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DESAFÍOS A LA ESCUELA Y LA VIDA EMOCIONAL DE LOS ALUMNOS EN EL MUNDO

DIGITAL León Trahtemberg, educador, 2018

Resumen: El mundo digital omnipresente demanda de los estudiantes de hoy capacidades


intelectuales y emocionales adicionales a las que rigen para la vida cotidiana en el mundo físico.
Esta ponencia pasa revista a esas capacidades y plantea propuestas para padres y maestros.

Detalles: Cuando se habla de educación y alumnos, inclusive sobre sus dimensiones


emocionales, la imagen que surge en la mente de los interlocutores es la de la institución
física, sea la escuela o la universidad. Sin embargo, más y más los alumnos viven una vida
simultánea interactuando en el océano digital, que tiene reglas de convivencia totalmente
distintas a las de la vida en el mundo real. Eso supone que la escuela de hoy debe migrar
hacia esa concepción dual de educación para vivir en ambos mundos.

De hecho, cada vez se publican más reportes sobre el uso y abuso de las redes sociales por
parte de los adolescentes y jóvenes, y las series y películas sobre adolescentes incluyen
sistemáticamente el uso de teléfonos inteligentes para su comunicación cotidiana a través
de las redes sociales, incluyendo su vida romántica y también el bullying.

La ponencia pone atención a las diversas facetas de la vida digital que demandan
capacidades crecientemente distintas a las que estarían en juego en el mundo físico.

A continuación, menciono alguna de ellas:


1). Retos del mundo cyber: acoso, robo, bullying, pederastía, apuestas, sexo, compras,
hackers-terrorismo, etc. que atentan contra
2). Empleo (robots, automatización, I.A.)
3). Juego, entretenimiento (videojuegos, personalizar Cine y TV)
4). Comercio electrónico
5). Privacidad (dispositivos electrónicos, digitales)
6). Intimidad (dispositivos electrónicos, digitales)
7). Reputación (amenazada por redes)
8). Identidad digital (I.A. y Big Data)
9). Seguridad (delincuencia digital, terrorismo)
10). Política (campañas, movilizaciones, troles)
11). Aprendizaje (neurociencias)
12). Padres-escuela (redes sociales)

Redes sociales e identidades de adolescentes por León Trahtemberg


IDENTIDAD VIRTUAL PARALELA

Aún si niños y adolescentes comparten computadores con sus padres y estos tienen acceso a su
cuenta de Facebook o Twitter (Instagram les es más incómodo), los jóvenes se las ingenian para
generarse otras identidades que no son conocidas por sus padres, en las que acumulan cientos o
miles de amigos con los que interactúan en la forma de una vida virtual paralela a la real, en la que
tienen más edad y desempeñan alguna actividad interesante y erótica (a las chicas les gusta
presentarse como modelos). Ser descubiertos derrumba anímicamente a los padres que se culpan
por fallar.
A los adolescentes este mundo ilusorio les resulta más cómodo porque no genera tensiones,
disputas o conflictos que no se puedan resolver con una rápida desconexión. Las redes sociales
constituyen un ámbito de autonomía e independencia que les permite a los adolescentes
emanciparse precozmente sin moverse de su habitación. Con los perfiles anónimos e identidades
supuestas y un lenguaje encriptado, los adolescentes logran construir en Internet identidades y
mundos sociales a la medida de sus deseos, lo que la aleja de su entorno más cercano si éste le es
hostil o complejo.
Bloquear a los adolescentes en sus redes sociales para aislarlos de sus comunicaciones solo
demuele la confianza mutua padres-hijos dando pie a reproches que polarizan sus posturas e
imposibilitan un diálogo y entendimiento mínimos.
Los padres deben entender lo importante que es acompañar a sus hijos, pero sin invadir sus
espacios de privacidad. Más bien intentar abrir espacios de comunicación con pautas razonables
de uso de las redes sociales con definiciones sobre qué cosas editar o postear, a quién aceptar y a
quién no, restringir el tiempo de conexión, etcétera.
Eso no supone dejar de leer e intuir situaciones anómalas como la de los hijos que se extralimitan
con perfiles paralelos o un consumo excesivo de horas en conexión.
Lo que resulta incomprensible es que la actividad desarrollada en Internet no suele ser tema
habitual en las tertulias familiares puesto que las redes sociales se han incorporado a la vida
cotidiana de todos nosotros. (Qué hacer cuando la vida en redes sociales de tu hijo va mucho más
allá de lo que creías, El País, 02 12 2017)

LA INVESTIGACIÓN SOBRE TICS LLEGA TARDE Por León Trahtemberg

En Princeton y UCLA encontraron que estudiantes que para tomar apuntes usan laptops tuvieron
menor entendimiento (medido en pruebas estandarizadas), que quienes tomaban apuntes a
mano.
Los alumnos pueden teclear más rápido de lo que pueden escribir, y su mente no alcanza a
procesar lo que dice el profesor (convirtiéndolos en mecanógrafos sin entender el contenido). En
cambios los que escribían a mano producían textos más sucintos, pero incluían los temas
destacados que se discutieron en la clase y tenían una mayor retención de lo discutido.
En la U. de York y la U. McMaster de Canadá se encontró que quien usa laptops se distrae más con
salidas fuera del tema de clase que los que no las usan, y retienen menos lo tratado en clase.
Además, el aprendizaje de quienes estaban sentados cerca de esos usuarios de computadoras, así
ellos no las usaran, también se ven afectados negativamente a manera de "externalidad negativa"
por la contaminación sonora (ruido del vecino) y visual: quienes están cerca ven la pantalla del
vecino. (“Laptops Are Great. But Not During a Lecture or a Meeting”, NYT, Susan Dynarski 22 11
2017)
Lo interesante de este estudio, que reitera varios similares anteriores, es que evidencia que los
usuarios de equipos electrónicos primero los compran y usan, mientras que la investigación
demora en documentar su valía o no para el uso deseado (como con el uso de los rayos X desde su
invención que cobró tantas víctimas)
Esto demanda de los docentes poseer una nueva capacidad: la intuición digital calificada, para
anticiparse a lo que aún no tiene respaldo científico.
Cuidado con el uso de tablets por los niños (tecnología) León Trahtemberg Correo 28 09 2018

Diversas investigaciones sobre el uso de tablets por parte de niños pequeños ya permiten
vislumbrar algunos hallazgos duros que procuraré reseñar a continuación.
El sentido común de la estimulación intelectual que dice “mientras antes mejor” lleva a creer que
en el mundo de hoy es bueno que los niños usen los aparatos digitales para “estar al día” con el
mundo en el que viven, lo cual está profundamente errado. Diferentes estudios muestran que el
uso de estos aparatos podría dañar el desarrollo neurológico, el comportamiento y la interacción
personal de los niños. Es más, la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de
Pediatría establecen que los bebes de 0 a 2 años no deberían tener ningún contacto con esta
tecnología ya que pierden habilidades sociales básicas; de 3 a 5 años restringirlos a 1 hora por día;
y de 6 a 18 años de 2 a 3 horas por día según la edad. A eso se suman los daños a la vista por
efecto de la radiación, los perjuicios al desarrollo muscular e incluso la formación de obesidad,
porque son niños que deberían tener muchas actividades motoras que se ven limitadas por el uso
sedentario de estos aparatos.
Algún efecto también se detecta en cuanto al creciente déficit de atención y dificultades en el
aprendizaje, retrasos cognitivos, aumento de la impulsividad y disminución de la capacidad de
autorregularse, trastornos en el sueño, aislamiento, y dificultad para ser empáticos.
Siendo así, lo recomendable es tener mucho cuidado de no convertir la tablet y sus juegos en la
niñera que se ocupe del tiempo libre y la recreación de los niños.

Padres de escolares al ataque con whatsapp, León Trahtemberg

Papás y mamás supuestamente usan el whatsapp para circular entre los padres de las clases
escolares de sus hijos todo tipo de información aspirando a que sea útil y productiva para el
bienestar de sus hijos. Sin embargo, la realidad parece perfilar un escenario distinto. Según
información que se va acumulando de diversos colegios, se está produciendo un efecto perverso,
sobre el que vale la pena reflexionar.
Aparecen patrones claramente identificables sobre esa forma de comunicación.
1) Usualmente, se trata de quejas, chismes, reclamos, cargamontón contra alguien: un profesor, el
director, promotor, o un alumno o alumna que no gusta a algunos padres.
2) Rara vez aparece algún elogio o reconocimiento, que en todo caso es muy poco frecuente (o se
reserva para los epitafios del aludido).
3) Usualmente el tema materia de la queja o crítica no lo puede resolver nadie que sea parte de
ese grupo del whatsapp. Es pura descarga, unilateral, además, porque el personaje sobre el que se
produce la queja, que podría tener una explicación razonable sobre el problema o en todo caso
resolverlo si es que hubiera razón para ello, no es parte del grupo. Se habla a sus espaldas.
4) Pocos (si alguno) verifican si lo que está diciendo quien se queja es cierto y objetivo, y si
realmente es un asunto colectivo o sólo un tema personal explicado desde la mirada de quien se
queja. Obviamente, para quien se queja siempre “mi hijo está bien y la culpa la tiene el otro” o si
es institucional “el colegio debería…” etc. Como el “otro” o “el colegio” no está presente en el
chat, siempre la información es sesgada y unilateral.
5) Si por alguna razón la queja de un padre o madre es canalizada a un funcionario escolar cuya
explicación es aceptada y aclara el panorama, rara vez alguien se lo dice al grupo del chat. Queda
en el fuero interno de quien recibió la explicación. Para los demás, el problema sigue tal cual.
6) En todo grupo de padres y madres hay los y las que son más histéricos o reactivos, ansiosos, que
no pueden esperar un minuto para verificar, clarificar las cosas o ponderar las consecuencias de lo
que escriben, y necesitan compartir su angustia de inmediato por el chat.
A su lado, hay padres y madres más pausados, ponderados, escépticos, que no avalan lo
comentado o hasta discrepan pero que no dicen nada en el chat para confrontarse con los líderes
de la queja o el chisme. No quieren enemistarse o simplemente no le dan bola, por lo que la
cancha del chat queda libre solo para los que se quejan y los que se suman a ellas.
¿Quién gana con todo esto? Nadie. Quizá en colegios débiles los “quejadores” principales se ganen
alguito si es que el colegio para aplacarlos les concede sus caprichos (lo que obviamente perjudica
a sus hijos, que no recibirán el trato igualitario y correcto que merecerían, lo que los debilita,
porque se acostumbran a que sus padres saquen la cara por ellos). ¿Quién pierde? Todos, porque
se intoxica el ambiente, se afecta el vínculo de los padres con el colegio, se afecta la reputación del
mencionado en el chat que no tiene defensa, y finalmente indispone a los maestros, que suelen
enterarse de lo que se dice en el chat porque no falta un padre o madre que para congraciarse les
filtra la información.
Creo que uno de los principales retos de hoy para las escuelas de padres es abrir estos temas,
analizar sus diversas aristas, y comprometer a los papás y mamás más equilibrados y ponderados
hacer escuchar su voz de contención o confrontación ante el mal uso del chat colectivo. A riesgo
de que los eliminen del chat, habrán marcado una posición de valor en defensa de sus hijos.
No nos olvidemos que el chat funciona como el bullying. Hay un grupo de agresores y uno o más
agredidos. Solo la intervención de los testigos permitirá contener y confrontar al agresor para
desactivar su acoso y agresión, para beneficio de la convivencia colectiva. No hacerlo, es
convertirse en cómplice y dejarle la cancha libre al agresor para que haga puré a su víctima (que
mañana puede ser su propio hijo).
Por último, no olvidemos este axioma: cuando el colegio y los padres sienten que son aliados de
un mismo proyecto educativo y lo protegen, ganan sus hijos. Si los padres y el colegio viven en
conflicto y discrepancia, pierden sus hijos. Es igual que en la educación de sus hijos: cuando ambos
padres están alineados en sus posturas y estrategias educativas, ganan sus hijos; en cambio, si los
padres discrepan entre sí y transmiten mensajes contradictorios a sus hijos, les fracturan su
identidad, y con ello pierden sus hijos.
¿Qué dicen: jugamos a ganador o a perdedor?

Salud mental como prioridad escolar, León Trahtemberg, Correo, 03 Ago 2018

En recientes reuniones con altos funcionarios del Ontario Principals Council en Toronto-Canadá les
pregunté cuál es el tema nuevo que está entrando al debate educativo sobre el futuro de su
sistema educativo, habida cuenta que lo logrado ya es reconocido como bastante estable y exitoso
La respuesta unívoca fue LA SALUD MENTAL de los alumnos, basándose en un muy difundido
estudio publicado sobre el tema por la Universidad de Ontario y College Health Association
(OUCHA). (Ontario Student Survey finds Growing Need for Mental Health Services: Ontario Canada
Reference Group Executive Summary Spring 2016).
Sus principales hallazgos fueron: 65% de los 25,000 estudiantes encuestados informaron haber
experimentado una ansiedad abrumadora en el año anterior (+8% respecto a 2013); 46% se sentía
tan deprimido que le era difícil funcionar bien (+6%); 13% había considerado seriamente el suicidio
(+3%) y 2,2% había intentado suicidarse +0.7%).
Estos datos coinciden con los que se obtienen de estudios hechos en estudiantes norteamericanos
e ingleses que reportan serios problemas de salud mental y grandes limitaciones para atender las
consultas que necesitan los afectados. En el caso peruano hay varios estudios en adolescentes
hechos por el Instituto Nacional de Salud Mental Hideyo Noguchi que apuntan en similar dirección
con unos 1.7 millones de peruanos con depresión, la mitad de ellos escolares y adolescentes.
¿No deberían estos datos ser suficiente estímulo para profundizar en las causas y abordar una
política de atención a la salud mental de los escolares y universitarios peruanos?

Teléfono celular: una pistola con enciclopedia, León Trahtemberg, Diarios Regionales 01 07 2018

Hace poco tiempo, los padres se preguntaban si permitir o no a sus hijos tener una cuenta en
Facebook y si deberían supervisarlos. Hoy la pregunta se traslada a darles o no un celular y bajo
qué condiciones. El espectro incluye padres que se niegan a darle celulares a sus hijos –en aras de
protegerlos y evitar su apego a las pantallas- hasta los que se los entregan sin regulación, control
ni rendición de cuentas alguna –aduciendo que confían en que sabrán usarlo con responsabilidad y
que no pueden invadir la privacidad de sus hijos-. En el medio están quienes entregan el celular
conociendo su clave de acceso y con un filtro de control parental que permite decidir sobre
accesos permitidos, horarios y tiempos de uso.
Pienso en tres asociaciones útiles para que los padres consideren antes de entregar un celular a
sus hijos. Una con la pistola. El mal uso del celular puede hacer mucho daño a otros y a la inversa,
a uno mismo, especialmente por vía del whatsapp y toda la información personal que queda a
disposición de terceros. Otro, con una enciclopedia. El celular integrar todos los programas que los
conectan a redes sociales, comerciales, bancarias, seguros, aplicativos, etc. lo que permite
construir una biografía, historia y perfil de gustos y actitudes de cada persona. A manera de un
saber enciclopédico que quedará grabado para siempre y para ser usado de mil maneras por
terceros. La tercera, la del sueño. Los adolescentes necesitan dormir 8 a 10 horas para reparar su
equilibrio corporal pero el uso hasta tarde del celular, e incluso llevarlo a la cama, constituye una
permanente fuente de ansiedad que perturba el sueño reparador.
Dicho esto, si los padres son los propietarios del celular y la línea que le será entregado a sus hijos,
¿porque no pueden entregarlo estableciendo pautas y condiciones para su uso? No olvidemos que
la autonomía juvenil y el comportamiento responsable son construcciones continuas en el tiempo,
desde que el niño es pequeño hasta que se vuelve un adulto independiente, y en cada etapa de
ese tránsito por la vida se requiere algún tipo de acompañamiento, supervisión y límites dentro de
los cuales el joven cultiva su identidad y valores.

Referencias Bibliográficas:

40 Usos del Celular en el Aula, February 19/02/2015 by Diego Santos


https://www.examtime.com/es/blog/usos-del-celular-en-el-aula/

Imbernòn Cuadrado in Frontiers in Computational Neuroscience


https://www.sciencedaily.com/releases/2016/10/161024095238.htm?utm_source=feedburner&u
tm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+sciencedaily%2Fmind_brain%2Fliteracy+%28Litera
cy+News+--+ScienceDaily%29

Neurociencia y educación: 12 principios que todo educador debería conocer, Camila Londoño abril
27, 2018 http://www.eligeeducar.cl/neurociencia-educacion-12-principios-educador-deberia-
conocer

Qué hacer (y qué no) en el grupo de WhatsApp de padres del colegio. En ocasiones, la raya roja
entre el buen uso y el abuso de estos grupos de progenitores de niños en edad escolar es difusa El
País 28/02/2017 http://www.abc.es/familia/educacion/abci-hacer-y-no-grupo-whatsapp-padres-
colegio-201702282049_noticia.html

“Redes sociales y jóvenes. Uso de Face­book en la juventud colombiana y española” en


Comunicar, nº 40, v. XX, 2013, Revista Científica de Educomunicación; páginas 127-135; Ana
Almansa Martínez, Málaga (España) Oscar Fonseca, Bogotá (Colombia), Antonio Castillo Esparcia,
Málaga (España) file:///C:/Users/Leon%20T/Downloads/Comunicar-40-Almansa-Fonseca-Castillo-
127-135.pdf

Smartphone Addiction: The Slot Machine in Your Pocket, Tristan Harris July 27, 2016,
www.spiegel.com

Stanford researchers find students have trouble judging the credibility of information online
November 22, 2016 By Brooke Donald https://ed.stanford.edu/news/stanford-researchers-find-
students-have-trouble-judging-credibility-information-online

Suicidios: 3,6% de adolescentes lo intentaron en Lima y Callao

Thank you for being late: An optimistic guide to thriving in the age of accelerations. Thomas L.
Friedman , 2016, USA, Pags 298-300

Uso y abuso de las redes sociales digitales en adolescentes y jóvenes


Arnao y Surpachin, CEDRO 2016 http://elcomercio.pe/lima/suicidios-3-6-adolescentes-intentaron-
lima-callao-276648

Your Phone Knows If You’re Depressed Mandy Oaklander July 15, 2015; You Asked: Am I Addicted
to My Phone? Markham Heid Feb. 24, 2016

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