: el pensamiento se origina Es comparable con la luz (sustancia mate-
en la imagen mediante la simple rial) que se refleja en un cuerpo liso y rebo-
abstracción o aprehensión. Una vez ta cambiando de dirección. Esto ocurre con
obtenidos los conceptos, elabora juicios el ser humano, que, ante un acto mental o
y razonamientos; es así como este ele- intelectual, regresa del objeto externo hacia
mento contribuye a la formación de sí mismo. De esta manera se considera la
criterio del que piensa. reflexión como un acto de la conciencia.

6) Universalidad: lo que los hombres Los escolásticos distinguieron entre refle-


pueden compartir es, sobre todo, lo xión en sentido metafísico y en sentido
racional, porque racional significa mental. El producto del primer tipo es una
universal, común a muchos. Es la idea directa, y del segundo, una idea refle-
razón lo que los une, lo que los ja. Los escolásticos dicen que el sujeto no
empuja a entenderse.Y es la sinrazón solo ve, sino que siente que ve, se da cuen-
y la irracionalidad lo que los separa. ta de que ve, es decir, para ellos la reflexión
La presencia de la razón en el ser es un elemento fundamental. El sujeto
humano es lo que explica la necesi- tiene conocimiento de sus propios actos,
dad de convivir con otros; así se conoce el mundo a través de sus percep-
construyen códigos que permiten la ciones y agrega a ellas sensaciones que pro-
comunicación con el otro. vocan la reflexión5.

7) Reflexividad: el sujeto se conoce a sí


mismo como sujeto, como yo. La
5 Marvin, Farber. “Modes of reflection”, 1948. En: Ferrater, J. Diccionario
inteligencia es reflexiva porque permite de filosofía, Barcelona, Ariel, 1994, pág 3.037.

148 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Reflexionar para mejorar el acto educativo

Diferentes autores de distintas épocas y las impresiones de sensación y derivadas de


corrientes, referenciados por Ferrater6, han ellas. Tanto Locke como Hume conciben la
explicado la reflexión. Maine de Biran hace reflexión como una especie de operación
énfasis en que esta se origina en la apercep- secundaria porque está siempre subordinada a
ción interna del esfuerzo o los movimientos los datos recibidos por los sentidos.
que la voluntad determina; empieza con el
primer esfuerzo querido o con el hecho pri- Los racionalistas reseñan la reflexión como
mitivo de conciencia unido a los sentidos de una operación intelectual, racional interna,
ver y escuchar; es, a la vez, algo interno, no mediante la cual se presta atención a una
una facultad dada de antemano, sino un ejer- serie de datos de los sentidos y se combina
cicio. Locke afirma que todas las ideas vie- con estos de una manera u otra. En todos los
nen de la experiencia, la cual tiene dos fuen- casos se abre paso a la reflexión como una
tes: la sensación y la reflexión. La primera idea de segundo grado. La reflexión es como
nos ofrece sensaciones como rojo, frío, adus- una atención y tiene siempre un carácter
to. La segunda es un sentido interno y este cognoscitivo. Sin embargo, para Kant, la
autor la define como aquella noticia que el reflexión no se ocupa de los objetos mismos
espíritu adquiere de sus propias operaciones con el fin de derivar de ellos directamente
y del modo de efectuarlas. Es decir, las ope- conceptos, sino que es un estado de la mente
raciones de que Locke habla no son solo las en el cual nos disponemos a descubrir las
acciones de la mente sobre sus ideas, sino condiciones personales bajo las cuales pode-
alguna forma de pasión que estas le suscitan. mos llegar a los conceptos.

Para Hume, las impresiones pueden clasificar- Para Fichte y Hegel, idealistas alemanes, la
se en sensaciones y reflexiones. Las primeras noción de reflexión se entiende como el
surgen del alma por causas desconocidas, en movimiento de contención mediante la
cuanto las reflexiones derivan en gran mane- vuelta a sí mismo del yo, que en su actividad
ra de las ideas así: una impresión golpea pri- se proyecta a sí mismo infinitamente. Enton-
mariamente los sentidos y nos hace percibir ces, la reflexión desempeña un papel funda-
frío o calor, hambre o sed, dolor o placer. De mental entre lo que puede llamarse la dialéc-
esta impresión surge una copia tomada por la tica del yo y el no yo.
mente, que permanece después de cesar la
impresión, lo que genera lo que llamamos Para Sartre, la reflexión es un objeto trascen-
idea; cuando vuelve al alma, esta idea produ- dente de la conciencia; esta es pura y simple-
ce nuevas impresiones que pueden ser llama- mente conciencia de ser conciencia. La
das propiamente impresiones de reflexión reflexión no es un acto de una conciencia,
porque se han derivado de ella. Las impresio- sino más bien del estado reflexivo o no refle-
nes de reflexión son los antecedentes de las xivo, reflejo o no reflejo, reflejante o no
correspondientes ideas, pero consecuencias de reflejante de la conciencia.

Desde los conceptos dados por estos autores,


6 De Biran, Maine. En: Ferrater, J. Diccionario de filosofía, Barcelona, Ariel,
1994, pág. 3.036. se puede entender la reflexión como la capa-

Educación y Educadores, volumen 8 149


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

cidad que hace al hombre consciente de su duda y llevar delante una investigación sis-
vida, de los valores que hay en ella, y que le da temática y prolongada: esto es lo esencial
el sentido positivo o negativo de la realidad en del pensamiento reflexivo”8.
que vive y de sus propias acciones. La refle-
xión promueve el criterio objetivo y el pen- Así, un proceso de pensamiento que busque
samiento crítico, da la capacidad de valorar las el ajuste continuo de las acciones propias,
cosas y las situaciones que se viven, es decir, tanto como sus consecuencias, es un proceso
ayuda a formar el criterio. Quien no hace uso reflexivo, pues, como lo afirma Bárcena
de la reflexividad puede correr el riesgo de Orbe9, la reflexión presenta momentos iden-
dejarse llevar por la opinión de los demás o tificables, como es el de la duda, en la que
por las circunstancias que rodeen sus acciones. surge la pregunta que busca aclarar el cono-
La reflexividad no solo contribuye a la revi- cimiento de la estrategia o medio que se está
sión del pasado y del presente, sino que ayuda utilizando. La indagación, que da alternativas
a planear y organizar el futuro. Así, el acto y propuestas de solución, debe estar orienta-
reflexivo se convierte en un acto planeado, da por el criterio claro que da la razón teó-
que no es producto del azar, sino que está rica. Otro momento identificable es la bús-
cimentado sobre hechos reales, que conducen queda y elección de los medios usados para
a un acto ético, si se relaciona con la dignidad la eliminación de la duda, que se culmina
del hombre, y estético y técnico, si es útil y con la elaboración de un juicio, donde se
contribuye a la calidad de vida. enuncia una respuesta. “El pensamiento
reflexivo está constituido por toda conside-
“Reflexionar significa buscar pruebas adi- ración activa, persistente y cuidadosa de
cionales, nuevos datos, que desarrollen la cualquier creencia o presunta forma de
sugestión y la confirmen o haga evidente conocimiento, a la luz de los fundamentos
su carácter absurdo o improcedente”7. Sig- que la sustentan, y de las posteriores conclu-
nifica no dejar que la primera impresión siones hacia las cuales tienden”10.
guíe nuestro actuar, no permitir que el
posible engaño de nuestros sentidos no Las decisiones necesitan cambios continuos,
deje obrar nuestro pensamiento. “Pensa- ajustes, es decir, la incertidumbre, entendida
miento reflexivo significa suspensión de los como la conexión entre reflexión y morali-
juicios durante las investigaciones subsi- dad. De esta manera, la persona reflexiva es
guientes. El factor más importante para capaz de autoevaluarse y evaluar la bondad
adquirir buenos hábitos mentales consiste de sus actos. “El pensamiento reflexivo
en la actitud de mantener la conclusión en entraña un estado de duda, vacilación, per-
suspenso y en dominar los diversos méto- plejidad, dificultad mental en la cual se ori-
dos para buscar nuevos elementos que
corroboren o refuten las primeras sugestio-
8 Dewey, John. “How We Think”, Rev. Boston, Boston, Heath, 1933,
nes presentadas. Mantener el estado de págs.12-13.
9 Bárcena, Fernando. La práctica reflexiva en la educación, España, Com-
plutense, 1994, pág.138.
7 Burtom, Wiliam; Kimball Roland, y Wing, Richard. Hacia un pen- 10 Dewey, John. “How We Think”, Rev Boston, Boston, Heath, 1933, págs.
samiento eficaz, España, Troquel, 1969, pág. 11. 9 y 12.

150 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Reflexionar para mejorar el acto educativo

gina el pensamiento; y un acto de indaga- situación que provoca la perplejidad. Un


ción, de búsqueda, de investigación, para problema que no es comprendido por la
hallar el material que resuelve la duda, solu- persona, que no puede ser encarado y cuya
cione y elimine la perplejidad”11. solución no puede ser asumida no es un pro-
blema para ella14. Cuando quiere darse una
La incertidumbre puede darse en dos vías: solución práctica a una problemática real,
una incertidumbre interna o subjetiva, en la deben ejecutarse los dos modos de reflexión,
que las estructuras cognitivas tienen un des- pues de ellos depende que se haga un balan-
ajuste, por lo cual debe buscar el conoci- ce entre lo teórico y lo práctico, para lograr
miento apropiado que le permita eliminar así el cambio apropiado a las circunstancias
esa contradicción. Sin embargo, aunque este estudiadas con un juicio crítico y ético, lo
tipo de incertidumbre es necesaria, no logra que favorece el ejercicio profesional.
cambios en la práctica, pues se elimina con la
búsqueda de información conceptual y/o la Para que la reflexión se dé en un determi-
reflexión acerca de ella. En la incertidumbre nado momento se requieren algunas condi-
externa u objetiva hay una incoherencia en ciones que conformen un ambiente adecua-
lo que sabemos que debe darse, o en lo que do para favorecerla. Dewey15 propone la
sabemos que da resultado para resolver algu- “apertura de mente” como la actitud que se
na duda. Ahora, aunque teóricamente lo tiene ante la posibilidad del cambio, y que se
sabemos así, en la práctica no lo encontra- logra con una escucha activa de las diferen-
mos de esta manera; esta reflexión me lleva a tes posiciones, corrientes, teorías y opinio-
evaluar los aspectos propios de la teoría y nes externas al individuo, que le permiten
aquellos que con frecuencia no evaluamos, comparar y discernir sobre el ejercicio pro-
que son los relativos a las circunstancias12. fesional personal. Otra actitud que debe
acompañar la reflexión es la “responsabili-
La incertidumbre subjetiva está bajo el con- dad intelectual”, que consiste en tener la
trol del individuo porque es propia, mientras voluntad de adoptar las consecuencias del
que la objetiva está fuera de su control, está paso proyectado y asegura la integridad, la
en la realidad exterior a él. Los elementos coherencia y armonía de las creencias. Por
subjetivos pueden llevar a pensamientos último, “el entusiasmo” radica en la motiva-
erróneos, pues el individuo puede tener ción intrínseca, es una actitud que sabe
creencias carentes de toda base y utilidad13. aunar el interés, la atención y el esfuerzo en
una actividad que implica estrategias cogni-
El proceso de resolución de problemas es el tivas para mejorar la habilidad en el proceso.
pensamiento reflexivo crítico, mediante el
cual el individuo encuentra una salida para la Si la “apertura de mente”, la “responsabilidad
intelectual” y “el entusiasmo” coadyuvan a la
11 Bárcena, Fernando. La práctica reflexiva en la educación, España, Com- presencia de la reflexión, para que esta pro-
plutense, 1994, pág. 144..
12 Ibíd., pág. 146. 14 Ibíd., pág. 40.
13 Burtom, William; Kimball Roland, y Wing, Richard. Hacia un pensamien- 15 Dewey, John. En: Bárcena, Fernando. La práctica reflexiva en la edu-
to eficaz, España, Troquel, 1969, pág. 47. cación, España, Complutense, 1994, pág. 146.

Educación y Educadores, volumen 8 151


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

duzca los fines propuestos por la razón teó- Es la reflexión sobre la práctica la que per-
rica, deberán ser ejercidos bajo el imperio de mite la mejora, pues, por medio de aquella,
la prudencia, que rige el obrar bien de la se identifica el punto exacto en que se
acción humana. Es entonces prudente refle- encuentra el proceso, lo cual es suscitado
xionar sobre la acción y esto puede darse por la incertidumbre, que invita a preguntar
durante o después de su ejecución, depen- sobre la práctica, lo conveniente de los actos
diendo del objetivo de la acción realizada. para la situación. En algunas oportunidades
puede convertirse en sistemática y propor-
Según Schön16, en la cotidianidad se presen- cionar fáciles respuestas a las que les da con-
tan rutinas en las que se esperan los mismos secuencia u ordenación secuencial, en la
resultados, pero algunas veces sucede que, que cada una de ellas determina la siguien-
aunque se haya realizado todo de la misma te. En otras, también es posible no encon-
manera, el resultado es diferente al de siem- trar respuestas y es en este caso en el que la
pre, lo que genera una sensación de inco- reflexión busca la adecuación del medio
modidad. Este sentimiento podemos, o utilizado al fin pretendido.
ignorarlo, sin dedicar mucho tiempo a tra-
tar de averiguar lo que sucedió, o llevarme Ahora bien, aunque la reflexión es un ele-
a pensar en el porqué de esta situación. Pero mento necesario para la modificación de la
este pensamiento puede darse después de práctica, no es suficiente, pues se puede caer
que se realiza la acción. Nuestra pensamien- en la eterna reflexión, sin concretarla, lo que
to carece de una conexión directa con la no serviría de nada; únicamente se obtendría
acción, o puede darse durante la acción, sin un aumento del conocimiento teórico, poca
llegar a interrumpirla. Así, “nuestra acción dinámica de la acción y la no solución a las
de pensar sirve para reorganizar lo que esta- problemáticas propias del quehacer profesio-
mos haciendo en el momento”; es decir, nal. La reflexión implica la prudencia, ya que
estamos reflexionando en la acción. la excesiva reflexión puede generar un absur-
dum, es decir, de tanto reflexionar no se llega
En algunos casos se descubren acciones que a la práctica, esta se paraliza.“Si reflexionamos
no funcionan y, por lo tanto, se vuelven a cuando estamos actuando, podemos desem-
intentar otras y así sucesivamente, lo que bocar en un regreso infinito de reflexión
podría verse como producto del ensayo y el sobre la acción”17. La misma acción no per-
error. Sin embargo, no es así, pues cada una mite la reflexión simultánea, pues la reflexión
de las acciones emprendidas surge del análi- debe darse en un espacio para modificar la
sis de la anterior y de la reflexión de por qué acción. Si la reflexión y la práctica se hacen al
esta no resultó. Es decir, es un proceso de tiempo, no se podría modificar la acción.
reflexión sobre la acción y, por lo tanto, un
ejercicio de la prudencia sobre la práctica. Por esta razón, el profesor, además de un
conocimiento teórico, debe tener un saber

16 Schön, Donald A. La formación de profesionales reflexivos: hacia un


nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones, 17 Bárcena, Fernando. La práctica reflexiva en la educación, España, Com-
Barcelona, Paidós, 1992, pág. 13. plutense, 1994, pág.145.

152 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Reflexionar para mejorar el acto educativo

autorreflexivo y crítico que vaya más allá de de solución a su perplejidad. En una expe-
sus conocimientos teóricos y prácticos. Este riencia de formación de profesores princi-
proceso de reflexión debe recaer especial- piantes se encontró que en el primer nivel
mente sobre su práctica para realizar los ajus- de reflexión los docentes tienen un discurso
tes contextuales de sus principios teóricos y factual, en el que realizan descripciones sin
regular su actividad, haciéndola más eficaz y fundamentación ni justificación acerca de su
llevándolo a comprender mejor el mundo y quehacer o el de sus colegas20.
a racionalizar sus actos para considerar las
alternativas pedagógicas pertinentes, con En el nivel medio, el sujeto elabora el pro-
plena apertura a la condición humana, varia- ceso anterior con un argumento conceptual
da y cambiante. desde su disciplina, que le permite relacio-
nar los conceptos teóricos con su propio
Es interesante recalcar que el carácter refle- contexto y sus acciones, de manera que
xivo es absolutamente necesario en esta logra identificar sus problemáticas, las for-
época para contrarrestar el peligro del mula conceptualmente y establece estrate-
ambiente actual. “La reflexión hace presente gias de solución a través del análisis teórico
un ser ante sí mismo y en el conocimiento y práctico de la situación, sin llegar a eva-
engendrado por tal presencia nace la con- luar el proceso y las acciones emprendidas
ciencia en su sentido más estricto”18. Es por para solucionar su dificultad. García21
esto por lo que no se puede hablar única- encontró en este nivel que los docentes
mente de reflexión en general, ya que, al desarrollan conceptos y dan razones para
disertar sobre esta, se hace necesario com- justificar su práctica o se plantean estrate-
prender los grados de profundidad o niveles, gias de seguimiento y mejora.
que en este caso se caracterizarán por la apli-
cación de los procesos cognitivos19. En el nivel superior, después de ejecutar los
procesos correspondientes al nivel inferior y
Se ha identificado un nivel superficial en el medio, se conceptualiza críticamente sobre
que quien reflexiona considera los procesos los procesos planeados y ejecutados para la
de observación de la realidad, la describe y se solución de una inquietud y se logra la emi-
interroga sobre su acción en la práctica, es sión de juicios profesionales, que generan
decir, logra una comprensión mínima de su alternativas creativas, y se realiza un análisis
contexto, pues, aunque identifica elementos evaluativo del proceso experimentado.
fundamentales y es capaz de problematizar su
realidad, no alcanza a llegar a relacionar sus El nivel deseado en la reflexión es el supe-
conocimientos teóricos con los prácticos, lo rior, debido a que refleja el acercamiento
que tampoco le permite generar alternativas entre teoría y práctica, porque la teoría ilu-
mina la práctica y esta lleva a la realización
18 García Hoz, Víctor. Tratado de educación personalizada. La práctica de de la teoría, además de generar nuevo cono-
la educación personalizada, vol. 6, Madrid, Rialp S. A., 1998, pág. 39.
19 Cárdenas, Adriana; Parra, Ginna; Sánchez, Sandra, y Santos, María T. 20 García, Carlos. El desarrollo de la reflexión en profesores principiantes,
Formación de los educadores a través de la investigación-acción Bordón, 48 (1), 1996, pág. 6.
educativa, tesis de maestría, no publicada, Chía, Universidad de La
Sabana, 2001, pág. 23. 21 Ibíd., pág.8.

Educación y Educadores, volumen 8 153


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

cimiento. La tendencia óptima orienta esta La formación de educadores reflexivos


práctica reflexiva hacia la unión y el incre-
mento simultáneo entre teoría y práctica, ya En la formación de profesores es común
que se espera que con el paso del tiempo el encontrar que la importancia de la profesión
mundo práctico del profesor no se amplíe y radica en la transmisión de conocimientos y
el teórico permanezca igual o disminuya. La desarrollo de habilidades y destrezas, que
idea es que los dos se amplíen simultánea- otros han identificado como básicas en la
mente para la mejora de la acción educativa. efectividad de la tarea docente. Así, pues, el
Respecto a este nivel, López y Sola22 afirman profesor en formación es un receptor pasivo
que en él se refleja un pensamiento crítico de teorías y experiencias de otros, que inten-
reflexivo que agrega criterios morales y éti- ta reflejar en su ejercicio profesional y que
cos a la acción práctica. En este nivel, tam- en la mayoría de los casos ejecuta de manera
bién el sujeto es capaz de observarse a sí rutinaria, de acuerdo con sus habilidades,
mismo de manera crítica. Se reconoce como con su interés y con el conocimiento de la
sujeto que actúa y responde ante sus actos, es asignatura que enseña, sin dejar una huella
decir, se forma un sujeto ético. significativa en la conceptualización y en el
ejercicio práctico de su tarea.
La educación y la enseñanza constituyen
una actividad práctica, cuyo objetivo es ela- En contraposición se encuentra un enfoque
borar juicios moralmente conformados, humanista, en el que el profesor se forma en
sobre los que deben desarrollarse en situa- un plano tridimensional23: cómo se ve a sí
ciones concretas. Para ello, el docente debe mismo, cómo percibe las situaciones en las
hacer un balance entre el saber teórico y el que se encuentra y cómo interaccionan
práctico, sin quitar importancia a ninguno ambos tipos de percepción. De esta manera
de los dos, pues le ofrecen elementos sufi- llega a un comportamiento que le permitirá
cientes para desarrollar su capacidad crítica poner de manifiesto lo que ocurre en su
y ética y favorecen su práctica con los edu- interior; es decir, si él se valora basado en la
candos, que por ser seres inacabados se van realidad y conoce y valora positivamente su
definiendo y perfeccionando, precisamente, contexto, evidenciará un acertado enfoque
a través de la educación. en sus actuaciones, que lo conducirá al éxito
profesional. En cambio, si se valora con una
Por eso, el educador, como hombre práctico visión equivocada y no reconoce la realidad
y prudente, es coherente cuando ordena sus de su entorno, su práctica irá al fracaso.Tam-
acciones educativas hacia el fin de la educa- bién fracasará si tiene una visión real de sí
ción, que se convierte también en el fin de mismo o del contexto, pero una imaginaria
los estudiantes y en el suyo propio. Actua- del otro. Por tal razón, es importante en la
ción que, si se considera desde esa perspecti- formación de docentes conducirlos a la
va de la reflexividad, será siempre efectiva reflexión sobre sí mismos, pues este factor lo
para su desarrollo profesional. ubica en su propia realidad, para darles el

22 Natividad y Sola, Tomás. La formación del profesorado y sus implica-


ciones en la educación infantil, Granada, Adhara, S.L., 1998, pág. 11. 23 Ibíd., pág. 11.

154 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Reflexionar para mejorar el acto educativo

valor merecido a sus propios pensamientos, realizar nuevas propuestas en su trabajo, que
sentimientos y acciones, lo mismo que le a su vez les sirvan de camino hacia su for-
permite el reconocimiento de sus falencias y mación profesional.
la necesidad y posibilidad de trabajar en ellas
para superarlas. Por otra parte, debe llevarse El proceso de formación en la reflexión no
al docente al reconocimiento de la realidad obedece a unas reglas estáticas, pues este
circundante para reconocer aquellos aspectos
depende del docente, del contexto y del
que podrían interferir de manera positiva o
nivel de reflexión alcanzado por él. Sin
negativa en los objetivos que se ha propues-
to para su desempeño profesional. embargo, un proceso que pretenda el de-
sarrollo de la reflexión de una persona que
De esta manera, el docente tiene la oportu- no la practica, por lo menos intencional-
nidad de reconocer sus éxitos y lo que los mente, puede incluir las siguientes acciones:
motiva, y sus fracasos y las causas que los
provocaron, para afirmar lo que hace bien y En primera instancia, debe desarrollar un
corregir lo que hace mal, lo mismo que lo hábito de observación sistemática de la pro-
que le ofrece su entorno para actuar en con- pia práctica, que incluya el reconocimiento
secuencia con ello. Con relación a esta idea, del contexto histórico, social y grupal en el
García Hoz afirma que, a través de la refle- cual se desempeña, y de sus acciones relacio-
xión, llegamos a ser conscientes de nuestra nadas con el mismo, sus reacciones, senti-
vida y a descubrir el sentido positivo y nega-
mientos e inquietudes que le deja su trabajo
tivo de la realidad que tenemos delante.
Podemos así valorarla y, al desarrollar el cri- profesional. La observación pone al sujeto en
terio objetivo y el pensamiento crítico, la condición de llegar al proceso reflexivo pro-
persona adquiere la capacidad de sopesar por fundo, ya que está dentro del primer nivel de
sí misma las cosas, los actos y las situaciones reflexión, sin el cual es imposible acceder a
aplicando sus propios recursos, no solo para niveles reflexivos superiores.
criticar las acciones presentes o pasadas, sino
para proyectarlas hacia el futuro. Luego de adquirir esta habilidad, se hace
indispensable ejercitar el cuestionamiento,
Por lo anterior, en el currículo de los cur- la duda frente a lo que se hace, se dice, se
sos de formación de los educadores es piensa y se siente, pues es ella la que con-
necesario incluir la formación en la refle- duce al estado de perplejidad, que es la
xión, pues si bien es esta una habilidad de
fuente de identificación de fallas o aciertos,
todo ser humano, también es cierto que se
con causas y consecuencias, e induce a ini-
debe promover. De lo contrario, estaríamos
privilegiando otros procesos, importantes ciar un proceso de investigación y a la bús-
pero no fundamentales en el quehacer queda de la verdad. Este proceso puede ser
docente. Igualmente, se reconoce la capaci- desarrollado a través del ejercicio de la pre-
dad y el compromiso que tienen los educa- gunta que cuestione el pensamiento, el sen-
dores para investigar, profundizar, innovar y timiento y la acción.

Educación y Educadores, volumen 8 155


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

El tercer elemento consiste en argumentar resultado a las problemáticas del entorno.


desde el saber teórico aquello que se ha Además se generan propuestas creativas e
observado y cuestionado en la práctica. Se innovadoras que pueden conducir a solucio-
estimula a la búsqueda en el propio saber, nes y ser ejemplo y motivación de muchos
que generalmente está impreso en la memo- otros profesionales para iniciar procesos inves-
ria del docente, pero no acude a la hora de la tigativos que conduzcan a la reflexión acerca
práctica. En otros casos no se tiene en la del propio quehacer y de problemáticas rea-
memoria conocimiento teórico acerca de lo les. Es así como, en cada proceso reflexivo, el
que origina la perplejidad, por lo que se hace docente está generando uno investigativo,
necesario invitar al docente a buscar en la que lo puede llevar a hacer cambios sustan-
literatura una teoría que apoye y amplíe sus ciales en la teoría y práctica de su disciplina.
conocimientos al respecto, para luego ajus-
tarlos a su propio contexto, de manera que El resultado de este proceso hará consciente
elija aquello que va ser útil a su necesidad. al educador de sí mismo, de sus acciones, sus
fortalezas y debilidades profesionales y per-
A partir de lo anterior, el docente estará en sonales, del contexto en el cual se desempe-
condiciones de proponer nuevas acciones ña, y se reconocerá, a través de sus logros,
que den solución a las inquietudes plantea- como sujeto activo de la educación. De esta
das y buscar la forma más adecuada para lle- manera se humaniza la educación, pues el
varlas a la práctica. Así se relaciona la teoría docente se siente a sí mismo más humano, y
con la práctica y se da paso a la ejecución de humaniza su quehacer al reconocer al otro
lo ya planeado. A medida que va ejecutando, como humano también. Frente a este sentir,
simultáneamente deberá estar aplicando la García Hoz24 dice: “Descubrir el sentido de
observación sobre los hechos, de manera que un acto y hacer consciente de él al que lo ha
pueda también llevarse una evaluación siste- de realizar, es llegar a lo más profundo de la
mática de cada una de las acciones empren- personalidad humana. Porque la persona
didas, lo mismo que de su actuación frente a humana se constituye sobre la conciencia de
ellas, para volver a comenzar el proceso con sí misma y de lo que tiene a su alrededor. Si
una nueva duda acerca de la problemática un quehacer educativo no llega hasta la con-
inicial o de otra. (Es importante recalcar que, ciencia del sujeto que lo hace se queda en la
aunque la acción no es un elemento de la mitad del camino”.
reflexión, sí debe realizarse siempre junto a
ella, pues, de lo contrario, se caería en lo que Al promover la reflexividad de los docentes,
Bárcena llama el absurdum, es decir, en la no solo se está velando por su desarrollo pro-
eterna reflexión que nunca cambia la prácti- fesional y personal, sino que también se está
ca; por eso, siempre antes y después de un haciendo una contribución significativa a la
proceso reflexivo debe haber una acción.) educación, que se verá reflejada en la forma-
ción de los estudiantes, en el cambio del eje
Al proponer nuevas acciones acordes con el central actual de la educación, que es la asig-
contexto, se evita la copia indiscriminada de
24 García Hoz, Víctor. Tratado de educación personalizada: La práctica de la
programas y propuestas ajenas que no dan educación personalizada, Madrid, Rialp S. A., 1998, pág. 40.

156 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Reflexionar para mejorar el acto educativo

natura y el cumplimiento de los programas, La escuela que aplica la práctica reflexiva se


para centrarse en la formación de un proce- obliga a generar cambios en la selección de
so que contribuye a la enseñanza de las cien- nuevos docentes que estén dispuestos a con-
cias, pero también a la formación del crite- tinuar con el proceso emprendido y/o ini-
rio, tanto de profesores como de estudiantes. ciar procesos de formación en la reflexión de
los docentes que no la viven en su profesión.
La reflexividad de los docentes lleva a un cam- Con tal fin, los mejores formadores son
bio en la escuela, porque el docente modifica aquellos que ya han vivido la experiencia del
la práctica y genera impacto en colegas que éxito en la aplicación de la reflexión en la
implementarán a su vez la práctica reflexiva, práctica y la ejecución de las nuevas pro-
hasta lograr el impacto institucional. De esta puestas. De esta manera, los maestros reflexi-
manera se promueve la colegialidad, que impli- vos se convierten en formadores de forma-
ca trabajar juntos de una manera reflexiva, dores, inducen nuevas motivaciones y con-
brindándose mutuo apoyo, comentando sus tribuyen a la expansión de la nueva cultura
experiencias y trabajando juntos el currículo;se que genera la escuela.
observan y aprenden unos de los otros25.
Así, se irá cambiando lentamente el ritmo
Una vez se produce este cambio, es necesario acelerado de la vida sin sentido, para cuestio-
que la escuela lo apoye y lo promueva, pues nar toda la información que día a día y
motivará mucho más al docente y puede con- muchas veces hasta sin querer se recibe, rela-
tagiar a aquellos que se resisten a él. De no ser cionarla con las propias necesidades, tomar
así, se inhibe la práctica reflexiva, lo que con- aquella que realmente es importante y de-
duce a la escuela estática y tradicional, que sechar la que no lo es y pretende eliminar a
anula la creatividad del docente y lo lleva a la la persona, para generar autómatas guiados
deserción, debido a que, una vez se incremen- por la sociedad de consumo sin necesidad.
ta el nivel de reflexión, este no retrocede, y el
docente, ya iniciado en este proceso, buscará su En conclusión, el desarrollo del pensamien-
continua mejora. Todo esto lleva al estanca- to reflexivo permite, en primer lugar, que el
miento de la institución y, por ende, al de sus profesor tenga la capacidad crítica de enjui-
alumnos. Para Perkins, la escuela reflexiva es ciamiento ético de su actividad y reconozca
un sistema escolar que no termina cuando el los componentes cognitivos y morales que le
texto o la clase llega a su fin. Su cultura infor- exigen asentar un pensamiento pedagógico
mada, dinámica y reflexiva impregna todas las práctico-prudencial, que lo hace apropiarse
asignaturas y actividades espiritualmente; no se de sus problemas al dejar de ver a otros como
detiene nunca, sino que va más allá del hora- los directos responsables de las dificultades
rio escolar, filtrándose de manera sutil en la que se presentan en la cotidianidad de su
vida de los alumnos26. práctica profesional. Además, el reconoci-
miento de sí mismo como agente activo de
25 Barth, R. S. “Improving Schools from within: Teachers, Parents and prin-
cipals can make a difference”. En: Perkins, David. La escuela la calidad de la educación incrementa su
inteligente, Barcelona, España, Gedisa, 1995, págs. 221-223. profesionalidad y, en consecuencia, lo pone
26 Perkins, David. La escuela inteligente, Barcelona, España, Gedisa,
1995, pág. 210. en condiciones de irradiar los mismos facto-

Educación y Educadores, volumen 8 157


Sandra Isabel Sánchez Sierra / María Teresa Santos / María Victoria Ariza de Encinales

res de perfeccionamiento al entorno profe- comprenderá mejor el mundo y racionaliza-


sional en el que se desempeña. rá sus actos para considerar las alternativas
pedagógicas pertinentes, con plena apertura
En segundo lugar, se modifican las acciones a la condición humana, variada y cambiante.
por ensayo y error por acciones debidas a la
reflexión, ya que cada una surge del análisis Por último, se debe velar por que, a través del
de las acciones anteriores y de la reflexión acto reflexivo, el docente mantenga una
sobre por qué no resultaron. Es decir, se perspectiva abierta hacia el mundo cambian-
genera un proceso de reflexión sobre la te, con la debida responsabilidad por su con-
acción y, por lo tanto, un ejercicio de la pru- tinua formación teórica y una actitud de
dencia sobre la práctica. entusiasmo hacia su labor, lo que le permiti-
rá hacerse más humano y perfeccionar y
En tercer lugar, el profesor, además de tener humanizar el acto educativo, con la posibili-
un conocimiento teórico, produce un saber dad de hacerlo trascendente, pues la persona
autorreflexivo y crítico, que va más allá de humana se perfecciona sobre la conciencia
sus conocimientos teóricos y prácticos. Este de sí misma y la conciencia de lo que está en
proceso de reflexión recae especialmente su entorno. Así, la acción educativa llega a lo
sobre su práctica para que realice los ajustes más profundo de la personalidad humana, lo
contextuales de sus principios teóricos y que logra humanizar a todos aquellos que lo
regule su actividad haciéndola más eficaz.Así rodean.

158 Universidad de La Sabana, Facultad de Educación


Bib lio gr af ía

Bárcena, Fernando. La práctica reflexiva en la educación, España, Complutense, 1994, pág.138.


Barth, R. S. “Improving Schools from within: Teachers, Parents and principals can make a difference”. En: Perkins,
David. La escuela inteligente, Barcelona, España, Gedisa, 1995, págs. 221-223.
Burtom,William; Kimball Roland, y Wing, Richard. Hacia un pensamiento eficaz, España,Troquel, 1969, pág. 11.
Cárdenas, Adriana; Parra, Ginna; Sánchez, Sandra, y Santos, María T. Formación de los educadores a través de la investiga-
ción-acción educativa, tesis de maestría, no publicada, Chía, Universidad de La Sabana, 2001, pág. 23.
De Biran, Maine. En: Ferrater, J. Diccionario de filosofía, Barcelona, Ariel, 1994, pág. 3.036.
Dewey, John. “How We Think”, Rev Boston, Boston, Heath, 1933, págs. 9 y 12.
________. En: Bárcena, Fernando. La práctica reflexiva en la educación, España, Complutense, 1994, pág. 146.
García, Carlos. El desarrollo de la reflexión en profesores principiantes, Bordón, 48 (1), 1996, pág. 6.
García Hoz,Víctor. Tratado de educación personalizada. La práctica de la educación personalizada, vol. 6, Madrid, Rialp S. A.,
1998, pág. 39.
Marvin, Farber. “Modes of reflection”, 1948. En: Ferrater, J. Diccionario de filosofía, Barcelona, Ariel, 1994, pág 3.037.
Natividad y Sola, Tomás. La formación del profesorado y sus implicaciones en la educación infantil, Granada, Adhara, S. L.,
1998, pág. 11.
Perkins, David. La escuela inteligente, Barcelona, España, Gedisa, 1995, pág. 210.
Schön, Donald A. La formación de profesionales reflexivos: hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profe-
siones, Barcelona, Paidós, 1992, pág. 13.
Yepes Stork, Ricardo. Fundamentos de antropología un ideal de la excelencia humana, Pamplona, Eunsa, 2003, págs. 53-56.

Educación y Educadores, volumen 8 159

También podría gustarte