TABLA DE CONTENIDO
Pág.
1. Introducción ………………………………………………………. 7
1.3. Metodología………………………………………………………... 22
Fuentes de información
Descripción de las variables o indicadores
Descripción de datos cualitativos
Consideraciones sobre las fuentes
2. La violencia en Santiago de Cali y en la comuna 15:
contexto general del barrio Mojica …………………………………. 26
5. Conclusión …………………………………………………………… 91
6. Bibliografía…………………………………………………………... 96
5
Pág.
Gráfico No.
Mapa No.
1. Barrió Mojica 45
2. Ubicación de las pandillas en el barrio Mojica 73
3. Ubicación de los hurtos en Mojica. 2007 84
7
1. Introducción
Con una tasa de 66 homicidios por cada cien mil habitantes en el año 2008, Cali supera
las tasas de otras ciudades capitales importantes en el mismo año como Bogotá y
Medellín que registran 19 y 43 homicidios por cada cien mil habitantes- en adelante
hpcch- respectivamente; traspasando aun la tasa de homicidios del país que presenta 33
hpcch1. Solo en el año 2008 se registraron 12.015 denuncias por hurtos de diferente
tipo en Cali, con un promedio de 1001 denuncias por hurtos al mes2. En este mismo año
se reportaron 8017 casos de violencia familiar3; situación que evidencia la necesidad de
profundizar sobre el conocimiento de la problemática en este contexto.
1
Policía Nacional (2008). Boletín sistema de información para la seguridad y la convivencia ciudadana
(SISC). Pp. 2
2
Policía Metropolitana de Santiago de Cali (2008). BID Boletín institucional.
3
Observatorio de Violencia Familiar de Santiago de Cali (2008). Boletín VIF. Secretaria de Salud
Municipal.
4
Según el Departamento Administrativo de Planeación Municipal de Cali, se entiende por barrio “la
unidad o célula básica de la ciudad con asentamientos humanos que debe contener además del área de
vivienda, las complementarias para salud, educación, seguridad y recreación y que además se ha creado
por acuerdo del Concejo Municipal (con base en los acuerdos 24 de 1983 y 86 de 1987)”.
8
En este caso el “escenario de violencia” fue la construcción teórica que nos ayudó
conceptualmente en la interpretación de los hechos presentados en Mojica. Definidos
como los espacios de relación entre la acción violenta y los espacios estructurales de la
sociedad, los escenarios nos permitieron considerar los hechos violentos en sus
contextos con categorías que en cierta medida tipifican un “conjunto de acciones,
actores y condiciones de desarrollo de la violencia, dándoles cierta lógica y autonomía
de explicación propia”5. Esto posibilito la construcción de los escenarios de violencia
familiar, de violencia asociada ha agrupaciones juveniles y de violencia asociada a los
hurtos, considerados los de mayor importancia en el análisis de la violencia en el barrio.
La frecuencia de hechos violentos entre familiares, tal y como se evidencia en los altos
niveles de denuncia por estos casos en Mojica; determinó que en el escenario de
violencia familiar se profundizara en las motivaciones que desencadenan el desarrollo
de acciones violentas principalmente contra la mujer y contra los niños, como las
principales victimas de violencia al interior del hogar.
Al constatar con los indicadores que los jóvenes son los actores que mas repercuten en
la intensidad de hechos como los homicidios y hurtos, actuando principalmente a
disposición de pandillas del barrio; en el escenario de violencia asociada a agrupaciones
juveniles, la intención radicó en estudiar tales pandillas que detentan distintos niveles de
organización, observando las acciones violentas que desencadenan, las modalidades de
sus actos, las normas que los caracteriza y la organización a la que apelan. Esto nos
llevo a establecer que las pandillas dirigen sus acciones especialmente a los atracos,
sumándose la violencia producida por el control del territorio y el monopolio de
negocios como el de las drogas y armas, situación que genera la mayor cantidad de
hechos violentos en el barrio.
5
Camacho, Álvaro y Guzmán Álvaro (1991). Colombia ciudad y violencia. Ediciones Foro Nacional.
Bogotá. pp. 27
10
El tercer capítulo se presenta una reseña histórica del barrio Mojica, construida a través
de entrevistas y de otros estudios históricos en este contexto. Además se caracterizan
las condiciones sociales básicas del barrio, a partir de indicadores demográficos,
económicos, educativos, sociales y de infraestructura general. De la misma manera, se
11
analizan los casos de violencia homicida, hurtos y violencia familiar en Mojica, que
corresponde a la descripción de las categorías cuantitativas antes mencionadas. En la
ultima parte de este capítulo se presentan algunas conclusiones donde de resaltan los
aspectos mas importantes en el análisis de los datos y se contrasta la situación de
violencia en la ciudad, la comuna 15 y el barrio Mojica.
6
Llorente María Victoria, Rubio Mauricio y otros (2000). Violencia homicida en Bogotá: más que
intolerancia. Paz Publica- Cede, Uniandes.
13
Con una intención similar al anterior estudio, María Victoria Llorente y Ángela Rivas
en la investigación “La Caída Del Crimen En Bogotá: Una década de políticas de
seguridad ciudadana”7, se centran en el decrecimiento de los índices de criminalidad en
Bogotá, producto fundamentalmente de las estrategias de la política de seguridad
ciudadana, adelantando acciones de control al consumo de alcohol y al porte de armas.
El trabajo contiene la descripción de los principales indicadores de seguridad durante el
periodo de 1994 a 2002. Además, el estudio aborda el impacto de las políticas públicas
para la prevención del crimen y la violencia en cada administración, concluyendo que la
institucionalización en el manejo de la seguridad ciudadana, las transformaciones
institucionales, los mecanismos alternativos adoptados para la resolución de conflictos,
la prevención de la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil, los mayores recursos a
la policía y el seguimiento a la actividad policial, fueron los elementos que propiciaron
el cambio de la actividad criminal en la capital Colombiana.
7
Llorente, María Victoria y Rivas Ángela (2004). La caída del crimen en Bogotá: una década de políticas
de seguridad ciudadana. Documento CEDE, Universidad de los Andes.
8
Aguirre, Katherine y Restrepo Jorge (2005). Aproximación a la situación de violencia e inseguridad en
Bogotá. CERAC, Bogotá.
9
Rubio, Mauricio (2000). “Estudio interpretativo de la violencia homicida en Bogotá”. En
Caracterización de la violencia homicida en Bogotá. Documento de Trabajo Nº 4. Bogotá. Paz Pública-
CEDE- UNIANDES y alcaldía de Bogotá.
14
Luís Fernando Duque11 en el estudio para diez municipios del Valle de Aburra, se
centra en la distribución de los diferentes tipos de violencia a través del trabajo con
variables de persona, edad, sexo, estrato socioeconómico y educación. Poniendo
especial atención en el análisis de los lugares y grupos humanos donde se concentran
los problemas de victimización y agresión; el objetivo es definir políticas en materia de
prevención de la violencia. Entre las conclusiones más importantes del estudio,
encontramos que en los diez municipios del valle de aburra hay un mismo patrón en
cuanto a la distribución de la victimización, la agresión y el haber sido testigo de la
violencia. Medellín es el municipio con las mayores proporciones de prevalencia de
violencia en el área metropolitana. Los hombres más que las mujeres son quienes tienen
las mayores probabilidades de ser testigos, victimas y agresores de todos los tipos de
violencia estudiados. En el Valle de Aburra los menores son el grupo con más altas
proporciones de victimización. Es también importante el altísimo nivel de no reporte de
las formas de violencia estudiadas.
10
Sánchez Torres Fabio y Núñez Méndez Jairo (2003). Determinante del crimen violento en un país
altamente violento: El caso de Colombia. Ministerio de defensa. pp. 18
11
Duque, Luís Fernando (2003-2004). La violencia en el valle de Aburra: su magnitud y programa para
reducirla”. Universidad de Antioquia. Medellín
15
En Cali, son varias las investigaciones que se han realizado sobre violencia,
destacándose los trabajos realizados por Álvaro Guzmán y Gildardo Vanegas. Entre los
estudios más importantes, encontramos los diagnósticos de violencia homicida en
199313 y 199614, donde Guzmán, Bayona, Vanegas y Domínguez estudian la violencia a
partir de variables geográficas y cronológicas; agregando al análisis cuantitativo los
medios involucrados y las características de las víctimas como edad sexo y estado civil.
El fundamento de las investigaciones son los escenarios de violencia tipificados en
escenarios privados y públicos. Los hallazgos reflejan la importancia de trabajar en
ciertos sectores donde la violencia homicida es más intensa, implementando políticas de
desarme y acciones de prevención en ciertas horas y días. Además se puede especificar
que la criminalidad en Cali es altamente organizada y socialmente aceptada, quedando
una alta proporción de homicidios impunes.
12
Cardona Marleny, García Héctor Iván y Otros (2005). Escenarios de homicidios en Medellín
(Colombia) entre 1990-2002. Estudios políticos # 26. Medellín.
13
Guzmán, Álvaro, J.J Bayona, G, Vanegas (1994). Diagnóstico de la violencia homicida en Cali - 1993,
Universidad Del Valle, Facultad de ciencias económicas. Centro de investigaciones y documentación
socioeconómica.
14
Guzmán, Álvaro y Domínguez Martha (1997). Diagnóstico de los homicidios en la ciudad de Cali
durante 1996. CIDSE. Cali.
16
15
Vanegas Gildardo (1998). Cali tras el rostro oculto de las violencias. Instituto Cisalva, Universidad del
Valle. Cali.
16
Guzmán Álvaro (2003). “Delincuencia y violencia: Nación, región y ciudad” en Álvaro Guzmán y
Otros. Cuatro ensayos de coyuntura: Valle y Cauca a fines del siglo XX. Bogotá, CIDSE, CEREC.
Pp.173-237
17
Entre las mas recientes, también encontramos la investigación titulada “Cali: Entre
violencia organizada y desregulación” de Álvaro Guzmán17. En el estudio se pretende
en primer lugar, caracterizar la situación de violencia entre los años 2000 a 2004, a
partir de los principales indicadores asociados a violencia, como lo son los homicidios,
las lesiones personales, los hurtos, los delitos relacionados con estupefacientes y el
porte de armas; que hicieron parte de la construcción del indicador mas global de delitos
asociados a la violencia, con el que se evaluaron las comunas donde más se concentra la
actividad delincuencial. Además del estudio con los datos de delitos denunciados, se
analizaron los resultados de una encuesta de victimización, complementando el análisis
de acuerdo a las limitaciones encontradas en las fuentes que recolectan la información
delincuencial. Con esto, se quiso abordar el problema del “delito oculto” o no
denunciado y de fondo conocer los niveles de impunidad en la ciudad. Entre las
conclusiones más importantes del estudio, se evidencia que el uso de la violencia en la
ciudad se debe en gran parte a la acumulación económica de tipo ilegal, a la precariedad
de las elites que impiden acuerdos básicos de dominación local, terminando por afectar
a la ciudadanía que no encuentra como canalizar sus diferencias cotidianas; a la
fragmentación del territorio urbano y a la crisis para controlar la criminalidad del estado
local.
17
Guzmán Álvaro (2007). “Cali: entre violencia organizada y desregulación” en Álvaro Guzmán y Otros.
Sociedad y economía: el Valle del Cauca y Colombia: Cidse 1976-2006 30 años. Universidad del Valle,
centro editorial. Colombia. Pp. 371-396
18
Aunque este estudio aparece ligado al término de “violencia urbana”, que hace
referencia a la violencia que se desarrolla en la ciudad, la exploración de los trabajos
académicos en Colombia nos permite concluir que hay una ausencia en reducir el
contexto de estudio de la violencia, frente a la necesidad de generar políticas de
seguridad “ciudadana”. La mayoría de los estudios se remiten a estudiar contextos
como la ciudad, que si bien resulta de vital importancia, son deficientes para la
comprensión de actos que en este gran campo resultan todavía confusos en sus formas y
motivaciones. Gran parte de los estudios actuales de violencia en el país hacen énfasis
en la evaluación cuantitativa de los hechos, reduciendo la importancia de conocer
cualitativamente los hechos violentos. Ante esta cuestión, este trabajo reduce el análisis
de la violencia a un contexto mucho menor como lo es “el barrio”.
18
Weber, Max (1979) Economía y sociedad, México, FCE, 4ª ed. pp. 31
19
Lamnek Siegfried (1986). Teorías de la Criminalidad. Siglo XXI editores. México.
19
que nos permite tener un acercamiento mas certero a las motivaciones que subyacen en
los actos violentos.
En este caso los actores pueden ser “individuales o colectivos, pasivos o activos en la
relación”21, además que deben de ser especificados de acuerdo con su distribución por
edad y sexo. En cuanto a la intensidad, nos referiremos al número de estos casos en el
lugar y a la sostenibilidad de ellos en el tiempo. Los recursos son los instrumentos
utilizados por los actores que ejecutan el hecho violento. En cuanto a los intereses van a
hacer referencia “a los sentidos con que los actores dotan a su acción”; observando a
nombre de quien hacen la acción o si el hecho es para defender sus propios intereses,
evidenciando las actuaciones en la dimensión agresiva o defensiva. Por ultimo, los
campos normativos son concebidos como “los conjuntos de relaciones e instituciones
económicas, políticas, sociales, de principios éticos y simbólicos, a partir de los cuales
adquieren identidad las acciones violentas, y los escenarios. En cada uno de los campos
se concretan situaciones de conflicto permanente en torno de los principios rectores del
funcionamiento de una sociedad”22. Este último aspecto permite clasificar los hechos
violentos a través de los campos económicos, políticos y sociales como posibles formas
de organizar la interpretación de las motivaciones de hechos violentos que se presentan
en determinado contexto. De esta manera, pertenecen al campo económico aquellos
hechos como los atracos, robos, defensa de la propiedad, entre otros. Al campo político la
violencia relacionada con los enfrentamientos militares contra grupos insurgentes, las
acciones paramilitares y los actos violentos entre opositores políticos “que tienen como
20
Camacho, Álvaro y Guzmán Álvaro (1991). “Colombia Ciudad y Violencia”. Ediciones Foro
Nacional. Bogotá. pp. 27
21
Ibíd. Pp. 170
22
Ibíd. Pp. 27
20
Violencia familiar
23
Suárez, Clara; Giraldo Carlos y otros (2005) . Medellín entre la muerte y la vida. Escenarios de
homicidios 1990-2002. Estudios Políticos # 26. Medellín
21
En este caso, es de vital importancia exponer algunos de los estudios sobre violencia
familiar que nos permitieron tener elementos de análisis en nuestra investigación. La
mayoría de trabajos en Colombia, se han enfocado especialmente desde las ciencias
sociales como un tema de observación y acción, en coherencia con las políticas y las
decisiones del Estado en materia de violencia intrafamiliar, formalizadas en la
Constitución de 1991. Frente a la interpretación de la violencia familiar se considera que
en los últimos años se ha incrementado producto de los cambios en el papel de la mujer
dentro del hogar. Como lo indica Sonia Pachon “La violencia que ha acompañado a la
familia asume diferentes expresiones según los estratos sociales y según las regiones del
país. Se caracteriza por la variedad de modalidades de agresión física, sexual,
psicológica, que llegan a producir lesiones permanentes y en casos agravados la muerte.
La violencia de este tipo puede ser esporádica, pero en muchos hogares se constituye en
algo normal, un régimen de terror cotidiano ante el cual mujeres, niños, enfermos,
ancianos y discapacitados; es decir, los sectores más débiles y vulnerables de la
sociedad, no logran romper la dependencia con su agresor, ni el proceso de dominación
ejercido mediante la violencia. Este tipo de violencia tiende a darse a puerta cerrada,
dentro de la intimidad del hogar, bajo la mirada tolerante de la sociedad”24.
Por su parte Maldonado25, atribuye los cambios que esta sufriendo actualmente el
núcleo familiar a otras causas adicionales, como el machismo, la discriminación, el
alcoholismo, el maltrato infantil, la desintegración del núcleo familiar por violencia
(viudas y huérfanos), la falta de educación sexual, la infidelidad y la llamada crisis de
valores que hacen que no se logre una estabilidad en la familia y que estos problemas se
repitan con especial persistencia.
24
Pachon, Sonia (2002). Documento de intervención “ruta pacifica de las mujeres colombianas”.
Editorial Universidad del Valle. Cali
25
Maldonado, Maria Cristina (2003). Conflicto poder y violencia en la familia, editorial Universidad del
Valle. Cali-Colombia.
22
Los estudios de Funes y los de Martí Tusquets en Barcelona nos muestran que las
concentraciones más importantes de problemas familiares y sociales se encuentran en
determinadas zonas de la ciudad, fundamentalmente en barrios asóciales, en zonas de
degradación ciudadana y urbanística. El entorno social, las condiciones del barrio, la
vecindad, influyen de una manera directa e indirecta en funcionamiento familiar27.
Es necesario entonces resaltar de acuerdo a los autores, que las principales víctimas de
violencia familiar son las mujeres y los niños, las situaciones se presentan en sectores
vulnerables en la ciudad y están intensificados por otros factores como el machismo,
alcoholismo, la falta de afecto, etc., siendo estos elementos importantes en la
interpretación del escenario de violencia familiar en Mojica.
Aunque el delito del hurto aparece ligado a actos de violencia, no siempre implica
hechos violentos. Es fundamental separar aquella definición jurídica del hurto “como el
apoderamiento ilegítimo de una cosa mueble ajena, con el propósito de obtener
provecho para si o para otro28, para obtener un acercamiento al hecho de violencia
relacionado con el hurto y no a todos los elementos que hacen referencia a un acto
criminal. En este caso, estudios como el de Escobar y Guzmán29 explican la necesidad
de separar los actos de delincuencia a los hechos de violencia tal y como lo plantean en
este fragmento: “En algunos trabajos, nos ha parecido importante indicar la diferencia
entre violencia y delincuencia, fenómenos que tienden a ser confundidos por los
analistas. Ciertamente éstos pueden tener vinculaciones estrechas, pero su naturaleza y
sus dinámicas explicativas son diferentes. El delito hace referencia a una conducta
26
Presidencia de la Republica (2003) Haz Paz 1999. (Documento informativo sin especificar editorial)
27
Tusquest Martín (1988). Enfermedad mental y entorno urbano, Editorial Anthropos, Barcelona.
28
Código Penal y de Procedimiento penal. Ley 599 de Julio 24 de 2000.
29
Escobar, Jaime y Guzmán, Álvaro (1997). ““El Delito Contra El Patrimonio Económico En Colombia:
Hacia Su Análisis Social Y Económico”. Centro de investigaciones y documentación socioeconómica
Cidse, Cali. pp. 19
23
reprimida por el Estado, la violencia a una modalidad del conflicto social que incluye la
acción del Estado”30
En este caso, al describir los hurtos en la ciudad, tenemos dificultades al identificar los
que implican violencia, pues las estadísticas son de carácter criminal, tal como lo
plantea Guzmán y Escobar: “parte del problema de la diferenciación entre delincuencia
y violencia tiene que ver con la indispensable desagregación de la estadística criminal y
su adecuación a los estudios sobre violencia. Así, los delitos contra la vida y la
integridad personal, los delitos propiamente violentos, son sólo una parte de la
estadística criminológica”31. En este caso, aunque utilizamos las estadísticas criminales,
la conceptualizaciòn de “escenario de hurtos” implica acercarnos al hecho violento y no
a un acto criminal.
Es también necesario distinguir entre el robo con fuerza, que es aquel que se emplea
para acceder al lugar donde se encuentra el bien a hurtar, aunque sin ningún perjuicio
físico contra la victima; del hurto con violencia o intimidación a las personas donde se
ejerce una fuerza física o una intimidación para vencer la resistencia del dueño o
poseedor de los bienes a su entrega. Con estos argumentos, aclaramos que el hurto con
violencia es el que nos interesa analizar.
1.3. Metodología
30
Ibíd. pp. 20
31
Ibíd. pp. 20
24
Fuentes de información
La información que caracteriza los homicidios desde 1997 a 2007, fue adquirida de la
base de datos del Observatorio Social, construida por del Comité interinstitucional de
Muertes Violentas compuesto además por la Policía Metropolitana de Cali, Fiscalía,
Medicina Legal, Sijin y CTI.
Los datos de hurtos contienen las denuncias y las capturas en fragancia por este hecho.
Estas cifras fueron obtenidas en el Observatorio Social, aunque la fuente primaria es la
Policía Metropolitana. En cuanto a los datos de denuncias por violencia familiar, se
acudió al observatorio de violencia familiar (VIF), de la Secretaria de Salud de Cali,
que obtiene los datos de las denuncias presentadas por la comunidad en las comisarías
de familia, ICBF y la fiscalía.
Una vez revisadas las cifras, se procesó y analizó la información utilizando los
programas de SPSS y Microsoft Excel. El análisis de los datos de los años 1997 a 2007
comprendió análisis univariado y bivariado, sobre las variables de persona, tiempo,
lugar y circunstancia del hecho, utilizando frecuencias absolutas y relativas.
Los datos sobre los hurtos, contienen también las variables referentes a persona,
tiempo, lugar y mecanismo antes señaladas. Además, contienen otro tipo de variables
como:
Los datos sobre denuncias de por violencia familiar, contienen las mismas variables
antes expuestas referentes a persona, tiempo y lugar.
Escenario de Violencia Familiar: Aquí se presentan los relatos de tres mujeres que han
sido víctimas de hechos violentos, con información acerca de las motivaciones de los
victimarios para maltratar, las modalidades de violencia y los objetos utilizados para
ejercerla. Dos niños entrevistados, nos describen elementos que ellos consideran
pueden motivar el desarrollo de hechos violentos.
Refiriéndonos a la información sobre homicidios hay que señalar que los datos en todos
los contextos estudiados evidencian que más de la mitad de los móviles de los
homicidios quedan por establecer, indicando que esta fuente tiene amplias limitaciones
para dar cuenta sobre las posibles motivaciones de estos hechos. De los 20.280
homicidios ocurridos en Cali entre 1997-2007, 11.367 quedaron por establecer, ósea un
poco mas de la mitad. En el caso de los datos en Mojica pasa algo similar, de los 416
homicidios para estos años, 208 homicidios no se pudieron establecer. Esto corrobora
27
la idea de que falla el aparato judicial en la investigación de los delitos y nos limita
nuestra investigación, pero también evidencia la audacia en muchos casos de los
victimarios al no dejar evidencias de los hechos.
De la misma manera, los datos sobre hurtos desde el año 2003 presentan limitaciones
considerables dado que no hay una conexión entre las entidades que recepcionan las
denuncias sobre los hurtos. Por lo tanto, en este caso se decidió acudir a la fuente más
amplia que es la policía metropolitana, aunque es posible que no contengan algunos
datos sobre denuncias registradas en la fiscalía. Por ultimo, parece ser que con la
creación del Observatorio de violencia familiar, las denuncias sobre este tipo de casos
parecen ser las mas consistentes, aunque también contiene errores explícitos dada la
activación y reactivación de esta entidad que no hace constante el ejercicio de
recolección de datos constantes, presentándose aun problemáticas para acceder a todos
los datos que se quisieran registrar en este Observatorio.
Por otro lado, si bien las entrevistas no estructuradas resultan elementos importantes en
la comprensión de los hechos presentados en los tres escenarios de violencia, esto es
solo un aspecto que las personas entrevistadas perciben de su realidad. El generalizar
las circunstancias en que se presenta determinado hecho, o en las características de los
distintos actores que realizan hechos violentos, no es la intención. Reconocemos que
los relatos no nos da los suficientes elementos para hacer conjeturas globales, pero si
para conocer algunas situaciones que pueden estar pesando en la configuración de los
hechos violentos.
28
Cronología
Entre los años de 1997 a 2007 en Cali ocurrieron 20.280 muertes violentas, con un
promedio anual de 1843 casos, y una tasa promedio de 83 hpcch al año. Cali desde
1993 tenía una tasa que sobrepasaba los 100 hpcch, encontrando su punto más alto en el
año 1994 donde se registraron 120 hpcch. A partir del año 1997, punto del que parte
este estudio, el decrecimiento de los homicidios en la ciudad es evidente registrándose
81 hpcch; pero la tendencia a la baja registrada en este año no fue consistente,
aumentando progresivamente la frecuencia de los homicidios desde el año 1998 hasta
el 2004. Justamente en este último año se registro el número de homicidios más alto
con un total de 2165 casos; sin embargo la tasa más alta se presento en 1999 con 94
hpcch. Desde el 2005 el homicidio en la ciudad muestra una tendencia descendente,
pues no solo se registran los números de casos más bajos en los últimos años, si no que
las tasas disminuyen 13 puntos pasando a 78 hpcch32. Después de este año la tasa de
homicidios decrece hasta llegar a 70 hpcch en el 2007, consolidando la tendencia a la
baja durante los últimos tres años.
32
A partir del año 2005 el indicador de población de Santiago de Cali y de la Comuna 15 es corregido
por el censo del Dane 2005. Para los años anteriores la población corresponde a las proyecciones del
Dane realizadas a partir del Censo de 1993.
29
Tabla 1: Tasa de homicidios Cali y Comuna 15. 1997-2007. (X 100 mil Hab.)
Cali Comuna 15
Año Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa
1997 1633 2'010.537 81 93 113.991 81
1998 1701 2'060.363 83 121 116.957 103
1999 1990 2'110.571 94 144 121.023 119
2000 1964 2'161.130 91 134 125.183 107
2001 2055 2'212.430 93 178 129.457 137
2002 2014 2'264.256 89 152 133.836 114
2003 2111 2'316.655 91 161 138.323 116
2004 2165 2'369.696 91 174 142.926 122
2005 1590 2'039.626 78 110 125.078 88
2006 1541 2'119.908 73 122 126 496 97
2007 1516 2'169.801 70 120 128.837 93
Fuente: Población: Proyecciones censo Dane 1993 y 2005. Homicidios: Base de datos del observatorio
social. Datos proporcionados por el comité Interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía
Metropolitana, CTI y Medicina Legal
Grafico 1: Tasa de homicidios en Cali y Comuna 15 (X cada 100 mil). 1997 – 2007
160
140
120
100
80 Cali
Comuna 15
60
40
20
Población. Proyección censo DANE1993 Censo DANE2005
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Fuente: Población: Proyecciones Censo Dane 1993 y 2005. Homicidios: Base de datos del observatorio
social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía
Metropolitana, CTI y Medicina Legal
Tanto en Cali cómo en la Comuna 15, el mes en el que ocurrieron más hechos mortales
fue Diciembre. Entre Noviembre y Enero ocurrieron el mayor número de homicidios en
estos contextos, acumulando el 27.4% y el 28.6% del total de hechos en el año
respectivamente. Febrero es el mes con el menor número de homicidios en Cali con un
30
7,5% del total de hechos, y Julio es el mes con el menor numero de homicidios en la
comuna 15 con 6.9%. El promedio mensual de homicidios en la ciudad es de 153
hechos, y 11 es el promedio mensual de la comuna 15.
El análisis de los homicidios por días nos muestra que en el domingo se perpetran la
mayor cantidad de hechos violentos que terminan en muerte tanto en la ciudad como en
la comuna 15, con el 22% y 29% del total de hechos cometidos en otros días de la
semana. Como es evidente, en los fines de semana (Viernes, Sábado y Domingo)
ocurrieron el mayor numero de hechos en los dos contextos, en Cali con 51.1% de los
homicidios del total de hechos en la semana y en la comuna 15 con el 56%. Resulta
interesante que en la comuna 15, los lunes y los miércoles son días con más violencia
homicida que los viernes, dejando claro que de lunes a viernes se encuentran
relativamente dispersos los hechos, concentrándose mayormente los fines de semana
(sábado y domingo).
Aunque en los días ordinarios también se cometen homicidios, al parecer una mayor
interacción y la realización de actividades sociales de diversa índole en los fines de
semana y casi siempre en horario nocturno y con un carácter festivo, representan
factores considerados de riesgo para el desarrollo de violencia homicida. La evidencia
de los mayores casos de homicidios en días festivos deja claro que es posible que la
intensificación de la vida social en este tiempo sea crucial tanto para la integración
como para el aumento de los conflictos.
31
Geografía
Entre los años 1997 a 2007 el promedio de homicidios por comuna fue de 883. El
número de casos de violencia homicida en Cali tiene una clara concentración geográfica
en las comunas 13, 14 y 15; denominadas en su conjunto “Distrito de Aguablanca” que
aportan el 23.5% del total de hechos, ósea 433 homicidios promedio anual en sus
límites. Igualmente, en la comuna 20 ubicada en la zona de ladera suceden el 6% de los
homicidios de la ciudad, evidenciándose un porcentaje alto de homicidios; ya que
comparado con la comuna 13, donde sucedieron el 8.6% de los casos totales de la
ciudad, con un promedio de 160 homicidios por año, la diferencia no es radical. Si
cambiamos el indicador de los homicidios por “tasa”, las cifras evidencian que en los
últimos años las tasas mas altas de homicidio se presentaron en las comunas 3 y 9; que
en el 2007 registraron 131 y 127 hpcch respectivamente. Si bien, en estas comunas
ubicadas en el centro de la ciudad hay poca población habitacional, por ellas circulan
muchos habitantes de otros lugares, entendiendo que estas es una zona de gran afluencia
comercial diurna y nocturna; además de asentarse el mayor número de habitantes de la
calle de la ciudad y concentrarse un alto número de actividades delictivas. Es de notar el
decrecimiento en la tasa, de comunas que antes alcanzaban altos indicadores como lo
es la 20, que paso de 136 en el año 2005, a 93 hpcch en el 2007. Por el contrario, la
comuna 13 no solo sobresale por registrar el mayor número de homicidios en la ciudad,
también es la comuna con el mayor aumento en la tasa pasando en el año 2005 de 74 a
106 hpcch en el año 2007.
32
En los últimos 11 años de los 337 barrios que están reconocidos por el Departamento de
Planeación Municipal de Cali, en el 97% de ellos ha ocurrido por lo menos 1 homicidio.
Los cinco barrios con mas homicidios en la ciudad registran el 10.7% del total de
hechos en la ciudad. El barrio donde mas hechos se reportaron fue Siloe ubicado en la
zona de ladera, que concentró el 2.6% de los homicidios de Cali, con un promedio de 47
homicidios por año, seguido del barrio Mojica con un promedio de 37 homicidios por
año, aportando el 2% de los homicidios en la ciudad.
Sin embargo, la tasa más alta de homicidios en el año 2005 la encontramos en el barrio
Sucre con 712 hpcch, zona donde habitan pocos residentes pero es centro de varios
negocios ilícitos. Igualmente, el barrio Santa Elena, con la segunda tasa más alta de
barrios en la ciudad; es identificado como foco de criminalidad, pues además de estar la
33
galería más grande de la ciudad, se destaca por el desorden físico que facilita el
desenvolvimiento de hechos violentos.
Tabla 6: Tasa barrios con mayor frecuencia de homicidios en Cali entre 1997-2007.
Calculada para el año 2005 (X 100 mil Hab.)
Por otra parte, en la comuna 15 existen nueve barrios y seis invasiones, tres de ellas
colindantes al barrio Mojica, pero su carácter de ilegalidad impide que se las haga parte
de este barrio. Mucha de la violencia sucedida en estas invasiones tiene fuertes
relaciones con los límites del barrio legalmente constituido, pues las fronteras legales y
construidas por distintos actores del sector son bastante confusas. Evidentemente,
Mojica es el barrio con más homicidios en la comuna con el 27,6% del total de hechos
seguido de El Retiro con el 22%. Entre estos dos barrios se concentra el 50% de los
homicidios en toda la comuna. El barrio con menos hechos es el Morichal de Comfandi
que posee características distintas a los demás barrios de la comuna, con condiciones
socio-económicas mucho más favorables. La tasa de homicidios en el año 2005 en
estos barrios muestra que si bien Mojica posee el mayor número de casos, el barrio El
Retiro registra la tasa más alta, con 251 hpcch. Mojica es el segundo barrio con la tasa
mas alta de homicidios en la comuna, registrando 115 hpcch.
Tabla 7: Tasa de homicidios por barrios comuna 15. 2005 (X 100mil hab.)
Barrio Frecuencia Población Tasa
Mojica 28 24.372 115
El Retiro 27 10.750 251
Comuneros 1 13 20.139 64
El Vallado 12 18.592 64
Ciudad Cordoba 13 29.488 44
Laureano Gomez 7 8.571 81
El Morichal de Comfandi 1 13166 7
Fuente: Población: Dane 2005. Homicidios: Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el
comité interinstitucional de muertes violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
34
Tabla 8: Barrio con más homicidios comuna 15. 1997-2007 (Frecuencia acumulada)
Barrio Frecuencia %
Mojica 416 27,6
El Retiro 345 22,9
Comuneros 1 248 16,4
El Vallado 175 11,6
Ciudad Cordoba 169 11,1
Laureano Gomez 104 6,9
El Morichal de Comfandi 6 0,4
Inv. Brisas de las Palmas 1 0,1
Inv. Brisas Nuevo Amanecer 2 0,1
Inv. El Encanto 1 0,1
Inv. Brisas de Comuneros 11 0,7
Inv. Colonia Nariñense 14 0,9
Inv. Valladito 17 1,1
Total 1509 100
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
Las muertes por homicidio son marcadamente mayores en la población masculina tanto
en Cali como en la comuna 15. En la ciudad, de los 20280 homicidios el 93.5% eran
hombres y el 6.4% eran mujeres. En la comuna 15 los homicidios de sexo masculino
registran el 95% y solo el 5% de los casos son mujeres.
En un contexto menor como lo es la comuna 15, los registros son mínimos, pues como
sabemos los datos obedecen a denuncias por este delito, desestimando los posibles
hechos que no pasan por el ente judicial. No obstante, con los pocos registros se pueden
establecer conclusiones importantes sobre las características del hurto en la comuna y
sobre los posibles comportamientos cronológicos y geográficos del delito en esta zona,
36
considerando que posiblemente los datos son una muestra de lo que sucede en la
realidad. El aumento progresivo en el número de denuncias desde el 2002 también es
evidente en la comuna 15, pues solo entre el 2002 y 2004 se registraron el 8% de los
casos. El 91% de los casos están registrados entre el 2005 y 2007; la mitad de los casos
se registraron en el año 2006, lo que demuestra la incongruencia de los registros.
Grafico 2: Tasa de hurtos en Cali y Comuna 15 (por cada 100 mil). 2002- 2007
700
600
500
400
Cali
300
Comuna 15
200
100
0
2002 2003 2004 2005 2006 2007
Fuente: Poblacion Dane 1993 y 2005. Hurtos: Policía Metropolitana de Santiago de Cali
37
Los meses donde ocurren el mayor número de hurtos en Cali son febrero y marzo que
registraron el 9,5 y 9,3% del total de casos de hurtos respectivamente. Algo similar
ocurre en la comuna 15, pero en este caso el mes donde se denunciaron mayor cantidad
de hurtos fue Febrero con 13,8% de las denuncias en la comuna, seguido de Marzo con
el 12,9%. Es importante mencionar que el mes donde menos se registraron hurtos tanto
en Cali como en la comuna 15 fue Diciembre, con 7,5% y 5.3% de los casos
respectivamente. Esto es notable dado que en otro tipo de indicadores de violencia,
diciembre es el mes donde ocurren el mayor numero de casos, dejando un gran
interrogante a investigar.
Geografía
Entre el 2002 y 2007 las comunas 19, 2, 3 y 17 acumulan el mayor número de casos de
hurtos que equivale al 29% del total de denuncias por este hecho en la ciudad. Estas
comunas se ubican en el corredor norte-sur de la ciudad siguiendo el eje de la avenida
primera y la calle quinta; siendo un área de predominio residencial con barrios de
estratos altos donde también se ubican las zonas bancarias, hospitalarias y escenarios
deportivos.
El sector más vulnerable con respecto a este delito es la comuna 19, zona donde más se
denuncian estos casos, registrando el 9% del total de hurtos en la ciudad. Le siguen en
su orden la comuna 2 con 8,3% del total de hurtos, la 3 con 6% y la comuna 17 con
38
5%. Son notables los casos denunciados en la comuna 1, 20 y 21 que resultan los más
bajos de toda la ciudad acumulando solo entre estas tres zonas el 3% del total de casos.
De la misma manera las comunas 13, 14 y 15 (distrito de Aguablanca) registran niveles
bajos de hurtos pues en sus límites se han denunciado el 7% de los casos.
Entre el 2002 a 2007, el barrio donde se presentaron mas denuncias por hurtos fue
Mojica que acumula el 1% de los hurtos ocurridos en la ciudad, y el 32% de los hurtos
denunciados en la comuna 15. El 86% de los hurtos en Mojica es cometido contra
bienes de personas, lo que demuestra la prevalencia de modalidades como el raponazo y
el atraco. Le sigue en su orden el barrio Alfonso López 1 de la comuna 7 que acumula
295 casos denunciados. Los Barrios Sucre y el Calvario de la zona centro y que
comparten limites registraron 481 casos, constituyendo un espacio de alta actividad
criminal de diversas características. Si cambiamos el indicador para análisis de hurtos
por la tasa del año 2005, el barrio “Calvario” donde se encuentra la mas grande zona
comercial de la ciudad, registra la mayor tasa con 2610 hurtos por cada cien mil
habitantes –en adelante hupcch-, siendo evidente el alto riesgo, aunque esto puede
39
Tabla 14. Cinco barrios con más Tabla 15: Tasa de los cinco barrios con
Hurtos denunciados en Cali 2002-2007 mas hurtos denunciados en Cali. 2005
(Frecuencia Acumulada) (X 100 mil hab.)
Barrio Frecuencia Barrio Frecuencia Población Tasa
Mojica 303 Mojica 57 24.372 233
Alfonso Lopez 1 295 Alfonso Lopez 1 32 11.666 274
Sucre 241 Sucre 45 5.058 889
El Calvario 240 El Calvario 58 2.222 2610
Manuela Beltran 34 28.362 119
Manuela Beltran 177
Fuente: Policía Metropolitana
Total 1256
Los hurtos denunciados evidencian que Mojica es el barrio donde se presentan la mayor
cantidad de hurtos en la comuna 15, seguidos de los casos ocurridos en el barrio Ciudad
Córdoba donde se registraron el 23% de los casos ocurridos en esta comuna. Al
observar la tasa de hurtos en el año 2005, al igual que en los homicidios, el barrio el
Retiro tiene la mayor tasa con 344 hupcch seguido justamente de Mojica.
Tabla 16: Hurtos por barrios comuna 15. 2002-2007 Tabla 17: Tasa de hurtos por barrios
(Frecuencia acumulada) la comuna 15. 2005 (x 100 mil hab.)
Barrio Frecuencia % Barrio Frecuencia Población Tasa
Mojica 303 29,3 Mojica 57 24.372 233
El Retiro 145 14 El Retiro 37 10.750 344
Comuneros 1 65 6,3 Comuneros 1 15 20.139 74
El Vallado 124 12 El Vallado 17 18.592 91
Ciudad Cordoba 242 23,4 Ciudad Cordoba 21 29.488 71
Laureano Gomez 36 3,4 Laureano Gomez 7 8.571 81
El Morichal de Comfandi 41 3,9 El Morichal de Comfandi 3 13166 22
Sin dato 75 7,2
Total 1031 100 Fuente: Dane 2005. Policía Metropolitana
Tipos de hurto
Se puede decir que los hurtos a vehículos de transporte son mayores que los de
pertenencias a personas pues el 45% son cometidos contra estos bienes. Es también
importante el número de hurtos a residencias que registran el 11%, por encima de los
hurtos a comercio que llega al 8%.
El año donde se registro la tasa más alta de violencia familiar, fue el 2007 presentando
369 casos de violencia familiar por cada cien mil habitantes -en adelante cvpcch-,
distinto a lo que pasa en la comuna 15 donde la tasa más alta se presento en el año 2005
con 347 cvpcch. En este caso, Cali tiene tasas más altas de violencia familiar que la
comuna 15 en todos los años, de modo que en la comuna se nota una disminución
progresiva de la tasa desde el 2005, al contrario de Cali que presento en el último año la
tasa más alta.
Tabla 19: Tasa de violencia familiar, Cali Comuna 15. 2004-2007 (X 100 mil hab.)
Cali Comuna 15
Año Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
2004 6971 2'369.696 294 373 142.926 260
2005 7347 2'039.626 360 435 125.078 347
2006 7400 2'119.908 349 391 126 496 309
2007 8017 2'169.801 369 382 128.837 296
Fuente: Dane 2005. Observatorio de Violencia Familiar VIF
350
300
250
200 Cali
150 Comuna 15
100
50
0
2004 2005 2006 2007
La comuna de la ciudad donde más casos de violencia familiar se registraron fue la 13,
con 3026 casos denunciados entre el 2004 y 2007. Le siguen en su orden la comuna 6
con un total de 2667 casos y la comuna 20 donde se denunciaron 2167 casos. Es bajo el
número de hechos registrados en las comunas 2, 3 19 y 17 donde predomina otro tipo de
delito como el hurto. Es relevante el número de casos presentados en comunas como la
42
18, 4, 10, 14 y 15 que traspasan los 1500 casos. Esta particularidad evidencia que la
violencia familiar se presenta mas dispersa en toda la ciudad, pero en zonas que son
socialmente de condiciones desfavorables para el funcionamiento familiar pues estas
son comunas donde confluyen de manera mas intensa diversos conflictos.
Al revisar las tasas de violencia familiar por comuna encontramos que en el año 2005 y
2007, la comuna 20 registra la tasa más alta, evidenciando también la tendencia al
aumento, pues pasa de 779 cvpcch en el año 2006 a 1116 cvpcch en el 2007. Son
también significativas las tasas registradas en la comuna 4, que en el 2006 registró 830
cvpcch, aunque tuvo decrecimiento significativo en el siguiente año pasando a 472
cvpcch. Si observamos las comunas que hacen parte del distrito de aguablanca, la 13 es
la que presenta las tasas más elevadas, encontrando que en el último año es la segunda
comuna con la mayor tasa registrando 605 cvpcch. A comparación de los registros
presentados en otras comunas, la 15 tiene tasas no muy elevadas y han disminuido,
pasando de 347 cvpcch en el 2005 a 296 cvpcch en el año 2007.
Tabla 20: Tasa por comunas de violencia familiar. (X 100 mil Hab.)
2005 2006 2007
Comuna Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa Frecuencia Población Tasa
1 190 61828 307 195 65,333 298 206 66,616 309
2 246 97722 251 231 103,022 224 107 105,879 101
3 150 44186 339 145 44,088 328 172 45,012 382
4 409 55956 730 473 56,933 830 273 57,812 472
5 146 99844 146 214 100,358 213 105 102,943 101
6 726 167678 432 1015 166,906 608 481 169,331 284
7 303 74169 404 303 78,097 387 314 79,862 393
8 250 97967 255 215 96,991 221 377 98,164 384
9 223 48382 460 169 47,831 353 253 48,457 522
10 390 103671 376 426 103,087 413 449 105,154 426
11 223 98492 226 261 98,172 265 284 99,437 285
12 213 66676 319 221 67,638 326 292 68,414 426
13 695 169510 410 688 169,659 405 1040 171,646 605
14 392 153420 255 293 151,544 193 519 154,076 336
15 435 125078 347 391 126,496 309 382 128,837 296
16 266 94485 281 267 94,383 282 290 95,655 303
17 169 104504 161 189 103,975 181 243 109,865 221
18 456 95766 476 374 100,276 372 515 102,886 500
19 203 100063 202 207 98,257 210 291 102,631 283
20 540 64491 837 510 65,441 779 742 66,441 1116
21 191 86483 220 133 92,171 144 242 95001 254
Tres de los 7 barrios con más casos de violencia familiar denunciados en la ciudad
pertenecen a la comuna 6. En Floralia, Petecuy y San Luís se registró el 5% de los
casos acontecidos en toda la ciudad; además Floralia es el barrio de la ciudad con mayor
número de casos denunciados, seguido por el barrio Alfonso López de la comuna 7 con
43
Tabla 21: Barrios con mayor numero de Tabla 22: Tasa de barrios con mas denuncias por
denuncias por violencia familiar. por violencia familiar 2005.
2004- 2007 (Frecuencia acumulada) (X 100 mil habitantes)
Barrio Frecuencia Población Tasa
% Total
BARRIO Frecuencia Cali
Floralia 191 45702 417
Floralia 972 3,2 Alfonso Lopez 142 32545 436
Alfonso Lopez 854 2,8 Siloe 203 21137 960
Siloe 770 2,5 Terron Colorado 151 26393 572
Terron Colorado 758 2,5 Petecuy 128 15167 843
Petecuy 571 1,9
San Luis 551 1,8
San Luis 148 13010 113
Mojica 450 1,5 Mojica 93 24.372 381
Total 4926 Fuente: Observatorio de Violencia Familiar VIF
Fuente: Dane 2005. Observatorio VIF
Siguiendo a Mojica con 450 denuncias, el barrio con el mayor número de casos
denunciados en la comuna 15 fue ciudad Córdoba con 330 casos y El Vallado con 209
casos. No obstante, al revisar la tasa de homicidios en el 2005, justamente El Vallado
tiene la tasa más alta con 46 cvpcch, seguido de El Retiro con 45 cvpcch. Mojica y
Comuneros tienen el tercer registro de la comuna con tasas similares de 38 cvpcch en el
año 2005.
Tabla 23: Denuncias por violencia familiar según sexo. Cali – Comuna 15 2004-2007
Cali Comuna 15
Sexo Frecuencia % Frecuencia %
Hombre 8724 29,3 466 29,4
Mujer 20993 70,6 1115 70,5
Sin dato 18 0,1 0 0
Total 29735 100 1581 100
Fuente: Observatorio de Violencia Familiar VIF
El 40% de los casos por violencia familiar se comenten contra menores de edad y
principalmente contra niños entre 0 y los 4 años, que registran el 12% de los hechos
cometidos en toda la ciudad. Casi 10.000 casos se denunciaron contra niños menores de
14 años lo que demuestra la magnitud del maltrato infantil en la ciudad. Los jóvenes
entre los 20 y 24 años también registran un número importante de casos pues entre estas
edades se denunciaron 2774 casos. Al parecer los mayores de 45 años son los que
menos sufren de violencia familiar pues los niveles de denuncia son bajos estas edades.
Reseña Histórica33
La primera parte del barrio Mojica nace como una invasión aproximadamente en el año
de 1986, con el establecimiento de personas inmigrantes del Choco. Las condiciones
de infraestructura del terreno eran adversas para la construcción, sin embargo,
paulatinamente familias fueron invadiendo los terrenos.
“Era un llano, había muchas lagunas y pocas casas; no había agua, luz ni
alcantarillado. El agua se tenía que traer de otros barrios. La gente
estaba muy contenta porque Invicali iba a entregar lotes para la
construcción. Las incomodidades no importaban, lo que importaba era
tener una casa propia y por medio de la misma comunidad adquirir un
progreso rápido. A medida que íbamos llegando nos uníamos más y
fuimos construyendo el alcantarillado, también metimos la energía por
cable y el agua por mangueras”.
33
Los Datos fueron obtenidos del “Plan de desarrollo Municipal 2004-2008” recolectados con la
comunidad del barrio.
46
De esta manera se puede decir que en el primer momento Mojica fue una invasión,
después se construyo y se legalizo paulatinamente el barrio con la compra de los
terrenos entregados a habitantes de distintas invasiones de la ciudad. Las separaciones
de Mojica I, Mojica II y Mojica Visaa se deben a las etapas en las que se construyo el
barrio, pero este es reconocido por los habitantes como uno solo. Sin embargo, en la
actualidad existen otras tres invasiones colindantes con Mojica que por su cercanía, el
gobierno a través de planeación municipal las adjunta al barrio a pesar de su condición
de ilegales. Las invasiones conocidas como la Colonia Nariñense, Brisas de Caracol y
Brisas del Encanto, desencadenan un grave conflicto en el barrio Mojica, pues estos
como habitantes ya legalizados consideran a las invasiones actuales como los
principales focos de violencia; es decir, que se niegan a la legalización de estos terreros
y prefieren que se les reubique en otro lado de la ciudad.
En los hogares, el 63% de los miembros son solteros, esto se explica porque la mayoría
que se encuentran en este porcentaje son menores de edad. En el caso de la unión libre,
el 22% de la población tiene este tipo de vinculación, el porcentaje de las personas
36
Estudio realizado por la Secretaria de Gobierno de Santiago de Cali, ejecutado por la fundación Sol y
Vida a 95 familias del barrio Mojica. “Características de las dinámicas familiares y su influencia en la
violencia del barrio Mojica”.
48
casadas corresponde a un 9%, que es bajo frente al de unión libre, seguidamente están
los separados con el 5% y los viudos con el 2%.
El 28% de los jefes del hogar han alcanzado la secundaria incompleta, 26% han cursado
la primaria, solo 16% alcanzó realizar la primaria incompleta, el 9% es bachiller, y el
1% no ha tenido ningún tipo de estudio, cifra similar al 1% que tienen estudios
universitario o técnicos.
A diferencia del nivel educativo de los mayores de edad, los menores de edad cuenta
con un mejor nivel educativo que se refleja en las siguientes cifras: 59% está cursando
la secundaria, 17% primaria, el 14% está en la etapa de transición o no han ingresado al
sistema educativo debido a su edad, el 5% han completado su primaria y el 2% son
bachiller. Los datos del SISBEN37 nos muestran con respecto a la inasistencia escolar
en el barrio, que solo en 4% de los niños entre 7 a 11 años no asisten a la escuela. Esta
inasistencia se va aumentando entre los menores de edad de 12 a 17 años, que registra
un 16% de inasistencia escolar.
El 40% de las personas con edad para trabajar en Mojica, devengan menos de un Salario
Mínimo Legal (SML), el 29% recibe un SML, el 17% recibe entre 1 y 2 SML y sólo el
2% recibe entre 2 y 3 SML. Los datos del SISBEN determinan que un 69% de las
familias se encuentra en situación de extrema pobreza. Los egresos mensuales
evidencian el nivel de gasto que tienen las familias, de las cuales el 46% tiene unos
egresos de menos de un SML, 23% gastan un SML, el 8% entre dos y tres SML y sólo
el 1% tiene unos egresos de más 3 SML.
37
Sisbén es el Sistema de Identificación de Potenciales beneficiarios de Programas Sociales. Esta es una
herramienta de identificación, que organiza a los individuos de acuerdo con su estándar de vida. Los
datos de este sistema son recolectados mediante encuestas. Las bases de datos construidas a partir de estas
encuestas se utilizaron en este caso de caracterización, pero no se retomaron de algún tipo de documento
si no directamente de la base de datos construida en la Secretaria de planeación municipal de la Alcaldía
de Cali.
49
La cobertura de servicios públicos básico en el hogar es casi del 100% en todas las
viviendas, se destaca la inclusión de servicios adicionales no básicos como la parabólica
y el gas, este ultimo a penas viene siendo instalada la red domiciliaria.
El sector de Mojica cuenta con un puesto de salud y dos centros docentes oficiales:
Miguel de Pombo y Niño Jesús de Atocha.
El barrio Mojica es considerado como uno de los mas violentos de la ciudad, pues en
sus limites han ocurrido el 2% de los homicidios acontecidos en Cali (20.280); y el
27% de los homicidios de la comuna 15 (1.509 casos) entre los años 1997 a 2007. En el
año 1997 Mojica presenta el número mas bajo de homicidios en el historial de registros
de este hecho, sin embargo en los años siguientes la frecuencia fue cambiante. Entre el
año 2003 y el 2004 se presenta el mayor número de hechos aportando casi el 24% del
total para estos años. Seguidamente en los años 2005 y 2006 se presentan registros
sumamente bajos (14%) en comparación con los registros anteriores, evidenciando la
inestabilidad de estos hechos en los últimos años. La oscilación en los homicidios, crea
la necesidad de observar dentro de las posibilidades que factores inciden en las alzas y
las bajas de los casos tal como lo muestra la tabla y la grafica siguiente. Al observar los
homicidios por tasas se puede evidenciar que desde el 2005 estas han venido en
50
aumento pasando de 114 homicidios por cada 100.000 habitantes a 155 en el 2007.
Comparadamente Mojica posee tasas mas altas que Cali y la comuna 15 pues mientras
en estos contextos las tasas desde el 2005 no pasan de 80 hpcch, las tasas en Mojica
pasan los 100 hpcch.
Fuente: Base de datos del observatorio social. Datos proporcionados por el comité interinstitucional de
muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
Tabla 26: Tasa de homicidios comparada Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007
2005 2006 2007
Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
Cali 1590 2'039.626 78 1541 2'119.908 73 1516 2'169.801 70
Comuna 15 110 125.078 74 122 126.496 80 120 128.837 76
Mojica 28 24.372 114 31 25.093 127 38 25.988 155
Fuente: Dane 2005. Policía Metropolitana de Santiago de Cali
180
160
140
120
100 Cali
80 Comuna 15
60 Mojica
40
20
0
2005 2006 2007
De acuerdo al mes en que ocurrieron los hechos en Mojica entre 1997 a 2007, Febrero
y Marzo fueron los meses donde se presentaron más muertes violentas, con un
porcentaje del 20% del total de muertes, superando al mes de diciembre que es
considerado en la ciudad el más violento del año. Por el contrario, el mes en que se
registraron menor número de homicidios fue junio aportando solo el 5% del total.
Tabla 27: Homicidios según mes del hecho. Mojica 1997-2007 (Frecuencia acumulada)
Meses Frecuencia %
Enero 39 9.3
Febrero 43 10.3
Marzo 43 10.3
Abril 30 7.2
Mayo 34 8.1
Junio 34 8.1
Julio 21 5.0
Agosto 34 8.1
Septiembre 28 6.7
Octubre 27 6.4
Noviembre 41 9.8
Diciembre 42 10.0
Total 416 100
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
38
Carrión, Fernando. (2007) Tiempo y Violencias: nuevo espacio para la seguridad. FLACSO Ecuador,
Revista Ciudad Segura. # 14.
52
los fines de semana (Viernes, Sábados y Domingos) los homicidios son mayores a los
cometidos entre semana (lunes, martes, miércoles y jueves).
El 39% de los homicidios en Mojica ocurrieron en horas de la noche. Entre esta jornada,
el 23% ocurre entre las seis y las ocho de la noche, siendo estas las horas donde
ocurren el mayor numero de hechos, seguido de las nueve a las once de la noche donde
se perpetran el 16% de los homicidios. De igual manera, en la jornada de la madrugada
se adelantaron un numero importante de muertes violentas, registrándose entre este
horario el 26% de los homicidios acontecidos en Mojica entre 1997-2007. Entre esta
jornada, las muertes se ejecutan en mayor proporción entre doce y las dos de la mañana
registrando el 14% del total de homicidios.
39
Pita Fernández S (2005). Epidemiología. “Conceptos básicos”. En: Tratado de epidemiología clínica.
Madrid: DuPont Pharma. pp. 15-24
53
Edad Frecuencia %
0–4 1 0,24
5–9 1 0,24
10 - 14 15 3,61
15 - 19 117 28,13
20 - 24 109 26,20
25 - 29 50 12,02
30 - 34 42 10,10
35 - 39 34 8,17
40 - 44 22 5,29
45 - 49 10 2,40
50 - 54 5 1,20
55 - 59 7 1,68
> 60 3 0,72
Total 416 100
Fuente: Base de datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
En Cali, los homicidios en los últimos siete años han evidenciado la utilización de
armas de fuego en el 86.7% (11.667) de los casos. Esto demuestra que posiblemente la
producción, la acumulación excesiva, la proliferación, el abuso y el tráfico ilícito de las
armas de fuego están afectando la seguridad de los ciudadanos. Se entiende que un
buen número de armas se encuentran fuera de control y están siendo utilizadas por el
54
El indicador que más nos acerca a los escenarios de violencia en Mojica, son los
móviles. No obstante, encontramos que el 49% quedan indeterminados, condicionando
en gran parte la posible explicación. Además, los límites para definir a que tipo de
móvil pertenece el hecho no están bien establecidos, pues no hay parámetros concisos
para especificar y la definición del móvil queda a cargo de las averiguaciones que en el
lugar de los hechos realizan los investigadores de la fiscalía, sin disponer de una
herramienta concreta.
55
Entre los hechos que se identificaron, el móvil por venganzas es el mas alto,
registrando 29% del total de homicidios. Es posible que este tipo de homicidios este
muy asociado al “ajuste de cuenta” que registra 7 casos. De los homicidios
identificados, el que le sigue en intensidad son los asociados con hurtos registrándose
50 casos, que representa el 24% del total de hechos. De la misma manera, el 22% de
los homicidios son atribuidos a acciones de grupos pandilleros, como el tercer móvil en
intensidad. Dentro del ámbito social, las riñas se encuentran como el móvil donde mas
se registran hechos fatales, representado el 14% del total de homicidios. En menos
frecuencia se presentan el tipo de muertes pasionales (1%), y las ocasionadas por
violencia intrafamiliar (1%).
Tabla 31: Homicidios según móvil del hecho 1997-2007 (Frecuencia acumulada)
MOVIL Frecuencia Porcentaje
AJUSTE DE CUENTA 7 1,68
BALA PERDIDA 6 1,44
ENFRENTAMIENTO ARMADO 2 0,48
PANDILLAS 46 11,06
PASIONAL 4 0,96
POR ESTABLECER 206 49,52
POR EVITAR HURTO 1 0,24
POR EVITAR VIOLACIÓN 1 0,24
POR HURTAR 14 3,37
POR HURTARLE 29 6,97
POR HURTARLE BICICLETA 6 1,44
PROCEDIMIENTO POLICIAL 2 0,48
RIÑAS 30 7,21
VENGANZA 60 14,42
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR 2 0,48
Total 416 100
Fuente: Base de Datos del Observatorio Social. Datos proporcionados por el Comité Interinstitucional de
Muertes Violentas: Fiscalía, Policía Metropolitana, CTI y Medicina Legal.
Cronología
600
500
400
Cali
300 Comuna 15
Mojica
200
100
0
2005 2006 2007
Los meses donde ocurrieron el mayor número de casos fue febrero con el 14% del total
de hechos de todos los años. Las tendencias de los hurtos en meses son similares a lo
acontecido en la comuna 15 y en Cali, donde el mayor número de hurtos denunciados se
encuentra entre los meses de febrero y en mayo, en este caso acumulando el 46% de los
casos del barrio en todo el año.
Tipos de Hurtos
Los hurtos a personas son los mas frecuentes en Mojica pues el 86% de los casos son
de este tipo, superando la proporción de este tipo de hurtos encontrado en Cali que
registra el 24% del total de casos y en la comuna 15 con el 64%. Esto evidencia la
posibilidad que la organización de grupos pandilleros en la zona facilite el accionar de
este tipo de hurto con violencia. Como es evidente los demás tipos de hurtos son bajos
con respecto a la proporción presentada en el hurto a personas.
La modalidad como el indicador que mas nos acerca a la forma como ocurrió el hurto
muestra que en un 79% fueron atracos. Esto refleja que el acto de hurtar con violencia o
intimidación a las personas alcanza una alta proporción en Mojica, pues el atraco
implica un forcejeo con la victima. El hurto por descuido de las pertenencias aparece
también en una proporción importante, con el 12% del total de casos en Mojica.
Entre el año 2004 y 2007 se denunciaron 452 casos de violencia familiar en Mojica, que
representa el 28% de los casos de la comuna 15 y el 1% de los casos de la ciudad. Las
proporciones de estos casos son similares a lo sucedido en Cali y la comuna 15, pues en
los tres contextos el mayor número de denuncias se registraron en el año 2004,
presentándose en el barrio Mojica el 35% del total de hechos. El total de casos en el
año 2005 fue el de menor frecuencia pues solo se registraron 92 casos, dato parecido a
los casos del año 2007 donde se denunciaron 94 casos por violencia familiar.
y la Comuna 15. En los tres años analizados Mojica tiene tasas mas elevadas de
violencia familiar que la comuna 15 y solo en el año 2007 Cali supera su tasa.
Tabla 38: Tasa de denuncias por violencia familiar. Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007
2005 2006 2007
Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa Frecuencia Poblacion Tasa
Cali 7347 2'039.626 360 7400 2'119.908 349 8017 2'169.801 369
Comuna 15 435 125.078 347 391 126 496 309 382 128.837 296
Mojica 92 24.372 377 105 25.093 418 94 25.988 361
Fuente: Dane 2005. Observatorio de Violencia Familiar de Cali Vif.
Grafico 6: Tasa de denuncias por Violencia Familiar. Cali, Comuna 15, Mojica. 2005-2007
450
400
350
300
250 Cali
200 Comuna 15
150 Mojica
100
50
0
2005 2006 2007
El 70% de los hechos en Mojica fueron cometidos contra mujeres y el 29% en los
hombres, evidenciándose una proporción similar a lo acontecido en Cali y en la comuna
15.
Tabla 39: Denuncias por violencia familiar según sexo en Mojica. 2004-2007
Sexo Frecuencia %
Hombre 133 29,4
Mujer 319 70,5
Total 452 100
Fuente: Observatorio de Violencia Familiar de Cali VIF
60
Igualmente, los datos de violencia familiar en Mojica muestran que los casos son
sufridos principalmente por menores de edad, siguiéndole los jóvenes. El 40% de los
hechos son ocurridos contra menores de 14 años. Aquí nuevamente se evidencia que
entre mayor edad es menor la posibilidad de que se sufra de un acto de violencia dentro
de la familia.
Tabla 40: Denuncias por Violencia Familiar según edad en Mojica. 2004-2007
Edad Frecuencia %
0-4 74 16,3
5-9 56 12,3
10 -14 62 13,7
15 - 19 59 13
20 - 24 47 10,3
25 - 29 25 5,5
30 - 34 29 6,4
35 - 39 24 5,3
40 - 44 21 4,6
45 - 49 27 5,9
50 - 54 7 1,5
55 - 59 2 0,4
> 60 15 3,3
Sin Dato 4 0,8
Total 452 100
Las tasas de homicidio en Mojica son mayores a las tasas presentadas en la comuna 15
y la ciudad. En la comparación podemos observar que mientras las tasas en la ciudad y
en la comuna 15 tienden a disminuir en los últimos años, las tasas de homicidios en
Mojica aumentan, específicamente entre el 2005 y 2007. Si bien en el año 2006 las
tasas de los tres contextos tienen unos leves crecimientos, en el año siguiente bajan
ostensiblemente, a excepción de la tasa del barrio Mojica que tiene un aumento
importante. Los 155 hpcch en el año 2007 en Mojica es la mayor tasa registrada en los
tres contextos, pues en sus puntos más álgidos que fueron en el año 2001 tanto Cali
como la comuna 15 registraron tasas de 93 y 137 hpcch respectivamente, lo que
evidencia el impacto y la persistencia de la violencia homicida en Mojica que traspasa
lo ocurrido en la ciudad y en la comuna 15. No obstante, al observar la frecuencia de
61
los homicidios, en los tres contextos podemos observar una disminución con respecto al
número de casos presentados en el año 2004.
Los datos evidencian que los hombres son las principales victimas de homicidios en la
ciudad, principalmente los jóvenes en edades entre los 20 y 24 años. No obstante, la
concentración de homicidios de jóvenes en Mojica es mucho mayor a la presentada en
la comuna 15 y en la ciudad. Mientras que en Cali el 36% de los homicidios son jóvenes
entre los 16 y 24 años y en la comuna 15 el 49%, en Mojica los homicidios de jóvenes
entre estos años son más de la mitad, registrándose el 60% de los homicidios,
62
evidenciando que en el barrio los jóvenes tienen una mayor inferencia para el desarrollo
de actos homicidas que en los otros contextos. Llama la atención que en Mojica un mas
de la mitad de las victimas eran desempleadas o sin un empleo fijo.
La descripción de los móviles en Mojica nos permite deducir que en los hechos de
homicidio prima un alto grado de organización de los victimarios, pues los actos
cometidos por venganzas que predominan, implican una selección precisa de la victima
y una planeación de los medios a utilizar. Igualmente implica algún nivel de
organización los homicidios ocasionados en el desarrollo de un hurto, pues en este caso
la victima pudo ser la victima, alguien que quiso evitar un hurto o el delincuente que
estaba hurtando. Se encuentran en menor proporción los homicidios por violencia
familiar y sexual, que por lo general se desarrollan en ámbitos privados. Si es
importante el alto numero de homicidios ocasionados por riñas que es un indicador de la
forma como se están solucionando las personas los conflictos ocasionales en la
comunidad, pues estos homicidios se dan por lo general en escenarios públicos
especialmente de celebración. Los homicidios ocasionados por pandillas resultan
confusos de definir, pues la única condición para que estos hechos se categoricen de
esta manera es que el victimario o la victima sea un reconocido perteneciente a alguna
agrupación. Por lo tanto, es posible que estos casos se produzcan por riñas ocasionadas
por pandillas o por algún individuo perteneciente a esta, o sean planeados por o en
contra de estas organizaciones dándose un homicidio por venganza. Por la cantidad y la
gran influencia que tienen estas agrupaciones en Mojica, es posible que muchos de los
homicidios por venganzas y por hurtar tengan una estrecha relación con las pandillas.
Las deficiencias en los datos registrados de hurtos, aun en los más recientes, pues la
nueva ley de pequeñas causas ha posibilitado que muchos de los delitos considerados
anteriormente “hurtos” a partir del año 2007 sean denominados “contravenciones”,
incidiendo en la disminución de los casos con respecto al año 2006; no impiden
realizar aproximaciones al nivel de impacto de este delito en la ciudad, y su relación con
la violencia dependiendo de la acción de los agresores.
Al comparar los tipos de hurtos presentados en los tres contextos, vemos que hay una
mayor cantidad de hurtos a personas en Mojica, pues mientras que en Cali el hurto a
personas equivale al 34% del total de hurtos y en la comuna 15 al 64%; en Mojica los
hurtos a personas registran el 86% del total de hurtos denunciados en el barrio. Cuando
analizamos las modalidades de hurtos en el barrio Mojica, los atracos con el 80% son la
modalidad más registrada y la de mayor riesgo que se produzcan lesionados,
aumentando la posibilidad de violencia en el acto.
Las denuncias por violencia familiar en Cali que desde el año 2004 presentan un
registro eficiente, nos muestran a nivel de ciudad que paulatinamente las denuncias han
venido aumentando a tal punto de presentar en el año 2007 los registros más altos por
este delito. No obstante, las denuncias en la comuna 15 y en el barrio Mojica han tenido
comportamientos distintos, pues en el caso de la comuna el mayor número de denuncias
las encontramos en el 2005 y en Mojica en el año 2006, y por el contrario en el año
2007 las denuncias en estos dos contextos disminuyen.
En Cali, Mojica es el séptimo barrio con más denuncias por violencia familiar en la
ciudad y el primer barrio con más denuncias en la comuna 15. Si bien, ni Mojica ni la
comuna 15 registran los casos más altos por violencia familiar en la ciudad, los hechos
encontrados evidencian que la presencia de estos actos es recurrente. En los tres
contextos los casos de violencia familiar donde la victima es la mujer predominan con
un el 70% del total de hechos. De la misma manera en Cali, en la comuna 15 y en
Mojica, la mitad de los hechos de violencia las victimas son menores de edad. Al
parecer con el aumento de los años las personas tienen menor riesgo a ser victimas de
violencia familiar.
64
Las mujeres y los niños son las principales víctimas por violencia familiar en el barrio
tal y como lo muestra los datos de denuncias por este tipo de violencia; encontrando que
el 70% de los hechos son contra la mujer y el 40% contra menores de 14 años. Los
hechos lo dinamizan en una mayor frecuencia los hombres adultos, recurriendo a puños y
patadas para maltratar a las mujeres en el hogar, y a objetos como correas y zapatos
para maltratar a los menores de edad. Muchos de los hechos están precedidos de
ataques verbales, que motivan aun más que se presente un acto de violencia. Al recoger
distintos relatos, los hombres expresan la importancia de las formas de violencia “no
físicas”, y concuerdan en señalar que además de ser sumamente lesiva, es el primer
impulso para llegar a hechos físicos. La humillación, las criticas y el desprecio es
reconocido en si mismo como forma de violencia en los habitantes del barrio. Es aquí
elemental precisar que los hechos de violencia se dan no porque exista una
confrontación previa, si no que hay una reacción en el momento donde se reúnen una
serie de factores que propician el desarrollo del acto.
65
Camila una niña del barrio relata como su papa la golpea diciendo:
“Mi papá me pega mucho con los puños. A veces me dice palabras
vulgares y me pega con una correa. Cuando me quedan las cosas con
jabón me regaña y me pega. Yo me siento muy triste porque estaría mas
contenta si me puedo ir. Yo quiero dejar a mi papá no a mi mamá. Me
gustaría irme donde la abuela.”
• Violencia Conyugal
De acuerdo a los relatos, gran parte de los hechos violentos contra las mujeres son
motivados por factores económicos que se desarrollan generalmente en tres situaciones
específicas en el marco familiar. En la primera situación, la mujer es dependiente
económicamente de su pareja, y el hombre no alcanza a responder con las necesidades
básicas de su hogar; sea porque su ingreso no es suficiente para suplir tales necesidades
o porque su decisión es no suplirlas aunque su ingreso sea suficiente. Estas son
posiciones que generan discusiones y hechos violentos que se dinamizan
constantemente por el factor económico. En estos casos, la mujer no tiene una forma
propia de sostenerse ni a sí misma ni a sus hijos resignándose a quedar a merced de su
esposo, soportando toda serie de agresiones. Es posible que frente a esta situación el
esposo o conviviente comprenda las condiciones y las aproveche para abusar; con el fin
de que la mujer se mantenga sumisa, reiterándose constantemente “que él es quien la
mantiene”40.
40
En un estudio importante, Ardito y Rosa sustentan algo similar haciendo referencia a la dependencia
económica de la mujer donde “estas mujeres no pueden imaginarse cómo sería su vida sin su pareja y
frente a la incertidumbre, resisten situaciones de violencia. Algunas optan por aceptar las reglas del
agresor complaciéndolo en todo lo que esté a su alcance para no darle motivos de disgusto. En algunos
casos, la dependencia económica es generada por el esposo: la mujer puede estar preparada para trabajar
pero él, por celos o por orgullo, no se lo permite” (La Rosa, Javier y Ardito Wilfredo (2004). Análisis
comparado de la legislación sobre violencia familiar en la región andina. Perú. pp. 18)
66
En el caso de María una joven mujer dedicada al hogar, expresa su inconformidad por
la manera como su esposo gasta el dinero que no alcanza para suplir las necesidades
básicas.
“Él tomaba alcohol y llegaba a la casa a las diez u once de la noche.
Después empezó a quedarse (en lugares donde expenden licor) y al
día siguiente no tenía dinero. Es por eso que le decía: ¡Usted tiene
dinero para tomar pero no tiene para la comida! Entonces le pedía
dinero prestado a una amiga o a un sobrino. Eso me daba rabia
porque se olvidaba de nosotros. Siempre que se quedaba bebiendo en
la calle, comenzaba la peleadera”
Patricia, una mujer del barrio, dice al respecto del comportamiento de su esposo después
de terminar su jornada laboral:
Fanny, un ama de casa de Mojica, nos narra como después de unos años de convivencia
empezó a sufrir maltratos por parte de su esposo. La decisión de Fanny de emplearse y
de estudiar, cambia la relación entre ella y su pareja.
Hay una serie de decisiones económicas en las que la mujer y los hijos terminan
haciendo frente a las responsabilidades de la familia, subsidiando los fracasos
económicos del hombre. En este ámbito, el hombre culpabiliza a la mujer por sus
fracasos económicos, siendo la inculpación del hombre hacia la mujer, una constante en
la relación conyugal del barrio. Cuando la mujer ingresa al mercado laboral, se le acusa
41
Con respecto al alcohol como dinamizante de hechos violentos, el importante estudió de Torres
especifica que, “El rol del alcohol en la violencia familiar es facilitar que ésta se desarrolle, eliminando
las inhibiciones del agresor y poniendo de manifiesto la actitud de subordinación y dominación hacia la
pareja. Además, el alcohol incrementa la frecuencia de los estallidos de violencia y la intensidad de éstos.
Por ello es bastante lógico que la gran mayoría de denuncias se presenten en los casos en los que el
agresor ha estado ebrio, porque suelen ser los más graves” (Torres Falcón, Martha (2006). Al cerrar la
Puerta: Análisis y vivencias del Maltrato en la Familia. Editorial Norma, Colombia. pp. 35)
68
del escaso tiempo que le queda para atender a la familia, quedando de lado la relación
con la pareja que paulatinamente se va resquebrajando, tal y como se percibe en nuestro
contexto.
Josefina nos narra como la falta de dinero en su casa la llevo a buscar empleo,
pero también género conflictos con su esposo:
Otra situación que según los habitantes, generan conflictos entre pareja, son en
circunstancias donde ni el hombre ni la mujer pueden conseguir un empleo. La
incertidumbre económica de las familias en Mojica es una situación determinante en la
promoción de conductas violentas entre la pareja y en las relaciones con los hijos.
Una mujer detalla en este sentido, que la necesidad y la angustia por no tener dinero se
resuelve inculpando al otro y esto aumenta los conflictos:
“Se permanece sin dinero porque hay muchas necesidades en la casa.
Entonces se dice: ¡porqué no se va a buscar trabajo!, ¡vaya a ver que
encuentra para hacer! esto conlleva a la desesperación. Pero ellos
andan la calle sin tomar tinto y no lo comprendo. Se van a buscar y
llegan diciendo: “no hay trabajo en ninguna parte”. Y mientras tanto
la deuda de la luz, del arriendo, la remesa, las necesidades del niño;
lo ponen a uno furioso, es ahí cuando empiezan las peleas”
Por otra parte, los celos son una de las causas que entre pareja propician actos de
violencia contra la mujer. Razones como las miradas con otros vecinos por parte de la
mujer y la ausencia de la mujer en la vivienda, son factores que en reiteradas ocasiones
desencadenan agresiones por parte de los hombres. Las prohibiciones por parte del
hombre son producto generalmente de los celos; aunque las sospechas de infidelidad se
69
Otro hombre se refiere al mismo aspecto, en el supuesto también de que, si los celos
ocurren, es porque ella nunca esta en la casa.
“Uno de los casos que yo veo más graves, es cuando llega el esposo a
la casa y no la mujer no se encuentra, además de tener a los hijos
abandonados. La mujer tal vez por allá donde la vecina; o no sabe
donde esta. Por esto es que se empiezan a pensar muchas cosas”
Una mujer del barrio Mojica señala que su esposo niega a los hijos por sus celos,
diciendo:
Piedad, una mujer del barrio, señala cómo causa del maltrato, la negligencia en atender
a su marido en la casa.
Si bien, la violencia contra los niños es un problema que tiene múltiples causas, en el
caso del barrio Mojica, los indicios evidencian que situaciones como la dificultad de
conciliar el trabajo con el cuidado de los hijos, las difíciles condiciones económicas y la
imposibilidad de establecer relaciones afectivas; son situaciones generalizadas y
elementales para acercarnos a una posible explicación de la violencia contra los
menores.
Aurora, una mujer del barrio, narra que muchas veces ha maltratado a sus hijos por la
desesperación de no tener que ofrecerles:
Esta observación es importante para comprender mejor, contextos del maltrato infantil.
Una mirada inculpadora sobre la madre pierde de vista otras realidades, pues en muchos
hogares de Mojica, la ausencia de uno de los padres, además de los factores que antes
nombramos; son elementales para entender los hechos de violencia en el ámbito
familiar.
Ella quedo de nueve años cuando murió el papa. Yo les pegaba hasta con
palo; pero llego el tiempo en que tuve que ir a un psicólogo. Mi hijo
mayor me dijo que me iba a enloquecer y fuimos al psicólogo”
Si bien, en los hechos de violencia familiar en Mojica las circunstancias narradas con
anterioridad establecen principios de interpretación sobre las posibles motivaciones de
tales hechos; la importancia de analizar este escenario radica no solo en los hechos
violentos que se dan en este contexto, si no también en las condiciones que en este
ámbito se pueden propiciar para que sus integrantes extiendan formas mas organizadas
de violencia si se legitima el uso desde la familia. Esto lo que evidencia es que todavía
las orientaciones y los controles en el hogar son fundamentales en la prevención de
manifestaciones de violencia en un contexto mas general.
Los jóvenes pertenecientes a grupos delincuenciales en Mojica, son los causantes de los
hechos violentos de mayor impacto para el barrio. Entendiendo esto, nuestra intención
radica en profundizar sobre el conocimiento de estas agrupaciones y de los jóvenes
pertenecientes a ellas, vinculando también el estudio de las acciones violentas que
desencadenan, las modalidades de sus actos, las normas que los caracteriza y la
organización a la que apelan.
73
Se presume que además de los 46 homicidios que se conocen han sido cometidos por
integrantes de grupos pandilleros de Mojica en los últimos 10 años, un alto numero de
42
Dato obtenido de la Policía Metropolitana de Santiago de Cali.
74
Existe una relación entre la organización delincuencial juvenil en el barrio y los actos
que realizan; es asi como las pandillas organizadas difieren en sus actos de los grupos
de jóvenes que se ubican en las esquinas de manera menos estructurada. Entendiendo
estos dos tipos de organizaciones de jóvenes en el barrio, la indagación de estas resulta
tangencial para encaminar nuestro estudio.
Pandillas Organizadas
Estas son pandillas conocidas y estructuradas del sector como los Abuelos, los Chimbis,
los Almendros, los Anteneros, los Cochinos entre otras. De acuerdo con las entrevistas
a jóvenes integrantes, algunas de estas pandillas se organizan por un actor externo al
barrio que quiere extender negocios como el de la droga, o por jefes de oficinas de
cobro que quieren reclutar jóvenes en este barrió para extender su dominio. En este
caso las pandillas tienen una organización que radica en el reconocimiento de los
“duros” que son los integrantes con un mayor recorrido en la vida delincuencial,
diferenciándose de los jóvenes que están comenzando a realizar acciones, que en su
mayor parte tienen el aval de los integrantes con mayor reconocimiento.
Otras pandillas han surgido por menores de edad que viven en el sector y que se
organizan para hacer más efectivas acciones delictivas cómo atracos y expendio de
alucinógenos. Si bien estas pandillas están conformadas por menores de edad, también
sobresalen los jóvenes de 23 y 24 años que tienen un gran recorrido delincuencial,
basando su reconocimiento en la carrera delictiva. En este sentido, los líderes de estas
bandas desde corta edad han escalado posiciones que se basan en el reconocimiento
fundamentado en la peligrosidad y la magnitud de las acciones cometidas.
Tal es el caso de David más conocido como “orejas”, líder de una banda en el barrio.
Un vecino de su sector dice:
Con respecto a las características de los jóvenes que se vinculan a las pandillas en
Mojica, se pueden retomar algunos aspectos generales que son frecuentes en las
entrevistas y que consideramos son elementales para que se haga parte de una
agrupación de este tipo, sea planeada o no esta vinculación. En ese sentido, los
cambios en los lazos familiares, el fracaso del sistema educativo que desencadenan
ausencias en la regulación de los jóvenes, son factores que consideramos fundamentales
en este fin de esclarecer las características del actor que estamos estudiando.
76
Con frecuencia la ruptura de tales lazos familiares se debe a la necesidad económica que
en el contexto existe, que se vinculen todos los miembros de la familia en el mercado
laboral, aunque el no ingreso a este genera dinámicas posiblemente más complejas.
Justamente este aspecto lo consideramos central al entrevistar a algunos de los
integrantes de las pandillas, pues entre sus intereses al unirse a ella se encuentra la
posibilidad de obtener lucro de acciones delictivas conjuntas.
Por otro lado, muchos de los jóvenes integrantes de la pandilla, a temprana edad
salieron del sistema educativo. Los jóvenes abandonan rápidamente la escuela y se
inician precozmente en las lógicas adultas, entendiendo el papel que juega la educación
en la “regulación”. Lo evidente es que sin educación y con pocas formas de regulación
sus acciones no son reguladas. Con frecuencia, la salida del sistema educativo era
intensificada por los grupos del barrio, pues desde tempranas edades los jóvenes no solo
se vinculan a estas agrupaciones, si no que también se encaminan a desarrollar sus
primeros actos delictivos.
Al describir estos elementos es evidente que el joven que se vincula a una pandilla se
desprende de elementos de regulación básicos como las condiciones tradicionales, las
normas, los valores y estilos de vida. Al parecer, los jóvenes se vinculan a esta
77
Estas pandillas dirigen sus acciones especialmente a los atracos de alta magnitud en la
ciudad, sin dejar de lado los que realizan constantemente en la avenida ciudad de Cali a
buses y a establecimientos comerciales. En la mayoría de sus acciones portan armas de
fuego cortas de fabricación artesanal o industrial. Además están vinculados a negocios
de venta y expendio de alucinógenos y armas de fuego; es posible que guarden relación
con oficinas de cobro y grupos al margen de la ley, pero en conjunto no se dedican a la
perpetración de homicidios como negocio, aunque sus integrantes si pueden oscilar en
oficios como el sicariato.
La violencia por el control del territorio además de ser frecuente en el barrio, tiene un
claro actor colectivo que la activa como lo es la pandilla con un nivel de organización.
El enfrentamiento es constante con otras pandillas del barrio, pues el espacio a defender
es muy restringido (callejones y esquinas del barrio), entendiendo que el número de
pandillas es significativo para defender este espacio. Por lo tanto, la acción violenta
producida por el territorio se limita a dos posibilidades; la primera es con la intención de
defender su territorio, y la segunda con la intención de obtener más control territorial.”43
43
Como lo especifica Suárez, Giraldo y otros en relación a los hechos violentos “dada la marcada
vecindad del lugar de residencia de la víctima con el lugar de los hechos, lo cual da cuenta de una
localización del conflicto; es una disputa de barrio o de sector, en el que el enemigo es plenamente
identificado y circunscrito a un territorio físicamente determinable. De esta manera se trata de mostrar el
poder y de indicar quién es el más fuerte”. (Suárez Clara, Giraldo Carlos y otros (2005). Medellín entre
la muerte y la vida. Escenarios de homicidios 1990-2002. Estudios Políticos # 26. Medellín. pp. 10)
78
En ese sentido debe entenderse que este tipo de pandilla proporciona nuevas
oportunidades a los individuos que la componen, posibilitando el suplir intereses por un
medio violento que no han podido suplir en otras instancias. En los jóvenes puede darse
una mayor compenetración simbólica; por ejemplo, para instaurar o reafirmar relaciones
de poder. Además, pertenecer a una pandilla implica mayor facilidad para conseguir
insumos como armas, especialmente hechizas o de un calibre muy bajo, que reafirman
la posibilidad de suplir intereses económicos. En general, muchas pandillas también
están relacionadas con negocios de armas y drogas lo que intensifica aun mas la lucha
44
Ibíd., pp. 9
79
En este caso nos referimos a aquellos jóvenes, especialmente menores de edad que se
agrupan en las esquinas del barrio reuniéndose constantemente y de manera
espontánea45. Sus acciones delictivas se remiten al consumo alucinógenos, riñas
callejeras y hurtos frecuentes contra habitantes del sector. Generalmente, sus
integrantes desde corta edad se conocen, convocándose para realizar actividades de tipo
lúdico; en ese sentido ser una agrupación que se dedique a realizar actos criminales no
es algo planeado, por el contrario esto surge por otro tipo de factores.
Tales jóvenes solo tienen algún nivel de organización cuando van a desarrollar un hecho
violento, como sucede cuando van a cometer un hurto. Este elemento indica que estas
agrupaciones no guardan una estructura como puede suceder con las pandillas, ni
tampoco una estrategia planificada de un jefe, pues al parecer la búsqueda desarticulada
de intereses prima sobre las acciones que se realizan.
45
Desde el inicio se nos presento el problema de cómo llamar este tipo de jóvenes considerando que las
palabras que usemos de alguna manera pueden marcar algunos aspectos que no pertenecen a este grupo.
Es posible que se asimile a otro sin numero de conceptos como “Galladas” “Parches” o la misma
“pandilla”; sin embargo ninguno de estos se incorpora directamente a este tipo de agrupación presentado
en el barrio. Esto radica en la diferencia de sus características, ya que son un conjunto de jóvenes que
andan juntos pero no se reconocen como parte del grupo, no tienen un nombre que los identifica, no se
enfrentan con otros grupos pero frecuentemente y de manera coordinada ejecuta acciones que transgreden
el orden, entendido como las normas y las costumbres, lo que a veces se enmarca en conductas delictivas
y a veces no. Por lo tanto, si bien no es un aspecto menor, no hacemos uso de una palabra apelando a la
responsabilidad que implica asignar un concepto.
80
Son más comunes este tipo de grupos que las pandillas, su forma de operar es de manera
aislada y se juntan ocasionalmente por conveniencia. Las relaciones con integrantes de
aquellas pandillas organizadas si bien son frecuentes, se diferencian sustancialmente
pues al parecer se le impide estar en ella por la imposibilidad de llegar a alcanzar el
status que implica estar en una pandilla organizada.
Los integrantes de estos grupos no comparten los valores y ética del delincuente
antiguo, atracan y llegan a agredir a cualquier vecino, pues su sentido de pertenencia no
se limita a la banda, ni al barrio; su lealtad se remite a dos o tres jóvenes con los que
realizan hechos delictivos a pequeña escala. No tienen una demarcación de territorio
claro, pero la esquina donde se reúnen es un espacio que defienden y utilizan para
realizar actividades varias.
Al igual que los integrantes en las pandillas, estos jóvenes han desertado del sistema
educativo y difícilmente consiguen vínculos laborales legales. La mayoría de ellos son
consumidores de algún tipo de sustancia psicoactiva, principalmente marihuana, bazuco
o pegante. El quebrantamiento en las relaciones familiares y el inicio rápido en las
lógicas adultas, son características que influyen de manera sustancial para que los
jóvenes empiecen a realizar actividades ilícitas. Este es el caso de Pedro narra como
ante la ausencia de sus padres empieza a reunirse en la esquina con los jóvenes de su
barrio.
81
En ocasiones para otros menores de estas agrupaciones sus padres o familiares cercanos
desde temprana edad los impulsan a cometer actos delictivos, brindándoles los
mecanismos y todo el aval necesario para que empiecen su carrera delincuencial, tal y
como nos narra Stiven:
Desde muy corta edad, el atraco y los raponazos se consideran los mecanismos mas
activados por estos jóvenes para la consecución de recursos, especialmente a transeúntes
del barrio. Para ellos la avenida Ciudad de Cali se constituye en el sitio de “trabajo”
donde sustraen principalmente celulares, dinero y bicicletas46.
Para los menores de edad el raponazo es la forma más sencilla de obtener los bienes
pues aprovechan el descuido de la victima, que se encuentra ubicada en la calle, en su
casa o en un establecimiento comercial; pues los hurtos al interior de los hogares y en
las tiendas o negocios del barrio también son recurrentes. Con rapidez los menores
emprenden la huida sin utilizar violencia o amenaza alguna. Si bien, para los jóvenes de
más edad este es el mecanismo más activado, los atracos que generalmente vinculan el
uso de armas, la amenaza y el uso de violencia contra la victima que es despojada de
algún articulo de valor, son también opciones, ya que para ellos es mas segura la
consecución del objeto. Por lo general los atracos se cometen en la vía pública, y en
46
Entrevista con Policía Comunitaria Comuna 15.
82
este caso no se requiere de elementos como motos o armas muy sofisticadas, pues para
ellos emprender la huida por los callejones del barrio es la forma más sencilla de
culminar su hecho, aunque en muchas ocasiones las bicicletas son elementos muy
utilizados. Estas acciones pueden realizarse entre dos o tres jóvenes, que reparten sus
acciones dentro del hurto, no obstante la mala repartición de un botín es algo usual y
desencadenante de riñas y homicidios por venganza entre ellos.
Como sucede con el hurto a personas, la oposición de la victima implica una agresión
física segura, pero por lo general el tipo de hechos realizados por delincuencia juvenil
no organizada no terminan en un hecho fatal. No obstante, las lesiones con armas
blancas si son frecuentes en las victimas.
Son más reiteradas las lesiones y los homicidios cometidos contra los jóvenes que
pertenecen a esta categoría de delincuencia juvenil no organizada ya que están más
expuestos en las esquinas del barrio y su forma de actuar que no representa un acto de
grupo, implica que las venganzas sean puntuales y con menos posibilidad de que haya
una acción de un grupo delincuencial por su asesinato. Igualmente, son recurrentes los
hechos de personas del barrio que quieren apartar de determinadas zonas o esquinas a
estos jóvenes, sea porque han sido victimas de algún tipo de hurto o porque el consumo
de alucinógenos en zonas donde residen causa reacciones negativas que terminan en
riñas reiteradas, lesiones y en menor magnitud homicidios. Es asi como la sensación de
amenaza en estos menores es paralela a su conducta violenta, que se afronta con las
demostraciones de rudeza como símbolo de poder y virilidad.
De los 303 hurtos que se denunciaron en Mojica entre el 2002 y 2007, la mayoría se
cometen mediante dos modalidades: el atraco y el raponazo. Estas son las formas más
utilizadas para despojar a las victimas de sus bienes. Las características de estas
modalidades son bien distintas, entendiendo por esto la organización del hecho, los
recursos que se utilizan, los lugares donde se cometen, la propiedad que afectan, las
víctimas del hecho y los agresores que perpetran el delito.
47
Tomado de “Los nómadas urbanos, la vida de las galladas, de niños de la calle y jóvenes en Bandas y
Pandillas En Santiago de Cali. Tesis, 2003. Facultad de Ciencias Sociales y Económicas. Cidse. pp. 56
84
Raponazo
Generalmente el raponazo se presenta en las vías centrales del barrio, zonas donde
transitan gran numero de personas, tal como la avenida ciudad de Cali y la Carrera 28E
que traspasa todo el barrio. Son principalmente en las esquinas donde se sustraen los
objetos rápidamente y el delincuente emprende su huida por los callejones, siendo estos
los sitios donde se ubican las pandillas y los jóvenes del sector. El lugar donde se
comete este delito representa una de las características que más se planea, tanto en el
raponazo como en el atraco, ya que implica cometer el hecho sin ninguna clase de
perjuicio; agregando la indiferencia de las personas que se encuentran en el lugar, que
en la mayoría de ocasiones no intervienen por miedo al delincuente, tal y como lo
relatan algunos habitantes del barrio:
La mayoría de las victimas son habitantes del sector que transitan en el barrio con
pertenencias visibles y que se pueden coger con mayor facilidad como joyas, bolsos,
celulares, entre otros. También es usual el raponazo de artículos que las victimas
descuidan, como bicicletas y elementos de comerciantes del sector que si bien conocen
las posibilidades de que sean hurtados, optando por poner toda clase de elementos de
seguridad en sus locales, siguen siendo afectados por la astucia y rapidez con que los
delincuentes toman sus objetos. En este sentido, los delincuentes seleccionan a las
victimas de acuerdo a su imposibilidad física para reaccionar frente a un raponazo y de
acuerdo a lo que ellos intuyen pueden tener de valor las victimas. Elementos como la
forma de vestir y el aspecto que da pistas de la no peligrosidad de la persona a hurtar
pueden ser aspectos que los delincuentes tengan en cuenta al momento de perpetrar el
hurto, pero su relevancia se disminuye cuando se calcula básicamente el elemento y la
posibilidad de salir ileso. Esto se entiende cuando los delincuentes aclaran que sus actos
no tienen una gran planificación, pero tienen en cuenta algunos patrones que intervienen en
la efectividad del acto y en su posterior huida. Justamente, la poca planificación del acto es
86
unos de los aspectos que influyen para que haya venganzas posteriores al hecho, ya que hay
muchas posibilidades de que la victima conozca al victimario o tenga una referencia cercana
con respecto a este. En este aspecto, una joven señala acerca del delincuente que hurta en
su sector:
En Mojica generalmente los que utilizan esta modalidad de hurto son los menores entre
los 12 a 18 años de edad pertenecientes a grupos delincuenciales no organizados. A
menudo se asocian para realizar un raponazo, pero solo uno perpetra el hecho, ya que
para ellos es de suma importancia que sus pares los observen realizar el acto. Por lo
general reinciden en el raponeo así hayan sido atrapados ya que la ley en este sentido es
muy laxa.
Atraco
El atraco es la modalidad donde existe mayor probabilidad de que se acuda a un hecho
violento, sea para la defensa o para el ataque, dada la cercanía de victima y victimario
al momento de perpetrar el delito. Por lo general, el asaltante acude a la amenaza o uso
de violencia para despojar a la victima de su artículo, con armas de fuego originales o
hechizas y cortopunzantes de fácil adquisición para los delincuentes, dado que el tráfico
de armas en el barrio es generalizado.
Las vías principales del barrio son los lugares predilectos para atracar, sumándose en
menor frecuencia los pequeños establecimientos comerciales, las residencias y el
interior de los buses. Por lo general, se aprovechan las esquinas y los callejones para
perpetrar el atraco, ya que obligatoriamente gran parte de las personas residentes del
barrio tienen que pasar por estos sitios para llegar a sus casas. Esto también puede
suceder cuando se va a atracar en una residencia o en un bus, ya que los delincuentes
buscan siempre un sitio en donde puedan sentirse seguros antes de emprender el escape,
tal y como lo especifica un habitante del barrio:
En este caso la propiedad que se afecta no solo son objetos que poseen las victimas al
momento del hurto o elementos en su indumentaria. Por lo general, motocicletas,
automóviles, muebles residenciales, mercancías comerciales y cantidades de dinero son
artículos que se obtienen mediante la modalidad de atraco.
Al contrario del raponazo, los atracos implican una mayor planeación; esto dependiendo
del lugar al que hay que acceder y a las características del bien a hurtar. Los atracos a
personas que transitan en las vías principales del barrio son frecuentes, dado que la
mayoría se dirigen a objetos que la victima porta en el momento, amenazando y si es
posible arrebatando, utilizando generalmente cortopunzantes y armas de fuego hechizas
y de calibres menores.
Los atracos al interior de los buses se realizan con no menos de tres delincuentes, el
primero retiene al conductor, otro atracador vigila a las victimas al interior del bus y el
último consolida el atraco pasando por cada puesto tomando artículos y dineros. Se
utilizan armas de fuego para despojar a las victimas, amenazando constantemente ya
que por el poco espacio para maniobrar en el bus, existe el gran peligro de que se
presente un acto en contra del victimario o en contra de la victima ante las posibles
negativas de entregar los objetos. Respondiendo a la prevención de los conductores que
no detienen el bus en las zonas del barrio, se utilizan objetos y aun jóvenes se tiran en
medio de la carretera esperando a que el bus se detenga para poder subir y perpetrar el
delito. Ana, habitante del barrio narra como vivió un hurto al interior de un bus:
48
Esta modalidad se presenta cuando son hurtados los objetos sin que el propietario conozca la acción
que se ha cometido en su contra.
90
económicos, también priman elementos simbólicos, que van generando un mayor status
en la vida delincuencial del joven que realiza “vueltas grandes”.
Los casos de atracos en Mojica se caracterizan por haber un tipo de amenaza o agresión
ante la negación de entregar los objetos de parte de la victima., aunque el interés no esta
en hacer daño o asesinar a la persona si no de obtener beneficios económicos. No
obstante, también se presentan casos en los que el victimario al prevenir un acto de
resistencia y asegurar el objeto a hurtar arremete en primera instancia, lesionando a su
victima. Por lo general, los homicidios por hurtar suceden como resultado de una
actitud defensiva de la víctima, tal como oposición, resistencia, intento de huida y
respuesta o intento de respuesta con un arma. Aquí se presentan unos casos:
Queda claro que este delito trasciende el momento del hecho y genera mayores
manifestaciones de violencia. La fácil adquisición de instrumentos y el manejo del
territorio por parte de los delincuentes son elementos fundamentales para que el delito
tome mayor fuerza en un barrio como Mojica. La comunidad no asume
responsabilidades producto de las amenazas constantes que los delincuentes realizan si
se hace efectiva una denuncia, en este sentido el miedo y la seguridad de la integridad
91
física prima sobre un posible acto de denuncia. En este sentido Pedro, habitante del
sector nos explica:
Por lo tanto, gran parte de los hurtos en Mojica quedan en la impunidad, pues ante la
inoperancia de los entes estatales, los medios para controlar este tipo de banda están
supeditados a otros actores; a tal punto de evidenciar por medio de un joven que en el
barrio existe organización armada contra los delincuentes:
Es de cuidar que cada vez mas se imponen nuevos actores y nuevas modalidades de
delitos y control a las victimas, perdiendo para ellos toda clase de respeto por los
vecinos y pobladores locales, principalmente de parte de las bandas organizadas en el
barrio. En este sentido, se requiere generar estrategias encaminadas a prevenir este tipo
de hechos y a controlar los que ocurren con gran frecuencia.
92
5. Conclusión
presenten dificultades que sean detonadores para que se desarrollen hechos violentos,
especialmente contra las mujeres y los menores de edad.
Es evidente que en algunas familias del barrio, la unidad se resquebraja producto de los
fracasos económicos, situaciones que en muchos casos genera tensión propiciando
hechos violentos. Las exigencias económicas afectan a todos los componentes de la
familia, el desempleo se concentra en varias familias que desde el principio son
desfavorecidas por la posición profesional de sus integrantes, lo que aumenta la ruptura
en los lazos familiares y genera problemas de violencia. Factores como los cambios en
el rol de la mujer y su ingreso al mercado laboral, evidencian que en muchas familias
las relaciones no son frecuentes, demostrando que el vínculo con los hijos y pareja es
distinto producto de los procesos familiares de individualización49. Al no ser efectivas
las relaciones básicas familiares, las diversas regulaciones en esta instancia no son
claras lo que puede conllevar a conflictos. Podríamos pensar también que es de gran
importancia para los menores en la familia poder ser escuchados y tenidos en cuenta sin
el uso de alguna recriminación o reproche, pues hay ejemplos que señalan al uso
inadecuado de las palabras y a la forma de corregir de manera verbal como elementos
que irrumpen en la convivencia entre padres e hijos.
49
Beck Ulrico (1998) “Individualización de la desigualdad social, la destradicionalizacion de las formas
de vida de la sociedad Industrial” en la Sociedad del Riesgo. Paidos Barcelona, 1ra Edición,. pp. 101
94
Las estadísticas muestran que los jóvenes son las principales victimas de la violencia
homicida (70% del total de hechos en Mojica). Con el estudio cualitativo se evidencia
que son los actores que dinamizan la criminalidad en el barrio, sea que estén
organizados o de manera dispersa. Sin embargo, el desarrollo de tales hechos puede
estar precedido de una serie de factores que se desarrollan en el ámbito familiar, tal y
como lo describimos en las situaciones de violencia presentadas en el barrio. La
caracterización de los jóvenes en Mojica permitió establecer que efectivamente los
vinculados a agrupaciones delincuenciales se caracterizan por haber vivido
circunstancias como familias inestables, falta de padres, padres abusadores o
alcohólicos, falta de educación y alternativas de vida, exposición a la violencia,
consumo de alcohol o drogas, desempleo, etc.
Con estos elementos, encontramos que la violencia juvenil producida por la defensa de
un territorio determinado que significa la oportunidad para delinquir y obtener lo que se
95
desea; la que resulta producto de venganzas entre pandillas, entre jóvenes delincuentes y
personas del barrio, además de la violencia ejercida contra la comunidad, como se
presenta en los hurtos; inciden en toda la población, tanto los que han sido afectados
por algún hecho, como los que se sienten amenazados al percibir que en algún momento
puede ser víctima de cualquier acto violento. En ese sentido las tensiones en las
relaciones de los habitantes del barrio, son frecuentes y son detonadores para que los
hechos violentos sigan siendo frecuentes ante determinadas circunstancias. No se desea
desconocer las redes existentes en el barrio que contribuyen a que se mantenga cierta
convivencia, a tal punto de decir que el único problema radica en las acciones de
algunos jóvenes que delinquen en el barrio, no obstante y como dijimos anteriormente,
tales acciones afectan aun las relaciones entre vecinos por cuestiones claramente
identificables como el apoyo a estos jóvenes o la falta de control que tienen algunas
familias hacia las acciones que realizan, recayendo toda la responsabilidad en los
integrantes de estas.
Los hurtos son uno de los delitos que mas afecta a los habitantes del barrio, y son
ejecutados principalmente por los jóvenes pertenecientes a pandillas o por delincuentes
sin ninguna clase de circunscripción. El estudio en este escenario indicó que los atracos
a las mismas personas del barrio, contra pertenencias ligeras y de fácil alcance son los
más frecuentes, evidenciando la falta de estrategias para el desarrollo del delito, siendo
delincuentes comunes que con sevicia toman las posesiones y amenazan ante la
posibilidad de haber algún tipo de resistencia. Producto de esto, se intensifican los
hechos de violencia habiendo altas probabilidades de que se recurra a venganzas,
generando continuidad en los hechos y propiciando que personas que antes no hacían
parte de conflictos en el barrio, contribuyan a la realización.
En general, Mojica es un barrio que posee una serie de problemas complejos que
propician que se den frecuentemente hechos de violencia. Además de las consecuencias
de los mismos actos de violencia, factores estructurales de orden social, político y
económico confluyen y contribuyen en facilitar la violencia en este contexto. La
debilidad o incompetencia de las instituciones públicas y privadas para abrir espacios
de dialogo, concertación e inversión, y así minimizar las problemáticas es notoria, pues
sólo se limitan a realizan acciones de solución coyuntural, pero evitan o no tienen la
capacidad para afrontar los problemas de manera estructural, lo cual ha llevado a que
96
los recursos que se invierten en este sector no generen los resultados esperados, sino que
mantienen latente la situación que se vive en el sector.
6. Bibliografía
AGUIRRE, Katherine y RESTREPO, Jorge (2005). Aproximación a la
situación de violencia e inseguridad en Bogotá. CERAC, Bogotá D. C: