Libro IV

Las hijas de Minias se niegan a adorar a Baco y se entretienen cosiendo (adoran a

Minerva) y contando historias:

Píramo y Tisbe

Píramo y Tisbe se aman en secreto y deciden reunirse por la noche junto un árbol de frutos
blancos y una fuente. Tisbe llega primero pero ve a una leona bebiendo y se esconde,
dejando caer su capa. Cuando Píramo la ve cree que la leona se la ha comido y se suicida
con un puñal, tiñendo los frutos blancos. Cuando Tisbe sale y lo ve, se suicida también.

Los amores del Sol: Venus y Marte y Leucótoe y Clitie

El Sol vio como Venus engañaba a su marido Vulcano con Marte, y se lo contó. Vulcano
diseña una red metálica que los atrapa y expone su crimen. Venus exige castigo para el
delator y hace que el Sol se enamore de Leucótoe. Adoptó la figura de su madre y la visitó
en su habitación, violándola. Clitie estaba también enamorada del Sol y celosa le cuenta al
padre de Leucótoe lo sucedido, que enterró viva a su hija como castigo. El Sol la transformó
en incienso. Clitie se transformó en una flor por la pena ante el rechazo del Sol.

Sálmacis y Hermafrodito

Sálmacis es una ninfa cuyo lago visita un joven hijo de Atlas, y ella se enamora de él. Él la
rechaza, pero cuando se está bañanado ella se lanza sobre él y pide a los dioses que nada
pueda separarlos. Así los fusionan y se convierte en Hermafrodito, medio hombre medio
mujer. Y pide a los dioses que todo el que se bañe allí le ocurra lo mismo, y así es.

Las hijas de Minias

De repente todos sus telares y telas comienzan a transformarse en plantas y toda su casa
es extraña, y ellas se transforman en insectos (polillas?)

Ino y Melicertes

Juno está celosa de la fortuna de Baco y de los aires que se da su tía Ino. Visita así la
morada de los Horrores en el Infierno, y convence a las diosas que viven allí para hacer que
Atamante enloquezca. Así lo hacen y le hacen creer que Ino su mujer es una leona y sus
hijos sus cachorros. Así mata a un hijo suyo e Ino, loca de dolor, sale corriendo con
Melicertes en brazos y se arroja al mar. Pero Venus intercede y le pide a Neptuno que los
ayude, y este los transforma en dioses: Palemón y Leucótoe.

Las compañeras de Ino

Lloran descosoladas a su reina y Juno las transforma en rocas.

Cadmo y Harmonía

Están desolados por el destino de su familia, y recordando cómo él mató a aquella serpiente
se pregunta si será todo venganza de los dioses. Así, les pide que le transformen en
serpiente. Su esposa llorando al verlo transformado pide que a ella también. Y así quedan
los dos.

Perseo y Atlas

Perseo llega a la morada de Atlas y le pide hospitalidad. Pero este había escuchado que un
hijo de Júpiter le arrebataría su botín, así que lo rechaza. Perseo saca entonces la cabeza
de Medusa y convirtió a Atlas en montaña.

Perseo y Andrómeda

Perseo rescata a Andrómeda matando al monstruo y se casa con ella. Tras el banquete,
cuenta su historia:

Medusa

Él se protegió de Medusa con su escudo e hizo que se reflejara y se convirtiera en piedra.

Cuenta también que Medusa es la única con serpientes en la cabeza porque Neptuno la
violó en el templo de Minerva y esta se vengó.