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1. AMBIENTACIÓN
SIGNO Una mesa con unas monedas, unas sandalias. Un letrero con la palabra
“Sígueme”.
CANTO SUGERIDO “Una tarde como tantas”
https://www.youtube.com/watch?v=bD6dfpkat3E
MOTIVACIÓN En silencio escuchar el canto sugerido… u otro vocacional. Sentir de nuevo la
llamada del Señor.
2. ORACIÓN INICIAL:
Guardemos silencio, y que cada uno contemple en su mente y corazón esa mirada de Jesús,
y se deje mirar por Él, viendo que quiere el Señor que abandonemos, Él nos mira con su
amor y nos elige.
Recordar el momento del llamado del Señor a Mateo, y cómo en esa palabra, “sígueme”, lo
reconcilia y lo capacita para relacionarse con los que lo han visto como un pecador público
sin entraren peleas o discusiones con ellos.
- Orar por las personas que nosotros vemos como pecadores públicos, pedir aceptarlas
como Jesús aceptó a Mateo.
- Orar por quienes nos ven a nosotros como pecadores, pedir para que todos nos sintamos
hermanos, amados y reconciliados por el Señor.
A cada una de las suplicas que libremente los laicos vayan expresando podemos
responder: Que tú mirada y llamado, Señor Jesús, nos reconcilie y hermane.
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3. TRABAJO EN GRUPO:
a. Lectura del texto: “Mateo, reconciliado y llamado”
b. ¿Existen en mi trato “categorías de personas” a quienes considero pecadores y excluyo de mi
relación? ¿Por qué?
c. ¿Cuál es la actitud de Jesús frente a esas categorías: su muerte, exclusión o la integración?
¿Qué puedo hacer para parecerme a Jesús en realidad?
d. La lectura nos ofrece ideas fuerza muy significativas, subraye tres (3) ¿Qué exigencias
encontramos para quienes compartimos la fe en Jesús y hemos abrazado una vida de
configuración con Él? Confrontar con el Proyecto de Vida, numerales: 13, 24, 40; Documento
Capitular “Anunciamos”, pág. 18, numerales 1, 2; pág. 21, numerales 12, 17.
5. COMPROMISO:
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MATEO, RECONCILIADO Y LLAMADO
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con alguien es signo de comunión, de por tanto, se encuentra en enemistad con Dios
hospitalidad y de profunda intimidad, como nos y con sus leyes. Sin embargo, su historia no
lo recuerda el episodio de los tres huéspedes de termina allí, sino que, con su llamado, Jesús le
Abraham (Gn. 18,4-8). ofrece la oportunidad de reconciliarse con Dios
y con sus semejantes. He aquí el valor de la
Así pues, la imagen de Jesús comiendo en casa
reconciliación en su múltiple orientación detrás
de Mateo desata la perplejidad de parte de los
del sencillo “sígueme” de Jesús; ¡cuánta riqueza
fariseos que preguntan con tono acusador a sus
en este llamado! Que no es sólo para Mateo,
discípulos: “¿Por qué su maestro come con los
también para cada uno de los creyentes,
recaudadores de impuestos y pecadores?” (Mt.
invitados a seguir al Señor, y lo podemos hacer
9,11). Aunque tenga propósitos falaces, se trata
gracias a Él primero nos reconcilia para que
de una legítima, pues si la comensalidad es
podamos dar el primer paso y seguir sus huellas.
símbolo de amistad, ¿cómo pueden estar en la
misma mesa el Hijo de Dios y quienes se oponen Nos mira con amor, nos reconcilia con esta
a Él con sus pecados? mirada que penetra el corazón y luego si se
escucha el sígueme.
La respuesta hay que buscarla al comienzo del
relato, en la descripción del primer encuentro El final de la historia deja ver que Mateo no
entre Jesús y Mateo, para que no haya lugar a opuso resistencia, sino que obedeció al llamado
confusiones acerca de su identidad. Pues bien, de Jesús y con su actitud lo reconoció como su
la descripción de aquel hombre permite maestro, pues reaccionó como un verdadero
suponer que no se trata de un pecador discípulo, es decir que: “se levantó y lo siguió”
cualquiera, sino de alguien que ha cometido (Mt 9,9). Esta descripción nos muestra dos
pecados contra el patrimonio de los demás. En actitudes progresivas de Mateo. Él se levantó,
efecto, los recaudadores de impuestos, que es decir que renunció a si pecado y abandonó
estaban al servicio de los romanos, eran para siempre su oficio de recaudador de
catalogados por sus compatriotas como impuestos. Solo después de haber dejado su
deshonestos y corruptos, pues con frecuencia enemistad con Dios, emprendió un nuevo modo
se apropiaban del dinero que no les de proceder caracterizado por el seguimiento
correspondía. Así se puede entrever en las de Jesús. Mateo ya no está enemistado con Dios
palabras de Zaqueo, después de su conversión: sino reconciliado con Él. El hombre que sigue a
“¡Mira Señor! Doy la mitad de mis bienes a los Jesús no es un pecador, puesto ha abandonado
pobres y si defraudé a alguien, se lo devuelvo el banco de los impuestos; ya no sigue el camino
duplicado” (Lc. 19,8). del pecado y de la corrupción, sino que sigue a
Jesús, su camino.
Pues bien, es ese hombre llamado pecador y
corrupto llamado Mateo, el protagonista de la Volviendo a la objeción de los fariseos sobre la
historia. Jesús lo ve y no lo deja abandonado a comida que comparten Jesús y Mateo, se puede
su suerte, sino que lo invita a dejar de estar responder que Jesús, inspirado en la voluntad
lanzándose en busca del dinero fácil y corrupto de Dios que no quiere la muerte del pecador,
para comenzar otro estilo de vida, por eso “le sino que se convierta y se salve (Ez. 33,11), con
dice: sígueme” (Mt. 9,9). Mateo es un pecador acciones de acogida, hospitalidad y comunión
que peca contra el pueblo, pues se ha hecho rompe la enemistad entre pecadores y Dios y
cómplice del imperio romano que lo oprime y,
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rescata su condición humana, dándoles la También podríamos ver en la cena un gesto de
posibilidad de vivir reconciliados con Dios. quien ya es reconciliado aprende a buscar
caminos de reconciliación con los demás; pues
Jesús reconcilia a Mateo con su llamado y luego,
si Mateo ofrece una cena, con ello está
con las actitudes de acogida hacia los demás
ofreciendo su amistad, si relación fraterna para
pecadores, brinda a rodos la posibilidad de la
con cada uno de los presentes, su invitación y
reconciliación. Con la reconciliación de los
los comensales dicen que es posible construir
pecadores, Jesús nos muestra que el pecado no
lazos rotos; es posible la reconciliación. Mateo
tiene la última palabra y que, aunque haya
no tenía mérito propio alguno, era un pecador,
pecados que parezcan irreconciliables, cada
para ser elegido, pero Jesús lo mira con
pecador recibe la oportunidad de dejar de pecar
misericordia y lo elige para un destino
para comenzar a seguir a Jesús con actitudes de
inconcebiblemente superior; lo llama, le
justicia y de misericordia.
propone un proyecto de vida que le tiene
El ejemplo de Mateo también nos enseña que reservado, transforma su existencia por
no hay pecados irreconciliables sino completo; dice san Beda: “Lo vio más con la
irreconciliados. Por eso una comunidad que mirada interna de su amor que con los ojos
sigue la senda de nuestro salvador Jesucristo, corporales. Jesús vio al publicano y, porque lo
busca también que el pecador no muera, sino amó, lo eligió, y le dijo: Sígueme. Sígueme, que
que se convierta y se salve. Así, incluso quienes quiere decir: Imítame. Le dijo: Sígueme, más que
han agredido gravemente a sus hermanos, con sus pasos, con su modo de obrar. Porque,
pueden también constituirse en ex pecadores y quien dice que permanece en Cristo debe vivir
ex agresores dispuestos a seguir el camino de como vivió él”.
justicia de paz, de reconciliación y de amor al
que Jesús llama.
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