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EPANET: Una potente herramienta para el análisis de redes de distribución de


agua a presión

Article · May 2003

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Fernando Martínez Alzamora


Universitat Politècnica de València
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Leakage, Pressure Dependent Demands and Head-driven Models in Water Distribution Systems View project

Mathematical Modelling of Water Supply and Distribution Systems View project

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Revista HIDROPRES: Tecnología y gestión del agua. Nº 38, May/Julio 2003, pp 30-37
https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=18325

Software gratuito para el análisis de redes hidráulicas

EPANET: Una potente herramienta para el análisis de


redes de distribución de agua a presión
Fernando MARTINEZ ALZAMORA Palabras clave: REDES DE DISTRIBUCION DE AGUA
Cat. Ingeniería Hidráulica. Univ. Politécnica de Valencia ABASTECIMIENTOS, MODELOS, SIMULACION,
ANALISIS, CALIDAD, EPANET, SOFTWARE

Las redes de distribución de agua son sistemas complejos cuyo modo de


funcionamiento escapa muchas veces al control de los operadores. El desarrollo
no planificado de la red, unido al comportamiento altamente no lineal de sus
componentes, obligan hoy en día a utilizar modelos de simulación por ordenador
para poder justificar y anticipar aquellos resultados que el razonamiento ya no
intuye. Si a ello añadimos la creciente preocupación por garantizar la calidad del
agua cuando llega al abonado, la necesidad de recurrir a los modelos queda
fuera de toda duda. Afortunadamente, se dispone hoy en día de herramientas de
libre acceso como EPANET que pueden ayudarnos enormemente en esta tarea

Introducción

Vivimos en una época afortunada en que los ordenadores más rápidos se pueden encontrar a precios
muy asequibles en el mercado. Además disponemos de aplicaciones informáticas con interfaces
amigables, entradas/salidas gráficas y ayudas en línea a nuestro alcance para resolver cualquier
eventualidad. Cuando además, estas aplicaciones son de libre acceso (cada vez se tiende más a ello) y se
dispone de una lista de correo donde formular nuestras dudas, o la posibilidad de recurrir a técnicos
familiarizados con el producto que puedan echarnos una mano, no puede pedirse más.
Pues bien, los técnicos encargados de la planificación y gestión de las redes de suministro de agua
están de suerte. EPANET es un programa para el análisis de redes hidráulicas que encaja con todos estos
requisitos. Desarrollado a comienzos de los 90 en el Laboratorio de Investigación Nacional para la
Gestión de Riesgos (NRMRL) de la Agencia para la Protección de Medio Ambiente de EEUU (USEPA),
EPANET ha roto con todos los esquemas anteriores y se ha constituido en el software de análisis de redes
más extendido a nivel mundial.
Los secretos de este éxito son varios, siendo la conjunción de todos ellos quienes han convertido a
esta aplicación en un referente para el modelado de las redes de distribución de agua. En primer lugar,
EPANET incorpora unos algoritmos de cálculo internos que aún no han sido superados. En ellos se
conjuga la rapidez de cálculo, gracias al empleo de matrices vacías y la codificación del módulo de
cálculo en lenguaje ANSI C, con la rapidez de convergencia gracias a la formulación del problema de
equilibrio por métodos del gradiente.
Por otra parte, la interfaz gráfica que ofrece EPANET 2 resulta muy amigable, fácil de manejar por su
simpleza, e impactante por sus presentaciones. Al mismo tiempo ofrece enormes posibilidades que el
usuario irá descubriendo poco a poco, a medida que se familiariza en su uso.
Otro aspecto relevante es el cuidado que ha puesto su autor, Lewis Rossman, en hacer de EPANET un
producto abierto y de fácil utilización para toda la comunidad de investigadores. El código interno es
público, y además su estructuración y documentación interna, para aquellos que quieran hurgar en sus
entrañas, es impecable. Rossman escribió el código pensando en terceros usuarios y no para sí mismo,
como ocurre con frecuencia. En mi opinión, el código de EPANET constituye por sí mismo un manual de
programación para profesionales. No obstante, Rossman procuró que la integración del módulo de cálculo
de EPANET en otras aplicaciones no exigiera a los investigadores tener que descender a nivel de código,
para después recompilarlo. En su lugar, el módulo de cálculo se ha compilado en la versión 2.0 como una
DLL, configurando lo que se denomina el Módulo de Herramientas para programadores. Este módulo
ofrece alrededor de unas 50 funciones, que permiten acceder a los datos internos del modelo desde
cualquier entorno de programación. Hasta la propia secuencia de los cálculos puede ser controlada y
modificada utilizando el Módulo de Herramientas.
Hoy en día son numerosos los proyectos de investigación en marcha, tanto en EEUU como Europa,
que utilizan el Módulo de Herramientas de EPANET como punto de partida. Asimismo, son también
numerosas las aplicaciones de software comerciales orientadas al análisis de redes, que integran el
módulo de cálculo de EPANET y ofrecen como valor adicional tan solo más prestaciones al nivel de
interfaz, como es el caso de WaterCAD, H2ONET o MIKE NET entre las más conocidas.
Existen aún otras razones que justifican el éxito de EPANET, además del hecho de ser un producto
gratuito y de libre difusión. Por ejemplo, el soporte de una institución del prestigio de la USEPA
respaldando sus resultados. Aunque como queda bien patente en el prólogo, el autor no se hace
responsable del uso que pudiera hacerse del programa, los resultados que proporciona han sido sin
embargo contrastados previamente en numerosos casos prácticos. En particular los resultados obtenidos
con el modelo de calidad han sido utilizados para la calibración de redes reales a partir de medidas de
campo, los cuales han sido publicados en diversos Congresos y revistas científicas. Hay que pensar que
EPANET se concibió como una herramienta de ayuda para las compañías gestoras de los abastecimientos,
con el fin de que pudieran garantizar la calidad del agua cuando llega a los abonados mediante procesos
de simulación, ante la imposibilidad de medir ésta de forma continuada en todos los puntos de suministro.
Quizás se le podría achacar a EPANET, como punto negativo, la falta de soporte por parte de la EPA,
al ser entre otras cosas un producto de dominio público. Para resolver este handicap, el Prof. William
James, de la Universidad de Guelph (Canadá) tuvo la iniciativa de crear una lista de usuarios de
EPANET, cuya suscripción es gratuita. Aunque el idioma utilizado es el inglés, a través de la misma se
pueden formular todo tipo de preguntas o simplemente conocer las experiencias de otros usuarios más
avanzados. Para suscribirse basta enviar un mensaje con el campo Asunto en blanco, y el texto:
SUBSCRIBE EPANET-USERS nombre
a la dirección de correo electrónico: listserv@listserv.uoguelph.ca, y seguir las instrucciones recibidas a
vuelta de correo.

La versión española de EPANET


Desde que EPANET fuera presentado en Europa en Septiembre 1993, con motivo de la Internacional
Conference on Integrated Computer Applications for Water Supply and Distribution, celebrada en
Leicester (UK), tan solo unos meses después de haber sido lanzado en EEUU, quien suscribe tomó la
iniciativa de llevar a cabo su traducción al español, con el fin de hacer accesible esta poderosa
herramienta a todos los hispano parlantes, aun a costa de sacrificar otros desarrollos paralelos que se
venían realizando por aquel entonces bajo mi dirección, en la Cátedra de Mecánica de Fluidos de la
Universidad Politécnica de Valencia.
La primera versión española de EPANET fue la 1.1b, y vio la luz en Diciembre de 1994. Le siguieron
las versiones 1.1c y 1.1e, al tiempo que el programa era difundido a través de cursos de formación. Con
la llegada de la versión 2.0 en Noviembre de 2000, decidí continuar en esta línea y realizar la traducción
de la nueva versión, totalmente modificada respecto a la 1.1. Además esta debería ser gratuita, en parte
por un compromiso adquirido con Timothy Oppelt, director del NRMRL, durante una estancia realizada
en la EPA en el verano de 1997, sufragada por la Consellería de Educación de la Comunidad Valenciana.
Para ello hubo que recurrir a un patrocinador que nos financiara el trabajo de traducción, como fue Aguas
de Valencia. La versión española de EPANET 2 se finalizó en Diciembre de 2001 (revisión 2.00.09) y al
año siguiente se actualizó a la última revisión 2.00.10.
La última actualización fue aprovechada para introducir algunas mejoras respecto a la versión
original, como son el soporte de la coma decimal, ahora sensible a la configuración internacional de
Windows; el empleo de todas las unidades en el Sistema Métrico Decimal, así como la fórmula de Darcy
para el cálculo de las pérdidas, como opciones por defecto; la posibilidad de ejecutar EPANET en redes
corporativas con restricción de permisos a los usuarios; o el hecho de mostrar los resultados de presiones
y caudales por defecto, tras el primer cálculo.
En lo que respecta al Módulo de Herramientas, la versión española 2.00.10 ofrece adicionalmente el
código fuente de tres ejemplos completos de aplicación, escritos en los lenguajes C++ Builder, Visual
C++, Delphi y Visual Basic, así como las instrucciones para construir dichos ejemplos desde cero.
Además se ha incorporado una nueva función para detectar la conectividad de la red.
La traducción al español de EPANET 2 abarca a todos sus componentes, en particular, los mensajes
del módulo de cálculo, la interfaz gráfica, el manual, las ayudas del programa y del Módulo de
Herramientas, ejemplos y ficheros auxiliares. Todo ello puede bajarse de forma gratuita desde la página
Web del grupo de investigación REDHISP que dirijo, actualmente integrado en el Instituto de Ingeniería
del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, y cuya dirección URL es
www.redhisp.upv.es
El éxito de EPANET ha alentado su traducción a otros idiomas. Recientemente hemos concluido en
nuestro grupo su traducción al francés, por encargo de Générale des Eaux, versión que en breve estará
disponible también en Internet. Por su parte, el Laboratorio de Ingeniería Civil de Lisboa llevó a cabo la
traducción de EPANET al portugués en Junio de 2002.
Finalmente, desde nuestro grupo vamos a continuar difundiendo EPANET a través de cursos y
publicaciones, para cuya información recomendamos visitar nuestra nueva página, la cual se encuentra
actualmente en proceso de mejora.
Personalmente presto también asistencia técnica sobre el uso de EPANET, vía correo electrónico,
cuando mis compromisos me lo permiten, como una forma de mantenerme al día y conocer la
problemática real con que se enfrentan los usuarios. Para ello, remitir los correos a la siguiente dirección:
fmartine@hma.upv.es

Características de EPANET
EPANET se concibió como una herramienta para el análisis de la evolución de la calidad del agua,
mientras discurre por las redes de distribución. Pero desde un punto de vista físico, la calidad es
consecuencia de los procesos de trasporte, mezcla y reacción de los contaminantes disueltos en ella. Esto
significa que antes de resolver el problema de la calidad, hay que resolver el problema hidráulico para
conocer los caudales circulantes por las tuberías y la evolución de los volúmenes almacenados en los
depósitos. Pero puesto que éstos dependen a su vez de las demandas de la red, de las características
físicas del sistema y de su modo de regulación, resolver el problema hidráulico termina siendo más
complejo que resolver el problema de la calidad.

Los puntos de producción y almacenamiento


Las redes de distribución de agua están compuestas físicamente por elementos de producción y
almacenamiento, elementos de transporte, elementos de regulación, y puntos de consumo. En lo que
respecta la producción y almacenamiento, EPANET distingue entre aquellas fuentes de suministro cuyo
volumen se considera mucho mayor que el aportado a la red durante un día (por ejemplo lagos, embalses,
o cursos de agua fluyente), y cuya principal características es la de mantener el nivel del agua constante,
y los depósitos de almacenamiento, cuyo volumen varía con los caudales entrantes y salientes, y que en la
práctica pueden corresponderse con depósitos de cabecera o de regulación, torres de agua, aljibes e
incluso calderines hidroneumáticos. A los primeros se les denomina genéricamente Embalses y a los
segundos Depósitos. Una característica hidráulica común de estos elementos es que el nivel del agua o
bien constituye un dato, o bien evoluciona según las leyes de continuidad, mientras que el caudal entrante
o saliente es considerado como una incógnita, y será determinado por el programa durante el proceso de
equilibrado de la red.

Los puntos de consumo


EPANET diferencia los puntos de almacenamiento de los puntos de consumo, denominados Nudos de
Demanda, en los cuales hidráulicamente las cosas ocurren al contrario, el caudal saliente o entrante
(negativo) es un dato, y el programa determina a cambio la presión (o altura piezométrica) en el mismo,
tras equilibrar el sistema.
Las demandas en un nudo pueden ser múltiples, las cuales se declaran separadamente y se superponen
en el proceso de cálculo. Así por ejemplo, pueden diferenciarse las demandas de origen doméstico de las
de origen industrial, pero también puede superponerse a la demanda habitual de un nudo, la demanda
extraordinaria debida a un incendio o al uso particular de un hidrante de riegos. La demanda real suele
especificarse como el producto de un valor base (por ejemplo la demanda media) por una serie de factores
que se encargan de modular la misma a lo largo de la simulación (usualmente 24 horas), aunque también
es posible fijar el valor base como 1 y adoptar como factores directamente los valores de la demanda hora
a hora. Las curvas de modulación son declaradas aparte y pueden ser compartidas por muchos nudos.
Pero además de estas demandas ‘prefijadas’, EPANET incorpora un nuevo elemento de consumo
denominado Emisor, cuyo caudal se hace depender de la presión a través de un coeficiente multiplicador
y un exponente. Pretende representar el modo de funcionamiento real de un hidrante sin regulación
previa, un rociador de una red de incendios, la respuesta de una fuga, o el valor de una demanda
dependiente de la presión (por ejemplo, en casos de insuficiencia). El caudal de los emisores es
superpuesto, en su caso, a las demandas ‘prefijadas’ en el nudo.

Los elementos de transporte


Como elementos de transporte por la red, EPANET considera únicamente las tuberías, las cuales
disipan energía al paso del caudal en función del valor de éste, y también de su diámetro, longitud, y
material (rugosidad), conforme a las fórmulas de pérdida de carga. Se contemplan las tres fórmulas de
pérdidas más empleadas: la de Hazen-Williams, usada en los países anglosajones, la de Darcy-Weisbach,
más general y empleada sobretodo en Europa, y la de Manning, más apropiada para tuberías de gran
diámetro. Además, se pueden incorporar las pérdidas menores por codos, conexiones, etc. a través de un
coeficiente de pérdidas adicional.

Los elementos de regulación: válvulas


En el apartado de regulación, EPANET contempla básicamente dos tipos de componentes: las
válvulas como elementos pasivos disipadores de energía, y las bombas como elementos activos que
aportan energía. Cuando se habla de válvulas en EPANET, se está haciendo referencia a las válvulas de
regulación del caudal o de la presión. Las válvulas de corte manuales todo/nada no suelen incorporarse a
los modelos, y sus pérdidas pueden integrarse en el coeficiente de pérdidas menores de las tuberías. Por
otra parte, las válvulas de retención o anti-retorno tampoco se modelan como elementos separados, sino
que se incorporan como una ‘propiedad’ más de las tuberías. Así una tubería puede considerarse como
Abierta, Cerrada o provista de una Válvula de Retención. En el primer caso el paso del agua es libre en
los dos sentidos, en el segundo en ninguno (simulando la acción de las válvulas de corte) y en el tercero
es libre sólo en el sentido permitido (las pérdidas que introduce la válvula de retención cuando está
abierta pueden incorporarse en el coeficiente de pérdidas menores de la tubería).
Las válvulas de regulación propiamente dichas van provistas de un obturador interno que puede
permanecer en cualquier posición intermedia, bajo la acción manual o de un control remoto. Estas
válvulas se conocen en EPANET como de Regulación y su comportamiento se caracteriza por medio del
coeficiente de pérdidas adimensional k, o bien del coeficiente Cv que proporcionan los fabricantes, el cual
depende de la posición del obturador. Existen sin embargo válvulas automáticas en el mercado, que
permiten mantener la presión aguas abajo de la válvula (Reductora), la presión aguas arriba
(Sostenedora) o el caudal de paso (Limitadora de Caudal), siempre que se den ciertas condiciones
hidráulicas. EPANET contempla también todos estos tipos de válvulas, pudiendo prefijar el valor de la
consigna en función de tiempo. Existe un quinto tipo de válvula, denominada de Rotura de Carga, la cual
mantiene la diferencia de presiones entre el nudo aguas arriba y el nudo aguas abajo en un valor prefijado;
aunque dicha válvula no es comercial, puede ser muy útil para algunas simulaciones o en procesos de
calibrado. Finalmente, en la versión 2.0 EPANET ofrece un tipo de válvula adicional, la denominada de
Propósito General, cuya ley de comportamiento puede ser definida por el usuario (permite modelar
pequeños aprovechamientos con turbinas formando parte del sistema, el descenso dinámico en los pozos,
válvulas reductoras de presión sensibles al caudal de paso, etc).

Los elementos de regulación: bombas


Finalmente, EPANET permite incorporar bombas al modelo. Existen en el mercado muchos tipos de
bombas: centrífugas, mixtas, de eje vertical u horizontal, sumergibles, de pozo profundo, sobre-
elevadoras, grupos de presión, etc, dependiendo de la aplicación requerida. Todas ellas pueden ser
simuladas en EPANET. En su versión anterior, EPANET obligaba a declarar las curvas de las bombas
mediante tres puntos, y a lo sumo cuatro para indicar la tendencia de la curva tras el tercer punto. En la
versión 2.0, las curvas pueden ser de cualquier tipo, y declararse mediante tantos puntos como se desee.
Sin embargo, se recomienda que ésta sea siempre decreciente para evitar problemas de inestabilidad y
convergencia. Además, una bomba puede aspirar desde un aljibe o desde la propia red, conectando una
parte de ésta con otra. Sin embargo, hay que llevar mucho cuidado con la correcta declaración de las
curvas características de las bombas, para garantizar que en todo momento el punto de trabajo se
encuentre dentro de la zona definida. En otro caso EPANET emitirá mensajes de exceso de caudal, o bien
cerrará su salida por insuficiencia de presión. Lo que no tiene en cuenta EPANET es la posible cavitación
de la bomba, cuyo análisis queda a cargo del usuario a partir de los valores del NPSH.
Con respecto a las bombas EPANET ofrece dos opciones adicionales. La primera es la consideración
de una velocidad de giro variable, recurso tan empleado hoy en día. Esta se declara como un valor
relativo a su velocidad nominal (para la cual se declaró la curva característica), y el programa se encarga
del resto. Nuevamente hay que tener en cuenta que las prestaciones de una bomba varían con el cuadrado
de su velocidad de giro, y a poco que nos alejemos por debajo del valor nominal (los fabricantes no
recomiendan nunca superar la velocidad nominal), caeremos fácilmente en problemas de insuficiencia de
presión o de caudal.
Una desventaja de EPANET es que el valor de la velocidad de giro (y su posible evolución en el
tiempo) debe ser suministrado por el usuario, lo que no suele corresponderse con la realidad, ya que los
reguladores electrónicos se encargan de fijar el valor de ésta en función de la consigna prefijada (presión
de salida constante, por ejemplo). Los intentos de Rossman por mejorar esta opción fueron truncados. Sin
embargo, para lo que resulta muy útil poder prefijar la velocidad de giro, es para imponer el estado de
marcha o paro de una bomba, introduciendo una sucesión de ceros (paro) y unos (marcha) como curva de
modulación de la velocidad.
La otra opción adicional que ofrece EPANET en relación con las bombas es el cálculo del consumo
energético y del coste de operación de las mismas. Para ello hay que introducir adicionalmente la curva
de rendimiento de cada bomba en función del caudal (está será corregida automáticamente en caso de
variar la velocidad de giro), así como el coste del kWh, bien como valor medio, o bien en función del
periodo horario a través de una nueva curva de modulación. Los resultados referentes al consumo
energético y sus costes se recogen en el Informe de Energías.

La simulación hidráulica
Una vez todos los elementos que configuran el sistema y su modo de comportamiento han sido
declarados, estaremos en condiciones de efectuar el equilibrado del sistema, mediante el cual, a partir de
las demandas y los niveles en los depósitos, se determinan los caudales que entran o salen de éstos, los
caudales circulantes por cada tubería, y las presiones o alturas resultantes en cada uno de los nudos. Es lo
que se conoce como cálculo en Régimen Permanente.
Sin embargo, para resolver un modelo de calidad, se necesita obtener la evolución de todas estas
variables en el tiempo, y por tanto resolver lo que se conoce como una simulación en Periodo Extendido.
En realidad se trata de una mala traducción del inglés (Extended Period) que mejor podría haberse
llamado Periodo Prolongado. En general, cualquier modelo que evoluciona en el tiempo es un modelo
dinámico, y los modelos dinámicos vienen caracterizados matemáticamente por ecuaciones diferenciales
(o en derivadas parciales). Pero para simular la evolución de presiones y caudales en una red no es
necesario recurrir a tales ecuaciones. Afortunadamente, los términos diferenciales representan pequeñas
correcciones que pueden obviarse, y así las simulaciones en periodo extendido no son más que una
sucesión en el tiempo de estados permanentes.
Los términos diferenciales tan solo se aplican para actualizar los niveles del agua en los depósitos de
un instante a otro, lo cual EPANET realiza de un modo explícito, es decir, admitiendo que los caudales
entrantes o salientes son constantes durante un intervalo de cálculo. Ello provoca en ocasiones
fluctuaciones aparentes en los niveles, que se resuelven reduciendo el intervalo de cálculo. A cambio, los
cálculos por este método resultan más rápidos.

Las leyes de control


Durante una simulación en periodo extendido, de un instante a otro cambian tan solo, en principio, las
demandas en los nudos y los niveles en los depósitos, tras ser éstos actualizados. Pero la realidad puede
ser más compleja, ya que EPANET admite la declaración de una serie de leyes de control, que pueden
modificar totalmente esta dinámica. Algunas leyes de control son implícitas. Por ejemplo, cuando un
depósito se llena o vacía se cierran las tuberías que lo alimentan o las tuberías de salida, según el caso; si
el flujo se invierte en una tubería provista con válvula de retención, ésta se cerrará; y si una bomba es
obligada a operar fuera de su rango de definición, EPANET tomará sus propias decisiones.
Pero aparte de estas leyes implícitas se pueden declarar leyes explícitas, bien temporales o bien por
consignas. Las primeras se utilizan para fijar el estado de una bomba o la consigna de una válvula a cierta
hora de la simulación. En este caso, la aplicación de la nueva ley puede trastocar totalmente la evolución
del sistema. Otras veces, se condiciona el cambio al cumplimiento de una consigna, por ejemplo, parar
una bomba cuando el agua de un depósito alcanza cierto nivel. Si los cambios ocurren en un instante
distinto a los instantes de cálculo predefinidos, EPANET creará un instante intermedio para tener en
cuenta los cambios ocurridos y sus efectos en lo sucesivo.
La versión 2.0 incorpora una nueva opción para establecer las leyes temporales, y es la declaración de
éstas en función de la hora del día (se utiliza para ello la nomenclatura inglesa A.M. o P.M.) en vez de la
hora de la simulación. Además se puede arrancar la simulación a cualquier hora del día, lo que permite
convertir EPANET en el núcleo de cálculo de un simulador en tiempo real. En este caso, basta indicar una
sola vez la hora del día en que se ejecuta la acción, y ésta se repetirá cada 24 horas si la simulación se
prolonga durante varios días.
También en la versión 2.0 las relaciones lógicas que permiten especificar las acciones y consignas se
han multiplicado. Así, se pueden exigir varios requisitos a cierta hora para desencadenar distintas
acciones simultáneamente. Ello no es más que un intento por acercar las condiciones de simulación a las
leyes de operación reales de los automatismos locales, usualmente gobernados por PLCs capaces de
responder a lógicas muy complejas y elaboradas.
El modelo de calidad
Nos queda por comentar finalmente las capacidades de EPANET para construir modelos de calidad,
el verdadero objetivo del programa como antes hemos comentado. Primeramente hay que decir que la
ejecución de un modelo de calidad exige introducir datos adicionales. Los más importantes se refieren a
las condiciones de inyección de las sustancias contaminantes objeto de estudio, entendiendo por
contaminante cualquier agente externo introducido en el agua y transportado por ésta, sea nocivo o no.
EPANET contempla diversas formas de inyectar un contaminante, y su efecto depende de que la
inyección se haga en un nudo, en un embalse o en un depósito. En el primer caso el nudo debe poseer un
caudal entrante asignado (negativo), en el segundo se supone que la concentración es constante para toda
el agua aportada desde el embalse, mientras que en el tercero la cantidad de sustancia inyectada en el
depósito es mezclada con la existente en el mismo. Además, la cantidad de sustancia inyectada puede
declararse como concentración del flujo entrante, como caudal másico aportado, como concentración
saliente o como incremento de concentración para el caso de una reinyección.
A la hora de analizar la evolución de la calidad, EPANET diferencia entre sustancias reactivas y no
reactivas. Las primeras están sometidas únicamente a procesos de transporte y mezcla, mientras que las
segundas contemplan además el incremento o decremento de la cantidad sustancia por reacciones
químicas.
Entre los no reactivos, los modelos clásicos de calidad se refieren al contenido de sales en el agua,
como por ejemplo nitratos, cloruros, etc, o más en general a su conductividad, aunque también pueden
aplicarse para simular la evolución de la temperatura o de la turbidez. En todas estas simulaciones
EPANET necesita conocer, además de los valores de inyección, los valores iniciales de las
concentraciones en cada nudo. Como ello es difícil de saber a priori, se suelen suponer cero (valor por
defecto) y dejar transcurrir la simulación durante varios días, hasta que las curvas de evolución diaria se
estabilicen.
Cuando el contaminante es reactivo, se necesita introducir obviamente datos adicionales relativos a
las condiciones de reacción. Estos se concretan normalmente en dos juegos de parámetros: las constantes
de reacción en el medio y en las paredes de las tuberías, además del orden y tipo de reacción a considerar.
EPANET ofrece diversos modelos de reacción que se adaptan bien al modelado de la evolución del cloro,
de algunos subproductos derivados de la cloración como los trihalometanos, e incluso a reacciones
controladas por colonias bacterianas (biofilms). Mientras que el tipo de reacción debe ser único para toda
la red, las constantes pueden declararse a nivel global o a nivel de tubería. Además, merecen especial
atención los depósitos, que pueden poseer sus propias constantes de reacción.
A los procesos de mezcla en los depósitos se les dedica bastante atención en la versión 2.0. Además
de la mezcla total o completa, EPANET contempla posibles procesos de estratificación horizontal o
vertical de los contaminantes, y también la aparición de corto-circuitos o compartimentos en el seno del
agua, dependiendo de las condiciones de entrada y salida de las tuberías. Este es un tema aún en estudio,
pero en EEUU se están construyendo ya depósitos provistos de pantallas internas que garantizan el
proceso de mezcla, para evitar las estratificaciones de cloro, por ejemplo.
Hay dos casos especiales de modelos de calidad que al lector podrían pasarle inadvertidos, pero que
son muy útiles en la práctica: nos referimos al tiempo de permanencia del agua en la red, y a su
procedencia. En realidad, si bien se piensa, el propio ‘tiempo’ puede considerarse como un contaminante
reactivo, cuya variación en el tiempo es la unidad. Así, si asumimos un tiempo 0 para el agua que entra en
la red, su valor en los puntos de consumo será una medida del tiempo que ha permanecido el agua en la
misma. Constituye una forma muy simple de estimar la calidad del agua que le llegará al abonado, sin la
complicación de tener que introducir datos adicionales. En efecto, es sabido que la calidad del agua se
deteriora en función de su tiempo de estancamiento; el tiempo máximo de permanencia debe ser
determinado a partir de muestras en el laboratorio, pero en la mayoría de nuestras redes que distribuyen
agua clorada, se estima que ésta puede permanecer hasta tres días en la red sin más consecuencias para los
consumidores.
En cuando a la procedencia del agua de una determinada fuente, ésta puede interpretarse asimismo
como una sustancia no reactiva capaz de mezclarse. Si solo tenemos una fuente, es claro que la
procedencia de dicha fuente será siempre del 100 %. En otro caso, hay que declarar como único
parámetro adicional del modelo, el identificativo de la fuente de la cual queremos analizar la procedencia
del agua (puede ser cualquier nudo de la red), y EPANET nos dirá el porcentaje del agua consumida en
cada nudo que llega desde dicha fuente en cada momento. Este tipo de modelo puede resultar muy útil en
los tiempos actuales, en que la creciente salinización del agua extraída de los pozos y el deterioro del agua
superficial, aconsejan a veces la mezcla de aguas de distintas procedencias, con calidades
complementarias con relación a determinados parámetros (por ejemplo mayor concentración de nitratos
en las aguas subterráneas, frente a mayor concentración de materia orgánica en las aguas superficiales).
El módulo de cálculo
Cuando Lew Rossman se propuso confeccionar el módulo de cálculo EPANET, su principal objetivo
fue intentar resolver el problema hidráulico más general, sin limitación alguna de capacidad, y buscando
la mayor eficacia de cálculo. El lenguaje C permite adaptar el tamaño del modelo a la disponibilidad de
memoria del ordenador, con lo que al utilizar este lenguaje, el tamaño de la red queda limitado tan solo
por la memoria del ordenador. Así hoy en día, con 256 Mb de RAM, pueden resolverse sin problemas
modelos de redes de hasta 50.000 nudos (sólo obtenibles por importación desde SIG), confirmando de
este modo que el tamaño de la red es prácticamente es ilimitado.
Por lo que respecta al tiempo de cálculo, el desarrollo del núcleo de EPANET en C hace que éste no
suponga tampoco ninguna barrera en la práctica. Así por ejemplo, el modelo de detalle de la red de
suministro a Valencia, constituido por 26.000 nudos, se ejecuta en tan solo 20 segundos para una
simulación de 24 horas, sobre un Pentium 4 a 2 GHz. El modelo estratégico de la misma ciudad,
constituido por 4.200 nudos, se ejecuta en tan solo 2 segundos para las mismas condiciones de cálculo.
Comparando estos dos casos, se observa que el tiempo de ejecución resulta proporcional al número de
nudos del modelo elevado a un exponente de 1.25, cuando la aplicación directa del algoritmo de
eliminación de Gauss hubiera conducido a un exponente de 3 (el tiempo de cálculo para el modelo de
detalle su hubiera aproximado en este caso a los 8 minutos). La razón de esta drástica reducción, estriba
en este caso, en la eficiente utilización de las matrices vacías para resolver los sistemas de ecuaciones
lineales (SEL) planteados.
La utilización del algoritmo del gradiente en lugar del de Newton-Raphson (N-R) para efectuar las
sucesivas aproximaciones hasta alcanzar el estado de equilibrio, es también una aportación notable del
módulo de cálculo de EPANET. Como es sabido, el algoritmo de N-R supuso un gran avance en su
momento, al reducir drásticamente el número de iteraciones, aunque siempre dependiendo del punto
inicial de partida. Este algoritmo calcula en cada iteración las correcciones a introducir sobre los valores
actuales de las variables para llegar al estado de equilibrio. Aplicado a la formulación nodal del problema
de equilibrio en las redes, el algoritmo de N-R calcula simultáneamente las correcciones a aplicar sobre
las alturas, determinándose las correcciones sobre los caudales de una forma indirecta. Ello provocaba en
ocasiones problemas de convergencia, sobretodo en líneas con poco caudal y, en general con pocas
pérdidas. Ello ocurría a menudo en los modelos de detalle y en ciertos instantes a lo largo de una
simulación de 24 horas, como muchos autores habían observado. Sin embargo, el algoritmo del gradiente
determina simultáneamente los valores absolutos de alturas y caudales (no sus correcciones), con lo que
la rapidez de convergencia es bastante mayor, no requiriendo por lo general más de 4 iteraciones para
alcanzar el equilibrio (en el caso del modelo de 26.000 nudos, se requieren tan solo 6 iteraciones por cada
instante de cálculo). Además, al calcular los caudales de una forma directa, el problema de convergencia
antes aludido desaparece.
Pero lo más complicado, desde el punto de vista del cálculo, era tratar con las bombas, las válvulas de
retención, las válvulas automáticas y su modo especial de operación, los límites de operación de los
depósitos y, en general, con las leyes de control que normalmente regulan las presiones y caudales en la
red, bien de forma local o bien de forma centralizada. No había demasiados precedentes en este tema, de
modo que Rossman tuvo que enfrentarse con multitud de problemas para conseguir finalmente un
algoritmo robusto. Aun hoy en día no todos los problemas están resueltos, y cada vez que aparece una
nueva revisión, algún aspecto relativo a estos elementos es modificado. El principal problema deriva de la
no continuidad de las variables hidráulicas (presión, caudal, etc) debido al modo especial de operación de
estos dispositivos. Así por ejemplo, el cierre de una válvula de retención en las últimas iteraciones puede
obligar a recalcular totalmente el estado de equilibrio, con la sorpresa de que quizás para la nueva
solución la válvula previamente cerrada debería estar abierta.
Finalmente, hay que hablar del modelo de calidad que incorpora el módulo de cálculo de EPANET.
Los modelos clásicos empleados para resolver la ecuación de transporte (diferencias finitas, elementos
finitos, etc) tenían que ser adaptados para explotar las ventajas de trabajar con flujos unidimensionales, a
fin de conseguir un tiempo de respuesta equiparable al del modelo hidráulico. Había que utilizar para ello
técnicas explícitas, y el propio Rossman desarrolló el modelo de volúmenes discretos, basado en un visión
euleriana del problema de transporte. El único inconveniente era su implementación, lo que el autor
resolvió magistralmente utilizando la potencia de manejo de los punteros que ofrece el lenguaje C (tablas
hash). Sin embargo, otros algoritmos alternativos basados en un enfoque lagrangiano fueron desarrollados
por diferentes investigadores, compitiendo con el algoritmo de Rossman, como el modelo conducido por
tiempos y el modelo conducido por eventos. El autor decidió tras haber incorporado su modelo en la
versión 1.1, efectuar un estudio comparativo a fondo, adoptando finalmente para la versión 2.0 el
algoritmo lagrangiano conducido por tiempos, desarrollado por Liou y Kron. Aparte de reducir el tiempo
de cálculo en aproximadamente un 20 %, el nuevo modelo presenta interesantes posibilidades de
ampliación, que se comentarán más adelante. Nuevamente, Rossman tuvo que hacer un uso inteligente de
los punteros durante la implementación del nuevo algoritmo para conseguir estos resultados. Con él, una
simulación de la calidad para 24 horas es ejecutada en 12 segundos para la red de 26.000 nudos antes
aludida, y en menos de 1 segundo para el modelo de 4.200 nudos, utilizando la misma máquina.

La interfaz gráfica
La versión 1.1 de EPANET utilizaba una interfaz gráfica escrita en Visual Basic 3, para mostrar
únicamente los resultados de los cálculos. Los datos de entrada debían introducirse a través de un fichero
de texto estructurado, el famoso fichero .INP. La pega principal a la hora de construir este fichero era la
introducción manual de las coordenadas de los nudos y de la conectividad de la red, conforme a una
numeración previamente establecida de nudos y líneas. Pero además, al margen de todos los problemas de
instalación y compatibilidad asociados con el lenguaje VB de Microsoft, había otro problema adicional: la
lentitud de la ventana gráfica para refrescar los resultados, sobretodo con redes grandes. Así pues,
Rossman decidió dar un vuelco total para construir la interfaz de la versión 2.0.
La nueva interfaz se escribió en Delphi 5, un lenguaje visual basado en Pascal, más próximo a C,
provisto de una tecnología de componentes más flexible y personalizable que la de VB, y con la ventaja
de poder compilar el código fuente junto con todas las librerías auxiliares en un solo fichero ejecutable,
independiente de la configuración Windows del usuario, y de ejecución mucho más rápida. Con ello se
garantizaba el funcionamiento al 100 % sobre cualquier máquina, al tiempo que los problemas de refresco
de la ventana del esquema de la red se habían eliminado (una red de 40.000 nudos se refresca ahora en
menos de 1 segundo).
El autor tuvo también la precaución de compilar aparte muchos de los elementos comunes que
configuran la interfaz (vista previa, opciones de gráficos, formularios de impresión y manejo de
impresoras, etc) configurando así un ‘package’ de confección propia, con algunos segmentos de código
GNU (dominio público), que puede ser reutilizado para otras aplicaciones.
La ventana principal de la interfaz es multidocumento (MDI), de modo que puede alojar cuantas
ventanas hijas se desee, al objeto de poder observar y comparar diferentes resultados. Sin embargo, hay
dos ventanas que son fijas (aunque minimizables): la ventana del Esquema de la Red, a través de la cual
actúa principalmente el usuario, y la ventana auxiliar del Visor, desde la que se tiene acceso a la Base de
Datos interna, y también a la selección de los datos a visualizar sobre el esquema. Las opciones de Menú
de EPANET son sensibles a la ventana activa en cada momento, de modo que se necesita algo de práctica
para familiarizarse con las opciones asociadas a cada ventana. También este hecho suele ser motivo de
nuevos ‘descubrimientos’ para usuarios más avanzados.
La nueva interfaz gráfica de EPANET dispone de herramientas para introducir con la ayuda del ratón
todos los elementos que configuran el esquema de la red. Al mismo tiempo se efectúa la numeración
automática de los nuevos componentes y se establece internamente la topología. La interfaz contempla
asimismo numerosos diálogos para introducir los restantes datos del modelo, algunos de ellos muy
elaborados, como el empleado para introducir las curvas de modulación y el de las curvas de
comportamiento. Sin embargo, uno de los formularios más logrados, aunque simple aparentemente, es el
empleado para introducir las propiedades de los componentes, el cual responde en cada casilla al evento
Change, de modo que cualquier cambio es actualizado inmediatamente en la base de datos, y tenido en
cuenta por el módulo de cálculo. Unido esto al hecho de haber declarado las ventanas de resultados como
no modales, confieren a la aplicación una gran flexibilidad para introducir cambios, ejecutarlos y ver los
nuevos resultados inmediatamente, sin tener que cerrar ninguna de las ventanas abiertas.
La interfaz gráfica de EPANET introduce además el concepto de Proyecto. Este contempla, además de
los datos propiamente dichos del modelo, las datos de creación del mismo y un resumen descriptivo, la
configuración del entorno de trabajo, las opciones por defecto, las dimensiones del área de dibujo, la
referencia a un mapa de fondo superponible sobre el esquema de la red, las opciones de visualización
elegidas, los colores y rangos asignados a las leyendas, las referencias a los ficheros que contienen los
datos de calibración, etc. Parte de esta información es guardada en un fichero .ini, de modo que sirva para
futuras sesiones de EPANET. Sin embargo, la mayor parte de esta información es almacenada, junto con
los datos del modelo, en un fichero binario .net. En consecuencia, cuando abrimos de nuevo un fichero
.net, todo el entorno de trabajo asociado al proyecto es restituido automáticamente.
Así pues, la principal diferencia entre un fichero .net y un fichero .INP es que mientras el primero
almacena los datos del modelo y su entorno de trabajo, el segundo contiene tan solo los datos hidráulicos
de la red, almacenados en código ASCII para poder ser editado en cualquier momento o para transferir los
datos del modelo a otra aplicación. EPANET permite transformar un fichero en otro y viceversa con las
opciones de menú Exportar e Importar.
La interfaz de EPANET trabaja sobre una Base de Datos, editable a través de la ventana del Visor.
Todos los datos están clasificados según el tipo de objeto al que se asocian, incluyendo las opciones de
cálculo. Los objetos de tipo gráfico son asociados automáticamente con su representación en el esquema,
y viceversa. La Base de Datos es el núcleo de toda la información interna, y cualquier interacción del
usuario con el modelo a través de la interfaz, se efectúa en realidad sobre la Base de Datos. Cada vez que
se ejecuta el modelo, el contenido de la Base de Datos es volcado a un fichero .INP, el cual será leído por
el Módulo de Herramientas para llevar a cabo la simulación y devolver seguidamente los resultados en un
fichero binario de salida .out, perfectamente estructurado.
Uno de los secretos de EPANET reside en este fichero de salida. Si los resultados se hubieran
transferido directamente a la Base de Datos, las consultas resultarían lentas, al tiempo que inundarían la
memoria RAM del ordenador, con posibilidad de desbordarla. Hay que tener en cuenta que el volumen de
los resultados puede ser muy superior al de los datos, ya que albergan la información de todas las
variables asociadas a cada uno de los elementos de la red, para cada uno de los instantes de cálculo de la
simulación. (el fichero .net de la red de 26.000 nudos antes citada ocupa 6,7 Mb, mientras que el fichero
.out ocupa 34,5 Mb para una simulación de 24 instantes incluida la calidad). A cambio, EPANET
mantiene siempre activa una estructura de punteros que permite acceder inmediatamente a la información
requerida del fichero de resultados. Gracias a ello, el refresco de los resultados mostrados sobre el
esquema de la red para cualquier instante es sumamente rápido, permitiendo incluso efectuar
animaciones.
Otra característica importante es la posibilidad de incorporar un mapa de fondo, ya sea en formato
raster (bitmap) o en formato vectorial (metafile), lo que permite al usuario incluso digitalizar la red
directamente sobre dicho fondo. El fondo se amplia o se desplaza junto con la red. Además puede
cargarse y descargarse o bien inhabilitarse temporalmente. Aunque EPANET incorpora alguna
herramienta auxiliar para ajustar una red ya trazada sobre el fondo, lo cierto es que en este aspecto resulta
algo limitado, teniendo que recurrir a cálculos auxiliares para conseguir un encaje perfecto.
Asimismo, otra de las limitaciones que pueden achacarse a la interfaz de EPANET es que la ventana
principal no sea multi-proyecto. Ello significa que solo puede ejecutarse un proyecto simultáneamente en
una sesión. No obstante, es multi-ejecutable, de modo que varias sesiones pueden coexistir
simultáneamente a efectos de comparar resultados entre una hipótesis y otra.
Finalmente, hay que destacar de la interfaz la gran variedad de formatos que ofrece para observar los
resultados: códigos de colores y valores numéricos sobre el esquema, tablas personalizables de valores
instantáneos o de su evolución en el tiempo, gráficas de evolución con numerosas opciones de
personalización, perfiles longitudinales, mapas de isolíneas (o de igual valor), curvas estadísticas de
distribución de la variables observada, y curvas de balance de caudales. Muchas de estas gráficas ofrecen
la opción de elegir la hora, el nudo o línea, o incluso la posibilidad de superponer varias curvas. Existe
también la posibilidad de efectuar búsquedas de elementos por su identificativo y consultas para destacar
los nudos/líneas cuya magnitud asociada supera o minora cierto valor. Las consultas son dinámicas, y
puede verse la evolución de los resultados de la consulta en el tiempo.
En otro apartado, EPANET ofrece la generación de varios tipos de informes, además del asociado con
la marcha de los cálculos, también denominado Informe de Estado. Estos son el Informe de Energías, que
aporta un balance de los consumos energéticos a lo largo de la simulación y de los costes asociados,
siempre que se proporcionan los precios unitarios de la energía (éstos pueden variar hora a hora, como
ocurre actualmente para algunos consumidores cualificados).
Otro tipo de informe bastante elaborado es el referente a los resultados de la calibración. Una vez
declarados los ficheros con los datos de campo en las opciones del Proyecto, los resultados de la
simulación pueden compararse con éstos, bien superponiéndolos sobre la gráfica de evolución de la
magnitud a calibrar en cada nudo/línea (esto se realiza de forma automática) o bien a través del Informe
de Calibración que incluye una tabla de resultados estadísticos, un gráfico de correlación y un histograma
comparativo.
Finalmente el Informe de Reacciones permite conocer el balance entre inyección y consumo de las
sustancias reactivas introducidas en la red, como por ejemplo, el cloro.
Existe aún la posibilidad de generar un informe de texto completo con todos los resultados de la
simulación, el cual suele adjuntarse a la memoria de cálculos en la confección de los Planes Directores.
Sin embargo, dicho fichero puede resultar excesivo, y editarlo para reducir su tamaño resulta también una
tarea costosa. EPANET no permite introducir desde la interfaz criterios de selección de la información a
presentar en el informe, pero existe aún el recurso de ejecutar EPANET en modo comando. El fichero
correspondiente se encuentra en el directorio de instalación de EPANET, y se denomina Epanes2d.exe en
su versión española. El comando se ejecuta desde una ventana DOS, introduciendo a continuación de
dicho comando dos parámetros, el primero corresponde al nombre del fichero .INP, y el segundo al
nombre del fichero de informe a generar con los resultados deseados. Para seleccionar éstos, la sección
[REPORT] del fichero .INP ofrece múltiples opciones (por identificativos de nudos/líneas, por magnitud,
por valores, etc).

La comunicación externa
EPANET aunque es autónomo, no es un producto cerrado como pudiera pensarse a primera vista. Sin
embargo, también es verdad que no ofrece todas las posibilidades de comunicación deseables, sobretodo
en lo que respecta a la información gráfica.
El primer elemento de comunicación con otros entornos es el fichero .INP. Como se ha indicado, se
trata de un fichero de texto estructurado, que contiene toda la información relativa al modelo. En total
contiene 27 secciones, que pueden clasificarse en función del alcance del modelo. Detalles sobre la
sintaxis de cada sección pueden encontrarse en el Manual, y también en la Ayuda en línea del Módulo de
Herramientas. Los ficheros INP de la versión 1.1 son leídos automáticamente por la nueva versión,
aunque ahora los contenidos son más amplios. En general, si desde cualquier entorno gráfico, queremos
comunicar con EPANET, basta con generar el fichero INP correspondiente desde dicho entorno,
siguiendo las normas sintácticas, tal y como hace la propia interfaz de EPANET. A continuación se
ejecuta dicho fichero en modo comando o utilizando el Módulo de Herramientas. Finalmente no hay más
que leer el fichero de salida .out generado.
Desde la interfaz de EPANET se puede también generar el fichero .INP a voluntad, lo que permite
transferir todos los datos del modelo a otros entornos gráficos. Además el fichero .INP es fácilmente
editable, y constituye siempre un recurso para modificar algún dato no accesible desde la interfaz o de
tratamiento engorroso (leyes de control, por ejemplo)
Precisamente la disponibilidad del fichero .INP abre las puertas a otra forma de introducir los datos
del modelo: a través de Excel. Las diferentes secciones del fichero pueden construirse y editarse en
diferentes hojas de cálculo, y a continuación copiarse a través del portapapeles sobre el fichero .INP, el
cual es leído finalmente desde la interfaz de EPANET. Por ejemplo, esto puede ser de gran ayuda para
asignar los consumos a los nudos de una red de gran envergadura.
Finalmente, indicar que el uso del fichero .INP es indispensable para utilizar el Módulo de
Herramientas en tareas de investigación o en aplicaciones más avanzadas.
A nivel de resultados, la exportación de éstos está igualmente contemplada. A través de la opción de
menú Copiar, los resultados pueden transferirse al portapapeles o a un fichero, y en formato texto, en
formato bitmap o en formato metafichero. Las distintas opciones posibles dependen de la naturaleza de la
ventana activa. Por ejemplo, si abrimos una gráfica de evolución, ésta puede copiarse a Word bien como
bitmap o bien como metafichero, en cuyo caso será editable desde Word. Si elegimos la opción texto, los
valores numéricos que conforman la gráfica pueden ser trasladados en forma de columna directamente a
Excel o a un fichero de texto (o incluso al propio Word). Los problemas con la coma decimal han sido
resueltos totalmente en la versión española. Cada ventana tiene sus particularidades, y recomendamos al
usuario familiarizarse con todas ellas.
Existen además otras funciones específicas para importación y exportación de datos. Una de las más
útiles y poco conocidas es la gestión de escenarios. EPANET permite para una determinada red, cuya
topología no cambia, trabajar con diferentes hipótesis de demandas (en prospecciones), de diámetros (en
diseño), de rugosidades (en calibración), de calidad inicial y coeficientes de reacción (en modelos de
calidad), o de leyes de control (en operación). Las diferentes hipótesis pueden residir en ficheros
separados o bien combinarse en un solo fichero. Esos ficheros se denominan .scn, son de tipo texto, y su
estructura es muy simple. Para verlos basta efectuar la exportación de un escenario desde la opción de
menú Exportar Escenario, y elegir las variables de exportación deseadas. El fichero exportado puede
ahora modificarse y ser releído con la opción Importar Escenario. Si utilizamos una hoja de cálculo para
preparar estos ficheros, nos daremos cuenta de la gran potencia que EPANET ofrece en este aspecto. Solo
puede achacarse a EPANET en este sentido que no es capaz de mantener una estructura relacional entre
las diferentes hipótesis, lo cual debe quedar a cargo del usuario.
Llegamos finalmente al punto más controvertido, la transferencia de la información gráfica relativa al
esquema de la red, con otros entornos como AutoCAD o Microstation. Ya hemos dicho que la
información gráfica puede exportarse como un fichero metafile, pero estos ficheros no mantienen un
sistema de referencia absoluto para las coordenadas. La posibilidad de exportar la red a un fichero DXF
está contemplada en la opción Exportar Esquema, con la única opción de elegir la simbología para los
nudos. EPANET exporta, en efecto, las coordenadas absolutas de cada nudo (también existe la posibilidad
de exportar éstas a un fichero de texto tipo .map), y genera un fichero DXF con 5 capas: nudos, líneas,
depósitos, textos y flechas. Los textos hacen referencia a los rótulos y no las etiquetas, aunque ciertos
valores pueden visualizarse como rótulos (ver propiedades). Los grosores y colores son respetados, pero
pueden después modificarse.
La pregunta más frecuente en torno a la comunicación de EPANET con AutoCAD es si se puede
importar directamente el trazado de una red dibujada en AutoCAD. La respuesta es NO. Hay que tener en
cuenta que EPANET necesita conocer, además de las coordenadas de los nudos, la numeración de nudos
y líneas, y cómo éstos se conectan. Existen aplicaciones que desde AutoCAD exportan un fichero .INP
parcial con toda esta información, el cual puede leerse después normalmente, sólo que estará incompleto
y deberá completarse desde la interfaz. Pero para ello, en AutoCAD debe declararse la numeración de
nudos y líneas, o bien ésta debe ser efectuada directamente por la utilidad de exportación. Si se dispone
de una utilidad de este tipo, es la mejor opción. En otro caso, siempre cabe el recurso de exportar la
información gráfica desde AutoCAD, incluida la red, como un fichero metafile, cargar éste como fondo
en EPANET y digitalizar directamente el trazado de la red.
La opción Importar Esquema en realidad hace referencia tan solo a la importación de un fichero de
coordenadas para los nudos, pero no a su topología. Es más bien una opción pensada para compatibilizar
la nueva versión de EPANET con la anterior, aunque puede sacarse provecho para visualizar solo algunas
partes de la red si se desea. En realidad la captura de una red desde AutoCAD era una opción prevista por
el autor, pero circunstancias ajenas le obligaron a eliminarla de la versión 2.0.

Breve historia de EPANET

La historia de EPANET aún no ha sido contada, y por ello constituye para mí un cierto atrevimiento.
Como toda historia, la que aquí se ofrece no deja de ser una visión parcial y subjetiva de la realidad.
Conocí a Lew Rossman en 1993, con motivo de la presentación de EPANET en Europa, durante la
Int. Conf. on Computer Applications for Water Supply and Distribution, celebrada en Leicester (UK), el
mismo marco que había elegido Ezio Todini 6 años antes para presentar su famoso método del gradiente.
Había realizado ese año una estancia en la Univ. de De Monfort, en el seno del grupo Water Software
Systems, por entonces liderado por el Prof. Bryan Coulbeck. Dicho grupo era el organizador de este
famoso Congreso de carácter bianual, que se sigue celebrando aún hoy en día.
Desde un primer momento contacté con Lew y le pedí su colaboración para llevar a cabo la traducción
de la versión 1.1, la cual se terminó en Diciembre de 1994. Desde entonces mis contactos con Rossman
han sido permanentes. En el verano de 1997 tuve la gran oportunidad de trabajar junto a él durante 2
meses en Cincinnati, y fue allí donde conocí muchos de los entresijos de EPANET, hasta entonces
desconocidos para mí.
En honor a la verdad, hay que decir que el precursor de EPANET fue Robert Clark, responsable de la
Water Supply and Water Resources Division del laboratorio NRMRL de la EPA, en Cincinnati. Autor de
numerosas publicaciones sobre la calidad del agua en las redes de distribución, y uno de los pioneros de
estos estudios, su preocupación por desarrollar un software específico, capaz de modelar la calidad del
agua en las redes, le llevó a crear una plaza en su departamento con este fin. Dicha plaza la ganó por
concurso Lewis Rossman. Lew era supervisor de algunos trabajos de investigación subcontratados por la
EPA, en torno a las técnicas de tratamiento del agua en plantas depuradoras. Sus inquietudes de tipo
académico habían sido truncadas tiempo atrás, y la informática era para él solo una afición. El nuevo
puesto fue un acicate para combinar su sólida formación químico-hidráulica, su interés por la
investigación, sus profundos conocimientos de informática y su buen hacer, en la confección de un
programa a la medida de los requerimientos establecidos por R. Clark.
Cuando Rossman ganó la plaza, a finales de los años 80, había sobrepasado con creces los 40 años,
pero esto no fue ningún obstáculo. Pronto se puso en contacto con expertos en el tema, muchos de ellos
integrados en el grupo denominado internamente como I-75, nombre de la autopista interestatal que une
Lexington con Chicago, y en torno a la cual se ubican importantes Universidades y centros de
investigación de EEUU. Lexington era la patria de KYPIPE, el programa de análisis más difundido por
entonces en EEUU, desarrollado por Don Wood en la Universidad de Kentucky (KY), y en un principio
distribuido gratuitamente. Pero uno de sus más brillantes colaboradores, Paul Boulos, que había
desarrollado su tesis bajo la dirección de D. Wood, decidió unirse a Rossman en su nuevo proyecto, con
la intención de poder incorporar nuevos algoritmos y teorías.
Cuando Paul Boulos se unió al proyecto, EPANET ya estaba en marcha. Rossman había desarrollado
en C un núcleo de cálculo hidráulico, basado en el método de los nudos de Gessler, una variante del
método de N-R. Los métodos híbridos habían estado en el punto de mira, pero fueron aparcados en un
primer momento. Rossman había echado mano ya al tratado de George y Liu para implementar las
técnicas de matrices vacías en la resolución del método de los nudos. Sus próximos objetivos eran adaptar
el famoso programa QUAL de la EPA, desarrollado para el seguimiento de la calidad en cursos de agua,
al caso particular del flujo en tuberías. Además, tenía previsto desarrollar una interfaz gráfica para
EPANET, programada directamente en C para MS-DOS.
Paul convenció a Lew que con poco esfuerzo más podía implementar el método del gradiente,
presentado unos años antes por Todini en el Congreso de Leicester. Juntos desarrollaron también el
método de los volúmenes discretos para modelar la calidad del agua en las tuberías. Por entonces
aparecieron también las primeras versiones de Visual Basic para Windows. Todo ello provocó una serie
de cambios sobre el proyecto inicial, que desembocaron primero en la versión 1.0 de EPANET (sólo
distribuida internamente), y seguidamente la versión 1.1, ya ampliamente difundida, la cual experimentó
posteriormente hasta 5 revisiones.
En 1996 Rossman comenzó a maquinar la nueva versión 2.0, intentando suplir las principales
deficiencias de la versión anterior, y dispuesto a incorporar las múltiples mejoras que se habían quedado
en el tintero. Cuando conocí la nueva versión de EPANET, en el verano del 97, la primera interfaz en
Delphi ya estaba desarrollada, pero Rossman utilizaba una ventana para editar el esquema de la red y otra
para visualizar los resultados. Los cambios introducidos en la interfaz a partir de entonces fueron muchos:
además de aunar las dos ventanas en una, se añadieron las distintas opciones de visualización del
esquema, haciendo depender por ejemplo grosores de línea y tamaños de nudo del valor de la magnitud
representada; los intentos por eliminar el Visor se quedaron en la incorporación de una ventana flotante
para observar los resultados numéricos; se añadió un icono en forma de grifo para diferenciar cuándo los
resultados se corresponden con los datos y cuándo no; se incorporó la opción de animación, etc, etc.
Muchas de estas ideas fueron tomadas de una interfaz propia que tenía en desarrollo por aquel entonces.
Hasta el propio Tom Walski, antes de ser contratado por Haestad Methods, aportó sus sugerencias en el
desarrollo de EPANET 2, como la posibilidad de observar fijamente la evolución de ciertos resultados a
través de cajas de texto, o la posibilidad de obtener los valores medios a lo largo de una simulación para
estimar volúmenes de paso.
En lo referente al módulo de cálculo, Rossman aprovechó la nueva versión para introducir numerosas
mejoras. Tras una visita efectuada a Dublín, por invitación de Edmund Dunlop, Rossman incorporó en las
ecuaciones de pérdidas el ajuste de tercer orden para dar continuidad al factor de fricción entre el régimen
laminar y turbulento. Curiosamente, un desliz en la implementación de las derivadas para el caso de flujo
laminar, tras incorporar el algoritmo de Dunlop, fue detectado al ejecutar el modelo de Valencia, pues se
observó que el agua rodaba el centro de la ciudad siempre en el mismo sentido a ciertas horas, justamente
cuando el flujo era laminar debido al equilibrado de presiones.
Uno de los retos más importantes, fue la incorporación de las leyes de control complejas, lo que le
supuso un gran quebradero al tener que modificar radicalmente el algoritmo utilizado hasta entonces para
detectar el desencadenamiento de estas acciones (actualmente es uno de los módulos más voluminosos
del núcleo de cálculo). La introducción del formato con la hora del día, en la especificación de las leyes
de control, fue también otra mejora trascendente, orientada a resolver los problemas creados en los
procesos de calibración, y también en las simulaciones de calidad prolongadas a lo largo de varios días.
Otros de los retos más desafiantes fue la generalización de las curvas de las bombas. Los tramos de la
curva cuya pendiente era demasiado fuerte o demasiado débil provocaban fácilmente inestabilidades, y
también la transición del punto de funcionamiento de un segmento a otro de la curva, lo que finalmente
resolvió reajustando dinámicamente la curva característica de la bomba. Asimismo la aparición en el
mercado de válvulas automáticas cada vez más complejas, le llevaron finalmente a incorporar las válvulas
de propósito general en el modelo.
Por otra parte, desde Inglaterra le sugirieron incorporar varias demandas por nudo, cosa a la que en un
principio era reacio, por no estar estandarizado este método de asignación de consumos en América.
Finalmente la propuesta fue aceptada. La inclusión de los emisores surgió, sin embargo, a propuesta de R.
Aliod, de la Universidad de Zaragoza, al objeto de poder modelar con EPANET redes de riego, y también
por nuestra insistencia en la posibilidad de modelar las fugas. Afortunadamente, R. Salgado había
contemplado ya estos elementos en su extensión del método del gradiente, lo que le facilitó a Rossman la
tarea. Finalmente, los emisores se están aplicando hoy en día sobre todo para la determinación de
caudales de incendio.
En lo que respecta al módulo de calidad, Paul Boulos había fundado ya en 1997 MWSoft, una división
dentro de la poderosa consultora americana Montgomery Watson, y se encontraba desarrollando su nuevo
programa H2ONET. Intercambiaba aún con Rossman resultados relativos al módulo de cálculo. Paul
había desarrollado, para implementar el modelo de calidad en su nuevo producto, el método conducido
por eventos, y se vanagloriaba ante Rossman sobre las excelencias de su nuevo algoritmo en comparación
con el método de los volúmenes discretos. Decidieron pues efectuar un estudio comparativo, para lo cual
Rossman implementó el código completo de los tres métodos en liza: el de los volúmenes discretos el
conducido por eventos y el conducido por tiempos, que implementaba el programa Stoner, buscando la
mayor eficiencia en cada uno de ellos. Al final, Rossman apostó por este último para la versión 2.0, a
costa de olvidar el suyo, pero con una baza sobre el de Paul: la posibilidad de ser ampliado en el futuro
para seguir la traza de varios componentes simultáneamente, y contemplar la posible reacción entre ellos.
También en la nueva versión Rossman incorporó nuevos modelos de mezcla en los depósitos. A su
desarrollo contribuyó Rosario Vidal, una becaria de la Cátedra de Mecánica de Fluidos, hoy profesora en
la UJI, que fue aceptada por Rossman para analizar el efecto de la cantidad de movimiento del flujo
entrante en los depósitos sobre los procesos de mezcla. Asimismo, con la ayuda de Walter Grayman, un
consultor de la EPA muy activo, Rossman desarrolló modelos en 3D por diferencias finitas y modelos a
escala de laboratorio para estudiar estos procesos. Finalmente, decidió incorporar en EPANET 2.0
versiones simplificadas de todos estos modelos.
Pero cuando la versión 2.0 estaba finalmente a punto de ser colgada en la página Web de la EPA, el
cambio del sistema interno de acceso a Internet le obligó a un nuevo retraso. Rossman aprovechó el
mismo para incorporar los mapas de fondo, y permitir el trazado de las tuberías mediante polilíneas,
aspectos ambos muy apreciados hoy por los usuarios. La versión 2.0, en su revisión 2.00.05, se colgó
definitivamente de la red en Junio de 2000, y desde entonces ha habido 5 revisiones más, siendo la última
la 2.00.10. Los cambios efectuados en cada una pueden consultarse en el fichero Actualizaciones.txt,
ubicado en el directorio de instalación de EPANET.
Los pasos siguientes en el desarrollo de EPANET eran mejorar su conexión con programas externos
como AutoCAD o ArcView. Rossman se había ya familiarizado con estos productos, en particular con los
formatos DXF y Shape. Asimismo, había conseguido herramientas de dominio público para la conexión
de sus bases de datos con el estándar .dbf. Comenzó con la importación de ficheros DXF, pero cuando las
nuevas mejoras se encontraban en pleno desarrollo, circunstancias imprevistas truncaron de raíz lo que
iba a ser la versión 2.1 de EPANET.

El futuro de EPANET

En la introducción se puso ya de manifiesto el gran impacto que EPANET tuvo desde su primera
aparición, y sobretodo con el lanzamiento de la versión 2.0. Muchas compañías privadas decidieron
adoptar el módulo de herramientas de EPANET 2.0 como núcleo de cálculo, e intentaron sacar productos
comerciales a base de mejorar la interfaz gráfica. Entre ellos John Haestad, quien utilizó el núcleo de
EPANET para relanzar el obsoleto programa CYBERNET, basado en KYPIPE, con el nuevo nombre de
WaterCAD. También Paul Boulos, gran investigador al que ya nos hemos referido, utilizó el núcleo de
EPANET para desarrollar las primeras versiones de H2ONET. Asimismo en Europa, el prestigioso
instituto de hidráulica danés DHI, se basó en el núcleo de EPANET para desarrollar el programa MIKE
NET.
Pero la vida da muchas vueltas, y quienes fueron grandes defensores de EPANET en sus primeras
etapas, se convirtieron finalmente en sus enemigos. Los productos comerciales que habían desarrollado
seguían encontrando en EPANET un gran competidor y terminaron por denunciar a la EPA por
competencia desleal de un organismo público con compañías privadas. Rossman tuvo que defender los
principios de EPANET ante los tribunales en un par de ocasiones. Su error fue desarrollar un producto
demasiado perfecto para ser de dominio público.
La sentencia le condenó a detener cualquier avance de EPANET en lo referente a mejoras de la
interfaz o la incorporación de nuevas prestaciones. Así, el módulo de captura de datos desde AutoCAD, la
utilidad para encajar los fondos a partir de puntos de ajuste, o la incorporación de leyes de control propias
de las modernas estaciones de bombeo provistas con grupos de velocidad variable, ya desarrolladas,
quedaron enterradas para siempre.
Sus nuevos superiores, en el laboratorio AWBERC de la EPA en Cincinnati (Ohio), le propusieron
entonces utilizar sus conocimientos y experiencia para desarrollar una nueva versión más actualizada de
SWMM, un programa de gran renombre desarrollado también en la EPA en los años 70, y orientado al
análisis de redes de alcantarillado. Pero esta vez, el nuevo producto se haría bajo la supervisión de las
compañías comerciales, y con la colaboración de diversas ingenierías. El nuevo programa SWMM 5 está
ya disponible en su versión beta, pero ha sido mutilado nuevamente en sus aspiraciones iniciales, por los
que eran ya de entrada sus competidores.
EPANET sin embargo, no ha muerto. Como herramienta de investigación sigue siendo
imprescindible, y como simulador será utilizado aún por muchos años en todos los lugares del mundo. La
única puerta que queda abierta para mejorar EPANET es la incorporación de nuevas teorías y
formulaciones aún por contrastar experimentalmente, que puedan suponer un avance en nuestros
conocimientos. En este sentido, una nueva versión de EPANET 3 está ya en marcha. Nuevos modelos de
calidad multi-componente van a ser añadidos para simular los complejos procesos que ocurren con los
contaminantes reactivos, mientras son transportados por el agua a través de las tuberías; en particular los
trihalometanos, cuyas concentraciones estarán rigurosamente limitadas en nuestro país cuando entre en
vigor la nueva directiva europea. Asimismo, los modelos de demandas dependientes de la presión, entre
las que se cuentan las fugas, serán incorporados también en la nueva versión, como otra de las mejoras
más reseñables.

Agradecimientos
Quiero agradecer a Lew Rossman las muchas horas que me ha dedicado para trasmitirme sus
experiencias y comentarios, así como por haber efectuado algunos desarrollos que me permitieron
completar las versiones españolas de EPANET 1.1 y 2.0. A la Consellería de Educación de la Generalitat
Valenciana, por financiarme una estancia en Cincinnati durante el verano de 1997. A Aguas de Valencia,
por sufragar el trabajo de traducción que ha hecho posible distribuir EPANET 2 en español de forma
gratuita. A Général des Eaux por su confianza en nuestro buen hacer, para acometer la traducción de la
versión francesa. Finalmente a la Universidad Politécnica por facilitarme todos los medios que he
necesitado y a los componentes del grupo REDHISP por sus continuas sugerencias y revisiones, así como
por su colaboración en la difusión de EPANET.

Referencias
George, A., Liu, J. W-H. (1981). “Computer Solution of Large Sparse Positive Definite Systems”.
Prentice-Hall, Englewood Cliffs
Todini,E.; Pilati, S. (1987) “A gradient method for the analysis of pipe networks”. Int. Conf. on Computer
Applications for Water Supply and Distribution. Leicester Polytechnic, UK, September 8-10
Liou, R.H., Kron,J.R. (1987) “Modeling the propagation of waterborne substances in distribution
networks”. J.AWWA, 79 (11), 54-58
Salgado-Castro, R. (1988). “Computer Modelling of Water Supply Distribution Networks using the
Gradient Method”. PhD Thesis. British Library, doc. X55 772
Dunlop, E.J. (1991). “WADI Users Manual”. Local Gov .Comp. Services Board. Dublin
Rossman, L., Boulos, P., Altman, T. (1993), “Discrete volume-element method for network water-quality
models”. J. Water Res. Plan. Manag. Vol. 199, No 5, 505-517
Rossman, L., Boulos, P. (1996). “Numerical methods for modelling water quality in distribution systems:
A comparison”. J. Water Res. Plan. Manag. Vol. 122, No. 2, 137-146
Vidal, R. (1996). “Implicaciones de los modelos de calidad en el diseño y operación de las redes de
distribución de agua potable”. Tesis Doctoral. Univ. Politécnica de Valencia
Rossman, L., Grayman, W. (1999). “Scale-model studies of mixing in drinking water storage tanks”.
Jour. Env. Eng. Vol. 125, No. 8, pp 755-761.
Rossman, L. (2000) “EPANET 2 Users Manual”. NRMRL, EPA,Cincinnati, OH
Martinez, F. (2002). “Manual de EPANET 2.0 en español”. www.redhisp.upv.es
Figura 1. Descarga de EPANET 2 Esp desde la página web: www.redhisp.upv.es

Figura 2. Interfaz de EPANET 2 en Español y ventanas principales


Figura 3. Simulación del comportamiento de un grupo hidropresor
Figura 4. Modelo de la E.B de Manises y evolución del nivel en los depósitos

Figura 5. Perfil de líneas piezométricas desde los depósitos de Picassent al Puerto, a las 11 horas
Figura 6. Red arterial de la zona Este de la
ciudad, encajada sobre una ortofoto de fondo

Figura 7. Mapa de presiones en la red a las 11


horas

Figura 8. Nudos con tiempo de permanencia


superior a las 48 horas y a las 60 horas en
algún momento

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