Está en la página 1de 9

NIA 240-RESPONSABILIDADES DEL AUDITOR EN LA

AUDITORÍA DE ESTADOS
FINANCIEROS CON RESPECTO AL FRAUDE

PROYECTO DE AULA: CONTROL


PROFESOR: OSCAR LOPEZ
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
MEDELLÍN
2017

Katherine Jiménez Montoya


Auditor invitado: Andrés Felipe Hernández
Correo electrónico: Asa0910@hotmail.com
RESPONSABILIDAD DE LOS AUDITORES EN LOS FRAUDES
FINANCIEROS-ANÁLISIS DE NIA 240 Y NAGA

La globalización ha traído consigo nuevos retos para todas las personas, ha cambiado la
forma de ver el mundo y de vivirlo, y por supuesto esto ha influido en la forma de hacer
negocios. Los requerimientos de información han evolucionado, ya no es suficiente presentar
informes financieros que muestren las cifras según los criterios de quienes los preparan sino
que el usuario se ha convertido en la principal razón de ser de dicha información; pero no se
habla de un usuario que conoce perfectamente la empresa o el contexto en el que esta se
encuentra, esta es la época en la cual este sujeto puede estar al otro lado del mundo y necesitar
información que cumpla con los estándares mundiales que no solo le permita entender la
situación financiera, social y ambiental en la que se encuentre la compañía sino que además
le sea útil para tomar una decisión de inversión, crédito u otra.
Colombia ha centrado grandes esfuerzos para lograr que sus compañías se posicionen a nivel
nacional y mundial, por esta razón ha adoptado las normas internacionales de información
financiera y de auditoria con el fin de que la información que presenten las entidades cumpla
con todas las características que sugieren estos estándares y así facilitar la comunicación
entre compañías nacionales e internacionales.
Si bien este esfuerzo ha significado un gran reto para las empresas del país, dado que a pesar
de haber tenido normas especializadas para presentar informes financieros se tuvo y si tiene
actualmente una profunda fascinación por la corriente tributaria, se ha demostrado que el
país puede tomar en otras perspectivas y tratar de implementar las “buenas prácticas” que
han sido sugeridas a nivel mundial, para presentar una información que no solamente es más
completa y comprensible para los usuarios sino que además presente un grado de
aseguramiento suficientemente razonable que contribuya a un buen manejo de las empresas,
su crecimiento y sobre todo sostenimiento en el tiempo.
Aunque la implementación de estos estándares no asegura el éxito de las compañías si puede
ser una buena herramienta dado que se tienen en cuenta muchos aspectos que quizás la norma
Colombiana había tratado de manera muy somera, o que no estaban funcionando de la forma
deseada; tal es el caso del fraude en estados financieros el cual según (EL TIEMPO, 2014)
en el año 2014, Colombia ocupó el 1 lugar en el escalafón empresarial de fraude y corrupción
en América latina y el 6 lugar entre 59 países participantes en la encuesta. Según la
información recolectada, las personas afirman que es común la existencia de prácticas
antiéticas tales como sobornos o regalos y alteración de los resultados financieros, además
de reconocer que se han presentado casos dentro o muy cerca de las empresas a las que
pertenecen.
Según (Martinez, 2015)“ Los delitos económicos son uno de los principales detractores de
la economía de un país; en Colombia el fraude corporativo afecta a la mayoría de las
empresas, hecho que sin duda deja verla falta de controles o el poco monitoreo por parte de
estas.” De aquí se deriva la importancia de la aplicación de las Normas internacionales de
auditoria en el país, ya que además de establecer Principios y responsabilidades generales se
ocupa de temas como la valoración de los riesgos ( entre los cuales se encuentra el fraude),
la evidencia, presentación de reportes entre otros; lo cual abre una gran variedad de
posibilidades que permiten mejorar la administración de los riesgos empresariales y el
aseguramiento de la información.

Dada la importancia de este tema, el presente escrito se centrará en el fraude en estados


financieros a través de uno de sus principales agentes, los auditores a través del análisis de la
NIA 240- la cual habla sobre la Responsabilidad que tienen los auditores de considerar el
fraude en estados financieros. (IFAC, 2015)
Las Normas Internacionales de Auditoría emitidas por el Consejo de Normas Internacionales
de Auditoría y Atestiguamiento, en ingles International Auditing and Assurance Standards
Board –IAASB– de la Federación Internacional de Contadores –IFAC– son de gran
importancia en la revisión a los estados financieros las cuales buscan tener aceptación y
aplicación mundial para regular la practica contable de manera uniforme (teniendo en cuenta
las adaptaciones necesarias según el país). En su estándar número 240, se habla de la
responsabilidad frente a los fraudes financieros la cual está en manos tanto del gobierno
corporativo como de la administración, por lo que es necesario crear un ambiente de
honestidad y cultura ética que debe ir acompañado por la supervisión de los altos mandos de
la organización; y además se establece que la responsabilidad del auditor es “generar
seguridad razonable en los estados financieros que estén libres de errores de importancia
relativa ya sea por fraude o error”. Lo cual significa que la planeación y la implementación
de las normas internacionales no implica que todos los riesgos serán completamente
eliminados, dado que según (Tobón & Restrepo) existen limitaciones que son inherentes a la
auditoría que no no permiten detectar errores intencionales, aun si existieran sistemas
contables y de control internos efectivos (citando a Zamarra y Guevara (2011, p 142))
“siempre habrá algún riesgo de que los controles internos dejen de operar según fueron
diseñados”.

Además de lo anterior, la norma expone la forma en la que se deben aplicar las NIA’S 315 y
330 para el manejo de riesgos de errores de importancia relativa, orientando a los auditores
para que sepan que hacer en el momento en el que se encuentren indicios de fraude. Dichos
indicios pueden surgir de errores de fraude, ello depende de la intencionalidad con la que se
hayan cometido los actos, algunos de los fraudes son resultado de malversación de activos y
pueden darse por la presión que ejercen terceros sobre la administración o empleados para
cumplir con metas establecidas, dejando de lado el control interno y principios y valores. Es
necesario que el auditor sea escéptico para lograr mantener una seguridad razonable de la
información, lo cual implica que los estados financieros estén libres de incorrecciones
materiales y ello se puede comprobar (en cierta medida) a través de la pruebas solicitadas
por el auditor, quien las tomará como veraces siempre y cuando no tenga indicios de lo
contrario.

Como se mencionó anteriormente, los directivos y la administración de las compañías tienen


la gran responsabilidad de prevenir el fraude, esto se logra a través de la minimización de los
riesgos por medio de la instauración de adecuadas medidas de control interno que creen una
cultura de prevención, cultura ética, honestidad y honradez; con las cuales se pueden cumplir
los objetivos de manera eficiente, aunque para nadie es un secreto que estos controles pueden
ser evadidos por las personas que cometen los actos fraudulentos, pero es precisamente para
esto que el auditor debe estar atento a los vacíos que puedan presentar dichos controles de
riesgos para corregir lo que sea necesario y así fortalecer el control interno de la organización.
Se debe tener muy presente que aunque el gobierno corporativo es el principal agente que
debe procurar la prevención de los riesgos de fraude, esto no los exime de participar en ello;
es por esta razón que el auditor no debe dejar pasar de lado ninguna situación sospechosa o
cambio repentino que se dé en las organizaciones y prestar especial atención al estilo de vida
de sus empleados y directivos ya que cualquier cambio injustificado puede significar un
indicio de detrimento patrimonial con fines de lucro para el sospechoso. Es por esto que
según la NIA 315 se deben hacer averiguaciones no solo con los administrativos sino con
todo el personal, lo cual puede ser muy útil para recolectar diferentes tipos de información
que puedan dar pistas tales como presión a empleados por parte de directivos, presión a altos
mandos por parte de terceros, ofertas de dinero que resulten tentativos; entre otros. (Vanegas,
2012)

Una vez el auditor haya reunido las pruebas necesarias y evaluado el riesgo el auditor debe
diseñar procedimientos que le ayuden a detectar si las representaciones erróneas dependen
de las causas mencionadas en párrafos anteriores, pero se debe señalar que la posibilidad de
encontrar errores es mucho más común que la de detectar fraude, ya que este último obedece
a una acción premeditada que goza de un plan bien diseñado el cual tiene como uno de sus
principales objetivos, burlar los controles al no ser detectado por ellos. Y es común que
aunque los auditores sigan todos los pasos establecidos, algunos de los errores premeditados
se pasen por alto; esto se debe al riesgo inherente a la auditoría. Por lo anterior, se debe
aclarar que ninguna auditoría, aun con la aplicación de las NIA garantiza un 100% de
seguridad. (Colombia, 2016)

Dependiendo de la dimensión que tenga el fraude del cual sospeche el auditor serán las
acciones a implementar o medidas a tomar, esto está ligado directamente con el efecto de
dicho fraude en los estados financieros y la probabilidad de ocurrencia del mismo. Luego de
determinar estos aspectos, se procederá a comunicar toda la información al gobierno
corporativo de la entidad (siempre y cuando se tenga la certeza de que ninguno de sus
miembros ha participado en ello), u a otro organismo que considere pertinente para que lo
apoye en la toma de acciones correctivas o en el caso en el que este sienta que la misma
compañía está obstaculizando el proceso de obtención de información, pruebas o aplicación
de correctivos deberá constatar por medio de una opinión adversa o declarar su retiro. Se
debe aclarar que, este debe comprometerse a no reportar el error o fraude a terceros, a menos
de que sus hallazgos tengan consecuencias legales, de lo contrario deberá apegarse a el
principio de confidencialidad.

Como se evidenció en los anteriores párrafos, la NIA 240 presenta una guía detallada para
los auditores que muestra que es lo que deben hacer en caso de fraude, se explica claramente
que toda auditoría tiene riesgos inherentes por lo cual no se puede pretender que se eliminen
100% de los riesgos causados por los errores que se comentan con o sin intención. Pero si es
una herramienta muy importante que busca darle un nivel de seguridad a las compañías y
aunque su nivel de certeza no es perfecto si puede ayudar a corregir un sin número de riesgos,
que ayuda en gran medida a fortalecer el sistema de control interno de la organización. Lo
cual, según mi criterio personal es un avance demasiado grande dado que las normas
Colombianas que estaban vigentes antes de la aplicación de las NIA no llegaban a un nivel
de aseguramiento lo suficientemente convincente y esto se ve reflejado en la percepción que
tienen los empresarios y en las cifras de fraudes empresariales que se reportan cada año en
el país.

Con el fin de ver las grandes diferencias existentes entre las normas nacionales y los
estándares internacionales, a continuación se mostrará cual era la regulación que estaba
vigente frente al tema de responsabilidad ante los riesgos de fraude en los estados financieros
antes de la aplicación de las NIA en el país.

La primera de estas normas, es el código de ética profesional instaurado en la ley 43 de 1990


en el cual los artículos que más se relacionan con la NIA que se está tratando en el presente
escrito son:
Artículo 1. Normas Personales, según el cual:
1. El examen debe ser ejecutado por personas que tengan entrenamiento adecuado y
estén legalmente habilitadas para ejercer la Contaduría Pública en Colombia.
2. El Contador público debe tener independencia mental en todo lo relacionado con su
trabajo, para garantizar la imparcialidad y objetividad en sus juicios.
3. En la ejecución de su examen y en la preparación de sus informes, debe proceder con
diligencia profesional.

Artículo 8. De las normas que deben observar los contadores públicos


El cual muestra las obligaciones de los Contadores Públicos
1. Observar las normas de ética profesional.
( las cuales se rigen por principios básicos tales como: integridad, objetividad,
independencia, responsabilidad, confidencialidad, observación de la normativa,
competencia y actualización profesional, respeto por los colegas, entre otros…)
2. Actuar con sujeción a las normas de auditoría generalmente aceptadas.
3. Aparte tachado INEXEQUIBLE por la Corte Constitucional, mediante Sentencia C-
530 del 10 de Mayo de 2000 Cumplir las normas legales vigentes, así como las
disposiciones emanadas de los organismos de vigilancia y dirección de la profesión.
4. Vigilar que el registro e Información contable se fundamente en principios de
contabilidad generalmente aceptados en Colombia.

Artículo 9. Papeles de trabajo. El cual indica que el contador debe dejar constancia de todo
lo que realice para emitir su juicio, mediante papeles de trabajo que son de su propiedad y
se elaboran conforme a la ley.

Artículo 35. “… El Contador Público, sea en la actividad pública o privada es un factor de


activa y directa intervención en la vida de los organismos públicos y privados. Su obligación
es velar por los intereses económicos de la comunidad, entendiéndose por ésta no solamente
a las personas naturales o jurídicas vinculadas directamente a la empresa sino a la sociedad
en general, y naturalmente, el Estado.

La conciencia moral, la aptitud profesional y la independencia mental constituye su esencia


espiritual. El ejercicio de la Contaduría Pública implica una función social especialmente a
través de la fe pública que se otorga en beneficio del orden y la seguridad en las relaciones
económicas entre el Estado y los particulares, o de éstos entre sí.”
CÓDIGO DE COMERCIO, DECRETO 410 DE 1971

Artículo 207. Funciones del Revisor Fiscal


son funciones del revisor fiscal:
1. Cerciorarse de que las operaciones que se celebren o cumplan por cuenta de la
sociedad se ajustan a las prescripciones de los estatutos, a las decisiones de la
asamblea general y de la junta directiva;
2. Dar oportuna cuenta, por escrito, a la asamblea o junta de socios, a la junta directiva
o al gerente, según los casos, de las irregularidades que ocurran en el
funcionamiento de la sociedad y en el desarrollo de sus negocios;
3. Colaborar con las entidades gubernamentales que ejerzan la inspección y vigilancia
de las compañías, y rendirles los informes a que haya lugar o le sean solicitados;
4. Velar por que se lleven regularmente la contabilidad de la sociedad y las actas de
las reuniones de la asamblea, de la junta de socios y de la junta directiva, y porque
se conserven debidamente la correspondencia de la sociedad y los comprobantes de
las cuentas, impartiendo las instrucciones necesarias para tales fines;
5. Inspeccionar asiduamente los bienes de la sociedad y procurar que se tomen
oportunamente las medidas de conservación o seguridad de los mismos y de los que
ella tenga en custodia a cualquier otro título;
6. Impartir las instrucciones, practicar las inspecciones y solicitar los informes que
sean necesarios para establecer un control permanente sobre los valores sociales;
7. Autorizar con su firma cualquier balance que se haga, con su dictamen o informe
correspondiente;
8. Convocar a la asamblea o a la junta de socios a reuniones extraordinarias cuando
lo juzgue necesario, y
9. Cumplir las demás atribuciones que le señalen las leyes o los estatutos y las que,
siendo compatibles con las anteriores, le encomiende la asamblea o junta de socios.
10. <Numeral adicionado por el artículo 27 de la Ley 1762 de 2015. El nuevo texto es
el siguiente:> Reportar a la Unidad de Información y Análisis Financiero las
operaciones catalogadas como sospechosas en los términos del literal d) del numeral
2 del artículo 102 del Decreto-ley 663 de 1993, cuando las adviertan dentro del giro
ordinario de sus labores.

Artículo 208. Contenido de los informes del Revisor Fiscal sobre balances generales.
El dictamen o informe del revisor fiscal sobre los balances generales deberá expresar:
1. Si ha obtenido las informaciones necesarias para cumplir sus funciones;
2. Si en el curso de la revisión se han seguido los procedimientos aconsejados por la
técnica de la interventoría de cuentas;
3. Si en su concepto la contabilidad se lleva conforme a las normas legales y a la técnica
contable, y si las operaciones registradas se ajustan a los estatutos y a las decisiones
de la asamblea o junta directiva, en su caso;
4. Si el balance y el estado de pérdidas y ganancias han sido tomados fielmente de los
libros; y si en su opinión el primero presenta en forma fidedigna, de acuerdo con las
normas de contabilidad generalmente aceptadas, la respectiva situación financiera
al terminar el período revisado, y el segundo refleja el resultado de las operaciones
en dicho período, y
5. Las reservas o salvedades que tenga sobre la fidelidad de los estados financieros.
Artículo 209. Contenido del informe del Revisor Fiscal Presentado a los socios El informe
del revisor fiscal a la asamblea o junta de socios deberá expresar:
1. Si los actos de los administradores de la sociedad se ajustan a los estatutos y a las
órdenes o instrucciones de la asamblea o junta de socios;
2. Si la correspondencia, los comprobantes de las cuentas y los libros de actas y de
registro de acciones, en su caso, se llevan y se conservan debidamente, y
3. Si hay y son adecuadas las medidas de control interno, de conservación y custodia
de los bienes de la sociedad o de terceros que estén en poder de la compañía.

Artículo 211. Responsabilidad del Revisor Fiscal


El revisor fiscal responderá de los perjuicios que ocasione a la sociedad, a sus asociados o
a terceros, por negligencia o dolo en el cumplimiento de sus funciones.

Si bien se encuentran algunas similitudes entre los principios y algunas características


inherentes a la persona que hace la auditoría no se describe un procedimiento como tal para
realizarla y mucho menos un plan de acción que conlleve a la detección del fraude ni al
mejoramiento del sistema de control interno, por que en ningún literal de los mencionados
anteriormente se tienen en cuenta o se menciona almenos la palabra riesgo, lo cual demuestra
la necesidad que se tenía en el país de contar con estándares que pudieran orientar las
funciones de contadores, auditores y revisores fiscales y sobre todo que se hablara
específicamente de un tema tan delicado como el fraude, y aunque es un cambio que requiere
de esfuerzos económicos grandes, la implementación de estándares internacionales le da a la
contaduría, revisoría fiscal y auditoria unas nuevas herramientas capaces de mejorar en gran
medida el trabajo que se venía haciendo hasta ahora, con el fin de mejorar el que hacer de las
compañías y buscar una estabilidad que no se vea permeada por la corrupción y fraude que
tanto afectan a las compañías Colombianas y que a su vez generan un rezago económico que
no permite que el país cumpla sus objetivos de crecimiento y desarrollo.

Hasta ahora, se ha hablado de la importancia de la aplicación de estándares internacionales


en el país y se ha dado una mirada a una norma específica, dado que el panorama es bastante
extenso y se tomaría demasiado tiempo analizar todos los temas en un solo escrito; se realizó
también una pequeña comparación entre la norma elegida y la norma colombiana que trata
el mismo tema y se dio una opinión que las compara. Lo que se va a hacer a continuación es
cercarse un poco más a la realidad de las empresas colombianas, por medio la opinión de un
auditor quien hablará sobre el nivel de preparación que tienen los auditores para implementar
los estándares internacionales de la IFAC en Colombia vía convergencia.

Al preguntarle, al señor Andrés Felipe Hernández acerca del tema esto fue lo que respondió:

“ Lastimosamente la contabilidad en Colombia se mira más desde el punto de vista tributario,


entonces las empresas se preocupan más por cumplirle a la DIAN que por implementar
adecuadamente las normas internacionales; lo que está planteado en las normas
internacionales es el deber ser de la Contabilidad y la auditoria ( en el caso de las NIA),
pensando en la toma de decisiones para todos los beneficiarios de las normas contables. Pero
en Colombia, la prevalencia de lo tributario sobre lo contable hace que se desfigure el deber
ser de la realidad financiera de las empresas. En este momento las empresas Colombianas,
auditores y gran mayoría de contadores se encuentran “ en pañales” frente al tema; y
considero que las únicas empresas que están haciendo una adaptación medianamente acorde
son las empresas del grupo 1, tipo ARGOS, entidades financieras como Bancolombia y
grandes Grupos Económicos como NUTRESA u otros, los cuales tenían negocios en el
extranjero y por lo tanto debieron converger con mucha más anticipación, pero en las
medianas y pequeñas empresas todavía falta un gran camino por recorrer porque
lastimosamente estas empresas son muy familiares y poseen poco capital para implementar
las normas por lo cual prevalece es la norma tributaria. Esto hace que el profesional tenga
que vivir la realidad del entorno en el que trabaja, como la mayoría de empresas en Colombia
son medianas y pequeñas, no se hace un gran esfuerzo por conocer unas normas que al fin
no serán aplicadas en gran medida en las organizaciones por tener aún una mentalidad
enfocada en la rendición de cuentas al fisco”

Después de conocer el testimonio de una persona que está relacionada diariamente con el
tema, se puede concluir que el tema es bastante preocupante dado que si en teoría las normas
internacionales son el deber ser de la contabilidad y la auditoria, se supone que su
implementación ayudaría en gran medida a mejorar algunas situaciones internas de las
organizaciones tales como el fraude, porque como se pudo evidenciar anteriormente, la
norma Colombiana aunque presenta algunos criterios base, no se puede considerar como una
herramienta completa que ayude a solucionar los problemas o a mitigar en gran medida los
grandes riesgos a los que están expuestas las empresas nacionales.

Se evidencia pues, una falta de cultura empresarial que se preocupe por la adecuada gestión
de las empresas, porque es claro que las empresas del país no se pueden quedar toda la vida
cumpliendo intereses meramente tributarios, porque es allí donde se pasan por alto hechos
tan graves como errores en los estados financieros con o sin intención, que le pueden costar
desde un pequeño desfalco hasta el cierre total de una empresa, afectando así la situación de
muchas familias que dependan de ella.

Aunque se reconoce que Colombia las personas son bastante emprendedoras, les falta tener
mucha racionalidad a la hora de manejar sus empresas, dado que en muchas ocasiones no se
tiene una visión clara y por tanto no se gestiona de la mejor manera para que dicha entidad
pueda crecer, mantenerse en el tiempo y sobre todo generar rentabilidad a quienes la
fundaron. Esto se refleja en la poca importancia que le dan los dueños a la implementación
de estándares que han sido probados internacionalmente, y aunque no se espera que la
adaptación se haga literal; en muchas ocasiones ni siquiera se nota un esfuerzo por
contextualizar la norma internacional y tomar de allí las herramientas que puedan ayudar a
la empresa.

Para finalizar, se puede concluir que aunque la implementación de los estándares


internacionales resulte costoso para algunas empresas, los beneficios que esta
implementación trae podría mejorar en gran porcentaje la calidad de la información, y en sí
de la gestión empresarial; teniendo en cuenta que en Colombia el fraude es algo tan común,
se debería tomar en cuenta que la NIA 240 trae una guía detallada de los procedimientos que
debe seguir el auditor para administrar de mejor forma los riesgos que trae consigo el fraude,
esta norma es un buen ejemplo de que los estándares internacionales son presentados de
forma más completa a la norma local, y que podrían brindar una mirada más amplia para
tratar los problemas que tanto aquejan a las compañías del país, sería un absurdo que teniendo
todas las herramientas disponibles para mejorar muchos de los puntos débiles, las empresas
sigan dándole la espalda y prefieran seguir operando bajo paradigmas que cada día los llevan
por caminos que lejos de conducir al crecimiento empresarial los destinen a convertirse en
una de las miles empresas que tienen que dejar sus operaciones y abandonar el sueño de
quienes un día la fundaron.

Bibliografía
Colombia, I. N. (10 de 05 de 2016). Incp. Obtenido de https://www.incp.org.co/la-implementacion-
de-las-normas-internacionales-de-auditoria-nia-en-el-2016/

EL TIEMPO. (12 de 06 de 2014). Colombia, el país con mayor fraude empresarial en América Latina.
Obtenido de EL TIEMPO: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-14107306

IFAC. (2015). NIA 240-RESPONSABILIDADES DEL AUDITOR EN LA AUDITORÍA DE ESTADOS


FINANCIEROS CON RESPECTO AL FRAUDE.

Martinez, A. A. (2015). unimilitar.edu.co. Obtenido de


http://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/7013/1/EL%20FRAUDE%20CORPORA
TIVO%20EN%20LA%20EMPRESA%20PRIVADA%20EN%20COLOMBIA.pdf

Tobón, H. R., & Restrepo, A. M. (s.f.). Impacto en el alcance del trabajo del Auditor como
consecuencia de la implementación de la NIA 240. Medellín, Antioquia, Colombia.

Vanegas, R. S. (2012). Norma internacional de auditoría(NIA 240)-Responsabilidad del auditor de


considerar el fraude en una auditoría de estados financieros. Armenia, Quindio, Colombia.

También podría gustarte