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8°1
Un día cualquiera, amaneció en el
olimpo la diosa del hogar y del fuego
se despertó y encontró enfrente de
su cama al mismo dios de los mares,
Poseidón Hestia que estaba dormida,
se levantó furiosa huyo a todo correr
ruborizada se tapó para que el dios
no la viera desnuda pero Poseidón
pícaro le dijo que no pasaba nada, no
dejaba de decirle era la más bella de todas las diosas de
olimpo, intentando cortejarla la obsequio con miles y miles
de regalos a los que Hestia rechazo sin mera dificultad,
diciéndole que no podía mantener relaciones sexuales ni
con él, ni con nadie Poseidón se indignó tanto que dejo su
tridente caer y toda la tierra tembló durante varios días por
culpa de semejante estrepito.