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Proceso Ocupación de la Araucanía (1860 -1883)

Antecedentes :

Hacia la década de 1860, los habitantes de La Araucanía, que eran en su mayoría de los pueblos
mapuche y pehuenche, gozaban de cierta autonomía para mantener sus costumbres y libertad en la
forma de ocupar sus tierras de acuerdo a sus tradiciones. Sin embargo, en este período el Estado
chileno inició una serie de políticas para ocupar de manera efectiva esta región que comenzaba a ser
económicamente atractiva y políticamente necesaria.

1860 → Estado inicia proceso de Ocupación de la Araucania → Modificación de Fronteras


1861 → Orélie Antoine de Tounens se proclamó Rey de la Araucanía y la Patagonia. → Aclamado por
Jefes Araucanos
1862 → Cornelio Saavedra inicia plan de pacificación de la Araucanía. → Plan de Pacificación
(Desplazamiento “pacífico” de la Frontera)
1866 → Ley de Ocupación. → Saavedra es nombrado Comandante del Ejército de la Frontera, inicia
la etapa de enfrentamiento armado.
1869 → Se inician algunos acuerdos de paz con el pueblo mapuche. → Parlamentos
1879 → Estalla la Guerra del Pacífico. → El Ejército de la Frontera es enviado al norte.
1881 → Se reactiva en enfrentamiento violento. → Tropas de Ejercito a cargo de Cornelio Saavedra.
1883 → Refundación de Villarrica y fin de las campañas de ocupación de la Araucanía.
→ Comisión Radicadora de Indígenas que inicia el proceso de reubicación.

Motivaciones de la Ocupación:

Dos motivaciones
• Motivación económica: aumento exportaciones hacia California y Australia, demanda más
tierras, ambicionar nuevos territorios y ocupar los habitados por las comunidades mapuche.
• Motivación política: la incorporación de La Araucanía significaba al Estado controlar la
totalidad del territorio, permitiría defender mejor las fronteras. El Estado necesitaba habitantes
que compartieran las tradiciones culturales y fortalecer la identidad nacional. Implicaba Forzar
a las comunidades e introducir colonos.
• Otro : Intensificó proceso de incorporar La Araucanía. En 1861 cuando Orélie Antoine de
Tounens, abogado francés, se proclamó rey de La Araucanía y la Patagonia.

División de las Opiniones :


Si bien la ocupación de La Araucanía significaba la unificación territorial, la anexión de nuevas tierras
cultivables y la posibilidad de desarrollo y progreso para el país, las estrategias de ocupación y la
forma de relacionarse con el pueblo mapuche generaron diversas opiniones y posturas como las que
se presentan a continuación:

Importancia de ocupar La Araucanía


Asegurar el territorio de Arauco y someter a la acción inmediata de las leyes de la civilización, a tribu
bárbara e indomable.

Características del pueblo mapuche


Los araucanos no son tan bárbaros y feroces; son agradecidos, practican la hospitalidad con los
visitantes, no odian a los misioneros ni los persiguen, No carecen de Dios y deberes morales, no
rehúsan la concurrencia de sus hijos a las escuelas misionales.
Estrategia militar de ocupación
El proceso de ocupación de La Araucanía desde 1860 atravesó distintas fases y diferentes
estrategias, que combinaron acciones militares y penetración pacífica. Militarmente, se distinguen
dos modalidades:

• Desplazamiento “pacífico” de la línea de frontera. La ocupación fronteriza inició en 1862,


bajo gobierno José Joaquín Pérez. La estrategia fue desplazar la línea de frontera. El coronel
e intendente Cornelio Saavedra puso en ejecución un plan de “pacificación” progresiva del
territorio mapuche, con avance pacífico de las tropas y la burocracia (Parlamentos) corriendo
cada vez más al sur la línea de frontera. Luego subdividir, vender las tierras y empujar a los
mapuche hacia el sur, hasta colonizar completamente la región con chilenos y extranjeros,
especialmente suizos y alemanes, y así “civilizar” y “pacificar” un territorio considerado
bárbaro.

• Enfrentamientos militares. Tras el primer avance del Ejército grupos indígenas se dieron
cuenta de los planes de penetración. Algunos grupos mapuche se aliaron con autoridades
chilenas, otros iniciaron la resistencia. Segunda campaña se desarrolló entre 1867 y 1869,
con violenta guerra. Hacia 1870 se iniciaron algunos acuerdos de paz y aunque Cornelio
Saavedra intentó continuar la ocupación, el fracaso de su estrategia y el posterior inicio de la
guerra del Pacífico –que obligó a trasladar las tropas al norte, siendo reemplazadas por
civiles– dieron paso a un período de tregua de varios años.

El conflicto se reactivó violentamente en 1881. Dos mil integrantes del Ejército fueron
enviados ese año a La Araucanía a fin de que concluyeran el proceso de ocupación. En marzo
de 1881, junta de caciques protestó e hizo declaración de guerra al gobierno chileno.

Los ejércitos que se enfrentaron entre 1881 y 1883 no contaban con las mismas
condiciones: si bien la resistencia indígena estaba compuesta de treinta mil integrantes, las
diferencias tecnológicas entre ambos eran abismantes. Pese a la resistencia mapuche, el
Ejército chileno avanzó hasta el río Cautín. En 1883, se reconstruyó la ciudad de Villarrica
que había sido destruida por el pueblo mapuche en su lucha contra el dominio español, de
esta manera su refundación permitió que se convirtiera en un símbolo del fin del proceso de
ocupación. Las visiones fueron:
Superioridad militar del Estado chileno
En los años setenta se produjo una transformación muy importante en el Ejército chileno, como
consecuencia de la preparación y luego guerra contra Perú y Bolivia el año 1879. Se incorporó
armamento moderno, fusiles Comblain, el ejército se profesionalizó y se convirtió en una de las
máquinas de guerra más eficaces de América. A este ejército se enfrentaron los mapuches .

Convivencia fronteriza
Las cosas permanecieron sin ninguna alteración importante durante la guerra del Pacífico. El retiro
de algunas tropas y oficiales experimentados debilitó el sistema defensivo, pero el cambio no fue
aprovechado por los araucanos para rebelarse: la voluntad para resistir estaba deteriorada por el
largo contacto .

Estrategias civiles de ocupación


El Estado desarrolló variadas estrategias, dentro de las cuales se encuentran las siguientes:

• Fuertes y ferrocarril. La presencia del Estado se hizo tangible a través de la progresiva


construcción de fuertes base de las ciudades de Victoria, Collipulli, Lautaro y Temuco.
Además de la construcción del Ferrocarril del Sur. Consolidando focos comerciales, de
encuentro y de desarrollo urbano. El ferrocarril permite comercializar diversos productos de
manera eficiente y segura.
• Fundacion de Cudades : Traiguén en 1881. localidad de la provincia de Malleco en la
Región de La Araucanía.
• Estación Arauco : Destinada a recibir el carbón de las diversas minas de la zona.
• Ferrocarril : Línea férrea hacia Curanilahue permitió el transporte de mercancías
como el carbón de piedra, madera y otros productos. Asimismo, el transporte de
periódicos y pasajeros mejoró la comunicación del poblado.

• Confiscación de tierras y colonización. En 1866 se promulgó la Ley de Ocupación que


despojo las tierras mapuche. Fueron declaradas propiedad fiscal para enajenarlas o
entregarlas en concesión, impidiendo así las transacciones entre mapuche y particulares.
Se intensificó la venta, arriendo y remate de tierras indígenas a comerciantes, militares y
colonos españoles, suizos, franceses y alemanes.

• Reducciones. La reconstrucción de Villarrica marca el término de la ocupación y


sometimiento indígena, se inicia entonces, a partir de la creación de la Comisión
Radicadora de Indígenas en 1883, Pero el proceso de reubicación de la población mapuche
en reducciones, el cual se prolongó hasta 1929. En este período se produjo una radicación
obligada de la población originaria en unidades territoriales definidas por el Estado de poca
extensión y de menor calidad agropecuaria. Esto implico abusos y terribles consecuencias
sociales y económicas para el pueblo mapuche.
Consecuencias
El proceso de ocupación de La Araucanía tuvo múltiples consecuencias a corto, mediano y largo
plazo para todos los actores involucrados, especialmente para el pueblo mapuche.

Para el Estado de Chile significó :

• Consolidación de su soberanía en todo el territorio nacional


• La incorporación de extensas zonas agrícolas y ganaderas que permitieron impulsar la
economía nacional.

Para el pueblo mapuche representó:

• La pérdida de su autonomía territorial


• Un proceso de desestructuración social.

El impacto no fue solo por la ocupación, sino también por el posterior proceso de radicación de las
comunidades mapuche, cuyos efectos se proyectan hasta la actualidad.

Entre ellos podemos señalar los siguientes:


• Confinamiento de los mapuches a territorios delimitados por el Estado, que significaron para
las familias una merma considerable en la extensión y calidad de las tierras.
• Desconocimiento de sus tierras ancestrales, condenándolos a la pérdida de sus tradiciones
familiares, ya que afectó a un elemento fundante de su cosmovisión.
• Desestructuración de las formas de organización y las jerarquías, pues las tierras dejaron
de ser familiares y pasaron a ser comunitarias.
• Pobreza económica que llevó a muchas familias a tener que emigrar a las ciudades o
emplearse en las haciendas de los colonos por la mala calidad de las tierras agrícolas.

Consecuencias Negativas
Si condenamos al araucano a la pobreza, lo condenamos a muerte. Esta miseria es hoy por hoy el
primer obstáculo de la civilización. Lo que necesita más urgentemente es pan, pero no una limosna
que prolonga su martirio, su agonía, sino su legítimo pedazo donde con su trabajo se gane su vida y
su civilización. La radicación ha cometido un crimen, un error enorme. Se agregó a unas cuantas
familias un pedazo de terreno tan pequeño que es imposible la existencia.

Pese a que las reducciones fueron una institución que se impuso por la fuerza tras la ocupación
militar de La Araucanía, durante el siglo XX este espacio se convirtió en una pieza clave en la
identidad y cultura de la población mapuche. De hecho, una de las principales reivindicaciones del
siglo XX ha sido la defensa de estos territorios.

CONVIVENCIA Y CONFLICTO ENTRE EL ESTADO Y LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

Los pueblos indígenas que integran la nación chilena descienden de las agrupaciones humanas
que habitaron el actual territorio chileno en tiempos precolombinos. El grupo indígena más numeroso
es el mapuche, le sigue el aymara, el atacameño, el quechua, el rapanuí, el colla, el kawéskar y el
yámana.
Pueblos originarios del norte
Los aymaras se han extendido a lo largo del altiplano andino repartidos en territorios de Perú,
Bolivia, Chile y Argenitna, manteniendo, más allá de las fronteras, un fuerte vínculo cultural.

Los atacameños han conservado su cultura en torno al salar de Atacama y los oasis cercanos, en la
Región de Antofagasta. Los quechuas bordean las 13.000 personas y se sitúan en las cercanías de
Ollagüe, en la Región de Antofagasta. Las comunidades collas migraron desde Argentina a Chile en
la segunda mitad del siglo XIX y desde 1973 vieron restringidas sus actividades de subsistencia hasta
1990, cuando comienza un proceso de reconocimiento como pueblo indígena.

Por último, los diaguitas se consideraron extintos, sin embargo, hoy se reconoce a una comunidad
de 1.600 personas que habitan en los valles transversales de la Región de Coquimbo.

Estos pueblos, están marcados por el aislamiento, por lo que el Estado realiza acciones que
promuevan su sentimiento de pertenencia a la nación chilena, a través de la legislación, el acceso a
servicios sociales y la presencia estatal en los pueblos y comunidades.

La guerra del Pacífico, tuvo efectos sobre las comunidades originarias que habitaban la zona
altiplánica, pues mantenían lazos ancestrales con las comunidades ubicadas al otro lado de la
frontera.

El Estado chileno no conocía la especificidad de los pueblos del norte y los catalogaba como
campesinos. Esto provocó una demanda de las comunidades para ser reconocidas por sus
particularidades y se les permitiera el desarrollo público de sus tradiciones sociales y culturales. El
Estado y los pueblos indígenas nortinos, en comparación con otros pueblos, no ha generado
conflictos, a pesar de problemáticas específicas que requieran atención y solución, como la escasez
de agua para las labores agrícolas y pastoreo, ya que muchas veces la industria minera acapara este
recurso y contamina las fuentes de abastecimiento de las comunidades.

Las siguientes fuentes exponen algunas de las demandas y problemáticas vividas por las
comunidades indígenas del norte:

Reconocimiento de las particularidades


En la actualidad, la demanda de estos grupos tiene como eje articulador el principio de la diferencia.
Así, quienes hoy se reconocen como aymaras y atacameños reclaman el derecho a sostener
públicamente una pertenencia étnica.

Demandas diaguitas
Todos reunidos, no alcanzarían a llenar el Estadio Nacional. Y sin embargo, el poder que poseen ha
sido capaz de detener (…) tres enormes proyectos mineros: Pascua Lama, El Morro y Cerro Casale.

Pueblos originarios del centro, sur y zona austral


Los pueblos de estas zonas se han relacionado de manera distinta con el Estado chileno y han sido
incorporados en diferentes etapas de la historia nacional.
• Rapa nui. En 1888, el Estado tomó posesión oficial de la isla, decretándose su anexión al
territorio nacional. Desde 1895, y durante sesenta años, el gobierno chileno arrendó la isla a la
Sociedad Explotadora de la Isla de Pascua, transformándola en una gran hacienda ovejera.
En 1966, la población local recibió reconocimiento de ciudadanía chilena y la isla pasó a
formar parte de la Provincia de Valparaíso. Desde el año 2001 funciona un Parlamento rapa
nui, que está integrado por jefes locales y que ha servido para plantear demandas al Estado
chileno, como la recuperación de tierras controladas por la Conaf y la capacidad de regular el
flujo de población inmigrante.
• Mapuche. La mayoría se concentra en las regiones del Biobío y La Araucanía. El proceso de
ocupación influye de manera directa en las relaciones de este pueblo y el Estado chileno
actualmente. Desde 1980 nacieron organizaciones que trabajan por la demanda de tierras
ancestrales en la agenda nacional. A mediados de esa década, surge la demanda por el
reconocimiento como pueblo con derecho a libre determinación. En 1993, el Estado promulgó
la Ley Indígena sobre protección, fomento y desarrollo de los indígenas. En los últimos años,
ha surgido problemática sobre la actividad forestal en tierras históricas del pueblo mapuche,
que sumada a las demandas anteriores, mantiene activo el conflicto.

• Kawésqar, yámanas, selk´nam y aónikenk. Actualmente, el Estado considera extintos a los


selknam y aónikenk, y en riesgo de extinción a los pueblos kawésqar y yámana, por lo que en
los últimos años el Estado se ha centrado en la preservación de sus tradiciones.

Los kawésqar
De la comunidad residente en Punta Arenas, hacia fines de los años noventa solo un 6% hablaba
su idioma, y tenia un alto índice de analfabetismo y desconocimiento de las técnicas de fabricación
de utensilios –canastillos, botes y arpones– característicos de su cultura. La promulgación de la Ley
19253, que reconoce a los kawésqar como comunidad, y establece programas en su favor, ha
mejorado la autoidentificación.

El valor de la diversidad
A partir de una historia marcada por los encuentros y desencuentros con las diferentes etnias que
habitaron el territorio nacional, uno de los principales desafíos del Chile actual es el reconocimiento
pleno de los derechos de los pueblos indígenas, fortaleciendo las relaciones interculturales a
partir de la diversidad y las particularidades de cada pueblo, y considerando también los
contextos históricos y culturales en que cada uno de ellos se desenvuelve.

Asimismo, se han levantado voces a favor de avanzar en la instauración de una relación estrecha con
los pueblos indígenas teniendo como base el respeto de sus particularidades culturales y el
reconocimiento de su historia. De esta manera, las siguientes fuentes promueven la necesidad de
reconocer la historia y presencia de los pueblos indígenas en la sociedad chilena:

La historia olvidada
Esta es una historia olvidada, también, en ciertos casos, negada, ocultada: es la memoria olvidada de
nuestra sociedad, la historia de los pueblos indígenas de Chile, que hoy existen y de los que
desaparecieron. (…) Relatar lo ocurrido es un ejercicio necesario para que algún día podamos hablar
de la memoria recuperada.

Integración de los pueblos indígenas


Los pueblos indígenas sienten su cultura amenazada y se ven a sí mismos como víctimas de un
proceso histórico en el que fueron condenados –a veces con violencia– a la invisibilidad y a la
exclusión. Ellos sienten que hoy día tienen derecho a hacer pública, y a que sea reconocida, la
identidad que fue ahogada durante el proceso de constitución del Estado nacional. Hoy reivindican esa
identidad y los lugares con los que ella está atada, no con el afán de desconocer los íntimos vínculos
que poseen con la nación chilena, sino con el propósito de integrarse plenamente a ella desde lo que
ellos son, desde lo que han llegado a ser.
La Unesco afirma que el respeto de la diversidad de las culturas, la tolerancia, el diálogo y la
cooperación, en un clima de confianza y de entendimiento mutuos, son los mejores garantes de la
paz. Con tal objetivo es que promueve los siguientes principios:

Esta declaración fue ratificada por el Estado chileno en el año 2005, en la que se comprometió a
tomar medidas para promover la expresión y conservación de las diversas culturas presentes en el
territorio. Entendiendo que la diversidad cultural presente en Chile es una oportunidad de
crecimiento y aprendizaje, el Estado está realizando políticas que permiten visibilizar las
particularidades de cada uno de los pueblos que conforman el territorio nacional. Por ello, se han
creado programas que buscan, por ejemplo, la implementación de educación bilingüe en los colegios
y de salud intercultural.

En 51 colegios de Arica y Parinacota, la lengua aymara es una asignatura obligatoria


En 2013 eran 33 establecimientos educacionales que operaban con el Programa de Educación
Intercultural Bilingüe, del Mineduc. El 2014 se suman 18 más.

La asignatura de Lengua Indígena Aymara del Programa de Educación Intercultural Bilingüe (PEIB),
del Ministerio de Educación, debe ser impartida desde este año, durante 4 horas semanales, en 51
establecimientos educacionales de la Región de Arica y Parinacota. El Morrocotudo, En 51 colegios de
Arica y Parinacota la lengua aymara es una asignatura obligatoria, 14 de marzo de 2014

Inauguran hospital intercultural en La Araucanía


En la comuna de Nueva Imperial se inauguró el primer hospital intercultural del país, establecimiento
que complementará la medicina tradicional con la mapuche.

El recinto busca combinar la tecnología médica de base científica con los conocimientos ancestrales
mapuche. La infraestructura también está basada en su cultura, ya que puertas y ventanas estas
puestas en dirección a la salida del sol. En sus pasillos habrá machis junto con enfermeras y
médicos. Otra particularidad serán sus recetas, que solo prescribirán yerbas, para respetar sus
tradiciones y cultura. Teletrece, Inauguran hospital intercultural en La Araucanía, 8 de julio de 2006

La población indígena según su pertenencia étnica es heterogénea, aunque el pueblo mapuche


constituye ampliamente el pueblo indígena más numeroso. Considerando el censo del año 2002, la
composición es la siguiente:

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