Está en la página 1de 6

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del P.P para la Educación Superior


UNEFM
Cablo Urachiche – Yaracuy

ENSAYO
(Situación Actual de Venezuela)

Estudiante:
Arenas Lizmaira
C.I: 21047374
Prof: Ing. Pedro Guédez
ING.MECÁNICA

Julio del 2019


La electrificación y el desarrollo eléctrico en Venezuela están
estrechamente ligados a la explotación petrolera de nuestro país. El primer gran
impulso, o salto adelante, en la electrificación del país se produce como
consecuencia del suministro confiable y seguro de combustibles venezolanos a las
potencias aliadas, durante la segunda guerra mundial. Venezuela incrementó en
50% su producción petrolera durante la guerra y más del 80% del crudo
venezolano iba hacia refinerías en el Caribe, que luego reexportaban los derivados
hacia África, Asia y Europa para el abastecimiento de la maquinaria de guerra
aliada. Entre Estados Unidos y Venezuela aportaron casi todo el petróleo que
necesitaron los aliados en el frente occidental europeo, mientras que en el frente
oriental la extinta Unión Soviética era autosuficiente gracias a la producción
petrolera de las repúblicas socialistas del sur. Sin embargo, proporcionalmente, el
esfuerzo por elevar la producción, realizado por Venezuela en este período de
guerra, no fue superado por ningún otro productor petrolero en el mundo. Esta
actuación consecuente del gobierno venezolano para con los intereses
geopolíticos de las potencias occidentales, le valió al gobierno de Isaías Medina
Angarita (1941-1945) una posición de fuerza que le permitió exigir mayor
inversión, en la industria petrolera venezolana y tener una capacidad de refinación
propia. De esta manera, luego de finalizada la segunda guerra mundial, las
petroleras occidentales accedieron a la insistente solicitud del gobierno de Medina
Angarita y se construyeron las refinerías de Paraguaná (Cardón y Amuay), lo que
luego fue conocido como Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), el de mayor
capacidad del mundo. Es a partir de la disponibilidad nacional de destilados
petroleros a bajo costo (gasoil, fuel-oíl, gasolina, entre otros) que se comienzan a
construir centrales termoeléctricas en todo el país y se avanza en la electrificación
de pueblos, aldeas y caseríos, mejorando las comunicaciones, las infraestructuras
públicas y de servicios en la mayor parte de las ciudades del país.

La capacidad eléctrica total instalada se incrementó de 82 MW hasta 650


MW, lo que representó una tasa media interanual de crecimiento de la capacidad
eléctrica del 23,11%, que fue la más elevada en toda América Latina hasta 1960.
En una primera etapa, el 45% de esta capacidad eléctrica instalada correspondía
a plantas termoeléctricas que servían directamente a la industria petrolera. Sin
embargo, entre 1969 y 1978, la recién creada empresa estatal Compañía Anónima
de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE) emprendió un programa masivo
de electrificación, en el cual se cubrió el 50% de todo el territorio venezolano, en
1979 se inició una segunda fase en la que se concentraron los esfuerzos de
electrificación en todos los pueblos con más de 1.000 habitantes, con lo que se
logró el objetivo de plena electrificación de estos centros poblados para 1985.
Estos primeros grandes esfuerzos de electrificación ya habían colocado a
Venezuela en el primer lugar de electrificación, en toda América Latina para el año
1978, dando al 77% de la población venezolana un acceso confiable y continuo a
la electricidad. Paralelamente, los proyectos de electrificación del río Caroní
permitieron que para 1986 se hubiesen instalado 10.235 MW hidroeléctricos, y el
país contara con la Central Hidroeléctrica más grande del mundo para aquel
momento (Gurí). De esta manera, la generación eléctrica a partir de fuentes
primarias renovables alcanzó el 53% del total nacional. El desarrollo hidroeléctrico
del río Caroní tuvo, además, el propósito de suplir a las industrias básicas de alta
intensidad energética de la minería y del acero, en la región de Guayana y liberar
combustibles fósiles de las refinerías nacionales que se venían utilizando para la
generación termoeléctrica y dirigirlos a la exportación hacia los Estados Unidos,
incrementando los ingresos fiscales por hidrocarburos.

La crisis eléctrica en Venezuela comenzó en el 2007 cuando la reserva de


generación se perdió y el valor de la generación igualo a la demanda, al mismo
tiempo el Sistema se desbalanceo aún más, dependiendo los clientes de la
generación del Gurí hasta un 70%, lo que llevo a que las líneas de transmisión del
Gurí al Centro comenzaran a ser exigidas a su capacidad límite de transporte. En
Abril del 2007 el Sistema eléctrico sufrió el primer apagón nacional de larga
duración por 24 horas en su historia. Chávez decreto una política de
racionamiento eléctrico, la cual se agudizo en el 2009 con la sequía del fenómeno”
El Nino” con importante descenso del nivel de agua de la presa del Gurí con
Parada obligada de varios generadores hidráulicos y alta exigencia a los
generadores térmicos del resto del país. Se decretó un plan de construcción y
ampliación de plantas térmicas en el centro-occidente-Andes-oriente del País que
nunca fue finalizado. Las pérdidas de transmisión y distribución aumentaron. El
mantenimiento de los equipos y líneas empeora. Los expertos comenzaron a
prevenir de la crisis que se avecinaba y el colapso inevitable como resultado del
análisis con el modelo eléctrico, pero no fueron escuchados.

Entre los años 2010 y 2018, la política de racionamiento eléctrico se


agudiza, se realiza el cambio de hora oficial, el horario de trabajo de oficinas
públicas y centros de educación para evitar altos picos de demanda. El
crecimiento de la generación térmica se detiene y comienza a reducirse por falta
de mantenimiento, paralización de compras de nuevos equipos y partes, y crisis
de suministro de gas para operar los generadores térmicos. El porcentaje de
generación térmica se reduce del 40% de la demanda nacional al 15%, exigiendo
a las líneas de transmisión para transportar del Gurí al Centro hasta 80% de la
demanda del país, sobrecargándolas y superando su nivel máximo de transmisión.
Luego se inicia el bloqueo de información y la política de culpar al sabotaje político
como causa de las fallas mayores sin afrontar las verdaderas causas y llegar a las
soluciones científicas. La sequía del año 2016 obliga al gobierno a tomar otras
medidas de racionamiento, como la reducción de la semana de trabajo y escolar
de 5 a 2 días, luego a combinaciones de medios días laborables; a pesar de que la
demanda continua en descenso, pero el descenso de la generación y la capacidad
de las líneas de transporte es todavía mayor.

Seguidamente la demanda eléctrica iba disminuyendo debido al cierre de


industrias livianas, medianas y pesadas, además de la diáspora de varios millones
de venezolanos, el desbalance entre la generación y carga siguió aumentando,
obligando al gobierno a continuar la política de racionamiento “no-oficial”, sobre
todo en la temporada seca. La demanda baja de 17 mil Megavatios a 14 mil a
comienzos del 2019. Las recomendaciones de los expertos continúan terminando
en oídos sordos por parte de la gerencia de las compañías de servicio eléctrico del
Estado Venezolano.
Finalmente, y en medio de la temporada seca y parte de algunos estados
andinos bajo racionamiento eléctrico, el 7 de marzo del 2019 comienzan varios
incendios en la alta maleza bajo una de las líneas de transmisión de 765kV cerca
de la subestación Malena. Este fuego fue creciendo hasta alcanzar los
conductores y aisladores de las líneas el jueves 8 de Marzo de 2019. Este hecho
pudo comprobarse por denuncias de varios ingenieros de Adeca y el Ministerio de
Energía Eléctrica y por fotos satelitales con sensores de calor, donde se muestra
un sitio de muy alta temperatura (fuego) señalado por puntos verdes, justo debajo
de una de las líneas de transmisión cerca de la subestación Malena. En resumen,
condiciones ambientales extremas más un incendio forestal por falta de
mantenimiento causó la apertura de los interruptores térmicos de una línea de
765kV. En ese momento la línea estaba sobrecargada, transportando el 85% de la
energía demandada por la carga del Centro-Occidente-Andes y Oriente.
Inmediatamente la línea disparo por alta temperatura y sobrecarga, provocando un
efecto domino o cascada de disparos del resto de las líneas por la misma razón;
esto provocó que los generadores de Gurí quedaran operando en vacío o sin
carga, por lo que también dispararon al aumentar su velocidad. De esta forma
quedaron aisladas la zona de Guayana de la zona Centro-Occidente-Andes-
Oriente del país, las cuales quedaron dependiendo solo de la generación térmica
insuficiente, por lo que los generadores térmicos a Gas También dispararon,
provocando un apagón nacional a la hora de demanda pico hacia las 5 de la tarde.
No era primera vez que ocurría una falla similar, solo que esta vez el Sistema
estaba en condiciones extremadamente críticas y en exceso inestable, además
con personal de operaciones menos capacitado y experto.

En el momento del apagón, las instalaciones de Gurí estaban fuertemente


custodiadas por la Fuerza Armada Nacional. Ahí operaban un comando especial y
un grupo artillado del Ejército, un comando de la Guardia Nacional más la
seguridad interna de Corpoelec. Además, funcionaba un comando de bomberos
que pudo haber detectado los incendios forestales. Se debe recordar que desde el
2013, tanto las centrales hidroeléctricas del Caroní como las subestaciones de la
línea de transmisión al Centro, estaban bajo vigilancia y control militar, por lo que
un sabotaje como causa de cualquiera de los apagones es en extremo
improbable.

“Se recomienda que para poder mejorar o recuperar el sistema


hidroeléctrico venezolano sea importante la salida del gobierno de Nicolás
Maduro, ya que desde su llegada la situación en el país ha empeorado
radicalmente, ocasionando el deterioro de las centrales hidroeléctricas a
nivel nacional.”

También podría gustarte