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Leakage, Pressure Dependent Demands and Head-driven Models in Water Distribution Systems View project
All content following this page was uploaded by Fernando Martínez Alzamora on 12 November 2017.
Introducción
Vivimos en una época afortunada en que los ordenadores más rápidos se pueden encontrar a precios
muy asequibles en el mercado. Además disponemos de aplicaciones informáticas con interfaces
amigables, entradas/salidas gráficas y ayudas en línea a nuestro alcance para resolver cualquier
eventualidad. Cuando además, estas aplicaciones son de libre acceso (cada vez se tiende más a ello) y se
dispone de una lista de correo donde formular nuestras dudas, o la posibilidad de recurrir a técnicos
familiarizados con el producto que puedan echarnos una mano, no puede pedirse más.
Pues bien, los técnicos encargados de la planificación y gestión de las redes de suministro de agua
están de suerte. EPANET es un programa para el análisis de redes hidráulicas que encaja con todos estos
requisitos. Desarrollado a comienzos de los 90 en el Laboratorio de Investigación Nacional para la
Gestión de Riesgos (NRMRL) de la Agencia para la Protección de Medio Ambiente de EEUU (USEPA),
EPANET ha roto con todos los esquemas anteriores y se ha constituido en el software de análisis de redes
más extendido a nivel mundial.
Los secretos de este éxito son varios, siendo la conjunción de todos ellos quienes han convertido a
esta aplicación en un referente para el modelado de las redes de distribución de agua. En primer lugar,
EPANET incorpora unos algoritmos de cálculo internos que aún no han sido superados. En ellos se
conjuga la rapidez de cálculo, gracias al empleo de matrices vacías y la codificación del módulo de
cálculo en lenguaje ANSI C, con la rapidez de convergencia gracias a la formulación del problema de
equilibrio por métodos del gradiente.
Por otra parte, la interfaz gráfica que ofrece EPANET 2 resulta muy amigable, fácil de manejar por su
simpleza, e impactante por sus presentaciones. Al mismo tiempo ofrece enormes posibilidades que el
usuario irá descubriendo poco a poco, a medida que se familiariza en su uso.
Otro aspecto relevante es el cuidado que ha puesto su autor, Lewis Rossman, en hacer de EPANET un
producto abierto y de fácil utilización para toda la comunidad de investigadores. El código interno es
público, y además su estructuración y documentación interna, para aquellos que quieran hurgar en sus
entrañas, es impecable. Rossman escribió el código pensando en terceros usuarios y no para sí mismo,
como ocurre con frecuencia. En mi opinión, el código de EPANET constituye por sí mismo un manual de
programación para profesionales. No obstante, Rossman procuró que la integración del módulo de cálculo
de EPANET en otras aplicaciones no exigiera a los investigadores tener que descender a nivel de código,
para después recompilarlo. En su lugar, el módulo de cálculo se ha compilado en la versión 2.0 como una
DLL, configurando lo que se denomina el Módulo de Herramientas para programadores. Este módulo
ofrece alrededor de unas 50 funciones, que permiten acceder a los datos internos del modelo desde
cualquier entorno de programación. Hasta la propia secuencia de los cálculos puede ser controlada y
modificada utilizando el Módulo de Herramientas.
Hoy en día son numerosos los proyectos de investigación en marcha, tanto en EEUU como Europa,
que utilizan el Módulo de Herramientas de EPANET como punto de partida. Asimismo, son también
numerosas las aplicaciones de software comerciales orientadas al análisis de redes, que integran el
módulo de cálculo de EPANET y ofrecen como valor adicional tan solo más prestaciones al nivel de
interfaz, como es el caso de WaterCAD, H2ONET o MIKE NET entre las más conocidas.
Existen aún otras razones que justifican el éxito de EPANET, además del hecho de ser un producto
gratuito y de libre difusión. Por ejemplo, el soporte de una institución del prestigio de la USEPA
respaldando sus resultados. Aunque como queda bien patente en el prólogo, el autor no se hace
responsable del uso que pudiera hacerse del programa, los resultados que proporciona han sido sin
embargo contrastados previamente en numerosos casos prácticos. En particular los resultados obtenidos
con el modelo de calidad han sido utilizados para la calibración de redes reales a partir de medidas de
campo, los cuales han sido publicados en diversos Congresos y revistas científicas. Hay que pensar que
EPANET se concibió como una herramienta de ayuda para las compañías gestoras de los abastecimientos,
con el fin de que pudieran garantizar la calidad del agua cuando llega a los abonados mediante procesos
de simulación, ante la imposibilidad de medir ésta de forma continuada en todos los puntos de suministro.
Quizás se le podría achacar a EPANET, como punto negativo, la falta de soporte por parte de la EPA,
al ser entre otras cosas un producto de dominio público. Para resolver este handicap, el Prof. William
James, de la Universidad de Guelph (Canadá) tuvo la iniciativa de crear una lista de usuarios de
EPANET, cuya suscripción es gratuita. Aunque el idioma utilizado es el inglés, a través de la misma se
pueden formular todo tipo de preguntas o simplemente conocer las experiencias de otros usuarios más
avanzados. Para suscribirse basta enviar un mensaje con el campo Asunto en blanco, y el texto:
SUBSCRIBE EPANET-USERS nombre
a la dirección de correo electrónico: listserv@listserv.uoguelph.ca, y seguir las instrucciones recibidas a
vuelta de correo.
Características de EPANET
EPANET se concibió como una herramienta para el análisis de la evolución de la calidad del agua,
mientras discurre por las redes de distribución. Pero desde un punto de vista físico, la calidad es
consecuencia de los procesos de trasporte, mezcla y reacción de los contaminantes disueltos en ella. Esto
significa que antes de resolver el problema de la calidad, hay que resolver el problema hidráulico para
conocer los caudales circulantes por las tuberías y la evolución de los volúmenes almacenados en los
depósitos. Pero puesto que éstos dependen a su vez de las demandas de la red, de las características
físicas del sistema y de su modo de regulación, resolver el problema hidráulico termina siendo más
complejo que resolver el problema de la calidad.
La simulación hidráulica
Una vez todos los elementos que configuran el sistema y su modo de comportamiento han sido
declarados, estaremos en condiciones de efectuar el equilibrado del sistema, mediante el cual, a partir de
las demandas y los niveles en los depósitos, se determinan los caudales que entran o salen de éstos, los
caudales circulantes por cada tubería, y las presiones o alturas resultantes en cada uno de los nudos. Es lo
que se conoce como cálculo en Régimen Permanente.
Sin embargo, para resolver un modelo de calidad, se necesita obtener la evolución de todas estas
variables en el tiempo, y por tanto resolver lo que se conoce como una simulación en Periodo Extendido.
En realidad se trata de una mala traducción del inglés (Extended Period) que mejor podría haberse
llamado Periodo Prolongado. En general, cualquier modelo que evoluciona en el tiempo es un modelo
dinámico, y los modelos dinámicos vienen caracterizados matemáticamente por ecuaciones diferenciales
(o en derivadas parciales). Pero para simular la evolución de presiones y caudales en una red no es
necesario recurrir a tales ecuaciones. Afortunadamente, los términos diferenciales representan pequeñas
correcciones que pueden obviarse, y así las simulaciones en periodo extendido no son más que una
sucesión en el tiempo de estados permanentes.
Los términos diferenciales tan solo se aplican para actualizar los niveles del agua en los depósitos de
un instante a otro, lo cual EPANET realiza de un modo explícito, es decir, admitiendo que los caudales
entrantes o salientes son constantes durante un intervalo de cálculo. Ello provoca en ocasiones
fluctuaciones aparentes en los niveles, que se resuelven reduciendo el intervalo de cálculo. A cambio, los
cálculos por este método resultan más rápidos.
La interfaz gráfica
La versión 1.1 de EPANET utilizaba una interfaz gráfica escrita en Visual Basic 3, para mostrar
únicamente los resultados de los cálculos. Los datos de entrada debían introducirse a través de un fichero
de texto estructurado, el famoso fichero .INP. La pega principal a la hora de construir este fichero era la
introducción manual de las coordenadas de los nudos y de la conectividad de la red, conforme a una
numeración previamente establecida de nudos y líneas. Pero además, al margen de todos los problemas de
instalación y compatibilidad asociados con el lenguaje VB de Microsoft, había otro problema adicional: la
lentitud de la ventana gráfica para refrescar los resultados, sobretodo con redes grandes. Así pues,
Rossman decidió dar un vuelco total para construir la interfaz de la versión 2.0.
La nueva interfaz se escribió en Delphi 5, un lenguaje visual basado en Pascal, más próximo a C,
provisto de una tecnología de componentes más flexible y personalizable que la de VB, y con la ventaja
de poder compilar el código fuente junto con todas las librerías auxiliares en un solo fichero ejecutable,
independiente de la configuración Windows del usuario, y de ejecución mucho más rápida. Con ello se
garantizaba el funcionamiento al 100 % sobre cualquier máquina, al tiempo que los problemas de refresco
de la ventana del esquema de la red se habían eliminado (una red de 40.000 nudos se refresca ahora en
menos de 1 segundo).
El autor tuvo también la precaución de compilar aparte muchos de los elementos comunes que
configuran la interfaz (vista previa, opciones de gráficos, formularios de impresión y manejo de
impresoras, etc) configurando así un ‘package’ de confección propia, con algunos segmentos de código
GNU (dominio público), que puede ser reutilizado para otras aplicaciones.
La ventana principal de la interfaz es multidocumento (MDI), de modo que puede alojar cuantas
ventanas hijas se desee, al objeto de poder observar y comparar diferentes resultados. Sin embargo, hay
dos ventanas que son fijas (aunque minimizables): la ventana del Esquema de la Red, a través de la cual
actúa principalmente el usuario, y la ventana auxiliar del Visor, desde la que se tiene acceso a la Base de
Datos interna, y también a la selección de los datos a visualizar sobre el esquema. Las opciones de Menú
de EPANET son sensibles a la ventana activa en cada momento, de modo que se necesita algo de práctica
para familiarizarse con las opciones asociadas a cada ventana. También este hecho suele ser motivo de
nuevos ‘descubrimientos’ para usuarios más avanzados.
La nueva interfaz gráfica de EPANET dispone de herramientas para introducir con la ayuda del ratón
todos los elementos que configuran el esquema de la red. Al mismo tiempo se efectúa la numeración
automática de los nuevos componentes y se establece internamente la topología. La interfaz contempla
asimismo numerosos diálogos para introducir los restantes datos del modelo, algunos de ellos muy
elaborados, como el empleado para introducir las curvas de modulación y el de las curvas de
comportamiento. Sin embargo, uno de los formularios más logrados, aunque simple aparentemente, es el
empleado para introducir las propiedades de los componentes, el cual responde en cada casilla al evento
Change, de modo que cualquier cambio es actualizado inmediatamente en la base de datos, y tenido en
cuenta por el módulo de cálculo. Unido esto al hecho de haber declarado las ventanas de resultados como
no modales, confieren a la aplicación una gran flexibilidad para introducir cambios, ejecutarlos y ver los
nuevos resultados inmediatamente, sin tener que cerrar ninguna de las ventanas abiertas.
La interfaz gráfica de EPANET introduce además el concepto de Proyecto. Este contempla, además de
los datos propiamente dichos del modelo, las datos de creación del mismo y un resumen descriptivo, la
configuración del entorno de trabajo, las opciones por defecto, las dimensiones del área de dibujo, la
referencia a un mapa de fondo superponible sobre el esquema de la red, las opciones de visualización
elegidas, los colores y rangos asignados a las leyendas, las referencias a los ficheros que contienen los
datos de calibración, etc. Parte de esta información es guardada en un fichero .ini, de modo que sirva para
futuras sesiones de EPANET. Sin embargo, la mayor parte de esta información es almacenada, junto con
los datos del modelo, en un fichero binario .net. En consecuencia, cuando abrimos de nuevo un fichero
.net, todo el entorno de trabajo asociado al proyecto es restituido automáticamente.
Así pues, la principal diferencia entre un fichero .net y un fichero .INP es que mientras el primero
almacena los datos del modelo y su entorno de trabajo, el segundo contiene tan solo los datos hidráulicos
de la red, almacenados en código ASCII para poder ser editado en cualquier momento o para transferir los
datos del modelo a otra aplicación. EPANET permite transformar un fichero en otro y viceversa con las
opciones de menú Exportar e Importar.
La interfaz de EPANET trabaja sobre una Base de Datos, editable a través de la ventana del Visor.
Todos los datos están clasificados según el tipo de objeto al que se asocian, incluyendo las opciones de
cálculo. Los objetos de tipo gráfico son asociados automáticamente con su representación en el esquema,
y viceversa. La Base de Datos es el núcleo de toda la información interna, y cualquier interacción del
usuario con el modelo a través de la interfaz, se efectúa en realidad sobre la Base de Datos. Cada vez que
se ejecuta el modelo, el contenido de la Base de Datos es volcado a un fichero .INP, el cual será leído por
el Módulo de Herramientas para llevar a cabo la simulación y devolver seguidamente los resultados en un
fichero binario de salida .out, perfectamente estructurado.
Uno de los secretos de EPANET reside en este fichero de salida. Si los resultados se hubieran
transferido directamente a la Base de Datos, las consultas resultarían lentas, al tiempo que inundarían la
memoria RAM del ordenador, con posibilidad de desbordarla. Hay que tener en cuenta que el volumen de
los resultados puede ser muy superior al de los datos, ya que albergan la información de todas las
variables asociadas a cada uno de los elementos de la red, para cada uno de los instantes de cálculo de la
simulación. (el fichero .net de la red de 26.000 nudos antes citada ocupa 6,7 Mb, mientras que el fichero
.out ocupa 34,5 Mb para una simulación de 24 instantes incluida la calidad). A cambio, EPANET
mantiene siempre activa una estructura de punteros que permite acceder inmediatamente a la información
requerida del fichero de resultados. Gracias a ello, el refresco de los resultados mostrados sobre el
esquema de la red para cualquier instante es sumamente rápido, permitiendo incluso efectuar
animaciones.
Otra característica importante es la posibilidad de incorporar un mapa de fondo, ya sea en formato
raster (bitmap) o en formato vectorial (metafile), lo que permite al usuario incluso digitalizar la red
directamente sobre dicho fondo. El fondo se amplia o se desplaza junto con la red. Además puede
cargarse y descargarse o bien inhabilitarse temporalmente. Aunque EPANET incorpora alguna
herramienta auxiliar para ajustar una red ya trazada sobre el fondo, lo cierto es que en este aspecto resulta
algo limitado, teniendo que recurrir a cálculos auxiliares para conseguir un encaje perfecto.
Asimismo, otra de las limitaciones que pueden achacarse a la interfaz de EPANET es que la ventana
principal no sea multi-proyecto. Ello significa que solo puede ejecutarse un proyecto simultáneamente en
una sesión. No obstante, es multi-ejecutable, de modo que varias sesiones pueden coexistir
simultáneamente a efectos de comparar resultados entre una hipótesis y otra.
Finalmente, hay que destacar de la interfaz la gran variedad de formatos que ofrece para observar los
resultados: códigos de colores y valores numéricos sobre el esquema, tablas personalizables de valores
instantáneos o de su evolución en el tiempo, gráficas de evolución con numerosas opciones de
personalización, perfiles longitudinales, mapas de isolíneas (o de igual valor), curvas estadísticas de
distribución de la variables observada, y curvas de balance de caudales. Muchas de estas gráficas ofrecen
la opción de elegir la hora, el nudo o línea, o incluso la posibilidad de superponer varias curvas. Existe
también la posibilidad de efectuar búsquedas de elementos por su identificativo y consultas para destacar
los nudos/líneas cuya magnitud asociada supera o minora cierto valor. Las consultas son dinámicas, y
puede verse la evolución de los resultados de la consulta en el tiempo.
En otro apartado, EPANET ofrece la generación de varios tipos de informes, además del asociado con
la marcha de los cálculos, también denominado Informe de Estado. Estos son el Informe de Energías, que
aporta un balance de los consumos energéticos a lo largo de la simulación y de los costes asociados,
siempre que se proporcionan los precios unitarios de la energía (éstos pueden variar hora a hora, como
ocurre actualmente para algunos consumidores cualificados).
Otro tipo de informe bastante elaborado es el referente a los resultados de la calibración. Una vez
declarados los ficheros con los datos de campo en las opciones del Proyecto, los resultados de la
simulación pueden compararse con éstos, bien superponiéndolos sobre la gráfica de evolución de la
magnitud a calibrar en cada nudo/línea (esto se realiza de forma automática) o bien a través del Informe
de Calibración que incluye una tabla de resultados estadísticos, un gráfico de correlación y un histograma
comparativo.
Finalmente el Informe de Reacciones permite conocer el balance entre inyección y consumo de las
sustancias reactivas introducidas en la red, como por ejemplo, el cloro.
Existe aún la posibilidad de generar un informe de texto completo con todos los resultados de la
simulación, el cual suele adjuntarse a la memoria de cálculos en la confección de los Planes Directores.
Sin embargo, dicho fichero puede resultar excesivo, y editarlo para reducir su tamaño resulta también una
tarea costosa. EPANET no permite introducir desde la interfaz criterios de selección de la información a
presentar en el informe, pero existe aún el recurso de ejecutar EPANET en modo comando. El fichero
correspondiente se encuentra en el directorio de instalación de EPANET, y se denomina Epanes2d.exe en
su versión española. El comando se ejecuta desde una ventana DOS, introduciendo a continuación de
dicho comando dos parámetros, el primero corresponde al nombre del fichero .INP, y el segundo al
nombre del fichero de informe a generar con los resultados deseados. Para seleccionar éstos, la sección
[REPORT] del fichero .INP ofrece múltiples opciones (por identificativos de nudos/líneas, por magnitud,
por valores, etc).
La comunicación externa
EPANET aunque es autónomo, no es un producto cerrado como pudiera pensarse a primera vista. Sin
embargo, también es verdad que no ofrece todas las posibilidades de comunicación deseables, sobretodo
en lo que respecta a la información gráfica.
El primer elemento de comunicación con otros entornos es el fichero .INP. Como se ha indicado, se
trata de un fichero de texto estructurado, que contiene toda la información relativa al modelo. En total
contiene 27 secciones, que pueden clasificarse en función del alcance del modelo. Detalles sobre la
sintaxis de cada sección pueden encontrarse en el Manual, y también en la Ayuda en línea del Módulo de
Herramientas. Los ficheros INP de la versión 1.1 son leídos automáticamente por la nueva versión,
aunque ahora los contenidos son más amplios. En general, si desde cualquier entorno gráfico, queremos
comunicar con EPANET, basta con generar el fichero INP correspondiente desde dicho entorno,
siguiendo las normas sintácticas, tal y como hace la propia interfaz de EPANET. A continuación se
ejecuta dicho fichero en modo comando o utilizando el Módulo de Herramientas. Finalmente no hay más
que leer el fichero de salida .out generado.
Desde la interfaz de EPANET se puede también generar el fichero .INP a voluntad, lo que permite
transferir todos los datos del modelo a otros entornos gráficos. Además el fichero .INP es fácilmente
editable, y constituye siempre un recurso para modificar algún dato no accesible desde la interfaz o de
tratamiento engorroso (leyes de control, por ejemplo)
Precisamente la disponibilidad del fichero .INP abre las puertas a otra forma de introducir los datos
del modelo: a través de Excel. Las diferentes secciones del fichero pueden construirse y editarse en
diferentes hojas de cálculo, y a continuación copiarse a través del portapapeles sobre el fichero .INP, el
cual es leído finalmente desde la interfaz de EPANET. Por ejemplo, esto puede ser de gran ayuda para
asignar los consumos a los nudos de una red de gran envergadura.
Finalmente, indicar que el uso del fichero .INP es indispensable para utilizar el Módulo de
Herramientas en tareas de investigación o en aplicaciones más avanzadas.
A nivel de resultados, la exportación de éstos está igualmente contemplada. A través de la opción de
menú Copiar, los resultados pueden transferirse al portapapeles o a un fichero, y en formato texto, en
formato bitmap o en formato metafichero. Las distintas opciones posibles dependen de la naturaleza de la
ventana activa. Por ejemplo, si abrimos una gráfica de evolución, ésta puede copiarse a Word bien como
bitmap o bien como metafichero, en cuyo caso será editable desde Word. Si elegimos la opción texto, los
valores numéricos que conforman la gráfica pueden ser trasladados en forma de columna directamente a
Excel o a un fichero de texto (o incluso al propio Word). Los problemas con la coma decimal han sido
resueltos totalmente en la versión española. Cada ventana tiene sus particularidades, y recomendamos al
usuario familiarizarse con todas ellas.
Existen además otras funciones específicas para importación y exportación de datos. Una de las más
útiles y poco conocidas es la gestión de escenarios. EPANET permite para una determinada red, cuya
topología no cambia, trabajar con diferentes hipótesis de demandas (en prospecciones), de diámetros (en
diseño), de rugosidades (en calibración), de calidad inicial y coeficientes de reacción (en modelos de
calidad), o de leyes de control (en operación). Las diferentes hipótesis pueden residir en ficheros
separados o bien combinarse en un solo fichero. Esos ficheros se denominan .scn, son de tipo texto, y su
estructura es muy simple. Para verlos basta efectuar la exportación de un escenario desde la opción de
menú Exportar Escenario, y elegir las variables de exportación deseadas. El fichero exportado puede
ahora modificarse y ser releído con la opción Importar Escenario. Si utilizamos una hoja de cálculo para
preparar estos ficheros, nos daremos cuenta de la gran potencia que EPANET ofrece en este aspecto. Solo
puede achacarse a EPANET en este sentido que no es capaz de mantener una estructura relacional entre
las diferentes hipótesis, lo cual debe quedar a cargo del usuario.
Llegamos finalmente al punto más controvertido, la transferencia de la información gráfica relativa al
esquema de la red, con otros entornos como AutoCAD o Microstation. Ya hemos dicho que la
información gráfica puede exportarse como un fichero metafile, pero estos ficheros no mantienen un
sistema de referencia absoluto para las coordenadas. La posibilidad de exportar la red a un fichero DXF
está contemplada en la opción Exportar Esquema, con la única opción de elegir la simbología para los
nudos. EPANET exporta, en efecto, las coordenadas absolutas de cada nudo (también existe la posibilidad
de exportar éstas a un fichero de texto tipo .map), y genera un fichero DXF con 5 capas: nudos, líneas,
depósitos, textos y flechas. Los textos hacen referencia a los rótulos y no las etiquetas, aunque ciertos
valores pueden visualizarse como rótulos (ver propiedades). Los grosores y colores son respetados, pero
pueden después modificarse.
La pregunta más frecuente en torno a la comunicación de EPANET con AutoCAD es si se puede
importar directamente el trazado de una red dibujada en AutoCAD. La respuesta es NO. Hay que tener en
cuenta que EPANET necesita conocer, además de las coordenadas de los nudos, la numeración de nudos
y líneas, y cómo éstos se conectan. Existen aplicaciones que desde AutoCAD exportan un fichero .INP
parcial con toda esta información, el cual puede leerse después normalmente, sólo que estará incompleto
y deberá completarse desde la interfaz. Pero para ello, en AutoCAD debe declararse la numeración de
nudos y líneas, o bien ésta debe ser efectuada directamente por la utilidad de exportación. Si se dispone
de una utilidad de este tipo, es la mejor opción. En otro caso, siempre cabe el recurso de exportar la
información gráfica desde AutoCAD, incluida la red, como un fichero metafile, cargar éste como fondo
en EPANET y digitalizar directamente el trazado de la red.
La opción Importar Esquema en realidad hace referencia tan solo a la importación de un fichero de
coordenadas para los nudos, pero no a su topología. Es más bien una opción pensada para compatibilizar
la nueva versión de EPANET con la anterior, aunque puede sacarse provecho para visualizar solo algunas
partes de la red si se desea. En realidad la captura de una red desde AutoCAD era una opción prevista por
el autor, pero circunstancias ajenas le obligaron a eliminarla de la versión 2.0.
La historia de EPANET aún no ha sido contada, y por ello constituye para mí un cierto atrevimiento.
Como toda historia, la que aquí se ofrece no deja de ser una visión parcial y subjetiva de la realidad.
Conocí a Lew Rossman en 1993, con motivo de la presentación de EPANET en Europa, durante la
Int. Conf. on Computer Applications for Water Supply and Distribution, celebrada en Leicester (UK), el
mismo marco que había elegido Ezio Todini 6 años antes para presentar su famoso método del gradiente.
Había realizado ese año una estancia en la Univ. de De Monfort, en el seno del grupo Water Software
Systems, por entonces liderado por el Prof. Bryan Coulbeck. Dicho grupo era el organizador de este
famoso Congreso de carácter bianual, que se sigue celebrando aún hoy en día.
Desde un primer momento contacté con Lew y le pedí su colaboración para llevar a cabo la traducción
de la versión 1.1, la cual se terminó en Diciembre de 1994. Desde entonces mis contactos con Rossman
han sido permanentes. En el verano de 1997 tuve la gran oportunidad de trabajar junto a él durante 2
meses en Cincinnati, y fue allí donde conocí muchos de los entresijos de EPANET, hasta entonces
desconocidos para mí.
En honor a la verdad, hay que decir que el precursor de EPANET fue Robert Clark, responsable de la
Water Supply and Water Resources Division del laboratorio NRMRL de la EPA, en Cincinnati. Autor de
numerosas publicaciones sobre la calidad del agua en las redes de distribución, y uno de los pioneros de
estos estudios, su preocupación por desarrollar un software específico, capaz de modelar la calidad del
agua en las redes, le llevó a crear una plaza en su departamento con este fin. Dicha plaza la ganó por
concurso Lewis Rossman. Lew era supervisor de algunos trabajos de investigación subcontratados por la
EPA, en torno a las técnicas de tratamiento del agua en plantas depuradoras. Sus inquietudes de tipo
académico habían sido truncadas tiempo atrás, y la informática era para él solo una afición. El nuevo
puesto fue un acicate para combinar su sólida formación químico-hidráulica, su interés por la
investigación, sus profundos conocimientos de informática y su buen hacer, en la confección de un
programa a la medida de los requerimientos establecidos por R. Clark.
Cuando Rossman ganó la plaza, a finales de los años 80, había sobrepasado con creces los 40 años,
pero esto no fue ningún obstáculo. Pronto se puso en contacto con expertos en el tema, muchos de ellos
integrados en el grupo denominado internamente como I-75, nombre de la autopista interestatal que une
Lexington con Chicago, y en torno a la cual se ubican importantes Universidades y centros de
investigación de EEUU. Lexington era la patria de KYPIPE, el programa de análisis más difundido por
entonces en EEUU, desarrollado por Don Wood en la Universidad de Kentucky (KY), y en un principio
distribuido gratuitamente. Pero uno de sus más brillantes colaboradores, Paul Boulos, que había
desarrollado su tesis bajo la dirección de D. Wood, decidió unirse a Rossman en su nuevo proyecto, con
la intención de poder incorporar nuevos algoritmos y teorías.
Cuando Paul Boulos se unió al proyecto, EPANET ya estaba en marcha. Rossman había desarrollado
en C un núcleo de cálculo hidráulico, basado en el método de los nudos de Gessler, una variante del
método de N-R. Los métodos híbridos habían estado en el punto de mira, pero fueron aparcados en un
primer momento. Rossman había echado mano ya al tratado de George y Liu para implementar las
técnicas de matrices vacías en la resolución del método de los nudos. Sus próximos objetivos eran adaptar
el famoso programa QUAL de la EPA, desarrollado para el seguimiento de la calidad en cursos de agua,
al caso particular del flujo en tuberías. Además, tenía previsto desarrollar una interfaz gráfica para
EPANET, programada directamente en C para MS-DOS.
Paul convenció a Lew que con poco esfuerzo más podía implementar el método del gradiente,
presentado unos años antes por Todini en el Congreso de Leicester. Juntos desarrollaron también el
método de los volúmenes discretos para modelar la calidad del agua en las tuberías. Por entonces
aparecieron también las primeras versiones de Visual Basic para Windows. Todo ello provocó una serie
de cambios sobre el proyecto inicial, que desembocaron primero en la versión 1.0 de EPANET (sólo
distribuida internamente), y seguidamente la versión 1.1, ya ampliamente difundida, la cual experimentó
posteriormente hasta 5 revisiones.
En 1996 Rossman comenzó a maquinar la nueva versión 2.0, intentando suplir las principales
deficiencias de la versión anterior, y dispuesto a incorporar las múltiples mejoras que se habían quedado
en el tintero. Cuando conocí la nueva versión de EPANET, en el verano del 97, la primera interfaz en
Delphi ya estaba desarrollada, pero Rossman utilizaba una ventana para editar el esquema de la red y otra
para visualizar los resultados. Los cambios introducidos en la interfaz a partir de entonces fueron muchos:
además de aunar las dos ventanas en una, se añadieron las distintas opciones de visualización del
esquema, haciendo depender por ejemplo grosores de línea y tamaños de nudo del valor de la magnitud
representada; los intentos por eliminar el Visor se quedaron en la incorporación de una ventana flotante
para observar los resultados numéricos; se añadió un icono en forma de grifo para diferenciar cuándo los
resultados se corresponden con los datos y cuándo no; se incorporó la opción de animación, etc, etc.
Muchas de estas ideas fueron tomadas de una interfaz propia que tenía en desarrollo por aquel entonces.
Hasta el propio Tom Walski, antes de ser contratado por Haestad Methods, aportó sus sugerencias en el
desarrollo de EPANET 2, como la posibilidad de observar fijamente la evolución de ciertos resultados a
través de cajas de texto, o la posibilidad de obtener los valores medios a lo largo de una simulación para
estimar volúmenes de paso.
En lo referente al módulo de cálculo, Rossman aprovechó la nueva versión para introducir numerosas
mejoras. Tras una visita efectuada a Dublín, por invitación de Edmund Dunlop, Rossman incorporó en las
ecuaciones de pérdidas el ajuste de tercer orden para dar continuidad al factor de fricción entre el régimen
laminar y turbulento. Curiosamente, un desliz en la implementación de las derivadas para el caso de flujo
laminar, tras incorporar el algoritmo de Dunlop, fue detectado al ejecutar el modelo de Valencia, pues se
observó que el agua rodaba el centro de la ciudad siempre en el mismo sentido a ciertas horas, justamente
cuando el flujo era laminar debido al equilibrado de presiones.
Uno de los retos más importantes, fue la incorporación de las leyes de control complejas, lo que le
supuso un gran quebradero al tener que modificar radicalmente el algoritmo utilizado hasta entonces para
detectar el desencadenamiento de estas acciones (actualmente es uno de los módulos más voluminosos
del núcleo de cálculo). La introducción del formato con la hora del día, en la especificación de las leyes
de control, fue también otra mejora trascendente, orientada a resolver los problemas creados en los
procesos de calibración, y también en las simulaciones de calidad prolongadas a lo largo de varios días.
Otros de los retos más desafiantes fue la generalización de las curvas de las bombas. Los tramos de la
curva cuya pendiente era demasiado fuerte o demasiado débil provocaban fácilmente inestabilidades, y
también la transición del punto de funcionamiento de un segmento a otro de la curva, lo que finalmente
resolvió reajustando dinámicamente la curva característica de la bomba. Asimismo la aparición en el
mercado de válvulas automáticas cada vez más complejas, le llevaron finalmente a incorporar las válvulas
de propósito general en el modelo.
Por otra parte, desde Inglaterra le sugirieron incorporar varias demandas por nudo, cosa a la que en un
principio era reacio, por no estar estandarizado este método de asignación de consumos en América.
Finalmente la propuesta fue aceptada. La inclusión de los emisores surgió, sin embargo, a propuesta de R.
Aliod, de la Universidad de Zaragoza, al objeto de poder modelar con EPANET redes de riego, y también
por nuestra insistencia en la posibilidad de modelar las fugas. Afortunadamente, R. Salgado había
contemplado ya estos elementos en su extensión del método del gradiente, lo que le facilitó a Rossman la
tarea. Finalmente, los emisores se están aplicando hoy en día sobre todo para la determinación de
caudales de incendio.
En lo que respecta al módulo de calidad, Paul Boulos había fundado ya en 1997 MWSoft, una división
dentro de la poderosa consultora americana Montgomery Watson, y se encontraba desarrollando su nuevo
programa H2ONET. Intercambiaba aún con Rossman resultados relativos al módulo de cálculo. Paul
había desarrollado, para implementar el modelo de calidad en su nuevo producto, el método conducido
por eventos, y se vanagloriaba ante Rossman sobre las excelencias de su nuevo algoritmo en comparación
con el método de los volúmenes discretos. Decidieron pues efectuar un estudio comparativo, para lo cual
Rossman implementó el código completo de los tres métodos en liza: el de los volúmenes discretos el
conducido por eventos y el conducido por tiempos, que implementaba el programa Stoner, buscando la
mayor eficiencia en cada uno de ellos. Al final, Rossman apostó por este último para la versión 2.0, a
costa de olvidar el suyo, pero con una baza sobre el de Paul: la posibilidad de ser ampliado en el futuro
para seguir la traza de varios componentes simultáneamente, y contemplar la posible reacción entre ellos.
También en la nueva versión Rossman incorporó nuevos modelos de mezcla en los depósitos. A su
desarrollo contribuyó Rosario Vidal, una becaria de la Cátedra de Mecánica de Fluidos, hoy profesora en
la UJI, que fue aceptada por Rossman para analizar el efecto de la cantidad de movimiento del flujo
entrante en los depósitos sobre los procesos de mezcla. Asimismo, con la ayuda de Walter Grayman, un
consultor de la EPA muy activo, Rossman desarrolló modelos en 3D por diferencias finitas y modelos a
escala de laboratorio para estudiar estos procesos. Finalmente, decidió incorporar en EPANET 2.0
versiones simplificadas de todos estos modelos.
Pero cuando la versión 2.0 estaba finalmente a punto de ser colgada en la página Web de la EPA, el
cambio del sistema interno de acceso a Internet le obligó a un nuevo retraso. Rossman aprovechó el
mismo para incorporar los mapas de fondo, y permitir el trazado de las tuberías mediante polilíneas,
aspectos ambos muy apreciados hoy por los usuarios. La versión 2.0, en su revisión 2.00.05, se colgó
definitivamente de la red en Junio de 2000, y desde entonces ha habido 5 revisiones más, siendo la última
la 2.00.10. Los cambios efectuados en cada una pueden consultarse en el fichero Actualizaciones.txt,
ubicado en el directorio de instalación de EPANET.
Los pasos siguientes en el desarrollo de EPANET eran mejorar su conexión con programas externos
como AutoCAD o ArcView. Rossman se había ya familiarizado con estos productos, en particular con los
formatos DXF y Shape. Asimismo, había conseguido herramientas de dominio público para la conexión
de sus bases de datos con el estándar .dbf. Comenzó con la importación de ficheros DXF, pero cuando las
nuevas mejoras se encontraban en pleno desarrollo, circunstancias imprevistas truncaron de raíz lo que
iba a ser la versión 2.1 de EPANET.
El futuro de EPANET
En la introducción se puso ya de manifiesto el gran impacto que EPANET tuvo desde su primera
aparición, y sobretodo con el lanzamiento de la versión 2.0. Muchas compañías privadas decidieron
adoptar el módulo de herramientas de EPANET 2.0 como núcleo de cálculo, e intentaron sacar productos
comerciales a base de mejorar la interfaz gráfica. Entre ellos John Haestad, quien utilizó el núcleo de
EPANET para relanzar el obsoleto programa CYBERNET, basado en KYPIPE, con el nuevo nombre de
WaterCAD. También Paul Boulos, gran investigador al que ya nos hemos referido, utilizó el núcleo de
EPANET para desarrollar las primeras versiones de H2ONET. Asimismo en Europa, el prestigioso
instituto de hidráulica danés DHI, se basó en el núcleo de EPANET para desarrollar el programa MIKE
NET.
Pero la vida da muchas vueltas, y quienes fueron grandes defensores de EPANET en sus primeras
etapas, se convirtieron finalmente en sus enemigos. Los productos comerciales que habían desarrollado
seguían encontrando en EPANET un gran competidor y terminaron por denunciar a la EPA por
competencia desleal de un organismo público con compañías privadas. Rossman tuvo que defender los
principios de EPANET ante los tribunales en un par de ocasiones. Su error fue desarrollar un producto
demasiado perfecto para ser de dominio público.
La sentencia le condenó a detener cualquier avance de EPANET en lo referente a mejoras de la
interfaz o la incorporación de nuevas prestaciones. Así, el módulo de captura de datos desde AutoCAD, la
utilidad para encajar los fondos a partir de puntos de ajuste, o la incorporación de leyes de control propias
de las modernas estaciones de bombeo provistas con grupos de velocidad variable, ya desarrolladas,
quedaron enterradas para siempre.
Sus nuevos superiores, en el laboratorio AWBERC de la EPA en Cincinnati (Ohio), le propusieron
entonces utilizar sus conocimientos y experiencia para desarrollar una nueva versión más actualizada de
SWMM, un programa de gran renombre desarrollado también en la EPA en los años 70, y orientado al
análisis de redes de alcantarillado. Pero esta vez, el nuevo producto se haría bajo la supervisión de las
compañías comerciales, y con la colaboración de diversas ingenierías. El nuevo programa SWMM 5 está
ya disponible en su versión beta, pero ha sido mutilado nuevamente en sus aspiraciones iniciales, por los
que eran ya de entrada sus competidores.
EPANET sin embargo, no ha muerto. Como herramienta de investigación sigue siendo
imprescindible, y como simulador será utilizado aún por muchos años en todos los lugares del mundo. La
única puerta que queda abierta para mejorar EPANET es la incorporación de nuevas teorías y
formulaciones aún por contrastar experimentalmente, que puedan suponer un avance en nuestros
conocimientos. En este sentido, una nueva versión de EPANET 3 está ya en marcha. Nuevos modelos de
calidad multi-componente van a ser añadidos para simular los complejos procesos que ocurren con los
contaminantes reactivos, mientras son transportados por el agua a través de las tuberías; en particular los
trihalometanos, cuyas concentraciones estarán rigurosamente limitadas en nuestro país cuando entre en
vigor la nueva directiva europea. Asimismo, los modelos de demandas dependientes de la presión, entre
las que se cuentan las fugas, serán incorporados también en la nueva versión, como otra de las mejoras
más reseñables.
Agradecimientos
Quiero agradecer a Lew Rossman las muchas horas que me ha dedicado para trasmitirme sus
experiencias y comentarios, así como por haber efectuado algunos desarrollos que me permitieron
completar las versiones españolas de EPANET 1.1 y 2.0. A la Consellería de Educación de la Generalitat
Valenciana, por financiarme una estancia en Cincinnati durante el verano de 1997. A Aguas de Valencia,
por sufragar el trabajo de traducción que ha hecho posible distribuir EPANET 2 en español de forma
gratuita. A Général des Eaux por su confianza en nuestro buen hacer, para acometer la traducción de la
versión francesa. Finalmente a la Universidad Politécnica por facilitarme todos los medios que he
necesitado y a los componentes del grupo REDHISP por sus continuas sugerencias y revisiones, así como
por su colaboración en la difusión de EPANET.
Referencias
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A comparison”. J. Water Res. Plan. Manag. Vol. 122, No. 2, 137-146
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Rossman, L., Grayman, W. (1999). “Scale-model studies of mixing in drinking water storage tanks”.
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Rossman, L. (2000) “EPANET 2 Users Manual”. NRMRL, EPA,Cincinnati, OH
Martinez, F. (2002). “Manual de EPANET 2.0 en español”. www.redhisp.upv.es
Figura 1. Descarga de EPANET 2 Esp desde la página web: www.redhisp.upv.es
Figura 5. Perfil de líneas piezométricas desde los depósitos de Picassent al Puerto, a las 11 horas
Figura 6. Red arterial de la zona Este de la
ciudad, encajada sobre una ortofoto de fondo