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En primer lugar definamos qué entendemos por popular. Podemos decir que popular
es aquello que es relativo al pueblo, característico del pueblo o que es aceptado o asumido
por el pueblo. Un dicho popular, una canción popular, una costumbre popular. Por
extensión popular se utiliza como sinónimo de vulgar, común a muchos, sin novedad.
Público, en cambio, significa perteneciente al pueblo por derecho, propiedad del pueblo o
del Estado, de uso común. Pueblo (otra de esas palabras) es entendido como el conjunto de
los ciudadanos de un país o una región, sin división de clases.
Según estas definiciones música popular es toda la música que un pueblo asume
como propia sin pertenecerle por derecho.
¿Cuáles son los criterios que fundamentan esta posición?. Veamos algunos y su
sustentabilidad:
Entre otros factores, la popularización del estudio de la música, con todos sus
beneficios, ha hecho que el primer nivel, el de la música popular propiamente dicha, que
era la única a disposición de la gente común hace cien años y que hunde sus raíces en la
historia de los pueblos, se identifique poco con la vida moderna. Y casi podemos decir que
en gran parte lo hemos perdido. La condición de anónimo, caduco requisito de atribución
de lo folklórico y que dio origen al rebuscado concepto de proyección, daba a estas
manifestaciones su más atractivo aspecto para el estudio, pues en las investigaciones no
podían ser aisladas de los demás elementos etnológicos, folklóricos, geográficos e históricos
que les daban marco. Elementos que no son investigados en la música de autor con la
misma rigurosidad, aunque se encuentren también en ella. El reencuentro con las fuentes
originales de la música campesina hoy es casi una utopía, por varios motivos:
Pero esta decisión debe pasar por el cómo debe ser estudiada y con qué materias debe
complementarse su estudio. Esto, más que la simple adición de una materia, supone una
reelaboración profunda de los diseños curriculares, para permitir el estudio de toda la
música en todas sus manifestaciones. La música popular coral debe ser estudiada:
como música, con todas las características que como tal posee y desde el punto de
vista de las distintas materias que componen el área.
como popular, y deberá verse auxiliada por materias como Ciencia del Folklore,
Musicología y demás.
como coral, y aquí hacemos párrafo aparte.
La interpretación es siempre mediación: el intérprete intermedia entre el autor y el
público, salvo cuando es el ejecutante de sus propias obras. En la música popular coral esta
intermediación viene precedida de otra: la del arreglo. El arreglo mediatiza la obra original,
media entre ella y un orgánico que, por lo general, le es ajeno: el coro. Nos preguntamos:
¿la música popular coral es verdaderamente popular?. Los arreglos corales no son una
apropiación del pueblo y no se van cantando por la calle (sólo los coreutas lo hacen). A lo
sumo será muy cantado por muchos coros. Pero no es por el orgánico que se establece la
condición de popular de una obra. Es la melodía original la que goza de popularidad (más
allá del orgánico con que se la interprete) y el calor con que se la recibe de manos de un
coro, por lo general, tiene que ver más con el afecto e identificación que la audiencia tiene
hacia ella, o hacia el género, que con la apreciación de la versión de turno o la calidad
interpretativa del grupo coral. Los arreglos corales de música popular son música
popular, aunque no sean versiones populares (apropiadas por el pueblo) de la obra
original.
Por lo dicho, en la música popular coral lo popular debe ser tratado, en el arreglo, en
su estudio y en su interpretación, no como algo tangencial sino como su esencia. Nos
interesa entender la música popular en sí misma y sus posibilidades de expresión a través
del instrumento coral. Tanto el director del coro como sus cantantes también son pueblo y,
como tal, apropiados de lo popular. Su aspiración al tratamiento y estudio de la música
popular tiene que ver tanto con su formación profesional como, primariamente, con su
profundo interés y amor por lo propio. Es claro, entonces, que el estudio de la música
popular, en sí misma y a través de versiones corales, en la carrera de Dirección Coral, será
de gran enriquecimiento para los alumnos y para la vida coral en general, desde todo
punto de vista. La dificultad mayor que encontraremos será qué obras escoger. Esto no
tiene que ver tanto con la obra original como con la calidad del arreglo (tema para otro
congreso). La virtud de un buen arreglo de música popular radica en mostrar de la mejor
manera la obra en cuestión y no en ocultarla detrás de juegos armónicos y fonemáticos de
difícil interpretación. Sin embargo, en estos juegos se encuentra mucho de lo muy bueno de
muchos arreglos, a veces aún a costa de la obra original. Cualquier obra popular arreglada
para coro puede perder en el arreglo su color, aunque el adquirido pueda ser tan bello e
interesante como el primario, o más. En muchos casos los arreglos corales elevan la música
popular a un nivel de complejidad mayor del que poseen por naturaleza. Luego, el análisis
y estudio de los arreglos corales de música popular deberá ser profundo, serio y
comprometido. Por los elementos nuevos que aporta, tendrá nuevos desafíos que vencer: el
tratamiento del texto y las estructuras silábicas imitativas, la complejidad rítmica, una
géstica diversa y mucho más. Quedará a cargo del docente de cátedra la elección de las
obras a trabajar teniendo en cuenta su destino: trabajar sobre música popular en versiones
corales de calidad y/o en composiciones originales hechas a partir de motivos populares o
popularizados.
Concluyendo, creemos que la inclusión de cátedras que tengan que ver con el mayor
conocimiento de este género en las carreras de Dirección Coral no sólo es un derecho que
los alumnos solicitan en tanto tales sino una necesidad que manifiestan en tanto pueblo.
Por lo que se convierte en un deber por parte de los responsables del diseño curricular de
tales estudios, la incorporación de estas materias, no como un apéndice o anexo, sino con la
convicción que la música no puede ser entendida de forma completa si se deja de lado su
origen más remoto, la propia voz humana y su fuente más profunda, el corazón del
hombre.
* Cuando un colega me consultó acerca de este párrafo contesté: Quizás la
palabra no deba ser "nuevos". A lo mejor sería más atinado decir
elementos renovados, o nuevas relaciones entre elementos comunes.
El tratamiento de lo rítmico, las armonías nuevas y las nuevas
relaciones armónicas, los diseños melódicos primitivos, la relación
con el ethos del pueblo que la origina (vinculación afectiva,
geográfica, de personalidad, etc), y otras tantas cosas son algunos
elementos que posee la música popular y no la erudita, hasta que lo
adoptaron. "Y hace un tratamiento diverso de los elementos
comunes": quizás la frase anterior (la de los elementos nuevos) no
debería haber sido dicha y sólo haber expuesto ésta, pero no es algo
que todavía pensé bien del todo. De todos modos no se puede
separar este párrafo del que sigue (como una tesis y su corolario) :
"De tal modo que los autores clásicos han recurrido a la música
popular para renovar y enriquecer sus propias obras, formulando en
muchos casos un nuevo lenguaje musical, gracias a las experiencias
convergentes de la música popular y la erudita." Bach, Bramhs,
Bartok, Piazzolla, Ginastera, etc, son miles de autores que han
tomado elementos populares y dándoles un nuevo curso y creando
música tan bien hecha que algunos todavía se preguntan en qué
casillero ponerlas, si en el de lo popular o lo erudito. Brahms tomó
las canciones de la taberna de su universidad y las transformó en
unas obras maravillosas (aunque no me acuerdo cuáles). Piazzolla
tomó el tango y lo descuartizó maravillosamente dando lugar a una
música única e irrepetible. Y qué decir de Gershwin, que
posiblemente nunca entendió del todo la música que fue su fuente. Y
porqué crees que le dieron con un caño a Waldo de los Ríos sino por
hacer el camino inverso! Y el que tocaba melodías eternas en su
flauta de pan (al fin y al cabo, un instrumento popular). Y
Guastavino que decía que no escribía folklore sino lo que su corazón
le dictaba. Si sonaba a folklore era porque inevitablemente su
corazón era argentino (y tomás muchísimas de sus obras y esto se
nota -aunque Guastavino es tema para otro congreso...) Bueeeeeeno,
y Villalobos? Son genios, son geniales. La razón de la primer parte de
la frase puede ser vista retrospectivamente: si estos monstruos
recurrieron a la música popular para tomar elementos con los cuales
construir la propia, y, haciéndolo, dieron a luz algo nuevo en la
música erudita, es porque estos elementos no estaban en ella y sí en
la música popular. Quizás el encontrar en la música erudita de raiz
popular estos elementos y no encontrarlos en otra música erudita me
hace pensar en ello. Pero no sé, será así?