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ORTODOXO BÁSICO
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CATECISMO ORTODOXO
BÁSICO
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Rey celestial, Paráclito, Espíritu de verdad, que
Nuestras almas.
CONTENIDO.
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INTRODUCCIÓN 6
1. DEFINICIÓN DE ORTODOXIA 8
2. CARACTERÍSTICAS 8
3. QUÉ ENSEÑA LA ORTODOXIA 9
4. DÓNDE SE HALLA CONTENIDA LA DOCTRINA 10
5. ASPECTO HISTÓRICO 12
6. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA 26
PATRIARCADO DE MOSCÚ Y TODA RUSIA 28
7. ESTRUCTURA 32
8. LA CRUZ ORTODOXA 34
9. LA SEÑAL DE LA CRUZ 37
10. LOS SACRAMENTOS 39
LA DIVINA LITURGIA 42
11. LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS 54
12. LOS ICONOS 57
13. EL TEMPLO 59
EL ICONOSTASIO 68
EL SANTO ALTAR 70
14. El CORDÓN DE ORACIÓN Y LA ORACIÓN DE JESÚS 72
15. EL CICLO LITÚRGICO 76
16. LAS FIESTAS MAYORES 80
17. LA GRAN CUARESMA 118
18. EL AYUNO 121
19. LA SEMANA SANTA 123
20. RITOS U OFICIOS MENORES 128
21. LIBROS LITÚRGICOS 133
22. DIFERENCIAS IGLESIA ORTODOXA Y ROMANA 138
23. OBJETOS LITÚRGICOS Y ORNAMENTOS 151
ORNAMENTOS SAGRADOS 173
24. MONASTICÍSMO 184
25. ALTAR CASERO O ESQUINA DE ORACIÓN 190
26. CONCLUSIÓN 194
INTRODUCCIÓN
Soy Ortodoxo, porque amo al verdadero Dios, a Jesucristo y su doctrina, según así
lo enseña y predica la Santa Iglesia Ortodoxa. En otro orden de consideraciones,
ampliando lo que acabamos de decir, es llamado Ortodoxo el que cree
Rectamente (porque la palabra griega "Ortodoxia" significa "Doctrina Recta"). La
religión Cristiana Ortodoxa es aquella que Cristo fundó. Ella enseña: las verdades
que debemos creer firmemente, los deberes que hemos de practicar y los medios
que hemos de emplear para santificarnos. "Iglesia" es la agrupación de todos los
cristianos que son bautizados, profesan la Doctrina de Jesucristo, participan de
los mismos Sacramentos y obedecen a los Canónicos (legítimos) Pastores. Ella es
la Depositaria de la Doctrina de Jesucristo y continúa su obra en la tierra.
Canónicos o Legítimos Pastores de la Iglesia son los que enseñan y gobiernan a la
Iglesia en nombre de Jesús, a saber los Obispos, los Sacerdotes y los Diáconos que
son ordenados apropiadamente y se encuentran en orden con su Superior
Autoridad Eclesiástica y con las leyes o cánones de la Iglesia. Cristo fundó su
Iglesia para enseñar, santificar y salvar a todos los hombres. Su Iglesia
permanecerá para siempre porque Cristo prometió estar con ella "hasta el fin de
los siglos" y ser su Cabeza invisible. Fuera de la Iglesia no hay salvación porque
Ella recibió de Jesús el poder y los medios para salvar a los hombres.
La Iglesia que reúne las cuatro notas o características que distinguen la verdadera
Iglesia: Una — Santa — Católica — Apostólica, es solamente la Santa Iglesia
Ortodoxa. Ella ha mantenido por veinte siglos los mismos sacramentos, las
mismas Doctrinas y los mismos Pastores que son los sucesores de los Apóstoles.
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Su nombre de Ortodoxa le viene de que Ella cree y enseña correctamente la
doctrina de Cristo. Ella se ha mantenido rectamente en la doctrina desde
Jesucristo hasta el día de hoy. Nos llamamos Ortodoxos porque creemos
exactamente lo que los Apóstoles enseñaron.
1. DEFINICIÓN DE ORTODOXIA.
2. CARACTERÍSTICAS
Nuestro Señor Jesucristo fundó una sola Iglesia. La Iglesia Una, Santa, Católica y
Apostólica, la cual hasta nuestros días está representada por la Iglesia Ortodoxa.
El significado de cada una de las características enunciadas es:
UNA: La Iglesia es Una porque es un solo Cuerpo espiritual, tiene una sola Cabeza:
Jesucristo, y está animada por un solo Espíritu, el Espíritu de Dios (Ef. 1:22-23,
4:4-6; 1a.Co. 3:11). La unidad de la Iglesia se expresa en la misma confesión de
Fe, en la Comunión en las Oraciones y en los Sacramentos.
SANTA: Porque es Santa como su base, Nuestro Señor Jesucristo, y porque en Ella
mora el Espíritu Santo, que siempre la santifica (Jn.14:16).
ORTODOXA: Junto a las notas anteriores, nuestra Iglesia ha sido acreedora del
Adjetivo "Ortodoxa"; la palabra ortodoxa es una palabra griega compuesta de
"Ortho" y "Doxa", que significa Doctrina Recta, para señalar que en ella reside la
verdadera Fe, en armonía con las enseñanzas originales de Nuestro Señor. El
regulador de esta armonía y continuidad es Cristo mismo, conforme a su
promesa: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo"
(Mt.28:20). El Espíritu Santo está con la Iglesia y la guíen en la verdad (Jn. 14:26).
2. Y en un sólo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, nacido del Padre antes
de todos los siglos. Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero, engendrado y
no hecho, consubstancial al Padre, por quien fueron hechas todas las cosas.
3. Que descendió de los cielos por causa de nosotros los hombres, y por nuestra
salvación y se encarnó del Espíritu Santo y en María Virgen y se hizo Hombre.
4. Y fue crucificado por nuestra causa, bajo el poder de Poncio Pilatos, padeció y
fue sepultado.
8. Y en el Espíritu Santo, Señor vivificador, que del Padre procede y que es con el
Padre y el Hijo adorado y glorificado, y que habló por los profetas.
A) Sagrada Escritura.
B) Tradición Apostólica.
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5. Aspecto Histórico
A- La Fundación de la Iglesia
"En el año quince del gobierno del Emperador Tiberio, Poncio Pilato era
gobernador de Judea, Herodes gobernaba en Galilea, su hermano Felipe
gobernaba en Iturrea y Traconite, y Lisanias gobernaba en Abilinia. Anás y Caifás
eran los sumos sacerdotes. Por aquel tiempo, Dios habló en el desierto a Juan, el
hijo de Zacarías..."(Lucas 3:1-2) Con estas precisiones históricas, el Evangelistas
Lucas, comienza a narrar la obra mesiánica de Jesús. La religión cristiana está, en
efecto, basada en la creencia de una intervención de Dios en la historia concreta
de la humanidad. Este carácter histórico de la obra mesiánica queda atestiguado
también por la manera en que el evangelio fue transmitido al mundo
grecorromano, y a las generaciones posteriores.
Los actos realizados por Jesús debieron ser confirmados por testigos. Estos
testigos fueron los Discípulos, quienes fueron los testigos oculares de Cristo
resucitado. Ellos fueron necesarios para la creación de la comunidad de la Nueva
Alianza, y con la venida del Espíritu Santo sobre ellos (la Iglesia) se confirmó la
veracidad del testimonio y pronto comenzaron a manifestarse los frutos de la
predicación apostólica.
Durante los tres primeros siglos, la nueva religión (el cristianismo) se edificó en
las más importantes ciudades del Imperio romano. Y las comunidades cristianas
se componían principalmente del proletariado urbano, aún cuando poco a poco,
se unían a la Iglesia cierto número de hombres de cultura y alto rango social. Cada
comunidad era una unidad autónoma, dirigida por un obispo asistido por
presbíteros, diáconos y Servidoras. Las Iglesias estaban en comunicación regular
con sus vecinos; se recogían limosnas y se enviaban a las comunidades
necesitadas. No había autoridad central, pero las Iglesias fundadas por los
Apóstoles en ciudades importantes gozaban de prestigio y su liderazgo era
aceptado voluntariamente, siendo las mas destacadas entre ellas las Iglesias de
Roma, Alejandría y Antioquia.
Al principio la Iglesia pareció a las autoridades romanas una secta judía más; pero
pronto se vio con claridad la diferencia entre ésta y el judaísmo, y para los
cristianos éste fue el comienzo de trescientos años de persecución. El segundo
problema que encontraron los cristianos fue cómo sobrevivir en un mundo
romano hostil.
Durante casi tres siglos, el Imperio Romanos había adoptado una postura hostil
frente al cristianismo. Esta actitud oscilaba entre una tolerancia benéfica y la
persecución más abierta y más violenta, que al principio eran casuales y carecían
de consistencia; pero que gradualmente se planificaron mejor y se hicieron de
mayor alcance. El más elevado número de victimas se atribuye a la última y más
feroz de todas las persecuciones, la de Diocleciano y sus compañeros de gobierno
en el siglo IV.
Sin embargo, los primeros predicadores cristianos trataron al Imperio con mucho
respeto; incluso pusieron en él ciertas esperanzas, reconociéndole un papel de
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educador, en la medida en que el Reino de Dios todavía no se había realizado en
la tierra. Pero todas esas esperanzas pronto se desvanecieron, pues aquél Imperio
exigía a los discípulos de Cristo que renegasen de Su Maestro.
El primer asalto contra los cristianos fue ejecutado por Nerón (57-68) que en
Roma ordenó su ejecutó en masa para apaciguar la insatisfacción popular
causada por el gran incendio que destruyó gran parte de la capital. Así dieron
muerte a los Apóstoles Pedro y Pablo, con cierto número de sus seguidores. Sus
sucesores no siguieron una política uniforme pues algunos de ellos, como
Domiciano (81-96), fueron muy severos; y otros, tales como Cómodo (180-192)
migaron la tensión de la persecución.
Era difícil para el gobierno precisar la ofensa cometida por los cristianos, y
generalmente se percibía que la Iglesia constituía una sociedad subversiva, cuya
propia existencia desafiaba a las afirmaciones de que se debía obedecer al Estado
romano en todos los asuntos civiles y religiosos. Tal era la opinión de Marco
Aurelio (161-180) quien condenaba a los cristianos como fanáticos e inflexibles.
Y cuando los emperadores se percataron del carácter verdadero de la oposición
cristiana inauguraron una campaña anticristiana que aspiraba al exterminio total
de esta nueva religión.
En el año 312, y luego de lograr una impresionante victoria en una de sus más
decisivas empresas militares, la batalla del Puente Milvio, Constantino se reunió
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en Milán con su par oriental Licinio. Como resultado de esta reunión, Licinio
publicó en el año 313 el famoso edicto de tolerancia religiosa conocido con el
nombre de Edicto de Milán. Este decreto establecía la igualdad entre los
cristianos y los paganos; pero después de su victoria sobre Licinio en el año 324,
Constantino comenzó a acentuar más su inclinación hacia el cristianismo
mediante su activo interés en los asuntos de la Iglesia. Convocó y presidió los
concilios y aprobó sistemáticamente la legislación del Imperio de acuerdo a las
enseñanzas del Evangelio. Sin embargo Constantino no se bautizó hasta el final
de su vida ni tampoco renunció al título pagano de Pontifex Maximus. Con esto,
la Iglesia se estableció en paz y se oficializó en el Imperio.
Por su lado la administración de la Iglesia siempre fue ejercida por los Obispos. Al
Obispo de más alto rango, que pertenecía a un centro (ciudad) muy importante,
con el tiempo se le otorgó el título de Patriarca. Y por razones administrativas, la
Iglesia se organizó en los siguientes distritos eclesiásticos:
1- Roma, fundada por San Pablo, fue la primera capital del Imperio Romano.
2- Constantinopla, fundada por san Andrés y fue la segunda capital del Imperio.
Cada uno de estos distritos era presidido por un Patriarca. Todos ellos tenían los
mismos derechos; eran independientes en la administración de su distrito (o
iglesia) y además, iguales entre sí. Dentro de dicha independencia y siendo Roma
la capital del Imperio, se consideraba a su Patriarca el primero entre sus iguales
(primos inter paris), es decir, tenía una primacía de honor solamente (1er Concilio
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Ecuménico, Art. 6; 2° Concilio Ecuménico, Art. 3; 4° Concilio Ecuménico, Art. 28;
6° Concilio Ecuménico, Art. 36).
Al adoptar la nueva religión y al intentar, cada vez más, hacer de ella la base de
toda su política, los emperadores querían darle al Estado una nueva alma y
asegurarle su unidad. Seguro ya de la protección imperial, el cristianismo
aceptaba en su seno las masas cada vez más crecidas, y con el cierre de la última
universidad pagana (la de Atenas), Justiniano, en 529, podía considerarse el jefe
de un estado enteramente cristiano.
En este clima de paz social y política, la Iglesia se vio perturbada por las herejías,
es decir, por las interpretaciones incorrectas y opuestas a la verdad que ella
encierra. Por eso, y para defender esta verdad y dar las correctas
interpretaciones, además de otras materias normativas eclesiásticas, se
realizaron los Concilios Ecuménicos. Dichos Concilios Ecuménicos fueron los
siguientes:
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Históricamente, para los ortodoxos, la época de los Concilios Ecuménicos
representa un período normativo. Fue entonces, y no durante el transcurso de
los siglos posteriores (como ocurre en el Cristianismo Occidental) cuando quedo
en gran parte definida la expresión dogmática y canónica de su fe, tal como la
conocemos hoy en día.
En esta época de tensión, ocurrió un suceso que tuvo grandes consecuencias para
el futuro de la Europa cristiana. En el 800, el Papa León III coronó a Carlomagno
como emperador en la vieja basílica de San Pedro en Roma. Esta elevación de un
bárbaro occidental trastornó las relaciones entre los cristianos orientales y
occidentales.
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La disputa sobre el Filioque hubiera podido reducirse como en muchas
oportunidades anteriores. Pero en el S. XI, la situación tenía el agravante de que
Oriente y Occidente habían perdido el criterio eclesiológico común, que en
tiempos pasados les permitió entenderse. Cuando intentaban restablecer la
unión, sus conceptos divergentes de la Iglesia impedían encontrar un lenguaje
común. Para uno, la sede de Roma era el criterio único de la verdad, para otros,
el Espíritu de verdad reposaba en la Iglesia entera y se expresaba normalmente
por vía conciliar.
Durante todo este tiempo, en Occidente, había reformadores que llevaban a cabo
sus propias reformas, cuyos elementos esenciales ya habían sido aceptados en el
mundo franco, pero que encontraban gran resistencia en Italia. El Papa León IX y
sus seguidores apoyaban a esos movimientos, que en Italia pretendían, entre
otras reformas, promover el celibato del clero.
Todo esto produjo que en el 1054 se produjese lo que la historia llama el Gran
Cisma Católico; aunque algunos historiadores afirman que la ruptura verdadera y
definitiva se produjo en la época de las Cruzadas
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F- Expansión y crecimiento de la Iglesia Ortodoxa en todo el mundo
A partir del siglo XI, los ejércitos islámicos invadieron y tomaron posesión de la
región sur oriental del Imperio Bizantino, Bulgaria, Serbia y Rumania. Al mismo
tiempo, los feroces tártaros cayeron sobre los territorios rusos, amenazando la
existencia de la civilización oriental y su cristiandad. Más la férrea resistencia de
la Iglesia y su poder de sacrificio por la fe, obtuvieron un doble resultado: La
Cristiandad Oriental mantuvo su propia existencia y también logró que la
cristiandad Occidental quedara indemne.
En los siglos XI, XII y XIII, Occidente organizó siete expediciones militares llamadas
las Cruzadas, cuya intención original era rescatar los santos lugares que habían
caído en mano de los musulmanes seldjúcidas, quienes en el año 1055 invadieron
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Mesopotamia y tomaron la ciudad de Bagdad. En 1071, derrotaron al ejercito
bizantino.
Uno de los Emperadores bizantinos más capacitados de ese período fue Alejo
Comneno I (1081-118), y fue durante su reinado cuando los cristianos latinos
lanzaron su cruzada contra el Islam. El principio de las Cruzadas fue espectacular:
el 27 de noviembre de 1095, el Papa Urbano II (1088-1099) predicó su
trascendental sermón en el Concilio de Clermont, en el que exhortó al Occidente
cristiano para que rescatase los Santos Lugares de la tiranía de los infieles y
asegurar el camino a los peregrinos que se dirigían al lugar de nacimiento de
Cristo y a la ciudad de Su muerte y Su Resurrección.
El siglo XII vio el rápido declive del Imperio Oriental y la degeneración moral y
política de los Cruzados, que, aunque incapaces de expulsar a los Islámicos y
establecer un orden político permanente, consiguieron varias plazas fuertes en
Siria y Palestina.
El hundimiento gradual del ideal original hasta el punto de una guerra de rapiña
alcanzó su cumbre a principios del siglo XIII, en la denominada Cuarta Cruzada. El
pontífice romano Inocencio III (1198-1216), inspirado por la misma visión de
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Urbano II, quiso ver a las naciones cristianas marchando como una fuerza unida
contra los seguidores del Islam. Inocencio excomulgó a los Cruzados, pero pronto
les perdonó, esperando que dirigieran su atención a la guerra contra los invasores
islámicos.
Un príncipe bizantino, Alejo, hijo del depuesto emperador Isaac Ángelo, llegó al
campamento cruzado para pedir al marqués Bonifacio de Montferrato, quien
acaudillaba al ejercito en aquel entonces, que le ayudase a recuperar el trono de
su padre. Los Cruzados se prestaron a ayudar a Alejo, y los venecianos ofrecieron
su flota. En Abril de 1203, los Cruzados zarparon de Zadar y llegaron a
Constantinopla en el mes de junio. Los ciudadanos apoyaron a Alejo III y
ofrecieron resistencia. Pero como Alejo II no era un hombre de coraje, huyó de
Constantinopla y los oficiales repusieron apresuradamente en el trono al ya ciego
Isaac Ángelo. Los Cruzados aceptaron una tregua, a condición de que su
candidato, Alejo IV, fuese proclamado coemperador con su padre. Alejo confirmó
por su parte su disposición a respetar todas las obligaciones que había contraído
en Zadar, incluyendo la sumisión al papado y las concesiones comerciales a
Venecia.
Por último, Miguel VII el Paleólogo (1260-12282) expulsó a los Cruzados y retornó
a Constantinopla desde Nicea, donde el gobierno griego había encontrado refugio
temporal. Bizancio sobrevivió durante otros doscientos años, pero ya no era una
vida normal, sino una agonía de muerte.
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Para finalizar con este capítulo, podemos concluir que los cristianos ortodoxos se
encuentran en todos los continentes del mundo. A pesar de las diferencias
administrativas e idiomáticas, sea el español, el portugués, el Inglés, el griego, el
árabe, el chino, el japonés, el eslavo, etc., todos tienen las mismas enseñanzas, la
misma Tradición Apostólica, la misma Liturgia, los mismos Sacramentos, servicios
litúrgicos y prácticas esenciales. Los fieles que participan en cada una de sus
Iglesias locales no pertenecen a cada Iglesia en particular sino a la Santa Iglesia
Ortodoxa.
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6. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Las relaciones mutuas entre las autocefalías están reguladas, además, por una
cierta jerarquía de honor, de la cual el Patriarcado de Constantinopla ocupa,
después de la división de la Iglesia, el primer puesto con una primacía honorífica
y no jurídica.
A. Patriarcados Antiguos:
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III. Patriarcado de Antioquía, con sede en Damasco, Siria.
Agrupa todas las comunidades ortodoxas de Siria, Líbano, Irán, Irak, Kuwait,
Arabia y algunas regiones de Turquía. También extiende su jurisdicción a las
importantes comunidades árabes de América del Sur y de Australia.
B. Otros Patriarcados:
D. Iglesias Autónomas:
E. Iglesias en Dispersión:
Comprende las varias Iglesias de América del Norte y Sur, de Australia, de Nueva
Zelanda, de Asia y de Europa, no comprendidas anteriormente y dependientes de
diversas jurisdicciones patriarcales. El hecho de estar representada la Iglesia
Ortodoxa por varias Iglesias locales y autocéfalas no disminuye, de ningún modo,
su carácter de Una, Santa, Católica y Apostólica. Aunque difieran en detalles de
estructura son unánimes en su doctrina, en su forma de culto y en su tradición
apostólica.
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los primeros siglos, los concilios y las diferencias de los Santos Padres no hubieran
tenido ningún sentido.
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La Iglesia ortodoxa rusa tampoco debe confundirse con la Iglesia ortodoxa rusa
fuera de Rusia (también conocida como la Iglesia ortodoxa rusa en el Extranjero
ROCOR), con sede en Nueva York. Fue instituida en 1920 por las comunidades
rusas fuera de la entonces Rusia comunista, que se negó a reconocer la autoridad
del Patriarcado de Moscú, dirigido por el Metropolitano Sergius Stragorodsky. Las
dos Iglesias se conciliaron el 17 de mayo de 2007 y la Iglesia ortodoxa rusa fuera
de Rusia es ahora una parte autónoma de la Iglesia ortodoxa rusa.
Las eparquías más pequeñas, por lo general, se rigen por un solo obispo. Las
eparquías más grandes, exarcados e iglesias autónomas se rigen por un arzobispo
metropolitano y, a veces también, tienen uno o más obispos que se les asignen.
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El nivel más alto de autoridad en la Iglesia ortodoxa rusa es ejercido por el Consejo
Local (Pomestny Sobor), que comprende a todos los obispos, así como
representantes de los clérigos y laicos. Otro órgano de poder es del Consejo
Episcopal (Архиерейский Собор). En los períodos comprendidos entre los
Consejos de las más altas facultades administrativas son ejercidas por el Santo
Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que incluye siete miembros permanentes y
está presidida por el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Primado del
Patriarcado de Moscú.
Obispos:
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Ignacio (Pologrudov) (3 de junio de 2016)
MISIÓN EN COLOMBIA:
De acuerdo a la agencia rusa de información Ria Novosti (06/042010), en
Colombia viven alrededor de mil ortodoxos (la mayor parte de ellos son
emigrados rusos, casados con colombianos y que abandonaron su país después
de la caída del comunismo, en su gran mayoría ellos trabajan como profesores,
músicos o médicos). Hay entre ellos creyentes y no creyentes. Durante algún
tiempo los fieles sostuvieron su vida de fe con las visitas esporádicas del P.
Alexander Gorbunov quien venía desde Panamá o asistiendo a la parroquia
ortodoxa griega de Bogotá.
En Cali la pequeña comunidad rusa fue atendida durante algunos años por el
Padre Crisóstomo del Patriarcado ecuménico de Costantinopla.
- En 2008, el entonces metropolita Kirill (actual patriarca de Moscú) realizó
una visita oficial a Colombia.
Las normas básicas e idénticas por las cuales se rigen las iglesias ortodoxas
contienen los siguientes elementos:
A. Administración Canónica:
1. Obispos diocesanos, representantes de la Iglesia en su diócesis y que la
administran con ayuda de órganos elegidos o nombrados y compuestos de clero
y laicos.
2. Concilio de la Iglesia local, al que pueden acudir bien los obispos de esta Iglesia
solamente, o bien los obispos y representantes del clero y de los laicos.
4. Sínodo permanente de los obispos de la Iglesia local, tanto si son elegidos por
la colectividad de los obispos como si son nombrados por el Patriarca y
convocados a las sesiones de turno.
8. La Cruz Ortodoxa
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Una explicación de la Cruz Ortodoxa tradicional de tres barras (también conocida
como Bizantina, Eslava o rusa)
A través de la Cruz vino nuestra Salvación. Constantemente se nos recuerda que
Cristo murió por nosotros cuando vemos la Imagen de la Cruz (mostrando al
Señor crucificado), y se nos recuerda que se levantó de la muerte cuando
contemplamos la Imagen de Cristo en el manto que "no fue hecha por manos"
(Eslavo: Нерукутвореному образъ Nerrukutvorienomu obrazs) que muestra al
Señor resucitado.
Alabando al Señor crucificado están dos ángeles, cargando entre ellos con la
inscripción: "Ángeles del Señor" (Eslavo: Ангели Господни Anguieli Gospodñi).
En algunas representaciones de la Cruz los Ángeles sostienen una imagen de la
Santísima Trinidad, pero la tradición varía en si esto se permite o no; usualmente
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los ángeles simplemente sostienen sábanas, indicando su función como
mensajeros que sirven al Señor y esperan en Él.
En la tabla de título están inscritas las iniciales IC XC siendo las primeras y últimas
letras del nombre de Jesucristo en griego "Iisous Khristos". En adición, justo por
encima de los brazos de Cristo vemos la inscripción "NIKA", que en griego
significa: "Él conquista" o "Él es victorioso" de manera que en la tradición nueva
y vieja comúnmente vemos ambas inscripciones juntas ordenadas dentro de una
cruz ICXC, NIKA, o sea, Jesucristo es victorioso.
En la barra intermedia se sitúan las manos del señor. En cada esquina de la barra
vemos al Sol (a la izquierda; en Elavonico солнца solntsa) y la luna (a la derecha;
en Eslavo: луна luna) ya que de acuerdo a las escrituras, "El sol ocultó su luz, y la
luna se volvió de sangre" (Joel 2:31). La inscripción "Hijo de Dios" (Eslavo: Сынъ
Божіи Sin Bolliy) está situada en ambos lados de la cabeza de Cristo, y debajo de
sus brazos leemos la inscripción: "Nos inclinamos ante tu Cruz, Oh Maestro, y
rendimos culto a Tu santa Resurrección" (en Eslavo: Кресту Твоему
покломняемся Владыко, и святое воскресение Твое славимъ) Krestu Tvoiemu
poklomniaemsia Vladiko, i sviatoe voskreseñie Tvoie slavim.
El halo de Cristo está inscrito con las letras griegas 'w ov', que significan: "El Ser"
o "Aquel que es", para recordarnos que Cristo es el mismo Dios que se identificó
a Sí mismo con esas palabras a Moisés en la Antigua Ley.
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A los lados del cuerpo de Cristo, hay una lanza (que Lo traspasó) y una esponja en
una vara de caña (que fue mojada en vinagre y ofrecida a Él para beber). La lanza,
a la izquierda, está marcada con la letra "K", significando копие kopie, mientras
que la esponja al lado opuesto tiene una "T" por трость trostch. (En otras Cruces,
se podrá encontrar "Г" significando "губка" gubka, esponja). En el cuerpo de
Cristo se aprecian agua y sangre fluyendo de su costado.
Oculto en una cueva bajo la tierra está el 'cráneo de Adán' (pues por tradición se
dice que Cristo fue crucificado precisamente en el mismo lugar donde Adán fue
enterrado), identificado con las letras: "Г А" (en Eslavo: глава Адамла glava
Adamla). De esta manera se nos recuerda que Adán, nuestro antepasado perdió
el Paraíso por el árbol del que erróneamente participó; Cristo es el nuevo Adán,
trayéndonos la Salvación y el Paraíso a través del árbol que formó la Cruz.
9. La Señal de la Cruz
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Para hacer la señal de la cruz debemos juntar los tres primeros dedos de la mano
derecha (pulgar, índice y medio) y los otros dos (anular y meñique), se doblan
hacia la palma.
Los tres primeros dedos nos demuestran nuestra fe en la Santísima Trinidad, Dios
Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Los dos dedos doblados, significan que el Hijo de Dios bajó a la tierra siendo Dios
y se hizo hombre, demostrándonos sus dos naturalezas, la divina y la humana.
Al iniciar la señal de la cruz ponemos los tres dedos juntos en: la frente, para
santificar nuestra mente; en el pecho/abdomen para santificar nuestros
sentimientos interiores; al hombro derecho y después al izquierdo, para santificar
nuestras fuerzas corporales.
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que el cristiano cuando pone sus dedos de la frente al abdomen, lo hace diciendo
en nombre del Padre, cuando se dirige al hombro derecho, dice en nombre del
Hijo, y cuando se dirige al hombro izquierdo, dice en nombre del Espíritu Santo,
y esto tiene su razón de ser, y es la siguiente: el Hijo está sentado a la derecha del
Padre; es por eso que entre los ortodoxos la señal de la Cruz se hace de derecha
a izquierda, y no a la inversa como es el uso común entre los cristianos de
Occidente, ya sean católicos, anglicanos o protestantes.
La señal de la cruz nos da fuerza para rechazar y vencer el mal. Tenemos que
hacerlo correctamente, sin apuro, respetuosamente y conscientemente del acto
que significa el persignarse.
10. SACRAMENTOS
En la Iglesia Ortodoxa, celebramos lo que se llama los Sacramentos, o bien, los
Santos Misterios.
Generalmente, hacemos referencia a siete sacramentos o misterios: Bautismo,
Crispación, Eucaristía, Penitencia, Santo Matrimonio y Orden Sagrado. Sin
embargo, como cristianos ortodoxos, creemos que Dios está presente en cada
aspecto de nuestra vida y en cada momento. Esto significa que cada acción, si
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pedimos la gracia de Dios, su Bendición, misericordia y ayuda divina para ella, es
también “sacramental”. Todo participa del misterio de la fe cristiana.
10.1 BAUTISMO
El misterio del bautismo, nos incorpora a la Iglesia, al cuerpo de Cristo, y es
nuestra introducción a la vida de la Santa Trinidad. El agua es un símbolo natural
de la purificación y la nueva vida.
Mediante la inmersión triple en las aguas del Bautismo en el nombre de la Santa
Trinidad, uno se muere al hombre viejo y al pecado, naciendo a una vida nueva
en Cristo.
El Bautismo es la identificación pública de uno con Cristo y su Iglesia. Es una
Pascua de Resurrección personal, mediante la cual cada uno de nosotros
comparte la Muerte de Cristo y su Victoriosa resurrección. Siguiendo la práctica
de la Iglesia primitiva, la ortodoxia realiza el Bautismo de Infantes. La Iglesia cree
que el misterio da testimonio de la acción de Dios, quien elige un niño para ser
miembro importante de su pueblo.
Desde el día de su Bautismo, se espera que los niños maduren en la vida del
Espíritu, por medio de su familia en la Iglesia. Se practica el Bautismo de adultos,
cuando no hubo un Bautismo previo en el nombre de la Santa Trinidad.
“El que no renace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo
que nace de la carne, es carne, y lo que nace del Espíritu, es Espíritu”. (Juan 3, 5-
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10.2 CRISMACIÓN
El misterio de la Crismación, se da
inmediatamente después del bautismo;
nunca se difiere hasta una edad, mas tarde. Como el misterio de Cristo fue
vivificado por el Espíritu, y la predicación de los apóstoles fortalecida por el
Espíritu, así también la vida del cristiano Ortodoxo es santificada por el Espíritu
Santo. La Crismación que también se conoce como el Pentecostés Personal, es el
misterio que otorga el Espíritu de una forma especial.
El Misterio de la Crismación, el sacerdote unge varias partes del cuerpo del recién
bautizado con el Crisma o también llamado Santo Mirón diciendo: “El sello del
don del Espíritu Santo” y las personas respondiendo: “Dale el don del Espíritu
Santo”. El Crisma, es un aceite bendecido por el Obispo, es una señal de la
consagración y la fuerza. Este misterio enfatiza las verdades de que no solamente
es cada persona un miembro valioso de la Iglesia, sino, que cada uno de nosotros
esta bendecido por el Espíritu con ciertos dones y talentos. El ungimiento también
nos hace recordar que nuestros cuerpos tienen valor y participan en el proceso
de la salvación.
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Los misterios de iniciación siempre se concluyen con la distribución de la Santa
Eucaristía al recién bautizado. Idealmente, esto sucede dentro de la celebración
de la Divina Liturgia. Esta práctica revela que la ortodoxia considera que los niños
desde su infancia son miembros integrantes de la Iglesia. Nunca jamás habrá un
tiempo en que los jóvenes no sean una parte del Pueblo de Dios.
10.3 COMUNIÓN
La Santa Eucaristía que se conoce como la Divina Liturgia, es la experiencia más
antigua, central e importante de la Ortodoxia. La palabra EUCARISTÍA, deriva del
griego y significa: “Dar Gracias”. Es el ofrecimiento del Cuerpo y la Sangre de
Cristo en las especias del Pan y el Vino, para la remisión de los pecados y para la
vida eterna. La Eucaristía tiene su origen en la “ÚLTIMA CENA”, cuando Cristo
instituyo y enseño a sus discípulos a ofrecer el pan y el vino en memoria suya.
Dentro del Rito bizantino las Liturgias más celebradas son las llamadas de San
Juan Crisóstomo, que es la comúnmente celebrada y la de San Basilio, que se
celebra el día de la fiesta de San Basilio el 1 de enero, en la vigilia de las fiestas de
Navidad y Teofanía y los domingos de la Gran Cuaresma. Durante esta última, los
días entre semana, se celebran la Liturgia de los Dones Presantificados o de San
Gregorio Magno, que en la realidad es la celebración de las Vísperas con el oficio
de la Comunión con los Corderos consagrados el domingo anterior. También
existe la llamada Liturgia de Santiago de Jerusalén, y que prácticamente se
celebra nada más que en la fiesta del primer Obispo de la Ciudad Santa. La Liturgia
Divina según el Rito Bizantino tiene tres partes: la Liturgia de la Preparación, la
Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística.
Desarrollemos brevemente cada una de ellas.
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Liturgia de la Preparación o “Proskomidia”
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El rito de entrada comienza con la exclamación que realiza el sacerdote: “Bendito
el reino del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos
de los siglos”. Los fieles responden: “Amén”. El diácono (o el sacerdote, si no hay
diácono) comienza a continuación la “Gran Letanía”, que tiene este nombre por
ser más larga de lo habitual y en la que se pide por todas las necesidades: la paz
y la salvación para la Iglesia, sus ministros y sus fieles, los encarcelados, los
enfermos y todos los que padecen alguna necesidad. Al igual que en la mayoría
de las letanías, se hace memoria de los fieles difuntos y se honra a la Madre de
Dios. El sacerdote la concluye con una oración final.
Siguen tres antífonas que varían según el día, siendo las dos primeras seguidas
por una letanía corta y una oración. La tercera antífona es seguida de la llamada
“Pequeña Entrada” con los libros de los Evangelios y de unos “troparios” y
“kontakios” prescritos según el día, el tiempo litúrgico o el templo en el que se
celebra la Divina Liturgia. Después de haber entrado se canta el Trisagio:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros”.
A continuación viene el rito de la proclamación de la Palabra de Dios. La
proclamación de las Escrituras se anuncia con el “prokímenon”, que consiste en
el canto de unos versículos de los salmos en forma responsorial. Entonces el
lector proclama cantando la lectura de un pasaje de los Hechos de los Apóstoles
durante el tiempo de Pascua o de una Epístola. En el modo ruso, recordando
como la primitiva Iglesia fue surgiendo de las catacumbas, el lector comienza el
canto en voz baja, la cual va alzando para terminar el texto cantado con una voz
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aguda. Normalmente, se tiene tonos apropiados y se acompaña, sobre todo el
Evangelio, con hermosos melismas.
Se canta un triple aleluya, también con versos como en el prokímenon. Este
aleluya anuncia el canto solemne del Evangelio, antes del cual existe un breve
intercambio de plegarias entre el sacerdote y los fieles. A continuación el diácono
canta el Evangelio. Aunque la homilía siempre es al final de la Liturgia, en algunas
iglesias se ha introducido esta costumbre totalmente extraña y que corta el
dinamismo de la Liturgia.
La ceremonia continúa con la llamada “Letanía de la ferviente súplica”, la cual va
remarcada insistentemente con la triple repetición del “Señor ten piedad”. Los
días entre semana y, sobre todo los sábados, día dedicado a la memoria de los
difuntos, se hace a continuación la “Letanía por los difuntos”. La primera parte de
la Liturgia concluye con la Letanía por los catecúmenos, por aquellos que están
esperando el bautismo.
Liturgia Eucarística
Esta parte de la Divina Liturgia se inicia con dos letanías en las que se pide por los
fieles y con la “Gran Entrada” cantando el llamado “Himno de los querubines”,
himno atribuido al emperador Justiniano I: “Nosotros, que místicamente
representamos a los querubines, cantamos el himno tres veces santo a la Divina
Trinidad, dejando de lado las preocupaciones de este mundo, para que podamos
recibir al único Rey, quien viene invisible, escoltado por los coros celestiales”.
Mientras se canta este himno, el sacerdote va a la mesa de la “Proskomedia”, da
la patena al diácono y él mismo coge el cáliz. Se organiza una procesión saliendo
el diácono y el sacerdote por la puerta norte del iconostasio y llevando los dones
se entra por la puerta principal del mismo, mientras el diácono va cantando
pidiendo que el Señor se acuerde de todas las personas. Mientras la procesión se
realiza, los fieles siguen cantando el “Himno de los querubines”. Si en la
ceremonia no hay diácono, esta Gran Entrada la realiza solo el sacerdote
portando la patena y el cáliz. Todo este rito es lo que nosotros llamaríamos el
ofertorio. Posteriormente, el sacerdote bendice a los fieles y todos rezan el
“Símbolo de la Fe” (el Credo).
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Tras el rezo del Credo, el sacerdote comienza la “anáfora”, que es la gran oración
eucarística sobre las ofrendas, que se inicia con la frase “Levantemos los
corazones”. Como dije al principio, las dos anáforas principales son la de San Juan
Crisóstomo y la de San Basilio el Grande. Después de recordar la historia del
pecado del hombre, de la redención efectuada por Cristo y de la institución de la
Eucaristía, el sacerdote invoca al Espíritu Santo (epíclesis) pidiéndole que
descienda sobre los dones convirtiéndolos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La
doctrina ortodoxa afirma que la transustanciación (Metamorfosean) se realiza en
el momento de la epíclesis. Desde ese momento, el pan y el vino son tratados
como el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
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ortodoxa y conserven la salud del alma y del cuerpo. La plegaria eucarística va
seguida de una Letanía y del canto del Padre Nuestro.
Después de la comunión del clero, se distribuye la comunión entre los fieles bajo
las dos especies.
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10.4 PENITENCIA
El Sacramento de la Penitencia nos reconcilia con Dios y con nuestros hermanos,
cuando hemos fallado en vivir de acuerdo a la imagen de Dios, pecamos.
Pecado es todo aquello que va en contra del amor de Dios y del prójimo. Es una
ofensa a Dios, infinitamente bueno y amable, y es también una ofensa a nuestra
dignidad y a la de nuestros hermanos. Todo aquello que divide, corrompe y
destruye al hombre en si mismo y en sus relaciones con los otros.
Tenemos la confianza de recibir su perdón y misericordia, si buscamos en una
forma sincera y honesta el perdón de Dios, que son sin límites.
Jesús, porque nos ama, quiere lo mejor para nosotros. Por eso busca que cada día
seamos mejores. Para eso es necesario que cambiemos de vida. Dejar todo
aquello que nos separa de Dios.
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Jesús no aplaude el pecado, pero ama a los pecadores y siempre esta dispuesto a
perdonarlos. Todos somos pecadores. Esto quiere decir que no hacemos la
voluntad de Dios, sino que seguimos nuestra propia voluntad.
Se usa el Óleo en este Misterio como una señal de la presencia, poder y perdón
de Dios. Después de la lectura de siete Epístolas, siete Evangelios y siete
Oraciones, todos dedicados a sanar, el sacerdote unge el cuerpo con el Óleo
santo. La Ortodoxia nos reserva este misterio solamente a los moribundos. Se
ofrece a todos los que están enfermos del cuerpo, mente o espíritu. La Iglesia
además celebra el misterio, para todos sus miembros durante la Semana Santa,
en el día miércoles Santo.
Desde las primeras páginas de la Biblia, o sea, desde la creación del mundo, Dios
dijo al hombre y a la mujer: “crezcan y multiplíquense”.
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Esto significa que desde los albores de la humanidad, Dios mismo pensó en la
familia. La familia, por tanto, no es una institución humana, sino que fue fundada
por el mismo Dios.
“Dios lo hizo hombre y mujer, por eso dejara el hombre a su padre y a su madre
para unirse con su esposa y serán los dos uno solo. De manera que ya no son dos,
sino uno solo. Pues bien, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”. (Mateo
10, 6-9)
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10.7 ORDEN SAGRADO
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Siguiendo la práctica de la Iglesia ortodoxa, hay tres órdenes mayores, cada una
de las cuales requiere de una ordenación especial. Estas son:
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La Virgen María se encuentra en el centro de la vida practicante de la Iglesia,
tanto en lo que respecta a la devoción personal, como a aquella de carácter
comunitario. De igual manera, está en el centro de los dogmas de fe de la Iglesia,
como parte inseparable de la fe cristiana que nos lleva a creer que Dios se hizo
hombre. Estos dos “centros” de la Iglesia – vida de oración y dogmas de fe – son
absolutamente inseparables en el cristianismo ortodoxo. Por eso, el ícono de la
Virgen María está presente en cualquier iglesia y en cualquier casa, y ella es
recordada en todos y cada uno de los oficios litúrgicos.
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La traducción de la expresión “Madre de Dios”, no debe hacernos creer que la
Virgen María fue un simple instrumento de Dios, que le dio a luz y hasta ahí. Al
contrario, ella fue ciertamente Su madre. Con otras palabras, fue quien vio por
primera vez a Jesucristo niño, a Quien amó y alimentó; hizo todo aquello que une
a un niño con su mamá, desarrollándosele así el alma y formándosele su
personalidad.
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tal manera que devino Su Madre y, al mismo tiempo, siguió siendo nuestra
semejante, en solidaridad con los que rezan a su Hijo y luchan por alcanzar la
santidad.
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junto a Su Cruz, de la que también tomó parte (Lucas 2, 35); del mismo modo,
entonces, Ella nunca se separa de nosotros.
La palabra icono viene del griego: "eikôn" que significa " imagen", " retrato". La
Natividad de Cristo marca el nacimiento del icono. El Verbo se hizo carne, el
Invisible se volvió visible, Dios tomó una cara humana.
Una Cara única que se repite a través de las caras de la Madre de Dios y de los
santos bañados en la misma luz increada.
En los iconos, los cuerpos son abstractos y las caras no demuestran ni felicidad ni
tristeza humanas. Estados y emociones como oración, reverencia, silencio,
obediencia, predicación, temor, culpa, sorpresa y lamentaciones se expresan por
actitudes y posiciones específicas de las manos y la cabeza.
Los iconos no son meramente ” adornos ” para el templo, sino que tienen una
función teológica y litúrgica. En el templo sirven como un punto de encuentro
entre el cielo y la tierra.
Las imágenes de Cristo, los Santos y los Ángeles, visibles a la congregación local,
mientras reza, hacen que los fieles recuerden constantemente la presencia
invisible de todos los habitantes del cielo en la Divina Liturgia. Los fieles pueden
sentir que los muros de la Iglesia se abren hacia la eternidad.
Por lo tanto, el icono no es únicamente una imágen que decora, sino también que
inspira, eleva, educa y nos recuerda la presencia de aquel a quien representa.
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13. EL TEMPLO
La iglesia cree que Dios es el Creador del cielo y de la tierra, y está presente a
través de su fuerza creativa manifiesta en su obra.
Por esta razón, todos los templos ortodoxos están bendecidos, consagrados y
dedicados como lugar sagrado. El templo entero es un testimonio de la presencia
de Dios en medio de su pueblo.
“Que el cristiano considere bien que cuando él entra al templo, entra en otro
cielo. Esa misma majestad de Dios que está en el cielo, está también en su templo
y por lo tanto, el cristiano debe entrar a él con reverencia y devoción.”
El Vestíbulo es el área de la entrada. Hoy día, el comienzo del Oficio del Bautismo,
y en algunas parroquias, el oficio del Matrimonio, comienzan en el Vestíbulo y
luego proceden a la Nave. Esta procesión representa simbólicamente un
movimiento gradual al Reino de Dios.
El Vestíbulo: Es el lugar donde los fieles hacen una ofrenda, reciben una vela, la
cual colocan delante de un icono, y ofrecen una oración personal antes de
entrar a la Nave.
La Nave: Es la gran área central del templo. Aquí, los fieles se congregan para la
Liturgia.
En el lado derecho de la Nave está el trono del Obispo, desde donde él preside
como icono vivo de Cristo en medio de su pueblo. Aún en la ausencia del Obispo,
el trono nos hace recordar que la parroquia no es una entidad aislada, sino una
parte de la diócesis encabezada por el Obispo.
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Exterior del Templo Ortodoxo:
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Los templos ortodoxos se construyen hacia el oriente, es decir, del lado de la luz,
desde donde asciende el sol porque Cristo representa a la luz. Cada templo se
consagra a un santo o a un acontecimiento santo.
La base de la construcción puede tener distintas formas: una cruz en
representación de la cruz donde murió Jesús, un circulo evocando la eternidad
del Señor, un octágono imitando una estrella que nos guía por el mundo o una
forma parecida a un barco alargado representando al Arca de Noé que nos lleva
a través de las aguas tormentosas de la vida hacia la paz del reino de los cielos.
La construcción misma concluye en su parte superior en una o más cúpulas que
representan al cielo y que en su parte superior son coronadas por una pequeña
esfera sobre la cual se erige una cruz en honor de la cabeza de la iglesia,
Jesucristo. Una sola cúpula representa a Jesucristo, dos representan su naturaleza
terrenal y divina, tres la Santísima Trinidad, 5 representan a Jesús y los 4
evangelistas, 7 a los 7 sacramentos y las 7 iglesias universales, 9 a los nueve
rangos de ángeles, 13 a Jesús y los 12 apóstoles. La cantidad de cúpulas, sin
embargo, también puede ser mayor.
La forma de la cúpula también tiene un significado simbólico. Con forma de yelmo
(imagen inmediatamente anterior) representa la batalla contra las fuerzas del mal
por parte de la Iglesia mientras que si es la clásica forma de cebolla (imagen previa
a la anterior) representa la llama de una vela encendida recordando las palabras
de Jesús “Ustedes son la luz del mundo” (Вы-свет миру, Vy-svet miru).
El color dorado de la cúpula representa la gloria celestial. Cúpulas así están
presentes en las iglesias principales y en aquellas consagradas a Cristo y a las 12
festividades más solemnes de la Iglesia ortodoxa. Las cúpulas azules con estrellas
están consagradas a la Santa Madre porque la estrella recuerda el nacimiento de
Cristo de la Virgen María. Las iglesias de la Trinidad tenían cúpulas verdes porque
es el color del Espíritu Santo (Святой Дух, Svyatoy Dux) en tanto que aquellas
consagradas a los santos están coronados por cúpulas verdes o plateadas.
En la ortodoxia rusa se acostumbra tener en cada templo 6-8 de estas cúpulas
coronadas por cruces, cruces que siempre miran hacia el oeste y se distinguen de
la cruz latina por la presencia de dos travesaños adicionales de menor longitud
que el travesaño central: uno superior y otro inferior e inclinado
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EL CAMPANARIO Y EL TAÑIDO DE LAS CAMPANAS
Sobre la entrada de la iglesia o a veces junto al edificio se construye un
campanario que se utiliza tanto para invitar a los feligreses a la oración como
también para anunciar las partes principales de los servicios religiosos que se
llevan a cabo en la iglesia. Se trata de una construcción con forma de torre que
está separada del templo o forma parte de él. Las campanas se instalan en
distintos niveles según su tamaño y peso.
El tañido de las campanas en la iglesia se presenta en dos formas: "La buena
noticia," para llamar a los feligreses al templo, y propiamente el tañido.
"La buena noticia" — toques regulares de una campana grande. Se ejecuta de la
siguiente forma: primero se producen tres toques distanciados, lentos y largos,
después siguen los toques regulares. También el de "La buena noticia" se
diferencia en dos tipos: el común, cuando se toca la campana más grande, y el de
cuaresma o el distanciado, cuando se toca una campana de menor tamaño, en
los días de la semana durante la Cuaresma.
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El tañido propiamente es cuando se tocan todas las campanas a la vez; sus formas
son:
"El triple tañido": toque de todas las campanas, con una corta pausa entre las
repeticiones (toque en tres tandas). Se oye durante la vigilia nocturna y la liturgia.
"El doble campaneo" lo mismo, sólo con doble repetición (en dos tandas). Se hace
en "vigilia nocturna";
"El repique": toque consecutivo en cada una de las campanas (uno o más golpes),
comenzando por la más grande y llegando a la menor de todas, y repitiendo toda
la serie varias veces. Se hace en liturgia y en casos especiales: durante la Semana
de postración ante la Cruz, durante la víspera del Gran Viernes Santo; antes de la
procesión con el sudario, durante maitines del Gran Sábado Santo, en el día de la
Exaltación de la Cruz.
"Toque lento": toque lento en cada campana consecutivamente, comenzando de
la más pequeña, hasta la más grande; Después de tocar la campana mayor, se
tocan todas las campanas juntas; la serie se repite muchas veces. El "toque lento"
se denomina también el "tañido fúnebre" por expresar tristeza y lamento por el
difunto. Sin embargo el toque lento siempre se corona por el "triple tañido" como
símbolo de la alegre noticia de la resurrección de los muertos.
Finalmente, existe el tañido "alarma". Es un toque muy seguido, generalmente de
una campana mediana especial. Se usa como aviso de un peligro
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13.1 EL ICONOSTASIO
El iconostasio es una pared más o menos sin interrupciones que va desde la parte
septentrional a la meridional del templo, y en la cual, en un orden delimitado, se
colocan los iconos. Esta pared separa el santuario de la parte central del templo
ortodoxo. En el iconostasio hay tres puertas. La puerta central, con dos hojas,
recibe el nombre de puerta santa, y está prohibido que entre por ella nadie que
no sea clérigo. A la derecha se encuentra la puerta meridional, llamada también
puerta diaconal, y a la izquierda la puerta septentrional.
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1. Icono local
2. La Puerta Septentrional con el Arcángel Miguel
3. Icono de la Madre de Dios
4. La Última Cena
5. La Puerta Santa
6. La Anunciación: el Arcángel Gabriel
7. La Anunciación; la Virgen María
8-9-10-11. Evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan
12. Icono del Salvador
13. La Puerta Meridional con el Arcángel Gabriel
14. Icono del templo
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La parte más importante de la iglesia es el Santo Altar, lugar en el que si sitúa el
Santo Lugar, que siempre está en la parte este del edificio. Al Altar pueden
acceder solo los clérigos, mientras los fieles varones entran allí solo durante el
bautismo, y las mujeres, nunca.
El objeto más importante dentro del Santo Altar es Santa Mesa, donde está el
antimisio (una pieza de tela rectangular a la que está cosida la reliquia de un santo
o mártir), el evangelio, una cruz, el cáliz y otros objetos necesarios para realizar
la Divina Liturgia.
El lugar situado tras el Altar se denomina “el lugar celestial” y es el sitio más
sagrado de todo el templo. Ahí se coloca un gran candelabro de siete brazos y una
cruz.
Cerca de la pared del Altar orientada al norte se sitúa la Prótesis, mesa auxiliar
donde se prepara el pan y el vino para la Liturgia. Al lado de la pared opuesta
frecuentemente está situada la sacristía, donde se guardan las vestimentas de los
sacerdotes.
El Altar está separado del resto del templo por el iconostasio, un tabique con filas
de iconos que simbólicamente separa el cielo y la tierra. Sin embargo, una parte
del Altar queda delante del iconostasio. Es una elevación que se llama “solea”, en
el centro de la cual está el ambón o púlpito, uno de los lugares más simbólicos del
templo. Desde el ambón el sacerdote realiza la Liturgia y pronuncia el sermón.
A los lados de la solea están los coros, donde durante el servicio se canta. Ante
los coros frecuentemente están colocados los confalones o estandartes. Algunos
templos tienen una galería interna que también se usa para coros.
En la iglesia ortodoxa se usa solo el canto del coro, lo que explica la ausencia de
Instrumentos en los Oficios y la Divina Liturgia.
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14. El Cordón de oración y la Oración de Jesús
Dentro del mundo ortodoxo y desde los primeros tiempos de la iglesia se utiliza
un cordón de oración (llamado “komboskini” por los griegos, “chotki” por los
rusos) amarrado a la muñeca a fin poder ayudar al feligrés en la tarea incesante
de “orar sin cesar” como recomendara San Pablo en su epístola a la comunidad
de Tesalónica (1 Tes. 5, 17).
El Cordón – que puede ser de 10, 25, 33, 50 o 100 nudos – usualmente suele
confeccionarse en lana pura (también puede hacerse con cuentas de madera u
otro material) para recordarnos que Jesucristo es el Cordero de Dios; y pueden
ser de distintos colores:
Comúnmente el ciclo de nudos (o cuentas) termina con una Cruz que pende del
cordón de marras y que es un recuerdo de la acción redentora de Nuestro Señor
y Salvador Jesucristo en el calvario y la borla que sigue al extremo inferior de la
Cruz, presentes en algunas Cuerdas, nos recuerda el consuelo a nuestras lágrimas.
¿Y que se reza por cada nudo con el cordón de oración?: La Oración de Jesús
La Oración de Jesús
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La Oración de Jesús es para el ortodoxo una de las más oraciones más profundas
y místicas. Ha sido usada, enseñada y discutida a través de la historia del
cristianismo oriental. Ella refleja la enseñanza dada por Jesús en la parábola del
fariseo y del publicano (Lucas; 18:10-14), así como también la oración “¡Señor,
sálvame!” dicha por Pedro mientras se hundía en el Mar de Galilea (Mateo;
14:30).
“Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy pecador”
Diversas oraciones se hacen con la cuerda:
4. Kyrie eleison.
Cualquiera de estas cuatro variantes que se escoja debe decirse en cada nudo, ya
sea mientras se hace o mientras se reza con él. En el tradicional libro de la
Filocalia, ya se aconseja la imprecación más corta para los principiantes, el “Kyrie
eleison” (o sea “Señor ten piedad”), puesto que al ser breve hay una menor
propensión a la distracción o divagación mental.
“Señor Jesús Cristo, hijo de Dios, ten misericordia de (Nombre de la persona por
la que se reza.), pecador
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A. LOS CICLOS DIARIOS DE LOS SERVICIOS ECLESIÁSTICOS
Siguiendo la tradición bíblica, el día se comienza en la tarde ("Y atardeció y
amaneció: día primero," Génesis 1:5). Por eso el primer servicio del día
eclesiástico - es el de "Vísperas" . El total de los servicios durante las 24 horas son
9:"Víspera," el "oficio de Medianoche," los "Maitines," las "Horas" (1ª, 3ª, 6ª, y
9ª) (Prima, Tercia, Sexta y Nona) y la Divina Liturgia. Estos oficios en su totalidad
se cumplan en los monasterios y en algunas catedrales muy concurridas.
"Vísperas" es el oficio en el final del día, al atardecer, En ella los fieles agradecen
al Señor por el día pasado y piden Su bondad para la Tarde. (Completas - son
oraciones antes de acostarse, pidiendo a Dios perdón por los pecados y la defensa
del diablo durante la noche).
El "Oficio de Medianoche" es de carácter monástico, en recuerdo de la oración
del Salvador en Getsemaní. Las oraciones de medianoche llaman a velar y estar
siempre preparados para el día del Juicio Final, que llegará de súbito, como el
Novio en la de medianoche. (Parábola de las 10 vírgenes).
Los "Maitines" - se celebran en la madrugada antes de la aurora. En el
agradecemos a Dios por la noche pasada y pedimos ayuda para el día venidero.
La "Horas" - son oficios muy cortos, que se leen en transcurso del día, sin canto.
(La hora "Prima") La 1ª hora corresponde a las 7 de la mañana, porque en
antigüedad la antigüedad las horas se contaban desde la salida del sol. En la hora
3ª (hora "Tercia") (9 de la mañana) se recuerda el descenso del Espíritu Santo
sobre los apóstoles. El la hora 6ª (hora "Sexta") (12 del mediodía) - la crucifixión
de Nuestro Señor Jesucristo. En la (hora "Nona") 9ª (3 de la tarde) - la muerte del
Salvador en la Cruz.
El oficio más importante, la Liturgia (Misa) - se celebra antes del mediodía. En la
Liturgia ante la mirada espiritual del orante se presenta toda la vida terrenal del
Salvador. Sobre todo la Santa Cena, cuando el Señor estableció el sacramento de
Comunión. En este Sacramento sucede un milagro: el Espíritu Santo desciende
sobre el pan y vino y los trasmuta. El pan se convierte en verdadero Cuerpo de
Cristo y el vino del cáliz - en la verdadera sangre de Cristo. En los monasterios
antiguos todos los oficios se celebraban en su tiempo indicado. Después, en las
parroquias, para la comodidad los oficios fueron unidos en dos grupos: el de la
tarde y el matutino. En el oficio de la tarde entraron las Vísperas, Maitines y la 1ª
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hora. En el matutino - 3ª y 6ª hora y Liturgia. En las parroquias se omiten los otros
oficios.
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TERCERA HORA: La venida del Espíritu Santo
De los servicios eclesiásticos, (que existe además del anual): depende del
acontecimiento sagrado, o el santo al que se dedica cada día de la semana. Así, el
día domingo se dedica a la Resurrección de Jesucristo, el lunes - a los ángeles; el
martes - a los profetas con san Juan Bautista a la cabeza; los miércoles y viernes -
a la conmemoración de la pasión del Salvador en la Cruz (son días de ayuno): el
miércoles Judas de Iscariote traicionó a Jesucristo a los sumos sacerdotes judíos,
además el miércoles se conmemora a la Madre de Dios, El jueves se recuerdan
los santos apóstoles y sus sucesores (los obispos), entre los cuales San Nicolás, el
Milagroso se venera muy especialmente. El sábado se recuerdan los santos
monjes, los mártires y todos los santos, y también todos los difuntos. (En el
lenguaje eclesiástico eslavo el nombre actual de la semana "nedelia" significa el
domingo, "día sin quehaceres mundanos," y los 7 días de la semana se llaman
"sedmiza," o sea "grupo de los 7."
Cada día del año se dedica a la memoria de algunos santos y también a los
acontecimientos sacros, fiestas. Existen fiestas fijas, las cuales siempre se festejan
en las mismas fechas: la Navidad (con su precedente ayuno Navideño), la
Asunción de la Virgen (con ayuno previo). Además existen fiestas móviles, que
cambian de fecha cada año. Son las fiestas unidas con Pascua, como el Domingo
de Ramos, la Ascensión del Señor y Pentecostés.
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Pascua es una fiesta ortodoxa de máxima alegría. Es la "fiesta de las fiestas y el
festejo de los festejos." Señor Jesucristo resucitó de los muertos al día siguiente
de la Pascua judía, la cual en el año de su crucifixión cayó en día sábado. Como la
Pascua del Antiguo Testamento. Se festeja según el calendario lunar y todos los
años cae en distintas fechas, así la Pascua cristiana del Nuevo Testamento se
festeja de acuerdo a los cálculos del Viejo Testamento. El primer Concilio
Ecuménico designó festejar la Pascua cristiana siempre aparte de la de los judíos,
y siempre en el primer domingo después de luna llena primaveral. Existen tablas
de Pascua (pascalias), donde se indica la fecha de Pascua para cada año. La pascua
más temprana puede ser el 4 de abril (22 de marzo según calendario juliano) y la
más tardía el 8 de mayo (25 de abril). 7 semanas antes de Pascua comienza el
gran ayuno (Cuaresma).
Cada domingo de Cuaresma se dedica a un suceso especial. Una semana antes de
Pascua se celebra el Domingo de Ramos, 40 días después de Pascua se celebra la
Ascensión del Señor, y diez días más tarde - Pentecostés, la Trinidad (el Descenso
del Espíritu Santo sobre los apóstoles). Esta es la lista de las 12 fiestas principales,
con sus fechas según el calendario nuevo (gregoriano):
Los versos de la fiesta están llenos de títulos como los que hemos citado arriba.
Son inspirados por el mensaje de la Biblia, tanto del Antiguo Testamento como
del Nuevo. Las lecturas bíblicas indicadas para la fiesta expresan esto mismo.
En el oficio de Vísperas, las tres lecturas tomadas del Antiguo Testamento son
“mariológicas” en su interpretación neotestamentaria. Es así entonces, que se
comprende que la escalera de Jacob que une el cielo con la tierra y el lugar que
es llamado “la Casa de Dios” y la “Puerta del Cielo” (Génesis 28,10-17) simbolizan
la unión divino-humana, la cual se realiza del modo más perfecto y más completo,
tanto en lo espiritual como en lo físico, en la persona de María la Madre de Dios,
la Progenitora de Dios. También simboliza a María la visión del Templo con la
“puerta al Oriente” perpetuamente cerrada y llena de “la gloria del Señor”. Se
refiere a ella en los himnos como “el templo vivo de Dios lleno de la divina gloria”.
(Ezequiel 43,27-44,4) María es también comparada a la “casa” que la Sabiduría
Divina construyó para sí, según la lectura de Proverbios 9, 1-11.
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aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.” (Lucas 1,47-
48)
El tropario de la fiesta era, se podría decir, como el himno nacional que se cantaba
en todas ocasiones públicas de los Imperios Cristianos de Bizancio y de Rusia,
originalmente rogaba a Dios a salvar al pueblo, concederles la victoria en las
guerras, y a conservar el Imperio “por el poder de la Santa Cruz.” Sin embargo,
hoy en día, este tropario tal como todos los demás himnos del día son
“espiritualizados”; los “enemigos” ahora se refieren a los espiritualmente malos,
incluyendo al Demonio y todas las fuerzas del mal, y, en lugar de pedir por los
gobernantes del estado individualmente, se pide ahora por todos los “cristianos
ortodoxos,” y el mundo entero.
83
Cuando elevamos la Cruz y nos postramos ante ella en veneración y en adoración
a Dios, proclamamos que pertenecemos al Reino que no es de este mundo, y que
nuestra única ciudadanía verdadera, que perdura por siempre, es con los santos
en la “ciudad de Dios”. (Efesios 2,19; Hebreos 11,10; Apocalipsis 21-22)
84
Este himno, fundamental en la celebración de la fiesta de la Cruz, es cantado una
y otra vez durante los ocho días de su celebración en la Iglesia. Reemplaza al
Trisagion en la Divina Liturgia. En el oficio de Matutinos, el Evangelio es de San
Juan, en el que Cristo afirma que cuando sea elevado en la Cruz, atraerá a todos
hacia él. (Juan 12, 28-36) La lectura del Evangelio para la Divina Liturgia es del
largo relato de la pasión de Cristo, también tomada del Evangelio según San Juan.
85
C. PRESENTACIÓN DE LA MADRE DE DIOS EN EL TEMPLO
(4 DICIEMBRE)
La segunda gran fiesta de la Madre de Dios es la celebración de su presentación
como niña en el Templo de Jerusalén. Tal como la fiesta de su nacimiento, esta
fiesta de María carece de evidencias bíblicas e históricas directas. No obstante, al
igual que su Natividad, es una fiesta llena de importante significado espiritual
para el creyente cristiano.
Los textos de esta celebración cuentan cómo María fue llevada como niña
pequeña al templo por sus padres Joaquín y Ana, a fin de continuar allí su
educación con las vírgenes consagradas al servicio del Señor hasta que fueran
desposadas en matrimonio. Según la Tradición de la Iglesia, la Virgen fue recibida
solemnemente en el templo por la comunidad del templo, encabezada por el
sacerdote Zacarías, el padre de San Juan Bautista. La tradición agrega que fue
conducida al “santo de los santos” para ser “alimentada” allí por los ángeles, y de
devenir “santa y bendita entre todas” por Dios, para que a la vez ella llegara a
ser el santuario y templo vivo del Divino Niño que habría de nacer de ella.
Sin duda, los versos del Salmo 45, que se emplean extensamente en los oficios
de la fiesta, fueron una gran inspiración para la celebración de la consagración de
María al servicio de Dios, en el Templo de Jerusalén.
La Iglesia Ortodoxa considera estas palabras del salmo como una profecía
directamente relacionada con María la Madre de Dios. Según el Evangelio de San
Lucas que se lee en la Vigilia de cada una de sus fiestas, María misma pronuncia
las siguientes palabras:
86
Poderoso; Santo es su nombre, Y su misericordia es de generación en generación
a los que le teman. (Lucas 1,47-50)
En el oficio de Vísperas, se lee el capítulo cuarenta del libro del Éxodo acerca de
la edificación del templo, junto a pasajes del Primer Libro de Reyes y de la Profecía
de Ezequiel. Cada una de estas lecturas finaliza con exactamente las mismas
palabras: “pues la gloria del Señor ha llenado la morada del Señor Dios
Todopoderoso.” (Éxodo 40,35; I Reyes 8,11; Ezequiel 44,4)
87
Así, la fiesta de la Entrada, o la Presentación, de la Madre de Dios en el Templo,
es la que celebra el fin del “Templo de piedra” en Jerusalén como la morada de
Dios. Cuando la niña María entra al templo, la época del templo llega a su fin, y
se revela el “preludio de la buena voluntad de Dios”. En este festejo celebramos,
en la persona de la Madre de Cristo Dios, que nosotros también somos templo y
morada del Señor.
Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré
y andaré entre ellos, y seré
su Dios, y ellos serán mi pueblo. (II Cor. 6, 16; Isaías 52, 11
D. LA NAVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (7 ENERO)
La fiesta de la Natividad de Cristo es celebrada de manera análoga a la de la
Fiesta de Pascua de Resurrección. Un ayuno de cuarenta días precede la fiesta,
88
con días preparatorios especiales que anuncian el pronto nacimiento del
Salvador. Así en el día de San Andrés (30 de noviembre) y el día de San Nicolás (6
de diciembre), se cantan himnos que anuncian el nacimiento del Señor que luego
acontecerá.
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin
de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a
vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama, ¡Abba, Padre! Así que ya
no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
(Gálatas 4,4-7)
91
E. LA SANTA TEOFANÍA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (19 ENERO)
Originalmente era la fiesta cristiana única de la manifestación de Dios al mundo
en la forma humana de Jesús de Nazaret. Incluía la celebración del nacimiento de
Cristo, la adoración de los Reyes Magos, y todos los acontecimientos de la niñez
de Jesucristo como su circuncisión y presentación en el templo, así como su
bautismo por San Juan en el Río Jordán. Es casi una certeza que esta fiesta, al igual
92
a la Pascua de Resurrección y Pentecostés, se entendía como el cumplimiento de
una fiesta judía previa, en este caso, la Fiesta de las Luces.
Las profecías que se leen en la Teofanía repiten las palabras de Isaías “Dios está
con nosotros” y enfatizan la predicha venida del Salvador así como la venida de
su precursor, San Juan Bautista: Voz que clama en el desierto: Preparad camino
al Señor; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado,
y abájese todo monte y collado; lo torcido se enderece, y lo áspero se allane; y
toda carne verá la salvación de Dios. (Isaías 40,3-5; Lucas 3,4-6)
El verso bautismal de Gálatas 3,37 reemplaza otra vez al Trisagion. (Santo Dios)
Las lecturas del Evangelio seleccionadas para leer en todos los oficios de la
Teofanía hablan del bautismo de Jesús por Juan en el Río Jordán. La lectura de la
93
Epístola en la Divina Liturgia habla de las consecuencias de la aparición del Señor,
que es la Divina Epifanía.
Oh Cristo Rey, como humano vino al río para lavarse. Tomaste la iniciativa para
recibir el bautismo como esclavo de la mano del Precursor por nuestros pecados,
oh Amante de la Humanidad. (Himnos de la Bendición Mayor de las Aguas).
A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid,
comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche… (Isaías
55,1-13)
94
Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día:
Cantad al Señor, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obra… su
Nombre es engrandecido … Regocíjate y canta … (Isaías 12,3-6)
98
Según la tradición local de algunas iglesias, el sacerdote bendice velas en la iglesia
en este día. Estas velas nos recuerdan de nuestro encuentro con Cristo, Luz que
ilumina a todos.
Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la
casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde
ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las
mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué
salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has
hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un
hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del
Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa
de Jacob para siempre, y su reino de tendrá fin. Entonces María dijo al ángel:
¿Cómo será esto? Pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
por lo cual también el Ser Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí
tu parienta Elizabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto
mes para ella, la que llamaban estéril; porque no hay nada imposible para Dios.
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; Entonces hágase conmigo
conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. (Lucas 1,26-38)
99
Hoy es el principio de nuestra salvación y la revelación del misterio antes de todos
los siglos; porque el Hijo de Dios se hace Hijo de la Virgen y Gabriel anuncia la
gracia. Acompañémosle clamando a la Madre de Dios: Salve, oh llena de gracia,
el Señor es contigo. (Tropario)
Ya que esta fiesta normalmente cae durante la Gran Cuaresma, la forma en que
se celebra varía de año en año, dependiendo del día en que cae. Si es un día de
semana durante la Gran Cuaresma, lo que es lo más común, se celebra la Divina
Liturgia de la fiesta en la tarde junto al oficio de Vísperas, luego de abstinencia de
todo el día. Cuando esto suceda, se sigue las normas de abstinencia para la
Liturgia de los Dones Presantificados. La Divina Liturgia de la Anunciación es la
única celebración de la liturgia eucarística de San Juan Crisóstomo que es
permitida en un día de semana durante la Gran Cuaresma.
100
H. GRAN DOMINGO DE RAMOS
101
últimos días de la Gran Cuaresma, los himnos ponen su acento en la futura
muerte de Cristo, que él había anunciado repetidamente, como nos dicen los
Evangelios. Es más, en el sábado de Lázaro (la víspera del Domingo de Ramos) los
autores del libro del Triodion recuerdan la ira de los fariseos debido al milagro
que Jesús había obrado, resucitando a su amigo de Betania. Al combinar los textos
de los Evangelios con la himnografía de la Iglesia, que es de hecho una especie de
comentario bíblico y poético, podemos entender por qué la entrada en Jerusalén
era, al mismo tiempo, un acto de coraje y de condenación de todas las falsas
esperanzas mesiánicas. Jesús era completamente consciente de que sus
oponentes en Jerusalén, que criticaban incluso el hecho de que Él curara en
sábado, como si pretendiese ofender las normas del Sabbat al hacer esto. Pero
también sabía que muchas facciones judías intentarían ocultarse bajo su sombra
y transformarlo en un Mesías en quien realmente era, pero en uno de corte
político. Así que él puso en escena, como un gran maestro, una entrada simbólica.
Primero, Él delegó en sus discípulos el encontrar un joven asno, que nunca
hubiese sido montado, para su trayecto. Podría haber ido simplemente a pie,
como seguramente había hecho muchas veces, pero eligió montar a un animal
humilde, es más, prefirió un pollino en lugar de un semental, para que su entrada
fuera como la de un emperador, aunque careciendo de gloria mundana. Juan el
Evangelista cuya versión es leída durante la Divina Liturgia (Jn 12, 119) relata este
episodio en pocas palabras, comenzando con la unción de María, hermana de
Lázaro
Poco después, en pocos versículos, habla del suceso de la entrada citando una
profecía de Zacarías (9,9): “No temas, hija de Sión, mira que tu Rey viene, sentado
en un pollino de asna” (Jn 12, 15). El evangelista hace notar que esta profecía fue
comprendida por los discípulos sólo después de su glorificación, y que toda esta
multitud estuvo allí debido al milagro que Jesús había obrado en Betania. Los
otros evangelistas narran un poco más sobre dicho suceso (Mt 21, 116; Mc 11,
111; Lc 19, 2844), empezando con la historia del pollino, siguiendo con la entrada,
citando tanto la profecía de Zacarías como las palabras de la multitud: “Bendito
el que viene en el nombre del Señor” (Salmo 117, 26), y terminando con el
episodio de la expulsión de los mercaderes del templo, que causó mayor furia en
102
los círculos de fariseos y sacerdotes. Cuando éstos pidieron a Jesús que calmara
a la multitud, Él respondió con el salmo mesiánico: “De la boca de los niños y de
los que aún maman fundaste la fortaleza“. (Salmo 8,2).
El Synaxarion de la fiesta interpreta las palmas cortadas de los jardines para dar
la bienvenida a Jesús como una premonición de la victoria de Cristo contra la
muerte, “porque era costumbre que los hombres victoriosos en las guerras
fueran honrados y acompañados en procesiones triunfales con ramas de árboles
verdes”, y esto sigue interpretándose al pollino de asna como símbolo de los
paganos convertidos al cristianismo. La liturgia del Domingo de Ramos difiere de
la habitual en los domingos en algunos puntos. El libro del Evangelio no es sacado
para la veneración durante el servicio matutino, como es habitual. La Divina
Liturgia tiene antífonas especiales, como sucede en las grandes fiestas, y termina
con la bendición de ramas frescas de árboles, que se consagran con agua bendita
y se comparten con todos los participantes de la fiesta. Las palmas, muy
habituales en los países mediterráneos, pero bastante raras en el norte, son
sustituidas por ramas de sauce en Rumanía o abedul en Rusia, Ucrania, Polonia y
Bielorrusia. Muchos cristianos usan estas ramas en sus hogares, poniéndolas en
las puertas, cerca de los iconos, plantándolas en sus jardines como símbolo de
frescura y abundancia. Algunas veces estas ramas incluso llegan a echar raíz y
crecer como nuevos árboles, como yo mismo he podido ver, debido a la
abundancia de lluvias primaverales y las facultades de los sauces. A veces se
organizan procesiones desde la iglesia, en recuerdo de la multitud que acompañó
a Cristo en la entrada a Jerusalén.
103
Tanto en las casas como en los monasterios esta fiesta se celebra con la
autorización para comer pescado y beber vino, como fortalecimiento antes de
Semana Santa, que es fuertemente ascética en todo lo que tiene que ver con la
comida y la bebida. La Semana Santa, de hecho, empieza unas pocas horas
después de la liturgia, el domingo por la noche con el servicio matutino del Lunes
Santo. De hecho, como hice notar en el otro artículo, durante este tiempo los
servicios matutinos tienen lugar la tarde anterior y los servicios nocturnos a
mediodía. El tiempo ya no tiene paciencia.
106
El día de la Santa Pascua los fieles se saludan unos a otros con besos fraternales
diciendo las palabras: !"Cristo Resucitó!" y la otra persona responde: "En Verdad
Resucitó!" y se intercambian huevos coloreados que sirven como símbolo de La
Resurrección. Durante todos los días de la semana de la Pascua, la puerta de
entrada al Santuario, llamada Puerta Real, permanece abierta simbolizando que
con la Resurrección de Cristo todas las personas tienen abierto el acceso al Cielo.
Desde el primer día de La Santa Pascua hasta la celebración de la Liturgia de La
Santa Trinidad (durante 50 días) no se deben hacer reverencias inclinando la
cabeza hasta el nivel del suelo.
Después de decir esto los llevó hacia el monte de los Olivos, que se encontraba
hacia el oriente de Jerusalén. En la expectativa, de que algo importante debía
suceder, comenzaron a preguntarle: "¿Señor, es este el tiempo en el que Tu
restaurarás el reino de Israel?" Los apóstoles, así como la mayoría de los hebreos,
esperaban, que el Mesías iba a ser un rey-conquistador, quien realizaría grandes
cambios sociales, liberaría a su pueblo del dominio extranjero, y les traería gloria
y prosperidad. A los apóstoles les parecía completamente lógico, que por cuanto
el Señor resucitó de entre los muertos, que ya había finalizado el período de Su
voluntaria humillación, y que ya era tiempo de declararse a todo el pueblo, como
el Mesías tan largamente esperado.
— "No os toca a vosotros saber los tiempos o los plazos, que el Padre puso en su
potestad"; — contestó Jesucristo: — "Pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria, y hasta los últimos confines de la tierra." En otras palabras, quiso
decir no trataran de prever, cuándo y precisamente qué cambios visibles,
deberían acontecer en el mundo. Vuestra labor será preparar las condiciones
necesarias para su aparición, para que la gente crea en Mí, como Salvador del
mundo, y reciban Mis enseñanzas. Esto será un trabajo grande y difícil, más Dios-
Padre, os fortalecerá con la fuerza de Su Gracia.
Después de decir esto Jesucristo los bendijo, y comenzó, ante sus ojos, a
separarse de la tierra, elevándose cada vez más y más. Viendo esto, los discípulos
Lo reverenciaron, y el Señor alejándose, continuaba bendiciéndolos. Los
Apóstoles no querían desviar su vista de Cristo, ni aun después, que Él Se ocultó
108
totalmente detrás de las nubes. Después de esto se les aparecieron dos ángeles
con vestiduras blancas como la nieve, y les dijeron: "¡Varones Galileos,! ¿Por qué
estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que se ha elevado ahora al cielo, así
vendrá como lo habéis visto ir al cielo!"
Alegrados con esta promesa, los apóstoles descendieron del monte y regresaron
a Jerusalén… Aquí, diariamente reuniéndose en la habitación de Sión, en oración
y en la lectura de las Sagradas Escrituras, esperaban el descenso sobre ellos del
Espíritu Santo (Hechos l-er. cap.) Acudían a estas reuniones también otros
discípulos de Jesucristo y algunas de las mujeres miróforas. Evidentemente, este
era el mismo aposento, donde, menos de dos meses atrás, en la víspera de Sus
padecimientos en la cruz, el Señor Jesucristo realizó la Última cena.
112
L. LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
(19 AGOSTO)
La Transfiguración de Cristo representa uno de los acontecimientos centrales en
su vida terrenal que se encuentra relatado en los Evangelios. Inmediatamente
después de que el Señor fue reconocido por sus apóstoles como “el Cristo
(Mesías)”, “el Hijo del Dios viviente”, les dijo que “le era necesario ir a Jerusalén
y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas;
y ser muerto, y resucitar al tercer día.” (Mateo 16,21) La reacción de los apóstoles
a este anuncio de Cristo acerca de su próxima pasión y muerte fue de indignación.
Y luego, después de reprocharles, el Señor tomó a Pedro, a Santiago y a Juan
“aparte a un monte Alto”, de acuerdo a la tradición el Monte de Tabor, y “se
transfiguró delante de ellos.”
Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo, Levantaos y no temáis. Y alzando ellos
los ojos, a nadie vieron sino a Jesús sólo. Cuando descendieron del monte,
Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del
Hombre resucite de los muertos. (Mateo 17,1-9; ver también Marcos 9,1-9; Lucas
9,28-36; II Pedro 1,16-18)
La fiesta judía de las Tiendas era una celebración de la morada de Dios con los
seres humanos, y la transfiguración de Cristo revela que Dios “habita” en el
Mesías y se manifiesta por él, hombre de carne y huesos. No hay dudas de que la
transfiguración de Cristo sucedió en el tiempo de la Fiesta de las Tiendas, y que la
celebración del acontecimiento en la Iglesia Cristiana llegó a ser el cumplimiento
neotestamentario de esta fiesta del Antiguo Testamento, de manera muy similar
a las fiestas de la Pascua y Pentecostés.
113
En la Transfiguración, los apóstoles se dieron cuenta que en Cristo
verdaderamente “habita corporalmente toda la plenitud de la Divinidad”, que
“agradó al Padre que en él habitase toda plenitud” (Colosenses 1,19; 2,9). Jesús
les permite ver todo esto antes de la Crucifixión, a fin de que ellos sepan quién es
el que sufrirá por ellos, y qué es lo que Él, que es Dios, ha preparado para aquellos
que le aman. Esto es lo que la Iglesia celebra en la fiesta de la Transfiguración.
Moisés y Elías, según los versos litúrgicos, no son solamente las más grandes
figuras del Antiguo Testamento quienes vienen ahora para adorar al Hijo de Dios
en gloria, ni tampoco son meramente dos de los varones santos a quienes Dios se
reveló en las teofanías prefigurativas de la Antigua Alianza de Israel. Estas dos
figuras en verdad representan el Antiguo Testamento mismo: Moisés representa
a la Ley, y Elías a los Profetas. Y Cristo es el cumplimiento de la Ley y de los
Profetas (Mateo 5,17)
Ellos también representan a los vivos y a los muertos, pues Moisés falleció y se
conoce su lugar de sepultura, mientras Elías fue llevado al cielo vivo para aparecer
nuevamente a anunciar el tiempo de la salvación de Dios en Cristo.
114
Entonces, apareciendo juntos a Jesús en el Monte de la Transfiguración, Moisés
y Elías confirman que el Mesías-Salvador está aquí, y que Él es el Hijo de Dios de
quien el Padre mismo da testimonio, el Señor de la Creación, del Antiguo
Testamento y del Nuevo, de los vivos y de los muertos. La Transfiguración de
Cristo en sí es el cumplimiento de todas las teofanías y manifestaciones de Dios,
una consumación perfeccionada y completada en la persona de Jesucristo. La
Transfiguración de Cristo nos revela nuestro propio destino como cristianos, el
destino final de todos los seres humanos y de la creación entera, el de la
transformación radical del ser y su glorificación por el majestuoso esplendor de
Dios.
115
la fructificación de la creación entera en el paraíso del eterno Reino de Vida de
Dios, cuando todo será transformado por la gloria del Señor.
116
Filipenses en que San Pablo habla de cómo Cristo se anonadó a sí mismo y aceptó
tomar forma de siervo humano y aceptar la muerte, hasta muerte en la cruz, para
ser “exaltado a lo sumo” por Dios su Padre. (Filipenses 2,5-11) Una vez más en el
Evangelio, se nos proclama que la bienaventuranza de María pertenece a todos
los que “oyen la palabra de Dios, y la guardan.” (Lucas 11, 27-28)
117
En este sentido, todo lo que se alaba y se glorifica en María, es signo de lo que se
ofrece a toda persona en la vida de la Iglesia. Por eso María, con el divino niño
Jesús dentro de ella, es llamada en la Tradición Ortodoxa, la Imagen de la Iglesia.
Pues la asamblea de los salvados es aquellos en quienes Cristo habita.
La Gran Cuaresma, según la tradición ortodoxa, dura cuarenta días, es decir seis
semanas, de la cual se excluyen dos días, como es la Anunciación (25 de marzo
según el calendario de las Iglesias en Constantinopla, Antioquía, Grecia, Bulgaria,
Rumanía, Albania, parte de Polonia y la República Checa) o el 7 de abril (Iglesias
de Jerusalén, Monte Athos, Patriarcado Ruso, Serbia, Georgia, parte de Polonia y
República Checa) y el Domingo de Ramos, el sexto domingo de la Gran Cuaresma,
cuando a los cristianos se les permite comer pescado y beber vino como signo de
alegría y de anticipación de la Resurrección. Durante este tiempo, todas las ropas
litúrgicas y atuendos cambian a color negro; sólo los sacerdotes pueden, los
domingos, ir de blanco, como signo de la Resurrección que está por venir. La
primera semana de la Cuaresma es muy dura, especialmente en los monasterios.
Las monjas y monjes ayunan completamente desde la noche del domingo hasta
la del miércoles después de la Liturgia de los Dones Presantificados, que es una
liturgia especial celebrada sólo en la Gran Cuaresma y sólo de noche, siendo su
autor San Gregorio Magno, Papa de Roma. Debido a esto los dos primeros días
de la Cuaresma (lunes y martes) son días alitúrgicos, siendo así que no se celebra
misa, por lo que los monjes no se ven obligados a interrumpir su ayuno y oración.
Sólo las Siete Laudae, con un ritual especial, son celebradas, y el texto de los
himnos tienen un tono de profundo arrepentimiento. La oración habitual “Dios
es Nuestro Señor y se nos ha mostrado” se sustituye cantando un triple Aleluya.
En lugar de las Pequeñas Completas, las Grandes Completas son mucho más
largas y contienen el Gran Canon de San Andrés, obispo de Creta (s.XI), una obra
maestra de la poesía bizantina, en el mismo tono de arrepentimiento. Los siete
servicios se terminan con una oración de San Efrén el Sirio, junto a dos
119
inclinaciones hasta tocar la frente en el suelo (gran metanía) y un cierto número
de pequeñas inclinaciones, tocando simplemente el suelo con la mano (pequeña
metanía) que son símbolos de arrepentimiento y de que reconocemos que
nosotros, los seres humanos, sólo somos polvo y al polvo retornaremos. Sólo en
sábado se celebra la habitual Liturgia de San Juan Crisóstomo y el Réquiem por
los muertos, como signo de que Cristo bajó al Inframundo en sábado.
La Liturgia de San Basilio es la misa cebrada los domingos. Las otras seis semanas
se repite el mismo ritual, con la excepción del Gran Canon y del cambio de la misa
habitual: de lunes a viernes, simplemente la Liturgia de los Dones Presantificados
del papa Gregorio, celebrada al anochecer; los sábados, la Liturgia de San Juan
Crisóstomo; los domingos, la Liturgia de San Basilio el Grande.
18. El ayuno
121
b) El ayuno de los Apóstoles, que empieza diez días antes de la fiesta de
los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo (29 de junio).
122
se celebran por la mañana y se combinan el miércoles y el sábado con la Liturgia
de San Basilio. Muchos cristianos ayunan hasta el anochecer, van a confesarse y
limpian sus casas en espera de la Resurrección. Cada tarde van a la iglesia a
celebrar, como ya se ha dicho, los servicios matutinos, dedicados a los eventos de
la Pasión relatados en los Evangelios.
Los servicios más importantes se inician el jueves con la Liturgia de la Última Cena
combinada con la ceremonia del lavatorio de pies de 12 personas. El Viernes
Santo es un día alitúrgico y los cristianos ayunan hasta el anochecer, cuando
participan en las Completas del Sábado Santo, que es prácticamente una
ceremonia de entierro donde se canta un Canon de las Lamentaciones de la
Madre de Dios, una obra maestra de la poesía y el momento más grande de la
Gran Cuaresma.
123
Mientras esperan la Resurrección, todos los cristianos se reúnen en la iglesia una
hora antes de la medianoche, en la Vigilia Pascual. Normalmente, a medianoche,
todas las velas y luces de la iglesia se apagan. Sólo la vela que cuelga junto a la
Cruz de Cristo en el altar está permitida; el sacerdote tomará la Santa Luz de allí
y la transmitirá a los demás, cantando la alegría de la Resurrección
126
La Ascensión de Jesucristo Fiesta Principal
(40 días después de
Pascua)
6 Domingo Domingo de los Santos
Pascua Padres
Pentecostés Fiesta Principal
(50 días después de
Pascua)
Domingo que Domingo de todos los Solemnidad
Sigue Santos
Inicio Preparación fiesta de los Apóstoles
4 Domingo Nacimiento de san Juan Solemnidad AYUNO
Post- Bautista el Precursor
pentecostés
29 Junio San Pedro y San Pablo Solemnidad
(12 Jul)
30 junio Sinaxis de los Santos y Solemnidad
(13 Jul) Gloriosos Doce Apóstoles
1 Agosto (14) Preparación de la Fiesta de la Dormición de la Madre de Dios
6 Agosto Transfiguración de Nuestro Fiesta Principal AYUNO
(19 Agos) Señor Jesucristo
(Bendición frutos y
productos de la tierra)
15 Agosto Dormición de la Santísima Fiesta Principal
(28 Agos) Madre de Dios
29 Agosto Decapitación del Santo Solemnidad Ayuno
(11 sep) Profeta y Precursor San desde la
Juan Bautista Ante-fiesta
1 (14) de Septiembre se inicia el año Litúrgico
8 Septiembre Natividad de Nuestra Fiesta Principal
(21 sep) Santísima Señora la Madre
de Dios
14 Septiembre Exaltación Universal de la Fiesta Principal Ayuno
(27 sep) Vivificadora Santa Cruz desde la
Ante-fiesta
1 Octubre Protección de Nuestra Solemnidad
(14 oct) Santísima Señora la Madre
de Dios
15 (28) de Noviembre Inicio preparación de la Navidad de Jesucristo
127
21 Noviembre Presentación de la Fiesta Principal AYUNO
(4 dic) Santísima Madre de Dios en
el Templo
6 Diciembre San Alexander Nevsky Solemnidad
El oficio del trisagio fúnebre por los difuntos. Estos oficios se celebran solamente
por personas bautizadas. No se permite oficiar el rito de entierro a suicidas,
borrachos, no creyentes, muertos en consecuencia de aborto o en una riña, a los
que en vida denegaban de Dios y de la Iglesia.
La Iglesia bendice mediante sus oficios todo el complejo de la vida del hombre,
inclusive los objetos que usamos y los alimentos que ingerimos.
Bendición de los alimentos se practica en los días especiales; por ejemplo, en
vísperas de Pascua de Resurrección bendicen los huevos y los "kulichi" (especie
de pan dulce, parecido a "panetones"), y en la fiesta de Transfiguración de
Jesucristo — las manzanas y otras frutas.
Existe Oficio de bendición de la casa, del automóvil. Sobre estos oficios por
petición — se debe convenir personalmente con el sacerdote, para que él escoja
la hora conveniente
B. Moleben (rogativa).
128
En los templos ortodoxos todos los días, al terminar la misa de la mañana, los
sacerdotes ofician servicios por petición. Uno de los más frecuentes es el
Moleben o canto del Moleben.
¿Qué es el Moleben? Es un breve oficio de fervientes oraciones sobre diversas
necesidades cotidianas. Durante la liturgia muchas veces no prestamos atención
al contenido de nuestras súplicas diarias por causa de la sustancia profundamente
mística de la Liturgia Divina. Entonces surge la necesidad de orar por las
necesidades mundanas, como nos enseñaba el Beato Ambrosio de Optina —
"breve pero intenso," y esto se realiza en el Moleben.
Si estamos enfermos, si emprendemos un asunto importante, si nos preparamos
para un viaje, si es el día del santo, antes del comienzo del año escolar, o si
deseamos agradecer a Dios por algo en particular, — para todos estos pedidos
existen oraciones especiales del Moleben.
Aparte de estas rogativas particulares, hay cantos comunes en el Moleben para
todo el pueblo. La iglesia tiene una gran cantidad de tales: para bendición del
agua y del año nuevo, en tiempo malo y sequía, por los presos del mal espíritu y
del alcohol, los oficios solemnes el primer domingo de Gran Ayuno (Gloria de
Ortodoxia) y Navidad.
En el Moleben nos dirigimos a Señor Jesucristo, a Su Madre Purísima, a los Santos.
El Moleben con cantos de agradecimiento se dirigen a Dios. Al encargar un
Moleben, entregamos una lista con los nombres para rezar por ellos durante el
oficio. Hay casos en que la persona, al encargar el Moleben, no espera su
actuación, se aleja del templo y sólo deja la lista. El Señor recibe cualquier
sacrificio, pero por seguro que es más adecuado rezar junto con el sacerdote en
vez de dejarlo rezar solo.
A veces al Moleben se le agregan los akathistos y cánones. Los sacerdotes
frecuentemente, al terminar el oficio por petición, proceden a untar a los
feligreses con aceite bendito y rociarlos con agua bendita.
Según nuestra fe, El Señor nos envía Su ayuda muy pronto después del Moleben.
De modo que no es necesario malversar este servicio sagrado encargándolo
varias veces por la misma petición. Excepción: Moleben por un enfermo, o por
una promesa.
129
C. Litya
La bendición del pan, el trigo, el vino y el aceite están asociados con el litya y
tiene lugar más tarde en las vísperas.
El canto de "Señor, ten piedad" a menudo se limita a 12 veces después de cada
petición, pero en los libros de servicios el número especificado de "Señor, ten
misericordia" varía entre 30, 40, y hasta 50 para las diferentes peticiones.
D. TYPICA
El typika (Obednitsa o Obednitza) es un breve servicio que es designado por el
libro del Typikon para ciertas ocasiones, pero también puede llevarse a cabo
cuando un sacerdote o el obispo no está presente. Hay varias modificaciones que
se realizan en este servicio para incorporar elementos de la liturgia divina,
algunos de los cuales están diseñados para ser dirigido por los legos; en algunas
jurisdicciones, sino que también puede ser en la mayoría de los casos un servicio
dirigido por un diácono que incluye la distribución de la Santa Comunión. Cuando
se mantiene en una iglesia, las puertas del iconostasio permanecen cerradas y el
servicio se lleva a cabo en la nave central.
131
La muerte sólo nos separa de nuestros seres amados, corporalmente, no
espiritualmente. Debido a esto y los inmutables lazos de fe y amor, los cristianos
ortodoxos rezan fervorosamente por los difuntos, en particular el tercer, noveno,
y cuadragésimo día luego del fallecimiento, y también en otros momentos
designados. Oramos por el difunto el tercer día, porque Cristo resucito al tercer
día. Según San Macario el Grande, desde tercer día hasta noveno, el alma luego
de adorar a Dios, contempla las moradas del Paraíso, y entonces, ella siente dolor
porque por el pecado se ha privado de aquella bienaventuranza; por lo tanto, en
el noveno día, cuando el alma es llevada al juicio, es correcto que recemos. Desde
el noveno hasta cuadragésimo día, el alma contempla los tormentos de Infierno,
y siente pavor de que tal destino pueda ocurrirle; en el cuadragésimo día el alma
acude por última vez ante el Señor, Quien lo asigna a un lugar hasta el día de su
Segunda Venida. Como Cristo ascendió a su Lugar, cuarenta días después de su
Resurrección, de la misma manera al alma se le es asignado su lugar.
1) Al 3º día
2) Al 9º día
3) Al 40º día
4) A los seis meses
5) Al Año
6) Semana de la Carne (se sirven Panikhidas por nuestros antepasados durante la
semana, y una Panikhida Universal el sábado de los Difuntos)
7) 2º sábado de Gran Cuaresma.
8) 3º sábado de Gran Cuaresma.
9) 4º sábado de Gran Cuaresma.
10) Radonitsa (el martes de la 2 semana de Pascua)
11) La semana anterior al domingo de Pentecostés/Trinidad.
132
12) La semana anterior a la conmemoración de San Demetrio (26 Octubre/8
Noviembre)
Libro de los Salmos (Gr:Psalter, Sl:Psaltir)El Salterio contiene los 151 salmos de
David, divididas en veinte kathismas, así como el texto de los Nueve Cánticos
bíblicos que son cantados en los maitines.
133
La División del Salterio en kathismas:
134
El siguiente grupo de libros litúrgicos alude a las partes fijas de los servicios, que
por lo general no cambian de acuerdo a la temporada o los días de los santos o
synaxis. Entre estos libros se encuentran el Euchologion y el Horologion.
135
Además hay una sección que contiene troparios y kontakios para los domingos y
las festividades móviles, así como la Theotokia para todo el año. También están
contenidos en este libro diversos cánones y otros servicios de uso frecuente.
Para las partes móviles de los servicios (los que cambian todos los días), hay
cuatro volúmenes que constituyen los tres ciclos principales del Año de la Iglesia:
El libro de los Ocho Tonos (Gr: Octoechos, Sl:Oktoikh) El Octoechos (o Libro de los
ocho tonos ) contiene las partes móviles de los Oficios Diarios cantadas en toda
la semana. Se proporcionan ocho series de oficios, uno para cada uno de los ocho
tonos, dentro de los cuales hay siete conjuntos de servicios, uno para cada día de
la semana .El primer tono (o modo) comienza con el Domingo de Santo Tomás y
procede en secuencia cada semana hasta que se completan los ocho tonos,
momento en cual se repite todo el ciclo. Los textos del Octoechos se combinan,
más o menos, con las fiestas fijas del Menaia, y los sábados y domingos durante
la Gran Cuaresma (excepto del Sábado de San Lázaro al domingo de Todos los
Santos).
Triodon Cuaresmal (Gr:Triodion, Postnaya Triod)Este libro, que se caracteriza por
su amplio uso de los Cánones de Tres Odas, de aquí su nombre (aunque también
hay algunos cánones de cuatro odas), contiene los textos para la servicios de la
Gran Cuaresma.
Triodon Florido (Gr:Pentecostarion, Sl:Tzvyetnaya Triod)
Este libro es el compañero del Triodion Cuaresmal (a menudo llamado el Triodion
Florido) contiene los textos concernientes para celebrar desde la Pascua hasta el
Domingo de Todos los Santos (el primero después de Pentecostés).
Menaia
136
Este libro está dividido en doce volúmenes (que corresponden a los doce meses)
y contiene los textos para las Fiestas fijas de cada día del año. Además, se
encuentran a veces dos volúmenes complementarios que contienen ciertos
textos de las principales fiestas fijas (Menaion Festivo)
Además de estos tres grupos principales de los libros litúrgicos, hay dos libros más
el Irmologion y el Typikon.
Irmolo gion Este libro ofrece los textos de toda la Irmosi (o Theme Songs ) cantado
al principio de los diversos cánticos del Canon. A menudo, algunas ediciones de
los libros de servicios, como el Menaia y Triodion, sólo proporcionan las primeras
palabras de apertura del Irmos, que requieren el uso del Irmologion, que ofrece
los textos completos.
Typikon
Este libro contiene las normas y rúbricas que rigen todos los aspectos de los
servicios de la Iglesia y de su celebración durante todo el año. De acuerdo con la
Tradición eclesial, el Typikon fue elaborada por San Sabbas de Jerusalén (532) y
posteriormente revisado por San Sofronio, Patriarca de Jerusalén (638). Una
nueva revisión fue hecha por San Juan de Damasco (749), un monje del
monasterio de San Sabbas, de ahí el nombre de Typikon del monasterio de San
Sabbas de Jerusalén.
A. Diferencias Dogmáticas
137
1. La Procedencia del Espiritu Santo
Dijo el Señor: “Pero cuando venga el Paráclito (el que trae el consuelo), a quien
yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mi” (Jn, 15:26).
La Iglesia Católica Romana aumentó al artículo octavo las palabras “…y del Hijo”
quedando así este artículo: “…que procede del Padre y del Hijo”. Esta adición al
Símbolo de la Fe, comenzó en España en el siglo VI, trasladándose posteriormente
a Francia, siendo rechazado por las demás Iglesias. El mismo Papa la rechazó. El
Papa León III, el Grande, mandó imprimir este Credo en dos láminas de Plata, en
griego y en latín, sin la palabra: “y del Hijo” colocándolas en las puertas de la
Catedral de San Pedro en Roma, declarando que lo hacía para conservar el
Símbolo de la Fe intacto, como lo declararon los dos primeros concilios
Ecuménicos.
138
Pocos años después, ascendió el Papa Nicolás, quien oponiéndose a su antecesor,
permitió que fueran agregadas las palabras “…y del Hijo” en el Credo.
El gran Patriarca Focio protestó por esta añadidura. El Papa Juan VIII prometió
corregir el error, pero los Papas sucesores de él lo conservaron, aceptándolo
hasta la actualidad la Iglesia de Roma.
2. El Purgatorio
La iglesia Católica Romana enseña que las almas, después de la muerte terrenal,
van a dar a un lugar que llamado “Purgatorio“, donde se limpian (“purgan” de ahí
el nombre) de sus pecados leves sufriendo algunos tormentos, y que después de
este “lavado espiritual” entran al Paraíso.
La Iglesia Ortodoxa cree que las almas después de la muerte esperan el Juicio
Final, en un lugar que no es el Paraíso ni tampoco el Hades.
Cuando el Buen Ladrón dijo a Jesús, que estaba sobre la Cruz: “Acuérdate de mi,
Señor, cuando vengas en tu Reino”, oyó la respuesta de Cristo:
Las Indulgencias no son para perdonar los pecados, antes bien presuponen como
condición necesaria para ganarlas la remisión de ellos. Ellas son una remisión de
las penas temporales en las que se ha incurrido por los pecados.
Estas Indulgencias son aplicables a uno mismo o a las almas que están en el
Purgatorio como un sufragio, para disminuir o terminar con sus sufrimientos.
139
La Iglesia Ortodoxa no acepta tal doctrina y facultad, y tampoco el Purgatorio,
como ya mencionamos.
3. El “Pecado Original”
El Pecado original – a grandes rasgos – es el pecado cometido por Adán y Eva, (los
primeros padres de la humanidad) al desobedecer el mandato divino de no comer
del árbol del conocimiento del bien y del mal, siendo castigados con la expulsión
del Paraíso. Por esta razón se condena al pecado a cada uno de los nacidos – es
decir, a la naturaleza humana como tal- tras la expulsión del Edén.
«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero
no todo es constructivo (1 Cor. 10-23).
Creemos que no es posible heredar la transgresión cometida por Adán y Eva (ellos
ya pagaron con su expulsión del Paraíso). Nadie puede cargar con culpas ni
errores ajenos, Si caemos en pecado, cada uno de nosotros tenemos que
comparecer y responder ante el tribunal de Cristo por nuestras faltas. La
responsabilidad no es hereditaria sino que individual.
140
La importancia de la creencia o no en el pecado original tiene consecuencias en
lo que viene.
La Iglesia de Roma cree que Santa Ana concibió a la Virgen de forma espermática
(sin esperma, sin mancha de pecado original que ahí que se ocupe la fórmula “Ave
María Purísima sin pecado concebida“). Esta creencia, con todo, es bastante
reciente respecto de la historia de la cristiandad; En efecto en 1854 el Papa Pío
IX, – sin tener a la mano para ello dato alguno ni en las Sagradas Escrituras, ni en
las enseñanzas de los Santos Padres de la Iglesia, sólo en una distorsionada
devoción mariana – elevó a “Dogma de Fe”.
Así como por medio una mujer entró el perdición al mundo (Eva) también por
medio de una mujer (María) debía entrar la salvación al mundo. Si bien María fue
electa por Dios para dar cumplimento a las profecías acerca de la llegada del
Mesías, tenía la naturaleza dañada por el pecado original – como cualquiera de
nosotros – por lo cual ella misma necesitaba ser redimida, redención que
comenzó desde los tres años de edad con su presentación en el Templo y que
culminó completamente en el día de la Anunciación.
En resumen, María no nació santa sino que se hizo santa, y si ella pudo… nosotros
también.
5. La Infalibilidad Papal
141
En el año de 1870 decidió el Concilio Vaticano I – encabezado por el Papa Pío IX –
un nuevo dogma, el cual no tiene ningún antecedente en toda la historia de la
Iglesia: “La infalibilidad Papal”, lo cual significa que el Papa “no se equivoca”
cuando habla “Ex Cathedra” sobre materia de fe o de costumbres.
Este nuevo dogma contradice lo dicho por el Señor quien no aceptó que lo
llamaran: “Maestro bueno” cuando le preguntó el joven: “… Maestro bueno, ¿qué
haré para heredar la vida eterna? Le contestó Jesús: … ¿Por qué me llamas
bueno? Ninguno hay bueno sino sólo Dios”. (Lc. 18:18-19).
Y no hay nada más alejado del mensaje universal del cristianismo que un
sinnúmero de grupos que tienen visiones bastante particulares del mensaje de
Cristo, peleándose entre sí y poniendo más énfasis y devoción en algún Santo, o
en la de su fundador que en la sacra figura de Cristo.
142
En la iglesia ortodoxa, sólo hay cristianos ortodoxos sin acepción de edad, sexo,
estirpe o condición. La forma de que un feligrés piadoso desee hacer votos de
vida consagrada es por medio de la vida monástica.
B. Diferencias Litúrgicas
San Juan Crisóstomo explicando la palabra griega “artos”, dijo que esto se
traducía como “pan con levadura” (Sermón 81 sobre el Evangelio de Mateo).
2. El bautismo y la Confirmación
143
La Iglesia Ortodoxa bautiza metiendo al niño en el agua, mientras que la Iglesia
Romana bautiza por infusión. En griego “baptizo” y “baptisma” significan
sumersión y no aspersión o infusión. El Evangelio dice: “ Y Jesús después que fue
bautizado, subió luego del agua;…” (Mt. 3:16. Mc. 1:10). La palabra subió, supone
que antes bajó al agua.
La Iglesia Occidental misma bautizaba en los primeros siglos del Cristianismo por
inmersión, como es de notarse en los antiguos manuales litúrgicos que se
conservan. La aspersión e infusión sólo fue permitida después del siglo XVI. El
Sacramento de la confirmación, en la Iglesia Romana, lo confieren exclusivamente
los Obispos y no se celebra inmediatamente después del bautismo, sino cuando
llega el niño a la adolescencia. Se le unge con el Santo Crisma, y se le imponen las
manos.
Sabemos, sin embargo, que estos dos Sacramentos: El Bautismo y el Myrón (la
confirmación ) nunca se dieron separados en la Iglesia Primitiva. Tanto los
Sacerdotes como los Obispos lo administraban como se hace en la Iglesia
Ortodoxa hasta la actualidad.
144
3. El Celibato del Clero
Sin embargo, la Iglesia Primitiva nunca prohibió el matrimonio del Clero ni de los
Obispos, el gran teólogo de la Iglesia, San Gregorio, fue hijo de un Obispo, como
lo fueron otros grandes santos, pero la Iglesia, posteriormente y por razones
sociales que no hay necesidad de comentar, determinó que los Obispos no fueran
casados para que se alejaran de las obligaciones mundanas pudiendo así
dedicarse a lo espiritual.
Mas es preciso aclarar este punto: Se aceptan desde el diaconado (y por ende en
el sacerdocio) hombres solteros o casados. Si se trata de un hombre soltero una
vez adquirido el estatus de diácono – y con mayor razón el de sacerdote – no
puede contraer matrimonio durante su ministerio.
4. La Santa Unción
“Está alguno enfermo entre vosotros, llame a los ancianos de la iglesia, que oren
por él ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al
enfermo y el Señor lo levantará;…” Stg. 5:14-15).
En la Iglesia Ortodoxa la comunión es con pan y vino, los fieles reciben del
sacerdote o el Obispo un trocito de pan y vino mezclado en una cucharada que se
reparte desde el cáliz eucarístico.
Por desgracia, los católicos romanos creen que la acción de los Santísimos
Sacramentos reside en la persona del Sacerdote. Dice el Sacerdote: “Yo te
bautizo”, “Yo te uno en matrimonio”, “Yo te unjo”, “Yo te perdono”.
El sacerdote Ortodoxo dice: “Se bautiza el siervo de Dios”, “Se unge el siervo de
Dios”, “Se perdona el siervo de Dios”, porque la Iglesia Ortodoxa está segura que
el medio principal en los Sacramentos es la Gracia Divina y no el Sacerdote que
sólo es su instrumento. En otras palabras, la Iglesia Ortodoxa enseña que la acción
de los Sacramentos está basada en la Gracia Divina y no en el Sacerdote,
independientemente de su cualidad humana.
C. Diferencias Administrativas
146
1. La Autoridad Máxima
2. La Sucesión de Pedro
147
“Preguntó Jesús a sus discípulos diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el
Hijo del Hombre?… Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: “Bienaventurado eres, Simón, Hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Yo también te digo, que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
Este pasaje no significa lo que Roma trata de interpretar, la roca no es Pedro, sino
la confesión de Pedro de que Cristo es el Hijo de Dios. La Iglesia está construida
sobre la Divinidad de Cristo viviente y no sobre Pedro, el hombre muerto. No
puede ser la base de la Iglesia un ser humano sino Dios mismo, para que se
cumplan las palabras de Cristo, que las puertas del Hades no prevalecerían contra
ella, conforme a su promesa: “Permaneceré con vosotros hasta el fin”. San Pablo
dice en su Primera Carta a los Corintios: “Y la roca era Cristo” (10:4).
“El hombre es cabeza de la mujer como Cristo es cabeza de la iglesia” (Ef. 5:23).
148
Pablo no dijo que Pedro es la cabeza de la iglesia. Así también los Concilios
Ecuménicos no aceptaron la superioridad papal. En el Credo se recita “Creo en
una Sola, Santa, Católica y Apostólica Iglesia”. La palabra Iglesia significa el
conjunto, lo mismo que la palabra Católica, y no se refieren a una sola persona.
Si los concilios Ecuménicos hubieran aceptado la superioridad del Papa, lo
hubieran incluido en el Símbolo de la Fe, mas no fue así. Este Credo es aceptado
por todas las Iglesias Cristianas hasta la actualidad.
3. El Derecho a la Primacía
Cuando Roma fue la capital del Imperio Romano, su Obispo tenía asiento a la
derecha del Emperador, por lo que este lugar temporal le dio el privilegio de la
Primacía sobre los demás Obispos de Occidente. Cuando Constantinopla se
convirtió en la Capital del Oriente, su Obispo se sentaba a la derecha del
Emperador o del Rey, por lo que, por este mismo privilegio temporal, alcanzó los
mismos privilegios sobre todos los Obispos de Oriente.
149
23. OBJETOS LITÚRGICOS Y ORNAMENTOS
150
MESA DEL ALTAR
ENDYTIA Y EL CEÑIDOR
El endytia es el segundo de los
tres envoltorios de tela que
cubre el altar de mesa durante
su bendición. La primera es
una cubierta de lino blanco.
Sobre ella se coloca el endytia
que es un material brillante y
bordado. Simboliza el sudario
y el ceñidor es una cuerda de
no más de 40 metros que se
amarra los envoltorios y
significan las cuerdas con que
amarraron al señor
151
ILETÓN
En eslavo iliton, es una tela de
seda ligeramente mayor que el
antimisio que se dobla
alrededor de él al final de la
Divina Liturgia, y que
permanece sobre el altar.
Representa las vendas del
sepulcro.
ANTIMISIO:
Tela rectangular en el centro
de la cual está estampada la
escena del entierro de
Jesucristo después de bajado
de la cruz y envuelto por
lienzos. En las cuatro esquinas
la tela están los cuatro
evangelistas impresos. Se
pone una pequeña pieza de la
reliquia de la Santa Cruz o los
santos. Es consagrado por el
obispo y su uso es obligatorio
para la celebración de la Divina
Liturgia, al punto de no poder
celebrar sin él.
152
ESPONJA:
Es un pequeño triángulo de
esponja mariana comprimida
que sirve para recoger
partículas consagradas y
ponerlas en el cáliz después
de la Comunión. También sirve
para purificar el discos y las
manos del celebrante de
cualquier partícula del Pan
consagrado. Este accesorio
simboliza la esponja con la que
dieron a beber a Cristo en la
Cruz.
EVANGELIARIO
Simboliza el Señor Jesucristo
presente en su palabra.
Siempre debe estar sobre el
antimisio, y debe estar
ricamente decorado, lleva la
imagen de la resurrección y en
el reverso la Cruz
CRUZ DE MANO.
Por lo general siempre se
mantiene en el altar, yace junto
al evangeliario. En general, es
de metal precioso, pero
también puede ser de madera.
El eje vertical tiene un mango
para la celebración llevarse en
la mano. Se utiliza en la
Liturgia y otros servicios
religiosos para bendecir al
pueblo y que la besen.
153
ARTOFORIO
Recipiente especial hecho
de metal dorado o madera.
En el interior en un especial
cajón preparado esta para
el almacenamiento a largo
plazo del Cordero de Dios,
empapado en su sangre, se
utilizan para la Comunión
de los Enfermos.
Simbólicamente representa
la tumba de Cristo
RELICARIO O CUSTODIA
154
CANDELABRO DE SIETE
BRAZOS O MENORAH.
Estas lámparas simbolizan
las siete iglesias que se ven
en el Apocalipsis de Juan el
evangelista, los siete dones
del Espíritu Santo y los siete
sacramentos de la Iglesia
Ortodoxa, también el árbol
de la vida.
Son Lámparas de aceite
que se encienden en las
Vísperas y la Divina Liturgia
B. EL ALTAR DE LA PRÓTESIS
155
MESA DE LA PRÓTESIS
A la izquierda, según se mira el
altar hay un pequeño altar
(tabla) para la preparación de
la oblación durante el rito de la
proscomidia, y la consumación
de las especies eucarísticas,
después de la liturgia. Tiene
dos significados el pesebre al
inicio de la liturgia y le trono
celestial al final de la misma.
DISCOS
Es una patena amplia y tiene
un borde elevado; entre los
eslavos es común que el disco
tiene un pequeño pedestal.
Está destinado a contener el
Cordero (pan eucarístico) y las
partículas de pan para la
celebración.
CALIZ
Destinado a contener la
Preciosa Sangre de Cristo y la
la comunión de los fieles,
también las partículas del pan
consagrado. El tazon de la
copa debe ser ancho y
profundo, y la base sólida. Se
recomienda que sea dorado y
ricamente decorado.
156
ASTERISCO O ESTRELLA
Consta de dos láminas
metálicas semicirculares, se
unen en el centro por un tornillo
en la que hay una cruz
pequeña y de la que cuelga
una estrella que nos recuerda
la estrella que guió a los Magos
al portal de Belén El asterisco
sirve. Para evitar el contacto
de las partículas con el velo
que cubre el disco.
LANZA
Es un cuchillo pequeño en
forma puntiaguda y sirve para
cortar el pan y las partículas
necesarias para el sacrificio.
Simboliza la lanza que
atravesó el costado de Jesús.
CUCHARILLA
Es una pequeña cuchara, cuya
extremo tiene una pequeña
cruz, y se utiliza para distribuir
la comunión a los fieles.
Simboliza las pinzas con las
que el serafín tomó el carbón y
tocó los labios de Isaías.
157
ZEÓN
Tiene agua caliente, todavía
hirviendo, se vierte en el cáliz
después de la fracción del
pan, mientras que el
sacerdote pronuncia las
palabras: "El Fervor de la Fe
lleno del Espíritu Santo." Por
extensión, también el
recipiente se llama el
FERVOR
VELOS
Son tres: dos más pequeñas
sirven para cubrir el cáliz y el
discos. El gran velo llamado
Air, cubre tanto el cáliz y el
discos. Simboliza la piedra que
cerraba la tumba de Jesús.
Durante la Proscomidia y la
Liturgia toman muchos
símbolos, desde los pañales
de Jesús en el pesebre, las
mortajas de Jesús en el
sepulcro, y el viento en la
venida del Espíritu Santo
PROSPHORO
Es el pan con levadura que se
utiliza para la Divina Liturgia.
El principal viene marcado IC-
XC NI-KA de él se saca el
Cordero y las partículas para
las memorias.
EL INCENSARIO
158
El incienso se utiliza en todos los servicios en la iglesia ortodoxa
como una ofrenda de adoración a Dios, como se hizo en el Primer
y Segundo Templo judío en Jerusalén (Éxodo capítulo 30). El
Incienso también está profetizado en el libro de Malaquías 01:11
como una " ofrenda pura " en la glorificación de Dios por los gentiles
en " todo lugar " donde el nombre de Dios es considerado como
"grande”. Tradicionalmente, la base del incienso utilizado es la
resina de Boswellia thurifera, también conocido como incienso,
pero la resina de abetos se ha usado también. Por lo general, se
mezcla con los aceites esenciales de flores que le da un olor dulce.
El Incienso representa la dulzura de las oraciones de los santos
elevándose a Dios (Salmo 141:2, Apocalipsis 5:8, 8:4). El incienso
se quema en un incensario de oro adornado que cuelga en el
extremo de las tres cadenas que representan la Trinidad. Dos
cadenas representan la naturaleza humana y Divina del Hijo, una
cadena para el Padre y una cadena para el Espíritu Santo. La copa
inferior representa la tierra y la copa superior el cielo. En la tradición
griega y eslava hay 12 campanas colgadas a lo largo de estas
159
cadenas que representan a los 12 apóstoles. También hay 72
enlaces que representan a 72 discípulos. El carbón representa a
los pecadores. El fuego representa al Espíritu Santo y el incienso
las buenas obras. El incienso representa también la gracia de la
Santísima Trinidad. El incensario se usa (balanceaba atrás y
adelante) por el sacerdote / diácono a venerar a los cuatro lados
del altar, lo que es santo, el clero, los iconos, la congregación, y la
estructura de la iglesia en sí.
160
EL DOSEL DEL ALTAR
TRONO OBISPO
Hay dos tronos, este que está
en el santo lugar no tiene dosel
y está detrás de la mesa del
altar junto a la pared,
representa el trono de Cristo
Juez , a los lados están en la
pared el icono de la intercesión
o Dèesis
ICONO DE LA MADRE DE
DIOS
Usualmente es el Icono
procesional de la Madre de
Dios, debe ser dorado y que
tenga forma de llevarse en
alto, se ubica a la izquierda del
santo trono. También se usa el
Icono del Pantocrátor
procesional que sea igual al de
la madre de Dios y está
ubicado al lado derecho.
161
CRUZ PROCESIONAL
Está ubicada al lado de la
mesa llamada Diaconikón,
esta cruz es para las
procesiones dentro y fuera del
templo usualmente se
acompaña de los hexaptérigas
o de los iconos procesionales.
CRUZ DE BASE
Esta cruz está siempre al
frente del Santo trono y detrás
del Candelabro de siete brazos
siempre lleva a los lados las
hexaptérigas.
162
DIACONIKÓN
Debe ir ubicada a la derecha
del Santuario, en ella se
ubican las vestiduras de los
celebrantes, y a su lado hay
un armario con el incienso,
los libros litúrgicos, vino,
prosforos, etc.
ASPERSORIO
Se usa para bendecir a las
personas después de las
grandes fiestas
especialmente después de la
Teofanía, y para asperjar los
objetos o lugares con agua
bendita.
EL DIKIRIO Y EL TRIKIRIO
163
LAS HEXAPTËRIGAS
Son una especie de abanicos de
metal representando a los serafines
que el diácono agita en
determinados momentos sobre el
cáliz y la patena durante las
Liturgias pontificales. Suelen
colocarse en los extremos del altar,
al cual sirven de ornamento. A este
mismo título de puro adorno son
transportados en algunas
procesiones por diáconos, clérigos
inferiores e incluso por niños de
coro, colocados a ambos lados del
libro de los santos Evangelios, de
las ofrendas destinadas al Santo
Sacrificio o de la Sagrada Eucaristía
en la misa de los Presantificados.
AETOS U ORLETS
Es una pequeña alfombra,
generalmente redonda, para los
Obispos estar de pie durante los
servicios en el que oficia. El águila
representada está volando sobre una
ciudad, al igual que el obispo a través
de su consagración está llamado a ser
vigilante del rebaño confiado a su
cuidado.
SANTO EPITAFIO
Es una tela con la imagen del
descendimiento del señor.
Se utiliza para el Viernes
Santo y Sábado Santo. En
algunas iglesias se usa
también una mesa con dosel
de madera para conmemorar
el santo entierro y el sepulcro.
164
EPITAFIO DE LA MADRE DE
DIOS
Tela que se usa para la
solemnidad de la Dormición,
esta se lleva en procesión
recordando el
acompañamiento de los
Apóstoles hasta el sepulcro
La nave del templo es el lugar donde se ubican los fieles para asistir y
participar en la Divina Liturgia y demás Oficios Religiosos.
El templo está dividido en varias partes y como cada una de ellas tiene una
función, hay accesorios para el normal funcionamiento del templo.
166
TRONO DEL OBISPO
GONFALÓN O ESTANDARTE
Lleva la imagen del icono al cual
está dedicado el templo, se lleva
en las procesiones y está ubicado
al lado izquierdo de la solea
donde va ubicado el coro.
Hay templos que cuentan con
estandartes también del
Pantocrátor y de la Madre de
Dios.
ATRIL
Desde el atril el Diácono proclama
el evangelio. Va ubicado al centro
de la solea o ambón delante de
las Puertas Reales.
167
LÁMPARA CENTRAL u HOROS
Usualmente son LÁmparas de
aceite, está en todo el centro
de la nave, y representa a los
Apóstoles.
Debe ser muy elegante y en
varias solemnidades se le
decora con plantas.
ANALOGIÓN o PUPITRE
PANTOCRÁTOR
168
ICONO SANTUARIO
TABLA CALVARIO
MESA CALVARIO
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PLATO PARA LA LYTIA
EL SIMANDRÖN
Es una regla larga de madera o
metal, con la que se golpea
rítmicamente utilizando uno o dos
pequeños martillos, para llamar a
la celebración de la Liturgia o de
alguno de los oficios divinos
diarios, tanto en los templos
parroquiales, como en los
monasterios.
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RELICARIO PARA EL
BAUTISMO Y CRISMACIÓN.
En él se guardan los elementos para
el rito, los cuales son:
- Aceite bendito
- El santo myron
- Tijeras para la tonsura
- La esponja para ungir el
aceite
- un cepillo o varilla con una bola
de algodón en un extremo y una
cruz en la otra, para el myron.
CORONAS DE MATRIMONIO
Representa simbólicamente las
coronas incorruptibles de gloria
con que serán coronados los
esposos en el reino de los cielos,
si su vida juntos está más cercana
al ideal del Evangelio.
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E. ORNAMENTOS SAGRADOS
1. OBISPO
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Los Obispos reciben el máximo grado de la gracia sacerdotal. Los obispos
son todos iguales en el grado de gracia, pero por sus obligaciones
administrativas se dividen en obispos, arzobispos, metropolitanos y
patriarcas. A los obispos, además de la celebración de todos los oficios, la
predicación y la propagación de la palabra de Dios, les pertenece el
derecho de ordenar, de consagrar el Myron (el Santo Crisma), los
antimisios y los templos, y dirigir los asuntos en las parroquias
subordinadas. Los candidatos a obispos se escogen únicamente de entre
los monjes (clero célibe).
EL SAKKOS
Es una túnica corta, en otro tiempo sin
mangas, hoy con medias mangas,
suntuosamente bordada y abierta de
arriba abajo por los costados. Las dos
largas bandas que la constituyen están
unidas entre sí por cintas o por unos
broches con pequeños cascabeles, a
semejanza de la túnica del gran
sacerdote entre los hebreos
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EL OMOFORION
Parece que esta pieza ornamental fue
concedida por los primeros emperadores
cristianos a los obispos como insignia de
su dignidad. Su color es igual al del
conjunto de los ornamentos que se usan.
MITRA O CORONA
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CORONA PATRIARCAL
EL BÁCULO o PATERITSA
Simboliza el poder pastoral. Las dos
serpientes, por su parte, simboliza la
prudencia que debe adornar a todo pastor
en su labor de conducir la grey que el
Señor le ha encomendado
Dekanikión
(Báculo de Higúmeno)
Los higúmenos o superiores monásticos
llevan un báculo terminado en dos
cuernos cuyas extremidades se vuelven
hacia abajo.
EL KAZRANION
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MANDYAS
Gran capa que usan los obispos para las
entradas solemnes. También los
superiores de los monasterios llevan un
tipo de mandyas, pero es completamente
negro.
se aplicó esta denominación al manto
precioso que llevaban los emperadores
bizantinos y, más tarde, por derivación, al
manto de los obispos
El obispo lo emplea en todas las
ceremonias en que no usa el omoforion, y
además antes de la misa hasta el
momento de revestirse de los ornamentos
litúrgicos.
HIPOGONÁTION o PALITZA
2. SACERDOTE
Los Sacerdotes (en griego ieréi) reciben la gracia para celebrar, con la
bendición de su obispo, los Oficios eclesiásticos y los Sacramentos
(excluyendo la ordenación), predicar la palabra de Dios y dirigir los asuntos
en su parroquia. Los sacerdotes de más rango se llaman protoierei. Los
sacerdotes monjes se llaman hieromonjes, más alto rango es higúmeno
(superior monástico) y más alto aun - archimandrita (equivalente a un abad
mitrado).
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PODRIÁSNIK
ESTIKHARIO
Es una túnica con mangas que caen hasta los
pies y cuyo único adorno es, hoy en día, una
cenefa bordada en la parte inferior. Sus
mangas se estrechan en su dirección hacia las
manos, quedando en su extremidad cortadas
por la parte inferior, de modo que se puedan
unir por un lazo o por un broche.
El simbolismo de esta vestidura sagrada es la
pureza de que debe estar adornado el
sacerdote. Tal es la evocación propia del color
blanco. Pero durante la Cuaresma, y en las
fiestas muchas veces se usan diferentes
colores. El stikharion es un ornamento litúrgico
común a todos los clérigos
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EPITRAKHILIO
Estola es una larga banda de lino o seda,
de unos 10 cms., que el obispo y el
sacerdote llevan alrededor del cuello y
cuyas extremidades caen por delante casi
hasta los pies.
Las dos bandas que caen por delante
están unidas entre sí por medio de
broches o de botones, o bien cosidas una
con otra. Se adorna con cruces. La estola
termina en unas franjas orladas, símbolo
de las almas sobre las que el sacerdote
tiene responsabilidad. La estola es el
símbolo eminentemente sacerdotal.
Siempre que el sacerdote, como ministro
de Dios, preside una oración pública, debe
estar revestido de ella
ZONA
Está constituido por una estrecha banda
de tela del mismo color que la casulla.
Con él se ciñe el obispo y el sacerdote a
fin de sujetar el stikharion y el
epitrakhilion. Está adornado, por lo
general, con una o dos cruces y se sujeta
por detrás por medio de un broche o de
un cordoncito.
EPIMANIKAS
Son dos manguitas adornadas de
una cruz, que cubren las
extremidades de las mangas del
stikharion. Significan, según los
liturgistas, el poder divino
comunicado al sacerdote en el
momento en que se dispone a
celebrar los divinos oficios.
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EPIGONATIO SACERDOTAL
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KAMILAYKA
Alto tocado que usan los
sacerdotes hechos, generalmente
de lana de camello y negros.
También en Rusia se unas
morados y rojos según la
dignidad del sacerdote.
PECTORAL SACERDOTAL
3. DIACONO
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ESTIKARIO DIACONAL
ORARIÓN
Se trata de una tela larga,
estrecha adornada con
pequeñas cruces que están en
el hombro izquierdo. El diácono
representa el servicio de los
ángeles. Con él anuncia al
pueblo la hora de la oración, las
letanías y algunas oraciones.
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EPIMÁNICAS
4. SUBDIÁCONO
24. MONAQUÍSMO
182
En la historia cristiana ortodoxa, numerosos misioneros, maestros y
obispos han provenido de los monasterios. Durante siglos la
tradición ha sido elegir los obispos entre los monjes. Lo anterior no
constituye el propósito de la vocación monástica como tal, sino que
se considera como acontecimientos de la voluntad de Dios
expresados en su Pueblo. Por cierto, uno debe entrar a la vida
monástica con el único propósito de arrepentirse de sus pecados,
de servir a Dios y de salvar a su alma, según los ideales del
ascetismo monástico. La ceremonia de la profesión monástica indica
esto en forma muy clara. Así por ejemplo, San Germán de Alaska,
primero se dedicó a la vida monástica y fue sólo después, en
obediencia a su padre espiritual, que dejó su vida solitaria para llegar
a ser más tarde un gran misionero
TIPOS DE MONAQUISMO
184
• Aunque no existen distintas órdenes religiosas en la Iglesia
Ortodoxa, como en la Iglesia Romana, sí existen en la tradición
ortodoxa diferentes tipos de vida monástica, se trate de vida
individual o comunitaria. En términos generales, algunos
monasterios pueden tener una orientación más litúrgica, mientras
que otros tienen una disciplina más ascética; unos pueden tener una
práctica más mística y otros estarán más inclinados hacia la guía
espiritual y la apertura al mundo, para ofrecer ayuda y consejo a las
demás personas. Estos estilos de monaquismo, que toman una
forma tanto personal como comunitaria, no corresponden a
esquemas predeterminados, ni oficialmente legislados por la Iglesia.
Son el resultado del desarrollo orgánico bajo la gracia viviente de
Dios.
• Además de estos estilos de orientación de vida monástica, se
puede hablar de tres formas precisas de organización. La primera
es el monaquismo cenobítico. En este todos los miembros de la
comunidad realizan todas las actividades en común. La segunda
clase se llama monaquismo idiorítmico, en el que los monjes (as)
rezan en común litúrgicamente, pero trabajan y comen en forma
individual o en pequeños grupos. En esta clase de monaquismo, las
personas incluso pueden rezar el oficio divino diario a solas y
reunirse solamente para la celebración de la liturgia eucarística;
esto incluso, puede ser sólo en ocasiones especiales. Finalmente,
la tercera clase de monaquismo, el eremítico, en el que los monjes
o monjas son ermitaños, anacoretas o reclusos. Viven en absoluta
reclusión individual y no se unen nunca en la oración litúrgica de
la comunidad, excepto en ocasiones excepcionales. En los casos
más extremos, incluso puede suceder que se lleve la comunión al
monje o monja quien permanece siempre aislado y solo.
HÁBITO MONACAL
Casi igual al Podriásnik
sacerdotal la diferencia es q las
mangas son más anchas.
Debajo usan el heaton que es
como una túnica más áspera
que significa la pobreza y la
abnegación.
RASO
Es un hábito coral del color
negro con mangas anchas, los
monjes deben utilizar para las
celebraciones en las que no se
requiere el uso de estichárion.
186
Es preciso distinguirlo del Raso
especial de los novicios,
llamado rasóforos.
SKUFIA
Especie de bonete Cubre la
cabeza hasta las cejas, y se
pliega para formar la señal de la
cruz. Se usa en las actividades
diarias y algunos ritos.
Generalmente es de color negro
El ceñidor
Cinturón de cuero para los
monjes.
Con esto se sujeta la sotana
por la cintura.
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ELEPANOKALIMAFIO o
KLOBUK
Es un velo negro, muy ligero, que
se añade al kamelaukion y que
cubre la nuca, cayendo luego
sobre las espaldas, donde se
divide en tres bandas. Es llevado
por los monjes. Sirve al obispo
(que también es un monje) en
aquellas ceremonias en que no se
usa mitra. En los archimandritas y
monjes es considerado como un
signo de modestia y de
renunciamiento religioso. Los
obispos que ostentan el rango de
Metropolitas usan generalmente
un epanokalimafio de color blanco
como signo visible de su dignidad.
ESQUEMA PEQUEÑO
Vestimenta perteneciente
Frailes Menores - un pequeño
rectángulo con la imagen de la
Cruz y los objetos de la pasión.
Significa que muere al mundo.
Los Hieromonjes llevan en esta
bolsa el Antimesion.
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EL ANALAVOS O GRAN
ESQUEMA
Lo usan los monjes que ya ha
hecho la gran profesión,
generalmente que llevan
muchos años y son Staretz o
Higumenos del monasterio.
EL KOMBOSKINI O CHOTKY
Es la cuerda de oración con la
cual los monjes hacen la
oración del nombre de Jesús, la
llevan todo el tiempo en la mano
o enrollado.
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PATRIARCA METROPOLITA OBISPO
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Una de las características distintivas de una casa ortodoxa es su
altar casero. La esquina de oración se convierte en el corazón
espiritual de la casa un recordatorio constante para rezar, una
intersección entre la familia y la gran familia de los santos que nos
han precedido, un santuario de descanso y renovación en el medio
del mundo agitado
Pero, ¿cómo crear un altar casero? Donde debería estar? ¿Qué
debe incluirse?
-En Primer lugar, nos recuerda nuestra casa antigua, el paraíso del
Edén. Recordamos la perfecta comunión que nuestros primeros
padres Adán y Eva experimentaron con Dios, mientras estaban en
el jardín, que se describe en la Biblia como ubicado en el Este.
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-En Segundo lugar, reconocemos a Cristo como el Sol de justicia,
como la luz que ilumina a todos los hombres. Nos dirigimos a la
dirección del sol naciente en homenaje a la Luz eterna.
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Ramas o palmas. En la Iglesia ortodoxa, se bendicen ramas de
palma durante la Liturgia de la Fiesta de la Entrada de Nuestro Señor
en Jerusalén (Domingo de Ramos). Estas palmeras son bendecidas
con agua bendita y se mantienen en el altar casero hasta el próximo
Domingo de Ramos. También se tiene ramas de albahaca o laurel
26. CONCLUSIÓN
195
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Nosotros, indignos siervos tuyos,
agradecidos por tus múltiples
gracias y beneficios; te alabamos,
te bendecimos, te damos gracias y
te exaltamos. Señor de
Misericordia; clamando a Ti con
humilde Amor. ¡Gloria a Ti, que
eres nuestro bienhechor y nuestro
Salvador!
(TROPARIO DE ACCIÓN DE GRACIAS)
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PATRON DE LA MISION ANTIOQUIA
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