1ª Edición
Certia Editorial, Pontevedra, 2013
Derechos reservados 2013, respecto a la primera edición en español, por Certia Editorial.
ISBN: 978-84-16019-22-9
• INTRODUCCIÓN................................................................................................. 9
1.6. Limpieza especial de aparatos, ayudas técnicas y utensilios de atención a las personas
dependientes....................................................................................................................... 27
1.7. Clasificación y selección de residuos y basura del hogar (papel, vidrio, metales, bricks,
orgánicos)............................................................................................................................ 27
7
3.4. Cierre de puertas y ventanas............................................................................................. 53
5.1. Funcionamiento................................................................................................................. 69
• EJERCICIOS.......................................................................................................... 73
• EVALUACIÓN FINAL.......................................................................................... 85
• BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA........................................................................... 87
8
Introducción
Los domicilios son los lugares de referencia primarios de las personas y en ellos se deben
sentir seguros y protegidos. Un domicilio limpio y organizado favorece estos sentimientos
positivos y reduce las posibilidades de que se originen accidentes en el hogar.
Hay personas que tienen limitada su autonomía personal por diversas causas y necesitan
apoyo y orientación en esta tarea. Es por tanto labor del auxiliar de ayuda a domicilio
prestarle el apoyo esencial para poder realizar las labores, pero siempre implicando a los
propios sujetos en la medida de sus capacidades. Esta atención se presta a aquellos sujetos
con carencias que no pueden afrontar sus necesidades con los medios de los que disponen;
por ello, para evitar su internamiento en instituciones y para evitar situaciones de deterioro
familiar, se prestará este tipo de servicio por parte del auxiliar, pero siempre fomentando su
autoestima.
El primer tema aborda las técnicas de limpieza del hogar y en él se hace referencia a la
limpieza de las diferentes zonas del domicilio, los productos de limpieza y la separación de
residuos.
En el cuarto se abordan los riesgos domésticos más comunes, algunos consejos para
prevenirlos y pautas de actuación por si se produjeran.
• Contenido
1.1. Técnicas y productos de limpieza
Así pues el técnico deberá aprender a identificar herramientas que necesita para cada
caso y a interpretar el etiquetado de los productos para evitar posibles accidentes por un mal
manejo.
El orden a la hora de realizar las tareas es fundamental para evitar que el polvo que
eliminamos de unas superficies vaya a parar a otras, por lo que es fundamental que se
empiece de arriba hacia abajo para que la suciedad acabe en el suelo. No podemos hablar de
un único orden válido, ya que nuestro orden variará en función de las tareas que tengamos
Así, una limpieza correcta es la que empieza por el techo y las paredes, las puertas y las
ventanas en la parte alta, mientras que en la parte más baja empezaremos por los muebles
para acabar por el suelo. Las estancias variarán en orden, pero prestando mucha atención al
dormitorio, a la cocina y al baño de la vivienda que se limpiarán, a poder ser, diariamente.
Hay otras limpiezas que se harán semanalmente, otras mensualmente y otras por
temporadas mayores.
• Uso de guantes.
• Uso de mascarilla.
• Mantener en un lugar adecuado los recipientes según sus indicaciones pero siempre
lejos de fuentes de calor.
Estas precauciones pueden evitar irritaciones o intoxicaciones por un mal uso de los
productos, por lo que es fundamental leer adecuadamente las instrucciones de los envases.
En cuanto a los utensilios de limpieza podemos encontrar gran variedad, siendo los más
habituales:
• Escobas; instrumentos usados para barrer los suelos. Se arrastran por el suelo
siempre en la misma dirección, amontonando los restos para después cogerlos con el
recogedor para depositarlos en la basura. El contacto directo con la porquería hace
que en ellas se acumulen restos que se deben eliminar. Por ello debemos mantener
las escobas limpias. Así podemos, semanalmente o después de un barrido de una
superficie muy sucia, lavarla y ponerla a escurrir.
• Recogedores; instrumentos usados para, como su nombre indica, recoger los restos
del barrido. Al igual que en el caso anterior, se mantendrá el recogedor limpio.
• Fregonas; instrumentos usados para limpiar o secar el suelo. La parte inferior puede
ser de torcidos de algodón o de tiras de microfibra. Hay más modelos en el mercado
• Cubos; instrumentos en los que depositamos el líquido con el que vamos a limpiar.
Sus formas son diversas y en función de ésta así será su escurridor para la fregona.
Hay unos cubos muy interesantes, que llevan incorporados unas pequeñas ruedas
que facilitan su desplazamiento por la superficie sin necesidad de levantar peso.
Esta opción se recomienda especialmente para aquellas unidades con miembros con
limitaciones que les impidan el levantamiento del cubo.
• Trapos; son paños que se usan para limpiar superficies. Hay quien aprovecha pedazos
de ropa vieja para limpiar especialmente aquellas zonas de más suciedad, como
cocinas de leña.
• Bayetas; paños de tela blanda con buena absorción. No se recomienda una sola bayeta
para toda la casa, sino una específica para cada zona porque no es recomendable que
con la del baño limpiemos la cocina.
• Guantes; utensilios que evitan el contacto del producto o zona con nuestras manos.
Como profesionales, debemos usar guantes para evitar contagios innecesarios.
En cuanto a los productos de limpieza, existe una gran cantidad en el mercado en función
de los tipos de suciedad, las superficies a limpiar, marcas, precios... Como norma general, a la
hora de comprar un producto debemos fijarnos en:
• Utilidad. Los productos están diseñados con unas indicaciones concretas y el hecho
de no seguir éstas puede tener efectos sobre el rendimiento del producto y sobre
la superficie que limpiamos, que puede verse dañada. Por ello debemos prestar
atención al uso recomendado por el fabricante y distinguir entre desengrasar, limpiar,
desinfectar, ambientar....
Además estas frases pueden combinarse entre ellas con efectos perjudiciales como:
Combinaciones de frases R
R20/21 Nocivo por inhalación e ingestión
R20/21/22 Nocivo por inhalación, ingestión e en contacto con la piel
R36/37 Irrita los ojos y las vías respiratorias
Frases S
Al igual que las frases R, las S también pueden combinarse entre ellas.
En el caso de los riesgos generales, recordemos que aparecen con una letra y un símbolo
que indica su peligrosidad.
C: corrosivo
Sustancias que irritan nuestros
tejidos, bien sean externos como la Sosa, potasa, ácido
piel o internos como el estómago o sulfúrico...
los pulmones
E: explosivos
Sustancias que tienen facilidad Aerosoles, incluso
para la explosión por sus vacíos, cerca de
características fuentes de calor
F: inflamable
Gasolina, metanol,
Productos que arden en presencia acetona, disolvente
de una simple chispa de pinturas, colas,
pinturas metálicas...
Riesgos específicos:
Fácilmente inflamable (R11) F: fácilmente inflamable
Tóxico por inhalación e ingestión T: tóxico
(R24/25)
Consejos de prudencia:
Manténgase fuera del alcance de los Fabricante:
(S2)
niños
Alcoholes del Sur.
Manténgase bien cerrado (S7) C/Tenencia
Protéjase de fuentes de ignición. No Boiro
fumar (S16)
Una vez vistos estos riesgos y consejos vamos a referirnos a los tipos de productos para
la limpieza de los domicilios y los vamos a presentar divididos en:
• Jabones y detergentes; productos más usados en los domicilios, que se pueden usar
directamente o bien disueltos en agua. Son básicamente limpiadores aptos para
muchas superficies.
• Lavavajillas; limpiadores específicos para las vajillas que pueden ser de lavado a mano
o a máquina.
• Ceras; productos de limpieza para parqué, terrazo, madera,... que abrillantan estas
superficies.
• Ambientadores; sirven para dar un aroma agradable, purificando el aire del hogar.
La limpieza en los dormitorios se empezará por las papeleras o ceniceros que pueda
haber en el cuarto, vaciando su contenido para evitar que corrientes de aire esparzan cenizas
u otros restos por toda la habitación. Posteriormente, se abrirán las ventanas para ventilar
la estancia, es decir, para renovar el aire del espacio y por lo tanto retirar el aire viciado y
purificarlo. Una ventilación, como norma general, no necesita más de 10 o 15 minutos,
porque el efecto que logramos con ventilaciones superiores es contrario. Es decir, largas
ventilaciones pueden provocar el enfriamiento de la estancia y la entrada de humedad en altos
porcentajes, además de favorecer la entrada de partículas de suciedad del exterior.
Después barreremos el suelo siempre antes de limpiar el polvo, porque si no, con el
barrido, estaríamos levantando las partículas del suelo y provocando que fueran a parar al
mobiliario de nuevo.
Como señalamos con anterioridad, se empezará la limpieza de arriba hacia abajo retirando
el polvo de espacios y mobiliario y de artículos de decoración.
Para finalizar se fregará el suelo y se ambientará la estancia para que resulte más agradable
la permanencia del usuario o usuaria en la misma.
Hay que recordar que este tipo de limpieza no se hará todos los días y que irá en función
de nuestras tareas asignadas y del tiempo que tengamos. Debemos enfatizar en este sentido
la necesidad, como profesionales, de rentabilizar nuestro trabajo. Independientemente de ello
seguiremos estos consejos:
• Ventilar la estancia.
• Vaciado de papeleras.
• Mantas y edredones de la cama: cada cierto tiempo hay que extenderlas al sol para
airearlas.
Limpieza de cocinas
• Barrido y fregado del suelo con frecuencia, al ser uno de los espacios que más se
ensucian.
• Fregar los platos a diario y a ser posible después de su uso, para evitar apariciones de
bacterias.
• Lavar la vajilla. Fregaremos la vajilla empezando por la que esté menos sucia o
grasienta. Así, empezaremos por los vasos, a los que seguirán los platos y cubiertos,
las ollas y las sartenes. Las piezas las enjabonaremos y aclararemos muy bien, evitando
dejar restos de jabón. Cuando la grasa se resiste se recomienda el uso de estropajos
más duros o quitagrasas que faciliten nuestro trabajo y siempre evitando dañar los
• Limpiar los fogones. No se necesita retirar los quemadores todos los días, pero sí se
aconseja hacerlo por lo menos una vez por semana limpiando también los hierros. La
superficie del fogón deberá ser limpiada con un paño después de su uso para eliminar
restos.
• Limpiar los mármoles. Habitualmente las cocinas tienen sus paredes recubiertas
de baldosas por una cuestión de higiene. El paso de un paño por estas superficies
diariamente evitará acumulaciones de grasa difíciles de tratar.
• Limpiar el fregadero y los estropajos. Al igual que antes, primero hay que limpiar restos
y después desinfectar, prestando atención a los estropajos y paños, que deberemos
dejar aclarados y limpios para el próximo uso.
◦ Horno. En el mercado hay gran variedad de productos para limpieza de hornos, pero
podemos limpiarlo con agua y jabón simplemente. Lo más importante de todo es
que se retire la totalidad de los productos, usados evitando los olores, porque éstos
penetrarían en nuestras cocciones futuras. Para eliminar estos olores podemos dejar
abierta la puerta después de la limpieza y deberemos secar completamente el horno
una vez lavado.
◦ Nevera. La nevera hay que limpiarla por dentro y por fuera y sin olvidarnos de la
descongelación de sus paredes. En la limpieza externa buscamos eliminar huellas o
restos de grasa y comida que quedan por contacto. Para retirarlos basta con pasar un
paño con agua caliente y jabón y secarla. En la limpieza interior retiraremos todos
los productos que tengamos dentro para permitirnos una mejor limpieza. Todas las
piezas desmontables las retiraremos para limpiar las zonas de contacto. Al igual que
antes, podemos limpiarla con agua y jabón y secarla correctamente.
◦ Cubo de basura. A este elemento hay que prestarle gran atención. El vaciado de la
basura ha de hacerse a diario, especialmente el de los residuos orgánicos, que conviene
limpiar con agua y jabón.
• Tarteras; hay que guardarlas a ser posible abiertas para que no conserven olores ni
cojan hongos.
• Ollas de acero inoxidable; para abrillantarlas hay que hervir agua con limón y manzana.
• Aluminio; en utensilios de este tipo, hay que usar esponjas especiales y secarlos
inmediatamente. Cuando tengamos restos para desincrustar, frotaremos
cuidadosamente con carbonato de sodio con jugo de limón. En la actualidad se
prohíbe su uso, aunque no como base de otros materiales, porque aunque es muy
buen conductor del calor, desprende material. Como puede haber domicilios que aún
tengan utensilios de este material, evitaremos remover elementos en su interior para
reducir los riesgos por desprendimientos de partículas de aluminio.
Limpieza de baños
El baño es el lugar del domicilio donde hay más bacterias y gérmenes y, por ello, es una
zona a la que debemos prestar atención para garantizar unas condiciones higiénicas óptimas.
• Bañera, bidé y lavamanos: estas superficies se pueden limpiar con un trapo o estropajo
y con agua, detergente y desinfectante.
• Grifos: podemos limpiarlos igual que las otras superficies, pero debemos secarlos
para evitar sensación de suciedad, especialmente si son de acero inoxidable.
• Espejos: podemos limpiarlos con agua y jabón y secarlos bien, hacerlo con
limpiacristales.
• Ventilar los baños para evitar el exceso de humedad y mantener el baño aséptico.
• Techos y paredes: antes de nada retiraremos, si los hubiera, los elementos decorativos,
que debemos limpiar por separado. Después limpiaremos el polvo o las telarañas que
pueda haber, prestando atención a los enchufes y a las llaves de la corriente o aparatos
conectados, que siempre debemos desenchufar para limpiar. Para facilitar el secado
de estas zonas podemos mantener las ventanas abiertas o servirnos de aparatos como
deshumidificadores, que facilitarán un secado más rápido.
Esta limpieza no tiene por qué ser diaria y variará en función de la estancia.
La primera actuación consistirá en la retirada del polvo en húmedo para, después, con
una mopa humedecida, limpiar en sentido vertical de arriba hacia abajo. Si las paredes, por
cuestión de humedad, estuvieran con moho o denegridas, al finalizar se puede aplicar algún
desinfectantes propio para tal fin. Para zonas más altas podemos usar mangos telescópicos,
que evitan el uso de escaleras y por lo tanto reducen los posibles riesgos.
• Ventanas: antes de nada retiraremos todos los objetos (como cortinas o estores) y
levantaremos las persianas. Para esta limpieza necesitaremos dos recipientes, uno para
el agua de lavado y otro para el aclarado. Se recomienda, para un mejor resultado, agua
templada y trapos que no suelten pelusa. Si son esmaltadas, lacadas o de aluminio,
podemos limpiar con agua abundante, pero si fueran de madera barnizada, el trapo
estará ligeramente humedecido para evitar estropear la madera.
• Cristales: para su limpieza podemos usar limpiacristales o bien agua con jabón. Una
vez los enjabonemos y freguemos, se aclararán y secarán con movimientos de arriba
a abajo o de lado a lado, pudiendo usar para tal efecto una regleta limpiacristales.
◦ Suelos blandos: confortables, pero se ensucian con gran facilidad, por lo que su
limpieza es más dificultosa. Pueden ser de tipo textil (algodón, nailon, poliéster...)
o de tipo plástico (vinilo, termoplástico, goma...). Como métodos de limpieza
podemos seleccionar:
• Limpieza con espuma: para este tipo de limpieza la superficie estará lo más aspirada o
barrida posible. Después aplicaremos el producto, una especie de espuma penetrante
sobre la superficie, y lo dejamos actuar sobre dos horas para finalizar con la retirada
del producto a mano o con la aspiradora.
• Limpieza con agua en superficies resistentes a la humedad. Existe una técnica que se
puede realizar con una máquina de inyección-extracción, que pulveriza agua caliente
con detergente sobre la superficie a tratar y después aspira los restos de agua y
detergente y la suciedad.
▪ En el mercado hay muchos productos para añadir al agua para estas zonas,
pero en su ausencia podemos añadir al agua unas gotas de vinagre y pasar la
fregona muy escurrida.
◦ Suelos duros: resistentes al desgaste, pero delicados para los productos. Pueden
ser de materiales naturales o artificiales (mármol, granito, porcelana, terrazo,
cemento protegido...).
En función de cada suelo escogeremos un producto pero, si no, podemos limpiar con
agua y jabón. Además de lo anterior añadimos consejos a tener en cuenta y que pueden
resultar eficaces y económicos:
• Espejos: con agua y vinagre los resultados son muy buenos, pues el vinagre es un
ácido con gran poder desengrasante.
• Azulejos: al igual que en caso anterior, podemos usar agua con vinagre o incluso con
lejía. Para limpiar las juntas, además de los productos que podemos encontrar en el
mercado, los resultados serán óptimos si usamos un cepillo de dientes que nos facilite
el acceso a la zona a tratar.
• Persianas: los resultados son muy buenos con agua, jabón y unas gotas de amoníaco.
• Seguir las instrucciones del fabricante o las instrucciones en función del material con
el que están elaborados el mobiliario y el resto de enseres.
Para ser respetuosos con el medio ambiente separaremos las basuras y les estaremos
dando una nueva vida a estos elementos, además de proteger nuestra salud y la de las
generaciones venideras.
◦ Botellas de plástico.
◦ Latas.
◦ Envases de tetrabrik.
◦ Papel de aluminio.
◦ Bandejas.
◦ Botes de aerosoles.
◦ Cajas de cartón.
◦ Hojas de papel.
◦ Periódicos.
◦ Papeles de regalo.
◦ Sobres.
◦ Botes de vidrio.
◦ Hojas de lechuga.
◦ Espinas.
• Contenedor para pilas. Es específico para éstas y es muy importante que conservemos
las pilas usadas y las depositemos exclusivamente en estos recipientes, porque son
muy contaminantes.
Los medicamentos están clasificados como residuos tóxicos y las autoridades tienen
competencia a la hora de asegurar su recogida. Esta recogida se hace a través de los puntos
limpios de los municipios o bien llevándolos a las farmacias, donde hay pequeños contenedores
para la recogida de estos medicamentos caducados o sin uso en el domicilio. Estos últimos
pueden incluso ser usados a través de donaciones a países en vías de desarrollo.
◦ Jeringuillas.
◦ Gasas.
◦ Termómetros.
◦ Prótesis.
◦ Radiografías.
◦ Material de curas.
Una buena higiene y desinfección del domicilio tiene consecuencias directas no solo
en el incremento de la autoestima, sino en la prevención de enfermedades e incluso en
el fortalecimiento de las relaciones sociales, porque suelen evitar la presencia de terceras
personas en el domicilio por vergüenza. Es decir, tiene un efecto global en las unidades de
convivencia, por lo que es fundamental ayudarles a que sean autónomos en las tareas de
limpieza e higiene.
• Planificar la limpieza.
• Evitar conservar cosas innecesarias que son peligrosas y pueden provocar accidentes
domésticos.
• Limpiar la casa.
• Evitar ensuciar.