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Diplomado en Políticas Públicas y Género

TEPJF

Guía 1. ¿Qué es Género?


Conceptos básicos
Material pedagógico
Autora del texto Principal:
Dra. Evangelina García Prince

2013

Objetivo de la Guía: Que las y los participantes conozcan la perspectiva de género y la


conceptualización básica sobre el género y adquieran habilidades analíticas para su
aplicación.

Los derechos patrimoniales de esta guía pertenecen a la FLACSO, Sede México y los
derechos de autor a la persona que elabora el contenido. No citar ni reproducir, bajo
ninguna circunstancia, sin permiso de las instancias mencionadas.
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

ÍNDICE DE CONTENIDOS

PRIMERA PARTE................................................................................................. 3
I. Perspectiva de género, Teoría de Género y disciplinas de Género:
Orígenes, características y alcances ......................................................... 3
I.1.Algunas notas sobre los orígenes y evolución de la producción teórica en la
perspectiva de género ................................................................................................ 3
I.2.Nociones fundamentales sobre la perspectiva de género................................. 6
I.3.Teoría y disciplinas de género ............................................................................. 10
I.4.Estado actual de la reflexión y producción de conocimientos sobre sexo .... 12
I.5.Errores frecuentes en el uso de los conceptos de género y perspectiva de
género ......................................................................................................................... 14

SEGUNDA PARTE ............................................................................................ 17


II. Desarrollo de la teorización básica sobre género ............................ 17
II.1.Cosmovisiones y orden de género..................................................................... 17
II.2.Alcances epistemológicos del concepto de género ....................................... 20
II.3.Las relaciones de género en la estructura del poder patriarcal. Género y
relaciones de poder .................................................................................................. 26
II.4.Sistemas de expresión de las relaciones de poder .......................................... 30
II.5.Género y subjetividad. Asignación de género, identidad y roles de género 34
II.6.Síntesis esquemática de los paradigmas de interpretación de la realidad
desde el sexo y desde el género. ............................................................................ 45
II.7.Diversidad e Interseccionalidad en las consideraciones sobre el género .... 46
II.8.Género y Políticas Públicas ................................................................................. 48

Bibliografía .................................................................................................... 50

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

PRIMERA PARTE
I. Perspectiva de género, Teoría de Género y disciplinas de
Género: Orígenes, características y alcances

I.1.Algunas notas sobre los orígenes y evolución de la producción teórica en la


perspectiva de género

Las tres últimas décadas del siglo XX fueron el escenario temporal de uno de los avances
intelectuales de más acelerada complejidad y crecimiento que ha conocidos la historia humana: el
de los desarrollo conceptuales sobre género.

De los años 60 en adelante, pero más concretamente desde la década de los 70, el mundo asistió a
una importante transformación intelectual que tocó ampliamente con la producción teórica sobre y
desde el género. Es un proceso que ha cambiado, ha crecido y se ha fortalecido de manera
exponencial, como lo demuestran los alcances que ha logrado la producción intelectual, las
publicaciones, las investigaciones, los estudios, las propuestas, las metodologías y las técnicas, etc.
que se producen internacionalmente sobre el asunto y que lo colocan a la par de otros de mayor
tradición en el panorama de los intereses intelectuales de la humanidad, pese a las resistencias que
gravitaron en algún momento en algunos círculos acerca de la aceptación del concepto mismo de
género y pese a las discusiones que todavía se producen sobre su sentido y alcances en el
comportamiento humano.

Los síntomas de rechazo que persisten en algunos círculos extra académicos -cada vez menos
importantes y trascendentes- generalmente tienen que ver con el desconocimiento del objeto y de lo
que trata su aplicación o por que, en esos espacios, se teme a las rupturas que la teoría de género
impone en concepciones y paradigmas de antiguas raíces, convertidos en ideologías dominantes
durante milenios, que producen culturas y normativas institucionales que llevan a ignorar, excluir o
negar la importancia de la elaboración conceptual en torno al término, como una perspectiva
diferente a la dominante, para comprender el devenir de la historia y de las sociedades.

El camino recorrido para los planteamientos políticos, científicos, filosóficos que desde los finales
de los años setenta fueron ganando espacios y atención en relación con la posibilidad de producir
una reinterpretación de las relaciones entre los hombres y las mujeres, condujo a romper la manera
establecida hasta entonces, de entender tales relaciones. Eso ha significado ir más allá de un
reclamo reivindicativo de clara naturaleza política en favor de propósitos como, por ejemplo, la
igualdad en los derechos para mujeres y hombres. Los avances han iluminado áreas desconocidas
de la historia del pensamiento y de los hechos humanos; han sido puestos al descubierto fenómenos
que por milenios pasaron desapercibidos por haber sido naturalizados y tales esclarecimientos han

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ido abonando nuevas posibilidades para la organización y el desempeño de las sociedades humanas.
Esta es la mejor manera de entender la enorme importancia de este planteamiento. Viéndolo en su
justa dimensión intelectual e histórica.

Un asunto de capital importancia en la discusión que se ha desarrollado a raíz de la aparición de la


propuesta teórica del conocido como “enfoque o perspectiva de género”, se refiere a que la
milenaria interpretación tradicional y dominante, prescribe que los comportamientos de hombres y
mujeres, están determinados por el sexo biológico y que, por tanto, sus diferencias son
esencialmente naturales e inmodificables. Esto significa que los comportamientos, actitudes, auto y
hetero valoraciones, roles sociales, posiciones sociales, actitudes de hombres y mujeres, no son más
que respuestas a programaciones genéticas inscriptas en los cromosomas X e Y. Esta concepción
naturalista, hace muy cuesta arriba proponer desde tal enfoque, cualquier modificación de los
comportamientos, lo cual, consecuentemente, determina en gran medida las ideas sobre las
relaciones entre hombres y mujeres, predeterminadas por la biología. Habría una identidad
femenina dictada desde el plasma germinal y algo semejante ocurriría con la masculina, que por
responder a códigos genéticos resultan inmodificables.

La posición dominante de los hombres y el sometimiento o sumisión de las mujeres


correspondiente a este punto de vista, es antiguo y ha configurado un ordenamiento de la sociedad
humana que conocemos como sistema patriarcal. Algunos calculan su origen en la última fase del
período neolítico, hace unos 6000 años y sus pautas han sido sostenidas como el paradigma
dominante del orden social, y se repiten en mitologías, creencias religiosas, validado por la filosofía
y la ciencia y sostenido por las ideologías e imaginarios de prácticamente todas las sociedades.

Los orígenes a la resistencia a este punto de vista, pueden rastrearse en el pensamiento de algunos
filósofos griegos; y a partir de entonces, uno que otro pensador o pensadora, han hecho propuestas
en contrario que han sido infructuosas y hasta olvidadas o borradas de la historia del pensamiento.
Pero ha sido en los últimos treinta años esta concepción ha sido duramente cuestionada en forma
consistente y sistemática, a través de una creciente e irreversible argumentación científico filosófica,
soportada en un poderoso y amplio movimiento social que trata de reivindicar para las mujeres el
derecho a la igualdad y a vivir su especificidad sin que ello le gane una eterna posición subordinada.
Este viraje tiene que ver con una interpretación distinta de los orígenes de los comportamientos de
mujeres y hombres que no se tienen ya como productos de una programación biológica, sino como
la resultante de determinaciones socioculturales que plantean el carácter modificable de tales
comportamientos.

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Son dos interpretaciones opuestas: el género como sexo y el género como construcción socio
histórico. A partir de la primera se derivaría el criterio de invariabilidad de las conductas. Desde la
segunda se pueden concebir los cambios y las modificaciones, incluyendo la reversión de la
jerarquía dominante/dominada.

Los Estudios sobre la Mujer nacidos en los años 80, se consolidaron y pasaron a convertirse en
Estudios de Género. La confluencia disciplinaria sobre el tema a partir de la ruptura epistemológica
que su análisis implica, es una de las más importantes revoluciones científicas que se está dando en
nuestro tiempo y cuya invisibilidad para una parte considerable de la Academia, tiene que ver sin
duda con el centro mismo de lo que la Teoría de Género pone al descubierto: que las relaciones de
género son relaciones de poder, todo lo cual emerge en una perspectiva profundamente crítica de la
desigualdad y los correlativos sistemas de dominio, control y opresión que caracterizan a la
sociedad patriarcal. Y ha sido el feminismo, sin lugar a dudas quien ha librado con gran éxito esta
jornada.

El rastreo histórico de los orígenes de las diferencias de comportamiento y sus valoraciones


desiguales, ha hecho posible la des-naturalización del sentido atribuido históricamente a los
comportamientos de género, es decir ha puesto al descubierto el origen de lo que la ciencia
instituyó a través de la investigación en los años 60, a partir de planteamientos como los de Stoller,
(1968), Ann Oakley (1985) o los de Gayle Rubin (1975), quienes postularon, sobre bases muy
serias, que las diferencias no son funciones de la condición sexo-biológica, sino que son
atribuciones sociales y, además, para las mujeres, defectivas; por lo que la asimetría de los géneros
no tiene bases naturales sino histórico culturales.

Por otra parte, las consideraciones sobre género no son cosa de esta época. Como señalan
pensadores y pensadoras como Valcárcel, (1991) y Gomáriz, (1992) se ha reflexionado sobre las
conductas diferenciadas de mujeres y hombres en todos los tiempos, incluyendo entre las primeras,
las de Platón, Aristóteles y algunos sofistas griegos hasta las propuestas más actuales; y todas han
expresado concepciones sobre género. A partir de las más antiguas, la postulación dominante ha
sido la que sostiene que los comportamientos de género son sexualmente determinados. Esta
perspectiva tradicional y naturalista sostiene que el orden social de género es de origen
biológico, como ya hemos comentado y que por tanto sus elementos seminales son
genéticos: este punto de vista ha dado lugar a la concepción de los sistemas sexo-género.
De hecho, son sistemas relacionales y distintivos en las diversas sociedades, que mantienen la
esencia de su naturaleza jerárquica, discriminatoria y que consagra las desigualdades de género en
todos los sistemas sociales, sobre la falsa idea de su origen biológico. Actualmente la propuesta del
sistema sexo-género es cuestionada como categoría analítica por el dualismo excluyente que le

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caracteriza y dominó durante muchos años la reflexión sobre la materia y por la ahistoricidad de sus
fundamentos.

I.2.Nociones fundamentales sobre la perspectiva de género

Toda concepción de la realidad está basada en una interpretación de los hechos, elaborada
sobre la base de paradigmas, modelos mentales, criterios, creencias, hipótesis, leyes, que
son referencia para la interpretación de tales hechos. Esto es cierto tanto para las personas
como para las sociedades. En toda concepción de los hechos, se emplea una perspectiva, un
enfoque que responde a los paradigmas internalizados como las claves que deben dar el
sentido de lo que ocurre. En toda perspectiva de la realidad se pueden entrecruzar y
combinar criterios de diversa naturaleza: científicos, filosóficos, políticos, religiosos, etc.,
que miran al pasado, al presente o al futuro.

EL ORDEN DE GÉ
GÉNERO IMPREGNA TODOS LOS ÓRDENES
Y POR ELLO LA PERSPECTIVA DE GÉ
GÉNERO ES MULTIDIMENSIONAL
Por otra parte, todas las
sociedades construyen
Orden productivo
Orden de la sexualidad simbó
simbólico
una estructura simbólica,
un paradigma que
Orden
Orden de clases etario organiza la vida de sus
SISTEMA miembros y estructura sus
Orden étnico Orden de
DEL ORDEN las creencias funciones y relaciones
DE GÉNERO para dar continuidad a los
Orden Orden polí
político
racial valores que definen ese
Orden jurí
jurídico paradigma; y en todos los
Orden productivo
material
casos el orden de las
Orden esté
estético, familiar, del
habla, etc sociedades tiene su base
primaria en las
diferencias de comportamientos entre los hombres y las mujeres, en el establecimiento de
quienes son hombres, quienes mujeres y lo que a cada uno o una corresponde para
mantener el orden cultural establecido, política, social y económicamente, en lo colectivo y
en lo personal.

Esto significa que las sociedades crean respecto a los géneros, sistemas normativos,
ideacionales, imaginarios y cosmovisiones que estructuran de forma articulada y coherente
las concepciones sobre las mujeres y los hombres y todo lo que les atañe para satisfacer
las exigencias identitarias de unas y otros y sus relaciones intra e inter genéricas. Estas
concepciones constituyen el “orden de género” que estructura las identidades, relaciones,

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tareas, posiciones de lo femenino y masculino, en las instituciones y organizaciones, en


los grupos y en la subjetividad personal.

El enfoque o perspectiva de género es el marco de referencia filosófico, científico y


político, desde el cual se conoce e interpreta la realidad, a partir de la consideración de las
causas, procesos y efectos de las diferencias de género en los procesos sociales, culturales
y personales. Igualmente representa una forma de intervenir o actuar para cambiar los términos
de las relaciones jerárquicas existentes, para democratizarlas. Por ello se trata de un enfoque
crítico, relacional e histórico de la sociedad humana, cuyo basamento esta en la Teoría de
Género y en el Género como categoría abstracta y como concepto que explica las relaciones
de poder asimétricas entre mujeres y varones y que, como tal, constituye una categoría
descriptiva, una categoría analítica y una categoría política:

Categoría Género
Categoría teórica que explica las relaciones entre mujeres y hombres como
relaciones de poder asimétricas

Analítica:
Descriptiva: Permite descubrir e interpretar
Visibiliza las desigualdades las desigualdades que existen
entre mujeres y hombres. entre hombres y mujeres en una
sociedad determinada.

Política:
Contiene una opción política de
compromisos con la eliminación de las
desigualdades.

La perspectiva o enfoque de género tiene una conformación amplia, interdisciplinaria,


polivalente y abierta a diversas posturas gnoseológicas de construcción del conocimiento
sobre la multiplicidad de hechos que tienen presencia en el universo de lo que implica el
género. Contiene como notas dominantes que la definen, las siguientes:

 Es la reflexión filosófica, científica y política feminista sobre el género.


 Está orientada hacia una concepción del desarrollo y la democracia centrados en los
seres humanos.
 Posee un claro fundamento ético, cuyo principio esencial es la igualdad.

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 Representa una propuesta de acción democratizadora y transformadora de las


relaciones jerárquicas que históricamente se han dado entre las mujeres y los
hombres.
 Posee una comprensión multifocalizada, pues considera otras condiciones que
pueden hacer mas o menos agudas las consecuencias de las relaciones de poder
entre los géneros: edad, grupo étnico, status socioeconómico, etc.

Integra una clara dimensión política y fueron sus orígenes vinculados al feminismo los que
le dieron la impronta de una lucha fundamental de nuestro tiempo. Como señala Cazés,
(1999):

“Las críticas desde la Perspectiva de Género emprendidas originalmente


por las mujeres feministas y enfocadas hacia el sentido y el orden del
mundo y los contenidos asignados a sus vidas, han sido impulso
fundamental de la aplicación y el desarrollo de esta perspectiva. Sus
aportes van desde la creación de conocimientos nuevos sobre viejos
temas, hasta la formulación de renovados argumentos y recursos
interpretativos. Y pasan por la legitimación de las concepciones de
millones de feministas movilizadas en el mundo para resistir y cambiar el
orden patriarcal…. En este sentido, es notable cómo estas mujeres han
convencido a muchas otras mujeres, y a muchos hombres, gobiernos e
instituciones internacionales, de la razón de sus razones y de la urgencia
de iniciar la resolución de problemas ubicándose desde la Perspectiva de
Género.”

Su aplicación permite, además de descubrir las relaciones de poder o asimetrías existentes


en las relaciones de mujeres y hombres:
a) Visibilizar los intereses y necesidades de las mujeres.
b) Establecer simetría y equivalencia en las posiciones y relaciones de poder de
mujeres y hombres.
c) Postular la igualdad como la condición política fundamental de la existencia
humana y de la auténtica democracia.
d) Generar las herramientas teóricas, metodológicas y técnicas necesarias para diseñar
y ejecutar políticas que empoderen a las mujeres y hagan efectiva la igualdad en los
hechos.
e) Cuestionar los pilares fundamentales que sostienen el patriarcado y que son fronteras
que operan como sus mecanismos de perpetuación y proponer acciones para su
erradicación:1

1
Por androcentrismo se entiende privilegiar y colocar en lugar central la perspectiva masculina para la interpretación de
la experiencia humana y considerarla como única y relevante. Es ver y evaluar el mundo desde lo masculino y considerar
al hombre como paradigma de la especie humana. La misoginia es una forma extrema del androcentrismo y se expresa
como rechazo, odio y resistencia o prejuicio contra lo femenino, contra las mujeres y contra todo lo que tenga que ver con
ellas. El sexismo, también es una forma extrema de expresión del androcentrismo y es la valoración negativa de las
personas por pertenecer a un determinado género; se expresa en el patriarcado contra las mujeres y se asocia con la
existencia de estereotipos de género de raíz naturalista y esencialista, que coloca en el sexo la razón de los
comportamientos. Este término apareció con el feminismo de los años 60, para referirse a las relaciones sociales basadas
sobre la creencia en la superioridad biológica y por tanto en todos los planos, de uno de los sexos y la subordinación y

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Discriminación
riarcado

Misoginia
Sexismo Patriarcado

Androcentrismo
Nuevamente con Cazés, (1999), hay que tener presente que:

“La Perspectiva de Género permite enfocar, analizar y comprender las características que
definen a mujeres y hombres de manera específica, así como sus semejanzas y sus diferencias.
Desde esa perspectiva se analizan las posibilidades vitales de unas y otros, el sentido de sus
vidas, sus expectativas y oportunidades, las complejas y diversas relaciones sociales que se dan
entre ambos géneros; también los conflictos institucionales y cotidianos que deben encarar, y
las múltiples maneras en que lo hacen.”

La perspectiva de género es un enfoque pluri paradigmático: ético, filosófico y político. Por


una parte representa un paradigma ético cuyo fundamento esta en sostener la equivalencia
humana de mujeres y hombres en tanto personas que poseen la dignidad humana que es
atributo de tal condición. El reconocimiento de las mujeres como personas es relativamente
reciente en la historia del pensamiento humano patriarcal. Desde Aristóteles (en casi todas
sus obras, pero por sobre todo en La Política) que las consideraba no completamente
humanas, hasta Rousseau (en El Emilio) o el propio Darwin (en El origen de las especies)
que las consideraban más cercanas que los hombres a los primates superiores, o Moebius,
quien sostuvo en su obra homónima la inferioridad mental de las mujeres aun en casos de
“razas inferiores” como la “raza negra”, el que a las mujeres se les considere personas, es el
producto de, entre otros esfuerzos, de una convención política inscrita en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en 1948, cuando se señaló en el Artículo 1, que todas
las personas son iguales en dignidad humana. El ser personas, supone la autoreferencia, la
autodeterminación y la sociabilidad para el autodesarrollo. Esto le ha sido negado a las
mujeres y la perspectiva de género tiene esta referencia entre los puntos de partida de su
propuesta ética.

discriminación del otro sexo. La discriminación es la acción política fundamental del patriarcado y representa el conjunto
de pautas de comportamiento que consagran y mantienen la desigualdad que coloca a la mujeres en inferioridad en todos
los planos.

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

ETICO

PARADIGMAS
INSCRIPTOS EN LA
PERSPECTIVA DE
GÉNERO
FILOSÓFICO
POLÍTICO
CO

Por otra parte es un paradigma filosófico de comprensión amplia y flexible de la condición


humana, de los derechos y las libertades inherentes, y al mismo tiempo, es crítica de las
condiciones de opresión que sostiene el patriarcado contra, precisamente, la dignidad de las
personas humanas del género femenino, condenadas por la subordinación a la ausencia de
los derechos y libertades esenciales y a la negación y desvalorización de su especificidad y
diversidad. Es un paradigma filosófico que descubre la estructura de dependencia esencial
que configura las identidades y modos de vida de las mujeres, por internalizar y aceptar, en
si mismas, su invalidación humana, como un hecho natural a consecuencia de la opresión
patriarcal.

Como paradigma para la acción política, la perspectiva o enfoque de género


democratizadora, plantea su objetivo en la igualdad de derechos, igualdad en la valoración
humana, en la prohibición de la discriminación, igualdad con la aceptación de la diversidad,
en la autonomía y autodeterminación de las opciones a seguir en la efectuación de la vida.
Una acción política que implica un proceso de desmontaje de los privilegios masculinos,
que interviene en todas las esferas donde se expresa el orden de género que sostiene las
relaciones jerárquicas de poder entre mujeres y hombres.

I.3.Teoría y disciplinas de género

La Teoría de Género surge como la teorización sobre la construcción histórica y cultural de


las diferencias entre mujeres y hombres y sus relaciones. Lo que supone teorizar sobre las
diferencias entre hombres y mujeres que han sido construidas en todos los ámbitos de la
organización de la sociedad, en las concepciones del orden simbólico y del orden material,
en las concepciones y sentidos de lo real, social y personal. Es la teorización del orden de
género de la sociedad y su íntima articulación con el resto de los otros órdenes sociales. En
la Teoría de Género la herramienta cognitiva fundamental es la “categoría género”, que
como noción abstracta y general es indispensable para reconocer, diferenciar, entender, las
diversas manifestaciones de la realidad a la que alude.

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

La epistemología feminista ha desarrollado ciertas herramientas teóricas que fundamentan


la Teoría de Género y cuyos postulados son:

1) Aceptar que la sociedad es diversa. La perspectiva de género es un paradigma de


pensamiento abierto porque reconoce la diversidad social, en todas sus voces y
protagonismos equivalentes, en oposición al modelo dogmático lineal, bipolar y
excluyente, dominante y de clara estirpe gnoseológica y epistemológica patriarcal.
2) Considerar que el conocimiento es posicionado, en la medida que la validez de lo
que conoce, se relaciona con la posición desde donde se enuncia el conocimiento.
3) Conocer supone un sistema de reinterpretaciones que plantea la necesidad de hacer
nuevas o diferentes lecturas de los procesos, desde lugares y momentos
determinados.
4) Sostiene la necesidad de mirar y conocer desde lo micro, lo meso y lo macro desde
un marco referencia claramente político.
5) El conocimiento se construye socialmente, no cupularmente, por las personas
como sujetos sociales, históricos y genéricos que protagonizan la construcción del
conocimiento, el desarrollo de la cultura y la vida social.

La Teoría de Género ha tenido un crecimiento vertiginoso a partir de los años 80 del siglo
XX y ha llegado a abarcar desarrollos diversos:
 Desarrollo de categorías, (Ej.: Sesgos androcéntricos, roles de género, necesidades
e intereses de género, políticas de igualdad, etc.);
 Desarrollos conceptuales, (Ej.: intereses estratégicos, roles comunitarios, políticas
neutrales al género, etc,);
 Desarrollos metodológicos, (Ej.: Planificación de Género, Análisis de Género,
Diagnósticos de Género, balance de género, etc.);
 Desarrollos técnicos (estadísticas de género, indicadores de género, incidencia
genero sensitiva, etc.). La Teoría ha construido una terminología que se ha
legitimado y se ha ido estableciendo sólidamente en el lenguaje y en la agenda de
las políticas públicas.

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

I.4.Estado actual de la reflexión y producción de conocimientos sobre sexo

Los avances conceptuales no sólo se han dado en lo que se refiere a la Teoría de Género. La
exploración científica sobre el sexo, también es un hecho reciente, y ha puesto en claro que el sexo
es una realidad compleja que va más allá de lo puramente genital, ya que exige perspectivas diversa
de su estudio, como son los aspectos genéticos, anatómicos, fisiológicos, endocrinológicos,
hormonales, neurológicos, psicológicos, sociológicos, antropológicos, entre otros.

NIVEL MUJERES HOMBRES


Cromosómico XX XY
Genético Presencia gen Y con la información
para generar un macho
Gonadal Ovarios Testículos
Hormonal Estrógenos, Progesterona Andrógenos
Órganos sex. externos Monte de Venus, labios mayores, Escroto, pene, periné y ano.
menores, clítoris, meato urinario,
orificio vaginal, glándulas de
Bartholino, periné y ano.
Organos sex. internos Ovarios, trompas uterinas, útero, Testículos, epidídimos, conductos
cerviz y vagina. deferentes, vesícula seminal, próstata,
glándulas de Cowper y uretra.
Cerebral Mayor desarrollo del cuerpo
calloso que une ambos
hemisferios cerebrales.

El volumen de investigaciones que en los últimos años se ha producido sobre el sexo, sobre todo en
aquellas exploraciones que tratan de marcar terreno respecto a los comportamientos de género, ha
puesto al descubierto la polisemia de este término y contrasta la producción científica creciente con
los significados que se mantienen respecto al sexo en el imaginario y en las culturas que crean los
significados que por lo común se le atribuye en lo social. El especialista español Juan Fernández,
(1996), señala que el tema de la definición del sexo se ha convertido en un terreno algo resbaladizo,
por lo que lograr una definición del mismo, dada la complejidad que asoma en la ciencia y la
profunda ignorancia histórica que se ha acumulado sobre el asunto, sólo permite adelantar
propuestas bastante generales, lo cual hace que el panorama de las definiciones sobre el término sea
según él lo estima, "desolador".

Pese a ello, las y los investigadores más importantes, sostienen que la diferenciación que supone el
sexo entre mujeres y varones es de naturaleza biológica, con lo cual el salto cualitativo que
representa esta afirmación es una ruptura con las concepciones originales que se dieron en la
medicina griega y que dio lugar a la tesis del sexo único, donde la vagina representaba un pene
interno, (Laqueur, 1994).

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Fue a fines del siglo XVIII cuando la diferencia de los sexos fue presentada en una concepción
opuesta a las ideas originales de la medicina griega, a través de la aceptación de la dimorfia sexual
que establecía diferencias y asignaciones sexuales correspondientes a mujeres y hombres.
RECUADRO # 1
Algunas diferencias físicas entre los sexos2
Mujer Varón
Feto  Cromosomas XX  Cromosomas XY
 Menor susceptible a enfermedades de tipo  Más susceptible enfermedades tipo sexual
sexual  Producción andrógenos. (Cambia matriz
 No producción de estrógenos femenina en masculina)3
Hacia el tercer mes, divergencia de estructuras sexuales, pero órganos semejantes
En el  Desarrollo un mes adelantado  Desarrollo un mes atrasado
nacimiento  Mayor resistencia a las enfermedades  Menor resistencia a enfermedades. Mueren
 Menos estatura y peso más en el primer año
 Corazón y pulmones más pequeños  Más peso y estatura
 Más tejido adiposo proporcional al peso  Corazón y pulmones más grandes
 Más tejido muscular proporcional al peso
Diferente configuración ósea de hombros, cadera y pelvis
1 a 8 años Producción hormonal semejante y desarrollo físico similar
Pubertad  Producción hormonal cíclica de estrógenos  Inicio producción testosterona para
e inicio de producción de progestina para producción esperma
ovulación/menstruación.  Cambio de voz y crecimiento corporal y vello
 Crecimiento de mamas y vello corporal. facial.
Desarrollo distinto de cinturas escapular y pelviana
Madurez  Capacidad de engendración/ procreación,  Capacidad de engendración / procreación
gestación, alumbramiento, lactancia.  42% del cuerpo es músculo.
 36% del cuerpo es músculo.  10% mayor estatura y peso.
 10% menor estatura y peso.  Mayor índice metabólico.
 Menor índice metabólico.  Menos tejido adiposo proporcional.
 Mayor producción de tejido adiposo.  Menos resistencia a temperaturas extremas.
 Mayor resistencia a temperaturas  Menor resistencia general.
extremas.  Mas resistencia a acciones y ejercitaciones
 Mayor resistencia general. físicas extremas o violentas.
 Menor resistencia a acciones y
ejercitaciones físicas extremas o violentas.
Configuración diferente de las cinturas escapular y pelviana
Vejez Aminoración de las diferencias sexuales por menor producción hormonal
Menopausia: esperanza de vida 10% mayor Andropausia: esperanza de vida 10% menor

Como señalan María Jayme y Victoria Sau, (1996), el sexo es resultado de varios procesos bio-
fisiológicos, que comienzan desde la ontogenia y se suceden hasta la pubertad, período en el cual se
produce la sexualización más definida del organismo. Entre avances y retrocesos, hoy contamos
con varios paradigmas de estudio e investigación sobre el sexo, que en los últimos años han sufrido

2
Parcialmente reelaborado por la autora a partir de la obra de Anderson, B. y Zinsser, B.: Historia de las
Mujeres. Vol 1. Editorial Crítica. Barcelona. 1991.

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

importantes transformaciones. Los más recientes análisis se focalizan en el interés por distinguir los
diferentes enfoques que se pueden emplear al estudiar el sexo y la articulación en relación con el
género.

En todo caso el estudio de las diferencias sexuales va desde el análisis de los genes y cromosomas
hasta la sexualización cerebral como último estadio de la diferenciación en la fase ontogenética,
hasta los cambios en la etapa puberal. Según las autoras citadas, las diferencias a partir de la edad
reproductora son cuantitativas con “resonancias cualitativas” Un rasgo notable que se observa entre
quienes se han ocupado con mayor interés en este tema es la creciente incorporación a sus análisis
de las consideraciones en torno al tema del género.

Las diversas disciplinas que se ocupan de estudiar el sexo y el género, han tenido variadas líneas de
desarrollo, y en algunas de ellas aun no han sido suficientemente sistematizadas como para conocer,
por ejemplo como ha sido la evolución conceptual de sus respectivas consideraciones. La
emergencia de los estudios de género a partir de propuestas feministas de diverso origen teórico ha
enfrentado severas resistencias, pese a las cuales no es posible negar que ha sido el pensamiento
feminista quien lo ha puesto en el tapete de las discusiones científicas.

Los avances en el esclarecimiento de las respectivas particularidades de sexo y género no han


borrado muchas de las confusiones que se dieron y aun se plantean entre algunos y algunas
interesadas en el tema, quienes sostienen el contenido biológico del sexo como su rasgo distintivo y
que la evolución de los comportamientos psicológicos que resultan de la interacción de lo biológico
y lo social reflejan esta realidad.

I.5.Errores frecuentes en el uso de los conceptos de género y perspectiva de


género

A pesar de los avances, en el desarrollo de la teoría o conceptuación sobre el género fueron


apareciendo algunos problemas y obstáculos que algunas autoras y autores se han ocupado de
señalarlos, a manera de advertencia para no reiterar errores.

Marcela Lagarde, (1996) sostiene que sólo es posible entender cabalmente el sentido de lo que
implican y abarcan el género, la perspectiva de género y el análisis de género, en el contexto del
paradigma teórico, histórico-crítico desarrollado por el feminismo en el siglo XX. Establece,
incluso, una diferencia entre el género como concepto alineado al sistema de pensamiento y acción
del feminismo y otros sentidos que se le han estado atribuyendo como consecuencia de su amplia
difusión sobre todo en programas vinculados a la definición y puesta en marcha de políticas
públicas y programas, que han producido a la larga un cierto desgaste y una reducción de su alcance

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

y algunas distorsiones. Según esta autora, la principal desviación que en este sentido se viene
mostrando con relación al significado del género es la creencia de que el género se refiere sólo a las
mujeres.

Por su parte, María Jesús Izquierdo, (1998), anota que el uso indiscriminado del termino género que
se hace en los ambientes académicos, le despoja de su capacidad analítica y política. Y en tal sentido
señala que la “perversión más generalizada ha sido usarlo para sustituir mecánicamente al término
sexo”. (1998). Plantea la necesidad de esclarecer el empleo terminológico y el uso conceptual del
género, sobre todo por la diversidad de implicaciones que están aflorando respecto al concepto y su
progresiva conversión en una categoría analítica.

En la Guía del Curso “Herramientas básicas para integrar la perspectiva de género en


organizaciones que trabajan derechos humanos”, del Instituto Interamericano de Derechos
Humanos, (IIDH/sf), se señala en este sentido que para emplear acertadamente la
conceptuación que implica la perspectiva de género es necesario que haya una comprensión
cabal de ella, ya que se pueden cometer errores, entre los cuales se mencionan como los
más frecuentes:

a) Emplear el término género como sinónimo de mujer, que representa una distorsión que
llega a conducir a que cuando se habla de género se entienda como “asuntos de las
mujeres”, o "problemática de la mujer", lo cual omite la pertinencia del concepto a ambos
géneros y oculta la existencia de las relaciones de poder existentes entre los géneros.

b) Emplear el género como variable, en lugar de sexo. El análisis de género emplea como
una de sus herramientas las estadísticas desagregadas por sexo, como un primer elemento
que permite descubrir lo que caracteriza la posición, función y relaciones entre hombres y
mujeres y descubrir en esos datos, “brechas de género”, para ello “la desagregación es el
punto de partida para el análisis”.

c) Sectorizar los asuntos que tienen que ver con las mujeres, lo cual muchas veces
conduce a ubicarlas en categorías que desdibujan las relaciones de poder, la exclusión, la
discriminación. Tal es el caso de ubicarlas entre los llamados “grupos o sectores
minoritarios”, “grupos o sectores vulnerables” asunto que es todavía bastante frecuente:
(IIDH/s/f)
“Esta propuesta de inclusión de las mujeres como “sector” es siempre bien
intencionada, pero alberga un error conceptual: olvida que la humanidad
está conformada por hombres y mujeres, que a su vez integran los sectores a
los cuales hacemos referencia (jóvenes, ancianos, indígenas,
afrodescendientes, campesinos, etc.). Recuérdese que, en el caso de las

15
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

mujeres, además de cualquier otra desigualdad social compartida con los


hombres, debe sumarse la discriminación por género”.

A propósito de este último tema, el Manual al cual nos estamos refiriendo, llama la atención al
hecho, sobre la base de un excelente ejemplo:

“En un seminario sobre protección internacional de los derechos humanos, se


ofrecen conferencias sobre “los problemas de derechos humanos de sectores
prioritarios para el trabajo de ONG: indígenas, menores, migrantes,
personas adultas mayores y mujeres”. En ninguna de las conferencias sobre
los cuatro primeros “sectores” se hace referencia explícita a los problemas
de derechos humanos de las mujeres indígenas, menores, migrantes o adultas
mayores, porque “ese tema sobre ese sector” será tratado en la conferencia
sobre las mujeres. Se produce así una invisibilización de los problemas
específicos de derechos humanos que enfrentan las mujeres en cada sector.”

16
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

SEGUNDA PARTE

II. Desarrollo de la teorización básica sobre género

II.1.Cosmovisiones y orden de género

En todas las culturas entre los factores estructurantes del sentido de la vida colectiva y
personal están las cosmovisiones, entendidas como representaciones colectivas de la
realidad, que tiene una incidencia determinante en las prácticas simbólicas y concretas tanto
sociales como individuales, así como en todas las formas del pensamiento de la sociedad
correspondiente. Las cosmovisiones surgen e influyen en las prácticas sociales ya que
representan consensos que la sociedad ha desarrollado, ya sea por tradición o por acciones
intencionadas, generalmente impuestas, a veces a sangre y fuego, como la historia lo ha
demostrado. A partir de las cosmovisiones, las personas o sociedades interpretan su propia
naturaleza y las condiciones socio culturales que corresponden a todo lo existente, y
también definen las nociones comunes que aplican a los diversos campos de la vida, desde
la política, la economía o la ciencia hasta la religión, las artes, lo cotidiano, lo publico y lo
no público, la moral o la filosofía. Las cosmovisiones están en las bases de de los sistemas
y complejos ideológicos y pueden coexistir con otras cosmovisiones, a veces antagónicas,
otras veces diferentes, en matices, sobre los mismos temas centrales.

Es importante señalar que, quienes se han dedicado al análisis de las cosmovisiones en


diversas sociedades, han encontrado que uno de sus signos es el dualismo, la presentación
de la realidad conformadas por dos esferas, una de las cuales, representaría el plano
positivo, de lo superior, del bien, de la salvación, del avance; el otro, lo contrario. Las
diferencia y relaciones entre hombres y mujeres fundadas en la sexualidad son parte de las
cosmovisiones de todas las sociedades y son uno de los elementos estructurantes más
poderosos de esas cosmovisiones, en lo que a su dualismo fundamental se refiere.

En las cosmovisiones orientales, tanto del lejano como cercano Oriente, en las
cosmovisiones del antiguo Egipto, en las raíces de la cosmovisión homérica pre helénica,
en Mesoamérica, por mencionar algunas que están en la base de nuestras culturas del
presente, encontramos sistemas ideacionales, imaginarios, mitos originarios, pautas del
orden del universo, lenguajes y asignaciones del devenir del mundo que sintetizan en las
personas y en los grupos, en las instituciones y en las organizaciones, las concepciones
sobre las mujeres y los hombres y todo lo que les atañe para definir sus correspondientes
identidades femeninas y masculinas.

17
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Estas concepciones son construcciones sociales que han sido configuradas sobre la base de
la sexualidad, cuyo sentido es igualmente creado históricamente como el punto crucial para
la división de los sexos, de los géneros, de la sociedad, del mundo, de la realidad toda. Por
eso como señala Bordieu (2000) en todas las culturas hay una división del mundo, que
según este autor representa, en verdad, una deux-visión (dos visiones) del mundo. Estas
cosmovisiones han demostrado tener un poder estructurante que ha permitido según
Bordieu, la “eternización relativa de las estructuras de la división sexual y de los principios
de división correspondientes”.

Las concepciones que guardan las cosmovisiones son las claves de la construcción del
“orden de género” que opera como paradigma estructurante de las identidades, de las
relaciones, tareas y posiciones de lo femenino y masculino, en las personas y los grupos,
en las instituciones y organizaciones. Respecto al orden de género, lo primero que debemos
decir recordando a Connell es que:

a) Existe un macro orden social de género.


b) Los principios y valores de ese macro orden social de género, troquelan, marcan,
impregnan y son fundamento estructurales de los órdenes de género de todos los sistemas
sociales: (sistema económico, sistema político, sistema jurídico, sistema de parentesco, etc.)
c) Del orden de género de cada uno de esos sistemas sociales, emanan las bases estructurales
de los regímenes de género de las instituciones y organizaciones que se integran en cada
sistema sectorial,
d) Estos paradigmas de género troquelan los regímenes institucionales y de las organizaciones
se trasvasan en sus dimensiones esenciales, y se expresan en las identidades de mujeres y
hombres que son actores de tales regímenes de género.
e) Y así, se mantiene la continuidad lineal de la estructura de poder de la sociedad patriarcal.4

4
Para una explicación más amplia de este concepto se puede consultar la Guía 5. El ciclo de las PP con PEG II:
Problemas de Implementación y Transversalidad de la Igualdad de Género. Elaborada por la autora como Material
Pedagógico, para el Diplomado Superior en Políticas Públicas e Institucionalización de la PEG, en FLACSO, México.
2011.

18
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Orden social de Orden de Género de la Regímenes de Identidad


Género cultura y de los Género de las género de
(Macro) sistemas sociales. instituciones y actores
organizaciones de institucionales
cada sistema

EGP/2008

Ejemplo:

Orden social de Orden de Género de la Regímenes Identidad


Género cultura y del sistema: institucionales de de género
político, económico, etc. género del sistema de actores
político: partidos, políticos
gobierno, etc.

EGP/2008

Todo lo anterior muestra que los paradigmas fundamentales que definen todos los
comportamientos, normativas,, estructuras, lenguajes, etc., que corresponde a lo que la sociedad
define como propio de las mujeres y de los hombres representa el orden de género cuyas pautas se
hacen presente desde las concepciones más amplias y abarcantes hasta la subjetividad,
configurando las identidades de género de las mujeres y los hombres.

Identidades Claramente dominado por los


fem/masc en hombres, sus estilos de
partidos
comportamiento, los politolectos,
los modos de ejercicio del poder,
etc. Lo femenino y las mujeres
Régimen de género de reproducen en todas las
los partidos políticos
organizaciones del sistema político
los paradigmas de lo femenino
general, la exclusión, la
Orden de género del sistema político
subordinación, etc.

Macro orden social de Género

19
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

II.2.Alcances epistemológicos del concepto de género

Una manera abreviada de entender el concepto de género, así como los procesos a que ha dado
lugar su creciente aplicación y validación, es entendiendo que cuando se habla de género nos
estamos refiriendo a un concepto relacional. El género alude a las relaciones entre hombres y
mujeres y básicamente, a los sentidos sociales y culturales de estas relaciones o a otras conductas y
relaciones entre las identidades masculina y femenina, que no son, de ninguna manera correlativas a
las bases biológicas que conocemos como machos y hembras de la especie humana. Los sentidos
que abarca el género en su condición relacional comprenden, en términos generales:
 Los desempeños respecto a los patrones respectivos de la sexualidad de unas y
otros.
 Los roles sociales que desempeñan las personas según sean hombres o mujeres.
 Las posiciones sociales que les adscribe el ser hombre o mujer.
 Cómo se valoran a sí mismas por pertenecer a uno u otro sexo.
 Cómo valoran al otro o a la otra.
 Los comportamientos en todas las esferas de la vida.
 Los valores que sustentan respecto a todas las áreas de desempeño relacional entre
unas y otros.
 Las actitudes permitidas o prohibidas para unas y otros.
 Los sentimientos permitidos o prohibidos.
 Las maneras de relacionarse entre sí y con respecto a las otras del mismo género y
del otro.
 El género representa todo aquello que la sociedad reconoce como propio del
hombre o de la mujer; lo que es masculino y lo que es femenino y los
comportamientos cuyo significado opera en relación con las personas del otro
sexo.5

Expresiones coloquiales como "eso es cosa de hombres" o "cualquier mujer haría lo mismo, "yo
como mujer no me atrevo a decir tal cosa" o "yo como hombre creo que debo actuar en esta
circunstancia de esta manera", revelan que los hombres y las mujeres tienen definidos sus
comportamientos en términos de lo que se espera de cada uno de ellos y para lo cual han sido
socializados.

5
Las elaboraciones y definiciones de los patrones de comportamientos de género correspondientes a
personas que sexualmente se identifican como gays o lesbianas o intersexuales o transexuales constituyen
un proceso de innegable actualidad sobre lo cual, pensamos, hay que poner atención a lo que las ciencias y
las o los propios actores producen sobre sus características y definiciones identitarias y de comportamientos
y a sus críticas a la concepción de género desarrollada básicamente en una perspectiva dualista y en el
contexto de una matriz heterosexual. Por ahora, la idea de que el género es el resultado de una construcción
performativa como plantea Judith Butler, obliga a realizar mayores reflexiones sobre las propuestas que
comúnmente caracterizan a las políticas públicas de igualdad de género, pese a que ahora se integran
demandas para grupos diversos.

20
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

El examen del pensamiento humano en cualesquiera de sus diversos tipos de expresiones: las
religiones, las mitologías, las ciencias, la filosofía, las ideologías políticas, las macroideologías e
imaginarios sociales, en todas las épocas, revela que las consideraciones sobre el género
(comportamientos sociales asimétricos de hombres y mujeres) son antiguas; aunque es ahora
cuando son identificadas como reflexiones sobre el tema de género.

Recuadro # 2. SEXO Y GÉNERO


SEXO GÉNERO
Alude a las características biológicas diferentes Construcción socio histórica que define lo que en
de Hombres y Mujeres, una sociedad y época es considerado como
propio o apropiado para el ser y quehacer de los
a las diferencias expresadas en el dimorfismo hombres y de las mujeres:
naturales de ambos,
Contiene asignaciones y roles relacionales, así
diferencias que van más allá de la anatomía y como actitudes, valores, símbolos culturales,
fisiología de sus órganos genitales, patrones institucionales.

tiene que ver con aspectos estructurales y Son elementos que conforman a través de la
funcionales del organismo (sexo genético, sexo socialización y la experiencia, los patrones de
cromosómico, sexo hormonal). identidad y subjetividad propios de cada género y
las pautas de articulación y relación con personas
Los sexos biológicamente definidos tipifican a del mismo género y las del otro género.
las y los individuos primariamente, como
machos y hembras de la especie humana. Todo, en un marco de vínculos jerárquicos de
poder que se expresa en todas las esferas del
comportamiento y en todos los espacios.

Gran parte de la elaboración conceptual sobre el concepto de género y su significado se ha


desarrollado por oposición al sexo y en términos generales esta oposición ha dado lugar a ciertas
ideas que se tienen comúnmente como fundamentales respecto a uno y otro.

Pese a las discusiones que en los últimos años han puesto en jaque las concepciones sobre el género
en el pensamiento feminista, es necesario reconocer los aportes de algunas autoras que marcaron
pautas de innegable acierto en la comprensión del género y entre ellas una de las más notables ha
sido Joan Scott, (1990) quien en 1985, en un coloquio ante la American Historical Association
expresó reflexiones sobre el tema, que convirtió posteriormente en un artículo, muy célebre, que ha
sido traducido a varios idiomas y cuyos contenidos sobre el concepto de género son cita obligada
por la claridad y carácter muy completo de la explicación del sentido del concepto: "el género es un
elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos"
y al mismo tiempo es "una forma primaria de significar relaciones de poder". El planteamiento de

21
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

esta autora señala que en el género y las relaciones de género están presentes y de forma
interconectadas cuatro elementos que están señalados en el gráfico a continuación:

Símbolos que evocan


representaciones sobre las
mujeres y los hombres.

Organización e
Conceptos normativos que institucionalización de las
definen el deber ser del relaciones de poder entre
hombre y de la mujer, de lo mujeres y hombres.
femenino y lo masculino. GÉNERO

Identidades subjetivas.

Lo anterior significa que. para entender el sentido del género, hay que tener claro que se trata de un
concepto complejo que supone en su significado la relación estrecha existente entre cuatro
dimensiones que en su conjunto conforman su contenido y que son las señaladas.

a) "Símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones múltiples y a menudo


contradictorias", sobre el hombre y la mujer y que, como tales, forman parte de los imaginarios
colectivos, los mitos, las creencias básicas y de los elementos que sustentan las valoraciones que
fundamentan el Ethos de cada sociedad y los Ethos específicos que regulan y definen el
comportamiento de cada género. Para comprender cabalmente lo que quiere decir Scott, basta que
pongamos un ejemplo que formulo en una pregunta. ¿Qué se entiende comúnmente por la
expresión “mujer virtuosa” y qué por “hombre virtuoso”?. Son evocaciones distintas que aluden
una a la sexualidad, a la “carne” como diría Amelia Valcárcel. Mientras que la otra alude a
comportamientos públicos, enteramente culturales. En cualquier ejemplo lo femenino y lo
masculino connotan y evocan símbolos no sólo distintos y opuestos: “mujer pública, hombre
público”. O simplemente, femenino y masculino, dos palabras que encierran simbolismos
inmediatos, la mayor parte de ellos inconscientes.

b) El género también comprende "conceptos normativos", que expresan las “interpretaciones y


significados de los símbolos y delimitan el contenido de las posibilidades metafóricas de esos
símbolos”. Es decir, si digo femenino o masculino, toda una simbología acude a aportar

22
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

significados y en cada uno de ellos hay una normativa encapsulada. Si “femenino” evoca
simbólicamente, por ejemplo “paciente”, o “complaciente” esos dos significados son contenidos
conceptuales de “femenino” (entre otros) y encierran normas; lo femenino debe ser paciente o
complaciente y se sanciona el ser impaciente o el no complacer. Femenino se convierte en una
metáfora de dulce, o tierna o sumisa o abnegada y al revés, si se trata de “masculino”. Los
contenidos se expresan en diversos órdenes normativos en función de definir únicamente el
significado de lo masculino y lo femenino, lo que significa ser hombre o mujer. Tales conceptos
estructuran y dan significado a lo que percibimos y organizan concreta y simbólicamente toda la
vida social pues desarrollan la normativa que configura el deber ser y el Ethos de lo masculino y lo
femenino, el cómo debe ser el hombre y lo masculino y cómo debe ser la mujer y lo femenino Y se
manifiestan en forma unívoca en las doctrinas religiosas, en las ciencias, en la educación, en las
leyes, en la política y en todos los ámbitos, ya que esa diferenciación es condición esencial del
ordenamiento de las representaciones sociales del poder. Estos conceptos delimitan lo permitido y
lo prohibido.

c) El género comprende también formas sociales de organización e institucionalización de las


relaciones de poder entre los géneros, sobre la base del sistema universal de referencias que para el
ordenamiento de la sociedad, representan las concepciones sobre el género y sobre las relaciones a
ellas asociadas. Los conceptos “femenino” y “masculino” dirigen las formas en las cuales se
distribuyen socialmente las capacidades asociadas al poder y esto es la base misma de
conformación de la organización social y del orden institucional. Examinemos por ejemplo el
atributo femenino “complaciente” significa que hace las cosas que otros le piden, en este caso lo
que pide el hombre, “con-placer”, aun contra su voluntad. Complacer es aceptar lo que el otro exige
o solicita; y ahí, al complacer, hay una sumisión que expresa una relación de poder. En tal sentido,
la autora que comentamos señala que institucionalmente el género y las relaciones de género, tienen
una función legitimadora que opera de manera múltiple, ya que sobre la base de los significados
sociales asociados a uno y otro género, se construyeron y se construyen formas específicas de
organización de la actividad humana, sin que esto sea un hecho claro o tratado explícitamente en la
interpretación tradicional de la historia y de los acontecimientos humanos.

En este contexto y teniendo claro el papel de las relaciones de género en la estructuración de la


organización y definición del poder, no hay duda de que el género es determinante en las
valoraciones políticas del lugar y función de lo masculino y lo femenino en ellas. (García Prince,
1997). Ello es fácilmente observable en los sistemas de parentesco, en la vida pública, en el espacio
doméstico, en el mercado de trabajo, en la educación, en la ciudadanía, en la producción material o
intelectual. Estos a su vez son sistemas que crean sus propias definiciones de lo correspondiente al
hombre y a la mujer. O como dice Scott, son factores constructores del género. En la medida en que

23
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

las diferencias son factores que se emplean en el lenguaje para determinar o asignar significados,
(valor, poder, relevancia y demás elementos significativos), la diferencia sexual se convierte, como
lo demuestra la historia, en una diferencia significativa primaria, es decir, que significa, que
atribuye significado y es quizás la más primaria, básica y universal de las diferencias
significativamente importantes en la organización social.

d) El género esta estrechamente relacionado, también la identidad subjetiva. Desde esta


perspectiva, "la existencia de paradigmas subjetivos de género ha conformado crecientemente un
aspecto ineludible en la consideración del tema" (García Prince, 1997). De hecho, las identidades de
género son construidas en las múltiples experiencias que las personas viven en sus relaciones, en las
actividades y organizaciones en las que participan, en las que definen sus comportamientos,
generalmente de acuerdo a las representaciones culturales significativas que específica e
históricamente les son prescritas de acuerdo con el sexo que representan.

“Scott sostiene que estos cuatro elementos: símbolos, conceptos, organizaciones/valoración y


subjetividad, interactúan entre sí permanentemente. Cada uno de tales conjuntos de significaciones
que conforman el género femenino y el masculino, define posiciones y recibe valoraciones
jerárquicas, disimétricas. Esta es la forma más inmediata de comprender que, tal como están dadas
en nuestra sociedad, las de género son relaciones de poder, del tipo dominación/subordinación. Es
una forma primaria de significarlas y un campo primario de articulación de tales relaciones. Lo
anterior nos apoya en la intención de comprender que al hablar de género estamos refiriéndonos a
todo lo que socialmente distingue a las mujeres y lo femenino de lo que define al hombre y lo
masculino.”

De las ideas centrales más significativas que pueden derivarse del planteamiento de Scott está la
comprensión de que el genero y las identidades que implica son construcciones definidas en
relaciones recíprocas, tal como lo señala, Elizabeth Badinter, en su obra XY Identidad Masculina,
(1993), donde afirma que las alteraciones en los patrones de la feminidad, por su reciprocidad,
desestabilizan los referentes de la masculinidad, lo cual genera una fuerte necesidad de
autoafirmación en los hombres.

Por otra parte, más recientemente, Judith Butler ha introducido los elementos básicos de una de las
más importantes reflexiones sobre la relación y las posibles distancias y cercanías entre sexo y
género, al plantear los “límites materiales y discursivos del sexo”. 6 Su planteamiento ha
resquebrajado las bases de todo o casi todo lo sostenido anteriormente sobre las diferencias entre
sexo y género. Su punto de vista plantea que si, como ha venido sosteniendo el feminismo, los
cuerpos son construcciones generizadas y que la naturaleza del sexo como lo dado, es una noción
relativamente cuestionable, resulta necesario explicar cómo se produce la materialidad de ese sexo y
de los cuerpos que lo significan genéricamente.

6
Butler, Judith: Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del sexo. Paidós. Buenos
Aires. 2002

24
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Recordando a Foucault señala que la categoría “sexo” es normativa (es decir que no es natural o
espontánea, como generalmente se sostiene) en la medida que, como dice este autor representa un
“ideal regulatorio”, que produce los cuerpos que gobierna y que ha tenido su origen en el marco de
una matriz herterosexual cuyas leyes dirigen la construcción de la identidad en la dimensión que
representa la forma del cuerpo, una forma de sexo, una forma de deseo y una forma de
comportamiento de género. “Es una construcción ideal que se materializa obligatoriamente a través
del tiempo”, a través de la reiteración forzada de esas normas. La construcción de la identidad imita
el patrón correspondiente en esa matriz heterosexual. Esta tesis que parece tan distante de la
propuestas estrictamente biologistas con las que tradicionalmente se han establecido las diferencias
entre sexo y género, es recogida por numerosas reflexiones en el campo del feminismo, que
plantean que los procesos de construcción históricos no corpóreo material, sino que es precisamente
a partir de ello que toma forma histórica lo que entendemos como género. Tan intervenidos
culturalmente estarían el género como el sexo. Y hasta habría que preguntarse, ¿una vez definido el
género donde queda el sexo o en que consiste? Esta postura de la Teoría Queer, como se ha
identificado la línea propuesta por Butler, ha planteado la necesidad de resignificar el sistema sexo-
género, por la debilidad que ofrece ante las realidades, que no obedecen a la correspondencia del
dualismo sexual o de género reconocido por ese sistema.

Cuadro #3: Características del concepto de género


Características connotativas del Concepto de Género
Es un concepto histórico. Responde a una construcción determinada por características temporo espaciales.
Es un concepto sistémico. Tiene expresión en todo el contexto simbólico de la sociedad.
Es normativo. Contiene prescripciones y prohibiciones sobre el ser y deber ser de hombres y
mujeres.
Es relacional. Se refiere a interdependencias socialmente construidas inter e intragéneros en mujeres y
hombres.
Es jerárquico. Expresa la asimetría en las posiciones de mujeres y hombres, por lo que significa
relaciones de poder.
Es dinámico, cambiante. Es modificable temporo espacialmente.
Es contextual e Los comportamientos relacionados con la definición de cada género, varían con la clase, la
interseccional. cultura, la etnia y la edad.
Tiene expresión Es factor de ordenación y estructuración de pautas de organización de la sociedad en todas
institucional sus esferas.

Este es sin duda un punto de la discusión donde las fronteras entre sexo y género aparecen
firmemente interconectadas para dar lugar a una interfase reflexiva en la que sin duda hay que
plantear la profunda incidencia de lo histórico cultural en la definición de la naturaleza, hasta ahora
planteada como dimensión relativamente pasiva o supuestamente dada.

25
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Por otra parte, los avances conceptuales han sido considerables, hasta tal punto que hoy por hoy la
mayor parte de las ciencias sociales intentan desarrollar una perspectiva género inclusiva en muchas
de sus interpretaciones de la realidad, frente a todas las resistencias que creó al principio y que aun
sigue produciendo, sobre las bases de una cada vez más penetrante claridad sobre las propiedades
epistemológicas del concepto de género.

II.3.Las relaciones de género en la estructura del poder patriarcal. Género y


relaciones de poder

Entender qué significa que las relaciones entre hombres y mujeres son relaciones de poder, pasa por
entender qué es el poder en la concepción patriarcal y cómo se ejerce entre los géneros. El poder es
entendido tradicionalmente en nuestra sociedad como:

Un sistema de concepciones, ideas, valores, instituciones,


prácticas, modos de ser y actuar, orientado a ejercer la
apropiación de y el dominio y control sobre, otras personas y
lo que ellas representan o portan en si mismas, en el marco de
prácticas polarizantes y excluyentes.

Pese a que hoy por hoy, éste es un concepto impugnado gracias a los avances de una firme
perspectiva crítica en el conocimiento y las practicas sociales, tal significado del poder, como poder
sobre no ha variado sustantivamente. Desde esta definición hay que entender que las relaciones de
poder entre los géneros implican que se trata de un poder de apropiación/dominio/control de los
hombres sobre las mujeres, a las cuales les corresponde la subordinación. Otra manera de
entender este hecho es señalando que entre hombres y mujeres, las relaciones son de apropiación y
exclusión del género expropiado, dominado y controlado, por el dominante. Es una estructura
caracterizada por la asimetría y sus consecuencias en las asignaciones que corresponden a hombres
y mujeres en:

 La sexualidad.
 La duración de la vida.
 El propio cuerpo.
 El valor humano.
 Los procesos reproductivos.
 La vida doméstica.
 La vida pública.
 Los procesos productivos materiales y simbólicos.
 Las propiedades.

26
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

 Servicios a los cuales se accede.


 El conocimiento y la Información.
 El poder político.
 LosEestilos de Vida.
 Las Representaciones simbólicas.
 La afectividad.
 Los espacios físicos.

Estos son los ámbitos de las principales desigualdades, no son ámbitos simplemente
diferentes sino desiguales y con implicaciones de sometimiento exclusión, inequitatividad.7

La jerarquía relacional que suponen las relaciones de género, define una interdependencia socio
culturalmente construida, que produce en las mujeres su sujeción/dependencia respecto del hombre,
así como las exclusiones que se dan en todos los planos comenzando con la exclusión que suponen
los ámbitos referenciales doméstico/ público.

MAPA CONCEPTUAL DE LA ESTRUCTURA DE LAS RELACIONES DE


GÉNERO EN EL SISTEMA PATRIARCAL

Diferencia H/M
convertida ideológicamente en
Desigualdad

Se expresa en un
sistema de Mecanismo de
relaciones y seguridad que
prácticas sociales mantiene la
que consagran la desigualdad /
discriminación /
Violencia
PODER
PATRIARCAL

Discriminación Violencia

Se sustenta y refuerza con Visible o invisible

7
Señalamientos parcialmente inspirados en el artículo de Margrit Eichler sobre “Cambios familiares: familias, políticas e
igualdad de género”, en “Género y Derecho”. Facio y Fries Editoras. Lom Ediciones/ La Morada. Santiago 1999

27
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

El ejercicio del poder sobre las mujeres es la consecuencia de la construcción histórica de la


desigualdad de género, a partir de la conversión ideológica de las diferencias sexuales en
desigualdades, por la interpretación política que hicieron los hombres de las diferencia biológicas
perceptibles, con lo cual se dio origen al patriarcado como sistema. Los remotos orígenes de esta
operación han sido estudiados por la Antropología de Género y ubican su arranque en la última fase
del período neolítico. (Eisler, 1990).

Aun cuando resulta muy valioso e iluminador conocer el proceso histórico, resulta en lo
inmediato más importante, conocer la lógica interna de este sistema de dominación, que se
presenta en el gráfico que aparece en el espacio anterior. En él se muestra la dinámica
estructural de las relaciones de poder entre los géneros que representa la triangulación de tres
hechos que permiten la consolidación del poder patriarcal en la relaciones de género:

a) La desigualdad es el primer elemento del mecanismo interno que mantiene las


relaciones de poder. Esta desigualdad resultó de la conversión ideológica de la diferencia en
asimetría. La desigualdad implica la existencia de relaciones jerárquicas entre los géneros, con las
consecuentes valoraciones asimétricas de la posición y valoración de hombres y mujeres en la
sociedad. Lo masculino y el hombre en general fue valorado como superior, mejor, más valioso que
la mujer y lo femenino, asumiendo por ello el dominio de la relación. Tal disimetría se expresa en
todas las prácticas sociales y pautas de relación, en todos los sistemas de producción de sentidos a
través de ciertas pautas.
b) La discriminación es el segundo componente de este triángulo y representa el mecanismo
que, en forma de pautas, valores, normas y prácticas, transmitidas a través de todos los mecanismos
de socialización, viabiliza, operacionaliza, materializa y concreta la subordinación de las mujeres.
Representa un sistema amplio cuya función es hacer real y sensible la desigualdad en las personas
como individualidades y en los grupos intra e intergéneros. Las practicas discriminatorias hacen de
la desigualdad hechos, tangibles e intangibles, con claras consecuencias en el pensamiento, la
estructura emocional y los comportamientos de las personas y los grupos.

Dado el carácter unitario y simultáneo de las experiencias humanas, la discriminación es parte


sustantiva del mapa mental que cada persona posee como referencia para percibir e interpretar la
realidad y contiene las hipótesis, creencias, paradigmas y leyes que definen todo lo relativo al orden
de género y por supuesto, las propias hipótesis personales y grupales sobre las identidades de
género correspondientes. Estas estructuras mentales funcionan con la conexión emocional
correspondiente y los comportamientos a que da lugar en cada caso.

28
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Estereotipos de género.
Prejuicios valorativos.
Autoimagen individual.
PENSAMIENTO Autoimagen del grupo de adscripción de
genero, etc.
Sentimiento de si y del otro/a
Satisfactorios
EMOCION Insatisfatorios
Actitudes
Discriminatorias activas
COMPORTAMIENTO Discriminatorias pasivas: Autoexclusión,
aceptación, etc

Las prácticas discriminatorias, muchas de las cuales son generalmente inconscientes y


automatizadas, tienen una doble expresión en las actitudes y comportamientos, según sea el rol que
se juega en la practica: ser sujeto que actúa discriminatoriamente o ser objeto de la discriminación.
Por esta razón al analizar las formas en las cuales se expresa la discriminación conviene tener
presente la trilogía de componentes de la experiencia humana: el pensamiento, la emoción y el
comportamiento y conectar esto con la posición en la práctica discriminatoria, activa o pasiva. Entre
las numerosas expresiones o manifestaciones que puede tener la discriminación de género citamos a
manera de ejemplos: descalificación, constreñimiento, exclusión, explotación, dominación,
negación, omisión, ridiculización, ocultamiento, invisibilización, segregación, sometimiento,
sobreselección, sobredistinción, indiferenciación, sobreespecifidad, desvalorización, etc. A estas
practicas activas suelen corresponder actitudes y comportamientos discriminatorios pasivos:
subordinación, auto exclusión, aceptación temerosa, paralización, autonegación, servidumbre
voluntaria, etc. La discriminación configura y valida en los hechos la desigualdad, como supuesto
indiscutido que fundamenta el valor y posición de cada género.

c) La violencia, el tercer elemento del triángulo. Es el dispositivo que actúa como válvula de
seguridad de la discriminación y la desigualdad. Las prácticas de violentamientos visibles e
invisibles de todo tipo, que han sufrido y continúan sufriendo las mujeres por parte de los hombres a
consecuencia de lo que los valores masculinos representan en el orden patriarcal que vivimos, es el
elemento que previene, controla y sanciona cualquier incumplimiento, desviación o in-
subordinación de las mujeres respecto de las pautas discriminatorias. Para los hombres el ejercicio
de la violencia de género contra las mujeres igualmente representa una dimensión inconsciente,
muchas veces de su identidad y una parte naturalizada en muchos de sus comportamientos.

Cada elemento del triángulo alimenta y refuerza a los otros y entre los tres configuran el paradigma
de ejercicio del poder en las relaciones entre los géneros. Las formas concretas en las que se ejerce
este poder sistémico, constituyen formas y expresiones de la estructura de comportamientos
dominación /subordinación, que en muchos casos se viven inconscientemente, pues las prácticas

29
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

están incorporadas en la subjetividad de cada género como conductas "naturales" que les
corresponden a hombres y mujeres; de esta manera, la naturalización impide a uno y otro género
vivir conscientemente su condición dominante o subordinada. Pasar estas condiciones a la
conciencia, vivir las conductas dominante/subordinada como tales, es el primer paso para adquirir la
"conciencia de género". La naturalización de la violencia invisibiliza su carácter agresivo, por lo
cual las mujeres han admitido secularmente la violencia como parte o componente inevitable,
"natural", de la relación entre los géneros. (Fernández y Giberti, 1988)

El poder genérico de las mujeres no existe como tal; sólo existe el poder genérico de los
hombres; más bien las mujeres recurren a contrapoderes entendiendo por tales, maneras
informales y enmascaradas de llegar a influir a través de mecanismos de incidencia
personal en las relaciones con el otro género y siempre en lo doméstico. 8 También pueden
ejercer algunas cuotas y formas de poder que le delegan sus familiares y parejas
masculinas en determinadas circunstancias. En todo caso, las mujeres por ser parte del
patriarcado han internalizado los sentidos y prácticas del poder patriarcal y las utilizan en
cualquier relación jerárquica donde ellas llevan o quieren llevar el papel de control y
dominación. No existe un paradigma alternativo del uso del poder gestado al margen del
patriarcado. Existen elementos de raíz vinculada a algunos comportamientos de las mujeres
que los hombres no comparten o rechazan, que están siendo considerados como elementos
importantes en la definición de un nuevo paradigma de concepción y ejercicio del poder,
sobre todo en estos tiempos en los que claramente el significado histórico del poder esta
siendo impugnado abiertamente y se apela a su sustitución por otro más cercano al ejercicio
de la igualdad.

II.4.Sistemas de expresión de las relaciones de poder

Las relaciones de poder están presentes en todas las esferas de la experiencia humana como
bien lo señaló Michael Foucault (1991) y como sabemos ésta se encuentra determinada por
la división entre los géneros, lo cual significa que tales relaciones de poder son sustantivas
en cualquier relación entre mujeres y hombres.

De todos los sistemas en los cuales estas relaciones de poder se expresan, es importante
analizar cuatro de ellos que son claves en la organización de la sociedad: el parentesco, la
producción material, la producción simbólica, lo político y la ciudadanía y la subjetividad.
Estos son sistemas interconectados que se retroalimentan para dar sentido, congruencia y

8
La autora argentina Clara Coria, señala que los contra poderes más comunes que emplean las mujeres para
llegar a alcanzar en los hombres determinado grado de influencia están la seducción, los sentimientos y el
manejp de la culpa.

30
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

funcionalidad al patriarcado y dan lugar a las categorías más importantes del poder en este
sistema: poder político, poder económico, poder del saber o conocimiento y poder personal.

SISTEMAS DE EXPRESION DE LAS RELACIONES DE PODER

Parentesco Subjetividad

Producción material Producción simbólica

Político, ciudadanía

Confluyen en formas y circuitos del poder formal e informal

Poder Econó
Económico Poder Polí
Político

Poder del Saber Poder Personal

II.4.1.Las relaciones de poder en el parentesco

En el parentesco las mujeres tienen una clara posición de inferioridad en todos los órdenes: filiación,
propiedad, relaciones conyugales, localidad, etc. Esa subordinación permitió históricamente que en
los orígenes de la sociedad fueran el objeto de transacción que viabilizó el diálogo entre los varones
y en consecuencia hizo posible la vida societaria, tal como lo señaló Lévi-Strauss en "Las
estructuras elementales del parentesco" (1993). Sólo en años muy recientes, contados a partir del
establecimiento en el Derecho Romano de la posición subordinada de la "mater familiae", se ha
logrado introducir progresivamente en algunos países, códigos de igualdad de derechos en la
familia, entre la y el esposo o en la pareja, sobre el patrimonio, las y los hijos. Estas iniciativas
recientes, intentan quebrantar, por lo menos en América Latina y El Caribe, la terrible herencia
misógina del código napoleónico; y aún así, la igualdad de hecho en las prácticas que regulan las
relaciones en el sistema de parentesco, no se ha logrado plenamente. El sistema de parentesco es un
ámbito generador de diversas formas de dependencia de las mujeres respecto a los hombres, que no
se agotan en lo económico, ni sexo-afectivo, sino que se expanden a la representación, posición,
significación e identidad social de las mujeres que le son atribuidas por el hombre a través de la
filiación y que llega en algunos casos a definirlas incluso en la ciudadanía.

Clara expresión de la subordinación de las mujeres en el sistema de parentesco es la existencia,


ahora hecha pública, de la violencia de género intrafamiliar o violencia doméstica y en general la
violencia de género que, traspasando todas las culturas, índices de desarrollo, clases sociales,

31
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

religiones y cualquiera otros factores, se mantiene con expresiones extremas que hacen del
asesinato de las mujeres de todas las edades a manos de su pareja o de otros parientes varones uno
de los males más grandes que aun enfrenta la humanidad y que en muchas sociedades del presente
está plenamente legitimada, incluso en su forma más extrema como lo es el uxoricidio o en la
mutilación genital opresiva o en la mutilación para castigar "faltas" de la esposa o de otras mujeres
de la familia, como ocurre en países como India y Pakistán, donde el uso de ácido lanzado contra la
cara de las mujeres, es una forma en la que los hombres se vengan por no ser recibidos bien en sus
pretensiones de acercamiento sentimental o sexual, por la víctima. En otros países, incluyendo los
de mas elevado desarrollo económico y social, la violencia contra las mujeres en la familia
representa un grave problema de salud pública. Lamentablemente sólo en los últimos años es
cuando ha venido a levantarse el velo de prohibiciones sobre esta expresión de la subordinación de
las mujeres y aun no se dispone de las cifras exactas que puedan dar cuenta de las reales
proporciones de este fenómeno de antiguas raíces históricas.

II.4.2. Las relaciones de poder en la producción de conocimientos

La producción del saber es doblemente dominada por el signo genérico masculino. Una forma que
asume tal dominación es la concentración de los mecanismos de acceso y producción del saber en
los hombres. Este es un tema que ha sido ampliamente debatido por calificadas pensadoras
feministas. Sobre este poder de manejar el acceso y la producción del conocimiento se cierne,
además, la sistemática invisibilización de la producción intelectual de las mujeres, su
desvalorización e incluso la exclusión del relato históricamente significativo del conocimiento, de
cualquier producción que haya podido favorecer un planteamiento de valía o igualdad para las
mujeres. Este ha sido, por señalar un caso, el relativamente reciente descubrimiento de la obra del
filósofo cartesiano Poullain de la Barre, quien osó afirmar en el siglo XVII, que "l'sprit", el talento,
no tenía sexo y reivindicaba la igualdad de derechos para hombres y mujeres Esto bastó para que,
pese a la profundidad de su reflexión, fuese sepultado para el registro oficial del pensamiento. A
medida que avanza la labor deconstructora y descubridora de la "herstory", se ponen en evidencia la
exclusión y la negación, la desvalorización o claro ocultamiento de los talentos femeninos. Otra
forma en la cual se expresa el dominio sobre el saber es a través del sexismo androcéntrico que aun
prevalece en la interpretación y construcción intelectual de la realidad y en los códigos conceptuales
y metodológicos de la ciencia y la filosofía.

También sobre esto, los avances de la producción intelectual feminista han puesto en evidencia la
presencia de las categorías y referencia analíticas e interpretativas que prefiguran con claridad y
fuerte impacto la preeminencia del sentir y percibir desde lo masculino. En la visión dual del
mundo de las que habla Bordieu, la que domina en las maneras de entender y comunicar lo real es
la masculina. No podemos dejar de mencionar la discriminación de que son objeto las producciones

32
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

científicas de las mujeres en las estructuras de la Academia y las tendencias del ejercicio académico
universitario en carreras extensivas de los roles genéricos tradicionales, que representa otra variable
incidente.

II.4.3. Las relaciones de poder en la producción económica

Por lo que se refiere a la presencia de las relaciones de poder entre los géneros en la producción
económica, hay evidencias incontroverbles de la discriminación de la cual son objeto las mujeres en
numerosos órdenes que van desde los fenómenos de segmentación del mercado de trabajo que las
excluye de numerosas tareas, hasta las más oprobiosas formas de explotación, marginalidad en las
legislaciones de protección laboral, en opciones de capacitación, diferencias salariales,
desvalorización de aportes a la producción que no son contabilizados o que son simplemente
invisibilizados, y así, sucesivamente.

II.4.4.Las relaciones de poder en la esfera política

Las relaciones de poder tienen una presencia aún más contundente en el plano de la ciudadanía, en
las relaciones con el Estado y en general, en la esfera del quehacer político donde la omisión de las
mujeres del ejercicio de los derechos políticos a veces asume formas grotescas y es uno de los
espacios donde con más fuerza se pone en evidencia la subordinación. Como dice Amelia Valcárcel,
(1991), el poder político es el más perfecto homologado del poder en nuestro sistema patriarcal. La
exclusión de la vida pública es el factor estratégicamente más importante para consagrar la
asimetría. De aquí que el reclamo de las mujeres por ingresar a la toma de decisiones apunte al
corazón mismo de la estructura de poder que sostiene al patriarcado. Esta es un área que cada día
cobra mayor relevancia en las reflexiones así como en las propuestas programáticas, como
expresión además, de un criterio que en el mundo actual va más allá de las luchas de género y se
hace presente en todos los órdenes donde se significan las desigualdades. La superación de la
estructura dominante y hegemónica tradicional de distribución de las oportunidades de participación
política, es una clave importante para lograr cambios sustantivos en la sociedad humana. Prueba de
lo señalado es que aún en los países que han alcanzado el más elevado desarrollo, con muy
recientes y contadas excepciones, las mujeres son patentes minorías en todas las estructuras
decisorias de los Poderes Públicos o de las organizaciones de la sociedad civil.

33
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

II.5.Género y subjetividad. Asignación de género, identidad y roles de género

La subjetividad de las personas hombres o mujeres contiene tres dimensiones


fundamentales profundamente interconectadas y vinculadas a la definición de los géneros
femenino y masculino, de quien puede ser identificado como hombre o mujer: la asignación
de género, la identidad de género y los roles de género. Estas tres dimensiones o
componentes de la subjetividad de cada género funcionan como partes de un todo que
funciona casi mecánicamente y donde cada pieza encuentra en la otra un refuerzo o soporte
para su existencia y validez.
II.5.1.Asignación de género
La asignación de género es la primera etapa de la
construcción del género. Es la adscripción que se
hace al ser humano en el momento de su
Asignación
de Género nacimiento, cuando se hacen visibles sus
genitales. Si tiene un pene o una vulva la persona
que primero observa los órganos, (quien atiende el
parto, si no es la misma madre como en algunas
sociedades donde la parturienta, según sus
Identidad
de Género Roles de costumbres, no busca o requiere apoyo de otra u
Género otras personas), es quien determina si es niño o
niña o, como más gráficamente se hace en algunos
de nuestros países, quien asigna diciendo: es una
“hembra” o es un “varón”, adscribiendo además, en ese mismo instante, todos los
componentes de la cosmovisión que inferioriza a las mujeres, pues calificarla de “hembra”
esta connotando su condición vinculada a la naturaleza, a la animalidad, a lo biológico. No
dice “macho”, sino “varón”, asignándole instantáneamente toda la carga de la cultura que lo
une a la inteligencia, el poder, la supremacía. La marca que pretende identificar el sexo, en
verdad adscribe el género. Se trata de una clasificación que alguien hace en el momento del
nacimiento según los genitales que tiene el o la nacida.

Simultáneamente y en forma progresiva, se inicia e intensifica el ritual de mostrar y


demostrar que se trata de una persona de un género u otro. Aparecen los colores distintivos:
rosa y azul entre nosotros; la mutilación del pabellón de la oreja en las niñas para colocar
los pendientes, que constituyen en recién nacidas una marca de identificación inmediata;
los objetos de uso personal, los juguetes y otros objetos van incrementando la visibilización
del género del o de la infante. Todo esto con las cargas de la asignación de sexo que es base

34
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

para que la niña o el niño vaya internalizando su identidad de género sobre el eficiente
instrumento de la comunicación que hacen las y los adultos que le rodean. Este es el origen
de los sistemas sexo-género en el cual se asume que el vínculo entre el sexo y el género
determina en forma radical el curso de la vida de las mujeres y los hombres, como trayectos
cuyas claves son inmodificables y como rasgos de comportamiento, se heredan.

En esta fase se cimientan gran parte de las características sensorialmente perceptibles de


identificación del género por parte de las otras personas, y que se mantienen a lo largo de
toda la vida. La mayoría de estas características están inscriptas en el cuerpo, en su
funcionalidad expresiva verbal, gestual, tonal, estética, de los estados emocionales, de la
clase social, de la edad, etc. Esto hace que el cuerpo deje de ser una entidad biológica para
convertirse en un cuerpo construido como un producto cultural generizado, en el cual son
perceptibles las marcas de las relaciones de poder entre los géneros, según se trate de un
hombre o de una mujer, pero que en el sistema sexo-género se tienen como rasgos naturales.

De esta manera la asignación que se realiza en el momento del nacimiento conlleva una
identificación del sexo al cual pertenece la o el recién nacido, que contiene toda la
normativa que ha creado la sociedad para una u otro. Ser niña o niño es una asignación
sexual normativa, por lo que podemos inferir que al asignar el sexo, desde el mismo
lenguaje que se emplea, lo que se asigna es el género. En ese momento y aun antes (ahora
con las tecnologías de ecosonograma) se inicia mediante la adscripción lingüística
identificatoria la construcción de la identidad de género femenina o masculina.

35
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

II.5.2.Identidad de género

La identidad de género se construye de manera dinámica, en un proceso cuya percepción no


es, en absoluto, conciente, puede decirse que es incluso involuntario, a partir de la
asignación o atribución de género que hemos descrito. Esta asignación es el punto de
partida para la conformación de la dimensión básica y mas arcaica de la identidad de
género que denominamos identidad asignada y representa la estructura profunda de la
identidad personal. Posteriormente esta identidad atribuida o asignada interactúa, a través
de las experiencias que conforman la trayectoria vital, con nuevos rasgos identitarios que
conformarán otra dimensión: la identidad adquirida, cuyas características generalmente
inconscientes pueden llegar a ser concientes y que se originan en el unoiverso de otras
experiencias y relaciones que la persona desarrolla a lo largo de su vida en el trabajo, la
familia, el vecindario, la etnia, el partido o grupo político, en la clase social, en el grupo
religioso, en las instituciones y organizaciones en las que interviene como actor.

La identidad de género es una


IDENTIDAD
dimensión estructural, racional
QUIEN SOY QUÉ
QUÉ SOY CÓMO SOY y emocional, del ser personal
que constituye un referente de
Una abstracció
abstracción Diná
Dinámica
la auto percepción,
Multifacé
Multifacética Sinté
Sintética
autovaloración y la conciencia y
Ritmos Intensidades
Diversos diferentes sentimiento de si, respecto a la
pertenencia a un sexo y no al
Facetas +/-
+/- Permanentes
+/-
+/- cambiantes otro. Es la hipótesis sobre la
+/-
+/- Superficial o Profundamente propia realidad respecto al sexo
Evangelina García Prince evangar@cantv.net

al que se pertenece y se
conforma, como cualquier percepción e interpretación de la realidad, a través de la
comunicación, del lenguaje y todos los comportamientos en sus cargas simbólicas.

La internalización temprana del significado y alcance de las palabras y comportamientos


que designan el sexo al que pertenece el niño o la niña, por la acción socializadora de
quienes tiene a su cargo este proceso, hace que el surgimiento de esta identidad se
establezca en los primeros años de vida, junto con la adquisición del lenguaje en las
diversas formas de comunicación. La marca del sexo se ha establecido cuando se siente y
tiene la convicción de la pertenencia a un sexo. Se ha producido la conformación de los
esquemas ideo afectivos que están vinculados al ser parte del grupo de los niños o las niñas
o de las “hembras” o “varones” y lo que corresponde como comportamiento a unas y otros.
Los géneros se construyen como identidades excluyentes, lo que quiere decir que ser

36
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

hombre es no ser mujer; y ser mujer es no ser hombre. No se aceptan como propias las
características o actividades que se cree que son del otro sexo; son patrones rígidos cuya
transgresión tiende a ser sancionada socialmente en variadas formas. Estos
comportamientos derivados de la identidad de género tienden a alinearse con los
estereotipos y roles de género

Es entonces la influencia sostenida sobre las y los niños desde el nacimiento, desarrollada a
lo largo de la crianza, a lo que se suman todas las experiencias del curso vital, lo que va a
conformar en las personas el
Comportamientos esquema ideo afectivo que permite en
y modos de ser
la propia conciencia la identificación
con ser hombre o ser mujeres. Es la
Autopercepción Ideas, referencia interna adecuada a los
Autovaloración IDENTIDAD sentimientos
mandatos sociales que permite el
y actitudes
DE GÉNERO
reconocerse y sentirse como
pertenecientes a uno u otro género.
Como la identidad de género no se
vive conscientemente, no se llega a
Funciones Percepción de
y roles. otras y otros tener plena conciencia de qué es lo
que define la propia feminidad o
masculinidad. Se requiere un esfuerzo especial para llegar a ese reconocimiento consciente,
ya que la identidad esta “naturalizada” en el sentido de que se cree que los atributos de
género son parte de la condición natural. La identidad de género supone la internalización
de lo que es aceptado y lo que está prohibido con relación a:

 Las formas de comportamiento y modos de ser apropiados socialmente para las


mujeres o para los hombres.
 Las formas de expresión de ideas, sentimientos y actitudes igualmente apropiadas
socialmente para unas y otro.
 Las forma de auto percepción y auto valoración.
 La forma en como se percibe y valora a las personas del mismo sexo o del sexo
opuesto,
 Las funciones y roles sociales que la sociedad considera corresponden a las mujeres
y a los hombres.

Como apunta Milagros Lores Torres (2005):

En tanto que lo masculino se define como norma, lo femenino aparece como


diferencia, como “lo otro” que constituye los límites de la identidad masculina.

37
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

(La identidad) Se trata de una construcción relacional de lo masculino que


implica la heterodesignación del sujeto femenino y la relega a ocupar un lugar
en el sistema de representación del mundo. Así, la identidad de la mujer, fundada
en la concepción esencialista de la naturaleza femenina, aparece definida en el
ámbito de lo privado frente a lo público, en el ámbito de la naturaleza frente a la
cultura, en el ámbito de la tentación frente a la virtud, en el ámbito de la
reproducción frente a la producción, en general el ámbito de opresor / oprimido
que constituye el paradigma patriarcal.

Los géneros se construyen pues, como identidades excluyentes, lo que quiere decir que ser
hombre es no ser mujer; y ser mujer es no ser hombre. No se aceptan como propias las
características o actividades que se cree que son del otro sexo. La transgresión en todas las
sociedades tiende a ser sancionada. Los comportamientos derivados de la identidad de
género tienden a alinearse con los estereotipos y roles de género.

Estereotipos de género. Intelectualidad, lenguajes, valores


Prejuicios valorativos. concepciones, imaginario, fantasías,
Autoimagen individual. deseos, actividades y creaciones,
PENSAMIENTO Autoimagen grupo adscripción de genero, sentido de la vida, valoración de la
etc. propia existencia, afectividad ,
Sentimiento de si. autoidentidad de género, recursos
Satisfactorios vitales de tiempo espacio, ubicación en
EMOCION Insatisfatorios el mundo, concepción del cuerpo
Actitudes propio y del otro género, recursos
Discriminatorias activas simbólicos, conciencia de poder,
COMPORTAMIENTO Discriminatorias pasivas: Autoexclusión, conciencia de límites y alcances de las
aceptación, etc relaciones, concepciones del placer y
el dolor, etc., etc,

II.5.3.Roles de Género

Los roles de género son las tareas o papeles u funciones sociales normativas que las
personas desempeñan en las esferas y espacios que les corresponden dentro del orden de
género. (familia, comunidad, grupos) de acuerdo con los aprendizajes que corresponden
según su sexo y a cada identidad subjetiva de género masculino o femenino.

Los valores asociados al género son la causa principal del mantenimiento de los roles
asignados socialmente a cada uno de los sexos, dando lugar a los estereotipos. Son
generalizaciones basadas en ideas preconcebidas, prejuicios o preconceptos que se tienen
acerca de cómo deben ser las personas. Las expectativas de comportamiento que existen
para cada sexo responden a modelos socialmente aceptados y dispuestos para que las
personas desarrollen fácilmente un grado importante de identificación con los mismos. La
opinión generalizada socialmente, acerca de cómo debe ser el comportamiento asociado a
cada sexo, impone los modelos y orienta el comportamiento y las expectativas que
tenemos respecto de las personas con las que nos relacionamos.

38
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

En casi todas las sociedades y desde una perspectiva tradicional, los roles de las mujeres,
generalmente se asocian con el ámbito y el trabajo doméstico, con la crianza y el cuidado
de la familia. Por lo general y tradicionalmente los roles masculinos, están relacionados con
el espacio y las actividades fuera del hogar en el ámbito público, con el trabajo productivo
y la gestión pública comunitaria o personal.
Aun cuando los roles de género se tienen como “naturales” no lo son. Su naturalización
obedece a la permanente repetición de las asignaciones a los hombres y las mujeres. Por
ejemplo, si siempre el cuidado de la casa de asigna a las mujeres, se piensa que las personas
del sexo femenino están “naturalmente” mas capacitadas para limpiar, cocinar, atender a la
familia en sus necesidades. Las asignaciones de tareas que comienzan en la formación
temprana viabiliza la idea de que hay labores o tareas, o profesiones o campos de estudio o
de desarrollo personal, femeninos y masculinos y que son mutuamente excluyentes y llegan
a crear fronteras impenetrables de desempeño para el género-sexo diferente.

Estos roles están igualmente sometidos a la valoración jerárquica implícita en las relaciones
de poder. Las tareas femeninas son menos valoradas que las masculinas y esto trae como
consecuencia que las mujeres, también sean menos apreciadas en su condición humana y
que el trabajo reproductivo se tenga como no trabajo y sólo se considere verdadero trabajo
al trabajo productivo que es remunerado. Esto supondría que las mujeres están fatalmente
destinadas sólo a las tareas domésticas y que los roles de genero no pueden cambiar: “las
mujeres son de la casa y los hombres son de la calle”.

II.5.4.Género y Sexualidad

Comúnmente se tiene la idea de que sexo y sexualidad son términos equivalentes o


intercambiables y se refieren a la misma propiedad, característica o experiencia humana y,
más aun, que sexo o sexualidad se refieren al cuerpo y en última instancia están reducidos a
la genitalidad. Existe la creencia generalizada de que la sexualidad es una especie de fuerza,
energía, impulso natural cuya expresión, en muchos casos, muy difícilmente puede ser
controlada social o culturalmente, porque representan un imperativo de la condición
biológica, especialmente en los hombres.

La idea tradicionalmente sostenida a partir de los mandatos patriarcales, de que solamente


el cuerpo determina y es el asiento o es el exclusivo componente de la experiencia sexual
de las personas, deja fuera de cualquier posibilidad de análisis, muchas de las expresiones
de la sexualidad que resultan innegablemente simbólicas y no corporales y hace muy
complejo determinar qué es lo que se puede llamar experiencia sexual.

39
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

En 2004, la Organización Mundial de la Salud señaló que la sexualidad es un aspecto


central de la existencia humana y está presente a lo largo de toda la vida en la que se integra
a través del sexo, de la identidad del género femenino o masculino, de los roles que se
asignan socialmente a hombres y mujeres, del erotismo, del placer, de la intimidad y de la
reproducción. De hecho la sexualidad se expresa en tres dimensiones: lo biológico, lo socio
cultural y lo psicológico, lo cual significa que la mente pensante, las emociones y
comportamiento son niveles de expresión humana por las cuales transita la experiencia de
la sexualidad.

Valores
Actitudes

Fantasías
Deseos

Esferas de
expresión
Prácticas Comportamiento
de la s
sexualidad

Creencias
Pensamientos

Relaciones Roles

La sexualidad se experimenta y se expresa en los pensamientos, en las fantasías, en los


deseos, en las creencias, en las actitudes, en los valores, en los comportamientos, en las
practicas, en los roles y en las relaciones. Si bien la sexualidad potencialmente incluye
todas estas dimensiones, no todas las personas las experimentan o expresan en su propia
sexualidad y en ello, el género al cual se pertenece es la referencia fundamental para
determinar lo que esta permitido o prohibido en ello, según sea la persona un hombre o una
mujer. Estas expresiones generizadas de la sexualidad están influenciadas por las
interacciones que se dan entre lo biológico, psicológico, social, económico, político,
cultural, étnico, legal, histórico, religioso y por factores espirituales.

Hoy por hoy es sabido que toda la vida humana está conectada directa o indirectamente,
potencial o concretamente con la sexualidad. Prácticamente, en todas las esferas de la
experiencia personal y colectiva es posible desentrañar o detectar la conexión con la

40
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

sexualidad, construida a partir del dualismo sexo-género que ha caracterizado a la historia


de las y los seres humanos en el marco del patriarcado como discurso fundante.

A partir del avance conceptual sobre todo lo que el género supone, hay clara conciencia del
origen socio cultural y patriarcal de lo que los seres humanos identificamos como sexo y
sexualidad, ya que ambos están fuertemente determinados por las construcciones históricas
dualistas que les han dado significado y han determinado sus alcances en la experiencia
personal de mujeres y hombres. Esto significa que la sexualidad se ha conformado
históricamente siguiendo coherentemente la matriz heterosexual que postula el patriarcado
y en las condiciones impuestas por la desigualdad de género y es aspecto sustantivo y
radical de la definición de tales desigualdades.

Vida humana

Sexo Vida
afectiva
Vida
pública
Cuerpo

Roles de
Erotismo género

Placer
SEXUALIDAD
Identidad de
género Vida
doméstica

Intimidad
Dolor
Auto y hetero
valoración
Orientación
sexual
Reproducción

Vida humana

Lo sexual y la sexualidad son constituidos e influidos, al tiempo que determinan e influyen


en los diversos sistemas que integran lo social: la educación, las creencias religiosas, el
derecho, lo político, la economía, la comunicación en todas sus formas, la tecnología, lo
político, entre otros. Esto significa que la sexualidad es coherente con los mandatos del
orden de género y que los valores, principios, pautas y mandatos que la definen están
impregnados del dominio control masculino sobre lo femenino. La sexualidad es una
dimensión fundamental de las asignaciones de género y sigue la dirección que define las

41
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

relaciones de poder en el patriarcado: desigualdad, discriminación y violencia. La


experiencia que domina la dinámica, los valores, las normativas, los comportamientos y
todas las expresiones de la sexualidad humana, es la masculina, aunque dicha dominancia
esté invisibilizada. Por ejemplo, por lo general se sostiene que la excitación sexual
demanda una cierta dosis de violencia, pero su dimensión agresiva al estar configurada
como parte de la actividad sexual,
Lo
es trastocada en placer y hasta
Lo biológico
psicológico Lo social erotismo. Este enmascaramiento de
la violencia no elimina su verdadera
Lo Lo político naturaleza.
económico

Influencias Cazés (2000) señala algunos de los


en la
sexualidad
Lo
Lo cultural criterios que encierran la mayor
espiritual
valoración que históricamente se ha
asignado a los hombres y de ellos
Lo legal
Lo étnico
derivan los paradigmas que guían la
Lo Lo sexualidad masculina y femenina y
religioso histórico
son fuente de estereotipos respecto
a estos comportamientos:

 Los hombres y las mujeres son esencialmente diferentes, los hombres son superiores
a las mujeres; los "hombres de verdad" también son superiores a cualquier hombre
que no se apegue a las normas aceptadas como características propias de la
masculinidad dominante.
 Cualquier actividad, actitud o conducta identificada como femenina, degrada a los
hombres que las asuman como propias.
 Los hombres no deben sentir y si fuese el caso que las sintieran, tampoco deben
expresar emociones o sentimientos que tengan semejanza, aunque sea mínima, con
sensibilidades o vulnerabilidades identificadas como femeninas.
 La capacidad y el deseo de dominar a las demás personas y de triunfar en cualquier
competencia, son rasgos esenciales e ineludibles de la identidad de todos los
hombres.
 La dureza es uno de los rasgos masculinos de mayor valor.
 Ser el sostén de su familia es central en la vida de cada hombre, y constituye un
privilegio exclusivo de los hombres.
 La compañía masculina es preferible a la femenina, excepto en la relación sexual.
 Esta última es, en términos generales y virtuales, la única vía masculina para
acercarse a las mujeres, y permite tanto ejercer el poder como obtener placer.

42
Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

El ideal masculino o femenino son normativos y sus exageraciones y radicalización


conducen a los estereotipos.

II.5.5.Los estereotipos de género

Un estereotipo es una imagen mental muy simplificada y con pocos detalles acerca de un
grupo humano que comparte ciertas cualidades características. Son representaciones
repetidas frecuentemente que convierte una realidad compleja en una idea simplificada y
distorsionada, ya que se hace más énfasis en algunos aspectos del grupo a que se refiere el
estereotipo, mientras que se ignoran otros. Pueden entenderse como creencias sobre los
atributos que caracterizan a una categoría social y sobre los que hay un acuerdo sustancial.

Algunos estereotipos se convierten en un modo “natural” de pensar, de hablar acerca de


grupos sociales reales como las mujeres, las y los aborígenes, las y los negros, etc.; son
descripciones originadas en apreciaciones o valoraciones subjetivas, controladas que
contienen huellas de relaciones de poder existentes en el estereotipo. Por ejemplo: las
rubias son tontas, los de tal parte son ignorantes, etc. En los refranes populares, en los
mitos, las historietas, las creencias culturales y religiosas, el lenguaje de los medios de
comunicación, de la publicidad, en los productos del cine, de la televisión, los chistes, las
tiras cómicas, las canciones populares, los cuentos, el discurso jurídico, el de muchas
ciencias y en la literatura, circulan estas imágenes e ideas muy simplificadas, que son
exageraciones, sobre los hombres y las mujeres, que generalmente se asumen como
verdades, sin que sean ciertas. Estos son los estereotipos de género.

La idea de que las mujeres son el “sexo débil” y los hombres son el “sexo fuerte”, son
estereotipos, ideas falsas que se repiten, generalmente, en detrimento del valor humano de
las mujeres, por las relaciones de poder existentes entre los géneros. En el cuadro que se
inserta a continuación se ofrece una muestra de estereotipos de género comunes en nuestra
sociedad.

Las mujeres son: Los hombres son:


Dependientes Pasivas Frágiles Líderes Independientes Agresivos
Débiles Seguidoras Volubles Protectores Poderosos Aventureros
Incompetentes Espectadoras Miedosas Consistentes Competentes Concentrados
Menos Modestas Pacificadoras Valientes Más importantes Autónomos
importantes Subjetivas Cautelosas Impetuosos Lógicos Activos
Emocionales Suaves Flexibles Autoritarios Responsables de las Líderes
Ejecutoras Secretarias Cálidas Realizadores decisiones Agentes de
Amas de casa Maternales Cuidadoras Objetivos Responsables del acción
Apoyadoras Delicadas Cooperativas Sinceros sustento de la Ambiciosos
Pacientes Excitables Alegres Jefes familia Fuertes
Asertivos Estoicos Competitivos

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Fuente: Crisp Publications, Inc. (1990). Men and Women: Partners at Work (Hombres y Mujeres: Socios en el Trabajo ).

Los estereotipos de género actúan muchas veces como presiones a las que se someten las
mujeres y los hombres, dependiendo del significado del estereotipo en el aspecto que
mueve el interés de la persona. Los estereotipos vinculados con la masculinidad y la
feminidad respecto a la sexualidad, tiene un poder controlador muy significativo en el
orden patriarcal, donde el género esta centralmente atravesado en sus manifestaciones por
esta dimensión del comportamiento humano.

Hay un estereotipo culturalmente dominante de la masculinidad que falsamente concibe la


hombría como: dominio sobre la mujer, poseer mujeres, ser seductor, encuentros sexuales
frecuentes sin vinculo sentimental, no ser expresivo emocionalmente, valorar la fuerza
física, poseer el don de la sabiduría y ser poseedores por naturaleza del privilegio del
ejercicio del poder y el dominio, tendencia a la agresividad y la violencia como forma de
resolver diferencias, tomar riesgos innecesarios (velocidad, consumo de alcohol, otras
sustancias, etc.), ser los seres de la racionalidad, ser responsables de la supervivencia y del
orden social.

Igualmente hay un estereotipo dominante de la feminidad que la concibe como: ser


físicamente atractiva, deseable sexualmente, poseer relaciones sentimentales visibles,
someterse al dominio de su pareja para demostrar el amor, la maternidad como objetivo
fundamental de la vida de una mujer, vínculos sentimentales como aspecto esencial del
sentirse plenas mujeres, no tener nada propio y ser para otros.

II.5.6.El papel de las mujeres en el orden social de género de la subsistencia

Hay que recordar las características del contrato tradicional de género en el cual los objetivos
socialmente predominantes son los de la producción que dejan relegados a un segundo plano o al
plano invisibilizado de la reproducción.

PRODUCCIÓN
REPRODUCCIÓN
HOMBRES
MUJERES

ESFERAS SEPARADAS
MEDIADAS POR LA TRADICIÓN PATRIARCAL

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

Estas dos esferas son las que aseguran la pervivencia humana, sin embargo como se ha comentado,
la tradición patriarcal, nunca ha considerado el importante rol que juega en ello la esfera del
cuidado. Sus características asignadas son las siguientes: (Carrasco, 2002)

PRODUCCIÓN REPRODUCCIÓN
 Categoría analítica fundamental.  No es categoría analítica, fuera de la ciencia
 Actividad fundamental reconocida como social
trabajo productivo  Actividad considerada no trabajo
 Propósito obtención de beneficios  Actividad exógena a los núcleos
 Fundamento del proceso básico de la fundamentales de la acción social.
sociedad : la economía  Improductiva
 Resultado producción de bienes y servicios  Cuidado de la vida humana no visible como
 Gestores se reconocen como actores acción que sostiene existencia de la sociedad
sociales principales.  Centrada en la familia sin impacto social
 Actividades prestigiosas, reconocido. Actividades subalternas.
 Remuneración.  Sin remuneración,
 De lo público.  De lo doméstico.
 Masculinas.  Femeninas.
 Responsables de la supervivencia de la  Complementarias e insignificantes.
especie.

II.6.Síntesis esquemática de los paradigmas de interpretación de la realidad desde el


sexo y desde el género.

En un esquema que se presenta a continuación, se sintetizan las implicaciones de los paradigmas de


sexo y de género en sus respectivas posturas históricas. En uno los comportamientos de género se
conciben como naturalmente determinados; en el otro, se tienen como culturalmente construidos. El
punto central de la explicación contenida en el esquema, remite a la comprensión de que la
diferencia fue valorada como desigualdad, lo cual dio lugar a la jerarquía; y a la cual es inherente la
inequivalencia y consecuentemente la inequipotencia. En síntesis las relaciones entre los géneros se
tornaron a partir de la valoración diferencial, en relaciones entre no iguales, entre sujetos de valor y
potencia (poder) distintos. El punto de vista del sistema sexo y género ha sostenido durante casi
cinco milenios que tal cosa es obra de la naturaleza, que ha definido la asimetría en el marcaje sexo-
genital, principalmente, que nos acompaña, con algunas otras características diferenciales en la
anatomía y la fisiología, en todo nuestro curso vital.

Tal como se señala en otro gráfico, las relaciones de género otorgan al masculino el poder por
excelencia que es el poder de apropiación principalmente lo cual supone la hegemonía en la
capacidad de nombrar o dar sentido; el poder de dar lugar, asignar comportamientos, deberes y
derechos, ubicar y valorar, que son los significantes por excelencia de la apropiación, control y
dominación. Es por ello que la asignación defectiva que ha configurado el rol genérico de las

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

mujeres las ha excluido no sólo del espacio de los poderes, sino incluso de la categoría de ser
humanas, que asume el poder como su privilegio.

PARADIGMAS sobre la relación entre SEXO y GÉNERO


PARADIGMA DEL SEXO GÉNERO PARADIGMA DE GÉNERO
Ha sido históricamente Relaciones, auto y hetero Es la concepción emergente.
dominante: concibe al valoraciones, actitudes Género son las conductas
género igual a sexo. Género comportamientos, roles sociales, adquiridas, culturales,
son comportamientos posiciones, rasgos de identidad, modificables
determinados por lo tareas y demás características que
biológico definen lo masculino y lo
femenino
Jerárquicas: dominación, Relaciones entre los sexos Igualdad con respeto a la
subordinación diferencia
Rígida, excluyente División del trabajo Convencional, compartida
Excluyentes: Doméstico Espacios, roles y ámbitos de Espacios compartidos.
(Fem), Público (masc) experiencia.
Hombre valioso Valoración social de cada género Masculino y femenino
Mujer Inferior equivalentes
El dominante. Posición en sistemas de Igualdad
Ella excluida y/o parentesco, producción,
subordinada ciudadanía y subjetividad

II.7.Diversidad e Interseccionalidad en las consideraciones sobre el género

El término interseccionalidad fue introducido en 1989, por Kimberle Crenshaw para


referirse a las mujeres afroamericanas que eran excluidas de las políticas feministas y
antirracistas, ya que ni unas ni otras han tenido en cuenta la intersección entre raza y género.
La interseccionalidad es actualmente definida como una herramienta analítica para estudiar
y entender las diversas formas en las cuales el género se entrecruza y combina con otras
identidades y como ésto puede ser fuente de experiencias opresivas o de privilegio. Los
análisis desde la perspectiva interseccional, permiten igualmente buscar respuestas a las
consecuencias de estos hechos.

La interseccionalidad responde a hechos reales y concretos, ya que la identidad personal es


dinámica, múltiple y compleja y a ello se unen las experiencias personales en diversas
esferas de la realidad social y cultural que pueden ser fuente de discriminaciones y
exclusiones en su propia configuración, tales como la edad, la etnia, la raza, la clase y otras
que crean todo un panorama de pautas de comportamiento definido por diversos tipos de

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

valoraciones sociales incluyentes o excluyentes. Esta perspectiva aclara el hecho de que


una misma persona puede ser objeto de múltiples discriminaciones, porque el universo de
relaciones en las cuales nos movemos esta influido valorativamente por los factores
anotados: raza. etnia, edad, clase social, situación socio económica y otras.

Igualmente, puede darse el caso de que una persona discriminada en un plano, puede ser
sujeto de trato respetuoso en otro, como el caso de una persona que logra destacarse y ser
reconocido por su desempeño profesional, pero es discriminado racialmente en otro círculo
de relaciones no profesionales. En todo caso esto es relativo, porque las discriminaciones
por estos factores están sostenidas por mitos, ideas falsas y estereotipos cuyas raíces
emocionales son de difícil modificación. Donde hay discriminación racial contra las
personas negras o afro descendientes, puede que aun alcanzando posiciones
socioeconómicas destacadas en una comunidad donde esto se aprecia, simultáneamente su
amistad puede ser evitada, por prejuicios raciales, por aquellas mismas personas que
reconocen sus méritos económicos.

La apertura al conocimiento de cómo influyen estos factores ha permitido poner al


descubierto matices, anteriormente invisibilizados, que alcanzan la discriminación y los
privilegios y en general las relaciones de poder, en presencia de la asociación de esos
factores al género masculino o femenino. Cada uno de ellos agrega un peso específico a las
desigualdades. No se trata de una sumatoria mecánica de discriminaciones generadas en
estos factores que se suman al género, sino de un hecho complejo de carácter contextual
que pone al descubierto el peso y la unicidad histórica y universal de las relaciones de
poder entre los géneros y el carácter complejo de la desigualdad, tanto como de sus
soluciones.

En el caso de las desigualdades de género, las mujeres que además son víctimas de racismo,
de discriminación etaria, etnia u opresión socio económica, sufren más intensamente las
presiones discriminatorias, excluyentes y la violencia, en la conformación de sus
posiciones sociales y en la configuración de sus condiciones de vida. Por ello es posible
afirmar que la discriminación contra las mujeres es multicéntrica en las diversas estructuras
y sistemas sociales. (La Barbera, 2009). En esta perspectiva, interesa poner al descubierto
las relaciones de poder ocultas que están presentes en las situaciones de discriminación y
que hacen que las mujeres experimenten la discriminación desde diferentes vivencias
interseccionales. Los más avanzados feminismos de nuestra época, abogan por la visión
interseccional como clave para entender la complejidad de las relaciones de poder que se
potencian cuando se trata de las mujeres.

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

II.8.Género y Políticas Públicas9

El rápido desarrollo que ha alcanzado la aplicación del Enfoque de Género a las políticas públicas
ha permitido depurar las diversas clasificaciones y enfoques específicos que se han producido en las
políticas respecto a cómo tratar la situación y condición de las mujeres y los hombres en las
estrategias de desarrollo. Actualmente se pueden distinguir cuatro tipos de iniciativas respecto al
tema que son las siguientes:

Políticas Públicas Insensible y/o negativas a las desigualdades de género: Invisibilizan


o niegan las desigualdades en los derechos y en los hechos y por tanto refuerzan las
desigualdades y estereotipos de género.

Políticas Públicas Neutras a las especificidades o diversidad de género: Usan estrategias


inclusivas de mujeres y hombres en iguales proporciones, sin cambiar relaciones de género
y manteniendo paradigmas discursivos y operativos masculinos.

Políticas Públicas Sensibles a la diversidad, diferencias y desigualdades de género:


Usan estrategias que responden a necesidades principalmente prácticas y derechos
diferenciados de Mujeres y Hombres en ese plano. Facilitan el ejercicio de derechos
relacionados con las definiciones de género. Puede llegar a contribuir a reforzar la
subordinación en los roles tradicionales de género.

Políticas Públicas Género transformativas: Cuyas estrategias desafían abiertamente las


desigualdades de género. Promueven efectivamente la igualdad de derechos, la equidad y el
empoderamiento de género en la práctica real.

Ponen énfasis en cambiar o eliminar roles y patrones de género que mantienen la


desigualdad, o que violan o limitan el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, o
tienen impacto negativo en su ejercicio o las mantienen en asimetría de poder. Penetran en
los marcos estructurales objetivos y subjetivos que mantienen los valores, principio y
patrones de la desigualdad y la ampliación de los derechos.

Este último tipo constituye el horizonte hacia el cual están caminando las políticas de
igualdad más avanzadas. Su aplicación exige un enfoque sistémico y estratégico ya que

9
Para una explicación amplia de este tema se puede consultar la Guía 5. El ciclo de las PP con PEG II: Problemas de
Implementación y Transversalidad de la Igualdad de Género. En esta guía el tema está desarrollado en forma bastante
completa y fue elaborada por la autora como Material Pedagógico, para el Diplomado Superior en Políticas Públicas e
Institucionalización de la PEG, en FLACSO, México. 2011.

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

proponen un cambio estructural en las relaciones de poder y todo lo que eso implica en las
identidades y roles de género, en el marco del derecho a la igualdad sustantiva. Es por ello
que la herramienta metodológica necesaria es la estrategia que conocemos como
Mainstreaming o trasnversalidad de la igualdad de género.

El tipo de cambio que supone la ejecución de la transversalidad exige que esta sea
progresiva y es por eso que actualmente, lo más flexible para llegar eficientemente a la
igualdad de géneros es emplear, lo que se están denominando “políticas interfases” entre las
que mantienen la diferenciación en los roles de género (confinan a las mujeres a lo
doméstico y colocan a los hombres en lo público) y las más avanzadas que plantean la
igualdad real entre hombres. Esta interfase esta siendo dominada por las políticas que
buscan resultados a corto plazo en la mejoría de la situación y posición de las mujeres,
como paso intermedio, mientras se gesta la plena igualdad.

Políticas
Insensibles, Políticas Mainstreaming
ciegas específicas de Igualdad de
Políticas dirigidas a las género.
Neutras mujeres

Se busca que estas políticas dirigidas a las mujeres actúen como avances hacia la igualdad,
mientras, en forma simultánea, se adelantan las iniciativas que requiere el mainstreaming. Hay
aspectos que constituyen, según la mayoría de los diagnóstico nacionales, áreas críticas de la
subordinación de las mujeres, en política, economía, educación, salud, etc. Donde se puede ir
avanzando con acciones positivas de diverso tipo para mejorar a corto plazo la situación mientras se
aplican acciones positivas, por ejemplo para atender necesidades estratégicas.

Son acciones que están enmarcadas en objetivos estratégicos de mediano plazo en una estrategia
global de transversalidad, cuyos resultados atacan situaciones de gran vulnerabilidad. Un ejemplo
está por ejemplo en el establecimiento de las leyes de combate a la violencia o las cuotas electorales.
Sin embargo no hay que caer en la trampa de hacer de estas políticas específicas un fin en si
mismas, cosa que puede ocurrir si se pierde de vista que el objetivo es transformar no sólo los
aspectos inmediatos y visibles, sino ir al corazón mismo de las relaciones de poder para poder
garantizar la igualdad. Por otra parte las acciones específicas no pueden ser una llovizna de

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Igualdad de Género y Desarrollo Humano Sostenible

iniciativas que por muy positivas que puedan ser o parecer, pierdan el hilo conductos de la estrategia
principal, porque corren el peligro de ser minimizadas y a la larga desactivadas en sus propósitos.

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