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El hilo y las huellas: lo verdadero, lo falso, lo ficticio.

(Carlos Ginzburg):

 El autor trata de dar respuestas a la serie de golpes que ha sido expuesta la Historia.
 El autor hace un profundo análisis de las constantes dudas a las que es expuesta la
realidad a la que apela un historiador, para dar explicación a esto, el autor se remite
por una parte a antiguos relatos sobre hechos ocurridos a judíos, los cuales, a pesar de
ser verídicos, necesitaban exhaustivas pruebas para comprobar su veracidad y por
tanto ser abordados en un relato y a la vez ser aceptados.
 Por otra parte y avanzando claramente varios años, se hace referencia al holocausto
judío ocurrido en la Segunda Guerra Mundial, hecho que se ha puesto en duda debido
a corrientes que ponen en un escepticismo la realidad abordada en la Historia,
poniendo esta disciplina en un estatus de arte o simple escritura.
 El autor hace duras críticas a Hayden White que es uno de los intelectuales de la
corriente antes mencionada.
 Carlos Ginzburg hace énfasis en ciertas ideas, que a mi parecer son especialmente
rescatables y que a continuación abordare en un breve análisis. Estas ideas abordadas
por el autor tienen cabida en la polémica puesta en duda de la realidad producida en
el siglo XX.
 Una idea presentada por el autor, que por lo demás es bastante abordable, es que la
Historia desde siempre ha sido puesta en duda, y esto es debido a la veracidad de las
pruebas que pueda presentar algún historiador para validar su relato, un ejemplo de
ello son las mencionadas historias de los judíos que habían sido acribillados por los
cristianos, en donde el historiados para hacer de su relato uno aceptado y por tanto
verídico se sujeta de las normas epistémicas que pregonan en el momento, como
ejemplo, el de tener por obligación dos testigos para dar credibilidad.
 La segunda idea expuesta en el texto de Ginzburg tiene relación con la realidad,
entendiendo que, en determinado momento de la historia ciertos hechos fueron
cuestionados, es decir, que se puso en duda la realidad, por lo tanto, aquellos relatos
que hablaban de acontecimientos, como por ejemplo del holocausto judío, pasaron a
ser considerados incluso como simple literatura o arte.
 El autor mantiene una postura clara al no aceptar estas interpretaciones, pues apoya
que, si bien el historiador se abstrae y escribe la realidad de otra época estando él en
otra, no se debe perder la significación de la realidad, entendiendo que ese algo que
ha sucedió no se puede negar, además argumenta la necesidad de hacer una fiel
separación entre lo que es la literatura y la historia, además de dejar el escepticismo
que rodea la historia, ya que ésta debe verse como una disciplina cognoscitiva de un
algo.
 Para finalizar se hace necesario mencionar el valor que Ginzburg le entrega a la
“memoria”, entendiendo que la historia construida mediante esta fuente, fue
bombardeada por aquellos positivistas que consideraban que este medio estaba
cargado de subjetividades, sin embargo, Ginzburg defiende esta fuente, considerando
que es una huella más dejada por un acontecimiento y aquel “testigo” tiene el derecho
de ser partícipe de la construcción del pasado.
 Esta última afirmación que entrega Ginzburg cobra sentida para mí, al entregar una fiel
defensa a la construcción historiográfica mediante la memoria, es necesario además
considerar esta idea, ya que saber que muchos de los relatos que se podrían enseñar a
jóvenes son construidos mediante la memoria.
 En este trabajo el relato se constituye en vehículo del discurso científico, puesto que
allí interactúan la ficción y la realidad, la literatura y la historia, la historiografía, la
historia y lo falso.
 El autor sostiene que los obstáculos que se interponen a la investigación como lagunas
deben sumarse al relato, introduciéndose así la "cocina" del análisis histórico. Desde
esta perspectiva se demuestra que el pasado, a pesar de todo, no es inalcanzable.
 Ginzburg realiza una fuerte crítica a la posición de Hyden White y Ankersmit, dentro
las miradas historiográficas posmodernas. Ginzburg al igual que Giovanni Levi, critican
fuertemente estas posiciones que le sacan a la historiografía su valor cognoscitivo, sólo
dándole una dimensión textual.
 Para Ginzburg una posición totalmente escéptica para con las escrituras históricas no
tiene asidero. Aunque un documento siempre tiene problemas con la realidad, la
realidad existe. La especificidad de la microhistoria italiana se debe buscar en la
apuesta cognoscitiva. Se sostiene que todas las etapas que marcan los ritmos de la
investigación son construidas, esta idea es claramente en rechazo a la posición
escéptica posmoderna.
 Hoy la insistencia de la dimensión narrativa de la historiografía no hace diferencia
entre relatos fantásticos y relatos con pretensiones de verdad. Ginzburg piensa que
una consideración de la dimensión narrativa de la historiografía no implica
necesariamente una reducción de las posibilidades cognitivas de la historia, sino una
intensificación de las mismas.

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