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Cada tipo de sistema de riego tiene una eficiencia, así podemos ordenar de mayor a
menor eficiencia de riego los distintos sistemas:
1. Riego Hidropónico
El sistema de riego hidropónico es el sistema de mayor eficiencia ya que toda el agua
se destina para la producción en caso de que se realicen operaciones de recirculación
de los drenajes.
2. Riego Localizado
Le sigue el riego localizado, que es el que menores pérdidas por evaporación tiene
debido a que solo se aplica sobre el área cercana al emisor, y el volumen de agua que
se emplea prácticamente está directamente disponible para la planta.
El riego por inundación es el que menor eficiencia de riego tiene ya que una gran parte
del agua se pierde por evaporación al permanecer la superficie de la explotación
inundada, y sobre todo debido a pérdidas por escorrentía y percolación profunda.
El riego en la República Dominicana (RD) ha sido una parte integral del desarrollo
agrícola y económico de la RD en el siglo XX. La inversión pública en riego ha sido el
principal impulsor para el desarrollo de la infraestructura de riego del país. La
transferencia del manejo del riego a asociaciones civiles de usuarios (ACU), iniciada
oficialmente a mediados de los años 80, es un proceso aún en curso que está dando
resultados positivos con sistemas de riego en 127.749 ha (46% de la superficie total de
regadío nacional) y está manejado por 41.329 usuarios (57% del total de usuarios). No
obstante, el proceso de transferencia y el rendimiento de las ACU están lejos de ser
ideales. Mientras que las ACU muestran un aumento significativo en la recuperación
de costos, especialmente en comparación con los bajos índices en las zonas con
manejo estatal, es necesario un alto subsidio por parte del gobierno para ayudar a
cubrir los costos de operación y mantenimiento de sus sistemas.
La demanda de agua para riego es de 7.340,41 millones de m3/año, lo que supone el
82% de la demanda total (8.891,45 millones de m3/año). La demanda de riego se cubre
principalmente mediante el agua superficial y, de forma parcial (13%), mediante el
agua subterránea. Alrededor del 76% de la superficie de la República Dominicana
(8.900 km²) está dedicado a la agricultura, del cual un 17% es para agricultura irrigada.
De acuerdo con la FAO, 270.000 ha están equipadas para el riego. La mayor parte de la
superficie irrigada se encuentra en los valles entre las cordilleras, con unas
precipitaciones medias a bajas y unas pocas restricciones en su suelo como
pendientes, profundidad del suelo y, en algunos casos, problemas de salinidad
asociados con el riego o la presencia de agua salina subterránea. La inversión
gubernamental anual en recursos hídricos e infraestructura de riego es de alrededor
de 100 millones US$.
Las necesidades del sector riego se relacionan con la mejora de la eficiencia, la
productividad y los aspectos organizativos. De acuerdo con la FAO, se deben buscar
soluciones en el uso de mejores tecnologías, el funcionamiento eficiente de los
sistemas de riego y los medios adecuados de ayuda financiera. La falta de
mantenimiento de la infraestructura existente y el uso irracional del agua son las
causas de la baja eficiencia (global) del riego.