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Schumpeter, J. A. (1928). The Instability of Capitalism.

The Economic Journal, 38 (151), 361-


386.

El artículo “The Inestability of Capitalism” escrito por Schumpeter en 1928, tiene como
contexto la época de la posguerra y todos aquellos acontecimientos que aunque fuera del ámbito
económico, terminaron por afectar el funcionamiento del sistema capitalista bajo el surgimiento
de numerosas inestabilidades que se convirtieron en foco de atención para los economistas de la
época. Sin embargo, más que diagnosticar estas inestabilidades o formular políticas para darles
solución, Schumpeter tuvo como propósito responder la siguiente pregunta: ¿es el sistema
capitalista estable en sí mismo?.

Para dar respuesta a esta pregunta, es preciso aclarar que Schumpeter se plantea este
cuestionamiento con un interés científico más que diagnóstico, interés que proviene desde los
planteamientos de su libro “Teoría del Desarrollo Económico” donde estudiando el ciclo
económico empieza a encontrarle relación con otros temas relacionados con el dinero y el
empresario, incorporando además las teorías del equilibrio para construir una teoría del cambio
económico que contribuyera a comprender las vicisitudes del mundo capitalista. Por lo tanto,
este artículo nace de las ideas ya fundadas en Schumpeter para analizar el cambio económico
dentro del sistema capitalista, unido a un contexto de inestabilidades que hicieron propicio el
cuestionamiento sobre la estabilidad del sistema capitalista.

Para desarrollar el artículo, el autor inicia aclarando el campo de investigación con una
distinción entre estabilidad e inestabilidad, posteriormente define las características del sistema
económico, resaltando cuatro aspectos: la propiedad privada, la iniciativa privada, la producción
de mercado y el crédito. Luego analiza las circunstancias de estabilidad e inestabilidad en el
sistema económico capitalista, asociando la idea de progreso a lo que sería el centro del sistema
- el concepto de “innovación”- y particularmente, el empresario innovador como sujeto
fundamental en la vida económica, y la innovación como el espíritu empresarial que se
constituye en la esencia misma del progreso de la economía capitalista.

Dentro de los principales conceptos definidos por el autor se encuentra la definición de sistema
económico entendido como un sistema de variables y parámetros formado por cantidades de
mercancías y las relaciones entre estas y sus precios, que determinan mutuamente sus niveles de
equilibrio y respectivas tasas. También se encuentra la distinción entre orden capitalista y
sistema capitalista, donde el orden capitalista hace referencia a la supervivencia institucional
del capitalismo, es decir, a la cuestión de la duración del capitalismo. El autor señala, que se
hace referencia al sistema capitalista cuando se busca plantear la estabilidad o inestabilidad del
sistema, es decir, de las actividades económicas. De esta distinción, surgen dos postulados del
autor: “la simple inestabilidad del sistema, cuando sea demasiado severa, puede amenazar la
estabilidad del orden” y “el sistema puede tener la tendencia a destruir el orden quebrantando
las posiciones sociales en que dicho orden se basa”.

Con respecto al sistema capitalista, el autor afirma que se ha comprobado su estabilidad,


pudiendo ser demostrada racionalmente en condiciones estáticas, y para ello se explica el
equilibrio en condiciones de competencia perfecta, donde la estabilidad del sistema se da
cuando el precio de oferta es una función creciente de la cantidad del producto. Sin embargo, en
condiciones de competencia perfecta también se menciona la presencia de inestabilidades al
existir un flujo de bienes y servicios en constante cambio, como consecuencia de variaciones
estacionarias, generalmente producidas por variables externas como el crecimiento de la
población o del ahorro. No obstante, estas inestabilidades son temporales y no ponen en riesgo
al sistema, dado que se ajustan a un nuevo equilibrio. Adicionalmente, en condiciones de
monopolio, tampoco se espera que siempre se imponga el equilibrio porque los monopolistas
tienen mayores incentivos para no seguir el precio de equilibrio, teniendo en cuenta que tienen
mayor poder de mercado.

Schumpeter señala que es el progreso económico lo que hace o explica las variaciones que
conducen a estas inestabilidades, pero este progreso no es la causa sino el resultado de una
fuerza más importante “la innovación”, que en principio, corresponde a las nuevas
combinaciones de factores de producción, la oferta de nuevos bienes y servicios, la utilización
de nuevos métodos de producción realizadas por las nuevas empresas que ingresan al mercado
y que impulsan a las demás empresas a asumir nuevos cambios.

Para Schumpeter, la esencia de la innovación se encuentra en el “emprendedor”, al considerar


que innovar es un fenómeno social del liderazgo, siendo característica del empresario asumir
diferentes aptitudes para superar las dificultades, modificando las prácticas empresariales
habituales. En general, la naturaleza de la función del empresario es el proceso de innovación.
Esta función del empresario destruye el equilibrio que pueda haberse establecido anteriormente
y los cambios que se implementan conducen al progreso en el sistema capitalista.

Por lo tanto, las inestabilidades como tal, surgen de los procesos de innovación asumidos por el
empresario, los cuales conducen a un nuevo equilibrio económico, respondiéndose así la
pregunta planteada por el autor: ¿es el sistema capitalista estable en sí mismo?, encontrando que
aunque en algún momento haya inestabilidad del sistema (como producto de las innovaciones),
no hay inestabilidad económica del orden capitalista, por tanto el sistema seguirá siendo estable.
La única causa de inestabilidad que es inherente al sistema -la innovación- surge como
producto de la “destrucción creativa”, una función del empresario que provoca la obsolescencia
de bienes, servicios, métodos y factores de producción; por lo tanto, cuanto más progrese una
economía se llega a nuevos equilibrios, conservando el orden capitalista. Como tal, el sistema
capitalista logra mantener su estabilidad.

Este texto guarda relación con otras lecturas estudiadas a lo largo del curso, como “El espíritu
capitalista” de Weber y “El nuevo espíritu del capitalismo” de Boltanski y Chiapello. Con
Weber, se logra comprender el estilo de vida que se asumió en el capitalismo, sujeto a normas y
sometido a una ética determinada, que constituye “el espíritu del capitalismo” como una
ideología que justifica el compromiso de las personas con el sistema capitalista. Por otra parte,
Boltanski y Chiapello, también definen el espíritu del capitalismo, mencionando la existencia de
tres de ellos a lo largo de la evolución del capitalismo, donde el primer espíritu, el mismo
descrito por Weber, tuvo como figura al empresario burgués y su capacidad de asumir riesgos e
innovar, caracterizando así al empresario del que se refiere Schumpeter en su artículo. Estas
dos lecturas, permiten realizar un análisis del funcionamiento del sistema capitalista, tanto en lo
referente a la comprensión del sistema económico, como en la ideología que sostiene el sistema.
Por lo tanto, resultan siendo lecturas que al igual que Schumpeter, permiten analizar la
estabilidad del sistema, desde enfoques diferentes, pero teniendo en común al empresario como
actor clave dentro del sistema.
Finalmente y con referencia a la relación del texto con mi proyecto de investigación, considero
que la lectura y en general, la literatura de Schumpeter centrada en la innovación, brindan
elementos claves para comprender el proceso de capacidad de absorción del conocimiento de las
empresas, dado que este proceso asume la existencia de unas habilidades organizacionales que
permiten adquirir y asimilar conocimiento externo para convertirlo en innovaciones. Por lo
tanto, en mi proyecto de investigación, la visión del empresario schumpeteriano se considera
como un antecedente que debe ser estudiado para poder comprender que la innovación es la
principal motivación de las empresas para adquirir y transformar el conocimiento. El empresario
innovador de Schumpeter, permite comprender que el rol del emprendedor con respecto al
conocimiento, es introducir nuevo conocimiento al mercado.

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