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Saca la rata muerta

En una ocasión escuche una anécdota de un predicador que hizo recordar


una cosa que nos sucedió a mi esposa y a mi. De vez en cuando tenemos la
bendición de podernos escapar por uno o dos días los dos solos, para
desconectar un poco de la rutina diaria, un poco dejar aparcado el
“autobús” de la iglesia, un poco dejar la “ambulancia”.
Bromas aparte, en esa ocasión en especial nos pudimos permitir irnos tres
días a una casita de pueblo que nos prestaron, donde estuvimos
“románticamente” recuperándonos de tantas ocupaciones que el ministerio
nos permite “disfrutar”.
Eramos cuatro: Mi esposa, Dios, yo y lo que en su día fue un “okupa”
local. Nada mas entrar un olor nauseabundo nos invadió, de tal manera,
que quienes me conocen saben que no percibo los olores normales (solo la
comida jaja, el jamón, la barbacoa, el pollo horneado y toda la fauna
apetitosa que Dios creó, jaja).
Sin embargo en ese momento si sentí un olor que penetraba por mis fosas
nasales, las cuales no me servirían para alertarme si se incendia la casa,
pero allí si estaban en su máximo rendimiento, diciéndome erróneamente:
Carlos, alguien no saco la basura.
Pero después de revisar toda la casa nos dimos cuenta que no, no era la
basura, pues todo estaba impoluto (osea que estaba completamente limpio
y que no había ni una mancha). Pero nos percatamos que el olor solo
estaba en la cocina, así que revisamos si había algo en la nevera, como
carne en descomposición, pero nada de nada.
Finalmente recurrimos al ambientador que estaba en el aseo, para tratar de
tapar el olor con algo mejor al olfato, echábamos y echábamos logrando de
momento tener un olor grato, pero al rato se mezclaban los olores y
francamente era horrible sino peor.
Tuvimos que dejarlo de momento mientras nos instalábamos y nos pusimos
cómodos, tomamos posesión del recinto, incluida la pudrición que
nuevamente tomaba el protagonismo de la situación.
Fue cuando fui a abrir el gas, la bombona de butano cuando dije, aja, aquí
es, de aquí sale el olor. La bombona estaba en la parte baja de la cocina, en
una suerte de mueble hecho de ladrillos, como generalmente son las
cocinas de pueblo; y al sacar la bombona, allí estaba el culpable de nuestro
infortunio, un pobre ratón de campo, quien sabe porque, muerto. No
sabemos si por veneno, por viejo o por gas, paso al otro lado. Digo no al
lado de los muertos sino al otro lado de la pared donde estaba el
contenedor de basura pues allí lo lleve metido en una bolsa, dentro de otra
bolsa, dentro de otra bolsa mas, y otra y otra y otra. Acabé con las bolsas
de la casa jaja.
Ahí se termino el problema. Si nosotros hubiésemos simplemente echando
ambientador, no habríamos atacado el problema, no habríamos resuelto la
situación. Tan solo habríamos tapado un síntoma, el mal olor, sin resolver
el verdadero problema, que había una rata muerta pudriéndose.
Eso es lo que hacemos normalmente en la vida, atacamos los síntomas de
las cosas y no atajamos los problemas realmente. La iglesia ha tenido el
mismo problema también, atacamos los síntomas de las cosas ocultas y no
resuelve el problema. Eso no es lo que queremos acostumbrar a hacer en
nuestra congregación.
Por décadas, en la mayoría de las congregaciones, si alguien un día
confesaba un pecado oculto porque el Espíritu Santo le daba convicción de
pecado, entonces se le apartaba de ciertas actividades, se le decía que no
podía participar de la Santa Cena y ya. Era como pretender echar
ambientador a la rata muerta. El hermano se iba a casa y su “desodorante”
y al poco volvía a caer en el pecado. Por un tiempo olía bien, pero sin
atacar el problema, el pecado volvía al trono de la vida de esa persona.
Así como un pequeño ratón causo un mal efecto en los tres días de
vacaciones que nosotros queríamos tener, así un pecado oculto, un mal
habito causa un mal efecto en la vida de una persona.
Para librarnos del problema tenemos que ir a la raíz del mismo, no nos
sirve con tapar el síntoma.
Pablo le escribe a la iglesia en Roma Romanos 6:12 TLA 12 Así que no
dejen que el pecado los gobierne, ni que los obligue a obedecer los malos
deseos de su cuerpo. 13 Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han
vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo.
Más bien, entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada.
Cualquiera me puede decir, “pero si yo no peco así como dice la biblia, yo
cumplo los diez mandamientos”. A veces no es un pecado tan explicito, a
veces puede ser un mal habito, una forma de pensar, un problema del
pasado no resuelto. El autor del libro de Hebreos nos dice:
Hebreos 12:1 NVI Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de
una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos
estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con
perseverancia la carrera que tenemos por delante.
Tu rata muerta es ese lastre, el que no te permite avanzar,
Santiago 4:17 NTV 17 Recuerden que es pecado saber lo que se debe
hacer y luego no hacerlo.
Eso puede ser casi un nuevo concepto en tu vida: No hacer nada malo no te
hace bueno, no hacer lo bueno te hace malo. Pecado.
Tal vez no haces cosas que sabes que debes hacer porque me dirás que
estas luchando en este momento con muchas cosas en tu vida y que no
tienes tiempo. Puedes estar luchando con malos hábitos alimenticios, con
mala distribución del tiempo, o puede ser con algo mas oculto, algo que
nadie sabe, cosas que estorban y que tienen un olor nauseabundo delante de
Dios. Engaño. Pornografía. Trampas. O tal vez cosas mas públicas pero
que igualmente te separan de Dios. Puede ser el carácter, el temperamento.
Todos estamos luchando, nadie puede presentarse limpio por merito propio
delante de Dios.
En la ocasión en que Satanás estaba tentando a Jesús en el desierto Lucas
4:13 RV 13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de
él por un tiempo. NVI lo dejó hasta otra oportunidad. NTV lo dejó hasta
la siguiente oportunidad.
Así como Satanás tentó a Jesús y al falla tubo que dejarlo por un tiempo,
así mismo si echas suficiente ambientador y tapas el problema, Satanás
esperará el tiempo que tenga que esperar para volver a tentarte con tu
problema. Te dirá ocultalo, que nadie lo vea, tu pareja, tus hermanos, tus
pastores, nadie tiene que saberlo. Así tendrá mas tiempo para que el
problema crezca dentro de ti y pueda controlarte.
El enemigo buscará un punto bajo en tu vida, el momento en que no luchas
contra eso, el momento en que el habito se te vuelve crónico y ya no lo
evitas sino lo ocultas y pierdes el control.
¿Para que quiere Satanás que yo oculte mi pecado? Para lo siguiente:
Imagina que estas un día como hoy y yo te digo, como en efecto te estoy
diciendo que Jesús puede limpiarte y ayudarte con tu problema. Entonces
tu puedes pedirle como efectivamente te digo que le pidas, limpie tu
pecado, te perdone.
Entonces podrías estar diciendo:
• Si Jesús limpia mi pecado, y estar pensando en la rabia que le tienes
a fulano que ojala se muera o mejor quede cuadraplejico.
• Si Jesús limpia mi pecado, y estar pensando en la chica o el chico
según sea el caso, ese que viste sin ropa cuando buscabas en
internet noticias sobre la guerra de Siria
• Si Jesús limpia mi pecado, y estar pensando en la siguiente
fechoría.
Muchos piensan que si asisten a la iglesia, o cantan mucho, o oran en
lenguas el pecado se ira, desaparecerá. No es así. No funciona así.
Tal vez te enseñaron erróneamente que si dices muchas veces rapidito “yo
reprendo en el nombre de Jesús”, “yo reprendo en el nombre de Jesús”, “yo
reprendo en el nombre de Jesús” el pecado se va a espantar. Eso lo haces el
domingo en la iglesia y el martes caes de nuevo. En seguida el enemigo te
cae de nuevo diciendote: ¿Vez? Dios no te quiere, te odia, le has fallado de
nuevo, ni siquiera eres salvo ni vas al cielo. Dios te quiere fulminar. Ni
siquiera asistas a la iglesia.
Entonces sucede lo mas nefasto en la vida de un cristiano. Los hermanos
dejan de asistir a la iglesia porque se sienten en pecado, porque están mal
con Dios y les da vergüenza. Es una locura: Es decir estoy muy enfermo,
tan enfermo que no voy a ir al hospital porque estoy enfermo.
Si los que pecan dejan de asistir a la iglesia, entonces el domingo próximo
no habrá nadie, absolutamente nadie en los cultos de ninguna iglesia al
rededor del mundo. No te dejas convencer, de esa lógica, mientras mas
enfermo, mas tienes que ir al hospital. Mientras peques tienes que estar en
comunión con Dios y con tus hermanos.
Satanás se divierte etiquetándonos, nos dice el alcohólico, la drogadicta, el
adultero, la ladrona, el pornógrafo. Así que podemos ir convencidos
diciendo si, yo soy un alcohólico, o un drogadicto o un adultero. No es así.
Debes separar tu persona de tu problema, a veces lo confundimos y
decimos que nuestro problema es lo que somos y nos resignamos.
• Si tu has aceptado a Jesús como tu salvador, como tu Señor;
entonces no eres un alcohólico, eres un hijo de Dios que esta
luchando con el alcohol.
• Si tu has aceptado a Jesús como tu salvador, como tu Rey; entonces
no eres una chismosa, eres una hija de Dios que lucha con su
impulso del chisme.
• Si tu has aceptado a Jesús como tu salvador, como tu Maestro;
entonces no eres un adultero, eres un hijo de Dios que está
luchando contra sus impulsos mas primarios.
Todo esto es así si tu has aceptado verdaderamente y recalco
verdaderamente osea de todo corazón a Jesús como tu Salvador, tu Señor,
tu Rey, tu Maestro; si no lo has aceptado entonces si eres un alcohólico,
una chismosa, un adultero, una drogadicta y pare de contar.
Pero si tu has aceptado a Jesús entonces tu verdadera identidad es ser hijo
de Dios. Esto es lo mas importante para salir de tu problema. En la
parábola del hijo prodigo, el hijo vuelve a su padre ¿a que huele? A cerdo,
a cochino, a marrano y a pecado; pero no dejo de ser hijo, mas bien el
padre hizo fiesta. Así es Dios, tu Padre Celestial contigo.
Piensa en tu problema, ya tienes el diagnostico. Hay una rata en tu vida.
Eso no se resuelve con una simple oración.
I.- Lo primero es admitir que hay una rata oculta en nuestra vida, un
pecado y eso es muy difícil si somos cristianos, si tenemos años en el
evangelio. Porque nosotros no “pecamos” nos “equivocamos”, no
“chismeamos” nos “desahogamos”, no “codiciamos” mas bien
“contemplamos la creación de Dios”. Todo lo queremos minimizar. Somos
como los políticos, usamos la semántica para cambiar el sentido de las
cosas. La semántica no saca la rata muerta de tu vida.
Juan 8:31-32 NTV 31 Jesús le dijo a la gente que creyó en él: —Ustedes
son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis
enseñanzas; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Confiesa tu pecado a Dios, no te justifiques ante Él:
1 Juan 1:8-10 TLA 8 Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos y no decimos la verdad. 9 Pero si reconocemos ante Dios
que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos
perdonará y nos limpiará de toda maldad. 10 Si decimos que nunca hemos
hecho lo malo, hacemos que Dios aparezca como un mentiroso, y no
hemos aceptado el mensaje que él nos ha dado.
No valen medias tintas. Lo que permanece en la oscuridad, crece y te
terminará explotando en las manos.
II.- El segundo paso es abandonar la rata, no le hagas un funeral, sacala
de tu vida de una vez por todas. Cuando encontré la rata muerta en nuestras
vacaciones la metí en un montón de bolsas y la tiré inmediatamente.
Tal vez tengas que abandonar una costumbre, una amistad toxica, una
relación del pasado. La estupidez se pega, y los malos hábitos también.
Lo normal no es que un día una persona se levante de la cama y diga hoy
me voy a convertir en alcohólico. No funciona así, seguramente un amigo
te diga tengo una cerveza de importación muy buena, ven y pruébala; otro
día es un vino, otro día un whisky, pero no es ni una cerveza sino una caja,
ni un vino sino una botella, ni un whisky, sino una borrachera. Y de
bebedor social pasas poco a poco a aguas mas profundas, o mejor dicho al
pantano que te ensucia y te vas undiendo en él. Cambia alcohol por juegos
de azar, por pornografía, por conversaciones sucias, por un pequeño urto y
terminaras destruido en todas las opciones. Así si te rodeas de malas
influencias, terminaran influenciándote.
Tienes que abandonar el mal habito, sea cual sea. Si tu problema es la
pornografía, pon un filtro en tu teléfono móvil, en tu tablet y en tu
ordenador. Ríndele cuentas a alguien de confianza, pide ayuda, es tu futuro,
el que esta en juego.
Mateo 5:29 NVI 29 Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y
tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea
arrojado al infierno.
Jesús no dice aquí que te saques los ojos, dice que te deshagas de aquello
que te mantiene conectado con el pecado. En tu caso puede ser internet,
youtube, el movil, u otra cosa pero tienes que desconectar y seguir el
proceso, porque una rata muerta, cada vez olerá peor. Una mala pasión no
vale la pena.
III.- Rinde tu vida, sujetate, sometete:
Tenemos que sujetarnos o someternos voluntariamente verticalmente a
Dios:
7
Santiago 4:7 NVI Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él
huirá de ustedes.
Tenemos que sujetarnos o someternos voluntariamente horizontalmente a
nuestros hermanos:
Efesios 5:21 NVI 21 Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. TLA
21
Ustedes, que honran a Cristo, deben sujetarse los unos a los otros.
Tenemos que romper el aislamiento de nuestro problema, no es contarle a
alguien que te vaya a juzgar, puede ser alguien que lidie con esas ratas
ocultas con el poder de Dios en primer lugar. Alguien que puedas llamar a
las 3:00 de la madrugada y le pidas ayuda porque no quieres meter la pata,
alguien que te acompañe en oración, alguien que te guie con la palabra de
Dios y no con “técnicas” revolucionarias de cualquier charlatan.
En una ocasión trajeron ante Jesús a una mujer sorprendida en adulterio, lo
cuenta en Juan 8:1-11 La victima no es la mujer, es Jesús, le montan una
trampa porque si finalmente dice que apedreen a la mujer, le acusan porque
ajusticiar a un judío solo podía Roma, si dice que la perdonen, entonces
estará faltando a la ley de Moises. Jesús escribe en tierra y dice su celebre
frace “el que este libre de pecado que tire la primera piedra”.
Luego dice 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le
dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11
Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete
(ahora), y no peques más.
2 Corintios 6:2 TLA 2 Dios dice en la Biblia: «Cuando llegó el momento
de mostrarles mi bondad, fui bondadoso con ustedes; cuando necesitaron
salvación, yo les di libertad.» ¡Escuchen! Ese momento oportuno ha
llegado. ¡Hoy es el día en que Dios puede salvarlos!
1. Obtén el perdón de Dios, eso te lo da Jesús. Pide su perdón.
2. Camina de nuevo, avanza, muévete, ahora, ya, sal del atasco. No es
mañana.
3. No pretendas pecar una vez mas. No lo planifiques. No le digas a
Dios hoy un pecadito pequeño de despedida y mañana soy santo.
A lo largo de los años he conocido muchas personas que prefieren
continuar con su rata oculta que huele mal en vez del olor grato a Dios, con
su pecado en silencio que la verdad liberadora del evangelio.
Otros no entienden el mensaje, o no quieren entenderlo. Imaginen a la
adultera diciéndole a Jesús, gracias, pero hoy adultero un poquito mas y
mañana ya lo dejo.
No permitas que el olor nauseabundo de la rata oculta llene toda tu casa,
toda tu vida, no eches ambientador o desodorante, echala a ella de tu vida
definitivamente.
No pienses tampoco que ahora tendrás una santidad absoluta y completa en
tu vida y que nunca vas a fallarle a Dios, que si fallas te vas de la iglesia.
No es así.
A partir de ahora tienes a Dios como la mejor medicina, la pastilla de todos
los días para caminar en santidad. Es un trabajo diario, tu felicidad, tu
medicamento que es Cristo te lo llevas a casa y lo tomas a diario. Tu vida
lo vale.
Es todo lo que necesitas.
¡Escuchen! Ese momento oportuno ha llegado. Ni yo te condeno; vete
(ahora), y no peques más.

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