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Julio 2000

El Catastro y su evolución
hasta el siglo XVI
Manuel-G. Alcázar Molina
Jefe Sección Inspección D. G. Catastro
Profesor Escuela Politécnica
Superior de la Universidad de Jaén

«Nada es tan necesario en un pueblo bien gobernado y regido, y nada da mejor muestra de su
buena administración como la formación de un buen catastro, como la exactitud de los datos es-
tadísticos, para que ellos sean el regulador exacto y preciso, en la imposición de las contribucio-
nes generales y de los impuestos parciales, ya á cada provincia, ya a cada pueblo, ya a cada parti-
cular. De lo contrario, no puede haber justicia ni aun equidad en el repartimiento de las cargas
públicas que es la operación más delicada y difícil para los gobiernos, la que acarrea mas disgus-
tos y conflictos; y por eso en todos tiempos y en todas las naciones se han ocupado los hombre des-
tinados á dirigir los negocios públicos, á formar y á ir perfeccionando sucesivamente la estadística
territorial y comercial, que es la base de la verdadera riqueza de las naciones.»
«Diccionario de Agricultura Práctica»
Economía Rural-Madrid 1855.

Origen de los Catastros otros factores de interés para planificar ac-


tuaciones más o menos pacíficas; en este
A medida que se producía la consolida- momento comienzó el carácter polivalente
ción de las civilizaciones de la cuenca me- y multifuncional del Catastro que tanto se
diterránea, cuna de la europea aunque hoy ha demandado y que, como se comproba-
en día lo intenten rebatir algunos países rá, no es un proyecto de los últimos años
nórdicos, los dirigentes políticos com- motivado por las sociedades modernas. EM CATASTRO
L ANUEL -G. AYLCÁZAR MOLINA
SU EVOLUCIÓN

prendieron la necesidad de disponer de Los orígenes de los primitivos catas-


documentaciones gráficas y literales que tros rústicos, entendidos como inventarios
garantizasen la propiedad privada y esque- de bienes inmuebles, se confunden con los
matizasen su distribución sobre el terreno. primeros instrumentos topográficos de los
Complementariamente esta información que se tienen descripciones o, en algunos
era susceptible de inclusión dentro de car- casos, sólo referencias. Ambas líneas de
tografías generales en las que se detallaban trabajo se complementan y justifican mu-

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EL CATASTRO Y SU EVOLUCIÓN

tuamente: sin una instrumentación ade- tificante de su elaboración: constituir el


cuada no se podían obtener datos exactos hecho imponible de un impuesto que ha
y la exigencia de estos datos fomentan la variado de nombre y de concepción, pero
creatividad y perfeccionamiento de los ins- que no deja de ser un gravamen sobre la
trumentos de medición empleados. La re- tierra. En pocas ocasiones puede desligar-
ferencia más antigua de la Topografía, uni- se el concepto de catastros del de imposi-
da a la Agrimensura, procede del antiguo ción y contribución; incluso en el diccio-
Egipto y se debe a Herodoto (1400 a.C.). nario enciclopédico «Espasa» el término
Nos relata este autor que unos «técnicos» Catastro se define como «contribución real
denominados «estiradores de cuerdas» por que pagaban nobles y plebeyos, y que se imponía
emplear cuerdas de longitudes conocidas, sobre las rentas fijas y posesiones que producían
se encargaban de realizar los replanteos frutos anuales, fijos o eventuales; como censos,
posteriores a las crecidas anuales del río hierbas, bellotas, molinos, casas, ganados, etc.».
Nilo, asignando a cada agricultor la super- La historia catastral se funde, confunde y
ficie y los límites que les correspondían de motiva con la historia fiscal en la mayoría
acuerdo con los datos capturados con an- de las épocas y con la práctica totalidad de
terioridad a la crecida. Paralelamente a esta los regímenes vigentes.
actividad topográfica/catastral es destaca- Retomando la historia topográfica / ca-
ble observar la existencia de un gravamen tastral hay que mencionar los desarrollos
sobre las parcelas proporcional a su pro- geométricos de la cultura griega y la inven-
ducción, en cierta medida similar al exis- ción, por parte de Heron, de la «dióptria»; un
tente en nuestro país hasta la entrada en instrumento que en cierta medida se ase-
vigor de la Ley Reguladora de las Hacien- meja a un teodolito elemental. Probable-
das Locales en las que se pasó de contri- mente se deba también a esta civilización la
buir por el rendimiento real o potencial a invención de la «groma» y el «chorobates», apa-
hacerlo en función del valor catastral cal- ratos topográficos rescatados por el pueblo
culado. En determinados templos se cons- romano a través de los griegos y difundidos
truía lo que se denominaba «nilómetro», por todo el Mediterráneo; precisamente de
que consistía en un pozo troncocónico ro- la Grecia Clásica se han encontrado refe-
deado por una escalera helicoidal que unía rencias en las que los propietarios de pre-
la superficie con el fondo, el cual estaba dios rústicos de la Antigua Atenas debieron
conectado a través de un túnel con el río. contribuir de manera proporcional al valor
Cada año, con las crecidas, el agua pene- de sus posesiones para costear la defensa de
traba en el nilómetro y ascendía por los la ciudad sitiada: un ejemplo más del carác-
peldaños hasta una determinada altura, ter fiscal del catastro.
que dependía del caudal arrastrado por el
Nilo; cuanto mayor era el caudal mayor era
el número de peldaños sumergidos y ma-
yor la cantidad de limo depositado en sus El Catastro en época romana
orillas, por lo tanto, las cosechas serían
previsiblemente mejores. Esto permitía re- Sin duda alguna el ejemplo más notable
gular la imposición sobre los terrenos y que con mayor fuerza contribuyó en el
agrarios en función de una variable perfec- mundo romano al desarrollo de los instru-
tamente explicativa como es la producción mentos de medición, la Arquitectura y la
potencial. Agrimensura es el de Marco Vitruvio; ar-
Como puede apreciarse, desde un prin- quitecto e ingeniero romano nacido en el
cipio la Topografía sirvió para la confec- año 88 a.C. y fallecido en el 26 d.C. Desa-
ción de estos catastros primitivos y éstos a rrolló su actividad en la época de Julio Ce-
su vez, se emplearon para una de sus acti- sar y su tratado «De arquitectura» fue clave y
vidades prioritarias y en muchos casos jus- punto de partida para otros autores poste-

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MANUEL-G. ALCÁZAR MOLINA

riores; reconociéndose sus influencias so- extensiones que no tienen nada que ver
bre algunos un milenio después de su de- con la realidad terreno, con los consi-
saparición. Este tratado es un compendio guientes problemas técnicos-jurídicos, en
formado por diez libros, el último de los definitiva, catastrales que conlleva.
cuales contenía los gráficos, en los que se Salvo escasas excepciones y hasta la
resumen los conocimientos existentes has- época de Julio Cesar que sustituyó en las
ta esa fecha en materia de Arquitectura, prácticas topográficas/catastrales a los sa-
Hidráulica, Cronometría y Maquinaria ci- cerdotes y augures por militares y funcio-
vil y militar. narios civiles, todos estos trabajos y el co-
Otro de los autores que han dejado un nocimiento y desarrollo de los instrumen-
importante legado topográfico, incluyen- tos empleados estaban protegidos por el
do aplicaciones catastrales fue Sexto Julio manto de la religión. Fue durante el Impe-
Frontino (1) (41?-103 d.C.): ingeniero y rio Romano cuando estos nuevos técnicos
militar romano que desde sus cargos de extendieron por toda la cuenca Mediterrá-
pretor y cónsul pudo realizar una impor- nea los conocimientos topográficos y el
tante labor dentro del campo de la ingenie- empleo de los ya mencionados «chorabates»
ría civil en Roma; suya es la frase «el funda- y «groma». Estos dos instrumentos sirvie-
mento del arte mensorio radica en su práctica ac- ron para replantear las ciudades en base a
tuación» que no sólo pronunció sino que el «decumanus maximus» y el «cardo maximus»,
también aplicó. Dos obras destacan por su para realizar los maravillosos acueductos,
valiosa aportación en materia hidráulica las grandes obras de construcción y para,
«De aqueductus Urbis Romae» y en el campo cómo no, la distribución de las parcelas a
militar «Stratagemata»; en el primero se ana- los legionarios y pobladores en las tierras
liza la conducción de aguas en Roma y, en sometidas.
el segundo, la estrategia militar contempo- El mundo de la Topografía y la Carto-
ránea. Asimismo, se debe también a su grafía, como el de toda ciencia experimen-
pluma una de las premisas básicas de toda tal, estaba íntimamente unido a las aplica-
medición topográfica (que por desgracia ciones que de ellas podían derivarse, y en
aún hoy en día la ignorancia o la mala fe no gran medida su desarrollo y evolución se
contempla) y que consiste en la premisa de debe a la búsqueda de soluciones a proble-
que en un terreno inclinado lo que se mide mas que se planteaban en la actividad dia-
no es la superficie sobre el mismo, sino su ria. El agro, en su concepción más extensa,
proyección sobre un plano horizontal. fue hasta mediados del siglo XX la riqueza,
Este inciso que podría ser considerado su- por naturaleza, de un país: por lo tanto, no
perfluo por el lector no debe nunca per- es extraño que en todas las culturas se
derse de vista pues la experiencia práctica abordase su reglamentación, control, me-
del día a día en el campo catastral permite jora y fiscalización. Precisamente es aquí
asegurar que en algunas ocasiones no se ha donde se encuentra el nexo de unión entre
tenido en cuenta, bien por desconocimien- el Catastro Rústico (el de mayor relevancia
to o bien por intereses partidistas. El resul- fiscal hasta hace pocas décadas) y el desa-
tado de esta actividad errónea es que un rrollo de los métodos e instrumentos des-
número considerable de las mediciones tinados a su confección; todo ello dentro
realizadas a lo largo de la historia, la mayo- de un meticuloso marco legal en el que se
ría de ellas por algún práctico local con es- apoyaba la propiedad de la tierra.
casa preparación, no se hicieron de esta Un ejemplo ilustrativo puede encon-
forma y en los títulos de propiedad figuran trarse en la distribución de las tierras entre
los legionarios licenciados en los territo-
rios sometidos por el Imperio Romano.
(1) RESINA SOLA, P., Frontino de Agri Mensvura. En toda España existen ejemplos de re-
Universidad de Granada, Granada 1983. planteos de ciudades y de distribución de

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campos entre estos colonos que acabarían gen del catastro en el centro urbano probablemen-
por mezclarse con la población autóctona te representaba una situación ideal, que sólo era
de Iberia. En el caso de los campamentos estimada cuando la cuidad, y el reparte de tierras
y posteriores ciudades, los augures elegían surgían al mismo tiempo como resultado de una
el lugar (aún gozaban de ese privilegio) y única acción de ordenación del territorio, como
eran los legionarios experimentados en es- ocurría por ejemplo en las fundaciones coloniales
tas actividades los encargados de realizar de nueva planta. Esta coincidencia en el tiempo
los replanteos del «Decumanus maximus» y el de la división del suelo urbano y rústico sería la
«Kardo maximus» (2), que se cruzaban en el principal ventaja de situar el centro de la parcela-
«umbilicus». Su trazado solía coincidir con ción en la ciudad, pues permitía agrupar en un
las orientaciones cardinales (norte–sur o mismo procedimiento varias decisiones que de-
este–oeste), aunque a veces se empleaban bían ser adoptadas sucesivamente para organizar
como referencias accidentes geográficos el establecimiento urbano y su territorio. Tam-
relevantes del terreno próximo que facili- bién se pueden considerar como beneficiosos de
taban los trabajos y adaptaban los nuevos esta solución que aseguraba la fosilización de los
viales a las condiciones orográficas y a las ejes principales del catastro en la trama urbana,
tradicionales vías de comunicación que destinada previsiblemente a perdurar más en el
circulasen por la zona. A partir de éstos, y tiempo que la retícula parcelaria y garantizaba
con ayuda de la «groma», se replanteaban la centralidad de la ciudad en relación con la tie-
las líneas paralelas denominadas «decuma- rra dividida» (3).
nis» y «kardos» que constituían la retícula Cada una de estas centurias abarcaban
geométrica de las «centurias»; posterior- una superficie próxima a las 200 yugadas se
mente se asignaban éstas a los colonos ele- distribuían equitativamente en tres lotes;
gidos mediante un trámite jurídico-admi- tanto las dimensiones de la centuria como la
nistrativo denominado «adsignatio». de los lotes posteriores variaban en función
La elección del «umbilucus» se realizaba de la calidad del suelo y de las características
tras un concienzudo proceso intentando, del mismo. El terreno se parcelaba aten-
siempre que fuese posible, hallar un lugar diendo a unos ejes previamente trazados, ge-
que cumpliese dos condicionantes bási- neralmente caminos, mediante unos proce-
cos: difícilmente manipulable y fácilmen- sos denominamos «scamnatio» y «strigatio».
te reconocible por todos los habitantes Ambos procesos se diferenciaban en la posi-
del entorno; simultáneamente debería di- ción del lado mayor de la parcela; si este lado
visarse desde su ubicación gran parte de era paralelo al camino se denomina por «stri-
las intersecciones establecidas en la par- ga» y si era perpendicular «scamnun».
celación realizada y de esta forma servir Conforme indica el Dr. Resina Sola, es-
como elemento de control topográfico de tas asignaciones de tierras se recogían en
los trabajos. «La localización del punto de ori- tablillas de bronce, madera, mármol u otro
material, denominadas usualmente «forma»
o «aes», marcando con distintos grosores
(2) El Kardo maximus, según la prescripción más las diferentes líneas replanteadas en el te-
ortodoxa debía reproducir la proyección en la tierra rreno e incluyendo la siguiente informa-
del eje celeste y el Decumanus máximus, que debía ser
trazado de forma transversal al primero y guardando
ción catastral:
un ángulo de 90°, representaría la trayectoria descrita 1. Extensión de cada asignación.
por los cuerpos celestes sobre la tierra. El punto en el 2. Nombre de los propietarios y lotes
que ambos coincidían se denominaba umbilicus y se asignados.
trataba de un hito fundamental, bien por connotacio-
nes cósmicas o bien, lo más probable técnicamente,
para replantear las posibles asignaciones de tierras si
existiesen reclamaciones. CASTRO LÓPEZ, MAR- (3) CASTRO LÓPEZ, MARCELO, La Campi-
CELO, La Campiña de Jaén (siglos I-II d.n.e.). Construcción ña de Jaén (siglos I-II d.n.e.). Construcción de un paisaje agra-
de un paisaje agrario, pág. 138. rio, pág. 139-140.

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3. Categoría, origen y régimen jurídico. Evidentemente todos estos laboriosos


• Situados en régimen jurídico diversos y complejos trabajos catastrales se acome-
en las colonias augustas, fundi excepti et con- tían porque las aplicaciones y beneficios,
cessi. directos e indirectos, obtenidos por los
• Bosque siluae y pastos públicos pascua titulares catastrales y el Imperio Roma-
compascua. no superaban a los esfuerzos realizados.
• Suelos públicos pasados en propiedad Entre otros es posible destacar:
a la colonia o privados subseciua concessa. 1.º Al propietario se le garantizaba
• Fundus restituidos al precedente po- documentalmente la propiedad y las lindes
seedor reddita y conmutados commutatum. de la parcela frente a terceros.
• Lugares excluidos de la limitación y 2.º Servía para premiar a los afectos
no asignados, situados entre los límites y la al Imperio y a los legionarios licenciados;
linde del territorio extreclusa. simultáneamente se castigaba a los anti-
• La condición jurídica de los ríos. guos propietarios que con toda probabili-
• El territorio asignado a la ciudad en
dad se habían enfrentado al Emperador.
3.º Garantizaba la permanencia de
situación inalienable. una población romana estable que, por una
• Montes, loca inculta, etc.
parte, defendería esas tierras (ahora suyas) y
de los cuales se hacían dos ejemplares uno, por otra, fomentaba la romanización del te-
era enviada al archivo municipal o colonial rritorio y por tanto la estabilidad social.
y el otro al «Tabularium de Roma». 4.º Configuraba un sistema de pro-
Por todo lo anterior no es extraño en- ducción agroforestal que optimizaba el
tender que prácticamente en todas las len- aprovechamiento de los recursos disponi-
guas latinas y germánicas el término catas- bles y facilitaba las comunicaciones en
tro tenga una raíz etimológica común, la base a la infraestructura agraria construida
latina: «capitastrum». Fue este pueblo el y posteriormente mantenida por los pro-
que desarrolló su elaboración y lo implan- pios colonos.
tó en la mayor parte del territorio que bor- 5.º Las parcelas no eran grandes,
dea el «Mare Nostrum». pero sí suficientes para que pudieran vivir
El reconocimiento de estos catastros los colonos asentados en las mismas y se
romanos en los parcelarios catastrales ac- garantizase un suministro periódico de ali-
tuales no es excesivamente complicado; a mentos a las urbes próximas a las que esta-
pesar de las continuas parcelaciones que se ban ligaba.
han producido a lo largo de los últimos Fiscalmente en la época del Imperio Ro-
dos mil años y las consiguientes variacio- mano la tierra se dividía en clases, atendien-
nes de las estructuras agropecuarias sufri- do al tipo de cultivo establecido, para poste-
das como consecuencia de los grandes riormente subdividirla en función de su ca-
acontecimientos sociales, militares o agra- pacidad productiva. A través del «Libro de
rios. Para identificarlos es necesario partir Leyes Sirio» se tiene constancia de que en esta
de tres hipótesis fundamentales: zona la tierra de viñedo se parcelaba en uni-
1.º Ha de tratarse de una zona en la dades de veinte, cuarenta y sesenta «iugum» y
que haya habido asentamientos en época la de olivar en otras unidades fiscales deno-
romana y distribuciones de la propiedad minadas «iuga» (4) compuestas por menos de
confiscada a los vencidos. 225 pies o entre 226 y 450. Como se ha po-
2.º Los límites de las parcelas han de dido apreciar, gran parte del territorio del
ser ortogonales entre sí.
3.º Las superficies o la longitud de (4) Este término provenía de la capacidad de
los lados de las parcelas han de ser múlti- trabajo de un arado arrastrando una yunta de bueyes.
plos de las unidades empleadas originaria- Historia Económica del Europa, pág. 130. Universidad de
mente (un «actus» equivale a 35,50 metros) Cambridge.

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Figura 1
Propuesta de distribución parcelaria

Fuente: CASTRO LÓPEZ, MARCELO, La Campiña de Jaén (siglos I-II d.n.e.). Construcción de un paisaje agrario, págs. 139-140.

Imperio Romano estaba catastrado em- El sistema impositivo presentaba espe-


pleando estas u otras unidades impositivas cificaciones concretas dependiendo de la
sobre las que gravaba el tributo («iugatio»). zona; de las características de las tierras; de
Establecido este procedimiento catastral-fis- la relación existente entre el propietario o
cal, la siguiente etapa era la actualización de colono y la finca; así como de la forma en
los valores (las bases imponibles de hoy); la que se adquirió la propiedad y su ubica-
conservación se realizaba cada quince años y ción dentro del esquema defensivo impe-
las modificaciones sobre las cuotas se actua- rial. Continuando con el ejemplo anterior,
lizaban quinquenalmente (con las matizacio- el procedimiento de clasificación de tierras
nes que se estimen convenientes puede y su posterior subdivisión conllevaba unos
comparase con lo establecido en el R.D. errores groseros al resultar similar la carga
3/7/82 sobre actualización quiquenal de los impositiva de un terreno con 230 olivos y
tipos evaluatorios del Catastro Rustico, últi- otro con 450; para solventar esto se confi-
mo que se publicó antes de la entrada en vi- guró otro impuesto denominado «capitatio»
gor de la Ley Reguladora). que se calculaba estimando la fuerza ani-

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mal y humana que requería la «iugum» para fomentando la autoventa como esclavo, el
un aprovechamiento agrario normal. De abandono de hijos y la generalización de
esta forma el segundo impuesto compen- los abortos. La presión fiscal del Estado, la
saba económicamente el proceso poco de- inestabilidad, la escasa tecnología aplicada
tallista de clasificación del primero. Como en la agricultura, la escasez de mano de
era previsible la complejidad del sistema obra, las plagas naturales sobre los culti-
no facilitaba la labor recaudatoria y por vos, las peste, el hambre y otras calamida-
este motivo era normal girar un prorrateo des naturales configuraban una sociedad
estimado y acorde con la realidad agrícola nada envidiable que nos describe magnífi-
que englobara estos dos: tributo al que se camente García Moreno (5). «... Y sobre el
le denominó «capatatio» y a sus unidades campo así abonado venía a descargar como un gol-
«capita», en sustitución de su verdadera ter- pe de gracia y determinante la creciente presión de
minología «capitatio humana et animalium». A los poderosos y todo el duro peso de la fiscalidad
esta ya de por sí complicada situación hay del Estado visigodo; excesiva en sí, por la necesi-
que añadir la existencia de otro impuesto dad apremiante de los monarcas y por la generali-
que gravaba a los cultivadores denomina- zación de la corrupción y las prácticas abusivas de
do igualmente «capitatio», que se calculaba cuantos tenían a su cargo la administración fiscal.
atendiendo al sexo y a la capacidad econó- Además, si los poderosos laicos y la Iglesia obtu-
mica del «capita», el agricultor. Esta era la vieron pingües inmunidades o exenciones fiscales, o
compleja situación fiscal de la tierra en el se encontraban en una posición de fuerza para
declive del Imperio Romano, que fue de- oponerse al Estado y defenderse a ellos y a sus lea-
nunciada por sus propios dirigentes y pen- les e imprescindibles recomendados, el agobiante
sadores y a la que no pudieron encontrar peso fiscal visigodo se iría concentrando cada vez
solución antes de su caída y desaparición más en los pequeños y medianos propietarios. Por
como dueños del mundo conocido. eso no es de extrañar que Chindasvinto se viese
obligado a prohibir a todos los privati, que esta-
ban sometidos a pagar tributo, vender, donar o
conmutar sus tierras con personas que estuviesen
El Catastro hasta el siglo XV exentas o no fuesen a pagar los tributos por cual-
quier otra razón, con el fin de que las entradas del
La España Visigoda fisco regio no se viesen amenazadas en su cuantía.
Ciertamente, una vana ilusión del anciano y enér-
Con la llegada de los visigodos, una gico soberano, pero todo un síntoma de la realidad
nueva distribución de la propiedad y de los de la pequeña propiedad libre a esas alturas de la
aprovechamientos modificó el sistema tri- historia hispanovisigoda; al final la única salida
butario vigente. El peso económico de la era la condonación de los impuestos, como Ervigio
agricultura aumentó en esta nueva socie- y Egica hicieron en más de una ocasión. Aunque
dad, que no llegó a romper totalmente con cosa distinta era conseguir que los potentes devolvie-
la tardorromana, conviviendo grandes ex- sen las tierras que habían arrebatado a sus peque-
plotaciones y otras pequeñas pertenecien- ños propietarios aprovechándose de sus dificultades
tes a propietarios libres. El porcentaje de fiscales y de sus propios atributos gubernativos».
esta últimas decreció progresivamente con
el paso de las décadas y fueron absorbidas
por los latifundios que garantizaban al an- La España Árabe
tiguo propietario, ahora colono, unos la-
zos de patrocinio y dependencia que le El pueblo árabe instalado en la Penín-
conferían seguridad frente a terceros, e in- sula Ibérica a partir del año 711 puso en
cluso frente al Estado. No obstante, la
agricultura no fue una fuente de riqueza (5) GARCÍA MORENO, LUIS A., Historia de
sustanciosa y las deudas se multiplicaron la España Visigoda, Editorial Cátedra.

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EL CATASTRO Y SU EVOLUCIÓN

explotación y optimizó gran parte de las de la coincidencia de los poderes político y


tierras cultivables del Al-Andalus, adaptan- religioso) se alimentaba de donaciones,
do nuevos sistemas y procesos con los que testamentarias y de los rendimientos ads-
se alcanzaron producciones y calidades no critos a este fin. El privado, para usos del
conseguidas por los anteriores colonos. A soberano, lo componían los bienes de su
pesar de ser un pueblo con una vasta cul- titularidad y algunos impuestos reservados
tura (6), en gran parte heredada de los pue- para su sostenimiento. Por último, el teso-
blos de Oriente, no confeccionaron una ro público, se sustentaba con los impues-
distribución gráfica de las propiedades tos previstos en el Coran, aunque poste-
agrarias sino que se limitaron a la elabora- riormente se girasen otros de carácter
ción de un «Registro General del Territorio» a excepcional, al principio, y ordinarios pos-
los pocos años de desembarcar en la Pe- teriormente. En este punto es donde se
nínsula. Con la perspectiva que ofrecen los engarzan subrepticiamente los «diezmos»:
cientos de años que nos separan de esa cantidad correspondiente al diez por cien-
época, dos pueden ser los motivos que ex- to de los bienes muebles e inmuebles que
plican que no elaborare un Catastro Rústi- poseían los árabes y que entregaban en
co de sus bien aprovechadas tierras de re- concepto de donativo para el sostenimien-
gadío: en primer lugar influyó, sin duda al- to de la comunidad. Por otra parte, los
guna y de forma decisiva, sus raíces súbditos que trabajan las tierras y que no
tradicionalmente nómadas y, en segundo, eran musulmanes, eran considerados
la exención teórica de impuestos a los mu- como poseedores de las mismas, no como
sulmanes que estuvo vigente y reconocida propietarios; en base a ello y como prueba
en las diferentes épocas islámicas del de sometimiento debían de abonar anual-
Al-Andalus. mente un impuesto por el aprovechamien-
No obstante, la Hacienda árabe que era to de esos predios. Este tributo territorial,
una de las instituciones mejor reguladas y que inicialmente estaba reservados a los
centralizadas había de nutrirse con fondos no creyentes, se generalizó rápidamente y
que garantizasen la cobertura de las nece- se institucionalizó en toda la cultura islá-
sidades religiosas, públicas y de la corte. Su mica de la Península conforme avanzaban
estructura estaba coordinada por un visir, los años y se incrementaban las necesida-
a cuyas órdenes trabajaban numerosos te- des económicas, ya no satisfechas por los
soreros, intendentes y contadores encarga- botines de guerra obtenidos de las fulmi-
dos de administrar los tres fondos econó- nantes conquistas de tierras cristianas.
micos en que se distribuían los ingresos: el
tesoro religioso, el privado y el público (7).
El primero de ellos, el religioso (no se olvi- La España Cristiana
Frente a esta hacienda organizada, cen-
(6) Como botón de muestra del avanzado desa- tralizada y eficiente conviven al Norte los
rrollo en materia de Topografía, Astronomía y Carto- reinos cristianos en los que la hacienda pú-
grafía, es interesante hacer mención del proyecto de blica y la del monarca son todo una: una
Al-Mamoun, séptimo califa de la dinastía de los Abási- hacienda; múltiples impuestos; variadas y
das, del que Raymond D’Hollander nos descubre en
uno de sus artículos que fue el promotor de la cons- arbitrarias exenciones; modificaciones fis-
trucción de los observatorios de Bagdad y el de Kas- cales dependiendo del momento histórico,
sioum. Este califa llegó a encargar en el siglo IX la me- de las necesidades o de los planteamientos
dición de 1° de meridiano terrestre a un grupo de sus de la corona. Como es fácil imaginar, un
astrónomos encabezados por Ahmad Ibn Abadía; verdadero caos que beneficia sobre todo a
cuando en la Europa de la época se discutía sobre los
oscuros temas del Medioevo. los recaudadores, los grandes señores y los
(7) ÁLVAREZ PALENZUELA, M. A., Histo- defraudadores. Tal y como nos indica
ria de España. Álvarez Palenzuela: «... los habitantes de estas

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tierras pagan la renta de la tierra, una mezcla del obligada para cualquier profesional que
impuesto territorial romano y del censo privado, al desee conocer y entender la realidad agra-
que se denomina con los nombres de tributum, ria y por ende nacional del país (8). El
functio, vectigalia, census, usaticum, infurcion, pe- ejemplo más cercano de un catastro de si-
cho, foro, parata y tasca; por las propias denomi- milares características en España es el «Lli-
naciones se aprecia la diversidad de conceptos que bre del Repartiment», de Mallorca, levantado
en él se incluyen». Esta situación se mantuvo en 1229 tras ser sometida esta isla por Ca-
y extendió conforme avanzaba la Recon- taluña (9).
quista y se recuperaban nuevas tierras ab- Fue en la Edad Moderna, con la conso-
sorbiendo la población mozárabe o judía lidación de los estados europeos, cuando
que las explotaba y que no las abandonó, o nace la necesidad de definir sus fronteras,
bien, repoblándolas con cristianos proce- determinar la población, fijar la riqueza del
dentes del Norte a los que incentivaban terreno y garantizar a la Hacienda unas
con algunas prerrogativas fiscales para su fuentes de ingresos que permitan la subsis-
asentamiento y colonización. tencia de estas monarquía absolutistas. En
base a ello en cada país se confeccionaron
mapas cuyos fines además de descriptivos
Otros catastros del territorio, de la población y militares,
eran también fiscales. –Famosa es la frase
Durante todo el oscuro período de la que se atribuye a un monarca francés en la
Edad Media apenas existen inventarios de que recriminaba a sus geómetras responsa-
bienes inmuebles salvo testamentarias más bilizándoles de perder más terreno debido
o menos detalladas de los que se transmi- a los mapas que elaboraban que en las
ten de una generación a otra. No obstante, guerras en que participaba Francia–.
se pueden encontrar descripciones litera- Abundan, por lo tanto, en esta época los
les de los dominios reales del Imperio Ca- intentos más o menos fallidos de elaborar
rolingio e inventarios aislados de señoríos; catastros por toda Europa, con fines gene-
así como relaciones de bienes pertenecien- ralmente fiscales y entre los que destaca
tes a los conventos y ordenes religiosas Italia, Francia y España, como países con
distribuidas por toda Europa. El primer mayor deseo de contar con estas docu-
ejemplo de Catastro del segundo milenio mentaciones.
de nuestra era es el «Domesday Book»: Gui-
llermo I encargó su confección a clérigos
normandos con el objetivo de establecer
una contribución y, tal y como nos indica El Catastro durante los siglos
García-Badell «... en él se consignaron a qué
manos habían pasado los dominios de los sajones,
XVI y XVII
cuáles de entre ellos guardaban sus herencias, nú-
mero de árboles que tenía cada dominio y la exten- Nuevamente se debe a García-Badell, y
sión de terreno de cada propietario... Los trabajos a lo que él mismo calificó de empeño y ca-
geométricos se referían solamente a la determina- sualidad, la primera referencia sobre el ca-
ción del perímetro del territorio, de cada comune,
sin distinción de masas de cultivo, caminos, arro-
yos, praderas y monos aún de las parcelas de cada (8) GARCÍA MARTÍN, PEDRO, El mundo ru-
propietario; todo estaba confundido sin identifica- ral en la Europa Moderna, págs. 19 y 58, Biblioteca de la
ción particular,...» En su confección se invir- Historia 16 (Madrid 1989).
tieron cinco años, de 1083 a 1088, y en la GARCÍA-BADELL Y ABADÍA, GABRIEL, La
contribución territorial y el catastro de la riqueza rústica,
actualidad se conserva en el Catedral de pág. 110, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid 1968.
Winchester, siendo para los normando el (9) SEGURA I MAS, ANTONI, El Catastro en
«Libre Royal», verdadera obra de consulta España, 1714-1906, Ministerio de Economía y Hacienda.

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EL CATASTRO Y SU EVOLUCIÓN

tastro que dispuso hacer Carlos V en 1549 de Esquivel (10). El proceso de elabora-
en el Ducado de Milán. La causa que moti- ción se basaba en la cumplimentación de
vó su elaboración se repetiría años des- unas encuestas (su número osciló entre 24,
pués en sus sucesores y, cómo no, fue la en un primer momento, y 57, posterior-
necesidad apremiante de dinero para man- mente, para quedar definitivamente esta-
tener el ejercito en continúa lucha con su blecido en 45), diseñadas desde la nueva
principal enemigo: el monarca francés capital del reino, en las que se abordaban
Francisco I, a la sazón pretendiente de ese cuestiones referentes al origen del pueblo;
Ducado centroeuropeo. Bajo la orden del su situación geográfica; su estado socio-
Marqués del Vasto se realizó entre los económico; el número de vecinos y foras-
años 1549 y 1552 un inventario de los bie- teros y, cómo no, la producción agrícola y
nes muebles e inmuebles, con la colabora- artesanal, hasta completar el total de los
ción de medidores, técnicos agronómicos, capítulos previstos.
agrimensores, etc., todos ellos coordina- Aun pudiendo pecar de prolijo se con-
dos por Ludovico Bergamino, que sirvió sidera conveniente recoger, por la magni-
de base para distribuir los 12.000 escudos tud del proyecto, la importancia de la fina-
que eran precisos para cubrir los gastos lidad perseguida, la exhaustividad de la en-
militares previstos por el emperador. Los cuesta y la originalidad de la actuación
resultados finales, según indica Grandi, de administrativa, la estructuración realizada
este primer catastro moderno europeo no por García-Badell (11) en relación con los
representaban estrictamente la realidad: capítulos que en ella aparecen:
sólo se catastraron 1,2 millones de Has.,
de las 1,7 existentes, correspondiendo el
• Atendiendo a la parte histórica:
medio millón restante a terrenos próximos 1.ª Primeramente se declare y diga el
a la zona de guerra y a laicos y eclesiásticos nombre del pueblo cuya relación se hicie-
que eran lo que se denominaron «grandes ra, cómo se llama al presente y por qué se
personas y guerreros». Sin embargo, y a llama así y si se ha llamado de otra manera
pesar de las deficiencias en los procesos de antes de ahora.
valoración, no cabe duda que éste fue 3.ª Si el dicho pueblo es antiguo o
el germen catastral que recogió su hijo y nuevo, o desde qué tiempo acá está funda-
que trasladó a Castilla durante su largo rei- do y quién fue el fundador y cuándo se
nado. ganó de los moros o lo que de ello se su-
En la España de Felipe II, ese monarca piere
renacentista tan injustamente vilipendiado 4.ª Si es ciudad o villa, desde qué
a lo largo de los siglos, se encargó, por ini- tiempo acá lo es y si tiene voto en Cortes,
ciativa suya, catastrar los términos munici- o qué ciudad o villa habla por él, y los luga-
pales de Castilla y elaborar las denomina- res que hay en su jurisdicción.
das «Relaciones Topográficas de los pueblos de 7.ª El escudo de armas que dicho
España», con objeto de conseguir el cono- pueblo tuviere, si tuviere algunas, y por
cimiento pleno de su país. La génesis de qué causa o razón las haya tomado.
este proyecto se encuentra en la Real Carta 8.ª El señor o dueño del pueblo, si es
de 27 de octubre de 1575, firmada por su del Rey o de algún señor particular o de al-
secretario Juan Vázquez, que rubricó los gunas de las Órdenes de Santiago, Calatra-
ensayos llevados a cabo durante el año va o Alcántara o San Juan.
anterior y que permitieron poner de mani-
fiesto la importancia de la actuación catas-
tral; designándose, para su aplicación prác- (10) Diccionario de Agricultura, Economía Rural,
Madrid 1855.
tica, a un reconocido catedrático de mate- (11) GARCÍA-BADELL, G., Felipe II y los estu-
máticas de la Universidad de Alcalá de dios geográficos y estadísticos de los pueblos de España, Real
Henares y cronista de Carlos V: D. Pedro Sociedad Geográfica, Madrid 1947.

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MANUEL-G. ALCÁZAR MOLINA

32.ª Los hechos señalados y cosa dig- caen y dónde vienen corriendo las dichas
nas de memoria que hubieren acaecido en sierras y hacia donde se van alargando.
dicho pueblo o en sus términos, y los cam- 20.ª Los nombres de los ríos que pa-
pos, montes y otros lugares nombrados sasen por el dicho pueblo o cerca de él y
por algunas batallas, robos o muertes o su- qué tan lejos y a qué parte del pasan y cuán
cesos notables que en ellos hayan acae- grandes y caudalosos son y si tienen ribe-
cido. ras y frutarles, puentes y barcos notables y
33.ª Las personas señaladas en letras, algún pescado.
armas y en otras cosas que haya en el dicho 25.ª Si el pueblo fuese marítimo, qué
pueblo o que hayan nacido o salido de él, tan lejos o cerca está de la mar y la suerte
con lo que se supiere de sus hechos y di- de la costa que alcanza, si es costa brava o
chos señalados. baja y los pescados que se pescan en ella.
34.ª Y si en los pueblos hubiere algu- 26.ª Los puertos o bahías y desem-
nas casa o solares de antiguos linajes, ha- barcaderos que hubiese, con el ancho y
cerse la memoria particular de ellos. largo de ellos, entradas y fondo y la seguri-
dad que tiene y los muelles y atarazanas
• Atendiendo al estudio geográfico y topo- que hubiese.
gráfico corresponden:
• Atendiendo al aspecto agronómico y al
5.ª El reino en que comúnmente se estudio de sus producciones agrícolas.
encuentra el dicho pueblo y en qué pro-
vincia o comarca de ella. 18.ª Si es tierra abundosa o falta de
6.ª Si es pueblo que está en la fronte- leña y de dónde se proveen, si es montosa
ra o en algún reino extraño que tan lejos de qué montes y arboledas y qué animales,
está de la raya y si es entrada o paso para él cazas y salvajinas se crían y hallan en ella.
o puesto de aduana. 22.ª Si el pueblo es de muchos o de
13.ª Asimismo se diga el nombre del pocos pastos y las dehesas señaladas que
primer pueblo que hubiere yendo del lugar en los términos del sobredicho pueblo hu-
hacia la parte por donde el Sol sale al tiem- biere, son los bosques y cotos de caza y
po de la dicha relación y las leguas que has- pesca.
ta él hubiere. 23.ª Si es tierra de labranza, las cosas
14.ª Item se diga el nombre del pri- que en ella se cogen, los ganados que se
mer pueblo que hubiere yendo desde el di- crían y si hay abundancia de sal para ellos.
cho pueblo hacia el Mediodía y las leguas
que hubiere. • Atendiendo al aspecto social y económi-
15.ª Asimismo se diga el nombre del co de sus habitantes.
primer pueblo que hubiere caminando por 2.ª Las casas y número de vecinos
la parte por donde el Sol se pone, al tiem- que al presente en el dicho pueblo hubiere,
po de la dicha relación y las leguas que has- y si ha tenido más o menos antes de ahora
ta él hubiere. y la causa por que se haya disminuido o
16.ª Otro tanto se dirá del primer vaya en aumento.
pueblo que hubiere a la parte Norte. 30.ª La suerte de las casas y edificios
17.ª La calidad de la tierra en que está que se usan en el pueblo, y de qué materias
el dicho pueblo, se diga si es tierra caliente son y si las hay en la tierra o las traen de
o fría, sana o enferma, tierra llana o serra- otra parte.
nía, rasa o montosa y áspera. 35.ª Qué modo de vivir y qué granje-
19.ª Si estuviese en serranía el pueblo, rías tiene la gente y las cosas que allí se ha-
se diga cómo se llaman las sierras en que cen o labran mejor que en otras partes.
está y las que estuviesen cerca de él y cuán- 37.ª Si tiene muchos o pocos térmi-
to está apartado de ellas y a qué parte se nos y algunos privilegios o franquezas de

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EL CATASTRO Y SU EVOLUCIÓN

que se puede honrar por habérseles conce- 38.ª La iglesia catedral o colegial que
dido por algunos notables servicios. hubiere en el dicho pueblo y las parroquias
43.ª Los sitios y lugares despoblados que hubiere.
que hubiere en la tierra y el nombre que 39.ª Y también si en dichas parro-
tuvieron y la causa por que se despobla- quias hubiese algunos enterramientos y ca-
ron.. pillas o capellanías tan principales que sea
justo hacer memoria de ellas.
• Atendiendo a la sanidad. 40.ª Las reliquias notables que en las
28.ª El sitio donde cada pueblo está dichas iglesias hubiere y los milagros que
puesto y si es en alto o en bajo y en asiento en ellas se hayan hecho.
llano o áspero, y si es cercado, las cercas y
murallas que tiene y de qué son.
• Atendiendo al comercio.
29.ª Los castillos, torres, fuertes y 57.ª Los datos concernientes a ferias
fortalezas que en el pueblo y en la jurisdic- y mercados y su importancia. así como las
ción hubiese y la fábrica y materiales de fiestas populares que se celebren.
que son.
• Atendiendo a la Justicia, sus funcio- • Atendiendo a datos de viaje.
nes y demás autoridades.
9.ª La Chancillería en cuyo distrito 55.ª El número de ventas o posadas y
cae el pueblo y adónde van los pleitos en su descripción.
grado de apelación y las lenguas que hay Este inventario de la realidad del país,
del dicho pueblo hasta donde reside la di- que comenzó a finales del año 1574, fue
cha Chancillería. abandonado siete años después tras haber
10.ª La gobernación, corregimiento o encuestado un total de 636 pueblos de
alcaldía, merindad o adelantamiento en Castilla de los que se recabó toda la infor-
que está dicho pueblo. mación que figura en el cuestionario ante-
11.ª Ítem el arzobispado, obispado o rior. Los motivos de esta finalización trau-
abadía y arciprestazgo en que cae dicho mática de los trabajos fueron variados y
pueblo y las legas que hay hasta el pueblo entre ellos figura en un puesto destacable
donde reside la catedral y hasta la cabecera la fuerte oposición de la ciudadanía, el ele-
de partido. vado coste económico que implicaba y la
12.ª Y si fuese de algunas Órdenes falta de personal cualificado que pudiese
militares, se diga el priorato o partido de acometer los trabajos con los parámetros
ellas en que cayese el dicho pueblo de calidad que se exigían. No obstante, no
36.ª Las justicias eclesiásticas o segla- cabe duda de que se trata del primer inten-
res que hay en dicho pueblo y quién las to serio abordado en la España moderna
pone. para elaborar un catastro fiable, elemento
42.ª Los monasterios de frailes y de clave para todo tipo de actuaciones civiles
monjas y de beatas que hubiese en el pue- y militares y para la toma de decisiones que
blo y el número de religiosos y otras cosas afectasen directamente al territorio. n
notables que tuviesen.
• Atendiendo a los edificios artísticos y re- Bibliografía
ligiosos.
ALCÁZAR, M., GILABERT, M., LÓPEZ, M.
31.ª Los edificios señalados que en el (1998): El Catastro en España, Universidad Politéc-
pueblo hubiere y los rastros de edificios nica de Valencia, Valencia.
antiguos de su comarca, epitafios, letreros ÁLVAREZ PALENZUELA, M. A. (1988): His-
y antiguallas de que hubiere noticia. toria de España, tomo V. De. Gredos S.A., Madrid.

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MANUEL-G. ALCÁZAR MOLINA

ARIÑO GIL, E. (1990): Catastros romanos en el GARCÍA MARTÍN, P. (1989): El mundo rural
Convento Juridico Caesaraugustano. La región Aragonesa, en la Europa Moderna, Biblioteca de la Historia 16,
Universidad de Zaragoza, Zaragoza. Madrid, 19 y 58 págs.
CASTRO LÓPEZ, M. (1998): La Campiña de GARCÍA MORENO, L. (1990): Historia de la
Jaén (siglos I-II d.n.e.). Construcción de un paisaje agrario. España Visigoda, Editorial Cátedra, Madrid.
Tesis doctoral, 139-140 págs., Jaén. ECONOMÍA RURAL (1855): Diccionario de
COMPATANGELO, R. (1989): Un Cadastre de Agricultura Práctica, Madrid.
Pierre le Saliento Romain, Les Belles Lettres, París. RESINA SOLA, P. (1983): Frontino de Agri
GARCÍA-BADELL Y ABADÍA, G. (1968): Mensvura. Universidad de Granada, Granada.
La contribución territorial y el catastro de la riqueza rústica. SEGURA I MAS, A. (1988): El Catastro en
Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 110 pág. España, 1714-1906, Ministerio de Economía y Ha-
GARCÍA-BADELL, G. (1947): Felipe II y los es- cienda, Madrid.
tudios geográficos y estadísticos de los pueblos de España, UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE: Historia
Real Sociedad Geográfica de España, Madrid. Económica de Europa, 130 pág.

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