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MANUAL DE MEDIDAS

ACUSTICAS
y
CONTROL DEL RUIDO

(TERCERA EDICION)
MANUAL DE MEDIDAS
ACUSTICAS
y
CONTROL DEL RUIDO
(TERCERA EDICION)
Cyril M. Harris
Ph. D. Editor
Departamento de Ingeniería Eléctrica
Escuela de Postgrado de Arquitectura
Planificación y Conservación
Universidad de Columbia
Traducción
AURORASUENGASGOENETXEA
Ph. D., Facultad de Psicología,
Universidad Complutense de Madrid
JUAN JOSE RODRIGUEZ
Ldo. Filología Inglesa
Universidad del País Vasco

Revisión técnica
IGNACIO ESPAÑOL ETXANIZ
Ph.D., Prof. Ingeniería Ambiental
Universidad Politécnica de Madrid

Prólogo de
JUAN MIGUEL HERNANDEZ LEON
Catedrático. Subdirector-Jefe de Estudios
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid

McGraw-Hill
MADRID. BUENOS AIRES· CARACAS· GUATEMALA· LISBOA· MEXICO· NUEVA YORK
PANAMA· SAN JUAN· SANTAFE DE BOGOTA· SANTIAGO· SAO PAULO
AUCKLAND· HAMBURGO· LONDRES· MILAN· MONTREAL· NUEVA DELHI • PARIS
SAN FRANCISCO· SIDNEY· SINGAPUR· STo LUIS· TOKIO· TaRaNTa
La información contenida en este trabajo ha sido obtenida por
McGraw-Hill Incorporated procedente de fuentes dignas de
crédito. No obstante, ni McGraw-Hill ni los autores garantizan
la exactitud o perfección de la información publicada.
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ción. Este trabajo se publica con el reconocimiento expreso de
que los autores están proporcionando una información, pero
no tratando de prestar ningún tipo de servicio profesional o téc-
nico. Si tal servicio fuera necesario, diríjase a un profesional
adecuado para tal fin.

MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento infor-


mático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico,
mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escri-
to de los titulares del Copyright.

DERECHOS RESERVADOS © 1995, respecto a la primera edición en español, por


McGRAW-HILLlINTERAMERICANA DE ESPAÑA, S. A.
Edificio Valrealty, 1. a planta
Basauri,17
28023 Aravaca (Madrid)

Traducido de la 3.a edición en inglés de:


HANDBOOK OF ACOUSTICAL
MEASUREMENTS AND NOISE CONTROL

Copyright © MCMXCI por McGraw-Hill, Inc.


ISBN: 0-07-026868-1

ISBN: 84-481-1619-4
Depósito legal: M. 18.679-1998

Editor: Antonio García Brage


Cubierta: Estudio F. Piñuela
Compuesto en: FER, Fotocomposición, S. A.
Impreso en: Impresos y Revistas, S. A. (IMPRESA)

IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN


SOBRE EL EDITOR

Cyril M. Harris ha sido profesor en la Universidad de Columbia desde 1952, impar-


tiendo clases en la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada y en la Escuela de Post-
grado de Arquitectura, Planificación y Conservación, donde ha servido como De-
cano de la División de Tecnología Arquitectónica durante diez años. El Dr. Harris
ha alcanzado reconocimiento internacional por su trabajo sobre control del ruido y
diseño de auditorios. Ha sido consultor acústico para el Centro Kennedy en Wash-
ington; el Orchestra Hall en Minneapolis; el Powell Symphony Hall en San Luis; el
centro Krannert en Urbana; el Symphony Hall en Salt Lake City; el Centro Nacio-
nal de Arte Dramático en Bombay; la reconstrucción del A very Fisher Hall, el Tea-
tro Estatal de Nueva York y la Metropolian Opera House de Nueva York, y mu-
chos otros auditorios artísticos. Recibió la medalla AlA del Instituto
Estadounidense de Arquitectos, la medalla de oro y la medalla W. C. Sabine de la
Sociedad Acústica Estadounidense, la medalla de oro de la Sociedad de Audio In-
geniería y la medalla Franklin del Instituto Franklin. El Dr. Harris es miembro de
la Academia Nacional de Ciencias y de la Academia Nacional de Ingeniería. Reci-
bió su Doctorado en Física en el MIT y tanto la Universidad Northwestern como el
Instituto de Tecnología de Nueva Jersey le han nombrado Doctor Honorífico. Es
autor de numerosos artículos técnicos. Entre los libros que el Dr. Harris ha escrito
o editado se encuentran: Acoustical designing in architecture, /llustrated dictionary
of historie architecture y las siguientes publicaciones de McGraw-Hill: Handbook of
acoustical measurements and noise control, Shock and vibration handbook y Dictio-
nary of architecture and construction.

vii
CONTENIDO

Prólogo a la tercera edición xvii

Prólogo a la edición española xix

Capítulo 1. Introducción 1.1


Cyril M. Harris, Ph.D., Profesor Emérito Charles Batchelor de Ingeniería Eléctrica y Profesor
Emérito de Arquitectura, Universidad de Columbia, Nueva York, NY 10027, EE. UU.

Capítulo 2. Definiciones, abreviaturas y símbolos 2.1


Cyril M. Harris, Ph.D., Profesor Emérito Charles Batchelor de Ingeniería Eléctrica y Profesor
Emérito de Arquitectura, Universidad de Columbia, Nueva York, NY 10027, EE. Uu.

Capítulo 3. Propagación del sonido al aire libre 3.1


J. E. Piercy, Ph.D.
G. A. Daigle, Ph.D.
Acústica y Procesamiento de la Señal, Institute for Microstructural Sciences, National Re-
search Council, Ottawa, ON KIA OR6, Canadá.

Capítulo 4. El sonido en espacios cerrados 4.1


Cyril M. Harris, Ph.D., Profesor Emérito Charles Batchelor de Ingeniería Eléctrica y Profesor
Emérito de Arquitectura, Universidad de Columbia, Nueva York, NY 10027, EE. UU.

Capítulo 5. Instrumentos de medida acústica 5.1


Daniel L. Johnson, Ph.D., Director, Biophysics Operation, EG & G Special Projects, Albur-
querque, NM 87119, EE. Uu.
Alan H. Marsh, DyTec Engineering Inc., Huntington Beach, CA 92649, EE. Uu.
Cyril M. Harris, Ph.D., Profesor Emérito Charles Batchelor de Ingeniería Eléctrica y Profesor
Emérito de Arquitectura, Universidad de Columbia, Nueva York, NY 10027, EE. Uu.

Capítulo 6. Instrumentos de medida de la vibración 6.1


Robert B. Randall, B. Tech, B.A., Senior Lecturer, Universidad de New South Wales, Kens-
ington, N.S. W. 2033, Australia.

ix
x CONTENIDO

Capítulo 7. Transductores de vibración 7.1


Eldon E. Eller, Ingeniero Jefe de Proyectos. .
Robert M. Whittier, Director, Investigación y Desarrollo, Endevo Corp. (subsidiaria de
Allied Signal Aerospace Corp.), San Juan Capistrano, CA 92675, EE. Uu.

Capítulo 8. Análisis acústico y de vibraciones 8.1


Robert B. Randall, B. Tech, B.A., Senior Lecturer, Universidad de New South Wales, Kens-
ington, N.S. W. 2033, Australia.

Capítulo 9. Técnicas de medida del ruido 9.1


John R. Hassall, M.Sc., Brüel and Kjaer, Naerum DK-2850, Dinamarca.

Capítulo 10. Técnicas de medida de la vibración 10.1


Cyril M. Harris, Ph.D., Profesor Emérito Charles Batchelor de Ingeniería Eléctrica y Profesor
Emérito de Arquitectura, Universidad de Columbia, Nueva York, NY /0027, EE.UU.

Capítulo 11. Niveles sonoros y su medida 11.1


David M. Yeager, Ph.D., P.E., ingeniero Consejero, IBM Acoustics Lab, Boca Raton, FL
33432, EE. Uu.
Alan H. Marsh, DyTec Engineering inc., Huntington Beach, CA 92649, EE. UU.

Capítulo 12. Medida de la exposición sonora, sonido y dosis de ruido 12.1


Alan H. Marsh, DyTec Engineering Inc., Huntington Beach, CA 92649, EE. Uu.
Williarn V. Richings, Consultor, Chalfont, Sto Peter, Buckinghamshire, SL90JJ, Reino Unido.

Capítulo 13. Medida de la potencia sonora 13.1


Williarn W. Lang, Ph.D., P.E., Director de Programa, iBM Corporation, Poughkeepsie, NY
i2602, EE.UU.

Capítulo 14. Medida de la intensidad sonora 14.1


Malcolrn J. Crocker, Ph.D., Profesor de Universidad, Departamento de Ingeniería Mecánica,
Universidad de Auburn, Aurbun, AL 36849, EE. Uu.

Capítulo 15. Normas de medida y códigos de ensayo 15.1


Williarn W. Lang, Ph.D., P.E., Director de Programa.
Matthew A. Nobile, Ph.D., Ingeniero Acústico.
IBM Corporation, Poughkeepsie, NY 12602, EE.UU.

Capítulo 16. Efectos del ruido y la reverberación sobre la comunicación


hablada 16.1
Harry Levitt, Ph.D., Profesor Distinguido de Ciencias del Habla y la Audición, Center for Re-
search in Speech and Hearing Sciences, Universidad de la Ciudad de Nueva York, Nueva
York, NY /0036, EE.UU.
John C. Webster, Ph.D., Consultor, Spencerport, NY 14559, EE. uu.

Capítulo 17. Características de la audición 17.1


Arnold M. Srnall, Jr., Ph.D., Profesor, Departamentos de Patología del Habla y Audiología y
de Psicología, Universidad de Iowa, Iowa City, iA 52242, EE. Uu.
CONTENIDO xi

Robert S. Gales, Consultor, anteriormente Director, Airborne Acoustics Branch, Naval


Ocean Systems Center, San Diego, CA 92109, EE.UU.

Capítulo 18. Pérdida de audición por exposición al ruido 18.1


William Melniek, Ph.D., Profesor, Departamento de Otolaringología, Universidad Estatal de
Ohio, Columbus, OH 43210, EE.UU.

Capítulo 19. Evaluación de la audición 19.1


Mauriee H. Miller, Ph.D., Profesor de Patología del Lenguaje y Audiología, Universidad de
Nueva York; Director, Center for Communications Disorders, Lenox Hill Hospital, Nueva
York, NY 10021, EE.UU.
Laura Ann Wilber, Ph.D., Profesora de Audiología y Limitaciones Auditivas, Universidad
Northwestern, Evanston, IL 60208, EE. Uu.

Capítulo 20. Pérdida de audición: responsabilidad legal 20.1


Allen L. Cudworth, Se.D., Vicepresidente, Liberty Mutual Insurance Co., Boston, MA 02117,
EE.UU.

Capítulo 21. Aparatos de protección auditiva 21.1


Charles W. Nixon, Ph.D., Director, Bioacustics and Biocommunications, Armstrong Aeros-
pace Medical Re,~earch Laboratory, Wright Patterson Air Force Base, Dayton, OH 45433,
EE.UU.
Elliot H. Herger, M. S., Director, Ingeniero Acústico, Cabot Safety Corp., Indianapolis, IN
46268, EE. UU.

Capítulo 22. Programas de conservación de la audición 22.1


Larry H. Royster, Ph.D., Profesor de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial, Universidad Esta-
tal de North Carolina, Raleigh, NC 27695, EE. Uu.
Julia Doswell Royster, Ph.D., Presidenta, Environmental Noise Consultants, Inc., Raleigh,
NC 27622, EE. Uu.

Capítulo 23. Molestias inducidas por el ruido en individuos y comunidades


Sanford Fidell, Científico Jefe, BBN Systems & Technologies (una división de Boft Beranek
and Newman Inc.), Canoga Park, CA 91304, EE. UU.
David M. Green, Ph.D., Profesor de Psicología, Universidad de Florida, Gainesville, FL
32611, EE.UU.

Capítulo 24. Rendimiento humano y ruido 24.1


Dylan M. Jones, Ph.D., Lector de Universidad, Escuela de Psicología, Universidad de Wales,
College at Cardiff, Cardiff, CFI 3YG, Reino Unido.
Donald E. Broadbent, C.B.E., Se.D., F.R.S., Personal Externo, Medical Research Council,
Departamento de Psicología Experimental, Universidad de Oxford, Oxford, OXI 3 UD, Reino
Unido.

Capítulo 25. Efectos fisiológicos del ruido 25.1


Gerd Jansen, Dr. Med. Dr. Phi\., Profesor de Universidad de Medicina Ocupacional, Institut
für Arbeitmedizin der Universsitlit Düsseldorf, Düsseldorf D-4000, Alemania.
xii CONTENIDO

Capítulo 26. Criterios de exposición al ruido y la vibración 26.1


Henning E. von Gierke, D. Eng., Director Emérito, Biodynamics and Engineering Division,
Armstrong Aerospace Medical Research Laboratory, Wright Patterson Air Force Base, Day-
ton, OH 45433; Profesor Clínico, Escuela de Medicina, Universidad Estatal de Wright, Day-
ton, OH 45041, EE.UU.
W. Dixon Ward, Ph.D., D.Se., Profesor, Departamentos de Trastornos de la Comunicación,
Otolaringología y Salud Ambiental, Universidad de Minnesota, Minneapolis, MN 55414,
EE.UU.

Capítulo 27. Principios de control de la vibración 27.1


Cyril M. Harris, Ph.D., Profesor Emérito Charles Batchelor de Ingeniería Eléctrica y Profesor
Emérito de Arquitectura, Universidad de Columbia, Nueva York, NY 10027, EE.UU.

Capítulo 28. Técnicas de control de la vibración 28.1


Erie E. Ungar, Eng. Se. D., Ingeniero Consultor Jefe, Bolt Beranek and Newman Inc., Cam-
bridge, MA 02138, EE. Uu.
Douglas H. Sturz, Consultor Jefe, Acentech 1ncorporated (una compañía Bolt Beranek and
Newman), Cambridge, MA 02140, EE. Uu.

Capítulo 29. 1.a Parte: Tipos y características de los aisladores


de vibración 29.1
R. H. Raeea, Ingeniero Principal, Barry Wright Corporation, Watertown, MA 02/72, EE. Uu.

Capítulo 29. 2. a Parte: Selección y aplicaciones de los aisladores de vibración


29.17
Harry L. Hain, Ingeniero.
John J. Heintzel, Ingeniero.
Charles J. Leingang, Ingeniero.
Lord Corp., Erie, PA 16506, EE.UU.

Capítulo 30. Materiales absorbentes del sonido 30.1


Ron Moulder, Investigador Científico Principal, Bettelle Memorial Institute, Columbus, OH
43201, EE.UU.

Capítulo 31. Aislamiento del sonido transmitido por el aire 31.1


A. C. C. Warnoek, Ph.D., Oficial Jefe de Investigación.
J. D. Quirt, Director.
Sección de Acústica, Institute for Research in Construction, National Research Council of Ca-
nada, Ottawa, ON K1A OR6, Canadá.

Capítulo 32. Aislamiento del sonido transmitido por estructuras 32.1


István L. Vér, Ph.D., Consultor Principal, Bolt Beranek and Newman Inc., Cambridge, MA
02138, EE. Uu.
Douglas H. Sturz, Consultor Jefe, Acentech Incorporated (una compañía Bolt Beranek and
Newman), Cambridge, MA 02140, EE. Uu.

Capítulo 33. Control del ruido en edificios 33.1


A. C. C. Warnoek, Ph.D., Oficial Jefe de Investigación.
J. D. Quirt, Director.
Sección de Acústica, Institute for Research in Construction, National Research Council of Ca-
nada, Ottawa, ON KIA OR6, Canadá.
CONTENIDO xiii

Capítulo 34. Ruido de motores eléctricos 34.1


James B. Moreland, M. B. A., Director, Total Quality, Westinghouse Science and Technology
Center, Pittsburg, PA 15235, EE.UU.
Douglas H. Cashmore, B.Sc. (Hons.), M.Sc., Ingeniero Principal, Centrilift (una compañía
Baker Hughes), Claremore, OK 74017, EE. Uu.

Capítulo 35. Ruido de transformadores 35.1


James B. Moreland, M. B. A., Director, Total Quality, Westinghouse Science and Technology
Center, Pittsburg, PA 15235, EE.UU.
Ramses S. Girgis, Ph.D., ABB T&D Company, Power Transformer Division, Muncie, IN
47307, EE. Uu.

Capítulo 36. Ruido de engranajes 36.1


William D. Mark, Ph.D., Científico Principal, Bolt Beranek and Newman lnc., Cambridge,
MA 02138 (actualmente en la Universidad Estatal de Pensilvania, Laboratorio de Investiga-
ción Aplicada, University Park, PA 16802), EE. uu.

Capítulo 37. Ruido de cojinetes 37.1


F. P. Wardle, Ph.D., C. Eng., M.1. Mech, E., RHP Ud., Bodegraven 2411 PK, Países Bajos.

Capítulo 38. Medida y análisis del ruido de maquinaria 38.1


Richard H. Lyon, Ph.D., Presidente.
Richard G. Cann, P. E., Consultor de la Corporación.
David L. Bowen, Consultor Jefe
RH Lyon Corp., Camln'idge, MA 02138, EE. uu.

Capítulo 39. Control del estado de la maquinaria 39.1


Joelle Courrech, D. Eng., Ingeniero Jefe de Aplicaciones, Brüel and Kjaer, Naerum DK-2850,
Dinamarca.

Caprtulo 40. Control del ruido de maquinaria 40.1


eolin G. Gordon, Presidente, Colin Gordon and Associates, San Mateo, CA 94402, EE. UU.
Robert S. Jones, M.E., Consultor Acústico, Acentech Incorporated, Rio Rancho, NM 87124,
EE.UU.

Capítulo 41. Ruido de ventilación 41.1


J. Barrie Graham, P.E., Consultor, Graham Consultants, Santa Fe, NM 87501, EE.UU.
Robert M. Hoover, Consultor Acústico, Hoover & Keith, lnc., Houston, TX 77082, EE. Uu.

Capítulo 42. Control del ruido en calefacciones, ventilación y sistemas de aire


acondicionado 42.1
Robert M. Hoover, Consultor Acústico, Hoover & Keith, Inc., Houston, TX 77082
Warren E. Blazier, Jr., Consultor Principal, Warren Blazier Associates, Inc., San Francisco,
CA 94109, EE.UU.
xiv CONTENIDO

Capítulo 43. Criterios para el control de ruido en calefacciones, ventilación


y sistemas de aire acondicionado 43.1
Warren E. Blazier, Jr., Consultor Principal, Warren Blazier Associetes, Inc., San Francisco,
CA 94109, EE. Uu.

Capítulo 44. Sistemas de ventilación para pequeños equipos 44.1


George C. Maling, Jr., Ph.D., P.E., Físico Jefe, IBM Corporation, Poughkeepsie, NY 12602,
EE.UU.
Andrew L. Boggess, Jr., M.Sc., Ingeniero Principal, EG&G Rotron, Woodstock, NY 12498,
EE.UU.

Capítulo 45. Control del ruido de la fontanería en edificios 45.1


John J. Van Houten, P.E., Consultor Principal, J.J. Van Houten & Associates, Inc., Anaheim,
CA 92805, EE. Uu.

Capítulo 46. Ruido y vibraciones del transporte por ferrocarril 46.1


Carl E. Hanson, Ph.D., Vicepresidente.
Hugh J. Saurenman, Ph.D., P.E., Consultor Jefe.
David A. Towers, P.E., Consultor Jefe.
Harris Miller Miller & Hansen, Lexington, MA 02173, EE. Uu.

Capítulo 47. Ruido de aviones 47.1


John Philip Raney, Ph.p., P.E., anterior Director de la Oficina de Predicción de Ruido de
Aviación.
Jimmy M. Cawthorn, anterior Técnico Aeroespacial.
NASA Langley Research Center, Hampton, VA 23665, EE. Uu.

Capítulo 48. Previsión y control del ruido de autopistas 48.1


William Bowlby, Ph.D., P.E., Profesor Asociado de Ingeniería Civil, Universidad de Vander-
bilt, Nashville, TN 37235, EE. UU.

Capítulo 49. Evaluación del ruido en zonas de edificación 49.1


George E. Winzer, Director, Winzer Associates, Acoustical & Environmental Consultants,
Rockville, MD 20855, EE. UU.

Capítulo 50. Mediciones del ruido comunitario 50.1


Dwight E. Bishop, Presidente, Acoustical Analysis Associates Inc., Canoga Park, CA 91303,
EE.UU.
Paul D. Schomer, Ph.D., P.E., Director de Acústica/Investigación de Ruido Ambiental, U.S.
Army Construction Engineering Research Laboratory, Champaign, IL 61824, EE. Uu.

Capítulo 51. Ruido y legislación 51.1


Albert J. Rosenthal, Profesor Emérito de Derecho Maurice T. Moore y Decano Emérito de
Derecho, Universidad de Columbia, Nueva York, NY /0027, EE. Uu.
CONTENIDO xv

Capítulo 52. Pleitos causados por el ruido de aviones: revisión de casos


legales 52.1
Ricarda L. Bennet, J.D., Abogada; Directora, Heliport Consultants, Westlake Village, CA
91361, EE.UU.
Gary Hoover, J.D., Gatze, Mispagel & Dillon, Carlsbad, CA 92009 (actualmente Ayudante
del Fiscal del Distrito, County of San Diego, CA 92101), EE. UU.

Capítulo 53. Regulación sobre ruido de la aviación 53.1


Richard J. Linn, Coordinador Jefe, Planificación Ambiental, American Airlines, Dallas/Fort
Worth Airport, TX 75261, EE. UU.
Richard N. Tedrick, Ph.D., Federal Aviation Administration, Washington, DC 20591,
EE.UU.

Capítulo 54. Estudios de impacto ambiental 54.1


Henning E. von Gierke, D.Eng., Director Emérito, Biodynamics and Engineering Division,
Armstrom Aerospace Medical Research Laboratory, Wright Patterson Air Force Base, Day-
ton, OH 45433; Profesor Clínico, School of Medicine, Wright State University, Dayton, OH
45401.
Kenneth M. Eldred, Director, Ken Eldred Engineering, Concord, MA 0172.
Robert K. Break, J.D., Partner, Latham & Watkins, Attorneys, Costa Mesa, CA 92626.
PROLOGO A LA TERCERA
EDICION

Cuando se publicó la primera edición del Handbook of noise control en 1957, dis-
tintos aspectos del control del ruido eran tratados en revistas científicas especiali-
zadas y en informes de instituciones gubernamentales y organizaciones industriales.
Esta información no siempre era fácilmente accesible. Más aún, existía la necesidad
de un trabajo competente que cubriera toda el área. El manual satisfizo esta nece-
sidad y fue también el primer libro sobre control del ruido publicado en Estados
Unidos. Incluyó una considerable cantidad de información técnica, no disponible
previamente, y definió por primera vez el término control del ruido: el control del
ruido es la tecnología para obtener un entorno de ruido aceptable para un receptor de
acuerdo con consideraciones económicas y operativas; el receptor puede ser una per-
sona, un grupo de personas, una comunidad completa, o una pieza del equipamiento
cuyo funcionamiento se ve afectado por el ruido.
En los años que siguieron, muchos países implantaron legislaciones sobre con-
trol del ruido y éste se convirtió en un asunto de creciente importancia social y eco-
nómica, dando lugar a nuevos métodos técnicos de control. De forma acorde, el
Handbook ofnoise c<?ntrol fue puesto al día en 1979 para reflejar estos importantes
cambios.
Más recientemente, innovaciones técnicas tales como la microminiaturización y
la aplicación práctica de las técnicas digitales han hecho posibles medidas técnicas
innovadoras y la aplicación de métodos técnicos que no eran económicamente fac-
tibles para la generación anterior. Estos cambios han dado lugar a la necesidad de
un manual completamente revisado y ampliado. Dado que ahora existe un énfasis
mucho mayor sobre las medidas acústicas a lo largo de todo el texto, el libro se ha
titulado Manual de medidas acústicas y control del ruido.
El Manual emplea terminología uniforme, símbolos y abreviaturas que, proba-
blemente, representan la aproximación más cercana al consenso internacional que
es posible obtener hoy día. A lo largo de él se emplean tanto el Sistema Internacio-
nal de unidades como el Sistema Habitual de unidades de Estados Unidos.
Todos los capítulos del Manual han sido escritos por expertos en áreas concre-
tas. La información técnica se ha hecho accesible mediante el uso de gráficos sen-
cillos y explicaciones escritas, en lugar de fórmulas muy técnicas, sin rebajar el nivel
esencial de los contenidos del Manual. Todo ello ha obligado a un gran esfuerzo por
parte de los autores de los distintos capítulos y les quedo profundamente agradeci-
do por su habilidad y paciencia.
Los capítulos del Manual están agrupados d~ la siguiente manera: propiedades
y propagación de las ondas sonoras en lugares abiertos y cerrados; instrumentación
de medida, técnicas de medida, análisis del sonido y la vibración y criterios; carac-

xvii
xviii PROLOGO A LA TERCERA EDICION

terísticas auditivas, pérdida de la audición por exposición al ruido, evaluación de la


audición, aparatos de protección auditiva, programas de conservación de la audi-
ción y responsabilidad por la pérdida de la audición; efectos del ruido sobre la co-
municación hablada, molestias, rendimiento humano y fisiología; criterios para la
exposición al ruido y a la vibración; métodos de medida, evaluación y control del
ruido y la vibración en edificios; maquinaria y equipamiento ruidosos (característi-
cas, medida, análisis, seguimiento y métodos de control); medida y control del ruido
en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, incluidos los criterios
de control del ruido empleados en el diseño de estos sistemas; ruido de los trans-
portes; ruido de la comunidad; y normas y legislación sobre ruido (incluidos litiga-
ción y estudios de impacto ambiental).
La gran cantidad de información técnica contenida en este libro ha sido recogida
a partir de muchas fuentes. El material ha sido reproducido, con permiso, de libros
y publicaciones registradas de varias sociedades técnicas, fundamentalmente la
Acoustical Society of America, el Institute of Noise Control Engineering y la Ameri-
can Society of Heating, Refrigerating, and Air-Conditioning Engineers Inc. Algunos
de los autores han estado contratados por el Gobierno de Estados Unidos. El ma-
terial incluido en sus capítulos ha sido cedido para publicación, pero, dado que éstas
son contribuciones personales, los contenidos no reflejan necesariamente el punto
de vista oficial del departamento o institución relevante.
Las publicaciones de las normativas de las organizaciones de varios países y de
organizaciones internacionales -sobre todo, la International Organization for
Standardization y la International Electrotechnical Commission- han constituido
otras valiosas fuentes. Copias de estas publicaciones pueden obtenerse por escrito
de las organizaciones apropiadas en las direcciones que aparecen en el Capítulo 15.
Los criterios citados en el texto han resultado de los esfuerzos desinteresados de los
miembros de varios comités nacionales e internacionales, con quienes hemos con-
traído una deuda de gratitud.
Se debe un agradecimiento especial a Harold B. Crawford, editor jefe de libros
técnicos y de ingeniería de McGraw-Hill lnc.; Margaret Lamb, directora de edición
en McGraw-Hill's Professional Publishing Group; y, sobre todo, Laura Givner, su-
pervisora de edición en el Professional Publishing Group.

Cyril M. Harris
PROLOGO A LA EDICION
ESPANOLA -
El manual técnico tiene una importante tradición en la cultura anglosajona. Su uti-
lidad proviene de una serie de premisas suficientemente conocidas pero de difícil
consecución; la concisión, claridad expositiva y una enorme dosis de pragmatismo.
El manual es una alternativa histórica al Tratado de arquitectura y una conse-
cuencia de la fragmentación histórica del conocimiento y la concepción unitaria del
proyecto. Para el tratadista clásico, no existía una diferencia determinante entre los
aspectos técnico-constructivos y aquellos derivados de una voluntad estética, como
puede ser la teoría proporcional. Esta actitud cobra su sentido en el marco de una
estrategia proyectual que adopta, de forma implícita, la idea de tipo edificatorio.
Con todo, la consideración de la práctica edificatoria como un hecho sintético no
excluye que su fundamento teórico sea racional. El «tratado» tenía como objetivo
proponer un «método» basado en unos principios inmanentes, en la naturalidad de
la clasificación tipológica, mientras que el «manual» decimonónico elabora un sis-
tema normativo: construir una teoría más allá de los principios. En ambos casos se
aspiraba a conseguir una fundamentación lógica de la forma arquitectónica.
El carácter «científico» de las nuevas aproximaciones a la práctica edificatoria
favorece la proliferación de manuales que la abordan desde las distintas áreas de
conocimiento que tienen en aquella su ámbito de confluencia. Así, del conocimien-
to de una serie de formas «estables» pasamos a la realización de análisis estructu-
rales, donde la aproximación a un modelo más real condujo a considerar la natura-
leza elástica de los materiales. Es decir, a configurarse como una disciplina con sus
propias leyes, que despliega su investigación sistemática en torno a conceptos abs-
tractos como el de «estabilidad» o «resistencia».
La física de la construcción es otro campo científico desde el que se consideran
aquellos aspectos relacionados con la vieja aspiración de conseguir la habitabilidad
de los espacios, de lo que denominaríamos «control ambiental», y lo entendemos
desde la correcta solución constructiva hasta aquellos aspectos más relacionados
con la percepción individual o colectiva de la «calidad» ambiental.
El peligro de estos desarrollos autónomos estriba en perder la perspectiva del
objetivo común que los justifica. Dicho de otra forma, y desde el punto de vista de
la formación de los profesionales que intervienen en este complicado proceso, no
asumir su carácter «instrumental».
Creo que este manual, que se presenta ahora traducido al castellano, cumple so-
bradamente las premisas exigidas y soslaya aquellos riesgos avisados. En efecto,
este manual ofrece la novedad, respecto a la bibliografía existente en nuestro idio-
ma, de centrarse en todos aquellos parámetros ambientales que inciden en la propia
definición de «control de ruidos». No es, por tanto, ningún manual de acústica. Y re-

xix
xx PROLOGO A LA EDICION ESPAÑOLA

marcar esta aparente obviedad, responde a la necesidad de despejar cualquier po-


sible confusión en cuanto a su contenido.
El libro ha sido redactado, en sus diferentes capítulos, por especialistas en cada
área específica, respondiendo a una estructura que parte de las definiciones más ge-
nerales hasta el análisis y control de las distintas fuentes de ruido, pasando por sus
incidencias psico-fisiológicas sobre el individuo. Su mayor mérito está en la homo-
geneización, tanto en cuestiones que podríamos denominar formales, como en la
gradación y contenidos.
y lo que es más importante, aborda una problemática ambiental extremada-
mente descuidada por todos los técnicos participantes en la edificación española.
Este texto, sin ninguna duda, aportará una herramienta de enorme utilidad para el
conocimiento práctico de una temática determinante en lo que hoy entendemos
como calidad ambiental.
Madrid, octubre 1995

JUAN MIGUEL HERNÁNDEZ LEÓN


Catedrático. Subdirector-Jefe de Estudios
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
Capítulo 1
INTRODUCCION

Cyril M. Harris

El sonido es una alteración física en un medio (v.g., en un gas, líquido o sólido) que
puede ser detectada por el oído humano·. El medio por el cual viajan las ondas so-
noras ha de poseer masa y elasticidad. Por tanto, las ondas sonoras no viajarán a tra-
vés de un vacío.
Las ondas sonoras en el aire están causadas por las variaciones de presión por
encima y por debajo del valor estático de la presión atmosférica. [La presión at-
mosférica tiene un valor de aproximadamente 105 pascales (abreviado, Pa), que
es equivalente a 106 dinas/cm 2, 105 newtons/m2 (N/m 2) o 14,7 Ib/ft 2 , a nivel del mar
a OoC (32°P)]. Estas variaciones de presión se originan de muchas maneras, por
ejemplo:
1. Por una corriente de aire pulsante, como la que producen las aspas del ven-
tilador al girar.
2. Por torbellinos, que se producen cuando una corriente de aire choca con una
obstrucción, como ocurre en una salida de aire en un sistema de ventilación.
3. Por el vuelo supersónico de un avión, que crea ondas de choque.
4. Por la vibración de una superficie, por ejemplo, una partición.
Considérese, por ejemplo, la generación de ruido por el mecanismo anterior 4.
En la Figura 1.1 se muestra un dibujo simplificado de lo que ocurre. A medida que
la superficie se mueve hacia la derecha, hay un descenso instantáneo en el volumen
de la «capa» de aire adyacente a la superficie y, por tanto, un aumento de su densi-
dad. Así, se produce una compresión del aire en esta capa. Dado que la presión en
la capa comprimida es mayor que la existente en la atmósfera circundante inalte-
rada, las partículas de aire de la capa tienden a moverse hacia fuera y a comprimir

* El sonido también puede definirse como la sensación auditiva excitada por una perturbación física
en un medio.

1.1
1.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ENRARECIMIENTO COMPRESION
~ ¿

I,UNA LONGITUD. I
DE ONDA

FIGURA 1.1. La generación de ondas sonoras por una superficie vibrante.

una segunda capa. Esta segunda capa transmite entonces este movimiento a la capa
siguiente y así sucesivamente. Cuando la superficie invierte la dirección, prevalecen
las condiciones opuestas. Entonces hay un aumento instantáneo en el volumen de la
capa de aire adyacente a la superficie; se produce un enrarecimiento del aire en esta
capa. Esta capa enrarecida sigue a la capa de compresión en la misma dirección ha-
cia fuera y viaja a la misma velocidad, denominada velocidad del sonido. La suce-
sión de capas de compresión y depresión desplazándose hacia el exterior da como
resultado el movimiento ondular y, en un punto determinado del espacio, produce
aumentos y descensos alternativos de presión. Las partículas individuales del aire
que vibran y transmiten las ondas no modifican su posición media; simplemente vi-
bran alrededor de estas posiciones medias.
La distancia máxima media que se desplazan las partículas desde su posición de
equilibrio se denomina amplitud del desplazamiento. Se denomina velocidad de las
partículas a la de éstas al balancearse alrededor de sus posiciones de equilibrio.
En la primera parte de este capítulo se presenta una descripción de las propie-
dades básicas de las ondas sonoras. Se describen los distintos tipos de «niveles» em-
pleados en acústica. Estos incluyen: nivel de presión sonora, nivel sonoro pondera-
do, nivel sonoro con ponderación A, nivel sonoro de banda de octava, nivel sonoro
de banda de un de octava, nivel de potencia sonora, nivel de potencia sonora con
ponderación A y otros muchos niveles utilizados en el campo de control del ruido.
A continuación se presenta una descripción mostrando cómo pueden combinarse
los niveles. El último tema plantea una introducción al ruido, cómo se transmite y
cómo puede controlarse.
Otros capítulos consideran otros temas relacionados con este campo; se acon-
seja al lector que consulte el índice.

PROPIEDADES DEL SONIDO

Velocidad del sonido

La velocidad del sonido es la velocidad a la que se desplazan las ondas sonoras. A


una temperatura de 20 oC (68 °P), la velocidad del sonido en el aire es de aproxi-
madamente 344 m/seg (1127 ft/s). La temperatura del aire tiene un efecto signifi-
cativo sobre la velocjdad del sonido. La velocidad aumenta en aproximadamente
INTRODUCCION 1.3

0,61 mlseg por cada aumento de 1 oC en la temperatura (un aumento de aproxima-


damente 1,1 ft/s por cada aumento de 1 °F en la temperatura). En casi todos los pro-
blemas de control del ruido, se puede asumir que la velocidad del sonido es inde-
pendiente de la frecuencia y la humedad.
El sonido viaja mucho más deprisa en los sólidos que en el aire. Por ejemplo, la
velocidad del sonido en ladrillo es aproximadamente 11 veces mayor que en el aire.

PROPIEDADES DE LAS ONDAS SONORAS

Ondas planas; ondas esféricas

Cuando las ondas sonoras tienen la misma dirección de propagación en todos los
puntos, se denominan ondas planas, porque los puntos de compresión máxima for-
man superficies planas perpendiculares a la dirección de propagación. Los puntos
de máxirria depresión también son planos perpendiculares a la dirección de propa-
gación. Esto se ilustra en la Figura 1.1. Estos planos de fase constante se denominan
frentes de onda. Muchas fuentes sonoras emiten ondas en que los puntos de máxima
compresión forman esferas concéntricas. Estas denominadas ondas esféricas se ilus-
tran en la Figura 1.2.
En muchos problemas de propagación del sonido en aire libre es mas cómodo
emplear rayos sonoros que frentes de onda (ver Figura 3.3). Los rayos sonoros son
líneas imaginarias que emanan de una fuente y que indican la dirección de propa-
gación de las ondas sonoras. Los rayos sonoros siempre tienen una dirección per-
pendicular a los frentes de onda, como ilustra la Figura 4.1.

FIGURA 1.2. Ondas esféricas radiadas a partir de una fuente puntual.


1.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Frecuencia

Por definición, la frecuencia de un fenómeno periódico, como una onda sonora, es


el número de veces que este fenómeno se repite a sí mismo en un segundo (el nú-
mero de ciclos por segundo). Habitualmente la frecuencia se designa mediante un
número seguido de la unidad herzio (símbolo de la unidad: Hz). Por ejemplo, los
dientes (púas) del diapasón que muestra la Figura 1.3 realizan 440 oscilaciones com-
pletas en un segundo. Por tanto, su frecuencia de vibración es 440 Hz.
La Figura 17.2 muestra el rango de frecuencias que un adulto joven normal es
capaz de oír. La frecuencia es un fenómeno físico que puede medirse mediante ins-
trumentos adecuados. Está estrechamente relacionada, pero no es lo mismo, con el
tono.

Longitud de onda

La longitud de onda de un sonido es la distancia perpendicular entre dos frentes de


onda que tienen la misma fase; p.ej., entre máximos de compresión. Esta longitud es
la misma distancia que la recorrida por la onda sonora en un ciclo completo de vi-
bración. La longitud de onda, que se designa mediante la letra griega lambda, A,
está relacionada con la frecuencia f (en herzios) y la velocidad del sonido c (en me-
tros o pies por segundo) mediante la ecuación

Af= c (1.1)

El período T del movimiento ondular en segundos se obtiene mediante la ex-


presión:

T= 1/f (1.2)

La longitud de onda se expresa en metros o pies, dependiendo del sistema de


unidades empleado. Por conveniencia, la relación presentada en la Ecuación (1.1)
se muestra gráficamente en la Figura 1.4. Esta ilustración muestra, por ejemplo, que

FIGURA 1.3. Un diapasón vibrando con una plumilla en el final de una de las púas.
Sobre el papel encerado se traza una onda sinusoidal que se mueve a través de la plu-
milla a velocidad constante. (T. F. S. Harris 1 .)
INTRODUCCION 1.5

LONGITUD DE ONDA AEN PIES

100 50 20 10 5 2 0,5 0,2 0,1


I,! , , I
I
I
I
I
I
, I I
1, ,, , I ,
I I
I
I
I
I I
1, I I I
I
I I
I
I
I
I 1
1 I ''I I ''I
10 20 50 100 200 500 1.000
FRECUENCIA EN HERZIOS

LONGITUD DE ONDA AEN METROS

20 10 5 2 0,5 0,1 0,05


I '.' II II I I I I I I I I I "I II I I
I
I I
I
I
I
I I
I
I I
I I I
I I I I I
I I I I "1
10 20 50 100 200 500 1.000 5.000 10.000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 1.4. Longitud de onda de un sonido en el aire a 20 oC y presión atmosférica


normal.

un sonido con una frecuencia de 1000 Hz posee una longitud de onda de 3,4 m
(11,3 ft).
En muchos problemas de control del ruido, la longitud real de las ondas sonoras
no es una consideración importante, sino que más bien lo es la proporción entre la
longitud de onda y alguna otra dimensión. Por ejemplo: (1) las propiedades direc-
cionales de la fuente de un sonido dependen de la relación entre la longitud de onda
del sonido radiado y las dimensiones de la fuente; y (2) la eficacia de una barrera, al
servir de escudo entre un punto a un lado de ella y la fuente de sonido al otro, de-
pende de la proporción entre la altura de la barrera y la longitud de onda del sonido
(véase el capítulo 3).

Movimiento armónico simple: tonos puros

La Figura 1.3 muestra el registro gráfico que se obtiene al mover un papel encerado
a velocidad constante, bajo una plumilla conectada a un diapasón. Se denomina
onda sinusoidal al trazo obtenido porque puede representarse matemáticamente
mediante una función de seno, A sen (2'Trf)t, donde A es la amplitud de vibración de
la púa, f es su frecuencia de vibración en herzios y t es el tiempo en segundos. La
onda correspondiente a la variación de presión sonora que se propaga desde el dia-
pasón hacia fuera en forma de ondas sonoras es la onda periódica que muestra la Fi-
gura 1.5. Se denomina periódica porque se repite a sí misma, exactamente, de una
oscilación a la siguiente. El nivel de presión sonora resultante varía por encima y
por debajo de la presión estática de la atmósfera de acuerdo con la relación

p = Po sen (2'Trf)t (1.3)

donde Po es una constante denominada amplitud de presión.


El movimiento descrito por una onda sinusoidal se denomina movimiento ar-
mónico simple. Una onda sonora compuesta solamente de una frecuencia única,
1.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1 CICLO
~

--
TIEMPO

1
T segundo

FIGURA 1.5. Representación gráfica de una onda sinusoidal.

una onda sinusoidal, se denomina tono puro. Este movimiento armónico simple,
ilustrado en la Figura 1.5, es importante debido a que se puede demostrar que todas
las ondas sonoras están compuestas de una o más ondas armónicas simples.

Presión sonora

Considérese un punto en el espacio cerca de una fuente de sonido como el diapasón


de la Figura 1.3. En el punto de observación, antes del paso de las ondas sonoras, la
presión es igual a la atmosférica (estática), P. Cuando las ondas pasan por el punto
de observación, la presión adicionalp (la presión sonora) debida al paso de éstas se
obtiene mediante la Ecuación (1.3). La presión sonora suele expresarse en micro-
pascales', abreviado j.LPa, en el sistema internacional de unidades. Así, la presión
total en el punto de observación es igual a

P + Po sen (27Tf)t (1.4)

Armónicos

Supongamos una partición que es rígida y que se balancea con movimiento sinusoi-
dal a una frecuencia de 50 Hz. Se generan ondas sonoras; la presión sonora resul-
tante varía sinusoidalmente a una frecuencia de 50 Hz. Pero la mayoría de las su-
perficies no son infinitamente rígidas y se flexionan, dando como resultado
oscilaciones adicionales. El movimiento adicional genera ondas sonoras a frecuen-
cias altas, por ejemplo, de 100, 150, 200, 250 ... Hz. Se denomina frecuencia funda-
mental a la más baja (50 Hz); se denominan armónicas a las frecuencias más altas
que son múltiplos integrales de la fundamental. En este ejemplo, el componente de
frecuencia de 100 Hz se denomina segundo armónico, el componente de frecuencia
de 150 Hz se denomina tercer armónico y así sucesivamente.

* 1 pascal = 1 newton/m2 (N/m 2) = 10 dinas/cm2 ,


INTRODUCCION 1.7

Amplitud de raíz cuadrática media (RMS)

La amplitud de raíz cuadrática media (RMS) de una onda es la raíz cuadrada de la


suma de los desplazamientos medios al cuadrado durante un período. Para una
onda sinusoidal, la amplitud RMS, X rms , es 0,707 veces el valor máximo. Así, en la
Figura 1.6a, como el valor máximo (la amplitud) es 3, el valor RMS es 0,707 veces 3,
o sea, 2,12. También se muestra la media rectificada (el valor medio de la onda), X av ,
sin tener en cuenta si el desplazamiento es positivo o negativo.
El movimiento total de una onda es la suma de movimientos de onda individua-
les. Así, en los ejemplos de las Figuras 1.6 y 1.7, las ondas sinusoidales que aparecen
en (a) y (b) se suman; el resultado es el que muestra (c). En estas ilustraciones, la
frecuencia de la onda sinusoidal en (b) es 3 veces la frecuencia en (a). En la Figura
1.6, las dos ondas están en fase, es decir, ambas ondas cruzan sus respectivas posi-
ciones cero en la misma dirección al mismo tiempo. Nótese que el valor máximo de
la combinación es un poco menos que el valor máximo de la mayor onda sinusoidal
aislada. La Figura 1.7 muestra una combinación parecida de ondas sinusoidales,
pero en este caso se dice que las ondas están desfasadas, es decir, en el momento ini-
cial, cuando ambos desplazamientos son cero, un movimiento se dirige hacia arriba
y el otro se dirige hacia abajo. La combinación de las ondas sinusoidales de (a) y (b)
se muestra en (c). Aquí el movimiento de onda resultante es diferente al de la Fi-
gura 1.6(c), pero los valores RMS son los mismos en ambos casos. Una característica

Xmax = 3
_tX,ms_= 2,12_= 0,707 x max_= 1,11xav
x =~xav - 1,91 - 0,637 x max - 0,90 x,ms

r OI'---+------\---__+____+__
TIEMPO

(a)

f of\JPlA'd-T~Em~xp:
1

(b)

Xmax = 2,83
= ¿'X,ms = 2,24 = 0,79x max = 1,05x av
x - -'x av = 2,12 = 0,75x max = 0,95x,ms

i -
TIEMPO

(e)

FIGURA 1.6. (a) Una onda sinusoidal con una frecuencia f y una amplitud igual a 3f,
v.g., 3 sen (2'ITflt. (b) Una onda sinusoidal con una frecuencia de 3fy una amplitud
igual a 1, v.g., sen (6'ITflt. (e) Combinación de 3 sen (2'ITf)t + sen (6'ITflt; en fase.
1.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Xmax = 3
_tX,ms_= 2,12_= 0,707 Xmax_= 1,11xav
x = ~xav - 1,91 - 0,637 x max - 0,90 x,ms

I° r------I---\--t-------r-_
TIEMPO

(a)

to~~vr=
\../1 TIEMPO
(b)

",Xmax = 4
- ¡X,ms = 2,24 = 0,56x max = 1,32xav
x =_r av = 1,70 = 0,42x max = 0,76x,ms
I° r------I---\--t-___+__
TIEMPO

(e)

FIGURA 1.7. (a) Una onda sinusoidal con una frecuencia fy una amplitud igual a 3(,
v.g., 3 sen (27Tf)t. (b) Una onda sinusoidal con una frecuencia de 3fy una amplitud
igual a 1, v.g., sen (67Tf)t. (e) Combinación de 3 sen (27Tf)t + sen (67Tf)t; desfasadas.

importante de los valores RMS es que permanecen igual sean cuales sean las fases re-
lativas de las ondas constituyentes de un movimiento complejo.
En general, el término presión sonora se utiliza para hablar de presión sonora
RMS o presión efectiva, que es la raíz cuadrada promediada en el tiempo de [Po sen
(2'T1'f)tf Así, a lo largo de este libro, el término presión sonora significa presión so-
nora RMS, salvo que se indique lo contrario.

Ondas complejas

Aunque las ondas complejas que muestran las Figuras 1.6(c) y 1.7(c) no son armó-
nicas simples, son ondas periódicas, es decir, se repiten a sí mismas a intervalos pe-
riódicos. Se denominan ondas complejas (por contraposición a las ondas armónicas
simples) porque contienen más de un componente de frecuencia. Puede demostrar-
se que cualquier onda compleja está compuesta por una serie de ondas armónicas
simples; éstas pueden determinarse mediante un análisis matemático. Los compo-
nentes de frecuencia de las ondas sonoras complejas pueden medirse empleando los
analizadores de espectro descritos en el Capítulo 8.

Difracción del sonido

La difracción es el cambio en la dirección de la propagación de las ondas sonoras


cuando chocan con un obstáculo. Ejemplos familiares de difracción son el cambio
INTRODUCCION 1.9

de dirección de las ondas sonoras sobre un muro, alrededor de la esquina de un edi-


ficio, después de chocar contra un muro que contenga una abertura y la dispersión
de las ondas sonoras en una columna situada en una habitación.
Como resultado de la difracción, cuando las ondas sonoras chocan con una ba-
rrera, ésta no extiende una «sombra acústica» aguda. En lugar de ello, las ondas so-
noras se flexionan sobre la parte superior (o por los laterales) como muestra la Fi-
gura 1.8. La relación general entre la eficacia de una barrera y su altura es bastante
compleja (véase Figura 3.6).

Potencia sonora (véase también el Capítulo 13)

La emisión de la energía acústica (potencia sonora) de las fuentes que encontramos


en la mayoría de los trabajos sobre control del ruido es relativamente pequeña en
términos absolutos. La potencia sonora suele expresarse en vatios o en picovatios
(millones de una millonésima de un vatio); un picovatio es igual a 10. 12 vatios.
La potencia instantánea (la tasa a la que la energía sonora es radiada en cual-
quier instante de tiempo) fluctúa considerablemente. El valor máximo en cualquier
intervalo de tiempo se define como potencia máxima. La potencia media suele tener
un valor mucho menor que la potencia máxima y depende del intervalo de tiempo
a lo largo del cual se calcule la media y del método empleado.
La Tabla 1.1 muestra los valores típicos de potencia sonora emitidos por distin-
tas fuentes sonoras. Se muestran los valores medios a largo plazo. Para muchas de
estas fuentes de sonido, las potencias máximas son mucho más altas que los valores
mostrados. Por ejemplo, pueden ser de 100 a 1000 veces superiores a sus valores
medios. Estos máximos suelen durar intervalos de tiempo cortos, a veces sólo unos
pocos milisegundos.

NIVELES

Nivel y decibelio

El rango de presiones sonoras que hallamos en el campo del control del ruido es tan
amplio que es más cómodo emplear el nivel de presión sonora, una cantidad que es
proporcional al logaritmo de la presión sonora. Esto se debe a que la escala logarít-
mica comprime la del rango, como resulta evidente en el ejemplo que muestra la Fi-
gura 1.9. La presión sonora, expresada en términos de una escala lineal, aparece a
la derecha; el nivel de presión sonora (descrito a continuación) aparece a la izquier-
da.
Por definición, el nivel es el logaritmo de la razón de una cantidad dada respecto
de una cantidad de referencia del mismo tipo. Hay que indicar la base del logaritmo,
la cantidad de referencia y el tipo de nivel. Por ejemplo, el tipo de nivel se indica
mediante el uso de un término compuesto, como el nivel de presión sonora o el ni-
vel de potencia sonora. La cantidad de referencia permanece inmodificada, ya sea
1.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

MURO

FIGURA 1.8. Ondas sonoras chocando con una barrera. Como resultado de la difrac-
ción, el sonido se difracta sobre la parte superior de manera que la barrera no proyec-
ta una sombra acústica aguda.

un valor pico, RMS u otra. El término nivel indica que se emplea la escala logarít-
mica y que las unidades se expresan en decibelios'.
El decibelio (dB) es una unidad de nivel que denota la relación entre dos canti-
dades que son proporcionales en su potencia. El número de decibelios que corres-
ponde a esta relación es 10 veces el logaritmo (de base 10) de la razón de las dos
cantidades. Las razones de presión sonora no siempre son proporcionales a las ra-
zones de potencia correspondientes, pero es práctica habitual ampliar el uso de esta
unidad (dB) a tales casos.

Nivel de potencia sonora

La potencia sonora de una fuente se expresa en vatios o en alguna fracción de un


vatio. A menudo, resulta mas cómodo expresar la potencia sonora sobre una escala
logarítmica. Entonces, se emplea el nivel de potencia sonora. El nivel de potencia
sonora, L w , de una fuente, en decibelios, se obtiene mediante la expresión

(1.5)

donde W = potencia de la fuente en vatios y W o = potencia de referencia en vatios.


La referencia habitual de potencia sonora es 1 picovatio (1 micro-microvatio 010. 12
vatios); el símbolo de la unidad es pW. Sustituyendo este valor en la Ecuación (1.5)
se obtiene

Lw = 10 IOg10 (W/l0- 12 ) = (10 10glO W + 120) dB (1.6)

donde W es la potencia sonora de la fuente en vatios.

* Existe una excepción a esta afirmación. El nivel de emisión de la potencia sonora se expresa a me-
nudo en belios, en lugar de en decibelios (1 belio es igual a 10 decibelios), como se describe en «Nivel de
potencia sonora».
INTRODUCCION 1.11

TABLA 1.1. Nivel de potencia sonora media para varias fuentes acústicas*

Nivel de potencia
Potencia, vatios (W) sonora, dB re 1 pW Fuente

100.000.000 200 Motor de un cohete


10.000 160 Moto~. de un avión turbojet
1000 150
100 140 Aeroplano ligero en crucero
10 130
1 120
0,1 110 Tractor oruga 150 hp
0,01 100 Motor eléctrico 100 hp, 2600 rpm
0,001 90
0,0001 80 Aspiradora
0,00001 70 Gaita escocesa
0,000001 60
0,0000001 50
0,00000001 40 Habla susurrada
0,000000001 30
0,0000000001 20 Salida de aire (0,1 m 2 ), velocidad de
aire 1 mIs; registro abierto, rejillas
paralelas
* 1 microvatio = 1 millonésima de 1 vatio; 1 picovatio (lpW) = 1 millonésima de un microvatio.

La Tabla 1.1 muestra los niveles de potencia sonora de varias fuentes típicas de
sonido, expresada en decibelios. El término nivel de potencia sonora no debe con-
fundirse con el nivel de presión sonora. El primero es una medida de la potencia
acústica irradiada por una fuente; el segundo depende no sólo de la potencia de la
fuente, sino también de la distancia a ésta y de las características acústicas del es-
pacio que la rodea. Para evitar esta confusión, el nivel de potencia sonora se expresa
a menudo en belios (1 belio = 10 decibelios). Así el nivel de potencia sonora de un
gran cohete en la Tabla 1.1 puede expresarse también como 20 belios.

Nivel de presión sonora

El nivel de presión sonora, Lp, en decibelios, correspondiente a una presión sonora


p, se define por

(1.7)

donde Po es la presión sonora de referencia.


Al expresar la presión sonora sobre una escala logarítmica, es costumbre com-
parar la presión sonora de todos los sonidos en el aire con un valor de referencia de
20 micropascales (J.Lpa)*. En este sentido, nótese la leyenda «Nivel de presión so-

* En el pasado se ha utilizado el valor de referencia equivalente en otros sistemas de unidades, p. ej ..


0,0002 dinas/cm 2 en el sistema cgs.
1.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

NIVEL DE NIVEL DE
PRESION PRESION
SONORA EN SONORA EN
DECIBELIOS MICROPASCALES
120
10.000.000
DISCOTECA 110
FABRICA TEXTIL

IMPRENTA 100
TALADRADORA A 15 m
1.000.000
IMPRENTA 90

CAMION PESADO A 15 m
HORMIGONERA A 15 m 80
DENTRO DE UN AUTOMOVIL A 64 km/h
100.000
ASPIRADORA A 3 m 70
AUTOMOVIL (100 km/h) A 30 m

60
TRANSFORMADOR GRANDE A 15 m
10.000
RESIDENCIA URBANA 50
RESIDENCIA EN UNA CIUDAD PEQUEÑA

40
SUSURRO SUAVE A 2 m
1000
30
ESTUDIO DE RADIO VACIO
LIMITE NORTE DEL GRAN CAÑON

20

100
10

UMBRAL DE AUDICION O 20

FIGURA 1.9. Relación entre presión sonora en micropascales y nivel de presión so-
nora en decibelios re 20 ¡.¡.Pa. También se muestran los valores típicos para el nivel so-
noro con ponderación A de varias fuentes de ruido.

nora en decibelios re 20 ¡.LPa» en la Figura 1.9. El término re significa con referencia


a. Habitualmente no se presenta este valor de referencia porque éste ha sido adop-
tado por acuerdo internacional; el indicado anteriormente es el que se usa a lo largo
de todo este libro. Se aproxima al nivel de presión sonora mínimo que es audible
por el oído normal de un adulto joven dentro del rango de frecuencias en que es
más sensible.
INTRODUCCION 1.13

Por definición, el nivel de presión sonora de las ondas sonoras con una presión
sonora igual a p es igual a:

Nivel de presión sonora = 20 lag 10 (P120) dB (1.8)

donde la presión sonora p se expresa en micropascales. Por ejemplo, la presión de


un sonido de 20 ¡.LPa corresponde a un nivel de presión sonora de OdB, una presión
sonora de 40 ¡.LPa corresponde a un nivel de presión sonora de 6 dB Y una presión
sonora de 200 ¡.LPa corresponde a un nivel de presión sonora de 20 dB. Así, doblar
cualquier valor de presión sonora corresponde a un aumento de 6 dB en el nivel de
presión sonora; la multiplicación por 10 de la presión sonora corresponde a un au-
mento de 20 dB en el nivel de presión sonora. La relación presentada en la Ecua-
ción (1.8) se muestra de forma gráfica en la Figura 1.9.

Nivel de presión sonora vs. ángulo;fuentes direccionales. La mayoría de las fuen-


tes de sonido exhiben características direccionales definidas; o sea, irradian más so-
nido en algunas direcciones que en otras. Esto se ilustra en la Figura 1.10, que mues-
tra la distribución del sonido alrededor de un avión jet de cuatro motores. Muestra
el nivel de presión sonora, a una distancia fija, en función del ángulo. A este diagra-
ma se le denomina patrón de irradiación.
Las propiedades direccionales de una fuente de sonido pueden ser una consi-
deración práctica importante en los problemas aplicados de control del ruido. Por
ejemplo, consideremos el ruido del avión anterior. Dado que el ruido de esta fuente
es direccional, la orientación de las pistas de un aeropuerto puede ser de conside-
rable importancia para el control del ruido en las áreas residenciales de comunida-
des próximas a él.
Aunque los patrones de irradiación de las distintas fuentes de sonido varían con-
siderablemente, suelen exhibir las siguientes características generales:

1. Cuando la longitud de onda del sonido emitido es muy grande en compara-

NIVEL DE PRESION SONORA EN DECIBELIOS

FIGURA 1.10. Patrón de respuesta direccional; v.g., patrón de irradiación, mostran-


do la distribución del nivel de presión sonora a una distancia constante alrededor de
un avión jet de cuatro motores.
1.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ción con las dimensiones de la fuente, el sonido se irradia uniformemente en


todas direcciones; la fuente no es direccional.
2. Cuando la longitud de onda es pequeña comparada con las dimensiones de la
fuente, el sonido irradiado desde la superficie de la fuente tiende a confinarse
en un haz relativamente estrecho; así cuanto mayor es la frecuencia, más es-
trecho es el haz.

Indice de directividad. Cuando una fuente de sonido es direccional, se denomina


índice de directividad (o a veces ganancia direccional) a la cantidad en que el nivel
de presión sonora en determinada dirección Lo supera el nivel de la presión sonora
cuadrática media Lav, a la misma distancia y promediado para todas las direcciones.
El índice de direccionalidad DIo para un ángulo 0° viene dado por

(1.9)

Nivel de presión sonora vs. distancia de la fuente. Si un sonido se irradia desde


una fuente puntual en una atmósfera homogénea e inalterada, lejos de toda super-
ficie reflectante o absorbente, el sonido se propaga en ondas esféricas. La presión
sonora de las ondas esféricas se reduce en proporción inversa a la distancia de la
fuente. Por ejemplo, consideremos un motor que esté lejos de cualquier superficie
reflectante a excepción del suelo sobre el que está montado. La emisión de ruido de
este motor está fundamentalmente dentro del rango de las frecuencias bajas, ac-
tuando el motor como una fuente de sonido esférica. A una distancia de 50 m, la
presión sonora es 20 pascales (20 Pa). Como la presión sonora es inversamente pro-
porcional a la distancia de la fuente, a 100 metros la presión sonora es 10 Pa, y a
200 m es 5 Pa.
En términos del nivel de presión sonora: el nivel de presión sonora desciende
6 dB cada vez que se dobla la distancia desde la fuente. Esto es equivalente a un des-
censo de 20 dB cuando la distancia se multiplica por 10. En el ejemplo anterior, los
niveles de presión sonora a las distancias de 50 m, 100 m y 200 m de la fuente son
120 dB, 114 dB y 108 dB, respectivamente; a una distancia de 500 m, el nivel de pre-
sión sonora es 100 dB.

Nivel de presión sonora vs. distancia de lafuente en campo libre si se conoce el ni-
vel de potencia sonora. Si un sonido es irradiado desde una fuente por igual en to-
das las direcciones en campo libre (lejos de todas las superficies reflectantes o ab-
sorbentes), la relación entre el nivel de presión sonora y el nivel de potencia sonora
Lw de una fuente viene dada por

Lp = Lw - 20 lag 10 r - 10,9 + C dB (l.lOa)

donde r es la distancia de la fuente en metros y el nivel de potencia sonora de la


fuente Lw se expresa en decibelios re 1 picovatio (pW). C es un término de correc-
ción, en decibelios, presentado en la Figura 1.11. Esta corrección, que depende de
la temperatura y la presión atmosférica, es habitualmente insignificante salvo para
temperaturas y/o presiones que difieran significativamente de 20 oC y 1 atm (l05 Pa
01000 mbar), respectivamente.
INTRODUCCION 1.15

.......
(fl
o
.....¡--....
:::; 0,5 ......... .........
UJ 7700
OJ
U
UJ
el
r!:!¡.....lll8"Ili'tS
Z ....... 1"""-1'--
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o 7000
U O
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UJ
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Z ¡....... .......900
~ -0,5 .....II11l18
cr r-..;;: "Ili'tS
UJ
t- -
l't::::
-10 O 10 20 30 40 50
TEMPERATURA EN GRADOS CELSIUS

FIGURA 1.11. Término de corrección Cen la Ecuación (1.10), en función de la tem-


peratura, para tres valores de presión atmosférica: 1000 mbar, 1100 mbar y 900 mbar.
(Nota: 1000 mbar es igual a 1 atmósfera.)

Si la distancia r es expresada en pies, la ecuación correspondiente es

Lp = Lw - 20 loglo r - 0,6 + e dB (1.10b)

Las relaciones anteriores sólo consideran la divergencia (dispersión) de las ondas


sonoras en un campo libre. Para el efecto de superficies reflectantes o absorbentes
próximas, véase Capítulos 3 y 4. A distancias considerables de la fuente en campo
libre, la absorción del sonido por el aire y las irregularidades en la atmósfera tam-
bién son factores importantes para determinar el nivel de presión sonora a cierta
distancia de la fuente, como se indica en el Capítulo 3.

INTENSIDAD DEL SONIDO (Véase también Capítulo 14)

El paso de las ondas sonoras se acompaña de un flujo de energía acústica. La inten-


sidad del sonido 1 en una dirección específica en un punto del campo sonoro es igual
al flujo de energía sonora a través de una unidad de área en ese punto (potencia por
unidad de área que fluye a través del punto), siendo la unidad de área perpendicular
a la dirección especificada. Por ejemplo, considérese una fuente puntual (una fuente
de sonido cuyas dimensiones son pequeñas comparadas con la longitud de onda del
sonido irradiado); esta fuente irradia uniformemente en todas direcciones. Supon-
gamos que esta fuente está en un campo libre (alejada de todas las superficies re-
flectantes). La fuente emite una potencia sonora de W vatios, como ilustra la Figura
1.12. Consideremos una esfera imaginaria rodeando esta fuente, con un radio de ro;
1.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

I-~
2r - 161tr2

FIGURA 1.12. Una fuente puntual de potencia acústica Wen campo libre. La inten-
sidad de cualquier punto varía inversamente al cuadrado de la distancia desde la
fuente, de manera que cuando se dobla la distancia, la intensidad se reduce a un cuar-
to de su valor; esto es igual a una reducción de 6 dB en el nivel de intensidad. Así, a
una distancia r desde la fuente, la intensidad Ir es ~(4'TTr2), y a una distancia de 2r, la
intensidad es W/(16'TTr2).

la superficie del área de la esfera S es igual a (4'TTro )' Luego la intensidad del sonido
en la dirección radial es igual a

w
[=-=--W/m 2
W
(1.11)
S 4'TTr}

Así, para una fuente puntual en un campo libre, la intensidad, en la dirección ra-
dial, varía inversamente al cuadrado de la distancia de la fuente; esta relación se de-
nomina ley inversa del cuadrado. La intensidad es cero para la dirección perpendi-
cular a la dirección de propagación. Por tanto, resulta obvio que el término
intensidad sólo tiene significado si se especifica la dirección.
Si la fuente de sonido no irradia uniformemente en todas direcciones, la inten-
sidad del sonido puede medirse en cualquier dirección mediante los métodos des-
critos en el Capítulo 14.

Ejemplo. Sea una fuente puntual en un campo libre, irradiando continuamente


INTRODUCCION 1.17

una potencia sonora W de 0,0025 W. ¿Cuál es la intensidad en la dirección radial a


una distancia r de 1 m de la fuente? De acuerdo con la Ecuación (1.11):

1= ~ = 0,0025 = 00002 W/m 2


471'? 12,6 '

Relación entre intensidad sonora y presión sonora

En general, la intensidad del sonido puede representarse como

1 = up cosO (1.12)

donde u es la velocidad RMS de las partículas de la onda, p la presión sonora RMS


y e la diferencia de fase entre la presión sonora y la velocidad de las partículas. En
un campo libre, para ondas planas o esféricas, la presión sonora y la velocidad de las
partículas están en fase, por lo que el valor de e es igual a cero. En este caso espe-
cial, la magnitud de la intensidad, en la dirección de propagación de las ondas del
sonido, está simplemente relacionada con el valor RMS de la presión sonora:

p2
1=- (1.13)
pc

donde p es la densidad del aire y c la velocidad del sonido en el aire. Se denomina


resistencia característica del medio a través del cual viajan las ondas sonoras a la can-
tidad pc. En el aire, a una presión barométrica de 1 atmósfera (presión de 1,01 x 105
pascales, 1000 mbar, o 29,6 pulgadas Hg) y a una temperatura de 22 oC (71,6 °F),

pc = 406 newton . segundos/m3


Este valor, corregido para temperatura y presión mediante la relación que muestra
la Figura 1.11, se emplea a lo largo de todo el libro.
Obsérvese que la Ecuación (1.13): (1) sólo se aplica en campo libre, (2) sólo se
aplica para ondas planas o esféricas y (3) no es válida para ondas esféricas en posi-
ciones próximas a la fuente. En campos de sonido más complicados, como ocurre en
la mayoría de los espacios cerrados, la intensidad calculada a partir de la Ecuación
(1.13) no es aplicable.

N'VE~ DE INTENSIDAD

El nivel de intensidad del sonido (L¡), en decibelios, es igual a 10 veces la razón entre
la intensidad de un sonido 1 y la intensidad sonora de referencia Iv de 10- 12 W/m 2 (1
picovatio/m2):

(1.14)
1.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Por otra parte, algunos técnicos acústicos asumen que se sobreentiende que el tér-
mino nivel sonoro implica nivel sonoro con ponderación A salvo que se especifique
lo contrario y no añaden la letra (A) al símbolo de la unidad al describirlo. Esta
práctica ha dado como resultado frecuentes confusiones entre el público general,
que no suele conocer estos supuestos y que habitualmente está confuso por la gran
variedad de niveles empleados en el control del ruido. Por supuesto, es redundante
especificar que el nivel sonoro lo es con ponderación A y añadir la letra (A) al sím-
bolo de decibelio. Pero como nuestro objetivo es hacer que el texto resulte tan claro
como sea posible y requiera un mínimo de conocimiento previo por parte de los lec-
tores, cualquier medida que reduzca la confusión merece el esfuerzo adicional y el
espacio preciso. Más aún, el uso de dB(A) permite que algunas reglas y normas gu-
bernamentales se reproduzcan en este manual sin cambiar su notación.

Ponderación temporal; respuestas rápida y lenta. Supongamos que usamos un


sonómetro para medir un sonido cuyo nivel fluctúa con mucha rapidez. La indica-
ción del medidor (o lectura digital) no seguirá fluctuaciones tan rápidas. Por ello, el
sonómetro realiza un promedio temporal, que se describe en «Promedios o ponde-
raciones temporales» en el Capítulo 11. Las ponderaciones temporales exponencia-
les ponen más énfasis en los sonidos que han ocurrido más recientemente que en
aquellos que lo han hecho anteriormente.
En un sonómetro existen dos tipos de ponderaciones temporales exponenciales:
rápida y lenta (a veces denominadas respuesta rápida y respuesta lenta). Como se in-
dica en los Capítulos 5 y 11, la respuesta rápida utiliza un tiempo constante de apro-
ximadamente 1/8 de segundo, y la respuesta lenta una constante temporal de
aproximadamente 1 segundo. Para sonidos cuyo nivel fluctúa rápidamente, la indi-
cación del medidor puede depender de la selección de la ponderación temporal. Por
esta razón, al publicar los resultados, se suele asumir que se ha empleado la pon-
deración temporal rápida. Para sonidos estables, el indicador de medida del nivel
sonoro es independiente del promedio temporal seleccionado.

Nivel de banda de octava

Una medida importante del ruido es su distribución en frecuencias. Los instrumen-


tos empleados en la medida de la distribución del sonido a lo largo del rango de fre-
cuencias audible, denominados analizadores de espectro, se describen en el Capí-
tulo 5. El analizador de espectro que es más habitual divide el rango de frecuencia
audible en bandas de una octava de anchura. (Una octava es un intervalo de fre-
cuencia entre dos sonidos cuya razón de frecuencia es 2; p. ej., desde 707 Hz a
1414 Hz.) Este instrumento se denomina analizador de bandas de octava. El nivel
de presión sonora dentro de una banda con una octava de anchura se denomina ni-
vel de presión sonora de banda de octava o simplemente nivel de banda de octava.
(En la columna de frecuencia de la tabla 1.2, los números en negrilla son las fre-
cuencias centrales de las bandas de octava, que han sido estandarizados mediante
acuerdo internacional.)
La Figura l.13a muestra un ejemplo de una gráfica de niveles de banda de oc-
tava en función de la frecuencia. Estos datos representan medidas de un fuelle ac-
INTRODUCCION 1.21

90

¡¡:¡ lil 80 JI\


~5
~U)
u~ 70
-'
V \\
00
Wcr;
Clu
«~
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50
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306r, ",1~5 ,2;;0, ,5?O" ,l~IOO 2°1°0 ,4°1°°, ,~OIOO


100 2 5 1000 2 5
FRECUENCIA EN HERZIOS

90

1/
r"Il"llJ
1\
;>0.,,,,,

"'>-" ~
r'.""
"'el'-.
?-.:
R
>-<
40 63 100 16 250 400 630 100 160 250 400 630

FIGURA 1.13. (a) Ejemplo de una gráfica de medida del ruido en bandas de octava.
Estos datos representan las medidas de un fuelle y un motor con un zumbido pronun-
ciado. El nivel de banda de octava, medido en la frecuencia central de cada banda, se
muestra mediante un dato puntual. (b) Ejemplo de una gráfica de medidas mediante
bandas de tercio de octava. Estos datos representan medidas del mismo fuelle y mo-
tor cuyo análisis en bandas de octava se muestra en (a); las condiciones de medida
son las mismas.
1.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cionado mediante un motor. Esta gráfica de los distintos niveles de banda de octava
versus la frecuencia se denomina espectro en bandas de octava. Los datos experi-
mentales reales están representados mediante puntos. Las líneas que los conectan
resultan útiles para indicar la forma general del espectro.

Nivel de banda de tercio de octava

Cuando hace falta información más detallada que la que aporta el análisis de ban-
das de octava, su puede utilizar un análisis de bandas de tercio de octava. (En la co-
lumna de las frecuencias de la Tabla 1.2, los números que aparecen son las frecuen-
cias centrales para bandas de tercio de octava que han sido estandarizadas mediante
acuerdo internacional.)
La Figura l.13b muestra un ejemplo de una gráfica de medidas de ruido para
bandas de tercio de octava. Estos datos son para el mismo fuelle y motor cuyo es-
pectro en bandas de octava muestra la Figura l.13a; las condiciones de medida son
las mismas. V éanse los Capítulos 5 y 8 para más información respecto al análisis de
espectro.

Combinación de niveles (suma energética de niveles)

A menudo es necesario combinar niveles, por ejemplo:


1. Para calcular el nivel sonoro que resulta de la combinación de fuentes de rui-
do.
2. Para determinar el nivel sonoro combinado de una fuente más el ruido de
fondo.
3. Para calcular el nivel de presión sonora global a partir de niveles de banda de
octava o niveles de banda de tercio de octava.
4. Para calcular el nivel sonoro con ponderación A para un espectro determi-
nado de banda de octava.
5. Para combinar el nivel de presión sonora de dos o más fuentes de sonido.
6. Para calcular el nivel sonoro con ponderación A a partir de los niveles de po-
tencia sonora de banda de octava.
El nivel de una combinación no es la suma de los niveles individuales. Por ejem-
plo, en un punto determinado, si una máquina produce un nivel sonoro de 50 dB Y
una segunda máquina también produce un nivel de 50 dB, mientras ambas están
funcionando, el nivel sonoro combinado no es 100 dB. Esto se debe a que el nivel
sonoro, en decibelios, no sigue una escala lineal; la escala es logarítmica. Para ave-
riguar el nivel de la combinación, se puede usar el siguiente procedimiento.
Supongamos que L¡ es el nivel debido a una fuente de sonido y Lz es el nivel de-
bido a la segunda fuente, y supongamos que L1 es más alto que Lz. Entonces, el ni-
vel de la combinación de ambas fuentes es igual a (L¡ + A), donde A, el número de
decibelios que hay que añadir al más alto de los dos niveles, viene dado por la Fi-
gura 1.14.
INTRODUCCION 1.23
0,1
16

14
0,2 ({)
O
::;
L1J
12 !O
:; 0,3
Ü
L1J
<{ Cl
a: 2
Q 0,4 L1J
<{ 10 ({)
'2 L1J
<{ --'
0,5 L1J
<{ >
({)
O
z
::; 8 L1J
a:
L1J 1-
!O 2
Ü L1J
L1J <{
Cl
L1J
6 Ü
2

1 r
Cl L1J
O a:
a: L1J
u..
L1J
:2 4 Q
:J
2 N
11 --'
<{ I
2
2 .s

3 O

FIGURA 1.14. Gráfico para combinar dos niveles, L, y L2 ; L, es el mayor de los dos.
La escala de la izquierda muestra el número de decibelios A que hay que añadir al ni-
vel más alto L, para obtener el nivel de la combinación de L, y L2 •

Ejemplo: combinar dos niveles sonoros. En un punto determinado, una máquina


produce un nivel sonoro de 60 dB. Una segunda máquina produce un nivel sonoro
de 56,2 dB en ese mismo punto. ¿Cuál es el nivel sonoro cuando ambas máquinas
funcionan simultáneamente?
La diferencia entre estos dos niveles es 3,8 dB. De acuerdo con la Figura 1.14, el
valor correspondiente de A es 1,5 dB. Por lo tanto, el nivel sonoro combinado cuan-
do ambas máquinas funcionan es (60 + 1,5) = 61,5 dB.

Ejemplo: combinar varios niveles sonoros. En un punto determinado, una má-


quina produce un nivel sonoro de 60 dB si es la única en operación. Una segunda
máquina produce un nivel de 56,2 dB si es la única que funciona. Una tercera má-
quina produce un nivel de 55 dB si sólo ella funciona. ¿Cuál es el nivel sonoro de las
tres operando simultáneamente?
Primero combinamos los niveles producidos por la primera y la segunda máqui-
na, como en el ejemplo anterior. Se obtiene un nivel sonoro de 61,5 dB. La diferen-
cia entre este nivel combinado y el producido por la tercera máquina es (61,5 - 55)
= 6,5 dB. De acuerdo con la Figura 1.14, hay que añadir 0,9 dB a 61,5 dB. Por tanto,
el nivel combinado de las tres máquinas es (61,5 + 0,9) = 62,4 dB.
1.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ejemplo: combinar el nivel sonoro de una fuente con el nivel del ruido de fon-
do. Los datos indican que la medida del nivel sonoro a una distancia fija de una
máquina es 70 dB, cuando se realiza en condiciones de silencio. Si el nivel sonoro se
mide en el mismo punto cuando el nivel del ruido de fondo es 65 dB, ¿cuál es el ni-
vel combinado de la máquina más el ruido de fondo?
La diferencia entre estos dos niveles es 5 dB. Por lo tanto, a partir de la Figura
1.14, se añaden 1,2 dB al nivel sonoro más alto. De ahí que el nivel sonoro combi-
nado sea 71,2 dB.

Ejemplo: cálculo del nivel de presión sonora global para los niveles de banda de
octava. Considérese el espectro en bandas de octava que muestra la Figura 1.13.
¿Cuál es el nivel de presión sonora global? Los niveles de banda de octava se pre-
sentan en la Tabla 1.3.
En general, está bien combinar los niveles que tienen valores más bajos en pri-
mer lugar, sobre todo si hay varios y uno de ellos es mucho mayor que los demás.
Combinamos primeramente los niveles de las bandas de octava de a 4000 y 8000 Hz;
la diferencia de estos niveles es de 3 dB. Por tanto, de acuerdo con la Figura 1.14, se
añaden 1,8 dB al más alto de estos niveles de octava. Su valor combinado es (45 +
1,8) = 46,8 dB. A continuación combinamos este nivel con el del nivel de la octava
de 2000 Hz. La diferencia en niveles es (48 - 46,8) = 1,2 dB; por ello hay que añadir
2,5 dB a 48 dB, dando lugar a un nivel combinado de 50,5 dB. Ahora combinamos
este nivel con el de la banda de octava de 1000 Hz. La diferencia en niveles es
(53 - 50,5) = 2,5 dB, por tanto hay que añadir 1,9 dB a 53 dB, obteniéndose un ni-
vel combinado de 54,9 dB. Luego combinamos este nivel con el de la octava centra-
da en 500 Hz. La diferencia en niveles es (57 - 54,9) = 2,1 dB, por lo que hay que
añadir 2,1 dB a 57 dB, llegando a un nivel combinado de 59,1 dB. Ahora combina-
mos este nivel con el de la octava centrada en 250 Hz. La diferencia en niveles es (62
- 59,1) = 2,9 dB, de ahí que haya que añadir 1,8 dB a 62 dB, obteniéndose un nivel
combinado de 63,8 dB. Ahora combinamos este nivel con el de la octava de 63 Hz.
La diferencia en niveles es (73 - 63,8) = 9,2 dB, por lo que hay que añadir 0,5 a
73 dB, llegando a un nivel combinado de 73,5 dB. Finalmente, combinamos este ni-
vel con el de la banda centrada en 125 Hz, que tiene el nivel más alto. La diferencia
de niveles es (85 - 73,5) = 11,5 dB, de manera que hay que añadir 0,3 dB a 85 dB,
obteniéndose un nivel de presión sonora global de 85,3 dB para este espectro en
bandas de octava.

Ejemplo: cálculo del nivel sonoro con ponderación A a partir de los niveles de
bandas de octava. Considérese el espectro de bandas de octava que muestra la Fi-
gura 1.13. ¿Cuál es el valor correspondiente del nivel sonoro con ponderación A?
Los niveles de bandas de octava se presentan en la Tabla 1.4. Debajo de ellos se

TABLA 1.3. Niveles de banda de octava correspondientes al espectro en bandas de


octava que muestra la Figura 1.13

Frecuencia central de banda de octavá, Hz 63 125 250 500 10002000 4000 8000
Nivel de banda de octava, dB 73 85 62 57 53 48 45 42
INTRODUCCION 1.25

TABLA 1.4. Niveles de banda de octava correspondientes al espectro en bandas de


octava que muestra la Figura 1.13a. Estos niveles están ajustados a la ponderación A
usando los valores que aparecen en la Tabla 1.2

Frecuencia central de 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000


banda de octava, Hz
Nivel de banda de 73 85 62 57 53 48 45 42
octava, dB
Ponderación A, dB -26,2 -16,1 -8,6 -3,2 0,0 +1,2 +1,0 -1,1
Nivel de banda 46,8 68,9 53,4 53,8 53,0 49,2 46,0 40,9
de octava con
ponderación A, dB

muestran los valores con ponderación A, tomados de la Tabla 1.2. En la siguiente


línea se muestran los niveles de bandas de octava ajustados a la ponderación A. Son
estos niveles los que hay que combinar para obtener el nivel sonoro con pondera-
ción A.
En primer lugar, se combinan los niveles de las octavas centradas en 4000 y 8000
Hz; la diferencia entre estos niveles es 5,1 dB. Por tanto, de acuerdo con la Figura
1.14, se añaden 1,2 dB al mayor de estos niveles. Así, su nivel combinado es (46,0 +
1,2) = 47,2 dB. Ahora combinamos este nivel con el de la octava de 63 Hz. La di-
ferencia de niveles es (47,2 - 46,8) = 0,4 dB; así hay que añadir 2,8 dB a 47,2 dB,
obteniéndose un nivel combinado de 50,0 dB. A continuación combinamos este ni-
vel con el nivel de la octava centrada en 2000 Hz. La diferencia en niveles es (50 -
49,2) = 0,8 dB, por ello hay que añadir 2,6 dB a 50 dB, dando lugar a un nivel com-
binado de 52,6 dB. Ahora combinamos este nivel con el de la banda de octava de
1000 Hz. La diferencia en niveles es (53,0 - 52,6) = 0,4 dB, por tanto hay que aña-
dir 2,8 dB a 53,0 dB, obteniéndose un nivel combinado de 55,8 dB. Luego combi-
namos este nivel con el de la banda centrada en 500 Hz. La diferencia en niveles es
(55,8 - 53,8) = 2,0 dB, por lo que hay que añadir 2,1 dB a 55,8 dB, llegando a un
nivel combinado de 57,9 dB. Ahora combinamos este nivel con el de la octava de
250 Hz. La diferencia en niveles es (57,9 - 53,4) = 4,5 dB, d~ ahí que haya que aña-
dir 1,3 dB a 57,9 dB, obteniéndose un nivel combinado de 59,2 dB. Ahora combi-
namos este nivel con el de la banda de octava centrada en 125 Hz. La diferencia en
niveles es (68,9 - 59,2) = 9,7 dB, por lo que hay que añadir 0,4 a 68,9 dB, llegando
a un nivel combinado de 69,3 dB. Este representa el nivel sonoro con ponderación
A en decibelios. Para recordar que se ha empleado ponderación A, es práctica ha-
bitual añadir la letra A entre paréntesis al símbolo de la unidad dB. Por lo tanto, el
valor calculado de nivel sonoro con ponderación A es 69,3 dB(A).

Ejemplo: combinar niveles de potencia sonora. Suponga que una máquina en una
habitación tiene un nivel de potencia sonora de 60 dB re 1 picovatio (pW). Una se-
gunda máquina en la habitación tiene un nivel de potencia sonora de 56,2 dB re
1 pW. ¿Cuál es su nivel combinado de potencia sonora?
La diferencia entre estos dos niveles es de 3,8 dB. De acuerdo con la Figura 1.14,
el valor correspondiente de A, la cantidad que hay que añadir al nivel más alto, es
1.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1,5 dB. Por tanto su nivel combinado, es decir, el nivel total de potencia sonora, es
(60 + 1,5) = 61,5 dB re 1 pW.

Ejemplo: cálculo del nivel de potencia sonora con ponderación A a partir de ni-
veles de potencia sonora en bandas de octava. Considérese una fuente con los ni-
veles de potencia sonora de bandas de octava que muestra la Tabla 1.5. ¿Cuál es el
nivel de potencia sonora con ponderación A de esta fuente?
La primera línea de la Tabla 1.5 muestra los niveles de potencia sonora en ban-
das de octava de la fuente en decibelios re 1 pW. En la siguiente línea se muestran
los valores con ponderación A, tomados de la Tabla 1.2. Debajo de éstos se mues-
tran los niveles de potencia sonora en bandas de octava ajustados para la pondera-
ción A. Estos son los niveles que han de combinarse para obtener el nivel de poten-
cia sonora con ponderación A.
Siguiendo el mismo procedimiento que en «Cálculo del nivel sonoro con pon-
deración A a partir de niveles de bandas de octava», descrito en detalle anterior-
mente, los niveles de potencia sonora de cada banda de octava con ponderación A
se combinan, dando lugar a un valor calculado de nivel de potencia sonora con pon-
deración A de 69,3 dB re 1 pW.

Ejemplo: cálculo del nivel de emisión de potencia sonora. Considere una fuente
con los niveles de potencia sonora en bandas de octava que muestra la Tabla 1.5.
¿Cuál es el nivel de emisión de potencia sonora de esta fuente?
El nivel de emisión de la potencia sonora es simplemente el nivel de potencia so-
nora con ponderación A expresado en belios (1 belio es igual a 10 dB). Por lo tanto,
a partir del ejemplo anterior, la emisión de potencia sonora es 6,9 belios re 1 pico-
vatio.

RUIDO; CONTROL DEL RUIDO

Una melodía sonando a todo volumen en la radio puede resultar muy agradable
para una familia en su casa, pero es una molestia para los vecinos que están inten-
tando dormir; no es deseada; es ruido. Por definición, el ruido es un sonido no de-
seado·.
El ruido ambiental es el ruido asociado con un ambiente determinado y suele es-
tar compuesto de sonidos de muchas fuentes, próximas y lejanas. Por ejemplo, su-
pongamos que no hay tráfico en una calle y no hay fuentes de ruido significativas en
un lugar determinado. Entonces, el ruido ambiental en este lugar es penetrante, lo
impregna todo (es un compuesto de muchas fuentes de ruido), llega allí desde varias
direcciones.
El control del ruido es la tecnología para obtener un ruido ambiental aceptable,
de acuerdo con consideraciones económicas y operativas. El ambiente aceptable

* El ruido también puede definirse como el sonido, generalmente de naturaleza aleatoria, cuyo es-
pectro no exhibe componentes de frecuencia diferenciables.
INTRODUCCION 1.27

TABLA 1.5. Ejemplo de cálculo del nivel de potencia sonora con ponderación A a
partir de los niveles de potencia sonora de bandas de octava

Frecuencia central de 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000


banda de octava, Hz
Nivel de potencia sonora 73 85 62 57 53 48 45 42
de banda de octava,
dB re 1 picovatio
Ponderación A, dB -26,2 -16,1 -8,6 -3,2 0,0 +1,2 +1,0 -1,1
Nivel de potencia sonora 46,8 68,9 53,4 53,8 53,0 49,2 46,0 40,9
de banda de octava con
ponderación A, dB
Nivel de potencia sonora con ponderación A, dB = 69,3 dB re 1 pW
Nivel de potencia de emisión del ruido = 6,9 beIs re 1 pW

puede ser preciso para una persona, un grupo, una comunidad o una sala de equi-
pamiento cuyo funcionamiento se ve afectado por el ruido. Cuando se emplea la pa-
labra «aceptable», surgen preguntas como las siguientes: ¿aceptable bajo qué con-
diciones?, ¿aceptable por quién? Debido a la complejidad de las consideraciones
económicas y operativas implicadas y a que todos los elementos pueden cambiar
con el tiempo, no suele haber una respuesta única para tales preguntas en un pro-
blema de ruido determinado.
Control del ruido no es lo mismo que reducción del ruido. En un problema es-
pecífico, la magnitud de la reducción del ruido que sea preciso lograr para obtener
resultados aceptables puede alcanzarse simplemente mediante la aplicación de las
distintas técnicas de control del ruido incluidas en el siguiente apartado. Pero, tal y
como ilustra el Capítulo 40, este procedimiento puede ser innecesariamente caro y
derrochador y puede dar como resultado una innecesaria interferencia con las ope-
raciones normales. Hay que analizar el problema sistemáticamente para determinar
qué condiciones aceptables pueden lograrse de la manera más económica. En casos
extraordinarios, la solución de algunos problemas de control del ruido puede inclu-
so sugerir un aumento, en lugar de una reducción del mismo. Consideremos, por
ejemplo, la sala de espera de un médico que está separada de la consulta por una
partición que aporta tan poco aislamiento sonoro que las conversaciones privadas
pueden oírse mientras se espera. Las condiciones aceptables en la sala de espera
pueden lograrse mediante la construcción de una partición que aporte mayor ais-
lamiento. Una solución alternativa es aumentar el nivel de ruido en ella mediante la
instalación de otra fuente de ruido (por ejemplo, un ventilador), de manera que en-
mascare la conversación que de otra manera se oiría. Aunque esta última solución
tiene sus desventajas, es mucho más económica y, por tanto, puede ser más deseable
bajo determinadas circunstancias. Una vez más, este ejemplo ilustra que el control
del ruido y la reducción del ruido no son siempre términos sinónimos.
1.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

IMPORTANCIA ECONOMICA DEL CONTROL DEL RUIDO

El ruido es un problema de gran importancia económica en la sociedad actual. Por


ello, cuando el nivel de ruido en las instituciones empresariales o educacionales es
lo suficientemente alto como para interferir con la comunicación hablada, se pro-
ducen pérdidas económicas. Los casos de compensación que implican demandas
millonarias como resultado de lesiones auditivas permanentes están hoy día en los
tribunales (véase Capítulo 20). Otro aspecto de la importancia económica del ruido
se muestra mediante su efecto sobre el valor de la propiedad. Por ejemplo, el ruido
del funcionamiento de un aeropuerto o de una fábrica puede influir sobre el valor
del suelo que rodea la zona. Por razones económicas, la industria realiza un consi-
derable esfuerzo para desarrollar productos silenciosos, y el mundo de los negocios,
para lograr condiciones de silencio en oficinas y fábricas. Aunque no siempre es po-
sible establecer relaciones explícitas entre el ruido y sus efectos sobre los seres hu-
manos (ni el científico de laboratorio puede demostrar actualmente siquiera que al-
gunos de estos efectos existan), es muy significativo que los empresarios y la
industria gasten cantidades considerables de dinero anualmente para lograr condi-
ciones de silencio. Se ha estimado que durante la pasada década, en Estados Uni-
dos, las ventas totales anuales de material acústico se multiplicaron por diez. Puede
argumentarse que este aumento es el resultado de un esfuerzo promocional de ven-
tas; en cierta medida, esto es cierto, como ocurre con la mayoría de los productos.
Por otra parte, este rápido crecimiento puede explicarse plenamente sobre el hecho
de que a la gente no le gusta el ruido. Le molesta. Le distrae. El ruido es un malestar
público. Muchas firmas de negocios encuentran que a sus clientes les disgusta el rui-
do. Más aún, sus empleados prefieren no trabajar en un ambiente ruidoso. A las
personas les gusta el silencio. Por lo general están dispuestas a pagar por él.

¿CUANTA REDUCCION DEL RUIDO ES PRECISA?

Para determinar la magnitud de reducción de ruido precisa en un problema espe-


cífico hay que seguir los siguientes pasos:
1. Evaluar el ruido ambiental en las condiciones existentes o esperadas. Las con-
diciones existentes pueden evaluarse a partir de medidas de ruido que apor-
tan datos estadísticamente significativos. Este proceso requiere la selección y
uso del equipo de medida, una calibración adecuada, una toma de datos bajo
condiciones controladas y una evaluación de todos los factores ambientales
que afectan a la medida (véase Capítulos 5 y 9). Bajo determinadas condicio-
nes, no resulta práctico o es imposible evaluar las condiciones existentes. En
tales casos, o allí donde hay que estimar el ruido ambiental para condiciones
esperadas o futuras, la previsión se puede realizar a partir de fórmulas em-
píricas o datos existentes. Esta información se presenta en varios capítulos
del libro.
2. Determinar qué nivel de ruido es aceptable. Esta información se logra median-
te un criterio adecuado. Este puede definirse como una norma o regla de en-
INTRODUCCION 1.29

juiciamiento. Esta norma puede emplearse, por ejemplo, para establecer un


límite aceptable o restricción que hay que imponer. Los criterios de control
del ruido aportan normas para juzgar la aceptabilidad de los niveles de ruido
bajo diversas condiciones y para distintos fines. Por ejemplo, el Capítulo 16
incluye un criterio para comunicación hablada fiable en presencia de ruido; el
Capítulo 23 describe los criterios para evaluar la respuesta de la comunidad
frente al ruido; el Capítulo 26 describe los criterios de riesgo de lesión de la
audición como resultado de la exposición a niveles de ruido altos durante lar-
gos períodos de tiempo, de nivel de ruido aceptable en los edificios, de ex-
posición a frecuencias ultrasónicas e infrasónicas y de tolerancia humana a la
vibración. Tales criterios son de naturaleza estadística. Un nivel de ruido que
pueda constituir un riesgo de daño para la audición de una persona puede no
tener un efecto importante sobre otra. Más aún, las reacciones de las perso-
nas no son invariantes a lo largo del tiempo. Una comunidad puede reaccio-
nar de forma completamente diferente de lo que lo hacía anteriormente fren-
te al ruido de un avión después de varios accidentes aéreos en el aeropuerto
vecino. La reacción de la gente depende en gran medida de su historial pre-
vio.
3. La diferencia de niveles entre los pasos 1 y 2 representa la reducción del sonido
que hay que lograr para obtener un ambiente aceptable. Esta diferencia suele
determinarse en función de la frecuencia.

COMO SE TRANSMITE EL RUIDO

El ruido puede llegar al oyente a través de múltiples vías. Supongamos, por ejem-
plo, que el oyente escucha el piano del piso de arriba. Parte del sonido puede ha-
berse transmitido a través de una vía de aire directa por la ventana de arriba, a tra-
vés de una vía exterior y de la ventana del oyente. Parte del sonido irradiado por el
piano golpeará las paredes, forzándolas a una pequeña vibración; una fracción de
esta energía vibratoria viajará a través de la estructura del edificio, forzando a otras
superficies a que vibren e irradien el sonido. De forma alternativa, parte de la ener-
gía vibratoria puede comunicarse a través del mueble del piano hacia el suelo, to-
talmente a través de una vía sólida, haciendo que el suelo vibre y que por tanto irra-
die el sonido hacia el piso de abajo.
Por comodidad, en problemas técnicos, se puede representar la transmisión del
sonido desde una fuente a un oyente mediante el diagrama en la Figura 1.15. En
realidad, el bloque descrito como fuente puede representar no a una, sino a varias
fuentes de energía vibratoria; p. ej., puede incluir todos los aviones que sobrevuelan
un área específica. Como se indicó anteriormente, las vías pueden ser numerosas.
Por último, el bloque denominado receptor puede representar a una sola persona, a
un grupo, a una comunidad o a una zona delicada de equipamiento cuyo funciona-
miento se ve afectado por el ruido.
1.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

I FUENTE H VIA HRECEPTORI

FIGURA 1.15. Diagrama esquemático en que las flechas continuas representan la


transmisión del sonido de la fuente al oyente. El bloque denominado fuente puede re-
presentar más de una fuente sonora; las vías pueden ser numerosas; y el receptor
puede representar a una sola persona, a un grupo, a una comunidad o a un equipa-
miento cuyo funcionamiento se ve afectado por el ruido. Las flechas a trazos indican
la interacción entre los distintos elementos del diagrama.

Aspecto estadístico de la fuente, la vía de propagación y el receptor

En el campo del control del ruido, siempre es importante tener presente los aspec-
tos estadísticos de los elementos del diagrama de bloques de la Figura 1.15. En pri-
mer lugar, los generadores de ruido, representados por el bloque denominado fuen-
te, pueden variar en número, y sus emisiones pueden cambiar con el tiempo, como,
por ejemplo, en el caso del tráfico de vehículos en una intersección.
La vía a través de la que el ruido alcanza nuestros oídos desde una fuente tam-
bién es de naturaleza estadística. Por ejemplo, consideremos un avión dando vuel-
tas sobre un oyente situado en el suelo. Debido a las irregularidades en la atmós-
fera, habrá multitud de variaciones en la vía de transmisión. Estas variaciones
estadísticas en las características de propagación de la atmósfera pueden dar como
resultado una amplia fluctuación en el nivel sonoro en el oído del oyente. Consi-
deremos como otro ejemplo el nivel de ruido en una oficina separada de una fábrica
ruidosa mediante una pared con una puerta. Cuando la puerta esté abierta, la vía de
transmisión estará alterada. Así el nivel de ruido en la oficina variará estadística-
mente dependiendo, entre otros factores, de la frecuencia con que la puerta de la fá-
brica esté abierta.
El receptor en la Figura 1.15 también tiene su aspecto estadístico. Supongamos
que representa a un gran grupo de personas. El número real del grupo puede variar
de un momento a otro, el umbral de cada persona en el grupo será diferente y todos
estos umbrales pueden cambiar con el tiempo.

Interacción entre fuente, vía y receptor

Aunque fuente, vía y receptor se muestran como elementos separados en el diagra-


ma de bloques de la Figura 1.15, existe una considerable interacción entre ellos; no
son elementos independientes.
La emisión de una fuente de sonido no siempre es constante, sino que puede de-
pender de la vía y el receptor y del entorno en que esté localizada. Otro tipo de in-
fluencia del ambiente sobre la emisión de una fuente puede tener lugar cuando ésta
es una persona hablando. Al hablar a un oyente próximo en una habitación peque-
ña, la potencia del habla del emisor puede ser relativamente pequeña, pero en una
habitación grande o a cierta distancia en exteriores, la potencia del hablante au-
mentará automáticamente. De hecho, el hablante está influido por el receptor y por
INTRODUCCION 1.31

la vía. Si sabe que el oyente es duro de oído hablará más alto. Otra ilustración de la
influencia de la vía y el receptor sobre la fuente la aporta el operador de una má-
quina ruidosa al cambiar su funcionamiento de acuerdo con las condiciones am-
bientales en que ésta se coloca y de las personas a quienes se puede molestar con su
operación.
No siempre se reconoce que las características de la vía pueden verse influidas
por la fuente y el receptor. Por ejemplo, la atenuación que logra un silenciador de-
pende en gran medida de las características de la fuente y del receptor; la atenua-
ción de la vía no es una constante independiente de la fuente y el receptor.
De igual manera, la reacción del receptor depende de las características de la vía
y la fuente. Un ama de casa puede hacer sus tareas sin verse afectada por el ruido
de los aviones que le sobrevuelan. Puede no verse influida por el ruido de los platos
en el armario, puestos en vibración por un refrigerador ruidoso. Sin embargo, si la
vibración de los platos fuera causada por el ruido del avión, su reacción podría ser
completamente distinta. Así, resulta aparente que existe una considerable interac-
ción entre fuente, vía y receptor, de la misma manera que puede haberla entre los
muchos componentes que conforman la fuente, la vía y el receptor.

TECNICAS DE CONTROL DEL RUIDO

A lo largo de este libro se consideran varios métodos para controlar el ruido en de-
talle. En general, estas medidas pueden clasificarse en tres categorías: (1) control
del ruido en la fuente, (2) control del ruido en la vía de transmisión y (3) uso de me-
didas protectoras contra el ruido en el receptor. El método o combinación de ellos
que se emplee depende de la magnitud de la reducción del ruido requerida y de las
consideraciones económicas y operativas. Al resolver un problema específico de
control del ruido, hay que evaluar el beneficio específico que se gana con la aplica-
ción de cada técnica desde el punto de vista del sistema y compararlo con su coste.
Además de las técnicas descritas a continuación, que tienen aplicación general
en el campo de control del ruido, en los capítulos específicos aplicación se describen
medidas que pueden emplearse en problemas especiales.

Control del ruido en la fuente

Un método importante para controlar el ruido en la fuente es reducir la amplitud de


las fuerzas que dan como resultado la generación del ruido, por ejemplo, mediante
el equilibrio de las masas rotatorias o aislando los componentes vibratorios de la
fuente. Otro método es reducir el movimiento de los componentes que vibran; por
ejemplo, la vibración de los paneles puede reducirse aplicando materiales que
amortigüen la vibración o alterando las frecuencias de resonancia de los paneles,
como se describe en los Capítulos 28 y 40.
Los cambios en el procedimiento habitual de funcionamiento también pueden
ser una técnica eficaz de control del ruido. Así, algunas fábricas, próximas a zonas
residenciales, suspenden o reducen operaciones ruidosas durante la noche, cuando
1.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

disminuye la actividad normal de la comunidad y el nivel de ruido ambiental decre-


ce. Sin el ruido ambiental para enmascararlo, el ruido de la fábrica es más percep-
tible. Debido a ello y a la posible interferencia con el sueño, las fábricas que de otra
manera operarían continuamente durante las 24 horas pueden reducir sus operacio-
nes nocturnas.

Control del ruido en la vía de transmisión

Otra técnica general de reducción del ruido es la de controlar la vía de transmisión


para reducir la energía comunicada al receptor. Esto puede lograrse de varias ma-
neras:
Emplazamiento. Al aire libre, la atenuación máxima se consigue aumentando, en
la medida de lo posible, la distancia entre la fuente y el receptor. Dado que muchas
fuentes de ruido no irradian uniformemente en todas direcciones, la alteración re-
lativa de la orientación de la fuente y el receptor puede originar una considerable
reducción del ruido en este último. Así, la orientación de la pista de un aeropuerto
merece una consideración importante para reducir el ruido en la comunidad cerca-
na. Donde sea posible, hay que elegir un emplazamiento que aproveche el terreno
para aportar una protección adicional del receptor respecto de la fuente.
Disposición de la edificación. La cuidadosa planificación de la localización de las
habitaciones dentro de un edificio, en función de la posición relativa de las fuentes
de ruido y aquellas áreas en que se desean condiciones de silencio, puede dar como
resultado una considerable economía al reducir la magnitud de las medidas de con-
trol del ruido que en caso contrario hubieran sido precisas (véase Capítulo 33).
Barreras. Las barreras al aire libre pueden ser eficaces cuando son de gran tama-
ño en comparación con la longitud de onda del sonido que ha ser difractado (véase
Capítulo 3). Por ejemplo, se han usado barreras que forman un ángulo de 45° res-
pecto a la horizontal para el ruido de campo de los motores aéreos, con el fin de re-
flejar las frecuencias altas hacia el firmamento. Los Capítulos 30 y 33 comentan el
uso de barreras y cerramientos parciales en habitaciones.
Cerramientos. El uso de un cerramiento alrededor de una fuente de ruido o del
receptor puede aportar una atenuación considerable (Capítulo 40).
Absorción. Una de las formas más eficaces para atenuar el ruido en su vía de
transmisión es mediante la absorción. Imagine que varias máquinas funcionan en
una oficina grande. La mayoría del ruido de estas fuentes que llega a los trabaja-
dores del lado opuesto de la habitación ha sido reflejado por el techo, las paredes y
el suelo. Por tanto, el uso de la absorción del sonido por medio de la instalación de
materiales acústicos (véase Capítulo 30) sobre el techo logra la atenuación en la vía
entre la fuente y el receptor. Esta absorción también reduce el nivel de sonido que
llega a los trabajadores después de las múltiples reflexiones sobre las paredes, techo
y suelo (véase Capítulo 4). Si el ruido se comunica a través de un conducto de ven-
tilación, se puede obtener la atenuación a lo largo de esta vía por medio de un re-
vestimiento absorbente (Capítulo 42).
Desajuste. Puede impedirse el flujo de energía acústica a través de la vía, desde la
fuente hasta el receptor, mediante discontinuidades que reflejen la energía hacia la
INTRODUCCION 1.33

fuente. En las viviendas, esto puede lograrse mediante una discontinuidad en la


construcción del edificio, como se describe en el Capítulo 32. La transmisión del so-
nido en el aire puede impedirse de forma parecida. Los silenciadores operan sobre
este principio, aunque algunos pueden incluir también la absorción en la vía de
transmisión.

Medidas protectoras en el receptor

Allí donde el nivel de ruido es excesivo para el receptor pueden emplearse las si-
guientes técnicas de control:
Aparatos de protección del oído. Tapones, auriculares y cascos (descritos en el
Capítulo 21) constituyen medios económicos para reducir la exposición al ruido de
los trabajadores industriales.
Cabinas. En muchos casos no resulta práctico o económico reducir el nivel de rui-
do al que el trabajador está expuesto; entonces es mejor proveerle de una cabina o
cerramiento parcial.
Programas de conservación de la audición y formación. En el Capítulo 22 se dis-
cute el valor de los programas de conservación de la audición en la industria. La for-
mación es un componente importante de estos programas. En algunas ciudades
donde el ruido ha sido un problema serio, tanto las industrias como las instancias
gubernamentales han mejorado sus relaciones con la comunidad interesándose por
su problema de ruido y mostrándole los pasos constructivos que se han seguido para
minimizar la molestia.
Control de la exposición. Bajo determinadas circunstancias, no es factible reducir
los niveles de ruido extremadamente intensos en áreas donde la gente tiene que tra-
bajar, hasta niveles considerados aceptables para el período laboral habitual. Como
se indica en los Capítulos 22 y 26, un nivel de ruido que no es aceptable para un pe-
ríodo de tiempo específico, puede resultar aceptable durante un período de tiempo
menor. Por tanto, una técnica de control del ruido es la rotación del personal, de
manera que las asignaciones de trabajo en áreas de ruido intenso lo sean para un pe-
ríodo de tiempo limitado.

REFERENCIAS

1. T. F. S. Harris, Handbook of acousties, J. Curwen & Sons, Londres, 1913.


2. American national specifieation for sound level meters, ANSI S1.4-1985, Acoustical So-
ciety of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1985.
Capítulo 2
DEFINICIONES,
ABREVIATURAS Y
SIMBOLOS

Cyril M. Harris

Las definiciones, símbolos y abreviaturas presentados a continuación están de


acuerdo con los contenidos en las publicaciones de una o más de las varias organi-
zaciones de normalización, evaluación y profesionales, incluyendo el American Na-
tional Standards Institute; la American Society for Testing and Materials; la Ameri-
can Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers; la
International Organization for Standardization, y la International Electrotechnical
Commission. Además de las siguientes definiciones, muchos términos empleados
en medida acústica, control del ruido y áreas asociadas se definen a lo largo delli-
bro, muchas más de las que se pueden incluir aquí. El lector puede utilizar el índice.

TERMINOLOGIA

absorción de la habitación: La absorción total en una habitación debida a objetos y su-


perficies dentro de ella y a la absorción del aire dentro de la habitación. Véase Ecuación
(4.1). Unidad: sabino o sabino métrico.
absorción del sonido: (1) La propiedad que poseen materiales, estructuras y objetos de
convertir el sonido en calor, dando como resultado la propagación en un medio o la disipa-
ción cuando el sonido golpea una superficie. (2) El proceso de disipación de la energía so-
nora.
absorción-sabine: La absorción del sonido definida mediante la ecuación de tiempo de
reverberación sabine.
aceleración de la gravedad: La aceleración producida por la fuerza de la gravedad en la
superficie de la Tierra. (Por acuerdo internacional el valor de g es 9,80665 m/segund0 2 =
386,089 pulgadas/segund02 = 32,1740 pies/segund0 2.)
aceleración de vibración: La tasa de cambio de velocidad y dirección de una vibración, en

2.1
2.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

una dirección especificada. Se ha de identificar la anchura de banda de frecuencia. Unidad:


metro por segundo al cuadrado. Símbolo de la unidad: m/seg2 .
aceleración: Véase aceleración de vibración.
acoplador: Véase acoplador acústico.
acoplador acústico: Una cavidad de forma y volumen predeterminados utilizada para la
calibración de auriculares o micrófonos en conjunción con un micrófono adaptado a la me-
dición de la presión sonora desarrollada dentro de la cavidad.
acústica: (1) La ciencia del sonido, incluyendo su producción, transmisión, recepción y
efectos. (2) De una habitación, aquellas cualidades que determinan conjuntamente el carác-
ter de la habitación con respecto a la percepción auditiva humana.
acústico, acústica: Los adjetivos calificativos acústico y acústica tienen los siguientes sig-
nificados: contiene, produce, surge de, actúa por, o relacionado con el sonido. Se utiliza acús-
tico (acoustic) cuando el término que se está calificando designa a algo que tiene propieda-
des, dimensiones o características físicas asociadas con las ondas sonoras (p. ej., impedancia
acústica); su utiliza acústico (acoustical) cuando el término calificado no designa explícita-
mente a algo que tenga las propiedades, dimensiones o características físicas del sonido
(p. ej., ingeniería acústica).
aislamiento del sonido: La capacidad de una estructura para impedir que el sonido llegue
a una habitación receptora. La energía sonora no es necesariamente absorbida; a menudo el
principal mecanismo son las reflexiones de vuelta hacia la fuente.
aislador de la vibración: Un soporte flexible (sobre el que se monta el equipamiento o del
cual se cuelga) diseñado para reducir la vibración tranSmitida a la estructura de apoyo.
aislante: V éase aislador de la vibración.
ambiente: El resultante, en un momento determinado, de todas las condiciones e influen-
cias a las que está sometido un sistema.
amortiguación: La disipación de la energía en un sistema oscilante, con el tiempo o la dis-
tancia.
amortiguación viscosa (amortiguación lineal viscosa): La disipación de la energía que
se produce cuando una parte de un sistema o un elemento es resistido por una fuerza cuya
magnitud es proporcional a la velocidad del elemento, pero en dirección opuesta a la de la
velocidad.
amplitud: Valor máximo de una cantidad sinusoidal.
analizador del sonido: Un aparato para determinar el espectro de un sonido.
aparato de protección auditiva: Aparato personal que se utiliza para reducir los efectos
dañinos y/o molestos del sonido en el sistema auditivo.
armomco: Un componente sinusoidal cuya frecuencia es un número entero múltiplo de la
frecuencia fundamental.
articulación (inteligibilidad): El porcentaje de unidades del habla transmitida recibido
correctamente por un oyente. (La palabra articulación se utiliza cuando las unidades del ma-
terial hablado son sílabas sin sentido o fragmentos. La palabra inteligibilidad se utiliza cuan-
do las unidades del material hablado son palabras con significado o frases completas. Ha de
especificarse el tipo de material hablado utilizado; p. ej., sílabas, palabras, o frases).
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.3

audiograma de tono puro: Un gráfico que muestra el nivel auditivo en función de la fre-
cuencia.
audiograma: Gráfico que muestra el nivel auditivo (umbral) en función de la frecuencia.
audiómetro: Aparato utilizado para medir la agudeza auditiva, específicamente el nivel
auditivo.
auricular: Un transductor electroacústico diseñado para ser estrechamente acoplado al
oído, capaz de generar oscilaciones acústicas cuando es excitado por señales eléctricas.
auricular circunaural: Un auricular que tiene una cavidad suficientemente grande como
para cubrir la región de la cabeza incluyendo y rodeando al oído.
auricular insertado: Un auricular pequeño diseñado para ajustarse en el oído externo o
para ajustarse a un elemento conector como un molde de oído.
auricular supraural: Un auricular aplicado externamente al oído externo.
auriculares para la cabeza: Un ensamblaje de uno o dos auriculares y una banda para la
cabeza.
banda: Un segmento del espectro de frecuencia.
banda auditiva crítica: (1) La frecuencia de banda del sonido (que es una parte de un rui-
do de espectro continuo que cubre una banda ancha) que contiene una potencia sonora igual
a la de un tono puro centrado en la banda crítica y mínimamente audible en presencia del rui-
do de banda ancha. (2) La frecuencia de la banda dentro de la cual la sonoridad de un sonido
distribuido continuamente de nivel de presión sonora constante es independiente de su an-
chura de banda.
banda crítica: Véase banda auditiva crítica.
belio: Una unidad de nivel que denota la relación entre dos cantidades proporcionales a la
potencia; el número de belios correspondiente a esta relación es el logaritmo de base 10 de la
relación. [1 belio = 10 decibelios (dB).]
cabina (habitación) audiométrica: Una cabina o habitación que se utiliza para el examen
auditivo; está aislada contra el ruido exterior e incorpora algún absorbente del sonido.
cámara anecoica (cámara de campo libre): Una habitación cuyos límites absorben prác-
ticamente todo el sonido incidente sobre ellos, aportando por tanto esencialmente condicio-
nes de campo libre.
cámara de campo libre: Véase cámara anecoica.
cámara de reverberación: Una habitación que tiene un tiempo de reverberación largo,
especialmente diseñada para hacer todas las superficies tan reflectantes del sonido como sea
posible y para hacer el campo sonoro dentro de ella tan difuso como sea posible.
cámara semiecoica: Una cámara de ensayo con un suelo duro, reflectante, pero en que
las demás superficies absorben esencialmente todo el sonido que incide sobre ellas, aportan-
do por tanto condiciones de campo libre por encima del plano reflectante.
campo lejano: La porción del campo sonoro de una fuente de sonido en que el nivel de
presión sonora (debido a esta fuente) desciende en 6 dB por cada duplicación de la distancia
desde la fuente.
campo libre: Un campo sonoro en un medio iso trópico homogéneo cuyos límites ejercen
2.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

una influencia insignificante sobre las ondas sonoras. En la práctica, es un campo en que los
efectos de los límites son insignificantes para el rango de frecuencia de interés.
campo próximo (campo sonoro próximo): El campo sonoro próximo a una fuente de
sonido (entre la fuente y el campo lejano) en que el nivel de presión sonora instantánea y la
velocidad de las partículas no están en fase.
campo sonoro: Una región de un medio elástico (como el aire) que contiene ondas so-
noras.
campo sonoro difuso (campo difuso): Un campo sonoro que tiene densidad de energía
estadísticamente uniforme y en que las direcciones de propagación de las ondas sonoras se
distribuyen al azar.
campo sonoro directo: La porción del campo sonoro de una fuente de sonido en que la
presión sonora (debida a esta fuente) no ha sufrido ninguna reflexión.
campo sonoro libre: Véase campo libre.
campo sonoro reverberante (campo reverberante): Un campo sonoro en un espacio
total o parcialmente cerrado, una vez que la fuente ha cesado, en que las ondas sonoras se re-
flejan repetida o continuamente sobre los límites.
cantidad periódica: Una cantidad oscilatoria cuyos valores son recurrentes para deter-
minados incrementos de la variable independiente.
características de impedancia: Del aire, el producto de la densidad del aire, p, y la ve-
locidad del sonido del aire, c. A una temperatura de 22 oC (71,6 °F), la impedancia específica
acústica es igual a 406 newtons·segundo/m 2 ; este valor puede corregirse para otros valores de
temperatura y presión mediante la Figura 1.11.
centava: Una unidad de banda logarítmica de frecuencia entre dos sonidos con una rela-
ción básica de frecuencia de la raíz 1200 de 2; una octava es igual a 1200 centavas.
ciclo: De una cantidad periódica, la secuencia completa de valores de una cantidad perió-
dica que se produce durante un período.
ciclos por segundo (cps): Una unidad de frecuencia, igual que el herzio (Hz); véase fre-
cuencia.
clase de aislamiento de impacto: Una valoración de número único que se utiliza para
comparar la eficacia de los ensamblajes de techo-suelo para aportar reducción de los sonidos
generados por impacto, tales como pisadas. Esta estimación se deriva de valores normaliza-
dos de niveles de presión sonora de impacto de acuerdo con la norma E492 de la ASTM.
Abreviatura: ne.
clase de aislamiento de impacto de campo: Una valoración de número único parecida
a la clase de aislamiento de impacto, salvo que los niveles de presión sonora de impacto se mi-
den en campo. Abreviatura: FIle.
clase de aislamiento de ruido: Una valoración de número único derivada de los valores
medidos de reducción del ruido entre dos espacios cerrados que están conectados mediante
una o más vías; esta valoración no se ajusta o normaliza con respecto a un tiempo de rever-
beración normalizado. Abreviatura: Nle.
clase de transmisión del sonido: Una valoración de número único utilizada para com-
parar las propiedades de aislamiento del sonido de paredes, suelos, techos, ventanas o puer-
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.5

taso La clase de transmisión del sonido se obtiene de mediciones en 16 bandas de ensayo.


Abreviatura: STC.
clase de transmisión sonora de campo: Una valoración de número único parecida a la
clase de transmisión del sonido, salvo que los valores de pérdida de transmisión utilizados
para calcularla se miden en campo. Abreviatura: FSTC.
clase normalizada de aislamiento del ruido: Una valoración de número único, parecida
a la clase de aislamiento del ruido, salvo que los valores de reducción del ruido medidos están
normalizados para un tiempo de reverberación de 0,5 segundos. Abreviatura: NNIC.
coeficiente de absorción: Véase coeficiente de absorción del sonido.
coeficiente de absorción del sonido: (1) De forma ideal, la fracción de la potencia so-
nora incidente al azar que es absorbida (o reflejada) por un material. (2) Una medida de la
propiedad absorbente del sonido de un material, tal como se calcula mediante el método
ASTM C423. Letra del símbolo: (l.
coeficiente de amortiguación crítica: El valor mínimo de amortiguación que permitirá
la vuelta de un sistema desplazado a su posición inicial sin oscilación. Letra del símbolo: Cc.
coeficiente de reducción del ruido: Una valoración de número único de las propiedades
de absorción del sonido de un material; es la media aritmética de los coeficientes de absor-
ción del sonido a 250, 500, 1000 Y 2000 Hz, redondeado hasta el múltiplo más próximo de
0,05. Abreviatura: NRC.
conducción del aire: El proceso por el cual el sonido viaja hacia el oído interno a través
de una vía en el aire en el canal del oído externo, utilizando entonces la membrana del tím-
pano y la cadena de huesecillos.
conducción ósea: La transmisión del sonido al oído interno a través de la vibración me-
cánica de los huesos craneales y los tejidos blandos.
constante de tiempo: El tiempo requerido para que una cantidad que varía exponencial-
mente con el tiempo, pero menos que cualquier componente constante, cambie en un factor
l/e = 0,3679.
contorno de igual sonoridad: Para un sonido especificado que se escucha de una manera
concreta, una curva que muestra los valores relacionados de presión sonora y frecuencia re-
querida para elicitar un nivel de sonoridad determinado para un oyente normal. Véase Fi-
gura 17.5.
curvas de criterio de habitación: Véase curvas RC
curvas de criterio de ruido: Véase curvas NC
curvas NC (curvas de ruido criterio): Una serie de curvas de los espectros de sonido de
banda de octava en un sistema para evaluar el ruido de un espacio interior ocupado; se com-
para un espectro real de banda de octava con este conjunto de curvas para determinar el ni-
vel NC del espacio.
curvas RC (curvas de criterio de habitación): Una serie de curvas de espectros de sonido
de banda de octava en un sistema para valorar el ruido de un espacio interior ocupado; se
compara un espectro real de banda de octava con este conjunto de curvas para determinar el
nivel RC del espacio.
decibelio: Una unidad de nivel que denota la relación entre dos cantidades que son pro-
2.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

porcionales a la potencia; el número de decibelios es diez veces el logaritmo (de base 10) de
esta relación. En muchos campos sonoros, las relaciones de presión sonora no son proporcio-
nales a las correspondientes relaciones de potencia, pero es una práctica habitual ampliar el
uso de la unidad a tales casos. Un decibelio es un décimo de un belio. Símbolo de la unidad:
dB.
defensa del oído: Véase aparato de protección auditiva.
densidad de potencia espectral: El límite, a medida que la anchura de banda se aproxi-
ma a cero, de la potencia sonora dividido entre la anchura de banda establecida.
descenso logarítmico: En el descenso de la oscilación de frecuencia única, el logaritmo
natural de la proporción entre dos amplitudes sucesivas cualesquiera del mismo signo. Sím-
bolo: d.
desplazamiento: Un vector de cantidad que especifica el cambio de posición de un cuerpo
o partícula; habitualmente se mide desde la posición media o posición de descanso.
desplazamiento de partícula: La raíz cuadrática media de los desplazamientos instantá-
neos de las partículas en un intervalo de tiempo especificado, salvo que se establezca de otra
manera. Unidad: metro. Símbolo de la unidad: m.
desplazamiento de umbral: Un aumento en el umbral de audición para una frecuencia
determinada; por ejemplo, como resultado de la exposición al ruido.
desplazamiento de umbral transitorio: El componente del cambio de umbral que mues-
tra una reducción progresiva con el paso del tiempo, cuando se retira la causa del cambio.
Véase Capítulo 18. Abreviatura: ITS.
desplazamiento permanente de umbral inducido por el ruido: Pérdida auditiva per-
manente que resulta de la exposición al ruido. Abreviatura: NIPTS.
desplazamiento transitorio de umbral inducido por el ruido: Pérdida auditiva transi-
toria que resulta de la exposición al ruido. Abreviatura: NIITS.
difracción: El proceso que produce una onda difractada.
dispersión: La difracción irregular del sonido y la reflexión de las ondas sonoras en varias
direcciones.
divergencia: La propagación de las ondas sonoras desde una fuente en campo libre, dando
como resultado una disminución en el nivel de presión sonora al aumentar la distancia desde
la fuente.
dosis: Véase dosis de ruido.
dosis de ruido: Véase Ecuación (12.10).
dosis diaria de ruido: Véase dosis de ruido.
duración del pulso de sacudida: Intervalo de tiempo entre el instante en que la excita-
ción aumenta por encima de un porcentaje establecido de su valor máximo y el instante en
que decae hasta esa fracción.
eco: Un sonido que ha sido reflejado con la suficiente magnitud, pero con un tiempo de
descenso tal que puede distinguirse como una repetición del sonido directo.
eco de oscilación del sonido: Una rápida, pero regular, sucesión de ecos que se origina a
partir de la misma fuente sonora.
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.7

efecto de coincidencia: De un panel o partición, un fenómeno que se produce cuando la


longitud de onda de una onda flexural en un panel es igual a la de la onda de la misma fre-
cuencia viajando en el aire.
energía sonora: De una zona de un medio, la energía total en esta zona menos la energía
que existiría en la misma zona del medio sin ondas sonoras presentes. Unidad: julio.
enmascaramiento: (1) El proceso mediante el cual se eleva el umbral de audición para
un sonido mediante la presencia de otro sonido. (2) La cantidad en que se aumenta el um-
bral de audición de un sonido en presencia de otro sonido. Unidad: decibelio. Símbolo de la
unidad: dB.
espectro: Una descripción de una cantidad en función de la frecuencia; el término puede
utilizarse para significar un rango continuo de componentes, habitualmente amplio en exten-
sión, que poseen algunas características comunes, como el espectro de frecuencias auditivas.
espectro continuo: El espectro sonoro cuyos componentes están distribuidos continua-
mente sobre un rango de frecuencia especificado. (El ruido aleatorio tiene un espectro con-
tinuo porque contiene un número muy grande de componentes de frecuencia.)
espectro de banda de octava: Un espectro que tiene una octava de anchura.
espectro del sonido: Una representación de la magnitud (p. ej., amplitud y fase) de los
componentes de un sonido complejo en función de la frecuencia.
espectro lineal: Un espectro que contiene sólo componentes de frecuencia discreta.
exposición al ruido: Véase exposición sonora.
exposición sonora: La integración temporal de la presión sonora al cuadrado con pon-
deración A sobre un intervalo de tiempo igualo mayor al de un suceso. La ponderación de
frecuencia puede ser distinta de A si así se indica. Salvo que se especifique lo contrario, se so-
breentiende la ponderación de frecuencia A. En el sistema internacional de unidades (SI), la
unidad fundamental de exposición sonora se expresa en pascales al cuadrado por segundo, si
el tiempo es en segundos, y en pascal es al cuadrado por hora, si el tiempo es en horas. Sím-
bolo de la unidad: Pa 2 ·seg o Pa 2 ·h.
exposición sonora día-noche: La exposición sonora de una día de 24 horas calculada
añadiendo la exposición sonora diurna (7:00 a 22:00 horas) a 10 veces la exposición sonora
nocturna (0:00 a 7:00 horas y 22:00 a 24:00 horas). Salvo que se especifique lo contrario, se
sobreentiende la ponderación A. Unidad: pascal al cuadrado por segundo. Símbolo de la uni-
dad: Pa 2 ·s.
exposición sonora día-tarde-noche: La exposición sonora de una día de 24 horas calcu-
lada añadiendo la exposición sonora diurna (7:00 a 19:00 horas) a 3 veces la exposición so-
nora vespertina (19:00 a 22:00 horas) ya 10 veces la exposición sonora nocturna (0:00 a 7:00
horas y 22:00 a 24:00 horas). Salvo que se especifique lo contrario, se sobreentiende la pon-
deración A. Unidad: pascal al cuadrado por segundo. Símbolo de la unidad: Pa 2 ·s.
factor cresta (pico): De una cantidad oscilante, la proporción entre el valor pico y el valor
rms.
factor de directividad: De un micrófono, la proporción entre el cuadrado de la sensibili-
dad del campo libre y las ondas sonoras que llegan a lo largo del eje principal, respecto a la
sensibilidad media al cuadrado de una sucesión de ondas sonoras que llegan al transductor
con igual probabilidad desde todas las direcciones.
2.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

fase de una cantidad periódica: Para un valor particular de la variable independiente, la


parte fraccional de un período a través del cual ha avanzado la variable independiente, me-
dida a partir de una referencia arbitraria.
filtro: Un aparato para separar los componentes de una señal sobre la base de su frecuen-
cia.
filtro de paso de banda: Un filtro con una banda única de transmisión que se extiende
desde el borde de una banda de frecuencia inferior mayor que cero hasta una frecuencia de
corte superior finita.
fracción de amortiguación crítica (proporción de amortiguación): Para un sistema con
amortiguación viscosa, la proporción entre el coeficiente de amortiguación real c y el coefi-
ciente de amortiguación crítica Cc'
fracción de la dosis diaria de ruido: Véase dosis de ruido.
frecuencia: (1) De una función periódica en el tiempo, el número de veces que la cantidad
se repite a sí misma en un segundo (v.g., número de ciclos por segundo). (2) El recíproco del
período. Unidad: herzio. Símbolo de la unidad: Hz.
frecuencia angular: De una cantidad periódica, en radianes por unidad de tiempo, la fre-
cuencia f multiplicada por la cantidad 211"; un movimiento tal que el desplazamiento es una
función sinusoidal del tiempo. Letra del símbolo: w.
frecuencia crítica: De un panel o partición, la frecuencia más baja a que se produce el efec-
to de coincidencia. Unidad: herzio. Símbolo de la unidad: Hz.
frecuencia de resonancia: La frecuencia a que se produce la resonancia. Unidad: herzio.
Símbolo de la unidad: Hz.
frecuencia fundamental: (1) La frecuencia natural más baja de un sistema oscilatorio.
(2) La frecuencia de un componente sinusoidal de una cantidad periódica que tiene el mis-
mo período que la cantidad periódica. Unidad: herzio. Símbolo de la unidad: Hz.
frecuencia natural: De un sistema, la frecuencia de oscilación libre. Unidad: herzio. Sím-
bolo de la unidad: Hz.
frecuencia natural amortiguada: De un sistema mecánico, la frecuencia de oscilación li-
bre de un sistema lineal amortiguado. Unidad: herzio. Símbolo de la unidad: Hz.
frecuencia natural no amortiguada: De un sistema mecánico, la frecuencia de oscilación
libre que resulta de las fuerzas elásticas y de inercia del sistema. Unidad: herzio. Símbolo de
la unidad: Hz.
frente de onda: De una onda progresiva en el espacio, una superficie continua en que la
fase es la misma para un instante determinado.
fuente puntual: Una fuente que irradia sonido como si lo hiciera un punto único.
fuente sonora monopolar: Véase fuente sonora simple.
fuente sonora simple (fuente monopolar): Una fuente que irradia sonido por igual en
todas las direcciones bajo condiciones de campo libre.
ganancia direccional: Véase índice de directividad.
grabadora de cinta magnética: Un aparato utilizado para grabar las señales eléctricas
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.9

como variaciones de inducción magnética remanente de un medio registrador de cinta mag-


nética.
grados de libertad: De un sistema mecánico, el número mínimo de coordenadas indepen-
dientes generalizadas que se requieren para definir completamente la configuración del sis-
tema en cualquier instante de tiempo.
habitación fuente: Una habitación que contiene una o varias fuentes de ruido.
habitación muerta: Una habitación que se caracteriza por una cantidad inusualmente
grande de absorción sonora.
habitación viva: Una habitación caracterizada por una cantidad relativamente pequeña
de absorción del sonido.
herzio: Véase frecuencia.
impacto: Una colisión única de una masa en movimiento con una segunda masa que puede
estar en descanso o en movimiento.
impedancia acústica específica: En un punto de un campo sonoro, la relación compleja
entre la presión sonora instantánea y la velocidad de las partículas. Unidad: pascal segundo
por metro. Símbolo de la unidad: Pa·s/m.
impulso: La integración temporal de una fuerza a lo largo del intervalo de tiempo durante
el que es aplicada la fuerza.
índice de articulación: Un número (entre Oy 1) que es una medida de la inteligibilidad del
habla; cuanto más alto es el número, mayor es la inteligibilidad. Abreviatura: lA.
índice de directividad (ganancia direccional): (1) De un transductor, 10 veces ellogarit-
mo de base 10 del factor de directividad. (2) En campo libre, la diferencia entre el nivel de
presión sonora en una dirección determinada (en el campo alejado de una fuente) y el nivel
medio de presión sonora en ese campo. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
índice de ruido compuesto: Un descriptor para evaluar la exposición al ruido de aero-
puerto. Abreviatura: CNR.
índice de transmisión del habla: Un índice para evaluar la inteligibilidad del habla que
tiene en cuenta tanto el ruido como la reverberación. Abreviatura: STI.
infrasónico: Relativo al infrasonido.
infrasonido: Ondas sonoras con una frecuencia inferior a la que produce la sensación au-
ditiva habitual en los seres humanos, generalmente por debajo de 16 Hz.
inteligibilidad: Véase articulación.
intensidad: Véase intensidad del sonido.
intensidad del sonido: En un punto para una dirección especificada, la tasa media de
energía sonora transmitida en una dirección concreta a través de una unidad de área normal
a esta dirección en el punto considerado [véase Ecuación (1.11)]. Unidad: vatio por metro
cuadrado. Símbolo de la unidad: W/m 2 • Letra del símbolo: I.
ley inversa del cuadrado: En el campo alejado de una fuente, bajo condiciones de campo
libre, la intensidad del sonido varía inversamente con el cuadrado de la distancia desde la
fuente; esto da como resultado un descenso en el nivel de presión sonora de 6 dB por cada
duplicación de la distancia desde la fuente.
2.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

limitación auditiva: Véase Ecuación (19.2).


longitud de onda: De una onda periódica en un medio iso trópico, la distancia perpendi-
cular entre los dos frentes de onda en que los desplazamientos tienen una diferencia de fase
de un período completo. Unidad: metro. Símbolo de la unidad: m. Letra del símbolo: "-.
máquina de golpeo: Un aparato utilizado para valorar las distintas construcciones del
suelo contra los impactos; produce una serie de impactos sobre el suelo que se examina, 10
veces por segundo.
mastoide artificial: Aparato utilizado para calibrar las vibraciones óseas; simula la impe-
dancia mecánica del mastoide humano medio.
medidor de vibración: Un aparato para medir el desplazamiento, velocidad o aceleración
en un cuerpo vibratorio.
melio: Una unidad de tono. Un tono puro, presentado frontalmente, con una frecuencia de
1000 Hz y un nivel de presión sonora de 40 dB re 20 micropascales (fLPa) produce un tono de
1000 melios.
micrófono condensador: Véase micrófono electrostático.
micrófono de gradiente de presión: Un micrófono que responde esencialmente al gra-
diente de presión.
micrófono de habla próxima: Un micrófono que está diseñado específicamente para ser
utilizado cerca de la boca del hablante.
micrófono de sondeo: Un micrófono adaptado a explorar un campo sonoro sin alterarlo
significativamente.
micrófono direccional: Un micrófono cuya respuesta depende de la dirección del sonido
incidente sobre el micrófono.
micrófono electrostático (micrófono condensador): Un micrófono cuyo funciona-
miento depende de la variación de la capacidad eléctrica.
micrófono omnidireccional: Un micrófono cuya respuesta es esencialmente indepen-
diente de la dirección del sonido incidente.
modo fundamental: De un sistema oscilatorio, el modo que tiene la frecuencia natural
más baja.
modulación: En la transmisión de la señal: (1) proceso mediante el cual determinadas ca-
racterísticas de la onda, a menudo denominada portadora, varían o se seleccionan de acuerdo
con una función moduladora; (2) el resultado de este proceso.
montaje de vibración: Véase aislador de vibración.
movimiento armónico simple: Un movimiento que es una función sinusoidal del tiempo.
(Véase Figura 1.3.)
nivel: El logaritmo de la relación entre una cantidad determinada y una cantidad de refe-
rencia del mismo tipo. Hay que indicar la base del logaritmo, la cantidad de referencia y el
tipo de nivel. (El tipo de nivel se indica mediante el uso de un término compuesto, como nivel
de potencia sonora o nivel de presión sonora. El nivel de la cantidad de referencia no se mo-
difica ya se elija su punta, rms u otro.)
nivel auditivo: (1) Para una frecuencia determinada, el número de decibelios que el um-
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.11

bral de un oído supera el nivel cero de referencia de un audiómetro normalizado. (2) Para
una señal especificada, para un tipo concreto de auricular y para una forma determinada de
aplicación, el nivel de presión sonora de la señal producida por el auricular en un acoplador
especificado u oído artificial, menos el nivel de presión sonora producido en el auricular co-
rrespondiente a un umbral de audición normalizado concreto. Unidad: decibelio. Símbolo de
la unidad: dB. Abreviatura: HL.
nivel de aceleración: Véase nivel de aceleración de vibración.
nivel de aceleración de vibración: Diez veces el logaritmo (de base 10) de la relación en-
tre el cuadrado de una aceleración de vibración determinada y el cuadrado de la aceleración
de referencia. Habitualmente, la aceleración de referencia es 19 o 1 mlsegl. Unidad: decibe-
lio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: V AL. Símbolo: La.
nivel de banda de octava: Véase nivel de presión sonora de banda de octava.
nivel de emisión de potencia de ruido: El logaritmo de base diez de la relación entre la
potencia sonora con ponderación A y la potencia sonora de referencia de 1 picovatio (pW),
habitualmente expresado en belios. Abreviatura: NPEL. Letra del símbolo: L NWE .
nivel de exposición al ruido: Véase nivel de exposición sonora.
nivel de exposición al ruido de un suceso único: El nivel de exposición sonora de un su-
ceso de ruido único (como un avión que sobrevuela o un camión que pasa), medido sobre el
intervalo, entre los tiempos inicial y final, en que el nivel sonoro del suceso supera el nivel del
ruido de fondo. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: SENEL. Símbolo:
L AX•
nivel de exposición sonora: (1) Para un período de tiempo o un suceso determinado, el
logaritmo de la relación entre la integración temporal de la presión sonora al cuadrado con
ponderación de frecuencia y el producto de la presión sonora de referencia de 20 micropas-
cales (¡tPa) por la duración de referencia de 1 segundo (seg). En decibelios, 10 veces el 10-
garitmo de base 10 de esta relación; se asume la ponderación de frecuencia A, salvo que se
especifique lo contrario. (2) Diez veces el logaritmo común (v.g., de base 10) de la relación
entre la exposición y la exposición sonora de referencia, E o , de 400 micropascales al cuadra-
do por segundo (400 ¡tpa2 ·s). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: SEL
(ASEL, si es con ponderación A). Símbolo: L ET o L AE (L AET, si es con ponderación A).
nivel de exposición sonora con ponderación A: Véase nivel de exposición sonora.
nivel de exposición sonora día-noche: Diez veces el logaritmo común (v.g., de base 10)
de la exposición sonora día-noche y la exposición sonora de referencia (Eo ) de 400 micro-
pascales al cuadrado por segundo (400 ¡tPa2 ·s). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de exposición sonora día-tarde-noche: Diez veces el logaritmo común (v.g., loga-
ritmo de base 10) de la relación entre la exposición sonora día-tarde-noche y la exposición
2
sonora de referencia (Eo ) de 400 rnicropascales al cuadrado por segundo (400 ¡tPa ·s). Uni-
dad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de intensidad: Véase nivel de intensidad sonora.
nivel de intensidad sonora: Diez veces el logaritmo común (v.g., de base 10) de una in-
tensidad sonora determinada con respecto a la intensidad sonora de referencia de 1 picovatio
por metro cuadrado (pW/m 2). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Letra del sím-
bolo: L/.
nivel de interferencia del habla: Un índice para evaluar los efectos de interferencia del
2.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ruido sobre la inteligibilidad del habla, derivado de la medida del nivel del ruido de fondo de
bandas de octava contiguas; v.g., la media aritmética de los niveles sonoros de bandas de oc-
tava centradas en las frecuencias de 500,1000,2000 Y4000 Hz (método de las cuatro bandas)
o la media correspondiente a las bandas centradas en 500, 1000 Y 2000 Hz (método de las tres
bandas). Si se utilizan otras bandas de octava, ha de especificarse. Unidad: decibelio. Sím-
bolo de la unidad: dB. Abreviatura: SIL.
nivel de potencia: Véase nivel de potencia sonora.
nivel de potencia sonora: Diez veces el logaritmo (de base 10) de la relación en-
tre una potencia sonora determinada y la potencia sonora de referencia de 1 pico-
vatio (1 pW; v.g., 10-12 W). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abrevia-
tura: PWL. Símbolo: Lw.
nivel de potencia sonora con ponderación A: Diez veces el logaritmo de base 10 de la
relación entre una potencia sonora con ponderación A determinada y la potencia sonora de
referencia de 1 picovatio (pW). Los valores con ponderación A se presentan en la Tabla 1.2.
Abreviatura: APWL. Símbolo: Lwa'
nivel de presión sonora: En el aire, 20 veces el logaritmo (de base 10) de una presión so-
nora determinada con respecto a la presión sonora de referencia de 20 micropascales (J.l.Pa).
Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: SPL. Símbolo: Lp.
nivel de presión sonora de banda: El nivel de presión sonora dentro de una banda es-
pecificada de frecuencia. La banda suele estar especificada por su frecuencia central geo-
métrica y anchura de banda, pero también puede especificarse por su frecuencias de corte in-
ferior y superior. La anchura de la banda de frecuencia puede indicarse mediante un
modificador, como el nivel (de presión sonora) de banda de octava, el nivel de banda de ter-
cio de octava, etc.
nivel de presión sonora de banda de octava (nivel sonoro de banda de octava o nivel
de banda de octava): Para una frecuencia de banda de octava, el nivel de presión sonora
del sonido contenido dentro de esa banda. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
Abreviatura: OBSPL. Símbolo: L1/].
nivel de presión sonora de banda de tercio de octava (nivel sonoro de banda de tercio
de octava o nivel de banda de tercio de octava): Para una frecuencia de banda de tercio
de octava, el nivel de presión sonora del sonido contenido dentro de esa banda. Unidad: de-
cibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: TOBSPL. Símbolo: LJ/3.
nivel de presión sonora de impacto: El nivel medio de presión sonora en una banda de
frecuencia especificada en la habitación receptora cuando el suelo (por encima de la habita-
ción receptora) que se examina es excitado mediante una fuente normalizada de sonido de
impacto (v.g., la máquina de golpeo). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de presión sonora de pico a rms: El nivel pico de presión sonora menos la raíz cua-
drática media del nivel de presión durante el período de tiempo establecido.
nivel de presión sonora promediado en el tiempo (nivel sonoro de presión sonora
continuo equivalente): Durante un período de tiempo establecido, el logaritmo de la re-
lación entre la raíz cuadrática media de la presión sonora y la presión sonora de referencia.
Para sonido transmitido por el aire, salvo que se especifique de otra manera, el nivel de pre-
sión sonora promediado en el tiempo en decibelios es 20 veces el logaritmo de base 10 del ni-
vel de presión sonora durante el tiempo establecido respecto a la presión sonora de referen-
cia de 20 micropascales (J.l.Pa). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Símbolo: L pT'
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.13

nivel de presión sonora instantánea: Diez veces el logaritmo común del cuadrado de la
relación entre la presión sonora instantánea y la presión sonora de referencia de 20 micro-
pascales (¡.¡.Pa). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de presión sonora pico: Diez veces el logaritmo común de la relación entre la pre-
sión sonora pico y la presión sonora de referencia de 20 micropascales (¡.¡.Pa); el máximo ni-
vel de presión sonora instantánea durante un período de tiempo o acontecimiento estable-
cido. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de ruido: Igual que nivel sonoro. Habitualmente utilizado para describir el sonido no
deseado.
nivel de ruido percibido de tono corregido: El nivel de presión sonora obtenido al aña-
dir un ajuste al nivel de ruido percibido, que está relacionado con el grado de irregularidad
que puede producirse entre bandas de tercio de octava contiguas.
nivel de ruido percibido efectivo: El nivel de la integración temporal del antilogaritmo
de un décimo del nivel de ruido percibido de tono corregido de un avión que sobrevuela, con
una duración de referencia de 10 segundos. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de sensación: Para un oyente individual y un sonido especificado, la cantidad en que
un nivel de presión sonora supera el umbral de audición para ese sonido. Unidad: decibelio.
Símbolo de la unidad: dB.
nivel de señal a ruido: El nivel de la señal menos el nivel de ruido, habitualmente en de-
cibelios.
nivel de sonoridad: De un sonido, el nivel de presión sonora de una onda libre progresiva
plana con una frecuencia de 1000 Hz que se juzga como igualmente sonora que el sonido des-
conocido, cuando se presentan a oyentes con audición normal situados frente a la fuente.
Unidad: fono. Abreviatura: LL.
nivel del espectro de presión: De un sonido a una frecuencia especificada, el nivel de
presión sonora efectiva de la potencia sonora contenida dentro de una banda de 1 Hz de an-
chura, centrada en una frecuencia determinada. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
Abreviatura: PSL. Símbolo: Lps.
nivel del espectro de presión sonora: Véase nivel del espectro de presión.
nivel del umbral auditivo: Para una señal especificada, la cantidad en que el umbral de
audición de cualquiera de los oídos supera un umbral de audición estandarizado especifica-
do. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel equivalente de ruido comunitario: (1) Diez veces el logaritmo común (v.g., de base
10) del cuadrado de la presión sonora media día-tarde-noche a la presión sonora de referen-
cia de 20 micropascaIes (¡.¡.Pa). (2) El nivel sonoro equivalente con ponderación A de 24 ho-
ras, de medianoche a medianoche, obtenido después de añadir 5 dB a los niveles sonoros que
se producen entre las 19:00 y las 22:00 horas y 10 dB a los niveles sonoros que se producen
entre las 0:00 y las 7:00 horas y las 22:00 y las 24:00 horas. Unidad: decibelio. Abreviatura:
CNEL. Símbolo: Lden.
nivel medio de presión sonora len una habitación): Diez veces el logaritmo de base 10
de la relación entre el espacio y el tiempo medio de la presión sonora al cuadrado y la presión
sonora al cuadrado de referencia; se toma el espacio medio de toda la habitación, con excep-
ción de aquellas partes en que la radiación directa de cualquier fuente sonora o campo pró-
ximo de los límites tiene una influencia significativa. Unidad: decibelio. Símbolo de la uni-
dad: dB.
2.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

nivel de presión sonora de impacto: El nivel de presión sonora de impacto en la habi-


tación receptora menos 10 veces el logaritmo (de base 10) del tiempo de reverberación en la
habitación receptora, dividido entre el tiempo de reverberación de referencia.
nivel normalizado de presión sonora de impacto: Para una banda de frecuencia espe-
cificada, el nivel medio de presión sonora en una habitación receptora debido a una fuente
normalizada de impacto, menos diez veces el logaritmo (de base 10) de la relación entre una
absorción de referencia y la absorción total del sonido en la habitación receptora. La absor-
ción del sonido de referencia son 10 sabinos métricos.
nivel percentil: Para una duración establecida del período total de medición, el nivel so-
noro o nivel sonoro promediado en el tiempo que es superado el x por 100 del período total
de medición. Salvo que se especifique lo contrario, se sobreentiende la ponderación A. Si se
utilizan niveles sonoros, hay que especificar la ponderación temporal; si se utilizan niveles so-
noros equivalentes, hay que especificar el período de medición de cada muestra. Unidad: de-
cibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel pico: Nivel máximo instantáneo de un tipo establecido que se produce durante un in-
tervalo de tiempo determinado.
nivel sonoro (nivel ponderado de presión sonora): Diez veces el logaritmo común (v.g.,
de base 10) del cuadrado de la relación entre la presión sonora con ponderación de frecuen-
cia (y promedio temporal) y la presión sonora de referencia de 20 micropascales ( ..... Pa); 20
veces el logaritmo común (de base 10) de la relación entre una presión sonora determinada
(obtenida con ponderaciones normalizadas de frecuencia y exponencial de tiempo prome-
dio) y la presión sonora de referencia de 20 micropascales ( ..... Pa). Hay que especificar las
ponderaciones de tiempo y frecuencia utilizadas; de no ser así, se sobreentienden las pon-
deraciones de frecuencia A y de tiempo rápido (fast). Unidad: decibelio. Símbolo de la uni-
dad:dB.
nivel sonoro con ponderación A: El nivel sonoro obtenido mediante el uso de la ponde-
ración A. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. A menudo, el símbolo de la unidad es
seguido de la letra A entre paréntesis, v.g., dB(A), para indicar que se ha utilizado la pon-
deración A. La Tabla 1.2 presenta los valores de la ponderación A. Abreviatura: AL. Sím-
bolo: LA'
nivel sonoro con ponderación C: El nivel sonoro obtenido mediante el uso de la ponde-
ración C. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB; a menudo, el símbolo de la unidad es
seguido de la letra C entre paréntesis, v.g., dB (C), para indicar que se ha utilizado la pon-
deración C. Abreviatura: CL. Símbolo: Le.
nivel sonoro continuo equivalente (nivel sonoro promediado en el tiempo): El nivel
de un sonido estable que, en un período de tiempo establecido y en una localización deter-
minada, tiene la misma energía sonora con ponderación A que el sonido que varía con el
tiempo. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: QL. Símbolo: Leq.
nivel sonoro corregido día-noche: Diez veces el logaritmo común (v.g., logaritmo de
base 10) del cuadrado de la relación entre la presión sonora corregida día-noche y la presión
sonora de referencia de 20 micropascales ( .....Pa). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad:
dB. Abreviatura: DNL. Símbolo: Ldn'
nivel sonoro corregido día-noche anual: El nivel sonoro corregido día-noche promedia-
do para todo el año.
nivel sonoro de 8 horas: El nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A para
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.15

un período de tiempo de 8 horas. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura:


8HL. Símbolo: L8h'
nivel sonoro diurno medio: El nivel sonoro continuo equivalente para un período de 12
horas de las 7:00 a las 19:00. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: DTL.
Símbolo: L d12 •
nivel sonoro máximo con ponderación A: El mayor nivel sonoro medido en un sonó-
metro, durante un intervalo de tiempo o suceso designado, utilizando la ponderación A y el
promedio temporal rápido (fast). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura:
MXLA. Símbolo: LAma:<'
nivel sonoro medio: Véase nivel sonoro continuo equivalente.
nivel sonoro medio día-tarde-noche: Véase nivel de ruido equivalente en la comunidad.
nivel sonoro medio horario: El nivel sonoro continuo equivalente para un período de
tiempo de 1 hora, habitualmente calculado entre horas enteras. Puede identificarse por las
horas de principio y final, o sólo por la hora final. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad:
dB. Abreviatura: 1HL. Símbolo: L/h'
nivel sonoro medio nocturno: El nivel sonoro continuo equivalente, v.g., el nivel sonoro
promediado en el tiempo con ponderación A, para un período de 9 horas dividido, de las 0:00
a las 7:00 horas y de las 22:00 a las 24:00 horas. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
Abreviatura: NL. Símbolo: Ln'
nivel sonoro percibido: Una valoración del «ruido» del sonido de un avión; el nivel de
presión sonora con ponderación de frecuencia obtenido mediante un procedimiento estable-
cido, que combina los niveles de presión sonora en las 24 bandas de tercio de octava centra-
das entre 50 Hz y 10 kHz. Véase Ecuación (47.2). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad:
dB. Abreviatura: PNL. Símbolo: L PN •
nivel sonoro pico: El valor instantáneo más alto de un nivel de presión sonora normali-
zado con ponderación de frecuencia, dentro de un intervalo de tiempo establecido.
nivel sonoro pico con ponderación A: El máximo nivel sonoro instantáneo con ponde-
ración A durante un período de tiempo o suceso establecido. Unidad: decibelio. Símbolo de
la unidad: dB. Abreviatura: PKAL. Símbolo: L Apk '
nivel sonoro promediado en el tiempo (nivel sonoro continuo equivalente): Diez ve-
ces el logaritmo común (v.g., de base 10) de la relación entre el cuadrado de la presión sonora
de tiempo medio (con ponderación de frecuencia) y la presión sonora de referencia de 20 mi-
cropascales (IJ.Pa). Unidad: decibelio. Salvo que se especifique lo contrario, se sobreentiende
la ponderación A. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: QL. Símbolo: Leq.
nivel sonoro residual: El valor inferior bastante estable del nivel sonoro sobre el que se
superponen los sucesos discretos.
nivel sonoro superado por el percentil x: El nivel sonoro rápido (fast) con ponderación
A igualado o superado por un nivel sonoro fluctuante el x por 100 del período de tiempo es-
tablecido. Por ejemplo, la letra del símbolo L JO representa el nivel sonoro que es superado un
10 por 100 del período de tiempo establecido.
nivel sonoro vespertino: El nivel sonoro continuo equivalente, v.g., el nivel sonoro con
ponderación A de tiempo medio para un período de tiempo de 3 horas, de las 19:00 a las
22:00. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: EL. Símbolo: Lev.
2.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

octava: El intervalo de frecuencia entre dos sonidos cuya relación de frecuencia es 2.


oído artificial:Un aparato usado para calibrar los auriculares; el oído artificial incorpora
un micrófono calibrado para medir la presión sonora y un acoplador acústico, de manera que
la impedancia acústica global sea parecida a la del oído humano medio normal, en una banda
de frecuencia determinada. Está equipado con un micrófono para la medición de la presión
sonora desarrollada por el auricular.
onda: Una alteración que se propaga en un medio de tal manera que, en cualquier punto
del medio, la cantidad que sirve como medida de la alteración es una función del tiempo; en
tanto que, en cualquier instante, el desplazamiento en un punto es una función de su posi-
ción.
onda difractada: Una onda cuyo frente ha sido cambiado de dirección, por un obstáculo u
otra in homogeneidad en el medio, de forma distinta a la producida por la reflexión o la re-
fracción.
onda libre progresiva: Una onda que se propaga en un medio libre de los efectos de sus
límites.
ondas esféricas: Ondas cuyos frentes son CÍrculos concéntricos.
ondas estables: Ondas en que el flujo neto de energía es cero en todos los puntos.
ondas estacionarias: Ondas periódicas con una distribución fija de amplitud en el espa-
cio, que resultan de la interferencia de ondas progresivas de la misma frecuencia y tipo.
ondas planas: Ondas que tienen frentes planos; la dirección del desplazamiento de las
partículas en cada punto del medio es normal al frente de onda.
oscilación del sonido: Cualquier desviación de la frecuencia en el sonido reproducido
que resulta de un movimiento no uniforme del medio de grabación durante el registro, du-
plicación o reproducción.
pantalla antiviento: Una cubierta porosa para un micrófono, diseñada para reducir la se-
ñal eléctrica producida por el micrófono, como resultado del ruido generado por el paso del
viento sobre el micrófono.
pascal: Una unidad de presión. Símbolo de la unidad: Pa [1 pascal = 1 newton por metro
cuadrado (1 N/m 2)].
patrón direccional: De un transductor eléctrico a una frecuencia determinada en un plano
especificado, la descripción del nivel de sensibilidad en función de la dirección de propaga-
ción del sonido irradiado o incidente. Esta descripción suele darse gráficamente en coorde-
nadas polares. (Salvo que se especifique lo contrario, se sobreentiende que el eje de referen-
cia es el eje principal.)
pérdida por inserción: De un atenuador del sonido, barrera del sonido u otro elemento
diseñado para aportar reducción del sonido en una banda de frecuencia especificada, el des-
censo en el nivel de potencia sonora medido en el lugar del receptor cuando este elemento es
insertado en la vía de transmisión entre la fuente de sonido y el receptor. Unidad: decibelio.
Símbolo de la unidad: dB.
pérdida por transmisión: De una partición, para una banda de frecuencia especificada, la
diferencia entre los niveles medios de presión sonora de la habitación reverberante fuente y
la habitación receptora (expresada en decibelios), más diez veces el logaritmo de base 10 de
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.17

la relación entre el área de la partición común y la absorción total sabino en la habitación re-
ceptora. Abreviatura: TL.
pérdida por transmisión del sonido: Véase pérdida por transmisión.
periodo: De una cantidad periódica, el menor incremento de la variable independiente
para una función que se repite a sí misma.
picovatio: Una unidad de potencia igual a la millonésima de un millonésimo de vatio (v.g.,
10-12 W). Símbolo de la unidad: pW.
pistófono: Un aparato, utilizado en la calibración de micrófonos, que produce una presión
sonora conocida dentro de una cavidad cerrada mediante el movimiento de pistones; el mi-
crófono que se calibra es insertado en la cavidad.
ponderación: Una respuesta de frecuencia normalizada que aporta un sonómetro. Véase
Figura 5.7 y Tabla 1.2.
porcentaje de dosis diaria de ruido: Véase dosis de ruido.
potencia: Véase potencia sonora.
potencia de habla punta: El valor máximo de la potencia instantánea del habla dentro
del intervalo de tiempo considerado.
potencia instantánea del habla: La tasa a que se irradia la energía sonora por una fuente
de habla en un momento determinado.
potencia media del habla: Para un intervalo de tiempo establecido, la media aritmética
de la potencia sonora instantánea durante ese intervalo.
potencia sonora (de una fuente): En una banda de frecuencia determinada, la tasa por
unidad de tiempo en que la energía sonora es irradiada. Unidad: vatio. Letra del símbolo: W.
potencia sonora de referencia: La potencia sonora de referencia seleccionada por con-
vención; igual a 1 picovatio (1 pW; v.g., 10- 12 W).
presión estática: En un punto de un medio, la presión que existiría en ausencia de ondas
sonoras. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa [1 Pa = 1 newton por metro cuadrado =
10 dinas por centímetro cuadrado].
presión sonora: La raíz cuadrática media de la presión sonora instantánea durante un in-
tervalo de tiempo especificado en una banda de frecuencia determinada, salvo que se indi-
que otro proceso de promedio temporal. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora con ponderación de frecuencia: La raíz cuadrática media de la presión
sonora instantánea que es ponderada para frecuencia con una característica normalizada de
frecuencia (p. ej., A o C) y ponderada exponencialmente para tiempo de acuerdo con las ca-
racterísticas normalizadas lenta (slow, S), rápida (fast, F), impulso (1) o pico, con pondera-
ciones especificadas de acuerdo con la norma ANSI S1.4A. Hay que especificar tanto la pon-
deración de frecuencia como la de tiempo. Si no se presenta la ponderación de frecuencia, se
sobreentiende la ponderación A. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora de referencia: La presión sonora de referencia seleccionada por conven-
ción; para aire, igual a 20 micropascales (f.LPa).
presión sonora de tiempo medio (con ponderación de frecuencia): (1) La raíz cuadra-
da del cociente entre la integración temporal de las presiones sonoras instantáneas al cua-
2.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

drado con ponderación de frecuencia y el período del tiempo de integración en segundos,


para un período de tiempo de integración establecido. (2) La raíz cuadrada del cociente entre
la exposición sonora, en pascales-segundos, en un período de tiempo especificado, y el perío-
do de tiempo (establecido) de integración en segundos. Salvo que se especifique lo contrario,
se sobreentiende la ponderación A. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora efectiva: En un punto, el valor de la raíz cuadrática media (rms) de las
presiones sonoras instantáneas sobre un intervalo de tiempo seleccionado. En el caso de pre-
siones sonoras perióaicas, el intervalo seleccionado ha de ser: (1) largo en comparación con
el período o (2) un número integral de períodos. En el caso de presiones no periódicas, el in-
tervalo debe ser lo suficientemente largo como para hacer que el valor obtenido sea esen-
cialmente independiente de los pequeños cambios en la longitud del intervalo de tiempo.
presión sonora instantánea: En un punto en un medio, la diferencia entre la presión
existente en un instante especificado y la presión atmosférica. Unidad: pascal. Símbolo de la
unidad: Pa.
presión sonora máxima: En un ciclo determinado de una oscilación periódica, el valor
máximo absoluto de la presión sonora instantánea que se produce durante ese ciclo. Unidad:
pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora media día-noche: La raíz cuadrada del cociente de la exposición sonora
día-noche dividida entre 86.400 segundos (v.g., el número de segundos en un día). Unidad:
pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora media día-tarde-noche: La raíz cuadrada del cociente de la exposición
sonora día-tarde-noche dividida entre 86.400 segundos (v.g., el número de segundos en un
día). Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora pico: En un intervalo de tiempo especificado, el mayor valor absoluto de
la presión sonora instantánea, en una banda de frecuencia establecida. Unidad: decibelio.
Símbolo de la unidad: dB.
protector auditivo: Véase aparato de protección auditiva.
protector de la audición: Véase aparato de protección auditiva.
prueba de inteligibilidad del habla: Un procedimiento que mide la proporción de ele-
mentos de prueba (como silabas, palabras monosilábicas o frases) que se oyen correctamen-
te.
RAYL: Un RAYL es igual a 1 pascal por segundo por metro (Pa'seglm)
rayos sonoros: Líneas que emanan de una fuente de sonido, que se dibujan perpendicu-
lares al frente de onda, indicando la dirección de propagación del sonido.
receptor: Una persona (o personas) o equipamiento que se ve afectado por el ruido.
recogida de vibración: Véase transductor de vibración.
reducción del ruido: La diferencia en el nivel de presión sonora entre dos puntos cuales-
quiera a lo largo de una vía de propagación del sonido.
refracción: (1) El fenómeno mediante el cual la dirección de propagación de una onda so-
nora cambia como resultado de una variación espacial de la velocidad del sonido. (2) El cam-
bio angular en la dirección de una onda sonora al pasar oblicuamente de un medio a otro con
distinta velocidad de onda.
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.19

relación de amortiguación: Véase fracción de amortiguación crítica.


relación de amortiguación crítica: Véase fracción de amortiguación critica.
resistencia de flujo: La proporción entre la diferencia de la presión del aire a través de
una lámina de material poroso y el volumen del flujo de aire a través de la lámina. Unidad:
pascal por segundo por metro. Símbolo de la unidad: Pa·seglm.
resonancia: De un sistema en oscilación forzada, un fenómeno tal que cualquier cambio,
por pequeño que sea, en la frecuencia de excitación da como resultado un descenso en la res-
puesta del sistema.
respuesta rápida (fast) [(promedio temporal con ponderación exponencial rápida
Ifas"]: Véase «Promedios de tiempo», Capítulo 5.
respuesta lenta (s/owl [promedio temporal con ponderación exponencial lenta
(slowl]: Véase «Promedios de tiempo», Capítulo 5.
reverberación: La persistencia del sonido en un espacio total o parcialmente cerrado, des-
pués de que la fuente de sonido ha cesado; la persistencia es el resultado del reflejo repetido
y/o la dispersión.
ruido: (1) Sonido u otra alteración desagradable o no deseada; sonido no deseado. Por ex-
tensión, cualquier alteración no deseada dentro de una banda de frecuencia útil, como ondas
eléctricas inadecuadas en un canal o aparato de transmisión. (2) Sonido con naturaleza ge-
neral aleatoria, cuyo espectro no exhibe componentes de frecuencia claramente definidos.
ruido aleatorio: (1) El ruido cuya magnitud no puede predecirse con precisión en un mo-
mento determinado. (2) Oscilaciones debidas a la agregación de un gran número de altera-
ciones elementales con ocurrencia al azar en el tiempo. (Un ruido aleatorio cuyas magnitu-
des instantáneas se producen de acuerdo con una distribución gaussiana se denomina ruido
gaussiano aleatorio.)
ruido ambiental: El ruido envolvente asociado con un ambiente determinado en un mo-
mento específico, compuesto habitualmente del sonido de muchas fuentes en muchas direc-
ciones, próximas y lejanas; ningún sonido en particular es dominante.
ruido blanco: Un sonido cuya densidad de potencia espectral es esencialmente indepen-
diente de la frecuencia. (El ruido blanco no tiene por qué ser ruido aleatorio.)
ruido de fondo: El ruido total de todas las fuentes distintas al sonido de interés (p. ej., otro
que el sonido que se está midiendo u otra que el habla o la música que se está escuchando).
ruido de impacto: El ruido que se produce cuando colisionan dos masas.
ruido rosa: El ruido que tiene un espectro continuo de frecuencia y una potencia constante
dentro de una anchura de banda proporcional a la frecuencia central de la banda. (Por ejem-
plo, la potencia por banda octava tiene una anchura de banda constante.)
sabino: una unidad de medida de la absorción del sonido; una medida de la absorción del
sonido de una superficie. Es equivalente a un ft2 de una superficie perfectamente absorbente;
un sabino métrico es el equivalente a 1 m2 de una superficie perfectamente absorbente.
sabino métrico: Véase sabino.
sacudida (de un sistema mecánico): Una excitación no periódica de un sistema mecá-
nico que está caracterizada por ser repentina y severa y habitualmente produce un despla-
zamiento relativo significativo en el sistema.
2.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

sacudida acústica: Una lesión en el oído producida por un ruido repentino e intenso,
como el producido por una explosión o un estallido cerca de la cabeza, que produce cierto
grado de pérdida auditiva permanente o transitoria.
sacudida mecánica: Una excitación no periódica (p. ej., un movimiento de la base o una
fuerza aplicada) de un sistema mecánico que se caracteriza por ser repentina y severa y ha-
bitualmente produce un desplazamiento relativo significativo en el sistema.
sensibilidad axial: De un micrófono para una frecuencia especificada, la sensibilidad de
campo libre a las ondas sonoras de plano progresivo cuya dirección de propagación es hacia
el micrófono y a lo largo del eje principal.
sensibilidad de presión: De un transductor electroacústico a una frecuencia especificada,
la proporción entre el voltaje del circuito abierto y la presión sonora real existente sobre la
región del transductor diseñada para recibir el sonido.
sistema de grado de libertad único: Un sistema mecánico en que sólo es precisa una
coordenada para definir completamente su configuración en cualquier instante.
sonido: (1) Una alteración física en un medio (p. ej., aire) que puede ser detectada por el
oído humano. (2) Sensación auditiva excitada por una alteración física en un medio.
sonido ambiental: El sonido envolvente asociado con un ambiente determinado en un
momento específico, compuesto habitualmente del sonido de muchas fuentes en muchas di-
recciones, próximas y lejanas, incluida(s) la(s) fuente(s) de interés específico.
sonido audible: (1) Oscilaciones acústicas de tal carácter que pueden excitar la sensación
de audición. (2) Sensación de audición excitada por las ondas sonoras.
sonido directo: El sonido que llega a una localización determinada en línea directa desde
la fuente, sin ninguna reflexión.
sonido reflejado: El sonido que persiste en un espacio cerrado como resultado de refle-
xiones repetidas o dispersión; no incluye el sonido que se transmite directamente de la fuente
sin reflexiones.
sonido residual: El sonido envolvente, en un momento especificado, habitualmente com-
puesto de los sonidos de muchas fuentes en muchas direcciones, próximas y lejanas, que per-
manece en una posición determinada y una situación concreta, cuando se eliminan, se hacen
insignificantes o no se incluyen todas las fuentes discretas de sonido identificables.
sonido transmitido por la estructura: Sonido que llega al punto de interés mediante la
propagación a través de una estructura sólida.
sonido transmitido por sólidos: Véase sonido transmitido por la estructura.
sonio: Unidad de sonoridad. Un sonio es la sonoridad de un tono puro, presentado fron-
talmente, como ondas planas progresivas de 1000 Hz Yun nivel de presión sonora de 40 dB,
re 20 micropascales (¡.t.Pa).
sonómetro: Un instrumento que es utilizado para la medición del nivel sonoro, con pon-
deración de frecuencia y ponderación exponencial de tiempo promedio estandarizadas.
Abreviatura: SLM.
sonoridad: El atributo de la sensación auditiva en términos mediante los que los sonidos
pueden ordenarse sobre una escala que se extiende de bajo a alto. Unidad: sonio.
DEFINICIONES. ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.21

tapón auditivo: Un aparato de protección auditiva que se lleva dentro del canal auditivo
externo.
tasa de descenso: A una frecuencia determinada, la tasa de tiempo a la que el nivel de
presión sonora desciende en una habitación. Unidad: decibelio por segundo. Símbolo de la
unidad: dB/seg.
tiempo de ascenso del pulso: El intervalo de tiempo requerido para que el borde con-
ductor de un pulso se eleve desde una fracción pequeña especificada hasta una fracción ma-
yor determinada del valor máximo.
tiempo de reverberación: De un espacio cerrado, para un sonido de una frecuencia o
banda de frecuencia determinada, el tiempo que se requiere para que el nivel de presión so-
nora dentro de él decrezca 60 dB, después de haber cesado la fuente. Véase Ecuación (4.5).
Unidad: segundo. Símbolo de la unidad: seg. Símbolo: T 60 •
tono: (1) Una oscilación (física) del sonido capaz de elicitar una sensación auditiva que
tenga un tono. (2) Una sensación auditiva que resulta de una oscilación del sonido.
tono: El atributo de la sensación auditiva en términos del cual pueden ordenarse los soni-
dos sobre una escala que va de bajo a alto. (El tono de un sonido complejo depende funda-
mentalmente del contenido de frecuencia del sonido, así como de la presión sonora y de la
forma de onda.)
tono complejo: Ondas sonoras que contienen componentes sinusoidales de distintas fre-
cuencias.
tono puro: Una onda sonora que es una función sinusoidal simple del tiempo (véase Fi-
gura 1.3).
transductor: (1) Un aparato diseñado para recibir una señal de entrada de determinado
tipo y aportar una señal de salida de distinto tipo, de tal manera que la característica deseada
de la señal de entrada aparece en la señal de salida. (2) Véase transductor de vibración.
transductor de vibración: Un aparato que convierte la sacudida o movimiento vibratorio
en una señal eléctrica (óptica o mecánica) que es proporcional a un parámetro del movi-
miento experimentado.
transductor electroacústico: Un transductor diseñado para recibir señales eléctricas de
entrada y aportar señales acústicas de salida, o viceversa.
transmisión lateral del sonido: La transmisión del sonido desde una habitación fuente
(v.g., una habitación en que se localiza una fuente sonora) hacia una habitación receptora ad-
yacente mediante vías distintas a la partición común.
ultrasónico: Relativo a ultrasonido.
ultrasonido: Oscilaciones acústicas con una frecuencia por encima del límite superior de
frecuencia del sonido audible por el oído humano, aproximadamente 20.000 Hz.
umbral de audición (umbral de audibilidadl: Para un oyente determinado, la presión so-
nora mínima de un sonido especificado que es capaz de evocar una sensación auditiva. Se
asume que el sonido que llega al oído desde otras fuentes es insignificante. (Hay que espe-
cificar las condiciones generales de medición, por ejemplo, oír con un oído, dos oídos, en
campo libre o con auriculares.)
umbral de audición normalizado: El valor modal de los umbrales de audición para un
2.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

gran número de oyentes, con edades entre 18 y 30 años, que poseen oídos otológicamente
normales.
umbral de dolor: Para un oyente determinado, el nivel mínimo de presión sonora de un
sonido especificado que producirá una sensación definitiva de dolor en el oído.
umbral de inteligibilidad del habla: El nivel de presión sonora del habla en una banda de
frecuencia establecida a la que pueden reconocerse con claridad el 50 por 100 de las palabras
relativamente fáciles. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
umbral del dolor normal: Valor modal del umbral para el dolor de un gran número de
oyentes otológicamente normales, con edades entre 18 y 30 años.
unidad de exposición sonora: 1 pascal al cuadrado por segundo (Pa 2 ·seg).
unidad de exposición sonora día-noche: Una exposición sonora total día-noche de 1
pascal al cuadrado por segundo (1 pa 2 ·s).
unidad de exposición sonora día-tarde-noche: Una exposición sonora de día-tarde-no-
che de 1 pascal al cuadrado por segundo (1 Pa 2 ·s).
valor de pico a pico: De una cantidad oscilatoria, la diferencia algebraica entre los valores
extremos de la cantidad.
velocidad de partícula: En un campo sonoro durante un intervalo de tiempo especificado,
la raíz cuadrática media de las velocidades instantáneas de las partículas, salvo que se esta-
blezca de otra manera. Unidad: metro por segundo. Símbolo de la unidad: mlseg.
vibración: Una oscilación en que la cantidad es un parámetro que define el movimiento
del sistema mecánico.
vibración ambiental: La vibración envolvente asociada con un ambiente determinado,
compuesta habitualmente de la vibración de muchas fuentes próximas y lejanas.

SIMBOLOS y ABREVIATURAS

Además de las abreviaturas que se presentan a continuación, otras diversas para va-
rias organizaciones normativas se presentan en el Capítulo 15.

A Símbolo: Absorción total del sonido en una habitación


AAO-HNS Abreviatura: (comité de) American Academy of Otolaryngology/
Head and Neck Surgery
AAOO Abreviatura: American Academy of Ophthalmology and Oto-
laryngology
Al Abreviatura: Indice de articulación
AICUZ Abreviatura: Instalación de aire compatible con zona de uso (nor-
mas)
AL Abreviatura: Nivel sonoro con ponderación A
AMA Abreviatura: American Medical Association
AMC Abreviatura: Air Movement and Control Association
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.23

ANSI Abreviatura: American National Standards Institute


APWL Abreviatura: Nivel de potencia sonora con ponderación A
ASA Abreviatura: Acoustical Society of America
ASEL Abreviatura: Nivel de exposición sonora con ponderación A
ASRRAE Abreviatura: American Society of Heating, Refrigerating and Air
Conditioning Engineers
ASME Abreviatura: American Society of Mechanical Engineers
ASTM Abreviatura: American Society for Testing and Materials
ATS Abreviatura: Desplazamiento de umbral asintótico
c Símbolo: Velocidad del sonido
CAB Abreviatura: Civil Aeronautics Board
CEO Abreviatura: Council of Environmental Ouality
CFR Abreviatura: Código de normas federales
CRABA Abreviatura: Cornmittee on Hearing and Bio-Acustics
CL Abreviatura: Nivel sonoro con ponderación C
CNEL Abreviatura: Nivel sonoro equivalente de ruido comunitario
CNR Abreviatura: Indice de ruido compuesto
cps Símbolo de la unidad: Ciclos por segundo
CSEL Abreviatura: Nivel de exposición sonora con ponderación C
D Abreviatura: Dosis de ruido
dB Símbolo de la unidad: Decibelio
dB(A) Símbolo de la unidad: decibelio [la (A) indica el uso de la ponde-
ración Al
dB(C) Símbolo de la unidad: decibelio [la (C) indica el uso de la ponde-
ración C]
DIL Abreviatura: Pérdida por inserción dinámica
DL Abreviatura: Nivel sonoro medio diurno
DNAL Abreviatura: Nivel sonoro corregido día-noche con ponderación A
DNCL Abreviatura: Nivel sonoro corregido día-noche con ponderación C
DNL Abreviatura: Nivel sonoro corregido día-noche
DNSE Abreviatura: Exposición sonora día-noche
DOD Abreviatura: Departamento de Defensa
DTL Abreviatura: Nivel sonoro medio diurno
Símbolo: Base neperiana = 2.718***
Símbolo: Exposición sonora con ponderación A
Símbolo: Exposición sonora día-tarde-noche con ponderación de
frecuencia A
2.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Símbolo: Exposición sonora día-noche con ponderación de fre-


cuencia A
Símbolo: Exposición sonora con ponderación de frecuencia A y pe-
ríodo de tiempo de medición
Símbolo: Exposición sonora con ponderación C
Exposición sonora de referencia [400 micropascales al cuadrado
por segundo (400 J..I.pa 2 ·s)]
Es.I.A. Abreviatura: Estudio de impacto ambiental
EPA Abreviatura: Administración de Protección Ambiental
EPNL Abreviatura: Nivel de ruido percibido efectivo
f Símbolo: Frecuencia
FAA Abreviatura: Federal Aviation Administration
FAAct Abreviatura: Federal Aviation Act de 1958
FAL Abreviatura: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación A
FAR Abreviatura: Federal Aviation Regulations
FC Abreviatura: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación C
Fed.Reg. Abreviatura: Federal Register
FHWA Abreviatura: Federal Hidghway Administration
FR Abreviatura: Federal Register
FSTC Abreviatura: Clase de transmisión sonora de campo
FTL Abreviatura: Pérdida por transmisión de campo
g Símbolo: Aceleración de la gravedad
GATT Abreviatura: Tratado General sobre Tarifas y Comercio
h Símbolo de la unidad: Hora
HL Abreviatura: Nivel auditivo
1HL Abreviatura: Nivel sonoro horario
8HL Abreviatura: Nivel sonoro de 8 horas
HTL Abreviatura: Nivel de umbral auditivo
HUD Abreviatura: Department of Housing and Urban Development
HVAC Abreviatura: Calefacción, ventilación y aire acondicionado
Hz Símbolo de la unidad: Herzio
Símbolo: (-1 )112
1 Símbolo: Intensidad del sonido
IAL Abreviatura: Nivel sonoro de impulso con ponderación A
lEC Abreviatura: International Electrotechnical Commission
IIC Abreviatura: Clase de aislamiento de impacto
INCE Abreviatura: Institute of Noise Control Engineering
INR Abreviatura: Indice del ruido de impacto
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.25

Abreviatura: International Organization for Standardization


Símbolo de la unidad: Kilogramo
Símbolo: Nivel de aceleración de la vibración
Símbolo: Nivel sonoro con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro corregido día-noche con ponderación de fre-
cuencia A
Símbolo: Nivel de exposición sonora con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro continuo equivalente durante un tiempo
promedio especificado T
Símbolo: Nivel de exposición sonora con ponderación de frecuen-
cia A y período de medición T
Símbolo: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación A superado
por el x por ciento del período total de medición
Símbolo: Nivel sonoro de impulso con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro continuo equivalente de impulso con pon-
deración A
L Amax Símbolo: Nivel sonoro máximo con ponderación A durante un su-
ceso
Símbolo: Nivel sonoro pico con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro lento (slow) con ponderación A
Símbolo: Nivel sonoro promediado en el tiempo con ponderación
de frecuencia A para un período de medición T
Símbolo: Véase L AFX
Símbolo: Nivel sonoro con ponderación A para una constante ex-
ponencial de tiempo de T segundos en el momento t
Símbolo: Nivel de exposición sonora con ponderación e
Símbolo: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación e
Símbolo: Nivel sonoro lento (slow) con ponderación e
Símbolo: Nivel sonoro diurno medio
Símbolo: Nivel sonoro medio día-tarde-noche con ponderación de
frecuencia o nivel de ruido equivalente en la comunidad
Ldn Símbolo: Nivel sonoro corregido día-noche
L dny Símbolo: Nivel sonoro corregido día-noche anual
L d12 Símbolo: Nivel sonoro diurno medio
L8h Símbolo: Nivel sonoro de 8 horas
Leq Símbolo: Nivel sonoro continuo equivalente; nivel sonoro prome-
diado en el tiempo
2.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

L ET Símbolo: Nivel de exposición sonora


Lev Símbolo: Nivel sonoro vespertino medio
L¡ Símbolo: Nivel de intensidad del sonido
Ln Símbolo: Nivel sonoro medio nocturno
LN Símbolo: Nivel de sonoridad
L NP Símbolo: Nivel de contaminación de ruido
L NWE Símbolo: Nivel de emisión de potencia de ruido
L¡h Símbolo: Nivel sonoro horario
Lp Símbolo: Nivel de presión sonora
L pN Símbolo: Nivel de ruido percibido
L pNE Símbolo: Nivel de ruido percibido efectivo
L pNmax Símbolo: Nivel máximo de ruido percibido
L pNT Símbolo: Nivel de ruido percibido de tono corregido
Lps Símbolo: Nivel de espectro de presión sonora
LpT Símbolo: Nivel sonoro (de presión) de tiempo medio
Lw Símbolo: Nivel de potencia sonora
L WA Símbolo: Nivel de potencia sonora con ponderación A
LIII Símbolo: Nivel de presión sonora de banda de octava
Ll/3 Símbolo: Nivel de presión sonora de banda de tercio de octava
LIO Símbolo: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación A superado el
10 por 100 del tiempo
Símbolo: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación A superado el
50 por 100 del tiempo
L90 Símbolo: Nivel sonoro rápido (fast) con ponderación A superado el
90 por 100 del tiempo
LL Abreviatura: Nivel de sonoridad
LR Abreviatura: Nivel de reducción
m Símbolo de la unidad: Metro
MAF Abreviatura: Campo audible mínimo
MAP Abreviatura: Presión audible mínima
MXLA Abreviatura: Nivel sonoro máximo con ponderación A
N Símbolo de la unidad: Newton
N Abreviatura: Sonoridad calculada
NC Abreviatura: Nivel del ruido criterio
NEF Abreviatura: Previsión de exposición al ruido
NEL Abreviatura: Nivel de exposición al ruido
NEMA Abreviatura: National Electrical Manufacturers Association
NEPA Abreviatura: National Environmental Policy Act
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.27

NIC Abreviatura: Clase de aislamiento de ruido


NIHL Abreviatura: Pérdida auditiva inducida por el ruido
NI! Abreviatura: Indice de impacto del ruido
NIOSH Abreviatura: National Institute for Occupational Safety and Health
NIPTS Abreviatura: Desplazamiento permanente de umbral inducido por
el ruido
NL Abreviatura: Nivel sonoro medio nocturno
NPEL Abreviatura: Nivel de emisión de potencia de ruido
NPL Abreviatura: Nivel de contaminación de ruido
NPRM Abreviatura: Aviso de propuesta de regla
NR Abreviatura: Indice del ruido
NR Abreviatura: Reducción del ruido
NRC Abreviatura: Coeficiente de reducción del ruido
NRR Abreviatura: Indice de reducción del ruido
OBA Abreviatura: Analizador de banda de octava
OBSPL Abreviatura: Nivel de presión sonora de banda de octava
OSHA Abreviatura: Occupational Safety and Health Administration
OSPL Abreviatura: Nivel de presión sonora global
p Símbolo: Presión sonora
Pa Símbolo de la unidad: Pascal
PDNSE Abreviatura: Nivel de exposición sonora día-noche ponderado para
la población
PKAL Abreviatura: Nivel sonoro pico con ponderación A
PKT Abreviatura: Nivel pico de presión sonora plana
PNdB Símbolo de la unidad: Nivel sonoro percibido
PNL Abreviatura: Nivel sonoro percibido
PNR Abreviatura: Valoración del ruido del producto
PSL Abreviatura: Nivel de presión sonora del espectro
PTS Abreviatura: Desplazamiento permanente de umbral
PWL Abreviatura: Nivel de potencia sonora
QL Abreviatura: Nivel sonoro continuo equivalente
r Símbolo: Radio; distancia de la fuente
RC Abreviatura: Nivel RC
rms Abreviatura: Raíz cuadrática media
s Símbolo de la unidad: Segundo
SAE Abreviatura: Society of Automotive Engineers
SAL Abreviatura: Nivel sonoro lento (slow) con ponderación A
SCL Abreviatura: Nivel sonoro lento (slow) con ponderación C
2.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

SEL Abreviatura: Nivel de exposición sonora


SENEL Abreviatura: Nivel de exposición de un suceso único de ruido
SI Abreviatura: Inteligibilidad del habla
SIL Abreviatura: Nivel de interferencia del habla
SLM Abreviatura: Sonómetro
SPL Abreviatura: Nivel de presión sonora
STC Abreviatura: Clase de transmisión del sonido
STI Abreviatura: Indice de transmisión del sonido
t Símbolo: Tiempo
T60 Símbolo: Tiempo de reverberación
TAL Abreviatura: Nivel sonoro medio durante el tiempo T
TL Abreviatura: Pérdida por transmisión
TNI Abreviatura: Indice del ruido del tráfico
TOBSPL Abreviatura: Nivel de presión sonora de banda de tercio de octava
TPNL Abreviatura: Nivel de ruido percibido de tono corregido
TSEL Abreviatura: Nivel de exposición sonora plano
ITS Abreviatura: Desplazamiento transitorio de umbral
ITS 2 Abreviatura: ITS determinado 2 minutos después de cesar la ex-
posición al ruido
TWA Abreviatura: Nivel sonoro medio con ponderación temporal para 8
horas
TWP Abreviatura: Población total ponderada
W Símbolo: Potencia sonora
YCNEL Abreviatura: Nivel anual de ruido equivalente en la comunidad
YDNL Abreviatura: Nivel sonoro corregido día-noche anual
Símbolo: Coeficiente de absorción del sonido
a Símbolo: Decremento logarítmico
A Símbolo: Longitud de onda
p Símbolo: Densidad del aire
¡..LPa Símbolo de la unidad: micropascal
Capítulo 3
PROPAGACION DEL
SONIDO AL AIRE LIBRE

J. E. Piercy
G. A. Daigle

INTRODUCCION

La propagación del sonido en exteriores a través de la atmósfera suele originar una


disminución de nivel al aumentar la distancia entre fuente y receptor. Esta atenua-
ción es el resultado de varios mecanismos, principalmente la divergencia geométri-
ca desde la fuente de sonido, la absorción de la energía acústica por el aire a través
del que se propagan las ondas sonoras y el efecto de propagación cerca de las dis-
tintas superficies del suelo. En este capítulo se describen y evalúan estos mecanis-
mos y también la atenuación debida a la vegetación y la reflexión en los edificios.
Las condiciones atmosféricas, viento y temperatura principalmente, tienen efec-
tos importantes sobre la propagación del sonido a distancias por encima de 100 m
(300 ft). Estos efectos también se describen y especifican.
En la práctica, el problema suele ser calcular el nivel sonoro debido a una fuente
de ruido a una distancia r (que a menudo es grande) a partir de medidas disponibles
cercanas a la fuente. Con este propósito, se combinan las evaluaciones de los me-
canismos de atenuación y de los efectos atmosféricos. También se considera la efi-
cacia acústica de las barreras contra el sonido y se presentan los métodos para cal-
cular la pérdida por inserción de distintos tipos de barreras.
Lo expuesto a lo largo del capítulo corresponde a la propagación desde una
fuente puntual de sonido, a menos que se especifique lo contrario; se incluyen di-
rectrices para representar fuentes reales de esta manera. También se considera la
propagación a partir de una línea incoherente que es adecuada para predecir el rui-
do del tráfico (rodado y ferroviario).
Se comentan un número de situaciones topográficas, habitualmente explicitadas
en el título: propagación cerca del suelo en áreas abiertas, propagación del ruido del
tráfico, propagación lejos del suelo, etc. Con el fin de evitar tener que analizar ma-
terias complejas para encontrar una respuesta sencilla a un problema específico, se

3.1
3.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

debe seleccionar entre los títulos la situación más relevante para el problema. Por
ejemplo, para la propagación lejos de los obstáculos y del suelo sólo es necesario
considerar, para distancias cortas, la atenuación por divergencia, y para distancias
mayores, además la de la absorción del aire.

CALCULO DE LA ATENUACION

La atenuación total, Atotah viene dada por

Atotal = A div + Aaire + Asuelo + A mise dB (3.1)

Los primeros tres términos en la Ecuación (3.1) dan la atenuación producida por
los tres mecanismos principales: divergencia geométrica (A div ), absorción del aire
(A aire ) Y el efecto suelo (Asuelo)' Estos tres términos deben considerarse en primer
lugar en todas las situaciones porque son casi universales. El último término, A rnise ,
cubre la atenuación por mecanismos adicionales que sólo surgen en casos específi-
cos: reflexión en edificios (A refl ), propagación a través de la vegetación (Aveget) Y
propagación a través de áreas de casas (A casa )'
A continuación se presentarán distintas secciones dedicadas a la evaluación de
cada uno de los términos en la Ecuación (3.1). Hay que contemplar cada término de
forma independiente, salvo que haya instrucciones específicas de hacer lo contrario;
hay que evaluarlos por separado, como si los demás estuvieran ausentes y luego su-
mar los resultados para obtener Atotah como muestra la Ecuación (3.1). La atenua-
ción que resulta de la difracción alrededor de una barrera se ha omitido de la Ecua-
ción (3.1) porque habitualmente interactúa con Asuelo' La evaluación del
funcionamiento de la barrera se trata más adelante (véase «Pérdidas por inserción
de barreras»).
En general, es necesario calcular la atenuación de todas las bandas de octava de
ruido por separado porque, a menos que se especifique de otra manera, la atenua-
ción de cada término en la Ecuación (3.1) depende de la frecuencia. Los términos
individuales de atenuación de la Ecuación (3.1) evaluados en un punto determinado
pueden ser positivos, representando un descenso de nivel, o negativos, implicando
un aumento.

Atenuación por divergencia geométrica (A,¡¡v)

La divergencia geométrica es la expansión esférica de la energía acústica en campo


libre a partir de una fuente puntual, como se describe en el Capítulo 1 (véase Figura
1.2). Se desprende de la Ecuación (1.10) que la atenuación debida a la divergencia,
A div , viene dada por

A div = 20 10gIo r + 10,9 - e dB (3.2a)

donde r es la distancia desde la fuente puntual en metros y e es un término de co-


PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.3

rrección pequeño que puede obtenerse a partir de la Figura 1.11. Si r está en pies, la
ecuación correspondiente es

A div = 20 10glO r + 0,6 - e dB (3.2b)

Nótese que estas expresiones no dependen de la frecuencia.


El término 20 10glO de la Ecuación (3.2) significa que un nivel sonoro decrece
6 dB cada vez que se dobla la distancia desde la fuente o, de forma equivalente,
20 dB cada vez que la distancia se multiplica por 10.

Atenuación resultante de la absorción del aire (A.lr.)

A medida que el sonido se propaga a través de la atmósfera, su energía se convierte


gradualmente en calor (el sonido es absorbido) mediante varios procesos molecu-
lares denominados absorción del aire. La atenuación del sonido debida a la absor-
ción del aire durante la propagación, A aire , a través de una distancia de d metros,
viene dada por

A aire = ad/1oo dB (3.3)

donde a es el coeficiente de atenuación del aire en decibelios por kilómetro. El coe-


ficiente de atenuación depende en gran medida de la frecuencia y la humedad re-
lativa y, en menor medida, de la temperatura, como muestran los valores! de la Ta-
bla 3.1. También depende ligeramente de la presión ambiental, lo suficiente como
para notarse con cambios de altitud grandes (miles de metros), pero no con cambios
climatológicos. Por ejemplo, a una temperatura de 30 oC y una humedad relativa
del 50 por 100, la atenuación es 3,6 dB/km a una frecuencia de 500 Hz. Por tanto, a
una distancia de 100 m es despreciable (0,36 dB); sin embargo, a una distancia de
10.000 m es 36 dB. Estos resultados ilustran que la absorción del sonido en el aire
puede ser insignificante para distancias cortas desde la fuente (distancias inferiores
a varios cientos de metros), salvo para frecuencias muy altas (por encima de
5000 Hz). A distancias grandes, donde la atenuación por absorción del aire es sig-
nificativa para todas las frecuencias, el nivel sonoro ha de calcularse en función de
las frecuencias a la temperatura y humedad relativa especificadas.
El coeficiente de atenuación del aire para valores de temperatura y humedad re-
lativa (o frecuencia) intermedios respecto de los que muestra la Tabla 3.1 puede ob-
tenerse mediante interpolación. (Véase el ejemplo en «Propagación muy alejada
del suelo».)

Atenuación debida al suelo (A.....o)


Por encima de un suelo plano reflectante (véase Figura 3.1), el sonido llega a un re-
ceptor R desde una fuente S a través de dos vías: directamente a través de una tra-
yectoria rd y mediante la reflexión desde el suelo, a través de la trayectoria rr. La
atenuación Asueto es el resultado de la interferencia entre el sonido directo y el re-
3.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 3.1. Coeficiente de atenuación del aire, dB/km, para una presión ambiental
de 101,3 kPa (una atmósfera normal a nivel de mar) para la propagación del sonido al
aire libre

Frecuencia, Hz
Temperatura Humedad relativa, % U5 250 500 1000 2000 4000

30°C 10 0,96 1,8 3,4 8,7 29 96


(86°F) 20 0,73 1,9 3,4 6,0 15 47
30 0,54 1,7 3,7 6,2 12 33
50 0,35 1,3 3,6 7,0 12 25
70 0,26 0,96 3,1 7,4 13 23
90 0,20 0,78 2,7 7,3 14 24

20°C 10 0,78 1,6 4,3 14 45 109


(68 °F) 20 0,71 1,4 2,6 6,5 22 74
30 0,62 1,4 2,5 5,0 14 49
50 0,45 1,3 2,7 4,7 9,9 29
70 0,34 1,1 2,8 5,0 9,0 23
90 0,27 0,97 2,7 5,3 9,1 20

10°C 10 0,79 2,3 7,5 22 42 57


(50°F) 20 0,58 1,2 3,3 11 36 92
30 0,55 1,1 2,3 6,8 24 77
50 0,49 1,1 1,9 4,3 13 47
70 0,41 1,0 1,9 3,7 9,7 33
90 0,35 1,0 2,0 3,5 8,1 26

O°C 10 1,3 4,0 9,3 14 17 19


(32°F) 20 0,61 1,9 6,2 18 35 47
30 0,47 1,2 3,7 13 36 69
50 0,41 0,82 2,1 6,8 24 71
70 0,39 0,76 1,6 4,6 16 56
90 0,38 0,76 1,5 3,7 12 43
Fuente: De acuerdo con la Referencia 1.

flejado por el suelo y depende en gran medida del tipo de superficie de este último,
el ángulo de rozamiento ljI, la diferencia de longitud de los recorridos (rr - rd) Y la
frecuencia del sonido.

Clasificación de las superficies del suelo. Las superficies del suelo pueden clasi-
ficarse, para el caso de ángulos de rozamiento inferiores a 20°, de acuerdo con sus
propiedades acústicas (lo cual cubre la mayoría de los problemas de propagación de
sonido en exteriores) de la siguiente manera:

1. Suelo duro: Pavimento de asfalto u hormigón, agua y todas las demás super-
ficies que tengan poca porosidad. Por ejemplo, el suelo apisonado que a me-
nudo rodea los centros industriales puede considerarse como suelo duro.
2. Suelo blando: El suelo cubierto por hierba, árboles u otra vegetación y todos
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.5

_-"/'O
R
h,
~r----7~~------~----P
h.
I

FIGURA 3.1. Vías de propagación entre la fuente Sy el receptor R. El rayo directo es


fdY el rayo reflejado por el plano PIque efectivamente surge de la imagen de la fuente
1) es f,.

los suelos porosos adecuados para el crecimiento de vegetación, tales como


las tierras cultivables.
3. Suelo muy blando: Las superficies muy porosas, como el suelo cubierto de
nieve, agujas de pino o material suelto semejante.
4. Suelo mixto: Una superficie que incluye áreas duras y blandas.

Cálculo de la atenuación del suelo para un caso especial. En las siguientes con-
diciones específicas:
• la propagación se produce sobre un suelo que es totalmente, o casi totalmen-
te, acústicamente blando;
• el espectro de ruido es particularmente amplio y gradual, como suele ocurrir
con fuentes importantes de ruido compuestas de muchas fuentes contribuyen-
tes distintas, por ejemplo, plantas industriales o arterias de tráfico rodado;
• el espectro de ruido no contiene componentes destacados de frecuencias dis-
cretas;
• sólo es de interés el nivel sonoro con ponderación A en la posición del recep-
tor,
el cálculo de la atenuación del suelo es mucho más simple que la del caso general.
En las condiciones anteriores, la atenuación del suelo es independiente de la fre-
cuencia y viene dada por

Asuelo = 4,8 - (2h m /r)(17 + 300/r) dB (3.4)

donde r es la distancia entre la fuente y el receptor en metros y hm es la altura media


del camino de propagación por encima del suelo en metros [para suelo plano, h m =
(h s + h,)/2]. Los valores negativos de Asuelo, obtenidos a partir de la Ecuación (3.4),
no son significativos y deben ser reemplazados por ceros.
Para un ejemplo de este cálculo véase «Pérdidas por inserción de barreras».

Cálculo de la atenuación del suelo para distancias cortas [r < 100 m


(300 Jt)J. Para la propagación a corta distancia, donde los rayos acústicos pueden
aproximarse a líneas rectas como las de la Figura 3.1, los valores de la atenuación
del suelo se presentan en la Tabla 3.2 para distintos valores de bandas de octava,
para las categorías de la superficie del suelo duro, blando y muy blando, y un rango
de los valores prácticos de la configuración geométrica. La atenuación en posicio-
3.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 3.2. Valores para la atenuación del suelo, .4.U810' en decibelios para propaga-
ción a corta distancia [r< 100 m (300 ft)]

Suelo duro (asfalto, hormigón), h, = 1,8 m

-6,0 -3
l ·1
1 1 1 1 1 1 1

-2 ~

-1
\

,1
\ , 1 '"""""'
1" r¡. ~.J.
2 3 4 5 10
r/rd

Frecuencia, Hz
Altura de la fuente,
m Distancia, m U5 250 500 1000 2000 4000
Suelo duro (asfalto, hormigón)

0,01 10 -5,7 -5,0 -3,6 -1,4 1,1 4,1


20 -5 16 -4,6 -1,8 1,9 5,1 8,5
40 -5,5 -3,9 -1,4 6,7 10,1 13,7
60 -5,4 -3,3 4,2 9,8 13,2 16,9
80 -5,4 -2,7 6,8 12,2 15,5 19,3
100 -5,3 -2,2 9,2 14,0 17,4 21,1
0,3 10 -5,4 -4,3 -0,9 5,9 -2,5 -1,9
20 -5,4 -4,0 -0,1 6,3 -0,1 -3,0
40 -5,4 -3,4 2,9 10,2 4,1 -2,9
60 -5,3 -2,8 5,8 13,1 7,1 -0,4
80 -5,2 -2,2 8,4 15,3 9,3 1,7
100 -5,2 -1,7 10,8 17,1 11,1 3,4
1,2 10 -4,0 2,0 0,1 -3,0 -3,0 -3,0
20 -4,8 -1,9 7,5 -2,7 -3,0 -3,0
40 -4,9 -2,1 6,9 0,5 -3,0 -3,0
60 -4,9 -1,6 9,1 2,9 -3,0 -3,0
80 -4,8 -1,0 11,6 4,8 -2,8 -3,0
100 -4,8 -0,5 13,8 6,4 -1,5 -3,0

nes intermedias a las que presenta la tabla puede obtenerse mediante interpolación
o consultando la Referencia 3. La atenuación que aparece para la nieve es para una
capa de más de 10 cm (4 pulgadas) de grosor. En caso de que la capa sea más fina,
la atenuación en las tres bandas de octava más bajas puede ser algunos decibelios
superior.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.7

TABLA 3.2. Valores para la atenuación del suelo, A"uelo, en decibelios para propaga-
ción a corta distancia [r< 100 m (300 ft)) (Continuación)

Frecuencia, Hz
Altura de la fuente,
m Distancia, m 125 250 500 1000 2000 4000
Suelo blando (césped, vegetación), h, =
1,8 m
(rr - rd) <C todos A. (rr - rd) >- todos A.
0,01 10 -3,1 0,8 3,9 6,0 7,3 7,0
20 -1,5 5,2 8,6 10,9 12,3 11,9
40 1,4 11,1 14,0 16,3 17,7 17,3
60 3,9 14,8 17,3 19,6 21,0 20,7
80 6,2 17,3 19,7 22,0 23,4 23,1
100 8,4 19,3 21,6 23,8 25,3 24,9

0,3 10 -2,3 2,8 5,0 -0,8 -3,0 -3,0


20 -0,8 7,0 9,1 2,9 -2,9 -3,0
40 2,0 12,8 14,2 7,9 1,4 -3,0
60 4,6 16,5 17,5 11,2 4,5 -1,3
80 6,9 19,0 18,2 13,5 6,8 0,8
100 9,1 21,0 21,7 15,4 8,6 2,6
1,2 10 0,1 4,5 -2,5 -2,5 -2,5 -2,5
20 0,9 7,0 -0,7 -3,0 -3,0 -3,0
40 3,6 11,6 3,3 -3,0 -3,0 -3,0
60 6,3 14,8 6,3 -0,6 -3,0 -3,0
80 8,7 17,1 8,5 -1,5 -3,0 -3,0
100 10,9 18,9 10,3 3,2 -2,6 -3,0

Para la propagación por encima del suelo mixto, la atenuación de cada banda de
octava puede estimarse de la siguiente manera. Primero se calcula la atenuación
para el caso de suelo duro entre la fuente y el receptor. Luego se calcula nuevamen-
te la atenuación para el caso de suelo blando entre la fuente y el receptor. La ate-
nuación Asuelo es entonces el valor intermedio de los dos resultados de acuerdo con
la proporción de suelo blando y duro.
Para un ejemplo de este cálculo, véase «Propagación cerca del suelo en áreas
abiertas».

Cálculo de la atenuación del suelo para largas distancias. Para la propagación a


gran distancia, la atenuación se calcula asumiendo que las condiciones atmosféricas
son favorables a la propagación, lo que significa que el rayo desde la fuente al re-
ceptor es refractado hacia abajo, como se describe y especifica en «Efectos del vien-
to y la temperatura». La atenuación del suelo sigue siendo fundamentalmente el re-
sultado de la interferencia entre el rayo directo y el reflejado por el suelo, del tipo
mostrado en la Figura 3.1, pero el rayo curvado asegura que la atenuación está de-
terminada fundamentalmente por las superficies del suelo cerca de la fuente y cerca
del receptor. El siguiente métod02 para calcular Asuelo se ajusta a esta situación. A

J
3.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

distancias inferiores a 100 m (300 ft), los resultados obtenidos a partir de este mé-
todo no se diferencian significativamente de los de la Tablá 3.2 y pueden, por tanto,
utilizarse ambos métodos. Las pequeñas diferencias pueden atribuirse a las distintas
condiciones atmosféricas.
La superficie del suelo entre la fuente y el receptor se divide en tres zonas (como
muestra la Figura 3.2) y a cada una de ellas se le asigna un factor de suelo:
1. La zona de la fuente abarca una distancia de 30 h" desde la fuente S hacia el
receptor R, con un máximo de r (donde hs es la altura de la fuente y r es la dis-
tancia entre la fuente y el receptor).
2. La zona del receptor abarca una distancia de 30 h" desde el receptor hacia
atrás, con un máximo de r (donde h, es la altura del receptor).
3. La zona media se sitúa entre las zonas de la fuente y del receptor. Si r < 30
(h s + h,), entonces las zonas de la fuente y el receptor se solapan y no existe
zona media.
El factor del suelo G de cada zona es:
Suelo duro: G = O
Suelo blando: G = 1
Suelo muto: G es igual a la proporción del suelo que es blando.
(No hay valor disponible para el suelo muy blando.)
Para calcular la atenuación del suelo en cualquier banda de octava, se emplea la
Tabla 3.3 de la siguiente manera:
Paso l. Se calcula el componente de atenuación As para la zona de la fuente uti-
lizando el factor de suelo G para esta zona como se ha descrito anteriormente.
Paso 2. Se calcula el componente de atenuación A, para la zona del receptor em-
pleando el factor de suelo G para esa zona.
Paso 3. Si r > 30(h s + h,), se calcula el componente de atenuación Am para la
zona media usando el factor de suelo G para esa zona.
Paso 4. La atenuación total del suelo para cualquier banda de octava es la suma
de los tres componentes de atenuación; o sea,

Asuelo = As + A, + Am (3.5)

Para un ejemplo de este cálculo véase «Propagación cerca del suelo en áreas abier-
tas».
r

r¡.-----_.'~,
3Qh,
hJj-'S --'1
'" 30 hs
R

f ~::f'~~"'~~'t I If
l--zo-n-a-d-e-11'------Z-o-n-a-m-e-d-¡a-----' : ~ona del recepto~
la fuente'

FIGURA 3.2. Tres zonas entre la fuente Sy el receptor Rseparados por una distancia
r, empleadas para determinar la atenuación del suelo, A.uelo, a grandes distancias.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.9

TABLA 3.3. Expresiones empleadas en el cálculo de la atenuación del suelo (Alu • lo )


en bandas de octava, en decibelios, para distancias largas [véase Ecuación (3.5)].
G es el factor de suelo, H es la altura y r es la distancia entre la fuente y el receptor. Los
subíndices s, r y m indican zonas de fuente, receptor y media, respectivamente. (Véa-
se Figura 3.2.) Elfactore es igual a (1 - [30(h. + h,)/rll

Frecuencia de banda
de octava, Hz AsoA"dB Am,dB
63 -1,5 -3e
125 (a· G) - 1,5 -3e(1 - G)
250 (h· G) - 1,5 -3e(1 - G)
500 (e' G) - 1,5 -3e(1 - G)
1000 (d· G) - 1,5 -3e(1 - G)
2000 (1· G) - 1,5 -3e(1 - G)
4000 (1· G) - 1,5 -3e(1 - G)
8000 (1· G) - 1,5 -3e(1 - G)
Altura de la fuente o el receptor, m
Distancia, m 0,5 1,5 3,0 6,0 >10,0
Factor a
50 1,7 2,0 2,7 3,2 1,6
100 1,9 2,2 3,2 3,8 1,6
200 2,3 2,7 3,6 4,1 1,6
500 4,6 4,5 4,6 4,3 1,6
>1000 7,0 6,6 5,7 4,4 1,7
Factor b
50 6,8 5,9 3,9 1,7 1,5
100 8,8 7,6 4,8 1,8 1,5
>200 9,8 8,4 5,3 1,8 1,5
Factor c
50 9,4 4,6 1,6 1,5 1,5
100 12,3 5,8 1,7 1,5 1,5
>200 13,8 6,5 1,7 1,5 1,5
Factord
50 4,0 1,9 1,5 1,5 1,5
>100 5,0 2,1 1,5 1,5 1,5

Angulos de rozamiento grandes. Para ángulos de rozamiento superiores a 30°,


que suelen presentarse habitualmente en distancias cortas, los suelos blandos y muy
blandos se convierten en buenos reflectores del sonido. Por ello, en este caso, se
debe obtener Asuelo mediante los valores de la Tabla 3.2 para suelo duro.

J
3.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Otros tipos de atenuación (Am .... )

El término A misc de la Ecuación (3.1) cubre las contribuciones a la atenuación de los


efectos que no se incluyen en los métodos generales para calcular A div , Aaire, Asuelo,
descritos anteriormente. Estas contribuciones son Aref), el efecto de la reflexión de
las paredes de los edificios o de superficies verticales próximas; Avegeh la atenuación
cuando el sonido se propaga a través de la vegetación; y Acasa, la atenuación cuando
el sonido se propaga a través de áreas de casas.

Atenuación debida a la reflexión (Aren). La energía que llega al receptor debida


a la reflexión sobre una superficie más o menos vertical, como la pared exterior de
un edificio, aumenta la energía sonora que va directamente de la fuente al receptor.
Para este caso, la atenuación debida a la reflexión, Aref), puede evaluarse de la mis-
ma manera que el valor para Asuelo descrito anteriormente. Con esta finalidad, su-
pongamos que la Figura 3.1 representa una visión en que el plano P es la superficie
exterior de un muro. Esta superficie suele ser acústicamente dura y el valor A refl
puede obtenerse a partir de la Tabla 3.2 para suelo duro, de acuerdo con la diferen-
cia en longitud de recorrido entre rd, el rayo directo de la fuente S al receptor R, y
r" el rayo reflejado (que parece surgir de una fuente imagen 1).
Obsérvese que:
1. Para ser un reflector razonablemente eficiente, la superficie ha de ser plana
en el punto de reflexión, al menos para una distancia de aproximadamente
una longitud de onda del componente de menor frecuencia del sonido en
cuestión.
2. Arefl tendrá signo negativo, ya que la reflexión aumenta el nivel.
3. Si hay más de una superficie reflectante, puede haber más de un término en
Arefl. Véase el ejemplo descrito más adelante.

Atenuación debida a la vegetación (A veget )' Arboles y arbustos no son buenas ba-
rreras contra el ruido, ya que como pantalla aportan muy poca atenuación. Al man-
tener el suelo poroso, sus raíces sí aportan cierta atenuación por efecto suelo. Por
tanto, la principal contribución de la vegetación no es una atenuación de barrera,
sino una atenuación de suelo, que es inherente al cálculo de Asuelo (ver «Clasifica-
ción de superficies del suelo»). Sin embargo, si la vegetación es suficientemente
densa como para obstruir completamente la visión y si también intercepta la vía de
propagación acústica, se produce una atenuación adicional debida a la propagación
a través de ella. Un seto, un grupo de arbustos, una banda de vegetación que crezca
naturalmente o un bosque son ejemplos de vegetación densa. No se produce ate-
nuación mediante ramas desnudas o troncos de árboles.
La atenuación adicional (Aveget) de la propagación a través de cada metro de ve-
getación densa se presenta en la Tabla 3.4 para las frecuencias de cada banda de oc-
tava. No debe tenerse en cuenta una longitud de propagación superior a 200 m
(650 ft) a través de la vegetación. Véase «Efectos del viento y la temperatura».

Atenuación en zonas edificadas (A casa ). Consideremos la propagación del sonido


PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.11

TABLA 3.4. Atenuación debida a la propagación a través de la vegetación

Frecuencia central de banda de octava, Hz


31,5 63 125 500 1000 2000 4000 8000
Avegeh dB/m 0,02 0,02 0,03 0,04 0,05 0,06 0,08 0,12

a través de una zona edificada con casas individuales. El siguiente método de cálcu-
102 permite variar la densidad de edificaciones incluyendo áreas urbanas y subur-
banas.
Un valor de atenuación Acasa debido a la presencia de edificios se calcula en pri-
mer lugar a partir de

Acasa = 0,1 BSb (3.6)

donde Sb es la longitud del camino acústico a través de la zona de viviendas, y B, la


densidad de edificación a lo largo de la misma, que viene dada por

B = área total de suelo con casas


(3.7)
área total del suelo

Este valor de Acasa es independiente de la frecuencia.


La atenuación debida al suelo sin casas, A sue1o , se calcula entonces a partir de la
Ecuación (3.4). Se comparan los valores calculados para Acasa YA sue10 Yel menor se
iguala a cero. El otro valor se inserta en la Ecuación (3.1).
Nótese que la atenuación medida para la propagación del sonido a través de
áreas edificadas depende claramente de la situación. El método anterior de cálculo
produce un valor medio. Para mediciones individuales se pueden producir desvia-
ciones de hasta 10 dB.

Ejemplo: Cálculo de la atenuación total

Supongamos que la Figura 3.1 representa una visión en planta; una taladradora
(asumida como fuente puntual) opera sobre una calle pavimentada en el punto S,
un micrófono se encuentra en R y un muro en P; no hay otras superficies reflectan-
tes cercanas; rd = 50 m (150 ft), hs = 10 m (30 ft) y h r = 20 m (60 ft); las alturas efec-
tivas de la fuente y el micrófono sobre el pavimento son 0,3 m (1 ft) Y 1,2 m (4 ft),
respectivamente; el espectro de ruido de la taladradora se extiende desde 100 Hz a
2000Hz.
La atenuación total viene dada por la Ecuación (3.1), donde, en este caso,
Amisc = Aren· Por tanto, Atotal = A div + A aire + Asueto + Aren·

1. A partir de la Ecuación (3.2), la atenuación debida a la divergencia se calcula


como A div = 11 + 20 log 50 = 45 dB.
2. A partir de la Tabla 3.1, la atenuación debida a la absorción del aire puede
considerarse insignificante para todas las frecuencias relevantes, así A aire = O.

J
- ~- -- --~ _.'-------------

3.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

3. A continuación, se calcula la atenuación debida al efecto suelo. El valor de


(rr - rd) para los rayos directo y reflejado por el suelo es 0,014 m (0,05 ft). La
longitud de onda más corta del ruido es 0,2 m (0,6 ft). Por tanto, a partir de la
Tabla 3.2 para suelo duro, Asuelo = -6 dB para todas las frecuencias en el es-
pectro.
4. A continuación, se calcula el efecto de la reflexión sobre el muro. La distan-
cia recorrida por el ruido reflejado sobre el muro del edificio es 58,3 m; por
tanto (rr - rd) = 8,3 m (27,2 ft). La longitud de onda máxima es 3,3 m (10 ft),
que es inferior a la diferencia de longitud entre los rayos y, por tanto, a partir
de la Tabla 3.2 para suelo duro con (r ,Jrd) = (58,3/50) = 1,17, A refl = -2,4 dB.
5. La atenuación total Atotal = 45 + O - 6 - 2,4 = 36,6 dB, para todas las fre-
cuencias de interés.

EFECTOS DEL VIENTO Y LA TEMPERATURA

La propagación del sonido cerca del suelo para distancias horizontales inferiores a
100 m (300 ft) es esencialmente independiente de las condiciones atmosféricas; en
este caso la atmósfera puede considerarse homogénea y los rayos sonoros aproxi-
madamente como líneas rectas, como muestra la Figura 3.1. Las condiciones atmos-
féricas suelen ser un factor fundamental para distancias mayores. La humedad re-
lativa y la temperatura ambiental tienen un efecto sustancial sobre la atenuación de
frecuencias altas a grandes distancias debida a la absorción del aire (ver Tabla 3.1).
Sin embargo, el efecto principal es el de la refracción (un cambio en la dirección de
las ondas sonoras) producida por los gradientes verticales del viento y la tempera-
tura3 •
Durante el día, la temperatura del aire desciende regularmente al aumentar la
altura por encima del suelo, una condición denominada gradiente de temperatura.
Por contra, durante la noche, la temperatura suele descender al descender la altura
(debido a la radiación fría de la superficie del suelo), una condición conocida como
inversión térmica, que puede extenderse 100 m o más por encima del suelo durante
la noche. Los rayos que aparecen representadas en la Figura 3.3 mediante líneas a

FUENTE __
'-..x-::----_
...
(a)
ZONA DE SOMBRA

FUENTE " /. á)
_
-~-------~
)IO~::

(b)

FIGURA 3.3. Refracción del sonido (a) cuando la propagación es con el viento des-
cendente o bajo condiciones de inversión de temperatura y (b) cuando la propagación
es con el viento ascendente o bajo condiciones de gradiente de temperatura.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.13

trazos muestran la dirección de la pr.opagación del sonid.o en presencia de gradien-


tes verticales de viento y temperatura.
El sonido se refracta (flexiona) hacia abaj.o, com.o muestra la Figura 3.3a, cuan-
do la pr.opagación es con viento descendente, .o durante las inversiones de tempe-
ratura. Estas c.ondiciones de refracción hacia abajo son favorables a la pr.opagación,
produciendo una atenuación mínima debida a vari.os factores. El s.onid.o se refracta
hacia arriba, c.om.o muestra la Figura 3.3b, cuand.o la propagación es c.on vient.o as-
cendente, .o durante condiciones de lapso de temperatura. La refracción hacia arri-
ba suele producir una zona de sombra cerca del suel.o, como muestra la figura, dan-
do como resultad.o una atenuación adicional que habitualmente alcanza 20 dB .o
más.
Las condiciones favorables a la propagación (com.o en la Figura 3.3a) son am-
bientalmente relevantes (véase «Cálculo de niveles»). También c.onstituyen c.ondi-
ciones de propagación estable, adecuadas para medidas repr.oducibles: la atenua-
ción aquÍ es relativamente insensible a pequeñ.os cambios en las condiciones
atmosféricas. Por estas razones, restringir la atenuación a las c.ondiciones atm.osfé-
ricas favorables a la propagación, especificadas a continuación, se ha convertido en
práctica habitual en la descripción del ruido ambienta12,4:
• Dirección del viento, s.opland.o de la fuente al receptor, dentro de un ángulo
de 45° de la vía que conecta el centro de la fuente de sonid.o y el centr.o del
área especificada.
• Velocidad del vient.o entre aproximadamente 1 y 5 mis (3 y 15 ft/s), tomada a
una altura de entre 3 y 11 m (10 y 36 ft) p.or encima del suelo.
• Propagación (en cualquier dirección próxima a la horizontal) bajo una inver-
sión de temperatura bien desarrollada.
Esta práctica se sigue para el cálculo de los niveles y atenuación del s.onido a dis-
tancias de pr.opagación superiores a 100 m (300 ft). El cálcul.o de la atenuación del
suel.o mediante la Tabla 3.3 es para estas condiciones atmosféricas específicas. Bajo
éstas, el ray.o directo entre la fuente y el recept.or puede aproximarse mediante el
arco de un círcul.o de 5000 m (16,000 ft) de radi.o, como muestra la Figura 3.4, y hay
que calcular la longitud de la propagación a través de la vegetación (o edificación),
utilizada en el cómputo de Aveget (A casa ), sobre este arco, como ilustra la Figura 3.4.
La atenuación calculada para grandes distancias de propagación (cientos de me-
tros o más) sólo es aplicable a la media de las c.ondiciones fav.orables de propaga-
ción, como se especificó anteriormente. La convergencia atm.osférica puede pro-

FIGURA 3.4. La atenuación debida a la propagación a través de la vegetación au-


menta linealmente con la distancia 5 dentro de la vegetación; 5 = 51 + S:z. El radio del
rayo curvado es 5000 m.
3.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ducir desviaciones de la media de hasta ± 20 dB. La convergencia, que está


producida por la refracción no uniforme en que un gran volumen de la atmósfera
actúa como una lente acústica, puede durar más de una hora y por tanto afectar a las
medidas individuales, pero, para una valor medio, estas desviaciones se compensa-
rán unas con otras.

CALCULO DE NIVELES

Dado que el nivel sonoro con ponderación A en un receptor exterior varía con el
tiempo, la medida estándar4 del ruido ambiental suele ser su media (energética), el
nivel de ruido continuo equivalente L eq , que se especifica a lo largo de un período
de tiempo T. Esta sección describe el procedimiento para calcular el valor del Leq
producido por una fuente puntual de sonido en un receptor exterior situado a una
distancia r (que puede ser grande), a partir de las medidas acústicas disponibles pró-
ximas a la fuente.

Método general

En primer lugar, se calculan los valores de atenuación de los distintos mecanismos


(A div , A aire , etc.) mediante los métodos descritos anteriormente en este capítulo
para cada banda de octava de sonido. Estos números se suman entonces para pro-
ducir la atenuación total A total para la banda de octava utilizando la Ecuación (3.1).
A continuación se calcula el nivel de presión sonora de banda de octava Lp en el re-
ceptor, promediado para el tiempo T, usando la fórmula

(3.8)

donde Lw es el nivel de potencia sonora efectivo de la fuente puntual en esa banda


de octava (definida respecto a condiciones de campo libre con unidades de decibe-
lios re 1 picovatio). La evaluación de Lw en la Ecuación (3.8), en términos de me-
didas acústicas próximas a la fuente, viene dada a continuación en «Especificación
de fuente».
El procedimiento descrito anteriormente se repite entonces para todas las ban-
das de octava con contribución apreciable al nivel sonoro medio Leq con pondera-
ción A en el receptor. Por último, se obtiene un valor de Leq en el receptor mediante
la combinación de estas contribuciones, como muestra la Tabla 1.4.

Limitaciones del uso del método general. Para distancias r inferiores a 100 m,
dado que la propagación es esencialmente independiente de las condiciones atmos-
féricas, el cálculo servirá para un Leq con prácticamente cualquier valor de prome-
dio temporal T, que puede elegirse debido a otras consideraciones, como la varia-
ción en la emisión de la fuente. Sin embargo, para distancias superiores a 100 m,
donde el nivel sonoro depende de las condiciones atmosféricas, las predicciones se
restringen a: (1) condiciones favorables a la propagación3 (esto es, propagación con
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.15

viento descendente o bajo una inversión de temperatura) y (2) un promedio tem-


poral de aproximadamente 1 hora (suficientemente prolongado como para prome-
diar diversas alteraciones individuales, como una ráfaga de viento o el sol ocultán-
dose tras una nube, pero no suficientemente largo como para que las condiciones
meteorológicas subyacentes cambien de forma indebida). (Véase anteriormente
«Efectos del viento y la temperatura».)

Método directo

El método general descrito anteriormente ha de emplearse cuando se precisa un ni-


vel sonoro con ponderación A con una precisión razonable (aproximadamente
1 dB) en presencia de atenuaciones que dependen de la frecuencia. Este es el caso
habitual. Sin embargo, a veces surgen situaciones en las que sólo los términos de
atenuación independientes de la frecuencia son relevantes [como A div calculado
mediante la Ecuación (3.2), Asuelo calculado mediante la Ecuación (3.4) YAcasa cal-
culado mediante la Ecuación (3.6)]. En tales casos es posible calcular el" nivel sonoro
con ponderación A directamente y mucho más fácilmente, mediante una secuencia
única de cálculos del tipo descrito anteriormente en el método general, en lugar de
la secuencia múltiple usando los niveles de banda de octava. La Ecuación (3.8) to-
davía puede usarse para este cálculo, pero con los términos re interpretados de la si-
guiente manera: Atotal es la atenuación total independiente de la frecuencia obteni-
da a partir de la Ecuación (3.1); Lw se convierte en el nivel de potencia sonora
efectiva con ponderación A de la fuente (que puede obtenerse como muestra la Ta-
bla 1.5); L eq , el nivel sonoro medio con ponderación A, reemplaza al nivel medio de
banda de octava en estos cálculos. (Las limitaciones en el uso de este método inclu-
yen las citadas anteriormente para el método general.)
Para la estimación, con menor precisión, mediante este método, es posible apro-
ximar un término de atenuación dependiente de la frecuencia mediante el valor
para la banda de octava dominante (a menudo la de 500 Hz). Véase el ejemplo para
atenuación mediante una barrera gruesa en «Pérdida por inserción de barreras».

Niveles medios en períodos largos

Para las predicciones más usuales, resulta válido, en el peor de los casos, el nivel so-
noro continuo equivalente para 1 hora, L 1h , calculado para condiciones meteoro-
lógicas favorables a la propagación. Sin embargo, también puede ser necesaria una
media a largo plazo, un valor de Leq para un período de tiempo que va de un mes a
un año. Estos períodos incluyen gran variedad de condiciones meteorológicas, al-
gunas de las cuales son menos favorables a la propagación. Para distancias superio-
res a 100 m (300 ft), no es posible predecir directamente los niveles para otras con-
diciones meteorológicas con una precisión comparable. Sin embargo, puede
estimarse un nivel medio a largo plazo de la siguiente manera.
Para distancias de propagación r inferiores a 100 m (300 ft), el nivel medio a lar-
go plazo es el mismo que el nivel para el peor de los casos, L 1h , calculado como se
describió anteriormente, ya que aquí la propagación es independiente de las con-
3.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

diciones atmosféricas. A medida que r aumenta por encima de 100 m también au-
menta gradualmente la cantidad en que el nivel medio a largo plazo es menor que
el nivel para el peor caso, desde cero hasta un valor que la experiencia indica que no
supera los 5 dB. El valor de este pequefio término de corrección depende de las es-
tadísticas meteorológicas locales.

Especificación de las fuentes

Nivel de potencia sonora (Lw). Una fuente puntual no direccional es aquella que,
en ausencia de superficies reflectantes (o sea, en condiciones de campo libre), irra-
dia sonido uniformemente y radialmente en todas direcciones, como muestra la Fi-
gura 1.2. Para esta fuente, Lw en la Ecuación (3.8) representa el nivel verdadero de
potencia sonora de banda de octava, con unidades de decibelios relativas a 1 pW
(10- 12 vatios) y su valor está relacionado con el nivel de presión sonora de banda de
octava L p , medido a una distancia r en campo libre, como muestra la Ecuación (1. 7).
Una fuente puntual direccional, por otra parte, es la que irradia sonido radial-
mente en todas direcciones, pero no irradia sonido igualmente en todas direcciones
(por ejemplo, véase Figura 1.10 para el patrón de radiación de un avión). Para una
fuente puntual direccional, el término Lw en la Ecuación (3.8) es el nivel de poten-
cia sonora de la fuente que es efectivo para irradiar sonido (en esa banda de octa-
va), en la dirección de propagación de la fuente al receptor. Su valor está por tanto
relacionado con las medidas de los niveles de presión sonora de banda de octava en
campo libre, como expresa la Ecuación (1.7), pero sólo si se realizan en la dirección
de propagación deseada de la fuente al receptor. Sin embargo, en la práctica, suele
ser necesario utilizar otros métodos para determinar L w , ya que las medidas en cam-
po libre rara vez están disponibles.

Representación de lasfuentes reales. En la práctica, hay tres métodos fundamen-


tales para obtener un valor del nivel de potencia sonora efectiva Lw de una fuente
de ruido: (1) puede especificarse de partida, por ejemplo, por el fabricante; (2) pue-
de calcularse rigurosamente a partir de un conjunto de medidas de nivel de presión
sonora para una variedad de fuentes de sonido en situaciones prácticas utilizando
varios métodos estandarizados5 ; (3) también puede deducirse de una medida única
del nivel de presión sonora, donde el camino de propagación entre la fuente y el re-
ceptor es la dirección deseada, pero no en campo libre. En éste, el caso más habi-
tual, el procedimiento suele seguir las Ecuaciones (3.1) y (3.8), como ilustra el si-
guiente ejemplo.

Ejemplo. El nivel sonoro con ponderación A de un equipamiento Lref = 100 dB,


con un espectro de ruido que se extiende desde 100 Hz a 2000 Hz, se mide en un lu-
gar de pruebas abierto, pavimentado, a una distancia de 15 m (59 ft). La altura efi-
caz de la fuente sobre la superficie pavimentada es 0,3 m (1 ft) y la altura del recep-
tor es 1,2 m (4 ft). Determinar el nivel de potencia sonora con ponderación A de la
fuente.
A partir de la Ecuación (3.1), la atenuación total es: Alolal = A div + A aire + Asuelo,
porque A misc = O y, por tanto:
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.17

1. A partir de la Ecuación (3.2a), la atenuación debida a la divergencia es


A div = 11 + 20 log 15 = 34,5 dB.
2. A partir de la Ecuación (3.3), la atenuación debida a la absorción del aire
puede ignorarse para distancias cortas, así A aire = o.
3. Se halla que el valor de (rr - rd) es 0,05 m en el lugar de pruebas. La longitud
de onda más corta del sonido es 0,2 m. Por lo tanto, a partir de la Tabla 3.2,
para suelo duro, Asuelo = -6 dB.
4. La atenuación total a partir de la Ecuación (3.1) es Atotal = 34,5 + O - 6 =
28,5 dB, Ya partir de la Ecuación (3.8), el nivel de potencia sonora con pon-
deración A es Lw = 100 + 28,5 = 128,5 dB.

Representación defuentes grandes. En la práctica, una fuente de ruido, por gran-


de que sea, puede representarse como una fuente puntual situada cerca de su centro
si el receptor está suficientemente alejado. Una planta industrial de 500 m (1600 ft)
o más de diámetro, por ejemplo, puede ser representada de forma útil como una
fuente puntual. La distancia entre el receptor (o la barrera) y la fuente debe ser al
menos el doble de la dimensión más larga de la fuente. Si la distancia es menor, la
fuente suele poder dividirse en varias fuentes discretas, cada una de las cuales satis-
face este criterio. El nivel de presión sonora en el receptor se calcula entonces por
separado para cada una de estas fuentes puntuales y los resultados se combinan
usando la Figura 1.14.

Propagación alejada del suelo

Para distancias cortas [r < 100 m (300 ft)], las únicas contribuciones significativas a
la atenuación total en la Ecuación (3.1), Atotah es la divergencia geométrica (A div ),
que es independiente de la frecuencia. La atenuación por la absorción del aire
(A aire ), sin embargo, aumenta al aumentar la distancia y lo hace rápidamente al au-
mentar la frecuencia. Para distancias largas, por tanto, la contribución de Aaire ha de
añ~dirse a la de A div en cada banda de octava.

Ejemplo: Cálculo del ruido por el sobrevuelo de un avión. Calcular el nivel so-
noro máximo con ponderación A de un vuelo rasante de un gran avión a toda po-
tencia. La Figura 3.5 muestra algunos niveles de banda de octava máximos con pon-
deración A representativos, a una distancia de 250 m (800 ft). Para una temperatura
ambiental de 15 oC (59°F) Yuna humedad relativa del 70 por 100, ¿cuál es el nivel
sonoro máximo con ponderación A a una distancia de 2000 m?
1. Primero, se calcula la atenuación debida a la divergencia (A div ) mediante la
Ecuación (3.2):

A div = 20 10glO (2000/250) = 18 dB


Este valor representa la atenuación al pasar de 250 a 2000 m y es el mismo
para todas las frecuencias.
2. A continuación, se calcula la atenuación debida a la absorción del aire (A aire )
3.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

a partir de la Ecuación (3.3). Por ejemplo, a la temperatura y humedad rela-


tiva asumidas y a una frecuencia de 1000 Hz, el coeficiente de absorción del
aire a es 4,4 dB/km, a partir de la Tabla 3.1. Por tanto, la atenuación añadida,
debida a la absorción del aire, al pasar de 250 a 2000 m es
A aire = 4,4 (2000 - 250)/1000 = 7,7 dB
3. Ahora se determina la atenuación total Atotal al pasar de los 250 a los 2000 m,
añadiendo los resultados de los pasos 1 y 2. Por ejemplo, en la banda de
1000 Hz, la atenuación total es

Atotal = (18 + 7,7) = 25,7 dB "" 26 dB


4. Para cada nivel de banda de octava en el espectro a 250 m, se resta la atenua-
ción total, calculada en el paso 3, para obtener los niveles de banda de octava
a una distancia de 2000 m; estos niveles de banda de octava se muestran en la
Figura 3.5. Por ejemplo, a 1000 Hz, el nivel de banda de octava es

(100 - 26) = 74 dB

5. Combinamos los niveles de banda de octava, mediante la Figura 1.14, para


obtener el nivel sonoro máximo con ponderación A LA. En este ejemplo, LA
es igual a 79 dB(A), a una distancia de 2000 m. Para frecuencias bajas (v. g.,
por debajo de 250 Hz), la atenuación total se debe casi por completo a la di-
vergencia. A frecuencias más altas, la atenuación total aumenta progresiva-
mente con la distancia como resultado de la absorción por el aire, producien-
do un tono bajo característico.
Para una fuente direccional, como un avión, la distancia ha de medirse a un án-

110

100
. /r--....
.,/'
F -250 m(8 O ft)
o::::; 90
(J)

w
/
al
U 80
w
o
z
w
<{ 70
l.,...-' .........
..... V ~
2000 m (6400 ft) - r\
60
\
63 1 5 2~0 51 O 1k 2 \4k
50 '1 1 '1
50 100 200 500 1000 2000 5000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 3.5. Niveles sonoros de banda de octava con ponderación A del sobrevuelo
de un avión, a distancias de 250 y 2000 m.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.19

gula constante del receptor con respecto a la fuente. En el caso de un avión a plena
potencia, el ángulo para el ruido máximo suele ser 135° desde el morro del aparato.

Propagación cerca del suelo en áreas abiertas

Distancias cortas Ir < 100 m (300 Jt)). La refracción es insignificante para dis-
tancias cortas, de manera que se puede asumir que el sonido se transmite en líneas
rectas, como muestra la Figura 3.1, y la atenuación del suelo Asuelo puede calcularse
utilizando la Tabla 3.2. La atenuación debida a la absorción del aire A aire también
puede eliminarse, en la mayoría de los casos, para todas las frecuencias (ver Tabla
3.1). Por tanto, la propagación del sonido es independiente de las condiciones at-
mosféricas y el cálculo de los niveles mediante las Ecuaciones (3.1) y (3.8) se man-
tiene para cualquier promedio temporal T. Para la propagación en un área abierta
A misc = OYla Ecuación (3.1) se reduce por tanto en este caso a Atotal = A div + Asuelo.

Ejemplo. Dados los niveles de potencia sonora de banda de octava de una peque-
ña fuente de ruido no direccional, calcular el nivel sonoro con ponderación A en un
receptor a 80 m (260 ft), (a) en verano, cuando el suelo está cubierto de hierba, y (b)
como comparación, en invierno, cuando el suelo está cubierto de nieve. Supóngase
que la altura eficaz de la fuente es 1,2 m (4 ft) y la altura del receptor es 1,8 m (6 ft).
Consideremos en primer lugar la atenuación para la banda de octava de (por
ejemplo) 250 Hz.
1. Se calcula la atenuación debida a la divergencia A div mediante la Ecuación
(3.2): A div = 11 + 20 lag (80) = 48 dB.
2. Se determina la atenuación debida al suelo. A partir de la Tabla 3.2, en ve-
rano, Asuelo = -1,0 dB, Yen invierno, Asuelo = 17,1 dB.
3. Se determina la atenuación total Atotal. A partir de la Ecuación (3.1), la ate-
nuación total en verano es (49 - 1,0) = 48,0 dB, Yen invierno, es (49 + 17,1)
= 66,1 dB.
Dado que el nivel de potencia sonora de la fuente en la banda de octava de
250 Hz es 110 dB (re 1 pW), el nivel de presión sonora en esta octava en el receptor,
de acuerdo con la Ecuación (3.8), es 110 - 48,0 = 62,0 dB (re 20 J..LPa) en verano y
110 - 66,1 = 33,9 dB en invierno. Claramente, la nieve en invierno es un atenuador
superior para la propagación del ruido de baja frecuencia cerca del suelo. La ate-
nuación para sonidos de baja frecuencia puede ser incluso mayor en el caso de una
capa delgada de nieve [menos de 10 cm (4 in)].
Para obtener el nivel sonoro con ponderación A en el receptor, en verano o in-
vierno, se repite el procedimiento anterior para cada banda de octava de interés y
se combinan los niveles resultantes, como muestra la Tabla 1.4.

Distancias largas. En distancias largas, los efectos de la refracción se hacen más


importantes (véase anteriormente «Efectos del viento y la temperatura») y la ate-
nuación del suelo Asuelo sólo puede calcularse satisfactoriamente para condiciones
atmosféricas favorables a la propagación, utilizando la Tabla 3.3. La atenuación de-
bida a la absorción del aire A aire también ha de calcularse usando la Ecuación (3.3)
3.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

y la Tabla 3.1. El cálculo de los niveles en este caso, mediante las ecuaciones (3.1) y
(3.8), está restringido a un tiempo medio de aproximadamente 1 hora. Dado que la
propagación es en un área abierta, A misc = Oy, por tanto, la Ecuación (3.1) se reduce
en este caso a Atotat = A div + Aaire + Asueto'

Ejemplo: Ruido de un avión operando en el suelo. Calcular el nivel sonoro con


ponderación A producido por un avión en tierra a una distancia de 2000 m, cono-
ciendo el nivel de potencia sonora de la fuente para todas las octavas eficaces en la
dirección de propagación deseada (alturas de la fuente y del receptor = 1,5 m).
Consideremos en primer lugar la atenuación para la banda de octava centrada
en la frecuencia de (por ejemplo) 500 Hz.
1. Se calcula la atenuación debida a la divergencia mediante la ecuación (3.2):

A div = 11 + 20 log (2000) = 77 dB


2. Se calcula la atenuación debida a la absorción del aire. A partir de la Tabla
3.1, el coeficiente de atenuación del sonido es 2,7 dB/km, para una tempera-
tura de 20 oC y una humedad relativa del 50 por 100. Así, a partir de la Ecua-
ción (3.3)

Aaire = 2,7 x 2 = 5,4 dB


3. Se calcula la atenuación debida al suelo. Es la suma de las tres atenuaciones
del suelo en la ecuación (3.5): Asueto = As + Ar + Am'
a) La atenuación de suelo debida a la zona de la fuente se extiende hasta una
distancia de 30 hs = 30 X 1,5 = 45 m. Un total de 20 m son calle asfaltada
(duro), en tanto que en los 25 m restantes hay hierba cubriendo el suelo
(blando). El factor de suelo G es por tanto la proporción de suelo que es
blanda (suelo mixto): G = (45 - 20)/45 = 0,56. Se obtiene la atenuación
As a partir de la Tabla 3.3. El factor e = 6,5 se obtiene de la Tabla 3.3 y por
tanto
As = -1,5 + 0,56 x 6,5 = 2,2 dB
b) La zona del receptor también se extiende hasta una distancia 30 h, = 30 X
1,5 = 45 m. Está cubierta de hierba (blando) y por tanto G = 1. A partir
de la Tabla 3.3, la atenuación del suelo en la zona del receptor es
+ 1,0 X 6,5 = 5,OdB
A, = -1,5
e) Existe zona media, ya que 30 hs + 30 h, = 45 + 45 = 90 < 2000 m. Supon-
gamos que el 90 por 100 del suelo de la zona media está cubierto de hier-
ba; por tanto, G = 0,9. Entonces, a partir de la Tabla 3.3, e = 1 - (45 +
45)/2000 = 0,96 Y
Am = -3 X 0,96 (1 - 0,9) = -0,3 dB
d) La atenuación total debida al suelo es la suma de las contribuciones de es-
tas tres zonas:
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.21

Asuelo = 2,2 + 5,0 - 0,3 = 6,9 dB


4. Se determina la atenuación total A tota1 de todos los mecanismos. En este caso,

Atotal = A div + A aire + Asuelo = 77 + 5,4 + 6,9 = 89,3 dB


Si el nivel de potencia sonora de la fuente, en la banda de octava de 500 Hz que
es efectiva en la dirección de propagación, es 155 dB (re 1 pW), el nivel de presión
sonora en el receptor para esta octava, de acuerdo con la Ecuación (3.8), es 155 -
89,3 = 65,7 dB (re 20 ,""Pa).

Para obtener el nivel sonoro con ponderación A en el receptor, repita el proce-


dimiento anterior para todas las bandas de octava de interés y combine los niveles
resultantes como muestra la Tabla 1.4.

PERDIDA POR INSERCION DE BARRERAS {/LbarreraJ

Una barrera contra el sonido es cualquier obstáculo sólido relativamente opaco al


sonido que bloquea al receptor la línea de visión de la fuente sonora. Las barreras
pueden instalarse específicamente para reducir el ruido, por ejemplo, vallas sólidas
o diques de tierra, o pueden producirse naturalmente por otras razones, como edi-
ficios o muros aislados. Las barreras pueden usarse en exteriores para apantallar
áreas residenciales o instalaciones de ocio que requieran silencio (p. ej., parques,
parcelas, campings) frente al ruido del tráfico, industrial o frente a la molestia del
ruido producido por las instalaciones de ocio. El uso de una barrera es sobre todo
adecuado cuando no es posible, o sería demasiado caro, reducir la emisión de ruido
de la fuente molesta.
La medida habitual de la eficacia acústica de una barrera es la pérdida por in-
serción. La pérdida por inserción de una barrera para una banda de octava, en un
punto determinado, es la diferencia entre los niveles de presión sonora de la banda
(medidos en ese punto) antes y después de la construcción de la barrera:

ILbarrera = Lp( antes) - Lp( después) dB (3.9)

Esta medida es de interés práctico para quienes estén considerando la construc-


ción de una barrera; también evita la ambigüedad que surge debido a que la barre-
ra, además de introducir la atenuación debida a la difracción, como ilustra la Figura
1.8, también suele reducir la atenuación debida al suelo (al aumentar la altura del
recorrido del rayo por encima del suelo). La pérdida por inserción de una barrera
varía dependiendo de distintos parámetros, sobre todo la frecuencia del sonido (las
frecuencias altas son más atenuadas). La pérdida por inserción puede determinarse
mediante cálculo o medida. Ver la Referencia 6 para los procedimientos normali-
zados de medida.
El cálculo de la pérdida por inserción de los distintos tipos de barreras se des-
cribe en las siguientes secciones, desde el caso más simple (que es también el más
habitual) al más complejo. A menos que se indique lo contrario, siempre se asumirá
3.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que: (1) la barrera es muy larga en comparación con su altura y (2) el sonido emana
de una fuente puntual. La construcción de una barrera también debe asegurar que
tiene una superficie cerrada sin grandes grietas o agujeros y que la masa de la su-
perficie es de al menos 10 kg/m2 (2 lb/ft2 ).
En «Atenuación por barreras» del Capítulo 48, se considera en detalle el cálculo
de la pérdida por inserción de barreras para una fuente lineal.

Barreras delgadas

Una barrera delgada es la que atenúa el sonido mediante una difracción única,
como muestra la Figura 3.6. Una vall~ sólida, del tipo que habitualmente se cons-
truye para barrera contra el ruido, y un muro aislado son ejemplos de barrera del-
gada. Para calcular la pérdida por inserción para un sonido con longitud de onda A,
se determina en primer lugar el número Fresnel N mediante

N = (2/A) [dI + d 2 - d] (3.10)

donde dI, d 2 Yd son las distancias que muestra la Figura 3.6. Cuando el borde de la
barrera toca la línea de visión entre la fuente y el receptor, o está por debajo de ella,
el valor N es cero. Cuanto más se extiende la barrera por encima de la línea de vi-
sión, mayor es el valor de N.
Entonces se calcula la pérdida por inserción ILbarrera para este valor N a partir de

ILbarrera = 10 lag [3 + lONK] - Asueto dB (3.11)

El término Asueto de la Ecuación (3.11) es la atenuación aportada por el suelo


antes de que se insertara la barrera. El primer término es la atenuación que aporta
la barrera más cualquier otra atenuación todavía eficaz en la vía de propagación, re-
sultado de los efectos del suelo y atmosféricos después de la instalación. K, en la
Ecuación (3.11), es el factor de corrección para los efectos atmosféricos. Para dis-
tancias entre la fuente y el receptor inferiores a 100 m, K = 1, lo cual significa que
los efectos atmosféricos pueden ignorarse.
Los valores negativos de la Ecuación (3.11) se igualan a cero.

Ejemplo. Calcular la pérdida por inserción de una barrera delgada cuya altura es
5 m (16 ft) por encima de un suelo cubierto de hierba, colocada a 10 m (33 ft) de

R
-1

FIGURA 3.6. Distancias fundamentales del método para calcular la pérdida por in-
serción ILb.".,. de una barrera delgada.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.23

una fuente de ruido y a 70 m (230 ft) del receptor. Las alturas de la fuente y el re-
ceptor son 1,2 m (4 ft) y 1,8 m (6 ft), respectivamente.

1. En primer lugar se obtiene la atenuación del suelo para cada banda de octava
a partir de la Tabla 3.2 para suelo blando. Luego, por ejemplo, a 250 Hz, se
halla que Asuelo = -1,0 dB.
2. A continuación, se calcula el número Fresnel para cada banda de octava me-
diante la Ecuación (3.10). Entonces, por ejemplo, para 250 Hz, N = 1,12 Y a
partir de la Ecuación (3.11), ILbarrera = 11,5 + 1,0 = 12,5. La Tabla 3.5 pre-
senta los resultados para bandas de octava entre 125 y 1000 Hz.

En el caso de la banda de 500 Hz, la pérdida por inserción de la barrera es pe-


queña debido a la gran atenuación que aporta el.suelo antes de la instalación de la
misma.

Efectos del viento y la temperatura. Los rayos curvados ascendentes, como en la


propagación ascendente o con el gradiente de temperatura característico de los días
soleados (véase Figura 3.3 y comentario que acompaña), no reducen el rendimiento
acústico de una barrera. Sin embargo, los rayos curvados descendentes, como suce-
de en la propagación descendente o las inversiones de temperatura habituales du-
rante la noche, reducen la pérdida por inserción de la barrera. Esta reducción varía
con la distancia de propagación.
Para una distancia r entre la fuente y el receptor inferior a 100 m (300 ft), la re-
ducción suele ser insignificante; en este caso, el cálculo puede realizarse igualando
K a 1 en la Ecuación (3.11), para una precisión de 1 dB.
Para distancias r superiores a 300 m (800 ft), por otra parte, la influencia de las
condiciones meteorológicas frecuentemente se traduce en valores muy bajos de
pérdida por inserción.
A distancias intermedias (100 m < r < 300 m), la reducción aumenta gradual-
mente al aumentar la distancia r. Dentro de este rango, la pérdida por inserción de
una barrera delgada puede calcularse para condiciones atmosféricas favorables a la
propagación (refracción descendente, como se especifica en conexión con la Figura

TABLA 3.5. Muestras del cálculo de la pérdida por inser-


ción para cuatro bandas de octava
N es el número de Fresnel (sin dimensiones), A"ue'o es la ate-
nuación debida al suelo antes de que se instale la barrera,
Abarrer. es la atenuación de la barrera e ILbarrera es la pérdida
por inserción o eficacia de la barrera. Véase Ecuación (3. 10)

Frecuencia, Hz N A.ue1o, dB (Lbam.., dB


125 0,56 -4,8 14,1
250 1,12 -1,0 12,5
500 2,24 11,5 2,5
1000 4,48 4,8 12,0
3.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

3.3) usando la Ecuación (3.11), con el factor K de corrección atmosférica obtenido


mediante

K = exp [-0,0005 J (d d d)/(NA)


l 2 (3.12)

donde los parámetros d b d2 , d Y N tienen el mismo significado que en la Figura 3.6


y la Ecuación (3.10). Este cálculo aporta el valor para el peor caso de pérdida por
inserción de una barrera delgada.

Otros tipos de barreras

Ba"eras gruesas. Una barrera gruesa es la que atenúa el sonido mediante difrac-
ción doble, como muestra la Figura 3.7. Un edificio o un dique de tierra suelen ser
ejemplos de barrera gruesa. Si la dimensión t en la Figura 3.7, el grosor de la barre-
ra, es mayor que 3 m (10 ft), se considera que la barrera es gruesa para los compo-
nentes de sonido de todas las frecuencias. Si t es inferior a 3 m, la barrera se consi-
dera gruesa para los componentes cuya longitud de onda sea inferior a t/5. Si no se
cumplen estas condiciones, la barrera debe considerarse delgada y su pérdida por
inserción se calcula mediante la Ecuación (3.11).
En el caso de un barrera gruesa, el número N Fresnel se calcula en primer lugar
a partir de

N = (2/A) [di + t + d2 - d] (3.13)

donde di, d 2 , d Yt son las distancias que muestra la Figura 3.7.


La pérdida por inserción de la barrera puede calcularse entonces a partir de

ILbarrera = 10 log [3 + 30NK] - Asuelo (3.14)

donde K es el factor de corrección atmosférica de la Ecuación (3.12), pero con el

FIGURA 3.7. Distancias fundamentales del método para calcular la pérdida por in-
serción ILb.".,. de una barrera gruesa.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.25

grosor t que se añade a la menor de las dos distancias, d l o d 2 , en la ecuación. Para


distancias de propagación inferiores a 100 m (300 ft), K puede igualarse a 1, como
ocurre con las barreras delgadas. Los valores negativos obtenidos en la Ecuación
(3.14) para la pérdida por inserción se igualan a cero.

Ejemplo. El espectro de ruido con ponderación A de una instalación concreta es


muy amplio y contiene componentes de frecuencia discretos no prominentes. La al-
tura efectiva de la fuente es 0,3 m. El receptor está localizado a 100 m y está a 1,2 m
por encima del suelo cubierto de hierba. ¿Cuál es la pérdida por inserción de un di-
que de tierra muy ancho (t = 5 m) cuya altura es 3 m y cuya localización está a 10 m
de la fuente? Asúmase que la pérdida por inserción viene dada aproximadamente
por la atenuación que aporta la barrera a una frecuencia d~ 500 Hz.
1. En primer lugar, se calcula la atenuación debida al suelo en ausencia de la ba-
rrera. En este caso, puede emplearse la Ecuación (3.4) haciendo

Asuelo = 4,8 - (2 X 0,75/100) (17 + 300/100) = 4,5


donde la altura media del camino de propagación h m = (0,3 + 1,2)/2 = 0,75.
2. A continuación, se calcula la pérdida por inserción del dique de tierra. Como
t> 5A = 3,43 m a 500 Hz, se tiene que N = 0,22 a partir de la Ecuación (3.13)
y, de la Ecuación (3.14), asumiendo K = 1
ILbarrera = 10 log [3 + 30(0,22) (1)] - 4,5 = 5,3 dB

Fuente y receptor elevados: un caso especial. Si en la Figura 3.6: (1) la distancia dI


entre la fuente y la barrera es inferior a 5 m, (2) la altura de la fuente por encima del
suelo es mayor que d l y (3) la altura del receptor es superior a d 2 [por ejemplo, la
fuente de sonido puede ser el tubo de escape de un gran tractor-remolque situado a
4 m (13 ft) por encima del suelo y el receptor puede ser un oyente situado en el piso
segundo o superiores de un edificio], la pérdida por inserción de la barrera puede
calcularse utilizando una fórmula particularmente sencilla:

ILbarrera = 10 log 20N (3.15)

donde N se calcula a partir de la Ecuación (3.10) en el caso de barreras delgadas y


con la Ecuación (3.11) para el caso de barreras gruesas.

Ba"eras de longitud finita. Para una barrera de longitud finita, hay que consi-
derar tres vías de propagación entre la fuente y el receptor (véase Figura 3.8): una
vía a sobre la parte alta de la barrera y las vías b y e alrededor de cada extremo. Para
obtener el nivel en el receptor es necesario, en este caso, llevar a cabo cálculos se-
parados para cada vía y luego combinar los niveles en el receptor, como muestra la
Figura 1.13.
El cálculo del encaminamiento sobre la barrera se lleva a cabo exactamente
como se describió anteriormente para una barrera de longitud infinita. El procedi-
miento para los encaminamientos b y e es distinto al de a en lo siguiente: se calcula
3.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 3.8. Pérdida alrededor de una barrera de longitud finita.

primero las distancias dI. d2 , d Y t en las Ecuaciones (3.10) a (3.14), usando las Fi-
guras 3.6 o 3.7 para una visión en planta de la propagación en las vías b y c. Se cal-
cula entonces la pérdida por inserción para las vías b y c usando la Ecuación (3.11)
o (3.14), con el factor de atenuación del suelo Asuelo igualado a cero y el factor de
corrección atmosférica K establecido en l.
La difracción lateral, como indican los encaminamientos b y c, suele reducir la
eficacia de la barrera. La difracción lateral alrededor de la barrera puede ignorarse
si la altura efectiva de la misma (distancia del borde superior hasta una línea que
une la fuente de sonido y el receptor) en los bordes más alejados es, al menos, 4 ve-
ces mayor que la del borde próximo.

Superficies absorbentes. Una barrera cuyas superficies sean acústicamente absor-


bentes aporta atenuación adicional. La atenuación real de la barrera debida a la su-
perficie absorbente aumenta a medida que lo hace el ángulo al que el sonido ha de
difractarse; los valores típicos son 1 dB cuando el ángulo de difracción (ángulo de
flexión ex en la Figura 3.6) está entre 10 y 15° Yaproximadamente 3 dB cuando el án-
gulo es de 45°. Además, la influencia de las superficies absorbentes sobre las barre-
ras es significativa, cuando están cerca de la fuente de ruido, al impedir una reduc-
ción de la atenuación como resultado de las reflexiones múltiples entre la fuente y
la barrera. (Nótese que existe un problema para obtener material que sea absor-
bente del sonido y resistente al agua, aunque este material sólo ha de cubrir el área
de la superficie que está dentro de una distancia equivalente a una longitud de onda
del límite superior de la barrera.)

Diques de tie"a, colinas y desmontes. El cálculo de la atenuación de la barrera en


términos del número Fresnel N, en cualquiera de los procedimientos descritos an-
teriormente, puede aplicarse a diques de tierra o colinas o una barrera que resulte
de un corte en el terreno circundante, como en la Figura 3.9. En estos casos, la parte
superior de la barrera en B se extiende por encima de la línea de visión SR (si la ba-
rrera no estuviera presente) en una cantidad que está indirectamente relacionada
con la altura del dique o la profundidad del corte.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.27

FIGURA 3.9. Un ejemplo del uso del método de cálculo de la pérdida por inserción
de barrera ILb.".,. en el caso de un dique de tierra o colina.

En algunos casos, una berma o colina cubierta de vegetación (suelo blando)


aportan más atenuación a frecuencias altas que las predichas de acuerdo con la
Ecuación (3.14).

Cálculo de los niveles en presencia de barreras

Los niveles sonoros de una fuente puntual con un nivel de potencia sonora efectiva
Lw en presencia de una barrera pueden calcularse a partir de

Lp (después) = Lw - Atotal (antes) - Il-barrera (3.16)

donde Atotal (antes) es la atenuación total antes de que la barrera se instale, obte-
nido mediante la Ecuación (3.1). Nótese que el término Asuelo en la Ecuación (3.1)
es idéntico al del cálculo de 14arrera y, por tanto, se compensan.
Las condiciones que se aplican al uso de la Ecuación (3.8) figuran en «Cálculo
de n,iveles», para las condiciones que se aplican a la Ecuación (3.16). Nótese tam-
bién que no existe una correspondencia de uno a uno entre los términos de atenua-
ción en la Ecuación (3.6) para una fuente puntual y los de la Ecuación (48.14) para
una fuente lineal. Esto se debe a que los distintos mecanismos de atenuación se
coordinan de distinta manera en los dos capítulos; sin embargo, son equivalentes.

RUIDO DEL TRAFICO (RODADO Y FERROVIARIO)

Atenuación por divergencia

Fuente puntual. Consideremos el ruido radiado por una fuente puntual que se
mueve, pasando por una posición determinada a una velocidad v. Asumimos que el
nivel sonoro con ponderación A LA varía con el tiempo, como indica la curva a tra-
zo continuo en la Figura 3.10. El nivel sonoro máximo al paso de la fuente desciende
6 dB al duplicarse la distancia r, y se determina mediante

dB (3.17)

siempre que tanto r como rref sean perpendiculares a la vía. En la Ecuación (3.17),
LA ref es el nivel sonoro con ponderación A medido a una distancia rreC'
------------------~~--------~~---------------------------------------------------

3.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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TIEMPO

FIGURA 3.10. El nivel de ruido de una línea de tráfico (línea a trazos) o una fuente
única (línea continua) al pasar a una velocidad V; la letra b representa el espaciamien-
to entre las fuentes de ruido individual en la línea.

Otra medida del sonido producido por una fuente puntual que se desplaza es el
nivel sonoro continuo equivalente Leq (con ponderación A), que desciende 3 dB al
duplicarse la distancia, como indica

(3.18)

Fuente lineal de longitud infinita. Consideremos una línea discontinua de fuen-


tes puntuales no direccionales (como automóviles o trenes) con la misma potencia
sonora W y espaciamiento b a lo largo de la línea. Asumimos que las fuentes pun-
tuales se mueven con velocidad constante v a lo largo de una vía recta y que la línea
es de longitud infinita. A una distancia perpendicular r, mucho más pequeña que
(bl7r), el nivel sonoro asciende y desciende con cada fuente que pasa, como muestra
la línea a trazos en la Figura 3.11. El nivel sonoro máximo (obtenido cuando una
fuente está enfrente del observador) decrece al aumentar r, a 6 dB al duplicarse la
distancia r, como determina la Ecuación (3.17) para una fuente única; el nivel so-
noro mínimo, que se produce cuando el observador está a medio camino entre las
fuentes, es independiente de r, como muestra la Figura 3.11. Por tanto, las fluctua-
ciones de nivel decrecen al aumentar r, haciéndose imperceptibles para r mayor que
(bhr). Lejos de la fuente (para r > bl7r), el nivel sonoro es constante en el tiempo;
disminuye 3 dB por cada duplicación de la distancia. Nótese, sin embargo, que el ni-
vel sonoro continuo equivalente Leq se reduce a una constante de 3 dB por cada du-
plicación de la distancia, a todas las distancia de una fuente lineal infinita, como in-
dica la Ecuación (3.18). (Véase también la Figura 3.11.)
El plano reflectante cerca de la fuente lineal tiene el mismo efecto sobre los ni-
veles sonoros, a cierta distancia de la fuente, que el que tenía el plano sobre la fuen-
te puntual.

Fuente lineal de longitudfinita. Para una fuente lineal finita de longitud 1, que es
mucho mayor que el espaciamiento b, existe una tercera zona de divergencia para r
mayores que 117r. Ahora, toda la línea está tan alejada del observador que actúa
como una fuente puntual; el nivel sonoro con ponderación A, LA, decrece en 6 dB
por cada duplicación de la distancia, como muestra la línea a trazos H en la Figura
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.29

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Distancia ren unidades de b/rr

FIGURA 3.11. Efecto de la divergencia sobre el nivel de ruido de una línea de tráfico.
La letra r representa la distancia perpendicular a la línea; b es el espaciamiento entre
fuentes individuales en la línea y I es la longitud de la línea.

3.11. El nivel sonoro continuo equivalente Leq de la línea finita en esta región de-
pende de si ésta (como distinta de las fuentes) se mueve o es estacionaria. Por ejem-
plo, si la línea se mueve y pasa delante del observador, como un tren, el nivel sonoro
continuo equivalente Leq decrece a 3 dB por cada duplicación de la distancia (como
en el caso de una fuente puntual) en las tres regiones, como muestra la línea T en la
Figura 3.11. Si la línea es estacionaria respecto al observador, como el tráfico que
fluye libremente en un segmento fijo de una autopista, entonces el nivel sonoro con-
tinuo equivalente cambia de 3 dB por cada duplicación de la distancia para r infe-
rior a IITr a 6 dB por cada duplicación de la distancia para r mayor que 117r, siguiendo
la línea H en la Figura 3.11.

Previsión de los niveles de ruido

El principal factor para determinar el nivel sonoro del ruido del tráfico en un punto
distante suele ser la divergencia. Para el ruido de los vehículos de motor, se calcula
primero la atenuación debida a la divergencia, Adiv en la Ecuación (3.1), usando el
método ilustrado en la Figura 3.11, descrito anteriormente; para el ruido de ruedas/
raíl de los trenes, se calcula la atenuación debida a la divergencia de la misma ma-
nera, pero en este caso b (en la Figura 3.11) es el doble del espaciamiento entre los
vagones del tren y el parámetro 1es el doble de la longitud del tren; para el ruido del
tren, se calcula la atenuación debida a la divergencia A div , usando la Ecuación (3.17)
para una fuente puntual.
La atenuación del ruido del tráfico, irradiado por trenes o por una línea de ve-
hículos de motor sobre una autopista y que se propaga directamente en áreas no pa-
vimentadas relativamente abiertas, incluye un término adicional Asueto para la ate-
nuación en áreas abiertas, dado aproximadamente por

dB (3.19)
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;
;
¡
;
;
3.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO

(1,5 dB por cada duplicación de la distancia) si la altura media de la vía de propa-


gación es inferior a 3 m (10 ft) por encima del suelo; si la altura media es superior a
3 m, la atenuación del suelo Asuelo es igual a cero. La Ecuación (3.19) no considera
el efecto de apantallamiento directo de los obstáculos, como filas de casas o barre-
ras. Para distancias superiores a unos 300 m (1000 ft), hay que incluir la atenuación
por absorción del aire (A aire ), como se describe en el comentario que acompaña a la
Figura 3.5.

Ejemplo: Cálculo del ruido del tráfico rodado en un área abierta

Supongamos una carretera única por la que circulan 1000 coches/hora a 80 km/hora
(50 mi/h); el espacio medio entre vehículos bes 12,5 coches/km u 80 mlcoche (260
ftlcar). A 80 km/h, un coche medio produce un nivel sonoro de aproximadamente
70 dB(A) a 15 m (50 ft).
1. Entonces (bhr) = 80hr "'" 25 m (80 ft).
2. El nivel sonoro con ponderación A a 25 m (80 ft) para un solo vehículo "'"
70 dB(A) - 20 IOglO(25/15) = 70 - 4 = 66 dB(A). A partir de la Figura 3.11,
éste es también el Leq a 25 m (80 ft) de una línea de tráfico.
3. El nivel sonoro con ponderación A producido por una línea de tráfico, como
resultado de la divergencia, decrece con una atenuación (A div ) igual a 10 log
(rlrref) y, como resultado del suelo, decrece con una atenuación igual a 5
log(r/rref). Por tanto, a 300 m de la carretera,

Leq = 66 - 10 log (300/25) - 510g (300/25) "'" 50 dB

4. Asumiendo que el flujo de tráfico aumenta con la adición de un 10 por 100 de


camiones que, de media, producen un nivel sonoro con ponderación A de
85 dB(A) a 80 kmlh a 15 m, entonces, el nivel sonoro continuo equivalente
Leq sólo para los camiones, a 300 m (100 ft) de la carretera, puede calcularse
de una forma parecida al de los coches. De forma alternativa, puede deducir-
se del valor de los coches de la siguiente manera:
Leq(camiones) = Leq(coches) + 10 log (nO camiones/no coches) + (nivel so-
noro por camión - nivel sonoro por coche) = 50 + 10 log (10011000) + (85
- 70) = 55 dB
El valor conjunto de Leq para coches y camiones"'" 57 dB.

Ejemplo: ruido del tren

Supongamos que una locomotora produce un nivel sonoro pico con ponderación A
aproximadamente igual a 95 dB(A), a 30 m (100 ft), independiente de la velocidad;
la locomotora viaja a una velocidad de 50 kmlh (30 milh). La fuente se mueve desde
30 m (100 ft) antes del punto receptor hasta 30 m después (el descenso de 3 dB si no
se asume direccionalidad) en aproximadamente 5 segundos.
Supongamos que hay dos trenes por hora, cada uno remolcado por 3 locomo-
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.31

toras. La duración equivalente de tiempo es 2 trenes X 3 locomotoras X 5 seg = 30


seg = 1/120 h. El nivel sonoro continuo equivalente (con ponderación A) Leq del
paso de las locomotoras es, por tanto, aproximadamente 95 dB + 10 log (1/120) =
74dB.
Consideremos ahora el ruido de las vías: el nivel sonoro con ponderación A a
30 m (100 ft) es 85 dB(A) a 50 km/h, como anteriormente; asumimos que hay 2 tre-
nes de mercancías por hora, cada uno aproximadamente de 1,6 km (1 mi) de longi-
tud (100 coches). El tiempo de duración equivalente es 2 trenes X 2 min = 4 min =
1/15 h. El valor del nivel sonoro continuo equivalente Leq del ruido de las vías es,
por tanto, aproximadamente igual a 85 + 10 log (1/15) = 73 dB.
Las dos fuentes de ruido se mueven sobre una línea esencialmente infinita que
pasa delante del observador; por tanto, Leq decrece 3 dB por cada duplicación de la
distancia en cada caso. Suponga que el observador está a 300 m (1000 ft) del punto
más cercano sobre la vía. Entonces, para el ruido de las locomotoras, el nivel sonoro
continuo equivalente a 300 m es: Leq = [74 - 10 log (10)] = 64 dB; de la misma ma-
nera, la corrección para esta distancia, para el ruido de la vía de ferrocarril, da Leq
= 63 dB.
Si se asume una atenuación direccional de 5 log (r/rree) para el suelo, entonces
ambos valores de Leq a 300 m han de reducirse en 5 log (300/30) = 5 dB.

REFERENCIAS

1. Aeousties - Attenuation of sound during propagation outdoors, 1. 8 Parte, «Calculation of


the absorption of sound by the atmosphere», ISOIDIS 9613-1, International Organization
for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1990.
2. Acousties - Attenuation of sound during propagation outdoors, 2. 8 Parte, «A general met-
hod of calculation», ISOIDP 9613-2, International Organization for Standardization, CH-
1211 Ginebra 20, Suiza, diciembre 1989.
3. T. F. W. Embleton, «Sound propagation outdoors - Improved predictions schemes for
the 80's», Noise Control Engineering Joumal, 1982, vol. 18, n.o 30.
4. Aeousties - Description and measurement of environmental noise, La Parte, «Basic quan-
tities and procedures», ISO 1996-1, 1982; 2. 8 Parte, «Acquisition of data pertinent to land
use», ISO 1996-2, 1987; 3. 8 Parte, «Application to noise limits», ISO 1996-3, 1987; Inter-
national Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza.
5. Aeousties - Determination of sound power levels of noise sourees - Engineering methods
for free field eonditions over a refleeting plane, ISO 3744, 1981; Aeousties - Determination
of sound power levels of multi-souree industrial plants for the evaluation of the sound pres-
sure levels in the environment - engineering method, ISOIDIS 8297, 1989; International
Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza.
6. Methods for the determination of insenion loss of outdoor noise harriers, ANSI S12.8-1987,
American National Standards Institute, Nueva York, 1987.
Capítulo 4
EL SONIDO EN ESPACIOS
CERRADOS

Cyril M. Harris

INTRODUCCION

El comportamiento espacial del sonido alrededor de una fuente en un espacio ce-


rrado, como una habitación, es distinto de lo que sería si la misma fuente estuviera
localizada al aire libre, lejos de cualquier superficie reflectante (en un «campo li-
bre»). Esto se debe a que el sonido se refleja sobre los límites del cerramiento y so-
bre los objetos en su interior. En los límites del cerramiento, parte de la energía so-
nora incidente se refleja, parte es absorbida y parte es transmitida a través de las
paredes del mismo.
Este capítulo muestra cómo calcular el nivel de presión sonora a varias distan-
cias de la fuente en una local cerrado y cómo determinar la reducción del nivel so-
noro que se produce al instalar materiales absorbentes del sonido.

REFLEXION y ABSORCION DE LAS ONDAS SONORAS

Las ondas sonoras viajan hacia fuera en todas direcciones a partir de la fuente.
Cuando chocan con un obstáculo, como una pared, su dirección de propagación
cambia; se reflejan. La Figura 4.1a ilustra la reflexión de las ondas originadas en una
fuente sonora, al chocar contra un gran muro plano. Las líneas continuas curvadas
representan ondas expandiéndose hacia fuera a partir de la fuente; las líneas curvas
a trazos representan las ondas después de que se han reflejado en la pared. Las lí-
neas rectas con flechas indican la dirección de propagación de las ondas sonoras (se
denominan rayos sonoros). Nótese que aquí el ángulo del sonido reflejado es igual
al ángulo del sonido incidente; se denomina ley de reflexión a este fenómeno. Esta
ley sólo se aplica a la reflexión del sonido sobre una superficie que es grande com-
parada con la longitud de onda (ver Figura 1.4 para la relación entre frecuencia y

4.1
4.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

PARED

FUENTE :;o IMAGEN

(a)
PARED PARED PARED

'" ~
~,

'"
/ T
0,3 m
--
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~
t
0,3 m
",
"
T
0,3 m

/ -*- / -*- -*-


100 Hz 1000 Hz 10.000/
Hz
(b) (e) Id)

FIGURA 4.1. (a) Reflexión de las ondas sonoras sobre una superficie que es muy
grande en comparación con la longitud de onda del sonido incidente. (b) Reflexión de
un sonido con una frecuencia de 100 Hz (longitud de onda, 3,4 m) sobre una superficie
plana con chaflanes que son pequeños comparados con la longitud de onda; en este
caso, el sonido se refleja de una manera semejante a (a). (e) Reflexión del sonido que
tiene una longitud de onda parecida al tamaño de los chaflanes; en este caso, el so-
nido es dispersado por los chaflanes en todas direcciones. (d) Reflexión del sonido
cuya longitud de onda es muy pequeña comparada con el tamaño de los chaflanes; en
este caso, la ley de reflexión es válida.

longitud de onda). Las ondas sonoras reflejadas se transmiten como si se hubieran


originado a partir de la «imagen» de la fuente de sonido. Una «imagen» es una fuen-
te imaginaria de sonido localizada a la misma distancia detrás de la pared que la
fuente real delante de ella (a lo largo de una línea perpendicular dibujada entre la
fuente y la pared).
Si la superficie reflectante no es porosa y es perfectamente rígida, no hay pér-
dida de energía acústica por la reflexión. Entonces las ondas reflejadas producen el
mismo nivel de presión sonora en un punto determinado que el que produciría la
fuente imagen si el muro se retirara y tuviera la misma potencia sonora que la fuen-
te real. Sin embargo, ninguna superficie física es un reflector perfecto; parte de la
energía acústica siempre es absorbida por la superficie.
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.3

Si la superficie reflectante no es grande comparada con la longitud de onda del


sonido incidente, no se mantiene la ley de la reflexión; entonces el ángulo de inci-
dencia no es igual al ángulo de reflexión. Por ejemplo, la Figura 4.lb muestra una
superficie muy grande con chaflanes, que distan 0,3 m (1 ft) entre sus centros. El so-
nido a una frecuencia de 100 Hz tiene una longitud de onda de 3,4 m (11 ft), que es
grande comparada con las dimensiones de los chaflanes. Por tanto, las ondas sono-
ras se reflejan sobre la pared como si fuera lisa. Esto se debe a que las dimensiones
de las irregularidades de la superficie son pequeñas comparadas con la longitud de
onda. Por otra parte, el sonido a una frecuencia de 1000 Hz, que tiene una longitud
de onda de 0,34 m (1,1 ft) no obedece a esta ley; las ondas sonoras son reflejadas en
todas direcciones, como ilustra la Figura 4.lc.
A una frecuencia de 10.000 Hz, el sonido tiene una longitud de onda de 0,034 m
(0,11 ft); los chaflanes son grandes comparados con esta última, así la ley de la re-
flexión se mantiene para la reflexión, como ilustra la Figura 4.ld. Nótese la diferen-
cia entre este último comportamiento de reflexión y el correspondiente a las ondas
sonoras de 100 Hz en la Figura 4.lb.

ABSORCION DEL SONIDO POR LOS MATERIALES, EL MOBILIARIO


YELAIRE

Coeficiente de absorción sonora

Se denomina coeficiente de absorción del sonido a la parte de la energía acústica ab-


sorbida cuando las ondas sonoras chocan con una superficie. El coeficiente de ab-
sorción de un material depende de éste y de la frecuencia del sonido que choca con-
tra la superficie del material. Los coeficientes de absorción del sonido se consideran
en detalle en el Capítulo 30. Un coeficiente de 0,00 indica una reflexión perfecta
(O por 100 de absorción); un coeficiente de 1,00 indica una absorción perfecta (100
por 100). Los coeficientes de absorción del sonido para varios materiales de edifi-
cación se presentan en la Tabla 30.1.
Las propiedades de absorción del sonido de un material dependen del ángulo
con que la onda sonora incide sobre él, de manera que, por conveniencia, el coefi-
ciente se presenta como un tipo de media de todos los ángulos de incidencia. El coe-
ficiente de absorción del sonido que se usa a lo largo de este libro, y en la mayoría
de las publicaciones, corresponde a valores medidos en laboratorio mediante un
método de ensayo del que se obtiene esta media. Así, la American Society for Tes-
ting and Materials (ASTM) define la absorción del sonido como: «Una medida de
las propiedades de absorción del sonido de un material (como la obtenida con el
método ASTM C243, Ensayo de absorción y coeficientes de absorción del sonido
mediante el método de la cámara reverberante). De forma ideal, la parte de la po-
tencia sonora con incidencia aleatoria que es absorbida o en caso contrario que no
es reflejada por el material.»
4.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Absorción sonora total en un local cerrado

La absorción total del sonido A en un local cerrado es igual a la suma de: (1) la ab-
sorción debida a las distintas superficies que la limitan, Asuperficie; (2) la absorción
debida al aire, A aire ; Y (3) la absorción debida al mobiliario en la habitación, Amobi.
liario' Con lo que la absorción total del sonido viene dada por:

A = Asuperficie + A aire + Amobiliario (4.1)

La unidad de absorción del sonido es el sabino. En unidades SI, 1 sabino métrico es


equivalente a 1 m 2 de superficie perfectamente absorbente; en las unidades esta-
dounidenses habituales, 1 sabino es equivalente a 1 ft 2 de superficie perfectamente
absorbente. Por ejemplo, una superficie S de 10 m 2 con un coeficiente de absorción
sonora ( l de 0,65, tiene una absorción total ( l de 6,5 sabinos métricos. Una superficie
de 10 ft 2 , con un coeficiente de absorción sonora de 0,65, tiene una absorción total
de 6,5 sabinos.

Superficie de absorción. Asuperficie se obtiene multiplicando el área de cada super-


ficie del local, S, por su coeficiente respectivo de absorción sonora ( l y hallando el
total para todas las superficies. Entonces,

(4.2)

La Tabla 4.1 presenta una muestra de cálculo de la absorción de la superficie en


una habitación pequeña, sin mobiliario, a 500 Hz.

Absorción del aire. A aire viene dada por

A aire = 4mV sabinos (4.3)

donde m es el coeficiente de atenuación del aire por metro (o por pie) y V es el vo-
lumen de la habitación en m3 (o ft3). En la Figura 4.2 se presentan los valores de m
en función de la humedad relativa! para varias frecuencias, a una temperatura de
20 oc. La Referencia 2 incluye información más detallada, en forma de tabla y para
otras temperaturas. Al calcular la absorción del aire en interiores, no se deben em-

TABLA 4.1. Cálculo de la absorción de superficie, A.uperf, a 500 Hz en una habitación


vacía

AreaS Absorción Ab
Coeficiente
2
Superficie de absorción m rf Sabinos métricos Sabinos
Suelo de hormigón 0,02 90 968 1,8 19
Techo de escayola 0,03 90 968 2,7 29
Paredes, escayola y cristal 0,06 126 1.356 7,6 82
Otros 0,9 10
Absorción total 13,0 140
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.5

0,09
0,026

0,08
V
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1\
í
~ 0.D7
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r--
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0,004

0,002

í r--
2 O --

10 20 30 40 50 60 70
Humedad relativa, porcentaje

FIGURA 4.2. Valores del coeficiente total de atenuación m en función del porcentaje
de humedad relativa del aire a 20 oC y presión atmosférica normal, para frecuencias
entre 2000 y 12.500 Hz. Los valores de m se presentan tanto en unidades del SI como
en las habituales del sistema estadounidense. (De acuerdo con C. M. Harris1.2.)

plear los valores de la constante de atenuación del aire m para propagación en ex-
teriores (descrita en el capítulo 3), ya que los valores para esta última incluyen las
contribuciones debidas a los efectos meteorológicos que no están presentes en lo-
cales cerrados.
Ejemplo. Supongamos que una habitación tiene un volumen de 17.000 m 3
(600.000 ft 3 ). ¿Cuál es la absorción total del aire a una frecuencia de 4000 Hz y una
humedad relativa del 40 por lOO? Para esta situación, el valor m es igual a 0,0072
por metro (0,0022 por pie). Por tanto, a partir de la Ecuación (4.3), la absorción del
aire A aire es aproximadamente igual a 490 sabinos métricos (5300 sabinos). Por otra
parte, si se hiciera un cálculo semejante a 500 o 1000 Hz, el efecto de la absorción
del aire sería insignificante.

Absorción debida al mobiliario. En muchos lugares de reunión, la principal con-


4.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tribución a esta categoría es la absorción del sonido por las sillas, Asilla. Esta suele
medirse, y los datos son aportados por los fabricantes de las mismas, en términos de
absorción en sabinos métricos (o sabinos) por silla, dependiendo del sistema de uni-
dades empleado. Habitualmente se presentan dos valores: (1) la absorción del so-
nido por silla ocupada, v.g., con una persona sentada, y (2) por silla vacía. El uso de
estos valores permite el cálculo de la absorción total del sonido en un auditorio para
cualquier porcentaje de ocupación.

REFLEXIONES MULTIPLES DEL SONIDO EN UN LOCAL CERRADO

Consideremos un local cerrado, del tipo de una habitación rectangular, que conten-
ga una fuente de sonido. Los límites del cerramiento suelen reflejar parte de la
energía sonora que incide sobre ellos, dando como resultado una complicada distri-
bución espacial de sonido dentro de la habitación.
La Figura 4.3 ilustra el progreso de una onda sonora en un local cerrado. Estos
diagramas muestran en planta una habitación con paredes reflectante s, dentro de la
cual se localiza una fuente de sonido.
El círculo oscuro representa (el frente de) una única onda sonora; las líneas de
puntos y flechas (los rayos sonoros) indican las direcciones en que se desplaza la
onda. La Figura 4.3a muestra el frente de onda 0,005 segundos después de que ha
dejado la fuente S; todavía no han tenido lugar las reflexiones de las paredes. La fi-
gura 4.3b muestra el frente de onda 0,01 segundos después de que ha dejado la
fuente; el frente ahora ha recorrido el doble de distancia que en la Figura 4.3a y par-
te de él se refleja en el extremo más próximo del muro. La Figura 4.3c muestra el
frente de onda 0,02 segundos después de haber dejado la fuente; tienen lugar las re-
flexiones sobre las paredes laterales y las reflexiones dobles sobre la pared del fon-
do y las laterales, como muestran las flechas. La Figura 4.3d muestra el frente de
onda 0,06 segundos después de dejar la fuente; ahora el patrón de reflexión es com-
plicado. El frente original, mostrado como un círculo, se rompe en gran número de
segmentos, todos moviéndose por la habitación en distintas direcciones. Además,
quedan segmentos del frente de onda original, que no se muestran en esta ilustra-
ción, reflejados por el techo y el suelo.
Una vez que la fuente empieza a emitir el sonido, toda la habitación comienza a
llenarse con ondas sonoras reflejadas viajando en muchas direcciones distintas. Es-
tas ondas reflejadas: (1) aumentan el nivel de presión sonora dentro del cerramien-
to; v.g., el nivel de presión sonora combinado del sonido directo más el reflejado es
mucho más alto que el nivel del sonido que proviene directamente de la fuente; y

(a) 1/200 5e9. (b) 1/100 5e9. (e) 1/50 5e9. (d) 1/17 5e9.

FIGURA 4.3. Progreso de una única onda sonora en un local cerrado.


EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.7

(2) da como resultado una persistencia del sonido después de que la fuente ha ce-
sado; esto se debe a que mientras la fuente de sonido está irradiando (ver Figura
4.3), la habitación se llena de ondas sonoras reflejadas. Si la fuente para en un mo-
mento determinado, estas ondas reflejadas continúan reflejándose sobre las super-
ficies de la habitación. En cada reflexión sucesiva, los límites de la habitación y los
objetos de su interior absorben una parte de energía sonora, con lo que el nivel de
presión sonora disminuye gradualmente.
Los efectos anteriores de las reflexiones múltiples se ilustran mediante las cur-
vas idealizadas de la Figura 4.4, que muestra el nivel de presión sonora del sonido
reflejado [ver a continuación «Nivel de presión sonora del sonido reflejado (nivel
sonoro reflejado)>>] en un local cerrado en que la fuente se activa y luego se para. Se
asume que, por lo demás, el local está en silencio y que la potencia sonora de la
fuente es constante. La línea continua es para el caso de superficies interiores muy
reflectantes; en este ejemplo, el nivel de presión sonora aumenta hasta un valor de
80 dB después de que comience el sonido y decae lentamente una vez que ha cesa-
do. La línea a trazos muestra el efecto del tratamiento del mismo local con material
acústico; ahora, el nivel de presión sonora alcanza un valor de tan sólo 70 dB Yde-
cae más rápidamente.
En general, la instalación de materiales absorbentes del sonido reduce el nivel
de presión sonora de las ondas reflejadas (reduciendo por tanto el nivel sonoro es-
table en la habitación cuando la fuente emite continuamente una determinada po-
tencia acústica); estos materiales absorbentes también aumentan la «ratio» a la que
disminuye el sonido reflejado una vez que la fuente ha cesado.

NIVEL DE PRESION SONORA DEL SONIDO DIRECTO (NIVEL


SONORO DIRECTO)

El sonido directo es aquel que se transmite directamente de la fuente al punto de


observación; no hay reflexión del sonido, luego no se ve afectado por las caracterís-
ticas de la habitación en que se encuentre la fuente. De ahí que el nivel de presión
sonora del sonido directo (Ld ) tenga el mismo valor a una distancia determinada r

c,g'" 80 ,----;0<------.------,
'0 al
'¡¡; :e
~ ~ 70 I---+....,,¡....-~-'-r----;
c'-o
~~
~ m 60~ft--.~--+~-~
,~ O
Z~50 O 1 2
Tiempo en segundos

FIGURA 4.4 Progreso de una única onda sonora en un local cerrado.


4.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que el que tendría al aire libre, alejado de cualquier superficie reflectante; ver la
Ecuación (1.10). En unidades SI:

Ld = Lw - 20 10glO r - 10,9 dB (4.4a)

donde r es la distancia desde la fuente en metros y Lw es el nivel de potencia sonora


de la fuente en decibelios re 1 picovatio (pW).
En el sistema habitual de unidades estadounidense:

Ld = Lw - 20 10glO r - 0,6 dB (4.4b)

donde r es la distancia desde la fuente en pies; Lw es el mismo que en la Ecuación


(4.4a). El nivel de potencia sonora de una fuente se relaciona con su potencia so-
nora, en vatios, mediante la Ecuación (1.6).

CORRECCION DEL NIVEL DE POTENCIA SONORA PARA UNA


FUENTE LOCALIZADA CERCA DE UNA SUPERFICIE REFLECTANTE

Una fuente sonora típica es más eficaz (en la producción de nivel sonoro a cierta
distancia) cuando está sobre una superficie reflectante que cuando está localizada a
cierta distancia (al menos 1 m) de ella. Por tanto, al calcular los niveles sonoros en
un local, es necesario tenerlo en cuenta corrigiendo el nivel de potencia sonora de
la fuente en función de su localización. Para una fuente situada a más de 1 m de
cualquier superficie reflectante, no suele hacer falta corrección; para una fuente lo-
calizada sobre una superficie plana perfectamente reflectante, añada 3 dB; para una
fuente situada en la intersección de dos de estas superficies planas (como donde se
unen el suelo y la pared), añada 6 dB; para una fuente localizada en la intersección .
de tres superficies (como en una esquina), añada 9 dB. Estos valores son aproxi-
mados, pero son habituales en los cómputos técnicos.

Ejemplo. Consideremos un difusor de aire como fuente de sonido. Este está si-
tuado a 2 m del techo; su nivel de potencia sonora es 100 dB re 1 picovatio (pW). El
nivel de presión sonora del sonido directo a una distancia de 3 m (10 ft) para esta
fuente, a partir de la Ecuación (4.4a), es

Ld = 100 - 20 10glO (3) - 10,9 = 79,6 dB

Se obtiene el mismo valor sustituyendo una distancia de 10 ft en la Ecuación (4.4b).


Si la misma fuente se encuentra al nivel del techo, hay que añadir una corrección
de 3 dB al nivel de potencia sonora, de manera que el valor de Ld sería 82,6; si está
localizada en la intersección entre el techo y la pared, hay que añadir 6 dB, de forma
que el valor de Ld sería 85,6 dB; si la fuente se encuentra en una esquina de la ha-
bitación, hay que añadir 9 dB, así el valor de Ld sería 88,6 dB.
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.9

REVERBERACION

Si los oyentes están en un local cerrado, las ondas reflejadas llegan a sus oídos en
una sucesión tan rápida que habitualmente no se oyen como repeticiones distintas
del sonido original. En lugar de ello, los receptores oyen el sonido original, prolon-
gado después de que la fuente ha cesado, hasta que se reduce el sonido hasta la
inaudibilidad. Esta prolongación del sonido después de que la fuente ha cesado se
denomina reverberación.

Tiempo de reverberación

La reverberación influye en el nivel sonoro en un local cerrado. El tiempo de rever-


beración, para una frecuencia determinada, es el número de segundos que tarda en
descender 60 dB el nivel medio de presión sonora en un local cerrado (originalmen-
te en un estado estable) después de que la fuente ha cesado. Por ejemplo, la rever-
beración en la figura 4.5 es 1,8 segundos. En un local en que predominen las con-
diciones difusas, el tiempo de reverberación T 60 es aproximadamente

V
T60 = 0,161 ¡ segundos (4.5a)

donde Ves el volumen de la habitación en metros cúbicos y A es la absorción total


del sonido en la habitación en sabinos métricos. En el sistema habitual de EE.UU.:

V
T60 = 0,059¡ segundos (4.5b)

donde V es el volumen en pies cúbicos y A es la absorción en sabinos.

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o 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2
Tiempo en segundos

FIGURA 4.5. Registro de alta velocidad mostrando cómo decae el nivel de presión
sonora en una habitación con el tiempo.
4.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

La tasa de descenso, tasa media a que el nivel sonoro reverberante (reflejado)


desciende después de que la fuente ha parado, viene dada por

Tasa de descenso = 60/T60 dB/segundo (4.6)

Por ejemplo, la tasa de descenso en la Figura 4.5 es de 33,3 dB/segundo.


La Ecuación (4.5) indica que el sonido reverberante en un local de un tamaño
determinado desciende más rápidamente si la absorción aumenta dentro de ella,
por ejemplo, mediante la adición de material acústico.

NIVEL DE PRESION SONORA DEL SONIDO REFLEJADO (NIVEL


SONORO REFLEJADO)

El sonido reflejado en cualquier punto en un local incluye las contribuciones de las


reflexiones sobre todos los cerramientos del local; no incluye el sonido que se trans-
mite directamente desde la fuente hasta el punto, de manera que es relativamente
independiente de la distancia de la fuente.
El nivel del sonido reflejado sólo depende de las características acústicas de la
habitación y, en cierta medida (como se indica a continuación), de las características
de la fuente. En general, el nivel de presión sonora reflejado es bastante uniforme
en todo el local para una fuente de sonido estable si: (1) el local tiene proporciones
regulares; v.g., la dimensión mayor del suelo no es superior a 5 veces la altura del te-
cho; (2) el coeficiente de absorción media de la habitación es pequeño, menos de
0,3; (3) los cerramientos del local son irregulares; y (4) la fuente no contiene fuertes
componentes discretos de frecuencia.
Si el nivel de presión sonora es bastante uniforme en todo el local, se dice que el
sonido es difuso. El sonido en un local es perfectamente difuso si las ondas sonoras
reflejadas viajan en todas direcciones con igual probabilidad. Bajo estas condicio-
nes, el nivel de presión sonora es igual en todo el local, salvo cerca de los cerra-
mientos.
Si la fuente tiene un nivel de potencia sonora Lw [expresado en decibelios re 1
picovatio (pW)], el nivel medio de presión sonora del sonido reflejado (nivel sonoro
reflejado' L,) en un local cerrado viene dado por la siguiente ecuación si la fuente
ha estado funcionando el tiempo suficiente como para que se haya alcanzado un ni-
vel sonoro estable:

L, = Lw - 10 IOgloA + 6,0 dB (4.7a)

donde A es la absorción total en sabinos métricos .

• A veces se denomina nivel sonoro reverberante, pero el término sonido reverberante implica un so-
nido que está decayendo; por otra parte, el sonido reflejado, por ejemplo, puede estar descendiendo o ser
estable.
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.11

En el sistema habitual de EE.UU.,

Lr = Lw - 10glOA + 16,3 dB (4.7b)

donde A es la absorción total en sabinos. Esta ecuación sólo se aplica cuando Ln el


nivel de presión sonora del sonido reflejado, es uniforme en todo el local, por ejem-
plo, bajo las condiciones especificadas. De acuerdo con la ecuación anterior, Lr es
independiente de la distancia de la fuente.

Ejemplo. Supongamos que la fuente considerada anteriormente, con un nivel de


presión sonora Lw igual a 100 dB, se coloca en una habitación con una absorción to-
tal A = 20 sabinos métricos, en la que existen condiciones difusas. Entonces, el ni-
vel sonoro reflejado Lr viene dado por

Lr = 100 - 10 10glO 20 + 6,0 = 93,0 dB

Relación entre el nivel sonoro reflejado con la absorción del local

De acuerdo con la Ecuación (4.7), el nivel sonoro reflejado debido a una fuente de
determinada potencia sonora se reduce a medida que aumenta la absorción en el 10-
cal. Esta reducción del nivel de presión sonora del sonido reflejado en un local en el
que prevalecen las condiciones difusas viene dado por

Nivel de reducción = 10 10glO (Aa/A b ) dB (4.8)

donde Ab es la absorción total del sonido antes del tratamiento en sabinos y Aa es la


de después del tratamiento.
Esta relación se muestra gráficamente en la Figura 4.6. Cuanto menor es la ab-
sorción en el local antes del tratamiento, mayor es la reducción que se puede obte-
ner con determinado tratamiento.
Por ejemplo, si la absorción total del sonido después del tratamiento, Aa, es cua-
tro veces superior a su valor antes del tratamiento, A b , hay una disminución de 6 dB
en el nivel del sonido reflejado. Pueden obtenerse reducciones muy grandes en ha-
bitaciones relativamente vacías cubriendo todas las superficies, incluido el suelo,
con materiales que tengan un coeficiente de absorción del sonido igualo superior a
0,90. [Nota: se producirán reducciones inferiores a las indicadas en la Ecuación (4.8)

Reducción en decibelios

O 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
I I
, I I I
I I
I
I
, I I
I , ¡ , I 1"1 ,1 I, I , I
I I I I
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15
Relación de absorción AjAb

FIGURA 4.6. Reducción del nivel de presión sonora del sonido reflejado en un local
de proporciones regulares en que predominan las condiciones difusas, debido a un
aumento en la absorción total desde Ab hasta A B •
4.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

si el tratamiento se aplica sólo a un techo muy alto de una habitación o si prevalecen


las condiciones no difusas.]
Ejemplo. Supongamos una oficina, de 6 m X 15 m X 3 m de altura, que tiene su-
perficies y muebles interiores reflectores convencionales del sonido. Calcular el
efecto del tratamiento acústico del techo en la reducción del nivel sonoro reflejado.
En primer lugar se determina la absorción total Ab en la habitación antes del tra-
tamiento como muestra la Tabla 4.1.
Ahora, si se trata toda la superficie del techo con un material que tiene un coe-
ficiente de absorción de 0,70 (cubriendo una superficie de escayola que tiene un
coeficiente de absorción de 0,03), el coeficiente de absorción neto añadido por el
tratamiento es (0,70 - 0,03) = 0,67. La absorción añadida a la habitación es, por
tanto, 90 m2 X 0,67 = 60,3 sabinos métricos (649 sabinos en el sistema habitual de
unidades estadounidense). Por tanto, la absorción total después del tratamiento es
Aa = (13,0 + 60,3) = 73,3 sabinos métricos (789 sabinos en el sistema habitual de
unidades estadounidense).
A partir de la Ecuación (4.8), la reducción en el nivel sonoro reflejado resultado
del tratamiento acústico del techo (calculado en unidades métricas) es aproxima-
damente
Nivel de reducción = 10 10glO (Aa/A b ) = 10 10glO (73,3/13,0) = 7,5 dB
Se obtiene este mismo valor si la proporción de la absorción se expresa en el sistema
habitual de unidades estadounidense; entonces el nivel de reducción = 10 10glO
(789/140) = 7,5 dB.

Reducción del nivel sonoro reflejado en función de la frecuencia; reducción


del nivel sonoro con ponderación A

El procedimiento para calcular la reducción del nivel sonoro reflejado (con ponde-
ración A) que resulta de la instalación de material absorbente del sonido en un local
es el siguiente:
1. Se determina el nivel de presión sonora en cada banda de octava (los niveles
de presión sonora de banda de octava) del nivel sonoro reflejado antes del
tratamiento.
2. Se efectúa el ajuste para la ponderación A (ver Tabla 1.2); luego se calculan
los niveles de banda de octava con ponderación A antes del tratamiento.
3. Se calcula la reducción en nivel de cada banda de octava a partir de la Ecua-
ción (4.8), usando el valor del coeficiente de absorción del sonido para la fre-
cuencia central de cada banda.
4. Se calculan los niveles de banda de octava con ponderación A después del
tratamiento.
5. Se combinan los niveles de banda de octava con ponderación A (usando la
Figura 1.14) para obtener los niveles sonoros con ponderación A en dB(A)
antes y después del tratamiento.
6. La diferencia entre los niveles sonoros del Paso 5 representa la reducción en
el nivel sonoro con ponderación A en dB(A).
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.13

TABLA 4.2. Muestra del cálculo de la reducción en un local cerrado mediante trata-
miento acústico

Reducción en Nivel de
Nivel de nivel de banda de
Nivel de banda de banda de octava con
banda de octava con octava ponderación
Frecuencia octava antes Corrección ponderación producido A después
central de del por A antes del por el del
banda de tratamiento, ponderación tratamiento, tratamiento, tratamiento,
octava, Hz dB A,dB dB dB dB

125 83 -16,1 66,9 -2,6 64,3


250 81 -8,6 72,4 -5,8 66,6
500 79 -3,2 75,8 -8,7 67,1
1000 77 O 77,0 -8,9 68,1
2000 75 1,2 76,2 -8,5 67,7
4000 72 1,0 73,0 -7,9 65,1

Nivel sonoro Nivel sonoro


con ponderación A con ponderación A
antes del tratamiento: 82,3 dB(A) después del tratamiento: 74,4 dB(A)

Ejemplo. Supongamos que el ruido en una habitación tiene los niveles de banda
de octava que muestra la Tabla 4.2 y que el nivel sonoro con ponderación A para
este espectro de frecuencias es 82,3 dB(A). Por simplificación, en este ejemplo se
asume que el coeficiente medio de absorción del sonido es de 0,05 para todas las
frecuencias. La habitación es tratada cubriendo el 40 por 100 de su superficie con
material acústico de 2,5 cm (1 in) de grosor, con los siguientes coeficientes de ab-
sorción del sonido:

Frecuencia, Hz 125 250 500 1000 2000 4000


Coeficiente de absorción 0,15 0,40 0,85 0,90 0,80 0,70

La Tabla 4.2 muestra los valores calculados de la reducción del nivel del sonido
reflejado para cada banda de octava. La reducción calculada del nivel sonoro con
ponderación A es (82,3 - 74,4) = 7,9 dB(A). En este ejemplo, se asume que las con-
tribuciones al nivel sonoro con ponderación A de otras frecuencias centrales son in-
significantes.

MAGNITUD DEL TRATAMIENTO DE ABSORCION REQUERIDO

La cantidad de absorción adicional de sonido precisa para un control satisfactorio


del ruido en un local cerrado se determina de la siguiente manera:
1. Se calculan los niveles de ruido existentes.
2. Se calculan los niveles de ruido aceptables; véase Tabla 43.1.
4.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

3. Se restan los niveles sonoros aceptables de los niveles sonoros existentes para
obtener el nivel de reducción preciso.
4. A partir de la Ecuación (4.8), se determina la cantidad de absorción que hay
que añadir para lograr la reducción precisa en el nivel sonoro reflejado.
En ausencia de la información precisa para usar el procedimiento previo, se
puede usar la siguiente regla empírica: la absorción total en una habitación debe ser
igual numéricamente a entre el 20 y el 50 por 100 del área total de la superficie de
una habitación. En general, la parte inferior de este rango es adecuada para locales
con techos bajos o que contengan fuentes de potencia sonora moderada, y la parte
superior del rango, para todas las demás condiciones.
Para producir una reducción apreciable en el nivel de ruido de un local, la re-
lación entre la absorción después del tratamiento y la absorción antes del trata-
miento ha de estar entre 3 y 10; una relación de 3 es aproximadamente la mínima
requerida para que la reducción del nivel de ruido sea reconocida por el oído, en
condiciones medias. En una habitación con paredes duras y muy altas y techo ab-
sorbente del sonido, el incremento de absorción del sonido en las paredes suele
ser de gran ayuda.
La aplicación del procedimiento anterior (para determinar la cantidad de absor-
ción que hay que añadir a una habitación para lograr la reducción del ruido reque-
rida) está estrictamente limitada a locales en que prevalezcan condiciones difusas.
En un local con una cantidad moderada de absorción, la adición de más material ab-
sorbente puede no dar como resultado una reducción significativa del nivel de so-
nido reflejado. Sin embargo, en habitaciones normales en que no predominan las
condiciones difusas, los ocupantes suelen informar de que el aumento de absorción
es beneficioso, incluso cuando éste no dé como resultado una reducción significati-
va del nivel sonoro reflejado. Esto puede explicarse por el hecho de que la absor-
ción adicional: (1) puede reducir significativamente las reflexiones iniciales del so-
nido que oyen los ocupantes y (2) puede mejorar la habilidad de los ocupantes para
localizar sonidos dentro de la habitación.

NIVEL SONORO DIRECTO MAS NIVEL SONORO REFLEJADO

El nivel de presión sonora Lp que resulta de la combinación total del nivel sonoro
directo y el nivel sonoro reflejado (el nivel sonoro directo más reflejado o nivel so-
noro total) se calcula a partir de los niveles Ld y L" que se encuentran en las Ecua-
ciones (4.4) y (4.7), combinándolos mediante el uso de la Figura 1.14.

Nivel de potencia sonora menos nivel de presión sonora (Lw - Lp) para
condiciones difusas

La Figura 4.7 muestra una gráfica del nivel de potencia sonora de la fuente, L w , me-
nos el nivel total de (presión) sonora, L p , en función de la distancia r a la fuente. Se
muestran curvas para varios valores de absorción del local. Como se indicó en una
sección anterior, «Corrección del nivel de potencia sonora para una fuente locali-
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.15

5 -5
:--- Absorción t ptal A 1
ul 10 .......... 150 -¡;; O ul
.2 15 '~ 100 = 5 .2Cii
~
-
Cii
~ 20 e
~ 4í 25
-....; :--
.... ....
200 -
500
1000
=10 .o.~.~
=15 -c o-
c: E ~ ;::- 2000 -
al c: 30 5000 -= 20 ~ ~
-"al
"1 . . 35
---:::--
....
........ 8 - 10.000 := 25 :} ....
0
D/,i ~/Do 1 I
I
..J
..J 40
45
rC'~o . . .. II
30
35
1 2 4 6 8 10 20 40 60 100
Distancia de la fuente r

FIGURA 4.7. Gráfico para convertir el nivel de potencia sonora Lw [re 1 picovatio
(1 pW)] en nivel total de presión sonora Lp• (Lw - Lp) se registra en función de la dis-
tancia de la fuente en unidades (a) SI y (b) sistema habitual de EE.UU. Nótese que hay
que añadir una corrección al nivel de potencia sonora de la fuente cuando está cerca
de una superficie reflectante (véase «Corrección del nivel de potencia sonora para
fuentes localizadas cerca de una superficie reflectante))).

zada cerca de una superficie reflectante», hace falta una corrección para una fuente
localizada sobre o cerca de una superficie reflectante. Las curvas muestran que, en
un punto cercano a la fuente, el nivel sonoro directo contribuye con el mayor com-
ponente al nivel sonoro total. A medida que nos alejamos de la fuente, la importan-
cia relativa del nivel sonoro directo decrece; entonces, el nivel de presión sonora to-
tal decrece, acercándose al valor del nivel sonoro reflejado. Las curvas sólo se
aplican cuando prevalecen en el local las condiciones difusas. En una habitación nor-
mal, éste no suele ser el caso, por lo que los valores aportados por las curvas de la
Figura 4.7 son, en el mejor de los casos, aproximaciones. Por ejemplo, la Figura 4.8
muestra el nivel de presión sonora (medido en una oficina) en función de la distan-
cia de la fuente. Cuando la fuente produce un tono puro de 1000 Hz, la curva de ni-
vel de presión sonora en función de la distancia exhibe marcadas irregularidades;
para una octava de ruido centrada en 850 Hz, al aumentar la distancia de la fuente,
el nivel de presión sonora de la banda de octava muestra un descenso mucho más
suave. Sin embargo, los valores medidos no son los mismos que los obtenidos me-
diante las curvas derivadas teóricamente de la Figura 4.7 porque las condiciones di-
fusas no prevalecen.

Ejemplo. Calcular el nivel sonoro directo Ld y el nivel sonoro reflejado Lr a dos


distancias del terminal de un aparato de aire: (1) en un punto cercano, a 1 m de la
fuente, y (2) en un punto a 8 m de ella; los niveles de potencia sonora en bandas de
octava de la fuente se muestran en la Tabla 4.3. Estos valores de la absorción total
de la habitación para cada frecuencia se muestran en la Tabla 4.3. En estos cálculos,
se asume que el terminal del aparato de aire cuelga hacia abajo desde el techo a su-
ficiente distancia como para que sea necesaria una corrección de los efectos de una
superficie reflectante cerca de la fuente. Las características direccionales de la fuen-
te, si las hay, son insignificantes.
El valor Ld se obtiene a partir de la Ecuación (4.4) Yel valor Lr se obtiene de la
4.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

00 80r---,----,----,----,---,r---,----,----,----,---,
o
::::;
w
Q
w
70~--~~-+----+---~--~~--+----+----~---r--~
o
z
~ 60~--~---+--~~~~~~~~+-_7~--+_~~-r~~
a:
o
z
~ 50~--~---T--~T----r~--r---~~-+~--r-~~--~
-'
w
>
Z 40
0 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DISTANCIA EN PIES

FIGURA 4.8. Nivel de presión sonora en función de la distancia de una fuente de so-
nido; estas medidas fueron tomadas en una oficina típica para dos fuentes distintas:
(a) un tono puro de 1000 Hz y (b) una banda de octava de ruido blanco con una fre-
cuencia central de 850 Hz. Nótese que estas curvas se apartan significativamente de
las de la Figura 4.6 debido a la falta de condiciones difusas en la habitación. (V. O.
Knudsen y C. M. Harris'l.)

Ecuación (4.7); el valor combinado de Ld y Lr (v.g., Lp) se obtiene mediante la Fi-


gura 1.14.

Efecto de la absorción sobre el nivel sonoro total Lr Supongamos que se añade


material absorbente a la habitación. Dado que el nivel combinado de los sonido di-
recto y reflejado depende tanto de la absorción total de la habitación como de la
distancia a la fuente, la reducción del nivel sonoro total Lp, debida a la absorción
añadida, depende no sólo del aumento de ésta, sino también de la distancia a la
fuente. Como muestra la Figura 4.7, la reducción del nivel sonoro total en puntos le-
janos respecto a la fuente es la misma que la reducción del nivel sonoro reflejado
obtenido en la Ecuación (4.8). Por ejemplo, si la absorción total de la habitación A
aumenta de 50 a 200 sabinos, la reducción del nivel sonoro total para distancias lar-
gas desde la fuente es 6 dB; cerca de la fuente, la reducción correspondiente del ni-
vel sonoro es mucho menor. Como regla general, cuanto mayor es la absorción total
en una habitación, mayor es la distancia de la fuente a la que determinado aumento
de la absorción es totalmente eficaz en la reducción del nivel sonoro total.

Fuentes de ruido múltiples. Supongamos que en un local cerrado, en lugar de una


fuente única como hemos considerado anteriormente, hay varias fuentes de ruido.
Asumimos que predominan condiciones esencialmente difusas, de manera que el
nivel de presión sonora del sonido reflejado es el mismo en todo el local; bajo estas
condiciones, el nivel sonoro reflejado tiene el valor dado por la Ecuación (4.7), te-
niendo en cuenta que Lw es el nivel de potencia sonora total de todas las fuentes.
Por ejemplo, si hay n fuentes de ruido de igual potencia sonora, su nivel combinado
de potencia sonora es (10 10glO n) dB más alto que el nivel de una fuente única;

Aumento del nivel potencia sonora = (10 10glO n) dB (4.9)


EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.17

TABLA 4.3. Cálculo de los niveles sonoros producidos por una fuente de ruido en un
local cerrado

Niveles de
potencia
Niveles de presión Niveles de presión
sonora de
sonora en bandas sonora en banda
Frecuencia banda de Absorción
de octava, a 1 m de octava, a 8 m
central de octava de la total en el
banda de de la fuente, dB de la fuente, dB
fuente dB re 1 local, sabinos
octava, Hz picovatio métricos Ld Lr Lp Ld Lr Lp
125 45 100 34,1 31,0 35,8 16,1 31,0 31,1
250 56 250 45,1 38,0 45,9 27,1 38,0 38,3
500 50 450 39,1 29,5 39,6 21,1 29,5 30,1
1000 50 500 39,1 29,0 39,5 21,1 29,0 29,6
2000 48 450 37,1 27,5 37,5 19,1 27,5 28,1
4000 43 400 32,1 23,0 32,6 14,1 23,0 23,5
Niveles de presión sonora globales 47,6 40,0 48,3 29,6 40,0 40,3

Por ejemplo, el aumento del nivel reflejado de presión sonora debido a cuatro má-
quinas en una habitación es 6 dB mayor que el nivel reflejado de presión sonora de-
bido a una sola máquina.
El nivel sonoro total en cualquier punto de una habitación puede calcularse, si
se conocen la potencia y la distancia de cada fuente, de la siguiente manera. Se cal-
cula primero el nivel sonoro directo para cada una de ellas, en el punto de obser-
vación, mediante la Ecuación (4.4); se combinan estos niveles de acuerdo con la Fi-
gura 1.14. Se calcula luego el nivel sonoro reflejado debido a todas las fuentes
mediante la Ecuación (4.4). Por último, se combinan los niveles sonoros directo y
reflejado, mediante la Figura 1.14, para obtener el nivel sonoro directo más el refle-
jado (el nivel sonoro de presión total), Lp-

Ejemplo. Supongamos que hay siete fuentes de ruido en una habitación, cada una
de ellas con un nivel de potencia sonora de 100 dB re 1 picovatio (1 pW es una po-
tencia sonora de 0,01 vatios), que están a 2, 3, 4, 5, 6, 7 Y8 metros de distancia de un
punto de observación. Calcular el nivel de presión sonora total (el nivel del sonido
directo más el reflejado) para dos condiciones: (1) la absorción de la habitación es
10 sabinos métricos (108 sabinos) y (2) la absorción aumenta a 100 sabinos métricos
(1076 sabinos). A partir de la Ecuación (4.4), el nivel sonoro directo para cada fuen-
te es

Distancia, m 2 3 4 5 6 7 8
Nivel sonoro directo, dB 83,1 79,6 77,1 75,1 73,6 72,2 71,1

De acuerdo con la Figura 1.14, el nivel sonoro directo que resulta de las siete
fuentes es 86,4 dB.
De acuerdo con la Ecuación (4.9), si hay siete fuentes de igual potencia, su nivel
total de potencia sonora; es (10 10glO 7) = 8,5 dB más alto que una de estas fuentes.
Por tanto, el nivel sonoro de potencia total Lw = 108,5 dB. A partir de la Ecuación
4.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(4.7), se sigue que para una absorción de 10 sabinos métricos el nivel sonoro refle-
jado (debido a las siete fuentes) es igual a (108,5 - 10 + 6) = 104,5 dB. De acuerdo
con la Figura 1.14, los valores combinados del nivel sonoro directo de 86,4 dB yel
nivel sonoro reflejado de 104,5 dB conducen a un nivel sonoro total de 104,6 dB.
Si la absorción A aumenta de 10 a 80 sabinos, el nivel sonoro directo sigue sien-
do el mismo, pero, de acuerdo con la Figura 4.6, el nivel sonoro reflejado se reduce
en 9 dB, obteniéndose un valor de 95,5 dB. Entonces, el nivel sonoro total es 96 dB,
habiéndose obtenido una reducción de 104,6 - 96,0 = 8,6 dB.
En este ejemplo, el nivel de potencia sonora de 100 dB re 1 picovatio para cada
fuente se ha elegido arbitrariamente. Para cualquier otro nivel de potencia sonora,
los niveles de presión sonora aumentarían o descenderían de forma acorde, pero la
reducción calculada sería la misma. Nótese que esta reducción de 8,6 dB sólo se
produce en una posición concreta seleccionada. En un punto más próximo a las
fuentes, la reducción sería menor; en puntos más distantes, la reducción sería ma-
yor, acercándose a 9 dB como límite (la reducción en el nivel sonoro reflejado).

Nivel de potencia sonora menos nivel de presión sonora (Lw - Lp) para
condiciones no difusas en una local cerrado

Las Ecuaciones (4.5), (4.7) Y(4.8) se basan en el supuesto de que el sonido en un lo-
cal es perfectamente difuso. La razón para este supuesto es hacer posible la utili-
zación de fórmulas técnicas simples y útiles. Una buena difusión en una habitación
está provocada por irregularidades en sus superficies u objetos (como el mobiliario)
que ayudan a la dispersión del sonido que choca con ellas; estas irregularidades son
más eficaces cuando los agentes de dispersión tienen dimensiones entre 1/2 y 1 vez
la longitud de onda completa. En la práctica, sobre todo debido a la falta de una
irregularidad adecuada en las superficies del local, las condiciones difusas no pre-
dominan. Como resultado, los valores medidos para los niveles de presión sonora
en función de la distancia no suelen concordar con las curvas graduales que muestra
la Figura 4.7.
En un local no se produce buena difusión: (1) si una de sus dimensiones es 5 ve-
ces mayor que otra o las otras dos dimensiones, como ocurre con oficinas muy gran-
des de techo bajo, o en un pasillo; (2) si la forma es inusual, como una iglesia cru-
ciforme o un auditorio con grandes palcos suspendidos; o (3) si el sonido tiene uno
o más componentes muy fuertes de frecuencias discretas. En general el descenso del
nivel de presión sonora es razonablemente gradual para una banda de ruido, pero
para una fuente sonora de frecuencia discreta, el descenso del nivel de presión so-
nora en función de la distancia está marcado por múltiples máximos y mínimos que
resultan de las ondas que permanecen en la habitación (véase Figura 4.8).
Para condiciones no difusas, el nivel de potencia sonora menos el nivel de pre-
sión sonora (Lw - Lp) es muy dependiente de las condiciones reales, pero la si-
guiente relación empírica ofrece una aproximación razonable (dentro de un rango
de 2 dB) siempre que: (1) haya alguna dispersión y la absorción esté concentrada
fundamentalmente sobre una superficie, como un techo absorbente del sonido o un
suelo alfombrado; (2) las proporciones de la habitación sean razonablemente re-
gulares (un ejemplo de un caso en que no lo son se comenta a continuación); (3) la
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.19

altura del techo está entre 2,5 y 3,5 m (8 y 12 ft); Y (4) no hay componentes de fre-
cuencias discretas fuertes en el espectro de la fuente de ruid04 :

Lw - Lp = 510g lO V + 310glO ! + 10 10glO r - 12 dB (4. lOa)

donde Ves el volumen de la habitación en metros cúbicos,! es la frecuencia en her-


zios y r es la distancia de la fuente en metros.
La ecuación correspondiente en el sistema habitual de Estados Unidos es

Lw - Lp = 510glO V + 310glO ! + 10 logro r - 25 dB (4.lOb)

donde Ves el volumen de la habitación en pies cúbicos,! es la frecuencia en herzios


y r es la distancia de la fuente en pies. Nótese que el valor de (Lw - Lp) desciende
3 dB cada vez que se duplica la distancia de la fuente. Esto contrasta con el descen-
so del valor de (Lw - Lp) al aumentar la distancia de la fuente en una habitación en
que el sonido es difuso; en estas condiciones, como muestra la Figura 4.7, el descen-
so en el nivel es de 6 dB cada vez que se duplica la distancia de la fuente, con lo que
se acerca a un valor constante que depende de la absorción total del sonido de la ha-
bitación.
Por ejemplo, los datos que muestra la Figura 4.8 fueron obtenidos para una
fuente puntual en una oficina rectangular en que no había condiciones difusas. Los
datos para una banda de ruido muestran un descenso de 3 dB en el nivel de presión
sonora al duplicar la distancia, de 5 ft a 10 ft, el valor predicho por la Ecuación
(4.10).

Fuentes múltiples en un local ce"ado. Un caso de particular importancia de un


local en el que la difusión no es buena es aquel en que hay fuentes múltiples de so-
nido en el techo. Esta es la situación que encontramos en muchos edificios de ofi-
cinas, donde múltiples difusores de aire están empotrados en el techo. Para estas
condiciones, los datos empíricos muestran que la Ecuación (4.10) predice niveles de
ruido dentro de un margen de error de unos 2 dB, siempre que el volumen Ven esta
ecuación se tome como el volumen de espacio servido por un solo difusor de aire.

Efectos de los componentes de frecuencias discretas en el ruido

La teoría en que se basan las fórmulas de campo difuso no considera la resonancia


de la habitación o las ondas en ella; se asume que el campo sonoro es perfectamente
difuso. Cuando la fuente tiene componentes discretos de frecuencia, hay compor-
tamientos distintos del nivel de presión sonora; máximo en algunos lugares, mínimo
en otros, como resultado de la adición de ondas reflejadas en algunos lugares y com-
pensación en otros5 • Este efecto, ilustrado en la Figura 4.8, muestra el nivel de pre-
sión sonora en función de la distancia de una fuente de 1000 Hz en una oficina. Nó-
tese las marcadas irregularidades en esta curva de distribución del nivel de presión
en función de la distancia a la fuente, siendo de hasta 10 dB entre el mínimo y el má-
ximo.
4.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Techos y suelos amplios

Si cualquiera de las dimensiones del suelo de una habitación es 5 veces mayor que
la altura del techo, las condiciones difusas no predominan y las reflexiones sobre las
paredes son insignificantes. Entonces, ninguna de las fórmulas anteriores es apli-
cable. Por ejemplo, consideremos el efecto del tratamiento acústico de un techo de
3 m (10 ft) de altura en una habitación muy grande, cuyas otras dimensiones supe-
ran 5 veces a ese valor. La Figura 4.9 muestra el nivel de potencia sonora total (Lw
- Lp) en función de la distancia a la fuente; estos datos se presentan para tres va-
lores de coeficiente de absorción del techo: 0,02, 0,50 Y 1,00. Cuando el coeficiente
de absorción es igual a 1, no existen reflexiones múltiples; en lugar de ello, el nivel
sonoro reflejado se debe a una reflexión única desde el suelo que, a una distancia
considerable de la fuente, es aproximadamente igual al nivel sonoro directo. Para
un techo muy reflectante, por ejemplo, uno que tenga un coeficiente de absorción
de 0,02, el nivel de presión sonora desciende aproximadamente 3 dB cada vez que
se duplica la distancia desde la fuente. Sin embargo, para un techo con un coeficien-
te de absorción de 0,50, el descenso es mucho más rápido.

Fuentes múltiples en un local cerrado. Si hay muchas fuentes de sonido en este


tipo de local con techo bajo, los niveles sonoros directo, reflejado y total, en un pun-
to determinado, dependen de la potencia sonora de cada fuente, la distancia entre
DISTANCIA DE LA FUENTE EN PIES
0,4 0,60,8 1
, , "'" ,
2
, ,4 , 6, , 8"'10 ,
20

o
I~ Techo 3 m (10 ft)

en 10
~ .......
o:::¡
UJ
al
f' ~t::
1"-
~ t::--
Ü
UJ
el
z
UJ
20
" ,:-; t'- co......... r-- r-t-
-" "
~' :-- ~ f"-- r"-t--
.....
I
~
~
30 SONIDO
DIRECTO , r"-I' l'
, " l'
40

2 4 6 8 10 20 40 60 80 100
DISTANCIA DE LA FUENTE EN PIES

FIGURA 4.9. Gráfico que muestra el nivel de potencia sonora menos el nivel de pre-
sión sonora total (Lw - Lp ) en un local en que una de las dimensiones es pequeña com-
parada con las demás. En este local no predominan las condiciones difusas. Si el te-
cho tiene un coeficiente de absorción del sonido igual a 1, el valor de (Lw - Lp ) se
acerca al valor del nivel de presión sonora del sonido directo. (De acuerdo con los da-
tos recogidos por H. J. Sabine.)
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.21

el punto de observación y cada una de ellas, la altura del techo y los coeficientes de
absorción del techo y el suelo. Los niveles para cualquier conjunto de condiciones
determinadas que impliquen fuentes múltiples pueden calcularse combinando los
niveles sonoros de todas las fuentes individuales.

REFERENCIAS

1. C. M. Harris, «Absorption of sound in air vs. humidity and temperature», Joumal of


Acoustical Society of America, vol. 40, 1966, pp. 148-159.
2. C. M. Harris, «Absorption of sound in air vs. humidity and temperature», NASA contrac-
tor report NASA CR-647, Clearinghouse for Federal Scientific and Technical Informa-
tíon, Springfield, VA 22151, enero 1967.
3. V. O. Knudsen y C. M. Harris, Acoustical designing in architecture, Capítulo 8, Acoustical
Society of America, Nueva York, 1978.
4. T. J. Schultz, «Relationshíp between sound power level and sound pressure level in dwe-
lIings and offices», ASHRAE Transactions, vol. 91, n.o lA, 1983, pp. 124-153.
5. P. M. Morse, Vibration and sound, Capítulo 8, Acoustical Society of America, Nueva
York, NY 10017, 1980.
Capítulo 5
INSTRUMENTOS DE
MEDIDA ACUSTICA

Daniel L. Johnson
Alan H. Marsh
Cyril M. Harris

INTRODUCCION

Hay disponibles muchos tipos de aparatos distintos para medir los niveles sonoros.
De entre ellos, el más utilizado es el sonómetro, un aparato para la medida del nivel
de presión sonora ponderado en frecuencia y en tiempo (a menudo abreviado como
nivel sonoro). La mayoría de éstos son de tamaño pequeño, poco peso y funcionan
con pilas.
La fiabilidad de las evaluaciones acústicas depende sobre todo de cómo se uti-
lizan los aparatos. Por ejemplo, el voltaje que aporta el micrófono al sonómetro no
debe ser tan alto como para que éste se sobrecargue; por otra parte, el voltaje del
micrófono no debe ser tan bajo que el ruido inherente al aparato oscurezca algunas
partes de la señal sonora que se está midiendo. Por ello, hay que estar muy familia-
rizado con los instrumentos del sistema de medida del sonido para utilizar plena-
mente sus prestaciones. Es esencial un estudio detallado de la bibliografía del fa-
bricante para cada aparato. Más aún, es recomendable la práctica en el uso de los
instrumentos de medida, sobre todo en establecer los diversos controles, y en com-
prender los efectos de los distintos ambientes sobre las medidas.
En la Figura 5.1, se muestra un diagrama de bloques que indica los principales

l I r-- Amplificador
---- Ponderación
temporal r-----
Control
del rango
de nivel - Promediador
de tiempo f-----o
(rectificador)
Aparato
indicador
o pantalla
Micróf!no
1
Preamplificador

FIGURA 5.1. Diagrama de bloques mostrando los principales componentes de los


sonómetros.

5.1
5.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

componentes de un sonómetro. Estos incluyen el micrófono, preamplificador, am-


plificador, ponderación de frecuencia (la ponderación de frecuencia puede combi-
narse con el amplificador), control del rango de nivel, promediador de tiempo e in-
dicador; todos estos componentes se describen a continuación, en secuencia. Las
funciones representadas por estos bloques no se producen necesariamente en el or-
den indicado en la Figura 5.1. Por ejemplo, la amplificación, ponderación de fre-
cuencia y control del rango de nivel a menudo se distribuyen sobre varias partes del
instrumento de medida completo.
El proceso de promediar el tiempo se lleva a cabo de dos formas. Desde la dé-
cada de los 30, los sonómetros convencionales ofrecían resultados de un nivel so-
noro de tiempo medio de funcionamiento con ponderación temporal exponencial. La
llegada de la tecnología digital en la década de los 70 ha hecho posible un promedio
temporal sin ponderación temporal exponencial; los que funcionan de esta manera
se denominan sonómetros integradores. (Como se indica en el Capítulo 11, algunos
aparatos ofrecen resultados de ambos tipos de promedio o ponderación temporal.)
Después del comentario de los principales componentes del sonómetro, se con-
sideran los tipos de precisión de los mismos. Dado que a menudo se utilizan junto
con éstos, se incluye información general sobre los analizadores de espectro de ban-
da de octava y de banda de tercio de octava. (Un comentario más detallado de los
analizadores de espectro se presenta en el Capítulo 8.)
El último tema descrito en este capítulo es el equipamiento auxiliar que puede
usarse para almacenar los registros de las salidas de un instrumento de medida del
sonido.
Este capítulo está estrechamente relacionado con el Capítulo 9, que describe las
aplicaciones generales de las medidas tomadas con estos aparatos; el Capítulo 11,
que comenta los dos tipos básicos de niveles sonoros con media temporal y su me-
dida, junto con la medida de los niveles sonoros con promedio temporal a largo pla-
zo; y el Capítulo 50, que describe las medidas del ruido en la comunidad.

MICROFONOS {véase también Capítulo 9J

Un micrófono convierte las variaciones de presión de las ondas sonoras en señales


eléctricas que varían con el tiempo. De forma ideal, el micrófono ha de tener las si-
guientes características:
1. La señal eléctrica que genera debe ser una analogía exacta de la onda sonora.
2. La presencia del micrófono en el campo sonoro no debe alterarlo.
3. La respuesta en frecuencia del micrófono debe ser independiente de la fre-
cuencia para un rango amplio de ésta (v.g., debe ser «plana»).
4. Para un rango amplio de presiones sonoras y para todas las frecuencias del
rango de utilidad del micrófono, debe haber una relación lineal entre el nivel
de la señal de salida del micrófono y el nivel de presión sonora en el mismo.
5. La sensibilidad del micrófono no debe cambiar con el tiempo ni las condicio-
nes ambientales.
En la práctica, los micrófonos sólo se aproximan a estas características ideales.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.3

A continuación se presentan una serie de consideraciones importantes a la hora de


elegir un micrófono para las medidas acústicas.

Características del micrófono

Sensibilidad en función de lafrecuencia (respuesta del micrófono). La sensibili-


dad de un micrófono es la relación entre su salida eléctrica y el nivel de presión so-
nora en el diafragma del micrófono. La salida eléctrica suele especificarse en tér-
minos del voltaje de salida de circuito abierto; v.g., el voltaje en los terminales de
salida del micrófono cuando se le desconecta de su preamplificador. Habitualmen-
te, la presión sonora se expresa en términos de la presión sonora que existiría en
«campo libre» si el micrófono no estuviera presente (a partir de las instrucciones es-
pecificadas por el fabricante). Estos resultados suelen presentarse en términos de
nivel de sensibilidad de la respuesta en campo libre del micrófono, expresado en de-
cibelios. Por ejemplo, supongamos que la salida eléctrica es 5 milivoltios (mV)
cuando la presión sonora en campo libre es 2 pascal es (Pa) a una frecuencia de 1000
herzios (Hz). Entonces el nivel de sensibilidad de respuesta del micrófono, en deci-
belios, es 20 10gIO [[(5 mV)/(2 Pa))/[(l V))/(l Pa)) = -52 dB a esa frecuencia y res-
pecto al estándar de referencia de sensibilidad de 1 VlPa. La Figura 5.2 muestra las
características típicas del nivel de sensibilidad en campo libre de los micrófonos de
medidas más representativos. Todos los clasificados como micrófonos de medida
deben satisfacer los requisitos relevantes de las normas nacionales e internacionales
para instrumentos de medida del sonido en términos del nivel de sensibilidad de su
respuesta, así como otras características físicas y electroacústicas1,2.

Sensibilidad en función del ángulo de incidencia. La sensibilidad de un micrófo-


no varía dependiendo del ángulo con que la onda sonora incide sobre él. La mayo-

(e) 13mm ~

111

(d) 25 mm -
(b) 111
111
13mm
(a

6mm\

6 10 20 50 100 200 500 1000 I 5000 I 20.000 I


2000 10.000 50.000
Frecuencia, Hz

FIGURA 5.2. Característica de nivel de sensibilidad de la respuesta (sensibilidad en


función de la frecuencia) de micrófonos con condensadores semejantes. (a) 6 mm de
diámetro, sensibilidad moderada; (b) 13 mm, sensibilidad moderada; (e) 13 mm, sen-
sibilidad alta; (d) 25 mm, sensibilidad alta. (Cortesía de Brüel y Kjaer.)
5.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ría de los micrófonos que tienen un diámetro de 13 mm (1/2 in) o menos son esen-
cialmente omnidireccionales (o no direccionales); su sensibilidad es prácticamente
la misma para todas las direcciones de incidencia del sonido, a frecuencias por de-
bajo de unos 5000 Hz. (Algunos micrófonos son fabricados intencionalmente para
tener escasa respuesta a sonidos que proceden de determinadas direcciones. Estos,
denominados micrófonos direccionales, no tienen la cualificación de micrófonos de
medida y rara vez se usan en mediciones de sonido dirigidas al control del ruido.) A
medida que aumenta la frecuencia, el tamaño de cualquier micrófono acaba siendo
comparable a la longitud de onda del sonido y la sensibilidad decrece para ángulos
de incidencia alejados del ángulo de mayor sensibilidad en campo libre. La varia-
ción en sensibilidad de un micrófono con el ángulo de incidencia de las ondas so-
noras, denominada su patrón de directividad, puede representarse gráficamente en
un diagrama polar. Para la mayoría de los micrófonos de medición que tienen forma
cilíndrica, el patrón de directividad es circularmente simétrico alrededor del eje del
cilindro, pero cambia con el ángulo de incidencia y la frecuencia, en un plano a tra-
vés del eje del micrófono, que es perpendicular al diafragma del mismo, como ilus-
tra la Figura 5.3.

Respuestas de incidencia perpendicular y de incidencia horizontal. Cuando la di-


rección de propagación de las ondas sonoras que inciden sobre el diafragma es per-
pendicular a él (v.g., incidencia a 0°, como muestra la Figura 5.3), se dice que la res-
puesta del micrófono es de incidencia perpendicular o de incidencia frontal. Cuando
la dirección de las ondas sonoras es paralela al plano del diafragma (v.g., incidencia
a 90°), se dice que es una respuesta de incidencia horizontal. Para la mayoría de los
micrófonos de medición, el ángulo de incidencia de sonido en campo libre al que co-
rresponde la mayor sensibilidad es el perpendicular (0°). Cuando el sonido que se
va a medir tiene una dirección de llegada al micrófono predominante, hay que usar
una de estas dos direcciones fundamentales. La incidencia perpendicular (también
denominada incidencia frontal) se recomienda para fuentes de sonido estacionarias.
La incidencia horizontal se recomienda para fuentes de sonido en movimiento, de
manera que el mismo ángulo de incidencia esté presente durante todo el período de
medición.

Respuesta de incidencia aleatoria (random). La respuesta de incidencia aleatoria


(random) es la respuesta media para todos los ángulos de incidencia, siendo todos
ellos igualmente probables a partir de todas las direcciones en un momento deter-
minado o a lo largo de un período de tiempo. Es mejor utilizar la respuesta de estas
características para medidas: (1) cuando se llevan a cabo en un local reverberante o
semirreverberante a distancias relativamente grandes de la fuente de sonido o (2)
cuando no se conoce la dirección de llegada del sonido o no está bien definida,
como suele ocurrir con medidas de ruido en una comunidad mediante micrófonos
no atendidos. Para micrófonos omnidireccionales (o micrófonos de medición que
están diseñados para tener la respuesta en frecuencia más plana para el ángulo per-
pendicular de incidencia sonora), la respuesta de incidencia aleatoria (random) es
parecida a la de un ángulo de incidencia entre 60° y BO°, con una respuesta que es
entre 3 y 5 dB mayor (para frecuencias entre 8000 y 12000 Hz) que la respuesta
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.5

FIGURA 5.3. Patrones de direccionalidad (sensibilidad relativa del nivel de respues-


ta en función del ángulo de incidencia del sonido), en campo libre, de micrófonos con
condensadores de 13 mm (1/2 in) de diámetro utilizados para medición acústica. Un
micrófono con diámetro inferior es menos direccional. (Cortesía de Brüel y Kjaer.)

esencialmente plana para frecuencias inferiores a 1000 Hz. Los micrófonos de me-
dición también pueden diseñarse para tener una respuesta, a sonidos que inciden
con ángulos aleatorios, que es esencialmente independiente de la frecuencia (res-
puesta plana), para el rango de frecuencias que se extiende hasta aproximadamente
12000 Hz, para un micrófono de 13 mm (112 in) de diámetro. La Figura 5.4 muestra
las correcciones de respuesta a las incidencias perpendicular, horizontal y aleatoria
(random), en función de la frecuencia para un micrófono concreto de 13 mm
(112 in).
Por lo general, cuando se utiliza un único sonómetro para medir el nivel pro-
ducido por fuentes estacionarias en campo libre y se conoce el ángulo principal de
incidencia, o cuando se miden los niveles sonoros producidos por varias fuentes, en
que se desconocen los ángulos de incidencia o éstos varían al azar, existen dos po-
sibilidades:
5.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

10
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-4

I
I, I , I I I r I 150
1200
0
-

-5
5 5 10 20
Frecuencia, kHz

FIGURA 5.4 Correcciones típicas que hay que añadir a la respuesta de un micrófono,
como se mediría mediante un dispositivo electroacústico que simula la presión de
campo de un acoplador cerrado, para obtener la respuesta equivalente de campo li-
bre a los ángulos de incidencia indicados. Estos datos son para un micrófono del tipo
condensador diseñado para respuesta más plana a las ondas sonoras que inciden a 00
(v.g., incidencia perpendicular o frontal).

1. Utilizar dos micrófonos diferentes: (a) un micrófono que esté diseñado para
tener la respuesta en frecuencia más plana frente al sonido que llega con un
ángulo de incidencia especificado por el fabricante (a menudo 0°) en campo
libre y (b) otro micrófono que está diseñado para dar la respuesta de frecuen-
cia más plana para el sonido que incide con ángulos aleatorios en el tiempo
(random).
2. Para medir los sonidos que llegan al diafragma del micrófono con ángulos de
incidencia aleatorios (random), se utiliza una amplificación electrónica, que
puede seleccionarse mediante un interruptor, que compensa la pérdida de sen-
sibilidad para frecuencias altas cuando se usa un micrófono de determinado
diámetro diseñado para la respuesta en frecuencia más plana para un ángulo
de incidencia del sonido perpendicular (frontal). Esta última alternativa per-
mite el uso de un solo micrófono diseñado tanto para medir situaciones con
una respuesta de frecuencia óptima, como para cumplir las normas lEC y
ANSI mediante la selección del establecimiento de los controles en el sonó-
metro.

Efectos de las condiciones ambientales sobre la sensibilidad del micrófono. La


sensibilidad de un micrófono de medición varía con la temperatura, humedad y pre-
sión atmosférica. El fabricante del micrófono debe indicar el coeficiente de tempe-
ratura de la sensibilidad del nivel de respuesta; este coeficiente, expresado como el
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.7

cambio en el nivel de sensibilidad para un cambio de un grado en la temperatura


ambiental, puede usarse para corregir los cambios de sensibilidad a corto plazo,
cuando el micrófono se usa a temperaturas distintas a la empleada por el fabricante
como referencia.
Los cambios habituales en la presión atmosférica no suelen afectar de forma sig-
nificativa a la sensibilidad de un micrófono a nivel del mar. La información que
aporta el fabricante debe utilizarse para explicar el efecto de los cambios de presión
atmosférica sobre la sensibilidad cuando el micrófono (cuya sensibilidad ha sido de-
terminada mediante calibración a la presión a nivel de mar) se utiliza para medir un
campo sonoro en que la presión atmosférica es significativamente mayor, o menor,
que la del nivel de mar.
Cuando la humedad relativa es baja o moderada tiene poco efecto sobre la sen-
sibilidad o funcionamiento de un micrófono bien diseñado. Sin embargo, cuando la
temperatura de los componentes del micrófono está cerca de, o por debajo de,
la temperatura de condensación del ambiente, se pueden formar gotas de humedad
en el espacio entre el diafragma y la placa del micrófono, o en el espacio detrás
de la placa posterior, con acceso a través de la disposición para ventilar este espacio
a la presión atmosférica. La presencia de gotas de agua sobre el diafragma de cual-
quier tipo de micrófono de medición puede tener serios efectos sobre su funciona-
miento, debido a la masa añadida sobre él. Además, las gotas de agua en el interior
de un micrófono de condensador pueden producir roturas locales en el campo eléc-
trico, dando resultado por tanto al surgimiento de voltajes extraños (semejantes a
sonidos de «pequeños estallidos») y, en último término, al fallo en el funcionamien-
to del micrófono cuando la carga estática es reemplazada por una corriente eléctri-
ca. Algunos fabricantes incluyen un mecanismo para prevenir la formación de gotas
de agua dentro del micrófono; mediante la instalación de un preamplificador espe-
cial que utiliza un aporte de potencia eléctrica externa para calentar un elemento en
el preamplificador, manteniendo por tanto la temperatura en el micrófono por en-
cima del punto de condensación local. La condensación de la humedad atmosférica
sobre el diafragma puede causar daño físico debido a la presencia de componentes
ácidos en las gotas de humedad. Para minimizar los problemas causados por la con-
taminación atmosférica, algunos micrófonos se acompañan de un recubrimiento de
material protector sobre el diafragma de metal; otros utilizan para el diafragma un
material especial resistente a la corrosión.

Estabilidad de la sensibilidad a lo largo de períodos de tiempo largos. La sensi-


bilidad de todos los micrófonos cambia gradualmente con el tiempo. Después de un
corto período inicial de asentamiento, el cambio de sensibilidad con el tiempo pue-
de, en general, ser muy lento para temperaturas normales. Por ejemplo, la sensibi-
lidad de los micrófonos de condensador, que son habitualmente más estables que
otros tipos, suele cambiar menos de 0,4 dB/año si los micrófonos son tratados con
cuidado y no son expuestos a condiciones ambientales extremas. Los cambios en
sensibilidad a corto plazo y a largo plazo son grandes si el micrófono es expuesto a
temperaturas por encima de 50 oc.

Distorsión no lineal. Si el nivel de presión sonora a que está expuesto el micró-


fono aumenta en x dB, el nivel de voltaje de salida del mismo también ha de au-
5.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

mentar en x dB; esta característica se conoce como respuesta lineal. El rango de ni-
veles de presión sonora de entrada para los que la respuesta es lineal, dentro de
tolerancias especificadas, varía con la frecuencia. A niveles de presión sonora sufi-
cientemente altos [habitualmente 140 dB o más para micrófonos de 25 mm (1 in),
150 dB para micrófonos de 13 mm (112 in) y 160 dB o más para micrófonos de
6,5 mm (1/4 in)], un aumento en éste de x dB resultará en un cambio en el nivel de
voltaje inferior a x dB. Se dice entonces que la salida del micrófono no es lineal (la
forma de onda del voltaje eléctrico de salida es una réplica distorsionada de la pre-
sión sonora de la señal de entrada). Más aún, a niveles de presión sonora superiores
a aproximadamente 150 dB re 20 micropascales, un micrófono de condensador que
tenga un diámetro de 13 mm (112 in) puede estar sujeto a fractura física.

Tipos de micrófonos de medición

Los sonómetros que cumplen las normas de precisión nacionales e internacionales


para instrumentos de Clase O, 1 ó 2 deben estar equipados con un micrófono dise-
ñado y construido para cumplir las especificaciones estandarizadas de ciertas carac-
terísticas críticas de rendimiento electroacústico. A éstos se les denomina micrófo-
nos de medición.
La mayoría de los micrófonos de medición generan un voltaje que es proporcio-
nal al nivel de presión sonora en el micrófono y es el análogo eléctrico de las ondas
sonoras que inciden sobre el diafragma del micrófono. El mecanismo particular que
convierte en señales eléctricas las variaciones de presión en la onda sonora de la se-
ñal sirve para distinguir los tres tipos principales de micrófonos de medición: (1) mi-
crófonos de condensador de diseño convencional (o de condensador), (2) micrófo-
nos prepolarizados y (3) micrófonos piezoeléctricos (o cerámicos).

Micrófonos de condensador. Como su nombre implica, el principio de funciona-


miento de un micrófono de condensador descansa sobre las variaciones en capaci-
dad eléctrica para desarrollar las variaciones correspondientes en voltaje. Como
ilustra la Figura 5.5, un micrófono de condensador de diseño convencional tiene
una lámina delgada de acero inoxidable, extendida y fuertemente sujeta sobre el
cuerpo cilíndrico del micrófono. Esta lámina se conoce como diafragma porque se
deflecta a partir de su posición de equilibrio o descanso.
El diafragma forma un lado de un condensador de placas paralelas. Una placa
posterior de acero inoxidable se monta sobre un aislante eléctrico a corta distancia
detrás del diafragma para formar el otro lado del condensador (véase Figura 5.5).
El aire en el espacio entre la placa posterior y el diafragma es el dieléctrico del con-
densador.
Se aplica un voltaje de corriente continua (dc) entre la placa posterior y el dia-
fragma. El voltaje estable forma una carga estática constante entre las dos placas; se
denomina voltaje polarizado al voltaje dc porque establece la polaridad eléctrica de
la placa posterior respecto a la del diafragma. Cuando el voltaje polarizado no está
presente, no hay carga en el dieléctrico y el micrófono no funciona; de ahí que los
micrófonos de condensador convencional no estén prepolarizados. Los voltajes de
polarización suelen ser del orden de 150 a 200 V, aunque algunos instrumentos de
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.9

Aislante de cuarzo

Soporte

Anillo
de cierre Rejilla
protectora

Agujeros
de amortiguación
Terminal Ventilación de
de salida igualación de presión

FIGURA 5.5. Dibujo de una sección simplificada que muestra algunos detalles de la
construcción de un micrófono de condensador. (Cortesía de Larson-Davis Ine.)

medida del sonido aportan voltajes de polarización entre 15 y 30 V para aplicacio-


nes especiales, como la medición de niveles altos de presión sonora, donde es acep-
table la sensibilidad reducida asociada al voltaje de polarización reducido.
A medida que el diafragma delgado y de poco peso se mueve en respuesta a las
variaciones de presión de la onda incidente, varía la distancia entre las dos placas y,
en consecuencia, lo hace también la capacidad del condensador. Las variaciones al-
rededor de la capacidad estable formada por la carga estática fija dan lugar a las va-
riaciones correspondientes del voltaje de polarización estable. Las variaciones de
voltaje aparecen en los terminales eléctricos del micrófono para su transmisión a un
instrumento de medición, como puede ser un sonómetro.
La respuesta en frecuencia de un micrófono de medición del tipo condensador
es gradual y plana (independiente de la frecuencia) para un rango amplio de fre-
cuencias. La amplitud del rango de respuesta en frecuencia plana se limita a las fre-
cuencias altas, en parte, por una resonancia mecánica de la masa del diafragma con
la rigidez del espacio que llena el aire detrás del diafragma. Para frecuencias bajas,
el rango de la respuesta plana está limitado por la necesidad de ventilar el espacio
detrás del diafragma a la atmósfera.
La resonancia mecánica del diafragma está controlada por la amortiguación me-
cánica aportada por los agujeros perforados en la placa posterior (véase Figura 5.5).
El fabricante selecciona el número y diámetro de los agujeros para ajustar la res-
puesta de alta frecuencia del micrófono a distintas aplicaciones.
Si el espacio detrás del diafragma no estuviera ventilado, el diafragma se despla-
zaría de su posición inicial, a medida que la presión atmosférica dominante fuera
mayor o menor que la presión en el momento en que el diafragma fue instalado. Por
ello, la cavidad se ventila para mantener la posición original de equilibrio. La ven-
tilación ha de ser lo suficientemente grande como para permitir acomodaciones ra-
zonablemente rápidas a los cambios en presión atmosférica, pero no tan grande
como para reducir la sensibilidad del micrófono a las frecuencias dentro del rango
5.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de interés. El límite de frecuencia inferior de la respuesta de frecuencia plana está


determinado por el tamaño de la disposición de la ventilación y la constante de
tiempo asociada, que el fabricante ajusta variando la resistencia mecánica de la vía
de ventilación desde la cavidad a la atmósfera.
Las ventajas de un micrófono de condensador incluyen: (1) buena sensibilidad
de voltaje debido a que el diafragma de metal puede soportar una alta tensión [las
sensibilidades típicas para los micrófonos de condensador de alta calidad están en-
tre los 25 y los 50 milivoltios/pascal (mV/Pa) o entre -30 y -26 dB re 1 V/Pa]; (2)
la sensibilidad a las frecuencias de bajas a medias puede diseñarse para ser prácti-
camente independiente de los cambios en las condiciones ambientales para rangos
amplios; (3) un respuesta en frecuencia que puede ser casi independiente de la fre-
cuencia en un rango amplio; (4) una respuesta a los cambios en el nivel de presión
sonora de la señal, que es lineal dentro de tolerancias estrechas para un rango am-
plio, y (5) una sensibilidad que puede modificarse cambiando el voltaje de polari-
zación.
Debido a sus características superiores eléctricas y acústicas y debido a que su
diseño mecánico aporta una reproductibilidad fiable de estas características, los mi-
crófonos de condensador son la base de las normas nacionales e internacionales
para los micrófonos estandarizados de laboratorio.
Los micrófonos de condensador de diseño convencional están disponibles con
diámetros del orden de 6,5 mm (1/4 in) o menos y con una respuesta en frecuencia
que es casi independiente de la frecuencia para frecuencias ultrasónicas del orden
de 50 kHz o superiores. Los micrófonos de diámetro pequeño también producen
menos alteraciones del campo acústico que los grandes.
Los micrófonos de condensador de diámetro pequeño tienen diafragmas mas rí-
gidos y generalmente son menos sensibles que los diseños correspondientes de ma-
yor diámetro. Debido a su inferior sensibilidad, los micrófonos de diámetro peque-
ño suelen usarse cuando los niveles de presión sonora son del orden de 130 dB (o
más) re 20 micropascales.
Para aplicaciones generales, los micrófonos de condensador de diseño conven-
cional con un diámetro nominal de 13 mm (112 in) ofrecen una buena relación entre
sensibilidad, rango de frecuencia en que la respuesta de campo libre es casi inde-
pendiente del ángulo de incidencia del sonido (una respuesta aproximadamente
omnidireccional) y el rango de frecuencias audibles en que la sensibilidad de campo
libre es casi independiente de la frecuencia (el rango de respuesta de frecuencia pla-
na).
Las desventajas de los micrófonos de condensador convencionales incluyen:
(1) la necesidad de un voltaje externo que aporte la carga en el condensador y (2) la
susceptibilidad a problemas que pueden producirse cuando la temperatura del mi-
crófono está próxima al punto de condensación.
Los micrófonos convencionales de condensador de alta calidad deben acompa-
ñarse de la certificación documentada sobre sus características electroacústicas re-
levantes y los efectos de las distintas condiciones ambientales sobre la sensibilidad
del micrófono. En el momento de la compra, la documentación debe incluir la ca-
libración, de acuerdo con un laboratorio de normas nacionales, de la sensibilidad y
respuesta de frecuencia de los micrófonos individuales mediante un número de se-
rie. Resulta conveniente llevar a cabo pruebas de verificación periódica para ase-
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.11

gurarse de que la sensibilidad y la respuesta de frecuencia del micrófono se mantie-


nen dentro de las tolerancias garantizadas, como requieren las normas nacionales e
internacionales para las mediciones del nivel sonoro con un grado de precisión téc-
nico.

Micrófonos prepolarizados o de ELECTRET-condensador. Los micrófonos pre-


polarizados funcionan de acuerdo con el mismo principio que los micrófonos de
condensador de diseño convencional, en que se construye un condensador a partir
de dos superficies paralelas con un campo electrostático entre ambas. Sin embargo,
el campo -eléctrico no se establece mediante un voltaje externo de polarización, sino
mediante cargas que están atrapadas «permanentemente» en o adjuntas a un ma-
terial polímero especial, de manera que la preponderancia de la carga positiva re-
side en un lado del material y las cargas negativas en el otro. Como en los micrófo-
nos convencionales, el aire es el dieléctrico entre las dos superficies del
condensador.
Existen dos diseños disponibles para micrófonos de medición prepolarizados.
En uno de ellos, una capa fina de material ELECTRET se deposita en la placa pos-
terior, siendo el resto de los detalles de la construcción del micrófono y sus carac-
terísticas electroacústicas iguales a las descritas para los micrófonos de condensador
convencional. En el otro diseño, el ELECTRET está contenido en una capa fina de
un material polímero que se estira sobre apoyos salientes aislantes delante de la pla-
ca posterior, como ilustra esquemáticamente la Figura 5.6. Para completar el cir-
cuito eléctrico, se aplica un recubrimiento de metal a uno de los lados de la película
polímera.
Para distinguir entre los dos diseños, el primero es para un micrófono de con-
densador prepolarizado y el segundo para un micrófono ELECTRET.
Como los micrófonos prepolarizados pueden tener esencialmente las mismas
características electroacústicas que los micrófonos correspondientes convenciona-
les de condensador, son adecuados para la medición de niveles sonoros cumpliendo
los requisitos de precisión de Clase 1 o Clase Ode las normas nacionales o interna-
cionales. Los micrófonos ELECTRET son adecuados para los aparatos de medi-
ción del nivel sonoro de Clase 2, medidores de la exposición personal al sonido y
medidores de dosis (o dosímetros), así como para otros instrumentos de propósito
general de medición del sonido.

REJ ILLA De r\TJ:,rTrlC ".~ fl~::r:::n:::::a:::::c:::::n::::;:¡r¡


MATERIAL ELECTRET

FIGURA 5.6. Dibujo de una sección simplificada que muestra algunos detalles de la
construcción de un micrófono ELECTRET. (Cortesía de GenRad.)
5.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Una ventaja potencial de los micrófonos prepolarizados o ELECTRET son los


ahorros de los costes asociados a la simplificación de los circuitos electrónicos como
resultado de la eliminación de la necesidad de aportar un voltaje externo de pola-
rización. Sin embargo, la principal ventaja es la mejora de la posibilidad de operar
en ambientes húmedos: al no haber cargas eléctricas libres, hay mucha mayor liber-
tad para las descargas de voltaje en el hueco entre la placa posterior y el diafragma.
Para los micrófonos prepolarizados, la estabilidad a largo plazo sin cambios sig-
nificativos de las características electroacústicas originales puede ser muy buena
(del orden de varios años), pero no tan buena como la de los micrófonos de con-
densador que requieren un voltaje externo de polarización (donde la sensibilidad
original puede mantenerse esencialmente sin cambios durante varias décadas si el
micrófono es tratado con cuidado).
Una desventaja de los micrófonos prepolarizados o ELECTRET es que son
inherentemente menos estables a lo largo del tiempo que los micrófonos convencio-
nales de condensador porque la carga incorporada va disminuyendo lentamente; la
proporción de pérdida aumenta cuando el micrófono está expuesto a temperaturas
ambientales altas.
Para los micrófonos ELECTRET construidos como el ilustrado en la Figura 5.6,
otra desventaja es que la escasa fortaleza de la película de polímero (comparada
con la fortaleza del diafragma de metal de los micrófonos prepolarizados) limita la
tensión en el diafragma y por tanto el límite de frecuencia alta del rango de res-
puesta de frecuencia plana del micrófono. Más aún, la tensión en la película de po-
límero no es tan estable como la tensión en el diafragma de metal, un efecto que se
acentúa cuando un micrófono ELECTRET se expone a temperaturas ambientales
altas o la luz solar en exteriores durante largos períodos de tiempo.

Micrófonos piezoeléctricos (micrófonos cerámicos). Un micrófono piezoeléctrico


(o cerámico) tiene un diafragma que está mecánicamente conectado a un elemento
piezoeléctrico, habitualmente cuarzo. El movimiento del diafragma en respuesta a
las ondas sonoras incidentes produce una tensión en el elemento que genera un vol-
taje a través de los terminales de salida del micrófono. El voltaje de salida es pro-
porcional a la presión del sonido incidente con tolerancias moderadas para un ran-
go relativamente amplio de niveles de presión sonora. La respuesta de frecuencia
puede ser plana dentro de los límites de tolerancia adecuados a los instrumentos de
Clase 2, para un rango de frecuencias audibles razonablemente amplio.
Las ventajas de un micrófono piezoeléctrico incluyen: (1) la posibilidad de ope-
rar en ambientes de más humedad que los micrófonos convencionales de conden-
sador; (2) una sensibilidad al tratamiento brusco algo menor que los micrófonos de
condensador de cualquier diseño, y (3) no es necesario un voltaje externo de pola-
rización para el funcionamiento del micrófono.
En comparación con los micrófonos de condensador de diseño convencional o
prepolarizados del mismo diámetro, las desventajas de los micrófonos piezoeléctri-
cos incluyen: (1) una sensibilidad que es relativamente baja incluso con diafragmas
y elementos piezoeléctricos grandes; (2) una sensibilidad a la vibración significati-
vamente mayor; (3) una respuesta menos omnidireccional para una frecuencia de-
terminada; (4) una mayor variación de la sensibilidad a cambios en la temperatura
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.13

del ambiente, sobre todo a temperaturas del aire inferiores a 10 oC (50°F), Y(5) una
impedancia de salida eléctrica que varía con la temperatura ambiental del aire.

Pantallas antiviento de los micrófonos

El flujo de aire que pasa junto al micrófono produce un ruido que puede afectar se-
riamente a las medidas de nivel sonoro. El ruido del viento puede reducirse me-
diante el uso de una pantalla antiviento, como se describe en el Capítulo 9.

Extensiones de micrófono (véase también Capítulo 9)

Aunque la mayoría de los sonómetros son relativamente pequeños, la caja del apa-
rato y el cuerpo del observador que sujeta el instrumento pueden influir sobre la
medida del nivel de presión sonora o nivel sonoro con ponderación de frecuencia si
el micrófono está conectado directamente al instrumento; este efecto se ilustra en la
Figura 9.10. Para evitar la influencia de la caja del instrumento, así como para apor-
tar un medio, si fuera necesario, de cumplir con los requisitos de respuesta de fre-
cuencia más estrictos, los fabricantes ofrecen pértigas y cables de extensión, con el
fin de aislar el micrófono de los efectos alteradores de la caja del instrumento y el
observador. Para las mediciones más precisas, el micrófono y su preamplificador
deben montarse sobre un trípode, o aparato equivalente, con un cable de extensión
bien protegido entre el preamplificador y el sonómetro. El preamplificador sirve
fundamentalmente como fuente de corriente eléctrica y conversor de la impedancia
alta de entrada a la impedancia baja de salida, sin cambio significativo en la ampli-
tud del voltaje del micrófono, su contenido de frecuencia o fase. Si la potencia dc
para que funcione el preamplificador viene dada por una fuente distinta del sonó-
metro y está localizada cerca del preamplificador, entonces el cable multiconductor
especialmente protegido de extensión del micrófono puede ser reemplazado por un
cable coaxial más barato. Hay que determinar la atenuación de frecuencias medias
introducida por el cable de extensión del micrófono mediante el uso de un calibra-
dor acústico o aparato equivalente.

Calibración del micrófono (véase también ((Aparatos para comprobar la


sensibilidad del sistema de medida)), a continuación)

La técnica habitual del laboratorio para calibrar micrófonos sin utilizar un micró-
fono de referencia previamente calibrado se denomina método de reciprocidad3 •
Este método se emplea en las normas de varios laboratorios, por ejemplo, en el Na-
tional Institute of Standards and Technology en Estados Unidos, el National Physi-
cal Laboratory en Inglaterra y el Physikalisch- Technische Bundesanstalt en Ale-
mania.
5.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

AMPLIFICADORES

El amplificador de un sonómetro ha de cumplir los siguientes requisitos:


1. Amplificar la señal del micrófono lo suficiente como para permitir la medida
de los niveles bajos de presión sonora.
2. Amplificar los sonidos sobre un rango amplio de frecuencias, habitualmente
entre 1 y 10 Hz para el límite inferior de una respuesta nominalmente plana
y por encima de 20.000 Hz en el límite superior.
3. Generar un nivel de ruido eléctrico dentro del instrumento inferior al nivel
más bajo de presión sonora de la señal que se va a medir, para cualquier fre-
cuencia dentro del rango del micrófono.
4. Mantener la amplificación constante, a su valor designado, para cada rango
de medida para todas las frecuencias dentro de la gama del instrumento.

PONDERACION DE FRECUENCIA

La ponderación de frecuencia en un sonómetro altera las características de la res-


puesta de frecuencia de acuerdo con las especificaciones de una norma nacional o
internacional. Así, la indicación de un instrumento para medir el nivel sonoro, para
un nivel determinado de presión sonora de entrada, depende de la frecuencia del
sonido que llega al micrófono y de la ponderación de frecuencia seleccionada.

Ponderación A

Las normas nacionales e internacionales requieren que todos los aparatos que mi-
dan el nivel sonoro incorporen la ponderación de frecuencia designada mediante la
letra A. Muchos años de estudio y experiencia práctica han demostrado que los ni-
veles sonoros con ponderación A ofrecen una correlación adecuada con varias res-
puestas humanas (de personas o grupos en una comunidad) para distintos tipos de
fuentes de ruido. En consecuencia, es la ponderación de frecuencia más utilizada.
La Figura 5.7 Yla Tabla 1.2 muestran una respuesta con ponderación A relativa a la
respuesta a 1000 Hz. La respuesta relativa con ponderación de frecuencia A decre-
ce a frecuencias por debajo de 1000 Hz, de manera que las frecuencias medias y al-
tas reciben mayor énfasis (son menos ponderadas). La característica de la ponde-
ración A es que tiene en cuenta la sensibilidad reducida de la audición humana
normal para frecuencias bajas, comparada con la respuesta frente a frecuencias al-
tas (véase Figura 17.2 para la sensibilidad media de la audición humana en función
de la frecuencia).
La unidad del nivel sonoro con ponderación A es el decibelio, con el símbolo de
unidad dB. Cuando se utiliza la ponderación A, la cantidad ha de describirse como
nivel sonoro con ponderación A y hay que incluir la extensión del período temporal
para que se promedia (por ejemplo, un nivel sonoro con ponderación A de 72 dB
para una media de 5 minutos); a veces, el símbolo de la unidad dB va seguido de la
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.15

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(1)

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20 50 100 200 500 1.000 2.000 5.00010.000 20.000
Frecuencia en herzios

FIGURA 5.7. Objetivo de diseño de las características de la respuesta con pondera-


ción de frecuencia, con respecto a la respuesta a 1000 Hz para una ponderación de fre-
cuencia A, ponderación de frecuencia B y ponderación de frecuencia C.

letra A entre paréntesis para indicar que se ha utilizado la ponderación A; en este


caso, es importante incluir el paréntesis y la A mayúscula [por ejemplo, un nivel so-
noro de 72 dB(A)]; sin embargo, la unidad sigue siendo el decibelio. (Nótese que
esta práctica no debe extenderse a la descripción de los niveles de potencia sonora
con ponderación A, para los que también se utiliza el símbolo de la unidad dB.) La
Tabla 1.2. presenta (el objetivo de diseño de) la respuesta en frecuencia relativa
frente a sonidos que inciden aleatoriamente (random), para un sonómetro con pon-
deración A.

Ponderación B

La ponderación B (véase Figura 5.7) ya no suele incluirse en los instrumentos de


medida acústica.

Ponderación e
Como muestra la Figura 5.7, la respuesta con ponderación C es bastante uniforme
entre 50 y 5000 Hz. A menudo, si un sonómetro no incluye la ponderación «plana o
lineal», la ponderación C se utiliza para una medición «global» o de banda ancha
del nivel sonoro. Cuando se usa la ponderación C, el símbolo de la unidad dB es se-
5.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

guido de la letra C entre paréntesis para indicarlo [por ejemplo, un nivel sonoro de
72 dB(C)]; sin embargo, la cantidad sigue siendo un nivel sonoro con ponderación
C y la unidad el decibelio.

Ponderación plana o lineal

Algunos sonómetros incluyen la ponderación plana, cuya característica de respues-


ta es que es en esencia independiente de la frecuencia para un rango que el fabri-
cante ha de especificar, junto con las tolerancias mantenidas; en algunos instrumen-
tos, la ponderación plana se designa como de «al/pass» o lineal. A veces, a la
respuesta plana con un rango extra amplio se le denomina respuesta «al/pass». La
ponderación plana suele utilizarse cuando la salida eléctrica del sonómetro aporta
una señal a un instrumento auxiliar, como una grabadora de cinta magnética.

Selección de la ponderación de frecuencia

La elección de la ponderación de frecuencia adecuada depende de la finalidad de la


medida del ruido (véase Capítulo 9). En muchos casos, las normas de medición o el
código de la práctica estipula la ponderación de frecuencia que debe emplearse. En
la mayoría de las mediciones de control del ruido, si no se especifica ponderación de
frecuencia, hay que seleccionar la ponderación A.

CONTROL DEL RANGO DEL NIVEL

El control del rango de nivel ajusta el rango de los niveles sonoros que pueden me-
dirse para una disposición determinada de los controles. Las adaptaciones suelen
ser en pasos de 10 o 20 dB. Algunos sonómetros que tienen un rango de funciona-
miento lineal nominal de 90 dB o más pueden no ofrecer la posibilidad de un con-
trol del rango de nivel. En cualquier sonómetro, los rangos de funcionamiento li-
neal deben solaparse al menos 5 dB si hay saltos de 10 dB en el control del rango de
nivel, y al menos 10 dB, si los saltos son de 20 dB.

PONDERACION TEMPORAL

La Figura 5.1 incluye un rectificador (promediadorde tiempo). El cuadrado de la se-


ñal de presión sonora con ponderación de frecuencia es integrado en el tiempo por
el rectificador con o sin una ponderación exponencial de tiempo para dar lugar a la
medida de nivel sonoro con o sin constante de tiempo. Las especificaciones para el
promedio temporal sin ponderación temporal exponencial se describen en la norma
lEC 8044 •
Los sonómetros integradores son capaces de medir el nivel sonoro continuo
equivalente para un intervalo de tiempo especificado [véase Ecuación (11.2)]. En
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.17

principio, los sonómetros integradores forman la integral de tiempo del cuadrado


de la señal de presión sonora con ponderación de frecuencia sin ponderación tem-
poral exponencial. La integración sin constante de tiempo conduce a una medida de
la exposición sonora; véase Capítulo 12. Los sonómetros integradores se utilizan
para medir el nivel de exposición sonora.

Ponderación temporal exponencial (véase también Capítulo 11)

Los sonómetros fueron inicialmente desarrollados en la década de los 30 con un


marcador de esfera y aguja o puntero. Una aguja que se mueve sobre una escala ca-
librada de un medidor indica el nivel sonoro en decibelios. Dependiendo de las ca-
racterísticas del sonido que se esté midiendo, las fluctuaciones pueden ser tan rápi-
das que hacen difícil determinar la posición me~ia de la aguja. Una medida de nivel
sonoro obtenida de esta manera se denominaba nivel sonoro rápido (fast). Para re-
ducir la variabilidad en las medidas, se añadió amortiguación eléctrica; con este
añadido, la medida se denominó nivel sonoro lento (slow).
La ponderación temporal rápida (fast) y lenta (slow) puede lograse mediante un
término exponencial equivalente que multiplique el cuadrado de la señal de presión
sonora con ponderación A en la determinación del nivel sonoro promediado, como
se comenta en el Capítulo 11. Para respuesta rápida (fast), la constante nominal de
tiempo exponencial es 125 milisegundos; para respuesta lenta (slow), es 1000 mili-
segundos. La elección de la ponderación de tiempo exponencial, para usarla en una
medida concreta, depende de la variabilidad de la señal del sonido y de los requisi-
tos de la norma de medición aplicable o del código de ensayo. Para los sonómetros
integradores, la ponderación temporal no debe afectar al tiempo medio del nivel so-
noro, pero si la experiencia demuestra que la selección de la ponderación de tiempo
exponencial influye sobre los resultados, se prefiere la rápida (fast). Para medidas
estadísticas del nivel sonoro (como máximo, mínimo o mediana), distintas ponde-
raciones temporales pueden dar lugar a resultados diferentes y por ello se prefiere
la ponderación temporal rápida (fast).

APARATOS INDICADORES

Después de que la señal del micrófono es: (1) ajustada por el control del rango de
nivel, (2) amplificada, (3) modificada por la ponderación de frecuencia y (4) pro-
mediada para el tiempo, la señal es entonces (5) mostrada en un aparato indicador.
Los niveles de presión sonora se indican en decibelios respecto al cuadrado de la re-
ferencia estandarizada de presión sonora de 20 micropascales [véase Ecuaciones
(1.8), (11.1) u (11.2)]. El aparato indicador, denominado a veces lector (<<readout»),
puede dar una indicación analógica, cuasi analógica o digital.
5.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Indicadores analógicos o cuasi analógicos

Una lectura analógica suele consistir en un puntero o aguja que se mueve sobre una
escala graduada, calibrada en decibelios. Una lectura analógica puede ser simulada
por un indicador cuasi analógico en forma de barra de gráficos; a menudo, estas lec-
turas son indicadores de cristal líquido (LCD) diseñados individualmente.
Las graduaciones de la escala de los indicadores de sonómetros analógicos o
cuasi analógicos pueden estar espaciadas lineal o logarítmicamente, dependiendo
del circuito electrónico, aunque una graduación lineal es de lectura más fácil con
precisión uniforme. Las normas especifican que la escala debe estar graduada en in-
tervalos no superiores a 1 dB, sobre un rango de al menos 15 dB.

Indicadores digitales

Un indicador digital ofrece una muestra visual de la magnitud del nivel sonoro me-
diante un número o una disposición iluminada de lámparas pequeñas. Estos diseños
para los sonómetros pueden ser precisos, estables y robustos.
Un indicador digital resulta particularmente útil para medir una media temporal
o el nivel máximo de un sonido que varía con el tiempo, por ejemplo, el nivel sonoro
máximo rápido (fast) producido por un vehículo al pasar. Cuando el indicador di-
gital se actualiza lentamente (p. ej., una vez por segundo) y el nivel sonoro indicado
fluctúa rápidamente en varios decibelios, puede resultar difícil de leer y puede ser
imposible observar la magnitud de las fluctuaciones. Para lograr el mejor de ambos
enfoques, muchos aparatos de medición del nivel sonoro aportan ambos, indicado-
res cuasi analógicos y digitales.
Un indicador digital suele ser una lectura numérica, con cuatro o más dígitos,
más indicadores adicionales para sobrecarga, modo de indicación, estado de la ba-
tería y otros parámetros importantes. Algunos sonómetros muestran varias canti-
dades al mismo tiempo.

CLASES DE PRECISION DE LOS SONOMETROS

Todos los sonómetros deben cumplir las normas nacionales e internacionales rele-
vantes. Estas normas especifican los requisitos mínimos para el rendimiento acús-
tico y eléctrico, junto con los correspondientes objetivos de diseño y tolerancias. El
American national standard specification for sound level metersl, ANSI S1.4-1983,
designa tres clases de precisión para los sonómetros, todos los cuales tienen el mis-
mo objetivo de diseño de rendimiento; se diferencian en la tolerancia permitida
para lograr los objetivos. En los instrumentos de Clase O (Tipo O) se permiten las
menores tolerancias; las mayores, en la Clase 2 (Tipo 2):
Clase O (Tipo O) : Laboratorio.
Clase 1 (Tipo 1) : Precisión.
Clase 2 (Tipo 2) : Propósito general.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.19

APARATOS PARA COMPROBAR LA SENSIBILIDAD DE LOS


SISTEMAS DE MEDICION

Calibrador acústico

Un calibrador acústico, también denominado calibrador sonoro, es un aparato que


puede producir un nivel sonoro conocido, estable, en el diafragma de un micrófono
que se inserta en una cavidad en el calibrador. Este aparato puede utilizarse para
comprobar la sensibilidad global de un instrumento o sistema de medición del rui-
do. Los calibradores acústicos suelen ser del tipo pistófono o altavoz.

Pistó/ono. Un pistófono produce un nivel de presión sonora mediante pistones


que se mueven dentro de una pequeña cavidad cerrada. El micrófono se inserta en
la cavidad del pistófono cerrándola. (El micrófono ha de ser introducido y extraído
de la cavidad lentamente para evitar dañar su diafragma.)
Los pistones móviles varían el volumen de la cavidad a medida que son puestos
en marcha a través de una leva mediante un motor accionado por una batería. El
cambio de volumen produce una variación de la presión casi sinusoidal en la cavi-
dad a una frecuencia en que la respuesta del micrófono es nominalmente plana (tí-
picamente entre 200 y 1000 Hz).
La presión sonora en la cavidad del pistófono depende fundamentalmente del
cambio de volumen producido por el movimiento de los pistones y de la presión at-
mosférica ambiental. Dado que la presión atmosférica dominante varía, hay que
aplicar una corrección de presión atmosférica para determinar la presión sonora
real en la cavidad en el momento de comprobar la sensibilidad del sistema de me-
dición del sonido.
Es posible comprobar la sensibilidad de algunos micrófonos hasta una precisión
de ± 0,1 a ± 0,2 dB. Sin embargo, pueden hacer falta correcciones de hasta 1 dB
cuando se comprueba la sensibilidad en altitudes elevadas. El nivel de presión so-
nora real producido en la cavidad de un pistófono en las condiciones de referencia
puede cambiar después de un período prolongado de funcionamiento y, por tanto,
ha de comprobarse al menos una vez al año.

Calibrador acústico del tipo altavoz. Un calibrador acústico del tipo altavoz pro-
duce un nivel de presión sonora nominal en una cavidad pequeña mediante un pe-
queño altavoz [habitualmente menos de 50 mm (2 in) de diámetro] que es excitado
por la señal de un oscilador electrónico. En algunos aparatos, el nivel de presión so-
nora es corregido automáticamente para las variaciones de la presión atmosférica y
la temperatura del aire. Para estos calibradores especiales no es necesario aplicar
correcciones de las condiciones atmosféricas (véase las instrucciones del fabrican-
te). La precisión de una comprobación de sensibilidad, a presión atmosférica y tem-
peratura de referencia, puede estar en torno a ± 0,3 dB. A diferencia del pistófono,
que habitualmente aporta una señal a una frecuencia única y un solo nivel de pre-
sión sonora, algunos calibradores acústicos del tipo altavoz aportan señales precisas
para un rango amplio de frecuencias; p. ej., de 31,5 a 16.000 Hz. Además, algunos
calibradores acústicos del tipo altavoz dan señales de presión sonora sinusoidal para
5.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

todo un rango de niveles de presión sonora; p. ej., 94, 104 Y114 dB re 20 micropas-
cales. Al menos una vez al año, hay que realizar la verificación periódica del nivel
de presión sonora producido por el calibrador acústico del tipo altavoz bajo las con-
diciones de referencia.

MEDIDAS DE NIVEL SONORO

Las medidas de nivel sonoro se describen en detalle en los Capítulos 9, 11 Y50. El


siguiente comentario evita la duplicación en esta materia.

Niveles sonoros máximos; niveles sonoros mínimos

Una medida de nivel sonoro máximo suele realizarse con ponderación temporal rá-
pida (fast), pero algunos requisitos pueden prescribir la ponderación temporal lenta
(slow). Cuando se selecciona el modo nivel sonoro máximo o mínimo, el aparato ac-
tualiza continuamente el valor indicado. En un sonómetro que «captura» y mantie-
ne el valor máximo o mínimo del nivel sonoro con ponderación temporal exponen-
cial rápida (fast) o lenta (slow) durante el tiempo de medición, el mayor nivel
sonoro máximo y el menor mínimo son retenidos hasta que el circuito es reiniciali-
zado mediante un botón. Esta característica es muy útil para indicar el mayor nivel
sonoro máximo rápido (fast) de un sonido que varíe con el tiempo, como el produ-
cido por un vehículo al pasar. Algunos aparatos digitales de medición del sonido tie-
nen un circuito que mantiene el máximo o el mínimo, que se reinicializa automáti-
camente a intervalos fijos de tiempo. El mayor nivel sonoro máximo y el menor
mínimo rápido (fast) medidos en los intervalos entre reinicializaciones se retienen
hasta que lo solicite el operador del instrumento.

Niveles pico de presión sonora

Algunos sonómetros pueden mostrar una cantidad proporcional al nivel pico de


presión sonora. En este modo, el instrumento captura y mantiene el nivel sonoro
máximo instantáneo, pico, que se produce durante el período de medición. El cir-
cuito que mantiene el pico debe usar una constante de tiempo de 50 microsegundos
o menor y debe retener el nivel pico de presión sonora hasta que se produzca un ni-
vel de presión sonora más alto; entonces el indicador se actualiza. El circuito puede
reinicializarse apretando el botón correspondiente (reset).
La precisión de una medición del nivel pico de presión sonora depende de la
precisión con que el aparato transforme y mantenga la forma de onda de la presión
sonora. La fidelidad de la forma de onda eléctrica respecto a la forma de onda de la
presión sonora original es una función de la frecuencia y de fase de respuesta del
micrófono y del circuito electrónico. La ponderación de frecuencia «plana» de un
aparato de medición del nivel sonoro, si está disponible, aporta la respuesta de fre-
cuencia más amplia posible y habitualmente es la ponderación de frecuencia pre-
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.21

ferida para la medición del nivel sonoro pico. Para una máxima precisión, el micró-
fono ha de tener la mayor respuesta de frecuencia posible. La ponderación de
frecuencia A no debe utilizarse para medir el nivel pico de presión sonora. Como
muestra el Capítulo 11, una medida del nivel máximo de presión sonora rápido
(fast) no sustituye al nivel pico de presión sonora.

Niveles sonoros percentiles

Cuando el nivel sonoro cambia rápidamente en un rango amplio durante un largo


período de tiempo, puede ser útil un análisis estadístico tanto de las variaciones de
nivel como de su duración. Para la medición del nivel de ruido en la comunidad, es
práctica habitual medir el nivel sonoro con ponderación A que es superado durante
x por 100 (habitualmente 10, 50 o 90 por 100) del tiempo durante el período de me-
dida; por ejemplo, véase Figura 50.6. La ponderación temporal rápida (fast) es pre-
ferible para las mediciones de los niveles sonoros percentiles.

ANALIZADORES DE BANDA DE OCTAVA Y DE BANDA DE TERCIO


DE OCTAVA

Una medida importante del ruido es su distribución de frecuencias, o sea, cómo se


distribuye la presión sonora cuadrática media con la frecuencia. El proceso para de-
terminar esta distribución se denomina análisis del espectro, y los instrumentos uti-
lizados, analizadores de espectro5,6. El análisis de espectro y los analizadores de es-
pectro se comentan en el Capítulo 8.
Para análisis espectrales, la señal eléctrica que aporta el micrófono es amplifi-
cada y procesada en circuitos electrónicos. El resultado es presentado sobre un in-
dicador o en alguna forma de muestra gráfica. El rango de frecuencias para el cual
un filtro aporta relativamente poca atenuación se denomina el ancho de banda del
filtro. Los analizadores que más frecuentemente se utilizan en el análisis acústico
poseen un ancho de banda nominal que es proporcional (y un porcentaje constante)
a la frecuencia central de la banda del filtro y son: (1) analizador de bandas de octa-
va, que tiene una anchura de banda nominal de una octava, y (2) el analizador de
bandas de un tercio de octava, que tiene una anchura nominal de una banda de ter-
cio de octava. Algunos analizadores utilizan incluso anchos de banda proporciona-
les menores; otros utilizan bandas de frecuencia de ancho constante, en lugar de
una relación de frecuencia constante. Un analizador de espectro en bandas de un
tercio de octava puede aportar información más detallada acerca del contenido en
frecuencias que un analizador de espectro de banda de octava.
La atenuación de la respuesta de un filtro de paso de banda es pequeña en el en-
torno de la frecuencia central de la banda y luego aumenta rápidamente en las ban-
das de frecuencia de transición por debajo de la frecuencia del borde inferior y por
encima de la frecuencia del borde superior, como ilustra la Figura 8.1. La Figura 5.8
muestra la atenuación relativa de la respuesta para implementaciones de filtros ana-
lógicos y digitales de banda de octava y banda de tercio de octava. La mayoría de los
5.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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0,1 0,2 0,4 0,6 0,8 1 2 4 6 810

Frecuencia normalizada, f/fm

(b)

FIGURA 5.8. Atenuación medida en los filtros de banda de octava y de tercio de oc-
tava de los siguientes tipos: (1) implementación de un elemento activo analógico de
un filtro Butterworth de 6 polos, (2) implementación digital de respuesta infinita de
impulso de un filtro Chebyshev de 6 polos y (3) filtro digital de respuesta finita de im-
pulso con un factor de forma aguda. En (4) se muestra un filtro ideal de paso de banda
con atenuación de referencia en éste y atenuación infinita fuera del paso de banda. La
atenuación del filtro depende de la atenuación de referencia especificada por el fabri-
cante en el paso de banda del mismo. En el paso de banda del filtro, la frecuencia de
la señal de entrada está normalizada por la frecuencia central exacta de la banda. (a)
Para filtros de banda de octava; (b) para filtros de banda de tercio de octava. (Cortesía
de Brüel y Kjaer, Larson-Davis y Phoenix Computing Services.)
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.23

analizadores de espectro pueden analizar niveles de señal a lo largo de un rango de


40 dB o más. El tiempo mínimo requerido para un análisis espectral preciso se co-
menta en el Capítulo 8.
Los requisitos de rendimiento de las características eléctricas de los filtros in-
corporados en los analizadores de espectro de bandas de octava y de tercio de oc-
tava han sido estandarizados por el American National Standards Institute (ANSI)5
y por la International Electrotechnical Commission (IEC)6. Las frecuencias centra-
les nominales para los filtros de banda de octava y de tercio de octava de la Tabla
1.2 son las más habituales entre las frecuencias normalizadas7 ; las frecuencias cen-
trales para los filtros de banda de octava se muestran en negrilla.

Analizadores de espectro de ancho de banda constante

Un analizador de espectro de ancho de banda constante posee filtros de anchuras de


banda que son independientes de la frecuencia a que se emplea el filtro. Por ejem-
plo, supongamos que el ancho de banda del filtro es 20 Hz. Este analizador tiene un
ancho de banda de 20 Hz ya sea que la frecuencia media del analizador se fije a 100,
1000 o 10.000 Hz. El filtro de banda de tercio de octava tiene, por ejemplo, anchos
de banda nominales de 5,8, 7,3, 577 y 727 Hz a las frecuencias centrales nominales
de 25, 31,5, 2500 y 3150 Hz, respectivamente. Así, a frecuencias altas, la anchura de
banda de un tercio de octava es mucho mayor que 20 Hz. De forma contraria, para
bajas frecuencias, el ancho de banda del analizador de bandas de tercio de octava es
mucho menor que el ancho de banda constante del analizador de 20 Hz.

EQUIPO AUXILIAR

La mayoría de los instrumentos de medición del nivel sonoro ofrecen una salida de
corriente alterna (ae) que es el análogo eléctrico de la forma de onda de presión so-
nora que incide sobre el micrófono, modificada por las características de la ponde-
ración de frecuencia seleccionada. La salida ac suele seleccionarse para conectar el
sonómetro al equipo auxiliar, como puede ser un registro gráfico del nivelo una
grabación en cinta magnética, descritos en el Capítulo 6.

Registros gráficos de nivel

Se puede obtener un registro continuo de la salida de los instrumentos para medir


el nivel sonoro o la vibración conectándolos a un registro gráfico de nivel. Un regis-
tro gráfico de nivel es un voltímetro grabador que puede trazar el nivel del voltaje
de entrada, linealmente en decibelios, sobre un papel que es movido por un motor
a velocidad constante. La velocidad de trazado del registro gráfico de nivel es la ve-
locidad a que se mueve la plumilla sobre el papel. Puede seleccionarse una veloci-
dad de trazado que se aproxime a una ponderación temporal exponencial, rápida
(fast) o lenta (slow).
5.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

REFERENCIAS

1. American national standard specification for sound level meters, ANSI S1.4-1983, Acous-
tical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1983.
2. Sound level meters, lEC Standard 651:1979, Intemational Electrotechnical Commission,
CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1979.
3. American national standard method for the calibration of microphones, ANSI S1.lO-
1966(R1986), Acoustical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1986.
4. Integrating-averaging sound level meters, lEC Standard 804:1985, Intemational Electro-
technical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1985.
5. American national standard specification for octave-band and fractional-octave-band ana-
log and digital filters, ANSI S1.11-1986, Acoustical Society of America, Nueva York, NY
10017-3483,1986.
6. Octave-band and fractional-octave-band filters, lEC Standard XXXX:199X, Intemational
Electrotechnical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 199x.
7. American national standard preferred frequencies, frequency levels, and band numbers for
acoustical measurements, ANSI S1.6-1984, Acoustical Society of America, Nueva York,
NY 10017-3483, 1984.
Capítulo 6
INSTRUMENTOS DE
MEDIDA DE LA VIBRACION

Robert B. Randall

INTRODUCCION

Este capítulo describe los principios de funcionamiento de la instrumentación ha-


bitualmente empleada en la medida de golpes y vibraciones, es decir, la medida de
los parámetros que caracterizan la señal total (banda ancha). A continuación, se co-
menta el registro de señales. El análisis, sobre todo el análisis en frecuencia, se trata
en el Capítulo 8.
La Figura 6.1 muestra un sistema de medida típico, consistente en un preampli-
ficador, un acondicionador (integrador) de la señal, un detector y un medidor indi-
cador. La mayoría o todos estos elementos suelen combinarse en una unidad única
denominada instrumento de medida de vibraciones, que se describe en una sección
posterior.
El preamplificador es necesario para convertir una señal muy débil de alta im-

..
"
Análisis l' '1
¡ Copia dura ,

Señal del
Preamplificador
aceleró metro
Integración
I Conversión de I Medida de rms, I
de limitación Indicación
I impedancia I I valores pico
de banda
l. I ti-

FIGURA 6.1. Diagrama de bloques de un típico sistema de medida de la vibración.

6.1
6.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

pedancia de un transductor piezoeléctrico típico en una señal de voltaje de baja im-


pedancia, que es menos susceptible a la influencia de los efectos externos, como la
captación electromagnética del ruido. El acondicionador (integrador) de la señal se
utiliza para limitar el rango de frecuencias de la misma (si es posible para integrarlo
de aceleración a velocidad y/o desplazamiento) y para aportar más amplificación.
El detector se emplea para extraer de la señal aquellos parámetros que le caracte-
rizan, como el valor RMS, valores pico y factor cresta. La denominada señal dc, o de
variación lenta, del detector puede verse en un medidor, registrada gráficamente, o
digitalizada y almacenada en una memoria digital.

PREAMPLlFICADORES ACELEROMETROS

Los tipos de preamplificadores acelerómetros incluyen: preamplificadores de vol-


taje, preamplificadores de carga y preamplificadores conductores de línea. En la ac-
tualidad, los preamplificadores de voltaje se usan poco porque, como se indica en el
Capítulo 7, la sensibilidad al voltaje de un acelerómetro y un cable depende en gran
medida de la longitud de este último. La sensibilidad de los otros dos tipos es vir-
tualmente independiente de la longitud del cable y esto es de considerable impor-
tancia práctica.
Un amplificador de carga utiliza un amplificador operacional que está acoplado
a través de un condensador de manera que: (1) las capacidades del circuito derivado
(capacidades del acelerómetro, cable y entrada) son comparativamente insignifi-
cantes y (2) el voltaje de salida es proporcional a la carga aplicada en la entrada. 1
Aunque con un preamplificador de carga la sensibilidad es independiente de la
longitud del cable, el ruido en el circuito de impedancia alta aumenta a medida que
lo hace la longitud del cable, de manera que es aconsejable tener el preamplificador
montado tan cerca del transductor como sea posible. El amplificador conductor de
línea representa una excelente solución a este problema, y ha sido posible mediante
el desarrollo de circuitos miniaturizados con el grosor de una película. Así el ampli-
ficador puede conectarse al transductor, o incluso estar incluido dentro de él. En
principio, el amplificador inicial puede ser del tipo de carga o de voltaje, pero puede
resultar ventajoso tener la posibilidad de separar el amplificador del transductor
mediante un cable corto, en cuyo caso el amplificador ha de ser del tipo de carga. Si
la señal de salida del amplificador inicial se usa para modular la corriente o el vol-
taje de la fuente de energía, puede utilizarse un solo cable para la energía del am-
plificador y para transmitir la señal; en la fuente de energía, al otro extremo del ca-
ble, que puede ser muy largo (p. ej., hasta un kilómetro), la modulación es
convertida en una señal de voltaje.
El cable de salida de un preamplificador conductor de línea está menos sujeto a
la captación de ruido electromagnético que el cable que conecta el trahsductor a un
preamplificador de carga. Por otra parte, los preamplificadores conductores de lí-
nea suelen tener ciertas restricciones de los rangos dinámicos y de frecuencia, en
comparación con los preamplificadores de carga generales de alta calidad, y por ello
hay que hacer referencia a las especificaciones del fabricante a la hora de hacer una
elección.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.3

ACONDICIONADORES DE LA SEÑAL (INTEGRADORES)

A menudo es necesaria una sección de acondicionamiento de la señal para limitarla


por bandas, posiblemente para integrarla (a la velocidad y/o desplazamiento) y para
ajustar la ganancia. Habitualmente se requiere que los filtros de paso alto y bajo eli-
minen las señales extrañas de frecuencias altas y bajas y restrinjan la medida al ran-
go de frecuencias de interés. Para medidas de banda ancha, suele especificarse el
rango de frecuencias, en tanto que para grabaciones en cinta y/o análisis posterior,
la principal razón para restringir las frecuencias es eliminar los componentes extra-
ños que pueden dominar y limitar el rango dinámico disponible de la parte útil de la
señal.
Algunos ejemplos de señales extrañas de baja frecuencia (véase Capítulo 7) son
los efectos térmicos transitorios, los efectos triboeléctricos y la tensión de base del
acelerómetro. Puede haber también algunas vibraciones de frecuencia baja trans-
mitidas a través de la base desde fuentes externas. En el extremo de las frecuencias
altas, hay que filtrar al menos la resonancia del acelerómetro mediante el adecuado
filtro de paso bajo. El filtrado de paso alto y bajo no afecta a la señal en la entrada
del amplificador, que debe enfrentarse con la gama dinámica completa de la señal
del transductor. Así es posible que un preamplificador se sobrecargue, incluso cuan-
do la señal de salida sea relativamente pequeña. En consecuencia, es importante
que el preamplificador indique la sobrecarga cuando ésta se produzca.

Integración

Aunque en general un acelerómetro es el mejor transductor que se puede usar, a


menudo es preferible evaluar la vibración en términos de velocidad o desplaza-
miento. La mayoría de los criterios para evaluar la vibración de maquinaria domés-
tica (Capítulo 39) son efectivamente de velocidad constante, como también lo son
muchos criterios para evaluar los efectos de la vibración sobre edificios y seres hu-
manos, al menos dentro de ciertos rangos de frecuencia (Capítulo 26). Algunos cri-
terios de vibración (p. ej., para motores de avión) se expresan en términos de des-
plazamiento. Para máquinas rotatorias, a veces resulta deseable añadir el
desplazamiento absoluto del bastidor al desplazamiento relativo del eje (medido a
través de sondeos de proximidad) para determinar el movimiento absoluto del eje
en el espacio.
Las señales de aceleración pueden integrarse electrónicamente para obtener las
señales de velocidad y/o desplazamiento; un aceleró metro y un integrador pueden
producir una señal de velocidad que es válida para un rango de tres décadas
(1000:1) en frecuencia; una característica que no suelen poseer habitualmente los
transductores de velocidad. Más aún, mediante el simple cambio de la frecuencia
del límite inferior (para integración válida) en el preamplificador, las tres décadas
pueden moverse una década más sin cambiar el transductor.
Un componente típico de vibración sinusoidal puede representarse mediante el
término Aei"". Integrando éste una vez se obtiene [lI(jw)]Ae'w' y así la integración se
corresponde en el campo de la frecuencia con una división entre jw. Esto es lo mis-
6.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

mo que un cambio de fase de -7r/2 y una ponderación de amplitud inversamente


proporcional a la frecuencia y, por tanto, los circuitos electrónicos integradores de-
ben poseer esta propiedad.
Uno de los circuitos integrantes más sencillos es el RC, con una serie de resis-
tencia R y un condensador de derivación e. Si e¡ representa el voltaje de entrada, el
voltaje de salida eo viene dado por

(6.1)
eo = 1 + jwRC

que para frecuencias altas (wRC~ 1) se convierte en

e
(6.2)
eo "'" jwRC

que representa una integración, aparte de la constante de ordenamiento l/Re.


Las características de la Ecuación (6.1) es la de un filtro de paso bajo con una
pendiente de -20 dB/década y una frecuencia de cierre In = l/(27rRC) (correspon-
diente a wRC = 1).
Los límites de!L (por debajo de los cuales no tiene lugar la integración) y Ir (por
encima de los cuales se integra la señal) pueden tomarse aproximadamente como
un factor de 3 a ambos lados de 1m para medición normal donde la precisión de la
amplitud es lo más importante. Si la precisión de la fase es lo importante (p. ej., para
medir valores pico verdaderos), el factor ha de ser algo mayor. Los integradores
modernos tienden a usar filtros activos con una transición más localizada entre la
región de no integración y la de integración.
Una situación donde la elección del límite bajo de frecuencia es importante es
en la integración de señales impulsivas, por ejemplo, en la determinación de la ve-
locidad y desplazamiento máximos a partir de la entrada de un pulso de aceleración.
La referencia 1 contiene directrices acerca de la elección del corte del integrador de
frecuencia Ir en cada caso.
Para una integración única (aceleración a velocidad),

1
! T <30t-p (6.3)

Para una integración doble (aceleración a desplazamiento),

1
! T <50t-p (6.4)

donde tp es el tiempo desde el comienzo del pulso al máximo medido.


INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.5

DETECTORES

Los detectores se usan para extraer los parámetros que caracterizan a una señal,
como los valores de la media aritmética, media cuadrática y raíz cuadrática media
(RMS), como se definieron en el Capítulo 1. El valor de la media aritmética es la
medida más simple, usando un rectificador de onda completa para obtener la mag-
nitud instantánea y un circuito de igualación para obtener la media. Sin embargo,
aunque existe una relación fija (pero diferente) entre los valores medios y RMS
para las señales sinusoidales y gaussianas aleatorias, la relación varía notablemente
para señales complejas y, en particular, se ve muy afectada por las relaciones de
fase. Como los valores de la media cuadrática y RMS son independientes de las re-
laciones de fase, suelen preferirse como descriptores de la señal estacionaria; cuan-
do se emplea un detector de media, suele ser como aproximación a un detector
RMS.
Los valores de la media cuadrática tienen la ventaja de ser directamente suma-
bIes cuando se suman dos señales (en particular, bandas de distinta frecuencia o
componentes), en tanto que los valores RMS tienen la ventaja de que mantienen las
mismas dimensiones y unidades que la señal original. Así, un detector de «RMS
verdaderos» tiene que incluir una sección de cuadrados y otra de medias para ob-
tener el valor de la media cuadrática, seguido de un extractor de la raíz cuadrada.

Obtención de los cuadrados (((squaring»)

Los diseños modernos de los circuitos analógicos de «squaring», denominados de-


tectores de logaritmo de la media cuadrática (lms), utilizan las características loga-
rítmicas de algunos diodos para lograr el cuadrado mediante la duplicación del va-
lor logarítmico de la señal rectificada. Este tipo no suele tener limitación sobre el
valor cresta (v. g., relación entre el valor pico y el valor RMS) otra que la dada por
el rango dinámico. De forma similar, los instrumentos digitales logran el cuadrado
verdadero y sólo están limitados por el rango dinámico del detector.

Obtención de la media (promedio)

La definición del valor de media cuadrática asume una ponderación uniforme para
todo el tiempo T que se promedia. En la práctica, para las medidas de señales con-
tinuas, a menudo es preferible tener una media acumulativa, que aporta en cual-
quier momento el valor medio durante los T segundos previos. Es extremadamente
difícil lograr una media acumulativa ponderada linealmente y por ello se suele re-
currir a dos alternativas:
1. Media acumulativa ponderada exponencialmente. En la mayoría de los instru-
mentos analógicos, se logra mediante un circuito de igualamiento Re y tam-
bién mediante el promedio exponencial en instrumentos digitales, como los
analizadores basados en las «transformadas rápidas de Fourier» (Fast Fourier
Transform, FFT).
6.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

2. Media con ponderación lineal durante un período fijo de tiempo T. El resul-


tado sólo está disponible al final de cada período y suele mantenerse hasta
que es procesado, por lo que pueden perderse datos nuevos de entrada.

El proceso de hallar la media actúa como un filtro de paso bajo para retirar los
componentes de ondulación de las frecuencias altas y dejar la dc, que varía lenta-
mente, o el valor medio. En la referencia 1, se muestra que las características del fil-
tro de paso bajo y de los circuitos para promedio exponencial y lineal son equiva-
lentes para el caso en que T = 2RC (donde RC es la constante de tiempo del
descenso exponencial). Esta filtración de paso bajo en el dominio de frecuencias co-
rresponde al acoplamiento del tiempo con la respuesta de impulso del circuito pro-
mediador. En la Figura 6.2 se comparan las dos respuestas de impulso (invertidas en
tiempo debido al acoplamiento) para el mismo caso en que T = 2RC. Cuando se es-
calan para dar lugar al mismo resultado sobre señales estacionarias (igual área bajo
la curva), la salida máxima para la media exponencial es el doble que la de la media
lineal. Hay que tener en cuenta este aspecto en el análisis de los impulsos.
Un método para comprobar el promedio temporal efectivo de un promediador
exponencial es retirar la excitación y medir la tasa de descenso de la salida. Esta
será 4,34 dB por tiempo constante Re u 8,7 dB para el tiempo promedio T. Esto no
se aplica a los analizadores FFT funcionando por encima de su frecuencia de tiempo
real, de la misma manera que el tiempo promedio lineal efectivo es menos que el
tiempo requerido para obtener el resultado.

2fT= 1fRC

Promedio 'lI
exponencial (R~ JI 1,5fT

JI
Promedio lineal JI
"-.. / 1fT
/1
/ I
/ I
// I O,5fT
/ I
// I
.....-
--- I
-=~~-------------L----~==~==~ ___ Tiempo
R-C
Tiempo de promedio T

FIGURA 6.2. Comparación del promedio lineal (para un tiempo T) con el promedio
exponencial (constante de tiempo RC) en el ámbito del tiempo para el caso en que
T = 2RC. Las curvas de ponderación representan las funciones de la respuesta impul-
so invertida en el tiempo.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.7

Detectores de pico

En algunos casos se requiere medir los valores pico verdaderos de la señal original
(por ejemplo, para evitar sobrecargar una grabadora). Existen detectores de pico
que capturan el mayor valor encontrado y bien lo mantienen hasta que son reinicia-
lizados o hacen que descienda lentamente hasta que se pueda hacer una lectura vi-
sual del valor en un medidor. Hay que tener cuidado a la hora de distinguir entre un
valor pico máximo positivo, un pico máximo negativo, un pico máximo (positivo o
negativo) y los valores de pico a pico (Figura 6.3). También hay que tener la pre-
caución de distinguir entre valores pico verdaderos y lo que se denomina de forma
aproximada como vibración pico a pico, que, a menudo, se asume sinusoidal y se
mide con un detector de promedio.

Factor de cresta

El factor de cresta es la relación entre el valor pico y el valor RMS. Hay que utilizar
el valor de pico máximo (positivo o negativo). Sólo tiene sentido allí donde los va-
lores pico son razonablemente uniformes y pueden repetirse de una muestra a otra.
El factor cresta aporta una medida de cuán puntiaguda es la señal y suele usarse
para caracterizar señales que contienen impulsos repetitivos además de una señal
continua de bajo nivel. Ejemplos de este tipo de señales de vibración son las de las
máquinas alternativas y las producidas por faltas localizadas en engranajes y ele-
mentos rodantes de cojinetes.

Detectores de envolventes

Las señales de vibración de muchas máquinas de interés contienen golpes repetiti-


vos de alta frecuencia, como resultado de resonancias de excitación de alta frecuen-
cia a intervalos regulares. El análisis directo de la frecuencia de una señal no siem-
pre ofrece mucha información sobre las frecuencias de repetición, sobre todo
cuando las resonancias excitadas son de frecuencias muy altas. Estas frecuencias de
repetición son, sin embargo, fáciles de medir mediante la envolvente de la señal

ro
'c

~
Q)

'"
Q)
"O
"O
::J
.'::
o.
O ~----4.------~~---4.--------+----~~------
Tiempo
r Máximo pico positivo
= Máximo pico (positivo
o negativo)
=

E
«

FIGURA 6.3. Ilustración de varios valores pico.


6.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ilustrada en la Figura 6.4. Muy a menudo, la señal se filtra con un paso de banda en
una región de frecuencias dominada por los golpes repetitivos (v.g., una de las re-
giones que contiene resonancias que son excitadas y donde la señal de fondo extra-
ña es baja).
La verdadera envolvente de la señal puede obtenerse usando un detector de
pico con un tiempo de descenso constante fijado lo suficientemente corto como
para seguir las variaciones relativamente lentas en la envolvente de la señal (recti-
ficada). Si se pasa la señal, en primer lugar, a través de un filtro de paso de banda,
tendrá una forma aproximadamente sinusoidal con una amplitud que varía lenta-
mente y habrá una relación fija entre el valor pico y el valor RMS (a corto plazo) o
el valor pico y el valor medio, en cuyo caso puede utilizarse un detector RMS o de
promedio en lugar de un detector de pico. Más aún, si el análisis de frecuencia de la
señal se va a obtener mediante un analizador FFf, no es necesario aplicar un cir-
cuito igualador, ya que los filtros (véase Capítulo 8) retirarán automáticamente los
componentes de onda de alta frecuencia en la señal rectificada. Así, un filtro sinto-
nizable de paso de banda de, por ejemplo, un ancho de banda de un tercio de oc-
tava, seguido de un rectificador de onda completa, puede utilizarse como detector
de la envolvente, en casos en que los golpes de repetición de las frecuencias sean el
interés primordial. Como se indica en el Capítulo 8, la envolvente de las señales
también puede calcularse mediante las técnicas de transformación de Hilbert en un
analizador FFf.

APARATOS OE MEOICION DE LA VIBRACION

Los aparatos de medición de la vibración son instrumentos que reciben una señal de
un transductor de vibración y la procesan para dar una indicación de los parámetros
relevantes a ella. A veces se construyen específicamente para satisfacer ciertas nor-
mas, por ejemplo, ISO 2372, «Deterioro por vibración de las máquinas rotatorias»,
o ISO 2631, «Vibración humana». En estos casos, los requisitos se especifican en la
norma relevante; el comentario aquí va dirigido hacia los aparatos de medición de
la vibración de propósito general.

ro
V Envolvente de la señal
.c::
al
"
Ul \ \
.!!! \ \
al \. .....
"C
"C
:::l
Tiempo
.'::
C.
E
<
Secuencia original de golpes

FIGURA 6.4. Ilustración de la envolvente de la señal para una señal impulsiva que
contiene golpes de frecuencia alta muy repetitivos.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.9

Para la medición en la mayoría de las máquinas rotatorias, es deseable un rango


de frecuencias de 10 Hz a 10 kHz. El límite inferior incluye la velocidad del fuste de
todas las máquinas que funcionan a más de 600 rpm y cualquier componente subar-
mónico, como el torbellino de aceite de máquinas rotatorias de alta velocidad sobre
un plano, donde estos efectos son más notorios. La frecuencia superior de 10 kHz
incluye frecuencias de engranajes y sus armónicos en cajas de cambios, las frecuen-
cias de paso de las cuchillas de la mayoría de las máquinas cortadoras, y frecuencias
de resonancia típicamente excitadas por faltas en elementos rodantes.
La posibilidad de elegir entre un número de límites de frecuencia superiores e
inferiores dentro del rango global puede ser una ventaja. Por ejemplo, la restricción
de la frecuencia superior a 1 kHz permite medidas de acuerdo con la norma ISO
2372, previamente citada. Puede ser necesario ir a frecuencias por debajo de 10 Hz
con fines especiales, por ejemplo, en medidas de máquinas de baja velocidad y en
,puentes y otras estructuras. Es posible cubrir un rango total de 1 Hz a 10 Hz con un
acelerómetro; si el instrumento puede aceptar una gama de transductores, puede
ampliarse su propio rango de frecuencia.
Si hay que restringirse a un solo parámetro de vibración, la velocidad suele ser
la mejor elección, ya que la mayoría de las señales de vibración de las máquinas tie-
nen un espectro de velocidad aproximadamente uniforme, de manera que un au-
mento en cualquier frecuencia tiene aproximadamente la misma probabilidad de
influir sobre los niveles globales de vibración.
También es deseable poder medir la aceleración y el desplazamiento; los cam-
bios en frecuencias bajas se reflejan fundamentalmente en el valor de desplaza-
miento, en tanto que los cambios en frecuencias altas tienen más efecto sobre el va-
lor de aceleración.
Además de la medición de los valores RMS en cada uno de los parámetros de la
vibración, resulta ventajoso poder medir algún parámetro indicador de la agudeza
de la señal, como los valores pico (y por tanto el factor cresta), curtosis, energía de
las puntas o valor del impulso. Por último, resulta útil, si el instrumento tiene una
salida ac, permitir que la señal alimente una grabadora o unos auriculares. En au-
sencia de un análisis de frecuencia, el oído humano puede discernir mucha infor-
mación acerca de las características de una señal y esta composición aporta un ex-
celente estetoscopio. Es preferible que la señal ac se seleccione de un solo
parámetro (aceleración, velocidad o desplazamiento); hay que restringir el rango de
frecuencia lo menos posible.

GRABADORAS

Las técnicas de grabación más frecuentemente utilizadas para la instrumentación


son grabación directa, de frecuencia modulada (FM) y digital. En la grabación di-
recta, la amplitud de la señal se refleja a sí misma directamente en el grado de mag-
netización local de la cinta, en tanto que en la grabación FM, la amplitud de la in-
formación se contiene en la desviación de la frecuencia de un tono carrier a partir
de su valor nominal. Así, el grado de magnetización de la cinta resulta menos crítico
para la grabación FM y los puntos grabados suelen estar saturados. Por tanto, una
6.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de las ventajas de la grabación en FM es que las señales registradas son menos sus-
ceptibles a los cambios debidos a las malas condiciones de almacenamiento (calor,
luz y tensión de campos magnéticos). Por otra parte, como la frecuencia carrier sue-
le ser de 3 a 5 veces mayor que la frecuencia máxima de la señal en la grabación FM,
las velocidades de las cintas (y por tanto la cantidad de cintas utilizadas) ha de ser
de 3 a 5 veces mayor para un rango determinado de frecuencia.
La principal diferencia entre las dos técnicas es su capacidad para registrar se-
ñales de baja frecuencia. Dado que lo que se detecta al volver a oír una grabación
directa es la tasa de cambio en la magnetización de la cinta, esta técnica no puede
grabar por debajo de la de; el límite inferior de frecuencia típico es 25 Hz. Por otra
parte, la grabación FM puede registrar por debajo de de; una señal dc es presentada
simplemente como una desviación constante de la frecuencia carrier.
Dado liJ.ue al volver a oír las grabaciones directas hay que integrar la señal de-
tectada y compensar otros efectos, como las propiedades magnéticas de la cinta,
esto suele hacerse mediante redes de igualación diseñadas fundamentalmente para
aportar linealidad de la amplitud; la linealidad de fase no es buena. Así, es probable
que la forma real de las señales se vea modificada por la grabación directa; no se
puede confiar en los valores pico. La linealidad de fase de la grabación FM es ex-
celente para todo el rango, salvo para la parte de frecuencias más altas, donde los
efectos del filtro requerido de paso bajo se hacen significativos.
Una de las características más importantes de una grabadora es su rango diná-
mico, ya que la grabadora es el elemento de la cadena de medición cuyo rango di-
námico está probablemente más restringido. El rango dinámico suele expresarse en
términos de la relación señal - ruido, que típicamente es 40 dB para grabación FM
y hasta 50 dB para grabación directa. Sin embargo, estos números pueden ser algo
equívocos, porque el ruido a que se hace referencia es una magnitud total sobre el
rango completo de frecuencia y tiene menos influencia en un análisis de banda es-
trecha. Después del análisis de banda estrecha, el nivel de ruido para la grabación
FM suele estar más de 60 dB por debajo de la escala completa, en comparación con
los 70 u 80 dB para digitalización del ruido en un analizador de frecuencia moderno.
La Tabla 6.1 resume los rasgos más importantes de las grabaciones FM y directa.
Algunas grabadoras pueden registrar usando ambas técnicas, en cuyo caso las ca-
bezas suelen estar optimizadas para FM y la relación entre la señal y el ruido para
la grabación directa está algo reducida. El añadido más importante aportado por la
grabación directa es la posibilidad de registrar las frecuencias más altas, típicamente
de 50 a 100 kHz.

TABLA 6.1. Comparación de técnicas de grabación directa y de FM

Característica Directa FM
Rango dinámico (típico, banda estrecha) 70dB 60dB
Límite de frecuencia inferior (típico) 25 Hz dc
Límite de frecuencia superior (típico) 50kHz 10kHz
Estabilidad de la amplitud Aceptable Excelente
Linealidad de fase Mala Buena
Preservación de la información registrada Aceptable Buena
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.11

Ambas técnicas están limitadas por la precisión del sistema de transporte de la


cinta y pequeñas variaciones en la orientación y velocidad de la cinta dan lugar a
distorsiones.

Grabadoras digitales

Hay disponibles instrumentos de grabación basados en el principio de modulación


por código de pulsos (PCM). Estos han sido desarrollados a partir de grabadoras de
cintas digitales (DAT) y poseen muchas características comunes. Una típica cinta
DAT puede registrar, durante 2 horas, dos canales de 20.000 Hz, cuatro canales de
10.000 Hz o más canales con rangos de frecuencia proporcionalmente inferiores.
Los problemas de distorsiones pueden ser eliminados en gran medida mediante
grabaciones digitales porque la muestra de frecuencias, durante la grabación y la
audición, no está ligada directamente a la velocidad de la cinta o de las cabezas ro-
tatorias y puede realizarse con mucha precisión. El rango dinámico es dependiente
sobre todo del número de bits utilizados en la digitalización, pero suele igualar el de
los analizadores digitales de señal, dando lugar aproximadamente a 20 dB más que
las típicas grabaciones analógicas. Para la grabación de dos canales, la tasa global de
muestreo es 96 kHz (48 kHz por canal), cada muestra de 16 bits o 2 bytes, de manera
que la cantidad global de datos almacenados en una cinta DAT está muy por enci-
ma de 1 gigabyte.
Como en cualquier procesamiento digital, la señal a grabar no debe contener
ningún componente de frecuencia por encima de la mitad de la frecuencia de mues-
tra. No es posible determinar si se ha satisfecho esta condición una vez hecho el
muestreo, por lo que habitualmente es necesario filtrar las señales que se van a gra-
bar con un filtro muy agudo. Típicamente, éstos son filtros elípticos de siete polos
con una frecuencia de corte al 40 por 100 de la frecuencia de muestra y 120 dB por
octava. Filtros menos agudos pueden utilizarse para reducir los efectos de distor-
sión de fase en las proximidades de la frecuencia de corte, pero ésta ha de reducirse
de forma acorde. Para evitar más distorsiones, es frecuente utilizar técnicas de in-
terpolación digital para aumentar la tasa de muestra al volver a oír la cinta, permi-
tiendo así el uso de filtros mucho más «leves» para igualar la salida de los conver-
sores de digital a analógico.

REFERENCIA

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 33 ed., Capítulo 13, McGraw-HiII,
Nueva York, 1988.
Capítulo 7
TRANSDUCTORES DE
VIBRACION

Eldon E. Eller
Robert M. Whittier

INTRODUCCION

Algunos materiales en estado sólido responden eléctricamente a la fuerza mecáni-


ca; a menudo se utilizan como elementos de transducción mecánica a eléctrica en
los transductores del impacto y la vibración. Por lo general, exhiben una rigidez al-
tamente elástica y pueden dividirse en dos categorías: el tipo autogenerador, en que
la carga eléctrica se genera como resultado directo de la fuerza aplicada, y el tipo de
circuito pasivo, en que la fuerza aplicada produce un cambio en las características
eléctricas del material.
Un material piezoeléctrico es aquel que produce una carga eléctrica proporcio-
nal a la tensión aplicada sobre él, dentro de su rango elástico lineal. Los materiales
piezoeléctricos son del tipo autogenerador. Un material piezorresistente es aquel
cuya resistencia eléctrica depende de la fuerza aplicada. Los materiales piezorresis-
tentes son del tipo de circuito pasivo.
Un transductor (a veces denominado captador o sensor) es un dispositivo que
convierte el movimiento de impacto o la vibración en una señal óptica, mecánica o,
más habitualmente, eléctrica, que es proporcional a un parámetro del movimiento
experimentado.
La parte del transductor que logra la conversión del movimiento en señal se de-
nomina elemento transductor
Un instrumento de medida o un sistema de medida convierte el movimiento del
impacto o la vibración en un formato observable que es directamente proporcional
a un parámetro del movimiento experimentado. Puede consistir en un transductor
con un elemento transductor, un equipamiento acondicionador de la señal y un apa-
rato para mostrar la señal. Un instrumento contiene todos estos elementos en un
paquete, en tanto que un sistema utiliza varios paquetes.
Un acelerómetro es un transductor cuya salida es proporcional a la aceleración

7.1
7.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de entrada. La salida de un indicador de fuerza es proporcional a la fuerza de entra-


da; un indicador de impedancia contiene un acelerómetro y un indicador de fuerza.
Este capítulo está fundamentalmente relacionado con los acelerómetros fabricados
con materiales piezoeléctricos, el tipo más ampliamente utilizado. También se con-
sideran brevemente los indicadores de fuerza y de impedancia. Los transductores
piezorresistentes se describen en el Capítulo 12 de la Referencia 1.
En principio, los movimientos de impacto y vibración se miden con referencia a
un punto fijo en el espacio mediante cualquiera de los dos tipos distintos de trans-
ductores:

1. Transductor de referencia fija. Un terminal del transductor está conectado a


un punto fijo en el espacio; el otro terminal está conectado (p. ej., mecánica,
eléctrica u ópticamente) al punto cuyo movimiento se va a medir.
2. Transductor de masa y muelle (transductor sísmico). El único terminal es la
base de un sistema de masa y muelle; esta base está conectada al punto donde
se va a medir el impacto o la vibración. El movimiento del punto se infiere a
partir del movimiento de la masa respecto de la base.

Debido a que a menudo resulta imposible establecer una referencia fija para la
medida del impacto y la vibración, muchos transductores (incluidos los que se des-
criben en este capítulo) son del tipo masa y muelle, mostrado esquemáticamente en
la Figura 7.1; consiste en una masa m suspendida de la caja del transductor median-
te un muelle de rigidez K. El movimiento de la masa dentro de la caja puede amor-
tiguarse mediante un fluido viscoso o corriente eléctrica simbolizada mediante un
contenedor de choque con un coeficiente de amortiguación c. Se pretende medir el
movimiento de la parte móvil, cuyo desplazamiento, con respecto al espacio fijo,
está indicado por u. Cuando la caja del transductor se conecta a la parte móvil, pue-
de usarse para medir el desplazamiento, la velocidad o la aceleración, dependiendo
de la parte del rango de frecuencia que se utilice y de si el elemento transductor es
sensible al desplazamiento relativo o a la velocidad relativa df:ldt.

FIGURA 7.1. Transductor del tipo masa-muelle de un instrumento de medida de la


vibración consistente en una masa m sujeta mediante un muelle ky un amortiguador
viscoso c. La caja del instrumento está conectada a la parte móvil, cuyo movimiento
vibratorio u se infiere a partir del movimiento relativo 8 entre la masa m y la caja a.
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.3

CARACTERISTICAS DEL ACELEROMETRO

Sensibilidad

La sensibilidad de un instrumento de medida de impactos y vibraciones es la rela-


ción entre su salida eléctrica y su entrada mecánica. La salida suele expresarse en
términos de voltaje por unidad de desplazamiento, velocidad o aceleración. Esta es-
pecificación de sensibilidad es suficiente para instrumentos que generan su propio
voltaje independiente de una fuente externa de potencia de voltaje. Sin embargo, la
sensibilidad de un instrumento que requiera un voltaje externo suele especificarse
en términos de voltaje de salida por unidad de voltaje aportada al instrumento por
unidad de desplazamiento, velocidad o aceleración; p. ej., milivoltios por voltio por
g de aceleración. Es importante definir los términos en que se expresan los pará-
metros respectivos, p. ej., media, RMS o pico. La Figura 7.2 muestra la relación en-
tre estos términos.

Resolución

La resolución de un transductor es el cambio más pequeño en la entrada mecánica


(p. ej., aceleración) para la que es discernible un cambio en la salida eléctrica. La re-
solución de un acelerómetro es una función del elemento transductor y del diseño
mecánico.
El equipo de registro, el indicador y otros equipamientos auxiliares que se uti-
lizan con los acelerómetros determinan a menudo la resolución del sistema global
de medida. Si la salida eléctrica de un instrumento se indica mediante un medidor,
la resolución puede establecerse mediante el menor incremento que pueda leerse
en el medidor. La resolución puede estar limitada por los niveles de ruido en el ins-

Tiempo -

FIGURA 7.2. Relación entre los valores medios, RMS, pico y de pico a pico para una
onda sinusoidal simple. Estos valores se utilizan al especificar las sensibilidades de
los transductores de impacto y vibración (p. ej., milivoltios pico por g pico, o milivol-
tios RMS por desplazamiento de pico a pico). Estas relaciones no se mantienen más
que para ondas sinusoidales simples.
7.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

trumento O en el sistema. En general, cualquier cambio de señal menor que el nivel


de ruido será enmascarado por el ruido, determinando así la resolución del sistema.

Sensibilidad transversal

Si un transductor está sometido a una unidad de amplitud sobre su eje de máxima


sensibilidad, la amplitud del voltaje de salida emax es la sensibilidad. La sensibilidad
eo a lo largo del eje X, inclinado un ángulo e respecto del eje de emax;, es en = emax
cose, como ilustra la Figura 7.3. De forma parecida, la sensibilidad a lo largo del eje
y es el = emax sene. En general, el eje de sensibilidad de un transductor está defini-
do. De forma ideal, el eje X sería designado como eje sensible y el ángulo e sería
cero. En la práctica, sólo puede lograrse que e se acerque a cero, debido a las tole-
rancias de fabricación y/o las variaciones impredecibles en las características del
elemento transductor. Entonces la sensibilidad transversal se expresa como la tan-
gente del ángulo, es decir, la relación entre el Yeo :

el
-=tane (7.1)
eo

En la práctica, la tangente de e está entre 0,01 y 0,05 Yse expresa como un por-
centaje. Por ejemplo, si la tan e = 0,05, se dice que el transductor tiene una sensi-
bilidad transversal deIS por 100. La Figura 7.4 es un representación polar típica de
sensibilidad transversal.

Linealidad de la amplitud y límites

Cuando la relación entre la salida eléctrica de un transductor y la entrada mecánica


(la sensibilidad) permanece constante dentro de unos límites especificados, se dice
que el transductor es «lineal» dentro de esos límites, como ilustra la Figura 7.5. Un

x
e,

J------y

z
FIGURA 7.3. La sensibilidad designada eo y la sensibilidad eft que se produce cuan-
do el eje de máxima sensibilidad emllx no está alineado con el eje de eo •
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.5

z
FIGURA 7.4. Representación gráfica de la sensibilidad de un transductor en todos
los ejes normales al eje designado eo, representada de acuerdo con los ejes que
muestra la Figura 7.3. La sensibilidad alcanza un valor máximo eta lo largo del eje Yy
el valor mínimo a lo largo del eje Z

transductor sólo es lineal en un rango determinado de valores de amplitud. El límite


inferior de este rango está determinado por el ruido eléctrico del sistema de medi-
ción.
El límite superior de la linealidad puede estar impuesto por las características
eléctricas del elemento transductor y por el tamaño o la fragilidad del instrumento.
Generalmente, cuanto mayor es la sensibilidad de un transductor, menos lineal
será. De la misma manera, para valores de aceleración muy altos, las grandes fuer-
zas producidas por el muelle del sistema de masa-muelle pueden superar la resis-
tencia de una parte del instrumento, produciendo una conducta no lineal o un fallo
completo.

Rango de frecuencias

El rango de frecuencias de funcionamiento es aquel para el que la sensibilidad del


transductor no varía más que el porcentaje establecido a partir de la sensibilidad ta-
sada. Este rango puede estar limitado por las características eléctricas y mecánicas
del transductor o por el equipamiento auxiliar asociado. Estas limitaciones pueden
añadirse a los límites de la linealidad de la amplitud para definir completamente los
rangos de funcionamiento del instrumento, como ilustra la Figura 7.6.

Límite de baja frecuencia. La respuesta mecánica de un transductor de masa-


muelle no impone un límite de baja frecuencia para un transductor de aceleración,
debido a que responde a la vibración con frecuencias inferiores a la frecuencia na-
tural del transductor.
Al evaluar el límite de baja frecuencia, es necesario considerar las características
eléctricas tanto del transductor como del equipamiento asociado. En general, un
elemento transductor que utiliza potencia externa no tiene un límite de baja fre-
7.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

o
~ LIMITES
::¡ ESPECIFICADOS
iñ DE LINEALIDAD
Ui
zw I---RANGO LlNEAL---
CJ)

AMPLITUD DE VIBRACION DE ENTRADA

FIGURA 7.5. Gráfico típico de la sensibilidad en función de la amplitud para un


transductor de impacto y vibración. El rango lineal se establece mediante la intersec-
ción de la curva de sensibilidad y los límites especificados (líneas a trazos).

cuencia, en tanto que un elemento transductor autogenerador (como un sensor pie-


zoeléctrico) no funciona a una frecuencia cero,. La respuesta en frecuencia de los
amplificadores y otros componentes del circuito puede limitar la frecuencia útil más
baja de un sistema de instrumentación.

Límite de altajrecuencia. Un transductor de aceleración (acelerómetro) posee


un límite superior de frecuencia útil porque responde a la vibración cuya frecuencia
es inferior a la frecuencia natural (de resonancia) del transductor. El límite está en
función de: (1) la frecuencia natural y (2) la amortiguación del transductor. El in-
tento de utilizar el transductor más allá de la frecuencia límite puede dar como re-
sultado la distorsión de la señal, como ilustra la Figura 7.7.
El límite superior de frecuencia (límite de alta frecuencia) es importante para
los instrumentos de medición de la vibración ligeramente amortiguada, ya que los
aparatos exageran las cantidades pequeñas de componentes armónicos que pueden
estar en movimiento, incluso cuando la frecuencia de funcionamiento está dentro
del rango operativo del instrumento. La excitación de un instrumento no amorti-
guado a su frecuencia natural puede dañarlo o enmascarar la medida deseada. La
Figura 7.7 muestra como una pequeña cantidad de distorsión armónica en el movi-
miento vibratorio puede exagerarse mediante un transductor no amortiguado.

Cambio dejase. El cambio de fase es el retraso temporal entre la entrada mecá-


nica y la salida eléctrica de la señal de un sistema de instrumentación. Salvo que las
características del cambio de fase de un sistema de instrumentos satisfagan ciertos
requisitos, se puede producir una distorsión consistente en la superposición de la vi-
bración a varias frecuencias distintas. Si un acelerómetro no está amortiguado, el
ángulo de fase es 8] = 0, para valores de w/wn inferiores a 1,0; así la fase del despla-
zamiento relativo Á es igual a la de la aceleración que se está midiendo, para todos
los valores de frecuencia dentro del rango útil del acelerómetro. Por tanto, un ace-
lerómetro no amortiguado mide la aceleración sin distorsión de fase. Si el factor de
amortiguación crítica' para un acelerómetro es 0,65, el ángulo de fase 8] aumenta
aproximadamente de forma lineal con la relación de frecuencias w/wn. dentro del
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.7

g' 102 1---7"-"<1-7".


~
el

Ü
O
..J
~10-1
~ Z
Cl

~ 10--
2
O
Ü
O «
i? 10--3
::J
a:
w
..J
a.. W
U
~ 10-41---7L..t-?"" «
10-5 '---.L..J.--''-'-~ _ _-'-~
1 10 102 103 104 105
FRECUENCIA. Hz

FIGURA 7.6. Rango de funcionamiento lineal de un transductor. Los límites de linea-


lidad de la amplitud se muestran como una combinación de los valores de desplaza-
miento y aceleración. Los límites inferiores de amplitud suelen expresarse, como aquí
se muestra, en valores de aceleración.

rango de frecuencia útil del acelerómetro. Entonces la expresión del desplazamien-


to relativo puede reescribirse de la siguiente forma:

8 = 80 cos(wt - e) = 80 cos(wt - aw) = 80 cosw(t - a) (7.2)

donde a es una constante. Así, el movimiento relativo 8 del instrumento está des-
fasado respecto a la aceleración ü que se está midiendo; sin embargo, el incremento
a lo largo del eje de tiempo es una constante independiente de la frecuencia. En
consecuencia, la forma de onda de la salida de un acelerómetro no está distorsio-
nada, sino que está retrasada con respecto a la forma de onda de la vibración que se
está midiendo.
Cualquier valor de aceleración en un acelerómetro diferente de ~ = Oo ~ = 0,65
(aproximadamente) da como resultado un cambio de fase no lineal con la frecuen-
cia y la consecuente distorsión de la forma de onda. Los acelerómetros piezoeléc-
tricos tienen un valor de amortiguación interna extremadamente bajo.

Efectos ambientales

Temperatura. La temperatura puede afectar a la sensibilidad, la frecuencia natu-


ral y la amortiguación de un transductor. Los efectos específicos producidos depen-
den del tipo de transductor y los detalles de su diseño. La sensibilidad puede au-
mentar o reducirse con la temperatura, o permanecer relativamente constante. Se
7.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 7.7. Respuesta distorsionada (línea continua) de un acelerómetro de masa-


muelle ligeramente amortiguado (, < 0,1) frente a la vibración que incluye un peque-
ño contenido armónico de la misma frecuencia que la frecuencia natural del aceleró-
metro.

pueden usar dos mecanismos distintos para compensar los efectos de la tempera-
tura.
1. La temperatura de captación puede mantenerse constante mediante calen-
tamiento o enfriamiento local.
2. Pueden medirse las características de la captación en función de la tempera-
tura y, si es necesario, aplicar entonces las correcciones adecuadas a los datos
medidos.

Humedad. La humedad puede afectar a las características de ciertos tipos de ins-


trumentos de medida de la vibración. En general, un transductor que funciona a im-
pedancia eléctrica alta se ve más afectado por la humedad que el que opera a baja
impedancia eléctrica. Habitualmente no resulta práctico corregir los datos medidos
para los efectos de la humedad. Sin embargo, a menudo los instrumentos, que de
otra forma se verían afectados por la humedad, son sellados herméticamente para
protegerlos de ella.

Ruido acústico. A menudo, ondas sonoras de alta intensidad acompañan a la vi-


bración. Si la estructura del transductor o del equipamiento auxiliar puede vibrar
debido a la excitación acústica, podría dar como resultado errores graves en la se-
ñal. A veces, la vibración que se va a medir es la fuente de la energía acústica; en
otros casos, la energía acústica induce la vibración que se va a medir. Sólo en este
último caso la relación entre la energía acústica y la energía de la vibración es sufi-
cientemente alta como para producir errores significativos. En general, un acele-
rómetro sometido a energía acústica no produce una salida eléctrica equivalente al
voltaje producido por una aceleración de 1 g hasta que el nivel de presión sonora
del ruido acústico supera los 150 dB. Es probable que con un nivel de presión so-
nora tan elevado el nivel de vibración sea grande y el error introducido por el ruido
acústico no sea importante. Cuando hay que medir una vibración de pequeña mag-
nitud en un campo acústico de intensidad alta, hay que medir la respuesta del ace-
lerómetro al campo acústico por separado, con el fin de determinar el efecto del rui-
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.9

do sobre la medida de la vibración. Al realizar esta prueba, el transductor debe


estar montado de manera que no se ponga en vibración debido al campo acústico.

Propiedades físicas

El tamaño y el peso de un transductor son consideraciones muy importantes en mu-


chas mediciones de impacto y vibración. Un instrumento grande puede requerir
una estructura de montaje que cambiará las características de vibración local de la
estructura cuya vibración se está midiendo. De la misma manera, la masa añadida
del transductor puede producir cambios sustanciales en la respuesta vibratoria de la
estructura. Por lo general, la frecuencia natural de una estructura disminuye al aña-
dirle masa; específicamente, para una estructura simple de masa-muelle:

fn-tlfn= ~ (7.3)
fn "'~
donde fn= frecuencia natural de la estructura
tlfn= cambio en la frecuencia natural
m= masa de la estructura
!lm= aumento en la masa que se produce al añadir el transductor
En general, para un tipo determinado de elemento transductor, la sensibilidad
aumenta aproximadamente en proporción a la masa del transductor. En la mayoría
de las aplicaciones, es más importante que el transductor sea de tamaño pequeño a
que tenga alta sensibilidad, porque la amplificación de la señal aumenta la salida a
un nivel útil.
Los transductores del tipo masa-muelle para la medición del desplazamiento
suelen ser más grandes y pesados que los transductores semejantes para la medida
de la aceleración. En los del primer tipo, la masa tiene que permanecer estacionaria
en el espacio, mientras la caja del instrumento se mueve a su alrededor; este requi-
sito no es necesario para los segundos.
Para la medición del impacto y la vibración en aviones o misiles, son importan-
tes el tamaño y el peso, no sólo del transductor, sino también del equipamiento au-
xiliar. En estas aplicaciones, los instrumentos autogeneradores que no requieren
potencia externa pueden ofrecer una ventaja significativa.

ACELEROMETROSP~ZOELECTRICOS

Principio de funcionamiento

Un acelerómetro del tipo que muestra la Figura 7.8a es un transductor lineal sís-
mico que utiliza un elemento piezoeléctrico, de tal manera que se produce una car-
ga eléctrica que es proporcional a la aceleración aplicada. Este transductor piezoe-
7.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Salida
eléctrica

(a)

Amortiguación c

\ x Masa Constante del muelle,


l , represeñfanao -el- r-----1---,;-;-.........~_..,

l Marco
Referencia inicial
i
r----'---:-:--'--"",-.L..--..,elemento piezoeléctrico '------,....._ _---'

Movimiento Marco desplazado


u

(b) (~

FIGURA 7.8. (a) Diagrama esquemático de un acelerómetro piezoeléctrico sísmico


lineal. (b) Una representación esquemática del acelerómetro que se muestra en (a)
que se aplica sobre la mayoría del rango de frecuencias útiles. Una masa m descansa
sobre el elemento piezoeléctrico, que actúa como muelle con una constante k. La
amortiguación en el sistema, representada por el cuenco, posee un coeficiente c. (c) El
marco es acelerado hacia arriba, produciendo un desplazamiento u del mismo, mo-
viendo la masa desde su posición inicial en una magnitud xy comprimiendo el muelle
en una magnitud 8.

léctrico sísmico «ideal» puede representarse (para la mayor parte de su rango de


frecuencias) mediante los elementos que muestra la Figura 7.8b. Una masa se apoya
sobre un muelle lineal que está unido a la caja del instrumento. El cristal piezoeléc-
trico que produce la carga actúa como muelle. La amortiguación viscosa entre la
masa y la caja se representa mediante c. En la Figura 7.8c, la caja recibe una acele-
ración hacia arriba al desplazarse u, produciendo por tanto una compresión en el
muelle igual a 8. El desplazamiento de la masa con respecto a la caja depende de la
aceleración aplicada a ésta, la rigidez del muelle, la masa y la amortiguación viscosa
entre la masa y la caja.
Para frecuencias muy por debajo de la frecuencia de resonancia de la masa y el
muelle, el desplazamiento es directamente proporcional a la aceleración de la caja
y es independiente de la frecuencia. Para frecuencias bajas, el ángulo de fase del
desplazamiento relativo 8, con respecto a la aceleración aplicada, es proporcional a
la frecuencia si la amortiguación se aproxima a 0,65 veces el valor de la amortigua-
ción crítica. El ángulo de fase se aproxima a cero si la amortiguación es muy peque-
ña, como suele ser el caso en acelerómetros piezoeléctricos.
En la Figura 7.8, la fuerza de inercia de la masa produce una tensión mecánica
sobre el elemento piezoeléctrico, que produce una carga eléctrica proporcional a la
tensión y, por tanto, proporcional a la aceleración. Si la constante dieléctrica del
material piezoeléctrico no cambia con la carga eléctrica, el voltaje generado tam-
bién es proporcional a la aceleración. Para la medición de la salida eléctrica del ele-
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.11

mento piezoeléctrico, se aplican electrodos metálicos al elemento piezoeléctrico y


conductores eléctricos a los electrodos.
En el sistema sísmico ideal que muestra la Figura 7.8, la masa y la caja poseen
rigidez infinita, el muelle tiene masa cero y el amortiguador viscoso sólo existe entre
la masa y el marco. En los acelerómetros piezoeléctricos reales no se pueden satis-
facer estos supuestos. Por ejemplo, la masa puede ser tan poco rígida como el ele-
mento piezoeléctrico. En algunos elementos sísmicos, la masa y el muelle forman
una única estructura. Más aún, en muchos diseños prácticos en los que se usa la caja
para sujetar la masa y el elemento piezoeléctrico, la distorsión de la caja puede pro-
ducir fuerzas mecánicas sobre el elemento sísmico. Todos estos factores pueden
cambiar el rendimiento del sistema sísmico respecto al calculado con las ecuaciones
basadas sobre el sistema ideal. En concreto, la frecuencia de resonancia de la com-
binación piezoeléctrica puede ser sustancialmente inferior a la indicada por la teo-
ría. Sin embargo, las ecuaciones para el sistema ideal resultan útiles tanto en el di-
seño como en la aplicación de acelerómetros piezoeléctricos.
La Figura 7.9 muestra una curva típica de respuesta en frecuencia para un ace-
lerómetro piezoeléctrico. En esta ilustración, se representa la salida eléctrica en mi-
livoltios por aceleración g en función de la frecuencia. La frecuencia de resonancia
se denota mediante In' Si el acelerómetro está montado adecuadamente sobre el
aparato que se examina, el límite superior del rango de frecuencia útil suele tomarse
como In/3, para una desviación del 12 por 100 (1 dB) del valor medio de respuesta.
Para una desviación del 6 por 100 (0,5 dB) del valor medio, el límite superior de fre-
cuencia suele tomarse como In/S. El tipo de montaje puede tener un efecto signifi-
cativo sobre el valor de In'

el
....
O
C.

'"O
''¡:;
(5
,~ Límite Límite
inferior de superior de
'E frecuencia frecuencia
...e A
1
Q)
E
'0
Valor
medio 1 I +
Qi
Qi
<.l
CtI
Qi
~ R.n90
de frecuencia
'O útil
CtI
:E
CtI
(J)

~ fn
Frecuencia, Hz 5

FIGURA 7.9. Curva de respuesta típica de un acelerómetro piezoeléctrico. La fre-


cuencia de resonancia se designa mediante la notación 'n'
El rango útil depende de la
desviación aceptable a partir del valor medio de la respuesta sobre la parte «plana» de
la curva de respuesta.
7.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

El descenso en la respuesta para frecuencias bajas (v.g., la caída) depende fun-


damentalmente de las características del preamplificador que sigue al acelerómetro.
El límite inferior de frecuencia también suele expresarse en términos de la desvia-
ción a partir del valor medio de la respuesta sobre la parte plana de la curva de res-
puesta, siendo la frecuencia a la cual la respuesta es el12 por 100 (1 dB) o 6 por 100
(0,5 dB) inferior al valor medio.

Acelerómetros típicos

Los acelerómetros piezoeléctricos presentan una variedad de configuraciones de


elementos sísmicos. La mayoría están construidos con materiales piezoeléctricos ce-
rámicos policristalinos, debido a su facilidad de fabricación, alta sensibilidad pie-
zoeléctrica y excelente estabilidad frente al tiempo y la temperatura. Estos aparatos
sísmicos pueden clasificarse de acuerdo con dos formas de funcionamiento: acele-
rómetros de tipo compresión o de tipo shear.
Aceler6metro del tipo compresi6n. En su forma más simple, el acelerómetro sís-
mico de tipo compresión consiste en un disco piezoeléctrico y una masa colocada
sobre un marco o caja, como muestra la Figura 7.8. El movimiento en la dirección
indicada hace que fuerzas compresoras (o extensoras) actúen sobre el elemento pie-
zoeléctrico, produciendo una salida eléctrica proporcional a la aceleración. En este
ejemplo, la masa está unida mediante un material conductor con el elemento pie-
zoeléctrico, que, a su vez, está sujeto al marco. Los componentes deben estar fir-
memente unidos para evitar que, debido a la aceleración aplicada, se separen entre
sí.
En la unidad que muestra la Figura 7.10, la masa se mantiene en posición me-
diante una espiga que se extiende desde el marco y atraviesa la cerámica. Los ace-
lerómetros con este diseño suelen utilizar cuarzo, turmalina o cerámicas ferroeléc-
tricas como material sensor. Las características típicas son una sensibilidad de 2 a
100 picoculombios/g, una frecuencia de resonancia de 30.000 Hz y una masa total de
30 gramos.
La Figura 7.11 muestra acelerómetros comercializados típicos. La unidad repre-

TUERCA DEL BORNE

MASA-_Io(,

DISCOS
PIEZOELECTRICOS

MARCO

FIGURA 7.10. Acelerómetro piezoeléctrico del tipo NRL. Este captador tiene una
sensibilidad de 100 milivoltios/g, una frecuencia de resonancia de 14.000 Hz y una
aceleración útil de hasta 5000 g. (Cortesía del Naval Research Laboratory estadouni-
dense.)
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.13

MUELLE

MASA SISMICA

....1-_ ELEMENTO
PIEZOELECTRICO EN
COMPRESION
SALIDA
BASE

(a) (b)

FIGURA 7.11. Acelerómetros piezoeléctricos (a) del tipo delta shear y (b) del tipo
compresión. (Cortesía de Bruel y Kjaer.)

sentada en la Figura 7.11b consiste en un bastidor, dos elementos cerámicos piezoe-


léctricos, una masa sísmica y un muelle anterior a la carga. La frecuencia de reso-
nancia del transductor siempre es inferior a la de la combinación de la masa y la
cerámica a solas. Este tipo de acelerómetros han de estar cuidadosamente conec-
tados a la estructura con el fin de minimizar las distorsiones del bastidor y la base,
que pueden producir un cambio en la salida eléctrica
Las características de temperatura de los acelerómetros de compresión han me-
jorado notablemente en los últimos años; en la actualidad es posible medir la ace-
leración con temperaturas de -254 a + 760 oC (-425 a +1400 °F). Esta amplia
gama de temperaturas ha sido fundamentalmente el resultado del uso de dos ma-
teriales piezoeléctricos: turmalina y niobato de litio.

Acelerometro del tipo shear. Un acelerómetro del tipo shear, como el represen-
tado en la Figura 7.12, emplea un elemento piezoeléctrico en forma cilíndrica ajus-
tado alrededor de un poste de montaje central; un anillo de carga (o masa) está uni-
do a la superficie exterior del elemento piezoeléctrico. El cilindro está hecho de
cerámica y está polarizado en toda su longitud; el voltaje de salida del acelerómetro
se toma de sus paredes internas y externas. Este tipo de diseño suele conocerse
como acelerómetro anular de tipo shear axialmente polarizado.
Otro tipo de acelerómetro del tipo shear usa una placa plana de elementos sen-
sores. Los fabricantes cargan éstos previamente, mediante distintos métodos, con-
tra un elemento poste liso. Uno de estos métodos es el que se muestra en la Figura
7.11a. Los acelerómetros de este estilo tienen poca respuesta cruzada, excelentes
características de temperatura e interferencias de salida despreciables por flexión
de la base. El rango de temperatura del diseño shear anclado puede ir de -254 a
+ 760 oC (-425 a + 1400 °F). Las siguientes son especificaciones típicas: sensibilidad
entre 10 y 50 picoculombios/g; rango de aceleración entre 1 y 500 g; frecuencia de
resonancia, 25.000 Hz; rango de frecuencia útil de 3 a 5000 Hz; rango de tempera-
tura de -254 a +760 oC (-425 a + 1400 °F); respuesta transversal, 3 por 100.
7.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ELEMENTO
1:.J~tI--- PIEZOELECTRICO

CONECTOR
_ COAXIAL
SUBMINIATURA

FIGURA 7.12. Acelerómetro anular shear. El elemento piezoeléctrico está unido al


poste y a la masa. Las conexiones eléctricas (que no se muestran) se realizan en las
caras interior y exterior del elemento piezoeléctrico. (Cortesía de Endevco Corpora-
tíon.)

Características físicas de los acelerómetros piezoeléctricos

Forma, tamaño y peso. Los acelerómetros piezoeléctricos comercializados suelen


tener forma cilíndrica. Los hay disponibles de dos tipos: con tacos montados o des-
montables de la parte inferior del cilindro. Cuentan con un cable conector coaxial
en la parte superior o el lateral de la caja.
La mayoría de los acelerómetros piezoeléctricos comercializados son relativa-
mente ligeros, variando entre aproximadamente 1 y 60 gramos (0,03 y 2 onzas). Ha-
bitualmente, cuanto mayor es el acelerómetro, mayor es su sensibilidad y más baja
su frecuencia de resonancia. Las unidades más pequeñas tienen un diámetro infe-
rior a 5 mm (0,2 in); las unidades grandes tienen un diámetro de unos 25,4 mm
(1 in) y una altura de unos 25,4 mm (1 in).

Frecuencia de resonancia. La frecuencia fundamental de resonancia más aIta de


un acelerómetro puede estar por encima de 100.000 Hz. Cuanto más alta es la fre-
cuencia de resonancia, menor será su sensibilidad y más difícil resultará proporcio-
nar amortiguación mecánica.

Amortiguación. La tasa de amplificación de un aceleró metro se define como la re-


lación entre la sensibilidad a su frecuencia de resonancia y la sensibilidad en la ban-
da de frecuencia para la que la sensibilidad es independiente de la frecuencia. Esta
relación depende de la cantidad de amortiguación en el sistema sísmico; decrece al
aumentar la amortiguación. La mayoría de los acelerómetros piezoeléctricos no es-
tán amortiguados, con tasas de amplificación entre 5 y 50, o una proporción de
amortiguación crítica inferior a 0,1. La Figura 7.13 muestra la respuesta de frecuen-
cia típica de un acelerómetro piezoeléctrico.
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.15

35
>
E 30
~. 25 ~,,~JiguAbo
\
~ 20
~ 15 \
g 10 I
,
::J 5 \
~ O \...... AMORTIG Jf\ o
100 1.000 10.000
FRECUENCIA. Hz

FIGURA 7.13. Respuesta de frecuencia de un acelerómetro típico con amortiguación


(línea continua) y sin amortiguación (línea a trazos). La amortiguación con un fluido
con una viscosidad cinemática de 100.000 centistokes (cSt) reduce notablemente la
relación de amplificación y cambia la frecuencia de resonancia no amortiguada hacia
un valor ligeramente menor.

Características eléctricas de los acelerómetros piezoeléctricos

Dependencia de la sensibilidad del voltaje de la capacidad de derivación. La


sensibilidad de un acelerómetro se define como la salida eléctrica por unidad de
aceleración aplicada. La sensibilidad de un acelerómetro piezoeléctrico puede ex-
presarse como sensibilidad de carga o como sensibilidad de voltaje (tensión). La sen-
sibilidad de carga suele expresarse en unidades de culombios generados por cada g
de aceleración aplicada; la sensibilidad de voltaje suele expresarse en voltios por g
(donde g es la aceleración de la gravedad). A menudo, la sensibilidad de voltaje se
expresa como sensibilidad de voltaje de circuito abierto, es decir, en términos del
voltaje producido a través de los terminales eléctricos por unidad de aceleración,
cuando la impedancia de carga eléctrica es infinitamente alta. La sensibilidad de
voltaje puede obtenerse con o sin cable conector.
Suele colocarse un elemento de capacidad eléctrica en los terminales de salida
de un transductor piezoeléctrico. Esta capacidad añadida (denominada capacidad
de derivación) puede ser el resultado de la conexión de un cable eléctrico entre el
sensor (captador) y otro equipamiento eléctrico (todos los cables eléctricos tienen
capacidad entre entradas). El efecto de la capacidad de derivación en la reducción
de la sensibilidad de un sensor se muestra en la Figura 7.14.
La Figura 7.14a muestra los circuitos de carga equivalente con capacidad de de-
rivación Cs. La sensibilidad de carga no ha variado al añadir la capacidad de deri-
vación. La capacidad total del receptor C T , incluida la derivación, viene dada por

(7.4)

donde CE es la capacidad del transductor sin la capacidad de derivación.


La Figura 7.14b muestra los circuitos de voltaje equivalente. La Ecuación (7.4)
7.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

qUJ1
-;;-
X
CE CS o

1m cr=cE + Cs
(a)

FIGURA 7.14. Circuitos equivalentes con capacidad de derivación en captadores


piezoeléctricos. (a) Circuito de carga equivalente; (b) circuito de voltaje equivalente.

da la capacidad total, incluida la de derivación Cs y la sensibilidad de voltaje del cir-


cuito abierto viene dada por

es qs 1
(7.5)
x X CE + Cs

donde qix es la sensibilidad de carga. La sensibilidad de voltaje sin la capacidad de


derivación viene dada por

(7.6)

Por tanto, el efecto de la capacidad de derivación es reducir la sensibilidad de vol-


taje en un factor

eix CE
(7.7)
e/x CE + Cs
Los acelerómetros piezoeléctricos se utilizan con ambos tipos de acondicionadores
de señal, sensores de voltaje y sensores de carga, aunque el sensor de carga es mu-
cho más frecuente debido a que su sensibilidad no cambia con la capacidad externa
(hasta cierto límite). Estos factores se comentan en el Capítulo 6. Además, los cir-
cuitos electrónicos pueden colocarse dentro de la caja del acelerómetro, como se
comenta a continuación.

Acelerómetros piezoeléctricos de baja impedancia con electrónica interna

Existen acelerómetros piezoeléctricos con circuitos electrónicos sencillos incorpo-


rados para amplificación de la señal y para obtener una salida de baja impedancia.
Algunos diseños operan a partir de aportaciones de corriente de de baja tensión y
están pensados para ofrecer una gran seguridad cuando se acoplan con los circuitos
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.17

barrera adecuados. Otros diseños usan potencia y líneas de señal convencionales y


cables coaxiales.
Las principales ventajas de los acelerómetros piezoeléctricos con electrónica in-
tegrada consisten en que son relativamente inmunes al ruido inducido por el cable
y a las respuestas irrelevantes, pueden usarse con cables de bajo coste y tienen un
coste de acondicionamiento de la señal más bajo. En el caso más sencillo, la apor-
tación de potencia puede obtenerse mediante una batería, una resistencia y un con-
densador.
Existen acelerómetros comercializados con circuitos integrales en los que se ob-
tienen señales de salida en términos de velocidad o desplazamiento. No cuentan
con estas ventajas sin que haya contrapartidas. Debido a que el circuito de iguala-
ción de la impedancia está construido dentro del transductor, la ganancia no puede
ajustarse para utilizar todo el rango dinámico del transductor básico. La tempera-
tura ambiental está limitada por la que el circuito soporte y es muy inferior a la del
sensor piezoeléctrico en sí. Con el fm de mantener las ventajas de un tamaño pe-
queño, la electrónica integrada ha de ser relativamente sencilla. Esto impide el uso
de flltros múltiples y de protección contra la sobrecarga dinámica, y limita, por tan-
to, su aplicación. Sin embargo, cuando las condiciones son relativamente favora-
bles, estos acelerómetros ofrecen de forma económica una excelente inmunidad
contra el ruido y una buena fidelidad de la señal.

Características de la amplitud de la aceleración

Rango de amplitud Los acelerómetros piezoeléctricos suelen ser útiles para la


medición de la aceleración de magnitudes desde 10-4 g hasta algo más de 104 g. El
valor más bajo de aceleración que puede medirse es aproximadamente el que pro-
ducirá un voltaje de salida equivalente al ruido eléctrico de entrada del amplifica-
dor acoplado conectado al acelerómetro cuando el captador está en reposo. Para su
rango útil de funcionamiento, la salida del acelerómetro piezoeléctrico es directa y
continuamente proporcional a la aceleración de entrada. A menudo puede usarse
un acelerómetro para medidas en un rango de 10.000 al (80 dB) o más, rango más
amplio que el rango dinámico de la mayoría del equipamiento asociado de trans-
misión, registro y análisis. Los acelerómetros comercializados suelen exhibir una li-
nealidad excelente de la salida eléctrica con relación a la aceleración de entrada, en
condiciones normales de uso.
Para valores muy altos de aceleración (dependiendo de las características de di-
seño del transductor en concreto), puede producirse daño o no linealidad. Por
ejemplo, fuerzas dinámicas grandes pueden producir salidas eléctricas suficientes
como para reducir permanentemente la sensibilidad del material piezoeléctrico.
Más aún, si las fuerzas dinámicas superan las fuerzas de corte o de los bornes, el ele-
mento sísmico puede «castañetear» o fracturarse, aunque esta fractura podría no
observarse en calibraciones posteriores de aceleración de baja frecuencia. Las ace-
leraciones dinámicas altas también pueden producir un ligero cambio físico en la
posición del elemento piezoeléctrico en el acelerómetro; a veces suficiente como
para producir un cambio en la sensibilidad. El límite superior de las mediciones de
aceleración depende del diseño específico y los detalles de construcción del capta-
7.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

dor y puede variar considerablemente de un acelerómetro a otro, aunque su diseño


sea el mismo. No siempre es posible calcular el límite máximo de aceleración de un
captador. Por tanto, no podemos asumir linealidad para niveles de aceleración para
los que no pueden obtenerse datos de calibración.

Efectos de la temperatura

Rango de temperatura. Existen acelerómetros piezoeléctricos que pueden utili-


zarse para un rango de temperatura desde -254 oC (-425 °P) hasta +760 oC
(+ 1400 °P), sin ayuda de refrigeración externa. La sensibilidad de tensión, la sensi-
bilidad de carga, la capacidad y la respuesta en frecuencia dependen de la tempe-
ratura ambiental del transductor. Esta dependencia se debe fundamentalmente a
las variaciones en las características del material piezoeléctrico, pero también pue-
de deberse a la resistencia de aislamiento de los cables y los conectores; sobre todo
a temperaturas altas.

Efectos de la temperatura sobre la sensibilidad de carga. La sensibilidad de carga


de un acelerómetro piezoeléctrico es directamente proporcional a la constante d del
material utilizado como elemento piezoeléctrico. Las constantes d de la mayoría de
los materiales piezoeléctricos varían con la temperatura.

Efectos de la temperatura sobre la sensibilidad de voltaje. La sensibilidad de vol-


taje del circuito abierto de un acelerómetro es la relación entre su sensibilidad de
carga y su capacidad total (Cs + CE)' Por tanto, la variación de la sensibilidad de
voltaje está en función de la temperatura y depende tanto de la sensibilidad de car-
ga como de la capacidad. La sensibilidad de voltaje de la mayoría de los aceleró-
metros piezoeléctricos decrece con la temperatura.

Efectos de los gradientes de temperatura. La sensibilidad de voltaje de un trans-


ductor piezoeléctrico no se ve afectada por la tasa de cambio de la temperatura del
instrumento. Sin embargo, debido a las fluctuaciones en la temperatura, se pueden
producir voltajes eléctricos (de hasta 10 voltios) en los terminales de salida del
transductor de la siguiente forma:
1. La expansión o compresión diferencial de los elementos mecánicos y piezoe-
léctricos del transductor puede producir fuerzas de variación lenta sobre el
elemento piezoeléctrico y, por tanto, producir una señal de salida.
2. Muchos materiales piezoeléctricos exhiben un efecto piroeléctrico que está
generado por la carga eléctrica cuando la temperatura del material piezoe-
léctrico se modifica. En general, la carga producida es proporcional al cambio
de temperatura.
La tensión producida por las fluctuaciones de temperatura se produce muy len-
tamente y sigue a los cambios de temperatura. A menudo se usa un aislante térmico
del elemento sísmico para aumentar el período temporal de transición. Estos vol-
tajes generados piroeléctricamente pueden filtrarse eléctricamente mediante un fil-
tro de paso alto. Este filtro (con una frecuencia de corte del orden de 5 Hz) puede
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.19

incorporarse al amplificador. Sin embargo, si la tensión de entrada que surge de


esta fuente es suficientemente alta, el funcionamiento del amplificador puede verse
afectado, aunque se utilice filtro.

CALIBRADORES DE FUERZA Y CAPTADORES DE IMPEDANCIA

Medición de la impedancia mecánica

Las mediciones de impedancia mecánica se realizan para relacionar la fuerza apli-


cada a una estructura con el movimiento de un punto de la estructura. Si el movi-
miento y la fuerza se miden en el mismo punto, la relación se denomina impedancia
del punto conductor, de no ser así, se denomina impedancia transferida. Cualquier
punto de una estructura tiene seis grados de libertad: traslaciones a lo largo de los 3
ejes ortogonales y rotaciones alt,ededor de los ejes.
La medición completa de la impedancia implica la medición de las seis fuerzas
de excitación y los movimientos de respuesta. En la práctica, rara vez se miden las
fuerzas y los movimientos rotacionales, y las fuerzas y movimientos de traslación se
miden en una sola dirección, habitualmente normal a la superficie de la estructura
sobre la que se realiza el ensayo.
La impedancia mecánica es la relación entre la fuerza aplicada y la velocidad de
salida resultante. La movilidad es la relación entre la velocidad de salida y la fuerza
aplicada, el inverso de la impedancia mecánica. La rigidez dinámica es la relación
entre la fuerza aplicada y el desplazamiento obtenido. La receptividad o admisión es
la relación entre el desplazamiento y la fuerza aplicada, el inverso de la rigidez di-
námica. La masa dinámica o masa aparente es la relación entre la fuerza aplicada y
la aceleración de salida. Todas estas cantidades son funciones complejas de la fre-
cuencia. A menudo, se hace referencia a ellas de forma genérica como mediciones
de impedancia. Todas precisan la medición de la fuerza aplicada obtenida mediante
un calibrador de fuerza (un instrumento que produce una señal de salida proporcio-
nal a la fuerza aplicada a través de él). También precisan de la medición del movi-
miento de salida. Esto suele lograrse con un acelerómetro: si la velocidad o el des-
plazamiento son las medidas de movimiento que se desean, ambas pueden
determinarse mediante un acelerómetro.
Las medidas de impedancia suelen realizarse por una de estas razones:

1. Para determinar las frecuencias naturales y formas modales de una estructura.


2. Para medir una propiedad específica, como rigidez o amortiguación, de un
material o estructura.
3. Para medir las propiedades dinámicas de una estructura con el fin de desarro-
llar un modelo analítico de la misma.

El Capítulo 10 de la Referencia 1 comenta en detalle la impedancia mecánica y


la movilidad, y el Capítulo 21 de la Referencia 1 comenta el análisis y el examen mo-
dal.
7.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Fuerza de excitación

La fuerza (excitación) aplicada a la estructura sometida a examen debe ser capaz de


excitar la estructura en todo el rango de frecuencias de interés. Esta excitación pue-
de ser una fuerza vibratoria o una fuerza de impulso transitoria (impacto). Si se uti-
liza la vibración excitatoria, se rastrea la frecuencia en el rango de interés mientras
se mide el movimiento de salida (respuesta). Si se utiliza la excitación por impacto,
se miden el gradiente de excitación de entrada y el gradiente de respuesta transi-
toria de salida resultante. Entonces se calculan los espectros de frecuencia de entra-
da y de salida mediante análisis de Fourier.

Principios de funcionamiento del calibrador de fuerza

Un calibrador de fuerza mide la fuerza que se aplica en un punto de una estruc-


tura. Los calibradores de fuerza usados en las mediciones de impedancia utilizan
invariablemente elementos transductores piezoeléctricos. Un calibrador de fuer-
za piezoeléctrico es, en principio, un aparato muy simple. El elemento transduc-
tor genera una carga de salida o voltaje proporcional a la fuerza aplicada. Los ele-
mentos transductores piezoeléctricos se comentaron en detalle anteriormente en
este capítulo.

Construcciones típicas de los calibradores de fuerza y captadores de


impedancia

Calibradores defuerza empleados en la excitación por vibración. Los calibrado-


res de fuerza utilizados en la excitación por vibración están diseñados con un dis-
positivo para conectar un extremo a la estructura y el otro a la fuerza conductora
(excitador de la vibración). Suele usarse una fina película de aceite o grasa entre el
calibrador y la estructura para mejorar el acoplamiento a frecuencias altas.

Calibradores defuerza empleados en la excitación por impacto. Los calibradores


de fuerza que se usan cuando la excitación es mediante impacto suelen estar cons-
truidos dentro del cabezal de un martillo. La excitación se aporta golpeando la es-
tructura con el martillo. Este suele estar disponible con cabezas intercambiables de
varios materiales, para controlar la forma de onda y el impacto-pulso generado. Los
materiales duros producen impactos de corta duración y mucha amplitud, con tiem-
pos rápidos de elevación y descenso; los materiales blandos producen impactos más
largos, de menor amplitud, con tiempos más lentos de aumento y descenso. Los im-
pactos de corta duración tienen un espectro de frecuencia amplio que se extiende
hacia las frecuencias altas. Los impactos de duración larga poseen un espectro más
estrecho, con la energía concentrada en las frecuencias bajas.
La excitación por impacto mediante un martillo con un calibrador de fuerza in-
corporado requiere menos equipamiento que la excitación sinusoidal y no precisa
de una preparación especial de la estructura.
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.21

Captadores de impedancia. Los captadores de impedancia combinan un calibra-


dor de fuerza y un acelerómetro en un mismo instrumento. Son convenientes para
la medición de la impedancia en el punto conductor porque no se precisa más que
un instrumento, y el calibrador de fuerza y el acelerómetro están montados tan pró-
ximos como es posible en un punto único.

Características del calibrador de fuerza

Respuesta de amplitud, acondicionamiento de la señal y efectos ambientales. La


respuesta de amplitud, los requisitos de acondicionamiento de la señal y los efectos
ambientales asociados con el calibrador de fuerza son los mismos que los asociados
a los acelerómetros piezoeléctricos. Se han descrito en detalle anteriormente en
este capítulo. La sensibilidad se expresa como carga o voltaje por unidad de fuerza,
p. ej., picoculombios/newton o milivoltios/libra.
Cerca de una resonancia, habitualmente un punto de particular interés, la fuerza
aplicada puede ser bastante baja; es importante que la sensibilidad del calibrador de
fuerza sea suficientemente alta como para aportar lecturas precisas, no oscurecidas
por el ruido.

Respuesta enfrecuencia. A diferencia de un acelerómetro, un calibrador de fuer-


za no posee una masa de inercia conectada al elemento transductor. Sin embargo,
el elemento transductor está cargado por la masa del extremo de salida del calibra-
dor de fuerza. Se denomina a ésta masa dinámica. Por tanto, tiene una frecuencia de
respuesta que es muy similar a la de' un acelerómetro, descrita anteriormente en
este capítulo.

Efecto de la carga de masa. La masa dinámica de un transductor (calibrador de


fuerza, acelerómetro o captador de impedancia) afecta al movimiento de la estruc-
tura a la que está conectado. Ignorando los efectos de la inercia rotatoria, el movi-
miento de la estructura con el transductor conectado viene dado por

A =A ms (7.8)
°ms + mt

donde a= amplitud del movimiento con el transductor conectado


A o = amplitud del movimiento sin el transductor conectado
ms = masa dinámica de la estructura en el punto de la conexión del transduc-
tor en dirección del eje sensible del transductor
m t = masa dinámica del transductor en su dirección sensible

Todas éstas son cantidades y funciones de frecuencia complejas. Cerca de una


resonancia, la masa dinámica de la estructura se hace muy pequeña; por tanto, la
masa del transductor ha de ser tan pequeña como sea posible. El American National
7.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Standards Institute recomienda que la masa dinámica del transductor sea menor que
10 veces la masa dinámica de la estructura en resonancia.

REFERENCIA

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
NY 10020, 1988.
Capítulo 8
ANALISIS ACUSTICO
y DE VIBRACIONES

Robert B. Randall

INTRODUCCION

Este capítulo trata fundamentalmente sobre el análisis de frecuencias, pero también


se consideran brevemente varias técnicas de análisis relacionadas como el muestreo
sincrónico, el análisis CEPSTRUM y las técnicas de transformación de Hilbert.
El análisis de frecuencia puede llevarse a cabo mediante dos procesos diferen-
tes: (1) paso de la señal a través de varios filtros con distintas frecuencias centrales
y medida de la potencia transmitida a cada frecuencia mediante un detector apro-
piado y (2) cálculo directo de la transformada de Fourier de bloques de datos pro-
cedentes de la señal. Se consideran ambos enfoques.

FILTROS

Un filtro ideal de paso de banda es un circuito que transmite la parte de la señal de


entrada que está dentro de su banda de paso y atenúa completamente los compo-
nentes de todas las demás frecuencias. Los filtros electrónicos reales difieren lige-
ramente del ideal, como se comenta a continuación. Puede llevarse a cabo un aná-
lisis del rango de frecuencias mediante un filtro único con una frecuencia central
sintonizable que hace un barrido sobre el rango completo de frecuencias o median-
te el uso de baterías de filtros fijos con bandas de paso contiguas (o solapadas).
Para un análisis de frecuencias general suelen utilizarse filtros sintonizables cuya
frecuencia central se ajusta, bien manualmente o bien de forma sincronizada, con la
posición X de la plumilla sobre un registro gráfico, de manera que el espectro quede
grabado automáticamente al desplazarse la frecuencia central sobre el rango desea-
do de frecuencias. De forma alternativa, la frecuencia central puede sincronizarse
con una señal externa; p. ej., un pulso desencadenador una vez por cada revolución

8.1
8.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de un eje, en cuyo caso se convierte en un filtro de barrido, que puede usarse para
filtrar el componente correspondiente de un armónico determinado o múltiplo de la
señal sincronizada. Suele ser preciso un adaptador de barrido o multiplicador/divi-
sor de frecuencia, para generar la frecuencia sintonizable a partir de la señal origi-
nal de sincronización, si se requieren más datos además de la frecuencia fundamen-
talo el primer armónico.
En el pasado, se usaban habitualmente baterías de filtros con frecuencias cen-
trales fijas, cada uno con su propio detector, para un análisis con filtros paralelos de
todas las bandas de frecuencia en tiempo real. Sin embargo, este montaje es costoso
y ha sido ampliamente superado por los analizadores con filtro digital (descritos en
la siguiente sección). Si no es preciso un análisis en tiempo real, una alternativa me-
nos cara es conectar una a una las salidas de los filtros a un único detector y regis-
trarlas sobre el papel secuencialmente. Los filtros individuales también pueden
compartir muchos componentes, seleccionados en las combinaciones apropiadas
mediante el proceso de conexión. Los filtros fijos escalonados secuencialmente sue-
len utilizarse para análisis de banda relativamente ancha y rara vez se usan con an-
churas inferiores a un tercio de octava. Este tipo de análisis tiene muchas aplicacio-
nes en acústica y en estudios sobre los efectos de la vibración en seres humanos.
(Véase Capítulo 44 en la Referencia 1.)

Filtros digitales

Los filtros digitales (en particular, los filtros digitales recursivos) son aparatos que
procesan una señal continua digitalizada y aportan otra señal como salida que está
filtrada en cierta forma respecto de la original. La relación entre las muestras de sa-
lida y de entrada puede expresarse como una ecuación diferencial (en general, im-
plicando valores previos de salida y entrada) con propiedades parecidas a las de una
ecuación diferencial que podría describir un filtro analógico.
Las propiedades de un filtro digital (p. ej., los 3 filtros de tercio de octava dentro
de una octava) pueden variarse cambiando los coeficientes de la ecuación diferen-
cial. Con los mismos coeficientes, las propiedades relativas están ligadas a la fre-
cuencia de muestreo y pueden adaptarse para las octavas inferiores dividiendo en-
tre dos repetidamente la frecuencia de muestreo. Al calcular el doble de rápido de
lo necesario para la octava más alta, es posible producir resultados que cubran todas
las octavas inferiores en tiempo real.
Por estas razones, los filtros digitales son muy eficaces en la ejecución del aná-
lisis en tiempo real con porcentaje constante de anchura de banda para un rango
amplio de frecuencia, como el análisis en tercios de octava típicamente utilizado
en la medición acústica. Una vez determinadas, las propiedades del filtro son ex-
tremadamente estables, porque están determinadas por un conjunto almacenado
de coeficientes numéricos y una frecuencia de muestreo dirigida por un reloj de
cristal.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.3

Propiedades del filtro

La Figura 8.1 ilustra el significado de la anchura de banda de 3 dB Y la anchura de


banda del ruido efectivo; la primera es más relevante para separar frecuencias dis-
cretas, y la segunda, para tratar señales aleatorias (random). Para filtros que tienen
buena selectividad (v.g., que tienen laterales de filtro agudos) no hay mucha dife-
rencia entre los dos valores. En el siguiente comentario no se hace distinción entre
ambos.
El tiempo de respuesta T R de un filtro de ancho de banda B es del orden de
l/B, como ilustra la Figura 8.2, y, por tanto, el retraso introducido por el filtro es
también de este orden.
Esta relación puede expresarse en la forma

(8.1)

que es aplicable sobre todo a filtros de anchura de banda constante, o en la forma

bn r '" 1 (8.2)

donde b= Blfo = anchura de banda relativa


n r = foTR= número de períodos de frecuenciafo en un tiempo T R
fo= frecuencia central del filtro

Esta forma es más aplicable a filtros de anchura de banda de porcentaje cons-


tante. Así, el tiempo de respuesta de un filtro de una anchura de banda de 10 Hz es
aproximadamente 100 milisegundos (ms), en tanto que el tiempo de respuesta de
un filtro con una anchura de banda del 1 por 100 es aproximadamente 100 períodos.

ANCHURA DE
BANDA EFECTIVA
DEL RUIDO B
l' ~
1.0 ri::::....'*""':::::lIk:;:::::=:::;: ONDULACION

PUNTO DE3dB

ESCALA LINEAL DE FRECUENCIA

FIGURA 8.1. Características de las definiciones de anchura de banda de un filtro


real. La anchura de banda de 3 dB es la anchura que corresponde a los puntos de 3 dB
(potencia-media). La anchura de banda efectiva es la del filtro ideal con un área igual
a la (sombreada) bajo las características del filtro real, sobre una escala de amplitud al
cuadrado (potencia).
8.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

T
3T

oce
S
u:
-'
w
o
«
o
::::; OAAHlHtIt
;:i
w
o
-'
« SEÑAL DE
·z
w SALIDA DEL
Ul FILTRO

FIGURA 8.2. Respuesta de impulso típica de un filtro. TR = tiempo de respuesta del


filtro (= 1IB); TE = duración efectiva del impulso (= l/B); B = anchura de banda.

En la Figura 8.2 también se observa que la longitud efectiva del impulso TE es tam-
bién aproximadamente l/B, en tanto que para integrar toda la energía contenida en
la respuesta de impulso de un filtro es necesario integrar al menos 3 TR'

Elección de la anchura de banda y de la escala de frecuencias

Con señales acústicas, la anchura de banda utilizada suele ser una octava o un tercio
de octava e invariablemente se emplean escalas de amplitud logarítmicas (en deci-
belios), de manera que lo expuesto a continuación se aplica fundamentalmente al
análisis de la vibración. En general, el tiempo de análisis está regido por expresio-
nes del tipo BT ~ K, donde K es una constante [véase, por ejemplo, Ecuación (8.1)]
y T es el tiempo requerido para cada medición con un ancho de banda B. Así, es im-
portante elegir la anchura de banda máxima que esté en concordancia con la obten-
ción de una resolución adecuada, ya que no sólo el tiempo de análisis por banda es
proporcional a l/B, sino que también lo es el número de bandas requeridas para cu-
brir un rango de frecuencia determinado.
Es difícil dar normas precisas para la selección de la anchura de banda de los fil-
tros, pero en el siguiente comentario se incluyen algunas directrices generales. Para
señales estacionarias determinísticas y, en concreto, periódicas que contengan com-
ponentes de frecuencias discretas equidistantes, el objetivo es separar los compo-
nentes adyacentes; la mejor manera de lograrlo es usar un ancho de banda constan-
te sobre una escala de frecuencias lineal. La anchura de banda debe, por ejemplo,
elegirse entre un quinto y un tercio del espaciamiento mínimo esperado (p. ej., la
menor velocidad del eje, o la mitad de ésta, si es la que se espera) (véase Figura
8.3a). Para señales estacionarias aleatorias (random) o transitorias, es probable que
la forma del espectro esté determinada por resonancias en la vía de transmisión en-
tre la fuente y la toma, y habrá que elegir una anchura de banda B que sea aproxi-
madamente un tercio de la anchura de banda Br del pico de resonancia más estre-
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.5

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FRECUENCIA
(a)

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«

FRECUENCIA
(b)

FIGURA 8.3. Elección de la anchura del filtro B para distintos tipos de señales. (a) Se-
ñales discretas de frecuencia; espaciamiento armónico fh ; (b) señales estacionarias
aleatorias (random) e impulsivas.

cho (Figura 8.3b). Para amortiguación constante, tienden a tener una constante Q o
características de ancho de banda de porcentaje constante y, por ello, a menudo lo
más adecuado es una anchura de banda de porcentaje constante sobre una escala de
frecuencias logarítmica.
La escala de frecuencia lineal suele utilizarse normalmente con una anchura de
banda constante, mientras que la escala logarítmica suele emplearse con una anchu-
ra de banda de porcentaje constante, ya que con estas combinaciones se obtiene una
resolución uniforme sobre la escala. La escala logarítmica puede seleccionarse con
el fin de cubrir un rango de frecuencia amplio, y entonces la anchura de banda de
porcentaje constante está prácticamente obligada. Sin embargo, la escala de fre-
cuencias logarítmica puede uilizarse ocasionalmente con una anchura de banda
constante (aunque sobre un rango de frecuencias limitado), con el fin de demostrar
una relación que es lineal en escalas log-log (p. ej., conversiones entre aceleración,
velocidad y desplazamiento).
8.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Elección de la amplitud de la escala

Las vibraciones medidas externamente, sobre la carcasa de una máquina por ejem-
plo, son casi siempre el resultado de fuerzas internas que actúan sobre una estruc-
tura cuya función de respuesta en frecuencia modifica el resultado. Debido a que las
funciones de respuesta estructurales varían en un rango dinámico muy amplio, casi
siempre es una ventaja trazar el espectro de vibración sobre un eje de amplitudes lo-
garítmico. Esto se aplica sobre todo cuando las mediciones de vibración se utilizan
como un indicador del estado de la máquina (y por tanto, fuerzas internas y tensio-
nes), ya que los mayores componentes de la vibración no representan necesaria-
mente las mayores tensiones. Incluso cuando la vibración tiene interés en sí misma,
como en las mediciones de la vibración sobre personas, el eje de amplitudes debe
ser logarítmico porque ésta es la forma en que el cuerpo percibe el nivel de vibra-
ción.
La decisión sobre si los ejes logarítmicos deben estar calibrados directamente
con escalas en unidades lineales o logarítmicas expresadas en decibelios relativos a
un valor de referencia, es una cuestión de elección personal (aunque a veces está
dictada por una norma). Otro aspecto a considerar es el rango dinámico. La señal
de un acelerómetro (más el amplificador) puede tener fácilmente un rango diná-
mico válido de 120 dB (y más de 60 dB sobre tres décadas de frecuencia cuando se
integran velocidades). La única forma de poder utilizar este rango amplio de infor-
mación es sobre un eje de amplitudes logarítmico. La Figura 8.4 ilustra ambas con-
sideraciones; muestra los espectros medidos en dos puntos distintos sobre la misma
caja de transmisiones (que representan la misma situación interna), sobre ejes de
amplitudes lineal y logarítmico. Las representaciones logarítmicas de los dos espec-
tros son bastante parecidas, en tanto que las representaciones lineales no sólo son
diferentes, sino que ocultan varios componentes que podrían ser importantes.
Una caso excepcional en el que la escala de amplitudes lineal suele preferirse a
la logarítmica es el análisis de señales de desplazamiento relativo, medido mediante
sensores de proximidad, por las siguientes razones: (1) el parámetro que se mide es
de interés directo para compararlo con los resultados de los cálculos dinámicos del
rotor y (2) el rango dinámico que se puede lograr mediante medidas de la vibración
relativa del eje (limitado por la fatiga mecánica y eléctrica) no justifica o no necesita
determinarse sobre un eje logarítmico.

ANALlSIS CON FILTROS

Esta sección trata fundamentalmente sobre el análisis de señales estacionarias, uti-


lizando filtros analógicos escalonados o de barrido. El análisis en tiempo real me-
diante baterías de filtros digitales paralelos es más eficiente y más simple y se co-
menta allí donde resulte apropiado. El análisis con filtros digitales también tiene
ventajas para el análisis de transitorias con anchura de banda de porcentaje cons-
tante, pero, en todo caso, el uso de filtros para el análisis de transitorias y otras se-
ñales no estacionarias ha sido ampliamente reemplazado por las técnicas de la
transformada rápida de Fourier (FFT), como se comenta en una sección posterior.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.7

~110r---+---+---+---4-~4---~--~
~
~ E100r---+---+---~~~--4---4---4---~--~~ 7,5 !E
~ E
~ 90 o'
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o' 80 r-.-+-h-+----1H-1tF--+l-+--4-J--+lI--Wf-+~ 5 g
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~ 601-+---''U--LlI NtP+---Ir--I-...:...::t-HL...L--..:j!'----+---+-----J 2,5 ~
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z~ 50r---t---t---n-~~~'---~---+---+--_+--~
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~~~~--~~~~L-~LL~~~~~~O

O 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
FECUENCIA. Hz
(A)

120r---~--.---r_--r-_.,-_.--_.--~--~--- 10

~110~--+---+---+---+---~--~--+-
~ ~
",E 100 r---+---4-----tf----lI---+--+--+--+--+----1 7 ,5 ~
~ E
o'
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w
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e
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~ 60 . .NIHI!----t=1--4---4---+-.:...:.!..j---+--+--+----1 2,5 ~
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W ::i!
>
Z 50~--~--+---~--~--4---~--~--~--~--~
oC(

L---~~~~~~~~~~~~~~~~O
o 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
FECUENCIA, Hz
(B)

FIGURA 8.4. Comparación de escalas de amplitud rms logarítmica y rms lineal para
la representación del espectro de la velocidad de vibración en dos puntos de medición
[(A) y (8)), localizados sobre la misma caja de transmisiones (representando por tanto
la misma situación interna). Las dos representaciones logarítmicas en términos del ni-
vel de velocidad son semejantes y muestran todos los componentes de interés. Los
espectros lineales de la amplitud de la velocidad son bastante distintos y ambos ocul-
tan muchos componentes que podrían ser importantes.

El análisis de señales transitorias mediante filtros se trata en el Capítulo 13 de la


Referencia 1.
8.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Velocidad del análisis

Existen tres elementos básicos en un analizador que pueden dar lugar a retrasos sig-
nificativos y, por tanto, influir sobre la velocidad de análisis.
El filtro introduce un retraso del mismo orden que su tiempo de respuesta T R
(véase Figura 8.2). Es probable que éste sea el factor dominante en el análisis de se-
ñales estacionarias deterrninísticas, donde el filtro sólo contiene un componente de
frecuencias cada vez, y sólo es preciso un corto tiempo de promedio de la señal.
El detector introduce un retraso del mismo orden que el tiempo de promedio TA •
La elección del tiempo depende del tipo de señal que se esté analizando, o sea, es-
tacionaria determinística (frecuencia discreta) o estacionaria aleatoria (random).
En un análisis de barrido de frecuencias, los retrasos resultantes tanto del tiem-
po de respuesta del filtro como del tiempo de promedio implican que el espectro re-
gistrado difiere del espectro real, como ilustra la Figura 8.5. La velocidad a la que la
plumilla recorre la escala de frecuencias se denomina velocidad del papel, incluso en
situaciones en que el portador de la plumilla es el que se mueve respecto a un papel
estacionario, como en el caso de un registro X-Y. Las siguientes consideraciones
son importantes en la selección de una velocidad del papel adecuada, lo que deter-
mina el tiempo de análisis:
1. Hay que limitar los errores en el nivel de los picos y los valles grabados. Por
lo general, los valles son menos importantes porque a menudo están deter-
minados por artificios, como la anchura de banda y las características del fil-
tro.
2. El retraso, o desfase de frecuencia, de los picos y los valles registrados tam-
bién ha de limitarse, por ejemplo, a un cuarto de la anchura de banda.
3. La tasa máxima de descenso de la señal de salida del detector es 8,7 dB por
tiempo de muestreo; esto limita la pendiente máxima que puede trazarse so-
bre el borde de salida de los picos del espectro. En el caso límite, la pendiente

or RETRASO

ce RETRASO
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o'
a:
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1b
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UJ
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UJ
~
Z

FRECUENCIA

FIGURA 8.5. Diferencias entre los espectros grabado y real en análisis de barrido de
frecuencias incluyendo la definición de retraso y error al registrar picos y valles.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.9

máxima a registrar corresponde a las características del filtro y hay que limi-
tar la velocidad del papel para permitir que se registre correctamente.
La Tabla 8.1 se basa sobre estos principios y, como se detalla en la Referencia 2,
incluye fórmulas para la selección de los parámetros de análisis, como el tiempo de
muestreo y la velocidad de barrido, para análisis escalonado y de barrido de fre-
cuencias.
Otro límite está impuesto por el registrador gráfico de nivel, que puede tener
una velocidad limitada de la plumilla (velocidad de escritura). Esta velocidad ha de
ser bastante mayor que la velocidad del papel, de manera que la pendiente máxima
de la característica del filtro pueda reproducirse (análisis de barrido), o el nivel del
siguiente filtro pueda alcanzarse en el tiempo de parada momentánea (análisis es-
calonado). Si esto no es posible, la velocidad del papel habrá de reducirse de forma
acorde. En algunos registradores gráficos de nivel, la velocidad de escritura se uti-
liza indirectamente para establecer el tiempo de muestreo, en cuyo caso es proba-
blemente la velocidad de la plumilla como tal, y no el tiempo de promedio, la que
limita la velocidad del papel.
Para el análisis con filtros paralelos en tiempo real, el tiempo de parada momen-
tánea T D no es relevante directamente, pero el tiempo de promedio TA puede se-
leccionarse en la Tabla 8.1, TA para señales aleatorias (random), o T D para señales
determinísticas. En este último caso, TA también debe satisfacer el requisito para
señales aleatorias (random) a frecuencias altas, donde la anchura de banda del filtro
(de porcentaje constante) incluye varios componentes de frecuencias. El mismo va-
lor de TA se aplica a promedios lineales y exponenciales, pero en el último caso pue-
de ser necesario esperar un tiempo correspondiente a 2TA para eliminar los errores
de sesgo.

Definición de escala y calibración para señales estacionarias

Definición de escala es el proceso para determinar las unidades correctas para el eje
y de un análisis de frecuencias, en tanto que calibración es el proceso para estable-

TABLA 8.1. Elección de los parámetros para un análisis de frecuencia en serie*


Tipo de señal
Determinístico Aleatorio
Parámetro de análisis (frecuencia discreta) (random)

Tiempo promedio TA(S) ?3/fmin, ~TD/2, Y ?16/B


~TD/5t

Tiempo de parada momentánea TD(S) ?4/B ?2TA o ?5T}


Velocidad de barrido df!dt (Hz/segundo):!: ~B/TD ~B/TD

• fmin = frecuencia más baja en el rango cubierto, Hz; B= anchura de ba~da del filtro, Hz; TA = tiempo de promedio;
T D = tiempo de parada momentánea en cada filtro (análisis escalonado) o tIempo de barndo sobre la anchura de banda
del filtro (análisis de barrido); df/dl = velocidad de barrido, Hzlsegundo.
t Se aplica al análisis de filtro escalonado. .. . .
t La velocidad de barrido se expresa en Hzlsegundo si B está en Hz; mdlca dIrectamente la velOCIdad del papel en
mm/segundo si B se expresa como su anchura equivalente en mm sobre el papel.
8.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cer y confirmar los valores numéricos a lo largo del eje. En el caso más general, los
espectros pueden «escalarse» en términos de media cuadrática o valores RMS para
cada frecuencia (o, hablando estrictamente, para cada banda del filtro). Para seña-
les dominadas por los componentes de frecuencia discreta, sin más de un compo-
nente por banda del filtro, significa obtener la media cuadrática o valor RMS de
cada componente.
Un espectro de valores medios cuadráticos se denomina espectro de potencia,
porque la potencia física está relacionada a menudo con el valor cuadrático medio
de parámetros tales como voltaje, corriente, fuerza, presión y velocidad.
Para señales aleatorias (random), los valores del espectro de potencia varían
con la anchura de banda, pero pueden ser normalizados mediante la obtención de
la densidad de espectro de potencia W(f), dividiendo por la anchura de banda. Los
resultados son entonces independientes de la anchura de banda del análisis, siem-
pre que esta última sea más estrecha que la distancia entre picos en el espectro que
se está analizando (véase la figura 8.3b). La densidad de espectro de potencia se ex-
presa en i' por herzio, cuando la señal de entrada se expresa en aceleración gs, y en
voltios al cuadrado por herzio, cuando la señal de entrada es en voltios.
El concepto de densidad de espectro de potencia carece de significado cuando
sólo existen componentes de frecuencia discreta (con anchura de banda infinita-
mente estrecha); sólo puede aplicarse a las partes aleatorias (random) de las señales
que contienen una mezcla de frecuencias discretas y componentes random. Sin em-
bargo, es posible calibrar una escala de densidad de espectro de potencia utilizando
una señal de calibración de frecuencia discreta. Por ejemplo, cuando se analiza una
señal sinusoidal de 1 g con un analizador de ancho de banda de 10 Hz, la altura del
pico de frecuencia discreta puede definirse: 12<j/10 Hz = 0,1 <jlHz.
Para análisis con ancho de banda constante, la escala así lograda es válida para
todas las frecuencias; para análisis con ancho de banda de porcentaje constante, la
anchura de banda y la escala de densidad de espectro de potencia varían con la fre-
cuencia. Sobre ejes log-log, es posible dibujar líneas rectas que representen la den-
sidad constante de espectro de potencia, cuya pendiente asciende a 10 dB por dé-
cada de frecuencia desde el punto de calibración.

ANALlSIS FFT

Los analizadores FFf utilizan el algoritmo de la transformada rápida de Fourier


para calcular el espectro de bloques de datos. El FFf es una forma eficaz de calcular
la DFT (transformada discreta de Fourier), que a su vez es una aproximación dis-
creta y finita de la transformada integral de Fourier. El analizador FFf captura un
bloque de datos de la muestra de longitud finita (típicamente 1024 o 2048 mues-
tras); el espectro resultante representa realmente el espectro de las series de Fou-
rier que se obtendría considerando este registro finito como un período de una se-
ñal que se repite periódicamente. Si el bloque de datos representa realmente otra
cosa, p. ej., una sección de una señal continua o un único transitorio, la interpreta-
ción de los datos debe modificarse de manera acorde.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.11

Desventajas del proceso FFT

El proceso de FFf modifica implícitamente la señal de tres maneras, dando lugar a


las 3 desventajas del FFf, v.g., «aliasing», pérdidas (<<leaking») y efecto «valla pun-
tiaguda» (<<picket fence»).

«Aliasing». El «aliasing» es un efecto introducido por el muestreo de la señal


por el cual las frecuencias altas (después del muestreo) aparecen más bajas (como
con un estroboscopio). Cualquier ambigüedad puede ser evitada asegurándose
de que, antes del muestreo, la señal no contiene ninguna frecuencia por encima
de la mitad de la frecuencia de muestreo (que es el rango de frecuencia habitual-
mente calculado mediante el proceso FFf). Es frecuente aplicar filtros «antialia-
sing» muy agudos (típicamente 120 dB/octava), que hacen posible utilizar la ma-
yor parte del espectro calculado (p. ej., 400 líneas de 512 calculadas). En la
mayoría de los analizadores FFT, esto se realiza automáticamente cuando se se-
lecciona el rango de frecuencia (lo que también determina la frecuencia apropia-
da de muestreo), pero es necesaria una precaución especial cuando la frecuencia
de muestreo es variable, como en el análisis de orden, que se describe más ade-
lante en este capítulo.

Pérdidas (<</eakage»). Las «pérdidas» es un efecto por el cual la potencia de un


componente de frecuencia única parece diluirse hacia las áreas adyacentes. El
caso más simple es aquel en que la señal original es un sinusoide de frecuencia
única. Si ocurre que hay un número integral de períodos en la onda sinusoidal en
la longitud finita del registro, la repetición periódica implícita dará una onda si-
nusoidal infinitamente larga con un solo componente de frecuencia (v.g., sin pér-
didas). Sin embargo, en el caso general, habrá un número no integral de períodos
y la repetición cíclica dará una señal cuyo espectro cubre un rango de frecuencias.
El peor caso se produce cuando hay medio período adicional en la memoria (v.g.,
la frecuencia real decae hasta la mitad entre dos líneas de análisis), y se produce
una discontinuidad máxima donde los dos extremos se unen en un bucle.
En la práctica, la pérdidas pueden contrarrestarse:

1. Forzando la señal en la ventana de datos para que corresponda a un número


integral de períodos de todos los componentes importantes de frecuencia.
Esto puede hacerse en el análisis de orden (comentado en una sección pos-
terior) y en el análisis modal, por ejemplo, donde las señales de excitación pe-
riódica pueden sincronizarse mediante el ciclo analizador.
2. Para señales transitorias largas, aumentando la longitud de la ventana de
tiempo (por ejemplo, mediante el zoom), hasta que el transitorio completo
esté contenido en el registro de datos.
3. Aplicando un tiempo especial de ventana que tenga mejores características
de pérdidas que la ventana rectangular que se aplica implícitamente cuando
no se usa ponderación especial; es como si la señal continua fuera vista a tra-
vés de una ventana rectangular que corta los extremos.
8.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Efecto de «valla puntiaguda» (<<picketfence»). El efecto de «valla puntiaguda»


es un término utilizado para describir los efectos del muestreo discreto del espectro
en el rango de frecuencias. Tiene dos connotaciones:
1. Tiene como resultado una ponderación de frecuencia no uniforme que co-
rresponde a un conjunto de caracteristicas de filtro solapadas, la parte supe-
rior de las cuales tiene la apariencia de una valla puntiaguda (Figura 8.6).
2. Es como si el espectro fuera visto a través de las rendijas en una valla puntia-
guda, y, por tanto, no necesariamente se observan los valores pico.
El efecto de «valla puntiaguda» no es un rasgo exclusivo del análisis FFT; se pro-
duce siempre que se utilizan filtros discretos fijos, como en el análisis de banda de
tercio de octava normal. El error máximo de amplitud que puede producirse depen-
de del solapamiento entre las características de los filtros adyacentes y éste es uno
de los factores que hay que tener en cuenta en la elección de ventanas de datos.

Elección de ventanas de datos

La finalidad de una ventana de datos es minimizar los efectos de la discontinuidad·


que se produce cuando una sección de una señal continua se une en un bucle.
Para señales estacionarias, una buena elección es la ventana de HANNING (un
período de una función de coseno al cuadrado), que tiene un valor cero y una pen-
diente en cada extremo, aportando así una transición gradual sobre la discontinui-
dad. En la práctica, el efecto es mejorar la característica del filtro asociado con la
ventana, especificándose ésta en términos del lóbulo lateral (sidelobe) más alto fue-
ra de la banda principal de filtrado y la tasa a la que los restantes lóbulos decrecen.
Para la ventana de HANNING, estos valores son -32 dB (comparados con los
-13,4 dB para la rectangular) y 60 dB/década (comparados con 20 dB/década). La
Tabla 8.2 presenta una lista de las características de varias ventanas que se usan en
el análisis de señales estacionarias y la Figura 8.7 compara las características de fil-
tro efectivas de las más importantes.
En la elección de la ventana, suele llegarse a un compromiso entre la agudez de
la característica del filtro, por una parte, y la anchura de banda efectiva, por otra. La
ventana de «techo plano» está diseñada específicamente para minimizar el efecto de

012345
NUMERO DE LINEA

FIGURA 8.6. Ilustración del efecto de «valla puntiaguda)) ((picket fence))). Cada línea
de análisis tiene una característica de filtro asociada, que depende de la función de
ponderación utilizada. Si la frecuencia coincide exactamente con una línea, se indica
a su nivel pleno. Si está entre dos líneas, se representa en cada una de ellas a un nivel
más bajo, que corresponde a un punto en que se cruzan las características.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.13

TABLA 8.2. Propiedades de las distintas ventanas de datos


Lóbulo lateral Disminución Anchura Error
(sidelobe) del sidelobe, de banda máximo
más alto, dB/década de ruido * de amplitud,
Tipo de ventana dB dB

Rectangular -13,4 -20 1,00 3,9


HANNING -32 -60 1,50 1,4
HAMMING -43 -20 1,36 1,8
Kaiser-Bessel -69 -20 1,80 1,0
Gaussiana truncada -69 -20 1,90 0,9
Techo plano -93 O 3,70 <0,1
• Relativa al espaciamiento de las líneas.

«valla puntiaguda», de manera que el nivel correcto de los componentes sinusoi-


dales se indica con independencia de dónde está la frecuencia con respecto a las lí-
neas de análisis. Esto resulta particularmente útil con señales de calibración, ya que
de otra manera hay que compensar el efecto de «valla puntiaguda» (véase Capítulo
13 en la Referencia 1).

Parámetros del análisis FFT

En un análisis FFf normal (denominado análisis de banda base), se aplican las si-
guientes relaciones:

T = Nát = l/áf (8.3)

h = Náf= lIát (8.4)

donde N= número de muestras en la función de tiempo


T= longitud del registro correspondiente a la función de tiempo
át= espaciamiento de la muestra
áf= espaciamiento de línea = liT
h= frecuencia de muestreo
En principio, de N muestras se obtienen N valores espectrales sobre el rango de
frecuencias desde - fs/2 a fs/2. En la situación normal, las muestras tienen un valor
real y los componentes negativos de frecuencia (entre -fs/2 y cero) están determi-
nados por los componentes positivos de frecuencia. Por lo tanto, la mayoría de los
analizadores FFf calculan N/2 + 1 valores espectrales (complejos), que van desde
frecuencia cero hasta fs/2. Para frecuencias distintas de cero, el valor medio cuadrá-
tico de un componente espectral calculado debe duplicarse (para compensar el
componente negativo de frecuencia ausente); el analizador suele hacer esto antes
de la presentación de los resultados. El ángulo de fase de cada componente es el re-
lativo a un coseno en tiempo cero y sólo suele tener sentido (para análisis de canal
único) cuando el tiempo cero se define mediante una señal sincronizadora. La fase
8.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

100m ~----------------------~L-~~-----------------------i

10m L----=~~==~------------------------~~~~~------~

1m ~~~~~-r~-r'-ro'-~~~-r~-r~~'-~~~~~-r~~
O,4k 0,5k 0,6k 0,7k 0,8k 0,9k 1,Ok 1,lk 1,2k

10
• (d)
(b) (e)

100m

20dB

10m

1m
J \
O,4k 0,5k 0,6k 0,7k 0,8k 0,9k 1,Ok 1,lk 1,2k

FIGURA 8.7. Comparación del peor caso de características de filtro para una ventana
rectangular y otras funciones de ponderación para un rango dinámico de 80 dB.
(a) Rectangular; (b) Kaiser-Bessel; (e) HANNING; (d) «techo plano».

relativa entre señales temporales capturadas sincronizadamente tiene sentido en el


análisis de canales múltiples; por ejemplo, cuando el cambio de fase está producido
por el paso de una señal a través de un sistema físico.

Análisis con zoom

Como se describió anteriormente, el análisis FFT normal produce un espectro que


va desde cero hasta la mitad de la frecuencia de muestreo. A veces es deseable ob-
tener una mejor resolución en una parte restringida del rango de frecuencias; las
técnicas que hacen esto se denominan análisis zoom FFT. Existen 2 técnicas zoom
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.15

principales, conocidas como zoom en tiempo real y zoom no destructivo, que tienen
distintas ventajas y desventajas.
En el zoom en tiempo real, la banda del zoom se mueve hacia abajo hasta la fre-
cuencia cero en una operación en tiempo real realizada por un procesador de zoom.
La anchura de banda (y por tanto el espacio entre líneas) se reduce mediante el fil-
trado digital en tiempo real y el procedimiento de remuestreo antes de que la señal
sea capturada en una memoria y transformada. Tiene la ventaja de que el factor de
zoom es virtualmente ilimitado, pero la desventaja de que para aplicar el zoom en
una banda distinta de frecuencia es necesario reprocesar la señal completa. La Fi-
gura 8.8 muestra un ejemplo de zoom en tiempo real con un factor de 64:1. Revela

1m

.!!? lOO/!
·E
'C'
ea
'C
.¡¡
'0
1O/!
~

1/!

O 0.2k 0,4k 0.6k 0,8k 1,Ok 1.2k 1,4k 1.6k


Frecuencia, Hz
(a)

1m

lOO/!
.!!?
.E

ea
!o
.¡¡
o 1O/!
~

1/!

88 90 92 94 96 98 100 102 104 106 108 110 112


Frecuencia. Hz
(b)

FIGURA 8.8. (a) Espectro original de banda base; (b) sección sombreada de (a) me-
diante un factor zoom de 64: 1.
8.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que lo que parece un componente de frecuencia única en un espectro de banda


base comprende realmente una familia de bandas laterales uniformemente espa-
ciadas.
El zoom no destructivo es básicamente una forma de calcular una transformada
grande (v.g., con un valor grande de N) mediante la aplicación repetida de una
transformada más pequeña, donde sólo una parte del espectro global (correspon-
diente a la banda del zoom) se calcula y muestra plenamente. Como ejemplo, si el
analizador tiene normalmente una transformada de 1 K (1024 puntos), para lograr
un factor de zoom de 16, el analizador tiene que tener 16 K en el «buffer» de datos
en que una muestra de la señal se captura en primer lugar, antes de que se realice el
proceso de zoom. La desventaja es que el factor de zoom está limitado por la lon-
gitud de la memoria del «buffer», pero la ventaja es que el zoom se lleva a cabo en
bandas de distinta frecuencia sobre exactamente el mismo registro de datos, lo cual
quiere decir que los armónicos de un componente fundamental de frecuencia de-
terminado en una banda de zoom mantienen relaciones exactas de integración múl-
tiple con los armónicos en otras bandas de zoom.

Promedio del espectro

Teóricamente, para señales estacionarias determinísticas, no es necesario promediar


porque una sola transformada debe dar un espectro significativo. A menudo se rea-
lizan un pequeño número de promedios si la señal no es completamente estable.
Para señales estacionarias aleatorias (random) es necesario promediar un nú-
mero de espectros con el fin de mejorar la confianza en el nivel del espectro medido.
La desviación típica del error E en un valor RMS de espectro viene dada por

1
E=--- (8.5)
2F
donde n es el número de los espectros independientes promediados.
Un valor de n = 16 correspondería a las recomendaciones de la Tabla 8.1 para
análisis con filtro, y la Figura 8.9 ilustra el efecto de aumentar el número de pro-
medios para una señal real tipo random y el concepto de error típico E. Las fluctua-
ciones están siempre dentro de ± 3E (99,7 por 100 de probabilidad).
Con ponderación rectangular, los espectros independientes son los de los regis-
tros temporales no solapados; cuando se utilizan otras funciones de ponderación, la
situación es diferente. Como la mayoría de la información está contenida en la mi-
tad central de un registro con ponderación HANNING, por ejemplo, no es posible
usar el 50 por 100 solapado de los registros sucesivos y seguir tratándolos como es-
tadísticamente independientes. Esto ofrece la ventaja de que puede lograrse un nú-
mero determinado de promedios en la mitad de tiempo y de que la ponderación
global sobre el registro es más uniforme. Para obtener una ponderación completa-
mente uniforme en el resultado final, es necesario solapar los registros en dos ter-
cios o más, pero como esto no aumenta apreciablemente el número efectivo de pro-
medios (en comparación con un solapamiento del 50 por 100), no supone una
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.17

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FRECUENCIA, kHz

FIGURA 8.9. Efecto de promediar con una señal estacionaria aleatoria (random); (a)
espectro momentáneo; (b) media de ocho espectros; (e) media de 128 espectros.

ventaja particular para las señales estacionarias. Supondrá una ventaja en el análisis
de transitorios largos (comentados más adelante), donde distintas secciones del re-
gistro no son estadísticamente equivalentes.

Escalas para señales estacionarias

La mayoría de los analizadores FFT escalan automáticamente para compensar los


componentes negativos de frecuencia ausentes y dan el resultado directamente en
términos de valores de media al cuadrado o raíz cuadrática media. Cuando se utiliza
una función de ponderación no uniforme (p. ej., HANNING), también hay que
compensar por ello; suele hacerse de tal manera que el mismo resultado sería indi-
cado para (el valor pico de) señales de frecuencia discreta, después de compensar
por cualquier efecto de «valla puntiaguda». Para señales estacionarias random, el
espectro de potencia puede convertirse en densidad de espectro de potencia (PSD),
como se comentó anteriormente para el análisis de filtro, dividiendo por la anchura
de banda. Esta última es igual al espaciamiento de líneas Af multiplicado por los
8.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

factores presentados en la Tabla 8.2 para las distintas ventanas. La escala PSD sólo
es válida si el ancho de banda del análisis satisface los requisitos de la Figura 8.3b.
Por ejemplo, para la ponderación HANNING (con anchura de banda 1,5 ~f), éste
sería el caso si los picos del espectro tienen una anchura de banda de 3 dB, exten-
diéndose 5 líneas o más.

ANALlSIS DE TRANSITORIOS

Los transitorios son señales que hay que analizar como una entidad, sin tener en
cuenta cómo varían en el tiempo. Contienen una cantidad finita de «energía» (v.g.,
amplitud al cuadrado integrada sobre el tiempo) y el espectro puede expresarse
como densidad de espectro de energía (ESD) en unidades al cuadrado segundos por
herzio (U 2 • slHz). En general, su longitud es del orden de, o incluso más corta que,
la de la respuesta de impulso de sistemas físicos a los que se aplica, o a partir de los
cuales se deriva. El espectro ESD es lo que resulta de elevar al cuadrado la amplitud
de una transformada integral directa de Fourier de una señal de longitud finita. El
uso de un analizador FFT para el cálculo es directo, siempre que el transitorio se
ajuste al tamaño T de la transformada sin pérdida de información de alta frecuen-
cia. Aunque el espectro FFT representa el espectro de potencia del transitorio re-
petido periódicamente, puede demostrarse que este último tiene la misma forma
que el espectro ESD de un transitorio único, tomada la muestra a las frecuencias
discretas correspondientes a las líneas de análisis. Dado que el transitorio empieza
y acaba en cero, no hay discontinuidad o pérdida y se debe usar la ponderación
rectangular. El espectro de potencia medido puede convertirse en energía mul-
tiplicando por la longitud del registro T, y en densidad de espectro de energía, di-
vidiendo por la anchura de banda l/T, en conjunto una multiplicación por T 2 • La
Figura 8.10 muestra un análisis típico de un transitorio corto escalado de esta
manera.
Los transitorios que son mayores que el tamaño normal de la transformada pue-
den analizarse de dos maneras, mediante:
1. El análisis de zoom (en particular, el zoom no destructivo) con un factor de
zoom suficientemente grande como para que el transitorio se ajuste en el buf-
fer de memoria.
2. El análisis de barrido-promedio, en que la ventana HANNING es rastreada a
lo largo del registro en pasos solapados (al menos dos tercios de solapamien-
to), de manera que en el espectro final promediado la ponderación es unifor-
me a lo largo de todo el registro. Como la ventana es más corta que el tran-
sitorio, no hay garantía de que el resultado pueda expresarse de forma válida
como ESD en todas las frecuencias.
Se aportan más detalles en el Capítulo 13 de la Referencia 1 y en la Referen-
cia 2.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.19

600

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TIEMPO, mseg
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0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 ,o
FRECUENCIA, kHz
(B)

FIGURA 8.10. Ejemplo de un análisis FFT sobre una señal transitoria de corta dura-
ción. (a) Tiempo de la señal de longitud 2048 muestras (2K) correspondiente a 250 mi-
lisegundos (T = 250 milisegundos); (b) espectro de 800 líneas FFT con anchura de
banda 8 = !l.f = 4 Hz (ponderación plana). La escala de la izquierda está en unidades RMS.
La escala de la derecha está convertida en densidad de espectro de energía mediante la mul-
tiplicación de los valores medios al cuadrado por ¡'l.

ANALlSIS DE SEÑALES NO ESTACIONARIAS

Una señal típica no estacionaria resulta de las mediciones realizadas durante el fun-
cionamiento rápido o en punto muerto de una máquina (aquí, la causa principal de
la señal no estacionaria es un cambio en la velocidad del eje). La señal puede ana-
lizarse dividiéndola en una serie de períodos de tiempo cortos cuasi estacionarios (a
menudo, solapados), en cada uno de los cuales la velocidad es aproximadamente
constante. Puede que la longitud de la ventana utilizada para seleccionar una parte
de la señal continua haya de ser elegida para garantizar esta situación. Con un ana-
lizador FFf, puede estudiarse la conducta de varios armónicos simultáneamente.
Una manera de hacerlo, utilizando un analizador con gran memoria (como el re-
querido para el zoom no destructivo), es con un simple análisis de barrido; una ven-
tana HANNING corta es rastreada a través del registro (como en un promedio de
rastreo) y el espectro sucesivo instantáneo (para cada posición de la ventana) se ve
sobre la pantalla del indicador.
Un método muy efectivo para representar este análisis de barrido es la gráfica
8.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de «caída de agua» o «cascada», como muestra la Figura 8.11 (que representa un tí-
pico funcionamiento rápido de una máquina). Como se indica, la tercera dimensión
de esta gráfica tridimensional puede ser el tiempo o las revoluciones por minuto;
para un análisis de barrido simple (suele ser el tiempo), pero se obtienen varias ven-
tajas si los espectros están espaciados a intervalos iguales de revoluciones por mi-
nuto. Los componentes relacionados armónicamente (cuyas bases siguen líneas ra-
diales) pueden separarse entonces fácilmente de los componentes de frecuencia
constante (p. ej., relacionados con la frecuencia de líneas o resonancias), cuyas ba-
ses siguen líneas paralelas al eje rpm.
De forma ideal, cada espectro en una gráfica de cascada como la Figura 8.11
debe obtenerse con velocidad constante del eje para las rpm respectivas. A veces
esto es posible, por ejemplo, durante el arranque muy lento de una gran turbina de
vapor, pero por lo general cada espectro es una parte a través de una ventana de
una señal que varía continuamente con un pequeño cambio de velocidad dentro de
la longitud de la ventana. En consecuencia, el pico correspondiente a cada armóni-
co no siempre está localizado sobre una línea de análisis; en concreto, es más pro-
bable que los armónicos más altos se extiendan progresivamente sobre más líneas.
Así, la altura de cada pico no puede utilizarse directamente como medida de la fuer-
za de cada componente; sería necesario integrar sobre la totalidad del pico para me-
dir la potencia total que contiene.
Una manera de superar este problema es utilizar el barrido o análisis de orden,
en el que la tasa de muestreo del analizador FFf está relacionada directamente con

~t'L.._-----'- _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-I

1......" - - - - - - - -_ _

FRECUENCIA, HZ

FIGURA 8.11. Mapa espectral tridimensional (gráfica en cascada) mostrando cómo


cambia el espectro con el tiempo o las rpm del eje.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.21

la velocidad del eje. Se utiliza un multiplicador de frecuencia para producir una se-
ñal de frecuencia de muestreo [controlando el conversor analógico a digital (AID)
del analizador], que es un múltiplo especificado de la velocidad del eje, o puede lo-
grarse el mismo efecto mediante un proceso digital de remuestreo.
Como se mencionó anteriormente, con frecuencia variable de muestreo, es ne-
cesario tener una especial precaución para evitar problemas de «aliasing» (Capítulo
13 de la Referencia 1 y Referencia 2).
La Figura 8.12 muestra los resultados del análisis FFf de barrido sobre las se-
ñales de vibración de un gran turbogenerador. Ahora el componente de la veloci-
dad del eje está siempre localizado en la línea 40 del espectro, mientras los compo-
nentes de frecuencia constante (como el de 150 Hz, coincidiendo originalmente con
el tercer armónico de la velocidad del eje) siguen una curva hiperbólica con veloci-
dad cambiante.

TECNICAS DE ANALlSIS RELACIONADAS

Las técnicas de análisis de la señal, además de las descritas anteriormente, que son
útiles como complemento del análisis de frecuencia, incluyen el promedio sincró-
nico, el análisis CEPSTRUM y las técnicas de la transformada de Hilbert.

Promedio sincrónico (potenciación de la señal)

El promedio sincrónico es un promedio de registros digitalizados, cuyo comienzo se


define mediante una señal selectiva repetitiva. Un ejemplo de esta señal selectiva es
un pulso sincronizador de una vez por revolución de un eje giratorio. Este proceso
sirve para potenciar la parte repetitiva de la señal (cuyo período coincide con el de
la señal selectiva) con respecto a los efectos no sincrónicos. La parte de la señal que
se repite cada vez contribuye directamente, en proporción al número de promedios,
n. Los componentes no sincrónicos, en particular el ruido, contribuyen con fase ran-
dom; el aumento de amplitud es proporcional a [n, obteniéndose una mejora de 10
10gIO n dB; 10 dB para 10 promedios, 20 dB para 100, 30 dB para 1000.
La Figura 8.13 muestra la aplicación del promedio sincrónico a señales de vibra-
ción de cajas de transmisión parecidas en buenas y malas condiciones. La Figura
8.13a muestra la potenciación de la señal de tiempo (120 promedios) para la trans-
misión en el eje de salida. La señal es bastante uniforme y aporta evidencia de la pe-
riodicidad correspondiente al contacto de los engranajes. La Figura 8.13b es una se-
ñal de tiempo potenciada de forma parecida para una transmisión defectuosa; se
revela un defecto localizado sobre la transmisión. A modo de comparación, la Fi-
gura 8.13c muestra un único registro, sin potenciación, para la misma señal que la
Figura 8.13b; no se aprecian inmediatamente ni el efecto anterior ni el funciona-
miento defectuoso.
Para mejores resultados, el promedio sincrónico debe combinarse con el segui-
miento. Esto minimiza las variaciones de fase producidas por la falta de sincronismo
8.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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40 80 120 160 200 240 280 320 360 400 ---.
NUMERO DE LINEA
DEL ANALIZADOR

2 3 4 5 6 7 8 9 ORDEN ARMONICO

FIGURA 8.12. Análisis FFT de barrido del funcionamiento de un gran turbogenera-


doro La curva hiperbólica superpuesta representa un componente de frecuencia fija de
150 Hz.

entre la señal detonante y el muestreo digital y también el resultado de pequeñas


fluctuaciones de velocidad (Referencia 1, Capítulo 13).

Análisis CEPSTRUM

Originalmente, el CEPSTRUM fue definido como el espectro de potencia del 10-


garitmo del espectro de potencia3 • En la actualidad, es más frecuente definir la po-
tencia CEPSTRUM como la transformada de Fourier inversa del logaritmo del es-
pectro de potencia y el CEPSTRUM complejo como la transformada de Fourier
inversa del logaritmo complejo del espectro complejo (v.g., incluyendo información
de fase)2. Como se comenta en el Capítulo 13 de la Referencia 1 y más en detalle en
la Referencia 2, el CEPSTRUM tiene dos áreas principales de aplicación en vibra-
ción y acústica:
1. Detección de la estructura periódica en un espectro producido por familias
de armónicos y bandas laterales, o ecos.
2. Separación de los efectos de la fuente y las vías de transmisión que no sólo
son aditivos en el CEPSTR UM (como lo son en el espectro logarítmico), sino
a menudo también ampliamente separados en regiones diferentes.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.23

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10 ......................................................................... .

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50 100 150 200 250 300


TIEMPO, mseg 2

FIGURA 8.13. Usos de potenciación de la señal en el diagnóstico de transmisión de-


fectuosa. (a) Señal potenciada (120 promedios) para una transmisión en estado nor-
mal; (b) señal potenciada (120 promedios) para una transmisión similar con una falta
local; (e) sección de la señal sin potenciar correspondiente a (b).

Técnicas de transformación de Hilbert

La transformada de Hilbert es la relación entre las partes real e imaginaria de la


transformada de Fourier sobre una señal unilateral. Como ejemplo, las partes reales
e imaginarias de la respuesta en frecuencia de un sistema físico (la transformada de
Fourier de la respuesta de impulso causal o unilateral) están relacionadas mediante
una transformada de Fourier. En otro ejemplo, las partes reales e imaginarias de la
señal compleja con un espectro unilateral (conocida como una señal analítica) están
relacionadas mediante una transformada de Fourier. Las señales analíticas son úti-
les para describir las señales moduladas, con su variación en amplitud representan-
do la modulación de amplitud y la variación en la tasa de cambio de fase represen-
8.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tando la modulaci6n de fase. Una señal medida con valores reales puede
descomponerse en sus componentes de amplitud y modulaci6n de fase, mediante
las técnicas de transformación de Hilbert, que son facilitadas por la transformación
entre los dominios del tiempo y la frecuencia en un analizador FFf2.
Un ejemplo del uso de la demodulaci6n de la amplitud en el análisis de vibra-
ción es el análisis de la envolvente utilizado en el diagnóstico de rodamientos2 • La
demodulación de fase es útil en el análisis torsional de vibración2, y en la Referencia
4 se muestra que, mediante la demodulaci6n de un componente de frecuencia de
contacto de engranajes en la señal de vibraci6n de una caja de transmisión la señal
de la modulación de fase puede revelar una fractura en la transmisión, mucho antes
de que aparezca en la señal de modulaci6n de la amplitud u otros parámetros.

REFERENCIAS

1. C. M. Harris (Ed.), Shoek and vibration handbook, 3a ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. R. B. Randall, Frequeney analysis, Bruel and Kjaer, Naerum, Dinamarca, 1987.
3. B. P. Bogert, M. J. R. Healey y J. W. Tukey, en Proeeedings ofthe symposium on time se-
ries analysis, M. Rosenblatt (Ed.), John Wiley and Sons, Nueva York, 1963, pp. 209-243.
4. P. McFadden, Transaetions of ASME: Journal of Vibration, Acousties, Stress, and Relia-
bility in Design, vol. 108,1986, p. 165.
Capítulo 9
TECNICAS DE MEDIDA DEL
RUIDO

John R. Hassall

INTRODUCCION

Este capítulo describe las técnicas de medida del ruido habitualmente empleadas en
la medición del sonido utilizando los instrumentos comercializados descritos en el
Capítulo 5. Se comentan los procedimientos de medida básicos que se aplican a to-
dos los tipos de medida del ruido. Se describen la precisión y fiabilidad de las me-
didas, la elección y uso de los instrumentos, incluyendo los sonómetros y los anali-
zadores. A continuación se incluye un listado de los datos que hay que registrar
durante los típicos sondeos o medidas de nivel de ruido.
Las técnicas especiales de medición acústica y de vibración se describen en otros
capítulos del libro; por ejemplo, la medida de: la vibración (Capítulo 10), varios ti-
pos de niveles sonoros con promedio temporal (Capítulo 11), exposición al sonido
(Capítulo 12), potencia sonora (Capítulo 13), intensidad del sonido (Capítulo 14),
ruido de trenes (Capítulo 46), ruido de aviones (Capítulo 47), ruido de autopistas
(Capítulo 48) y ruido comunitario (Capítulo 50).

DEFINICION DEL PROBLEMA DE LAS MEDIDAS A CUS TlCA S

El primer paso en cualquier programa de medida acústica es definir el problema


Con claridad. Se precisan respuestas a preguntas como las siguientes:
• ¿Por qué se van a realizar las medidas?
1. Para evaluar los niveles de ruido o la exposición sonora en el lugar de tra-
bajo para determinar si el ruido ambiental cumple los límites establecidos
2. Para evaluar la respuesta de la comunidad frente a una fuente externa de
ruido

9.1
9.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

3. Para asegurarse de que una pieza de equipamiento o vehículo cumple con


las ordenanzas, códigos de ensayo o especificación
4. Para determinar si un ambiente acústico determinado es aceptable para los
residentes o habitantes
5. Aportar datos para uso como evidencia en un tribunal
6. Para establecer las curvas isófonas del nivel de ruido en un lugar determi-
nado o para verificar la localización de las curvas previstas para el nivel de
ruido en un lugar concreto
7. Aportar información técnica para uso en la evaluación del control del rui-
do y en un programa de reducción del ruido
• ¿Qué datos son precisos? ¿Qué medidas hay que realizar?
• ¿Tienen que satisfacer las medidas una norma que defina la precisión del ins-
trumento, las técnicas de medición y las posiciones de medida?
• ¿Dónde está el lugar de medida? ¿Será accesible cuando puedan programarse
las medidas?
• ¿Qué precisión de medida hace falta?
• ¿Estarán las medidas influidas significativamente por el ruido ambiental que
probablemente estará presente?
• ¿Es probable que haya ruidos que interfieran de otras fuentes distintas de
aquellas que se van a medir; p. ej., tráfico de la autopista o vuelos de avión?
• ¿Hay problemas ambientales especiales como viento, temperaturas bajas o
muy altas, vibración o polvo?
• ¿Cuáles son las principales fuentes de ruido?
• ¿Cuáles son las características de funcionamiento de las fuentes de ruido?
¿Cómo afectan estas características a la salida de ruido?
• ¿Qué características del funcionamiento deben cambiarse durante la serie de
medidas y sobre qué rangos?
• ¿Cuáles son las dimensiones físicas de las fuentes de ruido?
• ¿Cuáles son las características direccionales de la fuente de ruido?
• ¿Varía con el tiempo la emisión de ruido de las fuentes de sonido? Y, de ser
así, ¿cómo?
• ¿Existen variaciones estacionales en el funcionamiento de las fuentes de rui-
do?
• ¿Cuáles son las características direccionales de cada fuente de ruido?
• ¿Cuál es el patrón temporal normal del ruido; p. ej., es impulsivo o estable?
Cuanta más información haya disponible antes de que las medidas se lleven a
cabo, más probable es que se haga la selección adecuada de los instrumentos de me-
dida.

PROCEDIMIENTO DE MEDIDA

Cuando se realizan las medidas acústicas (por ejemplo, de una fuente de ruido par-
ticular o del ruido en una comunidad), hay que seguir los siguientes pasos básicos:
1. Determinar qué cantidades hay que medir.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.3

2. Seleccionar los instrumentos, incluido el tipo de micrófono que se va a utili-


zar. A menudo, resulta útil hacer un diagrama de bloques de todos los instru-
mentos y equipamientos de ensayo.
3. Determinar el número mínimo de posiciones del micrófono y su localización;
dibujar un esquema mostrando la relación entre estas posiciones y la fuente
de sonido y cualquier superficie reflectante que pueda afectar a los resultados
de la medición.
4. Comprobar la sensibilidad del sistema de medida, realizando todas las cali-
braciones necesarias.
5. Medir el nivel de ruido acústico y eléctrico en la forma que se describe a con-
tinuación.
6. Medir los niveles sonoros de la fuente, anotando todos los valores de los pa-
rámetros relevantes seleccionados en los instrumentos.
7. Aplicar todas las correcciones necesarias a las medidas observadas.
8. Hacer un registro escrito de los datos relevantes. Estos datos incluyen los va-
lores de los parámetros seleccionados en los instrumentos, cualquier suceso
inusual durante el funcionamiento de la fuente de ruido y las condiciones am-
bientales si son significativas.
Cada uno de estos pasos se comenta en detalle en las secciones siguientes.

CANTIDADES· A MEDIR

Cuando una norma, regla o código de ensayo requiere que se mida o informe de
una cantidad específica, el programa de medida ha de planearse para obtenerla. El
nivel sonoro con ponderación A es la cantidad básica que más a menudo se precisa
y ha sido adoptada en muchas normativas nacionales e internacionales. Se utilizan
muchos índices derivados de los niveles sonoros integrados temporalmente con
ponderación A; p. ej., nivel sonoro medio para 8 horas y nivel sonoro medio día-no-
che".
El análisis espectral de una señal de presión sonora puede ser una parte nece-
saria del proceso de medida. En el Capítulo 11 se incluye un comentario amplio de
las cantidades (índices) precisas que es necesario obtener cuando se mide el sonido
producido por distintos tipos de fuentes de ruido.

* N. del R.: Se ha respetado el término original «cantidades», pero sería más correcto hablar de «ín-
dices».
** N. del R.: El autor se refiere sin duda a niveles sonoros continuos equivalentes, cuya notación ha-
bitual es Leq (1). Esta apreciación es de importancia fundamental, ya que el Leq es una media energética,
diferente de la media estadística.

--
9.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

SELECCION DE LOS INSTRUMENTOS DE MEDIDA DEL SONIDO

La selección de los instrumentos para la medida del sonido depende de la finalidad


con que se realice la misma. Sólo se puede hacer una selección apropiada después
de que el problema de la medición se haya definido claramente. Muchos procedi-
mientos de medida se prescriben en las normas nacionales e internacionales que es-
tablecen, por ejemplo, los procedimientos de medida, las posiciones de medida y la
precisión de medida requerida. Muchas normas, ordenanzas, códigos y especifica-
ciones exigen la obtención de niveles sonoros con ponderación A. Para estos requi-
sitos, es adecuado un sonómetro con promedio temporal exponencial o preferible-
mente un sonómetro integrador. Si la medida necesaria se presenta en términos de
niveles de presión sonora de bandas de octava, es preciso un analizador de espectro
en bandas de octava.
Si se necesita establecer recomendaciones para el control del ruido de una ma-
quinaria o pieza de equipamiento ruidosas, un analizador de bandas de octava pue-
de ser adecuado para el estudio de las características espectrales del ruido, siempre
que éste sea de banda ancha. Sin embargo, si el espectro de ruido tiene componen-
tes de banda estrecha o de frecuencia discreta, haría falta un analizador en bandas
de tercio de octava o de bandas finas. Puede que no sea necesario llevar el analiza-
dor de espectro al lugar donde se encuentra el problema de ruido. En lugar de ello,
el ruido puede registrarse usando una grabadora magnética de calidad profesional
(como se comentó en el Capítulo 6). Entonces, el análisis espectral puede llevarse a
cabo en un momento posterior. En cualquier caso, el uso de un analizador de ban-
das de octava en el campo aporta información útil y facilita la comprobación de un
análisis espectral posterior más amplio mediante el estudio de las grabaciones de las
cintas magnéticas.

Selección de micrófonos; características de respuesta del micrófono.


(Véase también «Características del micrófono)), Capítulo 5)

El tipo de micrófono utilizado y su orientación en el campo sonoro influyen sobre


la precisión de las medidas. De forma ideal, el micrófono debe tener una respuesta
en frecuencia para la que la sensibilidad sea independiente de la frecuencia sobre el
rango de interés. Habitualmente, hay disponibles tres tipos de diseños de micrófo-
nos: (1) micrófono de campo libre, en que la respuesta en frecuencia es fundamen-
talmente plana cuando se mide en campo libre, con ondas planas progresivas, con el
ángulo de incidencia especificado por el fabricante (a menudo, 0°, es decir, perpen-
dicular al plano del diafragma del micrófono); (2) un micrófono de incidencia alea-
toria (random), en que la respuesta de frecuencia es fundamentalmente plana para
las ondas sonoras que llegan de cualquier dirección y varían aleatoriamente en el
tiempo (por ejemplo, en un campo sonoro perfectamente difuso), y (3) un micró-
fono de presión, en que la respuesta en frecuencia es plana cuando se mide en un
campo de presión de un pequeño acoplador. Un acoplador es una cámara bien de-
finida, no mucho mayor que el micrófono en sí, cuyas dimensiones son pequeñas
comparadas con la longitud de onda del sonido de interés. Bajo estas condiciones,
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.5

tanto la propagación del sonido como las reflexiones están ausentes y el micrófono
está sometido únicamente a un campo de presión.
Un micrófono de presión responde de manera uniforme a la presión sonora real,
incluyendo la presión de la alteración producida por el propio micrófono. Para la
mayoría de los micrófonos de medición, la presión y las respuestas de incidencia
aleatoria son parecidas, salvo a frecuencias superiores a aproximadamente 3000 Hz
para micrófonos de 25 mm (1 in) de diámetro o mayores, y superiores a 6000 Hz
para micrófonos de 13 mm (l/z in) de diámetro; así, los micrófonos de presión de la
mayoría de los fabricantes de micrófonos de medición también pueden utilizarse
para medidas de incidencia aleatoria (random). La Figura 9.1 muestra que para un
micrófono de 13 mm (l/z in) existen diferencias significativas entre la respuesta de
incidencia aleatoria (random) y la respuesta en campo libre a 0° para frecuencias
por encima de 2000 Hz; para un micrófono de 25 mm (1 in), la frecuencia corres-
pondiente es 1000 Hz. Si la respuesta de frecuencia del micrófono obtenida con el

I------~~¡;::::, ____ f

90°

+
(a)

(b)
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o
c:
o
en
c: 0°
'o
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....CJ) \
C.
CJ)
"O 90°
Qi f
> Frecuencia
Z
(e)

FIGURA 9.1. Respuestas en frecuencia de un micrófono de presión. (a) Cambio en la


respuesta en frecuencia debido a la presencia del micrófono en el campo sonoro; (b)
respuesta en frecuencia de un micrófono de presión; (e) respuesta en frecuencia re-
sultante de un micrófono de presión utilizado en campo libre (línea continua) o campo
al azar (línea a trazos).
9.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO

instrumento es más plana para la incidencia aleatoria (random), entonces para el


sonido que incide perpendicularmente (a lo largo del eje del micrófono) u horizon-
talmente (900 respecto del eje del micrófono) se puede aplicar una corrección, del
tipo que muestra la Figura 9.2, para medir los niveles de presión sonora en bandas
de distinta frecuencia. Por ejemplo, a una frecuencia de 10.000 Hz, la sensibilidad
nominal de un micrófono típico de 13 mm (112 in) de incidencia aleatoria (random)
aumenta en unos 4 dB para la incidencia perpendicular y es en esencia la misma
para la incidencia horizontal. (Los fabricantes han de informar sobre las correccio-
nes específicas para los micrófonos de medición.) Si el micrófono que acompaña al
instrumento de medición sonora es más plano para las ondas que inciden perpen-
dicularmente, el sonido que llegue aleatoriamente o en horizontal habrá de ser co-
rregido, tal y como muestra la Figura 9.3. Por ejemplo, a 10.000 Hz, la sensibilidad
nominal de un micrófono de incidencia perpendicular de 13 mm (112 in) de diámetro
se reduce en aproximadamente 3 dB para la incidencia aleatoria (random) y en
unos 4 dB para la incidencia horizontal. Véase también la Figura 5.4 para informa-
ción adicional respecto a estas correcciones.
A menudo, la corrección de la respuesta en frecuencia de un micrófono puede
ignorarse salvo que se esté midiendo predominantemente ruido de alta frecuencia.
Muchas veces la principal energía en el espectro del sonido está en frecuencias in-
feriores a 3000 Hz y los efectos de la respuesta en frecuencia del micrófono pueden
desestimarse, sobre todo si su diámetro no supera los 13 mm (112 in). Si se aplican
correcciones como las descritas anteriormente, deben realizarse en función de la
frecuencia. La corrección del nivel de presión sonora medido con ponderación A, o
de banda ancha, o «global», puede realizarse de la siguiente manera:
1. Analizando el ruido en términos de los niveles de presión sonora en las dis-
tintas bandas de frecuencia
2. Corrigiendo los niveles de presión sonora en cada banda de frecuencia me-
diante las Figuras 9.2 o 9.3
3. Combinando los niveles corregidos utilizando la Figura 1.14 para obtener el
nivel sonoro corregido con ponderación A o global
Si puede identificarse la dirección principal de la propagación del sonido, el mi-
crófono de campo libre debe orientarse de manera que la dirección de propagación

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~ 8 PERPENDICULAR 1-
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~ 200 5001kHz 2
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5 10kHz20 50
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 9.2. Corrección que se añade algebraicamente al nivel de respuesta de in-


cidencia aleatoria (random), para obtener los niveles de respuesta de incidencias per-
pendicular y horizontal, en un campo libre. (Cortesía de GenRad.)
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.7

~ 4
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~ O .......,
Ü
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w-8
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~ HO~IZO~TAL
lfi-12
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lli-16
w
\
a: 200 5001kHz 2 510kHz 20 50
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 9.3. Corrección que se añade algebraicamente al nivel de respuesta de in-


cidencia perpendicular, para obtener los niveles de respuesta de incidencias aleatoria
(random) y horizontal, en un campo libre. (Cortesía de GenRad.)

del sonido esté alineada con la dirección utilizada en la calibración del micrófono
por el fabricante, como muestra la Figura 9.4. Sin embargo, si se utiliza un micró-
fono de incidencia aleatoria (random) en un campo acústico libre, la medición más
precisa se logra si se orienta a un ángulo entre 70 o y 80 o hacia la fuente de sonido,
como muestra la Figura 9.5. Si se orienta directamente hacia la fuente, el micrófono
de incidencia aleatoria (random) tiende a sobrestimar el nivel verdadero de presión
sonora de las frecuencias altas. De forma contraria, el micrófono de campo libre en
un campo difuso tiende a subestimar el nivel verdadero de presión sonora de las fre-
cuencias altas. La Figura 9.6 ilustra un procedimiento para seleccionar un micrófo-
no. La selección depende de: (1) si se emplea una norma de medición y, de ser así,
cuál; (2) el tipo de micrófono, y (3) el tipo de campo sonoro.

SELECCION DE LAS POSICIONES O PUNTOS DE MEDIDA

A menudo, la posición del micrófono con respecto a la fuente de sonido se especi-


fica mediante la aplicación de una norma. En el caso de la medición de ruido en una
comunidad, las posiciones suele~ especificarse como: (1) en cualquier lugar a lo lar-
go de la línea que limita una propiedad o (2) allí donde es más probable que estén
las personas de la prapiedad adyacente. Para mediciones de nivel de ruido o de ex-
posiciones sonoras en fábricas, con el fin de evaluar el riesgo de lesión auditiva, el
micrófono debe estar situado a una distancia no superior a 100 mm (54 in) del oído
de la persona expuesta a la(s) fuente(s) de ruido. Para la medición de los niveles de
presión sonora dentro de lugares de reunión u otros espacios públicos, el micrófono
ha de ubicarse en las posiciones típicas de los oyentes a alturas de 1,6 m (5,2 ft) de
un oyente en pie o entre 1,2 y 1,3 m (de 3,9 a 4,3 ft) si está sentado, salvo que se es-
pecifiquen otras alturas. Las medidas no deben realizarse a menos de un metro de
una superficie reflectante, como una pared, suelo o techo, donde las reflexiones po-
drían influir significativamente sobre ellas. El número de lugares de medición debe
ser suficiente como para determinar el nivel de ruido ambiental y las características
de la fuente de ruido con la precisión requerida (véase más adelante «Ruido de fon-
do; medidas de ruido ambiental»).
9.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 9.4. Orientación de un micrófono de campo libre para la medición en cam-


po libre.

Número de puntos de medida

El número de puntos de medida necesario para determinar el nivel de presión so-


nora promediado en el tiempo y en el espacio con determinada precisión depende
de la uniformidad del campo sonoro, es decir, de cuánto varía el campo sonoro con
las distintas posiciones. La Figura 9.7 muestra un procedimiento para seleccionar el
número mínimo de posiciones necesario para determinar el nivel medio de presión
sonora, dentro de los límites del 90 por 100 de confianza. Por ejemplo, de acuerdo
con la Figura 9.7, se requieren mediciones en ocho posiciones para lograr un inter-
valo de confianza del 90 por 100 con un error de ± 2 dB, si la desviación típica de las
mediciones es 3 dB. La ilustración de la Figura 9.7 está basada sobre el supuesto de
que las localizaciones del micrófono están suficientemente espaciadas entre sí como
para obtener muestras independientes del campo sonoro. Esta limitación hace pre-
ciso que los espaciamientos entre posiciones del micrófono sean de al menos un
cuarto de longitud de onda para la frecuencia de interés más baja. Por ejemplo, para
muestras independientes a 100 Hz, las posiciones del micrófono deben estar sepa-
radas, al menos, por 1 metro; a 50 Hz, las posiciones del micrófono deben estar se-
paradas al menos 2 m (6,6 ft).
Si el campo sonoro es muy uniforme, como suele ocurrir a frecuencias altas, son
suficientes unas pocas localizaciones del micrófono. El sonido de frecuencia baja
varía mucho más, tanto en posición como en tiempo, y por tanto precisa un tiempo
de promedio más largo y más ubicaciones de medida para lograr la misma precisión.
La precisión de la medición del nivel sonoro también está determinada por la
calidad del instrumento y el procedimiento de medida (que, a su vez, puede deter-
minar la calidad del instrumento requerida). Las normas de medida pueden concre-
tar el número mínimo de puntos de medida para cada condición de funcionamiento
de la fuente de ruido. De forma alternativa, las normas pueden especificar un cri-
terio de rendimiento; por ejemplo, estableciendo la desviación típica máxima per-
mitida, que está determinada por el número de medidas requeridas. Cuando se
mide el nivel sonoro medio en una habitación, son necesarios los promedios tanto
temporal como espacial. Este promedio puede llevarse a cabo de forma cómoda ha-
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.9

FIGURA 9.5. Orientación óptima de los micrófonos de presión o random para me-
dición en campo libre.

lIando la media de las presiones sonoras medias cuadráticas en un número de ubi-


caciones del micrófono o moviendo éste lentamente sobre una vía fija en la habi-
tación durante un período de tiempo especificado.

SISTEMA DE CALlBRACION

Antes y después de cada medición ha de llevarse a cabo una comprobación de la


sensibilidad (calibración) del sistema de medición completo, desde el micrófono,
pasando por' el instrumento de medición, hasta cualquier aparato de grabación;
también puede ser un requisito legal. Resulta conveniente realizar esta comproba-
ción de la sensibilidad mediante un pistófono o un calibrador del sonido del tipo al-
tavoz, que aporta una señal acústica sinusoidal a una frecuencia y nivel sonoro de-
terminados, como se describe en el Capítulo 5. El nivel sonoro real producido por
el calibrador ha de ser determinado mediante una calibración separada. La compro-
bación de sensibilidad de frecuencia única ayuda a asegurar el funcionamiento co-
rrecto de: (1) los instrumentos de medición y (2) el aparato de grabación; p. ej., gra-
badora o registrador de nivel. Sin una calibración válida de la sensibilidad del
sistema de medición, ros resultados del ensayo podrían ser cuestionados posterior-
mente.

Ruido de fondo; medidas de ruido ambiental

El ruido de fondo es el de todas las fuentes distintas a la fuente concreta de sonido


de interés (sonidos diferentes del que se esté midiendo). El ruido de fondo incluye
el ruido de origen eléctrico producido por los instrumentos de medición. Por otra
parte, el ruido ambiental es el sonido envolvente asociado con un ambiente acústico
determinado, habitualmente compuesto de los sonidos de muchas fuentes, próxi-
mas y lejanas; ningún sonido concreto es dominante. Hay que tener en cuenta la fi-
nalidad de la medida de estos ruidos a la hora de determinar las localizaciones de las
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Micrófono orientado
de la fuente hacia la fuente
em
de ruido de ruido r-
:ti
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oO
Precisión Precisión Precisión Precisión Precisión
óptima reducida reducida reducida óptima

FIGURA 9.6. Diagrama de decisión para asegurar una precisión óptima de medida para las distintas normas,
ambientes de medición y tipos de micrófono.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.11

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1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
DESVIACION TIPICA ESTIMADA EN DECIBELIOS

FIGURA 9.7. Número de mediciones con respecto a la desviación típica. Esta gráfica
indica el número de mediciones necesarias para determinar una media dentro de dis-
tintos intervalos con un 90 por 100 de confianza.

medidas. Por ejemplo, si se realizan mediciones para evaluar el efecto del ruido en
una zona frecuentada por el público, el micrófono debe colocarse en las posiciones
de los oídos de las personas habitualmente expuestas al ruido.

,
Correcciones

Co"ecciónpara el ruido defondo. De forma ideal, las medidas de las fuentes de


ruido deben realizarse en ausencia de cualquier ruido de fondo significativo. Cuan-
do esto no es posible, la contribución acústica del ruido de fondo puede reducirse
mediante una cuidadosa elección de las posiciones de medición, el uso de pantallas
absorbentes del sonido o mediante la instalación temporal de barreras. La situación
habitual en la práctica es la de un nivel de ruido de fondo demasiado alto para ser
ignorado, de manera gue a menudo es necesaria una corrección que tenga en cuen-
ta su influencia sobre la medición. El siguiente procedimiento sólo es válido si el rui-
do de fondo es estable entre mediciones. Si cambia durante la medición, la correc-
ción indicada no será válida.
1. Se mide el nivel de presión sonora combinado de la fuente de ruido y el ruido
de fondo.
2. Se mide el ruido de fondo aislado mediante la desconexión de la fuente o es-
perando hasta que no esté presente el sonido que interfiere.
3. Se calcula la diferencia entre estos dos niveles.
4. Si la diferencia supera los 3 dB, se lee la corrección a partir de la Figura 9.8.
5. Se resta la corrección del nivel combinado de presión sonora, medido en el
Paso 1, para obtener el nivel de presión sonora de la fuente aislada; es como
si existiera ruido de fondo insignificante.
9.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

CORRECCION QUE HA DE RESTARSE DEL NIVEL COMBINADO, EN DECIBELIOS

10 5 4 3 2 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1


I 'Iltl"," 1,' ' , ' , ' ~ " i '1", I '.' !,' I " I I I I I I 1, "1 ji I I II I I I i , i 1, i

o 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
DIFERENCIA ENTRE EL NIVEL COMBINADO
Y EL NIVEL DEL RUIDO DE FONDO, EN DECIBELIOS

FIGURA 9.8. Nomograma para corregir por el ruido de fondo; v. g" corrección para
obtener el nivel sonoro de la fuente si el ruido de fondo no estuviera presente. El valor
que se resta del nivel combinado viene dado como una función de la diferencia entre
el nivel combinado y el nivel del ruido de fondo aislado.

Para obtener una corrección válida si se utiliza un sonómetro, hay que llevar a
cabo todas las medidas anteriores usando la misma ponderación de frecuencia y la
misma ponderación exponencial de tiempo [rápida (fast) o lenta (slow)]. Si se utiliza
un analizador de espectro, las mediciones anteriores del nivel de presión sonora de-
ben realizarse en cada una de las bandas de frecuencia empleadas y hay que deter-
minar por separado una corrección para cada nivel de presión sonora de banda.
En algunos casos, cuando se efectúan medidas de ruido de una fuente en pre-
sencia de ruido de fondo, puede ser preferible utilizar la siguiente ecuación, en lu-
gar de la Figura 9.8, para determinar el nivel de presión sonora L de la fuente en au-
sencia de ruido de fondo:

L = 10 log (l()O,lL c - 100,1 Lb ) (9.1)

donde Le es el nivel combinado de presión sonora de la fuente y del ruido de fondo


y Lb es el nivel de presión sonora del ruido de fondo a solas. Esta ecuación se man-
tiene cuando (Le - Lb) > 3 dB; todos los niveles anteriores de presión sonora se ex-
presan en decibelios re 20 micropascales (¡.LPa).
Una diferencia de menos de 3 dB en el Paso 3 indica que el nivel de la fuente es
menor que el ruido de fondo. En esta situación, la corrección es grande y poco fia-
ble, por ello no debe intentarse aplicarla. Para diferencias de nivel de presión so-
nora entre 3 y 10 dB, es necesaria una corrección. Si la diferencia está por encima de
10 dB, la corrección es menos de 0,5 dB y, para la mayoría de las mediciones de
campo, puede ignorarse.

Ejemplo

Paso 1: Supongamos que el nivel combinado de la fuente y el ruido de fondo es


91,5 dB.
Paso 2: Supongamos que el nivel del ruido de fondo es 88 dB.
Paso 3: La diferencia de niveles es 3,5 dB.
Paso 4: De acuerdo con la Figura 9.8, la corrección correspondiente es 2,5 dB.
Paso 5: El nivel corregido (el nivel de la fuente de sonido aislada) es (91,5 - 2,5)
= 89 dB. [A partir de la ecuación (9.1), el nivel de presión sonora de la fuente es
88 dB].
Si la fuente del ruido de fondo no puede ser desconectada, el nivel de éste puede
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.13

reducirse cerrando puertas y ventanas, levantando barreras o aplicando materiales


absorbentes del sonido. De forma alternativa, las mediciones pueden realizarse en
un momento del día en que el nivel del ruido de fondo sea más bajo. En algunos ca-
sos, es posible seleccionar otras posiciones del micrófono en que el ruido de fondo
sea menor.
Si el espectro de ruido que se está midiendo es predominantemente de frecuen-
cias altas, la orientación del micrófono hacia la fuente puede aumentar el nivel de
presión sonora medido para la fuente.
Si el ruido de fondo no surge de fuentes locales claramente definidas, en tanto
que el ruido que se mide está definitivamente localizado, puede estimarse el ruido
de fondo realizando mediciones a diferentes distancias de la fuente hasta que se lo-
gre un nivel estable; se puede asumir que el nivel de presión sonora estable es el ni-
vel del ruido de fondo.

Co"ección por el cable de extensión del micrófono. Supongamos un micrófono


que está conectado a un instrumento de medición mediante un cable de extensión.
Si está conectado adecuadamente, no hay que aplicar una corrección para las pér-
didas en el cable, salvo que sea inusualmente largo. No suelen ser precisas correc-
ciones para los cables de extensión del micrófono que aporta el fabricante. El fa-
bricante debe incluir información respecto a la longitud máxima del cable y las
pérdidas que introduce en función de la frecuencia.
Para determinar si el cable de extensión afecta a las mediciones, utilice un cali-
brador de sonido colocado sobre el micrófono, como se describe en el Capítulo 5.
La diferencia entre las lecturas con y sin cable indica la pérdida en él para la fre-
cuencia nominal del calibrador y, por tanto, la corrección que debe aplicarse. Es
aconsejable realizar tales mediciones para varias frecuencias, si hay disponible un
calibrador multifrecuencia. (Un ajuste de la sensibilidad del instrumento para com-
pensar por la pérdida producida por el cable sólo es válida para la frecuencia en que
la sensibilidad fue comprobada.)

Co"ección por las reflexiones de las superficies próximas. Cuando los niveles de
presión sonora se miden cerca de la fuente de sonido, las reflexiones de las paredes
y objetos no directamente asociados a ella pueden contribuir con una energía sig-
nificativa al nivel sonor.o irradiado directamente por la fuente. A menudo, los pro-
cedimientos de medida especifican la distancia mínima entre el micrófono y la su-
perficie reflectante más próxima o entre la fuente y la superficie reflectante más
cercana. Esta distancia puede expresarse en términos de longitudes de onda a las
frecuencias más bajas de interés. La Figura 9.9 presenta el aumento en el nivel so-
noro medido debido a la presencia de una superficie próxima.

Co"ección por la presión ambiental. Los cambios ordinarios en la presión at-


mosférica no suelen afectar significativamente a la respuesta de un micrófono a ni-
vel de mar. Por ejemplo, para un micrófono comercializado, a altitudes normales se
produce un cambio inferior a 0,2 dB para un cambio del 10 por 100 en la presión at-
mosférica. Sin embargo, si las mediciones se llevan a cabo a altitudes inusualmente
elevadas (presiones bajas) o a presiones muy altas, esta corrección ha de ser tenida
en cuenta utilizando los datos que aporta el fabricante del micrófono. Al calibrar el
9.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FUENTE IMAGEN
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DEL MICROFONO <na:

AUMENTO EN EL NIVEL DEBIDO A LA REFLEXION, EN DECIBELIOS


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2 3 45 10
FACTOR DE LONGITUD DEL ENCAMINAMIENTO, R

FIGURA 9.9. Aumento en el nivel sonoro medido debido a la presencia de una su-
perficie cercana. El factor de longitud del encaminamiento R es la longitud del rayo re-
flejado (A + Bl dividida entre la longitud del rayo directo C.

micrófono mediante un pistófono, dado que el nivel de presión sonora en la cavidad


depende de la presión ambiental, hay que realizar una corrección por el efecto de la
presión atmosférica.

Efectos de la humedad

La humedad (gotas o vapor de agua) puede tener serios efectos sobre el funciona-
miento de algunos micrófonos de medición, sobre todo los del tipo condensador, si
la humedad relativa es alta o la temperatura del micrófono está cerca del punto de
condensación. Aunque la presencia de vapor de agua suele tener un efecto insigni-
ficante sobre la respuesta en frecuencia, es importante asegurarse de que el tipo de
micrófono seleccionado funcionará adecuadamente en un ambiente húmedo. Para
los micrófonos de tipo condensador, puede producirse ruido interno intermitente
de nivel alto con humedades de moderada a alta o bajo condiciones en que se pro-
duce condensación sobre el diafragma o la placa posterior; p. ej., si el micrófono
está más frío que el ambiente que le rodea. Algunos sistemas de micrófono, sobre
todo aquellos diseñados para instalación permanente en exteriores, superan el pro-
blema de la humedad incorporando un preamplificador calentador, con el fin de
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.15

asegurarse de que la unidad micrófono/preamplificador siempre está por encima de


la temperatura del punto de condensación. Además, puede incorporarse una pro-
tección contra la lluvia para prevenir la entrada directa de agua, que produciría un
funcionamiento intermitente.

Efectos de la temperatura

En general, la respuesta en frecuencia y la sensibilidad de los micrófonos de medi-


ción no se modifican significativamente debido a los cambios de temperatura que
habitualmente se producen en interiores. En cualquier caso, pueden realizarse co-
rrecciones para los cambios de sensibilidad con la temperatura a partir de los datos
que ha de aportar el fabricante. Si un micrófono frío se introduce en aire caliente, si
la temperatura decrece rápidamente en presencia de humedad alta, o si hay cam-
bios rápidos de temperatura con humedad alta, se pueden condensar gotas de agua
en el micrófono, dando lugar a una ruptura en el campo eléctrico entre el diafragma
y la placa posterior y a la generación de un nivel alto de ruido eléctrico intermitente.

Efectos de la caja del instrumento y de un observador sobre las medidas

La forma más cómoda de realizar mediciones acústicas de campo es mediante el uso


de instrumentos que pueden sujetarse en la mano, sobre todo para estudios de nivel
de ruido. La caja del instrumento y el cuerpo del observador que la sujeta pueden
afectar a los ,datos medidos, sobre todo si el observador está cerca del micrófono.
Esta influencia se ilustra en la Figura 9.10.
Para minimizar tales efectos, el observador debe sujetar el aparato a la distancia
de un brazo y hacia un lado, como muestra la Figura 9.10, o, preferiblemente, debe
montar el micrófono sobre un trípode y conectar el instrumento con un cable de ex-
tensión; el aparato puede colocarse así a cierta distancia de la fuente y del micró-
fono. La medida en que la presencia del operador influye sobre la medición puede
comprobarse rápidamente si éste cambia de posición con respecto al indicador y se
observa cualquier cambio en el nivel de presión sonora medida·.
La parte frontal en forma de cono y la extensión del micrófono de muchos so-
nómetros están diseñados para minimizar la reflexión sobre el propio cuerpo del
instrumento. La Figura 9.10 ilustra los errores de medición típicos producidos por la
presencia de un observador y el cuerpo del instrumento en tres situaciones. Los
errores debidos sólo al cuerpo del instrumento suelen poder ignorarse para frecuen-
cias por debajo de 500 Hz y son pequeños para el rango de frecuencias restante. Los
errores producidos por el observador pueden ser significativos para todo el rango
de frecuencias y llegar hasta los 6 dB si un observador grande elige una posición
particularmente inadecuada respecto al micrófono. Además de influir sobre la res-
puesta en frecuencia mediante reflexiones, el observador y el instrumento también
pueden alterar las características de directividad del campo sonoro, sobre todo a

* N. del R.: Solamente en el caso de medidas de un ruido continuo estable.


9.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

50 150 200 500 1k 2k 5k 10k 20k

50 150 200 500 1k 2k 5k 10k 20k

--s 1m

r 50 150 200 500 1k 2k 5k 10k 20k

FIGURA 9.10. Mediciones típicas mostrando la influencia del observador y de la caja


del sonómetro sobre la medida del sonido que llega a lo largo del eje del micrófono.

frecuencias altas. La Figura 9.11 muestra el efecto típico del cuerpo de un sonóme-
tro pequeño sobre la directividad de una fuente de sonido.

Efectos de la vibración mecánica

La mayoría de los micrófonos y sonómetros son relativamente insensibles a la vi-


bración externa. Sin embargo, a niveles muy altos de vibración (o si el cable está do-
blado, tensado o pinzado) se puede generar ruido en el cable mediante el fenómeno
conocido como triboelectricidad1 • Por tanto, es conveniente aislar los cables de los
niveles altos de vibración, sobre todo cuando se miden niveles de presión sonora
muy bajos.

Microfonías. A niveles muy altos de presión sonora (típicamente 120 dB o más),


puede producirse un problema especial como resultado de la vibración mecánica
transmitida desde la caja del instrumento al micrófono o a los componentes electró-
nicos internos. Pueden producirse señales espurias (denominadas microfonías) en
el instrumento de medición del sonido. Para comprobar la existencia de microfo-
nías, se apaga y desconecta el micrófono; a continuación se enciende la potencia
nuevamente y se observa si se producen señales notablemente inferiores. De no ser
así, las microfonías pueden ser un problema. Resulta conveniente reemplazar el mi-
crófono por un condensador acorazado (o «falso micrófono») que tenga una capa-
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.17

e,

FIGURA 9.11. Influencia del cuerpo del sonómetro sobre las características direccio-
nales del micrófono. La influencia es por lo general mayor para el sonido que llega
por la parte posterior del instrumento, donde la caja actúa como una barrera para las
ondas sonoras, y la influencia es menor para frecuencias bajas, que son más capaces
de difractarse alrededor de la caja.

cidad aproximadamente igual a la del micrófono, con el fin de asegurarse de que, al


desconectar éste, no se ha producido una señal inducida electromagnéticamente.
Los efectos de microfonía pueden minimizarse utilizando un montaje flexible
para el micrófono o usando un cable de extensión y colocando la caja del aparato
tan lejos como sea posible del campo de ruido. Sin embargo, algunos tipos de cables
de micrófono también pueden introducir microfonías a niveles sonoros exagerada-
mente altos, por lo que habría que emplear cables especiales.

Efectos de los campos.magnéticos y electrostáticos

Los campos magnéticos y electrostáticos suelen tener efectos insignificantes sobre


el nivel sonoro medido con instrumentos y micrófonos. Sin embargo, en las medi-
ciones cerca de máquinas eléctricas o transformadores muy grandes, el micrófono
debe ser reemplazado por un condensador acorazado, como se describió anterior-
mente, para comprobar la sintonización magnética. La descarga electrostática pue-
de ser un problema para algunos sonómetros; hay que seguir con cuidado las direc-
trices del manual de instrucciones del equipamiento.
9.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

MEDIDAS EN ESPACIOS CERRADOS

Las características de los campos sonoros en espacios cerrados se describen en el


Capítulo 4. Cerca de la fuente está el campo próximo, donde, por lo general, los ni-
veles de presión sonora no pueden medirse de forma fiable. Más lejos de la fuente,
en la región denominada campo lejano, las condiciones en algunos espacios cerra-
dos son parecidas a las de campo libre, donde predomina el sonido directo y el nivel
de presión sonora decrece 6 dB por cada duplicación de la distancia de la fuente, de
acuerdo con la ley inversa del cuadrado. Más allá del campo lejano (en el espacio
cerrado) está el campo reverberante, donde predomina el sonido reflejado y donde,
como situación media, la presión sonora no decrece significativamente con la dis-
tancia de la fuente. La distancia entre estos campos y la fuente depende de la ab-
sorción de la habitación (véase Capítulo 4), del tamaño de la fuente y del espectro
de frecuencia del sonido producido por la misma. La medición del sonido produci-
do por una fuente concreta en presencia de otras fuentes ha de llevarse a cabo sólo
en la región de campo libre, donde el campo sonoro directo de la fuente es domi-
nante. Por lo general, en el campo reverberante no es posible distinguir entre las
contribuciones de las fuentes individuales al nivel de presión sonora reverberante.

Ondas estacionarias

En un ambiente cerrado, además del sonido directo que llega al micrófono, hay re-
flexiones sobre las paredes, suelo y otras superficies. Como ilustra la Figura 4.8, de-
bido a ondas estacionarias, se producen aumentos y disminuciones alternativas de
las ondas sonoras. El resultado es una serie de máximos y mínimos en nivel sonoro
a medida que el micrófono se mueve a lo largo de una línea recta lejos de la fuente.
Con ruido complejo, formado por muchos componentes de frecuencia, tiene lugar
un efecto promediador, de manera que los máximos y mínimos se reducen en mag-
nitud.
Cuando se observan ondas estacionarias en la medición del nivel sonoro, hay
que aplicar una corrección para estimar el nivel de presión sonora que habría exis-
tido si las reflexiones que producen estas ondas no estuvieran presentes. Un nivel
así corregido es en esencia un nivel de presión sonora promediado en el tiempo y en
el espacio. Puede obtenerse de la siguiente manera. Si la diferencia entre los niveles
de presión sonora máximo y mínimo de la onda estacionaria es menor de 6 dB, se
utiliza la media aritmética de los dos valores. Si la diferencia es superior a 6 dB, se
utiliza un valor 3 dB por debajo del nivel máximo de presión sonora.
Cuando hay que medir las características acústicas de un equipo concreto en un
local cerrado, es aconsejable minimizar los efectos de las ondas estacionarias y de
otros objetos y superficies reflectante s próximas (por ejemplo, utilizando un mate-
rial absorbente del sonido). Cuando se requieren mediciones particularmente pre-
cisas, es esencial que el micrófono esté conectado al equipo de medición mediante
un cable de extensión; esta práctica evita las reflexiones de la caja del instrumento
y del cuerpo del observador que se producen cuando el aparato de medición se su-
jeta con la mano.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.19

MEDIDAS EN EXTERIORES; USO DE PANTALLAS ANTIVIENTO

La mayoría de las normas respecto a mediciones acústicas en exteriores prohíben su


realización bajo condiciones extremas de viento o lluvia. El viento puede tener una
influencia significativa sobre las medidas acústicas en exteriores. Sus efectos pue-
den minimizarse si se toman precauciones para proteger el micrófono. A medida
que el aire se mueve a través de la rejilla protectora del micrófono, se produce rui-
do. La turbulencia producida por el viento da como resultado contribuciones de
baja frecuencia a la señal sonora que se está midiendo. Los vórtices generados por
el viento pueden producir un «silbido». Sin embargo, el ruido producido por el vien-
to puede reducirse significativamente ajustando una pantalla antiviento, dispositivo
que habitualmente es una bola esférica porosa de espuma de plástico de poros
abiertas o algún otro material poroso que se coloca sobre el micrófono, como ilustra
la Figura 9.12. Las pantallas antiviento están diseñadas acústicamente de manera
especial para aportar una protección de alto grado contra el ruido del viento, habi-
tualmente con una influencia insignificante sobre las características direccionales
del micrófono y poco efecto sobre la respuesta en frecuencia para la mayor parte
del rango de frecuencias. La Figura 9.12 ilustra la reducción en el ruido inducido por
el viento en función de su velocidad. Hay una mejora sustancial para viento a bajas
velocidades, las que suelen encontrarse a menudo durante las mediciones acústicas.
La pantalla antiviento también protege al micrófono contra el polvo, la precipita-

120

111
o 110
c:
o
Ul
c:
'0
.¡¡; 100
.
al
C. A
al
"O
Qi o A: Con dispositivo de
> 90 protección estandarizado.
Z Viento paralelo al diafragma

B: Como A, pero el viento en ángulo


80 recto respecto al diafragma

C: Como B, con pantalla antiviento

D: Como A con pantalla antiviento


70
20 40 60 80 100 120
Velocidad del viento, km/h

FIGURA 9.12. Ruido inducido por el viento en función de la velocidad del mismo. Se
muestra el nivel de presión sonora del ruido del viento en un micrófono de 25 mm
(1 in) en función de la velocidad del viento, medida con y sin pantalla antiviento, para
incidencia perpendicular y horizontal.
9.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ción y daños mecánicos menores. Sin embargo, la obstrucción de los poros o aber-
turas de la pantalla puede dar como resultado una pérdida por inserción.

USO DE LOS SONOMETROS

Los diseños y características básicas de los sonómetros se describen en el Capítulo


5. Las cantidades que pueden medir se describen en el Capítulo 11.

Selección del grado de precisión de los sonómetros

Habitualmente el grado de precisión del sonómetro elegido para una aplicación


concreta viene determinado por las normas aplicables a la medición que se va a lle-
var a cabo. Los sonómetros se clasifican de la siguiente manera:
Tipo O (Clase O). Un instrumento que cumple las tolerancias más estrictas con
respecto al nivel de linealidad, desviaciones en la respuesta en frecuencia y des-
viaciones de la omnidireccionalidad. Se utiliza con objetivos de referencia de la-
boratorio, donde se requiere una precisión extrema.
Tipo 1 (Clase 1). Un instrumento de precisión que se utiliza en mediciones de
ruido donde se requiere una precisión plana, de grado técnico para un rango
amplio de medidas de campo.
Tipo 2 (Clase 2). Un instrumento de propósito general que cumple con la tole-
rancia menos estricta (más amplia) con respecto a la linealidad del nivel y la res-
puesta en frecuencia. Un sonómetro de Tipo 2 sólo tiene que poseer pondera-
ción de frecuencia A; otras ponderaciones de frecuencia son opcionales.
Tipo 3. Un sonómetro del tipo más sencillo. Aunque tiene menor precisión que
cualquiera de los demás tipos, su sencillez hace que su uso sea más fácil. Se uti-
liza frecuentemente en mediciones de sondeos de ruido, con el fin de determinar
si existe un problema de ruido. Si el problema existe, habrá que llevar a cabo un
análisis más detallado mediante sonómetros de mayor precisión.

Selección de la ponderación de frecuencia

La Figura 5.7 muestra la respuesta de diseño de varias ponderaciones de frecuencia


estandarizadas. Si la medición se lleva a cabo cumpliendo una norma o código, hay
que utilizar la ponderación de frecuencia especificada (habitualmente se especifica
la ponderación A). En ausencia de una norma o código de ensayo, suele elegirse la
ponderación de frecuencia A. Cuando se informa de los resultados medidos, es esen-
cial indicar la ponderación de frecuencia utilizada.
Las mediciones también pueden realizarse con la ponderación de frecuencia C,
con el fin de aportar una estimación aproximada de la distribución de frecuencia del
ruido que se mide, de la siguiente manera. Se miden los niveles sonoros con pon-
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.21

deración C y con ponderación A para lograr una estimación del espectro de fre-
cuencia del sonido. Si la diferencia entre los niveles sonoros con ponderaciones A y
C es menos de 1 dB, el espectro de sonido está concentrado fundamentalmente por
encima de 500 Hz. Sin embargo, si la diferencia es de varios decibelios, el ruido es
predominantemente de baja frecuencia.

Selección de la ponderación temporal (promedio temporal)

Rápida ({ast) o lenta (slow). Como se indicó en el Capítulo 5, los sonómetros


convencionales comercializados tienen disponibles dos ponderaciones exponencia-
les de tiempo: rápida (fast), que posee una constante de tiempo de 125 milisegundos
para señales que aumentan o decrecen al aumentar el tiempo, y lenta (slow), que
tiene una constante exponencial de tiempo con un valor de 1000 milisegundos para
señales que aumentan o descrecen al aumentar el tiempo. La ponderación de tiem-
po lenta (slow) es útil cuando se estima el nivel medio de un sonido que fluctúa rá-
pidamente. Algunas normas de medición especifican ponderación temporal lenta
(slow) y otras ponderación temporal rápida (fast).
La ponderación exponencial temporal impulso (1), disponible en algunos sonó-
metros, representa el logro de un compromiso arbitrario para intentar aportar la
manera de que un sonómetro convencional se utiliza en la medición del nivel so-
noro de sonidos impulsivos de corta duración. La ponderación de tiempo impulso
tiene una constante exponencial de tiempo de 35 milisegundos para señales que au-
mentan al hacerlo el tiempo, y 1500 milisegundos para señales sonoras que descien-
den al aumentar el tiempo. Salvo que lo requiera una norma o código de ensayo,
hay que evitar la ponderación exponencial de tiempo impulso, sobre todo para me-
didas relacionadas con la conservación de la audición. Se utiliza fundamentalmente
para evaluar la respuesta humana de sonoridad frente a un sonido impulsivo.

Ponderación de tiempo pico (respuesta pico). La ponderación de tiempo pico


(respuesta pico) de un sonómetro aporta una indicación del nivel de la presión so-
nora pico absoluta; este nivel es preciso a menudo para evaluar el riesgo de lesión
de la audición en un ambiente en que los trabajadores están expuestos a sonidos im-
pulsivos.

Valores de tiempo de promedio. Para sonidos que fluctúan con el tiempo, el nivel
sonoro continuo equivalente, tal como lo mide un sonómetro integrador a lo largo
de cierta duración establecida de la medición, es una medida cómoda y significativa
del nivel de presión sonora promediado en el tiempo con ponderación de frecuen-
cia. La duración de la medición puede extenderse desde varios segundos hasta mu-
chas horas o días, según resulte apropiado para la fuente sonora y la finalidad de la
medición. El Capítulo 11 aporta más información sobre la medición del nivel so-
noro continuo equivalente.
Como se describe en el Capítulo 5, los aparatos indicadores son del tipo siguien-
te: analógico (habitualmente una aguja que se mueve sobre una escala graduada),
cuasi-analógico y digital. Si el indicador de un sonómetro convencional es una aguja
(o su equivalente en un indicador de cristal líquido ) que se mueve sobre una escala,
9.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

puede obtenerse un nivel sonoro medio anotando los niveles sonoros máximo y mí-
nimo que se producen con una razonable regularidad. Si el rango de las fluctuacio-
nes de esta aguja es menor de 6 dB, la media aritmética de los dos niveles sonoros
aporta un nivel sonoro medio aproximado. Si el rango de fluctuaciones es superior
a 6 dB, puede asumirse que el nivel sonoro aproximado medio está 3 dB por debajo
del nivel sonoro máximo. Si el indicador del sonómetro es una secuencia continua
de números sobre una pantalla digital, la lectura media deseada puede obtenerse de
forma parecida. En ambos casos, es aconsejable registrar los niveles sonoros máxi-
mo y mínimo con ponderación exponencial de tiempo, así como el nivel sonoro
aproximado medio·.
Los sonómetros integradores aportan mediciones del nivel de exposición sonora
con ponderación de frecuencia. La exposición sonora es la integral de tiempo del
cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación de frecuencia y es pro-
porcional a la energía acústica en la señal de sonido. El nivel de exposición sonora
es particularmente útil para mediciones de sonidos que son repetitivos o cíclicos,
como el funcionamiento de una máquina o pieza de equipamiento, un vehículo que
pasa por una autopista o un avión que sobrevuela una determinada zona. En el Ca-
pítulo 12 se incluyen ejemplos de la medición del nivel de exposición sonora y su re-
lación con el nivel sonoro continuo equivalente correspondiente.

MEDIDAS UTILIZANDO LOS ANALIZADORES DE ESPECTRO DEL


SONIDO

En el Capítulo 7 se realiza una descripción básica de los distintos tipos de analiza-


dores de espectro. Estos instrumentos ofrecen información indicando cómo se dis-
tribuye en frecuencias el espectro de una fuente de sonido. Esta información es ne-
cesaria si uno de los propósitos de la medición del ruido es obtener datos técnicos
para un programa de reducción del ruido.

Selección del analizador de espectro (véase también Capítulo 8)

Puede utilizarse un analizador de espectro para determinar qué banda de frecuen-


cia o componente contribuye en mayor medida al nivel sonoro con ponderación A.
Para ello, puede ser suficiente un analizador de espectro de bandas de octava. Sin
embargo, un análisis de bandas de tercio de octava aporta información más detalla-
da y puede sugerir claves respecto a la fuente de sonido. Por ejemplo, una fuente
como un motor eléctrico produce un sonido que puede contener tonos generados
magnéticamente relacionados con la velocidad del motor rotacional y con la fre-
cuencia de la línea de potencia. Algunos componentes de máquinas, como cojinetes
y engranajes, también pueden generar tonos a frecuencias bien definidas. Los com-

* N. del R.: Este tipo de sonómetros han quedado obsoletos hoy en día, y es difícil encontrarse ac-
tualmente con mediciones realizadas con estos instrumentos.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.23

ponentes discretos de frecuencia en estos espectros no siempre pueden determinar-


se mediante un analizador de bandas de tercio de octava. En tal caso, puede utili-
zarse un analizador de banda de duodécimo de octava o incluso más fina. Como se
describe en el Capítulo 8, estos analizadores de bandas finas tienen una anchura de
banda constante o una anchura de banda de porcentaje constante. En general, el
analizador de ancho de banda constante se utiliza sólo para espectros de sonido que
son estables y no varían en frecuencia; p. ej., el ruido de un transformador. El ana-
lizador de ancho de banda de porcentaje constante es preferible para el análisis de
espectros en que las variaciones de los frecuencias armónicas mantienen una rela-
ción fija con la variación de la frecuencia fundamental. En cualquier caso, el ancho
de banda del analizador debe ser más ancho que las fluctuaciones más amplias de la
frecuencia de los componentes espectrales que se están midiendo.
La elección del analizador de espectro suele venir determinada por los detalles
precisados en los resultados, el tiempo disponible para el análisis de datos y el tipo
de salida. Esta última puede ser un medidor, una tarjeta gráfica o series de tarjetas
o una tabulación numérica obtenida mediante la impresora del ordenador. Habi-
tualmente hay que llegar a un término medio en la selección del instrumento para
el análisis del espectro.
Si el analizador de espectro es del tipo que está conectado a la salida de un so-
nómetro, el análisis se lleva a cabo preferiblemente con el sonómetro ajustado en la
ponderación plana o lineal. Sin embargo, hay excepciones a esta regla general. Por
ejemplo, si hay componentes muy fuertes de frecuencia baja, puede utilizarse la
ponderación A como un filtro previo al analizador. Este procedimiento puede ayu-
dar a mejorar la precisión de los niveles de presión sonora de alta frecuencia en va-
rias bandas. Sin embargo, hay que aplicar correcciones para la respuesta de fre-
cuencia con ponderación A realmente medida a los niveles de presión sonora de la
banda indicada. Debido a las tolerancias permitidas a los instrumentos en la prác-
tica, la respuesta de frecuencia medida (no el objetivo de diseño) siempre debe
usarse en las correcciones.

Datos a registrar

Debe registrarse la siguiente iRformación, allí donde sea aplicable, cuando se reali-
za un estudio (sondeo) sobre el ruido, se miden los niveles de ruido ambiental o se
miden las características acústicas de una fuente de ruido. El registro de estos datos
supone una práctica técnica adecuada. Además, el registro de esta información es
esencial para demostrar que se han satisfecho las normas, códigos o reglas. Un in-
forme de medición amplio y cuidadosamente documentado es esencial en los pro-
cedimientos legales.

Fuentes de sonido

1. Descripción
2. Condiciones de funcionamiento
3. Condiciones de montaje
9.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ambiente acústico interior

1. Localización de las fuentes de ruido


2. Dimensiones del local de ensayo
3. Descripción de las características físicas de las paredes, techo y suelo
4. Esquema mostrando la localización de las fuentes de ruido
5. Temperatura, humedad y presión barométrica (en un trabajo de precisión,
para usarlo en el ajuste de la salida del calibrador sonoro)

Ambiente acústico exterior

1. Localización de las fuentes de ruido


2. Esquema de la zona en que se realizan las medidas, mostrando edificios, ár-
boles, estructuras y otros objetos reflectantes
3. Descripción de las características de la superficie del suelo
4. Temperatura, humedad (para calcular la absorción del sonido en el aire) y
presión barométrica (a una altura especificada por encima del suelo; para tra-
bajos de precisión)
5. Tipo y estado de la pantalla antiviento, si se ha utilizado

Instrumentación

1. Instrumentos utilizados en las mediciones, incluido nombre de los fabrican-


tes, modelos, números de serie y longitud del cable del micrófono, si se ha
empleado
2. Anchura de banda nominal del analizador de espectro
3. Calibrador sonoro, incluido fabricante, modelo y número de serie

Medición de los datos

1. Posiciones de los operadores.


2. Posiciones y orientaciones de los micrófonos.
3. Resultados de la comprobación de la sensibilidad acústica (calibración acús-
tica).
4. Ponderación de frecuencia y, si se ha empleado, ponderación exponencial
de tiempo [v. g., respuesta del indicador, rápida (fast) o lenta (slow)].
5. Niveles sonoros (o niveles de presión sonora medidos en todas las bandas de
frecuencia) para cada ubicación del micrófono. Duración de los períodos de
tiempo en que se promedia el nivel. Para los sonómetros convencionales: ni-
veles sonoros máximos y mínimos.
6. Niveles de ruido de fondo en cada localización del micrófono. (Para un aná-
lisis en bandas de frecuencia, los niveles de ruido de fondo deben medirse en
cada banda de frecuencia.)
7. Corrección en decibelios para la respuesta en frecuencia y directividad del
micrófono, respuesta en frecuencia del cable y ruido de fondo.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.25

8. Niveles sonoros corregidos (y/o niveles de presión sonora por banda de fre-
cuencia) para cada ubicación del micrófono.
9. Fecha y hora.
10. Nombres de los operadores.

REFERENCIA

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3." ed., Capítulo 15, McGraw-Hill,
Nueva York, 1988.
Capítulo 10
TECNICAS DE MEDIDA DE
LA VIBRACION

Cyril M. Harris

INTRODUCCION

Este capítulo describe el equipamiento utilizado en la medida de la vibración. La in-


formación detallada sobre los transductores, sus características y cómo están influi-
das por los factores ambientales se presenta en el Capítulo 7. El Capítulo 6 describe
varios componentes de los sistemas de medida y las características que determinan
su selección. El uso de estos sistemas de medida en los problemas de vibración pue-
de implicar sólo a uno o dos técnicos, por ejemplo para la comprobación de las con-
diciones de la maquinaria en una fábrica (Capítulo 39). Por otra parte, en la indus-
tria aeroespacial, algunos problemas de medida son tan complejos que exigen la
implicación de equipos completos de técnicos y varias divisiones de la compañía.
Sin embargo, todos estos ejemplos comparten ciertos procedimientos básicos de
medida. Son estos procedimientos (más que los detalles de medida, que cambian de
un problema a otro) los que se consideran aquí. Así, este capítulo incluye un co-
mentario general sobre: (1) la pTanificación de las medidas para lograr los objetivos
establecidos, (2) la selección del tipo de medida que debe hacerse para lograr los
objetivos marcados, (3) la selección de transductores, (4) el montaje de transduc-
tores, (5) el montaje de cables (incluyendo recubrimiento y toma de tierra) y (6) la
selección de técnicas para la calibración de campo del sistema global de medición.

PLANIFICACION DE LA MEDICION

Una planificación cuidadosa previa a las pruebas (y, en el caso de un programa de


medición complejo, la correspondiente documentación detallada) puede ahorrar
mucho tiempo en la realización de las mediciones y asegura que se obtiene la infor-
mación más útil a partir de los datos examinados. En muchos casos, como en los de

10.1
10.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

evaluación ambiental, los procedimientos de medida están incluidos en las especi-


ficaciones de ensayo. En otros casos (como al equilibrar maquinaria rotatoria), los
procedimientos de medición están esquematizados en detalle en las normas nacio-
nales o internacionales. En general, el primer paso de la planificación es definir el
propósito del examen y definir qué se va a medir. La planificación debe comenzar
con una definición clara de los objetivos del ensayo, incluyendo la precisión y fia-
bilidad requeridas. El segundo paso es definir aquellos factores no relacionados con
el equipamiento que influyen sobre la selección del equipo y las técnicas de medi-
ción. Entre éstos, la disponibilidad de personal entrenado, las consideraciones so-
bre el coste, el tiempo disponible para las mediciones, las consideraciones sobre ho-
rarios y las técnicas disponibles para el análisis, validación y presentación de los
datos.
A continuación, hay que considerar los distintos factores que aparecen refleja-
dos en la Tabla 10.1. Por ejemplo, es importante tener cierta estimación de las ca-
racterísticas del movimiento que se va a medir: su rango de frecuencia, amplitud,
rango dinámico, duración y dirección principal del movimiento. Esta información
es necesaria para definir las bases de una selección óptima del equipamiento de me-
dida. Sin embargo, suele saberse muy poco acerca de las características del movi-
miento que se va a medir. La experiencia previa puede servir de guía en la estima-
ción de las características de la señal. Si no se tiene información previa, pueden
llevarse a cabo mediciones preliminares para obtener información que sirve como
guía de las mediciones posteriores. Por ejemplo, supongamos que una medición
preliminar muestra un espectro de frecuencias con un contenido considerable en la
región de las frecuencias bajas. Esto indicaría que la capacidad de la instrumenta-
ción debe extenderse hacia las frecuencias inferiores en las mediciones posteriores.
Así, a menudo se produce un proceso repetitivo en los programas de medición de la
vibración. Para hacer más rápido este proceso, suele ser útil emplear equipos cuyas
características cubran un rango dinámico y de frecuencias amplio y que tenga una
flexibilidad considerable. No tener en cuenta esta retroalimentación informativa
puede a veces dar como resultado la obtención de datos sin sentido. Por ejemplo,
una organización llevó a cabo un programa de medición durante varias semanas. El
objetivo era correlacionar los datos de vibración de un edificio, medidos en los pro-
pios laboratorios de la organización, considerando estos laboratorios como una ubi-
cación para galvanómetros ultrasensibles y otros equipamientos sensibles al movi-
miento. No se halló correlación y todo el programa de medición fue una pérdida de
tiempo por dos razones:
1. Las medidas se realizaron con un equipo de frecuencia limitada que no era
suficientemente baja, de manera que componentes importantes del espectro
de la vibración del edificio no pudieron medirse.
2. Sólo se realizaron medidas en dirección vertical, en tanto que el componente
horizontal era dominante y algunas áreas de laboratorio resultaron inacep-
tables para la localización de equipamiento sensible a la vibración.
La Tabla 10.1 presenta varios factores que hay que considerar al planificar la
instrumentación para la medición de la vibración. Gran parte de ella se ha comen-
tado en capítulos anteriores y se harán referencias a ello, en lugar de repetirla aquí.
Por ejemplo, el Capítulo 6 describe los distintos componentes que siguen al trans-
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.3

TABLA 10.1. Factores que son consideraciones importantes en la selección del equi-
pamiento y las técnicas para la medición del impacto mecánico y la vibración

Parámetros a medir
Aceleración Tensión
Velocidad Fuerza
Desplazamiento Impedancia
Características del movimiento a medir
Rango de frecuencia Dirección del movimiento
Rango de amplitud Características transitorias
Fase Duración
Condiciones ambientales
Temperatura (ambiental y transitoria) Campos magnéticos y de frecuencias radio
Humedad Medio corrosivo y abrasivo
Presión ambiental Radiación nuclear
Ruido acústico Aceleración sostenida

Características del transductor (véase Capítulo 7)


Características eléctricas (sensibilidad, resolución, sensibilidad en el cruce de ejes, linealidad
de la amplitud, rango dinámico, respuesta en frecuencia, respuesta de fase)
Características físicas (p. ej., tamaño y masa)
Autogenerador o potencia auxiliar requerida
Conectado eléctricamente a la caja o aislado
Amplificador autocontenido
Montaje del transductor y localización de los montajes
Efecto del montaje sobre las características del transductor
Efecto del montaje sobre las características vibratorias del elemento bajo examen
Número de localizaciones de medición
Espacio disponible para las localizaciones de medición
Accesibilidad para instalación y mantenimiento
Facilidad de instalación
Posibilidad de desalineamiento del montaje con respecto a la dirección de medida deseada

Componentes del sistema (preamplificadores, acondicionadores de señal, filtros,


analizadores) (véase Capítulo 6)

Características eléctricas (p. ej., impedancias de entrada y salida)


Disponibilidad de potencia
Interferencia de ruido (blindaje, evitar bucles de toma de tierra)
Número de canales requeridos para medición y grabación
Posible requisito de información de tiempo real
Método de transmisión de datos
Cable coaxial
Par de cables enrollados
10.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 10.1. Factores que son consideraciones importantes en la selección del equi-
pamiento y las técnicas para la medición del impacto mecánico y la vibración (Conti-
nuación)

Método de transmisión de datos


Telemetría (canales asignados)
Fibra óptica
Equipo de grabación (véase Capítulo 6)
Capacidad de tiempo de grabación
Características eléctricas (p. ej., relación entre señal y ruido)
Ser portátil; requisitos de potencia
Correlación entre información grabada y fenómenos físicos
Redundancia para minimizar el riesgo de pérdida de información crucial
Calibración de campo
Transductores
Sistema de medición global
Análisis de datos, presentación y validación
Manual o automática
Tipo de presentación requerida

ductor en un sistema de medición (como preamplificadores, acondicionadores de


señal, filtros, analizadores y registradores) y describe la selección de la anchura de
banda del analizador apropiada, escala de frecuencia, escala de amplitud, selección
de ventanas de datos, etc.

SELECCION DEL PARAMETRO A MEDIR

A menudo, la selección del parámetro a medir (desplazamiento, velocidad, acele-


ración o tensión) está predeterminada por las especificaciones o las normas. Cuan-
do no es éste el caso, resulta útil aplicar las consideraciones incluidas en la Tabla
10.2 o aplicar la regla del espectro más plano descrita en el Capítulo 39. De acuerdo
con ésta, el mejor parámetro de movimiento para ser utilizado es aquel cUyo espec-
tro esté más próximo a ser uniforme (el que tenga el espectro más plano). Esto es
importante por dos razones: si el espectro es relativamente plano (1) un aumento en
cualquier frecuencia tiene aproximadamente la misma probabilidad de influir sobre
los niveles globales de vibración y (2) se plantean demandas mínimas sobre el rango
dinámico que se precisa en el equipamiento que sigue al transductor. Por ejemplo,
la Figura 39.2 muestra dos espectros obtenidos bajo condiciones idénticas; uno, un
espectro de velocidad, y otro, un espectro de desplazamiento. El espectro obtenido
mediante un transductor de velocidad es más uniforme; por tanto, la velocidad sería
el parámetro de movimiento más adecuado.
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.5

TABLA 10.2. Guía para la selección del parámetro de medición


Mediciones de aceleración
Utilizadas a frecuencias altas en que las medidas de aceleración aportan las salidas de señal
más altas
Utilizadas donde las fuerzas, cargas y tensiones han de ser analizadas allí donde la fuerza es
proporcional a la aceleración (que no siempre es el caso)
Utilizadas cuando es preciso un transductor de tamaño pequeño y poca masa, ya que los ace-
lerómetros suelen ser algo menores que las tomas de velocidad o desplazamiento

Mediciones de velocidad
Utilizadas cuando las medidas de vibración han de correlacionarse con medidas acústicas, ya
que la presión sonora es proporcional a la velocidad de la superficie vibratoria
Utilizadas a frecuencias intermedias en que las medidas de desplazamiento dan lugar a sali-
das del transductor que pueden ser demasiado pequeñas para poder medirse convenien-
temente
Utilizadas ampliamente en medidas sobre maquinaria en que el espectro de velocidad suele
ser más uniforme que los espectros de desplazamiento o aceleración

Mediciones de desplazamiento
Utilizadas cuando la amplitud del desplazamiento es particularmente importante; p. ej., don-
de las partes vibratorias no deben tocarse o donde el desplazamiento por encima de un
valor determinado da como resultado daños en el equipamiento
Utilizadas donde la magnitud del desplazamiento puede ser una indicación de las tensiones
a analizar
Utilizadas a frecuencias bajas, donde la salida de los acelerómetros o tomas de velocidad
pueden ser demasiado pequeñas como para resultar útiles
Utilizadas para medir el movimiento relativo entre cuerpos rotatorios y la estructura de una
máquina
Mediciones de tensión

Utilizadas donde una parte del objeto que se está examinando sufre una variación apreciable
bajo la tensión producida por la vibración, habitualmente limitada a frecuencias bajas

Selección del transductor

En la selección del transductor que mejor se ajuste a una medición determinada hay
que tener en cuenta los distintos factores que aparecen en la Tabla 10.1, sobre todo
los relacionados con Parámetro a medir, Características del movimiento a medir,
Condiciones ambientales y Características del transductor. Todos estos factores
(además del coste y la disponibilidad) influyen en el proceso de selección. Si la con-
sideración de distintos factores conduce a recomendaciones opuestas, hay que de-
terminar su importancia relativa y, sobre esta base, tomar una decisión. Por ejem-
plo, consideremos dos factores que influyen en la selección de un acelerómetro
piezoeléctrico: sensibilidad y masa. Las consideraciones de sensibilidad sugerirían
que se seleccionara un transductor de gran tamaño, ya que la sensibilidad suele au-
mentar con el tamaño (y por tanto con la masa) para un acelerómetro de este tipo.
10.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Por otra parte, las consideraciones de la masa sugerirían que se seleccionara un


transductor de pequeño tamaño, con el fin de minimizar la carga sobre el elemento
de examen. El tamaño pequeño supone una ventaja porque la frecuencia natural de
una estructura desciende al añadirle masa. Por tanto, en este caso, se elegiría el
transductor más sensible (y por tanto de mayor tamaño) que no produzca una carga
de masa significativa. En casos especiales, incluso el transductor más pequeño pue-
de dar como resultado una carga inaceptable. Entonces puede elegirse un aparato
que no haga contacto con la superficie de examen.
Consideremos otro ejemplo. Supongamos que una especificación requiere que
se mida el desplazamiento de la vibración. Es razonable asumir que hay que elegir
un transductor de desplazamiento (como el que se describe en el Capítulo 14 de la
Referencia 1), ya que (dependiendo del espectro de la frecuencia) éste daría lugar
a la relación más alta entre señal y ruido. Por otra parte, en muchos problemas de
medida es más conveniente e igualmente satisfactorio seleccionar un acelerómetro
con un rango dinámico amplio y emplear un circuito eléctrico que obtenga el des-
plazamiento mediante la integración doble de la señal de la salida del transductor.

MONTAJE DEL TRANSDUCTOR

Existen distintos métodos de montaje de un transductor sobre una superficie de en-


sayo: (1) atornillar el transductor sobre la superficie de ensayo mediante un taco en-
roscado, (2) adherir el transductor a la superficie de ensayo, (3) montar el transduc-
tor sobre la superficie de ensayo mediante una capa de cera, (4) conectar el
transductor a una superficie ferromagnética mediante un imán permanente, (5)
montar el transductor sobre un apoyo que, a su vez, está montado sobre la superfi-
cie de ensayo y (6) sujetar el transductor sobre la superficie con la mano. La Figura
10.1 ilustra otras técnicas de montaje, y sus características de respuesta en frecuen-
cia aparecen en la Figura 10.2. La Figura 10.3 ilustra dos tipos de apoyos mecánicos.
El método de montaje afecta a la frecuencia de resonancia y, por tanto, al rango
de frecuencia útil del transductor. Por ello es importante asegurarse de que la res-
puesta en frecuencia es la adecuada antes de iniciar las medidas. Cada uno de los
métodos de montaje previos tiene ventajas y desventajas. La elección adecuada
para un problema de medida concreto depende de varios factores, entre los cuales
están los siguientes:
Efecto del montaje sobre el rango de frecuencias útil del transductor
Efecto de la carga de la masa del montaje del transductor sobre la superficie de
ensayo
Nivel máximo de vibración que puede aguantar el montaje
Temperatura máxima de funcionamiento
Precisión de medida
Posibilidad de repetir las medidas. (¿Puede volver a montarse el transductor en
la misma posición exactamente con la misma orientación?)
ARANDELA LlGANTE
DE MICA

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(e) (')
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(a)
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(el) (e)
(f)

FIGURA 10.1. Varios métodos de montaje de un transductor sobre una superficie de ensayo. (a) Montaje de
taco; el transductor se enrosca directamente sobre la superficie mediante un taco a rosca. (b) Igual que (a),
pero con un transductor aislado de la superficie de ensayo mediante un taco fabricado con material aislante y
una arandela de mica entre la superficie y el transductor. (e) Montaje con ligante de un transductor; elligante
une el transductor directamente a la superficie. (d) Parecido a (e), pero el ligante une la superficie a un taco
atornillado al transductor. (e) Transductor montado sobre una superficie mediante un disco o cinta de doble ..a
o
cara. (1) Transductor montado sobre la superficie mediante un imán. (Cortesía de Brüel y Kjaer.) :....
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FRECUENCIA. Hz FRECUENCIA. Hz

FIGURA 10.2. Curvas de respuestas en frecuencia para el mismo acelerómetro piezoeléctrico montado me-
diante distintos métodos ilustrados en la Figura 10.1. (a)) Montaje con taco; (b) montaje con ligante; (e) mon-
taje de adhesivo de doble cara; (el) montaje magnético. Los números dentro de los círculos indican las con-
diciones de montaje descritas en el texto. (Cortesía de Brüel y Kjaer.)
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.9

FIGURA 10.3. Dos tipos de apoyos de montaje. En este ejemplo, se muestra un


transductor del tipo de velocidad; las flechas indican la dirección del movimiento me-
dido.

Estabilidad del montaje a lo largo del tiempo


Requisito de que la superficie de ensayo no se dañe con los agujeros de los tor-
nillos
Requisito de aislamiento eléctrico del transductor
Tiempo requerido para preparar el montaje
Tiempo requerido para quitar el montaje
Dificultad de limpieza del transductor después de su retirada de la superficie de
ensayo
Dificultad de limpieza de la superficie de ensayo una vez retirado el transductor
Destreza requerida para preparar el montaje
Coste del montaje
Problemas ambientales (suciedad, polvo, aceite, vapor)
Por ejemplo, el «requisito de aislamiento eléctrico del transductor» constituiría
una consideración principal en la selección del método de montaje si el aislamiento
así obtenido diera como resultado la ruptura del bloque de tierra, como se explica
en la siguiente sección.

Montaje del taco. La Figura 10.112 ilustra un típico transductor montado con taco.
El transductor se fija a la superficie de ensayo mediante un tornillo de metal. La Fi-
gura 10.lb muestra un método de montaje del transductor para aislarlo de la super-
ficie de ensayo. El taco de metal es reemplazado por otro fabricado con un metal
aislante y se inserta una arandela de mica entre la superficie y el transductor. Otros
fabricantes emplean un taco a rosca aislado con una falange del mismo material; la
falange, situada a media longitud del taco, sirve de base para el acelerómetro.
Si el montaje mediante tacos es factible, es el mejor por las siguientes razones:
1. Se obtiene la frecuencia de resonancia más alta (hasta 100 kHz) de cualquie-
ra de las técnicas de montaje y, por tanto, el rango de frecuencias de medida
más amplio posible (hasta 50 kHz).
2. Permite medir a niveles de vibración muy altos sin que el transductor se se-
pare de la superficie de ensayo.
10.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

3. No reduce la máxima temperatura de funcionamiento permisible a que pue-


den realizarse las medidas.
4. Permite resultados precisos y reproducibles, ya que la posición de medida
siempre puede duplicarse.

Al preparar un montaje con tacos, la superficie ha de ser agujereada y prepara-


da. Suele usarse una rosca normalizada 10-32. (Véase también International Stan-
dards Organization Norma ISO 1101.) La distorsión del transductor montado pue-
de producir tensiones que afectan a su respuesta. Por tanto es importante: (1)
asegurarse de que la superficie a examen es muy plana (que puede lograrse median-
te esmerilado o pulido; (2) prevenir que el montaje mediante tacos se haga en la
carcasa del transductor, lo cual puede dar lugar a tensión, y (3) atornillar el taco en
el agujero de la superficie de examen y montar luego el acelerómetro sobre el taco
según las recomendaciones del fabricante del transductor. La aplicación de una gra-
sa de silicona (como Dow-Corning DC-4) o un aceite ligero de máquina entre el
transductor y la superficie de ensayo suele aportar la mejor respuesta a frecuencias
altas, por ejemplo, por encima de 2000 Hz.
La Figura 10.2a muestra las curvas de respuesta para un acelerómetro montado
con tacos para las siguientes condiciones: (1) ajustado con llave inglesa, que tiene la
frecuencia de resonancia más alta; (2) ajustado a mano; (3) montado con una aran-
dela de mica para aportar aislamiento eléctrico entre el transductor y la superficie
vibratoria, y (4) montado sobre una arandela de mica más delgada, que da como re-
sultado una frecuencia de resonancia más alta que (3).

Montajes con Iigantes de cianocrilato, dental y EPOXY. Cuando no es posible


utilizar un montaje de tacos, el transductor puede unirse a la superficie mediante
una fina capa de ligante (por ejemplo, cianoacrilato, dental y EPOXY), como mues-
tra la Figura 10.le. Si la superficie de ensayo no es plana y se utiliza un acelerómetro
miniatura, no es difícil montar una capa de cemento dental alrededor del aceleró-
metro para lograr que esté firmemente anclado.
Otro método de montaje es utilizar un taco cementador que se atornilla dentro
del transductor; el lado plano del taco se une con elligante a la superficie de ensayo,
como muestra la Figura 1O.ld. Esta es una técnica útil cuando se requieren medidas
repetidas en el mismo punto. El transductor puede desmontarse para medidas en
otros lugares, pero el taco sigue en el mismo sitio. Se logra así la seguridad de que
las medidas futuras se realizarán exactamente en el mismo punto.
El método de montaje con ligante de un transductor aporta una respuesta en
frecuencia excelente, como muestra la Figura lO.2b, para tres condiciones: (1) ace-
lerómetro cementado directamente sobre la superficie de ensayo, (2) acelerómetro
cementado con un adhesivo «suave» (no se recomienda) y (3) acelerómetro con un
taco que se conecta a la superficie mediante ligan te fuerte.
Este tipo de montaje puede usarse con niveles altos de vibración si las superfi-
cies se preparan cuidadosamente. Puede aportar o no aislamiento eléctrico; si éste
es preciso, la resistencia eléctrica entre el transductor y la superficie de ensayo debe
comprobarse. La temperatura máxima a que pueden realizarse las medidas está li-
mitada por las características físicas del cemento empleado, habitualmente unos
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.11

80 oC (176°F). Este tipo de montaje mantiene buena estabilidad a lo largo del tiem-
po.
Los ligantes de metil cianoacrilato, como Eastman Kodak 910MHT 3M, Cya-
nolite 101 y Permabond 747, se secan mucho más rápidamente que el EPOXY y por
tanto se precisa menos tiempo para montar un transductor. Pueden retirarse fácil-
mente y la superficie puede limpiarse con un disolvente como acetona. Retirar el
EPOXY de la superficie de examen y del transductor puede llevar bastante tiempo.
De hecho, la unión con EPOXY puede ser tan fuerte que el transductor puede da-
ñarse al intentar retirarlo de la superficie. Cuando está adherido con EPOXY, el
acelerómetro puede estar sometido a considerable tensión, lo cual alterará signifi-
cativamente sus características. Por otra parte, salvo que las superficies sean muy
suaves, un EPOXY ofrece una unión superior, ya que rellenará una superficie ru-
gosa mucho mejor que un ligante de cianoacrilato. Con cualquiera de los agentes
conectores, las superficies han de estar muy limpias antes de aplicar el cemento.

Montaje de cera. La cera de abeja o la cera de base de petróleo puede utilizarse


para conectar el transductor con una superficie de ensayo plana. Si la capa conec-
tora es delgada (por ejemplo, no superior a 0,2 mm), es posible obtener una fre-
cuencia de resonancia casi tan alta como la del montaje con tacos, pero si la super-
ficie de examen no es lisa, se precisa una capa de cera más gruesa y se reducirá la
frecuencia de resonancia. Si las superficies a unir están muy limpias y libres de va-
por, es relativamente fácil montar el transductor, aunque es necesaria cierta prác-
tica. El transductor puede retirarse rápidamente mediante un disolvente tipo nafta.
Las desventajas incluyen la posibilidad de que el transductor se despegue a niveles
de vibración muy altos, la limitación de temperatura debido al punto relativamente
bajo en que se derrite la cera y la baja estabilidad del montaje a largo plazo.

Montaje adhesivo. Puede utilizarse una película adhesiva para montar un trans-
ductor pequeño sobre una superficie de examen plana y limpia; habitualmente me-
diante una cinta adhesiva de doble cara. Algunos fabricantes de transductores ofre-
cen discos adhesivos de doble cara. Esta técnica de montaje, ilustrada en la Figura
1O.le, es rápida y fácil de aplicar. Más aún, este montaje tiene la ventaja de aportar
aislamiento eléctrico entre el transductor y la superficie de examen y no requiere
practicar agujeros sobre ésta. Es aplicable sobre todo con transductores que no ten-
gan agujero en su base. Estos adhesivos ofrecen una conexión segura sobre un ran-
go limitado de temperaturas. Al preparar un montaje adhesivo, es importante lim-
piar tanto el acelerómetro como la superficie de ensayo, con el fin de que se
adhieran firmemente. Cuando se hace así, la respuesta en frecuencia puede ser bas-
tante buena, como ilustra la Figura 10.2c, pero no tanto como con el montaje de
cera.

Montaje magnético. En el montaje magnético, ilustrado en la Figura 1O.le, un


imán permanente conecta el transductor a la superficie de ensayo, que debe ser fe-
rromagnética, plana, libre de partículas de suciedad y razonablemente suave. El
montaje magnético es útil para medir niveles bajos de aceleración. El transductor
puede conectarse fácilmente a la superficie y moverse rápidamente de un punto de
medida a otro. Por ejemplo, en un sistema de aire acondicionado (descrito en el Ca-
10.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO

pítulo 39), puede utilizarse para determinar la localización de medida adecuada en


la que montar un transductor permanentemente sobre una gran máquina rotatoria.
En una máquina pesada de este tipo, la masa añadida por el imán no es importante,
pero en otros casos, esta carga adicional sobre la superficie de ensayo puede hacer
inaceptable un montaje magnético. Más aún, si los niveles de aceleración son sufi-
cientemente altos, como en el ensayo de impacto, el imán puede soltarse momen-
táneamente. Esto puede dar como resultado una lectura inadecuada y posiblemen-
te un ligero cambio en la posición del transductor, lo cual también modificará la
lectura. La respuesta en frecuencia de este tipo de montaje es buena, como muestra
la Figura 10.2d, pero no tanto como el montaje de cera. El imán, proporcionado ge-
neralmente por el fabricante del transductor, suele ajustarse a éste mediante: (1) un
tornillo protector sobre el imán, que se introduce en la base del transductor, 0(2)
un tornillo, uno de cuyos extremos se enrosca en el transductor, y el otro, en el
imán. La aplicación de aceite ligero de máquina o grasa de silicona suele mejorar la
respuesta en frecuencia por encima de 2000 Hz.

Montaje con apoyo o bloque. En algunos casos las condiciones físicas hacen im-
posible montar un transductor mediante cualquiera de los métodos anteriores. En-
tonces puede utilizarse un apoyo o bloque que haya sido especialmente preparado
para uso sobre la superficie de ensayo (véase Figura 10.3). En lugar de emplear un
acelerómetro triaxial, a veces es más conveniente utilizar tres transductores, con
sensibilidades en tres direcciones ortogonales, sobre un bloque único. Cualquiera
de estos montajes debe acoplar el transductor sobre la superficie de ensayo de ma-
nera que pueda seguir con precisión el movimiento de la superficie a la que está co-
nectado. Esto requiere que la rigidez efectiva del montaje del transductor sea alta,
de manera que no deflecte bajo la carga inercial de la masa del transductor. Esto no
representa un problema grave en la mayoría de las instalaciones de transductores.
Los apoyos de montaje pueden tener frecuencias de resonancia que están por
debajo de 2000 Hz y tienen poco amortiguamiento. Bajo tales condiciones, su uso
puede dar lugar a errores significativos de medida como resultado de la amplifica-
ción resonante o debido a la atenuación de la vibración en el montaje. Esto se ilus-
tra en la Figura 10.4, que muestra la respuesta en frecuencia de un transductor mon-
tado sobre apoyos que son idénticos en su geometría, pero que están fabricados con
distintos materiales. Nótese que un cambio de material, de acero (A) a plástico fe-
nólico (B), reduce a la mitad la frecuencia de resonancia del montaje. Un cambio en
el método de conexión de montaje, de tornillo (B) a nexo adhesivo mediante resina
EPOXY (C), aumenta significativamente la frecuencia de resonancia del montaje.
Aunque estos resultados no son de naturaleza general, muestran que variaciones
menores en el montaje del transductor pueden producir cambios significativos en
las características de la salida del transductor.

Transductor sujeto con la mano

Un transductor que se sujeta contra la superficie de ensayo manualmente ofrece


peor rendimiento que cualquiera de las técnicas descritas anteriormente, pero a ve-
ces puede resultar útil para hacer un sondeo rápido de la superficie, ya que la loca-
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.13

<1: 4 r - - - , - - - - , - - - - . - - - - ,
oo PLASTICO FENOLlCO.
~ 5 MONTADO CON TORNILLO
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:5 Q PLASTICO FENOLICO.
l::! fil O CEMENTADO CON EPOXY
:!: O 500 1.000 1.500 2.000
FRECUENCIA. Hz

FIGURA 10.4. Respuesta en frecuencia relativa de un transductor de velocidad mon-


tado sobre tres apoyos que tienen idéntica geometría, pero que están fabricados con
distintos materiales: (A) apoyo de acero, montado con tornillo; (8) apoyo de tejido re-
forzado de plástico fenólico, montado con tornillo; y (e) igual que (8) pero conectado
mediante resina adhesiva EPOXY.

lización de la medida puede cambiarse más rápidamente que con cualquier método
de montaje. Por lo general, una barra (denominada sonda), con rosca en un extre-
mo, se atornilla al transductor; el otro extremo tiene una punta que se presiona con-
tra la superficie de ensayo. La respuesta en frecuencia es muy restringida, aproxi-
madamente de 20 a 1000 Hz. Esta técnica se utiliza cuando no es esencial la
precisión en la medición, p. ej., para hallar los puntos nodales sobre una superficie
vibratoria.

Carga de masa

El efecto del montaje sobre la precisión de la medida puede estimarse aproxima-


damente si se asume que la combinación del transductor (con una masa m) y el
montaje (con una rigidez k) se comporta como un sistema simple de masa y muelle,
conducido hacia el extremo del muelle del sistema. Entonces, la aceleración del
transductor viene dada por

k
x=ü-----;:; (10.1)
k + m(2'Trf)2

donde ü es la aceleración del elemento que se examina y les la frecuencia de vibra-


ción. Si la aceleración de un transductor ha de estar dentro del 10 por 100 de la ace-
leración del elemento examinado, a partir de la Ecuación (10.1), k ha de tener un
valor al menos 10 veces mayor que el término m(2'Trf)2. Dado que la frecuencia na-
tural no amortiguada In del sistema transductor-montaje viene dada por In =
(k1m)112/(2'Tr), el valor de la frecuencia natural del sistema debe ser al menos 10 ve-
ces la frecuencia de vibración del elemento examinado, especialmente para la me-
dición de transientes.
10.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TECNICAS DE CALlBRACION DE CAMPO

Transductores

En el Capítulo 18 de la Referencia 1 se describen varios métodos de calibración de


los transductores. De entre ellos, los siguientes son particularmente adecuados para
su uso en trabajos de campo.

Método de comparación. Este es un método rápido y cómodo para obtener la


sensibilidad de un transductor. Es una de las técnicas de calibración más frecuen-
temente utilizadas. La calibración se obtiene mediante la comparación directa de la
salida generada cuando el transductor está conectado a un excitador de vibración
con la salida generada por un transductor normalizado secundario que está conec-
tado al mismo excitador de vibración y que está sujeto precisamente al mismo mo-
vimiento. Los dos transductores se montan reverso contra reverso. La calibración
mediante este método está limitada a los rangos de frecuencia y amplitud para los
que ha sido calibrado el transductor secundario y para los que el excitador de vibra-
ción tiene movimiento rectílineo adecuado.

Método de calibración de caída libre. El método de calibración gravimétrica de


caída libre (a veces denominado prueba de caída) es una forma sencilla y rápida de
calibrar los sensores de movimiento y fuerza. Se permite que el transductor a prueba
caiga libremente durante un instante de tiempo bajo la influencia de la gravedad; en-
tonces se mide la señal pico para una aceleración de la gravedad con un valor de 1 g.

Método del campo de gravitación de la tie"a. La siguiente técnica (a veces de-


nominada calibración por método de inversión) es una variación del calibrador de
apoyo inclinado. El eje sensible del transductor se alinea primeramente en vertical,
en una dirección del campo gravitacional de la tierra, como muestra la Figura 1O.5a.
Entonces se invierte de manera que su eje sensible se alinea en la dirección opuesta,
como muestra la Figura 10.5b. Se observa la salida del transductor para un cambio
de aceleración de 2 g, como muestra la Figura 10.5c. La aplicación de este método
está limitada a acelerómetros con una sensibilidad que desciende hasta OHz; no se
recomienda para la calibración de acelerómetros con una sensibilidad transversal
significativa.

Sistema completo

La calibración de un sistema completo de medida de la vibración suele denominarse


calibración global o calibración de extremo a extremo. Es aconsejable realizarla a in-
tervalos periódicos, sobre todo antes y después de una serie amplia de mediciones.
En esta calibración, se determinan las características de amplitud, de fase y la linea-
lidad del sistema completo cuando el transductor está sometido a una aceleración,
velocidad o desplazamientos conocidos. Cuando esto no es posible, a veces se de-
terminan las características globales mediante la combinación de las características
de los componentes individuales del sistema, como se describe a continuación, o
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.15

9• •
9

CONDICION INICIAL CONDICION FINAL


(a) (b)

w
....,
~
:...J
o I TIEMPO
>

-1 ,TRANSICION,I, +19
CONDICION CONDICION
INICIAL FINAL
(e)

FIGURA 10.5. Método del campo gravitacional (prueba de inversión para calibrar un
acelerómetro con una sensibilidad útil hasta O Hz). La inversión del acelerómetro, ini-
cialmente alineado en una dirección (a), hacia la dirección opuesta (b) produce un
cambio de aceleración de 2 g. En (e) se mide la salida del transductor para este cam-
bio. (Cortesía de Ouixote Measurement Dynamies, Ine.)

mediante el empleo de una salida simulada de transductor [véase «Método de cali-


bración de sustitución del voltaje» a continuación y «Calibración de circuitos auxi-
liares» (Capítulo 18 de la Referencia 1)].
Puede haber una señal eléctrica significativa en la salida de un sistema de me-
dición, aunque el transductor no aporte ninguna señal a la entrada; estas señales
eléctricas se denominan ruido: (1) pueden resultar de un acoplamiento entre circui-
tos en el sistema de medición y circuitos de potencia, (2) pueden estar generadas
por elementos sensibles a la vibración distintos al transductor (como el cable), o (3)
pueden ser el resultado de una selección inadecuada de los componentes del siste-
ma o el ajuste inadecuado de uno o más de estos componentes, de manera que no
se logra la relación entre señal y ruido que el sistema completo puede conseguir.
Si la fuente de ruido es un componente único del sistema de medición, a veces
puede localizarse mediante un osciloscopio, que se conecta primeramente a la sali-
da del transductor sin aplicar vibración. Entonces se mueve la conexión del oscilos-
copio, componente a componente, a través del sistema de medida hasta que se ob-
serva ruido. Otro enfoque es hacer cortocircuitos en la vía de la señal en varios
puntos del sistema (allí donde se pueda), de uno en uno, hasta que desaparezca el
ruido del sistema. Por lo general, así se señala como fuente al componente siguiente
más próximo al transductor a partir del último cortocircuito.
10.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Hay que eliminar o controlar las fuentes mecánicas espurias y acústicas de ruido
si producen ruido en el sistema de medida. Las resonancias espurias en la respuesta
del sistema global pueden resultar de un asentamiento inadecuado del transductor
sobre la superficie de ensayo o de resonancias en el montaje del transductor. A me-
nudo resulta útil excitar el sistema de transductor-montaje mediante un soplo y ob-
servar luego la salida del transductor; hay que observar las resonancias distintas a la
frecuencia de resonancia del transductor. Las otras frecuencias de resonancia que
aparezcan pueden deberse a: (1) resonancias en el objeto examinado o (2) resonan-
cias en el montaje del transductor. Los montajes flojos suelen producir señales «rui-
dosas» y sonidos de zumbido audibles. A menudo es difícil determinar la diferencia
entre las resonancias en el montaje y las del objeto que se examina. Si existen dudas
serias, hay que repetir la prueba con un montaje distinto o con una localización de
medida distinta para el transductor. Si las frecuencias de resonancia son idénticas,
probablemente se deben al objeto y el montaje original era seguramente
satisfactorio.

Uso de las características de calibración de los componentes de un sistema de me-


dida. Un sistema completo puede calibrarse combinando las características eléc-
tricas medidas en todos los componentes del sistema, de un extremo a otro. Obte-
ner una calibración del sistema de esta manera evita las dificultades de una
calibración de campo precisa, pero requiere que cada elemento sea calibrado en el
laboratorio con extremo cuidado y que los efectos de las impedancias de la fuente y
de la carga sean completamente explicados. Así, la calibración del sistema está so-
metida a la suma de los errores experimentales introducidos por la calibración de
cada elemento, además de cualquier error resultante de la simulación inadecuada o
explicativa de los efectos de carga. En general, la calibración de cada elemento se
realiza antes de montar el sistema y por ello este método está sometido a errores que
resultan de: (1) daños no detectados de los componentes entre calibración y uso y/o
(2) conexiones inadecuadas, identificaciones erróneas o confusiones en la polaridad.

Método de calibración de sustitución del voltaje. Un transductor simulado ade-


cuado para utilizarlo en las comprobaciones de campo debe duplicar las salidas
eléctricas del transductor real para las distintas condiciones de vibración que hay
que simular. El transductor simulado tiene que: o (1) reproducir el voltaje eléctrico
o las características de generación de corriente del transductor real y tener la misma
impedancia de salida o (2) duplicar la cantidad eléctrica generada por el transductor
real cuando se conecta a su carga. No satisfacer estas condiciones dará como resul-
tado una carga distinta entre transductores reales y simulados y probablemente pro-
ducirá errores de calibración. Es importante que el transductor simulado tenga las
mismas configuraciones de toma de tierra que el transductor real; en caso contrario,
el ruido del circuito eléctrico y el habla cruzada' no estarán representados con pre-
cisión cuando se utilice el transductor simulado.

* El habla cruzada es la salida de un canal de medición cuando se aplica una señal a otro canal de me·
dición. El habla cruzada se diferencia de otras alteraciones eléctricas porque es una función de la señal
aplicada al otro canal de medida y desaparece cuando se retira esta señal.
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.17

La Figura 10.6 muestra ejemplos de circuitos que simulan transductores. Estos


introducen una señal eléctrica en el sistema de medida, simulando por tanto la res-
puesta del transductor real.

CONSIDERACIONES SOBRE LOS CABLES Y LA INSTALACION


ELECTRICA

El método de transmisión de datos entre el transductor y la instrumentación elec-


trónica que le sigue depende de la complejidad del problema. En general, se utilizan
cables en la mayoría de los casos, pero la industria aeroespacial a menudo confía la
transmisión de datos a la telemetría. Existen muchos tipos de cables. La elección del
más adecuado depende fundamentalmente de la aplicación concreta, el transduc-
tor, la longitud del cable, de si el transductor es seguido de un amplificador de vol-
taje o amplificador de carga y de las condiciones ambientales. Por ejemplo, la funda
del cable puede ser de caucho de silicona, con un rango de temperatura útil entre
-73 y 260 oC ( -100 a 500°F); de polivinilclorido, con un rango de temperatura útil
entre - 54 Y79 oC ( -65 a 175°F), o de teflón fusionado, con un rango de tempera-
tura útil entre -268 y 260 oC (-450 a 500°F). Existen cables especiales que pueden
utilizarse a temperaturas mucho más altas. En general, los cables deben ser tan li-
geros y flexibles como sea posible, de acuerdo con otros requisitos. El efecto de la
capacidad de derivación del cable que sigue al transductor sobre la sensibilidad de
éste depende del tipo de amplificador conectado al cable. Si se utiliza un amplifi-
cador de voltaje, hay una reducción en la sensibilidad del transductor, dada median-
te la Ecuación (7.7). Por otra parte, cuando se utiliza un amplificador de carga, el
efecto de la capacidad de derivación del cable en la reducción de la sensibilidad del
transductor es insignificante (aunque la recepción de ruido en el circuito de impe-
dancia alta aumenta con la longitud del cable).
Dentro del rango de frecuencias auditivas, la inductancia L de la serie y la pér-
dida de derivación G de los cables cortos de buena calidad son insignificantemente
pequeñas en comparación con otrgs parámetros y por tanto pueden ignorarse. La
Figura 10.7a muestra la representación equivalente de baja frecuencia de un cable
con constantes distribuidas. Para la mayoría de las aplicaciones, la configuración
más sencilla de constante agrupada de la Figura 1O.7b es una representación sufi-
cientemente precisa. Las cantidades Re Y Ce son la resistencia total de los conduc-
tores y la capacidad total entre ellos, respectivamente. Los valores para un cable
coaxial típico con un dieléctrico de teflón son Re = 0,01 ohmios/ft (0,03 ohmios/m)
y Ce = 29 micro-microfaradios/ft (88 micro-microfaradios/m).
La impedancia normal característica de aproximadamente 50 ohmios para
este cable no es significativa en la mayoría de los problemas de medición, en que
los cables suelen ser relativamente cortos. La impedancia del circuito abierto de
entrada del cable es casi exclusivamente capacita ti va. Cuando se ha terminado,
adquiere la impedancia de la carga, modificada por las series y los parámetros de
derivación.
...
?
TIPO DE TRANSDUCTOR TRANSDUCTOR SIMULADO NOTAS ...
R = Resistencia del potenciómetro desde la derivación 00
AISLAMIENTO
~RANSFORM~~b~RTO ~ A hacia B y C conectados conjuntamente
e = Voltaje de excitación del potenciómetro
x el cambio de resistencia/resistencia total
TIaffiO LJ-l~-@ del potenciómetro
ESTE CIRCUITO SOLO ES VALIDO PARA VALORES
® PEQUEÑOS DE CAMBIO DE RESISTENCIA
DEL POTENCIOMETRO s:l>
TIPO AUTOGENERADOR Z
CAPTADOR DE VELOCIDAD R, Rl» R2 e
l>
r
e fijado igual a R, + R, x VOLTAJE
em
R, g~LS~~g~ITO
osc. fR': ABIERTO DEL
TRANSDUCTOR
s:m
AISLAMIENTO e
DEL TRANSFORMADOR

TIPO PUENTE
r--:
CALIBRADOR DE TENSION
8.d e ~
C/)
l>
Rl» R2 n
eC/)
R, = 1/2 RESISTENCIA DEL PUENTE LEG. R
R, + R, -t
e fijado igual a - - - x VOLTAJE DEL
R, g~~IJ~L~~J..ERTO ~
C/)
DEL PUENTE -<
I ose:1 n
o
.J" ¡I:~'~T-O-M-A-DO-R- i:= = =f= = =
DEL TRANSFOR z
-t
:D
ACELEROMETRO DE O
TIPO PIEZOELECTRICO r
fC e = FIJADO IAGUAL AL VOLTAJE DE SALIDA
DEL ACELEROMETRO DEL CIRCUITO ABIERTO
em
r
:D
c = 2 x CAPACIDAD EQUIVALENTE DEL TRANSDUCTOR e
OSC. e e
o
AISLAMIENTO
DEL TRANSFORMADOR
8J~
FIGURA 10.6. Diagramas eléctricos esquemáticos de algunos tipos frecuentes de transductor y circuitos tí-
picos utilizados para simularlos durante la calibración de campo. Los terminales denominados A y B son las
conexiones de los cables de la señal a los que el transductor o el transductor simulado están conectados.
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.19

R R R R R

(a) (b)

FIGURA 10.7. Aproximaciones sucesivas en la representación de una línea de trans-


misión corta de alta calidad a frecuencias auditivas. (a) Configuración de constante
distribuida ignorando la inductancia de la serie y la pérdida de la derivación; (b) con-
figuración de constante agrupada.

En general, los cables deben tratarse con el mismo cuidado que los transducto-
res en los sistemas de medición de impacto y vibración. A continuación se presentan
recomendaciones basadas en la Referencia 1; pueden considerarse como directrices
de una técnica adecuada en casos prácticos.
1. Se conecta el cable coaxial al transductor haciendo girar el conector dentro
de la rosca del transductor (no al revés), con el fin de evitar dañar las puntas.
2. Para evitar que el cable se mueva, se sujeta en un punto cerca del transductor
y a intervalos regulares; esto evita el ruido inducido por el cable.
3. La conexión del cable se atornilla hasta el ajuste especificado por el fabrican-
te.
4. En un ambiente de humedad alta, se debe forzar una cierta curvatura del ca-
ble cerca del conector para permitir que la condensación se escurra antes de
alcanzar el conector.
5. El conector del cable se limpia antes de utilizarlo (con freón, acetona o clo-
roteno) para retirar la contaminación que resulta de su manejo; la contami-
nación puede producir una impedancia baja entre la vía de la señal y tierra.
6. Si se observan señales intermitentes, se comprueba la continuidad eléctrica
de los conectores del cable y su cobertura. Entonces, se flexiona, sobre todo
cerca del conector, y se observa si la señal se ve afectada por ello.

Generación de ruido del cable

Cuando dos sustancias distintas se pegan juntas, sus cargas son opuestas. Este fe-
nómeno se conoce como triboelectricidad, y se ilustra en la Figura 10.8. Así, se pue-
de generar una carga cuando un cable es flexionado, doblado, golpeado, apretado o
distorsionado de cualquier manera, porque entonces tiene lugar una fricción entre
el dieléctrico y la cubierta exterior o entre el dieléctrico y el centro del conductor2.
Se genera una carga a lo largo de la capacidad del cable de manera que aparece un
voltaje a través de la terminación del mismo.
Otro mecanismo mediante el cual puede inducirse ruido en un cable resulta del
cambio en su capacidad cuando es flexionado. Si el transductor produce una carga
a lo largo del cable, el cambio de capacidad da como resultado un cambio de voltaje
10.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 10.8. Una sección de cable durante la distorsión, mostrando como la sepa-
ración de la carga triboeléctrica conduce a la producción de ruido en el cable a través
de la resistencia de la terminación. (De acuerdo con T. A. Per/~.)

en la salida del cable, que aparece como ruido a la entrada de un amplificador de


voltaje; si se usa un amplificador de carga, no se producirá este cambio.
Supongamos que las superficies dieléctricas dentro del cable se cubren de ma-
nera que se forme una vía de pérdida eléctrica a lo largo de la superficie dieléctrica.
Entonces, si se separa la cobertura del cable de la superficie exterior del dieléctrico,
las cargas fluyen a lo largo de la superficie hasta el punto más próximo de contacto
entre el dieléctrico y la cobertura; sin esta vía de pérdida, las cargas fluirían hasta la
impedancia terminal, donde darían lugar a un aumento de la señal de ruido. Los ca-
bles de ruido bajo comercializados contienen este tipo de cobertura. Los cables de
este tipo pueden soportar considerables abusos antes de producir ruido. Suelen ser
continuamente comprobados por el fabricante en toda su longitud para asegurar
que satisfacen las características de ruido bajo. Al ajustar el cable con un conector o
al dividirlo, es importante que ningún material conductor forme una vía de pérdida
entre los conductores. El tetraclorido de carbono y el xileno son disolventes y agen-
tes de limpieza satisfactorios.

TECNICAS DE SUPRESION DEL RUIDO

Bajo ciertas condiciones ambientales y de ruido, pueden producirse señales espu-


rias (ruido) en la instalación eléctrica y cables del sistema de medición. Entonces
habrá señales en la terminación del sistema que no estaban presentes en la salida
del transductor.
El ruido eléctrico puede estar generado por el movimiento de algunas partes de
la instalación eléctrica debido a la variación en la resistencia de contacto en los co-
nectores, debido a cambios en la geometría de la instalación eléctrica o debido a
voltajes inducidos por el movimiento o los cambios en los campos electrostáticos o
magnéticos que puedan estar presentes. En general, este ruido eléctrico se reducirá
si el cable se asegura a la estructura a intervalos regulares y si se instalan cierres me-
cánicos a los conectores y bucles de alivio de la tensión en sus cables. Las precau-
ciones que se toman para evitar las interferencias suelen incluir el uso de blindajes,
cables que no sean más largos de lo necesario y la toma de tierra adecuada. Ade-
más, el uso de un transductor que contenga un amplificador interno puede aportar
ventajas en la supresión del ruido.

Blindajes. Un cambio en el campo eléctrico o en el campo magnético que rodea a


TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.21

un circuito o cable puede inducir un voltaje dentro de éste y ser así una fuente de
ruido eléctrico. Esta interferencia eléctrica puede evitarse rodeando completamen-
te el cable o circuito con una superficie conductora que mantiene el espacio dentro
de ella libre de campos externos electrostáticos o magnéticos. Se denomina blindaje
a este proceso. La protección contra los cambios en cada tipo de campo es distinta.

Blindajes electrostáticos. Los blindajes electrostáticos aportan una superficie


conductora para la terminación de las líneas de flujo electrostático. Trenzados, en-
granajes y pantallas de buenos conductores eléctricos como cobre o aluminio son
buenos blindajes electroacústicos. La mayoría de lo~cables blindados utilizan cobre
trenzado como conductor exterior y blindaje electrostático. Un buen blindaje mag-
nético también es un buen blindaje electrostático, pero 10 contrario no es cierto. A
veces se utilizan cables de doble blindaje para instalaciones en que la longitud del
cable es especialmente larga, donde las impedancias son altas o donde la interferen-
cia del ruido es una objeción seria. En este tipo de cable, se trenza una segunda co-
raza sobre la cobertura del cable, aislándola eléctricamente de la coraza interior; el
trenzado interior aporta protección adicional contra campos electrostáticos que pe-
netren en el primer blindaje. Los blindajes deben estar conectados a tierra sólo en
un punto, como se explica en la sección «Bucles de toma de tierra».

Blindajes magnéticos. Los blindajes magnéticos son eficaces en parte debido al


cortocircuito de las líneas magnéticas de flujo mediante vías de reluctancia baja, y
en parte, debido a la compensación que resulta de los campos opuestos establecidos
por corrientes parásitas o de Foucault. De forma acorde, están fabricados con ma-
teriales altamente permeables como PERMALLOY, son tan gruesos como sea po-
sible y contienen un mínimo de juntas, agujeros, etc.
Los campos magnéticos asociados con las líneas de potencia que transportan la
corriente, el equipamiento eléctrico y los transformadores de potencia son algunas
de las fuentes más problemáticas de interferencia magnética en el montaje de la ins-
trumentación, sobre todo a la frecuencia de la línea de potencia y sus armónicos.
Como estos campos se atenúan rápidamente con la distancia de la fuente, la solu-
ción más práctica para este tipo de interferencia suele ser mantener los cables de se-
ñal tan lejos como sea posible de la fuente de potencia.

Bucles de toma de tierra. Se dice que un circuito tiene toma de tierra cuando uno
de sus terminales está conectado a «tierra». La toma de tierra elimina la diferencia
de potencial entre ese lado del circuito y la tierra y las capacidades dispersas varia-
bles que tienden a inducir voltajes en sistemas «flotantes» (sin toma de tierra). Las
tuberías del agua constituyen buenas conexiones a tierra debido a su estrecho con-
tacto con ella.
Los bucles de toma de tierra se forman cuando una conexión común en un sis-
tema se lleva a tierra en más de un punto, como ilustra la Figura 10.9, donde el blin-
daje del cable va a tierra por ambos extremos. Como es improbable que las dos to-
mas de tierra tengan el mismo potencial, su diferencia de potencial, egnd, será la
fuente de corrientes que circulan en el bucle de toma de tierra. Entonces, una señal
producida por el transductor estará modulada por el potencial egnd, introduciendo
por tanto ruido en el sistema de medición. Esta condición puede producirse cuando
10.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

AMPLIFICADOR

ESTRUCTURA J
CON TOMA
DE TIERRA \ e GND
PUNTOS DE
-=\ TOMA DE
TIERRA
SEPARADOS

FIGURA 10.9. Bucle de toma de tierra en un sistema como resultado de conectar el


cable blindado a tierra en dos puntos. Entonces, la señal de entrada está modulada
por la diferencia de potencial egndque se desarrolla entre estos dos puntos.

un extremo del cable está conectado por un lado a la salida eléctrica de un trans-
ductor cuya carcasa ha sido conectada a tierra y cuando el otro extremo del cable
está conectado a un amplificador de voltaje o acondicionador de la señal que tam-
bién tiene toma de tierra (habitualmente en la carcasa del instrumento). Entonces
se forma un bucle de toma de tierra. Hay que evitar esta condición haciendo que el
circuito sólo tenga toma de tierra en un punto. Así, el circuito que muestra la Figura
1O.lOa producirá ruido debido al bucle de toma de tierra, pero aislando el transduc-
tor como muestra la Figura 1O.lOb, éste se rompe.

CABLE BLINDADO
( CONDUCTOR UNICO

(b)

FIGURA 10.10. (a) Un bucle de toma de tierra formado por el lado «bajo» del trans-
ductor y del amplificador, cuando están conectados a sus respectivas cubiertas, que
tienen tomas de tierra. (b) El bucle de toma de tierra que se muestra en (a) se rompe
mediante el aislamiento de la cobertura del transductor del suelo.

REFERENCIAS

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
NY 10020, 1988.
2. T. A. Perls,Journal of Applied Physics, vol. 23, n.o 6,1952, p. 674.
Capítulo 11
NIVELES SONOROS Y SU
MEDIDA

David M. Veager
Alan H. Marsh

INTRODUCCION

Este capítulo describe los niveles sonoros que suelen utilizarse para cuantificar los
sonidos tanto estables como variables en el tiempo. Las diferencias entre los mu-
chos niveles sonoros utilizados para caracterizar las fuentes de ruido son sobre todo
el resultado de las diferencias en: (1) los procesos de cálculo del promedio temporal
de la señal de presión sonora cuadrática, (2) la duración del intervalo de tiempo de
promedio y (3) la ponderación de frecuencia utilizada. El Capítulo 5 comenta las ca-
racterísticas electroacústicas de los sonómetros. Las técnicas de medición de los ni-
veles sonoros se describen en el Capítulo 9.

NIVEL SONORO CON PONDERACION TEMPORAL EXPONENCIAL

Los sonómetros obtienen, en decibelios, un nivel sonoro con ponderación de fre-


cuencia y ponderación exponencial de tiempo. Por convención, estas medidas se co-
nocen como niveles sonoros.

Ponderaciones de frecuencia

Hay dos ponderaciones de frecuencia que se utilizan a menudo, las ponderaciones A


y C. Las características eléctricas de estas ponderaciones de frecuencia se describen
en el Capítulo 5. La ponderación A es utilizada más habitualmente que la C. Casi
todos los sonómetros aportan una ponderación de frecuencia plana o lineal, que es
independiente de la frecuencia dentro de las tolerancias especificadas por el fabri-

11.1
11.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cante, para un rango determinado de frecuencias. Una ponderación «allpass» puede


aportar un rango más amplio de respuesta plana.
Con una ponderación de frecuencia A y una ponderación de tiempo rápida
(fast), el símbolo para el nivel sonoro es L AF; la abreviatura es F AL. Los símbolos y
abreviaturas correspondientes al nivel sonoro lento (slow) con ponderación A son
LAs YSAL. Con una ponderación de frecuencia C y una ponderación de tiempo rá-
pida (fast), el símbolo para el nivel sonoro es L CF; la abreviatura es FCL. Los sím-
bolos y abreviaturas correspondientes al nivel sonoro lento (slow) con ponderación
C son Les YSCL. Si no se especifica ponderación para la frecuencia, hay que asumir
un nivel sonoro con ponderación A.

Ponderaciones exponenciales de tiempo

Las dos ponderaciones exponenciales de tiempo normalizadas más ampliamente


utilizadas se identifican mediante los nombres de lenta (slow) y rápida (fast). Una
medida realizada con un sonómetro con la ponderación temporal lenta (slow) o rá-
pida (fast) se conoce como nivel sonoro lento (slow) o nivel sonoro rápido (fast) , res-
pectivamente. La ponderación temporal lenta (slow) aporta una mayor amortigua-
ción del nivel sonoro que muestra el aparato indicador que la ponderación temporal
rápida (fast). La ponderación temporal lenta (slow) hace más fácil la determinación
de una aproximación del nivel sonoro promediado en el tiempo de un sonido ines-
table que la ponderación rápida (fast), ya sea mediante la observación del indicador
o mediante el estudio de una representación gráfica de la salida del aparato de me-
dición. Salvo que se especifique de otro modo, se sobreentiende la ponderación
temporal rápida (fast); véase párrafo 2.3 de la Referencia 1 y cláusula 801-02-14 de
la Referencia 2.

Niveles sonoros lentos (slow) y rápidos (fasi)

Un nivel sonoro lento (slow) o rápido (fast)* en decibelios se obtiene tomando el 10-
garitmo común (de base 10) de la relación entre: (1) la integral de la presión sonora
al cuadrado con ponderación de tiempo exponencial y ponderación de frecuencia y

* En principio, un nivel sonoro con ponderación A [símbolo LA o LA,(t)], en decibelios, para cual-
quier tiempo de observación t, de una señal de presión sonora con ponderación de frecuencia A y para
una ponderación exponencial de tiempo e-(t-¡)/, se determina de acuerdo con la expresión

(11.1)

donde pi (~) es el cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación de frecuencia A en pas-
cales, ~ es una variable ficticia de integración y p~ es el cuadrado de la presión sonora de referencia de 20
micropascales.
La integración temporal de la presión sonora al cuadrado con ponderación de frecuencia se produce
desde un momento determinado en el pasado que se inicia en tso hasta el presente tiempo de observación
t. El tiempo de observación t, el tiempo de comienzo tso la variable de integración ~ y la constante de tiem-
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.3

(2) el cuadrado de la presión sonora estandarizada de referencia y multiplicando


luego el logaritmo por 10.
Los valores normalizados de diseño para constantes de tiempo rápidas (fast) y
lentas (slow) son 0,125 segundos y 1,00 segundos, respectivamente 1,3. La constante
de tiempo Ten la ecuación (11.1) es igual al tiempo requerido para que una cantidad
que varía exponencialmente con el tiempo aumente en un factor [1 - (l/e)] o de-
crezca en un factor l/e, donde e es la base del logaritmo neperiano (e ... 2,71828).
El efecto de la ponderación temporal exponencial puede ilustrarse consideran-
do la contribución teórica (en el momento de observación) a la integral en la Ecua-
ción (11.1) de los sonidos ocurridos 1 y 2 segundos antes.
Con la ponderación temporal rápida (fast), los sonidos que se produjeron 1 se-
gundo antes del tiempo de observación se ponderan con el factor 3,5 X 10-4 • Por
tanto, la presión sonora al cuadrado, ponderada para la frecuencia, 1 segundo antes
del tiempo de observación ha de ser mucho mayor que la del momento de obser-
vación para contribuir de forma significativa a la medición del nivel sonoro rápido
(fast).
Con la ponderación temporal lenta (slow), los sonidos que se producen hasta 4
segundos antes del tiempo de medición pueden tener una contribución significativa
al nivel sonoro observado. Tanto las ponderaciones temporales exponenciales rá-
pidas (fast) como las lentas (slow) ponen mayor énfasis en los sonidos que se han
producido recientemente que en los que ocurrieron anteriormente.

Medidas de niveles sonoros lentos (s/ow) y rápidos (fas'"

La elección entre la ponderación temporal exponencial rápida (fast) o lenta (slow)


depende de la estabilidad del sonido, de los requisitos de la norma de medición o
código de ensayo aplicable y de la intención con que se mide el nivel sonoro.
Un nivel sonoro rápido (fast) siempre está más influido por los sonidos recientes
y menos influido por los sonidos que se produjeron en el pasado distante que el co-
rrespondiente nivel sonoro lento (slow). Para el mismo sonido no estable, el nivel
sonoro rápido (fast) máximo suele ser mayor que el correspondiente nivel sonoro
lento (slow) máximo.
Para apreciar los pasos que, ~nceptualmente, están implicados en la determi-
nación de un nivel sonoro rápido (fast) o lento (slow) consideremos los resultados
que muestra la Figura 11.1 para una muestra concreta de 1,65 segundos de sonidos
no estables. Como sucede en el cálculo del nivel sonoro mediante la Ecuación
(11.1), la variable independiente de los gráficos es el tiempo relativo antes del tiem-
po de observación en el momento t. La Figura 11.1a muestra la presión sonora ins-
tantánea con ponderación A en pascales.

po T poseen las mismas unidades, por ejemplo, segundos. Si se selecciona la ponderación de frecuencia e
en lugar de A, se reemplaza el subíndice A por e en la Ecuación (11.1).
Dividiendo el resultado de la integración en la Ecuación (11.1) entre la constante temporal T se obtie.
ne el tiempo medio de integración de la presión sonora al cuadrado con ponderación de frecuencia. El tér-
mino tiempo medio de integración indica que el nivel sonoro con ponderación de tiempo exponencial que
indica un sonómetro convencional se actualiza continuamente en función del tiempo de observación.
11.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

8~ (a)
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(e)

LAS (~ = t) 66.5 db

-""------.. . ~ ___ . . . ____...u.... w..


__--.JJL ¡.___....
1

-1.5 -1,0 -0.5 O


Tiempo relativo. (t - ~). segundos

FIGURA 11.1. Ilustración de la aplicación de la Ecuación (11.1) para calcular los ni-
veles sonoros rápidos (fast) o lentos (slow) con ponderación A, para un sonido no es-
table al final de un intervalo de 1,65 segundos. (a) Presión sonora instantánea con
ponderación A; (b) el cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación A;
(e) ponderaciones temporales exponenciales rápida (fast) y lenta (slow) en el momen-
to de observación; (d) y (e) resultado de multiplicar la presión sonora al cuadrado con
ponderación A por las ponderaciones temporales exponenciales rápida (fast) y lenta
(slow).
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.5

La Figura l1.1b muestra el cuadrado de la presión sonora instantánea. Las mag-


nitudes de los golpes individuales de presión sonora se enfatizan mediante el pro-
ceso de elevación al cuadrado.
Las ponderaciones temporales exponenciales rápida (fast) y lenta (slow) nor-
malizadas se muestran en la Figura l1.1c, en el momento de observación. A medida
que la variable del tiempo de integración ~ aumenta, desde el tiempo de comienzo
hasta el tiempo de observación t, la ponderación temporal exponencial e-(t-f)1T au-
menta exponencialmente hacia 1. La ponderación temporal rápida (fast) es casi
cero a, aproximadamente, 0,7 segundos antes del tiempo de observación y, en cual-
quier momento, siempre tiene una magnitud más pequeña (o mayor ponderación)
que la ponderación temporal lenta (slow).
Las Figuras l1.1d y e muestran el resultado de la multiplicación del cuadrado de
la presión sonora con ponderación de frecuencia de la Figura l1.1b, mediante la
ponderación temporal exponencial de la Figura l1.1c.
La muestra de presión sonora con ponderación de frecuencia A que presenta la
Figura l1.1a, en el momento de observación, cuando la variable de tiempo de inte-
gración ~ es igual al tiempo de observación t, la Figura l1.1d la presenta con la pon-
deración temporal rápida (fast); sólo las contribuciones de los distintos sonidos que
se han producido en los 0,5 segundos previos al tiempo de observación influyen sig-
nificativamente en el nivel sonoro rápido (fast) de 68,3 dB. Por otra parte, con la
ponderación temporal lenta (slow), la Figura l1.1e muestra que las contribuciones
de todos los sonidos que se han producido dentro del intervalo de 1,65 segundos
dan como resultado un nivel sonoro lento (slow) de 66,5 dB.
La Figura 11.2 fue preparada para ilustrar la influencia de la ponderación tem-
poral exponencial sobre la medida de los niveles sonoros promediados en el tiempo
de integración. Esta ilustración muestra la historia temporal del sonido emitido por
una impresora de matriz de puntos bidireccional que fue programada para emitir un
patrón consistente en un punto, al comienzo y final de cada línea, más los caracteres
«TESTING ... » impresos en el centro. (En el paso de vuelta, el texto se imprime en
el orden inverso como indica «... GNITSET» en la parte inferior de la Figura l1.2a).
La Figura l1.2a indica qué parte de la forma de onda de la presión sonora fue pro-
ducida por las operaciones de impresión. «LF» indica una operación de salto de lí-
nea (line feed), durante la cual el papel avanza hasta la siguiente línea.
La Figura l1.2b muestra los ni,yeles sonoros con ponderación A rápidos (fast) y
lentos (slow) correspondientes a la señal de presión sonora con ponderación A en
la Figura l1.2a. Los máximos niveles sonoros lentos (slow), que se produjeron cuan-
do la parte central del patrón de prueba está siendo impresa, son aproximadamente
6 dB más bajos que los correspondientes niveles sonoros máximos rápidos (fast).
Por otra parte, en los intervalos entre impresiones de la parte central del patrón de
prueba, el nivel sonoro lento (slow) es más alto que el correspondiente nivel sonoro
rápido (fast) (hasta en 15 dB), debido a que la constante temporal más larga de la
ponderación temporal lenta (slow) previene el rápido descenso del nivel sonoro in-
dicado. Puntas intermedias de presión sonora, asociadas con la impresión de los
puntos al principio y al final de cada línea, contribuyen al nivel sonoro rápido (fast),
pero no alIento (slow), debido al mayor efecto igualador de la ponderación tem-
poral exponencial lenta (slow).
11.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

... GNITSET

.,
-1
TESTING...

~========~====~======~====~
80 "T'
(b)
LF

a..
., -t,' 70
es e lento
e'o
O'u
~ l!:! 60
:º~
'"
~ o
e
a.. ~ 50
O
(.)

40 ° 0,5 1,0 1,5 2,0


Tiempo, segundos
FIGURA 11.2. Niveles sonoros rápidos (fast) y lentos (slow) en función del tiempo
transcurrido desde la observación inicial del ruido producido por una impresora de
puntos bidireccional, durante un intervalo de 2 segundos. (a) Forma de onda de la pre,
sión sonora con ponderación A; (b) variaciones en el tiempo de los niveles sonoros rá-
pido (fast) y lento (slow).

NIVEL SONORO IMPULSO

La ponderaci6n temporal exponencial impulso difiere significativamente de las pon-


deraciones rápida (fast) y lenta (slow). Como costumbre, las ponderaciones tem-
porales exponenciales rápida (fast) y lenta (slow) se consideran mediante constan-
tes nominales de tiempo de 125 milisegundos y 1000 milisegundos, respectivamente,
de manera que suele aplicarse la misma ponderación nominal a todas las partes de
la señal de presión sonora. Por otra parte, la ponderación temporal exponencial im-
pulso posee una constante de 35 milisegundos para sonidos que aumentan con el
tiempo y una constante de 1500 milisegundos para sonidos que decrecen con el
tiempo4. La constante de tiempo en descenso de 1500 milisegundos permite una de-
terminación visual del nivel sonoro de impulso sobre un indicador analógico de un
sonómetro convencional. Las constantes de tiempo en ascenso de 35 milisegundos y
en descenso de 1500 milisegundos han sido adoptadas en normas nacionales e in-
ternacionales1,3 como valores de diseño para la medición del nivel sonoro impulso.
Las mediciones realizadas con la ponderación temporal exponencial impulso re-
quieren una interpretación especialmente cuidadosa, sobre todo para medidas de
sonidos repetitivos de corta duración y nivel alto que se producen a intervalos in-
feriores a 1 segundo5• El símbolo del nivel sonoro con ponderación de frecuencia A
y ponderación exponencial de tiempo de impulso es L A1 y la abreviatura es IAL.
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.7

NIVEL SONORO MAXIMO

El nivel sonoro máximo es el nivel sonoro más alto con ponderación temporal ex-
ponencial, en decibelios, que se produce durante un período de tiempo determina-
d01,3. Para una forma de onda concreta de presión sonora inestable, el nivel sonoro
máximo depende de la ponderación temporal exponencial utilizada [rápida (fast),
lenta (slow) o impulso]. Siempre hay que especificar la ponderación temporal ex-
ponencial utilizada cuando se publica una medición de nivel sonoro; salvo que se in-
dique lo contrario, se sobreentiende la ponderación rápida (fast) para mediciones
de niveles sonoros máximos producidos por un automóvil o camión al pasar.
Los valores de los niveles sonoros máximos para ponderación temporal impulso,
rápida (fast) y lenta (slow) son 76,5, 73,3 Y66,8 dB, respectivamente, para las señales
de presión sonora de 2 segundos de duración de la muestra del ruido de la impre-
sora que muestra la Figura U.2a. El nivel sonoro impulso máximo con ponderación
A es mayor que el rápido (fast) máximo con ponderación A, debido sobre todo a
que el primero emplea una constante nominal de aumento de tiempo de 35 milise-
gundos, en tanto que el segundo emplea una constante nominal de tiempo de 125
milisegundos; y algo parecido ocurre con la diferencia entre los niveles sonoros rá-
pido (fast) máximo y lento (slow) máximo.
La medición del nivel sonoro máximo requiere una forma de capturar y alma-
cenar el valor máximo; por ejemplo, mediante la característica «retención de máxi-
mo» del sonómetro. Un aparato de grabación analógico o digital (p. ej., una tarjeta
de registro analógico) puede utilizarse para grabar una aproximación del nivel so-
noro variable en el tiempo con ponderación exponencial de tiempo; a partir de éste
se puede obtener una indicación del nivel sonoro máximo. Sin embargo, en apara-
tos distintos a los sonómetros o instrumentos equivalentes, a menudo no hay cons-
tante exponencial de tiempo o es probable que no sean iguales a las constantes no-
minales de tiempo rápida (fast) y lenta (slow), incluso dentro de las tolerancias
permitidas por las normas1,3. La letra símbolo para el nivel sonoro rápido (fast) má-
ximo con ponderación A es L AFmax , la del nivel sonoro lento (slow) máximo con
ponderación A es L ASmax Y la del nivel sonoro impulso máximo con ponderación A
es L A1max•

NIVEL SONORO CONTINUO EQUIVALENTE

El nivel de presión sonora continuo equivalente con ponderación de frecuencia


para un intervalo de tiempo especificado es el nivel de un ruido estable que corres-
ponde al promedio (integral) en el tiempo de la presión sonora al cuadrado con
ponderación de frecuencia producida por fuentes de sonidos estables, fluctuantes,
intermitentes, irregulares o impulsivos en el mismo intervalo de tiempo.
Habitualmente se utilizan las ponderaciones de frecuencia A para la medición
de los niveles de presión sonora continuos equivalentes. Salvo que se especifique lo
contrario, se sobreentiende la ponderación A.
A menudo, el término «nivel de presión sonora continuo equivalente con pon-
deración A» se abrevia como nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A,
11.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO

nivel sonoro continuo equivalente o nivel sonoro promediado en el tiempo, quedan-


do indicado el intervalo de tiempo por el contexto.
El nivel sonoro continuo equivalente en un determinado punto de medición de
un sonido que cambia con el tiempo es igual al nivel de un sonido estable equiva-
lente para la misma duración de la medida; es decir, un sonido que tiene la misma
energía sonora equivalente en una onda sonora libre progresiva que el sonido va-
riable realmente medido. El nivel sonoro continuo equivalente es una cantidad que
se mide directamente con un sonómetro integrador6 .
El nivel sonoro continuo equivalente, en decibelios, es 10 veces el logaritmo en
base 10 de la relación entre la presión sonora con ponderación A al cuadrado inte-
grada en el tiempo de referencia T y la presión sonora de referencia estandarizada
al cuadrado. Así, el nivel sonoro continuo equivalente (símbolo Leq o LAeq,T) duran-
te el intervalo de tiempo especificado T viene dado por

Leq = 10 IOglO {[ (111) Lp~ (t) dt}P~} (11.2)

donde p~(t) es el cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación A, en


pascales, en función del tiempo t, para un intervalo de tiempo T que comienza en t1
y termina en t2 (el tiempo de integración t y el tiempo T están en las mismas unida-
des); y p~ es el cuadrado de la presión sonora de referencia normalizada de 20 mi-
cropascales.
La comparación de las Ecuaciones (11.1) y (11.2) muestra la diferencia funda-
mental entre el nivel sonoro continuo equivalente y el nivel sonoro con pondera-
ción temporal. El nivel sonoro continuo equivalente se basa en una ponderación de
tiempo uniforme; es decir, la presión sonora al cuadrado promediada de todos los
sonidos que se producen en cualquier momento durante el intervalo de tiempo a
que se refiere el nivel sonoro continuo equivalente indicado. El nivel sonoro con
ponderación temporal se basa sobre una ponderación exponencial de tiempo, que da
lugar a niveles sonoros influidos fundamentalmente por los sonidos que han ocurri-
do más recientemente. Para la mayoría de las aplicaciones de control técnico del
ruido, se prefieren las medidas de los niveles sonoros continuos equivalentes a las
de los niveles sonoros con ponderación temporal.

Medidas del nivel sonoro continuo equivalente

Los niveles sonoros continuos equivalentes pueden medirse mediante un sonóme-


tro integrador o mediante un analizador de espectro con dispositivos para indicar el
nivel promediado en el tiempo del cuadrado de las señales de presión sonora filtra-
das.
Para la mayoría de los problemas de control de ruido, el intervalo de tiempo
para la medición del nivel sonoro continuo equivalente varía entre varios segundos
y algunas horas. El intervalo de tiempo mínimo es a menudo 1 segundo para los so-
nómetros integradores portátiles. Tiempos de pocos milisegundos pueden seleccio-
narse en algunos tipos especiales de sonómetros integradores y en algunos analiza-
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.9

dores de espectro. Para los instrumentos portátiles, el intervalo de tiempo máximo


está limitado por la fuente de energía eléctrica, habitualmente de 8 a 24 horas.
Al subdividir el intervalo de tiempo en que se desarrollan una serie de operacio-
nes ruidosas repetitivas en una serie de intervalos temporales contiguos más cortos,
todos de igual longitud, el sonido producido por la operación completa o ciclo pue-
de describirse mediante el nivel sonoro continuo equivalente determinado para
cada uno de los intervalos cortos. Por ejemplo, la Figura 11.3 ilustra una aplicación
del uso de tiempos de medida cortos mediante una secuencia de los correspondien-
tes niveles sonoros continuos equivalentes durante los 2 segundos de duración de
una medición del ruido producido por un disco duro instalado en un microordena-
dor durante las operaciones típicas de lectura del diskette y escritura en el diskette.
La señal de presión sonora se midió en una cámara semiecoica a 1,2 m (47,2 in) por
encima del plano reflectante y 0,25 m (9,8 in) de la parte frontal del ordenador, co-
locado sobre una mesa normalizada de ensayo a 0,75 m (29,5 in) de altura7,8. Las se-
ñales de presión sonora con ponderación A que muestra la Figura 11.3 fueron di-
gitalizadas a una tasa de muestreo alta y almacenadas para su posterior análisis.
La forma de onda de presión sonora medida que muestra la Figura 11.3a está
25x10~,-----------.-----------.-----------,-----------~

o (a)
.~ c:!g
c:0'-'«
o -
u.!c
e ¡ji:2 o
0 - '-'
c:~~
0 . - Q)
U):::I'O
-
Q)Q)O
C' c:
.~ C.
Z -25~--------~----------~-----------L----------~

60,---------,----------,---------,----------,
(b)

c: co
8~ 50

o c:
C:'O
0'-
U) 16
,g Qj
._ 'O O T = O,1s
U) c:
Q)o
ci:c.

0,5 1,0 1,5 2,0


Tiempo, segundos
FIGURA 11.3. Ilustración del uso de los distintos intervalos de tiempo para evaluar
los niveles sonoros continuos equivalentes en un intervalo de 2 segundos con varias
fuentes de sonidos impulsivos producidos por el disco de un microordenador. (a) For-
ma de onda de la presión sonora con ponderación A; (b) niveles sonoros continuos
equivalentes con ponderación A para intervalos de 0,5 y 0,1 segundos. El nivel sonoro
continuo equivalente con ponderación A se muestra en función del tiempo después
del comienzo del análisis de datos.
11.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

compuesta de los sonidos fluctuantes emitidos durante las distintas fases del funcio-
namiento del disco duro (p. ej., el movimiento de búsqueda de la cabeza magnética
del disco), más la banda ancha, sonido estable del ventilador de refrigeración del
microordenador. Cada golpe de sonido del disco duró aproximadamente 0,1 segun-
dos. Los niveles sonoros continuos equivalentes se muestran en la Figura 11.3b,
para intervalos de tiempo de medida de 0,5 y 0,1 segundos; este último se eligió para
permitir que los niveles sonoros continuos equivalentes cuantifiquen el ruido pro-
ducido por la operación de movimiento de la cabeza magnética sobre los segmentos
del disco duro. Los niveles sonoros continuos equivalentes de 0,5 y 0,1 segundos, in-
dicados mediante barras en la Figura 11.3b, fueron determinados a partir de las se-
ñales de presión sonora con ponderación A digitalizadas, mediante el procedimien-
to de la Ecuación (11.2).
Tanto el intervalo de tiempo como el tiempo específico en que comienza el pro-
medio afectan a los cálculos de una secuencia de niveles sonoros continuos equiva-
lentes de corta duración. Hay dos condiciones para las que este método de prome-
diación temporal produce resultados consistentes:
1. El sonido es predecible o periódico, de manera que los intervalos de tiempo
seleccionados pueden sincronizarse con aumentos o descensos rápidos en la
presión sonora.
2. Se elige el intervalo de tiempo para que sea mucho más corto que la duración
de los aumentos o descensos rápidos en la presión sonora.
En la ilustración de la Figura 11.3, los aumentos y descensos rápidos en la pre-
sión sonora, asociados con el ruido del disco, duraron aproximadamente 0,1 segun-
dos. Se obtuvieron resultados consistentes mediante la sincronización descrita en la
primera condición.
Aunque los tiempos cortos pueden resultar útiles en los estudios del ruido pro-
ducido por las fuentes de ruido impulsivo de corta duración, niveles de sonido en in-
tervalos de tiempo largos suelen ser suficientes para indicar las tendencias relevan-
tes y evaluar las distintas medidas de control del ruido.

Nivel sonoro continuo equivalente impulso con ponderación A

El nivel sonoro continuo equivalente impulso con ponderación A, en decibelios, es


el nivel sonoro continuo equivalente de la presión sonora con ponderación tempo-
ral exponencial impulso y con ponderación de frecuencia A.
Para ordenadores y equipamientos comerciales, se utiliza a veces una medida
opcional para cuantificar el carácter impulsivo de los sonidos de corta duración pro-
ducidos habitualmente por estos aparatos7 ,8. Esta medida especial es la diferencia
entre el nivel sonoro continuo equivalente impulso con ponderación A (LAJeq,T) yel
correspondiente nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A (L eq ), de-
terminado de acuerdo con la Ecuación (11.2). Esta diferencia se denomina pará-
metro de impulso en la medida del ruido producido por ordenadores y equipamien-
to de oficinas7,8.
Se considera, de acuerdo con las normas7 ,8, que el sonido de un ordenador o má-
quina comercial es impulsivo cuando el parámetro de impulso del sonido, en ellu-
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.11

gar del operador o de un observador, es superior a 3 dB, durante un período de me-


dición determinado.
Como ejemplo de la aplicación del parámetro de impulso, las señales de presión
sonora con ponderación A de la Figura 11.2, tomadas de las medidas del sonido de
una impresora de puntos, fueron procesadas con las ponderaciones exponenciales
de tiempo impulso normalizadas y luego promediadas para intervalos de 2 segun-
dos, con el fin de obtener el nivel sonoro continuo equivalente de impulso con pon-
deración A de 2 segundos de 75,2 dB. Las mismas señales de presión sonora con
ponderación A fueron también integradas para obtener un nivel sonoro continuo
equivalente de 2 segundos de 65,1 dB. La diferencia de 10,1 dB entre estos niveles
sonoros continuos equivalentes es mayor que 3 dB; por tanto, el sonido producido
al imprimir la muestra de examen se considera impulsivo.

NIVEL PICO DE PRESION SONORA

El nivel pico de presión sonora, en decibelios, es 10 veces el logaritmo (de base 10)
de la relación entre el cuadrado de la presión sonora instantánea más alta que se
produce durante un período determinado y el cuadrado de la presión de referencia
de 20 micropascales. 1,3
Cuando se mide el nivel pico de presión sonora hay que usar la anchura de ban-
da más amplia del sistema de medición, con el fin de incluir todos los componentes
de frecuencia significativos de una señal de corta duración. Muchos sonómetros (e
instrumentos equivalentes) incorporan una «retención de pico» para almacenar las
medidas de los niveles pico de presión sonora.
Dependiendo de la forma de onda de un sonido de corta duración, el nivel pico
de presión sonora puede superar al nivel sonoro máximo rápido (fast) con ponde-
ración A hasta en 20 dB 5 • Dado que las imprecisiones de fase o amplitud del sistema
de medición pueden distorsionar la forma de onda de la presión sonora (y por tanto
afectar al nivel pico de presión sonora medido), hay que tener la precaución de con-
servar la amplitud relativa y las características de fase de todos los componentes de
frecuencia.
En el ejemplo de la Figura 11.2.. el nivel pico de presión sonora de banda ancha
es 88,9 dB, durante los 2 segundos de las mediciones; es 15,6 dB más alto que el co-
rrespondiente nivel sonoro máximo rápido (fast) con ponderación A de 73,3 dB*.

Niveles sonoros promediados en el tiempo'·

Muchos niveles sonoros con ponderación de frecuencia y promedio temporal se


usan para cuantificar y evaluar el ruido producido por distintas fuentes sonoras;
véase las definiciones de los niveles en el Capítulo 2. La ponderación de frecuencia

* N. del R.: El registro de los niveles pico no figura en la gráfica.


** N. del R.: Este apartado se dedica a los índices de ruido basados en el nivel sonoro continuo equi-
valente. Se ha respetado el encabezamiento original «Time-average sound level», pero se ha preferido
11.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

A es la más utilizada para estos niveles sonoros continuos equivalentes. Si se utiliza


otra ponderación de frecuencia, debe mencionarse expresamente en el texto del in-
forme de medición y mediante la apropiada modificación de los subíndices en los
símbolos y las abreviaturas del nivel sonoro.
Los niveles sonoros continuos equivalentes en intervalos de tiempo largos des-
critos en esta sección son representativos de los que se utilizan más habitualmente
en la descripción del ruido en una comunidad. Todos los niveles sonoros descritos
son niveles sonoros continuos equivalentes determinados sin ponderación exponen-
cial de tiempo. Las distintas medidas de niveles sonoros continuos equivalentes en
intervalos de tiempo largos se diferencian en la duración del intervalo de tiempo y
en si hay que añadir una corrección por hora del día a los niveles ocurridos durante
la tarde y la noche.
Además de informar de la duración del intervalo de tiempo, las medidas de los
niveles sonoros deben acompañarse de una descripción de la hora del final del in-
tervalo de medida, el lugar en que se realizaron las mediciones y las fuentes de so-
nidos incluidos en la medida.

Nivel sonoro continuo equivalente de 1 hora (abreviatura, 1HL)

El nivel sonoro continuo equivalente de 1 hora (símbolo, Llh o LAeq,lh), en decibe-


lios, es un nivel sonoro continuo equivalente determinado de acuerdo con la Ecua-
ción (11.2), para un tiempo de 1 hora (preferentemente, comenzando y terminando
a cualquiera de las 24 horas estandarizadas, de medianoche a medianoche, cual-
quier día). Para su identificación, es preferible utilizar la hora a que termina el nivel
sonoro medido para la hora precedente·.
El nivel sonoro de 1 hora medido con un sonómetro integrador, o instrumento
equivalente, es el promedio temporal del cuadrado de la presión sonora con pon-
deración A, de acuerdo con la siguiente modificación de la Ecuación (11.2):

Llh = 10 10glO {[ (1/3600) f:600 p ~ (t) dt }p~ } (11.3)

donde el tiempo se expresa en segundos y el intervalo de integración se extiende so-


bre una hora completa (3600 segundos).
A modo de ilustración de cálculos sencillos de varios niveles sonoros continuos
equivalentes en intervalos de tiempo largos, en la Tabla 11.1 figuran ejemplos re-
presentativos de niveles sonoros de 1 hora de acuerdo con la Ecuación (11.3), en
una ubicación en área urbana de una gran ciudad. Las principales fuentes sonoras
son automóviles y camiones desplazándose por las calles. Los niveles sonoros de
1 hora fueron medidos continuamente durante 10 días sucesivos y, para los ejem-

utilizar el término niveles continuos equivalentes en vez de niveles promediados en el tiempo en el de-
sarrollo de este apartado.
* N. del R.: Es preferible indicar la referencia del intervalo de tiempo mediante la hora de inicio y la
hora final.
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.13

TABLA 11.1. Ejemplos de niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora con


ponderación A (L 1h ) y niveles sonoros de intervalos de tiempo largos correspondien-
tes

Tiempo al final Tiempo al final


de la hora,h La, dB de la hora, h La,dB

01 62,0 13 69,0
02 59,5 14 69,0
03 58,5 15 69,0
04 57,0 16 69,0
05 55,0 17 69,0
06 61,0 18 68,5
07 66,5 19 68,0
08 70,0 20 67,5
09 70,0 21 66,0
10 70,0 22 66,0
11 69,0 23 66,0
12 69,0 24 64,5

Nivel sonoro diurno (DL), dB 68,8


Nivel sonoro vespertino (EL), dB 66,6
Nivel sonoro nocturno (NL), dB 62,6
Nivel sonoro de 24 horas (24HL), dB 67,3
Nivel equivalente de ruido comunitario (CNEL), dB 71,1
Nivel sonoro corregido día-noche (DNL), dB 70,6

plos de cálculo, los niveles sonoros medios de los días laborables se redondearon
hasta el 0,5 dB más próximo.

Nivel sonoro continuo equivalente de 8 horas (8HL)

El nivel sonoro continuo equivalente de 8 horas (símbolo, L8h o LAeq.8h) se utiliza a


menudo como el nivel sonoro en el lugar de trabajo; véase capítulo 12. Si se mide
para un intervalo de 8 horas, el nivel sonoro de 8 horas (o nivel sonoro continuo
equivalente de 8 horas), en decibelios, se determina de acuerdo con

L Sh = 10 10glO {[ (1128.800) f;S.soo p~ (t) dt}p~} (11.4)

donde el tiempo se expresa en segundos y el intervalo de integración se extiende so-


bre 8 horas consecutivas (28.800 segundos).
Debe mencionarse al menos el momento final del intervalo de 8 horas, junto con
la descripción del lugar en que se midió el nivel sonoro.
11.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Si hay disponibles ocho niveles de 1 hora sucesivos que cubran el intervalo com-
pleto, el nivel sonoro de 8 horas puede calcularse a partir de ellos mediante

L Sh = 10 10glO [(118) ~ l()O,lLlh(i)] (11.5)

donde Llh(i) es el nivel sonoro continuo equivalente de 1 hora, en decibelios, en


una de las i horas.

Nivel sonoro diurno (DL)

El nivel sonoro diurno, en decibelios, es el nivel sonoro continuo equivalente me-


dido para 15 horas diurnas, entre las 7:00 y las 22:00 horas (de 7:00 a.m. a 10:00
p.m.). El nivel sonoro diurno Ld puede medirse directamente, mediante un sonó-
metro integrador, en intervalos de 15 horas, o puede calcularse a partir de los ni-
veles sonoros de 1 hora de acuerdo con

Ld = 10 10glO [ (1115) 2200


~ l()O,lL,h (i)
]
(11.6)

donde los quince niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora son los medidos
durante las horas que acaban entre las 8:00 y las 22:00.

Nivel sonoro vespertino (EL)

El nivel sonoro vespertino, en decibelios, es el nivel sonoro continuo equivalente


medido para 3 horas vespertinas (período tarde-noche), entre las 19:00 y las 22:00
horas (de 7:00 p.m. a 10:00 p.m.). El nivel sonoro vespertino Lev puede determinarse
a partir de

(11.7)

donde los tres niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora son los de las tres
horas que acaban a las 20:00, 21:00 y 22:00.

Nivel sonoro nocturno (NL)

El nivel sonoro nocturno, en decibelios, es el nivel sonoro continuo equivalente me-


dido para las 9 horas divididas, de acuerdo con el calendario diario de 24 horas, en-
tre las siete que terminan de 1:00 a 7:00 y las dos que terminan a las 23:00 y 24:00
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.15

horas (desde la medianoche hasta las 7:00 a.m. y desde las 10:00 p.m. hasta la me-
dianoche *).
El nivel sonoro nocturno Ln puede determinarse a partir de

Ln = 10 10glO {(1/9)[! 100,lL1h(i) +


0100
~ 100,lLlh(i)]}
2300
(11.8)

donde los nueve niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora son los corres-
pondientes a las horas prescritas.

Nivel sonoro de 24 horas (24HL)

El nivel sonoro de 24 horas, sin corrección adicional para hora del día a la que se
producen los niveles sonoros vespertinos y nocturnos, se utiliza a veces para carac-
terizar el nivel sonoro en un lugar durante todo el día. Un nivel sonoro de 24 horas,
en decibelios, es el nivel sonoro continuo equivalente medido para 24 horas (sím-
bolo, L 24h o L Aeq,24h), desde la medianoche a la medianoche, y puede determinarse
a partir del seguimiento continuo de los niveles sonoros horarios, de acuerdo con

L 24 h = 10 10glO [ 1/24 ~ 100,lLlh(i)] (11.9)


0100

donde los 24 niveles sonoros continuos equivalentes son los correspondientes a las
horas que acaban a la 1:00 y 24:00 horas.
De forma alternativa, el nivel sonoro de 24 horas puede determinarse a partir de
los niveles sonoros diurno de 15 horas y nocturno de 9 horas, de acuerdo con

L 24h = 10 loglO{(1/24)[(15 X lOo,IL d) + (9 X lOo,ILn )]J (11.10)

Nivel equivalente de ruido comunitario (CNEL)

El nivel equivalente de ruido comunitario (o nivel sonoro día-tarde-noche) fue de-


sarrollado en California para evaluar y regular el ruido en las comunidades. El nivel
equivalente de ruido comunitario (L den ) es un nivel sonoro continuo equivalente
medido con ponderación A para 24 horas, obtenido después de añadir 5 dB a los ni-
veles sonoros vespertinos, de 19:00 a 22:00, y 10 dB a los niveles sonoros nocturnos,
desde la medianoche hasta las 7:00 y desde las 22:00 hasta la medianoche.
El nivel equivalente de ruido comunitario, en decibelios, puede calcularse a par-
tir del conjunto correspondiente a los niveles sonoros de 1 hora, de acuerdo con

* N. del R.: Se trata del período 22 h-7 h.


11.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

0700 1900 2200


L den = 10 10glO (1124) ~ lOO•1(L 1h(i) + 10)
{ [
+ ~ lOO•1(L 1h(i) + ~ 1QO.l(L 1h (i) + 5)
0100 0800 2000

+ 2400
~ 1QO.1(L1h (i) + 10) ]} (11.11)
2300

De forma alternativa, el nivel de ruido equivalente en la comunidad puede calcu-


larse a partir de los niveles sonoros diurnos de 12 horas, el nivel sonoro vespertino
corregido y el nivel sonoro nocturno corregido. Este método alternativo se calcula
mediante

L den = 10 10glO {(1124)[~ 1QO,I(Llh(i) + (3 X 1QO.1(L•• + 5»


0800

+ (9 X 1QO.l(L. + lO»]} (11.12)

El nivel equivalente de ruido comunitario se determina a menudo para períodos


superiores a un día; por ejemplo, mensual, cuatrimestral o anual. Estos niveles a lar-
go plazo pueden calcularse a partir de los niveles diarios, de acuerdo con la siguien-
te relación que se presenta como ejemplo de nivel equivalente anual de ruido co-
munitario (YCNEL):

365 ]
L deny = 1010g10 [ (11365) ~ 1QO,I(Ldo .(i) (11.13)
i - 1

donde Lden(i) es el nivel equivalente de ruido comunitario para el día i de 1 año.


Para intervalos distintos a 1 año, se aumenta o reduce, según sea apropiado, el nú-
mero de días incluidos en el sumatorio en la Ecuación (11.13).

Nivel sonoro corregido día-noche (DNL)

El nivel sonoro corregido día-noche es un nivel sonoro para 24 horas con la correc-
ción de 10 dB para los niveles sonoros de las nueve horas nocturnas desde la media-
noche hasta las 7:00 y desde las 22:00 hasta la medianoche.
El nivel sonoro corregido día-noche, L dm en decibelios, puede calcularse a partir
del conjunto correspondiente a los 24 niveles sonoros de 1 hora, mediante la expre-
sión

0700 2200
L dn = 10 loglO { (1124) [ ~ 1QO,1(L 1h (i) + 10) + ~ 1QO.1(L1h (i) +
0100 0800
2400
~ 1QO.l(L1.(i) + 10) (11.14)
2300
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.17

De forma alternativa, el nivel sonoro corregido día-noche puede calcularse a partir


del correspondiente nivel sonoro diurno y el nivel sonoro nocturno con la ponde-
ración por hora del día. En el método alternativo se calcula mediante

L dn = 10 10gIo {(1I24)[(15 X 100.1Ld ) + (9 X lOO,I(L" + lO»]] (11.15)

El nivel sonoro corregido día-noche para intervalos superiores a 24 horas puede cal-
cularse a partir de los niveles sonoros corregidos día-noche diarios Ldn(i); por ejem-
plo, para el nivel sonoro anual corregido día-noche L dny

365 ]
L dny = 10 10glO [ (11365) ~ 100,IL d"(i) (11.16)

La abreviatura del nivel sonoro anual corregido día-noche es YDNL. Para in-
tervalos de tiempo superiores a un año, se aumenta o reduce, según resulte apro-
piado, el número de días incluidos en el sumatorio de la Ecuación (11.16).

Ejemplos de cálculo de niveles sonoros con promedio temporal

Supongamos que la tarea es calcular el nivel sonoro diurno, el nivel sonoro vesper-
tino, el nivel sonoro nocturno, el nivel sonoro de 24 horas, el nivel equivalente de
ruido comunitario y el nivel sonoro corregido día-noche a partir de los 24 niveles so-
noros continuos equivalentes de 1 hora de la Tabla 11.1.
Para el nivel sonoro diurno, el procedimiento de la Ecuación (11.6) da

Ld = 10 loglO[(1I15)(107,00 + 107,00 + 107,00 + 106,90 + 106,90 + 106,90


+ 106,90 + 106,90 + 106,90 + 106,90 + 106,85 + 106,80 + 106,75 + 106.60 + 106,60)]
= 10 logIO[(1I15)(1,126 X 108 )]
= 68,8 dB
El nivel sonoro vespertino, determinado de acuerdo con la Ecuación (11.7) es

Lev = 10 10gIO [(113)(106,75 + 106,60 + 106.60)]

= 10 10gIO [(113)(1,359 X 107)]

= 66,6dB

El nivel sonoro nocturno, calculado mediante el procedimiento de la Ecuación


(11.8) es
11.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ln = 10 10glO [(1/9)(1<r·2o + lOS·95 + lOS·so + lOS·70 + lOS·50 + 106.10 + 106.65


+ 106,60 + 106.45 )]
10 10glO [(1/9)(1,645 X 107)]

62,6 dB

En lugar del largo procedimiento de cálculo de la Ecuación (11.9), el cálculo del


nivel sonoro de 24 horas puede simplificarse mediante el empleo de los cálculos ya
obtenidos del nivel sonoro diurno y nivel sonoro nocturno con la Ecuación (11.10)
como

L 24h = 10 10glO {(1/24)[(15 X 106.88) + (9 X 106.26)]}


10 10glO {(1/24)(1,302 X 108)J

67,3 dB

Al estar disponibles los niveles sonoros vespertinos y nocturnos, el nivel equi-


valente de ruido comunitario se calcula cómodamente a partir de la Ecuación
(11.12) en lugar de (11.11), añadiendo 5 dB al nivel sonoro vespertino de 66,6 dB y
10 dB al nivel sonoro nocturno de 62,6 dB. El cómputo viene dado por

L den = 10 10glO [(1/24)(107.00 + 107.00 + 107.00 + 106.90 + 106.90 + 106.90 + 106.90


+ 106.90 + 106.90 + 106.90 + 106.85 + 106.80 + (3 X 107.16) + (9 X 107,26)]
=10 10glO [(1/24)(3,061 x 108)]
= 71,1 dB

El cálculo del nivel sonoro corregido día-noche utiliza la versión simplificada de


la Ecuación (11.15), en lugar de la suma de los niveles sonoros de 1 hora de la Ecua-
ción (11.14), con el nivel sonoro diurno de 68,8 dB Y añadiendo 10 dB al nivel so-
noro nocturno de 62,6 dB, para obtener

Ldn = 10 10glO {(1/24)[(15 X 106.88 ) + (9 X 107.26)]J


=10 10glO {(1/24)(2,776 x 108)J
= 70,6dB

Los seis niveles sonoros calculados anteriormente se muestran debajo de las co-
lumnas de niveles sonoros de 1 hora en la Tabla 11.1.

NIVEL DE EXPOSICION SONORA (SELJ

El nivel de exposición sonora es un índice útil para calcular los niveles sonoros que
resultan de cualquier combinación de fuentes sonoras.
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.19

El nivel de exposición sonora, en decibelios, es 10 veces el logaritmo de base 10


de la relación entre una exposición sonora, en pascales al cuadrado segundo, y la ex-
posición sonora estandarizada de referencia de 20 micropascales al cuadrado segun-
do (20 fLPa 2.s). Los niveles de exposición sonora pueden medirse con un sonóme-
tro6 integrador para cada suceso acústico por separado que se produce en una
determinada posición.
El nivel de exposición sonora con ponderación A, L AE , en decibelios, viene
dado por
(11.17)
donde EA es la exposición sonora con ponderación A, en pascales al cuadrado se-
gundo, y Eo = p~to es la exposición sonora de referencia, en pascales al cuadrado se-
gundo, y to el tiempo de referencia de 1 segundo. Véase Ecuación (12.1) en el Ca-
pítulo 12 para una descripción matemática de la exposición sonora como integral de
tiempo del cuadrado de la presión sonora con ponderación A, sin ponderación tem-
poral.
Si se utiliza una ponderación de frecuencia distinta de A, debe indicarse explí-
citamente; p. ej., mediante el símbolo Ec para la exposición sonora con pondera-
ción C, con LCE como símbolo para el nivel de exposición sonora con ponderación
C, abreviado CSEL. En el Capítulo 5 se describen los instrumentos para medir el ni-
vel de exposición sonora.

Relación entre el nivel de exposición sonora y el nivel sonoro continuo


equivalente

Cuando el ruido ambiental es el resultado de los sonidos procedentes de uno o más


sucesos acústicos identificables (como el sonido del funcionamiento repetido de una
máquina, paso de camiones o automóviles, o sobrevuelo de aviones), el nivel so-
noro continuo equivalente correspondiente, durante un intervalo de tiempo espe-
cificado, puede calcularse fácilmente a partir de los niveles de exposición sonora de
los sucesos (o de grupos de sucesos dentro del conjunto).
Para un suceso acústico único (p. ej., el funcionamiento de una máquina mol-
deadora de metal), el nivel sonoro continuo equivalente (L eq o LAeq,T), para el in-
tervalo de tiempo T, se relaciona con el nivel de exposición sonora (L AE) producido
por la fuente de sonido mediante la expresión
(11.18)

donde todos los tiempos están en segundos.


Si una serie n de sucesos acústicos se produce durante el intervalo de tiempo T,
el nivel sonoro continuo equivalente correspondiente puede calcularse a partir de
los niveles de exposición sonora LAE(i) de cada suceso mediante

(11.19)
11.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Cuando T = 86.400 segundos o 24 horas, el nivel sonoro de 24 horas, en deci-


belios, se convierte en

(11.20)

donde el término constante es 10 lag 10 (1186.400) = - 49,4 dB.


Para calcular el nivel sonoro corregido día-noche, la Ecuación (11.20) puede
modificarse para tener en cuenta la corrección de 10 dB que se añade a los niveles
de exposición sonora m que se producen durante las horas nocturnas. La expresión
modificada para el nivel sonoro corregido día-noche, con n niveles de exposición
sonora produciéndose durante las horas diurnas, viene dada por

(11.21)

Ejemplos de cálculos

Para ilustrar la utilidad de los cálculos del nivel sonoro continuo equivalente a partir
de las mediciones o predicciones del nivel de exposición sonora, ha de considerarse
un ejemplo en que se desea determinar el nivel sonoro corregido día-noche del rui-
do del tráfico en un lugar que está a 40 m (130 ft) de la línea central de vehículos en
una autopista de varios carriles.
Se supone que para un día laborable típico, el carril más próximo es utilizado
por un total de 30.000 vehículos de todo tipo y que un 75 por 100 del flujo total de
tráfico se produce en horas diurnas y un 25 por 100 en las nocturnas. Se supone tam-
bién que durante las horas diurnas, los camiones pesados constituyen el 3 por 100
del total, los camiones de tipo medio el 4 por 100 y los automóviles y camiones li-
geros el 93 por 100. En horas nocturnas, el tráfico se divide entre el 5 por 100 de ca-
miones pesados, el 7 por 100 de camiones de tipo medio y el 88 por 100 de auto-
móviles y camiones ligeros.
Para el ejemplo, se supone que los niveles de exposición sonora a una distancia
de 40 m son 82 dB para los camiones pesados típicos, 72 dB para los camiones me-
dios y 69 dB para los automóviles y camiones ligeros.
El cálculo del nivel sonoro corregido día-noche puede disponerse de la siguiente
manera para la combinación de camiones pesados (HT), camiones medios (MT) y
automóviles y camiones ligeros (AL):
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.21

Horas diurnas
Vehículos % n
HT 3 675 675 X 108,2= 1,07 X 1011
MT 4 900 900 X 107 •2= 1,43 X 1010
AL 93 20.925 20.925 X 106 ,9
= 1,66 X 1011
¡ =2,87 X 1011

Horas nocturnas (con corrección de 10 dB)


Vehículos % m mX lOO,l[LAEV) + IOJ

HT 5 375 375 X 109 ,2= 5,94 X 1011


MT 7 525 525 X 108 •2= 8,32 X 1010
AL 88 6600 6600 X 107 ,9= 5,24 X 1011
¡ =1,20 X 1012

Y, a partir de la Ecuación (11.21),

L dn = 10l0glO (2,87 X 1011 + 1,20 X 1012 ) - 49,4 = 72,3 dB

Situaciones alternativas a la descrita anteriormente pueden evaluarse fácilmen-


te mediante los cambios apropiados en los cálculos. Por ejemplo, se puede consi-
derar una situación futura en que el tráfico diario medio aumenta a 36.000 vehícu-
los, sobre la misma autopista, pero, debido a los avances en la tecnología de control
del ruido, acompañados de acciones para su cumplimiento, el nivel medio de ex-
posición sonora de los camiones pesados se reduce de 82 dB a 77 dB.
Con la misma división del tráfico entre horas nocturnas y diurnas utilizada en los
cálculos anteriores, modificando el número de vehículos por tipo y el nivel medio de
exposición sonora de los camiones pesados, se obtiene una predicción para el nivel
sonoro corregido día-noche de 71,4 dB, o un nivel sonoro corregido día-noche 0,9
dB inferior, a pesar del aumento del-20 por 100 en el flujo total de tráfico diario.

REFERENCIAS

1. American national standard specification for sound level meters, ANSI S1.4-1983, Acous-
tical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1983.
2. Advance edition ofthe intemational e!ectrotechnical vocabulary, capítulo 801, «Acoustics
and electroacustics», IEV 50(801):1984, International Electrotechnical Commission, CH-
1211 Ginebra 20, Suiza, 1984.
3. Sound leve! meters, lEC Standard 651:1979, International Electrotechnical Commission,
CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1979.
4. P. V. Brüel, «Reminiscence from Per Brüel in honor of Fritz Ingerslev», Noise Control
Engineering Joumal, vol. 32, n.o 2, marzo-abril 1989, p. 52.
11.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

5. P. V. Brüel, «Do we measure damaging noise correctly?», Noise Control Engineering


Joumal, vol. 8, n.o 2, marzo-abril 1977, p. 52-60.
6. Integrating-averaging sound leve! meters, lEC 804:1985, International Electrotechnical
Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1985.
7. Acoustics - Measurement of airbome emitted by computer and business equipment, ISO
7779:1988, International Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza,
1988.
8. American national standard methods for the measurement and designation of noise emitted
by computer and business equipment, ANSI S12.10-1985, Acoustical Society of America,
Nueva York, NY 10017-3483, 1985.
Capítulo 12
MEDIDA DE LA
EXPOSICION SONORA.
SONIDO Y DOSIS DE RUIDO

Alan H. Marsh
William v. Richings

INTRODUCCION

Este capítulo describe los instrumentos y procedimientos para la medida de la ex-


posición sonora y la dosis de ruido, fundamentalmente de cara a la conservación de
la audición. Otros capítulos estrechamente relacionados con éste son: Capítulo 5,
«Instrumentos de medida acústica»; Capítulo 11, «Niveles sonoros y su medida»;
Capítulo 18, «Pérdida auditiva por exposición al ruido»; Capítulo 22, «Programas
de conservación de la audición», y Capítulo 26, «Criterios de exposición al ruido y
la vibración».

EXPOSICION SONORA

La exposición sonora es una cantidadiíndice) que es proporcional a la energía acús-


tica que está presente en un punto durante cierto período de tiempo. Al igual que la
energía eléctrica, que se mide en kilovatios/hora y representa el producto de la po-
tencia que se transmite por la duración del tiempo de transmisión, la exposición so-
nora es equivalente al producto de la potencia acústica incidente sobre un receptor
(p. ej., un micrófono o un oído) por la duración del tiempo de exposición.

Principio de las medidas de exposición sonora

Matemáticamente, la exposición sonora es la integral en el tiempo del cuadrado de


la presión sonora instantánea ponderada para la frecuencia durante un «suceso»,
por ejemplo, una secuencia de operaciones ruidosas que duran minutos u horas o la
duración completa de una jornada laboral. La definición de la exposición sonora es

12.1
12.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

equivalente a la que está internacionalmente normalizada! y es la base para el prin-


cipio de funcionamiento de un aparato personal de medición de exposición sonora2 •
Las medidas de la exposición sonora en el ambiente de trabajo suelen realizarse
con la respuesta de frecuencia con ponderación A que está normalizada internacio-
nalmente para los sonómetros3,4.
La exposición sonora E con ponderación A viene dada por

l2

E = f
11
pl(t) dt (12.1)

donde P'i(t) es el cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación A, en


pascales, en función del tiempo t, para un período de integración T, comenzando en
t] y acabando en t2.
Por lo general, no es necesario conocer o registrar la duración T del período de
integración, siempre que sea lo suficientemente largo como para incluir todas las
contribuciones significativas a la integral de la Ecuación (12.1) para el «suceso» de
interés.
La unidad del Sistema Internacional (SI) para la exposición sonora es el pascal
al cuadrado segundo. Para medidas de exposición sonora en ambientes laborales,
una unidad más conveniente es el pascal al cuadrado hora (Pa2 • h). Una exposición
de 1 Paz . h corresponde a un nivel sonoro constante con ponderación A de casi
85 dB (error de de 0,1 dB) durante un período de 8 horas; una exposición sonora de
3,2 Paz. h corresponde exactamente a un nivel sonoro constante con ponderación
A de 90 dB durante 8 horas.

CALCULO DE LA EXPOSICION SONORA A PARTIR DE LOS NIVELES


SONOROS Y LAS DURACIONES O A PARTIR DE LOS NIVELES DE
EXPOSICION SONORA

La exposición sonora en un lugar determinado puede medirse directamente o de-


terminarse a partir del conocimiento de: (1) el nivel sonoro presente en el lugar y la
duración del mismo o (2) el nivel de exposición sonora durante la duración de la ex-
posición.
Los sonómetros integradores5 pueden utilizarse para medir niveles sonoros con-
tinuos equivalentes. Los sonómetros con ponderación temporal exponencial3,4 pue-
den utilizarse para medir una aproximación de los niveles sonoros continuos equi-
valentes. Los aparatos de medición que integran el nivel sonoro aportan
estimaciones del nivel de exposición sonora para la duración de un suceso, que pue-
de ser tan largo como una jornada laboral. Véase el Capítulo 11 para un comentario
sobre niveles sonoros continuos equivalentes con ponderación de frecuencia; nive-
les sonoros con ponderación temporal exponencial, con ponderación de frecuencia,
y niveles de exposición sonora.
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.3

Cálculo de la exposición sonora a partir del nivel sonoro y la duración

El nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A (símbolo Leq o LAeq,T) , en


decibelios, en un lugar durante un intervalo de tiempo T, en horas, está relacionado
con la exposición sonora total E, en pascales cuadrados hora, que ocurre dentro de
este período por medio de la expresión

(12.2)

o de forma alternativa mediante

Leq = 10 lag 10 [E/(P~T)] (12.3)

donde Po = 20 micropascales (20 ¡..t.Pa).


Para sonidos estables o no estables, los niveles sonoros con ponderación tem-
poral exponencial, convenientemente promediados para los períodos de medida
apropiados, pueden utilizarse en la Ecuación (12.2), en lugar del nivel sonoro con-
tinuo equivalente, para estimar las exposiciones sonoras. A menos que se indique
otra cosa, se sobreentiende la ponderación A.

Relaciones gráficas entre exposición sonora, nivel sonoro continuo


equivalente y duración de la exposición

La exposición sonora puede estimarse a partir de los gráficos de las relaciones des-
critas por la Ecuación (12.2), dados el nivel sonoro continuo equivalente y la co-
rrespondiente duración de la exposición. La Figura 12.1 muestra la exposición so-
nora en función del nivel sonoro continuo equivalente para varias duraciones de la
exposición. Por ejemplo, supongamos que el nivel sonoro continuo equivalente es
94 dB Yla duración de la exposición 4 horas. Siguiendo la flecha hacia arriba a partir
de 94 dB e interpolando para una duración de la exposición de 4 horas, se obtiene
una estimación de 4 pascal es cuadrados hora (pa 2 ·h) para la exposición sonora co-
rrespondiente.
La Figura 12.2 muestra la exposkión sonora en función de la duración para va-
rios niveles sonoros continuos equivalentes. En la Figura 12.2 se ilustran dos situa-
ciones. Por ejemplo, si el nivel sonoro continuo equivalente es 112 dB para una du-
ración de la exposición de 15 minutos, entonces la exposición sonora es
relativamente alta, próxima a 16 Pa2 ·h. El segundo caso muestra que una exposi-
ción relativamente larga de 5,5 horas a un nivel sonoro equivalente continuo de
93 dB produce una exposición sonora cercana a 4,4 Pa 2 • h.

Cálculo de la exposición sonora a partir del nivel de exposición sonora

La exposición sonora puede calcularse a partir de un nivel de exposición sonora me-


dido directamente mediante un sonómetro integrador, con la debida consideración
de la exposición sonora de referencia y de la unidad de tiempo.
12.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1000
800
600
400

200

100
80
60
40
i
Cl.
..
w· 20
o
"'O
'co:
.,
iii 10
c:
o()
8
'(3
'¡¡; 6
o
a.
w
(/) 4

1
0,8
0,6
0,4

0,2

0,1
80 90 100 110 120 130
Nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A LAeq, r dB

FIGURA 12.1. Exposición sonora en función del nivel sonoro, con la duración de la
exposición como parámetro. El ejemplo muestra que un nivel sonoro continuo equi-
valente de 94 dB para un promedio temporal (duración de la exposición) de 4 horas
produce una exposición al sonido de aproximadamente 4 Pa 2 ·h.

La exposición sonora E, en pascales cuadrados segundos, puede determinarse a


partir de una medida del nivel de exposición sonora LE, en decibelios, mediante

(12.4)
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.5

1000r--.--.---rr--'--'~rT.--.~-r-rT>---r.--.-,,~
800
600
400

200

100
80
-f 60
N

~ 40

o
'O 20
'co
U)

¡¡¡ 10
c: 8
-o 6
'(3
'¡¡;
4
8.x
w
2

1
0,8
0,6
0,4

0,2

0,1 ~-L--~~~--~-L~~__~__~LL~~__-L-Lf-J
0,01 0,02 0,04 0,1 6810 20 4060 100
0,06 80
Duración de la exposición T, h

FIGURA 12.2. Exposición sonora en función de la duración de la exposición, con el


nivel sonoro continuo equivalente como parámetro. Los ejemplos muestran que: (1)
una duración de la exposición de 0,25 h (15 minutos) a un nivel sonoro continuo equi-
valente de 112 dB produce una exposición sonora de aproximadamente 16 Pa 2 ·h y (2)
una duración de la exposición de 5,5 horas a un nivel sonoro continuo equivalente de
93 dB produce una exposición sonora de aproximadamente 4,4 Pa 2 ·h.

o, en pascales cuadrados hora, a paftir de

(12.5)

donde Ea es la exposición sonora de referencia de (20 ¡..tPa)2·s. Por ejemplo, un ni-


vel de exposición sonora de 135 dB corresponde a una exposición sonora de apro-
ximadamente 3,5 Pa2 • h. De no especificarse lo contrario, se asume la ponderación A
para la exposición sonora y el nivel de exposición sonora.

Exposición sonora total a partir de las exposiciones sonoras componentes

Si el nivel sonoro tiene un valor estable para un período de tiempo TI y luego cam-
bia a otro valor estable para un período de tiempo T2 y así sucesivamente, las ex-
12.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

posiciones sonoras individuales en cada uno de los N períodos de tiempo (El, E 2 , ... ,
EN) pueden calcularse mediante la aplicación de la Ecuación (12.2) y con la poste-
rior suma sobre los N períodos se obtiene la exposición sonora total Es, de acuerdo
con

Es = El + E 2 + ... + EN (12.6)

NIVEL SONORO NORMALIZADO DE 8 HORAS; EXPOSICION


PERSONAL DIARIA AL RUIDO

El nivel sonoro normalizado de 8 horas (símbolo L 8hn o L A8hn ) es el nivel sonoro


(con ponderación A) continuo equivalente correspondiente a una exposición so-
nora durante un período de tiempo de normalización Tn de 8 horas, que es la misma
que la exposición sonora real durante el período de tiempo real de duración T. La
duración del tiempo real de exposición puede ser mayor o menor que 8 horas.
El nivel sonoro normalizado de 8 horas L 8hn viene dado, en decibelios, por

(12.7)

o alternativamente por

(12.8)

donde E es la exposición sonora, en pascales al cuadrado hora, que está presente


durante el período de tiempo T de integración, en horas, y p~ es el cuadrado de la
presión sonora de referencia de 20 micropascales.
El nivel sonoro normalizado de 8 horas es idéntico a la dosis diaria de exposición
personal LEP,d que viene prescrita en el Artículo 2 de las Directivas del Consejo de
Comunidades Europeas6 sobre la protección de los trabajadores frente a los riesgos
relacionados con la exposición al ruido laboral.

DOSIS DE RUIDO

La dosis de ruido es una medida, prescrita en normativas nacionales o estatales, de


la exposición al ruido a que está sometida una persona. A diferencia de la exposi-
ción sonora, que es proporcional a la energía acústica presente en un lugar, el con-
cepto de dosis de ruido no tiene interpretación física. La dosis de ruido es una can-
tidad que se desarrolló para evaluar la exposición al ruido en los centros de trabajo
como protección contra la pérdida de la audición (véase «Relación entre exposición
al ruido y lesión del mecanismo auditivo» en el Capítulo 26).
La dosis de ruido suele expresarse como un porcentaje de la exposición diaria
máxima permisible al ruido; es una combinación de un nivel sonoro continuo equi-
valente estable con ponderación A y la duración de la exposición correspondiente.
Dependiendo de cómo se defina en una norma o regla, la medida de la dosis de rui-
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.7

do puede ser equivalente a la medida de una exposición al ruido. Hay que prestar
una atención cuidadosa a las definiciones de las cantidades medidas porque la dosis
de ruido, definida de diferente manera, ha sido utilizada como sinónimo de expo-
sición sonora.
Las medidas de las dosis de ruido implican consideraciones sobre los conceptos
de tasa de intercambio, nivel sonoro criterio, umbral del nivel sonoro y exposición
diaria máxima permisible al ruido.

Tasas de intercambio

Una tasa de intercambio expresa cuánto tendría que aumentar (o descender) el ni-
vel sonoro para mantener una medida seleccionada de riesgo de pérdida de audi-
ción cuando se duplica la duración de la exposición (O se reduce a la mitad). Se usan
tasas de intercambio de 3, 4 Y5 dB para cambios en el nivel sonoro correspondiente
a la duplicación (o reducción a la mitad) de la duración de la exposición; v. g., las re-
glas de 3 dB, 4 dB Y5 dB, respectivamente. (Véase Capítulo 26 para un comentario
adicional sobre tasas de intercambio.)
La relación de la tasa de intercambio puede expresarse como un exponente de
la presión sonora que se integra con respecto al tiempo para determinar la exposi-
ción sonora o la dosis de ruido. Un exponente de presión sonora de 6/3 = 2 aporta
la integración del cuadrado de la presión sonora y corresponde a la tasa de inter-
cambio de 3 dB. De forma parecida, la integración de la presión sonora con un ex-
ponente de 6/4 o 6/5 para determinar la dosis de ruido corresponde a las tasas de in-
tercambio de 4 dB Y5 dB, respectivamente.
La tasa de intercambio de 3 dB también se conoce como tasa de intercambio de
«igual energía», porque la energía acústica equivalente se mantiene cuando el nivel
sonoro cambia en 3 dB, Yla duración de la exposición cambia por un factor corres-
pondiente de 2.
Nótese que el exponente de la presión sonora en la ecuación (12.1) es 2 (= 6/3)
para la tasa de intercambio de 3 dB, Y también que no hay ponderación de tiempo
exponencial ni umbral de nivel sont>ro implicados en la determinación de la expo-
sición sonora mediante la integración del cuadrado de la presión sonora de la señal.
El nivel sonoro continuo equivalente siempre es una medida de «igual energía» co-
rrespondiendo a la tasa de intercambio de 3 dB, nunca a otras tasas de intercambio.

Nivel sonoro criterio

El nivel sonoro criterio es la media normalizada de 8 horas. Es un nivel sonoro con


ponderación A que corresponde a la máxima exposición diaria al ruido permitida
especificada en una norma o regla. Se utilizan niveles sonoros criterio de 85 dB Y
90dB.
12.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Umbral del nivel sonoro

El umbral del nivel sonoro, en decibelios, es el nivel sonoro con ponderación A es-
pecificado por el fabricante de un aparato de medición de la dosis de ruido por de-
bajo del cual el instrumento no produce ninguna indicación significativa. El umbral
del nivel sonoro debe estar al menos 5 dB por debajo que el nivel sonoro criterio co-
rrespondiente.

ExposiCión al ruido diaria máxima permitida

La máxima exposición diaria al ruido permitida se basa en una exposición sonora


máxima (nivel sonoro con ponderación A, tasa de intercambio de 3 dB, sin ponde-
ración exponencial de tiempo) o en una dosis máxima de ruido [basada en un nivel
sonoro con ponderación A por encima de un nivel sonoro criterio especificado, ta-
sas de intercambio de 3, 4 o 5 dB; Y con ponderación temporal exponencial lenta
(slow), en cumplimiento de los requisitos7 de la Occupational Safety and H ealth Ad-
ministration (OSHA) de EE.UU.]

Principio de las medidas de la dosis de ruido

De acuerdo con la norma nacional estadounidense ANSI S1.25 para dosímetros


personales de ruidos, la dosis de ruido se mide según el principio determinado por
la expresión matemática

(12.9)

donde D = dosis de ruido como porcentaje de la máxima dosis de ruido diaria per-
mitida
Tn = período de tiempo normalizado (también conocido como criterio de du-
ración) de 8 horas
T= duración del período de tiempo medido, horas
LA(t) = nivel sonoro con ponderación A, con ponderación exponencial de tiem-
po lenta (slow), dB, para tiempos en que el nivel sonoro es mayor o
igual que un umbral de nivel sonoro especificado por el fabricante;
cuando el nivel sonoro es inferior a este umbral, la cantidad represen-
tada por LA(t) en la Ecuación (12.9) se considera igual a -00 y la contri-
bución a la integral es cero
Le = nivel sonoro criterio, dB, especificado por el fabricante para el aparato
de medición de la dosis de ruido
q= parámetro no dimensional que determina la tasa de intercambio de
acuerdo con q = 5/[loglO(2)] para la tasa de intercambio de 5 dB, o q =
4/[loglO(2)] para la tasa de intercambio de 4 dB, o q = 3/[loglO(2)] para
la tasa de intercambio de 3 dB
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.9

Las dosis de ruido D es igual al 100 por 100 cuando el nivel sonoro es constante
e igual al nivel sonoro criterio para un tiempo de medición igual al período de nor-
malización de 8 horas. Un nivel sonoro con ponderación A que es constante a 90 dB
durante 8 horas también corresponde a una dosis de ruido del 100 por 100, si el nivel
sonoro criterio con ponderación A es 90 dB.

Dosis de ruido a partir de las medidas del nivel sonoro

Si el nivel sonoro con ponderación de frecuencia A y con ponderación temporal ex-


ponenciallenta (slow) es constante, o prácticamente constante, en algún valor du-
rante toda una jornada laboral, entonces, de acuerdo con los requisitos7 de la Oc-
cupational Safety and Health Administration de EE.UU., la dosis de ruido D, en
porcentaje, puede calcularse a partir de la expresión

D = 100 C/T, (12.10)

donde C es la duración de la exposición al ruido con el nivel sonoro constante con


ponderación A, en horas, y T, es la duración de referencia, en horas, permitida para
exposición a ruido al nivel sonoro estable.
La duración de referencia es un múltiplo del tiempo de normalización T n de 8
horas y está determinada a partir del nivel sonoro con ponderación A y con pon-
deración exponencial de tiempo lenta (slow) (símbolo LA o L pAS ), para una tasa de
intercambio de 5 dB Y un nivel sonoro criterio de 90 dB, de acuerdo con

(12.11)

Con Tn = 8 horas, la duración de referencia a partir de la Ecuación (12.11) es 1 hora


cuando el nivel sonoro estable con ponderación A es 105 dB, 2 horas para 100 dB,
4 horas para 95 dB, 8 horas para 90 dB Y16 horas para 85 dB.
Así, si el nivel sonoro en el lugar de trabajo de una persona es esencialmente
constante a 95 dB Yel período de tiempo que la persona está expuesta a este nivel
es 3 horas durante toda la jornada laboral, la dosis diaria de ruido se obtiene a partir
de D = 100(3/4) = 75%.
Si el ruido en el lugar de trabajo está compuesto de un total de N períodos dis-
tintos en que el nivel sonoro es constante con un valor determinado para cierta du-
ración de la exposición, la dosis total de ruido D experimentada por una persona
durante toda la jornada laboral se determina mediante
N
D = 100 ~ [C(i)/T,(i)] (12.12)
i = 1

donde el nivel sonoro estable con ponderación de frecuencia A y ponderación ex-


ponencial de tiempo lenta (slow) es constante a lo largo de la duración qi) del pe-
ríodo i expresada en horas, para el que la duración de referencia de la exposición
correspondiente, en horas, T,(i), se calcula de acuerdo con la Ecuación (12.11).
Como aplicación de la Ecuación (12.12), supongamos que una jornada laboral
12.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de 8 horas consiste en 4 períodos con las siguientes duraciones de las cuatro expo-
siciones y los correspondientes niveles sonoros con ponderación A y duraciones de
exposición de referencia:

C(i), h LA(i),dB T,(i), h

6,0 92 6,06
1,4 98 2,64
0,5 107 0,76
0,1 115 0,25

Mediante la Ecuación (12.12), la dosis diaria de ruido se halla a partir de D =


100[(6,0/6,06) + (1,4/2,64) + (0,5/0,76) + (0,110,25)] = 258 por 100, aproximada-
mente. Dado que la dosis total de ruido supera el 100 por 100, deberán emprender-
se acciones, por ejemplo mediante la reducción de los niveles de ruido, de los tiem-
pos de exposición, proveer aparatos de protección auditiva o alguna combinación
de todos los anteriores.

NIVEL SONORO MEDIO CON PONDERACION TEMPORAL


PARA 8 HORAS

La normativa de la Occupational Safety and Health Administration de EE.UU? es-


pecifica una cantidad similar al nivel sonoro normalizado de 8 horas, denominada
nivel sonoro medio con ponderación temporal para 8 horas (abreviado TWA en la
normativa). El nivel sonoro medio con ponderación temporal para 8 horas es un ni-
vel sonoro con ponderación A y ponderación de tiempo exponencial lenta (slow),
que si fuera constante durante un período de 8 horas de exposición daría como re-
sultado la misma dosis de ruido con tasa de intercambio de 5 dB que la medida.
El nivel sonoro con ponderación temporal para 8 horas (TW A), en decibelios,
se determina a partir de

TWA = 90 + 10 IOglO (D/100)5/[1OIoglO (2)] (12.13a)


= 90 + 16,611oglO (D/100) (12.13b)

donde D es la dosis total de ruido en porcentaje, medida para cualquier duración de


exposición apropiada.
La dosis diaria total de ruido, para el cálculo del nivel sonoro medio con pon-
deración temporal para 8 horas, puede determinarse a partir de la Ecuación (12.10)
o (12.12), dadas las medidas de los niveles sonoros con ponderación A y pondera-
ción temporal exponencial lenta (slow) y las duraciones correspondientes de la ex-
posición. Sin embargo, a menudo se logra mayor precisión utilizando un aparato de
medición de la dosis de ruido para obtener una medida directa de la dosis total de
ruido a que la persona está expuesta en el lugar de trabajo y calcular luego el nivel
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.11

sonoro medio con ponderación temporal para 8 horas mediante la Ecuación


(12.13).

PRESION SONORA PICO

La presión sonora pico es la presión sonora instantánea máxima que se produce du-
rante un período de tiempo determinado. La presión sonora pico debe medirse sin
ponderación de frecuencia ni ponderación temporal exponencial y debe incluir to-
dos los componentes de frecuencia dentro de la anchura de banda del sistema de
medición del sonido. Muchos sonómetros convencionales e integradores aportan
una indicación «pico» con una constante muy corta de elevación temporal (menos
de 50 microsegundos o menos de 100 microsegundos, dependiendo del diseño del
instrumento y de la clase de precisión) junto con una instalación de almacenamien-
to que mantiene y muestra el nivel pico de presión sonora. Algunos medidores per-
sonales de la exposición sonora incorporan una opción similar para aportar una in-
dicación de que la presión sonora pico previamente establecida ha sido superada
durante un período de medición.
Como alternativa para medir la presión sonora pico, algunas normativas espe-
cifican una cantidad que ha de medirse mediante un sonómetro normalizado. Por
ejemplo, la normativa de la Unión Europea6 mantiene que si el nivel sonoro impul-
so máximo con ponderación de frecuencia A y ponderación temporal exponencial
no supera los 130 dB, puede asumirse que la máxima presión sonora instantánea, no
ponderada, no supera los 200 pascales.
En el Reino Unido, una norma nacional9 establece que si el nivel sonoro con
ponderación de frecuencia A y ponderación temporal exponencial rápida (fast) su-
pera los 125 dB, hay que realizar mediciones más precisas del campo sonoro, por
ejemplo, mediante un micrófono adecuado, amplificador y osciloscopio calibrado
de almacenamiento para capturar y mostrar la forma de onda. Sin embargo, es di-
fícil medir con precisión el verdadero nivel sonoro pico porque la forma de onda de
la señal de presión sonora puede estar distorsionada por la frecuencia y la respuesta
de fase del micrófono y el sistema de medición asociado.

APARATOS DE MEDICION DE EXPOSICION SONORA; APARATOS


DE MEDICION DE DOSIS DE RUIDO; DOSIMETROS DE RUIDO

Aparatos de medición de exposición sonora

Los aparatos de medición de la exposición sonora estiman la exposición sonora di-


rectamente, evitando así la necesidad de los cálculos descritos anteriormente. Si
este instrumento está diseñado para que lo lleve una persona, se denomina medidor
personal de la exposición sonora.
La Figura 12.3 muestra un diagrama de los elementos funcionales de un medi-
dor personal de la exposición sonora. El micrófono suele ser pequeño y viene acom-
pañado de un cable de extensión, de manera que pueda montarse cerca del oído. La
12.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Micrófono Amplificador y Aparato de Indicador de


O- ponderación de
frecuencia A
- elevación
al cuadrado
- Integrador
de tiempo - la exposición
al ruido

Dispositivo
indicador de
sobrecarga

FIGURA 12.3. Elementos funcionales de un aparato personal de medición de la ex-


posición sonora.

salida eléctrica del micrófono, correspondiente a la forma de onda de la presión so-


nora incidente, es amplificada mediante un circuito que incorpora la ponderación
de frecuencia A; entonces es elevada al cuadrado e integrada con respecto al tiem-
po. El indicador de exposición sonora suele estar incorporado dentro del instru-
mento, aunque puede estar separado de la unidad que lleva la persona. El indicador
puede calibrarse directamente en pascales al cuadrado hora o, de forma alternativa,
puede mostrar un porcentaje de una exposición sonora especificada por el fabrican-
te.
Una característica importante del diseño de un medidor personal de la exposi-
ción sonora es el requisito de responder a un amplio rango de niveles de presión so-
nora para un rango amplio de frecuencias sin un control manual de la sensibilidad.
Se incorpora un indicador de sobrecarga que envía un aviso de que una presión so-
nora de alto nivel dentro del rango de frecuencias del instrumento ha superado el
rango de niveles sonoros disponible.
Los medidores personales de la exposición sonora suelen utilizarse en ambien-
tes industriales agresivos y, por tanto, se construyen con robustez. Los medidores
personales están diseñados para minimizar los efectos sobre su sensibilidad de las
variaciones en la temperatura ambiental del aire, humedad atmosférica, golpes me-
cánicos y vibración, además de la interferencia de campos magnéticos, electrostáti-
cos y electromagnéticos de las frecuencias de radio. A pesar de ello, todos estos úl-
timos campos pueden causar problemas, por ejemplo, cuando se utiliza el medidor
personal de la exposición sonora cerca de un transmisor de radio.
Los medidores personales de la exposición sonora no tienen controles accesibles
al usuario y están razonablemente sellados con el fin de evitar una utilización in-
debida. Existen versiones seguras de medidores personales de la exposición sonora
para utilización en zonas peligrosas, tales como minas o canteras.
Dado que el medidor personal de la exposición sonora se suele utilizar durante
la jornada laboral, casi siempre funciona mediante una batería, que ha de tener car-
ga para al menos 8 horas de funcionamiento del aparato.
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.13

Aparatos de medición de dosis de ruido; dosímetros de ruido

Un aparato de medici6n de dosis de ruido (también denominado dosímetro de ruido


o medidor de la dosis de ruido) es un instrumento que mide el porcentaje de la dosis
de ruido diaria máxima permitida por las normas; suele estar diseñado para que la
persona lo lleve encima.
Los requisitos descritos anteriormente para los medidores de la exposición per-
sonal al ruido también se aplican a los dosímetros de ruido, pensados para funcionar
en ambientes laborales agresivos. Sin embargo, existen diferencias significativas en-
tre los requisitos del diseño de un medidor personal de la exposición sonora y un
dosímetro de ruido, como puede verse comparando los elementos funcionales que
muestran las Figuras 12.3 y 12.4.
Ambos instrumentos incluyen un micrófono, un amplificador, ponderación de
frecuencia A, dispositivo para elevar al cuadrado, integrador de tiempo e indicador.
Un medidor personal de la exposición sonora incluye indicador de sobrecarga,
mientras el dosímetro de ruido puede incluir un indicador del límite superior. Un
dosímetro de ruido tiene que incorporar la ponderación exponencial de tiempo, ha-
bitualmente la lenta (slow), y el umbral de nivel sonoro especificado por el fabri-
cante. Los medidores personales de la exposición sonora no poseen ponderación
temporal exponencial ni umbral de nivel sonoro.
La diferencia más importante entre los dos aparatos es el exponente de la señal
de presión sonora que es integrado. A menudo, para un dosímetro de ruido, la fun-
ción de potencia especificada de la señal de presión sonora aporta una tasa de in-
tercambio de 5 o 4 dB.

Dispositivo
indicador
del limite
superior

, .
M~fono Amplificador y Ponderación

-
Aparato de
ponderación de
frecuencia A
- elevación al
cuadrado
- exponencial ¡-
del tiempo
Tasa de
intercambio
¡-

Nivel del Indicador de


- umbral
sonoro
1---
Integrador
de tiempo
r-- la dosis
de ruido
I

FIGURA 12.4. Elementos funcionales de un dosímetro.


12.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Normas para los instrumentos personales de medición de la dosis de ruido


y de la exposición al sonido

La norma nacional estadounidense ANSI S1.258 contiene especificaciones sobre


dosímetros. La presión sonora con ponderación de frecuencia A y ponderación
temporal lenta (slow) es integrada con una tasa de intercambio de 5 dB, de acuerdo
con las normas de EE.UU. de la OSHA y de la Mine Safety and Health Administra-
tion (MSHAf,lO (o 3 o 4 dB, dependiendo de la aplicación). Se permite un indica-
dor opcional de retención del límite superior. En los dosímetros de ruido comercia-
lizados que cumplen con la norma ANSI S1.25, el indicador de retención del límite
superior suele estar fijado para funcionar a un nivel sonoro máximo estable con
ponderación A de 115 dB, tal y como permiten las normas OSHA estadouniden-
ses?
Además de las especificaciones sobre el rendimiento electroacústico de un ins-
trumento, la norma ANSI S1.25 especifica los límites de los efectos de las variacio-
nes en la presión ambiental del aire, temperatura, vibración y campos magnéticos
sobre la sensibilidad del aparato. Sin embargo, las especificaciones sobre funciona-
miento contenidas en esta norma se basaron sobre los requisitos para los sonóme-
tros de Tipo 2 y no fueron pensadas para su aplicación a la medición precisa del ni-
vel sonoro de corta duración de los ruidos impulsivos.
La cantidad medida, de acuerdo con la norma británicall BS 6402, para un me-
didor personal de la exposición sonora es la exposición sonora, es decir, la integral
de tiempo de la presión sonora con ponderación A, con una tasa de intercambio de
3 dB Y sin ponderación temporal exponencial. Una característica de esta norma bri-
tánica es el requisito de medir las señales de presión sonora con ponderación A que
tengan un nivel sonoro pico de hasta, al menos, 132 dB. Un instrumento que cumpla
esta norma ha de elevar al cuadrado e integrar las señales con ponderación A con
un factor cresta (relación entre presión sonora pico y presión sonora rms) de, al me-
nos, 7 (equivalente a una diferencia de 17 dB del nivel de presión sonora), en com-
paración con el factor cresta de tan sólo 3 especificado en la norma lEC 651 3 para
los sonómetros de precisión con ponderación temporal exponencial de las Clases 1,
2y 3.
El indicador de sobrecarga es obligatorio en la norma británica, para avisar de
que el nivel sonoro en el micrófono ha superado el rango de medición del instru-
mento. Además de los requisitos ambientales, como especifica la norma nacional
estadounidense ANSI S1.25, la norma qritánica limita los efectos sobre la sensibili-
dad del instrumento producidos por las variaciones de humedad y campos electro-
magnéticos de las frecuencias de radio.
La norma internacionallEC2 (borrador de 1990) para medidores personales de
la exposición sonora se basa sobre un rango de funcionamiento significativamente
mayor que el especificado para el sonómetro integradoii de Tipo 2 y mide la ex-
posición producida por sonidos impulsivos, fluctuantes e intermitentes sobre un
rango de niveles sonoros con ponderación A entre, al menos, 80 dB y 130 dB. La
cantidad medida es la exposición sonora en pascales al cuadrado hora. Incluye un
indicador obligatorio de sobrecarga que cierra el pestillo cuando el nivel sonoro de
entrada supera el rango de nivel sonoro del instrumento.
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.15

MEDICION DE LA EXPOSICION SONORA O DOSIS DE RUIDO

Instrumentos que lleva la persona

Cuando la exposición al ruido de la persona varía significativamente con el tiempo


o cuando la persona se mueve yendo de una zona ruidosa a otra, un método có-
modo para determinar la exposición total consiste en que la persona lleve encima
un medidor personal de la exposición sonora (o un dosírnetro de ruido) durante
toda la jornada laboral. El instrumento de medición puede colocarse en un bolsillo
o montarse sobre un cinturón o arnés. Los comentarios de esta sección se aplican
por igual a los medidores personales de exposición sonora y a los dosímetros.
La localización del micrófono influye significativamente sobre la medición de la
exposición sonora en estos aparatos. El micrófono puede montarse sobre el hombro
de la persona o pegado al cuello. De forma alternativa, puede resultar cómodo
montarlo sobre un sombrero o casco de seguridad. Siempre que sea posible, para
cualquier posición, el micrófono debe estar localizado a 100 mm ± 10 mm (4 in X
0,4 in)12 de un oído, y en ningún caso a más de 300 mm (12 in)13, como muestran las
posiciones A, B Y C en la Figura 12.5. Habitualmente es necesario un cable de ex-
tensión para el micrófono.
Si el ruido a que la persona está expuesta llega predominantemente en una di-
rección, por ejemplo, de una máquina concreta, entonces el micrófono deberá estar

FIGURA 12.5. Localización del micrófono en un aparato personal de medición de la


exposición sonora o en un dosímetro: (A) sobre el hombro, (B) pegado al cuello, (e)
montado sobre un sombrero o casco de seguridad.
12.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

montado en el lado de la persona más cercano a la fuente de ruido. Debido a la dis-


posición reflectante de la presión sonora, producida por la presencia del cuerpo de
la persona, no se recomienda montar el micrófono sobre su pecho o torso.
Puede ser necesario vigilar a la persona que lleva el medidor de exposición so-
nora para evitar un uso inadecuado; por ejemplo, disparar el indicador de sobrecar-
ga mediante golpes o sacudidas deliberadas al micrófono para dar una indicación
falsa de la presencia de sonidos impulsivos de alto nivelo dejar el instrumento cerca
de la fuente de ruido de alto nivel con el fin de dar una medida incorrecta de la ex-
posición sonora real.

Períodos de tiempo de integración

Con el fin de medir la exposición sonora total diaria, el medidor personal suele fun-
cionar durante la jornada laboral completa. Sin embargo, en algunos casos, las ex-
posiciones sonoras han de medirse a lo largo de períodos más cortos.
Si el nivel de ruido es sustancialmente constante a lo largo de la jornada laboral
se mide una muestra de exposición sonora de x pascales al cuadrado hora (Pti·h)
durante y minutos; la exposición sonora total E, durante una jornada laboral de T
horas de duración, viene dada por

E = (x)(y/60)(1) (12.14)

Por ejemplo, si la exposición sonora es 0,8 Pa2 ·h para un período de 30 minutos,


la exposición sonora total a partir del mismo nivel de ruido en una jornada laboral
de 7,5 horas se encuentra mediante E = (0,8)(30/60)(7,5) = 3,0 Pa2 ·h.
Si la exposición sonora varía notablemente de un día a otro, la exposición so-
nora diaria media Eav durante N días viene dada por

(12.15)

donde El, E 2 , E 3 , oo., EN son las exposiciones sonoras en los días 1, 2, 3, oo., N, res-
pectivamente.

Efectos del cuerpo de la persona sobre la medición de la exposición sonora


o la dosis de ruido

De acuerdo con las normas nacionales e internacionales para la minimización de la


lesión auditiva producida por la exposición al ruido, la exposición al ruido en ellu-
gar de trabajo está considerada como la que se mediría en ausencia de la persona,
con el micrófono colocado en el mismo lugar en que habitualmente estaría la ca-
beza de la persona. Así, para aprovechar las ventajas de los medidores personales
de la exposición sonora en la medición del ruido de los ambientes laborales, es ne-
cesario tener en cuenta los efectos del cuerpo de la persona que lleva el aparato.
La magnitud en que el cuerpo afecta a la medición de la exposición sonora de-
pende de: (1) el tipo de campo acústico, (2) el ángulo de incidencia del sonido,
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.17

(3) el espectro de frecuencia del sonido, (4) la absorción del sonido por la ropa de
la persona y (5) la localización del micrófono sobre la persona. La diferencia entre:
(a) la exposición sonora con el micrófono montado sobre una persona y (b) la ex-
posición sonora medida en el campo acústico inalterado, en ausencia de la persona,
varía entre -20 y +300 por 100 (correspondiendo a diferencias en el nivel de pre-
sión sonora de -1 a +5 db )14,15. Para muchas situaciones, la exposición sonora o do-
sis de ruido medidas mediante un instrumento montado sobre una persona es ma-
yor que la que se mediría en ausencia de ella.
Para un espectro típico de ruido industrial, puede usarse la adaptación de los
factores presentados en la Tabla 12.1 para estimar la exposición sonora (o dosis de
ruido) en el lugar del micrófono en ausencia de la persona. Se multiplica la exposi-
ción sonora (o dosis de ruido) por el factor de ajuste aplicable para obtener una es-
timación de la exposición sonora (o dosis de ruido) en ausencia de la persona.
Para muchas medidas de la exposición sonora industrial, el aumento medio en el
nivel sonoro con ponderación A con el micrófono montado sobre el hombro o el
cuello está aproximadamente 1 dB por encima de lo que se habría medido en au-
sencia de la persona. Con el fin de conservar la audición en la industria, donde
la persona se mueve de un área ruidosa a otra, y el micrófono está montado sobre el
hombro, cuello, sombrero o casco, para obtener una estimación conservadora de
la exposición sonora que se mediría en ausencia de la persona se recomienda que la
exposición sonora indicada se multiplique por 0,8.

Normas para la medición de la exposición sonora o dosis de ruido

Las normas nacionales e internacionales hacen recomendaciones para la medición


directa de la exposición sonora I2 ,13. Las normas internacionales también aportan di-
rectrices sobre muestreo y métodos estadísticos que pueden utilizarse para calcular
la exposición sonora a partir de los niveles sonoros medidos con instrumentos con-
vencionales e integradores y los tiempos correspondientes de exposición sonora.
Las normas nacionales, si están <jlisponibles, deben consultarse para requisitos es-
pecíficos.

TABLA 12.1. Factores de ajuste aproximado para la exposi-


ción sonora*

Localización del micrófono Factor de ajuste


Cerca de un oído 0,7
Sobre el hombro o cuello 0,6
Sobre el torso (no recomendado) 0,5
• Se multiplica la exposición sonora (o dosis de ruido), medida mediante un micrófono
montado sobre una persona, por el factor apropiado con el fin de obtener una estima·
ción de la exposición sonora correspondiente (o dosis de ruido) que se hubiera medido
en ausencia de la persona, durante el mismo perfodo de tiempo en el(los) mismo(s) lu·
gar(es).
12.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

NIVELES SONOROS NORMALIZADOS DE 8 HORAS A PARTIR DE


LAS MEDIDAS DE EXPOSICION SONORA

El nivel sonoro normalizado de 8 horas (símbolo L Shn o L AShn ), en decibelios, puede


calcularse a partir de

L Shn = 10 10glO [(E x 109 )/3,2] (12.16)

donde E es la exposición sonora en pascales al cuadrado hora, o de forma alterna-


tiva, a partir de

L Shn = 10 10glO [(E x 105 )/1.152] (12.17)

donde E es la exposición sonora en pascales al cuadrado segundo.


La Ecuación (12.16) puede obtenerse mediante la sustitución de la presión so-
nora normalizada de referencia de 20 micropascales y el período de tiempo nor-
malizado de 8 horas en la Ecuación (12.8).
La Tabla 12.2 muestra los niveles sonoros normalizados de 8 horas y las expo-
siciones sonoras correspondientes en pascales al cuadrado hora y pascales al cua-
drado segundo.

NIVELES SONOROS CONTINUOS EQUIVALENTES A PARTIR DE LAS


MEDIDAS DE LA DOSIS DE RUIDO

Sólo es posible la conversión de la dosis de ruido al nivel sonoro continuo equiva-


lente cuando la dosis de ruido se mide mediante un instrumento con una tasa de in-
tercambio de 3 dB. No existe una relación única entre la dosis de ruido y el nivel so-
noro continuo equivalente para otras tasas de intercambio.
El nivel sonoro continuo equivalente (símbolo Leq o LAeq,T), en decibelios, para
un tiempo especificado T en horas, se determina a partir de

Leq = Le + 10 10glO D/lOO (12.18)

donde Leq es el nivel sonoro criterio para el dosímetro de ruido y D es la dosis de


ruido, medida con la tasa de intercambio de 3 dB, como un porcentaje de la dosis
diaria máxima de ruido permitida para una duración especificada de la exposición.
La Ecuación (12.18) asume una influencia insignificante de la constante expo-
nencial de tiempo sobre la medida de la dosis de ruido y una contribución también
insignificante del sonido por debajo del umbral del nivel sonoro [véase Ecuación
(12.9)].
Una vez que se ha determinado el nivel sonoro continuo equivalente, el nivel so-
noro normalizado de 8 horas puede calcularse mediante la Ecuación (12.7) para el
tiempo especificado.
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.19

TABLA 12.2. Niveles sonoros normalizados de 8 horas con pondera-


ción A, LA8hm Y exposiciones sonoras E correspondientes

L A8bn , dB E,Paz'h E, Paz·s


75 0,101 364
76 0,127 458
77 0,160 576
78 0,202 726
79 0,254 913
80 0,320 1.150
81 0,403 1.450
82 0,507 1.820
83 0,639 2.290
84 0,804 2.890
85 1,01 3.640
86 1,27 4.580
87 1,60 5.760
88 2,02 7.260
89 2,54 9.130
90 3,20 11.500
91 4,03 14.500
92 5,07 18.200
93 6,39 22.900
94 8,04 28.900
95 10,1 36.400
96 12,7 45.800
97 16,0 57.600
98 20,2 72.600
99 25,4 91,300
100 32,0 115.000
101 40,3 145.000
102 50,7 182.000
103 63,9 229.000
104 80,4 289.000
105 101,0 364.000

REFERENCIAS

1. Advance edition ofthe international electrotechnical vocabulary, capítulo 801, «Acoustics


and electroacoustics», lEY 50(801):1984, lnternational Electrotechnical Commission,
CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1984.
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ternational Electrotechnical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 26 septiembre
1990.
3. Sound level meters, lEC 651:1979, International Electrotechnical Commission, CH-1211
Ginebra 20, Suiza, 1979.
4. American national standard specificationfor sound level meters, ANSI S1.4-1983, Acous-
tical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1983.
12.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

5. Integrating-averaging sound level meters, lEC Standard 804:1985, Intemational Electro-


technical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1985.
6. «Council directive of 12 May 1986 on the protection of workers from the risks related to
noise exposure at work», 86/188/EEC, Official Joumal ofthe European Communities, nO
L 137/28, 24 mayo 1986.
7. «Occupational noise exposure standard», U.S. Department of Labor, Occupational Sa-
fety and Health Administration, Code of Federal Regulations, Title 29, Part 1910, Seco
1910.95 (29 CFR 1910.95), Federal Register, vol. 48, 28 junio 1983, pp. 29687-29698.
8. American national standard specification for personal noise dosimeters, ANSI Sl.25-1978,
Acoustical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1978.
9. Prevention od damage to hearing at work, United Kingdom Health and Safety Commis-
sion, Her Majesty's Stationery Office, Londres, noviembre 1987.
10. "Noise standard for underground and surface coal mines», U.S. Mine Safety and Health
Administration, Code of Federal Regulations, Title 30, Part 70, Subpart F, and Part 71,
Subpart 1, Federal Register, vol. 47, 29 junio 1982, pp. 29095-28098.
11. Personal sound exposure meters, BS 6402:1983, British Standards Institution, Londres,
1983.
12. Acoustics - Determination of occupational noise exposure and estimation of noise induced
hearing impairement, ISO 1999:1990, Intemational Organization for Standarization, CH-
1211 Ginebra 20, Suiza, 1990.
13. Acoustics - Guidelines for the measurement and the assessment of exposure to noise in the
working environment, Draft intemational standard DIS 9612, Intemational Organiza-
tion for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 22 marzo 1990.
14. G. F. Kuhn y R. M. Guemsey, «Sound pressure distribution about the human head and
torso»,Joumal of Acoustical Society of America, vol. 73, n.O 1, enero 1983, pp. 95-105.
15. G. F. Kuhn, «Comparisons between A-weighted sound pressure levels in the field and
those measured on people or manikis», Joumal of Acoustical Society of America, suppl.
1, vol. 79, n.o 1, primavera 1986, p. S2.
Capítulo 13
MEDIDA DE LA POTENCIA
SONORA

William W. Lang

INTRODUCCION

La potencia sonora, para una banda determinada, es la energía sonora irradiada por
unidad de tiempo. La unidad de potencia sonora es el vatio; la letra símbolo es W.
A menudo, resulta cómodo expresar la potencia sonora de una fuente en escala lo-
garítmica. Entonces se utiliza el nivel de potencia sonora. El nivel de potencia so-
nora Lw de una fuente, en decibelios, viene dado por

dB (13.1)

donde Wes la potencia de la fuente en vatios y W o es la potencia de referencia en


vatios. Suele tomarse 1 picovatio como el valor de la potencia de referencia (10- 12
..
vatios). Sustituyendo este valor en la Ecuación (13.1) se obtiene

Lw = 10 10glO (W/l0- 12 ) = 10 10glO W + 120 dB (13.2)

La Tabla 1.1 presenta los niveles de potencia sonora para fuentes de sonido típicas.
La ventaja de utilizar el nivel de potencia sonora [véase Ecuación (1.5)] en vez
del nivel de presión sonora [véase Ecuación (1.8)] al informar del ruido de equipos
es que, en la práctica, la potencia sonora irradiada por una pieza de maquinaria es
independiente tanto de la localización de ésta como de las condiciones ambientales.
El nivel de potencia sonora de una fuente no cambia de valor de una localización fí-
sica a otra, siempre que la fuente opere de la misma manera. Más aún, el nivel de
potencia sonora de una fuente es independiente de su distancia al punto de medida.
Por otra parte, el nivel de presión sonora producido por una pieza de equipamiento
varía tanto con la distancia entre ésta y el punto de medida como con el ambiente
en que esté colocado.

13.1
13.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 13.1. Correcciones para el ruido de fondo

Diferencia entre el nivel de Correcciones que hay que restar


presión sonora medido con la del nivel de presión sonora
fuente de sonido funcionando y medido con la fuente de sonido
nivel de presión del sonido de funcionando para obtener el nivel
fondo a solas, dB de presión sonora debido sólo a
la fuente de sonido, dB
<6 Medidas no válidas
6 1,0
7 1,0
8 1,0
9 0,5
10 0,5
>10 0,0

El nivel de potencia sonora se utiliza fundamentalmente como un descriptor del


equipamiento estático. Un inconveniente de su uso para jerarquizar fuentes de rui-
do móviles (como equipos de construcción) es que las medidas pueden no estar re-
lacionadas con las situaciones de funcionamiento real en las cuales el equipo está
total o parcialmente en movimiento. Más aún, los niveles de potencia sonora que se
determinan de acuerdo con los métodos descritos en este capítulo no se miden di-
rectamente, sino que se calculan a partir de la presión sonora cuadrática media para
varias localizaciones del micrófono: (1) promediada espacialmente para la superfi-
cie adecuada que encierra la fuente en un campo libre o (2) promediada para el vo-
lumen de una cámara reverberante en que se realizan las medidas.
Tanto el nivel de presión sonora como el de la potencia sonora pueden expre-
sarse en decibelios. Por ejemplo, para un compresor de aire concreto, el nivel so-
noro medio con ponderación A es de 87,4 dB(A) re 20 micropascales, a una distan-
cia de 7 m (23 ft); su nivel de potencia sonora con ponderación A es 110,8 dB re 1
picovatio. El nivel de potencia sonora también puede expresarse en belios, donde 1
belio = 10 dB. Así, en este ejemplo, el nivel de potencia sonora es 11,1 belios. Los
belios se usan en lugar de los decibelios al expresar el nivel de potencia sonora para
reducir las confusiones entre los dos tipos de niveles!.
Pocas fuentes son omnidireccionales, es decir, irradian la misma cantidad de
energía sonora en todas direcciones. Por otro lado, muchas fuentes son altamente
direccionales, irradiando más energía sonora en algunas direcciones que en otras
(por ejemplo, véase Figura 1.10). De ahí que la característica direccional, o directi-
vidad, sea un descriptor importante de una fuente de sonido. Cuando la fuente irra-
dia en un campo libre (o sea, un ambiente acústico en que no hay superficies límites
reflectantes), el interés se centra tanto en su nivel de potencia sonora como en su di-
rectividad. Por otra parte, si la misma fuente está en un local cerrado en que hay
muchas reflexiones sobre varias superficies, la directividad adquiere menor impor-
tancia; esto se debe a que las reflexiones tienden a hacer que el campo sonoro sea
más uniforme. En este caso, la información sobre el nivel de potencia sonora es un
descriptor suficiente de la fuente de sonido.
Los datos sobre el nivel de potencia sonora y la directividad son útiles para:
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.3

• Calcular el nivel de presión sonora a una distancia determinada de la máquina


• Comparar el ruido irradiado por máquinas del mismo tipo y tamaño
• Comparar el ruido irradiado por máquinas de distinto tipo y tamaño
• Determinar si una máquina cumple con un límite superior de emisión de so-
nido especificado
• Determinar la cantidad de reducción de ruido precisa bajo ciertas circunstan-
cias
• Desarrollar maquinaria y equipamiento silenciosos
Este capítulo describe los métodos para determinar los niveles de potencia so-
nora de fuentes de ruido: (1) en un campo libre y (2) en una cámara reverberante;
cada método requiere medidas de la presión sonora en las proximidades de la fuen-
te. En el capítulo siguiente se comenta otro método para determinar el nivel de po-
tencia sonora a partir de las medidas de la intensidad sonora en las proximidades de
la fuente.
El método de medida más apropiado depende de:
• La movilidad y localización de la fuente de ruido
• La naturaleza y configuración del ambiente de ensayo
• El uso a que se piensan destinar los resultados obtenidos
• Las características de la fuente de ruido
• El tiempo y equipamiento disponibles para las medidas
• La habilidad de la persona que lleva a cabo las medidas
• La precisión de medida que se requiere
Antes de seleccionar el método de medida y el sistema de instrumentación que
se usarán para determinar el nivel de potencia sonora de una fuente, hay que con-
siderar cuidadosamente cada uno de estos factores.

MEDIDA DEL NIVEL DE POTENCIA SONORA EN UN CAMPO LIBRE


SOBRE UN PLANO REFLECTANTE

Procedimiento de medida
..
Supongamos que la fuente de sonido cuyo nivel de potencia sonora hay que medir
está localizada en un campo libre sobre un plano reflectante. El nivel de potencia
sonora puede determinarse mediante el siguiente procedimiento:

Paso 1. Se rodea la fuente con una superficie hipotética de área S (ya sea un he-
misferio o un paralelepípedo rectangular).
Paso 2. Se calcula el área de esta superficie hipotética. Si es un hemisferio, S vie-
ne dada por 21T¡2, donde r es el radio del hemisferio; si es un paralelepípedo rec-
tangular, S viene dada por ab + 2 (ac + bc), donde a, b y c son su longitud, an-
chura y altura.
Paso 3. Se mide el nivel de presión sonora en puntos determinados sobre la su-
perficie hipotética.
13.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Paso 4. Se obtiene la media Lp de los niveles de presión sonora medidos en el


Paso 3.

Paso 5. Por último, se calcula el nivel de potencia sonora a partir de la siguiente


ecuación:

dB (13.3)

donde So es el área de referencia, 1m2•

Este método para determinar el nivel de potencia sonora sólo puede usarse si:
(1) las medidas se realizan sobre un plano reflectante extendido, (2) las dimensiones
de la máquina no son excesivas (véase «Normas de medida», a continuación) y (3)
el nivel de ruido de fondo en el lugar de ensayo no es excesivo, es decir, el nivel de
presión sonora del ruido de fondo aislado está más de 6 dB por debajo del de la
fuente sin ruido de fondo.

Normas de medida

El procedimiento anterior subraya los pasos básicos para calcular el nivel de poten-
cia sonora de una fuente de ruido a partir de los valores del nivel de presión sonora
medidos en sus proximidades. Se incluyen más detalles en las normas internacio-
nales ISO 37442 e ISO 37453, que describen la medida de los niveles de potencia so-
nora para una fuente en campo libre sobre un plano reflectante. A continuación se
comentan aspectos adicionales de las medidas, numerados para que se correspon-
dan con los pasos del procedimiento anterior:

1. Para fuentes pequeñas [aquellas cuya dimensión mayor es significativamente


inferior a 1 m (3 ft)] suele ser más cómodo emplear un hemisferio como su-
perficie hipotética de medida. Para fuentes rectangulares grandes, suele pre-
ferirse la superficie rectangular paralelepípeda.
2. El radio del hemisferio hipotético ha de ser igualo mayor que el doble de la
mayor dimensión de la fuente y no inferior a 1 m. Para el rectángulo parale-
lepípedo, la distancia de medida d, perpendicular entre la fuente y la super-
ficie de medida, tiene un valor preferente de 1 m.
3. La Figura 13.1 muestra los puntos designados para las localizaciones del mi-
crófono sobre el hemisferio. En la Figura 13.2 se muestran los puntos corres-
pondientes para el paralelepípedo rectangular. Los puntos designados están
asociados con áreas iguales sobre las superficies del hemisferio y del parale-
lepípedo. Los niveles de presión sonora en los puntos se miden con ponde-
ración A, o en bandas de octava o tercio de octava, con el aparato indicador
ajustado para la característica de ponderación temporal lenta S (slow).
4. El nivel de presión sonora media sobre la superficie medida se calcula a partir
de los niveles de presión sonora medidos L p ¡, después de aplicar las correc-
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.5

.
z
, Paralelepípedo
de referencia

---..x

FIGURA 13.1. Disposición de las posiciones del micrófono sobre una superficie he-
misférica imaginaria que rodea la fuente cuyo nivel de potencia sonora se va a medir
de acuerdo con la norma ISO 3744.

ciones para ruido de fondo (si es necesario) de acuerdo con la tabla 13.1, me-
diante la siguiente ecuación:

dB (13.4)

donde Lp = nivel de presión sonora promediado para la superficie de medida, dB;


el nivel de presión sonora de referencia es 20 micropascales
Lpj nivel de presión sonora con ponderación A o de banda resultado de las
=
i medidas en los puntos designados, dB
N = número total de medidas
5. El nivel de potencia sonora puede calcularse a partir de la Ecuación (13.3)
como un nivel con ponderación A, de banda de octava, o de tercio de octava. El Ín-
dice de directividad DI, en decil;elios, de la fuente puede calcularse a partir de las
medidas en campo libre sobre un plano reflectante, mediante la siguiente ecuación

DI = Lpi - Lp + 3 dB (13.5)
donde Lpi es el nivel de presión sonora medido en la dirección perpendicular en que
se desea el DI a una distancia de la fuente, y Lp es el nivel medio de presión sonora
sobre el hemisferio de examen de radio r.
13.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Paralelepípedo
de referencia y

o Posiciones del
micrófono

• Posiciones
adicionales
del micrófono

FIGURA 13.2. Disposición de las posiciones del micrófono sobre la superficie de un


paralelepípedo imaginario que rodea la fuente cuyo nivel de potencia sonora se va a
medir de acuerdo con la norma ISO 3744.

MEDIDA DEL NIVEL DE POTENCIA SONORA EN UN CAMPO LIBRE

Procedimiento de medida

La fuente de sonido cuyo nivel de potencia sonora hay que medir está localizada en
un campo completamente libre. El nivel de potencia sonora puede determinarse
mediante el siguiente procedimiento:
Paso 1. Se rodea la fuente con una esfera hipotética de radio r, con la fuente co-
locada en el centro de la esfera.
Paso 2. El área de la esfera hipotética es S = 4~.
Paso 3. Se mide el nivel de presión sonora en puntos determinados sobre la es-
fera hipotética, con ponderación A, o en octavas o tercios de octavas.
Paso 4. Se obtiene la media de los niveles de presión sonora L p , hallando el pro-
medio de las medidas en el Paso 3, usando la Ecuación (13.4).

Paso 5. Por último, se calcula el nivel de potencia sonora a partir de la siguiente


ecuación:

dB
(13.6)
Lp + 20 10gIOr + 11
= dB
donde todas las dimensiones se expresan en unidades SI.
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.7

Normas de medida

Las medidas de potencia sonora en campo libre suelen llevarse a cabo en una cá-
mara anecoica. Las superficies de estas cámaras absorben prácticamente toda la
energía sonora incidente para el rango de frecuencia de interés, por lo que aportan
condiciones de campo libre a la superficie de medida. La Referencia 3 incluye in-
formación detallada sobre los requisitos acústicos para las medidas en cámaras ane-
coicas de laboratorio, incluyendo los siguientes puntos relevantes:
1. La superficie hipotética de medida tiene forma esférica (la superficie rectan-
gular no suele utilizarse para medidas en campo libre). El radio de la esfera
de ensayo es igualo mayor que el doble de la dimensión mayor de la fuente,
pero no inferior a 1 m (3 ft). Para las medidas de fuentes grandes, es necesa-
ria una cámara anecoica muy grande.
2. Se calcula el área de la superficie hipotética (S = 4'TT?).
3. En la Figura 13.3 se representan los puntos designados sobre la superficie es-
férica para la localización de las posiciones del micrófono. Los lugares de los
20 puntos en la Figura 13.3 están asociados con áreas iguales sobre la super-
ficie de la esfera de radio r. La Tabla 13.2 presenta las coordenadas cartesia-
nas (x, y, z) de los 20 puntos, con el origen en el centro de la fuente. Se mide
el nivel de presión sonora en los puntos designados.
4. Se calcula el nivel medio de presión sonora Lp sobre la superficie de medida
a partir de los niveles de presión sonora tomados, mediante la ecuación
(13.4).
5. Lw viene dado por la Ecuación (13.6).

MEDIDA DEL NIVEL DE POTENCIA SONORA EN UNA CAMARA


REVERBERANTE

Si una fuente irradia sonido en una habitación cuyos límites son muy reflectantes,
de acuerdo con la Ecuación (4.7), el nivel de presión sonora del sonido reflejado
viene dado por

Lp = Lw - 10 10glO A + 6,0 dB (13.7)

donde Lw es el nivel de potencia sonora de la fuente y A es la absorción total en la


habitación en sabinos métricos. Como se indicó en el comentario de la Ecuación
(4.7), esta relación es válida cuando prevalecen las condiciones difusas, como ocu-
rre en una cámara reverberante de laboratorio.

Método de medida directa

De acuerdo con la ecuación (13.7), el nivel de potencia sonora Lw del equipo sobre
el que se realiza el ensayo puede medirse directamente si se conoce la absorción to-
tal del sonido en la cámara reverberante. La absorción del sonido A está re lacio-
13.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Distancia horizontal desde la línea central del conjunto de posiciones del micrófono

Elevación de Altura de las áreas


las posiciones .J correspon dientes
del micrófono 0.99r
0.66r I .. z
0.89r
~
de la esfera

~
.
1 ci

L
L
8
~ "':"10
I
¡
---7-9~ ...
'"ci
... , ...
o
... / \
....
III
4- 5 '"ci
ci ... L ! 6,
III
ot
ci .
~ ,I 2-3
\ .
'"ci
1
é-- r-- r--~ t - - -
...
III
~
------- r---+-- ------- ..
, 1--- -

ci '"
.. ......
III ci
ot 12-13
! 11
III
ci
I ..
o ci \ 16

1\
~ 1?,19
¡
,
14 15
-
18/
/ '"ci
..
- '"
, ~
.............. 1,20
I
~
/ ci

i ...
0.99r J 0.66r ~

ci
¡ 0.89r

FIGURA 13.3. Disposición de las posiciones del micrófono sobre una superficie es-
férica imaginaria que rodea la fuente de acuerdo con ISO 3745.

nada con el tiempo de reverberación Too en segundos, el área total de la superficie


de la cámara en metros cuadrados y su volumen Ven metros cúbicos. B es la presión
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.9

TABLA 13.2. Disposición de las posiciones del micrófono en


un campo libre de acuerdo con la norma ISO 3745
La tabla da las coordenadas cartesianas (x, y, z) con origen en
el centro de la fuente. El eje z se elige perpendicularmente ha-
cia arriba desde el plano horizontal (z = O)
N.o xlr ylr zlr
1 -0,99 O 0,15
2 0,50 -0,86 0,15
3 0,50 0,86 0,15
4 -0,45 0,77 0,45
5 -0,45 -0,77 0,45
6 0,89 O 0,45
7 0,33 0,57 0,75
8 -0,66 O 0,75
9 0,33 -0,57 0,75
10 O O 1,0
11 0,99 O -0,15
12 -0,50 0,86 -0,15
13 -0,50 -0,86 -0,15
14 0,45 -0,77 -0,45
15 0,45 0,77 -0,45
16 -0,89 O -0,45
17 -0,33 -0,57 -0,75
18 0,66 O -0,75
19 -0,33 0,57 -0,75
20 O O -1,0

de octava o de tercio de octava cuya frecuencia central corresponde a una longitud


de onda A. Entonces, la Ecuación (13.7) puede reescribirse como

Lw = Lp - 10 10gIO (T6<11 s) + 10 10gIO(V/1 m 3) + 10 10gIO (1 + SA/8V)


- 10 10gIO (B/1000 mbar) - 14 dB (13.8)

Aquí, Lp representa el nivel medio de presión sonora del sonido reflejado en una
cámara (en una banda de octava o tercio de octava seleccionada). Dado que se con-
sidera que el sonido reflejado es perfectamente difuso, éste llega al micrófono desde
todos los ángulos con igual probabilidad. Por tanto, estas medidas no pueden apor-
tar información respecto de la directividad de la fuente que se está midiendo.
El nivel de potencia sonora puede determinarse de la siguiente manera:
Paso 1. Se mide el tiempo de reverberación T60 de la cámara de ensayo del la-
boratorio con la fuente presente (pero no funcionando).
Paso 2. Se calcula el volumen Vy la superficie S de la cámara de ensayo.
Paso 3. Se mide la presión barométrica B en la cámara de ensayo.
Paso 4. Se obtiene la media del nivel de presión sonora Lp.
13.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Paso 5. Se calcula el nivel de potencia sonora a partir de la Ecuación (13.8).

Normas de medida

Los métodos para determinar los niveles de potencia sonora de las fuentes de ruido
en las cámaras reverberante s de los laboratorios se describen en detalle en las nor-
mas internacionales ISO 3741 e ISO 3742. La norma ISO 3741 4 incluye los métodos
adecuados para fuentes de banda ancha; la norma ISO 37425 incluye instrucciones
detalladas para la medida de frecuencias discretas y fuentes de banda fina. La nor-
ma ISO 3742 da detalles sobre las precauciones que hay que tener cuando hay fre-
cuencias discretas o bandas finas de ruido en el espectro del ruido irradiado por la
fuente; en este caso, la determinación precisa de la potencia sonora radiada por la
fuente requiere más esfuerzo. Por lo general son necesarias posiciones del micró-
fono y localizaciones de la fuente adicionales. La siguiente información normativa
es relevante para determinar los niveles de potencia sonora mediante este método:
1. El tiempo de reverberación Tóo se mide usando la técnica normalizada des-
crita en la norma internacional ISO 345 6 •
2. El volumen V y la superficie S se calculan a partir de las dimensiones de la cá-
mara.
3. La presión barométrica B tiene tan sólo una pequeña influencia sobre el nivel
de potencia sonora de la fuente.
4. El nivel medio de presión sonora Lp en la cámara se obtiene moviendo el mi-
crófono a velocidad constante sobre una vía de al menos 3 m (9 ft) de longi-
tud, mientras su señal de salida se promedia sobre la base de la presión cua-
drática media. De forma alternativa, puede obtenerse el valor medio de la
salida eléctrica de un conjunto de, al menos, tres micrófonos fijos distancia-
dos entre sí 'A/2 (donde 'A es la longitud de la onda sonora correspondiente a
la frecuencia más baja de interés). El nivel medio de presión sonora se corri-
ge para ruido de fondo de acuerdo con la Tabla 13.1.
5. El nivel de potencia sonora Lw producido por la fuente en cada banda de oc-
tava o tercio de octava dentro del rango de frecuencia de interés se calcula a
partir de la Ecuación (13.8). El nivel sonoro con ponderación A, L WA , puede
calcularse a partir de los niveles de banda de octava o de tercio de octava.
Véase ISO 3741 4 , Anexo C.

Método de medida por sustitución

Puede usarse un método de sustitución (más sencillo que el descrito anteriormente)


para determinar el nivel de potencia sonora Lw de una fuente desconocida median-
te la comparación de dos medidas:
L p , el nivel medio de presión sonora del sonido reflejado (en una octava o frac-
ción de banda de octava seleccionada) para el equipamiento a examen.
Lp" el nivel medio de presión sonora del sonido reflejado (en una octava o frac-
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.11

ción de banda de octava seleccionada) para una fuente de referencia cuyo nivel
de potencia sonora Lwr en la banda es conocido
Sustituyendo estos valores en la Ecuación (13.7) y restando las dos ecuaciones
resultantes, se obtiene

Lw = Lp + (L wr - L pr ) dB (13.9)

El procedimiento se esquematiza de la siguiente manera:


Paso 1. La media de los niveles de presión sonora Lp en la cámara de ensayo se
determina como en el Paso 4 del método directo (descrito anteriormente). En-
tonces se apaga la fuente cuya potencia sonora se está determinando.
Paso 2. Se enciende la fuente de sonido de referencia y se determina el nivel me-
dio de presión sonora que produce en la cámara de ensayo.
Paso 3. Se determina entonces el nivel de potencia sonora Lw de la fuente que
estamos evaluando mediante una simple resta, como plantea la Ecuación (13.9).

Normas de medida

La Referencia 4 describe el método de sustitución, que es más simple que el método


directo porque no es necesario medir el tiempo de reverberación de la cámara de
ensayo. Los siguientes aspectos normativos están relacionados con los pasos ante-
riores:
1. Los procedimientos para determinar los niveles medios de presión sonora en
la cámara de ensayo son iguales en los métodos directo y de sustitución.
2. La fuente de sonido de referencia se monta en el suelo de la cámara rever-
berante a una distancia de, al menos, 1,5 m (5 ft) de cualquier superficie re-
flectante, como la pared o la fuente que se está evaluando. Las fuentes so-
noras de referencia son muy utilizadas para determinar las emisiones de
ruido de fuentes estacionarias de sonido. Los requisitos de rendimiento y ca-
libración de las fuentes de ~eferencia vienen determinados en la norma inter-
nacional ISO 6926.2 7• Las fuentes de referencia pueden ser de varios tipos:
aerodinámicas, electrodinámicas y mecánicas. Las aerodinámicas, en que un
ventilador o rueda especialmente diseñados son activados mediante un mo-
tor, son el tipo más frecuentemente utilizado.

CLASIFICACION DE LOS METODOS PARA DETERMINAR LOS


NIVELES DE POTENCIA SONORA DE MAQUINAS y EQUIPAMIENTO

La Tabla 13.3 clasifica las normas internacionales que incluyen información detalla-
da sobre distintos métodos para determinar los niveles de potencia sonora a partir
de medidas de los niveles de presión sonora en las proximidades de las fuentes.
...
~
...
N

TABLA 13.3. Normas internacionales de la serie ISO 3740 especificando varios métodos para determinar los niveles de po-
tencia sonora de las máquinas y equipamiento
s::
l>
Método de Volumen de la Niveles de potencia Información Z
ISO n° clasificación Ambiente de ensayo fuente Tipo de ruido sonora ostensibles opcional disponible e
,l>
3741 Precisión Cámara Preferiblemente Estable, banda En bandas de octava Nivel de potencia o
m
reverberante que menos de 1 % del ancha o tercio de octava sonora con
cumple los volumen de la ponderación A
s::m
3742 requisitos cámara de ensayo Estable, frecuencia O
especificados discreta o banda fma gen
3743 Técnica Cámara de ensayo Estable, banda Ponderación A y en Otros niveles l>
(")
reverberante ancha, banda fina, bandas de octava ponderados de e
especial frecuencia discreta potencia sonora ~
3744 Técnica Exteriores o en una Dimensión mayor Cualquiera Ponderación A y en Información de
habitación grande menos de 15,0 m bandas de tercio de directividad y
~
-<
octava o bandas de niveles de presión (")
3745 Precisión Cámara anecoica o Preferiblemente Cualquiera octava sonora en función O
Z
semiecoica menos de 0,5 % del del tiempo; otros -1
volumen de la ::c
niveles ponderados ,O
cámara de ensayo de potencia sonora
3746 Sondeo Sin ambientes Sin restricciones: Estable, banda Ponderación A Niveles de presión
,Om
::c
especiales de ensayo limitado sólo por el ancha, banda fina, sonora en función e
ambiente de ensayo frecuencia discreta del tiempo; otros eO
disponible niveles ponderados
de potencia sonora
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.13

Factores que influyen en la elección del método

La Tabla 13.4 presenta un listado de los diversos factores que influyen en la elección
del método de medición.

Tamaño de la fuente de ruido. Los métodos de las normas internacionales esta-


blecen límites superiores para los volúmenes de las fuentes a las que son aplicables.
En las cámaras reverberantes (ISO 3741, ISO 3742 e ISO 3743), el volumen de la
fuente ha de ser inferior al1 por 100 del volumen de la cámara de ensayo. En la nor-
ma ISO 3744 (método de campo libre), la dimensión mayor de la fuente ha de ser
menos de 15 m. En la norma ISO 3745 (método de campo libre), el volumen de la
fuente ha de ser inferior al 0,5 por 100 del volumen de la cámara de ensayo. En la
norma ISO 37468 (método de sondeo), no hay restricciones sobre el tamaño de la
fuente.

Características de la fuente de ruido. Si la fuente produce un ruido estable, de


banda ancha, cualquiera de los métodos de la serie ISO 3740 puede utilizarse. Si la
fuente produce componentes de frecuencia discreta o ruido de banda fina, puede
usarse cualquier método, excepto el ISO 3741. Si el rango de frecuencias se extien-
de por debajo de 100 Hz (o por encima de 10.000 Hz), son necesarios volúmenes
mayores (menores) para los métodos en cámara reverberante y medidas a distan-
cias mayores para frecuencias bajas en condiciones de campo libre.
Grado de precisión requerido (método de clasificación). Los métodos ISO para
la determinación de los niveles de potencia sonora de las fuentes de ruido se clasi-
fican de acuerdo con tres categorías de precisión.
1. Los métodos de precisión (laboratorio) (grado más alto de precisión) se des-
criben en las normas ISO 3741 e ISO 3742 (método en cámara reverberante)
e ISO 3745 (método de campo libre).
2. Los métodos técnicos (grado medio de precisión) se describen en las normas
ISO 3743 (método en cámara reverberante) e ISO 3744 (método de campo li-
bre).
3. El método de sondeo (grado más bajo de precisión) se describe en la norma
ISO 3746. .•
En general, cuanto mayor es la precisión, mayor es el esfuerzo de medición pre-
ciso. La Tabla 13.5 presenta las incertidumbres en la determinación de los niveles
de potencia sonora, de acuerdo con la serie ISO 3740.

Datos acústicos requeridos (aplicación de los datos). El tipo de datos de medida


obtenidos depende de la finalidad de la medición llevada a cabo. Los usos princi-
pales de los datos sobre niveles de potencia sonora se describen a continuación.
Control del ruido. La información cuantitativa sobre el espectro del nivel de po-
tencia sonora (en octavas o tercios de octava) suele precisarse para desarrollar má-
quinas y equipamientos más silenciosos. También pueden ser necesarias medidas
adicionales sobre componentes de frecuencia discreta y características vibratorias.
Preferiblemente, los métodos de medición han de ser capaces de obtener datos de
-a
TABLA 13.4. Factores que influyen sobre la elección de método a partir de la serie ISO 3740 ~
-a
ISO ISO ISO ISO ISO ISO ..
3741 3742 3743 3744 3745 3746

Fuentes grandes - no móviles


Tamaño de la fuente
Fuentes pequeñas - móviles I I I I I I s::
l>
I z
Estable-banda ancha e
l>
Características del ruido Estable-banda fina, frecuencia discreta I r-
No estable ~ I I I o
m
s::
m
Precisión I I I O
Método de clasificación Técnica I I ~
Sondeo I CIJ
l>
Control de ruido n
e
Tipo examen CIJ
-1
Aplicación de los datos Comparación de máquinas o equipamiento:
distintos tipos
mismo tipo I ~-<
n
Niveles de potencia sonora de banda de octava
IIIII I o
z
-1
Niveles de potencia sonora de banda de tercio de octava :lJ
Niveles de potencia sonora con ponderación A O
r-
Información obtenida
Otras ponderaciones
~ ~ ~ ~ O
m
Información de directividad r-
Patrón temporal :lJ
O e
a
O
Cámara reverberante de laboratorio I I
Cámara reverberante de ensayo espc;ciaI I
Ambiente de ensayo Habitaciones grandes, exteriores I
Cámara anecoica de laboratorio I
In situ, interiores, exteriores I
-- -- - -
I
Barra oscura: Información de acuerdo con las normas internacionales.
Barra blanca: Información opcional.
TABLA 13.5. Incertidumbres al determinar los niveles de potencia del sonido, expresadas como el mayor valor de la des-
viación típica en decibelios

Frecuencias centrales de las bandas de octava, Hz


U5 250 500 1000-4000 8000 3:
m
e
. Frecuencias centrales de las bandas de tercio de octava, Hz
Ambiente ~
ISO n.o de medida 100-160 200-315 400-630 800-5000 6300-10.000 Ponderación A em
3741 Cámara 3 2 1,5 3 - s;:
"'O
reverberante
3742 ~
Z
(")
3743 Cámara 5 3 2 3 2 j;
reverberante en
O
3744 Cámara 3 2 1,5 2,5 2 z
O
reverberante ::o
»
3745 Cámara 1 1 0,5 1 -
anecoica 1,5 1,5 1 1,5 -
3746 In situ - - - - - 5
--- ----- --- _ ... - - -- ---- - -

...a
~
...a
UI
13.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

precisión alta, pero a menudo resultan satisfactorios los métodos con una precisión
de grado técnico.

Control de la producción (tipo examen). La determinación de un simple nivel


global de potencia sonora con ponderación A suele ser suficiente para controlar la
producción respecto de la emisión de ruido de máquinas y equipamiento del mismo
tipo o familia. Este examen también puede aportar información sobre la distribu-
ción del nivel de potencia sonora en octavas o tercios de octava; el método de me-
dición ha de aportar datos al menos al nivel de precisión de grado técnico.
Comparación de máquinas. Para establecer comparaciones entre máquinas de
distintos tipos o tamaños que tengan sentido, suele hacer falta disponer de infor-
mación sobre el espectro del nivel de potencia sonora irradiada por las mismas. En
la mayoría de los casos, es suficiente con datos de octava o de tercio de octava. Las
medidas deben corresponder a datos con una precisión a nivel técnico. Al comparar
máquinas del mismo tipo, construidas de acuerdo con las mismas especificaciones,
suele ser suficiente determinar el nivel global de potencia sonora con ponderación A.

Ambiente de ensayo adecuado para la medici6n. Si la fuente es móvil (y peque-


ña), su nivel de potencia sonora puede medirse en cualquier ambiente de ensayo. Si
la fuente no es móvil, debe medirse in situ de acuerdo con las normas ISO 3744 o
ISO 3746. Para máquinas grandes [aquéllas con volúmenes significativamente ma-
yores que 2 m3 (70 ft3)] Y para las que están instaladas en interiores, sólo son apli-
cables los métodos ISO 3744 e ISO 3746.

REFERENCIAS

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1975.
6. Measurements of sound absorption in a reverberation room, ISO 354, International Orga-
nization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1985.
7. Requirements on the performance and calibration of reference sound sources, ISO 6926.2,
International Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1990.
8. Survey method, ISO 3746, International Organization tor Standardization, CH-1211 Gi-
nebra 20, Suiza, 1979.
Capítulo 14
MEDIDA DE LA
INTENSIDAD SONORA

Malcolm J. Crocker

INTRODUCCION

La intensidad sonora, en cualquier punto de un campo sonoro, es igual al flujo de


energía sonora en una dirección especificada a través de un área de unidad normal
a esta dirección en el punto considerado. La unidad de intensidad sonora es el vatio
por metro cuadrado (W/m2 ) y su símbolo es 1.
La intensidad sonora es un cantidad vectorial que tiene magnitud y dirección.
Por contra, la presión sonora y la potencia sonora son cantidades escalares que sólo
tienen magnitud. Aunque la intensidad sonora fluctúa con el tiempo, lo que se mide
es el promedio temporal de la intensidad sonora.
Las medidas de intensidad sonora presentan ventajas porque: (1) pueden reali-
zarse in situ en casi todos los ambientes; (2) pueden realizarse sin precisar instala-
ciones especiales, como cámaras anecoicas o reverberantes; (3) pueden tomarse en
presencia de niveles de ruido de fondo moderados o altos porque éstos no contri-
buyen a la potencia sonora de una fuente determinada a partir de la intensidad so-
nora, y (4) pueden usarse para localizar fuentes de ruido, porque la intensidad so-
nora aporta una medida de la dirección del flujo de energía sonora, además de su
magnitud l -3 •
Este capítulo describe las características de la intensidad en distintos tipos de
campos sonoros, la relación entre el nivel de intensidad sonora y el nivel de presión
sonora, la medida de la intensidad sonora, la calibración de los equipos y las apli-
caciones de las medidas de intensidad sonora.

14.1
14.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

CAMPOS SONOROS

La intensidad sonora 1 en un punto determinado, medida en una dirección normal


(a 90°) respecto de una unidad de área especificada a través de la cual fluye la ener-
gía sonora, viene dada por

1= p xu (14.1)

donde p es la presión sonora en el punto y u es la velocidad de las partículas en esa


dirección4 •
Consideremos una fuente en un campo libre. Como ilustra la Figura 1.12, toda
la energía sonora irradiada por la fuente ha de pasar a través de una superficie ima-
ginaria que la encierra; como la intensidad sonora es la potencia sonora por unidad
de área, la potencia irradiada por la fuente puede determinarse obteniendo: (1) la
medida de intensidad promediada en el espacio a lo largo del área que encierra la
fuente y (2) multiplicando por esta área. En un campo libre, la intensidad sonora
disminuye con la distancia a la fuente de acuerdo con la ley inversa del cuadrado,
como indica la Ecuación (1.11). Esto puede verse en la Figura 1.12; a una distancia
de 2r de la fuente, el área de la superficie de una esfera que encierre la fuente es 4-
veces mayor que el área de la esfera a una distancia r. Sin embargo, la potencia so-
nora irradiada ha de ser la misma a cualquier distancia (en ausencia de materiales
absorbentes del sonido); en consecuencia, la intensidad (la potencia por área) debe
disminuir 4 veces cada vez que se duplica la distancia desde la fuente. Esto es equi-
valente a un descenso en el nivel de presión sonora de 6 dB por cada vez que se do-
bla la distancia desde la fuente, como indica la Ecuación (1.7).
En un campo libre, la relación entre la presión sonora cuadrática inedia y la in-
tensidad sonora 1 es

p2
1=- (14.2)
pc

donde p es la densidad del aire y c es la velocidad del sonido.

Campos sonoros activos y reactivos

En general, en todos los campos sonoros estables (salvo el caso especial de campos
de ondas planas progresivas), la velocidad de las partículas ha de dividirse en dos
componentes: uno en fase con la presión sonora y otro desfasado respecto de la pre-
sión sonora.
La intensidad sonora activa es el producto de la presión sonora y el componente
en fase de la velocidad de las partículas. La intensidad sonora activa: (1) fluctúa al
doble de la frecuencia de la onda sonora, (2) tiene un promedio temporal distinto
de cero, (3) tiene una dirección normal respecto a los frentes de onda, (4) posee
magnitud y dirección y (5) está asociada con el flujo de energía sonora. Este es el
componente al que se suele denominar simplemente como intensidad sonora.
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.3

La intensidad sonora reactiva es el producto de la presión sonora y el componen-


te desfasado de la velocidad de la partícula. La intensidad reactiva del sonido:
(1) fluctúa al doble de la frecuencia de la onda sonora, (2) tiene un promedio tem-
poral igual a cero, (3) tiene una dirección opuesta al gradiente de presión sonora de-
pendiente del espacio, (4) está asociada con el flujo fluctuante local de energía so-
nora y (5) no da como resultado energía sonora propagada en el campo alejado de
la fuente. 1,2,4,5
Muy cerca de la fuente de sonido, el campo reactivo es más fuerte que el campo
activo; salvo que el equipo de medida de intensidad sonora sea de buena calidad, es
difícil determinar la intensidad activa del sonido con precisión (porque su medida
está contaminada por la intensidad reactiva). Sin embargo, en ausencia de reflexio-
nes, el campo reactivo disminuye muy rápidamente al aumentar la distancia desde
la fuente. Por tanto, a una distancia moderada de la fuente, el campo sonoro está
dominado por la intensidad activa, haciendo que resulte más fácil su medida. La ex-
tensión del campo reactivo depende de la frecuencia, las dimensiones de la fuente
de sonido y las características de irradiación de la misma; sin embargo, en la prác-
tica, se puede asumir que el campo reactivo es insignificante a una distancia supe-
rior a 0,6 m (2 f) de la fuente, siempre que el campo sonoro reflejado sea pequeño.
Consideremos las ondas de sonido simples que se mueven en el interior de un
tubo de paredes duras, como ilustra la Figura 14.1a; sólo hay una frecuencia presen-
te. El tubo termina en el extremo derecho con un absorbente perfecto del sonido;
por tanto, no hay reflexión del sonido en la terminación del tubo. En estas condicio-
nes, la presión y la velocidad de las partículas están en fase. En este caso, la inten-
sidad sonora 1 es el producto de la presión sonora p y la velocidad de la partícula u;
la intensidad fluctúa con el tiempo y es siempre positiva en dirección hacia el extre-
mo del tubo (x positivo).
En la Figura 14.lb, el extremo del tubo tiene un material que es parcialmente
absorbente; la onda sonora se mueve de izquierda a derecha. En este ejemplo, hay
un reflexión parcial en el extremo, de manera que una onda más tenue vuelve de
derecha a izquierda. Las dos ondas, que viajan en direcciones opuestas, se suman,
dando la distribución de presión que se muestra. Para el material de la figura, la dis-
tribución de la velocidad de las partículas está desfasada 60° respecto de la presión
sonora. Las dos ondas interactúan para dar un flujo activo de intensidad hacia la de-
recha, que es menor al de la Figura 14.la. También hay un pequeño componente
reactivo que fluye yendo y viniendo de derecha a izquierda (su magnitud depende
de la localización x en el tubo); el promedio temporal de la intensidad reactiva es
cero en cualquier punto del tubo.
En la Figura 14.1c, el tubo termina en un material infinitamente reflectante. Por
tanto, las ondas son perfectamente reflejadas en este extremo. En este caso, las on-
das reflejadas que viajan hacia la izquierda tienen la misma amplitud que las ondas
incidentes que viajan hacia la derecha. Estas dos ondas se combinan para dar un ni-
vel de presión sonora y distribuciones espaciales de la velocidad de las partículas
que están desfasadas 900. En este caso, el promedio temporal de la intensidad es
cero en cualquier punto del tubo; no hay un flujo de intensidad activa; la intensidad
sonora es completamente reactiva.
14.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a) Cambio de fase 0°

Presión ,Iv:\\ L
~'C:
7\ 7\II.x
3 L \ ..

= Intensidad
instantánea ~~I\I\ZVVII·x
.
7-
Intensidad integrada
en el tiempo

(b) Cambio de fase 60°

Presión
~~\I\I\I·,

.J::L
x
)
Intensidad integrada
en el tiempo

(e) Cambio de fase 90°

x
T
Intensidad integrada
en el tiempo = O

FIGURA 14.1. Distribución espacial de la presión sonora instantánea, velocidad ins-


tantánea de las partículas, intensidad sonora instantánea y la intensidad sonora inte-
grada en el tiempo para una onda unidimensional de tono puro en un tubo. (a) No hay
reflexión en el extremo derecho del tubo; el nivel de presión sonora y la velocidad de
las partículas están en fase. (b) Con reflexión parcial en el extremo derecho del tubo;
el nivel de presión sonora y la velocidad de las partículas están desfasados 60°.
(e) Con terminación rígida en el extremo derecho del tubo; hay una reflexión perfecta
y el nivel de presión sonora y la velocidad de las partículas están desfasados 90°; no
hay intensidad activa; la intensidad es completamente reactiva.
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.5

RELACION ENTRE NIVEL DE INTENSIDAD SONORA Y NIVEL DE


PRESION SONORA

En un campo libre, los niveles de presión e intensidad sonora, en la dirección de


propagación, son esencialmente iguales; esto se debe a que se han elegido la presión
sonora de referencia (2 x 10-5 pascales) y la intensidad sonora de referencia (10- 12
vatios/metr02 ), de manera que los dos sean equivalentes numéricamente. En reali-
dad, la relación entre estos dos niveles depende en cierta medida de la temperatura
y la presión ambiental. Por ejemplo, en un campo libre, a una temperatura de 20 oC
y una presión atmosférica de 1013 milibares, la relación exacta entre el nivel de pre-
sión sonora Lp y el nivel de intensidad sonora L¡ [definido en la Ecuación (1.14)] en
la dirección de propagación es

(L p - L¡) = 0,15 dB (14.3)

En la práctica, las medidas rara vez se realizan en campo libre; por tanto, habrá
una diferencia entre el nivel de presión sonora y el de intensidad sonora. Esta di-
ferencia de nivel (Lp - L¡) se denomina índice de presión-intensidad. En algunas
medidas de intensidad sonora donde el nivel de presión sonora es grande y la inten-
sidad sonora es baja, es difícil medir la intensidad sonora. En estos casos, el índice
de presión-intensidad puede aportar una indicación de la dificultad de llevar a cabo
medidas de la intensidad sonora.

MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA

Para determinar la intensidad sonora, de acuerdo con la Ecuación (14.1), es nece-


sario medir la presión sonora p y la velocidad de las partículas u simultáneamente
en el mismo punto del campo acústico. Los transductores necesarios para estas me-
didas deben ser pequeños, con.,el fin de evitar alterar el campo acústico. Como es
imposible colocar dos transductores en el mismo punto del espacio, todas las me-
didas de intensidad implican acuerdos y limitaciones.
La mayoría de los equipos comercializados usan dos transductores de presión
sonora (micrófonos) para medir la presión sonora y la velocidad de las partículas.
Esta última se determina, en un punto medio entre estos dos micrófonos, sobre la
base de la relación entre la velocidad de las partículas u y el gradiente de presión (la
tasa a que la presión instantánea cambia con la distancia) 'Opl'Or mediante la ecua-
ción

(14.4)

donde p es la densidad del aire.


14.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

El gradiente de presión sonora 8p/ar puede estimarse mediante la medida de la


presión en cada micrófono, dividiendo entre la distancia entre ellos.

(14.5)

donde PA es la presión sonora en el micrófono A, PB es la presión sonora en el mi-


crófono B y flr es la distancia entre los micrófonos (véase Figura 14.3). Esta relación
se denomina aproximación por diferencia finita l •
La velocidad de las partículas u se mide en el centro acústico de la sonda entre
los dos micrófonos.

u = - !
p
fPB -
flr
PA dt (14.6)

En este mismo punto, la presión se determina tomando la presión media de los dos
micrófonos:

p=
PA + PB (14.7)
2

Así, sustituyendo los valores de P [a partir de la Ecuación (14.7)] y u [a partir de la


Ecuación (14.6)] en la Ecuación (14.1) y promediando para el tiempo se obtiene la
intensidad (fft:

(1)1 = ~ fpu dt
(14.8)

= - 2~ f [[PA + PB{p~r] f (PB - PA) dt]dt


Sondas de intensidad sonora

Una sonda de intensidad sonora es una combinación de dos o más transductores


(micrófonos) cuya salida alimenta un instrumento denominado analizador de inten-
sidad sonora que procesa la salida eléctrica de los transductores [realiza la integra-
ción y los cálculos indicados en la Ecuación (14.8)], dando la intensidad sonora a lo
largo del eje de la sonda. Otro tipo de analizador de intensidad sonora utiliza una
formulación equivalente que relaciona la intensidad (1)1 con la parte imaginaria del
cruce de los espectros de las señales de los dos micrófonos l .
La directividad característica de una sonda ideal de intensidad sonora debe ase-
mejarse al patrón en forma de ocho (en dos dimensiones) que ilustra la Figura 14.2,
con el fin de aportar la máxima sensibilidad en la dirección en la que la intensidad
se está midiendo. Para un sonido que incide a 90° respecto del eje de la sonda, no
hay componente sobre el eje, ya que la diferencia de presión entre las señales es
igual a cero. Por tanto, habrá una velocidad cero de las partículas y una intensidad

s
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.7

90° dB) (-<>o


------------

FIGURA 14.2. Características de directividad de una sonda ideal de intensidad so-


nora, que mide intensidad positiva delante y negativa detrás del aparato con un pa-
trón de directividad en forma de ocho. Los números entre paréntesis, a distintos án-
gulos, indican el descenso en la respuesta del nivel de intensidad sonora en
comparación con la respuesta a lo largo del eje. Por ejemplo, el cos 60° corresponde a
un nivel de intensidad que es 3 dB menos que la respuesta a lo largo del eje, 9 = O°.
(Según G. Rasmussert.)

cero sobre el eje. Para un sonido que incida sobre el eje con un ángulo arbitrario S,
el componente de intensidad a lo largo de éste se verá reducido en un factor igual a
cos S.
Hay dos tipos principales de sondas de intensidad sonora ampliamente utiliza-
dos:

Sondas de intensidad tipo (P-p). Los sondas de intensidad de tipo (p-p) suelen
consistir en dos transductores idénticos de presión sonora, habitualmente micrófo-
nos de condensador de alta calidad6 • De forma ideal, cada uno de los micrófonos ha
de tener una respuesta que sea independiente de la dirección de incidencia del so-
nido. Las configuraciones más habituales de los micrófonos se ilustran en la Figura
14.3. La configuración lateral tiene las siguientes ventajas: (1) los diafragmas de los
micrófonos pueden colocarse cerca de la fuente de ruido que se está midiendo,
(2) la sonda de intensidad puede también girar sobre su eje de simetría para com-
probar el campo y (3) existe una gran variedad de pantallas antiviento esféricas dis-
ponibles que pueden adaptarse a los micrófonos. Sus desventajas son: (1) los micró-
fonos no pueden colocarse muy próximos entre sí y (2) un micrófono hace de
pantalla respecto al otro. La configuración frontal tiene las ventajas siguientes: (1)
los diafragmas pueden acercarse mucho entre sí y (2) la separación entre los micró-
fonos está bien definida. Tiene la desventaja de que no puede colocarse muy cerca
de las superficies irradiantes, lo cual, a veces, resulta un inconveniente.
La Figura 14.4 muestra los rangos de frecuencia aplicables a una sonda con una
14.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

- - _ o Ondas sonoras
-----+ Ondas sonoras
Lateral Frontal

FIGURA 14.3. Distintas configuraciones de micrófonos que se han utilizado con las
sondas de intensidad del tipo (p-p). Las disposiciones utilizadas más a menudo son la
lateral y la frontal. La separación entre micrófonos en cada disposición es tlr. (De
acuerdo con W. P. Waser y M. J. Crocker.)

configuración frontal para distintas distancias entre los diafragmas de los micrófo-
nos.
La sonda de intensidad del tipo (p-p) sólo puede medir el componente de la in-
tensidad sonora en una dirección (en la dirección del eje de la sonda). El vector
completo está compuesto de tres componentes perpendiculares (a 90° entre sí); uno
para cada una de las coordenadas de dirección. Por tanto, para obtener el vector,
hay que hacer medidas en cada una de estas tres direcciones. Pueden utilizarse tres
pares de micrófonos en una disposición frontal para la medición simultánea de la in-
tensidad en tres direcciones ortogonales6 •

Sondas de intensidad tipo (P-u). Las sondas de intensidad de tipo (p-u) consisten
en dos transductores, uno de los cuales mide la presión y otro que mide la velocidad
de las partículas. En un sonda comercializada de este tipo, la presión se mide con un
micrófono de condensador. La velocidad de las partículas u se determina mediante
la medición del efecto Dopler que resulta de la superposición de esta velocidad con
ondas ultrasónicas enviadas desde un transmisor T a un receptor R, como ilustra la
Figura 14.5. La distancia entre el transmisor y el receptor es pequeña comparada
con la longitud de onda del campo acústico que se detecta. La radiación del trans-
misor tiene amplitud y frecuencia constantes. Si c es la velocidad de propagación del
ultrasonido en aire en calma y si existe un flujo de aire estable de velocidad u hacia
la derecha, el ultrasonido viajará hacia la derecha con velocidad
(c + u) y viajará hacia la izquierda con una velocidad (c - u). Así, si existe un cam-
po acústico exterior con una velocidad fluctuante de las partículas u, también podrá
detectarse de la misma manera. El uso de dos vías de onda ultrasónica en direccio-
nes opuestas entre los dos transmisores y los dos receptores puede utilizarse para
evitar el efecto de los flujos distintos al de la velocidad de las partículas7 •

CALlBRACION DE LAS SONDAS DE INTENSIDAD SONORA

Hay que controlar periódicamente las sondas de intensidad sonora y los procesa-
dores. Las sondas del tipo (p-p) pueden probarse aplicando un pistófono a cada mi-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.9

6mm
-011- 1·
al Iil ¡
12 mm
----1 r- 1·
al ID ¡
12 mm
----1 t-
al ~r
-l 50 mm 1-
[]l rur
31,5 125 250 1,25 k 5k 10 k f(hz)

Rangos de frecuencia para una precisión ± ldB


FIGURA 14.4. Rango de frecuencias aplicables a una sonda de intensidad del tipo
(p-p) para micrófonos de distinto diámetro y diferentes distancias entre los diafrag-
mas. Algunos fabricantes de sondas insertan un espacio sólido entre los diafragmas
de los micrófonos. El límite superior de frecuencia está gobernado por el error de
aproximación de diferencia finita en que el espaciamiento entre micrófonos se hace
comparable a la longitud de onda. El límite inferior de frecuencia está controlado por
los errores de fase entre los micrófonos, que se aproxima a los verdaderos cambios
de fase del campo a frecuencias bajas. (De acuerdo con W. P. Waser y M. J. Crocker1 .)

crófono para obtener una calibración de presión. Puede utilizarse un calibrador


acoplador pequeño para aplicar la misma presión sonora en cada micrófono.
La calibración de las sondas de intensidad sonora suele llevarse a cabo en labo-
ratorios nacionales y/o fabricantes en: (1) un campo libre en una cámara anecoica o
(2) un campo reactivo en un tubo de onda estacionaria.

Calibración en un campo libre

Para calibrar un sonda de tipo ~p-p) en campo libre:


1. Se calibran los dos micrófonos de la sonda por separado, mediante el método
de reciprocidad o de comparación.
2. Se mide la presión sonora a cierta distancia de una fuente puntual.
3. Se calcula la intensidad a partir de la presión sonora utilizando la Ecuación
(14.2).
4. Se mide la intensidad con la sonda y la intensidad sonora asociada del pro-
cesador.
5. Se comparan los resultados de los pasos 3 y 4 para todas las frecuencias de in-
terés asegurándose de que el error de medida no supera la tolerancia permi-
tida.
En un campo libre a 0°, en el rango de frecuencias entre 125 y 1000 Hz, la tole-
rancia establecida es ±0,7 dB para sondas de Clase 1 y de ± 1,0 dB para las de
Clase 11. Suelen permitirse tolerancias ligeramente más altas para el rango de fre-
14.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

A------ --------A

-
S onido

- -
Sección
transversal AA
I
~I'~ e+ u
Placa de apoyo
I

FIGURA 14.5. Sonda de intensidad del tipo (p-u) que usa el efecto ultrasónico. Son-
da de intensidad sonora Tipo 216 de Norwegian Electronics. (Según O. Bjor.)

cuencias de 50 a 100 Hz y de 1600 a 6300 Hz. Además, se espera que los fabricantes
comprueben que la respuesta direccional de las sondas de intensidad de sonido obe-
dece a la ley del coseno para 360° desde la dirección de referencia (incidencia 0°). Se
permiten tolerancias de ± 1,5 dB para sondas de Tipo 1 y de ± 2 dB para las de
Tipo 2, dentro de un ángulo de 60° desde la dirección de referencia. La respuesta
mínima debe producirse con un error de ± 3° para ángulos de incidencia de 90° y
270° medidos desde la referencia (incidencia 0°, en la dirección axial).

Calibración en un campo reactivo

Puede usarse un tubo de onda estacionaria para comprobar una sonda de intensi-
dad sonora. A partir de las mediciones de la presión sonora y de la distribución de
la velocidad máxima y mínima sobre el eje del tubo, se puede calcular la intensidad
en el tubo. Esta información puede usarse entonces como base de la calibración de
la sonda de intensidad sonora.
Es necesario controlar las sondas de intensidad sonora y procesadores de inten-
sidad asociados para que no haya desajustes entre los canales. Esto puede lograrse
alimentando con la misma señal sonora cada transductor del tipo sonda (p-p) y es-
timando directamente el cambio de fase con un medidor de fase. El procedimiento
es más complicado con un sonda del tipo (p-u).
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.11

APLICACIONES DE LAS MEDIDAS DE INTENSIDAD SONORA

Determinación de la potencia sonora'-3.a

Al determinar la potencia sonora de una fuente, se realizan mediciones de la inten-


sidad sonora en una dirección perpendicular a una superficie imaginaria que en-
vuelve la fuente. Entonces, la potencia sonora de la fuente viene dada por la inte-
gral de la intensidad sobre la superficie:

(14.9)

donde In = intensidad sonora normal al área de la superficie y dS es un elemento


del área sobre la superficie imaginaria que envuelve la fuente. En teoría, la super-
ficie puede tener cualquier forma, pero suele resultar más cómodo utilizar una su-
perficie que tenga una forma geométrica simple, como un hemisferio (Figura 14.6a)
o un rectángulo paralelepípedo (Figura 14.6b). Si la superficie de medición sigue
aproximadamente la forma de la superficie de la fuente, se denomina medición con-
formal.
En aplicaciones prácticas, la integral anterior puede reemplazarse por una
suma. En ese caso, la Ecuación (14.9) se convierte en
n
W = ~ InitlS i (14.10)
i~1

donde Ini es la intensidad sonora normal a cada área elemental tlSi y n es el número
de áreas elementales en que la superficie envolvente S se divide. No están presentes
otras fuentes ni sumideros (absorbentes del sonido) dentro de la superficie. En prin-
cipio, las fuentes (o sumideros) de sonido situadas fuera de la superficie no contri-
buyen al valor medido de la potencia sonora. Esto se debe a que (en ausencia de ab-
sorción dentro de la superficie S) la intensidad de una fuente externa entra en S a
través de una parte de la supec.ficie y sale por otra, de manera que su contribución
neta a la potencia sonora es igual a cero. Para que la contribución a la potencia so-
nora del ruido de fondo sea cero, éste no debe variar significativamente con el tiem-
po. Se asume que el suelo refleja toda la intensidad sonora y por tanto no es nece-
sario incluirlo como parte de la superficie envolvente.

Distancia de medida 6ptima desde la fuente. La superficie imaginaria que en-


vuelve la fuente puede, en teoría, estar situada a cualquier distancia de la misma,
pero existen dos limitaciones prácticas: (1) si las mediciones de la intensidad sonora
se hacen demasiado lejos de la fuente, la relación entre la señal y el ruido será des-
favorable, y (2) si la medida de la intensidad sonora se toma demasiado cerca de la
fuente, la presión sonora y la velocidad de las partículas no estarán en fase. La dis-
tancia de medición óptima depende de la frecuencia y del ambiente de la fuente; en
la práctica, suele usarse una distancia entre 5 y 20 cm (2 y 8 in).
14.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

(b)

'n
FIGURA 14.6. La intensidad sonora medida sobre un sector dS de una superficie
envolvente hemisférica que rodea a una fuente con una potencia sonora W.

Medici6n sobre una superficie imaginaria. Hay dos formas principales de deter-
minar la intensidad sobre una superficie imaginaria envolvente: mediciones de pun-
to discreto (o punto fijo) y de rastreo.

Mediciones de punto fijo. En las mediciones de punto fijo (Figura 14.7a), la in-
tensidad sonora se mide en la dirección perpendicular a la superficie del cerramien-
to en n puntos fijos correspondientes a los n sectores de medición sobre la superficie
S; la potencia sonora W se calcula a partir de la Ecuación (14.10). Hay que mantener
la sonda fija sobre cada posición de medida, con su eje orientado para medir el com-
ponente normal saliente de la intensidad sonora en ese punto. Hay que tener cui-
dado de colocar la sonda de tal manera que el punto efectivo de medida esté sobre
la superficie de medición.
El número de posiciones de medida, n, no debe ser inferior a 8. Si el nivel de rui-
do de fondo es alto en comparación con el nivel de la fuente o si la fuente es muy
direccional y hay grandes variaciones de intensidad sobre la superficie de medición,
entonces es conveniente usar un número n grande. Si se desean mediciones de la
potencia sonora de grado técnico, el comité ANSI S12-21 recomienda duplicar su-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.13

(a)

(b)

FIGURA 14.7. Típica superficie en forma de caja para la medición de la intensidad.


(a) Medición de la intensidad de,.punto fijo; (b) medida de la intensidad por rastreo en
que la sonda de intensidad se pasa sobre la superficie de un paralelepípedo rectan-
gular. (Según G. Rasmusserr.)

cesivamente el número de puntos n de medición de la intensidad, hasta que la di-


ferencia entre las estimaciones sucesivas del nivel de potencia sonora en cada banda
de tercio de octava de interés no supere los valores que aparecen en la Tabla 14.1.
Mediciones de rastreo. La Figura 14.7b ilustra una vía de rastreo adecuada sobre
una superficie en forma de caja. Se obtiene la intensidad sonora media para cada
sector medido en la superficie; esto requiere que la sonda se mueva de manera uni-
forme sobre cada sector. Mientras la sonda está en movimiento, se promedian los
datos de intensidad, tanto en el tiempo como en el espacio. El rastreo permite una
determinación precisa de la potencia sonora en menos tiempo que la medición de
puntos fijos. Lo ideal es obtener una superficie media bidimensional continua. Esto
14.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 14.1. Diferencias entre las estimaciones de nivel de potencia sonora obteni-
das con n y n/2 puntos de medición

Frecuencia central de banda Frecuencia central de banda Diferencia entre niveles de


de tercio de octava, Hz de octava, Hz potencia, dB
100-160 125 ±1,5
200-630 250-500 ±1,0
800-5000 1000-4000 ±0,8
6300-10.000 8000 ±1,3

puede aproximarse mediante una línea continua media formada por el barrido de
ida y vuelta de la sonda sobre la superficie.
Cada barrido sucesivo debe ser perpendicular al último en una dirección orto-
gonal, formando una serie de líneas paralelas sobre la superficie. De forma ideal, el
rastreo ha de hacerse mecánicamente. Sin embargo, el rastreo manual puede dar re-
sultados aceptables. Hay que tener cuidado de orientar el rastreador de manera que
mida el componente normal saliente de la intensidad de sonido y de asegurarse de
que el punto efectivo de medida está sobre la superficie de medición.
La superficie ha de dividirse en sectores de manera que cualquier discontinui-
dad en la curvatura de la misma esté en los límites de los sectores.
La superficie de medición ha de ser un hemisferio que contenga la fuente (como
en la Figura 14.6a) o una serie de superficies planas que también contengan la fuen-
te (como, por ejemplo, en la Figura 14.6b). Las superficies de medición grandes de-
ben subdividirse en otras más pequeñas para acomodarlas al alcance del aparato de
rastreo o del operario, de manera que se logre la uniformidad en la tasa de rastreo.
Los sectores de superficie que no superen 1 m 2 suelen ofrecer los resultados más
precisos.
La Figura 14.8 muestra la relación entre el tiempo de promedio necesario T, el
ancho de banda B y el índice de presión-intensidad para varios valores de nivel de
confianza. En la medición de fenómenos que varían con el tiempo, el ancho de ban-
da B ha de ser tan amplio como sea posible.
Tasa de rastreo. La tasa de rastreo más rápida que permite una medición precisa
de la intensidad media suele depender de: (1) la fuente de ruido, (2) la distancia de
la fuente, (3) la frecuencia de interés y (4) las características de la instrumentación
empleada. Inicialmente, se recomienda una tasa moderada (0,1 a 0,5 metros/segun-
do). Esta tasa puede aumentarse y compararse los resultados con la tasa inferior.
Como criterio de aceptación de la tasa más rápida, la diferencia entre los niveles
medios de intensidad determinados con las distintas tasas de rastreo no ha de su-
perar los valores de tolerancia de la Tabla 14.2. En cualquier caso, la tasa de rastreo
no debe superar los 3 metros/segundo, ya que una velocidad superior puede dar
como resultado ruido aerodinámico producido por el movimiento de la sonda.
El rastreo medio debe cubrir el sector de superficie medido de manera uniforme
y, preferiblemente, un número par de veces, con dos como mínimo. Esto puede lo-
grarse variando la tasa de rastreo, el tiempo de promedio o ambos. Al hacer un
muestreo de la superficie dos o más veces, se recomienda que las direcciones de los
rastreos individuales sean ortogonales entre sí (p. ej., primero vertical, luego hori-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.15

106

105 Niveles de confianza

1-
x 10'
al
al
"O 103
B
U
::;,
"O
O
tt
10'

100
O 5 10 15 20
Indice de presión-intensidad, dB

FIGURA 14.8. Relación entre el producto del tiempo de promedio necesario Tpor la
anchura de banda 8 y el índice de presión-intensidad; se presentan los valores para
varios niveles de confianza. (Según S. GadE!.)

zontal) o que las líneas de barrido que componen los rastreos individuales sucesivos
sean perpendiculares entre sí.

Evaluación de la eficacia de las técnicas de reducción del ruido

Muchos de los ruidos irradiados por máquinas tienen patrones muy complejos, emi-
tiendo más sonido en algunas áreas de la superficie de la máquina que en otras y con
distinta intensidad en direcciones diferentes; la energía sonora a ciertas frecuencias
puede incluso ser absorbida en otras áreas. Para evaluar la eficacia de las distintas
técnicas de reducción del ruido en estas máquinas, es necesario determinar la po-
tencia sonora irradiada por sus componentes individuales. Esto puede lograrse me-
diante medidas de la intensidad sonora, ya que es posible definir una superficie de
medición que envuelva cada un,o de los componentes de la máquina. Al determinar
la potencia sonora de cada componente con mediciones de puntos discretos o me-
diante rastreo, el ruido de los demás componentes puede considerarse como fuente
externa; por tanto, no contribuye a la potencia sonora del componente que se está
evaluando.
Por ejemplo, consideremos la determinación de la eficacia de varias técnicas de
reducción del ruido en un motor diese!. Un método de medición, descrito en el Ca-
pítulo 38, es cubrir el motor con una lámina de plomo y exponer los componentes
de la máquina de uno en uno. A menudo, puede resultar más cómodo realizar esta
evaluación mediante el uso de las mediciones de la intensidad sonora3 .
14.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 14.2. Criterios para determinar una tasa de rastreo aceptable

Frecuencia central de banda Frecuencia central de banda


Límites de tolerancia, dB
de octava, Hz de tercio de octava, Hz
125 100-160 ±0,8
250-500 200-630 ±0,5
1000-4000 800-5000 ±0,4
8000 6300-10.000 ±0,6

Localización de la fuente de ruido

Las mediciones de la intensidad sonora son un medio de identificar y localizar las


fuentes de ruido. Pueden utilizarse representaciones gráficas bidimensionales y tri-
dimensionales de las líneas de igual intensidad sonora (activa) y gráficas de vectores
de magnitud de la intensidad (utilizando flechas) para mediciones normales y tan-
genciales a la superficie. Un posible ejemplo es el siguiente:
1. Se define una malla sobre una superficie imaginaria que rodee la fuente.
2. Se mide la intensidad sonora normal a esta superficie en un número de pun-
tos equidistantes entre sí definidos por el número de intersecciones en la ma-
lla.
3. Se graban estos valores de la intensidad sonora en un ordenador.
4. Se utilizan los valores obtenidos en el Paso 3 para determinar la potencia so-
nora emitida por la superficie de la malla utilizando la Ecuación (14.10); I:J.Si
es igual al área de una celda de la malla.
5. Se dibujan las líneas de igual intensidad conectando entre sí los puntos de la
misma intensidad (medida normalmente a la superficie); a veces se denomina
a éstas líneas de iso intensidad.
Las regiones de alta intensidad sonora pueden interpretarse como localizacio-
nes de fuentes de ruido. También puede hacerse un trazado separado de la intensi-
dad negativa. El término intensidad negativa significa que ésta entra en la superficie
de medición en lugar de salir de ella. Las regiones en que la intensidad negativa es
alta pueden interpretarse como localizaciones de sumideros, lugares en que la ener-
gía sonora es absorbida. Estas líneas de isointensidad pueden construirse para el es-
pectro sonoro global o para sonidos de anchura de banda limitada. Por ejemplo, la
Figura 14.9 muestra el trazado de la intensidad positiva normal a una distancia de
0,04 m de la salida de una impresora, medida sobre un plano paralelo a la superficie
de la misma. La Figura 14.1010 muestra la intensidad sonora medida en las proxi-
midades de un violonchelo.
Una manera sencilla de determinar la localización de una fuente es utilizar el
patrón de directividad de la sonda de intensidad (Figura 14.2). Si se pasa la sonda
sobre una fuente de ruido y se mide la intensidad tangencial a la superficie de me-
dición, la intensidad cambiará de positiva a negativa a medida que la sonda pase so-
bre la fuente. En este punto, como ilustra la Figura 14.11, la intensidad medida debe
ser cero debido a las propiedades direccionales de la sonda. Si hay varias fuentes
presentes, este método sencillo es menos útil. Funciona mejor cuando sólo hay una
fuente dominante. Sin embargo, si hay más de una fuente dominante, la compro-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.17
____
~71--------------~
--=:-==========~~~~~65
----------------------

,
60

FIGURA 14.9. Representación gráfica bidimensional de líneas de isointensidad po-


sitiva normal, en decibelios, medida a una distancia de 0,4 m de una impresora de or-
denador. (De acuerdo con Rasmussert.)

bación de la intensidad tangencial a la superficie envolvente también puede ser útil.


Por ejemplo, si la sonda está entre dos fuentes de igual fuerza, la intensidad en la
distancia media entre ambas será cero, en tanto que al aproximarse a cualquiera de
ellas aumentará y será de signo contrario.

Eficacia de radiación de las estructuras vibrantes

La eficacia de radiación C1' roo (también conocida como ratio de radiación) de una es-
tructura vibratoria es la relación entre la potencia sonora irradiada por la estructura
y la potencia sonora irradiada por un pistón vibratorio (que es grande comparado
con la longitud de onda acústiéa) con la misma velocidad cuadrática media prome-
diada en el espacio que la estructura:

C1'rOO = W/[pcS(v~)s] (14.11)

donde Wes la potencia sonora irradiada por una superficie de área S y (v~s es la ve-
locidad normal cuadrática media de la superficie promediada en el espacio. Por en-
cima de la frecuencia crítica, la eficacia de radiación para muchas estructuras de in-
geniería se acerca a la unidad, pero por debajo de esta frecuencia el valor decrece
rápidamente. Más aún, la eficacia de radiación C1'rad puede ser distinta para la exci-
tación acústica y para la excitación vibratoria. Las medidas de intensidad sonora
pueden utilizarse para determinar la eficacia de radiación y para estimar la propor-
ción de entradas vibratorias y acústicas.
14.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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\\\\,\"""

(a) (b)

FIGURA 14.10. Vectores de intensidad sonora medidos sobre dos planos cerca de
un violonchelo que produce una nota con una frecuencia fundamental de 316 Hz.
(a) En un plano sobre el eje; (b) en un plano que intersecciona el puente. (De acuerdo
con H. Tachibana'o.)

Pérdida sonora por transmisión

El método normalizado para determinar la pérdida por transmisión (TL) de una


partición en laboratorio, descrito en el Capítulo 31, requiere la colocación de una
partición en un muro común entre dos cámaras reverberantes. La norma para me-
diciones de campo de particiones en edificios es la ASTM E336. Otra forma de me-
dir la pérdida de transmisión del sonido in situ es utilizar las técnicas de intensidad
sonora ll - 13 . Existen varias ventajas en el uso de la intensidad sonora para determi-
nar la pérdida sonora por transmisión, entre ellas: (1) no se necesita calibrar la ab-
sorción sonora del espacio receptor, (2) es posible evaluar secciones individuales de
una partición, (3) pueden detectarse escapes y (4) es posible cuantificar las vías de
difracción lateral4 .
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.19

..- - - - - - - - - Dirección de barrido


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Indicador de intensidad

FIGURA 14.11. Medida de la intensidad tangencial a la superficie de medición. El


cambio de signo (a medida que la sonda pasa por el centro del barrido y el valor mí-
nimo central) puede usarse para indicar la localización de la fuente. (De acuerdo con
Rasmussert.)

REFERENCIAS

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hod of determining sound intensity», Noise Control Engineering Joumal, vol. 22, n.o 3,
1984, p. 76.
2. G. Rasmussen, «Intensity - its measurement and uses», Sound and Vibration, vol. 23,
n.o 3, 1989, pp. 12-21.
3. T. E. Reinhart y M. J. Crocker, «Source identification on a diesel engine using acoustic
intensity measurements», Noise Control Engineering Joumal, vol. 18, n.o 3, 1982,
p.84-92.
4. F. J. Fahy, Sound intensity, Elsevier Applied Science, Nueva York, 1989.
5. M. J. Crocker, «Direct measurement of sound intensity and practical applications in noi-
se control engineering». Proceedings of INTER-NOISE, vol. 1, 1984, p. 21-36.
6. P. V. Bruel, «Sound intensity and vibration energy f1ow», Proceedings of lntemational
Congress on Recent Developments in Air and Structure Borne Sound and Vibration, M. J.
Crocker (Ed.), Auburn University, Auburn, Ala., 6-8 marzo 1990, pp. 5-24.
7. O. Bjor, «Sound intensity measurements in air and on the surface», 2nd lnternational
Congress on Acoustic lntensity, Senlis, Francia, 1985, pp. 11-16.
8. J. Buffa y M. J. Crocker, «Background noise effects on the measurement of sound power
of smalI machines using sound intensity techniques», Noise Control Engineering Joumal,
vol. 25, 1985, pp. 4-11.
9. S. Gade, «Validity of intensity measurement», Proceedings of INTER-NOISE, vol. 2,
1984, p. 1077-1082.
10. H. Tachibana, <<Visualization of sound fields by the sound intensity technique» (en ja-
14.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ponés), Proceedings o[ the Second Symposium on Acoustic Intensity, Tokio, 1987,


pp. 117-126.
11. M. J. Crocker, P. K. Raju y B. Forssen, «Measurement of transmission loss of panels by
the direct determination of transmitted acoustic intensity», Noise Control Engineering
Joumal, vol. 17, n.o 1, 1981, pp. 6-11.
12. Y. S. Wang y M. J. Crocker, «Direct determination of transmission loss of aircraft struc-
tures using the acoustic intensity approach», Noise Control Engineering Joumal, vol. 19,
n.o 3,1982, pp. 80-85.
13. M. C. McGary y W. H. Mayes, «A new method for separating airborne and structure-
borne aircraft interior noise», Noise Control Engineering Joumal, vol. 20, 1983,
pp. 21-30.
Capítulo 15
NORMAS DE MEDIDA
Y CODIGOS DE ENSAYO

William w. Lang
Matthew A. Nobile

INTRODUCCION

La palabra norma tiene muchas connotaciones distintas. Cuando es empleada por


las instituciones gubernamentales, una norma puede establecer los límites legales
permisibles de la emisión de ruido y de los niveles de ruido ambiental. Algunas ins-
tituciones gubernamentales utilizan indistintamente las palabras norma y regula-
ción para indicar una regla autoritaria que trata los detalles del procedimiento y po-
see la fuerza de la ley. La palabra norma también describe un procedimiento que se
ha desarrollado mediante el consenso de las partes interesadas. Estas normas no es-
tán promulgadas por instituciones gubernamentales, sino por «cuerpos normativos»
nacionales e internacionales. En particular, una norma de medida es un procedi-
miento prescrito para llevar a cabo una evaluación de tal manera que se obtengan
resultados fiables, reproducibles, con un nivel especificado de precisión. Un código
de ensayo es fundamentalmente una norma de medida aplicable a una clase o tipo
específico de maquinaria o equipamiento.
Las normas sobre ruido son importantes en cualquier programa de control del
ruido. Este capítulo describe su selección y uso; también comenta la terminología,
las aplicaciones de las normas de medida, las organizaciones responsables de ellas y
cómo se han desarrollado.
Una norma de ruido puede: (1) establecer un procedimiento uniforme para ob-
tener datos sobre el nivel sonoro, (2) ayudar en la realización de evaluaciones cuan-
titativas sobre los efectos subjetivos del ruido en los seres humanos, o (3) prescribir
criterios para niveles sonoros bajo distintas condiciones ambientales.
Las cantidades (índices) que habitualmente se utilizan para describir la emisión
de ruido de una fuente incluyen: (1) el nivel de presión sonora a una distancia es-
pecificada de la fuente, referido a 20 micropascales (expresado en decibelios); (2) el
nivel de potencia sonora de la fuente, referido a 1 picovatio (expresado en decibelios

15.1
15.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

o belios), y (3) el nivel de intensidad sonora, referido a 1 picovatio por metro cua-
drado (expresado en decibelios).
El nivel de presión sonora es un descriptor relevante de la emisión de ruido de
una fuente sólo si se indican la localización del punto de observación y la descrip-
ción del ambiente acústico. El nivel de presión sonora por sí solo no constituye una
especificación suficiente, debido a que varía con la distancia entre la fuente y el ob-
servador, con el ambiente, o con ambos.
El nivel de potencia sonora es un descriptor relevante de la emisión total de rui-
do de la fuente que no precisa de información adicional respecto a la distancia des-
de la fuente y la naturaleza del ambiente acústico; se debe indicar la directividad de
la fuente. La potencia sonora emitida por ésta puede deducirse de las medidas de
presión sonora mediante los métodos del Capítulo 13. En este caso, las medidas del
nivel de presión sonora no deben tomarse en puntos alejados de la fuente, sino que
deben tomarse a como máximo 1 metro para una máquina que emite ruido de ban-
da ancha con tonos discretos prominentes.
El nivel de intensidad sonora es una cantidad de importancia en las medidas de
ruido como resultado de los avances en instrumentación y procesamiento digital de
las señales. Es posible determinar la intensidad del sonido en una dirección deter-
minada para un punto en el espacio, con un nivel relativamente alto de precisión,
usando sondas de transductores e instrumentación asociada comercializada (véase
Capítulo 14). Las medidas de intensidad son útiles para determinar el nivel de po-
tencia sonora de las fuentes de ruido sin necesidad de usar cámaras o habitaciones
especiales, y también para localizar y jerarquizar las fuentes de ruido.

TERMINOLOGIA SOBRE NORMAS

Los códigos normativos del Tratado General sobre Tarifas y Comercio (GATI)
incluyen las siguientes definiciones:

Norma obligatoria: Una norma de cumplimiento obligatorio en virtud de la ac-


ción de una autoridad investida con el poder legal necesario.
Norma voluntaria: Una norma que no hay obligación de cumplir ni legalmente
ni de hecho.
Norma internacional: Una norma preparada por una organización internacional
de normas (ya sea gubernamental o no gubernamental).
Organismo del gobierno central: Ministerio o departamento gubernamental u
otra corporación sujeta al control del gobierno central.
Organismo de normas voluntarias: Cualquier organización no gubernamental
que prepara normas.
Organismos de normas nacionales: Las organizaciones sobre normas con reco-
nocimiento nacional que son (o pueden llegar a ser) miembros de organizacio-
nes internacionales no gubernamentales sobre normas, como la International
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.3

Organization for Standardization (ISO) Yla International Electrotechnical Com-


mission (lEC).
Organismos internacionales de normalización: Cualquier organización interna-
cional, gubernamental o no gubernamental, que prepara normas; p. ej., la ISO,
la lEC, la International Organization of Legal Metrology (OIML) y la Organi-
zación Internacional de Aviación Civil (ICAO).
Organismo regulador. Cualquier organismo del gobierno central o local que tie-
ne el poder legal para imponer una norma obligatoria.
Conformidad con una norma: El acuerdo entre la calidad real o propiedades de
un producto y la calidad o propiedades especificadas en la norma relevante.
Método de ensayo: Procedimientos técnicos y acciones que se precisan para de-
terminar si un producto concreto cumple las normas relevantes.

APLICACIONES DE LAS NORMAS DE MEDIDA DEL RUIDO

La principal razón para utilizar una norma de medida del ruido es hacer que el re-
ceptor de los datos sepa, a través de frases como «medido de acuerdo con ... ,» que
determinados aspectos del proceso de medida han sido plenamente considerados y
que, como resultado, los datos satisfacen los requisitos mínimos especificados de
ajuste y precisión.

Normas para caracterizar fuentes de ruido y ambientes ruidosos

La mayoría de las medidas del ruido se llevan a cabo para caracterizar: (1) una fuen-
te de ruido concreta o (2) el ruido de un ambiente concreto. Ejemplos de lo primero
son la medida para determinar la potencia sonora irradiada por una máquina, su di-
rección o composición espectral, y ejemplos de lo segundo, las medidas para deter-
minar el nivel de presión sonora en áreas residenciales alineadas cerca de una au-
topista o para determinar el nivel medio de ruido de fondo dentro de un auditorio
de conferencias.
Existen numerosas normas nacionales e internacionales relacionadas con ambos
tipos de medidas. El uso de las normas relativas a la caracterización de la fuente de
ruido incluye:
1. Asegurar la calidad del examen y el control.
2. Cumplimiento del control de los límites de emisión del ruido.
3. Jerarquizar las fuentes o componentes en términos de la potencia sonora
emitida.
4. Determinar los límites estadísticos superiores para la declaración o etiqueta-
do del ruido.
5. Comparar un producto con otro en términos de emisión de ruido.
6. Caracterizar el ruido con vistas al control técnico del mismo.
El uso de las normas relativas a la caracterización del ambiente incluye:
15.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1. Determinar los niveles de presión sonora dentro de espacios cerrados peque-


ños, como habitáculos de automóviles y cabinas de aviones.
2. Determinar los niveles de presión sonora dentro de espacios cerrados gran-
des, como oficinas, fábricas y residencias privadas.
3. Determinar y controlar los niveles sonoros medios exteriores, ponderados
temporalmente, en comunidades residenciales o cerca de los aeropuertos.
4. Determinar la exposición al ruido laboral en los centros de trabajo.

Requisitos legales relacionados con normas

Las regulaciones más importantes de la legislación federal de Estados Unidos son:


El Acta de Control del Ruido de 1972 (véase Capítulo 51), que trata sobre normas
relativas a la emisión de ruido; el Acta de Seguridad e Higiene en el Trabajo de 1970
(véase Capítulo 26), que prescribe los límites superiores de los niveles de ruido am-
biental a que están expuestos los trabajadores, y el Acta Federal sobre aviación de
1958, que prescribe las normas sobre ruido relativas a las certificaciones de los avio-
nes (véase Capítulo 53).
Los requisitos del Acta de Control del Ruido de 1972 ya no son impuestos por
la Environmental Protection Agency de Estados Unidos. La Occupational Safety
and Health Administration (OSHA) del Departamento de Trabajo de Estados Uni-
dos ha establecido los niveles de exposición máximos al ruido ambiental en el Acta
de Seguridad e Higiene en el Trabajo de 1970. La Administración Federal de Avia-
ción requiere que los nuevos tipos de aviones satisfagan los límites de ruido espe-
cificados en la Parte 36 (Apéndice C) de la Regulación Federal de Aviación para
ruido de despegue, aproximación y lateral.

Especificaciones de compra para maquinaria o equipamiento

La afirmación de que una pieza de equipamiento «debe cumplir los requisitos


OSHA», u otra parecida, carece de sentido. Actualmente, los requisitos de la
OSHA establecen límites sobre la exposición al ruido de los trabajadores, no sobre
la emisión de ruido de piezas concretas de equipamiento. Para asegurar el cumpli-
miento de estas normas, el comprador tiene que tener en cuenta el número de má-
quinas, la localización de los trabajadores con respecto a ellas y el ambiente acústico
de la habitación en que se sitúan.
Una especificación de ruido para maquinaria o equipamiento debe establecer
un límite superior para la emisión de ruido de aquello que se va a comprar, tiene
que describir cómo se realizaron las medidas para determinar el cumplimiento del
límite y debe indicar los códigos de ensayo aplicables y cómo han de interpretarse
los datos acústicos. La sección sobre emisión de ruido de una especificación de com-
pra de una maquinaria o equipamiento ha de contener lo siguiente:
1. Propósito: Una declaración de que se imponen valores para los límites supe-
riores de la emisión de ruido del equipamiento que se compra; asigna al fa-
bricante la responsabilidad de suministrar equipamiento que satisfaga las es-
pecificaciones sobre ruido.
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.5

2. Amplitud: Una definición del equipamiento cubierto por los límites de emi-
sión de ruido.
3. Instrumentación: Una especificación de los instrumentos que habrán de em-
plearse para determinar el cumplimiento, en términos de las normas nacio-
nales o internacionales aplicables.
4. Requisitos de ensayo: Una descripción de las instalaciones de ensayo y am-
bientes precisos (interiores o exteriores); hay que informar de los niveles má-
ximos permisibles de ruido ambiental cuando la máquina o equipamiento no
esté funcionando.
5. Instalación y funcionamiento de una máquina: Una descripción de cómo hay
que instalar el aparato y hacerlo funcionar durante el ensayo acústico.
6. Procedimientos de medida: Una descripción de las posiciones del micrófono
precisas con respecto a la máquina sometida a examen, período de observa-
ción, medida del ruido de fondo y equipamiento de calibración. Para una má-
quina atendida por un operador, hay que dar la localización exacta de las po-
siciones de esta persona.
7. Procedimientos de cálculo: Un esquema detallado de los procedimientos de
cálculo que hay que seguir para determinar si el equipamiento cumple con las
especificaciones; p. ej., correcciones para ruido de fondo y para las condicio-
nes ambientales del ensayo, aplicación de factores estadísticos (si hay), mé-
todo para promediar los datos de nivel de presión sonora y/o método para
calcular el nivel de potencia sonora (si hay que determinar esta cantidad).
8. Información a registrar y transmitir. Una descripción de la información que
debe registrar el fabricante en el momento de los ensayos acústicos, así como
de la información que hay que facilitar bajo los términos del acuerdo de com-
pra.
9. Niveles permisibles de emisión de ruido: Máximos niveles de emisión de ruido
permisibles para el equipamiento que se va a comprar, especificados en tér-
minos de niveles de potencia sonora o niveles de presión sonora. El nivel de
potencia sonora es la cantidad que describe la emisión global de ruido desde
la máquina hacia su entorno. Se expresa en decibelios o belios, estos últimos
preferibles para expresar el nivel de potencia sonora con ponderación A. El
nivel de presión sonora es la cantidad que describe el ruido en un punto con-
creto o posición del micréfono. Siempre se expresa en decibelios. Los niveles
permisibles de emisión de ruido (potencia sonora o presión sonora) pueden
especificarse como un número único (p. ej., un nivel con ponderación A), o
como una serie de niveles de banda de octava o de tercio de octava. Siempre
hay que especificar un requisito de emisión expresado en nivel de potencia
sonora. Cuando la máquina o equipamiento es atendido por una persona,
hay que presentar un requisito adicional especificando el nivel de presión so-
nora en la posición del operador. De forma alternativa, puede especificarse el
nivel de presión sonora en una o más «posiciones de espectadores». Una de-
claración explícita debe indicar si los límites de ruido permisibles se aplican a
una máquina concreta, una máquina media, o en el sentido estadístico de lí-
mites superiores para una partida de máquinas. Hay que incluir una cláusula
para describir la acción que se llevaría a cabo si el equipamiento que se va a
comprar superara los niveles de emisión de ruido permisibles.
15.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Un modelo de especificación de compra de equipamiento informático y de ofici-


na. El 2 de julio de 1984, la Agencia Sueca para el Desarrollo Administrativo
(Statskontoret) emitió la Norma Técnica 26:1, Ruido de equipamiento informático y
de oficina; en esencia, la primera especificación de compra emitida por un organis-
mo gubernamental sobre emisión de ruido. Aunque sólo es aplicable a los ordena-
dores y equipamiento de oficina, el documento es importante porque aporta un mo-
delo para otros gobiernos nacionales y compañías individuales al trazar
especificaciones de compra parecidas. La norma: (1) define claramente los proce-
dimientos de medida, (2) especifica cómo «declarar» los valores de emisión de ruido
del equipamiento, (3) presenta límites recomendados para la emisión de ruido en
términos de niveles de potencia sonora con ponderación A en belios para varios
productos en distintos ambientes (<<categorías de productos») y (4) prescribe pro-
cedimientos que habrá que emplear para verificar los valores declarados por los fa-
bricantes. Los límites sobre la emisión de ruido se presentan en términos de límites
estadísticos superiores, de acuerdo con la norma ISO 7574 (véase siguiente aparta-
do).

Norma ISO para determinar y verificar los límites de la emisión de ruido decla-
rada. Cuando una especificación de compra solicita que no se supere cierto valor
de emisión de ruido, o cuando el fabricante afirma que un producto no supera cierto
valor de emisión de ruido, es esencial que éstos no sean ambiguos. Por ejemplo, la
especificación de compra o la declaración del fabricante deben indicar si los valores
representan medias o límites estadísticos superiores, si son para una máquina con-
creta o para una partida de máquinas, etcétera. El propósito de la parte cuatro de la
norma ISO 7574, Métodos estadísticos para determinar y verificar los valores de emi-
sión de ruido manifestados de la maquinaria y equipamiento, es asignar un signifi-
cado claro y sin ambigüedades a los valores declarados sobre emisión de ruido, de
manera que puedan usarse e interpretarse de modo uniforme. La norma aporta las
definiciones necesarias. directrices para determinar los valores de emisión de ruido
que hay que declarar, tanto para máquinas concretas como para partidas de ellas y
los procedimientos para verificar que se cumplen los valores declarados.
La cantidad de emisión del ruido utilizada en la norma ISO 7574 es el nivel de
potencia sonora con ponderación A, y el valor declarado, «el límite por debajo del
cual se sitúan el valor de emisión de ruido de la máquina concreta y/o una gran pro-
porción especificada de los valores de emisión del ruido de la partida». Se reco-
mienda que «la gran proporción especificada» sea del 93,5 por lOO. Se tienen en
cuenta la variabilidad en el laboratorio (desviación típica de repetitividad), la varia-
bilidad entre laboratorios (desviación típica de reproductividad) y la variabilidad de
producción en el caso de partidas de máquinas (desviación típica de producción).
(Nota: ANSI S12.3-1985 es una norma equivalente, con el mismo título que la ISO
7574.)
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.7

PRINCIPALES ORGANIZACIONES RESPONSABLES DE LAS


NORMAS SOBRE RUIDO

Las organizaciones no gubernamentales responsables del desarrollo y la promul-


gación de las normas sobre ruido incluyen el American National Standards Institute
(ANSI), la International Organization lor Standardization (ISO) y la International
Electrotechnical Commission (lEC).

American National Standards Institute (ANSI)

El American National Standards Institute (ANSI) es una federación voluntaria de


organizaciones estadounidenses preocupada por el desarrollo de normas. ANSI
aporta uno de los mecanismos reconocidos en Estados Unidos para el estableci-
miento de las Normas Nacionales Americanas. Este mecanismo requiere que todas
las propuestas de norma sometidas a ANSI para su aprobación sean sujeto de un
período de revisión y comentario público. El comité que los origina debe considerar
y elaborar plenamente todos los comentarios. El Comité de Revisión de Normas
(BSR) de ANSI determina entonces, sobre la base de la evidencia presentada, si
existe un consenso nacional. De ser así, la norma se publica como Norma Nacional
Americana.
En relación con la acústica, ANSI cuenta con cuatro comités de normas acredi-
tados: SI, sobre acústica; S2, sobre trauma mecánico y vibración; S3, sobre bioacús-
tica, y S12, sobre ruido. La Acoustical Society 01 America (ASA) organiza las secre-
tarías de los comités S y éstas se administran a través del comité de normas de la
ASA (ASACOS). Las normas relacionadas con el ruido y su medida se desarrollan
fundamentalmente en el Comité S12.

Comité S12. Antes de 1981, las normas acústicas relacionadas con el ruido y su
medida se desarrollaban individual y conjuntamente por los Comités SI y S3, pero
en esa fecha, esta función se a~\gnó a un nuevo comité acreditado por ANSI, S12,
sobre ruido. Además de la preparación de las normas nacionales americanas, el Co-
mité S12 también sirve como grupo asesor técnico (TAG) estadounidense para el
comité ISOrrC43/SCI sobre ruido. El SI2 abarca:

Normas, especificaciones y terminología en el ámbito del ruido acústico, con refe-


rencia a métodos de medición, evaluación y control, incluyendo seguridad biológi-
ca, tolerancia, bienestar y física acústica, en relación con el ruido ambiental y ocu-
pacional.

Hay varios grupos que trabajan en el SI2 desarrollando normas y controlando


asuntos relacionados con el ruido. En la Oficina de Normas de la Acoustical Society
01 America puede obtenerse una lista de éstos, su ámbito de trabajo y los nombres
de las personas encargadas.
15.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Normas ANSI

Son numerosas las normas publicadas por los Comités S en relación con distintos as-
pectos de la acústica y la vibración y muchas más están en proceso de elaboración
en los grupos de trabajo de los comités. La Acoustical Society 01 America publica re-
gularmente un Catalog 01 Acoustical Standards (Catálogo de normas acústicas), que
incluye listas y resúmenes de las normas disponibles, noticias sobre los cambios ocu-
rridos desde la última publicación, ámbitos de los Comités S e información sobre or-
denamiento. El catálogo y otras informaciones pueden obtenerse del Standards Se-
cretariat, Acoustical Society 01 America, 335 East 45 Street, Nueva York, NY 10017.

International Organization for Standardization (ISO) e International


Electrotechnical Commission (lEC)

La International Organization lor Standardization (ISO) es responsable del desa-


rrollo de normas tecnológicas en todo el mundo, con la excepción de la tecnología
eléctrica, de la que se ocupa la International Electrotechnical Commission (lEC).
Las normas internacionales, que incluyen todos los aspectos del ruido, salvo la ins-
trumentación, son responsabilidad del Comité Técnico 43 (Acústica) de ISO y de su
Subcomité 1 (Ruido). Las normas internacionales relacionadas con los instrumen-
tos para la medición del ruido están entre las responsabilidades del Comité Técnico
29 (Electro-Acústica) del lEC y su Subcomité 29C sobre Aparatos de Medida.
Los miembros de ISO son los organismos de normalización nacionales más re-
presentativos de sus países. Las entidades correspondientes para el lEC son los Co-
mités Nacionales. Sólo es aceptado un organismo por país. ISO e lEC han tomado
medidas para consolidar los procedimientos que se usan en el desarrollo de normas
internacionales.
La ISO asigna la responsabilidad de preparar normas sobre ruido al comité ISOI
TC43/SC1 (Ruido). que distribuye las actividades implicadas entre sus grupos de
trabajo. Cualquiera de las corporaciones miembro puede formar parte de cualquie-
ra de los comités o subcomités. De acuerdo con los procedimientos ISO, quienes de-
seen tomar parte activa son designados Miembros P (Participantes), en tanto que
quienes sólo desean mantenerse informados sobre el trabajo se designan Miembros
O (Observadores). Se designa a uno de los Miembros P para que coordine la secre-
taría del comité o subcomité técnico. La Asociación Danesa de Normalización man-
tiene la secretaría del comité ISOITC43/SC1 (Ruido).
Gran parte del trabajo de los comités técnicos es llevado a cabo por correo, y la
secretaría juega un papel central. Se organizan reuniones plenarias de un comité o
subcomité técnico cuando hay suficientes asuntos que la justifiquen; suelen tenerlu-
gar en intervalos de año y medio. A las reuniones plenarias acuden los delegados
acreditados, autorizados a votar sobre cualquier asunto incluido en el orden del día,
que ha circulado entre los Organismos Miembros con varios meses de antelación.
El primer paso hacia el establecimiento de una norma internacional es una pro-
puesta de borrador. La propuesta puede partir de un único Organismo Miembro o
de un grupo de trabajo al que la secretaría haya asignado la tarea. Los miembros de
los grupos de trabajo actúan de acuerdo con su capacidad personal y no como re-
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.9

presentantes de sus instituciones. Sin embargo, se espera de ellos que contribuyan


con puntos de vista nacionales a las actividades del grupo de trabajo y que urjan, en
la medida de lo posible, a que sus propias normas nacionales sean consideradas y
utilizadas.
La secretaría prepara un borrador de la propuesta y lo hace circular entre los
Organismos Miembros para que lo comenten. En respuesta a los comentarios reci-
bidos, se prepara un borrador revisado. Entonces se pide a las Organismos Miem-
bros, en una reunión plenaria o mediante voto por correo, que autoricen a la Secre-
taría Central de Ginebra la circulación del documento como borrador de norma
internacional ISO.
Si la mayoría de los organismos vota afirmativamente, la propuesta se imprime
de forma casi definitiva y se distribuye para un voto final por correo. Si se reciben
votos afirmativos de al menos el 75 por 100 de los Organismos Miembros de ISO
que hayan votado, la norma se somete a la aprobación del Consejo de la ISO. Uti-
lizando los criterios correspondientes al Comité de Revisión de Normas de la ANSI,
el Consejo decide si la propuesta puede aceptarse para publicación como Norma In-
ternacional.
Varios comités técnicos lEC/ISO están relacionados con el ruido, específica-
mente con el ruido generado por maquinaria y equipamiento, incluyendo automó-
viles, aviones, motores de combustión interna, compresores de aire, ventiladores y
aparatos de aire acondicionado y electrodomésticos. El ISOrrC43 y su Subcomité
Sl son los únicos responsables de la formulación de métodos de medición y de sis-
temas de evaluación del ruido emitido por distintas fuentes, así como de los efectos
del ruido sobre los seres humanos.
Las Normas Internacionales son de naturaleza voluntaria. Los Organismos
Miembros no están obligadas a adoptar las Normas Internacionales como normas
nacionales. Pero muchos lo hacen, sobre todo en países donde no existen las normas
nacionales correspondientes. Todos los Organismos Miembros tienen la obligación
de no mantener o adoptar una norma nacional que entre en conflicto con una Nor-
ma Internacional que el Organismo Miembro haya aprobado.

Otras organizaciones relacionadas con las normas sobre ruido

Otras organizaciones relacionadas con normas sobre ruido incluyen la Comisión de


las Comunidades Europeas (Unión Europea), la lnternational Organization of Le-
gal Metrology (OIML) y el Tratado General sobre Tarifas y Comercio (GATI). El
Comité sobre Ruido Aéreo (CAN) de la Organización Internacional de Aviación
Civil (ICAO), con una fuerte implicación de la Unión Europea, se ocupa de la nor-
mativa internacional referente al ruido de las aeronaves. El Departamento de
Transportes estadounidense es responsable de las relaciones de EE. UU. con la
ICAO.
15.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

DIRECTORIO DE ORGANIZACIONES

Organizaciones internacionales

ISO - Intemational Organization for Standardization, 1, rue de Varembé, Case


Postale 56, CH-1211 Ginebra 20, Suiza
lEC - Intemational Electrotechnical Commission, 3, rue de Varembé, Case Pos-
tale 131, CH-1211 Ginebra 20, Suiza

Organizaciones estadounidenses

AABC - Associated Air Balance Council, 1518 K Street, NW, Washington OC


20005
ABMA - American Boiler Manufacturers Association, 950 North Glebe, Ar-
lington, VA 22203
AOC - Air Oiffusion Council, 230 North Michigan, No. 1200, Chicago, IL 60601
AFBMA - Anti Friction Bearing Manufacturers Association, 1101 Connecticut
Ave., NW, Washington, OC 20036
AGMA - American Gear Manufacturers Association, 1500 King Street, No.
201, Alexandria, VA 22314
AHAM - Association of Home Appliance Manufacturers, 20 North Wacker
Orive, Chicago, IL 60606
AISE - Association of Iron and Steel Engineers, 3 Gateway Center, Suite 2350,
Pittsburgh, PA 15222
AMCA - Air Movement and Control Association, 30 West University Orive,
Arlington Heights, IL 60004
ANS - American Nuclear Society, 555 North Kensigton, LaGrange Park, IL
60525
ANSI - American National Standards Institute, 1430 Bradway, Nueva York,
NY 10018
API - American Petroleum Institute, 2101 L Street, NW, Washington, OC
20037
ARI - Air-conditioning and Refrigeration Institute, 1501 Wilson Boulevard,
Arlington, VA 22209
ASA - Acoustical Society of America, 335 East 45 Street, Nueva York, NY
10017
ASHRAE - American Society of Heating, Refrigerating and Air Conditioning
Engineers, 1791 Tullie Circle, NE, Atlanta, GA 30329
AS ME - American Society of Mechanical Engineers, 345 East 47 Street, Nueva
York, NY 10017
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.11

ASQC - American Society for Quality Control, 230 West Wells Street, Milwau-
kee, W1 53203
ASTM - American Society for Testing and Materials, 1916 Race Street, Filadel-
fia, PA 19103
ATMA - American Textile Manufacturers Association, 1730 M Street, NW,
Washington, DC 20036
AWS - American Welding Society, 2501 NW 7th Street, Miami, FL 33125
CAGI - Compressed Air and Gas Institute, 1230 Keith Building, Cleveland, OH
44115
EIA - Electronic Industries Association, 2001 Eye Street, NW, Washington, DC
20006
HFS - Human Factors Society, Box 1369, Santa Mónica, CA 90406
HI - Hydraulic Institute, 712 Lakewood Center North, 14600 Detroit Avenue,
Cleveland, OH 44107
HVI - Home Ventilating Institute, 4300 Lincoln Avenue, Rolling Meadows, IL
60008
IEEE - Institute of Electrical and Electronic Engineers, 345 East 47 Street,
Nueva York, NY 10017
lES - Institute of Environmental Sciences, 940 East Northwest Highway, Mout
Prospect, IL 60056
lES - Illumination Engineering Society, 345 East 47 Street, Nueva York, NY
10017
IHF - Institute of High Fidelity, 489 Fifth Avenue, Nueva York, NY 10017
IN CE - Institute of Noise Control Engineering, Box 3206, Arlington Branch,
Poughkeepsie, NY 12603
ISA - Instrument Society of America, 67 Alexander Drive, Box 12277, Research
Triangle Park, NC 22709
ISDI - Insulated Steel Door Systems Institute, 712 Lakewood center North, Cle-
veland, OH 44107
NEBB - National Environ'mental Balancing Bureau, 8224 Old Courthouse
Road, Vienna, VA 22180
NEMA - National Electrical Manufacturers Association, 2101 L Street, NW,
Suite 300, Washington, DC 20037
NFPA - National Fluid Power Association, 3333 North Mayfair Road, Suite
311, Milwaukee, WI 53222
NMTBA - National Machine Tool Builders Association, 7901 Westpark Drive,
McLean, VA 22101
PPIC - Plumbing and Piping Industry Council, Inc., 501 Shatto Place, Suite 402,
Los Angeles, CA 90020
RTCA - Radio Technical Commission for Aeronautics, e/o Avionics, 7811
Montrose Road, Potomac, MD 20854
15.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

SAE - Society of Automotive Engineers, 400 Commonwealth Drive, Warren-


dale, P A 15096 - 0001
SPI - Society ofPlastics Industry, Inc., 355 Lexington Avenue, Nueva York, NY
10017
UL - Underwriters Laboratories, 3333 Pfingsten Road, Northbrook, IL 60062

Organizaciones nacionales no estadounidenses

Alemania, República Federal de: DIN Deutsches Institut für Normung, Burg-
grafenstrasse 6, Postchaf 1107, D - 1000 Berlin 30
Arabia Saudí: Saudi Arabian Standards Organization, P.O. Box 3437, Riyadh-
11471
Argentina: Instituto Argentino de Racionalización de Materiales, Chile 1192,
1098 Buenos Aires
Australia: Standards Association of Australia, Standards House, 80-86 Arthur
Street, P.O. Box 458, North Sidney, N.S.W. 2059
Austria: Osterreichisches Normunginstitüt, Heinestrasse 38, Postchaf 130, A-
1021, Wien
Bélgica: Institut Beige de Normalisation, Av. de la Braban~onne, 29, B-1040,
Bruxelles
Brasil: Associa~ao Brasileira de Normas Técnicas, Av. 13 de Maio, no. 13-28 an-
dar, Caixa Postal 1680, CEP: 20.003, Rio de Janeiro - RJ
Bulgaria: Comité de la Qualité aupres du Conseil des Ministres, 21, rue du 6
Septembre, 1000 Sofia
Canadá: Standards Council of Canada, 350 Sparks Street, Suite 1200, Ottawa,
Ontario, KIP 6N7
Checoslovaquia: Urad pro Normalizaci a Méreni, Václavské námesti 19,11347
Praha 1
China: China State Bureau of Technical Supervision, P.O. Box 2112, Beijing
Dinamarca: Dansk Standardiseringsraad, Aurehojvej 12, DK - 2900 Hellerup
España: Asociación Española de Normalización y Certificación, calle Femán-
dez de la Hoz, 52, 28010 Madrid
Finlandia: Suomen Standardisoimisliitto SFS, P.O. Box 205, SF - 00121, Helsinki
Francia: Association Fran~aise de Normalisation, Tour Europe, Cedex 7,92080
Paris - La Defense
Grecia: Hellenic Organization for Standardization, Didotou 15, GR - 106 80 At-
hens
Hungría: Magyar Szabványügyi Hivatal, 1450 Budapest 9, Pf. 24.
India: Bureau of Indian Standards, Manak Bhavan, 9 Bahadur Shah Zafar
Marg, New Delhi 110002
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.13

Irlanda: National Standards Authority of Ireland, Glasnevin, Dublin 9


Italia: Ente Nazionale Italiano di Unificazione, Piazza Armando Diaz 2, I -
20123 Milano
Japón: Japanese Industrial Standard Committee, c/o Standards Department,
Agency of Industrial Science and Technology, Ministry of Intemational Trade
and Industry, 1-3-1, Kasumigaseki, Chiyoda-ku, Tokyo 100
Méjico: Dirección General de Normas, calle Puente de Tecamachalco, n.o 6, Lo-
mas de Tecamachalco, Sección Fuentes, Naucalpán de Juárez, 53950 Méjico
Noruega: Norges Standardiseringsforbund, Postboks 7020 Homansbyen,
N - 0306 Oslo 3
Países Bajos: Nederlands Nomalisatic-institut, Kalfjeslaan 2, P.O. Box 5059,
2600 GB Delft
Polonia: Polish Committee for Standardization, Measures and Quality Control,
Ul, Elektoralma 2, 00-139 Warszawa
Portugal: Instituto Portugues da Qualidade, Rua Jose Esteváo, 83-A, 1199 Lis-
boa Codex
Reino Unido: British Standards Institution, 2 Park Street, London WIA 2BS
Rusia: State Committee for Standards, Leninsky Prospekt 9, Moskva 117049
Sudáfrica, República de: South African Bureau of Standards, Private Bag X 191,
Pretoria 0001
Suecia: SIS - Standardiseringskommissionen i Sverige, Box 3 295, S-103 66,
Stockholm
Suiza: Swiss Association for Standardization, Kirchenweg 4, Postchaf, 8032 Zu-
rich
Yugoslavia: Svezni zavod za standardizaciju, Slobodana Pwenezica- Krcuna br.
35, Post. Pregr. 933, 11000 Beograd

CaD/GaS DE ENSA YO

Relaciones entre normas básicas y códigos de ensayo

Una norma básica incluye información sobre los procedimientos generales para ha-
cer medidas y evaluaciones. Un código de ensayo (usando una o más normas básicas
como referencia) especifica el procedimiento para la medida del ruido y la evalua-
ción de un tipo específico de máquina o pieza de equipamiento de una instalación
concreta. Los códigos de ensayo en el campo del ruido están preparados por asocia-
ciones comerciales, sociedades técnicas, organizaciones industriales y otros grupos
que tienen experiencia en el diseño, fabricación, instalación y funcionamiento del
equipamiento particular para el que es aplicable el código de ensayo.
15.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Directrices para preparar códigos de ensayo

El American National Standards Institute ha desarrollado directrices para la pre-


paración de normas y códigos de ensayo: ANSI S12.1-1983, American National
Standard for the preparation of standard procedures for the determination of noise
emission from sources. Esencialmente, un código de ensayo debe:
1. Manifestar si la emisión de ruido ha de expresarse en términos del nivel de
potencia sonora de la fuente o en términos del nivel de presión sonora en po-
siciones especificadas.
2. Limitar la amplitud del código de ensayo, si es posible, a una clase o tipo de
máquina.
3. Exigir condiciones ambientales de laboratorio para todas las medidas (las
únicas excepciones debieran ser el equipamiento que sea demasiado grande
para los espacios disponibles en el laboratorio o que no puede moverse de sus
instalaciones, ya sea en interiores o exteriores).
4. Describir la precisión estimada de las medidas.
5. Describir el funcionamiento de la fuente, dado que los niveles de presión so-
nora en las proximidades de la misma dependen de forma crítica del apoyo o
condiciones de montaje (que deben describirse en detalle) y de las condicio~
nes de funcionamiento (por ejemplo, bajo una carga especificada, a carga
completa, sin carga, con carga simulada, o bajo condiciones de funcionamien-
to que corresponden a la generación máxima de sonido).
6. Atenerse a una norma básica, cuyo uso Uunto con el código de ensayo) es
obligatorio.
Capítulo 16
EFECTOS DEL RUIDO
Y LA REVERBERACION
SOBRE LA COMUNICACION
HABLADA

Harry Levitt
John c. Webster

INTRODUCCION

Este capítulo comenta los efectos del ruido y la reverberación sobre el habla como
medio de comunicación. Una de las consecuencias más serias del ruido es que nos
impide comprender lo que dicen otras personas cuando nos hablan directamente
(cara a cara), por teléfono, o a través de sistemas públicos de comunicación. La
comprensión de las palabras habladas se define aquí como inteligibilidad; no se in-
cluyen bajo este término la identificación del hablante o de las emociones a partir
del sonido de su voz.
Los factores que afectan principalmente a la inteligibilidad del habla son el es-
pectro y la estructura temporal del habla y del ruido, la cantidad de reverberación,
el nivel de la voz del hablante;1a distancia entre hablante y oyente y la familiaridad
de este último con las palabras que emplee quien habla. También son importantes
los factores lingüísticos y pragmáticos. Estos incluyen consideraciones tales como la
redundancia del mensaje que hay que entender, el contexto en que se produce, los
dialectos de hablante y oyente, la tasa de habla, la claridad de la articulación y de
cómo altera el hablante sus hábitos verbales en presencia del ruido. Incluso el es-
tado emocional o el grado de estrés del hablante producen cambios en su conducta
verbal y, por tanto, cambios en la inteligibilidad del habla. La inteligibilidad puede
medirse directamente. También puede predecirse a partir de medidas físicas del ha-
bla y del ruido y/o la reverberación.
Este capítulo describe las características físicas del habla pertinentes para la in-
teligibilidad, los métodos para medirla, la eficacia del ruido y la reverberación para
reducirla y los métodos para predecir la inteligibilidad del habla a partir de medidas
físicas del habla, ruido y reverberación.

16.1
16.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

NIVELES MEDIOS Y ESPECTROS DE LA COMUNICACION HABLADA

Al hablar, una persona genera ondas sonoras complejas continuamente cambiantes.


Los sonidos del habla varían ampliamente tanto en nivel de presión sonora global
como en contenido de frecuencias en función del tiempo. Más aún, la frecuencia de
ocurrencia de los sonidos del habla varía ampliamente a lo largo de un discurso con-
tinuado. Este apartado considera las medias a largo plazo de los espectros del habla
(aquí, una «media a largo plazo» indica un tiempo medio de 10 segundos o más).
La Figura 16.1 muestra el espectro en bandas de un tercio de octava para el in-
glés hablado por adultos, hombres y mujeres, para cinco niveles de esfuerzo vocal,
conversación casual, normal, elevado, alto y a gritos!. El espectro del habla fue me-
dido a 1 metro de distancia desde los labios del hablante. A los niveles de voz ca-
sual, normal y elevado, la banda de tercio de octava centrada en 500 Hz muestra la
mayor concentración de potencia del habla. Para el mayor esfuerzo vocal (a gritos),
este máximo cambia hacia el tercio de octava de 1250 Hz para hablantes masculi-
nos, y entre 1250 y 1600 Hz para hablantes femeninos. La voz masculina es más po-
tente, de media, que la femenina para el mismo esfuerzo vocal. También existen di-
ferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la forma del espectro; una vez
ajustadas las diferencias en nivel sonoro global, el espectro femenino posee sustan-
cialmente menos potencia a frecuencias por debajo de 200 Hz y ligeramente mayor
potencia en las frecuencias altas. Aunque existen diferencias individuales entre los
hablantes en el nivel general y la forma del espectro del habla, las curvas aquí pre-
sentadas se han obtenido promediando los resultados correspondientes a un gran
número de hablantes.
La Tabla 16.1 presenta los valores medios del nivel sonoro del habla con pon-
deración A para varios esfuerzos vocales. Los términos descriptivos que identifican
estos esfuerzos vocales no son precisos. Por ejemplo, lo que es un nivel de habla
«normal» bajo unas condiciones puede ser anormalmente alto o bajo en otras cir-
cunstancias. Las diferencias individuales son grandes y el nivel de ruido de fondo, la
reverberación de la habitación y muchos otros factores influyen sobre este nivel
normal. Sin embargo, cuando reciben instrucciones de hablar con un nivel «nor-
mal» de voz, los niveles sonoros con ponderación A, a una distancia de 1 metro del
hablante, suelen estar entre 50 y 65 dB(A) para la mayoría de los hablantes en la
mayoría de las situaciones. El nivel sonoro medio con ponderación A, a 1 metro de
distancia, en condiciones de silencio, es de 58 dB(A) para hombres y 55 dB(A) para
mujeres. El rango medio de niveles sonoros con ponderación A varía desde
50 dB(A), para el habla producida a un nivel bajo de voz adecuado para una con-
versación casual, hasta 88 dB(A) para el habla a gritos.

Relaciones entre la comunicación hablada y el ruido. El esfuerzo vocal del ha-


blante también se ve afectado por el ruido ambiental. Con niveles de ruido ambien-
tal por encima de 50 dB(A), una persona con audición normal suele elevar la voz.
De media, los niveles vocales se elevan aproximadamente de 3 a 6 dB por cada 10 dB
de aumento en el nivel sonoro por encima de 50 dB(A). Si, como en una clase, es im-
portante comprender todo lo que dice el hablante, el nivel de la voz puede elevarse
hasta 10 dB por cada 10 dB de aumento en el nivel de ruido. Una consecuencia im-
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.3

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FRECUENCIAS CENTRALES DE BANDAS
DE TERCIO DE OCTAVA
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160 250 400 6301000 160025004000630010000
FRECUENCIAS CENTRALES DE BANDAS
DE TERCIO DE OCTAVA

(b)

FIGURA 16.1. (a) Media del espectro del habla a largo plazo medido en tercios de oc-
tava para cinco niveles de esfuerzo vocal (casual, normal, elevado, alto, a gritos) para
hablantes masculinos adultos; (b) los datos correspondientes a las hablantes adultas
femeninas. Los niveles de voz fueron medidos en campo abierto a una distancia de 1
metro del hablante. (De la Referencia 1.)

portante de este efecto de la comunicación cara a cara es que, dado que la voz se
eleva a medida que aumenta el nivel de ruido, el rango de las relaciones habla-ruido
encontradas en la comunicación cotidiana es relativamente pequeño. Las relaciones
16.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 16.1. Media de niveles sonoros del habla con ponderación A


(medias a largo plazo) para distintos esfuerzos vocales, en condiciones
de silencio a la distancia de 1 metro en campo abierto

Esfuerzo vocal Hombre, dB(A) Mujer, dB(A)


Casual 53 50
Normal 58 55
Elevado 65 62
Alto 75 71
A gritos 88 82

habla-ruido suelen expresarse habitualmente como [(nivel del habla) - (nivel del
ruido)] en decibelios.
Las personas suelen mantener una relación habla-ruido de aproximadamente 5
a 8 dB cuando conversan fuera de casa, y de aproximadamente 9 a 14 dB cuando
conversan en casa, donde generalmente los niveles de ruido son más bajos1; cuando
se está viendo (escuchando) la televisión en casa, se mantiene una proporción ha-
bla-ruido del orden de 15 dB.
La mayoría de las personas con audición normal puede comunicarse razonable-
mente bien con relaciones habla-ruido de aproximadamente 7 a 11 dB, pero per-
sonas con limitaciones auditivas incluso leves tienen mucha más dificultad para
comprender el habla en estas condiciones. Esto también es cierto, en menor medi-
da, para personas con audición normal de edad avanzada (p. ej., por encima de los
70 años).

CARACTERISTICAS TEMPORALES DEL HABLA

Las características temporales del habla pueden clasificarse en tres grandes grupos:
(1) la variación con el tiempo de la presión instantánea, (2) los cambios a corto pla-
zo de la amplitud de estas variaciones instantáneas de presión y (3) las variaciones
de amplitud a largo plazo.
Las variaciones en el tiempo de la presión instantánea (o voltaje instantáneo, si
la señal acústica ha sido convertida a formato eléctrico) se conocen como forma de
onda del habla. Conceptualmente, es adecuado pensar en la forma de onda del ha-
bla como la suma de una serie de ondas sinusoidales, en que los componentes de
alta frecuencia se oyen como sonidos de tonos altos y, por el contrario, los compo-
nentes de baja frecuencia se oyen como sonidos de tonos bajos.
La amplitud de la forma de onda del habla también cambia con el tiempo. La Fi-
gura 16.2 muestra una forma de onda del habla típica. Se ha elegido una escala tem-
poral relativamente burda para que las variaciones temporales de la presión instan-
tánea no sean visibles, en tanto que las variaciones en amplitud de la presión de las
ondas resulten evidentes. Estas variaciones en amplitud a corto plazo muestran los
principales máximos, aproximadamente, a los 100,300,600,850 Y 1100 milisegun-
dos. Estos máximos reflejan la estructura silábica del habla y se producen a una me-
dia de unos tres por segundo. Para el habla producida en un ambiente silencioso y
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.5

0,1

~,1+--T--.--.--r-.--.--.--.--.--.--.-~
O 200 400 600 800 1000 1200
Tiempo (mseg)

FIGURA 16.2. Una forma de onda del habla típica mostrando la presión sonora ins-
tantánea en función del tiempo. La resolución de la escala temporal es tal que la onda
en sí no puede verse en detalle, pero las variaciones de amplitud en la presión instan-
tánea son claramente visibles en función del tiempo, a una distancia de 1 metro.

no reverberante, hay muy poca energía en las zonas valle entre máximos. La dife-
rencia de nivel entre un máximo del habla y la zona valle posterior se conoce como
profundidad de la modulación. El ruido de fondo y/o la reverberación reducirán la
profundidad de la modulación, ya que la energía en las zonas valle aumentará de-
bido al ruido o la energía reverberante.
Las variaciones de amplitud a largo plazo reflejan los cambios en el nivel global
del habla, tal y como puede ocurrir cuando una persona eleva su voz o cuando se
ajusta el control de ganancia en un sistema de megafonía público. La medida de las
variaciones de amplitud a largo plazo precisa que se promedie la señal hablada a lo
largo de un período de tiempo relativamente largo, como un segundo o más. Tam-
bién es práctica habitual en l~s medidas a largo plazo de la amplitud del habla que
se especifiquen en términos de niveles de presión sonora.

PRUEBAS DE INTELIGIBILIDAD

El procedimiento conocido como prueba de inteligibilidad del habla suele emplear-


se para determinar en qué medida puede entenderse esta última en un ambiente
ruidoso y/o reverberante o mediante un sistema de comunicación determinado.
Una prueba de inteligibilidad del habla mide la proporción de los elementos del ha-
bla que se examinan, tales como palabras o sílabas, que son oídas correctamente.
En la prueba típica, se presenta al oyente un conjunto especificado de sílabas, pa-
labras, frases o sentencias. El oyente responde identificando el «material de exa-
16.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

men», ya sea repitiendo o escribiendo lo que oye o marcando las respuestas en una
lista de posibles alternativas. Para pruebas más precisas, se emplean grabaciones
normalizadas. También puede emplearse el examen de viva voz, pero este formato
introduce una fuente adicional de variabilidad: las diferencias individuales entre los
hablantes. En el examen de viva voz (como cuando se prueba un auditorio), se tur-
nan varios hablantes con el fin de obtener un valor medio. Existen pruebas norma-
lizadas para evaluar la inteligibilidad, que contienen detalles acerca del procedi-
miento de examen, los contenidos, la selección de los sujetos y su entrenamiento,
los niveles de los hablantes y oyentes y su medida, y el informe de los resultados2-11 •
Habitualmente se emplean tres tipos de material de examen: sílabas sin sentido,
palabras monosilábicas y frases. (Se emplean otros tipos de materiales para aplica-
ciones especiales; por ejemplo, palabras bisilábicas en que ambas sílabas estén acen-
tuadas, tales como airplane, baseball [aeroplano, béisbol], se utilizan en audiología
para medir el umbral de recepción del habla.)
En las pruebas de inteligibilidad, suelen utilizarse dos tipos de formato de exa-
men. En una prueba con un conjunto cerrado de respuestas, al oyente se le presentan
un número finito de alternativas y tiene que elegir entre ellas la respuesta correcta.
En una prueba de rima modificadti, el elemento a examen puede ser bat, el conjun-
to de posibles respuestas, bat, bad, back, bass, ban y bath·. La primera de las seis al-
ternativas posibles es la respuesta correcta. Las demás difieren de la correcta de for-
ma sistemática. En este ejemplo, las alternativas sólo se diferencian de la palabra a
examen en la última consonante.
En una prueba con conjunto abierto de respuestas, el oyente puede elegir libre-
mente una respuesta a partir de su conocimiento del lenguaje. Un examen de este
tipo, ampliamente utilizado, presenta un listado de palabras monosilábicas equili-
bradas fonéticamente, es decir, la frecuencia de ocurrencia de los distintos sonidos
en cada palabra de la lista es representativa de su frecuencia de ocurrencia en el ha-
bla cotidiana. Cuando se presenta una palabra de la lista, el oyente puede seleccio-
nar cualquier palabra monosilábica del idioma como respuesta correcta. Ejemplos
de listas de palabras equilibradas fonéticamente aparecen en las Referencias 2, 3, 8
y 9. Los «Procedimientos nacionales estadounidenses normalizados para medir la
inteligibilidad del habla» (American national standard procedures for measuring of
speech intelligibility)9 describen los siguientes métodos de examen: (1) una técnica
de respuesta abierta, empleando listas de palabras fonéticamente equilibradas, y (2)
dos técnicas de conjunto cerrado de respuestas, basadas en la prueba de la rima mo-
dificada4 y la prueba de rima diagnóstica6 •
Las sílabas sin sentido (como conjunto abierto o cerrado de respuestas) y el con-
junto cerrado de listas de palabras suelen emplearse para obtener información ana-
lítica sobre un sistema lingüístico de comunicación; p. ej., qué sonidos tienen mayor
probabilidad de ser escuchados incorrectamente y su patrón de confusiones. Los
conjuntos abiertos de respuestas suelen utilizarse para medir el rendimiento co-
municativo; p. ej., la habilidad para comunicarse en un ambiente ruidoso.
Las pruebas que utilizan frases como material de examen suelen emplear el for-

* N. del T.: En español podrían utilizarse por ejemplo los términos bata. baba, vaca, vaga, bala y
baza.
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.7

mato de respuesta abierta. El sujeto repite o escribe lo que ha oído. La puntuación


de inteligibilidad se obtiene mediante el porcentaje de palabras identificadas co-
rrectamente. Una práctica habitual es puntuar únicamente las palabras de conteni-
do y excluir las palabras de función, tales como artículos, preposiciones y conjuncio-
nes. Dos listas normalizadas de frases frecuentemente usadas son: (1) las listas PAL
fonéticamente equilibradas2 •8 y (2) las frases CHABA-CID del habla cotidianas.
Otro tipo de prueba que utiliza materiales con longitud de frase es la de habla en
ruido, en la cual sólo puntúa la última palabra de la frase 10•1l • Las palabras objeto de
examen son de dos tipos, aquéllas con alta probabilidad de ocurrencia en el contex-
to de la frase y aquéllas con baja probabilidad. La diferencia de puntuación entre
palabras con alta y baja probabilidad aporta una medida del efecto del contexto de
la frase sobre la inteligibilidad.

EFECTOS DEL RUIDO SOBRE LA INTELIGIBILIDAD DEL HABLA

La inteligibilidad del habla se reduce mediante el ruido de fondo. La magnitud de


esta reducción depende de las características espectrales y temporales del ruido y
del habla, la estructura lingüística de ésta, las expectativas del oyente acerca de qué
es más probable que se diga, si están o no disponibles claves visuales (lectura de la-
bios) y otros factores 12-14 • La Figura 16.3 muestra el efecto del ruido sobre la inteli-
gibilidad del habla con tres tipos de materiales de examen. Se muestran los datos
para los siguientes materiales: sílabas sin sentido, listas de palabras monosilábicas
fonéticamente equilibradas y listas de frases fonéticamente equilibradas. Nótese
100
o /
«
o
/

::J 80
I Sílabas
Cii I
sin sentido
(3 I
::J
w 60
1-
~
w
o 40
w
-,
~
Z
w 20
u
a:
O
~

O
-1,2 -5 -4 O 4 8
RELACION HABLA-RUIDO (dB)

FIGURA 16.3. Inteligibilidad de distintos tipos de materiales de examen en presen-


cia de ruido. La inteligibilidad del habla se muestra como una función de la relación
habla-ruido para frases, palabras monosilábicas y sílabas sin sentido. Estas curvas
son aproximadas y dependen de las condiciones de examen, tamaño del vocabulario
y de cómo se especifica el nivel del habla.
16.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que la inteligibilidad aumenta a medida que las unidades lingüísticas son mayores,
ya que el oyente puede emplear su conocimiento del lenguaje (p. ej., estructuras fo-
nética, morfémica y sintáctica), así como el conocimiento del tema que se esté tra-
tando para entender lo dicho. De la misma manera, al aumentar la probabilidad de
la palabra empleada (p. ej., reduciendo el tamaño del vocabulario a examen), au-
menta la puntuación de inteligibilidad obtenida. La Figura 16.4 muestra el aumento
de la inteligibilidad a medida que se reduce el vocabulario sistemáticamente de 128
a 8 palabras 12•13 •
La Figura 16.5 ilustra el efecto de las claves visuales sobre la inteligibilidad. Las
funciones de intensidad del rendimiento que aparecen en esta figura han de com-
pararse con las de la Figura 16.4 para vocabularios del mismo tamaño. Las claves vi-
suales tienen mayor efecto para relaciones bajas de habla-ruido, ya que, bajo estas
condiciones, el oyente tiene menos claves acústicas disponibles.

EFECTOS DE LA REVERBERACION SOBRE LA INTELIGIBILIDAD


DEL HABLA

Los efectos de la reverberación sobre la inteligibilidad del habla se muestran en la


Figura 16.6. La curva superior muestra la degradación de la inteligibilidad al au-
mentar el tiempo de reverberación en un ambiente silencioso (relación habla-ruido
> 30 dB). Las tres curvas inferiores muestran el efecto de la reverberación para el
habla en ruido, decreciendo la relación de habla-ruido sistemáticamente desde +3
dB hasta -3 dB 15 •16 •
Las curvas son casi paralelas, lo cual indica que, en cuanto a reducir el porcen-

(/)

u
~
~ 80
a:
o
u
(/)

~
al
60
:3
~ 64 Y 128 palabras
~ 40 - - - - - - -.- - - - - - - - r - - - - - --

....,
UJ

~
zUJ 20 -
u
a:
oo..

-24 -18 -12 -6 o 6


RELACION HABLA-RUIDO (dB)
FIGURA 16.4. Inteligibilidad del habla con ruido para vocabularios a examen de dis-
tintos tamaños. Se muestra el porcentaje de inteligibilidad de las palabras como fun-
ción de la relación habla-ruido para vocabularios de 8, 16, 32 Y 128 palabras. Sólo
hubo disponibles claves auditivas. (Las curvas se basan sobre datos de la Ref. 13.)
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.9
en
~
u
UJ
a:
a:
O
u
~
a:
al 64
~
~ 60b-~--~--~~----~----~----r---~
UJ
o
...,
UJ

~ 40
zUJ -30 -24 -18 -12 -6 o 6
u
a:
¡r RELACION HABLA-RUIDO EN dB

FIGURA 16.5. Efecto de las claves visuales sobre la inteligibilidad del habla. Los da-
tos muestran la inteligibilidad del habla bajo condiciones de presentación auditiva y
observación visual simultánea de los movimientos faciales de un hablante. Al igual
que en la Figura 16.4, la inteligibilidad del habla se muestra como función de la rela-
ción habla-ruido para vocabularios de 8, 16,32,64 Y 128 palabras. (Las curvas se ba-
san sobre datos de la Ref. 13.)

taje de inteligibilidad para las condiciones mostradas, los efectos conjuntos de la re-
verberación y el ruido de fondo son aproximadamente aditivos. Para las condicio-
nes de escucha más difíciles (tiempos largos de reverberación y baja relación habla-
ruido), donde queda poco espacio para reducciones mayores de la inteligibilidad, se
produce cierto allanamiento de las curvas.
La inteligibilidad del habla en un ambiente reverberante también está relacio-
nada con el volumen de la habitación (o auditorio), tal y como ilustra la Figura
16.7 17 • Más aún, la calidad del habla en habitaciones y auditorios se ve afectada de
forma compleja por la reverberación 18 .

PREDICCION DE LA INTELIGIBILIDAD DEL HABLA A PARTIR DE


MEDIDAS FISICAS
.,

Entre los índices para predecir la inteligibilidad del habla con presencia de ruido
y/o reverberación se incluyen:

El nivel sonoro con ponderación A


El nivel de interferencia del habla (SIL)
El índice de articulación (Al)
El índice de transmisión del habla (STI)

Estos índices aparecen listados en orden de complejidad creciente. El índice rá-


pido de transmisión del habla (RASTI) es una versión abreviada, fácil de calcular,
del índice de transmisión del habla.
16.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

100
O
«
O
:::¡ 80
Silencio
iii
a:::¡
w 60
1-
~
w
o S/N = 3 db
w 40
~
Z
w
u 20
a:
oQ..
o
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5
Tiempo de reverberación (segundos)

FIGURA 16.6. Inteligibilidad del habla en función del tiempo de reverberación y de la


relación habla-ruido S/N. (Las curvas se basan sobre datos de la Refs. 15 y 16.)

Nivel sonoro con ponderación A

Existen muchas aplicaciones del nivel sonoro con ponderación A, descritas en ca-
pítulos anteriores. Este apartado se ocupa del nivel sonoro del ruido de fondo como
una medida de interferencia del habla. En concreto, los niveles sonoros con pon-
deración A pueden emplearse para predecir las distancias máximas permisibles en-
tre hablante y oyente para una comunicación verbal «mínimamente fiable» con pre-
sencia de ruido. Se dice que la comunicación verbal es «mínimamente fiable»
cuando oyentes entrenados obtienen una puntuación del 70 por 100 en la prueba
con listas de palabras monosilábicas fonéticamente equilibradas. Las palabras que
componen estas listas se obtienen de un vocabulario amplio (1000 o más palabras),
de manera que ningún conocimiento previo del vocabulario que se examina tenga
un efecto notable sobre la puntuación. Una puntuación del 70 por 100 con palabras
monosilábicas corresponde a una puntuación de inteligibilidad por encima del 90
por 100 para frases.

Procedimiento de cálculo

1. En primer lugar, se mide el nivel sonoro con ponderación A del ruido de fon-
do usando la respuesta lenta (slow) del sonómetro.
2. Se localiza este nivel sonoro sobre la abscisa superior de la Figura 16.8.
3. Trazando una línea perpendicular desde este punto se obtendrán interseccio-
nes con las diferentes curvas incluidas en el gráfico para varios niveles de es-
fuerzo vocal, obteniéndose en el eje de ordenadas la distancia máxima entre
hablante y oyente para una comunicación verbal «mínimamente fiable~~.
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.11

90
(25.000)
(100.000)

80 400.000)
ca
(800.000)
:c"
:!!
"¡¡;
e
o()
"¡; 70
ca
:;
"
"€
«
60

50 L -____ ~ ____ ~ ____________ ~ ____ ~

O 2 3 4 5
liempo de reverberación (segundos)

FIGURA 16.7. Efecto del volumen de la habitación sobre la inteligibilidad del habla.
Se muestra el porcentaje medio de articulación silábica en función del tiempo de re-
verberación para auditorios con volúmenes de 25.000, 100.000, 400.000 Y 800.000 ff
(710,2.800,11.000 Y 22.000 m 3 ). (Los datos están tomados de la Ref. 17.)

Limitaciones del método. Este método no se aplica:


1. Cuando el espectro en bandas de octava del ruido de fondo se aparta signifi-
cativamente de un «espectro plano», es decir, para un espectro en que todas
las bandas de frecuencia tienen aproximadamente el mismo valor. Se dice
que el alejamiento es significativo si el nivel sonoro difiere del nivel medio de
banda en más de 10 dB, en cualquier octava dentro del rango del habla (250
Hz a 5000 Hz).
2. Cuando existen variaciones significativas del nivel sonoro a lo largo del tiem-
po. Se dice que las variaciones de nivel son significativas cuando el nivel so-
noro con ponderación A varía en más de 10 dB a lo largo del tiempo. En el
caso de variaciones relajivamente lentas del nivel de ruido (por ejemplo,
cuando ocasionalmente pasa un camión o coche por las cercanías), el nivel
máximo de ruido alcanzado puede utilizarse para predecir el efecto del ruido
para las condiciones más adversas.
3. Cuando la comunicaci6n tiene lugar en un entorno muy reverberante. Se dice
que un ambiente acústico (habitación o auditorio) es altamente reverberante
cuando el tiempo de reverberación supera los 2 segundos.
4. Cuando el habla está distorsionada; el habla debe articularse claramente, sin
murmurar. Para hablantes con acento extranjero o con algún impedimento
del habla, pueden precisarse distancias inferiores entre hablante y oyente a
las que muestra la Figura 16.8. En el caso del habla amplificada, como sucede
con los sistemas de comunicación pública, la respuesta en frecuencia del sis-
tema debe ser esencialmente plana (los máximos y mínimos en la curva de
respuesta en frecuencia deben estar dentro del margen de ± 5 dB con respec-
16.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Nivel sonoro con ponderación A


40 50 60 60 80 90 100
16

E 4
ro
'¡:;
c: 2
ro

i5

0,5

0,25
30 40 50 60 70 80 90
Nivel de interferencia del habla

FIGURA 16.8. Distancias entre hablante y oyente para una comunicación mínima-
mente fiable. Las curvas muestran las distancias máximas permisibles para que se
produzca una comunicación hablada de este tipo. El parámetro sobre cada curva in-
dica el nivel relativo de voz. Dado que el hablante alzará su voz con ruido, típicamente
con una tasa de 3 a 6 dB por cada 10 dB de aumento en el nivel de ruido por encima
de 50 dB(A), el nivel de voz esperado aumentará al aumentar el nivel de ruido. El área
sombreada muestra el rango de distancias permisibles entre hablante y oyente bajo
estas condiciones. El límite inferior del área sombreada es para un nivel de voz que
aumenta a una tasa de 3 dB por cada 10 dB de incremento en el nivel de ruido; ellí-
mite superior es para una tasa de aumento de 6 dB por cada 10 dB de incremento en
el nivel de ruido.

to a la respuesta en frecuencia media para el intervalo entre 200 Hz y


5000 Hz) y la distorsión no lineal del sistema no debe exceder ellO por 100 de
la distorsión armónica.
Si el uso de niveles sonoros con ponderación A no es aplicable por cualquiera de
las razones anteriores, debe emplearse alguno de los demás índices descritos en esta
sección (p. ej., nivel de interferencia del habla, índice de articulación).

Efectos del ruido defondo. Un hablante elevará el nivel de su voz a medida que
aumente el nivel de ruido de fondo. A niveles sonoros de ruido de fondo con pon-
deración A por encima de 50 dB(A), el área sombreada en la Figura 16.8, denomi-
nada nivel esperado de voz, muestra el efecto del ruido en el nivel de la voz. De la
misma manera, es práctica habitual subir el volumen de la TV o radio en presencia
de un ruido de fondo, por lo general hasta 15 dB por encima del nivel del ruido l .
En situaciones laborales ruidosas, donde el nivel sonoro con ponderación A del
ruido de fondo puede ser de hasta 75 dB(A), las personas no suelen poder conver-
sar a distancias superiores a 1 m (3,3 ft). Bajo estas condiciones, la comunicación
verbal con ruido es posible a mayor distancia siempre que el hablante grite o alce
mucho la voz. Pero los niveles altos de voz no pueden mantenerse durante un pe-
ríodo de tiempo prolongado. Por tanto, para una comunicación verbal a distancia
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.13

durante períodos largos, el límite superior del nivel de ruido de fondo es algo infe-
rior al citado. En ambientes laborales donde la comunicación verbal es esencial, el
nivel de fondo no debe superar un nivel sonoro con ponderación A de 60 a
65 dB(A); estos niveles permiten una comunicación satisfactoria a una distancia de
hasta 2 m (6,5 ft). En situaciones sociales, para una comunicación más cómoda cara
a cara con presencia de ruido, la mayoría de las personas prefieren distancias me-
nores entre hablante y oyente. Estas distancias son habitualmente del orden de 1 m
(3,3 ft), siempre que el ruido de fondo esté por debajo de 50 dB(A). Para niveles de
ruido superiores, las distancias preferidas entre hablante y oyente suelen ser me-
nores. La Tabla 16.2 muestra las distancias típicas para la comunicación en una con-
versación, en tanto que la Figura 16.8 muestra las distancias máximas permisibles
que, por lo general, requieren un esfuerzo vocal adicional.
En exteriores, las conversaciones entre grupos de personas pueden mantenerse
a distancias de 2 a 4 m (6,5 a 13 ft), sin esfuerzo de voz especial si los niveles de rui-
do de fondo no superan un valor de 55 a 60 dB(A). Para el juego en interiores y ga-
lerías de recreo, si la distancia entre hablante y oyente es de 5 a 10 m (16 a 33 ft), los
niveles de ruido de fondo no deben superar los 50-55 dB(A).

Nivel de interferencia del habla

El nivel de interferencia del habla (speech interference level-SIL) es un índice dise-


ñado específicamente para evaluar los efectos de interferencia del ruido sobre el ha-
bla. Este índice: (1) se deriva de las medidas de los niveles de ruido de fondo en cua-
tro bandas de octava contiguas y (2) tiene en cuenta las variaciones dependientes de
la frecuencia en el espectro de ruido. Una versión alternativa del índice emplea tres
bandas de octava, en lugar de cuatro.

Procedimiento de cálculo. En el método normalizado de cuatro bandas l9 , se mi-


den los niveles de presión sonora de las octavas centradas a 500, 1000, 2000 Y
4000 Hz. El nivel de interferencia del habla SIL es igual a la media aritmética de los
niveles de presión sonora de estas cuatro bandas de octava. Por ejemplo, la Tabla
16.3 muestra los niveles de presión sonora de las octavas para un ruido con un com-

TABLA 16.2. Distancias preferidas entre hablantes y oyentes para mantener una
conversación*

Distancia entre hablante y oyente


Nivel sonoro de ruido
con ponderación A Metros Pies
45 0,85 2,8
55 0,65 2,1
65 0,5 1,6
75 0,4 1,3

* Las distancias típicas entre hablante y oyente han sido medidas en función del
nivel del ruido de fondo en varios ambientes, incluyendo hogares, hospitales,
grandes almacenes, trenes y aviones. Esta tabla muestra las distancias medias
observadas. (Basadas sobre los datos expuestos en la Referencia 1.)
16.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 16.3 Ejemplo de cálculo del nivel de interferencia del habla

Frecuencia central Nivel de presión sonora


de banda de octava, Hz de banda de octava, dB
125 75
250 70
500 68
1000 59
2000 47
4000 34
8000 30
Método de cuatro bandas: SIL = (68 + 59 + 47 + 34)/4 = 52
Método de tres bandas: SIL (0,5,1,2) = (68 + 59 + 47)/3 = 58

ponente fuerte de baja frecuencia. El nivel de interferencia del habla para este rui-
do es (68 + 59 + 47 + 34)/4 dB, que es igual a 52 dB.
En el método de tres bandas, se emplea como nivel de interferencia del habla la
media aritmética de los niveles de presión sonora de las octavas centradas en 500,
1000 Y2000 Hz. Dado que ésta no es una versión normalizada del nivel de interfe-
rencia del habla, las octavas empleadas deben indicarse entre paréntesis. Así, el ni-
vel de interferencia del habla para los niveles de ruido de fondo que muestra la Ta-
bla 16.3 para las octavas centradas en 500, 1000 Y2000 Hz es
SIL (0,5,1,2) = (68 + 59 + 47) /3 = 58 dB
Limitaciones del método. Este método no se aplica:
1. Cuando existen variaciones significativas en el nivel de interferencia del habla
a lo largo del tiempo. Se dice que estas variaciones son significativas cuando
el nivel de interferencia del habla cambia en más de 10 dB a través del tiem-
po. En el caso de variaciones relativamente lentas, el nivel de interferencia
máximo alcanzado puede emplearse para predecir el efecto del ruido para las
condiciones más adversas.
2. Cuando la comunicaci6n tiene lugar en un ambiente altamente reverberante.
Se dice que un entorno acústico es altamente reverberante cuando el tiempo
de reverberación supera los 2 segundos.
3. Cuando el habla está distorsionada. Los criterios para determinar que el ha-
bla está distorsionada son los mismos que los especificados en el apartado an-
terior.
Si, por cualquiera de las razones anteriores, el uso del SIL no es aplicable, debe
emplearse alguno de los índices restantes descritos en este capítulo.

Efectos del ruido defondo. Ruidos con igual nivel de interferencia del habla de-
ben reducir en igual medida su inteligibilidad. Los estudios de la interferencia pro-
ducida por distintos ruidos muestran que aquellos que dan como resultado la misma
puntuación de inteligibilidad del habla, siendo todos los demás factores iguales
(p. ej., mismos oyentes y materiales de examen), tienen esencialmente el mismo ni-
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.15

vel de interferencia del habla, teniendo la variación de éste una desviación típica in-
ferior a 3 dB 2o•
El SIL puede emplearse para predecir las distancias máximas permisibles entre
hablante y oyente para una comunicación mínimamente fiable. La Figura 16.8 pue-
de utilizarse con este propósito; el método para hacerlo es el mismo que el seguido
para los niveles sonoros con ponderación A.
El nivel de interferencia del habla varía a partir de un nivel sonoro con ponde-
ración A, LA, en cantidades que dependen de la forma del espectro del ruido. Esta
diferencia es aproximadamente de 8 dB para muchos ruidos ambientales habitua-
les; es decir, LA - SIL = 8 dB.

Indice de articulación

El índice de articulación (Al) es un índice para predecir la inteligibilidad del habla,


y está diseñado para tener en cuenta los efectos de: (1) el ruido de fondo y (2) la fre-
cuencia de filtrado. Puede usarse en condiciones en que el nivel de ruido varía con
el tiempo.
El cálculo del índice de articulación (Al) puede ser bastante complejo, por ello
se han desarrollado varios métodos de cálculo aproximado más simples21 •22 . El mé-
todo más general precisa que se determine la relación habla-ruido en cada una de
las 20 bandas de frecuencia. Este método de las 20 bandas también tiene en cuenta
el crecimiento no lineal del enmascaramiento y los efectos de difusión del enmas-
caramiento que se producen cuando se utilizan niveles intensos de habla o ruido.
Un método más sencillo de cálculo emplea medidas de banda de tercio de octava.
Este método se describe en el siguiente apartado. Es casi tan preciso como el mé-
todo más general de las 20 bandas, siempre que los espectros del habla o del ruido
no varíen rápidamente con la frecuencia, ni los niveles de presión sonora de las ban-
das sean muy altos. El método de cálculo más simple usa medidas de octavas; sin
embargo, es relativamente impreciso y sólo debe emplearse para obtener una esti-
mación aproximada del índice de articulación. Los tres métodos de cálculo del Al se
describen en la norma ANSI S3.5-196cf2.

Procedimiento de cálculo (m6todo del tercio de octava)

1. Se mide el nivel pico del habla y el nivel de ruido RMS en los 15 tercios de
octava con frecuencias centradas entre 200 Hz y 5000 Hz. Si los niveles pico
del habla no pueden medirse directamente, pueden estimarse a partir de un
espectro idealizado de la misma, siempre que se conozca el nivel de presión
sonora general del habla. El espectro idealizado del habla y el método para
predecir el nivel pico del habla en cada banda de frecuencia se especifican en
la norma ANSI S3.5-196cf2.
2. Se comprueba si los niveles de habla y ruido son lo suficientemente altos
como para producir un crecimiento no lineal del enmascaramiento o de los
efectos de difusión del enmascaramiento. Si el nivel global de presión sonora
del habla supera los 85 dB (p. ej., si el habla está amplificada) o si el nivel de
16.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ruido en cualquier tercio de octava supera los 70 dB, los niveles de habla y
ruido medidos habrán de ajustarse para tener en cuenta estos efectos. Estos
ajustes se describen en la norma ANSI S3.5-196g22.
3. Se multiplica la relación habla-ruido en cada tercio de octava por un factor de
ponderación. El Al es igual a la suma de estas relaciones ponderadas habla-
ruido. Las ponderaciones que se emplean en las 15 bandas de tercio de octava
que cubren el rango entre los 200 y los 5000 Hz se muestran en la Tabla 16.4.
4. La puntuación estimada de inteligibilidad del habla para el índice de articu-
lación calculado se obtiene de la Figura 16.9. El diagrama muestra las curvas
para varios tipos de «materiales de examen». Por ejemplo, la curva para listas
de frases fonéticamente equilibradas está por encima de la de listas de pala-
bras monosilábicas fonéticamente equilibradas, y así, para el mismo índice de
articulación, la puntuación de inteligibilidad esperada para frases será más
alta que la de listas de palabras monosilábicas. Las curvas de calibración que
muestra la Figura 16.9 son sólo para claves auditivas. Si también hay dispo-
nibles claves visuales (lectura de labios), se esperan puntuaciones de inteli-
gibilidad más altas.

Ejemplo numérico. La Tabla 16.4 muestra los niveles RMS de ruido y los niveles
pico de habla para el conjunto de tercios de octava que cubren la gama de frecuen-

TABLA 16.4. Cálculo del índice de articulación (Al) empleando el método de bandas
de tercio de octava

1 2 3 4 5 6

Frecuencia Relación
central Nivel pico Nivel de babia- Ponde- Col. 4 x
de la banda, Hz del habla, dB ruido RMS, dB ruido (S/N), dB ración Col. 5
0* 0,0004
200
250
315
63
68
67
67
66
66
2
1
0,0010
0,0010
°
0,0020
0,0010
400 70 65 5 0,0014 0,0070
500 72 63 9 0,0014 0,0126
630 70 60 10 0,0020 0,0200
800 66 57 9 0,0020 0,0180
1000 65 54 11 0,0024 0,0264
1250 67 49 18 0,0030 0,0540
1600 63 45 18 0,0037 0,0666
2000 59 42 17 0,0038 0,0646
3150 58 38 21 0.0034 0,0714
4000 56 33 25 0,0034 0,0850
5000 52 27 29 0,0024 0,0696
21 300 0,0020 0,0600

SPLGlobal 78 73 Al = 0,5582
= 0,56

• Relación SIN ajustada (véase texto).


EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.17

Frases (primera
80 H---T.lF--I1--1---74'+--+ presentación para
los oyentes)

~~ '"
"'"0 70
.ce:
.!!!Q)
~ ~ 60 t-~-+-++--hl-f--+--fl--f'~--t--+--+-+---I
';;Q)
ca ......
.ce:
~~ 50
-8lj
.~~ 40
...... 0
~:c:
~ ~ 30 I----I'-ft-f--t--t--I-f-l--
Il.~
o
20 Nota: Estas relaciones son
aproximadas. Dependen del
tipo de material y de la habilidad
10 de hablantes y oyentes

o
o 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
Indice de articulación
FIGURA 16.9. Las curvas muestran la inteligibilidad del habla esperada en función
del índice de articulación. Estas curvas, relacionando el porcentaje de inteligibilidad
con el índice de articulación, se muestran para los distintos tipos de materiales de
examen. (De la Referencia 22.)

cias importantes para la comprensión del habla. La columna 1 de la tabla muestra


las frecuencias centrales de la banda; la columna 2, los niveles pico del habla, y la co-
lumna 3, los niveles RMS de ruido. Con el fin de que sirva de ilustración, los niveles
pico del habla de la columna 2 corresponden a un nivel de voz fuerte, de un hablan-
te masculino, tal y como muestra la Figura 16.1. Nótese que el nivel pico del habla
está 12 dB por encima del nivel RMS en cada banda de frecuencia. (Los datos en la
Figura 16.1 muestran niveles de habla RMS.) El ruido es el mismo que el empleado
en el procedimiento de cálculo del método del tercio de octava (Tabla 16.4).
La columna 4 de la Tabla 16.4 muestra la relación habla-ruido (relación SIN)
para cada banda de frecuencia y es igual a la diferencia, en decibelios, entre el nivel
pico del habla y el nivel RMS de ruido. Para aquellos casos en que el nivel RMS de
ruido supere el nivel pico del habla (p. ej., la línea superior de datos de la Tabla
16.4), la relación habla-ruido se iguala a cero. Para aquellos casos en que el nivel
pico del habla está más de 30 dB por encima del nivel RMS de ruido (p. ej., la línea
inferior de la Tabla 16.4), la relación habla-ruido se fija en 30 dB.
La columna 5 muestra las ponderaciones asociadas con cada tercio de octava. La
columna 6 es el producto de las columnas 4 y 5. El índice de articulación Al es igual
a la suma de las entradas en la columna 6. El índice de articulación suele especifi-
carse con una precisión de dos decimales; para este ejemplo, es igual a 0,56.
16.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

La Figura 16.9 muestra que un índice de articulación de 0,56 corresponde a una


puntuación de inteligibilidad del 81 por 100 para palabras monosilábicas; se estima
que para un sistema de comunicación con un índice de articulación de 0,56 resulta
una puntuación media del 81 por 100 para listas de palabras monosilábicas fonéti-
camente equilibradas con oyentes entrenados. Cuando se usan frases como material
de examen, la puntuación de inteligibilidad correspondiente se estima que superará
el 95 por 100.

Limitaciones del método. El Al no debe emplearse:


1. Cuando la comunicación tiene lugar en un ambiente muy reverberante.
2. Cuando el habla está distorsionada.
Los criterios para determinar si se aplican estas limitaciones se describen en el
apartado anterior. El índice de transmisión del habla (STI) puede emplearse para
predecir la inteligibilidad del habla en un ambiente reverberante. Es muy difícil
predecir la inteligibilidad del habla distorsionada con ruido y/o reverberación y el
procedimiento más seguro en estas condiciones es medirla directamente.
Las curvas de la Figura 16.9 muestran la relación entre el porcentaje de inteli-
gibilidad y el índice de articulación; ofrecen una aproximación a la verdadera rela-
ción. En principio, debe usarse una curva de calibración diferente para cada par de
hablante y oyente y para cada tipo de material de examen. En la práctica, las curvas
de calibración de la Figura 16.9 pueden emplearse para pruebas normalizadas del
tipo mostrado, asumiendo que los oyentes poseen audición normal, han sido entre-
nados con los materiales de examen y han alcanzado el nivel de rendimiento de la
asíntota. Oyentes con audición normal sin práctica (oyentes que no han sido am-
pliamente examinados) manifestarán, de media, puntuaciones inferiores de inteli-
gibilidad del habla. Los oyentes con limitaciones auditivas mostrarán puntuaciones
de inteligibilidad significativamente inferiores, dependiendo de la severidad de su
limitación. Es posible obtener predicciones razonablemente precisas de inteligibi-
lidad con ruido para oyentes con problemas auditivos, siempre que la naturaleza de
éstos se tenga en cuenta en el cálculo del índice de articulación23 •
Para el caso de un ruido que cambie con el tiempo (como el producido por el
vuelo rasante de un avión), se puede calcular el índice de articulación para una se-
cuencia de intervalos temporales. El espaciamiento entre intervalos debe ser tal que
el índice de articulación no se modifique en más de 0,03 entre intervalos. Además,
la variación del ruido no debe hacer que el índice de articulación varíe en más de
0,01 durante un intervalo temporal de 100 milisegundos. Puede precisarse un mé-
todo automatizado de medida y cálculo para los ruidos que cambian de forma re-
lativamente rápida a lo largo del tiempo. La curva que muestra la variación tem-
poral del índice de articulación puede convertirse en una que muestre el porcentaje
de inteligibilidad en función del tiempo, empleando la curva de calibración adecua-
da de la Figura 16.9.
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.19

Indice de transmisión del habla

El concepto del índice de transmisión del habla (STI) es semejante al del índice de
articulación, pero es de aplicación más general y tiene en cuenta los efectos tanto
del ruido como de la reverberación sobre la inteligibilidad del habla. Los principales
supuestos subyacentes del índice de transmisión del habla son: (1) el efecto de la re-
verberación sobre la inteligibilidad puede especificarse en términos de ruido de fon-
do equivalente, y (2) este ruido de fondo equivalente puede combinarse con el ruido
de fondo real para obtener el efecto combinado de la reverberación y el ruido sobre
la inteligibilidad del habla.
El ruido de fondo equivalente que corresponde al efecto de la reverberación se
obtiene midiendo primeramente la amplitud con que una señal de ruido modulado
es afectada por la reverberación. El espectro de la señal de ruido es igual al espectro
del habla a largo plazo. La reducción de la profundidad de la modulación se emplea
como índice del efecto de la reverberación sobre la inteligibilidad. En la versión
completa del índice de transmisión del habla, la reducción en la profundidad de la
modulación se mide a través de una gama de frecuencias de modulación (0,63 a 12,5
Hz en intervalos de tercios de octava), para las bandas de octava de la señal a exa-
men que cubren la gama entre 125 y 8000 Hz. La reducción media en la profundidad
de la modulación se mide para cada una de las siete octavas. Entonces se calcula el
nivel de ruido de fondo equivalente que produciría la misma reducción en la pro-
fundidad de la modulación24 • Si hay presente un ruido de fondo real, se suman am-
bos ruidos y se calcula la relación equivalente de habla-ruido. El índice de trans-
misión del habla se obtiene entonces de esta relación equivalente de habla-ruido
mediante la fórmula
7
STI = ~ W¡ (S/N¡ + 15)/30
¡~1

donde STI = índice de transmisión del habla


W¡ = ponderación asociada a la banda de octava ¡
S/N¡ = relación equivalente de habla - ruido para la banda de octava i
¡ = índice que identifica a las siete bandas de octava entre 125 y 8000 Hz
..
lndice rápido de transmisión del habla (RASTI). El índice rápido de transmisión
del habla (RASTI) es una versión simplificada del índice de transmisión del habla
en que la reducción en la profundidad de la modulación se mide sólo para dos ban-
das de octava (centradas en las frecuencias de 500 y 2000 Hz) y para sólo cuatro fre-
cuencias de modulación en la octava inferior (1, 2, 4 Y8 Hz) Ycinco frecuencias de
modulación en la octava superior (0,7,1,4,2,8,5,6 Y11,2 Hz). El RASTI se calcula
de la misma manera que el STI y está sujeto a las limitaciones anteriormente des-
critas.
Ambos índices se usan de la misma forma que el índice de articulación para pre-
decir la inteligibilidad del habla. Primero se calcula el índice y, a continuación, se
puede predecir el porcentaje de inteligibilidad a partir del STI o del RASTI me-
diante curvas del tipo de las que muestra la Figura 16.9. Las medidas y cálculos pre-
16.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cisos para obtener el STI (o, en menor medida, el RASTI) son muy amplios y los
detalles de los procedimientos se incluyen en otra publicación25 • También se ha de-
sarrollado un instrumento que mide el índice rápido de transmisión del habla direc-
tamente: el medidor de transmisión del habla Bruel y Kjaer, Tipo 3361.

METODOS NO FISICOS PARA MEJORAR LA INTELIGIBILIDAD DEL


HABLA EN PRESENCIA DE RUIDO

Uso de vocabulario limitado

La inteligibilidad de las palabras en presencia de ruido puede aumentarse mediante


el uso de frases estandarizadas y procedimientos de voz, sobre todo limitando el vo-
cabulario a un número relativamente pequeño de palabras, preferiblemente multi-
silábicas. Dentro de unos límites amplios, para una reLación determinada de habLa-
ruido, cuanto mayor es La reducción del tamaño deL vocabuLario, mayor es eL aumen-
to de La inteligibilidad deL habLa.
Este principio se aplica a las comunicaciones por radioteléfono para el control
del tráfico aéreo, donde se emplean un número limitado de frases y palabras nor-
malizadas de acuerdo con unas normas específicas. La Tabla 16.5 muestra el alfa-
beto para deletrear palabras empleado internacionalmente por los pilotos aéreos.
Las frases o palabras estandarizadas pueden mejorar la inteligibilidad si los niveles
de ruido son tan altos que la señal del habla no puede aumentar su nivel sin correr
el riesgo de dañar el oído. En situaciones en que no puede evitarse una relación baja
de habla-ruido, el uso de palabras o frases normalizadas puede significar la diferen-
cia entre obtener una inteligibilidad satisfactoria o insatisfactoria. Además, el uso
de la fraseología normalizada aporta un margen de seguridad para situaciones de
emergencia que añaden una tensión inusual sobre el sistema de comunicación o sus
usuarios, por ejemplo, aumentos repentinos en el nivel de ruido o hablantes con
mala articulación del habla. Sin embargo, existen peligros al confiar en el posible

TABLA 16.5. Alfabeto internacional para


deletrear palabras

A Alpha N November
B Bravo O Osear
C Charlie P Papa
D Delta Q Quebec
E Echo R Roman
F Foxtrot S Sierra
G Golf T Tango
H Hotel U Uniform
I India V Victor
J Juliet W Whiskey
K Kilo X X-ray
L Lima Y Yankee
M Mike Z Zulu
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.21

uso de pequeños vocabularios normalizados. Uno es que, bajo condiciones de


emergencia, el procedimiento normalizado puede olvidarse o el vocabulario resul-
tar demasiado escaso para enfrentarse con la situación. Otro problema es que a me-
nudo resulta imposible dedicar suficiente tiempo al entrenamiento del personal en
el uso de la fraseología normalizada.

Selección y entrenamiento de los anunciantes en los sistemas de


comunicación

Existen grandes diferencias individuales en la habilidad de las personas para hablar


con claridad. También existen grandes diferencias entre los oyentes en cuanto a la
habilidad para comprender el habla bajo condiciones ruidosas o muy reverberantes.
Ambas habilidades pueden mejorar notablemente con el entrenamiento. Si es po-
sible, sólo un número limitado de personas deben usar un sistema de comunicación,
sobre todo los sistemas de búsqueda o de megafonía públicos. Aunque tanto ha-
blantes como oyentes pueden mejorar considerablemente si emplean un sistema de
comunicación durante largo tiempo, quienes lo hacen mejor inicialmente suelen ha-
cerlo mejor siempre. Merece la pena dedicar más tiempo a la selección y entrena-
miento de los operadores de los sistemas de búsqueda y de los anunciantes de otros
sistemas de comunicación.

Efectos de los aparatos de protección de la audición (protectores auditivos)

Si el ruido es de nivel suficientemente alto, un oyente puede usar aparatos de pro-


tección de la audición (protectores auditivos). A niveles sonoros de ruido de fondo
con ponderación A por encima de 85 dB(A), la inteligibilidad de las palabras para
oyentes con audición normal es habitualmente mayor con protectores auditivos que
sin ellos. A niveles de ruido elevado, el crecimiento no lineal del enmascaramiento
y los efectos de difusión de éste sirven para aumentar más aún la interferencia del
ruido sobre el habla. Los protectores auditivos reducen los niveles sonoros globales
tanto del habla como del ruido a otros niveles más moderados, sin afectar la rela-
ción habla-ruido, eliminando, ¡'tor tanto, los efectos anteriormente mencionados.

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24. T. Houtgast y H. J. M. Steeneken, «A review of the MTF concept in room acoustics and
its use for estimating speech intelligibility in auditoria», J. Acoust. Soco Am., vol. 77, 1985,
pp. 1069-1077.
25. Sound system equipment, part 16: «The objective rating of speech intelligibility in audi-
toria by the "RASTI" method», lEC Report 268-16, 1." ed., International Electrotech-
nical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1988.
Capítulo 17
CARACTERISTICAS
DE LA AUDICION

Arnold M. Small, Jr.


Robert S. Gales

INTRODUCCION

Después de una breve descripción de la estructura y función del mecanismo audi-


tivo, este capítulo considera aquellas caracteósticas de la audición que son impor-
tantes para el control del ruido: el umbral de audición, la intensidad, el enmascara-
miento, la localización auditiva y la detección de pequeñas diferencias en las
propiedades del sonido, tales como frecuencia y nivel de presión sonora.
Otros capítulos relacionados son «Pérdida de audición por exposición al ruido»
(Capítulo 18); «Evaluación de la audición» (Capítulo 19); «Pérdida de audición: res-
ponsabilidad legal» (Capítulo 20); «Aparatos de protección auditiva» (Capítulo 21)
y «Programas de conservación de la audición» (Capítulo 22).

ANATOMIA y FUNCION DEL 0100


,1

Anatómicamente, el oído está formado por las tres secciones principales que apa-
recen en la Figura 17.1: (1) el oído externo, que recoge el sonido y lo convierte en
movimiento vibratorio del tímpano; (2) el oído medio, que acopla mecánicamente
el tímpano con el fluido del oído interno, y (3) el oído interno, dentro del cual se ori-
ginan las señales que se transmiten al cerebro a través del nervio auditivo.

Oído externo

La parte visible del oído se denomina pabellón auditivo o pabellón «auricular». Es


una estructura cartilaginosa situada a ambos lados de la cabeza cuya forma ayuda a
la recepción del sonido y aporta cierta discriminación direccional. El pabellón au-

17.1
17.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 17.1. Diagrama funcional del oído. Las ondas sonoras alcanzan el oído ex-
terno y hacen que el tímpano vibre. Las vibraciones son conducidas a través de la ac-
ción niveladora de la cadena de huesecillos del oído medio a la ventana oval, que ac-
túa sobre el fluido que llena el oído interno. La parte interna muestra el corte de la
sección de la cóclea extendida, con terminaciones nerviosas distribuidas a lo largo de
su membrana basilar. La excitación selectiva de frecuencias inicia los impulsos ner-
viosos, que son conducidos a través de fibras discretas del nervio auditivo hacia el ce-
rebro. (De C. T. Morgan yeo/s.'.)

ricular forma la entrada al canal auditivo, que conduce las ondas sonoras hacia el
tímpano (también conocido como «membrana timpánica»). El canal auditivo, que
tiene de 5 a 7 mm de diámetro y unos 27 mm de longitud, actúa como un tubo, ce-
rrado en un extremo, con una frecuencia de resonancia natural de aproximadamen-
te 3000 Hz. Esta resonancia aumenta la sensibilidad de la audición en las frecuen-
cias de esta región. El tímpano es el final del canal auditivo y separa el oído externo
del oído interno. Es un cono bajo de unos 7 mm de diámetro, con el vértice dirigido
hacia dentro.

Oído medio

El oído medio es una cavidad llena de aire de unos 2 cm3 y contiene el mecanismo
que transmite el movimiento vibratorio desde el tímpano hacia el oído interno. Este
mecanismo (denominado cadena de huesecillos) está formado por tres pequeños
huesos: el martillo, que está conectado con el tímpano; el yunque, que forma un ni-
vel de interconexión, y el estribo, conectado con la ventana oval que sirve de entra-
da a la cóclea del oído interno.
La cadena de huesecillos está suspendida por ligamentos y tensada por dos pe-
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.3

queños músculos, el tímpano tensor (conectado con el martillo) y el músculo del es-
tribo (conectado con el estribo). Este sistema sirve dos propósitos: (1) como nive-
lador para permitir un eficaz acoplamiento del tímpano a la ventana oval y (2) como
mecanismo protector que limita el movimiento transmitido a la ventana oval. Este
mecanismo protector es activado por cualquier sonido alto, que produce un reflejo
de contracción de los dos pequeños músculos, el tímpano tensor y el músculo del es-
tribo. Las características acústicas del oído externo y medio están resumidas en la
Referencia 2.

Oído interno

El oído interno es un sistema complejo de canales llenos de fluido inmerso en el


hueso temporal. En su interior se localizan las terminaciones nerviosas que aportan
los sentidos del equilibrio y la audición. Las fibras nerviosas auditivas terminan en
la cóclea. Esta es una configuración con forma de caracol de 2 1/2 vueltas, que si se
extendiera mediría 35 mm.
La membrana basilar es una membrana fibrosa flexible que corre paralela a la
cóclea, a 10 largo de la cual distribuye el mecanismo de excitación nerviosa. La
membrana basilar se pone en movimiento hidráulicamente mediante la energía
acústica acoplada a la cóclea en la ventana oval. La porción de la membrana basilar
que es máximamente excitada depende de la frecuencia de la onda sonora estimu-
ladora. Las frecuencias altas producen mayor excitación cerca de la ventana oval, y
las frecuencias bajas, cerca del otro extremo (ápico) de la espiral.
En la estimulación de las terminaciones nerviosas actúa una estructura compleja
de la membrana basilar, conocida como órgano de Cortí. Las células pilosas internas
y externas son componentes del órgano de Corti, y están implicadas de forma crítica
en el proceso de estimulación nerviosa. La lesión de estas células pilosas parece es-
tar relacionada con la pérdida auditiva inducida por el ruido. De hecho, la locali-
zación de la lesión sobre la membrana basilar se relaciona estrechamente con la fre-
cuencia en que se observa la máxima pérdida auditiva.

Conducción ósea
..
Se denomina conducción ósea a la transmisión de la energía acústica hacia el oído
interno a través de vías que implican a los huesos craneales. Por ejemplo, oímos en
parte nuestra propia voz debido a la conducción ósea. Los huesos craneales pueden
excitarse mediante el contacto de la cabeza con un cuerpo vibrante o mediante el
«choque» con la cabeza de un campo sonoro aéreo. Además de que el sonido excita
directamente el cráneo, las vibraciones inducidas en otras partes del cuerpo pueden
ser conducidas a la cabeza mediante los tejidos corporales y la estructura ósea.
Si este sonido es suficientemente intenso, la pequeña parte de la energía acús-
tica aérea convertida en vibración transmitida por vía sólida en la cabeza puede dar
como resultado que el sonido se oiga a través de la conducción ósea. En general, el
nivel de presión sonora en el aire debe ser de aproximadamente 60 dB o más por
17.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

encima del umbral de conducción aérea para oírse mediante la conducción ósea
(véase Capítulo 19).
La vibración de transmisión ósea, incluso cuando están implicadas varias vías,
establece los mismos patrones de vibración en la membrana basilar que el sonido de
conducción aérea. La identificación y evaluación de las distintas vías que pueden
ser seguidas (a menudo simultáneamente) por la energía acústica es importante
para el estudio de la eficacia de los tapones, auriculares y cascos de protección con-
tra el ruido intenso; también es importante en el diagnóstico de la naturaleza de la
pérdida de audición.
Cerrar el canal externo mediante un tapón o un auricular mejora la audición
mediante conducción ósea. Esto parece ser el resultado del movimiento de compre-
sión de las paredes del canal auditivo, generando una presión alterna en el canal
obstruido, que actúa entonces sobre el tímpano, produciendo audición a través de
la vía tímpano-cadena de huesecillos. Este efecto, que ocurre principalmente a fre-
cuencias por debajo de 1000 Hz, depende del grado de oclusión y del volumen
ocluido. Para una persona con audición normal, un tapón bien ajustado puede re-
ducir el umbral de conducción ósea hasta en 20 dB, en tanto que la oclusión me-
diante un cerramiento absorbente, con un volumen de SOO cm3 , puede reducirlo en
tan sólo 3 dB 3 • Este hecho señala la ventaja de los auriculares de gran volumen para
aquellas situaciones en que la conducción ósea pueda limitar la protección alcan-
zable. La información sobre las características de los aparatos de protección audi-
tiva se presenta en el Capítulo 2l.
Un efecto importante (un tipo de «conducción de los tejidos») es la transferen-
cia de la energía acústica al oído medio mediante un tapón en movimiento, a modo
de pistón. La sumisión de la piel del canal auditivo externo hace que este movi-
miento sea posible. Además, el pabellón auricular puede transmitir parte de la
energía acústica y sobrepasar un tapón a través de la pared cartilaginosa del canal
auditivo; esto contrasta con la auténtica conducción ósea, que implica la vibración
del cráneo al completo.

RESPUESTA AUDITIVA

Es notable la amplia gama de presiones sonoras y frecuencias a través de las cuales


el oído recibe información útil. La Figura 17.2 muestra el área de sensación auditiva
en que recaen las señales acústicas útiles. Habitualmente, el lenguaje hablado y la
música se centrarían en esta zona.
El área de sensación auditiva limita, a niveles bajos de presión sonora, con el
umbral de la audición, y a niveles muy altos, con el umbral de malestar, «sensación
de tacto» y dolor. Los límites de frecuencia no están bien definidos. A menudo, se
considera que el límite de las frecuencias altas está en 20.000 Hz, pero varía nota-
blemente de una persona a otra. Habitualmente decae con la edad y puede estar
afectado negativamente por la exposición al ruido. El límite de las frecuencias bajas
suele especificarse a 20 Hz, pero el sistema auditivo puede responder a frecuencias
inferiores4 .
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.5

(/)
W
-1
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u
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O
a: 120
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O
-1
W
>
Z O

-20
2 5 100 2 5 1000 2 5 10.000 2
Frecuencia en herzios

FIGURA 17.2. El área de sensación auditiva. Los límites superiores están estableci-
dos por los umbrales de malestar, tacto, dolor y cosquilleo. Los límites inferiores es-
tán establecidos por el umbral de audibilidad, que puede medirse de varias maneras,
cada una de las cuales se d86cribe en el texto. La función ISO del umbral mínimo de
campo audible es para incidencia O°. La función ANSI del umbral MAP es la que define
el cero audiométrico (véase los datos para auriculares TDH-39 en la Tabla 19.1). En la
región de frecuencias altas, que debido a la falta de certidumbre de la calibración se
muestra sin límites, la función de audibilidad aumenta para encontrarse con el umbral
de malestar.

Umbral de la audición

Para un sonido especificado, el umbral de audición (también conocido como umbral


de audibilidad) es el nivel de presión sonora mínimo capaz de evocar una sensación
auditiva. Para una persona, el umbral no es un límite preciso, sino que se define en
términos de la probabilidad de que el sonido sea oído. La probabilidad suele con-
siderarse del 50 por 100, salvo que se especifique de otra manera. El umbral depen-

-
17.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de de las características del sonido (tales como la frecuencia), de la forma en que se


presente al oyente (auriculares, altavoz con el oyente de cara a la fuente, etc.) y del
punto en el que se mida el nivel de presión sonora (a la entrada del canal auditivo,
en campo libre en ausencia del oyente, etc.). Un umbral medido en presencia de rui-
do se denomina umbral enmascarado y depende del nivel del ruido de fondo. Hay
que especificar todos los factores anteriores para describir un umbral.

Umbral del mínimo campo audible (MAFI

El umbral del mínimo campo audible es el nivel de presión sonora del umbral de au-
dición en jóvenes adultos con audición normal, medido en un campo libre·, en la
posición de la cabeza del oyente, pero en ausencia de éste. Se determina para los to-
nos puros con el oyente frente a la fuente y escuchando con ambos oídos. Depende
de la dirección de llegada del sonido, debido a los efectos de difracción de la cabeza
y el oído externo. El umbral del mínimo campo audible es la curva inferior en la Fi-
gura 17.25•
Los umbrales del campo audible mínimo son importantes para el control del rui-
do porque muchas personas están expuestas al ruido bajo condiciones esencialmen-
te de campo libre. El MAF se ha establecido a partir de medidas con oyentes nor-
males (personas que no tienen historial de problemas auditivos) y personas jóvenes
(entre 18 y 25 años), para quienes la presbiacusia (pérdida de la audición con el au-
mento de la edad) no es un factor relevante. La sensibilidad auditiva varía consi-
derablemente entre los oyentes normales. Puede incluso ser distinta para cada uno
de los oídos de una persona (véase sección siguiente, «Estadísticas poblacionales
sobre audición»).
El umbral auditivo biaural es, de media, unos 2 o 3 dB mejor (inferior) que el
umbral auditivo monoaural. Este es, en parte, un resultado estadístico debido a que
el umbral biaural está determinado por el mejor oído, aunque el umbral biaural
también es algo mejor que el monoaural cuando ambos oídos oyen igualmente
bien6 .

Umbral de mínima presión audible (MAPI

El umbral de mínima presión audible es el nivel de presión sonora para el umbral de


audición en jóvenes adultos con audición normal, medido mediante la presentación
del sonido a un oído a través de auriculares. El umbral de mínima presión audible
se determina retirando el auricular del oído del oyente y colocándolo de forma que
envíe el sonido a una cavidad de paredes sólidas, cuyo volumen es equivalente al
que cierran el auricular y su almohadilla cuando se coloca sobre el oído del oyente.
El nivel de presión sonora desarrollado en esta cavidad se controla mediante un mi-
crófono.

* Un campo libre es un campo de sonido en que la onda sonora se propaga a partir de la fuente sin
efectos apreciables de los límites ni de los obstáculos.
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.7

La mayoría de las medidas de umbrales se llevan a cabo con auriculares, por


ejemplo, en audiometría y, por tanto, aportan umbrales de mínima presión audible.
Un ejemplo de una curva del umbral de mínima presión audible (MAP) se muestra
en la Figura 17.2. Representa el criterio actual del American National Standards
Institute (ANSI) para definir la audición normal. (Véase la sección siguiente, «Es-
tadísticas poblacionales sobre audición».)

Umbrales de malestar, tacto y dolor

El oyente medio experimenta malestar significativo en un campo libre a niveles de


presión sonora por encima de 120 dB 7 . A un nivel de aproximadamente 140 dB, el
malestar alcanza el punto de dolor. Estos límites superiores del área útil de sensa-
ción auditiva se ilustran en la Figura 17.2. La gran amplitud del movimiento del tím-
pano y de los componentes del oído medio a niveles de presión sonora próximos a
130 dB producen a menudo una sensación táctil o de cosquilleo.

Desplazamiento temporal del umbral (TTS). Fatiga auditiva

Si una persona se expone a un ruido por encima de determinado nivel crítico y lue-
go se retira, su umbral de audición puede aumentar (es decir, la audición puede em-
peorar). Si la audición vuelve a la normalidad al poco tiempo, este cambio se de-
nomina desplazamiento temporal del umbral. El desplazamiento aumenta con el
nivel de presión sonora del ruido y la duración de la exposición. Este fenómeno,
también conocido como fatiga auditiva, se trata en detalle en el Capítulo 18.

ESTADISTlCAS POBLACIONALES SOBRE AUDICION

Las personas se diferencian notablemente en su agudeza auditiva. Son muchas las


razones de las diferencias e incluyen la edad, la exposición a largo plazo a ruidos de
nivel alto y las enfermedades del oído. Esto dificulta el establecimiento de qué es
«audición normal» y qué desviaciones de la normalidad pueden esperarse en una
población determinada.

Audición normal

La audición normal es la mediana del nivel auditivo para un grupo grande de adul-
tos jóvenes, con edades entre 18 y 25 años, sin historia conocida de enfermedades
del oído, ni exposición apreciable a ruido de alto nivel. Se ha establecido un conjun-
to de niveles de presión sonora, que representan el umbral normal para la audición,
como el nivel de referencia cero para audiometría. (Véase Tabla 19.1.)
17.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Audición de una población representativa

Se han obtenido medidas de la agudeza auditiva de gran número de personas a par-


tir de varios sondeos que muestran estadísticamente cómo se desvían las personas
de la «audición normal». La Figura 17.3 muestra los datos de uno de estos sondeos,
con más de 6000 personas, llevado a cabo entre 1959 y 1962 por el Servicio de Salud
Pública de Estados Unidos. Se marcan los umbrales para tonos puros expresados
como nivel auditivo (nivel en decibelios por encima del nivel cero de referencia au-
diométrica) para frecuencias entre 500 y 6000 Hz. Los umbrales son los correspon-
dientes al mejor oído de una población adulta estadounidense (con edad por enci-

-10r----------,----------,------,---,-----,

O~--~--~~----------~-----r--~--~~

~ 10~--------~~~------_+----~~~-r--~~
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70r---------_r----------+-----_r--~--~~

80~ ________~__________~____~___ 4_ _ _ _~
500 1000 2k 3k 4k 6k
Frecuencia en herzios

FIGURA 17.3. Audición en una muestra representativa de la población adulta de Es-


tados Unidos. Las curvas muestran el porcentaje de personas con un nivel auditivo en
el mejor oído igualo mejor que el valor impreso sobre la ordenada. El nivel de refe-
rencia cero del audiómetro es ANSI-1989 y aparece en la Tabla 19.1 y la Figura 17.2.
(Datos de USPHSS.)
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.9

ma de los 18 años), sin discriminación por exposición al ruido o problemas


auditivos. Se muestran curvas para diferentes porcentajes de la población, entre el
5 yel 95 por 100. Por ejemplo, la curva del 95 por 100 indica que, para cada una de
las frecuencias, el 95 por 100 de las personas examinadas poseía una agudeza audi-
tiva tan buena o mejor que el nivel auditivo indicado.

Efecto de la edad sobre la audición (presbiacusia)

La presbiacusia es la pérdida de la audición que tiene lugar al aumentar la edad.


Esta pérdida se produce incluso en personas que son otológicamente normales y no
han sido expuestas a elevados niveles de ruido laboral. Para una persona media, la
presbiacusia puede empezar a aparecer a edades tan tempranas como los veinte
años, ocurriendo principalmente en frecuencias altas. La Figura 17.4 muestra que
esta pérdida es mayor en hombres que en mujeres.

SONORIDAD

La sonoridad es el atributo de los sonidos, percibido subjetivamente, que permite al


oyente ordenar su magnitud sobre una escala, de bajo a alto. Dado que es una sen-
sación en el interior del oyente, no es susceptible de una medida física directa. En
lugar de ello, el procedimiento básico de medida es subjetivo; en él, los oyentes tie-
nen que realizar enjuiciamientos sistemáticos con respecto a sonidos de referencia
con niveles de presión sonora conocidos. Por ejemplo, puede pedirse a los oyentes
que evalúen si los sonidos son igualmente fuertes, o el doble o la mitad, etc. O pue-
de pedírseles que asignen números que sean proporcionales a la sonoridad de los
mismos. Las pruebas de laboratorio que han empleado procedimientos como éstos
muestran que las personas hacen enjuiciamientos acerca de la sonoridad razonable-

(/)~ (/)~

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O'''~¡¡;;;;;::-¡-I-'-' -'Z Or-~~~~~--¡--¡
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~~ 20 250
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~~ 1000 w~
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g¡ ~ 30 t---+-+--+~~-"<-"""",...-1
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o o 50 1----+-+--4-+--4~~ ~~ 501----+-+--t-+--1--\:-4 6000
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z< !Z':i MUJERES
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~ N 8000
~~ 70 '----'-_.L.---'_...J-_L-~ t5 ~ 70'-----'-_-'----'-_--'-_'---'
g; ~ 20 30 40 50 60 70 80 ~ ~ 20 30 40 50 60 70 80
(/):::l
~~ EDAD EN AÑOS ~~ EDAD EN AÑOS

FIGURA 17.4. Dependencia entre audición y edad. Las funciones están basadas so-
bre varios estudios y representan la mediana del nivel auditivo para una gran muestra
internacional de personas no expuestas a ruido laboral. (A. SPOO,s.)
17.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

mente consistentes. La sonoridad depende fundamentalmente del nivel de presión


sonora del estímulo sonoro y, en menor medida, de su frecuencia, duración y com-
plejidad espectral.

Sonio

La unidad de sonoridad es el sonio; un sonio se define como la sonoridad de un tono


de 1000 Hz, con un nivel de presión sonora de 40 dB. La escala de sonoridad es una
escala subjetiva y ha sido establecida de tal manera que un sonido con una sonori-
dad de 2 sonios es doblemente sonoro que el sonido de referencia de 40 dB de 1 so-
nio; 4 sonios son 4 veces más sonoros que 1 sonio, etc. Para un oyente medio, un
cambio de 10 dB en el nivel de presión sonora es aproximadamente equivalente a
doblar la sonoridad. El cambio de sonoridad con el nivel de presión sonora es lige-
ramente superior para sonidos de baja frecuencia (por debajo de unos 300 Hz).

Curvas de igual sonoridad

Los enjuiciamientos de igual sonoridad para tonos puros de varias frecuencias y ni-
veles han dado lugar a curvas de igual sonoridad, como muestra la Figura 17.5. To-
dos los puntos de una curva determinada representan los niveles de presión sonora
que han sido juzgados como igualmente sonoros en campo libre. Estos datos co-
rresponden a jóvenes adultos, con audición normal, de cara a la fuente. Por ejem-
plo, la curva que pasa por los 1000 Hz a un nivel de presión sonora de 40 dB es isó-
sona a un tono con un nivel de presión sonora de 35 dB a 3000 Hz, o a un tono de
100 Hz con un nivel de presión sonora de 50 dB. Se denomina cada curva por su ni-
vel a 1000 Hz, que es la frecuencia de referencia.

140 Fonios
140 ... /
(f)
UJ 120
~ <i. 120
<l:~ 100 "'
~ i't 100
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Oa: 80 .-
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~ . ... 40 r-
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UJUJ
>co 20
:28 20 , ...
o 4
o 1000
... 10.000
100
Frecuencia en herzios

FIGURA 17.5. Curvas de igual sonoridad para tonos puros en campo libre, mostran-
do los niveles de presión sonora que son igualmente sonoros. Las curvas se deno-
minan mediante su nivel de sonoridad en fonios. (O. W. Robínson y R. S. Dadson lO .)
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.11

Como se indica en los siguientes capítulos, los sonidos que son isósonos no siem-
pre son equivalentes en otros aspectos. Por ejemplo, dos sonidos que son iguales en
sonoridad pueden variar en términos de su molestia, o en el grado en que interfie-
ren con la comunicación hablada.

Nivel de sonoridad en fonios

El nivel de sonoridad en fonios de cualquier sonido es el nivel de presión sonora del


tono de 1000 Hz de referencia que es tan sonoro como el sonido que está siendo
evaluado. Así, las distintas curvas que muestra la Figura 17.5 representan curvas de
igual sonoridad expresada en fonios. La Figura 17.6 presenta un nomograma que
muestra la relación entre sonia s y fonios. Nótese que, de acuerdo con la definición
de sonia, una sonoridad de 1 sonio corresponde a un nivel de sonoridad de 40 fo-

Sonios-Fonios
500 130
400
300
120
200
150
110
100

~850 100

40
30 90
20
15 80

10
70

5
4 60
3
2 50

40

0.5 30
0.4
03
0.~5 20
FIGURA 17.6. Nomograma que muestra la relación entre nivel de sonoridad en fo-
nias y en sonios. [ANSI standard 53.4-1980 (R1986P'.1
17.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

nios; un cambio doble de la sonoridad en sonios está asociado con un cambio de 10


fonios en el nivel de sonoridad.

ESTlMACION DE LA SONORIDAD

La sonoridad de un ruido puede estimarse de tres formas generales:

1. Mediante enjuiciamiento subjetivo, usando un procedimiento como el descri-


to en el primer párrafo anterior de «Sonoridad». Un procedimiento habitual
requiere que un panel de oyentes con audición normal juzgue cuándo un
tono ajustable de referencia de 1000 Hz es de la misma sonoridad que el so-
nido evaluado. El resultado numérico de este procedimiento representará el
nivel de sonoridad enfonios (véase Figura 17.5), pero puede convertirse a so-
nios, si se desea, mediante la Figura 17.6.
2. Mediante cálculo del análisis espectral del ruido en bandas de tercio, de me-
dia, o de octava completa. Varios de estos procedimientos se describen en
secciones posteriores. Las unidades de las estimaciones son los sonios.
3. Mediante medida instrumental, usando un aparato que intenta representar la
respuesta del oído. Tales aparatos varían en complejidad, desde un sonóme-
tro, con una red de ponderación de frecuencias, hasta un elaborado equipa-
miento digital. Los aparatos más sofisticados aportan estimaciones en sonios.

PROCEDIMIENTOS PARA EL CALCULO DE LA SONORIDAD

Todos los métodos para el cálculo de la sonoridad son aproximaciones relativamen-


te burdas sometidas a grandes errores, sobre todo para sonidos que poseen espec-
tros no uniformes y/o varían con el tiempo. Debido a su inherente imprecisión, la
sonoridad calculada es más útil como medida relativa para estimar o describir los
cambios en sonoridad que como medida absoluta. Hay disponibles varios procedi-
mientos para calcular la sonoridad de un sonido estable. Los dos métodos aquí des-
critos han sido aceptados como estándares, aunque los resultados calculados me-
diante ambos, para el mismo espectro de ruido, pueden variar considerablemente.
Varían en complejidad, precisión y en el grado de aplicabilidad a diferentes tipos de
sonidos. Por ejemplo, el primer método es relativamente sencillo y fácil de usar y
funciona bien para sonidos estables con espectros continuos, que no tengan cam-
bios agudos. Para sonidos con discontinuidades espectrales agudas, quizá conte-
niendo componentes de tonos puros, el segundo método es más adecuado. Para so-
nidos que no son estables, es decir, varían con el tiempo, ningún método es
aplicable directamente.
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.13

TABLA 17.1. Ejemplo de cálculo de la sonoridad mediante el método ISO A

Frecuencia, Hz 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000

Nivel de presión sonora de banda de


octava,dB 56 56 65 70 81 81 78 73
1. Indice de sonoridad, sonios 1,2 1,9 4,7 7,5 18 22 21 19
2. El índice de sonoridad máximo (1m) es 22 sonios
3. "'i.1 = 1,2 + 1,9 + 4,7 + 7,5 + 18 + 22 + 21 + 19 = 95,3 sonios
4. "'i.1 - 1m = 95,3 - 22 = 73,3 sonios
5. Sonoridad = 1m + 0,3("'i.1 - 1m) = 22 + 0,3 X 73,3 = 44 sonios

Método ISO A

Este método ha sido adoptado por el American National Standards Institute


(ANSI)l1 y la International Organization for Standardization (ISO)12 para calcular
la sonoridad de sonidos complejos, estables, que han sido analizados en bandas de
octava, de media octava y de tercio de octava. Este método hace uso de un conjunto
de curvas de igual sonoridad denominado curvas del índice de sonoridad (Figura
17.7), con el fin de determinar la contribución a la sonoridad de cada una de las di-
ferentes bandas. A la sonoridad de la banda más sonora se añade una fracción de la
suma de la sonoridad de las bandas restantes. Esta fracción se elige para dar cuenta
del efecto enmascarador de unas bandas sobre otras, mediante la reducción de sus
contribuciones a la sonoridad. La fracción es 0,3, 0,2, o 0,15, para bandas de octava,
media octava y tercio de octava, respectivamente. La International Organization for
Standardization recomienda este método para calcular la sonoridad cuando es ade-
cuado un análisis en bandas de octava de los sonidos.

Ejemplo de cálculo de la sonoridad mediante el método ISO A. Considérese el


espectro en bandas de octava que muestra la Figura 17.8.

1. En primer lugar se determina el índice de sonoridad 1 para cada banda de oc-


tava. Esto puede hacerse empleando las curvas de índices de igual sonoridad
que muestra la Figura 17.7, en que se representan niveles de presión sonora
de las bandas de octava de la Figura 17.8. La Tabla 17.1 muestra los valores
de los índices de sonoridad para cada banda de octava, tal como se leen en la
Figura 17.7.
2. Se identifica el valor máximo del índice de sonoridad, 1m·
3. Se suman los valores de los índices de sonoridad para todas las bandas de oc-
tava, ¡l.
4. Ahora se resta de ¡I el índice de sonoridad máximo 1m ; en este ejemplo, es 22
sonios para la banda de 2000 Hz.
5. Se multiplica esta cantidad (II - 1m ) por el factor de anchura de banda (0,3
para bandas de octava) y se añade al índice de sonoridad máximo 1m para ob-
17.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

120

110

¡g 100
::J
w
al

8Cl 90
zw
oC(
Cl 80
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Z
30

20

10
5 1 2 5 1 2 5 1
100 1.000 10.000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 17.7. Curvas del índice de igual sonoridad para calcular la sonoridad me-
diante el método ISO A. Estas curvas muestran la contribución relativa de varias ban-
das (v. g., índice de sonoridad 1) expresada en términos del nivel de presión sonora de
cada banda. El espectro de bandas de octava de la Figura 17.8 está registrado sobre
estas curvas.

tener la sonoridad total igual a 1m + 0,3 ei'! - 1m), en sonios. Esto nos da 22
+ 0,3 (73,3) = 44 sonios.
De forma alternativa, si se aplica el mismo procedimiento de cálculo al espectro
en bandas de un tercio de octava, se obtiene una sonoridad total de 46 sonios.
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.15

m
w
...J
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ID
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Cl 70

~ ~BANDA OCTAV~ ~
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w BANDA,~
DE OCTAVA
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Cl DE 1/3 DE
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w
Cl 2 O 500 1000 2000 4000 8000
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63 125
w 30
> 5 1 2 5 1 2 5 1
Z
100 1000 10000

FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 17.8. Espectros de bandas de octava y de un tercio de octava de la misma


fuente de ruido; usado en los ejemplos de los cálculos de sonoridad.

Método ISO B

Este método está recomendado por el IS0 12 para el cálculo de la sonoridad de un


sonido complejo, estable, para el que se dispone de análisis en bandas de un tercio
de octava. Es aplicable no sólo a sonidos con espectros regulares, de banda ancha,
sino también para sonidos de espectros lineales fuertes o irregulares, para los que
no resulta adecuado el análisis en banda de octava. El cálculo se lleva a cabo gráfi-
camente empleando un conjunto seleccionado de curvas que: (1) convierten los ni-
veles de banda de tercio de octava en sonoridad, (2) compensan los efectos de en-
mascaramiento entre bandas y (3) permiten añadir las contribuciones de varias
bandas mediante la integración de un área sobre el gráfico. El gráfico apropiado ha
de seleccionarse sobre la base del nivel del sonido y la naturaleza del campo sonoro.
A menudo se asume un campo de sonido difuso o un sonido que incide frontalmen-
te (el oyente de cara a la fuente) en campo libre, aunque las situaciones existentes
en los problemas prácticos de control del ruido a menudo no se corresponden en
sentido estricto con ninguno de estos dos supuestos.
17.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ejemplo de cálculo de la sonoridad mediante el método ISO B. Considérese el


espectro en bandas de un tercio de octava que muestra la Figura 17.8.
1. Se determina si la escucha es de incidencia frontal o en campo difuso; en este
ejemplo se asume un campo difuso.
2. Se selecciona, entre los diferentes gráficos publicados en la norma IS012 , el
gráfico para campo difuso que contiene el rango de niveles adecuado. El grá-
fico debe incluir el nivel más alto de presión sonora de banda de tercio de oc-
tava; en este ejemplo, 79 dB a 800 Hz (Figura 17.8).
3. Se marcan los niveles de banda por encima de 280 Hz con líneas horizontales,
formando barras contiguas.
4. Se combinan los niveles de las bandas de 200 y 250 Hz mediante el uso de la
Figura 1.14. Esto da un nivel de 62,4 dB; se marca este nivel con una línea ho-
rizontal formando una barra que abarca de 180 a 280 Hz.
5. Se combinan los niveles de las bandas de 100, 125 Y 160 Hz mediante el uso
de la Figura 1.14. Esto da un nivel de 56,5 dB; se marca este nivel con una lí-
nea horizontal formando una barra desde 90 a 180 Hz.
6. Se combinan los niveles para todas las bandas con frecuencias centradas en
80 Hz o menos mediante la Figura 1.14. Esto da un nivel de 56 dB; se marca
este nivel con una línea horizontal formando una barra que llega hasta 90 Hz.
7. Allí donde el escalón formado por las barras contiguas asciende al aumentar
la frecuencia, se conectan las barras mediante una línea vertical. Si un escalón
desciende al aumentar la frecuencia, como en las bandas de 400 y 800 Hz, et-
cétera, la transición se dibuja en paralelo a las líneas a trazos, como muestra
la Figura 17.9. El área enmarcada por la totalidad de la figura escalonada co-
rresponde a la sonoridad total.
8. Por aproximación o mediante un planímetro, se transforma el área marcada
en un rectángulo que tenga la misma área con la base igual a la anchura del
gráfico. (Véase línea de puntos en la Figura 17.9.) La altura de este rectán-
gulo, leída sobre la escala vertical adecuada, nos da una sonoridad de 64 so-
nios.

SONIDOS DE CORTA DURACION

En general, para los mismos niveles de presión sonora, los sonidos de corta dura-
ción son menos sonoros que los de larga duración. Los experimentos no están com-
pletamente de acuerdo respecto a la definición de larga y corta duración, o acerca
de si la definición cambia con el nivel de presión sonora 13 • A pesar de ello, la Figura
17.10 muestra una representación idealizada de cómo ha de incrementarse el nivel
de presión sonora de un sonido de corta duración para que su sonoridad sea igual a
la de un sonido continuo.
Los enjuiciamientos sobre sonoridad que requieren que los sujetos igualen la so-
noridad de un sonido muy corto (como un clic) con la de un tono continuo de
1000 Hz son difíciles. Los individuos tienden a ser menos consistentes en sus esti-
maciones sobre sonoridad para los sonidos de corta duración que para los sonidos
SONia I FONIO

150

110
~
::o

~
::o
100 ~
~
om

~~~~1100 ~
50~ n
(5
z
90

80
70
4590180280355450560 710900Hz 112 14 18 2,24 2,8 3,55 4,5 5,6 7,1 9,0 11,214 kHz

RGURA 17.9. Gráfico para el cálculo de la sonoridad en un campo de sonido difuso mediante el mé-
...a
todo ISO B. Los datos son del espectro de tercios de octava de la Figura 17.8. .....
...a
.....
17.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

20
ClJ
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ca 10
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Z

0,001 0,01 0,1


Duración, s

FIGURA 17.10. Nivel de presión sonora de un sonido corto respecto al de un sonido


continuo, necesario para mantener igualada la sonoridad de ambos. Este es un mo-
delo idealizado; los resultados reales diferirán en parte. Para duraciones inferiores a
aproximadamente 0,1 segundos, la igualdad en energía se aproxima a la sonoridad
constante.

estables. No hay métodos normalizados reconocidos para calcular la sonoridad de


los sonidos de corta duración.

ENMASCARAMIENTO

Una característica importante de un sonido es su propiedad de interferir, enmasca-


rar, la audición de otro sonido. El enmascaramiento es el proceso mediante el cual
el umbral de audibilidad de un sonido, la señal, se eleva en presencia de otro sonido
(enmascarador). Se denomina umbral enmascarado al umbral elevado. La medida
cuantitativa del enmascaramiento es el número de decibelios en que el umbral se
eleva. Al evaluar un ruido particular como molesto o no deseado, un factor impor-
tante es el grado en que enmascara la audición de ciertos sonidos deseados, como el
habla y la música. El enmascaramiento es a menudo un problema crucial en la se-
guridad, como en una fábrica, donde el ruido puede enmascarar el sonido de una se-
ñal de alarma, o en una calle de ciudad, en que el ruido puede enmascarar un ve-
hículo que se acerca. A menudo, es importante determinar si un sonido concreto,
como una señal de aviso o alarma, será audible. Para que se oiga, su nivel de presión
sonora debe igualar o superar: (1) el umbral de audición del oyente y (2) el umbral
enmascarado para la señal concreta sobre el ruido de fondo existente. En la prácti-
ca, para personas con audición normal y ruidos de fondo normales, la audibilidad de
un sonido suele estar determinada por el nivel del ruido de fondo. La magnitud del
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.19

enmascaramiento depende de varias propiedades físicas de la señal y del sonido en-


mascarador: su espectro, sus niveles de presión sonora y tiempos relativos de lle-
gada. En la situación de enmascaramiento que se encuentra habitualmente, ambos
sonidos ocurren simultáneamente, son relativamente estables y alcanzan el oído u
oídos de forma normal. En este caso, los efectos de enmascaramiento son estables y
reproducibles y pueden predecirse con bastante precisión sobre la base de las pro-
piedades físicas conocidas de los dos sonidos. A este respecto, lo más importante
son los espectros de los dos sonidos. Las técnicas para la predicción de las relaciones
de enmascaramiento de varios sonidos presentados simultáneamente a uno o am-
bos oídos se comentan en secciones posteriores.
Se producen efectos de enmascaramiento especiales que están relacionados con
las diferencias temporales e interaurales entre la señal y el sonido enmascarador y
se comentan brevemente en la sección sobre enmascaramiento interaural. En ge-
neral, el enmascarador es el sonido que enmascara la señal y es el mayor cuando
ambos sonidos se producen simultáneamente en el tiempo y están en fase en ambos
oídos.

Enmascaramiento por tonos puros o bandas finas de ruido

La importancia de la relación de frecuencia entre la señal y el sonido que aporta el


enmascaramiento se ilustra en la Figura 17.11, que muestra la magnitud de enmas-
caramiento producido por un ruido de banda fina sobre una señal de tono puro. Se
muestran los resultados para bandas de ruido cuyo nivel de presión sonora global
varía entre 20 y 80 dB y que están centradas en 410 Hz. Los efectos de enmascara-
miento producidos por un tono puro son parecidos a los que muestra la Figura
17.11, salvo que las asimetrías son más pronunciadas y las funciones más irregulares.
En cada caso, tono puro o ruido, la forma de las funciones de enmascaramiento es
casi independiente de la frecuencia del sonido que produce el enmascaramiento.
Simplemente se desplazan sobre el eje de la frecuencia, de manera que el máximo
de la función siempre coincide con la frecuencia del sonido enmascarador.
Una propiedad importante del enmascaramiento, ilustrada por la Figura 17.11,
es que los sonidos de baja frecuencia son eficaces para enmascarar sonidos de alta
frecuencia, pero no al contrario. Este efecto es particularmente prominente cuando
la fuente de enmascaramiento es de nivel de presión sonora alto.

Enmascaramiento por ruido de banda ancha. Bandas críticas

Cuando el sonido enmascarador es un ruido de banda ancha y la señal es un tono


puro, distintas partes del espectro de ruido contribuyen de forma diferente al efecto
de enmascaramiento. La banda crítica para el enmascaramiento hace referencia a
esa porción del ruido que es eficaz para enmascarar una señal de tono puro. Es
como si la señal y el sonido enmascarador pasaran a través de un filtro de bandas
que está centrado a la frecuencia de la señal, con el enjuiciamiento auditivo o el sis-
tema de respuesta actuando sobre la salida del filtro. En otras palabras, sólo aquella
parte del ruido que está próxima a la señal tiene un efecto sobre su umbral enmas-
17.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

70

80: Ruido dB SP

60

50

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1:1
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100 200 500 1000 2000
Frecuencia de la señal, Hz

FIGURA 17.11. Enmascaramiento producido por un ruido de banda fina sobre una
señal de tono puro. El desplazamiento del umbral producido por el ruido que tenía
una anchura de 90 Hz y estaba centrado a 410 Hz está recogido para distintas frecuen-
cias de la señal y niveles de ruido. (De J. P. Egan y H. W. Hake I4 .)

carado. La frecuencia de respuesta del filtro es aproximadamente gaussiana (en for-


ma de campana)15 y posee una anchura de banda eficaz, la banda crítica, que cambia
con la frecuencia de la señal, corno muestra la Figura 17.12.
Otra cantidad, la proporción crítica, que también muestra la Figura 17.12, man-
tiene estrecha relación con la función de la banda crítica. La proporción crítica es la
anchura de banda del ruido enmascarador que contiene una potencia sonora igual
a la de un tono puro centrado en esa banda, cuando el tono es mínimamente audible
(al umbral enmascarado).
El concepto de banda crítica no sólo es relevante para el enmascaramiento, sino
que también resulta útil para describir la mayoría de los fenómenos relacionados
con la resolución de frecuencias del sistema auditivo. Estos incluyen, entre otros
efectos, la suma de sonoridades de los tonos multicomponentes, sensibilidad del
umbral, discriminación de frecuencias y consonancia musical.
Una propiedad importante del enmascaramiento por ruido de banda ancha es
que aumenta 10 dB por cada incremento de 10 dB en el nivel del ruido enmascara-
dor, siempre que la magnitud del enmascaramiento sea de 20 dB o más. Cuando es
inferior, o sea, cuando el enmascaramiento es tan pequeño que el umbral está en la
región de transición entre el umbral absoluto de audibilidad y un umbral comple-
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.21

2000

1000 90

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15

2
O 50 100 200 500 1000 2000 5000 10.000
Frecuencia

FIGURA 17.12. Comparación entre estimaciones de anchuras de bandas críticas. La


curva denominada banda crítica se basa en una variedad de estudios, incluyendo al-
gunos sobre enmascaramiento en los que la señal está centrada en una banda de rui-
do cuyo espectro es, por lo demás, uniforme 15 • Los paradigmas de enmascaramiento
tales como los descritos en el texto dan lugar a menudo a estimaciones que aproxi-
man a la curva denominada proporción crítica. (De E. Zwicker y CO/S. 16 )

tamente enmascarado, el aumento del umbral es menor que el incremento en el ni-


vel de ruido.

Enmascaramiento interaural

La discusión previa se aplica a situaciones en que la señal y el ruido se presentan


sólo a un oído y a situaciones en que combinaciones idénticas de señal y ruido se
presentan a ambos oídos. Por otro lado, si una señal se dirige a un oído y el ruido
enmascarador al otro, los oídos actúan de forma independiente, siempre que ambos
sonidos tengan larga duración y posean ondas no correlacionadas. Por ejemplo, si
una persona escucha a través de un auricular diseñado para evitar que las fugas de
ruido pasen al oído, virtualmente no se produce enmascaramiento en ese oído para
niveles de presión sonora de bajos a moderados del ruido enmascarador (niveles de
presión sonora tales que el enmascaramiento en el oído con ruido sea inferior a
unos 50 dB). Para niveles por encima de éstos, el enmascaramiento en el oído obs-
truido se produce porque el ruido es conducido a ese oído a través de la conducción
ósea. El enmascaramiento en este caso puede describirse básicamente como mo-
noaural, con la cabeza sirviendo de atenuador, reduciendo el ruido en aproxima-
damente 50 dB. Así, el enmascaramiento interaural sólo es importante cuando el
17.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

nivel sonoro supera notoriamente al del oído obstruido, como en el ejemplo ante-
rior.

Restablecimiento de la sonoridad con enmascaramiento

En un fondo silencioso, a medida que el nivel de presión sonora del sonido aumenta
por encima de su umbral de audibilidad, su sonoridad aumenta gradualmente. So-
nidos tales como el habla o la música adquieren un volumen adecuado para una es-
cucha cómoda cuando están aproximadamente de 40 a 60 dB por encima del um-
bral. En un fondo ruidoso, la situación es muy diferente. A medida que el nivel del
sonido enmascarado aumenta por encima de su punto inicial de audibilidad (um-
bral enmascarado), la sonoridad aumenta muy rápidamente, de manera que a apro-
ximadamente 20 dB por encima de su umbral enmascarado, el sonido esencialmen-
te recupera el volumen normal que hubiera tenido en ausencia del ruido
enmascarador. Restablecimiento es el término empleado para describir este creci-
miento anormalmente rápido de la sonoridad a medida que los niveles sonoros su-
peran un umbral que ha sido elevado, ya sea por el enmascaramiento o por la sor-
dera.

LOCALlZACION AUDITIVA

La localización auditiva es la capacidad del sistema auditivo para localizar la direc-


ción de una fuente de sonido. Habitualmente no se relaciona con la distancia a la
fuente. La localización es útil en situaciones tan diversas como la ubicación de un
potencial peligro (por ejemplo, un automóvil que se acerca) o al atender a una con-
versación particular en una habitación concurrida. La localización del sonido es po-
sible con un solo oído, pero es muy deficiente; la localización es un fenómeno esen-
cialmente biaural. Las diferencias entre los sonidos en los dos oídos (diferencias
interaurales) aportan la base principal para la localización. Estas diferencias inte-
raurales que son responsables de la localización incluyen el nivel de presión sonora,
el tiempo (la estructura de la forma de onda o la envolvente dependiendo de la cir-
cunstancia) y el espectro.

Precisión

La precisión de la localización auditiva puede especificarse en términos de: (1) lo-


calización aparente de la fuente y (2) ángulo mínimo audible. La localización apa-
rente de la fuente es la dirección en el espacio desde la que el sonido parece surgir y
se mide mediante la descripción del oyente o, más a menudo, señalando la direc-
ción. El ángulo mínimo audible es la mínima diferencia angular detectable entre dos
fuentes y se mide haciendo que el oyente indique si dos sonidos sucesivos proceden
de la misma o de diferentes localizaciones. Así, la determinación del mínimo ángulo
audible es una tarea de discriminación. El enjuiciamiento respecto de la dirección
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.23

de una de las fuentes se hace con respecto a la otra. Por el contrario, la localización
de la fuente aparente suele implicar un enjuiciamiento direccional respecto de una
sola fuente y es, por lo tanto, absoluto en el sentido de que no es necesaria una fuen-
te explícita de comparación.
La precisión en la localización en el plano horizontal (azimut) es muy superior a
la del plano vertical (elevación). La localización horizontal es mejor para sonidos si-
tuados directamente enfrente del oyente (0°) y para sonidos (y ruido de banda an-
cha) de frecuencias bajas (menos de 1500 Hz) y altas (más de 2500 Hz). Bajo estas
condiciones, los errores pueden ser tan mínimos como lOen un campo abierto silen-
cioso. Sin embargo, con la cabeza fija y con fuentes de banda fina, no son infrecuen-
tes errores mayores. En estos casos, el sonido es a menudo (falsamente) localizado
en una posición simétrica, con respecto al eje de los oídos, de la fuente real. Por
ejemplo, una fuente a 0° se localiza a 180°, o una fuente a 30° se localiza a 150°. Sin
embargo, con fuentes de banda ancha y duraciones sonoras lo suficientemente pro-
longadas como para permitir a los oyentes que muevan la cabeza, casi nunca se pro-
ducen confusiones de este tipo. La precisión se reduce a medida que la posición de
la fuente se aleja del frente y hacia el costado del oyente. A 90° se reduce por un fac-
tor de 3 (comparado con 0°) para fuentes de banda ancha y en mayor medida para
fuentes de banda fina. En el último caso, este descenso es extremadamente depen-
diente de la frecuencia, con las mayores reducciones en frecuencias alrededor de los
3000 Hz (± 1 octava). A medida que la fuente se mueve hacia la espalda del oyente,
la precisión aumenta ligeramente, de manera que a 180° (con fuentes de banda an-
cha) es peor que a 0°, en un factor 220.
La localización en el plano vertical es virtualmente imposible, si la cabeza está
fija, para fuentes cuya anchura de banda sea menor que dos tercios de octava. Sin
embargo, si la cabeza puede moverse, la precisión mejora notablemente, y si se em-
plea una fuente de banda ancha, es aún mejor. El movimiento de la cabeza tiene el
potencial de convertir la elevación en azimut dependiendo del eje sobre el que rote.
Como sucedía con la localización azimutal, la precisión en la localización elevada
con la cabeza fija depende de la posición de la fuente. O sea, es mejor a 0° (direc-
tamente delante del oyente) y empeora a medida que se eleva la fuente, hasta 90°
(por encima de la cabeza), donde es peor con un factor 2. Mejora algo a medida que
la fuente se mueve hacia la espalda del oyente, pero aun así es sustancialmente peor
que a 0° de elevación2o.
El mínimo ángulo audible se ve afectado por los mismos factores y de la misma
forma que la localización aparente. Por lo general, la precisión de los enjuiciamien-
tos del oyente es mayor en la tarea del mínimo ángulo audible. O sea, el mínimo án-
gulo detectable entre dos fuentes es habitualmente menor que el error en la locali-
zación de una fuente única 21 .
Aunque la localización auditiva está relacionada fundamentalmente con los as-
pectos direccionales de localización de la fuente, bajo ciertas circunstancias se pue-
de hacer una estimación de la distancia. El principal requisito es que el oyente esté
familiarizado con el sonido. En este caso, el nivel de presión sonora y las caracterís-
ticas espectrales y reverberante s aportan suficiente información para que el oyente
realice, al menos, enjuiciamientos someros sobre la distancia de la fuente.
17.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Bases para la localización

Las diferencias entre oídos en el nivel de presión sonora son el principal determi-
nante de la localización aparente de una fuente de sonido para frecuencias por en-
cima de los 1500 Hz. Estas diferencias surgen sobre todo como resultado de la som-
bra sonora con que la cabeza cubre al oído alejado y son extremadamente
dependientes de la frecuencia. Se modifican notablemente mediante el pabellón au-
ditivo a frecuencias por encima de 2500 Hz y también se modifican al reflejarse des-
de el torso. Esto último junto con la interferencia constructiva y destructiva del pa-
bellón auditivo son importantes para la localización en el plano vertica123 •
Las diferencias interaurales a lo largo del tiempo (disparidad temporal en la es-
tructura de la forma de onda) son el principal contribuyente de la capacidad para la
localización a frecuencias por debajo de 1500 Hz. Estas diferencias se producen
como resultado de la separación de los oídos sobre lo que puede contemplarse
como una esfera rígida. Su mayor magnitud se produce por debajo de los 600 Hz y
son independientes de la frecuencia23 •
Las diferencias espectrales interaurales tienen una importancia secundaria, sal-
vo para la localización en el plano vertical. Estas diferencias existen debido a la na-
turaleza dependiente de la frecuencia de las diferencias de presión sonora entre oí-
dos y se manifiestan más notoriamente para ruido de banda ancha.

Condiciones reverberantes e inteñerencia del ruido

Una fuente de ruido puede localizarse bastante bien incluso en un recinto cerrado
grande (un espacio de trabajo típico) en el que el sonido llega a los oídos del oyente
por reflexiones múltiples desde muchas direcciones. La base para esta habilidad es
el efecto de precedencia. La localización auditiva se logra haciendo uso del primer
sonido que alcanza los oídos del oyente, sin tener en cuenta las reflexiones que lle-
gan posteriormente24 • Este efecto puede ilustrarse mediante un par de altavoces,
uno fijo y otro móvil. Bajo una amplia gama de condiciones, si se irradia el mismo
sonido desde ambos, pero se retrasa en el altavoz móvil, la localización aparente del
sonido es independiente de la posición del altavoz móvil y se corresponde simple-
mente con la del altavoz fijo. El efecto de precedencia es empleado en sistemas so-
fisticados de sonido reforzado y es crucial para que el sistema auditivo localice efi-
cazmente el sonido en condiciones de reverberación.
Por lo general, la localización es resistente a los efectos de interferencia del rui-
do. Estos efectos, en condiciones reverberante s, son extremadamente dependientes
de los niveles relativos de la fuente y del ruido. Si con una fuente única tanto el rui-
do como la fuente a localizar provienen de la misma región espacial, la precisión no
se ve afectada mientras el resto de las señales de examen estén entre 10 y 15 dB por
encima de su umbral. Si sus niveles son inferiores a éstos, la precisión empeora con
señales cuyas frecuencias estén en torno a 3000 Hz, mostrando mayores pérdidas en
aquellas alrededor de 500 Hr 5• En la mayoría de las situaciones prácticas, los so-
nidos a localizar están por encima de este nivel crítico. También sucede que con
fuentes múltiples, tales como los altavoces empleados en estereofonía, mientras el
nivel de la fuente esté entre 8 y 15 dB por encima del ruido, se observa poca degra-
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.25

dación en la localización. El empeoramiento puede ser severo para fuentes con ni-
veles bajos, y ésta es una de las razones por las que es importante mantener el ruido
al mínimo en estudios de grabación del sonid024•

SENSIBILIDAD AUDITIVA A PEQUEÑAS DIFERENCIAS

La capacidad del oído para recibir información acústica depende crucialmente de su


capacidad para discriminar pequeñas diferencias en el estímulo acústico. La com-
prensión del habla y la identificación de un sonido particular como, por ejemplo, el
de un automóvil determinado o instrumento musical, son procesos muy complejos
que implican la síntesis cerebral de un patrón de información que incluye la discri-
minación de frecuencia, amplitud y claves temporales.

Sensibilidad a cambios pequeños en el nivel de presión sonora

Los cambios pequeños en el nivel de presión sonora son percibidos por el oído fun-
damentalmente como diferencias en sonoridad, aunque pueden estar acompañados
de cambios secundarios en el tono aparente y en la calidad del sonido. La Figura
17.3 muestra la mínima diferencia apreciable en el nivel de presión sonora para to-
nos de distintas frecuencias y para ruido de banda ancha. Nótese que a los niveles
de presión sonora más altos son detectables los cambios menores de nivel. Para ni-
veles de presión sonora de unos 60 dB o más por encima del umbral, puede detec-
tarse un cambio de tan sólo 0,5 dB, o incluso algo menor. Una recopilación de datos
de muchos estudios sobre tonos pulsados 18 concluye que la diferencia mínima per-
ceptible es independiente de la frecuencia, como muestra la línea a trazos en la Fi-
gura 17.13. Los datos sobre la detectabilidad de la modulación de la amplitud perió-
dica de los tonos19 muestran cierta dependencia de la frecuencia. Para ruido de
banda fina, la mínima diferencia detectable en el nivel de presión sonora es mayor
(la discriminación es peor), debido aparentemente a las mayores fluctuaciones de
nivel de las bandas fmas. La mínima diferencia perceptible aumenta a medida que
decrece la anchura de banda. Para bandas de ruido cuya anchura es inferior a
1000 Hz, la mínima diferencia perceptible está por encima de los 2 dB 26•
Además del nivel de presión sonora y la frecuencia, la mínima diferencia per-
ceptible en nivel de presión sonora depende de la duración de la señal, al menos
para duraciones cortas. Se reduce a medida que la duración aumenta hasta una cTÍ-
tica de aproximadamente 0,1 se~7.

Sensibilidad a pequeñas diferencias en frecuencia

El mínimo cambio detectable en la frecuencia de un tono puro depende de su fre-


cuencia, de su nivel por encima del umbral y de su duración. La Figura 17.14 mues-
tra la mínima diferencia detectable en frecuencia para tonos puros a varias frecuen-
cias y niveles por encima del umbral. Los cambios de frecuencia se perciben mejor
17.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

10
9
8
7
6
5
4

PULSOS
DETONaS
1,0
0,9 / (TODAS LAS
0,8 .... ...... ... FRECUENCIAS)
0,7
0,6
,,
0,5 200 Hz
0,4
RUIDO DE 1000 Hz
0,3 BANDA
ANCHA 4000 Hz
0,2
20 40 60 80
NIVEL POR ENCIMA DEL UMBRAL EN DECIBELIOS

FIGURA 17.13. Mínima diferencia perceptible en nivel de presión sonora para ruido
de banda ancha (datos de G. A. Miller17 ), pulsos de tonos de 0,5 segundos de duración
(datos de W. Jesteadt y COIS. 18 ) y tonos con amplitud modulada a 3 Hz (datos de R. R.
Riesz19 ). Los resultados para los pulsos de tonos son independientes de la frecuencia;
los de la amplitud modulada, no.

a niveles de 40 dB o más por encima del umbral y a bajas frecuencias; los cambios
pequeños de entre 1 y 3 Hz se detectan a frecuencias por debajo de 1000 Hz. Como
muestra la Figura 17.14, la mínima diferencia detectable para pulsos de tono28 de
0,5 segundos de duración muestra una dependencia algo distinta de la frecuencia a
la de los tonos de frecuencia modulada29 .
La mínima diferencia detectable en frecuencia varía de acuerdo con la duración
de la señal, como muestra la Figura 17.5. Si las funciones se dibujan sobre coorde-
nadas logarítmicas, se hace menor a medida que la duración aumenta de una forma
aproximadamente lineal. El efecto de la frecuencia que muestra la Figura 17.15 es
consistente con el que muestra la Figura 17.14 para pulsos de tonos; esto es, la di-
ferencia mínima perceptible se reduce al reducir la frecuencia, haciéndose constan-
te a frecuencias inferiores a 500 Hz. Otros datos sugieren que las funciones que
muestra la Figura 17.15 alcanzan la asíntota para duraciones superiores a 0,2 segun-
dos 30 •
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.27

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100 1000 10.000
Frecuencia en herzios

FIGURA 17.14. Mínima diferencia perceptible en frecuencia para tonos puros. Se


muestran los resultados para pulsos de tono de 0,5 segundos de duración (datos de C.
C. Wier y COIS. 28 ) y para tonos modulados por la frecuencia a 2 Hz (datos de E. G. Sho-
wer y R. BiddulpIi 9 ). Los dos procedimientos producen diferentes resultados de for-
ma consistente. En ambos casos el resultado depende del nivel, aunque sólo se mues-
tran los resultados para distintos niveles sonoros por encima del umbral para
frecuencias moduladas (FM).

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17.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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Duración, s
FIGURA 17.15. Dependencia de la mínima diferencia detectable en frecuencia de la
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22. D. H. Mershon y L. E. King, Perception and Psychophysics, vol. 18,1975, p. 409.
23. G. F. Kuhn, «Physical acoustics and measurements pertaining to directional hearing»,
Directional hearing, W. A. Yost y G. Gouveritch (Eds.), Springer, Nueva York, 1987,
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CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.29

24. J. Blauert, Spatial hearing, MIT Press, Cambridge, Mass., 1983, pp. 222-257, 324-330.
25. T. Jacobsen, «Localization in noise», Tech. Rep. 10, Acoustics Laboratory, Technical
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Capítulo 18
PERDIDA DE AUDICION
POR EXPOSICION AL RUIDO

William Melnick

INTRODUCCION

Aunque los efectos del ruido sobre la audición no están definidos con precisión y si-
guen planteando dudas, existe suficiente información para permitir el desarrollo de
índices predictivos de los efectos dañinos del ruido sobre la sensibilidad auditiva hu-
mana. El desplazamiento del umbral (expresado en decibelios) es la diferencia entre
los niveles del umbral de audición medidos antes y después de la exposición al rui-
do. Si este desplazamiento es reversible (si el oído se recupera completamente des-
pués de la exposición al ruido, de manera que el desplazamiento del umbral se re-
duce acero), se dice que es transitorio o temporal; si el oído no se recupera
completamente, se dice que el desplazamiento es permanente. Este capítulo descri-
be ambos tipos de desplazamientos, los factores que influyen sobre ellos y la rela-
ción entre los desplazamientos temporales y permanentes inducidos por el ruido.

Tipos de pérdida de audición por exposición al ruido

Los efectos del ruido sobre la audición pueden dividirse en tres categorías.

Trauma acústico. El trauma acústico (daño orgánico inmediato del oído por ex-
cesiva energía sonora) se restringe a los efectos de una exposición única o relativa-
mente pocas exposiciones a niveles muy altos de presión sonora. El ruido extrema-
damente intenso que llega a las estructuras del oído interno puede sobrepasar los
límites fisiológicos de éstas, produciendo la rotura completa y alteración del órgano
de Corti. Por ejemplo, una explosión puede romper el tímpano, dañar la cadena de
huesecillos y destruir las células sensoriales auditivas. Por lo general, como resul-
tado del trauma acústico suele producirse cierto grado de pérdida de audición per-

18.1
18.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

manen te. El episodio causante del trauma es a menudo dramático, de forma que la
persona implicada no suele tener dificultad en especificar el comienzo del problema
auditivo resultante.

Desplazamiento temporal del umbral inducido por el ruido (NITTS). El despla-


zamiento temporal del umbral (de audición) inducido por el ruido tiene como re-
sultado una elevación de los niveles auditivos (una pérdida de la sensibilidad audi-
tiva) después de la exposición al ruido. En este tipo de desplazamiento, la pérdida
de audición es reversible.

Desplazamiento permanente del umbral inducido por el ruido (NIPTS). En el


desplazamiento permanente del umbral inducido por el ruido, la pérdida de audi-
ción no es reversible; permanece durante toda la vida de la persona afectada. No
existe posibilidad de recuperación. Este tipo de desplazamiento puede ser resultado
de un trauma acústico o estar producido por el efecto acumulativo de las exposicio-
nes repetidas al ruido durante períodos de tiempo de muchos años. La mayoría de
las personas que experimentan pérdidas auditivas permanentes las mantienen de-
bido a los largos períodos de exposición repetida al ruido.

Ubicación de la patología orgánica

Las exposiciones repetidas a niveles altos de ruido, durante un período prolongado,


pueden dañar la estructura del órgano de Corti, localizado en la cóclea (véase Fi-
gura 17.1). Las estructuras más susceptibles a la lesión por ruido son las células sen-
soriales receptoras, las células pilosas. Dependiendo de su severidad, la exposición
al ruido puede producir la destrucción de células pilosas aisladas o puede conducir
al colapso de secciones completas del órgano de Corti.
Contrariamente a lo que ocurre con la lesión coclear por trauma acústico, la le-
sión debida a la exposición continuada al ruido no se produce porque se superen los
límites físicos de las estructuras afectadas. Más bien el mecanismo principal de la le-
sión por ruido crónico parece ser fisicoquímico: la tensión metabólica que se ejerce
sobre las células más estimuladas. El resultado final es la disfunción de las células
sensoriales que acaba produciendo una pérdida de audición temporal o la destruc-
ción de las células sensoriales que conduce a una pérdida de audición permanente,
dependiendo del grado de la lesión celular.

DESPLAZAMIENTO TRANSITORIO (TEMPORAL) DEL UMBRAL

Las características de los desplazamientos temporales del umbral inducidos por el


ruido son de gran importancia para entender los efectos del ruido sobre la audición.
El desarrollo y recuperación de los desplazamientos temporales del umbral depen-
den de la interacción compleja de las siguientes propiedades del ruido a las que el
oído está expuesto: espectro, nivel de presión sonora, duración y patrón temporal.
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.3

Cómo se mide el desplazamiento temporal del umbral

Si el desplazamiento del umbral es temporal, la audición vuelve a los valores medi-


dos antes de la exposición. La magnitud de este cambio depende del intervalo tem-
poral transcurrido entre el cese de la exposición al ruido y la medida del umbral
posterior a la exposición. La audición está afectada inmediatamente después de la
exposición por otros procesos además de la fatiga auditiva. (Estos procesos tienen
una vida relativamente corta y pueden incluir la adaptación neuronal y la sensibili-
zación.) Para evitar la complicación de la influencia de estos procesos, que decaen
rápidamente, sobre el nivel medido para el umbral auditivo, los desplazamientos
temporales del umbral auditivo suelen estimarse unos 2 minutos después de la ex-
posición, una vez que estos efectos son inapreciables(TI~). La medida del despla-
zamiento del umbral 2 minutos después de la exposición está ampliamente acepta-
da como referencia uniforme para el desplazamiento temporal del umbral que se
modifica temporalmente, y suele usarse para describir los desplazamientos tempo-
rales del umbral producidos por exposiciones concretas.

Factores que afectan al desarrollo del desplazamiento temporal del umbral

Nivel sonoro. La relación entre el desplazamiento temporal del umbral y el nivel


sonoro del ruido al que se ha estado expuesto no es sencilla. Para la exposición a
ruidos de niveles de presión sonora moderados (80 a 105 dB) durante menos de 8
horas, el desplazamiento temporal del umbral, 2 minutos después de la exposición,
aumenta linealmente a medida que aumenta el nivel de presión sonora del ruido.
Existe una interacción de fundamental importancia entre el nivel de presión so-
nora y la duración del sonido estimulador en la producción de desplazamientos
temporales del umbral. Esta interacción subraya la importancia del concepto de ex-
posición. Ni el nivel sonoro ni la duración sonora pueden considerarse por separa-
do, sino que hay que considerarlos conjuntamente al describir los efectos del ruido
sobre la audición.
El crecimiento ordenado del desplazamiento temporal del umbral con el nivel
de exposición sonora tiene unos límites inferior y superior. El límite inferior es el ni-
vel de presión sonora que no producirá un desplazamiento de umbral medible a los
2 minutos de postexposición, sea cual sea la duración de la exposición. Estos niveles
de exposición sonora definen el «silencio efectivo»; es decir, aquel nivel sonoro que
ni produce cambios significativos temporales del umbral, ni retrasa la recuperación
del desplazamiento temporal del umbral que resulta de la exposición previa al rui-
do. Este límite inferior depende del contenido de la frecuencia del ruido. Para oc-
tavas de baja frecuencia, 250 y 500 Hz, es un nivel de presión sonora de banda de
octava de aproximadamente 75 dB; mientras que para las octavas 1000,2000 y 4000
Hz, el límite inferior está más próximo a un nivel de banda de 70 dB. Para ruido de
banda ancha, el límite superior del rango de silencio efectivo es un nivel de presión
sonora con ponderación A de, aproximadamente, 70 a 80 dB.
Duración de la exposición. Para la exposición a niveles de presión sonora de ban-
da de octava entre 80 y 105 dB, el desplazamiento temporal del umbral, a los 2 mi-
nutos del fin de la exposición, es aproximadamente proporcional al logaritmo de la
18.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

duración de la exposición hasta 8 horas. Experimentos sobre la exposición de suje-


tos humanos a niveles de ruido de octavas entre 80 y 95 dB, durante tiempos por en-
cima de 8 horas, han mostrado que el desplazamiento temporal del umbral aumenta
a medida que aumenta la duración de la exposición hasta cierto límite temporal y
luego se estabiliza. Este nivel estabilizado se denomina desplazamiento de umbral
asintótico (DVA). Aunque existen diferencias individuales en los seres humanos,
esta condición se logra después de 8 a 12 horas de exposición.
A las frecuencias sonoras más afectadas, los desplazamientos de umbral asintó-
ticos parecen relacionados linealmente con el nivel de la octava centrada sobre esas
frecuencias. El desplazamiento asintótico de umbral aumenta 1,7 dB por cada de-
cibelio de aumento del nivel de la banda de octava que supere el límite del silencio
efectivo. El desplazamiento de umbral asintótico, entre 9 y 90 dB, puede calcularse
mediante la ecuación

DVA = 1,7 (NBO - SE)


donde NBO es el nivel de banda de octava del ruido estimulador y SE es el nivel so-
noro definido como silencio efectivo para esta octava.
La relación entre el desplazamiento temporal del umbral para las frecuencias
más afectadas y la duración de la exposición para niveles de octava que excedan el
nivel de silencio efectivo en distinta medida se muestra en el conjunto de curvas

40
ce
'O
35 EO + 20 dB
ro --------11--
..o
E 30
"
Qj EO+15dB
'O
25 _------I!--
ro
o
o. 20
E EO + 10 dB
~
o 15
E
Q)

'Eca 10
N
ca
a.
VI
5
Q)
o Silencio efectivo
o

Min 5 10 20 40 60
Horas 1 2 4 8 16 24
Días 1 2 3
Duración de la exposición

FIGURA 18.1. Patrón de desarrollo idealizado del desplazamiento temporal del um-
bral humano para frecuencias que producen un efecto máximo en función del nivel y
la duración de la exposición al ruido. El límite inferior del nivel de presión sonora ca-
paz de producir un desplazamiento temporal del umbral se denomina sí/encio efecti-
vo. El límite superior de la intensidad de la exposición para el desarrollo de este pa-
trón es de aproximadamente 100 dB. El parámetro utilizado es la intensidad
incrementada en intervalos de 5 dB por encima del silencio efectivo.
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.5

ideales que aparece en la Figura 18.1. Para niveles de octava iguales o superiores a
100 dB, el desplazamiento de umbral asintótico aumenta más rápidamente a medi-
da que aumenta el nivel de la octava y ya no se mantiene la relación que muestra
esta ilustración.

Frecuencia de examen. Para tonos puros de bandas finas, la magnitud del despla-
zamiento temporal del umbral depende de la frecuencia y del espectro del sonido al
que la persona es expuesta. Para condiciones de exposición (niveles de presión so-
nora inferiores a 70 dB o duraciones de unos pocos segundos) que producen des-
plazamientos de umbral a corto plazo, con duración inferior a 2 minutos, el despla-
zamiento máximo del umbral se produce en la frecuencia del sonido que ha
producido el desplazamiento; el desplazamiento temporal del umbral a otras fre-
cuencias es simétrico alrededor de la frecuencia del sonido que produce el despla-
zamiento. Sin embargo, las condiciones de exposición capaces de producir despla-
zamientos de umbral que persisten durante 2 minutos o más (niveles de presión
sonora iguales o superiores a 80 dB, durante períodos de minutos, horas o días)
tienden a producir desplazamientos máximos del umbral a frecuencias muy por en-
cima de la del sonido que produce el desplazamiento. Cuando se emplean tonos pu-
ros para estudiar la exposición al sonido, el desplazamiento temporal del umbral
máximo se produce a frecuencias progresivamente más altas a medida que aumenta
el nivel de presión sonora de la exposición. Por ejemplo, al aumentar el nivel de
80 dB a 120 dB o más, el desplazamiento máximo ocurre entre 1/2 y 1 octava por en-
cima de la frecuencia del sonido que produce el desplazamiento. Esta extensión de
los efectos de la frecuencia es asimétrica, produciéndose cambios significativos en el
rango de frecuencias inmediatamente por encima de la contenida en el sonido y
cambios insignificantes para frecuencias por debajo de ésta.
La Figura 18.2 ilustra los desplazamientos temporales del umbral que resultan
de una exposición de 5 minutos a un tono puro de una frecuencia de 700 Hz, con un

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F~ECUE~CIA D~ EXP~SICIONI
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500 700 1000 1500 2000 3000 4000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 18.2. Desplazamiento temporal del umbral en función de la frecuencia, me-


dido 5 minutos después de la exposición a un tono puro de 700 Hz, durante 5 minutos,
a un nivel de presión sonora de 125 dB. (De W. O. Warcf.)
18.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

nivel de presión sonora de 125 dB. Estas medidas fueron realizadas 5 minutos des-
pués de la exposición. Nótese que el desplazamiento máximo del umbral es a
1000 Hz, no a 700 Hz.
La expansión del desplazamiento de umbral temporal máximo hacia frecuencias
más altas también tiene lugar como resultado de la exposición a una determinada
banda de ruido. El efecto máximo suele medirse entre 112 y 1 octava por encima de
la frecuencia superior de la banda de ruido. Si la banda de ruido es ancha y relati-
vamente plana, el desplazamiento máximo de umbral ocurre en un rango de fre-
cuencias entre 3000 y 6000 Hz.

Espectro de ruido. Cuanto más alta es la frecuencia del sonido (al menos hasta
6000 Hz), produce un mayor desplazamiento del umbral, a niveles de presión so-
nora y duraciones comparables. Esta es la razón de que los límites de la exposición
(véase Capítulo 26) permitan exposiciones superiores a niveles de presión sonora
de octavas en la gama de las frecuencias bajas que en la gama de las frecuencias me-
dias, sobre todo en las octavas centradas en 1000 y 2000 Hz.
Los sonidos que por sí mismos no provocan desplazamientos temporales del
umbral no tienen efecto sobre el crecimiento y la recuperación de un desplazamien-
to de umbral producido por exposiciones más intensas del mismo u otros sonidos.
Que los oyentes pasen el período previo a la exposición en silencio o en niveles de
octava de 70 dB o inferiores al sonido a que serán expuestos no tiene consecuencias
para el desarrollo de desplazamientos del umbral. La recuperación tampoco se ve
afectada porque el oyente sea expuesto a ruidos de nivel de octava de 70 dB duran-
te el período de recuperación, en lugar de a un nivel muy bajo de ruido. Esta falta
de interacción también se extiende a otras condiciones de la exposición. Un sonido
que produce un desplazamiento temporal del umbral en una región de frecuencias
no tiene por qué afectar a desplazamientos temporales del umbral en otras regiones
de frecuencias. Esta ausencia de interacción y la independencia de las exposiciones
particulares en la producción de desplazamientos temporales del umbral son fun-
damentales en el establecimiento de los criterios de riesgo de lesión.
La dependencia de los desplazamientos del umbral para varias frecuencias res-
pecto del espectro del ruido se muestra en la Figura 18.3, que compara los efectos
de una octava centrada en 425 Hz con otra centrada en 4000 Hz, a los niveles de
bandas de octava indicados2 •

Patrón temporal de exposición

La relación del desplazamiento temporal del umbral con las propiedades físicas de
un ruido intermitente o fluctuante es más compleja que en el caso de una exposición
a un ruido estable. Son importantes las duraciones de los períodos de ruido (on
time), la duración de los períodos de silencio relativo (off time) y el patrón temporal
global de los intervalos de exposición y silencio. Por lo general, el desplazamiento
temporal del umbral debido a ruido intermitente es menor que el que resultaría si
la exposición hubiera sido al mismo ruido pero siendo éste continuo.
Regla de la fracción on time. Para secuencias de ruido repetitivo, el desplaza-
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.7

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O 0,1250,25 0,50,750,1 2,0 4,06,0 10,0 0,25 0,50,751,0 2,0 4,06,0 10,0
FRECUENCIA EN KILOHERZIOS FRECUENCIA EN KILOHERZIOS

FIGURA 18.3. Desplazamientos temporales del umbral a varias frecuencias de exa-


men como resultado de la exposición a ruido con niveles de presión sonora en ban-
das de octava de 80 y 85 dB. Los cambios que se muestran en (a) reflejan los efectos
de una exposición de 16 horas a una octava de ruido centrada en 425 Hz. Datos pare-
cidos se muestran en (b) para 24 horas de exposición a la octava de 4000 Hz. (De W.
Melnic/C.)

miento temporal del umbral es proporcional a la fracción de tiempo ocupada por el


ruido respecto del tiempo total de exposición. Por ejemplo, si los períodos de ruido
ocupan sólo la mitad del tiempo total de exposición, la magnitud del desplazamien-
to de umbral será la mitad de la que se hubiera producido si el ruido hubiera sido
continuo. Esta relación, denominada regla de la fracción on time, sólo se cumple
bajo condiciones de exposición limitadas, para duraciones entre 250 milisegundos
hasta aproximadamente 2 minutos, para ruidos en la gama de frecuencias por en-
cima de los 1200 Hz. Para bandas de ruido a frecuencias inferiores, bajo condiciones
de exposición intermitente, el desplazamiento temporal del umbral es incluso me-
nor.
Una fracción de 0,5, que reduce el desplazamiento temporal del umbral en un 50
por 100 para frecuencias altas, puede reducirlo en un 70 por 100 o más a frecuencias
inferiores.
Para ruidos de duración inferior a 250 milisegundos, o para períodos de ruido
superiores a 2 o 3 minutos, el desplazamiento temporal del umbral es mayor que lo
que la regla de la fracción predice. La regla tampoco se cumple para golpes de ruido
muy cortos, muy intensos, de menos de 100 milisegundos de duración a niveles de
presión sonora por encima de 110 dB. Para períodos de ruido superiores a 2 minu-
tos, el último desplazamiento temporal del umbral puede predecirse bastante bien
empleando la relación de crecimiento y recuperación lineales del desplazamiento
del umbral, como función del logaritmo del tiempo de exposición y recuperación.

Ruido fluctuante. La relación del desplazamiento temporal de umbral con las


condiciones de ruido intermitente descritas anteriormente se obtiene de los estu-
18.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

dios de las exposiciones periódicas al ruido. La hipótesis de igual energía postula que
magnitudes iguales de desplazamientos temporales de umbral resultan de la expo-
sición a una cantidad determinada de energía sin tener en cuenta el patrón temporal
de la exposición al ruido. Bajo condiciones de ruido fluctuante, es decir, niveles de
ruido que varían con el tiempo, pero que no descienden por debajo de los niveles
establecidos como silencio efectivo, el desplazamiento del umbral resultante está
más en línea con el nivel medio de presión sonora que con la cantidad de energía.
Por ejemplo, si un ruido tiene un nivel de presión sonora de 80 dB durante 4 horas
y 100 dB durante 4 horas, el desplazamiento del umbral se aproxima al que hubie-
ran producido 8 horas de exposición a un nivel sonoro continuo, estable, de 90 dB,
Yno de 97 dB como predice el concepto de igual energía. (Véase «Regla de los 3 dB
[tasa de intercambio de 3 dB]» en el Capítulo 26.)

Ruido impulsivo. Un ruido impulsivo es el que tiene un nivel pico alto y de corta
duración. Las características acústicas importantes de los ruidos impulsivos que
pueden afectar a la audición incluyen: presión pico, duración del pulso, tiempo de
ascenso, tiempo de descenso, dirección del cambio de presión, número de impulsos
en una exposición determinada, tasa de repetición de los impulsos y nivel de ruido
de fondo. Por conveniencia, las formas de onda de impulso pueden clasificarse
como: (1) impulso de Tipo A, caracterizado por una elevación rápida hasta un má-
ximo de presión positiva, seguido de un descenso hacia una onda de presión nega-
tiva posterior de menor magnitud, y (2) forma de onda Tipo B, caracterizada por os-
cilaciones amortiguadas de una duración definida que es el tiempo necesario para
que la envolvente de las oscilaciones decaiga 20 dB por debajo del valor de pico. Es-
tas formas de onda se ilustran en la Figura 18.4. El efecto de un campo reverberante
es cambiar la forma de la onda, de un impulso simple a una onda periódica con de-
caimiento exponencial, alterando por tanto el espectro del sonido. Esta alteración
espectral puede tener una considerable importancia al influir en la producción de
desplazamientos temporales del umbral.
Si todas las demás características del ruido impulsivo permanecen constantes,
el desplazamiento temporal del umbral aumenta con el nivel pico de presión so-
nora. A medida que la duración del impulso se reduce por debajo de 5 milisegun-
dos, un nivel de presión pico determinado tendrá menos efecto sobre la sensibi-
lidad auditiva. El desplazamiento temporal de umbral producido por los
impulsos aumenta aproximadamente de forma lineal con el tiempo de exposi-
ción. Por tanto, este desplazamiento de umbral es proporcional al número de im-
pulsos más que al período total de tiempo a lo largo del cual se hayan experimen-
tado estos impulsos.
La Figura 18.5 resume el efecto de los intervalos entre pulsos sobre el despla-
zamiento temporal del umbral. Estos datos indican que el desplazamiento máximo
de umbral se produce cuando el intervalo entre pulsos es de aproximadamente 1 se-
gundo. Intervalos más largos o más cortos entre impulsos reducen la magnitud del
desplazamiento producido por impulsos comparables. Para impulsos de ruido se-
parados por menos de 1 segundo, el efecto protector de la contracción de los múscu-
los del oído medio es un factor importante. Aparentemente, a esta rápida tasa de re-
petición, se mantiene la contracción de los músculos del oído medio y la atenuación
resultante de la energía sonora transmitida a la cóclea reduce la magnitud del des-
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.9

PICO (Máximo)

TIPOA

,
---If----
To TR To
1. ToES EL COMIENZO DE LA ONDA DE PRESION
2. T R ES EL TIEMPO QUE PRECISA LA ONDA DE
PRESION PARA IR DESDE LA PRESION AMBIENTAL
HASTA LA PRESION PICO (MAXIMA)
3. ToES EL TIEMPO QUE PRECISA LA ONDA DE
PRESION PARA ALCANZAR LA PRESION
AMBIENTAL POR PRIMERA VEZ

2. T o' ES EL TIEMPO QUE PRECISA LA ENVOLVENTE


DE LA ONDA DE PRESION PARA ALCANZAR EL
NIVEL DE 20 dB POR DEBAJO DEL NIVEL PICO
DE PRESION SONORA
FIGURA 18.4. Formas de onda de presión idealizadas. El Tipo A representa un im-
pulso único, inmerso en un campo sonoro no reverberante. El Tipo B representa os-
cilaciones amortiguadas, que muestran la influencia de un campo sonoro reverberan-
te. (De acuerdo con R. R. A. Coles y ca/s. 4 .)

plazamiento del umbral. A medida que el intervalo aumenta por encima de 1 se-
gundo, se produce cierta recuperación de los efectos del impulso precedente antes
de que se experimente el siguiente. Esta recuperación se refleja en una reducción
del desplazamiento del umbral.
Como ocurre con los sonidos estables, parece haber un límite inferior para el ni-
vel de los impulsos capaz de producir un desplazamiento de umbral. Si se aumenta
una serie de determinados sonidos tipo «clics» mediante incrementos de intensidad
controlada, se producen pocos desplazamientos temporales del umbral, hasta que
se supera un nivel mínimo de presión sonora; por encima de este nivel, el despla-
zamiento temporal del umbral aumenta a medida que lo hacen la presión pico y el
número de impulsos. El nivel crítico de presión sonora de los impulsos varía de per-
sona a persona y también depende de las características del ruido. Para un ruido de
impacto en un espacio reverberante, el nivel crítico de presión sonora es de apro-
ximadamente 130 dB; para disparos de pistola, este nivel es aproximadamente
140 dB o más.
Un método simplificado para evaluar los efectos del ruido impulsivo en presen-
cia de ruido de fondo estable es tratar por separado los efectos de los ruidos impul-
sivo y estable, y considerarlos simplemente como aditivos; sin embargo, la precisión
de este procedimiento es cuestionable. La información de los estudios sobre este
18.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

~
r-~D~
--..........
~ • (~
/ X

I~ [

"
0,1 0,2 0,4 0,8 1,6 3,2 6,4 12,8
INTERVALO ENTRE IMPULSOS EN SEGUNDOS

FIGURA 18.5. Efecto del intervalo entre pulsos sobre la magnitud del desplazamien-
to temporal del umbral producido. (Los datos se obtienen de estudios independientes
resumidos por K. D. Krytel.)

problema es escasa, contradictoria y no concluyente. La relación parece ser sinér-


gica.

Efectos interactivos. Los siguientes factores han sido investigados para determi-
nar si ejercen un efecto significativo en el desarrollo del desplazamiento temporal
del umbral.
Edad. No existe evidencia concluyente que indique que la edad es un factor sig-
nificativo que afecte a los desplazamientos de umbral debidos a la exposición al rui-
do.
Sexo. Los estudios sobre la pérdida de audición industrial parecen indicar que
las mujeres conservan mejor que los hombres la sensibilidad auditiva después de ex-
posiciones a ruido esencialmente iguales. Sin embargo, cuando se expone a jóvenes
adultos a ruidos parecidos en el laboratorio, hombres y mujeres muestran despla-
zamientos temporales de umbral de la misma magnitud. No parece que haya dife-
rencias sexuales inherentes a la susceptibilidad del sistema auditivo a los efectos del
ruido.
Estado de salud. La hipótesis de que la presencia de enfermedades del oído u
otras enfermedades sistémicas potencian los efectos nocivos del ruido es plausible,
pero no ha sido demostrada. Esto es cierto para condiciones que afectan a la con-
tracción muscular del oído medio, así como para las estructuras del oído interno. Es
esperable que las personas con enfermedades del oído externo y medio, que redu-
cen la transmisión de la energía sonora a la cóclea, sean más resistentes a los des-
plazamientos temporales de umbral inducidos por el ruido. Los efectos de estas en-
fermedades de los procesos funcionan como protectores auditivos fisiológicos de la
misma forma que los tapones y los auriculares.
Drogas. Las investigaciones han demostrado efectos sinérgicos entre drogas que
son tóxicas para el oído y la exposición al ruido. En animales de laboratorio se ha
detectado una interacción significativa entre la exposición al ruido y las dosis de ca-
namicina, neomicina y dihidroestreptomicina, así como quinina y ácido salicílico.
Estos estudios animales han revelado mayores lesiones orgánicas en el caso de la
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.11

administración conjunta de drogas y ruido que las observadas cuando las drogas o
el ruido se administran por separado. No hay datos definitivos que demuestren
efectos interactivos semejantes de las drogas y el ruido sobre la audición de sujetos
humanos, pero, hasta que se demuestre lo contrario, sería prudente asumir que los
humanos reaccionarían de la misma manera. Los desplazamientos temporales del
umbral medidos en personas aumentan mediante la ingestión de aspirinas 6•
Estado auditivo previo a la exposición. Las personas con limitaciones auditivas
previas a la exposición al ruido muestran menos desplazamientos temporales del
umbral que las personas con audición normal. Una limitación conductiva de la au-
dición sirve eficazmente como protector auditivo, reduciendo la cantidad de sonido
que alcanza la cóclea. Sin embargo, las personas con pérdida de audición sensorio-
neural debida a trastornos de la cóclea también muestran menos desplazamientos
temporales del umbral que quienes tienen sensibilidad auditiva normal. En este
caso, la energía que entra en la cóclea de la persona implicada no es distinta a la de
las personas con audición normal. La reducción en el desplazamiento temporal del
umbral se produce probablemente porque la pérdida de audición permanente pre-
via reduce el número de células sensoriales disponibles para experimentar los efec-
tos adversos del ruido. Aunque las personas con pérdida sensorioneural muestran
menores desplazamientos temporales del umbral que las personas con audición
normal, el nivel de presión sonora que precisan para alcanzar el umbral después de
una exposición es mayor que el que requieren las personas con audición normal.
La Figura 18.6 muestra el desplazamiento temporal de umbral a 1000, 2000 Y
4000 Hz producido por una exposición de 8 horas a un ruido de banda ancha con un
nivel de presión sonora con ponderación A de 95(A) en función del nivel auditivo
previo a la exposición. La magnitud del desplazamiento temporal del umbral se re-
duce al aumentar el nivel auditivo previo a la exposición. El nivel de presión sonora
del umbral modificado para una persona con pérdida de audición sería mayor que
el umbral modificado para una persona con sensibilidad auditiva normal, a pesar

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~ t:: PERDIDA DE AUDICION ANTES DEL TRABAJO EN DECIBELIOS

FIGURA 18.6. Relaciones entre el desplazamiento temporal del umbral medido 8 mi-
nutos después de una jornada laboral en ruido de banda ancha, con un nivel de pre-
sión sonora con ponderación A de 95 dB(A) Y el nivel del umbral auditivo previo a la
exposición. El parámetro es la frecuencia de examen. (De W. O. Warcf.)
18.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

del hecho de que la magnitud del desplazamiento (umbral posterior a la exposición


menos umbral previo a la exposición) es menor. La presencia de una pérdida de au-
dición sensorioneural permanente no implica necesariamente que la persona pueda
trabajar en un ambiente ruidoso sin preocuparse de mayores pérdidas.

Recuperación del desplazamiento temporal del umbral

Inmediatamente después de que cesa la exposición al ruido, hay un período de rá-


pida recuperación del umbral, alcanzando el desplazamiento un mínimo en el inter-
valo entre 1 y 1/2 minutos después de la exposición (por ejemplo, véase Figura
18.7). El desplazamiento del umbral aumenta entonces hasta otro máximo que se
produce aproximadamente 2 minutos después de la exposición; luego continúa la
recuperación de una forma más ordenada. Al máximo secundario en este patrón de
recuperación se le denomina efecto de recuperación8 . Este patrón de recuperación
puede variar de una persona a otra, pero es muy repetitivo, tal y como ilustra la Fi-
gura 18.7 mediante las curvas de recuperación de dos sujetos. Estas curvas muestran
la recuperación de las exposiciones repetidas al mismo sonido. La complejidad de
esta fase temprana de la recuperación es la razón de que las medidas de los despla-
zamientos temporales de umbral se hagan una vez finalizados los efectos a corto
plazo, habitualmente 2 minutos después de la exposición al ruido.
Si la recuperación de los umbrales auditivos previos a la exposición se completa

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o TIEMPO DE RECUPERACION EN MINUTOS

FIGURA 18.7. Recuperación temprana del desplazamiento temporal de umbral a


4000 Hz. La exposición fue a 500 Hz, a un nivel de presión sonora de 120 dB, durante
3 minutos. Este patrón de recuperación es muy repetitivo, como evidencia el parecido
entre las curvas de recuperación de dos sujetos. (De l. J. Hirhs y W. O. Warcf.)
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.13

en las 16 horas siguientes a la misma y el desplazamiento temporal del umbral es


igualo inferior a 40 dB, el patrón de recuperación del desplazamiento temporal de
umbral es lineal cuando el tiempo se registra en una escala logarítmica (véase curva
A, Figura 18.8). Esta situación es la contraria a la del patrón de recuperación cuan-
do el desplazamiento temporal del umbral se produce: (1) por una exposición única
y supera los 40 dB, (2) por la exposición intermitente al ruido a frecuencias altas,
o (3) por la exposición a niveles moderados de ruido (80 a 90 dB) para duraciones
relativamente largas (16 a 48 horas). Bajo estas condiciones, el desplazamiento tem-
poral del umbral se reduce (aproximadamente) un número dado de decibelios para
una unidad determinada de tiempo; si se emplea una escala logarítmica de tiempo
para registrar la recuperación de la sensibilidad del umbral auditivo, los resultados
que se obtienen son los que se ilustran en la curva B, Figura 18.8. Cuando el nivel
sonoro es extremadamente alto, o extremadamente largo, puede que la sensibilidad
auditiva no vuelva completamente a su valor original y la pérdida de audición sea
permanente (véase curva C, Figura 18.8).

Variaciones individuales. Existen marcadas diferencias individuales en los efec-


tos temporales del ruido sobre la audición. No se pueden clasificar los oídos clara-
mente como resistentes o susceptibles. No sólo hay diferencias en la magnitud del
desplazamiento temporal del umbral entre distintas personas, sino que también
existen en cada persona concreta. Para un individuo determinado, el desplazamien-
to temporal del umbral que resulta de la exposición a un tono o banda de ruido pue-

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Horas 1 2 4 8 16 24
Días 2 3 4 5 7
Semanas 1 2 4 8 16 32

Tiempo de recuperación

FIGURA 18.8. Patrones ideales de recuperación del desplazamiento temporal del


umbral. La curva A (línea continua) representa la recuperación lineal como una fun-
ción del logaritmo del tiempo de recuperación; la curva B (línea de guiones y puntos)
muestra la recuperación retrasada; la curva e (línea a trazos) muestra la recuperación
retrasada incluyendo el desplazamiento permanente del umbral.
18.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de no estar claramente correlacionado con los desplazamientos de umbral produ-


cidos por la exposición a otros tonos o bandas de ruido distintos. Una persona
determinada muestra menos variaciones en medidas repetidas que las variaciones
que se observan entre personas.

Relación entre desplazamientos temporales y permanentes del umbral

Los estudios que relacionan los desplazamientos temporales de umbral y la pérdida


de audición permanente asumen dos supuestos: (1) los procesos fisiológicos básicos
que conducen a desplazamientos temporales y permanentes en la sensibilidad de la
audición son parecidos y sólo varían en grado y (2) la relación entre las propiedades
físicas del ruido y el desarrollo de la pérdida de audición permanente es similar a la
que se observa en el desarrollo del desplazamiento temporal del umbral. La infor-
mación acerca del desplazamiento permanente del umbral inducido por el ruido es
incompleta. Existen datos aceptables que apoyan directamente la relación de la
magnitud del desplazamiento permanente de umbral con la exposición diaria a un
ruido estable durante 8 horas repetidamente a lo largo de años, pero no existen da-
tos comparables para exposiciones más cortas a ruido intermitente. Al desarrollar
criterios sobre el riesgo de lesión que evalúan el peligro de desplazamientos per-
manentes del umbral como resultado de la exposición al ruido durante muchos
años, se utiliza la información de las investigaciones sobre los desplazamientos tem-
porales de umbral para llenar estas lagunas (véase Capítulo 26). Los patrones de de-
sarrollo y recuperación del desplazamiento temporal del umbral como resultado de
la exposición al ruido son de particular importancia en el desarrollo de tales crite-
rios sobre riesgos de lesión.
El área de audición puede dividirse en cuatro zonas de acuerdo con su potencial
para que se produzcan pérdidas auditivas. Esta relación se muestra gráficamente en
la Figura 18.9. La Zona I está por debajo el umbral de audibilidad. La Zona 11 está
limitada en los niveles sonoros inferiores por el umbral de audibilidad y en los ni-
veles superiores por el umbral de riesgo para la audición. Esta región comprende
sonidos que son audibles, pero que no plantean riesgo de lesión ni pérdida de au-
dición, sea cual sea la duración de la exposición. Los sonidos dentro de los límites de
la Zona III representan la región de «riesgo cualificado». La lesión acústica y la pér-
dida de audición permanente debidas a los sonidos en esta zona dependen de la in-
teracción del nivel de ruido, la duración, el número de exposiciones, el calendario
de exposiciones y las variables biológicas de la persona que está siendo expuesta. El
límite inferior de la Zona IV es el umbral del malestar; el límite superior es el um-
bral del dolor. La exposición a sonidos en este área (sin incluir sonidos de impulso
o impacto) conlleva un riesgo elevado de producción de lesiones y pérdida de au-
dición, incluso cuando los sonidos son relativamente cortos (segundos o minutos) y
las exposiciones relativamente pocas (quizá sólo una).
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.15

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Frecuencia, Hz

FIGURA 18.9. Area de audición humana clasificada por la lesión acústica y la pérdi-
da de audición potenciales. Zona 1: los sonidos en esta zona son inaudibles; Zona 11:
los sonidos en esta zona no plantean riesgo; Zona 111: los sonidos en esta zona plan-
tean un riesgo cualificado; Zona IV: los sonidos en esta zona plantean un riesgo ele-
vado. (De J. H. Mili!!.)

PERDIDA DE AUDICION PERMANENTE INDUCIDA POR EL RUIDO

La mayor parte de la información sobre los efectos permanentes del ruido en la au-
dición humana proviene de estudios de campo sobre la audición en entornos indus-
triales, ya que los estudios de laboratorio que producen deliberadamente despla-
zamientos permanentes de umbral mediante el ruido deben restringirse al uso de
animales. Debido a las diferencias entre humanos y animales, cualquier resultado so-
bre pérdida permanente inducida por el ruido obtenido en estudios animales puede
no resultar significativo en humanos.
Una encuesta publicada por el National lnstitute of Occupational Safety and
Health sobre la audición de los trabajadores en la industria contiene un breve re-
sumen de varias investigaciones audiométricas industriales llevadas a cabo en Es-
tados Unidos y otros países lO • A partir de estas investigaciones, surgen los siguientes
factores significativos por su influencia en la respuesta del oído al ruido ocupacio-
nal: nivel global de presión sonora del ruido, duración total de la exposición, espec-
tro del ruido, propiedades transmisoras del sonido en el oído y vulnerabilidad indi-
18.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

vidual a la pérdida de audición inducida por el ruido. (Estos son los mismos factores
que influyen sobre la magnitud del desplazamiento temporal del umbral inducido
por el ruido.)

Estudios de campo en la industria

La información respecto a los desplazamientos permanentes del umbral inducidos


por el ruido en seres humanos debe recogerse a partir de los estudios de campo de
la audición evaluada en personas que han sido expuestas a un ruido específico du-
rante un número conocido de años. Por lo general, estos estudios carecen de control
experimental, debido a que el investigador no puede estar seguro de si la pérdida de
audición medida es el resultado de otros factores capaces de producirla (tales como
infecciones auditivas, accidentes vasculares, envejecimiento o ruidos ajenos al am-
biente laboral).

Variaciones individuales. Al igual que ocurría en el desplazamiento temporal del


umbral, existen grandes diferencias en la vulnerabilidad individual a los desplaza-
mientos permanentes inducidos por el ruido, tal y como ilustran los histogramas de
la Figura 18.10. Esta información pertenece a un estudio de la pérdida de audición
inducida por el ruido en mujeres tejedoras de yute. Estas mujeres trabajaron en la
misma fábrica durante períodos que iban de 1 a 52 años. Las condiciones de ruido
permanecieron relativamente constantes durante todo el período. El ruido era con-
tinuo y de banda ancha, con un espectro que alcanzaba el máximo en las octavas de
1000 y 2000 Hz, con niveles globales de presión sonora entre 99 y 102 dB. El ruido
poseía también un componente de impacto, con máximos temporales de 15 a 18 dB
por encima del nivel sonoro medio. Los histogramas muestran la distribución de los
desplazamientos del umbral a varias frecuencias. Estas medidas fueron tomadas
para períodos de exposición dentro de los cuales los desplazamientos permanentes
de umbral inducidos por el ruido no cambiaban rápidamente a medida que aumen-
taba la exposición. Dentro de los grupos que aparentemente sufrieron exposiciones
similares, algunas personas exhiben amplias pérdidas auditivas, en tanto que otras
están mínimamente afectadas. La variabilidad del efecto de la exposición al ruido
sobre la sensibilidad de la audición aumenta a medida que lo hacen la frecuencia
audiométrica y la duración de la exposición. Estas diferencias individuales en los
efectos permanentes del ruido sobre la audición pueden atribuirse, en parte, a las
diferencias en la vulnerabilidad fisiológica a los efectos del ruido, pero también pue-
den atribuirse a las diferencias reales en las exposiciones al ruido afrontadas. Todos
los trabajadores en una fábrica, o incluso en un empleo particular, no experimentan
necesariamente la misma exposición al ruido.

Cómo aumenta la pérdida de audición inducida por el ruido con los años de
exposición

La Figura 18.11 muestra la mediana de la pérdida de audición para tejedoras de


yute (descritas en la sección anterior) que estuvieron expuestas a espectros de ruido
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.17

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DESPLAZAMIENTOS DE UMBRAL INDUCIDOS
POR EL RUIDO ESTIMADOS EN DECIBELIOS

FIGURA 18.10. Distribución de los desplazamientos del umbral, corregidos por


edad, a 1000, 2000, 3000 Y 4000 Hz. Los períodos temporales mostrados son duracio-
nes de las exposiciones. (De W. Taylar y cals. '\l

y niveles parecidos durante distintos períodos de tiempo l1. Habitualmente, la pri-


mera frecuencia audiométrica de examen en la que existe una pérdida de audición
detectable es 4000 Hz (véase la curva de 5 a 9 años de exposición). A medida que
aumentan los años de exposición al ruido, la pérdida de audición a 4000 Hz se hace
más pronunciada, pero está restringida al rango de frecuencias de 3000 a 6000 Hz.
Con mayor exposición al ruido, la pérdida de audición a 4000 Hz continúa aumen-
tando y se extiende sobre una gama más amplia de frecuencias. Entonces es cuando
la discapacidad producida por la pérdida de audición se hace aparente para la per-
sona afectada, que comienza a tener problemas para comprender el lenguaje habla-
do.
18.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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FRECUENCIA EN HERZIOS
FIGURA 18.11. Mediana estimada de los desplazamientos permanentes de umbral
inducidos por el ruido a distintas frecuencias, en función de períodos crecientes de ex-
posición. El parámetro es la duración de la exposición. (De W. Tay/or y co/s.''')

Efectos del espectro de ruido

La relación entre la pérdida de audición y la exposición al ruido depende del espec-


tro de éste. Los resultados de un estudio mostraron que el desplazamiento perma-
nente de umbral inducido por el ruido a 1000 y 2000 Hz se correlacionaba con el ni-
vel de presión sonora de la banda de octava de 425 Hz; la pérdida de audición a
4000 Hz se correlacionaba con el nivel de la octava de 1700 HZ 12 • Al igual que en los
desplazamientos temporales del umbral, el efecto máximo de una exposición con-
creta al ruido se encuentra a frecuencias que están por encima del espectro de la fre-
cuencia del ruido actuante. El oído es más resistente a los sonidos de baja frecuen-
cia que a los de frecuencias medias y altas, principalmente porque la respuesta del
sistema conductor mecánico (oído externo y medio) no es tan sensible a las bajas
frecuencias.
La pérdida de audición inducida por el ruido comienza a aparecer en la región
de 4000 Hz, relativamente independiente del espectro del ruido industriaL Esto
puede ser el resultado, en parte, de la resonancia del oído externo y del canal au-
ditivo, que en el rango de los 2000-4000 Hz aumenta hasta en 20 dB el nivel de pre-
sión sonora del tímpano.

Duración de la exposición

Los trabajadores que han sido expuestos al mismo ruido durante una vida laboral
de, al menos, 40 años muestran patrones consistentes de pérdida de audición. Para
las frecuencias que manifiestan desplazamientos permanentes máximos del umbral
(de 3000 a 6000 Hz), las pérdidas auditivas aumentan rápidamente a lo largo de los
primeros 10 a 15 años de exposición y después tienden a estabilizarse, mientras se
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.19

mantiene la misma exposición durante un período de 40 o 50 años. La pérdida de


audición no aumenta tan rápidamente a frecuencias inferiores (500, 1000 Y
2000 Hz), sino que sigue creciendo durante el período de exposición. Esto se ilustra
en la Figura 18.12, que muestra los resultados del estudio de mujeres tejedoras de
yute ll . Se produce un rápido desarrollo de una pérdida de audición permanente y
un nivelamiento posterior, por encima de los 10 años de exposición, a 3000 y 4000
Hz; a 1000 y 2000 Hz, la pérdida de audición progresa más lentamente, pero conti-
núa durante todo el período de exposición. Estos datos indican que la pérdida de
audición para el lenguaje hablado (indicado por la pérdida media en las tres fre-
cuencias de examen de 500, 1000 Y 2000 Hz) tiende a progresar lenta, pero conti-
nuadamente, mientras la persona siga expuesta al mismo ruido peligroso.

Nivel sonoro durante la exposición

El desplazamiento permanente de umbral inducido por el ruido aumenta a medida


que el nivel de presión sonora del ruido aumenta. El efecto de la pérdida de audi-
ción por ruido que típicamente se observa en las encuestas industriales sobre ruido
se muestra en la Figura 18.13. La mediana de la pérdida de audición se registra
como función de un nivel sonoro con ponderación A; estos datos son para una du-
ración de 10 años de la exposición al ruido.
La Figura 18.14 muestra la pérdida de audición a 4000 Hz para tres grupos se-
parados de sujetos que estuvieron expuestos al ruido durante períodos que van des-
de menos de 1 año a más de 25 años1 4 . El primer grupo estuvo expuesto a un nivel
sonoro con ponderación A de 83 dB(A), el segundo a un nivel de 92 dB(A) Yel ter-
cero a un nivel de 97 dB(A). La pérdida de audición mediana a 4000 Hz se hizo
constante a medida que la exposición continuó después de 10 años. La pérdida de
audición máxima aumenta más rápidamente que la tasa de aumento del nivel so-
noro.

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EXPOSICION EN AÑOS

FIGURA 18.12. Desplazamiento de umbral permanente inducido por el ruido en fun-


ción de la duración de la exposición al ruido para varias frecuencias de examen. (De
W. Taylor y cols.'\)
18.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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74 84 94 104
NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN DECIBELIOS

FIGURA 18.13. Mediana de la pérdida de audición en función del nivel sonoro del
ruido con ponderación A al que los trabajadores fueron expuestos. El período de ex-
posición al ruido fue de 10 años. (En W. Passchier-Vermeer13.)

Ruido intermitente

Los datos sobre el efecto del ruido intermitente en la producción de pérdidas audi-
tivas son escasos. Las relaciones entre el ruido intermitente, incluidos impulso e im-
pacto, y la audición humana proceden casi exclusivamente de estudios de labora-
torio sobre los desplazamientos temporales de umbral. Las relaciones precisas del
ruido fluctuante, intermitente e impulsivo con la lesión permanente de la audición
no han sido establecidas. Los estudios de los efectos del ruido intermitente sobre la
audición de músicos, miembros de tripulaciones aéreas y mineros condujeron a la
observación de que el ruido intermitente es menos dañino que el estable. Se pro-
ducen menos pérdidas auditivas si la cantidad de energía sonora peligrosa se trans-
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.21

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TIEMPO DE EXPOSICION EN AÑOS

FIGURA 18.14. Desplazamientos permanentes de umbral inducidos por el ruido


(NIPTSI a 4000 Hz en función de los años de exposición para niveles sonoros medios
con ponderación A de 83 y 97 dB(AI. Los desplazamientos de umbral han sido corre-
gidos para los cambios de edad. (En J. C. Nixon y A. Glorig'4.1

mite al sistema auditivo en períodos cortos de ruido alternados con intervalos de re-
lativo silencio que si la misma cantidad de energía sonora se transmite como un
ruido único continuo. Las investigaciones demográficas han mostrado tendencias
que indican que resultan más pérdidas auditivas de la exposición al ruido impulsivo
sobre un fondo de ruido continuo que de la exposición al mismo ruido impulsivo en
ambientes, por lo demás, silenciosos.

REFERENCIAS

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2. W. Melnick, «Effects of long duration noise exposure on hearing and health», AGARD
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18.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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14. J. C. Nixon y A. Glorig,1. Acoust. Soco Am., vol. 33,1961, p. 904.

-
Capítulo 19
EVALUACION DE LA
AUDICION

Maurice H. Miller
Laura Ann Wilber

INTRODUCCION

Este capítulo describe cómo se evalúa la audición. Los instrumentos empleados con
este fin se denominan audiómetros. La evaluación de la audición mediante el uso de
audiómetros es importante para los problemas relacionados con el control del ruido
porque (1) los datos que así se obtienen se emplean para determinar la dosis de rui-
do diaria permisible de las personas expuestas al ruido laboral, tal y como se des-
cribe en el Capítulo 26, y porque (2) tales evaluaciones pueden establecer si existe
pérdida de audición en la persona examinada y, en caso de haberla, el tipo de la mis-
ma.
Un audiómetro de tono puro es un instrumento para medir la sensibilidad audi-
tiva que emite tonos puros a determinadas frecuencias y a niveles de presión sonora
calibrados. Un audiómetro de filtrado se usa para identificar a personas con un pro-
blema auditivo en una población específica. Se especifican los criterios para superar
la prueba y quienes presentan problemas deben ser tratados por los especialistas.
Un audiómetro de diagnóstico está diseñado para determinar el tipo de pérdida de
audición presente y para evaluar la capacidad auditiva.
En este capítulo se comentan: (1) los audiómetros (los diversos tipos, procedi-
mientos para su uso y cómo se calibran), (2) los niveles de ruido de fondo permisi-
bles en áreas donde se están llevando a cabo exámenes audiométricos, (3) los mé-
todos para evaluar el porcentaje de limitación auditiva, (4) la conducción Ósea
y (5) la audiometría del habla.

19.1
19.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

NIVEL DE AUDICION (UMBRAL DE AUDICION)

El nivel de audición (umbral de audición) es el número de decibelios en que el um-


bral de audición de un sujeto supera la referencia cero del audiómetro (es decir, por
encima de un nivel de audición de OdB) para esa frecuencia. Los números en el
marcador de un audiómetro que controla la magnitud de las señales presentadas al
sujeto se calibran en términos del nivel de audición. Por ejemplo, si una persona
precisa 40 dB por encima del nivel de presión sonora habitual para oír un tono de
1000 Hz, el umbral medido con el audiómetro será un nivel de audición de 40 dB.
Para los adultos, un nivel de audición dentro del rango -10 dB Y25 dB se considera
«dentro de los límites normales».
El nivel de referencia cero, para cada frecuencia, es el nivel de presión sonora
que corresponde al nivel de audición medio de un gran número de adultos jóvenes
considerados otológicamente normales. Es el nivel de presión sonora que corres-
ponde al nivel de audición de OdB; los valores se presentan en la Tabla 19.1.

AUDIOMETROS DE TONO PURO

Un audiómetro de tono puro es un aparato formado por un generador electroacús-


tico de tonos puros, un amplificador, un atenuador que controla el nivel de presión
sonora de estos tonos y (en el caso de medidas de conducción aérea) un auricular o
(en el caso de las medidas de conducción ósea) un elemento vibrador que se apoya
sobre el cráneo.
Un audiograma de tono puro compara la audición de la persona que está siendo
examinada con un criterio O dB como referencia de nivel de audición (<<NA cero»).

TABLA 19.1. Niveles de presión sonora (en decibelios re 20 J.l.Pa, bajo varios tipos de
auriculares, medidos con el acoplador que muestra la Figura 19.4) que se emplean
como base para el nivel de referencia cero para audiómetros.

Westem Telefonía
Electric Telefonía TDH-49
Frecuencia 705-A- TDH-39 y50 Telex 1470

125 45.5 45 47.6 45


250 24.5 25,5 26,7 25
500 11 11.5 13.5 JO
1000 6.5 7 7.4 3
1500 6.5 6.5 7.6 5
2000 8.5 9 11.1 4
3000 7.5 JO 9,7 5
4000 9 9.5 JO.7 6
6000 8 15.5 13.4 7,5
8000 9.5 13 13.0 9
• Nota: En 1'l51. la A",,,,ican Standard" A.",ociati011 adoptó valores de referencia de umbrales de audición que en la ac·
tualidad son oosoletos. Estos valores están por encima de los que aparecen en la primera columna de esta taola en 9. 15.
14.10.10. R.5. ti. 'l.6.l/5 v 115 dB. respectivamente.

...
EVALUACION DE LA AUDICION 19.3

Por ejemplo, en el audiograma (gráfico que muestra el nivel del umbral de audición
en función de la frecuencia) de la Figura 19.1, el oído izquierdo tiene audición nor-
mal en toda la gama completa de frecuencias. Sin embargo, para el oído derecho, el
nivel de audición a 4000 Hz está 35 dB por encima de las personas con audición nor-
mal, de manera que el sujeto tiene una pérdida de 35 dB en esta frecuencia.
En la industria, la sensibilidad auditiva se examina para las frecuencias que van
desde 500 hasta 8000 Hz, a intervalos de octava. Se pueden evaluar algunas fre-
cuencias seleccionadas dentro de este rango. Los resultados de estas pruebas se re-
gistran en un audiograma, que permite un informe y una interpretación fácil y pre-
cisa del estado de la audición del sujeto, frecuencia a frecuencia en cada oído,
mediante la comparación con el nivel de audición O dB. En la industria, los exáme-
nes audiométricos requeridos suelen limitarse a la conducción aérea, proceso en el
que el sonido viaja a través del aire del canal externo del oído hasta el oído interno.
Estas pruebas se realizan presentando tonos puros a la persona examinada (el su-
jeto) a través de un auricular. Si existe limitación auditiva, serán necesarias más
pruebas.

NORMAS PARA AUDIOMETROS

Se incluyen especificaciones mínimas para audiómetros en las normativas de: (1) el


American National Standards Institute (ANSI)! y (2) la International Electrotechni-
cal Commíssíon (IECi. El valor para el nivel de audición O está en las normas
ANSI! yen el documento 389 de la International Organizatíon for Standardization
(/sol. Dado que ANSI, lEC e ISO no son cuerpos legales, sus criterios no tienen
fuerza legal. Sin embargo, algunas organizaciones gubernamentales incluyen estos
criterios en su normativa. Organizaciones como la American Speech-Language-
Hearing Association (ASHA) y la American Academy of Otolaryngology-Head and
Neck Surgery (AAO-HNS) han adoptado algunos de estos criterios.

FRECUENCIA EN HERCIOS
L1J IJ) 125 250 500 10002000 4000 8000
o 010
;i ¡¡:¡ o /
g¡ !!!10 ID=' \
::E ~ 20
::) o 30
¡¡j ~ 40
o z 50
fe º
¡¡j S:! 70
60
~ § 80
z « 90
100
110

FIGURA 19.1. Audiograma de tono puro de conducción aérea para un sujeto con
umbrales que en el oído izquierdo se consideran dentro de los límites normales, pero
con sensibilidad inferior a la normal en el oído derecho a 4000 y 6000 Hz .

..
19.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Frecuencias de tono puro y niveles de presión sonora

De acuerdo con los criterios ANSI!, un audiómetro de Tipo 5, como los empleados
en la industria, debe producir tonos puros: (1) a frecuencias de 500, 1000, 2000,
3000,4000 Y 6000 Hz dentro de una tolerancia de ±3 por 100 de la frecuencia in-
dicada, y (2) con niveles auditivos desde OdB hasta, al menos, 70 dB en intervalos
de 5 dB. El audiómetro de Tipo 4 tiene esencialmente los mismos requisitos al del
Tipo 5, salvo que cubre un rango de niveles auditivos que van desde -10 hasta
90dB.
El indicador de nivel de audición es ajustado internamente por el fabricante de
manera que, con unos auriculares específicos, el audiómetro produzca el valor apro-
piado del nivel de presión sonora para un nivel de audición de OdB. Con el fin de
ajustarse a la normativa, el nivel de referencia criterio debe ser preciso en ± 3 dB a
las frecuencias que van desde 500 a 4000 Hz, y ± 5 a 6000 y/o 8000 Hz.

Audiómetros de diagnóstico

De acuerdo con los criterios ANSI, los audiómetros de Tipo 1 y 2 deben aportar:
(1) señales de prueba de tonos puros en el rango desde 125 hasta 8000 Hz; (2) uno
o dos auriculares de conducción aérea; (3) un elemento vibrador de conducción
ósea; (4) una entrada para una fuente externa de señales, por ejemplo, para el ha-
bla, y (5) dispositivos para enmascarar el oído que no está siendo examinado. El en-
mascaramiento es un sonido que se presenta al oído no examinado para impedir
que responda al estímulo presentado al oído que se evalúa. Estos audiómetros se
emplean en el examen de diagnóstico.

Auriculares audiométricos

El auricular y su almohadilla deben ajustarse a las especificaciones ANSI!. El auri-


cular para un audiómetro concreto se elige en la fábrica de manera que la combi-
nación de audiómetro, auricular y almohadilla cumplan las especificaciones ANSI.
El número de serie del auricular con que se ha calibrado el audiómetro y la fecha de
calibración deben adherirse al audiómetro. Puede que la salida acústica no satisfaga
las especificaciones si se emplean distintos auriculares o almohadillas, con lo que
podrían obtenerse audiogramas incorrectos. No se debe golpear, ni emplear inade-
cuadamente el auricular porque puede dañarse con facilidad.
Por lo general se acompaña de una cinta con un muelle para sujetar los dos au-
riculares firmemente sobre la cabeza. No se aconseja sujetar el auricular con la
mano porque esto permitiría que los temblores musculares se transmitieran al oído,
afectando así a la precisión de las medidas a bajas frecuencias. En lugar de utilizar
auriculares supraurales, es posible emplearlos insertados para ayudar a controlar el
problema del ruido de fondo y prevenir el colapso del canal auditiv04 • Los valo-
res para la calibración de estos auriculares se encuentran en el Apéndice G de los
criterios ANSI! de 1989. No todas las instituciones han aprobado el uso de los
EVALUACION DE LA AUDICION 19.5

auriculares insertados, por lo que el evaluador deberá asegurarse de que su empleo


es apropiado en cada caso concreto.

Audiómetros de tono puro operados manualmente

El audiómetro manual es aquel en que el examinador controla tanto la frecuencia


como el nivel de los tonos puros presentados al sujeto. La persona cuya audición
está siendo examinada responde a estas señales levantando un dedo o apretando un
botón al oírlas. Con un audiómetro de este tipo, se examina a los sujetos indivi-
dualmente. Quien lleva a cabo la prueba elige una frecuencia, presenta cortos pul-
sos de tono mediante un interruptor y manipula el indicador de nivel de audición
para determinar el nivel de audición del sujeto.
El interruptor de tonos permite que el examinador presente (o elimine) ma-
nualmente el tono sin introducir clics, transiciones u otros sonidos extraños. (El
tono de prueba suele estar en la posición APAGADO.)

Utilización de un audiómetro manual. El sujeto se sienta de manera que no pue-


da ver la manipulación de los marcadores del audiómetro. El audiómetro se opera
de manera que la persona que está siendo examinada no recibe claves visuales o au-
ditivas extrañas al principio o final de los tonos. Sin embargo, la cara del sujeto debe
permanecer visible al examinador para que pueda evaluar las respuestas. La Figura
19.2 muestra cómo colocar al sujeto para un examen audiométrico manual. Antes
de que el sujeto se coloque los auriculares, se le dice: (1) que espere una serie de to-
nos durante la prueba a varios niveles sonoros, (2) que cada oído será examinado
por separado, (3) el orden en que se presentarán los tonos y (4) qué oído será exa-
minado en primer lugar.
Uno de los procedimientos de examen es el siguiente: se dan instrucciones al su-
jeto para que levante el dedo cada vez que oiga un sonido a través del auricular y
para que lo mantenga levantado mientras lo siga oyendo, por débil que sea. Se pide
al sujeto que sólo baje el dedo cuando ya no oiga el sonido. Se colocan los auricu-
lares sobre los oídos del sujeto y la persona que lleva a cabo el examen se asegura
de que cada auricular está centrado sobre el canal auditivo y de que las almohadillas
se ajustan cómodamente. En este momento, si la prueba se lleva a cabo en una ca-
bina audiométrica, se cierra la puerta. La cabina aporta un entorno silencioso para
los exámenes.
Entonces se presenta un tono a unos cuantos niveles de presión sonora que el
sujeto pueda oír con facilidad. Esto es para asegurarse de que la persona entiende
qué se espera de ella. Se debe presentar una secuencia ascendente de tonos.
Si el sujeto dice que un oído es mejor que el otro, se comienza el examen con el
mejor oído. Se selecciona la frecuencia de 1000 Hz y el indicador de nivel de audi-
ción a O dB. Se aumenta el nivel de presión sonora con incrementos de 10 dB, hasta
que el sujeto responda mediante la elevación del dedo, momento en que se reduce
el nivel en 10 dB Yse presenta un pulso de tono durante 1 o 2 segundos. Si el sujeto
levanta el dedo nuevamente, se reduce el nivel otros 10 dB Yse presente otro pulso
de tono. Este procedimiento se repite hasta que el sujeto no responde. Entonces se
eleva el nivel en intervalos de 5 dB hasta que el sujeto vuelve a levantar el dedo.
19.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

_---===:=.::;:n-----,

FIGURA 19.2. Colocación del empleado en una cabina de examen audiométrico


para obtener un audiograma de tono puro de conducción aérea con un audiómetro
manual.

A una frecuencia determinada, el umbral es el nivel de audición que corresponde a


la lectura en el indicador a la que el sujeto responde correctamente aproximadamente
el 50 por 100 de las veces. Así, el nivel de presión sonora del tono puro presentado
al sujeto se reduce y se aumenta por encima y por debajo del umbral del sujeto, para
encuadrar la lectura del indicador en que las respuestas positivas son consistentes.
Este procedimiento para encuadrar es uno de los dos métodos para establecer el
umbral recomendado por la Organización Internacional para la Estandarización
(International Organization Jor Standardization _ISO)5.6. La ISO también permite
un método ascendente en que se presentan tonos consecutivos en una secuencia as-
cendente hasta que se produce la respuesta.
Después del examen a 1000 Hz. se repite el procedimiento anterior a las fre-
cuencias de 2000. 3000. 4000 Y6000 Hz: la prueba se repite a 1000 Hz y, finalmente.
a 500 Hz. A continuación. se sigue la misma secuencia completa para evaluar el otro
oído.

Audiómetros de tono puro con autorregistro (automáticos)

Un audiómetro de autorregistro (awomático) es aquel en que el sujeto cuya audi-


ción está siendo examinada controla los niveles de presión sonora de los tonos pu-
EVALUACION DE LA AUDICION 19.7

ros mediante un interruptor manual. El sujeto recibe instrucciones de: (1) que pre-
sione el interruptor en cuanto oiga el sonido y (2) que lo suelte cuando ya no pueda
oír el sonido. De esta manera, el nivel del tono examinado en el auricular va desde
el límite inferior al límite superior del umbral de audición del sujeto. Las respuestas
del sujeto se registran automáticamente mediante una plumilla sobre una forma es-
pecial de audiograma, tal como el que muestra la Figura 19.3.
Los audiómetros de autorregistro tienen las siguientes características: (1) no re-
sulta más difícil responder a éstos que a un audiómetro manual, (2) aportan medi-
das del nivel de audición que son tan fiables como las obtenidas con los audiómetros
manuales y (3) se obtienen umbrales que tienden a ser ligeramente más sensibles
que los obtenidos con un audiómetro manual. Por esta última razón, cuando se
comparan dos audiogramas, es aconsejable que se obtengan con el mismo método
de examen.
En un audiómetro de autorregistro de tipo corriente, los tonos puros se presen-
tan como una sucesión de varias frecuencias audiométricas, una por una, durante 30
segundos. Las personas cuya audición está siendo examinada ajustan el nivel de
presión sonora continuamente en torno a su nivel de audición. El nivel de presión
sonora de los tonos aumenta automáticamente hasta que el sujeto presiona el inte-
rruptor; entonces, los tonos reducen su nivel automáticamente hasta que el sujeto
deja de apretar el interruptor. Este procedimiento se repite durante 30 segundos
para cada frecuencia. Entonces el instrumento pasa automáticamente a la siguiente
frecuencia, donde se repite el proceso. Una vez que el examen del primer oído (ha-
bitualmente el izquierdo) ha terminado, la misma secuencia se inicia automática-
mente en el auricular derecho. Los ajustes que la persona hace del nivel de presión
sonora se registran automáticamente en una hoja de audiograma.
Una de las principales fuentes de error en el uso del audiómetro manual es que
los técnicos audiométricos estén poco motivados o poco entrenados. El personal

~ "OH'
~, ~MPtO\l'( lAGiTRECORDING AUDIOMETER
MARICE GRASON SlADlER
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~ (1)50 50
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¡¡j ¡¡j 60 60
~~70 70
~~80 80
w
~ 90 90
z 500 1000 000 16000 8000 500 1000 2000 3000 OOC 600C 8000 1000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 19.3. Un audiograma de tono puro obtenido con un audiómetro de autorre-


gistro (automático). (Cortesía del Departamento Médico de Consolidated Edison.)
19.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que está cansado puede acelerar la prueba con un audiómetro manual, tomando
atajos que pueden comprometer seriamente la precisión del procedimiento. El uso
de los audiómetros de autorregistro reduce esta fuente de error. Con este tipo de
audiómetros, la persona que lleva a cabo la prueba no tiene control sobre la dura-
ción de la misma, que suele ser de unos 7 minutos y medio. Es esencial que el exa-
minador que lleve a cabo este tipo de evaluación reciba entrenamiento del mismo
tipo y duración que quienes administran los exámenes con audiómetros manuales.
Dado que un cierto porcentaje de la población no puede ser evaluado mediante el
audiómetro de autorregistro, hay que tener disponible un audiómetro manual y,
por lo general, será el mismo personal el que tendrá que utilizar ambos procedi-
mientos. La calibración biológica (o funcional), descrita a continuación, debe ser
llevada a cabo por el examinador tanto con los audiómetros manuales como con los
de autorregistro. Es importante el control visual de los trazados del audiograma a lo
largo de la prueba. La persona que lleva a cabo el examen debe asegurarse de que
el sujeto no pierde la atención o la motivación durante la prueba y debe determinar
que el equipo sigue funcionando adecuadamente.

Audiómetros controlados por ordenador

Los audiómetros controlados por ordenador (audiómetros microprocesadores) se


usan en muchos programas de conservación de la audición, sobre todo en los de
cierta entidad. El rasgo básico de un audiómetro de este tipo es que puede progra-
marse para presentar tonos puros a niveles de presión sonora específicos; el sujeto
responde o no a estos niveles específicos. Entonces el audiómetro ajusta el nivel de
audición de la siguiente presentación de la señal, hacia arriba o hacia abajo, depen-
diendo de la respuesta del sujeto o de la ausencia de la misma. Existe una gran va-
riedad de prestaciones disponibles en los distintos audiómetros comerciales de este
tipo. El umbral se define en algunos sistemas como el nivel de presión sonora más
bajo que produce tres respuestas positivas frente a una secuencia ascendente. El
examinador tiene la opción de reevaluar una o todas las frecuencias mediante el
procedimiento manual convencional. Los umbrales se registran en una salida de im-
presora que se adjunta a cada examen audiométrico y no precisan de la interpreta-
ción o enjuiciamiento de la persona encargada de la conservación de la audición la-
boral acerca de si una respuesta concreta es aceptable. Algunos modelos ofrecen
impresiones gráficas convencionales de audiogramas, además de impresiones de ta-
blas.

Calibración del audiómetro

La especificación más importante de un audiómetro es la precisión del nivel de pre-


sión sonora en el auricular. Con frecuencia este nivel supera la tolerancia permitida
en la especificación ANSI; entonces hay que satisfacer todos los demás requisitos
ANSI. Es necesario. por tanto. controlar el audiómetro a menudo.

Calibración funcional de un audiómetro. El audiómetro ha de comprobarse dia-


EVALUACION DE LA AUDICION 19.9

riamente por si existen cables defectuosos, desajuste en los indicadores, electricidad


estática o zumbidos en el auricular. Estas comprobaciones forman parte de una
prueba de audición, descrita a continuación. Además, hay que llevar a cabo una ca-
libración funcional habitualmente. Una calibración funcional (a veces denominada
calibración biológica cuando se realiza sobre una persona) es un audiograma lleva-
do a cabo por el examinador en un sujeto adulto o en un oído electroacústico por-
tátil. El sujeto humano debe tener umbrales estables y (1) no haber sido expuesto a
ruido de nivel alto inmediatamente antes de la prueba y no trabajar en un área de
mucho ruido, (2) no tener un historial de enfermedades auditivas y (3) tener una au-
dición prácticamente paralela en ambos oídos. Un audiograma de calibración fun-
cional debe realizarse diariamente (o siempre que el examinador sospeche que exis-
te un mal funcionamiento) y compararse con los audiogramas previos realizados a
la misma persona. Si los audiogramas difieren en 10 dB o más en cualquier frecuen-
cia, o si el tono aparece distorsionado o el instrumento hace ruido, debe realizarse
una calibración periódica del audiómetro, definida a continuación7 . Además del au-
diograma, el examinador debe escuchar el audiómetro por si hubiera otros proble-
mas, como clics, zumbidos o electricidad estática. Esta prueba de audición, llevada
a cabo por la persona que dirige el examen, forma parte esencial de este tipo de ca-
libración. Los registros de la calibración funcional deben mantenerse en el formu-
lario diseñado para ell07 .
Un oído electroacústico portátil que reemplaza a un sujeto humano en una cali-
bración funcional puede usarse con varios tipos de audiómetros. Estos aparatos
portátiles, que funcionan con pilas: (1) sirven como sustituto del sujeto, permitien-
do que el examinador controle la fiabilidad del funcionamiento del audiómetro; (2)
son útiles cuando el examinador no tiene una persona disponible cuya audición
pueda ser evaluada regularmente, y (3) son aceptados por la Occupational Safety
and Health Administration (OSHA) para su uso en la realización de calibraciones
funcionales. Sin embargo, la persona que lleva a cabo el examen también debe oír
el audiómetro diariamente por si hay otros problemas (como clics o zumbidos).

Calibración anual. Se debe realizar una calibración anual del audiómetro para
asegurarse de que satisface todas las especificaciones relevantes de las normas
ANSI. Estas pruebas incluyen: (1) una comprobación de la precisión de la frecuen-
cia de los tonos de examen; (2) una comprobación de la linealidad del indicador del
nivel de audición, desde O dB hasta el máximo del audiómetro. como puede ser una
comprobación para determinar si el nivel de presión sonora aumenta 5 dB en cada
incremento del indicador. y (3) una comprobación para asegurarse de que el nivel
de referencia auditiva del auricular (expuesto en la Tabla 19.1) en cada frecuencia
de examen está dentro de la tolerancia permitida. Estas medidas de la salida sonora
del auricular se realizan colocándolo sobre el acoplador del National Bureau of
Standards (NBS) 9-A, mostrado en la Figura 19.4a. Un micrófono calibrado dentro
del acoplador mide la salida del auricular para los valores específicos del nivel de
presión sonora. El auricular que se va a calibrar descansa sobre el borde superior o
labio del acoplador con una fuerza igual al peso del auricular más 400 o 500 gramos,
tal como ilustra la Figura 19.4b.

Calibración bianual. Además de las pruebas de una calibración periódica anual


19.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

2.250
DIAMETRO DE DESLIZAMIENTO
AJUSTADO AL MICROFONO

w
~
w
0.024 :E
TUBO CAPILAR PARA EL '" «
TERMOMETRO ~ ~
~:E
0.016 Diámetro
del cable

______-Ll 1
ICROFONO DE PRESION
NORMALIZADO
ALFILER DE CONTACTO - - - - CORAZA DE TIERRA
AL AMPLIFICADOR

la)
t TODAS LAS DIMENSIONES EN PULGADAS

400·500
FUERZA EN GRAMOS

AURICU

MICROFONO
ACOPLADOR
SIN REJILLA
lb) PROTECTORA

FIGURA 19.4. (a) Diagrama que muestra el corte de una sección del acoplador NBS
9-A; (b) diagrama que muestra un auricular colocado sobre el acoplador bajo una
fuerza aplicada de 400 a 500 gramos.
EVALUACION DE LA AUDICION 19.11

descritas anteriormente, al menos cada dos años debe realizarse una calibración ex-
haustiva. Esta calibración debe incluir una medida de: (1) la distorsión armónica,
(2) características de la cobertura del tono (tiempos de elevación y descenso, supe-
ración de los límites y nivel de APAGADO) y (3) sonido no deseado de los auri-
culares de examen u otras fuentes. Estos registros de calibración, incluyendo fecha,
tipo y datos de medida, deben conservarse al menos durante 5 años. El técnico au-
diométrico no está entrenado para realizar ni la calibración periódica, ni la más
completa cada dos años. Estas calibraciones deben llevarse a cabo en el lugar de
examen, si el equipo necesario puede trasladarse allí, o en una instalación con el
equipamiento y los expertos adecuados.

RUIDO DE FONDO PERMISIBLE DURANTE LA EVALUACION


AUDIOMETRICA

El exceso de ruido de fondo en el área de examen audiométrico puede conducir a


imprecisiones en la determinación de los niveles de audición, sobre todo a 500 y
1000 Hz y frecuencias bajas. Esto se ilustra en la Figura 19.5, que muestra los efec-
tos del típico ruido industrial de fondo sobre la medida de los umbrales de audición
de conducción aérea de tonos puros. La curva superior muestra los niveles de au-
dición del oído derecho de un empleado, tomados en un ambiente silencioso. La
curva inferior (la línea a trazos debajo de los 2000 Hz) muestra medidas similares
del mismo oído tomadas en un ambiente industrial ruidoso. El desplazamiento del
umbral es resultado exclusivo de los efectos del ruido de fondo en el área de exa-
men. Así, es esencial que los exámenes audiométricos se realicen en un lugar donde el
nivel de ruido ambiental sea lo suficientemente bajo como para que las medidas no se
vean afectadas.

Z FRECUENCIA EN HERZIOS
Q."
UCXl 125 250 500 1000 200040008000
i5 ~ -lO

~
::J ~
<O O r-t=:t=3~~~~~~~
101- 'l-<
~ ¡¡; 20 f-+--t-----.,t-T.cO'-+-t-t--t-t-+-i
<z 30 f-+--t---'lr'--+-+-+-I-t--t-t-+-i
g¡ ~ 40 1-+--t-----1I-+-+-H-+-t-H-i
~ o 50 f-t--t-----1I-+-+-H-+-t-H-I
::J ~ 60 f-+--t-----1I--+-t-+-I-t--+-t-+-1
...JW
W al 70 1-+--+-----1I-+-+-+-I-t--+-I-+-1
00 80 f-t--t-----1I-+-+-H-+-t-H-I
Ul W
Wo 90 f-+--+-----1I--+-t-+-I-t--+-t-+-1
~ ~ 100 1-+--+-----1I--+-t-+-I-t--+-I-+-1
Z 110 '-'-_--'----''----'---'--'--'-L--'-'--<-...J

FIGURA 19.5. Efectos del ruido de fondo en la habitación de examen sobre los um-
brales para conducción aérea de tonos puros de baja frecuencia. Las líneas a trazos re-
presentan los umbrales para frecuencias bajas, obtenidos en un ambiente industrial
ruidoso.
19.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Criterios ANSI

El criterio ANSI S1.19778 especifica el máximo nivel de ruido de fondo permisible


durante el examen audiométrico de oídos con auriculares con almohadillas
MX-411AR o de tipo telefónico 51 (los tipos de almohadillas empleadas en la ma-
yoría de los audiómetros). El examen audiométrico puede llevarse a cabo satisfac-
°
toriamente descendiendo hasta un nivel de audición de dB, si los niveles de pre-
sión sonora de un tercio de octava en el área de examen no superan los siguientes
valores a frecuencias centradas en 500, 1000, 2000, 4000 Y8000 Hz: 16,5,24,5,29,5,
37,0 Y40,0 dB, respectivamente. Los valores comparables especificados por el ISO
son 18,23,32,40 Y39 dB para las mismas frecuencias de octava lO • Las medidas de
los niveles de bandas de octava deben hacerse con un analizador de un tercio de oc-
tava que satisfaga las especificaciones ANSI correspondientes.

Normativas de la Occupational Safety and Health Administration (OS HA)

De acuerdo con las normativas de la OSHA9 (véase Capítulo 26), en el área en que
se llevan a cabo los exámenes audiométricos, los niveles de las bandas de octava
centradas en las frecuencias de 500,1000,2000,4000 Y8000 Hz no deben superar 40,
40,47,52 Y62 dB, respectivamente. Esto es aproximadamente equivalente a limitar
el nivel sonoro con ponderación A a un valor máximo de 43 dB(A). Las medidas
deben realizarse con un analizador de bandas de octava que satisfaga las especifi-
caciones ANSI correspondientes.

Uso de dispositivos de aplicación especiales de auriculares para aportar un


incremento de atenuación

Existen en el mercado varios dispositivos atenuadores para los auriculares que re-
ducen el ruido de fondo más eficazmente que las almohadillas normalizadas em-
pleadas en la mayoría de los audiómetros. Estos dispositivos se clasifican como:
(1) auriculares circunaurales (auriculares en que las almohadillas rodean el pabellón
auditivo en lugar de descansar sobre él) y (2) dispositivos de combinación de auri-
culares (cerramientos que emplean el auricular y la almohadilla normalizados del
audiómetro que están suspendidos dentro de un casco reductor del ruido). En ge-
neral. estos amortiguadores no deben emplearse en la audiometría industrial por-
que aportan sólo una reducción limitada del ruido de fondo por debajo de 1000 Hz,
donde el espectro en bandas de octava de la mayoría del ruido industrial tiene sus
niveles de octava más altos. El incremento de atenuación que estos ensamblajes es-
peciales aportan por encima de los 1000 Hz no es necesario, porque el nivel del rui-
do de fondo por encima de esta frecuencia suele ser bajo y porque las almohadillas
normalizadas aportan una atenuación adecuada para este rango. Más aún, no existe
método normalizado para calibrar los auriculares circunaurales. Así, no hay nada
que sustituya a un ambiente de examen silencioso.
EVALUACION DE LA AUDICION 19.13

PORCENTAJE DE LlMITACION (HANDICAP) AUDITIVA

La Tabla 19.2 muestra un sistema de clasificación para relacionar el grado de difi-


cultad en la comprensión del habla, basado en el nivel de audición medio para tonos
puros a frecuencias de 500, 1000 Y 2000 Hz en el mejor oído. Este sistema de clasi-
ficación asume que existe una limitación auditiva despreciable en la mayoría de las
personas en situaciones de escucha cotidiana en silencio, si ésta no supera los 25 dB
(a este valor se le denomina límite inferior).
Se utilizan varias fórmulas para calcular la limitación auditiva a partir de un au-
diograma de tonos puros. Estos porcentajes se emplean en el cálculo de las com-
pensaciones monetarias por pérdidas de la audición inducidas por el ruido, pero no
son una medida adecuada de la limitación auditiva de una persona.
Los casos legales relacionados con la compensación por la pérdida de audición

TABLA 19.2 Clases de limitación auditiva*


Nivel de audición medio
Nivel de
(umbral) para 500, 1000
audición
y 2000 Hz en el mejor oído··
(umbral)
medio, Grado de No Capacidad para
dB (ISO) Clase limitación Más de más de comprender el habla

A No 25 dB (ISO) Sin dificultad


significativo significativa con
habla débil
25
B Limitación 25 dB (ISO) 40dB Dificultad sólo con
leve habla débil
40
e Limitación 40dB 55 dB Dificultad frecuente
media habla normal
55
D Limitación 55 dB 70dB Dificultad frecuente
marcada habla alta
70
E Limitación 70dB 90dB SÓ lo puede com-
severa prender habla a gri-
tos o amplificada
90
F Limitación 90dB Habitualmente no
extrema puede comprender
ni el habla amplifi-
cada
• H. Davis y S. R. Silverman" .
•• Si la media para el peor oído supera en 25 dB o más a la del mejor oído en este rango de frecuencias, se añaden
5 dB a la media del mejor oído. Esta media ajustada determina el grado y la clase de limitación. Por ejemplo, si el nivel
de audición medio (umbral) de una persona para 500. 1000 Y 2000 Hz es 37 dB en un oído y 62 dB o más en el otro. el
nivel de audición medio (umbral) ajustado de la persona es de 42 dB Y la limitación es de Oase C. en lugar de Oase B.
19.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

resultante de la exposición al ruido o de un traumatismo acústico requieren de una


fórmula para evaluar: (1) el porcentaje de limitación auditiva en cada oído (porcen-
taje de limitación auditiva monoauraf) y (2) limitación global de la audición con am-
bos oídos (porcentaje de limitación auditiva biaural).

Nivel de audición medio de tonos puros

El nivel de audición medio de tonos puros puede expresarse como:

MTP = (NAjl + NAJ2 + NAf3 + NA f4 )/4 (19.1 )

donde NAjl. NAJ2. NAf3 Y NAf4 representan los niveles de audición para las fre-
cuenciasfl.h,f, y f4. respectivamente. La limitación auditiva monoaural puede cal-
cularse a partir de

limitación auditiva monoaural = MTP - límite inferior (19.2)

donde MTP es el nivel de audición medio de tonos puros a las frecuencias seleccio-
nadas. obtenido a partir de la Ecuación (19.1). El límite inferior de 25 dB es el nivel
de audición por debajo del cual no se pagará ninguna compensación. Algunos tam-
bién lo consideran como el límite entre la audición normal y la anormal.

Método AAO-HNS (AMA 1979) para evaluar la limitación auditiva. Este mé-
todo para evaluar la limitación auditiva fue desarrollado por el Committee on Hea-
ring Conservatioll amI Equilibrium of the American Academy of Otolaryngology-
Head amI Nerk 5urgery (AAO-HNS. anteriormente AAOO). Es esencialmente
igual que el método AAOO/AMA 1959. descrito a continuación. salvo que la pér-
dida de audición a una frecuencia de 3000 Hz se incluye en una media de cuatro fre-
cuencias. Así. las cuatro frecuencias de tono puro en la Ecuación (19.1) son 500.
1000.2000 Y3000 Hz 12 . El límite inferior correspondiente empleado en este método
es 25 dB: se asume que no existe limitación en la capacidad para oír el habla coti-
diana en condiciones habituales hasta que el nivel de audición medio supera los
25 dB. La limitación para la audición del habla cotidiana se considera total cuando
el nivel de audición medio está por encima de los 92 dB; así. el valor de 93 repre-
senta el límite superior. Entre el límite inferior de 25 dB Y el límite superior de
93 dB. el porcentaje de la limitación auditiva monoaural se calcula de la siguiente
manera:
I. Se calcula el MTP de la Ecuación (19.2) para las frecuencias de 500.1000.
2000 Y 3000 Hz.
2. Se resta 25 (el límite inferior) de este MTP. como se indica en la Ecuación
( 19.2).
3. Se multiplica el resultado obtenido en el 2." paso por el 1,5 por 100. El resul-
tado representa el porcentaje de limitación auditiva monoaural en el oído
para el que se ha calculado la pérdida de audición media para tonos puros.
La limitación auditiva biaural se calcula de la siguiente manera:
EVALUACION DE LA AUDICION 19.15

1. Se multiplica el porcentaje de limitación auditiva monoaural del mejor oído


por 5.
2. Se añade el porcentaje de limitación auditiva monoaural del peor oído al va-
lor obtenido en el primer paso.
3. Se divide este total entre 6. El resultado representa el porcentaje de limita-
ción auditiva biaural.
Cuando este procedimiento se aplica al audiograma que muestra la Figura 19.6,
la limitación auditiva monoaural es el 34 por 100 para el oído derecho (mejor) y del
49 por 100 para el oído izquierdo (peor), y la limitación auditiva biaural es del 37
por 100.

Fórmula de la American Academy olOphthalmology and Otolaryngology (AMA


1959). El siguiente procedimiento fue suscrito por la American Academy of
Ophthalmology and Otolaryngology (AAOO) y por la American Medical Associa-
lion (AMA) en 1959. El porcentaje de pérdida de audición monoaural y biaural
para el habla es idéntico con el método de evaluación AAO-HNS (AMA 1979),
descrito anteriormente, salvo que el nivel de audición se promedia para tan sólo tres
frecuencias; no se considera el nivel de audición a 3000 Hz. La aplicación de la fór-
mula AAOO/AMA 1959 al audiograma que muestra la Figura 19.6 resulta en una
pérdida de audición monoaural del 19,5 por 100 en el oído derecho (mejor) y del 35
por 100 en el oído izquierdo (peor), y una limitación auditiva biaural del 23 por 100.

CONDUCCION OSEA

La conducción ósea es la transmisión de la energía acústica al oído interno median-


te vías a través de los huesos del cráneo. Al evaluar la audición mediante este pro-
cedimiento, se sujeta un vibrador de conducción ósea (un aparato electromecánico
que sirve como fuente de estimulación) contra un hueso de la cabeza. El objetivo de

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110 125 250 500 10002000 4000 8000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 19.6. Audiograma empleado en el cálculo de muestra del porcentaje de li-


mitación auditiva a partir de un audiograma de tono puro.
19.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

estas medidas es sobrepasar los oídos externo y medio, de forma que se pueda eva-
luar la sensibilidad del mecanismo sensorioneural (cóclea y nervio auditivo). La
comparación de los umbrales para conducción aérea y ósea permite diferenciar en-
tre los principales tipos de limitación auditiva, de manera que la pérdida de audi-
ción pueda localizarse en el oído medio, interno, nervio auditivo o alguna combi-
nación de éstos.

Calibración del vibrador de conducción ósea

Un mastoide artificial es un aparato que intenta reproducir la impedancia mecánica


de la cabeza humana media en las posiciones donde el vibrador de conducción ósea
suele colocarse. Así, el mastoide artificial aporta una referencia normalizada que
está disponible para la especificación de umbrales de sensibilidad para la conduc-
ción ósea. La lnternational Electrotechnical Commission (IEC)13 y el American
Standards lnstitute (ANSI)14 han recomendado las características de la impedancia
mecánica para su uso en el mastoide artificial. La superficie del vibrador que hace
contacto con el cráneo es un disco plano circular de 1,75 cm 2 de área que se aplica
sobre la cabeza con una fuerza de 550 gramos.

Umbral equivalente de referencia SPL para medidas de conducción ósea. Los cri-
terios ANSI e ISO definen valores del umbral de conducción ósea basados en el
examen de oídos no ocluidos y la presentación de enmascaramiento al oído que no
está siendo examinado. La norma ANSI S3.26-1981 15 emplea valores que son ade-
cuados para un tipo específico de vibrador óseo con una banda concreta para la ca-
beza. La ISO define un conjunto de valores para su uso con vibradores de conduc-
ción ósea con una punta circular plana con un área nominal de 175 mm 2. 16

Colocación del vibrador de conducción ósea sobre el cráneo. Las medidas de con-
ducción ósea se realizan con el vibrador colocado sobre el mastoide o sobre el hueso
frontal. La colocación sobre el hueso frontal tiene la ventaja de mejorar la fiabilidad
entre un examen y el siguiente y la de reducir la variabilidad entre sujetos; la prin-
cipal desventaja es que, comparada con la colocación sobre el mastoide, reduce la
sensibilidad. La mayoría de los audiómetros de conducción ósea están calibrados
para su colocación sobre el mastoide. Por ello, si los umbrales se obtienen con el vi-
brador colocado sobre el hueso frontal, deben realizarse las correcciones apropia-
das.

Enmascaramiento

El enmascaramiento (descrito en el Capítulo 17) es el proceso por el cual el umbral


de audibilidad para un sonido se eleva en presencia de otro sonido (enmascarador).
El enmascaramiento se emplea en audiometría para eliminar la audición del estí-
mulo que se examina por uno de los oídos (el que no está siendo evaluado), mien-
tras se evalúa el otro. El enmascaramiento eficaz es la cantidad mínima de ruido pre-
ciso para enmascarar el estímulo a examen. El sobreenmascaramiento es el
EVALUACION DE LA AUDICION 19.17

enmascaramiento (aplicado sobre el oído que no se evalúa) de un nivel tan alto que
puede ser escuchado en el oído que está siendo examinado, elevando por tanto su
umbral de forma espuria. El subenmascaramiento no es lo suficientemente alto en
nivel como para impedir que el oído que no está siendo evaluado oiga la señal de
examen.
La precisión de las medidas de conducción ósea depende de una selección jui-
ciosa de los niveles de enmascaramiento. El enmascaramiento es esencial para la
conducción ósea siempre que exista la posibilidad de audición cruzada.
Un método propuesto por la American Speech-Language-Hearing Association
para determinar los umbrales de conducción aérea 17 es también aplicable al examen
de la conducción ósea. Las frecuencias por debajo de 250 Hz y por encima de
4000 Hz no suelen incluirse en el examen de conducción ósea. Los niveles de ruido
ambiental deben ser significativamente inferiores a los requeridos para las medidas
de conducción aérea, ya que la atenuación que aportan las almohadillas que rodean
al auricular no está presente en las medidas de conducción ósea no ocluida. De
acuerdo con el criterio ANSI S3.1-19778 , en las áreas de examen donde se realizan
medidas de conducción ósea descendentes, hasta niveles auditivos de cero, el nivel
del ruido de fondo no debe superar los niveles de presión sonora de 18,5 dB a
250 Hz, 14,5 dB a 500 Hz, 14 dB a 1000 Hz, 8,5 dB a 2000 Hz y 9,0 dB a 4000 Hz.

AUDIOMETRIA DEL HABLA

El examen de los tonos puros aporta valiosa información acerca de la audición, pero
insuficiente para evaluar la capacidad para comprender el habla. El examen directo
de la capacidad para reconocer palabras y frases se lleva a cabo mediante la audio-
metría del habla: (1) para determinar el nivel de capacidad auditiva, (2) para ayudar
a determinar la ubicación de la lesión, (3) para evaluar la capacidad de la persona
para comprender el lenguaje hablado y (4) para evaluar el rendimiento con y sin
ayudas auditivas. Esta última es particularmente importante para planificar las es-
trategias de rehabilitación cuando hay una pérdida de audición que no puede me-
jorarse médica o quirúrgicamente.
Los materiales de examen del habla que se emplean en la audiometría pueden
dividirse en dos categorías: (1) aquellos que determinan el umbral de la audición y
(2) aquellos empleados para determinar la capacidad para el reconocimiento del
habla a un nivel por encima del umbral (del sujeto). El material específico emplea-
do depende de la finalidad del procedimiento de examen.
El examen del umbral del habla puede realizarse para obtener un umbral de de-
tecci6n del habla o un umbral de reconocimiento del habla. El examen de detección
del habla se lleva a cabo con el fin de averiguar el nivel más débil al que el sujeto
puede responder al habla, aunque no reconozca las palabras. Para determinar el ni-
vel de reconocimiento del habla, se emplean materiales que resulten bastante fa-
miliares al oyente, con el fin de obtener el nivel más débil al que puede oírlos e iden-
tificarlos correctamente el 50 por 100 de las ocasiones. Se pide al sujeto que repita
o señale las palabras, dibujos u objetos nombrados por las palabras. El uso de estos
materiales evita la contaminación debida a la habilidad lingüística.
19.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

El examen de viva voz (con un micrófono) es menos fiable que el material gra-
bado y da como resultado un alto e inaceptable nivel de falsos positivos y negativos.
El examen del habla, a nivel de umbralo por encima de él, debe usar materiales gra-
bados, que están disponibles en varios formatos. Al examinar a personas mayores,
de quienes se sospeche que exageran sus limitaciones auditivas, y a los muy jóvenes,
puede emplearse el examen de viva voz.

Umbrales de reconocimiento del habla

Uno de los dos procedimientos referidos suele emplearse para determinar el um-
bral de reconocimiento del habla. En cada procedimiento, el examinador familia-
riza en primer lugar al sujeto con el material hablado mediante la lectura de la lista
a un nivel muy por encima del umbral. El primer procedimiento es parecido a uno
de los descritos anteriormente para determinar los umbrales para tonos puros.
El segundo procedimiento para determinar el umbral de reconocimiento del ha-
bla es una modificación del procedimiento grabado descrito en la Referencia 18 y
está recomendado por la American Speech-Language-Hearing Association 19 •

Examen del reconocimiento del habla por encima del umbral

Una vez que se ha determinado el umbral de audición del habla, suele evaluarse la
capacidad del sujeto para reconocer el habla a niveles por encima del umbral. Aquí.
se emplean sílabas sin sentido. palabras monosilábicas y palabras en frases para las
pruebas. Las palabras monosilábicas se usan más a menudo. ya que suelen contener
combinaciones de consonante-vocal-consonante y poseen significado, lo cual es im-
portante para el reconocimiento por parte de oyentes poco sofisticados. Por lo ge-
neral. suelen utilizarse materiales familiares, ya que esta prueba no está diseñada
para evaluar vocabulario. sino simplemente para determinar la capacidad para re-
petir (o escribir) la palabra verbalizada. Las dos categorías generales de materiales
son: (1) conjunto abierto (un conjunto de palabras respecto del cual el sujeto no co-
noce la probabilidad de ocurrencia de la palabra) y (2) conjunto cerrado (el sujeto
sabe que la palabra provendrá de una lista elegida). Dependiendo de la finalidad. se
pide al sujeto que repita la palabra pronunciada. la escriba o la marque. Esta prueba
siempre se realiza a un nivel por encima del umbral.
En EE.UU .. suelen llevarse a cabo las pruebas de habla con fines diagnósticos a
un nivel de 30 o 40 dB por encima del umbral del habla. o 30 dB por encima del um-
bral para un tono de 1000 Hz. Cuando la finalidad es determinar la capacidad del
sujeto para comprender el lenguaje hablado con propósitos rehabilitadores, el ha-
bla suele presentarse al nivel de «sonoridad más cómoda') o niveles comparables de
habla conversacional suave. media e intensa. Por lo general. se utilizan palabras
monosilábicas fonéticamente equilibradas que se aproximen al equilibrio fonético
del inglés hablado.
EVALUACION DE LA AUDICION 19.19

REFERENCIAS

1. American national standard speciftcations for audiometers, ANSI S3.6-1989, American


National Standards Institute, Nueva York, 1989.
2. Audiometers, lEC 645, International Electrotechnical Commission, CH-1211 Ginebra
20, Suiza, 1979.
3. Acousties - Standard referenee zero for the ealibration of pure-tone audiometers, ISO
389, Addendum l-ISO DAD-l, International Organization for Standardization,
CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1981.
4. Acousties - Pure tone air eonduction threshold audiometry for hearing conservation pur-
poses, ISOIDIS 6189.2, International Organization for Standardization, CH-1211 Gine-
bra 20, Suiza, 1984.
5. Draft International Standard Acousties - Basic pure-tone audiometric test methods,
ISOIDIS 8253.2, International Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20,
Suiza, 1984.
6. L. A. Wilber, «Calibration: Puretone, speech and noise signals», en J. Katz (Ed.), Hand-
book of clinieal audiology, 3" ed., Williams and Wilkins, Baltimore, 1985, pp. 116-150.
7. M. H. Miller (Ed.), Occupational hearing eonservation manual, 2" ed., Council for Accre-
ditation in Occupational Hearing Conservation, Springfield, NJ 07081, 1985, pp. 204-205.
8. American national standard criteria for permissible ambient noise during audiometrie tes-
ting, ANSI S3.1, American National Standards Institute, Nueva York, 1977.
9. Occupational Safety and Health Administration, «Occupational noise exposure, hearing
conservation amendment, final rule», Federal Register, 4846,1983, pp. 9737-9785.
10. Draft lnternational standard, acousties - Air-eounduetion threshold audiametry for hea-
ring eonservation purposes, ISO/DIS 6189, International Organization for Standardiza-
tion, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1983.
11. H. Davis y S. R. Silverman (Eds.), Hearing and deafness, 4." ed., Holt, Rinehart and
Winston, Nueva York, 1978, p. 27l.
12. Cuides 10 the evaluation of permanent impairment, American Medical Association Com-
mittee on Rating of Mental and Physical Impairment, Chicago, 1971.
13. An lEC mechanieal eoupler for the calibration of bane vibrators having a specifted eontaet
area and being applied with a speeified static force. lEC 373 1971. International Electro-
technical Commission. CH-I21 1 Ginebra 20. Suiza. 1971.
14. American national standard specifieation for a meehanieal eoupler for measurement of
bone vibrators. ANSI S3.13-1987. American National Standards Institute. Nueva York.
1987.
15. American national standard reference equivalent threshold force levels for audiometrie
bone vibrators. ANSI S3.26-1981. American National Standards Institute, Nueva York,
1982.
16. Acousties - Standard referenee zero far the ealihration of pure-tone bone-eondueted au-
diometers and guidelines for its praetical applieations. ISO/DIS 7566 1987, International
Organization for Standardization. CH-1211 Ginebra 20. Suiza, 1987.
17. Cuidelines for manual pure-tone threshold audiometry, Asha 20, American Speech-Lan-
guage-Hearing Association. 1978. pp. 297-301.
18. C. V. Hudgins y col.. «The development of recorded auditory tests for measuring hearing
loss for speech», Laryngoscope, vol. 57,1947. pp. 57-89.
19. Cuidelines for determining threshold level for speeeh. Asha 30, American Speech-Lan-
guage-Hearing Association. 1988. pp. 85-88.
Capítulo 20
PERDIDA DE AUDICION:
RESPONSABILIDAD LEGAL

Allen L. Cudworth

INTRODUCCION

En el sistema legal de Estados Unidos, una persona que sufre pérdida de audición
debido a la exposición al ruido ocupacional o lesión traumática puede tener dere-
cho a una compensación por los daños. La limitación auditiva como resultado de le-
sión traumática, por ejemplo, de un disparo a la cabeza, es compensable de acuerdo
con las Actas de Compensación de los Trabajadores (Worker's Compensation Acts)
en todos los estados y bajo todas las jurisdicciones federales. La limitación auditiva
que resulta de la exposición al ruido ocupacional puede dar lugar a una compensa-
ción a través de varios procedimientos contemplados en estas mismas Actas.
En la mayoría de los estados, la limitación auditiva inducida por el ruido es tra-
tada como una enfermedad laboral, con compensaciones programadas basadas en
el grado de pérdida de audición. La pérdida del poder adquisitivo del trabajador no
suele tenerse en consideración en estas acciones. En pocos estados, sólo se reconoce
la lesión traumática, pero la exposición al ruido puede ser reconocida como una se-
rie de incidentes discretos. En algunos estados, la pérdida parcial de la audición no
se considera compensable salvo que derive en una pérdida completa de la audición.
El propósito de las Actas de Compensación de los Trabajadores l es aportar a la per-
sona lesionada un remedio al margen de la ley de agravio·, de forma que la negli-
gencia y la falta no sean consideraciones del proceso.
Existe otra acción en el sistema legal para el trabajador lesionado. La pérdida
auditiva que resulta del uso de un producto que es excesivamente ruidoso y está eti-
quetado inadecuadamente puede tratarse bajo la ley de agravio, siempre que el de-

• Para una definición de agravio y otros términos legales, véase Capítulo 51.

20.1
20.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

mandante pueda demostrar la lesión debida al uso y a la negligencia en el diseño o


etiquetado.
Estudios que comparan las poblaciones industriales expuestas al ruido con otras
que no lo están indican que el trabajo en muchos ambientes industriales ruidosos
puede producir daños auditivos (véase Capítulo 18). Sin embargo, una audición in-
ferior a la normal existe en millones de personas que nunca han sido expuestas a
ruido peligroso, de manera que la relación causal entre la pérdida auditiva y la ex-
posición al ruido es objeto de litigio en muchos casos. Como se indicó en el Capítulo
18, la pérdida auditiva inducida por el ruido contiene tanto componentes tempora-
les como permanentes. Debido a la naturaleza gradual de la pérdida auditiva, la
persona lesionada no suele ser consciente de que está teniendo lugar una pérdida
gradual. y por ello puede no tomar las adecuadas precauciones contra un agrava-
miento de la lesión en algunas actividades de ocio (tales como tiro al plato).
Este capítulo considera los problemas legales implicados en la compensación a
una persona por un cambio en su audición atribuido a determinado aspecto de su
empleo. Aquí no se cubre el Acta de Salud y Seguridad Laboral (Occupational Sa-
fety ami Health Act - OSHA). que trata del control de los riesgos laborales, pero
ésta se describe en detalle en el Capítulo 26.

COMPENSACION. PERSPECTIVA HISTORICA

Los inicios

Se ha dicho que <da compensación a los trabajadores no fue inventada, sino que
evolucionó y se desarrolló como resultado de una serie de ajustes sociales para sa-
tisfacer una necesidad sociah)2.
Antes de la llegada de las Actas de Compensación de los Trabajadores, el re-
medio legal para la lesión industrial de un empleado estaba habitualmente gober-
nado por la ley común. Este sistema había sido desarrollado hasta tal punto de re-
finamiento. tecnicismo y coste. que hacía totalmente imposible la recuperación de
los daños en la mayoría de los casos. Se requería demostrar la negligencia legal del
empresario. El empresario tenía a su disposición tres defensas de la ley común: la
asunción de riesgo. la regla de individuo-siervo y la negligencia contributoria. Si un
trabajador superaba todos estos difíciles obstáculos. no tenía la seguridad de poder
cobrar por los daños si el empresario era insolvente financieramente.
Como resultado de esta situación. los empleados lesionados y las personas de-
pendientes de ellos sufrían serias dificultades. A menudo se invocó la caridad pú-
blica y privada. Los costes legales impuestos. tanto a empresario como a empleado.
eran considerables. Se generaba la fricción entre ambos. lo cual limitaba lo que de
otra forma hubieran sido buenas relaciones y. como consecuencia. producción.
Como sostuvo la Corte Suprema de Wisconsin en Falk versus Industrial Com-
missioll. 147 Wis. 327:

Fue admitido por letrados y legos que la acción personal por lesión llevada a cabo
por el empleado contra su empresario para recuperar los daños por lesiones habi-
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.3

das por razón de la negligencia del empresario había fracasado completamente en


la satisfacción o remedio de un gran problema económico y social que el industria-
lismo moderno nos ha impuesto, esto es, el problema de quién debe hacer la recom-
pensa pecuniaria por la tasa de sufrimiento y muerte que el industrialismo impone
y debe continuar imponiendo al mundo civilizado ... Hablar de la acción de la ley co-
mún sobre lesiones personales como un remedio para este problema es bromear
con temas serios, dar una piedra a quien pide pan. El terrible derroche económico,
la desbordante tentación de la comisión de perjurio, y la relativamente pequeña
proporción de sumas recuperadas que llega a las partes perjudicadas en tales accio-
nes, la condenan como totalmente inadecuada para afrontar esta dificultad.

En un intento de aliviar algunas de las restricciones del sistema de la ley común,


la mayoría de los estados actuaron antes de 1910 para modificar las defensas en la
ley común. Algunos también implantaron leyes relativas a la responsabilidad de los
empresarios con el fin de conceder a los trabajadores lesionados un remedio más
eficaz. Estos esfuerzos no fueron suficientes para responder a la demanda creciente
de una solución realmente revolucionaria basada en principios nuevos y más salu-
dables.
Los principales defectos imputados al viejo sistema eran los de la necesidad del
establecimiento de falta por parte del empresario y de estar libres de falta por parte
del empleado y sus compañeros de trabajo, la inseguridad e inadecuación de las
compensaciones, el retraso y elevados costes implicados en los juicios, la falta de
uniformidad en las compensaciones, la falta de incentivos para adoptar medidas de
seguridad para prevenir lesiones y la carga impuesta sobre el sector público del cui-
dado de las numerosas víctimas de lesiones industriales.
Elihu Root describió el sistema como «alocado, derrochador, ineficaz y bárba-
ro».
La denominada revolución industrial, tipificada por el crecimiento del sistema
de fábricas en la década de 1890, trajo consigo un gran aumento de los accidentes
industriales y demandas de una ruptura radical con el viejo sistema.

Desarrollo

Ya en 1854, Prusia requirió de los empleados que contribuyeran a los fondos de la


asociación para la enfermedad. En 1884, Alemania adoptó el primer sistema de
compensación, basado fundamentalmente sobre la tesis de que la lesión industrial
formaba parte del coste de manufactura que debía añadirse al precio del producto.
La prueba no era la de negligencia por parte del empresario, sino la de la lógica dis-
posición de coste económico implicado en la producción. La ley británica fue la si-
guiente, en 1897.
La primera ley de compensación en Estados Unidos fue aprobada en 1908 bajo
la presidencia de Theodore Roosevelt, y cubría a los empleados civiles del gobierno
federal. En 1910, la primera ley estatal había sido formulada. y en 1915,30 estados
poseían leyes de compensación. Desde entonces, todos los estados han aprobado le-
yes. el último de los cuales fue Mississippi en 1949.
20.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Filosofía general

Estas leyes son de distintos tipos y existe considerable diversidad en cuanto a be-
neficios y procedimiento. Casi todas han adquirido carácter constitucional como un
ejercicio válido del poder político de un estado al actuar en beneficio de su gente.
Así, encontramos una cobertura electiva y compulsiva de industrias específicas, ex-
cepciones numéricas y distinta cobertura de accidentes y enfermedades. Los pro-
cesos van desde los tribunales hasta los cuerpos administrativos, habitualmente co-
nocidos como cámaras o comisiones, con amplias diferencias en la práctica y el
procedimiento. Estas diferencias son notables incluso entre los cuerpos administra-
tivos.
La seguridad del pago de los beneficios la aportan los fondos acumulados por las
evaluaciones de los empresarios, en el caso de los fondos estatales, y por las primas
que éstos pagan a las compañías de seguros, con varias provisiones de fondos en los
estados con aseguramiento privado. Algunos estados utilizan ambos sistemas.
El sistema ideal de compensación debiera producir compensaciones casi auto-
máticamente sobre una base definida y adecuada, sin litigio acerca del coste, y con
certeza y seguridad acerca del pago. Los beneficios consistirían en todos los cuida-
dos médicos y hospitalarios necesarios, compensación monetaria adecuada, reha-
bilitación para quienes la limitación plantee un problema para el empleo y compen-
saciones para las personas dependientes de quienes mueran por causa de las
lesiones.
Este ideal no se ha logrado. La mayoría de las legislaciones contradicen la defi-
nición amplia de compensación en el sentido de algo que tiende a devolver la tota-
lidad al trabajador, al menos financieramente, después de una pérdida. Algunas de
las mejores normativas se acercan más al óptimo, pero son criticadas a causa de sus
deficiencias en varios aspectos, uno de los cuales es la inadecuación de algunos de
los beneficios. Las críticas también apuntan que los beneficios no son adecuada-
mente asignados a pérdidas específicas, existiendo diferencias entre demandas si-
milares, incluso dentro del mismo estado.
La cobertura de los empleados en Estados Unidos está actualmente por encima
de los cuatro quintos del total 3 • Las exclusiones amplias más significativas son los
empleados agrícolas y domésticos, y quienes están empleados por «pequeños» em-
presarios.
Tal y como fueron inicialmente aprobadas, las leyes de compensación sólo cu-
brían lesiones accidentales, y no enfermedades laborales. Gradualmente se fue re-
conociendo que la enfermedad debida al trabajo podía ser prevenida en gran me-
dida por los empresarios pero no por los empleados, y que había fundadas razones
para incluir condiciones que surgieran no de pronto y debidas a un impacto único,
sino a lo largo de un período de tiempo considerable y debidas a un gran número de
exposiciones.
En enero de 1977, sólo dos estados habían rechazado la compensación de todas
las enfermedades laborales4 • Dos estados compensaban un número limitado de en-
fermedades específicas y compensaban las demás mediante una cobertura amplia
de todas las enfermedades atribuibles a la exposición industrial.
La primera enfermedad laboral que causó una preocupación real fue la silicosis,
que. debido en gran medida a la incidencia de la tuberculosis sobreimpuesta, de-
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.5

mandaba la consideración de pagos o beneficios. Si la responsabilidad hubiera po-


dido ser gradualmente asumida durante un período prolongado, el problema no hu-
biera sido grande. Muchos empleados habían sido expuestos durante años y estaban
afectados por silicosis en distintas fases. Muchos de ellos plantearon demandas du-
rante el período de depresión económica.
La aprobación de las leyes que reclaman el pago por la denominada responsa-
bilidad «acumulada» produjo miedo a las compensaciones opresivas con la conse-
cuente desventaja competitiva entre los empresarios de distintos estados. Se man-
tenía que los empresarios eran responsables del resultado final de las exposiciones,
incluso muchos años después de que el trabajador abandonara la empresa y aunque
el trabajador estuviera todavía en activo en otra empresa.
Algunos estados eliminaron la responsabilidad por una condición preexistente;
otros aportaron una escala móvil de aumento de compensaciones a lo largo de un
período de tiempo; otros arremetieron contra el problema y cargaron al empresario
con la responsabilidad cuando la discapacidad final se produce estando el trabaja-
dor empleado, aunque ésta no sea la causa total de la discapacidad. Surgieron pro-
blemas con los seguros debido a la sucesión de compañías durante distintos perío-
dos para un determinado riesgo, con lo que se precisaba de una decisión acerca de
cuál de las compañías debía responder de la compensación.

COMPENSACION POR LA PERDIDA DE AUDICION

La pérdida de audición como resultado de un traumatismo se considera compen-


sable en todos los estados y jurisdicciones federales. Por otro lado, la pérdida par-
cial de la audición atribuida a la exposición a largo plazo al ruido no es compensable
en todos los estados y es tratada de forma diferente dependiendo del Acta de Com-
pensación de los Trabajadores del estado. En algunos estados, la pérdida parcial de
la audición no se considera compensable salvo que se acompañe de una pérdida en
los ingresos (pero en la mayoría de las ocupaciones ruidosas no suele haber pérdida
de poder adquisitivo como resultado de la pérdida parcial de la audición). Otros es-
tados consideran la pérdida auditiva como una enfermedad laboral y han estable-
cido escalas para las compensaciones sin tener en cuenta la pérdida salarial. Si-
guiendo las recomendaciones de la OSHA Commission on Sta te Workmen's
Compensation Acts, la mayoría de los estados han modificado las secciones de sus
legislaciones sobre enfermedades laborales para incluir todas las relacionadas con
la ocupación y las limitaciones auditivas inducidas por el ruido.
Donde no se hacen provisiones para cubrir las compensaciones de los trabaja-
dores por enfermedades específicas, se puede buscar la recuperación del salario
perdido bajo los procesos de la ley común. Al menos en un casos, se pidió compen-
sación sobre la base de que la pérdida auditiva inducida por el ruido era el resultado
de una larga serie de traumatismos diarios y, por tanto, era una lesión contemplada
por el baremo de lesiones traumáticas. En algunos estados, las compensaciones por
la pérdida de audición sólo se hacen por lesiones traumáticas, y aun así, sólo por dis-
capacidad total; de ahí que la pérdida parcial de la audición debida a la exposición
al ruido no se considere compensable, salvo que dé como resultado la pérdida de in-
20.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

gresos que puede acompañar al cambio de exposición. Una encuesta6 de 1986 mos-
tró que sólo cuatro estados carecen de provisiones para la pérdida auditiva laboral
inducida por el ruido.

Leyes federales

El estatuto más antiguo de compensación federal es el Federal Employees Compen-


sation Act7 , aprobado en 1908. Esta ley, que cubre a los empleados civiles del go-
bierno federal, aporta las compensaciones más generosas por la pérdida auditiva la-
boral. Un segundo estatuto federal, aprobado en 1927, conocido como
Longshoremen 's and Harbor Worker's Compensation Ad\ cubre a los empleados
implicados en actividades marítimas. Incluye una provisión para la pérdida auditiva
que resulta de la exposición ocupacional. Una legislación prácticamente idéntica ha
sido adoptada para cubrir a los empleados privados en el Distrito de Columbia9 •

Leyes estatales

La primera modificación de las leyes estatales con el fin de incluir la cobertura es-
pecífica de la pérdida auditiva parcial debida a la exposición al ruido siguió a una se-
rie de decisiones cruciales, comenzando en 1948 con Slawinski versus J. H. Williams
and Co. 1O y siguiendo con Creen Bay Drop Forge versus Industrial Commission 11 •
Los problemas legales implicados fueron:
1. ¿Debe concederse compensación por una pérdida parcial de la audición si no
hay pérdida en los ingresos?
2. ¿Cómo puede determinarse el daño permanente en presencia de una pérdida
temporal de la audición como resultado de la exposición continuada al ruido?
3. ¿Qué fecha debe darse a la lesión para establecer el comienzo del estatuto de
limitaciones?
Las decisiones fundamentales que resultaron de los dos casos anteriormente
mencionados fueron seguidas de la presentación de cientos de reclamaciones entre
1948 y 1953: se produjeron en un número relativamente pequeño de jurisdicciones
y dieron como resultado el pago de varios millones de dólares. A continuación, va-
rios estados establecieron comités asesores para desarrollar modificaciones de la le-
gislación de compensaciones y establecer procedimientos para el manejo de las re-
clamaciones por pérdidas auditivas. Una de las medidas adoptadas fue el
establecimiento de un período de espera antes del procesamiento de una demanda:
durante este período (6 meses) el demandante debía mantenerse apartado de la ex-
posición al ruido. Esta provisión tuvo como efecto la ralentización de la presenta-
ción de reclamaciones de compensación.
Siguiendo las decisiones anteriores que establecían claramente el concepto de
compensación por la pérdida de una función, independientemente de la pérdida de
ingresos, se modificaron muchas legislaciones sobre compensación para incluir pro-
visiones específicas para el pago por la pérdida parcial de la audición debida a la ex-
posición al ruido. Al menos el 25 por 100 de los estados han adoptado este tipo de
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.7

provisiones específicas; en los restantes, existe una considerable variación en la eva-


luación de la discapacidad. Los problemas que hay que considerar para establecer
las demandas potenciales incluyen:

1. ¿Qué frecuencias audiométricas de examen se emplean para determinar la li-


mitación auditiva? [Vése Ecuación (19.1).]
2. ¿Cómo se combinan las pérdidas auditivas en estas frecuencias particulares
para obtener un número único que constituya una estimación justa de la dis-
capacidad? (Véase «Porcentaje de la limitación auditiva», Capítulo 19.)
3. ¿Existe un «listón inferior» por encima del cual la audición puede conside-
rarse limitada, pero por debajo del cual la audición puede considerarse nor-
ma/? [Véase Ecuación (19.2)].
4. ¿Durante cuánto tiempo tiene que permanecer el empleado alejado de la ex-
posición al ruido antes de que pueda obtenerse una verdadera evaluación de
la limitación auditiva?
5. ¿Se consideran el zumbido y la pérdida auditiva no orgánica compensables?
6. ¿Se incorpora una corrección de la presbiacusia dentro del cálculo de la dis-
capacidad auditiva?

Estas cuestiones afectan enormemente al número y la importancia de las recla-


maciones que pueden resultar de la exposición al ruido ocupacional. Otras consi-
deraciones auxiliares incluyen: la provisión para el establecimiento de una contri-
bución previa del empresario a la pérdida de la audición, procedimientos de
evaluación audiométrica y relación entre las pérdidas auditivas biaurales y monoau-
rales. En más de la mitad de los estados, estos asuntos no se consideran dentro de la
legislación sobre compensación, y el grado de discapacidad se determina mediante
evaluación médica.

Evaluación de la limitación auditiva. Fórmula AAOO/AMA

En varios estados, la limitación auditiva se establece de acuerdo con las directrices


de la American Academy of Ophtalmology and Otolaryngology (AA 00) y la Ame-
rican Medical Association (AMA)12.13. En otros estados se ha adoptado una ver-
sión 14 más reciente (1979) para el cálculo de la discapacidad a partir de un audio-
grama de tono puro. La fórmula AAOOI AMA para calcular el porcentaje de
limitación auditiva monoaural aparece en el Capítulo 19, así como la fórmula
AAOO/AMA para el cálculo del porcentaje biaural de limitación auditiva. Para cal-
cular el porcentaje de limitación biaural, el peor oído tiene menos peso que el me-
jor, ya que una pérdida auditiva pronunciada en un solo oído no es realmente tan
grave como una pérdida pronunciada de la audición en ambos oídos. Existe una
considerable variación entre estados en cuanto al procedimiento para determinar la
disfunción auditiva a partir de un audiograma de tono puro. La variación no sólo
está presente en las frecuencias audiométricas empleadas, sino también en cómo se
determina la limitación auditiva biaural.
20.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Determinación del desplazamiento permanente del umbral de audición

Existe una marcada variabilidad entre estados en la determinación de los requisitos


para el desplazamiento permanente del umbral de audición. Estas diferencias im-
plican reglas asociadas con la retirada del empleado de la exposición al ruido antes
de llevar a cabo el audiograma utilizado para evaluar la limitación auditiva. En la
agitada actividad inicial que implicó a Nueva York y Wisconsin, se establecieron co-
mités asesores para revisar la información disponible y hacer recomendaciones a las
comisiones de compensación de los trabajadores respecto a la determinación de la
discapacidad auditiva permanente. Aunque la evidencia mostró que la mayoría de
los desplazamientos temporales del umbral desaparecían tras unas semanas de
apartamiento de la exposición al ruido, se argumentó que no se podía determinar
un desplazamiento permanente de umbral hasta transcurrido un período igualo su-
perior a 6 meses de apartamiento; así, se estableció inicialmente en las jurisdiccio-
nes de Nueva York, Wisconsin y Missouri una denominada «provisión de período
de espera de 6 meses». Esta tuvo el efecto de distribuir las reclamaciones por pér-
dida auditiva a lo largo de un período mayor de tiempo. Resulta interesante que
existan una serie de jurisdicciones en las que no se precisa período de espera y, sin
embargo, las actividades relacionadas con las reclamaciones en ellas no difieren
marcadamente de los estados que tienen un período de espera de 6 meses.

Procedimientos auditivos

La mayoría de los casos de compensación de los trabajadores no pasan por el pro-


ceso del jurado, sino que se dilucidan sobre la base de la consideración de un árbitro
para la determinación del grado de lesión válido tanto para el demandante como
para el acusado. Como acusado, se posee el derecho a solicitar la determinación del
alcance de la lesión del demandante y a asegurarse de que se ha llevado a cabo una
evaluación auditiva adecuada. También se tiene el derecho a argumentar que en la
práctica se aceptan distintas interpretaciones de los audiogramas, existiendo algu-
nas que no tienen suficiente categoría demostrada. El proceso sigue el enfoque ad-
versario habitual, y por eJlo resulta de extrema importancia que se presente el ma-
terial adecuado de referencia en apoyo o en defensa de las demandas. También
resulta de extrema importancia que los registros que se presentan en apoyo de parte
de la demanda o de la defensa sean precisos y completos.

Condición preexistente. Los diversos estados tratan las condiciones preexistentes


de forma diferente. Por ejemplo, en Nueva York, cuando se contrata a alguien con
una limitación auditiva. el empresario. con en fin de buscar el prorrateo en caso de
una demanda por pérdida auditiva. debe notificarlo a los empresarios anteriores en
el momento de la contratación: en caso contrario. el nuevo empresario asume la res-
ponsabilidad por todas las pérdidas auditivas en el momento en que se presente la
demanda. En la práctica. la movilidad de la fuerza de trabajo tiende a prorratear las
pérdidas, aunque no se tenga en cuenta este tipo de provisión. Como resultado, en
la actualidad se llevan a cabo relativamente pocas notificaciones. En otras jurisdic-
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.9

ciones, se mantiene que el último empresario es responsable de toda la limitación


auditiva que se halle en el momento de la demanda.

Consideraciones de la evaluación audiométrlCll. Aunque rara vez se plantea ex-


plícitamente en la ley, la mayoría de los comités o comisiones de compensación de
los trabajadores han adoptado ciertas reglas para los procedimientos de examen,
calibraciones y niveles de ruido de fondo en conexión con la determinación precisa
de los niveles auditivos. Dado que existe una considerable variación en el audiogra-
ma de un individuo (incluso cuando le examina el mismo técnico y bajo las mismas
condiciones), deben seguirse las recomendaciones de la American Academy of
Ophthalmology and Otolaryngology13. Es de particular importancia que el técnico
audiométrico esté entrenado de acuerdo con las directrices de la Inter Society Com-
miuee on Industrial Audiometric Training 15 . La evaluación de los resultados audio-
métricos precisa de los servicios de un médico entrenado, que resulta muy impor-
tante en las acciones legales relacionadas con las demandas.

Un caso real

Para ilustrar algunos de los puntos tratados en una reclamación por pérdida audi-
tiva, se examina a continuación un caso del Distrito de Columbia: Robert G. Shelton
versus Washington Post Co. y Liberty Mutual Insurance Co., Caso 74-DCWC-105,
728n6, bajo la DISTRICT OF COLUMBIA WORKMEN'S COMPENSATION
A CT, 36 D. C. Code f 501. Los siguientes eran algunos de los aspectos implicados:
1. ¿ Cuál fue la fecha de la lesión? La fecha de la lesión suele tomarse como la fe-
cha en que el demandante se dio cuenta por primera vez de la limitación. En este
caso, el demandante fue informado de que padecía una limitación auditiva inducida
por el ruido algunos años antes de la presentación real de la demanda. El audiogra-
ma más reciente del demandante era esencialmente idéntico al obtenido mucho an-
tes de presentar la demanda. Si se asume que la fecha de la lesión fue la fecha de no-
tificación original, la demanda no sería válida bajo el estatuto de limitaciones en el
Distrito de Columbia.
2. ¿Podla probar el demandante que habla sufrido una pérdida auditiva? En este
caso, tal pérdida no era demostrable porque el estado auditivo del demandante an-
tes de la exposición ocupacional bien podría ser el que mostraba el audiograma ori-
ginal. El demandante tenía mala audición a 3000 y 4000 Hz, pero no existe eviden-
cia que demuestre que éste no era un defecto congénito, en lugar de un cambio
producido por su empleo. En este caso no existe tal evidencia.
3. Si ha habido una pérdida auditiva, ¿constituye la pérdida una discapacidad
auditiva? Para una jurisdicción donde se emplee la fórmula AAOO/AMA (véase
Capítulo 19), se considera que no existe discapacidad auditiva hasta que el nivel au-
ditivo medio a tres frecuencias -500, 1000 Y2000 Hz- supere 25 dB. Así, es posi-
ble tener un desplazamiento permanente del umbral auditivo sin discapacidad au-
ditiva. En este caso, de acuerdo con la fórmula anterior, el demandante no tendría
derecho a compensación.
20.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

4. ¿Ha sido el demandante apartado del ruido durante un período de tiempo su-
ficientemente largo como para asegurar la determinación de discapacidad permanen-
te? Se argumentó que la presencia de un desplazamiento temporal del umbral hacía
imposible determinar un audiograma verdadero, salvo que el demandante hubiera
sido separado de la exposición al ruido por un período de meses. El demandante to-
davía estaba empleado en el entorno que alegaba que causó su pérdida auditiva.
(Es interesante hacer notar que después del juicio de este caso, el demandante fue
retirado de la exposición durante un período de 6 meses y el audiograma que se rea-
lizó después no mostró cambios respecto al audiograma original.)
5. ¿Se realizaron los audiogramas del demandante con el ruido de fondo adecua-
damente controlado durante el examen? El médico del demandante no usó una ha-
bitación para examen audiométrico, sino que confió en hacer la prueba después de
las horas normales de trabajo como forma de control del ruido de fondo. Un análisis
del audiograma indicó claramente la presencia de ruido de fondo que afectaba a los
umbrales auditivos en las frecuencias de 500 y 1000 Hz. También se suscitó una
cuestión respecto de la adecuación del entrenamiento y las técnicas del técnico au-
diométrico, y en este caso, había tan poco control de los datos y los registros por am-
bas partes que surgió una considerable confusión acerca del verdadero estado de la
audición del demandante.
6. Si el demandante había sufrido una pérdida auditiva durante el curso del em-
pleo, ¿tendría derecho a una compensación? Bajo la fórmula de la AAOO/AMA,
descrita en el Capítulo 19, la audición del demandante se consideraría dentro del
rango normal. En este caso, la fórmula de la AAOO/AMA no era vinculante, ya
que se habían concedido compensaciones a otros demandantes con pérdidas audi-
tivas a frecuencias por encima de los 2000 Hz, aunque no tuvieran discapacidad au-
ditiva definida de acuerdo con la fórmula comúnmente aceptada de la AAOO/
AMA. Una decisión previa implicada en el caso de Newton Robinson versus Beth-
lelem Steel Corp., BRB 75-241 3 BRBS 495 (1976) fue citada.

Las conclusiones del juez que administró derecho en el caso de Shelton fueron
las siguientes 16:

• El demandante no tiene discapacidad auditiva. La exposición de apoyo citaba


un número de casos apropiados en que la fórmula AAOO/AMA había sido
aceptada como criterio para determinar la discapacidad auditiva. Se hacían
más afirmaciones con respecto al hecho de que los documentos previos emi-
tidos por el Department of Labor Office of Workmen's Compensation Pro-
grams de los Estados Unidos requiriendo el uso de frecuencias diferentes de
las especificadas en la fórmula AAOO/AMA, no eran vinculantes en este
caso. Seguía otra afirmación que indicaba que si había que considerar fre-
cuencias distintas a los 500.1000 Y2000 Hz, la fórmula AAOO/AMA debiera
modificarse para cambiar el nivel inferior de forma consistente con las fre-
cuencias que se emplean. Se citaba como referencia el informe del Grupo de
Trabajo 77 del Committee on Hearing, Bioacustics and Biomechanics (CHA-
BAJ, National Academy of Sciences 17 • Este informe indicaba que si las fre-
cuencias de 1000,2000 Y3000 Hz se empleaban para calcular la pérdida media
de tono puro. la corrección del nivel inferior debía ser de 35 dB (véase el Ca-
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.11

pítulo 19 para una discusión sobre nivel inferior). La utilización de la fórmula


modificada demostró que el demandante no tenía discapacidad auditiva.
• Una demanda por pérdida auditiva para frecuencias altas está excluida por la
Sección 13a deL acta. Esta sección de la decisión esencialmente tomó conoci-
miento del hecho de que el demandante se dio cuenta por primera vez de su
nivel auditivo para frecuencias altas en 1969, y no lo notificó para el registro
del empresario dentro del año permitido en el estatuto de limitaciones.
• EL empresario no es responsabLe en ningún caso, dado que no hubo Lesión des-
pués de/22 de diciembre de 1969. Aquí la exposición de apoyo tomaba cono-
cimiento del hecho de que no había habido cambio en el audiograma del de-
mandante desde 1969 hasta el momento de la demanda, incluyendo los 6
meses después de su retirada de la exposición. El demandante no estaba con-
tratado por el Washington Post antes de su primer examen audiométrico. En
una apelación al Department of Labor Benefits Review Board de los Estados
Unidos, BRB H76-358, éste encontró que Shelton no tenía derecho a com-
pensación por pérdida auditiva.

RESPONSABILIDAD SOBRE EL PRODUCTO

Siempre ha existido el derecho de la persona a reclamar por los daños por lesiones
como resultado del funcionamiento defectuoso de un producto manufacturado que
la persona ha usado. Hace años, el fabricante estaba al margen de este tipo de de-
mandas, y el vendedor o distribuidor eran responsables. Más recientemente, los tri-
bunales han fallado que el fabricante de un producto es directamente responsable
de su fracaso en el funcionamiento, y es responsable de los daños causados por su
funcionamiento defectuoso. En consecuencia, ha aumentado el número de deman-
das presentadas contra los fabricantes por parte de quienes han sido lesionados
mientras operaban con máquinas inadecuadamente diseñadas, defectuosas o con
mal mantenimiento. Aunque en algunos juicios los empleados estaban cubiertos
por la compensación de los trabajadores que les pagaba por la lesión, la compañía
de seguros de ésta estaba subrogada al derecho del empleado lesionado contra el fa-
bricante, y buscaba apoyo reclamando la responsabilidad del fabricante como re-
sultado de un diseño negligente o etiquetado inadecuado 18. 19 • Podía haber casos de
reclamación contra los fabricantes de equipamiento ruidoso en que las advertencias
eran inadecuadas, si se producían niveles de ruido peligrosos al usar normalmente
el aparato.
Una reclamación implicando responsabilidad sobre el producto puede derivarse
de un juicio con jurado en que éste determina la cantidad de la compensación, no el
baremo de compensaciones. Dado que las compensaciones de los jurados suelen ser
mayores que las del baremo de los estatutos de compensación de los trabajadores,
en el futuro puede producirse un número creciente de acciones contra la responsa-
bilidad del fabricante sobre el producto.
La cobertura del seguro de la responsabilidad sobre el producto suele ser parte
de un programa general de seguros de responsabilidad; se puede anticipar que, bajo
20.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

la cobertura general de responsabilidad, existirán compensaciones por pérdidas au-


ditivas o por dafio a la propiedad.

LEGISLACION

Leyes de compensación de los trabajadores. Existe una marcada tendencia hacia


el aumento de los beneficios bajo las leyes de compensación de los trabajadores, de
acuerdo con las recomendaciones de la Commission on State Workmen's Compen-
sation Acts, que recomienda la liberalización de las leyes de compensación para in-
cluir la correspondiente a la limitación auditiva bajo el baremo de enfermedades la-
borales, eliminando por lo tanto el requisito de la pérdida de ingresos. También
existe la tendencia hacia la redefinición de la limitación auditiva para incluir fre-
cuencias más altas.

OSHA. La Occupational Safety and Health Act de 1972 incluye un criterio para la
exposición al ruido en el lugar de trabajo y pretende, en último término, dar como
resultado una reducción significativa de la exposición al ruido ocupacional. Entre
tanto, la legislación (que requiere el control de las exposiciones al ruido y la notifi-
cación de los empleados) produce una mayor concienciación acerca de los peligros
del ruido. La implantación de la normativa acerca del ruido, que implica la evalua-
ción audiométrica y otras actividades de conservación de la audición, puede dar
como resultado un gran aumento de las reclamaciones de compensación por parte
de los trabajadores.

Comisión de seguridad de los productos del consumidor (Consumer Products Sa-


fety Commission). La comisión de seguridad de los productos del consumidor
está encargada de establecer los criterios para la regulación de los productos, por
ejemplo, juguetes. El efecto de estos criterios es reducir la cantidad de limitaciones
auditivas en la población general. También establecen un umbral para la responsa-
bilidad con el resultado de que el fabricante del producto puede ser acusado de ne-
gligencia si el producto no se ajusta a los criterios adecuados.

CRITERIOS EUROPEOS Y COMPENSAClON

Existen criterios acerca de la exposición al ruido en varios países parecidos a los de


la OSHA. También existen provisiones en varios países para compensar a las per-
sonas lesionadas como resultado de la exposición al ruido en su ocupación. En Es-
tados Unidos, la mayoría de las compensaciones son manejadas a través de las com-
pafiías de seguros, en tanto que en Europa y Asia se hace a través de los fondos
gubernamentales. En varios países que conceden compensación por la pérdida au-
ditiva, existe una diversidad de definiciones de discapacidad y fórmulas de compen-
sación y, al igual que en Estados Unidos, parecen estar cambiando hacia una posi-
ción más liberal.
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.13

REFERENCIAS

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1989.
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1977.
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ed., Akron, Ohio, 1986.
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DIVISION, S825, 76, N.Y.S. 2d 888.
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12. Guides to the evaluation of permanent impairment, Cap. VIII, AMA Committee on Ra-
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14. American Academy of Otolaryngology, Committee on Hearing and Equilibrium, and
the American Council of Otolaryngology Committee on the Medical Aspects of Noise,
«Guide for the evaluation of hearing handicap»,!. Amer. Med. Ass., 241(19):2055-2059
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15. Inter Society Cornmittee on Industrial Training, «Guide for training of industrial audio-
metric technicians», J. Amer. Ind. Hyg. Ass., 27(3), mayo 1966.
16. Shelton v. Washington Post Libeny Mutual Insurance Co., Case 74-DCWC-105, 7/28n6 4
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17. National Academy of Sciences - National Research Council, Committee on Hearing,
Bioacustics and Biomechanics, Compensation formula for hearing los5, marzo 1975.
18. R. Fruner el. Friedman, Product liability (cinco vols.), Matthew Bender, Nueva York,
1989.
19. Robert D. Hursh y Henry J. Bailey, The american law of products liability. 3" ed. (seis
vols.), Lawyeers Co-operative Publishing Co., Rochester, N.Y., 1987.
Capítulo 21
APARATOS DE
PROTECCION AUDITIVA

Charles W. Nixon
Elliot H. Berger

INTRODUCCION

En muchos ambientes ruidosos, no resulta práctico, económico o factible reducir el


ruido hasta un nivel aceptable para los oídos de las personas expuestas, salvo me-
diante el empleo de aparatos individualizados de protección auditiva. Un aparato
de protección auditiva, también denominado protector auditivo, es un aparato per-
sonal (por ejemplo, un tapón para los oídos, un auricular o un casco) que se utiliza
para reducir la audición peligrosa y/o los efectos subjetivos molestos del sonido.
Este capítulo describe estos aparatos, los factores que influyen sobre su eficacia y
aceptación, los procedimientos para estimar su eficacia, las consideraciones prácti-
cas relativas a su selección, empleo y cuidado y los métodos y normas para la me-
dida de su eficacia 1.

TIPOS DE APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA

Los protectores auditivos son ampliamente utilizados por la industria. el gobierno y


el ejército, en actividades recreativas, deportivas yen el hogar. Algunos tipos repre-
sentativos se muestran en la Figura 21.1.

Tapones para los oídos

Un tapón para los oídos es un aparato de protección auditiva que se coloca en el ca-
nal externo del oído (se denomina tapón auditivo insertado; véase Figura 21.2a).
Los tapones premoldeados se fabrican en uno o más tamaños normalizados, dise-
ñados para adaptarse a los oídos de la mayoría de las personas. Un tapón auditivo

21.1
21.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Tapones para los oídos Auriculares

V-51 R 2 falanges 3 falanges

Moldeables

Espuma Fibra de Silicona


vidrio
Moldeado a medida del usuario

Porción que
entra en el canal Cascos

Semi insertados

oBanda plástica '


de 2 porciones
Banda metálica
de 3 porciones

FIGURA 21.1. Tipos de aparatos que proporcionan protección auditiva.

moldeable por el usuario está hecho de un material flexible y es moldeado por el


usuario para ajustarse dentro de su canal auditivo, en donde forma un sello acústi-
co. Un tapón auditivo diseñado para el usuario se fabrica individualmente para ajus-
tarse al oído particular de cada usuario. Los tapones para los oídos se realizan con
materiales que incluyen vinilos. siliconas, fórmulas elásticas, algodón y cera, lana de
fibra de vidrio y espumas de células cerradas de recuperación lenta (el tapón audi-
tivo de espuma es un protector moldeable que se comprime e inserta en el canal au-
ditivo. donde se expande lentamente hasta formar un sello acústico contra las pa-
redes del canal).
Un tapón auditivo semiinsertado se coloca contra la abertura del canal auditivo
externo (como cuando nos tapamos el oído con el dedo). El tapón auditivo semiin-
sertado está diseñado con un tamaño que se ajusta a la mayoría de los oídos; se
mantiene en posición. contra la apertura del canal auditivo, mediante una banda de
poco peso que se sujeta a la cabeza.

--
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.3

D "==~ ....rvr "

(a)

(b)

FIGURA 21.2. Vías sonoras, muestran cómo llega el sonido al oído interno cuando
se utilizan aparatos de protección auditiva. (a) Vías sonoras para un tapón; (b) vías so-
noras para un auricular con ilustración del pabellón auditivo y la concha. Las letras A,
B, e y D representan las vías descritas en el texto.

Auriculares

Los auriculares son un aparato de protección auditiva compuesto de una banda


para la cabeza y de dos cascos circunaurales, habitualmente de plástico moldeado.
Un casco circunaural es el que cierra completamente el oído externo (el pabellón
auditivo; véase Figura 21.2b) Y se sella contra el costado de la cabeza con una al-
mohadilla de espuma o llena de fluido. Las bandas para la cabeza pueden funcionar
en una sola posición o ajustarse para colocación sobre la cabeza, detrás de ella y de-
bajo de la barbilla. El ensamblaje de la banda para la cabeza está realizado en plás-
tico y/o metal. Los auriculares también pueden acoplarse a cascos u otros protec-
21.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tares de la cabeza mediante unos cortos brazos flexibles de plástico. Sin embargo.
los auriculares acoplados a cascos son más difíciles de orientar y de ajustar adecua-
damente. ya que los brazos acoplados no son tan adaptables, ni aportan una gama
tan amplia de tamaños para la cabeza como las versiones con banda de ajuste in-
corporada.

Cascos

Un casco es un aparato que encierra una parte sustancial de la cabeza y que puede
aportar eficacias útiles de protección auditiva cuando contiene cascos circunaurales
o un forro denso que se ajuste fuertemente alrededor de los oídos. Los cascos para
ocio (p. ej .. motocicletas). tal y como ilustra la Figura 21.1. raramente satisfacen es-
tos requisitos y. por tanto. suelen proporcionar escasa protección auditiva. Pocos
cascos se diseñan con la protección auditiva como su función principal.

FACTORES QUE AFECTAN A LA EFICACIA DE LOS APARATOS DE


PROTECCION AUDITIVA

Vías del sonido en el oído

Cuando el canal auditivo de una persona está obstruido eficazmente (bloqueado)


por el protector auditivo. el sonido puede llegar al oído interno a través de cuatro
vías. Estas vías se muestran. para un oído obstruido por un tapón. en la Figura
21.2a. y para un auricular. en la Figura 21.2bl.2.

Escapes de aire (A). Para lograr la máxima protección auditiva. un tapón debe
constituir un cierre sellado contra los lados del canal auditivo. y un auricular debe
formar un cierre sellado contra los lados de la cabeza. Las vías de escape del aire re-
ducen la atenuación que logra el aparato entre 5 y 15 dB a lo largo de una gama am-
plia de frecuencias; sin embargo. la principal reducción se produce en frecuencias
bajas. El descenso en la atenuación depende del tamaño del escape y de la frecuen-
cia.

Protector auditivo contra la vibración (8). Los tapones auditivos pueden vibrar
a modo de pistón debido a la elasticidad de la piel del canal auditivo. Este efecto li-
mita su atenuación para frecuencias bajas. Los cascos de los auriculares pueden vi-
brar contra la cabeza como un sistema de masa/muelle. La rigidez del muelle de-
pende de la flexibilidad de la almohadilla del casco. la flexibilidad de la piel que
rodea al oído y el volumen de aire atrapado bajo el casco. Estas acciones limitan la
atenuación de los tapones a 125 Hz a 30 dB aproximadamente, la de los tapones de
espuma a 40 dB y la de los auriculares a 25 dB.

Transmisión a través de los materiales (C). El sonido se transmite directamente a


través de los materiales de los protectores auditivos. La magnitud de la transmisión
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.5

del sonido depende de la masa, rigidez y amortiguación de los materiales del casco
y la almohadilla, así como de la absorción de los materiales dentro del casco. La re-
ducción de la atenuación mediante este mecanismo es menos importante para los
tapones que para los auriculares, debido a que es menor su superficie expuesta al
ruido. La reducción de la atenuación para cascos y almohadillas de auriculares suele
ser significativa sólo a frecuencias por encima de 1000 Hz.

Conducción a través de huesos y tejidos (D). El sonido puede alcanzar el oído in-
terno a través de la conducción ósea y de los tejidos, incluso cuando el aparato de
protección auditiva es totalmente eficaz en el bloqueo del sonido a través de las vías
A, B Ye (Figura 21.2a y b). Este mecanismo limita la atenuación que logra el pro-
tector. El nivel del sonido que llega al oído a través de la conducción ósea es apro-
ximadamente entre 40 y 50 dB menor que el nivel del sonido que llega al oído a tra-
vés del canal auditivo abierto. Por tanto, un aparato de protección auditiva debe
atenuar el sonido conducido por el aire en al menos 40 o 50 dB, dependiendo de la
frecuencia, para que el sonido de conducción ósea sea importante.

Efecto de oclusión

El efecto de oclusión es un aumento de la eficacia con que un sonido es transmitido


al oído por conducción ósea a frecuencias por debajo de 2000 Hz cuando el canal
auditivo está obstruido y sellado con un auricular o un tapón. Este efecto hace que
los usuarios de los protectores auditivos experimenten un cambio en la calidad de la
voz percibida y otros sonidos y vibraciones producidos por el cuerpo, como los de-
rivados de las acciones de masticar y respirar. La propia voz adopta una calidad
baja, resonante, debido a que la percepción del habla se potencia a través de la con-
ducción ósea. Esto se demuestra fácilmente taponando los propios oídos con los de-
dos y leyendo esta frase en voz alta. Nótese el cambio en el sonido de la voz con los
oídos obstruidos.
La magnitud del efecto de oclusión varía dependiendo de la forma en que el
oído esté obstruido. El efecto máximo se produce con los tapones semi insertados y
las almohadillas supraaurales (que descansan sobre o contra el pabellón auricular,
pero no lo encierran) y disminuye con tapones insertados más profundamente y con
un mayor volumen interno en los cascos de los auriculares. A menudo se cita el
efecto de oclusión como una objeción al uso de los aparatos de protección auditiva.
Su magnitud puede reducirse mediante la selección de un casco de mayor volumen
o adaptando la inserción de los tapones para lograr una mayor profundidad l.

CALCULO DE LA REDUCCION DEL RUIDO QUE APORTAN LOS


APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA

La atenuación de los protectores auditivos puede describirse en términos del nú-


mero de decibelios en que reducen el nivel de una señal de prueba a distintas fre-
cuencias en el oído del oyente. Estos datos se emplean para estimar el nivel del rui-
21.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tores de la cabeza mediante unos cortos brazos flexibles de plástico. Sin embargo.
los auriculares acoplados a cascos son más difíciles de orientar y de ajustar adecua-
damente, ya que los brazos acoplados no son tan adaptables, ni aportan una gama
tan amplia de tamaños para la cabeza como las versiones con banda de ajuste in-
corporada.

Cascos

Un casco es un aparato que encierra una parte sustancial de la cabeza y que puede
aportar eficacias útiles de protección auditiva cuando contiene cascos circunaurales
o un forro denso que se ajuste fuertemente alrededor de los oídos. Los cascos para
ocio (p. ej., motocicletas), tal y como ilustra la Figura 21.1, raramente satisfacen es-
tos requisitos y, por tanto, suelen proporcionar escasa protección auditiva. Pocos
cascos se diseñan con la protección auditiva como su función principal.

FACTORES QUE AFECTAN A LA EFICACIA DE LOS APARATOS DE


PROTECCION AUDITIVA

Vías del sonido en el oído

Cuando el canal auditivo de una persona está obstruido eficazmente (bloqueado)


por el protector auditivo. el sonido puede llegar al oído interno a través de cuatro
vías. Estas vías se muestran. para un oído obstruido por un tapón, en la Figura
21.2a. y para un auricular. en la Figura 21.2hl.2.

Escapes de aire (A). Para lograr la máxima protección auditiva. un tapón debe
constituir un cierre sellado contra los lados del canal auditivo. y un auricular debe
formar un cierre sellado contra los lados de la cabeza. Las vías de escape del aire re-
ducen la atenuación que logra el aparato entre 5 y 15 dB a lo largo de una gama am-
plia de frecuencias; sin embargo, la principal reducción se produce en frecuencias
bajas. El descenso en la atenuación depende del tamaño del escape y de la frecuen-
cia.

Protector auditivo contra la vibración (8). Los tapones auditivos pueden vibrar
a modo de pistón debido a la elasticidad de la piel del canal auditivo. Este efecto li-
mita su atenuación para frecuencias bajas. Los cascos de los auriculares pueden vi-
brar contra la cabeza como un sistema de masa/muelle. La rigidez del muelle de-
pende de la flexibilidad de la almohadilla del casco. la flexibilidad de la piel que
rodea al oído y el volumen de aire atrapado bajo el casco. Estas acciones limitan la
atenuación de los tapones a 125 Hz a 30 dB aproximadamente, la de los tapones de
espuma a 40 dB Y la de los auriculares a 25 dB.

Transmisión a través de los materiales (C). El sonido se transmite directamente a


través de los materiales de los protectores auditivos. La magnitud de la transmisión
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.5

del sonido depende de la masa, rigidez y amortiguación de los materiales del casco
y la almohadilla, así como de la absorción de los materiales dentro del casco. La re-
ducción de la atenuación mediante este mecanismo es menos importante para los
tapones que para los auriculares, debido a que es menor su superficie expuesta al
ruido. La reducción de la atenuación para cascos y almohadillas de auriculares suele
ser significativa sólo a frecuencias por encima de 1000 Hz.

Conducción a través de huesos y tejidos (D). El sonido puede alcanzar el oído in-
terno a través de la conducción ósea y de los tejidos, incluso cuando el aparato de
protección auditiva es totalmente eficaz en el bloqueo del sonido a través de las vías
A, B Y e (Figura 21.2a y b). Este mecanismo limita la atenuación que logra el pro-
tector. El nivel del sonido que llega al oído a través de la conducción ósea es apro-
ximadamente entre 40 y 50 dB menor que el nivel del sonido que llega al oído a tra-
vés del canal auditivo abierto. Por tanto, un aparato de protección auditiva debe
atenuar el sonido conducido por el aire en al menos 40 o 50 dB, dependiendo de la
frecuencia, para que el sonido de conducción ósea sea importante.

Efecto de oclusión

El efecto de oclusión es un aumento de la eficacia con que un sonido es transmitido


al oído por conducción ósea a frecuencias por debajo de 2000 Hz cuando el canal
auditivo está obstruido y sellado con un auricular o un tapón. Este efecto hace que
los usuarios de los protectores auditivos experimenten un cambio en la calidad de la
voz percibida y otros sonidos y vibraciones producidos por el cuerpo, como los de-
rivados de las acciones de masticar y respirar. La propia voz adopta una calidad
baja, resonante, debido a que la percepción del habla se potencia a través de la con-
ducción ósea. Esto se demuestra fácilmente taponando los propios oídos con los de-
dos y leyendo esta frase en voz alta. Nótese el cambio en el sonido de la voz con los
oídos obstruidos.
La magnitud del efecto de oclusión varía dependiendo de la forma en que el
oído esté obstruido. El efecto máximo se produce con los tapones semiinsertados y
las almohadillas supraaurales (que descansan sobre o contra el pabellón auricular,
pero no lo encierran) y disminuye con tapones insertados más profundamente y con
un mayor volumen interno en los cascos de los auriculares. A menudo se cita el
efecto de oclusión como una objeción al uso de los aparatos de protección auditiva.
Su magnitud puede reducirse mediante la selección de un casco de mayor volumen
o adaptando la inserción de los tapones para lograr una mayor profundidad l .

CALCULO DE LA REDUCCION DEL RUIDO QUE APORTAN LOS


APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA

La atenuación de los protectores auditivos puede describirse en términos del nú-


mero de decibelios en que reducen el nivel de una señal de prueba a distintas fre-
cuencias en el oído del oyente. Estos datos se emplean para estimar el nivel del rui-
21.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

do en los oídos del oyente cuando lleva un aparato de protección auditiva. Se


utilizan los criterios de riesgo de lesión (véase Capítulo 26) para determinar si el ni-
vel de ruido en el oído es aceptable.

Método de cálculo de bandas de octava

Con el método de bandas de octava para calcular la atenuación en un ambiente de


ruido conocido se obtiene en teoría la estimación más precisa del nivel sonoro bajo
un protector auditivo, porque el cálculo incluye tanto la atenuación del aparato es-
timada en el laboratorio, como el espectro real y el nivel de ruido en que será utili-
zad0 3 . El procedimiento se describe a continuación y se ilustra en la Tabla 21.1.

Paso l. Primeramente, se definen los niveles de banda de octava medidos del


ruido.
Paso 2. Se seleccionan los factores de ajuste correspondientes a la ponderación
A para cada frecuencia.
Paso 3. Se suman las filas 1 y 2 para obtener los niveles de banda de octava con
ponderación A.
Paso 4. Se determina la atenuación aportada por el aparato.

TABLA 21.1. Ejemplo del método de cálculo de la reducción del ruido con pondera-
ción A para un aparato de protección auditiva en un ambiente de ruido conocido.
Todos los valores en decibelios. El Paso 6 aporta el nivel de exposición efectivo esti-
mado para el 98 por 100 de los usuarios en el ambiente especificado, asumiendo que
utilizan el aparato de la misma manera que lo hicieron los sujetos examinados y que
éstos les representan con precisión.

Frecuencia central de la banda de octava


Pasos 125 250 SOO 1000 2000 4000 8000 db(Af
1. Niveles medidos de 85,0 87,0 90,0 90,0 85,0 82,0 80,0
bandas de octava de ruido
2. Corrección con -16,1 -8.6 -3.2 0,0 +1,2 +1.0 -1,1
ponderación A (de la
Tabla 1.2)
3. Niveles de banda de 68,9 78.4 86,8 90,0 86.2 83.0 78.9 93.5
octava con ponderación A
4. Atenuación del tapón 27.4 26.6 27.5 27.0 32.0 46.0' 44,2*
5. Desviación típica x 2 7.8 8.4 9.4 6,8 8,8 7,3' 12,8*
6. Niveles de banda de 49.3 60,2 68,7 69,8 63,0 44,347,5
octava de protección
estimados con
ponderación A (Paso 3 -
Paso 4 + Paso 5)
• Suma logarítmica de 7 niveles de banda de octava en la fila. Este es el nivel sonoro con ponderación A para los
Pasos 3 y 6.
t Media aritmética de los datos de 3150 y 4000 Hz.

j Media aritmética de los datos de 6300 y 8000 Hz.


APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.7

Paso 5. Se determinan las desviaciones típicas (por 2) para las frecuencias a exa-
men.
Paso 6. Para obtener los niveles de bandas de octava estimados bajo el protec-
tor: (a) Se resta la media de los valores de protección auditiva (Paso 4) de los ni-
veles sonoros con ponderación A (Paso 3) y se añade al resultado dos veces la
desviación típica (Paso 5). (b) Se combinan los niveles de bandas de octava con
ponderación A (Paso 6) de acuerdo con la Figura 1.13 para obtener el nivel so-
noro global con ponderación A bajo el aparato. La reducción con ponderación
A estimada en el ambiente de ruido especificado se obtiene restando al resul-
tado obtenido en el Paso 3 el obtenido en el Paso 6.

El principal error al aplicar el procedimiento de cálculo de bandas de octava, o


cualquier otro procedimiento para estimar la protección del usuario, surge de la uti-
lización de una atenuación óptima obtenida en el laboratorio y de valores de la des-
viación típica que no reflejan con precisión el rendimiento observado en el ámbito
laboral (véase «Rendimiento real de los aparatos de protección auditiva en el lugar
de trabajo»). Los datos inadecuados dan lugar a estimaciones imprecisas, sea cual
sea el procedimiento de cálculo empleado.
Teóricamente, con una corrección de los datos medios del laboratorio de 2 veces
la desviación típica (Paso 5) se obtiene una estimación de la atenuación esperada
para la mayoría (98 por 100) de los usuarios que utilizan el protector bajo condicio-
nes idénticas a las implicadas en el examen de laboratorio. Una corrección de 1 des-
viación típica, como a veces se sugiere, conduce a una estimación para el 84 en lugar
del 98 por 100 de los usuarios. La precisión al emplear cualquiera de estas correc-
ciones basadas en la desviación típica para calcular la atenuación lograda por el por-
centaje afirmado de la población real de usuarios depende en gran medida de que
los datos obtenidos en el laboratorio sobre la media de atenuación y la desviación
típica representen correctamente los valores reales en el lugar de trabajo.

Método del número único; la tasa de reducción del ruido (NRR)

Un descriptor de número único es conveniente y a menudo suficientemente preciso


para estimar el nivel sonoro con ponderación A bajo el aparato de protección au-
ditiva. Uno de estos descriptores, previamente calculado por el fabricante, es la tasa
de reducción del ruido (NRR)4. La NRR es un índice de atenuación que representa
la reducción global media del ruido con ponderación A, en decibelios, que un pro-
tector auditivo logrará en un ambiente con un nivel sonoro conocido con pondera-
ción C.
La NRR se calcula de una forma parecida al método de bandas de octava des-
crito anteriormente, salvo que se emplea un espectro de ruido rosa (con un nivel de
presión sonora de 100 dB en cada banda de octava entre 125 Hz y 8000 Hz) en lugar
del espectro real del ruido. El procedimiento de cálculo incluye el mismo ajuste de
las 2 desviaciones típicas del método de bandas de octava para el porcentaje de la
población protegida y un factor adicional espectral de seguridad de 3 dB. El factor
de seguridad de 3 dB intenta tener en cuenta los errores que pueden surgir del uso
21.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

del ruido rosa en el cálculo de la NRR en vez del ruido real a que está expuesto el
usuario.
A continuación se describe un cálculo representativo de la NRR y se ilustra en
la Tabla 21.2.

Paso 1. Se definen los niveles de presión sonora del ruido rosa, ajustado arbitra-
riamente (por sencillez del cálculo) a un nivel de 100 dB en cada banda de oc-
tava.
Paso 2. Se determinan los ajustes para la ponderación e para las frecuencias
centrales de las bandas de octava.
Paso 3. Se suman las líneas I y 2 para obtener los niveles de banda de octava con
ponderación e y se combinan (Figura 1.13) para determinar el nivel sonoro glo-
bal con ponderación C.
Paso 4. Se determinan los ajustes de la ponderación A para la frecuencia central
de cada banda de octava.
Paso 5. Se suman las filas 1 y 4 para obtener los niveles de banda de octava con
ponderación A.
Paso 6. Se define la atenuación aportada por el aparato.
Paso 7. Se determinan las desviaciones típicas (por 2) para las frecuencias a exa-
men.
Paso 8. Se restan los valores de la atenuación media (Paso 6) y se añaden los va-
lores de las desviaciones típicas (Paso 7) a los valores con ponderación A (Paso
5) para obtener los niveles sonoros estimados de banda de octava con pondera-
ción A bajo el aparato. Se combinan para obtener el nivel sonoro global con
ponderación A bajo el aparato.
Paso 9. Se resta este nivel sonoro con ponderación A (Paso 8) y el factor de se-
guridad espectral de 3 dB del nivel sonoro con ponderación e (Paso 3) para ob-
tener la NRR.

La NRR se utiliza para estimar el nivel sonoro efectivo con ponderación A en el


oído mediante su resta del nivel sonoro con ponderación e del ruido ambiental. La
práctica de restar la NRR del nivel sonoro con ponderación e puede parecer ilógi-
ca; sin embargo. está justificada sobre bases teóricas y empíricas. Se pierde una pre-
cisión considerable cuando se resta la NRR de los niveles sonoros con ponderación
A. en cuyo caso hay que incluir un factor de seguridad adicional en el cálculo. de tal
manera que la NRR menos 7 se resta de los niveles de ruido ambiental con ponde-
ración A para estimar los niveles efectivos en los oídos del usuario. Por ejemplo. la
NRR de 20.8 dB calculada para el tapón premoldeado de la Tabla 21.1 se reduce
7 dB cuando hay que restarla de los niveles sonoros con ponderación A (20.8 - 7.0
= U.2 dB). El nivel efectivo al que el usuario está expuesto cuando el nivel de ruido
incidente con ponderación A es 100 dB es 100 - 13.2 = 86.8 dB(A).
TABLA 21.2. Ejemplo del cálculo de la tasa de reducción del ruido (NRR) para un aparato de protección auditiva
Todos los valores en decibelios. La NRR representa la atenuación que obtendrán el 98 por 100 de los usuarios en ambientes
típicos de ruido industrial, asumiendo que utilizan el aparato de la misma manera que lo hicieron los sujetos examinados y
que éstos les representan con precisión

Frecuencia central de la banda de octava, Hz


Palios 125 250 500 1000 2000 4000 8000 db (X)*
.,»
»
:Il

1. Nivel de handa de octava asumido para el 1<X).O lOO.O 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 ~
O
ruido en
2. Corrección de ponderación C -0.2 0.0 0.0 0.0 -0.2 -O.H -3.0 O
3. Niveles de handa de octava con ponderación 99.H 100.0 I<Xl.O 100.0 99.H 99.2 97.0 108.0 [dB(C)] .,m
:Il
e
4. Corrección de ponderación A -16.1 -H.6 -3.2 0.0 +1.2 +1.0 -1.1 ~
m
5. Niveles de handa de octava con ponderación H3.9 91.4 9ó.H lllO.O 101.2 101.0 9H.9 n
n
A (5
6. Atenuación del tapón 27.4 2M '275 n.o 32.0 46.0' 44.2! z
7. Desviación típica x ::' 7.H HA 9,4 6.H H.H 7J' 12B! »
e
H. Niveles de handa de octava de protección 64.3 73.2 7H.7 79.H 7H.0 62.3 675 H4.2 [dB(A)] O
::¡
estimados con ponderación A
lJ. NRR .0
IOH.O - H4.2· 3 ~- 20.H [Paso 3 - I'a,o H - 3!] ~
• Surn~llo~aritnw:a ut..' 7 niveles de handa Je 0".'1 a\' a en la fila. Estc es un ni"e1 sonoro con ponderación e para el Paso 3 y un nivel sonoro con ponderación A para el
Paso K.
r-.tcdia antmética ,k In, dat", dc -' 1'in \ 41U11V.
, Mcdla aritmética de 1", dat", de h-,I~) ,. SIUl Ht.
~ El factor c.:~rC'('tral de sC'~urldad ut.' .' dl1 es para prntcger conlra la sohreestimación de la reducción dd ruido del aparato de protección auditi"a 4ue podria surgir de
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N
...
(o
21.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Comparación del método de bandas de octava y de la tasa de reducción del


ruido (NRR)

Los cálculos del método de bandas de octava y de la NRR pueden compararse uti-
lizando el nivel sonoro con ponderación e para el espectro en la Tabla 21.1
(95,2 dB, ponderación C) y restando entonces la NRR de este valor para predecir el
nivel efectivo bajo el protector auditivo. El nivel sonoro con ponderación A así es-
timado, 74,4 dB, se compara favorablemente con el nivel sonoro con ponderación
A de 73,0 dB derivado del método de bandas de octava. Parte de la disparidad entre
estas dos estimaciones del nivel efectivo es debida a la incorporación del factor es-
pectral de seguridad de 3 dB descrito en la sección anterior.

CARACTERISTICAS DEL COMPORTAMIENTO DE LOS APARATOS DE


PROTECCION AUDITIVA

En la Figura 21.3 se muestran los rangos representativos de la atenuación lograda


por los protectores auditivos bien ajustados en condiciones de laboratorio. La ate-
nuación de la mayoría de ellos decrece al reducirse la frecuencia. Por tanto, la re-
ducción del nivel sonoro con ponderación A obtenida por un aparato de protección
auditiva (en el oído del oyente) se reduce a medida que la proporción de energía de
baja frecuencia aumenta en el espectro global del ruido.

Eficacia de los tapones

Los valores de atenuación son parecidos para los tapones premoldeados, agrupán-
dose alrededor de 25 dB a frecuencias de hasta 1000 Hz y aumentando hasta apro-
ximadamente 40 dB a las frecuencias más altas. Los tapones premoldeados pueden
proporcionar una atenuación mayor que los auriculares a 125 y 250 Hz y por encima
de 2000 Hz, pero la atenuación es menor a frecuencias intermedias. Los tapones
que pueden ser formados y moldeados por el usuario están fabricados con materia-
les como masilla de algodón/cera o silicona. La gama de valores de atenuación de
estos aparatos es bastante amplia, sobre todo por debajo de 2000 Hz. La atenuación
puede variar desde 30 dB a 45 dB por encima de 2000 Hz, y para los peores protec-
tores, tan sólo unos 10 dB para frecuencias bajas.
Los tapones de espuma de recuperación lenta, moldeables, alcanzan la mejor
protección global entre los aparatos sencillos. La atenuación va desde 30 a 45 dB a
frecuencias por encima de 1000 Hz y de 20 a 40 dB a frecuencias por debajo de
2000 Hz. dependiendo de la profundidad de la inserción. La atenuación puede su-
perar 35 dB para todas las frecuencias examinadas para un tapón de espuma pro-
fundamente insertado.
La atenuación de los tapones diseñados a medida para el usuario varía mucho.
dependiendo de las diferencias en los materiales, adaptación y procedimiento de fa-
bricación. La atenuación media de estos protectores está por debajo de la de algu-
nos de los tapones premoldeados.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.11

Frecuencias centrales de bandas de tercio de octava. Hz

lipo de protección 125 250 500 1000 2000 4000 8000

e Tapones (premoldeados.
moldeados por el usuario)
10-30 10-30 15-35 20-35 20-40 30-45

40-45
25-45

35-45
(3 Tapones de espuma (la 20-35 20-35 25-40 25-40 30-40
atenuación depende de la
profundidad de la inserción)

e Tapones (moldeado a
medida del usuario)
5-20 5-20 10-25 10-25 20-30 25-40 25-40

e
e
Tapones semiinsertados
(también denominados aparatos
semiaurales o casco del canal)

Auriculares (con o sin


componentes de comunicación)
10-25

5-20
10-25

10-25
10-30

15-30
10-30

25-40
20-35

30-40
25-40

30-40
25-40

25-45

'3 Tapones y auriculares


(en combinación)
20-40 25-45 25-50 30-50 35-45 40-50 40-50

Idénticos a los auriculares

f3 Conjuntos de reducción
activa del ruido
15-25 15-30 20-45
anteriores 1000Hz

25-40 30-40 30-40

(6) Cascos militares 0-15 5-15 15-25 15-30 25-40 30-40 20-50

ev Cascos de moto 0-5 0-5 0-10 0-15 5-20 10-30 15-35

FIGURA 21.3. Mínimos y máximos representativos de la atenuación esperada de


aparatos de protección auditiva bien ajustados bajo condiciones de laboratorio, en
decibelios. Los datos intentan dar cuenta de la variabilidad de las marcas y el labora-
torio; sin embargo, no todos los datos publicados por los fabricantes ni los valores re-
ferenciados en la bibliografía estarán necesariamente dentro de los rangos aquí men-
cionados.

Los aparatos semiinsertados ofrecen una gama amplia de rendimiento en todas


las frecuencias. Los mejores aportan una atenuación media de aproximadamente
20 dB a frecuencias por debajo de 2000 Hz y de 35 dB para frecuencias superiores a
ésta.

Eficacia de los auriculares

La atenuación de los auriculares está influida por las características de su diseño y


por sus materiales constitutivos, incluyendo la tensión de la banda sobre la cabeza.
el volumen y masa de los cascos y el área de apertura del casco. La atenuación de la
mayoría de los auriculares a 2000 Hz se acerca al límite impuesto por la conducción
ósea, aproximadamente 40 dB. La atenuación decrece unos 9 dB por octava, desde
aproximadamente 1000 Hz a 125 Hz; da una media de unos 35 dB para frecuencias
21.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

por encima de 2000 Hz. Cuando se utilizan gafas con los auriculares, las patillas de-
ben ajustarse a los lados de la cabeza y ser delgadas, con el fin de reducir su efecto
sobre la capacidad de sellado de las almohadillas alrededor de las orejas. La pérdida
de atenuación que producen las patillas de las gafas, con las almohadillas en buenas
condiciones, suele ser de 3 a 7 dB. El efecto varía notablemente de unos auriculares
a otros y depende del ajuste y estilo de las gafas.

Eficacia del uso combinado de tapones y auriculares

Con la utilización combinada de tapones y auriculares o cascos se suele conseguir


mayor protección que con cualquiera de estos aparatos aisladamente. La atenua-
ción de la combinación no es igual a la suma de las atenuaciones individuales, como
ilustra la Figura 2 1.4. Para frecuencias individuales, el incremento en la ganancia de
rendimiento varía desde aproximadamente Oa 15 dB sobre el mejor de los aparatos.
A 2000 Hz, las combinaciones típicas de protectores proporcionan una ganancia de
unos pocos decibelios. Cuando se utilizan distintos auriculares con los mismos ta-
pones. la atenuación cambia muy poco. pero cambia mucho cuando se usan distin-
tos tapones con el mismo auricular. Si un tapón y un auricular se emplean de forma
combinada, la elección de los tapones resulta crucial para la atenuación por debajo
de 2000 Hz. Por encima de 2000 Hz, esencialmente todas las combinaciones de ta-
pones y auriculares aportan una atenuación aproximadamente igual a la del cráneo
humano. Dependiendo de la frecuencia, la atenuación combinada está limitada por
las vías de conducción ósea en el oído interno (aproximadamente de 40 a 50 dB).

Protección contra el sonido del disparo de armas

Los auriculares y tapones de calidad logran una atenuación adecuada de los impul-
sos compuestos fundamentalmente de energía de media y alta frecuencia, como la
10

20 '. ,

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Frecuencia, kHz

FIGURA 21.4. Atenuación media proporcionada por un tapón, un auricular y la utili,


zación combinada de un tapón y un auricular.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.13

producida por las armas de fuego pequeñas. La atenuación del auricular desciende
a medida que la concentración de la energía en los impulsos se desplaza hacia fre-
cuencias bajas y al aumentar el calibre de las armas de fuego. La atenuación de un
auricular típico es de unos 30 dB para el disparo de una pistola, unos 18 dB para un
rifle y tan sólo 5 dB para un cañón. Los tapones de espuma proporcionan una pro-
tección parecida a la de los auriculares frente al disparo de una pistola. pero ofrecen
una protección sustancialmente mayor, casi 20 dB, contra disparos de cañón o ba-
zooka. Unos buenos auriculares o tapones bien ajustados reducen el nivel pico de
presión sonora de los impulsos de la mayoría de los disparos de pistolas y rifles a
menos de 140 dB.
Hay que usar tapones o auriculares para la exposición a impulsos con niveles
pico de presión sonora desde 140 a 160 dB aproximadamente. Una combinación de
tapones más auriculares es necesaria cuando los niveles de presión sonora máximos
alcanzados son iguales o superiores a 160 dB. La utilización de protección auditiva
combinada también puede ser necesaria a niveles tan bajos como 150 dB para mu-
chos impulsos (más de 100) en áreas muy reverberantes (véase Capítulo 26 para in-
formación sobre criterios de riesgo de lesión para ruido impulsivo). Una combina-
ción de auriculares y tapones logra una protección adicional frente a los impulsos de
baja frecuencia con valores pico altos. Estas combinaciones proporcionan valores
de atenuación de 20 a 25 dB.

Eficacia para frecuencias infrasónicas

Los tapones insertados de calidad consiguen una atenuación de frecuencias infra-


sónicas (sonidos a frecuencias por debajo de 20 Hz) que se aproxima a la observada
para la banda de tercio de octava de 125 Hz. Los auriculares aportan muy poca pro-
tección y pueden incluso amplificar el sonido a algunas de estas frecuencias infra-
sónicas.

Eficacia para frecuencias ultrasónicas

Los tapones y/o auriculares convencionales logran muy buena protección a frecuen-
cias ultrasónicas (frecuencias por encima de los 20.000 Hz). Generalmente. propor-
cionan una atenuación que supera los 30 dB para frecuencias de aproximadamente
10.000 a 30.000 Hz.

Cómo afectan los aparatos de protección auditiva a la comunicación oral

Para la mayoría de los sonidos de banda ancha. a niveles sonoros desde 85 hasta
aproximadamente 105 dB(A), resulta algo más fácil para las personas con audición
normal comprender el habla con tapones o auriculares que sin ellos. Esta mejora se
produce debido a que tanto el habla como el ruido se reducen hasta niveles en que
el sistema auditivo no está sobrecargado y está relativamente libre de la distorsión
aural producida por niveles sonoros altos. Las personas con pérdidas auditivas para
21.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

altas frecuencias podrían no experimentar esta ventaja comunicativa al usar apara-


tos de protección. En niveles sonoros por debajo de 80 dB(A), cuando el nivel de la
señal hablada en el oído es de 75 dB(A) o inferior, los protectores auditivos redu-
cen la inteligibilidad de la comunicación cara a cara. En el Capítulo 16 se discute la
eficacia de la comunicación verbal con y sin aparatos de protección auditiva.

Cómo afectan los aparatos de protección auditiva a la percepción de


alarmas auditivas y sonidos indicadores

Los protectores auditivos atenúan por igual los niveles del ruido ambiental y de las
señales de peligro. Una señal auditiva de alarma puede oírse de forma diferente
cuando se utiliza uno de estos aparatos. Sin embargo, su reconocimiento suele ser
igual estén o no protegidos los oídos5 • Dependiendo del grado de pérdida auditiva,
del tipo de sonido indicador o alarma y del tipo de protector auditivo que estén uti-
lizando, algunos usuarios pueden experimentar dificultades de reconocimiento.

Localización de sonidos con protección auditiva

Los aparatos de protección auditiva, sobre todo auriculares o cascos, interfieren con
la localización auditiva (descrita en el Capítulo 17) debido a que ya no están pre-
sentes las claves importantes de alta frecuencia afectadas por el pabellón auricular
(véase Figura 21.2b). Esta interferencia también se ha observado con uno de los ta-
pones de atenuación alta, aunque, en general, las inserciones alteran menos la ha-
bilidad para la localización, ya que dejan expuesto el oído externo. Cuando se uti-
lizan protectores auditivos con electrónica activa (véase la siguiente sección), unos
micrófonos o amplificadores separados para cada casco (escucha dicótica) aportan
una localización considerablemente mejor que una señal única alimentando ambos
cascos (escucha diótica).

TIPOS ESPECIALES DE APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA

Auriculares que contienen receptores para la comunicación oral

Unos auriculares que contienen audífonos (al conjunto también se le denomina


conjunto para la comunicación) proporcionan una atenuación del sonido, posibili-
tando una comunicación oral en ambientes ruidosos (los tapones bien sellados a tra-
vés de los cuales se acoplan al oído las señales acústicas también logran estos efec-
tos). La atenuación es igualo algo inferior a la conseguida mediante los auriculares
sin audífonos. La utilización de tapones insertados bajo los auriculares también ate-
núa el ruido ambiental y la señal hablada. La combinación de tapones y auriculares
logra una buena atenuación del ruido a niveles altos, y la recepción de la comuni-
cación mejorará notablemente si, con el fin de compensar la pérdida por la inser-
ción del tapón, se aumenta el nivel de la señal.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.15

Aparatos de protección auditiva sensibles a la amplitud, protectores


pasivos

Los protectores auditivos pasivos (carentes de electrónica), sensibles a la amplitud,


están diseñados para permitir la comunicación oral durante períodos de silencio.
Proporcionan una determinada atenuación a niveles sonoros bajos, aumentando
ésta a medida que lo hace el nivel. Para conseguir esta atenuación no lineal, estos
aparatos contienen orificios, válvulas o diafragmas. A niveles sonoros por debajo de
unos 120 dB, los aparatos insertados del tipo válvula u orificio se comportan como
el molde de un oído con válvula de seguridad, logrando hasta 30 dB de atenuación
a frecuencias altas, pero esencialmente ninguna atenuación por debajo de los
1000 Hz. Existe un auricular sensible a la amplitud que aporta una atenuación uni-
forme de unos 25 dB desde 400 a 8000 Hz, para niveles sonoros por debajo de
120 dB. Tanto para señales estables como impulsivas a niveles sonoros altos, los
aparatos pasivos consiguen un aumento de atenuación de 1 dB por cada 2 o 4 dB en
nivel de presión sonora6 • Pocas exposiciones laborales y recreacionales, con la ex-
cepción de las competiciones de tiro profesional y amateur, son adecuadas en tipo y
niveles para que las características no lineales resulten funcionales.

Aparatos de protección auditiva con componentes electrónicos activos

Los aparatos de protección auditiva activa son auriculares que contienen micrófo-
nos, circuitos electrónicos y audífonos que transmiten la información acústica ex-
terior cuando los niveles sonoros ambientales están por debajo de algún límite pre-
definido, como 85 dB(A). Cuando la señal exterior supera este límite típico, la
electrónica no funciona y la protección auditiva aportada es la atenuación pasiva
del auricular básico. Los protectores activos no emplean la cancelación del ruido,
descrita a continuación.

Aparatos de protección auditiva de reducción activa del ruido

Un aparato de protección auditiva con reducción activa del ruido reduce la energía
acústica de baja frecuencia en el oído mediante la cancelación del ruid0 7 . En com-
paración con un casco pasivo, puede lograrse un aumento medio en atenuación de
15 a 20 dB, en el rango de frecuencias por debajo de 2000 Hz, y de hasta 25 dB en
algunas frecuencias. Los conjuntos para reducción activa del ruido consiguen que la
cantidad de sonido de baja frecuencia en el oído disminuya significativamente, lo
cual da como resultado una mejor inteligibilidad, mayor comodidad y menor fatiga
que si el mismo conjunto sólo aportara protección auditiva pasiva.

Aparatos de protección auditiva de atenuación plana

Un aparato de protección auditiva de atenuación plana proporciona aproximada-


mente la misma atenuación a lo largo de toda la región de frecuencias auditivas (100
21.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

a 8000 Hz)6,8. La atenuación plana mantiene la respuesta en frecuencia del oído no


obstruido, logrando una audición no distorsionada de las señales auditivas. Una ca-
racterística de atenuación plana puede ser especialmente beneficiosa para un usua-
rio que tenga pérdida auditiva a frecuencias altas o requiera una percepción del so-
nido de alta calidad (por ejemplo, un músico profesional).

ENTREGA, ADAPTACION, USO y MANTENIMIENTO DE LOS


APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA

Distribución y aprendizaje inicial de uso de las protecciones auditivas

La distribución y aprendizaje inicial de cualquier tipo de aparato de protección au-


ditiva es un elemento esencial en un programa de conservación de la audición (véa-
se Capítulo 22). Se logran los objetivos más adecuadamente si se realiza de forma
individual o en grupos pequeños, con una proporción entre estudiantes e instructor
no superior a 511. La compatibilidad y ajuste de los protectores deben ser contro-
lados individualmente sobre cada trabajador. El entrenamiento en grupos mayores
también es útil cuando se realiza además de, y no en lugar de, el trabajo individual
o en grupos pequeños.
Se debe hacer una inspección visual de la cabeza y el oído externo para identi-
ficar las condiciones médicas o anatómicas que pueden interferir o agravar la pro-
tección auditiva. Los protectores no deben utilizarse si existen tales condiciones
hasta que la consulta médica y/o el tratamiento corrector puedan obtenerse, o se de-
termine que estas condiciones no constituyen un problema.
Cuando sea posible. el usuario ha de ser expuesto a ruido durante el proceso de
ajuste. para que pueda oírlo disminuido al nivel mínimo percibido mientras se le
adapta el protector auditivo. Se puede utilizar una grabadora portátil para presen-
tar grabaciones de ruido de banda ancha o sonidos industriales representativos.
Cuando no hay una fuente de sonido disponible durante el ajuste inicial, el técnico
dehe hacer un seguimiento de los trabajadores a los pocos días. mientras están en su
ámbito laboral. para controlar el ajuste y la conveniencia de los aparatos que ha dis-
trihuido.
Durante el reparto inicial. las instrucciones de uso de tapones suelen requerir
más hahilidad y atención que las de los auriculares. pero es un error frecuente asu-
mir que cualquiera es capaz de usar unos auriculares. y por ello distribuirlos indis-
criminadamente. sin asistencia. Muy al contrario. tamhién hay que evaluar inicial-
mente la adaptación de éstos porque no a todos los usuarios les valen todos los
modelos. a veces incluso ningún modelo. Hay que revisar las instrucciones de uso y
hacer una demostración de cómo se ajustan.
La inserción es más fácil y más eficaz para todo tipo de tapones si se tira del pa-
hellón auditivo hacia fuera y hacia arriba. Hay que insertar los tapones en el oído
derecho usando la mano derecha. y en el oído izquierdo. con la izquierda. Con la
mano contraria se estira de la oreja a la vez hacia fuera (alejándola de la cabeza) y
hacia arriba. agarrándola por detrás o por encima de la caheza. Esto permite que la
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.17

mano que inserta el tapón tenga la mejor línea de acercamiento al canal auditivo
para un ajuste preciso.

Una prueba de ajuste de los aparatos de protección auditiva; empleo del


efecto de oclusión

Una de las técnicas más extendidas aplicables a la adaptación de casi todos los pro-
tectores auditivos es escuchar el efecto de oclusión (un aumento en la eficacia de la
transmisión de los sonidos por conducción ósea por debajo de 2000 Hz cuando el
oído está acústicamente sellado, haciendo que el usuario perciba cambios en la ca-
lidad de la voz y otros sonidos generados por el cuerpo). El usuario puede utilizar el
efecto de oclusión (véase también la sección anterior sobre «Efecto de oclusión»)
como prueba de ajuste de los tapones y los auriculares contando en voz alta de 1 a
15 mientras atiende al cambio en la calidad de voz que indica la presencia de un se-
llo acústico y del efecto de oclusión. Con tapones, una forma alternativa es contar
en voz alta mientras sólo un oído está ajustado correctamente. La voz debe oírse o
notarse más fuerte por el oído obstruido. Cuando el otro oído haya sido correcta-
mente ajustado, el efecto habrá de ser igual en ambos, haciendo que la voz se oiga
como si emanara del centro de la cabeza.

Comodidad

La comodidad es un rasgo crítico de un aparato de protección auditiva, equivalente


en importancia a la atenuación que proporciona. Un aparato que no sea cómodo no
será utilizado consistente y correctamente, o quizá no se use nunca. La comodidad
puede aumentarse adaptando adecuadamente el aparato al usuario y entrenándole
en su uso correcto. Las fuentes habituales de incomodidad incluyen los tapones
cuyo tamaño o inserción son inadecuados, aparatos deteriorados con almohadillas
o ahrazaderas endurecidas o deformadas, bandas para los auriculares exagerada-
mente prietas y el uso de auriculares en ambientes muy calurosos.
Los aparatos de protección auditiva son elementos del equipo personal y deben
distribuirse de forma acorde a esta consideración. Los usuarios han de estar impli-
cados en el proceso de selección y deben poder elegir entre una variedad de opcio-
nes adecuadas, que incluyan un mínimo de tres aparatos distintos. Por lo general.
serán un auricular y dos modelos de tapones. pero sería también aconsejable un
aparato semiinsertado o marcas adicionales de cada tipo de protector.
Hace falta tiempo para que los usuarios se acostumbren a los aparatos de pro-
tección auditiva, tanto a su sensación como a su sonido. Algunos usuarios inexper-
tos pueden precisar una semana o dos para adaptarse completamente a la sensación
de llevarlos y llegar a apreciar los beneficios que reporta su uso.
21.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Higiene y mantenimiento

Hay que limpiar los aparatos de protección auditiva regularmente de acuerdo con
las instrucciones del fabricante. Por lo general, el agua templada y el jabón suave
son agentes limpiadores satisfactorios. Hay que lavar y secar los tapones concien-
zudamente antes de volver a utilizarlos o almacenarlos. Hay que lavar o quitar el
polvo periódicamente a las almohadillas de los auriculares. Los tapones y las al-
mohadillas han de reemplazarse cuando no puedan limpiarse adecuadamente o ya
no mantengan su apariencia original o resistencia. La limpieza mejora la aceptación
del protector, reduce la probabilidad de irritaciones e infecciones del oído y prolon-
ga la vida de los materiales al retirar la grasa cutánea y otros agentes que puedan
contribuir a su deterioro.
Aunque la probabilidad de que los protectores auditivos aumenten la incidencia
de las infecciones del oído externo es mínima9 , éstas pueden producirse. Habitual-
mente se descubre que los tapones o auriculares que pueden estar implicados en ca-
sos de infección están contaminados con sustancias cáusticas o irritantes o tienen
materiales cortantes o abrasivos. Hay que consultar a personal médico entrenado
para determinar si las infecciones auditivas persistentes están asociadas con los apa-
ratos de protección auditiva o con otros factores no relacionados con su uso.

Seguridad

El uso de aparatos de protección auditiva comercializados es seguro siempre que se


sigan las recomendaciones del fabricante; sin embargo. son aconsejables algunas
precauciones. Los tapones que crean un sello a presión, como los injertos premol-
deados, deben retirarse con un movimiento giratorio lento para romper gradual-
mente el sello, con el fin de asegurar que su retirada no produce molestias, dolor o
daño al oído. Cuando se utilizan tapones acordonados (dos tapones unidos por un
cordón para facilitar su manejo y empleo), el cordón debe estar enroscado de tal
manera que no cuelgue y así no exista la posibilidad de obstaculizar los movimien-
tos o engancharse. Los auriculares pequeños. ligeros y de perfil bajo no interferirán
con las actividades o el equipamiento de los trabajadores.

Abusos

Los usuarios de los aparatos de protección auditiva suelen modificarlos para mejo-
rar la comodidad o para «personalizarlos». Se eliminan partes de los tapones pre-
viamente moldeados. se pinchan las vejigas de los tapones llenos de aire y se cortan
los tapones para reducir su tamaño. Se estiran las bandas de los auriculares para re-
ducir su presión sobre la cabeza y se perforan agujeros sobre los cascos para au-
mentar la ventilación. para ayudar al drenaje de la transpiración y, en algunos casos,
para hacer un monograma con las iniciales del usuario. Todas estas prácticas degra-
dan la atenuación y han de evitarse.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.19

PROCEDIMIENTOS DE MEDIDA PARA ESTIMAR LA ATENUACION


DE LOS APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 10

Existen variaciones significativas en la atenuación sonora media (y desviaciones tí-


picas) de los mismos protectores auditivos evaluados mediante el mismo procedi-
miento en distintos laboratorios ll . Esto conduce a diferencias sustanciales en las ta-
sas de reducción del ruido (NRR) y en la jerarquía de rendimiento de los grupos de
aparatos calculada a partir de los datos de atenuación sonora. Por ello, la jerarquía
sólo es significativa con datos que partan de un único laboratorio. Las fuentes de la
variabilidad entre laboratorios son: (1) diferencias de interpretación e implantación
de la metodología normalizada de medidas, (2) falta de certeza respecto de la ob-
tención de un ajuste adecuado para evitar escapes acústicos, (3) diferencias en la se-
lección de los sujetos, (4) diferencias en el entrenamiento de los sujetos y (5) dife-
rencias en las técnicas de corrección de los datos.
También varían (aunque en menor medida) la precisión y replicabilidad de las
evaluaciones de atenuación de los protectores auditivos en el mismo laboratorio de-
bido a cambios en: (1) el experimentador del laboratorio, (2) la población de suje-
tos, (3) los criterios de selección, (4) el tamaño y las técnicas de ajuste, (5) la instru-
mentación y (6) las características de las muestras de los aparatos de protección
auditiva que se examinan. Una consecuencia de esta variabilidad es que las diferen-
cias en la NRR de menos de 3 dB no tienen importancia práctica, e incluso los cam-
bios de 4 o 5 dB son de importancia cuestionable, salvo que se estén comparando
datos muy controlados.

Método subjetivo (atenuación del oído real al nivel del umbral)

El método de atenuación del oído real al nivel del umbral l2 es un procedimiento que
utiliza enjuiciamientos subjetivos para determinar la diferencia entre el nivel sono-
TO mínimo que un sujeto oye sin llevar un aparato protector (umbral libre) y el nivel
mínimo que oye al utilizar el protector (umbral ocluido). La atenuación (también
denominada protección auditiva) aportada por el aparato es la diferencia entre los
umbrales libre y ocluido. Por ejemplo, la diferencia entre el nivel de un umbral
ocluido de 45 dB y el nivel de un umbral libre de 20 dB da como resultado un valor
de atenuación de 25 dB. La atenuación medida en el laboratorio puede ser repre-
sentativa de la protección estimada para un determinado ambiente de ruido sólo
cuando el aparato se utiliza de la misma manera que lo hicieron los sujetos en la
prueba, y si éstos representaron adecuadamente a los usuarios. Este método repre-
senta con precisión el rendimiento de todos los protectores lineales de la audición
(los aparatos lineales son independientes del nivel. aportando esencialmente la mis-
ma cantidad de atenuación sea cual sea el nivel del ruido ambiental en que son usa-
dos), pero no caracteriza con precisión el rendimiento de aparatos que dicen ofrecer
atenuación que aumenta a medida que lo hace el nivel sonoro. El método de ate-
nuación del oído real al nivel del umbral es el procedimiento más extendido para
evaluar la atenuación de los protectores auditivos mediante enjuiciamientos hu-
manos subjetivos. Virtualmente todos los datos disponibles de los fabricantes se de-
21.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

rivan de este método. Dada su precisión y la experiencia acumulada sobre él, es el


único procedimiento subjetivo que se incorpora en casi todos los criterios naciona-
les e internacionales.

Medida física

Los métodos físicos para la medida de la atenuación de los protectores auditivos del
tipo auricular y casco suelen emplear un artefacto acústico de prueba (<<una cabeza
de maniquí») para representar las características de la cabeza humana. Se coloca un
micrófono en el artefacto aproximadamente en el lugar del tímpano humano. Se
puede incluir o no una reproducción del oído externo. No se implica a sujetos hu-
manos en este procedimiento y se mide la atenuación sonora para niveles de pre-
sión sonora incidentes de 80 a 100 dB o superiores.
El micrófono localizado en el oído del artefacto mide los niveles de las señales
de prueba con y sin el protector auditivo. La diferencia entre estos dos niveles se de-
fine como pérdida de inserción del aparato. Otro método utiliza dos micrófonos.
uno dentro del auricular y otro fuera, en el campo de ruido. La diferencia entre los
dos niveles medidos simultáneamente en los dos micrófonos representa la reduc-
ción del ruido lograda por el protector auditivo.
Los métodos de medida física constituyen procedimientos rápidos para evaluar
la atenuación y complementan los métodos utilizados sobre atenuación en el oído
real (que precisan muchas horas para una evaluación completa). Por esta razón, se
emplean en el diseño, control de calidad de la producción y examen de aceptación
de auriculares y cascos.

Medida física en un sujeto de prueba

El método de la medidllfísica sohre un sujeto de prueha utiliza evaluaciones físicas


(acústicas) para determinar la diferencia entre los niveles de presión sonora en el
oído de un sujeto humano. con y sin aparato de protección auditiva. Las medidas se
realizan con un micrófono en miniatura a la entrada. y a veces dentro, del canal au-
ditivo. Otra alternativa es usar dos micrófonos simultáneamente para medir los ni-
veles de presión sonora dentro y fuera del protector auditivo. El sujeto lleva el apa-
rato mientras se realizan las medidas. pero no emite respuestas frente a los
estímulos: se comporta como si fuera un maniquí con un artefacto acústico dentro
de la cabeza. Este método se utiliza para ver la atenuación que proporcionan los ta-
pones. auriculares. cascos y conjuntos de comunicación, y es una prueba de selec-
ción rápida que puede complementar la de la atenuación subjetiva en el oído real
con el método del umbral.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.21

EFICACIA REAL DE LOS APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA EN


EL LUGAR DE TRABAJO

La atenuación que proporciona un protector auditivo es mucho menor que la me-


dida en el laboratorio. Las medidas de laboratorio reflejan la atenuación máxima
que puede esperarse de un aparato que es nuevo, está en buen estado, disponible en
las tallas adecuadas, está ajustado correctamente, es utilizado bajo circunstancias
ideales, es evaluado por sujetos expertos y se usa bajo una minuciosa supervisión
experimental. Sin embargo, muchas de las condiciones de las pruebas de laborato-
rio que resultan esenciales para obtener un rendimiento óptimo no se implantan, o
no se pueden implantar, en el lugar de trabajo. Ello se debe en parte al énfasis de
algunos laboratorios sobre el examen de la atenuación máxima, sin tener en cuenta
la comodidad al ajustar los protectores (sobre todo los tapones) y los cortos perío-
dos durante los cuales los sujetos a examen los utilizan (5 a 10 minutos).
La disparidad entre los valores de atenuación del laboratorio y del lugar de tra-
bajo también se debe al hecho de que el rendimiento en este último suele ser mucho
peor de lo que podría razonablemente esperarse. El escaso rendimiento en el lugar
de trabajo surge de factores tales como falta de formación y entrenamiento del
usuario, escasa motivación, talla y ajuste incorrectos de los aparatos, deslizamiento
de los protectores auditivos durante el uso, deterioro de los aparatos y modificacio-
nes que realizan los usuarios que degradan su atenuación.
La atenuación medida en los ámbitos laborales, con trabajadores reales como
sujetos, muestra valores medios inferiores (sobre todo para los tapones) y mayores
desviaciones típicas (multiplicadas por 2 o 3) que los datos dellaboratorio I3 , como
muestra la Figura 21.5. A modo de ejemplo, los valores medios de atenuación en el
lugar de trabajo son menores que los del laboratorio en aproximadamente 15 o
20 dB para tapones premoldeados, 10 a 15 dB para tapones de espuma y de 5 a 10
para auriculares. El rendimiento de estos últimos en ámbitos laborales es relativa-
mente mejor que el de los tapones respecto de los valores predichos por el labora-
torio, pero sea cual sea el protector seleccionado, la exposición individual al ruido
puede subestimarse sustancialmente cuando se calcula a partir de los datos de ate-
nuación del laboratorio.
Por lo general. las exposiciones al ruido en los lugares de trabajo también se sub-
estimarán cuando los resultado sobre el rendimiento en ellos son vistos de una for-
ma simplificada. mediante el uso de un descriptor de dígito único. como la tasa de
reducción del ruido (NRR). Las NRR logradas para el 84 por 100 de los usuarios en
el ámbito laboral suelen ser iguales o inferiores a 7 dB para todos los tipos de ta-
pones, salvo la variedad de espuma. Para tapones de espuma, las NRR en el lugar
de trabajo son de aproximadamente 12 dB, lo cual es comparable a la hallada para
la mayoría de los auriculares I3 · 14 •
La eficacia de la protección de un aparato se reduce notablemente cuando el
trabajador se lo quita durante varios períodos a lo largo de la jornada laboral, como
ilustra la Figura 21.6. Un protector auditivo, con una NRR de 25 dB, que el usuario
se quita durante 15 minutos en una jornada laboral de 8 horas. aporta una NRR
efectiva, con corrección temporal (ordenada), de 20 dB. Se observan mayores re-
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45 - - - -ti Auriculares O
r
O
m
r
:lI
0,125 0,250 0,500 1,0 2,0 3,15 4,0 6,38,OV 0,125 0,250 0,500 1,0 2,0 3,15 4,0 6,3 8,0 e
6
Frecuencia, kHz
o

FIGURA 21.5. Comparación entre los valores de atenuación del laboratorio, a partir de las publicaciones de
los fabricantes, con los valores de atenuación en ambientes laborales para cinco tipos distintos de aparatos
de protección de la audición. (Según Berger13 .)
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.23
ce
"O 25
R ---¡---
E
al
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JI I I
Ejemplo (véase texto)
./
~25
NRR Nominal

8.
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"O
~
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al
"O
240 120 60 30 10 5 2,5 0,5
Zi
~ Tiempo no utilizado (minutos) durante la exposición de 8 horas
FIGURA 21.6. Correcciones a la tasa de reducción del ruido (NRR) nominal en fun-
ción del tiempo durante una jornada laboral en que no son utilizados los aparatos de
protección de la audición, basadas sobre una relación de intercambio de 5 dB. (Según
Else'".)

ducciones de eficacia para NRR más altas. Se observan pocos efectos para NRR de
unos 10 dB Y menos.
Se pueden comparar los umbrales de audición de los trabajadores antes y des-
pués de las exposiciones al ruido para indicar la adecuación de un aparato de pro-
tección auditiva. Una reducción en la sensibilidad auditiva posterior a la exposición,
denominada desplazamiento temporal del umbral (véase Capítulo 18), indica que el
aparato no logró la suficiente protección. Los datos obtenidos mediante esta técnica
no aportan valores específicos de atenuación; sin embargo, proporcionan una co-
rroboración cualitativa de los resultados de las medidas de atenuación de campo.

Corrección de los datos de atenuación para representar los valores


alcanzables en el lugar de trabajo

La NRR de los protectores auditivos sobreestima la atenuación que realmente se


consigue en los ámbitos laborales e implica teóricamente que la mayoría de las ex-
posiciones al ruido serán seguras si se utilizan los protectores. La NRR (o los datos
de laboratorio a partir de los que se calculó) puede ajustarse para acomodarla a los
valores de atenuación más realistas de los lugares de trabajo. Una reducción (tam-
bién denominada desgravación) de la NRR en 10 dB, antes de restarla del nivel so-
noro con ponderación C. es la corrección mínima necesaria para estimar la atenua-
ción potencialmente alcanzable en el ámbito laboral l ; sin embargo, podrían ser
apropiadas reducciones mayores. Estas también pueden aplicarse a los cálculos de
atenuación de bandas de octava; hay que restar 10 dB de los valores de atenuación
de banda de octava del protector auditivo antes de introducir estos valores en el
Paso 4 de la Tabla 21.1.
21.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Procedimiento OS HA para reducir las NRR a valores alcanzables en el lugar


de trabajo

La Occupational Safety and Health Administration (OSHA), en la Enmienda sobre


Conservación de la Audición l6 , especifica el uso de datos etiquetados por el fabri-
cante, obtenidos a partir de medidas de laboratorio, para determinar el cumpli-
miento de los requisitos de la enmienda sobre la atenuación que deben aportar los
aparatos de protección auditiva. Debe poderse determinar si son adecuados para
las exposiciones al ruido en que van a emplearse. Después de la publicación de la
Enmienda sobre Conservación de la Audición, la OSHA reconoció que los datos de
laboratorio han de corregirse, y en la actualidad recomiepda reducir en un 50 por
lOO las NRR publicadas (por ejemplo, una NRR de 20 dB se reduciría a 10 dB),
pero sólo con el propósito de evaluar la eficacia relativa de los protectores auditivos
y los controles técnicos del ruido (reducción del ruido mediante el rediseño o la mo-
dificación del equipamiento). Las NRR corregidas no son aplicables para determi-
nar el cumplimiento de los requisitos de protección auditiva recogidos en la en-
mienda.
El esquema de corrección del 50 por 100 previamente descrito es más estricto,
hasta en 5 dB, que la corrección de 10 dB comentada anteriormente. La elección
entre ambas se basará en cuán conservador se desea ser al establecer las directrices.
Sin embargo, hay que utilizar uno de estos esquemas, o algún otro procedimiento
de desgravación o corrección, si hay que usar los datos del laboratorio para desarro-
llar estimaciones significativas del rendimiento en el ámbito laboral.

Uso de datos de bandas de octava para estimar la protección en el lugar


de trabajo

La precisión que se presume que debe obtenerse mediante el empleo del método de
bandas de octava no siempre se logra, debido a la gran discrepancia entre las NRR
(datos de laboratorio) y la atenuación en el lugar de trabajo. La principal razón para
examinar los datos individuales de banda de octava es ajustar mejor la curva de ate-
nuación del aparato al espectro del ruido. Por ejemplo, los datos de bandas de oc-
tava. tanto del laboratorio como del lugar de trabajo. muestran que los auriculares
no son una buena alternativa para ruidos con una energía significativa de baja fre-
cuencia (125 a 250 Hz), pero son preferibles cuando la energía de frecuencias me-
dias es elevada (fundamentalmente alrededor de 1000 Hz). Un tapón de espuma o
premoldeado es el aparato que se debe elegir para ruidos que contienen energía sig-
nificativa de baja frecuencia.
Realizar este tipo de emparejamiento entre protección auditiva y espectro de
ruido también puede resultar de escaso valor. dada la dificultad de asignar protec-
tores particulares a tareas concretas en una fábrica. Es difícil asegurarse de que se
utilizan los aparatos, de que se hace correctamente, evitar que se intercambien en-
tre áreas de trabajo con distintas características espectrales de ruido y comprobar
que determinados aparatos son usados sólo por los empleados expuestos a espec-
tros concretos de ruido.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.25

Uso de bases de datos audiométricos para indicar la eficacia de la


protección auditiva

Se han desarrollado varias técnicas de análisis de las bases de datos audiométricos


para evaluar la eficacia de los aparatos de protección auditiva y los programas de
conservación de la audición. El Capítulo 22 contiene una discusión sobre estos te-
mas.

CRITERIOS Y NORMATIVAS DE PROTECCION AUDITIVA

Criterios nacionales de EE.UU.

Los criterios nacionales en Estados Unidos especifican procedimientos experimen-


tales para medir la atenuación de los aparatos de protección auditiva. El American
National Standards Institute (ANSI), en la normativa S12.6. especifica un procedi-
miento subjetivo para medir la atenuación del oído real a nivel de umbral 12 • La
Acoustical Society of America, en la norma ASA STD.1, especifica un método de
medida física 18 que complementa al método ANSI. Ninguno de los dos confiere la
aprobación, ni atribuye ningún grado de calidad particular a los aparatos evaluados.
En vez de ello, simplemente definen un método uniforme de medida de la atenua-
ción del aparato de protección auditiva.

Criterios internacionales

La norma ISO 4869 19 define un método subjetivo para medir la atenuación sonora
de los aparatos de protección auditiva al umbral de audibilidad. Este método, se-
mejante al ANSI S12.6 citado anteriormente. especifica los procedimientos para
medir la atenuación del sonido del aparato y la tensión aplicada por la banda de los
auriculares. Esta normativa no contiene requisitos acerca del rendimiento. ni apor-
ta un método para aprobar o rechazar los aparatos de protección auditiva.
El ISOrrR 6290 es un informe técnico que describe un método físico, simplifi-
cado (el examen acústico con un dispositivo en lugar de con un sujeto humano).
para la medida de la pérdida de inserción de los aparatos de protección auditiva del
tipo circunaural20 . Este procedimiento se emplea para inspeccionar la calidad y
también puede ser utilizado para otros fines. Es parecido al método físico de la
ASA STD.1.

Normativas EPA/OS HA

La Agencia de Protección Ambiental (Environmental Prolection Agency), de


acuerdo con el Acta de Control del Ruido de 1972, requiere que todos los aparatos
productores y reductores del ruido estén etiquetados. La normativa especifica que
la atenuación de cualquier aparato o material. susceptible de ser utilizado sobre la
21.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cabeza o en el canal auditivo, que se vende completa o parcialmente sobre la base


de su capacidad para reducir el sonido que entra en el oído, tiene que ser evaluada
de acuerdo con los estándares ANSI I2 . '8 . A partir de estos datos se calcula una tasa
de reducción del ruido y se coloca en una etiqueta impresa sobre los paquetes de to-
dos los aparatos de protección auditiva. En Estados Unidos, todos los aparatos de
protección auditiva comercializados han de estar etiquetados de acuerdo con esta
normativa4 .
La Occupational Safety and Health Administration l6 obliga a que todos los apa-
ratos de protección auditiva reduzcan el nivel sonoro hasta un valor medio con pon-
deración A de 90 dB, o menos, durante 8 horas laborales diarias y, en el caso de em-
pleados que muestren desplazamientos del umbral de audición habituales (véase
Capítulo 18), hasta niveles sonoros con ponderación A iguales o inferiores a 85 dB.

Datos aportados por otras instituciones federales

El Nationallnstitute for Occupational Safety and Health publica datos sobre apara-
tos de protección auditiva que incluyen distribuidor, modelo, tipo, peso, fuerza de la
banda para la cabeza, valores de atenuación medios y desviaciones típicas a las fre-
cuencias habituales de examen de 125 a 8000 Hz, pruebas normalizadas y pruebas
de laboratorio3 . Estos datos se obtienen de los fabricantes de los aparatos. La Mine
Safety and Health Administration publica una «Lista de factores de protección au-
ditiva R&D». pero el único criterio para que un aparato se incluya en esta lista es
que haya sido examinado de acuerdo con ASA STD.l o ANSI S12.6 y que los datos
estén disponibles en sus publicaciones comerciales o en las hojas de especificacio-
nes. Ninguna de estas publicaciones contiene los requisitos de rendimiento de los
aparatos de protección auditiva.

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1990. vol. 34, pp. 97-107.
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8. M. e. Killion, E. DeVilbiss y J. Stewart, «An earplug with uniform 15-dB attenuation»,
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energy principIe», Ann. Occup. Hyg., vol. 16, 1973, pp. 81-83.
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18. Method for the measurement of real-ear pro/ec/ion of hearing protec/ors and physical at-
/enua/ion of earmuffs, ASA STD.I-1975 (ANSI S3.19-1974), Acoustical Society of Ame-
rica, Nueva York, NY 10017, 1975.
19. Measurement of sound attenuation of hearing protectors-subjective me/hod, ISO
4869:1981, Intemational Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza,
1975.
20. Simplified me/hod for a measuremen/ of insertion loss of hearing pro/ec/ors of earmuff
/ype for quality inspection purposes, ISOrrR 6290:1989, Intemational Organization for
Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1989.
Capítulo 22
PROGRAMAS DE
CONSERVACION DE LA
AUDICION

Larry H. Royster
Julia Doswell Royster

INTRODUCCION

Un programa laboral de conservación de la audición es un plan sistemático implan-


tado para proteger la audición de los empleados del daño debido a exposiciones a
ruido nocivo en el lugar de trabajo. Este capítulo describe las bases para lograr un
programa eficaz. Se revisan los aspectos más importantes de cada fase de los pro-
gramas de conservación de la audición. Se comentan las características de los pro-
gramas eficaces en términos de organización y políticas, el personal implicado y las
influencias externas que hay que considerar. A continuación. el capítulo presenta
procedimientos para el análisis de las bases de da lOs audiométricos (una evaluación
de los resultados audiométricos de la población expuesta al ruido que se lleva a
cabo para aportar una evidencia objetiva respecto de la eficacia del programa y
para identificar cualquier deficiencia del programa que deba corregirse). Por últi-
mo. se describen los beneficios de los programas eficaces. Resulta relativamente
sencillo implantar la estructura del programa y asignar responsabilidades al perso-
nal en las distintas fases del mismo. Sin embargo, resulta más difícil para la industria
establecer programas que realmente logren una protección eficaz de la audición de
los empleados. Dado que un programa eficaz sólo puede desarrollarse con el com-
promiso sincero de la jefatura superior, la última sección del capítulo presenta in-
formación que justifica el esfuerzo necesario para lograr la eficacia del programa.

FASES DE UN PROGRAMA DE CONSERVACION DE LA AUDICION

Las fases de un programa de conservación de la audición se muestran en la Figura


22.1 1• A veces no son necesarias todas las fases. Si las medidas de control del ruido
pueden eliminar exposiciones sonoras nocivas en el lugar de trabajo. las evaluacio-

22.1
22.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Programa de conservación I
I de la audición
I
I I I I
I Fases
I I Características
deseadas
I I Personal
que participa
I
I
Influencias
externas I
Encuesta sobre Uso obligatorio de Director Sede de la
el sonido aparatos de protección empresa
auditiva Directivos
Controles técnicos superiores Asesores
y administrativos Aparatos de protección
auditiva potencialmente Directivos Proveedores
Formación eficaces medios
Pluriempleo
Protección de Persona responsable Supervisores
la audición Comunidad
Comunicaciones activas Empleados
Seguimiento TIempo de
audiométrico ocio

Aficiones

FIGURA 22.1. Programa de conservación auditiva: fases, características deseadas,


personal e influencias externas que afectan al funcionamiento del programa.

nes audiométricas y el uso de aparatos de protección auditiva pueden suspenderse.


Sin embargo, mientras la exposición de los trabajadores al ruido siga siendo peligro-
sa, es necesaria la protección combinada que aporta el programa completo. La di-
versidad de esfuerzos implicados en las distintas fases suele requerir que personal
de varias disciplinas se responsabilice de los distintos aspectos del programa de con-
servación de la audición. Si estos esfuerzos son incompletos o están mal coordina-
dos, el pro~rama no logrará el objetivo de prevenir la pérdida de audición durante
el trabaj 0 2 ... El personal que implemente cada fase tiene que documentar sus acti-
vidades y resultados, tanto para compartir información con otros miembros del
equipo del programa como para satisfacer los requisitos que regulan el manteni-
miento de registros 3.4 .

Fase de encuesta sobre el sonido

El propósito principal de una encuesta sobre sonido en el lugar de trabajo es deter-


minar las exposiciones sonoras a las que los trabajadores están sometidos para to-
mar las decisiones apropiadas acerca de cómo protegerlos frente al desarrollo de
una pérdida auditiva laboral. (La exposición sonora se describe en el Capítulo 12.)
Estas decisiones incluyen:
1. Determinar si las exposiciones sonoras de los trabajadores son suficiente-
mente peligrosas como para requerir el establecimiento de un programa de
conservación de la audición.
2. Identificar a aquellos trabajadores que deben incluirse en el programa de
conservación auditiva (para cumplir ya sea un criterio gubernamental regu-
lador o el propio criterio interno de la compañía).
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.3

3. Clasificar las exposiciones sonoras de los trabajadores en categorías que re-


clamen acciones protectoras mayores cuanto mayor sea el nivel de riesgo (ta-
les como la selección de aparatos de protección auditiva, diseño de materiales
educativos adecuados y establecimiento de prioridades para los proyectos de
control del ruido).
Una encuesta sobre sonido debe aportar la información adecuada para tomar
estas decisiones. Sin embargo, no es necesario medir la exposición sonora de cada
persona con precisión. Medidas de exposición sonora extremadamente detalladas
pueden resultar muy costosas en términos de tiempo y equipos. Estos recursos pue-
den emplearse de forma más eficaz en otras fases del programa que proporcionan
protección real a los trabajadores.
Son necesarias las medidas del nivel sonoro para identificar las piezas del equi-
pamiento que constituyan las fuentes dominantes de ruido en términos de su con-
tribución a la exposición sonora de los trabajadores y las fuentes dominantes de rui-
do dentro de estas piezas de equipamient05 . Esta información es necesaria: (1) para
seleccionar el equipamiento a controlar y (2) para seleccionar el orden en que las
medidas de control del ruido habrán de ejecutarse.
Una encuesta sobre sonido también:
1. Identifica las áreas de trabajo donde el ruido de fondo es suficientemente
alto como para interferir con la comunicación o la detección de alarmas y,
por tanto, constituye un peligro para la seguridad.
2. Documenta los niveles sonoros en el ambiente de trabajo y la exposición so-
nora de los trabajadores con el propósito de cumplir la legislación y de apor-
tar evidencias para futuras reclamaciones de compensación de los trabaja-
dores.
3. Identifica áreas de trabajo donde niveles sonoros molestos (pero no peligro-
sos) pueden interferir con la ejecución del trabajo.

Recogido de dotos de la encuesta sobre sonido. La encuesta debe generar una cla-
sificación de las exposiciones para todas las categorías laborales de trabajadores so-
metidos a exposiciones sonoras potencialmente peligrosas. La medida de la expo-
sición al ruido puede variar dependiendo de la legislación gubernamental que se
aplique. En Estados Unidos, la Occupational Safety and Health Administration
(OSHA) del gobierno federal especifica como indicador un nivel de presión sonora
continuo equivalente de 8 horas, con ponderación A, basado en la regla de 5 dB
descrita en el Capítulo 26. Algunos países emplean el nivel sonoro continuo equi-
valente de 8 horas basado en la regla de 3 dB, también descrita en el Capítulo 26.
Sea cual sea el caso, es adecuado clasificar las exposiciones al ruido de los trabaja-
dores en categorías de 5 dB de increment05 , con el fin de seleccionar los aparatos
protectores auditivos adecuados y decidir si su uso será voluntario u obligatorio.
Las encuestas sobre sonido también deben medir los niveles de presión sonora
con ponderaciones A y C en todas las áreas en que trabajen los empleados, tanto
con el propósito de planificar el control del ruido, como para seleccionar los apa-
ratos de protección auditiva. La documentación sobre los niveles sonoros en las dis-
tintas áreas de protección también resulta útil para aportar evidencias en las rec1a-
22.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

maciones de compensación de los trabajadores y para verificar los datos obtenidos


con dosímetros4 .5 .

Distribución de los datos de la encuesta sobre sonido. Los datos de la encuesta


sobre sonido deben ser compartidos con todo el personal de la compañía que re-
quiera esta información. Aunque se recomienda un informe detallado de la encues-
ta para los archivos permanentes de la compañía, debe distribuirse un resumen para
los encargados y todos aquellos implicados en el programa de conservación de la
audición. Los hallazgos de la encuesta sobre sonido se emplean para designar áreas
de producción y piezas del equipamiento en que se colocarán carteles indicadores
que requieran el uso obligatorio de aparatos de protección auditiva. Los supervi-
sores de los departamentos necesitan los resultados para poder responder a las pre-
guntas de los trabajadores. La estimación de la exposición sonora de cada emplea-
do/a debe aparecer en su registro audiométrico para facilitar la revisión del
audiograma. Los resultados de la encuesta se explican a los trabajadores durante los
programas de formación de manera que comprendan: (1) el grado de ruido peligro-
so en sus áreas de trabajo o en su categoría laboral, (2) dónde son necesarios los
aparatos de protección auditiva y (3) qué trabajadores deben incluirse en el progra-
ma de conservación auditiva. Una ayuda visual de utilidad para la formación de los
trabajadores es un plano de la planta mostrando las exposiciones sonoras típicas de
los trabajadores en las distintas áreas e indicando en qué zonas han de llevarse apa-
ratos de protección auditiva4 .5 •
Las encuestas sobre sonido deben repetirse: (1) anualmente o (2) siempre que
los cambios en el equipamiento o prácticas productivas puedan aumentar (o redu-
cir) la exposición sonora de los trabajadores lo suficiente como para justificar la in-
clusión de los trabajadores en el programa de conservación auditiva (o la retirada
de él) o modificar los requisitos para el empleo de los aparatos de protección audi-
tiva.

Fase de control técnico y administrativo del ruido

Los controles técnico,\' del ruido son modificaciones del equipamiento actual o re-
cién adquirido y/o instalaciones para reducir la exposición sonora de los trabajado-
res. Los controles administrativos del ruido son planes para reducir las exposiciones
sonoras de los trabajadores mediante: (1) reasignación de las tareas laborales
y (2) el diseño o compra de equipamiento o instalaciones más silenciosos. El obje-
tivo principal de la fase técnica y administrativa de control del ruido del programa
de conservación auditiva es. si es posible y económicamente factible. eliminar las
exposiciones sonoras peligrosas de los trabajadores. Sin embargo, consideraciones
tecnológicas o el coste impiden la completa eliminación del problema del ruido en
muchas situaciones. Por tanto. un objetivo secundario de los controles técnicos del
ruido es la reducción significativa de la exposición sonora de los trabajadores, ya
que una reducción significativa aumenta la probabilidad de protegerlos adecuada-
mente contra las pérdidas auditivas inducidas por el ruido a través del uso de apa-
ratos auditivos protectores.
La reducción de los niveles de ruido puede lograrse mediante la modificación de
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.5

la maquinaria existente y el empleo de materiales amortiguadores o cerramientos


para la maquinaria que reduzcan la radiación del sonido. como se describe en los
Capítulos 28 y 40. Para mantener una reducción continuada de las exposiciones so-
noras, los tratamientos de control del ruido deben ser prácticos y los operadores
han de ser formados en su empleo y mantenimiento. Por contra, si el equipamiento
original incluye elementos reductores del ruido, pueden no ser necesarios un man-
tenimiento inusual o una formación especial de los operadores.
Una opción administrativa eficaz para el control del ruido, sobre la que se pone
el énfasis en algunas regulaciones gubernamentalesÓ , es que la dirección introduzca
un plan para sustituir progresivamente el equipamiento obsoleto por una maqui-
naria más silenciosa. Al especificar la emisión sonora máxima de la nueva maqui-
naria. la dirección transfiere la responsabilidad del control del ruido al fabricante
del equipamiento. Otras opciones de control administrativo incluyen modificacio-
nes en los horarios de trabajo de los empleados yen las tareas. para distribuir las ex-
posiciones peligrosas entre más trabajadores. dando como resultado un menor ries-
go de daño auditivo para muchos trabajadores en lugar de un riesgo elevado para
unos pocos.
Para desarrollar los planes técnicos y administrativos adecuados de control del
ruido. hay que identificar las fuentes sonoras dominantes que contribuyan más sig-
nificativamente a las exposiciones sonoras de los trabajadores. Por ello, se solicita la
cooperación de mecánicos y operadores de la maquinaria con experiencia al plani-
ficar y llevar a cabo encuestas para controlar el ruido, con el fin de obtener infor-
mación acerca de las contribuciones al ruido de las distintas partes del equipamien-
to. También se determina el número de trabajadores cuyas exposiciones están
afectadas por las distintas piezas del equipamiento. Una vez identificadas las fuen-
tes dominantes. las prioridades para su control pueden basarse en: (1) ser factibles.
(2) la reducción anticipada de las exposiciones sonoras de los trabajadores y (3) el
programa para reemplazar el equipamiento por unidades más silenciosas. Es nece-
sario el mantenimiento regular de los controles de ruido para asegurar que la re-
ducción conseguida no se pierde debido a negligencias.

Fase de formación

La fase de formación de un programa de conservación auditiva aporta a todos los


trabajadores expuestos al ruido y sus directivos y supervisores una formación en
profundidad acerca de los riesgos de daños auditivos inducidos por el ruido y de sus
responsabilidades en el programa de conservación auditiva. así como información
motivante para inducirles a participar activamente en el mism0 7 . Allí donde las ex-
posiciones sonoras hayan sido reducidas a niveles no peligrosos. hace falta la for-
mación de los trabajadores para enseñar a los operadores y personal de manteni-
miento cómo usar y mantener las aplicaciones para controlar el ruido. Allí donde
existe ruido peligroso. el programa de formación debe incluir también información
sobre cómo ajustar y llevar los aparatos protectores de la audición adecuadamente.
así como los detalles acerca del propósito y los procedimientos de la fase de evalua-
ción audiométrica.
Por lo general. la fase de formación suele incluir presentaciones anuales a gru-
22.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

pos pequeños de trabajadores y su supervisor de un área de producción determi-


nada, con el fin de hacer hincapié sobre los hechos básicos de la pérdida auditiva in-
ducida por el ruido: cómo se desarrolla, cómo se añade a la inevitable pérdida
auditiva relacionada con la edad y cómo puede reducirse el riesgo mediante la uti-
lización adecuada de los aparatos de protección auditiva y controles del ruido. La
persona expuesta al ruido tiene que entender cómo degradaría la pérdida auditiva
su calidad de vida, causando: (1) problemas de comunicación, (2) aislamiento social
de los familiares y amigos, (3) pérdida del disfrute de la música y otras actividades
de ocio y (4) pérdida potencial de promoción y oportunidades laborales. Un repre-
sentante de la dirección debe verbalizar el compromiso de la compañía frente a la
conservación de la audición, y destacar las políticas específicas de la planta, tales
como uso obligatorio de aparatos de protección auditiva en las áreas designadas.
Existen fuentes disponibles que describen en detalle los programas de formación 7. 9 •
Se pueden comprar cuadernillos para su distribución entre los trabajadores con el
fin de ayudarles a recordar los hechos más importantes acerca de la protección de
su audición 10.11.
El personal que lleva a cabo las distintas fases del programa de conservación au-
ditiva precisa una formación más profunda acerca de todos los aspectos del progra-
ma. Al efectuar las tareas, tales como realizar audiogramas a los trabajadores y pro-
veerles de aparatos de protección auditiva, este personal tiene que poseer el
conocimiento suficiente como para responder a sus preguntas y motivarles para
proteger su audición.

Fase de protección auditiva

Allí donde no puedan eliminarse las exposiciones peligrosas al ruido mediante con-
troles técnicos o administrativos, los aparatos de protección auditiva serán el me-
canismo principal para reducir la exposición sonora de los trabajadores hasta nive-
les seguros. Estos aparatos (tapones, auriculares amortiguadores, semiinserciones)
se describen en el Capítulo 21. Capa tipo ha de adaptarse al usuario particular, ya
que las variaciones anatómicas impiden un aparato de «ajuste universal». La pro-
tección lograda por el empleado depende de la utilización adecuada de un aparato
bien ajustado que sea cómodo y práctico para el ambiente de trabajo y las tareas del
usuario. Dado que las personas difieren en sus preferencias así como en su anato-
mía, la compañía debe almacenar una selección de aparatos adecuados para lograr
una correcta protección.
Tal y como se indica en el Capítulo 21. los valores de atenuación etiquetados por
los fabricantes representan medidas de laboratorio que no pueden lograrse en am-
bientes laborales cotidianos. La dirección debe seleccionar los aparatos de protec-
ción auditiva que proporcionen una adecuada reducción del ruido. incluso cuando
ofrezcan sólo la mitad de la atenuación etiquetada. Las investigaciones acerca de
cómo se utilizan realmente los aparatos de protección auditiva en los lugares de tra-
bajo indican que sólo con tapones de espuma y con auriculares amortiguadores el
84 por 100 de los usuarios logra una protección igualo superior a 10 dB (véase Ca-
pítulo 21). Para exposiciones sonoras que requieran una protección superior a
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.7

10 dB, hay que seleccionar aparatos de protección auditiva que hayan demostrado
lograr la atenuación precisa bajo condiciones reales de trabajo.
Dado que la protección lograda depende de la utilización consistente y adecua-
da de aparatos de protección auditiva:
1. El usuario ha de ser cuidadosamente entrenado acerca de cómo utilizar los
aparatos y comprender por qué es tan importante emplearlos de forma re-
gular.
2. Es esencial la reposición regular de aparatos gastados o estropeados.
3. El personal que ajusta, reparte y sustituye los aparatos debe estar formado
para ejecutar bien estas importantes tareas.
4. Los supervisores que imponen el uso correcto de los aparatos han de contro-
lar meticulosamente su utilización.

Fase de control audiométrico

La fase de control audiométrico incluye la medición periódica de los umbrales de


audición de los trabajadores expuestos al ruido y la evaluación de los resultados
para:
1. Detectar los cambios auditivos que puedan indicar la necesidad de mayor
protección contra el ruido.
2. Identificar a los trabajadores cuyas limitaciones auditivas preexistentes acon-
sejen consideraciones especiales respecto al puesto de trabajo o la selección
de aparatos de protección auditiva apropiados.
3. Detectar las características auditivas o cambios auditivos que sugieran con-
diciones patológicas no relacionadas con la exposición al ruido.
4. Aportar información respecto a tendencias auditivas y nivel de protección
para el total del grupo de trabajadores expuestos al ruido, tal y como deter-
mine el análisis de las bases de datos audiométricos 13 (descrito más adelante
en este capítulo).
Como describe el Capítulo 19, se debe obtener un audiograma de referencia (lí-
nea base) para cada empleado antes de asignarle a un área de trabajo ruidosa. Los
audiogramas anuales para controlar los cambios en la audición de los trabajadores
deben realizarse durante el curso del turno de trabajo, no antes de que comience, de
forma que los resultados muestren cualquier desplazamiento temporal del umbral
producido por un uso inadecuado de los aparatos de protección auditiva. Si los dia-
gramas anuales se realizan antes de la exposición diaria al ruido, podrían documen-
tar simplemente la lenta progresión de la pérdida permanente y no podrían aplicar-
se las técnicas para el análisis de la base de datos audiométricos que evalúan la
eficacia del programa.
Después de cada examen audiométrico anual, todos los trabajadores han de re-
cibir información acerca del estado de su audición, tanto verbal (inmediatamente
después del audiograma), como por escrito posteriormente4 . 14 • Siempre que se
identifique cualquier cambio significativo en la audición. habrá que volver a ajustar
el aparato de protección auditiva del empleado y volver a entrenar a éste en su uso
22.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

correcto. Dar a los trabajadores esta información y la atención durante el segui-


miento son medios muy eficaces para motivarles a aumentar su nivel de protección
dentro y fuera del trabaj 0 7.
La habilidad para detectar cambios individuales depende de la adecuada cali-
bración del equipamiento de evaluación audiométrica y del empleo consistente, por
parte de los técnicos audiométricos. de instrucciones para los trabajadores y técni-
cas de evaluación. Si los datos audiométricos son poco fiables carecen de valor, no
sólo en la identificación de los desplazamientos del umbral individuales, sino en la
evaluación de la eficacia de los distintos aspectos del programa de conservación de
la audición mediante el análisis de la base de datos audiométricos1 3 .1 4 , como se ha
descrito anteriormente.

CARACTERISTICAS DESEABLES DE LOS PROGRAMAS EFICACES DE


CONSERVA CION DE LA AUDICION

Las características deseables asociadas con los programas eficaces de conservación


de la audición se muestran en la Figura 22.1.
l. La aplicación estricta del uso de los aparatos de protección auditiva tiene que
ser una condición para empresarios y trabajadores con exposiciones sonoras
peliRro,ms. La mejor forma de establecer este requisito es como parte del én-
fasis de la dirección en la protección adecuada de la seguridad y la salud para
toda la compañía .
., Los aparatos de protección auditiva potencialmente eficaces en la prevención
de las pérdidas aucliti\'{Js indl/cidas por el ruido durante el trabajo tienen que
estar clisponih/es para todos los trabajadores. El objetivo es promover su uti-
lización mediante la adaptación individual de un aparato que pueda usarse
adecuadamente. durante el turno de trabajo. diariamente. La mayoría de los
entornos industriales tienen niveles de presión sonora con ponderación A
por debajo de 95 dB: por tanto. el ajuste y comodidad de los aparatos de pro-
tección auditiva. así como el que éstos resulten de utilidad práctica bajo las
condiciones de trabajo. contribuyen más a su potencial eficacia que la capa-
cidad de atenuación definida por el fabricante. Así. los valores de atenuación
etiquetados para estos aparatos han de ser. en la mayoría de las ocasiones. se-
cundarios para su aceptación por el usuario 12 .
3. Una persona clave, comprometida con el programa, debe estar presente para
motivar el los demás a conceder prioridad a la conservación de la audición l -4 •
En la situación ideal. la persona clave tiene la responsabilidad de coordinar
todas las fases del programa de conservación auditiva. El puesto de esta per-
sona puede ser muy distinto: podría ser. por ejemplo. ayudante técnico sani-
tario. técnico audiométrico. encargado de seguridad e higiene. o ingeniero.
El currículum individual de la persona es menos importante que su interés
sincero por la conservación de la audición y la capacidad para mantenerse en
contacto directo con todos los aspectos del programa. La dirección debe dar
a esta persona el entrenamiento. responsabilidad y apoyo necesarios para lo-
grar un programa eficaz.
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.9

4. Tiene que existir una comunicación eficaz entre el personal implicado en todas
las fases del programa de conservación de la audición. Con demasiada fre-
cuencia, los programas fracasan debido a que las responsahilidades se repar-
ten jerárquicamente, de arriba abajo, entre personas que nunca coordinan
sus esfuerzos. Por ejemplo, la lista de aparatos de protección auditiva apro-
bada en las directrices de la política de la compañía puede no incluir aquellos
que mejor se ajusten al entorno de trabajo local y que son. de hecho. usados
en las áreas de producción. Para lograr un esfuerzo coordinado, hay que
establecer un calendario de reuniones habituales para una comunicación
abierta.

PERSONAL IMPLICADO EN EL PROGRAMA

Como muestra la Figura 22.1, el personal implicado en el programa incluye, al me-


nos en cierta medida, varios niveles de la jerarquía de la compañía. aunque no pa-
sen una cantidad significativa de tiempo en áreas de ruido peligroso. Todos los eje-
cutivos han de estar informados de la normativa del programa de conservación de
la audición, y sentirse motivados para demostrar su apoyo. Por ejemplo. los ejecu-
tivos deben usar aparatos de protección auditiva siempre que entren en áreas de
ruido elevado. El agente de compra de la compañía tiene que estar familiarizado
con el programa de conservación auditiva de manera que no sustituya un determi-
nado aparato más caro, que los usuarios encuentran más cóm~o y útil, por otro pa-
recido más barato.

INFLUENCIAS EXTERNAS

En la Figura 22.1 se muestra una lista de varios tipos de influencias que pueden
afectar a la implantación o eficacia de los programas de conservación de la audición.
El personal de éstos puede tener que educar a los consultores médicos o audioló-
gicos acerca de los peligros del ruido de la planta y la política de la compañía al es-
tablecer un programa eficaz de conservación de la audición y satisfacer los requisi-
tos normativos. Cuando las exposiciones al ruido fuera del trabajo amenacen la
audición de los trahajadores, éstos pueden ofrecer entrenamiento acerca de apara-
tos de protección auditiva a grupos de ocio (por ejemplo. c1uhs de tiro al blanco o
trabajos con madera) con el fin de mejorar el grado de protección de los trahaja-
dores. La patronal no puede prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido me-
diante esfuerzos in situ si los trabajadores no se protegen a sí mismos contra las ex-
posiciones potencialmente dañinas en la comunidad: por tanto, los trabajadores
necesitan información acerca del grado de peligro de las fuentes de ruido ajenas al
trabajo. tales como maquinaria de granjas o equipos para el cuidado del césped.
Dado que los aparatos de protección auditiva no suelen estar fácilmente disponibles
para adquisición de los consumidores individuales, la dirección puede proporcio-
narlos para su empleo en el hogar.
22.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

PROBLEMAS FRECUENTES EN LOS PROGRAMAS DE


CONSERVACION DE LA AUDICION

En contraste con el programa ideal de conservación de la audición expuesto en la


Figura 22.1, los programas reales exhiben a menudo las siguientes deficiencias 15 :

1. Comunicación y cooperación inadecuadas: En muchos programas de conser-


vación de la audición existe una ruptura de la comunicación entre el personal de la
planta local implicado en las distintas fases del mismo, así como entre el personal de
la planta y el de la sede central de la empresa ubicada en otro sitio. Esta ruptura se
produce cuando no hay nadie que supervise el programa completo de conservación
auditiva y se permite que el personal de cada fase actúe de manera independiente.
La solución requiere: (1) dar la responsabilidad global a una persona clave y (2) es-
tablecer un calendario de reuniones regulares donde el personal que aplica las fases
del programa pueda intercambiar información y coordinar sus esfuerzos 7 .

2. Decisiones basadas sobre conocimiento insuficiente o información errónea. A


menudo, el personal de los programas de conservación de la audición malinterpreta
los requisitos normativos y o bien carece de la información básica, o bien malinter-
preta los datos acerca de la protección de los trabajadores frente al daño auditivo
inducido por el ruido. A menudo, confía en consultores externos, o incluso distri-
buidores de productos (como los vendedores de los equipos de seguridad), para re-
cibir el único conocimiento que poseen acerca de la conservación auditiva. Por
ejemplo, muchas personas creen las afirmaciones de los vendedores acerca de que
ciertos aparatos de protección auditiva son protectores «de ajuste universal» que se
adaptan a todas las personas. Cuando el personal de la compañía está mal infor-
mado. puede gastar fondos en aparatos protectores que no resultan prácticos o en
controles del ruido que no reducen significativamente las exposiciones cotidianas.
Puede contratar un control audiométrico realizado por servicios de evaluación mó-
viles, sin planificar que un miembro del personal haga un seguimiento de los tra-
bajadores que muestran cambios en los umbrales auditivos. Puede intentar satisfa-
cer los requisitos de formación (sin lograr el deseado impacto) mediante la simple
proyección de una película, sin presentar ningún ponente que narre los peligros de
la pérdida de audición debida al ruido de la planta local, sin señalar la responsabi-
lidad de los trabajadores en el programa de conservación auditiva o sin responder a
sus preguntas respecto de los distintos aspectos del programa.
Cuando se intenta reducir el ruido peligroso mediante controles técnicos, los es-
pecialistas han de determinar si la dirección precisa formación adicional o si previa-
mente ha estado mal informada. Incluso los consultores de control del ruido pueden
contribuir al problema de la desinformación. si existe negligencia a la hora de infor-
mar a la dirección acerca de las interpretaciones de la normativa actualizada (por
ejemplo. directrices administrativas que limitan la obligatoriedad de los controles
técnicos del ruido), si oscurecen la reducción de la exposición de los trabajadores
que se obtiene a partir de los controles del ruido, o si presentan estimaciones infla-
das de la potencial amenaza de responsabilidades frente a las compensaciones de
los trabajadores por pérdida de audición de origen laboral. El fallo de la dirección a
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.11

la hora de discernir la información falsa ha dado como resultado gastos innecesarios


en actividades de control del ruido que no eran necesarias o adecuadas.
3. Excesiva confianza en los datos sobre atenuación del laboratorio al seleccio-
nar los aparatos de protección auditiva: En muchas plantas, el personal de la com-
pañía elige un aparato de protección auditiva en vez de otro porque su tasa de re-
ducción del ruido (NRR) es 1 dB más alta. La atenuación estimada para aparatos
en el uso cotidiano ni siquiera emplea la misma escala que la atenuación para datos
de laboratorio con los mismos aparatos (Capítulo 21). Los aparatos de mayor ate-
nuación no son necesarios en ambientes de ruido bajo y pueden resultar menos
aceptables para los trabajadores, sobre todo para quienes tienen pérdida auditiva,
que los aparatos de atenuación moderada. Cuando la dirección cree erróneamente
que los datos de elevada atenuación en el laboratorio suministrados por el fabrican-
te reflejan la actuación real de los aparatos de protección au~itiva en el lugar de tra-
bajo, es menos probable que considere la implantación de opciones de control del
ruido.
4. Selección inadecuada o inapropiada de los aparatos de protección auditiva:
Muchas plantas de fabricación ofrecen tan pocas opciones en tipos y estilos de apa-
ratos de protección auditiva que no pueden proveer adecuadamente a todos los tra-
bajadores con la atenuación apropiada. la comodidad y utilización práctica en el en-
torno laboral. Debe haber disponibles. al menos, dos tipos de tapones y un tipo de
amortiguador para los oídos; aunque son preferibles tres tapones, dos amortigua-
dores y un aparato de semiinserción l2 .
5. Entrenamiento inadecuado de quienes ajustan. reparten y utilizan los aparatos
de protección auditiva: En muchos entornos industriales, los aparatos de protección
auditiva son repartidos y sustituidos por personal, como supervisores laborales o
ayudantes de los almacenes de herramientas, que no poseen entrenamiento en sa-
nidad ni seguridad. Todo el personal implicado en la fase de protección auditiva
precisa formación acerca de los factores que determinan si se está logrando la pro-
tección adecuada, así como entrenamiento para la correcta adaptación, uso, cuida-
do y sustitución regular de los aparatos de protección auditiva?
6. Uso inadecuado de los datos audiométricos: En la mayoría de los programas
de conservación auditiva, los resultados de los audiogramas anuales de los trabaja-
dores no se utilizan para motivarles a proteger su propia audición I4 . 15 . Todos los tra-
bajadores debieran recibir anualmente los resultados de su audiograma e informa-
ción sobre: (1) la comparación de su estado auditivo actual con la media de los
demás trabajadores de la misma edad. sexo y raza. y (2) la comparación de los ac-
tuales umbrales de audición con los resultados de sus audiogramas previos. Si se fe-
licita a los trabajadores con audición estable (si usan aparatos de protección audi-
tiva) y se avisa a quienes comienzan a mostrar cambios en la audición, ambos
grupos se sentirán motivados para participar activamente en la conservación de su
propia audición.
22.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

IMPLICACIONES PARA LA IMPLANTACION DEL PROGRAMA

1. No existen directrices escritas aplicables a todos los programas de conserva-


ción auditiva. Los programas de conservación auditiva en distintas ubicaciones de-
ben adaptarse para satisfacer las necesidades y características locales. Industrias
con equipamiento y niveles sonoros muy parecidos pueden diferir en sus enfoques
para reducir las exposiciones de los trabajadores debido a las actitudes del personal.
En una planta, los trabajadores pueden preferir que las exposiciones sonoras sean
limitadas mediante controles técnicos del ruido y cambios administrativos en los ho-
rarios laborales; en otra. los trabajadores se resisten a estas opciones y prefieren
confiar en los aparatos de protección auditiva.
2. Ningún experto o profesional es superior en la administración de programas
de conservación auditiva industrial. Los programas con éxito no precisan de la aten-
ción diaria de los especialistas en control del ruido, audiólogos, consultores, direc-
tores médicos, o personal de alto nivel de la compañía como son los altos directivos.
Los programas de conservación auditiva con éxito se aplican mejor a través de per-
sonas clave de bajo nivel que están en contacto con los trabajadores en las opera-
ciones cotidianas. Los consultores deben compartir su conocimiento con el personal
afectado con el fin de mejorar sus capacidades, ya que el personal in situ es esencial
para el éxito del programa. Los problemas de conservación de la audición no se re-
solverán si hay que llamar a un experto para todo tipo de situación.
3. FI personal del programa de conservación de audición debe emplear el sentido
común y el enjuiciamiento razonable al evaluar los consejos. A menudo, al discutir
la política y procedimientos de los programas de conservación de la audición. el per-
sonal responsable de las plantas debe llevar a cabo ciertas acciones, a pesar de sus
recelos. basadas en las recomendaciones de los consultores o personal remoto de la
propia compañía con mayor autoridad o experiencia. Sin embargo. el personal local
con conocimiento de primera mano acerca de las condiciones de la planta suele es-
tar mejor cualificado para juzgar si el consejo experto debe ser ignorado debido a
que es incompatible con las limitaciones de las condiciones del lugar de trabajo.
4. La conservación auditiva requiere trahajo en equipo. Implantar un programa
de conservación de la audición precisa del esfuerzo en equipo para lograr el éxito.
Ninguna fase del programa puede manejarse aisladamente. Dado que las distintas
fases son interdependientes. el personal del programa. los consultores y trabajado-
res afectados deben comunicarse y cooperar para establecer procedimientos prác-
ticos que lograrán y mantendrán la protección adecuada frente al ruido peligroso.
Por ejemplo. al planificar los controles técnicos del ruido. hay que obtener opinio-
nes de todos los supervisores y operadores del departamento para crear un cuadro
completo del problema del ruido. en lugar de basarse sobre una única fuente de in-
formación. Durante las encuestas técnicas sobre sonido y al planificar el diseño de
las modificaciones que resulten prácticas en el uso diario. hay que buscar la ayuda
de los operadores de maquinaria y del personal de mantenimiento con experiencia.
Se comprueba si el diseño resulta práctico sobre una única máquina y se perfeccio-
na sobre la base de los comentarios de los operadores. Antes de instalar el trata-
miento mejorado sobre otras máquinas. se debe formar a todos los operadores y
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.13

mecánicos afectados, indicándoles cómo les beneficiará la solución al reducir sus


exposiciones al ruido y explicándoles el uso correcto y el cuidado de las modifica-
ciones. Se establece un calendario y financiación para el mantenimiento regular de
los tratamientos de control del ruido y la medida sonora periódica que verifique la
continuidad de su eficacia. La negligencia en el seguimiento de estos principios de
comunicación y coordinación dará como resultado que los tratamientos de control
del ruido sean ignorados o destruidos, malgastándose así fondos y causando que la
dirección se muestre escéptica acerca de invertir en medidas de control del ruido.

EVALUACION DE LOS PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA


AUDICION

Un enfoque para evaluar los programas de conservación de la audición es emplear


una lista para asegurarse de que se han satisfecho todos los requisitos y se han lo-
grado todas las cualidades deseadas 2•3 •11 • Uno de estos listados se incluye como
Apéndice 22.1. Los listados resultan útiles para evaluar la totalidad de un progra-
ma, pero no pueden calibrar su eficacia en la prevención de la pérdida auditiva la-
boral.
La única medida directa de la eficacia de un programa de conservación auditiva
es el análisis de la base de datos audiométricos, que es la colección de todos los re-
gistros audiométricos de los trabajadores expuestos al ruido. Los resultados de los
audiogramas anuales de estos trabajadores están disponibles y deben explotarse
para determinar si son necesarias mejoras en el programa o si los trabajadores están
siendo adecuadamente protegidos. El análisis de la base de datos audiométricos con-
siste en la aplicación de procedimientos estadísticos (descritos en el siguiente apar-
tado) a los datos del umbral de audición de los trabajadores expuestos al ruido du-
rante un período de tiempo definido, con el fin de evaluar las tendencias auditivas y
la variación de las medidas de los umbrales como indicación de si el grado de pro-
tección que reciben los trabajadores es adecuadol1·I~. Un programa eficaz de con-
servación de la audición proporciona a los trabajadores la protección suficiente
frente a las exposiciones al ruido durante el trahajo. de manera que los desplaza-
mientos en los niveles de los umbrales auditivos a lo largo del tiempo no sean dis-
tintos a los encontrados en una población de control convenientemente asimila-
da I3 .1I'. La población de control adecuada tiene que tener todas las características
relevantes y riesgos auditivos de la población de trabajadores expuesta al ruido. sal-
vo en lo que respecta a la exposición durante el trabajo en sí I7 .IH .

Procedimientos para el análisis de la base de datos audiométricos

Existes varios procedimientos disponibles para el análisis de la base de datos audio-


métricosl 5 .1 9 basados en el grado de variabilidad de las medidas de los niveles del
umbral de audición para comparaciones de pruebas secuenciales (comparar un au-
diograma anual con el siguiente). Para lograr un nivel de variabilidad bajo en los
umbrales medidos en los sucesivos audiogramas anuales. el programa de conserva-
22.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ción auditiva debe aportar la protección adecuada frente al ruido. Estos procedi-
mientos de análisis se basan en el uso de la variabilidad en los niveles de los umbra-
les auditivos para indicar no sólo desplazamientos permanentes en los umbrales
inducidos por el ruido, sino también desplazamientos temporales en los umbrales;
por tanto, pueden aplicarse sólo si la prueba audiométrica anual de los trabajadores
se realiza durante sus turnos habituales de trabajo, no antes de la exposición diaria
al ruido. Si los aparatos de protección auditiva o los controles técnicos y administra-
tivos utilizados para proteger a los trabajadores son eficaces, la variabilidad de los
niveles de los umbrales auditivos de la población expuesta al ruido debe ser equi-
valente a la del grupo de control no expuesto al ruido.
Los procedimientos de análisis de la base de datos audiométricos de aplicación
más simple son dos porcentajes que se derivan de las comparaciones de los audio-
gramas secuenciales anuales (tales como Prueba 1 a Prueba 2 y Prueba 2 a Prueba 3):
l. Porcentaje de la peor secuencia: El porcentaje de trabajadores que muestran
un desplazamiento en el umbral auditivo de 15 dB o más hacia una audición
peor en cualquier frecuencia de prueba (de 500 a 6000 Hz), en cualquier oído,
en una comparación entre dos audiogramas anuales secuenciales.
2. Porcentaje de la mejor o la peor secuencia: El porcentaje de trabajadores que
muestran un desplazamiento en el umbral auditivo de 15 dB o más, ya sea ha-
cia una audición mejor o hacia peor audición, en cualquier frecuencia de
prueba (de 500 a 6000 Hz), en cualquier oído, en una comparación entre dos
audiogramas anuales secuenciales.

Aplicación de procedimientos para el análisis de la base de datos


audiométricos

Antes de aplicar los procedimientos de análisis de la base de datos audiométricos,


ésta ha de limitarse a los registros de aquellos trabajadores que muestran el mismo
número mínimo de audiogramas anuales y cuyo último audiograma fuera realizado
durante el año cronológico más reciente (por ejemplo. todos los trabajadores que
tienen al menos ocho audiogramas, siendo el último de 1992). Entonces, los ocho
audiogramas más recientes de este grupo restringido son renumerados como Prue-
bas 1 a 8 para el análisis. Después de este proceso de selección de los registros, los
procedimientos se aplican a la base de datos restringida de la siguiente manera:
l. Porcentaje de la peor secuencia: Para cada comparación de pruebas secuen-
ciales que se desee (tales como Prueba 1 a Prueba 2, o Prueba 5 a Prueba 6).
se cuenta el número de trabajadores que muestran un desplazamiento del
umbral auditivo de 15 dB o más hacia una audición peor, en cualquier fre-
cuencia de la prueba audiométrica entre 500 y 6000 Hz, en cualquier oído. Se
divide esta suma entre el número total de trabajadores de la base de datos
restringida y se multiplica por 100 para obtener el porcentaje.
2. Porcentaje de la mejor o la peor secuencia: Para cada comparación de pruebas
secuenciales que se desee (tales como Prueba 1 a Prueba 2, o Prueba 5 a
Prueba 6), se cuenta el número de trabajadores que muestran un desplaza-
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.15

miento en el umbral auditivo de 15 dB o más hacia una audición mejor o


peor, en cualquier frecuencia de la prueba audiométrica entre 500 y 6000 Hz.
en cualquier oído. Se divide esta suma entre el número total de trabajadores
de la base de datos restringida y se multiplica por lOO para obtener el porcen-
taje.
Nótese que un trabajador puede mostrar desplazamientos del umbral por enci-
ma del criterio de 15 dB en una o más frecuencias, en uno o ambos oídos, pero a
este trabajador sólo se le cuenta una vez para el porcentaje final.
Una vez que se han obtenido los valores de los porcentajes para la mejor se-
cuencia y para la mejor o peor secuencia, se juzga la eficacia del programa de con-
servación auditiva comparando los resultados con los especificados para el criterio
presentado en la Tabla 22.1. Hay que destacar que el procedimiento del porcentaje
para la mejor o la peor secuencia se usa para evaluar la eficacia del programa sólo
para pruebas audiométricas posteriores a la prueba 4. Si los valores obtenidos para
los procedimientos empleados se sitúan dentro del rango de un criterio (aceptable.
marginal, o inaceptable) para todas las comparaciones de pruebas secuenciales dis-
ponibles, la eficacia del programa de conservación auditiva puede clasificarse cla-
ramente. Sin embargo, si los resultados de las distintas comparaciones de las prue-
bas secuenciales se sitúan dentro de los rangos de distintos criterios, habrá que
juzgar que la eficacia del programa se extiende sobre los dos rangos implicados (de
inaceptable a marginal, o de marginal a aceptable).
Junto con la aplicación de los procedimientos para analizar la base de datos au-
ditivos, se recomienda calcular y hacer gráficas de los niveles medios de los umbra-
les de audición para la población restringida de cada audiograma, con y sin una co-
rrección de edad. Una población de referencia adecuada para usarla en la
ponderación por edades es una base de datos no filtrada que se aproxime en cuanto
a grado de exposición al ruido no ocupacional (militares y ocio) y con la misma in-
cidencia de patología otológica y otros efectos contaminantes tal y como sucede en
la población de trabajadores, pero sin la exposición al ruido durante el trabajo 17.1H.

TABLA 22.1. Rangos de criterios para evaluar la eficacia de los programas de con-
servación auditiva
Basado sobre los resultados de dos procedimientos para el análisis de la base de da-
tos audiométricos: El procedimiento del porcentaje de la peor secuencia (% p.) apli-
cado a las comparaciones de las Pruebas 1-2, 2-3, 3-4 Y 5-6 o pruebas secuenciales
posteriores; y el procedimiento del porcentaje de la mejor o peor secuencia (% MP.)
aplicado a las comparaciones de las pruebas 5-6 o secuencias posteriores

Compandones sec:uendales Comparadones sec:uendales


plll'll \as cuatro para III!i últimll!i
primeras pruebu pruebas
Evaluadón del programa de con- (S-ti, 6-7, 7-8, etc.)
(1-2, 2-3 Y 3-4)
servadón
auditiva %P, %P. %MP.

Aceptable <20 <17 <26


Marginal 20 a 30 17 a 27 26 a 40
Inaceptable >30 >27 >40
22.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Si los resultados del análisis de la base de datos audiométricos indican que el


programa de conservación de la audición es ineficaz, no implica necesariamente
que los trabajadores estén desarrollando pérdidas auditivas inducidas por el ruido
durante el trabajo. Los procedimientos audiométricos con controles deficientes (ca-
libración, niveles de fondo, o métodos de evaluación) pueden producir una elevada
variabilidad en los datos audiométricos. Estos problemas hacen que el programa
aparezca como ineficaz porque los auténticos cambios en la audición de los traba-
jadores pueden no ser detectables, o pueden indicarse falsas pérdidas auditivas in-
ducidas por el ruido, cuando, en realidad, datos audiométricos poco fiables son la
fuente del problema!.l.
Si los datos audiométricos son de escasa fiabilidad debido a deficiencias proce-
dimentales, los problemas deben corregirse o explicarse antes de que los datos se
empleen para comparar la protección lograda en los distintos departamentos, para
evaluar los distintos componentes del programa, tales como la calificación de los
distintos aparatos de protección, o para determinar la eficacia de las distintas apli-
caciones de control del ruido. Cuando el personal de conservación de la audición no
detecta problemas en la calibración audiométrica o procedimientos de evaluación y,
a continuación, llevan a cabo acciones sobre la base de los desplazamientos auditi-
vos erróneos, el programa de conservación de la audición pierde credibilidad.

Beneficios del análisis de la base de datos audiométricos

l. Jnformar a la dirección si son necesarias mejoras en el programa de conser-


vación de la alldicián. En muchos casos, la dirección de la compañía asume que si se
establece un programa de conservación de la audición que satisfaga todos los re-
quisitos de la normativa vigente, los trabajadores estarán automáticamente prote-
gidos frente al desarrollo de pérdidas auditivas laborales y la compañía quedará
protegida de su responsabilidad de compensación a los trabajadores. Desafortuna-
damente, muchos programas que cumplen la normativa son ineficaces. Cuando un
programa no previene la pérdida auditiva, la compañía incurre en una gasto signi-
ficativo para implementar el programa sin obtener ninguno de los beneficios desea-
dos. Sin embargo, a través del análisis de la base de datos audiométricos, la direc-
ción puede determinar la eficacia del programa e implantar cambios si son
necesarios para mejorar el nivel de protección de los trabajadores.
Consideremos el caso del trabajador que es contratado y ubicado en el progra-
ma de conservación de la audición de la compañía. Si el personal del programa debe
esperar hasta que el trabajador desarrolle cierta cantidad predefinida de desplaza-
miento persistente en el umbral auditivo antes de percibir ninguna indicación de
ineficacia por parte del programa, será difícil justificar el coste de una audiometría
que meramente documenta la progresión de la pérdida auditiva. Sin embargo, si los
procedimientos de análisis de la base de datos audiométricos se emplean para de-
tectar y corregir los problemas del programa tempranamente en el historial de ex-
posición al ruido del trabajador. la fase de control audiométrico del programa de
conservación de la audición se convierte en una poderosa herramienta en la preven-
ción de pérdidas significativas de la audición inducidas por el ruido 'H'.
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.17

2. Seleccionar y evaluar los proyectos de control del ruido. La dirección puede


utilizar la información generada por el análisis de la base de datos audiométricos
para ayudar a establecer prioridades en los proyectos de control del ruido. Dado
que los fondos para control del ruido suelen estar limitados, es importante llevar a
cabo aquellos proyectos que aporten mayor reducción de los riesgos inducidos por
el ruido. Si el análisis de la base de datos audiométricos para distintas áreas de tra-
bajo indica un mayor riesgo de desarrollo de pérdidas auditivas entre los trabaja-
dores de ciertas áreas, los proyectos de control del ruido para estas áreas aportarán
mayores beneficios que aquéllos para áreas donde los trabajadores están adecua-
damente protegidos. En los años que siguen al establecimiento de un programa de
control del ruido, si la exposición al ruido ha sido reducida significativamente, los
resultados de la base de datos audiométricos deben confirmar la reducción del ries-
go de pérdidas auditivas.
3. Aportar contenidos para las actividades de formación y motivación. Cuando
el análisis de la base de datos audiométricos incluye una comparación de los grupos
de trabajadores clasificados por categorías laborales y/o áreas de producción, estos
resultados pueden emplearse en las actividades formativas y de motivación de la
compañía: (1) para premiar a los departamentos donde los trabajadores utilizan
adecuadamente los aparatos de protección auditiva y los tratamientos de control
del ruido, (2) para estimular un cumplimiento mejor en otros departamentos y (3)
para evaluar la ejecución de los supervisores en la implantación de los requisitos del
programa de conservación de la audición.

Toma de decisiones empleando los resultados del análisis de la base de


datos audiométricos

El personal del programa de conservación a menudo pregunta si los tipos de apa-


ratos de protección auditiva que usan los trabajadores proporcionan una atenua-
ción adecuada en su uso real. En la Figura 22.2 se presentan los datos del mejor o
peor porcentaje secuencial a lo largo de las tres comparaciones secuenciales más re-
cientes para grupos de trabajadores en cuatro rangos distintos de exposición al rui-
do, indicados mediante sus exposiciones medias de 8 horas OSHA (TWAs). Sólo
los trabajadores con TW A iguales o superiores a 90 dB(A) utilizaban aparatos de
protección auditiva. Los valores del porcentaje de la secuencia mejor o peor au-
mentan a medida que lo hace la exposición al ruido para quienes no emplean los
aparatos de protección de la audición, pero el grupo protegido con TW A iguales o
superiores a 90 dB(A) [el TWA típico fue 97dB(A)] exhibe aproximadamente el
mismo nivel de variabilidad que el grupo no expuesto al ruido. Por tanto, se juzga
que los trabajadores con las exposiciones más elevadas al ruido de esta planta están
adecuadamente protegidos, ya que los resultados del porcentaje de la secuencia me-
jor o peor para este grupo: (1) no están por encima de los del grupo no expuesto al
ruido y (2) están dentro del rango aceptable presentado en la Tabla 22. J. Sin em-
bargo, los resultados del porcentaje de la secuencia mejor o peor indican sólo una
eficacia marginal para el grupo de trabajadores con TWA de 85 a 89 dB( A) que no
utilizaron aparatos de protección auditiva. Estos resultados del análisis de la base
22.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

100

90

80

70
Inaceptable
60
.2
"tJ
C1l
::2 50
a..'"
::2
':!i:
o 40
Marginal
30 ..---
~---~--- -----~
1-- Acee!!ble
20

10 1-- 1--

O
~ 75 80-84 85-89 ~ 90
TWA,dB (Al

FIGURA 22.2. El valor del porcentaje medio de la mejor o peor secuencia (% MP.)
para las comparaciones secuenciales de los audiogramas anuales 5-8 para subgrupos
expuestos de una población industrial expuesta al ruido, muestra variabilidad cre-
ciente con el nivel de exposición al ruido salvo en el subgrupo con exposiciones me-
dias al ruido con ponderación temporal (TWA) por encima de 90 dB(A), que utilizaron
aparatos de protección auditiva.

de datos audiométricos confirmaron la adecuación de los aparatos en uso e indica-


ron que la dirección debía considerar mejorar la protección del grupo menos ex-
puesto al ruido, imponiendo el uso de aparatos de protección auditiva para los tra-
bajadores con TW A de 85 a 89 dB(A).
Los datos presentados en la Figura 22.3 ilustran cómo los hallazgos del análisis
de la base de datos audiométricos pueden discriminar el grado relativo de protec-
ción lograda por los trabajadores ~ue usan tres tipos distintos de aparatos de pro-
tección auditiva. En esta situación o, el empresario estaba preocupado por la ade-
cuación de dos tipos de tapones para los oídos y unos auriculares utilizados por los
trabajadores en un área de producción donde la exposición media al ruido con pon-
deración temporal OS HA (TW A) era de 107 dB(A). Los resultados del procedi-
miento de la mejor o peor secuencia durante las tres últimas comparaciones secuen-
ciales para los tres grupos de usuarios indicaron una cIara ordenación de rangos de
la atenuación lograda con los tres aparatos de protección auditiva. La jerarquía glo-
bal relativa de la adecuación de los tres aparatos era la misma que la obtenida en un
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.19

100 .-----------------------------~--~

80
Inaceptable

.2 60
"O
Q)
:::?!
el.'"
:::?! 40
#-

20

O
A B C
Aparato de protección auditiva

FIGURA 22.3. Una ordenación comparativa de la eficacia de tres aparatos de protec-


ción auditiva en una planta sobre la base de los valores del porcentaje de la mejor o
peor secuencia (% MP.) promediados a través de las comparaciones secuenciales de
los audiogramas más recientes para los trabajadores que utilizaban tres aparatos de
protección auditiva.

laborioso estudio que midió la presencia y cantidad de desplazamientos temporales


del umbral desarrollados en el curso de los turnos de trabajo de los trabajadores que
utilizaban estos tres aparatos de protección de la audición.
Otra aplicación del análisis de la base de datos audiométricos es la toma de de-
cisiones prácticas que impliquen el establecimiento de prioridades en los proyectos
de control del ruido. En la Figura 22.4 se muestran los resultados de los porcentajes
de las secuencias mejor y peor sobre la comparación secuencial de las pruebas más
recientes para distintos departamentos de una planta en que la dirección no estaba
segura de dónde gastar los fondos destinados al control del ruido. Estos resultados
indicaron que la compañía estaba logrando una protección adecuada frente al ruido
en el Departamento A, que mostró menor variabilidad que el grupo de control no
expuesto. Sin embargo, para los trabajadores en los Departamentos B y E la efica-
cia del programa de conservación de la audición era marginal, y resultaba inacep-
table para los trabajadores en los Departamentos e y D. Sobre la base de esta in-
formación (igualados todos los demás factores), las actividades de control del ruido
han de iniciarse en el Departamento D, donde la variabilidad audiométrica es ma-
yor.
22.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

100

90

80
Inaceptable
o 70
:o
Ql
~ 60
VJ
a.. 50 r--
~
:$?
o
40
-f- -
-
Marainal ,---
30 1- 1- -
-- -- ------_!
20 1- 1- -

10

O
-

Sin
n A B
c-

E
1-

C
1-

D
-

ruido
Grupo de trabajadores
FIGURA 22.4. Los resultados del porcentaje de la mejor o peor secuencia (% MPs )
para un departamento no expuesto al ruido y cinco departamentos expuestos al ruido
en una planta, que se utilizaron para seleccionar el departamento en que los controles
técnicos del ruido eran más necesarios.

BENEFICIOS DE UN PROGRAMA EFICAZ DE CONSERVACION DE LA


AUDICION

Los beneficios de un programa eficaz de conservación de la audición para el empre-


sario incluyen: (1) reducción de la responsabilidad frente a demandas potenciales
de compensaciones de los trabajadores por pérdidas auditivas laborales; (2) mejor
ambiente de trabajo. que conduce a una reducción del absentismo y de los cambios
de trabajadores. y (3) mayor versatilidad entre los trabajadores que mantienen bue-
na audición y capacidad para la comunicación4 • Los beneficios de un programa efi-
caz de conservación de la audición para los trabajadores incluyen: (1) mejor calidad
de vida como resultado de una audición y capacidades de comunicación normales:
(2) formación acerca de los riesgos para la audición fuera del trabajo contra los cua-
les debe protegerse la persona. y (3) el valor de chequeo de la salud de las evalua-
ciones audiométricas al identificar problemas auditivos de causa médica que no es-
tán relacionados con la exposición al ruido. Por contra. si el programa de
conservación de la audición se administra de manera poco eficaz. el empresario in-
curre en el mismo gasto o superior. pero no logra ninguno de los beneficios. salvo el
del cumplimiento de las normas gubernamentales.
La dirección por lo general implanta programas de conservación de la audición
debido a los requisitos normativos comentados en el Capítulo 26. Dado que esta
normativa no suele especificar criterios objetivos para determinar si el programa de
conservación de la audición resulta eficaz en la prevención de pérdidas auditivas in-
ducidas por el ruido durante el trabajo. los empresarios suelen naturalmente asumir
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.21

que satisfacer los requisitos de la legislación es equivalente a tener un programa de


conservación de la audición eficaz. La dirección rara vez ejerce el esfuerzo necesa-
rio para lograr y mantener un programa eficaz de conservación de la audición, cuan-
do no existe una responsabilidad objetiva acerca del impacto del programa o la efi-
cacia alcanzada. Por tanto, la persona responsable del programa precisa de
incentivos adicionales que puedan emplearse para animar a los empresarios a lu-
char y lograr un programa eficaz de conservación de la audición que prevenga la
pérdida auditiva laboral. La siguiente información puede emplearse para justificar
el desarrollo de un programa eficaz de conservación de la audición.

Reducción de los costes administrativos

Si se implanta un programa eficaz de conservación de la audición, los trabajadores


no suelen desarrollar pérdidas auditivas laborales significativas. Por ello, el perso-
nal encargado de la conservación de la audición emplea menos tiempo: (1) solucio-
nando los problemas de los trabajadores, tales como las dificultades para la comu-
nicación cuando utilizan los aparatos de protección auditiva; (2) readaptando
aparatos de protección auditiva y reentrenar a los trabajadores debido a desplaza-
mientos de umbral significativos, y (3) en volver a evaluar a los trabajadores cuyos
audiogramas muestran desplazamientos del umbral inaceptables. Dado que los tra-
bajadores pierden menos tiempo de trabajo en estas actividades, el coste global ad-
ministrativo del programa de conservación de la audición se reduce si es eficaz.
Por ejemplo, en EE.UU. se requiere un seguimiento específico de los trabaja-
dores que muestran un desplazamiento del umbral normalizado definido por la
OSHA (un cambio de 10 dB o más a partir del valor de línea base en la media de los
umbrales a 2000, 3000 Y4000 Hz). Debido a la variabilidad inherente de la medida
ya las fluctuaciones normales del umbral, aproximadamente el3 o 4 por 100 de los
trabajadores pueden superar este criterio todos los años, durante los primeros 8
años de evaluación. En programas de conservación auditiva menos eficaces, la tasa
de desplazamiento del umbral normalizado OSHA puede superar el 20 por 100
anualmente. Dado que el coste y tiempo necesarios para hacer un seguimiento de
cada trabajador con este desplazamiento son significativos, el establecimiento de un
programa eficaz que prevenga estos cambios auditivos conduce a un ahorro a corto
plazo en el presupuesto anual del empresario.

Reducción de los costes de compensación a los trabajadores

Establecer un programa eficaz de conservación de la audición proporciona un aho-


rro a largo plazo al reducir la responsabilidad futura del empresario frente a las re-
clamaciones de compensación de los trabajadores por la pérdida auditiva laboral.
Cuando se inicia un programa eficaz de conservación auditiva, también se produce
una reducción inmediata del valor monetario de las compensaciones a los trabaja-
dores actualmente compensables. debido a la mejora de los resultados de las medi-
das de los umbrales de audición por «efecto de aprendizaje»: a lo largo de las pri-
meras evaluaciones audiométricas de los trabajadores sin experiencia previa en la
22.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

realización de audiogramas, las medidas de los niveles medios de sus umbrales au-
ditivos en muchos casos típicamente mejorarán l9 . En un programa eficaz de conser-
vación de la audición en que se previene la pérdida auditiva inducida por el ruido,
el efecto de aprendizaje suele dar como resultado una mejora media de 6 a 8 dB en
los umbrales durante los primeros 4 a 6 audiogramas. Esta mejora puede reducir la
potencial responsabilidad de compensación actual de la compañía hasta en un 60
por 100. Por contra, en programas de conservación de la audición menos eficaces,la
población expuesta mostrará menos mejoras en los umbrales debidas al aprendiza-
je, o si los programas son ineficaces mostrará un empeoramiento de los umbrales
auditivos desde el primer audiograma.
La actual responsabilidad de compensación del empresario por las pérdidas au-
ditivas laborales refleja la pérdida auditiva desarrollada por los trabajadores vete-
ranos que han trabajado durante muchos años antes de que se establecieran los pro-
gramas de conservación de la audición. Un análisis de las 25 bases de datos
audiométricos industriales disponibles en el Grupo de Trabajo S12-12 del American
National Standards lnstitute muestra que una media del 8,5 por 100 de los trabaja-
dores incluidos en los programas de conservación de la audición eran potencialmen-
te compensables de acuerdo con el método AAO-HNS (AMA 1979) para calcular
el porcentaje de limitación auditiva biaural (véase Capítulo 19). Aunque el porcen-
taje actual de trabajadores potencialmente compensables es mucho mayor en al-
gunas industrias, los programas de conservación de la audición eficaces deben li-
mitar la responsabilidad del empresario a menos del3 por 100 de la mano de obra
expuesta al ruido. El ahorro a largo plazo al establecer un programa eficaz es obvia-
mente significativo.

Mejora del balance global de seguridad de la compañía

Después del inicio del programa de conservación de la audición, la incidencia de ac-


cidentes durante el trabajo y en los tiempos muertos decrece. En un estudi0 21 , el
análisis de la base de datos audiométricos de una planta mostró que la mayor re-
ducción en tasas de accidentes entre las mujeres que entre los hombres estaba co-
rrelacionada con el mayor grado de eficacia del programa de conservación auditiva
en la protección de las mujeres empleadas. Por tanto, la mejora en el balance de se-
guridad está relacionada con la eficacia del programa de conservación auditiva. no
sólo con su implantación.

Reducción del absentismo y renovación de los trabajadores

Crear un mejor ambiente de trabajo mediante la reducción del nivel de exposición


sonora de los trabajadores puede conducir a un ahorro para el empresario en tér-
minos de la reducción del absentism022 . El ahorro por la reducción del absentismo
puede ser mucho mayor que el ahorro por la reducción de los costes de las compen-
saciones a los trabajadores por las pérdidas auditivas inducidas por el ruido. La mo-
lestia inducida por el ruido (véase Capítulo 23) es un factor que contribuye signifi-
cativamente al absentismo de los trabajadores. Algunos trabajadores recién
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.23

contratados asignados a tareas ruidosas cancelan su contrato después de un breve


período de exposición porque encuentran inaceptables los altos niveles de ruido en
el ambiente de trabajo; por tanto, reducir la exposición sonora puede reducir la tasa
de renovación de los trabajadores. Además, los trabajadores son más capaces de
realizar sus tareas actuales y seguir siendo candidatos para promociones futuras a
puestos de más responsabilidad si la pérdida auditiva inducida por el ruido no limita
su capacidad de comunicación.

REFERENCIAS

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ring conservation program», Sound and Víbration, vol. 16, n.o 5, 1982, pp. 22-25.
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T. Grimes (Eds.), Hearing conservation in índustry. Williams & Wilkins, Baltimore, 1985,
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13. L. H. Royster y J. D. Royster, «Getting started in audiometric data base analysis», Sem.
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Vibratíon, vol. 19, n.o 5.1985, pp. 24-29.
15. L. H. Royster y J. D. Royster, «Important elements and characteristics of hearing con-
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22.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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IS. L. H. Royster y col.. «Age cffect hearing le veis for a black nonindustrial noise exposed
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19. J. D. Royster y L. H. Royster. «Audiometric data base analysis». cap. 9 en E. H. Berger
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22. N. A. Ashford. Econolllic impact o[ occlIpa/ioflallloise exposllre reglllations. Center for
Policy Alternatives. Massachusetts Institute of Technology. Cambridge. Mass .. 1976.

APENDICE 22.1. PUNTOS DEL PROGRAMA DE CONSERVACION


AUDITIVA

Estos listados para evaluar la totalidad del programa de conservación auditiva están
adaptados del libro Hearing conservation programs: Practical guidelines for success4
e impresos con el permiso de Lewis Puhlishers. Inc.

LISTA DE REVISION PARA EL DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE


CONSERVA CION AUDITIVA (PCA)

- Las cinco fases del programa han sido implantadas.


- Existe una persona clave encargada del equipo del peA.
- Los aparatos de protección auditiva (APA) son potencialmente eficaces en
su utilización real.
- La utilización de los APA es ohligatoria.
- Existe una comunicación activa entre los miemhros del equipo del peA y el
personal a todos los niveles.

LISTA DE REVISION PARA FORMACION y MOTIVACION

- Los miemhros del equipo n:cihen formación acerca de la pérdida y conser-


vación de la audición para comprender los ohjetivos y la política del pe A.
- Los miemhros del equipo del pe A recihen entrenamiento sobre cómo llevar
a caho sus funciones (especialmente las relacionadas con la adaptación y uti-
lización de los APA).
- Los trahajadores acuden anualmente a programas de formación actualizada
que se centran sohre cómo y por qué dehen proteger su propia audición den-
tro y fuera del trahajo.
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.25

- El personal del peA 10 mantiene vivo entre los trabajadores mediante reu-
niones informales, al menos, cuatrimestral mente.
- La dirección apoya el peA mediante el ejemplo personal (utilizando APA).
haciendo que se cumplan las normas y participando en los programas de for-
mación.
- Los miembros del personal son evaluados en cuanto a su participación en el
peA durante las revisiones anuales del personal de la compañía.

LISTA DE REVISION PARA ENCUESTAS SONORAS

- Se determinan las exposiciones al ruido representativas para todas las cate-


gorías laborales expuestas.
- Se expone un mapa del ruido de la planta para mostrar:
1. Las áreas donde los trabajadores están incluidos en el peA.
2. Las áreas donde es precisa la utilización de APA.
- Se ha informado a los trabajadores de la exposición típica al ruido de sus de-
partamentos durante las sesiones de formación.
- Se han entregado resúmenes de los resultados de las encuestas sonoras a los
miembros del equipo del peA y a los supervisores de los departamentos.
- Los TW A de los trabajadores aparecen en sus historiales audiométricos in-
dividuales.
- Hay disponible para consulta un informe de los resultados de la encuesta so-
nora.

LISTA DE REVISION PARA CONTROLES DEL RUIDO

- Se ha completado una encuesta técnica sobre control del ruido y se ha pre-


parado un informe.
- Se han identificado las fuentes principales de producción de ruido.
- Se han identificado las piezas del equipamiento que contribuyen al ruido.
- Se siguen las especificaciones acerca del ruido en la compra de equipamiento.
- Existe un programa de mantenimiento de control del ruido.
- El programa de formación cubre los controles técnicos.
- La planificación de nuevas instalaciones incluye la consideración del control
del ruido.
- Se ha documentado la solución de los problemas de ruido simples.

LISTA DE REVISION PARA APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA

- Se impone. de forma estricta y consistente. la utilización de AP A en las áreas


precisas.
- Comodidad. utilización práctica y atenuación real (no la tasa de reducción
22.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

del ruido) son los principales criterios para elegir qué APA serán seleccio-
nados.
- Se adaptan los APA individualmente, para cada empleado, y se les entrena
en su adecuado uso y cuidado.
- Se comprueba el ajuste de todos los APA, incluidos los auriculares y los ta-
pones de talla única para los oídos.
- Se dispone de un mínimo de dos tapones para los oídos (uno en tallas múlti-
ples) y unos auriculares; preferiblemente, tres tapones, dos auriculares y una
semiinserción.
- Los APA son reemplazados regularmente.
- El proveedor de APA distribuye sólo el tipo de APA adaptado a cada em-
pleado; para cambiar tipos o tamaños, el empleado debe volver a la persona
que los ajusta.
- Se vuelven a controlar los APA de cada empleado durante la evaluación au-
diométrica para comprobar el estado, ajuste y correcta colocación por parte
del empleado.
- Se entregan APA a los trabajadores para que se los lleven y los usen durante
sus exposiciones al ruido fuera del trabajo.

LISTA DE REVISION PARA EVALUACIONES AUDIOMETRICAS

- Los audiómetros están en buenas condiciones de funcionamiento.


- No se ajusta la calibración del audiómetro a menos que esté fuera de las to-
lerancias y, cuando se ajusta, siempre se recogen las lecturas pre y postajuste.
- La calibración biológica (sujetos humanos) y los controles de escucha del
funcionamiento del equipo se realizan, al menos, semanalmente durante pe-
ríodos de evaluación regular.
- Los técnicos audiométricos emplean métodos consistentes de evaluación
bajo la supervisión de un profesional.
- Los técnicos instruyen a los trabajadores para que escuchen cuidadosamente
y respondan frente al tono más leve que puedan detectar.
- La información del historial auditivo de los trabajadores se actualiza anual-
mente y se facilita al revisor del audiograma.
- Los trabajadores reciben información verbal inmediata del técnico audio-
métrico acerca de los resultados del audiograma en relación con el uso de
APA.
- Los trabajadores reciben información escrita del revisor del audiograma
acerca de:
l. Estatus auditivo comparado con la norma para la edad.
2. Desplazamiento del umbral a lo largo del tiempo.
3. Recomendaciones para una mejor protección dentro y fuera del trabajo o
para examen y tratamiento médico si fuera apropiado.
- El revisor del audiograma busca desplazamientos significativos de umbral en
cualquiera de las frecuencias de prueba, no sólo en las especificadas por la
OS HA.
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.27

- Los revisores de audiogramas buscan la línea base de los umbrales de refe-


rencia de los trabajadores para ver si existe mejora en los umbrales o un em-
peoramiento persistente.
- El personal del peA continúa con una labor de consejería y reentrenamiento
en APA para los trabajadores con desplazamientos en la audición.

LISTA DE REVISION PARA EVALUACION DEL PCA

- Existe una persona clave supervisando todas las fases del peA.
- Los miembros del equipo de peA comprueban que todas las tareas se reali-
zan y documentan.
- Los APA son potencialmente eficaces en su uso real.
- Se obliga al empleo de AP A.
- Se mantiene la comunicación activa entre los miembros del equipo del peA
y con todo el personal de todos los niveles de la jerarquía de la compañía.
- La dirección sostiene que el personal es responsable del resultado de su peA
y concede elogios o críticas cuando son apropiados.
- Se usa el análisis de la base de datos audiométricos para evaluar la eficacia
del peA en la prevención de las pérdidas auditivas durante el trabajo.
Capítulo 23
MOLESTIAS INDUCIDAS
POR EL RUIDO EN
INDIVIDUOS
Y COMUNIDADES

Sanford Fidell
David M. Green
INTRODUCCION *

La molestia inducida por el ruido se escapa de una definición sucinta. Es una acti-
tud: un proceso mental encubierto con determinantes tanto acústicos como no acús-
ticos. La molestia inducida por el ruido no es una conducta, como podría serlo una
queja (que puede o no estar motivada por la molestia); tampoco es una sensación
simple e inmediata como la sonoridad, totalmente libre de influencias cognitivas y
emocionales. La molestia se diferencia de la sonoridad, que es la magnitud subjetiva
del sonido, en varios aspectos:
Mientras que la sonoridad de un sonido sostenido es insensible a la duración de
la señal más allá de aproximadamente un cuarto de segundo, la molestia es di-
rectamente proporcional a su duración.
Mientras que la sonoridad está directamente ligada a la exposición que se pro-
duce, la molestia por intrusiones múltiples de ruido crece y decrece durante pe-
ríodos de semanas y meses.
Mientras que la sonoridad aumenta monotónicamente con el nivel, la molestia
no siempre es una función única del nivel absoluto aislado de una intrusión so-
nora. De hecho, la molestia generada por las intrusiones ruidosas de bajo nivel
(grifos que gotean, rechinar de tiza, pasos en las casas, vehículos motorizados
distantes en áreas de recreo exteriores, etc.) está más estrechamente asociada
con la audibilidad (relación entre el ancho de banda corregido con el ruido) que
con el nivel absoluto .

• Partes del texto de este capítulo recogen textos de las referencias 1-4.

23.1
23.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

La definición de la molestia inducida por el ruido tiende a ser o bien muy am-
plia, o bien demasiado específica como para resultar útil. La molestia se describe a
menudo como una actitud generalizada adversa hacia la exposición al ruido, o, si se
define en términos de conducta, se dice que un ruido es molesto si la persona inten-
ta evitarlo. La definición convencional de ruido como «sonido no deseado» también
resulta algo vaga, ya que no especifica por quién no es deseado el ruido y por qué
razones.
La molestia es un fenómeno más complicado que la sonoridad. Está influida por
una variedad de factores acústicos y no acústicos. Los factores acústicos incluyen el
nivel absoluto, la duración y distribución espectral de la energía sonora, así como
sus fluctuaciones. Los factores no acústicos incluyen la adaptación (habituación o
sensibilización), grado de implicación en las actividades que se realizan en el mo-
mento de la exposición al ruido, actitudes hacia las fuentes de ruido y sus operado-
res y la predictibilidad y necesidad aparente de las intrusiones ruidosas.
Debido en gran medida a que la molestia tiene múltiples determinantes, es más
útil describirla en términos probabilísticos. De hecho, la variabilidad es un aspecto
tan intrínseco de la relación entre la exposición al ruido y la molestia que esta últi-
ma sólo puede predecirse de una forma probabilística. Esta variabilidad caracterís-
tica se observa siempre que la molestia se considera en el contexto de intrusiones
ruidosas individuales o acumulativas, exposición al ruido a largo plazo y si la moles-
tia se considera como algo individual o como un fenómeno de grupo.
El término respuesta de la comunidad (el malestar de grupos de personas ex-
puestas a fuentes de ruido ambientales en zonas residenciales) también carece de
un significado preciso. En su sentido más corriente (predominio de las molestias in-
dividuales dentro de un área geográfica), el término respuesta de la comunidad es
un término equívoco, ya que lo que describe no son los procesos a nivel comunita-
rio. Sin embargo. dado que el fenómeno social colectivamente denominado res-
puesta de la comunidad puede ser importante política y económicamente, se han
adoptado significados amplios del término para su uso habitual. Por ejemplo, la En-
vironmental Protection Agency6 federal se refiere a la respuesta de la comunidad
como <<lo que la comunidad hace acerca del ruido o sus fuentes». Esta definición di-
fumina la distinción entre actitudes y conductas, ya que «lo que la comunidad hace,>
puede ir desde absolutamente nada hasta quejas, protestas, debates políticos, liti-
gar, retos normativos. legislación e incluso manifestaciones violentas; esta defini-
ción es inútilmente amplia.
La aparición de las aeronaves a reacción dio impulso al estudio formal de las
molestias inducidas por el ruido. Durante el tiempo transcurrido desde que se ini-
ciaron estos estudios. fundamentalmente prácticos. se ha demostrado que las mo-
lestias no se pueden cuantificar directamente en unidades de ingeniería. Esta difi-
cultad de tratamiento ha sido la que ha provocado. en algunos expedientes. la
imputación de la molestia a las características físicas de la exposición al ruido. que
pueden cuantificarse fácilmente en términos familiares. La ausencia de una teoría
ha permitido una proliferación de procedimientos de evaluación dirigidos ostensi-
blemente a cuantificar la molestia 7 -9 . Muchas de las escalas e índices propuestos
para la predicción de la molestia se han basado en poco más que la intuición o el
análisis de regresión llevado a cabo sobre conjuntos de datos individuales. Tales
medidas no son siempre de utilidad.
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.3

Este capítulo resume varios métodos para medir tanto los efectos inmediatos
como a largo plazo de las intrusiones de ruido sobre los individuos y las comunida-
des. Se describe la métrica adecuada para cada procedimiento de evaluación. Por
último, se describen dos métodos para predecir la molestia inducida por el ruido en
las comunidades.

NATURALEZA DE LOS INFORMES SOBRE MOLESTIAS DE


RESPUESTA DIRECTA

Un informe sobre molestias de respuesta directa está compuesto de dos elementos


lógicamente independientes: uno directamente unido a la exposición al ruido y otro
asociado a la disposición individual a describirse a sí mismo como «molesto en cier-
ta medida». A este último componente se le suele denominar sesgo de la respuesta.
Los dos componentes se confunden en informes verbales del tipo «Estoy muy mo-
lesto por el sobrevuelo de los aviones», ya que, sobre la base única del informe di-
recto, no hay forma de determinar las contribuciones de los factores relacionados
acústicamente versus los componentes del sesgo de respuesta respecto del grado de
molestia expresado. Por falta de medios adecuados para distinguir entre los dos
componentes, la mayoría de las interpretaciones de los autoinformes sobre las mo-
lestias asumen de forma tácita que las contribuciones del sesgo de respuesta a la
molestia son despreciables.
Dado que los determinantes acústicos y no acústicos de los informes de respues-
ta directa se confunden en los informes individuales, se desprende que también se
mezclan ambos factores en las respuestas de quienes, en un determinado vecinda-
rio. se describen a sí mismos como muy molestos por la exposición al ruido. Dos co-
munidades en las que el 20 por lOO de sus residentes responden sentirse muy mo-
lestos pueden, en realidad, soportar muy distintas exposiciones al ruido. Estas
diferencias son atribuibles a los distintos sesgos de respuesta entre los residentes.
Los grupos de acción ciudadana, la atención política o de los medios de comunica-
ción y otros factores pueden hacer que sea más probable que los residentes de una
comunidad silenciosa se describan a sí mismos como muy molestos, incluso con ex-
posiciones relativamente bajas al ruido.
Entre los muchos factores no acústicos que pueden afectar las molestias signifi-
cativas inducidas por el ruido en las comunidades se encuentran: (1) las distintas ac-
titudes hacia las fuentes de ruido y sus operadores (aprobación, miedo, desconfian-
za. etc.). (2) los niveles socioeconómicos de las personas y (3) la dependencia
económica del funcionamiento de las fuentes de ruido. Todas estas influencias se re-
flejan en el sesgo de respuesta. Por ejemplo. muchas personas en comunidades co-
hesivas, estables y adineradas compuestas por poblaciones homogéneas, mayores,
acaudaladas y bien educadas pueden estar más dispuestas a describirse a sí mismas
como molestas por la exposición al ruido que las personas expuestas al mismo ruido
en vecindarios con características complementarias a las descritas.
En comunidades en las que el predominio de la molestia está fundamentalmen-
te afectado por la exposición al ruido, se puede esperar que la reducción de la ex-
posición conduzca a la reducción de las molestias. En comunidades en que la pre-
23.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ponderancia de la molestia está controlada por factores no acústicos, puede que la


reducción del ruido se acompañe de poca o ninguna reducción de la molestia aso-
ciada. En algunos casos, la intensidad de la respuesta comunitaria a la exposición al
ruido puede incluso ser esencialmente independiente de la exposición. En el caso
de las respuestas comunitarias a acciones tales como ubicación de aeropuertos, se
han encontrado fuertes reacciones frente a la mera amenaza de la exposición al rui-
do o frente a aumentos pequeños de la exposición.

EVALUACION DE LA MOLESTIA INMEDIATA DE INTRUSIONES


INDIVIDUALES DE RUIDO

El método más directo para establecer la molestia causada por una o más señales
acústicas es empírico; o sea, pedir a los oyentes que reaccionen sistemáticamente a
la presentación de una o más señales. La determinación de la molestia causada por
un conjunto de señales acústicas se realiza más rigurosamente en un ambiente de la-
boratorio en condiciones de escucha de campo libre. Por lo general, se filtra audio-
métricamente a los sujetos de los estudios sobre molestias realizados en laborato-
rios hasta una tolerancia del cero audiométrico. También se realizan audiogramas
rutinariamente después de terminar la evaluación como parte del proceso de con-
sentimiento informado, requisito de los estudios financiados federalmente.
Los procedimientos actuales para llevar a cabo estudios sobre las molestias es-
tán muy automatizados, con instrumentación autocalibradora computerizada que
utiliza diseños experimentales adaptados y analiza los datos en tiempo real. Los mé-
todos psicofísicos habituales para el establecimiento de la molestia causada por el
ruido incluyen: (1) el método de los límites, (2) el método del ajuste y (3) el método
de la comparación de pares.
Otros métodos psicofísicos que se emplean ocasionalmente en la evaluación de
las molestias incluyen la estimación de magnitudes, diferenciales semánticos y otras
formas de enjuiciamientos categóricos. y emparejamiento entre modalidades
(<<apriete esta pelota con tanta fuerza como le moleste el ruido»). Las instrucciones
para examinar a los sujetos van desde ninguna hasta todo aquello que anime al su-
jeto a imaginar la propia reacción si los sonidos de prueba que oye en el laboratorio
ocurrieran en su propia casa.

Método de los límites

En un experimento con el método de fas límites. se presentan al sujeto incrementos


o descensos continuos de algún parámetro de la señal, por lo general, el nivel so-
noro. Se dan instrucciones al sujeto para que se exprese acerca de si la señal ha al-
canzado ya un criterio subjetivo que se puede describir en términos de molestia
(p. ej .. «esta señal es moderadamente molesta»). El método de los límites es procli-
ve a errores bien conocidos de habituación y anticipación que, a menudo. dan lugar
a distintas respuestas. dependiendo de si los datos se obtienen de una secuencia de
ensayos ascendente o descendente. Estos efectos se denominan de histéresis y pue-
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.5

den minimizarse mediante la presentación de señales para enjuiciamientos absolu-


tos con niveles seleccionados al azar.

Método del ajuste

En un experimento mediante el método del ajuste, se permite que el sujeto tenga


control directo sobre el parámetro de interés de la señal, y se le dan instrucciones
para que ajuste su valor al de un criterio subjetivo. Este ajuste es a menudo de na-
turaleza absoluta, pero también puede lograrse con respecto a una señal de referen-
cia fija. Por ejemplo, el sujeto puede recibir instrucciones de modificar el nivel de
una señal de comparación hasta que crea que es tan molesta como un determinado
ruido de banda de octava.
Existen pocas diferencias entre los tipos de enjuiciamientos que se piden a los
sujetos en los procedimientos de los métodos de los límites y del ajuste aparte del
control del parámetro de interés de la señal. Ambos métodos suelen precisar del
examen de los sujetos para comparar una señal observada con un criterio subjetivo
absoluto. Ambos métodos llevan mucho tiempo si se efectúan con el tiempo sufi-
ciente como para obtener estimaciones estables del parámetro físico de la señal que
es igual al criterio subjetivo; ambos son vulnerables a sesgos y errores bien conoci-
dos y ninguno constituye una tarea particularmente interesante o demandada.

Método de la comparación de pares

En un experimento de comparación de pares, el sujeto hace enjuiciamientos relati-


vos (en vez de absolutos) acerca de cuál de las dos señales posee más (o menos) de
cierto atributo de interés. Pares de sonidos (a menudo, una señal de referencia con
un nivel constante durante todas las pruebas, por ejemplo, un ruido de banda de oc-
tava de frecuencia 1 kHz y una señal de comparación que cambia de nivel durante
las pruebas) se presentan durante períodos de observación fijos. Al finalizar el se-
gundo sonido del par, se pide al sujeto que indique cuál de ambos era más (o me-
nos) molesto. En los diseños experimentales de comparación fija de pares, el expe-
rimentador intenta elegir los pares de señales adecuadamente, de manera que los
enjuiciamientos relativos de la persona sirvan como base para establecer una jerar-
quía de señales. Hay que tener cuidado al seleccionar las gamas de los niveles de
presentación de las señales para evitar una serie de enjuiciamientos en que una se-
ñal se prefiera siempre. o nunca. a la otra. Los riesgos de recoger datos de poco in-
terés se reducen notablemente mediante los diseños de comparación variable de
pares. en donde el nivel de referencia o señal de comparación se ajusta de acuerdo
con las respuestas del oyente.
El método de la comparación de pares puede producir información fiable y no
sesgada acerca de la molestia relativa producida por todo un conjunto de ruidos.
Ofrece una validez que está ausente en los métodos absolutos, ya que los sujetos ex-
perimentales tienen la oportunidad de basar sus opiniones en la comparación direc-
ta entre sonidos en lugar de hacerlo sobre criterios internos. Los datos obtenidos
por el método de comparación de pares suelen ser más consistentes entre distintos
23.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

sujetos experimentales que los producidos por otros métodos. Un error típico de la
media de 1 dB o menos puede lograrse mediante la evaluación con comparaciones
ajustadas de pares, tras unas 20 pruebas para 20 o 30 sujetos.

METRICA UT/L PARA PREDECIR LA MOLESTIA INMEDIATA DE


INTRUSIONES INDIVIDUALES DE RUIDO

La molestia relativa producida por un conjunto de ruidos no impulsivos de banda


ancha puede predecirse bien sobre la base de sus niveles sonoros con ponderación
A. Se han desarrollado muchas medidas para mejorar las correspondientes a una
simple ponderación A. Estas medidas incorporan factores correctores de las carac-
terísticas de la señal, tales como tonalidad, impulsividad, variación temporal y tasa
rápida de inicio. En general, las medidas de nivel sonoro con ponderación A se co-
rrelacionan adecuadamente incluso con las medidas más complicadas. El empleo de
medidas más elaboradas, tales como la familia métrica de ruido percibido (PNL,
EPNL, etc., definidas en el Capítulo 2) desarrolladas con el fin de dar las certifica-
ciones del ruido de aeronaves, sólo son aconsejables para aplicaciones en que las di-
ferencias en décimas de decibelios tengan consecuencia económicas importantes.
El nivel sonoro con ponderación A se adoptó inicialmente como un descriptor
de las molestias causadas por las intrusiones de ruido individuales, sobre la premisa
de que la única parte de la emisión de una fuente de ruido que molesta a la persona
es aquella que puede oír. También se han propuesto otras redes de ponderación
que se ajusten más estrechamente a la sonoridad de la exposición al ruido a distintos
niveles sonoros absolutos. En último término, la ponderación A demostró ser la
más simple y robusta, al menos para casos de ruido con un nivel relativamente alto
y claramente audibles por encima del ruido ambiental en que se introducen. Para
estos casos de ruido, pueden no ser necesarias medidas más elaboradas en la pre-
dicción de la molestia relativa de un conjunto de señales. Cuando los sucesos so-
noros están dentro de un margen de unos 10 dB de la distribución del ruido am-
biental, sin embargo, las predicciones precisas de su molestia requieren la
consideración de la relación entre la anchura de banda corregida y la señal de ruido.
Los procedimientos para calcular la audibilidad y la molestia de las intrusiones de
ruido de bajo nivel se describen en la Referencia 10.

MEDIDA DE LA MOLESTIA A LARGO PLAZO DE LA EXPOSICION AL


RUIDO DE UNA COMUNIDAD

Aunque las molestias significativas en una comunidad no pueden medirse sin soli-
citar informes de respuesta directa de las personas acerca de estados mentales en-
cubiertos, esto no implica que la medida de la molestia no pueda lograrse de una
forma objetiva. El método habitual para determinar la molestia preponderante en
comunidades expuestas al ruido es una encuesta sobre actitudes. Una encuesta so-
cial dirigida a solicitar información sobre actitudes acerca de los efectos de la ex-
posición al ruido es una investigación sistemática de la opinión pública sobre la base
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.7

de los informes de respuesta directa de una muestra de los encuestados; por 10 ge-
neral, con el fin de obtener información de interés duradero, se precisa determinar
los porcentajes de la población que experimentan efectos específicos o mantienen
ciertas actitudes, y debe acompañarse de un programa de medida de la exposición
física.
Las encuestas suelen diseñar los informes personales acerca de las molestias por
medio de una o más preguntas de la forma «¿Cuán alterado o molesto ha estado us-
ted por el ruido de (fuente de ruido) durante el último (período de tiempo)?». En
entrevistas estructuradas, los encuestados están obligados a elegir una entre varias
respuestas alternativas, que a menudo incluyen categorías tales como «nada moles-
to», «ligeramente molesto», «bastante molesto», «muy molesto», «extremadamente
molesto». Otros medios empleados a veces para determinar el grado de molestia en
los datos de una encuesta sobre actitudes (por ejemplo, mediante la interpretación
de respuestas acerca de preguntas sobre interferencia en la actividad o mediante la
construcción de elaborados índices compuestos) no suelen ser tan satisfactorios
como el cuestionamiento directo.
La normalización de las técnicas de encuesta social empleadas en los estudios de
actitudes relacionadas con el ruido es escasa. Las encuestas difieren entre sí en
(1) el método de entrevista (cara a cara, teléfono, correo), (2) la estrategia de mues-
treo (al azar, accidental, propositiva, estratificada, de cuadros, independiente, etc.),
(3) la longitud y verbalización del cuestionario, (4) las escalas de respuesta, (5) la
adecuación de las medidas acústicas, (6) la especificidad de las preguntas acerca del
período de tiempo y las fuentes de ruido de interés y (7) el número de lugares de en-
trevista y de repetición de la misma. La mayoría de los diseños de encuestas sociales
asumen implícitamente que la exposición comunitaria al ruido es estática y las ac-
titudes hacia ella están totalmente desarrolladas y son estables en el momento de la
entrevista.
A pesar de las importantes diferencias procedimentales en la medida de las mo-
lestias inducidas por el ruido, el producto último de la evaluación es un conjunto de
observaciones emparejadas de los valores medidos (o al menos, estimados) de la ex-
posición al ruido y los porcentajes de los encuestados que se describen a sí mismos
como molestos por la exposición en diversos grados.
Muchas evaluaciones de la respuesta comunitaria frente a la exposición al ruido
se realizan con motivo de proyectos de construcción o cambios operacionales de
fuentes significativas de ruido. Por ejemplo, los estudios de impacto ambiental (Ca-
pítulo 54) para proyectos financiados por el gobierno que generan ruido (tales
como medios de transporte) deben contener una evaluación de los efectos del rui-
do. De la misma manera, los cambios en la utilización de un aeropuerto que modi-
fican los patrones de exposición de la vecindad próxima implican a menudo la eva-
luación de la respuesta de la comunidad. Con frecuencia, la controversia rodea las
circunstancias de la exposición al ruido, hasta el extremo de que los aspectos polí-
ticos, éticos y económicos pueden tener tanto que ver en la decisión acerca de los ni-
veles permisibles de la exposición al ruido como las estimaciones cuantitativas de
esta exposición o de la respuesta que genera.
Una encuesta social llevada a cabo adecuadamente puede aportar información
detallada no sólo acerca de la molestia, sino también acerca de la interferencia en
las actividades debida al ruido. La información que puede obtenerse incluye:
23.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

l. El porcentaje de la comunidad que experimenta interferencia del habla.


2. La interferencia del sueño y la molestia atribuible a ciertas fuentes de ruido.
3. La importancia de tales efectos en distintas partes de la comunidad.
4. Las horas del día en que se producen los efectos.
5. El grado en que la exposición al ruido afecta a distintos segmentos de la co-
munidad.
6. El predominio de actitudes favorables y desfavorables hacia las fuentes de
ruido.
7. Perspectiva sobre la magnitud relativa de los efectos producidos por distintas
fuentes principales de ruido.
8. Dependencia económica de la comunidad de las fuentes de ruido.
Las conclusiones extraídas de esta información pueden emplearse para apoyar
las decisiones acerca de la localización y operación de las fuentes de ruido.
Una encuesta social mal ejecutada puede ser inútil o contraproducente, ya que
la información que se obtiene puede llevar a conclusiones falsas con costes signifi-
cativos. Dado que las encuestas sociales que producen resultados interpretables y
válidos pueden tener un diseño caro y difícil ejecución, es importante que sean cui-
dadosamente planeadas y ejecutadas.

Objetivos

Ya que los objetivos vagos tienden a producir conclusiones vagas, los objetivos de
una encuesta social deben especificarse con un detalle considerable. Por ejemplo,
«Debe llevarse a cabo una encuesta social para averiguar lo que piensa el público
acerca del nuevo aeropuerto» es un objetivo demasiado general para que resulte
útil. Ejemplos de objetivos más específicos son los siguientes: «El propósito de la
encuesta social es: (1) determinar el porcentaje de residentes de ciertas calles que se
verán muy afectados por la exposición al ruido del aeropuerto», (2) comparar la
molestia así obtenida con la de un grupo de control en una comunidad próxima no
expuesta y (3) identificar las fuentes de ruido existentes en el área y las cantidades
de interferencia del habla producida por ellas.»
En la fase inicial de la encuesta es importante identificar los recursos disponibles
para llevarla a cabo, ya que su diseño estará fundamentalmente influido por su es-
cala. Por ejemplo, el desarrollo de la selección de localizaciones y estrategias de en-
trevista depende del análisis de la magnitud relativa del coste por localización y por
entrevista. Si los recursos disponibles son insuficientes. es preferible a veces confiar
en la información existente que intentar recoger información parcial con una en-
cuesta para la que falta financiación. Más aún. como muchos objetivos pueden ajus-
tarse al presupuesto. una clara comprensión de los límites de éste obligará. por lo
general. a concentrar el esfuerzo en los objetivos de mayor prioridad.
Las preocupaciones presupuestarias afectan de muchas maneras a la forma en
que la encuesta social se lleva a cabo. Los costes varían considerablemente según las
distintas técnicas de entrevista. los distintos niveles de detalle en la medida del rui-
do. los diferentes esquemas de muestreo y los distintos tipos de análisis de datos.
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.9

Muestreo

Dos tipos de muestras suelen resultar de interés: una muestra propositiva y una
muestra al azar.
Una muestra propositiva consiste en individuos elegidos deliberadamente para
la entrevista sobre la base de algún criterio relacionado con los objetivos de la en-
cuesta social. Por ejemplo, si el objetivo específico fuera comparar las actitudes de
los residentes más antiguos de un área particular impactada por el ruido con las de
aquellos que se han mudado recientemente a la vecindad, podríamos decidir entre-
vistar a todas las personas que viven en ciertas calles desde hace menos de 6 meses
o más de 5 años.
Una muestra al azar es aquella en que cada miembro de la población objetivo
tiene igual probabilidad de contribuir a los datos (igual oportunidad de ser entre-
vistado). Una muestra al azar es preferible cuando se desea generalizar las conclu-
siones a poblaciones distintas de aquélla en la que fueron elegidos los encuestados.
La principal ventaja de una muestra al azar es que puede emplearse la fuerza de la
teoría estadística para determinar los errores máximos de las estimaciones. Por
ejemplo. sobre la base de unos pocos supuestos. es posible calcular el tamaño de la
muestra al azar requerida para asegurar que la estimación del porcentaje de la co-
munidad muy molesta por la exposición al ruido sobre la base del número encues-
tado no difiere del verdadero porcentaje para toda la comunidad en más de una
cantidad específica. Pocas veces son necesarias muestras mayores de unos pocos
cientos de encuestados por localización en las encuestas sociales.
Una vez decidido el tipo de muestra apropiada para un estudio, hay que identi-
ficar la población representada por la muestra. A menudo, esto implica la localiza-
ción de submuestras en áreas geográficas separadas para distintos niveles de expo-
sición al ruido. Entonces hay que encontrar medios sistemáticos y exhaustivos de
seleccionar potenciales encuestados. Hay que considerar listas de registros de vo-
tantes, listines telefónicos. contratos de servicios y fuentes similares para lograr que
sean completas y recientes.

Técnica de entrevista en la encuesta

La entrevista puede contemplarse como un ejercicio de economía en que el objetivo


es comprar tanta información como sea posible de la mejor calidad a determinado
precio. Así. existen varios estilos de entrevistar a los encuestados adecuados a los
distintos objetivos y presupuestos. Por ejemplo. una forma barata de adquirir can-
tidades limitadas de información específica de un gran número de encuestados es
mediante el envío por correo de un cuestionario simple y directo. Una buena forma
de recoger información detallada de un número más modesto de encuestados es
mediante una entrevista telefónica estructurada. Para recoger información muy de-
tallada y amplia de un número relativamente pequeño de encuestados. es preferible
la entrevista cara a cara.
Cada técnica tiene. además de diferentes costes. ventajas y desventajas. Estas in-
cluyen la tasa de respuesta. los sesgos de respuesta. los sesgos de muestreo. el grado
de entrenamiento y supervisión del entrevistador y muchas otras. Estas son lo sufi-
23.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cientemente complejas como para que la selección de una técnica de entrevista


deba realizarse sobre la base de cada caso individualmente, de acuerdo con los ob-
jetivos y presupuestos específicos. Afortunadamente, existen pocas razones para
creer que el método de entrevista afecta a los resultados de las encuestas sociales re-
lacionadas con el ruido.

Desarrollo del cuestionario

Sea cual sea el estilo de entrevista adoptado, hay que seleccionar un conjunto de
preguntas a plantear. Para la mayoría de las encuestas sociales sobre respuesta co-
munitaria frente a la exposición al ruido, es definitivamente preferible un cuestio-
nario con categorías fijas de respuesta (<<sí», «no», un conjunto limitado de adjeti-
vos, etc.), que las preguntas de respuesta abierta, en que el entrevistador
simplemente registra la verbalización de los puntos de vista de los encuestados. El
uso de categorías fijas de respuesta simplifica el resumen de los datos y el análisis, a
costa de mayor cantidad de concentración en la preparación de un cuestionario es-
tructurado.
El principio general que ha de guiar el desarrollo de un cuestionario es evitar
cualquier rastro de prejuicios en las respuestas. Estos prejuicios varían de obvios a
sutiles. Por ejemplo, no se debe preguntar, «¿Con qué gravedad trastorna su sueño
el ruido del tráfico?», ya que la formulación de la pregunta sugiere claramente que
el trastorno per se es un hecho aceptado y que sólo se cuestiona el grado del tras-
torno. De la misma manera, hay que evitar preguntas retóricas, que sólo pueden te-
ner una respuesta. Hablando estrictamente, «¿Ha temido usted alguna vez que se
estrellara un avión?», a duras penas podría responderse con una negativa por una
persona razonable.
Además de evitar formulaciones directivas en las preguntas concretas del cues-
tionario, también hay que evitar un orden de cuestionamiento que sugiera una con-
clusión. Por ejemplo, no hay que preguntar acerca del riesgo de los daños auditivos,
trastorno del sueño y la conversación, molestia, daño económico impuesto por el
descenso del valor de las propiedades, o trastornos nerviosos y otros riesgos para la
salud y luego esperar una respuesta sin sesgo a la pregunta final, «En conjunto.
¿qué opina usted acerca del ruido en su vecindario?».
Hay que tener cuidado de hacer preguntas precisas y no vagas. En vez de pre-
guntar acerca de los «trastornos del sueño», por ejemplo, que pueden significar dis-
tintas cosas para personas diferentes. se debe preguntar por el número de veces que
se despierta debido al ruido a horas determinadas. tardanza en quedarse dormido e
informaciones específicas parecidas.
El sentido común. agudizado por la experiencia en la elaboración de cuestiona-
rios, es la mejor protección contra el tipo de errores descritos anteriormente. Tam-
bién es aconsejable someter el cuestionario a una prueba piloto (entrevistar en pri-
mer lugar a un pequeño número de personas) antes de llevarlo al campo. con el fin
de controlar el tiempo de realización del cuestionario, verbalizaciones extrañas, etc.
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.11

Recogida de datos

El objetivo de la mayoría de las encuestas sociales sobre la reacción comunitaria


frente al ruido es establecer una relación entre la exposición al ruido y las reaccio-
nes de grupos de personas. Dado que las imprecisiones de las medidas de la expo-
sición al ruido o de la reacción pueden hacer que tales encuestas resulten inútiles,
resulta claro que hay que prestar igual atención a ambos tipos de medida.

METRICA UTIL PARA PREDECIR LA MOLESTIA A LARGO PLAZO DE


LA EXPOSICION COMUNITARIA AL RUIDO

La publicación en 1974 del «documento de niveles»l1 de la U.S. Environmental Pro-


tecrion Agency (EPA) aportó una solución administrativa al problema de la cuan-
tificación de la exposición al ruido ambiental para la predicción de la molestia co-
munitaria. En virtud de la autoridad concedida a la EPA por el Acta de Control del
Ruido de 1972 para coordinar la política federal de control del ruido (véase Capí-
tulo 51), la adopción por parte de la EPA de los niveles equivalentes como métrica
sentó las bases de la práctica habitual para la evaluación de fuentes de ruido am-
biental. Los índices utilizados incluyen el nivel sonoro continuo equivalente (sím-
bolo: L eq ), el nivel sonoro corregido día-noche (símbolo: L dn ), Y nivel equivalente
de ruido comunitario (abreviatura: CNEL). Estos distintos tipos de niveles, descri-
tos en los Capítulos 2 y 11, utilizan la red de ponderación A de los sonómetros para
dar cuenta de la sensibilidad humana al espectro del ruido y la suma energética para
dar cuenta de los efectos de la duración. Dado que medidas tales como el nivel so-
noro corregido día-noche, el nivel equivalente y el nivel de ruido equivalente co-
munitario sólo se diferencian en las constantes y pequeños términos de corrección,
la correlación entre ellos es casi perfecta.
La correlación entre las medidas del nivel sonoro integrado con ponderación A
y otras variables dependientes, tales como el porcentaje de la comunidad muy mo-
lesta por la exposición al ruido comentada en la mayoría de los estudios, es por lo
general considerablemente menor. Las correlaciones entre la exposición al ruido y
el predominio de la molestia expresado en relaciones empíricas de dosificación-res-
puesta, tales como las sintetizadas para el ruido de los transportes y para el ruido
impulsivo de alta energía, muestran por lo general correlaciones de aproximada-
mente sólo el 0,7.
El uso de descriptores de energía equivalente (como el Ldn) como predictores
de la molestia implica la validez de una hipótesis de igual energía: que las personas
son indiferentes a la molestia creada por pocas intrusiones de ruido de alto nivel y a
la molestia de un número compensadamente mayor de intrusiones de ruido de bajo
nivel. Esta hipótesis apoya el uso de descriptores de energía equivalente como pre-
dictores de la molestia a lo largo de una gama de exposición de al menos 20 dB, des-
de aproximadamente Ldn = 55 dB a 75 dB. El uso de descriptores de energía equi-
valente para predecir la molestia asociada con la operación esporádica (es decir,
infrecuente, intermitente e inesperada) de fuentes de ruido supone una mayor in-
seguridad en el planteamiento de esta hipótesis.
23.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

METODOS PARA PREDECIR LA MOLESTIA A LARGO PLAZO DE LA


EXPOSICION COMUNITARIA AL RUIDO

Las predicciones de la molestia inducida por el ruido en una comunidad pueden ha-
cerse mediante (1) la extrapolación de la relación empírica dosificación-efecto
o (2) una teoría que relacione la exposición al ruido y la molestia observada en las
comunidades. El primer método es más simple, pero no necesariamente más preci-
so o amplio.

Relación entre molestia y nivel sonoro corregido día-noche

La molestia a largo plazo de la comunidad por la exposición al ruido puede expre-


sarse como una función del nivel sonoro corregido día-noche, tal y como ilustra la
Figura 23.1. La relación funcional se describe por la ecuación cuadrática que explica
aproximadamente el45 por 100 de la varianza en el conjunto de datos:

Porcentaje muy molesto = O,036L d/ - 3,27 Ldll + 79,14 (23.1 )

Esta relación ( 1) sólo se ajusta dentro de la gama de niveles sonoros corregidos


día-noche desde aproximadamente 45 a 85 dB, (2) asume que la molestia está go-
bernada exclusivamente por variables acústicas y (3) asume que las diferencias en-
tre dos comunidades con la misma exposición no son sistemáticamente explicables.

Teoría probabilística

Una forma más amplia de predecir la molestia inducida por el ruido en las comu-
nidades es mediante una teoría probabilística4 • en donde los informes de respuesta
directa acerca de las molestias son divididos en (1) un componente asociado con la
exposición al ruido y (2) un componente asociado con factores no físicos. Esta teo-
ría asume que el nivel sonoro corregido día-noche aporta una descripción adecuada
de la exposición al ruido producida por fuentes de ruido tales como el sobrevuelo de
aviones y el tráfico de sl.perficie. Las reacciones de las personas en la comunidad
frente a esta exposición al ruido se asumen exponencialmente distribuidas con un
mlor medio 111 para la pohlacián. Se asume que el valor de m está relacionado con
el nivel sonoro día-noche mediante

10 log m = (UL dll (23.2)

Así. la exposición al ruido establece una distribución de reacciones dentro de


una comunidad. con un valor medio que aumenta monotónicamente con el nivel de
exposición al ruido. Las personas se describen a sí mismas como muy molestas si sus
reacciones frente a la exposición al ruido superan una valor fijo de un valor criterio
para informar de la molestia. representado por la letra A. Los informes de respues-
ta directa de molestias pueden. por tanto. ser tratados como resultado de un pro-
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.13

lOO
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40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90

Nivel sonoro corregido día-noche. dB


FIGURA 23.1. Relación entre exposición al ruido y porcentaje de la comunidad muy
molesto. (Adaptado de la Referencia 3.1

ceso de toma de decisiones que está influido tanto por factores acústicos como no
acústicos. El efecto neto de los factores no acústicos sobre el proceso de toma de de-
cisiones puede contemplarse como una forma de sesgo de la respuesta. El porcen-
taje de la población que se describe a sí misma como muy molesta se predice de la
siguiente manera.
Supóngase que:

P = exp - (A/m) (23.3 )

donde P es la probabilidad de estar muy molesto. m se define como en la ecuación


(23.2) y A es el valor del criterio para informar de la molestia. El valor de A puede
variar de un lugar de entrevista a otro por cualquiera de las razones no acústicas.
Por ejemplo. el valor de este criterio puede ser distinto debido a que los residentes
23.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de un vecindario valoran más el comercio o la comodidad asociada a la operación


de una fuente de ruido que los de otra vecindad, o porque se ha centrado más aten-
ción de los medios de comunicación o políticos sobre los problemas medioambien-
tales en una zona que en otra, o porque los problemas no ambientales crean más
presión sobre una comunidad que sobre otra, etc.
Es la naturaleza prescriptiva de esta teoría la que permite que se hagan estima-
ciones independientes de la influencia relativa de los factores acústicos y no acústi-
cos en el predominio aparente de las molestias inducidas por el ruido. Dado que se
afirma que el componente determinado acústicamente de la reacción frente a la ex-
posición al ruido crece a medida que lo hace la sonoridad, las desviaciones de esta
tasa de crecimiento predecible pueden atribuirse a los efectos de los factores no
acústicos en los informes de respuesta directa sobre las molestias.
El valor del criterio para informar de molestias muy severas, D, viene dado por

D = (1/0,3)10 log A (23.4)

La ecuación (23.3) puede reescribirse como

10 log (-lnP) = 0,3(D- L dn ) (23.5)

o como

P = exp (_10°.03(0 - Ldn) (23.6)

El valor de D también puede depender de la fuente de la intrusión de ruido. Las


personas parecen adoptar un criterio más estricto para informar de las molestias de-
bidas al ruido del tráfico en superficie y un criterio menos estricto para informar de
las molestias debidas a operaciones aéreas. Así, los niveles sonoros día-noche ori-
ginados por los transportes aéreos y de superficie pueden diferir en 5 dB sin afectar
al porcentaje de residentes que se describen a sí mismos como muy molestos. La
ecuación (23.6) muestra que si L dn es 60 dB Y el criterio para la molestia, D, es 70
para ruido de aviones, entonces el 13,6 por 100 de la población expuesta al ruido aé-
reo informará de que está muy molesta. Si el valor de D es 75 para ruido del tráfico
de superficie, sólo el6 por 100 de los residentes con exposición equivalente al ruido
del tráfico se describirá a sí mismo como muy molesto.

CRITERIO PARA LA RESPUESTA DE LA COMUNIDAD

Aunque muchas normativas ponen límites a ciertas fuentes principales de ruido en


la comunidad. no existe un criterio absoluto acerca de la aceptabilidad de la expo-
sición al ruido de una comunidad. En EE. UU. existen en lugar de ello «directrices».
«prácticas recomendadas», normativas y similares, para distintas situaciones, como
describen las Referencias de la 12 a la 15. Estos documentos fueron preparados ori-
ginalmente con propósitos tan diversos como introducir políticas federales sobre
préstamos y establecer instalaciones militares y no son totalmente consistentes en
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.15

cuanto a sus conclusiones acerca de los niveles aceptables de exposición al ruido. Se


llegó a los niveles de ruido caracterizados como aceptables en varios documentos
mediante las interpretaciones negociadas de conjuntos relativamente pequeños de
datos, con una ponderación distinta de las consideraciones políticas y económicas
relevantes para la institución emisora. Una dependencia poco crítica de tales do-
cumentos puede conducir a una caracterización incompleta y a veces imprecisa de
la respuesta de la comunidad, sobre todo cuando se aplican en circunstancias y con
fines distintos a los contemplados originalmente.
Entre los criterios, directrices, normativas y recomendaciones de este tipo más
frecuentemente citados está la Inlormation on levels 01 environmental noise requi-
site to protect the public health and wellare with an adequate margin 01 saleti 1 de la
Environmental Protection Agency de EE.UU. Estos niveles (a menudo mal cons-
truidos) son simplemente lo que el Acta de Control del Ruido de 1972 requería que
fueran: niveles protectores establecidos sin la consideración de si eran técnica y eco-
nómicamente factibles. No son fácilmente interpretables como objetivos de control
del ruido pragmáticos o realistas a corto plazo.
Pocas de las directrices anteriormente mencionadas poseen fuerza de ley, y nin-
guna prohíbe expresamente la construcción u operación de instalaciones sobre la
base de los efectos de las emisiones de ruido previstas en las comunidades próximas.
Por lo general, sólo se precisan evaluaciones formales de impacto ambiental para
proyectos a gran escala y para los que implican financiación pública. Más aún, las
evaluaciones de impacto ambiental no requieren más que la identificación precisa
de los impactos y que sean expuestos en su totalidad, no que se ajusten a límites es-
pecíficos.
En el Capítulo 54 se presenta un método para evaluar los efectos de la exposi-
ción al ruido para los estudios de impacto ambiental.

REFERENCIAS

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control, 2" ed., McGraw-Hill, Nueva York, 1976.
2. S. Fidell, T. Schultz y D. M. Green, «A theoretical inlerprelation of the prevalence rate
of noise-induced annoyance in residential populations», J. Acoust. Soc. Am., vol. 84,
n.O 6, diciembre 1988.
3. S. Fidell, D. Barber y T. Schultz, «Updating a dosage-effect relationship for the preva-
lence of annoyance due to general transportation noise», J. Acoust. Soc. Am., vol. 89,
n.o 1, enero 1991.
4. D. M. Green y S. Fidell, «Variability in the criterion for reporting annoyance in com-
munity noise surveys». J. Acoust. Soco Am .. vol. 89, n.o 1. enero 1991.
5. S. Fidell. «Community response to noise», cap. 10 en D. M. Jones y A. J. Chapman
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Agency, Washington, D.C., julio 1973.
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bration, vol. 3. n.o 10. 1969, pp. 16-28.
8. T. Schultz, Community noise ratings, Elsevier Science Publishing Co., Nueva York, NY
10017,1982.
23.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

9. K. S. Pearson y R. Bennett, Handbook of noise ratings, NASA CR-2376, National Ae-


ronautics and Space Administration, Washington, D.C., 1974.
10. S. Fidell y col., «Predicting annoyance from detectability of low level sounds», 1. Acoust.
Soco Am., vol. 66, n." 5,1979. pp. 1427-1434.
11. lnformation on leve/s of enviromental noise requisite to protect public health and welfare
with an adeq/late margin of safety. NTIS 550/9-74-004. U.S. Environmental Protection
Agency. Washington. D.C.. marzo 1974.
12. Noise abatement and control: Departmental policy, implementation, responsibility. and
standards. Circular 1390.2. Department of Housing and Urban Development, Washing-
ton. D.C.. 1971.
13. loint services noise planning manllal. Depanment of Defense, Washington. D.C.. junio
1976.
14. «Guidelines for preparing environmental impact statements on noise». Report of Wor-
king Group 69, Committee on Hearing, Bioacustics and Biomechanics, Assembly of Be-
havioral and Social Sciences. National Research Council. National Academy of Sciences.
Washington. D.C.. 1977.
15. W. G. Galloway. «Assessment of community response to high energy impulsive sounds».
Repon of Working Group 84. Committee on Hearing. Bioacustics and Biomechanics.
Assemhly of Behavioral and Social Sciences. National Research Council, National Aca-
demy of Sciences. Washington, D.C.. 1984.
Capítulo 24
RENDIMIENTO HUMANO Y
RUIDO

Dylan M. Jones
Donald E. Broadbent

INTRODUCCION

Los efectos del ruido sobre el rendimiento de las personas son distintos de los efec-
tos de la molestia o los fisiológicos; existe escasa concordancia entre las medidas de
estas diferentes respuestas. Incluso una reacción violenta frente al ruido puede no
acompañarse de la correspondiente pérdida de eficacia en el desarrollo de las acti-
vidades, en tanto que pueden producirse cambios en la eficacia aunque la persona
considere que el entorno es aceptable. Del mismo modo, los cambios fisiológicos in-
ducidos por el ruido no se reflejan necesariamente en el rendimiento, aunque po-
dría observarse una reducción del rendimiento sin cambios fisiológicos detectables.
Este grado de independencia tiene importantes implicaciones para el estudio
del ruido y el rendimiento, tanto para quienes creen que el ruido altera las funcio-
nes humanas, como para quienes creen que sus efectos son despreciahles o sólo ad-
miten los efectos derivados de la propiedad de «enmascaramiento» del ruido. Es-
pecíficamente, nos previene. por una parte, contra el estudio exclusivo de aquellos
ambientes en los que hay evidencia de quejas y, por otra. contra el abandono del es-
tudio de los ambientes en los que no existe evidencia de camhio en el rendimiento.
El ruido produce una serie de efectos positivos y negativos sobre el rendimiento.
El efecto depende crucial mente del tipo de ruido y de las exigencias de la tarea. Por
ello, factores como el nivel de familiaridad de la persona con el trabajo. el grado en
que la ejecución depende del uso de palabras, la medida en que las distintas partes
de la tarea planteen exigencias contradictorias sobre la atención. el tiempo que se
ha estado ejecutando la tarea y algunos otros determinan el grado de alteración.
Muya menudo. la ineficacia es momentánea y no general. sobre todo si se requiere
de la persona que responda continuamente. Otros agentes y factores que determi-
nan la reactividad de la persona o el nivel de activación (tales como la pérdida de
sueño o el estado de ánimo) modifican la respuesta normal frente al ruido. Esto se

24.1
24.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

manifiesta mediante la supresión del efecto habitual o haciendo que empeore el de-
terioro del rendimiento.
Rara vez se llevan a cabo estudios industriales sobre los efectos del ruido en el
rendimiento, posiblemente debido a las muchas dificultades para organizar los en-
sayos e interpretar los resultados. La principal dificultad en los estudios industriales
es la falta de control de aspectos del trabajo que también pueden cambiar a medida
que el nivel de ruido se modifica. Por lo general, los cambios del nivel de ruido están
asociados con factores tales como un traslado de edificio o el tipo o magnitud del
trabajo que se realiza. Los efectos también pueden ser menos específicos, tales
como una mejora del estado de ánimo como resultado de que la patronal haya ex-
presado su preocupación acerca del bienestar de los trabajadores. Esto puede su-
ceder de forma inadvertida, por ejemplo, manifestando la intención de llevar a cabo
una disminución del trabajo. De ahí que, en tales casos, la mejora temporal en el ni-
vel de eficacia se corresponda sólo con el período de moral alta y la reducción en el
nivel de ruido contribuya sólo indirectamente a la mejora del rendimiento. Esta dis-
tinción es importante en la práctica: la mejora del estado de ánimo puede lograrse
de otras formas, posiblemente más fáciles de implementar y más duraderas que la
reducción del ruido. Dada la probabilidad de todos estos factores complejos, los in-
formes sobre los efectos benéficos de la reducción del ruido han de tomarse con
cautela; hay que considerar la posibilidad de que algún factor extraño haya influido
en el resultado.
En los estudios de laboratorio, al igual que en los industriales, hay que tener cui-
dado de asegurarse de que la variación observada en el rendimiento puede atribuir-
se claramente al efecto del ruido. Las dificultades surgen de varias fuentes. En pri-
mer lugar, existe una considerable fluctuación de la ejecución de una tarea debida
al azar: esta variación puede observarse entre diferentes personas y en la misma
persona. Por tanto, es necesaria alguna estimación de esta variación debida al azar.
que luego habrá de compararse con el efecto producido por el ruido. Una forma de
manejar este problema es recoger datos representativos en cantidad suficiente. En
segundo lugar, los efectos del ruido pueden cambiar debido a algún factor adicional,
como el nivel de fatiga producido por la tarea, de manera que si se pide a la persona
que ejecute la tarea en silencio e inmediatamente después con ruido, el efecto de
éste se verá exagerado por la fatiga. Una manera de superar esta dificultad es asig-
nar los sujetos experimentales a dos grupos separados, uno que sólo reciba ruido y
otro que experimente silencio. Otra opción es que la misma persona reciba períodos
alternativos de ruido y silencio. Pero si los períodos de alternancia son demasiado
rápidos, la persona puede carecer del tiempo suficiente para adaptarse a cada con-
dición y se obtendrá como resultado un nivel medio de rendimiento. También hay
que tener cuidado para equilibrar el orden de presentaciones del ruido, de manera
que. en el caso más sencillo, el estudio tenga tantas personas realizando la tarea con
las condiciones de orden «silencio-ruido», como con «ruido-silencio». Por último.
las condiciones que la persona encuentra en primer lugar pueden influir en la eje-
cución de la tarea en ocasiones posteriores, aunque el nivel de ruido haya cambia-
do. Este efecto ha sido encontrado muy a menudo con el ruido 1.2 y despierta dudas
acerca de los estudios en que no ha sido contemplado.
El control y la especificación del ruido en sí es. sin lugar a dudas, un problema
en algunos estudios sobre rendimiento. Se ha empleado una gama muy amplia de
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.3

sonidos, de distintos niveles y composición espectral, a menudo sin describir espe-


cificaciones físicas precisas. Con frecuencia se investigan sólo los efectos de dos ni-
veles de ruido y muy pocos estudios han realizado medidas sobre una gama amplia
de intensidades. A la hora de aplicar algunos de los resultados de laboratorio a si-
tuaciones prácticas, existe un margen de error apreciable si la estimación de la pro-
babilidad del efecto se basa sobre la interpolación entre dos valores extremos. Ade-
más, pocas veces se ofrece información espectral. De ahí que algunas de las
discrepancias entre los resultados de las distintas investigaciones puedan atribuirse
a los distintos tipos y niveles de ruido utilizados en ellas, aunque resulta difícil saber
cuál de las muchas diferencias posibles entre estudios contribuye más significativa-
mente al resultado. Dado lo expuesto, cualquier afirmación acerca de los efectos del
ruido sobre el rendimiento humano debe ser analizada con suma cautela. Hay que
prestar particular atención a las precauciones para evitar los sesgos, la representa-
tividad de la muestra, el tipo, nivel y espectro del ruido, entre otros.
En las secciones siguientes se describen algunos estudios experimentales y de
campo específicos. En primer lugar, se considera el efecto de la familiaridad con los
ruidos, comenzando por el caso más sencillo de cambios en el nivel de ruido y cen-
trándose sobre sus efectos a corto plazo. A continuación, se considera el caso de los
golpes de ruido, donde cortas elevaciones de la presión sonora, repentinas e ines-
peradas, también conllevan una alteración temporal del rendimiento. Después, se
examina el caso más complejo del ruido intermitente, donde los efectos dependen
en gran medida de la actitud del individuo. A continuación, una sección principal
trata el caso de un ruido de banda ancha continuo, donde la respuesta es estratégica.
Un ruido más complejo, el del habla irrelevante, es el objeto de la penúltima sec-
ción. Finalmente, se consideran los resultados de los estudios de campo.

CAMBIOS EN EL NIVEL SONORO

Si el ruido es esperado y familiar, es improbable que produzca ningún deterioro del


rendimiento. Esto resulta especialmente cierto si la tarea no es exigente: si la per-
sona sólo tiene que reaccionar en determinados momentos definidos, recibe un avi-
so claro de la necesidad de reaccionar y un estímulo fácilmente visible, y el ruido no
producirá efectos.

Cambios infrecuentes del nivel

Por lo general el rendimiento decae cuando un sonido se oye por primera vez. Aun-
que este efecto ha sido ampliamente establecido, los detalles de su operación son
todavía dudosos. Sin embargo, el cambio de ruido a silencio o de silencio a ruido es
suficiente como para provocar un deterioro temporal del rendimient04 • En un de-
terminado estudio, los sujetos experimentales sumaron números que aparecían
mezclados con una serie de letras durante períodos de ruido (una bocina fuerte de
automóvil) y silencios. El ruido ralentizó la velocidad de suma, pero este efecto dis-
minuyó después de las primeras sumas (véase Figura 24.1). Más aún, una ralenti-
24.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

45rlr--~--.---.---.---,

35L-__L -__L -_ _ ~ _ _~ _ _~

RUIDO RUIDO

FIGURA 24.1. Alteración temporal del rendimiento causada por la activación y de-
sactivación del ruido. (Dibujada a partir de los datos de J. J. B. Morgan4 .)

zación similar seguida de una vuelta a la normalidad también se produce después


del cambio a silencio. Por tanto, el cambio en el nivel sonoro, sea cual sea su direc-
ción, es el factor determinante.
La pérdida de eficacia es proporcional a la magnitud del cambio del nivel so-
nord'. Esto puede demostrarse pidiendo a los sujetos que trabajen durante cierto
tiempo en la búsqueda de combinaciones particulares de letras escondidas en listas
y observando, a continuación, el efecto del aumento y del descenso del nivel de rui-
do. Si después de que los sujetos son expuestos a ruido blanco a un nivel sonoro de
aproximadamente 80 dB(C) el ruido se aumenta o reduce en 12 o 24 dB, el rendi-
miento empeora. Más aún, la ralentización de la ejecución es más pronunciada
cuando el cambio del nivel sonoro es mayor. Además, se produce mayor deterioro
con el descenso del nivel sonoro y, sin embargo, a veces se produce una mejora en
la eficacia cuando el nivel sonoro aumenta 7 •

Golpes de ruido

Los golpes de ruido también alteran la eficacia; este efecto se circunscribe al perío-
do que sigue al inicio del golpe y puede durar hasta 30 segundos, pero por lo general
es de 2 o 3 segundos. Las tareas que requieren la coordinación de mano y ojo pa-
recen ser particularmente proclives a este efectoR, aunque algunos de los compo-
nentes de las tareas pueden ser más susceptibles a la alteración que otros. Por lo ge-
neral, los golpes de ruido parecen tener más efecto cuando la persona está
absorbiendo la información presentada visualmente que cuando procesa el material
después de haberlo adquirido. Los golpes de ruido durante una tarea mental arit-
mética pueden llegar cuando la persona está inspeccionando la suma o durante una
fase de cálculo mental posterior'l. Los efectos son proporcionales al cambio del ni-
vel sonoro más que a su nivel absoluto lO , ya que una alteración muy similar se pro-
duce si los sujetos llevan aparatos protectores del oído (y el nivel absoluto descien-
de. pero no el cambio de nivel).
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.5

Ruido intermitente

Cuando el ruido es intermitente, los efectos de los golpes de ruido sobre el rendi-
miento dependen de: (1) el porcentaje de tiempo durante el cual el ruido está acti-
vado y (2) la duración de la tarea. Si se manipula la duración del ruido en un ciclo
de 5 segundos, la velocidad con que los sujetos completan una tarea de búsqueda es
una función creciente del ciclo ACTIVADO-DESACTIVADO durante los pri-
meros minutos de ejecución de la tarea. Pero una vez que la tarea lleva en marcha
cierto tiempo, se transforma en una función escalonada descendiente del tiempo
ACfIV ADO. El ruido intermitente tiene dos efectos (Figura 24.2): (1) el efecto de
distracción, manifestado en el efecto negativo de los golpes cortos al comienzo de la
tarea, y (2) el efecto de alerta o activación de la persona a medida que la tarea avan-
za; ahora el tiempo ACTIVADO más corto mejora notablemente la ejecuciónó • El
efecto de la regularidad de los golpes resulta más difícil de predecir anticipadamen-
te. Si se compara el ruido continuo a lo largo de un determinado rango de niveles
sonnros con un ruido intermitente, con un porcentaje del 50 por 100 de actividad del
ruido, y ambos ruidos tienen intensidades similares, la ejecución es peor con ruido
periódico y con ruido fuerte, pero el efecto de la periodicidad no depende del nivel
del ruido l !.
Los efectos del ruido intermitente sobre tareas que requieren que la persona de-
tecte acontecimientos extraños, del tipo de los necesarios para los trabajos de ins-
pección, son extremadamente complejos. Algunos factores (tales como la velocidad
de respuesta) pueden mejorar, en tanto que otros (tales como la sensibilidad y la
precisión) se deterioran en presencia del ruido!2. En otros casos, los efectos son pe-
queños o inconsistentes 13 .
TIempo de exposición, min
28
O = 1,0 - 3,2
O = 4,0 - 6,2
íñ D. =7,0-9,2
Á = 10,0 - 12,2
~
o 26
."
'O
Q)
::l
cr
:E'" 24
Q)
'O
'O
."
'O

o 22
~

20~--------L-------~
30 70 100
Porcentaje de tiempo
del ruido activado
FIGURA 24.2. Efectos del grado de interrupción del ruido en la velocidad de res-
puesta tras varios tiempos de exposición. (De W. H. Teichner, E. Arees y R. Reilly".)
24.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ruido intermitente: el efecto sobre el control percibido

Durante un período corto después de que el ruido ha desaparecido, la eficacia sigue


disminuyendo. Las observaciones del rendimiento durante el período posterior a la
terminación del ruido intermitente muestran que una amplia gama de factores, que
se aplican durante la exposición al ruido, influyen sobre el grado de alteración 14• Por
lo general, el ruido aumenta el tiempo que lleva clasificar cartas o solucionar ana-
gramas y reduce la persistencia en problemas irresolubles. Una amplia gama de
condiciones puede aumentar o disminuir la magnitud de los efectos posteriores:
1. Los golpes de ruido irregulares e imprevisibles empeoran más el rendimiento
que los regulares y, por lo tanto, predecibles.
2. Activar una luz de aviso antes de cada golpe de ruido produce una mejor eje-
cución posterior que si no se activa.
3. El efecto posterior se reduce notablemente si se facilita al sujeto experimen-
tal un interruptor que, presionado, ponga fin al experimento, aunque nunca
llegue a emplearlo.
4. Los ruidos que comienzan y terminan con independencia del sujeto producen
efectos posteriores más notables que aquéllos sobre los cuales se informa al
sujeto que cesarán como resultado de alguna acción que él active.
5. Los resultados obtenidos no dependen en gran medida del nivel sonoro; de
hecho, la mera anticipación del ruido es suficiente para producir efectos pos-
teriores, e incluso bajo estas circunstancias, la percepción de control tiene
como consecuencia habitual la reducción del impacto del ruido sobre los
efectos posteriores 15 .
También se producen, en circunstancias parecidas a las que se acaban de descri-
bir. cambios en el estado de ánimo que implican indefensión o depresión J6; de he-
cho, puede producirse un cambio anímico sin que se produzca un efecto sobre el
rendimiento 17 • Por ejemplo. un ruido breve e incontrolable influye sobre el tipo de
palabras incluidas en una lista que se recuerdan. Habitualmente, se recuerdan más
palabras negativas y depresivas 18 • Además, se observan efectos semejantes con rui-
do continuo, ya sea en estado estableJ'I o variable J6 . Los efectos posteriores no son
una simple resaca de la estimulación nociva, sino un cambio de actitud por parte de
la persona. La medida en que la persona siente que controla el ruido y que puede
predecir o gobernar su comienzo parecen ser factores importantes en la determi-
nación de la magnitud de los efectos posteriores.

RUIDO CONTINUO: TAREAS SIMPLES

Son muchas las tareas insensibles al ruido continuo o familiar; habitualmente. son
sencillas y poco exigentes. Los procesos sensoriales, como los que requieren agu-
deza visual. son inmunes a niveles de ruido y sonido por encima de 100 dB(C) y al-
gunas respuestas visuales simples, tales como la velocidad de los movimientos ocu-
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.7

lares, cambian muy poco bajo niveles sonoros por encima de 100 dB(C)20. Sin
embargo, existe cierta evidencia de que mejora la habilidad para detectar el par-
padeo, una función que se considera sensible a los efectos de la activación (véase
apartado siguiente ?I. Las tareas motrices sencillas son también inmunes a niveles
sonoros por encima de 100 dB(C), como pueden ser el presionar un dinamómetro,
mantener un puntero en un a~ujero sin tocar los bordes y montar y desmontar con
destreza candados y cerrojos2 .
Las tareas algo más complicadas, como aquellas que implican tiempos de reac-
ción, en que el sujeto tiene que responder tan rápidamente como sea posible a una
señal visual (que, y esto es importante, está precedida de una señal de aviso), tam-
poco se ven afectadas por el ruido fuerte 23 . Los efectos sobre los tiempos de reac-
ción para señales visuales que no tienen aviso previo y frente a las que hay que rea-
lizar varias respuestas, son bastante diferentes (véase apartado siguiente).
Las pruebas de papel y lápiz relacionadas con las funciones intelectuales, tales
como tareas mentales aritméticas, raramente se ven afectadas por un ruido conti-
nuo fuerte. Una gran variedad de experimentos ha demostrado este punto, en su
mayoría con niveles de presión sonora entre 80 y 100 dB(C)22.24. Como generaliza-
ción, el tiempo medio de realización de una larga serie de operaciones intelectuales
inconexas no se ve afectado por el ruido. Si las operaciones están conectadas entre
sí de alguna manera y plantean una carga para la memoria de la persona, es proba-
ble que sean sensibles al ruido. Por ejemplo, el ruido deteriora la ejecución si la ta-
rea es de búsqueda de números y el objetivo buscado depende del último elemento
encontrado, o si el problema aritmético se presenta brevemente, desapareciendo de
la vista antes de que el cálculo haya comenzado l . Estos resultados sugieren que si la
tarea implica una carga cognitiva, ya sea porque las demandas que plantea son im-
previsibles o porque hay que acumular evidencias o recogerlas de fuentes diversas,
es probable que sea susceptible de alterarse por el ruido.

RUIDO CONTINUO Y ATENCION: TAREAS DIFICILES

Detección de señales inesperadas

Consideremos una tarea en que la persona tenga que dirigir su atención a una o más
fuentes de información durante largos e ininterrumpidos períodos de tiempo y bus-
car pequeños cambios en la información que le es presentada. Estas tareas de ras-
treo son análogas a algunos tipos de inspección industrial o mantenimiento de vi-
gilancia. A niveles muy altos de ruido (con niveles de presión sonora por encima de
95 dB), puede producirse una caída del rendimiento. Los sujetos tienden a manifes-
tar distintos grados de confianza acerca de la presencia de una señal. En algunas
ocasiones se muestran muy seguros, pero en otras manifiestan dudas o inseguridad,
se sienten ligeramente inclinados a creer que la señal se ha producido, o ligeramen-
te en contra, pero no están totalmente seguros. La evidencia de este tipo de enjui-
ciamientos puede registrarse pidiendo a la persona que indique cuál de entre varias
categorías, que van desde «seguro que sÍ» a «seguro que no», se aplica a cada caso
24.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

particular. El efecto del ruido fuerte es reducir la incidencia de los enjuiciamientos


dudosos y aumentar la de los seguros.

Resultados con requisitos de respuesta sencillos. Este análisis también ha hecho


más comprensibles los efectos del ruido en tareas en que sólo se requiere una res-
puesta de «sí» al detectar una señal. Los resultados sugieren que la presencia de rui-
do disminuye el número de informes acerca de las señales sólo en situaciones en que
se anima a informar de cualquier señal, incluso de aquéllas sobre las que existan du-
das considerables. El ruido no produce efectos en tareas en que en silencio la per-
sona responde únicamente cuando está absolutamente segura de la presencia de la
señal. Son pocas las respuestas de tipo dudoso o inseguras cuando las señales son
improbables o muy evidentes y dado que el ruido conduce a un aumento de las res-
puestas a señales acerca de las cuales el observador está seguro, se produce como
resultado un aumento en los informes de señales. Sean o no probables, las señales
muy notables dan lugar a menudo a un aumento de los enjuiciamientos inseguros:
aquí el ruido. al aumentar las respuestas dentro de la categoría «seguro», conduce a
una reducción en los informes sobre señales. Por ejemplo, si se pide a la persona
que controle tres luces destellantes en busca de la más brillante, que puede aparecer
en cualquiera de las posiciones, el porcentaje de respuestas dudosas se reduce en el
caso de un ruido de banda ancha a un nivel sonoro de 100 dB(Cf6. Un resultado pa-
recido se obtiene con un nivel sonoro ligeramente inferior cuando la señal es un
destello de duración ligeramente inferior a la norma 27 • Este efecto no es debido al
enturbiamiento de las distinciones entre categorías mediante el efecto enmascara-
dor del ruido: el efecto también se produce cuando el enjuiciamiento se realiza en
silencio después de la exposición al ruid02H •
Uno de los casos que sólo requería una respuesta de «sí» implicó la vigilancia de
10 manómetros de vapor. cualquiera de los cuales podía oscilar ocasionalmente ha-
cia una posición peligrosa. Los indicadores en línea de visión directa son relativa-
mente fáciles de ver y la detección de los estados de peligro no se ve afectada por
niveles sonoros de 100 dB(C), pero en la periferia de la pantalla, el ruido aumenta
el tiempo que se tarda en hacer una detección 29 • Incluso cuando los indicadores son
sustituidos por lámparas más fáciles de ver. el ruido producirá el mismo patrón de
respuesta. aunque el efecto medio se ve considerablemente reducido. Otra técnica
emplea un reloj analógico que. ocasionalmente. realiza un salto doble y luego con-
tinúa moviéndose normalmente. El ruido a un nivel sonoro de 112 dB(C) no reduce
el rendimient030 • pero cuando se aumenta a tres el número de indicadores, con una
triplicación del total de las señales. un nivel parecido de ruido deteriora la ejecu-
ción. Estas dos situaciones pueden compararse en términos del nivel de seguridad
predominante. En la versión sencilla. se producen pocos informes falsos. en tanto
que en la versión complicada. se producen gran cantidad. lo cual significa un estado
de menor confianza. El ruido reduce el número de informes asociados a señales con
niveles bajos de seguridad. dando en conjunto la apariencia de una reducción en la
tasa de detección. aunque esto sólo es posible en una tarea en que se incentive la
respuesta arriesgada. Este resultado se confirma si se combina la misma tarea con el
uso de juicios de confianza y se comparan: una fuente única con una tasa elevada de
emisión de señales. tres fuentes de señales con la misma tasa de emisión y una fuen-
te única con un tercio de la tasa total de emisión de señales. Sólo en los dos primeros
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.9

casos, donde las señales son muy probables, con ruido decrecerá la incidencia de
respuestas «inseguro», conduciendo a una reducción de la tasa total de detección.
El uso de juicios de confianza es un método útil para comprender los efectos del
ruido. Sin embargo, la preferencia por las categorías de seguridad extremas no es un
efecto que se limite a las tareas de rastreo; también se observará en situaciones tan
distintas como el enjuiciamiento del carácter de otras personasJ2 y de la familiaridad
de las palabras28 •

La técnica de observar la respuesta. El rasgo principal de este enfoque es que la


persona indaga en el estado actual de una entre varias pantallas; el estado de la pan-
talla está disponible brevemente si el sujeto presiona el interruptor adecuado. El
experimentador puede hacer una gráfica de la distribución de la atención de la per-
sona, registrando la frecuencia con que observa cada lámpara. En un porcentaje sig-
nificativo de ocasiones, las personas hacen dos observaciones antes de informar de
una señal. como si no estuvieran seguras de su primer enjuiciamiento y necesitaran
comprobar la evidencia. Los resultados de esta técnica también armonizan con la
idea de que el ruido conlleva un cambio en el nivel de confianza. Con ruido fuerte
a un nivel sonoro de 100 dB(A), se reduce la incidencia de la confirmación doble.
que es sustituida por informes inmediatos seguros o por la comprobación de otras
fuentes 33 . Este patrón de respuestas es análogo a la reducción de respuestas asocia-
da con la certeza dudosa encontrada en las tareas de rastreo.

Resultados con niveles inferiores de ruido. El ruido no siempre empeora el segui-


miento de señales inesperadas cuando los niveles sonoros están por debajo o son
iguales a 95 dB(C). Por ejemplo. el número de detecciones aumenta cuando se mo-
difica el ruido de fondo a un nivel de presión sonora de 60 a 70 dB en vez de un zum-
bido estable continuo al mismo nivel 34 .35. Dado que el ruido no produce mejora si
los acontecimientos de la tarea ocurren muy frecuentemente (véase Figura 24.3).
parece que el efecto benéfico del ruido es debido al carácter relajante y un tanto so-
porífero de la tarea visual. A un nivel sonoro de 75 dB(A).la música (en lugar de un
ruido estacionario estable) produce una mejora en la detección de señales visuales
difíciles';!>.

Vigilancia cognitiva. Las tareas de control de este tipo plantean fuertes exigen-
cias a la memoria y a la atención sostenida y son. en muchos sentidos. prototipos del
trabajo en los entornos industriales contemporáneos. Por ejemplo. se presentan dí-
gitos aislados en una pantalla y la tarea de la persona consiste en detectar una se-
cuencia particular. del estilo de tres dígitos impares seguidos. Este tipo de tarea es
muy sensible a los efectos del ruido. mostrando pérdidas de eficacia a niveles so-
noros de 80 u 85 dB(C). La naturaleza exacta del efecto no depende de la natura-
leza de la tarea. Factores tales como el tipo de señal que se está buscando. la pro-
bahilidad de aparición de la señal J7 y el tipo de entrenamiento'X son cruciales para
los resultados.
24.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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o 15 30 45 60
MINUTOS DE VIGILANCIA

FIGURA 24.3. Porcentaje de señales detectadas en función del tiempo de ejecución


de una tarea de vigilancia visual bajo dos tasas diferentes de presentación de los es-
tímulos y dos condiciones distintas de estimulación visual (n = 24). (De J. J. Me-
Gratfi!5.)

Rendimiento continuo

La forma en que una persona mantiene la eficacia durante determinado peóodo de


trabajo puede evaluarse mediante una prueba de reacción secuencial. El formato
más habitual de la tarea incluye cinco bombillas y cinco discos de respuesta dis-
puestos en un pentágono. Cuando se oprime un disco, no necesariamente el correc-
to, se enciende una bombilla. Las bombillas se encienden siguiendo una secuencia
impredecible, y como la respuesta ha de emitirse antes de que se ilumine la siguien·
te bombilla, la persona que ejecuta la tarea es quien determina la tasa de trabajo.
Por lo general, la persona tiene que trabajar continuamente durante unos 40 mi-
nutos. Siete estudios diferentes encontraron que los errores aumentan consistente-
mente con niveles sonoros de ruido iguales o por encima de 95 dB(A). Con los mis-
mos niveles de ruido, tres estudios hallaron un aumento en el número de respuestas
excepcionalmente lentas39 • El ruido continuo puede tener un efecto nocivo sobre
esta tarea a niveles sonoros inferiores a 90 dB(C)40 y el ruido intermitente puede
producir efectos sobre el tiempo medio de respuesta a niveles sonoros tan bajos
como 80 dB(C)41.

Los efectos de las probabilidades sesgadas. En el formato habitual de la tarea de


reacción secuencial. todas las luces aparecen con igual probabilidad, pero es posible
examinar el efecto de la aparición más probable de algunas de ellas42 . Con esta ver·
sión de la tarea. los niveles sonoros moderados [85 dB(C)] aumentan el tiempo que
los sujetos tardan en responder a las luces que aparecen menos frecuentemente y
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.11

reducen el tiempo de respuesta a las más frecuentes. Parece por tanto que el ruido
altera la estrategia de distribución de la atención, alejándola de las fuentes de pro-
babilidad baja hacia aquellas con probabilidad alta. Este es un rasgo general impor-
tante del efecto del ruido sobre la ejecución que puede aparecer de varias formas en
distintas tareas. El ruido también hace a las personas inflexibles en la adopción de
esta estrategia: siguen empleándola incluso cuando, de forma inesperada, las pro-
babilidades de las señales vuelven a la normalidad. Por tanto, el efecto estratégico
no es fugaz y el período durante el que persiste puede ser relativamente cort04J .44 o
larg045 •

El papel de las claves acústicas. Han existido afirmaciones acerca de que el efecto
del ruido actúa a través del enmascaramiento de las claves acústicas aportadas por
el tecleado de los discos de respuesta46 ,47. Sin embargo, cuando se toman precaucio-
nes para eliminar el efecto de las claves acústicas, se produce el habitual aumento
de los errores a lo largo del tiempo. En una modificación especial de la tarea, en lu-
gar de emplear discos de metal y un puntero, el sujeto responde en un tablero silen-
cioso y el ruido se transmite a través de auriculares4H • Más evidencia adicional acer-
ca de que el deterioro del rendimiento no se debe al enmascaramiento de las claves
acústicas es que la ejecución sigue decayendo cuando el ruido se desconecta (véase
Figura 24.4). Este deterioro continuo apoya la idea de que el ruido ha producido al-
gún cambio en el estado de alerta o vigilancia (véase siguiente apartado para una
discusión más detallada).
Cuando la misma persona tiene que llevar a cabo varias tareas, pero una de ellas
es dominante, el ruido aumenta el esfuerzo aplicado a esta tarea dominante a ex-

35

30 ~ '" .)CFuerte

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w
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2 3 4
Cuartos de tarea

FIGURA 24.4. Errores medios en reacción secuencial durante cuatro cuartos de ta-
rea. La línea vertical muestra el punto en que el ruido fue desconectado y la ejecución
continuó en silencio. (De D. M. Jones106 .1
24.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

pensas de las menos dominantes. Parece que el ruido produce mayor concentración
sobre una parte del campo visual y menor sobre otras. En la tarea de observar la
respuesta (descrita anteriormente), si una de las lámparas se enciende más frecuen-
temente que las otras, el observador tiende a controlarla más a menudo y a ser ne-
gligente con las demás fuentes. Esta tendencia a controlar la fuente de información
más dominante se exagera con ruido blanco a un nivel sonoro de 100 dB(A) Y se
hace más pronunciada al final del período de trabaj o49.

Rendimiento continuo: rastreo y reacción a luces periféricas

Las tendencias que muestran los efectos del ruido sobre el rendimiento son pareci-
das a las descritas anteriormente, incluso cuando la tarea se compone de dos partes
distintas que han de llevarse a cabo más o menos simultáneamente. En este caso, el
componente dominante es una tarea de rastreo que requiere que el observador
mantenga un puntero alineado con otro. Al mismo tiempo, tiene que responder a la
iluminación breve de una de las seis fuentes de luz dispuestas en arco alrededor de
la tarea de rastreo. Nunca se informa acerca de algunas luces y la probabilidad de
perder una señal aumenta hacia la periferia. Con ruido a un nivel sonoro de
100 dB(A), el porcentaje de detecciones aumenta sobre todo en las luces periféri-
cas, en tanto que mejora la ejecución frente a las luces centrales y en la tarea de ras-
treo (véase Figura 24.5). Hay varias formas de demostrar que esto no es una especie
de «visión en túnel» que surge de la sensibilidad reducida a la visión periférica. En
primer lugar. si las luces permanecen encendidas indefinidamente, la diferencia en-
tre las centrales y las periféricas desaparece: el ruido aumenta el tiempo de res-

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30

20

01
2 3 4 5 6
Localización de la fuente

FIGURA 24.5. Efectos del ruido sobre la ejecución en una tarea múltiple sobre la de-
tección de las fuentes de luz y el seguimiento del rastreo. (De G. R. J. Hockeyl3.)
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.13

puesta a todas las luces, aunque el rastreo mejora. En segundo lugar, si se aumenta
notablemente la probabilidad de que una luz aparezca en el centro, incluso con se-
ñales indefinidamente visibles, la eficacia de detección en la periferia desciende
bruscamente, en tanto que la del centro mejora I7 •IR • Parece que el sujeto concentra
su atención en aquellos lugares donde las señales son más probables y esta tenden-
cia es más pronunciada con ruido fuerte.
Si hay que llevar a cabo dos tareas al mismo tiempo, los efectos del ruido depen-
den de si las tareas se apoyan sobre recursos de procesamiento parecidos. Si una ta-
rea que requiere detectar números repetidos se combina con otra que implica la es-
timación de proporciones, a medida que se modifique la dificultad o prioridad de las
tareas, el efecto del ruido no aumentará. Si, sin embargo, la tarea de detección se
empareja con otra que requiera enjuiciamientos complejos acerca de lo que hay que
recordar, el grado de alteración producido por el ruido está determinado por las
prioridades y dificultad de la tarea 50 .

RUIDO CONTINUO Y TAREAS VERBALES

Memoria incidental e intencional

Una situación análoga a la de las tareas motoras descritas emplea dos tareas de me-
moria: el recuerdo de la tarea dominante depende de la repetición deliberada que
el sujeto hace de los elementos, en tanto que la tarea secundaria requiere que la
persona recuerde los rasgos incidentales del entorno, aunque habitualmente no se
le den instrucciones específicas para que los atienda. Por ejemplo, pueden presen-
tarse palabras en distintas esquinas de la pantalla, con instrucciones de memorizar
las palabras, pero sin instrucciones específicas acerca de sus localizaciones. Cuando
se comprueba el recuerdo de las palabras, la ejecución es en todo caso mejor con
ruido, pero cuando de forma inesperada se pregunta a los sujetos que recuerden las
localizaciones de las palabras, el ruido hace que el rendimiento empeore notable-
mente 51 • Otro enfoque es presentar una palabra en el centro de la pantalla con ins-
trucciones de recordarla, en tanto que no se hace mención acerca de otras palabras
visibles en la periferia. A niveles sonoros de 75, 85 o lOO dB(C), el recuerdo de la
palabra central tiende a mejorar al aumentar el nivel sonoro. El recuerdo de las pa-
labras periféricas sobre las que no se reciben instrucciones, comparado con la con-
dición de «no ruido», sin embargo empeora a un nivel sonoro de lOO dB(C), con al-
guna evidencia de empeoramiento también a 85 dB(C)52. Este cambio en la
prioridad de procesamiento de las fuentes de información no depende de si hay que
recordar las localizaciones o las palabras, ya que aparece el mismo efecto de prio-
ridad si el recuerdo de las palabras resulta secundario al recuerdo de los lugares.
Tampoco depende el efecto del orden en que se recuerden los elementos, ya que es
posible organizar la tarea de manera que el elemento de menor prioridad se re-
cuerde en primer lugar; el ruido mejora el recuerdo del elemento de alta prioridad
a expensas del elemento de menor prioridad53 . El efecto del ruido depende de la
prioridad asignada a cada elemento. El ruido produce mejoras en la eficacia de al-
gunos componentes, habitualmente aquellos sobre los que las instrucciones ponen
24.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

el énfasis, mientras el componente de menor importancia muestra un deterioro sig-


nificativo.

La prueba de Stroop

La prueba Stroop es una tarea en que los componentes dominante y secundario es-
tán más íntimamente conectados que en la tarea que acabamos de considerar. Un
conjunto de materiales de la tarea da lugar a la denominada interferencia Stroop:
palabras de colores (p. ej., rojo, verde, azul) se imprimen en tintas de colores incom-
patibles (p. ej., la palabra rojo está escrita en verde). La tarea de la persona consiste
en nombrar el color de la tinta y suprimir la tendencia a leer la palabra. La prueba
de Stroop se muestra sensible al ruido a niveles sonoros tan bajos como 85 dB(C).
En su forma completa, la prueba contiene tres subapartados: uno en el que hay que
nombrar manchas de colores (C), otro en el que hay que leer palabras monocromas
(P) y una condición de interferencia (CP) en que palabras de colores aparecen im-
presas con tintas de otro color. Esta última condición suele recibir el nombre de
condición de interferencia Stroop. Las objetivos de C y P actúan como medida de la
velocidad de lectura para los dos tipos de materiales. Si la prueba de Stroop se lleva
a cabo sin las condiciones C y P como control, queda abierta la posibilidad de que
la medida del efecto se debiera a cambios en la velocidad de lectura y no a cambios
en la interferencia. Sin embargo, incluso con esta salvaguarda, la prueba Stroop
suele mostrar efectos complejos54. Bajo ruido continuo, la eficacia empeora, pero
esto sólo ocurre una vez que el sujeto ha estado sometido al ruido durante cierto
tiempo. Posiblemente ésta es otra manifestación de que la tendencia a la verbali-
zación se exagera con el ruido, haciendo que decrezca la tasa de trabajo (véase si-
guiente apartado).

Distintas operaciones sobre el mismo material

Existen varias situaciones en que sólo se ve un tipo de material sobre el que el sujeto
tiene que aplicar dos tipos de análisis o reglas. Así, cuando un sujeto mira a una lista
de letras, las instrucciones pueden alterar el equilibrio entre la búsqueda y la me-
morización. El ruido tiene el efecto de empeorar aquella faceta de la tarea que las
instrucciones contemplan como menos importante55 . Como ejemplo adicional, las
personas que leen un texto buscando errores tipográficos y gramaticales en una
pantalla. con ruido a nivel sonoro de 70 dB(A) encuentran menos errores gramati-
cales que si trabajan en silencio [36 dB(C)]. en tanto que la detección de errores ti-
pográficos no se ve afectada. De entre las dos tareas. la detección de errores gra-
maticales puede contemplarse como dominante, ya que surge casi naturalmente de
los hábitos de lectura cotidiana. La detección de errores tipográficos requiere un
examen del texto letra a letra, estrategia que es a la vez poco natural y, hasta cierto
punto, incompatible con la extracción del significado. Así, una vez más se demues-
tra que la actividad natural dominante es inmune a los efectos del ruido; el deterio-
ro sólo se hace evidente en actividades a las que se asigna (o que se asume) menor
prioridad56 .
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.15

Estrategias para el aprendizaje de listas

La idea de que la atención se distribuye en función a las prioridades dentro de la ta-


rea ya ha sido destacada en la discusión de las tareas con múltiples componentes.
Que el ruido induce un cambio en la distribución de los recursos de procesamiento
se demuestra claramente en tareas que implican recordar o procesar palabras. In-
cluso el material verbal relativamente simple puede procesarse de diversas mane-
ras. Por ejemplo, al aprender una lista de palabras, una persona puede poner el én-
fasis sobre el recuerdo de los elementos en su orden original o puede recordarlas
organizándolas en grupos de significado parecido. De forma alternativa, la persona
puede recordar las palabras a través de medios no verbales, por ejemplo, creando
una imagen de un objeto asociado con cada palabra. Todas son maneras adecuadas
de recordar el material, pero cada una de ellas tiene distintas consecuencias sobre la
cantidad y forma en que se recuerda el material.
Cuando hay varias estrategias disponibles, el ruido parece sesgar a los sujetos
hacia el tipo verbal, sobre todo aquellas que implican la repetición de una lista de
elementos. Por ejemplo, si los sujetos tienen que verificar si una frase y un dibujo
son compatibles, algunos prefieren emplear una estrategia espacial, transformando
las palabras en una imagen mental visual, en tanto que otros prefieren emplear una
estrategia verbal, transformando el dibujo en una descripción basada en palabras57 •
El ruido no aumenta la tendencia a usar tales estrategias, sino que perjudica a quie-
nes prefieren emplear la estrategia espacial, presumiblemente al promover una es-
trategia mixta (verbal/espacial). Por contra, la ejecución de quienes ya emplean la
estrategia verbal se ve facilitada por el ruido, sugiriendo una vez más que con ruido
se adoptan estrategias verbales, pero en esta ocasión con ventaja.
Tendencias parecidas se observan si, en vez de permitir que se siga una adopción
espontánea de estrategias, se dan instrucciones a la persona acerca de cuál emplear.
Con ruido, mejora la eficacia si se pide a las personas que empleen una estrategia
verbal. Por contra, el rendimiento se deteriora con el ruido si las instrucciones son
de emplear una estrategia espacial58 • Esto se cumple mientras la estrategia verbal
particular sea la óptima. Por ejemplo, la estrategia verbal de repetir el material una
y otra vez es buena para mantener el orden de la información 59 • Esta parece ser una
estrategia favorita con ruido, salvo que las instrucciones induzcan al empleo de una
alternativa, en cuyo caso el ruido refuerza su empleo. Por lo general, el ruido parece
exagerar los sesgos dominantes del momento. para hacer más deseada la adopción
de la estrategia empleada durante el silencio. Si. debido a las instrucciones o a las
circunstancias, la estrategia se modifica, la nueva estrategia estará sometida al mis-
mo sesgo60.
El efecto del ruido no se limita al procesamiento y repetición del material, sino
que también modifica la forma en que su recuperación se lleva a cab061 • Esto ha
sido demostrado en una tarea que implica memoria activa. En este tipo de tarea, se
muestra una corriente de dígitos, y cuando ésta se para sin previo aviso, la persona
tiene que recordar tantos números como sea posible del final de la lista. El efecto
del ruido depende fundamentalmente de cuántos elementos tenga que recordar la
persona: si son relativamente pocos, el ruido exagera la tendencia a recordar los pri-
meros elementos en primer lugar. Pero si se pide al sujeto que recuerde hasta ocho
elementos de la lista, el ruido aumenta la tendencia natural de la persona a recordar
24.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

los últimos elementos en primer lugar62 • En ambos casos, la tendencia dominante


prevaleciente es reforzada.
La elección de la estrategia puede estar gobernada por el efecto que el ruido tie-
ne sobre las alternativas de riesgo y esfuerzo: tiende a disminuir el empleo de opcio-
nes que estén asociadas con una elevada probabilidad y gran esfuerzo63 • El nivel
real de riesgo y esfuerzo dependería en gran medida de las demandas que prevale-
cen en la tarea y de la experiencia y actitud del sujeto. El ruido también puede ser
perjudicial sólo durante las primeras fases de la ejecución, cuando las estrategias es-
tán siendo formuladas o elegidas. Una vez que se ha adoptado una estrategia, el rui-
do dejará de tener efecto64 •

EFECTOS DE LA ACTIVACION

El hecho de que el estado general de alerta o reactividad de la persona se eleva me-


diante el ruido fuerte está bien establecido. Fundamentalmente, la razón para asu-
mir que la activación es importante es que los efectos del ruido se modifican me-
diante otros estresantes cuya acción se sitúa sobre el estado corporal de la persona.
Se pueden emplear dos formas para clasificar los estresante s en tipos semejantes:
(1) se evalúa la acción individual del estresor para ver si muestra parecidos cualita-
tivos con los efectos del ruido y (2) se controla la acción conjunta de los estresantes
buscando evidencia de una efecto mayor que el puramente aditivo o sustractivo.

Hora del día como alertador

El estado de activación de la persona cambia a lo largo de la vigilia y se cree que de-


pende de los ritmos bioquímicos corporales. La evidencia del mismo patrón de res-
puesta, tanto al ruido como a la hora del día, sería sugerente, pero no concluyente,
de que poseyeran un tipo de acción similar. Experimentos independientes sobre el
efecto del ruido a un nivel sonoro de 85 dB(C) Y la hora del día 65 muestran que los
dos estresantes son independientes: el rendimiento matutino ayuda a los sujetos a
llevar a cabo una estrategia de procesamiento más activa sean cuales sean las ex-
pectativas de examen. en tanto que el ruido hace que el sujeto adopte la estrategia
prevaleciente de forma más vehemente. De forma complementaria, el efecto del
ruido sobre la ejecución de cinco pruebas diferentes a tres horas distintas durante el
día (9:00, 12:00 y 18:00 horas) no muestra evidencia de una interacción66 •
Los efectos del trabajo nocturno y los del ruido parecen independientes: el ruido
aumenta los errores en tareas que implican la detección de señales (ya sea en tareas
de controlo de búsqueda). en tanto que las tareas sensorial-motrices (en pruebas de
destreza manual y tiempo de reacción simple) muestran el efecto del trabajo noc-
turno. No toda variación a lo largo de un ciclo es inmune a los efectos interactivos
del ruido; por ejemplo. el declive de la ejecución que sigue a una comida es elimi-
nado por el ruid ol">7.
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.17

Pérdida de sueño

La pérdida de sueño tiene el efecto opuesto al ruido sobre el rendimiento, ya que


cuando aparecen juntos, sus efectos aislados parecen contrarrestarse mutuamen-
te 68 . La acción de la privación del sueño es reducir la activación y la del ruido au-
mentarla; el efecto combinado es reducir el número de errores en la ejecución de la
tarea 69 (véase Figura 24.6). Los enjuiciamientos acerca de la confianza en las tareas
de control también muestran efectos interactivos: el efecto habitual del ruido de re-
ducir los enjuiciamientos de nivel intermedio de seguridad es suprimido por la pér-
dida de sueñ07o . Al igual que la hora del día y el efecto de algunas drogas, la priva-
ción de sueño parece alterar el estado general de activación o alerta de la persona 71.

Otros estresantes

Varios estresantes son independientes en cuanto a sus acciones; o sea, no tienen un


efecto más allá de sustractivo o aditivo en los efectos del ruido sobre el rendimiento.
En algunos casos, no ha habido suficiente investigación para justificar conclusiones
firmes; sin embargo, existen bases para asumir que el efecto del calor es indepen-
diente del ruido72 •73 , a pesar de que induce un patrón de deterioro parecido sobre la
ejecución de la tarea en la distribución de la atención en tareas con componentes
múltiples74 • Además, el ruido y la vibración no interactúan; tampoco la iluminación
y el ruid075 . Otro factor que influye sobre el nivel de alerta es la duración del tiempo
durante el que la persona ha estado trabajando. Un método empleado para exami-
nar estos efectos implica evaluar la eficacia de la persona en una tarea compleja que
implique la elección entre varias rutas hacia el objetivo de la tarea"J. El nivel de
alerta se sopesa en términos del riesgo de fracaso y la probabilidad de éxito y la can-
tidad de esfuerzo necesario para llevarla a cabo satisfactoriamente. Se encontró que
el ruido tenía una acción similar durante el trabajo prolongado, produciendo un
cambio de esfuerzo elevado y alternativas de bajo riesgo durante el silencio a es-
fuerzo bajo y alternativas de alto riesgo durante el ruido.

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<i. 50 -O OS! S
ZUJ

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a:: 1 2 3
UJ
PERIODOS DE 10 MINUTOS

FIGURA 24.6. Los efectos de las combinaciones de sueño (S) y privación del sueño
(DS) sobre los errores proporcionales (errores como porcentaje del total de respues-
tas) en una tarea de reacción secuencial. (De R. T. Wilkinsorf9.)
24.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Diferencias individuales en activación

No sólo las preferencias entre los factores de costelbeneficio de la tarea son impor-
tantes en el modelado del efecto del ruido sobre el rendimiento, sino que también
hay que tener en cuenta las preferencias de las persona por los niveles de ruido. Las
diferencias individuales en activación son responsables del establecimiento de la to-
lerancia de la persona al nivel global de ruido y esto, a su vez, configura la natura-
leza de sus efectos sobre el rendimiento. La dimensión de introversión de persona-
lidad ha sido largamente identificada con el estado de activación de la persona: los
extravertidos tienden a buscar y son capaces de tolerar niveles de estimulación más
elevados que los introvertidos76 • Por ejemplo, si se permite que las personas ajusten
el nivel de ruido hasta donde lo consideren óptimo, los extravertidos seleccionan ni-
veles sonoros más elevados77 . Si, después de hacer este tipo de enjuiciamientos, los
sujetos son expuestos a un ruido que esté por encima o debajo de su óptimo mien-
tras llevan a cabo una tarea de aprendizaje, el rendimiento de los introvertidos sólo
empeora si el nivel de ruido está por encima de su óptimo. Por contra, el rendimien-
to de los extravertidos declina si el nivel de ruido está por encima o por debajo de
su óptimo. Cualquier divergencia del óptimo podría, pero no siempre, empeorar el
rendimiento. El punto crucial es que el nivel óptimo es distinto para los dos grupos,
pero en la práctica es difícil especificarlo por adelantado.
Cuando se están aprendiendo materiales más complejos, la variable de perso-
nalidad más importante parece ser el neuroticismo más que la extraversión. A me-
nudo se cree que el neuroticismo se refleja en pensamientos orientados hacia uno
mismo, preocupación y ansiedad, todo lo cual empeora el aprendizaje 78 . El ruido
perjudica el rendimiento de los neuróticos y mejora el de los individuos estables.
Esto resulta particularmente cierto para tareas complejas. tales como recuperación
de información de la memoria semántica 79 o aprendizaje de párrafos en prosa80.
En los experimentos descritos anteriormente, sólo se ha considerado el efecto
de los sonidos sin significado. Aunque estos sonidos son típicos de los procesos in-
dustriales, las tareas de oficina suelen acompañarse con más frecuencia de un con-
glomerado de sonidos: de máquinas de escribir. teléfonos y, más importante, del ha-
bla. El habla parece tener una capacidad especial para captar la atención del oyente
y produce toda una gama de efectos perjudiciales sobre las ejecuciones mentales
complejas.

SONIDO CON SIGNIFICADO Y TAREAS VERBALES: HABLA


IRRELEVANTE

Si el sujeto oye el habla mientras lee o recuerda material verbal, el rendimiento de-
clina drásticamente!H. Acerca de la acción del habla irrelevante pueden identificar-
se dos áreas principales aparentemente diferentes: efectos sobre la memoria y efec-
tos sobre la lectura.
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.19

Efectos sobre la memoria

El ruido produce los siguientes efectos principalesH2 :


1. El nivel sonoro del habla no es importante; se producen deterioros parecidos
de la ejecución a niveles sonoros de 55 dB(A) Y95 dB(A)!!H5. Este resultado
tiene repercusiones importantes para la reducción de los sonidos del habla:
una atenuación de la señal de aproximadamente 10 dB, que sería suficiente
para eliminar los efectos de un ruido de banda ancha sobre el rendimiento,
puede no ser suficiente para reducir los efectos del habla irrelevante sobre la
eficacia.
2. El significado del contenido del habla no es importante (al menos en lo que
respecta a la alteración del funcionamiento de la memoria a corto plazo). Por
ejemplo, el habla en un idioma con que el oyente no está familiarizado pro-
duce un deterioro parecido de la ejecución al del habla en el idioma nati-
V081.84.85 (véase Figura 24.7). Otra forma de cambiar el significado del habla
es emplear material sin significado!!6 o presentar el habla al revés. Una com-
paración muestra esto claramente: cuando se comparan los efectos del inglés
(hacia delante o invertido), galés (sólo hacia delante) y ruido blanco con ni-

15

14

13

12
'"
al Habla hacia
g 11
al
b delante
Habla al revés
al
"O 10
o
:o 9
E
.~

z 8

2 3 4 5 6 7
Posición de presentación

FIGURA 24.7. Efectos de los distintos tipos de habla irrelevante sobre el recuerdo
secuencial de siete consonantes. Los errores se muestran en relación con la posición
de presentación de las consonantes. (De D. M. Jones, C. Miles y J. Pagt!'.)
24.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

veles sonoros similares o equivalentes, sólo el habla produce un deterioro del


funcionamiento de la memoriaM •
3. Las tareas sin una carga apreciable de memoria verbal no se ven alteradas por
el habla irrelevante. Esto es cierto para tareas en que sólo se requiere recor-
dar la posición de los objetos en el espacid!7. También son inmunes tareas
que suponen poco esfuerzo para la memoria, tales como la reacción secuen-
cial. Bajo determinadas condiciones, el habla irrelevante tiene poco impacto
sobre la eficaciallKK9 , pero en otras ocasiones sí se produce un declive de la
misma'lo.

Características del filtro auditivo. Los sonidos no hablados rara vez alteran la
memoria a corto plazo, lo cual sugiere que el sistema auditivo humano posee algún
tipo de mecanismo de filtro responsable de controlar qué sonidos son atendidos y.
por tanto, poseen la cualificación para acceder al sistema de memoria. Por ejemplo,
el efecto de la música instrumental es mucho menos marcado que el de la música
con contenido vocal'll , y una melodía tarareada en voz baja es menos disruptiva que
si se entona o declama en voz alta92. Estos resultados sugieren que el factor respon-
sable de la alteración de la memoria es algún rasgo del habla que se basa en las pa-
labras y no simplemente en la voz.

Generalidad del efecto. La susceptibilidad de la memoria a los efectos del habla


irrelevante sugiere que también serán vulnerables a la alteración una amplia gama
de tareas estrechamente conectadas con este tipo de memoria, tales como razona-
miento. aritmética mental y solución de problemas&>. El procesamiento semántico
(en este caso. comprobar si las frases tenían «sentido común») y el razonamiento
sintáctico (comprobar si las afirmaciones tales como «A sigue a B-BA» eran correc-
tas) son inmunes a la alteración por el ruido continuo sin significado, pero la eje-
cución en ambos tipos de tarea disminuye si el sujeto es expuesto a un conglome-
rado de ruido que contiene habla irre\evante 9J • El razonamiento verbal también se
ha demostrado susceptible de alteración por el habla irrelevante, que a un nivel so-
noro de 65 dB(A) es significativamente más perjudicial para este tipo de tarea que
el ruido blanco a un nivel sonoro de 85 dB(A)94. Sin embargo, la tarea de contar
mentalmente es inmune al efecto del habla irrelevante'ls.

Efectos sobre la lectura. Una manera de realizar un examen detallado del efecto
sobre la lectura es pedir a los sujetos que detecten cierto tipo de errores en una ta-
rea de lectura de pruebas con habla irrelevante. Se pueden distinguir dos clases de
errores: errores contextlla/es. que sólo pueden detectarse haciendo referencia al sig-
nificado principal del texto. y errores 110 contextua/es. como los tipográficos, cuya
detección no depende de la comprensión y puede lograrse mediante el análisis de
los rasgos físicos de las palabras.
Al igual que los resultados de los estudios de memoria. el efecto del habla irre-
levante sobre la lectura de pruebas es independiente del nivel sonoro [al menos a
niveles sonoros entre 50 y 70 dB(A)]. Sin embargo, en contra del efecto sobre la me-
moria, el habla con significado distrae más que el habla sin significado. Más aún, la
pérdida de eficacia se concentra en los errores no contextua les. Inicialmente, los re-
sultados parecen contrarios a nuestra intuición: el habla con significado contribuye
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.21

a la distracción, pero su efecto sólo se observa en la detección de errores que no se


basan en el significado. Una forma de interpretar este resultado es darse cuenta de
que, en este tipo de tarea, la persona se enfrenta con una combinación de tareas dis-
tintas y parcialmente incompatibles. La detección de errores tipográficos es un
componente menos natural de la lectura y, por lo tanto, de prioridad menor cuando
también hay que llevar a cabo la actividad más familiar de analizar el significado.
Cuando el texto tiene menos significado, o impedimos que el lector extraiga su sig-
nificado, el efecto del habla irrelevante disminuye.
Si se evalúa la comprensión que la persona tiene del texto encontramos tenden-
cias parecidas a la anterior96 • La comprensión se ve afectada por el habla, pero no
por la música, lo cual sugiere que los sonidos no hablados no producen interferencia
aunque sean complejos. Para que ejerza un efecto nocivo sobre la comprensión, el
habla ha de tener significado, ya que tanto las no palabras como el habla en otro
idioma (ruso) distraen menos que el habla narrativa o las listas de palabras.

Implicaciones prácticas. La falta de sensibilidad de la lectura y de la memoria a


corto plazo al nivel sonoro del habla señala hacia el hecho de que habrá que lograr
la atenuación de varias decenas de decibelios antes de recuperar la eficacia. Ade-
más, siempre que exista la posibilidad de que el habla acompañe a la lectura, es pro-
bable que se pierda eficacia. Son muchos los entornos de este tipo y es probable que
aumenten a medida que más y más empleos se sitúen en oficinas. Los estudios de las
molestias generadas por la gama de ruidos de oficina y otros factores físicos sugie-
ren que la intrusividad de las conversaciones es uno de los factores más importan-
tes'!7. La eficacia también se altera en estos ambientes. En muchos casos, el efecto
sobre ésta es muy marcado y habría que tomar medidas acerca de su disminución.
También existen grupos especiales, como niños aprendiendo a leer, para los que
este aspecto puede resultar particularmente importante.

ESTUDIOS DE CAMPO EN FABRICAS

La mayoría de las evidencias disponibles sobre los efectos del ruido fuerte en el ren-
dimiento proviene de estudios de laboratorio en lugar de estudios de campo. La ex-
trapolación resulta difícil, a pesar de que existen varias tendencias generales que
pueden afirmarse con cierta confianza para predecir el tipo y grado de pérdida de
rendimiento en un entorno particular usando como base los hallazgos del labora-
torio. Las tareas sencillas, sobre todo si no tienen un componente verbal, son rela-
tivamente inmunes a los efectos del ruido. Las tareas complejas son más proclives al
deterioro por el ruido, sobre todo si están compuestas de varias actividades que
compiten por los recursos de procesamiento de la persona o si la misma tarea puede
realizarse de varias maneras. Por tanto, el efecto no es el de un declive general en el
rendimiento, sino más bien el de un cambio en el patrón de respuesta. Aunque esto
puede demostrarse de forma inmediata en el laboratorio. es difícil predecir un re-
sultado particular de antemano sin cierto conocimiento de las prioridades que la
persona ha asignado a los distintos elementos de la tarea. En un ambiente deter-
minado, una fábrica o escuela, y puede no haber oportunidad de hacer este tipo de
24.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

análisis, salvo de forma muy imprecisa. Por ello, las predicciones acerca de los efec-
tos del ruido deben hacerse con cautela. Sin embargo, es posible predecir que deben
esperarse efectos sobre el rendimiento cuando los niveles sonoros del ruido estén
por encima de los 95 dB. Pero la habilidad de la persona, el tipo de ruido y factores
tales como la actitud hacia el trabajo pueden alterar de forma considerable el efecto
sobre el rendimiento.
Investigaciones llevadas acabo en la industria han demostrado a menudo que el
rendimiento es mejor en silencio que con ruido. Muchos de estos resultados tienen
escaso valor científico; la mejora de la ejecución puede ser real, pero puede deberse
a otros factores insospechados, tales como la sugestión, errores de muestreo u otros
cambios que acompañan a la reducción del ruido. Por ejemplo, el momento del día
en que más accidentes se producen puede ser también el momento del día en que el
nivel de ruido es más alto. Pero este es también el momento de mayor productivi-
dad y también el momento en que tanto funcionarios administrativos como médicos
están disponibles para registrar los accidentes. Sin embargo, existen los suficientes
casos de aumento en los accidentes como para merecer preocupación, ya que algu-
nos estudios han registrado aumentos del triple y del cuádruple98 • Una técnica para
estudiar los accidentes es examinar los informes oficiales y asociarlos con una gama
de variables, una de las cuales será el nivel de ruido. De las más de 40 variables co-
rrelacionadas de esta forma, el ruido en el lugar de trabajo ha demostrado ser el se-
gundo mejor predictor de la frecuencia de accidentes, aunque el ruido no predice la
gravedad de los accidentes99•
Otro método es comparar el rendimiento en áreas ruidosas y tranquilas. Los ac-
cidentes tienden a ser más frecuentes en áreas ruidosas, en que el nivel sonoro es de
95 dB( A) o superior (véase Figura 24.8). Esta incidencia es particularmente elevada
entre los trabajadores jóvenes y con menos experiencia en los ambientes ruidosos.
quizá reflejando la susceptibilidad de los individuos poco entrenados, para quienes
las demandas sobre la distribución de la atención son particularmente grandes. Si
los trabajadores tienen aparatos protectores para los oídos, hay una reducción de
accidentes subsecuente a su introducción 1OO- 102 , pero este efecto puede ser tan sólo
transitorio.
La productividad también puede declinar con el ruido. En un estudio de traba-
jadores en una fábrica textil, se examinó el rendimiento de los tejedores mientras
usaban tapones para los oídos en semanas alternas durante 6 meses 103 . La eficacia
de la producción del grupo sometido a estudio aumentó un 12 por 100 mientras usa-
ban los aparatos protectores (aportaban una atenuación de unos 15 dB). Existe la
posibilidad de que esta mejora en la productividad coincidiera con condiciones que
fueran favorables para tejer. El estudio de seguimiento empleó la táctica de com-
parar dos grupos de trabajadores igualados en destreza. El grupo que empleó apa-
ratos protectores mejoró su resultado en un 10 por 100 104 • Como en todos los estu-
dios de este tipo. existe el peligro de contaminación por los efectos del estado de
ánimo y de la sugestionabilidad. Sin embargo, el aumento en el resultado también
se obtuvo entre trabajadores que no eran favorables al empleo de aparatos protec-
tores del oído.
También han surgido evidencias de que medidas de reducción del ruido en ellu-
gar de trabajo dan como resultado una mejora de la productividad lO4 • Se compara-
ron la tasa de trabajo y la incidencia de errores de operador en la tarea de perforar
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.23

100
Grupo con ruido alto (N =434) Grupo con ruido bajo (N =432)
1969-1970 • - - - ~ 1969-1970 o- - - - ~
90
1972-1973 ••- - _ . 1972-1973 0_-_0

80
\
.,"' 70
\
\
(5
.,
"C
"iij'
\
\
.Q

~.,
60 • \
\
.,
"C
50 \
·S
.,c: \ \
~ 40
o \
c..
•,
30
",
20 ...... ......
...... ......
10

OL-~~ __ ~~~~~~-L~ __~-L-J__~


1 2 4 6 8 10 12 14 16 1B 20 22 24 mas de 24

Número de lesiones laborales, total 2 anos

FIGURA 24.8. Distribuciones de los porcentajes de frecuencias acumuladas para la


exposición a ruido alto y bajo durante dos períodos de muestreo, Los puntos repre-
sentan la proporción de trabajadores lesionados por encima del valor de la abscisa.
(De A. Cohen'oo.)

películas de cine, Se comparó entre lugares con y sin tratamiento acústico. El tra-
tamiento redujo efectivamente los niveles sonoros de cada lugar de 99 dB(C) a
89 dB(C)_ No se encontraron diferencias en la tasa de trabajo, pero el número de
errores, sobre todo del tipo que implica ruptura de la película, se redujo significati-
vamente en los lugares de trabajo con tratamiento acústicos. Por razones asociadas
con el esquema de pagos, los operadores cambian periódicamente de lugar de tra-
bajo, de ahí que el resultado no pueda atribuirse a un sesgo en el muestreo de me-
jores trabajadores.
En algunos casos, el resultado puede ser complejo simplemente debido a que el
ruido tiene efectos positivos sobre algunas tareas y negativos sobre otras. En una
ocasión, se comparó el efecto del ruido sobre dos tareas diferentes: ensamblar car-
buradores y ensamblar acondicionadores de aire. El ruido mejoró la velocidad de
ensamblaje de los acondicionadores de aire, pero redujo la del ensamblaje de car-
buradores lO5 _ Estos resultados no son sorprendentes a la luz de los efectos estraté-
gicos del ruido y del patrón de respuesta en las tareas con componentes múltiples
revisados anteriormente. Sin embargo, el conocimiento de estos efectos de labora-
torio no está suficientemente desarrollado como para predecir con gran certeza la
dirección precisa de la influencia en los entornos industriales.
24.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

DIRECTRICES SOBRE LOS EFECTOS DEL RUIDO

Las siguientes directrices pueden emplearse para determinar el nivel del ruido al
cual se verá afectado el rendimiento humano:
1. Ruidos inesperados y desconocidos tienen efectos perjudiciales de corta du-
ración, habitualmente 2 o 3 segundos, aunque a veces pueden llegar a los 30
segundos.
2. Activar y desactivar el ruido tiene un efecto que es proporcional al cambio
en el nivel del sonido del ruido, siendo el cambio en el nivel de estimulación
el factor importante.
3. Los golpes de ruido deterioran la ejecución, sobre todo si coinciden con la
adquisición de la información por parte de la persona, pero puede existir un
pequeño efecto incluso cuando la información ya ha sido registrada y man-
tenida en la memoria.
4. A medida que los golpes de ruido se hacen frecuentes, pueden tener un
efecto distractor inicialmente, pero cuando la persona lleva un rato traba-
jando, pueden tener un efecto alertador.
5. El grado en que la persona siente que controla el ruido marca la amplitud
con que el rendimiento empeora y este empeoramiento aumenta una vez
desactivado el ruido. Por ello, la actitud de la persona hacia el ruido así
como el trabajo determinan su efecto sobre la ejecución.
6. Muchas tareas sencillas, que requieran discriminaciones relativamente fáci-
les. o decisiones sin presión de tiempo, o respuestas de tipo predecible o en
momentos predecibles. son inmunes a los efectos del ruido continuo. incluso
cuando los niveles de ruido exceden los 100 dB(C).
7. Cuando se detectan señales visuales inesperadas que son difíciles de discri-
minar. la persona se resiste a informar de acontecimientos a menos que esté
plenamente segura [los efectos del ruido sobre el rendimiento pueden en-
contrarse a niveles de sonido tan bajos como 85 dB(C) si la tarea contiene
algún elemento de comparación y recuerdo de señales).
8. Cuando la persona tiene que responder continuamente, el rendimiento pue-
de estar sometido a breves lapsos para niveles sonoros de 90 dB(C) o supe-
riores. Esto resulta particularmente evidente si uno mismo marca la veloci-
dad de trabajo. o sea, si el progreso de la tarea depende del ritmo de trabajo
de la persona y no del ritmo impuesto por una máquina. El resultado habi-
tual de la exposición al ruido son algunas respuestas muy lentas o errores.
9. Si hay que realizar más de una tarea simultáneamente, el ruido sesgará la
atención del trabajador hacia la tarea más dominante. La eficacia de un ele-
mento de la ejecución puede mejorar con el ruido. pero a costa del de menor
prioridad. al que o no se responderá o se hará lentamente.
10. Si puede analizarse el mismo material en más de una forma, con ruido se
adoptará la manera más dominante y evidente. Existen algunos métodos de
respuesta que parecen adoptarse habitualmente durante el ruido: si la per-
sona tiene que aprender una lista de elementos. se produce mayor tendencia
a repetir las palabras una y otra vez.
11. El habla irrelevante afecta al rendimiento. incluso con niveles sonoros tan
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.25

bajos como 55 dB(C). reduciendo la capacidad de procesamiento disponible


para la lectura. El significado del habla es importante. de forma que si no es
comprensible, no habrá distracción.
12. El recuerdo de los elementos de una lista también se ve alterado con bajas
intensidades de habla irrelevante, pero en este caso no resulta importante el
significado del habla. El deterioro de la ejecución es intrínseco y es impro-
bable que disminuya por la actitud o el estado de ánimo de la persona.
13. El estado general de activación del individuo configura el grado de altera-
ción producido por el ruido continuo; la cantidad de pérdida de sueño con-
trarresta el efecto habitual, y el estado de ánimo de la persona puede tener
efectos positivos o negativos, pero la vibración y el calor no modifican la ac-
ción del ruido. En general, hay que proceder con cautela al extrapolar el
caso de los estresantes únicos a los múltiples.
14. En la industria, si los trabajadores están expuestos al ruido. podría reducirse
la productividad y aumentar los accidentes. pero sólo con niveles sonoros
por encima de 95 dB(C). Sin embargo, puede resultar difícil discriminar este
efecto en cualquier estudio sobre rendimiento en el lugar de trabajo; otros
factores asociados con el estado de ánimo y la motivación de los trabajado-
res podrían enmascarar cualquier efecto de disminución.

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24.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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Capítulo 25
EFECTOS FISIOLOGICOS
DEL RUIDO

Gerd Jansen

INTRODUCCION

Este capítulo trata sobre las reacciones fisiológicas del cuerpo humano frente al rui-
do; los efectos sobre el mecanismo auditivo, las molestias inducidas por el ruido, el
rendimiento humano y el ruido, y los criterios de exposición al ruido y a las vibra-
ciones se describen en los Capítulos 18, 23, 24 Y 26, respectivamente. El conoci-
miento en este campo no ha estado a la altura de los avances en el conocimiento de
la relación entre el ruido y la audición. Los estudios sobre los efectos fisiológicos
contienen dificultades de observación e interpretación. Cuando se utilizan estudios
de laboratorio con personas, la proyección a situaciones de la vida real puede in-
ducir a error. Los estudios con mamíferos inferiores resultan complicados por las di-
ferencias significativas entre estas especies y los humanos, y hay que considerar los
efectos de la magnitud de los estímulos en los experimentos animales comparados
con la probable exposición humana en la vida real. En los estudios de campo de las
situaciones humanas reales, las condiciones de un control adecuado pueden resultar
inalcanzables, de forma que los resultados derivados de algún otro factor del entor-
no total de los sujetos pueden ser incorrectamente atribuidos al ruido. Todas estas
consideraciones exigen cautela en la aceptación de conclusiones de cualquier estu-
dio en este campol-3.
Este capítulo revisa los efectos fisiológicos del ruido que parecen deberse al rui-
do como tal, en contra de otros factores ambientales. La separación del ruido de
factores coexistentes al realizar evaluaciones en ambientes reales suele ser difícil.
Por ejemplo, la súbita aparición de una señal acústica de peligro (como una alarma
de incendio) puede causar distintas respuestas, indicadoras de la alarma o el miedo.
en los sistemas respiratorio, cardiovascular. de musculatura voluntaria y neuroen-
docrino. Sin embargo, no es justificable atribuir estos efectos a las propiedades
acústicas de la señal. Así, la identificación de los posibles efectos intrínsecos del so-

25.1
25.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

nido requiere que este último no tenga connotaciones alteradoras esenciales y, si se


ha de lograr esto, es necesario eliminar aspectos tales como el miedo o la ansiedad.
Esta complicación suele afectar a todo el ámbito de la investigación acerca de los
efectos fisiológicos del ruido.
Los efectos fisiológicos aquí descritos se subdividen en a corto y a largo plazo.
Los efectos a corto plazo pueden sobrepasar apenas la duración del ruido o pueden
persistir durantes períodos breves medibles en minutos. Los efectos a largo plazo
pueden durar horas, días o incluso más tiempo. Algunos efectos a largo plazo se han
atribuido al efecto acumulativo de la repetición de un estímulo que en sí mismo pro-
duce efectos a corto plazo. Mientras que los efectos a corto plazo suelen estar cla-
ros, como el parpadeo o los movimientos musculares del sobresalto causado por un
ruido repentino, los efectos a largo plazo son mucho menos definidos. Por ejemplo,
el ruido causa sin duda cierta reducción en el diámetro de los vasos sanguíneos pe-
queños durante un corto período. Sin embargo, las dudas surgen en la interpreta-
ción de los estudios en los que se postula que tales cambios circulatorios se hacen
estables como parte de la reacción frente al estrés provocado por el ruido. Se han
observado varias reacciones, incluido el aumento de la presión arterial y los cam-
bios en las paredes arteriales, pudiendo ocurrir ataques cardíacos o infartos. La eva-
luación de estos posibles efectos de la exposición al ruido ocupacional es muy difícil.
Debido a las diferencias entre especies, los experimentos animales han de interpre-
tarse con gran cautela; las observaciones de los estudios industriales de campo de-
ben tener en cuenta factores tales como la edad, motivación y estado de salud de la
población. En cualquier caso, la ética pone un claro límite a la cantidad de infor-
mación que se obtendrá de los estudios industriales de campo, ya que no se puede
permitir la permanencia de las situaciones potencialmente dañinas. En la actualidad
continúan publicándose resultados concluyentes de los estudios de laboratorio con
animales y de los estudios industriales de campo de poblaciones expuestas al ruido.
Muchos hallazgos se han presentado como evidencia en favor de los efectos ad-
versos a largo plazo de diversos tipos de ruido, incluidos los cambios en el sistema
circulatorio. Los problemas de separar los efectos originados exclusivamente por el
ruido de aquellos atribuibles a otras características del entorno no han sido supe-
rados de forma convincente.
Las reacciones de alerta de los sistemas nerviosos central y vegetativo juegan un
papel importante en la investigación sobre los efectos fisiológicos del ruido4 • En pri-
mer lugar, estas reacciones son de naturaleza fisiológica y no patológica; no sobre-
pasan la gama de reacciones normales del organismo. Los patrones de reacción
pueden parecerse a los efectos de cualquier carga estresante. La mayoría de los es-
tudios que abordan este asunto se basan en trabajos de laboratorio; informan sobre
la evaluación de reacciones periféricas y efectos bioquímicos, pero también inclu-
yen alteraciones de las funciones psicofisiológicas o mentales. Claramente, la inves-
tigación en este campo ha abandonado los diseños experimentales monocausales en
favor de los diseños multivariados, explicando la contribución del ruido al desarro-
llo de los cambios complejos en las funciones fisiológicas.
Una variedad de mecanismos son la causa de efectos fisiológicos. La estimula-
ción mecánica directa de los tejidos por las ondas sonoras a niveles sonoros muy al-
tos puede producir efectos. Sin embargo, la modificación refleja del funcionamiento
de varios sistemas fisiológicos, producida por las señales que llegan al cerebro a tra-
EFECTOS FISIOlOGICOS DEL RUIDO 25.3

vés de los nervios auditivos, es la causa más habitual de las respuestas fisiológicas.
El elemento de salida de estos reflejos puede estar mediado por la transmisión ner-
viosa a los músculos voluntarios, por la transmisión nerviosa en el sistema visceral
(autonómico) a las glándulas y la musculatura blanda y por la transmisión combi-
nada hormonal y nerviosa del sistema denominado neuroendocrino.

EFECTOS A CORTO PLAZO

La gama de efectos a corto plazo va desde aquellos que duran poco más que el es-
tímulo (p. ej., un parpadeo producido por un sonido corto, explosivo), hasta aque-
llos que persisten durante minutos. Pueden producirse casos excepcionales en esta
clasificación, por ejemplo, cuando efectos posteriores asociados tales como fatiga,
dolor de cabeza u otros fenómenos residuales persisten, quizá durante horas. Por
ello, un sistema de clasificación totalmente riguroso es imposible.
Los efectos fisiológicos del ruido a corto plazo pueden describirse adecuada-
mente (salvo en algunos casos donde se comentan un grupo característico de efec-
tos, tales como los del ruido intenso) en tres categorías de respuestas frente a ruido
sin significado o no identificado: (1) respuesta de sobresalto, (2) reflejo de orienta-
ción 6 y (3) reflejo de defensa 6 • La respuesta de sobresalto es el resultado de un estí-
mulo sonoro de suficiente intensidad y rapidez de aparición; el reflejo de orienta-
ción es la respuesta a un estímulo no familiar, que es por tanto evaluado como un
daño potencial; y el reflejo defensivo está provocado por un estímulo sonoro inten-
so que se interpreta como dañino. La activación y otros órganos sensoriales pueden
emitir estas respuestas.
En general, las respuestas del reflejo de orientación son un instrumento de aler-
ta para asegurar una respuesta adecuada del sistema nervioso; el reflejo de defensa
supone una preparación para defensa, ataque o huida. Un estímulo que original-
mente provocara un estímulo de defensa puede, por repetición, producir respuestas
reflejas de defensa6 . Si el estímulo sonoro se repite y ya no requiere un reflejo de
orientación o respuestas reflejas de defensa, éstas se inhiben rápidamente y dismi-
nuyen hasta que se produce la habituación. Si el estímulo se interpreta como dañi-
no, se produce un reflejo de defensa. En este caso, la repetición fortalece la res-
puesta. No resulta sorprendente que, en estos ámbitos especulativos, las
implicaciones de los términos varíen en los distintos escritos. Algunos aspectos de
estos resultados han sido contestados7 , sobre todo por lo que respecta a la habitua-
ción, pero la evidencia no es inequívoca y la situación sigue siendo controvertida.

Efectos sobre la actividad muscular

La investigación específica confirma la capacidad de los estímulos sonoros para ge-


nerar actividad nerviosa que evoca una respuesta refleja 5.K• La respuesta puede ser
un obvio (incluso violento) movimiento que implique varios grupos musculares,
como en el caso de la respuesta de sobresalto. Las respuestas mínimas pueden no
ser visibles directamente, pero el estado de tensión muscular indicado por la acti-
25.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

vidad eléctrica del músculo puede afectar al movimiento voluntario. Es habitual la


reducción de la respuesta con la continuación o repetición del estímulo. Las impli-
caciones prácticas no deseadas son la posible ocurrencia de movimientos involun-
tarios o la modificación de movimientos que se están realizando debido a los soni-
dos fuertes repentinos, que potencialmente interfieren con tareas motoras críticas.

Respuesta de sobresalto. La respuesta de sobresalt05 •9 •1O incluye un golpe de acti-


vidad extensa e integrada del músculo voluntario. El propósito general parece ser
protector. La magnitud de la respuesta parece relacionada con la magnitud del es-
tímulo y la tasa de inicio; esto ha sido verificado mediante el registro de los poten-
ciales evocados de la acción muscular producidos por el disparo de una pistola. Se
ha sugerido!! que el umbral de sobresalto acústico para un tono puro de 1000 Hz es
un nivel de presión sonora de aproximadamente 93 dB, durante un período crítico
de unos 11 milisegundos, pero las diferencias individuales limitan la utilidad de es-
tas estimaciones. Obviamente, el peligro potencial de la respuesta de sobresalto es
la alteración de la actividad motriz en un momento crítico.

Respuesta de tensión muscular. En experimentos de laboratori08 , se presentaron


a los sujetos tonos de corta duración (2 segundos) de 1000 Hz de frecuencia, a ni-
veles de presión sonora de 70, 90 Y 120 dB, con instrucciones de que no hicieran
nada al oírlos. Los resultados mostraron que mediante la electromiografía, que re-
gistra los potenciales eléctricos (potenciales de acción). que acompaña a la activi-
dad muscular mediante electrodos sobre la piel o inyectados a modo de aguja en el
músculo. se puede detectar la breve activación muscular de movimientos reales.
Los registros indican el voltaje del potencial de acción en el músculo flexor y ex-
tensor del antebrazo (no se hace distinción anatómica) en estado de reposo en si-
lencio y durante la estimulación con pulsos sonoros (Figura 25.1). En este estudio.

z 124.62
UJ
- 120dB
a: 120.00
90 dB
~ - 70 dB
:lOO 115.38
ua
35
::Ea 110.77
z>
a~ 106.15
ü!d
U::E 101.54
<I:(!)
l!:Jg 96.92 /'
..Jo
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UJ
1-
ao..
92.31

87.69
/
r
-'-..../
r--....
'--
\
'- -
---......, -..---

TIEMPO EN SEGUNDOS

FIGURA 25.1. Potencial medio de acción muscular (antebrazo izquierdo) en respues-


ta a un tono puro de 1000 Hz a tres niveles distintos de presión sonora. La línea hori-
zontal indica la presentación y duración del estímulo. (R. C. Davis, A. M. Buchwald y R.
W. Frankmarf.)
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.5

los brazos derecho e izquierdo mostraron pequeñas diferencias, pero se encontra-


ron dos respuestas: un pico inicial del voltaje menos de 0,5 segundos después del ini-
cio del tono (respuesta a) y una segunda respuesta menos de 2 segundos después
(respuesta b). Esto se aplica a la respuesta de tensión muscular frente a un nivel de
presión sonora de 120 dB; niveles inferiores de presión sonora producen resultados
menos precisos. Las respuestas decaen durante unos 10 segundos después de cesar
el tono. La magnitud de la respuesta se ve afectada por el nivel de presión sonora
del estímulo. La respuesta a aumenta drásticamente entre los niveles estimulares de
90 y 120 dB, la respuesta b lo hace en menor medida.
Estos resultados y sus interpretaciones fisiológicas hacen referencia a experi-
mentos en los que, con el fin de intentar determinar su efecto intrínseco si lo hu-
biera, los sujetos reciben instrucciones de no adscribir significado al ruido. En es-
tudios parecidos 12 , el estímulo acústico era ruido blanco con un nivel de presión
sonora de 95 dB, acompañado o no de una tarea única del tipo de rastreo. Se em-
plearon tres grupos de sujetos. En el grupo A, el ruido indicaba que se había co-
metido un error en el rastreo; en el grupo B, también con tarea, el ruido indicaba
que el rastreo estaba siendo correctamente ejecutado; y en el grupo e no había ta-
rea, sólo ruido.
La electromiografía mostró la mayor tensión muscular en el grupo A, niveles in-
termedios de tensión en el grupo B y menos en el grupo C. La misma situación se
demuestra J3 para la tensión muscular (también para conductividad de la piel y tasa
cardíaca, medida como el intervalo entre dos pulsaciones arteriales sucesivas); aquí
las medidas fueron tomadas en presencia de (1) ruido (ruido al azar con un nivel de
presión sonora de 110 dB), (2) ruido y una tarea de cálculo mental, (3) sólo la tarea.
El menor efecto se produjo con el ruido a solas.

Reflejos respiratorios. El mecanismo respiratorio es un elaborado sistema de


control reflejo diseñado para regular el contenido gaseoso de la sangre, incluyendo
las presiones gaseosas parciales de dióxido de carbono y oxígeno, y para estabilizar
varios aspectos de la química sanguínea.
La respiración puede verse influida por un corto estímulo sonoro repentincl.
Los experimentos con sujetos humanos muestran que después de pulsaciones cortas
(2 segundos) de tonos con una frecuencia de 1000 Hz, a niveles de presión sonora
de 70, 90 Y 120 dB, se producen movimientos respiratorios mayores y más lentos
que, en algunos casos, alcanzan el máximo entre 15 y 20 segundos después del inicio
del tono. La magnitud del efecto varía directamente con los niveles de presión so-
nora de los estímulos.
Pueden producirse diferencias en detalles como la respuesta a los distintos ni-
veles de los estímulos. La significación de estos efectos no está clara, salvo quizá que
mejorar la respiración puede contemplarse como una adaptación precautoria, que
para ser eficaz debe persistir el tiempo suficiente para permitir que el intercambio
gaseoso tenga lugar.
25.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Respuestas del corazón y la circulación

Se ha postulado que algunas de las respuestas del corazón y de la circulación tienen


efectos acumulativos a largo plazo, que se considerarán más adelante. Existe el con-
senso general, entre los estudios de los efectos a corto plazo con sujetos humanos,
de que tales respuestas a sonidos sin significado específico incluyen: (1) cambios en
la tasa cardíaca y (2) reducción del diámetro de los vasos sanguíneos (vasoconstric-
ción) en las regiones periféricas, sobre todo en la piel.

Tasa cardíaca y presión sanguínea. Un ruido blanco de suficiente intensidad pro-


duce un aumento de la tasa cardíaca, que se habitúa rápidamente a la repetición del
estímulo l 1.l4. La teoría clasifica ésta como respuesta de sobresalto. La media de es-
tas respuestas ll (que puede o no acompañarse de contracciones del músculo flexor,
dependiendo de las características del estímulo) muestra un pequeño aumento de la
tasa cardíaca, respecto del valor previo a la estimulación, en respuesta a pulsaciones
cortas de ruido blanco a un nivel de presión sonora de 85 dB. El aumento de la tasa
es pequeño comparado con el logrado por otros estímulos fisiológicos.
Para estímulos sonoros de ruido blanco, estos cambios en la tasa cardíaca mues-
tran un patrón multifásico, consistente en un aumento inicial de la tasa cardíaca se-
guido de una vuelta ondulante a un nivel parecido al previo a la estimulación, en un
intervalo de aproximadamente 20 segundos. Sin embargo, si en lugar del valor me-
dio (de 10 presentaciones), se registra el curso de la habituación a la repetición del
estímulo, se produce un marcado cambio, tal como muestra la Figura 25.2. A partir
de un aumento inicial de la tasa cardíaca de unos 11 latidos por minuto, expresado
como la respuesta media a las dos primeras presentaciones del ruido, la respuesta

Ruido
blanco
- - Tono
puro

-6
TB2 TB3 TB4 TB5
U-L-~~~~~~~~~-L~~~-U~-L~LJ-L~-L~~

O 4 8 121620 O 4 8 121620 O 4 8 121620 O 4 8 121620 O 4 8 121620


TIEMPO EN SEGUNDOS

FIGURA 25.2. Cambio en la tasa cardíaca media expresado en latidos por minuto,
con respecto a la tasa preestimulación, medida a intervalos de 1 segundo después del
inicio de un estímulo sonoro de 5 segundos (tono de 1000 Hz o ruido blanco con un ni-
vel de presión sonora de 85 dB). Las respuestas a las 10 presentaciones de los estí-
mulos sonoros se muestran en la secuencia en que se produjeron, en bloques de cin-
co ensayos. Se produce una marcada habituación. (F. K. Graham y D. A. Slaby".)
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.7

decrece después de 10 presentaciones hasta un aumento de unos 3 latidos por mi-


nuto, pero se mantiene la configuración multifásica.
Las diferencias en tasa cardíaca a partir del nivel previo a la estimulación son
muy pequeñas, de hecho, fisiológicamente triviales. En las estimulaciones repeti-
das, los últimos ensayos (Figura 25.2) muestran un aumento de la tasa cardíaca de
tan sólo 3 latidos por minuto como resultado de la estimulación mediante ruido
blanco; la recuperación de la condición previa a la estimulación se produce en todos
los casos al cabo de 20 segundos.
Así, en la exposición a una amplia gama de ruidos, que se extienden a lo largo
de una gama de nivel sonoro con ponderación A de unos 90 dB(A), las apariciones
repentinas parecen producir un moderado aumento de latencia corta de la tasa car-
díaca, seguido de una vuelta multifásica al nivel previo a la estimulación en segun-
dos. Algunas características de habituación parecen asociadas con las características
de la frecuencia del estímulo.
Algunos estudios han empleado estimulación con ruido de más duración, regis-
trando la tasa cardíaca y la presión sanguínea arterial. Algunos de estos estudios in-
dican que exposiciones de una hora de duración a ruido de banda ancha en niveles
sonoros de moderados a elevados, reducen la tasa cardíaca 15 ,16 o tienen poco efecto
sobre ella 17 •18• El ruido de una sierra circular con un nivel sonoro con ponderación
B de 110 dB produjo pocos cambios en la tasa cardíaca o la presión sistólica (una
medida de presión arterial máxima), pero la presión diastólica (una medida de pre-
sión arterial mínima) tendió a subir18 •
Un estudio de laboratorio 19 ha examinado los efectos de los sobrevuelos de
aviones militares a baja altitud. La emisión sonora estaba caracterizada por niveles
máximos de hasta 125 dB (media de 108 dB respecto del 30 por 100 con niveles má-
ximos por encima de 100 dB) Ydescenso de 10 dB en un intervalo de entre 1,4 a 4,3
segundos (duración total de 10 a 18 segundos). Además, los sonidos mostraban
unos comienzos agudos de hasta 100 dB por segundo (media de 34 dB por segundo)
y, a veces, segundos picos de hasta 111 dB. Las medidas de la tasa cardíaca revela-
ron un marcado aumento durante los primeros 30 segundos. Se observaron aumen-
tos en la presión arterial y los niveles de cortisol; las catecolaminas no cambiaron
significativamente.

Cambios en la circulación periférica. Se emplean varios tipos de medidas relacio-


nadas con el estado de los vasos periféricos menores. A veces se describen en tér-
minos que no son fisiológicamente precisos. Sin embargo, la descripción de los cam-
bios en la circulación periférica no es de crucial importancia, siempre que quede
clara la finalidad del experimento, que, por lo general, es detectar cambios en el diá-
metro de los vasos sanguíneos menores en respuesta a estímulos tales como el rui-
do. Con este fin, suele emplearse a menudo la circulación de los dedos, aportando
principalmente una respuesta de los vasos sanguíneos en términos de: (I) un regis-
tro del volumen medio de la sangre en el dedo (VS) y (2) un registro indicando la
magnitud de los cambios de volumen (VP) debidos a ondas de pulsaciones indivi-
duales en los vasos sanguíneos. La Figura 25.3 ilustra la disminución típica de la am-
plitud del pulso dactilar poco después del inicio de un ruido intenso.
Los volúmenes VS y VP suelen estimarse a través de métodos indirectos, me-
diante transductores fotoeléctricos o electromecánicos. Los resultados de estimu-
25.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

~
.~

'"o
"O
lfJ
:;
a.
Qi
"O
e
'0

u

~'" Silencio ----+ 1.. Ruido

I I I I I •
o 234 5 6 7 8 9 10 11 12

Tiempo, 5e9.
FIGURA 25.3. Amplitud del pulso dactilar antes y después del comienzo de una es-
timulación consistente en un ruido de banda ancha con un nivel sonoro de 90 dB(A).
(G. Jansen.)

laciones, tales como el ruido, en los parámetros de circulación de la sangre habi-


tualmente empleados se expresan en términos no absolutos, incluso como lectura
de los instrumentos. Así las medidas de la variación en el volumen de las pulsacio-
nes, por ejemplo, puede designarse como amplitud del pulso y expresarse como por-
centaje de la respuesta durante el silencio.
Un porcentaje reducido implicaría. por tanto, vasoconstricción: no se espera ne-
cesariamente. ni es esencial. una precisión cuantitativa rigurosa en estos indicadores
para poder establecer patrones de respuesta. La respuesta circulatoria normal a la
estimulación sonora o visual es un descenso en el VS y el VP. que es consistente con
una constricción de los vasos periféricos2o • También se registró la respuesta de re-
sistencia de la piel (en este caso. una caída de la resistencia eléctrica de la piel que
comienza entre l y 5 segundos después del inicio del estímulo). La disminución de
estas respuestas con la repetición se muestra en la Figura 25.4. En el caso del volu-
men sanguíneo en el dedo. la habituación es menos completa. Estas respuestas cir-
culatorias. sin embargo. todavía presentan rasgos confusos2 1.24 .
La constricción de los vasos sanguíneos periféricos ocurre al presentarse sonidos
sin mensaje o significado específico; con la repetición del estímulo. la magnitud de
la respuesta tiende a reducirse al nivel preestimular. Así. el descenso del aporte san-
guíneo a la periferia como resultado de la vasoconstricción puede ser un efecto
transitorio de estos experimentos de laboratorio con breves duraciones de los estí-
mulos. El interés práctico se centra en si esta vasoconstricción persiste o no durante
la exposición continuada al ruido.
Este tipo de experimento ha sido llevado a cabo en varias versiones, con dura-
ciones de exposición al ruido de hasta 1 hora en toda una gama de estudios 7 .1 8 .25.32.
La gama de enfoques experimentales y variaciones sobre el tema de las carac-
terísticas de los estímulos (frecuencia. nivel sonoro y duración). presentación de los
estímulos, medidas de la circulación periférica y otros índices circulatorios es tan
amplia que sólo un resumen resulta apropiado aquí.
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.9

!;¡l5,O,-----------------,
0 9
5i ~ 4,0
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Q!i 3,0
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5~ 1-3 4-6 7-9 10-1213-15
PRESENTACIONES DEL ESTIMULO

FIGURA 25.4. la respuesta de resistencia de la piel (RRP), volumen del pulso dactilar
(VP) y volumen sanguíneo (VS) en el dedo en función del número de presentaciones
de un tono puro con una frecuencia de 200 Hz o de una señal luminosa durante 300
milisegundos. Cada punto representa la media de tres presentaciones. los intervalos
entre presentaciones son 37,5, 45 o 52,5 segundos, en orden aleatorio. (S. Ginsberg y
J. J. Fured'¡o.)

En general, se produce constricción de los vasos cutáneos, pero varios aspectos,


incluyendo la naturaleza de los acontecimientos fisiológicos subyacentes y la cues-
tión principal del posible daño de estos acontecimientos para la persona, siguen
siendo en algunos aspectos poco claros. Aparentemente, existe una vasoconstric-
ción cutánea de nivel moderado, que empieza a ser detectable, por ejemplo. duran-
te presentaciones cortas (unos 20 segundos) de ruido de banda ancha a niveles de
presión sonora de aproximadamente 70 dB en un fondo de silencio?
La vasoconstricción alcanza reducciones de amplitud del pulso dactilar del 21 al
64 por 100 por debajo de la observada en condiciones de reposo. a niveles de pre-
sión sonora de aproximadamente 100 dB. Los tonos puros son relativamente poco
eficaces en la inducción de estas respuestas, y la respuesta al ruido de banda ancha
aumenta cuanto mayor es la anchura de banda. La duración de la recuperación en
estas exposiciones a corto plazo está relacionada con la duración de la exposición y
la magnitud del efecto 25 .29 . Estos resultados han de compararse con otros de natu-
raleza conflictiva 25 , en los que una variedad de ciclos de silencio y ruido de banda
ancha (30 a 20.000 Hz) con ponderación B y nivel sonoro de 95 dB presentado en
golpes de 30 segundos, produjo la misma reducción de la amplitud del pulso dactilar
que la producida en sujetos sentados en silencio durante el mismo período (30 mi-
nutos). Este efecto puede estar relacionado con hallazgos como el de que la presión
de las pulsaciones disminuye progresivamente durante el descanso sentado en silen-
cio durante un período de aproximadamente hora y media.
25.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

En muchos de estos estudios, se emplean estímulos cortos, habitualmente de


menos de 1 minuto de duración. Esto limita la aplicabilidad de estos datos a situa-
ciones ocupacionales reales. Un aspecto de importancia es si el efecto de vasocons-
tricción persiste durante la estimulación con ruido. Incluso durante el curso de es-
tímulos de corta duración, de 30 segundos o menos, en exposición a niveles sonoros
altos, la reducción de la amplitud del pulso dactilar ha superado su máximo, y la re-
cuperación se inicia después de un intervalo de 12 segundos o menos desde el inicio
del estímulo. La recuperación en silencio continua en una progresión más o menos
suave a partir de la amplitud al final del estímulo ruidoso.
Cuando se han investigado los efectos de la estimulación prolongada, se pueden
observar estados característicos de reacción y regulación33 . La Figura 25.5a muestra
el curso medio de la reacción del pulso dactilar a la exposición a ruido de banda an-
cha con un nivel sonoro de 105 dB(A) durante 8 minutos. Como reacción inicial, la
amplitud del pulso se reduce entre el 21 y el 64 por 100 desde cero, v. g., la línea
base inmediatamente anterior al inicio de la estimulación ruidosa. Durante los si-
guientes minutos se produce una regulación; después del sexto minuto, en sujetos
normales, la recuperación tiene que haber compensado al menos el 50 por 100 del
descenso inicial (reacción tardía). Esta regulación puede conducir incluso a una
compensación completa; v. g., el logro del nivel cero de la línea base, aunque el su-
jeto todavía esté expuesto al estímulo inmodificado a largo plazo. La Figura 25.5b
ilustra esta relación comparando los valores integrados de la reacción del pulso dac-
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Tiempo, minutos
FIGURA 25.5. (a) Reacción de la amplitud del pulso dactilar inducida por un ruido de
banda ancha con un nivel sonoro de 105 dB(A) durante 8 minutos. Tl marca el inter-
valo entre los segundos 18 y 30 después del comienzo del estímulo; T3, el intervalo
entre los minutos quinto y séptimo. (b) Relación entre los valores integrados para Tl
y T3 de la reacción del pulso dactilar. La línea de conexión entre Tl y T3 corta la línea
del límite inferior de la recuperación normal del pulso dactilar. (G. Jansen, S. Rehm y
E. Gros$33.)
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.11

tilar durante los primeros 30 segundos de estimulación con ruido (TI) con los va-
lores integrados de los minutos quinto a séptimo de exposición (T3). Para un valor
dado de TI, la línea de conexión entre T1 y T3 corta la línea del límite inferior
(gama de confianza) para la reacción tardía de la amplitud del pulso dactilar que
debe observarse en sujetos sanos. Por ejemplo, si la reacción inicial muestra un des-
censo del 40 por lOO, la regulación en T3 tiene que alcanzar al menos el 20 por 100
del valor de línea base. Grados menores de recuperación indican una regulación fi-
siológica dañada frente a la exposición al ruido. Después de 8 minutos, cuando el es-
tímulo sonoro se desconecta, puede observarse una vasoconstricción como reacción
de apagado y, nuevamente, una regulación o reacción restitucional.
En la Figura 25.6, se compara el curso de la amplitud del pulso dactilar de 40 su-
jetos sanos con las curvas de grupos de sujetos con limitaciones auditivas y de suje-
tos con enfermedades cerebrovasculares en condiciones experimentales similares)).
Las diferencias en las respuestas fisiológicas son evidentes. Ambos grupos de pa-
cientes muestran una recuperación insuficiente de la reacción del pulso dactilar en
la reacción tardía definida anteriormente. En comparación, el grupo de sujetos sa-
nos no muestra una reacción de apagado o restitucional marcada, pero también las
reacciones iniciales pueden alterarse en sujetos enfermos, tal y como se ha demos-
trado en algunos casos.
En general, la importancia adscrita en la literatura a los cambios de la circula-
ción periférica y las extrapolaciones a situaciones laborales deben contrastarse con
el hecho de que las respuestas fisiológicas fuertes frente al calor, frío, emoción o
ejercicio pueden oscurecer o impedir las debidas al ruido, tal y como muestra la Fi-
gura 25.7. Aquí, una breve exposición a un ruido de banda ancha (indicado por el
sombreado) reduce la amplitud del pulso dactilar a una temperatura ambiente de
20 oC, pero virtualmente no hay respuesta a temperaturas ambientales de 30 oC y
40 oC, después de un efecto inicial de corta duración.
El ejercicio muscularw·35 produce un aumento de la circulación periférica; este
efecto puede demostrarse con los registros habituales de la amplitud del pulso dac-
tilar. Es probable que el efecto se vea poderosamente influido por compensaciones

r - I f - r - - r - Ruido de banda ancha -,---~.,-.,--.,--,


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FIGURA 25.6. Amplitud del pulso dactilar durante la exposición a un ruido de banda
ancha con un nivel sonoro de 105 dB(A) para varios grupos de sujetos (línea de pun-
tos: enfermedades cerebrovasculares; línea a trazos: limitaciones auditivas; línea con-
tinua: sanos). (G. Jansen, S. Rehm y E. Gros?)
25.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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Z 40° C 39 ENSAYOS DE PRUEBA. 13 SUJETOS
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< TIEMPO EN MINUTOS

FIGURA 25.7. Cambios en la circulación de la piel en el dedo frente al mismo ruido,


con distintas temperaturas, indicado por la amplitud relativa del pulso frente al valor
en silencio. (G. Jansen e /. Pinter'.)

establecidas por la tendencia de la temperatura corporal a aumentar durante el


ejercicio. Puede demostrarse que esto afecta a la vasoconstricción debida al ruido,
de forma que disminuye notablemente o incluso se cancela debido al ejercicio físico
concurrente; p. ej., en el ergómetro de una bicicleta. Así, el efecto del ruido es vul-
nerable a otras influencias; la necesidad de una comparación con datos tomados
bajo condiciones de «no ruido»36 en tales investigaciones es grande. La inferencia es
que muchos ambientes de trabajo con ruido que poseen los rasgos adicionales del
calor y el ejercicio muscular son aparentemente capaces de oponer, hasta la extin-
ción virtual. la vasoconstricción periférica debida al ruido.

Otras respuestas

Respuestas de la pupila ocular. El sonido produce la dilatación de la pupila7.37.


Un ruido de banda ancha con un nivel de presión sonora de aproximadamente
75 dB es el nivel de ruido más bajo al que se observa la dilatación de la pupila, en
tanto que con un nivel sonoro con ponderación B de 90 dB se describe una dilata-
ción del diámetro pupilar del 5 por 100, durante estimulaciones de dos minutos de
duración. Al cesar el ruido. se recupera rápidamente el diámetro pupilar previo (o
al menos es la tendencia que aparece durante un período de control). La dilatación
varía con el nivel sonoro, pero el efecto disminuye durante la estirnulación.

Efectos vestibulares. Se han llevado a cabo muchas investigaciones cuantitativas


de laboratorio sobre los efectos del ruido de alta intensidad sobre el equilibrio. Se
ha observado que las tareas de equilibrio se ven alteradas por el ruido de banda an-
cha con niveles de presión sonora por encima de 100 dB (los oídos estaban prote-
gidos y sometidos a niveles sonoros iguales). A niveles de presión sonora por debajo
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.13

de 100 dB, estos descensos se producen sólo para exposiciones con niveles desigua-
les en los dos oídos. Se ha sugerido que éstos son efectos directos del ruido de in-
tensidad elevada sobre el sistema vestibular'8. Experimentos similares usando to-
nos puros o intermitentes llegaron a las mismas conclusiones39 •

Motilidad gastrointestinaL La evidencia sobre este aspecto no es total. En un es-


tudio, se presentaron periódicamente tonos puros con frecuencias de 800 Hz, 10 se-
gundos de duración y nivel de presión sonora de 80 dB, a dos grupos de sujetos40
que: (1) podían apagar el tono presionando un interruptor o (2) no tenían control
sobre el tono. El grupo 1 mostró un aumento de la motilidad, en tanto que el grupo
2 «no mostró aumentos significativos en la motilidad intestinal». En este caso, el so-
nido no parece mostrar un efecto específico y meramente actúa como un estímulo
aversivo.
Las duraciones más largas de la exposición al ruido dan como resultado cambios
más evidentes de la frecuencia y el peso de la defecación. Sujetos sanos que fueron
expuestos a ruido de banda ancha con un nivel sonoro con ponderación A de
105 dB durante 50 minutos después de una comida estandarizada mostraron un au-
mento significativamente retrasado, pero prolongado, de la motilidad sigmoidea
postprandial del colon. Estas alteraciones se parecen a la conocida disfunción del
reflejo gastrocolónico en pacientes con el síndrome de colon irritable41 •

Pulmones y tracto respiratorio superior. El efecto de los niveles elevados de rui-


do sobre las funciones respiratorias fue examinado en dos grupos de sujetos42 :
(1) un grupo experimental formado por personas empleadas en un lugar ruidoso y
(2) un grupo de control formado por personas que trabajan en ambientes silencio-
sos. Los sujetos fueron expuestos a tres condiciones experimentales diferentes:
(1) ruido impulsivo (1,3 milisegundos de disparo de pistola con un nivel máximo de
presión sonora de 175 dB, 3 veces), (2) 8 minutos de ruido continuo con un nivel de
presión sonora de 108 dB, (3) 2 minutos de una prueba de vuelo de una turbina de
avión con un nivel de presión sonora entre 130 y 140 dB.
Con estos niveles sonoros, y sobre todo con ruido discontinuo, se pueden detec-
tar las siguientes reacciones de encendido/apagado de resistencia a la respiración:
un aumento inicial de la resistencia indicando un reflejo constrictivo de los bron-
quios, seguido de un lento descenso como parte de un mecanismo regulador. Estas
reacciones fueron más pronunciadas en el grupo de control, en tanto que el grupo
experimental mostró valores más elevados de línea base en la resistencia a la res-
piración, y menores cambios de la función durante la exposición. Así, una larga his-
toria de exposición al ruido ocupacional parece reducir la eficacia de los mecanis-
mos de regulación respiratoria. Se demostró que fumar fortaleció esta tendencia
dentro del grupo experimental.

Reacciones bioquímicas y endocrinológicas. La estimulación del nervio auditivo


activa simultáneamente el sistema límbico a través del tronco cerebral y la forma-
ción reticular. Como cualquier otra carga estresante, esta activación se propaga des-
de el sistema hipotalámico-hipofiseal al sistema nervioso autónomo y a las glándu-
las endocrinas. Sin embargo, los estudios de laboratorio que cuantifican los efectos
del ruido sobre las reacciones hormonales no han arrojado resultados inequívocos
25.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

debido a la complejidad de los mecanismos implicados y las interacciones con otros


factores 43 • En general, no existe evidencia clara de que el ruido por debajo de ni-
veles sonoros peligrosos para la audición conduzca a hiperactividad del sistema hi-
pofiseal-endocrino. Respecto a las catecolaminas, los resultados son más inequívo-
cos acerca de que, en concreto, el efecto del vertido de adrenalina se ve
significativamente aumentado por la exposición al ruido.
Esta reacción de estrés hormonal produce un aumento en la permeabilidad de la
membrana y un descenso en la concentración de gradientes en las membranas ce-
lulares44 • Se han demostrado las alteraciones de electrólitos inducidas por el estrés
producido por el ruido. Por ejemplo, en comparación con un período de trabajo
idéntico durante el que utilizaron protección auditiva, un grupo de 12 trabajadores
perdió el5 por 100 del contenido de magnesio en sangre durante una semana de ex-
posición al ruido en una sala en que el nivel sonoro continuo equivalente era de
95 dB 45 .
En la literatura existen otros estudios de los efectos de la exposición al ruido so-
bre el metabolismo humano, por ejemplo, sobre los niveles de lípidos, glucosa, pro-
teínas y transaminasas en sangre 43 •

EFECTOS DE LAS CARACTERISTICAS ESPECIALES DEL RUIDO

Ruidos impulsivos

En un estudio de laboratorio acerca de los efectos fisiológicos de la exposición al es-


tímulo sonoro intermitente46 , se varió sistemáticamente la duración del estímulo de
ruido y de las pausas entre estímulos. La Figura 25.8 ilustra los resultados de la pre-

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Nivel sonoro, dB

FIGURA 25.8. Presión sonora diastólica en la exposición a ruido impulsivo de distin-


tos niveles sonoros y distintos ciclos de impulso (Di = duración del impulso, P = du-
ración de la pausa). Con duraciones de 50 milisegundos para el impulso y la pausa, se
observa un marcado descenso de la presión sanguínea diastólica. (G. Jansen06 .1
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.15

sión sanguínea diastólica en todas las condiciones experimentales. Con niveles de


presión sonora de 90 0105 dB, los períodos más cortos del impulso de ruido (50 mi-
lisegundos ruido, 50 milisegundos pausa) producen un descenso drástico de la pre-
sión sanguínea diastólica. La presión sistólica no cambia de forma significativa. Res-
pecto a la amplitud del pulso dactilar, se observa un patrón distinto de reacción a las
variaciones en duración de los estímulos y las pausas. Sin embargo, con un nivel de
presión sonora de 105 dB, las secuencias más cortas de impulsos de ruido producen
la respuesta más prominente en el pulso dactilar.

Ruidos de intensidad elevada y golpes sónicos

Pueden producirse respuestas fisiológicas significativas a sucesos acústicos breves


con niveles sonoros muy altos. Por ejemplo, pueden producir lesiones a las estruc-
turas corporales; el clásico tipo de lesión es la ruptura de la membrana del tímpano.
Los pulmones son, entre las estructuras corporales no auditivas, el órgano vulnera-
ble.
Una fonna de suceso acústico transitorio es el golpe sónico. Se ha estimado que
el umbral para la lesión pulmonar como resultado de la exposición al golpe sónico
es una sobrepresión de aproximadamente 1,0 x 103 pascales o 14,7 Ib/ft (aproxi-
madamente 1 atmósfera). Esta es 15 veces mayor que la sobre presión cuya estimu-
lación probablemente causaría ruptura del tímpano.

Ruidos de frecuencia alta y ultrasonidos

En el Capítulo 26 se consideran los efectos fisiológicos de la vibración de alta inten-


sidad inducida directamente sobre el cuerpo. Los efectos del ruido de intensidad
alta sobre personas sordas se describen a veces con términos como «cosquilleo»,
«vibración» o «ruido»48.
Muchos tipos de procesos industriales, tales como limpieza, perforación, emul-
sificación, mezcla de líquidos y soldadura, producen energía acústica a frecuencias
tan altas como 20.000 Hz. En el pasado, existieron dudas acerca de la interpretación
de los efectos de los ultrasonidos sobre los humanos, debido a que muchos de los in-
formes publicados no incluyeron infonnación adecuada acerca de la naturaleza y
gama de frecuencias del estímul049 • La superficie del cuerpo humano aporta una
transferencia ineficiente de la energía acústica del ultrasonido que se transmite por
el aire a los tejidos corporales. Existe un calentamiento de la superficie -p. ej., fi-
suras en la piel- producido por el ultrasonido a niveles de presión sonora de 140 a
150 dB 50 ; el calentamiento leve de la superficie corporal puede producirse a 159
dB 51 ; mareos y pérdida del equilibrio pueden producirse entre 160 y 165 dB 52 . Con-
trariamente a esto, la cobertura peluda de los animales es un buen absorbente de la
energía acústica. Por tanto, aporta una transferencia eficaz, de ahí que se produzca
un calentamiento de la superficie debido a la absorción del sonido.
25.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ruidos de frecuencia baja e infrasonidos

Los efectos del sonido de baja frecuencia y muy alta intensidad e infrasonidos sobre
los humanos han sido explorados en exposiciones experimentales a sujetos expertos
en bioacústica; se obtuvieron datos cuantitativos53. 55 .
Se han tomado medidas acerca del efecto de exposiciones de hasta 2 minutos de
duración a ruido de banda ancha de baja frecuencia, ruido de banda estrecha y fre-
cuencias discretas en la frecuencia baja o región infrasónica. Por lo general, pero no
siempre, se utilizó protección auditiva. En la exposición a ruido de banda ancha con
niveles muy altos de presión sonora, se observaron aumentos del 10 al 40 por lOO en
el pulso respecto del nivel de reposo. Se produce una vibración leve de la pared del
pecho, una leve vibración de la cavidad nasal o un ensanchamiento perceptible de
la garganta. La exposición al ruido de banda estrecha no produjo efectos estadísti-
camente significativos en la ejecución de pruebas objetivas sencillas. Un efecto inu-
sual se produjo sin protección auditiva: una acumulación de presión en el oído me-
dio. Los tapones auditivos previnieron este efecto. A veces, sin protección auditiva,
también se produjo una sensación de cosquilleo en la membrana del tímpano. Se
observó vibración del tabique nasal. En la exposición a frecuencias discretas, las res-
puestas fueron de cualidades parecidas a las correspondientes al espectro de banda
estrecha. Las sensaciones subjetivas aumentaron rápidamente con niveles de pre-
sión sonora por encima de 145 dB. Sobre la base de los datos existentes, el umbral
para los efectos infrasónicos parece ser aproximadamente un nivel de presión so-
nora de 120 dB 56 • Los estudios con la exposición repetida o prolon~ada, sin embar-
go, indican una habituación rápida de los sujetos al infrasonido . Dentro de la
gama de exposiciones a infrasonidos experimentados sobre todo en salas de máqui-
nas, transporte público, etc., tales ondas sonoras actúan principalmente como un es-
tresante no específico que produce una ligera tendencia al cansancio y un descenso
de la frecuencia respiratoria. El infrasonido de nivel alto se acompaña habitualmen-
te de ruido de baja frecuencia de alto nivel en el rango de 20 a lOO Hz, que muestra
más efectos significativos sobre los humanos que los infrasonidos.

Efectos de baja intensidad, baja frecuencia. La exposición a sonido de baja fre-


cuencia o infrasonido a niveles bajos de presión sonora altera notablemente a al-
gunas personas, aunque otras apenas lo notan. En las personas presumiblemente
sensibles, parece que puede producirse acumulación de la respuesta psicosomática,
malestar agudo, molestia indefinida e incluso episodios de desmayos. La inestabili-
dad al andar se ha producido a niveles muy por debajo de los habitualmente asocia-
dos con los efectos vestibulares.

EFECTOS SOBRE EL SUEÑO

En un estudio que investigó las bases fisiológicas de los efectos del ruido sobre el
sueño, se realizaron registros poligráficos del sueño durante la eXfgOsición al ruido a
varios niveles máximos y niveles sonoros continuos equivalentes 8. Incluso después
de más de 5 años de exposición al ruido, se observaron reacciones cardíacas en per-
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.17

sonas que vivían junto a ejes principales del tráfico. La amplitud de la reacción car-
díaca pareció aumentar ligeramente entre el principio y el final de la noche.
En otro estudi059 , se registraron la tasa cardíaca y la amplitud del pulso dactilar.
electroencefalogramas, electrooculogramas y electromiogramas en experimentos
en los que los sujetos fueron expuestos a grabaciones de ruidos de avión. camión.
tren y moto a niveles sonoros parecidos a los existentes en la realidad; estas pruebas
se realizaron tanto durante el día como durante la noche. Los resultados mostraron
una gran diferencia entre las respuestas durante las horas de sueño y de vigilia. Las
amplitudes de las respuestas fueron significativamente mayores durante el sueño
que durante la vigilia, a pesar del hecho de que el nivel sonoro del ruido se redujo
en 15 dB(A) durante la noche.
Los ruidos de los campos de entrenamiento militar pueden resultar molestos
para las personas que viven y duermen en las proximidades. Los resultados de un
estudio mostraron que las detonaciones de los disparos de los tanques producían
reacciones corticales y cardíacas en los sujetos mientras dormían. Para ninguna de
estas dos respuestas se encontró habituación durante las series de prueba. La am-
plitud de las reacciones fue significativamente mayor en sujetos que habían sido ex-
puestos a ruido durante la mañana.
Un estudio acerca de los efectos del ruido de tráfico pesado sobre el sueño de las
personas mostró que no se producía habituación de las respuestas agudas al ruido
generado por vehículos pesados.
La exposición continuada a ruidos de niveles altos durante las horas diurnas tie-
ne efectos posteriores sobre el sueño inalterado de la noche siguienté2 • Durante el
día, los potenciales evocados en el electroencefalograma de la actividad espontánea
inducida por el ruido del tráfico refleja vigilia tensa y fatiga intensificada. Los datos
recogidos durante las noches posteriores muestran una influencia duradera sobre el
sueño en términos de un proceso de recuperación de larga duración.

EFECTOS DEL RUIDO A LARGO PLAZO

Los efectos a largo plazo se miden en unidades de horas, días o mayores, aunque
existe cierto solapamiento con la definición de los efectos a corto plazo. En la ca-
tegoría a largo plazo están respuestas tales como la alteración en la tasa de secre-
ción en la corriente sanguínea de sustancias (hormonas), de manera que modifi-
quen su concentración durante horas. días, o más prolongadamente. con varias
consecuencias funcionales reales o postuladas. Algunos efectos a largo plazo han
sido atribuidos a la estimulación repetida que produce respuestas a corto plazo. que
se asume tienen efectos acumulativos. La situación de los efectos a largo plazo está
cargada de incertidumbre respecto a la especificidad del ruido que causa los efectos
descritos y la importancia de los efectos realmente demostrados.
25.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Homeostasis y estrés

A veces se considera al estrés como la causa de los efectos fisiológicos del ruido. La
tendencia a lograr la estabilidad, dentro de unos límites, de los distintos parámetros
fisiológicos internos frente a las influencias, incluido el ambiente exterior, tendente
a la producción de cambios, se denomina homeostasis. La homeostasis implica un
gran número de funciones: estabilización de la temperatura corporal, equilibrio áci-
do/básico de la sangre y los tejidos, presión gaseosa parcial (p. ej., O 2 y CO 2 ), y las
muchas sustancias encontradas en disolución en el plasma sanguíneo. Estos meca-
nismos de control tienen que operar continuamente, incluso durante períodos de
sueño y descanso. Sin embargo, también existen patrones adicionales de respuesta
para enfrentarse con perturbaciones periódicas de las condiciones del descanso y la
vigilia que pueden producirse en los mamíferos. En animales salvajes, ocupados en
la lucha precaria por la supervivencia, la necesidad de ofensa o defensa puede pro-
ducirse con una urgencia crítica, de ahí la descripción fisiológica clásica de las reac-
ciones de «lucha o huida»; de la misma manera, dolor, frío, miedo o ira también
pueden evocar respuestas. En humanos y otros animales, además de las respuestas
elementales, los componentes emocionales pueden estar asociados con aconteci-
mientos pasados, actuales o anticipados, quizá dando como resultado ansiedad, re-
sentimiento u otros trastornos psicológicos. Puede decirse que cualquiera de estas
condiciones aplica algún tipo de estrés a los sistemas fisiológicos.

Evaluación fisiológica de la sensibilidad al ruido

Con el fin de determinar los factores relevantes en la susceptibilidad al ruido, se mi-


dieron varios parámetros médicos, fisiológicos y psicológicos en 65 sujetos expues-
tos a distintas situaciones ruidosas63 • Mediante un método multifactorial, v.g., aná-
lisis de la determinación, se calcula la proporción de las sumas cuadráticas que
explica cada parámetro. La curva de la amplitud del pulso dactilar (sobre todo la
reacción restitucional después de la exposición) demostró ser el mejor predictor del
total de las respuestas al ruido, pero se observó que otros parámetros, tales como
presión sanguínea, umbral auditivo a 12.000 Hz y estimación subjetiva del estado
general de salud, también eran predictores importantes.

Exposición repetida al ruido

Los parámetros fisiológicos se registraron durante un estudio experimental de la ex-


posición al ruido a lo largo de 5 años64 • Se emplearon dos grupos de sujetos: un gru-
po expuesto al ruido durante el trabajo y otro grupo no expuesto al ruido. Se detec-
taron claros cambios en la amplitud del pulso digital. Se producían retrasos en la
función regulatoria normal, sobre todo durante los años cuarto y quinto: la reacción
tardía (del quinto al séptimo minuto de exposición) y la reacción restitucional (des-
pués de terminar la exposición). Las respuestas de las personas expuestas al ruido
en su trabajo diario diferían significativamente de las del grupo de control. Del ter-
cer al quinto año, sus reacciones tempranas al comienzo del estímulo ruidoso son
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.19

más intensas y (sobre todo durante el cuarto año) su reacción restitucional fue sig-
nificativamente más retrasada e incompleta. La tendencia hacia el deterioro de la
función regulatoria en la circulación periférica puede estar especialmente determi-
nada por la exposición continua al ruido en el área de trabajo.

POSIBLES IMPLICACIONES PARA LA SALUD DE LA EXPOSICION


AL RUIDO

En general, como factor de riesgo para enfermedades definidas, el ruido parece me-
nos importante que fumar, la alimentación, el ejercicio físico y otros hábitos cotidia-
nos. Todos estos factores pueden afectar a las salud después de varios años. En un
estudio que investigó el estado de salud general y las condiciones de trabajo de 29
personas, los datos anamnésicos y un examen médico minucioso aportó informa-
ción acerca del estado de salud. Los ruidos destacan como uno de los factores estre-
santes más relevantes en el lugar de trabajo. Sobre todo con respecto a los trastor-
nos cardiovasculares, ambos aspectos del estrés del ruido -la medida objetiva de la
exposici6n y la evaluación subjetiva de la molestia- predicen, en gran medida, la
ocurrencia de quejas o enfermedades. Mediante este método, se obtiene evidencia
indirecta acerca de las implicaciones para la salud de la exposición al ruido.
Los resultados obtenidos en otros estudios apoyan la hipótesis de que el ruido
ha de ser considerado como un factor de riesgo para la salud, conduciendo a la apa-
rición de ciertos trastornos característicos, tales como hipertensión, enfermedades
coronarias y cambios bioquímicos.
Respecto a los trastornos cardiovasculares, los resultados experimentales que
han demostrado los efectos a largo plazo de la exposición al ruido sobre la vaso-
constricción periférica pueden conectarse con los hallazgos sobre el estado de salud
en relación con el ruido. En un modelo de múltiples factores de riesgo, hay que di-
ferenciar los factores de riesgo primarios y secundarios. Los factores primarios son
somáticos (fisiológicamente describibles). Los factores secundarios, que incluyen
los procesos del entorno social humano, influyen e incluso causan los factores pri-
marios a través de los procesos emocionales reflejados en el sistema nervioso.

REFERENCIAS

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EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.21

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-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Capítulo 26
CRITERIOS DE EXPOSICION
AL RUIDO Y LA VIBRACION

Henning E. von Gierke


w. Dixon Ward

INTRODUCCION

Este capítulo describe los factores relacionados con el desarrollo de la pérdida de


audición inducida por el ruido, comenta los criterios y límites aceptables de expo-
sición al ruido y describe los límites de la misma para las ondas infrasónicas y ultra-
sónicas y las directrices para una exposición aceptable a la vibración. Este capítulo
está estrechamente asociado con el Capítulo 12, sobre la medida de la exposición
sonora y dosis de ruido, donde estos términos se definen y describen.
Los términos criterio y /{mite se usan a veces de forma indistinta. En este capí-
tulo, el término criterio se emplea, en su sentido original, para definir una norma o
regla sobre la que puede basarse una decisión o enjuiciamiento. Así. denota una
forma de decidir el establecimiento de un límite aceptable, de una restricción que
ha de ser impuesta. Los criterios biológicos habitualmente describen las relaciones
de causa-efecto para los distintos efectos sobre los que se basan los límites de ex-
posición.
La exposición al ruido puede dañar el mecanismo auditivo; este daño se mani-
fiesta en forma de una pérdida de audición permanente. La extensión del daño de-
pende de la cantidad de energía acústica absorbida por el oído. Hasta cierto punto.
el efecto es acumulativo y la exposición al ruido que un oído ha recibido depende
tanto del nivel sonoro como de la duración de la exposición. Sin embargo. incluso si
se conoce la dosis de ruido, la extensión del daño (o grado de pérdida auditiva) no
puede predecirse fácilmente porque: (1) el oído se recupera en cierta medida du-
rante los períodos de silencio relativo entre las exposiciones al ruido; (2) factores fí-
sicos que rara vez pueden medirse con precisión afectan a la extensión del daño
(por ejemplo, fluctuaciones en el nivel de ruido, intermitencia, variaciones en el ni-
vel sonoro en lugares de trabajo concretos, «factor cresta»), y (3) el efecto de las di-
ferencias individuales en la susceptibilidad, que puede a su vez variar con la edad,

26.1
26.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

no puede evaluarse por adelantado. Todos estos factores afectan a la precisión con
que se predice la probabilidad de pérdida de audición en una población concreta, y
la precisión con que puede estimarse la pérdida auditiva potencial de una persona
para una exposición conocida.
Un paso crucial para la reducción de la ocurrencia de desplazamientos de um-
brales permanentes inducidos por el ruido en una población es el establecimiento
de límites «seguros» o aceptables de la exposición. Sin embargo, el establecimiento
de estos límites no es un problema sencillo. Parecería que sólo son necesarios dos
pasos: (1) definir el grado de pérdida de audición que se considera que representa
un riesgo aceptable (O necesario) para la persona implicada y para la sociedad, y (2)
determinar aquellas exposiciones al ruido que, en valores medios, producen esta
pérdida de audición.
En la práctica, a menudo surgen dificultades que conducen al fracaso a la hora
de obtener un acuerdo sobre cualquiera de los pasos anteriormente mencionados
por las siguientes razones:
1. El establecimiento de los [{mites de exposición al ruido aceptables debe ba-
sarse, en último término, en decisiones sociales, económicas y políticas; no se puede
decidir exclusivamente sobre la base de datos científicos y técnicos, aunque estos
datos deben constituir la base del argumento en favor de un límite particular. Por
esta razón. distintos grupos. en distintos países, con intereses diferentes, ya menudo
opuestos. defienden distintos valores para los límites (basados sobre criterios dife-
rentes). Sin embargo, en interés de la totalidad de la comunidad, es claramente de-
seable que se establezca un límite realista (v.g., uno que pueda imponerse).
2. La cuantificación de la exposición al ruido suele ser un problema complejo.
Es precisa una escala única que exprese los efectos perjudiciales tanto de la expo-
sición al ruido estable, como las exposiciones a una variedad de ruidos intermiten-
tes. (Con este propósito, son útiles los medidores de exposición al ruido o dosíme-
tros del ruido personales, que se llevan individualmente y que registran la
exposición al ruido de la persona.)
3. La relación entre la exposición diaria al ruido (también denominada «dosis de
ruido») y el daño al mecanismo auditivo (pérdida de audición), evaluada mediante
experimentos con animales o mediante observación epidemiológica, a menudo no
resulta concluyente, debido a que lesiones parecidas pueden estar causadas por
gran variedad de agentes. además del ruido.

FACTORES RELACIONADOS CON EL DESARROLLO DE LA PERDIDA


DE AUDICION INDUCIDA POR EL RUIDO

Límites aceptables de exposición al ruido

Se han propuesto límites aceptables para la exposición basados sobre criterios de


riesgo de lesión, que van desde los muy restrictivos. poco realistas, a los razonable-
mente laxos. Aunque la potencial amenaza a la audición puede expresarse en la for-
ma «una pérdida de x dB para las frecuencias audiométricas 11. h. ... , In, que ocurre
en el y por ciento de las personas expuestas durante un período de exposición de z
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.3

años», existe poco acuerdo sobre los números que deben asignarse a x, J, y y z. Por
ejemplo, la Environmental Protection Agenci de los EE.UU. ha adoptado la posi-
ción de que si hay que prevenir el deterioro de la audición (por pequeño que sea),
cualquier criterio tiene que incluir medidas de las frecuencias más sensibles
(4000 Hz). Contrariamente a esto, otros han apoyado un criterio basado sobre una
regla establecida por la American Academy oJ Otolaryngology - Head and Neck
Surgery (AAO-HNSf [ver Ecuación (19.2»). De acuerdo con esta regla, una pér-
dida de audición es significativa sólo si el umbral de audición medio a 500, 1000,
2000 Y3000 Hz supera los 25 dB.

Relación entre exposición al ruido y lesión del mecanismo auditivo

Al establecer un límite para las exposiciones al ruido aceptables, hay que considerar
un equilibrio entre nivel sonoro y duración de la exposición. Este límite de la ex-
posición se expresa en términos de: (1) el espectro del ruido; (2) su nivel, habitual-
mente en términos del nivel sonoro con ponderación A, y (3) su duración. Cuando
la duración de la exposición se reduce a la mitad (o se dobla), ¿cuánto puede au-
mentarse (o reducirse) el nivel sonoro si hay que mantener el riesgo constante? La
tasa de intercambio se define como el número de decibelios que tendría que aumen-
tarse (o reducirse) el nivel sonoro de la exposición diaria al ruido para mantener
una cierta medida del riesgo de pérdida auditiva elegida, cuando la duración de la
exposición se reduce a la mitad (o se duplica). (Véase «Tasas de intercambio», Ca-
pítulo 12.) Las tasas de intercambio de 3 y 5 dB son ampliamente utilizadas en las
normativas o estándares de varios países que limitan la duración de la exposición de
los trabajadores al ruido.

Regla de 3 dB (tasa de intercambio de 3 dB). La «regla de 3 dB» asume que la le-


sión es proporcional a la energía total con ponderación A absorbida por el oído, sea
la exposición al ruido continua o intermitente. Un aumento de 3 dB duplica la ener-
gía. De acuerdo con esta regla, por tanto, un aumento de 3 dB en el nivel sonoro
con ponderación A al que el trabajador está expuesto es equivalente a duplicar la
duración de la exposición. Esta suposición ignora los poderes recuperadores del
oído que actúan durante los intervalos de silencio relativo del ruido intermitente;
estas interrupciones tienden a reducir la probabilidad de desarrollar lesiones sobre
la base de la energía sonora total acumulada. Esta regla, apoyada por los datos epi-
demiológicos sobre poblaciones regularmente expuestas a ruido ocupacional con-
tinuo, se emplea en la normativa internacional, descrita a continuación, para esti-
mar las limitaciones auditivas inducidas por el ruido.

Regla de 5 dB (tasa de intercambio de 5 dB). Contrariamente a la relación ante-


riormente expuesta, los experimentos en laboratorio que utilizan los desplazamien-
tos temporales del umbral inducidos por el ruido han indicado que la reducción a la
mitad del tiempo de exposición, sobre todo cuando esto se logra mediante una ex-
posición intermitente, permite un aumento medio de 5 dB en el nivel sonoro con
ponderación A para un efecto constante, aunque el valor exacto depende de la du-
ración específica y el nivel sonoro particula~. Esta tasa de intercambio de 5 dB ha
26.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

sido adoptada por el Department 01 Labor de los EE.UU. para el establecimiento


de una dosis de ruido permisible4 •

Ruidos impulsivos. Los efectos de los ruidos impulsivos sobre la audición (tales
como disparos o impactos de martillo en la forja) pueden estimarse sobre la base de
cualquiera de las reglas anteriores.
Otra regla para evaluar la aceptabilidad de ruidos impulsivos determina el límite
del nivel sonoro pico instantáneo permitido; p. ej., un nivel de presión sonora de
140 dB, o un número de máximos a distintos niveles aceptables en una jornada de 8
horas. La validez de este criterio se basa sobre la suposición de que existe un «nivel
crítico», un nivel de presión sonora por encima del cual existe un riesgo elevado, por
corta que sea su duración.

Relaciones empíricas dosis-efecto

Un método para establecer una relación empírica entre la dosis diaria D permisible
[véase Ecuación (12.9)] y su efecto sobre la audición es comparar el estado de la au-
dición de grupos de trabajadores industriales que han estado expuestos a niveles de
ruido conocidos durante cierto número de años con el encontrado para grupos de
control. Se iguala a estos últimos con los grupos industriales, tanto como sea posi-
ble, en todos los aspectos excepto el de la exposición al ruido industrial. Sin embar-
go, resulta difícil por las siguientes razones. La sensibilidad auditiva decrece con la
edad, es decir, con el tiempo se produce una pérdida de la audición denominada
presbiacusia (véase Figura 17.4), incluso en personas que nunca han sido expuestas
al ruido industrial. Además, puede haber pérdidas debidas a enfermedades, acci-
dentes o sustancias tóxicas (<<nosoacusia»), o a haber experimentado niveles sono-
ros elevados de ruidos cotidianos (<<socioacusia») al margen de la situación laboral.
Los trabajadores industriales están sometidos a todas estas influencias, además de a
su exposición ocupacional al ruido. Por ello, es difícil aislar los efectos de la expo-
sición al ruido industrial sobre la sensibilidad auditiva de todos los demás efectos
que también pueden reducirla. Una muestra de trabajadores industriales suele con-
tener personas con pérdidas de audición significativas para frecuencias altas, que
son fundamentalmente atribuibles a factores sociacústicos y nosoacústicos. De ahí
que, para evaluar los efectos de la exposición industrial al ruido sobre la sensibilidad
auditiva, o bien: (1) hay que identificar y eliminar a estas personas de la muestra,
o (2) hay que comparar la muestra completa con un grupo de control de trabaja-
dores de la misma edad en los que la influencia media de los factores nosoacústicos
y socioacústicos sea igual a la de los que actúan sobre los trabajadores industriales
en cuestión, pero sin haber sido expuestos al ruido industrial. La eliminación de
personal con pérdidas auditivas no industriales (por ejemplo, sobre la base de una
historia conocida de exposición a disparos de arma, herramientas eléctricas o mú-
sica rock) es extremadamente difícil. Un procedimiento de filtrado rápido y simple,
diseñado para identificar a estas personas, inevitablemente pasa por alto algunas
pérdidas de audición significativas que no fueron causadas por la exposición al rui-
do industrial. En vista de los problemas implicados en la definición de exposiciones
y en la prescripción de riesgos aceptables sobre la base de tasas de intercambio, es
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.5

sorprendente que se haya encontrado alguna consistencia entre los estudios sobre
pérdidas auditivas entre las poblaciones industriales. Por ejemplo, una encuestaS de
los datos recogidos por varios investigadores consideró los efectos de la exposición
ocupacional a ruidos estables, 8 horas diarias, 5 días a la semana, durante muchos
años. Pocos de los estudios incluidos en esta encuesta tenían grupos de control con
los que comparar los grupos industriales; en otros estudios, los umbrales audiomé-
tricos para las frecuencias bajas eran imprecisos debido a la presencia de ruido en-
mascarador, que afecta a los valores del umbral medidos. Sin embargo, cuando los
niveles auditivos de los trabajadores industriales fueron comparados con los halla-
dos en la población general, emergieron tendencias razonablemente consistentes.
La Figura 26.1 muestra los resultados de tales análisis a una frecuencia de
4000 Hz. Los círculos a trazo continuo indican las pérdidas de audición inducidas
por el ruido industrial a 4000 Hz (niveles de audición reales menos una corrección
por presbiacusia más socioacusia más nosoacusia) observadas para la mediana po-
blacional después de aproximadamente 10 años de exposición diaria a ruidos con
los niveles sonoros con ponderación A dados en la abscisa. Los datos se ajustan me-
diante una línea recta que pasa a través de cero decibelios del desplazamiento de
umbral inducido por el ruido industrial para un nivel sonoro con ponderación A de
81 dB.
La precisión de la relación obtenida entre la exposición al ruido y la pérdida de
audición está apoyada por los datos aportados por los dos puntos claros; represen-
tan los resultados de dos estudios consecutivos e independientes sobre los trabaja-
dores empleados en un ambiente con niveles sonoros con ponderación A entre 80 y
90 dB. Un estudio encontró que los trabajadores textiles en un entorno de nivel so-
noro con ponderación A de 83 dB mostraban desplazamientos en los umbrales de

enz 50
00
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0cr:- 80 90 100
Ww NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(A)
~a..

FIGURA 26.1. El desplazamiento permanente del umbral inducido por el ruido a


4000 Hz para la mediana de la población después de aproximadamente 10 años de ex-
posición diaria a los ruidos con niveles sonoros con ponderación A presentados sobre
el eje horizontal. (Siguiendo la Referencia 5.) Los círculos claros representan datos
posteriores8 •7 •
26.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

audición de unos 5 dB por encima de los del grupo de control de personas que tra-
bajaban en ambientes con niveles sonoros con ponderación A de 70 dB o inferio-
res6 • El otro estudio determinó las pérdidas de audición de aproximadamente 11 dB
en trabajadores que estaban diariamente expuestos a niveles sonoros con ponde-
ración A de aproximadamente 87 dB 7 • La Figura 26.2 muestra un conjunto de cur-
vas a distintas frecuencias basadas en los datos de la Referencia 5. Estas curvas re-
lacionan la mediana de la pérdida de audición inducida por el ruido industrial con
el nivel sonoro con ponderación A (8 horas al día de ruido estable, sólo interrum-
pido por los períodos normales de descanso durante las comidas, 5 días a la semana,
durante 10 años o más). En vistas a una mayor claridad, sólo se presentan los valo-
res de la mediana (percentiles 50), aunque están disponibles los datos para los de-
más percentiles. Sobre la base de esta y otra información adicional, parecen justifi-
cadas las siguientes aproximaciones iniciales:

1. A niveles sonoros con ponderación A por debajo de 80 dB no existen datos


reales indicando que la exposición diaria al ruido afecte la mediana indivi-
dual. Algunos investigadores asumen que los desplazamientos permanentes
de umbral inducidos por el ruido alcanzan un valor de cero decibelios a un ni-
vel sonoro con ponderación A de aproximadamente 80 dB, tal como sugiere
la extensión de la línea recta en la Figura 26.1. Otros argumentan que la línea
de la Figura 26.1 se aplica sólo a la mediana y que también hay que evaluar

4000

3000

1000

OL---~~L- __L-~~~~__~~__~____- L__~


75 80 85 90 95 100 105 110
NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(AI

FIGURA 26.2. Relación entre el valor de la mediana de las pérdidas auditivas indu-
cidas por el ruido y el nivel sonoro con ponderación A al que los trabajadores están
expuestos, 8 horas al día, 5 días a la semana, durante 10 años o más. (Siguiendo la Re-
ferencia 5.)
CRITERIOS DE EXPOSICION Al RUIDO Y LA VIBRACION 26.7

percentiles que pueden representar al segmento más susceptible de la pobla-


ción. Postulan, por tanto, que las exposiciones a niveles sonoros con ponde-
ración A en el rango de los 70 a los 75 dB puede dar como resultado un des-
plazamiento pequeño, pero detectable, del umbral a 4000 Hz (la frecuencia
más susceptible) en un número pequefio de personas, entre el 1 y el 10 por
100 de la población.

2. A un nivel sonoro con ponderación A de 80 dB, los cambios en la mediana


del umbral para frecuencias de 3000, 4000 Y6000 Hz empiezan a aparecer.

3. A un nivel sonoro con ponderación A de 85 dB, para la mediana se producen


cambios de aproximadamente 10 dB en los umbrales para frecuencias de
3000,4000 Y6000 Hz; se estima que aproximadamente en ellO por 100 de las
personas expuestas el cambio alcanza de 15 a 20 dB.

4. A un nivel sonoro con ponderación A de 90 dB, los cambios en los umbrales


para las frecuencias de 3000, 4000 Y6000 Hz (para la mediana de las personas
expuestas) alcanza aproximadamente los 20 dB, pero a frecuencias de 500,
1000 Y2000 Hz, los umbrales no están afectados.

5. Por encima de niveles sonoros con ponderación A de 90 dB, la exposición al


ruido a largo plazo produce cambios significativos en el umbral auditivo me-
dio a 500, 1000, 2000 Y3000 Hz. Estas son las cuatro frecuencias empleadas
para estimar las limitaciones auditivas de acuerdo con la definición del mé-
todo AAO-HNS/197o/ [véase Ecuación (19.2)].

Estimación de la limitación auditiva inducida por el ruido (norma ISO


1999l. Esta norma incluye un método para calcular el desplazamiento perma-
nente de umbral inducido por el ruido para frecuencias entre 500 y 6000 Hz, para
una exposición sonora diaria con ponderación A entre 364 Pa 2 ·s y 1,15 X lOS Pa 2 ·s,
para una jornada laboral de 8 horas (la exposici6n sonora es el valor de la presión
sonora con ponderación A al cuadrado integrada en el tiempo, a lo largo de un pe-
ríodo de tiempo especificado T, o para un suceso específico). Este rango correspon-
de a un nivel de presión sonora continuo equivalente con ponderación A, para una
jornada laboral de 8 horas, entre 75 y 100 dB. No se ponen límites sobre los niveles
de presión sonora instantáneos implicados, aunque se afirma que el uso de la norma
para niveles de presión sonora por encima de los 140 dB en el oído (bajo un aparato
de protección auditiva, si se emplea) «debe considerarse como una extrapolación».
Las fórmulas de esta norma se aplican a períodos de exposición sonora entre O y 40
años. El método se aplica a ruidos estables, intermitentes, fluctuantes, irregulares o
impulsivos y aporta las bases para calcular la limitación auditiva de acuerdo con las
distintas fórmulas empleadas en diferentes países o por diversas organizaciones,
cuando los niveles de los umbrales de audición a las frecuencias audiométricas su-
peran ciertos valores. Aunque la norma no establece límites específicos para la ex-
posición al ruido, aporta datos para la evaluación del riesgo en la formulación de
normativas administrativas que están sometidas a consideraciones económicas, po-
líticas y éticas.
26.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Normativas y límites para la exposición al ruido

Los datos empíricos precedentes pueden emplearse para establecer límites a la ex-
posición al ruido mediante la selección de un nivel sonoro estable (para 8 horas dia-
rias de exposición) que se considere aceptable, y la determinación de la duración
para otros niveles sonoros que produzcan exposiciones equivalentes.

Normativa OSHA. De acuerdo con la normativa de la Occupational Safety and


Health Administration (OSHA) de los EE.UU. 4 •9 , la dosis diaria de ruido D en por-
centaje [véase Ecuación (12.10)] se da, en términos de niveles sonoros con ponde-
ración A medidos con tiempo de respuesta lento (slow), mediante:

(26.1)

donde C¡ es la duración de la exposición al ruido a un nivel sonoro con ponderación


A constante y T¡ es la duración de referencia permitida para la exposición al ruido
con nivel sonoro estable. No se permite una dosis diaria de ruido por encima del 100
por 100. Se permite, para una duración de 8 horas, la exposición al ruido con un ni-
vel sonoro con ponderación A, medido con tiempos de respuesta lento (slow), de
90 dB. Por cada aumento del nivel sonoro de 5 dB(A) hasta 115 dB(A), la duración
permitida se reduce a la mitad. Por ejemplo, se permite un nivel sonoro de
95 dB(A) durante 4 horas, de 100 dB(A) durante 2 horas, 105 dB(A) durante 1
hora, 110 db(A) durante 30 minutos, 115 dB(A) durante 15 minutos.
Las secciones (a) y (b) de la norma de exposición al ruido del Departmentof La-
bor de los EE.UU. 4 , que indican cuándo debe exigirse protección contra los efectos
de la exposición al ruido, no requieren que se considere la exposición con niveles
sonoros con ponderación A, medidos con tiempo de respuesta lento (slow), por de-
bajo de 90 dB al determinar la dosis de ruido D; no se permite la exposición a ni-
veles sonoros por encima de los 115 dB(A). Más aún, para exposiciones a ruido con
niveles sonoros con ponderación A, medidos con tiempo de respuesta lento (slow),
de cualquier valor, el nivel de presión sonora pico instantáneo no debe superar los
140 dB.

Enmienda de conservación de la audición. La Hearing Conservation Amend-


menf [secciones (c) y (d)] estipula un método más simple para calcular la dosis de
ruido D: se integran todos los niveles sonoros con ponderación A, medidos con
tiempo de respuesta lento (slow), entre 80 y 130 dB; la dosis de ruido de referencia
es 90 dB(A), para una duración de 8 horas. No hay procedimientos adicionales o al-
ternativos respecto de los niveles pico o los niveles de presión sonora de banda de
octava. Si la dosis de ruido D es del 50 por 100 o superior, el trabajador debe entrar
en un programa de conservación de la audición. Dado que una dosis de ruido D del
50 por 100 corresponde a una exposición estable a un nivel sonoro estable de 85
dB(A), para una duración de 8 horas, se dice que el trabajador está expuesto a un
nivel sonoro medio promediado en el tiempo (TWA) de 85 dB(A). La tabla Al de
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.9

esta normativa muestra la relación entre la dosis de ruido D y el nivel sonoro medio
promediado en el tiempo.

Exposiciones sonoras únicas. Sucesos aislados. Los límites descritos anterior-


mente se refieren a la exposición sonora que se repite día tras día, durante muchos
años. No se aplican a sucesos únicos, aislados.
Sonidos impulsivos de nivel muy alto, por ejemplo, impactos aislados o impulsos
con una tasa de repetición lenta, pueden constituir un riesgo mayor que el indicado
por la medida a largo plazo de la exposición sonora o dosis de ruido (véase Capítulo
18). Varias normativas nacionales y una norma internacional especifican un límite
de la presión sonora pico instantánea permisible, o cantidad aproximada equivalen-
te; véase Capítulo 12.
La normativa de la Comunidad Europea lO requiere que la presión sonora ins-
tantánea máxima, sin ponderación de frecuencia, no supere 200 Pa durante una jor-
nada laboral, es decir, un nivel de presión sonora máximo no superior a 140 dB
cuando se mide con un sonómetro con respuesta en frecuencia plana, todas o «li-
neal» sin ponderación temporal exponencial.
Es difícil medir con precisión el verdadero nivel pico de presión sonora porque
la forma de onda de la señal puede estar distorsionada por la frecuencia y la res-
puesta de fase del micrófono y sistemas de medida asociados. Se observan diferen-
cias significativas entre las medidas de presión sonora pico realizadas con distintos
sonómetros o medidores personales de exposición al sonido para los mismos im-
pulsos sonoros (p. ej., remachado), aunque los instrumentos cumplan los requisitos
de la normativa aplicable para precisión.
En EE.UU., la Occupational Noise Exposure Standard del Departamento de
Trabajo l1 (en Nota 1 a la Tabla G-16) afirma que «la exposición a un nivel de ruido
impulsivo o de impacto no debe superar el nivel de presión sonora pico de 140 dB».
Sin embargo, la regla no define qué constituye un «impulso» o «impacto» sonoro, ni
la anchura de banda de la frecuencia (o ponderación de frecuencia) del instrumento
de medida, o si hay que realizar la medida del nivel pico de presión sonora con o sin
normas de ponderación temporal exponencial.

CRITERIOS PARA LA EXPOSICION A RUIDO DE FRECUENCIAS


INFRASONICAS y UL TRASONICAS

Frecuencias infrasónicas12 •

El rendimiento humano y la función vestibular no se ven influidos por exposiciones


de corta duración a ruido de frecuencias infrasónicas para niveles de presión sonora
de incluso 140 a 155 dB. Bajo ciertas condiciones de estimulación, se han observado
efectos auditivos y respiratorios. El sistema auditivo parece ser más sensible a los

• In¡rasonido: Ondas sonoras con una frecuencia inferior a la que produce la sensación habitual de
audición en seres humanos. por lo general. por debajo de 16 Hz.
26.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

posibles efectos adversos de las ondas infrasónicas que otros sistemas corporales
(salvo las posibles respuestas «de todo el cuerpo» a niveles muy altos de corta du-
ración). De ahí que el criterio que protege el sistema auditivo también debiera
aportar protección a otros sistemas menos susceptibles.
El siguiente criterio orientativo para la exposición de larga duración a ruido de
frecuencias infrasónicas se basa sobre la extrapolación de datos disponibles. Ellí-
mite del nivel de presión sonora L limit, para la exposición a la frecuencia infrasónica
f en herzios, para una duración de t minutos, viene dado por

L limit = 10 10glO (tI8) + 10 10glO (fI20) + 141 dB (26.2)

Se sugiere un nivel máximo de 150 dB, por corta que sea la duración. Por ejem-
plo, de acuerdo con la Ecuación (26.2), los niveles máximos permisibles para expo-
siciones de 1,8 Y24 horas de duración se presentan en la Tabla 26.1. Estos límites se
establecen en función de la seguridad, interferencia con las funciones corporales ge-
nerales y su preservación. No se consideran la molestia subjetiva ylo la comodidad
e interferencia con la comunicación.
Los tapones se recomiendan para todas las exposiciones infrasónicas intensas
con el fin de minimizar las sensaciones subjetivas. Los auriculares aportan una ate-
nuación insignificante en el rango de frecuencias infrasónicas.

Frecuencias ultrasónicas"

Aunque la exposición a ruido de frecuencia ultrasónica (ultrasonido) aparentemen-


te no produce pérdida de la audición, se ha propuesto que, para una jornada laboral
de 8 horas, a 20.000 Hz o por encima, los niveles de presión sonora de un tercio de
octava no deben superar 110 dB 13 •

TABLA 26.1. Niveles t de presión sonora permisibles máximos en


decibelios para exposiciones de larga duración a ruido de frecuencia
infrasónica, para exposiciones con duraciones de 1,8 Y 24 horas

Frecuencia
Duración, horas 1 Hz 5Hz 10Hz 20Hz
1 145 138 135 132
8 136 129 126 123
24 131 124 121 118
t Estos valores están calculados a panir de la Ecuación (26.2) .

... Ultrasonido: Ondas sonoras que poseen una frecuencia superior a la que produce la sensación de
audición en un sujeto humano normal, habitualmente por encima de 20.{)()() Hz.
CRITERIOS DE EXPOSICION Al RUIDO Y LA VIBRACION 26.11

CRITERIOS PARA NIVELES DE RUIDO EN LOCALES CERRADOS

Los criterios para niveles de ruido en varios tipos de locales cerrados en un edificio
se tratan en detalle en el Capítulo 43.

CRITERIOS DE TOLERANCIA HUMANA PARA EXPOSICION A LA


VIBRACION,,15

Sólo pueden darse límites aproximados para la seguridad y el rendimiento humano


bajo condiciones reales de exposición a la vibración, ya que la forma física exacta de
acción del ambiente cambia con los movimientos y posiciones impredecibles de los
seres humanos. Además las variaciones biológicas con respecto a las reacciones fí-
sicas, fisiológicas y psicológicas hacen que las respuestas humanas sean de natura-
leza estadística. Las respuestas individuales pueden desviarse considerablemente
de cualquier media. Por tanto, hay que emplear con cautela los criterios biológicos;
éstos se resumen aquí como directrices aproximadas con propósitos técnicos. Los
criterios de tolerancia, así como los ejemplos del ambiente del campo, sólo indican
órdenes de magnitud, no límites rígidos. Para problemas críticos de seguridad, es in-
dispensable un estudio detallado de la bibliografía o un consejo experto.
La vibración puede inducir desórdenes que conducen a cambios artríticos en las
articulaciones de las vértebras o en articulaciones como las de la mano, codo y hom-
bro (p. ej., en operadores de taladradoras). Si estos cambios se producen en la re-
gión de la nuca, como ocurre a veces en los mineros, el flujo sanguíneo hacia la ca-
beza a través de las arterias vertebrales puede estar limitado. Estas arterias, que
irrigan el oído interno, están entretejidas con las vértebras cervicales. Esta restric-
ción del flujo sanguíneo puede dar como resultado mareos o sensaciones de ines-
tabilidad, sobre todo con movimientos repentinos de la cabeza.
Se han desarrollado muchos métodos para evaluar la reacción humana a la vi-
bración de forma cuantitativa, pero la mayoría de ellos se basan sobre un número
limitado de ensayos, tipos específicos o interpretaciones concretas de experimentos.

Exposición de todo el cuerpo

En ausencia de una enfermedad laboral inducida por la vibración claramente defi-


nida y debido a la gran variabilidad de los efectos de la vibración sobre el rendi-
miento humano, es difícil seleccionar procedimientos de evaluación que consideren
todos los factores que influyen en el establecimiento de los criterios de tolerancia
humana; por ejemplo, factores tales como magnitud de la vibración, frecuencia, for-
ma de onda, duración de la exposición, intermitencia, dirección de la vibración y po-
sición del cuerpo con respecto a la superficie que vibra. A pesar de estas dificulta-
des, se ha desarrollado una guía para evaluar la exposición humana a la vibración en
todo el cuerpo16.17. Esta guía aporta límites de exposición (tiempo) para la vibración
de todo el cuerpo en el rango de frecuencias entre 1 y 80 Hz. Está recomendado
para la evaluación de la vibración en ambientes industriales y vehículos de trans-
26.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

porte. Se presentan límites para los siguientes aspectos: (1) la preservación de la efi-
cacia laboral, denominado lfmite de reducción de la capacidad por la fatiga, para ta-
reas típicas, como conducir un tractor; (2) el mantenimiento de la salud o seguridad,
denominados lfmites de exposición, que, sin justificación especial y conocimiento,
no deben superar un riesgo potencial para la salud, y (3) el mantenimiento de la co-
modidad, denominado límite de reducción del confort. En los vehículos de transpor-
te, este último está relacionado con funciones tales como leer, comer y escribir.
Los tres límites anteriores dependen de la duración de la exposición diaria me-
dia. Todos son mayores para duraciones cortas (como un minuto al día) y menores
para exposiciones de 24 horas (continuas). La Figura 26.3a muestra el límite de re-
ducción de la capacidad por la fatiga para vibración longitudinal (pies a cabeza) en
función de la frecuencia de vibración, con la duración de la exposición diaria como
parámetro. La Figura 26.3b muestra datos parecidos para vibración transversal (de
lado a lado o de pecho a espalda). La Figura 26.4 muestra estos mismos límites mar-
cados en función de la duración de las exposiciones; en la Figura 26.4a se dan los da-
tos para vibración longitudinal, y en la Figura 26.4b, para vibración transversal. Es-
tos límites se definen en términos de amplitudes de aceleración de raíz cuadrática
media (RMS) para vibraciones sinusoidales de frecuencia única o valores RMS para
aceleración promediada temporalmente de tercios de octava. Para vibración de
banda ancha, la amplitud de la aceleración RMS en cada banda de octava no debe
superar los límites indicados; para vibración simultánea en más de una dirección, se
aplican los límites correspondientes a los componentes en cada uno de los tres ejes.
Estas directrices también permiten una evaluación mediante el valor global
RMS para el rango de 1 a 80 Hz, empleando funciones con ponderación de frecuen-
cia proporcionales a la inversa de las curvas que muestra la Figura 26.3. Los límites
de reducción de la capacidad por la fatiga indican los rangos de exposición aproxi-
mada que potencialmente afectarían al rendimiento humano. La gravedad de esta
interferencia en relación con el rendimiento depende de las tareas específicas
(p. ej., visuales, motrices o de lectura), posición corporal y apoyo del sujeto (espal-
da, cabeza y brazo )15. Estos factores pueden cambiar la forma de las funciones pon-
deradas en frecuencia de las Figuras 26.3 y 26.4.
Los ¡¡miles de exposición (tiempo) para salud y seguridad son el doble de altos
que los que muestran las Figuras 26.3 y 26.4 (son 6 dB más altos). Los lfmites de re-
ducción del confort son inferiores en un factor de 3,15 a los mostrados en las Figuras
26.3 y 26.4 (son 10 dB más bajos).

Aceptabilidad de la vibración de edificios 18

La vibración producida en edificios por el sonido conducido por el aire (p. ej., ex-
plosión, estampido sónico o ruido de baja frecuencia de tráfico rodado o ferrovia-
rio) o la vibración que se transmite a través de la estructura del edificio pueden eva-
luarse en función de la aceptabilidad humana. La amplitud de aceleración RMS
para el rango desde 1 a 80 Hz se mide o estima sobre tres ejes ortogonales, uno de
los cuales es perpendicular a la superficie del edificio que se está evaluando. La am-
plitud de la aceleración RMS está ponderada para reflejar la variabilidad de la sen-
sibilidad humana a la vibración en las direcciones x, y, z, como se comentó ante-
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.13

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FRECUENCIA EN HERZIOS
FRECUENCIA CENTRAL DE BANDA DE UN TERCIO DE OCTAVA

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~ FRECUENCIA EN HERZIOS
FRECUENCIA CENTRAL DE BANDA DE UN TERCIO DE OCTAVA

(b)

AGURA 26.3. Límite de reducción de la capacidad por la fatiga para varias duracio-
nes de la exposición a la vibración en función de la frecuencia. Si estos límites se su-
peran puede producirse fatiga y descenso en el rendimiento. (a) Para una aceleración
longitudinal de todo el cuerpo; (b) para una aceleración transversal de todo el cuerpo.
(De acuerdo con la Referencia 14.)

riormente. Dado que las personas expuestas a la vibración del edificio pueden estar
de pie, sentadas o tumbadas y como la respuesta global humana a tal vibración pro-
bablemente integra todas estas exposiciones, se utiliza la misma curva de pondera-
ción para las tres direcciones corporales en la evaluación de la vibración del edificio.
La curva de ponderación aporta una atenuación proporcional a

10 log [1 + (175,6)2] (26.3)


26.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

30~----.----.-----.----,------,
---

1.01-----+----+-
0,1

0,1 L-...l...-.L..-L-.L.1L-.L-JL.....JL.....JL.....l~----'"-7--:-___--'
1 1,62,54,06,3 10 16 25 40 63 100 --- min
I I I I I I I I I I I
0.250.40,63 1.01.6 2.5 4.0 6,3 10 16 24
TIEMPO DE EXPOSICION -+ hr
(al
100~--r---.---.---r----'

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0,1
1 1,62,54,06,3 10 16 25 40 63 100
-+ min
I I I I I I I I I I I
0.25 0.40.63 1.01.6 2.5 4.0 6.3 10 18 24
TIEMPO DE EXPOSICION --+ hr
(bl
FIGURA 26.4. Límite de reducción de la capacidad por la fatiga en función de la du-
ración de la exposición, para varias frecuencias. Si estos límites se superan puede
producirse fatiga y descenso en el rendimiento. (a) Para una aceleración de todo el
cuerpo; (b) para una aceleración transversal de todo el cuerpo. (De acuerdo con la Re-
ferencia 14.)

donde fes la frecuencia en herzios. Habitualmente puede asumirse que la vibración


del edificio no tiene una reacción adversa si las amplitudes de la aceleración RMS
ponderada no superan 3,6 X 10- 3 m1segund02• Si se supera este valor de vibración
continua, hay que evaluar la habitación o estructura sobre la base de su uso espe-
cífico. La Tabla 26.2 y la Figura 26.5 pueden utilizarse como guía general. La pro-
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.15

TABLA 26.2. Valores de aceleración máxima para ambientes con vibración aceptable

Aceleración RMS de Amplitud de


vibración continua o aceleración máxima
intermitente para la excitación de
Tipo de lugar Tiempo golpe impulsivo

Areas críticas, como Día 0,0036 0,005


quirófanos de hospital
Noche 0,0036 0,005

Viviendas Día 0,072 0,1

JI [n
Noche 0,005 0,01

Oficinas Cualquier 0,14 0,2


momento [n
JI
Fábricas o talleres Cualquier 0,28 0,4
momento [n
JI
Símbolos: 1= tiempo, hasta 100 segundos; para tiempos superiores a 100 segundos, use I como 100 segundos.
n = mlmero de excitaciones de golpes discretos con duración igualo inferior a l segundo. Para un número de
excitaciones superior a 100. use n = 100.
Tiempo diurno. de 7:00 a.m. a 10:00 p.m.; el tiempo nocturno es de 10:00 p.m. a 7:00 a.m. Todos los valores están
expresados en m1segundcr para el rango de frecuencia de 1 a 80 Hz.

babilidad de queja acerca de la excitación de los edificios por golpe impulsivo de-
pende del máximo de los impulsos y del número de éstos por día.
Los criterios anteriores se aplican cuando las personas están expuestas sólo a la
vibración. Se ha postulado que si la vibración y el ruido se producen simultánea-
mente habrá un efecto sinérgico. Por ejemplo, las vibraciones de una casa y el re-
piqueteo de las ventanas producidos por ruido transportado en el aire pueden au-
mentar la respuesta de molestia al ruido o viceversa.

Efectos sobre edificios y estructuras. También hay que evaluar el golpe y la vibra-
ción de gran amplitud respecto de sus efectos potenciales sobre edificios y estruc-
turas. Una velocidad RMS de 0,05 mlsegundo suele emplearse como un límite se-
guro para las estructuras, aunque a veces se han producido daños menores a 0,025
mlsegundo. Por lo tanto hay que discutir los movimientos estructurales de esta mag-
nitud respecto a su impacto potencialmente adverso. (Pueden ser necesarios límites
de seguridad inferiores para monumentos antiguos y otras estructuras extremada-
mente sensibles.) Cuando se miden con la función ponderada de la Ecuación (26.2),
2
estos límites corresponden a valores de aceleración de 0,5 mlsegund0 y 1 mlsegun-
2
d0 para frecuencias por encima de 3 Hz. En la Referencia 20 se presenta un análisis
detallado del problema de la vibración de edificios.
26.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

10' 102
2,0
1,0 , 1 mI ge9 2
, YM1RAL DE ~~ESGO}~E DA~~ PAR_~ EST~~CTU~~S SE~~IBLE~~ _ 0,5 m/seg2
0,5 " , ,
, ,
~ 0,2

z~ 0,1
~ 0,05
O
~ 0,02
Ir
w
ül 0,01
u
e{ 0,005

NUMERO DE IMPULSOS DIARIOS

10' 102 1C3 10' 105


DURACION DE LA EXPOSICION EN SEGUNDOS

FIGURA 26.5. Aceptabilidad de valores de aceleración RMS en edificios de vivien-


das; estos valores están restringidos al rango de frecuencias entre 1 y 80 Hz y están
«ponderados" de acuerdo con la función presentada en la Ecuación (26.2). El porcen-
taje de «quejas n representa al porcentaje de residentes que se quejan sobre la expo-
sición a la vibración. (De acuerdo con la Referencia 19.)

Vibración en brazos y manos2 '-23

No existen límites generalmente aceptados sobre exposición para la protección con-


tra la vibración transmitida a las manos por herramientas, como sierras mecánicas o
neumáticas y herramientas eléctricas empleadas en industrias de fabricación y cons-
trucción. La Figura 26.6 presenta los límites para la duración de las exposiciones ru-
tinarias diarias. Mantenerse dentro de estos límites reduce el riesgo de enfermeda-
des debidas a las vibraciones laborales hasta unos niveles aceptables o
inapreciables. Debido a las diferencias individuales, estas curvas no representan ne-
cesariamente los límites de una exposición segura para todas las personas o condi-
ciones de trabajo. Los efectos biológicos de la vibración transmitida a la mano están
muy influidos por la dirección de ésta, el método de trabajo, la destreza y las con-
diciones climáticas. No se deben superar los valores de aceleración de la Figura 26.6
en ninguna dirección de la superficie sobre la que se agarra la herramienta.
El criterio de la norma recomendada sobre exposición laboral a vibración en
manos y brazos del Nationallnstitute for Occupational Safety and Health (NIOSH)
en Estados Unidos (publicado después de las normas ANSI e ISO) recomienda el
uso de medidas de frecuencia no ponderadas de aceleración y el seguimiento de to-
dos los trabajadores expuestos a vibración para identificar los primeros signos del
síndrome de vibración de mano y brazo. Este control puede lograrse mediante la se-
lección y/o rediseño de herramientas, cambio de las prácticas laborales y tiempos de
exposición, seguimiento médico preventiv021 -23 y utilización de guantes protecto-
res24 .
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.17

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~ 8 16 31,5 63 125 250 500 1000
Frecuencia Hz

AGURA 26.6. Zonas de exposición de la vibración para evaluación de la vibración


transmitida a la mano. Las zonas de tiempo de exposición diaria son para aceleracio-
nes RMS de vibración de frecuencia discreta y para vibración de banda ancha o de
banda fina analizada como aceleración RMS de un tercio de octava. Los valores son
para la vibración dominante de eje único que genera la compresión de la musculatura
de la mano, con exposiciones diarias regulares y buen acoplamiento de la mano a la
fuente de vibración. (Según las Referencias 21 y 22.)

Tipicos ambientes con vibración 14

La Figura 26.7 muestra los niveles de aceleración del rango de vibración para ca-
miones, tractores y aviones. Las áreas indicadas para vibración de camión y tractor
están dentro del rango de la aceleración máxima de la vibración respectiva y no re-
presentan los espectros; la mayoría de los vehículos tienen frecuencias naturales
muy pronunciadas cuya excitación depende de las condiciones del suelo. Los trac-
tores de granja con neumáticos de goma y los camiones tienen la máxima de sus ace-
leraciones verticales en el rango de frecuencia entre 2 y 6 Hz, mientras las excava-
doras grandes con neumáticos tienen su máximo en el rango entre 1,5 y 3,5 Hz;
26.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

/
/ VIBRACIONES DE MANO CON
VIBRACIONES DE /
CUBIERTA DE / LJJADOIIIA
BOMBARDERO EN /

VUELO \ /
10 /e
l e , INSTRUMENTO _"\N'ILI
VIBRACIONES DE VEHICUL'p .... ROTA11VO
/- \
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0 _ o AVION A HELlCE
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o ... 1::. AVION JET
10-2 • o HELlCOPTEROS

10-3L-________ ~ ________ ~ __________L __ _ _ _ _ __ _


o 10 100 1.000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 26.7. Ambientes aproximados de vibración para automóviles (e), camiones


(B), tractores (A) y aviones (indicados mediante los circulas, triángulos y cuadrados).
Los valores máximos de la aceleración están registrados en función de la frecuencia.
También se indican los valores de la vibración observada en las manos al operar va-
rias herramientas. Muchos de estos niveles, que son muy dependientes del diseño de
la herramienta y del tipo de operación, están dentro del rango de aceleración que pue-
de producir lesiones crónicas en las manos. (Según Referencia 14.)

tractores del tipo oruga pueden tener sus máximos a frecuencias más altas, alrede-
dor de 5 Hz.
Los círculos, cuadrados y triángulos oscuros de la Figura 26.7 indican los niveles
de vibración en emplazamientos de aviación que fueron considerados excesivos e
indeseables en funcionamiento real. Las marcas claras indican condiciones acepta-
das como tolerables. La línea divisoria entre vibración tolerable y excesiva es el cri-
terio de tolerancia para vibración a largo plazo. que se empleó en la aviación militar
antes de que hubiera otras normas disponibles.
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VI BRACIO N 26.19

Exposición combinada al ruido y a la vibración 25

La ocurrencia simultánea de los estímulos del ruido y la vibración da como resul-


tado una interacción mínima en su efecto sobre la salud y la seguridad hasta los ni-
veles de exposición de los criterios de sanidad recomendados para cada modalidad.
Bajo tales circunstancias, la combinación afecta fundamentalmente a los enjuicia-
mientos de comodidad y molestia. Hay que consultar los criterios para el ambiente
combinado (p. ej., calidad del viaje en trenes o aviones) para lograr un control efec-
tivo del ruido y la vibración.

REFERENCIAS

1. «Inforrnation on levels of enviromental noise requisite to protect public health and wel-
fare with an adequate margin of safety", 550/9-74-004, U.S. Environmental Protection
Agency, Washington, D.e., marzo 1974.
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servation,., Acoustics Report Ac 71, National Physical Laboratory, Teddington, Reino
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noise exposure at work (86/188/EEC),.,Journal ofthe European Communities, n° L137/
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fety and Health Administration (OSHA), Code of Federal Regulations, Tille 29, Part
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26.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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ternational Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1978.
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22. Cuidelines for the measurement and the assessment of human exposure to hand-transmit-
ted vibration, ISO 5349-1985, International Organization for Standardization, CH-1211
Ginebra 20. Suiza. 1985.
23. Criteria for a recommended standard: Occupational exposure lO hand-arm vibration, pu-
blicación n.o 89-106, U.S. Department of Health and Human Services (NIOSH), Cincin-
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vibration transmitted to the hand. ANSI S3.4O-1989, American National Standards Insti-
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3rd Intern. Congo on Noise as a Public Health Problem, ASHA Report 10, American
Speech and Hearing Association. Rockville, Md., 1980.
Capítulo 27
PRINCIPIOS DE CONTROL
DE LA VIBRACION

Cyril M. Harris

VIBRACION ESTABLE Y TRANSITORIA

Un sistema mecánico oscilará (vibrará) si se mueve de su posición de descanso y


luego se deja libre. El tiempo en segundos que tarda el sistema en realizar una os-
cilación completa se defme como su período. El número de veces que el sistema
hace una oscilación completa en un segundo se denomina frecuencia de vibración;
se expresa en herzios, abreviado Hz, o ciclos por segundo. La frecuencia es la recí-
proca del período. Por ejemplo, supongamos que un motor eléctrico, montado so-
bre muelles, es desplazado en dirección vertical y luego soltado; si la frecuencia de
vibración es 14 Hz, el período es 71 milisegundos.
El movimiento en función del tiempo de cualquier punto particular de un siste-
ma lineal vibrante viene dado por

x = Xo sen 27Tft (27.1 )

donde X o es la amplitud del desplazamiento del movimiento, fes la frecuencia de la


vibración en herzios y 1 es el tiempo en segundos. La velocidad correspondiente v y
la aceleración a son:

v = (27Tf)x o cos (27Tft) (27.2)


a = - (27TNx o sen (27Tft) (27.3)

El desplazamiento f puede medirse en unidades de metros (pulgadas), v en metros


por segundo (pulgadas por segundo) y a en metros por segundo al cuadrado (pul-
gadas por segundo al cuadrado). Pero a menudo estas cantidades son tan pequeñas
que se expresan en términos de milímetros (mm) o micrometros (¡.a.m). Es habitual
expresar la aceleración como un múltiplo de la aceleración de la gravedad, g (9,81

27.1
27.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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10 100 1k
FRECUENCIA EN HERZIOS
(a)

FIGURA 27.1. Diagrama que muestra la relación entre desplazamiento. velocidad y


amplitudes de aceleración y frecuencia. para el movimiento armónico simple. (a) Para
unidades del sistema internacional.

m/segund0 2 o 386 pulgadas/segund02 ). Por ejemplo, una aceleración de 19,62 mlse-


gund0 2 puede describirse como 2g. La relación entre frecuencia, desplazamiento,
velocidad y aceleración para un movimiento sinusoidal se muestra en la Figura 27.1.
Por ejemplo. un punto con una amplitud máxima de 0,001 pulgadas a 100 Hz tiene
una velocidad de vibración máxima de 0,63 pulgadas/segundo y una aceleración
máxima de 1.02g.
El movimiento descrito por la Ecuación (27.1) es sinusoidal y estable y no puede
continuar a una amplitud constante a menos que la energía disipada por la fricción
interna o amortiguamiento, o irradiada al aire como ruido. sea reemplazada conti-
nuamente. Las Figuras 27.20 y b muestran las curvas de amplitud en función del
tiempo para vibración estable y vibración descendente de frecuencia única. La ma-
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.3

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FRECUENCIA EN HERZIOS
(b)

FIGURA 27.1. (Continuación.) Diagrama que muestra la relación entre desplaza-


miento, velocidad y amplitudes de aceleración y frecuencia, para el movimiento ar-
mónico simple. (b) Para unidades anglosajonas.

yoría de los sistemas mecánicos vibran a más de una frecuencia, de ahí que el mo-
vimiento resultante sea más complejo. como en la Figura 27.2c.

SISTEMA DE UN GRADO DE LIBERTAD

Habitualmente esta vibración es el resultado de una fuerza fluctuante actuando


como un sistema mecánico elástico. El sistema vibratorio más simple es el represen-
tado esquemáticamente en la Figura 27.3. Este modelo idealizado consiste en un
cuerpo rígido (masa) al que se permite el movimiento sólo en la dirección vertical,
un muelle sin masa y un amortiguador sin masa. Este sistema se denomina de un
27.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

I
~TIEMPO
I (a)

-t~
I
_TIEMPO

(b)

~TIEMffi
I
(e)

FIGURA 27.2. Ejemplos típicos de vibraciones estables y transitorias. (a) Vibración


estable a una frecuencia única; (b) vibración transitoria amortiguada a una frecuencia
única: (e) vibración irregular, transitoria no periódica.

único grado de libertad porque la posición de la masa en cualquier instante viene


completamente definida por una coordenada única, el desplazamiento del cuerpo
con respecto a un plano de referencia. El amortiguamiento resulta de cualquier me-
canismo que disipe la energía mecánica. Sea cual sea el mecanismo real, resulta có-
modo asumir un amortiguamiento viscoso, en que la fuerza de amortiguamiento es
proporcional a la velocidad de desplazamiento y en dirección opuesta.

Frecuencia natural. La frecuencia natural de un sistema mecánico es la frecuencia


de oscilación del sistema después de su desplazamiento desde su posición de equi-
librio cuando se le permite vibrar libremente. Un sistema vibrante tiene una fre-
cuencia natural de vibración para cada grado de libertad. Por ejemplo, el sistema de
un grado de libertad, ilustrado en la Figura 27.3, tiene una frecuencia natural de vi-
bración que viene dada por

fn=~ ri
21T~ ;;
Hz (27.40)
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.5

CUERPO RIGIDO

MUELLE-A AMORTIGUADOR VISCOSO

AGURA 27.3. Sistema de un único grado de libertad con amortiguador viscoso.

donde k es la rigidez del muelle en newtons por metro y m es la masa del cuerpo rí-
gido en kilogramos. En unidades anglosajonas

f, = _1 [ki Hz (27.4b)
n 2-rr --.J W
donde k es la rigidez del muelle en libras por pulgada, W = mg es el peso del cuerpo
rígido en libras y g es la aceleración de la gravedad en pulgadas por segundo al cua-
drado. Cuando la masa se coloca encima del muelle, lo comprime en una cantidad
(denominada deflexión estática) mglk, donde g es la aceleración de la gravedad.
Para este caso:

In = 51Ft = 3,13/¡S; Hz (27.5)

donde 81 es la deflexión estática en centímetros y 8:! es la deflexión estática en pul-


gadas. Esta relación se muestra gráficamente en la Figura 27.4. Por ejemplo, consi-
deremos un automóvil que deflecta unos 15 cm (6 pulgadas) bajo su propio peso.
De acuerdo con la ecuación (27.5), la frecuencia natural (en dirección vertical) es de
aproximadamente 1,3 Hz.

Combinación de muelles. Esta simple relación entre deflexión y frecuencia na-


tural puede emplearse para ilustrar el efecto de utilizar más de un muelle para el
aislamiento de la vibración. Por ejemplo, si se cuelga una masa de un muelle de
manera que éste se estira 5 mm (0,2 pulgadas), de acuerdo con la Ecuación (27.5),
la frecuencia natural (en dirección vertical) es 7 Hz. Si en lugar de ello se apoya
sobre cuatro muelles, todos con igual rigidez al anterior, cada uno de ellos sólo
soporta un cuarto del peso. Su rigidez combinada es 4 veces mayor, de manera
que la masa deflecta sólo un cuarto; la frecuencia natural es 14 Hz. 0, por ejem-
plo, si la masa está apoyada sobre alfombrillas de caucho con una rigidez que da
una deflexión estática de 0,43 mm (0,017 pulgadas), la frecuencia natural es
24 Hz; pero si la misma masa está apoyada sobre alfombrillas de igual área pero
doble espesor, tendrá el doble de de flexión estática y una frecuencia natural de
17 Hz.
27.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FRECUENCIA NATURAL EN HERZIOS


30 25 20 15 10 9 8 7 6 5 4 3
I I I I I I I I I
I I I I III I I I I
0,01 0,02 0,05 0,1 0,2 0,5 1.0 2.0
DEFLEXION ESTATICA EN PULGADAS

FRECUENCIA NATURAL EN HERZIOS


30 25 20 15 10 9 8 7 6 5 4 3
I I I I I I I I I I
I I I I I I I I I
0,2 0,5 2 5 10 20 50
DEFLEXION ESTATICA EN MILlMETROS

FIGURA 27.4. Relación entre frecuencia natural y deflexión estática para un sistema
lineal de un único grado de libertad.

Efecto del amortiguamiento. Supongamos que un sistema mecánico tiene muy


poco amortiguamiento (está ligeramente amortiguado) y supongamos que la fuerza
de amortiguamiento es proporcional a la velocidad. El sistema se desplaza desde su
posición de equilibrio y se le permite vibrar libremente. Entonces la amplitud de la
vibración se reduce continuamente, como muestra la Figura 27.2b, y se acerca al
cero asintótico. Sin embargo, si el amortiguamiento se hace suficientemente grande,
el sistema no oscila, sino que se desliza gradualmente hacia la posición de equilibrio.
El amortiguamiento crítico del sistema es el valor mínimo del coeficiente de amor-
tiguamiento e que puede producir un deslizamiento gradual sin oscilación. El valor
del amortiguamiento crítico depende del tamaño y frecuencia natural del sistema y
viene dado por Ce = 4 -rrmfn, usando las definiciones de la Ecuación (27.4).
Es conveniente especificar el amortiguamiento como un porcentaje del amorti-
guamiento crítico. El valor (dc e ) suele estar entre 0,01 y 0,10 para la mayoría de las
estructuras, salvo que estén amortiguadas con medios especiales. La relación de
amortiguamiento puede hallarse midiendo la tasa con que la amplitud de la vibra-
ción libre decae con el tiempo.
El descenso logarítmico ~ es el logaritmo natural de la razón entre las amplitu-
des de dos máximos sucesivos cualesquiera (x, y X'+l) y está relacionada con (dc e )
mediante

(27.6)

En un sistema mecánico con poco amortiguamiento, la razón de amplitud se


aproxima a la unidad y es difícil de medir. En ese caso, la razón puede tomarse para
muchas oscilaciones y la Ecuación (19.6) se transforma en

1
~ = -In (x,lx,+n) (27.7)
n

Vibración forzada. Un sistema con un grado de libertad puede forzarse a un mo-


vimiento sinusoidal estable mediante una fuerza oscilatoria actuando sobre la masa
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.7

o mediante la oscilación de la base. Para una fuerza F = Fu cos (21Tft), la amplitud


de la vibración es

(27.8)

donde Fo se expresa en newtons, K en newtons por metro y x() en metros [o donde


Fo es en libras, K en libras por pulgada y X o en pulgadas]. La relación amplitud-des-
plazamiento de la razón de amplitud se muestra gráficamente en la Figura 27.5 en
función de ([ffn) para varios valores de (dcc)' La amplitud de la vibración es a me-
nudo menos interesante que la fuerza transmitida. Hay una fuerza sinusoidal debi-
da al muelle y otra debida al amortiguador. La relación de la fuerza total transmi-
tida es:

(27.9)

La relación de transmisibilidad de la fuerza se muestra gráficamente en la Figura


27.6 en función de ([ffn) para varios valores de (dcc)' Las Ecuaciones (27.8) y (27.9)
se derivan de un sistema ideal de un grado de libertad, como el que muestra la Fi-
gura 27.3.

Movimiento de la base. Si a la base sobre la que el anterior sistema de un grado


de libertad está montado se le da un movimiento u = u() cos (21Tft), como en la Fi-
gura 27.7, la masa se pone en movimiento mediante una fuerza transmitida a través
del muelle y el amortiguador en paralelo. La transmisibilidad del movimiento T =
= (x)u o ), en este caso, es la misma función de fy (dc c ) que la transmisibilidad de la
fuerza para el caso de excitación por fuerza; también viene dada por la Ecuación
(27.9) y la Figura 27.6. Salvo para valores muy altos de (dcc ), el valor máximo de la
transrnisibilidad T es a la frecuencia natural y es Tmax = (ccf2c). A veces, el valor
Tmo.x se denomina la Q del sistema. Un sistema con poco amortiguamiento tiene una
Q alta.

Mecanismos de amortiguamiento. Las aplicaciones de los mecanismos de amorti-


guamiento y su tratamiento se describen en el Capítulo 28; un análisis teórico se
presenta en el Capítulo 37 de Shock and Vibration Handbook l •

Excitación no sinusoidal

El movimiento de los sistemas reales suele ser más complicado que el que muestran
las Figuras 27a o b. En lugar de ello. se parece más al que muestra la Figura 27.2c.
El control de la vibración depende de la relación entre la frecuencia de excitación y
la frecuencia natural y del amortiguamiento. La frecuencia a la que el sistema vibra
bajo condiciones estables es la misma que la frecuencia de excitación; puede medir-
se mediante un filtro de banda fina o un analizador de espectro que esté conectado
27.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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~~
0,01 ~
0,1 0,2 0,5 2 3 5 lO

RELACION FRECUENCIA DE EXCITACION ( f )


FRECUENCIA NATURAL NO AMORTIGUADA --,;;-
FIGURA 27.5. Curvas que muestran la relación amplitud de la vibración-deflexión
estática equivalente, en función de la relación frecuencia de excitación-frecuencia na-
tural no amortiguada. Las curvas se aplican al sistema con amortiguamiento viscoso
de un único grado de libertad, que muestra la Figura 27.3, cuando es excitado por una
fuerza F = Fo cos (21Ttt) [cos (21Ttt)) aplicada a la masa rígida.

a una salida eléctrica del acelerómetro que está conectado a la masa. Todas las fre-
cuencias de interés pueden tratarse por separado. En la mayoría de los casos, las
frecuencias más altas son de escaso interés porque la transmisibilidad es pequeña,
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.9

O~==~==~~~~
e/Ce = O~--+--+--f-~-+-I
8~----~----~-r-+-+-r-4
I 0,05 ~--+--+--+-+---H
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5~----~---I~-+--+-+-+--I-
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0,051---+--+--+-----lH-¡'-,"-;---+---':>'",,~~~
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0,04 1---~I---+---+-------++....-----+--~IrtJ\'\~~'i\~
0,03 t----r---+-f---<-...-~-----+---_+~\Hf-\"""''\~,

0,02 ~-------i-----~-r--++~-----+-----i-t--;\H'lt-1
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0,01 I I ¡I I
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I j ~
0,01 0,2 0,3 0,5 2 3 5 10

RELACION _ _--.:F...:.R:!:E.:::.cU~E:.:N:.:C~IA~DE::....::..:EX~C:::..IT:.:..A.:.::C:.:..:IO::.:.N:..__
FRECUENCIA NATURAL NO AMORTIGUADA
(fn-)
FIGURA 27.6. Curvas de transmisibilidad de fuerza y de desplazamiento para un sis-
tema de un único grado de libertad con amortiguamiento viscoso. En referencia a la
Figura 27.3, la transmisibilidad de la fuerza es la relación entre la fuerza máxima trans-
mitida y la fuerza máxima aplicada F~ la transmisibilidad del desplazamiento es la re-
lación entre la amplitud del desplazamiento X o y la amplitud del desplazamiento apli-
cado.

como ilustra la Figura 27.6. Como resultado, al elegir sistemas para el control de la
vibración, suele ser necesario ocuparse sólo de una o pocas frecuencias excítatorías.
27.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

CUERPO RIGIDO

AMORTIGUADOR VISCOSO
MUELLE~ A
_ .......~_~_---.Ju

FIGURA 27.7. Sistema de un grado de libertad con amortiguador viscoso, excitado


por el movimiento de la base.

Rigidez no lineal

Los muelles enrollados que se utilizan para el aislamiento de la vibración mantie-


nen una relación lineal entre la fuerza y la deflexión estática. Por otro lado, los ais-
lantes de caucho mantienen a menudo una relación no lineal, de manera que la fre-
cuencia natural no puede hallarse a partir de la deflexión estática. Por ejemplo, en
la Ecuación (27.4), la rigidez k es la pendiente de la curva de la fuerza en función de
la deflexión. La rigidez k es una constante allí donde la curva de la fuerza en función
de la deflexión es la línea recta a en la Figura 27.8. La línea b es la curva de la fuerza
en función de la de flexión del típico aislante de caucho para vibración; una masa mI
con un peso W I = mlg aplicado sobre el aislante produce entonces una de flexión XI'
Si el sistema vibra con una amplitud relativamente pequeña, la vibración se corres-
ponde con la de un punto que oscila a lo largo de la curva de fuerza - deflexión a
poca distancia y a ambos lados de una línea vertical XI. Dado que ninguna otra parte
de la curva está implicada en esta vibración, la frecuencia natural del sistema se de-
termina por sus características en la región de deflexión XI' Entonces, la pendiente
k l de una línea recta tangente a la curva en la deflexión XI y el peso mI pueden sus-

125 1---+-J<---+----I,....--+--+-4
Ul
~
o::
~100r--~-_+--~-1-~~
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z
W
u: 75 r---I+-_+--~-+1L-~

~
w 50 t-t-t--r:-l-...+---7''t----i
::J
u.

0.1 0.2 0.3 0.4 0.5


DEFLEXION (x) EN PULGADAS

FIGURA 27.8. Curvas de fuerza-deflexión para un sistema: (a) lineal y (b) no lineal.
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.11

~ 25
\
ri!w ,a
J: 20
zw \

r--. ~
,
~
- ~

10 20 3040 60 100 150


CARGA SOPORTADA POR EL
MUELLE (W) EN LIBRAS

FIGURA 27.9. Curvas que muestran la relación entre la frecuencia natural y la carga
soportada para las curvas fuerza-deflexión (a) lineal y (b) no lineal que muestra la Fi-
gura 27.8.

tituirse en la Ecuación (27.4) para obtener la frecuencia natural. Aunque la curva


de fuerza-deflexión es en sí misma no lineal, si la amplitud de la vibración es peque-
ña, la rigidez eficaz sólo depende de la pendiente local. La mayoría de las vibracio-
nes de interés en los problemas de control de las mismas tienen una amplitud sufi-
cientemente pequeña como para que esta aproximación sea válida.
Si el valor de la carga m en la Ecuación (27.4) aumenta, mientras el valor de k
permanece constante, como indica la curva a en la Figura 27.9,la frecuencia natural
del sistema decrece. Los resultados son parecidos para cargas relativamente peque-
ñas aplicadas al sistema b de la Figura 27.8. Para cargas muy grandes, la rigidez au-
menta más deprisa que la proporcional a la carga y, como indica la curva b de la Fi-
gura 27.9, la frecuencia natural aumenta con cada incremento de la carga. La
ordenada del fondo del valle de la curva b es la frecuencia natural más baja en un
sistema cuya curva de fuerza-deflexión posea las características que muestra la Fi-
gura 27.8b. Algunos aislantes de la vibración están diseñados para poseer curvas de
fuerza-deflexión similares a las de la Figura 27.8b, de manera que para cambios
grandes de carga la frecuencia natural no cambiará de forma apreciable.
Al determinar la frecuencia natural de un sistema no lineal, es importante ob-
servar si la deflexión procede exclusivamente del peso muerto de un cuerpo de
masa. Si la carga m] representa la masa del cuerpo soportado, la Ecuación (27.4) es
válida para el cálculo de frecuenci~s naturales para amplitudes pequeñas. El peso
de la carga puede ser sólo W o , como se indica en la Figura 27.8 (la carga incremental
entre W o y W] puede resultar, por ejemplo, de la sujeción que tira). Dado que XI es
la deflexión,la rigidez apropiada es la pendiente k l • Sin embargo, la única carga de
masa en el sistema está representada por mo = W jg. En la Ecuación (27.4), el valor
mo ha de sustituir a m y el valor de ka a k.
27.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

SISTEMAS CON VARIOS GRADOS DE LIBERTAD (MULTIGRADOSJ

Para muchos sistemas mecánicos, el modelo esquemático preciso es más complica-


do que el presentado anteriormente para un sistema de un único grado de libertad.
Como resultado, el análisis matemático correspondiente es considerablemente más
difícil. Los detalles se describen en el Capítulo 2 de Shock and Vibralion Hand-
book 1• Allí se muestra que cualquier sistema real tiene un gran número de frecuen-
cias naturales, cada una de ellas correspondiente a una distribución espacial concre-
ta de amplitudes de vibración o forma.

REFERENCIA

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and Vibration Handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
Capítulo 28
TECNICASDECONTROLDE
LA VIBRACION

Eric E. Ungar
Douglas H. Sturz

INTRODUCCION

El control de la vibración, o sea, mantener las vibraciones dentro de unos límites


aceptables, se suele tener en cuenta para: (1) proteger el equipamiento, las estruc-
turas y el personal de las vibraciones excesivas y (2) limitar el sonido irradiado por
las superficies estructurales vibrantes.

Este capítulo considera los métodos para el control de la vibración que son fá-
cilmente aplicables y útiles en una variedad de situaciones prácticas. Aporta un
marco de referencia para considerar los problemas de control de la vibración. pre-
senta una visión general de los enfoques sobre el mismo y comenta los medios más
frecuentemente utilizados para el control de la vibración, el aislamiento y el amor-
tiguamiento. Este capítulo no describe las técnicas de reducción de la vibración
especializadas que sólo resultan útiles en manos de expertos o que precisan de
medidas y análisis detallados. Estas técnicas especializadas se comentan en la Re-
ferencia 1.
Suele resultar útil contemplar un problema de control de la vibración en térmi-
nos de los tres elementos que muestra esquemáticamente la Figura 28.1 a: una fuen-
te. que genera fuerzas o movimientos vibratorios; un receptor, que está afectado por
las vibraciones o irradia un sonido no deseado; y una vEa. a lo largo de la cual las vi-
braciones se transmiten entre la fuente y el receptor. Estos elementos se ilustran en
la Figura 28.lb, que muestra: (1) una fuente, que produce una vibración como re-
sultado de las fuerzas de inercia asociadas a una masa guiada por una leva; (2) una
vEa, representada por una placa que se mantiene rígida mediante anclajes, y (3) un
receptor, consistente en un marco al que están conectados varios sistemas de masa-
muelle, representando componentes de la máquina que tienen características de
respuesta dependientes de la frecuencia (y/o radiación de sonido). No es fundamen-

28.1
28.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Fuente Vía Receptor

Produce Transmite Está afectado


vibración vibración por la vibración
(a)

Masa guiada por una leva Radiador de


sonido vibratorio
Bastidor (marco)
Componentes
internos
Bastidor
. . . . ....-Conexión . . . . . . . . ._~- Conexión
:::;::::;:::==:::;::;::-:::J
C::
El
J

Fuente J '41 d
Receptor
Vía
(b)

FIGURA 28.1. Esquema fuente, vía, receptor. (a) Diagrama de flujo; (b) ejemplos
ilustrativos.

tal que la línea divisoria se elija entre la fuente y la vía o entre la vía y el receptor;
p. ej., las conexiones (sean rígidas o flexibles) entre las máquinas que producen vi-
bración y sus apoyos pueden considerarse como parte de la fuente o de la vía, y una
afirmación análoga se aplica a las conexiones entre las estructuras de apoyo y el
equipamiento sensible a la vibración que soportan. Aunque la ilustración sólo
muestra una fuente, una vía y un receptor, a menudo, en una situación práctica con-
creta, están presentes varias fuentes, vías y receptores de igual importancia. La Fi-
gura 40.1 ilustra la aplicación del esquema fuente-vía-receptor al ruido generado
por una máquina.

CONTROL DE LA VIBRACION EN LA FUENTE

El control de la vibración en su fuente suele ser el más eficaz si es factible en la prác-


tica. La vibración se produce por fuerzas oscilatorias o intermitentes. La reducción
de la vibración en la fuente suele requerir: (1) modificación o reducción de esas
fuerzas o (2) reducción de los movimientos de los componentes del equipamiento
sobre los que estas fuerzas actúan directamente.

Modificación de la excitación

El control de la vibración en la fuente puede implicar: (1) reemplazar un elemento


por otro que vibre menos. por ejemplo. cambiar un compresor alternativo por otro
rotatorio; (2) cambiar la dirección, magnitud, forma del pulso o contenido de fre-
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.3

cuencia de las fuerzas o movimientos que constituyen la causa básica de la vibra-


ción, por ejemplo, reorientando la máquina, de manera que las fuerzas vibratorias
dominantes actúen en una dirección en que la estructura sobre la cual se apoya la
máquina deflecte menos rápidamente; (3) mejorar el equilibrio dinámico de la
fuente de vibración, o (4) modificar los mecanismos internos de la máquina. «De-
sintonizar» la fuente suele resultar útil si el receptor es particularmente sensible a la
vibración en un rango de frecuencias determinado, o si la transmisión de la vibra-
ción es particularmente eficaz en un rango concreto de frecuencias; se modifica la
fuente de manera que produzca menos vibración en ese rango de frecuencias.
Algunos sistemas de modificación de la excitación se ilustran en la Figura 28.2.
El perfil de la leva se ha modificado para cambiar la firma temporal del pulso de
fuerza que genera y, por tanto, su contenido en frecuencia, con el fin de ayudar a de-
sintonizar la fuerza existente. La velocidad de la máquina rotativa se cambia para
ayudar a la de sintonización; una reducción en esta velocidad también reduce la
magnitud de las fuerzas de inercia asociadas con los elementos rotatorios alternati-
vos y desequilibrados. Un peso de equilibrio se añade al rotor para reducir su de-
sequilibrio. Con el fin de reducir su fuerza de inercia, se reduce la magnitud de la
masa alternativa. Se cambia la dirección del movimiento alternativo para que la
fuerza de inercia asociada a este movimiento actúe en paralelo con la estructura de
apoyo; esta estructura es menos susceptible a la vibración en esta dirección.

Reducción de las fuerzas que producen la vibración

Fuen;as de impacto. La vibración debida a impactos puede reducirse mediante la


modificación de la interacción de los componentes que se golpean entre sí para pro-
ducir los impactos, siempre que estas modificaciones no limiten su funcionamiento.

Tratamiento de amortiguamiento añadido al bastidor


Perfil modificado de la leva
Pesa de equilibrio añadida al rotor
Velocidad modificada
......... - . _ Masa alternativa reducida y reorientada
Rigidez añadida al bastidor

Bloque de inercia
Absorbedor dinámico
"'¡.·--~----~~A~islador de la vibración

L-L=::rc:=::::;;:=r-..IV::::==~R;:igideZ o masa añadida a la estructura de apoyo


de amortiguamiento añadido a la estructura de apoyo
Absorbedor dinámico añadido a la estructura de apoyo

FIGURA 28.2. Ilustración esquemática de algunos sistemas para modificar la exci-


tación de la vibración de una fuente y para reducir las fuerzas transmitidas desde una
fuente a una estructura.
28.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Por ejemplo, en una máquina de estampado, una fuerza reducida que se aplica más
lentamente y que actúa sobre un período más largo puede sustituir a otra más rá-
pida, pero con una fuerza de estampado mayor. Si es factible, las fuerzas de impacto
pueden reducirse introduciendo almohadillados, p. ej., en forma de un metal blan-
do (como plomo, que habrá que cambiar cada cierto tiempo), caucho o plástico.

Fuerzas de desequilibrio. Las fuerzas que resultan del desequilibrio de los com-
ponentes rotativos o alternativos pueden reducirse equilibrándolos o reemplazán-
dolos por otros más equilibrados. Equilibrar los sistemas rotativos requiere equi-
pamiento y técnicas especializada~. Si la finalidad es controlar el ruido, equilibrar
los sistemas alternativos suele resultar difícil y poco práctico. La norma 1940 de la
International Organization for Standardization (ISO) ha establecido grados de ca-
lidad de equilibrio para muchos tipos de máquinas. Estos grados especifican las
magnitudes permisibles de desequilibrio y pueden utilizarse para estimar la magni-
tud del desequilibrio en una máquina concreta o para especificar la calidad del equi-
librio preciso.

Fuerzas de rozamiento. Las fuerzas de rozamiento inestables suelen estar produ-


cidas por la mala lubricación o por las combinaciones desfavorables de materiales
deslizantes, velocidades relativas y propiedades dinámicas del sistema. En casos ex-
tremos, la fricción no constante puede producir severas vibraciones y ruido, como
en las máquinas que «castañetean» o los frenos que chirrían. A veces, estas fuerzas
no constantes pueden eliminarse mejorando la lubricación o cambiando los mate-
riales de contacto, la geometría de las superficies deslizantes y/o las propiedades
(masa, rigidez, frecuencias de resonancia) de los componentes participantes.

Fuerzas electromagnéticas. Habitualmente, las fuerzas electromagnéticas, como


las que se producen en los motores eléctricos y los transformadores (véase Capítu-
los 34 y 35), no pueden cambiarse sin modificar estos aparatos significativamente.
Sin embargo, sus efectos pueden mitigarse mediante la sustitución por materiales
no magnéticos y/o no conductores eléctricos, cuando sea aceptable el uso de estos
materiales.

Fuerzas inestables de interacción mecánica. Las fuerzas de interacción, como las


que se producen entre engranajes cruzados o en rodamientos de bolas, suelen re-
ducirse mediante la sustitución de componentes o mediante cambios de diseño. La
vibración y el ruido debidos a engranajes, comentados en el Capítulo 36, pueden re-
ducirse mediante conjuntos de engranajes helicoidales o espirales, en lugar de en-
granajes de espuela o biselados, mediante engranajes de alta calidad (fabricados
para tolerancias menores) o engranajes con pasos más pequeños y dientes más cor-
tos, mejorando el alineamiento entre engranajes parejos y mejorando su lubrica-
ción. Las vibraciones debidas a los rodamientos pueden reducirse utilizándolos de
mejor calidad, fabricados para tolerancias más reducidas (véase Capítulo 37).

Fuerzas dejluidos. Las fuerzas de fluidos inestables, que resultan de aparatos que
mueven fluido, como compresores, bombas, ventiladores y secadores, pueden re-
ducirse cambiando las características de su funcionamiento (p. ej., presión o tasa de
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.5

flujo), modificándolos o insertándolos en componentes de vía fluida que reducen


las fuerzas inestables (véase Capítulos 41 y 45). Las fuerzas inestables que resultan
de los flujos turbulentos o vórtices pueden reducirse mediante la aplicación de apa-
ratos supresores de turbulencia o vórtices 3•

Fuerzas debidas a la interacción fluido-estructura. Cuando surgen fuerzas ines-


tables de interacción entre el fluido y la estructura debido a oscilaciones (una inte-
racción inestable entre un componente estructural y un flujo fluido), la reducción de
estas fuerzas suele requerir que se elimine la condición inestable (p. ej., véase Re-
ferencia 4). Esta eliminación puede lograrse cambiando la configuración de la es-
tructura expuesta al flujo o mediante un cambio en la velocidad o dirección del flu-
jo. En algunos casos, la incidencia de las oscilaciones puede suprimirse aumentando
el amortiguamiento de la estructura.
El mismo enfoque de reducción se aplica en casos en que las fuerzas inestables
son el resultado de la interacción de movimientos estructurales con fuerzas fluidas
asociadas con la expansión del vórtice a partir de la estructura. En todos los casos,
hay que tener cuidado para que las modificaciones no cambien simplemente las fre-
cuencias en que se producen los problemas.

Reducción de las fuerzas transmitidas

El control en la fuente también puede lograrse mediante la reducción de las fuerzas


vibratorias que transmite una máquina a las estructuras a las que está conectada.
Las reducciones de las fuerzas transmitidas pueden lograrse: (1) añadiendo «absor-
bedores dinámicos» al marco o apoyo de la máquina; (2) modificando el bastidor;
(3) mejorando el aislamiento entre los componentes internos de la máquina y el
bastidor, o (4) mejorando el aislamiento entre el bastidor y la estructura de apoyo
de la máquina. Algunos de estos medios para reducir la vibración se ilustran en la
Figura 28.2. El aislamiento de la vibración (la inserción de elementos flexibles entre
la máquina y su apoyo) es a menudo el mejor enfoque práctico.
Un absorbedor dinámico o amortiguador sintonizado es útil para suprimir las vi-
braciones que se producen esencialmente a una frecuencia de excitación fija. Este
absorbedor, en esencia, es una masa que se conecta a través de un muelle a una má-
quina o estructura cuya vibración se quiere reducir, donde el muelle y la masa se eli-
gen de manera que la frecuencia natural de su sistema coincida con la frecuencia de
excitación. A esta frecuencia, la fuerza que este sistema ejerce sobre la máquina o
estructura se opone al movimiento vibratorio de esta última. A otras frecuencias,
sin embargo, un absorbedor conectado puede aumentar este movimiento de vibra-
ción o tener muy poco efecto sobre él. La Figura 28.2 muestra un absorbedor diná-
mico conectado al bastidor de una máquina para reducir su movimiento, así como
absorbedores conectados a la estructura de apoyo, para reducir la vibración en los
puntos de soporte. En la Referencia 5 aparece un comentario amplio sobre absor-
bedores dinámicos.
Los aumentos o cambios en la distribución espacial de la masa del bastidor de la
máquina, de la rigidez y/o del amortiguamiento también pueden resultar útiles en la
reducción de las fuerzas transmitidas a la estructura soporte. Una mayor masa efec-
28.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tiva, como la que puede obtenerse añadiendo un gran «bloque de inercia» a una
máquina (mostrado esquemáticamente en la Figura 28.2), aumenta la inercia que
las fuerzas de la máquina tienen que vencer para producir movimiento; los bloques
de inercia se describen en la sección siguiente. Los aumentos en la rigidez (como se
indica mediante los enrigidecedores mostrados en la Figura 28.2) sirven para redu-
cir las deformaciones vibratorias del bastidor; los aumentos en el amortiguamiento
del bastidor reducen las deformaciones a sus resonancias.

Reducción del movimiento del punto de conexión

Los movimientos de vibración que produce una fuente en una estructura a la que
está unida pueden reducirse aumentando la resistencia al movimiento de la estruc-
tura soporte. Esto puede lograrse aumentando la rigidez de la estructura, la masa o
el amortiguamiento, dependiendo de qué parámetro controle los movimientos de la
estructura a las frecuencias de interés o añadiendo absorbed ores dinámicos. Estos
medios para aumentar la resistencia al movimiento del apoyo se ilustran esquemá-
ticamente en la Figura 28.2.
Los aumentos de rigidez son más beneficiosos para frecuencias por debajo de la
frecuencia de resonancia fundamental de la estructura; los aumentos de masa son
más beneficiosos para frecuencias altas. Los cambios de masa o rigidez también
producen cambios en las frecuencias de resonancia de la estructura. Mediante una
selección adecuada, las resonancias de la estructura pueden sintonizarse para ale-
jarlas de las frecuencias de excitación, reduciendo así las vibraciones de la estruc-
tura, pero una selección inadecuada puede provocar el efecto contrario. Si no puede
lograrse la sintonización para evitar el emparejamiento de las frecuencias de reso-
nancia de excitación y estructural, como suele suceder con la excitación de banda
ancha o con estructuras que tienen muchas frecuencias de resonancia dentro del
rango de frecuencias de interés, el aumento del amortiguamiento constituye el me-
jor medio para reducir las vibraciones estructurales. La acción de los absorbedores
dinámicos se comenta en una sección posterior.

CONTROL DE LA V/BRAC/ON EN LAS V/AS DE TRANSM/S/ON

Discontinuidades en la vía de transmisión

A menudo, la propagación de las vibraciones desde la fuente hasta el receptor se re-


duce mejor interrumpiendo la vía de transmisión. Si los requisitos estructurales o de
apoyo hacen imposible la interrupción completa, pueden utilizarse discontinuida-
des parciales, que consisten en elementos cuyas características de masa y rigidez di-
fieren notablemente de las de los elementos estructurales vecinos. Por ejemplo, es-
tas discontinuidades pueden consistir en uniones elásticas, juntas de culata u otros
elementos flexibles (indicados esquemáticamente en la Figura 28.3) que son mucho
más blandos que las placas de metal, vigas o tuberías a los que están conectados.
Para mejorar la eficacia de una unión elástica, a menudo es útil añadir rigidez o
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.7

Injerto elástico
o junta Cambio en
la sección

¿.-----b L-....,Ir-"~==-~:;:~/
~rafuerte
Contrafuerte
Masas de bloqueo
Absorbedor dinámico

Vía de desviación de la energia


Tratamiento de amortiguamiento
..--~
!~--. . . . . ._>~

Elemento extendido de la vía

FIGURA 28.3. Ilustración esquemática de algunos sistemas del control de la vibra-


ción en las vías de transmisión.

masa a uno o ambos lados de la unión. Para frecuencias altas, se puede obtener una
considerable atenuación a partir de los cambios en la sección transversal de la vía,
incluso sin cambiar el material.
La atenuación puede lograrse mediante dispositivos que impidan los movimien-
tos estructurales a lo largo de la vía. Unos contrafuertes bien colocados (p. ej., una
nervadura añadida a una placa de metal, como muestra esquemáticamente la Fi-
gura 28.3) pueden servir para este propósito, como también unas «masas de blo-
queo» adecuadamente colocadas, es decir, masas compactas (véase Figura 28.3) cu-
yas inercias de traslación y rotacional inhiben la transmisión de la vibración, como
se comenta en detalle en la Referencia 6. Una masa que está conectada a la estruc-
tura de una vía mediante un elemento flexible (véase Figura 28.3) actúa como un
«absorbedor dinámico». Este dispositivo tiende a reducir el movimiento de la es-
tructura en el punto de unión a la frecuencia de resonancia del absorbedor, impi-
diendo así la propagación de las vibraciones más allá del punto de conexión para
esa frecuencia. Los absorbedores dinámicos se comentan brevemente en la sección
«Reducción de las fuerzas transmitidas» y en detalle en la Referencia 5.
Si la transmisión de las vibraciones es un problema concreto en un rango deter-
minado de frecuencias (debido a la sensibilidad del receptor y/o debido a la severi-
dad de las vibraciones generadas por las fuentes en ese rango). se debe considerar
la desintonización de la vía; o sea, ajustar sus características de manera que trans-
mita las vibraciones relativamente mal en el rango de frecuencias de interés.

Dispersión y disipación de la energía

Dado que la energía vibratoria añadida a una estructura en un punto de entrada


(fuente) se extiende sobre la estructura, resulta útil colocar el receptor tan lejos
como sea posible de la fuente, de manera que sea alcanzado por menos energía. Las
reducciones en la propagación de la energía vibratoria, y por lo tanto en la energía
que llega al receptor, también pueden lograrse aumentando el amortiguamiento
28.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(capacidad de disipación de la energía) de las estructuras que constituyen la vía, por


ejemplo, por los medios comentados más adelante en este capítulo en la sección
«Tratamientos y dispositivos de amortiguamiento». Ya que tanto la atenuación de-
bida a la dispersión de la energía como la debida a su disipación suelen aumentar
con la longitud de la vía, resulta útil hacer que ésta posea circuitos de propagación
apropiados. En algunos casos, pueden añadirse elementos estructurales para des-
viar parte de la energía de la vía principal y así reducir la energía que llega al recep-
tor.

CONTROL DE LA VIBRACION EN EL RECEPTOR

Modificación del receptor

Si el receptor consiste en un elemento específico de equipamiento, sería posible eli-


minar los efectos adversos de la vibración modificándolo. Por ejemplo, puede lo-
grarse una reducción de los fallos estructurales empleando una construcción más re-
sistente a la fatiga, distintos materiales, aumentando el amortiguamiento de la
estructura, modificando los métodos de anclaje, utilizando configuraciones con me-
nos concentraciones de tensión o utilizando una espuma rígida entre los tableros de
circuitos y entre los componentes electrónicos. También pueden reducirse fallos y
otros efectos perjudiciales utilizando mecanismos y componentes electrónicos más
tolerantes a la vibración o fortaleciendo, interconectando, aislando, amortiguando
o «robusteciendo» los elementos sensibles dentro de un receptor. Si la radiación del
sonido desde un componente del receptor (como puede ser una parte oscilatoria de
una máquina o un cerramiento o un conducto de lámina de metal) es un problema,
puede ser útil reducir el área del componente o perforarlo para reducir su eficacia
de radiación.
En situaciones en que la vibración problemática que llega al receptor está con-
finada a un cierto rango de frecuencias, resulta útil desintonizarlo, es decir, modifi·
carIo (o a sus componentes) de manera que sea menos sensible a la vibración en ese
rango de frecuencias. La Figura 28.4 ilustra algunas de las posibilidades de modifi-
cación del receptor antes mencionadas.

Reducción del movimiento del punto de conexión

La reducción de la vibración de una estructura a la que está conectado el receptor


puede servir para reducir la vibración que alcanza a éste. Esta reducción puede im-
plicar un aumento de la rigidez. masa o amortiguamiento de la estructura, como se
comentó anteriormente en «Reducción del movimiento en el punto de conexión» y
«Control de la vibración en la fuente» y como se ilustra en la Figura 28.4.
Un sistema absorbedor dinámico de masa-muelle (como se comentó anterior-
mente en «Reducción de las fuerzas transmitidas» ) anclado a la estructura de apoyo
en el punto de conexión (véase Figura 28.4) puede servir para reducir el movimien-
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.9

Material, diseño, orientación Tratamiento de amortiguamiento


del componente modificado añadido al bastidor
Radiador del sonido desintonizado,
fii.iiiiii.iiíl-_.....t.~perforadO, con dimensiones reducidas

~tl.Z~I---- Componente desintonizado, amortiguado

Ii¡.r~=-- Componente anclado al bastidor

Bloque de inercia

Aislador de la vibración
&;;=;:¡~~rc=;;=;;=;:¡¡~~j;~-- Estructura de apoyo

Contrafuertes o masas
Tratamiento de amortiguamiento
Absorbedor dinámico en el punto de conexión

AGURA 28.4. Ilustración esquemática de algunos sistemas para el control de la vi-


bración en el receptor.

to de vibración en ese punto para frecuencias próximas a la frecuencia de resonan-


cia del absorbedor dinámico.

Reducción de la vibración del receptor

La vibración transmitida a un receptor desde las estructuras que le rodean pueden


reducirse, como ilustra la Figura 24.4, añadiendo aislantes de la vibración entre el
receptor y las estructuras y/o añadiendo masa al receptor, posiblemente en forma
de un bloque de inercia. La vibración del receptor para una frecuencia determinada
también puede reducirse añadiendo al receptor o a su base un «absorbedor dináz-
mico», sintonizando la frecuencia de resonancia del sistema de muelle-masa a la fre-
cuencia especificada.

AISLAMIENTO DE LA VIBRACION

El término aislamiento de la vibración hace referencia a la inserción de un elemento


relativamente blando y elástico, denominado aislador de la vibración, entre dos
componentes que han de estar conectados entre sí, donde uno de ellos vibra y el
otro está protegido de esta fuente de vibración. El aislamiento de la vibración pue-
de resultar útil: (1) entre una fuente de vibración y su apoyo, (2) en una vía de trans-
misión y (3) entre el apoyo y el receptor, así como dentro de máquinas que poseen
componentes generadores de vibración o dentro del equipamiento que incorpora
elementos sensibles a la vibración.
28.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Selección de aisladores

La elección de los aisladores para una aplicación específica está regida por la mag-
nitud de la reducción de la vibración, o aislamiento, necesario en presencia de las al-
teraciones dinámicas previstas. También está condicionada por las fuerzas estáticas
(incluyendo los pesos) que han de soportar los aisladores y por las características
(magnitudes, direcciones, contenido de frecuencias) de las fuerzas alteradoras.
Además, está influida por requisitos ambientales (p. ej., resistencia a la sacudida
mecánica, temperaturas, agentes químicos corrosivos), por limitaciones de peso y
espacio (incluyendo los límites de las excursiones permisibles de los elementos ais-
lados) y por consideraciones de seguridad y coste. La selección de los aisladores se
describe en detalle en el Capítulo 29.

Típicos aisladores de la vibración

Los aisladores de la vibración suelen consistir en muelles de metal (habitualmente


acero), componentes moldeados elastoméricos (habitualmente de caucho o neopre-
no), planchas o parches de materiales elásticos, o combinaciones de éstos, habitual-
mente con marcos y medios de conexión adecuados a las aplicaciones específicas.
En los catálogos de los distribuidores pueden encontrarse los detalles respecto a los
tamaños, las capacidades de carga y rasgos especiales de los aisladores comerciali-
zados. La Figura 29.3 muestra ejemplos de varios tipos de aisladores. En el Capítulo
29 puede encontrarse un comentario amplio sobre tipos de aisladores y sus carac-
terísticas.

Aisladores especiales de baja frecuencia

Las vibraciones a frecuencias extremadamente bajas pueden aislarse mediante dis-


posiciones de péndulo. muelles de aire o sistemas de aislamiento activo.

Aisladores péndulo. Las disposiciones en péndulo. por sí mismas, sólo aíslan la vi-
bración horizontal. La frecuencia natural de esta configuración varía inversamente
a la raíz cuadrada de la longitud del péndulo. Un péndulo que tenga 10 cm de lon-
gitud (3.97 in) posee una frecuencia natural de aproximadamente 1,6 Hz; los pén-
dulos más largos dan como resultado frecuencias naturales más bajas. Si también es
preciso el aislamiento en dirección vertical. el péndulo puede estar sujeto por un
muelle de aire o un resorte blando.

Aisladores de muelle de ai~ Los muelles de aire obtienen su elasticidad funda-


mentalmente de la compresibilidad de volúmenes de aire confinados7 • Estos aisla-
dores pueden tomar la forma de cojines de caucho llenos de aire o la disposición de
pistón en cilindro. La rigidez de esta configuración es proporcional a pA1N. donde
p denota la presión estática del aire confinado, A el área de la cara del pistón y Vel
volumen confinado. El producto pA es igual a la carga estática soportada por el
muelle. La rigidez baja y por tanto frecuencias naturales bajas se obtienen al usar un
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.11

volumen mayor; por esta razón, algunos sistemas comercializados de muelles de


aire incluyen un tanque auxiliar (que se comunica con el cilindro) para aumentar el
volumen confinado. En la práctica, los muelles de aire pueden aportar frecuencias
de resonancia verticales y horizontales tan bajas como 1 Hz. Los muelles de aire del
tipo cojín pueden tener distinta rigidez vertical y horizontal; algunos pueden ser
inestables lateralmente y requerir cierta forma de freno lateral.
Debido a que las disposiciones de aislamiento mediante muelles de aire pueden
tener muy poca rigidez, a menudo se utilizan en conjunción con otros sistemas de
control que mantienen automáticamente la posición y orientación del elemento ais-
lado en presencia de cambios en la distribución de su peso u otras fuerzas cuasi-es-
táticas. Los sistemas de muelle de aire se comentan en detalle en la Referencia 7.

Aisladores activos. Los sistemas de aislamiento activo de la vibración son siste-


mas de control dinámico en que la vibración del elemento que hay que proteger se
observa mediante un transductor; la salida de este transductor se procesa (habi-
tualmente de forma electrónica) y se utiliza para dirigir un dispositivo que actúa so-
bre el elemento para reducir su vibración. Los sistemas activos pueden aportar me-
jor aislamiento que otros tipos de sistema bajo algunas condiciones (sobre todo en
presencia de alteraciones a frecuencias muy bajas), pero tienden a ser extremada-
mente complejos, en comparación con los sistemas «pasivos». La Referencia 7 apor-
ta información amplia sobre los aisladores neumáticos y activos.

Mejora del rendimiento del sistema de aislamiento

Aumento de la rigidez dinámica de las estructuras aisladas. Para ser eficaz, un


aislador debe ser mucho más flexible que cualquiera de las estructuras a que está
conectado; en caso contrario, las estructuras deflectan más que el aislador. Cuando
la estructura a cualquier lado del aislador es muy flexible, aumentar la rigidez de la
estructura o añadirle masa y/o amortiguamiento puede mejorar el rendimiento del
aislador.

Evitar puentes. Hay que tener cuidado para asegurarse de que los aisladores se
pueden mover sin restricción y de que no se produce «puenteo». El «puenteo» es
una transmisión no intencionada de vibración a través de vías no flexibles, «corto-
circuitando» así al aislante flexible. Los aisladores con carcasas (cerramientos pro-
tectores) deben estar alineados adecuadamente, de manera que los elementos de
cubrición no se atasquen entre sí. A menudo, el mantenimiento de este alineamien-
to resulta difícil en la práctica. Por esta razón, siempre que sea posible, hay que usar
muelles estables que no requieran carcasas. Hay que comprobar las instalaciones de
aislamiento para asegurarse de que ni los montajes ni los tornillos de alineación in-
terfieren con el movimiento libre de los aisladores, y de que no haya cascotes ni
otros desechos bajo la máquina que pudieran limitar el movimiento libre del siste-
ma aislado. La Referencia 8 presenta numerosos detalles prácticos de instalaciones
de aisladores.
Si los tornillos han de prolongarse a través de una plancha de aislador, deben te-
28.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ner arandelas y manguitos elastoméricos blandos (p. ej., véase Figura 28.5), de ma-
nera que no puenteen la plancha aislante.
El puenteo a través de tuberías, conductos, ejes, cables tensos, etc., que conec-
tan elementos y estructuras entre los aisladores, puede evitarse mediante el uso de
tubos flexibles, como los que muestra la Figura 28.6. Los tubos flexibles de caucho
o tubos plásticos pueden resultar útiles para el aislamiento en los sistemas de tube-
rías; pueden precisarse secciones de tuberías o conducciones de metal flexible: (1) si
la temperatura o la presión son altas, (2) si se transmiten fluidos químicamente ac-
tivos o (3) si está prescrito por un código de ensayo. La tubería habitual de metal
flexible no suele ser satisfactoria en el caso de gases a presiones muy altas o sustan-
cias volátiles altamente peligrosas. Los tubos corrugados, sin costuras o soldados,
con perfilado exterior y ajustes integrales interiores en los extremos no son suscep-
tibles de producir pérdidas y por tanto son adecuados para contener sustancias vo-
látiles y gases bajo presión. Sin embargo, la mayoría de los tubos y tuberías metáli-
cos son relativamente rígidos y deben utilizarse en configuraciones largas, curvadas
o de bucle, como ilustra la Figura 28.7, para obtener flexibilidad.
No deben utilizarse juntas de expansión de caucho, plástico (p. ej., teflón) o fue-
Pata del

Apoyo de hormigón

ANCLAJE EN HORMIGON
Pata del equipamiento

Plancha flexible de tamaño


adecuado a la carga

ita de acero para


limitar la compresión
de la plancha flexible
ANCLAJE A UN ELEMENTO ESTRUCTURAL

FIGURA 28.5. Sistemas para evitar el puenteo del aislador en la conexión anclada.
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.13

(a) (b)

(e)

(d)
FIGURA 28.6. Tubos y tuberías flexibles. (a) Tubería corrugada con trenzado; (b) tu-
bería corrugada; (e) tubo de goma; (el) detalle de una tubería corrugada con trenzado.

Hes de metal en lugar de las conexiones largas y flexibles comentadas anteriormen-


te. Estas juntas de expansión podrían necesitar ensamblajes de varillas y traviesas,
ya que no pueden aguantar por sí mismas las cargas axiales impuestas sobre ellas
por las presiones internas; estos ensamblajes de varillas y traviesas sirven como
puente de las vías de transmisión de la vibración.

Dinctrices para utilizar tub~riasf1exibles. Deben observarse las siguientes direc-


trices generales en la instalación de tuberías flexibles:
1. Se conectan los tubos flexibles a los elementos de conexión en lugares en que
haya relativamente poco movimiento de vibración y en que las estructuras de estos
elementos sean más masivas. Esto puede reducir la vibración transmitida a lo largo
del tubo.
2. Si un extremo de la tubería experimenta grandes desplazamientos con res-
pecto al otro o si la tubería ha de tener muy poca rigidez, debe incluirse una gran
curva o bucle en la tubería flexible. El bucle ha de estar dispuesto de manera que el
movimiento vibratorio esté distribuido a lo largo de toda la longitud de la parte fle-
xible; si el movimiento sólo se produce cerca de sus extremos, el desgaste excesivo
que resulta de las concentraciones de tensión en las conexiones de los extremos
28.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Equipamiento
vibratorio

Bucle de
tubería '--.. . . ----'T~ Aisladores de la vibración
flexible

FIGURA 28.7. Instalación de tuberías flexibles.

puede acortar la vida de la tubería. La Figura 28.7 muestra una disposición reco-
mendada que asegura la distribución del movimiento a lo largo de toda la longitud
del conducto flexible.
Debido en parte a que los elementos de tubería flexible hacen poco por atenuar
la vibración transmitida a través del fluido en su interior, a menudo resulta práctico
mantener conexiones rígidas convencionales entre las tuberías y el equipamiento
aislado y aislar las tuberías de otras estructuras. Hay gran variedad de colgadores
flexibles de tubos comercializados con este propósito. El aislamiento de las tuberías
para el control del ruido en los edificios se describe en el Capítulo 45.

Acoplamientos flexibles

Los acoplamientos flexibles ayudan a reducir la sacudida y la vibración, a eliminar


los problemas de ruido, a minimizar las fuerzas destructivas transmitidas a otros
componentes y a mejorar la comodidad del operador.
Los motores (sobre todo las del tipo de combustión interna) dirigen otros equi-
pamientos, como transmisiones, bombas hidráulicas y compresores. El equipamien-
to dirigido. conectado directamente a la máquina, puede ser sensible a la vibración
por torsión y necesitar protección para prevenir el daño en engranajes y otros com-
ponentes. Puede obtenerse un aislamiento mediante un acoplamiento torsional-
mente flexible que pueda transmitir la torsión, a la vez que aporta aislamiento de la
vibración torsional que proviene del motor. Los acoplamientos con flexibilidad de
torsión se utilizan sobre todo con máquinas alternadoras.
Si el motor no está conectado directamente a un volante, la conexión del eje no
puede hacerse lo suficientemente rígida en torsión como para colocar la primera ve-
locidad crítica por encima del rango de velocidad de funcionamiento. Cuando la ve-
locidad crítica se produce dentro del rango de velocidad de funcionamiento, los
componentes de la línea motriz (como las partes de la transmisión) vibran por re-
sonancia; esto produce un falJo temprano de estos componentes. Además, puede
existir un mal alineamiento angular y paralelo de la dirección y el eje a que está co-
nectada. En este caso, el acoplamiento flexible no sólo debe poseer capacidad de
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.15

aislamiento torsional, sino también acomodarse a la falta de alineamiento angular y


paralelo.
Pueden utilizarse mecanismos distintos a los acoplamientos flexibles para redu-
cir la vibración torsional, pero no suelen resultar satisfactorios. Por ejemplo, hacer
más rígido el eje de dirección aumenta la velocidad crítica, pero la rigidez no suele
resultar práctica porque da como resultado un aumento en el coste y en el peso. Au-
mentar la inercia del volante reduce la velocidad crítica, pero esta solución está li-
mitada por el espacio disponible, el coste y el peso. Un acoplamiento con poca ri-
gidez torsional en serie con la dirección suele ser la mejor solución. Esta hace
descender las frecuencias naturales, lejos de las frecuencias de excitación del equi-
pamiento en funcionamiento. Un acoplamiento flexible no durará mucho si el sis-
tema motriz funciona próximo a la resonancia. Hay que realizar un análisis torsio-
nal en cada nueva aplicación para asegurarse de que las velocidades críticas no
están dentro del rango de funcionamiento. Este análisis aportará la base para una
selección de la rigidez adecuada para un buen rendimiento. La masa del motor, la
masa del acoplamiento flexible, la masa del sistema motriz y la rigidez de torsión
son los parámetros mínimos precisos para un análisis torsional. Este análisis consi-
dera los sistemas de masa-muelle de los elementos rotatorios para calcular la fre-
cuencia natural y compara la frecuencia natural con la excitación torsional.
La elección de un elastómero para un acoplamiento flexible depende de las con-
diciones ambientales. La mayoría de las aplicaciones utilizan caucho natural si las
temperaturas ambientales de funcionamiento no superan los 82 oC (180°F) Yno hay
aceite presente. Si hay aceite, debe emplearse neopreno. A temperaturas más altas,
deben utilizarse varios elastómeros sintéticos, como silicona; si hay aceite, la fluo-
rosilicona es más adecuada.

Bases de acero y bloques de inercia

En algunas aplicaciones, no es deseable o factible montar una máquina directamen-


te sobre los aisladores de la vibración. En lugar de ello, la máquina se conecta a un
bloque rígido y relativamente pesado (habitualmente de hormigón) que se apoya
entonces mediante los aisladores adecuados; el uso de este bloque de masa (deno-
minado bloque de inercia) es aconsejable por las siguientes razones:
1. Si una máquina (como un motor diesel, martillo de forja o máquina de exa-
men de la vibración) genera fuerzas relativamente grandes durante su funciona-
miento, el movimiento general de la máquina sobre su sistema de aislamiento tien-
de a hacerse excesivo, salvo que su masa efectiva se aumente considerablemente.
Este aumento de la masa efectiva puede lograrse conectando rígidamente la má-
quina a un bloque de inercia y montando éste sobre los aisladores.
2. En aplicaciones en las que la frecuencia de excitación es baja, la frecuencia
natural del sistema debe ser muy baja, con el fin de obtener una transmisibilidad
baja y por tanto un buen aislamiento de la vibración. A menudo surgen problemas
cuando se intenta montar la máquina sólo por su base, ya que, debido a la baja ri-
gidez de este tipo de sistema, tiende a ser inestable y a permitir un movimiento ex-
cesivo. Puede ser difícil de lograr un aislamiento efectivo debido al acoplamiento de
28.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

las frecuencias naturales. Con el fin de mover el centro elástico del sistema hacia el
centro de gravedad, puede utilizarse un montaje con aisladores en ángulo hacia
arriba. Esto reducirá el efecto de los modos de acoplamiento, mejorará el aisla-
miento de la vibración y reducirá el movimiento. Puede resultar más factible desa-
coplar el sistema montando la máquina rígidamente con un bloque de inercia (para
hacer descender el centro de gravedad del ensamblaje) y suspender el bloque de
inercia de aisladores localizados en el mismo plano horizontal que el centro de gra-
vedad.
3. Muchos tipos de equipamiento tienen estructuras de montaje relativamente
poco masivas para conectarlas a aisladores. La baja impedancia mecánica de estas
estructuras hace imposible lograr un nivel alto de aislamiento de la vibración. La
impedancia mecánica de la estructura de apoyo puede aumentarse conectando rí-
gidamente el equipamiento a un bloque de inercia y montando luego éste sobre ais-
ladores.
4. Algunos tipos de equipamiento no funcionan adecuadamente salvo que estén
apoyados en una estructura rígida. Esto se aplica a ciertos tipos de máquinas herra-
mienta que no son inherentemente rígidas y que por tanto necesitan de un apoyo rí-
gido para mantener la precisión prescrita. En otros tipos de maquinaria (como
prensas de imprenta), que tienen componentes articulados, puede hacer faIta un
apoyo rígido para mantener el alineamiento adecuado de las partes en funciona-
miento.
Un bloque de inercia adaptado para satisfacer los requisitos anteriormente des-
critos puede colocarse por encima del nivel del suelo o, por debajo de éste, dentro
de un foso. Los aisladores que se emplean para apoyar el bloque pueden ser de cau-
cho. muelles de acero u otro material flexible adecuado. El tamaño del bloque de
inercia requerido depende de las razones para su uso y del tipo y tamaño del equi-
pamiento. La finalidad del bloque de inercia puede ser aportar rigidez; el tamaño se
determina mediante el momento disponible para transferencia al bloque y el mo-
vimiento permisible de la máquina. La frecuencia natural deseada para el sistema
de aislamiento suele establecerse mediante las características de funcionamiento
del equipamiento montado y el aislamiento requerido.
La Figura 28.8 muestra un bloque de inercia apoyado por encima del nivel del

Base de
hormigón

Muelle ~~~.~:ar,[""'.•.~-::• •.~":J:••.':..:"'"':!:-7~


.' ..•... o: Suelo
/77/777/dJ7h,

FIGURA 28.8. Bloque de inercia apoyado sobre aisladores. La base puede construir-
se cubriendo el suelo con una lámina plástica, instalando el marco sobre ésta y ver-
tiendo el hormigón hasta llenar el marco. Una vez que el hormigón se asienta,la base
se levanta del suelo y se coloca en su posición definitiva mediante los tornillos de ele-
vación. (The Vibration Eliminator Company.)
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.17

suelo. Los aisladores comercializados pueden utilizarse eficazmente con un bloque


de inercia; se obtienen particulares ventajas con el uso de aisladores que tengan un
dispositivo para ajuste de la altura con el fin de facilitar la nivelación del bloque. El
bloque de inercia que muestra esta ilustración puede ser vertido sin forma, utilizan-
do el suelo para cerrar el lado inferior del marco y cubriendo el suelo con una lá-
mina plástica antes de verter el hormigón. Una vez que éste ha fraguado, el bloque
de inercia se levanta del suelo dando vueltas a los torniI1os de elevación.
La Figura 28.9 muestra cómo pueden utilizarse los aislamientos flexibles para
construir un bloque de inercia por debajo del nivel del suelo. Se cubre un foso de
hormigón del tamaño preciso con el material flexible. Entonces se cubre este ma-
terial con láminas de plástico y se vierte el hormigón para formar un bloque de iner-
cia. Se puede conseguir la frecuencia natural deseada utilizando materiales flexibles
de grosor y superficie adecuadas.
Es precisa una gran deflexión estática para obtener una frecuencia natural baja
para el sistema aislado.
Si los aisladores están localizados muy por debajo del centro de gravedad del
bloque de inercia, algunas de las frecuencias naturales del sistema son relativamen-
te bajas, debido al acoplamiento de los modos rotacional y traslacional. Se intro-
duce así una tendencia a la inestabilidad, un efecto que resulta más importante si la
máquina genera grandes fuerzas horizontales durante su funcionamiento normal.
Esta limitación puede reducirse instalando los aisladores en posiciones próximas a
la superficie superior del bloque de inercia, apoyado sobre contrafuertes que se ex-
tienden hacia dentro desde los muros del pozo. Una versión más refinada de este
concepto es el bloque de inercia en forma de T, que ilustra la Figura 28.10. Con este
diseño es posible colocar los aisladores en el mismo plano horizontal que el centro
de gravedad e igualar, aproximadamente, las frecuencias naturales en los seis mo-
dos de vibración. Este requiere resortes que posean constantes de rigidez verticales
y horizontales iguales. Si las distancias entre muelles, vistos en planta desde cual-
quiera de los dos lados, son iguales al doble de los radios de giro respectivos, se
igualan las frecuencias naturales vertical y rotacional. La frecuencia natural de ro-

Sello de masilla

;')~/ :~.:"< ~.:i , : ~~ ~~'<~'). :.:",. :.~ ~:: .~~ ET:;~:~: de


. .•..
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. ~ ..... ' 'PapelltnpermeatlJe"
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• . . . . . 'JI' • ••. ' . . . ~ • • •
el modelo
Tablero flexible':. 'Relleno inactivo:', . • ... .:. ... ,#

AGURA 28,9. Base independiente en el suelo. La rigidez del tablero flexible se de-
termina mediante el tipo de material, su área y su grosor; el espacio entre tableros se
cubre con relleno inactivo, es decir, con partículas de material de rigidez insignifican-
te. La base puede verterse directamente sobre la lámina plástica colocada sobre el ta-
blero. En los extremos opuestos se muestran disposiciones alternativas. A la izquier-
da, el tablero sirve como encofrado para el hormigón; allí donde haga falta menos
rigidez horizontal, pueden utilizarse encofrados extraíbles en su construcción, como
se muestra en el lado derecho. (The Vibration Eliminator Company.)
28.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 28.10. Base independiente apoyada mediante resortes y dispuesta para


igualar las frecuencias naturales en los seis modos de vibración 2 •

tación en torno al eje vertical no puede controlarse de forma independiente, pero


suele ser aproximadamente igual a las frecuencias naturales de los otros modos.
Cuando la frecuencia natural de un bloque de inercia sobre resortes es relati-
vamente baja, siempre está presente la posibilidad de inestabilidad, ya que la única
restricción horizontal viene dada por la constante de muelle horizontal de los mue-
lles que soportan la carga. Si existen dudas al respecto, hay que añadir muelles ho-
rizontales para aportar estabilidad horizontal.
Si se utilizan aisladores más rígidos para sujetar la masa aumentada que resulta
de añadir el bloque de inercia, de manera que la de flexión estática resultante de los
aisladores es la misma que sin la carga adicional, añadir el bloque de inercia no re-
duce las fuerzas de vibración transmitidas desde una máquina vibratoria a su es-
tructura de apoyo a través de sus aisladores. pero se mantienen las cuatro ventajas
mencionadas anteriormente.

Sistemas de aislamiento de dos fases

Un sistema de aislamiento en dos fases, que se muestra esquemáticamente en la Fi-


gura 28.11. consiste en dos series de aisladores. con una masa auxiliar entre ellas. La
masa auxiliar puede estar contenida en la disposición del aislador o puede consistir
en una base secundaria de la máquina. Un sistema de aislamiento de dos fases apor-
ta mayor aislamiento a frecuencias altas del que puede obtenerse mediante el uso
de los sistemas simples de aislamiento convencional. Sin embargo, un sistema de
dos fases exhibe resonancias de baja frecuencia en que el rendimiento del aisla-
miento es muy reducido. Para evitar este efecto perjudicial en el rango de frecuen-
cias de interés, el sistema ha de estar diseñado adecuadamente. En las Referencias
9-11 se encuentra información pertinente acerca de este diseño.
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.19

Equipamiento

Aislador ~
de la vibración--¡......:..--=..2...l..-_ _ _ _..L-~_,

~'T-~------~rl Masa auxiliar

FIGURA 28.11. Aislamiento en dos fases.

AMORTIGUAMIENTO ESTRUCTURAL

El amortiguamiento es la retirada de energía mecánica de un sistema vibratorio, ha-


bitualmente mediante su conversión en calor. Todas las estructuras y materiales po-
seen cierto amortiguamiento inherente. La mayoría de los metales ofrecen relati-
vamente poco amortiguamiento, los materiales de caucho y plásticos blandos
tienden a poseer más y algunos materiales especiales aportan un considerable
amortiguamiento. Las estructuras construidas con placas o láminas de metal tien-
den a poseer un amortiguamiento significativo debido a las juntas remachadas o an-
cladas; las juntas soldadas en general no contribuyen de forma apreciable al amor-
tiguamiento. Las estructuras vibrantes inmersas en líquidos pueden experimentar
un considerable amortiguamiento debido a la radiación sonora de la estructura ha-
cia el Ifquido. En los sistemas mecánicos, el amortiguamiento se obtiene del roza-
miento entre caras, por medio de fluidos viscosos o de efectos electromagnéticos,
entre otros.

Aplicación del amortiguamiento añadido

Aumentar el amortiguamiento estructural es útil para reducir: (1) vibraciones (y ra-


diación sonora acompañante) resultantes de la excitación a las frecuencias natura-
les de una estructura o de la excitación de banda ancha; (2) vibraciones y ruido ge-
nerado por impactos únicos o repetitivos o por otras fuerzas transitorias;
(3) vibraciones autoexcitadas, como las asociadas con el chirriar de frenos (que son
inducidas por una retroalimentación o fenómeno de inestabilidad); (4) la propaga-
ción de vibraciones a lo largo de estructuras extendidas, y (5) la transmisión del so-
nido a través de paredes o paneles a frecuencias por encima de sus «frecuencias de
coincidencia» (descritas en el Capítulo 31). El aumento de amortiguamiento no sue-
le resultar eficaz en otras situaciones. Por ejemplo, añadir amortiguamiento a una
estructura no tiene un efecto significativo sobre su vibración fuera de resonancia, y
el amortiguamiento añadido a un panel no tiene un efecto apreciable sobre su trans-
misión de sonido a frecuencias por debajo de la frecuencia de coincidencia.
Para tener valor práctico, el amortiguamiento añadido debe aumentar el amor-
tiguamiento de una estructura o componente de forma considerable.
28.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Tratamientos y dispositivos de amortiguamiento

Dado que cualquier tratamiento o dispositivo que disipa la energía vibratoria puede
servir para aportar amortiguamiento, existen muchos medios distintos de amorti-
guamiento, incluyendo: (1) dispositivos (como los amortiguadores de automóviles)
en que la energía se disipa mediante fluidos viscosos que se fuerzan a través de ori-
ficios; (2) dispositivos como los de los frenos de automóviles, que se basan en el ro-
zamiento entre superficies sólidas; (3) sistemas electromagnéticos, como los apara-
tos de corriente parásita o de Foucault, en que el movimiento relativo entre un imán
y un conductor genera corrientes eléctricas que son disipadas en resistencias eléc-
tricas; (4) cables, cadenas o materiales granulados (p. ej., arena o bolas de plomo)
que están dispuestos de manera que tintinean dentro de coberturas o cavidades a
medida que éstas vibran, y (5) aparatos o disposiciones que incorporan materiales
con amortiguamiento inherente alto.
Puede obtenerse un amortiguamiento significativo sólo si la configuración satis-
face los siguientes requisitos: (1) debe tener una alta capacidad de disipación de la
energía a las amplitudes, frecuencias y condiciones ambientales de interés, y (2)
debe estar colocada y configurada de manera que participe en considerable medida
en la energía mecánica total del sistema de vibración.
Un tratamiento de amortiguamiento es una configuración de materiales que se
aplica a un componente estructural, como un panel de chapa de metal, para aumen-
tar su amortiguamiento. Muchos fabricantes tienen disponibles tratamientos de
amortiguamiento en láminas, como cintas que se pegan a una superficie, y en masa
para extender en spray o con paleta sobre la superficie. Las láminas absorbentes del
sonido ajustadas a la superficie de metal del cerramiento de una máquina pueden
aportar amortiguamiento a la estructura, además de absorber el sonido. Hay dis-
ponibles algunos tratamientos de amortiguamiento en forma de lámina con una su-
perficie magnetizada; las secciones de esta lámina pueden conectarse rápidamente
a una superficie plana de acero (u otra aleación magnética) durante las operaciones
ruidosas (como astillar, triturar, martillear y remachar) y pueden retirarse y reuti-
lizarse.
Los tratamientos de amortiguamiento aplicados a estructuras de chapas de me-
tal grandes y relativamente delgadas suelen aportar una considerable reducción del
ruido. sobre todo si se aplican: (1) a paneles que forman cerramientos de cabina
para las máquinas (p. ej., lavavajillas, refrigeradores o equipamiento de oficina) o
(2) a las superficies posteriores de tolvas, cajones, cintas transportadoras, bandejas,
alimentadores vibratorios, molinos de desarenado y otros aparatos en que se pro-
ducen impactos de objetos duros. En los siguientes párrafos aparecen directrices
más específicas sobre el uso de los tratamientos de amortiguamiento.

Tratamientos que utilizan materiales de amortiguamiento alto

Los materiales visco elásticos de alto amortiguamiento son aquellos que poseen ca-
pacidades tanto para la disipación de la energía (viscosa) como para su almacena-
miento (elástica). Todos los materiales poseen estas capacidades en cierta medida,
pero algunos materiales de caucho polimérico tienen unas propiedades de amorti-
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.21

guamiento particularmente buenas. Las propiedades dinámicas de los materiales


que están relacionadas con el rendimiento de amortiguamiento tienden a variar
considerablemente con la frecuencia y la temperatura, pero por lo general son re-
lativamente independientes de la amplitud de la tensión, precarga y carga cíclica.
Los materiales poliméricos que se utilizan como tratamiento de amortiguamiento
han de ser así seleccionados para ajustarse a los rangos de temperatura y frecuencia
de interés. Los distribuidores de materiales de amortiguamiento suelen tener dis-
ponibles la mayoría de los datos precisos·.
Dos tipos de configuraciones de amortiguamiento viscoelástico suelen utilizarse
ampliamente en el amortiguamiento de vibraciones de componentes estructurales
en forma de placa, como se ilustra en la figura 28.12: (1) tratamientos de capas «li-
bres», en que una capa de material viscoelástico simplemente se adhiere a una su-
perficie estructural, y (2) tratamientos de capas «forzadas», en que la capa de ma-
terial viscoelástico se adhiere a la superficie estructural y una capa adicional de
«aprisionamiento» del material estructural se coloca sobre la capa viscoelástica. La
capa viscoelástica libre almacena y disipa energía, sobre todo debido al estiramiento
y la compresión que resulta de la flexión del componente estructural; la capa for-
zada aporta amortiguamiento, fundamentalmente debido al encizallamiento que se
induce en ella debido a la flexión del sandwich, cuyas caras son el componente es-
tructural y la capa de aprisionamiento.
Para un rendimiento eficaz del amortiguamiento, el material viscoelástico ha de
estar correcta y continuamente conectado a la capa estructural y, allí donde se uti-
lice, a la capa que le aprisiona. Si el material no es autoadhesivo, puede utilizarse
una capa delgada de un adhesivo rígido, como un EPOXY rígido. En todos los ca-
sos, el tratamiento viscoelástico debe colocarse sobre la estructura vibratoria, de
manera que el material esté sometido a una tensión considerable: los tratamientos
de capas libres se colocan sobre todo en los antinodos, donde las tensiones de fle-
xión y extensión son mayores; los tratamientos de capas forzadas se colocan fun-
damentalmente en los nodos, donde las tensiones de corte son mayores. En situa-
ciones en que hay que amortiguar muchos modos de una estructura y los nodos y
antinodos pueden producirse sobre un rango considerable de localizaciones, es
aconsejable cubrir toda la estructura con tratamiento de amortiguamiento.

Capa de aprisionamiento "-


...

Tratamiento Tratamiento de
de capa libre capa forzada

FIGURA 28.12. Tratamientos de amortiguamiento de capas libres y forzadas .

• Las listas de distribuidores aparecen anualmente en los números de junio de Sound and Vibration.
En la Referencia 12 puede encontrarse una recopilación de las propiedades de muchos materiales de
amortiguación disponibles.
28.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Tratamientos de amoniguamiento de capas libres. El amortiguamiento que ofre-


ce una capa viscoelástica libre aumenta aproximadamente con el cuadrado del gro-
sor de la capa, hasta un grosor de unas tres veces el del componente estructural de
la placa; para grosores superiores, el aumento es menos rápido. Los tratamientos de
amortiguamiento típicos tienden a utilizar materiales viscoelásticos de un grosor
que está entre un medio y el doble del grosor del componente estructural. Las Re-
ferencias 12 y 13 aportan amplia información adicional.

Tratamientos de amortiguamiento de capas/orzadas. La conducta de amortigua-


miento de los tratamientos forzados es más compleja; el amortiguamiento obtenido
mediante una capa forzada en un componente de placa estructural determinado a
cualquier frecuencia fijada es máximo para determinado grosor óptimo y desciende
para grosores por encima y por debajo de este óptimo. Para grosores que son ma-
yores o menores que el óptimo en un factor 5, el amortiguamiento es aproximada-
mente la mitad del obtenido con el óptimo. El grosor óptimo depende en sí de la ri-
gidez y el grosor de las capas estructurales de aprisionamiento, del factor de
resistencia al corte del material viscoelástico y de la deformación de forma de la es-
tructura a la frecuencia de interés.
Los tratamientos de capas forzadas suelen aportar mayor amortiguamiento que
los de capas libres del mismo peso, pero para rangos limitados de frecuencia y tem-
peratura. Para que funcionen bien, los tratamientos de capas forzadas han de dise-
ñarse cuidadosamente, p. ej., tal y como se describe en las Referencias 12 y 13. El
amortiguamiento debido al tratamiento de capas libres varía esencialmente con la
frecuencia y la temperatura sólo como resultado de las dependencias de las propie-
dades del material viscoelástico de estos parámetros. Un tratamiento eficaz de ca-
pas libres puede obtenerse simplemente utilizando el grosor conveniente de un ma-
terial viscoelástico que exhiba amortiguamiento alto y rigidez considerable en los
rangos de frecuencia y temperatura de interés. Por otra parte, el amortiguamiento
debido al tratamiento con capas forzadas depende también de la rigidez y el grosor
de la estructura y la capa de aprisionamiento, así como de la deformación de su for-
ma inicial.

REFERENCIAS

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. D. G. Stadelbauer y D. Muster, «Balancing of rotating machinery», Capítulo 39 en la Re-
ferencia l.
3. R. D. Blevins, «Vibrations of structures induced by fluid flow», Parte 1, Capítulo 29 en la
Referencia l.
4. A. G. Davenport y M. Novak, «Vibration of structures induced by wind», Parte n, Ca-
pítulo 29 en la Referencia 1.
5. F. E. Reed, «Dynamic vibration of absorbers and auxiliary mass dampers», Capítulo 6 en
la Referencia 1.
6. L. Cremer, M. Heckl y E. E. Ungar, Structure-bome sound, 2. 8 ed., Springer-Verlag,
Nueva York, 1988.
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.23

7. R. W. Horning y D. W. Schubert, «Air suspension and active vibration isolation sys-


tems», Capítulo 33 en la Referencia 1.
8. R. S. Jones, Noise and vibration control in buildings, McGraw-Hill, Nueva York, 1984.
9. E. E. Ungar, «Vibration isolation», Capítulo 11 en I. L. Vér y L. L. Benarek (Eds.), Noise
and vibration control, John Wiley and Son s, Nueva York, 1991.
10. C. F. Crede y J. E. Ruzicka, «Theory of vibration isolatioD», Capítulo 30 en la Referencia l.
11. E. E. Ungar y C. W. Dietrich, «High frequency vibration isolation», J. Sound and Vibra-
tion, vol. 4,1966, pp. 224-241.
12. A. D. Nashif, D.1. G. Jones y J. P. Henderson, Vibration damping, John Wiley and Sons,
Nueva York, 1985.
13. E. E. Ungar, «Structural damping», Capítulo 12 en 1. L. Vér y L. L. Benarek (Eds.), Noi.
se and vibration control, John Wiley and Sons, Nueva York, 1991.
---------------------------------------------------------
Capítulo 29
1.a PARTE: TIPOS Y
CARACTERISTICASDELOS
AISLADORES DE
VIBRACION

R. H. Racca

INTRODUCCION

En este capítulo se describen varios tipos de aisladores de vibración, así como sus
características. Se tratan los aspectos prácticos de los aisladores, incluyendo los ais-
ladores elastoméricos, los aisladores plásticos y los muelles de metal. Cada tipo se
describe según sus configuraciones típicas (como compresión y cizallamiento para
los muelles elastoméricos) y sus aplicaciones características (como la detlexión de
carga y la amortiguación). A continuación, se presenta información detallada de los
aisladores de vibración comercializados. En la Parte 2 de este capítulo, se incluye in-
formación detallada sobre cómo seleccionar aisladores de vibración.
Se utilizan muchos materiales diferentes como elementos elásticos de los aisla-
dores. El material empleado determina el tipo de aislador. Cada material posee
ventajas y desventajas particulares.
Los aisladores elastoméricos (caucho sintético y natural) tienen muchas aplica-
ciones debido a que pueden moldearse adecuadamente con muchas formas y rigi-
dez distintas, poseen más amortiguación interna que los muelles de metal, suelen
precisar espacio y peso mínimos y pueden unirse a piezas metálicas adaptadas para
simplificar la conexión con estructuras aisladas.
Los aisladores plásticos poseen características de rendimiento parecidas a las de
los del tipo de caucho y metal utilizados en configuraciones equivalentes. Entre sus
ventajas destacan el bajo coste y la notable uniformidad; entre sus desventajas. el
poseer una temperatura máxima de funcionamiento, generalmente limitada a 29 oC
(120°F).
Los muelles de metal suelen emplearse allí donde se precisa una gran detlexión
estática, donde la temperatura u otras condiciones ambientales hacen inadecuado al
elastómero y (bajo algunas circunstancias) donde haga falta un aislador de bajo cos-
te. Si se precisa un aislador de menor frecuencia. pueden utilizarse aisladores neu-

29.1
29.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

máticos, que poseen ventajas en este campo. I.'ueden utilizarse en muchas de las
mismas aplicaciones que los muelles de metal, pero sin algunas de las desventajas de
estos últimos.
Otros materiales elásticos, no comentados en este capítulo, son el corcho, la es-
ponja de caucho y algunos materiales compuestos. Por lo general, estos materiales
se cortan de grandes planchas y se usan en forma de placas. Carecen de la adapta-
bilidad de los elastómeros moldeables y suelen adherirse a piezas de metal para fa-
cilitar su instalación. El corcho suele utilizarse como apoyo de cimientos de hormi-
gón relativamente grandes. Las fibras de vidrio impregnadas con un aglutinante
adecuado pueden usarse para formar el elemento elástico de los aisladores de vi-
bración. Estos aisladores son relativamente inmunes a las condiciones ambientales
y se usan frecuentemente en la aviación militar. Muchos otros materiales compues-
tos en forma de planchas se utilizan como aisladores de la vibración, sobre todo en
maquinarias. Estos tipos de aisladores especiales. las propiedades detalladas de los
elastómeros y los sistemas de aislamiento especial se describen en la Referencia 1.

CARACTERISTICAS DE LOS AISLADORES ELASTOMERICOS

La familia de los elastómeros

El tipo de aislador más frecuentemente utilizado es el elastomérico. Los elastóme-


ros son cauchos naturales o materiales de tipo caucho. Pueden soportar grandes de-
formaciones y volver luego aproximadamente a su estado original sin sufrir virtual-
mente ningún daño. Los aisladores elastoméricos son superiores a otros tipos de
aisladores en algunos aspectos, ya que para una determinada cantidad de elastici-
dad. capacidad de deflexión, almacenamiento de energía y disipación precisan me-
nos espacio y menos peso. Además. pueden ser moldeados con muchas configura-
ciones distintas de materiales diferentes, por lo general con un coste inferior al de
otros tipos de aisladores.
Los elastómeros tienen una extensibilidad y deformabilidad excepcionales. Pue-
den utilizarse con elongaciones de hasta el 300 por 100. existiendo algunos que al-
canzan elongaciones límites de hasta el 1000 por 100. Pueden tensarse incluso entre
0.145 y 0.218 pascales (1000 a 1500 Ib/in 2 ) antes de alcanzar su límite elástico. Su
gran capacidad para almacenar energía les permite tolerar mucha tensión. Cuando
la tensión desaparece. hay una recuperación prácticamente completa de la defor-
mación. La amortiguación inherente de los elastómeros suele resultar útil para pre-
venir la excesiva amplitud y resonancia de la vibración. una amplitud mucho menor
de la que se produciría si se utilizaran muelles metálicos. Los materiales elastomé-
ricos proporcionan una excelente resistencia a la transmisión del ruido a través de
las estructuras debido a su impedancia acústica relativamente baja, que es una con-
sideración importante cuando los requisitos acústicos son el factor clave.
Entre los diferentes e1astómeros, el caucho natural posee probablemente la
combinación más favorable de propiedades mecánicas, como mínima plasticidad,
máxima tensión y elongación máxima en rotura. Su utilidad está restringida por sus
límites de resistencia al deterioro bajo la influencia de los hidrocarbonos, el ozono
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.3

y las temperaturas ambientales altas. El Neopreno y Buna N (nitrilo) exhiben una


resistencia superior a los hidrocarbonos y al ozono, siendo el Buna N especialmente
satisfactorio para aplicaciones que implican temperaturas ambientales relativamen-
te altas. El Buna S es un buen caucho sintético para su uso general como aislador de
vibración.
La si/icona es uno de los elastómeros más caros. Sus propiedades son muy esta-
bles y aporta un aislamiento efectivo para un rango de temperaturas muy amplio:
- 54 a 177 oC ( -65 a +350 °F). En comparación, el neopreno tiene su uso limitado
a un rango de aproximadamente -40 a 93 oC (-40 a +200 °F). El límite de tempe-
ratura superior depende de las propiedades del componente particular, el grado de
deterioro permisible como resultado de la exposición continuada a temperaturas al-
tas y la duración de la exposición. Para la silicona, es posible alcanzar sin riesgo una
temperatura muy superior a 149 oC (300 °F) durante varias horas. La notable capa-
cidad de los elastómeros de silicona para soportar temperaturas extremas se contra-
pone a sus capacidades reducidas de tensión, resistencia al desgarro y resistencia a
la abrasión.
Los aisladores fabricados con elastómeros tienen un comportamiento complejo
debido a su naturaleza viscoelástica (aproximadamente entre la de un sólido y un lí-
quido), a su límite de elasticidad indefinido y a que sus propiedades físicas varían
con el tiempo, la temperatura y el ambiente. Por ejemplo, el caucho es un material
esencialmente incompresible (posee un factor de Poisson de aproximadamente
0,5). Así, la rigidez de un muelle de caucho, cuando es sometido a compresión, de-
pende, en gran medida, del área de la superficie disponible para la expansión late-
ral. Por otra parte, la rigidez de un muelle de caucho en cizallamiento es fundamen-
talmente independiente de la forma del elemento de caucho. Como norma empírica
aproximada, se puede asumir que la rigidez mínima probable de compresión de un
muelle de caucho es 5 veces su rigidez en cizallamiento. La rigidez de compresión
máxima puede ser varias veces mayor que el valor mínimo si se restringe la expan-
sión lateral del caucho.

Rotura por fatiga y rotura prematura

Sea cual sea su geometría, tanto los elastómeros como los metales exhiben rotura
por fatiga como resultado de cargas cíclicas repetidas. A diferencia de los metales,
los elastómeros no experimentan una rotura por fatiga de tipo catastrófico. En vez
de ello, la rotura comienza como una fisura en el punto de mayor tensión de corte
cíclica, que se produce por lo general en la parte exterior (por lo tanto. visible en
muchos casos) y gradualmente se propaga hacia el cuerpo del elastómero. El resul-
tado es una reducción gradual de la rigidez que, por lo general, se hace aparente an-
tes de la rotura total.
La mayoría de los aisladores elastoméricos no deben ser sometidos a grandes
tensiones estáticas durante grandes períodos de tiempo. Un aislador con una gran
de flexión estática puede dar un rendimiento satisfactorio temporalmente, pero la
de flexión tiende a desplazarse excesivamente si el período es largo. En general. los
elastómeros no deben forzarse estáticamente de forma continua más del 10 al 15
por 100 en compresión y no más del 25 al 50 por 100 en cizallamiento.
29.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Un factor que contribuye al fallo prematuro de un aislador elastomérico es el


efecto de la tensión mínima sobre la vida de fatiga. Para elastómeros que cristalizan
bajo tensiones fuertes (como el neopreno y el caucho natural), la vida de fatiga se
ve muy aumentada si la tensión cíclica mínima siempre es positiva o negativa y nun-
ca pasa a través de cero. La precompresión estática adecuada del aislador dentro de
los límites especificados anteriormente es a menudo una forma eficaz de impedir
que la tensión cíclica mínima pase a través de cero, bajo condiciones dinámicas. Las
concentraciones locales de tensión, que tienen como resultado un fallo prematuro,
a menudo pueden evitarse utilizando bandas, radios y salientes generosos de la sec-
ción elastomérica. En las zonas de contacto con el eslastómero, hay que redondear
cuidadosamente las esquinas agudas de las piezas metálicas y las estructuras de apo-
yo. Las arandelas de amortiguación de metal y/o las estructuras de apoyo en con-
tacto con el elastómero deben ser suficientemente grandes como para evitar que sus
bordes corten las superficies de éste.

Aisladores conectados y desconectados

Los aisladores elastoméricos pueden diseñarse en configuraciones conectadas y


desconectadas. La Figura 29.1 ilustra ambos tipos. En el aislador conectado, unas
piezas de metal están conectadas a los elastómeros de todas las superficies que so-
portan la carga (véase Figura 29.1a). En el aislador desconectado o semiconectado,
la superficie elastomérica que soporta la carga descansa directamente sobre la es-
tructura de apoyo (véase Figura 29.lb). Las partes conectadas suelen resultar más
caras debido a la preparación química especial necesaria para lograr un nexo de
unión con una resistencia que supere a la del elastómero en sí. Suelen preferirse las
partes conectadas porque pueden soportar más tensión para una de flexión deter-
minada. Con tensiones altas tienen constantes de muelle altas y una gran capacidad
elástica de almacenamiento de energía.
Los aisladores conectados pueden diseñarse para que tengan una distribución
adecuada de la carga de corte. compresión. tensión o de cargas combinadas. Se ob-

"",".L.L.L.L~~~~~~ / Estructura
de apoyo
r-- . -.......~H-+-....-.L....· - - -'-'
L-__ _ ____ --.1

Arandela
Corte longitudinal de amortiguación

(a) (b)

FIGURA 29.1. Aisladores elastoméricos. (a) Aisladores conectados; (b) aisladores


desconectados. (De acuerdo con R. Racctl.)
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.5

tiene una distribución más uniforme de la tensión en el elastómero conectando las


piezas metálicas sobre todas las superficies de elastómero que soportan carga. Las
piezas de conexión reducen la tensión unitaria al distribuirla más uniformemente
por todo el volumen del elastómero. Por otro lado, las partes desconectadas no sue-
len distribuir la carga de manera uniforme, lo que da como resultado áreas locales
de concentración de tensión en el cuerpo del elastómero, lo cual acorta su vida.
Una diferencia significativa entre aisladores elastoméricos conectados y desco-
nectados se relaciona con su comportamiento bajo carga. Cuando una capa de elas-
tómero se comprime bajo la carga, su volumen permanece constante. sólo cambia
su forma. El caucho se abulta bajo la carga. Cuando se controla esta capacidad de
deformarse, se controlan las características de deflexión de carga del aislador. En
un aislador conectado, las superficies que soportan la carga poseen un grado fijo de
deformación porque el elastómero no se puede mover a lo largo de la línea de co-
nexión, con lo que permanece en una posición fija sean cuales sean la carga o las
condiciones ambientales.
Este no es el caso en un aislador desconectado. La capacidad de un elastómero
para deformarse depende en gran medida del mantenimiento del rozamiento en la
superficie de contacto entre el elastómero y la estructura de apoyo. Cuando todas
las superficies están limpias y secas, la diferencia en la deformación entre aisladores
conectados y desconectados es insignificante. Pero si se introduce aceite o arena en
la superficie de contacto entre el elastómero y el metal de un aislador desconectado,
la capacidad del elastómero para deformarse aumenta notablemente y, por tanto,
sus características iniciales de de flexión de carga ya no existen. Entonces el aislador
puede exhibir características de deflexión de carga que son un 50 por 100 menores
de lo que eran cuando el equipamiento era nuevo. En muchos casos, esto puede ori-
ginar un funcionamiento defectuoso del aislador. Así, cuando se precisan caracte-
rísticas consistentes de deflexión de carga durante toda la vida del equipamiento.
deben utilizarse aisladores conectados. Aunque el coste inicial de los aisladores des-
conectados es inferior, en muchos casos el coste de mecanización adicional de la es-
tructura de apoyo y la reducción de la vida de servicio pueden convertirlos en una
elección inadecuada.

Tipos de carga

Los aisladores elastómeros pueden utilizarse con distintos tipos de carga: compre-
sión, cizallamiento. tensión o pandeo. o con cualquier combinación de ellas.

Carga de compresión. La palabra compresión se utiliza para indicar una reduc-


ción en la dimensión (grosor) de un elemento elastomérico en línea con una fuerza
aplicada externamente. La rigidez característica de los elastómeros sometidos a
compresión exhibe una constante no lineal (endurecimiento) de muelle, que se hace
especialmente pronunciada para tensiones por encima del 30 por 100. La carga de
compresión que se muestra en la Figura 29.2a es más eficaz cuando se utiliza con
aisladores simples desconectados y cuando se requiere una amortiguación gradual
(limitar el movimiento). Frecuentemente, la carga de compresión se utiliza para
aportar una rigidez inicial baja para el aislador de vibración y una rigidez final re-
29.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

lipo de Características de
carga carga-deflexión
p
... Compresión

(a)

Ú Deflexión

(b)

Deflexión

(e)
CIl~
"--o
oc
ái"iii
Eo
0-
~ Deflexión

(d)

Deflexión

(e)
Cll ~
~._--.

P"de,

Deflexión

FIGURA 29.2. Características de carga-deflexión de aisladores elastoméricos típi-


cos. (Según R. Raccli.)

lativamente aIta para limitar las de flexiones dinámicas bajo la excitación del impac-
to. Debido a las características de endurecimiento no lineal de la carga de compre-
sión. es el tipo menos eficaz para el almacenamiento de energía y, por tanto, no se
recomienda cuando la fuerza de atenuación o la transmisión de la aceleración son la
principal preocupación. (La energía almacenada en cualquier muelle es el área bajo
la curva de deflexión de carga.)

Carga de cizallamiento. La carga de cizallamiento (corte), ilustrada en la Figura


29.2b, se refiere a la fuerza aplicada a un elemento elastomérico de manera que par-
tes adyacentes se deslizan en direcciones opuestas. Una constante de muelle casi li-
neal de hasta aproximadamente el 200 por 100 es característica de la tensión de cor-
te de un elastómero. Esta constante de muelle lineal hace de la tensión de
1.' PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.7

cizallamiento el tipo preferido para los aisladores de vibración, debido a que aporta
una respuesta de frecuencia constante para tensiones dinámicas de corte, tanto
grandes como pequeñas, en un sistema simple de masa-muelle. La carga de corte
también resulta útil para aisladores del impacto, donde la fuerza de atenuación o la
transmisión de aceleración son importantes, debido a su capacidad más eficaz para
almacenar energía en comparación con la carga de compresión. Sin embargo, hay
que tener cuidado para asegurarse de que las cargas dinámicas esperadas no tengan
como resultado tensiones de corte que superen los límites del elastómero y de que
no se produce una caída abrupta del equipo sustentado. La Figura 29.2c muestra
una modificación de la carga de cizallamiento, a veces considerada como un tipo
distinto, denominado carga torsional. Consiste en forzar un giro desfasado de varias
secciones laminadas para tensar el elastómero en torsión. Cuando la tensión supera
aproximadamente el 150 por lOO, se induce un considerable empuje axial de las car-
gas sobre las piezas de conexión.

Carga de tensión. La carga de tensión, ilustrada en la figura 29.2d, hace referencia


a un aumento en la dimensión (grosor) del elemento elastomérico en la línea de la
fuerza aplicada externamente. La característica de rigidez de los elastómeros en un
esfuerzo de tensión exhibe una constante de muelle no lineal (ablandamiento). Para
una deflexión determinada, la carga de tensión almacena energía más eficazmente
que las cargas de cizallamiento o de compresión. Por ello, la carga de tensión se ha
empleado a veces para sistemas de aislamiento del impacto. Sin embargo, en gene-
ral, la carga de tensión no se recomienda debido a que la carga resultante sobre el
nexo entre el elastómero y el metal puede producir un fallo prematuro.

Carga de pandeo. La carga de pandeo, que ilustra la Figura 29.2e, tiene lugar
cuando la carga que se aplica externamente hace que un elemento elastomérico se
deforme o flexione en la dirección de la carga aplicada. Las características de la ri-
gidez de pandeo pueden utilizarse para obtener tanto las ventajas de las caracterís-
ticas de ablandamiento de la rigidez (para la parte inicial de la curva de carga-defle-
xión) como las características de endurecimiento (para la parte que sigue en la
curva de carga-deflexión). El modo de pandeo aporta así una capacidad alta de al-
macenamiento de la energía y es útil para los aisladores de impacto, en los que la
transmisión de la fuerza o la aceleración es importante y donde es precisa la amor-
tiguación (limitación del movimiento) bajo cargas transitorias dinámicas excesiva-
mente altas. Este tipo de rigidez característica aparece en algunos materiales de es-
puma elastomérica de amortiguación y en aisladores elastoméricos especialmente
diseñados. Sin embargo, es importante destacar que incluso los elementos simples
de compresión se pandearán cuando la relación de esbeltez (la relación entre lon-
gitud y anchura sin carga) supera 1,6.
Es frecuente utilizar combinaciones de los tipos de carga descritos anteriormen-
te, lo cual da como resultado características combinadas de carga-deflexión. Con-
sidérese, por ejemplo, un aislador del tipo compresión que esté instalado en ángulo,
en lugar de su posición vertical habitual. Bajo estas condiciones, actúa como un tipo
de aislador de compresión-cizallamiento cuando se carga en dirección vertical hacia
abajo. Cuando se carga en dirección vertical hacia arriba, actúa como un tipo de ais-
lador de combinación cizallamiento-tensiÓn.
29.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

RIGIDEZ ESTA TlCA y DINAMICA

Cuando el muelle de carga principal es de caucho u otro material orgánico similar,


la frecuencia natural calculada utilizando la rigidez determinada a partir de un en-
sayo de carga estática-deflexión de muelle es, casi invariablemente, inferior al valor
dinámico. Así, el módulo dinámico parece mayor que el módulo estático. La rela-
ción entre los módulos es aproximadamente independiente de la velocidad de ten-
sionado y posee un valor numérico entre 1 y 3. Esta relación aumenta significati-
vamente a medida que aumenta el durómetro.

INTERACCION CON LA ESTRUCTURA DE APOYO

Un aislador tiene que deflectar si ha de aislar de la vibración; por lo general, cuanto


mayor es la deflexión, mayor es el aislamiento. El aislador funciona siendo lo sufi-
cientemente blando como para permitir amplitudes de vibración relativas, sin trans-
mitir una fuerza excesiva a la estructura apoyada. A menudo, se asume en la selec-
ción de aislador que la estructura de apoyo es una masa con rigidez infinita. Este
supuesto no es cierto, ya que si la base fuera infinitamente rígida, no respondería a
una fuerza dinámica y no sería necesario el aislador. Dado que la base responde a
fuerzas dinámicas, su respuesta afecta a los componentes que están conectados a
ella de forma flexible. En realidad, la estructura de apoyo es un muelle en serie con
el aislador. y los muelles en serie transmiten la misma fuerza y deflectan proporcio-
nalmente a sus constantes de muelle respectivas. Así, si la rigidez del aislador es alta
en comparación con la rigidez de la base, ésta deflectará más que el aislador y en
realidad anulará o limitará el aislamiento necesario desde el aislador. Para obtener
la máxima eficacia del aislador seleccionado, la constante de muelle de la estructura
de apoyo debe ser al menos 10 veces la constante de muelle del aislador conectado
a ella. Esto asegurará que al menos el 90 por 100 de la constante de muelle del sis-
tema total es aportada por los aisladores y sólo el 10 por 100 por la estructura de
apoyo.

CARACTERISTlCAS DE LOS AISLADORES COMERCIALIZADOS

Hay aisladores comercializados fabricados con muchos materiales flexibles, con


multitud de formas y tamaños, y con características muy diversas. Sólo en EE.UU.,
hay más de 125 fabricantes de aisladores elastoméricos, todos los cuales ofrecen una
gama de modelos y una amplia variedad de compuestos elastoméricos y caucho na-
tural. El número es significativamente mayor si se incluyen los fabricantes de aisla-
dores de plástico, metal, neumáticos y otros materiales.
Las propiedades de un aislador determinado dependen no sólo del material
del que está fabricado, sino también de su configuración y de la fabricación glo-
bal, incluido el material estructural utilizado en el interior del cuerpo del ais-
lador.
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.9

(a) (b)

FIGURA 29.3. Aislador tipo cuenco no anclado. Características. diseño compacto de perfil bajo;
rendimiento en todos los modos, puede utilizarse en tensión, compresión o corte con igual rendi-
miento; diseño seguro contra roturas; amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 3,6
hasta 816 kg (8 a 1800 lb); frecuencia natural inferior a 12 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial
y axial aproximadamente igual a 1. Aplicaciones típicas. unidades de refrigeración, aire acondiciona-
do, motores auxiliares, generadores, ventiladores, bombas, plantas eléctricas, equipamiento hidráu-
lico y neumático, instalaciones en que se esperan cargas transitorias altas (impactos).
AGURA 29.3b Aislador semiesférico elastomérico. Caracterfsticas. construcción anclada; caracterís-
ticas no lineales de deflexión de carga; excelente capacidad de almacenamiento de energía; alta ca-
pacidad de deflexión, buen aislador de impactos y vibraciones; rango de carga desde 2,3 a 13,6 kg (5
a 30 lb); frecuencia natural inferior a 12 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial igual a 1.
Aplicaciones típicas: componentes electrónicos, ventiladores, generadores portátiles, aire acondicio-
nado, centrifugadoras, equipamiento de comunicación, ordenadores, aplicaciones en que se requiere
un gran almacenamiento de energía.

(c) (d)

AGURA 29.3c Aislador de compresión de uso general. Características. diseño seguro contra fallos;
amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 91 a 720 kg (200 a 1600 lb); frecuencia na-
tural inferior a 8 Hz; relación entre la rigidez radial y axial aproximadamente igual a 0,3. Aplicaciones
típicas. máquinas de combustión interna, cabinas de camión, transmisiones, bombas, motores, ge-
neradores, compresores, instalaciones en que se esperan cargas transitorias altas (impactos) en la di-
rección axial.
AGURA 29.3d Aislador anclado de uso general. Características. diseño compacto de perfil bajo; pue-
de suministrarse seguro contra fallos con una arandela especial; rango de carga desde 18 a 816 kg (40
a 1800 lb): frecuencia natural inferior a 7 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial igual a 1.
Aplicaciones típicas. máquinas de combustión interna, compresores, bombas, maquinaria de impren-
ta, prensas de grabado, ventiladores, fuelles, máquinas herramienta, laminadoras, instalaciones en
que no se esperan cargas altas transitorias (impactos), salvo que se incluyan arandelas de amortigua-
ción.
29.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Equipamiento als a o

r
Instalado
Agujero
de montaje

Arandela de montaje
le) If)

Tornillo
Axial

Tornillo
Bisel

Hueco
(elemento soporte) R
Hueco
(elemento soporte)
Tuerca
Ig) Ih)

FIGURA 29.3e Aislador completamente anclado de uso general. Características. tamaño compac-
to; diseño seguro contra fallos; amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 5,7 a
1225 kg (12,5 a 2700 lb); igual rigidez en las direcciones radial y axial. Aplicaciones típicas. motores de
combustión interna, transmisiones, cabinas de camiones, acondicionadores de aire, bombas, radia-
dores, generadores, motores, compresores, en instalaciones en que se esperan cargas transitorias al-
tas (impactos).

FIGURA 29.3'. Aislador semianclado de uso general. Características. todas las capacidades; diseño
seguro contra fallOS; rango de carga desde 18 a 2090 kg (40 a 4600 lb); frecuencia natural inferior a
10 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial aproximadamente igual a ,. Aplicaciones típi-
cas. motores de combustión interna, transmisiones, cabinas de camiones, radiadores, acondiciona-
dores de aire, bombas, motores, generadores, compresores, en instalaciones en que se esperan car-
gas transitorias altas (impactos).

FIGURA 29.3g. Aislador elastomérico tipo sandwich. Características. construcción compacta de tres
piezas; diseño seguro contra fallOS; rango de carga desde 50 hasta 250 kg (110 a 550 lb); frecuencia na-
tural inferior a 20 Hz en la dirección axial; relación entre la rigidez axial y radial desde 4:1 hasta 7:1.
Aislador ideal para sistemas centrados. Aplicaciones típicas. motores de combustión interna, cabinas
de camiones, motores, generadores, transmisiones, bombas, instalaciones en que se esperan cargas
transitorias altas (impactos).

FIGURA 29.3h. Aislador semianclado de uso general. Características. construcción compacta de una
pieza; diseño seguro contra fallos; amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 34 hasta
954 kg (75 a 2100 lb); frecuencia natural inferior a 10 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y
axial aproximadamente igual a ,. Aplicaciones típicas. motores de combustión interna, transmisio-
nes, radiadores, acondicionadores de aire, bombas, motores, generadores, compresores, en instala-
ciones en que se esperan cargas transitorias altas (impactos).
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.11

(i) (j)
-9
(k) (1)

FIGURA 29.3; Aislador no anclado de tipo placa y cuenco. Caracter{stica!l compacto, perfil bajo; di·
seño seguro contra fallos, arandelas de amortiguación integral; amortiguación en todas direcciones;
rango de carga desde 2 hasta 14 kg (4 a 30 lb); frecuencia natural inferior a 15 Hz; relación entre la ri·
gidez dinámica radial y axial de 0,6. Aplicaciones típica!l componentes electrónicos, motores, venti-
ladores, bombas, equipamiento de comunicación, acondicionadores de aire, unidades de refrigera-
ción, equipamiento hidráulico y neumático, instalaciones en que se esperan cargas transitorias altas
(impactos).

AGURA 29.3/. Aislador elastomérico con forma de placa. Característica!l construcción compacta; di·
seña seguro contra fallos; rendimiento en todas las actitudes, puede utilizarse en tensión, compresión
o corte con igual rendimiento; fácil de instalar, arandelas de amortiguación incluidas; rango de carga
desde 0,5 hasta 8 kg (1 a 18Ib); frecuencia natural inferior a 15 Hz; relación entre la rigidez dinámica
radial y axial aproximadamente igual a 1. Aplicaciones típica!l bombas, ventiladores, componentes
electrónicos y de ordenador, unidades de refrigeración, instalaciones en que se esperan cargas tran·
sitorias altas (impactos).

AGURA 29.3k. Aislador anclado de tipo abrazadera. Característica!l dimensiones de montaje nor-
malizadas; diseño con seguridad contra fallos; coste bajo; rango de carga desde 0,2 hasta 140 kg (2 a
310 lb); frecuencia natural inferior a 7 Hz; la relación entre la rigidez radial y axial varía desde 1:1 para
unidades de frecuencia baja, hasta 2:1 para unidades normalizadas. Aplicaciones típica!l ordenado-
res, impresoras, motores, componentes electrónicos, acondicionadores de aire, unidades de refrige-
ración, generadores portátiles, bombas, instalaciones en que no se esperan cargas transitorias altas
(impactos).

AGURA 29.31. Aislador cilíndrico de cizallamiento. CaracterístiCS!l diseño compacto; coste bajo; fa-
cilidad de instalación; rango de carga desde 4 hasta 64 kg (9 a 140 lb) en cizallamiento, 27 a 118 kg (60
a 260 lb) en compresión; frecuencia natural inferior de hasta 5 Hz en cizallamiento, 10 Hz en compre-
sión; relación de rigidez entre cizalla miento y compresión de 0,13. Aplicaciones típica!l motores de
combustión interna, radiadores, bombas, motores, generadores, compresores, instalaciones en que
no se esperan cargas transitorias altas (impactos). Muy bueno para sistemas centrados.
29.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(n)

(m)

Tornillo
de nivelación
Válvula y tapa

(o)

FIGURA 29.3m Aislador elastomérico de uso general. Car8Cterística~ construcción anclada; rango
de carga desde 27 hasta 113 kg (60 a 250 lb); frecuencia natural inferior a 7 Hz; relación entre la rigidez
dinámica horizontal y vertical de 0,4. Aplicaciones t(picas: componentes electrónicos, motores, ven-
tiladores, bombas, generadores portátiles, acondicionadores de aire, centrifugadoras, compresores,
alimentadores vibratorios, maquinaria de trabajo de la madera y empaquetado; se utiliza sobre todo
para aplicaciones estacionarias donde no se esperan cargas transitorias altas (impactos).
MURA 29.3n. Aislador elastomérico de compresión de uso general. Caracter(stica~ perfil bajo; di-
sello compacto; construcción anclada; rango de carga desde 320 hasta 2000 kg (700 a 4400 lb); fre-
cuencia natural inferior a 8 Hz; relación entre la rigidez dinámica horizontal y vertical de 0,4. Aplicacio-
nes típica~ motores, ventiladores, compresores, bombas, generadores, maquinaria de trabajo de la
madera y el metal, alimentadores vibratorios, instalaciones donde no se esperan cargas transitorias
altas (impactos).
FIGURA 29.30. Aislador elastomérico de maquinaria. CarBcter(stica~ perfil bajo, disello compacto;
conexión con tornillo nivelador; no requiere una base especial ni aislar térmicamente la máquina de
la base; rango de carga desde 4,5 hasta 5900 kg (10 a 13.000 lb); frecuencia natural inferior a 12 Hz.
Aplicaciones típica~ prensas perforadoras, fresadoras y taladradoras, máquinas de moldeado de in-
yección, tornos, trituradores, cabezales fríos, perforadoras, taladros de criba, maquinaria de impren-
ta, instalaciones estacionarias.
FIGURA 29.3p. Aislador elastomérico neumático de tipo general. Característica~ diseño compacto; ni-
velación automática; deflexión estática cero bajo carga; frecuencia natural casi constante para el ran-
go de carga evaluado; rango de carga desde 11 hasta 8700 kg (25 a 19.200 lb); frecuencia natural in-
ferior a 3 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial igual a 1. Aplicaciones típicas:
centrifugadoras, alimentadores vibratorios, bombas, compresores, unidades de refrigeración, equi-
pamiento de aire acondicionado, ventiladores, prensas taladradoras, cabinas de camión, equipamien-
to óptico de precisión.
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.13

~Elastómero

~ Plástico
Elastóme~o
Plástico ,",
Plástico ' ,
.. ..
(q) (r)

cj], :-':
-. "
¡.
I
De~plazamiento
radIal

(s)

RGURA 29.3q Aislador plástico en forma de placa, Caracterfsticas. coste bajo, perfil bajo; notable
control dimensional; rango de carga desde 0,7 hasta 32 kg (1,6a 70 lb); frecuencia natural inferior a 18
Hz; temperatura de funcionamiento de -40 +50 oC (-40 +120 °F). Aplicaciones típicaS'. equipamiento
de procesamiento de datos, ordenadores, impresoras, máquinas comerciales, electrónica e instru·
mentación médica; puede utilizarse allf donde se empleen aisladores elastoméricos y donde la temo
peratura alta no sea un problema.

FIGURA 29.3r. Aislador plástico de situación libre. Caracterfsticas. coste bajo, diseño de perfil bajo;
notable control dimensional; conexión para ensamblaje en robótica; rango de carga desde 0,27 hasta
2,7 kg (0,6 a 6 lb); frecuencia natural inferior a 20 Hz; caracterlsticas de deflexión de carga no lineales,
excelente atenuación de impactos; rango de temperatura de -40 a +50 oC (-40 a + 120"F). Aplicacio·
nes tfpicas. especlficamente diseñado para la industria de ordenadores y electrónica, puede utilizarse
allí donde se empleen aisladores elastoméricos y donde la temperatura alta no sea un problema.
FIGURA 29.3.. Aislador de malla metálica de tipo cuenco. Caracterfsticas. construcción a prueba de
fallos; rango de carga desde 0,25 hasta 34 kg (0,55 a 75 lb); frecuencia natural inferior a 8 Hz; sensibi·
lidad de amplitud amortiguación-transmisibilidada resonancia 4:1; relación entre rigidez dinámica ra·
dial y axial de aproximadamente 0,3; rango amplio de temperatura de -90 a + 190 oC (-130 a
+375 "F). Aplicaciones típicaS'. comunicación electrónica, equipamiento electromecánico que debe
funcionar bajo condiciones ambientales extremas.
FIGURA 29.3t. Aislador de malla metálica de tipo placa. característicaS'. diseño compacto; construc·
ción a prueba de fallos; rango de carga desde 0,2 hasta 6 kg (0,5 a 13 lb); frecuencia natural inferior a
12 Hz; sensibilidad de amplitud amortiguación-transmisibilidad a resonancia 3,5:1; igual rigidez en las
direcciones radial y axial; rango amplio de temperatura de -90 a + 190 oC (-130 a +375 "F). Aplicacio·
nes típicaS'. comunicación electrónica, equipamiento electromecánico que debe funcionar bajo con·
diciones ambientales extremas.
29.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

u
t~~
ca .-
~+~-.,
"O
~,
,
Carga de
-8!~
ca
CI
~
ca
u o
.,
~
c.
E
"
.. ..'
cizalla miento

(u) (v)

Amortiguador
Muelle de
soporte de carga
Cuenco
y placa :b~as~e~l:!!~eir!~I.~~
(w)

FIGURA 29.3u Aislador de malla metálica. Características: diseño a prueba de fallos; alta capaci-
dad de sobrecarga, puede soportar cargas de impacto de hasta 100 g; rango de carga desde 32 hasta
725 kg (70 a 1600 lb); frecuencia natural inferior a 14 Hz; rango amplio de temperatura de -90 a
+ 190 oC ( -130 a + 375°F). Aplicaciones típicas: motores móviles, generadores, bombas, compreso-
res, aplicaciones pesadas en que aparecen fuertes cargas transitorias (impactos).

FIGURA 29.3v. Aislador de cable. Características: construcción compacta, diseño a prueba de fallos;
amortiguación de amplitud-sensibilidad; transmisibilidad a resonancia de aproximadamente 3: 1 a en-
tradas dinámicas altas; rango de carga desde 0,5 hasta 2720 kg (1 a 6000 lb); frecuencia natural infe-
rior a 8 Hz; rango amplio de temperatura de -73 a +260 oC (-100 a +500 °F); protección contra im-
pactos en todas direcciones. Aplicaciones típicas: equipamiento electrónico y de comunicaciones,
instrumentos, contenedores de embarque, fabricación de maquinaria, instalaciones en que se espe-
ran cargas transitorias (impactos) y condiciones ambientales severas.

AGURA 29.3w. Aislador amortiguador de aire de metal. Características: frecuencia natural inferior a
7 Hz; amortiguación de amplitud-sensibilidad; amortiguación alta a resonancia con transmisibilidad
máxima de 3,5; buen aislador a frecuencias altas; rango de carga desde 0,14 hasta 16 kg (0,03 a
35,0 lb); relación entre la rigidez dinámica radial y axial de 0,3; rango amplio de temperatura de -54 a
+ 149 oC (-65 a +300 °F). Aplicaciones tipicas: equipamiento de óptica de precisión, procesamiento,
ordenadores y comunicación.
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.15

Elemento interno de aleación


de aluminio anodizado
Abrazadera de aleación
de aluminio anodizado
cadmio chapado en acero
Amortiguador Segmentos de

de cadmio
chapado
Muelle de carga:1~][~~illi!~~~~(amortiguaCión
en acero
Placa inferior de
rozamiento de nylon
Muelle de conexión
por
de acero inoxidable
aleación de Muelle amortiguador
aluminio anodizado de acero inoxidable

(x)

• Tornillo
Tornillo de nivelación
de nivelación

Ajuste del
1:'
I
amortiguador
Altura de

Tablero acústico de neopreno Tablero


(y) (z) de neopreno

FIGURA 29.3x Aisladores de muelle de metal con amortiguación por rozamiento. Característica!>.
diseño compacto; amortiguación alta, transmisibilidad a resonancia tan baja como 2:1; rango de caro
ga desde 0,1 hasta 18 kg (0.25 a 40 lb); frecuencia natural inferior a 10 Hz; rango de temperatura de
funcionamiento de -65 a + 120 oC (-85 a +250 °F). Aplicaciones típica!>. equipamiento electrónico y
de comunicación que debe funcionar en un ambiente severo de vibración de banda ancha, instalacio·
nes en que no se esperan cargas transitorias altas (impactos).

FIGURA 29.3y. Aislador de maquinaria de muelle de metal con amortiguación por rozamiento. Ca-
racterística!>. amortiguación de fricción ajustable; rango de carga desde 45 hasta 6125 kg (100 a 13.500
lb); frecuencia natural inferior hasta 2,5 Hz; conexión a tornillo de nivelación. Aplicaciones r(pica!>.
bombas, fuelles, compresores, generadores auxiliares de potencia, prensas perforadoras de alta ve-
locidad, cortadoras de metal, martillos de caída, instalaciones estacionarias.

FIGURA 29.3z. Aislador de maquinaria de muelle de metal. Característica!>. coste bajO; rango de car-
ga desde 8 hasta 5625 kg (10 a 12.400 lb); frecuencia natural inferior a 2,5 Hz; conexión a tornillo de ni-
velación. Aplícaciones típica!>. bombas, ventiladores, compresores, generadores auxiliares de poten-
cia, instalaciones estacionarias que operan a o próximas a velocidad constante.
29.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Hay disponibles muchos tipos distintos de aisladores específicos para aplicación


sobre maquinaria y equipamiento original (OEM). Cada tipo satisface un rango dis-
tinto de requisitos de cargas, tamaño, estabilidad, amortiguación y eficacia de ais-
lamiento. Algunos de los tipos de aisladores más frecuentemente utilizados, ilustra-
dos en las Figuras 29.3a a la z, se presentan junto con sus características de
rendimiento (en términos de características y ventajas y aplicaciones típicas).

REFERENCIAS

1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. R. Racca, «How to select isolators for long service life», Design News, enero 1982.
2.a PARTE: SELECCION y
APLICACIONES DE LOS
AISLADORES DE
VIBRACION

Harry L. Hain
John J. Heintzel
Charles J. Leingang

INTRODUCCION

Los aisladores de vibración (también denominados montajes antivibración) se uti-


lizan para controlar impactos y vibraciones. Esta parte del capítulo describe: (1) los
factores que deben considerarse en la selección de los aisladores, (2) las especifica-
ciones existentes para los aisladores de impacto y vibración, (3) las características
de los aisladores utilizados en paralelo y en serie, (4) la selección del tipo y las ca-
racterísticas más apropiadas del aislador para una aplicación determinada y (5) la
selección del tamaño correcto del aislador. Estos procedimientos de selección se
aplican a los problemas técnicos habituales; se incluye además una orientación para
la resolución de problemas más complejos. Por último, se presentan soluciones nu-
méricas para varios problemas prácticos de aislamiento y un listado de instalaciones
de aislamiento.
Los objetivos básicos al utilizar un aislador son: (1) proteger la estructura de
apoyo y sistemas adyacentes de las alteraciones de vibración e impacto que se ori-
ginan en un equipamiento determinado y (2) proteger el equipamiento sensible de
impactos y vibraciones que emanan de la estructura sobre la que está montado.
Cuando estas alteraciones están presentes, los aisladores adecuadamente instalados
permiten que el equipamiento y los sistemas funcionen como se pretende y pueden
alargar la vida del equipamiento. El aislamiento del impacto y vibración también
aporta un ambiente más cómodo para los usuarios del equipamiento, los ocupantes
de edificios y los pasajeros de vehículos. Las ilustraciones de estas aplicaciones apa-
recen en la Referencia 1.

29.17
29.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FACTORES CONSIDERADOS EN LA SELECCION DEL AISLADOR

La rigidez y la amortiguación son las propiedades básicas de un aislador que deter-


minan su utilización en un sistema diseñado para aportar aislamiento de la vibra-
ción y/o impacto. Generalmente estas propiedades se encuentran en la bibliografía
de los distribuidores de aisladores. Sin embargo, hay otros factores importantes que
deben considerarse a la hora de seleccionar un aislador:
1. Fuente de la perturbación dinámica.
2. Tipo de perturbación dinámica.
3. Dirección de la perturbación dinámica.
4. Respuesta permisible del sistema a la perturbación dinámica.
S. Espacio y localizaciones disponibles para los aisladores.
6. Peso y centro de gravedad del equipo soportado.
7. Espacio disponible para el movimiento del equipamiento.
8. Condiciones ambientales.
9. Materiales de aislamiento disponibles.
10. Vida de servicio deseada.
11. Instalación contra roturas.
12. Coste.

Fuente de la perturbación dinámica

La fuente de la perturbación dinámica (impacto o vibración) influye de varias ma-


neras en la selección del aislador. Por ejemplo. puede tomarse una decisión respec-
to de si aislar la fuente perturbadora o aislar el elemento que se ve alterado. Esta
decisión afecta al tipo de aislador que se debe utilizar. Consideremos el funciona-
miento de una prensa perforadora pesada que tiene un efecto adverso sobre los ins-
trumentos electrónicos próximos. El aislamiento de la prensa perforadora reduciría
este efecto. pero requeriría aisladores muy grandes que habrían de ser resistentes a
la grasa o el aceite. Por otra parte. el aislamiento de los instrumentos también apor-
taría la protección requerida. los aisladores precisos serían más pequeños y (dado
que la grasa y el aceite no serían un factor a considerar) se podrían fabricar con el
elastómero preferido.
El conocimiento de la fuente de vibración puede ayudar a definir el problema
que se desea resolver. En algunos campos determinados de la industria puede haber
publicaciones describiendo problemas parecidos al que se está considerando. Este
material publicado podría describir soluciones factibles. además de las característi-
cas de fragilidad y/o dinámicas del equipamiento.

Tipo de perturbación dinámica

Hay dos tipos de perturbación dinámica: (1) vibración y (2) impacto. La vibración
puede ser periódica. aleatoria o una combinación de ambas. La excitación por im-
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.19

pacto puede tener pulsos de distintas formas y duraciones. Es muy importante el co-
nocimiento de la perturbación dinámica en la elección del aislador.
Si sólo hay presente una perturbación por vibración, generalmente es adecuado
un aislador pequeño. Las amplitudes de la vibración suelen ser pequeñas en com-
paración con las amplitudes de impacto. Si una perturbación por impacto es el pro-
blema principal, es preciso un aislador mayor con más espacio interior para el mo-
vimiento.
Al elegir un aislador, es necesario asegurarse de: (1) que hay suficiente capaci-
dad de deflexión en el aislador como para acomodar los movimientos máximos es-
perados del conjunto dinámico; (2) que la capacidad de soporte de la carga del ais-
lador no es superada (las cargas máximas debidas a la vibración y/o impacto deben
calcularse y comprobarse con respecto a la capacidad de carga dinámica máxima es-
timada para el aislador), y (3) que no habrá problemas como resultado del calen-
tamiento excesivo del aislador o deterioro por fatiga debido a una alta amplitud de
carga a largo plazo.

Dirección de la perturbación dinámica

Un factor que debe considerarse en la selección de un aislador son las direcciones


(ejes) de las perturbaciones dinámicas. Si la transmisión de la vibración o el impacto
se produce en una sola dirección, generalmente puede seleccionarse un aislador
simple. Sus características sólo han de especificarse a lo largo de un eje. Por otra
parte, si se espera que el impacto o la vibración se produzcan a lo largo de más de
un eje, el aislador seleccionado debe aportar aislamiento (y hay que especificar sus
características) a lo largo de los ejes críticos. Por ejemplo, consideremos una má-
quina industrial que produce una vibración problemática en dirección vertical y que
debe aislarse de su estructura de apoyo. En este caso, hay que utilizar un aislador
normalizado de tipo placa (véase Figura 29.3k). Este aislador es más rígido en di-
rección horizontal que en la vertical, que es el eje de perturbación principal; la ri-
gidez horizontal no afecta significativamente al movimiento del aislador en direc-
ción vertical. Esta rigidez horizontal se añade a la estabilidad lateral de la
instalación.

Respuesta permisible del sistema a la perturbación dinámica

Una respuesta permisible de un sistema se define como el máximo impacto o vibra-


ción transmitida permisible y los máximos desplazamientos debidos a estas altera-
ciones. La respuesta permisible de un sistema puede expresarse de cualquiera de las
siguientes maneras:
1. La carga máxima de aceleración debida al impacto.
2. La frecuencia natural específica del sistema y la transmisibilidad máxima a
esa frecuencia.
3. La aceleración, velocidad o desplazamiento máximos permisibles para un
rango amplio de frecuencias.
29.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

4. Nivel de vibración permisible a cierta frecuencia o frecuencias críticas.


5. Desplazamiento máximo debido a la carga de impacto.
La aceleración máxima que puede soportar un equipamiento sin que haya da-
ños, o se produzca un funcionamiento defectuoso, a menudo se denomina fragili-
dad. Es necesario definir respuestas permisibles para seleccionar apropiadamente
el aislador. Si no están disponibles los datos de fragilidad para el equipamiento o
instalación de que se trata, habrá que usar ejemplos de situaciones parecidas como
punto de partida.
Las características de la estructura de apoyo también pueden afectar a la selec-
ción de los aisladores. Por ejemplo, una viga o placa que soporta un equipamiento
tiene resonancias que podrían producir una amplificación de los niveles de vibra-
ción; hay que evitar estas frecuencias de resonancia en las frecuencias naturales del
sistema aislado. Además, supongamos que el aislador se eligiera tan sólo por su ca-
pacidad de soportar carga, sin tener en cuenta la fragilidad del equipamiento en un
rango de frecuencias determinado. Entonces, la frecuencia natural del sistema po-
dría establecerse incorrectamente, de manera que la resonancia del equipamiento
podría ser excitada por el sistema de aislamiento.

Espacio y localizaciones disponibles para los aisladores

El aislamiento del impacto y la vibración debe considerarse tan pronto como sea
posible en el diseño del sistema y hay que hacer una estimación del tamaño del
aislador basándose en la bibliografía sobre el tema. (Véase algunos ejemplos en
«Selección del aislador».) El tamaño del aislador depende de la naturaleza y la
magnitud de las perturbaciones dinámicas esperadas y de la carga soportada. La
bihliografía típica describe las capacidades de los aisladores basándose en estos
factores.
La localización de los aisladores es muy importante para la dinámica del equi-
pamiento que se monta sobre ellos. Por ejemplo. una instalación de centro de gra-
vedad. como muestra la Figura 29.4, permite que el equipamiento montado sólo se
mueva en modos de traslación rectos (una fuerza aplicada en el centro de gravedad
no produce la rotación del equipamiento). Esto minimiza el movimiento de las es-
quinas del equipamiento y permite la instalación más eficaz desde el punto de vista
de los requisitos de espacio.
Si el aislador no puede colocarse para obtener una instalación de centro de gra-
vedad, el análisis del sistema es más difícil y hay que disponer de más espacio alre-
dedor del equipamiento para acomodar el movimiento de balanceo (modos rotacio-
nales) del sistema. Por último. hay que comprobar los aisladores para asegurar que
son capaces de soportar las cargas y movimientos adicionales originados por el mo-
vimiento no traslacional del equipamiento. Esto es particularmente cierto cuando el
centro de gravedad está a una distancia significativa por encima o por debajo del
plano sobre el que se colocan los aisladores. Regla general: la distancia entre el plano
del aislador y el centro de gravedad ha de ser igualo inferior a un tercio del espacio
mínimo entre aisladores. Esto ayuda a minimizar el balanceo del equipamiento y las
altas tensiones resultantes sobre los aisladores.
2.· PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.21

Equidistante
~a a-l

• I ér~
-+-, .-t j
~3
.~ (e)

(a)

Equidistante

(b)

(d)

FIGURA 29.4. Ejemplos de centro de gravedad de instalaciones de aisladores de vi-


bración. (a) Espaciamiento simétrico, donde a = la mitad de la distancia lateral entre
los aisladores, y b = la mitad de la distancia longitudinal entre los aisladores (visión
en planta); (b) apoyo en el centro de gravedad horizontal (elevación); (e) apoyo en el
centro de gravedad diagonal (elevación); (di apoyo en el centro de gravedad vertical
(elevación). (Lord Corporation.)

Peso y centro de gravedad del equipo soportado

Hay que determinar el peso y la situación del centro de gravedad del equipamiento
soportado. La localización del centro de gravedad es necesaria para calcular la car-
ga soportada por cada montaje. Es mejor mantener el equipamiento al menos es-
táticamente equilibrado (de flexiones esencialmente iguales sobre todos los aisla-
dores). La solución preferida es utilizar los mismos aisladores en todos los puntos,
eligiendo sus localizaciones de manera que se igualen las cargas estáticas (y por tan-
to las de flexiones). Si no es posible, serían precisos aisladores con distinta capacidad
de carga en los distintos puntos de apoyo del equipamiento.
El tamaño del equipamiento y la distribución de la masa son importantes en el
análisis dinámico del sistema aislado.
29.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Espacio disponible para el movimiento del equipamiento

La elección del aislador puede depender del espacio disponible (habitualmente de-
nominado espacio de oscilación) alrededor del equipamiento. Hay que elegir cui-
dadosamente la constante de muelle del aislador de manera que el movimiento se
mantenga dentro de los límites de espacio definidos. El movimiento que ha de con-
siderarse es la suma de: (1) la deflexión estática debida al peso soportado por el ais-
lador, (2) la deflexión producida por las cargas dinámicas y (3) la deflexión debida
a cualquier aceleración de estado estable (como en un avión que maniobra).
Si hay un problema de movimiento excesivo de la masa soportada por el aisla-
dor, puede utilizarse un amortiguador (v.g., un aparato que limita el movimiento).
El amortiguador puede ser un elemento elastomérico de compresión diseñado den-
tro de un aislador, como el área debajo del canal pequeño en la Figura 29.3m. Tam-
bién puede ser un tablero de compresión instalado por separado en el sistema en el
punto de movimiento excesivo. La constante de muelle de este amortiguador ha de
ser cuidadosamente elegida para evitar la transmisión de cargas de impacto alto al
equipamiento soportado.

Condiciones ambientales

El ambiente en que va a utilizarse un aislador afecta a su selección de dos maneras:


1. Algunas condiciones ambientales pueden degradar la integridad física del
aislador y hacerlo inservible.
2. Algunas condiciones ambientales pueden cambiar las características de fun-
cionamiento de un aislador, sin producir un daño permanente.
Esto puede alterar las características del sistema de aislamiento del equipamien-
to soportado; por ejemplo, las respuestas en frecuencia pueden cambiar significati-
vamente al cambiar la temperatura ambiental. Así, es importante determinar el am-
biente de funcionamiento del sistema de aislamiento y seleccionar los aisladores
que funcionarán de acuerdo con las características deseadas en ese entorno.

Materiales de aislamiento disponibles

Hay disponibles aisladores de impacto y vibración en gran variedad de materiales y


configuraciones, con el fin de adaptarse a muchas situaciones distintas. Se debe ele-
gir el tipo de aislador para las condiciones dinámicas y de carga bajo las que ha de
funcionar. El material de que está fabricado el aislador depende en gran medida de
las condiciones ambientales de la instalación y, en cierto modo, de las propiedades
dinámicas requeridas. La Parte 1. 8 de este capítulo incluye directrices para la elec-
ción de aisladores y sus materiales.
Los aisladores de amortiguación por rozamiento de metal y de muelle de metal
se utilizan fundamentalmente cuando las temperaturas de funcionamiento son de-
masiado altas para los aisladores elastoméricos. Pueden emplearse en una gran va-
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.23

riedad de aplicaciones. Sin embargo, dadas las características de estos aisladores se


pueden producir problemas en situaciones de carga alta y una variabilidad en el
rendimiento, debida a la tolerancia del ensamblaje, por lo que su uso es desacon-
sejable en instalaciones con una sensibilidad muy alta.
La mayoría de los aisladores utilizados hoy día son elastoméricos. El desarrollo
de una amplia gama de compuestos elastoméricos ha hecho posible el uso de este
tipo de aislador en casi todos los ambientes. Dentro de un tipo determinado de elas-
tómero, es simplemente una cuestión de cambiar la rigidez (módulo) del compues-
to; esto aporta mucha flexibilidad al adaptar un aislador a una instalación, sin mo-
dificar su geometría. El caucho natural es el elastómero más ampliamente utilizado
en los aisladores.
Dado que la selección del material para el aislador depende en gran manera del
ambiente en que el montaje ha de utilizarse, es muy importante conocer tanto como
sea posible acerca de los ambientes de funcionamiento y almacenaje.

Vida de servicio deseada

La vida de servicio esperada, o deseada, para un aislador puede afectar al tipo y al


tamaño del aislador de vibración elegido. Por ejemplo, un aislador que deba funcio-
nar durante 2000 horas en unas condiciones determinadas suele ser mayor que el
que sólo ha de funcionar 500 horas bajo las mismas condiciones.
En general, se utilizan datos empíricos para estimar la vida de funcionamiento
de un aislador. Para realizar una estimación de la vida del aislador es necesario des-
cribir con precisión las alteraciones dinámicas y el ambiente de funcionamiento. El
conocimiento del material específico y de los factores de diseño de un aislador es
necesario para estimar la vida de fatiga. Esta información se debe obtener del fa-
bricante o diseñador original del aislador.

Instalación contra roturas

Una instalación de aislador segura contra roturas es aquella que posee un conector
positivo de metal a metal por si el muelle flexible del aislador falla. Así, en caso de
rotura, el equipamiento se mantiene en posición hasta que pueda reemplazarse el
aislador defectuoso. En algunos casos, el propio aislador contiene este elemento de
seguridad; de no ser así, el elemento puede aportarlo el sistema de montaje.

ESPECIFICACIONES DE AISLADORES DE IMPACTO Y VIBRACIONES

A menudo, los aisladores de impacto y vibración son demasiado específicos; esto


puede producir complicaciones innecesarias y un aumento del coste. El exceso de
especificación consiste en aumentar arbitrariamente los valores de carga de impacto
y vibración para asegurarse de que se han elegido los aisladores con un margen alto
de seguridad respecto a la capacidad de carga máxima. En el caso de aisladores de
29.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

vibración, esto puede producir grandes diferencias de rendimiento entre las prue-
bas de laboratorio y el funcionamiento real. La mejor especificación de un aislador
es aquella que define las propiedades críticas del sistema de aislamiento y el am-
biente concreto en que el sistema funcionará. Los requisitos extraños producen
complicaciones innecesarias. Por ejemplo, si el nivel de vibración es una aceleración
de ± 1 g, no es aconsejable especificar ± 2 g por seguridad. De la misma manera, no
es aconsejable aplicar rígidamente una especificación completa a la instalación de
un aislador cuando sólo es aplicable una pequeña parte de la especificación.
Habitualmente, las especificaciones de diseño de los aisladores de impacto y vi-
bración incluyen requisitos con respecto a: (1) amplitudes de vibración, (2) ampli-
tudes de impacto, (3) carga a soportar, (4) protección requerida por el equipamien-
to, (5) temperaturas en el ambiente de funcionamiento (factores ambientales en
general) y (6) cargas de aceleración estable sobre impuestas a la carga dinámica.
Un buen ejemplo de tales especificaciones es el documento estadounidense
MIL-STD-81O. Este documento aporta la mayoría de la información anterior para
varias instalaciones de equipamiento posibles.

COMBINACIONES DE AISLADORES EN SERIE Y EN PARALELO

Cuando se utilizan varios aisladores en un sistema, suelen combinarse en serie o en


paralelo, o en alguna combinación de ambos.

Aisladores en paralelo

Lo más frecuente es organizar los aisladores en paralelo. La Figura 29.5 muestra es-
quemáticamente dos aisladores en paralelo. Aquí, la constante estática de muelle k
del sistema, determinada en el centro de gravedad, viene dada por

k = (a + bf (29.1)
a 2/k 2 + h 2/kk¡

donde k¡ = constante de muelle del aislador 1

FIGURA 29.5. Diagrama esquemático de dos muelles en paralelo. Se suman las car-
gas de los muelles para obtener el peso total. Se asume que las placas carecen de
masa.
2.' PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.25

k2 = constante de muelle del aislador 2


a = distancia entre el aislador 1 y el centro de gravedad
b = distancia entre el aislador 2 y el centro de gravedad
Si la distancia de ambos aisladores al centro de gravedad es la misma (a = b) Y
se utiliza el mismo aislador en ambos lugares (k l = k 2 ), de acuerdo con la Ecuación
(29.1), k = 2k 1•
El peso total W (actuando en el centro de gravedad) se divide entre los dos ais-
ladores de la siguiente manera:

b
W1=W-- (29.2)
a+b
a
W 2 =W-- (29.3)
a +b

El peso total siempre es igual a W 1 + W 2• Si a = b, la carga estática sobre cada ais-


lador es la mitad del total, de manera que

(29.4)

La de flexión estática de cada aislador SS( se obtiene dividiendo la carga estática so-
bre el aislador entre la constante de muelle particular (p. ej., para k¡, SS! = W1/k l ).
De la misma manera, la de flexión estática del sistema (en el centro de gravedad)
se encuentra dividiendo el peso total entre la constante de muelle del sistema.

(29.5)

Cuando el espaciamiento de los aisladores es simétrico con respecto al centro de


gravedad y se utiliza el mismo aislador en todos los puntos de apoyo, la deflexión
estática es la misma en todos los aisladores.
Los problemas de los Ejemplos 29.1 a 29.5, que se presentan más adelante, se
basan en el uso de aisladores en paralelo.

Aisladores en serie

Cuando dos aisladores se combinan en serie, como muestra la Figura 29.6, la cons-
tante de muelle del sistema viene dada por
k = 1 (29.6)
l/k I + l/k 2 kl + k2
Cada aislador en serie soporta el peso total, de manera que

(29.7)

La deflexión estática en cada aislador se halla dividiendo el peso total Wentre


29.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 29.6. Diagrama esquemático de dos muelles en serie. Las deflexiones de


los muelles se usan para obtener la deflexión total, pero cada muelle soporta la carga
total.

la constante de muelle particular; la de flexión del sistema se calcula mediante la


Ecuación (29.5) y es la suma de las de flexiones de los aisladores individuales.

SELECCION DEL AISLADOR

Los problemas simples de impacto y vibración que implican movimiento de trasla-


ción pueden clasificarse en dos categorías:
1. Excitación de fuerza: U na perturbación por impacto o vibración se origina en
el equipamiento soportado. Los aisladores que sujetan el equipamiento re-
ducen la fuerza de transmisión a la estructura de apoyo, protegiendo así a
esta estructura o base. por ejemplo. al aislar el chasis de un vehículo de la vi-
bración de un motor de combustión interna o al reducir la transmisión de la
vibración de una máquina a las estructuras adyacentes.
2. Excitación de movimiento (velocidad): El impacto y la vibración se transmi-
ten a través de la estructura de apoyo al equipamiento. lo cual hace que se
mueva. El movimiento y la fuerza transmitidos se reducen montando el equi-
pamiento sobre aisladores. por ejemplo, para proteger al equipamiento de
suelos vihratorios o para proteger edificios y sus contenidos de alteraciones
sísmicas (del suelo).
Los siguientes ejemplos presentan instalaciones específicas correspondientes a
cada una de las categorías anteriores. En ellos se muestran cómo hay que seleccio-
nar los aisladores para algunos prohlemas simples de impacto y vibración. pero los
pasos seguidos son sencillos y pueden extenderse a otras muchas situaciones. De
una manera simplificada. se hacen los siguientes supuestos en la solución de estos
problemas:
1. El efecto de la amortiguación es insignificante. un supuesto válido para mu-
chas instalaciones de aisladores.
2. Todas los modos de vibración están desacoplados (véase Figura 29.4).
3. Las constantes de muelle estáticas y dinámicas de los aisladores son iguales.
lo que es válido para elastómeros de módulo bajo con poca amortiguación.
2.· PARTE: SElECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.27

La Tabla 29.1 incluye varias ecuaciones básicas utilizadas en la selección de ais-


ladores2.

Ejemplo 29.1. Aislamiento de la fuerza vibratoria

Problema. Un conjunto de motor eléctrico y bomba, montado rígidamente sobre


una base común, transmite vibración a otros componentes del sistema hidráulico. El
peso del conjunto y la base es 63 kg (140 lb). En las esquinas de la base rectangular
están colocados cuatro aisladores. El centro de gravedad está localizado en el cen-
tro del plano horizontal más cercano a la base. La frecuencia vibratoria más baja de
la excitación es 1800 rpm y es el resultado de un desequilibrio rotacional. También
hay frecuencias superiores debido a fuerzas magnéticas y fuerzas de la bomba. La
excitación se produce tanto en dirección horizontal como vertical.

Objetivo. Reducir la vibración transmitida a la estructura de apoyo y otros com-


ponentes del sistema. Por lo general, es posible obtener una eficacia de aislamiento
de la vibración del 70 al 90 por lOO; aquí se elige el valor del 80 por lOO.

Solución

1. Se halla en primer lugar la transmisibilidad T que corresponde al aislamiento


de vibración requerido J del 80 por lOO (J = 0,8) a partir de

J + T= 1 (29.8)

Luego, T = 0,2.

2. Se determina entonces el valor más bajo de la frecuencia de excitación en


herzios (ciclos por segundo) dividiendo 1800 rpm entre 60 segundos/m in, obtenién-
dose un valor de I = 30 Hz. Se utiliza la frecuencia inferior de excitación ya que es
la peor condición posible. Si se logra un aislamiento alto a esta frecuencia, el aisla-
miento será incluso mejor a frecuencias superiores.

3. A continuación, se halla la frecuencia natural In que necesita el sistema ais-


lado para aportar una transmisibilidad T para una frecuencia de excitación de 1Hz.
La siguiente ecuación asume una amortiguación cero:

(29.9)

Utilizando T = 0,2 Y1= 30 Hz, se obtiene In = 12,2 Hz.


N
CD
N
Q)

TABLA 29.1. Ecuaciones para el aislamiento de la vibración


U_ _ _ ,... ............. s::
Rdodóe .... >
"........
z
So . .. e
-. ndIadóo >
,...
.. ,. "........ '-¡." T_
~ e
Si lIlpIn lIlpIn criIIco,t -. c.palÍda, m
lO
.. ...... .......... -0- I.. _oporll T( ... Ecadóo pesoW F........... s::
k• k m.'I( (.......I.f. m
......
-
,,.... i ._- W mg e
Deflexlón estática 6, . . 8. ~ - ~ - [Wase Ec. (27.5)J º
>
k" k., CIl

Fjk
>
(')
Desplazamiento . . . . Ixl ~ e
dinámico Ixl J[1 - (jlt.)')' + (2Ul r.)' [Wase Ec. (27.8)J CIl
:::!
Fuerza transmitida, F T . . Fr ~ TFo [Véase Ec. (27.9))
~
CIl
Frecuencia nacural,!..
-<
(')
. . ,. ~ - - =-
I~/JW
m
2.,.. m
- [Véase Ec. (27.4b))
W O
Z
Transmisibilidad a -i
rC!K)nancia para I
:u
. T.... = 2t para valores pequeños de i O
,...
aisladores viscosos
amortiguados e
m
,...
• La rigidez dinámica de los e1astómerOl. empleando caucho natural como ejemplo. varía desde aproximadamente 1.1 veces el valor estático (para material blando) hasta aproximadamente 3 veces el :u
valor estático (para material de rango medio). La relación entre la rigidez estática y la din4mica depende del tipo de elastómero. el módulo. la frecuencia. el nivel de tensión dinámica y la temperatura e
ambiental. El fabricante del aislador puede ap<mar datos especfficos sobre el rendimiento bajo condiciones de vibración. 6
t El porcentaje de amortiguación crítica para elastómerOl ampliamente utilizados varia desde aproximadamente O.OS (para caucho natural) hasta aproximadamente 0.20 (para materiales muy amor- O
tiguados).
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.29

4. Ahora se determina la deflexión estática, 5Sh precisa para una frecuencia na-
tural!n:

f,=~ fg (29.10)
2'IT -\j B:
n

Se obtiene un valor de 5s1 = 1,67 mm (0,066 in) para!n = 12,2 Hz.


Los mismos resultados pueden obtenerse utilizando el gráfico de eficacia del ais-
lamiento de la Figura 29.7. Para utilizar este ábaco, se halla el punto en que la línea
horizontal para! = 30 Hz corta la línea diagonal del 80 por 100 de aislamiento (re-
ducción en vibración). A partir del punto de intersección, se proyecta una línea ver-
tical para leer los valores de 5s1 = 1,67 mm (0,066 in) y!n = 12,2 Hz.

5. Se calcula entonces la constante de muelle total k requerida para obtener una


frecuencia natural!n a partir de la Ecuación (27.4b):

f,
n
=~ {ki
2'IT -\j W (29.l1 )

obteniéndose un valor de k = 371,3 newtons/mm (2120 lb/in).


6. A continuación, se determina la constante de muelle de cada uno de los n ais-
ladores (actuando en paralelo) que se utilizan para soportar la masa m, a partir de

k
k¡ = - (29.l2)
n

Aquí hay un aislador en cada esquina, de manera que n = 4, dando lugar a un valor
de k¡ = 92,8 newtons/mm (530 lb/in).
7. Ahora se calcula el peso estático (carga sobre cada aislador). Dado que el
centro de gravedad de la masa soportada está localizado en el centro del plano ho-
rizontal, el peso se divide por igual entre todos los aisladores. El peso soportado por
cada uno se determina a partir de:

w
w=-
I
n
(29.13)

donde W = 63 kg (140 lb) y n = 4, de manera que W¡ = 15,8 kg (35 lb).


8. Se elige un aislador que posea una constante de muelle de 92,8 newtons/mm
(530 lb/in) y una capacidad de soporte de peso estático de al menos 15,8 kg (35 Ih).
Se intenta elegir un aislador que esté disponible en almacén; se utiliza un catálogo
publicado por un fabricante o distribuidor de aisladores. En este caso, se recomien-
da un aislador normalizado en forma de plato con enganches, ya que es fácil de con-
seguir, relativamente barato y fácil de instalar. La rigidez en la dirección horizontal
es algo mayor, pero aun así se conseguirá un aislamiento adecuado. La Figura 29.3k
Deflexión estática 0st' mm
N
0,05 0,1 0,15 0,20,25 0,5 1 1,5 2 3 5 7,5 10 15 20 CD
W
O
500 E§E=tLlIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
2 50 r-.....:~
~
-.::::::::: f:::::J
______ r--.. ______ ~

~ :::=:::---..r--..r-.... ~ ~ l'- 98.'1 Región de :s::


150 t-... -....: t-- aislamiento lo
125 ~~r--....~ % !f
Z
100 8$
lr/-r!
e
:í:""'" 80 .:J! lo
- 70 -.:::::""" >$ .!! ""'r-........ r--.. r-
c' F::::::: ~I-..... t---.. ~ ~! o
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O
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5 ......
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4 r-- (')
.1 1 1 11
r-- :b". J:j t-m--¡ O
3 Reglón de Z
t--- -t
magnlficaclón ~ :o
2 O
r-
O
m
lfH:illt+t r-
0.001 - 0 , . . 0,02 0,03 0,04 10,06 10,080,100,15 0,20 1°,300,40 0,6010,80
:o
e
1 Deflexión estática o..' in 1 1 1 1
,+ l~11 JJ¡ .,,,
50 40 35 30 22 14 12
Frecuencia natural f n Hz
10 9 8 7 6 5 4
g
FIGURA 29.7. Gráfico de eficacia del aislamiento. El aislamiento de la vibración sólo se produce cuando la
relación entre la frecuencia de excitación y la frecuencia natural es mayor que 21/2. Se entra al gráfico por la
frecuencia de excitación. Se proyecta una línea horizontal hasta la curva de reducción de la vibración desea-
da. A partir de esta intersección, se proyecta una línea vertical hasta encontrar la deflexión estática requerida
en el sistema de aislamiento. (Lord Corporation.)
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.31

muestra un aislador de este tipo. Hay que instalarlo de manera que el eje del tor-
nillo central esté en la vertical. Se utiliza una arandela de amortiguación de acero en
cada extremo del tubo central: (1) para conseguir un aislador a prueba de fallos y
(2) para limitar la deflexión vertical producida por la sobrecarga de impacto.

Ejemplo 29.2. Aislamiento del movimiento vibratorio

Problema. Un aparato electrónico que pesa 10,8 kg (24 lb) se monta sobre una
máquina. La máquina vibra con una amplitud de desplazamiento de 0,51 a 0,76 mm
(0,02 a 0,03 in) en las direcciones vertical y horizontal, en un rango de frecuencia en-
tre 20 y 40 Hz. Hay que montar este aparato sobre cuatro aisladores (uno en cada
esquina de la base). El centro de gravedad del sistema aislado está localizado en el
centro del plano horizontal.

Objetivo. Aislar al aparato electrónico del movimiento de la máquina mediante el


apoyo del aparato sobre aisladores. Se requiere un aislamiento de la vibración del
85 por 100.

Solución. Aunque este sistema es excitado por el movimiento, los pasos necesa-
rios para lograr un aislamiento de la vibración son los mismos que en el caso de ex-
citación mediante fuerza del Ejemplo 29.1. Aquí se emplean las mismas ecuaciones.
1. Se halla primeramente la transmisibilidad T correspondiente al 85 por 100 de
aislamiento a partir de la Ecuación (29.8). Para 1 = 85, la ecuación da lugar a
T = 0,15.
2. Se determina la frecuencia natural!n que se necesita para obtener una trans-
misibilidad de T = 0,15, a partir de la Ecuación (29.9). El valor de la frecuencia de
excitación debe ser! = 20 Hz, ya que ésta es la peor condición esperada (la trans-
misibilidad más alta). Para T = 0,15 y! = 20 Hz, de la Ecuación (29.9) se obtiene
!n = 7,2 Hz.
3. Ahora se determina la deflexión estática, 8." precisa para una frecuencia na-
tural!n = 7,2 Hz, a partir de la Ecuación (29.10). Esto da un valor de 8fl = 4,8 mm
(0,19 in).
4. A continuación, se halla la constante de muelle total k requerida para la fre-
cuencia natural!n de 7,2 Hz. Esta puede calcularse mediante la Ecuación 29.11 o a
partir de

W
k=- (29.14)
8'1

Para W = 10,8 kg (24 lb) y 8'1 = 4,8 mm (0,19 in), k = 22,1 newtons/mm (126 lb/in).
5. Se determina la constante de muelle k¡ para cada uno de los cuatro aisladores
(actuando en paralelo), a partir de la Ecuación (29.12). Dado que el centro de gra-
vedad está localizado centralmente con respecto a los aisladores, k¡ = k/4 o aproxi-
madamente 5,6 newtons/mm (32 lb/in).
6. Se elige en un catálogo un aislador que posea una constante de muelle de 5,6
29.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

newtons/mm (32Ib/in). Hay que buscar uno que pueda soportar una carga estática
de al menos 2,7 kg (6 lb). Aquí, por las razones expuestas en el Ejemplo 29.1, un ais-
lador en forma de plato es la elección adecuada. No obstante, en este caso, se elige
un aislador de baja frecuencia, parecido a la Figura 29.3k, pero que posea un con-
torno especial elastomérico para conseguir una constante de muelle más baja.

Ejemplo 29.3. Protección contra impactos

Problema. Hay que aislar una máquina comercial de manera que no sufra daños
durante un traslado normal. La unidad puede soportar un valor de 25 g de impacto
sin sufrir daños. El peso suspendido de 56,2 kg (125 lb) ha de ser distribuido por
igual sobre cuatro aisladores. Las perturbaciones esperadas son las habituales en el
manejo del transporte. sin que se permita un daño superior a una caída plana sobre
la base desde una altura de 762 mm (30 in). Las perturbaciones vibratorias máximas
suelen estar en un rango de 2 a 7 Hz.

Objetivo. Limitar la aceleración sobre la máquina a 25 g, utilizando la caída de


762 mm (30 in) como simulación de las peores condiciones posibles esperadas. Se
desea una frecuencia natural entre 7 y 10 Hz para evitar el rango de frecuencias de
vibración máximas y seguir aportando una buena protección contra el impacto.

Solución

1. Primero, se determina la de flexión dinámica Od (desplazamiento) de la má-


quina precisa para limitar la aceleración a XF (expresada en gs), cuando el objeto cae
desde una altura h, utilizando

osd -_ 2h
.. (29.15)
XF

donde XF = factor de fragilidad [máximo valor permisible de ng en la Ecuación


(30.57) de la Referencia 1J. Aquí. XF = 25 Yh = 762 mm (30 in), así, Od = 61 mm
(2,4 in).
2. Se determina entonces la frecuencia natural dinámica precisa para dar como
resultado una de flexión dinámica Dd, a partir de una variación de la Ecuación
(27.4b):

(29.16)

Utilizando.tF = 25 Y W = 56,2 kg (125 lb), se obtienefn = 10 Hz, dentro del ob-


jetivo de rango para la frecuencia natural.
2.' PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.33

3. Se calcula la constante de muelle dinámica k del sistema necesaria para lo-


grar una deflexión dinámica Bd , a partir de

fuerza
k=--- f?9.l7)
deflexión

obteniéndose una k = 228 newtons/mm (1302 lb/in) para el sistellhl.


4. A continuación, se determina la constante de muelle estática del sistema.
Aquí se asume el uso de caucho natural; luego la constante estática de muelle k" es
aproximadamente igual a la constante dinámica de muelle k, 228 N/mm (1302 lb/in).
5. Se calcula la constante estática de muelle k¡ de los n aisladores (actuando en
paralelo), a partir de la Ecuación (29.12).

k
k¡ =-
n

Aquí, n = 4, obteniéndose un valor de k¡ "'" 56,9 newtons/mm (325 lb/in).


6. Dado que el peso total se distribuye por igual entre los aisladores, la carga es-
tática de cada uno de ellos se calcula a partir de la Ecuación (29.13).

w
w=-
I
n

Esto da un valor de W¡ "'" 14 kg (31 lb).


7. Los aisladores de tipo sandwich suelen emplearse para proteger los objetos
frágiles durante su traslado. El montaje típico consiste en dos superficies planas,
con sujeciones enroscadas, ancladas a ambos lados de un tablero elastomérico. Hay
que determinar el grosor mínimo del elastómero (entre las placas) necesario para
mantener la tensión dinámica dentro de un nivel aceptable. Para el caucho natural
se emplea la siguiente regla empírica:

(29.lH)

Para Bd = 61 mm (2,4 in), el grosor mínimo del elastómero, tmin = 40,6 mm (l ,6 in).
8. Ahora se elige un aislador tipo sandwich para esta aplicación. Un ejemplo se
muestra en la Figura 29.3/. La configuración en sandwich permite suficiente defle-
xión en dos direcciones (cizallamiento) como para absorber fuertes cargas de im-
pacto. El coste de instalación es bajo. Los aisladores tipo sandwich están disponi-
bles en una amplia variedad de tamaños, constantes de muelle y elastómeros. Se
elige, en un catálogo, uno que posea la capacidad para soportar una carga estática
en cizallamiento de 14 kg (31 lb), que tenga un elastómero con un grosor mínimo de
40,6 mm (1,6 in) y una constante de muelle en cizallamiento de 56,9 newtons/mm
(325 lb/in).
9. Al diseñar o elegir el contenedor, hay que considerar algunos criterios. Los
cuatro aisladores deben colocarse equidistantes del centro de gravedad en el plano
horizontal, orientados para actuar en cizallamiento en las direcciones vertical y lon-
29.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

gitudinal. Los aisladores han de estar conectados por un extremo a lajaula que con-
tiene la máquina, y por el otro, al contenedor de embarque. Tiene que haber sufi-
ciente espacio entre la unidad montada y el contenedor como para impedir el
contacto de la base en caso de impacto. Una norma adecuada es permitir un espacio
igual a 1,4 Sd. En este ejemplo, el espacio de movimiento es como mínimo 86,4 mm
(3,4 in).

Ejemplo 29.4. Aislamiento combinado contra la sacudida y la vibración

Problema. Un compresor de aire portátil, activado mediante motor, con un peso


total de 1126 kg (2500 lb), hace ruido al funcionar. Es preciso un sistema de aisla-
miento para aislar las perturbaciones del motor y proteger la unidad de la excita-
ción por impacto en carretera. El motor y el compresor están montados sobre una
base común que está soportada por cuatro aisladores. El peso no está distribuido
por igual. En el extremo del motor, la carga estática es de 338 kg (750 lb) por ais-
lador: en el extremo del compresor, la carga estática es 225 kg (500 lb) por aislador.
La frecuencia más baja de la perturbación se da a la velocidad del motor. La velo-
cidad en vacío es 1400 rpm y la velocidad de funcionamiento es 1800 rpm. Se espera
que la unidad esté sometida a cargas de impacto, debido a la torsión del marco del
vehículo cuando se transporta por carreteras duras.

Objetivo. Controlar la fuerza de excitación de la vibración y aportar un aislamien-


to secundario contra el impacto. Hay que lograr un término medio; el sistema de
aislamiento ha de tener una rigidez suficientemente baja como para aislar la alte-
ración en vacío del motor, pero lo suficientemente alta como para limitar el movi-
miento de impacto. Por lo general resulta adecuado un sistema con una frecuencia
natural entre 12 y 20 Hz en la dirección vertical. (Nota: Los neumáticos y la suspen-
sión básica del vehículo aportarán la protección fundamental contra los impactos.)

Solución

1. En primer lugar se asume que la frecuencia natural del sistema en dirección


vertical es 12 Hz.
2. A continuación, se convierten las velocidades del motor en herzios (ciclos por
segundo) para utilizarlas en los cálculos. Se dividen los valores rpm entre 60 segun-
dos/mino obteniendo las frecuencias de las fuerzas t de 23,3 Hz a velocidad en vacío
y 30 Hz a velocidad de funcionamiento.
3. Luego se calcula la transmisibilidad Tparatn = 12 Hz. a partir de la Ecuación
t
(29.9). A velocidad en vacío. utilizando = 23,3 Hz, se obtiene T = 0,36 (36 por
100). A velocidad de funcionamiento. utilizando t = 30 Hz, se obtiene T = 0,19 (19
por 100).
Utilizando la Ecuación (29.8) se obtiene un aislamiento de la vibración T de 0,64
(64 por 100) a velocidad en vacío y 0.81 (81 por 100) en funcionamiento normal.
Para ambas condiciones, el rendimiento con una frecuencia natural de 12 Hz es sa-
tisfactorio.
4. Ahora se determina la deflexión estática precisa Ssr para obtener una fre-
2.' PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.35

cuencia naturalf", a partir de la Ecuación (29.10). Paraf" = 12 Hz, esto da 8.,1 = 1,73
mm (0,068 in).
5. Se selecciona un aislador anclado en el centro (atornillado en el centro) para
ambos extremos de la unidad. Este tipo (Figura 29.3h) es sencillo y fuerte y aporta
protección contra las cargas de impacto que se esperan en este caso. Debe instalarse
de manera que el eje del tornillo esté vertical y el peso estático descanse sobre la
parte ancha del disco. Una vez instalado, este aislador aporta amortiguamiento con-
tra cargas de impacto hacia arriba (rebote), así como contra cargas hacia abajo. El
sistema de aislamiento es a prueba de fallos y no es caro. Cada uno de los dos ais-
ladores en el extremo del motor ha de tener una capacidad de carga estática de al
menos 338 kg (750 lb). Cada uno de los dos aisladores en el extremo del compresor
ha de ser capaz de soportar al menos 225 kg (500 lb) de carga estática. Para todos
los aisladores, la deflexión estática ha de ser próxima a 1,73 mm (0,068 in) para ob-
tener la frecuencia natural deseada de 12 Hz.

Ejemplo 29.5. Control del ruido

Problema. Una unidad de impresora de impacto mecánico en una consola de en-


trada-salida es una fuente de ruido transmitido por la estructura en un rango de fre-
cuencias de 50 a 1000 Hz. El ruido se genera por las fuerzas de impacto del proceso
de impresión. La unidad pesa 90 kg (200 lb). La base de la unidad está diseñada
para acomodar cuatro aisladores en el plano horizontal. El centro de gravedad está
localizado centralmente, cerca de la base.

Objetivo. Se desea el mejor sistema de aislamiento posible para una reducción


máxima del ruido, dependiendo del espacio disponible para los aisladores y el mo-
vimiento del equipo. Se pretende conseguir un aislamiento mínimo del 98 por 100 (a
la frecuencia de excitación más baja).

Solución

1. Se determina la deflexión estática del sistema necesaria para lograr un aisla-


miento de la vibración del 98 por 100 (J = 0.98) a una frecuencia f = 50 Hz. El grá-
fico de eficacia del aislamiento, Figura 29.7. muestra que es precisa la de flexión es-
tática 8s1 de 5,1 mm (0,2 in). Dado que los cuatro aisladores actúan en paralelo. la
deflexión estática de cada aislador es la misma que la del sistema.
2. Se calcula entonces la carga estática sobre cada aislador. a partir de la Ecua-
ción (29.13). Para W = 90 kg (200 lb) Yn = 4, W¡ = 22,5 kg (50 lb).
3. Ahora se elige un aislador capaz de soportar una carga estática mínima de
22,5 kg (50 lb), con una deflexión estática mínima de 5.1 mm (0.2 in). Para ajustarse
al espacio disponible, se puede probar con un aislador pequeño de tipo canal (Fi-
gura 29.3m). Este tipo de aislador tiene una elevada capacidad de carga y una cons-
tante de muelle vertical baja (en cizallamiento). También es fácil de instalar e inclu-
ye una protección contra el contacto de metal a metal bajo la carga de impacto.
4. Un catálogo de fabricante muestra un aislador con una carga estimada de
22,5 kg (50 lb) Y una deflexión estática de 6,3 mm (0,25 in) para esa carga.
29.36 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

5. Se determina la frecuencia natural a partir de la Ecuación (29.10) para el ais-


lador que muestra el catálogo. Para 8" = 6,3 mm (0,25 in), se obtiene In = 6,3 Hz.
6. Se calcula entonces la transmisibilidad, a partir de la Ecuación (29.9). Para
1= 50 Hz y In = 6,3 Hz, la T resultante es 0,016 (1,6 por lOO). Utilizando este valor
de T en la Ecuación (29.8) se obtiene un aislamiento por encima del 98 por lOO, lo
cual supera el objetivo de rendimiento.

COMPROBACION DE LA INSTALACION DE AISLAMIENTO

Generalmente, son dos las causas básicas del rendimiento insatisfactorio de un sis-
tema de aislamiento: (1) se ha seleccionado el aislador inadecuadamente o no se ha
tenido en cuenta algún parámetro importante del sistema y (2) el aislador no ha sido
instalado correctamente. Los siguientes criterios pueden ayudar a evitar problemas
que. en caso contrario, producirían un mal rendimiento.
1. No se debe sobrecargar el aislador.
a) Si se ha empleado un muelle en espiral, las espirales adyacentes no deben
entrar en contacto, ni estar muy próximas. Ha de existir un espacio ade-
cuado entre espirales para carga estática normal, sin posibilidad de tocar
la base bajo carga máxima.
b) Si se ha utilizado un aislador elastomérico de tipo compresión, no debe
haber evidencia de deformación excesiva. Como directriz, la tensión de
compresión (relación entre la de flexión y el grosor original del caucho)
con carga estática no debe superar un valor de 0,15. La sobrecarga puede
acortar la vida del aislador y afectar a su rendimiento. Dado que un ele-
mento elastomérico cargado en compresión posee una constante de mue-
lle no lineal. la sobrecarga provoca que la constante dinámica efectiva de
muelle sea más alta de lo deseado. Esto eleva la frecuencia natural del sis-
tema y reduce la eficacia del aislamiento.
e) Si se utiliza un aislador elastomérico de tipo cizallamiento. la relación de
tensión estática de corte no debe superar un valor de 0,30. La unidad sus-
pendida no debe tocar el suelo bajo condiciones de impacto. De ser así. es
necesario más espacio o más amortiguadores de compresión. con el fin de
reducir la carga máxima de impacto sobre la unidad.
2. Los aisladores y el equipamiento aislado han de poder moverse libremente
bajo excitación de impacto y vibración.
a) Ninguna parte del sistema de aislamiento ha de estar anulada por una co-
nexión directa en lugar de tener un apoyo flexible.
b) Hay que instalar conductos flexibles. donde sea preciso, en máquinas vi-
bratorias. Los conductos y tuberías no deben anular o limitar el funcio-
namiento del sistema de aislamiento.
e) El equipamiento vibratorio no debe entrar en contacto con el equipa-
miento adyacente o con los elementos estructurales. Hay que dejar espa-
cio para evitar el contacto.
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.37

d) No debe haber contactos de metal a metal entre los componentes móviles


desconectados dentro del aislador. El uso de un elemento elastomérico
puede resultar beneficioso en este caso, si no se puede dejar el espacio
adecuado.
e) Si se ha instalado un tablero elastomérico debajo de la máquina, el tablero
flexible no debe anularse al atornillar fuertemente la máquina a su base.
Este problema puede remediarse diseñando una conexión flexible en los
puntos de conexión.
/) Si se utilizan varillas para limitar el desplazamiento, las tuercas de freno
han de aflojarse para permitir que el muelle funcione como se desea.
g) Si el aislador tiene un tornillo de ajuste, éste no debe tocar ningún objeto
sólido que impida que el aislador se mueva libremente.
h) En una zona de construcción, hay que retirar todos los desechos, como es-
combros de hormigón o piezas de madera, de debajo de los marcos de
acero o bloques de inercia que soportan el equipamiento de vibración. Es-
tas obstrucciones pueden dañar seriamente al sistema de aislamiento.
3. Los aisladores deben estar colocados adecuadamente. Hay que seguir exac-
tamente la especificación con respecto a la orientación de los aisladores.
a) La carga sobre el aislador debe estar a lo largo del eje designado para so-
portarla. No se debe distorsionar el aislador. Salvo que posea una capa-
cidad de desalineación de origen, la falta de alineación puede afectar al
rendimiento y acortar la vida del aislador.
b) No hay que instalar el aislador al revés si el diseño hace que esto sea im-
portante. Una abrazadera de tubería es un ejemplo; algunos de estos en-
samblajes están diseñados para ser instalados con un extremo determi-
nado hacia arriba. Si este tipo de abrazadera se instala al revés, su
rendimiento puede verse afectado.
4. Si se utiliza un montaje elastomérico, hay que dejar espacio para que ningún
objeto sólido corte el elastómero. No debe existir separación del nexo entre las par-
tes de elastómero y de metal en el aislador.
Los cortes y desgarros en la superficie del elastómero pueden propagarse du-
rante el funcionamiento y destruir el elemento muelle. Si hay superficies ligadas en
el aislador, una separación en el nexo también produciría problemas; el crecimiento
de la separación puede afectar al rendimiento del aislador y, en último término,
producir el fallo.
5. La de flexión estática de todos los aisladores debe ser aproximadamente
igual. No debe existir una distribución inadecuada del peso. La inclinación excesiva
del equipamiento montado puede afectar a su rendimiento. Por razones económi-
cas y sencillez de instalación, es deseable utilizar el mismo aislador en todos los pun-
tos del sistema. En este caso, no suele haber problemas si los distintos aisladores po-
seen deflexiones estáticas ligeramente distintas. Sin embargo, si uno o varios
aisladores exhiben una de flexión excesiva (véase número 1 anterior), serán precisas
medidas correctoras. Si el espaciamiento entre los aisladores se ha determinado ina-
decuadamente, puede bastar una corrección de las distancias para igualar la carga.
Si esto no puede llevarse a cabo, puede usarse un aislador que tenga una constante
29.38 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de muelle más alta en los puntos que soportan la carga estática más alta. Con ello,
la de flexión tenderá a igualarse.

REFERENCIAS

1. C. M. Harris(Ed.), Shock and vibration handbook, 3.· ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. Designer's guide, publicación n.o PB-8000c, Lord Corporation, Erie, Pa., 1986, p. 8.
Capítulo 30
MATERIALES
ABSORBENTES DEL SONIDO

Ron Moulder

INTRODUCCION

Cuando las ondas sonoras chocan contra la superficie de un material, una parte de
la energía incidente es absorbida mediante conversión a calor. Todos los materiales
absorben el sonido en cierta medida; los materiales acústicos son aquellos cuya fun-
ción primaria es absorber el sonido. Por tanto, absorben una gran parte de la ener-
gía acústica que incide sobre ellos.
Este capítulo describe las propiedades generales de los materiales absorbentes
del sonido; cómo se evalúan los materiales absorbentes; varios tipos de materiales
absorbentes y sus propiedades; cómo seleccionar y especificar los materiales acús-
ticos, y las propiedades acústicas de algunos materiales y elementos corrientes,
como cortinas y alfombras.

PROPIEDADES GENERALES DE LOS MATERIALES ABSORBENTES


DEL SONIDO

El elemento que origina la disipación de la energía sonora en la mayoría de los ma-


teriales acústicos es una capa de material muy poroso [al menos 1,27 cm (1/2 in) de
grosor] en la que los poros están intercomunicados. Los poros pueden estar forma-
dos por mineral cubierto de fieltro o fibra de vidrio, por los intersticios existentes
entre gránulos pequeños o por una composición de espuma en que las burbujas so-
lidificadas se interconectan a lo largo de todo el material. Cuando una onda sonora
penetra en un material poroso, la amplitud de vibración de las moléculas de aire es
amortiguada progresivamente por la fricción contra las superficies de las fibras o las
partículas que forman la estructura porosa. Esta fricción actúa como una resistencia

30.1
30.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

acústica cuyo valor depende de la resistencia del material al flujo de aire directo;
esta fricción depende sólo ligeramente de la frecuencia".
Otro factor que afecta a la absorción del sonido, principalmente en el rango de
frecuencias bajas, es la profundidad del espacio entre el frente del material y una su-
perficie rígida de apoyo detrás de él. El volumen de aire entre estas dos superficies
incluye tanto el aire de los poros del material como cualquier cámara de aire entre
el material y su apoyo. Esta última puede variar desde cero, cuando el material se
apoya directamente a un soporte rígido, hasta 1 m (3 ft) o más, en el caso de los te-
chos acústicos colgados. Cuando la profundidad total es menor que aproximada-
mente un cuarto de longitud de onda, el coeficiente de absorción de baja frecuencia
del material decrece al decrecer la frecuencia"".
Algunos materiales acústicos están cubiertos por un panel frontal, como un ta-
blero perforado, una malla metálica, una placa de metal perforada o por una mem-
brana flexible impenetrable por el aire. Estos paneles frontales tienen una trans-
parencia acústica decreciente al aumentar la frecuencia. Si 4000 Hz es la frecuencia
más alta para la que se precisa una absorción eficaz del sonido, la superficie perfo-
rada debe tener un área abierta de no menos del 10 por 100; la membrana impene-
trable que cubre el material poroso acústico debe tener una masa no superior a unos
0,01 glcm 2 (0,33 ozlft 2 ).
Por tanto, los materiales acústicos en general muestran una curva de absorción
en función de la frecuencia con aspecto puntiagudo, cuya forma en las frecuencias
bajas está determinada en gran medida por la profundidad de la cámara de aire; en
el rango de frecuencias de máxima absorción, por la resistencia al flujo, y en las fre-
cuencias altas, por la cantidad de orificios de la superficie.

• La resistencia al flujo se define como la relación entre la caída de presión a través de una muestra
del material y la velocidad del aire que pasa a través de él: se expresa en ohmios acústicos (pascal-segun-
dos/cm'). En general. la resistencia al flujo ha de estar dentro de ciertos límites para que la absorción ten-
ga su valor máximo. Si es demasiado alta. las ondas sonoras no pueden entrar fácilmente en el material:
si es demasiado baja. no se encuentra suficiente fricción como para disipar energía sonora significativa-
mente. El valor óptimo de la resistencia de flujo varía con la frecuencia. grosor y método de montaje del
material.
•• La frecuencia f por debajo de la cual decrece el coeficiente de absorción viene dada aproxima-
damente por la relación:
e
f= (2d) Hz

donde e es la velocidad del sonido y d la profunidad total del espacio de aire. Así. es necesaria una pro-
fundidad de al menos 10.2 cm (4 in) para mantener la absorción alta a frecuencias bajas. Esta relación
también explica la característica baja de absorción a 125 y 250 Hz de materiales de 1,27 a 2.54 cm (I/~ a
I in) de grosor cuando se montan directamente sobre un apoyo rígido.
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.3

/ND/CES DE ABSORC/ON DEL SON/DO

Coeficientes de absorción del sonido

El coeficiente de absorción del sonido de un material es una medida de la propiedad


absorbente del sonido del material. Es la relación (expresada como número deci-
mal) de la potencia sonora incidente aleatoriamente que es absorbida o no reflejada
por el material.·Por ejemplo, un coeficiente de absorción del sonido de 0,65 indica
que el 65 por 100 de la energía acústica incidente que llega al material es absorbida.
El coeficiente de absorción del sonido de cada material varía con la frecuencia. Es
habitual hacer una lista de los coeficientes de un material para seis frecuencias: 125,
250, 500, 1000, 2000 Y4000 Hz.

Variación de la absorción con el ángulo de incidencia

Para una frecuencia determinada, el coeficiente de absorción de cualquier material


varía con el ángulo de incidencia de las ondas sonoras. En un espacio cerrado, las
ondas sonoras golpean los materiales desde muchos ángulos distintos. Por esta ra-
zón,los coeficientes publicados de los materiales comercializados suelen medirse en
una cámara reverberante de laboratorio, en la que las ondas sonoras son casi difusas,
de manera que inciden sobre la muestra de ensayo desde muchas direcciones.

Coeficiente de reducción del ruido

El coeficiente de reducción del ruido (NRC) de un material es un número único que


es el valor medio de los coeficientes de absorción del material a las frecuencias de
250, 500, 1000 Y 2000 Hz; esta media se expresa como el múltiplo más próximo de
0,05. Por ejemplo, si un material tiene los siguientes coeficientes de absorción del
sonido:

Frecuencia, Hz Coeficiente de absorción


125 0,07
250 0,26
500 0,70
1000 0,99
2000 0,99
4000 0,98

entonces, el coeficiente NRC de este material es


(0,26 + 0,70 + 0,99 + 0,99)/4"" 0,75
Los coeficientes de reducción del ruido se utilizan en la especificación de los mate-
riales en aplicaciones de control del ruido. Sin embargo, cuando están implicadas
30.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

frecuencias bajas o muy altas, suele ser mejor comparar los coeficientes de absor-
ción en lugar de los coeficientes NRC. Esto se debe a que un material puede tener
un valor NRC más alto que otro y sin embargo tener un valor inferior de absorción
para 125 Hz, que puede ser particularmente importante en un problema concreto
de control del ruido.

Efectos del montaje sobre los coeficientes de absorción

Los coeficientes de absorción del sonido de un material dependen de cómo esté


montado o instalado. Por esta razón, se han establecido distintos montajes norma-
lizados para ensayos de medición. Cuando se presentan los coeficientes de absor-
ción de un material acústico, se especifica una de las siguientes condiciones de mon-
taje, que muestra la Figura 30.1:

Montaje tipo B: Pegado


a un tablero de escayola

Montaje tipo 0-20


Clavado a tablas de 3 1 .
madera de 20 por 40 mm (- ~ - In)
4 2

~
~
Montaje tipo A:
Tendido directamente
sobre una superficie

Montaje tipo E-400:


Suspendido con 400 mm (16 in) de
cámara de aire

FIGURA 30.1. Montajes normalizados para pruebas de materiales acústicos.


MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.5

Montaje tipo A: Tendido directamente sobre una superficie rígida sólida, sin cá-
mara de aire.
Montaje tipo B: Con puntos de conexión sobre un tablero de escayola con una
cámara de aire de 20 mm (1/8 in).
Montaje tipo D-20: Clavado a tablas de madera de 20 por 40 mm (3/4 por 112 in)
unidas a la superficie rígida.
Montaje tipo E-400: Sujeto a un sistema metálico de suspensión, con 400 mm (16
in) de cámara de aire.

Pueden usarse otras condiciones de montaje normalizadas especificadas por la


American Society for Testing and Materials (ASTM) en la norma E-795 1•
La Figura 30.2 muestra los valores medidos de los coeficientes de absorción del
sonido para un mismo material en tres condiciones de montaje distintas. Nótese que
cuando el material está separado del techo por un elemento intermedio o está sus-
pendido de él hay un aumento significativo en la absorción a frecuencias bajas. De-
bido a tales diferencias de absorción de las distintas condiciones de montaje, cuando
se compara la absorción de dos materiales hay que asegurarse de que los datos se re-
fieren a las mismas condiciones de montaje.

MATERIALES (ABSORBENTES) ACUSTICOS COMERCIALIZADOS

Tipos de materiales acústicos

Los materiales acústicos comercializados utilizados sobre paredes o techos de ha-


bitaciones pueden clasificarse como: (1) baldosas acústicas o tableros acústicos,
(2) ensamblajes acústicos especiales y (3) techos acústicos.

c: 1,00
-o 0,90
.~
olA 0,80 .~ r--
0,70 /' ~ :
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0,20 V'.
o 0,10
U I
125 250 500 1000 2000 4000 NRC
Frecuencia en herzios

FIGURA 30.2. Coeficientes de absorción del sonido de baldosas acústicas de 19 mm


in) de grosor sobre montajes adheridos, con elementos intermedios y suspendi-
(3/4
dos.
30.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Baldosas o tableros

Una baldosa acústica o tablero acústico es un material integral, rígido, que se sujeta
por sí mismo, comercializado en unidades prefabricadas de tamaño y grosor defi-
nidos; la diferencia entre baldosas y tableros acústicos sólo es de tamaño (los table-
ros son mayores). En EE.UU., los tamaños de las unidades varían desde 30,5 por
30,5 cm a 61 por 122 cm (12 por 12 in a 24 por 48 in), con tamaños mayores y menores
disponibles en algunos productos. En general, el grosor varía de 1,3 cm a 3,8 cm (112 in
a 1112 in). Los diferentes productos disponibles en forma de baldosas o tableros acús-
ticos difieren notablemente en composición y características de superficie, con las co-
rrespondientes diferencias en cuanto a propiedades distintas de la absorción del soni-
do, tales como apariencia, estilo arquitectónico, limpieza, posibilidad de ser pintados,
reflexión de la luz, resistencia al fuego y método de instalación.
Los tipos de baldosas y tableros comercializados incluyen fibra mineral perfo-
rada con fieltro, fibra de vidrio o lana mineral; baldosas cubiertas de fieltro de fibra
mineral lisas o con textura; baldosas o tableros de fibra mineral fisurada; tablero de
fibra mineral con superficie vitrificada; baldosa o tablero de fibra mineral cubierto
por membrana (por limpieza y apariencia, se utiliza una membrana impenetrable
por el aire, relativamente «transparente al sonido», para cubrir el material).

Instalación. Una ventaja de un techo de baldosas y tableros acústicos es que estos


materiales pueden instalarse mediante una gran variedad de métodos, tanto en edi-
ficios nuevos como en los existentes. Por ejemplo, todas las baldosas acústicas pue-
den aplicarse mediante pegamento a las superficies de masilla, hormigón y tableros
de escayola; una baldosa de 30,5 por 61 cm (12 por 24 in) suele ser el tamaño mayor
recomendado para una instalación con adhesivo. Algunas baldosas y tableros de fi-
bra mineral pueden sujetarse mediante clavos, grapas o tornillos a las tablas de ma-
dera intermedias o a una cubierta de tejado o pueden atornillarse a un tablero de
sujeción de escayola.
La mayoría de las baldosas y tableros acústicos pueden instalarse formando un
techo completo suspendido mediante elementos de metal que sujetan sus extremos.
La amplitud máxima permitida no sujeta de los tableros depende de las caracterís-
ticas de de flexión del material empleado.
Hay disponibles varios sistemas de suspensión mecánica que permiten la com-
binación de superficies de techo absorbentes del sonido con elementos de ilumina-
ción, acondicionamiento del aire y a veces radiadores de calor en cualquier dispo-
sición deseada. Los sistemas que tienen elementos de suspensión accesibles suelen
permitir una fácil retirada de las baldosas y tableros acústicos, permitiendo el ac-
ceso al espacio encima de ellos.
En las Figuras 30.3 a 30.5 se ilustran varios métodos de instalación.
Tanto las baldosas como los tableros pueden instalarse sobre las superficies de
la pared si no están sometidos a lISOS abllSivos. Cuando se utilizan como tratamiento
sobre la pared, los bordes expuestos de las baldosas o tableros acústicos suelen pro-
tegerse mediante marcos de madera o de metal.

Coeficientes de absorción del sonido. Los coeficientes de absorción del sonido de


baldosas y tableros varían notablemente, dependiendo del tipo y grosor del mate-
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.7

Revestimiento primario
nivelado mediante calces

Bandas (elementos intermedios) Baldosa acústica clavada o


atornillada a los elementos
intermedios
Madera sobre hormigón

V;g'"'' d, m.d':=:
t:
~ "'
t:: 3 1f 1l. •
Baldosa acústica clavada o atornillada
_ i
)~
a los elementos intermedios
Directamente sobre las viguetas de madera

FIGURA 30.3. Aplicación de baldosas o tableros con elementos intermedios.

rial y del método de montaje del mismo. Las Figuras 30.6 y 30.7 muestran la varia-
ción en los coeficientes de absorción para tableros de techo de varios grosores. La
Figura 30.6 muestra los coeficientes de absorción para baldosa de fibra mineral fi-
surada. La Figura 30.7 muestra los valores de los coeficientes de absorción para un
tablero de fibra de vidrio para techo de tres espesores diferentes.
Un aumento del espesor aumenta el coeficiente de absorción, sobre todo en fre-
cuencias por debajo de 1000 Hz.
La Figura 30.8 muestra que si hay una cámara de aire detrás del material (mon-
taje Tipo E-4(0), la absorción del sonido aumenta notablemente a 125 Hz y a
250 Hz. Los materiales que tienen una superficie posterior que permite su fácil pe-
netración por el sonido muestran mayores cambios de absorción al aumentar la pro-
fundidad de la cámara de aire (sobre todo a frecuencias bajas) que los materiales
con una superficie posterior relativamente impenetrable. Para la mayoría de los
materiales, este aumento de absorción al aumentar la profundidad de la cámara de
aire no muestra cambios significativos cuando el espacio aumenta por encima de
40,6 cm (16 in).

Mantenimiento. La mayoría de las baldosas acústicas vienen de fábrica con un


acabado de pintura, con un valor de reflectancia de la luz de aproximadamente 0,70
a 0,80. Por lo general es deseable mantener la reflectancia de la luz próxima a su va-
lor inicial, preferiblemente mediante lavado o repintado. Es aconsejable que esto se
haga tan a menudo como sea preciso, sin dañar la superficie o limitar la absorción
del sonido del material. Algunas baldosas acústicas están disponibles en acabados
de pintura de fábrica lavables. Los materiales con una lámina decorativa como su-
perficie se mantienen más fácilmente mediante lavado. Las baldosas acústicas cuya
superficie está perforada o fisurada pueden repintarse muchas veces sin que haya
una pérdida significativa en la absorción del sonido. Inicialmente. estos materiales
vienen provistos de fábrica con una capa de pintura impenetrable que sólo permite
la entrada del sonido a través de las perforaciones (o grietas). Las capas adicionales
30.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 30.4. Baldosa acústica pegada a un apoyo sólido.

de pintura no tienen efecto sobre la absorción del sonido, salvo que se cubra un nú-
mero considerable de estos orificios.
Hay que tener cuidado al repintar materiales fisura dos. Estos materiales tienen
una capa de pintura impenetrable de fábrica que cubre la superficie entre las aber-
turas de las fisuras. Por lo general, las fisuras difieren notablemente en forma y pro-
fundidad, incluso en la misma baldosa. Las capas adicionales de pintura tienden a
cerrar las aberturas más pequeñas y menos profundas. Si el material contiene una
proporción normal de fisuras profundas y grandes, cerrar las más pequeñas tendrá
un efecto insignificante sobre la absorción del sonido. Por tanto, si al volver a pintar
se tiene cuidado para evitar rellenar las fisuras grandes y las superficies planas entre
ellas, no suele haber una pérdida significativa en la absorción del sonido.
Por lo general, las baldosas o tableros acústicos minerales que no tienen grandes
superficies abiertas, sino que dependen por completo de la porosidad de la super-
ficie del material para la absorción del sonido, no pueden repintarse sin que se pro-
duzca pérdida de la absorción del sonido. Generalmente, estos materiales están cu-
biertos por un acabado de pintura de fábrica que aporta una reflectancia de la luz
satisfactoria, pero forma una superficie porosa. Al aplicar capas de pintura adicio-
nales, hay que tornar precauciones especiales para evitar sellar la superficie, con el
resultado de pérdida en la absorción del sonido. Hay que consultar al fabricante del
material acústico acerca de las pinturas recomendadas y técnicas de aplicación.

Ensamblajes y construcciones acústicas especiales

Bandejas de metal perforado con tableros deflbra mineral. Corno ilustra la Figura
30.9, este montaje consiste en una bandeja de 30,5 por 61 cm (12 por 24 in), de acero
o aluminio perforado, con enganches vueltos hacia arriba que encajan dentro de vi-
gas especiales en forma de T. La absorción del sonido la aporta un tablero de fibra
mineral o fibra de vidrio, habitualmente de 3,8 cm (1 112 in) de grosor, envuelto en
papel ligero a prueba de llamas o en una membrana delgada de plástico para im-
pedir que caigan pequeñas partículas de material a través de las perforaciones. El
tablero se coloca en la bandeja durante la instalación y se sujeta separado del de la
bandeja mediante un espaciador, lo cual facilita las operaciones de repintado y la-
vado y aumenta la absorción del sonido. Estas bandejas tienen un acabado de es-
malte cocido, particularmente adecuado para instalaciones en que es necesario un
lavado frecuente; son distribuidas por distintos fabricantes y están perforadas con
una gran variedad de patrones.
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.9

Sujeción del
Canales Sujeción tablero de escayola
del canal
Juntas pegadas
o calafateadas

........

11/1111111/111
Tablero de Baldosa acústica
escayola
FIGURA 30.5. Aplicación de baldosas acústicas a un tablero de escayola en un sis-
tema de techo suspendido.

Otros techos acústicos suspendidos de superficie de metal perforado pueden ser:


(1) grandes láminas de acero o aluminio ondulado, perforado, que se sujetan por sí
mismas en una dirección y se enganchan en la otra dirección mediante elementos de
metal accesibles, tendiéndose una capa ligera de fibra de vidrio sobre el metal on-
dulado para aportar absorción del sonido, y (2) una disposición parecida a (1), pero
con láminas de metal con nervaduras con perforaciones longitudinales.
Todos estos tipos poseen una alta absorción del sonido. Los valores de los coe-
ficientes de absorción dependen del tamaño de las perforaciones, el porcentaje de
área abierta de las perforaciones en comparación con el área total, la densidad y
grosor de las planchas y la cámara de aire detrás de ellas.

Paneles de pared. En muchos casos, no es posible instalar un techo en un ambien-


te ruidoso debido a obstrucciones en la zona del techo. Cuando es éste el caso, pue-
den aplicarse paneles absorbentes del sonido de pared sobre las superficies verti-
cales. Los paneles de pared suelen estar construidos con tableros cubiertos de
fieltro de lana mineral o de fibra mineral cubierta con una cara decorativa o resis-
tente al uso. Los paneles de pared suelen ser de 122 por 244 cm (48 por 96 in) y pue-
den ser de 2 a 4 cm (3/4 a 11/2 in) de grosor. Los paneles para las paredes se utilizan
ampliamente en instalaciones de control del ruido, tanto comercial como industrial,
porque constituyen un medio excelente para localizar la absorción del sonido cerca
de la fuente de ruido. Los paneles perforados fabricados con mantas minerales, pa-
recidas a las descritas en la siguiente sección, también pueden emplearse como pa-
neles absorbentes del sonido en las paredes.

Paneles peiforados con mantas defibra mineral. Esta construcción suele consistir
en travesaños de madera o viguetas del techo entre las cuales se coloca una manta
de fibra de vidrio o de lana mineral. Los travesaños están transversalmente reves-
tidos con bandas secundarias de lana a las que se acoplan las láminas de los tableros
perforados. De forma alternativa, puede emplearse un sistema de revestimiento de
metal. El tablero perforado suele tener 0,48 cm (3/16 in) de grosor, con perforacio-
nes de 0,48 cm (3/16 in) cada 1,27 cm (1/2 in). El elemento absorbente puede ser
cualquiera de las numerosas mantas de fibra mineral o fibra de vidrio, de distintos
grosores y densidades, dependiendo de las características de absorción de frecuen-
cia deseadas. La principal función del tablero perforado es aportar una superficie rí-
30.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

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125 250500 100020004000 125250 500100020004000
Frecuencia en herzios Frecuencia en herzios

FIGURA 30.6. Coeficientes de absor- FIGURA 30.7. Coeficientes de absor-


ción del sonido para dos grosores dis- ción del sonido para tres grosores dis-
tintos de una baldosa de fibra mineral fi- tintos de un tablero de fibra de vidrio en
surada en un montaje de Tipo A. un montaje de Tipo E-400.

gida, duradera, con buen aspecto, que sea tan acústicamente transparente como sea
posible. A veces se utilizan directamente las caras perforadas, como listones de me-
tal, o láminas de metal perforado, si la apariencia no es un factor crítico.
La Figura 30.10 muestra los coeficientes de absorción del sonido de un ensam-
blaje para techo de este tipo, utilizando una manta absorbente del sonido de 51 mm
(2 in) de grosor sobre un apoyo sólido, con y sin el frente de tablero perforado. La
absorción a frecuencias bajas aumenta al hacerlo la densidad de la manta hasta un
cierto valor máximo, Sin embargo, dado que las mantas de distintos fabricantes
pueden poseer fibras de distinto grosor, la densidad por sí sola no constituye la base
de comparación de sus propiedades absorbentes del sonido,
Algunos fabricantes de mantas de fibra de vidrio distribuyen este material con
una cubierta de neopreno, que impide que las fibras «suelten polvo»; esta cubierta
es tan delgada que no tiene un efecto significativo sobre las características absor-
bentes del material. No reduce la resistencia al aire que incide sobre la superficie de
fibra de vidrio, que es una característica importante de este material, que se usa
para revestir el interior de las conducciones de los acondicionadores de aire,

Absorbentes suspendidos. Los absorbentes suspendidos se cuelgan del techo de


una habitación como unidades individuales en lugar de montarse como un techo
continuo o una superficie de una pared, Pueden ser láminas planas o tableros de
material absorbente colgados verticalmente en filas continuas, o pueden ser unida-
des huecas en forma de caja suspendida. Los absorbentes de este tipo se utilizan en
áreas en que no es factible un tratamiento del techo de tipo convencional. Sus pro-
piedades de absorción del sonido se expresan en sabinos de absorción.
Un sabino es una unidad de absorción del sonido equivalente a 1 pie cuadrado
de superficie perfectamente absorbente; un sabino métrico es equivalente a 1 m2 de
superficie perfectamente absorbente. Así, la absorción aportada por una superficie
convencional absorbente del sonido, en sabinos, se calcula multiplicando el área de
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.11

c: 1,20
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125 250 500 100020004000
Frecuencia en herzios
FIGURA 30.8. Coeficientes de absorción del sonido para un tablero de techo de fibra
de vidrio montado con y sin cámara de aire. (Cortesía de Owens-Coming Fiberglas
Corp.)

la superficie por su coeficiente de absorción del sonido. Por otra parte, la absorción
del sonido de un absorbente suspendido suele expresarse en términos del número
de sabinos que aporta cada unidad. Por ejemplo, consideremos un absorbente típi-
co suspendido fabricado con una lámina de fibra de vidrio. Está cubierto de una del-
gada membrana plástica, impenetrable, lavable, tan ligera que es esencialmente
transparente para la mayoría del rango de frecuencias acústicas. Estos absorbentes,
que generalmente se disponen en filas continuas, están suspendidos mediante ca-
bles de acero tensados entre las paredes o vigas del techo. La absorción del sonido
que aporta cada unidad depende de lo cerca que esté de los absorbentes adyacentes
suspendidos, como muestra la Figura 30.11. Estos datos se refieren a unidades sus-
pendidas en filas continuas en la misma dirección.

Cubiertas acústicas para tejados

Los materiales acústicos pueden utilizarse como parte integral de la estructura de


un tejado en los edificios de una planta, como en las plantas industriales, en que la
parte interior de la cubierta del tejado forma la superficie de techo expuesto del es-
pacio inferior. Los siguientes son algunos tipos frecuentes de cubiertas acústicas
para tejados.

Tableros acústicos para cubiertas moldeadas. Los tableros acústicos se fabrican


en tamaños y grosores especiales [se sujetan mediante correas de acero espaciadas
de 61 a 81 cm (24 a 32 in»), para utilizarse en lugar de los habituales tableros mol-
deados no acústicos. La cubierta del tejado de escayola u hormigón se moldea sobre
un tablero acústico hasta alcanzar un grosor de 5,1 a 7,6 cm (2 a 3 in). Los coeficien-
tes de reducción del ruido de productos de este tipo varían desde 0,55 hasta 0,70.

Paneles perforados para cubiertas de tejado. Este tipo de cubierta de tejado con-
siste en un panel hueco de acero para techos, que se modifica perforando la super-
ficie inferior y colocando sobre ésta una fibra mineral absorbente. Una estructura
de este tipo se ilustra en la Figura 30.12. El aislante del tejado y su estructura se ins-
30.12 o: MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

--,
del canal

Tablero absorbente

¡::--

, Bandeja de
metal pertorado

FIGURA 30.9. Ensamblaje de techo de bandejas de metal perforado con un tablero


absorbente del sonido.

talan sobre esta cubierta de acero en la forma habitual. Los coeficientes de reduc-
ción del ruido para este tipo de construcción varían desde 0,65 hasta 0,85, depen-
diendo del espesor de la cámara de aire y del tipo de material absorbente del
sonido.

Aislamiento estructural del tejado. Este tipo de cubierta de tejado consiste en


grandes láminas de aislante poroso térmico, que son suficientemente gruesas y rí-
gidas como para emplearse por sí mismas como material de cubierta de tejado. El
tejado convencional se instala directamente sobre su parte superior. Algunos ma-
teriales de este tipo están formados de virutas de lana prensadas con un aglutinante
hasta formar una plancha rígida; la superficie inferior ha de permanecer expuesta
con el fin de lograr una absorción eficaz del sonido. Los coeficientes de reducción
del ruido, para un grosor de 7,6 cm (3 in), varían desde 0,70 hasta 0,85.

Particiones de altura parcial (divisores de oficinas)

En oficinas de planta abierta, es costumbre instalar particiones de altura parcial


(también denominadas divisores de oficinas) con el fin de mejorar la privacidad
acústica entre los lugares de trabajo. Estas particiones, por lo general de aproxi-
madamente 152 por 244 cm (60 por 90 in) de altura, se describen en el Capítulo 33.
Para resultar eficaces, la partición ha de poseer un coeficiente de reducción del rui-
do (NRC) de al menos 0, 90.

SELECC/ON DE MA TER/ALES (ABSORBENTES) ACUSnCOs

Además de la absorción del sonido, hay que tener en cuenta otras propiedades o
consideraciones al seleccionar un material acústico, incluyendo:
• Propagación y resistencia al fuego
• Resistencia mecánica, resistencia al uso
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.13

1,00 -....; ...


0,90
t:
-o 0,80 /
7 ~
.~
oti> 0,70 t/
.
oC
Q)
0,60
0,50 /
Ir \

0,40 J
"O
Q)
E
Q) 0,30 ~l
oc:; Cara sin
0,20 - perforaciÓn_
'; - -Ca;!.
o 0,10 ~ orada
U
O l

125 250 500 1000 2000 4000 NRC


Frecuencia en herzios

FIGURA 30.10. Coeficientes de absorción del sonido de una manta típica de fibra mi-
neral de 51 mm (2 in) sobre un respaldo sólido con y sin cara perforada.

• Estabilidad dimensional
• Reflectancia de la luz
• Atenuación del sonido
• Mantenimiento, limpieza, posibilidad de ser pintado
• Apariencia
• Coste
• Facilidad de instalación, método de montaje
• Disponibilidad de espacio para instalación acústica
• Peso de la instalación acústica
• Compatibilidad con otros materiales y componentes

Propagación del fuego, clasificación Fire-Class y resistencia al fuego

Las especificaciones suelen requerir que el material acústico sea evaluado respecto
a la propagación y resistencia al fuego. El índice de propagación de las llamas de un
material 2 es una medida del flujo de las llamas a través de la superficie expuesta del
material. Dado que los rangos de rendimiento son más significativos que los valores
individuales, el índice de propagación de las llamas está relacionado con las siguien-
tes clases:

Indiee de propagación Designación Fire-Class


Clase de las llamas (ASTM E-12M)'

I 0-25 Clase 25
11 26-75 Clase 75
III 76-200 Clase 200
IV Más de 200

La mayoría de los materiales acústicos comercializados pertenecen a la Clase 1.


La resistencia al fuego de un ensamblaje de suelo/techo o de tejado/techo, del
30.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

en
g .. . l°rnIDJ
:E::..x
'B-PÑ 4
8
6

~o~ 2345678
a.
Espaciamiento
en pies

FIGURA 30.11. Absorción del sonido por unidad con respecto al espaciamiento,
para filas continuas de 610 por 1220 mm (2 por 4 ft) de absorbentes suspendidos de
tipo "baffle». (Cortesía de Owens-Coming Fiberglas Corp.)

que el techo acústico no es más que un componente,4 se evalúa en horas o fraccio-


nes de horas.

Resistencia mecánica

La resistencia mecánica de la mayoría de los materiales acústicos es relativamente


baja (se dañan fácilmente con los golpes). La superficie de un material acústico so-
metido a abusos puede protegerse mediante paneles perforados fabricados de me-
tal. contrachapado o cartón, o mediante pantallas de metal o tiras de madera. Véase
por ejemplo la Figura 30.13.

Estabilidad dimensional

Se dice que un material acústico es dimensionalmente estable si sus dimensiones fí-


sicas no cambian significativamente con los cambios en humedad y temperatura. La
estabilidad dimensional de un material acústico depende de la fibra de que esté fa-
bricado (los materiales inorgánicos son más estables que los orgánicos) y del aglu-
tinante que mantiene unidas las fibras (los aglutinantes impermeables son más es-
tables que los no impermeables, como el almidón).

Reflectancia de la luz

La reflectancia de la luz de un material es una medida de su capacidad para reflejar


la luz sobre su superficie. La reflectancia de la luz puede expresarse como una frac-
ción decimal de la luz incidente que es reflejada sobre la superficie del material. La
mayoría de los materiales acústicos para techos tienen un valor de reflectancia de la
luz igualo superior a 0,75. Los fabricantes de los materiales no aportan valores de
reflectancia precisos, debido a que la acumulación de suciedad o polvo sobre el ma-
terial acústico reduce la reflectancia de la luz sobre su superficie. En su lugar, suele
presentarse un rango de valores (indicado por una letra):
a - 0,75 o más
b - 0,70 a 0,74
c - 0,65 a 0,69
d - 0,60 a 0,64
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.15

FIGURA 30.12. Típico ensamblaje fonoabsorbente de acero para techo de tejado.

Para mantener alto el valor de reflectancia de la luz del material acústico del te-
cho su exterior ha de ser lavable y poder pintarse.

Propiedades de atenuación del sonido

En muchas oficinas, las particiones sólo se extienden hasta un techo acústico sus-
pendido. El sonido de una fuente en una habitación viaja hacia arriba a través del
techo suspendido, pasa a través del espacio libre por encima de la partición, y baja
luego a través del techo suspendido a la habitación adyacente, como ilustra la Fi-
gura 30.14. Con el fin de reducir la cantidad de sonido que pasa a través del techo,
la mayoría de los fabricantes venden techos con una cubierta de apoyo o lámina fina
de metal que aumenta las propiedades de atenuación del sonido del techo. La cu-
bierta o lámina metálica sella la parte posterior de los tableros porosos del techo.
Así, el sonido no pasa fácilmente a través de ellos. Para la mayoría de los tableros
de techo, esta cubierta posterior reduce el coeficiente NRC del tablero a un valor
entre 0,05 y 0,10.
La atenuación normalizada de techo (expresada en decibelios) es una medida de
la eficacia del techo suspendido en su atenuación del sonido entre dos habitaciones.
Esta eficacia varía con la frecuencia, pero para facilitar las comparaciones entre las
distintas construcciones de techos suspendidos el aislamiento del sonido se expresa
como un número único, denominado clase de transmisión del sonido del techo; cuan-
to mayor es este número, mayor es el aislamiento sonoro que aporta la construc-
ción.

Medida de los coeficientes de absorción del sonido

Los coeficientes de absorción del sonido (y, por tanto, los coeficientes de reducción
del ruido) de un material acústico se determinan a partir de medidas de laboratorio
utilizando la Norma de Ensayo ASTM C-423, «Absorción del sonido y coeficientes
30.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Banda de
incrustación

Grapas

Malla metálica Superficie de la pared: metal,


Superficie de la hormigón, escayola, madera, etc.
pared: metal,
hormigón, escayola, Banda de Banda de
madera, etc.

Lámina de Jr---"'-t--IK Cierres


metal perforada de de clavos
de clavos calibre 24
Tablero
de clavijas

FIGURA 30.13, Distintos métodos para proteger la superficie de un material acústico


de incidentes no deseados. (Cortesía de Owens-Coming Fiberglas Corp.)

de absorción del sonido mediante el método de la cámara reverberante». Este mé-


todo se emplea para medir el coeficiente de absorción del sonido de incidencia alea-
toria (véase «Indices de absorción del sonido»). Los elementos que se ensayan se
colocan en una gran cámara reverberante con los montajes normalizados especifi-
cados en la norma ASTM E-795 1. Se determinan los coeficientes de absorción del
sonido para las siguientes frecuencias: 125,250,500, 1000,2000 Y4000 Hz. También
pueden obtenerse datos a intervalos de bandas de tercio de octava entre estas fre-
cuencias.

ESPECIFICACION DE LOS MATERIALES ACUSTlCOS DE TECHO

La mayoría de los fabricantes aportan especificaciones recomendadas para sus pro-


ductos particulares, que pueden ser utilizadas por el propietario o arquitecto. Una
especificación típica para un tipo de techo acústico es como sigue:

El material acústico debe ser (nombre del producto), fabricado por (nombre de la
compañía). Debe tener (grosor y tamaño) y poseer un NRC de para un ti-
po de montaje . El fabricante entregará al propietario una garantía escrita
por años sobre la estabilidad dimensional contra deformación, pandeo o
hundimiento.
El sistema de suspensión debe estar formado por acero laminado en frío electrogal-
vanizado, que satisface los requisitos de ASTM C-635, «Especificación de sistemas de
suspensión metálicos para techos de baldosas acústicas y paneles interiores». La suspen-
sión debe instalarse de acuerdo con ASTM C-636, «Prácticas recomendadas para la ins-
talación de sistemas de suspensión de techos de baldosas y paneles acústicos».
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.17

Cámara superior ~

Techo / " ' : vra del


suspendido sonido

Oficina n" 2 Oficina n" 1


Partición
¡r- de separación

- '--

FIGURA 30.14. Ilustración de la transmisión del sonido de habitación a habitación a


través de los techos de oficinas adyacentes.

ABSORCION DEL SONIDO DE MATERIALES Y ELEMENTOS DE USO


CORRIENTE

La Tabla 30.1 presenta los coeficientes de absorción de los materiales frecuente-


mente utilizados en la construcción de edificios. Los valores que aparecen son apro-
ximados. Los valores reales de los coeficientes de absorción dependen de la cons-
trucción específica, la densidad del material, el tipo de acabado, el tamaño del
panel, el tipo de montaje y otros factores.

Cortinas

Los coeficientes de absorción de las cortinas dependen de la resistencia al flujo de


aire de la superficie del material, el porcentaje de amplituá y su distancia a la pared
o ventana.
La Figura 30.15 muestra los coeficientes de reducción del ruido para corti-
nas de fibra de vidrio (100 por 100 de amplitud), con distintos valores de resis-
tencia al flujo. En la Figura 30.16 se presentan los coeficientes de absorción del
sonido para cortinas con distintos porcentajes de amplitud. El efecto de la dis-
tancia entre las cortinas y la superficie dura se ilustra en la Figura 30.17, que
muestra el coeficiente de absorción de una cortina a distintas distancias de una
pared. Nótese el aumento significativo en absorción del sonido a frecuencias
bajas cuando las cortinas están separadas de la pared; en el rango de frecuen-
cias medias y altas, la distancia de la pared tiene poco efecto sobre la absorción.

* El porcentaje de amplitud es el porcentaje en que la anchura del material supera a la anchura de la


cortina colocada; por ejemplo. un 100 por 100 de amplitud indica que la anchura del material original es
el doble de la anchura de la cortina colocada.
30.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 30.1. Coeficientes de absorción del sonido de materiales de construcción

Coeficientes de absorción del sonido


125Hz :zso Hz 500Hz 1000Hz 2000Hz 4000Hz

Balasto u otra piedra triturada:


3,18 cm (1 1/4 in) de tamiz y 0,19 0,23 0,43 0,37 0,58 0,62
15,2 cm (6 in) de profundidad
3,18 cm (11/4 in) y 30,5 cm (12 in) 0,27 0,58 0,48 0,54 0,73 0,63
de profundidad
3.18 cm (1 1/4 in) y 45,7 cm (18 in) 0,41 0,53 0,64 0,84 0,91 0,63
de profundidad
0,64 cm (1/4 in) o menos de 0,22 0,64 0,70 0,79 0,88 0,72
agregado de granito y 15,2 cm
(6 in) de profundidad
Ladrillo no esmaltado 0,03 0,03 0,03 0,04 0,0 0,07
Ladrillo no esmaltado pintado 0,01 0,01 0,02 0,02 0,02 0,03
Alfombra pesada:
Sobre hormigón 0,02 0,06 0,14 0,37 0,60 0,65
Sobre pelusa o espuma de caucho 0,08 0,24 0,57 0,69 0,71 0,73
de 1350 glm2 (40 ozlyd 2)
Sobre pelusa o espuma de caucho 0,08 0,27 0,39 0,34 0,48 0,63
de 1350 glm 2 (40 ozlyd 2) con
apoyo de látex impermeable
Bloque de hormigón tosco 0,36 0,44 0,31 0,29 0,39 0,25
Bloque de hormigón pintado 0,10 0,05 0,06 0,07 0,09 0,08
Cortinas (véase también Figuras
30.15-30-17):
Visillo ligero, 338 glm 2 (10 ozlyd'), 0,03 0,04 O,ll 0,17 0,24 0,35
colgado recto, en contacto con
la pared
Visillo medio. 475 g/m' (14 0,07 0.31 0,49 0,75 0,70 0.60
ozlyd 2 ). drapeado hasta la mitad
de su área
Visillo pesado, 610 glm 2 (18 0.14 0.35 0,55 0.72 0.70 0.65
ozlyd'), drapeado hasta la mitad
de su área
Tableros y mantas de fibra de vidrio:
Lana de vidrio de 2.54 cm (1 in). 0,08 0,25 0.65 0.85 0.80 0,75
24 kg a 48 kglm' (1,5 a 3,0 Ib/ft')
Lana de vidrio de 5,1 cm (2 in), 0.17 0,55 0,80 0.90 0.85 0.80
24 kg a 48 kg/m' (1,5 a 3,0 Ib/ft')
Lana de vidrio de 2,54 cm (1 in) y 0.15 0,55 0,80 0.90 0,85 0,80
cámara de aire de 2.54 cm (1 in)
Paneles de fibra de vidrio de 0.33 0,79 0.99 0,91 0,76 0,64
5.1 cm (2 in), instalados con
cubierta de lámina plástica y
panel frontal de metal perforado
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.19

TABLA 30.1. Coeficientes de absorción del sonido de materiales de construcción


( Continuación)
Coeficientes de absorción del sonido
125Hz 250Hz 500Hz 1000 Hz 2000 Hz 4000Hz

Suelos:
Hormigón o terrazo 0,01 0,01 0,015 0,02 0,02 0,02
Baldosas de linóleo, asfalto, 0,02 0,03 0,03 0,03 0.03 0,02
caucho o corcho sobre hormigón
Madera 0,15 0,11 0.10 0,07 0,06 0,07
Parquet de madera sobre asfalto u 0,04 0,04 0,07 0,06 0,06 0,07
hormigón
Vidrio:
Grandes paneles de placas de 0,18 0,06 0,04 0.03 0,02 0,02
cristal pesado
Cristal ordinario de ventana 0,29 0,10 0,05 0,04 0,07 0,09

Tablero de escayola de 1,27 cm 0.29 0.10 0,05 0,04 0,07 0.09


(112 in), clavado a travesaños de 5,1
por 10,2 cm (2 por 4 in), con 41 cm
(16 in) de centro a centro
Baldosa de mármol o esmaltada 0.01 0,01 0,01 0,01 0.02 0.02

Spray mineral sobre materiales:


Fibra mineral de 1,27 cm (112 in) 0,05 0,15 0,45 0,70 0,80 0.110
Fibra minera de 1,9 cm (3/. in) 0,10 0,30 0,60 0,90 0,90 0,115
Fibra mineral de 2.5 cm (1 in) 0,16 0,45 0,70 0,90 0,90 0,1'5
Fibra mineral de 1,27 cm (112 in) 0,25 0.50 0,80 0,90 0,90 0,85
sobre listones de metal con
cámara de aire de 2,54 cm (1 in)
Masilla, escayola o cal, con acabado 0,013 0,015 0,02 0,03 0,04 0,05
liso sobre baldosa o ladrillo
Masilla, escayola o cal, con acabado 0,14 0,10 0,06 0,05 0,04 0,03
burdo sobre listón
Lo mismo con acabado liso 0,14 0,10 0,06 0,04 0,04 0,03

Panel de contrachapado, de 1 cm 0,28 0,22 0.17 0,09 0.10 0.11


(3/s in) de grosor
La superficie del agua, como en una 0,008 0.008 0,013 0,015 0,020 0.025
piscina

Alfombras

Los coeficientes de absorción de las alfombras dependen de la altura del pelo, del
peso del pelo (cara), del tipo de material de soporte y de si está forrado con látex,
del tipo de superficie (pelo cortado o rizo) y el tipo y grosor del relleno (tejido in-
ferior). En general, el pelo cortado aporta mayor absorción que el rizo, en una al-
fombra que por lo demás tiene idéntica construcción. El tipo de fibra del pelo (si es
nylon o lana, por ejemplo) no tiene un efecto significativo sobre la absorción. Los
valores de los coeficientes de reducción del ruido (NRC) para alfombras extendidas
30.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1,00
100 rayls
c:
'o
.~ 0,80
o

'"
.I:l
al
Q) 0,60
"O
Q)
eQ)

:~ 0.40
'ai
o
u

o125__ 250__ 500__-L'


~, ~'
1000 2000 4000
__
~' __ ~' ~'

Frecuencia en herzios
FIGURA 30.15. Coeficientes de absorción del sonido para cortinas con varios valo-
res de resistencia específica al flujo expresado en rayls (dinas-segundos/cm3 ). Estos
datos son para cortinas que cuelgan con 100 por 100 de amplitud, a una distancia de
76 mm (3 in) de la pared. Por lo general, las cortinas tensadas tienen un valor bajo de
resistencia específica al flujo; las cortinas pesadas poseen un valor alto. (Cortesía de
Owens-Coming Fiberglas Corp.)

0,5
150 % amplitu?/ .---.-
Q)
"oc:
Q),o

c'ü
0.4

0,3
---.-
- --
. --.-
- -
v·~_~ 1-.100
- - - I _
% amplitud_
Q)~
.- o
.~
-.I:l

U
~aI
(1)
0,2

0,1
/
/'
- /
/

,----- - ---- :\
O % amplitud

o
V
125 250 250 1000 2000 4000 NRC
Frecuencia en herzios

FIGURA 30.16. Coeficientes de absorción del sonido para cortinas del mismo mate-
rial, pero colgadas con distintos porcentajes de amplitud. (Cortesía de Owens-Coming
Fiberglas Corp.)

directamente sobre el hormigón desnudo varían desde 0,30 hasta 0,55. Los valores
NRC para una alfombra sobre un relleno (tejido inferior) de 1,4 kglm2 (400zlyd 2 )
suelen variar desde aproximadamente 0,40 hasta 0,7OS. Por ejemplo, una alfombra
y un relleno con un NRC de 0,70 consisten en una alfombra de nudo con un pelo
que pesa 1,5 kglm 2 (43 ozlyd 2 ) Y tiene una altura de 13 mm (112 in). La mayoría del
alfombrado utilizado en oficinas comerciales posee un NRC en un rango entre 0,30
y 0,45. Las Tablas 30.2, 30.3 Y30.4 presentan listas de los coeficientes de absorción
del sonido de varias alfombras, algunas con un relleno de 1,4 kglm2 (40 ozlyd 2), so-
bre suelo de hormigón.
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.21

0,8

0,7
/
c:
-o 0,6
7,6 cm (3 in.)'\. /~ ~
~
- -\

lo-
oen
.a 0,5
<O
el)
0,4
)L ~,.¿;x.....15,2 cm (~ in.)
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'O
"- 30,5 cm (12 in.)
~
c: 0,3
/,/
~/
el)

¡¡::
o 0,2
el)

u
0,1
O
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia en herzios
FIGURA 30.17. Coeficientes de absorción del sonido para un material semiabierto
de cortinaje, colgado a diferentes distancias de la pared (100 por 100 de amplitud).

Resonadores Helmholtz

Un resonador Helmholtz (también denominado cavidad resonante) es un volumen


de aire encerrado que está conectado a un cuello corto abierto al exterior. Cuando
las ondas sonoras inciden sobre el cuello del resonador, ponen el aire en movimien-
to; el aire en el cuello se comporta en cierto sentido como un tapón sólido que se
mueve hacia adelante y hacia atrás, comprimiendo el aire en el volumen cerrado. A
medida que el aire se mueve de un lado a otro, la energía acústica se convierte en
calor, como resultado del rozamiento a lo largo de las paredes del cuello. Estas pér-
didas pueden aumentarse colocando un material ligero poroso a través de la boca
del cuello (o colocando material absorbente dentro del volumen cerrado). La ab-
sorción máxima del sonido se produce a la frecuencia de resonancia de la masa de
aire en el cuello y el «muelle» que aporta el aire comprimido en el volumen ence-
rrado; se absorbe muy poco sonido a otras frecuencias. Como indica la Figura 30.18,
este resonador sólo es efectivo sobre una banda estrecha de frecuencias.
Si el volumen del resonador es V, el cuello posee un área transversal de 5 y el vo-
lumen del cuello es v, la frecuencia del resonador, f, viene dada por

55005
f= (vV)112

donde todas las dimensiones se expresan en centímetros, y

21605
f= (VV)112

donde todas las dimensiones se expresan en pulgadas.


30.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 30.2. Absorción del sonido de alfombras sobre hormigón desnudo

Coeficiente
Peso del pelo Altura del de reducción
Construcción kg/m1 (ozlyd1 ) pelo, mm (in) Superficie Fibra del ruido
Tejida 1,2 4 Cortado Lana 0,30
(35) (0,175)
Tejida 1,2 4 Corte Lana 0,35
(35) (0,175)
De nudo 1,1 14 Cortado Nylon 0,50
(3,2) (0,56)
De nudo 1,3 14 Cortado Acrílica 0,50
(32) (0,56)
De nudo 1,5 13 Cortado Madera 0,55
(43) (0,50)
Tejida 1,5 6 Rizo Lana 0,30
(44) (0,25)
Tejida 2,3 10 Rizo Lana 0,40
(66) (0,375)
Tejida 3,1 13 Rizo Lana 0,40
(88) (0,50)
De nudo 0,5 6 Rizo Lana 0,25
(15) (0,25)
De nudo 1,4 6 Rizo Lana 0,35
(40) (0,25)
De nudo 2,1 6 Rizo Lana 0,30
(60) (0,25)
Fuente: A partir de la Referencia 5.

TABLA 30.3. Absorción del sonido de varias alfombras sobre un relleno (tejido infe-
rior) con pelo de 1,4 kg/m 2 (40 ozJyd 2 )

Peso del pelo Altura del


Construcción kg/m1 (oz/yd1 ) pelo, mm (in) Superficie Fibra NRC·
Tejida forrada 1.5 6 Cortado Lana 0,40
(44) (0,25)
Tejida no forrada 1.5 6 Rizo Lana 0,40
(44) (0.25)
De punto 1,4 5-10 Rizo Lana 0,65
(40) (0.2-0,4)
De nudo 0.5 6 Rizo Nylon 0,65
(15) (0,25)
De nudo 1.5 6 Rizo Acrílica 0.50
(43) (0.25)
De nudo 1.4 10 Rizo Lana 0,60
(40) (0.39)
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.23

TABLA 30.3. Absorción del sonido de varias alfombras sobre un relleno (tejido infe-
rior) con pelo de 1,4 kg/m 2 (40 ozJyd 2 ) (Continuación)

Peso del pelo Altura del


Construcción kglm1 (oz/yd1 ) pelo, mm (in) Superficie Fibra NRC·
Denudo 1,1 14 Cortado Nylon 0,70
(32) (0,56)
De nudo 1,5 13 Cortado Lana 0,70
(43) (0,50)
Fuente: A partir de la Referencia 5.
• NRC = Coeficiente de reducción del ruido.

Cavidad
Frente del
perorado resonante
c:
'o

~j\
.,
E
;g., Frecuencia en herzios
o
~ U
Cámara de aire

RGURA 30.18. Características de absorción del sonido de un absorbente de «tipo re-


sonadop). El frente perforado, separado de la pared, actúa como un resonador Helm-
holtz (una cavidad resonante).
30.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 30.4. Típicos coeficientes de absorción del sonido para alfombras

Coeficientes de absorción
125 250 500 1000 2000 4000
Construcción Hz Hz Hz Hz Hz Hz NRC*
Alfombra (sin relleno):
Rizo de lana tejida, de 0,10 0,16 0,11 0,30 0,50 0,47 0,25
1,2 kglm 2 (35 ozlyd 2 ),
altura del pelo 2,4 mm
(3/32 in)
Rizo de lana tejida, de 0,15 0.17 0,12 0,32 0,52 0,57 0,30
lA kg/m 2 (40 oz/yd 2),
altura del pelo 604 mm
(1/4 in)
Rizo de lana tejida, de 0.17 0,18 0,21 0,50 0,63 0,83 0,40
2,3 kg/m 2 (66 ozlyd 2),
altura del pelo 9,5 mm
(3/R in)
Alfombra de nudo de rizo, de
lA kglm 2 (40 ozlyd 2 ), altura
del pelo 9,5 mm (n/¡6 in)
Relleno de pelo, 1,4 kglm 2 0,03 0,25 0,55 0,70 0,62 0,84 0,45
(400zlyd 2 )
Relleno de pelo, 3,0 Kglm 2 0.10 0040 0,62 0,70 0,63 0,88 0,60
(86ozlyd 2)
Relleno de yute y pelo, 3,0 0,20 0,50 0,68 0,72 0,65 0,90 0,65
kg/m 2 (86 ozlyd 2 )
Alfombra de nudo de rizo, de
0,7 kglm 2 (20 ozlyd 2 ):
Sin relleno 0,04 0,08 0,17 0,33 0,59 0,75 0,30
Con relleno de pelo de 0,10 0.19 0,35 0,79 0,69 0,79 0,50
1,4 kglm 2 (40 ozlyd 2 )
Fuente: A partir de la Referencia 5.
• NRC = Coeficiente de reducción de ruido.

REFERENCIAS

l. Mounting test specimens during sound absorption tests, ASTM standard E-795, American
Society for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisada).
2. Surface buming characteristics of building materials, ASTM E-84 Test Method, American
Society for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisado).
3. Standard c/assification for acoltstical ceiling products, ASTM standard E-1264, American
Society for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisada).
4. Fire tests of building construction and materials, ASTM E-119 Test Method, American So-
ciety for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisado).
5. SO/Ifld conditionig ....ith carpet, American Carpet and Rug Institute.
Capítulo 31
AISLAMIENTO DEL SONIDO
TRANSMITIDO POR EL AIRE

A. C. C. Warnock
J. D. Quirt

INTRODUCCION

Este capítulo trata sobre el aislamiento aportado por varios elementos de partición
(paredes, suelos, ventanas y puertas) contra el sonido transmitido a través del aire.
que llega a ellos mediante la propagación desde la fuente. El Capítulo 32 considera
el aislamiento contra el sonido transmitido a través de las estructuras, sonido que co-
mienza como una vibración de la propia estructura de los edificios. El sonido de im-
pacto es un caso particular de sonido transmitido por estructuras que se genera me-
diante golpes, habitualmente pasos sobre el suelo. Por conveniencia, a veces se
incluyen datos tanto para aislamiento contra sonido transmitido por el aire como de
impacto en algunas estructuras.
Cuando las ondas sonoras chocan con una partición, las presiones sonoras varia-
bles que actúan sobre ella hacen que vibre. Una parte de la energía vibratoria trans-
portada por las ondas sonoras es transmitida a la partición, cuya vibración pone en
movimiento el aire situado del otro lado, generando sonido. En particiones comple-
jas constituidas, por ejemplo, por capas de materiales y cámaras de aire. parte de la
energía de las ondas sonoras se disipa dentro de la partición, reduciendo la energía
sonora irradiada por el lado posterior. Por otra parte, si la partición es porosa o tie-
ne agujeros o fracturas (escapes), las ondas sonoras pueden llegar al otro lado a tra-
vés de ellas.
La pérdida por transmisión (TL) es la relación entre la energía sonora incidente
sobre la pared y la energía sonora transmitida y se expresa en decibelios. Cuanto
menos energía sonora se transmite, mayor es la pérdida por transmisión. Por ejem-
plo, si la partición fuera completamente «transparente acústicamente». la pérdida
por transmisión sería O dB. Para reducciones de ruido significativas entre 2 habita-
ciones, la partición (pared o suelo) que las separa debe transmitir tan sólo una pe-
queña parte de la energía sonora que recibe. En las construcciones típicas, las pér-

31.1
31.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

didas por transmisión varían entre 30 y 70 dB, que corresponden a reducciones de


0,1 y 0,00001 por lOO de la energía sonora, respectivamente.
La reducción del ruido entre dos habitaciones es la diferencia entre el nivel m~
dio de presión sonora en una habitación que contiene una fuente de sonido y!el c~­
rrespondiente medido en la habitación adyacente. Depende de la pérdida pot'tratís-
misión de la partición común, el área de la partición y la absorción del sonido en la
habitación que recibe el sonido (el espacio receptor); cuanto mayor es la caotidatl de
absorción, menor es el nivel sonoro en la habitación adyacente y mayor lateducción
del ruido. Por contra, la pérdida por transmisión de una partición es independiente
de su área y de la cantidad de absorción del sonido. En el Capítulo 33 se comentan
más diferencias entre pérdida por transmisión y reducción del ruido.
La reducción del ruido normalizada es la reducción del ruido que se produce en-
tre dos habitaciones si el tiempo de reverberación T 60 en la habitación receptora es
0,5 segundos. Se calcula a partir de los valores medidos de reducción del ruido, aña-
diendo el término 10 log (TtdO,5). El valor corregido corresponde a la reducción del
ruido en habitaciones amuebladas normalmente. No depende de la cantidad de ab-
sorción sonora (y por tanto del tiempo de reverberación) en la habitación recepto-
ra.

INOICES DE AISLAMIENTO ACUSTICO

La pérdida por transmisión de una partición varía con la frecuencia del sonido, au-
mentando por lo general a medida que lo hace la frecuencia, como ilustra la Figura
31.1. (Aunque también depende de la dirección de la onda sonora incidente, la in-
formación disponible sobre la pérdida por transmisión es casi siempre una media
para todos los ángulos de incidencia l.) Esta variación con la frecuencia hace difícil
comparar la eficacia de dos particiones diferentes. Por esta razón, es conveniente
tener un único índice numérico para caracterizar las particiones. A continuación se
describen y Cl''11entan los índices unitarios más habituales.

Clase de transmisión sonora

La clase de transmisión sonora (STC) es un índice de número único calculado de


acuerdo con la clasificación ASTM E413 2 , mediante el uso de valores de pérdida
por transmisión del sonido. Este es el índice más frecuentemente utilizado para la
insonorización en EE. UU. Se obtiene a partir de las pérdidas por transmisión del
sonido en las 16 bandas de tercio de octava entre 125 y 4000 Hz. Se basa en el ajuste
de una curva de referencia de valores de pérdida por transmisión sobre los datos
medidos hasta que se satisfacen los requisitos de la norma: ningún valor individual
de pérdida por transmisión está más de 8 dB por debajo de la curva de referencia y
la suma de las discrepancias negativas no puede superar 32. La Figura 31.1 muestra
los datos de pérdida por transmisión y la posición de la curva de referencia después
de que se ha completado el proceso de ajuste; las desviaciones negativas se mues-
tran sombreadas en la figura. Nótese que la curva de referencia es más alta a fre-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.3

50 , - - - - - - - - - - - - - - - - - ,

m 40
"C
¿
-o
.¡¡;
'E 30
'"e
~
oc. 20
ca
"C
'5
.a;
a.. 10

O
63 125 250 250 1000 2000 4000
Frecuencia, Hz

FIGURA 31.1. Procedimiento de ajuste para la obtención de la clase de transmisión


sonora. La curva continua muestra los datos de la pérdida por transmisión del sonido.
La curva a trazos es la curva de referencia STC y el área sombreada muestra las des-
viaciones negativas. La curva se ajusta hasta que la media de las desviaciones es 2 dB
o menos y ningún valor de pérdida por transmisión está más de 8 dB por debajo de la
curva de referencia. El STC (en este caso 27) es el valor del contorno para 500 Hz.

cuencias medias y altas que a frecuencias bajas; las particiones permiten pasar más
energía a frecuencias bajas que a frecuencias altas o medias. En general, cuanto ma-
yor es el índice STC, mejor es el aislamiento del sonido aportado por la partición.
La finalidad de la clase de transmisión sonora es evaluar las particiones con res-
pecto a ruidos tales como el habla, que tiene la mayoría de su energía en el rango de
frecuencias medias y altas. Sin embargo, es muy utilizada para evaluar el aislamien-
to del sonido de particiones, puertas y ventanas. frente a otros tipos de ruido como
el de los transportes, la música y la maquinaria. Cuando el ruido que hay que ate-
nuar tiene un componente importante de baja frecuencia, la reducción percibida del
ruido tiende a ser menor que la indicada por la clase de transmisión sonora. En tales
casos, es mejor estimar la sonoridad del sonido transmitido utilizando la informa-
ción sobre el ruido y la pérdida por transmisión en la frecuencia más baja de la que
haya datos disponibles. Esto no es posible si no hay información por debajo de
125 Hz, la frecuencia más baja requerida para el cálculo de la clase de transmisión
sonora.
Cuando las medidas se llevan a cabo en edificios, de acuerdo con las normas
apropiadas 3 , la clase de transmisión sonora se denomina clase de transmisión sonora
de campo (FSTC).
31.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Clase de aislamiento del ruido

La clase de aislamiento del ruido 3 (NIC) es un índice de número único calculado de


acuerdo con la clasificación ASTM E413 (el mismo procedimiento que para STC?
a partir de valores medidos de reducción del ruido. Aporta una estimación del ais-
lamiento acústico entre dos espacios cerrados que están conectados por una o más
vías.
La clase de aislamiento del ruido normalizado3 (NNIC) es un índice de número
único calculado de acuerdo con la clasificación ASTM E413 (el mismo procedi-
miento que para STC)2 a partir de los valores normalizados de reducción del ruido.
Aporta una estimación del aislamiento acústico entre habitaciones amuebladas,
asumiendo que una habitación <<normalmente» amueblada tiene un tiempo de re-
verberación T60 = 0,5 segundos.

Clase de aislamiento del impacto

La clase de aislamiento del impacto (I1C) es un índice de número único obtenido, de


acuerdo con la clasificación ASTM E9894 , a partir de los niveles de presión sonora
de impacto medidos de acuerdo con el método ASTM E4925 • El método de ensayo
utiliza una máquina normalizada de tecleado con cinco martillos de cobre que gol-
pean el suelo 10 veces por segundo. En la habitación debajo del suelo, se miden los
niveles de presión sonora en las bandas de tercio de octava desde 100 hasta 3150 dB,
como ilustra la Figura 32.3. Al igual que con la clase de transmisión sonora, se ajusta
una curva de referencia con respecto al nivel de presión sonora de impacto norma-
lizado, hasta que los requisitos de la norma son satisfechos. La Figura 31.2 muestra
un ejemplo de los datos medidos y la curva de referencia ajustada. Ningún valor de
nivel de presión sonora de impacto normalizado está más de 8 dB por encima de la
curva de referencia y la suma de las desviaciones por encima de la curva (zona som-
breada) no pueden superar un total de 32 dB. Los valores I1C se leen a partir del eje
de la derecha invertido, de manera que la clase de aislamiento del impacto aumenta
a medida que lo hace la protección que aporta el suelo contra este tipo de impacto.
Las medidas de la transmisión del sonido de impacto en edificios examinan el
suelo y las estructuras asociadas6 • El índice de número único obtenido de acuerdo
con la ASTM E989 para mediciones de campo del impacto sonoro se denomina cla-
se de aislamiento del impacto de campo (FIlC).

Diferencia normalizada de nivel de presión sonora

La diferencia normalizada de nivel de presión sonora Dn es un índice de número úni-


co del aislamiento acústico entre habitaciones, medido de acuerdo con la norma
ASTM E597 1O • Este procedimiento mide la diferencia entre los niveles sonoros con
ponderación A de dos habitaciones, utilizando una fuente especial de sonido, cuyas
características se definen en la norma. Con este ensayo se obtiene un índice que
concuerda, dentro de un rango de unos pocos decibelios, con el índice FSTC, pero
es mucho más sencillo de medir.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.5

80 30
al
'"O
o o
tí 70
40 tí
ca ca
a. a.
E E
Q) 60 50 Q)
'"O '"O
ca 2e
15e
o(/l 50 60 Q)

'E
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-o ~
'o; 70 ca
Q) 40 Q)
C. '"O
Q)
Q)
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'"O
Q¡ 30 80 Uca
>
Z
20 90
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios
FIGURA 31.2. Procedimiento de ajuste para la obtención de la clase de aislamiento
del impacto Ole). La curva continua muestra los niveles de presión sonora del impacto
para un suelo típico de madera; los valores se leen en la escala de la izquierda. La cur-
va a trazos es la curva lIe y el área sombreada muestra las desviaciones negativas. La
curva de referencia se ajusta hasta que la media de las desviaciones para las 16 ban-
das es 2 dB o menos y ningún valor medido está más de 8 dB por encima de ésta. El
lIe (en este caso 49) es el valor de la curva de referencia para 500 Hz, leído sobre la es-
cala lIe del lado derecho.

Indice ponderado de reducción del sonido

El índice ponderado de reducción del ruido Rw es un índice de un solo número cal-


culado de acuerdo con la norma ISO 717 7 , a partir de los valores medidos del índice
de reducción del sonido (el término ISO equivalente a pérdida por transmisión),
Esta es una norma internacional para el sonido transmitido por el aire calculado de
forma parecida a la clase de transmisión del sonido, Las diferencias son las siguien-
tes: el rango de frecuencias de la curva de referencia y de la medición H está entre 100
Y 3150 Hz Y no hay una limitación de 8 dB en el procedimiento de ajuste. La clase
de transmisión del sonido (STC) y el índice ponderado de reducción del sonido Rw
suelen ser parecidos.

Nivel de presión sonora de impacto ponderado normalizado

El nivel de presión sonora de impacto ponderado normalizado es un índice de un


solo número obtenido, de acuerdo con la norma ISO 7179 , a partir de los niveles de
presión sonora de impacto normalizados medidos de acuerdo con la norma ISO 140
Parte VIs. Esta es una norma internacional de clasificación de la transmisión sonora
del impacto que utiliza el mismo procedimiento de ajuste y curva de referencia que
la clase de aislamiento del impacto (He), con la excepción de que no hay limitación
31.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de 8 dB en el procedimiento de ajuste. Sin embargo, se exige a los laboratorios que


informen de la desviación máxima si ésta supera los 8 dB. En lugar de utilizar el eje
de la derecha invertido, como en el ne, el índice se obtiene mediante el nivel de la
curva de referencia a 500 Hz. El nivel de presión sonora de impacto ponderado nor-
malizado aumenta a medida que lo hace la protección que aporta el suelo.

AISLAMIENTO ACUSTICO DE UNA PARTlCION SIMPLE

Una partición simple es aquella que tiene sus dos caras exteriores rígidamente co-
nectadas, de manera que se mueven como si fueran una. Este tipo de partición in-
cluye todos los paneles homogéneos sólidos (como escayola, contrachapado, cristal,
hormigón sólido y bloques de hormigón). Una construcción tipo «sandwich» puede
actuar como una partición simple si su interior es rígido. La pérdida por transmisión
del sonido de un panel simple depende sobre todo de su masa por unidad de área,
su rigidez y el amortiguamiento intrínseco en el material o en los bordes del panel.

Ley de masa

La ley de masa es una expresión semiempírica que puede utilizarse para predecir la
pérdida por transmisión de particiones delgadas, homogéneas, simples. La ley de
masa se escribe simbólicamente como

TL = 20 10giO (mf) - 48 dB (31.10)

dondeTL = pérdida por transmisión, dB


m = masa de la superficie, kglm 2
f = frecuencia. Hz
En el sistema de unidades habitual en EE.UU.

TL = 20 10giO (mf) - 34 dB (31.1b)

donde m = masa por unidad de área. Ib/ft 2

Se espera un aumento en la pérdida por transmisión al aumentar la masa, ya que


cuanto más pesada es la partición. menos vibra en respuesta a las ondas sonoras y.
por tanto. menos energía sonora irradia hacia el otro lado. La ley de masa se aplica
a paneles delgados de los materiales de construcción más frecuentes, a frecuencias
por debajo de la frecuencia de coincidencia, lo cual se comenta en la siguiente sec-
ción.
La ley de masa predice que la pérdida por transmisión aumentará en 6 dB por
cada duplicación de la masa de la superficie o la frecuencia. Puede lograrse un au-
mento de la masa aumentando el grosor del material o seleccionando materiales
más densos. La Tabla 3.1 incluye datos de masa superficial para particiones de va-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.7

TABLA 31.1. Masa superficial para 1 mm de grosor y constante A (para el cálculo de


la frecuencia crítica fe) de algunos materiales de edificación habituales

Masa superficial por Constante A,


Material mm de grosor HZ'mm
Aluminio 2,7 12.900
Hormigón en masa 2,3 18.700
Bloque de hormigón hueco 1,1 20.900
Madera de abeto 0,55 8.900
Vidrio 2,5 15.200
Plomo 11,0 55.000
Plexiglás o Lucite 1,15 30.800
Acero 7,7 12.700
Escayola 0,8 39.000
Contrachapado 0,6 21.700

rios materiales con 1 mm de espesor. En la Figura 31.3 se presentan algunos ejem-


plos de comportamiento de la ley de masa para diversos materiales.

Rigidez y efecto de coincidencia

Por lo general, hay un rango de frecuencias en que la pérdida por transmisión de


una partición está controlada por su rigidez y amortiguamiento. El efecto es más
pronunciado a la frecuencia crítica, en que la longitud de onda de las ondas libre-
mente flexionadas en el panel coincide con la longitud de onda del sonido incidente.
La pérdida media por transmisión muestra una bajada por efecto de coincidencia ca-
racterística a frecuencias que van desde las inmediatamente inferiores a la frecuen-
cia crítica hasta una octava o más por encima de ésta.
La forma de la bajada de coincidencia se determina por un panel de homoge-
neidad, a partir de las pérdidas de energía sonora en el material y la transferencia de
energía a la estructura de apoyo. Cuanto mayores son estas pérdidas, menos pro-
funda y más ancha es la bajada de coincidencia y menor es su efecto sobre la clase
transmisión del sonido (STC).
La frecuencia crítica a que se produce esta bajada depende de la rigidez y el gro-
sor del material: cuanto más rígida o gruesa sea la capa del material, más baja será
la frecuencia. Las dos curvas de la Figura 31.3, para escayola y contrachapado lam-
bos de aproximadamente 10 kglm 2 (2 Ib/ft 2 )], tienen pérdidas por transmisión muy
similares a frecuencias bajas, que aumentan gradualmente de acuerdo con la ley de
masa. La bajada del contrachapado se produce a una frecuencia inferior que la de
la escayola porque el contrachapado es más rígido. Aunque pesan lo mismo, el con-
trachapado posee una clase de transmisión del sonido (STC) inferior debido a esta
bajada por efecto de coincidencia.
La frecuencia de coincidencia para los materiales de edificación que aparecen
en la Tabla 31.1 puede calcularse dividiendo el valor de la constante A entre el gro-
sor del material en milímetros. Por ejemplo,_el hormigón posee A = 18.700, de ma-
31.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80 ~--------------------------~

70
al
~c::
60
-o
:§E 50
<Il
c::
~ 40
oo. 30
'"
"C
'E
oQ>
20
Q.
Contrachapado
10

125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.3. Curvas de transmisión del sonido que muestran el efecto de coinci-
dencia para tres materiales comunes. El resultado para 100 mm (4 in) de hormigón
(círculos negros) muestra una bajada de coincidencia próxima a los 200 Hz; la predic-
ción correspondiente de la ley de masa aparece en la línea de puntos superior. Para
16 mm (5/8 in) de contrachapado (curva a trazos), la bajada se produce a 1600 Hz, y
para un tablero de escayola de 13 mm ('/2 in) (línea continua) se produce a 3150 Hz.

nera que una capa de hormigón de 100 mm (4 in) de grosor tiene una frecuencia de
coincidencia próxima a 187 Hz.
Las particiones mixtas de hormigón y contrachapado se ven muy afectadas por
el efecto de coincidencia, debido a que la frecuencia crítica del conjunto está dentro
del rango de frecuencias importante para la acústica de edificios (80 a 4000 Hz).
Para un panel flexible, como una plancha delgada de metal, la bajada de coinciden-
cia se produce a una frecuencia muy alta; no hay reducción en la pérdida por trans-
misión (TL) en el rango de 80 a 4000 Hz. Los materiales «fláccidos», como láminas
delgadas de plástico o plomo, tampoco muestran bajada por efecto de coincidencia
en este rango.
Dos capas de material pegadas juntas firmemente se comportan como una capa
gruesa, con un descenso asociado de la frecuencia de coincidencia. Si las dos capas
se unen de manera más holgada (con tornillos, por ejemplo) las superficies se pue-
den deslizar durante los movimientos de flexión. La bajada de coincidencia no cam-
bia y el rozamiento entre capas puede aumentar las pérdidas de energía, dando lu-
gar a una pérdida por transmisión más alta próxima a la coincidencia (Figura 31.4).
Por ello, no hay razón acústica que exija que las capas de escayola o de otros ma-
teriales estén fuertemente pegadas, a menos que el adhesivo utilizado añada amor-
tiguamiento a la pared. De la misma manera, dos láminas de cristal con plástico la-
minado entre ellas pueden aportar mayor STC que un único cristal del mismo
grosor (véase «Ventanas de aislamiento acústico», más adelante).
El uso de paneles ondulados, añadir nervaduras, viguetas, travesaños o algún
otro elemento aumenta la rigidez en una determinada dirección. Esto introduce ba-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.9

40r--------------------------,
Dos capas
atornilladas ~
Dos capas , , ....
pegadaS~

....-

Capa única

10 ~~~~~~~~~~~~~~

125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.4. Pérdida por transmisión en función de las conexiones entre capas
múltiples. la curva continua es el resultado de dos capas de 13 mm ('/2 in) de tableros
de escayola pegadas (STC 31). la curva a trazos es el resultado de las capas atornilla-
das (STC 31). Como referencia, se incluye la pérdida por transmisión para una capa
simple del mismo material (STC 28).

jadas de coincidencia adicionales. La Figura 31.5 muestra un ejemplo con paneles


de acero. La rigidez adicional y el peso pueden tener beneficios estructurales, pero
también hay una contrapartida acústica.

PARTICIONES DOBLES; PAREDES HUECAS

Una sola capa de hormigón de 150 mm (6 in) de grosor tiene un STC de aproxima-
damente 55 y un peso de 345 kglm 2 (70 lb/ft 2 ). Los elementos de partición de este
peso están próximos al límite práctico en una construcción normal. Si es precisa una
clase de transmisión del sonido más alta o si se requiere una construcción de menos
peso, que suele ser más barata, es necesario el uso de paredes huecas (dobles o múl-
tiples). La transmisión del sonido depende del acoplamiento mecánico (si lo hay)
entre las particiones individuales. sus masas. la profundidad de la cámara de aire y
el material absorbente del sonido (si lo hay). A continuación se comenta la influen-
cia de estos factores.

Profundidad de la cámara de aire y resonancia masa-aire-masa

En general, cuanto mayor es el espacio entre las dos particiones en una pared doble.
mayor es la pérdida por transmisión. Sin embargo. el aire atrapado en el espacio en-
tre las paredes actúa como un muelle. transfiriendo energía vibratoria de un panel
31.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

45,---------------------------,

40
al
'O
¿ 35
'0
:iEi! 30
f/l
e
~ 25
oc. 20
ca
'O
'E
'Q)
15
a..
: Ondulada
10

5 LL...l..-L-L--'-...l..-L-L-L...l..-L-L-L...l..-L-L--'---'-J.....J
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios

FIGURA 31.5. Pérdida por transmisión de una lámina de metal. la curva continua
muestra los resultados obtenidos para acero plano de calibre 24 (STC 25). la curva a
trazos corresponde a paneles de acero ondulados del mismo material (STC 22).

al otro. Esta interacción entre los paneles produce una bajada en la curva de pér-
dida por transmisión y, a menudo, una reducción en la clase de transmisión del so-
nido, como ilustra la Figura 31.6. que muestra el efecto de un espacio de aire de
6 mm (1/4 in) entre dos cristales en una ventana sellada.
Esta bajada se denomina resonancia masa-aire-masa, debido a que su frecuencia
depende fundamentalmente de la masa de los dos paneles y del espacio de aire en-
tre ellos. Cuanto mayor es el espacio o más pesados los materiales, menor es la fre-
cuencia a la que se produce la resonancia.
Añadir material absorbente del sonido a la cámara de aire también reduce la
frecuencia de resonancia y mejora el aislamiento acústico. La Figura 31.7 muestra la
pérdida por transmisión para la misma construcción con y sin material absorbente
del sonido en la cámara de aire. El descenso de la frecuencia de resonancia masa-
aire-masa con la absorción añadida da como resultado una mejora en la clase de
transmisión del sonido.
La pérdida por transmisión se reduce alrededor de la resonancia masa-aire-
masa con respecto a la esperada a partir de la ley de masa. Muchos diseños de par-
ticiones comunes se resienten al tener la resonancia masa-aire-masa en el rango de
frecuencia de las fuentes de ruido de baja frecuencia más habituales. Las deficien-
cias resultantes en su pérdida por transmisión de baja frecuencia se hacen patentes
cuando suena un sistema de sonido estereofónico en la habitación adyacente; la lí-
nea de la melodía es vagamente audible, pero la línea del bajo late a través de la pa-
red.
La frecuencia de resonancia masa-aire-masa,fmam, puede calcularse a partir de:

(31.2)
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.11

50

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45
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15 " Cámara de aire


de6mm
10
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios

FIGURA 31.6. Influencia de la cámara de aire sobre la pérdida por transmisión de los
sistemas de ventanas. La curva continua es la pérdida por transmisión para cristal do-
ble de 3 mm (1/a in) con una cámara de aire de 6 mm (1/4 in) (STC 28). La curva de pun-
tos corresponde al mismo cristal con una cámara de aire de 19 mm (3/4 in) (STC 32).
Como referencia. se presenta la pérdida por transmisión del sonido para un cristal
único de 3 mm (1/a in) (STC 29).

donde /mam = frecuencia de resonancia masa-aire-masa, Hz


mI = masa de la superficie de la primera capa, kglm 2
m2 = masa de la superficie de la segunda capa, kglm 2
d = su separación, mm
K = 60 para una cámara vacía, 43 para una cámara rellena de material
absorbente del sonido
La mejora en la pérdida por transmisión debida a la construcción de paredes do-
bles comienza aproximadamente una octava por encima de la/mamo Para maximizar
la mejora debida a la cámara de aire, la frecuencia de resonancia masa-aire-masa
debe ser tan baja como sea posible. Como directriz general, diseñar para una reso-
nancia masa-aire-masa de 63 Hz significa que la presencia de la cámara mejora la
pérdida por transmisión desde 125 Hz hacia arriba, asegurando por tanto un au-
mento del índice STC.

Uso de material absorbente del sonido en la cámara de aire

Una forma habitual de mejorar el aislamiento acústico de paredes y suelos es añadir


material absorbente del sonido a la cámara de aire. Los materiales fibrosos emplea-
dos para el aislamiento térmico, como fibra de celulosa, fibra de vidrio y lana mi-
neral, son adecuados para este propósito. Los aislantes de espuma de células cerra-
das, como el poliestireno, no absorben mucho sonido. La Figura 31.8 muestra los
valores de pérdida por transmisión para un suelo en que se emplean distintos ma-
31.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80 , . . - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,

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Bloque de hormigón
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hormigón
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Bloque de hormigón
30 con tablero de escayola

20 LL...L...L.L.....LL.J.-'--.L..IL.!....J..J...L.L.....LL.J.-'--...L..-L...L.J
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia. herzios

FIGURA 31.7. Influencia del material absorbente sobre la pérdida por transmisión
de una pared hueca. La línea continua muestra la pérdida por transmisión para una
pared de bloques de hormigón de 190 mm, con un tablero de escayola adherido a un
lado mediante elementos de acero ligero (barras Z) (STC 52); nótese que la resonan-
cia masa-aire-masa está alrededor de 80 Hz. La línea de puntos corresponde a la mis-
ma construcción con una cámara detrás del tablero de escayola, rellena con fibra de
vidrio (STC 59). Como referencia, se presenta el resultado del bloque de hormigón
simple (STC 50).

teriales absorbentes del sonido en la cámara de aire. La densidad del material ab-
sorbente del sonido no es muy importante.
Si se rellena más de dos tercios del volumen de la cámara de aire se obtiene poco
aumento del STC. La Figura 31.9 muestra los efectos de las diferencias de grosor de
la fibra de vidrio en la misma estructura del suelo. Además de reducir la frecuencia
de resonancia masa-aire-masa (comentada anteriormente). rellenar la cámara de
aire con material absorbente del sonido aumenta la pérdida por transmisión a fre-
cuencias por encima de la frecuencia de resonancia y puede limitar los efectos ne-
gativos de las grietas alrededor de las salidas de potencia y otros escapes.

Acoplamiento mecánico

La cámara de aire ideal de una pared doble no tiene conexiones rígidas mecánicas
entre sus superficies. Así se evita que el sonido se transmita directamente de un
lado al otro de la pared. como ocurre con la vibración en los materiales sólidos. En
vez de ello, ha de transmitirse a través del aire de la cámara (un proceso de trans-
misión de sonido menos efectivo, salvo para frecuencias próximas a la resonancia
masa-aire-masa). En la práctica. si las uniones mecánicas son suficientemente fle-
xibles. la transmisión a través de la estructura sólida estará atenuada. Añadir ma-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.13

80 r---------------,

70
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30

20

10 ~~~~~~~~~~~~~~~

63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, harzias

FIGURA 31.8. Transmisión del sonido para un suelo de viguetas de madera con dis-
tintos tipos de material fibroso absorbente del sonido. Como referencia, se muestra la
pérdida por transmisión con una cámara vacía (línea continua, STC 41). Los cuatro re-
sultados de la cámara rellena con material absorbente son parecidos, a pesar de las
distintas densidades de las superficies: de puntos, fibra de celulosa, 14 kg/m 2
(2 3/4Ib!W) (STC 51); guiones y puntos, fibra mineral, 8 kg/m 2 (1 5/8Ib/fr) (STC 51);
guiones cortos, fibra de vidrio, 3,5 kg/m 2 (3/4Ib/fr) (STC 51); guiones largos, fibra mi-
neral, 16 kg/m 2 (STC 50).

terial absorbente a la cámara es beneficioso sólo si las conexiones estructurales en-


tre las superficies no transmiten mucha energía vibratoria.
La Figura 31.10 compara la pérdida por transmisión de una pared doble conven-
cional con tirantes de madera; en uno de los casos expuestos las capas de escayola
se encuentran sobre el mismo lado de los tablones, eliminando el espacio de aire.
Debido a la eficiente transmisión de la vibración a través de los tirantes, la cámara
de aire entre las dos capas de escayola aporta poca mejora. A frecuencias bajas, la
cámara de aire aporta en realidad una pérdida por transmisión más baja, debido a
la resonancia masa-aire-masa. Si se añade fibra de vidrio aumenta el STC, pero sólo
aproximadamente 3 puntos, porque la vía dominante de transmisión de la vibración
a través de los tirantes no está afectada.

DISEÑOS ESPECIFICaS DE PAREDES

Es relativamente frecuente que se informe de que dos construcciones aparentemen-


te idénticas poseen valores de pérdida por transmisión y de clase de transmisión del
sonido (STC) bastante distintos. Las razones de tales discrepancias incluyen varia-
ciones en detalles de construcción, materiales distintos, diferencias inherentes entre
laboratorios de ensayo y falta de control de calidad de las construcciones de campo.
Los siguientes datos son representativos del rendimiento típico de las construccio-
31.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80 . - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,

70
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20

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63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.9. Transmisión del sonido para un suelo de viguetas de madera con ma-
terial absorbente del sonido de fibra de vidrio de distintos grosores. Como referencia,
la curva continua muestra la pérdida por transmisión con una cámara vacía (STC 41).
los resultados con absorción en la cámara muestran un ligero incremento al aumen-
tar el grosor: guiones largos, 90 mm (3 1/2 in) (STC 49); puntos, 180 mm (STC 50); guio-
nes cortos, 235 mm (9 1/4 in) (STC 52).

nes más habituales; han sido elegidos para destacar aspectos fundamentales y ten-
dencias y evitar equivocaciones importantes, por lo que es posible obtener aisla-
mientos mejores y peores para cualquiera de los ejemplos presentados. En las tablas
que siguen se presenta una pequeña selección de estos ejemplos tipo. En las refe-
rencias al final del capítulo pueden encontrarse colecciones completas de datos de
ensayos.

Particiones de escayola y tirantes

El aislamiento acústico de una pared construida con un tablero de escayola puede


aumentarse reduciendo las uniones mecánicas entre las capas de la partición. Entre
estos métodos constructivos destacan: (1) tirantes de madera al tresbolillo, (2) hi-
leras separadas de tirantes de madera o acero y (3) una sola fila de tirantes con aca-
naladuras de metal flexibles. Los tirantes de acero que no soportan carga (habitual-
mente fabricados en láminas de acero de calibre 24) suelen ser suficientemente
flexibles como para que la vibración transmitida entre las capas de escayola de am-
bos lados sea insignificante. Para los tirantes de acero que soportan carga, pueden
obtenerse buenos resultados añadiendo acanaladuras flexibles como las que ilustra
la Figura 31.1l.
La Tabla 31.2 presenta los valores aproximados de clase de transmisión del so-
nido (STC) para algunas paredes construidas con tirantes y escayola. Hay que es-
perar algunas desviaciones de los valores listados debido a las variaciones en el tipo
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.15

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Fibra de vidrio ~ ,,""'-\
en la Cámara~ /' ,/", "'\

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lado de los tirantes
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/i madera en medio

10WLLL~LL~~~~~~~~~~~
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia. herzios

FIGURA 31.10 Una pared con tirantes de madera de 90 mm entre dos capas de
13 mm de tableros de escayola (curva de puntos) aporta sólo una pérdida por trans-
misión ligeramente superior (STC 35) que una pared con ambas capas de escayola
sobre el mismo lado de los tirantes (curva continua) (STC 33). Rellenar la cavidad con
material absorbente del sonido de fibra de vidrio (curva de guiones) (STC 37) aumen-
ta la pérdida por transmisión, pero la transmisión de la vibración a través de los tiran-
tes limita su efecto.

pared (p. ej., a prueba de fuego, normalizada), uniones, tipo y grosor del material
absorbente y rigidez de los tirantes de acero o los canales flexibles. Otras construc-
ciones con conexiones estructurales y grosor de cámara de aire parecidos ofrecen
valores similares de pérdida por transmisión. Los valores mostrados se refieren a ta-
bleros de escayola de 13 mm (112 in), Para paredes más gruesas o más delgadas de
construcción similar, el cambio en la transmisión del sonido puede calcularse a par-
tir de:

Cambio de STC == 20 log (grosor total de escayola/grosor de la plancha)

Por ejemplo, si se utilizan cuatro capas de 16 mm (51R in) de escayola en vez de cua-
tro capas de 13 mm (1/4 in) debe dar como resultado un aumento de STC de apro-
ximadamente 20 log (64/52) == 2.
Si se emplea una capa doble de escayola, las juntas de las dos capas han de estar
colocadas al tresbolillo. Es esencial sellar las juntas con una material acústico no re-
sistente, sobre todo en la base de la pared. (Véase Capítulo 33.)

Paredes de bloques de hormigón

Los bloques de hormigón se fabrican en una amplia gama de grosores y pesos. Las
paredes de bloques de hormigón no producen valores de pérdida por transmisión
31.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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IX X IX
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x X X
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x X x
FIGURA 31.11. Construcciones para reducir la transmisión de la vibración entre las
superficies (desacoplamiento) en una pared hueca (la efectividad aumenta de arriba
abajo): tirantes ligeros de acero, tirantes de madera con canales de metal flexibles en
uno o ambos lados, tirantes de madera al tresbolillo, tirantes de acero con canales de
metal flexibles y tirantes dobles de madera.

tan altos como los predichos por la ley de masa para su peso, debido a su espesor y
rigidez. La transmisión a través del material poroso del bloque puede reducir aún
más el aislamiento acústico previsto de una pared de bloques sin tratamiento. Para
AISLAMIENTO DEl SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.17

TABLA 31.2. Valores aproximados de clase de transmisión del sonido (STC) para pa-
redes con 13 mm de escayola sobre ambos lados

Capas de escayola (lado lJIado 2)


Sin cámara de Con cámara de
absorción absorción
Estructura (111) (112) (212) (111) (1/2) (212)

Tirantes de madera de 38 por 89 mm 33 41 43 36 44 46


Tirantes de acero de calibre 24 de 65 mm 36 44 46 44 48 52
Tirantes de acero de calibre 24 de 90 mm 39 45 50 45 49 56
Tirantes de madera de 38 por 89 mm con canales 40 44 52 48 52 56
flexibles de acero sobre un lado
Tirantes de madera de 38 por 89 mm al tresbolillo 41 47 52 50 53 55
Tirantes de acero que soportan carga, de 150 mm, 45 51 56 56 58 61
con canales flexibles de acero sobre un lado
Tirantes de madera dobles de 38 por 89 mm con un 46 52 57 57 60 63
espacio de 25 mm entre ellos

lograr el máximo rendimiento de este tipo de construcciones o de mampostería que


no está cubierta de escayola, todas las juntas han de estar bien acabadas y la pared
sellada por un lado mediante masilla, sellador de bloques, pintura aglutinante o pin-
tura epoxy. También resulta efectivo añadir una capa de escayola, como se describe
a continuación. Cuanto más poroso es el bloque, más sonido se perderá a través de
la estructura del bloque y mayor será la mejora lograda por el sellado. Las propie-
dades físicas de los bloques de hormigón pueden variar significativamente de un fa-
bricante a otro. Sin embargo, la Tabla 31.3 muestra valores STC representativos de
las típicas paredes de bloques únicos blancos que han sido sellados correctamente.

Supeñicies de escayola en paredes de bloques de hormigón

Un método frecuente para mejorar el aislamiento acústico de una pared de bloques


de hormigón ya existente es añadir capas de escayola sobre uno o ambos lados de la
misma. Esta técnica puede aumentar la clase de transmisión del sonido (STC) del
sistema de pared, pero también puede reducir los valores de la pérdida por trans-
misión (TL) en el campo cercano a la resonancia masa-aire-masa. La Figura 31.12
muestra los valores obtenidos para una pared de bloques de hormigón con capas de
escayola; se observa que el STC es más alto que el del muro sin acabado, pero por
debajo de 125 Hz la pérdida por transmisión se ha reducido debido a la resonancia
masa-aire-masa.

Regla empírica: Se elige la combinación de espesor de la cámara de aire, masa su-


perficial y material absorbente del sonido de manera que la resonancia masa-aire-
masa sea aproximadamente 63 Hz. La Tabla 31.4 muestra los valores recomenda-
dos de cámara de aire correspondientes a capas únicas y dobles de escayola. El es-
31.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 31.3. Valores STC para paredes de bloques normales y ligeros selladas al
menos por un lado

Peso ligero PesonormaI


Grosor nominal,
mm kglbloque STC' kglbloque STC
90 7 43 10 44
150 10 44 15 46
200 13 45 17 48
250 15 47 21 49
300 18 48 25 51
• STC = Clase de transmisión del sonido.

pe sor debe ser incluso mayor para aplicaciones en que el ruido de baja frecuencia es
especialmente importante, como para las paredes de salas de maquinaria.
La Tabla 31.5 presenta los valores de clase de transmisión del sonido (STC) para
paredes de bloques de peso normal de 190 mm (7 112 in) con una variedad de super-
ficies de acabado. Si se utilizan bloques más gruesos o más delgados que los de
190 mm (7 112 in) se modifican los valores STC presentados en la tabla. Los índices
STC para construcciones parecidas a las de la Tabla 31.5, pero con bloques más
gruesos o más delgados, pueden estimarse aproximadamente de la siguiente ma-
nera: (1) se determina la diferencia entre el STC listado en la tabla para la cons-
trucción particular y el del bloque desnudo de 190 mm (7 112 in), que es un valor de
50; (2) se añade esta diferencia al STC para el bloque más grueso o más delgado.

Paredes dobles de mampostería

Las paredes dobles de mampostería pueden, en principio, ofrecer un aislamiento


acústico muy alto. Parecen ideales: dos particiones independientes pesadas separa-
das por una cámara de aire. La mejora respecto a una pared sencilla con el mismo
peso total debe ser considerable.
En contra de esto, hay que sopesar las dificultades prácticas asociadas con la
construcción de dos particiones que no están conectadas sólidamente. El sonido
puede transmitirse a través de los tirantes, cuya instalación es necesaria por razones
estructurales. Además, siempre existe cierta transmisión de energía a través del sue-
lo y el techo, a través de las paredes que sirven de cerramiento exterior de la cámara
de aire y a través de otras partes de la estructura. Es necesario instalar juntas físicas
en el suelo, techo y cerramientos laterales para reducir la transmisión a través de es-
tas vías.
Aunque se incluyan estos elementos en el diseño, los goteos de mortero o algún
otro error de ejecución pueden servir de puente sobre la cámara de aire y aumentar
la transmisión del sonido. La Figura 31.13 muestra la pérdida por transmisión del
sonido que resulta de una pared compuesta por dos paredes de bloques de hormi-
gón de 90 mm (3 112 in) con una cámara de aire de 90 mm (3 112 in) entre ellas, par-
cialmente rellena de fibra de vidrio; las paredes están bien aisladas. También se
muestran los resultados para un muro con las mismas paredes de bloques de hor-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.19

90 r-------------------,
Bloques con canales de acero
de 50 mm, aislamiento
80
y tablero de escayola

!g 70 , /

c'
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hormigón
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"O
~
if 30 Bloques con cubierta
de madera de 40 mm
20 y tablero de escayola

63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.12. Paredes de bloques de hormigón con superficies de escayola. La lí-


nea continua muestra la pérdida por transmisión para una pared de bloques de hor-
migón de 190 mm con tableros de escayola de 16 mm colocados sobre ambos lados
mediante correas de madera de 40 mm (STC 54). La línea a trazos corresponde a una
construcción parecida con canales de acero ligero de 50 mm y con la cámara entre el
tablero de escayola y los bloques rellena con fibra de vidrio (STC 64). Como referen-
cia, se presenta el resultado para los bloques de hormigón simples (STC 50).

migón. pero con espuma de estiroleno en lugar de fibra de vidrio y con restos de
mortero que reducen el aislamiento esperado entre ambas paredes. Los defectos in-
teriores de construcción dan como resultado una pérdida por transmisión muy in-
ferior. Estos últimos resultados son más representativos del rendimiento real de
este tipo de particiones en los edificios habituales.
Estos errores suelen estar ocultos y son imposibles de corregir una vez que la pa-
red está terminada. Si se especifica que la cámara de aire debe tener de 25 a 50 mm
de anchura rellena con aislante flexible. como fibra de vidrio. se reduce el riesgo de
que los desechos sirvan de puente en la cámara. Sin embargo. la mampostería sim-
ple con superficies de escayola es una alternativa más práctica. ya que es más fácil
asegurarse de que la escayola está montada correctamente y remediar cualquier
problema.

Hormigón en masa

Las paredes y los suelos de hormigón en masa. con los espesores habitualmente em-
pleados en la edificación. poseen una transmisión del sonido inferior a la predicha
por la ley de masa [Ecuación (31.1)]. La Figura 31.14 presenta las curvas típicas de
pérdida por transmisión y los valores de clase de transmisión del sonido para algu-
nos espesores frecuentes.
31.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 31.4. Espesores mínimos recomendados para las cámaras de aire, en mm, al
añadir capas de escayola a los bloques de hormigón

Número de capas Número de capas


de escayola de 13 mm de escayola de 16 mm
1 2 1 2

Sin material absorbente del sonido 90 45 75 40


Con material absorbente del sonido 65 30 55 30

Como en cualquier otra partición simple, si las superficies ligeras (como la es-
cayola) se montan de manera flexible puede obtenerse un considerable aumento en
la pérdida por transmisión. Las consideraciones respecto a las resonancias de fre-
cuencia baja y el cambio en la pérdida por transmisión son esencialmente las mis-
mas que cuando se montan superficies ligeras sobre paredes de bloques de hormi-
gón.

AISLAMIENTO ACUSTICO DE PUERTAS

El aislamiento acústico aportado por una puerta depende no sólo del tipo de la mis-
ma, sino también de los detalles de aislamiento (incluyendo su marco y las juntas al-
rededor del perímetro).

Puertas simples

La Tabla 31.6 presenta los valores de clase de transmisión del sonido (STC) para al-
gunos tipos convencionales de puertas de interior. La primera columna de los datos
STC indica la reducción del ruido mediante puertas con holgura entre los bordes y
el marco [aproximadamente 6 mm (1/4 in) en total para la parte superior e inferior y
3 mm (1/8 in) en total para los lados]. El STC sería inferior con holguras más gran-
des. A menos que se reduzcan los escapes alrededor de la puerta, el STC efectivo no
será muy superior a 20, sea cual sea la mejora de los paneles de la puerta.
La curva continua de la Figura 31.15 muestra la pérdida por transmisión para
una puerta típica de madera de núcleo sólido sin sellar. Aumentar el peso de esta
puerta no aumentaría sustancialmente su STC debido a los escapes de sonido a tra-
vés de las aberturas alrededor del perímetro de la puerta. La curva a trazos de la Fi-
gura 31.15 muestra la mejora del aislamiento al añadir juntas de espuma alrededor
del perímetro de la puerta. La línea de puntos presenta el resultado obtenido con
sellados magnéticos más pesados y más efectivos (acompañados de una banda de
acero pegada a la cara de la puerta). La bajada de coincidencia próxima a los
1000 Hz es debida a la rigidez del panel sólido de madera. Los datos de pérdida por
transmisión para la mayoría de las puertas se parecen a los de la línea a trazos. Las
puertas convencionales de metal hueco también se comportan como las puertas de
madera de núcleo sólido, aunque su bajada de coincidencia no suele ser tan aguda.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.21

TABLA 31.5. Valores de la clase de transmisión del sonido (STC) para paredes de
bloques de peso normal de 190 mm con distintos métodos de montaje de escayola de
16 mm, con y sin fibra de vidrio rellenando las cámaras

Sin fibra de vidrio Con fibra de vidrio


Cubierta de escayola Un lado Ambos lados Un lado Ambos lados

Bloques sin revestir 50


Aplicada directamente 50 49
Cubierta de madera de 40 mm 53 54 55 59
Canales flexibles de 13 mm 51 49 54 49
Cubierta flexible de 50 mm 52 52 59 64
Tirantes de acero de 65 mm 58 57 60 72
Cubierta flexible de 75 mm 57 61

Los valores de STC dentro del rango de 25 a 30 son típicos de puertas convencio-
nales de acero o madera maciza con sellados instalados adecuadamente.
Los valores típicos de clase de transmisión del sonido (STC) para puertas con
buenos sellos acústicos aparecen en la última columna de la Tabla 31.6. Las juntas
de caucho o neopreno comprimidas entre la puerta y el marco son muy eficaces,
pero pueden aumentar el esfuerzo necesario para cerrar la puerta. Los sellos mag-
néticos (como los empleados en las puertas de los refrigeradores) funcionan bien
con puertas de metal. Como prueba, la junta debe estar lo suficientemente ajustada
como para que sea necesario un gran esfuerzo para insertar una tarjeta rígida de
plástico entre la junta y la puerta. El marco de la puerta ha de ajustarse en la pared
de tal manera que se eviten grietas o cavidades huecas que actúen como vías de escape
del sonido.

Puertas simples especiales

Las puertas simples especialmente diseñadas para aislamiento acústico pueden lo-
grar unos valores de clase de transmisión del sonido (STC) de 35 o superiores, si los
sellos acústicos son adecuados. Muchos fabricantes producen puertas «acústicas»
con valores STC desde 35 hasta por encima de 50. Los valores de aislamiento del so-
nido para productos específicos aparecen en la información del fabricante y publi-
caciones como Sweet's Catalogo Debido a que los métodos de ensayo han evolucio-
nado significativamente, hay que desconfiar de los valores de los productos que
tengan más de 10 años.
La instalación tiene una importancia crítica en el logro de un buen aislamiento.
En la práctica, el rendimiento previsto no se alcanzará a menos que las juntas estén
adecuadamente ajustadas y el marco de la puerta esté bien colocado en la pared,
evitando grietas o huecos que transmitirían el sonido. Hay que seguir rigurosamen-
te las recomendaciones del fabricante acerca de la instalación. Para mantener el
rendimiento acústico de estas puertas, es preciso reemplazar periódicamente o rea-
daptar los sellos.
31.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

90 r-----------------------------,
Aislamiento de fibra

80

.,
1:1

/
Aislamiento de
I espuma de estiroleno
40 I
y conexión debida
a restos de mortero

63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.13. Pérdida por transmisión para una pared doble de bloques de hormi-
gón de 90 mm. la curva continua corresponde al caso de 65 mm de fibra de vidrio
como aislante, pero sin conexión sólida a través de una cámara de 90 mm (STC 77).
la curva a trazos es el resultado de las mismas capas de bloques, pero con espuma de
estiroleno en la cámara y restos de mortero que permiten la transferencia de vibra-
ción entre los dos paneles (STC 62).

Mejora de puertas existentes

El aislamiento acústico de una puerta existente puede mejorarse aumentando su


peso. En una puerta ligera de madera de núcleo hueco, si se retira una de las caras
y se rellena la cavidad con planchas de escayola unidas al reverso de la otra cara
puede obtenerse un rendimiento comparable al de una puerta de madera de núcleo
macizo. También puede ser efectivo pegar una capa dura sobre la superficie de la
puerta; las láminas de metal tienen la ventaja de su alta densidad y del uso de juntas
magnéticas. Unos buenos sellos en el perímetro (comentados anteriormente) son
esenciales para lograr valores de clase de transmisión del sonido (STC) por encima
de 20. Los valores STC por encima de 35 no son factibles sin un control efectivo de
la transmisión de la vibración entre las superficies de la puerta; para alcanzar estos
valores se precisa una puerta «acústica» adecuadamente instalada o puertas dobles.
como se comenta a continuación.

Puertas dobles

Añadir una segunda puerta, con un espacio de aire entre ambas, es la alternativa
más barata y más efectiva acústicamente en situaciones en que no interfieren con el
acceso. Estas se usan frecuentemente como puertas de comunicación entre habita-
ciones adyacentes de hoteles y se utilizan habitualmente entre el pasillo y las habi-
taciones en los hoteles europeos. La Tabla 31.6 muestra los valores STC típicos.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.23

80,----------------------------,

70
ce 200 mm ./
'O ~ ./r-
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/'

./
"E
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100mmx

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Q..
50 mm

30

63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia. herzios

FIGURA 31.14. Pérdida por transmisión para planchas de hormigón en masa. Los re-
sultados corresponden a 50 mm de hormigón (STC 43), 100 mm de hormigón
(STC 52) y 200 mm de hormigón (STC 58).

Si se añade absorción acústica entre las puertas [una capa de 25 mm (1 in) en


uno o los dos lados de las puertas que dan al espacio intermedio] pueden obtenerse
valores STC iguales o superiores a 45. Con tratamiento de absorción del sonido en
el espacio interior, las puertas de comunicación son menos sensibles a las imperfec-
ciones en los sellos del perímetro que las puertas únicas «acústicas».

Cierres inferiores automáticos

Puede usarse una puerta con cierre inferior automático, a veces denominado cierre
automático de umbralo sello inferior, para controlar los escapes de sonido bajo la
puerta. Los hay de dos tipos: los que tienen un mecanismo en el interior de la puerta
(como la que muestra la Figura 31.16) y los que pueden conectarse a la superficie
exterior de la puerta. Estos se utilizan cuando no es aceptable el mismo tipo de sello
de los lados o la parte superior del marco de la puerta porque sobresaldría por en-
cima del nivel del suelo, constituyendo un peligro. Salvo que estén cuidadosamente
ajustados, los cierres automáticos no aportan un rendimiento tan bueno como las
juntas comprimidas o los sellos magnéticos.
Es esencial que exista un suelo duro plano para que un cierre automático de
puerta sea efectivo; el sello tiene que presionar firmemente contra esta superficie
cuando la puerta se cierra y adherirse bien al borde inferior y a las juntas laterales
de la misma. El rendimiento de estos sellos se deteriora significativamente salvo
que sean cuidadosamente mantenidos. Una solución alternativa es usar una banda
de caucho en el borde inferior de la puerta, pero por lo general no constituye un
buen sello y produce desgaste en la alfombra.
31.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 31.6. Aislamiento acústico de puertas convencionales y puertas (dobles) de


comunicación

Masa superfi- STC STC


cial, (sin sellar) (bien selladas)
Tipo de puerta kglm2

Madera con núcleo hueco 7 17 20


Madera con núcleo macizo 20 20 28
Acero con núcleo hueco (calibre 18) 25 20 30
Puertas de comunicación (2 puertas de 7 each 22 26
madera de núcleo hueco, cámara de
100 mm)
Puertas de comunicación (2 puertas de 20 each 28 40
madera maciza o de acero hueco, con
70 mm de cámara de aire)
Puertas de comunicación (2 puertas de 20 each 40 44
madera maciza o de acero hueco, con
70 mm de cámara con absorción)
Puertas de comunicación (2 puertas de 20 each 42 50
madera maciza o de acero hueco, con
230 mm de cámara con absorción)

Puertas exteriores

La construcción y aislamiento de las puertas exteriores son algo distintas de las de


las puertas interiores típicas. El marco de las puertas exteriores suele incluir un um-
bral y las puertas suelen tener burletes plásticos o sellos de muelle metálico en los
cuatro bordes. Aunque el burlete no está diseñado específicamente como sello
acústico, reduce el escape de sonido alrededor de la puerta. La Tabla 31.7 presenta
los datos típicos para puertas exteriores; debido a la variabilidad de los sellos, el
rendimiento real de algunas puertas concretas puede ser significativamente peor.
(Estos datos no incluyen puertas especiales con valores altos de aislamiento fabri-
cadas por compañías especializadas en puertas «acústicas»; los valores para produc-
tos específicos aparecen en la información del fabricante y publicaciones como
Sweet's Catalog).
Si se añade una contrapuerta ligera [habitualmente con una ventana de dos sec-
ciones con cristal único y un área de aproximadamente 1 m2 (10 ft 2 )] a una puerta
exterior aumenta la clase de transmisión del sonido aproximadamente en 7. Con
buenos sellos, el aumento en el rendimiento puede superar los 10 dB.

Puertas plegables, particiones correderas

La puertas plegables. en tamaños de hasta 2 m2 (21 ft2 ) se comportan esencialmente


de la misma manera que las puertas normales. salvo que las juntas entre los seg-
mentos pueden actuar como una vía extra de escape. Una partición corredera es
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.25

40 ,---------------------------------,

35 Sellos magnéticos
espum~,/

X
al \ Sellos de

,,',"'--:--=-~-~,,_
'O

.g 30
'iii
'E
"'
~ 25 ,'"
"
.... - I r , '--"
'-/
oc. ,.. , I " /

I
.' "1
~ 20
~
..,
/ - I

n. Sin sellar
15

63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.15. Pérdida por transmisión para una puerta de madera de núcleo ma-
cizo. La curva continua corresponde a aberturas normales sin juntas (STC 22). La cur-
va a trazos corresponde al resultado con sellos de espuma (STC 26). La curva de pun-
tos corresponde a juntas magnéticas ajustadas adecuadamente (STC 30).

esencialmente una gran puerta plegable que subdivide un gran espacio. Las parti-
ciones comercializadas de este tipo tienen valores de clase de transmisión del soni-
do (STC) en un rango entre 20 y 50.
Es difícil sellar una partición corredera porque los suelos y los techos rara vez
son planos y paralelos a lo largo de las distancias cubiertas. Así, los sellos encima y
debajo de la partición deben acomodarse a variaciones de varios centímetros, cuan-
do los esfuerzos aplicados a la tarea de abrir y cerrar la partición son razonables. El
rendimiento mecánico y la durabilidad son consideraciones importantes en estos
casos. En particiones que tienen raíles sobre el suelo, éstos pueden llenarse de su-
ciedad, haciendo difícil que las particiones funcionen. Otro problema adicional es la
vía de transmisión del sonido entre el borde superior de la partición o su marco de
apoyo y el techo adyacente l9 .
Dado que la clase de transmisión del sonido de una partición corredera depende
fundamentalmente de los detalles de su instalación, es muy importante verificar que
se logra el valor de aislamiento acústico previsto para la instalación propuesta. A
menudo, esto puede conseguirse inspeccionando el informe normalizado de prueba
(que tiene que describir todos los detalles de instalación) y contrastándolo con la so-
lución propuesta. En circunstancias en que es factible una prueba de camp03, es
adecuado pedir que el fabricante o el contratista de una partición corredera garan-
ticen su rendimiento una vez instalada. En cualquier caso, el contratista debe estar
de acuerdo con que las condiciones de campo son satisfactorias antes de empezar su
instalación.
31.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

Embolo
automático

FIGURA 31.16. Un cierre inferior automático de puerta que contiene un émbolo mó-
vil que es empujado hacia abajo contra el umbral cuando la puerta se cierra.

AISLAMIENTO ACUSTICO DE VENTANAS

La transmisión del sonido a través de ventanas se rige por los mismos principios fí-
sicos que afectan a las paredes. Las medidas prácticas de control del ruido están in-
fluidas por las propiedades del cristal y las características de los montajes de las ven-
tanas (incluyendo los escapes en las ventanas practicables).

Cristal único

El aislamiento acústico que aporta el cristal único aumenta al hacerlo el grosor del
cristal (es decir, al aumentar la masa por unidad de área), como ilustra la Figura
31.17. La curva de pérdida por transmisión con respecto a la frecuencia se ajusta de
forma razonable a la ley de masa para frecuencias medias, pero a frecuencias altas
la bajada por efecto de coincidencia (véase «Rigidez y efecto de coincidencia») li-
mita las prestaciones. Para cristal de 4 mm (3/16 in), la bajada de coincidencia está
próxima a los 3000 Hz; para cristal de 12 mm (112 in), la bajada se desplaza hacia
1000 Hz (como muestra la Figura 31.17) y el cristal más grueso tiene la bajada a fre-
cuencias aún inferiores. Este desplazamiento de la bajada de coincidencia hacia las
frecuencias medias limita el aumento de la clase de transmisión del sonido (STe) al
aumentar el grosor del cristal sólido. Si es preciso un valor de STC por encima de 35,
un solo cristal no es una alternativa práctica.
El cristal laminado (dos o más capas de cristal unidas mediante finas láminas de
plástico) puede proporcionar una pérdida por transmisión más alta que el cristal só-
lido para frecuencias próximas a la bajada de coincidencia. Esto se ilustra en la Fi-
gura 31.17. La mejora es debida fundamentalmente al amortiguamiento (disipación
de la energía vibratoria) del plástico entre las capas. El amortiguamiento depende
significativamente de la temperatura; en general, el mejor rendimiento acústico se
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.27

TABLA 31.7. Aislamiento acústico de puertas exteriores con burlete

Peso Clase de
Tipo de puerta transmisión
Ib/W
puertas 45 mm (1 3/4 in) de grosor del sonido
Madera de núcleo hueco 7 1,5 20
Madera de núcleo hueco (30 % de área acris- 7 1,5 19
talada con vidrio de 3 mm)
Madera de núcleo macizo 17 3,6 26
Puerta con cubierta de acero, núcleo de poliu- 16 3.2 26
retano rígido
Puerta de plástico reforzado con fibra de vi- 12 2,4 24
drio, núcleo de poliuretano rígido

logra cuando el cristal laminado se mantiene próximo a la temperatura normal de la


habitación.

Cristal doble

El uso de cristales dobles o triples aumenta la pérdida por transmisión a frecuencias


altas, pero la mejora global depende de la separación entre los cristales.
Como muestra la Figura 31.6, la resonancia masa-aire-masa produce una bajada
significativa en la pérdida por transmisión para frecuencias bajas o medias. En un
cristal doble típico sellado en fábrica, la cámara de aire varía entre 6 y 18 mm (1/4 y
3/4 in); la resonancia resultante está dentro del rango de frecuencia de 400 a 150 Hz.
Cerca de la frecuencia de resonancia, la pérdida por transmisión es en realidad in-
ferior a la de una capa única del mismo cristal, ya que la cámara de aire sólo aporta
un aumento en la pérdida por transmisión a frecuencias por encima de la resonan-
cia. Al aumentar la cámara de aire y/o usar cristales más pesados, la bajada puede
desplazarse fuera del rango de frecuencias de interés, consiguiendo una pérdida por
transmisión mucho más alta, como muestra la Figura 31.18.
La Tabla 31.8 muestra algunos valores típicos de clase de transmisión del sonido
(STC) en función de la cámara de aire entre los cristales. Estos valores STC se re-
fieren a ventanas selladas (que no pueden abrirse). Para ventanas funcionales con
burletes, los valores STC típicos suelen ser inferiores. La reducción en la pérdida
por transmisión tiende a ser mayor para frecuencias altas que para bajas; en gene-
ral, la reducción suele ser de 3 a 5 dB para ventanas con buenos burletes.
Los datos de la Tabla 31.8 muestran la tendencia general de que por cada dupli-
cación del grosor de la cámara de aire, el STC aumenta aproximadamente en 3. Du-
plicar el grosor del cristal tiene un efecto parecido a duplicar el espacio de aire. Las
ventanas dobles con apoyos separados tienen un rendimiento acústico parecido a
las unidades de cristal doble selladas de fábrica con la misma cámara de aire.
La transmisión de la energía sonora a través del marco de la ventana puede re-
ducir significativamente la pérdida por transmisión, sobre todo en ventanas en que
esta última es alta. Las ventanas con marco metálico ligero tienden a poseer valores
STC más bajos que los que aparecen en la Tabla 31.8. En general, debe evitarse el
31.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

~.-----------------------------.

/
/,
50 Laminado /
al
't:> /
¿ 12mm\ /
-o I
"iii
"E 40 I

'"c:
¡; --/,--
- - -- --'
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~
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o..
30

,',
/
/,
12mm

4mm
/\\--
20 "

125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31.17. Pérdida por transmisión de un único cristal. Al aumentar el grosor,


desde el cristal de 4 mm (STC 28) hasta 12 mm, aumenta la pérdida por transmi-
sión en la mayoría de las frecuencias, pero el STC de 36 está limitado por la bajada
de coincidencia alrededor de 1000 Hz. El uso de un cristal laminado de 12 mm (línea
a trazos) aumenta la pérdida por transmisión próxima a la coincidencia y se obtiene
un STC de 38.

uso de marcos ligeros. Si es preciso un STC muy alto, el uso de marcos separados
apoyados en paredes estructuralmente independientes elimina la transmisión a tra-
vés del marco.
Para obtener valores de clase de transmisión del sonido fiables por encima de
45, se recomienda el uso de ventanas acústicas con marcos y montajes de cristales
especialmente diseñados. Los valores para productos específicos aparecen en la in-
formación del fabricante y publicaciones como Sweet's Catalogo

Cristal inclinado

El montaje no paralelo de cristales es una práctica habitual para ventanas en estu-


dios de grabación, fundamentalmente con el fin de evitar reflexiones ópticas múl-
tiples. Este montaje no introduce ninguna mejora sobre el aislamiento acústico. La
pérdida por transmisión de ventanas con cristales inclinados es esencialmente idén-
tica a la de los cristales paralelos con el mismo espaciamiento medio entre paneles.
Los cristales paralelos con el máximo espaciamiento que permita la partición de
apoyo logran una reducción óptima del ruido.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.29

OOr-------------------------------,
Cámara de aire
50 de 100 mm ~
al \

"¿ \
\
.~ 40

!",
\
/
'Een /
/

c: /
~ 30 /

oa.
ca
~ 20 Sin cámara
.:;; de aire
eL

10

125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia, herzios

FIGURA 31,18. Efecto del aumento de la cámara de aire sobre la pérdida por trans-
misión de un cristal doble de 3 mm. la cámara de aire de 6 mm (curva continua)
(STC 31) aumenta la pérdida por transmisión con respecto a la ausencia de cámara de
aire (STC 34) sólo muy por encima de la resonancia masa-aire-masa a 400 Hz. la cur-
va a trazos corresponde a una cámara de aire de 100 mm (STC 42).

Cristal triple

El cristal triple proporciona esencialmente la misma reducción del ruido que el cris-
tal doble. Por debajo de la resonancia masa-aire-masa, la pérdida por transmisión
del cristal triple es más alta, de acuerdo con la predicción de la ley de masa (3 dB
por 3 capas iguales de cristal), pero las pérdidas por transmisión a frecuencias altas
son casi idénticas. Salvo que ambas cámaras de aire sean significativamente supe-
riores a 25 mm (1 in), la clase de transmisión del sonido de las ventanas triples es la
misma que la de las ventanas dobles del mismo grosor total.

Relleno con gas pesado

Los datos de la Tabla 31.8 corresponden a ventanas con acristalamiento doble en


que la cámara entre los dos cristales está rellena de aire. Usar otros gases (como ar-
gón o SF6 ) altera significativamente las propiedades de transmisión del sonido.
Algunas pruebas iniciales de estas ventanas demostraron aumentos muy gran-
des en la pérdida por transmisión con gas pesado. Posteriormente se demostró que
este efecto pudo verse exagerado por un montaje inapropiado del elemento de en-
sayo; hay que utilizar con precaución los datos de los fabricantes acerca de medidas
previas al desarrollo de la norma internacional para el montaje de acristalamiento
para pruebas de pérdida por transmisión 20 .
El efecto sobre el valor STC suele ser escaso, pero el gas pesado aporta mejoras
significativas sobre el control del ruido en el rango de las frecuencias medias, como
31.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 31.8. Clase de transmisión del sonido para ventanas selladas típicas
Para el cristal doble, los valores de la tabla corresponden a la cámara de aire especi-
ficada. Las ventanas funcionales con el mismo cristal suelen tener valores STC de 3 a
5 inferiores

Cristal Cristal Cristal


STC típico doble, doble, doble,
para ventana
sellada
Cristal
único
3mm
y3mm
. 6mm
y6mm
. 6mm
y L-7mm· t

48 100 mm
46 120 mm 60 mm
44 150mm 80 mm 40 mm
42 100 mm 50mm 25 mm
40 L-20 mm t 70 mm 30 mm 16mm
38 L-12 mm' 50mm 20 mm 10 mm
36 12mm 30mm 13 mm
34 L-6mm' 20 mm 8mm
32 6mm 10 mm
30 3mm,4mm 6mm
• Estos valores indican la anchura de la cámara de aire entre los dos cristales.
t L denota cristal laminado (p. ej .•• L-6 mm- es cristal laminado de 6 mm de grosor).

muestra la Figura 31.19. La combinación de aislamiento térmico y una mejora en el


aislamiento de las fuentes de ruidos exteriores, como el tráfico de autopista, puede
justificar el uso de estas ventanas.

SUELOS

Aislamiento del suelo contra el sonido transmitido por el aire

Los mismos factores físicos que controlan la pérdida por transmisión de las paredes
se aplican a los suelos. Los suelos de hormigón con núcleo macizo o hueco son ejem-
plos de particiones simples: suelen ser lo suficientemente pesados como para apor-
tar un buen aislamiento del sonido transmitido a través del aire. Los sistemas de vi-
guetas de acero o madera con techos de escayola corresponden a particiones
dobles. La profundidad de la cámara es tan grande que la frecuencia de resonancia
masa-aire-masa es muy baja, pero el aislamiento del sonido puede ser inadecuado
con superficies de solado ligeras, como conglomerado.
La Tabla 31.9 incluye datos de la clase de transmisión de sonido y la evaluación
de impacto para una selección limitada de construcciones de suelo. Los datos son
representativos del rendimiento típico y han sido elegidos para destacar tendencias
y evitar grandes errores. Pueden obtenerse aislamientos mejores y peores para la
mayoría de los ejemplos presentados. En las referencias al final del capítulo pueden
encontrarse recopilaciones de datos de ensayosll-18.
Como con las paredes, hay que evitar las uniones estructurales rígidas entre las
capas del suelo y del techo. Generalmente esto se consigue mediante el uso de ca-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.31

45r---------------------------~

en
."
¿ 35
-o
"¡¡;
..
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c:
30

~
&. 25
ca
."
'ti 20
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15
\ ,
\,

63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia. herzias

FIGURA 31.19. Efecto de rellenar con gas la cámara entre los cristales dobles. La
curva continua es la pérdida por transmisión correspondiente a acristalamiento doble
de 6 mm con una cámara de 12 mm rellena de aire (STC 30). La curva de guiones co-
rresponde al mismo acristalamiento en el que el aire se ha reemplazado por una mez-
cla de SFe y argón (también STC 30).

nales flexibles para conectar la escayola a la parte baja de las viguetas del suelo. La
Figura 31.20 muestra un diseño genérico para suelos de viguetas.

Aislamiento de los suelos contra el sonido de impacto

Los objetos sólidos que golpean el suelo o la pared producen mucho más ruido que
las fuentes que se transmiten por el aire y no están en contacto con la partición. Los
parámetros físicos que controlan la transmisión del sonido de impacto a través de
un suelo son básicamente los mismos que los que controlan el sonido transmitido
por el aire. Aumentar la masa de las capas del suelo reduce la respuesta a la fuerza
y por tanto reduce el sonido transmitido. Esto no implica que una buena reducción
del ruido transmitido por el aire garantice una buena reducción del ruido de impac-
to y viceversa. La flexibilidad de las capas de la superficie del suelo juega un papel
importante en la reducción de la generación del ruido de impacto.
Si se extiende una capa flexible y suave, como una alfombra, encima del suelo,
se amortiguan las fuerzas de impacto y se reduce la energía vibratoria transferida a
la estructura del suelo. Por ejemplo, añadir una alfombra y un paño debajo a una
plancha de hormigón de 150 mm (6 in) aumenta la clase de aislamiento de impacto
(IIC) desde aproximadamente 40 hasta 60 o más, dependiendo del tipo de alfom-
bra; la Figura 31.21 muestra un resultado típico de este tipo de instalaciones. Sin
embargo, este montaje surte poco efecto sobre el índice de la clase de transmisión
de sonido por aire, que permanece en tomo a 55.
El material absorbente del sonido en el interior de la cámara de aire del suelo
31.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 31.9. Indicas de transmisión dal sonido para sistemas de suelo/techo


Los índices acústicos expuestos se basan en datos disponibles de pruebas de labo-
ratorio con alto grado de fiabilida~ Los resultados de ensayos específicos pueden di-
ferir ligeramente debido a las técnIcas de medición ya detalles constructivos meno-
res. Los materiales absorbentes incluidos en la tabla son fibra mineral y de vidrio, o
celulosa, y el relleno debe superar los dos tercios del volumen de la cámara de aire

Suelo Techo STC


Viguetas de hormigón
Hormigón reforzado 90 mm Ninguno 48
2 Hormigón reforzado 130 mm Ninguno 52
Perfiles de acero
3 Perfiles de acero con un tablero de Capas de escayola de 16 mm para re- 53
hormigón de 50 mm mínimo vestir los canales en donde encajan los
perfiles, con material de absorción en la
cámara optativo

Tirantes de madera o marcos


4 Subsuelo de 19 mm T&G o tablero Capa de escayola de 16 mm adherida a 48
de láminas de madera de 15,5 mm los canales metálicos flexibles, con ma-
terial absorbente en la cámara
5 Igual que 4, con un tablero adicional Capa de escayola de 16 mm adherida a 52
de láminas de madera de 15,5 mm en los canales metálicos flexibles, con ma-
el suelo terial absorbente en la cámara
6 Capa de hormigón-escayola de Dos capas de escayola de 13 mm o 55
19 mm (de al menos 34 kglm 2 ) sobre 16mm
subsuelo con T&G de 19 mm o con
tablero de láminas de madera de
15,5 mm
7 Igual que 6 Dos capas de escayola de 13 mm o 55
16 mm, adheridas a los canales metáli-
cos flexibles, con material absorbente
en la cámara
8 Capa de hormigón ligero de 50 mm Dos capas de escayola de 13 mm o 56
(de al menos 70 kglm 2 ) sobre subsue- 16mm
lo con T&G de 19 mm o con tablero
de láminas de madera de 15,5 mm
9 Igual que 8 Capa de escayola de 16 mm, adherida a 57
los canales metálicos flexibles
10 Igual que 8 Capa de escayola de 16 mm, adherida a 60
los canales metálicos flexibles con ma-
terial absorbente en la cámara

reduce la transmisión del ruido de impacto a la vez que la del sonido transmitido
por el aire, si el techo y el suelo no están sólidamente conectados. Desafortunada-
mente, en edificación, un techo flexible suspendido no impide la transmisión de la
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.33

COMPONENTES BASICOS DEL SUELO

Superficie del suelo


(50 kg/m 2 o más)

Viguetas (acero, madera,


armazón de madera)

Techo (sobre
- - - - - - - - - soporte flexible)

FIGURA 31.20. Características de un suelo genérico de viguetas. El tipo de vigueta


(madera maciza, armazón de madera, vigas de acero, armazón de acero) tiene poca
influencia sobre la pérdida por transmisión del sonido de impacto. Un buen rendi-
miento requiere superficies pesadas y un techo apoyado de forma flexible.

energía sonora desde la estructura del suelo a otras partes del edificio. Ruidos de
impacto significativos pueden transmitirse hacia abajo, por las paredes, desde el
suelo superior hasta la habitación inferior. Esto se comenta en más detalle en el Ca-
pítulo 33.
Si la superficie del suelo ha de ser dura, como en la cocina o en el baño, el ruido
de impacto se controla más eficazmente utilizando un suelo flotante. En un suelo
flotante, la superficie superior se apoya sobre un subsuelo mediante una capa fle-
xible que reduce la transmisión de la vibración al resto del suelo y a la estructura
principal. (Véase Capítulo 32 para un comentario más en detalle sobre suelos flo-
tantes.)
El IIC no es un índice apropiado para todos los tipos de ruido transmitidos por
la estructura. Puede haber crujidos o repiqueteos cuando las personas caminan so-
bre estructuras ligeras, flexibles, como suelos de viguetas de madera o acero. Ade-
más, los suelos ligeros resuenan a frecuencias bajas; al caminar sobre ellos, emiten
ruidos molestos que resuenan, con mucha energía en las frecuencias bajas. En al-
gunos tipos de suelos ligeros, es posible mejorar el aislamiento contra los impactos
añadiendo una alfombra, pero el ruido enorme de baja frecuencia de las pisadas
puede producir serias molestias. El índice HC tiende a dar una impresión optimista
de la aceptabilidad subjetiva de los suelos de poco peso.
Un ensayo que mide la transmisión del ruido de impacto de baja frecuencia a
través de las estructuras del suelo utiliza una rueda y un volante de un automóvil pe-
queño, que pesan aproximadamente 7 kil. Se tira el volante desde una altura de
0,9 m (3 ft) sobre la superficie del suelo y se miden los niveles de ruido en la habi-
31.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80

ID 80
"C Suelo desnudo
o
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IV
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70

60
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o 50
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c: 40 ,, Con alfombra
'0
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~
a.
30
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\
\
.~ .... -----
Z 10
20
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios

FIGURA 31.21. Efecto de una alfombra sobre el sonido de impacto en un suelo de vi-
guetas de madera. El suelo está formado por contrachapado de 16 mm, viguetas de
madera de 235 mm, canales de metal flexible de 13 mm y dos capas de 13 mm de es-
cayola; hay material absorbente del sonido en la cámara. La curva continua es el nivel
sonoro de impacto para el suelo desnudo (IIe 43). La curva de guiones es el nivel so-
noro de impacto para el mismo suelo cubierto con alfombra de cañamazo (IIe 73).

tación inferior. Hay información disponible para algunos tipos de construcciones.


En ausencia de estos datos, es más seguro elegir sólo suelos con superficies duras
que obtengan buenos valores He; añadir alfombras no puede sino mejorarlos.

RENDIMIENTO REAL DE LAS PARTICIONES

Los datos presentados en este capítulo han sido seleccionados de pruebas de labo-
ratorio o de campo diseñadas para medir el rendimiento de las particiones nomi-
nales sin efectos negativos para las estructuras adyacentes. El Capítulo 33 comenta
las precauciones necesarias para lograr este rendimiento cuando los componentes
están montados en un edificio.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.35

REFERENCIAS·

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building panitions, ASTM E9O.
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diente es ISO 140M, Laboratory measurements of impact sound insulation of floors.
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Note 232.
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14. A. C. C. Warnock y D. W. Monk. «Sound transmission loss of masonry walls: Tests on 90,
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lightweight concrete blocks with various surface finishes», Building Research Note 90.
16. T. D. Northwood y D. W. Monk, "Sound transmission loss of masonry walls: Twelve inch
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Street. Filadelfia, PA 19103-1187. Las normas ISO están disponibles en la International Organization for
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de Publicaciones del NationaJ Research Council Canada. MontreaJ Road. Ottawa. Ontario K 1A OR6. Canadá.
---------------------------------------------------
Capítulo 32
AISLAMIENTO DEL SONIDO
TRANSMITIDO POR
ESTRUCTURAS

István L. Vér
Douglas H. Sturz

INTRODUCCION

El ruido transmitido por las estructuras es aquel que se origina por la vibración de
estructuras sólidas; estas vibraciones pueden propagarse por la estructura, con poca
atenuación, hacia diversos lugares donde ponen en vibración algunas superficies. El
ruido transmitido por las estructuras es percibido entonces por el oyente como so-
nido transmitido por el aire irradiado directamente por la superficie vibratoria o
por los objetos que se mueven (como ventanas, porcelana o estanterías, etc.) debido
a la vibración de la estructura. La Figura 32.1 muestra algunas de las fuentes y vías
de transmisión más frecuentes.
Este capítulo describe las fuentes, vías de transmisión y técnicas de control adez-
cuadas para el ruido transmitido por las estructuras.

EXCITACION DEL RUIDO

El ruido transmitido por la estructura está producido por fuerzas dinámicas que ac-
túan sobre ella. Una estructura puede comenzar a vibrar debido a fuentes estables
(acondicionadores de aire, ventiladores, bombas, lavadoras, etc.) o debido a fuentes
de impacto (portazos, martillazos, caída de objetos, saltos, pisadas, tirar la basura
por el conducto de desperdicios, etc.).

Excitación estable

Si una fuerza de vibración estable se aplica sobre la estructura de un edificio, por


ejemplo, a causa de una bomba que está anclada al suelo, como muestra la Figura
32.1, la estructura es alimentada continuamente con una energía vibratoria. Es ne-

32.1
32.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 32.1. Fuentes y vías habituales del ruido transmitido por la estructura en
edificios.

cesaria una gran fuerza para introducir incluso una pequeña cantidad de energía
mecánica en una estructura rígida; sólo una fracción muy pequeña de esta energía
mecánica introducida es irradiada desde la estructura como sonido que se transmite
por el aire. Sin embargo, incluso esta pequeña potencia sonora irradiada es capaz de
producir un nivel alto de ruido. Por ejemplo, 10 vatios de potencia mecánica apli-
cados en un suelo de hormigón típico pueden dar como resultado la irradiación de
tan sólo 0,1 vatios de potencia sonora en la habitación inferior, pero el nivel de pre-
sión sonora resultante puede alcanzar los 75 dB. Dado que la disipación de la ener-
gía en la estructura es proporcional a la amplitud de la vibración y a la masa de la
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.3

estructura y su amortiguación, una estructura ligera y poco amortiguada responde


más vigorosamente (e irradia más ruido) que otra que es masiva y está muy amor-
tiguada.
La excitación estable de ruido transmitido por una estructura en un edificio sue-
le deberse al funcionamiento de aparatos mecánicos. La fuerza excitatoria puede
ser de carácter periódico, producida por el desequilibrio de una máquina rotatoria,
o puede ser de carácter aleatorio, producida por el flujo turbulento en las cañerías.
La fuerza suele transmitirse a la estructura en los puntos en que la máquina está rí-
gidamente conectada a ella. Este tipo de vibración puede controlarse mediante un
soporte elástico de la fuente con un aislador de la vibración y permitiendo, por tan-
to, que responda «libremente» a las fuerzas que actúan sobre ella. La amplitud de la
vibración de la fuente está entonces controlada por la inercia combinada de la fuen-
te y de cualquier base a la que esté conectada. La fuerza transmitida a la estructura
a través de los aisladores de vibración es entonces proporcional a esta respuesta de
«libre» desplazamiento de la fuente multiplicada por la rigidez o elasticidad del
montaje. De forma acorde, la fuerza que actúa sobre la estructura puede reducirse
mediante la selección del aislador adecuado, como se detalla en el Capítulo 29.

Excitación de impacto

Un impacto es el resultado de una fuerza de corta duración que es suficientemente


grande como para hacer que la estructura vibre; por ejemplo, un portazo. Consi-
deremos el impacto producido cuando un objeto duro cae al suelo. Se asume que el
objeto es una masa rígida m y que cae sobre el suelo con una velocidad v, como
muestra esquemáticamente la Figura 32.20. Tanto la fuerza de impacto como el rui-
do de impacto aumentan linealmente con el producto de la masa y la velocidad del
objeto que cae. Cuando el objeto entra en contacto con el suelo, su velocidad se re-
duce repentinamente a cero. La fuerza que produce este descenso de velocidad es
proporcional a la masa del objeto y a la tasa de cambio en velocidad. Si el suelo es
muy duro, el descenso de la velocidad es rápido y el objeto que cae genera un pulso
de fuerza de mucha amplitud y muy poca duración. Sin embargo, si el suelo tiene
una capa de superficie elástica, la tasa de descenso de la velocidad es menos rápida
y se genera un pulso de fuerza con poca amplitud, pero gran duración, como ilustra
la Figura 32.2b. La distribución espectral del sonido que resulta de estos dos pulsos
de fuerza distintos se muestra en la Figura 32.2c. El impacto de la masa sobre el sue-
lo duro produce un espectro rico en frecuencias altas, en tanto que el impacto sobre
el suelo con una superficie elástica produce sólo sonido (resonante) en frecuencias
bajas.

INDICES DEL AISLAMIENTO DEL RUIDO TRANSMITIDO POR


ESTRUCTURAS EN EDIFICACIONES

El impacto de las pisadas sobre el suelo es una fuente frecuente de ruido transmi-
tido por la estructura en edificios multifamiliares y comerciales. Se ha desarrollado
32.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

Suelo duro
Capa de
superficie
elástica

,
Tiempo
(b)

Capa de
~ Suelo superficie
c: ., duro elástica
'"oc: .,
~
:l 1--""",0'--_ _
'0 -
'¡;j o
l!?
o..

Frecuencia
(e)

FIGURA 32.2. Impacto de un objeto que cae sobre el suelo. (a) La masa m, con una
velocidad v, impacta sobre el suelo; (b) fuerza de impacto en función del tiempo re-
sultante del impacto de la masa sobre un suelo duro y sobre una superficie elástica;
(e) distribución de frecuencias del sonido de impacto producido por la masa al gol-
pear un suelo duro en comparación con el sonido de impacto producido sobre una su-
perficie elástica.

una metodología objetiva de puntuación para evaluar el rendimiento de distintos


edificios. Para estimar el aislamiento aportado por los diferentes tipos de construc-
ciones de suelos contra estos impactos se utiliza una máquina normalizada de gol-
pes'. Este aparato produce una serie rápida y continua de impactos sobre el suelo a
prueba. que es suficiente para crear un nivel de ruido estable en la habitación re-
ceptora inferior. utilizando la respuesta lenta (slow) en el sonómetro (véase Figura
32.3). Se realizan medidas del nivel de presión sonora generado en la habitación
bajo el suelo a examen (habitualmente en bandas de tercio de octava con el fin de
comparar los resultados con las normas). Cuanto más bajo es este nivel, mejor es el

• La máquina normalizada de golpes ISO I consiste en cinco martillos. cada uno de ellos de 0.5 kg de
peso. que están igualmente espaciados a lo largo de una línea recta de 40 cm de longitud. Los martillos.
accionados mediante un motor eléctrico. producen impactos sucesivos sobre el suelo que se ensaya 10 ve-
ces por segundo.

--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.5

Habitación fuente
Máquina de
golpeo

Habitación
receptora

Sonómetro
con analizador

FIGURA 32.3. Sección de un edificio mostrando el montaje de ensayo para las me-
diciones de sonido de impacto.

aislamiento contra el ruido de impacto del suelo. La cantidad de absorción del so-
nido en la habitación receptora afecta a su nivel de ruido; cuanto mayor es la absor-
ción, menor será el nivel de ruido. Por tanto, al evaluar las construcciones, se corri-
gen los niveles de ruido en la habitación receptora, de manera que sean
independientes de la absorción total del sonido en ella, haciendo así que los resul-
tados obtenidos en habitaciones con distintas condiciones acústicas sean compara-
bles. A continuación se comentan las correcciones apropiadas según los esquemas
de valoración.
La Figura 32.4 muestra una gráfica con los niveles normalizados de transmisión
del sonido de impacto en función de la frecuencia. Esta gráfica ilustra los resultados
obtenidos con un suelo de hormigón armado de 10 cm (4 in) de grosor con y sin al-
fombra y revestimiento.
Al comparar el rendimiento del aislamiento del ruido de impacto de varias cons-
trucciones de suelos, es conveniente describir el valor de cada construcción con un
índice de número único, que se obtiene mediante la evaluación de curvas como las
que muestra la Figura 32.4 en comparación con las curvas normalizadas. A conti-
nuación se describen estos sistemas de evaluación.
Mientras que los resultados de pruebas normalizadas que utilizan máquinas de
golpeo correlacionan bien con la reacción de las personas frente a impactos agudos
corno los producidos por los zapatos de tacón, no correlacionan bien con la reacción
de las personas frente al ruido sordo de baja frecuencia de las pisadas, sobre todo en
construcciones de edificios ligeras.
Dado que existen relativamente pocas fuentes de ruido que produzcan impactos
sobre las paredes, éstas no se evalúan para la transmisión del ruido a través de la es-
tructura. También porque debido a la variedad y gama de las fuentes mecánicas que
pueden producir problemas de ruido transmitido a través de las estructuras, no es
posible desarrollar metodologías normalizadas con las cuales evaluar tales condi-
ciones.
32.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

In
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100 160 1250 400 630 100 160 250 400
101125 I2po
Ir515~11s:>?112512~ 1~151
2 5 1 2
100 1000
Frecuencia en herzios

FIGURA 32.4. Niveles normalizados de transmisión del sonido de impacto, Lno Y va-
lores de la clase de aislamiento del impacto aplicable (IIe) para una plancha de suelo
de hormigón armado de 10 cm (4 in) de grosor, con y sin alfombra sobre un cañama-
zo.

Clase de aislamiento de impacto (IIC)

La clase de aislamiento de impacto (HC) es un índice de número único 1,2 que au-
menta al hacerlo el rendimiento del aislamiento contra el impacto del suelo (cuanto
mayor es su valor, mayor es el aislamiento). La escala de valoración se ajusta para
dar valores numéricos que son aproximadamente los mismos que los del índice que
mide la pérdida de transmisión del sonido transmitido por aire, la clase de trans-
misión del sonido (STC), para un grado igual de satisfacción de aislamiento contra
el ruido transmitido por el aire y de impacto, Esta correspondencia entre los valores
numéricos de las valoraciones I1C y STC para un grado igual de ruido de impacto y
transmitido por el aire facilita la elección de construcciones de techo y suelo, dando
como resultado un diseño acústico relativamente equilibrado. El índice I1C se ob-
tiene trazando la curva del nivel normalizado de transmisión del sonido de impacto
de bandas de tercio de octava en función de la frecuencia y siguiendo las reglas es-
tablecidas en la norma 2, El nivel medio de presión sonora en la habitación recep-

--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.7

tora L, está normalizado para una absorción de referencia Ao de 10 m2, para obte-
ner el nivel normalizado de transmisión del sonido de impacto Lno dado por

dB (32.1)

donde A es la absorción total en la habitación receptora a la frecuencia central de la


banda en que se mide L,.

Métodos alternativos

La índice de ruido de impacto (INR) de una construcción de suelo-techo era un ín-


dice de número único empleado por la Federal Housing Administratiorf, antes del
establecimiento del método nc. En la metodología INR, el efecto de las distintas
cantidades de absorción en las habitaciones receptoras es corregido mediante la
normalización de datos de una manera parecida a la descrita para el método de va-
loración HC, salvo que el tiempo de reverberación Too se utiliza como medida de la
absorción en la habitación receptora. El tiempo de referencia de reverberación es
0,5 segundos. En un rango de aproximadamente ± 2 dB, la relación entre la clase de
aislamiento de impacto (HC) y el índice del ruido de impacto viene dada por

I1C"", INR + 51 (32.2)

En la Referencia 4 se incluye otro método para medir la transmisión del sonido de


impacto a través de las construcciones de suelo-techo que utiliza una máquina mo-
dificada de golpeo o un caminante vivo.

RENDIMIENTO DEL AISLAMIENTO CONTRA IMPACTO DE TECHOS


Y SUELOS DE CONSTRUCCIONES TIPICAS

Las siguientes tablas presentan la cIase de aislamiento de impacto (I1C) de algunas


construcciones de suelo-techo frecuentemente utilizadas. Estos datos se basan so-
bre información contenida en la Referencia 5. En el Capítulo 31 se presenta más in-
formación adicional. Las tablas contienen datos de mediciones del aislamiento del
ruido de impacto de las siguientes construcciones de suelo-techo:

Tabla 32.1: Hormigón armado.


Tabla 32.2: Hormigón anisotrópico.
Tabla 32.3: Hormigón hueco.
Tabla 32.4: Viguetas de madera.
Tabla 32.5: Viguetas de madera con aislamiento.
Tabla 32.6: Viguetas de madera con suelos flotantes.
Tabla 32.7: Viguetas de acero.
32.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 32.1. Aislamiento del impacto de conjuntos de suelo-techo de hormigón ar-


mado
CllSede
lisluúeato
Construcción
del impacto
Esquema Descripción (De¡

Losa de 10 cm (4 in) de espesor de hormigón armado con una 2S


malla A WG del número 6, de 15 por 15 cm, colocada en la
línea central del plano horizontal de la losa. Todas las
cavidades de la superficie están selladas con una mezcla
delgada de mortero.

2 Igual que 1 salvo que se adhiere una baldosa de vi nilo de 28


0,32 cm (118 in) de grosor al hormigón

3 Igual que I salvo que se adhiere tarima de roble de 1,27 cm (1/ 4S


2in) de grosor al hormigón

4 Igual que 1, pero con una alfombra de rizo de lana de 0,64 cm 80


(1/4 in) de grosor, con un cañamazo de yute tejido de 0,32 cm
(118 in) y un forro de espuma de caucho de 0,64 cm (1/4 in).

5 Igual que 1, con tarima de roble de 1,27 cm (112 in) de grosor, 52


de 22,8 cm por 22,8 cm (9 por 9 in), con espuma de
poliuretano semirrígida de 0,64 cm (1/4 in) de grosor de
35,2 kglm 3 (2,2 Ib/ff), sin planchas de forro.

6 Losa de hormigón armado de 15,2 cm (6 in) de grosor; 35


sobre el lado del suelo. una capa de cemento y arena
de 2.2 cm (7/8 in) y revestimiento compuesto de 1,59 cm
(5/8 in) de grosor; sobre el lado del techo, 1.27 cm (1/2 in)
de masilla.

7 Losa de hormigón armado de 11,1 cm (4 3/8 in) de grosor. 48


Sobre el lado del suelo, una capa de cemento y arena de
1.9 cm (3/4 in). con un revestimiento del suelo de linóleo de
0,32 cm (1/8 in); sobre el lado del techo, una capa de masilla de
0,95 cm (3/8 in).

8 .... . ... 4 Hormigón armado de 12.7 cm (5 in) de grosor. Sobre el lado 53


del suelo. una capa de lana de vidrio aglutinada con betún y
cubierta con papel de construcción. Sobre el pavimento.
1.27 cm (112 in) de brea-masilla. con una cobertura de suelo de
linóleo. Sobre el lado del techo, una capa de plástico de
1,27 cm (112 in).

9 Losa de hormigón armado de 15.2 cm (6 in) de grosor. Sobre el 57


lado del suelo, ensambladura de madera de ranura y lengüeta
de 1.9 cm (JI. in) de grosor. clavada sobre listones de madera de
3.81 cm (l1/2 in) por 5.1 cm (2 in). con un espaciamiento de
30.8 cm (16 in). que flotan sobre una capa de lana de vidrio de
2,54 cm (1 in) de grosor. Sobre el lado del techo, una capa de
masilla de 1.27 cm (112 in).
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.9

TABLA 32.2. Aislamiento de impacto de conjuntos de techo-suelo de hormigón


anisotrópico

Cluede
lÍSlamieolo
Construcción
del impacto
Esquema Descripción (nC)

10 Losas prefabricadas de hormigón con canales unidas con 32


mortero sobre centros cada 50,8 cm (20 in). Cada losa tiene un
canal trapezoidal de 7,6 cm (3 in) de profundidad, con bases
de 27,9 cm (11 in) y 37,5 cm (143/4 in). En el lado del suelo,
un acabado de cemento y arena de 1,9 cm (3/4 in) de grosor.

11 Suelo de hormigón nervado de 18,4 cm (7 1/4 in). Los nervios 42


tienen 13,3 cm (5 1/4 in) por 9,5 cm (3 3/4 in), con
espaciamientos de 53,2 cm (21 in) entre los centros; la losa
tiene 5,1 cm (2 in) de grosor, con una capa de arena y cemento
de 1,9 cm (3/4 in) de grosor. En el lado hacia el techo, listones
de madera de 1,58 cm (5/. in) de grosor, clavados sobre
bandas, sujeto mediante tacos y yeso de 1,58 cm (s/. in) de
grosor.

12 Vigas prefabricadas de hormigón trapezoidales con canales de 42


17,8 cm (7 in), sobre centros separados 35,6 cm (14 in), con los
espacios entre ellas rellenos con una mezcla de cemento y
arena. En el lado del suelo, una capa de cemento y arena de
3,8 cm (1,5 in) de grosor, con un revestimiento de suelo de
madera de 2,54 cm (1 in) de grosor. En el lado hacia el techo,
una capa de escayola de 1,9 cm (Ji. in) de grosor sobre listones
expandidos de metal.

13 Vigas prefabricadas de hormigón con canales de 12,7 cm 53


(5 in), sobre centros separados 36,8 cm (14,5 in), con los
espacios entre las vigas rellenos con una mezcla de cemento y
arena. En el lado del suelo, una ensambladura de ranura y

~ lengüeta de madera de 2,2 cm (7/. in) de grosor, clavada sobre


listones de madera de 2,5 cm (l in) por 5 cm (2 in), 50,8 cm

~
(20 in), sobre una lámina de lana de vidrio de 2,5 cm (1 in),
sobre una capa de cemento y arena de 1,9 cm (3/. in). En el
lado del techo, un tablero de escayola de 0,32 cm (1!' in),
clavado a listones de madera de 2,5 cm (1 in) por 5 cm (2 in),
con un espaciamiento de 36,8 cm (14,5 in) entre los centros.
La anchura total es de 25,4 cm (10 in).

Mejora del aislamiento contra el ruido de impacto

La Figura 32.4 muestra la curva de transmisión del sonido de impacto en función de


la frecuencia para un ensayo realizado con una máquina de golpeo en una habita-
ción debajo de una losa de hormigón de 10 cm (4 in): (1) con la losa de hormigón sin
revestir y (2) con la losa cubierta con alfombra y cañamazo. La diferencia entre las
curvas representa la mejora en el aislamiento del ruido de impacto que aporta una
alfombra. Esta diferencia de nivel, la mejora en el aislamiento del ruido de impacto,
aumenta al hacerlo la frecuencia.

--
32.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEl RUIDO

TABLA 32.3. Aislamiento de impacto de conjuntos de techo-suelo de hormigón hueco


Clllede
aidlmieato
Construcción
del impido
Esquema Descripción (uq
14 Losa armada de 15,6 cm (6 in) con bloques huecos de 30,5 cm 30
(12 in) por 12,7 cm (5 in), con espaciamientos de 40,6 cm
(16 in) entre sus centros. En el lado del suelo, una capa de
cemento y arena de 3,8 cm (1,5 in), con un acabado de suelo
de brea y masilla de 1,6 cm (5/8 in) de gfosor sobre fieltro. En
el lado del techo, 1,9 cm (3/. in) de escayola. Espesor total de
21,6 cm (8,5 in).
15 Hormigón armado de 14 cm (5,5 in) de grosor con bloques 37
embebidos de 10 cm (4 in) por 30,5 cm (12 in), con
espaciamiento de 36,8 cm (14,5 in) entre sus centros. En el lado
del suelo, un pavimento de cemento y arena flotante armado
con tela metálica de 3,8 cm (1,5 in) de grosor sobre una placa de
lana de vidrio aglutinada con betún de 2,5 cm (1 in), cubierta
con papel de construcción; revestimiento del suelo de baldosas
termoplásticas. Sobre el lado del techo, una capa de escayola de
1,27 cm (0,5 in). Espesor total de 21,6 cm (8,5 in).
16 Bloques huecos de mampostería de 10,1 cm (4 in) por 31,8 cm 63
(12,5 in), con espaciamiento entre sus centros de 39,4 cm
(15,5 in), con los espacios entre los bloques rellenos con 10,1 cm
(4 in) de hormigón armado. En el lado del suelo, un pavimento
de arena y cemento de 5,1 cm (2 in); suelo de madera de 2,5 cm
(1 in), clavado sobre listones de madera de 5,1 cm (2 in) por
2,5 cm (1 in), con espaciamiento de 39,4 cm (15,5 in) entre sus
centros. flotando sobre una plancha de lana de vidrio de 2,5 cm
(1 in) de grosor. En el lado del techo, una placa de escayola de
1,9 cm (3/4 in). Espesor total de 23,5 cm (9,25 in).
17 Vigas trapezoidales huecas prefabricadas de 15,2 cm (6 in), 31
espaciadas cada 36,9 cm (14,5 in), con bases de 35,6 cm (14 in)
y 30,5 cm (12 in). Los espacios entre las vigas están rellenos
con hormigón. En el lado del suelo, un acabado de brea y
masilla de 1,27 cm (0,5 in). En el lado del techo, una capa de
escayola de 1,27 cm (0,5 in). Espesor total: 19 cm (7,5 in).
18 Vigas de hormigón trapezoidales huecas prefabricadas de 49
12,7 cm (5 in), espaciadas cada 36,7 cm (14,5 in), con bases de
35,6 cm (14 in) y 31,8 cm (12,5 in). Los espacios entre las vigas
están rellenos con una mezcla de arena y cemento. En el lado
del suelo, una ensambladura de ranura y lengüeta de madera
de 2,2 cm (7/8 in) de grosor, clavada sobre listones de madera
de 3,8 cm (1.5 in) por 5.1 cm (2 in), distanciados cada 51 cm
(20 in), flotando sobre una lámina de lana de vidrio de 2,5 cm
(1 in); cobertura de suelo de linóleo. En el lado hacia el techo,
una placa de escayola de 1.6 cm (5/8 in). El espesor total es de
22,2 cm (8,75 in).

19 Mismo suelo estructural que el 18. En el lado del suelo, un 51


pavimento de arena y cemento de 2,5 cm (1 in), con
revestimiento de baldosas de corcho de 0,48 cm (3116 in). En el
lado del techo, una placa de escayola de 0,95 cm (3/8 in) de
grosor, conectada a listones de madera de 5 cm (2 in) por
2,5 cm (1 in), sujetos mediante abrazaderas de metal. El
espesor total es de 19,4 cm (7 5/8 in).
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.11

TABLA 32.4. Aislamiento de impacto de conjuntos de techo-suelo de viguetas de


madera
CllRde
aislamieato
Construcción del ¡mpiclo
Esquema Descripción (ne)

20 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), 32


espaciadas cada 40,6 cm (16 in). En el lado del suelo, una
ensambladura de ranura y lengüeta de 2,2 cm (7/8 in) clavada
sobre listones; en el lado del techo, un tablero de escayola de
0,95 cm (3/s in) clavado a las viguetas, con las juntas selladas;
grosor total de 24,1 cm (9,5 in).

21 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), 37


separadas cada 40,6 cm (16 in). En el lado del suelo,

DJ
contrachapado e-D de 1,27 cm (0,5 in) de grosor clavado
sobre las viguetas, con distancias entre sus centros de 20,3 cm
(8 in); suelo de madera de 1,98 cm (25/32 in) de grosor sobre
contrachapado. En el lado del techo, un tablero de escayola de
1.27 cm (0,5 in) de grosor, clavado a las viguetas, con centros
distanciados 15,2 cm (6 in), con todas las juntas selladas y
acabadas; baldosas en el techo pegadas sobre el tablero de
escayola. Grosor total de 26 cm (10,25 in).

22 Viguetas de madera de 7,6 cm (3 in) por 17,8 cm (7 in), espaciadas 40


cada 60,1 cm (24 in). En el lado del suelo, suelo de madera de
2,54 cm (1 in) de grosor, clavado a las viguetas, con revestimiento
de linóleo. En el lado del techo, una capa de junquillos y yeso de
3,5 cm (1 3/s in). Grosor total de 24,1 cm (9,5 in).

23 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 25,4 cm (10 in), cada 43


60,1 cm (24 in). En el lado del suelo, un tablero de 4,7 cm
(1 "/32 in) de pulpa de papel de edificación comprimido
homogéneo, clavado ~obre puntos perpendiculares a las
viguetas cada 20,3 cm (8 in), una plancha de cartón de 0,32 cm
(l/S in) pegada sobre el tablero, pegada sobre ésta una capa
única de papel de fieltro de edificación y, sobre ella, baldosas
de asbestos de vinilo de 0,32 cm (1/. in) por 22,9 cm (9 in). En
el lado del techo, un tablero de escayola de 1;27 cm (0,5 in) de
grosor, clavado sobre puntos cada 30,5 cm (12 in), con todas
las juntas selladas y acabadas. Grosor total: 31,1 cm (12,25 in).

24 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 56


40,6 cm (16 in). En el lado del suelo, una ensambladura de
fibra de madera de ranura y lengüeta de 3.8 cm (1,5 in) de
grosor, clavado a las viguetas, cubierto con cañamazo y
alfombra. Grosor total: 25,4 cm (10 in).

25 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 25,4 cm (10 in). cada 57


40,6 cm (16 in). En el lado del suelo, un tablero de 3,4 cm
(1,32 in) de pulpa de papel de edificación comprimido
homogéneo, clavado en puntos perpendiculares a las viguetas
cada 20,3 cm (8 in); el tablero cubierto con una alfombra de
espuma de caucho y una alfombra de nylon. La alfombra tiene
un grosor no comprimido de 0,64 cm (0.25 in) de pelo de rizo,
7 rizos por pulgada, con un grosor total de 0,95 cm (JI. in). En
el lado del techo, un tablero de escayola de 1,27 cm (0,5 in),
clavado sobre puntos cada 30,5 cm (12 in). Grosor total:
31,7 cm (12,5 in).
32.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 32.5. Aislamiento de impacto de conjuntos de techo-suelo de viguetas de


madera con aislamiento
a.ede
lisluüeato
Construcción
delimpado
Esquema Descripdón (DC)

Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 40,6 cm (16 in), con 43
planchas de fibra de vidrio de 7,6 cm (3 in) de grosor grapadas entre las juntas. En
el lado del suelo, subsuelo de contrachapado de 1,27 cm (0,5 in) de grosor, clavado
a las viguetas cada 20,3 cm (8 in), ysobre él, solado de roble de 1,98 cm (0,78 in) de
grosor. En el lado del techo, viguetas de madera de techo de 5,1 cm (2 in) por
10,2 cm (4 in), cada 61 cm (24 in), alternadas con viguetas de suelo; una plancha de
yeso de 127 cm (0,5 in) de grosor clavada a las viguetas del techo. Las juntas de la
plancha del techo selladas y acabadas. Grosortotal: 32,3 cm (11,75 in).
27 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 25,4 cm (10 in), cada 40,6 cm (16 in), con 46
listones de fibra mineral de 7,6 cm (3 in) de grosor grapados entre las juntas. En el
lado del suelo, subsuelo de contrachapado de 1,27 cm (0,5 in) de grosor, clavado en
los bordes cada 15,2 cm (6 in) yen el centro cada 25,4 cm (10 in), capa de papel de
construcción ysolado de roble de 1,89 cm (0,78 in) de grosor, clavado en la
intersección de las viguetas yen medio de ellas. En el lado del techo, una plancha
de escayola de 1,6 cm (5/8 in) de grosor, atornillada cada 30,5 cm (12 in) a canales
elásticos, colocados cada 61 cm (24 in) sobre centros perpendiculares a las viguetas.
Grosor total: 31,45 cm (12,38 in).
28 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 25,4 cm (10 in), cada 40,6 cm (16 in), con 58
listones de fibra mineral de 7,6 cm (3 in) de grosor grapados entre las juntas. En el
lado del suelo, subsuelo de contrachapado de 1,27 cm (0,5 in) de grosor, clavado en
los bordes cada 15,2 cm (6 in) yen el centro cada 25.4 cm (10 in). capa de papel de
construcción ysolado de roble de 1.89 cm (0.78 in) de grosor. clavado en la
intersección de las viguetas y en medio de eOas; alfombra de 1,5 kglm 2 (44 o71ytf).
con felpudo de pelo de 1,4 kglm2 (40 o71ytf). colocada sobre el suelo. En el lado del
techo, una plancha de escayola de 1.6 cm (0.63 in) de grosor, clavada a los centros
de las viguetas cada 15,2 cm (6 in); todas las juntas selladas y acabadas. Grosor
total: 31.6 cm (12,5 in).

29 Parecido al anterior, salvo que la plancha 70


de yeso está atornillada cada 30.4 cm (12 in) al centro
de canales elásticos. colocados cada 60,8 cm (24 in)
sobre puntos perpendiculares a las viguetas. Grosor
total: 33 cm (13 in).

30 Viguetas de madera de 5.1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in). cada 40.6 cm (16 in). En el
lado del suelo, contrachapado burdo regular C· Dde 2.86 cm (1.125 in) de grosor,
clavado cada 15,2 cm (6 in) a lo largo de la periferia ycada 40,6 cm (16 in) sobre los
centros de los cojinetes, cubierto con un felpudo de pelo (40 o71ytf) Yuna alfombra
de pelo de lana [1,5 kglm2 (44 ozlyd1) l. El peso total de la alfombra es (4.141b1yd 2)
Yel grosor total 0.95 cm (3/8 in). En el lado del techo. viguetas de madera de 5.1 cm
(2 in) por 10,2 cm (4 in), sobre centros alternando cada 40,6 cm (16 in) y 20,3 cm
(8 in) con respecto a las viguetas del suelo; planchas de fibra de vidrio de 7.6 cm
(3 in) grapadas entre las viguetas del techo y una plancha de 1.6 cm (S/8 in) de
grosor de escayola clavada sobre las viguetas del techo. Todas las juntas selladas y
acabadas ytoda la periferia del panel calafateada ysellada. El techo se sujeta de
forma independiente a la estructura del suelo. Grosor total: 31.4 cm (12 3/8 in).
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.13

TABLA 32.6. Aislamiento de impacto de conjuntos de techo-suelo de viguetas de


madera con suelos flotantes

Claede
aisluúeato
Construcción
del impido
Esquema Descripción (IIC)

31 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 40,6 cm 46


(16 in). En el lado del suelo, solado de madera de ensambladura de

~
ranura y lengüeta de 2,2 cm (1/8 in), sobre 2,5 cm (1 in) de plancha de
lana de vidrio aglutinada con betún, y listones de madera de 2.5 cm
(1 in) por 10,1 cm (2 in), clavados al subsuelo entre las viguetas. En el
lado del techo, una capa de escayola de 1,27 cm (0,5 in) sobre un listón
expandido de metal. Grosor total: 25,4 cm (10 in).

~
32 Parecido al anterior, salvo que hay una capa de arena 57
de 5,1 cm (2 in) entre las viguetas. Grosor total: 25,4 cm
(10 in).

33 Viguetas de madera de 5.1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 40,6 cm 51


(16 in), con planchas de fibra de vidrio de 7,6 cm (3 in) de grosor
grapadas entre las juntas. En el lado del suelo, contrachapado burdo
C-D de bordes cuadrados de 127 cm (0,5 in), clavado cada 15,2 cm
(6 in) a lo largo de la periferia y cada 25,4 cm (10 in) a otros cojinetes;
una plancha de fibra de caña de 1.27 cm (112 in) grapada cada 61 cm
(24 in) al contrachapado; bandas de forro de 5,1 cm (2 in) por 7,6 cm
(3 in), pegadas cada 40,6 cm (16 in) a la plancha de fibra, en paralelo y
a media distancia entre las viguetas; solado de tablas de madera de
2 cm (Z.I/32 in) de grosor. En el lado del techo. canales elásticos cada
60 cm (24 in), atornillados perpendiculares a las viguetas, un tablero de
escayola de 1.59 cm (5/8 in). atornillado a los canales cada 30.5 cm
(12 in). Todas las juntas selladas y acabadas y toda la periferia del
panel calafateada y sellada. Grosor total: 32,4 cm (12,75 in).

34A Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 40,6 cm 49
(16 in), con planchas de fibra de vidrio de 7,6 cm (3 in) de grosor
grapadas entre las juntas. En el lado del suelo, contrachapado de
1,27 cm (0.5 in) de grosor. clavado cada 15.2 cm (6 in) en la periferia y
cada 40,6 cm (16 in) sobre estos cojinetes: una plancha de fibra de caña
de 1.27 cm (1/2 in), grapada cada 60 cm (24 in) al contrachapado:
bandas de forro de 5 cm (2 in) por 7.5 cm (3 in J, pegadas cada 40,6 cm
(16 in) a la plancha de fibra, en paralelo y a media distancia entre las
viguetas: ensambladura de ranura y lengüeta de 1,6 cm (51. in);
subsuelo de contrachapado C. D empastado, clavado cada 152 cm
(6 in) en los bordes y cada 25,4 cm (10 in) sobre otros cojinetes; una
lámina de vinilo de 0.19 cm (0,075 in) pegada al subsuelo. En el lado
del techo, canales elásticos cada 60 cm (24 in), atornillados
perpendiculares a las viguetas: un tablero de escayola de 1,6 cm
(5/8 in), atornillado a los canales cada 30.5 cm (12 in). Todas las juntas
selladas y acabadas y toda la periferia del panel calafateada y sellada.
Grosor total: 32,4 cm (12,75 in).

348 Parecido al anterior, salvo que la lámina de vinilo es reemplazada por 78


un felpudo de pelo (40 ozJyd2 ) Yuna alfombra,de pelo de lana (44 ozJ
yd2). El peso total de la alfombra es 4,14lb/yd" yel grosor total 0,95 cm
(3/8 in). Grosor total: 34,3 cm (13.5 in).
32.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 32.7. Aislamiento de impacto de conjuntos de suelo de viguetas de acero

ClMede
IÍIIIIIIieIIto
Construcción
del illpldo
Esquema Descripción (OC)
35A Viguetas de acero de 20.3 cm (8 in). cada 40.6 cm (16 in). Las viguetas tienen
elementos de apoyo. en la parte superior e inferior. de 5.1 cm (2 in) de
anchura. agujeros de 0.16 cm (1/16 in) de diámetro cada 761 cm (30 in) y un
grosor de cuerpo de 0.16 cm (1/16 in). En el lado del suelo. una plancha de
pulpa de pa¡¡c:1 de construcción comprimido homogéneo de 3.41 cm (1,34 in).
de 410 kg/m' (26.llblfrl). clavada cada 20.3 cm (8 in) sobre centros
perpendiculares a las viguetas. un tablero de cartón 0.32 cm (t/8 in) pegado a
la plancha. una capa única de papel de construcción de fieltro de 15 lb
pegada al cartón y baldosas de asbesto de 0~,2 cm (t/8 in) pegadas sobre el
fieltro. En el lado del techo. una capa de escayola de 117 cm (0,5 in). clavada
cada 30,5 cm (12 in). con todas las juntas selladas y acabadas. Grosor total:
25.7 cm (10 ti. in).
358 Parecido al 35A. salvo que las viguetas de acero están cada 60.1 cm (24 in) y
tablero de construcción es de 4.7 cm (1.84 in) de grosor. Grosor total: 27 cm
(10 si. in).
3M Las viguetas y el tablero de pulpa de papel de construcción son iguales al 58

WW
35A. pero éste está cubierto con una alfombra de espuma de caucho y una
alfombra de nylon. La alfombra tiene un grosor no comprimido de 0,64 cm
(1/. in), sobre un cañamazo de fibra de yute tejido. La alfombra de nylon
tiene un cañamazo tejido de 0.32 cm (t/8 in) y un pelo de 0,64 cm (ti. in). con
una densidad de 2.76 rizos/cm (7 rizos/in), con un grosor total de 0.95 cm (3/
• in). En el lado del techo, una capa de yeso de 117 cm (0,5 in), clavada cada
30~~ cm (12 in l. con todas las juntas selladas y acabadas. Grosor total:
(a) (b)

26.7 cm (10.5 in).


368 Parecido a136A. salvo que las viguetas de acero están cada 60.1 cm (24 in) y 63
el tablero de construcción es de 4.7 cm (1.84 in) de grosor. Grosor total:
28 cm (11 in).

37 A I1:1I:II_.... lIiI~n:;oI Hormigón de arena y gravilla de 6.35 cm (2,5 in) de grosor. de 2370 kgim J 35
•...• ·0·0 (148lb/ft-'l. sobre unidades de acero ondulado de 0.38 mm (calibre 28) .
apoyadas mediante juntas de barras de acero de 35.6 cm (14 in): tela asfáltica
de 0.32 cm (ti. in) de grosor pegada al hormigón. En el lado del techo.
canales incrustados de 1.9 cm (3/4 in) cada 34.3 cm (13,5 in), sujetos
mediante cables a las viguetas: malla de diamantes v listones de metal de
1.5 kg/m" (3.4Ib1yd"). sujeta mediante cables a los IÍstones incrustados: capa
de 1.4 cm (olt. in) de masilla de yeso perlite. con acabado blanco de 0.16 cm
(tlt. in). Grosortotal: 47.1 cm (18.56 In).

378 Parecido al 37 A. pero la tela asfáltica es reemplazada por una alfombra y un


tejido de fieltro
38 Viguetas de acero de 45.7 cm (18 in). cada 81.3 cm (32 in). con planchas de
fibra de \idrio de 7.6 cm (3 in) de grosor entre las viguetas. En el lado del
suelo. ensambladura de ranura y lengüeta de contrachapado de 2.86 cm

I~
(1 ti. in) de grosor (graduación 2-4-1). clavada a las viguetas: el

=1
1"\71 co~trachapado está cubierto con un felpudo de ~Io de 1.81)tgim" (40011
. 1
) yd') Yuna alfombra de pelo de,lana de 1.9? kg/m' (44 ol1yd'). El peso total
de la alfombra es de 2.25 kg/m' (4.141b1yd') y el grosor total 0.95 cm 1'18 in).
En el lado del techo. canales elásticos incrustados cada 61 cm (24 in).
atornillados perpendiculares a las \iguetas: un tablero de escayola de 1.6 cm
('i. in). atornillado a los canales cada 30.5 cm (12 in). Todas las juntas
selladas y acabadas y toda la periferia del panel calafateada y sellada, Grosor
total: 53.3 cm (21 in).
44

AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.15

Mejora de la clase de aislamiento de impacto (Lllle)

La mejora en la clase de aislamiento del impacto atribuible al tratamiento con una


superficie elástica específica se obtiene determinando (de acuerdo con el procedi-
miento de evaluación) la clase de aislamiento de impacto (I1C) antes y después de
la aplicación del tratamiento a la superficie. La diferencia entre estos dos números
es la mejora en la clase de aislamiento del impacto (LlIle). Nótese que esta mejora de-
pende de la construcción particular del suelo estructural y no es característica del tra-
tamiento de la superficie exclusivamente. Así, la aplicación de la misma superficie de
tratamiento a suelos de construcciones estructurales muy distintas (como un suelo
de hormigón armado y otro de una construcción ligera de viguetas) puede no dar
como resultado la misma mejora en la cIase de aislamiento del impacto (LlIlC). Sin
embargo, para suelos de construcción estructural parecida, el tratamiento con la
misma superficie da como resultado aproximadamente la misma mejora. La Tabla
32.8 indica los valores aproximados de la mejora en la clase de aislamiento del im-
pacto correspondientes a capas superficiales frecuentemente utilizadas aplicadas a
estructuras de suelos duros masivos.
El tratamiento con una superficie elástica sobre un suelo estructural aumenta no-
tablemente su aislamiento del impacto, pero no aumenta su valor de pérdida de trans-
misión del sonido transmitido por el aire. Más aún, el tratamiento con una superficie
elástica puede no reducir el ruido sordo de baja frecuencia debido a los impactos.

COMO CONTROLAR EL RUIDO TRANSMITIDO A TRAVES DE LA


ESTRUCTURA

El ruido transmitido por la estructura puede controlarse en la fuente, a lo largo de


la vía de transmisión y cerca del receptor mediante uno o más de los métodos indi-
cados en la Tabla 32.9.

TABLA 32.8. Mejora aproximada en la clase de aislamiento de impacto (~IIC) debida


a distintos tratamientos con superficies elásticas sobre suelos masivos estructurales
duros'

Tnltamiento superficial ~IIC

Alfombras de pelo de distinto tipo 25 a 30


Linóleo de 0,25 cm (0,1 in) de grosor sobre fieltro gofrado de 1.0 kg/m 2 19
(1.8 Ib/yd 2 )
Linóleo de corcho de 0,6 cm (0.24 in) de grosor 18
Linóleo de corcho de 0,45 cm (0,18 in) de grosor 17
Linóleo de 0.2 cm (0.08 in) a 0,32 cm (0.13 in) de grosor extendido sobre una 17
plancha de corcho de 0.2 cm (0.08 in) a 0.32 cm (0.13 in) de grosor
"Sandwich,. de linóleo y corcho de 0,4 cm (0.16 in) de grosor 16
• Si estos tratamientos de superficies se aplican sobre suelos de viguetas de madera. la mejora puede ser
\ustancialmente inferior a la que aparece en la tabla.
F~nt~: Referencia 6.
32.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 32.9. CC:1tr('" del ruido transmitido por la estructura

Dónde Cómo

En la fuero:", Colocar la fuente de vibración de manera que esté alejada del área en que
se precisan niveles bajos de ruido.
Reducir la potencia de la fuente de vibración.
Instalar un aislador de la vibración entre la fuente y la estructura.
Aplicar una capa elástica entre las superficies sometidas al impacto.
Reducir la velocidad de la masa impactante.
Reforzar la estructura en los puntos de excitación.
A lo largo de Aislar la fuente de vibración de las áreas en que se precisan niveles bajos
la vía de de ruido mediante: (1) discontinuidades estructurales; (2) separación
'-',.'lsmisión estructural completa; (3) separación dinámica de los componentes
mediante una capa elástica, conexiones elásticas, etc.
Aplicar un tratamiento de amortiguamiento de la vibración a la
estructura que la transmite.
Cerca del Cubrir las superficies irradiadoras (p. ej .. con un techo suspendido
receptor elásticamente o una capa flexible).
Reducir las vibraciones de las superficies que irradian el sonido mediante
la aplicación de amortiguamiento de la vibración sobre ellas.

Atenuación en la fuente

Habitualmente. resulta más eficaz controlar el ruido transmitido por la estructura


en su fuente. En primer lugar. hay que identificar las fuentes potenciales de ruido
que puede ser transmitido por la estructura: si es posible. hay que situarlas lejos de
las áreas en las que se requieren niveles bajos de ruido.
Si la fuente de ruido es una máquina. puede seleccionarse un modelo distinto.
que realice la misma función. pero que introduzca mucha menos vibración en la es-
tructura del edificio. Por ejemplo. se debe elegir un equipamiento rotatorio bien
equilibrado. en lugar de un equipamiento alternador. En el Capítulo 28 se comen-
tan otras técnicas. Si es precisa una reducción mayor, puede aislarse la fuente de vi-
bración de la estructura del edificio como se comenta en el Capítulo 28.
Para impactos tales como pisadas. se debe instalar un tratamiento superficial
elástico. Allí donde estos tratamientos resulten inadecuados puede emplearse un
suelo secundario o «flc.tante».

Sudosflotantes. Un suelo flotante es aquel que se apoya sobre un suelo estruc-


tural. pero que está completamente aislado (separado) de éste mediante elementos
de apoyo elásticos. de manera que en ningún punto está en contacto rígido con el
suelo. En la Figura 32.5 se muestran los elementos esenciales de un suelo flotante.
Estos suelos se utilizan en las construcciones de techo-suelo cuando se precisa ais-
lamiento del ruido transmitido tanto por la estructura como por el aire. El tablero
flotante actúa como una cubierta protectora de la losa estructural. Los impactos so-
bre el tablero flotante hacen que vibre. pero. debido al apoyo elástico, sólo una par-
te pequeña de esta vibración se transmite al suelo estructural. Por tanto. el suelo es-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.17

FIGURA 32.5. Elementos básicos de un suelo flotante (representación esquemática).

tructural irradia mucho menos sonido sobre la habitación inferior que si los mismos
impactos lo golpearan directamente.
La Figura 32.6 muestra las construcciones que pueden utilizarse en salas de
equipamiento mecánico situadas directamente encima de oficinas, edificios con ac-
tividades musicales, estudios de telecomunicación y en edificios con funciones artís-
ticas, para lograr un grado muy alto de aislamiento del ruido transmitido por la es-
tructura y por el aire y para conseguir una superficie rígida con una buena
capacidad de carga.
La Figura 32.6a muestra un suelo flotante que se apoya elásticamente sobre ais-
ladores comercializados. Los aisladores deben colocarse con sumo cuidado y elegir-
se de acuerdo con la carga aplicada. La construcción que se detalla en la Figura
32.6b utiliza una capa continua de aislamiento semirrígido de fibra de vidrio para
apoyar el suelo flotante de forma elástica. Si se utiliza esta construcción, hay que
elegir las características de la fibra de vidrio de acuerdo con la carga prevista que so-
portará; en la Figura 32.7 se incluyen resultados correspondientes a distintas insta-
laciones de este tipo. El suelo flotante sobre el material elástico ha de estar diseña-
do estructuralmente para poseer la resistencia adecuada. Hay que hacer un
seguimiento cuidadoso de la instalación de cualquier tipo de suelo flotante, con el
fin de que se realice adecuadamente. Dado que la fibra de vidrio empleada en la
construcción de suelos flotantes está sometida a deterioro por la humedad, hay que
utilizar láminas de plástico (para sellar todas las juntas) como barreras contra la hu-
medad y el vapor. La capa de cartón o contrachapado impide que se dañe el tablero
de aislamiento del suelo durante la construcción (sus juntas han de estar selladas).
Para evitar el daño potencial al suelo flotante, la carga que se aplique sobre él
debe estar ,dentro de los límites marcados en el diseño y ha de aplicarse de manera
uniforme. La carga excesiva sobre una determinada área puede producir una defle-
xión extra del suelo en esta zona, que podría sobretensionar el suelo flotante, pro-
duciendo la fractura de la losa de hormigón. Las fracturas aportan una vía por la
que el agua podría filtrarse al espacio entre el suelo flotante y el estructural.
Las Figuras 32.8 y 32.9 muestran construcciones frecuentemente utilizadas en
aplicaciones de carga ligera para lograr el aislamiento del ruido de impacto. Estas
construcciones se utilizan también en reparaciones cuando la estructura básica del
edificio no puede soportar mucho peso adicional. Estas construcciones aportan me-
nos aislamiento que las de hormigón de carga pesada de la Figura 32.6.
Las conexiones rígidas entre un suelo flotante y la losa estructural o la pared al-
32.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Cara del
muro -_UJ

Tablero de
aislamiento
precomprimido Aislante

Plancha
estructural
--5I::~ E~¡ra¡¡¡1111
,

Barrera contra aislamiento


el vapor

(a)

--4._ _ Calafateado
Cara del _-I~II
muro

Tablero de
aislamiento -----""""-
precomprimido

Plancha
estructural
Barrera contra
Tablero de aislamiento
el vapor
del suelo precomprimido

(b)

RGURA 32.6. (a) Construcción de un suelo flotante de hormigón sobre aisladores


comercializados; (b) construcción de un suelo flotante de hormigón sobre un tablero
de aislamiento de fibra de vidrio.

rededor de la habitación pueden reducir radicalmente la mejora en el aislamiento


del impacto de los suelos flotantes. Si el borde de la plancha flotante está rígida-
mente conectado a la pared a lo largo de una línea de longitud suficiente. la eficacia
del suelo flotante puede ser prácticamente destruida. Por ejemplo. la Figura 32.10
muestra cómo la conexión rígida de una plancha flotante a la pared reduce la efi-
cacia del aislamiento del ruido de impacto del suelo flotante 7 • Se muestra la mejora
en el aislamiento contra el ruido de impacto de la construcción de un suelo flotante
(comparado con el suelo estructural sin revestir). La curva para L = Oilustra la me-
jora cuando no hay conexión entre el suelo flotante y el borde de la pared. Las otras
curvas muestran la mejora cuando el suelo flotante tiene conexiones con un borde

--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.19

Carga estática en kglm 2


100 500 1000 5.000 10.000 50.000
I I I I IIIIII I I I I I 11 11 I I I II I
60

J
J
50
IU
e> 'J V
B ~

~ I-S
e
.¡¡;
40 ~ J
~
.,~ / ...~ i/ / V
-8., 30
7..
.'J. 1Ictl ~
-m ~/ V V
Se
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1I / 17 "i' ,,<:>~ j:{
~
O
10 ./

V 1./ V/ ./
l/v
V?I
/
O I
0,1 10 100
Carga estática en libras por pulgadas al cuadrado

RGURA 32.7. Curvas de deflexión en función de la carga estática para un tablero de


aislamiento del suelo de fibra de vidrio (moldeado Aercor, distribuido por Birma Pro-
ducts). Las planchas de aislamiento del suelo fueron cargadas y descargadas 10 veces
antes de tomar los datos. Las curvas representan datos promediados e igualados (co-
rrespondientes a las densidades indicadas), que habitualmente tenían ± 30 por 100 de
variación alrededor de la media. Nótese que los tableros distribuidos por otros fabri-
cantes pueden poseer características significativamente distintas.

de distintas longitudes. Hay que considerar otros detalles, como las entradas y los
drenajes del suelo, con el fin de evitar la conexión entre el suelo flotante y el estruc-
tural.
Una vez terminada la construcción, suele ser muy difícil localizar una conexión
entre la plancha flotante y la estructura y resulta prácticamente imposible remediar
la situación. Por tanto, hay que tener un cuidado extremo con los detalles durante
la construcción para evitar las conexiones no intencionadas. Hay que seguir estric-
tamente las especificaciones del sistema del suelo flotante y las instrucciones de ins-
talación. La Tabla 32.10 presenta una lista general de recomendaciones para la
construcción de un suelo flotante.

Efecto del acabado del suelo sobre el nivel de ruido en la habitación fuente. Una
construcción de un suelo que aporta un buen aislamiento del ruido de impacto no
necesariamente asegura un nivel bajo de ruido en la habitación en la que se origina
el ruido transmitido por vía sólida.
Así, si el acabado del suelo es duro y ligero, añadir un suelo flotante sobre el es-
tructural puede aumentar el ruido de impacto en la habitación. en el lado del suelo
32.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Construcción
de la pared

Tablero de
aislamiento Lecho de mortero
precomprimido Contrachapado
Estera elástica

1'lIrn"'- Estructura del suelo

FIGURA 32.8. Suelo flotante sobre estera elástica.

impactado (es decir. en la habitación fuente). Por ejemplo, supongamos que un sue-
lo flotante ligero de madera (como el que muestra la Figura 32.9) se añade a un sue-
lo estructural de hormigón; el sonido de impacto en la habitación fuente para fre-
cuencias bajas puede aumentar sustancialmente. a veces en más de 10 dB. Este
aumento en el nivel sonoro de impacto en la habitación fuente puede evitarse ins-
talando una superficie elástica. como una alfombra, sobre el suelo flotante.

Atenuación a lo largo de la vía de propagación

La amplitud de la vibración transmitida por la estructura. y por tanto el ruido que


ésta irradia. suele decrecer al aumentar la distancia desde el punto de excitación.
Esto se debe fundamentalmente a que la energía vibratoria se propaga a través de
la estructura y. en menor medida. a la disipación de la energía a través del amorti-
guamiento interno en la estructura. (Parte de la energía también se pierde a través
de la radiación de sonido. pero ésta siempre es insignificante en comparación con
las otras pérdidas.)
La Figura 32.11 muestra la atenuación del ruido transmitido por la estructura en
función de la distancia de la fuente de excitación a lo largo de varias paredes en un
edificio residencial de 16 plantas construido en hormigón. Los datos que se mues-
tran corresponden a una frecuencia de 200 Hz; la atenuación es mayor a frecuencias
más altas. La atenuación es menor en los muros exteriores; es mayor en los muros
interiores debido a que, efectivamente. hay más uniones entre paredes de planta y
suelos. creando más vías en que la energía puede dividirse al pasar por las uniones.
Por lo general. la atenuación del ruido transmitido por la estructura en los edi-
ficios de hormigón es de aproximadamente 5 dB por planta, para frecuencias de
hasta 1000 Hz. y alcanza los 8 dB por planta a unos 3000 Hz. La atenuación de la
propagación horizontal a través de las losas continuas de hormigón del suelo varía
entre 1.5 dB/m a 2 dB/m. La atenuación de la propagación horizontal es menor que
la vertical, porque las particiones interiores ligeras restringen en menor medida el
movimiento vibratorio del suelo estructural que los suelos estructurales más pesa-
dos de paredes y columnas.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.21

Aislamiento de

Tablero de
aislamiento

Aislante

(al

Tablero de aislamiento
precomprimido del suelo
(bl

FIGURA 32.9. (a) Suelo flotante de madera sobre aisladores comercializados;


(b) suelo flotante de madera sobre estera de fibra de vidrio.

Discontinuidades estructurales y juntas de expansión. Una manera efectiva de


controlar la propagación del ruido transmitido a través de la estructura es la utili-
zación de discontinuidades estructurales, como muestra la Figura 32.12. Por ejem-
plo, hay que separar las unidades de viviendas contiguas mediante discontinuidades
estructurales que aporten un aislamiento adecuado del ruido transmitido tanto por
el aire como por la estructura. La discontinuidad estructural más efectiva es una se-
paración completa (un hueco) que se extienda desde las zapatas hasta el tejado. In-
cluso los «puentes» más pequeños a través de este hueco (por ejemplo, tuberías que
penetran o residuos que han caído en su irfterior) pueden hacer que la discontinui-
dad estructural no resulte efectiva. Por ello. al diseñar y construir, hay que tener
mucho cuidado para prevenir estos puentes. Rellenar el hueco entre las paredes con
un material elástico, como un tablero semirrígido de fibra de vidrio, resulta útil para
impedir la acumulación de residuos durante el levantamiento de la segunda pared.
Las cámaras entre planchas, cimientos y zapatas suele rellenarse con fibra de vidrio
impregnada de asfalto con el mismo propósito.
32.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

50

o
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~

O~~~~_-L_-L_~

100 200 400 800 1600 3200


Frecuencia en herzios

FIGURA 32.10. Efecto de una línea rígida de conexión entre el borde de una plancha
de hormigón flotante y la pared de ladrillo sobre el aislamiento del impacto de un sue-
lo flotante, para conexiones de distintas longitudes indicadas mediante L. El esquema
superior muestra un plano parcial del suelo. (De acuerdo con Gósele 7).

En grandes edificios, suelen incorporarse juntas de expansión con el fin de per-


mitir la expansión y contracción térmicas. A menudo, resulta conveniente utilizar
estas juntas de expansión para controlar la propagación del ruido transmitido por la
estructura, mediante la ubicación de áreas que estén sometidas a impactos signifi-
cativos y áreas que contengan equipamiento vibratorio a un lado de la junta de ex-
pansión y la ubicación de áreas tranquilas al otro lado. Por ejemplo, al diseñar un
teatro, resulta conveniente separar la sala del equipamiento mecánico y el taller de
las áreas de representación y ensayo mediante una junta de expansión del edificio.

Atenuación del ruido transmitido por la estructura en las uniones

Cuando las ondas de la vibración se encuentran con una unión en la estructura, sólo
una parte de la energía vibratoria pasa a través de ella; el resto se refleja en la di-
rección opuesta a la de la onda incidente. Como resultado, hay una reducción en el
nivel de vibración al otro lado de la junta y un aumento en el nivel de la vibración
del lado próximo de la misma.
Las Referencias 9 y 10 incluyen información sobre el rendimiento de los diseños
del aislamiento del ruido transmitido por la estructura en las uniones.

Atenuación cerca del receptor

El ruido en una habitación debido a la radiación sonora que resulta de la vibración


de su techo, suelo o pared puede controlarse: (1) cubriendo las mayores superficies
radiadoras con una superficie sujeta elásticamente (p. ej., un techo suspendido de
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.23

TABLA 32.10. Lista de revisión para las construcciones de suelos flotantes

Asegurarse de que el material elástico posee la esperanza de vida requerida bajo las
cargas estáticas y dinámicas de diseño.
2 Tener en cuenta la deflexión (incluyendo el deslizamiento) del material elástico bajo
el peso de la plancha flotante que se va a verter.
3 Diseño correcto de detalles para evitar las conexiones rígidas entre las paredes o
suelos estructurales y la plancha flotante.
4 Si una gran plancha flotante va a tener cargas de suelo muy distintas, hay que utilizar
planchas pequeñas contiguas, cargando todas ellas de manera aproximadamente
uniforme.
5 Diseño correcto de detalles de los conductos, tuberías de drenaje, etc., que entran en
la plancha flotante, con el fin de evitar conexiones rígidas entre ésta y la plancha es-
tructural o las paredes.
6 Si la plancha estructural de hormigón no está completamente drenada, se protege al
material elástico de la humedad mediante una lámina de plástico.
7 El material elástico se distribuye de manera uniforme; por ejemplo, si el material
elástico son tableros de fibra de vidrio, no hay que dejar huecos entre ellos; con el fin
de que no se dañe, no hay que caminar sobre éstos, ni exponerlos a la humedad.
8 El material elástico se cubre con contrachapado; se unen las juntas entre las placas
de contrachapado; la superficie se cubre con una lámina de plástico impermeable,
con el fin de lograr una superficie dura y compacta sobre la que se coloca la plancha
flotante.
9 La parte inferior de la pared se reviste con una capa blanda de fibra de vidrio, con el
fin de impedir el contacto rígido entre el borde de la plancha flotante y la pared.
10 Hay que inspeccionar la instalación para asegurarse de que la superficie (sobre la
que se vierte el hormigón) y el perímetro no tienen daños y son impermeables antes
de verter la plancha flotante.
11 Hay que aportar la suficiente ventilación durante el vertido y asentamiento de gran·
des planchas flotantes de hormigón.

forma elástica. suelo flotante o paredes revestidas), (2) aplicando un tratamiento de


amortiguamiento de la vibración a las principales superficies irradiantes y (3) au-
mentando la absorción total del sonido en la habitación.

Techos suspendidos elásticamente. Un techo suspendido de manera elástica (véa-


se Figura 32.13) cubre la superficie inferior de la estructura de un suelo que, de otra
manera. irradiaría sonido a la habitación. Este techo se utiliza cuando se requiere
un alto grado de aislamiento entre una habitación (arriba) que puede irradiar una
considerable energía transmitida por vía sólida a la estructura y a la habitación
(abajo) en la que se requieren condiciones de silencio. El techo se cuelga de una es-
tructura mediante cables o varillas. que incorporan colgadores elásticos que redu-
cen la transmisión de la vibración de la estructura al techo suspendido. Este tipo de
32.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80,-----,------,,-----,------,

o
"0(1)
:.e.2 Pared
EOi 60 Pared interior
II).Q
interior gruesa
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,/ --'C Pared
e ~
./ exterior
_o-
'" O
oC(

O 11 22 33 44
Distancia en metros

FIGURA 32.11. Atenuación del ruido transmitido por la estructura medida en la di·
rección vertical a lo largo de las paredes que soportan la carga de un edificio de hor-
migón, a 200 Hz. (De acuerdo con W. Westpha/ 8 ).

montaje aporta aislamiento contra el sonido, tanto de impacto como transmitido


por el aire. para la construcción de techo-suelo, que es sustancialmente más alto que
el que proporciona un techo estructural aislado. La eficacia de estos techos suspen-
didos elásticamente se reduce si los agujeros y grietas alrededor de los apliques de
luz. difusores. etcétera, no están bien sellados. Si el techo está sujeto sólo con cables.
sin colgadores elásticos. también se logra un aislamiento importante del ruido de
impacto y transmitido por el aire. pero menor del que se obtendría con los colga-
dores. Por lo general, se utilizan colgadores elásticos con elementos aislantes de neo-
preno para el aislamiento de la energía transmitida por la estructura dentro del rango
de frecuencias audibles. Los colgadores elásticos que combinan aisladores de muelle y
neopreno se utilizan cuando es preciso un buen aislamiento a frecuencias bajas.

Revestimientos elásticos de paredes. Un revestimiento elástico de pared es un pa-


nel ligero. montado de manera elástica (de materiales como yeso, escayola o con-
trachapado). que se utiliza para cubrir las superficies interiores vibratorias de una
partición mucho más masiva (a veces también un techo) en una habitación donde se
requieren condiciones de silencio. El revestimiento elástico aumenta el aislamiento
tanto contra la transmisión por la estructura como por el aire. Este aislamiento adi-
cional contra el sonido transmitido por el aire así obtenido depende sobre todo del
grado del aislamiento contra la vibración entre el revestimiento y la partición ma-
siva que protege. de la masa por unidad de área del revestimiento y de la cantidad
de espacio de aire entre la cobertura y la partición. Cuanto mejor es el aislamiento
contra la vibración del revestimiento de la pared principal. más pesado es y es ma-
yor el espacio de la cámara de aire. mayor es la mejora en la pérdida de transmisión
del conjunto. A frecuencias bajas (v.g.. por debajo de aproximadamente 1,5 veces la
frecuencia de resonancia de la construcción, que depende de la rigidez del aire atra-
pado y de la masa por unidad de área del revestimiento). el revestimiento está fir-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.25

Pared de
/_L_- mamposteria

Suelo Tablero de fibra de


vidrio impregnado
con asfalto

AGURA 32.12. la junta de expansión en la losa de hormigón aporta un alto grado de


atenuación del ruido transmitido por la estructura.

memente acoplado a la pared masiva por la rigidez del aire atrapado. En este rango
de frecuencias no hay mejora. A la frecuencia de resonancia de la construcción, la
pérdida de transmisión del montaje combinado será menor que la pérdida de trans-
misión de la partición masiva aislada. A frecuencias por encima del doble del pri-
mer modo normal del espacio de aire entre la pared y el revestimiento, las pérdidas
de transmisión individuales de las capas de masa deben empezar a ser aditivas,
siempre que haya material absorbente del sonido en la cámara de aire. La mejora
en la pérdida de transmisión entre las dos regiones debe tener una pendiente entre
4 y 6 dB por octava.
Es muy importante que el revestimiento ligero esté conectado de forma no rí-
gida con la partición pesada que cubre. Si el apoyo no es blando, la adición del re-
vestimiento podría aumentar el sonido irradiado en la habitación. Este es frecuen-
temente el caso cuando se ajusta una capa rígida de material aislante del calor
(como una espuma rígida) a la superficie interior de los muros exteriores y, poste-
riormente, se cubre con una capa de enlucido para el acabado interior. La Figura
32.14 muestra el efecto sobre la pérdida de transmisión del sonido que se produce
con la instalación de un revestimiento elástico acoplado rígidamente a una pared
pesada de hormigón. El efecto de reducción del aislamiento es debido a la resonan-
cia determinada por la rigidez de la capa aislante y la masa de la capa de enlucido.
Las Referencias 9 y 10 incluyen información sobre el diseño de revestimientos elás-
ticos. Es importante que éstos sólo entren en contacto con la estructura básica que
están protegiendo de la manera adecuada.
32.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Varilla o
____- cable de
suspensión

'¡i~~iíI~it-
, Soporte
del techo

Tablero de Ajuste posterior de


escayola del techo escayola para iluminación

FIGURA 32.13. Techo suspendido elásticamente utilizado para obtener un aumento


sustancial en el aislamiento contra el ruido transmitido tanto por el aire como por la
estructura del ensamblaje de techo-suelo.

DETALLES ESPECIFICOS PARA CONTROLAR EL RUIDO


TRANSMITIDO POR LA ESTRUCTURA

Los siguientes detalles son ejemplos de medidas de control del ruido y la vibración.
La Figura 32.15 muestra detalles del diseño empleado para obtener un grado
muy alto de aislamiento contra el ruido transmitido. tanto por la estructura como
por el aire. entre espacios adyacentes. como salas de ensayos en un edificio de mú-
sica. Este ejemplo muestra una construcción compleja para la cual suele precisarse
consejo experto con el fin de: (1) determinar el grado exacto de reducción del ruido
requerida y (2) incluir detalles constructivos necesarios para lograr el aislamiento
deseado con un margen razonable de seguridad y sin demasiado coste. El suelo flo-
tante: (1) impide la difusión del ruido transmitido por la estructura introducido por
las patas de algunos instrumentos musicales. (2) aumenta significativamente el ais-
lamiento contra el sonido transmitido por el aire a la sala de ensayo inferior y (3)
constituye una superficie dura con capacidad alta de soporte de carga. Los paneles
de escayola de las paredes. que descansan sobre las planchas flotantes y no tienen
conexiones rígidas con las paredes de mampostería. son necesarios para aumentar
la reducción del ruido entre las dos salas de ensayo adyacentes. El techo suspendido
de manera elástica aumenta el aislamiento contra el sonido transmitido por el aire
a la sala de ensayos superior y prácticamente elimina la transmisión lateral aérea de
ruido entre las dos habitaciones adyacentes a través de la losa común de techo es-
tructural. El alto grado de aislamiento que logran esta y otras instalaciones similares
sólo puede alcanzarse si se controlan las pérdidas laterales. en el aire y la estructura.

---
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.27

..
,9
~
'~
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e
5
1111111111111
Pared de hormi9
Aislante
rígido
Revestimiento
óD
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.,
e
o
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.
E
U
100 1000
Frecuencia en herzios

FIGURA 32.14. Reducción en la pérdida de transmisión del sonido (dTl) como re-
sultado del acoplamiento rígido de una capa ligera de escayola a una partición pesa-
da. (De acuerdo con K. Gase/e".)

a través de conductos de ventilación, agujeros alrededor de tuberías y entradas de


conductos, etcétera, en la misma medida en que se hace con las particiones.
La Figura 32.16 muestra la instalación adecuada de las bajantes de basura y los
recipientes para impedir la transmisión de los ruidos de impacto (producidos al va-
ciar los desperdicios por la bajante) a la estructura del edificio. La bajante no debe
ubicarse junto a o cerca de las áreas de vivienda, sino cerca de espacios no críticos,
como la escalera. La bajante debe: (1) estar alineada verticalmente y tener todas las
juntas bien acabadas para minimizar impactos; (2) estar cubierta con un tratamien-
to de amortiguación de la vibración (véase Capítulo 28), con el fin de disipar una
gran parte de la energía vibratoria introducida, y (3) aislarla de la construcción del
edificio mediante elementos elásticos y cámaras de aire, con el fin de minimizar la
transmisión de la vibración de la bajante al edificio. El recipiente debe estar com-
pletamente separado de la bajante, mediante un espacio de 5 cm (2 in), como se
muestra en la parte inferior de la figura. Esto es necesario para impedir que las vi-
braciones intensas, generadas cuando caen objetos pesados que golpean el recipien-
te, se propaguen hacia arriba a través de la bajante. Los neumáticos de caucho en el
vaciador sirven como aislantes de la vibración para proteger el suelo. La cobertura
de masilla del recipiente reduce la intensidad del ruido transmitido por el aire irra-
diado desde sus paredes.
La Figura 32.17 muestra medidas que reducen el ruido transmitido por la es-
tructura debido al funcionamiento de los ascensores. La primera, y más eficaz, es
colocar el eje del ascensor y la habitación del torno o la bomba de manera que no
estén junto a viviendas u otras áreas sensibles al ruido y la vibración. Los montajes
del motor y el torno deben apoyarse de forma elástica mediante aislantes de vibra-
32.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

Freno de cabeza elástica

Material absorbente
del sonido

,I'~!!~=~~!!t
I Material absorbente
del sonido grueso

suspendido con revestimiento pesado


Pared de bloques de hormigón

Revestimiento pesado sobre


Revestimiento ligero tacos separados
sobre canales elásticos
Sin contacto con el núcleo
de mampostería
Núcleo de pared de mampostería

Plancha flotante

Suelo
en laflotante
Figura como
32.9a --;=:==¡¡¡i=====¡iIfr-ll=~I~~~mmi~~~r ~omo
Figuraen la
32.6a
losa
estructural

Construcción ligera Construcción pesada


de aislamiento alto de aislamiento muy alto

FIGURA 32.15. Dos montajes elásticos de suelo, pared y techo para aislamiento alto
y muy alto contra el ruido transmitido por el aire y por la estructura.

ción de neopreno. que sean eficaces en tres direcciones y puedan soportar las fuer-
zas de levantamiento. Las bombas hidráulicas deben tener los relevadores de arran-
que montados sobre ensamblajes de motor-bomba-tanque; todo el ensamblaje debe
estar apoyado de manera elástica sobre aisladores de vibración de neopreno. Las
tuberías hidráulicas deben apoyarse de forma elástica. desde el tanque hasta el pis-
tón de base. con elementos de neopreno. En aplicaciones críticas. puede ser nece-
sario controlar el ruido transmitido por la estructura producido por la cabina del as-
censor y los contrapesos. Con este fin. pueden colocarse rodillos de neopreno en la
cabina y los contrapesos. o apoyar elásticamente los raíles guía en la estructura del
edificio. Los detalles adecuados han de elaborarse de acuerdo con el fabricante del
ascensor.

--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.29

Pared eje. No entra en


contacto con el conducto
Abrazadera o ángulo de
apoyo del conducto

Construcción del suelo

Tratamiento de amortiguamiento
de la vibración

Hueco mínimo de 2 in

Tratamiento
( de amortiguamiento
Recipiente de de la vibración
metal en todas las
Neumáticos
de residuos superficies
de caucho
del vaciador
J

FIGURA 32.16. Instalación adecuada de bajantes y recipientes de residuos.

Sonido producido por una supeñicie vibratoria

La presión sonora producida por una superficie vibratoria es proporcional a la ve-


locidad de vibración de la superficie; sin embargo. es habitual relacionar el sonido
irradiado por una superficie vibratoria estructural con su aceleración. debido a que
esta última puede medirse directamente. La Figura 32.18 muestra la relación entre
la aceleración de una superficie vibratoria y el nivel de presión sonora inmediata-
mente adyacente a ella. La aceleración se registra a lo largo de la escala vertical. La
ordenada de la derecha expresa la magnitud de la aceleración en unidades g. donde
32.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Material
acústico

Motor-_ _... Base del torno

•slbsJi;__=~_,~~1
Placa de cobertura
Aislante
la de
vibración

para minimizar la Puertas automáticas silenciosas


abertura con amortiguadores de caucho.
Controles eléctricos, luces
Nivel del de señales y campanas
suelo
l!::¡¡:===¡::!II_ montadas en cajas aisladas
de la vibración

Rodillos elásticos o
apoyo elástico .60'-::"--
de los railes guia
para la cabina
y los contrapesos

(b)

Rodillos elásticos o apoyo


elástico de los raíles
guia para la cabina y
contrapesos

Material acustico

m~o~t:o~r~d:e==ljlg,F;::::=¡
Relevador del Puertas automáticas silenciosas
con amortiguadores de caucho.
arranque montado sobre
el ensamblaje de Controles eléctricos, luces de sañales
motorlbomba/tanque y campanas montadas en cajas
aisladas de la vibración
Ensamblaje de motorl
bomba~anque. ____--~1t~~r

Pistón hidráulico

Sello elástico de manguito


en la entrada de la tubería
para evitar el contacto
entre la tuberia y la pared

(b)

FIGURA 32.17. (a) Medidas para reducir el ruido de tracción del ascensor; (b) medi-
das para reducir el ruido hidráulico del ascensor.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.31

Or-------------------------~--------~~ 19

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>
Z

10 'g

Frecuencia en herzios
AGURA 32.18. Relación entre el nivel de aceleración de la vibración de una superfi-
cie y el nivel de presión sonora próximo a esta superficie en función de la frecuencia.

1 g = 9.81 m/segundo2 = 32.2 ft/segundo 2• La ordenada de la izquierda es el nivel de


aceleración de la vibración expresado en decibelios. donde

Nivel de aceleración de la vibración = 20 loglO (alg) dB (32.3)

donde a es la amplitud de la aceleración de la superficie y g la aceleración de la gra-


vedad. La frecuencia se registra sobre la escala horizontal; el nivel de presión so-
nora. expresado en decibelios re 20 micropascales. se lee sobre las líneas diagonales
registradas en el centro de la gráfica.
Supongamos que una partición que vibra continuamente irradia sonido en una
habitación. El nivel de presión sonora resultante del sonido reflejado en la habita-
ción Lr depende del área de la superficie. de la cantidad de absorción del sonido en
32.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

la habitación y de la eficiencia de radiación de la superficie vibratoria. Cuanto más


baja es la absorción, mayor la eficacia de radiación, y mayor el área de la superficie,
más alto es el nivel de presión sonora. El nivel de presión sonora reflejado Lr Yel
nivel de presión sonora de la superficie Lsurfestán relacionados mediante

Lr = L surf + 10 log (4S v CT/A) (32.4)

donde S" es el área de la partición vibratoria que irradia sonido hacia la habitación,
CT es su eficacia de radiación y A es la absorción total del sonido en la habitación,
Dado que la eficacia de radiación siempre es igualo menor que la unidad, utilizan-
do CT = l en la Ecuación (32.4) se asegura que el nivel de presión sonora previsto Lr
es moderado. La Ecuación (32.4) indica que si la absorción total es mayor que 4 ve-
ces el área de radiación, el nivel de presión sonora en la habitación será inferior al
medido cuando el micrófono esté situado cerca de la pared radiadora (siempre que
la eficacia de radiación CT = 1).

REFERENCIAS

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Ó y 7. International Organization for Standarization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza. 1978.
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Housing Administration por Boh Beranek and Newman Inc .. enero 1963.
4, T. 1. Schultz.J. Acoust, Soco Amer,. vol. 60, 1976. p. 645.
5. «A guide to airborne. impact and structureborne noise control in multi-family dwe-
llings». preparado por la Federal Housing Administration por el National Bureau of
Standards. septiembre 1967.
Ó. W. Zeller. Laermbt'kaemp[¡mg. vol 7.1963. p. 21.
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McGraw-HiII, Nueva York, 1971.
lO. L. Cremer. M. Heckl y E. E. Ungar. Structureborne sound. 2." ed., Springer-Verlag. Nue-
va York, 1988.
11. K. Gosele. Beto" Herste/lu"g Vem·endung. vol. 26.1976. p. 26.
Capítulo 33
CONTROL DEL RUIDO EN
EDIFICIOS

A. C. C. Warnock
J. D. Quirt

INTRODUCCION

Los elementos básicos utilizados en el control del ruido en edificios se describen en


otros capítulos. Este capítulo comenta los problemas que pueden surgir cuando se
combinan varios de estos elementos para la solución de los típicos problemas de rui-
do en los principales tipos de edificios. Se presta atención especial a los sistemas de
viviendas multifamiliares y a las oficinas de plantas abiertas y cerradas. Se conside-
ran métodos de protección de los ruidos que se originan tanto dentro como fuera de
los edificios.
Los criterios por los que el ruido es juzgado por un oyente dependen de las ac-
tividades y el entorno de esta persona. La Tabla 43.1 presenta algunas directrices
sonre niveles aceptables de ruido en función de los distintos usos de los espacios.
Habitualmente el problema lo constituye el ruido de fondo, aceptado como parte
del entorno del oyente. y la posible intrusión de ruidos molestos procedentes de ac-
tividades vecinas. Los requisitos de aislamiento sonoro entre oficinas se nasan en
impedir que se transmita el habla inteligible. ya que ésta suele ser el sonido intru-
sivo más importante. En las viviendas existe una gran variedad de actividades hu-
manas. de ruidos y de deseo de silencio. Los requisitos de aislamiento del sonido
suelen basarse en la experiencia y en encuestas sociales llevadas a cabo en varios
países.

AISLAMIENTO ACUSTICO

El nivel de ruido en el espacio ocupado por un oyente depende de la potencia so-


nora emitida por la fuente. la absorción del sonido en la habitación que contiene la
fuente. la absorción del sonido en la habitación que ocupa el oyente y el aislamiento

33.1
33.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

acústico que aporta la estructura entre ambos espacios. El ruido transmitido por el
aire, inicialmente irradiado al aire que rodea la fuente, puede reducirse interpo-
niendo una o más particiones entre la fuente y la habitación receptora. El rendi-
miento del aislamiento acústico de las particiones se describe en el Capítulo 31. En
los edificios, las fuentes también pueden generar ruido que se transmite a través de
la estructura mediante la excitación directa de ésta. Este tipo de transmisión se des-
cribe en el Capítulo 32. El ruido de pisadas, un caso especial de ruido de impacto o
transmitido por la estructura. se comenta brevemente en el Capítulo 32. En cual-
quier problema concreto. pueden estar implicados ruidos de todo tipo y por ello hay
que considerarlos todos. ya que las medidas adecuadas para controlar el ruido
transmitido a través del aire pueden no ser adecuadas para el transmitido por la es-
tructura o para el ruido de impacto y viceversa.
El aislamiento efectivo entre espacios adyacentes puede depender no sólo de la
partición nominal. sino también de varias vías más. Las medidas que reducen la
transmisión a lo largo de estas otras vías se describen en el Capítulo 32 y más ade-
lante en este capítulo.

REDUCCION DEL RUIDO ENTRE DOS ESPACIOS CERRADOS

El aislamiento acústico entre habitaciones adyacentes puede expresarse en función


de las propiedades de las habitaciones y la pared o suelo de separación (véase Fi-
gura 33.1). Si la mayor parte del sonido viaja a través de la partición común. la di-
ferencia entre los niveles sonoros de las habitaciones viene dada por

dB (33.1 )

donde Ls Y L R son los niveles sonoros medios en las habitaciones fuente y recep-

Habitación Habitación
fuente receptora
L.. A" L,. A..

FIGURA 33.1. Transmisión del sonido entre dos habitaciones. En la primera habita-
ción hay una fuente que produce un nivel sonoro medio L.; la absorción total del so-
nido en esta habitación es As. La transmisión a través de la pared común produce un
nivel sonoro medio LR en la segunda habitación (receptora); la absorción total en esta
habitación es A R • Nótese que en esta representación se asume que todo el sonido
pasa a través de la pared común.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.3

tora. S es el área de la partición común. TL es su pérdida por transmisión y A R es la


absorción de la habitación receptora.
En la expresión anterior. TL y A R varían con la frecuencia. Estas variaciones.
junto con el contenido variable de frecuencias de los distintos ruidos y las caracte-
rísticas frecuenciales del oído humano. hacen que el problema general sea bastante
complicado. Se utilizan diversas simplificaciones para categorías de ruido y proble-
mas de percepción específicos. Generalmente. el valor del aislamiento acústico de
una partición se expresa con un índice único. la clase de transmisión del sonido. des-
crita en el Capítulo 31.

VIAS DE TRANSMISION DEL SONIDO ENTRE HABITACIONES

En los edificios, existen muchas vías de transmisión del sonido. La Figura 33.2
muestra cómo puede transmitirse la energía sonora a través de techos, paredes y
suelos de la estructura de un edificio, donde todos los componentes están rígida-
mente conectados, alcanzando las habitaciones adyacentes y produciendo moles-
tias. En este mecanismo pueden intervenir otras particiones además de la partición
común entre las dos habitaciones.
Una vía lateral o vía de flanqueo es una vía de transmisión del sonido que impli-
ca elementos distintos a la partición común entre los dos espacios, aunque ésta tam-
bién puede intervenir en el proceso. La Figura 33.2 muestra ejemplos de vías de
flanqueo. Una vez que el sonido ha entrado en una estructura y se propaga como vi-
hración, puede viajar a distancias considerables; la energía perdida en el desplaza-
miento de un punto a otro depende del material y de los detalles de la construcción.
La estructura vibratoria vuelve a irradiar continuamente la energía en forma de so-
nido desde ambos lados. Las vías de flanqueo tienen consecuencias mucho más se-
rias para la transmisión del sonido de impacto que para la transmisión aérea del so-

AGURA 33.2. Algunas de las vías posibles de transmisión del sonido en una estruc-
tura monolítica. Las flechas marcadas con O representan la transmisión directa a tra-
vés de la partición común; las marcadas con F representan vías de flanqueo en que in-
tervienen elementos distintos a la partición común.
33.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

nido. Esto se debe a que con los impactos se transmite más energía vibratoria a la
estructura y a menudo a frecuencias bajas (que son más difíciles de controlar).
Para lograr la máxima atenuación posible del sonido en edificios, hay que re-
ducir al mínimo la transmisión de energía a través de las vías de flanqueo introdu-
ciendo rupturas y conexiones flexibles en lil construcción. De forma ideal, en un
edificio de apartamentos, cada uno de ellos debe ser una unidad independiente, sus-
tentada de manera flexible dentro del edificio. En la práctica, la estructura del edi-
ficio debe ser lo suficientemente rígida como para aportar la resistencia necesaria,
pero se pueden conseguir configuraciones próximas a la ideal utilizando estructuras
independientes siempre que sea posible y usando canales de metal flexibles para
apoyar las paredes y los suelos flotantes. (Véase Capítulo 32 para un comentario so-
bre suelos flotantes.)
Si por razones estructurales, el suelo está rígidamente conectado a las paredes
anexas y de apoyo, la transmisión del sonido a través de las vías de flanqueo puede
ser un problema serio. Un techo suspendido de manera flexible debajo del suelo,
como en la Figura 33.3, reduce la transmisión del sonido en la vía directa a través
del suelo. Sin embargo, no reduce de ninguna manera la transmisión a través de las
vías de flanqueo a las habitaciones adyacentes del mismo nivel, ni la transmisión por
las vías de flanqueo de las paredes hacia abajo.
Una forma mucho mejor de reducir la transmisión del sonido de impacto a tra-
vés de las vías de flanqueo es utilizar un suelo flotante. En la Figura 33.4 se muestra
este tipo de suelo de manera idealizada. (La Figura 32.9b muestra una construcción
práctica.) La energía sonora se disipa dentro de la plancha flotante o es atenuada a
medida que se propaga desde la plancha del suelo a través de la capa flexible o los
apoyos al resto de la estructura. Además, si las superficies de las paredes en las ha-
bitaciones se sujetan de forma flexible se reducen las vías directas y de flanqueo res-
tantes.

AISLAMIENTO ACUSTICO EN EDIFICIOS RESIDENCIALES

Factores que afectan a los requisitos de aislamiento acústico en viviendas


plurifamiliares

La Tabla 43.1 incluye algunas directrices acerca de la aceptabilidad de los niveles


sonoros en función del uso de los espacios o habitaciones. En los edificios residen-
ciales, existen dos tipos de ruido: el ruido de fondo, aceptado como parte normal del
ambiente del oyente, y los sonidos molestos o distractores que se transmiten desde
espacios vecinos. Son varios los factores importantes que intervienen en la deter-
minación de si el ruido de la vecindad molesta al ocupante de una vivienda plurifa-
miliar: (1) las características de transmisión del sonido de impacto y aéreo de pare-
des y suelos, (2) el nivel de ruido generado en el espacio adyacente, (3) el nivel de
ruido de fondo en la propia vivienda del ocupante y (4) la sensibilidad del ocupante.
Los dos últimos factores pueden variar ampliamente. Hay que elegir el valor de ais-
lamiento acústico de una partición (expresado en términos de clase de aislamiento
de impacto o clase de transmisión sonora) de manera que proporcione protección
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.5

FIGURA 33.3. El techo suspendido de forma flexible reduce la transmisión directa a


través del suelo, pero no influye sobre la transmisión a través de las vías de flanqueo.

para la mayoría de las situaciones. Siempre habrá un cierto número de casos en los
que se produzcan molestias por un vecino ruidoso, por existir unos niveles bajos de
ruido de fondo o porque los ocupantes sean muy sensibles; el porcentaje de estos
casos puede reducirse aumentando los niveles de los requisitos de aislamiento acús-
tico empleados.

Criterios de aislamiento acústico para viviendas plurifamiliares

En las Tablas 33.1 y 33.2 figuran los valores recomendados de aislamiento acústico
efectivo para paredes y suelos entre viviendas en términos de clase de transmisión
de sonido y clase de aislamiento de impacto (descritos en el Capítulo 31). Estos va-
lores pueden ser más altos que los que generalmente exigen algunas reglamentacio-
nes nacionales (EE.UU.) y municipales, pero son parecidos a los utilizados en los
países europeos y aseguran un ambiente sonoro en las viviendas digno. Con algunos
de los materiales típicos de construcción de edificios pueden obtenerse valores in-
cluso fllás altos sin necesidad de recurrir a diseños extremos, aunque hay que tener
cuidado durante los procesos de diseño y construcción. (Véase Capítulo 31 para in-
formación sobre diseño y el resto de este capítulo para detalles de construcción.)
Los valores de aislamiento contra el sonido de las Tablas 33.1 y 33.2 pueden lo-
grarse en construcciones con conexiones normales entre paredes, suelos y techos.
La selección de elementos con valores altos de aislamiento medidos en laboratorio
no garantiza que se obtendrá el mismo grado de aislamiento alto en el edificio cons-
truido. Esto se debe a que la transmisión lateral en las uniones de los elementos de
la construcción puede reducir drásticamente el aislamiento contra el ruido. (Véase
«Vías de transmisión del sonido entre habitaciones» en este capítulo.) Los ensayos
de cam.P01.2 de aislamiento acústico en una fase temprana de la construcción per-
miten efectuar cambios antes de que sea demasiado tarde.
Los valores de clase de aislamiento de impacto (I1C) de la Tabla 33.2 se aplican
a suelos sin alfombras ni otras coberturas elásticas. Los ensayos en los mismos sue-
los cubiertos con alfombra y cañamazo arrojarían valores I1C bastante altos, pero
33.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

,~
D

FIGURA 33.4. El suelo flotante reduce el sonido de impacto en la fuente y reduce to-
das las vías, directas y de flanqueo, a través del suelo. Las superficies adicionales con
conexiones flexibles en las paredes de las habitaciones reducirían las vías directas y
de flanqueo restantes.

sólo debido a la presencia de la alfombra y el cañamazo. Aunque las viviendas pue-


den construirse con suelos alfombrados, los propietarios pueden retirarlo y susti-
tuirlo por parquet o alguna otra superficie dura. El ruido de las pisadas sería enton-
ces inaceptable. Por ésta y las razones comentadas en el Capítulo 31, los criterios
I1C en las normativas de edificación sólo deben hacer referencia a suelos desnudos.

Influencia de la distribución interior del edificio sobre los requisitos de


aislamiento acústico

Una de las maneras más simples de controlar el ruido es separar las áreas ruidosas
y las silenciosas tanto como sea posible. Los niveles de ruido generados en las vi-
viendas varían ampliamente de una habitación a otra. Las cocinas suelen ser más
ruidosas que los dormitorios; los salones pueden ser silenciosos o pueden ser una
fuente de habla o sonidos de aparatos de radio y televisión. Si se sitúa un área sen-
sible, como un dormitorio, junto a una habitación con máquinas ruidosas es precisa
una reducción de ruido elevada para lograr un ambiente silencioso en la habitación.
Así, una elección cuidadosa de la disposición hace que disminuyan las atenuaciones
necesarias entre los espacios y, por tanto, la insonorización necesaria de los com-
ponentes del edificio. Las recomendaciones de las Tablas 33.1 y 33.2 tienen en cuen-
ta esta variación en la actividad y los niveles de ruido entre habitaciones.
Las siguientes directrices y ejemplos pueden ayudar a evitar problemas impor-
tantes debidos a una mala disposición y a la maquinaria ruidosa de los edificios.
• Aislar las áreas de maquinaria, bajantes de basuras, cajas de ascensores, ca-
lefacción central, sistemas de ventilación y aire acondicionado, bombas de cir-
culación del agua y otros equipamientos mecánicos ruidosos del edificio tanto
como sea posible de áreas sensibles de vivienda y dormitorio.
• Montar la maquinaria sobre aisladores de la vibración diseñados adecuada-
mente (véase Capítulo 29).
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.7

TABLA 33.1. Requisitos mínimos para el aislamiento del sonido transmitido por el
aire de paredes y suelos que separan viviendas, expresados en términos de clase de
transmisión del sonido (STC)
Los valores se presentan en categorías específicas de habitaciones'

1 11 III
Salón, comedor, Cocina, aseo,
habitaciones espacios
Espacios separados Dormitorios familiares auxiliares
1. Dormitorios 55
II. Salón, comedor, habitaciones 55 50
familiares
III. Cocina, aseo, pasillo, entrada, 55 50 50
despensa, espacios útiles
IV. Espacios de servicio comunes a
dos o más unidades de vivienda
(a) Típicamente silenciosos, 50 50 45
p. ej., pasillos comunes, escaleras,
espacios de almacén
(b) Típicamente ruidosos: gara- 70 70 60
jes, áreas de vertido de basuras (in-
cluyendo bajantes de basura), salas
de equipamiento mecánico, salas de
calderas, lavanderías, pistas de
squash, salas de fiesta
• Si dos o más categorías se combinan en un solo espacio, regirá el requisito más alto. Véase Capítulo 31 para valores
de aislamiento de transmisión aérea de construcciones típicas de paredes y suelos-techos.

• Situar las áreas relativamente tranquilas, como los dormitorios, próximas en-
tre sí, con el fin de minimizar la reducción del ruido precisa para la satisfac-
ción de los ocupantes.
• Usar los espacios útiles, pasillos y vestíbulos, como espacios de amortigua-
miento entre las áreas ruidosas y silenciosas.
• Instalar tratamiento absorbente del sonido en los espacios que contengan ma-
quinaria ruidosa. Aumentar la cantidad de absorción del sonido en una habi-
tación que contenga maquinaria ruidosa reduce el nivel de presión sonora y
por tanto el nivel sonoro que llega a las habitaciones adyacentes. Esto resulta
particularmente útil si hay poca absorción del sonido en la habitación fuente
[véase Ecuación (4.8)].
Es probable que el dormitorio en la vivienda de la Figura 33.5a sea ruidoso de-
bido al ruido procedente de la caja del ascensor y la cocina adyacentes. La vivienda
de la Figura 33.5b tiene mejor disposición y las principales fuentes de ruido serán las
viviendas superior e inferior.
Los pasillos públicos (de distribución) sirven como zonas de amortiguación en-
tre las viviendas, pero también pueden ser una fuente de ruido. Es probable que en
la vivienda de la Figura 33.6 exista una intrusión de ruido no sólo desde el pasillo,
sino también desde las viviendas adyacentes a través de las puertas. Esto es espe-
33.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 33.2. Requisitos mínimos para el aislamiento de ruidos de impacto de suelos


que separan viviendas, expresados en términos de clase de aislamiento de impacto
Ole)
Los valores se presentan en categorías específicas de habitaciones'

Espacios receptores (debajo del espacio fuente)


1 n ID
Salón, comedor, Cocina, aseo,
Espacio fuente habitaciones espacios
(encima del espacio receptor) Dormitorios familiares auxiliares
l. Dormitorios 55 55 50
11. Salón, comedor, habitaciones 55 55 50
familiares
111. Cocina, aseo, pasillo, entrada, 55 55 50
despensa, espacios útiles
IV. Espacios de servicio comunes a
dos o más unidades de vivienda
(a) Típicamente silenciosos, 55 55 50
p. ej., pasillos comunes, escaleras,
espacios de almacén
(b) Típicamente ruidosos: gara- 70 65 55
jes, áreas de vertido de basuras (in-
cluyendo bajantes de basura), salas
de equipamiento mecánico, salas de
calderas, lavanderías, pistas de
squash, salas de fiesta
• Si dos o más categorías se combinan en un solo espacio, regirá el requisito más alto. Véase Capítulo 32 para valo-
raciones de aislamiento de impacto de construcciones típicas de suelo-techo.

cialmente cierto si las puertas no tienen buen aislamiento contra el sonido, están
mal selladas y tienen grandes huecos en la parte inferior, o tienen paneles de ven-
tilación.
Un vestíbulo que pueda cerrarse entre el pasillo exterior y las áreas de vivienda
ayuda a reducir la intrusión de ruidos (Figura 33.7). Esta disposición es frecuente en
los hoteles europeos y reduce en gran medida la entrada de ruidos desde los pasi-
llos. Esta técnica también puede utilizarse en restaurantes para mantener el área
ruidosa de la cocina separada del área de comedor. La desalineación entre puertas,
las alfombras y los techos acústicos para absorber el sonido en los pasillos son otras
formas de reducir el ruido (Figura 33.8).

AUDIBILlDAD DE LAS ALARMAS DE INCENDIO

Si la reducción del ruido entre viviendas es tan buena como se recomienda, las alar-
mas contra incendios colocadas en los pasillos exteriores pueden no ser lo suficien-
temente sonoras como para despertar a los ocupantes que duermen en las vivien-
das. En un edificio de apartamentos con buena insonorización, las alarmas de
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.9

co=m'do, [Do,mdO,;O
Salón

cOcinaL ;.r--

!1 Entrada ~

~~JJL
I I[[J
~~
Do,mdo,;o
Salón
Dormitorio

Cocina 11
la) lb)

FIGURA 33.5. Comparación entre dos disposiciones de la planta de un apartamento.


(a) Mala disposición; (b) buena disposición.

incendios de los pasillos pueden no ser audibles en los dormitorios de las viviendas.
Son precisos sistemas más sofisticados conectados con alarmas instaladas en el in-
terior de los apartamentos.

RUIDO DE IMPACTO DESDE LAS ESCALERAS

En la medida de lo posible, las escaleras han de estar aisladas de las paredes del edi-
ficio. Los escalones y la estructura han de ser rígidos y hay que cubrir los peldaños
con material elástico para reducir el ruido de las pisadas. Una alfombra suele ser el
mejor material para reducir el ruido. Si la alfombra origina dificultades de limpieza,
el uso de otros materiales con revestimiento elástico es menos eficaz, pero también
beneficioso.

PARTICIONES CON VARIOS ELEMENTOS

Una partición puede estar compuesta de dos o más secciones que contengan distin-
tas propiedades de aislamiento del sonido, por ejemplo, una pared que contenga
una ventana o una puerta. En este caso, el valor efectivo de aislamiento acústico de
la pared compuesta puede determinarse a partir de las propiedades de los compo-
nentes individuales mediante las siguientes ecuaciones.
33.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

~;-_ ........,,:::::/- Pasillo

,1/
-@- Fuente
/1" de ruido

FIGURA 33.6. Las puertas que están frente a frente representan una vía fácil para la
transmisión del sonido, especialmente si no tienen buena insonorización, no tienen
burletes o tienen paneles de ventilación. Las flechas muestran posibles vías de trans-
misión del sonido.

Aislamiento que aporta una partición con varios elementos

El coeficiente de transmisión T de una partición es la relación entre la potencia so-


nora transmitida a través de la pared por unidad de área y la potencia sonora inci-
dente sobre la pared por unidad de área. La pérdida por transmisión TL (véase Ca-
pítulo 31) es la expresión del coeficiente de transmisión sobre una escala de
decibelios. Las dos cantidades están relacionadas mediante

TL = 10 10glO (lIT) (33.2)

T = 10-TUlO (33.3)

Un coeficiente de transmisión de cero, T = 0, significa que nada de la energía sonora


incidente pasa a través de la partición; la pérdida por transmisión es infinitamente
grande. Un coeficiente de transmisión de uno, T = 1, significa que toda la energía
sonora incidente pasa a través de la partición; TL = O. Esta última condición se apli-
ca, por ejemplo, a una ventana abierta.
La energía sonora que pasa a través de cada componente de una partición de-
pende de su área y de su pérdida por transmisión. La ecuación que rige el proceso
es

(33.4)

donde A I YTI representan el área y el coeficiente de transmisión del primer elemento


de la partición, A 2 y T2 representan al segundo elemento de la partición y así suce-
sivamente. Las cantidades Atota! Y Ttotal corresponden a la partición compuesta. El
TL correspondiente al sistema combinado puede calcularse entonces utilizando la
Ecuación (33.2) y el valor de Ttotal'
El valor de la clase de transmisión del sonido (STC) de una pared con compo-
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.11

Pasillo

FIGURA 33.7. Los vestíbulos aumentan la atenuación del ruido procedente del pa-
sillo y entre las viviendas o las habitaciones de un hotel.

nentes cuyos valores STC y áreas son conocidos puede calcularse mediante las
Ecuaciones (33.2) y (33.4). La misma fórmula se aplica aproximadamente cuando se
utilizan los valores STC en lugar de los datos de pérdida por transmisión.

Ejemplo. Una partición con un área total de 25 m 2 consiste en una pared, STC 48,
con una superficie de 20 m2 (215 ff); una ventana, STC 27, con un área de 3,3 m2
(36 ft2), Y una puerta, STC 31, área 1,7 m 2 (18 ft2). ¿Cuál es el STC efectivo de la
partición?
A partir de las Ecuaciones (33.2) y (33.4), con el STC tratado como TL, los si-
guientes cálculos muestran que la partición compuesta tiene un STC de 35.

Al
Componente STC m2 (ff) Ti T;AIA totaJ
Pared 48 20 (215) 0,000016 0,000013
Ventana 27 3,3 (36) 0,002 0,000263
Puerta 31 1,7 ~ 0,00079 0,000054
25,0 (269) 0,00033
STC de la partición = 10 log (1/0,00033) = 35

Clase de transmisión del sonido de los componentes en una partición con


varios elementos

Las ventanas y las puertas no suelen tener pérdidas por transmisión del sonido altas;
si se incluyen en una pared, la insonorización global del sistema se reducirá. Esto
puede compensarse seleccionando áreas y clase de transmisión del sonido (STC) de
los componentes de manera que las pérdidas por transmisión globales y los valores
33.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

~
11:.....

....··\i············*.:::::::·.·.· Pasillo alfombrado


....................

~~
FIGURA 33.8.
~ 'I/
_@_
/1'
Fuente
de ruido

Añadir material absorbente del sonido a las superficies del pasillo


(p. ej., alfombras y techos acústicos) y desalinear las puertas reduce la transmisión
entre viviendas, pero este método no resulta efectivo para controlar la intrusión del
ruido desde el pasillo. Las flechas muestran las vías posibles de transmisión del so-
nido.

STC del sistema se ajusten al criterio de diseño. La pérdida por transmisión es una
función de la frecuencia, y por ello los cálculos deben llevarse a cabo para cada ban-
da de frecuencia; después el valor de STC debe calcularse para el espectro com-
puesto de pérdida por transmisión. Sin embargo, puede obtenerse una aproxima-
ción burda utilizando sólo los valores STC globales, de la siguiente manera.
Un enfoque sencillo para combinar los componentes de una partición con varios
elementos es obligar a que todos ellos tengan el mismo valor de clase de transmisión
del sonido (STC). En la práctica, esto no suele ser posible cuando el STC requerido es
bastante alto y la partición incluye ventanas y puertas. Una pared con un valor STC
alto es mucho más fácil de construir que una ventana o una puerta con un STC alto.
Así, un enfoque más práctico y económico para combinar elementos es permitir que a
través de aquellos con aislamiento acústico bajo, como puertas y ventanas, pase más
energía sonora. Esto se compensa reduciendo la cantidad de energía sonora que pasa
a través de aquellos componentes que pueden tener fácilmente valores STC altos (por
lo general, sólo la pared). Las superficies de los componentes pueden ajustarse para
asegurar que el STC combinado satisface los requisitos del diseño.
Para diseñar una partición combinada, se procede de la siguiente manera:
1. Se calcula el área de cada componente como un porcentaje F¡ del área total
de la partición.
2. Como primer paso, se presupone que cada componente deja pasar una parte
de la energía total F2 = l/n, donde n es el número de componentes.
3. Se calcula la clase de transmisión del sonido de cada componente STCc a par-
tir de la ecuación

(33.5)

donde STC d es el STC global requerido por el diseño.


CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.13

Si el valor STC de un componente es demasiado alto, se aumenta el valor de 6


para ese componente, se reduce su área, o ambos. Los valores F¡ y F2 para los otros
componentes deben reducirse de manera que todos los valores de F¡ y F2 sumen 1.

Ejemplo. Una pared, una puerta y una ventana con superficies relativas de 0,75,
0,15 Y0,10 del área total, respectivamente, se utilizan en una partición compuesta.
El valor del aislamiento de la partición compuesta debe tener un STC de 50. ¿Cuá-
les son los valores STC permisibles para cada componente?

Cálculo. La clase de transmisión de sonido combinada precisa es: STC d = 50.


1. Se supone que todos los componentes dejan pasar un tercio de la energía to-
tal:

STC del
Area Energía componente =
Componente relativa, Fl relativa, F 2 STCd + 10 log (F1/F1 )

Pared 0,75 0,333 54


Puerta 0,15 0,333 47
Ventana 0,10 0,333 45

Los requisitos de aislamiento para la puerta y la ventana son altos; por tanto, éste
no es un diseño práctico.

2. Se repiten los cálculos para los valores de energía relativa transmitida a tra-
vés de la pared, puerta y ventana de 0,10, 0,45 Y0,45; Ylas áreas relativas de
0,82,0,15 Y0,03, Yse obtienen unos valores STC de los componentes de 59, 45
Y38.
3. Al reducir la proporción de la energía sonora que pasa a través de la pared
hasta 0,01, el STC requerido para la pared es 69, pero los requisitos redon-
deados hasta el decibelio más próximo para la puerta y la ventana no cam-
bian. Esto se debe a que la mayoría de la energía ya pasaba a través de la ven-
tana y la puerta.

Este ejemplo ilustra las limitaciones al aumentar el aislamiento del sonido de un


componente con respecto a los demás; el STC global se determina sobre todo me-
diante la transmisión del sonido a través de los componentes más débiles. Este
ejemplo también muestra la importancia de estudiar los requisitos del sistema antes
de la construcción. Es posible, sin demasiada dificultad, construir una ventana que
tenga un valor de STC de 38, pero las puertas únicas con un valor de STC superior
a 40 son caras. Puede resultar más económico rediseñar el edificio, de manera que
los requisitos acústicos del sistema sean menos exigentes.
33.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ESCAPES DE SONIDO

Un escape de sonido es el paso del sonido a través de grietas o agujeros en la estruc-


tura del edificio. Los escapes más frecuentes en los edificios se deben a:
• Grietas en una pared de bloques de hormigón.
• Huecos no sellados alrededor de las salidas de potencia.
• Fisuras bajo las placas de escayola de las paredes en que se ha omitido el ca-
lafateado.
• Aberturas alrededor de las tuberías en los lugares de entrada/salida de las pa-
redes.
• Grietas alrededor de los bordes de puertas y ventanas.
Para eliminar los escapes de sonido:
• Se sellan todos los agujeros y fisuras en suelos y paredes divisorias sin calafa-
teado endurecedor.
• Se aplican juntas de culata de caucho o calafateado no endurecedor para se-
llar las aberturas alrededor de tuberías y conductos (lo cual también impide
que las tuberías formen un nexo rígido y una vía de transmisión fácil de vibra-
ción entre los dos lados de una pared).
• Se colocan correctamente burletes en puertas y ventanas.
• Se reparan y sellan los agujeros que se hacen durante la instalación de los ser-
vicios.
Aunque el área de un escape puede ser pequeña, la pérdida por transmisión será
aproximadamente cero. La Figura 33.9 muestra los efectos de escapes en paredes de
distintos tamaños sobre los valores de clase de transmisión del sonido (STC). La
gráfica muestra que, salvo que el área del escape sea muy pequeña con respecto a la
de la pared, el STC está determinado fundamentalmente por el área del escape. Por
ejemplo, si el área del escape es el 0,0001 del área de la pared, el STC nunca supe-
rará un valor de 40, por buena que potencialmente sea la pared. Cuanto más alto
sea el aislamiento acústico buscado, más importante es eliminar todos los escapes
del sonido.
Las salidas eléctricas colocadas reverso contra reverso pueden simplificar las
uniones, pero, como muestra la Figura 33.lOa, son vías potenciales de escape alre-
dedor y a través de las cajas de las salidas difíciles de sellar. Desalinear las salidas,
como muestra la Figura 33.lOb, aumenta la atenuación en el escape de sonido entre
ellas. Las salidas pueden montarse reverso contra reverso si se utilizan paneles in-
ternos de bloqueo y relleno absorbente, como muestran las Figuras 33.lOc y d.
La Figura 33.11 muestra ejemplos de dónde debe aplicarse el calafateado con el
fin de impedir los escapes de sonido. Si surge algún problema, hay que examinar és-
tas y otras localizaciones similares para asegurarse de que no se ha omitido y de que
cubre los huecos como es preciso. La Figura 33.12 muestra un ejemplo en que se ha
aplicado el calafateado, pero todavía se produce un escape del sonido debido a la
suciedad existente en el solado. Un escape parecido podría producirse con una pla-
ca alabeada o con un hueco.
Una pared de bloques de hormigón o de hormigón en masa, aunque masiva y
aparentemente sólida, puede tener vías de escape si, por ejemplo, hay grietas en las
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.15

50
Area del escape

45

40
STC
con
escape 35

30

25

20

15
35 40 45 50 55 60
STC sin escape

FIGURA 33.9. Efectos del escape de sonido sobre el aislamiento de sonido de una
partición. Los rectángulos de las curvas muestran el área relativa del escape.

juntas de mortero de los bloques o si hay fallos en alguna zona de la pared de hor-
migón en masa. La Figura 33.13 muestra las vías de escape del sonido en estos casos
y los beneficios del calafateado.
Como ilustración práctica de la importancia de las vías de escape del sonido, la
Figura 33.14 muestra la reducción del aislamiento producida por las salidas eléctri-
cas no selladas, reverso contra reverso. Sellar las salidas aumenta el STC de 52 a 55.

DETALLES DE LA CONSTRUCCION PARA EVITAR REDUCCIONES EN


EL AISLAMIENTO ACUSTICO

Los detalles de la construcción de las juntas entre paredes y suelos influyen en gran
medida en la transmisión del sonido entre viviendas. Hay que evitar las vías de flan-
queo, elementos de construcción y áreas con insonorización deficiente y escapes del
sonido.
Consideremos la pared de partición que muestra la Figura 33.15. Ambos, pared
y suelo, aportan valores STC altos cuando son examinados individualmente. Sin
embargo, debido a la transmisión de la vibración (flanqueo) a lo largo de la super-
ficie del suelo, el aislamiento sonoro entre los dos apartamentos adyacentes no es
bueno. La pared de la partición está «cortocircuitada» por la capa superior del sue-
lo. Un problema parecido puede producirse con los suelos flotantes, como muestra
33.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(b)

(d) Sección

Panel de
(el Panel de bloqueo bloqueo

FIGURA 33.10. Posibles vías de transmisión del sonido a través de las paredes que
contienen salidas eléctricas. (a) Las salidas reverso contra reverso representan una
vía fácil para el sonido y son difíciles de sellar mediante calafateado. (b) Desalinear las
salidas a lo largo de la pared fuerza al sonido a viajar a través del material absorbente
del sonido y a atenuarse. (e) Planta y (d) sección de una pared que muestran cómo los
paneles internos de bloqueo permiten colocar las salidas reverso contra reverso. El
sonido es atenuado debido a que se le fuerza a viajar a través del material absorbente
del sonido.

la Figura 33.16a. El problema puede evitarse introduciendo una ruptura en la plan-


cha flotante, como muestra la Figura 33.16b. Si el material elástico de la plancha flo-
tante no puede soportar la estructura de la pared, puede utilizarse el tipo de cons-
trucción de la Figura 33.16c.
La introducción de una discontinuidad estructural reduce o impide el paso de la
vibración a lo largo de las capas ligeras de la construcción, ya sean de escayola, hor-
migón o madera. Puede introducirse una ruptura en la construcción de viguetas de
madera realizando un corte de sierra en el subsuelo (como ilustra la Figura 33.17) o
construyendo las dos particiones de una pared doble con tirantes, de manera que
sean independientes. En algunos casos, no es posible introducir estas rupturas en la
construcción y seguir manteniendo la fortaleza del edificio, sobre todo si la necesi-
dad de la ruptura no se detecta en la fase de diseño. Cuando no puede introducirse
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.17

_ _ Escayola
(a)

Tacos de
madera

Incrustaciones
de metal
(e) elastieo
(b)

Travesaños

~
metálicos o
Escayola de madera Plancha

----
de fibra

1-".IiiIIiIllíí~-.f Sellado

FIGURA 33.11. Disposiciones recomendadas para el calafateado. (a) En paredes de


bloques de hormigón; (b) a los pies de paredes con travesaños metálicos o de made-
ra; (e) a los pies de paredes con travesaños de madera, con canales de metal elásticos
que sujetan la plancha de escayola.

una ruptura completa, cuanto más compleja sea la vía de transmisión del sonido en
las uniones donde se encuentran las particiones, mayor atenuación se logrará.
La Figura 33.18a muestra cómo puede producirse la transmisión por flanqueo
en el punto en que las paredes divisorias se encuentran con las paredes exteriores.
La construcción ilustrada en la Figura 33.18b rompe la vía de transmisión a lo largo
de la pared exterior. La construcción que se muestra en la Figura 33.18c también
rompe esta vía y aporta una superficie interior continua para controlar la migración
del vapor. El detalle de la Figura 33.18c muestra un espacio hueco entre las capas de
escayola que ha sido calafateado para mantener una barrera continua de vapor,
mientras se sigue obteniendo la ruptura de la estructura para el control acústico.
La Figura 33.19a muestra un ejemplo de cómo el sonido de flanqueo puede pro-
pagarse hacia abajo, en una construcción de travesaños de madera, para alcanzar la
habitación inferior. Aunque sólo se necesita un conjunto de canales de metal elás-
ticos para aislar entre sí las capas de la pared, si se instala un conjunto a cada lado
se reduce la transmisión de los sonidos por flanqueo desde los apartamentos supe-
riores, como muestra la Figura 33.19b. Incluso si se utilizan travesaños dobles para
33.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO

Sellado

FIGURA 33.12. No es suficiente la mera aplicación del calafateado; éste tiene que se-
IJar realmente los huecos. Como se muestra aquí, la suciedad, un hueco en el calafa-
teado, madera alabeada o alguna otra causa pueden dejar escapes.

la partición, puede haber transmisión por flanqueo hacia abajo desde los aparta-
mentos superiores; esta transmisión por flanqueo puede reducirse utilizando cana-
les elásticos.
Puede encontrarse más información sobre la instalación de las particiones fijas,
del tipo de marco ligero, para mantener el aislamiento contra el sonido en la publi-
cación ASTM E4973 .
Si se montan armarios de cuartos de baño reverso contra reverso sobre una pa-
red de partición, se puede producir una transmisión excesiva del ruido a través del
armario de una vivenda hacia el armario adyacente en la siguiente vivienda, sobre
todo si los armarios están vacíos. Un escaso espesor de la pared, la existencia de es-
capes alrededor de los armarios y un peso menor de los paneles posteriores con res-
pecto a las superficies de la pared contribuyen a la reducción del aislamiento acús-
tico. La Figura 33.20a ilustra este problema. Hay que evitar montar los armarios
sobre la pared de partición, pero si es precisa esta ubicación, puede utilizarse la téc-
nica de montaje que muestra la Figura 33.20b. Los armarios pueden montarse en
huecos, como muestra la Figura 33.20c, si se alternan a lo largo de la pared y están
respaldados por una barrera sólida. El material absorbente del sonido en la cavidad
recoge cualquier sonido que se escape alrededor de los armarios hacia la cavidad. El
riesgo de molestia debido al impacto de cerrar las puertas en las Figuras 33.20b o e
es relativamente pequeño.
Consideraciones parecidas se aplican a los armarios de cocina, pero en este caso
el riesgo de molestia para los vecinos debido a los portazos es mayor, ya que no sue-
le haber cristal y se utilizan más frecuentemente. Por esta razón, es mejor no colgar
los armarios de la cocina de paredes de partición en ningún caso.
La Figura 33.21a ilustra cómo los suelos flotantes o las capas apoyadas de forma
elástica pueden verse cortocircuitadas por la suciedad. La Figura 33.21b muestra el
cortocircuito acústico debido a tornillos que son demasiado largos, un problema
que también puede surgir con los canales metálicos elásticos. La Figura 33.22 mues-
tra medidas de la pérdida de transmisión sonora en puntos en que los canales me-
tálicos elásticos en la estructura del suelo fueron cortocircuitados deliberadamente
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.19

El sellado
bloquea el paso
del sonido

(d)

El sellado
bloquea el paso
del sonido
/

FIGURA 33.13. (a) Posibles escapes de sonido en un hormigón con grietas que pe-
netran en la pared. Hay que reparar la superficie de hormigón antes de aplicar la capa
de escayola. (b) Un buen procedimiento de calafateado sellará el escape incluso si los
vacíos no se reparan. (e) Unas juntas de mortero deficientes entre los bloques de la
pared también pueden producir escapes. (el) El calafateado al pie de la pared reducirá
los efectos de los escapes que se hayan dejado sin reparar.
33.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

70 ~--------------------------~

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20
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, Hz

FIGURA 33.14. Medida de campo de la transmisión del sonido de un muro antes y


después de sellar los escapes a través de las salidas eléctricas.

mediante tomillos demasiado largos. Cuanto mayor es el número de los tomillos


que hacen cortocircuito en la construcción, menor será la insonorización.
Los conductos de ventilación son otra vía potencial para la transmisión del so-
nido entre habitaciones. La Figura 33.23a muestra una disposición inadecuada en
que el sonido puede pasar fácilmente de una habitación a otra. La reorganización
de la disposición ilustrada en la Figura 33.23b tiene los interiores de los ramales de
los conductos revestidos con material absorbente del sonido. En algunos casos, tam-
bién pueden ser necesarios atenuadores del sonido (silenciadores).

MEJORA DEL AISLAMIENTO ACUSTICO EN ESTRUCTURAS


EXISTENTES

Mejora de paredes existentes

Los intentos de aumentar el aislamiento sonoro entre dos habitaciones o viviendas


sólo deben hacerse después de una investigación cuidadosa para determinar la ra-
zón de la mala insonorización. Como se ha señalado en «Vías de transmisión del so-
nido entre habitaciones», la partición común no siempre es la vía principal del so-
nido. Las razones más frecuentes de una mal aislamiento acústico son: (1) escapes
de sonido, (2) vías de flanqueo y (3) partición común inadecuada. Las tres causas
pueden estar presentes en cualquier situación. Hay que reparar todos los escapes
antes de hacer ningún cambio estructural; tras ello, se debe volver a evaluar el ais-
lamiento acústico.
Las principales vías de transmisión del sonido deben identificarse antes de rea-
lizar cambios estructurales. La escucha cuidadosa, en una de las habitaciones, de la
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.21

FIGURA 33.15. Transmisión de flanqueo a través de una losa continua de hormigón.


El STC estimado para el muro era de aproximadamente 60, pero el medido sólo fue de
50 debido a la transmisión a través de la losa.

fuente de ruido existente en la otra puede permitir la identificación de las princi-


pales vías del sonido entre las dos habitaciones. El examen de los detalles de cons-
trucción en los planos del edificio puede revelar algunos fallos, pero en algunos ca-
sos será necesaria una ayuda profesional para identificar los lugares en los que
deben realizarse las mejoras de la estructura.
Si hay que mejorar el aislamiento acústico de una partición, es preferible cam-
biar su diseño o construcción por otro mejor (descritos en el Capítulo 31). Esto pue-
de requerir el desmantelamiento parcial de la partición existente.
Añadir material absorbente del sonido a una cavidad tiene poco efecto si las su-
perficies que la encierran no están adecuadamente aisladas. Las capas adicionales
de escayola sólo son efectivas si cambian significativamente el peso del elemento al
que se conectan.
Si no se puede alterar la partición existente, puede añadirse una capa adicional
para mejorar la insonorización. La Figura 33.24 muestra dos métodos aceptables
para hacerlo. Si se satisfacen los criterios presentados en el Capítulo 31, pueden uti-
lizarse otras combinaciones de espesor de cámara de aire y masa de la capa de yeso
añadida. (Véase la sección que trata sobre el revestimiento con capas de escayola de
las paredes de bloques.)

Mejora de suelos existentes

Los suelos existentes pueden alterarse para mejorar el aislamiento del sonido trans-
mitido por el aire o del sonido de impacto. Si el problema implica un aislamiento
inadecuado contra el sonido transmitido por el aire, se siguen las directrices comen-
tadas en el apartado anterior relativas a la mejora de las paredes. La principal di-
ferencia práctica entre tratamiento de paredes y de conjuntos suelo-techo es que es-
tos últimos son asimétricos; por ejemplo, no siempre resulta factible realizar
alteraciones sobre la superficie superior del suelo.

Cambios en la superficie del suelo. Si se añade un felpudo y una alfombra a un


suelo que no la tenga, suele obtenerse una reducción importante de la transmisión
del sonido de impacto. En casos en que el suelo ya esté cubierto por una alfombra y
33.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Plancha
flotante

FIGURA 33.16. (a) La plancha flotante continua permite que el sonido se propague
por flanqueo a lo largo de la plancha y bajo el muro. (b) Introducir una ruptura en la
plancha flotante reduce la transmisión de flanqueo. (e) Este tipo de construcción pue-
de utilizarse si el material elástico o la plancha flotante no pueden soportar la estruc-
tura del muro.

la transmisión del ruido de impacto sea demasiado alta, puede ser necesario añadir
un suelo flotante (véase Capítulo 32). Los suelos flotantes aumentan la altura del
suelo; las puertas ya no ajustan y hay que cortarlas. Pueden ser· necesarios además
otros cambios estructurales.

Cambios debajo del suelo. Si se retira el techo existente, puede aumentarse el


grosor y peso de la superficie del suelo, añadiéndole paneles (contrachapado, table-
ros de conglomerado, cartón, etc.) desde abajo. Así se obtienen los mejores resul-
tados para el aislamiento del sonido transmitido por el aire.

Si es necesario, también se puede modificar la estructura para permitir que so-


porte un techo más pesado, por ejemplo, de tres capas. El techo puede suspenderse
de manera elástica desde la estructura del suelo mediante dispositivos comerciali-
zados que incorporan muelles de acero y neopreno. Una deflexión estática del te-
cho del orden de 1 cm (3/8 in) ofrece una buena protección contra el ruido de pisa-
das. Esta alteración conseguirá una buena mejora del aislamiento del sonido
transmitido por el aire y de impacto.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.23

Corte de sierra

FIGURA 33.17. En una construcción de travesaños de madera, un corte de sierra en


el subsuelo proporciona una ruptura estructural para reducir la transmisión de flan-
queo. Si hay que sellar el hueco por seguridad contra incendios, ha de hacerse de ma-
nera que no forme una conexión rígida a través del corte de sierra.

Cambios sin desmantelar el suelo existente. A veces no se puede alterar la estruc-


tura existente y sólo es posible añadir un techo adicional. En general, las recomen-
daciones del Capítulo 31 sobre colocación de capas adicionales de escayola en pa-
redes de bloques son válidas cuando se trata de hacerlo en techos. La Figura 33.25
muestra la mejora en el aislamiento acústico como resultado de utilizar distintas téc-
nicas para colocar una única capa adicional de escayola. Con el fin de establecer una
comparación, se muestran también los datos para el diseño de un suelo superior,
para destacar que es mejor elegir y construir buenos diseños desde el principio.

VIBRACION y RUIDO DE MAQUINARIAS

Los edificios residenciales contienen una gran variedad de aparatos mecánicos que
producen ruido, tales como lavavajillas, lavadoras y secadoras, ventiladores y acon-
dicionadores de aire. La importancia de su localización con respecto a espacios si-
lenciosos se comenta en «Influencia de la distribución interior del edificio sobre los
requisitos de aislamiento acústico». Si estos aparatos se montan sobre aisladores de
vibración adecuadamente diseñados (véase Capítulo 29), no generarán excesivo
ruido transmitido por la estructura. En la sala central para lavandería, las lavadoras
y secadoras pueden montarse individualmente de manera elástica, o montarse todas
sobre una gran plancha flotante aislada de la estructura del edificio. La sala central
de lavandería debe tratarse con material absorbente del sonido.
Las bajantes de basuras, cajas de ascensores y otras instalaciones que puedan
producir impactos fuertes deben rodearse con una construcción doble pesada que
aísle la fuente del ruido de impacto de los espacios habitables adyacentes (véase Ca-
pítulo 32).
La fontanería y las tuberías constituyen importantes fuentes y vías de transmi-
sión de ruido. Los métodos de control de estas fuentes se describen en el
Capítulo 45.
33.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

(e)

FIGURA 33.18. (a) La transmisión por flanqueo puede producirse, como muestra la
flecha, allí donde la pared de partición interna se encuentra con la pared exterior con
una capa continua de escayola. (b) La ruptura en la construcción elimina el flanqueo a
lo largo de la capa ligera de escayola. (e) Sellando una ruptura estrecha con una tapa
flexible o un sellador se obtiene una barrera continua de vapor donde se necesita,
mientras sigue reduciendo la transmisión por flanqueo.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.25

- - .....
Sonido
/ transitido
por flanq ueo
(a)

(~ ~n
~ ~

c;:

\
~

(b)

(~ I:P"~
, '7
~ :s;

....,

FIGURA 33.19. (a) El sonido transmitido por flanqueo puede descender por la pared
desde las habitaciones superiores hasta las habitaciones inferiores, como muestra la
flecha. (b) Montando la placa de escayola sobre canales metálicos elásticos reduce la
transmisión por flanqueo.

PRIVACIDAD DE LAS CONVERSACIONES EN EDIFICIOS DE


OFICINAS

A menudo, en las oficinas, el habla (las conversaciones) es el sonido intrusivo más


importante; otras fuentes posibles pueden ser máquinas de escribir, fotocopiadoras
e impresoras de impacto. Si el edificio contiene un número de secciones o despa-
chos independiente, el habla que se origina en una de ellas debe escucharse fácil-
mente dentro de este área de trabajo, pero debe ser ininteligible en áreas adyacen-
tes. Si las áreas adyacentes forman parte de la misma organización, puede ser
aceptable un grado menor de privacidad, basado fundamentalmente en las posibles
molestias.
Dentro de un espacio determinado, el sonido puede controlarse mediante la ins-
talación de material absorbente, siguiendo los procedimientos de selección descri-
33.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(e)

Barrera sólida

FIGURA 33.20. (a) Los armarios de cuarto de baño, reverso contra reverso, son vías
potenciales de escape o áreas de fuerte transmisión del sonido, como muestran las
flechas. (b) El montaje sobre las superficies reduce la transmisión del ruido. (e) Alter-
nando los huecos e instalando paneles traseros rígidos se evita el montaje sobre las
superficies y reduce la transmisión del sonido.

tos en el Capítulo 30. En este caso, el control del ruido entre oficinas se reduce en-
tonces a elegir una partición con un aislamiento acústico adecuado y a asegurarse
de que se instala correctamente.

Selección de las particiones en oficinas

El aislamiento acústico necesario entre oficinas depende del uso a que estén desti-
nadas. Se puede decir que existe privacidad normal cuando el habla intrusiva es au-
dible, parcialmente inteligible, pero no molesta. La privacidad confidencial existe
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.27

Capa
Plancha elástica
flotante\
(a)

Residuos

Contrachapado Capa elástica

(b)

Subsuelo
FIGURA 33.21. (a) Los residuos debajo de la plancha flotante pueden «cortocircui-
tan> la capa elástica y hacer que decrezca el aislamiento del sonido. (b) Los tornillos
que se utilizan inadecuadame'nte pueden producir problemas parecidos en estructu-
ras de madera.

cuando el habla intrusiva es ininteligible. La inaudibilidad es un requisito aún más


estricto.
El grado de privacidad del habla existente entre dos espacios depende de: (1) el
esfuerzo vocal del hablante, (2) la absorción total del sonido en cada una de las ha-
bitaciones, (3) el nivel del ruido de fondo en la habitación del oyente y (4) la ate-
nuación del ruido entre las dos habitaciones.
Como se indica en el Capítulo 16, el nivel sonoro de una voz normal a una dis-
tancia de 1 m (3,3 ft) del hablante es aproximadamente 57 dB. En algunas situacio-
nes, se usa un esfuerzo vocal superior al normal, como en habitaciones grandes y
ambientes ruidosos.
La absorción total del sonido en una oficina se determina fundamentalmente
por los muebles blandos, alfombras, materiales del techo y las personas presentes.
Si se conocen los coeficientes de absorción de todos los materiales de la habitación,
la absorción total puede calcularse mediante la Ecuación (4.2). Si no está disponible
esta información, la absorción total puede estimarse como el producto del factor co-
rrespondiente de la Tabla 33.3 y el área del suelo. Por ejemplo, una oficina tiene un
área de suelo de 16 m2 (172 fe), un techo acústico y no tiene alfombra sobre el sue-
33.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

70

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c.-
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63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia en herzios
FIGURA 33.22. Los tornillos demasiado largos pueden «cortocircuitap, los canales
metálicos elásticos. Cuanto mayor es el número de tornillos que hacen cortocircuito,
mayor es la reducción de la insonorización. Los gráficos muestran los resultados de la
transmisión del sonido para un suelo con O, 8 Y 20 tornillos que establecen cortocir-
cuito. La clase de transmisión del sonido (STC) baja desde 44 a 40.

lo. La absorción aproximada para esta habitación es 0,8 x 16 = 12,8 sabinos métri-
cos (0,8 X 172 = 138 sabinos).

Aislamiento acústico necesario entre oficinas

La clase de transmisión del sonido (STC) requerida para la privacidad entre dos ofi-
cinas puede calcularse a partir de
(33.6)

donde LA = el nivel sonoro con ponderación A del ruido de fondo en la habita-


ción a proteger
S = área de la partición de separación
AT y AL = absorciones totales de las habitaciones en que están el hablante y el
oyente
K = constante cuyo valor (en decibelios) depende del grado de privacidad
requerido y los niveles de voz esperados en la habitación fuente (la
Tabla 33.4 incluye los valores apropiados de K para varios usos y re-
quisitos de privacidad)
U = constante de corrección dimensional
Las unidades utilizadas en esta ecuación deben ser consistentes. Si S son m2 , A T
Y AL deben ser sabinos métricos y U es 1. Si S son ft2, AT Y AL deben ser sabinos y
U es 10,8.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.29

(a)

....................•

Vía de transmisión
Pared del sonido entre
de partición habitaciones

/ Silenciador
(b) --...;;;..-

\
Conducción
revestida
con material
absorbente del
sonido

FIGURA 33.23. (a) Un escape del sonido importante creado por la disposición inco-
rrecta de una conducción. (b) Versión mejorada con vías de transmisión del sonido
más largas a través de conductos revestidos con material absorbente del sonido. El si-
lenciador que se muestra podría no ser necesario.

Hay que señalar que si la partición separa distintos espacios con distintos usos,
es preciso realizar los cálculos en ambas direcciones, es decir, considerando cada
una de las habitaciones alternativamente como fuente.

Cálculo del STC requerido

1. Primero, se calcula el área del suelo de cada habitación.


2. Usando el factor apropiado para cada habitación, se calcula la absorción total
para cada una de ellas.
3. Se determina el área de la partición común y se calcula el término ATAL/SU
para cada habitación.
4. Se selecciona el valor adecuado de K para cada habitación en la Tabla 33.4.
33.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

Pared existente

--
(b)

1':' t-.T:;Y:;Y;T';Y:;T';T:::i .:. ':::Y:;T:;T:::Y';T:::T:;T:::i .:.


1 ___________ ... _

FIGURA 33.24. Métodos para añadir una capa extra a una pared existente. No debe
haber conexiones rígidas, es necesario material absorbente del sonido en la cámara y
su espesor ha de ser grande. (a) Dos placas de escayola apoyadas sobre una pared
adicional de 38 por 65 mm (2 por 3 in nominales) de travesaños de madera. (b) Dos
placas de escayola apoyadas sobre canales metálicos elásticos y un correaje de ma-
dera de 38 por 38 mm (2 por 2 in nominales).

5. Se obtiene el valor esperado del nivel con ponderación A del ruido de fondo
para cada habitación, LA dB, mediante la Tabla 33.4.
6. Para cada habitación, se calcula el STC requerido a partir de la Ecuación
(33.6).
7. Se selecciona el mayor de los dos valores STC como valor de diseño.

Ejemplo. Supongamos una oficina con una superficie de suelo de 20 m2 (215 ff),
con poco o ningún tratamiento absorbente especial, situada junto a una sala de con-
ferencias con un área de suelo de 55 m2 (592 ff), que tiene techo acústico. Las con-
versaciones de la oficina han de ser inaudibles en la sala de conferencias. En sentido
contrario sólo se precisa privacidad normal. La partición común entre ellas tiene
una superficie de 10 m2 (108 ft2). Determinar la clase de transmisión del sonido re-
querida para esta partición.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.31
90

al
"C
¿
80

70 ..-
(a) STC38

(b) STCS

(e) STC 46
'o
'¡¡¡
'E
'"c:~
60

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...
+
(d)STCS

....
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c.
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'6
'-
~
c... 20

10
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, Hz
FIGURA 33.25. Mejoras en el techo de un sistema inadecuado de techo-suelo. (a) Da-
tos de pérdida por transmisión correspondientes a un suelo básico, consistente en
16 mm (5/a in) de contrachapado, viguetas de madera, 19 mm (3/4 in) de correaje de
madera y 13 mm (1/2 in) de escayola (STC 38). (b) Mejora obtenida añadiendo tacos de
metal de 65 mm (2,5 in), material absorbente del sonido y escayola al techo del suelo
a (STC 53). (e) Mejora obtenida añadiendo un correaje de madera de 19 mm (3/4 in),
material absorbente del sonido, canales metálicos elásticos y escayola al techo del
suelo a (STC 46). (el) En comparación, un suelo con material absorbente del sonido en
su cámara de aire, canales metálicos elásticos y dos capas de 13 mm (1/2 in) de esca-
yola, aplicadas directamente sobre las viguetas (STC 50).

Sala de conferencias Oficina


Area del suelo, m 2 55 20
Factor de absorción de la Tabla 33.3 0,8 0,3
Absorción total, sabinos métricos 44 6
Area de la partición común, m 2 10 10
ATAdSU, U= 1 26,4 26,4
Valor K (Tabla 33.4), dB 92 92
LA, nivel sonoro con ponderación A del ruido de 45 35
fondo en la habitación (Tabla 33.4), dB
STC [de la Ecuación (33.6)] 33 43

Se obtienen dos valores distintos, dependiendo de si los hablantes están en la


sala de conferencias o en la oficina; se elige el más alto de entre ambos, un valor de
STC de 43.
El valor STC para un despacho individual debe considerarse como un caso par-
ticular. Los niveles de ruido de fondo pueden ser más bajos o los requisitos de pri-
vacidad más altos en casos distintos, influyendo por tanto en los requisitos STC.
Si la pared que separa las dos habitacj{mes tiene una puerta, puede elegirse el
33.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 33.3. Absorción estimada de una habitación: se multiplica el área del suelo
por el factor apropiado para obtener la absorción total estimada en la habitación

Tipo de mobiliario de oficina


Duro: paredes, Normal: paredes Blando: techo Muy blando:
suelo y techo reflectantes, techo acústico, alfombra techo acústico,
reflectantes del acústico, suelo o cortinas alfombra y
sonido; sin duro cortinas y
cortinas mobiliario blando

Factor 0,3 0,8 1,2 1,5

rendimiento acústico de esta partición compuesta mediante los procedimientos se-


ñalados en la sección «Aislamiento de una partición con varios elementos».

Requisitos de aislamiento acústico para particiones de oficinas adyacentes


a oficinas de planta abierta

Cuando una oficina cerrada está separada de una oficina de planta abierta, los re-
quisitos de la partición pueden estimarse mediante el cálculo de la absorción co-
rrespondiente a la oficina de planta abierta, como si su superficie de suelo fuera la
misma que la de la oficina cerrada.

Requisitos de instalación de la partición

Los valores estándar del aislamiento acústico de los sistemas de partición se miden
en un laboratorio de ensayo, con las particiones colocadas en una marco y todas las
grietas periféricas cuidadosamente selladas por ambos lados. Si es necesario alcan-
zar estos valores de laboratorio en un edificio, es preciso revisar los métodos de ins-
talación y controlar las vías de flanqueo. Si son precisos valores de clase de trans-
misión del sonido (STC) mayores que 40:
1. La partición debe lindar con estructuras pesadas para evitar el flanqueo que
muestra la Figura 33.18. Debe estar adecuadamente sellada alrededor de la
periferia. Por ejemplo, la partición debe descansar sobre la losa de suelo es-
tructural, en vez de sobre la alfombra o algún suelo falso ligero; de la misma
manera, debe llegar hasta la losa estructural superior o hasta un techo que no
haga de puente a través de la partición.
2. No debe haber agujeros ni grietas en la partición; un agujero con un área del
0,1 por 100 de la superficie total de la pared reduce el aislamiento acústico
hasta aproximadamente un valor STC 30.
3. En la partición, no debe haber entradas de calefacción, tubos de la luz, con-
ductos cortos continuos con cubiertas ligeras o cavidades abiertas, ni orificios
de servicio reverso contra reverso, o paredes laterales ligeras con cavidades
que se conecten y que puedan establecer un puente a través de ella.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.33

TABLA 33.4. Parámetros acústicos para varios tipos de oficina y actividades. y re-
quisitos de privacidad (todos los valores en decibelios)

Nivel sonoro Requisito de privacidad


máximo con
Valor de K en la Ecuación (33.6)
ponderación A
en la Normal Confidencial Inaudible
Tipo de oficina o actividad habitación, dB
A. Sala de conferencias grande (ni-
vel de habla normal + 10 dB) 35 92 97 102
B. Sala de conferencias pequeña,
oficina de dirección (nivel de ha-
bla normal + 5 dB) 40 87 92 97
C. Oficina pequeña (nivel de habla
normal) 45 82 87 92
D. Oficina de planta abierta (nivel
de habla normal) 50 82 87 92
E. Vestuarios, pasillos, oficina ge-
neral, áreas de recepción (nivel
de habla normal + 5 dB) 50 87 92 97

Techos suspendidos

La mayoría de los edificios comerciales de oficinas no están construidos con los re-
quisitos necesarios para lograr un buen aislamiento contra el sonido. Por ejemplo,
la partición sólo suele extenderse desde el suelo hasta el lado exterior del techo sus-
pendido. El espacio por encima de éste suele utilizarse para servicios del edificio,
como electricidad, fontanería, conductos de aire acondicionado; en algunas insta-
laciones, este espacio puede usarse como cámara de retorno de aire. Por lo tanto,
habitualmente este espacio debe quedar abierto. Esto aporta una vía de flanqueo
para que el sonido pase entre oficinas adyacentes (o incluso más distantes).
La magnitud del sonido transmitido depende fundamentalmente de: (1) las ca-
racterísticas del techo, (2) las aberturas a través del techo para controlar el flujo de
aire y (3) el bloqueo (si lo hay) de la cámara de retorno de aire por encima del techo
suspendido.

Características del techo. La clase de transmisión del sonido (STC) puede apli-
carse a las mediciones del sonido transmitido a través del techo, a lo largo de la cá-
mara de retorno de aire, y que luego desciende nuevamente a través del techo hacia
la oficina adyacente. Se han desarrollado procedimientos específicos de ensayo
para estas mediciones; conviene destacar que los resultados se aplican a la atenua-
ción combinada de dos pasos a través del techo. El número calculado se normaliza
de manera que permite la comparación directa con el STC de la partición, para de-
terminar si esta vía de flanqueo representa un problema importante. Los techos tí-
picos tienen valores STC para dos pasadas desde aproximadamente 20 hasta 45.

Efecto de las aberturas. Si el espacio encima del techo se utiliza como cámara de
33.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

retorno de aire, es otra vía significativa de la transmisión del sonido. El sonido


transmitido a través de las típicas aberturas de retorno del aire [aproximadamente
0,1 m2 (1,1 fe) por oficina] limita la efectividad prevista, limitándose los valores de
la clase de transmisión del sonido del sistema de partición-techo suspendido hasta
aproximadamente 30. Aunque esta instalación es mejor que la típica separación en-
tre puestos de trabajo en una oficina de planta abierta, no es adecuada para la pri-
vacidad del habla (y puede dar como resultado una significativa insatisfacción de
sus ocupantes).

Bloqueo de las aberturas. Bloquear el espacio entre la parte superior de la parti-


ción y el forjado superior es complicado debido a que las instalaciones de servicios
en el espacio de la cámara de retorno de aire hacen que esto sea difícil; el bloqueo
puede impedir el flujo del aire de retorno. Hay materiales comercializados para ba-
rreras (como vinilo en masa), pero rara vez aportan una reducción del ruido de más
de 10 dB, debido a los numerosos huecos por los que los servicios del edificio atra-
viesan la barrera de bloqueo.
Una manera de reducir el sonido transmitido a través del techo suspendido y la
cámara de retorno de aire es construir una barrera con una pila de listones de ais-
lamiento ligeramente comprimidos, que se extiende desde la parte superior de la
partición hasta la losa superior, como muestra la Figura 33.26a. Estos listones tien-
den a expandirse para rellenar los huecos donde las tuberías y los conductos la atra-
viesan y así limitan el escape del sonido. Las vías para el retorno del flujo de aire
pueden incorporarse fácilmente (y funcionar esencialmente como conductos reves-
tidos, con poco efecto sobre la reducción del ruido). Este método proporciona una
atenuación sustancial del sonido de alta frecuencia y así reduce significativamente
la inteligibilidad del habla. Junto con los típicos techos suspendidos, se obtiene una
clase de transmisión del sonido de campo (FSTC) entre oficinas en un rango entre
35 y 50. Algunos ejemplos de las atenuaciones disponibles con este tipo de bloqueo
se presentan en la Figura 33.26b para dos tipos habituales de planchas de techo.

OFICINAS DE PLANTA ABIERTA

Una oficina de planta abierta es un espacio grande que acomoda muchos empleados
sentados, separados por barreras bajas [en general de al menos 1,5 m (5 ft) de al-
tura], que proporcionan una separación visual entre los puestos de trabajo. Estas
particiones pueden sostenerse libremente o estar integradas en los muebles. Las ofi-
cinas de planta abierta tienen ventajas para grupos de personas cuyas actividades
están relacionadas funcionalmente.
Una oficina de planta abierta puede funcionar razonablemente bien si está cui-
dadosamente diseñada como un sistema y si las actividades adyacentes son compa-
tibles y no están demasiado próximas. Sin embargo, hay que incluir instalaciones es-
peciales para aparatos ruidosos, como impresoras y fotocopiadoras, por ejemplo,
mediante la agrupación de éstas en un área central, detrás de barreras altas absor-
bentes del sonido. Hay que incluir además salas de reuniones, con particiones com-
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.35

Pila de listones de
fibra de vidrio
bloqueando la abertura

Techo suspendido

Partición

(a)

60
Con el ,
al
'C 50
espacio
bloqueado
,- -.----' ,
lO

~,_,_o,
'C
C\l
.!::! 40
C\l

//
E
o
c: 30 Sólo
c: techo
",. ,
'o , '
'ü I ,', "

C\l
:::l 20 " . -.'
c:
Q)

< 10

O
125 250 500 lk 2k 4k
Frecuencia en herzios
(b)

FIGURA 33.26. (a) Ejemplo de relleno del espacio encima de una partición y el techo
suspendido con material absorbente del sonido para aumentar la atenuación del so-
nido entre oficinas. (b) La atenuación del sonido entre oficinas con techos suspendi-
dos normalmente instalados y con el espacio encima de ellos bloqueado, correspon-
dientes al montaje de la ilustración a. Las curvas continuas corresponden a paneles
de techo de fibra de vidrio (STC 15,41). Las curvas de puntos corresponden a paneles
de techos de fibra mineral (33,50).

pletas, diseñadas adecuadamente para actividades que requieran niveles bajos de


ruidos de fondo y privacidad alta.
33.36 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Propagación del sonido entre puestos de trabajo

El sonido que se transmite de un puesto de trabajo a otro se refleja sobre las super-
ficies comunes (techos, paredes y ventanas) y se difracta por encima y alrededor de
los bordes de las barreras bajas, como se ilustra en la Figura 33.27. Para lograr una
privacidad aceptable, hay que reducir el sonido reflejado sobre las superficies ho-
rizontales y verticales y elegir las dimensiones de las barreras para reducir el nivel
del sonido difractado alrededor de ellas. Los siguientes apartados tratan sobre los
requisitos necesarios para los distintos elementos que componen una oficina de
planta abierta.

Indices de número único aplicados a oficinas de planta abierta

Hay tres valoraciones de número único que suelen utilizarse en la especificación de


los requisitos para la acústica de las oficinas de planta abierta:
1. La clase de transmisión del sonido (STC), que se define y comenta en el Ca-
pítulo 31.
2. El coeficiente de reducción del ruido (NRC)4 de un material, descrito en el
Capítulo 30, que es la media de los coeficientes de absorción del sonido co-
rrespondientes a las octavas de 250, 500, 1000 Y 2000 Hz, redondeados hasta
el múltiplo de 0,05 más próximo.
3. La clase de articulación (AC)5, que es la suma de las atenuaciones pondera-
das del sonido en las bandas de frecuencias de tercio de octava desde 200 has-
ta 5000 Hz. Las atenuaciones del sonido se miden en una oficina de planta
abierta real o simulada, mediante la emisión de sonido de banda ancha desde
una altavoz entre las posiciones de un hablante y un oyente6 ,7. El índice está
diseñado para correlacionar con la inteligibilidad del habla transmitida entre
los espacios de la oficina. La clase de articulación es aproximadamente 10 ve-
ces la diferencia de niveles sonoros con ponderación A correspondiente al so-
nido que se propaga entre el hablante y la posición del oyente.

Barreras en oficinas de planta abierta

Las barreras se colocan entre los puestos de trabajo para aportar cierta atenuación
del sonido y privacidad visual, al menos entre personas sentadas. Las barreras tam-
bién se denominan pantallas, particiones de altura parcial y divisores de oficinas. Los
mobiliarios sistema son muebles que combinan las funciones de barrera y otro equi-
pamiento de oficina en una unidad única. (Funciones como compartimentos para
archivo, escritorio o superficies de trabajo también pueden incorporar los cables de
iluminación, electricidad y comunicaciones.) Los muebles sistema se utilizan en mu-
chas oficinas de planta abierta para ahorrar espacio y las distintas unidades pueden
conectarse formando grupos. Cuando se usan muebles sistema en una oficina de
planta abierta, aquellas partes que actúan como barreras entre puestos de trabajo
deben satisfacer los requisitos de cualquier barrera.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.37

(a)

Sección

(b)

Planta

FIGURA 33.27. Transmisión del sonido entre puestos de trabajo en una oficina
abierta. (a) Vías de transmisión en un plano vertical: reflexiones sobre el techo y sue-
lo, difracción por encima y por debajo de la barrera y transmisión a través del cuerpo
de la barrera o escapes en su estructura. (b) Vías en el plano horizontal: reflexiones so-
bre paredes y muebles.

Con el fin de lograr una atenuación razonable del sonido, los requisitos físicos
recomendados para las barreras son los siguientes:
• Altura: Al menos 1,7 m (5 1/2 ft).
• Anchura: Al menos 1,8 m (6 ft).
• Distancia del borde inferior al suelo: Menos de 100 mm (4 in).
• Clase de transmisión del sonido: Superior a 20.
• Coeficiente de reducción del ruido: Superior a 0,8 (véase «Tratamiento absor-
bente del sonido para paredes y superficies verticales en oficinas de planta
abierta).
Cuanto mayores son las dimensiones de la barrera, mayor es la atenuación del
sonido que se difracta alrededor de ella. Las dimensiones máximas suelen estar li-
mitadas por la conveniencia física, la posible interferencia con el flujo de aire y el
33.38 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

mantenimiento del aspecto abierto. Las barreras suelen tener 1,8 m (6 ft) de anchu-
ra; algunas pueden unirse para aumentar su longitud efectiva. Si se desea la atenua-
ción de una barrera alta, pero hay que mantener la apertura visual, puede ajustarse
una placa de vidrio o de plástico transparente de 30 cm (12 in) a la parte superior de
una barrera de 1,5 m (5 ft), con el fin de aumentar su altura. En cualquier caso, una
barrera no debe tener menos de 1,6 m (5,2 ft) de altura.
El sonido que se transmite a través de la barrera ha de ser insignificante en com-
paración con el que se difracta a su alrededor. Por ello es por lo que se especifica un
valor mínimo de clase de transmisión del sonido. El requisito de un STC de 20 se sa-
tisface si el núcleo interno es impermeable, tiene el mismo tamaño que la barrera y
un peso no inferior a 2,5 kglm2 (0,5 lb/ft2).
El espacio hueco entre el borde inferior de la barrera y el suelo debe ser tan pe-
queño como resulte posible; en caso contrario, el sonido podría reflejarse bajo la
barrera hacia el lado opuesto. Sin embargo, el sonido reflejado bajo la barrera tien-
de a difuminarse o ser absorbido por el mobiliario y las alfombras.

Techos en oficinas de planta abierta

El techo de una oficina de planta abierta es el principal lugar potencial para la re-
flexión del sonido. Para asegurar la obtención de un beneficio completo de las ba-
rreras entre puestos de trabajo, el techo debe ser altamente absorbente (poco re-
flectante), sobre todo para aquellas frecuencias importantes para determinar la
inteligibilidad del habla (500 Hz a 4000 Hz).
Se utiliza un procedimiento de ensayo específico para evaluar los sistemas de te-
cho que se usan en oficinas de planta abierta6•7 ; éste simula la situación que muestra
la Figura 33.27a. Los resultados del ensayo se expresan en términos de clase de arti-
culación5 •
El techo de una oficina de planta abierta debe tener las siguientes característi-
cas:
• La clase de articulación debe ser 200 o superior o, si sólo hay disponible in-
formación sobre la absorción del sonido, el coeficiente de reducción del ruido
debe ser 0,9 o superior.
• El número de puntos de iluminación en el techo debe mantenerse en un mí-
nimo.
Las superficies planas de plástico de los sistemas de iluminación reflejan una
considerable cantidad de sonido y reducen seriamente el aislamiento entre los pues-
tos de trabajo adyacentes; por ello hay que evitarlas. Son preferibles instalaciones
de rejilla abierta o aquellas que dispersan el sonido. Las lámparas pequeñas pueden
ofrecer iluminación adicional en los escritorios individuales cuando sea necesario.
A modo de ilustración de la importancia de la altura de la barrera y la absorción
del techo, en la Tabla 33.5 figura la atenuación del sonido que se propaga entre
puestos de trabajo para barreras de oficina de dos alturas distintas y para techos con
distintos coeficientes de absorción. La atenuación sólo alcanza valores aceptables
con techos de coeficientes de reducción del ruido superiores a 0,9, con atenuaciones
de los niveles sonoros con ponderación A de 20 dB(A) o más (clase de articulación
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.39

TABLA 33.5. Atenuación en decibelios (con ponderación A) del sonido que se pro-
paga entre puestos de trabajo: efecto de la altura de las barreras de oficinas y varios
coeficientes medios de absorción del sonido del techo (medias de los coeficientes a
1000,2000 Y 4000 Hz).

Coeficiente medio de absorción del sonido


Altura de
la barrera 0,05 0,60 0,85 Más de 0,90
1,5 m (5 ft) 14 15 16 22
1,8 m (6 ft) 14 15 17 24

por encima de 2(0). Aumentar la altura de la barrera sólo aporta un aumento en la


atenuación del sonido cuando el coeficiente de absorción del techo es alto. En con-
traste con estos valores de atenuación para oficinas de planta abierta, una atenua-
ción de 30 a 50 dB(A) pueden lograrse con facilidad entre oficinas con particiones
convencionales.

Tratamiento absorbente del sonido para paredes y supeñicies verticales en


oficinas de planta abierta

Como muestra la Figura 33.27b, las superficies verticales pueden reflejar el sonido
y sobrepasar las barreras, reduciendo así la atenuación que éstas proporcionan.
Para impedirlo, las superficies verticales planas expuestas (como paredes, barreras
de oficinas, columnas cuadradas, reverso de armarios y muebles sistema y estante-
rías) deben cubrirse con material absorbente del sonido que posea un coeficiente de
reducción del ruido (NCR) de 0,7 o superior.
En la práctica, se suele necesitar un espesor de 25 mm (1 in) o más de fibra de
vidrio, cubierta con tela decorativa porosa. Las alfombras aplicadas directamente
sobre una superficie dura suelen tener coeficientes de absorción bajos que las hacen
inadecuadas para esta finalidad, pero si la alfombra es porosa, puede utilizarse
como cobertura de un tablero rígido absorbente del sonido. Las columnas redondas
con diámetros de 0,5 m (1 112 ft) o menos no suelen producir problemas de reflexio-
nes.
Es habitual revestir las barreras en las oficinas de planta abierta para que absor-
ban el sonido, cubriendo ambos lados con una capa central impermeable de mate-
rial absorbente [por ejemplo, 25 mm (1 in) de grosor de fibra de vidrio] y añadiendo
una capa exterior de material de tapicería poroso. Cuando se realizan ensayos de
acuerdo con la norma ASTM C423, esta barrera tiene un coeficiente de reducción
del ruido de aproximadamente 0,84 •
La Tabla 33.6 ilustra la efectividad de distintos tipos de tratamientos de super-
ficies verticales.
Una forma sencilla de evitar las reflexiones sobre las paredes es que no existan
separaciones entre la pared y la barrera. La Tabla 33.7 muestra la reducción de la
atenuación entre puestos de trabajo debido al sonido que se refleja sobre una pared
desnuda alrededor de la barrera. El efecto negativo de las vías de flanqueo es mayor
cuando el hueco entre la barrera y la pared es de aproximadamente 1 m (3,3 ft).
33.40 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 33.6. Atenuación en decibelios (con ponderación A) del sonido que se pro-
paga entre puestos de trabajo: efecto de la absorción de la superficie sobre la refle-
xión sobre una superficie vertical; altura de las pantallas, 1,5 m (4,9 ft), techo absor-
bente del sonido, hueco de 1 m (3,3 ft) entre la pared y la pantalla

Tratamiento de la superficie de la pared Diferencia de nivel


Pared desnuda 15
Cortinas de fibra de vidrio con pliegues del 200 % de 15
0,2 kg/m2 (5,8 oz/yd 2), con un espacio de 150 mm (6 in)
desde la pared
Tablillas verticales de 100 mm (4 in) de anchura, con 18
tratamiento absorbente (NCR = 0,6)
Plancha de fibra de vidrio de 25 mm (1 in) de grosor 19
directamente sobre la pared
Plancha de fibra de vidrio de 25 mm (1 in) de grosor a 20
25 mm (1 in) de la pared sobre forro
Plancha de fibra de vidrio de 50 mm (2 in) de grosor 21
directamente sobre la pared
Sin pared 22

Para separaciones mayores, la importancia del sonido reflejado se reduce, debido a


la atenuación con la distancia. Con separaciones menores, la energía reflejada se ve
en último término bloqueada.

Reflexiones sobre las ventanas. Es difícil impedir que el sonido emitido desde un
puesto de trabajo se refleje sobre las ventanas y alcance los escritorios adyacentes,
en los cuales puede constituir una fuente de molestias. Las cortinas de las ventanas
han de ser pesadas, no tensadas (p. ej., véase Figura 30.15); la mayoría de las persia-
nas, de tablas o listones, no reducen la energía reflejada. Para reducir este efecto se
puede utilizar el área próxima a las ventanas como pasillo; pueden colocarse barre-
ras para delimitarlo y evitar las reflexiones. Sin embargo, las vistas desde las ven-
tanas hacen que estas zonas sean muy requeridas, y si los puestos de trabajo se lo-
calizan en esta zona y las reflexiones producen problemas, se pueden colocar
barreras o paneles con formas especiales para bloquear el espacio entre el borde de
la barrera y el cristal y reducir las reflexiones.

Sonido enmascarador

Las grandes cantidades de material absorbente del sonido utilizadas en oficinas de


planta abierta dan como resultado niveles sonoros de fondo muy bajos y por tanto
reducen la privacidad del habla. Para aminorar este problema, pueden usarse fuen-
tes electrónicas de sonido para aumentar el nivel sonoro de fondo. Un sistema en-
mascarador del sonido genera un campo sonoro uniforme a través del área abierta
de la oficina. Un conjunto de altavoces empotrados en el techo emite una señal fil-
trada de ruido aleatorio (que habitualmente se define de forma errónea como «rui-
do blanco»).
El aumento del ruido de fondo hace que sea más difícil oír las conversaciones
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.41

TABLA 33.7. Atenuación en decibelios (con ponderación A) del so-


nido que se propaga entre puestos de trabajo, con una pared des-
nuda que refleja sonido alrededor de la barrera
La altura de la barrera es 1,5 m (5 ft) Y el techo es muy absorbente

Hueco entre el final de la divisoria y la pared


Atenuación,
m (ft) decibelios
1,0 (3,3) 15
0,6 (2,0) 14
0,3 (1,0) 15
0,15 (0,5) 18
0,0 (0,0) 22

entre los puestos de trabajo adyacentes. El nivel, contenido espectral y distribución


espacial del sonido enmascarador requieren cuidadosos ajustes para que resulten
aceptables a los ocupantes. El espectro suele tener una forma que debe estar con-
tenida en la zona sombreada que muestra la Figura 33.28, y el nivel sonoro con pon-
deración A del sonido enmascarador suele estar entre 45 y 50 dB(A). Los niveles
sonoros de fondo más altos originarán quejas por parte de los ocupantes y son con-
traproducentes respecto de la finalidad del enmascaramiento, porque las personas
lo compensan hablando en voz alta, incluso a distancias cortas. Los sistemas de ven-
tilación producen ruido que ocasiona el mismo enmascaramiento, pero no suelen
lograr la misma uniformidad temporal y espacial de los sistemas electrónicos.
Un requisito fundamental de un sistema enmascarador del ruido es que no re-
sulte invasivo. Las variaciones espaciales y temporales 8 deben mantenerse en un in-
tervalo inferior a 3 dB, o los ocupantes de la oficina se quejarán. Dado que los al-
tavoces que irradian el sonido enmascarador están insertados en el techo, las
propiedades de transmisión del sonido de los paneles de éste afectan a la uniformi-
dad del campo sonoro en la oficina. La transmisión a través de los puntos de ilumi-
nación y otros elementos puede llevar a puntos «calientes» debajo de ellos y a las
quejas de los ocupantes. La instalación de los sistemas enmascarado res del sonido
sólo debe llevarse a cabo por profesionales que sean conscientes de las compleji-
dades acústicas de la situación.

Privacidad del habla en oficinas de planta abierta

El grado de privacidad del habla en una oficina de planta abierta ya existente o pro-
puesta puede evaluarse utilizando los procedimientos de ensayo normalizados9 • Los
ensayos dan la oportunidad de estimar las situaciones problemáticas o los cambios
propuestos en el diseño.
33.42 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

60.--------------------------,

50
ce
"C

o~ 40
c:
o
VI
.g
.¡¡;
30

E
~20
"C

~
Z 10

OL-~~-L~~~~~~-L~~~

125 250 500 1k 2k 4k


Frecuencia en herzios

FIGURA 33.28. Forma aproximada del espectro del ruido enmascarador. Los ajustes
del espectro se realizan en parte según las preferencias del instalador. El espectro re-
sultante suele tener una forma que puede acomodarse al área sombreada, con un ni-
velsonoro que está en un rango entre 45 y 50 dB(A).

DETERMINACION DE LA CLASE DE TRANSMISION DEL SONIDO


APROPIADA PARA AISLAMIENTO CONTRA RUIDOS EXTERIORES

La clase de transmisión del sonido (STC) es un sistema de valoración de número


único (descrito en el Capítulo 31) que fue desarrollado para estimar el aislamiento
de sonidos como el habla. No evalúa adecuadamente el aislamiento contra las fuen-
tes de ruido que tienen componentes fuertes de baja frecuencia. Por tanto, no debe
utilizarse en aplicaciones que implican paredes exteriores de edificios sin considerar
antes el contenido de frecuencias de los campos sonoros incidentes.
El nivel sonoro con ponderación A dentro de una habitación (Linterior) y el nivel
exterior correspondiente (Lexterior) se relacionan con el índice STC mediante la si-
guiente ecuación:

Lexterior - Linterior = STC - 10 10g(S/A) + F (33.7)

donde S es el área total de la superficie de la habitación expuesta al exterior, A es la


absorción total del sonido dentro de la habitación y F es la corrección que depende
del equilibrio de frecuencias del sonido exterior y el tipo de componentes implica-
dos (ventana, pared, etc.).

Nivel sonoro en exteriores (Lexterior)

El nivel sonoro con ponderación A en exteriores [Lexterior en la Ecuación (33.7)]


puede obtenerse a partir de las medidas in situ o a partir de estimaciones basadas en
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.43

las características del tráfico, etcétera. En ambos casos, es necesario considerar el


sonido reflejado sobre la fachada del edificio. Para la Ecuación (33.7), Lexterior es el
nivel sonoro a unos 2 m (6 ft) de la fachada, que es aproximadamente 3 dB inferior
al nivel en la superficie, o 3 dB superior al que se observaría sin las reflexiones sobre
la fachada del edificio. La mayoría de los métodos de cálculo del ruido del tráfico o
de aviación predicen el nivel sonoro sin estas reflexiones; hay que aumentar 3 dB
estos niveles sonoros previstos para exteriores para usarlos en la Ecuación (33.7).

Nivel sonoro en interiores U.lnterlor'

El máximo nivel sonoro aceptable con ponderación A en interiores [L¡nterior en la


Ecuación (33.7)] depende del uso de la habitación; las Tablas 33.8 y 43.1 presentan
los niveles recomendados para distintos usos comerciales y residenciales.
Habitualmente, se usa el nivel sonoro medio en la habitación para Linterior. El ni-
vel sonoro cerca de una ventana abierta es más alto que en posiciones más distantes
de ella e, incluso con las ventanas cerradas, los niveles sonoros varían notablemente
dentro de la habitación. Para habitaciones muy grandes, como las oficinas de planta
abierta, es mejor considerar las áreas de trabajo individuales adyacentes a la pared
exterior, donde los niveles sonoros tienden a ser más altos.

Area de la superfi~ie exterior S y absorción de la habitación A

El término 10 log (S/A) en la Ecuación (33.7) permite introducir las características


de la habitación. La reducción del ruido que aporta la superficie exterior depende
del equilibrio entre la intensidad sonora en la habitación y la absorción de la energía
en su interior.
El sonido que entra en la habitación depende de las características de transmi-
sión de los componentes de la fachada del edificio. Por ejemplo, si la mayoría del so-
nido se transmite a la habitación a través de la ventana, el ruido resultante en el in-
terior dependerá del tipo de ventana y de su tamaño (duplicar el tamaño duplicará
la energía sonora transmitida).
La energía sonora es absorbida por el mobiliario de la habitación, como alfom-

TABLA 33.8. Rangos de los niveles de ruido aceptables máximos para interiores
propuestos por distintas autoridades (véase también la Tabla 43.1)
Los valores en la tabla corresponden a niveles sonoros medios a largo plazo
Criterios para ruido máximo
Uso de la habitación en interiores, dB(A)

Hospital o dormitorio residencial 30a40


Areas de salón, comedor residencial 35 a 45
Cocina, baño residencial 40a45
Sala de conferencias 35 a45
Oficina privada 40 a45
Areas generales de oficinas, tiendas de minoristas 45 a50
33.44 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
I

bras, cortinas pesadas y muebles tapizados. Para habitaciones típicas, la ~bsorción


acústica debida al mobiliario de la habitación aumenta al hacerlo el área!el suelo
de la misma.
La corrección en la Ecuación (33.7) para contemplar el efecto de la abs rción de
la habitación y el área de la superficie exterior puede calcularse a partir de ~a expre-
sión 10 log (S/A), donde S es el área de la superficie que da al exterior, y la absor-
ción total del sonido A puede estimarse a partir del producto del área del: suelo de
la habitación por el factor que aparece en la Tabla 33.3. La reducción del tuido co-
rrespondiente a un componente determinado, como una ventana, puede aumentar-
se reduciendo el tamaño de la ventana o aumentando la absorción en la h~bitación.
A continuación se comenta el efecto de combinar múltiples componentes.¡
Para espacios absorbentes grandes, como oficinas de planta abierta, FS mejor
usar valores de S y A para cada área de trabajo individual adyacente al muro exte-
rior.

Corrección por equilibrio de frecuencias de la fuente

El término F en la Ecuación (33.7) compensa el equilibrio de frecuencias~ Cuando


se pasa del exterior al interior, la sonoridad relativa de los sonidos de frecu~ncias al-
tas y bajas se altera, debido a que la atenuación del ruido de los componentes típicos
de los edificios se reduce al hacerlo la frecuencia. Por ejemplo, el pitido ~tridente
de alta frecuencia que domina la sonoridad percibida para el ruido de un ajvión cer-
cano en exteriores puede resultar inaudible en interiores, aunque el zurp.bido de
baja frecuencia sólo se reduce ligeramente. Para una fachada determinada, cuanto
más fuerte es el componente de baja frecuencia del sonido exterior, menor es la di-
ferencia entre los niveles sonoros con ponderación A en interiores y exterjores. No
hay un índice de número único que resuelva completamente la diferenci?entre los
cambios de los niveles sonoros con ponderación A de interiores y exterio es a me-
dida que cambia el nivel sonoro exterior. La diferencia exacta se ve afect da por la
dependencia de la l frecuencia tanto del sonido exterior como del rendimiento en la
transmisión del sopido de la fachada específica. La Tabla 33.9 presenta los valores
del término Fpar,\ su uso en la Ecuación (33.7) con distintos componente~ del edi-
ficio y fuentes de ruido. '
La clase de trafsmisión exterior-interior (O¡TC) es un índice de número único
que se calcula de acuerdo con la clasificación ASTM E13321O , que valora las ven-
tanas con respecto'a su efectividad para atenuar la transmisión del sonido. Allí don-
de haya disponibl~s datos OITC, pueden usarse en lugar de (STC + F). Así se con-
sigue una valoracion única que se corresponde con los valores cerca del centro de la
Tabla 33.7.

Corrección para elementos múltiples

En la mayoría de los casos, el sonido es transmitido a la habitación a través de varios


componentes, incluyendo paredes, ventanas, puertas o techo. La Ecuación (33.7) se
aplica a la clase de transmisión del sonido (STC) compuesta de toda la superficie ex-
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.45

TABLA 33.9. Corrección F según la dependencia de frecuencia del ruido exterior y


de la transmisión de sonido del componente
Se han identificado las categorías de los espectros de fuente*; para ruidos de indus-
tria u otros casos especiales, hay que utilizar el espectro más parecido

Espectro de ruido de la fuente


Componente del edificio t A B C D E F

a. Puerta exterior única -1 O O 1 1 1


b. Puerta exterior doble, o ventana única de cristal, O 1 2 2 3 3
o ventana delgada funcional
c. Ventana delgada sellada o ventana gruesa funcio- O 1 3 4 6 6
nal
d. Ventana gruesa sellada O 2 4 6 9 10
e. Pared exterior o tejado O 2 5 7 10 11
• Las siguientes son categorías representativas de espectros de fuentes de ruido:
A. Avión grande aterrizando.
B. Ruido de avión medio, ruido de ruedas de tren.
e. Ruido de ruedas de tren apantallado por una barrera.
D. Tráfico de carretera mixto, avión distante.
E. Tráfico de carretera apantallado por barrera.
F. Locomotora de tren diese!.
t Las categoóas correspondientes a los componentes del edificio se basan sobre la dependencia de frecuencia típica
de su transmisión del sonido. Añadir una contrapuerta con buenos burletes convierte a la puerta «única» en una puerta
«doble» (categoría b). Una ventana «delgada» puede tener acristalamiento doble o triple, sin que la cámara de aire total
entre los paneles supere los 25 mm (1 in); estas ventanas corresponderían a la categoría b o e, para ventanas funcionales
o selladas, respectivamente. Para una ventana «gruesa» la cámara de aire entre los paneles supera los 25 mm (1 in).

puesta al ruido de exteriores. Anteriormente en este capítulo (<<Particiones con va-


rios elementos») se ha comentado el efecto combinado de los componentes múlti-
ples para llegar a un STC efectivo global. En este caso, debe usarse el OITC o la
combinación de (STC+ F) para el cálculo del aislamiento global contra el sonido.
Muchas construcciones habituales de paredes y tejados tienen valores STC mucho
más altos que las ventanas o las puertas típicas, como se comenta en el Capítulo 31.
Así, por lo general, puede obtenerse una buena primera aproximación del aisla-
miento acústico aplicando la Ecuación (33.7) sólo para las ventanas.

REFERENCIAS'

1. Standard test method for measurement of airborne sound insulation in buildings, ASTM
E336.
2. Standard practice for determining single number rating of airborne sound isolation for use
in multiunit building specifications, ASTM E597.
3. Standard practice for installation of[zxed partitions of light frame type for the purpose of
conversing their sound insulation efficiency, ASTM E497 .

• Las normas ASTM pueden obtenerse en la American Society for Testing and Materials, 1916 Race
Street, Filadelfia, PA 19103-1187.
33.46 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

4. Standard test method for sound absorption and sound absorption coelficients by the re-
verberation room metltod, ASTM C423.
5. Standard classification for determination of articulation class, ASTM Ell1D.
6. Standard test methoi for measuring interzone attenuation of ceiling systems, ASTM
Ell1l.
7. Standard specification iJor sound sources used for testing open olfice components and sys-
tems, ASTM E1179
8. Standard guide for me~urement ofmasking sound in open olfices, ASTM El04l.
9. Standard test method Jor objective measurement of speech privacy in open olfices using
articulation index, ASTM El13D.
10. Classification for determination of outdoor-indoor transmission class, ASTM E1332.
Capítulo 34
RUIDO DE MOTORES
ELECTRICOS

J. B. Moreland
D. H. Cashmore

INTRODUCCION

Los motores eléctricos son dispositivos que transforman la energía eléctrica en


energía mecánica. Esta transformación se produce en el espacio de aire situado en-
tre el estátor (la pieza estática) y el rotor (la pieza giratoria). Adosado al rotor se
encuentra un eje por medio del cual se genera la energía mecánica. Normalmente el
eje se encuentra colocado fuera del cuerpo principal del motor, separado de la pieza
estática por cojinetes dispuestos sobre ménsulas. Los componentes principales de
un motor de inducción incluyen: (1) el estátor, con un disco de acero laminado; (2)
los devanados estatóricos; (3) el rotor y sus álabes de ventilación; (4) el eje; (5) los
cojinetes; (6) el bastidor, y (7) las ménsulas. Algunas clases de motores incluyen
además un ventilador externo y su cubierta. Estos componentes aparecen ilustrados
en la Figura 34.l.
Cuando recibe la energía, el motor sufre varias pérdidas internas de electricidad
que provocan un aumento de temperatura, que debe ser eliminado para garantizar
un calentamiento equilibrado de sus diversos componentes. Un fuelle (ventilador)
adjunto al rotor se encarga de realizar esta tarea. Este fuelle se puede instalar den-
tro del motor con el fin de que impulse el aire hacia el devanado o hacia las super-
ficies externas de la cubierta del motor. En la Figura 34.2 aparecen varios tipos de
cubiertas. Estos motores son de protección abierta contra el goteo (ODP o DRPR).
Los motores abiertos, denominados comúnmente motores protegidos contra el go-
teo, se ventilan gracias a la absorción de aire externo hacia la máquina a través de

• La mayor parte del contenido de este capítulo es una revisión del capítulo 30 del libro Handbook
ofnoise control, de R. O. Feher y D. F. Muster, 1. a edición, editado por C. M. Harris, McGraw-HiII, Nue-
va York, 1957.

34.1
34.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Cubierta del
ventilador
Curvas finales
del devanado
estatórico
Ménsula

.--_____.......- -....... Eje

• .'}:'.o.": ".~.' C?

Soporte del disco estatórico


Disco estatórico

FIGURA 3';.1. Esquema simplificado de montaje habitual de un motor totalmente


estanco de refrigeración por ventilador.

las ménsulas. El aire circula por los anillos de prolongación y es expulsado a través
del bastidor.

Motores totalmente estancos de refrigeración por ventilador (TEFe)

En un motor totalmente estanco de refrigeración por ventilador no se produce un


movimiento de aire externo hacia el interior del motor. La cubierta y las ménsulas
poseen estrías que facilitan una dispersión eficaz del calor. En un extremo del mo-
tor se monta una tapa o un recubrimiento con el fin de proteger el ventilador mon-
tado sobre el eje y guiar el aire en dirección a la superficie del bastidor.

Motores protegidos contra la intemperie (WPI y WPIIl

Los motores WPI y WPII (protegidos contra la intemperie) se emplean general-


mente para potencias superiores a 400 ev. Su recinto permite que el aire externo
sea introducido en el interior del motor y circule a través del estátor y del núcleo del
rotor por medio de conductos radiales de salida y anillos de prolongación. Los re-
cintos WPI se utilizan normalmente en interiores. mientras que los WPII se em-
plean en exteriores.
En este capítulo se estudian las distintas fuentes y características del ruido en
máquinas giratorias eléctricas. en especial en motores eléctricos.

FUENTES DEL RUIDO DE MOTORES

Las principales fuentes del ruido de motores aparecen listadas en la Tabla 34.1. Su
origen se puede clasificar del siguiente modo:
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.3

(a)

(b)

(e)

FIGURA 34.2. (a) Motores con protección abierta contra el goteo (ODP o DRPR);
(b) motores totalmente estancos de refrigeración por ventilador (TEFe); (e) motores
protegidos contra la intemperie (WPI y WPII).

• Causas mecánicas.
• Causas aerodinámicas.
• Causas magnéticas.
El espectro de este tipo de ruido tiene normalmente importantes componentes
de frecuencias simples sobreimpuestos en el ruido de banda ancha. Estos compo-
nentes de frecuencias simples en el espectro de ruido pueden ser ocasionados por
34.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 34.1. Fuentes y métodos de control del ruido en motores eléctricos y gene-
radores
Elemento
Fuente ca ...... te Instrncdones plU'1I el
de mido C.lISII denddo mntrol del mido

Mecánica Impacto Cojinete liso Ajustar el anillo de aceite y reducir la holgura


longitudinal del eje
Cojinete de bolas Reducir la holgura radial, ajustar el separador, reducir
las tolerancias del eje y del bastidor. La frecuencia
propia de la pantalla final no deberfa igualar a la
frecuencia caracterfstica del cojinete de bolas
Portaescobillas y Ajustar el portaescobillas, cambiar la frecuencia propia.
escobillas desviar las escobillas y limpiar el colector
Laminaciones Mejorar la sujeción de las laminaciones
sueltas
Rozamiento Cojinete de bolas Holgura demasiado estrecha. lubricante demasiado
solidificado o inexistente; rectificar
Desequilibrio Rotor Equilibrar mecánicamente
Inestabilidad Cojinetes Cambiar las ranuras de lubricación en los cojinetes

Aerodinámica Modulación Varillas del rotor Añadir filtros acústicos o conductos revestidos
(ven tilación) interruptoras de acústicamente
movimiento
Vibraciones del Equilibrar el rotor o eliminar las fuerzas magnéticas;
rotor que alteran el cambiar su frecuencia en caso de que sea igual a la
espacio de aire y en frecuencia natural del rotor
consecuencia el
movimiento
Turbulencia Ventilador Diseñar de nuevo el ventilador y las volutas o añadir
filtros acústicos y/o conductos revestidos acústicamente

Magnética Excentricidad Espacio de aire Corregir las excentricidades del rotor o del estátor
mecánicamente o por medio de ajustes
Campo variable Máquinas Emplear sujeciones resilientes al instalar la máquina o
en dire.-ción sincronizadas con los núcleos magnéticos
circunferencial polarizaciones
extremas
Variaciones entre Evitar la resonancia de cualquier elemento del motor
las muescas y los en esta frecuencia: cortar en chaflán las muescas del
engranajes respecto rotor
a las perforaciones
del rotor y del
estátor
Armónicos Reducir la asimetría mejorando el diseño del circuito
asimétricos debidos magnético: evitar la resonancia del bastidor del rotor.
a los armónicos especialmente en bajas vibraciones. que emiten sonidos
más elevados de la de mayor intensidad
corriente estatórica

(1) movimientos intermitentes de las diversas piezas debido a la acción de fuerzas


cíclicas, (2) interrupciones intermitentes del flujo de aire de refrigeración, o (3) es-
tímulos sobre las frecuencias propias de los elementos del motor por causa de fuer-
zas magnéticas.
La Figura 34.3 muestra las vías de transmisión de ruido de un motor de induc-
ción normal. señalando las fuentes habituales de ruido y el camino que pueden se-
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.5

--------------------------------.---
I
I

Ventilado
del rotor r - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ... - - - - -
I
I

Estátor - - - • - - - - -

Bastidor Observador
Conexión mecánica (cubierta)
Conexión de aire

Aislantes

Infraes-
tructura

FIGURA 34.3. Vías de transmisión del ruido en un motor de inducción normal.

guir. La vibración estructural puede ser transmitida a través del sistema de montaje
del motor hasta la infraestructura sobre la que descansa. El sonido puede ser emi-
tido directamente hacia el aire que circunda las superficies de los componentes del
motor.
El ruido provocado por los motores de tipo similar que se encuentran disponi-
bles comercialmente varía considerablemente. Algunos de estos motores poseen
recintos revestidos con material absorbente de sonido. Según el tamaño del motor,
este tratamiento puede ser el responsable de una reducción del nivel sonoro de en-
tre 5 y 20 dB(A).
En la Tabla 34.2 se enumeran los límites superiores de los niveles de potencia
sonora para motores de inducción de distintos tamaños y las velocidades que cum-
plen los requisitos de diseño fijados por la National Electrical Manufacturers Asso-
datíon (NEMA). Los motores disponibles comercialmente emiten normalmente
unos niveles de ruido significativamente inferiores a los indicados en la tabla. La
Tabla 34.3 muestra los niveles de potencia sonora de motores fabricados según el
modelo estándar NEMA para motores de 20 CV funcionando a 3.600 rpm. Estos
datos se refieren a dos tipos de recintos (TEFC y DRPR) fabricados por la misma
empresa. En comparación, también se citan datos de un motor considerado silen-
cioso con un recinto TEFC que cumple las mismas condiciones. En motores con
34.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 34.2. Límites superiores de nivel de potencia sonora con ponderación A para
tamaños estándar de la NEMA aplicados a motores totalmente estancos de refrige-
ración por ventilador (TEFe) y a motores de protección abierta contra el goteo (DRPR)

Niveles de potencia sonora


con ponderación A, dB re 1 pico vatio
Velocidad
Tamaño de bastidor sincronizada, rpm TEFe DRPR
140 1200 64 65
280 1200 80 81
440 1200 96 91
140 1800 70 70
280 1800 88 80
440 1800 102 93
140 3600 87 76
280 3600 98 86
440 3600 104 101

más caballos de potencia (o sea. mayores que el bastidor normalizado 400 de la


NEMA), el fabricante proporciona habitualmente los datos de ruido en términos de
niveles de presión sonora medidos en un entorno industrial a una distancia de 1 o 2 m
de la superficie del motor.

Ruidos de origen mecánico

Los procesos de fabricación provocan irremediablemente asimetrías, deformacio-


nes. excentricidades y desalineaciones que en algunos motores son el origen de gran
cantidad de ruidos. Las fuerzas asimétricas son las responsables de los componentes
dominantes del espectro de ruido en algunos motores. Las fuerzas que causan una
mayor cantidad de ruido son las asociadas con las distorsiones en el rotor y en el es-
tátor. Tales distorsiones son debidas a dos causas: (l) un movimiento curvado bi-
nodal del rotor (como el que se produce cuando el motor se encuentra desequili-
brado) o (2) una distorsión giratoria elíptica cuatrinodal del estátor.

Asimetrías en el rotor y en el estátor

Las ondas de fuerza radiales que distorsionan el rotor y el estátor se producen tanto
al doble de la frecuencia lineal como en múltiplos de la velocidad real. Estos ar-
mónicos se dan en cada múltiplo de la velocidad giratoria del motor, pero la contri-
bución relativa de la mayoría de ellos respecto al ruido global producido por el mo-
tor es por lo general bastante baja. Si se realizan cambios en los componentes
eléctricos del motor y en el rendimiento mecánico de cada una de sus piezas a las
distintas frecuencias. se producen cambios consecuentes de su aportación relativa a
las ondas armónicas.
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.7

TABLA 34.3. Niveles de potencia sonora para motores de inducción de rotor en cor-
tocircuito de 20 ev. y 3.600 rpm (potencia sonora, re 1 picovatio)

Frecuencia central de banda de octava, Hz Con pon-


de- Lineal
31,5 63 U5 250 500 1k 2k 4k 8k 16 k
Tipos ración A (plana)

DRPR 60 61 64 72 74 71 66 67 62 56 76 78
TEFC 61 63 75 82 90 89 87 83 76 71 93 94
TEFC silencioso 61 60 56 67 74 72 75 71 72 66 80 80

Desequilibrios en el rotor

Cuando el rotor no está equilibrado mecánicamente se produce una frecuencia de


excitación igual a la frecuencia de giro del rotor (en revoluciones por segundo), pro-
duciéndose también armónicos de esta frecuencia. Respecto a motores de pequeño
tamaño, el ruido que transmiten por el aire es bastante bajo, pero el ruido transmi-
tido por la estructura llega sin embargo a adquirir bastante importancia.

Muescas del estátor y del rotor abiertas y cerradas. Las muescas del estátor y del
rotor suelen encontrarse abiertas, semicerradas o cerradas. Las muescas abiertas en
el estátor se emplean generalmente en motores de gran tamaño con anillos mode-
lados antes de su inserción. Las muescas semiabiertas en el estátor se utilizan en
motores de tamaño algo menor, normalmente de alambre redondo bobinado a má-
quina. Los de muescas cerradas se usan generalmente en motores especiales con
núcleo corto, de entre 5 y 10 cm, en cuyo caso el alambre se enrosca a través de las
muescas formando el núcleo en ese mismo lugar. Las muescas cerradas en el estátor
se emplean comúnmente en motores con rotores de aluminio fundido a presión.
Entre un rotor y un estátor abiertos se produce un cambio abrupto de permean-
cia del espacio de aire, lo cual provoca la existencia de componentes de alta fre-
cuencia en el espectro de ruido del motor. Este efecto se verá minimizado cuando
las muescas se encuentren cerradas. y su periferia forme un área lisa. De este modo
aparecerán en el espectro de ruido solamente unos sonidos armónicos de bajo nivel
causados por la muesca. Las muescas cerradas en el estátor se emplean generalmen-
te en motores de tamaño pequeño. especialmente monofásicos y de potencia menor
a un caballo. Un motor de rotores de muesca cerrada puede emitir un nivel de pre-
sión sonora de hasta 5 dB por debajo de uno similar de muescas abiertas.

Ruido de cojinetes (véase también el Capítulo 37)

La mayoría de los ruidos mecánicos tiene relación con el ensamblaje de cojinetes


del motor. y pueden ser apreciados cuando. por ejemplo. éstos tienen alguna defor-
mación o cuando una holgura excesiva permite el desplazamiento axial del eje. Un
ruido excesivo de los cojinetes antirrozamiento puede ser a menudo provocado por
la forma desigual de las bolas. un acabado superficial imperfecto, un golpeteo del
separador, o un descentramiento que tenga como consecuencia una sacudida o un
aumento de resonancia de las ménsulas. los deflectores de aire u otros componentes
34.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

estructurales susceptibles de emitir ruidos. Los componentes de alta frecuencia so-


nora emitidos por los cojinetes pueden reducirse insertando una sección de material
resiliente entre los cojinetes y las ménsulas. Unas ménsulas rígidas producirán nor-
malmente menos vibración y ruido que unas más flexibles. El nivel de presión so-
nora aumenta casi linealmente con el diámetro del ánima de los cojinetes, y dismi-
nuye con el diámetro de las bolas dentro de un mismo diámetro de ánima. Un
cojinete de mayor tamaño es más silencioso que uno menor 1•
Los cojinetes lisos no suelen causar ruidos relevantes en el motor a menos que
se encuentren en posición inestable. Si existe una holgura radial de gran tamaño, la
película de aceite del cojinete puede alzar el centro del eje por encima del centro del
cojinete. De este modo se descarga la película de aceite y se reduce la presión, lo
cual hace que el eje cuelgue y golpee contra las paredes de los cojinetes, provocan-
do ruidos. Esta inestabilidad aumenta cuando el eje se encuentra en una posición en
la que el espacio de aire es menor en la parte superior que en el fondo.
Los cojinetes de precisión son por lo general más silenciosos que los habituales
de tipo industrial, debido a su menor tolerancia y a su acabado superficial de mayor
calidad. En operaciones muy silenciosas se emplean cojinetes fabricados en teflón,
óxido de polifenileno, nilón o materiales similares.
El ruido también puede ser provocado por los siguientes problemas de lubrica-
ción: (1) la grasa utilizada como lubricante se ha vuelto viscosa (la solución consis-
tiría en sustituirla por grasa más líquida); (2) no hay una cantidad suficiente de lu-
bricante, por lo que las bolas de los cojinetes resbalan en su trayectoria (la solución
consistiría en añadir lubricante), y (3) existe una cantidad excesiva de aceite (la so-
lución residiría en limpiar los cojinetes).
Las siguientes causas de ruido son fáciles de identificar:
1. Un ruido grave es debido a la existencia de irregularidades en la superficie
del recorrido si ésta ha superado su límite de plasticidad.
2. La presencia de suciedad en los cojinetes causa ruidos agudos.
3. A bajas temperaturas una lubricación insuficiente produce resbalamientos y
la consecuente destrucción de la superficie, provocando ruidos de alta fre-
cuencia.
4. Un crujido intermitente se asocia generalmente a problemas de lubricación.
5. Un ruido de bajo nivel en el rango de frecuencias situado entre 100 y 300 Hz
puede ser debido al paso de las bolas o de los rodillos del cojinete sobre irre-
gularidades en su trayectoria.

Ruido de escobillas

Un chirrido parecido a un frotamiento puede ser debido a la fricción y al desliza-


miento producido entre las escobillas de carbón y las superficies metálicas de las
delgas del colector. Este ruido consiste generalmente en una serie de componentes
de frecuencia discreta en el rango de frecuencias entre 2.500 y 6.500 Hz. Esta fre-
cuencia se obtiene del producto del número de delgas y del número de revoluciones
por segundo de la rotación del eje. Aunque esta fuente de ruido no contribuya en
exceso a la potencia sonora total producida por el motor, puede adoptar caracterís-
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.9

ticas especialmente molestas. Esta fuente de ruido puede ser reducida (1) inclinan-
do las escobillas en la dirección del movimiento, (2) ajustando la presión normal en-
tre las dos superficies de rozamiento, y (3) cambiando la composición y la dureza de
las escobillas. Por lo general, unas escobillas más suaves causan menos ruido, pero
sufren un desgaste más rápido.

Ruido de origen aerodinámico

Una de las causas principales del ruido producido por motores de inducción de ta-
maño pequeño y mediano es frecuentemente el uso de fuelles de ventilación. En
muchos motores de este tipo la potencia sonora del ruido aerodinámico tiene un va-
lor en torno a la quinta parte de la potencia producida por la velocidad de rotación
del rotor. Cuando se producen altas velocidades de rotación, el giro del acopla-
miento de ejes que conecta el motor a la carga puede generar también una gran can-
tidad de ruido. La potencia sonora emitida por esta razón es también del orden de
un quinto de la potencia producida por la velocidad de rotación.
El flujo de aire a través y a la salida de los motores de inducción provoca serios
problemas de ruido en motores de todos los tamaños, desde los de menos de un ca-
ballo de potencia hasta los de varios miles. El ruido producido por el flujo de aire en
un motor suele ser del tipo de banda ancha, sin apenas ningún componente signifi-
cativo de frecuencia discreta. La mayor parte de los motores de más de 400 CV in-
cluyen un sistema de refrigeración de aire integrado en el bastidor del motor, aun-
que cuando son de un tamaño muy grande el sistema de conductos es externo.

Efecto sirena. En motores abiertos que poseen conductos de aire radiales a través
del rotor y del estátor se puede producir un sonido intenso con componentes de fre-
cuencia discreta, semejante al de una sirena. Este ruido se encuentra normalmente
en la franja de frecuencias superior a 1.000 Hz; los armónicos superiores al segundo
no suelen ser importantes. Se pueden generar otras frecuencias debido a la modu-
lación de aire causada por los álabes del ventilador, los sistemas de aspas, etcétera.
En la Figura 34.4 se ilustra el mecanismo de generación de ruido. El aire admitido
en las cercanías de uno o de ambos extremos del eje del rotor fluye axialmente a tra-
vés del rotor de maniguetas (los brazos del rotor) hacia los conductos de aire situa-
dos entre las muescas, y a continuación a través del espacio de aire hacia otras aber-
turas situadas entre las muescas del estátor. El ruido se produce debido a la súbita
interrupción del flujo de aire a medida que las muescas del estátor y del rotor alte-
ran sus posiciones relativas periféricas. La frecuencia fundamental (en herzios) se
calcula mediante el producto del número de muescas del rotor y la velocidad de ro-
tación expresada en revoluciones por segundo.

Ruido de origen magnético

El ruido de origen magnético se produce por causas ocasionales, en especial por los
espacios de aire situados entre el estátor y el rotor 2.3. En cada punto de las super-
ficies de estos espacios existen fuerzas variables proporcionales al cuadrado de la
34.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Cárter del estátor

.y,¡,.o+~~+---;~- Flujo de aire

FIGURA 34.4. Las flechas indican la dirección del flujo de aire a través del motor cau-
sante de la emisión del efecto sirena.

densidad de flujo. La suma de los componentes tangenciales de esta fuerza es pro-


porcional a la potencia total que produce el movimiento útil del motor. Las pulsa-
ciones de la fuerza tangencial producen una vibración torsional del estátor que, a su
vez. puede causar vaivenes en la instalación del bastidor del estátor. Esta vibración
torsional es causa importante de vibraciones estructurales. Los componentes radia-
les de la fuerza magnética no aportan ningún movimiento útil, causando solamente
ruido.
Las fuerzas magnéticas se producen por muchas causas mecánicas yelectromag-
néticas del ensamblaje entre el estátor y el rotor. y dependen de:

1. El número de muescas del rotor y del estátor. y la diferencia entre ambas can-
tidades.
2. Las propiedades del campo de flujo fundamental para el que está proyectado
el motor.
3. Las variaciones de permeancia en el espacio de aire causadas por las muescas
del estátor y del rotor. su forma. saturación y excentricidades.
4. La disposición en la que se encuentran los anillos de los devanados polares.
es decir. el número de vueltas por grupo de engranajes que se aproximan a la
fuerza magnetomotriz sinusoidal deseada dentro de un campo fundamental.
S. La longitud radial del espacio de aire.

METODOS PARA REDUCIR EL RUIDO DE MOTORES

Con el fin de reducir el ruido emitido por motores ya en funcionamiento se pueden


emplear los siguientes métodos 4.
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.11

Conductos revestidos, tubos acodados y bastidores

En motores poseedores de recintos montados (véase la Figura 34.2c) se puede con-


seguir una reducción de nivel sonoro insertando un conducto o un tubo acodado
(revestido con material absorbente, como la fibra de vidrio) en la boca de salida de
aire. De este modo se consiguen, por ejemplo, reducciones de entre 5 y 10 dB(A),
según el diámetro del conducto y su configuración, a una distancia de 1 m de la boca
de salida. Se debe prestar atención a que la reducción de flujo de aire (producida
por la instalación del conducto revestido) no provoque un calentamiento en el mo-
tor, debido a lo cual la nueva boca de entrada de aire debería ser al menos tan gran-
de como la original.
Por lo general, un tubo acodado (en forma de ángulo recto) revestido propor-
ciona una mayor reducción de sonido que uno revestido rectilíneo de la misma lon-
gitud. Se puede conseguir material de fibra de vidrio con un revestimiento ligero de
neopreno, que evitará que la fibra sea arrastrada por el flujo de aire. Se debe pro-
curar que el cambio de dirección de la corriente de aire caliente de descarga no se
dirija hacia la terminal del motor o hacia las áreas de control, lo cual podría provo-
car una subida excesiva de temperatura en esta zona.
Un bastidor revestido con material absorbente de sonido puede ser colocado en
las bocas de entrada o salida de aire con el fin de proporcionar una reducción sig-
nificativa del nivel sonoro, especialmente en motores de alta velocidad funcionando
entre 1.800 y 3.600 rpm.
La Figura 34.5 muestra un motor provisto de un silenciador situado delante del
ventilador y montado sobre el eje. Esta disposición fuerza al aire a realizar dos giros
con un ángulo de 90°. Al emplear este silenciador es preciso tomar precauciones
para asegurar que se suministra el flujo de aire adecuado.

MOTORES DE CORRIENTE CONTINUA

Las fuentes del ruido generado por un motor de corriente continua (dc) pueden ser
de tipo mecánico, aerodinámico o magnético. Estas fuentes de ruido son similares a

Ventilador existente Flujo de aire


-~::;:::::tt:;;¡¡¡:::::;q~~--- Material
absorbente
de sonido

Cubierta del ventilador


FIGURA 34.5. Motor totalmente estanco de refrigeración por ventilador provisto de
un silenciador. Las flechas indican la dirección del flujo de aire.
34.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

las descritas para un motor de inducción, especialmente las referidas a ruidos de ori-
gen aerodinámico o magnético. Los motores de corriente continua producen, ade-
más, un ruido causado por el tipo especial de conmutadores y escobillas. Los espec-
tros de nivel de presión sonora de los motores de corriente continua y de inducción
de la misma potencia son similares para cargas diversas. El ruido de las escobillas,
aunque es de naturaleza mecánica, se considera por lo general de forma separada a
otros ruidos de tipo mecánico, como los de los cojinetes.
Generalmente la mayoría de los motores de corriente continua se emplean en
aplicaciones industriales, tales como ascensores, pero pueden ser utilizados en cual-
quier situación en la que se precise una fuente energética de velocidad variable. El
origen del ruido de motores de corriente continua a baja velocidad es, en orden de
importancia, de tipo magnético, mecánico, de escobillas y aerodinámico. Para mo-
tores de corriente continua de alta velocidad el orden de importancia de ruidos es el
de escobillas, aerodinámicos, mecánicos y magnéticos.

RUIDO DE GENERADORES

El ruido principal emitido por un generador se debe a las fuerzas magnéticas que se
producen en el espacio de aire. Los rotores del generador tienen dos o más polos
magnéticos. La atracción que se produce en estas fuerzas magnéticas puede defor-
mar la laminación o el armazón del estátor. Esta deformación gira con las promi-
nencias de los polos magnéticos. causando vibraciones (véase la Figura 34.6). El rui-
do de origen aerodinámico es normalmente de menor importancia en generadores
de tamaño pequeño, pero puede ser menos significativo en los de gran tamaño. Es-
tas fuentes de ruido aerodinámico pueden ser atribuidas a la descarga de gases por
parte de los ventiladores. por parte de los conductos de ventilación del rotor, y por
las turbulencias de gas causadas por superficies en movimiento a gran velocidad.

FIGURA 34.6. Atracción magnética en un generador bipolar de corriente alterna


común.
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.13

Por ejemplo, la superficie exterior del rotor puede moverse a velocidades de entre
150 y 215 mis. Otras causas de vibraciones son los desequilibrios mecánicos y dife-
rencias en la rigidez del rotor en dos planos perpendiculares entre sÍ.
Los generadores de gran tamaño (por encima de los 15.000 kVA) son, por lo ge-
neral, más silenciosos que los de menor tamaño, debido a que se refrigeran con hi-
drógeno y, por tanto, están sellados herméticamente dentro de un sólido bastidor,
que proporciona un buen aislamiento al sonido. El ruido es producido por los mo-
vimientos vibratorios de los elementos del generador y por las estructuras adyacen-
tes. Los generadores de tamaño mediano (de entre 10.000 y 15.000 kVA) se refri-
geran por medio de aire, sus bastidores son menos sólidos, y el sellaje es
incompleto. El ruido interior se transmite a través del bastidor y de este sellaje im-
perfecto. Como sucede con máquinas de mayor tamaño, los elementos del genera-
dor y las estructuras adyacentes reciben vibraciones, algunas de ellas dirigidas hacia
los aislantes. Los generadores más pequeños (por debajo de los 7.500 kV A) no vie-
nen provistos de aisladores de vibración.

REFERENCIAS

1. O. Schenk, Maschinenschaden, vol. 26, 1953; Engineers Digest, vol. 15, 1954, p. 108.
2. P. L. Alger, The nature o[ Polyphase Induction Machines, John Wiley and Sons, Inc., Nue·
va York, 1951.
3. B. Heller y V. Hamata, Harmonic Field Effects in Induction Machines, Elsevier Scientific
Publishing Co., Nueva York, 1977.
4. S. J. Yang, Low·Noise Electrical Motors, CIaren don Press, Oxford, 1981.
Capítulo 35
RUIDO DE
TRANSFORMADORES

J. B. Moreland
R. s. Girgis

INTRODUCCION

Los transformadores y los reactores en derivación son un elemento esencial de la


transmisión y distribución de energía eléctrica en las redes eléctricas. Un transfor-
mador sirve para convertir electricidad de alto voltaje y baja corriente en electrici-
dad de bajo voltaje y alta corriente, o viceversa. Los transformadores del primer
tipo se denominan transformadores reductores, y los del segundo, transformadores
elevadores. Los transformadores llevan a cabo esta conversión de voltaje y corriente
con una pérdida de energía mínima de entre el 0,1 y el 1,0 por 100 generalmente.
Un transformador distribuidor reduce el voltaje a partir del nivel de recepción
primario (normalmente de entre 440 y 7.200 voltios) al nivel de uso (por lo general
de entre 110 y 220 voltios). Los transformadores de este tipo se localizan en el in-
terior de los edificios con el fin de garantizar energía para el alumbrado y la maqui-
naria eléctrica. Su emisión de ruidos es de vital importancia, ya que muy a menudo
se emplean en lugares próximos a las personas. Los transformadores rectificadores
son un tipo especial de transformador distribuidor en los que el lateral secundario
se encuentra conectado al rectificador. Estos transformadores son de naturaleza
ruidosa, debido a que las corrientes y los voltajes que circulan a su través son ricos
en armónicos.
Un reactor en derivación es una bobina de inductancia de voltaje y energía altos,
consistente en un núcleo y un anillo para cada fase. Se utiliza en las redes eléctricas
para mejorar la eficacia en la transmisión de energía eléctrica. Los reactores en de-
rivación son elementos puramente inductivos de alto voltaje. Su nivel sonoro es ge-
neralmente mucho mayor que el de un transformador de tamaño y potencia simi-
lares.
Los transformadores y los reactores en derivación producen un ruido similar a
un zumbido durante su funcionamiento. En comparación al ruido que emiten otros

35.1
35.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

aparatos eléctricos, el de los transformadores no suele ser elevado. Sin embargo, la


naturaleza tonal de su sonido puede ser bastante molesta, particularmente cuando
el ruido ambiental es bajo. La Referencia 1 proporciona una extensa bibliografía
sobre ruido de transformadores.
En este capítulo se describen (1) las fuentes del ruido en transformadores y reac-
tores, (2) las medidas de ruido de transformadores, (3) el control del ruido de un trans-
formador, y (4) la reducción de ruido de una reactancia para lámpara fluorescente.

FUENTES DEL RUIDO DE TRANSFORMADORES

Las principales fuentes de ruido en transformadores son: (1) el ruido del núcleo, de-
bido a las propiedades de magnetroestricción del acero del núcleo (sonido de zum-
bido); (2) el ruido del anillo, producido principalmente por las fuerzas electromag-
néticas asociadas a la corriente alterna en circulación a través del bobinado, y (3) el
ruido del ventilador, causado por el sistema de refrigeración del transformador (un
ruido de banda ancha habitual en ventiladores de baja velocidad).
La Figura 35.1 muestra un espectro en bandas de tercio de octava producido por
la gran potencia de un transformador de alto voltaje. Los ventiladores predominan
en las bandas inferiores y superiores del espectro, mientras que el ruido del núcleo
predomina en el rango intermedio de frecuencias (en las bandas entre 125 y
1.000 Hz).

Ruido del núcleo

Cuando una lámina de metal es magnetizada, sufre un pequeñísimo cambio de di-


mensiones (normalmente sólo de fracciones millonésimas). Este fenómeno se de-
nomina magnetoestricción, y no es directamente proporcional a la densidad de flujo
magnético, sino que varía del modo que muestra la Figura 35.2. Cuando la densidad
de flujo magnético es pequeña. el aumento de densidad tiene como consecuencia
una contracción del hierro. Por el contrario, cuando la densidad de flujo es alta (por
encima del recodo de la curva de la Figura 35.2), un posterior aumento provoca el
consiguiente incremento de tamaño de la lámina metálica. Estos cambios dimensio-
nales son independientes de la dirección del flujo. Por lo tanto, se producen 120 ve-
ces por segundo cuando la frecuencia de línea es de 60 Hz, y 100 veces por segundo
cuando es de 50 Hz. Como la curva de magnetización no es lineal, aparecen también
los armónicos de 120 y 100 Hz. en la vibración del núcleo resultante. La relativa am-
plitud de estos armónicos depende de cuál sea la tasa de densidad de flujo a la que
actúe el transformador, así como de la amplitud del voltaje. En la Figura 35.3 apa-
rece la forma de onda de la vibración del núcleo para dos densidades de flujo dife-
rentes. cada una de ellas con un espectro de ruido distinto. La Figura 35.4 muestra
un espectro de ruido típico de un transformador con una excitación de voltaje de
60 Hz. Este ruido tiene abundantes sonidos armónicos de 120 Hz.
El tipo de acero empleado en la fabricación de transformadores y reactores in-
fluye en gran medida en el contenido de frecuencias del espectro, así como en el ni-
RUIDO DE TRANSFORMADORES 35.3

90

80
al I~
"C I \ Transformador y ventiladores
~4~
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z '" '''', 'x, JI.
30

20
Frecuencia. Hz

FIGURA 35.1. Espectro de ruido de un transformador habitual en bandas de tercio


de octava.

vel sonoro de los armónicos concretos. Los siguientes tipos de acero producen unos
niveles sonoros menores que los aceros al silicio de uso habitual: (1) acero de grano
orientado alto, (2) acero ensamblado al láser, y (3) metal amorfo. El ciclo térmico y
la temperatura de cocción afectan al espectro de ruido de cada tipo de acero. Otros
factores que influyen son:
1. La densidad de flujo.
2. La geometría del núcleo.
3. La forma de onda del voltaje.
4. La estructura de montaje del transformador.
5. Las frecuencias de resonancia del núcleo.

El ruido de los anillos

La vibración de los anillos que rodean al núcleo de hierro produce una serie de rui-
dos que surgen como consecuencia de las fuerzas electromagnéticas que atraen y re-
pelen alternativamente a la bobina en presencia del flujo magnético de dispersión.
35.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Deformación. Jl in/in
80

óO

- 40

- 20

-1.0 o 1.10
Densidad de flujo. tesla

FIGURA 35.2. Típica curva de magnetoestricción para un grado de acero al silicio.

La frecuencia de este componente del ruido duplica normalmente a la frecuencia


energética (120 Hz para una frecuencia de potencia de 60 Hz).
El ruido de los anillos es por lo general muy bajo en comparación al del núcleo;
sin embargo, puede llegar a ser de importancia:
1. Cuando la bobina se encuentra irregularmente fijada.
2. Cuando en transformadores de nivel sonoro muy bajo el núcleo posea una
carga tan ligera que el ruido del bobinado llegue a convertirse en un compo-
nente apreciable del ruido total producido por el transformador.
3. En transformadores rectificadores. en los que la corriente que circula por la
bobina suele ser muy rica en armónicos y produce una considerable cantidad
de ruido. El espectro de ruido resultante incluirá componentes de frecuencia
igualo doble de la frecuencia de los armónicos de la corriente.
Las normas de medida del ruido de transformadores precisan que éstos sean
examinados sin ningún tipo de carga. Por lo tanto, no existe ninguna carga de co-
rriente en la bobina y. como consecuencia, no se producen ruidos en los anillos du-
rante su examen.

Ruido de ventiladores

Los transformadores de energía generan grandes cantidades de calor debido a la


pérdida que se produce en el núcleo. en los anillos y en otros componentes de su es-
tructura metálica. Este calor se elimina por medio de ventiladores que impulsan
aire sobre los radiadores y los refrigeradores. En la Figura 35.5 aparece la planta de
una instalación habitual de un transformador de energía formada por un radiador y
un ventilador.
El ruido emitido por los ventiladores de refrigeración es normalmente de banda
ancha. Los ventiladores de refrigeración contribuyen en mayor medida al ruido glo-
bal del transformador (1) cuando éstos son de menor potencia en relación a otros de
mayor capacidad. y (2) cuando son de baja inducción. Los factores que influyen en
el ruido total del ventilador incluyen la velocidad de la punta del álabe, su diseño. el
número de ventiladores y la disposición de los radiadores.
RUIDO DE TRANSFORMADORES 35.5

Deformación
_ para 1,4 tesla " ,
/ " ~I
"O Deformación
.~ para 1,7tesla
C.
E
«
Tiempo

Densidad del flujo

FIGURA 35.3. Formas de onda para flujos de densidad y para deformaciones en ni-
veles de magnetización de 1,4 y 1,7 teslas.

En la Figura 35.6 se muestra cómo el nivel sonoro varía según la posición en tor-
no a un tipo de transformador de mediana potencia. Hay que destacar que el nivel
sonoro es mayor en las proximidades del ensamblaje de refrigeración.

FUENTES DEL RUIDO DE REACTORES

El núcleo y los anillos de un reactor se encuentran inmersos en un líquido dieléctri-


co (normalmente aceite) contenido en el interior de un tanque de acero.Los venti-
ladores y radiadores están normalmente fijados a este tanque con el fin de refrige-
rar el líquido dieléctrico, mientras que las escobillas de aislamiento sobresalen del
mismo para alojar las conexiones eléctricas. Las causas del ruido de reactores son si-
milares a las que provocan ruidos en los transformadores. La fuente de ruido do-
minante en un reactor en derivación es la vibración del tanque de acero, que se pro-
duce debido a las fuerzas electromagnéticas producidas entre los anillos y el tanque,
y entre los anillos y el núcleo. Como el tanque, el núcleo y los anillos se encuentran
acoplados mecánicamente, se produce una intensa transmisión de vibraciones entre
estos componentes. El tanque de un reactor en derivación no es por lo general rÍ-
gido, lo cual es causa de vibraciones considerables en sus paredes. El ruido es tam-
bién emitido por la magnetoestricción del núcleo, causada sobre todo por la distri-
bución irregular del flujo magnético en el núcleo, causa de saturación parcial en
partes del núcleo y, como consecuencia, de mayores niveles sonoros.
El componente principal del ruido se produce generalmente en una frecuencia
que duplica a la frecuencia energética (o sea, 120 Hz para una frecuencia energética
de 60 Hz). La presencia de componentes de alta frecuencia en el espectro de ruido
suele indicar que el núcleo está parcialmente saturado.

MEDICION DEL RUIDO EN TRANSFORMADORES

Los procedimientos normalizados para la medida del sonido emitido por un trans-
formador a través del aire han sido publicados por el American National Standards
35.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80
ca
a...
::l. 70
o
N
~ 60
ca
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o
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z
10
o 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000

Frecuencia en herzios
FIGURA 35.4. Espectro típico en bandas finas de un transformador.

Institute (ANSI) 2 Y por la Internationa/ E/ectrotechnica/ Commission (lEC) 3. Estas


normas indican que el ruido debe medirse con micrófonos situados en un número
concreto de posiciones formando un polígono imaginario. Este polígono que con-
tiene las localizaciones de los micrófonos (1) se sitúa en un plano paralelo al suelo,
(2) se ajusta al contorno formado atando una cuerda tensa alrededor del transfor-
mador. y (3) se encuentra a 0,3 m de la cuerda para todas las posiciones de los mi-
crófonos. La altura de la cuerda desde el suelo es de la mitad de la altura del trans-
formador cuando éste no supera los 2,4 m. Cuando el aparato es más alto, las
medidas deben realizarse a dos alturas, una de ellas a un tercio de la altura del trans-
formador, y la otra a dos tercios. Las normas del ANSI y de la lEC requieren la me-
dida de los niveles de potencia sonora con ponderación A, pero permiten que los
datos sean indicados en bandas de tercio de octava o aún más precisas.
Las normas ANSI y las normas lEC indican que los niveles sonoros del trans-
formador deben ser calculados hallando la media de los niveles obtenidos sobre el
polígono.
Las normas TRI de la NEMA 4 muestran los niveles sonoros de transformadores
de varios tipos (según la forma de refrigeración) y su potencia eléctrica. Estos ni-
veles reflejan el límite superior de sonido de cada transformador en concreto.
El procedimiento de medida de ruido del ANSI y de la lEC puede ser aplicado
a medidas tanto en lugares interiores como al aire libre. Cuando las mediciones se
realizan en interiores. las normas de la lEC permiten al usuario conocer el aumento
del nivel sonoro resultante de las reflexiones sobre las superficies de la habitación
en la que se encuentra el transformador.
RUIDO DE TRANSFORMADORES 35.7

V.,tU.do,", ~ oU R.di.d..

Transformador

IDO
FIGURA 35.5. Disposición habitual de refrigeración (radiadores y ventiladores) en
transformadores con núcleo de tipo medio.

CONTROL DEL RUIDO DE TRANSFORMADORES

El control del ruido de un transformador debería comenzar en la selección de un


modelo de diseño suficientemente silencioso. Su montura sobre aisladores de vibra-
ción, de acuerdo a los métodos señalados en el Capítulo 29, puede reducir en gran
medida la energía vibratoria que se transmite a los soportes de la estructura. Una
cubierta que cubra completamente al transformador, como las descritas en el Ca-
pítulo 40. proporciona un método de control de ruidos muy eficaz. En circunstan-
cias concretas se puede aprovechar la instalación de barreras acústicas en instalacio-
nes exteriores de transformadores, descritas en los Capítulos 3 y 48.
Los transformadores instalados en el interior de edificios suelen ser de tipo seco
(O sea, sin aceite). Cuando se instalan a ras de suelo es habitual colocarlos sobre so-
portes de neopreno (para reducir la propagación del ruido transmitido por la es-
tructura hacia los muros del edificio) y rodearlos con una cubierta (para reducir la
propagación de ruidos a través del aire). Cuando se sitúan a ras de suelo es reco-
mendable una instalación del tipo mostrado en la Figura 35.7. En este caso el trans-
formador se monta sobre aisladores consistentes en una combinación de muelles de
neopreno y acero. Los muelles de acero proporcionan una gran detlexión estática al
transformador y, por lo tanto. en combinación con los soportes de neopreno, son
mucho más eficaces a la hora de prevenir la transmisión de sonidos a través de cuer-
pos sólidos que dichos soportes por separado.
35.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

58 57 56 56
O O O O
56
O

570
O
... Transformador
560 O

0 60
0 60

O O
59 60

FIGURA 35.6. Planta de un transformador de energía refrigerado por medio de va-


rios ventiladores, que muestra cómo varía el nivel sonoro alrededor de su perímetro.

RUIDO DE REACTANCIAS·

Las reactancias de lámparas fluorescentes o de mercurio son aparatos que, por me-
dio de elementos inductivos, capacitivos o resistivos (utilizados por separado o
combinados), limitan la corriente que llega a la lámpara hasta la cantidad precisa
para su funcionamiento correcto. En caso necesario una reactancia puede propor-
cionar también el voltaje y la corriente precisos de encendido, y en lámparas de en-
cendido rápido, un calentamiento catódico de bajo voltaje.
Las reactancias que emplean elementos inductivos emiten ruidos debido a efec-
tos magnetoestrictivos similares de algún modo a los producidos por transforma-
dores. Sin embargo, las reactancias difieren de los transformadores de energía pri-
mordialmente por sus características de emisión de ruidos, ya que su corriente y
forma de onda son poco sinusoidales, y la no linealidad de la lámpara provoca ar-
mónicos de hasta un quincuagésimo orden e incluso mayores. El nivel de presión
sonora de estos armónicos tiende a ser mayor en la zona de 2.000 Hz, o sea, en la re-
gión de máxima sensibilidad del oído humano .

• La mayor parte del contenido de esta sección es una revisión del capítulo 29 del libro Ilandbook o[
Iloisl' colllrol. de A. J. King. 1.' edición. editado por C. M. Harris. McGraw-Hill. Nueva York. 1957.
RUIDO DE TRANSFORMADORES 35.9

Transformador

Soporte de neopreno

Pieza de la estructura

FIGURA 35.7. Instalación recomendada para transformadores de tipo seco utilizan-


do una combinación de un muelle de acero con un soporte de neopreno para aislar las
vibraciones.

Reactancias de fluorescentes

Las reactancias de las lámparas fluorescentes se encuentran situadas a menudo en


su instalación (luminares), y son causa de emisión de ruidos. En la Figura 35.8 apa-
recen sus vías de transmisión del ruido. Los factores que afectan a la emisión de rui-
dos del conjunto formado por la lámpara y la reactancia son la vejez de la lámpara
y la temperatura de la reactancia. Una lámpara cercana al final de su vida útil ge-
neralmente produce un nivel de potencia sonora con ponderación A superior en
unos 2 dB(A) al de una nueva. Del mismo modo, cuando una lámpara se calienta
por encima de su temperatura de funcionamiento, el nivel sonoro aumenta hasta en
4 dB(A). Por tanto. para alcanzar unas condiciones de estabilidad es preciso espe-
rar un período mínimo de calentamiento de 30 minutos antes de proceder a cual-
quier análisis de ruidos. La temperatura de la reactancia misma también afecta al
nivel de potencia sonora hasta en 4 dB(A). aumentando con la temperatura en unos
casos y disminuyendo en otros.
Cuando las reactancias se encuentran situadas en la luminaria. debido a su gran
tamaño, el ruido disminuye lentamente a medida que aumenta la distancia, hasta
una distancia igual a la altura de la habitación. Como se indicó en el Capítulo 4. la
reflexión del sonido de una fuente emisora sobre los suelos y las paredes tiene como
consecuencia que el nivel de presión sonora dentro de una habitación será más uni-
forme que en el exterior.
35.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Flujo de energía en el
circuito magnético

-- ,
- - - - - - - - - - - - - - -- - -,

+
Ruido audible
Acoplamiento mecánico
- - - Acoplamiento magnético
- - - - - - Radiación acústica

FIGURA 35.8. Croquis que muestra las vías de transmisión de vibraciones desde la
reactancia hasta la sujeción de la lámpara fluorescente, desde donde vuelven a ser
emitidas como ruido.

Reactancias situadas en posiciones alejadas. Un medio para lograr que las ins-
talaciones de iluminación fluorescente sean silenciosas en lugares particularmente
sensibles al ruido consiste en colocar la reactancia en una posición alejada de esta
zona, como indica la Figura 35.9. Este método no suele ser habitual debido a su alto
coste, que puede ser reducido conectando tres o cuatro lámparas en paralelo sobre
una única reactancia.

Medidas de ruido de reactancias. El nivel sonoro producido por la instalación de


una lámpara fluorescente concreta en una habitación depende de varios factores,
como la potencia sonora producida por la reactancia, las propiedades acústicas de la
habitación y el tipo de sujeción (luminar). Considerando que las sujeciones están
hechas normalmente con un metal de calibre ligero, éstas suelen actuar como pro-
pagadoras eficaces de ruidos.
Los fabricantes de reactancias proporcionan unos índices de ruido (denomina-
dos A, B, e, etcétera, siendo A la más silenciosa) con el fin de ayudar al usuario a
seleccionar la reactancia ideal para una aplicación determinada. Un ruido de suje-
ción inaudible en una instalación puede ser escuchado en otra. Por ejemplo, en una
iglesia es preciso utilizar una reactancia más silenciosa (o sea, de tipo A) que en una
fábrica, debido al nivel sonoro ambiental superior en esta última.
La lámparas H-I-D precisan de unas reactancias (que funcionan a vatiajes su-
periores por unidad) que emiten normalmente más ruido que las lámparas fluores-
centes. El NEMA 4 ha publicado un método de cálculo de este ruido de instalacio-
nes de iluminación. (Aunque ha sido establecido para el ruido de luminares H-I-D,
RUIDO DE TRANSFORMADORES 35.11

~-----------T--------l

: REACTANCIA I LAMPARA

I
I 1I
I
I
I SUJECION
1
I
I
I
I
I
I REACTANCIA LAMPARA
I
I 1I
I
1
I SUJECION
I
I
I
I
I
I
1 I I
L_CIR~~~ALA~CONTROL_~ _ _ _ AUDITORI~_~
FIGURA 35.9. Circuito operativo para lámparas fluorescentes de encendido rápido
con reactancias situadas en lugares alejados.

también puede ser aplicado a cualquier fuente de ruido de similar frecuencia discre-
ta, como la producida por las instalaciones de iluminación fluorescente).

REFERENCIAS

1. «Bibliography on Transformer Noise», IEEE Transactions on Power Apparatus and Sys-


tems, vol. PAS-87, n.o 2, febrero 1968
2. American National Standards Institute, ANSI, C57: 12.90, Nueva York, 1987.
3. International Electrotechnical Commission, lEC, Publication 551, American National
Standards Institute, Nueva York, 1987.
4. National Electrical Manufacturers Association Standard TRI-1960, Nueva York.
Capítulo 36
RUIDO DE ENGRANAJES

William D. Mark

INTRODUCCION

Un engranaje consiste en una rueda dentada cuyos dientes están dispuestos de


modo que cuando se produce un encaje con los dientes de otra rueda dentada u ob-
jeto fijo se transmite un movimiento. Por lo general, el movimiento se produce
cuando se engranan dos ruedas dentadas montadas sobre ejes, cuyos dientes están
diseñados para conservar un índice de velocidad angular constante para los dos
ejes. Los engranajes pueden variar en tamaño desde fracciones de centímetro hasta
varios metros de diámetro.

TIPOS DE ENGRANAJES 1.2

El acoplamiento entre pares de engranajes puede clasificarse en dos categorías: los


de ejes paralelos y los de ejes no paralelos. Los engranajes cilíndricos de dentadura
recta, los de hélice única, los de hélice doble, o de dientes angulares, poseen ejes pa-
ralelos, mientras que los engranajes cónicos de dientes rectos, los conicohelicoida-
les, los hipoidales y los helicoidales son ejemplos de engranajes con ejes no parale-
los. Generalmente se emplea el término piñón para designar el engranaje más
pequeño de un acoplamiento entre un par de engranajes, mientras que el de mayor
tamaño se denomina marcha.

Engranajes de eje paralelo

Engranajes cilíndricos de dentadura recta. Los engranajes cilíndricos de denta-


dura recta (véase la Figura 36.1a) poseen un círculo dentado rodeando al eje, con

36.1
36.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a) (b) (e) (d)

(e) (f) (9)

FIGURA 36.1. Acoplamiento entre pares de engranajes. (a) Engranajes cilíndricos de


dentadura recta (relativamente ruidosos); (b) engranajes de hélice única (más silen-
ciosos que los anteriores); (e) engranajes de hélice doble o de dientes angulares (mu-
cho más silenciosos que los cilíndricos de dentadura recta); (d) engranajes cónicos de
dientes rectos (relativamente ruidosos); (e) engranajes conicohelicoidales (más silen-
ciosos que los anteriores); (fl engranajes hipoidales; (g) engranajes de tornillo sin fin.
(Ilustraciones cedidas por cortesía de la NASA.)

las superficies dentadas paralelas a él. Cuando este tipo de engranajes se encuentra
en rotación, el número de pares de dientes en acoplamiento simultáneo se alterna
entre uno y dos.
El índice de contacto Q (transversal) entre un par de engranajes de este tipo es
el período medio de tiempo en el que un par de dientes están en contacto simultá-
neo. En un engranaje cilíndrico de dentadura recta normal, el índice de contacto es
de entre 1 y 2. En engranajes cilíndricos comunes de dentadura recta de gran contac-
to, que poseen dientes largos y estrechos, el número de pares de dientes en contacto
simultáneo varía entre 2 y 3. En una aplicación concreta, los engranajes cilíndricos
comunes de dentadura recta de gran contacto suelen provocar menos ruido que los
de menor capacidad de contacto.
Engranajes de hélice única. Contrariamente a los engranajes cilíndricos de den-
tadura recta, los dientes de los engranajes de hélice única se encuentran situados en
un ángulo concreto respecto a la posición del eje. Este ángulo se denomina ángulo
de avance. En la Figura 36.lb aparecen un par de engranajes acoplados por medio
de una hélice única. En cualquier corte plano perpendicular a los engranajes, la ac-
ción geométrica de un par de engranajes de hélice única es idéntica al del engranaje
cilíndrico de dentadura recta. Este corte plano perpendicular a los engranajes en
ejes paralelos se denomina plano transversal.
RUIDO DE ENGRANAJES 36.3

Existen dos índices de contacto relacionados al acoplamiento de dos dientes en


hélice única. El índice Q de contacto transversal es el índice de contacto definido
para engranajes cilíndricos de dentadura recta, basado en la acción geométrica de
engranaje del diente en un plano transversal. El índice Q de contacto axial es el nú-
mero medio de dientes en contacto simultáneo durante un intervalo de tiempo a lo
largo de una línea recta paralela a los ejes del engranaje, en una superficie geomé-
trica imaginaria donde los dientes entrarían en contacto. El índice de contacto axial
de un par de dientes en un engranaje de hélice única es un valor positivo que puede
variar desde algo menos de la unidad hasta 10, o incluso más. En una aplicación
concreta, un engranaje de hélice única emite por lo general una cantidad de ruido
mucho menor a la de uno cilíndrico de dentadura recta.
La fuerza transmitida por el par de dientes actúa primordialmente en sentido
perpendicular a sus superficies. Debido al ángulo de avance, la fuerza total trans-
mitida por todos los dientes de un engranaje de hélice única posee un componente
que actúa en la dirección del eje de engranaje. Esta fuerza axial debe ser contra-
rrestada por un cojinete o anillo de empuje.

Engranajes de hélice doble o de dientes angulares. Cada diente de un engranaje


de hélice doble o de diente angular (Figura 36.1c) se encuentra dividido en su punto
medio en dos partes que tienen ángulos de avance idénticos en valor absoluto, pero
con sentido opuesto. El empuje axial producido por cada una de las mitades del en-
granaje queda contrarrestado por la otra mitad. De este modo no son necesarios co-
jinetes o anillos de empuje. Cuando estas dos mitad~ se encuentran separadas por
un surco, se considera que el engranaje es de doble hélice, mientras que cuando no
existe una línea divisoria entre las dos mitades y éstas se encuentran en un punto
central, como muestra la Figura 36.1c, se trata de un engranaje de diente angular.

Engranajes de eje no paralelo

Los engranajes cónicos transmiten un movimiento de rotación entre ejes no para-


lelos, que llegarían a cruzarse si aumentara su tamaño.
El engranaje cónico de dientes rectos (Figura 36.1d) es un engranaje cónico equi-
valente al cilíndrico de dentadura recta con eje paralelo. El engranaje conicoheli-
caidal (Figura 36.1e) equivale al de hélice única. En una aplicación en concreto un
engranaje helicoidal produce menos ruido que uno cónico de dientes rectos.
Los engranajes hipoidales (Figura 36.11) transmiten el movimiento giratorio en-
tre ejes no paralelos ni cruzados.
Un engranaje de tornillo sin fin (Figura 36.1g) posee la característica distintiva
de que uno de los engranajes del par, el tornillo sin fin, posee uno o varios dientes
envueltos en su totalidad alrededor del eje de engranaje, adquiriendo así la aparien-
cia de un tornillo roscado sin chaflán. El otro engranaje del par se denomina la rue-
da helicoidal.
36.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ensamblajes del engranaje

Uno o varios pares de engranajes pueden ser ensamblados dentro de un bastidor,


que posee tres funciones:
1. Proporcionar soporte a los cojinetes de los ejes, soporte que debe adecuarse a la
posición correcta de dichos cojinetes.
2. Sellar el espacio que rodea los engranajes con el fin de retener el lubricante.
3. Proporcionar una barrera al ruido transmitido por el aire.
Existen numerosas posibilidades de instalación3 de engranajes de una o varias
fases, cuyo empleo vendrá determinado de acuerdo con el objetivo específico de la
instalación del engranaje.

MECANISMOS BASICOS DE GENERACION DEL RUIDO DE


ENGRANAJES

Acción conjunta de un par ideal de engranajes

Por definición, la disposición en forma de dientes conjuntos de un engranaje trans-


mite exactamente una cantidad de velocidad angular constante 4 • Por tanto, si cada
engranaje del par en contacto posee dientes rígidos y equidistantes perfectamente
acoplados. la velocidad angular transmitida a través de sus ejes será exactamente
constante. La vibración producida y el ruido resultante de dicho par de engranajes,
correctamente lubricado con el fin de minimizar la fricción, serán mínimos.

Dientes de perfil evo/vente. El perfil del diente cortado en un plano transversal de


casi todos los engranajes modernos de tipo cilíndrico de dentadura recta y del tipo
de hélice consiste en curvas evolventes s o modificaciones de estas curvas evolven-
tes. Una curva evolvente es la curva generada por el extremo de una cuerda tensada
a medida que va desenrollándose de un cilindro circular recto (Figura 36.2a). Este
cilindro se denomina cilindro base.
Supongamos que la cuerda mencionada anteriormente se desenrolla desde la
base superior del cilindro de la Figura 36.2a y se enrosca en su base inferior. A me-
dida que va desenvolviéndose. un punto fijo en la cuerda (por ejemplo, un nudo)
traza una curva evolvente asociada a la base superior del cilindro, y mientras se va
enroscando en la base inferior. este mismo punto fijo de la cuerda señala la curva
evolvente asociada a la base inferior del cilindro. En la Figura 36.2b aparecen am-
bas curvas evolventes. Permitiendo que estas dos curvas evolventes sean la super-
ficie de rodadura de los dientes del engranaje montados sobre sus respectivas bases
del cilindro. y permitiendo que la cuerda sea la correa de transmisión, que trans-
mitirá una velocidad angular constante. a partir de este argumento geométrico se
llegará a la conclusión de que un par de engranajes en contacto con dientes rígidos,
equidistantes y perfectamente evolventes transmitirá una cantidad exactamente cons-
tante de velocidad angular. Por tanto. la curva evolvente es una forma conjunta de
engranaje, y todos los puntos de contacto situados entre los dientes evolventes de
RUIDO DE ENGRANAJES 36.5

(al (bl

FIGURA 36.2. Los dientes de perfil evolvente transmiten velocidades angulares uni-
formes. (a) La curva evolvente forma parte del itinerario final de la cuerda tensada a
medida que ésta se desenrolla de cada cilindro base. (b) Las cuerdas de cada cilindro
base están unidas entre sí formando la correa de transmisión. En su itinerario el nudo
sigue el perfil evolvente de los dientes del cilindro base superior a medida que va de-
senvolviéndose, trazando asimismo el perfil evolvente del cilindro base inferior en el
que se va envolviendo.

acoplamiento se hallan en un plano, mostrado por la Figura 36.2b, tangente a los


dos cilindros base de los dos engranajes. Este plano se denomina plano de contacto
o plano de acción.
Cuando no existe fricción, la potencia transmitida a un par de dientes engrana-
dos es perpendicular a la superficie de los dientes. El componente de potencia del
plano transversal transmitido por los dientes evolventes señala y coincide por tanto
con la dirección de la línea recta tangente a los dos cilindros base de la Figura 36.2b.
Como consecuencia, en ausencia de rozamiento el componente de potencia en un
plano transversal que se transmite entre un par de engranajes en contacto con dientes
rígidos, equidistantes y perfectamente evolventes, permanecerá siempre en el plano de
contacto y, como consecuencia, será constante tanto en posición como en dirección.
A partir de la determinación de curvas evolventes mostrada en la Figura 36.2a
también se concluye que cuando se altera la distancia entre los ejes de un par de en-
granajes de dientes rígidos en contacto, equidistantes y perfectamente evolventes,
el engranaje continuará transmitiendo una cantidad exactamente constante de ve-
locidad angular. Por tanto, los errores de distancia entre ejes de engranajes en con-
tacto con dientes rígidos, equidistantes y perfectamente evolventes, no afectarán su ca-
pacidad de transmisión de una velocidad angular exactamente constante. Estos
errores pueden ser debidos, por ejemplo, a deformaciones formales de los cojinetes
de soporte y son, por tanto, inevitables. Tanto la cualidad anteriormente descrita de
transmisión constante de potencia por parte de los dientes evolventes como la no
influencia de errores de distancia de separación de ejes en su transmisión de velo-
36.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cidades angulares uniformes son cualidades positivas de cara a la minimización en la


emisión de ruidos. En este capítulo se asume que los perfiles del diente en plano
transversal respecto a su superficie de rodadura son curvas evolventes o variantes
de estas curvas.

Desviaciones en la superficie de rodadura del diente de los engranajes


equidistantes de superficies evolventes

Los dientes y los engranajes reales son de constitución elástica. Por tanto, los dien-
tes equidistantes con superficies de rodadura perfectamente evolvente de estos en-
granajes reales dejan de ser evolventes cuando éstos transmiten una potencia sig-
nificativa. La forma de la superficie de rodadura del diente en un engranaje,
además, contiene normalmente modificaciones intencionadas en la superficie per-
fectamente evolvente, y existen siempre errores de fabricación. Las superficies de
rodadura también se desgastan, y la distribución desigual de temperaturas entre
dientes y elementos de engranaje pueden provocar distorsiones térmicas desiguales
en su superficie. En añadidura, existen errores geométricos en las manguetas (su-
perficies de rodadura de los ejes) y errores de alineación en los cojinetes que pue-
den afectar al engranaje entre dientes de la misma forma que los errores de super-
ficie de rodadura. El efecto conjunto de todas estas distorsiones reales y aparentes en
la superficie de rodadura del diente respecto a las superficies equidistantes perfecta-
mente evolventes da lugar a excesos de vibración provocados por el acoplamiento de
cada par de dientes durante la rotación del engranaje. Este efecto compuesto es la
causa principal de excesos vibratorios provocados por el engranaje entre dientes.
Otras causas de vibración son el desequilibrio dinámico de los piñones y de las
marchas (piezas del engranaje), que contribuye solamente al primer armónico de
rotación de la vibración correspondiente a cada pieza del engranaje, y el rozamien-
to debido al deslizamiento entre los dientes en acoplamiento, que cuando el engra-
naje se encuentra debidamente lubricado produce un componente vibratorio con-
siderado por lo general insignificante en comparación al provocado por las
desviaciones citadas anteriormente de las superficies cargadas de rodadura de dien-
tes sobre las superficies equidistantes perfectamente evolventes.

Error estático de transmisión

La vibración provocada por las desviaciones en la superficie de rodadura anterior-


mente descritas respecto a los dientes cargados en superficies equidistantes perfec-
tamente evolventes se caracteriza por el error estático de transmisión 6.7. El error es-
tático de transmisión está en función de las posiciones de rotación 6(1) y 0(2) de
evolutas semejantes perfectamente rígidas y de piezas reales del engranaje en con-
sideración, donde los exponentes (1) y (2) distinguen las dos piezas del par en en-
granaje (Figura 36.3), y 0(1) Y0(2) se definen en radianes. Rb(l) y Rb (2) representan los
radios del cilindro base de las dos piezas en acoplamiento que muestra la Figura
36.3. Finalmente puede utilizarse una variable única x para denominar las posicio-
RUIDO DE ENGRANAJES 36.7

~ Cilindro base

" /,

Plano de contacto

FIGURA 36.3. Par de engranajes acoplados en eje paralelo.

nes de rotación de los dos engranajes en acoplamiento, donde x queda definida del
modo siguiente:

(36.1 )

que describe la longitud de arco del círculo base asociada a los aumentos de posición
angulares 8(1) y 8(2) del par de dientes en engranaje. El error estático de transmisión
será positivo cuando sea resultado de una reducción de material en las superficies
equidistantes y perfectamente evolventes de los dientes; &8(l) y &8(2) muestran las
desviaciones giratorias de los engranajes (1) y (2), respectivamente, en relación a las
superficies opuestas de acoplamiento, donde los incrementos positivos de &8(1) y
&8(2) coinciden con las direcciones positivas de 8(1) Y8(2) mostrados en la Figura 36.3.
Por tanto, el error estático de transmisión Co(x) se definirá del siguiente modo R:

(36.2)

En la definición anterior de error estático de transmisión se asume que (1) los


engranajes girarán lo suficientemente despacio para que los efectos de inercia sean
insignificantes; (2) el acoplamiento entre engranajes transmitirá una potencia cons-
tante W = W o, tal como aparece en la Figura 36.6, y (3) no se producirán desplaza-
mientos laterales de los ejes debidos a deformaciones en los cojinetes o en sus so-
portes. De este modo, y de acuerdo a la Ecuación (36.2), el error estático de
transmisión describirá la superficie total del plano de contacto durante el acopIa-
miento de dientes bajo carga constante, en relación a las superficies opuestas de
acoplamiento. En conclusión, el error estático de transmisión es un modo de des-
plazamiento o alteración vibratoria (no una fuerza) que fluctúa a medida que van
girando los engranajes. Cuando este error estático de transmisión, como se ha de-
finido anteriormente, se combina con las ecuaciones de movimiento de un sistema
de engranajes, se pueden tener en cuenta de un modo adecuado los efectos de iner-
cia, la potencia W transmitida por un engranaje puede variar con el tiempo, y tanto
los ejes como sus soportes pueden sufrir desplazamientos laterales. Véase la Refe-
36.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

rencia 9 para conocer la explicación de cómo un error estático de transmisión puede


ser empleado para determinar las ecuaciones de movimiento.

Efectos atenuantes de un contacto simultáneo múltiple entre dientes

En un engranaje cilíndrico normal de dentadura recta el número de pares de dien-


tes en contacto simultáneo se va alternando entre uno y dos a medida que se pro-
duce el acoplamiento entre sus elementos. En el caso de un engranaje de hélice pue-
den ser de 10 o incluso de más pares de dientes en contacto simultáneo. El efecto de
este contacto simultáneo múltiple sobre las deformaciones formales de los dientes y
sobre las desviaciones de sus superficies de rodadura respecto a las superficies equi-
distantes perfectamente evolventes consiste en ocasionar desviaciones y deforma-
ciones medias de la totalidad de los dientes en contacto respecto a la de cada uno en
particular lO • Con la excepción de ciertas cIases de errores de ondulación, este igua-
lamiento provoca la atenuación de las consecuencias de los errores de cada diente
en particular, de modo tal que la cantidad fluctuante de errores de transmisión pro-
ducida a medida que van girando los engranajes es por lo general menor que las
desviaciones de cada uno de ellos bajo carga respecto a las superficies equidistantes
perfectamente evolventes. Las características de un error estático de transmisión de
la alteración vibratoria provocada por el acoplamiento de un par de engranajes inclu-
yen los efectos atenuadores anteriormente citados del contacto simultáneo múltiple
entre dientes.
Varios métodos para calcular los efectos atenuadores anteriormente descritos
de contacto simultáneo múltiple entre dientes sobre las desviaciones de cada uno de
ellos en casi todo tipo de disposiciones pueden hallarse en las Referencias 8 a 12,
respecto a engranajes de eje paralelo, y en las Referencias 13 a 16, respecto a en-
granajes cónicos. En la Referencia 9 se podrá encontrar un resumen de las carac-
terísticas principales de la metodología relativa a ejes en paralelo.
Como primera aproximación, en las Referencias 10 y 11 se muestra cómo los
efectos atenuantes del contacto múltiple entre dientes dependen solamente de un
único parámetro de diseño. En lo que respecta a engranajes cilíndricos de denta-
dura recta, este parámetro es el índice Q de contacto transversal, y para los cónicos
es el índice de contacto agregado H, que es el producto QaQ,. , en donde Qa es el ín-
dice de contacto axial. En concreto, en una primera aproximación la amplitud lineal
del error estático de transmisión en engranajes cilíndricos de dentadura rectal I es
proporcional a (7TQt) /, y en engranajes cónicos ll es proporcional con la misma

constante de proporcionalidad a CJ27T 2 QaQtr I como media, donde el factor J'2 es


resultado de una suma incoherente de componentes sinusoidales con fases asumi-
das al azar. Por tanto, y como media, la amplitud lineal de la alteración vibratoria
resultante de un par de engranajes cónicos quedará reducida por un factor

(J'27T 2 Q(/Qt) - I / (7TQt) = (J'27TQ(/) en comparación a la de un par de engranajes entre


dientes rectos con los mismos números de dientes, índice de contacto transversal.
RUIDO DE ENGRANAJES 36.9

carga específica. adelgazamiento de la punta y errores de fabricación. La reducción


vibratoria o de nivel de presión sonora correspondiente será de 20 10gCJ2:rrQa} dB.
Esta regla general (que debería ser considerada solamente como una primera apro-
ximación) es aplicable a todos los elementos de un error estático de transmisión en
la alteración vibratoria, con excepción de: (1) los armónicos de bajo orden de rota-
ción del engranaje ocasionados por errores de espaciadoll y (2) los errores (espe-
cialmente los de ondulación l7 ) debidos a manipulaciones durante su fabricación lK y
que se encuentren parcialmente o completamente «en fase» respecto a los contactos
múltiples entre dientes, de modo que sólo se produzca una acción limitada de ro-
zamiento, o ninguna en absoluto. La siguiente tabla muestra la enorme ventaja que
suponen los engranajes cónicos con fines de reducción acústica respecto a sus engra-
najes equivalentes de dentadura recta:

Indice Qa de contacto axial 2 5 10


13dB 19 dB 27 dB 33dB

Cuando se aplica la regla general 20 10g(.J27TQa} dB en engranajes de doble hé-


lice o de dientes angulares, debería utilizarse el índice Qa de contacto axial sola-
mente para una hélice.
La regla anterior implica que se produce una reducción de 6 dB en la vibración
cada vez que se duplica el índice de contacto axial, lo cual concuerda con los análisis
numéricosl 9 .

Vías de vibración desde el engranaje hasta el bastidor

Por lo general, el ruido de engranaje que se suele escuchar es emitido por el basti-
dor y por la estructura de soporte contenidos por la instalación. La energía vibra-
toria producida por cada acoplamiento de engranajes se transmite al bastidor y al
soporte a través de vías en la estructura que los conectan entre sí. Las vías estruc-
turales más importantes de transmisión de esta energía vibratoria se encuentran
normalmente en los cojinetes entre engranajes y piñones y entre engranajes y mar-
chas, pasando respectivamente a través de las piezas del piñón y de la marcha.
Como se indicará en la siguiente sección, la energía vibratoria producida por un
engranaje en acoplamiento funcionando a velocidad constante se concentra gene-
ralmente en un número limitado o en unas pocas bandas relativamente estrechas de
frecuencias. Por tanto, si estas velocidades son velocidades normales de funciona-
miento, es fundamental que las vías de transmisión estructurales principales entre el
acoplamiento de engranajes y el bastidor no contengan ninguna frecuencia de reso-
nancia comprendida en las bandas antes mencionadas, en las cuales se concentran las
alteraciones vibratorias producidas por los engranajes.
36.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

DESCOMPOS/C/ON ARMON/CA DE ESPECTROS DE EXC/TAC/ON


y RESPUESTA

Razones para el empleo del análisis de frecuencia

El análisis de frecuencia ayuda a comprender las alteraciones vibratorias, las res-


puestas estructurales y el ruido emitido resultante del acoplamiento entre engra-
najes, debido a que:

1. Cuando el eje motriz del engranaje gira a velocidad constante y la potencia


transmitida por cada acoplamiento es nominalmente constante, la alteración
vibratoria resultante de cada par de engranajes y la respuesta estructural y
ruidos emitidos resultantes estarán todos en función del tiempo (excepto en
casos de pares de engranajes que transmitan cargas muy pequeñas o insigni-
ficantes, que provocarán un crujido de engranajes). De la vibración y de la
consiguiente respuesta producida por cada par de engranajes en acoplamien-
to pueden derivarse muchos sonidos armónicos. Sin embargo, como se indi-
cará poco después, la posición y las potencias relativas y absolutas de estos
armónicos pueden ser muy útiles para diagnosticar las causas del ruido de en-
granajes y para facilitar su reducción.
2. Los efectos atenuantes del contacto simultáneo múltiple entre dientes ante-
riormente citados se describen y comprenden más fácilmente dentro del cam-
po de frecuencias.
3. Los efectos de resonancia estructural se describen y comprenden más fácil-
mente dentro del campo de frecuencias.

Grupos de armónicos básicos de espectros de excitación y respuesta

Es preciso emplear una variable independiente determinada por las posiciones de


giro de las piezas del engranaje con el fin de describir los períodos y las frecuencias
fundamentales de los distintos grupos de armónicos de vibración y respuesta pro-
ducidos por el acoplamiento de un par de engranajes. Para este fin se emplea la va-
riable x definida por la Ecuación (36.1). donde (i) = (1) o (2) determina cada pieza
del engranaje de un par en acoplamiento, y W(i) la velocidad angular de giro del en-
granaje (i) en radianes por segundo. y ¡(i) = W(i)/21T su velocidad angular en ciclos
por segundo. Por tanto. ya que S(i) = w(i)t. en donde t es el tiempo medido en segun-
dos. de la Ecuación (36.1). para (i) tanto (1) como (2), se concluye que x puede ser
hallado por medio de

(36.3)
RUIDO DE ENGRANAJES 36.11

donde x = O cuando t = O, Y donde &x y &t son intervalos de x y t respectivamente.


relacionados a la Ecuación (36.3). Por tanto

(36.4 )
1
----------------------------~&x
(circunferencia del cilindro base) X f(i)

En conclusión, si &x es igual a la circunferencia del cilindro base de la pieza de


engranaje (i), el período de tiempo correspondiente &t será l/f(i), que es el período
de rotación de la pieza del engranaje (i), como era de esperar.

Periodo fundamental de vibración. El paso base .:1 se define como la distancia (en
el plano transversal) entre las superficies de rodadura de dientes adyacentes (sin
errores de espaciado) medidas en el cilindro base del engranaje en estudio. De este
modo, el paso base de los engranajes en acoplamiento (1) y (2) que muestra la Fi-
gura 36.3 se definirá del modo siguiente:

(36.5)

donde Rb(l) y Rb(Z) representan los radios del cilindro base de los engranajes (1) y
(2) respectivamente, y N(l) YN Z) el número de dientes. Como conclusión a la Ecua-
ción (36.5), .:1 se define como la distancia entre superficies de rodadura adyacentes
medidas en la variable x definida por la Ecuación (36.1).
Mientras giran los engranajes del tipo que aparece en la Figura 36.3, cada una de
las piezas (1) y (2) vuelve a su posición originaria cuando su ángulo de rotación e(1)
y e(2) realiza una revolución, o sea, cuando su variable x cambia en NI) .:1 o N Z) .:1
unidades respectivamente. A partir de este hecho se concluye que un punto común
en cada superficie de rodadura de los dos dientes en acoplamiento, perteneciente a
cada uno de los engranajes, volverá a coincidir en el mismo par de dientes cuando
el engranaje gire en ángulo tal que la variable independiente x aumente en una dis-
tancia

(36.6)

donde tanto MI como M 2 son números positivos enteros. Cuando MI y M z son nú-
meros positivos enteros más pequeños que cumplen la Ecuación (36.3), la cantidad
definida por la Ecuación (36.6) determina el período fundamental en la variable x
de alteración en la vibración (error estático de transmisión) resultante del par de en-
granajes en acoplamiento lO • Cuando el número de dientes NI) y N 2 ) son números
primos entre sí (no poseen ningún divisor común entero con excepción de la uni-
dad), los números enteros positivos más pequeños MI y M 2 que cumplen la Ecua-
ción (36.6) serán MI = N 2 ), YM 2 = NI).

Armónicos de rotación de las piezas individuales de engranaje. Por lo general la


mayoría de los armónicos asociados al período fundamental, Ecuación (36.6), del
acoplamiento de un par de engranajes no poseen una potencia significativa en el
36.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cálculo de ruido y en los espectros de vibración. No obstante, los grupos de armó-


nicos de rotación de cada pieza individual del engranaje sí muestran una potencia
importante. Los períodos fundamentales de la variable x, Ecuación (36.1), de los ar-
mónicos de rotación de las piezas de engranaje (1) y (2) son 10 1) d Y102 ) d respec-
tivamente, donde 101) y 10 2 ) representan cada uno el número de dientes de las pie-
zas de engranaje (1) y (2) Yd el paso base. Estos períodos representan simplemente
los períodos de rotación de las dos piezas de engranaje. Cuando MI y M 2 son nú-
meros positivos enteros menores que cumplen la Ecuación (36.6), las frecuencias
fundamentales de rotación de las piezas de engranaje (1) Y(2) son los armónicos de
orden MI y M 2 respectivamente de la frecuencia fundamental del par en acopIa-
miento respecto al período, Ecuación (36.6).
El contacto entre los dientes de acoplamiento del engranaje del diseño evolven-
te nominal se efectúa a lo largo de líneas rectas sobre las superficies de rodadura del
diente. En engranajes de dentadura recta, estas líneas de contactos son paralelas a
los ejes del engranaje, mientras que en los cónicos, las líneas de contacto se encuen-
tran ladeadas respecto a los ejes, como muestra la Figura 36.4. A medida que van gi-
rando los engranajes, estas líneas de contacto van resbalando a lo largo de la super-
ficie de rodadura del diente, manteniendo siempre el mismo ángulo respecto a los
ejes. Los itinerarios de los extremos finales de la línea de contacto en movimiento
delimitan el área de contacto del diente del par de engranajes en acoplamiento,
como aparece en la Figura 36.4.
La carga soportada por el par de engranajes en acoplamiento, los adelgazamien-
tos de la punta, la base y los extremos, y los errores reales y aparentes de fabricación
de cada una de las dos superficies en contacto contribuyen al establecimiento de
una zona de contacto entre dos dientes en acoplamiento. Cuando las diferencias en-
tre las superficies de rodadura de los distintos dientes de la misma pieza de engra-
naje (producidas por errores de fabricación, incluyendo fallos de espaciado entre
dientes) sean pequeñas en comparación a las deformaciones formales del diente, las
variaciones en las zonas de contacto entre un par de dientes en engranaje serán nor-
malmente pequeñas. Por tanto. a medida que aumenta la potencia de engranaje,
este tipo de variaciones suele disminuir. Cuando estas variaciones de zona de con-
tacto entre pares de dientes sean insignificantes, los únicos armónicos de importan-
cia producidos por la vibración de un par de dientes en acoplamiento serán los gru-

Linea de contacto

_____ - - Area de contacto

FIGURA 36.4. Línea y área de contacto de la superficie de rodadura de un diente de


engranaje de la hélice. Con la rotación del par de engranajes, la línea de contacto va
resbalando a lo largo de la superficie de rodadura del diente. Los extremos finales de
la línea de contacto delimitan el área de contacto de la superficie de rodadura.
RUIDO DE ENGRANAJES 36.13

pos de armónicos asociados a los períodos de rotación NI) a y N(2) a fundamentales


en la variable x de cada una de las dos piezas del engranaje. Los restantes armónicos
asociados al período fundamental, Ecuación (36.6), del par de engranajes serán en
estos casos insignificantes. Pequeñas variaciones en las áreas de contacto entre
dientes producirán solamente efectos secundarios sobre la fuente principal de alte-
raciones vibratorias, el error estático de transmisión Ih.

Armónicos del par de dientes del engranaje en acoplamiento. Otro grupo de ar-
mónicos asociado al par de dientes acoplados es el grupo de armónicos del engranaje
de dientes con el período fundamental a en la variable x, Ecuación (36.1), que es el
período, Ecuación (36.5), asociado al espaciado entre dientes adyacentes. La fre-
cuencia fundamental del par de dientes del engranaje en acoplamiento es el armó-
nico de rotación número NI) del engranaje (1), y el número N 2 ) del engranaje (2)
del par. Además, de la Ecuación (36.6) se concluye que la frecuencia fundamental
del par de dientes del engranaje en acoplamiento es el número armónico MINI) =
M 2N 2 ) de la frecuencia fundamental global del par de engranajes con el período
ofrecido por la Ecuación (36.6) cuando MI y M 2 son los números enteros menores
que cumplen esta relación.
Cuando los errores de fabricación de las superficies de rodadura de los dientes
(incluyendo los errores de espaciamiento entre dientes) son pequeños en compa-
ración con las deformaciones de forma de los dientes y de los adelgazamientos de la
punta, la base y los extremos, y cuando los errores del eje de ruedas son insignifi-
cantes, los armónicos mayores de vibración y las respuestas producidas por el en-
granaje serán los armónicos de engranaje de dientes con el período fundamental a
en la variable x, siempre que el par en acoplamiento transmita una carga constante
en una velocidad de rotación fija. Cuando las superficies de rodadura de los dientes
están exactamente espaciadas y son idénticas en cada uno de los dientes del par de
engranaje, los únicos armónicos significativos lO de vibración de error estático de
transmisión y de respuesta son los armónicos del engranaje de dientes, siempre que
los ejes de ruedas sean perfectos (sin excentricidades del eje de ruedas y de la base
del cilindro), la rigidez de cada diente del par sea la misma, y los engranajes trans-
mitan una carga suficiente para el mantenimiento de un buen contacto entre dientes
durante el giro. Sin embargo, las características de la superficie de rodadura y de ri-
gidez del piñón pueden diferir de las del engranaje con el cual vaya a acoplarse.

Armónicos de rotación y otros diversos causados por e"ores de fabricación. Se


puede obtener un análisis informativo útil dividiendo el espectro de vibración del
error estático de transmisión en (1) armónicos de engranaje entre los dientes del par
en acoplamiento, (2) armónicos restantes de giro de cada una de las piezas del par
en acoplamiento, y (3) demás armónicos asociados al período fundamental. Ecua-
ción (36.6). del par en acoplamiento. Cuando las características de rigidez de cada
uno de los dientes del par en acoplamiento sean las mismas, como se ha descrito an-
teriormente. las deformaciones de los dientes contribuirán a aumentar significati-
vamente solamente los armónicos de engranaje de dientes de la alteración vibratoria
del error estático de transmisión. Es más, la desviación media de las superficies de
rodadura de los dientes de cada pieza del engranaje respecto a la superficie equi-
distante perfectamente evolvente contribuirá también en gran medida al aumento
36.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

solamente de los armónicos de engranaje de dientes del error de transmisión, mien-


tras que las desviaciones de la superficie de rodadura de cada diente de la pieza del
engranaje respecto a la media de superficie de rodadura de esa pieza contribuirán
en forma importante a los restantes armónicos de rotación del error de transmisión
que contribuyen desde el engranaje, y, en menor medida, a través de las variaciones
en zona de contacto, a los restantes armónicos asociados con el período fundamen-
tal, Ecuación (36.6), del par en engranaje, sin recibir una aportación relevante a los
armónicos del engranaje de dientes. Los errores de espaciamiento entre dientes
concretos no aportan una contribución especial a los armónicos del engranaje. Por
desviación media de las superficies de rodadura de los dientes en una pieza del en-
granaje se entiende la desviación media de esa pieza a partir de una superficie evol-
vente perfecta, donde esta media se determinará calculando la media aritmética de
todos los dientes de cada pieza del engranaje a partir de las superficies de rodadura
individuales. Por tanto, las modificaciones intencionadas en la superficie de roda-
dura, como las efectuadas en la punta, la base y el adelgazamiento lateral, contri-
buyen de modo importante solamente a los armónicos de engranaje entre dientes
de la vibración. Ya que normalmente se trata de que las superficies de rodadura de
todos los dientes de un mismo engranaje sean idénticas, la influencia de la geometría
de la superficie de rodadura de los dientes respecto a los armónicos de giro y de otro
tipo (excluyendo los de acoplamiento entre dientes) de la vibración en el error de
transmisión vendrá provocada normalmente por errores de fabricación. Los errores
de espaciamiento entre dientes suelen ser uno de los más comunes fallos de fabri-
cación. En la Referencia 20 se puede encontrar la confirmación experimentada del
hecho de que los errores de fabricación son la causa principal de los armónicos de
rotación (excluyendo los de acoplamiento entre dientes) del espectro de error es-
tático de transmisión de una pieza del engranaje.
Aportaciones armónicas rotacionales incompletas. En la Figura 36.5 aparece el
espectro de error estático de transmisión de un par de engranajes en acoplamiento.
incluyendo los armónicos del engranaje entre dientes y los armónicos de rotación de
solamente una de las piezas del engranaje. Un análisis detallado 11 de las consecuen-
cias de los fallos de fabricación sobre el error estático de transmisión ha llegado a la
conclusión de que la única aportación significativa de la vibración de error estático
de transmisión a los primeros armónicos pequeños de rotación de un engranaje es de-
bida al componente erróneo "puro» de espaciado entre dientes ocasionado por los
errores de fabricación.
Aportaciones armónicas rotacionales próximas alas armónicos del engranaje en-
tre dientes. Las pequeñas primeras aportaciones de armónicos rotacionales de un
engranaje descritas anteriormente suelen ser potentes, como también lo son las par-
tes del mismo grupo de armónicos de rotación cercanas a los armónicos del engra-
naje. tal como aparece en la Figura 36.5. Estos armónicos de rotación situados en las
proximidades de los armónicos del engranaje se suelen denominar bandas laterales
de los armónicos de engranaje. Sin embargo, en los casos en que los engranajes
transmiten una carga constante a la misma velocidad, estas así llamadas bandas la-
terales son debidas a errores de fabricación en la superficie de rodadura del diente.
así como a imperfecciones del eje de ruedas. como se ha descrito antes, y pueden ser
previstas 8-11.21 formando una transformación Fourier discreta 22, respecto al nú-
mero de dientes, de los errores elementales sobre la superficie de rodadura de cada
RUIDO DE ENGRANAJES 36.15

A
B
.....--..- e
~ .....--..-
D
A

-e -e

I I I I I --.
012 . . . 2N'"
Número racional armónico de los elementos del engranaje (il

FIGURA 36.5. Esquema del espectro de error de transmisión estática que muestra el
origen de varios tipos de sonidos armónicos. Aparecen los armónicos (A) del engra-
naje del par de dientes, así como los armónicos de rotación (B, C, D) de cada uno de
los elementos del par en engranaje (11. No aparecen los demás armónicos asociados
a la fase esencial [Ecuación (36.6)) del par en engranaje. El número de dientes del ele-
mento en engranaje (11 y de la rueda de tornillo sin fin del plato porta pieza giratorio
son N")v N_ respectivamente. los armónicos (A) del engranaje de dientes son debi-
dos a deformaciones y a desviaciones de la superficie de rodadura media a partir de
la superficie evolvente perfecta. los armónicos de baja frecuencia (B) durante el giro
son ocasionados por errores de fabricación en el espaciado entre dientes. los armó-
nicos «laterales» (C) durante el giro se producen debido a todo tipo de errores de fa-
bricación distintos al espaciada entre dientes. El armónico ondulante (D) es debido a
las imperfecciones del sistema impulsor de la rueda helicoidal del engranaje del tor-
nillo sin fin en el plato porta pieza giratorio.

diente en particular, y a continuación multiplicando los espectros discretos resultan-


tes por las funciones de transferencia de acoplamiento, que representan los efectos
atenuadores sobre los errores del contacto simultáneo múltiple entre dientes. Por
tanto, estas bandas laterales surgen a partir de la naturaleza discreta de los dientes
del engranaje y del hecho de que sean circulares. Los armónicos potentes de rota-
ción próximos a los armónicos del engranaje entre dientes son debidos a errores de
fabricación de los dientes y a imperfecciones del eje de ruedas (incluyendo excen-
tricidades del eje en el cilindro base), y son una consecuencia del comportamiento
periódico de la transformación Fourier discreta, la cual, en esta aplicación, posee un
período de número armónico rotacional igual al número de dientes de la pieza del
engranajelO.1l.21. Como resultado de esta periodicidad en número armónico, los ar-
mónicos potentes de rotación incompleta causados por errores de fabricación
muestran de nuevo en el espectro de error estático de transmisión unos armónicos
de rotación tan potentes en las cercanías de los armónicos de engranaje como los
que aparecen en la Figura 36.5. Las aportaciones de armónicos de rotación (de ban-
das laterales) a partir de las modulaciones de frecuencia o de fase asociadas a las
fluctuaciones en velocidad debidas a los errores de transmisión son normalmente
36.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

pequeñas en comparación a las aportaciones atribuidas directamente a errores de


fabricación 8 .

Armónicos causados por los efectos de vibración paramétrica y por el caos. A


medida que se produce el giro del engranaje, las variaciones temporales en su rigi-
dez total debidas a cambios periódicos en el número de dientes que se encuentran
simultáneamente en contacto pueden provocar, en teoría, un comportamiento ines-
table en ciertos índices de rotación del engranaje en relación a las frecuencias na-
turales de la instalación. Estas frecuencias naturales problemáticas se producen
aproximadamente a 0,5, 1, 1,5,2,2,5 ... veces la frecuencia fundamental del engra-
naje entre dientes 23 . Por tanto, la aparición de armónicos potentes de tipo medio res-
pecto a la frecuencia fundamental del engranaje de dientes en los espectros de res-
puesta de la instalación podría ser una indicación de este tipo de conducta inestable.
Este comportamiento ha sido observado en engranajes de dentadura recta 7 , pero es
de importancia solamente en instalaciones ligeramente amortiguadas, y probable-
mente carece de importancia en el caso de engranajes cónicos.
Cuando un engranaje de dentadura recta transmite potencias muy pequeñas o
prácticamente insignificantes, se puede perder intermitentemente el contacto entre
los dientes, causando una fuerte tendencia no lineal en la rigidez del engranaje que
podría provocar sacudidas24 . El movimiento vibratorio resultante de las piezas del
engranaje puede en estos casos no ser periódico, mientras que el espectro de fre-
cuencia de este mismo movimiento puede ser continuo. Este comportamiento se de-
nomina caoi 5 •
En la Tabla 36.1 aparece un resumen de los distintos tipos de armónicos descri-
tos en esta sección. junto con sus causas principales e información relevante. En esta
información se presupone que las fluctuaciones en la carga total transmitida por las
piezas del engranaje son mínimas. así como los cambios de velocidad rotatoria de
las piezas del engranaje (diversos a los cambios mínimos causados por el error es-
tático de transmisión. que son tenidos en cuenta). Estos mismos supuestos son apli-
cables al tema sobre los orígenes de la vibración tratado en la sección siguiente.

CAUSAS PRINCIPALES DE DISTINTOS TIPOS DE VIBRACION y


GRUPOS ARMONICOS DE RESPUESTA

Armónicos de engranaje entre dientes

Las deformaciones en los dientes y las desviaciones respecto a las superficies equi-
distantes perfectamente evolventes que se producen en superficies de rodadura me-
dias sin carga se combinan para producir la desviación de la superficie de rodadura
cargada media. principal causa de sonidos armónicos en el engranaje entre dientes.

Deformaciones en los dientes. Con una carga moderadamente alta, la deforma-


ción máxima de los dientes es de unos 25 micrometros (1.000 jJ..in). en donde 1 mi-
crometro = 10 - 16 m.
RUIDO DE ENGRANAJES 36.17

Perfil del diente y principales modificaciones. A medida que el par de engranajes


va girando, los dientes evolventes no modificados tienden a interferir entre sí en el
punto inicial de contacto debido a las deformaciones de los dientes ya engranados.
Estas interferencias provocan un trasvase muy abrupto de carga a los dientes que
entran en contacto, y un exceso de ruido de acoplamiento (y desgaste de dientes)
como resultado. En añadidura, los errores de espaciado entre dientes pueden oca-
sionar más interferencias al inicio del contacto. En engranajes cilíndricos de denta-
dura recta y en los cónicos de dientes rectos, se debe realizar un perfil de adelga-
zamiento de la punta, o una combinación entre adelgazamiento de la punta y de la
base, con el fin de prevenir estas interferencias. En engranajes de hélice y conico-
helicoidales se emplea una combinación entre un adelgazamiento de la punta (o de
la punta y la base) y de los extremos para prevenir interferencias. Cuando no exis-
ten errores de fabricación, en el eje de ruedas o en la alineación, es posible en prin-
cipio compensar con exactitud las deformaciones formales realizando modificacio-
nes en la superficie de rodadura para cada potencia prescrita transmitida por el
acoplamiento de engranajes6 .7.26 . En engranajes bastante cargados, la cantidad má-
xima de modificación es de unos 25 micrometros (1.000 ¡.Lin) o poco más.

E"ores defabricación. La desviación respecto a la superficie de rodadura media


de los dientes de una pieza de engranaje en una superficie perfectamente evolvente
puede ser distinta a la modificación deseada de esta superficie (por ejemplo, el adel-
gazamiento pretendido en la punta, la base o el extremo). La diferencia entre la su-
perficie real y la deseada contribuirá a la cantidad emitida de armónicos de engra-
naje.

Desgaste de dientes. Los dientes del engranaje pueden sufrir desgastes, particular-
mente cuando se emplean aceros relativamente ligeros con grandes cantidades de
carga, que modifican la superficie media de rodadura de los dientes. Debido al des-
gaste se puede producir una reducción importante de material, lo cual puede pro-
vocar cambios significativos en los niveles de sonidos armónicos del engranaje de
dientes.

Defectos de alineación en los cojinetes. Cuando los cojinetes situados en los dos
extremos del piñón y del eje de marchas no se encuentran debidamente situados, és-
tos no serán paralelos. La proyección de esta cIase de defecto de alineación sobre el
plano de contacto (Figura 36.3) es de particular importancia. y su componente de
desajuste será equivalente al error del ángulo del piñón o en el ángulo de avance del
diente. La cantidad de este desajuste previsto en la región de contacto entre dientes
(axial) debería mantenerse en una fracción pequeña prevista de deformación má-
xima de dientes. En los engranajes cilíndricos de dentadura recta y en los de hélice,
cuando los desajustes superen esta cantidad, los dientes de un extremo del eje de
engranaje soportarán una carga mayor que los del otro extremo. y la cantidad mo-
dificada en la punta no será correcta en ninguno de los extremos, lo cual provocará
por lo general un aumento de vibraciones armónicas y de niveles de respuesta en el
engranaje. Si la cantidad de este componente de desajuste supera al doble de la de-
formación máxima prevista en los dientes. puede producirse una pérdida total de
contacto entre dientes en uno de los extremos de los ejes del engranaje. lo cual en
w
!'»
...
00

TABLA 36.1. Tipos diversos de orígenes y de sonidos armónicos provocados por causa de acoplamientos entre pares de
engranajes, listados en orden aproximado de importancia, causas principales y soluciones s::
l>
Z
Armónicos Ca ..... principales Observadones Soluciones e
l>
r-
Armónicos producidos durante el las deformaciones en la forma de los La magnitud de los armónicos Con carga constante modificar los om
engranaje del par de dientes dientes y en la superficie de rodadura provocados por el desajuste del error dientes de modo que queden
provocan alteraciones en la superficie de transmisión estática (STE) en el compensadas las deformaciones··',26.
s::m
evolvente (extremo, base y resalto engranaje de dientes depende de la Aumentar asimismo la zona de O
final) y desgastes. carga, no de la velocidad contacto axial en la hélice del 6
l>
engranaje (más eficaz), o utilizar CJ)

engranajes cilíndricos de dentadura l>


recta con un alto grado de contacto
n
eCJ)
(menos eficaz). -l
Armónicos producidos por la rotación Pueden ser ocasionados por una gran En una primera aproximación su aporte Mejorar la exactitud de fabricación;
n
l>
CJ)
de piezas del engranaje cercanos a los variedad de errores de fabricación, en al desajuste del STE depende tanto de controlar los errores acumulados de
armónicos del engranaje entre los particular por la acumulación de la carga como de la velocidad espaciado entre dientes; realizar una -<
n
dientes (llamados laterales) errores de espaciado entre dientes, rectificación con muela abrasiva de los o
además de sus diferentes grados de dientes; aumentar la superficie axial de z
-l
desgaste. contacto de los engranajes ::lJ
helicoidales, o emplear engranajes or-
cilíndricos de dentadura recta con un o
alto grado de contacto m
r-
::lJ
Primer armónico producido por la Errores acumulados de fabricación en el La magnitud del componente de Si depende de la velocidad, equilibrar el e
rotación de una pieza del engranaje espaciado entre dientes, desequilibrio dinámico aumenta con la engranaje; en caso contrario, reducir el 6
excentricidades del eje de ruedas y del velocidad. La cantidad acumulada de componente sinusoidal fundamental
o
cilindro base, y desequilibrios errores en el espaciado entre dientes y de los errores acumulados de
dinámicos del engranaje las excentricidades del eje de ruedas y espaciado entre dientes y de
del cilindro base contribuyen al excentricidades del eje de ruedas y del
desajuste del STE independientemente cilindro base
de la velocidad. La potencia de estos
tres componentes es independiente de
la carga

~
Primeros pequeilos armónicos Errores acumulados tanto de fabricación La potencia de contribución al desgaste Reducir el error acumulado de
producidos por la rotación de una en el espaciado entre dientes como de del STE es independiente tanto de la fabricación en el espaciado entre
pieza del engranaje. Véase la entrada desgaste de engranajes. Véase la velocidad como de la carga. Véase la dientes. Véase la entrada anterior
anterior entrada anterior entrada anterior

N úmero armónico de rotación igual al Imperfecciones en el plato portapieza Las ondulaciones de muy pequeila Reducir. eliminar o compensar las
número de dientes de la rueda giratorio de las máquinas generatrices amplitud sobre las superficies de imperfecciones existentes en el plato
helicoidal del plato portapieza de de tallado y rectificación con muela rodadura del engranaje pueden portapieza giratorio del engranaje.
impulsión abrasiva con que se fabrica el provocar un aumento significativo del Realizar un rectificado. por ejemplo
engranaje STE. La potencia de desajuste de STE por fricción. que elimine las
es independiente de la velocidad y de ondulaciones
la carga

Frecuencia de armónicos de tipo medio _Excitación paramétrica. debida a Los armónicos de excitación paramétrica Aumentar la amortiguación en la
en el engranaje de los dientes variaciones paramétricas de rigidez de tipo medio se pueden observar con instalación. Alterar la posición de las
total en la frecuencia de engranaje de toda probabilidad en sistemas de frecuencias resonantes de la :o
dientes. (También puede ser causada engranaje cilíndricos de dentadura instalación o el número de dientes de e
por errores de fabricación o desgastes recta ligeramente amortiguados con las piezas de engranaje. Reemplazar el eo
sufridos en dientes alternos.) frecuencias resonantes situadas en los engranaje cilíndrico de dentadura
armónicos de tipo medio observados recta por uno de hélice
o
m
m
Armónicos de frecuenoia fundamental Variaciones producidas entre distintos De gran importancia solamente en Reducir los errores de fabricación. Z
el
del par de engranajes en períodos de pares de dientes acoplados en la zona engranajes posiblemente de baja Realizar una operación de rectificado :o
tiempo, ecuación (36.6), donde MI y de contacto de las superficies de calidad con errores de fabricación de dientes más precisa. por ejemplo >
Z
M, son números primos entre sí (en rodadura del diente importantes sobre las superficies de con muela abrasiva
otros armónicos diferentes a los de rodadura del diente. Existen más
~
m
acoplamiento de dientes en el par de posibilidades de observarlos en en
engranajes o a los de rotación de las engranajes con poca carga que en los
piezas del engranaje) que tienen carga mayor

Espectro continuo Golpeteo de engranajes Se da solamente cuando los pares de Mantener la carga mínima transmitida
engranajes cargan con un peso ligero o por el engranaje; reducir la holgura;
insignificante mejorar la lubricación entre los dientes

w
~
.....
CO
36.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

el caso de un engranaje de hélice provocaría que el valor operativo del índice Q de


contacto axial fuera inferior al valor previsto. Esta reducción en el índice de contac-
to axial puede ocasionar un aumento adicional del nivel de armónicos de engranaje
y de rotación entre dientes, resultado de la disminución de efectos atenuantes de
contacto simultáneo múltiple entre dientes, descrito con anterioridad en este capí-
tulo.
Un desgaste desigual en los cojinetes de los dos extremos del eje provocaría los
mismos defectos de alineación, también debidos a desigualdades en la rigidez de los
cojinetes de soporte de los dos extremos del eje.

Deformaciones en el cuerpo del piñón. En un engranaje de hélice ancha, las de-


formaciones de torsión, curvatura y cizallamiento pueden constituir una parte im-
portante de las deformaciones del diente 17 • Los efectos de tales deformaciones so-
bre los armónicos del engranaje entre dientes son similares a los producidos por los
defectos de alineación de los cojinetes. Las correcciones de ángulo de avance local
en los dientes del piñón se realizan por lo general con el fin de compensar las de-
formaciones en el cuerpo del piñón, bajo unas condiciones de carga concretas.

Retención de aire y aceite. En engranajes cilíndricos de dentadura recta y de hé-


lice, el aire atrapado durante el acoplamiento puede alcanzar velocidades sónicas o
casi sónicas cuando es expulsado fuera de los dientes en contacto. Cuando este aire
alcanza velocidades sónicas, puede ser causa predominante de ruidos en el engra-
naje 27 • Un aumento en la holguraS y en el espacio libre de la base del diente puede
mejorar la expulsión del aceite retenido.

Fricción. Las vibraciones provocadas por el rozamiento entre dos dientes desli-
zándose entre sí se supone por lo general menor a la provocada en los armónicos del
error estático de transmisión causados por el engranaje entre dientes debido a los
motivos anteriormente citados

Armónicos de rotación en las piezas del engranaje

Con la excepción de las vibraciones en los armónicos de rotación de bajo orden de-
bidas a desequilibrios dinámicos en una pieza del engranaje, y de los efectos de la
vibración paramétrica y del golpeteo de engranajes mencionados en la Tabla 36.1,
las principales causas de armónicos de rotación en la vibración (distintas a los ar-
mónicos de engranaje entre dientes) se producen por desviaciones geométricas rea-
les o aparentes de las superficies de rodadura de cada diente concreto de la pieza de
engranaje respecto a la media de la de todos los dientes en conjunto, o sea, de las
diferencias geométricas entre las superficies de rodadura de los dientes considera-
dos individualmente. Las demás causas de vibración pueden ser importantes o in-
cluso dominantes en engranajes de calidad media o inferior a la media. Cada des-
viación geométrica de las superficies de rodadura del diente respecto a la media
provocará un aumento de armónicos de rotación del engranaje. Más adelante se
describen algunas de las causas más importantes de estos armónicos.

--
RUIDO DE ENGRANAJES 36.21

Desequilibrios. Una pieza desequilibrada del engranaje emitirá vibraciones sinu-


soidales en la frecuencia de rotación de la pieza del engranaje. La amplitud de esta
vibración será proporcional al cuadrado de la velocidad de rotación.

Errores de espaciado entre dientes. La medida de errores de espaciado entre dien-


tes referida a ruidos de engranajes es el error acumulado de espaciado entre dientes
18,28,29, que mide los defectos a lo largo del círculo base en la posición absoluta de su-
perficie de rodadura de cada diente del engranaje respecto a la posición de cada
diente de referencia. Unos errores acumulados máximos en el espaciado entre dien-
tes del orden de la máxima deformación formal, o mayores, pueden producir im-
portantes componentes armónicos vibratorios de rotación en relación a los com-
ponentes armónicos de engranaje entre dientes. Los errores de espaciado suelen
contribuir sobre todo al aumento de la cantidad de armónicos de rotación de bajo
orden y de armónicos producidos en las cercanías de los de engranaje.
Excentricidades del eje de ruedas y del cilindro base. Cuando el eje de ruedas es
perfectamente circular, éste controla el eje de rotación del engranaje. El eje del ci-
lindro base controla la situación de los dientes. La excentricidad del eje de ruedas y
del cilindro base es la distancia entre las posiciones de estos dos ejes medida en un pla-
no perpendicular. Cualquier excentricidad de este tipo produce un componente si-
nusoidal de errores acumulados en el espaciado entre dientes sufrido por la acción
de engranaje entre los mismos, donde el período sinusoidal es de una revolución de
la pieza de engranaje. La amplitud entre las cotas máximas de esta vibración sinu-
soidal de errores de espaciado entre dientes duplica a la excentricidad
Descentramiento del eje de ruedas. Cuando el eje de ruedas no forma un
círculo perfecto, el eje del cilindro base puede controlar sin embargo la posición de
los dientes todavía. En un eje de ruedas no circular, trazar un círculo cuyo centro
esté situado en el centro del círculo base tangente al punto más alejado del eje, y
otro círculo con el mismo centro tangente a su punto más interno. Si el espesor mí-
nimo de la capa de aceite situada entre el eje de ruedas y los cojinetes no cambia con
la posición de rotación del eje, la diferencia en los radios de estos dos círculos será
la vibración entre las cotas máximas, acumulada a los errores de espaciado entre
dientes causados por el descentramiento del eje de ruedas y por la excentricidad
del eje en el cilindro base. Si el eje es perfectamente circular, la diferencia ante-
riormente descrita entre los radios duplicará a la excentricidad del eje en el cilin-
dro base.

Variaciones en la circunferencia del ángulo de la hélice. Otra causa de armónicos


de rotación de error estático de transmisión son las pequeñas variaciones produci-
das entre los dientes en el ángulo de la hélice de un engranaje. Por lo general estas
variaciones en el ángulo contribuyen, primordialmente, a aumentar los armónicos
de rotación en las cercanías de los armónicos de engranaje 11. Las variaciones de án-
gulo de hélice que provocan un cambio de posición de las puntas del diente en can-
tidades comparables a las deformaciones máximas de los dientes pueden causar un
aumento de los armónicos de rotación del engranaje de hélices, del mismo orden de
magnitud que los armónicos de engranaje entre dientes.
Diferencial axial en la excentricidad del eje de ruedas y del cilindro base. Una
marcha o un piñón poseen un eje en cada extremo. Supongamos en principio que

-
36.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

los ejes de cada uno de los extremos son perfectamente circulares. Supongamos
además que los ejes del cilindro base y de los ejes de las ruedas de cada extremo son
excéntricos. Conectemos los ejes de ruedas de los extremos con una línea recta. Si
las magnitudes de las excentricidades de cada uno de los extremos de la pieza de en-
granaje son las mismas, y si la dirección de los ejes de ruedas del eje del cilindro base
en cada extremo son también las mismas, la línea recta que conecta los ejes de las
ruedas será paralela a los del cilindro base. En este caso especial las excentricidades
del eje de ruedas y del cilindro base provocarán errores puros en el espaciado entre
dientes debido a la acción de engranaje, como se ha explicado anteriormente. Sin
embargo, la línea recta que conecta los ejes de las ruedas no será por lo general pa-
ralela al eje del cilindro base. La medida en que estas dos líneas rectas se separan de
las líneas paralelas provocará una variación sinusoidal en el ángulo de avance de los
dientes de la pieza de engranaje debida a esta acción de acoplamiento entre los
dientes, en la que el período sinusoidal será de una revolución de la pieza de engra-
naje. Con el fin de minimizar la vibración producida por los armónicos en rotación,
debería mantenerse al mínimo este componente de alejamiento de estas dos líneas
rectas respecto a las líneas paralelas.
Diferencia axial en ejes descentrados de ruedas. Cuando los ejes de ruedas de
los dos extremos del eje de engranaje no son circulares, y cuando sus formas exactas
y/o sus orientaciones relativas no son idénticas, sus formas distintas y/u orientacio-
nes relativas entre sí y respecto al eje del cilindro base contribuirán también en este
caso a una variación en el ángulo de avance entre los dientes del engranaje. Sin em-
bargo, en este ejemplo con ejes de ruedas no circulares, la variación en el ángulo de
avance respecto a la posición de rotación del engranaje ya no será sinusoidal, pero
sí periódica, siendo el período de una revolución de la pieza de engranaje.

Desgaste desigual de los dientes. Cuando la carga transportada por un acopIa-


miento de engranajes varía periódicamente con un período igual al de rotación del
piñón y de la marcha del engranaje, o de uno de sus armónicos, el mismo punto en
algún diente transportará siempre una carga mayor a la media, mientras que cual-
quier otro de un diente diferente transportará siempre una carga menor a la media.
Cuando se dan estos casos se pueden producir desgastes desiguales sistemáticos en-
tre los dientes. Las diferencias resultantes en la superficie de rodadura de los dien-
tes debido al desgaste generarán vibraciones armónicas de rotación producidas por
el engranaje entre dientes. Este tipo de desgaste desigual puede ser provocado por
las vibraciones resonantes de las piezas del engranaje.

Errores causados por el empleo de herramientas. Cuando se producen desgastes


importantes en la herramienta de tallado de los dientes de engranaje durante la fase
de fabricación de una pieza que pueden dar lugar a diferencias geométricas en sus
superficies de rodadura, estas diferencias contribuirán a aumentar el componente
armónico de vibraciones de rotación.

Errores de ondulaci6n. Los errores de ondulación son errores periódicos de fabri-


cación que se extienden por lo general en la superficie completa de rodadura de los
dientes del engranaje. Cuando estos errores son causados por operaciones de cor-
tado o de rectificación con muela abrasiva que imitan la acción de engranaje de los
RUIDO DE ENGRANAJES 36.23

dientes (llamadas operaciones de generación), pueden llegar a constituir una causa


importante o incluso dominante de vibraciones en grandes engranajes de hélice. Es-
tos errores de ondulación causan este tipo de vibraciones debido a que los errores
producidos en todos los dientes simultáneamente en contacto se encuentran en
fase. Por tanto, no se produce un efecto de atenuación de errores con la acción de
rebajado que normalmente tiene lugar en un contacto simultáneo múltiple entre
dientes. Como resultado, un error de ondulación entre cotas de sonido en un engra-
naje de hélice del calibre de 0,5 micrometros (20 ¡.Lin) puede causar una alteración
en la vibración comparable a la causada por una deformación en los dientes de 25
micrometros (1.000 ¡.Lin). El error «típico» de ondulación es debido a imperfeccio-
nes en el plato portapieza giratorio de máquinas generatrices de tallado y rectifica-
ción con muela abrasiva, que producen un único componente de vibración armó-
nica de rotación a partir de la pieza de engranaje con un número armónico igual al
de dientes del tornillo sin fin del plato portapieza giratorio 17 . El espectro de error de
transmisión que aparece en la Figura 36.5 muestra este error de ondulación del so-
nido armónico de rotación, a veces denominado tonos fantasmas.

Asperezas en la superficie de rodadura del diente. Normalmente las asperezas en


la superficie de rodadura de los dientes suelen ser con mucho una causa menor de
vibraciones del engranaje entre dientes. Sin embargo, este tipo de asperezas en al-
gunos engranajes puede poseer una apariencia regular o estructurada al ir de cada
diente al siguiente. En estos casos, este componente de irregularidad que se pro-
duce en todas las superficies de rodadura simultáneamente en contacto puede cau-
sar un incremento importante de los armónicos vibratorios de rotación.

Errores debidos a un soporte inadecuado del engranaje durante el proceso de fa-


bricación y a fuerzas centrifugas. Es frecuente que cuando se fabrica un engra-
naje, éste se encuentre en una posición respecto al campo de gravedad terráqueo di-
ferente a la de su posición de funcionamiento. Cuando no están firmemente sujetos
los engranajes pesados durante la fabricación, algunos dientes podrán combarse en
relación a otros dientes debido a deformaciones irregulares de los cuerpos de en-
granaje causadas por las fuerzas gravitatorias. Cuando se ponen en funcionamiento
estos engranajes en una posición distinta respecto a la fuerza de gravedad de la tie-
rra, se producirán diferencias geométricas en las superficies de rodadura de los
dientes, lo cual será causa de armónicos vibratorios de rotación en el engranaje.
Las deformaciones no uniformes en las parte de un engranaje de gran velocidad
producidas por fuerzas centrífugas pueden causar diferencias similares en las super-
ficies de rodadura de los distintos dientes. Una diferencia en la superficie de roda-
dura del orden de máxima deformación del diente, o sea, de 25 micrometros
(1.000 ¡.Lin), puede producir un número importante de armónicos de rotación.

Expansión térmica irregular. Las fluctuaciones de temperatura en el primordio


de la rueda dentada durante el proceso de fabricación pueden provocar diferencias
en las superficies de rodadura de los dientes. Las distorsiones térmicas causadas por
procesos a altas temperaturas pueden dar origen a diferencias importantes en las
superficies de rodadura de los dientes, que serían eliminadas por medio de una rec-
tificación con muela abrasiva tras el mencionado proceso. La expansión térmica

-
36.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

irregular de los cuerpos y dientes de engranaje durante el proceso de acoplamiento


puede ser causa además tanto de vibraciones en el engranaje como en los armónicos
de rotación.

Causas adicionales debidas a los cojinetes de soporte. En los cojinetes del eje de
ruedas de engranajes de alta velocidad existe la posibilidad de que se produzcan
inestabilidades en la película de aceite I7 •23 . Estas inestabilidades se producen a una
frecuencia fundamental ligeramente menor a la mitad de la frecuencia rotacional
del eje, y en los armónicos de esta frecuencia fundamental (véase los Capítulos 37 y
39). En estos tipos de instalación de engranajes que emplean cojinetes con piezas
rodantes para sujetar los ejes del piñón y de las marchas, las imperfecciones en los
canales de rodadura y en las superficie de estos rodamientos provocan alteraciones
vibratorias adicionales (Capítulo 37).

Representación analítica y medición de errores en los dientes

En las Referencias 28 y 29 se puede encontrar un método sistemático de clasifica-


ción y medida de los errores geométricos en la superficie de rodadura de los dientes
que emplea los polinomios bidimensionales normalizados de Legendre30 • Estos po-
linomios proporcionan un método eficaz de representación virtual de todos los
errores, con excepción de los de ondulación.

CONSIDERACIONES SOBRE LA MEDICION DE ANALlSIS DE


ARMONICOS

La información pertinente a las causas fundamentales de ruidos y vibraciones en los


engranajes se puede obtener midiendo la magnitud de los componentes armónicos
diversos y de los grupos de armónicos clasificados en la Tabla 36.1, cuyos principa-
les orígenes han sido descritos anteriormente. Estas mediciones pueden realizarse
gracias a un analizador de señales (o analizador de espectro) (Capítulo 8), que des-
compone la forma de onda continua en sus diversos componentes armónicos.
Al examinar el análisis de frecuencia de la forma de onda de un ruido o vibra-
ción generados por un acoplamiento de engranajes, es esencial poder determinar los
distintos componentes armónicos de rotación de las piezas en engranaje para fines
diagnósticos, y, en particular, poder determinar los armónicos del engranaje entre
dientes desde sus armónicos de rotación más cercanos. Esto debería ser posible en
la mayoría de los analizadores de espectro por medio del uso de un algoritmo rápi-
do de transformación Fourier para calcular la transformación Fourier discreta (Ca-
pítulo 8) del sonido cuyo espectro de frecuencia se encuentre en estudio.
Cualquier variación en la velocidad del eje dentro del intervalo de tiempo du-
rante el cual se estudie la silueta de onda del ruido o vibración en el análisis del es-
pectro tiende a ampliar el armónico vibratorio de rotación y las líneas de espectro
armónico del engranaje entre dientes. Por tanto, deberían minimizarse estas varia-
ciones de velocidad del eje. Este problema puede ser evitado utilizando el análisis
RUIDO DE ENGRANAJES 36.25

de búsqueda (Capítulo 8), en el que la frecuencia de muestreo de la onda en estudio


es controlada directamente por la velocidad instantánea del eje de una de las dos
piezas del acoplamiento de engranajes
Los efectos de resonancia estructural pueden ser diferenciados de los armónicos
vibratorios de la pieza del engranaje midiendo los espectros de ruido y vibración de
la instalación en una gama de velocidades del eje en los que estas velocidades se
mantengan constantes cuando se obtenga cada espectro concreto. Al mostrar estos
espectros en un esquema tridimensional en función de la velocidad del eje, la pre-
sentación de los datos resultantes se denomina diagrama Campbell.

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12. W. D. Mark, «The Generalized Transmission Error of Parallel-Axis Gears», ASME
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15. W. D. Mark, «Effects of Bearing Offset and Flexibility on the Mesh Force Distribution
36.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

of Spiral Bevel Gears», ASME Joumal of Mechanisms, Transmissions, and Automation


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16. W. D. Mark, «An Extremum Principal for Computation of the Zone of Tooth Contact
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17. 1. G. Broersma, Marine Gears, The Technical Publishing Company H. Stam N. V., Países
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19. H. Winter, H. Gerber y R. Muller, «Investigations on the Excitation of Vibrations and
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25. J. M. T. Thompson and H. B. Stewart, Nonlinear Dynamics and Chaos, John Wiley and
Sons, Chichester, Inglaterra, 1986.
26. W. D. Mark, «The Transfer Function Method for Gear System Dynamics Applied to
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27. «Gearset Accuracy and Contact Ratios», Machine Design, vol. 24,13 de octubre de 1988,
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28. W. D. Mark, «Analytical Reconstruction of the Running Surfaces of Gear Teeth Using
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p.22.
29. W. D. Mark, «Analytical Reconstruction of the Running Surfaces of Gear Teeth. Part 2:
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Joumal of Mechanisms, Transmission, and Automation in Design, vol. 109, n.o 2, 1987.
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30. E. D. Rainville, Special Functions, The Macmillan Company, Nueva York, 1960, pp. 157-
186.

s1
Capítulo 37
RUIDO DE COJINETES

F. P. Wardle

INTRODUCCION

Un cojinete es una pieza que permite la realización de movimientos lineales o ro-


tatorios entre dos componentes de una máquina transfiriendo la carga de un com-
ponente al otro al mismo tiempo. En este capítulo se describen los distintos tipos de
cojinetes de uso habitual, las causas del ruido que producen y los métodos para su
control.

TIPOS DE COJINETES

Los cojinetes pueden ser clasificados dentro de los siguientes tipos: de piezas rodan-
tes, hidrodinámicos e hidrostáticos. En esta sección se describirán estos tipos de co-
jinetes y sus principios de funcionamiento.

Cojinetes de piezas rodantes

Los cojinetes de piezas rodantes contienen un anillo externo, un anillo interno, va-
rias piezas rodantes, y un tambor como el que aparece en la Figura 37.1. El ánima
del anillo externo y el diámetro exterior del anillo interno poseen una hendidura
circunferencial con una sección transversal equivalente a la de las piezas rodantes.
Estas hendiduras, denominadas canales de rodadura, proporcionan la canalización
suficiente para controlar el movimiento de rodamiento de las piezas. Estas piezas
provocan la eliminación del deslizamiento total entre superficies con grandes car-
gas, y por tanto la fricción entre los cojinetes rodantes será baja en comparación a
la producida por otros tipos de cojinetes. La carga, sin embargo, será transmitida

37.1

-
37.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Anillo externo
Pieza rodante
.Ir-- Tambor
lWk~k--- Anillo interno

.r.lWI!!iI...-- Canal de rodadura interno

Canal de rodadura externo

FIGURA 37.1. Cojinete de piezas rodantes.

por el contacto de las piezas rodantes en el canal de rodadura, el cual (debido a la


geometría del cojinete) dispone de un área pequeña. Las áreas limitadas de contac-
to aumentan como consecuencia de la deformación de las superficies en contacto,
produciendo unos niveles altos de tensión. En condiciones de rodaje las superficies
del canal de rodadura y de la pieza rodante sufren repetidamente esta tensión, pu-
diendo provocar fallos debidos al desgaste.
La función principal del tambor consiste en impedir que las piezas rodantes en-
tren en contacto entre sí, debido a que. si esto llegara a ocurrir, las condiciones re-
sultantes de contacto ocasionarían un alto grado de rozamiento, asperezas en la ro-
dadura y desgaste en la superficie.
La lubricación es fundamental en el funcionamiento de las piezas rodantes del
cojinete, de la misma forma que lo es en otros tipos de cojinetes. Aunque las zonas
de contacto entre las piezas rodantes y los canales de rodadura son pequeñas y la
tensión es alta, debe existir una capa de lubricante que separe completamente estas
superficies. Esta capa se forma cuando el lubricante se adhiere a la pieza rodante y
a las superficies del canal. y es arrastrada por el movimiento giratorio. Durante el
contacto sufre altas presiones que provocan un aumento exponencial en su viscosi-
dad y facilitan el soporte de la carga. Las capas de lubricante son finas (normalmen-
te de 0.3 J.1m) y tienen consecuencias decisivas sobre (1) el ruido de cojinetes, (2) la
duración y (3) los niveles de fricción.
Existe una gran variedad de cojinetes de piezas rodantes, y cada uno de ellos
ofrece ventajas en ciertas características de funcionamiento. En este capítulo se des-
criben los tres tipos principales, ilustrados en las Figuras 37.1 y 37.2.

Cojinetes de bolas. En la Figura 37.1 aparece un cojinete de bolas rodantes en ca-


nal único. Esta es la clase de cojinete de piezas rodantes más empleada entre las mu-
chas variantes que se fabrican. El cojinete de bolas de contacto angular es otro tipo
de cojinete que se diferencia del de bolas radiales en canal único por la clase de car-

....
RUIDO DE COJINETES 37.3

Resalte
Resalte

(a) (b)

FIGURA 37.2. Cojinetes de piezas rodantes cilíndricas y cónicas. (a) Rodillos cilíndri-
cos; (b) rodillos cónicos.

ga que puede transportar. El cojinete de bolas en canal único puede soportar cargas
radiales moderadas y cargas axiales ligeras en cada una de las direcciones. El de
contacto angular puede transportar una gran carga axial solamente en una direc-
ción, y una carga radial ligera. Respecto a las demás clases, los cojinetes de bolas de-
ben resistir las mayores cantidades de tensión entre las piezas rodantes y el canal, y
su uso se limita al soporte de cargas ligeras y moderadas. En los catálogos de los fa-
bricantes y en las Referencias 1 y 2 aparece más información sobre cojinetes de bo-
las.

Cojinetes de piezas rodantes cilíndricas. En la Figura 37.2a se muestra un cojinete


de piezas rodantes cilíndricas. Cuando se emplean estas piezas rodantes en lugar de
las bolas se puede conseguir una superficie de contacto mucho mayor entre la pieza
y el canal. La zona de contacto es rectangular y se extiende en casi toda la longitud
de la pieza rodante. Es más, es posible disponer de varias longitudes de pieza ro-
dante, aunque la mayoría de los fabricantes han acordado realizar una medida fija
de longitud y diámetro cercana a 1. Estas mayores áreas de contacto conseguidas
permiten al cojinete soportar cargas mucho más pesadas que las de los cojinetes de
bolas. En cojinetes de piezas rodantes cilíndricas la carga debe dirigirse predomi-
nantemente en dirección radial.

Cojinetes de piezas rodantes cónicas. Los cojinetes de piezas rodantes cónicas,


como el que aparece en la Figura 37.2b, poseen un área de contacto entre la pieza y
el canal mucho mayor que las de los cojinetes de bolas, pero, como ellos, puede
también soportar cargas en dirección radial y axial. La potencia experimentada en
los canales interiores y exteriores de contacto posee un componente que actúa so-
bre el eje de rotación tendiendo a expulsar la pieza rodante fuera del cojinete. Por
esta razón es necesario disponer de un resalte, como el que aparece en la Figura
37.2b, bien en el anillo interno o en el externo, con el fin de retener las piezas ro-
dantes. El rozamiento producido entre el resalte y los extremos de la pieza rodante
son una causa importante de fricción; por tanto, aunque los cojinetes de piezas ro-
dantes cónicas puedan transportar mayores cargas y posean una mayor versatilidad,
sufren relativamente una pérdida mayor de energía que los cojinetes de bolas.

-
37.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Cojinetes hidrodinámicos

Existen tres tipos de cojinetes hidrodinámicos: de eje de ruedas, de empuje y linea-


les. Sus principios básicos operativos aparecen en la Figura 37.3, que es un diagrama
esquemático de un cojinete de eje de ruedas cilíndrico normal. Se compone de un
anillo exterior y de un eje, entre los cuales existe un huelgo que da paso al lubricante.
Cuando el eje se encuentra inmóvil, permanece en contacto con el anillo externo,
de modo que el intersticio varía desde cero en el punto de contacto hasta dos veces
el huelgo establecido para 180°. Durante la rotación, el eje empuja el lubricante
dentro de la cuña y provoca una presión de fluido que lo levanta, haciendo que pier-
da contacto con el anillo externo. El eje no se encuentra en posición central dentro
del ánima del anillo externo, sino que permanece excéntrico, dando lugar a una hol-
gura que varía de posición angular. En el modelo simplificado de cojinete que apa-
rece en la Figura 37.3 la excentricidad del eje es esencial para que se produzca el le-
vantamiento y para proporcionar una mayor capacidad de carga. La excentricidad
del eje debe mantenerse dentro de valores bajos en aplicaciones con cojinetes de
precisión a alta velocidad. En el tipo de cojinete cilíndrico mostrado en la Figura
37.3 se puede solamente lograr una baja excentricidad reduciendo la holgura a costa
de aumentar la fricción. Para operaciones de precisión y de alta velocidad existen
diseños de cojinetes de mayor complejidad.
En la Figura 37.4 aparece un diseño de cojinete hidrodinámico en el que el áni-
ma del anillo externo está moldurada de modo que sea posible lograr un mejor ajus-
te entre el movimiento del eje y la fricción del cojinete que en el de piezas cilíndri-
cas. En cualquier caso existen dos o más cuñas para aceite entre el eje y el anillo
externo con el fin de proporcionar una distribución uniforme de presión de alza-
miento y, por tanto, una mayor estabilidad. En la Figura 37.5 aparece un cojinete de
rodillos basculan tes. Su anillo externo protege varios rodillos colocados simétrica-

lI". . . .~ Capa de aceite

FIGURA 37.3. Cojinete hidrodinámico. Principios operativos.

c1
RUIDO DE COJINETES 37.5

(a) (b) (e)

FIGURA 37.4. Cojinetes hidrodinámicos de ánimas molduradas. (a) Mitades descen-


tradas; (b) ánima en forma de limón; (e) multilobulada.

mente alrededor del eje de ruedas, dispuesto cada uno de ellos sobre un pivote con
el fin de bascular en sentido circunferencial. Cada rodillo crea un hueco en forma de
cuña entre la superficie del cojinete y el eje, que en condiciones de rotación provoca
el levantamiento. El movimiento estable se consigue cuando la presión de levanta-
miento se distribuye con uniformidad alrededor del eje. En las Referencias 3 y 4 se
podrá encontrar más información sobre diseño y análisis de cojinetes hidrodinámi-
cos.

Cojinetes hidrostáticos

Se pueden encontrar cojinetes hidrostáticos de eje de ruedas y de empuje lineal. Sus


principios operativos básicos aparecen en la Figura 37.6, que muestra un cojinete li-
neal que emplea líquido lubricante. Los elementos principales del cojinete son el
restrictor interior, la cavidad y el borde circundante. El lubricante penetra a presión
a través del restrictor hasta la cavidad, generando la fuerza de levantamiento pre-
cisa para (1) separar las superficies móviles de las fijas y (2) soportar la carga apli-
cada. Cuando se separan las superficies, el pequeño huelgo que se forma entre el bor-
de y la superficie en movimiento controla la cantidad de lubricante que llega desde la
cavidad. El cojinete alcanza la estabilidad debido al hecho de que la presión dellubri-
cante en la cavidad depende de la carga del cojinete. Un aumento de carga reduce el
huelgo entre el borde y la superficie móvil, haciendo que la resistencia del borde frente
al flujo de líquido aumente respecto al restrictor interior. Como consecuencia se pro-
duce un aumento de la presión del lubricante en la cavidad, que lo hace capaz de so-
portar la carga mayor y de mantener un huelgo positivo entre el borde y la superficie
móvil. Por el contrario, una reducción de la carga produce un aumento de huelgo, un
mayor flujo de lubricante y una reducción de la presión en la cavidad.
Un cojinete hidrostático de eje de ruedas posee tres o cuatro cavidades similares
a las mostradas en la Figura 37.6 colocadas simétricamente alrededor del ánima de
la carcasa, como indica la Figura 37.7. Cuando el eje se desplaza radialmente, en la
cavidad que sufre una reducción de espacio entre base y eje se produce un aumento
de presión del lubricante, mientras que en la cavidad opuesta disminuye esta pre-
sión. La presión diferencial entre cavidades opuestas indica la capacidad de carga

-
37.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 37.5. Cojinete hidrodinámico de rodillos basculantes.

de pesos del cojinete y limita el movimiento del eje. Los cojinetes hidrostáticos pue-
den utilizar líquidos o gases como lubricantes. Los principios operativos básicos de
los gases son similares a los de los líquidos, pero los diseños optimizados de cojine-
tes se diferencian bastante en construcción y funcionamiento. En las Referencias 5
y 6 se puede encontrar información sobre el diseño y análisis de cojinetes hidrostá-
ticos.

FUENTES DEL RUIDO DE COJINETES

El ruido producido por los cojinetes suele ser debido a (1) imperfecciones en las su-
perficies de rodaje que impiden el deslizamiento correcto y a (2) inestabilidad. El
estado de la superficie del cojinete depende de su calidad inicial y de construcción,
del diseño de la máquina en la que está insertado, y de las consiguientes condiciones
de funcionamiento de esta máquina. La inestabilidad, conocida comúnmente como
torbellino de aceite, se produce en cojinetes de tipo hidrodinámico, mientras que el
movimiento inestable del tambor puede darse en cojinetes con piezas rodantes.

Ruido de las piezas rodantes del cojinete

Vibración de elasticidad variable. La vibración de elasticidad variable es el tér-


mino empleado para describir la vibración producida por variaciones cíclicas en de-
formaciones elásticas de las piezas de la máquina. Se da en toda clase de cojinetes
con piezas rodantes susceptibles de soportar cargas radiales o no alineadas. Con
este tipo de cargas, la deformación sufrida entre el anillo interno y el externo del co-

c1
RUIDO DE COJINETES 37.7

Suministro
de lubricante,
presión P Restrictor
5\

,;;;11
Superficie en movimiento

FIGURA 37.6. Cojinete hidrostático. Principios operativos.

jinete depende de las posiciones de las piezas rodantes. Por ejemplo, cuando una
pieza rodante se encuentra perfectamente alineada y la carga radial aplicada, la de-
formación sufrida entre el anillo interno y el externo es mínima, mientras que cuan-
do dos piezas rodantes se encuentran equidistantes respecto a la línea de carga ra-
dial, la deformación alcanza su nivel máximo. Este tipo de ruido contiene una
frecuencia fundamental igual a la de las piezas rodantes pasando a través de la línea
de acción de la carga, así como tres o cuatro armónicos de importancia. Además de
depender del tipo de carga, la vibración de elasticidad variable también depende
del diseño del cojinete, siendo de mayor nivel en cojinetes que poseen un bajo nú-
mero de piezas rodantes o un gran huelgo radial interno. La variación de elasticidad
variable no depende de la calidad del cojinete, y se produce incluso en cojinetes do-
tados de superficies rodantes perfectas.

Ruido originado por defectos en las supe1jicies rodantes. Las imperfecciones en las
superficies de rotación son responsables de gran parte de los problemas sonoros de las
piezas rodantes del cojinete. Ninguna superficie es perfectamente redonda ni lisa, e in-
cluso los cojinetes de mejor calidad poseen elementos capaces de producir ruido. Las
imperfecciones en la superficie se pueden clasificar como ondulaciones o asperezas, y
surgen debido a los procesos de fabricación empleados en la creación del cojinete. En
la Figura 37.8 aparecen superficies onduladas y con asperezas, ambas con unas líneas
de onda complejas que pueden sin embargo considerarse compuestas por varios pe-
ríodos armónicos simples. Por tanto, el radio r del canal de rodadura del cojinete o su-
perficie de la pieza rodante se puede hallar empleando
¡ =N
r = ro L a¡ sen (je + 4>¡) (37.1 )
¡ = I

donde ro = radio medio de la superficie,


a¡ = amplitud de la onda de superficie armónica simple con j resaltes por
circunferencia,

-
37.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 37.7. Cojinete hidrostático de eje de ruedas.

e = posición angular medida a partir de una referencia, y


<t>j = período de la fase.
La diferencia principal entre la ondulación y las asperezas es el número de re-
saltes por circunferencia. La ondulación se emplea para describir una superficie que
posea menos de unos lOO resaltes por circunferencia, mientras que las asperezas se
refieren a una superficie que supere los lOO resaltes. Estos dos tipos de accidentes
en la superficie generan ruidos de distinta clase.
El grabado de la Figura 37.8 muestra superficies irregulares en relación al con-
tacto del canal de rodadura con la pieza rodante. Las dos superficies opuestas se en-
cuentran nominalmente separadas por una capa de lubricante de un espesor medio
h. Por sus características de aspereza cada superficie posee varios salientes y entran-
tes dentro de la franja de contacto que provocan variaciones locales en el espesor de
la capa de lubricante. Los salientes de cada superficie pueden rasgar la capa de acei-
te y poner en contacto las superficies opuestas, produciendo como resultado una vi-
bración consistente en una secuencia variable de pequeños impulsos que incremen-
tan los valores naturales del cojinete y de la estructura de soporte. La aspereza de la
superficie se mide y cuantifica normalmente en términos de la variación en la altura
de la superficie de la raíz cuadrática media (rms), a. El índice de espesor de la capa
lubricante en relación a la aspereza de la superficie de la raíz compuesta cuadrática
media consiste en

h
A = ¡=::::;¡=====:::;¡====- (37.2)
J ~anal de rodadura + a~ieza rodante

y es un parámetro importante para estimar la gravedad de la vibración producida


por las asperezas de la superficie. Los fabricantes de cojinetes realizan acabados
RUIDO DE COJINETES 37.9

.Anchura de contacto

FIGURA 37.8. Ondulaciones y asperezas de superficies rodantes.

perfectos para lograr un alto índice A. Cuando la altura del saliente de la superficie
es de unas tres veces la altura rms y el espesor habitual de la capa de aceite es de
0,3 jJ.m, las superficies deben estar pulidas en una medida mayor de 0,05 jJ.m para
lograr una baja probabilidad de interacción entre las superficies y, por tanto, poco
ruido.
Entre las características superficiales de ondulación se dan salientes y entrantes
ampliamente espaciados, como muestra la ilustración principal de la Figura 37.8.
Las piezas rodantes siguen estos contornos ondulantes y, de este modo, producen
movimientos radiales relativos entre los anillos internos y externos del cojinete. La
relación entre el perfil ondulante de la superficie y la magnitud de la vibración re-
37.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

sultante es compleja, y depende de la geometría del cojinete y de las condiciones de


carga y velocidad. En la Referencia 7 se estudia en detalle esta relación respecto a
cojinetes con bolas de carga de empuje, y muestra cómo las ondulaciones en los ca-
nales de rodadura internos y externos y las superficies de las piezas rodantes con un
número concreto de resaltes por circunferencia se encuentran relacionadas única-
mente con frecuencias específicas del espectro de vibración del cojinete.
Este estudio demuestra que las ondulaciones producen vibraciones especial-
mente en la franja de frecuencias de hasta unas 60 veces la velocidad rotacional del
cojinete, mientras que las asperezas en la superficie producen vibraciones particu-
larmente en frecuencias superiores a 60 veces la velocidad del cojinete. A la hora de
identificar errores puede ser útil el conocimiento de la relación existente entre la
onda de la superficie de rotación y las frecuencias de vibración del cojinete, que per-
miten distinguir entre vibraciones del cojinete y otras causas de vibración de la má-
quina o de problemas potenciales localizados en los anillos externo e interno o en
las piezas rodantes. La Figura 37.9 es un ejemplo de espectro de vibración grabado
en un aparato de ensayo que contiene un cojinete con bolas de carga de empuje. En
él se aprecian una serie de frecuencias de gran amplitud que son armónicos del paso
de la bola por los anillos externos e internos, y de su velocidad de rotación. En este
caso el aparato de ensayo posee pocas causas diversas de vibración, con lo que las
frecuencias de los cojinetes son fácilmente identificables. Por lo general, el espectro
de vibración de una máquina estará compuesto por muchas frecuencias adicionales
debidas a otros elementos. Las frecuencias causadas por los anillos externos e inter-
nos y por la rotación de la bola, que pueden ser apreciadas en la Figura 37.9, indican
que los canales de rodadura externos e internos y las superficies de las bolas son
fuentes importantes de vibraciones. Por lo general, los cojinetes producen frecuen-
cias de vibración que son armónicos de la tasa de paso externa e interna de la pieza
rodante y de su velocidad de rotación. En la Referencia 7 se describe cómo calcular
estas frecuencias a partir del conocimiento de la geometría y de la velocidad de ro-
tación del cojinete.

Ruido originado por defectos y distorsiones en la supeificie. Aunque en relación


a la mayor parte de las piezas de una máquina los cojinetes son elementos de pre-
cisión fabricados según unas normas estrictas de esfericidad y acabado, pueden pro-
ducir ruidos como resultado de defectos y distorsiones en su superficie. Las super-
ficies de rotación pueden sufrir daños debido a una gran variedad de causas, como
por muescas originadas por la presencia de contaminación, corrosión, brinelación y
ralladuras. Las superficies de rotación pueden sufrir distorsiones cuando los coji-
netes se encuentran acoplados a ejes o bastidores con superficies no redondeadas o
estribos no planos, o cuando las partes de la máquina no están en su posición co-
rrecta.
El modo en que estos factores inciden en la emisión de vibraciones es el mismo
al de ondulación y asperezas descrito en la sección precedente, y el espectro resul-
tante de vibración del cojinete es muy parecido. Cuando se producen distorsiones o
defectos, éstos tienen a menudo consecuencias mayores de amplitud en la superficie
del cojinete en comparación a la amplitud de la ondulación o de la aspereza pro-
ducida durante el proceso de fabricación. La importancia de las vibraciones pro-

sd
RUIDO DE COJINETES 37.11

80
1 '1' '1' '1 1 "1 "1'
I "'
I
I
B
I 8
O B
BO I B BMO ~ N:' 111 ~U" B

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Jr-
IV'
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~

VV I
I
V -:
I
I
o ,1. 1
o Frecuencia, Hz 1000

FIGURA 37.9. Espectro de vibraciones que muestra las frecuencias emitidas por las
bolas (B), el anillo interno (1) y el anillo externo (O) de los cojinetes.

ducidas por un cojinete puede ser por tanto un indicador de un problema de calidad
de origen o de uno producido por defectos o distorsiones.

Ruido originado por movimientos inestables del tambor. El tambor que separa
las piezas rodantes, como el que aparece en la Figura 37.1, puede ser una fuente de
ruidos cuando sufre vibraciones. Este movimiento del tambor se conoce habitual-
mente como inestabilidad del tambor. Los cojinetes en buen estado que funcionan
dentro de sus propios límites de carga, velocidad y lubricación no sufren por lo ge-
neral inestabilidades en el movimiento del tambor. Estas se producen con más fre-
cuencia cuando la carga del cojinete es ligera, a alta velocidad y con escasa lubrica-
ción. En estas condiciones, las fuerzas de las piezas rodantes que se producen en el
tambor pueden ser alteradas por ligeros movimientos radiales del tambor fuera del
eje central del cojinete. Esta alteración de fuerzas produce movimientos del tambor
fuera de su centro que llegan a ser persistentes. Los tambores inestables producen
una gran cantidad de ruido transmitido por el aire que proviene directamente del
cojinete, y cuyo origen puede ser a menudo distinguido simplemente escuchando.
El sonido que producen puede ser agudo o de golpeteo.

Ruido de cojinetes hidrodinámicos

Los cojinetes hidrodinámicos, correctamente instalados y lubricados y funcionando


dentro de sus límites de carga y velocidad, producen ruidos y niveles de vibración
bajos en comparación a los cojinetes de rotación. En las condiciones apenas descri-
tas la capa de aceite que separa completamente las piezas rotatorias y fijas del co-
jinete ofrece varias ventajas: (1) anula cualquier vibración debida a las superficies
abombadas o ásperas del cojinete, (2) evita los movimientos de adherencia y desli-
zamiento típicos del contacto entre metales, y (3) proporciona una fuente de amor-
37.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tiguación para la atenuación de ruidos y vibraciones generadas y transmitidas. El


ruido producido por cojinetes hidrodinámicos es relevante solamente cuando no se
genera una capa completa de aceite o cuando las condiciones de funcionamiento de
los cojinetes son tales que se produce una inestabilidad propia conocida por el nom-
bre de torbellino de aceite. Las causas habituales de que se produzca una insuficien-
te capa de aceite son: (1) una recepción insuficiente de aceite lubricante; (2) una so-
brecarga del cojinete, tanto total como parcial, y (3) una insuficiente velocidad de
rotación para generar una capa de aceite completa.
El torbellino de aceite es una causa de ruidos en el cojinete hidrodinámico difícil
de controlar. Se produce con más frecuencia en maquinaria de alta velocidad, y
puede ser explicada en términos de movimiento de aceites. En relación a la Figura
37.3, la aplicación de una carga radial sobre el eje hace que éste se ladee como si la
capa de aceite fuera un muelle. Como consecuencia se forma una cuña convergente
en la cual queda forzado el aceite debido a la rotación del eje, haciendo que la pre-
sión generada de este modo soporte la carga aplicada. La velocidad angular media
del aceite a través de la cuña es aproximadamente la mitad de la velocidad de ro-
tación del eje, y en caso de que el centro de éste se mueva en dirección orbital, la
posición de la cuña se movería también, y la velocidad relativa del aceite con res-
pecto a la cuña tendría un efecto notable sobre la capacidad de transporte de carga
del cojinete. La inestabilidad puede ser debida a movimientos de la cuña en la di-
rección de rotación del eje a la velocidad media del aceite, o sea, a la mitad de su ve-
locidad de rotación. El aceite ya no puede ser arrastrado hacia la cuña, producién-
dose una pérdida de presión hidrodinámica que hace que el cojinete pierda su
capacidad de transporte de carga. El movimiento en torbellino resultante se pro-
duce más o menos a la mitad de la velocidad del eje, y la energía que mantiene esta
inestabilidad proviene de su rotación. La posibilidad de que se produzca esta ines-
tabilidad rotacional aumenta en gran medida cuando la frecuencia natural de la ins-
talación del eje del cojinete es cercana a la mitad de la velocidad de rotación del eje.

Ruido de cojinetes hidrostáticos

Un cojinete hidrostático que sea correctamente instalado, lubricado y funcione den-


tro de sus límites de carga y velocidad, apenas produce ruidos o vibraciones. Posee
en común con los cojinetes hidrodinámicos la ventaja de tener una capa espesa de
lubricante que anula los errores geométricos y de asperezas de las superficies del co-
jinete. De este modo se evita el contacto entre metales y se proporciona al cojinete
una gran capacidad de amortiguación. Como el lubricante recibe una presión exter-
na de entrada, los cojinetes hidrostáticos no sufren las inestabilidades provocadas
por el torbellino de aceite, ni pierden tampoco su capacidad de carga cuando la ve-
locidad del eje es lenta. El ruido ocasionado por este tipo de cojinetes puede ser re-
levante solamente cuando no se genere la cantidad suficiente de lubricante, que
puede ser resultado de una recepción insuficiente o de una sobrecarga del cojinete.
Ambas posibilidades pueden ser evitadas con un diseño y un mantenimiento ade-
cuados.

ac1
RUIDO DE COJINETES 37.13

CONTROL DE RUIDOS

El método más eficaz de controlar los ruidos del cojinete consiste en reducirlos en
su origen, lo cual comporta una cuidadosa selección del tipo de cojinete y un diseño
correcto de la maquinaria en la que va a ser instalado.

Selección de las piezas rodantes del cojinete

Tipo. Es posible encontrar una amplia gama de piezas rodantes de cojinete, inclu-
yendo varias graduaciones en precisión y calidad, además de los diseños tratados
hasta el momento. Por lo general, la selección de un cojinete depende de los requi-
sitos de carga, duración y velocidad. Sin embargo, cuando la emisión de poco ruido
es una condición fundamental los cojinetes de bolas pueden ofrecer las mayores
ventajas respecto a los de otro tipo de piezas rodantes. Es posible obtenerlos con un
alto grado de precisión y acabado de fabricación, y pueden ser sometidos a cargas
de empuje para asegurar que todas las piezas rodantes están en plena carga. Los co-
jinetes de piezas cilíndricas pueden soportar cargas radiales solamente, y puede lle-
gar a ser importante su cantidad de vibración de elasticidad variable. Los cojinetes
de piezas cónicas tienen la desventaja de que precisan de un resalte bien en el anillo
interno o en el externo para retener la pieza rodante, como muestra la Figura 37.2b.
Entre los extremos de la pieza rodante y del resalte se puede producir un rozamien-
to en condiciones normales de funcionamiento, posiblemente provocando una cau-
sa adicional de vibraciones.

Precisión. En la norma ISO 492-1986 se definen los siguientes grados de precisión


de los cojinetes de bolas y de cilindros rodantes, listados en orden decreciente de to-
lerancia:
1. Tolerancia de clase 2.
2. Tolerancia de clase 4.
3. Tolerancia de clase 5.
4. Tolerancia de clase 6.
5. Tolerancia normal.
Estas tolerancias son aplicables al diámetro externo del cojinete, al diámetro del
ánima y a la anchura y excentricidades radiales y axiales de los canales de rodadura.
Las ventajas de un funcionamiento preciso son: (1) un exacto acoplamiento del
anillo externo a la cubierta y del anillo interno al eje, y (2) una rodadura precisa,
factores ambos que influyen en el ruido y las vibraciones producidos por el cojinete.
Los cojinetes de precisión se emplean en pequeños motores eléctricos, que utilizan
tolerancias de clase 6, y en husos de máquina herramienta de alta velocidad, que
utilizan las de clase 2. Las máquinas susceptibles de emitir ruidos molestos emplean
cojinetes de tolerancia de clase 4 o mejores.

Calidad. En la norma ANSII AFBMA 13-1970 se definen métodos de ensayo para


la medición de ruido y vibración de cojinetes. Se aplican específicamente a cojinetes
de bolas rodantes, aunque la mayoría de los fabricantes han creado métodos de
37.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

prueba simila.es aplicables a cojinetes de cilindros y de doble fila de bolas. En este


caso, el término calidad se refiere al acabado final necesario para que las piezas ro-
dan te" ':uperen la prueba AFBMA.
En la prueba de calidad, el anillo interno del cojinete está instalado sobre un
huso silencioso que gira a 1.800 rpm, mientras que el anillo externo recibe una carga
de empuje como la mostrada en la Figura 37.10. La vibración se mide en dirección
radial en un punto del anillo externo y queda reflejada en términos de velocidad
rms en bandas de frecuencia de 50 a 300, de 300 a 1.800, y de 1.800 a 10.000 Hz. La
finalidad primordial de esta prueba de calidad consiste en distinguir los cojinetes de
buena y mala calidad, y se emplea para definir los niveles de calidad adecuados a
motores eléctricos empleados con fines militares. Los límites de vibración permiti-
dos que especifica la (American) Military Specification MIL-B-17913D aparecen en
la Figura 37.10, y pueden ser cumplidos con facilidad por cojinetes de bolas creados
para una amplia gama de aplicaciones. En aplicaciones problemáticas y de precisión
para cojinetes los niveles reales de calidad son tales que los límites de vibración ana-
lizados en la prueba pueden ser de menos de la mitad de los aparecidos en el gráfi-
co. La Figura 37.10 proporciona una orientación sobre la calidad de cojinetes pre-

Transductor

Huso de rodadura
silenciosa Carga de empuje

Método de pruebas Cojinete

Límites de vibración rms, .... m/segundo


Anima de cojinete, 50-300 300-1800 1800-10.000
mm Hz Hz Hz
10y 12 120 90 75
15 150 120 75
17 y20 150 120 120
25y30 180 150 120
35y40 180 150 150
45 240 150 180
50y55 240 180 180
60y65 240 180 240
70 300 180 240
75,80 Y85 300 240 300
90y95 300 300 300
100 300 300 380
105y115 380 300 380
120 380 300 455
FIGURA 37.10. Método de ensayo y niveles de vibra-
ción de cojinetes con piezas rodantes silenciosas defini-
das en MIL-B-17931D (ships).

...
RUIDO DE COJINETES 37.15

cisa para un rodamiento silencioso, pero no define necesariamente los mayores


índices de calidad obtenibles.

Influencia del diseño de la máquina sobre el ruido de rodamiento del


cojinete

Disposición de los cojinetes. En aplicaciones problemáticas de ruido en las que


sea posible aplicar una gran variedad de colocaciones de cojinetes, es preferible em-
plear la disposición mostrada en la Figura 37.11, consistente en dos cojinetes de bo-
las (de contacto radial o angular en fila única) cargados axialmente entre sÍ.

Cargas minimas recomendadas para cojinetes. Las cantidades mínimas de carga


axial recomendadas para las bolas de cojinetes aparecen en la Figura 37.12. Las car-
gas axiales de valores de al menos la misma magnitud que los que allí aparecen re-
ducen el riesgo de inestabilidad en el tambor descrito anteriormente. Estas cargas
recomendadas han sido determinadas experimentalmente para bolas de cojinetes
lubricados con aceite girando a 1.800 rpm, y deberían servir como guía, ya que fac-
tores tales como la velocidad del cojinete y el tipo de lubricante, por ejemplo si se
trata de grasa o aceite, pueden provocar alteraciones. La inestabilidad en tambores
puede producirse también en cojinetes de bolas cargados radialmente y de piezas
rodantes cilíndricas, pudiéndose minimizar este riesgo asegurando que los cojinetes
sufran un nivel mínimo de carga. Como orientación, los cojinetes de bolas y de pie-
zas cilíndricas con carga radial precisan de entre un 30 y un 50 por 100 de la carga
axial mostrada en la Figura 37.12 para cojinetes de bolas del mismo diámetro.

Lubricación. Respecto a la lubricación con aceite, la mayoría de catálogos de los


fabricantes de cojinetes proporcionan información acerca de la selección de visco-
sidad en condiciones operativas concretas, basándose en el espesor de capa de acei-
te necesario para evitar que la interacción entre superficies rodantes de contacto
afecten negativamente a la vida del cojinete. Un espesor similar de la capa es ne-
cesario para minimizar el ruido del cojinete. En conclusión, es importante cumplir
adecuadamente las recomendaciones del fabricante.

Anima del
bastidor Estribos
Resorte
de carga Cojinete de rueda
previa --C.:lhI-'--="-n radial de surco único

Cubierta final

Apoyo
del eje
FIGURA 37.11. Instalación recomendada de cojinetes con piezas rodantes silencio-
sas.
37.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

2500

2000

z
(¡j 1500
'x
"'el"'
...
U"' 1000

500

10 20 40 60 80 100 120
Diámetro de ánima del cojinete, mm

FIGURA 37.12. Cargas axiales mínimas recomendadas para cojinetes silenciosos de


bolas.

Las grasas contienen varios aditivos con el fin de mejorar su eficacia, algunos de
ellos en forma de partículas sólidas que llegan a proporcionar altos niveles de ruido
de impulsión en los rodamientos del cojinete. Estas partículas pueden además pro-
vocar inestabilidad en el tambor de la pieza rodante en cojinetes de alta velocidad.
El ruido producido por estas partículas puede distinguirse con mayor facilidad una
vez aplicada la grasa. A medida que el cojinete va rodando, estas partículas van re-
duciendo su tamaño o son arrastradas fuera del itinerario de rodaje, con lo que el
ruido producido por el cojinete disminuye, aunque son precisas entre 50 y 100 horas
de rodaje antes de alcanzar este nivel disminuido de estabilidad. Existen a la venta
aceites de rodaje silencioso producidos por numerosos fabricantes y recomendables
para instalaciones problemáticas de ruido.

Posición de apoyo de los anillos. La práctica habitual es la de situar los anillos in-
teriores del cojinete en posición intermedia a los diámetros del eje, y los exteriores
en un punto del huelgo del ánima del bastidor, como muestra la Figura 37.11. El ni-
vel de interferencia o de holgura queda controlado por medio de tolerancias en la
dimensión entre los anillos, por un lado, y los apoyos del eje y del bastidor, por otro.
Los catálogos de los fabricantes contienen posiciones recomendadas y tolerancias
en los apoyos aplicables a sus productos. Existen diferencias entre los diversos fa-
bricantes debido a que la posición más adecuada depende de la aplicación en con-
creto, así como de la tolerancia individual de fabricación. Estas posiciones recomen-
dadas no pueden tener en cuenta la gran variedad de posibilidades térmicas que el
cojinete puede sufrir, y deberían ser tenidas en cuenta solamente como orientación.
Las posiciones de apoyo de los anillos influyen de modo decisivo en su funcio-
namiento, particularmente en su ruido y vibración. Un desajuste de los anillos in-
RUIDO DE COJINETES 37.17

ternos en el eje de rotación provoca pequeños movimientos radiales relativos entre


el anillo y el eje, que a su vez tienen consecuencias negativas en el equilibrio del ro-
tor y repercuten en un alto nivel de vibración a velocidad de rotación. Estos movi-
mientos relativos también pueden causar un desgaste interfacial en la superficie de
contacto entre el anillo y el eje, lo cual puede ser causa de contaminación y provocar
que el cojinete emita una vibración impulsiva. Un desajuste excesivo de los anillos
externos en el ánima del bastidor produce un tipo de vibración de torbellino del ro-
tor por medio de la cual el anillo realiza un movimiento en órbita alrededor del áni-
ma del bastidor, existiendo de nuevo riesgo de desgaste interfacial.
Las posiciones de apoyo de los anillos son comprometedoras, ya que un desa-
juste excesivo es causa de desgaste, ruido y vibraciones, mientras que el ajuste exa-
gerado del anillo interno sobre el eje o del externo sobre el bastidor puede reducir
el huelgo interno del cojinete o evitar el deslizamiento de los anillos externos para
ajustarse a la expansión térmica del eje. Tanto la pérdida de holgura interna como
la expansión térmica del eje pueden producir un gran aumento de carga del coji-
nete, que puede tener como consecuencia un excesivo calentamiento y el agarrota-
miento del cojinete.

Desajuste de alineación. El desajuste de alineación entre los anillos internos y ex-


ternos de las piezas rodantes de un cojinete puede ser causa de ruidos y vibraciones.
Este desajuste puede provocar variaciones en la velocidad de las bolas de los coji-
netes y sesgamientos en los rodamientos de los cojinetes de cilindros rotatorios, lo
cual puede dar origen a un excesivo aumento de la potencia en las piezas rotatorias
del tambor, aumentando el riesgo de inestabilidad. Los cojinetes con piezas rodan-
tes pueden por lo general asumir ciertos desajustes en su alineación sin provocar re-
percusión sensible alguna en su funcionamiento. Estos desajustes no deberían su-
perar las siguientes cantidades:

Cojinete de bolas radiales en fila única 0,001 radianes


Cojinete de bolas en contacto angular 0,0003 radianes
Cojinete de piezas rodantes cilíndricas 0,0004 radianes
Cojinete de piezas rodantes cónicas 0,0003 radianes

Esfericidad del apoyo y planeidad de los estribos. En la Figura 37.11 aparecen las
superficies del eje y de la cubierta que entran en contacto con los anillos del coji-
nete, particularmente los diámetros externos del eje, las cargas de empuje y los es-
tribos. Cualquier irregularidad en estas superficies puede provocar distorsiones en
el anillo e inducir el tipo de ruido emitido por las ondulaciones descrito en el capí-
tulo anterior sobre Ruido de las piezas rodantes del cojinete. Es preciso que los apo-
yos sean esféricos y los estribos planos. Los cojinetes diseñados para aplicaciones si-
lenciosas poseen por lo general unos diámetros de ánima y externos situados dentro
de 2 /Jom entre los salientes y los entrantes, y superficies planas situadas dentro de
2 /Jom entre salientes y entrantes. Estas cifras sirven de orientación para conocer el
grado de esfericidad del apoyo y de planeidad de los estribos necesario para evitar
distorsiones importantes entre el anillo del cojinete.
37.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Efectos de la calidad de fabricación de la máquina sobre el ruido de la pieza


rodante del cojinete

La calidad de fabricación de la máquina comprende la contaminación, daños o dis-


torsiones de los cojinetes que pueden producirse durante el ensamblaje de las par-
tes, y que dependen del método de instalación. A continuación se tratan las causas
más comunes de ruidos en el cojinete.

Contaminación. El espesor de la capa de aceite generada entre las piezas rodan-


tes y los canales de rodadura es normalmente de 0,3 ~m. Cualquier partícula que
supere esta medida puede provocar vibraciones impulsivas en caso de que entre en
contacto con el canal de rodadura, llegando incluso a provocar la aparición de me-
llas permanentes en su superficie. Como consecuencia se produce un aumento de
los niveles de ruido del cojinete y una reducción de su ciclo vital. Todas las fases de
ensamblaje y manejo de los cojinetes y partes adyacentes de la maquinaria deberían
ser llevadas a cabo en un entorno limpio si se desea lograr un bajo índice de ruidos,
debiéndose establecer un procedimiento de limpieza de los componentes de la má-
quina y de las herramientas empleadas para montar los cojinetes.

Daños. Muescas, rebabas, arañazos y otros tipos de daños visibles producidos en


los apoyos y estribos del cojinete debidos a deficiencias de manipulación pueden
causar distorsiones en los anillos similares a las previamente descritas en el capítulo
Esfericidad del apoyo y planeidad de los estribos. Las marcas así producidas suelen
tener aristas que sobrepasan el nivel superficial y que deberían ser eliminadas para
evitar distorsiones entre los anillos del cojinete.

Fuerzas irregulares de bloqueo. Los anillos internos del eje y los externos del co-
jinete precisos para proporcionar la disposición axial se encuentran normalmente
bloqueados por contratuercas o estribos de tapa de extremidad, como muestra la
Figura 37.11. Se pueden producir importantes distorsiones de los anillos del cojinete
si surgen fuerzas excesivas o irregulares durante el ensamblaje. Un caso común es el
de un anillo exterior bloqueado por una tapa de extremidad, la cual es retenida en
su posición gracias a una serie de pernos, equidistantes en el diámetro del círculo de
contacto. Se pueden producir distorsiones en la tapa de la extremidad y en el anillo
del cojinete, a menos que estos pernos se encuentren perfectamente regulados a
una potencia determinada en un secuencia opuesta.

Montaje de los anillos a presión. Los anillos de cojinetes de ajuste entre piezas, o
sea, los anillos internos del eje, pueden precisar de la aplicación de una potencia
axial para instalarlos en la posición requerida. Para proporcionar esta fuerza axial
es necesario emplear una prensa, y la potencia de presión debería ser mantenida en
un mínimo, bien calentando los anillos internos o enfriando los ejes, aplicándose di-
rectamente al anillo que debe ser instalado y no a través de las piezas rodantes.
Cuando no se obedecen estas reglas se pueden producir distorsiones residuales en
el anillo del cojinete o en la indentación de los canales de rodadura.
RUIDO DE COJINETES 37.19

Cojinetes hidrodinámicos

Torbellino de aceite. Los cojinetes hidrodinámicos son inherentemente silencio-


sos en comparación a los de piezas rodantes, y el control de ruidos se suele limitar a
evitar el torbellino de aceite y a asegurar las condiciones operativas de lubricación,
carga y alineación, de modo que el cojinete funcione con una capa completa de lu-
bricante hidrodinámico. Aunque en este tipo de cojinetes se producen fuerzas de-
sestabilizadoras que provocan torbellinos de aceite, este fenómeno está en función
de la instalación del eje del cojinete 9 y se produce más a menudo cuando una fre-
cuencia resonante de la instalación del rotor del cojinete está próxima a la mitad de
la velocidad de rodaje del motor.
Los problemas de torbellino de aceite pueden resolverse (1) alterando las cua-
lidades de respuesta dinámica del rotor por medio quizá de un cambio en la sepa-
ración o en la rigidez de los cojinetes, (2) mejorar su estabilidad cambiando a un di-
seño alternativo, y (3) aumentando el sistema de amortiguación por medio de
amortiguadores de película prensada o separando los cojinetes de los puntos de vi-
bración. La acción más adecuada dependerá de la aplicación concreta del cojinete.
Los tipos de cojinete que aparecen en las Figuras 37.3, 37.4 Y 37.5 poseen dife-
rentes cualidades operativas, lo cual influye en su elección. Los cojinetes de rodillos
basculante s son particularmente estables y se emplean con gran frecuencia en ro-
tores de velocidades muy altas. Sin embargo, resultan caros, y los de ánima moldu-
rada pueden proporcionar una rodadura estable en aplicaciones mucho menos pro-
blemáticas. Estos últimos se emplean habitualmente en aplicaciones en las que la
carga es ligera y tiene poca estabilidad. Los cojinetes con piezas rodantes perfecta-
mente cilíndricas se usan sobre todo en aplicaciones a poca velocidad, a condición
de que se aplique una carga adecuada.

Condiciones de operatividad. Con el fin de minimizar ruidos en el cojinete es ne-


cesario asegurar que se genere una capa completa de aceite hidrodinámico, para lo
que es preciso que la velocidad superficial del eje, la viscosidad del lubricante y las
presiones efectivas medias se sitúen dentro de los límites de diseño recomendados
por el fabricante. En velocidades superficiales del eje muy bajas (o sea, del orden de
0,1 mlsegundo), no se puede conseguir siempre una capa de lubricación completa,
debido a la viscosidad del lubricante y a la carga del cojinete. Por tanto, éste puede
funcionar con una capa incompleta, en la que es posible que se produzcan roces en-
tre superficies.
La capacidad de transporte de carga de los cojinetes hidrodinámicos puede ver-
se reducida por factores tales como (1) defectos de alineación, (2) distorsiones del
anillo externo del cojinete, y (3) daños en las superficies en contacto.
Los límites permisibles de falta de alineación dependen de la longitud del coji-
nete y del huelgo establecido, siendo más problemáticos en cojinetes largos y con
poca holgura. Un defecto de alineación de 20 ¡Lm sobre la longitud total del eje de
ruedas del cojinete o su diámetro máximo de empuje puede ser considerado como
una cantidad límite aconsejable para cojinetes hidrodinámicos. Para instalaciones
de mayor precisión es necesario consultar a los fabricantes. El huelgo diseñado para
el cojinete puede ser considerado como una orientación de los niveles máximos per-
misibles de distorsión del anillo externo, distorsión controlada por la esfericidad de
37.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

los apoyos (en cojinetes de eje de ruedas) o la planeidad de los estribos (cojinetes de
empuje), y el mantenimiento de la altura entre los salientes y los entrantes de estas
superficies dentro de un 10 por lOO del huelgo interno garantiza consecuencias mí-
nimas en el funcionamiento del cojinete.
Una capa completa de lubricación se verá influenciada por la calidad dellubri-
cante suministrado y por el acabado de las superficies de contacto del eje. La lim-
pieza del lubricante es imprescindible para evitar desgastes y daños en las superfi-
cies, por lo que se debería disponer de filtros para la recepción repetida de aceites.
También se debería prestar atención a la estanqueidad de la instalación con el fin de
evitar la penetración directa de contaminación. Un correcto mantenimiento de las
superficies de contacto del eje asegura una capa completa de lubricación en una am-
plia gama de velocidades, minimizando el desgaste durante el encendido y apagado
del cojinete. Una vez más es necesario consultar las recomendaciones concretas de
los fabricantes en lo relativo a los acabados precisados para sus productos.

Cojinetes hidrostáticos

Los cojinetes hidrostáticos son inherentemente silenciosos y estables, y la existencia


de cualquier tipo de ruido es probablemente un síntoma de una imperfecta alinea-
ción, una sobrecarga o un suministro inadecuado de lubricante desde el exterior.

Alineación y sobrecarga. Una alineación precisa del eje de ruedas del cojinete y
una perfecta ortogonalidad del empuje del cojinete respecto al eje tienen una im-
portancia decisiva en uno de tipo hidrostático. El eje de ruedas habitual de estos co-
jinetes posee un diseño con longitudes de diámetro de entre 1 y 2, por lo que los de-
fectos de alineación respecto a la longitud del cojinete pueden reducir en gran
medida tanto el huelgo como la capacidad de transporte de carga del cojinete.
Como resultado, aumenta el riesgo de sobrecarga y de que aparezcan áreas de con-
tacto entre el eje y los bordes. El torcimiento del eje debido a un exceso de carga
tiene como consecuencia un funcionamiento del cojinete hidrostático similar al pro-
vocado por defectos de alineación, y debe ser minimizado con un correcto diseño de
la maquinaria. La representación matemática de una instalación de eje de cojinetes
posibilita la estimación de torcimientos del eje diseñado y la búsqueda de solucio-
nes para lograr un torcimiento aceptable de este eje. En algunas máquinas es posi-
ble instalar cojinetes sobre diafragmas radialmente rígidos, pero flexibles en con-
diciones particulares de carga o falta de alineación, con lo que cualquiera de estos
errores de alineación o de torcimiento de ejes provoca simplemente un ladeamiento
del bastidor, que conserva la holgura, la capacidad de carga y la rigidez radial del
cojinete.

Suministro de lubricante. Las fluctuaciones de presión en el suministro de lubri-


cante (por ejemplo, las debidas al empleo de una bomba de engranajes para alcan-
zar las presiones estáticas requeridas en la instalación) influyen directamente en los
niveles sonoros del cojinete. En instalaciones problemáticas de cojinetes (por ejem-
plo, en el torneado de punta de diamante) el suministro de lubricante debe reali-
zarse por medio de bombas silenciosas y acumuladores, con el fin de minimizar las

...
RUIDO DE COJINETES 37.21

fluctuaciones de presión. Otros parámetros de suministro de lubricante tienen efec-


tos indirectos en el ruido de los cojinetes, incrementando el riesgo de que se pro-
duzcan áreas de contacto entre el eje y el borde y, por tanto, provocando desperfec-
tos. La contaminación puede bloquear los restrictores o desgastar los bordes en
forma desigual. Unas cantidades inadecuadas de flujo de lubricación o de refrige-
ración pueden reducir la capacidad de transporte de carga y aumentar el riesgo de
sobrecarga. Con el fin de evitar este tipo de problemas es esencial seguir unos cri-
terios básicos de diseño y de mantenimiento.

REFERENCIAS

1. T. A. Harris, Rolling Bearing Analysis, 2." ed., John Wiley y Sons, Chichester, Inglaterra,
1984.
2. P. Eschmann, L. Hasbargen y K. Weigand, Ball and Roller Bearings: Theory, Design and
Application, John Wiley y Sons, Chichester, Inglaterra, 1985.
3. D. D. Fuller, Theory and Practice o[ Lubrication [or Engineers, 2." ed., John Wiley y Sons,
Chichester, Inglaterra, 1984.
4. A. Cameron, Principies o[ Lubrication, Longmans, Londres, 1966.
5. F. M. Stansfield, Hydrostatic Bearings, The Machinery Publishing Co., Brighton, Inglate-
rra,I970.
6. W. B. Rowe, Hydrostatic and Hybrid Bearing Designs, Butterworth, Londres, 1983.
7. F. P. Wardle, «Vibration Forces Produced by Waviness of the Rolling Surfaces of Thrust
Loaded Ball Bearings», Partes I y 11, Proc. Inst. Mech. Engineers, vol. 202, n.o C5, 1988,
p.305.
8. R. Holmes, «The Role of Oil Film Bearings in Promoting Shaft Instability y the Remedial
Effect of Damping», Tribology International, IPC Business Press, vol. 13, n.o 5, octubre
1980, p. 243.
9. A. V. Ruddy y D. Summers-Smith, «An Introduction to the Influence of the Bearing on
the Dynamics of Rotating Machinery», Tribology International, IPC Business Press, vol.
13, n.o 5, octubre 1980, p. 199.
Capítulo 38
MEDIDA Y ANALISIS DEL
RUIDO DE MAQUINARIA

Richard H. lyon
Richard G. Cann
David L. Bowen

INTRODUCCION

En este capítulo se describen: (1) las técnicas para llevar a cabo mediciones del rui-
do y la vibración en máquinas, (2) los métodos para analizar la información a partir
de estas medidas, (3) los procedimientos para recoger los datos, (4) la instrumen-
tación para procesar los datos obtenidos, (5) los métodos para extraer la informa-
ción deseada a partir de los datos obtenidos y (6) los usos a que puede aplicarse esta
información.
Este capítulo está estrechamente asociado con el Capítulo 9, "Técnicas de me-
dición del ruido»; Capítulo 10, «Técnicas de medición de la vibración»; Capítulo 13,
«Medida de la potencia sonora»; Capítulo 14, «Medición de la intensidad sonora»,
y Capítulo 39, «Control del estado de la maquinaria».

OBJETIVOS DE LAS MEDICIONES DEL RUIDO DE LA MAQUINARIA

Las medidas del ruido de maquinaria suelen plantearse con uno o más de los si-
guientes objetivos:
• Verificar que la máquina satisface un requisito legal o cumple una norma es-
pecífica.
• Desarrollar una base de datos de medidas del ruido de máquinas que perte-
necen nominalmente al mismo tipo; estos datos sirven de base de compara-
ción para nuevas máquinas.
• Reducir el ruido de la maquinaria.
• Evaluar los efectos del ruido de la maquinaria sobre las personas.
• Realizar un control del estado y un análisis diagnóstico de la maquinaria.

38.1

-
38.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

• Desarrollar un modelo del proceso de emisión de ruido de una máquina; este


modelo resulta útil para la investigación y el desarrollo.
La consecución de estos objetivos suele requerir distintos métodos de medición
y evaluación de datos.

Verificación de que se satisface un requisito legal o una norma

Frecuentemente, las medidas del ruido de maquinaria son necesarias para demos-
trar que una máquina satisface un requisito legal o una norma. El requisito puede
expresarse en términos de nivel de presión sonora con ponderación A, por ejemplo,
que el nivel sonoro (en la cabeza de la persona que opera con la máquina) no supere
un límite especificado. A menudo, el requisito se expresa en términos del nivel de
potencia sonora emitido por la máquina.

Desarrollo de una base de datos

Supongamos que se realizan mediciones sobre un número de máquinas nominal-


mente idénticas para determinar su emisión de ruido en unas determinadas condi-
ciones de funcionamiento; el propósito de estas mediciones es establecer una base
de datos que permita comparar las medidas que se realicen sobre máquinas futuras
del mismo tipo. En general, en estas medidas se producirán tanto variaciones siste-
máticas como aleatorias. Las variaciones sistemáticas son el resultado de cambios en
parámetros controlables u observables, tales como la velocidad y temperatura de
funcionamiento de la máquina. Las variaciones aleatorias son el resultado de: (1) la
variabilidad inherente entre una máquina y otra y (2) las incertidumbres en la me-
dición.
Consideremos el siguiente ejemplo: se realizaron mediciones repetidas sobre la
misma máquina. Con la máquina funcionando bajo las mismas condiciones y con el
transductor en la misma localización fija. las mediciones fueron similares, con erro-
res inferiores a 0,1 dB. Cuando el transductor se retiró y volvió a montar, las medi-
ciones diferían entre sí alrededor de 1 dB. Cuando se realizaron mediciones pare-
cidas sobre un grupo de máquinas nominalmente idénticas, los resultados oscilaron
en un intervalo de 1,5 dB. Cuanto más estrecha es la anchura de banda del sistema
de medida, mayor es la variabilidad. En estas mediciones, hay dos fuentes de varia-
ciones aleatorias: (1) las atribuibles al ruido de los instrumentos electrónicos y el
ambiente del transductor y (2) las atribuibles a las variaciones de la máquina!.
Con el fin de determinar los cambios sistemáticos que se producen como resul-
tado de las variaciones de los parámetros (como velocidad de la máquina y tempe-
ratura ambiental), hay que eliminar las variaciones aleatorias de los datos para es-
tablecer los valores de la correlación entre estos parámetros y los niveles de ruido.
El nivel de confianza (la probabilidad de que la dependencia inferida sea la correc-
ta) de tales correlaciones puede determinarse mediante procedimientos estadísti-
cos2 • Cuanto mayor es la base de datos y menores las variaciones aleatorias, mayor
será el nivel de confianza.
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAOUINARIA 38.3

Una base de datos puede utilizarse para evaluar los efectos de una modificación
en el diseño sobre el ruido emitido por la máquina. Por ejemplo, en el programa de
desarrollo de productos silenciosos, se comparó la emisión de ruido de varias ca-
denas de transmisión. Estos resultados se ilustran en la Figura 38.1, que muestra el
espectro de ruido de la máquina en términos de niveles de potencia sonora de ban-
das de tercio de octava con ponderación A en función de la frecuencia. La curva su-
perior muestra el espectro correspondiente a la cadena de transmisión de metal ori-
ginal. La curva inferior es el resultado de la sustitución por otra cadena más blanda
y móvil; ésta redujo la emisión de ruido en las bandas de frecuencia por encima de
1000 Hz. Para observar efectos tan pequeños como éstos, es preciso que las varia-
ciones aleatorias en las mediciones del ruido de la máquina que se examina sean pe-
queñas en comparación con la reducción en la emisión del ruido debida a los cam-
bios en el diseño.

Reducción del ruido de maquinaria

En general, la potencia sonora es un indicador mucho más útil para evaluar la re-
ducción del ruido en las máquinas que el nivel de presión sonora en una o más ubi-
caciones fijas, debido a que la potencia sonora es independiente de la distancia al
punto de medida. Dado que la mayoría de las máquinas suelen estar cerca de otros
equipamientos y situadas en espacios semirreverberantes, los patrones espaciales
de los niveles de presión sonora muestran una variación considerable.
Aunque las medidas de los niveles de presión sonora suelen ser más fáciles de
realizar que las de potencia sonora, si la habitación en que la máquina está locali-

70
:s:a.
Cadena de transmisión de metal original
~ 65
al
'O

~ 60
o
e
o
'" 55
'"

e
al
O 50
a.
al
'O
45
Qi
>
Z
40
125 250 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencia central de bandas de tercio de octava, Hz
FIGURA 38.1. Espectro de potencia sonora con ponderación A de una cadena de
transmisión. La curva superior representa el espectro con la cadena de transmisión de
metal original. La inferior representa el espectro cuando una cadena más blanda y
móvil sustituye a la original, dando como resultado una reducción global en el nivel
de potencia sonora de 5,2 dB.

---
38.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

zada está calibrada de manera que los niveles de potencia sonora promediados es-
pacialmente estén relacionados con los niveles de potencia sonora [véase Ecuación
(13.7)], se puede llevar a cabo una evaluación rápida de los niveles de potencia irra-
diados a partir de las medidas del nivel de presión sonora.
La evaluación de la potencia sonora producida por los distintos componentes
mecánicos de una máquina es un primer paso útil en un estudio de reducción del
ruido. La Figura 38.2 muestra el espectro de potencia sonora irradiado por el siste-
ma de arranque de una máquina que tiene un nivel de potencia sonora con ponde-
ración A de 73 dB. Los cuatro componentes de la máquina produjeron los siguien-
tes niveles de potencia sonora con ponderación A: cadena de transmisión, 71 dB;
engranajes, 63 dB; motor, 62 dB, Y correa, 62 dB. Nótese que estos componentes
producen distintos espectros para un rango de frecuencias amplio. Supongamos que
el objetivo del programa es reducir el nivel de potencia sonora con ponderación A
a 66 dB. Una estrategia razonable para conseguirlo es reducir las contribuciones de
cada uno de los cuatro componentes, de manera que todos produzcan la misma emi-
sión de ruido (lo que podríamos llamar un diseño equilibrado). Entonces, el nivel de
potencia sonora con ponderación A de cada uno ha de reducirse a 60 dB para que,
de acuerdo con la Figura 1.14, su potencia combinada sea 6 dB más alta que la po-
tencia de cada uno de los cuatro. Por tanto, la cadena de transmisión debe silen-
ciarse 11 dB; los engranajes, 3 dB, Yel motor y la correa, 2 dB cada uno.

Evaluación de los efectos del ruido de la maquinaria sobre las personas

El sonido producido por una máquina puede crear reacciones subjetivas de sonori-
dad (véase Capítulo 17) y molestia (véase Capítulo 23); puede afectar al rendimien-

~Q. 70
... 65
ID
"O
cO
> 60
<O

o 55
al
"O
o 50

~ 45
al
"O
<O
"O 40
e
<O
.o
al 35
"O
Qi 30
.~
z 125 250 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencia, Hz
FIGURA 38.2. Espectro de potencia sonora con ponderación A para los componen-
tes individuales de una máquina cuyo nivel de potencia sonora con ponderación A era
73 dB.

--
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.5

to humano (Capítulo 24) y tener efectos fisiológicos (Capítulo 25). Los rangos de
frecuencia y niveles de potencia sonora a los que estos efectos tienen lugar varían
ampliamente, dependiendo de un gran número de factores, descritos en los capítu-
los mencionados anteriormente. ¡for ejemplo, las sensaciones de tacto (táctil) y de
movimiento suelen producirse por vibraciones de máquinas a frecuencias bajas, ha-
bitualmente desde unos 2 hasta 200 Hz, como se describe en el Capítulo 26.

Control del estado y análisis diagnóstico de la maquinaria

Una aplicación importante de las mediciones de ruido de la maquinaria es el control


de su estado, descrito en detalle en el Capítulo 39. Estas medidas se utilizan para la
detección y clasificación de posibles fallos. El rango de frecuencias necesario para el
control del estado puede extenderse desde unos pocos herzios (grandes máquinas
rotatorias) hasta muchos kiloherzios, dependiendo de la máquina y de su aplicación
particular.

Desarrollo de un modelo de emisión de ruido

Puede desarrollarse un modelo analítico, empírico o computacional del proceso


mediante el cual una máquina emite ruido, cuya finalidad es ayudar al proceso de
diseño. Un papel importante de las mediciones es «validar» estos modelos exami-
nando la consistencia entre sus previsiones y los resultados reales en máquinas de
muestra a las que los modelos se aplican. Estas medidas no tienden a ser estadísti-
cas, ya que las previsiones suelen ser deterministas y las medidas se llevan a cabo so-
bre una muestra única (o pocos ejemplares) de la máquina. Las repeticiones del
mismo diseño pueden mostrar una variabilidad significativa. Por tanto, una com-
paración de la previsión de la radiación de sonido con las mediciones sobre una sola
máquina no siempre es fiable.

SELECCION DE UN PROGRAMA DE MEDICION DEL RUIDO

La elección de un sistema de medición para el análisis del ruido de la maquinaria


está muy influida por el tipo de problema concreto. En muy pocos casos, en los que
el interés principal sea simplemente documentar los niveles sonoros medios, un so-
nómetro simple representa una buena elección. Por otra parte, cuando existen exi-
gencias rigurosas para determinar las condiciones de una máquina en lo que respec-
ta a señales acústicas y/o de vibración, probablemente será necesario un
equipamiento para el procesamiento posterior de las múltiples señales en un rango
amplio de frecuencias. En este apartado se consideran aquellos factores que han de
ser tenidos en cuenta cuando se selecciona un sistema de medición del ruido.

-
38.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Micrófonos

Las propiedades básicas de los micrófonos se describen en el Capítulo 5. Las carac-


terísticas generales más importantes son el rango o gama de frecuencias, la sensibi-
lidad acústica, la directividad, la sensibilidad a otros factores ambientales (como la
influencia de campos magnéticos" humedad, temperatura, presión atmosférica, ra-
diación térmica y productos químicos) y la impedancia eléctrica. El coste ha de con-
siderarse como segundo factor, ya que el gasto de una sola sesión de recogida de da-
tos puede superar con mucho la diferencia entre un micrófono de primera y
segunda calidad.

Acelerómetros

El Capítulo 7 trata en detalle las características de los acelerómetros importantes


para la selección de un transductor: (1) sensibilidad, (2) resolución, (3) sensibilidad
transversal, (4) linealidad y límites de amplitud, (5) rango de frecuencias, (6) cam-
bio de fase, (7) sensibilidad a factores ambientales y (8) sensibilidad al ruido de fon-
do. Una vez elegido un transductor, es importante asegurarse de que se elige el ca-
ble adecuado para conectar el transductor a su equipo electrónico asociado.

Preamplificadores y acondicionadores de señal

Es necesario un preamplificador para convertir la señal débil a impedancia eléctrica


alta (del transductor piezoeléctrico) en una señal de voltaje a impedancia baja, que
es menos sensible a la influencia de factores externos ambientales. El acondiciona-
dor de la señal suele usarse después del preamplificador para limitar las bandas de
la señal mediante un filtro eléctrico; el acondicionador de la señal puede integrarla
o diferenciarla (con respecto a velocidad y/o desplazamiento). El acondicionador
de la señal también se utiliza para ajustar la ganancia. Estos aparatos se describen
en el Capítulo 6.

Registradores de datos (véase también Capítulo 6)

A menudo es deseable registrar los datos en el lugar de medición y procesarlos pos-


teriormente. Este método resulta particularmente adecuado si el análisis ha de lle-
varse a cabo mediante un ordenador. Las características fundamentales de un buen
sistema de registro de datos son: (1) fidelidad. (2) recuperabilidad (la posibilidad de
identificar las condiciones en que las medidas fueron tomadas) y (3) seguimiento (la
posibilidad de identificar los límites de frecuencia y ganancia de los datos). Los si-
guientes procedimientos son útiles al recoger y procesar datos sobre ruido para las
finalidades descritas anteriormente. El registro permite el análisis de los datos ob-
tenidos en las mediciones del ruido de la maquinaria que han de llevarse a cabo en
el momento de su medición o posteriormente. En el Capítulo 6 se comentan las ca-
racterísticas de los distintos tipos de registradores.

sd
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.7

Ventajas de registrar sobre cinta magnética

1. Puede reducirse la cantidad total de equipamiento que hay que llevar. Por lo
general, una grabadora, micrófonos y/o transductor y preamplificadores son más fá-
ciles de transportar al lugar de medición que un analizador. sobre todo si todavía
está por determinar el mejor método de análisis de datos. Desafortunadamente. es
difícil realizar la selección óptima sin un conocimiento razonable acerca de las ca-
racterísticas de los datos que se están analizando.
2. Los datos están siempre disponibles para volver a usarlos. A menudo, el pri-
mer método de análisis de datos empleado no es el óptimo porque el rango de fre-
cuencias seleccionado o la resolución elegida no son apropiados o, por ejemplo,
porque un rasgo aparece más claramente en el ámbito del tiempo y los datos se ana-
lizaron en el ámbito de la frecuencia. La grabación en cinta magnética permite vol-
ver a analizar los datos tantas veces como sea necesario.
3. Es posibLe apLicar varios procedimientos de análisis distintos. A menudo, re-
sulta conveniente analizar los datos tanto respecto al tiempo como a la frecuencia,
con distintos rangos para ambos, con el fin de buscar efectos de modulación, acon-
tecimientos impulsivos, etcétera. Al tener los datos en cinta magnética es posible
analizar los mismos de varias formas.
4. AL volver a oírlos, se puede cambiar la frecuencia de los datos. Al modificar la
velocidad de la cinta magnética, los datos de alta frecuencia pueden pasarse a fre-
cuencia baja, o los de frecuencias más bajas a más altas. Esto hace posible analizar
los datos a frecuencias infrasónicas y ultrasónicas con equipos normalizados de aná-
lisis de frecuencia auditiva, del tipo descrito en el Capítulo 8.
5. En una cinta magnética, pueden almacenarse gran cantidad de datos con un
coste bajo. Almacenar los datos en cinta magnética es barato en comparación con
otras formas de almacenamiento. El almacenamiento digital en disquetes es una
modalidad adecuada para archivos digitales, pero el número de mega bytes que pue-
den registrarse en cada disquete es limitado. Sin embargo, una cinta analógica pue-
de registrar fácilmente giga bytes de datos en cintas magnéticas de casetes inmedia-
tamente disponibles.

Desventajas de registrar sobre cinta magnética. Grabar los datos del ruido de la
maquinaria sobre cinta puede tener las siguientes desventajas:
1. Puede reducirse el rango dinámico de los datos. El ruido no deseado puede in-
troducirse en los datos si la relación entre señal y ruido del sistema de grabación con
cinta no es suficientemente alta. (La Tabla 6.1 presenta los valores típicos de la re-
lación entre señal y ruido; los efectos de la anchura de banda de esta relación se co-
mentan en el Capítulo 8.)
2. Pueden introducirse errores de fase. La precisión de fase no suele ser una
preocupación importante en la mayoría de las mediciones de ruido. Sin embargo, la
fase es importante si es necesario conservar las formas de onda transitorias. como
puede suceder en el diagnóstico de maquinaria o interpretación técnica de las se-
ñales de ruido. En el proceso de registro de frecuencias altas pueden introducirse
38.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

desfases inaceptables. Además, puede producirse un cambio significativo de fase


entre los canales grabados, debido a tiempos de arrastre ligeramente distintos entre
las cintas o distorsión mecánica de la cinta durante la grabación. Los errores de este
tipo pueden eliminarse utilizando una señal de calibración común, que se aplica a
todos los canales.
3. Es más difíciL hacer un seguimiento de Los vaLores absoLutos. Cuando vuelve a
oírse la grabación en cinta magnética y los datos se transfieren a un procesador (or-
denador o analizador), la ganancia o sensibilidad fijadas para la recogida original de
datos se combina con las fijadas en el proceso de repetición. También es probable
que las repeticiones impliquen cambios adicionales en la ganancia. Es muy impor-
tante que se anoten estos cambios, de manera que los valores absolutos de las can-
tidades dinámicas puedan recuperarse.
4. Son necesarios registros amplios de los parámetros de funcionamiento. Dado
que gran parte de los datos no pueden analizarse in situ, hay que anotar toda la in-
formación funcional relativa a la máquina para su referencia potencial durante la
fase de tratamiento de los datos en otro lugar.

Registradores de canales múltiples. Los registros multicanales en cinta magnética


diseñados para su aplicación en mediciones poseen dos o más cabezas de grabación
(y un número igual de cabezas de repetición) que graban los datos sobre la misma
cinta; cada conjunto de vías utiliza un par de cabezas concreto. La diferencia entre
los tiempos de arrastre para los distintos conjuntos de vías puede ser significativa,
dependiendo de la precisión con que estén montados los distintos pares de cabezas.
Si es importante la fidelidad de fase, es preferible asignar las señales que se inclui-
rán en las comparaciones de la fase posterior a un par concreto de cabezas. Si el nú-
mero de canales relacionados con la fase es mayor que el número de vías para una
cabeza. puede ser necesario duplicar una de las señales en otra cabeza, a la que se
van a asignar las señales adicionales.

PLANIFICACION DE LAS MEDICIONES DEL RUIDO DE MAQUINARIA

Los primeros pasos en un programa de medición son: (1) determinar las condicio-
nes de funcionamiento en las que hay que determinar el ruido de la máquina y
(2) definir los datos que hay que recoger para cada condición. El control y especi-
ficación del funcionamiento de la máquina durante el examen es una parte impor-
tante de la planificación del programa de medición. La recogida de datos debe li-
mitarse a ensayos bien definidos; incluso las pruebas exploratorias, que a menudo
son necesarias. deben catalogarse de antemano.

Lista de revisión para mediciones del ruido de maquinaria

1. Determinar el régimen de funcionamiento de la máquina.


2. Definir los índices que hay que medir y sus rangos de amplitud y frecuencia.

-~---- ~~------
zrd
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.9

3. Seleccionar el(los) método(s) de procesamiento, micrófonos y/o transduc-


tores de la vibración y acondicionadores de señal.
4. Preparar un protocolo experimental; formalizarlo de la manera necesaria.
5. Montar el equipamiento de medida, incluyendo la instalación necesaria.
6. Llevar a cabo una calibración de campo del sistema de medición como se
describe en los Capítulos 9 y 10.
7. Llevar a cabo las mediciones con el equipamiento, haciendo todas las co-
rrecciones necesarias, de acuerdo con los Capítulos 6, 9 Y 10.
8. Relacionar los datos medidos con el funcionamiento de la máquina.
9. Analizar los datos (véase Capítulo 8).
10. Preparar el informe.
Consideremos, por ejemplo, un generador eléctrico diesel que sólo puede fun-
cionar a una velocidad específica y ajustes de potencia predeterminados, denomi-
nados puntos o trinquetes. Las medidas de la vibración han de hacerse en tres lu-
gares sobre cada uno de los 12 cilindros. Hay que recoger información sobre los
distintos sucesos mecánicos (funcionamiento del inyector, combustión, asiento de la
válvula) en el ciclo de la máquina para determinar la contribución relativa de cada
uno de ellos al ruido global. En esta máquina, cada suceso acústico se produce en un
tiempo concreto durante el ciclo de funcionamiento. El equipo de análisis se pro-
grama en el tiempo para singularizar los sucesos de interés. De ahí que este proce-
dimiento requiera una señal de temporización que especifique la posición rotacio-
nal u otra configuración de la máquina en cualquier instante, como sería una señal
que se obtenga de un transductor (fotocélula, por ejemplo) que aporta un pulso de
salida en un estadio específico del ciclo de la máquina.

Determinación de los requisitos de almacenamiento de la cinta magnética

Las grabaciones en cinta magnética se comentan en el Capítulo 6. Los requisitos de


almacenamiento de los datos pueden determinarse de la siguiente manera:
1. En primer lugar se determina la longitud total (en tiempo) del registro de da-
tos (los tiempos de los registros individuales multiplicados por el número de
registros), expresada en segundos.
2. Se asume que la tasa de muestreo es 2,5 veces la frecuencia más alta de inte-
rés.
3. Se multiplica la tasa de muestreo por la longitud total del registro; esto repre-
senta el número total de muestras que se van a almacenar.
4. Generalmente, una muestra se almacena como 2 bytes o 16 bytes (véase Ca-
pítulo 6). El registro preciso en bytes es 2 veces el número requerido de
muestras, determinado en el Paso 3.
Por ejemplo, un sistema de adquisición digital de 10 canales que ocupa 2 bytes
por muestra con una anchura de banda de 10.000 Hz es aproximadamente equiva-
lente a 0,5 megabytes por segundo (10 canales X 25.000 muestras/segundo X 2 by-
tes/muestra). Así, un disquete floppy de alta densidad con una capacidad de 1,2 me-
gabytes puede almacenar aproximadamente 2,4 segundos de datos. Un disco duro
38.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de 80 mega bytes de un ordenador personal, por tanto, tiene una capacidad de apro-
ximadamente 160 segundos de datos. Muchos experimentos pueden implicar la re-
cogida de varios giga bytes de datos; una manera cómoda de manejar una cantidad
tan grande es almacenar los datos en casetes de cinta magnética en formato analó-
gico y transferir después pequeñas porciones de ellos en forma parcialmente pro-
cesada, quizá con una anchura de banda reducida, a los archivos del ordenador sólo
cuando sea necesario. Estos archivos más pequeños pueden almacenarse entonces,
por ejemplo, en el disco duro o en disquetes floppy y utilizarse cuando sea necesario
para un procesamiento más detallado.

Facilidad de seguimiento. Hay que asegurarse de que siempre pueda hacerse fá-
cilmente un seguimiento de los registros de datos (véase «Registradores de datos»,
anteriormente), de manera que puedan determinarse las condiciones originales de
la medición. La necesidad de este seguimiento hace preciso el establecimiento de
un procedimiento adecuado de codificación de datos antes de que éstos se registren.
Los códigos utilizados con este fin deben ser consistentes con las etiquetas utilizadas
en los libros de notas, datos grabados y archivos de ordenador originales.
Una planificación adecuada de los registros experimentales puede ahorrar mu-
chas horas de trabajo en el tratamiento de datos en fecha posterior, al facilitar la
identificación de las condiciones de examen. También asegurará que la validez de
los datos puede verificarse más fácilmente al compararlos con otros obtenidos en
condiciones parecidas. La codificación de los registros también debe hacer posible
la referencia cruzada entre ellos. Por ejemplo, hay que guardar los registros crono-
lógicos con un sistema numérico que emplee un código de año-mes-día-hora-mi-
nuto-segundo. Aunque este código no da como resultado una secuencia numérica,
el procedimiento asegura que no se producirá una duplicación de los códigos y que
no habrá dudas sobre la cronología de los datos. Además, si los registros se intro-
ducen en una base de datos computarizada, este código simplifica la catalogación de
datos.

TECNICAS DE MEDICION DEL RUIDO DE MAQUINARIA

Pasos iniciales en un programa de medición del ruido

Uno de los primeros pasos en un programa de medición es montar la instrumenta-


ción. Hay que asegurar físicamente los amplificadores pequeños, alimentadores de
potencia, cables, etcétera, con cinta de tipo adhesivo si es necesario. Los cables del
transductor deben etiquetarse para su identificación en ambos extremos. Si hay que
mover el transductor a otro lugar. hay que desconectar su cable; si se utiliza más de
un transductor. el etiquetado asegurará que el cable correcto volverá a conectarse
en el lugar adecuado.
La elección de los micrófonos y/o transductores de vibración y su localización es
quizá la parte más crítica del programa de medición. Debido a su estabilidad, los mi-
crófonos de condensador suelen elegirse para la medición de la presión sonora. Su
tamaño determina la respuesta en frecuencia y la directividad. En la medición en un
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.11

campo reverberante, la directividad no suele ser una preocupación importante.


Dentro de los límites impuestos por la respuesta en frecuencia y la directividad, los
micrófonos más grandes suelen tener mayor sensibilidad y tienen una relación me-
jor entre señal y ruido que los más pequeños.
En los estudios de ruido, la vibración se mide casi siempre mediante aceleró-
metros. Aunque un transductor de este tipo aporta una señal que es proporcional a
la aceleración, mediante la integración electrónica en su amplificador asociado pue-
de aportar una señal que sea proporcional a la velocidad o al desplazamIento. Los
sensores de proximidad del desplazamiento son útiles en casos donde el movimien-
to relativo entre dos componentes de la máquina resulta de interés, o cuando no se
quiere el contacto físico con la máquina. Los instrumentos de medición de la vibra-
ción láser también han de considerarse como transductores de la vibración cuando
resulta difícil el acceso físico directo a la estructura.

Establecimiento de la ganancia del amplificador

En un sistema de medida que contenga amplificadores cuya ganancia puede ajustarse,


es importante establecer ésta de manera: (1) que el amplificador no se sobrecargue y
(2) que el sistema de medida aporte la relación entre señal y ruido más alta posible.
Dos disposiciones posibles son establecer las ganancias para una sensibilidad conocida
del sistema y utilizar ganancias fijas con calibración de extremo a extremo. Si se satis-
facen los dos criterios anteriores, hay que dar preferencia a la que permita el número
mínimo de ajustes probables y que permita que los cambios se realicen con facilidad.
Los ajustes del amplificador deben anotarse en el libro de registro de datos.

Ajustes de la grabadora de cinta magnética

Los parámetros de una grabadora de cinta magnética deben ajustarse de manera


que se obtenga la relación más alta posible entre señal y ruido. Todos los ajustes es-
tablecidos deben anotarse en un cuaderno para su uso en el tratamiento posterior
de los datos que se van a recoger. Algunas grabadoras permiten que estos ajustes se
registren en la cinta de datos; en otras, se imprimen en papel. Sin embargo, a pesar
de esta comodidad, es preferible mantener un registro escrito en forma tabular de
todos los ajustes y otros detalles experimentales, en la misma página de datos. Si la
grabadora de cinta magnética posee un mecanismo de calibración interna, hay que
incluir esta información como parte del registro de datos. Además de su función es-
pecífica, la señal de calibración ayudará a separar registros secuenciales de datos.

ACONDICIONAMIENTO DE LA SEÑAL

Como se indicó en el Capítulo 6. a menudo se usa un acondicionador de señal direc-


tamente después de un preamplificador, con el fin de maximizar la re1ación entre
señal y ruido. Generalmente. esto se logra limitandO la anchura de banda de la se-
38.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ñal, integrando o diferenciando la señal y ajustando su'· ganancia. Puede obtenerse


una considerable mejora en la relación entre señal y ruido utilizando exclusivamen-
te los rangos de frecuencias importantes de la señal; en este caso, puede usarse un
filtro eléctrico adecuado para eliminar el ruido no deseado de la señal. Esto resulta
particularmente útil cuando se registra la vibración de la maquinaria; a menudo, la
excitación mecánica posee componentes de banda ancha, incluyendo frecuencias
altas. Si la información deseada está en el rango de frecuencias bajo y medio, eli-
minar las frecuencias altas mediante un filtro eléctrico permitirá utilizar mejor el
rango dinámico disponible de la instrumentación.

Supresión del ruido eléctrico en mediciones de maquinaria

Bucles a tie"a. Al interconectar los componentes de un sistema de medición del


ruido y la vibración, puede producirse un bucle a tierra. Un bucle a tierra es un bucle
eléctrico que se forma cuando se interconectan dos o más puntos en un sistema eléc-
trico (nominalmente al potencial de tierra). Como resultado, el sistema tiene toma
de tierra en más de un punto y se produce ruido eléctrico en él, como ilustra la Fi-
gura 10.9. Los métodos para evitar los bucles a tierra se describen en detalle en el
Capítulo 10. Fundamentalmente, hay que eliminar estas interconexiones, eliminan-
do cualquier vía para la corriente continua. Al medir la vibración es aconsejable ais-
lar eléctricamente los transductores de la máquina a examen. En el caso de los ace-
lerómetros, esto puede hacerse utilizando tacos de aislamiento eléctrico, como
ilustra la Figura 1O.lb. Sin embargo, para algunos transductores, no es posible el ais-
lamiento en el punto de montaje. En tales casos, puede utilizarse un amplificador de
aislamiento.

Inducción electromagnética. Los campos magnéticos alternos pueden introducir


zumbidos que se registran en el sistema de medición. Por esta razón, no se debe per-
mitir que los cables de la señal corran en paralelo a las líneas de corriente alterna o
cerca de aparatos eléctricos que produzcan grandes campos magnéticos. Los pares
de conductores enroscados, con un protector conectado sólo en el extremo del apa-
rato de registro, pueden reducir el acoplamiento de la corriente alterna a los con-
ductores de la señal. Si existe interferencia inducida magnéticamente en un conduc-
tor: (1) éste debe ser revestido magnéticamente con una cubierta, por ejemplo, un
conducto de acero, y (2) el blindaje debe tener la toma de tierra sólo en el extremo
que recibe la señal. Los problemas de ruido de este tipo pueden evitarse utilizando
cables de transmisión de fibra óptica. A menudo se utiliza cableado trenzado coa-
xialmente, pero el blindaje nunca es completamente efectivo.

Requisito de una «potencia limpia». Dado que la señal de salida del micrófono y
del sensor de vibración que se utilizan en la medición del ruido de la maquinaria es
muy pequeña. esta señal puede contaminarse fácilmente con el ruido producido por
la interferencia eléctrica de fuentes exteriores. Una de éstas es la fuente «sucia» de
potencia de corriente alterna. Por ejemplo, supongamos que se realizan mediciones
de ruido y/cJ vibración en una fábrica donde hay grandes motores. El funcionamien-
to de este equipamiento da como resultado «puntas» de voltaje en la línea de po-
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.13

tencia eléctrica; entonces la forma de onda del voltaje que se aporta al equipo de
medida ya no es sinusoidal. Esta contaminación de la potencia que llega al equipo
de medición del ruido puede dar como resultado señales espurias en el mismo. Es-
tos problemas pueden eliminarse si el equipo de medición funciona a pilas o está
adecuadamente aislado de la línea de potencia3 •

Calibración del sistema

Para que los datos experimentales sean válidos es necesario efectuar una calibra-
ción del sistema global de medida. La calibración acústica se describe en los Capí-
tulos 5 y 9; la calibración de campo de los sistemas de medida de la vibración se des-
cribe en el Capítulo 10 y es tratada en bastante detalle en el Capítulo 18 de la
Referencia 4. Al calibrar un sistema de medición del ruido es necesario:
1. Aportar un estímulo (presión sonora, vibración, eléctrico, etcétera) tan cerca
como sea posible de la entrada del sistema de medida.
2. Asegurarse de que las señales en todos los puntos del sistema de medida es-
tán dentro del rango dinámico de los instrumentos.
3. Insertar una señal de calibración en el registro de datos, al principio y al final
de cada sesión de recogida de los mismos.
4. Determinar el nivel del ruido de fondo haciendo un registro de «calibración»
sin que se aplique ningún estímulo (pero con las ganancias ajustadas adecua-
damente).
5. Anotar: (a) la sensibilidad de los micrófonos y/o transductores y (b) todos los
ajustes críticos del sistema, incluidas la ganancia del preamplificador, graba-
dora de cinta magnética y velocidad de la cinta. Si los datos se registran con
un aparato de canales múltiples, hay que aportar esta información para cada
canal.

Preparativos y examen preliminar

Al iniciar una sesión de medición, hay que seguir los siguientes pasos:
• Determinar el nivel del ruido de fondo cuando la máquina no está funcionan-
do.
• Con la máquina en funcionamiento, hacer una estimaci6n preliminar del nivel
que se va a medir. La finalidad de esta medición preliminar es determinar si la
relación entre señal y ruido es adecuada para el objetivo de la medición.
• Repetir el procedimiento anterior a medida que los aparatos auxiliares se van
encendiendo. Estos aparatos (fuelles, bombas, generadores, etcétera) pueden
ser necesarios para el normal funcionamiento de la máquina. Este paso per-
mitirá la evaluación de la emisión de ruido de cada uno de ellos.
• Si la relaci6n entre la señal y el ruido (de fondo) es demasiado baja, hay que re-
ducir este último. Si el ruido de fondo es resultado del sonido del equipamien-
to cercano, podría ser necesario: (1) retirar ese equipamiento, (2) apagarlo o
(3) aportar un aislamiento sonoro que reduzca el nivel en el lugar de medi-

-
38.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ción. Para comprobar si existe interferencia eléctrica dentro de la instrumen-


tación, se mueve el sensor (v.g., micrófono y/o transductor) desde su ubica-
ción presente y se coloca en un lugar aislado eléctrica y acústicamente
(todavía conectado a su cable). Se mide nuevamente el nivel de la señal. Si
este nivel está ahora por debajo del nivel límite de fondo, la señal no está con-
taminada. Sin embargo, si el nivel todavía supera el límite, existen problemas
de ruido dentro de la instrumentación .
• Si se está midiendo la vibración, hay que apretar cualquier transductor o co-
nector eléctrico aflojado por el calor o la vibración durante las mediciones
preliminares. Hay que comprobar los cables batientes, próximos a áreas ca-
lientes, y controles defectuosos de instrumentación.

RECOGIDA Y REGISTRO DE DATOS

Al recoger los datos deben seguirse los siguientes pasos:


1. Mantener hojas de datos que incluyan toda la información pertinente. Una
hoja de datos bien diseñada debe contener la siguiente información:
• Códigos de fecha y tiempo
• Identificación de la máquina y condiciones de funcionamiento
• Identificación de todos los sensores e instrumentación
• Localización y orientación de todos los sensores durante las mediciones
• Ajustes de ganancia
• Información sobre calibración
• Notas especiales (incluyendo datos ambientales pertinentes)
2. Diseño de hojas de datos para uso de campo. La adquisición de datos de cam-
po puede producirse bajo circunstancias adversas. El tiempo de funciona-
miento de la máquina puede ser limitado, el calor excesivo, el espacio limi-
tado y las distracciones inevitables. Por tanto, las hojas de datos deben ser
sencillas y fáciles de usar. Al diseñarlas:
• Se disponen de manera que las entradas, si es posible, sean de elección en-
tre alternativas.
• Hay que evitar mantener el registro mediante anotaciones. Hacer marcas
sobre una hoja de datos origina menos errores que las entradas escritas so-
bre un tablero durante las medidas de campo.
• Hay que anotar las condiciones de funcionamiento de la máquina y cual-
quier anomalía que se produzca en ésta o en el ambiente inmediato a la
ubicación de la máquina. Para cada una, se anota el tiempo de observación.
• Todos los datos se registran en unidades técnicas normalizadas.
• Se registran los números de serie de todo el equipamiento, incluyendo la si-
tuación de cada transductor.
• Se anotan los detalles completos del sistema global de medida, registrando
la fecha y la hora. Si hay que inspeccionar los datos en un momento pos-
terior, esta información ayudará a evaluar la validez de los datos.
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.15

• Hay que registrar toda la información de manera que otra persona pueda,
en fecha posterior, extraer los datos correctamente calibrados y compren-
der las condiciones en las que fueron tomados.
• Se anotan los cambios en los ajustes de las ganancias del equipamiento y
los cambios en la calibración producidos a medida que avanzan las medi-
ciones.
• Hay que considerar la realización de un registro fotográfico, utilizando una
cámara fotográfica o de vídeo con comentarios verbales de la sesión de me-
dición; a veces este registro puede resultar muy útil.
• Si se utiliza un registro analógico, se debe incluir un comentario verbal
continuo mientras se toman los datos, siempre que sea posible. Por ejem-
plo, se puede realizar un anuncio cada 10 segundos describiendo el código
del segmento del registro de datos, de manera que esta información pueda
localizarse fácilmente durante la repetición.

METODOS DE PROCESAMIENTO DE DATOS

La elección del tipo de análisis que se debe realizar de los datos recogidos durante
la sesión de campo está condicionada por el problema de ruido de la maquinaria
que se quiera resolver. Por ejemplo, los datos pueden consistir en una secuencia de
niveles sonoros medidos con un sonómetro o un analizador de bandas de octava.
Por otra parte, los datos obtenidos durante un programa de reducción del ruido de
una máquina comercializada pueden estar compuestos por información de varios
micrófonos o transductores distintos, en varias localizaciones encima o alrededor de
la máquina. En este caso, el tipo de análisis puede ser considerablemente más ela-
borado. Por ejemplo, en el diagnóstico de maquinaria, a menudo se desea extraer
de los datos brutos algún aspecto que pueda relacionarse fácilmente con el estado
de un componente de la máquina. Esto puede requerir una considerable cantidad
de procesamiento de datos, que puede lograrse mediante un ordenador.

Selección de un método de procesamiento de datos

Antes de elegir el método de procesamiento de los datos, es importante determinar


el funcionamiento básico de la máquina y sus mecanismos de generación del ruido
tanto como sea posible. Por ejemplo, el tipo de procesamiento de datos requerido
depende de si el ruido o la vibración que preocupan son generados por: (1) un pro-
ceso periódico continuo o (2) transitorios impulsivos. Si el proceso es periódico y
continuo, las variaciones de velocidad dentro del ciclo de la máquina pueden reve-
lar información acerca del estado de, por ejemplo, un engranaje o las fuerzas de po-
tencia de la máquina. Los sucesos transitorios pueden incluir, por ejemplo, el cerra-
miento de válvulas o impactos en mecanismos de eje y seguimiento.
El análisis espectral es la forma más frecuente de analizar y presentar los datos
en los estudios de ruido de la maquinaria. Los espectros de ruido de la maquinaria
suelen mostrar frecuentemente componentes tanto de línea de banda estrecha
38.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

como de banda ancha. Estos componentes de distinto tipo pueden surgir del mismo
o distintos mecanismos. Los componentes periódicos en el funcionamiento de la
maquinaria, como son el desequilibrio o la mezcla de frecuencias del engranaje,
aparecen como componentes de línea en el espectro; los sucesos transitorios e im-
pulsivos se indican mediante un ensanchamiento general del espectro.
Una decisión importante en el caso de programas amplios de ruido de maqui-
naria es determinar si las medidas deben llevarse a cabo con analizadores específi-
cos o mediante un sistema de adquisición de datos de propósito general, utilizando
el ordenador para realizar el análisis. En general, un instrumento específico es más
rápido y portátil, pero si el procedimiento de análisis final no está decidido, el sis-
tema del ordenador puede ser una elección mejor. Las distintas formas de presen-
tación de los espectros se describen en el Capítulo 6.

Métodos de análisis basados en técnicas FFT

Muchas técnicas útiles para analizar los datos se basan sobre las técnicas de las
transformadas rápidas de Fourier (FFf). Estas incluyen el promedio sincrónico, el
análisis de potencia Cepstrum y el análisis de demodulación de la amplitud, descri-
tos en los Capítulos 8 y 39.

Promedio sincrónico. El promedio de tiempo sincrónico resulta útil para recupe-


rar aquella parte de la señal que es coherente con un período básico del funciona-
miento de la máquina. Esta técnica se ilustra en la Figura 8.13, donde se compara el
ruido de cajas de transmisión parecidas, en buenas y malas condiciones. Hay que te-
ner cuidado al aplicar esta técnica, ya que pueden perderse información útil con res-
pecto al funcionamiento de los mecanismos. A menudo, el funcionamiento de la
máquina muestra «temblores» que pueden promediarse, y por tanto perderse, me-
diante este procedimiento. Este promedio puede llevarse a cabo en el ámbito del
tiempo o de la frecuencia.

Potencia Cepstrum. El análisis Cepstrum, descrito en el Capítulo 8, puede usarse


eficazmente para hacer un seguimiento de grupos de frecuencias de línea que están
integralmente relacionadas entre sí. La potencia Cepstrum es la transformada inver-
sa de Fourier del espectro logarítmico de potencia. La detección de un cojinete de-
fectuoso mediante esta técnica se ilustra en la Figura 13.43 de la Referencia 4. Si un
espectro es excepcionalmente rico en armónicos (como ocurre con la vibración pro-
ducida por una caja de transmisión) y la periodicidad es constante, este método es
muy valioso. Sin embargo, si la velocidad de la máquina fluctúa, esta periodicidad se
pierde y el Cepstrum es menos valioso. La técnica Cepstrum también es útil en la
criba de máquinas en busca de fallos en el examen de la línea de producción.
La potencia Cepstrum resulta particularmente útil para representar señales
transitorias, especialmente para aquellos sucesos que deben detectarse individual-
mente. Para la detección de pulsos, el Cepstrum complejo se filtra con una ventana
de tiempo, lo cual proporciona una igualación en el ámbito de la frecuencia; la re-
presentación Cepstrum así obtenida se reconvierte en una representación de tiem-
po comprimido de la señal original.
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.17

Demodulaci6n de la amplitud. La demodulación de la amplitud (comentada en


el Capítulo 13 e ilustrada en la Figura 13.45 de la Referencia 4) del ruido de un co-
jinete defectuoso puede llevarse a cabo mediante un instrumento analógico o con
un sistema de procesamiento digital utilizando la transformada de Hilbert, también
descrita en el Capítulo 8. Por ejemplo, la demodulación de la amplitud puede indi-
car la carga variable de un engranaje o el impacto de energía vibratoria cuando el
elemento rodante de un cojinete golpea un defecto en la pista. Los registros de de-
modulación de la amplitud tienden a ser bastante largos y es complicado realizar el
filtrado de paso de banda en el ordenador. Sin embargo, si los datos ya se han me-
tido en el ordenador por otras razones, el filtrado digital y la demodulación pueden
resultar apropiados.

Uso de lafunci6n de coherencia. En algunos casos están disponibles la excitación


y las señales de respuesta. La coherencia se usa para comprobar si estas señales es-
tán bien relacionadas. La falta de linealidad o el ruido en el sistema de medición re-
ducirá la coherencia, mostrando que los datos de respuesta son menos dependientes
de la excitación. Los valores reducidos de coherencia en las resonancias son fre-
cuentes porque es difícil mantener el nivel deseado de la fuerza de excitación cuan-
do la movilidad es grande. La coherencia también se reducirá cuando la respuesta
es pequeña en las bajas de transferencia de movilidad (o ceros).

Uso de la funci6n de co"elaci6n cruzada para determinar el flujo de energía. El


uso de la función de correlación cruzada (véase Figura 13.46 de la Referencia 4) tie-
ne ventajas para su uso en el análisis del ruido de la maquinaria. Por ejemplo, el es-
pectro cruzado de dos micrófonos próximos en el espacio puede utilizarse para cal-
cular la intensidad acústica o el flujo de energía en el campo sonoro. De forma
similar, el flujo de energía vibratoria en una estructura puede medirse mediante el
espectro cruzado de las señales que aportan los acelerómetros próximos en el es-
pacio. Si hay presentes errores de fase, se producirán errores significativos en los re-
sultados de estas mediciones.

Modelado para métrico de sistemas

A menudo resulta útil representar una señal de ruido mediante un conjunto de pa-
rámetros distintos a los valores de tiempo o frecuencia. La respuesta de impulso o
las partes reales e imaginarias de la función de transferencia pueden expandirse en
funciones ortogonales o en una serie de potencia. Dado que la elección de las fun-
ciones de expansión es altamente dependiente de la aplicación, hay que elegir fun-
ciones de transferencia que simulen la forma de las funciones medidas, de manera
que se use el menor número posible de términos en la expansión.
38.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

EXTRACCION DE INFORMA ClaN DE LOS DATOS EXPERIMENTALES

El tipo de información que se busca en los estudios de análisis del ruido, experi-
mentos de diseño y desarrollo y proyectos de seguimiento de máquinas varía nota-
blemente. Los métodos mediante los cuales puede obtenerse la información desea-
da en cada una de estas situaciones resultan de particular interés.

Contribuciones al ruido de la maquinaria

La mayoría de las máquinas producen energía vibratoria mediante un número de


mecanismos distintos, con sonidos que surgen de distintas partes de la maquinaria.
La finalidad de las mediciones del ruido de la maquinaria puede ser: (1) determinar
la contribución de cada mecanismo y/o (2) determinar las áreas desde las que el so-
nido es irradiado. Sólo en situaciones especiales coinciden estos dos objetivos.
Las contribuciones de los distintos mecanismos de generación de ruido de una
máquina pueden establecerse fácilmente si puede hacerse funcionar a cada uno de
los mecanismos de forma independiente. Al hacerlo, es importante cargar el meca-
nismo de forma realista. Si no puede lograrse que el mecanismo funcione de manera
aislada, pero puede anularse, puede establecerse su contribución anotando la re-
ducción que se produce en el nivel global al anularlo. La contribución de la fuente
más débil puede determinarse mediante la Figura 9.8.
Puede conocerse de dónde parte el sonido en una máquina mediante un sondeo
de intensidad acústica; así puede fabricarse un mapa que muestre la radiación del
sonido, como se describe en el Capítulo 14. Otra técnica es cubrir la máquina con un
revestimiento (una cubierta, como una lámina de plomo, que proporciona aisla-
miento acústico a la superficie cubierta) y exponer luego distintas partes de la su-
perficie, de una en una. Esta técnica sólo resulta práctica si el revestimiento sobre la
máquina proporciona el aislamiento acústico adecuado de las superficies cubiertas
y si esto no crea problemas de calentamiento.

Evaluación de cambios en el diseño

Pueden llevarse a cabo experimentos relacionados con el diseño para comparar el


existente con un modelo analítico o empírico de una máquina. Entonces, a medida
que se realizan cambios en el diseño. pueden observarse cambios en el nivel de rui-
do. La Figura 38.3 muestra un ejemplo de este procedimiento aplicado a un sistema
de transmisión. Los componentes de la transmisión consisten en una correa denta-
da, un conjunto de engranajes y una cadena de eslabones rodantes (bicicleta). Se
muestra el cambio en la emisión de potencia sonora del montaje cuando la cadena
de metal es sustituida por otra con eslabones cubiertos de plástico. La potencia so-
nora puede determinarse utilizando el nivel de presión sonora con promedio espa-
cial en una cámara de medición [véase Ecuación (13.7)].
Otro tipo de información de interés para el diseño es la forma de los distintos
modos de vibración cuando se excita la máquina a sus frecuencias de resonancia.
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.19

~Q. 70~----------------------------------------~
Calculado para el sistema de
65 transmisión colocado
~
al
"'C
cO
>
<O
tJ
60

55
M)mPlm,
o
CD
"'C 50
o
.~

...
CD
CD
45 Calculado con la cadena
de transmisión eliminada
"'C
<O 40
"'C
e
<O
.D 35
CD
"'C
-¡¡¡ 30
.~ 125 250 500 1k 2k 4k Bk
Z
Frecuencia. Hz

FIGURA 38.3. Efecto de reducir el ruido de la cadena en la emisión de ruido de una


máquina. Esta máquina tiene un sistema de transmisión compuesto por una correa
dentada, un conjunto de engranajes y una cadena.

Dado que a menudo éstos son los modos de vibración más bajos de la estructura de
la máquina, un análisis de éstos «<análisis modal» t.5
puede emplearse para identi-
ficarlos y determinar sus parámetros de frecuencia de resonancia y amortiguamien-
to.

REFERENCIAS

1. R. Gibson, «Phase variability of structural transfer functions», Tesis M.Sc, Department of


Mechanical Eng., M.I.T., Cambridge, Mass., 1986.
2. H. Cramer, Mathematical methods of statistics, Princeton U niversity Press, Princeton, N.J.,
1946, p. 512.
3. C. M. Harris (Ed.), Handbook of utilities and services for buildings, McGraw-Hill, Nueva
York, NY 10020, 1990, Capítulo 27.
4. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handhook, 3." ed., McGraw-Hill, Nueva York,
NY 10020, 1988.
5. R. H. Lyon, Machinery noise and diagnostics. Butterworth Publishers. Londres y Boston.
1987.
Capítulo 39
CONTROL DEL ESTADO DE
LA MAQUINARIA

Joelle Courrech

INTRODUCCION

El control del estado de la maquinaria consiste en medir los diferentes parámetros


relacionados con el estado mecánico de la maquinaria (como la vibración, la tem-
peratura de los cojinetes, la presión y los residuos de aceite, y el funcionamiento),
con el fin de determinar el estado en que ésta se encuentra. Cuando la maquinaria
no se encuentra en buen estado, este control permite averiguar el origen del proble-
ma 1.2.
El control del estado de la máquina se emplea en unión al mantenimiento del es-
tado de la máquina, o sea el mantenimiento de la maquinaria basado en las indica-
ciones de que se va a producir un problema. En muchas fábricas este tipo de man-
tenimiento está tomando el relevo al mantenimiento hasta la avería o al
mantenimiento preventivo (en el que las partes mecánicas se reemplazan periódi-
camente en intervalos fijos de tiempo sin tener en cuenta su estado). El manteni-
miento de la maquinaria:
• Evita inesperadas averías graves de consecuencias costosas y peligrosas.
• Reduce al mínimo el número de revisiones de la máquina, disminuyendo por
tanto los costes de mantenimiento.
• Evita intervenciones innecesarias con el riesgo consiguiente de introducir fa-
llos en máquinas de funcionamiento correcto.
• Permite la clasificación temporal de las piezas de repuesto, eliminando así
costosos inventarios.
• Reduce los tiempos de intervención, minimizando por tanto pérdidas de pro-
ducción. Como se conoce por adelantado la avería a reparar, es posible pro-
gramar las revisiones del modo más conveniente.
En este capítulo se describe el empleo de las medidas de vibración para contro-

39.1
39.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

lar el estado de la maquinaria. La vibración es el parámetro que se puede utilizar


con más probabilidades de éxito con el fin de pronosticar la más amplia gama de
averías. En esta descripción se incluye:
1. La selección del tipo apropiado de sistema de control (permanente o discon-
tinuo).
2. El establecimiento de un programa de control de estado de la máquina que
incluye la selección de transductores, de parámetros apropiados de vibración,
de posición de medición en la máquina, y del intervalo de tiempo entre me-
diciones.
3. La detección de averías.
4. La interpretación del espectro y el diagnóstico de averías.
5. El análisis de tendencias.

SELECCION DEL TIPO DE SISTEMA DE CONTROL

Los sistemas de control del estado de máquinas son de dos tipos: discontinuos y per-
manentes. En un sistema de control discontinuo la vibración de la maquinaria se
mide (o se registra para su posterior análisis) en intervalos seleccionados de tiempo
dentro de una zona concreta. A continuación se realiza un análisis, bien en la zona
o en el laboratorio. Es preciso emplear técnicas avanzadas de análisis para el diag-
nóstico de averías y el estudio de tendencias. El control discontinuo proporciona in-
formación en fases muy tempranas de la eventual avería y se emplea generalmente
cuando (1) es preciso conocer con gran antelación la existencia de fallos, (2) es ne-
cesario obtener diagnósticos avanzados, (3) es preciso realizar medidas en muchas
posiciones de la máquina, y (4) las máquinas son complicadas.
En un sistema de control permanente la vibración de la maquinaria se mide con-
tinuamente en unos puntos determinados, y se compara constantemente con los ni-
veles aceptables de vibración. El método de medición puede ser permanente (como
en sistemas de captación paralela, en los que se emplea un transductor y una cadena
de medición en cada punto), o casi permanente (como en los sistemas múltiples, en
los que se emplea un transductor en cada punto de medición, pero el resto de me-
diciones de la cadena se comparte entre unos pocos puntos con un intervalo múlti-
ple de unos segundos).
En un sistema de control permanente los transductores se instalan permanen-
temente en cada punto seleccionado de medición. Debido a ello, este sistema puede
alcanzar costes muy altos, y se emplea en casos muy especiales en los que (1) no
existe personal disponible para realizar las mediciones (mar adentro, en estaciones
de bombeo alejadas, etcétera), (2) es necesario detener la máquina antes de que se
produzca una avería para evitar accidentes catastróficos, (3) puede producirse un
fallo instantáneo que precisaría del apagado de la máquina, y (4) el entorno (explo-
sivo, tóxico o de altas temperaturas) no permite la presencia humana que sería ne-
cesaria en caso de efectuar mediciones discontinuas.
Antes de seleccionar un sistema de control permanente, es preciso realizar me-
diciones preliminares de modo discontinuo durante un período de tiempo con el fin
de familiarizarse con las características vibratorias de la máquina. De este modo

---
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.3

será posible seleccionar el parámetro de mediciones de vibración, el rango de fre-


cuencias y los niveles normales de alarma y desconexión más apropiados.

ESTABLECIMIENTO DEL PROGRAMA DE CONTROL DEL ESTADO DE


LA MAQUINA

Selección de transductores

Con el fin de seleccionar el transductor más apropiado para el programa de control


del estado de la máquina es necesario verificar el tipo de medición que se va a rea-
lizar: por ejemplo, si consiste en una vibración del eje o de los cojinetes.

Transductores de desplazamiento. Los transductores de desplazamiento de tipo


de corrientes parásitas, que poseen diodos rectificadores desconectados, se em-
plean habitualmente para medir la vibración del eje. Estos transformadores pro-
porcionan información acerca del movimiento relativo entre el eje y los cojinetes,
que puede ser reflejada directamente en cantidades físicas, como la holgura mecá-
nica y el espesor de la capa de aceite, por ejemplo, ofreciendo la posibilidad de mos-
trar el inicio de raspaduras. El empleo de transductores de desplazamiento es esen-
cial en máquinas que dispongan de cojinetes de eje de ruedas. Sin embargo, los
diodos rectificadores desconectados de esta cIase (1) son difícilmente calibrables
con exactitud, (2) poseen rangos dinámicos limitados debido a la influencia de des-
centramientos eléctricos y mecánicos del eje, y (3) poseen un rango de frecuencias
limitado. Como consecuencia de los límites en el rango dinámico, la frecuencia útil
superior queda por lo general limitada a la frecuencia de los primeros armónicos de
velocidad del eje, como muestra la Figura 39.1a.
La vibración del eje proporciona información sobre el estado real de la máquina
y se emplea principalmente en sistemas de control permanente, que desconectan in-
mediatamente la máquina en caso de que se produzcan problemas.

Acelerómetros y lectores de velocidad. Los acelerómetros y los lectores de velo-


cidad se utilizan para realizar mediciones de vibración de cojinetes o bastidores. Los
acelerómetros poseen un rango dinámico y de frecuencias más amplio que los trans-
ductores de desplazamiento o de velocidad, como muestra la Figura 39.1. Los ace-
lerómetros (descritos en el Capítulo 7) tienen poco peso y gran resistencia. Debe-
rían ser seleccionados para detectar averías a altas frecuencias, como por ejemplo
para localizar deterioros en las piezas rodantes de un cojinete o desgastes en la caja
de engranaje. Al contrario de lo que se suele pensar, los acelerómetros son capaces
de medir frecuencias muy bajas, cuyo límite viene determinado por el preamplifi-
cador empleado más que por el transductor en sí mismo. Las frecuencias del orden
de magnitud de 1 Hz o inferiores pueden ser medidas con acelerómetros de uso ge-
neral sin tener en cuenta precauciones especiales. La aceleración del cojinete o del
bastidor puede estar directamente relacionada con las fuerzas que actúan dentro de
la máquina y que son transmitidas a los cojinetes. Las mediciones de aceleración de
39.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

o
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o a:¡
Ir-----, 0,5 kHz
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~~
(A)

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« ffl 4--4-...I-~--+---+-_
O 10 1001kHz 10kHz 100kHz
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00

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10 1001kHz 10kHz 100kHz
FRECUENCIA
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~~
««
20 kHz
4 - - 4 - - _ + _ -.........- - + -. .
10 1001kHz 10kHz 100kHz
FRECUENCIA

FIGURA 39.1. Espectros procedentes de la misma fuente de vibración empleando


distintos tipos de transductores. (A) Espectro típico de desplazamiento que muestra
una curva negativa. Incluso cuando el transductor de desplazamiento posee una am-
plia gama de frecuencias (normalmente de hasta 10 kHz), su limitado rango dinámico
(40 dB) produce un espectro con una restringida gama útil de frecuencia (normalmen-
te de hasta 500 Hz). (B) Espectro de velocidad. Aunque los transductores de velocidad
poseen una amplia gama dinámica (60 dB), su gama de frecuencias se encuentra por
lo general limitada entre 10 y 1.500 Hz. (e) Espectro de aceleración. Los acelerómetros
cubren rangos de frecuencia desde 0,1 Hz o inferiores hasta los 15.000 Hz y superiores
(según el tipo), con un rango dinámico típico de 150 dB. Incluso tras la integración de
la señal de velocidad, producen un rango dinámico de 90 dB de unas tres décadas de
frecuencia.

vibración de los cojinetes avisarán con gran antelación de los fallos que se produz-
can en la máquina.

Selección del parámetro de medida: desplazamiento, velocidad o


aceleración

Cuando se emplea un acelerómetro como detector en un sistema de control del es-


tado de máquinas, la señal de aceleración resultante puede ser electrónicamente in-
tegrada con el fin de obtener la velocidad o el desplazamiento, por lo que cualquiera
de estos tres parámetros puede ser utilizado en las mediciones. El parámetro a ele-
gir se puede seleccionar por medio de la siguiente regla simple: emplear el paráme-
tro que tenga el espectro «más plano», que indica el menor rango dinámico de la ins-
trumentación que sigue al transductor. Por ejemplo, en la Figura 39.2 aparece un
espectro de velocidad y otro de desplazamiento obtenidos en idénticas condiciones.
El rango dinámico (o sea, el rango situado entre el nivel de la señal más elevada y el
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.5

RANGO
e
::l
t: RANGO
-'
a..
::¡¡
«
L..-_ _ _ ..L..-_
---"'.....,..---"=-__ FRECUENCIA

FIGURA 39.2. Espectros de velocidad y desplazamiento obtenidos en idénticas con-


diciones. El espectro de velocidad requiere un rango dinámico menor del equipa-
miento que acompaña al transductor y es, por tanto, preferible.

de la inferior) precisado para medir el espectro de desplazamiento es mucho mayor


que el rango del espectro de velocidad. Puede incluso exceder el rango dinámico
disponible de la instrumentación. Por tanto, según esta regla debería escogerse la
medida de velocidad.
La regla del espectro más plano es aplicable solamente a la gama de frecuencias
que interese, por lo que la selección de parámetros, de algún modo, depende de la
clase de máquina y del tipo de avería a considerar.

Selección de localizaciones de medición

Cuando se emplea un sistema de control de maquinaria discontinuo, el número de


lugares en los que se realizan las mediciones queda limitado solamente por el re-
quisito de reducir el tiempo de medida al mínimo. Por lo general, las medidas de vi-
bración de los cojinetes se llevan a cabo en dirección radial sobre cada cojinete ac-
cesible, y en dirección axial respecto a los cojinetes de empuje. No suele ser
necesario medir la vibración de los cojinetes en dirección horizontal y vertical, ya
que ambas mediciones ofrecen la misma información sobre las potencias que actúan
dentro de la máquina, información que corresponde simplemente a dos vías de
transmisión diferentes. Este método es aplicable para detectar la generación de ave-
rías. Como se comprobará más adelante, las mediciones tanto en sentido horizontal
como vertical pueden, sin embargo, ofrecer información valiosa para diagnosticar el
subsiguiente origen de la avería inminente. Al medir la vibración de los ejes con
transductores de proximidad, es conveniente emplear dos diodos rectificadores
para cada cojinete, situados a 90° entre sí, proporcionando por tanto una indicación
de la órbita del eje dentro del cojinete.
Cuando se emplea un sistema de control de maquinaria permanente, el número
de posiciones de medición se suele minimizar por razones económicas. Al realizar
una comparación del espectro completo se debe llevar a cabo la selección de acuer-
do a un estudio de los espectros de vibración de los distintos cojinetes, con el fin de
localizar estos lugares en los que cualquier componente de importancia relacionado
con las diversas averías eventuales se transmitiría en niveles vibratorios medibles.
Cuando se realizan controles de medida solamente de banda ancha, es preciso cum-
plir el requisito adicional de que todos los componentes de frecuencia relacionados
con la eventual avería deberían ser aproximadamente del mismo nivel.
39.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

Selección del intervalo de tiempo entre mediciones

La selección del intervalo de tiempo entre mediciones precisa del conocimiento es-
pecífico de la máquina. Algunas máquinas se averían rápidamente, mientras que
otras duran años sin problema alguno. Es necesario llegar a un acuerdo respecto a
la seguridad de la instalación y al tiempo precisado para realizar las mediciones y los
estudios. Puede ser útil la siguiente regla general: seleccionar un intervalo de tiempo
entre mediciones de entre un sexto y un décimo del período entre las revisiones ge-
nerales. En cualquier caso, hay que realizar mediciones frecuentes en las primeras
fases del sistema de control del estado de la máquina para asegurarse de que los ni-
veles de vibración medidos sean estables y no se dé inicio a ningún tipo de avería.
Cuando se detecte un cambio significativo, el intervalo de tiempo transcurrido en-
tre las mediciones debería ser reducido lo suficiente como para que no se produzca
una avería antes de la próxima medición. La curva de tendencias puede servir para
determinar el momento en que debería realizarse la siguiente medición.

DETECCION DE A VERlAS DE LA MAQUINARIA DE ROTACION

Sería deseable que fuera posible detectar todas las cIases de errores que podrían
producirse durante el funcionamiento de la maquinaria rotatoria. Estos errores
comprenden tanto las vibraciones a frecuencias muy bajas (componentes subsíncro-
nos que indican aflojamientos, remolinos de aceite. defectos en la correa de trans-
misión. etcétera) como las vibraciones a frecuencias muy altas (frecuencias de aco-
piamiento entre dientes, de álabes. de resonancias estructurales producidas por
fallos en las piezas rodantes del cojinete. etcétera). Esta detección debería aplicarse
al total de máquinas existentes en una fábrica, desde las que funcionan a bajas ve-
locidades hasta las que lo hacen a velocidades mayores. haciéndose preciso selec-
cionar un equipamiento y unas técnicas de análisis que cubran una gama de fre-
cuencias muy amplia.
Las mediciones de los niveles de vibración ahsolutos de los cojinetes no propor-
cionan ninguna indicación del estado de la máquina. ya que se ven influenciados
por el itinerario de transmisión entre la fuerza y el punto de medición, pudiendo
amplificarse unas frecuencias y atenuarse otras. Los niveles de vibración de los co-
jinetes cambian de un punto de medición a otro dentro de una máquina concreta. ya
que las vías de transmisión son diferentes. Por la misma razón pueden cambiar de
una máquina a otra en mediciones realizadas en el mismo luga~. Por lo tanto. al
analizar el estado de una máquina es fundamental controlar los cambios vibratorios
respecto a un valor de referencia establecido cuando la máquina se encuentra en
perfecto estado. Los cambios se indican en una cantidad o, con mayor frecuencia.
como un camhio de nivel. o sea. el logaritmo de una cantidad. en decibelios.
El objetivo del control del estado de una máquina consiste en predecir la avería
con gran antelación antes de que se produzca, por lo que la medida del nivel de vi-
bración global no servirá como predicción fiable, debido a que los mayores com-
ponentes de vibración dentro de la franja global de frecuencias dominan en la me-
dida. En la Figura 39.3 se muestra un ejemplo de cómo las mediciones globales de
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.7

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70
ci
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O 60
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80

70

60

FRECUENCIA

AUMENTO DE LA
MEDIDA GLOBAL
ENTRE 10 Y 1 kHZ
20 -- -- ---- - -- - - -7-
(C) ~~I'
"/ ~\

~/O~
CD
" 10

O 1 2 3
TIEMPO, MESES

FIGURA 39.3. Análisis de tendencias llevado a cabo en una medición global y en la


de un componente concreto. (A) Espectro de velocidad de vibración medida en una
caja de engranajes tras la instalación. Obsérvese la gran amplitud del componente de
480 Hz, dominando el espectro de referencia. (B) Espectro de velocidad tres meses
después. Obsérvese el notable aumento del componente de 121 Hz correspondiente a
las revoluciones del eje de salida de la caja de engranajes. (C) Curvas de comparación
del aumento del componente de 121 Hz en el espectro de velocidad. El aumento de
velocidad global en la banda situada entre 10 y 1.000 Hz indica un comienzo de avería,

velocidad de vibración tienen como resultado una predicción incorrecta con una so-
breestimación del plazo de espera. Una correcta detección de averías en la maqui-
naria puede realizarse con éxito solamente por medio de una comparación con un
espectro de referencia. En esta sección se comparan varios tipos de espectros con
esta finalidad.
39.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Análisis de ancho de banda constante y análisis de porcentaje de ancho de


banda constante

Un analizador de ancho constante de banda, como el analizador de transformadas


rápidas de Fourier (FFT), proporciona espectros con una anchura de banda cons-
tante en una escala de frecuencia lineal que ofrecen definiciones muy precisas en al-
tas frecuencias, pero no en las bajas. Para cubrir una amplia gama de frecuencias
con una definición suficiente empleando el análisis de ancho de banda constante, es
preciso utilizar varios análisis diferentes de frecuencia, por lo general uno por cada
década de frecuencias. Para ello se precisa una gran cantidad de tiempo, ya que se
debe almacenar gran cantidad de datos y compararlos con cada punto de medición.
El análisis de porcentaje constante de ancho de banda cubre por lo general tres
décadas con idéntica resolución dentro de un único espectro dentro de una gama de
frecuencias logarítmica. De este modo se consigue reducir considerablemente la
cantidad de datos manteniendo sin embargo una definición precisa. Una ventaja
adicional de este análisis de escala de frecuencias logarítmica es la simplicidad de
compensación de los cambios de velocidad, que en la máquina queda reflejado en
el espectro de vibración como una conversión global de todos los componentes re-
lacionados con la velocidad. Debido a las razones antes expuestas, el mejor método
de análisis para la comparación de espectros y la detección de averías es el uso del
análisis del porcentaje de ancho de banda constante con una escala de frecuencias
logarítmica. En la Figura 39.4 aparece un ejemplo de comparación de medidas den-
tro de una misma caja de engranajes, llevada a cabo con dos tipos diferentes de ana-
lizadores. En la Figura 39.4a se emplea el análisis del porcentaje constante de ancho
de banda, y en la Figura 39.4b el de banda de ancho constante. Obsérvese en esta
última figura la pérdida de información dentro de la franja situada entre Oy 2 kHz.
Es preciso mantener una definición suficiente de frecuencias para distinguir los
componentes importantes relacionados con la velocidad. Como en el caso de las
mediciones globales de la Figura 39.3, cuando dos componentes de igual importan-
cia pero de muy distinto nivel se encuentran dentro de la misma anchura de banda
de filtro, la amplitud del mayor ocultará los cambios del menor. Una anchura de
banda de entre el3 y el6 por 100 basta normalmente para cubrir las pequeñas fluc-
tuaciones de velocidad (del orden del 1 por 100), pero posee la definición suficiente
para separar los distintos componentes.

Modo en el que los cambios en el espectro se relacionan con el estado de la


máquina

Con el fin de obtener información respecto a los cambios en el estado de la máqui-


na, deberían simplemente compararse los espectros de vibración de operaciones si-
milares de funcionamiento. La influencia de estas condiciones de funcionamiento
de la máquina (como su velocidad, carga y temperatura) respecto al parámetro de
vibración medido varía de modo notable en los distintos tipos de máquina. Unos
cambios de velocidad de hasta el 10 por 100 pueden por lo general ser compensa-
dos, y sus espectros comparados. Cuando superan este valor, las condiciones de fun-
cionamiento de la máquina deben considerarse como diferentes y es necesario em-
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.9

lO

(a)

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~~
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O 2 4 6 8 lO 12 14 16 !'liT)! 20
Frecuencia. kHz

FIGURA 39.4. Análisis de vibración de la caja de engranajes. (A) Espectro de veloci-


dad obtenido por medio de un analizador con una amplitud de banda de porcentaje
constante del 4 por 100, empleado para cubrir un rango de frecuencias de 20 a
20.000 Hz. La escala de frecuencias es logarítmica. (S) Espectro de velocidad obtenido
por medio de un analizador con una amplitud de banda constante de 50 Hz, empleado
para cubrir un rango de frecuencias de Oa 20 kHz. La escala de frecuencias es lineal.

plear un nuevo espectro de referencia como punto de comparación. Este espectro


de referencia no necesita ser medido cuando la máquina es nueva (tras un corto pe-
ríodo de rodaje), sino que puede ser determinado en cualquier momento de su ciclo
vital a condición de que sus vibraciones sean estables, pues un espectro estable de-
muestra un funcionamiento estable de la máquina. La dificultad mayor radica en es-
39.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

tablecer cuándo los cambios en el espectro son lo suficientemente relevantes para


aconsejar la desconexión de la máquina.
La mayoría de las normas nacionales e internacionales de medición de vibracio-
nes de cojinetes no prestan atención a los espectros de frecuencia, sino que indican
valores de cambio de vibración del valor rms de la amplitud de velocidad de 10 a
1.000 Hz (o 10.000 Hz) para máquinas tanto en buen como en mal estado. Estos
porcentajes han sido trasladados con éxito a los componentes característicos del es-
pectro de vibración, como las frecuencias de desequilibrios o de engranaje entre
dientes. Por lo general se considera significativo cualquier cambio en la amplitud de
vibración del cojinete (medida en términos de aceleración, velocidad o desplaza-
miento) de cualquier elemento característico del espectro con un factor de 2 a 2,5 (6
a 8 dB en nivel de vibración). Un cambio de 8 a 10 en el factor (de 18 a 20 dB en ni-
vel de vibración) se considera problemático, a menos que se especifique lo contrario
por parte del fabricante. Los límites de medición de vibraciones del eje, que pro-
porcionan su movimiento relativo dentro del cojinete, están directamente relacio-
nados a su huelgo físico en la máquina. El intervalo de tiempo precisado entre las
mediciones varía en gran medida de una máquina a otra, y depende directamente
del período medio de tiempo transcurrido entre una avería y el grado de deterioro
de las averías esperadas. Por tanto, las mediciones deberían realizarse con mayor
frecuencia en cuanto se notifique la presencia de un deterioro creciente.
Un buen proceso de detección de averías es el primer paso para la realización
con éxito de un programa de control del estado de la maquinaria. Un reconocimien-
to temprano del deterioro es la clave para lograr una diagnosis exacta de las averías
y un eficaz análisis de tendencias. Como consecuencia, esta fase de control de ma-
quinaria no debería ser pasada por alto, a pesar de que a menudo puede ser consi-
derada tediosa.

INTERPRETACION DEL ESPECTRO Y DIAGNOSTICO DE A VERlAS

Aunque el análisis de porcentaje de ancho de banda constante es mejor para la de-


tección de averías y la comparación de espectros que el análisis de ancho constante
de banda, este último es primordial para un diagnóstico eficaz. Los analizadores
FFf disponibles comercialmente proporcionan una herramienta eficaz para la in-
terpretación de espectros, ofreciendo una anchura constante de banda (en una es-
cala de frecuencia lineal) y, por medio del zoom, también proporcionan una gran
definición en cualquier banda de frecuencia considerada. Esto permite (1) el reco-
nocimiento rápido y la distinción de modelos armónicos o de bandas laterales,
y (2) la separación de componentes individuales poco espaciados. Los analizadores
FFf pueden también proporcionar herramientas de diagnóstico tales como el
cálculo de tiempo medio síncrono, el análisis Cepstrum y/o el empleo de la trans-
formada de Hilbert para la demodulación de amplitud y base (véase Capítulo 8).
En la Tabla 39.1 se encuentran clasificados los distintos tipos de averías y se in-
dica la frecuencia en la que aparecen los espectros de vibración. Aunque esta tabla
puede suponer una considerable ayuda para la interpretación del espectro, cual-
quier simplificación de este tipo debe ser utilizada con precaución, como queda de-
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.11

mostrado en los ejemplos considerados más adelante. Las distintas averías pueden
clasificarse según los componentes de su espectro, como se muestra a continuación.

Componentes subsíncronos

Los componentes subsíncronos de vibración (en frecuencias inferiores a la veloci-


dad de rotación de la máquina) se producen normalmente cuando se emplean coji-
netes lisos. Los más comunes son los de vibración debida a torbellinos de aceite, de
histéresis, resonantes o aflojamientos mecánicos. En la Referencia 4 se describen
con detalle estas clases de inestabilidad y de comportamiento no lineal. La Figura
39.5 muestra un espectro medido en el eje de ruedas del cojinete de un compresor
centrífugo con aflojamientos mecánicos. Se puede apreciar claramente un modelo
característico de armónicos de orden medio de velocidad de rotación. En la Figura
39.6 aparece un espectro del eje de ruedas del cojinete de una bomba en la que se
está creando un torbellino de aceite a 21 Hz (42 por 100 de la velocidad de rotación)
y en su segundo armónico.
Ambos ejemplos muestran claramente cómo el empleo de una escala de fre-
cuencia lineal puede facilitar la diagnosis de una avería proporcionando una indi-
cación precisa de los distintos tipos de modelos armónicos. Un alto grado de defi-
nición es preciso para separar un componente armónico de orden medio debido al
aflojamiento (exactamente del 50 por 100 de la velocidad de rotación) de otro de-
bido al torbellino de aceite (del 42 al 48 por 100 de la velocidad de rotación).

Armónicos inferiores de la velocidad de rotación

Los armónicos inferiores de la velocidad de rotación aparecen debido a desequili-


brios en el eje, defectos de alineación y excentricidad, así como a grietas y torce-
duras en los ejes. Estas diversas averías pueden ser difíciles de distinguir, ya que se
encuentran relacionadas mecánicamente. Un defecto de acoplamiento puede cau-
sar una mala alineación. Un eje torcido puede provocar desequilibrios. Incluso una
avería tan conocida y perfectamente definida como el desequilibrio puede generar
componentes vibratorios equívocos. Las averías de vibración debidas a las masas
excéntricas forman una fuerza centrífuga (por lo tanto radial) que gira a la veloci-
dad del eje, y que por tanto se supone deben generar un componente en el espectro
de vibración de la velocidad de la máquina. Sin embargo, un desequilibrio dinámico
puede también provocar un movimiento oscilante y consecuentemente una vibra-
ción tanto en dirección radial como axial. Del mismo modo, cuando se produce una
vía no lineal de transmisión de un punto de aplicación de una potencia al punto de
medición, es posible observar un aumento de armónicos de la velocidad de rotación
en el espectro de vibración, debido a distorsiones en la señal.
La relación de fase entre los cojinetes proporciona una información esencial
para diferenciar los distintos tipos de averías. Por ejemplo, un desequilibrio gene-
rará una fuerza de rotación, y por tanto la relación de fase entre los cojinetes puede
suponerse idéntica tanto en dirección horizontal como vertical (en ausencia de re-
sonancias). Los defectos en la alineación, sin embargo, no crean una fuerza de ro-
TABLA 39.1. Esquema de localización y reparación de averías w
~
~
Frecuencia de la vibración N
Origen de la avería dominante, Hz = rpm/60 Direc:ción Observaciones

Piezas rotatorias 1 x rpm Radial Causa habitual de un exceso de vibración en la


desequilibradas maquinaria
~
Eje con defectos de alineación Habitualmente 1 x rpm Radial Avería habitual l>
Z
y torcido A menudo 2 x rpm y e
Algunas veces 3 y 4 x rpm axial ,...l>
O
Indices de impacto de cada pieza Niveles irregulares de vibración, a menudo con m
individual del cojinete. sacudidas ~
m
Cojinete con piezas de Las vibraciones en frecuencias altas (de 2 Radial ¡ndices de impacto[(Hz) O
rodamiento defectuosas a 60 kHz) están a menudo relacionadas y Defectos en el anillo de rodadura
O
l>
C/)
(bolas, cilindros rodantes, con las resonancias radiales de los axial externo
etcétera) cojinetes l>
n
[(Hz) = 2
n [, ( 1- BD
PD cos¡3 ) eC/)
...¡
n
l>
Defectos en el anillo de C/)
rodadura interna -<
n
O
[(Hz) = 2[' BD cos¡3 )
n ( + PD
1 z
...¡
:o
O
,...
Defectos en las bolas
O
m
,...
[(Hz) = :~[, [1 - (:~ cos¡3 n :o
e
O
n = número de bolas o cilindros O
[, = rps relativas entre los anillos de rodadura
internos y externos

Eje de ruedas de cojinetes Subarmónicos del eje en rpm, Primordialmente Se pueden producir aflojamientos solamente
sueltos en el bastidor exactamente de 1/2 ó 1/3 rpm radial durante la velocidad y temperatura de
funcionamiento (por ejemplo,
turbomáquinas)
Torbellinos o sacudidas de la Ligeramente por debajo de la mitad de la Primordialmente Aplicable a máquinas de alta velocidad (por
capa de aceite en el eje de velocidad del eje (de 42 a 48 %) radial ejemplo, turbo)
ruedas del cojinete

Torbellino de histéresis Velocidad crítica del eje Primordialmente Las vibraciones producidas al girar al eje a
radial velocidades críticas se mantienen a
velocidades mayores. Es posible repararlas
fijando los elementos del rotor. (")
O
Z
Engranajes averiados o Frecuencias (rpm del eje x número de Radial Las bandas laterales en tomo a las frecuencias -i
desgastados dientes) y armónicos del acoplamiento y de acoplamiento entre dientes indican ::o
O
,....
entre dientes axial modulación (o sea, excentricidad) en la
frecuencia correspondiente a la holgura de las
o
m
,....
bandas laterales. Por lo general detectables m
solamente gracias a un análisis de bandas en
-i
finas y a un análisis Cepstrum >
O
O
Aflojamientos mecánicos 2 x rpm También sub e interarmónicos, como en el caso O
m
de los ejes de ruedas del cojinete

Correa de transmisión 1. 2. 3 Y4 rpm de la correa Radial Es posible por lo general identificar el problema
>
3:
defectuosa exacto con ayuda de un estroboscopio >
O
e
Desequilibrios entre fuerzas I x rpm y/o múltiplos para desequilibrios Primordialmente Z
alternativas y acoplamientos de orden superior radial
>
::o
»
Aumento de turbulencias Frecuencias y armónicos de paso de Radial Un aumento de nivel indica una mayor
aspas y hélices y turbulencia
axial

Vibraciones eléctricamente I x rpm ó 1 ó 2 veces la frecuencia Radial Debería desaparecer al apagar el motor
inducidas sincrónica y
axial
w
~
....
W
39.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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Mio _. 800 . 1.000·,:200---':-400- ·',:600 1.800 2.000


FRECUENCIA. Hz

FIGURA 39.5. Espectros de aceleración del eje de ruedas del cojinete de un compre-
sor centrífugo. (A) Compresor en buenas condiciones. Antes del apagado, el esquema
de vibración es normal, con pocos armónicos de la velocidad de rotación del compre-
sor y un ruido de banda ancha en las frecuencias más altas debido a turbulencias in-
herentes. (8) Compresor con el eje de ruedas del cojinete suelto. Tras el apagado, los
armónicos de orden superior adquieren una amplitud mayor, mientras que pueden
observarse armónicos de orden medio.

tación, y como consecuencia la relación de fase entre los cojinetes tanto en direc-
ción horizontal como vertical puede tener grandes diferencias.

Armónicos de la línea (red de distribución) de frecuencia

Los componentes vibratorios. relacionados a la frecuencia de la línea de energía


(red de distribución) o a la diferencia entre la frecuencia síncrona y la velocidad de
rotación, se producen en máquinas eléctricas del tipo de motores o generadores de
inducción. Estas vibraciones son debidas a fuerzas electromagnéticas inducidas, y
estas fuerzas, que se producen cuando existen averías en la máquina eléctrica, están
en relación con el espacio de aire entre el rotor y el estátor y con la corriente. Las
averías en las máquinas eléctricas se deben bien al estátor (denominadas averías es-
tacionarias) o al rotor (denominadas averías de rotación), y pueden producirse de-
bido a una variación en el espacio de aire o en la corriente. En la Tabla 39.2 se re-
sume cómo los diversos tipos de averías se reflejan en la franja de bajas frecuencias
del espectro de vibración 5.
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.15

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O 20 120
FRECUENCIA. Hz

FIGURA 39.6. Análisis del espectro que muestra el componente debido a un torbe-
llino de aceite al 42 por 100 de la velocidad de rotación medida en el eje de ruedas de
un cojinete de una bomba.

En la Figura 39.7 aparece una señal de vibración medida en la pieza rodante del
cojinete de un motor eléctrico asíncrono. Mediante la ampliación en la zona de altas
frecuencias del componente de 100Hz (o sea, el doble de la línea de frecuencia eu-
ropea) se puede ver que este componente puede ser diagnosticado como la frecuen-
cia de paso de polos de 100 Hz Yno el2 x velocidad de rotación a 99,6 Hz que po-
dría haber indicado que existía un defecto de alineación. Con esto se demuestra la
importancia de que se pueda utilizar el zoom en la zona de frecuencias que conten-
ga un componente de interés. Este zoom proporciona la definición suficiente para
que puedan ser distinguidos componentes muy cercanos entre sí. No sirve de ayuda
al analizar máquinas o generadores síncronos, pues la velocidad de rotación y la lí-
nea (red de distribución) de frecuencia son idénticas. En este caso se debería per-
mitir que la máquina se detenga por inercia. Cuando se haya apagado la corriente
los componentes eléctricamente inducidos de rotación desaparecerán, y la frecuen-
cia de los armónicos de velocidad de rotación disminuirá.
Las fuerzas de vibración resultantes de la variación efectiva de reluctancia en el
circuito magnético en función de la cadencia de paso de muescas del estátor y del
rotor estarán presentes incluso en motores en buen estado. Estas vibraciones se
producen en los armónicos de las muescas que determina la siguiente ecuación:

Imuesca = Rsfrol. ± klred


donde Imuesca = frecuencia de paso de muescas
Rs = número de muescas del rotor
Irol. = velocidad de rotación
k = cero o número par
lred = frecuencia de la red de distribución (línea)
39.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 39.2. Vibraciones «de rotacióOl) y «estacionarias)) magnéticamente induci-


das en motores de inducción
Causa habitual
Clase de Frecuencia sintomática Variaciones en el Variaciones en
problema de vibración huelgo de aire la corriente
Estacionario 2 X frecuencia lineal Excentricidad Errores de
estática, debilidad bobinado del
en el soporte del estátor
estátor
En rotación 1 X rpm con 2 frecuencias de Excentricidad Segmentos
deslizamiento lateral dinámica, rotor rotos o
torcido, agrietados, o
segmentos del laminaciones
rotor sueltos acortadas del
rotor

Los componentes de vibración de baja frecuencia pueden diferenciar entre los


problemas derivados del estátor y los del motor. No indican, sin embargo, si las ave-
rías tienen su origen en los espacios de aire o en la corriente. Los componentes ar-
mónicos de las muescas, como indica la Tabla 39.3, se comportarán por el contrario
de modo diferente según si el origen de la avería es debido a variaciones en el es-
pacio de aire o en la corriente.
La Figura 39.8 muestra como por medio del empleo del zoom alrededor de los
armónicos de las muescas se pueden observar las bandas laterales al doble de su fre-
cuencia, dando la posibilidad por tanto de diagnosticar la existencia de segmentos
partidos en el rotor.
Como alternativa al empleo del análisis de señales de vibración, se puede utili-
zar el de señales de corriente del motor con el fin de controlar varias clases de ave-
rías. Es una medida más directa de todo tipo de problemas eléctricos y, con ayuda
de algoritmos, permite por ejemplo determinar con bastante exactitud el número de
segmentos partidos del rotor. En la Referencia 6 se cita cómo pueden también de-
tectarse fenómenos tales como el desgaste de engranajes, de dientes, y de degrada-
ciones de la turbina de vapor (en válvulas que funcionan por medio de motores).
También se hace mención a la aplicación de esta técnica en motores de corriente
continua.

Armónicos superiores de la velocidad de rotación

Los armónicos superiores de la velocidad de rotación se producen por lo general


cuando las frecuencias características son un múltiplo de la velocidad de rotación de
la máquina. Por ejemplo. en los casos de cajas de engranajes, compresores y turbi-
nas, donde la vibración se produce según múltiplos del número de dientes, álabes,
lóbulos, etcétera. Un aumento de los componentes tales como frecuencias de engra-
naje de dientes o de paso de álabes indican un deterioro que actúa en todos los dien-
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.17

FRECUENCIA, Hz

FIGURA 39.7. Estudio del espectro empleando un análisis de la frecuencia de zoom


en torno al componente de 100 Hz, medido en la pieza rodante del cojinete de un mo-
tor eléctrico asíncrono. Obsérvese la presencia simultánea de la frecuencia de paso
(100 Hz) y del segundo armónico de la velocidad de rotación (99,6 Hz). Una resolución
menor no permitiría su separación.

tes o álabes, o sea, un desgaste unifonne o un aumento de turbulencias, respecti-


vamente.
A veces se pueden observar «componentes fantasma» en los espectros de vibra-
ción obtenidos en las mediciones realizadas en las cajas de engranajes, que se refle-
jan como frecuencias de engranaje entre dientes, pero en frecuencias en las que nin-
gún engranaje de la caja posee el número correspondiente de dientes. Estos
componentes se deben a averías en el proceso de tallado que han sido transmitidas
a este nuevo engranaje. Por el hecho de ser averías geométricas, no son sensibles a
la carga, ni aumentan con el desgaste, sino que a medida que va desgastándose el
engranaje, tienden a disminuir con el tiempo. Las frecuencias de los componentes
son un múltiplo del número de dientes en la rueda de referencia y, por tanto, se
muestran como annónicos de velocidad de rotación del engranaje averiado.

Formas de bandas laterales debidas a modulaciones

Las modulaciones, que pueden ser a menudo apreciadas en mediciones de cajas de


engranajes, son debidas a excentricidades, a variaciones en el espaciado entre los
dientes de la caja, a errores de paso, a la variación de carga, etcétera. Se reflejan en
grupos de bandas laterales rodeando la frecuencia de engranaje entre dientes con
un espaciado igual a la frecuencia de modulación (o sea, a la velocidad de rotación
del engranaje defectuoso en un engranaje excéntrico). En la Figura 39.9a aparece la
distribución de este tipo de bandas laterales. Cualquier engranaje de la caja puede
w
~
~
00
TABLA 39.3. Guía de localización y reparación de vibraciones en motores de inducción
Excentricidad estática 2 x frecuencia de línea y compo- Resultante de una alineación interna imperfecta,
nentes a w X [nR, (1 - s)lp ± k¡) de desgastes en el cojinete, o de calentamientos
locales en el estátor (la vibración empeora cuan- 3:
Radial do el motor se calienta)
z>
e
Debilidad o aflojamiento del so- 2 x frecuencia de línea Radial >
r-
porte del estátor, Denominada «hierro suelto» om
Resistencia de fase o lados de la Es difícil distinguir entre los casos de este grupo 3:
bobina desequilibrados, empleando simplemente el análisis de vibración, m
O
Laminaciones o curvas del estátor aunque se producirán tanto con carga como sin
acortadas ella ~
C/)

Laminaciones del estátor sueltas 2 x frecuencia de línea y compo- Radial Puede tener una gran amplitud pero no ser des- ~
nentes espaciados en 2 x frecuen- tructiva normalmente
eC/)
cia de línea alrededor de 1 kHz ::!

Excentricidad dinámica 1 x rpm con 2 x frecuencias late- Radial Resultante de curvaturas, descentramientos o ca- ~
-<
rales de deslizamiento y compo- lentamientos locales del rotor (la vibración em- n
nentes a w x [«nR, ± k,) x (1 - peora a medida que el motor se va calentando) O
z
slP) ± k¡) ;j
O
Segmentos del rotor rotos o agrie- 1 x rpm con 2 x frecuencias late- Radial Las frecuencias laterales de deslizamiento pue- r-
O
tados rales de deslizamiento y compo- den ser de bajo nivel, precisando de una amplia m
r-
Segmentos del rotor sueltos nentes similares a los mostrados gama dinámica así como de una selección de fre- :o
anteriormente respecto a la excen- cuencias en los instrumentos de medida. Los es- !;;
Laminaciones acortadas del rotor O
tricidad dinámica, añadiendo 2 x pectros típicos aparecen en el apéndice, que O
Imperfecciones en las uniones en- frecuencias laterales de desliza- muestra como estos componentes en la zona de
tre los extremos de los anillos miento en torno a los armónicos de armónicos vibratorios principales de las muescas
las muescas poseen también frecuencias laterales de desliza-
miento
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.19

, -~
-30
¡;¡:::::z x frecuencias laterales
de deslizamiento
-40

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al
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z· -60 1
O

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-90

-100

775 780 785 790 795 BOO 805 810 815 820
Frecuencia. Hz

FIGURA 39.8. Espectro de zoom centrado en la segunda vibración principal de los


armónicos de las muescas, mostrando 2 x frecuencias laterales de deslizamiento del
componente de esta frecuencia.

dar origen a modulaciones, y para diferenciar todas las bandas laterales posibles se
debe llevar a cabo un análisis suficientemente definitorio que detecte incluso las ve-
locidades más pequeñas de rotación en la caja, siendo indispensable el uso del
zoom.
Las averías localizadas, tales como los dientes agrietados o rotos del engranaje,
aparecen también como un grupo de bandas laterales con un espaciado igual a la
velocidad de rotación del engranaje averiado. Las bandas laterales que muestra la
Figura 39.9b son de bajo nivel y cubren una amplia gama de frecuencias. Es muy co-
mún que la influencia de la vía de transmisión modifique la forma de las bandas la-
terales, impidiendo la realización de un diagnóstico preciso 7. Los errores localiza-
dos en turbinas (por ejemplo, las aspas desaparecidas o distorsionadas) provocan
un grupo similar de armónicos y bandas laterales 8,9.

Armónicos no relacionados armónicamente con la velocidad de rotación

Las formas del espectro que sugieren armónicos no relacionados armónicamente


con la velocidad de rotación aparecen por lo general cuando se producen averías lo-
calizadas en las piezas rodantes de los cojinetes 10,11. Un fallo localizado produce un
impulso que posee una cadencia repetitiva igual a las frecuencias características del
cojinete: frecuencia de paso de bolas por el canal de rodadura externo, por el inter-
no, y frecuencia de rotación (véase la Tabla 39.1). Estas averías aparecen como una
serie de armónicos separados por la frecuencia de impacto con una amplitud pro-
39.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

e /
«
e
(A) g
...J
UJ
>
f
TIEMPO
FRECUENCIA

e ~
«
e
(S) g
...J
UJ f
> I I TIEMPO FRECUENCIA
..J J

FIGURA 39.9. Distribución de las bandas laterales de fallos repartidos y localizados


del engranaje. (A) En caso de averías repartidas, las bandas laterales son de nivel alto
y se agrupan alrededor de la frecuencia y de los armónicos del engranaje de dientes
con un espaciado igual al de la velocidad del engranaje averiado. (B) En caso de ave-
rías localizadas (como dientes rotos o agrietados), las bandas laterales son de nivel
bajo y se extienden ampliamente a lo largo de una gran gama de frecuencias.

porcional al espectro de un único impulso. Como se aprecia en la Figura 39.10, este


impacto tiende a hacer vibrar cualquier resonancia estructural de la gama de fre-
cuencias cubierta, enfatizando de este modo las formas de armónicos que rodean a
estas resonancias. De este modo se logran establecer dos métodos para detectar
averías en las piezas rodantes de los cojinetes: (1) consiguiendo la frecuencia básica
de impacto en la gama de bajas frecuencias, lo cual es difícil a menudo debido a que
esta frecuencia fundamental es normalmente bastante pequeña y se pierde entre
otros componentes vibratorios del entorno, y (2) consiguiendo la silueta armónica
de la frecuencia de impacto en la franja de altas frecuencias, en las que vibran las re-
sonancias, lo cual puede ser también costoso debido a que las fluctuaciones de ve-
locidad tienden a difuminar estos componentes.

TECNICAS ESPECIALES DE ANALlSIS

En la Tabla 39.4 se resumen las aplicaciones de las distintas técnicas de análisis des-
critas a continuación.

Detección de la envolvente

La detección de la envolvente (en el Capítulo 8 se trata sobre los detectores de en-


volventes) es de particular utilidad para diagnosticar averías en la maquinaria, pues
permite la eliminación de las señales emitidas por la vibración del entorno y con-
centra su atención en la gama de frecuencias que muestra con mayor énfasis la for-
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.21

~ ¡...---....:T----.~I••---..1.T----+l~1 (A)
Ü I I (

~ ~~%~%--__------JAA~~%~ft~ft---------:AAftftft
c( \}UV' \}UV~T~EMPO

ESPECTROS

al
"O
ESPECTRO DE 1\ ESPECTRO LINEAL DE (B)
Z
O ENERGIA DE UN I ¡.. ....,.~IMPULSOS
REPETIDOS
~
cr:
IMPULSO AISLADO
I
I*'WERIODICAMENTE
""I~ .
W
...J
W
U
c(
w
O
...J
W
>
Z
, FRECUENCIA
T
FIGURA 39.10. Consecuencias de una avería localizada en la pieza rodante de un co-
jinete. (A) Respecto al tiempo se produce un impacto repetido con un período T.
(B) Respecto a la frecuencia este impacto repetido produce un espectro lineal que se
extiende hasta frecuencias muy altas (cuanto más breve sea el impacto, mayor será el
rango de frecuencias). El espaciamiento de la frecuencia de estas líneas es igual a su
impacto 1fT. Cualquier resonancia estructural provocada en esta gama de frecuencias
se reflejará en una subida como la reflejada en este gráfico.

ma armónica de la frecuencia de impacto, una resonancia de la estructura producida


por el impulso. Este proceso puede ser llevado a cabo bien por métodos analógicos
o digitales 11. En la Figura 39.11 aparece el proceso analógico. La señal sufre pri-
mero un filtro de paso de banda alrededor de la gama de frecuencias en la que se ha
detectado un aumento significativo de bandas anchas, como se refleja en la Figura
39.11b y d (normalmente se han producido resonancias de entre 2 y 20.000 Hz). La
señal filtrada (que en este momento contiene solamente el repiqueteo de la reso-
nancia seleccionada causada por los repetidos impactos, Figura 39.1 le) es rectifi-
cada y estudiada de nuevo en la franja de bajas frecuencias con el fin de determinar
la frecuencia de repetición de impactos, como muestra la Figura 39.11e y f
Las ventajas de la detección de la envolvente son las siguientes:
1. El empleo de filtros de paso de banda elimina el ruido del entorno causado
por otras fuentes de vibración (por ejemplo, de desequilibrios o vibración del
engranaje). Lo único que permanece es la tasa de repetición de impactos que
produce la resonancia estructural, probablemente con amplitud modulada.
2. No es preciso realizar un análisis de alta frecuencia, ya que solamente es re-
levante la envolvente de la señal, no la señal en sí misma, que puede elevarse
en cientos de kilohertzios.
3. Es posible realizar un diagnóstico, pues las frecuencias del impacto vienen
determinadas y pueden ser relacionadas con la fuente específica (la frecuen-
w
CD
N
N
TABLA 39.4. Aplicaciones habituales de las diversas técnicas de análisis
Técnica Aplicación A vería/máquina

Zoom Separación de las partes colocadas excesivamente cerca. Máquinas eléctricas, cajas de en- ~
Mejora de la relación entre señal y ruido, separación entre resonancias y granajes, turbinas
»
z
tonos puros e
»
r-
Fase Modelos de desviación operativa. om
Detección de aumento del tamaño de las grietas en el eje. ~
Desequilibrios m
O
Señal de tiempo Visualización de la forma de onda para identificar la distorsión Raspaduras, impactos, rebabas, ~Ul
dientes agrietados
»
()
Cepstrum Identificación y separación de grupos de armónicos. Cojinetes de piezas rodantes, má- e
Ul
Identificación y separación de grupos de bandas laterales. quinas de aspas, cajas de engrana- -t
jes
~
Ul
Análisis de la envolvente Demodulación de amplitud. Cojinetes de piezas rodantes, má- -<
()
Observación de la modulación de amplitud de una frecuencia baja en una quinas eléctricas, cajas de engra-
O
alta najes z
;1
Cálculo de tiempo medio síncrono Mejora de la relación entre señal y ruido. Máquinas eléctricas, máquinas al- or-
Análisis de la forma de onda. ternativas, cajas de engranajes, etc. om
Distinción de los efectos producidos por máquinas cercanas. r-
Distinción de los efectos producidos por los diferentes ejes. ::o
Distinción de las vibraciones inducidas eléctrica o mecánicamente
e
ao
Examen de impactos Examen de la resonancia Apoyos, cojinetes, acoplamientos,
engranajes

Análisis de exploración Análisis de señales inestables Recorrido rápido/prórroga


CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.23

SEÑAL TEMPORAL ESPECTRO DE


NO FILTRADA (A) FRECUENCIA
(B)

5 kHz o kHz FRECUENCIA

z z
O O
(O)
~
a::
U
c(
a::
w
~
w TIEMPO ~
~ '----I--""""-F=-=R:-cE--cC-U...,.E-NC·IA
U
c(

ESPECTRO
ENVOLVENTE (F)

TIEMPO
2 kHz FRECUENCIA

FIGURA 39.11. Principio de detección de la envolvente analógico aplicado al análisis


de impactos debidos a errores en la pieza rodante del cojinete. (A) Señal temporal no
filtrada. (B) Espectro correspondiente de frecuencias. (El espectro señalado con pun-
tos indica la posición del espectro antes de la existencia de la avería. Obsérvese el au-
mento de amplitud de banda causado por la vibración de resonancia del defecto del
cojinete.) (e) Espectro de frecuencias tras la aplicación de un filtro de paso de banda
en la franja en la que se ha detectado el cambio producido por el cojinete de bolas.
(O) Señal temporal correspondiente a c; refleja el repique de una resonancia vibrato-
ria periódica. (E) Envolvente de la señal temporal de d. (F) Análisis de baja frecuencia
de la envolvente de e, restituyendo la tasa de impacto debida a la avería.

cia de paso de bolas por el canal de rodadura externo, por el canal de roda-
dura interno, frecuencia de rotación, frecuencia fundamental del tren de en-
granajes, o cualquier otro origen de impactos repetitivos, como por ejemplo
un diente agrietado en un engranaje).
En la Figura 39.12a y b aparecen los espectros de aceleración entre O y 25 kHz
de un cojinete en buen estado y de otro averiado. Obsérvese que el espectro es bas-
tante más alto en el cojinete en buen estado que en el averiado, lo que confirma que
no se deberían realizar mediciones comparativas entre distintos puntos de medición
o diferentes máquinas. Los niveles absolutos de vibración no proporcionan indica-
ciones satisfactorias del estado de la máquina, pues solamente los cambios de nivel
son relevantes. Cualquier método simple de detección de fallos en el cojinete, como
la medición de impulsos de impactos, la energía de impulsos parásitos, la curtosis o
el factor de amplitud, es difícil dedetectar en esta máquina en concreto, pues un sis-
tema de lubricación forzada emitía impulsos repetitivos a una frecuencia de 5,4 Hz,
independientemente de la velocidad de rotación, dominando como consecuencia la
señal total de vibración. En la Figura 39.12c y d aparece el análisis de la envolvente
para los cojinetes en buen estado y averiados, obtenidos tras zoom alrededor de los
5.400 Hz, con una extensión de frecuencia de 800 Hz. El único factor relevante del
cojinete en buen estado proviene del sistema forzado de lubricación. Por el contra-
39.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

~------- (B) -
U -- ~------~-

<
a:
~----------~~
UJ
...J
UJ
U
<

FRECUENCIA, kHz FRECUENCIA, kHz

FRECUENCIA. kHz FRECUENCIA, kHz

FIGURA 39.12. (A) Espectro de aceleración de un cojinete en buen estado en la gama


de frecuencias de Oa 25 kHz. (B) Espectro de aceleración de un cojinete averiado en la
gama de frecuencias de O a 25 kHz. (e) Espectro envolvente en la gama de 100 Hz de
la señal de A; el análisis de zoom se centra en 5.408 Hz y tiene una extensión de fre-
cuencia de 800 Hz. (O) Espectro envolvente en la gama de 100 Hz de la señal de 8; el
análisis de zoom se centra en 5.408 Hz y tiene una extensión de frecuencia de 800 Hz.

rio, el resultado del análisis de la envolvente de los cojinetes averiados ofrece una
silueta compleja, haciéndose absolutamente necesaria la información de frecuen-
cias para confirmar si existe o no una avería en las bolas del cojinete. En él aparecen
las siguientes frecuencias: 5,4 Hz (tasa de repetición del sistema de lubricación for-
zada en el cojinete real y sus armónicos), 6,4 Hz (tasa de repetición del sistema de
lubricación forzada en los cojinetes adyacentes y sus armónicos), y 15,43 Hz (fre-
cuencia de paso de bolas por un canal de rodadura externo defectuoso y sus armó-
nicos).

Aplicación del análisis Cepstrum

La utilización del análisis Cepstrum (que viene explicado con más detalle en el Ca-
pítulo 8) reviste una particular importancia para detectar periodicidades en el es-
pectro de potencia (por ejemplo, en las formas de armónicos y de bandas laterales),
ya que proporciona una medición precisa del espaciado entre las frecuencias de sus
componentes HUI. En la Figura 39.13 aparece el espectro y el correspondiente aná-
lisis Cepstrum de una medición realizada en una caja auxiliar de engranajes pro-
pulsora de un generador y de una bomba de aceite impulsada por una turbina de
gas. Cuando surge un fallo en uno de los cojinetes, aparece el primer armónico y va
aumentando en una frecuencia idéntica al espectro recíproco del espectro de fre-
cuencias correspondiente a un defecto en el canal de rodadura externo de uno de
los cojinetes. Otra de las ventajas del análisis Cepstrurn queda reflejada en el hecho
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.25

ESPECTROS (A) ESPECTROS CEPSTRUM (B)

0,1 al
"O

g'" 0,01
U
c(
a:
w
...J
w 24AGO 81
U w
c( O

o 2 4 6 8 10
FRECUENCIA. kHz FRECUENCIA CEPSTRUM, m/seg
(A) (B)

FIGURA 39.13. Análisis de vibración de una caja de engranajes auxiliar antes y des-
pués de la aparición de una avería en uno de sus cojinetes'o. (A) Análisis del espectro;
(B) análisis Cepstrum correspondiente.

de que uno de sus componentes representa el contenido de «potencia» global de un


grupo completo de armónicos o bandas laterales.
En la Figura 39.14 aparece la evolución en términos temporales de dos compo-
nentes de frecuencia diferente de los espectros de la Figura 39.13. La Figura 39.14a
representa la evolución del componente armónico a 7.640 Hz, que muestra una cIa-
ra curva ascendente, así como la evolución del componente a 5.620 Hz., con una lí-
nea bastante horizontal. La Figura 39.14b refleja los cambios del primer armónico
del cepstrum, mostrando la evolución efectiva de una avería en un rápido ascenso
seguido de una estabilización, típica de la raspadura en una pieza rodante del coji-
nete.
La detección envolvente y el análisis Cepstrum hacen posible determinar con
exactitud las frecuencias afectadas y son por lo tanto métodos muy útiles para con-
trolar el estado de las máquinas industriales, permitiendo un diagnóstico fiable de
averías. De la misma forma, el análisis cepstrum es considerado como un valioso pa-
rámetro de control para el estudio de la aparición de averías (por ejemplo, las pro-
ducidas en las piezas rodantes de los cojinetes y las que producen daños en las aspas
de turbinas) que se reflejan en grupos de armónicos o bandas laterales.

Aplicación del análisis de vibración interrumpida en máquinas alternativas

Las señales vibratorias de las máquinas alternativas (como los motores diesel, los
compresores alternativos, las bombas hidráulicas y los motores de gas) se diferen-
cian de las de las máquinas de rotación en que no son estacionarias. Por el contrario,
constan de impulsos cortos que se producen en momentos y ocasiones diferentes (la
apertura y el cierre de válvulas, el golpeteo de pistones, la combustión, etcétera) y
39.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

30


• •• 1,
-.•
(A)



, ••
I COMPONENTE DE FRECUENCIA DE 7,64 kHz.=.
COMPONENTE DE FRECUENCIA DE 5,62 kHz.=.

JUL. AGO. SEP. OCT. NOV. DIC. ENE. FEB. MAR. ABR.
FECHA DE MEDICION

...
_a -- • .-
... - (B)

-- COMPONENTE BPFO CEPSTRUM = •

JUL. AGO. SEP. OCT. NOV. DIC. ENE. FEB. MAR. ABR.
FECHA DE MEDICION

FIGURA 39.14. (A) Desarrollo de la avería ilustrada en la Figura 13.13, empleando


como parámetros los armónicos 7.640 y 5.620 Hz. (B) Curva de tendencia correspon-
diente empleando el componente Cepstrum como parámetro, que refleja una evolu-
ción fluida 10.

se repiten con el mismo intervalo de tiempo en cada nuevo ciclo de la máquina. Si


estas señales se continúan repitiendo cíclicamente en un período de tiempo mayor,
como suele ser práctica común en el análisis de las máquinas rotatorias, estos casos
individuales llegarían a un término medio que no permitiría la detección del cam-
bio.
En máquinas alternativas diferentes hechos pueden ocasionar distintas resonan-
cias en una estructura, cuyas frecuencias resultantes proporcionan una información
valiosa para el diagnóstico. La medición temporal también proporciona una infor-
mación igualmente valiosa, debido a que el momento en que se produce un hecho
puede encontrarse directamente relacionado a lo que se está realmente producien-
do en el ciclo de la máquina.
En el análisis de vibración interrumpida la señal vibratoria es analizada en va-
rios ángulos del cigüeñal con el fin de cubrir un ciclo completo de la máquina en un
plano tridimensional 12 • El analizador es conectado por medio de una señal activa-
dora una vez por cada ciclo. A continuación se altera el retraso de la activación para
proporcionar una superposición de ondas adecuada. Este proceso continúa hasta
que se da por finalizado un ciclo completo. Obsérvese que cada espectro representa
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.27

realmente la media de muchos ciclos de máquinas por cada retraso. En este proceso
se obtiene la media de diferencias entre los distintos ciclos de las máquinas.
Un método alternativo al de vibración interrumpida es el de potencia de sonido
interrumpida, mucho más adecuado para el control sonoro y las pruebas de cali-
dad 13•

ANAL/SIS DE TENDENCIAS

El análisis de tendencias emplea gráficos de parámetros relacionados de control


respecto a tiempo (fechas u horas de funcionamiento) con el fin de determinar
cuándo dichos parámetros pueden llegar a exceder un límite dado. El objetivo de un
buen programa de control del estado de máquinas consiste en predecir el momento
en que se producirá una avería inesperada con gran antelación a su aparición real,
con el fin de detener la máquina a tiempo, reparar las partes defectuosas y, por tan-
to, minimizar la cantidad de tiempos muertos. Como todos los criterios de vibración
indican que los cambios idénticos en una escala de logaritmos se corresponden a
cambios de igual importancia, los datos de un análisis de tendencias deberían ser
trazados en una escala de logaritmos en decibelios. Ocasionalmente es posible con-
seguir una tendencia lineal en una escala de logaritmos, pero la tendencia real pue-
de seguir otras pautas. Por ejemplo, cuando la avería avanza en dirección de dete-
rioro (por ejemplo, desgaste de engranajes), la tendencia, reflejada en una escala de
logaritmos, puede ser entonces exponencial. En algunos casos la avería cambia sú-
bitamente sus pasos finitos (por ejemplo, una raspadura causada por deterioro gra-
dual por debajo de la superficie), haciendo muy diffcilla extrapolación para deter-
minar la fecha de desconexión. Para asegurar un correcto análisis de tendencias,
deberían tenerse en cuenta las siguientes precauciones:
1. Determinar una tendencia basada en mediciones de un parámetro directa-
mente relacionado con un tipo específico de avería, no en la medición de ni-
veles globales.
2. Diagnosticar las averías antes de tratar de interpretar la curva de tendencias
con el fin de (a) seleccionar el parámetro apropiado para la clase de error que
se intenta controlar (por ejemplo, dicho parámetro podría ser el nivel de un
componente concreto o de un componente cepstrum, o una gama seleccio-
nada de frecuencias), y (b) interpretar críticamente los resultados del análisis
de tendencias con el propósito de determinar si es adecuada una interpola-
ción lineal o exponencial.
3. Tener en cuenta que la mejor estimación del plazo de espera se obtendrá em-
pleando una tendencia relativa a las mediciones más recientes.
39.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

EMPLEO DE ORDENADORES EN PROGRAMAS DE CONTROL DE


ESTADO DE LAS MAOUINAS

Los ordenadores pueden resultar de gran ayuda en un programa de control de es-


tado de máquinas a la hora de manejar, archivar y almacenar datos y para realizar
cálculos tediosos, tales como la comparación de espectros y el análisis de tenden-
cias. Un programa de control de maquinaria que incorpore cálculos informatizados
debe incluir:
1. Un aparato de grabación para el almacenamiento de las señales analógicas de
tiempo o los espectros de frecuencia. En la instalación de un sistema de con-
trol permanente, la señal analógica de tiempo se encuentra directamente co-
nectada a los siguientes elementos.
2. Un analizador que realice estudios FFf de bandas finas y técnicas avanzadas
de diagnóstico (con zoom y cepstrum) en lo relativo a diagnósticos, e inves-
tigaciones de amplitud de banda de porcentaje constante para la detección de
averías. (Cuando no se incluye este último estudio, puede realizarse la trans-
formación de FFf a amplitudes de banda de porcentaje constante en el or-
denador.) Algunos analizadores pueden ser utilizados además como graba-
dores.
3. Un ordenador y el software apropiado con el fin de obtener (a) la gestión del
programa de mediciones, incluyendo el trazado del itinerario, y el almace-
namiento de los espectros y cepstros tanto investigados como nuevos; (b) la
comparación entre espectros y la impresión de cambios relevantes, y (c) el
análisis de tendencias de cualquier parámetro escogido (de componente con-
creto o de nivel global en una gama de frecuencias dada). En un sistema de
control permanente este proceso completo (o sea, el nuevo análisis) se realiza
automáticamente con una cadencia predeterminada, que va ajustándose a
medida que aparece la avería.

REFERENCIAS

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Industry Committee for Terotechnology, Her Majesty's Stationery Office, Londres,
1979.
2. J. S. MitchelI, An lntroduction to Machinery Analysis and Monitoring, Penwell Publis-
hing Company, Tulsa, 1981.
3. E. Downham y R. Woods, «The Rationale of Monitoring Vibration in Rotating Machi-
nery in Continuously Operating Process Plant». ASME paper n.o 71-Vibr-96, 1971.
4. J. S. Shore, «Turbomachinery Problems and Their Correction», en J. W. Sawyer y K.
Halberg (eds.), Sawyer's Turbomachinery Maintenance Handbooks, Turbo International
Pubn., vol. 11,1981, cap. 7.
5. A. H. Bate, «Vibration Diagnostics for Industrial Electric Motor-Drives», Brüel and
Kjaer application note.
6. R. C. Kryter y H. D. Haynes, «Condition Monitoring of Machinery Using Motor Current
Signature Analysis», Sound and Vibration, septiembre, 1989.
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.29

7. R. B. Randall, «A New Method of Modeling Gear Faults», AS ME paper n.o 81, Sept-lO,
junio 1981.
8. G. Sapy, «Une Application du Traitement Numérique des Signaux au Diagnostic Vibra-
toire de Pannes-Ia Detection des Ruptures d'Aubes Mobiles de Turbines», Automatis-
me, tomo XX, n.o 10, octubre 1975.
9. D. Barschdorff, W. Hensle y B. Stühlen, «Neue Ergebnisse der Akustischen Uberwa-
chung von Betriebsdampfturbinen», VGB Kraftwerkstechnik 59, junio 1979.
10. P. Bradshaw y R. B. Randall, «Early Detection and Diagnosis of Machine Faults on the
Trans Alaska Pipeline», MSA session, ASME Conference, Dearborn, Mich., sept. 11-14
1983.
11. J. Courrech, «New Techniques for Fault Diagnostics in Rolling Element Bearings»,
Proc. 40th Meeting ofthe Mechanical Fai/ure Preventive Group, National Bureau of Stan-
dards, Gaithesburg, Md., 16-18 de abril de 1985.
12. J. Courrech, «Examples of the Application of Gated Vibration Analysis for the Detec-
tion of Faults in Reciprocating Machines», Noise and Vibration '89 Conference, Singa-
pur, 16-18 de agosto de 1989.
13. P. Rasmussen y T. L. Moller, «Gated Sound Intensity Measurements on a Diesel Engi-
ne», Brüel and Kjaer application note.
Capítulo 40
CONTROL DEL RUIDO DE
MAQUINARIA

Colin G. Gordon
Robert S. Jones

INTRODUCCION

Este capítulo describe técnicas útiles para reducir el ruido de la maquinaria o el


equipamiento, que no requieren una modificación de estos equipos. Se presenta
una lista de las diversas técnicas de control del ruido que pueden aplicarse. Varios
de estos métodos se comentan en este capítulo, incluyendo el uso de barreras inte-
riores, cerramientos parciales alrededor del equipamiento y cerramientos comple-
tos. Se hacen referencias a otros capítulos que describen en detalle métodos espe-
cíficos para reducir el ruido generado por maquinaria o equipamiento, como por
ejemplo: reducción de las fuerzas de impacto (Capítulo 27); aplicación de amorti-
guación de la vibración (Capítulo 28); uso de aisladores de vibración (Capítulo 29);
aplicación de materiales absorbentes del sonido (Capítulo 30); selección apropiada
de particiones, que es importante en el diseño de las cubriciones para maquinaria
(Capítulo 31); control del ruido transmitido por la estructura (Capítulo 32); el con-
trol del ruido de los motores eléctricos (Capítulo 34), ruido de transformadores
(Capítulo 35), ruido de engranajes (Capítulo 36), ruido de cojinetes (Capítulo 37),
ruido de ventiladores (Capítulos 41 y 44) Yruido del flujo de fluidos (Capítulo 45).

CONCEPTO DE SISTEMA DE CONTROL DEL RUIDO

El control del ruido es básicamente un problema de un sistema, en que pueden mo-


dificarse sus distintos componentes para lograr un resultado final particular. Habi-
tualmente, los problemas en el control del ruido pueden representarse mediante un
sistema del tipo ilustrado en la Figura 1.15, que contiene sus tres partes principales:
la fuente, la vía y el receptor.

40.1
40.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Fuente

Consideremos el sistema relativamente simple que muestra la Figura 40.1, que re-
presenta una fuente de ruido (como una fotocopiadora) en un ambiente típico de
oficina. La fuente irradia sonido que es transmitido por el aire, tanto a través de las
aberturas para entrada y salida de la ventilación, como a través de la cubierta de la
máquina; la fuente también irradia energía transmitida a través de la estructura de
sus apoyos.

Vía de transmisión

El sonido transmitido por el aire, irradiado a través de las aberturas para ventila-
ción y la cubierta de la máquina, se propaga a lo largo de las vías a y b de la Figura
40.1. El ruido transmitido por la estructura puede seguir la vía denominada como c,
a través del suelo hasta que llega a particiones relativamente ligeras, poniéndolas en
vibración y emitiendo a su vez ruido que, por último, alcanza al receptor por una vía
de transmisión aérea.
El ruido que se propaga por las distintas vías posee características de frecuencia
diferentes. Por lo general, cada uno de estos ruidos ha de reducirse en distinta me-
dida para lograr una solución económica al problema de control del ruido.

t- ...c - - - - - - - - - Via de transmisión - - - - - - -.....¡-I.~ Receptor--1


Fuente-.¡..

Aberturas (a)
- - - --
1131 Condueto.1 Vía de transmisión aérea ~5)M;er¡al8s1
de 1absorbentes . 1absorbentes ~
ventilación 1 del sonido 1 lreflelada sobre el techo) 1 ____
del sonido - 1
- - - --
Cubierta - - - - -
(b) 1121 Cerrlmiento l Vía de transmisión aérea ~6)T;~ne-; 1
de la
I con amortigua- 1 de los 1
máquina 1dores I~adido 1 (vía aérea directa)
1 oídos 1
- ---- - - - - ...
,.... - - - - Vía de transmisión a través
Apoyos 1 de la estructura
(e) 1 141 Aisladores
dela
I de la vibración I
máquina
- - - - -
1-----1 ~ - y-- 1
¡(1) Máquinal 1 17) Horario 1
nueva : Posibles medidas de control adicionales 1restringido 1
1- _ _ _ _

FIGURA 40.1. Diagrama de bloques del sistema de control del ruido comentado en
el texto, mostrando las fuentes, vías de propagación de la energía [(a), (b) y (e)) y po-
sibles métodos de control del ruido.
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.3

Receptor

El receptor puede ser una persona (p. ej., el operario de una máquina, un trabaja-
dor en una oficina o una fábrica), o puede ser un elemento delicado de un equipa-
miento cuyo funcionamiento puede verse afectado negativamente por el ruido y la
vibración.

PROCEDIMIENTO DE CONTROL DEL RUIDO PARA LOGRAR UNA


SOLUCION ECONOMICA

Para seleccionar un tratamiento de control del ruido económico y adecuado (como


el ilustrado en la Figura 40.1), deben seguirse los siguientes pasos:

Paso l. Determinar la contribución del ruido que se propaga por cada una de
las vías entre la fuente y el receptor. Esta contribución puede calcularse en tér-
minos de niveles de presión sonora de bandas de octava, como ilustra la Figura
40.2. (En este ejemplo, se asume que el ruido ambiental es lo suficientemente
bajo como para ser ignorado.) El espectro en bandas de octava denominado
«ruido total» representa el espectro en el receptor cuando el equipamiento está
funcionando antes de que se hayan introducido medidas de control del ruido.
El espectro en bandas de octava denominado «transmitido por el aire refle-
jado» representa el resultado de las mediciones tomadas cuando la energía
transferida a lo largo de las vías b y c se ha eliminado. Por ejemplo, la transfe-
rencia de energía a través de la vía b puede eliminarse mediante la instalación
temporal de una barrera que proteja efectivamente la fuente del receptor. La
energía que se transmite a través de la vía c puede eliminarse aislando el equi-
pamiento del suelo sobre el que se apoya.
El espectro en bandas de octava denominado «transmitido por el aire direc-
to» representa el resultado de las mediciones tomadas cuando la energía que se
transmite a través de las vías a y c ha sido eliminada, de manera que el único so-
nido que llega al receptor es el propagado a través de la vía aérea directa entre
la fuente y el receptor. Este espectro se obtiene tomando medidas de la máquina
en campo libre; puede evaluarse cubriendo todas las superficies de la habitación
con material muy absorbente, eliminando por tanto la propagación a lo largo de
la vía a. La energía que se transmite a través de la vía c puede eliminarse, como
en el caso anterior, aislando el equipamiento del suelo.
El espectro en bandas de octava denominado «transmitido por la estructura»
representa el resultado de las mediciones tomadas cuando la fuente de ruido
está completamente rodeada por un cerramiento muy efectivo que elimina la
contribución del ruido transmitido por el aire a lo largo de las vías a y b. Las me-
didas de la vibración sobre superficies cerca del receptor pueden usarse para es-
timar las contribuciones debidas a la vía de transmisión por la estructura, a par-
tir de la relación entre la vibración de la superficie y la presión sonora dada en
la Figura 32.18.
Paso 2. Elegir un objetivo de diseño. El objetivo del diseño (el espectro de
40.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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63 125 250 300 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava. Hz

FIGURA 40.2. Espectros en bandas de octava para el sistema de la Figura 40.1 mos-
trando: (1) el espectro del sonido transmitido por el aire que llega al receptor median-
te reflexión, vía 8; (2) el espectro del sonido transmitido por el aire que llega al recep-
tor directamente, sin reflexiones, vía b; (3) el espectro del sonido transmitido por la
estructura que llega al receptor mediante la vía e; (4) el espectro del sonido total que
llega al receptor por las vías de transmisión aérea y de la estructura, y (5) el objetivo
del diseño; en este ejemplo, NC 35.

presión sonora en bandas de octava que se quiere conseguir) depende de la na-


turaleza del equipamiento, el entorno en que está localizado y la naturaleza de
los requisitos. Por ejemplo, en un entorno industrial, el objetivo del diseño pue-
de ser lograr un espectro de ruido que cumpla con las normativas gubernamen-
tales; en un ambiente exterior, el objetivo del diseño puede ser un espectro de
ruido que satisfaga una ordenanza local; en un ambiente de oficina, el objetivo
del diseño suele ser un espectro de ruido que asegure unas normas aceptables de
comodidad y comunicación hablada. La Tabla 43.1 presenta los objetivos de di-
seño típicos para distintos locales. Estos pueden utilizarse con las curvas NC,
ilustradas en la Figura 43.2, o las curvas RC, que se muestran en la Figura 43.5,
para obtener el espectro en bandas de octava requerido. En este ejemplo, se eli-
gió un objetivo de diseño de NC 35, cuyo espectro en bandas de octava se mues-
tra en la Figura 40.2.
Paso 3. Determinar la reducción del ruido precisa en cada banda de octava
con el fin de lograr el objetivo de diseño. La reducción del ruido necesaria viene
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.5

dada por la diferencia entre: (1) el espectro en bandas de octava correspondien-


te al ruido total en el receptor y (2) el espectro en bandas de octava del objetivo
del diseño.
Paso 4. Evaluar las distintas opciones disponibles para lograr la reducción del
ruido requerida determinada en el Paso 3. Hay que lograr el objetivo de diseño
tan económicamente como sea posible. Hay que considerar tanto los costes di-
rectos como los indirectos al evaluar todas las soluciones posibles. Además del
coste de la solución, hay que considerar sus posibles efectos adversos en térmi-
nos de las restricciones de funcionamiento del equipamiento.
Ejemplo. Se consideran las diversas medidas posibles de control del ruido que
pueden emplearse para resolver el problema de control del ruido de la Figura 40.1.
Cada una de las acciones posibles que pueden llevarse a cabo está indicada en la
ilustración dentro de un recuadro a trazos:
1. Reemplazar esta máquina por otro modelo nuevo más silencioso.
2. Rodear la máquina con un cerramiento.
3. Añadir conductos revestidos con material absorbente del sonido a las aber-
turas de ventilación de la máquina.
4. Montar la máquina sobre aisladores de vibración.
5. Instalar materiales absorbentes del sonido en la habitación; por ejemplo, so-
bre el techo.
6. Proveer al operario de la máquina de tapones para los oídos.
7. Restringir el horario de trabajo del operario de la máquina.
Aunque el coste de aplicar los métodos de control del ruido 6 y 7 suele ser pe-
queño, no se consideran en este ejemplo específico debido a las restricciones que
plantean sobre las actividades del personal. Así, en la Tabla 40.1 se consideran tres
soluciones posibles. Como se indica, la solución 3, que consiste en la aplicación de

TABLA 40.1. Resultados del análisis hipotético del sistema de control del ruido de la
Figura 40.1

Método de control Coste directo,


Soluaón (véase Fig. 40.1) dólares Comentarios
1 1 25.000 Máquina nueva más eficaz, pero la entrega
tarda 6 meses
2 2+3+4 6.000 El tratamiento de las aberturas de ventila-
ción y la cubierta puede plantear proble-
mas de ventilación y acceso. El aislamiento
de la vibración es mínimo
3 3+4+5 .4.000 Satisface todos los requisitos de funciona-
miento y aporta beneficios a la absorción
de la habitación. Ahora se precisa un trata-
miento mínimo para las aberturas de venti-
lación. No es necesario tratamiento para la
cubierta
Fut!nlt!: Adaptado de R. H. Boll y K. U. Ingard en la Referencia l.
40.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

los métodos de control 3, 4 Y5, no sólo es la más económica que satisface los requi-
sitos de funcionamiento, sino que también aporta beneficios adicionales.

AISLAMIENTO DE LA VIBRACION

Las exigencias relativas al control del ruido suelen requerir que la maquinaria o el
equipamiento se monte sobre aisladores de la vibración. Los aisladores de vibración
y su selección se comentan en el Capítulo 29. Un equipamiento aislado de la vibra-
ción suele precisar la instalación de conexiones flexibles entre la máquina (que es la
fuente de vibración) y los conductos y las tuberías conectados a ella (Capítulo 28).
En algunos casos, puede resultar beneficioso montar la máquina sobre un bloque de
inercia. Así: (1) se reducirá el nivel de vibración de la máquina sobre sus aisladores
y (2) se ayudará a estabilizar la máquina al descender su centro de gravedad.
Si el receptor está localizado cerca de la fuente de ruido, la reducción del ruido
que puede lograrse mediante aislamiento de la vibración del equipamiento suele ser
limitada, porque los niveles sonoros de bandas de octava en el receptor están deter-
minados fundamentalmente por la transmisión del ruido a través de las vías aéreas.
En estas condiciones, la atenuación en la mayoría de las frecuencias es relativamen-
te pequeña. Este efecto se ilustra en la Figura 40.3, que muestra el espectro en ban-
das de octava medido cerca de un transformador de potencia que está sobre un sue-
lo ligero. El montaje del transformador sobre una placa de aislamiento de la
vibración reduce los niveles de banda de octava. La diferencia entre estos dos es-
pectros (la reducción del ruido) es en su mayor parte de tan sólo unos pocos deci-
belios. Por otra parte. la Figura 40.4 muestra el espectro en bandas de octava me-
dido en el receptor cuando la vía principal de propagación del ruido es la estructura.
En este caso, cuando la fuente de ruido se monta sobre aisladores de una manera
eficaz, la reducción del ruido que puede lograrse es sustancial; en este ejemplo, es
aproximadamente de 10 dB para la mayoría del espectro.

USO DE BARRERAS ACUSTICAS EN INTERIORES

Consideremos una barrera que se coloca en un local cerrado en la vía directa entre
la pieza ruidosa de equipamiento y el receptor; se asume que las fuentes de ruido es-
tán aisladas adecuadamente de manera que la transmisión del ruido a través de la
estructura sea insignificante; es decir, la transmisión se efectúa únicamente por vía
aérea. La reducción de ruido en el receptor que se obtiene con la barrera depende
de: (1) el material de que está hecha la barrera, (2) las dimensiones de la barrera,
(3) la distancia entre la barrera y la fuente. (4) el espectro de la fuente de ruido y (5)
las características fonoabsorbentes de otras superficies en la vecindad de la fuente
que pueden redirigir la energía hacia la zona de sombra creada por la barrera, tal
como se describe en los Capítulos 3 y 48.
En la Figura 40.5 se muestran los efectos del material de la barrera sobre su efi-
cacia en la reducción de ruido, cuando sólo el sonido directo es significativo. La cur-
va superior muestra el espectro en bandas de octava en el receptor en ausencia de
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.7

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63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 40.3. Espectros de nivel de presión sonora en bandas de octava en una ha-
bitación que resultan del ruido generado por un transformador próximo; la curva su-
perior muestra el espectro sin aislador de la vibración bajo el transformador. La curva
inferior muestra que el aislamiento ha reducido los niveles de presión sonora de ban-
da de octava en varios decibelios.

la barrera. Las otras tres curvas representan los espectros en bandas de octava para
barreras de tres diferentes materiales. La diferencia entre los espectros con y sin la
barrera colocada es la atenuación lograda por ésta, y es una medida de su eficacia.
En este ejemplo se consideran tres tipos de barreras.
Barrera porosa, compuesta por un material absorbente del sonido, como la fibra
de vidrio.
Barrera sólida reflectante, compuesta por un material no poroso, como la mam-
postería o el hormigón.
Barrera sólida fonoabsorbente, compuesta por una barrera sólida reflectante re-
cubierta con un material fonoabsorbente en la cara situada en el lado de la fuen-
te
La eficacia de la barrera porosa en cuanto a reducción del nivel de ruido es es-
casa, porque los materiales porosos poseen valores bajos de pérdida por transmi-
sión. La barrera sólida es mejor, sobre todo a frecuencias altas. Muy poco sonido
puede penetrar la barrera; el que llega al receptor debe difractarse sobre la parte su-
40.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 40.4. Espectros de nivel de presión sonora en bandas de octava en una ha-
bitación que resultan de una fuente totalmente encerrada, localizada en una habita-
ción adyacente al receptor. En este caso, suele predominar la vía de transmisión a tra-
vés de la estructura. Aquí, el aislamiento de la vibración es muy efectivo al lograr una
reducción sustancial del ruido.

perior de la barrera. Revestirla con material absorbente del sonido en el lado que
está frente a la fuente aporta alguna mejora, pero ésta es solamente de unos pocos
decibelios.
Consideremos el uso de barreras del sonido en espacios cerrados. La Figura
40.60 muestra un esquema de una habitación en que el sonido de una fuente de rui-
do llega al receptor a través de una vía directa y también a través de múltiples refle-
xiones sobre las paredes, techo y suelo. En la Figura 4O.6b, se ha instalado en la mis-
ma habitación una barrera sólida reflectante, que es efectiva en la eliminación o en
la reducción importante del sonido directo; sin embargo, debido a las reflexiones el
sonido que llega al receptor aumenta, ya que no está protegido por la barrera de es-
tas reflexiones. Así, la eficacia de la barrera se cuestiona a causa del sonido refle-
jado. En la Figura 4O.6c, se ha instalado material absorbente del sonido sobre la ba-
rrera, el techo y la pared. En estas condiciones, las vías reflejadas están muy
atenuadas y se logra una reducción máxima del ruido.
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.9

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63 125 250 500 1000 2000 4000 8000


Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 40.5. Espectros de nivel de presión sonora en bandas de octava en una ha-
bitación en que se han colocado distintos tipos de barreras: barrera porosa, barrera
sólida reflectante y barrera sólida absorbente del sonido (con revestimiento absor-
bente). La reducción del ruido que aporta la barrera es igual a la diferencia de nivel en-
tre el espectro sin barrera y el espectro con ella.

Reglas empíricas para el uso de barreras interiores

1. Colocar la barrera tan cerca de la fuente como sea posible, pero sin estar en
contacto con ella.
2. Extender la barrera más allá de la línea de visión de la fuente (tanto vertical
como horizontalmente), en una longitud equivalente a un cuarto de longitud
de onda correspondiente a la frecuencia más baja para la que se precise una
atenuación significativa.
3. Seleccionar un material sólido para la barrera (sin aberturas ni agujeros), con
una pérdida por transmisión del sonido al menos 10 dB más alta que la ate-
nuación requerida.

CERRAMIENTOS PARCIALES

Los cerramientos parciales, ilustrados en la Figura 40.7, representan un paso inter-


medio entre la simple barrera unilateral y el cerramiento acústico total del equipa-
miento. Supongamos que una fuente está en un interior y que el receptor está lo su-
40.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

PARED
REFLECTANTE

(b)

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- - - - -
......
PARED
ABSORBENTE --.!~"* ~ ...."*
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RECEPTOR
I ~~
SUELO
REFLECTANTE BARRERA ABSORBENTE

(e)

FIGURA 40.6. El diagrama de rayos muestra las reflexiones del sonido de una fuente
de ruido en una habitación. (a) Todas las superficies de la habitación son duras y re-
flectantes. no hay barrera; (b) las superficies de la habitación son duras y reflectantes.
y hay una barrera sólida; (e) se aplica material absorbente del sonido al techo y hay
una barrera absorbente sólida.

ficientemente lejos como para que predomine el sonido reflejado. En este entorno,
la reducción del ruido que aporta un cerramiento parcial completamente absorben-
te depende de la medida en que éste rodee la fuente. Si el cerramiento rodea el 50
por 100 de la fuente, se obtiene una reducción del ruido de 3 dB; si el cerramiento
rodea el 75 por 100 de la fuente, se logra una reducción de 6 dB. La Tabla 40.2
muestra otras condiciones y las atenuaciones correspondientes. Si el cerramiento
parcial no es absorbente del sonido, la reducción será casi nula.
Si ambos, fuente y receptor, están en exteriores o si el receptor está cerca de la
fuente, muy influenciado por el campo directo, el rendimiento de un cerramiento
parcial suele ser parecido al de una barrera. El cerramiento parcial produce zonas
de sombra dentro de las cuales el rango de atenuación que puede lograrse va desde
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.11

(a) (d)

(e)

(e) (f)

FIGURA 40.7. Ejemplos de cerramientos parciales utilizados en el control del ruido


de la maquinaria. (De acuerdo con L. N. Mil/er, en la Referencia 2.)

5 hasta 20 dB, dependiendo de la frecuencia de la fuente y de la construcción y con-


figuración del cerramiento parcial.
Consideremos el rendimiento de los cerramientos parciales que muestra la Fi-
gura 40.7. Los cerramientos a, b y e logran una reducción del ruido para un rango
más amplio de ubicaciones del receptor que la barrera sólida absorbente conside-
rada en la Figura 40.5. El cerramiento e en combinación con un techo absorbente
aporta una reducción del ruido parecida a la de las barreras revestidas en una ofi-
cina de planta abierta que se comentan en el Capítulo 33. Los cerramientos parcia-
les d, e y f, en general, aportan mayor reducción del ruido que una barrera simple
porque el tratamiento se extiende por encima de la parte superior de la fuente. Esto
reduce la medida en que la dispersión difractiva limita la atenuación disponible en
la zona de sombra.
40.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 40.2. Efectividad de un cerramiento parcial'

Energía sonora encerrada Reducción del ruido


y absorbida, % máxima alcanzable, dB
50 3
75 6
90 10
95 13
98 17
99 20
• Estos valores se basan en el supuesto de que la fuente irradia unifor-
memente en todas direcciones y de que el cerramiento parcial que lo rodea
está completamente revestido con material absorbente del sonido.
Fuente: De L. N. Miller, en la Referencia 2.

Regla empírica. Los cerramientos parciales deben estar totalmente revestidos


con material absorbente del sonido. (Deben seguirse las reglas empíricas para ba-
rreras.)

CERRAMIENTOS COMPLETOS ALREDEDOR DE LA FUENTE

El propósito de un cerramiento completo es contener y absorber la energía acús-


tica irradiada por la fuente. Esto reduce los niveles de presión sonora para cual-
quier distancia a la fuente. La magnitud de la reducción del sonido puede acer-
carse al valor de la pérdida por transmisión del material con el que está fabricado
el cerramiento.
La Figura 40.8 ilustra la importancia de utilizar un material sólido, en vez de uno
poroso, en las paredes del cerramiento. Aunque el rendimiento del cerramiento só-
lido es mucho mejor que el del poroso, está limitado por las reflexiones múltiples en
su interior. Este proceso hace que los niveles interiores de presión sonora se acu-
mulen hasta que se logra un estado estable dentro del cerramiento. La cantidad de
acumulación depende de las dimensiones del cerramiento y de sus características
absorbentes del sonido, pero no es infrecuente un aumento de 10 a 20 dB. Esto re-
duce enormemente la efectividad del cerramiento. Por esta razón hay que revestir-
lo, tanto como sea posible, con material absorbente del sonido. Debido a este au-
mento del ruido interior, la pérdida por transmisión (TL) del material de las
paredes debe ser mayor que la reducción del ruido (NR) requerida para cada fre-
cuencia de interés.
La Figura 40.8 también ilustra las ventajas de revestir el cerramiento con mate-
rial absorbente del sonido. En algunos casos, la cubierta (o caja) de una máquina
(como una fotocopiadora de una oficina) puede servir como cerramiento efectivo
de las fuentes de ruido contenidas en su interior. En este caso, añadir un revesti-
miento absorbente del sonido (y sellar las vías de escape) puede aportar una reduc-
ción significativa del ruido.
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.13

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Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 40.8. Espectro en bandas de octava del ruido en un receptor: (1) fuente de
ruido sin cerramiento, (2) fuente contenida dentro de un cerramiento poroso, (3) fuen-
te contenida dentro de un cerramiento sólido reflectante (sin absorción) y (4) fuente
contenida en un cerramiento sólido con absorción del sonido. En este ejemplo, no hay
ventilación y no hay grietas a través de las cuales pueda transmitirse el sonido.

Reglas empíricas
1. Si el cerramiento no tiene absorción interna, entonces

TL> NR + 20

2. Si el cerramiento posee absorción interna parcial, entonces

TL> NR + 15

3. Si el cerramiento tiene absorción interna completa, entonces

TL> NR + 10
40.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

REDUCC/ON DE LAS V/AS DE ESCAPE

La atenuación de un cerramiento depende en gran medida de las vías de escape que


permiten que la energía sonora puentee sus paredes. La Tabla 40.2 ilustra la impor-
tancia de los escapes, al describir la medida en que un cerramiento parcial comple-
tamente absorbente debe rodear una fuente puntual omnidireccional para lograr
distintos grados de atenuación. Un vía de escape que represente tan sólo un 1 por
100 del área de superficie del cerramiento limita la atenuación disponible a 20 dB.
La atenuación de un cerramiento sin revestimiento depende más aún de los esca-
pes, debido a que el aumento de nivel por las reflexiones internas reduce el rendi-
miento. Si hay que contener el ruido en la fuente, no debe haber escapes: (1) todas las
juntas, uniones y entradas de conductos, tuberías, etcétera, en el cerramiento tienen
que estar selladas, de manera que la integridad acústica del cerramiento no se vea
afectada, y (2) hay que ajustar firmemente y colocar juntas de culata en las puertas
de acceso a los cerramientos. Hay que colocar picaportes que ajusten la puerta com-
pletamente a la superficie con juntas para lograr un sello hermético.

USO DE CONDUCTOS REVESTIDOS PARA ABERTURAS DE


VENT/LAC/ON

Los cerramientos completos alrededor de un equipamiento ruidoso pueden preci-


sar ventilación para impedir su recalentamiento. La Figura 40.10 ilustra el efecto de
las aberturas de entrada y salida (para la ventilación de la caja que muestra la Fi-
gura 40.9a). Las aberturas reducen sustancialmente la atenuación que logra el ce-
rramiento completo con absorción. Esta reducción puede minimizarse utilizando
conductos revestidos que aportan atenuación sin impedir el flujo de aire, como ilus-
tra la Figura 40.9b. En este caso, se han acoplado a las aberturas conductos de lá-
minas de metal revestidos de material absorbente del sonido; el ruido tiene que rea-
lizar un giro en ángulo recto y pasar a través de un conducto revestido para alcanzar
el entorno fuera del cerramiento. En el Capítulo 42 se incluye información para pre-
decir la atenuación que aportan los conductos revestidos. Cada conducto de la Fi-
gura 40.9 tiene 18 cm (7 in) de anchura, está revestido con fibra de vidrio semirrí-
gida de 2,5 cm (1 in) de grosor y tiene aproximadamente 1 m (3 ft) de longitud. En
la Figura 40.10, se muestra el espectro en bandas de octava en el receptor corres-
pondiente a: (1) el cerramiento con aberturas sin tratamiento, (2) el cerramiento
con conductos revestidos y (3) el cerramiento completamente sellado, sin aberturas.
Si es necesario un ventilador en el interior del cerramiento para aumentar la venti-
lación, hay que elegirlo con cuidado (como se describe en el Capítulo 44), de ma-
nera que no constituya una fuente significativa de ruido en sí mismo.
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.15

Abertura
de salida

(a)

Conducto
de salida

Conducto
de entrada

(b)

FIGURA 40.9. Dibujo esquemático de un cerramiento completo con entradas para


las aberturas de ventilación. (a) Aberturas de entrada y salida sin tratamiento;
(b) aberturas con conductos revestidos con material absorbente del sonido.

LISTA DE TECNICAS DE CONTROL DEL RUIDO

Uno de los métodos más eficaces para resolver el problema de ruido de una maqui-
naria o equipamiento es utilizar un método alternativo (menos ruidoso) para reali-
zar la misma función. Allí donde no resulte práctico, pueden considerarse las si-
guientes técnicas de control del ruido:
1. Trasladar la maquinaria auna nueva ubicación, más distante del área en que
se precisa silencio (Capítulo 1).
2. Instalar aislamiento de la vibración para reducir la radiación de ruido de la
superficie sobre la que está montada la maquinaria (Capítulo 29).
3. Utilizar una barrera acústica para proteger, deflectar y/o absorber la ener-
gía.
4. Utilizar un cerramiento parcial alrededor de la máquina.
40.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80.-----.-----.-----.-----.-----.-----'/-----.
(1) Cerramiento con
:. aberturas de
:1. entrada V salida
~ 70~--~+,~--~----_r----~~--~r_----r---~
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c: (3) Cerramiento completo
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.o absorbente del sonido
al 50r_----r-----~----~-----+~~
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(1)

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'¡¡¡
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C.
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~ 30~----~----~----~----~------~----~--~
z 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 40.10. Espectro en bandas de octava en el receptor con: (1) aberturas de en-
trada y salida sin tratamiento, (2) aberturas con conductos revestidos con material ab-
sorbente, y (3) cerramiento completo rodeando a la fuente, con material absorbente
del sonido dentro del cerramiento.

5. Utilizar un cerramiento completo alrededor de la máquina o, cuando no sea


posible silenciarla, una cabina para colocar al operario.
6. Reducir las vías de escape que permiten que el ruido pase a través de las
aberturas del cerramiento.
7. Reducir las fuerzas de impacto (Capítulo 27).
8. Aplicar materiales de amortiguamiento de la vibración a la cubierta de la
máquina (Capítulo 28).
9. Insertar conexiones flexibles entre la máquina y los conductos, cables, tu-
berías o vías de trabajo conectados a ella (Capítulo 28).
10. Allí donde sea adecuado, utilizar un bloque de inercia (Capítulo 28).
11. Reducir o modificar las superficies que irradian ruido (Capítulo 28).
12. Reducir los efectos de resonancia en los sistemas mecánicos y acústicos (Ca-
pítulo 28).
13. Utilizar material absorbente del sonido (Capítulo 30).
14. Modificar o reemplazar los engranajes (Capítulo 36).
15. Modificar o reemplazar los cojinetes (Capítulo 37).
16. Reducir el desequilibrio en los sistemas rotatorios3 •
17. Utilizar conductos revestidos con material absorbente del sonido (Capítulo
43).
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.17

(a)

Totalmente
separados

Equipamiento
y conexiones
vibratorias

Mal Bien

FIGURA 40.11. Ilustraciones de las aplicaciones de distintas técnicas de control del


ruido a un ejemplo de fuente de ruido. (a) los números corresponden a los del listado;
(b) instalaciones correctas e incorrectas de una pieza de equipamiento ruidosa y vi-
bratoria. (Oe acuerdo con la Referencia 4.)
40.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

18. Utilizar coberturas o termoaislante sobre tuberías o conductos para aumen-


tar su insonorización (Capítulo 46).
19. Reducir o eliminar el ruido generado aerodinámicamente.
Las técnicas que se describen en este capítulo pueden aplicarse sin modificar la
maquinaria o equipamiento. Muchas de las técnicas de control del ruido y la vibra-
ción anteriormente expuestas se aplican en la Figura 40.11a. En esta ilustración,
cada técnica está numerada de acuerdo con el número de la lista anterior. La Figura
40.11b muestra las instalaciones correcta e incorrecta de una pieza de equipamiento
ruidosa y vibratoria. Técnicas distintas a las que muestra la Figura 40.11 se comen-
tan en otros capítulos de este libro.

REFERENCIAS

1. C. M. Harris (Ed.), Handbook ofnoise control, 1." ed., McGraw-HiIl, Nueva York, 1957,
Capítulo 22.
2. C. M. Harris (Ed.), Handbook ofnoise control, 2." ed., McGraw-HiIl, Nueva York, 1979,
Capítulo 26.
3. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3." ed., McGraw-HiIl, Nueva York,
1988, Capítulo 39.
4. R. D. Berendt y E. L. R. Corliss, Quieting: A practical guide to noise control, National Bu-
reau of Standards, Washington, D. c., julio 1976.
Capítulo 41
RUIDO DE VENTILACION

J. Sarrie Graham
Robert M. Hoover

INTRODUCCION

En este capítulo se describen las características de los distintos tipos de ventilador,


así como los procedimientos para calcular los niveles de potencia sonora que los dis-
tintos tipos de ventiladores (funcionando con intensidades de flujo y presiones es-
pecificadas) emiten a través del sistema. Se presupone que existe un buen diseño,
una apropiada fabricación y una instalación adecuada del ventilador. En caso ne-
gativo se generarán niveles superiores de ruido no previsibles. Se tratarán también
los procedimientos de medida de ruido de ventiladores, las técnicas para su control
y otras especificaciones.
Por definición un ventilador es un aparato capaz de propulsar aire gracias a un
propulsor giratorio mecánico. Un ventilador posee al menos una cavidad de entrada
y otra de salida. Estas pueden disponer o no de elementos de conexión al conducto
principal!. El propulsor giratorio transmite la energía mecánica desde el eje del ven-
tilador a la corriente de aire. Esta energía del aire se manifiesta en términos de ve-
locidad y presión. Es importante destacar que toda la energía transferida al aire se
transfiere desde el propulsor giratorio mecánico.
Las diversas instalaciones de ventilación precisan de ventiladores con distintas
características de funcionamiento. Las características operativas de un ventilador,
incluyendo las de emisión de ruido, vienen determinadas primordialmente por el di-
seño del propulsor giratorio.
Los tipos de ventiladores descritos en este capítulo son ventiladores centrífugos
y ventiladores de flujo axial, empleados habitualmente en sistemas de aire acondi-
cionado centralizados, sistemas de ventilación industriales e instalaciones para pro-
cesos industriales. Estas distintas características de funcionamiento de los diferen-
tes tipos de ventiladores producen diferentes características de ruido. Una vez
seleccionado el tipo, tamaño y velocidad del ventilador de acuerdo a un funciona-

41.1
41.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

miento específico y a los requisitos estructurales, se establecen las especificaciones


de ruido de ese tipo particular de ventilador.
La composici6n general de un ventilador y la nomenclatura de uso habitual para
describir sus distintas partes se muestran en la Figura 41.1 para ventiladores centrí-
fugos, y en la Figura 41.2 para ventiladores de flujo axial 2.
Los ventiladores centrífugos se caracterizan por el tipo de álabe empleado. En la
Figura 41.3 se muestran tres tipos: de aspas curvadas en el sentido de la marcha, ae-
rodinámicos y radiales. Entre estos ejemplos existe una amplia gama con diversos
diseños.
Los ventiladores de flujo axial se dividen en tres categorías principales, mostra-
das en la Figura 41.4:
l. Ventiladores axiales con aletas guía.
2. Ventiladores tuboaxiales.
3. Ventiladores helicoidales.
Es imposible dar recomendación alguna sobre el «mejor ventilador». Antes de
elegir un determinado tipo deben ser considerados los requisitos particulares de
aplicación para cada caso.
El criterio de selección básico para cada ventilador se fundamenta no sólo en sus
características acústicas, sino en su capacidad para poner en movimiento la cantidad
de aire precisa a la presión adecuada. Debe además llevar a cabo esta tarea con un

'DESCARGA
DE SALIDA

..6iI>-H1-- OBTURADOR

"BOCA DE ENTRADA
TOLVA
ANILLO
CAMPANA
ENSANCHAMIENTO
ORIFICIO - _....... "ESPIRAL
VENTURI CUBIERTA
BASTIDOR
"PROPULSOR BASTIDOR DE
HELlCE LA ESPIRAL
ROTOR VOLUTA
"CORONA
ANILLO DE REFUERZO 'SOPORTES
ANILLO DE LA HELlCE REFUERZOS
"ANILLO TOLVA DE LA HELlCE
"SOPORTE DE DE ENTRADA ANILLO DE RETENCION
APOYO MANGUITO CORONA DE ENTRADA • = PREFERIDO
PEANA DE ENTRADA CORONA DE LA HELlCE
ABRAZADERA PESTAÑA
DE ENTRADA PLACA DE ENTRADA

FIGURA 41.1. Elementos de un ventilador centrífugo.


RUIDO DE VENTILACION 41.3

TOLVA
O CAMPANA

-. ALABE

---
SALIDA
DE AIRE

TOPE
CUBIERTA
DE PROTECCION
FUSELADO
FIGURA 41.2. Elementos de un ventilador de flujo axial.

coste inicial razonable (puede que también sea necesario que transporte aire car-
gado de polvo, tenga que resistir la abrasión o la corrosión, deba disponer de un tipo
de montaje de manera que pueda ser reparado con facilidad en el lugar, o soporte
altas temperaturas, etcétera). Una vez especificados estos requisitos se deben esta-
blecer las características de tipo, tamaño y velocidad del ventilador. Finalmente se
deben concretar sus características acústicas. En la mayoría de los casos no suele ser
práctico sustituir un ventilador que genere relativamente poco ruido, ya que es
poco probable que un modelo más silencioso del mismo tipo cumpla los demás re-
quisitos de funcionamiento. Como consecuencia, los niveles de potencia sonora ge-
nerados por un ventilador seleccionado correctamente deben ser aceptados como
niveles de potencia sonora de uso en los cálculos acústicos.
Se pueden predecir con bastante exactitud las características acústicas de los di-
versos tipos de ventiladores y, en caso de que estén diseñados adecuadamente, estas
características acústicas no se verán afectadas significativamente por cambios leves
en la geometría del ventilador. Cuando un ventilador correctamente diseñado y se-
leccionado produce demasiado ruido en una aplicación particular suele ser inútil
realizar cambios en su configuración. ya que tales cambios reducirán el nivel de rui-
do pero afectarán a sus características funcionales, que ya no cumplirán las condi-
ciones especificadas. Un control industrial del ruido transmitido por los conductos
proporciona suficiente atenuación de sonido para lograr los objetivos acústicos es-
tablecidos.
Los requisitos de funcionamiento de los ventiladores empleados en sistemas de
calefacción, ventilación y aire acondicionado son relativamente fáciles de cumplir,
ya que entre ellos no se incluyen las rigurosas especificaciones de selección (tales
como la corrosión) mencionadas anteriormente. Por lo tanto la selección puede es-
tablecerse de acuerdo a las características acústicas.
Es también primordial la correcta instalación del ventilador, para la que se de-
berían utilizar unas conexiones recomendadas de entrada y salida 2.3 .
41.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

CURVADO EN SENTIDO AERODINAMICO RADIAL


CONTRARIO A LA MARCHA

FIGURA 41.3. Ejemplos de ventiladores centrífugos para diferentes aplicaciones,


con indicación del tipo de hélice.

CARACTERISTICAS DEL RUIDO DE VENTILACION

En la Tabla 41.1 se muestra una lista de características de los ruidos de banda ancha
correspondientes a diseños de ventiladores habituales. En esta tabla se enumeran
niveles específicos de potencia sonora medios en ocho bandas de octava para ven-
tiladores correctamente diseñados e instalados en sistemas adecuados, con una am-
plia dispersión. Estos datos pueden ser empleados para calcular el ruido del venti-
lador en la fase de proyecto del sistema, como se ilustra en los ejemplos de este
capítulo. Con estas cifras se pretende proporcionar datos de fabricación con fines de
valoración. Respecto a los proyectos acústicos en espacios particularmente compli-
cados, se deberían solicitar del fabricante los datos de ruido reales para la instala-
ción de ventiladores. Para cálculos de sistemas de transporte de aire deberían em-
plearse niveles de sonido en bandas de octava, desechando el uso de valores
globales para su clasificación.
El tipo de ventilador conocido como ventilador propuLsor o ventiLador de encen-
dido, empleado a menudo en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicio-
nado (HV AC). consiste en una hélice de ventilación centrífuga descubierta, situada
en la pared de la cámara del impelente. como muestra la Fig. 42.11. El aire es aspi-
rado por el ventilador a través de una campana de entrada que descarga directa-
mente en el interior de la cámara descubierta que rodea a la hélice del ventilador.
Esta descarga comprime la cámara impelente, y la presión en la cámara expulsa a
continuación el aire hacia el conducto anexo. En el próximo capítulo se describen
algunas especificaciones sobre ruido relativas a este tipo de instalaciones.

Ruido de frecuencia de los álabes

Cada vez que un álabe atraviesa un determinado punto. el aire situado en ese punto
recibe un impulso. La tasa de repetición de ese impulso, o frecuencia de paso del
álabe. normalmente llamada frecuencia deL áLabe, determina el tono fundamental
emitido. Duplicando el número de álabes del ventilador o la velocidad de giro se
consigue una duplicación de la frecuencia del álabe básica. En conexión con esta re-
gla lógica se producen varios tipos de sonido que dependen de la forma del impulso
de aire.
RUIDO DE VENTILACION 41.5

-fH!....""""'4-- FLUJO DE AIRE

VENTILADOR AXIAL
CON ALETAS GUIA

~It+--f-- FLUJO DE AIRE

DE AIRE

~I!r---- FLUJO DE AIRE

VENTILADOR HELlCOIDAL

FIGURA 41.4. Tres tipos principales de ventiladores de flujo axial.

Los tonos de banda fina que genera un ventilador son fundamentales para el
control de ruido del sistema del ventilador. En muchos casos relativos a problemas
con ventiladores, la principal dificultad radica en el componente de frecuencias dis-
cretas causado por la frecuencia de los álabes de la hélice. Se debería prestar aten-
ción particular a las bandas de octava dentro de las cuales se produce este compo-
nente de frecuencia. ya que el oído es capaz de identificar un determinado tono en
el ruido ambiental, y éste puede por tanto causar molestias. Las propiedades de ate-
nuación del sistema deben adecuarse completamente a esa banda de octava.
La frecuencia del álabe se calcula del siguiente modo:

lB = n X N (41.1)

en donde
lB = frecuencia del álabe, herzios
n = velocidad de ventilación, número de revoluciones por segundo
N = número de álabes de la hélice del rotor
41.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 41.1. Potencia sonora relativa producida por varios tipos de ventiladores
Estos datos vienen especificados en términos de nivel de potencia sonora específica
en decibelios re 7 pico vatio, basados en un caudal de aire de 7 rrr/seg y una presión
total de 7 kPa. Los ajustes de los caudales de aire y de presión reales deben realizarse
de acuerdo a la Ecuación (47.2) de la página 47.27. Estos valores corresponden a los
niveles de potencia sonora totales emitidos por el ventilador. En caso de que sea ne-
cesario separar los valores de nivel de potencia bien de entrada o de salida se debe
restar 3 dB en todas las bandas. No es preciso realizar ningún cambio en el incremen-
to de frecuencia de álabe. Estos valores incluyen las correcciones de curva de refle-
xión final. Al realizar cálculos de niveles de potencia sonora en esta tabla no se deben
emplear presiones totales menores de 0,725 kPa. En estos casos utilizar un valor de
0,725 kPa.
Frecuendas centrales de bandas de odava, Hz
Tipo de Tamaño de
ventilador la hélice 63 125 2SO SIlO 1000 2000 4000 8000 BFI*

Ventiladores centrifugos

Aerodinámicos. curva- Por encima de 0.75 m 85 85 84 79 75 68 64 62 3


dos o inclinados en Por debajo de 0,75 m 90 90 88 84 79 73 69 64 3
sentido contrario a la
marcha
Ventiladores radiales:
Baja presión (presión Por encima de I m 101 92 88 84 82 77 74 71
estática de 4 a 10) Por debajo de I m 112 104 98 88 87 84 79 76
Presión media (pre- Por encima de 1 m 103 99 90 87 83 78 74 71 8
sión estática de 10 Por debajo de I m 113 108 96 93 91 86 82 79 8
a 20)
Alta presión (presión Por encima de I m 106 103 98 93 91 89 86 83 8
estática de 20 a 60) Por debajo de I m 116 112 104 99 99 97 94 91 8
Curvados en sentido de Todos 98 98 88 81 81 76 71 66 2
la marcha

Ventiladores axiales

Axiales con aletas guía:


Hub-ratio (U-O.4 Todos 94 88 88 93 92 90 83 79 6
Hub-ratio 0.4-0_6 Todos 94 R8 91 RR R6 RI 75 73 6
Hub-ratio 0,6-0,8 Todos 91l 97 96 % 94 92 88 85 6
Tuboaxiales Por encima de I m % 91 92 94 92 91 84 82 7
Por debajo de I m 93 92 94 98 97 96 88 85 7
Helicoidales Todos 93 % 103 101 lOO 97 91 87 5

• BFI = Incremento de frecuencia del álabe.

El número de álabes y la velocidad de ventilación se pueden obtener del catá-


logo usado para seleccionar un ventilador.
En la Tabla 41.1 se encuentra una lista con los incrementos de frecuencia del
álabe (BFI) para cálculos de ruido de ventilación, que consisten en el número de de-
cibelios que se deben añadir al nivel de banda de octava que incluye la frecuencia
del álabe responsable de la presencia de dicho tono.
En la Figura 41.5 se ofrece un análisis del ruido de ventilación_ El espectro en
bandas de octava es bastante uniforme. Por el contrario, el espectro en bandas de
tercio de octava muestra valores máximos significativos. Teniendo en cuenta que no
todos los fabricantes ofrecen datos de niveles de potencia sonora en tercios de oc-
RUIDO DE VENTILACION 41.7

O~~~~~:l:t:I:t~~~~~jl~~~~~~~~:j~~
~ ~
NIVELES EN BANDAS
8 DE OCTAVA ~
el:
o
:;; 100 I ""t 1--< ~ 1'.

NIVELES EN BANDAS DE TERCIO DE OCTAVA'


ü
~ 80
b
!lo
UJ
O
-'
UJ
~ 70
z ~~~~L-L-~~L-~~Lrrrr-L-L-~L,L-~~~~--~
I 2 5 I 2 5 I
100 1000 1000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 41.5. Análisis del espectro de ruido de ventilación. La frecuencia del álabe
(en la banda de 125 Hz) es evidente en el análisis en bandas de tercio de octava, pero
no en el de bandas de octava.

tava, se debería suponer que estos tonos se encuentran presentes y deberían tenerse
en cuenta en el proyecto del sistema.

Relación entre el nivel sonoro en un local cerrado y el nivel de potencia


sonora del ventilador

En la Figura 4.6 se muestra la relación general existente entre el nivel de potencia


sonora de una fuente y el nivel de presión sonora resultante en un espacio cerrado
(véase el Capítulo 3 para todo lo relativo a cálculos en caso de que la fuente se en-
cuentre situada en campo libre). Esta relación se emplea en la Tabla 4.3 con el fin
de calcular el nivel sonoro en un espacio cerrado resultante del funcionamiento de
un sistema de aire acondicionado. Para este cálculo, la contribución del ruido de
ventilación al nivel sonoro global está basada en los niveles de potencia sonora de
los ventiladores (suministrados por el fabricante).
Con el fin de garantizar la reducción del ruido de ventilación hasta niveles acep-
tables es preciso aportar un nivel suficiente de atenuación al sistema de servicio de
la habitación. Como el fabricante del ventilador no puede controlar el diseño del
sistema o las propiedades acústicas de la habitación. características ambas que de-
terminan el nivel sonoro en cualquier punto del espacio. no le es posible garantizar
el nivel de sonido resultante del funcionamiento del ventilador. El fabricante es so-
lamente responsable de la exactitud de los datos de ruido del ventilador suministra-
dos.
41.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ALAB~V
RECTO
V~ ALAB::[L
CURVADO

- -
ALABE RADIAL

ALABE CURVADO EN EL SENTIDO DE LA MARCHA

ALABE CURVADO EN SENTIDO CONTRARIO A LA MARCHA

FIGURA 41.6. Diagramas de vectores que muestran las relaciones de flujo de des-
carga en los tres tipos principales de ventiladores centrífugos.

TIPOS DE VENTILADORES

Ventiladores centrifugos

Un ventilador centrífugo provoca un movimiento del aire y genera una presión gracias
en parte a la acción centrífuga y en parte a la velocidad de giro. La fuerza centrífuga
surge debido a una columna giratoria de aire producida por las aspas de la hélice, que
aparece en la Figura 41.6 como velocidad radial v,.. Existe también un componente
tangencial u debido al giro del rotor. Como consecuencia de todo este proceso el aire
es expulsado por el rotor con un vector absoluto Va calculado a partir de los vectores
tangencial y radial. En la Figura 41.6 se puede observar que es posible controlar el vector
V r cambiando la forma de los álabes del ventilador centrífugo. En la Figura 41.6 se mues-
tran las relaciones vectoriales de los tres principales tipos de ventiladores centrífugos.
Desde el punto de vista de la eficacia y del ruido es preferible un valor Va míni-
mo para ventiladores curvados en sentido contrario a la marcha. Sin embargo, no es
siempre posible emplear este tipo de ventiladores. Cada tipo posee características
distintas de presión y potencia que lo hacen adecuado para aplicaciones concretas.

Efectos de la espiral y del obturador de los ventiladores centrifugos

La espiral de un ventilador centrífugo puede tener la forma de una involuta en la


que la holgura axial aumenta directamente en proporción al ángulo atravesado,
condición precisa para que exista una velocidad constante media de flujo alrededor
RUIDO DE VENTILACION 41.9

de la espiral, asumiendo que se reciba un suministro de aire uniformemente distri-


buido por parte del área de descarga de los álabes. Este tipo de hélice es el adecua-
do para una producción mínima de sonido. Si aumenta la holgura en la hélice con
más rapidez, la velocidad de salida se reduce y aumenta la presión. Aunque el au-
mento de presión pueda ser adecuado en ciertos casos, provoca un cambio brusco
en el obturador que tiene como consecuencia un incremento de ruido a la frecuen-
cia del álabe.
La holgura del obturador es también un punto problemático. Por lo general,
cuanto más pequeño sea el obturador, mayor será el ruido giratorio que genera.
Una holgura del 5 al lO por 100 del diámetro de la hélice se considera normalmente
la medida ideal.

Alabes aerodinámicos, inclinados y curvados en sentido contrario a la


marcha

Los ventiladores centrífugos con diseño de álabes inclinados en sentido contrario a


la marcha son de tres tipos principales, como muestra la Figura 41.7. Estos ventila-
dores son los de mayor eficacia de todos los diseños de tipo centrífugo, y producen
los menores niveles de potencia sonora. Se emplean estos tres tipos de ventilador
para sistemas generales de calefacción, ventilación y aire acondicionado con exigen-
cias de presión bajas, medias y altas. También se emplean estos ventiladores para
servicios industriales de limpieza de aire. El ventilador aerodinámico debe ser uti-
lizado solamente en instalaciones en las que el aire es bastante limpio, ya que sus
álabes no deberían sufrir erosión ni corrosión. Los álabes de grosor uniforme deben
ser usados para instalaciones en las que el aire puede contener pequeñas cantidades
de suciedad y material erosivo o corrosivo. Existen otros tipos de diseños de venti-
lador para casos en los que se prevén condiciones especialmente difíciles.
Estos ventiladores emiten un espectro de ruido bastante uniforme. La frecuen-
cia del álabe no es tan importante como en algunos de los demás ventiladores es-
tudiados en este capítulo. Estos ventiladores poseen normalmente de 8 a 16 álabes.

ALABES ALABES CURVADOS EN ALABES INCLINADOS EN


AERODINAMICOS SENTIDO CONTRARIO A LA MARCHA SENTIDO CONTRARIO A LA MARCHA

FIGURA 41.7. Los tres tipos principales de ventiladores centrífugos de alta eficacia y
bajo nivel de ruido.
41.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ventiladores radiales modificados

Los ventiladores de este tipo, como el que muestra la Figura 41.8, han sido creados
para usos industriales bajo condiciones de alta presión. El diámetro interior del filo
del álabe posee un leve ángulo de inclinación en el sentido de la marcha. El diá-
metro exterior del aspa es radial. El funcionamiento de la hélice adquiere por tanto
peculiaridades de alta presión que permiten su empleo para instalaciones en servi-
cios industriales pesados, tales como calderas de utilidad pública, depuradoras y
procesos industriales. Este diseño es empleado bajo condiciones de alta posibilidad
de erosión y corrosión. En estos casos puede ser reforzado con una elaboración más
sólida de lo habitual o con materiales especiales preparados para soportar estas
condiciones.
Este ventilador produce un espectro de ruido que tiene un gran componente de
frecuencia del álabe. Tales ventiladores poseen entre 12 y 18 álabes.

Ventiladores radiales

Este tipo de ventilador industrial pesado se fabrica con diferentes secciones de hé-
lice, como muestra la Figura 41.9. Se diseñan con álabes anchos y de poco espesor
para su uso en instalaciones con grandes cantidades de flujo de aire a baja presión.
Para aplicaciones a altas presiones y cantidades de flujo de aire relativamente pe-
queñas se emplean álabes estrechos y profundos. Es posible adquirir ventiladores
de muy diversas proporciones, y están en uso muy distintas versiones de este tipo de
ventilador industrial de álabes radiales.
El tipo de ventilador radial que muestra la Figura 41.10 se emplea en servicios
difíciles de instalaciones industriales. por ejemplo, cuando deban pasar directamen-
te a través del ventilador materiales extraños (tales como virutas de madera, arena
o partículas de papel). Este rotor posee álabes radiales planos que permiten realizar
ciertas reparaciones en el mismo lugar. También se simplifica su fabricación cuando
se emplean materiales especiales o se aplican revestimientos concretos a las super-
ficies desgastadas.
El ventilador radial posee un espectro de ruido con un gran componente de fre-
cuencia del álabe. Estos ventiladores tienen por lo general entre 6 y 12 álabes.

FIGURA 41.8. Ventilador de álabes radiales modificados para instalaciones indus-


triales de alta presión.
RUIDO DE VENTILACION 41.11

FIGURA 41.9. Diseños de ventiladores de álabes radiales para instalaciones indus·


triales pesadas.

Ventiladores de álabes curvados en el sentido de la marcha

El ventilador de álabes curvados en el sentido de la marcha que muestra la Figura


41.11 se utiliza primordialmente para funciones de calefacción, ventilación y acon-
dicionamiento de aire, bajo condiciones de alto volumen de flujo a baja presión en
instalaciones de tipo compacto, hornos domésticos y pequeñas unidades de energía
centralizadas.
Este ventilador emite un nivel sonoro mayor al de los ventiladores de álabes
curvados en sentido contrario a la marcha, pero el componente de frecuencia del
álabe es bajo. Poseen habitualmente entre 36 y 64 álabes.
Existen muchos tipos diferentes de hélices de álabes curvados en sentido de la
marcha, con una amplia gama de niveles de potencia sonora distintos. Es por tanto
aconsejable conseguir los datos reales del ruido emitido por el ventilador para el
proyecto en consideración.
El ventilador de álabes curvados en sentido de la marcha se emplea para insta-
laciones compactas de aire acondicionado en las que la importancia del espacio ocu-
pado es primordial. En gran parte de los casos las condiciones de flujo de entrada
y/o salida del ventilador son deficientes, por lo que el funcionamiento del ventilador
es irregular y se genera un mayor nivel de ruido. La unidad debe ser proyectada me-
ticulosamente, procurando dejar un espacio suficiente que permita un óptimo flujo
de aire.

Ventiladores axiales

Los ventiladores de flujo axial (véase la Figura 41.1) transmiten la energía al aire
por medio de un movimiento de giro como el que muestra la Figura 41.12. Este flujo
de aire en remolino no es el más apropiado para un flujo eficaz de aire a través del
conducto adyacente. Con el fin de mejorar su eficacia es necesario añadir guías que
enderecen el flujo, como ilustra la Figura 41.13.
El propulsor axial puede disponer de álabes de grosor uniforme, con forma ae-
rodinámica hueca o compacta. El diseño aerodinámico, aunque de mayor coste,
puede ser más eficaz y silencioso, y proporciona una mayor presión para diámetros
y velocidades equivalentes. Para muchas instalaciones es suficiente el álabe de gro-
sor uniforme. Casi ningún ventilador axial posee una inclinación uniforme, sino que
es mayor en la parte central que en el extremo, para poder así aprovechar con más
41.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 41.10. Ventiladores de álabes radiales para instalaciones forzadas y de


transporte.

uniformidad las velocidades periféricas en estos puntos. En el caso de que se utili-


cen estos ventiladores bajo condiciones de presión mayores a las previstas, el flujo
de aire cercano al eje giratorio no será rectilíneo y provocará un ruido considerable.
Debido a esta razón se deberían seleccionar con atención los ventiladores axiales.
Es más, algunos de ellos precisan una minuciosa elección del motor en caso de que
la energía tienda a aumentar rápidamente en condiciones de oclusión.
Las características principales del ventilador axial se reflejan en la forma de los
álabes, la medida del diámetro desde el eje giratorio al extremo, la inclinación y el
número de álabes. Este tipo de ventiladores, diseñados para aplicaciones bajo alta
presión, se caracterizan normalmente por poseer un gran diámetro de hélice, y por
tener bastantes álabes. Es habitual que se dé una relación de 0,60 a 0,80 con un nú-
mero de álabes de 8 a 26. Cuanto mayor sea tal relación, menor será la longitud del
álabe y mayor será su número. Los diseños para bajas presiones poseen relaciones
de 0,40 a 0,60 y un número de palas de entre 2 y 7. La inclinación del álabe está en
función de la capacidad del aire, mientras que el número de álabes está en función
de la presión. Los distintos diseños incorporan muy diversas combinaciones entre
estos parámetros.
Los ventiladores axiales se fabrican para una amplia gama de combinaciones en-
tre caudal y presión, tanto para usos comerciales como industriales.

Ventiladores axiales con aletas guía. El ventilador axial con álabes guía, Figura
41.4, incorpora aletas de salida de aire, y es por tanto el ventilador de mayor eficacia
de la serie de flujo axial. Este ventilador posee cualidades relativas de alta presión
que lo hacen adecuado para sistemas generales de calefacción, ventilación y aire
acondicionado para aplicaciones a bajas, medias o altas presiones. También se em-
plea en instalaciones industriales y en ventiladores de aspiración mecánica o indu-
cida en calderas de uso público.
Los ventiladores axiales con aletas guía generan unos niveles de ruido ligera-
mente mayores que los de ventilación centrífuga. Su espectro posee un componente
muy alto de frecuencia del álabe.

Ventiladores tuboaxiales. El ventilador tuboaxial, Figura 41.4, es un ventilador


axial sin aletas guía de salida de aire. Su eficacia es menor que la del ventilador con
aletas guía, pero su coste inicial es menor debido a que su fabricación es más sen-
cilla. Este ventilador se emplea en algunos conductos a presiones bajas, medias y al-
tas, para instalaciones de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Se usa tam-
RUIDO DE VENTILACION 41.13

FIGURA 41.11. Ventilador de álabes curvados en sentido de la marcha, utilizado


principalmente para instalaciones de calefacción, ventilación y aire acondicionado.

bién en instalaciones industriales tales como cabinas para pintura y sistemas de


evacuación de humos. Este ventilador tiene normalmente un diámetro de eje gira-
torio pequeño, y se emplea cuando exista un alto índice de flujo de aire a baja pre-
sión relativa.
El ventilador tuboaxial genera un nivel de ruido ligeramente mayor que el del
ventilador axial con aletas guía. Su espectro contiene un componente muy alto de
frecuencia del álabe.

Ventiladores helicoidales. El ventilador helicoidal, Figura 41.4, se emplea por lo


general en compartimentos aislados no conectados al sistema de conductos. Están
indicados para instalaciones a muy bajas presiones (muchos funcionan bajo condi-
ciones de nula o casi nula impulsión) y son capaces de soportar grandes flujos de
aire. Los ventiladores helicoidales se fabrican con una gran variedad de diseños de
álabes. Se emplean generalmente en ventilaciones por evacuación en techos, para
circulación de aire, ventilaciones localizadas y torres de refrigeración. Algunos de
estos ventiladores poseen diámetros de gran tamaño.
Los niveles sonoros de un ventilador helicoidal son sólo algo mayores que los de
los ventiladores tuboaxiales o axiales con aletas guía, pero sus ruidos son de bajas
frecuencias y por tanto complicados de atenuar.

SILENCIADORES PARA VENTILADORES

Si se precisan niveles de potencia sonora más bajos que los generados por ventila-
dores con un diseño adecuado es necesario añadir atenuación al sistema. Esto se
puede conseguir gracias a silenciadores (llamados también atenuadores de sonido)
instalados como unidades separadas del sistema o como parte integrante del ensam-
blaje de ventilación. (Véase también «Silenciadores», Capítulo 42.)
La Figura 41.14 muestra un ventilador centrífugo con silenciadores en las bocas
de entrada y salida, empleado en el sistema de suministro de instalación central de
ventilación. La salida del ventilador posee un silenciador que reduce el flujo de
energía acústica desde la descarga hasta el conducto de suministro de aire. El nivel
de atenuación requerido se determina empleando los niveles de potencia sonora del
ventilador (sin silenciador) para calcular el nivel de sonido resultante en la habita-
ción bajo condiciones críticas de ruido. La cantidad en que el nivel sonoro calculado
41.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 41.12. Movimiento en remolino de la corriente de aire provocado por el ro-


tor de un ventilador axial.

sobrepasa al permitido es la cantidad de atenuación precisa que debe suplir el silen-


ciador del ventilador. No existe ninguna regla preestablecida para seleccionar un si-
lenciador, que debe ser elegido de acuerdo a criterios reales, como se describe en el
Capítulo 42. El silenciador en el sistema de entrada del ventilador que muestra la
Figura 41.14 se utiliza para reducir a niveles admisibles el sonido emitido en la boca
de entrada del ventilador (fuera de la toma de aire fresco). Este silenciador se se-
lecciona con el mismo criterio que el situado en la descarga. Sin embargo, en este
caso concreto se utiliza un criterio distinto. A menudo este criterio especifica un ni-
vel sonoro con ponderación A determinado que no debe sobrepasar ni los límites
del edificio ni los del edificio o residencia adyacente más próximos.
La Figura 41.15 muestra los silenciadores instalados directamente antes y des-
pués de un ventilador de flujo axial. Los silenciadores y el ventilador se consideran
una sola unidad, separada de los conductos de entrada y descarga por anillos flexi-
bles. La unidad completa se sostiene sobre un bloque de inercia que, a su vez, queda
aislado de la estructura del edificio por aisladores de vibración.
La mayoría de los silenciadores para ventiladores son de tipo absorbente, ya que
este modelo posee características de atenuación de banda ancha. Los silenciadores
de tipo resonador se emplean algunas veces en instalaciones especiales, pero menos
habitualmente que los de tipo absorbente, ya que deben ser proyecta<;ios a medida
y pueden precisar ajustes dependiendo de las condiciones de campo.

Salas de equipos mecánicos (véase también el Capítulo 42)

En las Figuras 41.14 y 41.15. los muros de la sala de equipos mecánicos son de cons-
trucción pesada con el fin de reducir la transmisión de ruidos por el aire hacia las sa-
las adyacentes. En algunas instalaciones es conveniente aplicar en la sala material
RUIDO DE VENTILACION 41.15

ALABE
DEL ROTOR

FIGURA 41.13. Los álabes guía enderezan el flujo en remolino aumentando la efica-
cia del ventilador, causando menores niveles de ruido como resultado.

absorbente de sonido, que reducirá su nivel de ruido [véase Ecuación (4.5)1 para
evitar su transmisión a zonas adyacentes.
La instalación completa de ventilación de la Figura 41.15 se apoya sobre un blo-
que de inercia (véase el Capítulo 28) que queda aislado del suelo de la sala por me-
dio de aisladores de vibración. Desde el punto de vista del control de ruidos este
factor es importante, ya que sin este aislamiento la vibración de la instalación de
ventilación puede ser transmitida al edificio y crear problemas acústicos. El venti-
lador también está acoplado mediante un anillo flexible entre él y el conducto de
descarga con el fin de prevenir la transmisión de vibraciones desde la cubierta del
ventilador al conducto adjunto. También se coloca un anillo flexible en la toma de
aire fresco para separar la unidad de ventilación de la estructura del edificio.
En gran parte de los casos las vías de penetración a la sala de instalaciones me-
cánicas a través de paredes, suelos y techos no están adecuadamente equipadas
para prevenir la transmisión de sonidos, que, aunque sean pequeños, reducen en
gran medida las posibilidades de aislamiento de muros, suelos y techos. Es esencial
por lo tanto sellarlos. Otro problema acústico de importancia asociado a las salas de
equipos mecánicos es la transmisión lateral (véase Capítulos 31 y 32).

Radiación del bastidor

Los valores de niveles de potencia sonora específicos que muestra la Tabla 41.1
para varios modelos de ventilador representan la energía emitida dentro de las bo-
cas de entrada y salida. Esta tabla no incluye datos sobre el ruido transmitido a tra-
vés de los laterales del bastidor, ya éste es solamente una pequeña parte del ruido
total. Además, es bastante difícil proporcionar tales datos, considerando que los di-
seños de bastidores varían en gran medida en cuanto a espesor, forma y piezas de
..........
en

~
:.t>
z
e
:.t>
,....
Anillo flexible
om
Anillo flexible ~
m
O
A~
Descarga de Silenciador 1'1 ~
~ de 1'1 Entrada de
aire al sistema descarga ~ ~
,"'" Silenciador e
,1, aire fresco (f)
de -t
':' entrada
:"
,II~ O ~
.1' -<
," n
Bloque de inercia "'11 o
'''h O z
\el ti -t
Aisladores de vibración ::D
O
,....
O
m
,....
::D
FIGURA 41.14. Sistema de atenuación de sonido en una instalación de ventilador centrífugo. e
oO
RUIDO DE VENTlLACION 41.17

SILENCIADOR SILENCIADOR
ANILLO DE DE ANILLO
FLEXIBLE DESCARGA VENTILADOR ENTRADA FLEXIBLE

Descarga ......1-_ _
,,'-
j
I t
r--~~if:
~ ''': "- ,,-"-,," ~.~. ~" ~
~~""~""""""'.
j
"""" ", ... Entrada
de aire
I~~:;:':- ~j ,,- K'",0, :;-""-"
":::"
'-:;
--:..,~-- ~'-_ ....",--'u
.toE', ;
de aire

n
'- .'-'. 11 '1:_.J_LV " .'-1

BLOQUE DE INERCIA
AISLADORES D E
VIBRACIO N
5i[ " I

FIGURA 41.15. Sistema de atenuación de sonido en una instalación de ventilación


de flujo axial.

refuerzo. Con el fin de calcular con exactitud el ruido transmitido es necesario po-
seer un proyecto detallado de la construcción del bastidor. En caso de que no sea
posible conseguir estos datos, es normal estimar el valor de atenuación entre el in-
terior y el exterior del bastidor en unos 20 dB para instalaciones de ventilación nor-
males.
Los ventiladores industriales de alta presión se construyen con bastidores pesa-
dos, pero su eficacia se ve a menudo reducida mediante sellamientos inadecuados
alrededor del eje, o por anillos flexibles inapropiado s entre el ventilador y el con-
ducto adjunto. No es necesario que los sellamientos alrededor del eje sean de ro-
zamiento (como los empleados para instalaciones herméticas), pero deberían ajus-
tar con precisión para reducir la ranura existente entre el bastidor y el eje a un nivel
mínimo. Los anillos flexibles de salida y entrada de ventilación se construyen fre-
cuentemente con lona o material similar que permite una fuga acústica hacia el sis-
tema equivalente a una sección abierta del conducto. En casos en los que los niveles
de ruido cercanos al ventilador sean considerables, el anillo flexible debería estar
fabricado con vinilo relleno de plomo.
Como en la mayoría de los ruidos producidos por ventiladores se da una amplia
gama de frecuencias, cuando el nivel de potencia sonora emitido sea alto dentro de
una banda que incluya la frecuencia natural de alguna parte del bastidor (normal-
mente una superficie lisa), el ruido podría ser en gran medida emitido a través del
bastidor. Es posible añadir refuerzos que aumenten la frecuencia natural de la su-
perficie transmisora hasta una frecuencia más alta, o material de amortiguamiento
a su superficie con el fin de reducir la emisión de sonido, como se describe en el Ca-
pítulo 28.
41.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

MEDIDAS DE RUIDO DE VENTILACION EN LABORATORIO

Método de cámaras semirreverberantes

Los procedimientos de cálculo de ruido de ventilación en laboratorio vienen espe-


cificados por la norma Air Movement and Control Association (AMCA) Bulletin
300-Standard test eode for sound rating air moving deviees.
Este código se aplica a los siguientes tipos de instalaciones de ventilación:
(1) unidades centralizadas de aire acondicionado, calefacción y ventilación; (2) ven-
tiladores centrífugos; (3) ventiladores industriales axiales y helicoidales; (4) venti-
ladores de techo y en muros, y (5) calentadores de vapor yagua caliente.
Este código de ensayo precisa que el nivel de potencia sonora sea medido en
ocho bandas de octava (63, 125,250,500,1.000,2.000,4.000 Y8.000 Hz). Las medi-
ciones de ruido en laboratorio se realizan (en una cámara semirreverberante) utili-
zando una fuente de sonido calibrada como referencia, y empleando la técnica de
sustitución. Este código no es aplicable a medidas de campo.
Los ventiladores se conectan normalmente a un conducto de prueba que ter-
mina en un orificio o placa perforada por un lado del ventilador, y en una entrada o
salida abierta por el otro. Desde las terminaciones de este tubo de extremos abier-
tos no se emiten eficazmente las bajas frecuencias, sino que son de nuevo reflejadas
hacia la unidad de prueba. En estas condiciones se presupone que la energía de so-
nido reflejada de nuevo en el interior del conducto de ventilación se disipa inter-
namente por completo y no aparece como parte del sonido emitido desde el venti-
lador. Para justificar la pérdida de estos componentes de baja frecuencia, se ofrece
en el código un procedimiento que añade factores de corrección a la parte de bajas
frecuencias del espectro. Así la corrección por reflexión final se añade a los datos de
ruido del ventilador para indicar el ruido generado total. Según este mismo razo-
namiento, estas frecuencias bajas no pueden ser emitidas a través de pequeñas
aberturas de salida en los sistemas de conducción y, por lo tanto, en el diseño acús-
tico del sistema estas correcciones de baja frecuencia deberían ser sustraídas del ni-
vel de potencia sonora del ventilador con el fin de mostrar los valores correctos de
emisión de ruido desde las salidas del ventilador.

Método para interior de conductos

Un método de ensayo estudiado en la norma ASHRAE 68, Laboratory method of


testing in duet sound power measurement proeedure for fans 4 se aplica a instalacio-
nes de ventilación tales como ventiladores centrífugos y axiales, unidades de trans-
porte de aire, unidades multizona, instalaciones de conducto unitario y hornos. Esta
norma de ensayo describe un procedimiento para la medida de los niveles de pre-
sión sonora en un conducto especial de ensayo equipado con una terminación ane-
coica. Las medidas en el conducto se toman por medio de un micrófono. La medida
resultante de nivel de presión sonora se transforma por medio de un cálculo en nivel
de potencia sonora.
RUIDO DE VENTILACION 41.19

PROGRAMA DE CERTlFICACION DE DATOS ACUSTICOS

No es posible que los fabricantes de ventiladores comprueben todos los tamaños de


ventiladores a todas las velocidades posibles. Por lo tanto se ha creado un programa
que delimita el número de pruebas sin menoscabo de la validez de los datos pro-
porcionados sobre el ruido emitido por un diseño concreto de ventilador a cual-
quier rpm catalogada o diámetro de hélice. Las características de este programa se
definen en el AMCA Bulletin 311, Certified sound ratings program for air moving
device~. Todos los datos de ruido mencionados deben estar fundamentados en una
muestra del producto o un modelo de producción del mismo diseño y materiales
que el puesto a la venta. (Los datos de ruido de un tipo de ventilador no pueden ser
empleados para predecir los de tipos diferentes.)

ESPECIFICACIONES

Las especificaciones sobre ruidos generados por un ventilador pueden ser reguladas
de acuerdo a dos formatos generales:

Formato de especificaciones número 1

Este formato contiene las especificaciones para el procedimiento de ensayo y la noti-


ficación de datos de niveles de potencia sonora generados por el ventilador funcio-
nando bajo un rendimiento concreto.
Con esta información es posible calcular el nivel de presión sonora resultante
para una instalación de ventilación particular. Si los niveles de presión son demasia-
do elevados, se deben aplicar al sistema unas condiciones determinadas de atenua-
ción de sonido, que deberían ser redactadas del siguiente modo:

El ruido emitido por el ventilador cuando funciona con el caudal y presión de flujo de
aire establecidos será determinado de acuerdo a las condiciones de la norma AMCA 3(XJ,
Reverberant room method for sound testing of fansA. y serán notificados en términos de
nivel de potencia sonora en decibelios re 1 picovatio en ocho bandas de octava.

Formato de especificaciones número 2

Este formato contiene las especificaciones sobre el límite superior del nivel de poten-
cia sonora en bandas de octava emitido por el ventilador que serán permitidas en con-
diciones de funcionamiento.
Esta condición se emplea en casos en los que el nivel de potencia sonora per-
mitido en una tarea determinada ya haya sido establecido. Ya están determinados
los niveles máximos de potencia sonora del ventilador. El fabricante, con el fin de
alcanzar tales objetivos, debe por tanto proporcionar el nivel de atenuación nece-
sario como parte de la instalación de ventilación. La adición de esta atenuación au-
41.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

menta el coste del ventilador. Las condiciones basadas en esta consideración deben
ser redactadas del modo siguiente:

El ruido emitido por el ventilador funcionando con el caudal y presión del flujo de aire
establecidos será determinado de acuerdo a las condiciones de la norma AMCA 300, Re-
verberant room methodfor sound testing offans6 y serán notificados en términos de nivel
de potencia sonora en decibelios re 1 picovatio en ocho bandas de octava y no sobrepa-
sarán los valores mostrados a continuación:
Frecuencia central, Hz: 63 125 250 500 1.000 2.000 4.000 8.000
Lw máximo, dB: X X X X X X X X

(Las X deben ser reemplazadas por los valores de nivel máximo de potencia sonora
permitidos.)
Algunas condiciones de funcionamiento precisan que la medición del nivel de
potencia sonora sea realizada a una distancia fija respecto a las mayores superficies
de la máquina. Estas condiciones no son apropiadas para su empleo con ventilado-
res, ya que las normas acústicas que exigen tales medidas excluyen especialmente
los ventiladores.
En la mayoría de los casos, los problemas de ruido asociados con ventiladores se
deben a su conexión con el sistema de conductos y no al ruido en las proximidades
del ventilador. El ruido en las zonas próximas al ventilador no guarda ninguna re-
lación con el emitido desde la boca de salida más próxima en un sistema de calefac-
ción, ventilación o aire acondicionado, o con el emitido desde la parte superior de
una chapa en un sistema industrial. Para esas instalaciones especiales en las que se
especifica el nivel de sonido en el local de la instalación, el nivel sonoro a una dis-
tancia fija del ventilador puede desorientar, a menos que este nivel de presión so-
nora esté relacionado con las propiedades acústicas del local de instalación del ven-
tilador. Los fabricantes no pueden garantizar el cumplimiento de estas condiciones
debido a que no pueden controlar el entorno acústico de la instalación del ventila-
dor.

NIVEL DE INTENSIDAD DE SONIDO ESPECIFICO

El nivel de potencia sonora específico es el nivel de potencia sonora generado por un


ventilador concreto cuando funciona con una tasa de flujo de aire de 1 m3 /seg y bajo
una presión de 1 kilopascal (l kPa). Reduciendo todos los datos de ruido de venti-
ladores a esta base común, el empleo de un nivel de potencia sonora concreto per-
mite comparar directamente los niveles en bandas de octava de varios tipos de ven-
tiladores. Su uso proporciona también medios para calcular el nivel de ruido en
ventiladores bajo condiciones de funcionamiento real mediante el procedimiento
mostrado a continuación. En sistemas en los que el control de sonido sea proble-
mático (como auditorios, estudios de grabación o salas de conferencias), es acon-
sejable obtener datos más detallados sobre el ventilador concreto más que emplear
procedimientos de estimación.
RUIDO DE VENTILACION 41.21

Estimación del ruido de un ventilador en condiciones de funcionamiento


real

Paso l. Se obtienen de la Tabla 41.1 los niveles específicos de potencia sonora en


bandas de octava para el tipo particular de ventilador seleccionado. Estos datos de
nivel de potencia sonora vienen especificados en decibelios re 1 picovatio.

Paso 2. Se ajustan los niveles en bandas de octava del Paso 1 a las condiciones de
funcionamiento real añadiendo al mencionado nivel uno de los valores siguientes:

10 10glOQ + 20 10g¡oPl dB (41.2a)

En unidades anglosajonas

10 10glOQ + 20 10g¡cPl - 45 dB (41.2b)

donde Q = caudal de aire, m 3/seg (cfm), y PI = presión total, kPa (pulgadas de co-
lumna de agua).

Paso 3. Se calcula el componente de frecuencia de álabes del ventilador añadien-


do el incremento de frecuencia del álabe (BFI) (véase Tabla 41.1) al nivel de banda
de octava de la banda que incluye la frecuencia del álabe, calculada empleando la
Ecuación (41.1).

Paso 4. La suma anterior representa el nivel de potencia sonora total de emisión


desde la boca de entrada a la de salida. Se restan 3 dB en cada banda de octava para
obtener el nivel de potencia sonora de emisión solamente desde la boca de entrada
o de salida.

Ejemplo de un procedimiento de cálculo

Tomemos en consideración un ventilador de álabes curvados en sentido contrario a


la marcha con 16 palas y un diámetro de rotor de 0,93 m funcionando a 650 rpm, con
un caudal de aire de 20 m 3/seg y una presión total de 15 kPa. En la Tabla 41.2 se
muestran algunos ejemplos de cálculo de nivel de potencia sonora emitido desde la
boca de entrada de acuerdo a los siguientes pasos:

Paso l. Determinar por medio de la Tabla 41.1 los niveles específicos de potencia
sonora del ventilador de álabes curvados en sentido contrario a la marcha. Incluir-
los en la Tabla 41.2.

Paso 2. Ajustar los niveles en bandas de octava del Paso 1 que muestran las con-
diciones de funcionamiento reales empleando la Ecuación (41.2):
41.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 41.2. Ejemplo de cálculo del nivel de potencia sonora de emisión desde el in-
terior de un ventilador. Todos los niveles de potencia sonora de banda de octava vie-
nen expresado en decibelios re 1 picovatio

Frecuencias centrales de bandas de octava, Hz


63 125 250 500 1000 2000 4000 8000

Paso 1 85 85 84 79 75 68 64 62
Paso 2 17 17 17 17 17 17 17 17
Paso 3 O 3 O O O O O O
Paso 4 -3 -3 -3 -3 -3 -3 -3 -3
Emisión desde 99 99 98 93 89 82 78 76
el interior

(métrico) 10 10glOQ + 20 10glOP, =


10 log¡020 + 20 10glO 1,5 = 17 dB
(anglosajón) 10 10glOQ + 20 10g!(lP, - 45 =
10 log lO42,36 + 20 10glO 6 - 45 = 17 dB

Paso 3. Según la Ecuación (41.1) la frecuencia lB del álabe es lB = n X N = 10,8


X 16 = 173 Hz. Esta frecuencia se encuentra en la banda de octava de 125 Hz. Por
tanto, se añade el valor BFI de 3 dB listado en la Tabla 41.1 (para un ventilador de
álabes curvados en sentido contrario a la marcha) al nivel de banda de octava de la
octava de 125 Hz.

Paso 4. Se restan 3 dB en cada banda de octava para obtener el nivel de potencia


sonora de emisión de ruido de la boca de entrada solamente (mostrado en negrita
en la Tabla 41.2).

NORMAS SOBRE VENTILADORES: TAMAÑO Y VELOCIDAD

Las normas sobre ventiladores predicen con exactitud el funcionamiento de una


gama bastante amplia tanto en tamaño como en velocidad. como se muestra a con-
tinuación:

Q" = Qh(d)dh)J(nufllh) (41.3)

Pta = p,h(daldhf(lljllb)2 (41.4)

(41.5)

L~r" = Lnn + 70 10glO(d)d,,) + 5010g lO (n,,In,,) (41.6)

donde Q = cantidad de flujo de aire. mJ/seg.


P, = presión total. kPa.
P = potencia del ventilador, kilovatios
RUIDO DE VENTILACION 41.23

Lw = nivel de potencia sonora, decibelios re 1 picovatio


d = diámetro del rotor, metros
n = velocidad del rotor, número de revoluciones por minuto

Hay que tener en cuenta las siguientes indicaciones:

a = datos bajo las condiciones de funcionamiento requeridas


b = datos bajo condiciones de funcionamiento en curvas base

Aunque la Ecuación (41.6) es menos precisa que las que predicen otras carac-
terísticas de funcionamiento, es suficientemente exacta para propósitos estimativos.
Las leyes de ventiladores expresan matemáticamente que cuando dos ventila-
dores forman parte de una serie similar, sus curvas de funcionamiento son similares,
y que en puntos equivalentes de medición para cada curva de funcionamiento sus
eficacias son iguales. Las leyes de ventiladores se pueden aplicar para cada cálculo
solamente en un punto de la curva del ventilador. Este punto puede ser utilizado
para calcular solamente el punto equivalente en cada nueva curva de velocidad.
Para definir con precisión la nueva curva de velocidad es necesario utilizar bastan-
tes puntos de datos individuales de la curva con el fin de que ésta pueda ser trazada
con el mínimo error de interpolación entre los puntos.
Para aplicar las leyes de ventilación es preciso poseeer datos reales de estudio
para un ventilador de la misma serie. El uso de las leyes queda restringido a casos
en los que las dimensiones lineales de los ventiladores mayores o menores sean pro-
porcionales al ventilador para el que se hayan realizado los datos de estudio.
Un parámetro problemático de emisión de ruido es la velocidad del ventilador.
Para un tipo de ventilador determinado, para un caudal de aire y presión determi-
nados, existe un tamaño en particular que es preferible a todos los demás. Ni un ta-
maño mayor ni uno menor serían más convenientes. Un error común de interpre-
tación consiste en pensar que un ventilador de mayor tamaño funcionando a menos
velocidad reducirá la emisión de ruido. Esto es un error. Un ventilador mayor fun-
cionará a una velocidad de rotación más lenta, pero no en su punto de mayor efi-
cacia. Por tanto, el ruido será mayor. Cuando este ventilador de mayor tamaño fun-
cione a una velocidad reducida, el diámetro exterior del rotor mayor debe
funcionar a la misma velocidad que el del rotor más pequeño con el fin de alcanzar
la velocidad requerida. Esta presión concreta no se puede alcanzar a velocidades
menores. Por tanto, el mecanismo de emisión de ruido es el mismo, y el ruido pro-
ducido por el ventilador de mayor tamaño a velocidad más lenta no es menor que el
emitido por el más pequeño. Esta alteración en la eficacia traerá como consecuen-
cia un mayor nivel de ruido en el ventilador mayor. Una vez determinado el tamaño
conveniente del ventilador para una aplicación concreta, no es posible reducir los ni-
ve/es de ruido utilizando otro de mqyor o menor tamaño.
Puede producirse una excepción a lo mencionado anteriormente cuando el cam-
bio de velocidad sea suficiente para rebajar significativamente la frecuencia de ála-
be del ventilador. Como el oído humano responde con menos precisión a las bajas
frecuencias (véase Figura 17.1), se reduce la sonoridad del ventilador emisor del so-
nido. La potencia acústica emitida es la misma, pero el oído humano interpreta el
cambio como una mejora. Sin embargo, en la mayoría de los casos el cambio de ve-
41.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

locidad no es suficiente para provocar diferencias apreciables. Las afirmaciones an-


teriores son aplicables solamente a ventiladores de diversos tamaños del mismo di-
seño. No es posible comparar ventiladores de distintos formatos en base a la
velocidad, sino que deben ser comparados en base a niveles concretos de potencia
sonora. Por ejemplo, con valores de presión equivalentes algunos ventiladores de
tipo industrial giran a menor velocidad que los de ventilación habitual. Los venti-
ladores industriales, de mayor lentitud, producen sin embargo niveles más altos de
ruido. Como resultado, no se emplean nunca en instalaciones de calefacción, ven-
tilación o aire acondicionado.

PUNTO OPERA TlVO DE LA CURVA DE RENDIMIENTO

Los valores concretos de potencia sonora de la Tabla 41.1 están basados en el fun-
cionamiento del ventilador cerca del punto de mayor eficacia de la curva de rendi-
miento. Por tanto, la elección del tipo, tamaño y velocidad del ventilador deben rea-
lizarse con el fin de que éste alcance este punto de mayor eficacia, punto importante
no solamente desde el punto de vista del control de ruido, sino del ahorro energé-
tico.
El funcionamiento de un ventilador viene determinado por medio de los pro-
cedimientos que se explican en la norma AMCA 210 1 • Sus resultados se pueden
mostrar en forma de curvas de rendimiento del ventilador, como muestra la Figura
41.16 en el caso de un ventilador centrífugo, y la Figura 41.17 para un ventilador
axial. Estas curvas muestran valores de presión total, presión estática, eficacia total,
eficacia estática y potencia trazados en función del caudal de aire.
CAUDAL DE AIRE m 3/seg
I I I I I I I I
O 2 3 4 5 6 7 8
0,6 « 2.4.---.--'---.---r-~--'--"r--r----'
~ PT
0,5 ~w I
2~~ -~~~~::~;;:t~~-~--JL--L---J
~
o
0.4 ~ 1.6f---1--+--+~~~~~:::'::"'ct- 80
z
0'"
¡¡; 1l.0,3
3
8 1.2f----t---:;¡.-f---+--+--+--+~~~
I 5
w~
a:: w 4
Il. o
0,2
3~
2
0,1

o o
2 4 6 8 10 12 14 16
CAUDAL DE AIRE EN cfm x 1.000

FIGURA 41.16. Características de rendimiento habitual de un ventilador centrífugo


reflejando la presión total PT, la presión estática PE, los caballos de vapor CV, la efi-
cacia total ET y la eficacia estática EE en relación al caudal de aire.
RUIDO DE VENTILACION 41.25

CAUDAL DE AIRE m 3/seg


I I I I I I I
2 4 6 8 10 12 14
1,2

1,0

0,8 a:: 25
Z 30 ~
Q", 20
~~0,6 ~
a:
o.. 20 ~ 153:
0,4 (/) -"
CJ) O 10
....J

0,2
~1 10 ;t
«
(!)
al
<{
5
u
o 50
24 O
o.. 4 8 12 16 20 28
CAUDAL DE AIRE EN cfm x 1.000

FIGURA 41.17. Características de rendimiento habitual de un ventilador axial refle-


jando la presión total PT, la presión estática PE, los caballos de vapor CV, la eficacia
total ET y la eficacia estática EE en relación al caudal de aire.

La curva de rendimiento resultante de una prueba real se determina mediante la


curva base de este tipo de ventilador, y tomándola como referencia se puede cal-
cular el rendimiento del ventilador para otros tamaños o velocidades empleando las
Ecuaciones (41.3), (41.4) Y (41.5). (Existen algunas limitaciones respecto a gamas
de tamaño y velocidad que pueden ser calculadas con un único ensayo del ventila-
dor. En la práctica se estudian diferentes tamaños para conseguir los datos suficien-
tes relativos a toda la gama de tamaños y velocidades disponibles habitualmente en
un catálogo de ventiladores.)
Examinando las curvas del ventilador que ofrecen las Figuras 41.16 y 41.17 se
puede observar que existen ciertas secciones de la curva de rendimiento que co-
rresponden a la gama alta de frecuencias de la curva total de eficacia. Se debería se-
leccionar un ventilador que funcione en esta franja de eficacia alta.
La Figura 41.18 muestra simplemente la relación entre la presión y el caudal de
aire en la curva base, representado por la curva inferior del ventilador. La parte de
alta eficacia de la curva se produce entre las dos curvas típicas del sistema. Con las
Ecuaciones (41.3) y (41.4) se han empleado estos datos para calcular la curva su-
perior, que representa el funcionamiento a mayor velocidad. La sección de alta efi-
cacia equivalente de la nueva curva se produce también entre las dos curvas típicas
del sistema. Calculando y trazando una serie de curvas de ventilador a distintas ve-
locidades, la sección de cada una de ellas limitada por estas curvas típicas del siste-
ma establece la zona de alta eficacia de cada curva. La suma de estos puntos define
la zona de selección óptima de este tamaño de ventilador, como refleja la Figura
41.18.
El estudio de las características de funcionamiento de un ventilador grande
muestra que su zona de selección óptima se da en la zona A de la Figura 41.18,
mientras que el estudio de las características de uno de menor tamaño muestra que
su zona de selección óptima se encuentra en la zona B de la figura. Por tanto, existe
41.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

CURVAS TIPICAS
DEL SISTEMA

z
o

w
!E B

CURVAS TIPICAS
DEL VENTILADOR

CAUDAL DE AIRE

FIGURA 41.18. Curva de presión en relación al caudal, mostrando una zona ideal de
selección de un ventilador con cambios de velocidad. Un ventilador de mayor tamaño
(que funcione en la zona A) o de menor (que funcione en la zona B) es menos eficaz y
emite un mayor nivel de ruido.

solamente un tamaño de ventilador que cumple las condiciones concretas de caudal


de aire y presión en el área de mayor eficacia. Tanto con un ventilador mayor como
con uno menor se obtendrían peores resultados y se producirían niveles de ruido
mayores.
Es de importancia crucial que tanto los ventiladores centrífugos de álabes cur-
vados en sentido contrario a la marcha como los de flujo axial funcionen en la zona
de selección óptima. Por ejemplo, en la Figura 41.17 (que muestra las características
de rendimiento de un ventilador de flujo axial) existe una inflexión en la curva a la
izquierda de la presión más alta que indica una pérdida de sustentación. Una zona
similar de pérdida de sustentación se produce en las curvas de rendimiento de ven-
tiladores centrífugos con álabes en sentido de la marcha. En ambos casos es esencial
seleccionar un ventilador cuyo punto de funcionamiento no recaiga en esta zona, ya
que podría tener como consecuencia un nivel de ruido entre 8 a 10 dB por encima
del nivel de operatividad resultante en la zona de selección óptima. Existe además
la posibilidad de que se den oscilaciones que provoquen un nivel de ruido variable
muy molesto. También se pueden producir oscilaciones cuando los ventiladores es-
tán conectados en paralelo y funcionan en la zona de pérdida de sustentación, trans-
firiendo la carga entre cada uno de ellos y provocando un nivel variable de ruido.
Además de seleccionar un ventilador cuyo funcionamiento se produzca dentro
de la zona óptima de selección, es importante que para un mayor rendimiento se
dispongan buenas condiciones de entrada y salida. Las condiciones de entrada al
ventilador son bastante problemáticas. y su mala disposición podría acarrear una
reducción de su eficacia y un aumento del nivel sonoro (de hasta 10 dB).
RUIDO DE VENTlLACION 41.27

REFERENCIAS

1. Laboratory Methods of Testing Fans for Rating, ASHRAE Standard 51, American So-
ciety of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers, Inc., Atlanta, GA 30329.
Also published as AMCA Standard 210, Air Movement and Control Association, Arling-
ton Heights, IL 60004.
2. ASHRAE Handbook, American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning
Engineers, Inc., Atlanta, GA 30329.
3. Fan Engineering, 8." ed., Buffalo Forge Co., Buffalo, NY 14240, 1983.
4. Laboratory Method of Testing In-Duct Sound Power Measurement Procedure for Fans,
ASHRAE Standard 68, American Society of Heating. Refrigerating and Air-Conditio-
ning Engineers, Inc., Atlanta, GA 30329. Also published as AMCA Standard 330, Air
Movement and Control Association, Arlington Heights, IL 60004.
5. Certified Sound Ratings Program for Air Moving Devices, AMCA Bulletin 311, Air Mo-
vement and Control Association, Arlington Heights, IL 60004.
6. Reverberant Room Method for Sound Testing of Fans, AMCA Standard 300, Air Move-
ment and Control Association, Arlington Heights, IL 60004.
Capítulo 42
CONTROL DE RUIDO EN
CALEFACCIONES,
VENTILACION y SISTEMAS
DE AIRE ACONDICIONADO

Robert M. Hoover
Warren E. Blazier, Jr.

INTRODUCCION

En este capítulo se estudian las principales fuentes de ruido en sistemas de calefac-


ción, ventilación y aire acondicionado (HV AC), la forma en que se comunica el rui-
do originado por tales fuentes a los espacios servidos y el modo de controlar esta
transmisión de ruido. Los temas tratados incluyen ruido de ventiladores, dispositi-
vos terminales de ventilación (como difusores), atenuación de sonido en conductos,
silenciadores, equipamiento de ventilación ensamblado, equipamiento de ventila-
ción compacto (unidades de manipulación de aire), unidades de aire acondicionado
para tejados, sistemas compactos de aire acondicionado, impelentes absorbentes de
sonido, sistemas de volumen de aire variable y unidades de control terminales de
aire (tales como terminales con ventiladores propulsados), métodos de compensa-
ción de aire, la transformación entre el nivel de potencia sonora de la fuente y el ni-
vel de presión sonora de la habitación (Lw - L p ), Yel cálculo de atenuación reque-
rido según cada criterio seleccionado. A lo largo de este capítulo se prestará
especial atención al control de ruidos de baja frecuencia.
En la Figura 42.1 se describen los principales componentes de un sistema
HV AC en relación a la emisión y al control de ruidos, incluyendo ventiladores de
los sistemas de propulsión y retorno de aire, controles de amortiguamiento para la
regulación del flujo de aire, mecanismos terminales de ventilación tales como difu-
sores y rejillas de distribución de aire, conductos revestidos y sin revestir, conductos
acodados, silenciadores, cajas de mezclas, válvulas de regulación de aire, y cajas de
ventiladores propulsados. En la Figura 42.2 se ofrecen ilustraciones correspondien-
tes a varios de los términos empleados en este capítulo.
Las condiciones establecidas para un sistema de aire acondicionado aconsejan
normalmente un nivel de ruido máximo permitido en el espacio estudiado por me-

42.1
... -0 tN
Control de aspas para
Ca~.dal
van
caudal variable en
orificios de entrada ... -Q )
de ventilador
Terminal con s:
ventilador propulsado :t>
Z
r- e
1 :t>
1 r-
1 Difusores o
1 m
-1
1 s:m
1 O
I
1 ~
L (/)
:t>
,-.---"T'"-~ Conexión flexible
j n
e(/)
-f
1 Caudal
( consta ~
(/)
-<
n
... -0 O
z
-f
:o
Ventilador de retorno} O
con control de caudal r-
{ por aspas guía en el o
m
orificio de entrada r-
:o
e
FIGURA 42.1. Diagrama lineal descriptivo de los principales elementos tanto de un sistema de distribución (5
de aire de caudal constante como de caudal variable. El sistema de propulsión, con un ventilador de propul- O
sión y un impelente de salida, genera (a) un sistema de caudal constante con una ramificación, separadores
de conductos, tubos acodados y difusores con control de amortiguación en el conducto superior, y (b) un sis-
tema de caudal variable con una unidad terminal de aire con ventilador propulsado. El sistema de retorno
muestra una rejilla de retorno de aire conectada por tuberías al ventilador de retorno, atravesando un silen-
ciador.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.3

CONDUCTO PRINCIPAL

TUBO
ACODADO../ CAlDA
CURVA O GIRO RAMIFI- í
CACION DISPOSITIVO
TERMINAL DE
AIREACION

FIGURA 42.2. Terminología empleada para la descripción de una tubería HVAC.

dio de uno o varios métodos. En el Capítulo 43 se estudian los métodos que sirven
para establecer los objetivos para cada proyecto.

RUIDO DE VENTILADORES

Los elementos del sistema HVAC que generan mayor intensidad de ruido son el
ventilador de propulsión (en el sistema de propulsión de aire) y el ventilador de re-
torno (en el sistema de retomo de aire).
Los ventiladores centrífugos producen ruidos situados por lo general a lo largo
del espectro completo de frecuencias audibles, alcanzando un valor máximo en la
gama de bajas frecuencias, habitualmente entre 31,5 y 250 Hz. Como consecuencia,
los ventiladores de un sistema HVAC típico determinan normalmente los límites de
ruido de baja frecuencia en el espacio ocupado.
Tal como se estableció en el Capítulo 41, los tipos de ventiladores más frecuen-
tes en los sistemas HV AC de edificios son los ventiladores centrífugos curvados en
sentido contrario a la marcha, curvados en sentido de la marcha y los ventiladores
axiales con aletas guía. Aunque las características de cada tipo de ventilador difie-
ren en términos de nivel de ruido en función de su frecuencia, poseen un factor en
común. Los niveles más bajos de ruido se producen con diferencia cuando se utiliza
el ventilador en su área de máxima eficacia de la curva de rendimiento (véase Fi-
guras 41.16, 41.17 Y41.18).

Diseño aerodinámico. Importancia del flujo suave de aire

En caso de que un sistema no cuente con el diseño aerodinámico adecuado o con el


funcionamiento eficaz de sus diversos componentes, puede incrementarse el nivel
de ruido de las fuentes descritas anteriormente, y su espectro puede asimismo am-
pliarse, especialmente hacia la gama de bajas frecuencias, en particular si los venti-
ladores funcionan a baja frecuencia o en condiciones inestables de operatividad.
Por tanto, el flujo de aire a la entrada y salida del ventilador debería ser lo más sua-
42.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ve posible para disminuir cualquier motivo de turbulencia. Las turbulencias provo-


can la aparición de ruidos y el aumento de la caída de presión estática del sistema.
Por esta razón, los accesorios (tales como tubos acodados o de tránsito) no deberían
colocarse a una distancia menor de 3 o 6 diámetros de conducto por debajo de un
ventilador. En la Figura 42.3 se ilustran ejemplos de condiciones positivas y nega-
tivas de flujo de aire a la salida de un ventilador. La emisión de ruido en el último
caso puede ser de 10 a 30 dB por encima del primer caso.
En un sistema HV AC con un volumen constante de flujo de aire, los ventilado-
res se emplean normalmente a casi su máximo nivel de operatividad cuando tal flu-
jo es uniforme. Sin embargo, en un sistema de volumen de aire variable en el que los
controles de volumen se hayan instalado en la entrada de ventilación, el nivel de efi-
cacia operativa se encontrará bastante por debajo de su eficacia estática máxima.

Consecuencias de la eficacia operativa sobre el ruido generado

El fabricante del ventilador aporta como dato el nivel de potencia sonora Lw a la


salida o entrada de un ventilador para condiciones operativas específicas, que pue-
de ser también determinado con el método descrito en el Capítulo 41. Los valores
obtenidos utilizando el procedimiento de este capítulo se aplican solamente cuando
el ventilador funciona casi a su eficacia máxima y la velocidad es relativamente uni-
forme a lo largo de la sección del conducto al que está conectado.
Cuando se utilicen amortiguadores de control de entrada o aletas guía para el
control de flujo en un sistema HV AC, el punto de operatividad del ventilador cam-
biará y su eficacia disminuirá. Como consecuencia, el nivel de potencia sonora en
cada banda de octava aumentará en una cantidad que puede ser determinada del si-
guiente modo:

~.
~_
mín.3D

..
rr
Ji'.~-
NEGATIVAS POSITIVAS

FIGURA 42.3. Ejemplos de condiciones positivas y negativas de salida de ventila-


ción.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.5

Paso 1. Como primer paso se debe establecer la eficacia estática

tasa de flujo x presión estática


Eficacia estática = -----"'----=------- (42.1 )
k x potencia de entrada

en la que la tasa de flujo (o sea, el caudal de aire) se expresa en Vs; la presión estática
(o sea, la presión ejercida por el ventilador) se expresa en pascales; k es una cons-
tante igual a 1 si se emplean unidades SI (6354 si se usa el sistema anglosajón); y la
potencia de entrada (o sea, la potencia desarrollada por el eje del ventilador) se ex-
presa en kilovatios.

Paso 2. Con ayuda del valor de eficacia estática obtenido gracias a la Ecuación
(42.1) se determina, según el tipo de álabes del ventilador, el aumento en nivel de
potencia sonora indicado en la Tabla 42.1. [Nota: Para ventiladores axiales con ale-
tas guía, la presión en la Ecuación (42.1) debería ser la presión total, o sea, la suma
de la presión estática y la presión dinámica (la presión dinámica es la presión debida
a la velocidad de la corriente en movimiento).] Por ejemplo, una velocidad en el
conducto de descarga de un ventilador de 20 mlseg tiene como consecuencia una
presión dinámica de 249 pascales; ésta varía en función de [v/(20 m/seg) t
DISPOSITIVOS TERMINALES DE VENTlLACION (DIFUSORES DE
AIRE Y REJILLAS)

Un dispositivo terminal de ventilación es un elemento situado al final de un conduc-


to a través del cual fluye o es evacuado el aire de una habitación. En un sistema de
propulsión de aire los dispositivos terminales de ventilación (a menudo llamados di-
fusores) proporcionan aire al espacio distribuyéndolo de un modo más o menos pre-
decible. En un sistema de retorno de aire, los dispositivos terminales de ventilación

TABLA 42.1. Ajuste de eficacia del ventilador, es decir, número de decibelios en que
debería ser incrementado el nivel de potencia sonora de un ventilador debido a su
funcionamiento en otras condiciones distintas que las de mayor eficacia
Estos valores sirven para distintos tipos de ventiladores

Ventilador de Ventilador centrífugo Ventilador centrífugo


álabes aerodinámicos curvado en sentido curvado en sentido
y axiales contrario a la marcha de la marcha
Eficacia, Aumento, Eficacia, Aumento, Eficacia, Aumento,
% dB % dB %
dB

BOa72 O 75 a 67 O 65 a 58 O
71 a 68 3 66 a 64 3 57 a 55 3
67 a 60 6 63 a 56 6 54 a 49 6
59 a 52 9 55 a 49 9 48 a 42 9
51 a 44 12 48 a 41 12 41 a 36 12
42.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

a través de los cuales escapa el aire proporcionado por los difusores se denominan
habitualmente registros, rejillas u hongos, según su forma.

Difusores

Los difusores tienen normalmente forma redonda, rectangular o de largas bandas


estrechas (estos últimos denominados difusores lineales).

Deflectores. Los difusores incorporan por lo general deflectores de aire, como as-
pas, lengüetas y tolvas, que ayudan a distribuir el aire con regularidad en el espacio.
Cuanto mayor sea la deflexión, mayor será el nivel de ruido que emiten los difuso-
res. El nivel de potencia Lw generado por el flujo de aire a través del difusor au-
menta normalmente en 16 dB cada vez que se dobla la velocidad en las bandas de
octava situadas por debajo de 500 Hz, Yde 18 a 24 dB en las bandas de octava situa-
das por encima de 1.000 Hz.
Los datos de emisión de ruido de difusores se refieren por lo general a deflec-
tares dispuestos en un ángulo de 0° (o sea, sin deflexión de aire). Teniendo en cuen-
ta que los difusores raramente se sitúan con este ángulo, al seleccionar el difusor se
debería tener en cuenta el aumento de nivel sonoro respecto al del ángulo de defle-
xión.
El espectro y la intensidad de ruido dependen en gran medida del tipo de difu-
sor y de deflector. Por ejemplo, la Figura 42.4 muestra el espectro en bandas de oc-
tava de tres difusores, cada uno de los cuales distribuye 0,4 m 3/seg: un difusor

60
Difusor redondo
con cuello de 30 cm

~ Difusor de lámina
b.... 50 I------.....,::'-----~------perforada con cuell

~
ca
¡de 30 cm
/
,/. - --.,
oc:
o
'"ca 40
.. /

.C:;

...oc:
al
.. ....-----
-----T
/

C.
al Parrilla de entrada
"tl
30 de 929 cm 2
Qj
.~
z

20~--~--~--~--~--~--~--~--~
63 126 260 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencias centrales de bandas de octava, Hz

FIGURA 42.4. Ejemplos de espectros de niveles sonoros en bandas de octava para


tres tipos de salidas de aire.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.7

circular (30 cm. de diámetro); un difusor cuadrado de lámina perforada y una pa-
rrilla de pared (0,09 m2 , con un 82 por 100 de área abierta).

Datos del fabricante sobre difusores y parrillas. Es necesario siempre utilizar en


la práctica los datos que proporciona el fabricante para niveles de potencia sonora
en bandas de octava emitidos por difusores y parrillas de entrada y retorno. Algu-
nos fabricantes no proporcionan esta información, limitándose en su lugar a ofrecer
los niveles NC, que no prevén sean excedidos cuando haya un solo difusor en la ha-
bitación. Esta predicción se basa en la presunción de que el «factor espacial» (Lw -
L p ) es igual a 10 dB. Por contraste, el valor (Lw - L p ) de los espacios habituales es
normalmente menor que 10 dB1.2. Por ejemplo, el valor (Lw - L p ) en una oficina
puede ser solamente 5 dB. Por tanto, los niveles NC aconsejados para difusores
pueden predecir unos niveles de presión de sonido en 5 dB por debajo de los niveles
reales experimentados. Por esta razón, los valores NC aconsejados para salidas de
aire deberían aumentarse en 5 dB. Para espacios mayores el valor (Lw - L p ) de-
bería ser calculado utilizando la Figura 4.7 o la Ecuación (4.10), adecuando por con-
siguiente el valor NC indicado por el fabricante3.

Efectos de los amortiguadores de control de volumen sobre el ruido del difu-


sor. Los amortiguadores se instalan generalmente tras los difusores o parrillas con
el fin de controlar el caudal de aire que los atraviesa. Los amortiguadores aumentan
el ruido emitido (generalmente en el intervalo de 1.000 a 8.000 Hz), de modo que
cuanto más se restrinja el flujo de aire más se incrementará el nivel de ruido. Por
ejemplo, si el volumen de aire expulsado cada segundo se reduce a la mitad, el nivel
de potencia sonora del ruido radiado por el difusor puede aumentar de 10 a 20 dB,
según el tipo de diseño de salida de aire. Por lo tanto es importante determinar si los
datos del fabricante se aplican solamente al difusor o a la combinación entre difusor
y amortiguador. Por lo general los datos del fabricante son aplicables cuando el di-
fusor recibe un flujo de aire uniforme. En caso de que no sea así, el nivel de ruido
será mayor del prescrito por los datos suministrados. En la gama de altas frecuen-
cias son las terminales de aire y sus correspondientes amortiguadores los que deter-
minan el nivel sonoro producido por un sistema HV AC en un espacio.
Ya que el ruido del difusor se produce en o cerca de la terminal de aire del es-
pacio servido, no existe atenuación de ruido que pueda reducir su nivel en el tra-
yecto entre la fuente de sonido y el observador. Desde el punto de vista del control
de ruido es preferible por tanto controlar el flujo de aire gracias a un amortiguador
situado en el conducto, como por ejemplo en la unión con el ramal principal, más
que en uno colocado en el difusor. De este modo el revestimento del conducto pue-
de ser efectivo a la hora de reducir ruidos de amortiguación.

Conexi6nflexible al difusor. Un tubo flexible proporciona el medio más apropia-


do de conectar el difusor a un ramal del conducto, ya que permite una cierta flexi-
bilidad en la colocación del difusor en un techo suspendido. Sin embargo, cuando el
difusor no se encuentra alineado (véase Figura 42.5) o la caída es demasiado corta,
el flujo de aire no será uniforme a su través, y la velocidad será sustancialmente ma-
yor a la media en uno de los lados del difusor. Esto provocará un nivel de ruido con-
siderablemente más alto al de los datos proporcionados. Por ejemplo, una falta de
42.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

10/2 11 0 /8 1
~~
~j
RUIDOSO
HfSILENCIOSO

FIGURA 42.5. Instalación correcta e incorrecta de un conducto de conexión flexible


entre un ramal de la tubería y el difusor.

alineación equivalente a un diámetro en una longitud de conducto de dos diámetros


podría provocar un aumento de nivel de potencia sonora de 15 dB.
En el caso de sonidos de baja frecuencia un conducto flexible permitirá que el
sonido sea emitido directamente hacia el techo en el que está situado, transmitiendo
el sonido por el techo acústico hacia el espacio servido.

ATENUACION DE SONIDO EN CONDUCTOS

El ruido de un sistema de conductos se verá atenuado por pérdidas de propagación:


(1) en conductos no revestidos, (2) en conductos revestidos, (3) en tubos acodados
revestidos, (4) en puntos de intersección resultantes de la bifurcación de potencia,
(5) como resultado de la reflexión final y (6) en silenciadores.

Conductos no revestidos

El ruido en un conducto no revestido se verá atenuado primordialmente por la


transmisión de energía acústica a través de las paredes del conducto (provocando la
vibración de sus paredes) y a continuación radiando el ruido al espacio que circunda
al conducto. Este mecanismo provoca una atenuación al descender el nivel sonoro
transmitido en el conducto. En la Tabla 42.2 se muestra la atenuación proporcio-
nada por conductos no revestidos de planchas de metal. Estos datos se refieren a
conductos de diferentes tamaños y formas (expresados como la relación entre el pe-
rímetro del conducto y el área de sección transversal. P/A)3.4.En el caso de que el
conducto no revestido atraviese una habitación en la que se precise un bajo nivel de
ruido. podría ocurrir que se transmitiera desde el conducto al espacio un sonido con
baja frecuencia excesivo. especialmente si su situación es cercana al ventilador. El
nivel sonoro radiado depende de: (1) el nivel sonoro dentro del conducto, (2) el
área de la sección transversal del conducto. (3) la longitud del conducto en la habi-
tación y (4) la pérdida de transmisión (TL) de sus paredes. En la Figura 42.63 se
muestran valores de pérdida de transmisión de las paredes de conductos rectangu-
lares y circulares. El uso de conductos circulares en vez de rectangulares reducirá
las radiaciones a la habitación. También se puede reducir la transmisión envolvien-
do el conducto con una capa de fibra de vidrio y enyesando posteriormente el ex-
terior. Aunque el empleo de este método puede ser menos eficaz al del uso de con-
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.9

TABLA 42.2. Atenuación en conductos rectangulares de placas de metal no revesti-


dos'

Frecuencia central de banda de octava. Hz


Relación área/perímetro, cm/cm2 31,st 63 125 250

Más de 0,12 (0,31) 0,3 0,3 1,0 0,3


De 0,12 a 0,05 (0,31 a 0,13) 0,3 1,0 0,3 0,3
Menos de 0,05 (0,13) 1,0 0,3 0,3 0,3
• Los valores que muestra esta tabla deben ser duplicados en caso de que los cond uctos estén aislados externamente.
t Valores extrapolados.
Fuente: Adaptación de Referencia 3.

duetos circulares (según el volumen del enlucido exterior), es un modo práctico de


incrementar el valor de aislamiento acústico de las paredes del conducto en un sis-
tema HVAC.
Los paneles de placas metálicas sobre conductos de grandes dimensiones pue-
den sufrir vibraciones por flujos turbulentos causados por el movimiento del venti-
lador o por su situación cercana a los ramales. Estas fuentes producen ruidos de 16
a 125 Hz en la gama de bajas frecuencias. En estos casos es difícil a menudo separar
o identificar la responsabilidad de cada fuente concreta.

Conductos revestidos

En la Tabla 42.3 se muestra la atenuación de sonido debida al revestimiento del


conducto con material absorbente del sonido. La Figura 42.7 muestra el nivel de
atenuación en un conducto con un espesor de revestimiento de 25 mm (1 pulgada)
a 50 mm (2 pulgadas). Entre 63 y 125 Hz la atenuación es en parte debida a la ra-
diación de la pared del conducto. En comparación a la producida en la gama de ba-
jas frecuencias, la atenuación es mayor en la gama de altas frecuencias. Por tanto, se
podría producir un espectro desequilibrado caracterizado por un ruido de tipo re-
tumbante en las habitaciones afectadas por el sistema de aire acondicionado.

Bifurcación de potencia en las ramificaciones

Cuando una ramificación parte del conducto principal, como ilustra la Figura 42.2,
la potencia sonora transmitida a lo largo del conducto principal se divide entre la ra-
mificación y la continuación del conducto principal aproximadamente en una rela-
ción proporcional a las áreas del conducto secundario y el conducto principal pos-
terior a la ramificación. Esta división de potencia origina una atenuación en el
punto de intersección. Por ejemplo, si un conducto se subdivide en dos conductos
de secciones transversales idénticas, por cada uno de los ramales fluirá la mitad del
sonido.
42.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

m 60r-----------------------------------------~
"'C
o Circular: diámetro de 350 mm. Espiral
helicoidal de calibre 26 (0,55 mm.)
13
::l
"'C
g 50~-------L~----~------------------------~
U , Circular: diámetro de 650 mm. Espiral
~ _/ \ ,helicoidal de calibre 26 (0,7 mm.)
~. ,1
E 40~-----------+------T_------------~----_r_.
~
.!!!
\ ' 'e- -
/
/

~ 30~------------~----~~----------~~~/~/~
:~ ------,_ / \t
~ ...........
~ 20~~~~----+-----------------------------_4
(5 Conductos rectangulares
Q.
- - Extrapolados
'"
10
'E
"tl
10"------'-----....L------'------'------L----....L-----J"-------1
~ 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 42.6. Pérdidas por transmisión del sonido propagado desde el interior de
conductos rectangulares y circulares a través de las paredes hacia el exterior.

La atenuación sonora resultante de la división de potencia puede ser expresada


del siguiente modo:

. I ( área de la ramificación del conducto)


AtenuacIón = 10 a g I O , . . dB (42.2)
area del conducto pnnclpal
Esta ecuación indica el número de decibelios que deben sustraerse del nive! de
potencia sonora en el conducto principal para obtener el de la ramificación. Esta re-
lación se muestra en la Tabla 42.4. Por ejemplo, si la ramificación tiene un 4 por 100
del área del conducto principal, se transmitirá a su través un 4 por 100 del sonido.
Por lo tanto, y de acuerdo a la Tabla 42.4, el nivel de potencia sonora del ruido en
una ramificación será de 14 dB por debajo del nivel del conducto principal.

Atenuación en tubos acodados

Los tubos acodados en ángulo recto reflejan parte del sonido de vuelta hacia la
fuente, lo cual atenúa el sonido en el conducto. En la Tabla 42.5 se muestran valores
de atenuación aproximados para tubos acodados con o sin revestimientos. A altas
velocidades (10 m1seg) un tubo acodado puede ser causa de generación de ruido
como resultado de las turbulencias producidas en e! flujo de aire. Estas turbulencias
serán menores en conductos circulares que en cuadrados. La producción de turbu-
lencias en tubos acodados puede ser reducida gracias al uso de aspas giratorias, que
facilitan un flujo aerodinámico de aire. Las aspas giratorias se deben instalar con
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.11

TABLA 42.3. Atenuación para conductos en dB/m


Estos valores son el resultado de la suma de pérdidas debidas a revestimientos de
conductos de un espesor de 25 mm, de 24 a 48 kg/nr, y por pérdidas debidas a la ra-
diación del conducto
Frecuencia central de banda de octava, Hz
63 125 2SO SOO 1000 2000" 4000'

Conducto rectangular

Relación
Dimensiones área/perímetro
cmXcm (in x in) anlcmz (inlinz)

10 x 20 (4 x 8) 0,3 (0,75) 0,7 2,1 3,3 8,2 22,4 21,2 8,4


15 x 30 (6 x 12) 0,2 (0,5) 0,6 1,9 2,6 6,3 17,3 15,7 7,6
20 x 30 (8 x 12) 0,17 (0,42) 0,6 1,8 2,4 5,8 14,9 16,3 8.7
25 x 41 (10 x 16) 0,13 (0,33) 0,5 1.7 2,1 4,9 13,5 13,3 7,9
30 x 30 (12 x 12) 0,13 (0,33) 0,6 1.7 2,3 5,4 14,8 14,9 8,8
30 x 61 (12 x 24) 0,10 (0,25) 1,2 0,8 1,8 4,1 11.1 9,5 6.5
30 x 91 (12 x 36) 0,09 (0,22) 1,2 0,8 1,6 3,6 9,8 5,8 4,2
38 x 38 (15 x 15) 0,11 (0,27) 1,2 0,9 2,0 4,7 12,7 12,6 8.3
38 x 76 (15 x 30) 0,08 (0,20) 1,2 0,8 1,6 3.5 9,5 8,1 6.1
46 x 71 (18 x 28) 0,Q7 (0,18) 1,2 0,8 1,5 3,4 9,3 8,8 7,0
46 x 91 (18 x 36) 0,07 (0,17) 1,2 0,7 1,4 3,1 8,5 7,1 5,8
61 x 91 (24 x 36) 0,05 (0,14) 1,1 0,7 1,3 2,9 7,8 7,3 6,6
61 x 122 (24 x 48) 0,05 (0,13) 1,1 0,6 1,3 2,6 6,3 5,8 5,5
76 x 76 (30 x 30) 0,05 (0,13) 1,1 0,7 1,4 3,0 8,2 7,6 7,0
76 x 152 (30 x 60) 0,04 (0,10) 0,4 0,6 1,3 2,2 4,4 4,9 5,1
91 x 91 (36 x 36) 0,04 (0,11 ) 0,4 0,7 1,3 2,7 6,6 6,7 6,7
91 x 182 (36 x 72) 0,03 (O,OS) 0,4 0,6 1,0 2,0 3,3 4,3 4,9
107 x 107 (42 x 42) 0,04 (0,10) 0,4 0,6 1,2 2,4 5,2 5,9 6,5
122 x 122 (48 x 48) 0,03 (0,08) 0,4 0,6 1,1 2,2 4,3 5,4 6,2
Conducto circular

Diámetro,
cm
15,2 (6) 0,7 1,6 3,3 5,9 7,2 7,2 6,6
30 (12) 0,5 1,0 2,3 4,9 7,2 7,2 4,9
61 (24) 0,3 0,7 1,6 3,3 5,6 3,0 1,6
122 (48) 0,1 0,3 1,0 2,0 2,0 1,6 1,6
" Estos valores se aplican a conductos de hasta 3 m de longitud. En longitudes mayores la atenuación por unidades de
longitud será menor que la de los valores indicados.
Fuentt!: Referencias 3 y 5.

sumo cuidado, ya que pueden ser fuente de ruidos si sus bordes se doblan durante
el montaje.

Pérdidas por reflexión final

Al finalizar la trayectoria del conducto abierto se produce un súbito cambio de la


sección (es decir, el área del conducto es pequeña en comparación con el área del
42.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

8~--------------------~--~--------~

7 ~--------------------~~+-------~------~

6~------------------~--~--------------~

z
00
- Revestimiento
de 25 mm (1in)
N

g 5 ~-------------------+---+------------------~
~
Revestimiento
E de 50 mm (2 in)
CiJ
~ 4 ~----------------~~--+-------------------~
r='
'0
'C:;
<O
::J
r= 3~----------------,.f---+------------~
~ - - Atenuación del revestimiento
... - .. Atenuación total (atenuación
de la radiación en el'
2 I----------r--f---,.I---- revestimiento y la
pared del conducto)

/ /
/
... - Extrapolación

/ / Dimensiones del conducto:


/
610 x 914 mm (24 x 36 in)
o -- -
31,5 250 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 42.7. Atenuación causada por revestimientos absorbentes de sonido de es-


pesores de 25 mm (1 pulgada)y 50 mm (2 pulgadas) en un conducto de 610 x 914 mm
(24 x 36 pulgadas)

muro en el que éste desemboca) que tiene como resultado que parte del sonido se
refleje de nuevo en dirección al ventilador, originándose por lo tanto una atenua-
ción en la abertura del conducto. Esta reflexión producida al final del conducto es
más pronunciada en pequeños conductos a bajas frecuencias, en los que la longitud
de onda del sonido es grande en comparación con las dimensiones del conducto. La
atenuación no solamente está en función de la frecuencia y el tamaño y forma de la
abertura final. sino también de la posición de ésta en relación a los muros adyacen-
tes. Los efectos de su posición son tratados en el apartado «Corrección del nivel de
potencia sonora para fuentes localizadas cerca de superficies reflectantes» del Ca-
pítulo 4. Para casos en que la apertura del conducto se produce en espacios libres, o
está instalada a nivel del techo acústico, en la Tabla 42.6 se ofrecen datos de pérdida
por reflexión final para una variedad de tamaños.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.13

TABLA 42.4. División de la potencia sonora entre el conducto principal y las ramifi-
caciones*

Porcentaje (área de la ramifi-


cación del conducto/área
del conducto principal) 0,01 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,2 0,4 0,6 0,8

Decibelios a sustraer 20 17 14 12 11 10 7 4 2
• Esta división proporciona una atenuación efectiva en la ramificación. Por tanto, las cifras de esta tabla deben ser
sustraídas del nivel de potencia sonora del conducto principal para obtener el nivel de la ramificación.

Estos datos pueden ser también aplicados para casos en los que existan difuso-
res o parrillas incorporados a la abertura, Sin embargo, cuando el conducto esté in-
corporado a un difusor lineal, la pérdida final es aproximadamente la mitad de la
mostrada por el tamaño del conducto conectado al impelente.

Silenciadores

Un silenciador (también denominado atenuador de sonido o atenuador de conduc-


tos) es un dispositivo disponible comercialmente que se inserta en el conducto
HV AC con el fin de proporcionar una mayor atenuación que la ofrecida por un
conducto revestido de la misma longitud. Un silenciador tiene una sección trans-
versal igualo mayor a la del conducto sobre el que está instalado. Como muestra la
Figura 42.8, su sección transversal se subdivide en conductos menores gracias a «se-
paradores» revestidos con material absorbente de sonido. Los silenciadores se fa-
brican habitualmente en forma de módulos de sección transversal, con longitudes
de 0,9, 1,5,2,1 y 3,0 m (3,5, 7 y 10 pies). También se encuentran disponibles para
conductos circulares con longitudes generalmente de 2 a 3 veces el diámetro del
conducto.
Un silenciador posee tres características principales en función de la velocidad
del aire a la entrada del silenciador: (1) pérdida por inserción, (2) caída de presión
y (3) ruido propio. En la Tabla 42.7 se muestra la relación entre estos factores en un
silenciador típico de 1,5 m de longitud y una sección transversal de 0,3 x 0,3 m.
Los datos y características de los silenciadores ofrecidos por el fabricante debe-
rían estar fundamentados en los estudios del ASTM 477 6. Esta información es apli-
cable a instalaciones en las que el silenciador se encuentre en un conducto recto con
un flujo uniforme desde y hacia la unidad. Si no se dan estas condiciones específicas
puede aumentar la caída de presión y descender su comportamiento acústico. Por
tanto, los silenciadores deberían encontrarse separados de la descarga del ventila-
dor o de los conductos acodados a una distancia de entre 2 y 3 veces las dimensiones
del conducto. Los fabricantes proporcionan guías de actuación para prever la caída
de presión real en una amplia variedad de posicionamientos de unidades dentro del
sistema de conducción.

Pérdida por inserción. La pérdida por inserción de un silenciador es la diferencia


en nivel de potencia sonora (o la diferencia de nivel de presión sonora) en decibe-
lios en un punto dado del sistema de conducción (más allá del silenciador o en al-
42.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 42.5. Atenuación de sonido para tubos acodados de 90° con o sin revesti-
miento de fibra de vidrio de un espesor de 25 mm, con aspas giratorias, en dB

Frecuencia central de banda de octava, Hz


Anchura del conducto en el
plano de la curva, cm (in) 63 125 250 500 1000 2000 4000

Tubos acodados con


revestimiento
12,5 a 25 (5 a 10) O 1 1 2 3 4 6
27 a 51 (11 a 20) O 1 2 3 4 6 8
53 a 102 (21 a 40) 1 2 3 4 5 6 8
104 a 203 (41 a 80) 2 3 3 5 6 8 10
Tubos acodados sin
revestimiento
Todos los tamaños O 1 2 3 3 3 3
Filen/e: Adaptado de la Referencia 3.

guna posición de recepción) debida exclusivamente a la colocación del silenciador


en el itinerario de transmisión entre la fuente de sonido y la posición dada. En ge-
neral, los silenciadores que proporcionan una baja caída de presión poseen también
una baja pérdida por inserción. La pérdida por inserción varía con la velocidad del
aire. La pérdida de inserción dinámica de un silenciador es la pérdida por inserción
mientras el aire atraviesa el silenciador.

Caída de presi6n. El funcionamiento aerodinámico de un silenciador puede ser


reflejado en términos de caída de presión del aire en pascales a lo largo del silencia-
dor. En algunos silenciadores la caída de presión al ser atravesados puede ser igual
o mayor a la caída de presión total en el resto del sistema. Por lo tanto debe tenerse
en cuenta esta particularidad al elegir un silenciador. La caída de presión es una
función del área abierta a la entrada del silenciador. Por ejemplo, consideremos un
silenciador habitual con una longitud de 1,5 m a través del cual el aire fluye a una
velocidad de 304 mlmin. La caída de presión a través de una unidad de caída baja
(con un área abierta del 45 por 100) será de unos 25 pascales, y la caída de presión
a lo largo de una unidad de caída estándar (con un área abierta del 32 por 100) será
de unos 125 pascales. Se ofrecen datos sobre caídas de presión a diversas velocida-
des de entrada. La Figura 42.9 compara la pérdida por inserción de un silenciador
de una longitud de 2,1 m en unidades de caída de presión estándar y baja. También
muestra la pérdida de inserción de un conducto de la misma longitud revestido con
25 mm de fibra de vidrio.
Como muestra la Figura 42.9, en las bandas de octava de 125 y 250 Hz, un silen-
ciador proporciona una mayor pérdida de sonido que un conducto revestido. Con
un silenciador de una longitud de 2,0 m serían necesarios unos 15 m de conducto re-
vestido para igualar esta atenuación en estas dos octavas. En la banda de octava de
63 Hz, el silenciador proporciona una pérdida por inserción de solamente unos 5 dB
más que el conducto. y en la banda de octava de 31,5 Hz su atenuación es aproxi-
madamente la misma. Sin embargo, la atenuación resultante de la emisión de ruido
a través de las paredes del conducto puede tener consecuencias negativas en caso de
que ese conducto esté localizado en un espacio útil. Tal emisión de sonido no es fre-
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.15

TABLA 42.6. Atenuación de sonido en conductos como resultado de pér-


didas de reflexión final, en dB

Frecuencia central de banda de octava,


Hz
Tamaño de conducto
cuadrado o circular, cm (in) 63 125 250 500 1000

15 (6) 18 12 8 4 1
30 (12) 13 8 4 1 O
60 (24) 8 4 1 O O
120 (48) 4 1 O O O

cuente en los silenciadores debido a que su construcción es más sólida y firme que
la del conducto.

Ruido propio. El ruido propio de un silenciador es el ruido generado como resul-


tado del flujo de aire a su través. Obsérvese como ejemplo la Tabla 42.7. La mayor
parte de los fabricantes ofrecen estos datos en función de la velocidad del aire. En
la mayoría de los sistemas HV AC de baja velocidad, el ruido propio no supone nin-
gún problema. Sin embargo, este ruido puede llegar a ser significativo en sistemas
de gran velocidad o sistemas en los que el ruido ambiental del local sea muy bajo,
como podrían ser salas de conciertos o de teatro.

Silenciadores activos. Un silenciador activo es un tipo especial de silenciador que


incorpora una fuente de sonido (por ejemplo, un altavoz) y genera ondas de sonidos
desfasadas con el sonido no deseado (por ejemplo, el ruido) que se propaga a través
del conducto. Esta técnica de «cancelación de sonido» se limita normalmente a on-
das planas de baja frecuencia cuyas longitudes de onda son mayores que las dimen-
siones más amplias del conducto. Como consecuencia, su aplicación se limita por lo
habitual a frecuencias inferiores a unos 250 Hz. Gracias a la aplicación de procesa-
mientos digitales de señales adaptados es posible cancelar el ruido de banda ancha,
así como los sonidos en la frecuencia del álabe, por medio de esta técnica.

Instalación completa del ventilador

La instalación completa del ventilador es una denominación aplicada generalmente


a los sistemas HVAC en los que el ventilador es solamente un elemento componen-
te e integrado en la instalación junto a otras piezas diferentes del sistema, como ani-
llos, mtros de aire y amortiguadores de control de regulación y mezcla de aire ex-
terno, a evacuar y de retomo. El empleo de un sistema completo de ventilador
proporciona la mejor oportunidad de optimizar la selección de un ventilador con el
fin de que éste funcione en la zona más apropiada de su curva de rendimiento de
aire, reduciendo así el consumo de energía eléctrica y el ruido generado. Las prin-
cipales ventajas de las instalaciones completas de ventilador son resultado de su
funcionamiento en el nivel de mayor eficacia: (1) bajo consumo de energía y (2)
42.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

METAL
PERFORADO

FIBRA DE VIDRIO
O LANA MINERAL

FIGURA 42.8 Sección transversal de un silenciador.

bajo nivel de ruido en funcionamiento. Las principales desventajas son: (1) una ma-
yor necesidad de espacio en la sala de servicios y (2) un coste inicial mayor.
Existen dos tipos principales de instalaciones completas de ventilador: el venti-
lador aspirante y el ventilador de corriente. En la Figura 42.10 se muestran las dife-
rencias entre ambos. En la configuración del ventilador aspirante el aire que pene-
tra en el ventilador de abastecimiento es aspirado a través de los anillos de
calefacción y enfriamiento, y el lado de descarga del ventilador está conectado di-
rectamente al conducto de distribución principal. De este modo se necesita nor-
malmente un silenciador en el conducto principal como primer elemento de diseño
de control de ruido. En la instalación de ventilador de corriente, el aire que penetra
por el ventilador de abastecimiento atraviesa los filtros, el lado de descarga del ven-
tilador proporciona aire a través de una sección de transición hacia los anillos de ca-
lefacción, de enfriamiento y al impelente antes de entrar en conexión con el canal
principal de distribución de aire. En caso de que el impelente posea un revestimien-
to absorbente de ruidos se puede conseguir una atenuación de 5 a 10 dB. Por tanto,
el nivel de potencia sonora a bajas frecuencias será menor que el del mismo venti-
lador utilizado en una configuración aspirante. Pueden además conseguirse mayo-
res niveles de atenuación en altas frecuencias.
Una configuración de corriente transmite por lo general bastante menos ruido
desde el ventilador hasta el sistema de conducción principal que la disposición en
configuración aspirante. En algunos casos se puede así reducir o eliminar la nece-
sidad de incorporar un silenciador al conducto principal unido al ventilador, como
suele ser habitual en la configuración de un ventilador aspirante.

Instalación compacta de ventilación (unidades de transporte de aire)

Una unidad de transporte de aire es un conjunto de elementos de acondicionamien-


to de aire (anillos de enfriamiento, filtros, ventilador, humidificador, amortiguador,
etcétera), integrados en un paquete completo e instalados como una sola unidad co-
nectada al sistema de distribución de aire. Las unidades de transporte de aire se lla-
man también instalación es compactas de ventilación.
La instalación compacta de ventilación, colocada en un lugar adyacente al local
servido, puede ser origen tanto del ruido causado por el aire como del causado por
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.17

TABLA 42.7. Atenuación y generación propia de ruido en un silenciador habitual*


para una velocidad de entrada de 5,1 m/seg y una presión de caída de 100 pascales

Frecuencia central de banda de octava, Hz


63 125 250 SOO 1000 2000 4000 8000

Pérdida por inserción, dB 4 11 20 37 44 44 38 22


Ruido propio L w , dB 48 42 39 35 36 37 35 30
• Longitud de 1,5 ro y sección transversal de 0,3 x 0.3 ro

la estructura, generalmente a frecuencias menores de 500 Hz. El carácter de este


ruido puede ser tanto de banda ancha como de componentes discretos asociados a
la frecuencia de álabe del ventilador o de la velocidad de rotación del (1) eje del
ventilador, (2) el eje del motor de accionamiento o (3) la correa de transmisión. El
empleo de una instalación compacta de ventilación posee ventajas en lugares donde
no exista un sistema central de distribución de aire para un edificio. Cada piso del
edificio podría disponer de su instalación compacta de ventilación propia, normal-
mente colocada en el interior.

Control de caudal constante y de caudal variable. El flujo en un sistema de cau-


dal de aire variable se regula normalmente (1) impulsando el ventilador a velocidad
constante por medio de un control de aspas variable en su interior o (2) modifican-
do la velocidad del ventilador, por lo general alterando la línea de frecuencia de po-
tencia del motor de accionamiento. De estos dos métodos el más eficaz energética-
mente y el que alcanza menores niveles de ruido (hasta incluso 15 dB) es el de
motor de velocidad variable.
Estos equipamientos se emplean mayoritariamente en sistemas de caudal de
aire variable. Muchos de los problemas de control de ruido que sufren tales equi-
pamientos son resultado del uso de un ventilador de tamaño más pequeño al habi-
tual, que se inestabiliza con la modulación del flujo de aire (utilizando controles va-
riables de aspas interiores más que modificando la velocidad del ventilador).
Pueden surgir otros problemas en las instalaciones compactas de ventilación pro-
vistas de ventiladores curvados en sentido de la marcha que emplean controles va-
riables de aspas interiores para la modulación del flujo de aire. Siempre que este
tipo de ventiladores se desestabilizan se puede producir un aumento de 10 a 15 dB
en el nivel de fluctuación de ruidos y vibraciones, normalmente a bajas frecuencias
(a o por debajo de 31,5 Hz). Por lo general no es posible corregir este tipo de pro-
blemas de ruido a no ser que se realicen modificaciones para estabilizar el ventila-
dor. La solución más común consiste en eliminar las aspas interiores e instalar un
motor de velocidad variable.

Instalación del ventilador impelente

Un ventilador impelente emplea un propulsor de alas curvadas en sentido contrario


a la marcha que no se encuentra colocado en la caja espiral habitual. Se coloca, sin
embargo, en un impelente rectangular con conexiones interiores y exteriores. Las
42.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

50.--------------------------------------------------,

40~--------------------~~--__~------~----~~~

30~----------------~--~~--------------~~----~

20~------------~--_,~----~------------------~~

10~------~--~------------~--------------------~

Extrapolados
O~~~==~~-L--~----L---~--~--~
31,S 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 42.9. Comparación de pérdida por inserción provocada por un silenciador


de 2,1 m (7 pies). (a) Unidad de caída de baja presión; (b) unidad de caída de presión
estándar; (e) conducto de la misma longitud y corte transversal revestido con una
capa de fibra de vidrio de un espesor de 25 mm (1 pulgada).

dimensiones del impelente equivalen normalmente a 2 diámetros del propulsor, y


sus paredes interiores están revestidas con un material absorbente de sonido. En la
Figura 42.11 se muestra una instalación de ventilación impelente típica. Aunque la
eficacia operativa de un ventilador impelente bien diseñado es a iguales condicio-
nes ligeramente menor que la de uno equivalente centrífugo en espiral (3 a 5 por
100), existen varias ventajas en el uso de este sistema para ciertas aplicaciones. Por
ejemplo, las instalaciones compactas que utilizan un ventilador impelente en vez de
uno centrífugo en espiral son en sí mismas significativamente más cortas en su di-
mensión longitudinal. Esto lo hace especialmente atractivo para su uso en espacios
pequeños, como los talleres mecánicos normales en edificios con sistemas HV AC
separados para cada piso. También se puede utilizar un ventilador más eficaz en las
mismas condiciones de espacio y lograr un ahorro en la energía eléctrica necesaria
para que funcione el sistema. Es más, debido a la absorción causada por el impelen-
te que lo rodea. el ventilador propulsor produce bastante menos ruido en la descar-
ga del sistema que el equivalente al del ventilador centrífugo en espiral conectado
directamente. Sin embargo, el ruido emitido desde el interior de un ventilador pro-
pulsor es básicamente el mismo que el del centrífugo en espiral, de modo que se
hace necesario tomar medidas de control de ruido similares en el sistema de retorno
de distribución de aire.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.19

Aire de retorno

Aire exterior

Sección del ventilador


Sección del filtro Sección de anillos

(a)

Anillo de calentamiento

Aire exterior'

I
Sección del Anillo de enfriamiento
ventilador

(a)

FIGURA 42.10. Configuración de instalación completa de ventilador. (a) Unidad as-


pirante; (b) unidad de corriente.

Sistemas compactos de aire acondicionado para techos

Las instalaciones compactas de aire acondicionado para techos se emplean normal-


mente en edificios de poca altura con el fin de (1) minimizar el coste inicial del sis-
tema HV AC y (2) ampliar la extensión de los espacios productivos gracias a la eli-
minación de salas interiores de servicios mecánicos. El empleo de un sistema de
anillos de refrigeración de expansión directa y de un condensador y compresor de
aire refrigerado localizado en el techo elimina la necesidad de implantar una torre
de refrigeración y de las consiguientes bombas y tuberías precisas para la instala-
ción de agua refrigerada. Es conveniente que las canalizaciones de refrigeración de
los sistemas de expansión directa entre el condensador y el evaporador sean lo más
cortas posible, consiguiendo así que los ventiladores de abastecimiento y retorno
del sistema de distribución de aire del edificio no se encuentren situados a grandes
distancias, sino que sean parte integrante de la instalación compacta. El empleo de
este tipo de instalaciones en el techo puede causar problemas de control de ruidos
y vibraciones de resolución difícil y costosa, especialmente cuando el sistema se en-
cuentre situado por encima o adosado a espacios sensibles al ruido. Por ejemplo,
con el fin de minimizar la dimensión longitudinal de la mayoría de las instalaciones
42.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Suministro
de aire al
sistema

FIGURA 42.11. Ventilador impelente.

compactas, se puede orientar el ventilador de suministro para que descargue direc-


tamente debajo dentro del sistema de conductos de distribución dispuesto horizon-
talmente en el impelente del techo situado sobre el espacio ocupado. Este tipo de
disposición fuerza la descarga de alta velocidad del ventilador a hacer un giro de 90°
dentro de un espacio que raramente sobrepasa el metro de altura, provocando por
tanto altas turbulencias en el flujo de aire del conducto conectado y emitiendo con-
siderables ruidos de baja frecuencia en dirección al espacio ocupado por debajo.
Pueden producirse problemas significativos de ruido si, tal como ilustra la Fi-
gura 42.12, el sistema se instala en el techo situado por encima de un espacio sensi-
ble al ruido. Esto es debido a que el techo de este espacio es por lo común un sis-
tema de tendidos de placas acústicas que no permite un gran aislamiento frente a las
fuentes de sonido situadas sobre este techo acústico, especialmente por la asocia-
ción entre la zona de bajas frecuencias y el ruido retumbante emitido por conductos
que transportan corrientes turbulentas de aire. Es más, la pérdida por transmisión
de sonido del tejado sobre el que se encuentra instalado el sistema de aire acondi-
cionado no proporciona normalmente un aislamiento adecuado de sonido. Debido
a estos inconvenientes no se recomienda la instalación de equipos HVAC compac-
tos en techos situados por encima o adyacentemente a espacios ocupados sensibles
al ruido. Sin embargo, cuando no se pueda evitar su colocación en estos lugares se
recomienda el cumplimiento de los siguientes puntos con el fin de minimizar el im-
pacto acústico:
1. Que la superficie exterior de todo el conducto principal que discurre por en-
cima del área sensible al ruido (a) sea aislada en medio de una capa acústica
de un espesor de 50 mm y (b) sea instalada en una caja estructuralmente in-
dependiente del conducto aislado. Se recomienda que el peso mínimo por su-
perficie de esta caja sea de 9,8 kglm 2 , aunque sería aconsejable duplicar o
cuadruplicar esta cifra en caso de que la situación del espacio ocupado infe-
rior sea problemática.
2. Que se instale un techo acústico suspendido con un refuerzo de alta densidad
y un peso mínimo de 7,3 kglm 2 • En tendidos de techos acústicos se consigue
normalmente gracias a una superficie de refuerzo en yeso de un espesor de
12,5 mm. En la Figura 32.14 se muestra un ejemplo de este tipo de diseños.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.21

Sección de
refrigeración
y condensación
Aislantes de
vibración

Aire de retorno _

FIGURA 42.12. Unidad para techos.

3. Que se proporcione un aislamiento eficaz contra vibraciones de la instalación


compacta del techo empleando los métodos explicados en el Capítulo 29.

Cámaras de expansión con revestimientos absorbentes

Dentro del sistema de suministro de aire acondicionado, una cámara de expansión


es un volumen cerrado con una presión ligeramente superior a la de la atmósfera y
conectado a uno o varios ramales de suministro. En el sistema de retorno, la cámara
tiene una presión ligeramente inferior a la de la atmósfera, y se encuentra conecta-
da a varias parrillas de retorno. Los tipos de cámaras de expansión incluyen:
1. El volumen de aire del espacio situado entre el techo suspendido y la placa
estructural superior, empleada como impelente del sistema de aire de retor-
no.
2. Una caja de placas metálicas colocada sobre la descarga o toma de un venti-
lador para eliminar turbulencias en el flujo de aire.
3. Una cámara de expansión (O sea, un impelente) insertado en el sistema de
conductos con un corte transversal cuya área sea de al menos 5 veces la del
conducto (véase la Figura 42.13).
4. El espacio situado bajo el suelo inclinado de un auditorio que forma parte del
sistema de retorno de aire de la sala.

Las cámaras de expansión pueden facilitar considerablemente la atenuación de


sonido cuando sus superficies eSlán revestidas de material absorbente de sonido
muy grueso. Por ejemplo, en caso de que el revestimiento de material absorbente
sea de un grosor de 10 cm, la pérdida por inserción (IL) del impelente puede ser de
hasta 12 dB en la banda de octava de 31,5 Hz. Los impelentes también pueden ser
especialmente indicados para proporcionar una considerable pérdida por inserción
cuando la longitud de onda del sonido sea pequeña en comparación con la longitud
del impelente7 .
42.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

...__.....--F----1/H

FIGURA 42.13. Diagrama esquemático de un impelente con revestimiento acústico


proyectado para atenuar bajas frecuencias. Todas sus paredes interiores deberían es-
tar forradas de fibra de vidrio de un espesor de 10 a 15 cm, según la cantidad de ate-
nuación de bajas frecuencias precisa. Las áreas A de las dos paredes deberían ser de
4 a 6 veces el área de sección transversal de los conductos que penetran en estas pa-
redes; A es la longitud de onda de la frecuencia menor que debe ser atenuada.

SISTEMAS DE CAUDAL DE AIRE VARIABLE Y UNIDADES DE


CONTROL TERMINALES

Un sistema de caudal de aire variable es un sistema HV AC que controla la tempe-


ratura de la habitación servida variando el caudal de aire suministrado (a tempera-
tura constante). Las unidades de control de estos sistemas están localizadas en los
sistemas de distribución del conducto en las áreas dispuestas para repartir el volu-
men de aire transmitido a las diversas salidas. Una válvula de aire variable (VA V) es
una unidad de control consistente en una caja metálica que contiene un amortigua-
dor, una instalación de control de posición del amortiguador, un controlador y un
sensor. Esta caja recibe normalmente aire «primario» a través del conducto circular
proveniente del sistema principal de distribución, y desemboca en un conducto que
lo transmite a uno o varios difusores situados en la habitación servida.

Cajas de mezclas

Una caja de mezclas es un aparato empleado para reducir la velocidad del aire en un
conducto de un sistema de alta velocidad a medianas o altas presiones. Incorpora
una válvula que regula el volumen del flujo de distribución dentro de la habitación,
y que se emplea para mezclar aire caliente y frío. Una caja de mezclas (1) propor-
ciona pérdida por inserción; (2) es causa de ruidos, generalmente en la gama de fre-
cuencias medias entre 250 y 2.000 Hz, y (3) emite ruido. Por lo general cuanto ma-
yor sea la caja y la cantidad de aire que fluye a su través mayor será el ruido que
produce.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.23

Terminales de ventiladores propulsados (TVP)

Una caja de ventilador propulsado es una válvula de aire variable provista de un


ventilador auxiliar que mezcla el aire inducido del impelente del techo con el aire
primario. Por tanto, en algunas válvulas de aire variable se instalan uno o más ven-
tiladores auxiliares dentro de la caja junto al sistema de amortiguación con el fin de
completar la transmisión de aire mezclando aire inducido desde el impelente del te-
cho con aire primario. Este elemento se denomina terminal de ventilador propul-
sado (TVP). Se pueden encontrar TVP de dos tipos diferentes: (1) TVP de volumen
constante, en los que el ventilador funciona constantemente y tanto el aire primario
como el de retorno son mezclados y descargados por el ventilador,
y (2) TVP de volumen variable, en los que el ventilador únicamente transmite el
aire inducido del espacio de servicio y funciona solamente cuando es preciso mez-
clar aire caliente de retorno con aire primario. Como el funcionamiento del venti-
lador no es continuo se puede producir una mayor constancia de la existencia de
esta unidad de control.
El amortiguador de un TVP y los ventiladores auxiliares son fuentes de sonido
que puede ser transmitido al espacio servido (1) a través del conducto de descarga
que conecta la unidad con su aspa de amortiguación a una salida de aire, como
muestra la Figura 42.14, y (2) a través de la emisión de sonido directamente desde
las paredes del TVP en el que está instalado o sobre el techo falso, y a continuación
a través del techo falso o de las aberturas para aire de retorno del techo.
Los datos ofrecidos por el fabricante muestran niveles de potencia sonora
(1) del ruido emitido por la cubierta en función de la capacidad de la unidad y de la
caída de presión estática a su través, y (2) del ruido radiado por el conducto de des-
carga. Estos datos se miden de acuerdo a la norma 880 del Air-Conditioning and Re-
frigeration Institute (ARI)8. Los datos del fabricante no diferencian entre (a) el rui-
do emitido por la boca de entrada de aire a través de la cual el ventilador recibe aire
del impelente del techo, y (b) el ruido causado por la cubierta.
Se pueden medir los niveles sonoros en espacios provistos de sistemas HV AC
mediante el método sugerido por la norma 885 9 del ARI, que precisa del empleo de

Placa del piso


/W//lWmmllll/ll!l//HAW/lIl/mmw!w/Jl/lll!!l!lWMW
Unidad terminal del
ventilador propulsado
Aire prima_..:.r~lo~_"I'
- L
inducido--~\,::::::::::;::::;:::;~~
Aire
-==- 1

FIGURA 42.14. Unidad terminal de aire en un impelente del techo. (1) Sonido emiti-
do por la cubierta y generado por la unidad terminal del ventilador propulsado; (2) so-
nido de descarga generado por la unidad terminal del ventilador propulsado; (3) so-
nido de descarga generado por la salida de aire.
42.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

datos de nivel de potencia sonora proporcionados por el fabricante de los compo-


nentes del sistema. Esta norma considera seis vías diferentes de propagación de so-
nido desde la terminal hasta un receptor situado en el espacio servido.
El ruido transmitido por el conducto y que es irradiado por las salidas de aire se
puede medir'
1. Reduciendo el nivel de potencia sonora del ventilador de descarga por medio
"e la pérdida de inserción del conducto revestido entre la salida de la válvula
de aire variable y las salidas de aire de la habitación, con el fin de obtener un
nivel Lw de potencia sonora transmitido por la salida o salidas de servicio de
la habitación.
2. Restando la diferencia entre el Lw Yel L p de la habitación con el fin de ob-
tener el nivel L p de presión sonora en la salida.
Para medir el nivel L p de presión sonora en el espacio resultante del ruido emi-
tido por la cubierta:
1. Se determina el factor de transferencia impelente/techo. Combina la pérdida de
inserción (IL) del techo y la absorción del impelente, y es sustraída del Lw
emitido. En la Tabla 42.8 se ofrecen los valores del factor de transferencia im-
pelente/techo de las construcciones de techos habituales en oficinas. Estos
valores son aplicables a construcciones provistas de algunas aberturas para
aire de retorno no localizadas directamente bajo la unidad terminal.
2. Se resta (Lw - L p ) del nivel de potencia sonora del ruido transmitido a través
del techo para obtener el valor L p del ruido radiado por la cubierta.
El ruido emitido por las salidas de unidades terminales puede por lo general ate-
nuarse de un modo eficaz gracias a revestimientos absorbentes aplicados a lo largo
del conducto. (El difusor de una salida de aire puede generar un nivel mayor de rui-
do que la descarga en la unidad terminal, excepto cuando la salida de aire está in-
tegrada en la unidad misma de control, eliminando por tanto el empleo de conduc-
tos de descarga.) Un problema más habitual es el causado por el ruido irradiado por
las paredes de la caja contenedora del amortiguador y los ventiladores. En la Tabla
42.9 se ofrece un ejemplo que muestra cómo se puede calcular el valor del nivel de
presión sonora de un ruido emitido por la cubierta. Este valor del nivel L p de pre-
sión sonora se calcula en una posición de recepción a una distancia de 1,2 m direc-
tamente por debajo de una unidad de ventilador pro~ulsado situada por encima de
una oficina que contenga un volumen de unos 42,5 m . En este ejemplo, el valor del

TABLA 42.8. Factor de transferencia impelente/techo

Frecuencia central de banda de octava, Hz


Tipo y grosor del material
absorbente de sonido 63 125 250 500 1000 2000 4000
Placa de fibra de vidrio del techo 4 8 8 8 10 10 14
acústico, 12,5 mm
Placa de fibra mineral del techo 5 9 10 12 14 15 15
acústico, 16 mm
Placa de techo de yeso, 16 mm 10 15 21 25 26 27 27
Fuente: Referencia 9.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.25

TABLA 42.9. Cálculo de niveles de banda de octava producidos por el sonido irradia-
do por la cubierta de un terminal de ventilador propulsado instalado en un impelente
del techo de una oficina

Frecuencia central de banda de octava, Hz


125 250 SOO 1000 2000 4000

Nivel de potencia sonora 75 70 63 57 54 52


Factor ambiental* -3 -2 -1 -1 -1 -1
Factor de transferencia -9 -10 -12 -14 -15 -15
impelente/techo
Techo mineral (L .. - Lp) de
16 mm, distancia r = 1,22 m,
volumen = 42,4 m3 -6 -7 -8 -9 -10 -11
Nivel de presión sonora de bandas
de octava irradiado por la
cubierta de la unidad 57 51 42 33 28 25
Número de decibelios en que los
niveles de bandas de octava
anteriores exceden el NC 35 +5 +6 +2 -3 -6 -8
• El factor ambiental. según la norma 885 del ARI", corrige los datos del fabricante de una determinada fuente de
referencia medidos a campo abierto para la aplicación real de la unidad terminal en un espacio reverberante.

nivel de potencia sonora del ruido irradiado por la cubierta hacia la oficina supera
el NC 35 en 6 dB en la octava de 250 Hz. Esta fuente origina un espectro retumban-
te en el espacio ocupado. No obstante, al combinar este ruido con el del difusor
(que posee un espectro típico de ruido de alta frecuencia) se puede conseguir un es-
pectro más equilibrado.
Las medidas habituales de control de ruido para válvulas de aire variables o uni-
dades terminales de ventiladores propulsados contemplan:

1. Colocar las instalaciones sobre espacios tales como pasillos, talleres o áreas
abiertas de oficinas, y no sobre espacios en los que el ruido HV AC no deba
sobrepasar el NC 35 o RC 35 para unidades VA V, o el NC 40 o RC 40 para
unidades terminales de ventiladores propulsados que transporten más de
0,7 m3/seg.
2. Colocar las instalaciones a menos de 1,5 m de la abertura de una parrilla de
retomo de aire situada en el techo.
3. Instalar silenciadores o tubos acodados revestidos acústicamente en la aber-
tura de aire inducido de la unidad.
4. Instalar tubos acodados revestidos acústicamente sobre (o detrás) de las
aberturas del techo cuando éstas deban ser colocadas cerca (o directamente
por debajo) de la unidad.
42.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

PROCEDIMIENTOS DE COMPENSACION DE AIRE

La compensación de aire es un procedimiento de campo que se emplea para ajustar


el flujo de aire en un sistema HV AC de acuerdo a los objetivos previstos. Si el sis-
tema está correctamente proyectado deberían lograrse también los objetivos acús-
ticos previstos. El diseño acústico del sistema se basa en el nivel de potencia sonora
de un ventilador en su punto operativo de la curva del sistema. En caso de que no
se cumpla correctamente la compensación de aire, la resistencia del sistema podría
ser mayor de la prevista. Como resultado se debería aumentar la velocidad del ven-
tilador para conseguir la cantidad de aire necesaria; el ventilador funcionaría a ma-
yor presión de la previamente anticipada en un punto de menor eficacia de su curva
de rendimiento y, como resultado, se produciría un aumento sustancial del ruido del
ventilador y consecuentemente un mayor nivel de ruido en los espacios servidos.

Compensación en un sistema HVAC de volumen constante

Se recomienda seguir los siguientes pasos con el fin de compensar un sistema de aire
constante:

Paso l. Abrir todos los amortiguadores del sistema, incluyendo los de las termi-
nales difusoras.
Paso 2. Ajustar el ventilador con el fin de obtener un flujo aproximadamente co-
rrecto de aire.
Paso 3. Ajustar los amortiguadores de cada uno de los ramales del sistema con el
fin de obtener la cantidad de flujo de aire proyectada para cada ramal. El porcen-
taje de flujos de aire de todos los ramales respecto al flujo de aire total debe ser
el mismo al proyectado. En un ramal del conducto es imprescindible ajustar pri-
meramente el amortiguador más cercano al ventilador, continuando con el
amortiguador siguiente más cercano, y así sucesivamente.
Paso 4. Ajustar los amortiguadores de los difusores para «afinar» el flujo de aire
de modo que cada difusor irradie un caudal de aire especifico. Los amortigua-
dores de las terminales difusoras no deberían ser utilizados para lograr el volu-
men de aire requerido sin utilizar antes los amortiguadores de los ramales del
sistema para conseguir un equilibrio aproximado. No debería emplearse la ter-
minal del difusor con este propósito, ya que su ruido aumentaría considerable-
mente.
Paso 5. Revisar la transmisión total de aire al ventilador y reajustar, en caso ne-
cesario, la velocidad del ventilador.

Compensación en un sistema HVAC de volumen de aire variable

Un sistema HV AC de volumen de aire variable posee dos mecanismos que no se


encuentran en el sistema de aire constante: (1) los medios para controlar la cantidad
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.27

de aire transmitido por el ventilador en un momento dado (que se consigue por lo


general utilizando controles variables de aberturas de aspas y de velocidad de ven-
tilación) y (2) las cajas de volumen variable instaladas en varias zonas del edificio,
que son controladas por un termostato en cada zona. Por tanto, la compensación de
un sistema de volumen de aire variable es más compleja que la de uno de aire cons-
tante.
Se recomienda seguir el siguiente procedimiento con el fin de compensar un sis-
tema de aire variable:

Paso 1. Fijar las aspas de entrada del ventilador en posición completamente


abierta.
Paso 2. Desactivar los controles de las cajas de variabilidad de volumen de modo
que cada una de ellas se encuentre en posición completamente abierta de trans-
misión de aire.
Paso 3. Seguir los cinco pasos anteriormente descritos para la compensación de
un sistema de volumen constante.
Paso 4. (Tras llevar a cabo la compensación inicial mencionada, los amortigua-
dores ajustables de los ramales y de las terminales difusoras estarán en su posi-
ción correcta, y el ventilador funcionará a la velocidad óptima.) A continuación
posicionar el sistema en condiciones de funcionamiento normal abriendo las as-
pas de entrada del ventilador y activando los controles de las cajas de volumen
variable.
Paso 5. Revisar la perfecta sincronización entre el ventilador y los sistemas de
control de área para la regulación de transmisión de aire al ventilador, según la
demanda de las cajas de control de volumen de cada zona.

CALCULO DEL NIVEL DE PRESION SONORA EN UNA HABITACION A


PARTIR DEL NIVEL DE POTENCIA SONORA DE LA FUENTE Y EL
FACTOR (Lw - Lp )

Tras haber calculado el nivel Lw de potencia sonora de los difusores en un espacio,


puede calcularse el nivel L p de presión sonora de la habitación restando (Lw - L p )
de la cantidad Lw. Como se refleja en el Capítulo 4, la cantidad (Lw - L p ) depende
del volumen de la habitación y de la difusión del sonido en él. En la práctica, su va-
lor puede ser determinado considerando los dos casos siguientes.

Oficinas y espacios habitados

En oficinas amuebladas y habitaciones en viviendas existen materiales absorbentes


de sonido, así como un conjunto irregular de superficies reflectantes además de pa-
redes, suelos y techos. Como se trató en el Capítulo 4, en este tipo de espacios no
prevalecen las condiciones de campo difuso, por lo que las Ecuaciones (4.5), (4.7) Y
42.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(4.8) no son aplicables. En estos casos los valores de (Lw - L p ) pueden ser obte-
nidos gracias a las Ecuaciones (4.lOa) y (4.lOb). En grandes oficinas donde se en-
cuentren presentes cuatro o más terminales de salida a lo largo de un conjunto más
o menos uniformemente distribuido, el empleo de la Ecuación (42.3), explicada a
continuación, simplifica considerablemente el proceso de cálculo y con ella se ob-
tienen resultados generalmente con un margen de error de 1 a 2 dB respecto a los
obtenidos por la suma de las contribuciones individuales determinadas por el uso de
la Ecuación más general (4.10).

Auditorios y grandes salas de conferencias

El volumen de los auditorios y grandes salas de conferencias sobrepasa habitual-


mente los 570 m3 (20.000 pies cúbicos). Tales espacios se caracterizan generalmente
por poseer una gran concentración de materiales absorbentes de sonido (la audien-
cia y/o los asientos) sobre el suelo. Bajo estas circunstancias el valor (Lw - L p ) pue-
de ser normalmente calculado por la Figura 4.7. A continuación, el nivel de presión
sonora dependerá de la distancia de la instalación terminal de aire y de la absorción
total de sonido en el espacio. La localización de la fuente afecta además al nivel de
presión sonora a una distancia dada desde la fuente, tal como se indicó en la sección
«La corrección del nivel de potencia sonora para fuentes localizadas cerca de su-
perficies reflectantes» del Capítulo 4.

SELECCION DE UN CRITERIO DE RUIDO

Cálculo de la atenuación requerida

Con el fin de seleccionar un criterio de ruido para un espacio servido por un sistema
de aire acondicionado es necesario asegurarse de que (1) los difusores y las parrillas
de retorno hayan sido adecuadamente seleccionados y (2) se produzca la atenua-
ción de sonido adecuada entre las principales fuentes de ruido (normalmente los
ventiladores) y las salidas de aire. Este procedimiento debería aplicarse tanto a los
sistemas de suministro como a los de retorno. Se puede emplear el siguiente pro-
cedimiento para determinar si es adecuada la atenuación del sistema y, si no es así,
qué grado de atenuación adicional sería preciso. En caso de que existan otras fuen-
tes principales de ruido, como terminales de ventiladores propulsados, debería se-
guirse un procedimiento similar, ilustrado en la Tabla 42.10, para un sistema HV AC
mostrado esquemáticamente en la Figura 42.15.

Paso l. Comprobar en las tablas los niveles de sonido en bandas de octava de las
fuentes principales de ruido del sistema, normalmente el ventilador y/o los di-
fusores. Calcular primeramente el nivel de potencia sonora del ventilador y a
continuación el de los difusores:
a) Comprobar el nivel de potencia específico del ventilador mencionado en la
Tabla 41.1. En el ejemplo mostrado en la Figura 42.15 el ventilador posee
TABLA 42.10. Cálculo del nivel de ruido del sistema HVAC de caudal constante mostrado en la Figura 42.15
Los valores están especificados en decibelios
Frecuencia central de banda de octava, Hz
63 125 250 500 1000 2000 4000

Paso 1. Nivel de potencia sonora de las fuentes


a) Ventilador. nivel de potencia sonora específico (de la Tabla 41.1) 98 98
n
88 81 81 76 71 O
b) 10 10glO Q = 10 10glO 12 11 11 11 1\ 11 11 11 z
-t
e) 20 10g1OP, = lO 10glO 622/1.000 [véase Ecuación (41.2») -4 -4 -4 -4 -4 -4 -4 :D
O
d) Incremento de frecuencia del álabe (BFI): 2 dB. Este valor debe r
ser añadido al nivel de banda de octava que incluye la frecuencia O
m
del álabe que justifica la presencia del tono de frecuencia del ála- :D
be 2
e
e) Ajuste de eficacia del ventilador 6 6 6 6 6 6 6
o
O
j) Nivel de potencia sonora total del ventilador (de entrada y de sa- m
Z
[ida) 111 111 101 96 94 89 84 CJ)
g) Nivel de potencia sonora solamente de salida 108 108 98 93 91 86 81 üi
-t
h) Nivel de potencia sonora de los difusores 37 35 40 40 23 m
3:
PliSO 2. Determinar la pérdida por inserción del conducto :t>
CJ)
a) Conducto no revestido (Tabla 42.2) :t:
b) Atenuación en conductos revestidos (Tabla 42.3) <
:t>
5 m. 76 X 152 cm 2 3 7 11 22 24 25 n
5 m. 61 x 122 cm 2 3 7 13 32 30 28
2 m. 36 x 46 cm l 2 4 8 22 22 14
2.5 m. 30 x 41 cm 1 2 5 1\ 32 28 19
1 m. 23 cm de diámetro 1 2 3 6 7 7 7
Atenuación total 7 12 26 49 >50 >50 >50
e) Tubos acodados revestidos El. Ec. E." E. (Tabla 42.5) 3 7 11 15 21 26 34

N
•N
ce
t
W
TABLA 42.10. Cálculo del nivel de ruido del sistema HVAC de caudal constante mostrado en la Figura 42.15 (Continuación) o
Los valores están especificados en decibelios
Frecuencia central de banda de octava. Hz
63 125 2SO SOO 1000 2000 4000 ~
»
z
d) División de potencia (Tabla 42.2) e
Ramal B 1 , 60 % 2 2 2 2 2 2 2 »
..
Ramal B2 , 20 % 7 7 7 7 7 7 7 em
Ramal B3, 50 % 3 3 3 3 3 3 3
Ramal B4 , 30 % 3:
5 5 5 5 5 5 5 m
Total 17 17 17 17 17 17 17 e
e) Pérdida final de reflexión, para conductos de 23 cm de diámetro
e
»
(f)
(Tabla 42.6) 16 11 6 2
f) Silenciadores (ninguno) n»
Atenuación total en el conducto 43 47 60 >60 >60 >60 >60 e(f)
-t
Paso 3. Determinar el nivel de potencia sonora de cada difusor. (A ñ
bajas frecuencias, se asume que el nivel de potencia sonora del
»
(f)

ventilador es el mismo para todos los difusores. IL representa la -<


n
pérdida por inserción del sistema HV AC) O
a) Nivel de potencia sonora del ventilador para cada difusor, Paso 1, Z
-t
línea g, menos la pérdida por inserción IL 65 61 38 ::o
O
b) Nivel de potencia sonora del difusor, Paso 1, línea h 37 35 40 40 23 ..
e) Nivel combinado de las líneas a y b utilizando la Fig. 1.14 65 61 41 35 40 40 23 em
Paso 4. (Lw - Lp) para conjuntos de varios difusores 2 3 4 5 6 7 8
..
::o
e
Paso 5. Determinación del nivel de presión sonora en la habita-
eO
ción, Lp 63 58 37 30 34 33 15

Paso 6. Niveles de presión sonora de acuerdo al criterio Re 30(N) 50 45 40 35 30 25 20

Paso 7. Atenuación adicional requerida 13 13 4 8


CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.31

~
Sala de reuniones
~ (0:;-
Difusor
~
N
--01
x x
00
N~
..... -
E.OB.
- Ó
30 x 28
(12 x 11)
30 x 15
(12 x 16)
E3
Sala de ventilación
B2 46x 36 B3 41 x 30
(18x14 (18 x 12)

(O~
x X Lj
VejiladOr de suministro
NO
N~
..... -
I ~
N
152 x 76 E2 x
[ E, (60 x 30) o
B, !:!
iD
J x
,....
ID

--
.....

FIGURA 42.15. Diagrama esquemático del sistema de suministro de aire utilizado


como ejemplo en el cálculo especificado en la Tabla 42.10, que no muestra el sistema de
retorno de aire. El ventilador de suministro envía 12 m 3fseg. Las dimensiones de las sec-
ciones transversales de cada conducto se muestran en centímetros. Los conductos aco-
dados (revestidos con material absorbente de sonido) vienen indicados como E" E2, E3 Y
E•. Los ramales se indican como B" B2, B3 Y B•. En la sala hay seis difusores, cada uno de
un diámetro de 23 cm, que suministran aire a razón de 0,019 m 3fseg.

álabes curvados en sentido de la marcha. Los valores en las distintas bandas


de octava deben ajustarse a las condiciones reales de funcionamiento del
ventilador, como se indica en la Ecuación (41.2).
b) Añadir a cada nivel de potencia sonora en bandas de octava la cantidad 10
10glO Q, en la que Q es el caudal de aire. En el ejemplo, Q = 12 m2/seg.
e) Añadir el valor de 20 10g1OP, donde P es la presión estática del ventilador. En
el ejemplo la presión estática total es de 622 pascal es = 0,622 kilopascales.
d) Determinar el incremento de frecuencia de álabe de la Tabla 41.1. En el
ejemplo este valor es de 2 dB, que debe ser añadido a la banda de octava de
500 Hz, ya que en ella se encuentra la frecuencia del álabe.
e) Determinar el ajuste de eficacia del ventilador en la Tabla 42.1. En este
ejemplo, la eficacia estática es del 50 por 100.
f) Añadir los niveles de las líneas a hasta e para obtener el nivel de potencia so-
nora total de emisión desde la entrada hasta la salida.
g) Restar 3 dB del nivel de cada banda de octava (línea f) para determinar so-
lamente el nivel de potencia sonora de salida.
42.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

h) Comprobar en las tablas los niveles de potencia sonora en bandas de octava


para los difusores (valores proporcionados por el fabricante del difusor).
Paso 2. Comprobar en las tablas la pérdida por inserción (IL) de cada uno de
los distintos componentes del sistema de distribución del conducto entre la fuen-
te y la salida o salidas de aire al espacio de servicio, que incluyen la atenuación
(a) en el conducto no revestido, (b) en el conducto revestido, (e) en los tubos
acodados, (d) en los puntos de división de potencia en los ramales, (e) en la pér-
dida final de reflexión, y (f) en los silenciadores. La pérdida total de inserción en
cada banda de octava es la suma de las pérdidas individuales. En un conducto
con una sección transversal dada, la atenuación se determina por unidad de lon-
gitud y se multiplica por la longitud del conducto. A continuación se suman es-
tos valores para obtener la atenuación total.
Paso 3. Determinar el nivel de potencia sonora total para cada terminal de aire
(difusor o parrilla): (a) restando los valores IL (Paso 2) de los niveles de poten-
cia sonora en bandas de octava del Paso 1, (b) comprobar en la tabla el nivel de
potencia sonora del aparato terminal de aire (difusor o parrilla), y (e) añadir a y
b para obtener el nivel de potencia sonora total.
Paso 4. Comprobar en la tabla la conversión del nivel de potencia sonora a nivel
de presión sonora en la habitación; es decir, comprobar en la tabla los valores de
(Lw - L p ) de la habitación servida. Se pueden obtener utilizando la Ecuación
(41.10) para un solo difusor o la Ecuación (42.3) para un conjunto de difusores
en el techo.
Paso 5. Determinar los valores del nivel de presión sonora de la habitación res-
tando (Lw - L p ) en el Paso 4 del nivel Lwde potencia sonora en la salida de aire
en la Fase 3.
Paso 6. Comprobar en la tabla los niveles de presión sonora en bandas de octava
según el criterio de ruido RC o NC seleccionado. Estos valores de nivel de pre-
sión sonora vienen indicados en la Figura 43.5 para curvas RC y en la Figura 43.2
para curvas NC.
Paso 7. El número de decibelios en que el nivel resultante de presión sonora en
la habitación (Paso 5) sobrepasa este criterio (Paso 6) representa la atenuación
adicional (en decibelios) que se debe aplicar, bien por medio de silenciadores o
(en caso de que el conducto no esté revestido) revistiendo la tubería.
Ejemplo. En la Tabla 42.10 se muestra el modo de aplicación del procedimiento an-
terior en el sistema HV AC ilustrado en la Figura 42.15.

Paso l. Los niveles de potencia sonora especificados en la tabla se refieren a


ventiladores de álabes curvados en sentido de la marcha que mueven 12 m3/seg.
Véase la Figura 42.15.
Paso 2.
a) El conducto está revestido.
b) Como muestra la Tabla 42.10. en 15,5 m (51 pies) de conducto revestido se
dan varias secciones transversales. La Tabla 42.3 muestra los datos de ate-
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.33

nuación por unidad de longitud, obteniéndose los valores mostrados en la lí-


nea 2b de la Tabla 42.10 para cada longitud de conducto empleada.
e) Hay cuatro tubos acodados revestidos con varias secciones transversales. La
Tabla 42.5 identifica los tubos acodados ilustrados en la Figura 42.15 y la ate-
nuación para cada uno de ellos según tamaño, obteniéndose los valores mos-
trados en la línea 2e para los cuatro tubos acodados.
d) Se produce una división de potencia como resultado de los cuatro puntos de
ramificación entre el ventilador y los difusores de la habitación. En la Figura
42.15 se muestra la pérdida en cada una de las ramificaciones. La pérdida to-
tal debida a las ramificaciones es de 17 dB.
e) El diámetro del conducto es de 23 cm (9 pulgadas). En la Tabla 42.6 se mues-
tran los valores de pérdida de reflexión final para conductos de este tamaño.
/) No existen silenciadores en esta fase de proyecto del sistema.

La pérdida total por inserción del sistema de conductos es la suma de los valores
desde 2a a 2f.
Paso 3. (a) Se determina el nivel de potencia sonora del ruido atenuado del ven-
tilador para cada difusor restando la pérdida total de inserción en el conducto
del nivel de potencia sonora del ventilador, línea g del Paso 1; (b) se combina a
continuación con el nivel de potencia sonora del difusor, línea h del Paso 1, para
obtener Lw.
Paso 4. Se determina (Lw - L p ) utilizando la fórmula (42.3), en la que X = 1,4
Yh = 3 m (10 pies), para una habitación con un área de 80 m 2 (832 pies cuadra-
dos).
Paso 5. Se resta (Lw - L p ) del nivel de cada banda de octava del nivel total L w ,
línea e del Paso 3, para obtener el nivel L p de presión sonora de la habitación.
Paso 6. Se ha seleccionado el criterio RC 30(N). Los valores mostrados en la ta-
bla fueron obtenidos de la Figura 43.5. El nivel de presión sonora de la habita-
ción sobrepasa el objetivo calculado en las bandas de octava de 63, 125, 1.000 Y
2.000 Hz en 13, 13, 4 Y 8 dB respectivamente. Un sonido así sería considerado
moderadamente retumbante y siseante, y por tanto deberían tomarse medidas
para rebajar los niveles de ruido en las cuatro bandas de octava donde el análisis
sugiere la existencia de tal exceso de ruido.
En caso de selección del criterio NC 30 los niveles de presión de sonido en
las bandas de octavas de 63,125,250,500, 1.000,2.000 Y 4.000 Hz habrían sido
de 57, 48, 41, 35, 31, 29 Y28 dB respectivamente.
Paso 7. En la línea 7 se muestran los valores de atenuación adicional que deben
ser aplicados para alcanzar el criterio RC 30(N). La atenuación adicional preci-
sa para alcanzar el criterio NC 30 sería de 7 dB a 63 Hz, 10 dB a 125 Hz, 3 dB a
1.000 Hz, Y4 dB a 2.000 Hz.

El sonido siseante producido por los difusores puede ser aminorado aumentan-
do su tamaño, e incrementando el diámetro del conducto que I1ega al difusor de
23 cm (9 pulgadas) a 25 cm (10 pulgadas). Con eIlo se reducirá la velocidad del aire
42.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

en el conducto de 4,6 mlseg a 3,7 m/seg, y el sonido quedaría reducido en 6 dB. El


sonido retumbante causado por el ventilador puede ser reducido de 3 a 6 dB selec-
cionando uno de un tamaño que funcione con mayor eficacia y se adecue a los re-
quisitos del sistema. De acuerdo con estas normas, la instalación de un silenciador
con una baja caída de presión en el ramal de 46 X 36 cm que sirve a la habitación o
en el ramal de 122 X 61 cm, debería tener como consecuencia un control de los ni-
veles sonoros del sistema según los objetivos especificados.

Cálculo de la atenuación precisa para un espacio en el cual los difusores


formen un sistema sobre el techo

En la mayoría de los edificios de oficinas los difusores de suministro de aire se en-


cuentran situados en el techo del espacio tratado. Por lo general tales difusores
abarcan un amplio conjunto de fuentes de ruido, cuya disposición geométrica de-
pende del área de servicio de cada difusor, la altura del techo y los requisitos de su-
ministro. En zonas internas del edificio en las que los requisitos de suministro son
bastante uniformes el transporte de aire por cada difusor es normalmente el mismo
a lo largo de la habitación. Por tanto, las fuentes de ruido tienden nominalmente a
poseer los mismos niveles de potencia sonora. Se puede establecer un método de
cálculo del nivel de presión sonora de una habitación suministrada por este tipo de
conjuntos de difusores empleando la Ecuación (4.10). Sin embargo, este método es
inapropiado cuando existe un gran número de difusores, ya que precisa del cálculo
de la contribución de cada fuente en un punto escogido de referencia en la habita-
ción, y a continuación la suma energética de cada contribución individual (en base
a la potencia sonora) con el fin de determinar el nivel de presión sonora en ese es-
pacio. Para este caso especial se pueden obtener mediante el siguiente método más
simple resultados con un margen de error de 1 a 2 dB respecto del valor determi-
nado por el método más riguros03 •
Este método simple de cálculo emplea la siguiente ecuación para obtener el ni-
vel de presión sonora en un plano horizontal situado a 1,5 m por encima del suelo
(aproximadamente la altura de una persona en pie). La variación de nivel de pre-
sión sonora en este plano horizontal depende del número de difusores del conjunto.
Cuando existen cuatro o más difusores la variación total no excede por lo general de
2dB:

Lp = Lw - 510g X - 2810g lO h + 1,310gIO N - 310g lO f +e (42.3)

donde Lp = nivel medio de presión sonora para la totalidad de los difusores a una
altura de 1,5 m sobre el suelo, dB re 20 micropascales
Lw = nivel de potencia sonora de cada salida del conjunto [o sea, la potencia
sonora combinada de (1) el sonido propagado a través del conducto
hasta el difusor y (2) el sonido generado en el difusor], dB re 1 pico-
vatio
X = porcentaje de cada área de la habitación servida por cada salida res-
pecto al cuadrado de la altura del techo (por ejemplo, X = 1 si el área
suministrada = h 2 )
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.35

h = altura del techo, m.


N = número de difusores en la habitación (N debería ser de al menos 4)
f = frecuencia central de bandas de octava, Hz.
e = constante = 17 (unidades SI)

Selección de ventiladores con el fin de minimizar los requisitos de control


de ruidos

Una importante primera fase inicial a la hora de proyectar un HVAC silencioso es


la selección del tipo y tamaño apropiados de ventilador para cada aplicación. Como
viene indicado en el Capítulo 41, los tipos más frecuentes de ventiladores instalados
en sistemas HV AC de edificios son los centrífugos con álabes curvados en sentido
contrario o a favor de la marcha, y los axiales con aletas guía. Aunque en lo relativo
a niveles de ruido cada uno de estos tipos se diferencia bastante de los demás en
función de la frecuencia, estos ventiladores tienen una característica común, ya que
emiten sus niveles de ruidos menores cuando funcionan en la zona de máxima efi-
cacia de sus curvas de rendimiento (véase las Figuras 41.16, 41.17 Y 41.18). Como
consecuencia, es de importancia primordial que tras haber seleccionado el tipo
apropiado de ventilador se seleccione su tamaño, de modo que pueda actuar en su
zona de mayor eficacia. Si no fuera posible, los requisitos de control de ruido po-
drían aumentar en gran medida.
En sistemas HV AC de caudal constante la posibilidad de seleccionar un venti-
lador de tamaño óptimo, eficaz para adaptarse a los requisitos del sistema, se ve
normalmente limitada por el tamaño (y posición) de la sala de servicios mecánicos.
Sin embargo, en sistemas de caudal de aire variable se dan otros factores que pue-
den influir en gran medida sobre la eficacia operativa del ventilador y, como con-
secuencia, en los requisitos de control de ruidos. Por ejemplo, es bastante común la
elección del tamaño de ventilador en base a la necesidad de flujo de aire total del
sistema, presuponiendo que todas las zonas del sistema precisan simultáneamente
del máximo suministro de aire. Tal necesidad de suministro total de caudal de aire
al sistema no es frecuente en los sistemas típicos de caudal de aire variable emplea-
dos en la mayoría de los edificios. Como regla general un sistema normal de este
tipo funciona más o menos al 65 por 100 de su cota máxima de caudal de aire una
vez que se han estabilizado las condiciones termodinámicas del edificio. Por esta ra-
zón el suministro de aire de un ventilador que ha sido medido en base a unos re-
quisitos máximos de diseño debe ser modulado aproximadamente en un 35 por 100
por debajo, con el fin de adecuarse a la demanda habitual del edificio en condicio-
nes normales de ocupación. Esta modulación del suministro de aire del ventilador
puede afectar los requisitos de control de ruido hasta en 15 dB.
Control de un sistema de caudal de aire variable. Velocidad constante y velocidad
variable. Para modular el caudal de aire del ventilador en un sistema de aire va-
riable se emplean por lo general dos métodos: (1) accionando el ventilador a velo-
cidad constante con control variable de los álabes interiores del ventilador, y (2) al-
terando la velocidad del ventilador, normalmente cambiando la frecuencia de línea
del mando mecánico al motor de accionamiento. De entre los dos métodos, el ac-
42.36 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cionamiento de velocidad variable es con diferencia mucho más eficaz energética-


mente y tiene como consecuencia niveles de ruido considerablemente menores. El
control de los álabes interiores variables a una velocidad constante tiene un coste
inicial menor, y se elige normalmente cuando los presupuestos son ajustados y los
costes de energía eléctrica de funcionamiento tienen importancia secundaria. No
obstante, la selección de este método puede acarrear un aumento en costes de me-
didas adicionales (necesarias para lograr los objetivos proyectados de control de
ruido) que contrarreste en gran medida el bajo coste inicial del control de álabes in-
teriores variables. Por el contrario, el coste inicial del convertidor de frecuencia ne-
cesario para el motor de velocidad variable puede ser compensado con el ahorro re-
sultante en la instalación de control de ruido. Debido al menor nivel de ruido de
funcionamiento del ventilador con motor de velocidad variable, se puede precisar
una reducción de ruido en el sistema de hasta 15 dB menos. En caso de que los cos-
tes de energía eléctrica precisos para el funcionamiento del sistema de ventilación
sean un factor importante, la mejor elección será primordialmente la de un motor
de velocidad variable.
Tomemos como ejemplo una instalación de caudal de aire variable en la cual un
ventilador aerodinámico de álabes curvadas en sentido contrario de la marcha cum-
pla del modo más adecuado los requisitos del sistema. Asumamos que el tamaño de
este ventilador haya sido escogido al 100 por 100 de su capacidad proyectada, ad-
mitiendo que el punto de funcionamiento normal del ventilador sea del 65 por 100
de su capacidad total. Cuando se selecciona un control de álabes internos a veloci-
dad de ventilación constante, la potencia en caballos necesaria para accionar el ven-
tilador al 65 por 100 de sus condiciones de flujo previstas será del 64 por 100 de la
necesaria para el flujo previsto al 100 por 100. Por el contrario, al seleccionar un
motor de velocidad variable la potencia en caballos precisa al 65 por 100 de sus con-
diciones de flujo será solamente del 27 por 100 de la necesaria para el previsto al 100
por 100. El coste energético en electricidad para el control del caudal de aire por
medio de álabes interiores variables a velocidad de ventilación constante supera el
doble al control de velocidad variable.
Si el ventilador seleccionado posee una eficacia estática del 75 por 100 (cercana
a la eficacia óptima para ventiladores aerodinámicos de álabes curvados en sentido
contrario a la marcha) respecto al 100 por 100 de las condiciones de flujo previstas,
el empleo de controles de aspas internas a velocidad constante reduce la eficacia es-
tática hasta en un 32 por 100 del punto de operatividad normal del sistema (65 por
100). Por el contrario, al emplear el control de velocidad variable, la eficacia está-
tica del ventilador en el punto de operatividad normal del sistema será básicamente
la misma a la producida al 100 por 100 de las condiciones de flujo previstas (74 por
100). Como indican los datos de la Tabla 42.1, el aumento del nivel de ruido de un
ventilador de este tipo (aerodinámico) a una eficacia estática del 32 por 100 en com-
paración al 74 por 100 es de 12 dB o más. Es más, el espectro de ruido del ventilador
en este punto de funcionamiento de baja eficacia se desvía hacia la zona de bajas
frecuencias del espectro, aumentando significativamente el coste del control de rui-
do.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.37

REFERENCIAS

1. T. J. Schultz, «Relationship between Sound Power Level and Sound Level in Dwellings
and Offices», ASHRAE Trans., vol. 91, pt. lA, 1983, pp. 124-153.
2. W. E. Blazier, Jr., «Revised Noise Criteria for Application in the Acoustical Design and
Rating of HV AC Systems», Noise Control Engineering, vol. 16, 1981, pp. 64-73.
3. ASHRAE Handbook, HVAC Systems and Applications, cap. 52, «Sound and Vibration
Control», American Socíety of Heating. Refrigerating and Air-Conditioning Engineers,
Inc., Atlanta, GA 30329, 1987.
4. 1. L. Ver, «A Review of the Attenuation of Sound in Straight and Unlined Ductwork of
Rectangular Cross Section», ASHRAE Trans., vol. 84, pt. 1, 1978, p. 122.
5. R. M. Hoover y H. L. Kuntz, «The Interrelationships between the Physical Properties of
Fibrous Duct Lining Materials and Lined Duct Sound Attenuation», ASHRAE Trans.,
vol. 93, pt. 2,1987, p. 449.
6. «Standard Method of Testing Duct Liner Materials and Prefabricated Silencers for
Acoustical and Airflow Performance», ASTM Standard E-447-84, American Society for
Testing and Materials, Filadelfia, PA 19103.
7. L. L. Beranek, Noise and Vibration Control, rev. ed., cap. 12, Institute of Noise Control
Engineering, Poughkeepsie, NY 12603, 1988, pp. 391-393.
8. Air Terminals, Standard 880-89, Air-Conditioning and Refrigeration Institute, 1501 Wil-
son Blvd., Arlington, V A 22209.
9. Procedure for Estimating Occupied Space Sound Levels in the Application of Air Termi-
nals and Air Outlets, Standard 885-90, Air Conditioning and Refrigeration Institute, 1501
Wilson Blvd., Arlington, V A 22209.
Capítulo 43
CRITERIOS PARA EL
CONTROL DE RUIDO EN
CALEFACCIONES,
VENTILACION y SISTEMAS
DE AIRE ACONDICIONADO

Warren E. Blazier, Jr
INTRODUCCION

En este capítulo se describen los criterios utilizados para establecer controles de rui-
do necesarios para el diseño de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondi-
cionado (HV AC) en edificios. Los temas principales que se comentan son: (1) la in-
fluencia de las restricciones en el espacio físico al seleccionar criterios de diseño de
sistemas HV AC, (2) los métodos habituales de clasificación y especificación de rui-
do en sistemas HVAC, (3) los criterios de ruido ambiental recomendados para sis-
temas HV AC que se utilizan en locales donde difieren los requisitos según el tipo
de ocupación y uso, y (4) los criterios para evitar la percepción de vibraciones acús-
ticamente inducidas en construcciones con paredes y techos ligeros.

CONSIDERACIONES DE ESPACIO PARA SISTEMAS HVAC EN


EDIFICIOS

Con el fin de conseguir un nivel de ruido aceptable en los sistemas HV AC al cons-


truir edificios nuevos se precisa con frecuencia de una estrecha coordinación entre
las distintas disciplinas involucradas en su diseño. La primera colaboración debe es-
tablecerse entre el diseñador del sistema HV AC, el arquitecto y el ingeniero de es-
tructuras, aunque el propietario y el personal de gestión del edificio también deben
involucrarse en la resolución de algunos asuntos relativos al ruido. Una considera-
ción importante es la referida a la localización de espacio suficiente en el edificio
para la disposición de un equipo de ventilación energéticamente eficaz y para la co-
locación adecuada de tuberías, controles y mecanismos terminales, con el fin de mi-
nimizar la propagación de ruido de estos elementos a través del sistema de distri-
bución de aire.

43.1
43.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

El alto coste de edificación tiende a disuadir del uso de sistemas de ventilación


centrales almacenados en grandes espacios alejados, y a estimular el uso de equipos
de ventilación compactos más pequeños y menos eficaces, situados en el centro de
cada piso del edificio (donde se concentran otros servicios no productivos como ba-
ños, escaleras y ascensores). .
El empleo de equipos de ventilación independientes para cada piso aumenta el
área total productiva del edificio, ya que se elimina el espacio previamente dedica-
do a la conducción de tuberías de suministro y desalojo de aire, y los espacios de
transición para cada piso. También se logra una reducción de costes al utilizar me-
nos tuberías y aislamientos. Sin embargo, al disponer los espacios de ventilación en
cada piso se producen los siguientes problemas de control de ruido:
1. Uno o varios de los muros que rodean las salas de servicios mecánicos están
habitualmente situados junto a lugares sensibles al ruido, lo cual puede requerir la
necesidad de construir aislamientos frecuentemente difíciles de ejecutar y costosos.
2. Debido a la distancia relativamente corta entre el orificio de salida (o entra-
da) de ventilación y las terminales en los lugares a los que se suministra el aire, pue-
den surgir problemas en el control de los ruidos transmitidos a través de las tube-
rías, a menos que se añadan silenciadores, con lo cual aumentaría la resistencia al
flujo de aire del sistema. Tales medidas de control de ruido normalmente incremen-
tan el consumo de energía eléctrica del equipo de ventilación, así como la potencia
sonora final. En algunos casos, debido a malas condiciones de entrada o salida en
las tuberías, puede aumentar bastante la resistencia «efectiva» de un silenciador y
alterarse el punto operativo del ventilador lo suficiente como para causar un au-
mento de la potencia sonora final en una cantidad aproximadamente igual al ren-
dimiento del silenciador, con lo cual se podría anular el efecto neto de esta medida
adicional de control del ruido.
En muchos casos es útil determinar el modo en que la instalación de sistemas
HV AC en espacios limitados afecta al coste tanto de las soluciones de control de
ruidos como de la energía necesaria para que funcione el sistema. En algunos casos
se podría comprobar que no es apenas perceptible la ventaja económica estimada
por aumento del área productiva, debido al alto coste inicial de las soluciones de
control de ruidos y al aumento permanente previsto en costes energéticos para el
funcionamiento de este sistema.

SISTEMAS DE CLASIFICACION DE RUIDOS HVAC

Los sistemas habituales de clasificación mediante un único valor para indicar los ob-
jetivos de control de ruido en diseños de sistemas HV AC incluyen el nivel sonoro
con ponderación A. las curvas NC y las curvas Re. El uso de estos sistemas de ín-
dices para ruidos HV AC es válido solamente para ruidos continuos y estables que
no muestren fluctuaciones obvias de nivel a lo largo del tiempo. Un fallo a la hora de
considerar esta limitación provoca normalmente errores serios a la hora de clasifi-
car el sonido emitido por un sistema. Tales fluctuaciones de sonido pueden ocurrir
como resultado del funcionamiento inestable de un ventilador, debido a golpes en-
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.3

tre uno o varios ventiladores o a otros equipos rotatorios del sistema, que operan a
una velocidad similar.

Nivel sonoro con ponderación A

El gráfico 17.5 muestra cómo varía la sonoridad tan to con el nivel de presión sonora
como con la frecuencia. En el Capítulo 5 se describen los sonómetros diseñados
para medir el nivel sonoro con ponderación A de un ruido, expresado en dB(A). Ya
que la molestia producida por el ruido no es directamente proporcional a la sono-
ridad (véase Capítulo 23), el nivel sonoro con ponderación A no es muy fiable a la
hora de evaluar los ruidos HV AC en el interior de edificios. En un ámbito interior
con ruido de fondo, la mayoría de las personas parecen aceptar cierto tipo de soni-
dos, pero no otros del mismo nivel sonoro con ponderación A relativo. También es
frecuente que cuando las personas describen un ruido ambiental como retumbante,
siseante o con algún otro adjetivo de tipo negativo, aumente bastante la posibilidad
de que se produzcan quejas, incluso aunque el sonido tenga un nivel de sonoridad
moderado para ese ambiente.
El uso del nivel sonoro con ponderación A para clasificar o comparar ruidos
HV AC no es fiable. Aparte de la sonoridad, ninguno de los demás factores que in-
tervienen en las reacciones del oyente se pueden considerar midiendo únicamente
el nivel sonoro con ponderación A. Por ejemplo, aunque los tres ruidos típicos
HVAC mostrados en el gráfico 43.1 tienen espectros bastante diversos, cada uno
tiene un nivel sonoro con ponderación A de 40 dB(A). Aunque estos ruidos po-
drían ser considerados igualmente sonoros al compararlos estrictamente en base a

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Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 43.1. Tres espectros HVAC típicos, cada uno con un nivel sonoro con pon-
deración A de 40 dB(A).
43.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

su sonoridad relativa, su clasificación podría ser significativamente diferente si fue-


ran juzgados en base a su nivel de molestia relativo.
Por ejemplo, el espectro denominado como H podría ser considerado como de-
masiado siseante debido a un excesivo desequilibrio en las altas frecuencias; el es-
pectro R podría ser clasificado como demasiado retumbante por su característica
caída en picado en las bajas frecuencias. Al contrario, el espectro N tiene una dis-
tribución más equilibrada en función de la frecuencia y puede ser considerado como
un sonido «neutro», poco susceptible de encontrar oposición como ruido de fondo
si se presenta con un nivel apropiado respecto al ambiente.
El uso de criterios expresados en términos de nivel sonoro con ponderación A
no es recomendable para especificar objetivos de control de ruidos en un sistema
HV AC. Esto es debido a que un determinado nivel sonoro en dB(A) no tiene por
qué ser necesariamente aceptable para el ocupante de la habitación servida por el
sistema. El nivel sonoro con ponderación A tampoco es recomendable como herra-
mienta de diagnóstico en el análisis de reclamaciones sobre ruido de un sistema
HV AC en funcionamiento. Existe un riesgo bastante grande de que el problema
consista en algo más que en la mera sonoridad, lo cual hace preciso el conocimiento
de la forma del espectro del ruido para descubrir la razón exacta de la queja.

CurvasNC

El grupo de curvas NC 1 que muestra el gráfico 43.2 son de uso común tanto con el
fin de evaluar el ruido producido por un sistema HV AC existente, como para esta-
blecer objetivos de diseño en la construcción de los sistemas. Las curvas NC espe-
cifican en bandas de octava los límites del espectro de ruido permitido que el siste-
ma puede producir.
Al evaluar problemas de ruido las curvas NC sirven como punto de referencia.
Por medio de ellas es posible determinar los requisitos de reducción de ruido. Este
sistema de clasificación se basa en la premisa de que existen dos factores principales
que influyen en la respuesta de las personas al ruido de fondo HV AC: la sonoridad
de este ruido de fondo y el nivel y la forma del espectro en la región de frecuencias
del habla. Este sistema de clasificación presupone que la posibilidad de que existan
quejas en un ambiente aceptable para la comunicación oral es mínima si el nivel nu-
mérico de sonoridad del ruido (tratado en el Capítulo 17) no sobrepasa en más de
22 el nivel numérico de interferencia del habla (tratado en el Capítulo 16).
La elección del tipo de curva NC que se debe utilizar como criterio de diseño en
el control de ruido de fondo depende del tipo de uso del espacio considerado. En un
ambiente de oficinas el nivel deseado de comunicación oral (o de enmascaramiento
del habla) es un tema de vital importancia. Por el contrario, en el interior de una
sala de conciertos la calidad de la comunicación oral no es un factor relevante; el ob-
jetivo es aquí evitar que queden ocultos los tenues sonidos en pianissimo que se dan
en la mayoría de los pasajes musicales.
Los valores de los niveles de bandas de octava especificados por las curvas NC
son considerados a veces como límites que no deben ser sobrepasados, con inde-
pendencia de la forma del espectro real del ruido de fondo. Incluso se ha estableci-
do como práctica común la asignación de una clasificación NC a un ruido seleccio-
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.5

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FRECUENCIAS CENTRALES DE BANDA DE OCTAVA EN HERZIOS

FIGURA 43.2. Curvas NC.

nando la curva NC más alta que sea tangente exterior al espectro. Hay dos pasos en
este método de clasificación de la tangente:

Paso l. Se dibuja el espectro del ruido que debe ser clasificado en un «campo»
de curvas NC similar al mostrado en el gráfico 43.2.
Paso 2. Se determina la curva NC más aIta tangente exterior al espectro de rui-
do, y se usa este número de curva NC como clasificación de ruido.

La clasificación NC de ruido por medio de este método de tangente-contorno


conduce básicamente a un número basado casi exclusivamente en la sonoridad, que
no proporciona información útil sobre las características del espectro que podrían
afectar negativamente al sonido percibido en el oído. Las desventajas del uso de
43.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

este procedimiento de clasificación de ruidos se ilustran en el gráfico 43.3. Los tres


espectros HV AC característicos mostrados en este gráfico son ruidos básicamente
diferentes, pero poseen la misma valoración 33 NC mediante este método tangente-
contorno.
Por ejemplo, el primer espectro, denominado H, sería 5iubjetivamente clasifica-
do como siseante por un oyente. Recibiría la clasificación NC 33 porque ésta es la
curva NC más alta que es tangente exterior al espectro. El punto de tangencia es a
2.000 Hz (por convención común se puede interpolar entre las curvas para obtener
las curvas NC correspodientes a números enteros). El segundo espectro, R, sería
probablemente considerado por el oyente como retumbante. Se le asigna la clasifi-
cación NC 33 porque ésta es la curva NC tangente exterior más alta. El punto de
tangencia es a 250 Hz. El tercer espectro, N, será normalmente clasificado como
neutro por el oyente. Se le asigna la clasificación NC 33 correspondiente al punto de
tangencia a 500 Hz.
Se presenta entonces el dilema de que usando este método de clasificación de
ruido por tangente-contorno NC en una situación en la que se haya establecido una
especificación basada en el criterio NC el oyente puede considerar que el ruido de
fondo es molesto. La solución a este problema puede ser complicada. Es aconseja-
ble, por tanto, evitar el uso de especificaciones de ruido que permitan el uso del mé-
todo tangente-contorno NC para calificar el ruido de fondo originado por un siste-
ma HV AC. Un método mejor de especificación consiste en exigir que la forma del
espectro del ruido de fondo se aproxime a la de la curva NC al menos en tres octavas
contiguas, sin exceder los límites definidos por la curva NC específica.

Curvas NCB

Las curvas NCB que muestra el gráfico 43.4 son una versión modificada y con un
nuevo nombre de las curvas Nc;2. Las diferencias más importantes son: (1) la zona
de bajas frecuencias ha sido aumentada con el fin de incluir las bandas de octava en-
tre 16 y 31,5 Hz; (2) la pendiente negativa de las curvas en las bandas de octava por
encima de 1.000 Hz es ligeramente más pronunciada y lineal; (3) cuando se emplean
los niveles de una determinada curva NCB como base para la asignación de límites
de ruido en bandas de octava, se asume que la habitación está ocupada y que los rui-
dos de la «actividad en la habitación» están ya incluidos en el nivel de ruido total
permitido, y (4) el procedimiento de uso de las curvas NCB para clasificar ruidos de
características espectrales que difieran en forma y nivel de una curva NCB especí-
fica es muy minucioso y no permite el uso del procedimiento de clasificación sim-
plificada tangente-contorno sugerido anteriormente para la clasificación de ruido
por curvas NC. En comparación con el empleo de curvas NC, existen dos ventajas
en el uso de las curvas NCB como base para la clasificación o especificación de rui-
dos HVAC:
1. La gama de frecuencias incorpora las bandas de octava de 16 y 31,5 Hz, lo
cual supone una mejor base a la hora de considerar problemas de ruidos de baja fre-
cuencia.
2. Se incluye un procedimiento para determinar si un espectro que se desvía de
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.7

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Frecuencia central de banda de octava. Hz

FIGURA 43.3. Tres espectros HVAC típicos con idéntica clasificación NC.

la forma de una curva NCB puede llegar a ser de carácter retumbante o siseante, se-
gún el lugar en el que se produzca la desviación.
No obstante, el uso de curvas NCB para determinar o clasificar el ruido de sis-
temas HV AC en edificios tiene varias desventajas en comparación al procedimien-
to de clasificación con curvas RC que será tratado más adelante. Las principales
desventajas son las siguientes:
1. Este sistema de clasificación presupone que el nivel sonoro es estable. Por lo
tanto, no se pueden aplicar las clasificaciones cuando existan modulaciones de soni-
do.
2. No es recomendable el uso de niveles «permitidos» de la zona de baja fre-
cuencia de las curvas NCB (las bandas de octava de 16,31,5 Y63 Hz), con la excep-
ción de habitaciones de paredes o techos muy macizos o rígidos. Por lo tanto los ni-
veles mostrados en esta zona de las curvas NCB no se aplican a locales construidos
con muros ligeros convencionales, o a habitaciones con sistemas suspendidos e in-
tegrados en el techo. En estos casos, los límites de bajas frecuencias de las curvas
NCB serán modificados por las limitaciones impuestas con el fin de evitar vibracio-
nes inducidas por ruidos en paredes o techos, como se indica en las líneas de con-
torno que muestra el ángulo superior izquierdo del gráfico 43.4.
3. Las curvas NCB definen solamente las condiciones para espacios ocupados y
presuponen que al realizar las mediciones se producen ruidos normales debidos a la
actividad, además de los atribuidos al sistema HV AC. Como no es frecuente que el
diseñador de un sistema HV AC conozca por adelantado qué ruidos debidos a acti-
vidades debería tener en cuenta o sus magnitudes, no es práctico considerar que se
43.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

100

Curvas de criterio de ruido compensado


90 ~~~----~-----+-- CurvasNCB

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~ ~ ~~ _ _- J

16 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000


Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 43.4. Curvas NCB. (L. L. Beranek, Referencia 2.)

puedan realizar ajustes significativos en el diseño del HV AC que los compensen. Se


podrían producir complejos problemas contractuales y legales si hubiera que esta-
blecer el cumplimiento de las especificaciones de ruido HV AC tomando medidas
en un espacio ocupado en el que se produzcan otros ruidos ambientales.
4. El sistema de clasificación utilizado por las curvas NCB no incluye ruidos con
componentes discretos audibles. Los ruidos que poseen estas características son una
causa frecuente de quejas en el funcionamiento de sistemas HV AC.

Curvas RC

Las curvas Re se pueden utilizar para especificar niveles máximos en un espacio


servido por un sistema HV AC, como alternativa preferida frente a las curvas NC o
al nivel sonoro con ponderación A, ya que este sistema de clasificación (1) tiene en
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.9

cuenta tanto la forma como el nivel del espectro en el proceso subjetivo de evalua-
ción; (2) incluye datos de las bandas de octava de 31,5 y 16 Hz, y (3) tiene en con-
sideración las vibraciones perceptibles producidas por la energía acústica de baja
frecuencia en edificios de construcción ligera. Se recomienda el uso de este método
también como herramienta de diagnóstico de problemas ya experimentados con sis-
temas HV AC existentes.
El grupo de curvas RC mostradas en el gráfico 43.5 está basado en el análisis de
un gran número de datos recopilados durante un estudio patrocinado por ASH-
RAE sobre ruido de fondo «aceptable» en una amplia gama de ambientes de ofi-
cinas típicos4 • La pendiente de -5dB/octava de las curvas RC corresponde a la pen-
diente media del espectro de los datos medidos que se obtuvieron en gran número
de oficinas que disponían de aire acondicionado calificadas como aceptables por sus
ocupantes. La pendiente de las curvas RC no cambia con el nivel a lo largo del ran-
go mostrado, y la designación numérica de cada curva corresponde al nivel de la oc-
tava de 1.000 Hz. En el rango de aplicación recomendado, de RC 25 a RC 50, los
contornos corresponden al espectro de un sonido neutro que está aproximadamen-
te equilibrado con respecto a la sonoridad relativa de las bajas y altas frecuencias
del espectro.
Los niveles de baja frecuencia de las curvas están influenciados, por un lado, por
el umbral de audibilidad y, por otro, por la preocupación de evitar vibraciones per-
ceptibles inducidas acústicamente en edificios de construcción ligera. Las dos áreas

90
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16 31,5 63 125 250 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 43.5. Curvas RC. (W. E. Blazier, Referencia 3.)


43.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

rayadas que muestra la zona de bajas frecuencias indican el rango de presiones so-
noras en el que se debería considerar la posibilidad de 'libraciones causadas por el
ruido. En la zona rayada superior existe una alta posibilidad de que la vibración
causada por el sonido pueda ser claramente perceptible. En la zona rayada inferior
los efectos de la vibración inducida por el ruido pueden ser apenas percibidos le-
vemente, pero susceptibles de causar grietas y resonancia en techos acústicos.
La clasificación RC del ruido precisa de dos términos: el primer término es un
número [corresponde aproximadamente al nivel de interferencia del habla (SIL)
del espectro, tal como se estudió en el Capítulo 16]; el segundo término consta de
cuatro letras que identifican la «calidad» del sonido como podría ser subjetivamente
descrita por un oyente. Por ejemplo, la graduación RC 35(N) representa un ruido
con aproximadamente un nivel de interferencia del habla de 35 dB con un equili-
brio energético neutro entre bajas y altas frecuencias. Una graduación RC 35(R) re-
fleja un ruido con el mismo nivel de interferencia del habla, pero de carácter retum-
bante debido a un desequilibrio en el espectro causado por un exceso energético de
bajas frecuencias. La letra H designa un espectro de sonido siseante (desequilibrio
en las altas frecuencias del espectro), y la T se utiliza para designar un espectro de
sonido tonal (con presencia de componentes de tonos puros audibles). La designa-
ción RV se utiliza para identificar un espectro retumbante que contiene la cantidad
suficiente de energía de bajas frecuencias para inducir vibraciones perceptibles en
las superficies de edificios de construcción ligera.
Con el fin de asignar la letra apropiada para la descripción de la calidad de so-
nido se utiliza el siguiente criterio:

Espectro neutro (N): Los niveles en bandas de octava de y por debajo de 500 Hz
no deben exceder los niveles de octava del espectro de referencia en más de
5 dB en ningún lugar de la línea. Los niveles en las bandas de octava de y por en-
cima de 1.000 Hz no deben exceder el nivel de octava del espectro de referencia
en más de 3 dB en ningún lugar de la línea.
Espectro retumbante (R): Los niveles de banda de octava de y por debajo de
500 Hz sobrepasan el nivel de octava del espectro de referencia en más de 5 dB
en uno o más puntos de la línea.
Espectro siseante (H): El nivel de banda de octava de y por encima de 1.000 Hz
sobrepasa el nivel de octava del espectro de referencia en más de 3 dB en uno o
más puntos de la línea.
Espectro tonal (T): Si existe un componente tonal en un ruido se produce habi-
tualmente un cambio abrupto en el signo de la pendiente del espectro, que in-
troduce un pico en una banda de octava particular respecto de los niveles de las
dos bandas adyacentes. Si este pico se eleva en más de 3 dB sobre la línea for-
mada entre los niveles de las dos bandas adyacentes, el tono puede ser audible
para el oído. A pesar de que un análisis en bandas de un tercio de octava puede
facilitar la localización de un componente tonal, la simple escucha puede ser su-
ficiente para captar la audibilidad del componente.
Vibración perceptible inducida acústicamente (RV): La zona rayada en las curvas
RC del gráfico 43.5 muestra el rango de frecuencias y amplitud de los niveles de
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.11

presión sonora en bandas de octava que pueden introducir vibraciones percep-


tibles en muros y techos de edificios de construcción ligera. La vibración acús-
ticamente inducida puede también provocar radiaciones de sonido secundarias
tales como reverberaciones en puertas de armarios, cuadros, fijaciones del techo
u otras partes del mobiliario en contacto con los muros.

Los datos de nivel de presión sonora en la octava de 16 Hz son importantes en


este análisis, ya que los ruidos HVAC capaces de inducir vibraciones en paredes y
techos contienen normalmente bastante energía dentro de este rango de frecuen-
cias. Si se utiliza un analizador de bandas de octava que no posea un filtro de 16 Hz,
el nivel de esta banda de octava puede ser habitualmente estimado del modo si-
guiente: El nivel de la banda de octava de 16 Hz es aproximadamente el mismo que
el correspondiente al nivel de la de 31,5 Hz más la diferencia entre el nivel medido
con escala lineal y el nivel de la octava de 31,5 Hz, a condición de que el espectro sea
clasificado como retumbante de acuerdo al procedimiento normal de clasificación
RC (que no considera el nivel de banda de 16,5 Hz). Por ejemplo, si la diferencia
entre el nivel medido en la escala lineal y el nivel de la banda de octava de 31,5 Hz.
es de 4 dB o mayor, es probable que el nivel de la banda de octava de 16 Hz sea
igualo mayor al medido en la octava de 31,5 Hz. Se emplean las letras RV cuando
la zona de bajas frecuencias del espectro de ruido se extiende a la zona superior ra-
yada del grupo de curvas Re.
A continuación se muestra el modo de empleo del método de medición RC para
evaluar los ruidos HV AC:

1. Un nivel de interferencia del habla de tres bandas (SILJ ), que es la media


aritmética en decibelios de los niveles de las bandas de octava de 500, 1.000 y
2.000 Hz, describe adecuadamente el ambiente de comunicativo oral en presencia
de ruido. (En ruidos HV AC normales el nivel de interferencia del habla de tres
bandas difiere menos de 1 dB del nivel de interferencia del habla de cuatro bandas
(véase el Capítulo 16).
2. Es más probable que un espectro de sonido neutro sea considerado más
aceptable que los espectros retumbantes o siseantes, o que un espectro con com-
ponentes tonales audibles.
3. El nivel global de ruido no varía sensiblemente con el tiempo [o sea, no se
dan fluctuaciones temporales de nivel mayores de unos 3 dB como media, según las
mediciones de un sonómetro normalizado usando la respuesta rápida (fast) y pon-
deración lineal].

Método de clasificación Re. La clasificación RC de un espectro de ruido emplea


datos de nivel de presión sonora en bandas de octavas correspondientes al intervalo
de frecuencias entre 31,5 y 4.000 Hz. (Un modo alternativo de clasificación para ca-
sos de vibración inducida acústicamente precisa que se añada el nivel de presión so-
nora en la banda de octava de 16 Hz.) La clasificación RC se obtiene de la siguiente
forma:
43.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Paso l. Se dibuja el espectro de ruido en bandas de octava sobre un formato de


gráfico similar al ofrecido en la Figura 43.6.
Paso 2. Se calcula el nivel de interferencia del habla de tres bandas del espectro,
que consiste en la media aritmética en decibelios de los niveles de las octavas de
500, 1.000 Y 2.000 Hz.
Paso 3. Se traza una línea con una pendiente de -5 dB por octava en la zona de
frecuencias de 31,5 hasta 4.000 Hz que pase por el punto correspondiente a un
valor de la ordenada de 1000 Hz igual al nivel de interferencia del habla calcu-
lado en el paso 2. Esta es la curva de referencia que se debe utilizar para evaluar
la calidad de sonido del espectro que se clasifica.
Paso 4. Se traza una línea situada 5 dB sobre la curva de referencia desde la ban-
da de octava de 31,5 Hz hasta la de 500 Hz. Se traza una segunda línea situada
3 dB sobre la curva de referencia desde la banda de octava de 1.000 Hz hasta la
de 4.000 Hz La franja situada entre estas dos líneas y la curva de referencia de-

90 ..
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~ Vibración inducida por
ruido claramente perceptible
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16 32 63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 43.6. Formato de gráfico para mediciones Re.


CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.13

fine la desviación máxima del espectro de sonido respecto de la curva de refe-


rencia en la que se puede clasificar un sonido como neutro (N).
Paso 5. Se determina la «calidad» del sonido observando el modo en que el es-
pectro se desvía de los límites de la curva de referencia establecidos en el paso 4,
empleando los criterios descritos previamente para elegir una letra descriptiva
apropiada.
Paso 6. Se asigna una clasificación RC al espectro. La parte numérica de la cla-
sificación corresponde al nivel de la curva de referencia de la banda de octava de
1.000 Hz; la letra descriptiva adjunta es la determinada en la fase 5.

Ejemplos de métodos de medición de ruido Re. Los ejemplos que se muestran a


continuación se han tomado de datos reales de medición de ruidos en sistemas
HV AC. Con la excepción del ejemplo de espectro neutro mostrado, los ruidos res-
tantes corresponden a situaciones en las que los ocupantes de los espacios habían
expresado enérgicas quejas.
Espectro neutro. El gráfico 43.7 muestra un espectro de ruido clasificado por una
medición RC 35(N) según los procedimientos de cálculo descritos anteriormente.

90
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Zonas de posible percepción de I
vibraciones acústicamente inducidas

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16 32 63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 43.7. Medición RC de un espectro HVAC neutro.


43.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

El nivel de interferencia del habla calculado (SIL) es de 35 dB. Las desviaciones de


espectro respecto a la curva de referencia se encuentran dentro de los límites espe-
cificados para un espectro neutro.
Espectro retumbante. El gráfico 43.8 muestra un espectro de ruido clasificado
por una medición RC 33(R). El nivel de interferencia del habla calculado es de
33 dB. Las desviaciones de espectro respecto a la curva de referencia sobrepasan los
límites especificados para el espectro neutro en las bandas de octava inferiores a 125
Hz.
Espectro siseante. El gráfico 43.9 muestra un espectro de ruido clasificado por
una medición RC 36(H). El nivel de interferencia del habla calculado es de 36 dB.
Las desviaciones del espectro respecto a la curva de referencia sobrepasan los lí-
mites especificados en las bandas de octava superiores a 1.000 Hz.
Espectro tonal. El gráfico 43.10 muestra un espectro clasificado por una medi-
ción de RC 32(T). El nivel de interferencia del habla calculado es de 32 dB. Con la
excepción del nivel de la octava de 125 Hz, el espectro está situado dentro de los lí-
mites de ruido neutro. A pesar de que el nivel que sobrepasa el límite de 125 Hz lo
haría merecedor de una clasificación R, el ruido en realidad no suena como retum-
bante. Sin embargo, el carácter del sonido es tonal. (El origen real del componente

90 ~ I 1 1
------
..............
1+-1 Zonas de posible percepción de
vibraciones acústicamente inducidas
I
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Espectro de ruido
de 33 RC (R)

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16 32 63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 43.8. Medición RC de un espectro HVAC retumbante.


CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.15

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vibraciones acústicamente inducidasl
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Límites permitidos al espectro neutro l


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16 32 63 125 250 500 1000 2000 4000


Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 43.9. Medición RC de un espectro HVAC siseante.

tonal de este ejemplo es el zumbido de un transformador con una frecuencia de


120 Hz.) Este ruido debe ser considerado como tonal y no como retumbante, debido
al cambio brusco en el signo de la pendiente del espectro, que origina el pico mos-
trado en la banda de octava de 125 Hz. Este pico se eleva 7 dB sobre la línea situada
entre los niveles de las dos bandas adyacentes. Este valor equivale aproximadamen-
te a la cantidad en la que el nivel de componente tonal sobrepasa al ruido de banda
ancha en la octava de 125 Hz. Como la magnitud de este valor es mayor de 3 dB, el
componente tonal es audible. Por tanto, la medición del espectro es RC 32(T). [Si
este componente tonal quedase reducido en 4 o más dB, el espectro resultante se
clasificaría como RC 32(N).]
Vibración perceptible inducida acústicamente. El gráfico 43.11 muestra un espec-
tro clasificado por una medición RC 31(RV) según los criterios mencionados ante-
riormente. A pesar de que la interferencia del habla medida es de solamente 31 dB,
el espectro de ruido sobrepasa bastante los límites asignados en la zona de bajas fre-
cuencias. Es más, los niveles de presión sonora en las bandas de octava de 16 y 31,5
Hz alcanzan la zona rayada superior del grupo de curvas RC mostradas en el gráfico
43.5. Debido a este motivo, el espectro recibe una medición de RC 31(RV). En una
oficina normal con techos acústicos suspendidos un espectro de este tipo no sería
43.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

90
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.-, Zonas de posible percepción de
vibraciones acústicamente inducidas
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10
16 32 63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 43.10. Medición RC de un espectro HVAC tonal.

sólo desagradablemente ruidoso, sino que provocaría además reverberaciones en


instalaciones de alumbrado y en difusores y parrillas de absorción de aire.

CRITERIOS DE NIVEL DE RUIDO HVAC ACEPTABLE EN


HABITACIONES

Los procedimientos de medición de ruidos planteaban el problema de que además


de la sonoridad global existen otros factores que también influyen a la hora de me-
dir los ruidos HV AC en términos de su aceptación relativa. Por ejemplo, si se de-
termina la sonoridad sobre todo en función de los niveles de la zona de bajas fre-
cuencias del espectro, se podría calificar un ruido como retumbante y por tanto
menos aceptable en comparación con un ruido de distribución energética más equi-
librada. Se produciría la misma reacción en el caso de que la sonoridad global fuera
establecida sobre todo en función de los niveles de la zona de altas frecuencias del
espectro, clasificándose en este caso el ruido como siseante. Las componentes to-
nales de un ruido también provocan reacciones negativas a la hora de determinar su
aceptación, aunque la sonoridad global sea moderada.
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.17

90
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Zonas de posible percepción de
vibraciones acústicamente inducidas
¡ I
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Límites permitidos al espectro neutro
Baja free. Alta free.
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16 32 63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 43.11. Medición RC de un espectro HVAC capaz de producir vibraciones


perceptibles inducidas acústicamente.

El nivel de ruido producido por un sistema HV AC en una habitación se consi-


dera como parte del ruido de fondo del ambiente. Para que sea considerado acep-
table no debería enmascarar significativamente los sonidos que la gente desea es-
cuchar, ni ser de carácter molesto o intrusivo. En un ambiente de oficina el nivel
sonoro de fondo aceptable se establece generalmente según los requisitos de co-
municación oral, que pueden variar en gran medida en función del tipo de uso de la
habitación. En el extremo opuesto, un nivel aceptable de ruido de fondo en locales
no amplificados, tales como salas de recitales y conciertos, se basa en la percepción
clara por parte de la audiencia de los sonidos más tenues.
La Tabla 43.1 muestra una lista de criterios para ruido de fondo HV AC reco-
mendados según los diversos usos del espacio. Estos criterios se expresan en fun-
ción de los dos procedimientos más utilizados para la medición de ruidos. La colum-
na «Preferido» se refiere al empleo de procedimientos de clasificación mediante las
curvas de ruido Re. Se recomienda este criterio siempre que la calidad de uso de la
habitación o local imponga la necesidad de un ruido de fondo neutro. La columna
«Alternativo» se fundamenta en el uso de procedimientos de medición mediante las
curvas de ruido Ne. Este criterio puede ser utilizado cuando la calidad de uso del
43.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 43.1. Criterios de aceptación de ruido de fondo estable en espacios desocu-


pados
Nivel
sonoro con
Criterio recomendado ponderación A
aproximado* ,
Tipo de espacio Preferido Alternativo dB

Estudios de grabación RC 1O-20(N) NC 10-20 18-28


Salas de conciertos y recitales RC 15-20(N) NC 15-20 23-28
Estudios de televisión y salas de música RC 20-25(N) NC20-25 28-33
Salas de teatro RC 20-25(N) NC 20-25 28-33
Residencias privadas RC25-30(N) NC25-30 33-38
Salas de conferencias RC 25-30(N) NC 25-30 33-38
Aulas RC 25-30(N) NC25-30 33-38
Oficinas directivas RC 25-30(N) NC 25-30 33-38
Oficinas privadas RC 30-35(N) NC30-35 38-43
Iglesias RC 30-35(N) NC 30-35 38-43
Salas de cine RC 30-35(N) NC30-35 38-43
Apartamentos, habitaciones de hotel RC 30-35(N) NC 30-35 38-43
Tribunales RC 35-40(N) NC 35-40 43-48
Oficinas y colegios de estructura abierta RC 35-40(N) NC 35-40 43-48
Bibliotecas RC 35-40(N) NC 35-40 43-48
Vestíbulos, áreas públicas RC 35-40(N) NC 35-40 43-48
Restaurantes RC40-45(N) NC40-45 48-53
Oficinas públicas (grandes) RC 4O-45(N) NC 40-45 48-53
• Los niveles sonoros con ponderación A no se recomiendan para su uso en el diseño de sistemas HV AC.

espacio no sea tan exigente y permita tolerar un ruido de fondo de características


retumbantes, siseantes o tonales, siempre que no excedan ciertos límites. Sin embar-
go, cuando se utiliza el criterio alternativo existen más posibilidades intrínsecas de
recibir quejas por parte de los usuarios, ya que el tipo de sonido puede ser molesto
para ciertas personas (retumbante, siseante o tonal). En cada categoría de uso de
los espacios listada aparecen dos valores de criterio aconsejados. El valor inferior
muestra el objetivo en el diseño de un sistema HV AC para un espacio determinado;
el valor superior es el límite recomendado al especificar el funcionamiento del sis-
tema en condiciones operativas reales.

VIBRACIONES INDUCIDAS ACUSTICAMENTE PERCEPTIBLES

En el Capítulo 26 se tratan los efectos de la vibración sobre las personas y las es-
tructuras. En general, este tema se refiere a los efectos de vibraciones forzadas a ni-
veles sustancialmente superiores al umbral de audibilidad humana. Sin embargo, al-
gunos sistemas HV AC pueden emitir ruidos en una zona de frecuencias muy bajas
(bandas de octava de 16,31,5 y 63 Hz) en cantidad suficiente para causar vibracio-
nes forzadas en construcciones de muros y techos ligeros. No es extraño que estos
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.19

sistemas provoquen respuestas de vibración forzada con niveles de 10 a 20 dB su-


periores al umbral de percepción humana en las construcciones de este tipo.
Cuando sea perceptible la magnitud de esta vibración forzada inducida acústi-
camente, incluso con niveles próximos al umbral, pueden ocurrir varias circunstan-
cias que originen las reclamaciones de los usuarios. Por ejemplo, aunque éstos no
hayan sentido directamente vibración alguna en las superficies de la habitación, po-
drán escuchar fácilmente los ruidos secundarios producidos al tintinear las instala-
ciones del techo y los muebles fijados a las paredes. La molestia puede aumentar,
además, debido a que la amplitud de la excitación acústica está sujeta normalmente
a grandes variaciones de nivel en intervalos cortos de tiempo. Estas fluctuaciones
pueden ser de naturaleza aleatoria o periódica, según las características de la fuente
que provoque el ruido.
El comienzo de este tipo de problemas se produce normalmente para niveles de
vibración forzada cercanos o algo superiores al umbral de audibilidad humana. Sin
embargo, la presión acústica precisa para conseguirlo depende del tipo de construc-
ción del espacio que alberga dicha fuente. En construcciones ligeras habituales de
montantes metálicos y placas de yeso, o en techos suspendidos con instalaciones de
poco peso ensambladas a terminales de aire, se acepta generalmente que un nivel
de ruido de unos 70 dB en la zona de frecuencias más bajas del espectro de ruido no
debería ser sobrepasado si se desean evitar efectos audibles de vibración forzada.
Esta propuesta es el fundamento de las condiciones límite impuestas en el rango de
bajas frecuencias de las curvas RC mostradas en el gráfico 43.5.

REFERENCIAS

1. L. L. Beranek, «Revised criteria for noise control in buildings», Noise control, vol. 3, 1957,
pp. 19-27.
2. L. L. Beranek, «Application of NCB noise criterio n curves», Noise control engineering,
vol. 33, n.o 2,1989, pp. 45-56.
3. W. E. Blazier, Jr., «Revised noise criteria for application in the acoustical design and ra-
ting of HV AC systems», Noise control engineering, vol. 16, 1981, pp. 64-73.
4. ASHRAE research project RP-126, rep. E2063, Lewis S. Goodfriend and Associates.
Capítulo 44
SISTEMAS DE VENTILACION
PARA PEQUEÑOS EQUIPOS

George c. Maling, Jr.


Andrew L. 80gge55, Jr.

INTRODUCCION

Un aparato accionador de aire utiliza un propulsor giratorio impulsado por un mo-


tor. Estos aparatos son por lo general pequeños ventiladores o fuelles empleados en
sistemas de ventilación, como por ejemplo en pequeños equipos eléctricos. Nor-
malmente estos ventiladores y fuelles tienen un diámetro menor de 20 cm. En este
capítulo se comentan los métodos de control de ruido y vibraciones generados por
estos aparatos pequeños de propulsión de aire. Se describen los tipos de aparatos
más comunes, las fuentes de ruido, la elección de aparatos silenciosos, las técnicas
de reducción de ruido, las normas de medición de emisión de ruidos, los métodos de
cálculo de niveles de ruido en varios lugares del aparato, y las mediciones de ruido
del aparato propulsor de aire.

CARACTERISTICAS DE LOS VENTILADORES Y FUELLES

En el Capítulo 41 se describen las características generales de los ventiladores y fue-


lles. Estos mecanismos impulsan el aire debido a la energía generada cuando el flujo
de aire atraviesa las aspas giratorias. Estos álabes pueden tener forma aerodinámica
o curvada. Los ventiladores y fuelles descritos en este capítulo son por lo general ac-
cionados directamente por un motor, y no por las correas de transmisión, que son
más habituales en aparatos de mayor tamaño.

44.1
44.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Fuelles centrífugos

Un fuelle centrífugo pequeño común, como muestra la Figura 44.1, consiste en un


bastidor y en un propulsor accionado por un motor. El propulsor tiene forma ci-
líndrica y gira alrededor de un eje gracias al motor. El bastidor es una cubierta
con forma especial que rodea el propulsor giratorio. El aire penetra en el propul-
sor, atraviesa sus aspas y es recolectado y descargado por el bastidor. Se dice que
la unidad tiene una única boca de entrada o una boca de entrada doble según si el
aire entra desde un lado o desde ambos laterales del impelente. Un fuelle de boca
de entrada única consta normalmente de un solo propulsor, mientras que el de
doble boca tiene dos enlazados mecánicamente entre sí. Los fuelles más comunes
poseen álabes curvados en sentido de la marcha, como los que se muestran en la
Figura 41.3. El número de álabes depende del tamaño del propulsor. Por ejem-
plo, un propulsor habitual de 8 cm posee 26 álabes. Una característica de los fue-
lles centrífugos es que el aire sufre un giro en ángulo recto cuando atraviesa el im-
pelente. Un propulsor dúplex tiene un motor instalado entre los dos propulsores
y el bastidor, mientras que el propulsor simplex sólo tiene un motor, un propulsor
y un bastidor.

Ventiladores de flujo axial

En la Figura 44.2 se muestra un ventilador típico de flujo axial. Estas unidades, em-
pleadas comúnmente para ventilación en equipamientos pequeños, poseen a me-
nudo un número relativamente pequeño de álabes (por ejemplo, cinco), y un motor
instalado casi siempre en el eje de rotación. El aire atraviesa la unidad en dirección
paralela al eje del motor propulsor. Los ventiladores de flujo axial se pueden sub-
dividir en tres categorías: tuboaxiales, axiales con aletas guia y helicoidales.

Ventiladores tuboaxiales. Ventiladores empleados mayoritariamente en instala-


ciones comerciales electrónicas como fuente primaria de ventilación. En la Figura
44.2 aparece una muestra típica. Los ventiladores tuboaxiales constan generalrnen-

FIGURA 44.1. Fuelle centrífugo dúplex típico.


SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.3

o - ......--4----'-+-- Motor

Impelente

FIGURA 44.2. Ventilador axial típico con motor compacto.

te de una cubierta exterior que rodea el propulsor, y tienen por lo común una direc-
ción axial muy corta en comparación con el diámetro del ventilador. El propulsor,
con un número de álabes de tres a nueve, es accionado por un motor compacto ins-
talado en el eje propulsor. La velocidad de rotación nominal puede ser de 1.500 a
5.000 rpm. Su instalación completa permite un buen flujo de aire pese a la anchura
mínima del ventilador.

Ventiladores axiales con aletas guía. La disposición de los ventiladores axiales


con aletas guía es similar a la de los tuboaxiales, con la excepción de que disponen
de una cubierta mayor que acoge al conjunto de aspas guía, como muestra la Figura
44.3. Las aletas guía pueden estar en dirección anterior o posterior al propulsor gi-
ratorio, proporcionan una eficacia aerodinámica mayor y sirven para impulsar el
flujo circular de aire (llamado flujo en torbellino o en remolino; véase Figura 41.13)
en su salida del ventilador. Se consigue una mayor eficacia aerodinámica transfor-
mando las altas velocidades del remolino en presión estática. Estos ventiladores se
utilizan masivamente en aplicaciones que requieran altos rendimientos, debido a su
alta resistencia al flujo de aire causada por los elementos electrónicos compactos.
Los ventiladores axiales con aletas guía tienen por lo común un mayor número de
álabes que los tuboaxiales (hasta 15) y funcionan a mayores velocidades (de hasta
22.000 rpm).
44.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Cubiertas

Propulsor Cubierta
del motor

,Aletas guía

Chapa de montura

FIGURA 44.3. Ventilador axial típico con aletas guía con propulsor de flujo mixto.

Ventiladores helicoidales. Un ventilador de este tipo se muestra en la Figura 44.4.


Estos ventiladores constan de un motor y un impelente simple moldeado en plástico
o estampado en placas metálicas. Es un motor por lo general de forma abierta, con
una cubierta metálica que soporta el conjunto del motor y el impelente.

Propulsores de flujo mixto

Los propulsores de flujo mixto tienen normalmente un conjunto de álabes de des-


carga radial en la boca de entrada, a través de la cual el aire pasa axialmente. En la
Figura 44.5 aparece un propulsor tipo de flujo mixto dentro de su bastidor. Existe
además un tipo de ventilador de flujo axial y mixto con un componente asimismo
radial, de un diámetro mayor del eje propulsor que aumenta la medida entre el eje
y el extremo del aspa. Con ello se consigue una mayor presión para el mismo ta-
maño de ventilador. Los ventiladores axiales de flujo mixto se usan a menudo para
enfriar instalaciones eléctricas. El propulsor que muestra la Figura 44.3 es axial de
flujo mixto.

Parámetros relacionados con las instalaciones de ventiladores y fuelles

Curva de resistencia del sistema. Una curva de resistencia del sistema es un grá-
fico de aumento de presión estática a lo largo de un sistema de ventilación respecto
al caudal de aire a su través. El aumento de presión es normalmente proporcional al
cuadrado del caudal de aire. La curva de resistencia del sistema (distinta para cada
instalación) se puede calcular conociendo las medidas geométricas de la instalación,
como aparece en la Figura 44.6.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.5

Armazón de
placa metálica

Motor con devanados


en cortocircuito
(armazón abierta)
Puntos de fijación
del motor

Eje del motor/rotor


y sistema de
suspensión
Propulsor

Bobina del
motor

FIGURA 44.4. Ventilador propulsor típico.

Curvas de rendimiento (curvas de altura y flujo). Las curvas de rendimiento (cur-


vas de altura y flujo) de ventiladores y fuelles han sido analizadas en el Capítulo 41.
En la Figura 44.5 se muestran las curvas de rendimiento habituales de un fuelle cen-
trífugo y de un ventilador de flujo axial. La intersección entre estas curvas y las de
resistencia del sistema muestran el punto de operatividad, tal como se describe a
continuación. Un fuelle centrífugo es capaz por lo general de producir una subida
mayor de presión estática que un ventilador de flujo axial del mismo diámetro. Es-
tos ventiladores se emplean comúnmente para producir flujos mayores de aire a
menor presión estática. Las propiedades de un impelente de flujo mixto se encuen-
tran por lo general entre estos dos extremos para unidades de diámetro equivalente
operando a la misma velocidad.

Punto de operatividad El punto de operatividad de un aparato propulsor de aire


viene determinado por la intersección entre la curva de resistencia del sistema y la
de rendimiento de un tipo concreto de ventilador o fuelle. Véase la Figura 44.6.

Eficacia estática. La eficacia estática de un ventilador o fuelle es un parámetro


importante a la hora de seleccionar un punto de operatividad apropiado. Consiste
en la tasa de flujo volumétrico multiplicada por la presión estática y dividida por la
potencia de entrada de energía eléctrica (en unidades acordes). Normalmente el fa-
bricante facilita la curva de eficacia estática en función del caudal de aire. Casi siem-
pre es útil conocer el punto de máxima eficacia estática de un fuelle con el fin de (1)
proporcionar un flujo adecuado de aire a través de los álabes y (2) minimizar la emi-
sión de ruidos. No obstante, los fuelles centrífugos funcionan casi siempre bajo con-
diciones de flujo de aire mayores que las correspondientes a su punto de máxima
eficacia estática. La eficacia estática es menos importante en lo que respecta a ven-
tiladores, y la presión total, más que la estática, se emplea a veces para determinar
la eficacia. En este caso la posición de eficiencia máxima es el punto óptimo de efi-
cacia (BEP), que para ventiladores suele ser un punto de operatividad inestable.
44.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Chapa de boca Cubierta del


de salida fuelle

Anillo de boca
de entrada
FIGURA 44.5. Impelente de flujo mixto típico en un bastidor.

Este punto de operatividad de ventiladores se selecciona a una presión estática me-


nor y con un flujo de aire mayor que los valores de BEP.

FUENTES DE RUIDO EN VENTILADORES Y FUELLES

El ruido aerodinámico emitido por ventiladores y fuelles es normalmente un ruido


de banda ancha, de frecuencias discretas, o una combinación de ambos. Además, se
generan ruidos estructurales como resultado de las vibraciones del ventilador.

Ruido aerodinámico de banda ancha

El ruido de banda ancha es generado por (1) velocidades turbulentas de fluctuación


de la corriente de aire en la boca de entrada; (2) fluctuaciones de presión en la su-
perficie de los álabes, y (3) la formación de torbellinos en el borde posterior de los
álabes. Este tipo de ruidos cubre normalmente una amplia gama de frecuencias. En
muchos fuelles de pequeño tamaño se produce un amplio pico en el espectro de rui-
do entre los 250 y los 1.000 Hz. En frecuencias mayores el nivel de potencia sonora
en bandas de octava se reduce por lo general en aproximadamente 5 dB por octava.
Los ventiladores de flujo axial emiten tanto ruidos de banda ancha como compo-
nentes de frecuencias discretas.

Ruido aerodinámico de frecuencias discretas

En un fuelle centrífugo se producen componentes de frecuencia discreta en el es-


pectro de potencia sonora cuando las aspas del fuelle atraviesan el paso estrecho (el
punto más cercano entre el propulsor y el bastidor). Los componentes de frecuencia
discreta no se muestran por lo general de una forma evidente en el espectro en ban-
das de octava de un fuelle centrífugo bien proyectado. Los ventiladores de flujo
axial poseen una frecuencia muy prominente de (paso de) álabe relativamente baja
(por ejemplo, de 250 Hz en un ventilador de cinco aspas funcionando a una veloci-
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEOUEÑOS EOUIPOS 44.7

Flujo de aire en pies cúbicos por minuto


100 200
400
Ul
Q)
(ij
(,)
", , , Fuelle
centrífugo , Curva de
ON
r.
Ul
ca
Ul
ca 300 resistencia "O
C.
'..JI, del sistema ca
c:
Q)
ca
(,)
, Punto de
~
:::J
c.
c:
200
,,
''::; Q)
'ca , operatividad
tí ca
(,)
Q) ''::;
c:
'0
...
·ca
Ul
'¡¡; 100 Q)

...
Q)

o...
c:
-o
'¡¡;
Q)

a':
O O
O 0,05 0,10
Flujo de aire en m 3/seg

FIGURA 44.6. Curvas de rendimiento (curvas de altura y flujo) de un ventilador de


flujo axial, de un fuelle centrífugo. Se muestra también una resistencia del sistema. La
intersección entre la curva de resistencia del sistema y la de rendimiento es el punto
de operatividad del ventilador o fuelle.

dad de giro de 3.000 rpm). La frecuencia de álabe del ventilador se obtiene de la


Ecuación (41.1).

Espectro típico emitido por fuentes de banda ancha y de frecuencias


discretas

En la Figura 44.7 se muestran los espectros en bandas de tercio de octava de un fue-


lle centrífugo y de un ventilador de flujo axial.

Ruido estructural

El ruido estructural se crea por la vibración del ensamblaje del ventilador o fuelle,
y es causado por las fuerzas de propulsión del motor, por un desequilibrio en el ro-
tor y por los soportes. La frecuencia de las fuerzas de propulsión del motor dobla
normalmente la de línea de motores de corriente alterna, y está en función del nú-
mero de polos y velocidad de funcionamiento de los motores de corriente continua
sin escobillas (véase el Capítulo 34). Los desequilibrios en el rotor están siempre
presentes y pueden causar ruidos acústicos considerables, además de vibraciones en
ventiladores de poca velocidad y masa. El equilibrio está en función de la velocidad
de rotación y puede ser por tanto muy difícil de aislar en ventiladores con veloci-
dades lentas cuando esta frecuencia sea baja. Los soportes de los ventiladores pe-
queños de enfriamiento son de dos tipos: (1) cojinetes de bolas estándar en minia-
tura, y (2) cojinetes aceitados de manguito interior (normalmente con un material
44.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Espectro típico del ventilador

125 250 500 1000 2000 4000 8000


Frecuencia central de banda de octava, Hz

FIGURA 44.7. Espectro típico de potencia sonora en bandas de tercio de octava de


un fuelle centrífugo y de un ventilador de flujo axial.

de soporte de bronce aglutinado impregnado con aceite). La vibración causada por


el ventilador puede provocar un ruido considerable si éste está instalado sobre un
panel, como suele ser el caso de muchas instalaciones. El panel sirve entonces como
un irradiador del sonido producido por la vibración del ventilador. Esta fuente de
ruidos prevalece a menudo en aplicaciones que utilizan ventiladores de baja velo-
cidad y emiten ruidos aerodinámicos muy bajos.

NIVEL DE POTENCIA SONORA COMO MEDIDA DE EMISION DE


RUIDOS

El ruido emitido por un ventilador o un fuelle puede ser expresado en términos de


nivel de potencia sonora Lw en bandas de octava o en bandas de tercio de octava
para un punto operativo dado. Alternativamente se puede calcular un único valor,
el nivel de emisión de potencia sonora (el nivel de potencia sonora con ponderación
A en belios), de acuerdo a las normas nacionales americanas 1.
En la Tabla 44.1. figuran los valores típicos de los niveles de ruido producidos
por pequeños ventiladores y fuelles, expresados en términos de nivel de potencia
sonora en bandas de octava, nivel de potencia sonora con ponderación A, y nivel de
emisión de potencia sonora (NPEL). Estos datos se obtuvieron utilizando un im-
pelente de prueba y los métodos de estudio mencionados en la norma ANSI 12.11 2 •
TABLA 44.1. Nivel sonoro con ponderación A en bandas de octava y nivel de potencia emitida para diversos aparatos pro-
pulsores de aire
Nivel de potenda sonon en budas de odaVll,
Incremento Flujo dB re 1 pirovado
de presión, de aire LA NPEL,
Descripción Pa lis· rpm 125 250 SOO 1000 2GOO 4000 8GOO dB beis

Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 95,3 22.745 59,3 67,1 81,7 92,9 76,8 78,9 77,8 93,5 9,4
en
C;;
a la rotación, diámetro de 95 mm, cubierta, 2 álabes 311,4 80,2 22.400 62,3 65,9 84,0 95,3 77,7 80,1 78,8 95,8 9,6 -t
m
Ventilador axial con aletas guía, estructura íntegra 0,0 30,7 21.520 69,4 73,8 72,4 72,0 84,3 84,6 83,9 89,7 9,0 ~
desde el motor a la rotación, diámetro de 64 mm, 498,0 26,0 21.390 62,1 69,7 70,3 71,0 79,8 82,0 80,5 86,4 8,6 »
cubierta, 5 álabes propulsores, 7 álabes gula en sentido en
contrario a la marcha O
m
Ventilador axial con aletas guía, estructura íntegra 0,0 115,6 9.150 77,6 62,8 61,8 71,1 81,6 80,0 81,2 86,8 8,7 <
m
desde el motor 8 la rotación, diámetro de 127 mm, 747,0 94.4 8.195 67,4 61,8 60.4 67,5 75,5 74,1 77,6 81,9 8,2 Z
cubierta. 11 álabes propulsores, 13 álabes guía en ::!
sentido contrario a la marcha
(')
>
Ventilador tuboaxial. estructura íntegra desde el motor 0,0 89,7 10.670 63.9 64,8 68,8 69,6 72,7 76,5 70,7 80,3 8,0
a la rotación, diámetro de 95 mm. cubierta, 4 álabes 199,3 71,7 10.470 68,2 65,2 71,8 59,9 72,5 72,7
(5
68,8 78,6 7,9 Z
Fuelle dúplex centrífugo. impelente de 200 mm de 0,0 443,0 1.850 74,7 80,0 76,2 74,8 72,2 70,6 69,7 80,4 8,0 ~

diámetro, 40 álabes 249,0 359.0 2.230 77,4 78.9 74,8 74,0 71,7 69,9 69,6 79,7 8,0 »
:c
Fuelle dúplex centrífugo, hélice de 114 mm de 74,7 212,0 1.678 66,4 62,7 65.5 64,6 60,6 58,5 55,1 68,8 6,9 »
~
diámetro, 26 álabes 99,6 165,2 1.710 65,0 61,5 64,2 62,8 58,2 55,5 50,5 66,8 6,7 m
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 131,0 3.300 66,9 60,7 59,7 58,2 66,2 53,9 59,1 68,4 6,8
O
e
a la rotación, diámetro de 180 mm. cubierta, 3 álabes 37,4 104,8 3.175 63,0 60,9 58,6 59,7 60,0 52,6 49,2 64,9 6,5 m
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 257,0 1.670 66,6 58,5 56,6 55,3 49,3 38,5

63.7 62,4 6,2 O
a la rotación. diámetro de 250 mm. cubierta. 3 álabes 23,7 186,4 1.650 66,6 64,4 59,1 57,0 54,8 49,7 41,6 62,7 6,3 en
m
Ventilador tuboaxial. estructura íntegra desde el motor 0,0 48,1 3.185 56.4 54,6 54,0 52,9 46,9 44,4 <30,0 56,6 5,7 O
a la rotación, diámetro de 120 mm, 3 álabes, cubierta 17,4 38,7 3.100 60,3 54,6 53,9 51,2 44,6 43,9 <30.0 55,8 5,6 e
cuadrada =ti
O
Ventilador tuboaxial. estructura íntegra desde el motor 0,0 13,5 2.930 41,3 56,2 53,7 52,7 43,6 38,6 <30,0 55,9 5,6 en
a la rotación, diámetro de 80 mm. 5 álabes, cubierta 14,9 10,8 2.930 44,0 56,5 51,6 51,1 41,9 38,6 <30,0 54,5 5,5
cuadrada
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 15,8 3.490 <30,0 51.6 48,2 46,0 44,8 43,4 34,4 52,0 5,2
a la rotación, diámetro de 80 mm, 5 álabes, cubierta 11,9 12,5 3.480 <30,0 51,5 47,1 45,0 43,7 41,5 32,9 50,9 5,1
cuadrada

• 1 Vs = 2,12 cfm (pies cúbicos por minuto) ••Ca


44.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

SELECCION DE APARATOS PROPULSORES DE RUIDO


SILENCIOSOS

Un pequeño ventilador o fuelle puede proporcionar el aire suficiente para refrescar


adecuadamente un espacio en particular. Los requisitos de flujo de aire dependen
en gran medida del tipo y características térmicas de los aparatos o componentes
que deben ser enfriados. En las Referencias 3 y 4 se ofrecen los requisitos de enfria-
miento de instalaciones electrónicas y elementos microelectrónicos. La resistencia
del sistema determina el incremento de presión requerido para el ventilador o fue-
lle.
Se debería seguir el siguiente procedimiento para asegurarse de que los niveles
de ruido emitido por un sistema de ventilación son los mínimos posible:

1. Proyectar el sistema que debe ser ventilado de modo que tenga el mínimo in-
cremento posible de presión estática para el flujo de aire requerido. Una baja pre-
sión estática indica que el aparato puede funcionar a un velocidad de rotación baja,
causando un nivel de ruido mínimo. Como muestra la Figura 44.8, el incremento de
presión estática de un sistema es originado por varias fuentes de resistencia, tales
como los aparatos que deben ser ventilados y los guardamanos de seguridad. Eli-
minando las fuentes innecesarias de resistencia aumentará el flujo de aire. Debería

c: Puntos de entrada
'0
"¡¡; y salida
al
rt
Filtros

Guardas

Elementos
electronicos

Flujo de aire

FIGURA 44.8. Curva de rendimiento de un ventilador y serie de curvas de resistencia


del sistema que muestran los efectos progresivos del aumento de resistencia al sis-
tema (elementos electrónicos únicamente; elementos electrónicos y guardamanos;
elementos electrónicos, guardamanos y filtros de aire; etcétera). Este esquema mues-
tra cómo a medida que decrece la resistencia del sistema, el punto de operatividad se
dirige hacia una menor presión estática y un mayor flujo de aire.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.11

ser entonces posible reducir el diámetro del ventilador o su velocidad para obtener
el flujo de aire deseado con un nivel de ruido menor.
2. Seleccionar un fuelle que funcione cerca de su punto de eficacia estática má-
xima, considerando el flujo preciso y la caída de presión a lo largo del sistema. Un
funcionamiento fuera del punto máximo de eficacia estática debería tender a una
subida de presión estática menor y a un mayor flujo de aire.
3. Seleccionar un punto operativo del ventilador lejano al punto óptimo de efi-
cacia (BEP) con tendencia a un mayor flujo de aire y a una subida de presión está-
tica menor. Los ventiladores más pequeños son a menudo inestables cuando funcio-
nan cerca de su punto óptimo de eficacia, y se muestran muy ruidosos bajo
condiciones de alta presión estática y poco flujo de aire.
4. Seleccionar un ventilador con un bajo nivel de potencia sonora, evitando
aparatos que tengan repentinos valores máximos en el espectro de potencia sonora
en tercios de octava. Estos valores máximos muestran la presencia de tonos de fre-
cuencia discreta en el espectro, difíciles de eliminar y causantes de molestias.
5. Seleccionar un ventilador o fuelle que funcione a la velocidad mínima con el
máximo diámetro y cumpla los requisitos previos.

Directrices para la instalación de ventiladores

Con el fin de minimizar la emisión de ruidos en la instalación de un sistema de ven-


tilación se debe obstaculizar al mínimo el flujo de aire, reducir la resistencia al flujo
en lo posible, mantener la velocidad giratoria mínima, y aislar las fuentes de vibra-
ción que puedan causar ruidos estructurales.

Importancia de las condiciones de entrada de aire en ventiladores de flujo


axial. Los ventiladores de flujo axial son generalmente muy sensibles a las per-
turbaciones en el flujo de aire causadas por obstrucciones próximas a la boca de en-
trada del ventilador y también, en cierto modo, a las existentes en la salidas.6 • Cual-
quier tipo de impedimento al flujo presente en la entrada debería ser evitado en lo
posible para asegurar un funcionamiento silencioso del ventilador. Estas obstruc-
ciones (cables, abrazaderas, soportes, cajas de conexión, componentes electrónicos,
etcétera) deberían encontrarse al menos a una distancia de la mitad del diámetro
desde la boca de entrada del ventilador, y de un cuarto de su diámetro desde la de
descarga. El flujo de aire alrededor de estos objetos crea una estela que, ingerida
por la boca de entrada, genera un tono discreto que puede llegar a ser muy promi-
nente en la frecuencia de paso del aspa y sus armónicos.
Los guardamanos provocan un determinado tipo de obstrucción que general-
mente aumenta el nivel de ruido producido por el ventilador. El número de sopor-
tes de guardamanos no debe ser igual al número de álabes del ventilador o bielas de
apoyo del motor. Estos soportes deberían además ser oblicuos en relación a los bor-
des delanteros del aspa para que no se produzca una ruptura de flujo desde la base
del aspa hasta su extremo. Un guardamanos inadecuado puede incrementar el nivel
de potencia sonora emitido por el ventilador en más de 0,2 belios.
44.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Influencia del punto de operatividad. El punto de operatividad de un aparato


propulsor de aire tiene un efecto significativo en la emisión de ruido. Un ventilador
emitirá una menor cantidad de ruido cuando funciona cerca de su punto de máxima
eficacia. Muchos ventiladores muestran una zona de pérdida de sustentación en la
que se produce un flujo inestable y un ruido excesivo. El ventilador generará.ruidos
cuando su punto de operatividad se aproxime al de giro libre (por ejemplo, cU8;ndo
la pendiente de presión estática sea cercana acero). La Figura 44.9 muestra una cur-
va de rendimiento de un ventilador típico con varias resistencias al sistema. En la
Figura 44.10 se muestran los niveles de ruido correspondientes para cada punto de
operatividad definido por la intersección entre la curva de resistencia del sistema y
la de rendimiento.

Consideraciones sobre ruido estructural. Los pequeños ventiladores de enfria-


miento son a veces origen de ruidos y de vibraciones, que a menudo generan altos
niveles de ruido estructural. La solución a este problema puede radicar en la insta-
lación del ventilador sobre aisladores de vibración. Considerando que los pequeños
ventiladores poseen generalmente masas también pequeñas, los aisladores de vi-
bración no surten a menudo su efecto, empeorando el problema del ruido. Debido
a la poca masa del ventilador y a la necesidad de eliminar las frecuencias más bajas
(de 60 Hz o menores), la constante de amortiguación requerida puede tener como

200

175

150
ca Punto de operatividad (3),
D..
NPEL = 6,6 belios
cO 125
o
'¡:;
·ca
t;
al 100
c:: Punto de operatividad (2),
-o
'¡¡; NPEL =6,1 belios
~ 75
D..

50 (Impulsión libre)
Punto de operatividad (1),
25 NPEL =6,3 belios
¡
o
o 25 50 75 100 125
Flujo de aire, litros/seg

FIGURA 44.9. Efecto del punto de operatividad en el nivel de ruido para un ventila-
dor de 15 cm de diámetro. Se muestra el punto de impulsión libre y los dos puntos
operativos correspondientes a dos curvas de resistencia del sistema. También apa-
rece el nivel de potencia sonora emitido (NPEL) en cada uno de los tres puntos.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.13

~ 70,---------------------------------------,
~
> Punto de operatividad (3)
'o
....
~
al
60
'-'- '-0 ~
/
"""--------
0-°-o -0_.
.-c__
"~
o
c:
~ 50
ca
'y Punto de operatividad (1)
c:
~c.
el)
" 40~----~----~------~----~----~~--~
Qi 125 250 500 1000 2000 4000 8000
>
z Frecuencia central de bandas de octava, Hz.

FIGURA 44.10. Efecto en el espectro de bandas de octava de los cambios de puntos


de operatividad para ventiladores de 15 cm cuya curva de rendimiento aparece en la
Figura 44.9.

consecuencia la selección de un aislador demasiado débil para soportar el ventila-


dor.
Cuando haya sido seleccionado un ventilador muy silencioso para una aplica-
ción delicada, se puede obtener una mayor reducción del nivel sonoro de los tonos
de frecuencia discreta por medio de un aislador de vibración para la instalación
completa, especialmente si el motor no posee aislamiento (véase el Capítulo 29).
Con este fin existen comercialmente disponibles unos aisladores de vibración7 o ais-
lantes diseñados para casos particulares, fabricados con un elastómero similar al
neopreno. Se debería tener especial cuidado en evitar la formación de cavidades
con el aislador de vibración. Cuando el ventilador o fuelle no consta de un motor
como parte integrante de la instalación, se conseguirá un aislamiento vibratorio del
impelente, del eje del motor y del rotor aislando el eje y sus puntos de apoyo co-
nectados. No es necesario aislar el ensamblaje del bastidor en aparatos correcta-
mente diseñados del tamaño en consideración cuando la velocidad del propulsor se
mantenga en la gama habitual (por ejemplo, por debajo de 3.600 rpm).

REDUCCION DE RUIDO EN SISTEMAS DE VENTILACION

Reducción de ruido en conductos revestidos

Con el fin de controlar la emisión de ruidos se pueden acoplar al ventilador unos


conductos cortos revestidos con material absorbente de sonido, como muestra la Fi-
gura 44.11 para el caso de un ventilador de flujo axial. Las longitudes de los con-
ductos a cada lado del ventilador no deben ser un número múltiplo de la mitad de
la longitud de onda correspondiente a la frecuencia de álabe del 'ventilador [dada
por la Ecuación (41.1)], ya que el ruido emitido por estos elementos es de origen di-
44.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

.2 20.------------------------------------------------,

.a
'C:;
Q)
'O
r---70 cm-+¡ Revestimiento de 12 milímetros

t=::==:J '
á5 10
t:
'0
.~
Q)

'"t: o Sin revestimitimiento


(5
o.
ro
'O
~
~-10L-~~~~~--~--~--~--~--~--~--~--~--~~

FIGURA 44.11. Pérdida por inserción de un ventilador de flujo axial con un conducto
adyacente de 70 cm. Los conductos están revestidos con espuma acústica del grosor
indicado en la figura.

polail. La reducción de ruido alcanzada depende de las propiedades de absorción


de sonido del revestimiento empleado. Por ejemplo, en la Figura 44.11 se muestra
la pérdida por inserción (el nivel de potencia sonora producido por el ventilador
menos el emitido por el ventilador con los conductos ya colocados) de un ventilador
de flujo axial. En las bajas frecuencias la pérdida por inserción puede ser negativa,
o sea, la potencia de sonido emitida aumenta añadiendo conductos cortos al siste-
ma. La importancia de la pérdida por inserción negativa puede ser determinada so-
lamente conociendo el espectro de potencia sonora del ruido emitido por el venti-
lador concreto empleado, y realizando una estimación del efecto subjetivo del ruido
en el oído humano con y sin la instalación de los conductos.

Reducción de ruidos con silenciadores disipativos

Cuando se hayan seguido los procedimientos antes mencionados de reducción de


ruido para ventiladores y fuelles y el nivel de ruido resultante no sea satisfactoria-
mente bajo, puede ser útil instalar un silenciador. La instalaci6n del silenciador debe
añadir la mínima resistencia posible del sistema al paso del aire. Si se produce un au-
mento significativo de resistencia del sistema, el flujo de aire a su través se verá re-
ducido. Entonces será necesario repetir las cinco fases del procedimiento descrito
con anterioridad para la selección de un aparato propulsor de aire silencioso, te-
niendo en cuenta este aumento en la resistencia del sistema. También podría ser
conveniente elegir un ventilador o fuelle que produzca una mayor presión estática
con el flujo de aire requerido. El aumento de nivel de ruido resultante reducirá la
eficacia general del silenciador.
El silenciador disipativo mostrado en la Figura 44.12 está acoplado a la boca de
salida de un fuelle centrífugo de doble entrada con dos propulsores de 8 cm de diá-
metro, funcionando a una velocidad de 3.100 rpm. El silenciador produce un efecto
insignificante en el comportamiento de la corriente de aire del sistema, proporcio-
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.15

Propulsor
de aire

Fibra de vidrio

AGURA 44.12. Silenciador disipativo acoplado a un fuelle centrífugo.

nando una reducción de nivel de potencia sonora de unos 3 dB para el rango de fre-
cuencias de 250 a 10.000 Hz.

Reducción de ruido por amortiguamiento

Los materiales de amortiguamiento pueden servir para reducir el ruido emitido por
instalaciones pequeñas de ventiladores o fuelles, debiendo aplicarse a las paredes
de la cabina que contiene la instalación, según las indicaciones explicadas en el Ca-
pítulo 28.

CARACTERISTICAS DE LA EMISION DE RUIDO DE APARATOS


PROPULSORES DE AIRE

Normas de medición para aparatos propulsores de aire

Las normas de ventilación permiten relacionar parámetros de flujo de propulsión


de aire a aparatos geométricamente similares que pueden funcionar a velocidad di-
ferente o son de distinto tamaño. Estas normas permiten la predicción del flujo, la
presión, los caballos de fuerza y el nivel sonoro de un aparato de propulsión de aire
basándose en datos tomados en aparatos de ensayo. Estas normas se restringen a
usos en los cuales las dimensiones lineales del aparato son proporcionales a las del
otro sobre el cual se dispone de datos de nivel de potencia sonora. Las normas más
comunes de ventilación son las mencionadas en las Ecuaciones (41.3) a (41.6). La
ecuación básica empleada para describir las emisiones de ruido tiene en cuenta el
nivel específico de potencia sonora.
Métodos para la descripción del ruido producido por aparatos propulsores de
aire más precisos que los ofrecidos en el Capítulo 41 se basan en análisis dimensio-
nales 9 ,lO. También se pueden utilizar métodos empíricosll. 12 •
44.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

RELACION ENTRE LOS NIVELES DE PRESION SONORA y LOS


NIVELES DE POTENCIA SONORA

Las técnicas generales para la determinación de la realción entre el nivel de presión


sonora y el nivel de potencia sonora se describen en el Capítulo 4. Para estimar el
nivel de presión sonora en bandas de octava Lp a una distancia determinada de un
ventilador o fuelle en un ambiente determinado, es necesario disponer de infot-
mación de las diferencias típicas entre los niveles de presión y de potencia (Lw -
Lp) para cada banda de octava y para cada problema específico. A menudo se asu-
me que (Lw - Lp) es igual a 8 dB para puntos de medida situados a 1 m de una fuen-
te omnidireccional sobre un plano reflectante. En la práctica, se producen variacio-
nes en el factor (Lw - Lp) a causa de que (1) la fuente puede estar localizada a una
distancia diferente de 1 m del punto receptor, y (2) el patrón de radiación de la
fuente no sea omnidireccional. Por ejemplo, para un ventilador de flujo axial mon-
tado sobre un panel, el valor de (Lw - Lp) a una distancia de 1 m varía de 4 dB has-
ta 21 dB, dependiendo de la directividad de la fuente.

MEDIDAS DE LA EMISION DE RUIDO DE UN APARATO DE


VENTILACION

El nivel de potencia sonora de un aparato propulsor de aire puede ser determinado


en una cámara reverberante 13 •14 , en campo abierto sobre un plano reflectante, como
se describe en el Capítulo 13, o mediante el uso de la intensimetría, tal como se
muestra en el Capítulo 14. El nivel de potencia sonora con ponderación A o el nivel
de potencia emitida (NPEL) pueden calcularse a partir de los niveles de potencia
sonora en bandas de octava o tercio de octava empleando el procedimiento descrito
en la norma ANSI S12.13 1•
La emisión de ruidos creada por ventiladores pequeños o fuelles se puede esti-
mar por medio de los métodos de ensayo descritos a continuación.
1. Método del impelente. El método del impelente suele ser el más apropiado en
caso de que el ventilador o fuelle vaya a instalarse sobre una cabina electró-
nica o cualquier otra estructura similar.
2. Método de conducto ASHRAE. Método más adecuado para casos en que el
ventilador o fuelle vaya a ser colocado sobre el conducto de una instalación
concreta.
3. Método de ensayo AMCA. Este método sirve para medir correctamente la
potencia sonora total emitida por un ventilador, o la radiada tanto por la
boca de entrada como por la de salida.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUENOS EQUIPOS 44.17

Método del ccAmerican National Standard,. empleando la prueba del


impelente

Los datos de nivel de potencia sonora que aparecen en este capítulo se midieron uti-
lizando la norma ANSI SI2.11 2 • Para esta prueba se deben facilitar las formas de
controlar el flujo de aire y el incremento de presión estática a lo largo del aparato.
El empleo de este impelente, como refleja la Figura 44.13, permite el ajuste del flujo
de aire y de la presión estática, proporcionando una carga aerodinámica al aparato.
El método del impelente consiste en un marco de madera cubierto con una fina pe-
lícula Mylar*. El impelente sirve realmente como una caja «acústicamente transpa-
rente» (o sea, la pérdida por inserción es prácticamente cero hasta una frecuencia
de aproximadamente 8.000 Hz). Este método sirve para calcular el nivel de poten-
cia sonora de aparatos propulsores de aire que produzcan (1) presiones estáticas de
hasta unos 750 pascales y (2) caudales de aire de hasta unos 0,9 metros cúbicos por
segundo.

Método de conducto ASHRAE

Las normas de medida de potencia sonora en conductos que proporciona la Ame-


rican Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers 15 describen
una técnica para medir los niveles de presión sonora radiados dentro de la boca de
entrada o de salida del conducto de un ventilador. El ventilador funciona bajo con-
diciones de carga simuladas con el conducto acondicionado para eliminar sonidos
reflejados desde su salida. Los niveles de presión sonora en bandas de tercio de oc-
tava se miden en el conducto para cada punto de operatividad del ventilador. A par-
tir de estos datos de nivel de presión sonora existe un procedimiento para calcular
los niveles de potencia sonora.

MétodoAMCA

El nivel de potencia sonora de un aparato propulsor de aire se puede calcular según


la norma 300-67 de la Air Moving and Conditioning Association l6 • Este procedi-
miento normalizado permite la medición de potencia sonora tanto de la boca de en-
trada como de salida (o de ambas) por medio de una técnica de sustitución descrita
en el Capítulo 13. También se incluyen las normas para determinar la adecuación de
la sala para calcular la potencia sonora. Los niveles de potencia sonora de aparatos
propulsores de aire se calculan comparando los de una fuente de sonido de referen-
cia fija con los niveles de presión sonora del aparato que está siendo ensayado.

• Mylar es una marca registrada por E. 1. du Pont de Nemours & Co.


44.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ensamblaje ajustable de salida


Apertura corredera

Presión piezométrica del


anillo tras el panel
Ensamblaje del panel Esquinero y aislamiento
montante de vibración
Ventilador en estudio Retenedor

FIGURA 44.13. Impelente de ensayo para mediciones de emisión de ruido en apa-


ratos propulsores de aire de acuerdo a la norma ANSI 512.11.

REFERENCIAS

1. Method for the Designation of Sound Power Emitted by Machinery and Equipment,
ANSI SI2.23-1989, American National Standards Institute, Nueva York.
2. Method for the Measurement of Noise Emitted by Small Air-Moving Devices, ANSI
S12.11-1987, American National Standards Institute, Nueva York.
3. A. W. Seott, Cooling of Electronic Equipment, Wiley, Nueva York, 1974.
4. J. J. Seeley y R. C. Chu, Heat Transfer in Microelectronic Equipment, Mareel Dekker,
Nueva York, 1972.
5. K. B. Washbum y G. C. Lauehle, «Inlet Flow Conditions and Tonal Sound Radiation
from a Subsonie Fan», Noise Control Engineering Journal, vol. 31, 1988, pp. 101-110.
6. A. L. Boggess, «The Little Blaek Fan as a Noise Source», Proc. NOISE-CON '83, Noise
Control Foundation, Nueva York, 1983, pp. 217-222.
7. C. E. Crede, «Application and Design of Isolators», Cap. 32 en C. M. Harris (ed.), Shock
and Vibration Handbook, red., MeGraw-Hill, Nueva York, 1988.
8. P. K. Baade, «Effeets of Loading on Axial Flow Fan Noise Generation», Noise Control
Engineering, vol. 8,1977, pp. 5-15.
9. G. C. Maling, Jr., «Dimensional Analysis of Blower Noise», J. Acoust. Soco Am., vol. 35,
1963, pp. 1556-1564.
10. L. Bommes, «Spezifische Shallfeldkenngrossen von Radialventilatoren», Heizung, Luf-
tung, Haustechnik, vol. 40,1989, pp. 249-256.
11. N. G. Humbad, «Noise Predietion Method for Small Tubeaxial Fans», Proc. INTER-
NOISE '86, Noise Control Foundation, Nueva York, 1986, pp. 181-186.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.19

12. Hsien-Sheng Pei, «Small Fans Used in the Cooling of ElectricaUMechanical Equip-
ment», Proc. NOISE-CON '87, Noise Control Foundation, Nueva York, 1987, pp. 97-
102.
13. Precision Methods for the Determination of Sound Power Levels of Broad-Band Noise
Sources in Reverberation Rooms, ANSI S1.31-1980 (R1986), American National Stan-
dards Institute, Nueva York; Acoustics-Determination of Sound Power Levels of Noise
Sources-Broad Band Sources in Reverberation Rooms, ISO 3741, International Orga-
nization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1988.
14. Precision Methods for the Determination of Sound Power Levels of Discrete-Frequency
and Narrow-Band Noise Sources in Reverberation Rooms, ANSI S1.32-1980 (RI986),
American National Standards Institute, Nueva York; Acoustics-Determination of
Sound Power Levels of Noise Sources-Discrete-Frequency and Narrow-Band Sources in
Reverberation Rooms, ISO 3742, International Organization for Standardization, CH-
1211 Ginebra 20, Suiza, 1988.
15. Method for Testing for Sound Power Radiated into Ducts, ASHRAE Standard 68-77,
American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers, Atlanta.
16. Test Code for Sound Rating, AMCA Standard 300-67, Air Moving and Conditioning As-
sociation, Park Ridge, IL 60004.
Capítulo 45
CONTROL DEL RUIDO DE
LA FONTANERIA EN
EDIFICIOS

John J. Van Houten

INTRODUCCION

El agua fluye a través de cañerías, discontinuidades, válvulas y bombas generando


ruido que penetra en la estructura del edificio. A menudo, es una causa de situacio-
nes desagradables y de molestias, sobre todo cuando se oyen las bajantes o cuando
se origina ruido por la ducha prolongada de un vecino de madrugada. Esta molestia
potencial, cuando es experimentada por los ocupantes de un edificio, puede superar
la producida por otras fuentes de ruido con niveles muy superiores. Este capítulo
describe cómo se genera el ruido en los sistemas de fontanería y los métodos para
su control dentro de edificios, especialmente en estructuras residenciales multifa-
miliares, como hoteles, moteles, apartamentos y condominios. Sin embargo, las
fuentes de ruido, las vías de propagación y los métodos de control analizados se
aplican a cualquier edificio sensible al ruido (comercial, teatral, educacional, médi-
co, etcétera).

MECANISMOS DE GENERACION DE RUIDO EN SISTEMAS DE


FONTANERIA

En los sistemas de fontanería se genera ruido mediante los siguientes mecanismos:


turbulencia, cavilación, salpicadura de agua, flujo de aguas residuales y golpe de arie-
te. Estos mecanismos de generación de ruido están relacionados con las fuentes de
ruido dentro de los edificios de la Tabla 45.1.

45.1
45.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 45.1. Fuentes de ruido en el sistema de fontanería de un edificio, sus meca-


nismos de generación y sus molestias potenciales

Componente/equipamiento
del sistema de fontanería Mecanismo de generación Molestia potencial

Tuberías:
Enganches Turbulencia Mínima
Codos Turbulencia Mínima
Piezas en forma de «T» Turbulencia Mínima
Instalaciones:
Lavabo Cavitación/turbulencia/ Mínima
salpicadura/flujo residual
Bañera Cavitación/turbulencia/ Muy significativa
salpicaduralflujo residual
Bidet Cavitación/turbulencia/flujo Nominal
residual
Cisterna Cavitación/turbulencia Significativa
Válvulas de las tuberías Cavitación/turbulencia Nominal
Lavaderos Cavitación/turbulencia/ Nominal
salpicadura/flujo residual
Regulador de la presión Cavitación/turbulencia Nominal
Ducha Cavitación/turbulencia/ Muy significante
salpicadura/flujo residual
Fregadero Cavitación/turbulencia/flujo Significativa
residual
Válvulas Cavitación/turbulencia Significativa
Retrete, taza Cavitación/turbulencia/
salpicadura/flujo residual
Urinario Cavitación/turbulencia/ Nominal
salpicadura/flujo residual
Electrodomésticos:
Lavavajillas Vibración/cavitación/spray/ Muy significativo
golpe de ariete
Grifo Cavitación/turbulencia Mínima
Lavadora Vibración/cavitación/impacto/ Muy significativa
motor/golpe de ariete
Trituradora de basuras Vibraciónlflujo de agua Muy significativa
residual
Termo Cavitación/turbulencia Mínima
Bombas de alimentación y
desagüe:
Aumentador de presión Flujo rotacional/cavitación/ Significativa
motor
Recirculación Flujo rotacional/cavitación/ Nominal
motor
Aguas residuales Flujo rotacional/cavitación/ Significativa
motor
Sumidero Flujo rotacional/cavitación/ Significativa
motor
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.3

Turbulencia

El flujo de los líquidos en las tuberías suele clasificarse como flujo laminar o flujo
turbulento. En el flujo laminar, como se ilustra en la Figura 45.1a, el líquido fluye de
manera que las partículas individuales de fluido se mueven a lo largo de vías para-
lelas entre sí en la dirección general del movimiento. En el flujo turbulento, existe
un movimiento irregular y aleatorio de las partículas en dirección transversal a la
del flujo principal, como se ilustra en la Figura 45.1c. Los principales factores que
influyen en la producción de flujo laminar o turbulento son: (1) el diámetro de la tu-
bería d, (2) la densidad del fluido p, (3) la viscosidad absoluta IL y (4) la velocidad
del flujo v. Estas variables están relacionadas mediante una cantidad sin dimensión,
conocida como número de Reynolds, que se define como

R = dvp (45.1)
J.L

Para números de Reynolds inferiores a 2000, el flujo es laminar. Para números de


Reynolds por encima de 4000, el flujo suele ser turbulento. Entre estos dos valores,
hay una región de transición en que el flujo puede ser laminar o turbulento, como
ilustra la Figura 45.1b.
Por lo general, el ruido generado por el flujo laminar tiene una intensidad tan
baja como para no suponer un problema, incluso bajo las condiciones de diseño más
críticas. Sin embargo, en la mayoría de los sistemas de fontanería prácticos, las ve-
locidades son lo suficientemente altas como para originar flujos turbulentos. Por
ejemplo, en los sistemas de fontanería domésticos, las velocidades típicas son del or-
den de 2,5 m1segundo (8 ftls). Para un tubería normalizada de cobre, con un diá-
metro interior de 1,6 cm (0,63 in), que conduce agua a 16 oC (60 °F), con una den-
sidad de 1000 kglm3 (62,4 lb/fe) y una viscosidad absoluta de 1,14 x 10- 3 kglm . s

>¿???? tI??? zz Z2
-------
¿¿¿llt???????<
(a)

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:::::.:"~~
tzg
-:=:---~--­
¿?¿????l???;?
---
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(b)

:!ill Z Z z ?.."'=" Z 7

(e)

FIGURA 45.1. Flujo laminar y turbulento: (a) flujo laminar sin alterar; (b) región de
transición en que el flujo se está volviendo turbulento, y (e) flujo turbulento.
45.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(7,66 x 1O- 4 lb/ft . s), de acuerdo con la Ecuación (45.1), el flujo tendrá un número
de Reynolds de

R = 0,016 X 2,5 X 1000 = 35 000


0,00114 .

Por tanto, el flujo es turbulento y se produce una fuente de ruido dentro de las tu-
berías e instalaciones del sistema de fontanería.

Cavitación

La mayoría del ruido de los sistemas de fontanería suele estar producido por el flujo
turbulento, pero a veces existen condiciones, sobre todo en válvulas casi cerradas,
que dan lugar al fenómeno de la cavitación, que da como resultado un gran aumen-
to de los niveles de ruido. La cavitación es la formación y posterior colapso de ca-
vidades (burbujas) dentro del flujo de agua al pasar por una zona de restricción en
el mismo. Para que se produzca cavitación, tiene que existir una restricción local en
el flujo de agua que dé como resultado velocidades altas y presiones bajas localiza-
das. A una velocidad concreta, la presión es lo suficientemente baja como para que
se formen burbujas de vapor. A medida que estas burbujas se mueven a través de la
zona de restricción, la velocidad desciende y la presión aumenta, dando como re-
sultado el colapso repentino de las burbujas, con fluctuaciones extremas de las pre-
siones locales.
El fenómeno de la cavitación se ilustra en la Figura 45.2, que muestra las varia-
ciones de presión y velocidad en una válvula parcialmente abierta en un sistema de
fontanería. Esta variación de presión origina la formación de cavitación dentro del
flujo de agua. La cavitación se desarrolla corriente abajo con respecto a la válvula
parcialmente abierta, cuando la presión en el área mínima (velocidad más alta) se
reduce a la presión del vapor, aproximadamente 10 kPa para agua a 16 oC (60 °F).
Si las burbujas de vapor están cerca o en contacto con una tubería cuando colapsan,
las fuerzas ejercidas por el líquido que se desplaza hacia las cavidades crean presio-
nes muy altas localizadas sobre la pared de la tubería. La cavitación está acompa-
ñada de vibración y ruido. Las fuerzas que ejercen las burbujas al colapsar pueden
picar las superficies sobre las que se produce la cavitación 1,2. La cavitación suele
ocurrir en las discontinuidades de la mayoría de los sistemas de fontanería, por
ejemplo, desagües de bañeras, alcachofas de duchas y válvulas de suministro.

Salpicaduras de agua

Las salpicaduras de agua en fregaderos, bañeras y platos de ducha produce un ruido


significativo debido al impacto del líquido al golpear la superficie dura. El impacto
del agua produce una cantidad de ruido que está relacionada con la energía cinética
del fluido al golpear la superficie. Los parámetros predominantes en este mecanis-
mo de generación de ruido son:
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.5

Región de presión baja


y velocidad alta

FIGURA 45.2. Formación de cavitación en un sistema de fontanería que contiene


una válvula de globo parcialmente abierta. las regiones de flujo de velocidad alta y
presión baja generan la cavitación.

1. La velocidad del agua al salir del grifo o cañería.


2. La altura de la salida del agua por encima de la superficie.
3. El tamaño del chorro que golpea la superficie.
4. Las características dinámicas de las superficies del fregadero, bañera o plato
de ducha (densidad de la superficie, grosor, forma y tamaño y propiedades
elásticas) .

Flujo de agua vIo residuos

El flujo de los productos residuales y el agua más allá del drenaje tiene un carácter
intermitente. Este suele ser habitualmente el caso cuando la tubería tiene un reco-
rrido vertical largo, o una transición abrupta que está localizada en la pared de un
espacio ocupado adyacente o inferior. Aunque el nivel sonoro del ruido del agua
puede ser muy bajo [de 30 a 35 dB(A)], puede resultar embarazoso o preocupante
cuando se produce sobre el silencio de fondo de una unidad residencial.
45.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Golpe de ariete

El ruido agudo e intenso conocido como golpe de ariete se produce cuando un flujo
estable en un sistema de distribución de líquidos es interrumpido súbitamente, por
ejemplo, al cerrar una válvula de acción rápida. Cuando el fluido está en movimien-
to a través de todo el sistema de tuberías, el momento puede ser grande, incluso a
velocidades de flujo relativamente bajas. La interrupción repentina del flujo da
como resultado un aumento de la presión extremadamente agudo, que se propaga
como una onda (de impacto) desde la válvula hacia aguas arriba. El frente de onda
de la excitación puede reflejarse varias veces hacia delante y hacia atrás en las dis-
tintas partes del sistema hasta que finalmente se disipa la energía.
Hasta cierto punto, el golpe de ariete se produce en un tramo de tubería siempre
que el agua que fluye es súbitamente interrumpida. Esta interrupción se produce al
cerrar rápidamente válvulas eléctricas, neumáticas o de muelle de carga (solenoi-
des). En una estructura residencial, a veces se produce durante los ciclos de lavado
y aclarado de la lavadora o el lavavajillas.

Componentes y equipamiento de fontanería y sus mecanismos de


generación del ruido

La Tabla 45.1 presenta un resumen de los distintos componentes y piezas de equi-


pamiento de los sistemas de fontanería que constituyen una fuente de ruido. Se
identifican los mecanismos de generación del ruido de cada uno de ellos y se indica
su molestia potencial.

Tramos de tubería. Ellos tramos de tubería, si son rectos, el ruido resultante del
flujo del fluido es relativamente insignificante. Sin embargo, cuando hay codos o
piezas en forma de «T» y la velocidad es alta, puede surgir ruido que cause proble-
mas. La velocidad media del flujo en un giro en un sistema de tuberías es la misma
que en un tramo recto con la misma área transversal, pero debido a la recirculación
que existe en el giro, el fluido puede acelerarse hasta una velocidad muy alta, pro-
duciéndose ruido fuerte de cavitación en la parte interior del giro, donde la presión
es menor (mayor velocidad).

Instalaciones. Instalaciones como fregaderos, bañeras, duchas y retretes son


fuentes predominantes de ruido y pueden crear molestias dentro de los edificios. El
mecanismo de generación del ruido que puede penetrar en la estructura del edificio
implica: (1) cavitación en las válvulas y espitas, (2) salpicadura de agua sobre el fon-
do de bañeras y duchas y (3) el flujo intermitente del agua residual a través y más
allá del desagüe.

Electrodomésticos. Los electrodomésticos asociados al sistema de fontanería de


una edificio residencial son fundamentalmente lavavajillas, lavadoras y trituradores
de desechos. Estos electrodomésticos producen vibración que puede transmitirse a
la vivienda vecina cuando están en contacto con una pared común y/o colocados di-
rectamente sobre un suelo de separación. Por tanto, representan una fuente poten-
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.7

cial significativa de molestia dentro de un edificio multifamiliar. Además, los elec-


trodomésticos son una fuente potencial de ruido generado por mecanismo de golpe
de ariete.

Bombas. La principal fuente de ruido de las bombas está relacionada con los im-
pulsos hidrodinámicos inherentes a todas ellas. Estas pulsaciones están asociadas
con la velocidad rotacional de la bomba y el número de sus aspas impulsoras. La fre-
cuencia fundamental de este ruido de bomba es igual al producto de la velocidad ro-
tacional (en revoluciones por segundo) y el número de aspas. Además, el ruido de
frecuencia alta de las bombas es el resultado de la cavitación producida por la va-
porización del agua y el colapso rápido de las burbujas de vapor que son impulsadas
por las aspas propulsoras. Otras fuentes del ruido de bombas que pueden transmitir
vibración a su estructura de apoyo y área circundante son las relacionadas con el de-
sequilibrio de los cojinetes del motor, el ventilador de refrigeración del motor, la
caja de transmisión y un propulsor desequilibrado.

CONTROL DEL RUIDO EN SISTEMAS DE FONTANERIA

El control del ruido de fontanería debe considerarse parte integral del diseño del
edificio. Además, la especificación de la construcción del edificio debe incluir re-
quisitos mínimos aceptables para el control del ruid03 . Los elementos de control del
ruido en el diseño y las especificaciones incluyen:
1. Flujo de agua y características de las tuberías.
2. Transmisión de ruido y vibraciones a la estructura.
3. Selección y montaje de las instalaciones.
4. Aislamiento del sistema de bombeo.
5. Control del ruido por golpe de ariete.

Control del ruido del flujo de agua en tuberías

Presi6n del agua. La presión del agua en un sistema de fontanería influye sobre el
ruido de flujo generado por los tramos de tubería y las válvulas de abastecimiento
de agua. De acuerdo con los típicos requisitos para edificios, la presión del sistema
de abastecimiento de agua debe ser de al menos 100 kPa (15 psi), pero no superior
a 500 kPa (80 psi)4. Sin embargo, para conseguir un rendimiento aceptable del sis-
tema, la presión del abastecimiento suele establecerse entre 230 y 370 kPa (35 y
55 psi). Par~ minimizar la generación de ruido es aconsejable la regulación de la
presión de abastecimiento hacia el valor inferior, aproximadamente 230 kPa (35
psi). Sin embargo, otros factores (p. ej., tamaño del edificio, número de plantas y
número de viviendas) influyen significativamente sobre el diseño del sistema de
fontanería y la presión de abastecimiento requerida.

Tuberías. La radiación del ruido de flujo desde los tramos de tubería puede mi-
nimizarse mediante la reducción del número de tuberías de transición (codos, pie-
45.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

zas en forma de T, conexiones en Y, etcétera), reduciendo así la oportunidad de que


se produzca turbulencia y cavitación. Una tubería de 1/2 pulgada de diámetro es la
más frecuente en los sistemas de fontanería domésticos de EE.UU. Sin embargo,
para minimizar el ruido, se elige una tubería de 3/4 de pulgada, si el control del ruido
recibe una prioridad alta en el diseño del edificio. La reducción en el nivel sonoro
obtenido al reducir la velocidad puede ser de hasta 3 a 5 dB.

Control de la radiación del ruido en tuberías

Aislamiento de tuberías. El ruido resultante del flujo de agua en las tuberías pue-
de transmitirse desde éstas a las habitaciones del edificio si las tuberías están en
contacto directo con grandes superficies transmisoras (paredes, techos y suelos). El
aislamiento de estos tramos de tubería respecto de la estructura aporta una reduc-
ción significativa del ruido. Por ejemplo, puede obtenerse una reducción de 10 a
12 dB si las tuberías se montan con aislamiento de espuma en lugar de estar conec-
tadas rígidamente a la estructura del edificio. La Tabla 45.2 ilustra los distintos mé-
todos de montaje y muestra la reducción relativa resultante en el ruido irradiado
por una pared de partición con traviesas dobles. Estos datos demuestran la ventaja
de aislar los tramos de cañería de la estructura5-8.
Todos los componentes de la fontanería deben estar aislados de la estructura del
edificio. Hay que emplear material elástico, como neopreno o fibra de vidrio de
aproximadamente 0,6 cm (1/4 in) de grosor, siempre que las tuberías pasen a través
de la estructura (de bloques, de viguetas o losa) o entre en contacto con el tablero
de la pared o la mampostería. Además, es importante sellar el perímetro alrededor
de todas las tuberías, grifos y espitas que penetran en las paredes, suelos y platos de
ducha. El calafateado elástico debe aplicarse tan generosamente como sea posible.
Las Figuras 45.3, 45.4 Y 45.5 indican métodos para asegurar un buen aislamiento.
Estas técnicas compensan con creces el aumento del coste de la instalación de fon-
tanería.

Aisladores prefabricados. Los aisladores de tubeiias prefabricados también me-


joran la calidad global de la instalación de fontanería. Sin embargo, es muy impor-
tante instalar los aisladores tal como especifica el fabricante, realizar una inspección
de seguimiento para asegurar el control de calidad y utilizar aisladores que tengan
material elástico entre la tubería y la estructura.

Flujo de agua y/o residuos. Cuando se utilizan tuberías de polibutileno en las ba-
jantes largas, dentro de un muro de separación, los espacios habitados adyacentes
pueden experimentar un ruido inaceptable. Este ruido puede minimizarse o incluso
eliminarse utilizando tuberías de hierro colado aisladas de la estructura del edificio.
Los métodos de aislamiento son parecidos a los comentados previamente (véanse
Figuras 45.3-45.5).

Revestimiento o termoais/amiento de tuberías. En los sistemas de fontanería co-


merciales e industriales grandes, es frecuente termoaislar o cubrir las tuberías,
como muestra la Figura 45.6. Cuando este sistema se utiliza para el control del rui-
TABLA 45.2. Métodos de montaje de las tuberías y reducción del ruido con respecto a una conexión rígida a la estructura
El ruido del flujo es generado por una instalación con terminación normalizadá'
Método de moa~e de la tuberia Dustradón Reducdóa del mido ea comparación con el moa~e ripio, dB

Cudas de madera:
Dos cudas de madera forzadas entre la tubería o
y el travesado
8z
~
:JI
O
r-
om
r-
Clavijas de gancho en forja de J: :JI
Una clavija de gancho en forma de J en cada o e
entrada de la tubería en el travesado ~V;j' ! 5
O
& - --,. om
'.L
>
"TI
O
Z
Aislador de tubería/inserción de espuma: Espuma de ~
Aislante plástico con inserción de espuma de -11 Z
m
polietileno (experimental) ~pou.w.no :JI
l>
m
~ , Z
m
O
:¡;
ñ
5en
Banda elástica
Montaje elástico:
Aislada de los travesados mediante una banda -19
elástica
/~
6 ;;;;j>T- . ~

~
iG
45.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Calafateado y
recubrimiento con
fibra de vidrio

Calafateado y
recubrimiento con
fibra de vidrio

Recubrimiento de
fibra de vidrio
o neopreno

FIGURA 45.3. Aislamiento de las tuberías de abastecimiento de agua o de desagües


dentro de un muro de partición y un ensamblaje de suelo-techo.

do, pueden obtenerse reducciones en el nivel sonoro de aproximadamente 6 a


10 dB si el termo aislante se aplica adecuadamente. En general, éste debe consistir
en un material de aislamiento de espuma o fibra de vidrio cubierto con una capa
metálica, de aluminio, de 0,15 a 0,3 cm (1/16 a 1/8 in) de grosor, asegurado mediante
adhesivo o cinta. En lugar de la cobertura metálica, puede usarse masilla resistente
al agua; sin embargo, su grosor debe aportar un peso superficial igual al de la apli-
cación de la cobertura metálica.

Canalizaciones para fontanería en muros. Introducir las tuberías en una canali-


zación resulta beneficioso para controlar el ruido irradiado por éstas. Las canaliza-
ciones de fontanería deben tenderse con el espacio adecuado para asegurar que las
tuberías podrán sujetarse sin entrar en contacto directo con las paredes del canal.
Por ejemplo, mientras una bajante de 6,5 cm (21/2 in) puede aislarse dentro de un
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.11

(a) (b)

(e) (d)

FIGURA 45.4. Aislamiento de las tuberías en:(a) losas, (b) travesaños y (e) viguetas.
(d) Bloqueo mediante cobertura de fibra de vidrio o planchas de neopreno en una
construcción de travesaños de madera.

Tubería de
agua
i'" Junta de eu lata de
/eaueho a p resión

""Aeoo fllent o
.
Viguet~
l.----
Pla neha
elástiea

""" "
Apoyo de tubería

FIGURA 45.5. Distintas técnicas para aislar una tubería de la estructura a la que se
sujeta.
45.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

Revestimento de aluminio y/o masilla

Fibra de vidrio

FIGURA 45.6. El termoaislamiento o revestimiento de la tubería sirve para minimi-


zar la transmisión del ruido de flujo. Si se utiliza masilla en lugar de la cubierta de me-
tal, ésta habrá de tener un grosor tal que el peso superficial sea igual al de la cobertura
metálica, de 0,15 a 0,3 cm (1/16 a 1/8 in). El aislamiento de fibra de vidrio debe tener
entre 2,5 y 5,0 cm (1 a 2 in) de grosor, dependiendo del diámetro de la tubería, y una
densidad de aislamiento entre 50 y 80 kg/m 3 (3 a 5 Ib/ftl).

montante de pared de 5 X 10 cm (2 X 4 in), una bajante de 7,5 a 10 cm (3 a 4 in) re-


quiere una construcción más gruesa.
Instalaciones de ruido bajo. Al seleccionar las válvulas (véase Capítulo 11 de la
Referencia 3) y grifos para el abastecimiento de agua, hay que tener en cuenta las
siguientes directrices:
• Las válvulas de compuerta prácticamente no ofrecen resistencia al flujo cuan-
do están completamente abiertas; no se recomiendan como válvula de admi-
sión o modulación del flujo.
• Las válvulas de globo son ideales para el servicio de admisión; sin embargo, si
puede producirse un cierre de la admisión, como ocurre en la mayoría de las
válvulas, se generará excesivo ruido.
• Las válvulas de bola son excelentes para aplicaciones sin flujo o a pleno flujo,
ya que aportan un flujo directo con una turbulencia mínima.
• Los grifos de agua que incorporan una ventilación en la espita pueden lograr
reducciones del ruido de hasta 15 dB 9 .
La Figura 45.7 indica los distintos tipos de tazas de retrete. De entre ellas, el si-
fón vórtice y el sifón jet se consideran más silenciososlO•
Aislamiento de instalaciones y electrodomésticos. La irradiación del ruido que
genera el impacto del agua sobre el fondo de la bañera o ducha puede minimizarse
aislando el conjunto de la estructura del suelo y la pared. De ahí que las duchas y
bañeras deban instalarse sobre planchas elásticas. Hay que instalar aislantes y ajus-
tarlos cuanto sea necesario para formar una pared de partición bien sellada antes de
instalar la bañera y/o ducha. Los retretes y los platos de ducha deben aislarse de la
estructura (por ejemplo, como en las Figuras 45.8 y 45.9). Al conectar los electro-
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.13

(a) (b)

(e) (d) (e)

FIGURA 45.7. Características del ruido del retrete: (a) sifón de acción, muy silencio-
so; (b) sifón de vórtice, silencioso; (e) trampa inversa, moderadamente ruidoso; (d) ro-
ciado, ruidoso; (e) reventón, muy ruidoso. (De acuerdo con la Referencia 10.)

Desagüe

Viguetas

FIGURA 45.8. Aislamiento de la instalación del desagüe del lavabo o retrete para mi-
nimizar la transmisión del ruido.

domésticos (lavavajillas, lavadora, etcétera), deben utilizarse tuberías flexibles tan-


to para la toma de agua como para los desagües.
45.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

(a)

Portador

Sellado y calafateado neopreno


de las juntas de todas
las entradaspared
en la de la instalación t
Válvula de apoyo Detalle

_n-~¡¡¡IJIw..-...;;::-",,=::::;;¡ Apoyo elástico

(b)

FIGURA 45.9. (a) Aislamiento de un retrete para un funcionamiento silencioso.


(b) Aislamiento de un lavabo de la estructura que le sujeta. Se muestra un detalle de
un método de conexión que no destruye el aislamiento mecánico logrados.
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.15

Control del ruido del sistema de bombeo

El aislamiento de una bomba, sus sistema de anclaje y las tuberías y servicios eléc-
tricos asociados con ella, puede lograrse mediante aisladores de la vibración comer-
cializados, descritos en el Capítulo 29. Los sistemas de control de ruido más comu-
nes son:
1. Aislantes de la vibración en el apoyo de la bomba y el motor, aislándolos por
tanto de la estructura del edificio.
2. Conectores flexibles entre la bomba y el motor y las tuberías y conexiones
eléctricas asociadas, como se describe en el Capítulo 40 y como muestra la Fi-
gura 45.10.
3. Colgadores elásticos para sujetar la tubería de la estructura superior o apoyos
elásticos para conectar las tuberías a las paredes o suelos, como ilustra la Fi-
gura 45.11.
4. El aislamiento de la tubería allí donde entre en las paredes o suelos del edi-
ficio
5. Bloques de inercia, descritos en el Capítulo 28, como uno de los elementos en
el apoyo de la bomba y el motor.

Control del ruido de golpe de ariete

Las fuerzas destructivas asociadas con el golpe de ariete pueden producir rupturas
de tuberías, escapes, aflojamiento de conexiones, daños en válvulas, etcétera1.1l .
Los impulsos de golpe de ariete asociados con lavadoras y lavavajillas pueden

Acoplamiento flexible
de tuberías

Motor

Suelo

FIGURA 45.10. Aislamiento de una bomba (sobre un bloque de inercia) de la estruc-


tura del edificio.
45.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Tubería

(a) (b)

FIGURA 45.11. Aislamiento de tuberías:(a) del techo, mediante colgadores con un


muelle aislante configurado adecuadamente, y (b) del suelo, mediante un ensilla-
miento con un cojín de neopreno.

amortiguarse parcialmente mediante la conexión de estas máquinas al suministro


de agua mediante conductos flexibles muy largos.
La Figura 45.12 muestra el uso de una tubería encapsulada que aporta una cá-
mara de aire para la supresión del golpe de ariete. La longitud de la tubería es de 30
a 60 cm (de 12 a 14 in) y puede tener el mismo diámetro, o mayor, que la línea a que
sirve. El volumen de la cámara de aire necesaria para servir como «amortiguador de
aire» depende del diámetro nominal de la tubería, la longitud de la rama de la línea
y la presión del abastecimiento. Por ejemplo, una tubería de 1/2 in, de 7 a 8 m (25 ft)
de longitud, funcionando a 400 kPa (60 psi) de presión de abastecimiento, necesita
una cámara de aire que tenga un volumen de 130 m 3 (8 in 3). Si la cámara de aire se
llena de agua, deja de ser efectiva. Los aparatos comercializados (denominados fre-
nos de golpe de ariete) no están sometidos a esta limitación, porque un diafragma
metálico separa el aire del agua. Los frenos de golpe de ariete deben colocarse cerca
de las válvulas de acción rápida y también deben instalarse en los extremos de los
tramos largos de tubería.
Es aconsejable instalar sistemas contra el golpe de ariete. En algunos tipos de
edificación, son necesarios si se utilizan tuberías de polibutileno para la distribución
del agua en el sistema de fontanería, ya que estas tuberías pueden desbordarse
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.17

Llave de purga

Válvula
- - de cierre

FIGURA 45.12. Una tubería encapsulada que sirve como freno del golpe de ariete. El
volumen de aire en su interior se utiliza para absorber el impacto generado por el gol-
pe de ariete. Si el aire en el interior se reemplaza por agua, la llave de purga sirve para
ventilar la cámara y reactivar la unidad.

cuando se ven sometidas a las presiones repentinas generadas por el golpe de ariete.
Si en el sistema hay solenoides u otras válvulas de cierre rápido, debe considerarse
su instalación4 •

REFERENCIAS

1. V. L. Streeter y B. E. Wylie, Fluid mechanics, 8.· ed., McGraw-Hill, Nueva York, 1986.
2. J. K. Vannard, Elementary fluid mechanics, 2. a ed., John Wiley and Sons, Nueva York,
1947.
3. C. M. Harris (Ed.), Handbook ofutilities and services for buildings, Capítulo 10, «Speci-
fications», McGraw-Hill, Nueva York, 1990.
4. Uniform plumbing code, Intemational Association of Mechanical and Plumbing Offi-
cials, Walnut, CA 91789-2825,1988.
5. Acoustics - Laboratory test on noise emission from appliances and equipment used in wa-
ter supply installations, ISO 3822; la Parte: «Method of measurement», 2. a ed., 1983; 2. a
Parte: «Mounting and operating conditions for draw off taps», 18 ed., 1984; 3." Parte:
«Mounting and operating conditions for in line valves and appliances», 1." ed., 1984; 4"
Parte: «Mounting and operating conditions for special appliances», 18 ed., 1985; Inter-
national Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza.
6. A guide to airborne, impact and structureborne noise control in multi-family dwellings,
National Bureau of Standards, Washington, D.C., 1963.
7. R. S. Jones, Noise and vibration control in buildings, McGraw-Hill, Nueva York, 1984.
8. J. Hedden, Plumbing for old and new houses, Creative Homeowner Press, Upper Saddle
River, NJ., 1980.
45.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

9. ASPE databook, Capítulo 15, «Acoustics in plumbing systems», American Society of


Plumbing Engineers, Westlake, California, 1981-82.
10. R. T. Packard, Ramsay/Sleeper architectural graphic standards, 7. 8 ed., John Wiley and
Sons, Nueva York, 1981.
11. Water hammer arresters, The Plumbing and Drainage Institute, Indianápolis, septiembre
1983.
Capítulo 46
RUIDO Y VIBRACIONES
DEL TRANSPORTE POR
FERROCARRIL

Carl E. Hanson
Hugh J. Saurenman
David A. Towers

INTRODUCCION*

Las líneas de ferrocarril se emplean en todo el mundo para el transporte de pasa-


jeros y mercancías, tanto dentro de áreas urbanas como entre ciudades. En las áreas
urbanas, incluyen los sistemas de tránsito rápido (vagones autopropulsados eléctri-
cos convencionales con derechos exclusivos de paso), sistemas de trenes ligeros
(tranvías o vehículos propulsados eléctricamente que pueden funcionar tanto entre
tráfico normal o con derechos exclusivos de paso) y sistemas de ferrocarriles de cer-
canías (trenes de pasajeros convencionales arrastrados por locomotoras que tran-
sitan dentro de áreas urbanas). Los trenes Intercity de pasajeros unen ciudades se-
paradas por largas distancias a gran velocidad, mientras que los trenes Intercity de
mercancías transcurren por rutas similares pero a menor velocidad.
En este capítulo se trata sobre las causas de ruidos y vibraciones asociadas a sis-
temas de transporte por ferrocarril, incluyendo las fuentes de ruido, los métodos de
control de ruidos y vibraciones, las normas de medición de ruidos, la vibración
transmitida por el terreno, los criterios de especificación de niveles sonoros y vibra-
torios, las normas de diseño, y el ruido en estaciones y túneles.

FUENTES DE RUIDO EN LOS SISTEMAS FERROVIARIOS

Las fuentes de ruido principales son: (1) la interacción entre ruedas y raíles, (2) el sis-
tema de propulsión de vagones y locomotoras, (3) el equipamiento auxiliar y (4), en

* Algunas partes de este capítulo están basadas en el capítulo 33 de R. Lotz y L. G. Kurzweil, en Re-
ferencia 1.

46.1
46.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

el caso de los trenes de alta velocidad, el ruido aerodinámico. Las fuentes de ruidos
de los sistemas ferroviarios se describen normalmente en términos de niveles de
presión sonora a una distancia fija de las vías y a una altura fija sobre el terreno. (El
nivel de potencia sonora y la dirección del sonido, utilizados a menudo para descri-
bir otras fuentes de ruido, son difíciles de medir para elementos de tan gran tamaño
como son las locomotoras o los vagones.)
El máximo inicial que muestra el gráfico de la Figura 46.1 de niveles sonoros con
ponderación A en función del tiempo es habitual para un tren propulsado por una
locomotora. Tal máximo inicial no se encuentra en (1) trenes compuestos por va-
gones autopropulsados ni en (2) trenes de alta velocidad, en los que el ruido de ro-
zamiento entre ruedas y raíles o el ruido aerodinámico supera al de la locomotora.
A continuación se tratará sobre estos máximos nivelé s sonoros, sus correspondien-
tes espectros, y los efectos del diseño y los parámetros de operatividad sobre estos
valores. Excepto cuando se indique lo contrario, se tratará siempre de trenes que
circulan al aire libre, a ras de tierra (sobre el terreno), y en vías sobre balasto.

Ruido originado por vagones circulando sobre vías rectas

Con el fin de permitir la comparación de los datos de ruido medidos bajo condicio-
nes distintas, y para facilitar el cálculo de los niveles de presión sonora con ponde-
ración A a distancias concretas, los datos que se presentan en esta sección han sido
normalizados según las condiciones siguientes: (1) una medida a una distancia fija
de 30 m desde el eje de la vía, (2) una medida a una altura fija de aproximadamente
1,5 m, y (3) un «tren largo» (o sea, un tren cuya longitud sobrepasa en tres veces la
distancia del punto de medida a la vía).

Raíles soldados. El noventa por ciento de los niveles sonoros con ponderación A
medidos para una gran variedad de vagones de pasajeros que circulan sobre raíles

~ 100
....tU cc r--------------------------,
Locomotora
0"0
g~ 90
94dB (A-)-
c:: tU
:~.g 80
~·ü
c. ~ 70
ID ID
"0"0
_c::
~ & 60
Z 8 50 ~-L_~~_~~_~~_~~_~~_~_~~--J
10 20

Tiempo en segundos

FIGURA 46.1. Gráfica temporal del nivel de presión sonora con ponderación A a una
distancia de 30 m durante el paso de un tren de transporte de pasajeros que circula a
114 km/h (71 mph).
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.3

soldados, cuando están normalizados (a la distancia referida y para un tren largo)


oscilan en ± 6 dB(A) alrededor del valor resultante de la siguiente ecuación3 :

dB(A) (46.1 )

en donde v es la velocidad del tren en kmlh y Va es la velocidad de referencia de


60 km/h. Esta ecuación prevé un aumento de nivel sonoro de 9 dB(A) por cada du-
plicación de velocidad del tren. Aunque este tipo de condicionamiento es habitual,
algunos tipos especiales de vagones muestran una relación distinta. Por ejemplo, los
trenes Shinkansen japoneses muestran un incremento de nivel sonoro de 6 dB(A)
por cada duplicación de la velocidad.

Raíles convencionales. Más de un noventa por ciento de los niveles sonoros nor-
malizados para vagones de pasajeros que circulan sobre raíles convencionales (o
para vagones de mercancías en EE.UU. tanto en raíles convencionales como sol-
dados) oscilan en ±6 dB(A) alrededor del valor resultante de la siguiente ecua-
ción3 :

LA = 79 + 3010glQ(v/va) dB(A) (46.2)

en donde v es la velocidad del tren en kmlh y Va es la velocidad de referencia de


60 km/h.

Niveles de presi6n sonora en bandas de octava. La relación entre los espectros en


bandas de octava de niveles de presión sonora con ponderación A para tres tipos de
trenes distintos se muestra en la Figura 46.2. Estos espectros relativos se obtienen
restando el nivel sonoro con ponderación A obtenido en una medida de ruido al
paso del tren de los niveles de presión sonora (sin ponderación) en bandas de oc-
tava de la misma medida. En cada tipo de tren el espectro medio se basa en datos
obtenidos sobre rafies soldados y convencionales, y para una gama diversa de ve-
locidades y características de las ruedas. No se dan diferencias importantes entre los
espectros relativos obtenidos sobre cada uno de estos tipos de raíl. Estos datos in-
dican que los vagones norteamericanos no ofrecen cambios relevantes en la forma
del espectro de ruido al experimentar cambios de velocidad, lo cual no se da en los
trenes europeos, que reflejan un cambio en el espectro hacia las altas frecuencias
cuando aumentan su velocidad. Los datos de la Figura 46.2 relativos a trenes de pa-
sajeros propulsados eléctricamente incluyen tranvías, trenes rápidos de carga y pa-
sajeros, y trenes Intercity. Las diferencias sistemáticas entre estos datos del espectro
para distintos tipos de vagones no suelen ser significativas.

Emisión de ruidos por interacción entre ruedas y raíles sobre vías rectas

La causa dominante de los ruidos provocados por los trenes en la mayor parte de su
gama de velocidades radica en la interacción entre las ruedas y los raíles. Como con-
secuencia, la mayor parte de la dispersión de datos sobre ruidos de trenes a una ve-
locidad dada se debe a las diferencias en las condiciones de sus ruedas y raíles. El
46.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

10

.------....
.. -.. .. - ~ .........
... _~. ..... '
-...:
.... ~
~

, ....../ / -

-30
63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia en herzios

FIGURA 46.2. Espectro medio relativo en bandas de octava al aire libre para trenes
de pasajeros convencionales y con neumáticos: - - - coches de pasajeros propul-
sados eléctricamente, - - - coches de pasajeros sin propulsión, - - - coches de
pasajeros con neumáticos, -------- vagones de mercancías.

incremento del ruido causado por ruedas y raíles sobre vías tangenciales (o sea, rec-
tas) es por lo general atribuible a irregularidades en su superficie 4. Los trenes que
circulan sobre ruedas lisas y raíles continuos soldados regularmente (sin articulacio-
nes) emiten un ruido constante de banda ancha, llamado a veces ruido de rodadura.
La continuidad en la superficie de ruedas y raíles se consigue gracias a máquinas
para reglar ruedas y a trenes especiales de rectificación de raíles. Las vías nuevas se
rectifican a menudo tras su montaje para eliminar irregularidades menores. Las
irregularidades en raíles y ruedas son casuales en la mayoría de los casos, ya que las
superficies se hacen más rugosas con el uso. Cuando éstas comienzan a aparecer, el
nivel sonoro con ponderación A aumenta (Tabla 46.1, puntos 1 y 2). A veces surgen
estrías con el desgaste de las superficies de rodamiento del raíl, a menudo en curvas
o cerca de las estaciones. Una rueda que gire sobre tales superficies está sujeta a os-
cilaciones casi periódicas que originan unos niveles sonoros mayores que los corres-
pondientes a la rodadura sobre raíles lisos (Tabla 46.1, punto 3).
Cuando existen zonas planas en las ruedas (Tabla 46.1, punto 4) o cuando los va-
gones ruedan sobre superficies discontinuas del raíl-por ejemplo, articulaciones o
puntos especiales, como cambios de vía (Tabla 46.1, puntos 5 y 6)- el ruido pro-
ducido por el rozamiento del raíl con las ruedas consiste en una sucesión de impac-
tos de banda ancha, que resuenan normalmente con un tiempo de elevación de 0,01
segundos y una duración de 0,05 segundos (dentro de un rango de 10 dB con res-
pecto al máximo). Un buen diseño y un mantenimiento en condiciones pueden por
lo general evitar tales impactos en sistemas urbanos y suburbanos. La aparición de
zonas planas puede ser minimizada empleando sistemas de frenado que impidan el
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.5

TABLA 46.1. Consecuencias del tipo y estado de las ruedas y de los raíles sobre el
ruido en las márgenes. Vía tangencial (recta)'

Diferencia típica (y rango) de


nivel sonoro
Condición más ruidosa/Condición más silenciosa con ponderación A, dB
1. Raíl soldado sin tratamiento/Raíl soldado amolado liso 4 (3-6)
2. Ruedas sin tratamiento/Ruedas rectificadas lisas 5 (3-10)
3. Raíl corrugado/Raíl sin ondulaciones 10 (5-15)
4. Ruedas con zonas planas/Ruedas rectificadas lisas 12 (7-15)
5. Raíles convencionales (sin soldar)/Raíles soldados
(a) Vagones de pasajeros 7 (2-10)
(b) Vagones de mercancías en línea principal 6 (0-3)
(e) Vagones de mercancías en línea secundaria 6 (2-8)
6. Cambio de vía/Sin cambio de vía 6 (5-10)
7. Ruedas estándar/Ruedas con amortiguación viscoelás- 1 (0-2)
tica
8. Ruedas estándar/Ruedas con anillo de amortiguación 1 (0-1)
9. Ruedas estándar/Ruedas con reborde elástico de mon- 2 (0-3)
taje

deslizamiento de las ruedas. Se deberían rectificar las ruedas tan pronto como se ha-
yan descubierto tales zonas planas en su superficie.
El ruido en las uniones puede disminuirse (1) reduciendo al mínimo los huecos
entre juntas, (2) alineando los extremos del carril, y (3) tensando las barras de unión
que sujetan los raíles. El ruido de las uniones no existe en casos en que se haya em-
pleado un raíl soldado continuo.

Cálculo del ruido de trenes sobre vías rectas. En general se pueden utilizar las
Ecuaciones (46.1) y (46.2) para calcular los niveles sonoros con ponderación A de
trenes largos a una distancia de 30 m. (Para el cálculo de niveles sonoros emitidos
por trenes de otras longitudes y a otras distancias de observación, véase el Capítulo
3.) En estos cálculos se presupone un buen diseño y un óptimo sistema de mante-
nimiento. Un mantenimiento insuficiente de la suspensión de los vehículos, de las
condiciones superficiales de la rueda o de los raíles puede tener como consecuencia
unos niveles de entre 5 y 15 dB superiores. Los datos muestran que la presencia de
cualquiera de estas posibilidades de ruido aumentan el nivel sonoro, tal como indica
la Tabla 46.1. Para medir el efecto total de estas condiciones combinadas la expe-
riencia sugiere que el cálculo deba basarse únicamente sobre el agente causante del
ruido mayor. Por ejemplo, la mayor diferencia de nivel sonoro entre (1) unas ruedas
de ensayo con partes planas sobre un raíl soldado rugoso y (2) unas ruedas en bue-
nas condiciones sobre un raíl soldado liso, es normalmente de unos 12 dB(A) (co-
rresponde al punto 4 de la Tabla 46.1). Siguiendo esta norma, el cálculo aproximado
del nivel de presión sonora con ponderación A medido a una altura de 1,5 m y a una
distancia de 30 m, de un tren largo de pasajeros propulsado eléctricamente y viajan-
do a una velocidad de 40 kmlh sobre ruedas normales con zonas planas y raíles sol-
dados rugosos, se efectúa del siguiente modo:
46.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

LA = 75 + 30 10glO(40/60) + 12 82 dB(A) (46.3)

Sistema en buen estado de Efecto de


conservación a 40 kmlh longitud

A este valor se debe añadir el espectro relativo medio para trenes de pasajeros
propulsados eléctricamente de la Figura 46.2 con el fin de obtener el siguiente es-
pectro estimado a una distancia de 30 m.

Frecuencia, Hz 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000


Nivel en bandas de octava, 75 77 77 78 78 75 69 60
dB

Ruido generado por trenes circulando sobre vías en curva. Para trenes que cir-
culan en curvas de un radio inferior a unos 100 m, el ruido predominante, a menos
que se tomen medidas preventivas, es un chirrido de alta frecuencia. La caracterís-
tica dominante del espectro para tal tipo de sonidos (véase Figura 46.3) es la abun-
dancia de componentes de frecuencia discreta. Las formas del espectro varían con-
siderablemente, incluso para vagones del mismo tipo en la misma curva, o para el
mismo vagón en días diferentes. También pueden producirse estos chirridos sobre
curvas de radios mayores. El nivel sonoro con ponderación A del chirrido en las
curvas en sistemas ferroviarios urbanos (normalizados a una distancia de 30 m) es

95 T-----------------------------------------------~

90
IX!

"ni>
85
~
u
o
al
80
"o
'e
!
al 75
"e
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"
<O
oC 70
al

"~ 65 ~~_T_r_r_r_r~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Z 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000

Frecuencia central, Hz

FIGURA 46.3. Espectro que refleja el chirrido de un tren urbano de pasajeros mien-
tras gira en una curva de 43 m de radio. (De la Referencia 5.)
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.7

de 89 dB(A)5 con oscilaciones dentro de un intervalo de ± 10 dB(A) para casos in-


dividuales.

Cómo se producen los chirridos sobre vías en curva. Los chirridos de alta frecuen-
cia se producen debido al deslizamiento de las ruedas (además del rodamiento) al
girar sobre la curva. El deslizamiento ocurre porque:

1. Un vagón de doble eje convencional mantiene sus ejes paralelos (al contrario
que el de un tren de juguete, que posee un eje giratorio). La ejecución de la curva
fuerza a las ruedas del coche a deslizarse de modo perpendicular a la dirección de
rodadura.
2. En una curva, la rueda exterior debe recorrer un camino más largo que la in-
terior, pero ambas giran la misma distancia debido a que están unidas por el mismo
eje. La diferencia en longitud debe ser compensada con un deslizamiento en direc-
ción paralela al movimiento de rodadura.
3. La pestaña de la rueda roza con el raíl cuando ésta está cortada adecuada-
mente en chaflán. Esta oblicuidad puede darse en curvas cerradas.
4. A veces se instala un raíl de contención en la parte interior de la vía cuando
forma una curva, con el fin de ayudar a guiar el vagón en su giro presionando hacia
el centro de la curva en los laterales de las ruedas, provocando como consecuencia
un rozamiento.

En cada una de estas condiciones puede chirriar cualquier rueda convencional


fabricada en metal. Los factores que afectan a la emisión de chirridos son el radio de
curvatura, la velocidad del vagón, la geometría y rigidez del bogie**, la amortigua-
ción de las ruedas, y las características del rozamiento del contacto con la superficie.
Las frecuencias discretas dominantes corresponden a menudo aproximadamente a
las naturales de la rueda cuando no está en contacto con el raíl. Como el chirrido en
las curvas se produce normalmente debido a la inestabilidad de los elementos ro-
dantes, pueden originarse grandes amplitudes de vibración correspondientes a uno
o más modos de vibración naturales de la rueda, particularmente en los modos no
planos. Esta vibración tiene como consecuencia la emisión de sonido procedente de
las superficies de vibración.

Ruidos de trenes producidos por fuentes distintas a la interacción entre


ruedas y raíles

En trenes de pasajeros propulsados eléctricamente la causa principal de ruidos


(además de los resultantes de la interacción entre ruedas y raíles) son los produci-
dos por el sistema de propulsión del tren (que incluye el motor de tracción, los re-
ductores de marchas y el sistema de ventilación del motor de tracción). Otra causa

** Un bogie es el conjunto ruedas· bastidor sobre el que se apoya el vagón o coche de viajeros.
46.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

importante de ruidos, particularmente en trenes detenidos, es el equipamiento au-


xiliar de los vagones, por ejemplo el sistema de ventilación forzada o de aire acon-
dicionado. En trenes rápidos de pasajeros otra fuente de ruidos es el silbato de se-
ñales. Los silbatos de trenes rápidos de pasajeros producen normalmente unos
niveles sonoros de unos 85 dB(A) a una distancia de 30 m 6.
En sistemas con un tercer raíl, el ruido de contacto (resultante del rozamiento
entre la «zapata» o «paleta» y el tercer raíl) queda enmascarado por el ruido origi-
nado por ruedas y raíles. En los tranvías, que se alimentan de una línea de tensión
situada por encima de la vía, existe otra fuente distinta de ruido, a veces discernible,
que resulta del contacto entre el tranvía y la catenaria.
Otra causa de ruidos en sistemas de transporte por ferrocarril, el ruido aerodi-
námico (descrito en la sección siguiente), es importante solamente en los trenes de
alta velocidad.

Ruido aerodinámico

El ruido aerodinámico emitido por un tren es el resultado de presiones, que fluc-


túan rápidamente, en las turbulencias de aire situadas sobre o cerca de la superficie
del tren en movimiento. El flujo de aire sobre esta superficie en movimiento se con-
vierte en turbulento a medida que va encontrando protuberancias, superficies ru-
gosas o bordes ásperos. El ruido surge por una combinación de efectos de capas ad-
yacentes turbulentas y separaciones de flujo. Entre las causas del ruido
aerodinámico se encuentran los remolinos causados por los perfiles de las ruedas,
por algunas partes de los sistemas de suspensión y de los bogies que interfieren en
la corriente de aire, y por objetos de la superficie del tren (como los limpiaparabri-
sas).
El aumento de nivel de presión sonora es proporcional a (60 10glOV), en donde v
es la velocidad7 • Por esta razón, el ruido aerodinámico generado por trenes de for-
mas lisas a velocidades menores de 240 km/h no es significativo. En trenes propul-
sados eléctricamente con ruedas de acero que circulan sobre raíles también de ace-
ro, el ruido aerodinámico supera al causado por el contacto entre ruedas y raíles a
velocidades superiores a 240 km/h. Este ruido se produce incluso cuando los vago-
nes no entran en contacto con el raíl, por ejemplo, cuando son sustentados por cam-
pos magnéticos. Para altas velocidades, las características de ruido de todos los tre-
nes pueden ser similares, en función de su forma y su diseño aerodinámico.
En la Figura 46.4 se muestran los niveles sonoros representativos de sistemas fe-
rroviarios de alta velocidad (incluyendo trenes convencionales sobre vías de balasto
y trenes experimentales de levitación magnética sobre estructuras aéreas). Las cur-
vas de la gráfica muestran la combinación de las fuentes de sonido que se encuen-
tran en los sistemas de alta velocidad, incluyendo el ruido de propulsión, el de con-
tacto entre ruedas y raíles, y el aerodinámico. La curva de ruido en función de la
velocidad del tren alemán Intercity Express, estudiada a velocidades mayores de
400 km/h, refleja la combinación del ruido de contacto entre ruedas y raíles y del
ruido aerodinámicos. Para velocidades menores de 160 km/h, la pendiente de la
curva sigue la relación (30 log velocidad) de la Ecuación (46.1). A medida que la ve-
locidad se aproxima a 240 km/h, la pendiente de la curva cambia gradualmente para
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.9
100 , - - - - - - - - - - - - - -_ _ _ _ _---,=-_--,
c: E
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z8,
70
80(50) 160(100) 320(200) 480(300)

Velocidad, km/h
FIGURA 46.4. Ruido de trenes de alta velocidad. Cuadrados: prueba del tren Express
Intercity alemán B• Círculos: Amtrak9 • Triángulos: demostración del tren alemán de le-
vitación magnética 10. X: Shinkansen japonés 11.

reflejar la suma del ruido de contacto entre ruedas y raíles y del ruido aerodinámi-
co, y a velocidades mayores de 290 km/h, la pendiente se va aproximando a la re-
lación (60 log velocidad) correspondiente al ruido aerodinámico. El ruido aerodi-
námico solamente se refleja en los niveles sonoros medidos para el tren de
levitación magnética alemán TransRapid (TR07)1O. Se ha observado que el ruido
causado por los trenes de alta velocidad japoneses aumenta en una proporción de
(20 IOg10 velocidad) 11 en oposición a la relación (30 log velocidad) expresada en la
Ecuación (46.1). Los datos del Amtrak (EE.UU.) han sido obtenidos en una serie
de ensayos realizados sobre una sección larga y rectilínea de una vía9 •

Ruido de locomotoras

Con unas pocas excepciones, las locomotoras de uso comercial funcionan con mo-
tores de tracción eléctrica conectados a los ejes. La energía eléctrica se produce gra-
cias a generadores diesel o de gas en la locomotora o por líneas superiores de ener-
gía eléctrica.

Niveles sonoros y espectros de ruido de locomotoras. Para una amplia gama de


velocidades, grados y tipos de vía, el 90 por 100 de los niveles sonoros máximos en
locomotoras eléctricas diesel medidos a una altura de 1,5 m y a una distancia de
30 m se sitúan entre 87 y 96 dB(A)12. A esta distancia, el ruido de la locomotora
eléctrica diesel generalmente supera al de los vagones, incluso a velocidades tan al-
tas como 129 kmlh (80 mph).
La fuente predominante de ruidos en las locomotoras eléctricas diesel se debe al
escape. El nivel sonoro depende de la carga del motor y (al contrario que el ruido
de contacto entre ruedas y raíles) es independiente de la velocidad. Los silenciado-
res pueden reducir el nivel sonoro del escape hasta en 10 dB(A). Sin embargo, so-
lamente se obtiene una reducción global de entre 4 y 8 dB(A) cuando estos silen-
46.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ciado res se instalan sobre una locomotora eléctrica diesel, lo cual indica la
existencia de otras fuentes de ruido, incluyendo la cubierta del motor y el ruido del
ventilador de refrigeración13 •
Las locomotoras eléctricas y de turbina emiten, como media, de 6 a 7 dB(A) me-
nos que las locomotoras diesel sin silenciadores. En la Figura 46.5 se muestran los
espectros de nivel de presión sonora en bandas.de octava para locomotoras diesel y
eléctricas en valores relativos respecto el nivel sonoro máximo con ponderación A.

Dispositivos de señalización y seguridad de las locomotoras. Por lo general, las


bocinas y silbatos de las locomotoras producen unos niveles sonoros de unos
105 dB(A) a 30 m por delante de la locomotora, con unos niveles entre unos 5 a
10 dB(A) inferiores para la misma distancia a los lados de la vía.

Playas de clasificación de trenes de mercancías

Las playas de clasificación de trenes de mercancías reciben trenes con vagones des-
tinados a lugares diversos y los clasifican para su salida. Además, sirven a veces para
realizar labores de mantenimiento y de almacenaje de locomotoras y vagones. Estas
operaciones de clasificación, almacenaje y mantenimiento producen una gran varie-
dad de ruidos que difieren en gran medida en intensidad, número, localización y du-
ración según el diseño y operaciones llevadas a cabo en la playa de clasificación.
20 r----r----r----r----~--~----~--~

-30 '------'-_ _....I....-_----II..-_---I.._ _...L....._---J'---..:.


63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia en herzios
FIGURA 46.5. Espectro medio relativo en bandas de octava para locomotoras al aire
libre: - - - locomotoras eléctricas diesel, - - - locomotoras eléctricas, ////// rango
con todos los datos disponibles.
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.11

Existen procedimientos para obtener las líneas isófonas del nivel sonoro L dn corre-
gido día-noche según la información disponible acerca de la instalación de la playa
de clasificación, las operaciones y las condiciones de propagación del sonid06,14.

Vagones de ferrocarril con neumáticos

Los trenes de pasajeros con vagones con neumáticos se utilizan en los servicios de
transporte urbano de varias ciudades, por ejemplo, Montreal, Sapporo, México y
París. Trenes de pasajeros con neumáticos de menor tamaño circulan en varias ciu-
dades de EE.UU., en particular en zonas aeroportuarias. Estos sistemas por lo ge-
neral no producen chirridos. Los niveles sonoros originados por los sistemas de rue-
das con neumáticos y con ruedas de acero sobre raíles soldados al aire libre son
aproximadamente los mismos en condiciones equivalentes, por ejemplo, de veloci-
dad, longitud y distancia de las vías. En trayectos de vías rectas a menos de 64 km/h,
los sistemas de ruedas con neumáticos producen niveles sonoros con ponderación A
normalizados··· dentro de un intervalo de ±6 dB(A) con respecto a los obtenidos
con la Ecuación (46.1). Estos niveles son también válidos para tranvías eléctricos de
ruedas neumáticas. En la Figura 46.2 se muestran los espectros (relativos) de pre-
sión sonora en bandas de octava para trenes con ruedas neumáticas. Los niveles de
potencia sonora con ponderación A son similares para trenes con ruedas neumáti-
cas y ruedas metálicas, porque sus instalaciones eléctricas y mecánicas son pareci-
das.

Dispositivos de seguridad de pasos a nivel

Las señales de seguridad se utilizan habitualmente en los pasos a nivel de sistemas


ferroviarios para indicar la aproximación de un tren. Estas señales acústicas se ac-
tivan cuando el tren se encuentra a una distancia fija antes del cruce, y se paran en
seco una vez que el tren ha pasado. Aunque el ruido que producen no es tan ele-
vado como el ruido máximo del tren, son motivo frecuente de quejas entre las per-
sonas que habitan en las cercanías debido a su carácter repetitivo, sus características
tonales y su larga duración. El nivel de presión sonora a una distancia de 30 m de es-
tas señales de precaución alcanza un valor de unos 60 dB(A) en pasos a nivel de tre-
nes rápidos urbanos y de unos 70 dB(A) en cruces de ferrocarriles convenciona-
les6 ,14.

*** Normalizados para un tren largo a una distancia de 30 m en base a una fuente lineal simple (mo-
nopolar), apropiada para el ruido de neumáticos. El empleo de un modelo de fuente lineal dipolar utili-
zado para normalizar el ruido de los trenes no altera estas conclusiones.
46.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

EMISION DE RUIDO DESDE ESTRUCTURAS ELEVADAS DE


TRANSPORTEPORFERROCARRa

En el término estructura elevada se incluyen tanto los sistemas guiados elevados


como los puentes de ferrocarril. Cuando los trenes circulan sobre estas estructuras
elevadas sus niveles sonoros pueden ser hasta 20 dB(A) mayores a los correspon-
dientes a estos mismos trenes circulando a ras de suelo, debido sobre todo a la emi-
sión de sonido por parte de los componentes vibrátiles de estas estructuras, como se
describe en la Tabla 46.2.

Niveles sonoros y espectros

Los niveles sonoros que se producen en las inmediaciones de una estructura eleva-
da dependen de varios parámetros, que incluyen el tipo y el estado de los vagones,
la velocidad del tren, su longitud y la del puente, el sistema de unión de los raíles
(soldados o unidos) y el estado de las uniones, el tipo de sistema de vía (traviesas de
madera con o sin balasto, losas de hormigón o plataforma de placa de acero), y el
tipo de estructura de soporte. Se han realizado muchas medidas de ruido en posi-
ciones cercanas a una gran variedad de estructuras elevadas 15 -2o. En la Figura 46.6
se muestra la media aritmética y el rango de niveles sonoros a velocidades especí-
ficas en las cercanías de varias estructuras elevadas.
Para un tren que viaja a una velocidad v entre 20 y 120 km/h, el nivel de presión
sonora con ponderación A normalizado (LA) medido a una distancia de 30 m de
una estructura elevada, a la altura de los raíles, se puede calcular por medio de la si-
guiente ecuación:

dB(A) (46.4)

y el nivel Lp de presión sonora normalizado por medio de:

Lp = L 'p + 20 10glO (vivo) dB(A) (46.5)

en donde vo es una velocidad de referencia de 60 km/h, v la velocidad real del tren


en km/h, L 'A Y L 'p los niveles de referencia, y LA Y Lp los niveles ajustados a velo-
cidades distintas a las de referencia mostradas en la Figura 46.6.
En la Tabla 46.2 se resumen las diferencias de nivel sonoro con ponderación A
en los márgenes de la vía entre un tren sobre varios tipos seleccionados de estruc-
tura elevada y sobre las vías a ras de suelo. Estos datos pueden ser utilizados junto
con los de la sección Fuentes de ruido en sistemas ferroviarios para calcular los ni-
veles sonoros cerca de todo tipo de estructuras elevadas, y para estimar los efectos
de los tratamientos de control de ruidos de ruedas y raíles en estructuras elevadas.
En la Figura 46.7 se muestran los espectros relativos en bandas de octava a una
distancia de 30 m para estructuras de vías sobre puentes y pasos elevados para
transporte urbano, con trenes circulando a 60 km/h. Los tipos de estructura 11 y X
(véase Figura 46.6) poseen espectros relativos cercanos al nivel superior de la gama
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.13

I I I
TIPO DE VIA y ESTRUCTURA ELEVADA
(El número de estructuras representadas por cada
clase se muestra en paréntesis después de la descripción)

1. Fijación directa, tablero de plancha de acero, vigas 101


metálicas (5)
1+004
~--O---t
11. Traviesas de madera sobre vigas longitudinales, tablero
de plancha de acero, vigas metálicas (2)
111. Traviesas de madera, tablero abierto, vigas metálicas (3)
IV. Traviesas de madera sobre vigas longitudinales, tablero
de plancha de acero, vigas de celosía (4)
• Cl

--- •
V. Fijación directa de rafles sobre vigas longitudinales,
tablero de plancha de acero, vigas metálicas (1)
VI. Traviesas de madera, tablero abierto, puente ~--Cl---<
reforzado o vigas de celosía (2)
VII. Fijación direC1a sobre placa de hormigón, vigas metálicas (5) f----Cl---I

VIII. Vía de traviesas/balasto, tablero de plancha de acero,


vigas metálicas (4)
• Cl

IX. Fijación direC1a sobre placa de hormigón, estruC1ura • Cl


de hormigón (2)
• Cl
X. Vía de traviesas/balasto, tablero de hormigón,
vigas metálicas (2) ~--<
XI. Vía de traviesas/balasto, tablero de hormigón, I I I
estructura de hormigón (1)
70 80 90 100 110
XII. A nivel, traviesas/balasto (4) Nivel sonoro en decibelios
re 20 micropascales

FIGURA 46.6. Niveles de presión sonora con ponderación A (L' A) o sin ponderación
(L' p) en varias configuraciones de vías y estructuras elevadas. Todos los datos están
calculados de acuerdo al paso a 60 km/h de un tren largo, medido a una distancia de
30 m de la vía ya una altura de entre 1,2 y 1,6 m del suelo. 1_ _ _ 1 rango de niveles
con ponderación A, dB(A); 1- - -1 rango de niveles de presión sonora (sin pondera-
ción), dB. La media aritmética de cada nivel viene indicada por el punto o el cuadrado.

mostrada en la Figura 46.7 para frecuencias menores a 500 Hz. La forma de estos
espectros cambia con la velocidad.
Cuando un tren atraviesa una estructura elevada, la interacción entre ruedas y
raíles provoca la vibración tanto de los componentes del vehículo (carrocería del
vagón, bogie y ruedas) como de la vía y de los componentes de la estructura de so-
porte (vías, plataforma estructural, vigas soporte y superficies adjuntas, como mu-
ros y aceras), poniéndolos en movimiento. La cantidad de vibración que cada uno
de estos componentes añade al ruido emitido total depende del tipo de estructura
elevada2 ,
El ruido producido por las estructuras elevadas puede ser controlado en su ori-
gen mediante los mismos procedimientos descritos para reducir el ruido producido
por la interacción entre ruedas y raíles (véase Tabla 46.1).
46.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 46.2. Estimaciones del aumento de niveles sonoros con ponderación A para
diversas estructuras elevadas no tratadas' en comparación a instalaciones a nivel
Medidas tomadas a una distancia de 30 m del centro de las vías, entre 1,2 y 1,6 m so-
bre el suelo

Aumento del nivel sonoro


Tipo de estructura con ponderación A, dB(A)
Estructura de hormigón o compuesta (plataforma de 0-5
hormigón, vigas de acero) con vía balastada
Estructura de hormigón o compuesta con vía sin balasto 5-10
Estructura de acero con vía balastada 5-10
Estructura de acero con vía sin balasto o raíl apoyado 10-15
directamente sobre vigas longitudinales
Estructura de acero con fijación directa sobre la 15-20
plataforma de placa de acero
• Aplicando un tratamiento de control de ruido a estas estructuras elevadas se puede reducir el aumento de los
niveles sonoros en comparación con las operaciones a ras de suelo.

CONTROL DE RUIDOS Y VIBRACIONES EN SISTEMAS DE


TRANSPORTEPORFERROCARRU

Aplicación de amortiguadores de vibración

La amplitud de vibración de las superficies en movimiento puede reducirse por me-


dio de la aplicación de amortiguadores de vibración (véase el Capítulo 28). Por
ejemplo, por medio de remaches elásticos, con amortiguadores viscoelásticos bajo
raíles y junturas, por medio del balasto, o por elementos de amortiguación aplica-
dos a las superficies de los elementos resistentes y no resistentes de la estructura. Se
puede reducir en gran medida el ruido producido en los puentes metálicos de ferro-
carril tanto empleando una base comprimida de amortiguación como añadiendo
arena y material de balasto sobre el tablero del puente. Otros ejemplos de uso de
procedimientos de amortiguación son la aplicación de material de amortiguación
sobre las ruedas de acero o el uso de ruedas con amortiguación de montaje elástico
(incluyendo los puntos 7 y 9 de la Tabla 46.1) en vez de las ruedas habituales.

Mantenimiento de las instalaciones

Un programa de mantenimiento de instalaciones es fundamental para el control de


ruidos en un sistema de vías férreas. Algunos procedimientos particularmente efi-
caces incluyen: (1) la rectificación de los raíles de manera regular; (2) perfilado de
las ruedas con el fin de proporcionar una superficie de rodadura continua, es decir,
eliminando las zonas planas, y (3) la instalación de sistemas detectores de «ruedas
planas» para identificar los vagones que precisen reglaje.
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.15

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63 125 250 500 1000200040008000
Frecuencia en herzios

FIGURA 46.7. Espectro medio relativo en bandas de octava del ruido en las márge-
nes de estructuras elevadas para trenes que circulan a una velocidad de 60 km/h. El ni-
vel de presión sonora en bandas de octava menos el nivel A de potencia sonora se tra-
za en relación a la frecuencia central en bandas de octava: - - - media para
puentes de ferrocarril europeos; - - - - media para estructuras norteamericanas de fe-
rrocarriles urbanos de pasajeros; ///// franja que incluye el 95 por 100 de todos los da-
tos.

Control de chirridos en las curvas de las vías

A continuación figura, por orden creciente de complejidad y coste, una lista de mé-
todos de amortiguación de la vibración en ruedas empleados para controlar los chi-
rridos generados en las curvas de la vía: (1) la aplicación de un anillo de amortigua-
ción cortando una muesca dentro del reborde de la rosca, tallando dentro de la
rosca un anillo de acero en bisel de tamaño ligeramente mayor; (2) la aplicación de
una capa forzada de amortiguación sobre las ruedas existentes o sobre las nuevas;
(3) la instalación de ruedas elásticas que posean materiales elastoméricos entre el
reborde de acero y el plato.
Los métodos de control de chirridos distintos a la amortiguación de las ruedas
incluyen: (1) la construcción de curvas de un radio no inferior a 100 o 150 m; (2) el
empleo de ejes de tracción (llamados a veces ejes de tracción radiales) que permitan
una alineación con los radios de la curva en vez de mantenerse paralelos, y (3) la
instalación de un sistema que aplique pequeñas cantidades de lubricante a la llanta
de la rueda a medida que ésta vaya tomando la curva.

Remaches elásticos para raíles

Un remache elástico para raíles es un remache que contiene un elemento e1asto-


mérico para soportar el peso del raíl. Para que éstos sean eficaces (1) los elastóme-
ros deben comprimirse al menos 2 mm cuando el tren pasa sobre la vía, y (2) sobre
estructuras metálicas elevadas ligeras, los cojinetes deben comprimirse considera-
blemente más que la de flexión de los componentes individuales de la estructura.
46.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Los cojinetes deben también proporcionar amortiguación de las vibraciones del


raíl.
Los cojinetes elastoméricos pueden ser empleados para soportar traviesas de
hormigón. Los raíles se unen directamente a las traviesas de hormigón por medio de
unas abrazaderas de raíles estándar. Esta disposición de las traviesas puede propor-
cionar una reducción eficaz de vibraciones de baja frecuencia en una gama de 15 a
40Hz.

Bases elásticas

Una base elástica consiste en una capa de caucho o de otro material elastomérico,
normalmente con un espesor de 25 mm, que se coloca bajo el balasto para propor-
cionar una capa elástica entre los raíles y la estructura de soporte. Pueden atenuar
la vibración transmitida a través del terreno entre unos 10 y 15 dB para frecuencias
superiores a 25 H~l.

Losas flotantes

Las losas flotantes pueden ser un medio muy eficaz (y costoso) de controlar el ruido
y las vibraciones transmitidas a través del terreno a frecuencias mayores que las de
su resonancia vertical en único grado de libertad. Constan de una losa de hormigón
sostenida por elementos elásticos, normalmente caucho o elastómeros similares.
Las losas flotantes empleadas en sistemas urbanos de Washington D.C., Atlanta y
Boston fueron diseñadas para tener una frecuencia de resonancia de entre 14 y
17 Hz. En los transportes londinenses (en el Barbican Redevelopment) se han ins-
talado placas flotantes muy pesadas que poseen una frecuencia de resonancia de en-
tre 5 y 1O~2.

Aislamiento entre componentes estructurales

En una estructura elevada de ferrocarril se pueden instalar dispositivos de aisla-


miento entre estructuras mediante la inserción de elementos elastoméricos entre las
traviesas y las vigas, entre las plataformas con losas de cemento y las vigas metálicas
de soporte, entre los elementos que no deben soportar cargas, tales como aceras y
pasos subterráneos, y entre algunos medios de control de ruidos, tales como pan-
tallas y cubiertas.

Aumento de masa

Para cantidades fijas de energía vibratoria en una estructura, el aumento de la masa


(por ejemplo, por medio del empleo de balasto o plataformas pesadas de hormigón
aisladas) produce una reducción de la amplitud vibratoria y, por tanto, de la poten-
cia sonora emitida.
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.17

Aislamiento acústico

La protección de los receptores frente al ruido irradiado por ruedas, raíles, traviesas
o losas flotantes, vigas, columnas, etcétera, por medio de una barrera resulta eficaz
solamente cuando bloquea la trayectoria visual entre la superficie emisora principal
y el receptor. Un aislamiento elástico entre la estructura y la barrera puede evitar
que la barrera misma se convierta en una superficie emisora de ruidos23 •

Absorción de sonido

La absorción de sonido dentro de un vehículo reducirá el nivel sonoro interior. La


absorción de sonido incluyendo el balasto (véase la Tabla 30.1) o cualquier otro ma-
terial absorbente puede ser eficaz en la reducción de ruidos en estaciones de ferro-
carril o túneles.

Reducción del área de la supeñicie emisora

Para minimizar la emisión de ruidos, debería reducirse el área de la superficie emi-


sora. Por ejemplo, una separación entre las vías podría servir en casos de estructuras
elevadas con doble vía, con lo cual, cuando el tren atraviesa una de las vías, sólo la
mitad de la estructura elevada actúa como masa emisora de ruido. Deberían redu-
cirse a un mínimo las superficies de estructuras adyacentes (tales como pasos sub-
terráneos y andenes). Por tanto, un puente de vigas en celosía normalmente irradia
menos ruido que un puente metálico formado por vigas compactas, como muestra
la Figura 46.6.

Cambios operacionales

Se puede conseguir una reducción de ruidos y vibraciones llevando a efecto los si-
guientes cambios en el funcionamiento de un sistema ferroviario: (1) reduciendo la
velocidad (por ejemplo, circulando a la mitad de la velocidad se reducirán los ni-
veles de velocidad de vibración aproximadamente en 6 dB Ylos niveles sonoros en
unos 9 dB); (2) empleando materiales que generen la menor cantidad posible de
ruidos o vibraciones en horas nocturnas, y (3) planificando los horarios nocturnos
de modo que los movimientos de trenes sean mínimos durante las horas más pro-
blemáticas.

NORMAS PARA LA MEOICION DE RUIDOS EN UN SISTEMA DE


TRANSPORTE POR FERROCARRIL

Las mediciones de ruido y vibración en un sistema guiado se hacen normalmente


(1) para verificar el cumplimiento de las regulaciones de emisión de ruidos o las
46.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

condiciones de compra, (2) para determinar las condiciones de exposición al ruido


en un determinado lugar debido a un sistema ferroviario ya existente o en proyecto,
o (3) para diagnosticar un problema de ruido y/o vibraciones y evaluar el resultado
acústico de distintos diseños de vagones o vías. En lo relativo a reglamentos inter-
estatales sobre sistemas de transporte de mercancías y pasajeros por ferrocarril, la
Environmental Protection Agency (EPA) ha establecido para EE.UU. unos crite-
rios de medida y unas normas de ruido que prevalecen a la hora de adquirir o re-
novar locomotoras o vagones diesel autopropulsados24 • También existen otras guías
útiles sobre mediciones de ruidos en sistemas de ferrocarriles6 .25.

VIBRACIONES A TRAVES DEL TERRENO

La Figura 46.8 muestra los mecanismos básicos por medio de los cuales la vibración
de los sistemas de ferrocarril atraviesa el terreno circundante y penetra en un edi-
ficio. Las ruedas de los trenes circulando sobre los raíles generan una energía vibra-
toria que se transmite desde el sistema de sustentación de las vías hasta la infraes-
tructura. La cantidad de energía transmitida depende de factores tales como (1) la
homogeneidad de la superficie de ruedas y raíles, y (2) las frecuencias de resonancia
del sistema de suspensión del vagón y del sistema de sustentación de las vías. La vi-
bración de la infraestructura puede ser transmitida a través del terreno y de los es-

Estrato de terreno 1

Estrato de terreno 2

Roca firme
-+-- Via de prepagación
de las vibraciones
~ través del terreno
~ Vibración estructural

+EEE Sonido irradiado

FIGURA 46.8. Representación esquemática que muestra los mecanismos básicos de


propagación de la vibración de un ferrocarril subterráneo hasta un edificio.
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.19

tratos de roca hasta los edificios colindantes. Las amplitudes máximas de vibración
de suelos y paredes se dan normalmente en sus frecuencias de resonancia.
En una sección anterior se han descrito varios métodos de control tanto de vi-
braciones transmitidas a través del terreno como de ruidos en sistemas ferroviarios.
Además de estos métodos, se puede disminuir la vibración a través del terreno por
medio del empleo de zanjas26 • Regla generaf1: Si se coloca una zanja sobre la su-
perficie cercana a una vía, para que ésta sea eficaz su fondo debe ser de al menos 0,6
veces la longitud de onda Rayleigh por debajo de la fuente vibratoria. En la mayo-
ría de los suelos la zanja debe tener al menos una profundidad de 5 m para ser efec-
tiva.

Niveles de vibración a través del terreno

La amplitud de la velocidad de vibración a trav~s del terreno se expresa normal-


mente en valores rms, en metros por segundo o en pulgadas por segundo. Es con-
veniente determinar la vibración a través del suelo en términos de nivel de veloci-
dad de vibración, definida como 10 veces el logaritmo decimal (o sea, en base 10)
del cuadrado de la amplitud de la velocidad dividido por el cuadrado de la amplitud
de la velocidad de referencia. La velocidad de referencia empleada en este capítulo
es de 1 X 10-6 pulgadas por segundo.
En la Tabla 46.3 aparecen una serie de factores que influyen en gran medida so-
bre los niveles de vibración a través del terreno. La Figura 46.9 muestra los niveles
de velocidad de vibración (en dirección vertical) producidos por algunas fuentes de
vibración habituales. También se encuentran disponibles algunas normas de uso co-
mún sobre niveles aceptables de vibración a través de suelos en edificios sensibles,
como edificios de tipo residenciaI6 ,25,28.
En la Figura 46.10 se muestran las curvas de niveles de velocidad de vibración en
distintos tipos de sistemas de ferrocarril, en función de la distancia a la vía. Estas
curvas se pueden emplear con factores apropiados de corrección para conseguir
unas previsiones determinadas de vibración a través del terren06 ,28.31. La curva su-
perior se refiere a todos los trenes propulsados por locomotoras, incluyendo el
transporte de mercancías en vías principales, los trenes Intercity de pasajeros y las
instalaciones de ferrocarriles de cercanías. La curva media se refiere a los trenes rá-
pidos urbanos. La curva de trenes rápidos incluye tanto los trenes subterráneos
como los que circulan en superficie. A pesar de que la vibración provocada por un
tren que circula bajo tierra tiene características muy distintas a la creada por trenes
cuyas vías se encuentran a ras de suelo, los datos de ambas se muestran en la misma
curva debido a que sus niveles de velocidad de vibración generales son compara-
bles, incluso aunque la vibración de los trenes subterráneos transmitida a través del
terreno tienda a ser de una frecuencia mayor que la producida por trenes que cir-
culan a ras de suelo. La curva inferior se refiere a vehículos de ruedas neumáticas,
incluyendo autobuses, camiones y sistemas guiados de ruedas neumáticas.
46.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 46.3. Factores que influyen en los niveles de vibración a través del terreno
originados por los sistemas ferroviarios

Factor Influencia
Suspensión del vehículo Cuanto más rígida es la suspensión en dirección vertical
del vehículo, mayores son las fuerzas de vibración
efectivas; únicamente la suspensión primaria afecta a los
niveles de vibración a través del terreno.
Tipo de rueda y sus Las ruedas con neumáticos son un medio eficaz de control
condiciones de la vibración. Las ruedas de acero con material elástico
son demasiado rígidas como para aportar una reducción
significativa de las vibraciones. La rugosidad de las ruedas
y la existencia de partes planas son las causas principales
de la vibración.
Vía Una vía con rugosidades puede causar problemas de
vibración.
Sistema de sujeción de la vía Si la vía está unida rígidamente a un lecho de hormigón
(por ejemplo, una vía con traviesas de madera embebidas
en el hormigón) se produce una vibración
considerablemente mayor que en sistemas que utilizan
sujeciones elásticas, capa de balasto y placas flotantes.
Estructuras Regla general: Cuanto más pesada es la estructura,
menores son los niveles de vibración.
Tipo de suelo Los niveles de vibración son generalmente mayores en
terrenos de arcilla rígida que en suelos sueltos y arenosos.
Asientos en roca Los niveles de vibración son a menudo más altos a nivel
de la vía cuando la profundidad de la roca de apoyo es de
10 m o inferior. La vibración no se atenúa tan
rápidamente en roca como en otros tipos de suelo.
Estratificación del terreno La estratificación del terreno tiene un efecto significativo
sobre los niveles de vibración. Los resultados son difíciles
de prever porque cada capa puede tener características
dinámicas diferentes.
Distancia al nivel freático La proximidad al nivel freático puede afectar
significativamente a las vibraciones transmitidas a través
del terreno.
Profundidad de la helada La propagación de la vibración puede ser más eficaz
cuando el suelo está helado.
Edificaciones Las características de transmisión de la vibración de un
edificio deben ser consideradas estimando los niveles de
vibración en el receptor originados por un sistema
ferroviario.

RECOMENDACIONES DE DISEÑO RELA TIVAS A RUIDOS


Y VIBRACIONES EN SISTEMAS FERROVIARIOS

Las directrices APTA de la Referencia 25 sobre sistemas de transporte por ferro-


carril son una guía útil para conseguir ciertos objetivos en materia de ruidos y vi-
braciones. Cuando se cumplen estas recomendaciones, los ruidos y vibraciones re-
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.21

Nivel de Fuente situada a una


Respuesta o criterios velocidad* distancia de 15 m

Umbral crítico -100 - Voladuras en proyectos de construcción

Umbral crítico, edificios _


históricos o frágiles _ Apisonadoras y otros equipos
pesados de construcción con tracción oruga
Dificultad para realizar tareas _ 90
tales como leer una pantalla VDT
_ Ferrocarriles de cercanía, rango alto
Molestias en zonas residenciales,
sucesos no frecuentes (por ejemplo, _ 80 - Tránsito rápido, rango alto
ferrocarriles de cercanías)
Molestias en zonas residenciales,
sucesos frecuentes (por ejemplo, _ _ Autobuses o camiones, en colisión
tránsito rápido) 70 Ferrocarril urbano típico

Límite para instalaciones sensibles


a las vibraciones. Umbral _
aproximado de percepción _ Autobuses o camiones típicos
humana de la vibración 60

_ Vibración de fondo habitual


50

* Nivel de velocidad de vibración rcm dB re 1o-a pulgadas por segundo

FIGURA 46.9. Niveles de velocidad de vibración típicos, en dirección vertical, para


vibraciones transmitidas por el terreno.

sultantes serán generalmente aceptables. Estas directrices son aplicables solamente


a instalaciones de trenes convencionales, sin considerar otras causas de ruido o vi-
bración, como el número de operaciones sobre el raíl o la duración de cada una.
Con el fin de extender las normas APTA a todo tipo de instalaciones, y para
proporcionar un enfoque uniforme sobre cálculos de impacto de ruidos y vibracio-
nes en proyectos de transporte masivo, la Urban Mass Transportation Administra-
tion (UMTA)6 norteamericana ha establecido una serie de criterios para el estable-
cimiento de impactos e impactos severos, que varían según el ruido ambiental y los
niveles sonoros previstos en el proyecto, y vienen determinados en base a la res-
puesta esperada por parte del público.

RUIDO EN TUNELES y ESTACIONES EN SISTEMAS URBANOS DE


FERROCARRIL

Niveles sonoros y espectros

La Figura 46.11 muestra un nivel típico de presión sonora con ponderación A me-
dido en un andén de estación cuando entra y sale un tren rápido. Las fuentes de rui-
do que se ponen en acción durante este período de tiempo son, fundamentalmente,
la interacción entre ruedas y raíles, los frenos mecánicos, la expulsión del aire de
propulsión por parte del sistema de frenado, el accionamiento de puertas, el equipo
46.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

100
I I
..
I I

95 __ . ______ ~ _______ ~ _____ ~ __.1. Tren de pasajeros : ______ L ___ __ _

: : : I o mercancías con: :
: : / : locomotora : :
el 90 -. - - - / . - - -; - propulsada (50 mph) : - - - - - - ~ - - - - --
Q)
..!!?
I l '
. . .
I I I I

c: 85 - - -:- - - - - ~ - - - . Ferrocarriles
.3.
Q)
: ligeros (LR) y cercanías
m
"O
80 _. (50 mph)

-c<Il 75
"O
·ü
o
a¡ 70
>
Q)
"O
65

.~
z 60

55

50
o 20 30 40 50 60 80 100 200 300
Distancia desde el centro de la vía, pies
FIGURA 46.10. Nivel global de velocidad de vibración en sentido vertical en función
de la distancia a la vía.

de aire acondicionado y las instalaciones auxiliares del tren. El ruido de fondo de la


estación es debido a otras fuentes, como los sistemas de acondicionamiento de aire,
las escaleras mecánicas y el tráfico rodado.
En la Figura 46.12 se representan los máximos niveles sonoros emitidos por tre-
nes en andenes para distintas estructuras de estaciones. Los niveles sonoros mayo-
res corresponden al paso de viejos trenes que, sin detenerse, circulan sobre raíles
convencionales en estaciones subterráneas que no disponen de tratamiento de ab-
sorción de sonidos. La instalación de raíles soldados y un diseño de estación subte-
rránea que incorpore un tratamiento de reducción de sonido contribuye a la reduc-
ción del nivel sonoro. Las estaciones más silenciosas son las elevadas sobre el
terreno con vías sobre balasto, localizadas lejos (O protegidas) de los ruidos ambien-
tales elevados (como por ejemplo el producido por autopistas cercanas).
En túneles carentes de tratamientos de absorción de sonido, los niveles de pre-
sión sonora con ponderación A en paredes situadas a una distancia de 1 m del tren
en movimiento se encuentran en el rango dado por la ecuación:

LA = 102 + 3010glO (v/vo) ± 6 dB(A) (46.6)

en donde v es la velocidad del tren en km/h, y Vo es 60 km/h. En raíles articulados


y/o en instalaciones sin balasto, los niveles sonoros se acercan al nivel superior. En
raíles soldados de superficie homogénea colocados sobre balasto, los niveles sonoros
son los mínimos. Los niveles sonoros bajo un tren que circula a través de un túnel
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.23

Descarga de aire de
frenado y apertura
de puertas
c:
'o 100
'c:;
....lO Máximo a la
Q) -+-+-------f- entrada
"O
90 . r - - - = ' t - Máximo a la
§-
c.~ salida
c: al
0"0
(J c: 80
OQ)

c:
o
I/l
70
q¡ _ Ruido ambiental
.~
z 60 de la estación
20 40 60 80
Tiempo en segundos
FIGURA 46.11. Nivel sonoro en un andén de estación en función del tiempo, mien-
tras un tren de cercanías penetra o abandona la estación.

son entre 5 y 10 dB(A) mayores que los medidos en las paredes del túnel a una dis-
tancia de 1 m del tren.

Control de ruidos en estaciones y túneles

Con el propósito de conseguir un nivel aceptable de ruido en una estación se hace


por lo general necesario controlar el ruido del contacto entre ruedas y raíles en su
origen y minimizar el ruido (reverberante) reflejado por medio de tratamientos de
absorción de sonido. A este tratamiento se suele añadir en algunos casos la insta-
lación de barreras de poca altura.
En una estación de metro con vías de traviesas sobre balasto, el nivel sonoro es
por esta causa entre unos 5 y 15 dB(A) menor que en estaciones similares carentes
de vías con balasto. Un techo absorbente de sonido instalado sobre los andenes de
la estación produce una reducción del nivel sonoro de entre 5 y 10 dB(A) en el an-
dén (en estaciones carentes de otros tratamientos). En la Figura 46.13 se muestran
los lugares adecuados para situar los tratamientos de absorción de sonidos.

Reducción de nivel sonoro debida a la absorción. La reducción del nivel del so-
nido de reverberación en los andenes o en los túneles fuera del tren (provistos de
tratamientos de absorción de sonido) se puede calcular de forma muy aproximada
por medio de la siguiente ecuación:

Reducción del nivel = 10 10gIO (Aa/ A b) dB (46.7)

Esta reducción de sonido es aplicable a una frecuencia dada. Aa YAb represen-


tan la absorción total en las frecuencias especificadas antes y después del tratamien-
to, expresadas en sabinos métricos o en sabinos. También se produce una atenua-
ción adicional de sonido no tenida en cuenta en la Ecuación (46.7), que aumenta
con la distancia y longitud del túnel de modo similar a la experimentada en conduc-
46.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Niveles sonoros máximos en


Sistema de transporte de la ciudad dB(A) re 20 micropascals
de Nueva York construido antes de 1940 70 80 90 100 110 120
(raíles sin soldar en su totalidad)
I I I I
Estaciones de metro (no tratadas)
Vagones anteriores a 1970

Vagones posteriores a 1970 n¡¡ssSSSjiSSSSSS1

Estaciones a nivel y elevadas


Vagones anteriores a 1970

Vagones posteriores a 1970


Sistema de transporte del área de la bahla
construido después de 1970 (raíles soldados
en su totalidad) Media
Estaciones de metro (tratadas acústicamente
con plataforma de la línea de hormigón)
~
Rango
Estaciones a ras de suelo (vías de traviesas =
y balasto)
Estaciones elevadas (plataforma de hormigón)

I I I I

FIGURA 46.12. Rango de niveles sonoros en andenes de estación 3 • Los datos raya-
dos indican los niveles de trenes (expresos) sin parada.

tos. El espacio situado debajo de los vagones queda parcialmente cerrado entre el
andén y la estructura del túnel, convirtiendo el tratamiento de absorción cercano a
las ruedas y los raíles en un medio más eficaz para reducir el ruido de contacto que
el previsto por la Ecuación (46.7).

Selección de materiales absorbentes de sonido. En el Capítulo 30 se estudian los


materiales absorbentes y su selección. Los utilizados en estaciones deben cumplir
ciertos requisitos especiales, ya que deben ser reflectores de luz, resistentes a las
agresiones, fáciles de limpiar, incombustibles, de mantenimiento simple, precio ra-
zonable, y resistentes a corrientes de agua, a goteras y (en muchos casos) a frías
temperaturas. Las fibras de estos materiales deben mantenerse firmes frente a co-
rrientes de aire y a presiones altas causadas por el movimiento de trenes, y ser a su
vez compatibles con las normas de inspección y mantenimiento de vías.
El uso de piedra machacada como balasto absorbente de sonido (véase la Tabla
30.1) tiene la ventaja de que proporciona un tratamiento acústico cercano al origen
del ruido, y además el balasto no sufre desperfectos debidos a la manipulación por
parte de los trabajadores.
Algunos materiales de cemento vermiculado son adecuados como revestimien-
to de muros de túneles al ser rociados generalmente sobre paredes y techos. En el
metro de Boston y en el sistema de ferrocarriles de Toronto se ha empleado con éxi-
to este tipo de aplicación cumpliendo estrictamente los requisitos acústicos, de la-
vado, resistencia al fuego y duración.
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.25

oD
FIGURA 46.13. Estación subterránea y túnel: =--=-=-=-= lugares idóneos para la coloca-
ción de tratamientos absorbentes en estaciones, == en túneles, !IIJJlIIJIIJIL lugar de
colocación del balasto, S lugares de medición preferibles en estaciones y túneles.

Criterios de ruido y medidas: estaciones y túneles

La colocación del micrófono de medida de ruido en una estación debe realizarse a


una altura de 1,6 m sobre el andén, a 2 m de su borde (Figura 46.13) o a la mitad del
trayecto hasta el muro, según sea la distancia menor, y en su punto medio. Se pue-
den también tomar medidas adicionales en cualquier extremo de los andenes. El
ruido de trenes en túneles se mide a menudo colocando micrófonos fijos entre los
raíles debajo del tren y, si el espacio lo permite, a lo largo del túnel (véase la Figura
46.13). Los micrófonos colocados en trenes (provistos de pantallas adecuadas) se si-
túan habitualmente en el área del eje de tracción o, en casos de trenes de tránsito
rápido, en el exterior entre los vagones, a 1,2 m sobre la altura del suelo.
Normalmente se consideran aceptables los siguientes niveles máximos de pre-
sión sonora con ponderación A (midiendo en los lugares antes mencionados): (1) en
estaciones elevadas sobre el terreno, de 75 a 80 dB(A) para la entrada y salida de tre-
nes sobre vías de traviesas y balasto; de 85 dB(A) sobre placa de hormigón; (2) en
estaciones de metro, de 80 a 85 dB(A); de 85 dB(A) para trenes expresos circulando
sin detenerse a lo largo de una estación. Unos niveles menores, que serían deseables
en cualquier caso, supondrían un coste desproporcionado. Unos niveles de hasta
68 dB(A) y de hasta 55 dB(A) en cualquier punto del andén serían aceptables para
trenes detenidos e instalaciones de ventilación de estaciones, respectivamente.
46.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

RUIDO Y VIBRACIONES EN EL INTERIOR DE LOS VAGONES

En la Figura 46.14 se describen las vías de transmisión que pueden seguir los ruidos
y las vibraciones hasta llegar a los pasajeros del vagón: (1) el sonido en el exterior y
las corrientes turbulentas causan una fluctuación de la presión en la cubierta del va-
gón, parte de la cual es transmitida al interior; (2) ruedas, motores e instalaciones
inferiores del vagón transmiten a través de vías sólidas una vibración estructural a
las superficies interiores, que como consecuencia vibran y provocan ruidos en el in-
terior, y (3) el sonido generado en el interior mismo del vagón. El tipo de sonido de
origen externo o interno predominante depende en gran medida del diseño del va-
gón32 ,23.

Niveles de ruido

Trenes ligeros y urbanos. Los trenes urbanos suelen disponer de interiores fabri-
cados con superficies duras fáciles de limpiar, pero incapaces de absorber el sonido.
Los niveles sonoros en su interior van normalmente desde los 65 a los 105 dB(A)
durante trayectos normales y en el interior de túneles. Este amplio rango es debido
a las diferencias de construcción y mantenimiento de los ejes de tracción y del va-
gón, además de a la velocidad. En el interior de un vagón, los niveles sonoros son
superiores normalmente entre 3 y 4 dB(A) encima de las ruedas que en el centro

FIGURA 46.14. Vías de transmisión de ruidos y vibraciones hasta su llegada a los


ocupantes de los vagones.
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.27

del vagón. El nivel sonoro con ponderación A para vagones modernos circulando
sobre vías de traviesas y balasto a cielo abierto es de:

LA = 70 + 1510glO (vivo) ± 6 dB(A) (46.8)

donde v es la velocidad en km/h, y Vo la velocidad referencia de 60 km/h. Los niveles


en el interior del vagón son por lo general 7 dB(A) mayores en el interior de un tú-
nel que a cielo abierto con la misma velocidad.

Trenes de pasajeros Intercity. Los trenes de pasajeros Intercity disponen de inte-


riores confortables, asientos tapizados y suelos enmoquetados que absorben el so-
nido. En los trenes norteamericanos y europeos los niveles sonoros fluctúan entre
56 y 81 dB(A) cuando circulan a una velocidad de 200 km/h.

Especificaciones para el interior

Vagones. Las especificaciones que debe cumplir un vagón nuevo exigen unos ni-
veles sonoros máximos con ponderación A permitidos en trenes circulando a cielo
abierto sobre vías de traviesas y balasto nuevas de entre 68 y 75 dB(A), normal-
mente de 70 dB(A), a una altura de 1,2 m sobre el suelo en la línea central del vagón
sin pasajeros. Unos niveles de 4 y de 10 dB(A) superiores a los valores anterior-
mente especificados suelen ser los límites internos cuando el vagón circula sobre
una placa de hormigón (por ejemplo, en estructuras elevadas) y en el interior de tú-
neles, respectivamente. El nivel máximo en trenes estacionados a cielo abierto es de
68 dB(A), y el habitual en el interior de un moderno tren Intercity es de entre 60 y
70 dB(A). Las medidas deben realizarse según las normas establecidas34 •

Locomotoras. La National Railroad Passenger Corporation norteamericana (Am-


trak) limita los niveles máximos de presión sonora a 84 dB(A) en el interior de ca-
binas de locomotoras diesel recientemente adquiridas, circulando a todo vapor con
su carga máxima a una velocidad de 80 km/h, y con todos los accesorios en funcio-
namiento y las ventanillas cerradas. El límite máximo para locomotoras eléctricas
sería de 78 dB(A). En estas especificaciones no se incluyen los ruidos producidos
por fuentes transitorias, como el silbato, los frenos y las alarmas de exceso de velo-
cidad35 •

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Operations on Ballasted Track in Subway Tunnels», Proc.INTER-NOISE 89, diciembre
1989, p. 277.
22. P. Grootenhuis, «Floating Track Slab Isolation in Railways», J. Sound and Vibration, vol.
51, n.o 3,1977, p. 443.
23. T. Nimura y cols., Proc. INTER-NOISE 75,1975, p. 93.
24. U.S. Environmental Protection Agency Railroad Noise Emission Standards, 41 Fed.
Reg. 52317 (1976) (40 CFR 201).
25. «Guidelines and Principies for Design of Rapid Transit Facilities», American Public
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26. S. T. Lawrence, «TTC-LRT Trackbed Studies, Ground-borne Vibration Testing, Mea-
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.29

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27. F. E. Richert y J. R. Hall, Vibration of Soils and Foundations, Prentice-Hall, Englewood
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28. J. T. Nelson y H. J. Saurenman, State-of-the-Art Review: Prediction and Control of
Groundborne Noise and Vibration from Rail Transit Trains, Report UMT A-MA-06-
0049-83-4, DOT-TSC-UMTA-83-3, U.S. Department of Transportation, Urban Mass
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29. Y. Tokita, <<Vibration Pollution Problems in Japan», en INTER-NOISE 75, Sendai, Ja-
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30. J. T. Nelson y H. J. Saurenman, A Prediction Procedure for Rail Transportation Ground-
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31. G. P. Wilson, «Ground-Borne Vibration Levels from Rock and Earth Based Subways»,
informe técnico preparado por Wilson, Ihrig & Associates para la Washington Metro-
poli tan Area Transit Authority Metro System, septiembre 1971.
32. E. E. Ungar, Noise in Rail Transit Cars: Incremental Costs ofQuieter Cars, Report 550/9-
74-012, U.S. Environmental Protection Agency, junio 1974.
33. Passenger Noise Environments of Enclosed Transportation Systems, Report EPA-550/9-
75-025, U.S. Environmental Protection Agency, 1975.
34. Acoustics Measurement of Noise inside Railbound Vehicles, ISO Standard 3381, 1976.
35. Specificationsfor Locomotives, U.S. National Railroad Passenger Corp. (Amtrak), 1978.
Capítulo 47
RUIDO DE AVIONES

J.P.Raney
J. M. Cawthorn

INTRODUCCION

En los comienzos de la aviación, los estudios sobre ruido se centraban en la mejora


de condiciones para la tripulación y los pasajeros, y en la detección y localización de
la aviación enemiga. Más adelante, el desarrollo de las técnicas de radio y construc-
ción de aviones polimotores con capacidad para un mayor número de pasajeros y
miembros de la tripulación convirtió en requisito de creciente importancia el hecho
de facilitar la comunicación hablada dentro del aparato. Como consecuencia, a fi-
nales de la Segunda Guerra Mundial ya se habían investigado los principios básicos
de emisión de ruidos y las técnicas de ingeniería para su control. Desde entones, el
ruido producido por la aviación se ha convertido en un problema de gran enverga-
dura. Ya no afecta simplemente a la comodidad y a la eficacia del número relati-
vamente pequeño de personas que se encuentran en el interior del aparato, sino
que es una causa cada vez mayor de molestias para la población que habita en las
áreas cercanas a los aeropuertos (véase Capítulos 23 y 50).
El ruido de aviones y aeropuertos puede ser examinado de acuerdo a sus efectos
sobre (1) la tripulación y los pasajeros, (2) el personal de tierra y los mecánicos, y
(3) las personas que trabajan o habitan en las cercanías de los aeropuertos.
En este capítulo se estudian las características físicas de las fuentes de ruido de
los aviones, las características del ruido del avión en vuelo, el ruido en aeropuertos
y su control, las escalas e índices empleados para cuantificar los efectos del ruido de
aviones, y los métodos para predecir los niveles sonoros aislados y acumulativos que
se producen en una instalación aeroportuaria como resultado de los movimientos
de los aviones.

47.1
47.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FUENTES DE RUIDO DE LOS AVIONES

Las fuentes principales de ruido de un avión convencional son el sistema de pro-


pulsión y el ruido aerodinámico.

Ruido de motores turborreactores

Los motores de propulsión a chorro actúan gracias a la aceleración de masas de


aire. En un motor turborreactor se comprime el aire por medio de un compresor
mecánico axial o centrífugo, se calienta en una cámara de combustión, y a continua-
ción es acelerado por expansión a través de una tobera de chorro. Una turbina de
gas en el itinerario del gas en expansión sirve exclusivamente para guiar el compre-
sor (véase la Figura 47.1). Estos procesos son origen de tres tipos de ruidos: (1) rui-
do en la boca de entrada provocado por la toma de aire, especialmente como resul-
tado del ruido del compresor más el ruido aerodinámico; (2) el ruido emitido por las
vibraciones del armazón del motor, y (3) el ruido del escape.
El ruido de escape incluye aportaciones de fuentes sonoras del interior del mo-
tor, tales como el ruido de combustión y turbinas, pero se origina sobre todo en el
área exterior de la tobera, donde se mezclan el chorro de aire a alta velocidad y el
aire circundante. Este ruido, llamado ruido aerodinámico del escape, es la principal
causa de ruidos del motor turborreactor en condiciones normales de plena poten-
cia, y en lo relativo a potencia de sonido supera con mucho a todos los demás rui-
dos.

Ruido de motores turboventiladores

El motor turboventilador (Figura 47.2) se diferencia del motor turborreactor en dos


aspectos primordiales. Primeramente, el motor turboventilador incorpora un ven-
tilador de empuje, y además produce una velocidad de escape de chorro menor que
el turborreactor, donde domina el ruido aerodinámico del escape, y puede por tanto
funcionar con menores niveles sonoros a una potencia de empuje dada. Sin embar-

COMPRESOR FLUJO ~
COMPLETAMENTE~\
~,
\({-o==
MIXTO /"

~
I RUIDO EN LA
RUIDO DE ~
PROPULSION ')¿/J
BOCA DE ENTRADA ACHORRO ~

FIGURA 47.1. Sección transversal de un motor turborreactor mostrando las fuentes


de ruido.
RUIDO DE AVIONES 47.3

ZONAS DE
PROPULSION
A CHORRO
MEZCLADAS

--=-- . . _--
L RUIDO TURBINA
/;~ LA BOCA
V~E
RUIDO CHORRO DE
ENTRADA DEL \ ESCAPE PRIMARIO
~ DEL ESCAPE \ /
RUIDO DE
VENTILADOR/ DEL ~
COMPRESOR VENTILADoJ( PROPULSION \
ACHORRO~

FIGURA 47.2. Sección transversal de un motor turboventilador mostrando las fuen-


tes de ruido.

go, en el espectro de sonido de un motor turboventilador funcionando a plena po-


tencia todavía predomina el ruido aerodinámico del escape de banda ancha. Si se
redujeran las fuentes del ruido de escape disminuyendo los niveles conseguidos
para los motores turboventiladores actuales, una gran parte del espectro total de
ruido del avión estaría dominado por parte de otros mecanismos, tales como venti-
ladores, compresores, turbinas o procesos de combustión. En la Figura 47.3 se
muestran las líneas isófonas del nivel de presión sonora alrededor de un avión equi-
pado con cuatro motores turboventiladores, funcionando a la potencia total de des-
pegue durante calentamiento estático sobre el suelo.

Ruido aerodinámico

El ruido aerodinámico (a veces denominado ruido de fuselaje) es el ruido producido


por el flujo de aire sobre el fuselaje, a través de sus cavidades, de las superficies de
control y del tren de aterrizaje. En aviones modernos de alta velocidad con propul-
sión a chorro este ruido aerodinámico es la causa principal de ruido por encima de
los 600 Hz a velocidad de crucero. No obstante, durante el aterrizaje y el despegue,
cuando la velocidad del avión es mucho menor que la de crucero, el nivel global de
presión sonora del ruido aerodinámico es de unos 10 dB menor que el ruido del sis-
tema de propulsión (Figura 47.4). La importancia del ruido aerodinámico en con-
diciones de crucero radica en que es la causa dominante de ruidos en el interior del
avión. En operaciones realizadas cerca del aeropuerto, el ruido aerodinámico re-
presenta un problema menor en las exogencias de reducción de ruidos, haciéndose
más importante a medida que disminuye el ruido del sistema propulsor.
47.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 47.3. Líneas isofónicas del nivel global de presión sonora alrededor de un
avión turboventilador operando en tierra a plena potencia de despegue.

Ruido en aviones de hélice

Los aviones propulsados por hélices reciben su energía de turbinas de gas o de mo-
tores de pistón. Los aviones propulsados por turbinas de gas suelen ser bimotores,
mientras que los de motor de pistón son o bien monomotores o bimotores. Los
aviones de hélice forman la mayor parte de la flota de aviación general, pero repre-
sentan una pequeña proporción de las flotas comerciales. El ruido de propulsión de
un avión de hélice se compone principalmente del ruido de las hélices y del de mo-
tor de escape. El primero de ellos es casi siempre el más significativo y, para un de-
terminado empuje, está principalmente en función de la velocidad de la punta del
aspa. Los espectros de ruido típicos de una hélice en ensayos estático sobre el terre-
no muestran intermitencias súbitas de frecuencia que se calculan multiplicando la
velocidad giratoria de la hélice por múltiplos enteros del número de aspas.
Los escapes de motores alternativos son más ruidosos que los calculados para
motores de turboeje, pero su ruido puede reducirse por medio de amortiguadores.
(En las Figuras 47.11 y 47.12 se ofrecen datos de ruido y distancia para aviones pro-
pulsados por hélices, tanto de uso general como comercial.)
RUIDO DE AVIONES 47.5

rJ) 100
O
::J
w
ca
@ 90
O
z
w
«
:5 80
z
O
rJ)

~ 70
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w
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w 60
O
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W
>
Z
50
50 100 500 1000 5000 10.000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 47.4. Ruido aerodinámico de un avión turboventilador en comparación con


el de un sistema de propulsión durante una operación de aterrizaje a una altura de
150 m y a una velocidad de 125 km/h.

CARACTERISTICAS DEL RUIDO DE VUELO

Vuelo subsónico (aviación convencional)

Un avión en vuelo produce al nivel del suelo un ruido que supera al nivel sonoro
medioambiental, alcanza su cota máxima cuando el avión se encuentra aproxima-
damente en el punto por encima del observador, y va por fin disminuyendo hasta
quedar reducido a niveles por debajo del sonido ambiental. El espectro del ruido
emitido por el avión varía a lo largo del sobrevuelo. Habitualmente predomina el
ruido de alta frecuencia a medida que el avión se va aproximando, y de baja fre-
cuencia cuando pasa por encima y se retira. En las Figuras 47.5 y 47.6 se muestran
las características del ruido de vuelo durante el despegue de un avión comercial de
propulsión a chorro con motores turboventiladores de poca capacidad de deriva-
ción, medidos en un lugar situado a 5.500 m del punto de frenada (el lugar de co-
mienzo del trayecto en tierra) con el avión situado aproximadamente a una altitud
de 350 m. En la Figura 47.5 se muestran los niveles globales de presión sonora en
función del tiempo. Cuando t = Oel avión se encuentra exactamente por encima de
la posición de medida. Los valores negativos de t reflejan la aproximación del avión,
y los positivos su alejamiento. La duración del aumento de sonido respecto del so-
nido ambiental es de unos 60 segundos.
En la Figura 47.6 aparecen los espectros en bandas de tercio de octava corres-
pondientes a -10, Oy + 10 segundos. Mientras el avión se va aproximando existe un
componente importante de alta frecuencia a 2.000 Hz emitido desde la boca de en-
trada del motor. Cuando el avión pasa por encima de la posición este componente
comienza a disminuir, mientras que los de baja frecuencia (menores de 500 Hz) van
aumentando. También existe un componente notable de alta frecuencia de
47.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TIEMPO EN SEGUNDOS

FIGURA 47.5. Nivel global de presión sonora en función del tiempo para el despe-
gue de un avión comercial propulsado a chorro accionado por cuatro motores turbo-
ventiladores de poca capacidad de derivación.

3.150 Hz debido al ruido de los turboventiladores. Cuando el avión ya ha pasado


(t = +10 segundos), el ruido se encuentra completamente dominado por las fre-
cuencias menores producidas por el escape. La larga permanencia del ruido se debe
a los componentes de baja frecuencia del chorro, ya que este tipo de componentes
se propagan en la atmósfera a lo largo de largas distancias con un pequeño grado de
atenuación.
Durante el aterrizaje del mismo aparato, la duración es menor a la mostrada en
la Figura 47.5, transcurriendo unos 30 segundos hasta el restablecimiento del sonido
ambiental. Las características del espectro de ruido de un avión aterrizando medi-
das en la misma posición son en cierta forma diferentes de las que aparecen en la Fi-
gura 47.6. Las altas frecuencias producidas durante la aproximación y en el punto
superior de paso del avión son aún más pronunciadas, ya que éste se encuentra a
una altitud menor. Las bajas frecuencias son sin embargo menores, porque los re-
gímenes de los motores son más bajos, produciendo por tanto una menor cantidad
de ruido.

Vuelo subsónico (ruido de helicópteros)

Las fuentes principales del ruido de helicópteros son el sistema del rotor principal y
el motor. El ruido del rotor se compone de (1) ruidos periódicos que incluyen el
«golpeteo de las aspas», y (2) ruidos de banda ancha debidos a la interacción aero-
dinámica no cíclica con el rotor. El ruido de carácter periódico es primordialmente
una función de la velocidad de la punta de aspa del rotor (o sea, su nivel sonoro au-
menta con la velocidad de la punta de aspa) yen menor grado una función del nú-
mero de aspas. En la Figura 47.7 se muestran los niveles de presión sonora en fun-
ción del tiempo de un helicóptero en vuelo horizontal pasando sobre el punto de
medición a una altura de 150 m y a una velocidad de unos 80 nudos. El croquis de
impulsos de presión de la Figura 47.7 indica la naturaleza periódica del ruido y la
importancia del golpeteo de las aspas hasta que el helicóptero se encuentra direc-
tamente por encima. En la Figura 47.8 se muestran los espectros de ruido desde -4
hasta +4 segundos del mismo vuelo.
RUIDO DE AVIONES 47.7

T = -10 SEGUNDOS

:~ ~
50
en T = O SEGUNDOS
O (por encima del observador)

~~ ~
~
w
al
Ü
W
O
Z
W
....J
Il- 50
en
T = 10 SEGUNDOS

~~ ,~
50
10 50 100 5001000
FRECUENCIA EN HERTZIOS
500010.000

FIGURA 47.6. Espectros en bandas de tercio de octava del avión de la Figura 47.5 a
-10, OY + 1Osegundos del paso por encima del observador.

Vuelos supersónicos

El vuelo de un avión a velocidad supersónica produce, además del ruido emitido


por su sistema de propulsión (que también está presente a velocidades subsónicas),
un estampido sónico perfectamente audible desde el suelo. Este fenómeno no se
encuentra relacionado con la emisión constante de energía acústica por parte del
avión. Consiste en dos, tres o incluso más impulsos de presión producidos a inter-
valos de 0,1 ó 0,2 segundos, y está generado por la onda de choque que se forma al-
rededor de cualquier objeto que se mueve a una velocidad supersónica. En la Fi-
gura 47.9 se ilustra la forma de esta onda de choque para una esfera volando por un
túnel aerodinámico a 3,0 Mach. Las mediciones de presión indican que en la onda
frontal (de proa) la presión aumenta de repente por delante de la onda desde la pre-
sión atmosférica normal hasta una cierta cantidad. A continuación desciende de
forma continua hasta llegar a un valor de presión negativo, y da un salto hasta al-
canzar una presión normal por detrás de la onda.
El estampido sónico puede ser considerado como de dos tipos, según su origen
y propagación. Uno de los tipos es el experimentado por el observador sobre el te-
rreno cuando un avión supersónico pasa por encima en vuelo supersónico constan-
te. En este caso el avión «arrastra» por el suelo una formación de ondas de choque,
como muestra la Figura 47.10. El segundo tipo de estampido es causado por los vue-
los de aceleración y deceleración, como los vuelos en picado. En este caso la silueta
de la onda de choque se separa del avión cuando éste varía su velocidad, y a partir
de ese instante se propaga la discontinuidad de presión en forma de onda acústica
de gran amplitud (no lineal) en dirección al suelo. En la Figura 47.lOb se muestra el
modo en que la onda de choque se separa del morro del avión en dirección al suelo
47.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

¡g lOO
:::J
w
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U
w
el

~ 95 +4 SEGUNDOS
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O
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O
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Z 80~--~------~------~------~------~------~______~
-15 -lO -5 O 5 lO 15
TIEMPO EN SEGUNDOS

FIGURA 47.7. Nivel global de presión sonora respecto al tiempo de un helicóptero


en vuelo por encima del observador (t = O) a una altura de 150 m y a una velocidad de
60 nudos.

durante una maniobra de caída en picado a gran altitud. Además de las considera-
ciones de amplitud, el ruido escuchado sobre el suelo es el mismo en ambos casos de
estampido sónico.
Una vez alcanzada la velocidad supersónica, la potencia del estampido sónico en
vuelo constante aumenta ligeramente al aumentar el número de Mach, pero au-
menta rápidamente a medida que disminuye la distancia o la altura_

RUIDO DE AEROPUERTOS Y SU CONTROL

Niveles sonoros en aeropuertos

Los ruidos ocasionados por las maniobras de un conjunto de aviones se combinan


en el aeropuerto formando una fuente compleja de ruidos; compleja no solamente
por la acción de los distintos aviones, sus variados espectros y sus diferentes tiempos
de maniobra, sino también debido al hecho de que estas fuentes individuales de so-
nido se encuentran desperdigadas y muchas de ellas en movimiento sobre un área
muyamplia.
Se pueden distinguir dos clases de fuentes de ruido en aeropuertos: (1) el ruido
de las operaciones de vuelo, y (2) el ruido de las operaciones en tierra. En ambos ca-
sos es posible calcular el campo de ruido de cada aeronave en concreto si se en-
cuentran disponibles los datos completos respecto a los motores y a la propagación
del sonido a través de la atmósfera para el terreno particular del aeropuerto_ A dis-
tancias mayores de 300 m de una fuente específica, los cambios en la atenuación at-
RUIDO DE AVIONES 47.9

T = -4 SEGUNDOS
90

80

70

60

50
T = O SEGUNDOS
IJ) 90
O
::;
w 80
al
Ü
w
O 70
w
z
-' 60
D-
IJ)
50
T = +4 SEGUNDOS
90

80

70

60

50
1

FIGURA 47.8. Espectros en bandas de tercio de octava del helicóptero de la Figura


47.7 a -4, O Y +4 segundos del paso por encima del observador.

mosférica son los que normalmente establecen el límite de exactitud de las predic-
ciones de nivel sonoros más que el casi perfecto conocimiento de la fuente del
ruido. El sonido proveniente de aviones estacionados en la pista o en vuelo muy bajo
puede atenuarse más fácilmente que el procedente de aviones volando a gran altitud.
A la hora de calcular la medida en la que contribuyen los distintos aviones al ruido to-
tal en el campo de vuelo, se deben tener en cuenta ciertas condiciones meteorológicas
típicas (medidas o estimadas). Solamente entonces puede ser calculada la huella del
ruido emitido por un avión sobre el terreno (durante la aceleración y el mantenimien-
to de motores previo al despegue). Según el tipo de operación (como por ejemplo la
posición fija de calentamiento) se puede asumir la orientación específica de una fuente
en concreto. En caso de que no exista una orientación específica de la aeronave o se
emplee una posición arbitraria de calentamiento, será necesario asumir un valor má-
ximo de emisión en todas las direcciones.
En casos de despegue y aterrizaje, se debe considerar la emisión de ruidos desde
cada punto del itinerario de vuelo. En las Figuras 47.11 y 47.12 se muestran los ni-
veles efectivos de ruido percibido' aproximados correspondientes a varios aviones
* Los niveles efectivos de ruido percibido vienen descritos en la sección Indicadores de ruido de avio-
nes: escalos e [ndices.
47.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

FIGURA 47.9. Forma de una onda de choque alrededor de una esfera dentro de un
túnel aerodinámico con Mach 3. (Según la Referencia 8.)

en vuelo a diversas distancias. En este gráfico se asume una absorción atmosférica


mínima, frecuentemente observada en aviones con un alto ángulo de incidencia.
Para casos de bajo ángulo de incidencia, la atenuación debida al «efecto suelo» es
mucho mayor. (Véase el Capítulo 3.)
La intersección del plano del terreno con las superficies de igual nivel sonoro
máximo alrededor del avión origina las líneas isófonas de nivel sonoro máximo so-
bre el suelo para una posición del avión. Las curvas envolventes de las isófonas de
nivel máximo para un determinado itinerario de vuelo indican los puntos sobre el
terreno expuestos al nivel sonoro máximo durante las maniobras de vuelo. De este
modo se pueden determinar los lugares del terreno expuestos a niveles que sobre-
pasan ciertos criterios, siendo posible evaluar los cambios que se producen en estas
áreas según los distintos tipos de aviones o de sistemas de vuelo.
Son necesarias cantidades enormes de información para calcular el ruido global
resultante de las numerosas fuentes existentes en un aeropuerto, incluyendo datos
operativos tales como la hora y el tipo de las operaciones de tierra y de vuelo, los
diseños de motores y reglajes, los datos atmosféricos que influyen en la atenuación,
las operaciones de calentamiento y los datos operacionales del aeropuerto. Sin em-
bargo es suficiente una descripción empírica más simple (la energía media) para co-
rrelacionar los niveles sonoros con las posibles molestias ocasionadas a la pobla-
ción.
Para fines de control de ruidos y de planificación, el estudio en detalle de cada
aeronave en particular y el enfoque empírico sobre energía media son de gran ayu-
da y pueden combinarse para lograr los objetivos previstos. Antes de planificar las
medidas de control de ruidos, debería evaluarse la importancia relativa de cada
fuente en particular, utilizando los índices de la sección Indicadores del ruido de
aviones: escalas e índices, que aparece más adelante. Cuando se emplean varios ele-
mentos o procedimientos de control de ruidos individuales, su eficacia debe ser es-
tudiada por separado en cada caso.

Control del ruido de operaciones en tierra

El ruido originado por las operaciones en tierra incluye el causado por el sistema
propulsor del avión durante las operaciones de mantenimiento y durante los tra-
bajos de revisión tanto en la línea de vuelo como en la plataforma de pruebas. Aun-
que el control de este tipo de ruidos se realiza normalmente para evitar las quejas

......
RUIDO DE AVIONES 47.11

V/C> 1 Trayectoria de vuelo


-+--~--
\
\ V/C < 1
\

(a) posición SUELO (b)


'"
FIGURA 47.10. Emisión de estampido sónico para un caso estable (vuelo rectilíneo
al mismo nivel con un número Mach supersónico constante) y no estable (variando de
número Mach supersónico durante el vuelo en picado). Velocidad del avión, v; velo-
cidad del sonido, c. Ejemplos de distribución de presión habituales a distintas distan-
cias por debajo de un avión supersónico. (Según la Referencia 8.)

de la población de áreas colindantes al aeropuerto, una razón fundamental para lle-


varlo a cabo es la comodidad de las tripulaciones de las aeronaves y demás personal
cercano. La eficacia de los supresores del ruido de calentamiento con respecto a las
molestias en las vecindades del entorno se puede calcular analizando la relación en-
tre las operaciones en tierra y las operaciones en vuelo. Estos dato~ pueden variar
considerablemente de un aeropuerto a otro.
Generalmente se puede obtener una reducción de nivel sonoro de 10 o más dB
en ciertas zonas cercanas al aeropuerto haciendo uso adecuado de los diagramas de
directividad (Figura 47.3) de las distintas fuentes de sonido. Puede ser práctico si-
tuar las zonas de calentamiento en lugares alejados de las comunidades colindantes,
aprovechando las ventajas de ciertas características meteorológicas o del terreno, o
cualquier otra alternativa. Algunos momentos del día son particularmente favora-
bles a la propagación del sonido, por lo que debeóa evitarse realizar operaciones de
mantenimiento en esas horas (por ejemplo, durante la noche). Las variaciones de
nivel sonoro debidas a la atenuación atmosférica, a las distancias del aeropuerto
que estamos considerando ahora, pueden superar los 20 dB.
Un método para controlar el ruido originado por las operaciones en tierra es el
empleo de edificios como barreras de sonido. Cuando los aviones realizan las ope-
raciones de calentamiento cerca de hangares o edificios, su efecto de apantalla-
miento puede reducir entre 10 y 25 dB el nivel sonoro en la zona protegida.
El modo más eficaz de reducir el ruido producido por el calentamiento de mo-
47.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

130

727-200

~ 90
"'z
...J 80,
70 G,A I'ROPULjlON BIP10TOR I I I
80 100 200 400 1000 2000 4000
DISTANCIA EN METROS

FIGURA 47.11. Nivel de ruido percibido efectivo en función de la distancia hasta el


avión durante el despegue. Datos referidos a aviones de propulsión a chorro y turbo-
hélice comerciales y a aviones de hélice ligera.

tores en las operaciones de mantenimiento (no en las previas al despegue) en avio-


nes de propulsión a chorro consiste en utilizar supresores de ruido. Estos supresores
portátiles o fijos proporcionan normalmente una reducción de nivel sonoro de entre
10 y 25 dB, según el dispositivo de estanqueidad entre el supresor y el motor del
aparato.

Control de ruido de las operaciones de vuelo

Existen posibilidades limitadas de controlar el ruido provocado por las operaciones


de vuelo. Una vez proyectado y en funcionamiento, el reglaje del motor del avión es
el único método de alterar la fuente de ruidos. Sin embargo, puede resultar de gran
eficacia a la hora de controlar estos ruidos modificar los procedimientos operativos
de vuelo, como. cambiar los esquemas de vuelo (especialmente a bajas altitudes du-
rante el aterrizaje y el despegue) o el momento del día en el que se realizan las ma-
niobras con el avión. Las isófonas de nivel sonoro trazadas sobre un mapa que in-
dique la densidad de población alrededor del aeropuerto pueden revelar qué
orientación (dirección de despegue) o deformación (curva tras el despegue) de las
curvas disminuiría la cantidad de población expuesta al ruido. Por ejemplo, podría
ser útil un proyecto de empleo de pistas de despegue preferenciales que redujera la
frecuencia de las operaciones realizadas sobre pistas de tráfico denso (trasladando
algunas operaciones a las «pistas preferencial es» menos empleadas). Un ángulo
más pronunciado de subida reduce el área del impacto acústico, asumiendo que el
ruido producido por el avión sea el mismo para ambos ángulos de subida. Sin em-
bargo, una pendiente más alta precisa de un régimen mayor de los motores, aumen-
tando la potencia de ruido emitida, con lo cual queda contrarrestada la ventaja pro-
porcionada por dicha medida. Por regla general, si la pendiente de subida es escasa
las curvas de ruido se extenderán a lo largo de una mayor distancia bajo el itinerario
de vuelo. Una subida más empinada y un alto régimen de motores producirán cur-
vas de ruido más amplias y cortas, o sea, una cantidad relativamente mayor de ruido

J
RUIDO DE AVIONES 47.13

120 707-320B

en LOCKHEED
01001
::::¡ ELECTRA
W
III
U
W
o 80 GA
Z PROPULSION
w BIMOTOR
w 70
J DC-10-1O
60
50 I I I I I I I I
80100 200 400 1000 2000 4000
DISTANCIA EN METROS

FIGURA 47.12. Niveles de ruido percibido efectivo en función de la distancia hasta el


avión durante el aterrizaje. Datos referidos a aviones de propulsión a chorro y turbo-
hélice comerciales y a aviones de hélice ligera.

se extenderá a los lados del itinerario de vuelo y menos en su mismo sentido. El tipo
de aviones y la situación del aeropuerto en relación a la población potencialmente
afectada determinarán cuál de estos dos procedimientos es el más apropiado.
Para provocar las mínimas molestias posibles a la población, las operaciones de
vuelo ruidosas deberían evitarse durante la noche y a horas tempranas del día. Estas
son, sin embargo, menos molestas durante las horas punta generales, de 7:00 a 9:00
de la mañana y de 4:00 a 6:30 de la tarde.

INDICADORES DEL RUIDO DE AVIONES: ESCALAS E INDICES*

Con el fin de medir y comparar los efectos molestos del ruido de aviones se emplean
varias escalas (para medir el grado de molestia de sucesos acústicos individuales) e
índices (para medir el grado de molestia de sucesos múltiples sobre la población du-
rante un determinado intervalo de tiempo )1,2. Estas escalas e índices tratan de cuan-
tificar la reacción del receptor frente al ruido de aviones3 , y de relacionar las moles-
tias causadas a un receptor con las de la comunidad. Una escala de ruido de aviones
debería incluir los efectos del nivel de presión sonora, los espectros de frecuencia
(incluyendo la presencia de tonos puros), la duración y la distribución espacial de la
fuente del ruido. Un índice de ruido de aviones debería incluir también las conse-
cuencias del número de operaciones y del momento del día de exposición al ruido.
Además de las características físicas de exposición al ruido, para lograr una escala o

• La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la lnternational Organization for Stan-


dardization (ISO), el American National Standards Institute (ANSI) y la Society of Automotive Engineers
(SAE) publican normas relativas a la medición del ruido de aviones, el cálculo de correcciones de los ni-
veles sonoros medidos y el cálculo de escalas e índices de ruido. Las cifras mostradas en esta sección si-
guen estas normas, pero se ofrecen con menor detalle.
47.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

índice válido de ruido de aviones deberían tenerse en cuenta la respuesta subjetiva


y los significados cognitivos.
Las escalas de ruido de uso más común para especificar el ruido de un suceso
acústico individual utilizan el nivel sonoro con ponderación A, LA, tratado en el Ca-
pítulo 11, y el nivel de ruido percibido efectivo, L pNE , empleado por la Federal Avia-
tion Administration (FAA) en la certificación de ruido de las nuevas naves de trans-
porte subsónicas. Dos índices de uso común en los EE. UU. para el cálculo de ruidos
de aviones son el nivel sonoro corregido día-noche, L dn , Yla exposición sonora día-
noche, como se explica en el Capítulo 54.

Nivel de ruido percibido efectivo

El siguiente cálculo de nivel de ruido percibido efectivo tiene en consideración la


respuesta del observador al sonido de un avión, el efecto molesto de los tonos pu-
ros, tales como silbidos y chirridos, y la duración de los sucesos acústicos particula-
res 2.4. Este tipo de escala es susceptible de poseer las deficiencias descritas en el Ca-
pítulo 23. . .
La Figura 47.13 muestra un ejemplo de nivel de presión sonora en función del
tiempo (en un punto fijo) resultante del paso de un avión por encima del lugar de
estudio. La Tabla 47.1 muestra los niveles del espectro correspondiente en bandas
de tercio de octava (SPL¡) en un instante concreto (t = 4,5 segundos). El nivel de
presión sonora en bandas de tercio de octava se muestra para 24 bandas con fre-
cuencias centrales comprendidas entre 50 y 10.000 Hz. De acuerdo a estos datos, el
nivel de ruido percibido efectivo se calcula del siguiente modo:
Paso l. Se divide la curva de nivel de presión sonora en intervalos de 0,5 segun-
dos. Consideremos una curva de nivel de presión sonora respecto al tiempo tal
como la de la Figura 47.13. Para empezar, se selecciona un tiempo de origen, 10, que
corresponda al momento en el que el ruido del avión comience a sobrepasar el nivel
CIJ
o
¡¡¡ 110
CD
U
w
o
zw
<
ce
~ 100
o
CIJ
z
o
¡¡;
w --~SONIDO AMBIENTAL ~ 9 4 d B - - - - -
ce
c..
w
~ 900~~~~~~6~~8~~10~~lL2-L-14~~~~~~
W TIEMPO EN SEGUNDOS
~ I I I I I I I I I I I
z O 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40
IN DICE k DE INCREMENTO DE TIEMPO

FIGURA 47.13. Ejemplo de medidas del nivel global de presión sonora respecto al
tiempo.

-
RUIDO DE AVIONES 47.15

TABLA 47.1. Valores en noys en bandas de tercio de octava


del espectro correspondiente a k = 9 (t = 4,5 segundos)

Frecuencia SPLI , Noys


central, dB ni
; Hz
1 50 79,5 4,7
2 63 78,5 5,6
3 80 82,9 9,8
4 100 89,6 19,2
5 125 92,3 24,7
6 160 83,0 27,8
7 200 90,7 27,4
8 250 82,1 32,3
9 315 90,6 31,1
10 400 89,8 31,6
11 500 90,2 32,4
12 630 89,8 31,6
13 800 88,8 29,5
14 1.000 88,5 28,8
15 1.250 87,8 31,6
16 1.600 87,3 39,5
17 2.000 88,0 47,8
18 2.500 88,8 47,0
19 3.150 86,6 53,4
20 4.000 88,7 61,7
21 5.000 78,3 30,0
22 6.300 70,3 15,0
23 8.000 61,8 6,8
24 10.000 58,3 4,3
24
~ni = 674,6 noys
;=1

sonoro ambiental. A continuación se determina el número de incrementos de 0,5


segundos durante los cuales el nivel sonoro supera al ambiental. En la Figura 47.13
son 40 intervalos. Estos intervalos se denominan mediante la letra k. Así, por ejem-
plo, para un tiempo t = 4,5 segundos, k = 9.
Paso 2. Se calcula la «ruidosidad» total en noys. Primeramente, se transforma el
nivel de presión sonora de cada banda de tercio de octava en su correspondiente va-
lor de «ruidosidad» (abreviado como n) en noys (ni) empleando la Figura 47.14 o
los valores de la tabla2 • Las valores de ruidosidad (ni) de cada una de las bandas de
tercio de octava se sustituyen a continuación en la siguiente ecuación con el fin de
obtener la ruidosidad total n¡:

n¡ = nmáx + 0,15 (~ni - n máX ) noy (47.1)


47.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

140
(Jl

g
w
130
~OYS

~1~
al
U 120
w
O
z 110
w

~H~
C!i 100
z
oC(
al 90
W

~l~
O
oC( 80
a:
O
z 70
O
(Jl
z 60
O
iii 50
w
a:
o..
w 40
O
-' 30
w
>
Z 20

10
0,02 0,05 0,1 0,2 0,5 1 2 5 10 20
FRECUENCIAS EN KILOHERZIOS

FIGURA 47.14. Líneas de igual ruidosidad percibidas por el oído humano y emplea-
das para la medición del nivel de ruido percibido LpN , en bandas de tercio de octava.

en donde nmáx = valor máximo en noys


24
L n¡ = suma de valores noy de todas las bandas
¡~l

Por ejemplo, la Tabla 47.1 muestra el cálculo de la suma de los valores noy para
cada una de las 24 bandas del espectro de ruido de la Figura 47.13, para un tiempo
t = 4,5 segundos (k = 9). (Aunque los datos científicos en los que se fundamentan
estos cálculos justifican a lo sumo solamente su exactitud en dos o tres lugares, con
fines de regulación se emplea normalmente un número mayor de cifras significati-
vas.)
El valor nmáx = 61,7 noys (indicado en la tabla en negrita) se produce en la ban-
da centrada en 4.000 Hz. Sustituyendo esta cifra y el valor de la suma de la Ecuación
(47.1) se obtiene la ruidosidad total nI para las 24 bandas de la siguiente forma:

nI = 61,7 + 0,15 (~n¡ - 61,7) noy = 153,6 noys

24
en donde L n¡ =
¡~l
674,6 noys.

Se debe seguir un procedimiento similar para cada valor k, con el fin de obtener
la ruidosidad en función del tiempo.
RUIDO DE AVIONES 47.17

Paso 3. Se calcula el nivel de ruido percibido, L pN , que viene dado por la siguien-
te fórmula:

L pN = 40 + 33,22 log nt dB (47.2)

Por ejemplo, el nivel de ruido percibido correspondiente al valor de ruidosidad


total calculado en el ejemplo del Paso 2 es

L pN = 40 + 33,22 log nlO 153,6 = 112 dB (47.3)

El procedimiento anteriormente descrito se debe repetir para cada valor de k con el


fin de obtener una curva de nivel de ruido percibido en función del tiempo como la
mostrada en la Figura 47.15.
La unidad de nivel de ruido percibido se expresa en decibelios, cuyo símbolo es
dB. Aunque el símbolo unitario se muestra a veces como PNdB, tal empleo no es
recomendado por el American National Standards lnstitute.
Paso 4. Se calcula el nivel de ruido percibido corregido, L pNT • El cálculo del nivel
LPNT precisa del estudio de los espectros en bandas de tercio de octava en intervalos
de 0,5 segundos con el fin de detectar, según un complicado procedimiento de co-
rrección tonal, cualquier banda cuyo nivel exceda a los de la banda o bandas adya-
centes2 •
La corrección tonal varía desde O dB hasta un máximo de 6,7 dB. Cuando se
consigue una corrección distinta de cero en dos o más bandas de frecuencia, sola-
mente se aplica la mayor corrección. El empleo de este procedimiento de correc-
ción por tonos puros en el ejemplo mostrado en la Tabla 47.1 tiene como conse-
cuencia una corrección de 1,9 dB asociada a la banda de frecuencias centrada en
4.000 Hz, de modo que L pNT = 112,6 + 1,9 = 114,5 dB para t = 4,5 (k = 9), como
muestra la Figura 47.15. (En este ejemplo, solamente la banda de tercio de octava
de 4.000 Hz precisó de una corrección de 1,9 dB.)

oo
(3 120
~ 118,1
~ 116,7
u
0(/)114,5
Q gm,6
!!:!w
ffi ~ 110
o..W
0
0
Q~
:::J
[E:
w
o
...J
W
>
Z " , , ,,, ,, " , , ,
o 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40
IN DICE k DE INCREMENTO DE TIEMPO

RGURA 47.15. Distribución del nivel sonoro percibido corregido por tonos puros en
función del tiempo, obtenido añadiendo al nivel de ruido percibido una corrección
que corresponde al nivel en t = 4,5 segundos (k = 9) de la Figura 47.13.
47.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

El cálculo de la corrección por tonos puros debe repetirse para cada valor de k
hasta obtener el nivel de ruido percibido corregido en función del tiempo que mues-
tra la Figura 47.15. En este ejemplo, el nivel máximo de ruido percibido corregido
es de 118 dB.
Paso 5. Se calcula la corrección de duración D. La corrección D (expresada en
decibelios) sirve para considerar la duración del ruido. D puede ser tanto positiva
como, más frecuentemente, negativa. Se obtiene por medio de:

D = 10 10gIO ~
("" antilog LPNT(k») - 13 - LPNTmáx dB (47.4)
k=O 10

donde LPNTmáx es el máximo valor de L pNT.


La duración d es el tiempo (en segundos enteros) durante el cual el L pNT es ma-
yor que (L pNT - 10 dB), o durante el cual L pNT supera los 90 dB si así se obtiene un
valor menor de d.
En el ejemplo que estamos considerando ahora, de acuerdo a la Ecuación
(47.4), D = 10 10gIO (71,9 X 1011 ) - 13 - 118 = 2,4 dB.
Paso 6. Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo, L pNE , por medio de:

dB (47.5)

En el ejemplo en consideración,

L pNE = 118 - 2,4 = 115,6 dB

Nivel sonoro continuo equivalente, ~

Véase la Ecuación (11.2).

Nivel sonoro corregido día-noche, l.Jn

Véase la Ecuación (11.5) y Capítulo 54.

Pronóstico de exposición al ruido, NEF

El pronóstico de exposición al ruido, NEF, se empleó en el pasado como un índice


de respuesta de la población, con propósitos de planificación de zonas cercanas a
aeropuertos. Sin embargo, ha sido reemplazado por el nivel sonoro corregido día-
noche o la exposición sonora día-noche (véase el Capítulo 54). El pronóstico de ex-
posición al ruido era una suma calculada durante un período de 24 horas basada en
el nivel de ruido percibido efectivo, el número de operaciones ruidosas de aviones
durante el día (de 7:00 a.m. a 10:00 p.m.) y durante la noche (10:00 p.m. a 7:00 a.m.),
y finalmente la sustracción de una constante arbitraria de 88 al valor calculado. El

-
RUIDO DE AVIONES 47.19

pronóstico de exposición al ruido se calculaba sobre una malla de puntos receptores


desde la que se trazaba un sistema de curvas de idéntica exposición al ruido (isolí-
neas) sobre un mapa del aeropuerto y sus áreas circundantes, como ilustra la Figura
47.16.
Los valores NEF pueden ser interpretados del siguiente modo: (1) menos de
20 NEF indica que no se producirán quejas; (2) entre 20 y 30 NEF, se pueden pro-
ducir interferencias en las zonas afectadas; (3) entre 30 y 40 NEF, se pueden pro-
ducir quejas e iniciativas en contra por parte de los habitantes de las áreas residen-
ciales cercanas; (4) más de 40 NEF provocarán violentas quejas y posibles
movimientos de oposición5•
Se consideró que la exposición total al ruido de aviones en un punto dado era la
suma de las distintas contribuciones por parte de varios aviones volando en distintas
rutas de vuelo.

PREDICCION DEL RUIDO DE AVIONES

Datos medidos de vuelo

El nivel sonoro en un lugar concreto en el terreno se puede calcular empleando los


datos medidos de vuelo, consistentes en los niveles sonoros con ponderación A o los
valores de niveles de ruido percibido efectivo correspondientes a distintos patrones
de aceleración y a diversas distancias desde la aeronave en estudi06 . Si, además, se
pueden conseguir datos del funcionamiento de los aviones para determinar (1) la

LIMITE DEL AEROPUERTO

FIGURA 47.16. Curvas isofónicas NEF sobre un mapa de un aeropuerto y de sus


áreas colindantes.
47.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

distancia de rodaje en tierra desde el accionamiento del freno a una altura especí-
fica, y (2) la altitud conseguida respecto a la distancia, se podrá calcular el ruido
producido por el avión en un punto determinado del suelo. Estos datos ya se en-
cuentran disponibles por parte de la Federal A viation Administration (FAA) para
aviones comerciales convencionales, entre los cuales están incluidos los Boeing
B-707, B-737, B-727 Y B-747, los Douglas DC-B, DC-9 y DC-10, y el Lockheed L-
1011. La Environmental Protection Agency (EPA) proporciona datos similares de
ruido de aviones, así como sus datos de funcionamiento, de los mismos aviones co-
merciales, para su uso por parte del personal de aeropuertos y gobiernos locales que
deseen calcular los pronósticos de exposición al ruido, NEF, y los niveles sonoros
corregidos día-noche correspondientes a distintos modelos actuales o en proyecto
de actividades aeronáuticas. Tanto los datos de la F AA como los de la EPA pueden
ser utilizados para calcular el ruido de cada vuelo por separado o el acumulado por
las distintas actividades cercanas a un aeropuerto comercial.

Procedimiento de predicción de ruidos de vuelos individuales

Empleando los datos de la FAA para un avión Boeing B-707-3007 equipado con
motores JT3D-3B se puede calcular a mano el ruido producido a lo largo de una lí-
nea recta sobre el terreno situada directamente por debajo de la trayectoria de vue-
lo del avión, tanto para operaciones de despegue como de aterrizaje. Los datos co-
rrespondientes a trayectorias en curva resultantes de los giros llevados a cabo por el
avión justo después del despegue o al final de su aproximación pueden añadirse por
medio de procedimientos de predicción calculados por ordenador.

Ejemplo durante el despegue. Los datos de aviones y aeropuertos utilizados para


el ejemplo del cálculo en despegue son los siguientes:
Avión: Boeing B-707-300.
Motores: JT3D-3B.
Posición de las alas: 0,24 rad (14°).
Peso bruto de puesta en marcha del freno (BRGW): 117,934 kgm.
Temperatura en el aeropuerto: 294,3 K (70°F).
Altitud del aeropuerto: 305 m.
Viento de frente: + 10 nudos.
Velocidad de subida de despegue: V2 + 20 nudos, donde V2 es la velocidad de se-
guridad de despegue.
Distancia desde el accionamiento del freno: 3,5 millas náuticas· sobre la pista di-
rectamente delante del avión.
Paso 1. Se obtiene el BRGW equivalente = 116,122 kg y la distancia desde la

* 1 milla náutica = 1.849 m.


RUIDO DE AVIONES 47.21

puesta en marcha del freno a una altura de 10,7 m (35 ft) igual a 1.631 m (5350 ft),
empleando la Figura 7.3.8 de la Referencia 7 además de la información anterior.
Paso 2. Se obtiene una cantidad equivalente al peso bruto de 117,936 kg a una
altitud de 591 m en un punto situado a 3,5 millas náuticas desde la puesta en marcha
del freno, utilizando la Figura 7.3.10 de la Referencia 7 y los datos de despegue se-
leccionados.
Paso 3. (a) Se obtiene una velocidad de subida de despegue de todos los motores
de 170 nudos utilizando la Figura 7.3.1 de la Referencia 7. (b) Se obtiene una velo-
cidad relativa verdadera de 181 nudos a partir de la Figura 6.2 de la Referencia 7
utilizando la altitud real del avión (305 + 591 m).
Paso 4. Se calcula la tracción neta de cada motor, FN = 59,158 N, empleando la
Figura 7.3.12 de la Referencia 7. Se calcula la tracción neta corregida de cada motor,
(FN /8) = 65,830 N utilizando la Figura 6.3 de la Referencia 7"".
Paso 5. (a) Se obtiene un nivel de ruido percibido efectivo L pNE = 107,3 dB a
partir de la Figura 7.1.12 de la Referencia 7, utilizando una tracción neta corregida
de cada motor de FN /8 = 65,830 N a una distancia (altitud) de 591 m. (b) Se obtiene
un nivel sonoro con ponderación A LA = 90,2 dB (A) utilizando la Figura 7.1.13 de
la Referencia 7.
Paso 6. Se obtiene una corrección de L pNE y de LA en función de la altitud del
aeropuerto y a la temperatura de -0,1 dB, Y una corrección de L PNE solamente
para la velocidad del avión de -0,5 dB utilizando respectivamente las Figuras 6.9 y
6.10 de la Referencia 7.
Paso 7. (a) Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo corregido sobre la pista
a 3,5 millas náuticas de la puesta en marcha del freno, L pNE = 107,3 - 0,1 - 0,5 =
106,7 dB. (b) Se calcula el nivel sonoro con ponderación A corregido, LA = 90,2 -
0,1 = 90,1 dB(A).
La Tabla 47.2 es un resumen tanto del nivel de ruido percibido efectivo como
del nivel sonoro máximo calculados para los datos de este ejemplo empleando un
programa de ordenador para cáluculo de los datos de la F AA.

Ejemplo para el aterrizaje. El cálculo de ruido durante el aterrizaje se realiza para


el mismo avión y aeropuerto del ejemplo de despegue anterior, añadiendo la si-
guiente información adicional:

Posición de las alas: 0,70 rad (40°).


Guía de posición: 0,052 rad (30).
Peso bruto: 95.256 kg.
Velocidad de 1,3 Vz + 20 nudos, donde Vz es la velocidad de
aproximación: pérdida de sustentación.
Distancia desde la 1,0 milla náutica por debajo del avión sobre la
cabecera de pista: pista.

** 1) = densidad de aire real respecto a la densidad de aire habitual al nivel del mar.
47.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 47.2. Ejemplos de cálculo de niveles sonoros directamente por debajo de la


trayectoria de vuelo de un avión* durante el despegue

Distancia desde
la puesta en marcha Altitud, LAma...
de freno, m (ft) m (ft) dB(A)

2.896 (9.502) 122 (400) 120,9 110,7


3.336 (10.945) 183 (600) 117,9 105,9
3.776 (12.388) 244 (800) 115,4 102,2
4.223 (13.854) 305 (1000) 113,4 99,7
4.670 (15.321) 366 (1200) 111,6 96,8
5.578 (18.302) 488 (1600) 108,6 92,8
6.503 (21.334) 610 (2000) 106,2 89,5
7.442 (24.416) 732 (2400) 103,9 87,0
8.364 (27.441) 853 (2800) 102,4 84,5
9.370 (30.740) 975 (3200) 101,1 82,8
10.359 (33.985) 1097(3600) 99,4 80,9
11.396 (37.387) 1219 (4000) 98,4 79,2
12.390 (40.649) 1341 (4400) 98,4 79,2
13.433 (44.072) 1463 (4800) 96,2 76,4
• Como media. el procedimiento gráfico utilizado en el ejemplo de cálculo de ruido de despegue arroja valores de LpNE
y LA que no llegan a diferir en 1 dB del resultado compute rizado.

Paso 1. Se obtiene una velocidad de aproximación del avión de 128 nudos uti-
lizando la Figura 7.3.3. de la Referencia 7.
Paso 2. Se obtiene la altitud de 113 m. a 1 milla náutica desde la cabecera de
pista utilizando la Figura 6.6 de la Referencia 7.
Paso 3. Se obtiene una velocidad relativa verdadera de 152 nudos y una guía
de posición corregida según el viento de 0,049 rad (2,8°) utilizando las Figuras 6.2 y
6.8 de la Referencia 7.
Paso 4. Se obtiene una tracción neta de cada motor de F N = 21,158 N Yla trac-
ción neta corregida de cada motor, FN/'O = 22,240 N utilizando las Figuras 7.3.6 y 6.3
de la Referencia 7.
Paso 5. (a) Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo, L pNE = 115,3 dB, uti-
lizando la Figura 7.1.12 de la Referencia 7. (b) Se calcula el nivel sonoro con pon-
deración A, LA = 105,5 dB(A), utilizando la Figura 7.1.13 de la Referencia 7.
Paso 6. Se obtiene una corrección en función de la altitud del aeropuerto y la
temperatura, de -0,1 dB, de nuevo utilizando la Figura 6.9 de la Referencia 7. Se
obtiene una corrección de velocidad de vuelo de +0,2 dB, empleando la Figura 6.10
de la Referencia 7.
Paso 7. (a) Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo corregido sobre la pista
a 1,0 milla náutica desde la cabecera de pista, L pNE = 115,3 - 0,1 + 0,2 = 115,4 dB.
(b) Se calcula el nivel A de potencia sonora corregido, LA = 105,5 - 0,1 =
105,4 dB(A).
La Tabla 47.3 es un resumen tanto del nivel de ruido percibido efectivo corno
del nivel sonoro máximo calculados para los datos de este ejemplo, empleando las
aplicaciones compute rizadas de los datos de las F AA.
RUIDO DE AVIONES 47.23

TABLA 47.3. Ejemplos de cálculo de niveles sonoros directamente por debajo de la


trayectoria de vuelo de un avión* durante el aterrizaje

Distancia desde
la puesta en marcha Altitud, L pNE, LAma.",
del freno, m (ft) m (ft) dB dB(A)
872 (2.862) 61 (200) 119,7 112,0
2.035 (6.678) 122 (400) 115,2 105,0
3.199 (10.494) 183 (600) 115,2 100,4
4.362 (14.310) 244 (800) 109,7 96,8
5.525 (18.127) 305 (1000) 107,5 94,0
6.688 (21.943) 366 (1200) 105,7 91,5
9.014 (29.575) 488 (1600) 102,2 87,3
11.341 (37.208) 610 (2000) 99,2 83,2
13.667 (44.840) 732 (2400) 96,7 80,0
15.240 (50.000) 814 (2670) 95,1 78,3
• Como media. el procedimiento gráfico utilizado en el ejemplo de cálculo de ruido de despegue arroja valores de
LPNE y LA que no llegan a diferir en 1 dB del resultado computerizado.

Niveles sonoros laterales. El ruido producido en un punto arbitrario del terreno


también puede ser calculado rápidamente para operaciones de despegue y de ate-
rrizaje. Primeramente es necesario determinar la distancia real, o distancia en línea
recta, hasta la aeronave en su punto de máxima aproximación, que a continuación
se utiliza (en lugar de la altitud) junto con las Figuras 7.1.12 y 7.1.13 de la Referen-
cia 7 para los procedimientos de cálculo citados anteriormente·.

Modelización de las fuentes de ruido

Un modelo alternativo al de la medición de ruido de aeronaves en vuelo como fun-


damento de las previsiones de ruido es la modelización, o descripción, del ruido to-
tal de las distintas fuentes como suma de los espectros de presión sonora calculados
para cada componente emisor de ruidos del avión. Por ejemplo, el programa de pre-
dicción de ruido de aviones de la National Aeronautics and Space Administration
calcula espectros en bandas de tercio de octava para el ruido de propulsión a cho-
rro, el de ventiladores y compresores, de combustión, de turbinas, el ruido aerodi-
námico, etcétera, en función del ángulo de directividad y el tiempo 9.10.
Este procedimiento tiene como resultado la estimación de un espectro dividido
en una serie de intervalos de tiempo por bandas de tercio de octava para cada una
de las distintas posiciones de observación seleccionadas sobre el terreno durante un
vuelo. Los niveles globales de presión sonora, los niveles de ruido percibido, los ni-
veles de ruido percibido corregidos, y los niveles de ruido percibido efectivo se cal-
culan posteriormente a partir de los espectros estimados. Una de las ventajas de

• Debido a un exceso de atenuación por «efecto suelo» (véase el Capítulo 3), este procedimiento no
debería ser empleado en situaciones en las que el ángulo de visión del avión, o sea, el ángulo ljJ de la Fi-
gura 3.1, sea menor de unos 10".
47.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

este método de modelización de fuentes de ruido es que pueden realizarse las pre-
dicciones de ruido para aviones, incluyendo los estudios paramétricos, en la fase de
proyecto preliminar, evaluando el impacto sonoro de las aeronaves estudiadas y,
por tanto, minimizándolo con anterioridad a la puesta en marcha del proyecto.

Curvas de ruido de aviones

Para casos de vuelos aislados, tanto el personal de aeropuertos como los planifica-
dores de áreas residenciales o las organizaciones gubernamentales emplean las cur-
vas isófonas en términos de nivel sonoro con ponderación A, nivel de ruido perci-
bido efectivo o algún otro tipo de escala. Para vuelos múltiples se utilizan índices
tales como el nivel sonoro corregido día-noche, o el pronóstico de exposición al rui-
do NEF. Las curvas relativas a vuelos individuales sirven para comparar los aviones
entre sí. Las correspondientes a grupos de aviones, como las que muestra la Figura
47.16, se emplean para determinar el impacto total del ruido de aviones sobre la co-
munidad de personas que se encuentra cerca del aeropuerto, para asesorar acerca
de los cambios a realizar en los procedimientos de las operaciones de los aviones,
para introducir nuevos modelos de aeronaves o para alterar la combinación de apa-
ratos en un aeropuerto en concreto.

El Departamento de Defensa, el Departamento de Transportes, incluyendo la


Federal A viation Administration, la Environmental Protection Agency y la National
Aeronautics and Space Administration utilizan programas de ordenador para pre-
decir el ruido de aviones y modelizar el comportamiento acústico de los distintos ti-
pos de aeropuertos, la mayoría de los cuales se encuentran a disposición en las redes
informáticas comerciales.

REFERENCIAS

1. K. S. Pearsons y R. L. Bennett, Handbook of Noise Ratings, NASA CR-2376, abril 1974.


2. P. M. Edge Jr. y J. M. Cawthorn, Selected Methods for Quantification of Community Ex-
posure to Aircraft Noise, NASA TN D-7977, febrero 1976.
3. K. D. Kryter, The Effects of Noise on Man, Academic Press, Nueva York, 1970.
4. Federal Aviation Administration Noise Standards, Title 14, Code of Federal Regula-
tions, Chapo 1, Part 36, 34 Fed. Reg. 1864, 18 de noviembre de 1969, as amended.
5. Information on Levels of Environmental Noise Requisite to Protect Public Health and
Welfare with an Adequate Margin of Safety, 550/9-74-004, U.S. Environmental Protection
Agency, marzo 1974.
6. Community Noise Exposure Resulting from Aircraft Operations: Acquisition and Analy-
sis of Aircraft Noise and Performance Data, AMRL-TR-73-107, Bolt Beranek and New-
man, agosto 1975.
7. B. G. Williams y R. Yates, Aircraft Noise Definition: Individual Aircraft Technical
Data-ModeI707, FAA-EQ-73-7, 2 de diciembre 1973.
RUIDO DE AVIONES 47.25

8. C. M. Harris (ed.), Handbook of Noise Control, La ed., McGraw-Hill, Nueva York,1957.


9. W. E. Zorumski, «Aircraft FIyover Noise Prediction», Proc. Noise Con-77, Hampton,
Va., octubre 1977.
10. J. P. Raney, Noise Prediction Technology for CTOL Aircraft, erOL Transport Tech-
nology Conf., NASA CP-2036, 1978.
Capítulo 48
PREVISION y CONTROL
DEL RUIDO DE
AUTOPISTAS

William Bowlby

INTRODUCCION

El ruido del tráfico de las autopistas produce un impacto grave sobre más gente que
cualquier otra fuente de ruido ambiental. Como resultado, muchas agencias guber-
namentales nacionales, estatales y locales tienen reglamentaciones para evaluar los
impactos de ruido existentes o potenciales de las autopistas y para reducir los nive-
les allí donde sea posible. En EE.UU., la ley exige que las agencias federales reali-
cen estudios de impacto ambiental (descritos en el Capítulo 54) para nuevas carre-
teras o proyectos importantes de reconstrucción en los que se evalúan con
anticipación los impactos sonoros y se utiliza dinero federal para financiar la tota-
lidad o parte del proyecto. La Federal Highway Administration (FHW A) delega la
responsabilidad de la realización de estos estudios a los departamentos de transpor-
te estatales, cuando éstos poseen la jurisdicción sobre las infraestructuras estudia-
das. La FHW A ha desarrollado procedimientos para analizar y reducir el ruido del
tráfico de las autopistas y el ruido durante su construcción.
Además, cuando el Department of H ousing and Urban Development de EE. UU.
presta dinero (o avala préstamos para la construcción) a un promotor de una urba-
nización residencial, debe primero evaluar los impactos potenciales del ruido de los
transportes en la urbanización. El Capítulo 50 incluye una técnica de «screening»
simplificada de la evaluación inicial del impacto de ruido. Este filtrado inicial suele
producir indicaciones moderadamente altas de impacto. Las metodologías descritas
en este capítulo pueden emplearse para una modelización más precisa y para el di-
seño de medidas de reducción del impacto específico para cada localización.
Este capítulo describe los pasos necesarios para evaluar el impacto de ruido de
un proyecto de autopista y para evaluar y diseñar las medidas de reducción del rui-
do. Se presenta en detalle un método para predecir los niveles de ruido del tráfico
de autopista. También se presenta información sobre las barreras acústicas, el mé-

48.1
48.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

todo más habitual para reducir el ruido del tráfico aparte del control del mismo en
la propia fuente del vehículo.

DESCRIPTORES DEL RUIDO DEL TRAFICO

La mayoría de las evaluaciones del ruido del tráfico se realizan en términos de ni-
veles sonoros globales con ponderación A. Los niveles de banda de octava o de ter-
cio de octava sólo suelen considerarse cuando se trabaja en el control del ruido so-
bre el vehículo, cuando se diseñan tratamientos de aislamiento acústico para
edificios cercanos a autopistas o cuando se estudian tratamientos específicos de ab-
sorción del sonido para las superficies de las barreras contra el ruido.
Debido a que el ruido del tráfico varía a lo largo del tiempo (tanto de minuto a
minuto como de hora a hora), se precisan métodos que cuantifiquen esta variación
y su consiguiente impacto sobre las personas.

Período de tiempo de referencia

El período de tiempo utilizado como base para la evaluación por la Federal High-
way Administration (FHWA) es de 1 hora (la hora con tráfico más denso, es decir,
la peor hora de ruido). El Department 01 Housing and Urban Development exige
evaluaciones sobre períodos de 24 horas, al igual que algunos estados, como Cali-
fornia. Puede exigirse una evaluación para varios de estos períodos de tiempo para
el mismo proyecto, dependiendo de las instituciones implicadas en el estudio.
Habitualmente se utilizan dos métodos para cuantificar la variación dentro de
un período de tiempo determinado: mediante descriptores estadísticos y descripto-
res con promedio temporal.

Descriptores estadísticos

Una manera de describir tanto la magnitud de los sucesos acústicos individuales del
tráfico, por ejemplo el paso de camiones, como el número de estos sucesos, es de-
terminar el nivel percentil 10 L IO , que es el nivel excedido durante un 10 por 100 del
período de tiempo considerado. Inicialmente, los criterios de reducción del ruido de
la FHW A sólo se especificaron en términos del nivel percentil 10 de una hora. Sin
embargo, este descriptor no es adecuado cuando: (1) las intensidades horarias de
vehículos son bajas, (2) los vehículos no están espaciados por igual a lo largo de la
carretera y (3) se necesita combinar matemáticamente los valores de LIO calculados
por separado para distintas fuentes.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.3

Descriptores con promedio temporal"

Los descriptores con promedio temporal suelen utilizarse en el ruido del tráfico
para superar los problemas de los descriptores estadísticos. El más frecuente es el
nivel sonoro de 1 hora (abreviatura 1HL), que es el nivel sonoro continuo equiva-
lente con ponderación A durante un período de 1 hora (véase Ecuación 11.3). El
uso de este descriptor para la evaluación del ruido del tráfico tiene ventajas porque:
(1) puede calcularse con facilidad, (2) no es necesario establecer suposiciones con
respecto al espaciamiento entre vehículos y (3) los niveles calculados para catego-
rías separadas de fuentes pueden combinarse fácilmente. Una desventaja es que es
extremadamente sensible a sucesos aislados con niveles sonoros altos, que no ne-
cesariamente producen una respuesta humana consecuentemente alta.
Para la mayoría de las situaciones que se producen cerca de las autopistas, el ni-
vel sonoro de 1 hora Llh es de 2 a 4 dB inferior al nivel percentil 10 de 1 hora. En
situaciones de intensidad de tráfico baja, el nivel equivalente tiende a igualar o su-
perar al nivel de percentil 10, debido a su sensibilidad a los sucesos acústicos indi-
viduales.
Cuando se utiliza un período de 24 horas, para análisis de ruido de zonas de uso
residencial, se emplea el nivel sonoro corregido día-noche Ldn (véase Ecuación
11.4). En California, la ley estatal exige el uso del nivel equivalente de ruido comu-
nitario, CNEL (véase Ecuación 11.11).

PROCEDIMIENTOS DE EVALUACION DEL RUIDO DE LA


ADMINISTRACION FEDERAL DE AUTOPISTAS (EE.UU.)

La Federal Highway Administration (FHWA) estadounidense tiene normas para el


análisis del ruido del tráfico l . Estas normas representan un marco útil que puede se-
guirse en cualquier estudio del ruido del tráfico.

Aplicabilidad

La FHW A divide los proyectos en dos categorías: Tipo 1 y Tipo 11. Un proyecto de
Tipo 1 es una propuesta de proyecto federal o con ayuda federal para la construc-
ción de una nueva autopista o alteración física importante en una autopista existen-
te. Un proyecto de Tipo II es un proyecto para la implantación de medidas de re-
ducción del ruido que se añaden a una autopista existente, sin cambios importantes
en ella.
Las normas de la FHW A se aplican a todos los proyectos de Tipo 1. Su desarro-
llo e implantación en los proyectos de Tipo 11 no son obligatorios, pero el análisis
del ruido del tráfico es un requisito para que las medidas de reducción puedan aco-
gerse a una financiación federal.

• N. del T.: En Europa es más habitual la denominación niveles continuos equivalentes.


48.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Procedimiento de análisis del ruido del tráfico

Las normas de la FHW A para el análisis del ruido del tráfico especifican el siguien-
te procedimiento:
1. Identificación de las actividades y usos del suelo que pueden verse afectados
por el ruido del tráfico. Recopilación de fotografías aéreas, mapas de uso del suelo
y planos de autopistas, así como resultados de reconocimiento de campo. Se deter-
minan las áreas típicas en las que se producen actividades humanas. Se identifican
las principales fuentes de ruido.
2. Predicción de los niveles futuros del ruido del tráfico. El método utilizado:
• Debe ser consistente con el modelo de previsión del ruido del tráfico de la
FHWA 2 (que se describirá en la sección «Previsión del ruido del tráfico de au-
topista» ).
• Hay que emplear niveles de emisión de ruido que estén: (a) publicados en las
normas de la FHWA o (b) determinados por la propia agencia utilizando pro-
cedimientos especificados3 .
3. Determinación de los niveles de ruido existentes. Las normas exigen medidas
(o previsiones) de los niveles ambientales en puntos representativos en las áreas
identificadas como sensibles al ruido. Estos niveles ambientales aportan la base tan-
to para evaluar el impacto como para examinar la viabilidad de la reducción del rui-
do. Generalmente se realizan medidas para la determinación de los niveles estadís-
ticos o'equivalentes de 1 hora: (a) durante horas diurnas para obtener los niveles de
ruido más altos, (b) durante las horas más importantes para el uso concreto del sue-
lo afectado o, a veces, (c) durante un período de 24 horas, en uno o más lugares,
para determinar la variación del ruido con el tiempo. Hay que elegir los puntos de
medida en el lugar afectado, de forma que sean representativos de los lugares don-
de la actividad humana suele producirse; deben estar lejos de las fuentes de ruido
existentes, como acondicionadores de aire del edificio, perros que ladran o sega-
doras de césped.
4. Determinación de los impactos del ruido del tráfico. Hay que considerar dos
tipos de impacto, sobre la base de:
• Una comparación entre los niveles previstos y los existentes.
• Una comparación entre los niveles previstos y valores límite dependientes del
uso del suelo.
La política de la FHW A establece que cualquier impacto identificado de acuer-
do con estas comparaciones es lo suficientemente importante como para necesitar
una reducción si ésta es factible y práctica.
Comparación con los niveles existentes. Las normas de la FHWA consideran que
se producirá impacto cuando los niveles futuros previstos «superen sustancialmen-
te» los niveles existentes (sin embargo, la FHWA no define «superen sustancial-
mente»). Distintas agencias de transporte estatales definen de forma diferente el
término «superen sustancialmente», situando el aumento mínimo del nivel sonoro
con ponderación A entre 5 y 15 dB; el valor más habitual es 10 dB.
Comparación con valores límite. Las normas de la FHWA consideran que un se-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.5

gundo tipo de impacto tendrá lugar cuando los niveles futuros previstos «se acercan
o superan» a los valores límite (criterios de reducción del ruido), que se presentan en
la Tabla 48.1. Los criterios se organizan por categorías de uso del suelo y están ex-
presados en términos de niveles sonoros equivalentes de 1 hora (L 1h ) o niveles L/O
de 1 hora. Una agencia de transporte estatal puede usar cualquiera de los descrip-
tores, pero debe hacerlo consistente mente a lo largo del estudio. Las Categorías A,
B YC son para actividades exteriores. La Categoría D corresponde a suelos sin de-
sarrollar y no tiene niveles especificados. La Categoría E corresponde a actividades
interiores en zonas sin actividades exteriores importantes cerca de la carretera. La
mayoría de las zonas sensibles al ruido corresponden a la Categoría B, para la que
los valores límite (criterios) son un nivel sonoro equivalente de 1 hora de 67 dB(A)
o un nivel percentillO de 70 dB(A).
Estos criterios identifican impactos lo suficientemente severos como para que
sea precisa una reducción del ruido. Estos criterios no son objetivos de diseño o ni-
veles finales; hay que diseñar las medidas correctoras de forma que se obtenga una
reducción sustancial de los niveles previstos. La frase «se acercan o superan» no se
define en las normas. Muchas agencias de transporte estatales consideran que ni-
veles equivalentes de 1 hora de entre 65 y 67 dB(A) son lo suficientemente altos
como para que se necesite una reducción del ruido en el caso de las actividades de
la Categoría B.
5. Evaluación de las medidas de reducción del ruido. Si se identifican impactos
severos, la agencia estatal de transporte tiene que examinar los medios para redu-
cirlos sustancialmente o eliminarlos. Estas instituciones suelen tener objetivos de

TABLA 48.1. Valores límite (criterios de reducción) del ruido

Categoría Nivel
de la percentil Descripción de la categoría
actividad L/ h lO de lhora de la actividad
A 57 60 Terrenos en que la serenidad y el silencio son
(exterior) (exterior) de extraordinaria importancia y se utilizan
para una necesidad pública importante y
donde la conservación de estas cualidades es
esencial si el área tiene que continuar sirvien-
do para este propósito
B 67 70 Areas de acampada, áreas de recreo, patios
(exterior) (exterior) de juego, áreas de deportes activos, parques,
residencias, moteles, hoteles, escuelas, igle-
sias, bibliotecas y hospitales
C 72 75 Terrenos desarrollados, propiedades o acti-
(exterior) (exterior) vidades no incluidas en las Categorías A o B
anteriores
D Areas no desarrolladas
E 52 55 Residencias, moteles, hoteles, centros públi-
(interior) (interior) cos de reunión, escuelas, iglesias, bibliotecas,
hospitales y auditorios
48.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

reducción de niveles sonoros con ponderación A de 5 a 10 dB(A); estos valores pue-


den estar en función de los niveles existentes y finales y de las condiciones especí-
ficas del lugar. Las normas de la Federal Highway Administration establecen que
debe darse una consideración especial a los impactos exteriores siempre que se pro-
duzca una actividad ciudadana frecuente o allí donde una reducción del nivel resul-
te beneficiosa.
Las agencias de transporte estatales deben: (1) considerar las opiniones de los
residentes que reciben el impacto; (2) identificar en la documentación ambiental las
medidas de reducción de más probable incorporación en el proyecto, así como los
impactos para los que no haya solución aparente, y (3) incluir las medidas de reduc-
ción en los planes y especificaciones del proyecto aprobado.

Medidas de reducción del ruido que pueden acogerse a financiación federal

La financiación federal puede utilizarse para medidas de reducción del ruido cuan-
do: (1) los impactos han sido identificados, (2) las medidas reducirán los impactos y
(3) los beneficios de la reducción superan los efectos negativos y los costes de las
medidas. Para ser candidata a financiación de Tipo n, el área afectada ha tenido
que ser calificada para el desarrollo de su uso actual antes del 14 de mayo de 1976.
Sin embargo, si la autoridad local ha tomado medidas desde entonces para ejercer
un control sobre el uso del suelo a lo largo de las áreas sin desarrollar restantes a lo
largo de las autopistas, los usos sensibles designados después de esta fecha pueden
acogerse a financiación de Tipo n.
Hay que examinar los siguientes tipos de medidas de reducción del ruido que
pueden ser seleccionadas para financiación federal:
• Construcción de barreras contra el ruido, incluida la adquisición del suelo.
• Alteración de la alineación horizontal o vertical de la carretera.
• Adquisición de suelo para zonas de amortiguamiento.
• Medidas de control del tráfico para prohibir ciertos tipos de vehículos, limitar
las horas de uso o modificando los límites de velocidad.
• Aislamiento acústico de los edificios públicos o sin fines lucrativos.
En situaciones con impactos severos en que las estrategias anteriores sean físi-
camente imposibles o poco razonables económicamente, pueden proponerse otras
estrategias, como la insonorización de viviendas privadas.

Información para las administraciones locales

Un objetivo de las evaluaciones del ruido del tráfico en proyectos de nuevas auto-
pistas es evitar los impactos futuros del ruido sobre áreas todavía sin desarrollar cer-
canas al proyecto. La Federal Highway Administration (FHW A) requiere que la
agencia estatal de transporte aporte a las autoridades locales correspondientes:
(1) los niveles futuros en función de la distancia a la carretera y (2) información so-
bre la compatibilidad de usos del suelo.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.7

Ruido de la construcción de autopistas

La FHWA no tiene criterios cuantitativos específicos para limitar el ruido durante


la construcción de las autopistas. Algunas agencias estatales de transporte utilizan
los valores límite (criterios de reducción) del ruido del tráfico (Tabla 48.1) como di-
rectrices para evaluar el impacto durante la construcción. En esta evaluación, hay
que llevar a cabo los siguientes pasos:
1. Identificar las áreas que pueden verse afectadas por el ruido durante la cons-
trucción de autopistas.
2. Determinar las medidas para minimizar o eliminar los impactos adversos del
ruido de la construcción, sopesando los beneficios frente a los efectos nega-
tivos y los costes.
3. Incorporar estas medidas en los planes y especificaciones del proyecto.
La FHWA posee un modelo computarizado (HICNOM) utilizado para predecir
el ruido de la construcción y evaluar las medidas para su reducción4 .

CARACTERISTlCAS DEL RUIDO DE VEHICULOS AISLADOS

El tráfico de autopista consiste en un gran conjunto de vehículos de distintos tipos,


clases, marcas y modelos, cuya proporción relativa (mezcla) depende del tipo de au-
topista y de la hora del día, entre otros factores. Al evaluar mediante cálculos el rui-
do de autopista, es aceptable y conveniente asumir que hay tres categorías princi-
pales de vehículos: automóviles, camiones medios y camiones pesados. Las
características del ruido de estas tres clases de vehículos son necesarias para calcular
los niveles de ruido de la autopista.

Camiones pesados

El ruido producido por un camión pesado en una autopista es una función de su ré-
gimen de funcionamiento. Por tanto, una descripción completa del ruido del camión
requiere el conocimiento de su ciclo típico de funcionamiento y de los niveles que
produce en cada una de las partes del ciclo.
El ruido del camión puede considerarse como producido por dos fuentes prin-
cipales, mutuamente independientes: el sistema de propulsión y las ruedas. El sis-
tema de propulsión incluye el motor, escape, entrada, ventilador y otros equipa-
mientos auxiliares en el compartimento del motor. El ruido del sistema de
propulsión depende de la velocidad del motor seleccionada para el funcionamiento
del camión en cada marcha. La Figura 48.1a muestra la relación entre el nivel so-
noro con ponderación A y la velocidad del motor; esta relación es independiente de
la velocidad del vehículo. La variación del nivel sonoro a lo largo de la aceleración
en una marcha determinada puede ser 20 dB o más, pero bajo las típicas condicio-
nes de carretera, el intervalo de variación será muy inferior a éste, del orden de
48.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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c: 1000 2000 3000 4000 -g 10 20 30 40 60 80
g, Velocidad del motor en rpm g, Velocidad del vehrculo en km/h

FIGURA 48.1. (a) Ruido de camión diesel en función de la velocidad del motor del
vehículo en revoluciones por minuto. (b) Nivel de ruido de camión diesel en función
de la velocidad del vehículo. Todas las mediciones a una distancia de 7,5 m (25 ft)5.

10 dB. El nivel sonoro máximo en cada caso está asociado con las máximas revolu-
ciones por minuto del motor.
La Figura 48.1b muestra la variación del nivel sonoro con ponderación A pro-
ducida por un vehículo acelerando en función de su velocidad. No hay relación en-
tre el nivel sonoro y la velocidad del vehículo, salvo indirectamente, a través de la
transmisión de marchas, con el resultado de que el nivel sonoro producido por el
sistema de propulsión es efectivamente independiente de la velocidad del vehículo.
El ruido de rodadura se origina por la interacción entre las ruedas y la superficie
de la carretera. Es debido a una combinación de la vibración de la carcasa y del me-
canismo de atrapar y posteriormente liberar aire entre las huellas del neumático.
Por tanto, los niveles sonoros están relacionados con la velocidad del vehículo. La
relación de aumento del nivel sonoro con ponderación A con la velocidad del ve-
hículo es aproximadamente la misma para la mayoría de los tipos y diseños de neu-
máticos, y es de aproximadamente 10 a 12 dB(A) por cada duplicación de la velo-
cidad.
Dado que el nivel máximo de ruido producido por el sistema de propulsión es
constante con la velocidad del vehículo, pero el ruido de rodadura aumenta con la
velocidad, existe una velocidad por encima de la cual el ruido de rodadura se hace
predominante. El nivel sonoro producido por la rodadura a una velocidad deter-
minada es función del tipo de neumáticos; esta velocidad crítica varía por lo tanto
entre las diferentes clases de camiones, de acuerdo con el tipo y número de ruedas
en el vehículo, incluido el remolque. Habitualmente, sin embargo, esta velocidad
crítica está por encima de aproximadamente 48 kmlh (30 mph), de manera que a ve-
locidades inferiores el nivel sonoro global del ruido del camión está dominado por
la contribución del sistema de propulsión.
Además de parámetros tales como la velocidad del vehículo y revoluciones por
minuto del motor, el ruido producido por un camión también depende de la carga
estimada que puede remolcar. Un camión diseñado para remolcar grandes cargas
requiere un motor más potente que otro diseñado para cargas menores, si ha de
mantener una adecuada flexibilidad en su funcionamiento sobre la carretera. No
hay una relación exacta entre los caballos de potencia máximos del motor y el nivel
sonoro asociado, debido a la relación compleja de ambas cantidades con el tamaño
y velocidad del motor y los efectos de añadir turbocargadores, etcétera. Por ejem-
plo, un motor más potente puede (bajo determinadas circunstancias) producir me-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.9

nos ruido que otro menos potente. El nivel sonoro producido por un camión tam-
bién depende, en cierta medida, de su mantenimiento, sobre todo por lo que
respecta al sistema de escape, lo cual complica más aún su relación con los caballos
de potencia. Al aumentar la capacidad de carga, existe una tendencia general de
cambio de los motores de gasolina, más silenciosos, por los motores diesel, más rui-
dosos, de manera que el efecto global es la tendencia hacia niveles de ruido más al-
tos para cargas más altas.
Para un camión determinado, el efecto de las distintas cargas sobre el ruido
producido depende del régimen de funcionamiento. A plena aceleración, el mo-
tor funciona en carga; un aumento de la carga simplemente alarga el tiempo que
tarda el camión en alcanzar determinada velocidad, pero no afecta significativa-
mente al nivel sonoro máximo. A velocidad constante en carretera, el nivel so-
noro varía ligeramente con la carga, debido a que, bajo estas condiciones, la carga
sobre el motor viene determinada (en gran medida) por la resistencia a la roda-
dura, que depende de la carga sobre el eje. La única condición en que puede es-
perarse un cambio importante en el nivel sonoro debido al aumento de carga es
en una rampa cuesta arriba, donde es preciso un aumento de torque para com-
pensar el componente aumentado del peso del camión. Sin embargo, es habitual
que los conductores de camión operen a potencia máxima, es decir, a la velocidad
calibrada para el motor, siempre que sea posible, de manera que el aumento de
carga suele dar como resultado una reducción en la velocidad del vehículo y no
necesariamente un nivel sonoro más alto. Esta característica típica de la conduc-
ción reduce así significativamente el efecto de la carga sobre los niveles sonoros
de los camiones.

Niveles de ruido de los camiones pesados

La norma J366b 6 de la Society of Automotive Engineers (SAE) se utiliza en


EE.UU. para medir los niveles de emisión de ruido de los camiones. Los niveles
sonoros medidos durante el funcionamiento típico en una autopista suelen ser li-
geramente inferiores a los obtenidos por este procedimiento normalizado de en-
sayo, debido a que la norma SAE mide la emisión de ruido a plena aceleración [la
Ecuación (48.9) muestra los niveles sonoros medidos durante el funcionamiento
típico en autopista]. Los resultados de muchas mediciones del ruid0 7,8 muestran
las siguientes relaciones aproximadas para el nivel sonoro medio con pondera-
ción A (promediado sobre la potencia del parque de camiones) en función de la
velocidad del camión:

Ruido del sistema de propulsión de camiones

LA = 82,4 dB(A) v < 56 kmlh (35 mph) (48.1a)

LA = 83,6 + 6 10glO(v/88) db(A) v ~ 56 kmlh (35 mph) (48.1b)

donde v es la velocidad del camión.


48.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Ruido de rodadura de camiones

LA = 85,2 + 40Iog10(v/88) (48.2)

donde v es la velocidad del camión en km/h.

Ruido combinado del sistema de propulsión y rodadura

LA = 83,6 dB(A) v < 48 kmlh (30 mph) (48.3a)


LA = 87,5 + 20IoglO (v/88) db(A) v ~ 48 kmlh (30 mph) (48.3b)

donde v es la velocidad del camión.


La Tabla 48.2 muestra los espectros de sonido de camiones para circulación en
autopista para dos velocidades.

Automóviles

El ruido producido por los automóviles es distinto al producido por los camiones,
tanto en magnitud como en espectro. Es conveniente considerar el ruido como si
fuera producido por dos fuentes independientes: el sistema de propulsión y la ro-
dadura. Las distintas fuentes de ruido asociadas con el sistema de propulsión inclu-
yen motor, escape, entrada, ventilador y la bomba de aire precisa para el cumpli-
miento de las normas de emisión del motor. Su combinación produce un nivel
sonoro que es función de la velocidad del motor, como ilustra la Figura 48.2a. Estos
datos muestran que el nivel sonoro con ponderación A es relativamente indepen-
diente de la velocidad del vehículo, pero varía aproximadamente según el factor
50 log (velocidad del motor). De una manera algo distinta, la Figura 48.2b muestra
aproximadamente la misma relación, en una gráfica del nivel sonoro con pondera-
ción A producido por el mismo automóvil en función de la velocidad del vehículo.
En este caso, el parámetro es la marcha en que el vehículo está funcionando. Los
datos se muestran como un conjunto de curvas que ilustran una dependencia pri-
maria entre el nivel sonoro y la velocidad del motor, en lugar de la velocidad del ve-
hículo. Durante el funcionamiento real, el nivel sonoro aumenta al aumentar la ve-

TABLA 48.2. Niveles de presión sonora de banda de octava típicos en decibelios


para camiones pesados, correspondientes a dos velocidades de circulación, medidos
a 1,2 m por encima del suelo a una distancia de 15 m

Frecuencia central de banda de octava, Hz Nivel sonoro


Velocidad con ponderación A
U5 250 500 1000 2000 4000
del vehículo db(A)

56kmlh
(35 mph) 87 84,5 81,5 78 74,5 70,5 83,5
88 kmlh
(55 mph) 87,5 85 87,5 82,5 77 73,5 87,5

-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.11

3000 4000 6000


Velocidad del vehículo en rpm

FIGURA 48.2. (a) Niveles de ruido de automóvil en función de la velocidad del motor
para un vehículo de transmisión manual. (b) Niveles de ruido de automóvil en función
de la velocidad del vehículo. Todas las mediciones realizadas a una distancia de 7,5 m
(25 ft)s.

locidad del vehículo, según un patrón de dientes de sierra característico, a medida


que la relación de transmisión de las marchas cambia progresivamente, desde la in-
ferior hasta la superior.
La interacción entre las ruedas y la carretera (sobre la que circula el vehículo)
produce ruido de la misma manera que las ruedas de camión. El nivel sonoro resul-
tante es función de la velocidad del vehículo. El aumento en los niveles de ruido de
las rodadura al hacerlo la velocidad del vehículo es la razón para la expansión de los
niveles sonoros con ponderación A que muestra la Figura 48.2a, en función de la ve-
locidad del motor. En esta ilustración, la diferencia entre los niveles sonoros medi-
dos a 48 kmlh Y a 128 kmlh (30 mph y 80 mph, respectivamente) es de forma con-
sistente unos 2 o 3 dB de cada velocidad del motor; en parte, esto puede atribuirse
a la contribución de la rodadura.

Niveles de ruido de los automóviles

La norma J366b9 de la Society o[Automotive Engineers (SAE) se utiliza en EE.UU.


para medir los niveles de emisión de ruido de los automóviles. Aunque estos pro-
cedimientos de ensayo miden el nivel sonoro máximo o próximo al máximo, no son
representativos del ruido real en autopista, porque los automóviles no suelen fun-
cionar a plena aceleración. Por ello, otros procedimientos de ensayo representarían
mejor el ruido típico circulando en autopista. [La Ecuación (48.7) predice los nive-
les de ruidos de automóviles circulando sobre autopistas reales.]
Las dos fuentes principales del ruido de un automóvil, descritas anteriormente,
se combinan de la siguiente manera: a velocidades del vehículo bajas, el sistema de
propulsión determina la contribución principal al nivel global de ruido, sobre todo
en aceleración rápida. A velocidades del vehículo altas, la interacción entre los neu-
máticos y la calzada es la principal contribución. Si el vehículo circula a una veloci-
dad suficientemente constante, o si se mueve a una tasa baja de aceleración, los ni-
48.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

veles sonoros típicos con ponderación A (promediados sobre la base de la potencia


sonora del parque de automóviles) son los siguientes:

Ruido del sistema de propulsión de automóviles

LA = 67,4 + 23log (v/88) dB(A) (48.4)

Ruido de rodadura de automóviles

LA = 71,4 + 32log (v/88) dB(A) (48.5)

Ruido combinado del sistema de propulsión y rodadura

LA = 71.4 + 32log (v/88) dB(A) (48.6)

donde v es la velocidad del vehículo en km/h.


Los espectros de ruido de automóviles, para una circulación habitual en auto-
pista para dos velocidades, se presentan en la Tabla 48.3.

PREVISION DEL RUIDO DEL TRAFICO DE AUTOPISTAS

La Federal Highway Administration (FHWA) ha desarrollado un modelo de pre-


visión del ruido del tráfico de autopista2 • Este modelo combina las características de
otros métodos anteriores, como el método del Informe 117 del Transportation Re-
search Board's National Cooperative Highway Research Program (NCHRP) (revi-
sado por el Informe NCHRP 144), la guía de diseño revisada en el Informe NCHRP
174 y el programa USDOT del Centro de Sistemas de Transporte.
Existen varios procedimientos para usar el modelo FHW A, incluidos un manual
de método de cálculo, gráficos y programas de ordenadores. Además, los algorit-
mos del modelo pueden adaptarse para la programación en hojas de cálculo de mi-
croordenadores.

TABLA 48.3. Niveles de presión sonora de banda de octava típicos en decibelios


para automóviles, correspondientes a dos velocidades de circulación, medidos a
1,2 m por encima del suelo a una distancia de 15 m

Frecuencia central de banda de octava, Hz Nivel sonoro


Velocidad con ponderación A
U5 250 500 1000 2000 4000
del vehículo db(A)

56 km/h
(35 mph) 65 61 62 61 57 53 65
88 kmlh
(55 mph) 71 68 66 68 66 60 72
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.13

Características y limitaciones del modelo de la FHWA

El modelo FHWA predice el nivel sonoro equivalente de 1 hora para un flujo de ve-
hículos circulando a lo largo de una línea infinitamente larga. Los algoritmos se ba-
san en la determinación de una serie de correcciones con respecto a un nivel sonoro
de referencia. Este nivel de referencia se sitúa a una distancia de 15,2 m (50 ft) de
un vehículo aislado que circula a lo largo de una carretera recta infinitamente larga,
sin apantallamiento de la fuente. A continuación se realizan correcciones en fun-
ción del flujo total de tráfico, la distancia real del punto receptor a la carretera, la
extensión del segmento de carretera que se está considerando, el tipo de cubierta
del suelo entre la fuente y el receptor, cualquier pantalla en la fuente y, si es apli-
cable, la pendiente de la carretera. Las correcciones tienen un formato ligeramente
distinto a las presentadas en el Capítulo 3, pero son equivalentes.
El modelo FHWA se basa en un tráfico que fluye libremente, circulando a ve-
locidad constante entre 50 y 100 km/h (30 Y60 mph). Se ha desarrollado por sepa-
rado un procedimiento para tráfico a velocidad no constante. El parque de vehícu-
los se divide en tres tipos: (1) automóviles (vehículos de dos ejes y cuatro ruedas),
(2) camiones medios (vehículos de dos ejes y seis ruedas) y (3) camiones pesados
(tres o más ejes). Para usar el modelo FHWA, se necesitan: (1) las intensidades de
circulación de cada tipo de vehículo por hora (para la hora que se está consideran-
do), (2) la velocidad media de circulación de cada tipo de vehículo y (3) la(s) distan-
cia(s) entre la carretera y el (los) punto(s) receptor(es). Habitualmente, se elige un
año horizonte correspondiente a 20 años después de la finalización del proyecto, y
los planificadores de transporte proyectan el tráfico futuro. Si se trata de una in-
fraestructura con carriles múltiples, puede modelizarse como una serie de carrete-
ras paralelas, cada una de ellas representando uno o más carriles. Por lo general,
como mínimo, el conjunto de carriles para cada sentido de circulación se modeliza
como una carretera separada, sobre todo si la autopista tiene pendientes o si los ca-
rriles están separados por una mediana.

Niveles medios de emisión de referencia (media energética)

El valor inicial que hay que calcular para cada tipo de vehículo (i) es el nivel medio
de emisión de referencia [(Lo)E];. Este nivel es una función dependiente de la velo-
cidad de la media energética de los niveles máximos al paso medidos a una distancia
de referencia de 15,2 m (50 ft) para un tipo de vehículo determinado. Los niveles
nacionales medios de emisión de referencia en EE. UU. son2:
• Automóviles (Lo)E = 38,llog (v) - 2,4 db(A) (48.7)
• Camiones medios (Lo)E = 33,9log (v) + 16,4 db(A) (48.8)
• Camiones pesados (Lo)E = 24,610g (v) + 38,5 db(A) (48.9)

donde v es la velocidad media de circulación en km/h. Si una agencia estatal de


transporte quiere determinar mediante mediciones sus propios niveles medios de
emisión de referencia, tiene que seguir el procedimiento prescrit03 •
48.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Corrección por intensidad de tráfico

Con el fin de tener en cuenta la intensidad total horaria del tipo de vehículo y el ni-
vel equivalente en el período de tiempo de una hora, se realiza un ajuste (Lltráfico)i en
el nivel medio de emisión de referencia:

dB(A) (48.10)

donde Ni = intensidad horaria de vehículos de tipo i, vehículoslhora


do = distancia de referencia de 15,2 m
Vi = velocidad del tipo de vehículo i, kmlh

En el sistema inglés de unidades, la distancia de referencia es 50 ft, la velocidad


es en mph y el término constante es -32,2 db(A).

Corrección por distancia

Por lo general, las previsiones del ruido del tráfico se realizan en puntos en los que
suele existir algún tipo de actividad. Por ello es necesario un ajuste de los niveles
medios de emisión de referencia obtenidos en las Ecuaciones (48.1), (48.2) Y(48.3),
estimados para una distancia de referencia de 15,2 m.
Al calcular el ajuste, se considera el tipo de cubierta del suelo. En espacios
abiertos o sobre una superficie dura como la de un aparcamiento pavimentado, el
nivel sonoro equivalente de 1 hora para una serie de fuentes puntuales que se mue-
ven a lo largo de una línea decrece 3 dB(A) por cada duplicación de la distancia
desde la línea de tráfico. Sobre una superficie acústicamente blanda, el nivel sonoro
medio decrece a una tasa más rápida que sobre una superficie dura; la diferencia es
el exceso de atenuación del suelo. Los datos de campo muestran que la tasa media
sobre superficies de hierba es de aproximadamente 4,5 dB(A) por cada duplicación
de la distancia. La Federal Highway Administration ha utilizado estos dos valores, 3
y 4,5 dB(A), para desarrollar un parámetro de tipo de suelo denominado factor alfa
(a). Para suelos duros, el factor alfa tiene un valor de 0,0; para suelos blandos es 0,5.
Una expresión general de la corrección por distancia es

Lldistancia = 10 (1 + a) log (dcld) (48.11)

donde d es la distancia perpendicular desde el receptor hasta el centro del carril (o


la prolongación de este carril, si todo el segmento de carretera analizado está loca-
lizado a un lado del receptor). Si una agencia estatal de transporte tiene datos para
justificar otros valores de atenuación por el efecto suelo, pueden calcularse otros
factores alfa a partir de la Ecuación (48.11). Los factores alfa se utilizan en los pro-
gramas de ordenador de la FHW A para especificar los factores de propagación.
La Tabla 48.4 aporta directrices sobre cuándo utilizar los valores de propaga-
ción de 3,0 y 4,5 dB. La Situación 1 corresponde a una fuente o un receptor eleva-
dos, en que el ángulo entre el rayo directo y la imagen del rayo reflejado sobre el
suelo es demasiado agudo para producir el exceso de atenuación del suelo. La Si-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.15

TABLA 48.4. Directrices para la elección de las tasas de propagación del sonido

Tasa de
Situación propagación dB(A)
1. Todas las situaciones en que la fuente o el receptor están
localizados 3 m por encima del suelo, o siempre que, de
media, la línea de visión* esté a más de 3 m por encima del
suelo 3 (a = O)
2. Todas las situaciones que implican propagación sobre la
parte superior de una barrera de 3 m o más altura. 3 (a = O)
3. Donde la altura de la línea de visión sea inferior a 3 m y
a) Hay una visión clara (no obstruida) de la autopista, el
suelo es duro y no hay estructuras intervinientes 3 (a = O)
b) La vista de la carretera está interrumpida por edificios
aislados, grupos de arbustos o árboles esparcidos, o el
suelo es blando o está cubierto de vegetación 4,5 (a = 112)
• La línea de visión (US) es una línea directa entre la fuente de ruido y el receptor.

tuación 2 corresponde a barreras acústicas. Simplificando, el modelo asume que, al


igual que en la Situación 1, la fuente se eleva hacia la parte superior de la barrera y
entonces está demasiado alta como para producir el exceso de atenuación del suelo
mediante el rayo reflejado en el suelo. Las Situaciones 3a y 3b representan casos
reales de suelos duros y blandos.

Corrección por segmento finito de carretera

La metodología considerada anteriormente asume que la carretera es infinitamente


larga. En la práctica, para los análisis, las autopistas se dividen en una serie de seg-
mentos rectos de longitud finita. Los niveles sonoros de 1 hora para todos los seg-
mentos se calculan por separado y combinan al final del cálculo. Hay varias situa-
ciones en que una carretera debe subdividirse para su análisis:

1. Cuando cambia la intensidad de tráfico o la velocidad (entre la carretera


principal y una rampa de entrada o salida).
2. Cuando el tipo de cubierta del suelo cambia significativamente.
3. Cuando se ha modelizado una carretera con curvas mediante segmentos rec-
tos.
4. Cuando cambia la pendiente de la carretera.

La corrección por segmento finito de carretera depende del tipo de suelo y se de-
fine como
4>2

.lsegmento = 10 log
I 4>1
(lhr)(cos <1»" d<l> (48.12)
48.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

donde <1>1 y <1>2 son ángulos en radianes con vértice en el receptor, como ilustra la Fi-
gura 48.3; <1>1 es el ángulo en el extremo de la «izquierda» y <1>2 es el ángulo en el ex-
tremo de la «derecha». Si los ángulos se miden en la dirección contraria a las agujas
del reloj desde la línea normal, se les asigna valores negativos; si se miden en direc-
ción a las agujas del reloj, valores positivos.
Para un suelo duro, la Ecuación (48.12) se reduce a:

radianes (48.13)

Para un suelo blando, la Ecuación (48.12) debe resolverse mediante integración


numérica. Para el caso general de un suelo blando y una carretera «infinitamente»
larga (donde <1>1 es -7r/2 radianes y <1>2 es 7T/2 radianes), este ajuste es -1,2 dB(A).

Corrección por rampa

La Federal Highway Administration recomienda que los niveles equivalentes de


1 hora para camiones pesados se aumenten en función de la pendiente de la carre-
tera de la siguiente manera:

1. O a 2 por 100: Agr = OdB(A)

A Segmento de carretera
----- B
,-----
-----~-----

Receptor
(a)

A Segmento de carretera B
r:;:::::=========t:-- - - - - - :. ==:

Receptor
(b)

FIGURA 48.3. Angulas en el receptor en función de los extremos de la carretera.


(a) En sentido contrario a las agujas del reloj son negativos, en sentido de las agujas
del reloj son positivos; (b) medidos desde la línea normal a la prolongación del seg-
mento.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.17

2. 3 a 4 por 100: fl gr = +2 dB(A)


3. 5 a 6 por 100: fl gr = +3 dB(A)
4. Más del 7 por 100: fl gr = +5 dB(A)

Apantallamiento mediante edificios

La reducción del nivel sonoro debida a la presencia de una o más filas de casas entre
el punto de estudio y una carretera (flap) puede estimarse mediante la siguiente re-
gla empírica2 : Si entre el 40 y el 65 por 100 de la longitud de la primera fila está ocu-
pado por edificios, se restan 3 dB(A) del nivel sonoro medio. Si entre el 65 y el 90
por 100 de la longitud de la primera fila está ocupado por edificios, se restan
5 dB(A) del nivel sonoro medio; si el porcentaje supera el 90 por 100, los edificios
pueden modelizarse como barreras acústicas. Cada fila sucesiva de edificios añade
1,5 dB(A) a este ajuste, hasta una reducción máxima de 10 dB(A). Cualquier in-
fluencia de la atenuación del suelo termina en la primera fila.

Apantallamiento mediante un área arbolada

Un segundo tipo de apantallamiento (también denominado flap) puede originarse


por una zona de árboles situada entre la carretera y el receptor, lo suficientemente
densa como para no permitir una visión directa de la carretera. Para un cinturón de
30 m (100 ft) de anchura, la Federal Highway Administration recomienda una co-
rrección de -5 dB(A); para 30 m (100 ft) adicionales en la anchura del cinturón,
otra corrección adicional de -5 dB(A), hasta un total de -10 dB(A). Cuando se
utiliza este ajuste, las correcciones correspondientes a distancia y segmento finito
deben basarse en un factor de propagación de 3 dB(A) por cada duplicación de la
distancia desde la línea fuente.

Atenuación de barreras

En el modelo de la Federal Highway Administration (FHW A), la atenuación de ba-


rrera (flbarrera) se calcula mediante el uso separado de un modelo incoherente de la
fuente línea para cada tipo de vehícul02 • Se calculan las atenuaciones para una serie
de vías de propagación, definidas mediante los ángulos sobre la línea perpendicular
entre la fuente y el receptor, y los resultados se combinan mediante integración nu-
mérica. Habitualmente, este cálculo se realiza mediante un programa de ordenador
como el FHWA STAMINA. Para situaciones relativamente sencillas, se utiliza un
gráfico, como se comenta en la sección «Gráfico de atenuación de barreras para
suelos blandos».
Para los cálculos de diferencia de longitud de la vía de propagación, se asumen
las siguientes alturas de la fuente por encima de la carretera: (1) automóviles, O m
(o ft); (2) camiones medios, 0,7 m (2 ft), y (3) camiones pesados, 2,44 m (8 ft); la al-
tura que suele utilizarse para los receptores en exteriores es 1,5 m (5 ft).
El número de Fresnel para fuentes de ruido de tráfico puede calcularse para una
48.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

longitud de onda de 0,62 m (2,0 ft), que corresponde a una frecuencia de 550 Hz.
Mientras el ruido del tráfico tiene un espectro ancho, las mediciones y cálculos de
campo han demostrado que el uso de esta longitud de onda para el cálculo del nú-
mero de Fresnel determina atenuaciones dentro de un margen de error de 1 dB de la
atenuación medida o calculada, basada sobre el espectro global con ponderación A 2.

Niveles sonoros totales

El nivel equivalente total de 1 hora correspondiente a cada tipo de vehículo [(L eq );] se
calcula sumando aritméticamente al valor de referencia las distintas correcciones:

(48.14)
+ (áapantaUamiento)¡ + (ábarrera)¡
Los niveles de 1 hora correspondientes a automóviles, camiones medios y ca-
miones pesados pueden combinarse para obtener el nivel total utilizando la Figura
1.14. Cuando se consideran varias carreteras o segmentos de ellas en el mismo re-
ceptor, se combinan los niveles equivalentes de 1 hora para cada carretera, utilizan-
do la Figura 1.14. También hay que destacar que no existe una correspondencia de
uno a uno entre los términos de atenuación de la Ecuación (48.14) para una fuente
puntual y los descritos en el Capítulo 3 para una fuente lineal. Esto se debe a que los
distintos mecanismos de atenuación se conjugan de forma distinta en los dos capí-
tulos; sin embargo, son equivalentes.

Pérdida por inserción

La pérdida por inserción IL de una barrera se define como

IL = Lantes - Ldespués

donde Lantes es el nivel sonoro equivalente de 1 hora sin la barrera y Ldespués es el mis-
mo descriptor una vez colocada la barrera. Para suelos blandos (o: = 0,5), se utiliza un
factor alfa de 0,0 [véase Ecuación (48.5)] para calcular Ldespués para el segmento de ca-
rretera apantallado respecto del receptor mediante la barrera. Así, una barrera no
aportará pérdida por inserción hasta que su atenuación supere la pérdida de atenua-
ción del suelo debida a la colocación de la barrera. El Capítulo 3 considera en detalle
el cálculo de la pérdida por inserción de una barrera para una fuente puntual.

Gráfico de atenuación de una barrera para suelos blandos

La Figura 48.4 es un gráfico que puede utilizarse para determinar la pérdida por in-
serción de una barrera contra el ruido del tráfico, para un lugar acústicamente blan-
do. Se asume que los vehículos circulan sobre una carretera en una línea infinita-
us
600
500
Gráfico de barreras
~
400
D o lIS
10 .!:: u I Atenu89ón de la barrera.
e 600
300 -
~I '~"
0 , 2 3 4 56789'011'2'314'5'617'8'920
500
I I I I I I • , •
¡ t=::GIITl· ! I I I. I I. II I dBA
400 11111111111111111111 111111 11 nllllllll
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Supuestos;

1. Las pérdida. sobre la parte


r
::ti
e
Metros
superior de la barrer. son o
'0 3 dS/DD. O
Metros O
2. Las pérdida. da lo. ese.pes m
ctff:,q,~IJII,IJII,II.l.II.l.II,I.I.l.I,I~ alrededor d. loa extremos l>
son 4.5 dS/DD. infinita m§] e
8'8;;'8r'_<=._-::::::::::::;::--_= -i
I Posiclon de fa barrera I I • " ! ! I Metros O
fOI"'ltl ~ ~ ~~!E ~ ~ 3. El gráfico convierte toda. Angula - --- ~ -o
subtendido
I , I 1, I f "''',,'1.' , I
ª
, 1, I , l . I M
l•• barrer•• finit •• , ... cual üi
••• su posición,
L'5
~ ~ g~~g~ª ~ ~§~~elros • -s/2. t.• . !l/2
Ul
>
Proyecto: Ingeniero:
Descripción de la barrera: Fecha:

FIGURA 48.4. Gráfico de pérdida por inserción de barrera para un lugar blando 2 • ~
...
CD
48.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROl. DEL RUIDO

mente larga; la barrera es paralela a la carretera. El gráfico se basa sobre un factor


alfa de 0,5 para el sonido que se propaga más allá de los extremos de la barrera y un
factor alfa de 0,0 para el sonido que se propaga sobre la parte superior de la barrera.
Se asume que las barreras finitas se extienden indefinidamente en una dirección.
Los esquemas denominados como «Secciones» en la Figura 48.4 son útiles para
identificar las variables importantes.
La pérdida por inserción puede determinarse de la siguiente manera:

Paso 1. Se localizan los puntos de situación de la fuente, el receptor y la parte


superior de la barrera sobre un corte transversal del lugar; se dibuja una línea de
la fuente al receptor; se mide la longitud de esta línea, denominada «LIS», en
metros.
Paso 2. Se dibuja una línea perpendicular desde la parte superior de la barrera
hasta la línea LIS. Se mide la longitud de esta línea, denominada «Altura eficaz
de la barrera», en metros.
Paso 3. Se mide, en metros, el más corto de los dos segmentos sobre la línea
LIS creada por la intersección con la línea «Altura eficaz de la barrera». Se de-
nomina «Posición de la barrera» a esta longitud.
Paso 4. En el lado izquierdo del gráfico, se marca la longitud LIS sobre la es-
cala del mismo nombre y se dibuja una línea desde este punto, a través del punto
adecuado en la escala «Altura eficaz de la barrera «, hasta la línea «Giro B».
Paso 5. Sobre la parte inferior del gráfico, se dibuja una línea desde el punto
adecuado en la escala LIS, a través del punto adecuado en la escala «Posición de
la barrera», hasta la línea «Giro A».
Paso 6. A partir de los puntos determinados en los Pasos 4 y 5, se traza una lí-
nea horizontal desde la línea «Giro B» y otra vertical desde la línea «Giro A»
hasta determinar el punto de intersección.
Paso 7. Desde el punto de intersección, se siguen las líneas curvas hasta la lí-
nea «Giro C».
Paso 8. Se dibuja una línea desde Giro C hasta el punto adecuado sobre la es-
cala LIS cortando la línea «Pivot».
Paso 9. Se procede horizontalmente desde la línea «Pivot» hasta la línea curva
adecuada que representa el ángulo en el receptor ocultado por la barrera (en
planta)
Paso 10. Para la obtención del valor final, se procede verticalmente desde la lí-
nea curva hasta la línea «Atenuación de la barrera». Este valor es realmente la
pérdida por inserción, asumiendo un suelo blando, correspondiente al tipo de
vehículo que se está considerando.

Por ejemplo, consideremos una barrera infinitamente larga, a 4,0 m (13,1 ft) de

°
altura, localizada a 13,5 m (44,4 ft) del centro de un carril único por el que sólo cir-
culan automóviles (altura de la fuente, m), para un receptor localizado a 48,2 m
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.21

(158,1 ft) de una barrera a una altura de 1,5 m (4,9 ft) sobre la carretera. De acuer-
do con la Figura 48.4, la pérdida por inserción resultante es de aproximadamente
13 dB(A).
Para predecir el nivel sonoro medio resultante para este tipo de vehículo, se usa
esta pérdida por inserción el término (ábarrera) en la Ecuación (48.14), con el tér-
mino (á segmento) fijado en -1,2 dB (suelo blando).

PROGRAMAS DE ORDENADOR

El método para previsión de ruido de la Federal Highway Administration se ha in-


corporado dentro de los siguientes programas de ordenador:

SNAP 1.1 10

El modelo informático SNAP 1.1 es para geometrías relativamente sencillas, hasta


un total de doce carreteras y una barrera. Las carreteras y la barrera han de tener
cotas de elevación constantes (pero no necesariamente igual). Una ventaja de este
programa es su salida detallada. Se presentan los resultados totales, con y sin barre-
ra, así como los niveles sonoros de las contribuciones separadas de los segmentos de
la(s) carretera(s) protegidos y desprotegidos (en planta) por la barrera. Los resul-
tados también están desglosados por tipo de vehículo.

STAMINA2.0 11

La mayoría de las agencias estatales de transporte utilizan el STAMINA 2.0 o algún


derivado de este programa, junto con un programa de diseño de barreras contra el
ruido denominado OPTIMA; en conjunto, estos dos programas son útiles para
cualquier análisis detallado de un lugar que requiera un diseño de barreras. Este
programa puede utilizarse para analizar zonas complejas de autopistas, con muchas
carreteras, barreras y receptores. Cada carretera y barrera puede dividirse en mu-
chos segmentos de línea recta. No es necesario que las carreteras y las barreras ten-
gan altura constante, ni que sean paralelas entre sí.
Las correcciones por rampa para camiones pesados se calculan automáticamen-
te. El rango de velocidad permisible está entre 50 y 100 kmlh (30 a 65 mph si se tra-
baja con unidades inglesas). El usuario puede definir cinco tipos de vehículos adi-
cionales además de los predefinidos: automóviles, camiones medios y camiones
pesados. Las barreras contra el ruido pueden especificarse como absorbentes, re-
flectantes (sólo se calcula una reflexión), o colocadas sobre una estructura de la au-
topista (que permite que el sonido de otras carreteras pase bajo la barrera).
Los resultados del programa ofrecen: (1) el nivel sonoro equivalente de 1 hora y
el nivel percentil 10 correspondientes a cada receptor para la altura del segmento
inicial de barrera, (2) los niveles sonoros para segmentos individuales de la carre-
48.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tera y (3) matrices de las contribuciones de la energía sonora de cada segmento de


la barrera, en cada altura, para cada receptor.

Programa OPTIMA para diseño de barreras acústicas

El programa OPTIMA se utiliza para diseñar barreras contra el ruido sobre la base
de la información que aporta el usuario, como el tipo de material de cada barrera.
Los tipos de material,-,> incluyen hormigón, madera, acero, bloques de mampostería
y diques de tierra. Asociados a éstos están los costes de la unidad en función de la
altura. Este programa calcula las relaciones entre eficacia y coste que puede usar el
analista para elegir un diseño que proporcione: (1) la mayor reducción del ruido
(acumulada sobre todos los receptores) para un coste determinado o (2) el coste mí-
nimo para una reducción del ruido determinada. Para cada conjunto de alturas de
barrera elegido por el usuario, se calcula el nivel sonoro medio y la pérdida por in-
serción en cada receptor, y la contribución al nivel medio en cada receptor del ruido
que pasa por encima de la barrera.

VELOCIDAD VARIABLE DEL TRAFICO

El modelo FHWA y los algoritmos incluidos en STAMINA se basan en la hipótesis


de una velocidad constante del tráfico entre 50 y 100 km/h (30 y 65 mph, si se trabaja
con unidades inglesas). Cuando la velocidad desciende por debajo del límite infe-
rior, como puede suceder en rampas, cerca de las señales en autopistas arteriales, o
cerca de las señales de stop, la aceleración y deceleración afectan al nivel sonoro
medio.
Los datos de campo han mostrado, por ejemplo, que los niveles sonoros de ex-
posición medidos para camiones pesados acelerando eran aproximadamente
2 dB(A) inferiores a los niveles de exposición sonora a una velocidad de crucero
constante de 96 kmlh (60 mph). para los primeros 275 m (900 ft) de aceleración12 .
Los niveles medidos de exposición sonora de camiones pesados desacelerando, a
84 m (275 ft) del punto de parada, arrojaban un promedio de 8 dB(A) por debajo
del nivel de crucero, y estaban 12 dB(A) por debajo del nivel de crucero a 44 m
(145 ft) del punto de parada.
La Referencia 12 incluye un procedimiento para utilizar el modelo de la FHW A
y el STAMINA 2.0 en estas situaciones. El usuario define zonas de influencia en las
áreas de cambio de velocidad. que son carreteras que van a modelizarse teniendo en
cuenta que su nivel sonoro de emisión se ve afectado por la deceleración y/o acele-
ración del tráfico. El número de zonas que hay que modelizar y sus longitudes son
una función del modo (aceleración o deceleración) y las velocidades antes y des-
pués del área del cambio de velocidad. También se presentan las velocidades equi-
valentes contantes para cada tipo de vehículo, que son velocidades derivadas que
producirán el efecto deseado sobre el nivel sonoro equivalente de 1 hora en un pun-
to cercano a la (s) zona (s) de influencia. También han de incluirse las longitudes de
las colas de los vehículos en las señales de tráfico y de stop.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.23

Los resultados previstos muestran que a una distancia de 15,2 m (50 ft) desde la
línea central del carril, el nivel sonoro medio en una zona de deceleración descen-
derá en aproximadamente 2 dB(A) por debajo del nivel en una zona de crucero,
para una velocidad de aproximación de 48 kmlh (30 mph), y en aproximadamente 6
dB para una velocidad de aproximación de 96 kmlh (60 mph). En las zonas de ace-
leración, el nivel sonoro medio está aproximadamente 2 dB por encima del nivel de
crucero, si la velocidad de crucero es de 48 km/h (30 mph), y 2 dB por debajo del ni-
vel de crucero para una velocidad de crucero de 96 kmlh (50 mph). Las diferencias
relativas con respecto a los niveles de crucero disminuyen cuando se introduce trá-
fico en dos direcciones y cuando aumenta la distancia entre el receptor y la carre-
tera.

REFLEXIONES MUL TIPLES ENTRE BARRERAS PARALELAS

Cuando las barreras del ruido se construyen a ambos lados de la carretera, o cuando
la carretera está deprimida con muros de contención verticales, las reflexiones múl-
tiples de las ondas sonoras entre los dos muros pueden reducir seriamente la pér-
dida por inserción que aportaría cada uno de ellos aisladamente. Esta reducción en
la pérdida por inserción producida por las reflexiones múltiples se denomina degra-
dación de la pérdida par inserción.

Teoría del rayo imagen

Consideremos dos muros paralelos con rayos sonoros desde: (1) la fuente real,
(2) la primera imagen y (3) la segunda imagen de esta fuente. De acuerdo con la
teoría del rayo imagen, estas fuentes imágenes están localizadas más allá del muro,
en el lado opuesto de la carretera respecto al receptor que se estudia, asumiendo
una reflexión especular. En efecto, se genera una serie de carriles imagen de tráfico
paralelos a los carriles reales. En cada punto de reflexión sobre cada muro, para
cada carretera imagen, la intensidad del sonido se reduce según los coeficientes de
reflexión (la cantidad 1 menos los coeficientes de absorción) que describen desde el
punto de vista de la absorción la superficie de los muros. La solución a este proble-
ma se facilita mediante un gráfico desarrollado por la Federal Highway Administra-
tian (FHWA)13, que se basa sobre los siguientes supuestos: (1) la fuente es una línea
de camiones pesados localizados a medio camino entre los muros paralelos, 2,44 m
(8,0 ft) por encima de la carretera; (2) los muros tienen la misma altura; (3) los mu-
ros tienen el mismo coeficiente de reducción del ruido [el coeficiente de reducción
del ruido (NRC) es la media aritmética de los coeficientes de absorción correspon-
dientes a las bandas de octava de 250, 500,1000 Y 2000 Hz], Y (4) el coeficiente de
reducción del ruido se aplica a la altura completa de cada muro.
Para casos a nivel del suelo y elevados, la degradación de la pérdida por inser-
ción es relativamente insensible a la altura de la barrera. Para el caso de carretera
deprimida, la degradación tiende a aumentar al hacerlo la profundidad de la carre-
tera, debido a que el receptor permanece a una altura constante por encima del bor-
48.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

de superior del muro de contención, que es distinto de los dos primeros casos. En
todos los casos, el uso de material absorbente es muy efectivo para controlar el pro-
blema. La degradación tiende a aumentar a medida que se reduce la separación en-
tre los muros y a medida que aumenta la distancia del receptor.

Reducción de la degradación de pérdida por inserción

El siguiente método puede utilizarse para reducir o eliminar la degradación de la


pérdida por inserción producida por las reflexiones múltiples entre barreras acústi-
cas paralelas.

Muros inclinados. Si un muro está inclinado hacia fuera (rotado desde la base), la
localización de la primera imagen puede modificarse lo suficiente como para que las
ondas sonoras de esta fuente no se reflejen hacia la carretera y se difracten sobre el
muro próximo. Las imágenes posteriores podrían incluso no estar presentes, depen-
diendo de los ángulos de inclinación. Una inclinación de 5° a 15° suele ser efectiva
para resolver este problema, pero puede plantear dificultades en la fabricación, ins-
talación, construcción y mantenimiento.

EFECTOS ATMOSFERICOS EN LA PROPAGACION DEL RUIDO DEL


TRAFICO

Las influencias del clima sobre la propagación del sonido en exteriores se describen
en el Capítulo 3, aunque la mayoría de los modelos de predicción del ruido del trá-
fico ignoran estos efectos. Por ejemplo, una variación de 7 dB(A) en el nivel sonoro
medio del tráfico puede producirse a distancias tan pequeñas como 38 m (125 ft) de
la línea central de una carretera con tráfico denso 14 .
A las distancias típicas de las viviendas en primera o segunda fila, los factores
que afectan a la propagación del sonido incluyen: (1) velocidad del viento, (2) tem-
peratura, (3) gradiente térmico, (4) gradiente de viento y (5) desviaciones típicas de
los componentes del vector de la velocidad del viento 14 • Puede haber estratificación
del viento y la temperatura y turbulencia en la atmósfera. Como resultado, las on-
das sonoras pueden refractarse hacia arriba o hacia abajo, a medida que las ondas
pasan a través de los distintos cambios de velocidad y temperatura.
La consideración de los efectos atmosféricos es importante: (1) cuando se hacen
mediciones que se van a usar para calibrar el impacto, (2) cuando se consideran los
niveles para el peor caso en función de la hora del día (efectos de una inversión noc-
turna de temperatura) y (3) cuando se diseña una barrera contra el ruido en un lu-
gar en que los vientos predominantes son de una sola dirección.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.25

CONSIDERACIONES SOBRE EL DISEÑO FISICO DE BARRERAS


CONTRA EL RUIDO DEL TRAFICO

La medida de reducción del ruido del tráfico más frecuentemente utilizada son las
barreras acústicas. Además del diseño acústico de localización, altura, longitud y ca-
racterísticas absorbentes del sonido de la barrera, son importantes las siguientes
consideraciones: (1) el tipo de material y su coste; (2) el diseño estructural y los re-
quisitos de construcción, incluyendo los cimientos y el drenaje para el agua de llu-
via; (3) seguridad del tráfico; (4) necesidades de mantenimiento a corto y largo pla-
zo, y (5) factores visuales, como apariencia o intrusión visual.

Materiales

Los materiales más frecuentemente utilizados para las barreras contra el ruido son
bloques de mampostería, paneles de hormigón prefabricados u hormigón in situ,
postes y tablas de madera, paneles de madera, diques de tierra y paneles de metal 15 •
Algunas barreras son combinaciones de dos o más de estos tipos de materiales. Las
barreras absorbentes del sonido pueden construirse de
• Tableros compuestos de virutas de madera cementosa con un respaldo de
hormigón.
• Paneles de acero con un frente perforado y en su interior listones o una plan-
cha de fibra de vidrio, lana mineral o lana de roca.
• Paneles de plástico parecidos a los paneles de acero anteriores.
• Hormigón poroso que cubre la superficie de un panel de hormigón conven-
cional.
El valor mínimo del coeficiente de reducción del ruido (NRC) para una barrera
absorbente del sonido en una autopista es 0,65, aunque es muy deseable un valor
entre 0,80 y 0,85.

Consideraciones de diseño estructural

Las especificaciones para el diseño estructural de las barreras están disponibles en


las agencias estatales de transporte y la American Association of Sta te Highway and
Transportation Officials16 • Estas especificaciones cubren tipos de material, diseño
de los cimientos y los distintos tipos de carga que deben considerarse (como peso
propio, carga de viento y carga sísmica); también incluyen especificaciones de los
detalles de construcción para las paredes de bloques de mampostería.
Los detalles estructurales importantes para impedir que el diseño acústico se
vea afectado son:
• Eliminación de huecos de aire entre los paneles de la barrera o entre los pos-
tes y los paneles; las técnicas típicas incluyen el uso de paneles con ensambla-
dura de ranura y lengüeta y el uso de juntas selladas.
48.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

• Provisión para el mantenimiento al acceso de la toma de agua para incendios


detrás del muro; los métodos típicos incluyen el uso de puertas peatonales con
juntas, secciones de barrera solapadas y escotillas para las mangueras de in-
cendios.
• Provisión para que el agua de drenaje pase la barrera; los métodos típicos in-
cluyen el uso de rejillas para el agua de lluvia con cañerías bajo la barrera, el
uso de una sub-base de gravilla a lo largo de la parte baja del muro y el uso de
barreras acústicas pequeñas detrás de las aberturas para drenaje.

Seguridad

Las barreras acústicas situadas cerca del borde de la calzada representan un peligro
para la seguridad vial, y se necesita un tratamiento adecuado. Si no se puede dejar
una zona despejada de 10 m (30 ft) entre la carretera y la barrera, de acuerdo con la
práctica de la agencia estatal de transporte, es necesario un instrumento de seguri-
dad, como un contracarril de acero o barrera de hormigón de seguridad. Los extre-
mos de la barrera, sobre todo entre los carriles principales y la rampa de salida, ne-
cesitan protección mediante aparatos de atenuación de la colisión. Otros problemas
de seguridad incluyen: (1) la distancia de seguridad para parada de los vehículos
cuando las barreras están a lo largo del interior de una curva en la carretera, y (2) la
distancia de seguridad de incorporación para vehículos que entran en la autopista
desde una rampa, cuando la barrera está entre la rampa y los carriles principales 17•
El mantenimiento de la seguridad del tráfico también es esencial durante la cons-
trucción de la barrera a lo largo de las carreteras existentes.

Consideraciones de mantenimiento

Una vez que la barrera se ha instalado, ésta y el área que le rodea precisarán man-
tenimiento. En algunas regiones, los graffitis sobre su superficie son un problema.
Hay disponibles coberturas que permiten retirar la pintura con disolventes. Las su-
perficies no tratadas tendrán que volver a pintarse o recibir chorros de arena. De
ser así, la superficie podría dañarse y el color original sería difícil de igualar.
A menudo se usan técnicas de paisaje para mejorar la apariencia de la barrera.
Las plantas deben ser adecuadas para el ambiente de autopista, donde prevalecen
la suciedad de la carretera, los escapes de los vehículos y la posibilidad de riego con
sal en el invierno, en tanto que el aporte de agua o la financiación para el manteni-
miento y siega pueden ser escasos. Las áreas creadas entre la pared de la barrera y
la verja a la derecha de cualquier instalación de seguridad pueden permitir que se
acumule la basura. De ser así, habrá que incluir un acceso a estas áreas.

Apariencia visual

A menudo, la apariencia de una pared tiene mucho que ver con su aceptación por
la comunidad y la percepción de su efectividad. Hay que considerar tanto la vista
desde la carretera como desde la comunidad.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.27

Algunas agencias estatales de transporte tienen sus propias políticas sobre ma-
teriales, tratamientos de la superficie y paisaje. Algunas intentan mantener una sen-
sación de continuidad y consistencia cuando hay varias barreras en la misma auto-
pista, mientras otras buscan dar a cada barrera una sensación de individualidad.
Durante el diseño estructural, hay que suavizar cualquier indentación en el perfil
superior de la barrera, resultante del diseño acústico. Las barreras a lo largo del
borde de la carretera no siempre tienen que acabar abruptamente, sino que pueden
escalonarse en altura a lo largo de la longitud de dos o tres paneles. Los extremos
del muro pueden esconderse enterrándolos en un montículo de tierra o un rasgo na-
tural del terreno. Curvar los extremos de la barrera, alejándolos de la carretera, sua-
viza el impacto visual, a la vez que habitualmente reduce el ruido generado al pasar
el final de la barrera.
A menudo, el enfoque más efectivo para considerar adecuadamente todos estos
problemas es establecer un equipo de personas, cada una de ellas especialista en un
tema determinado.

REFERENCIAS

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and eonstruetion noise», 23 C.F.R., Part 772, Federal Register, vol. 47, pp. 29653-29657,8
julio 1982.
2. T. M. Barry y J. A. Reagan, FHWA highway traffic noise prediction model, Report
FHW A-RD-77-108, Federal Highway Administration, Washington, DC 20590,1978.
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FHW A-DP-45-1, Federal Highway Administration, Washington, DC 20590,1981.
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abatement, vol. 4: User's manual for FHWA highway construction noise computer pro-
gram, HICNOM, Vanderbilt University Report VTR 81-2, Federal Highway Adminis-
tration, Washington, DC 20590,1982.
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6. Exterior sound level for heavy trucks and buses, SAE Norma J366b, Soeiety of Automo-
tive Engineers, Warrandale, Pa., 1973.
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Canada, Division of Physics, 1970.
8. B. H. Sharp, A survey of truck noise levels and the effect of regulations, Wyle Researeh
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9. Sound level for passenger cars and light trucks, SAE Norma J986, Soeiety of Automotive
Engineers, Warrandale, Pa., 1981.
10. W. Bowlby, SNAP 1.1 - A revised program and user's manual for the FHWA levelI high-
way traffic noise prediction computer program, Report FHW A-DP-45-5, Federal High-
way Administration, Arlington, VA 22201,1980.
11. W. Bowlby, J. Higgins y J. Reagan (Eds.), Noise barrier cost reduction procedure, STA-
MINA 2.010PTIMA: User's manual, Informe FHWA-DP-58-1, Federal Highway Ad-
ministration, Washington, DC 20590, 1982 (basado en C. W. Menge, User's manual: Ba-
rrier cost reduction procedure, STAMINA 2.0 and OPTIMA, Informe 4686, Bolt
Beranek and Newman, Cambridge, MA 02238,1981).
48.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

12. W. Bowlby, R. L. Wayson y R. E. Stammer, Jr., Predicting stop-and-go traffic noise levels,
NCHRP Informe 311, Transportation Research Board, Washington, D.C., 1989.
13. M. A. Simpson, Noise barrier design handbook, Federal Highway Administration, infor-
me FHWA-RD-76-58, Washington, DC 20590,1976.
14. R. L. Wayson y W. Bowlby, «Atmospheric effects on traffic noise propagation», Trans-
portation Research Record 1255, Transportation Research Board, Washington, DC
20418, 1990.
15. M. Weiss, «Summary of highway noise barrier construction in the United States», Trans-
portation Research Record 1176, Transportation Research Board, Washington, DC
20418, 1989.
16. Guide specifications for structural design ofnoise barriers, American Association of State
Highway and Transportation Officials, Washington, DC 20001,1989.
17. A policy for the geometric design of highways and streets, American Association of State
Highway and Transportation Officials, Washington, DC 20001,1984.
Capítulo 49
EVALUACION DEL RUIDO
EN ZONAS DE EDIFICACION

George E. Winzer

INTRODUCCION

Una evaluación de ruido en una zona de edificación es la determinación del am-


biente acústico existente (o potencial) al que están sometidas las personas que uti-
lizan (o utilizarán) este área y sus edificios, debido a las fuentes de ruido que no
pueden controlar. Es un elemento esencial de cualquier análisis integral de orde-
nación de la zona. Es además una factor importante al planificar cualquier inversión
de cierta cuantía que pueda mejorar una zona determinada o causar impacto en los
lugares vecinos.
En este capítulo se describen: (1) las razones para evaluar el ambiente acústico
de las zonas de edificación con diversas finalidades, (2) los procedimientos para lle-
var a cabo una evaluación preliminar del ruido utilizando la información y los do-
cumentos disponibles, (3) las técnicas de evaluación y medidas del ruido in situ y
(4) los métodos de utilización de los resultados de la evaluación del ruido en las zo-
nas de edificación.
La evaluación del ruido de una zona de edificación puede utilizarse para:
1. Constatar el cumplimiento de normas, requisitos, directrices y recomenda-
ciones federales, estatales y locales.
2. Aportar la base para elegir una ubicación alternativa para un uso particular-
mente sensible al ruido, si se determina que el lugar inicialmente previsto no es ade-
cuado por estar expuesto a ruido excesivo. Los resultados pueden utilizarse enton-
ces para apoyar la aplicación de una excepción especial o una recalificación de la
parcela para un uso más compatible con el entorno acústico.
3. Aportar datos esenciales para el diseño final del área, con el fin de minimizar
el impacto del ruido, mediante la selección adecuada de la ubicación de los edifi-
cios, su forma y orientación, instalación de bermas y otras barreras para proteger a

49.1
49.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

las personas de las fuentes de ruido. Estos datos pueden ser útiles en el diseño ar-
quitectónico y la selección de los materiales de construcción con el fin de conseguir
la suficiente atenuación del ruido ambiental y crear un ambiente acústico adecuado
al uso previsto en el interior de los edificios.

IMPORTANCIA DE LA EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE


EDIFICACION

Una condición necesaria para el éxito de un proyecto de edificación es que pueda


realizarse sin restricciones o condiciones impuestas por un factor ambiental que
puede haber sido considerado inadecuadamente en las fases de planificación y
construcción de los edificios. El ruido ambiental suele ser uno de estos factores re-
conocido como problema sólo después de que el edificio está terminado, cuando su
solución es difícil y costosa. Planificadores, promotores, arquitectos y constructores
bien informados han reconocido el valor de la consideración temprana de los posi-
bles impactos del ruido ambiental y la incorporación rutinaria de evaluaciones de
ruido de las zonas de edificación en sus análisis de viabilidad económica para el de-
sarrollo potencial de nuevas edificaciones y reutilización de las estructuras existen-
tes.
Las evaluaciones del ruido de las zonas de edificación suelen aplicarse a cons-
trucciones residenciales nuevas, edificios existentes en un ambiente cambiante y
otros lugares de edificación no residenciales, comerciales y de industria ligera.

Edificios residenciales

La mayoría de las personas están de acuerdo con que la propia vivienda debe ser un
lugar donde sea posible dormir, conversar y relajarse sin intrusiones serias del ruido
de fuentes que no pueden ser controladas por los residentes. La mayoría de las per-
sonas también suelen ser tolerantes con ciertos sonidos típicamente compatibles
con el ambiente residencial general, cuando los sonidos se producen a niveles y ho-
ras considerados razonables. Sin embargo, muchas jurisdicciones estatales y locales
se han encontrado con la necesidad de implantar leyes y ordenanzas para definir los
ambientes acústicos aceptables para áreas residenciales y limitar los ruidos innece-
sarios y no deseados dentro de ellas.

Nuevas construcciones. Los lugares elegidos para la construcción de nuevas uni-


dades residenciales suelen requerir evaluaciones del ruido con distintos niveles de
sofisticación y complejidad, por ejemplo para demostrar la conformidad con la ca-
lificación existente del uso del suelo.
Como parte de su análisis de viabilidad económica, algunos promotores y cons-
tructores hacen que se lleve a cabo una evaluación rutinaria del ruido de una par-
cela determinada antes de llegar a un acuerdo final de compra.
Las personas que dejan la ciudad y compran una parcela no incluida en un área
residencial para la construcción de sus viviendas se encuentran a menudo sometidas

-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.3

a ruidos intrusivos molestos de fuentes desconocidas o no percibidas como tales. Al-


gunos ejemplos los constituyen quienes compran uno o varios acres de tierra rural
para sus viviendas, sólo para darse cuenta de que el ruido de los animales y las ac-
tividades agrícolas rutinarias pueden ser molestos. Otras actividades productoras de
ruido, habitualmente consideradas aceptables en áreas rurales, se convierten a me-
nudo en el objetivo de las quejas de estos residentes, porque se producen en mo-
mentos en que ellos quieren disfrutar de «la paz y la tranquilidad» que se presume
existe en una localidad rural: tardes, fines de semana y vacaciones. Estas actividades
generadoras de ruido incluyen las relacionadas con los aeropuertos generales de
aviación deportiva, pistas de carreras automovilísticas, clubs de tiro, instalaciones
de recreo de aeromodelismo y otras. Los conflictos surgen debido a que la mayor
actividad suele producirse cuando la luz, el clima y otros factores permiten a los re-
sidentes disfrutar del ambiente de exteriores y el aislamiento contra el sonido de los
edificios residenciales es entonces irrelevante.
Una evaluación del ruido previa a la compra y la construcción de una urbani-
zación de residencias individuales puede identificar estos tipos de actividades y su
potencial de ruido, de manera que el futuro residente esté informado de ello, en vez
de verse sorprendido. Una evaluación del ruido también incluye otras fuentes evi-
dentes del ruido ambiental.

Edificios existentes en un entorno cambiante. La ampliación de las urbanizacio-


nes y las áreas comerciales suele dar como resultado un ambiente acústico que cam-
bia en intensidad y carácter. Esto es sobre todo cierto en áreas residenciales que es-
tán siendo sometidas a la transición hacia usos comerciales y de industria ligera. Los
problemas de ruido suelen surgir debido a que la insonorización típica de una casa
suburbana resulta ahora inadecuada para reducir el aumento del ruido ambiental
hasta un nivel sonoro aceptable en su interior.
Las asociaciones de ciudadanos y de propietarios, así como los particulares, pue-
den encontrar valiosa la evaluación y medida del ruido como parte de la base para
alegar contra un cambio en el uso propuesto de una propiedad, o si se permite el
cambio, para ayudar a asegurarse de que hay una compensación adecuada que per-
mita modificaciones en sus edificios consiguiendo una insonorización adecuada.
Las autoridades de planificación local pueden necesitar evaluaciones del ruido
para fortalecer su justificación al permitir el cambio de uso. Frecuentemente, la
transición del uso residencial al comercial y de industria ligera tiene como conse-
cuencia un aumento significativo en el ruido de fondo ambiental, debido a que la
existencia de calles nuevas o ampliadas supone un aumento del volumen de tráfico
y un aumento de la visibilidad para los clientes potenciales, o debido a instalaciones
de transporte aéreo nuevas o ampliadas.
En los casos de carreteras nuevas o ampliadas, que pueden producir un impacto
sobre las áreas residenciales existentes, la evaluación del ruido y la predicción sue-
len ser requisitos obligados para las instituciones patrocinadoras federales, estatales
o locales, como parte de la evaluación y análisis de impacto ambiental (véase Ca-
pítulo 54). Las asociaciones locales de ciudadanos y propietarios y los particulares
pueden patrocinar evaluaciones y medidas de ruido independientes con el fin de:
(1) llegar a conocer la magnitud del cambio en el ambiente acústico residencial
49.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

y (2) documentar el ambiente acústico existente antes de comenzar las actividades


de construcción.
Las nuevas instalaciones de transporte aéreo son relativamente pocas e infre-
cuentes, pero, al igual que en el caso anterior, requieren análisis amplios de impac-
tos de ruido de la exposición prevista como parte del proceso de evaluación am-
biental y declaración de impacto. Más frecuentemente, las instalaciones pequeñas
de aviación se amplían o sufren cambios significativos en su carácter funcional, lo
cual da como resultado un aumento de las intrusiones de ruido en los edificios re-
sidenciales existentes. Estas actividades incluyen, entre otros efectos: (1) un aumen-
to en el volumen de tráfico; (2) la ampliación de las horas de funcionamiento; (3) la
prolongación de las pistas para acomodar reactores, además de aviones con moto-
res de gasolina de combustión interna; (4) la instauración de un horario regular del
tráfico aéreo, y (5) un cambio de actividades de aviación de recreo generalmente
diurnas a operaciones significativas de transporte nocturno de carga. La legislación
o las directrices no siempre requieren evaluaciones del ruido de estas actividades
(que pueden producirse en una instalación de aviación de propiedad y funciona-
miento privado). Sin embargo, los residentes pueden iniciar actuaciones para do-
cumentar su entorno acústico antes y después de que se produzcan las condiciones
modificadas.

Edificios comerciales, de industria ligera y otros no residenciales

Los edificios comerciales, de industria ligera y otros no residenciales no se consideran


sensibles al ruido, pero para algunos usos la evaluación del ruido de estas zonas de edi-
ficación puede ser importante. A menudo, el suelo destinado a estos usos sufre el im-
pacto del ruido del funcionamiento de un aeropuerto o del tráfico de las principales
carreteras y vías de ferrocarril. Una evaluación del ruido puede aportar infonnación
cuantitativa para ayudar en el diseño y construcción de edificios, de manera que se les
dote de una insonorización adecuada. Por ejemplo, la evaluación del ruido y la vibra-
ción en una zona de edificación puede resultar esencial si existen usos sensibles al rui-
do, como por ejemplo si un laboratorio biomédico debe ser instalado cerca de una ac-
tividad ruidosa, como puede ser un taller de chapa de automóviles. De la misma
manera, si hay que construir un nuevo edificio destinado a un uso que produce ruido
y vibración en sí mismo, pueden evitarse conflictos futuros mediante una ubicación
apropiada y un adecuado diseño y construcción del edificio.
Muchas ordenanzas locales contienen límites sobre la emisión de ruido más allá
de los límites de una propiedad a partir de fuentes en áreas clasificadas, sobre todo
si lindan con suelo para uso residencial. Las evaluaciones del ruido pueden ser ne-
cesarias para demostrar la conformidad con estas ordenanzas.

Zonas para edificios con finalidad especial

Las escuelas medias y secundarias suelen tener frecuentemente auditorios y otros


espacios sensibles al ruido, en los que es deseable evitar ruidos ambientales intru-
sivos. Los teatros son un ejemplo de edificios con una finalidad especial, para los

-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.5

cuales es importante la evaluación del ruido para su localización. A menudo, se ubi-


can cerca de carreteras importantes y otros servicios de transporte. Un análisis del
lugar de ubicación puede aportar información útil con respecto al diseño del edifi-
cio, orientación y materiales necesarios para minimizar las intrusiones potenciales
de ruido durante las representaciones.

PROCEDIMIENTOS DE EVALUACION DEL RUIDO UTILIZANDO LA


INFORMACION DISPONIBLE

Una evaluación preliminar del ruido puede realizarse en muchos casos sin una ins-
pección física de la zona de estudio. Sin embargo, una evaluación completa final del
ruido de un zona de edificación siempre debe incluir una inspección in situ.

Ordenanzas de usos del suelo

En los casos en los que existen regulaciones zonales de usos del suelo, éstas pueden
incluir directrices para realizar evaluaciones rudimentarias de ruido, aunque la
«compatibilidad acústica» de los diversos usos rara vez se incluye como una finali-
dad explícita de estas ordenanzas. Por lo general, la intención de las normativas es:
(1) guiar y dirigir el ordenamiento y localización de los usos del suelo de acuerdo
con el plan general de desarrollo para una jurisdicción determinada; (2) organizar
las concentraciones de poblaciones; (3) relacionar la densidad de usos con las loca-
lizaciones adecuadas; (4) facilitar la provisión adecuada de transportes, agua, alcan-
tarillado, escuelas, parques y otras infraestructuras públicas, y (5) velar por la salud
pública, seguridad y bienestar general para los ciudadanos de la jurisdicción. Para
implantar estas normas, el área regulada se divide en diferentes tipos de zonas, que
definen y agrupan las actividades que se piensa que son compatibles. Por ejemplo,
un suelo de uso residencial puede dividirse en muchos distritos o zonas, como zonas
residenciales rurales y zonas residenciales unifamiliares y multifamiliares de distin-
tas densidades. De la misma manera, pueden crearse distritos comerciales, indus-
triales y especiales para definir el «carácter» de un área de suelo específica median-
te los tipos de usos que se permiten siempre, excepcionalmente o bien que están
prohibidos.
La principal ventaja de este procedimiento de evaluación preliminar del ruido
es que la conformidad de los usos previstos para los edificios con los distritos ade-
cuados para ello implica compatibilidad acústica. La principal limitación surge de
los usos permitidos en situaciones especiales, que a menudo son acústicamente in-
compatibles con los usos permitidos directamente. Por ejemplo, algunas ordenan-
zas de zonas definidas como residenciales rurales, que habitualmente no presentan
problemas de ruido, permiten, mediante la aplicación de medidas excepcionales, la
instalación de aeropuertos (pistas aéreas), helipuertos (pistas para helicópteros),
hospitales de animales (clínicas veterinarias), clínicas, instalaciones de recreo, tiro
con rifle, pistola y arco, patios de arena y gravilla e instalaciones sanitarias. Por otra
parte, todos los usos permitidos en un distrito residencial rural también se permiten
49.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

en un distrito residencial unifamiliar, salvo algunas excepciones. Al permitirse la


existencia de fuentes de ruido no compatibles, existe un conflicto acústico potencial.
La solución del conflicto reside en la «opinión de la autoridad en audición», que
decide si el uso propuesto será contestado por los residentes cercanos a causa del
ruido, la vibración, la luz y los humos. A menudo, la decisión resultante parece ar-
bitraria y caprichosa, o se basa sobre la conveniencia política.

Mapas y otras fuentes de información

Los mapas (planos) que muestran aeropuertos, carreteras principales, hospitales,


escuelas, centros comerciales, parques e instalaciones de recreo son instrumentos
útiles en el proceso de evaluación del ruido de zonas de edificación. Constituyen
una fuente fundamental de obtención de datos necesarios para el uso de los méto-
dos de evaluación del ruido y los modelos de previsión.
1. Los mapas de autopistas estatales y callejeros detallados permiten la identifi-
cación y localización de muchas fuentes de ruido específicas en relación con el área
de estudio. Hay que localizar todas las fuentes dentro de un radio de 8 km (5 mi) de
la zona estudiada. Dentro de estas fuentes se incluyen todas las pistas aéreas, las
principales autopistas interestatales y carreteras arteriales, las vías de ferrocarril, los
centros de almacenamiento y distribución y fuentes no tan evidentes como patios de
colegio, centros de respuesta en emergencia e instalaciones de recreo.
2. Los mapas geológicos de EE. Uu. contienen información describiendo las ca-
racterísticas topográficas que pueden afectar a las vías de propagación y. por lo tan-
to, a la exposición al ruido de la zona estudiada l.
3. Las autoridades de aviación como los directores de aeropuerto, personal de la
oficina regional de la Federal A viation Administration y encargados de bases mili-
tares pueden aportar información sobre cómo obtener los contornos del DNL (ni-
vel sonoro medio día-noche) actual, contenidos en los planes directores del aero-
puerto o en estudios de control del ruido y planificación de compatibilidad de usos
del suelo. Los estudios del programa «Zonas de uso compatibles con instalaciones
aéreas» (AICUZ) se aplican a las bases aéreas militares y al uso de algunos aero-
puertos conjuntos civiles y militares.
4. Las administraciones de autopistas estatales y departamentos de transporte
pueden proporcionar información sobre cómo obtener aforos recientes de tráfico
de las principales carreteras existentes y las intensidades de tráfico previstas para las
nuevas carreteras proyectadas y ampliaciones de las existentes.
5. Las autoridades ferroviarias. como por ejemplo el personal de relaciones con
los clientes de las distintas compañías ferroviarias (p. ej .• CX Transportation Inc.,
Norfolk Southern y Union Pacific) proporcionan información acerca del personal
técnico adecuado que puede dar información con respecto al volumen de tráfico y
los tipos de vías, equipamiento de locomoción y velocidades de los trenes, que son
factores que afectan a la generación del ruido.
6. Las autoridades portuarias. operadores de la marinai/y compañías de ferrys

-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.7

pueden proporcionar información con respecto a las operaciones de navíos de


transporte marítimo que puedan actuar corno fuentes de ruido que afecten a las zo-
nas de edificación próximas a las vías navegables. Los barcos motorizados y apara-
tos de señalización acústica son fuentes de ruido frecuentes en las aguas de recreo.

Previsión de la exposición al ruido en zonas de edificación. Uso de modelos


y directrices establecidos en EE.UU.

Una vez identificadas y localizadas la zona de edificación y las fuentes de ruido sig-
nificativas, es posible estimar los niveles sonoros que se producirán en el lugar me-
diante cualquiera de los diversos métodos desarrollados con este fin o mediante las
Noise Assessment Guidelines publicadas por el Department of Housing and Urban
Deve/opment de EE. UU?

Modelo de ruido integrado (INM) del Department 01 Transportation-Federal


Aviation Administration de EE.UU. La Parte 150 de la Federal Aviation Regu-
lation (FAR) y el Acta de 1979 de la Aviation Safety and Noise Abatement marcan
las pautas sobre el control del ruido y la compatibilidad del uso del suelo en la pla-
nificación de aeropuertos. La Parte 150 de la F AR, que se comenta en el Capítulo
53, establece específicamente un sistema único para la medición del ruido de un ae-
ropuerto y un sistema único para determinar la exposición de las personas al ruido
del aeropuert03 • El modelo integrado de ruido (INM) de la Federal Aviation Ad-
ministration es el «instrumento normalizado de análisis de predicción que sirve de
referencia al comparar todos los modelos de ordenador de exposición al ruido de
aeropuertos»4. Fue desarrollado originalmente para dar a los planificadores de ae-
ropuertos y especialistas de aviación un instrumento analítico para la evaluación del
impacto del ruido de la aviación en las proximidades de los aeropuertos y «se ha
convertido en el instrumento recomendado de análisis en los estudios de planifica-
ción de control del ruido de aeropuertos y compatibilidad de uso del suelo (AN-
CLUC»>5.

Modelo de previsión del ruido del tráfico de autopistas del Department 01 Trans-
portation-Federal Highway Administration (FHWA) de EE. UV. 6 La previsión y
control del ruido de las autopistas se trata ampliamente en el Capítulo 48.

Department 01 Housing and Vrban Development de EE. VV. Directrices para la


evaluación del ruido. Aunque la preocupación de la Federal Housing Administra-
tion (FHA), una agencia dentro del Department of Housing and Urban Develop-
ment (HUD) de EE.UU., en relación al impacto del ruido del tráfico aéreo sobre el
valor económico y la venta de las propiedades residenciales cerca de los aeropuer-
tos, data al menos de 1951, las directrices específicas para juzgar la aceptabilidad
para la obtención de ayudas financieras en las propiedades cerca de los aeropuertos
se estableció por primera vez a mediados de la década de los sesenta7 • La actual po-
lítica departamental se define en la regulación 24 CFR (Code of Federal Regula-
tions) Parte 51-B, «Control y reducción del ruido». Contiene «normas de aceptabi-
lidad de la zona» y requisitos para la ayuda federal al desarrollo residencial. La
49.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

implantación se facilita mediante el uso de las Noise Assessment Guidelinet. Estas


directrices para la evaluación del ruido fueron desarrolladas para las condiciones de
uso «mínimamente aceptables» por técnicos no especialistas y se basan en: (1) la
utilización de los resultados de estudios amplios de las fuentes de ruido ambiental,
(2) la propagación del sonido en la atmósfera y (3) las propiedades de los materiales
y estructuras de construcción para impedir la transmisión del sonido. Las directrices
para la evaluación del ruido utilizan tablas, gráficos, nomogramas y formas con tér-
minos y cantidades sencillas que permiten hacer una estimación razonable del am-
biente acústico previsto de la zona propuesta para edificación. Los resultados se
presentan en términos de niveles sonoros corregidos día-noche (DNL) en decibe-
lios y se relacionan con las normas de aceptabilidad de la zona incluidas en la regla-
mentación federal 9 . Mientras el principal criterio de «aceptabilidad del lugar» para
una ubicación residencial con implicación de financiación federal es un nivel sonoro
corregido día-noche de 65 dB, puede elegirse un criterio más bajo (o más alto) para
evaluar la adecuación del ambiente acústico de una zona edificable con un propó-
sito específico, o por preferencia personal.
La evaluación de la zona con respecto a la exposición al ruido aéreo en los al-
rededores de un aeropuerto se basa en las líneas isofónicas DNL actuales, disponi-
bles en la dirección del aeropuerto, la oficina zonal de la Federal A viation Adminis-
tration, la administración de aviación de los departamentos estatales para las
instalaciones de aviación civil, y en la comandancia de la base u oficial técnico jefe,
en los informes de zona de uso compatible con instalación aérea (AICUZ) para ins-
talaciones de aviación militar. Si las curvas isofónicas no están disponibles, como
suele suceder en aeropuertos pequeños de aviación general, las directrices8 contie-
nen métodos que pueden ser utilizados para su cálculo aproximado. Como el lugar
también puede estar expuesto al ruido de vehículos de las carreteras vecinas, debe
determinarse esta exposición y combinarse con la exposición al ruido aéreo. La Re-
ferencia 8 incluye las hojas de trabajo para registrar la información necesaria y rea-
lizar los cálculos aritméticos sencillos para determinar la exposición al ruido de ca-
miones y automóviles. La información necesaria incluye: (1) el valor de la
intensidad media diaria (IMD), (2) las distancias efectivas entre las carreteras y los
edificios relevantes de la zona [distancia a los límites de la propiedad o a puntos si-
tuados a un mínimo de 2 m (6,6 ft) de la fachada reflectante del sonido de los edi-
ficios existentes o proyectados], (3) la proximidad de cualquier control del tráfico
que produzca paradas y arranques, (4) las pendientes de la carretera que produzcan
cambios significativos de marchas o velocidad de los vehículos, (5) la velocidad me-
dia en las secciones relevantes de la carretera y (6) el número de camiones pesados,
así como la distribución del tráfico nocturno. Se incluyen tablas con los factores de
corrección que hay que aplicar a los valores de la intensidad de tráfico para explicar
los efectos acústicos estimados.
La zona de estudio también puede estar expuesta al ruido de las operaciones fe-
rroviarias. La información necesaria para predecir la exposición resultante incluye:
(1) la distancia entre el lugar de la evaluación del ruido y el centro de la vía con más
tráfico; (2) el número, tipo (pasajeros/carga) y longitud (número de vagones) de los
trenes; (3) el número y tipo de locomotoras (diesel o eléctricas); (4) la velocidad
media; (5) el número de trenes nocturnos; (6) la proximidad de cruces ferroviarios,

-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.9

y (7) si la sección relevante de las vías ferroviarias está compuesta de secciones sol-
dadas continuamente o de secciones de vías atornilladas.
El nivel de ruido previsto puede determinarse a partir de ábacos diferentes para
las locomotoras diesel, vagones y trenes de alta velocidad (que se supone tienen lo-
comotoras eléctricas) de forma análoga a la que se determina el ruido de automó-
viles y camiones en las carreteras. Los niveles sonoros previstos pueden combinarse
adecuadamente para obtener el nivel sonoro corregido día-noche previsto atribui-
ble al ruido ferroviario.
Dado que determinadas características topográficas y algunos edificios pueden
apantallar la vía directa del sonido entre la fuente y el receptor, se incluyen hojas y
gráficos de trabajo para realizar los cálculos que permitan estimar el efecto proba-
ble de estas barreras.
Por último, el nivel sonoro corregido día-noche de una determinada zona que
pueda estar afectada por diversas fuentes de ruido puede predecirse combinando
los valores previstos, determinados por separado para cada una de las fuentes, me-
diante la Figura 1.14.
Por ejemplo, consideremos una zona propuesta para la construcción de un com-
plejo residencial situado a una distancia de entre 6,4 y 8 km (4 a 5 mi) de un aero-
puerto, relativamente cerca de una autopista interestatal importante y a unos
3,2 km (2 mi) de una vía de tren. La zona está fuera de la isófona de 65 dB del nivel
sonoro corregido día-noche (DNL), pero se ve afectada por el ruido de aviación; el
DNL previsto es 60 dB. El nivel sonoro corregido día-noche combinado para ca-
miones y automóviles es 63 dB. La vía de ferrocarril es transitada por trenes de cer-
canías con locomotoras eléctricas durante el día y varios trenes de carga con loco-
motoras diesel durante la noche; el nivel sonoro combinado previsto para las
operaciones ferroviarias es 62 dB. Así, el nivel previsto para la zona es:

Aviación 60dB
Tráfico rodado 63dB
Tráfico ferroviario 62dB

El nivel combinado que resulta de más de una fuente de ruido puede obtenerse
mediante la Figura 1.14. La aplicación de este procedimiento da un nivel sonoro co-
rregido día-noche previsto para la zona de aproximadamente 67 dB.

EVALUACION DEL RUIDO ,l/N SITU"

Las directrices citadas anteriormente son herramientas valiosas para predecir la ex-
posición potencial al ruido de las zonas de edificación, sobre todo en situaciones en
que las actividades que producen el ruido no están todavía completamente estable-
cidas; p. ej., en la planificación de ampliación o construcción de nuevas carreteras.
Una evaluación in situ es valiosa por las siguientes razones: (1) verificar o mo-
dificar los datos de entrada para la evaluación del ruido, p. ej., determinar las carac-
terísticas de la variación temporal de los niveles sonoros y verificar las intensidades
de vehículos ligeros y pesados; (2) identificar los condicionantes topográficos y es-
49.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

tructurales singulares, de manera que puedan describirse, calcularse o medirse los


efectos acústicos correspondientes; p. ej., estos condicionantes pueden actuar como
barreras para atenuar el sonido si se interponen en la vía entre la fuente y el recep-
tor (véase Capítulo 3) o algunos rasgos estructurales que pueden causar un impacto
negativo sobre el lugar, concentrando el sonido reflejado sobre la zona, y (3) para
obtener las medidas de los niveles de presión sonora con un sonómetro portátil en
determinados puntos de la zona. Estos datos son útiles para establecer un grado ma-
yor de confianza en los resultados de los modelos de previsión del ruido. Pueden
identificarse las fuentes de ruido estacionarias y medirse los niveles sonoros para es-
tablecer su contribución a la exposición al ruido de la zona. Las previsiones de la
evaluación del ruido pueden refinarse y mejorarse sobre la base de los resultados de
la observación de campo.

MEDIDAS DEL RUIDO EN LAS ZONAS DE EDIFICACION

Una evaluación completa de la zona puede incluir alguna medición y seguimiento in


situ del ambiente acústico. La finalidad específica con que se lleva a cabo la evalua-
ción del ruido suele definir el tipo de instrumentación, las localizaciones de los mi-
crófonos y la duración de las medidas.
Suele elegirse un período de 24 horas, que puede describirse como razonable-
mente típico de la exposición al ruido esperada a largo plazo. La localización de las
mediciones suele establecerse en el límite de la propiedad o en un lugar que esté al
menos a una distancia de 2 m de una fachada reflectante existente (o proyectada)
de los edificios estudiados. Suele ser preciso obtener la distribución estadística de
los niveles sonoros con ponderación A, el nivel sonoro continuo equivalente (con
ponderación A) o el nivel sonoro corregido día-noche. En algunos casos, el análisis
de frecuencias en bandas de octava puede resultar útil para algunos propósitos,
como ayudar al diseño de las barreras acústicas y la insonorización de los edificios.

REFERENCIAS

1. Quadrangle maps, de venta en U.S. Geological Survey, Reston, VA 22092.


2. T. J. Schultz y N. M. McMahon, HUD noise assessment guidelines, BBN Report 2176, U.S.
Oepartment of Housing and Urban Development, Washington, O.e. 20410, agosto 1971
(reemplazado por Noise assessment guide/ines, HUD-PDR-735, junio 1983; véase Refe-
rencia 8, a continuación).
3. Noise control and compatibility planning for airports, Advisory Circular AC150/5020-1,
Federal Aviation Administration, U.S. Oepartment of Transportation, Washington, O.e.
20591, 5 de agosto de 1983.
4. lntegrated noise model, FAA-EE-81-17, Federal Aviation Administration, U.S. Oepart-
ment ofTransportation, Washington, O.e. 20591. octubre 1982.
5. Noise control and compatibility planning for airports, Advisory Circular AC150/5020-1,
capítulo 2, sección 3, parte 231. p. 18, Federal Aviation Administration, U.S. Department
of Transportation, Washington. O.e. 20591, 5 de agosto de 1983.
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.11

6. T. M. Barry y J. A. Reagan, FHWA highway traffic noise prediction model, PB82-194227,


National Technical Information Service, Springfield, VA 22161, diciembre 1978.
7. J. F. Miller, «HUD policy: Noise assessment of building sites», Capítulo 44, en C. M. Ha-
rris (Ed.), Handbook ofnoise control, 2. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York, 1979.
8. Noise assessment guidelines, HUD-PDR-735, Office of Policy Development and Re-
search, U.S. Department of Housing and Urban Development, junio 1983.
9. «Noise abatement and control», 24 CFR (Code of Federal Regulations) Part 51, Subpart
B, Federal Register, vol. 44, n. 0235, 12 julio 1979.
Capítulo 50
MEDICIONES DEL
RUIDO COMUNITARIO

Dwight E. Bishop
Paul D. Schomer

INTRODUCCION

Las zonas residenciales están expuestas a ruidos procedentes de muchas fuentes. La


mayoría del ruido suele proceder de los sistemas de transporte: automóviles, camio-
nes, motos, trenes, aviones, etcétera. Es probable que las áreas más ruidosas de una
comunidad estén localizadas cerca de los principales aeropuertos o cerca de las
principales carreteras, autovías o autopistas. Algunos vecindarios están expuestos
al ruido de fuentes industriales (refinerías, fábricas, etcétera) o ruido de fuentes co-
merciales (equipamiento de aire acondicionado, etcétera). En áreas silenciosas, los
ruidos de las «personas» (gritos y llantos de niños, portazos, etcétera) y los ruidos
«naturales» (ladridos, grillos, etcétera) pueden ser contribuciones importantes al
ruido comunitario.
En general, el término ruido comunitario o ruido de la comunidad hace referen-
cia al ruido exterior en la vecindad de las áreas habitadas. El ruido ambiental es el
ruido envolvente asociado con una ubicación determinada de una comunidad, ha-
bitualmente compuesto por los sonidos de muchas fuentes, próximas y lejanas, sin
un sonido dominante particular.
Las encuestas sobre ruido comunitario suelen incluir descripciones de las varia-
ciones espaciales y temporales de los niveles de ruido. Tales descripciones son re-
levantes para conocer los efectos del ruido sobre personas que se encuentran en in-
teriores y exteriores. Dada la amplia gama de finalidades con que se realizan las
medidas del ruido de la comunidad, éstas varían notablemente en profundidad y de-
talle. Debido a la preocupación acerca de los efectos del ruido sobre las personas,
muchos estudios se han concentrado sobre medidas exteriores en áreas residencia-
les, con muy pocas medidas en otros lugares. A menudo, los ambientes de ruido in-
teriores se infieren a partir de las medidas de exteriores, pero este procedimiento
puede dar como resultado errores notables al ignorar el ruido generado por las ac-

50.1
50.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tividades en interiores o por la falta de información precisa acerca de la reducción


de ruido que aporta la estructura del edificio.
El ruido de la comunidad varía notablemente en magnitud y carácter entre dis-
tintas ubicaciones, desde las áreas suburbanas silenciosas que bordean zonas rurales
a las calles del centro de la ciudad, expuestas al estrépito del tráfico denso. Este sue-
le cambiar con la hora del día, siendo relativamente silencioso durante la noche,
cuando las actividades alcanzan un mínimo, y más ruidoso durante la mañana y la
tarde, durante los períodos punta del tráfico. Incluso dentro de un área pequeña, el
ruido ambiental cambia significativamente en función de la posición seleccionada
respecto de las fuentes de ruido local. Por ejemplo, en un área residencial, puede
haber una diferencia notable en la magnitud y variación temporal de los niveles de
ruido medidos en el bordillo de una calle y en el jardín trasero de una vivienda, pro-
tegido por los edificios adyacentes. En las áreas metropolitanas, puede haber dife-
rencias considerables entre los niveles sonoros existentes a nivel de suelo y en el ex-
terior de una vivienda que esté muchas plantas por encima del suelo.
Gran parte del esfuerzo de planificación de las encuestas sobre ruido comuni-
tario está relacionado con el desarrollo de métodos para contemplar estas variacio-
nes temporales y espaciales del nivel sonoro. Para lograr descripciones concisas que
expliquen las variaciones temporales se han empleado varias medidas especializa-
das. Con menor frecuencia se utiliza una descripción de las variaciones mediante el
espectro de frecuencias (resultante de las características de las fuentes de ruido di-
ferentes y de las distintas condiciones de propagación del sonido implicadas). Ade-
más, pueden ser importantes las variaciones espaciales y temporales a largo plazo
del ambiente sonoro. Los cambios temporales pueden ir desde las consideraciones
de la variabilidad día a día, hasta los cambios estacionales y a largo plazo.
La finalidad de los estudios sobre el ruido comunitario influye notablemente so-
bre el tipo y número de medidas que se deben realizar. Los fines más habituales
suelen ser los siguientes:
1. Determinar la adecuación del suelo para distintos usos y actividades (inclu-
yendo la comparación del ruido ambiental existente o futuro con los valores
límite según criterios de uso del suelo). Por ejemplo, varias agencias federales
y estatales especifican límites en términos del nivel sonoro corregido día-no-
che, L dm Ynivel sonoro continuo equivalente (con ponderación A), L eq 1.2. La
Tabla 50.1 muestra usos aceptables del suelo y mínimo aislamiento de edifi-
cios contra el ruido preciso para los distintos valores de Ldn o Leq en exterio-
res!. A modo de ejemplo, si un apartamento, hotel o motel propuesto tiene
que ubicarse allí donde el valor de Ldn (promediado para un año) supere
60 dB, el estado de California requiere un análisis especial del ruido que
muestre que el edificio tendrá un aislamiento tal que el nivel de ruido en cual-
quier habitación habitable no superará un L dn de 45 dB 3•
2. Comparar los niveles sonoros con los valores especificados en las regulacio-
nes u ordenanzas sobre ruido.
3. Obtener descripciones ambientales para evaluar impactos de ruido presentes
o futuros como parte de los estudios de impacto ambiental (véase Capítulo
54).
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.3

TABLA 50.1. Compatibilidad* de uso del suelo con los niveles sonoros medios
anuales día-noche
NlvellODOro corregido anual día-nocbe (L dn ), dB
Uso del suelo Inferior. 6S 65-70 70-75 75.so lIo-8S Superior. SS

Residencial:
Residencial, excepto casas móviles y
alojamientos temporales S N(l) N(I) N N N
Parques de casas móviles S N N N N N
Alojamientos temporales S N(l) N(l) N(I) N N
Uso público:
Escuelas S N(l) N(l) N N N
Hospitales y residencias S 25 30 N N N
Iglesias, auditorios y salas de conciertos S 25 30 N N N
Servicios gubernamentales S S 25 30 N N
Transportes S S S(2) S(3) S(4) S(4)
Aparcamiento S S S(2) S(3) S(4) N
Uso comercial:
Oficinas, negocios y profesional S S 25 30 N N
Mayoristas y minoristas materiales de
edificación, ferretería y equipamiento
agrícola S S S(2) S(3) S(4) N
Minoristas general S S 25 30 N N
Arúculos S S S(2) S(3) S(4) N
Comunicación S S 25 30 N N
Fabricación y producción:
Fabricación general S S S(2) S(3) S(4) N
Fotografía y óptica S S 25 30 N N
Agricultura (excepto ganadería) y forestal S S(6) S(7) S(8) S(8) S(8)
Granjas y cría ganadera S S(6) S(7) N N N
Minería y pesca, producción y extracción de
recursos S S S S S S
Ocio:
Campos para deportes al aire libre y
espectadores S S(5) S(5) N N N
Kioscos de música al aire übre, anfiteatros S N N N N N
Exhibiciones sobre naturaleza y zoos S S N N N N
Diversiones, parques, colonias y
campamentos S S S N N N
Campos de golf, establos de monta y parques
acuáticos S S 25 30 N N

Los números entre paréntesis hacen referencia a las notas.


• Las designaciones contenidas en esta tabla no constituyen una determinación federal de que cualquier uso del suelo cubierto
por un programa sea aceptable o inaceptable bajo la ley federal, estatal o local. La responsabiüdad de la determinación de la
aceptabilidad y permisibiüdad de los usos del suelo y la relación entre las isófonas especfficas corresponde a las autoridades lo·
cales. Lo establecido por la FAA Parte 150 no pretende que la determinación federal de los usos del suelo sustituya a lo deter·
minado por las autoridades locales adecuadas, en respuesta a necesidades y valores definidos localmente para lograr usos del
suelo compatibles con el ruido.
Clave: S (sí), el uso del suelo y las estructuras relacionadas son compatibles sin restricciones. N (no), el uso del suelo y las es-
tructuras relacionadas no son compatibles y deben prohibirse. NLR, el nivel de reducción del ruido (interior y exterior) que hay
que lograr mediante la incorporación de la atenuación del ruido en el diseilo y construcción de la estructura. 24, 30 o 35, el uso
del suelo y las estructuras relacionadas suelen ser compatibles; medidas para lograr un NLR de 25, 30 o 35 deben incorporarse al
diseilo y construcción de la estructura.
Notas: (1) Si la comunidad determina que hay que permitir los USOS residenciales o escolares, las medidas para lograr un nivel
de reducción del ruido (NLR) de exteriores a interiores de, al menos, 25 dB Y30 dB deben incorporarse en los códigos de cons-
trucción y considerarse en las aprobaciones individuales. Se espera que una construcción residencial normal aporte un NLR de
20 dB; así, es frecuente plantear los requisitos de reducción como 5, 10 o 15 dB sobre la construcción normal y se asume venti-
lación mecánica y ventanas permanentemente cerradas. Sin embargo, el uso de criterios NLR no elimina los problemas de ruido
exteriores. (2) Hay que incorporar medidas para lograr un NLR de 25 dB en el diseilo y construcción de las partes de los edificios
que reciben púbüco, áreas de oficina, áreas sensibles al ruido y donde el nivel habitual de ruido sea bajo. (3) Hay que incorporar
medidas para lograr un NLR de 30 dB en el diseilo y construcción de las partes de los edificios que reciben público, áreas de ofi-
cina, áreas sensibles al ruido y donde el nivel habitual de ruido sea bajo. (4) Hay que incorporar medidas para lograr un NLR de
35 dB en el diseilo y construcción de las partes de los edificios que reciben público, áreas de oficina, áreas sensibles al ruido y don-
de el nivel habitual de ruido sea bajo. (5) Compatibilidad de uso del suelo siempre que se instalen sistemas especiales de aisla-
miento del sonido. (6) Los edificios residenciales requieren un NLR de 25. (7) Los edificios residenciales requieren un NLR de
30. (8) No se permiten edificios residenciales.
Fuente: Referencia 1.
50.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

4. Determinar la necesidad y/o extensión del control del ruido existente o las
fuentes futuras de ruido.
5. Identificar fuentes de ruido exteriores y determinar la extensión de su in-
fluencia.
6. Obtener una descripción del ruido en la comunidad para correlacionarlo con
la respuesta de ésta frente a él (véase Capítulo 23).
7. Estimar la exposición al ruido de las personas (véase Capítulo 12).

METODOS PARA DESCRIBIR EL RUIDO COMUNITARIO

Los estudios sobre el ruido en la comunidad suelen dar como resultado una gran
acumulación de cantidades de datos que son difíciles de manejar, asimilar o com-
parar. Para obtener descripciones significativas y concisas del ruido de la comuni-
dad, suelen usarse índices de número único que son descriptores simplificados, a
menudo derivados de análisis o supuestos estadísticos. Sin embargo, estas medidas
sencillas son necesariamente representaciones incompletas de las condiciones rea-
les y, a veces, pueden resultar engañosas. Se han desarrollado varias medidas es-
peciales del ruido ambiental, cada una de ellas haciendo énfasis sobre ciertas carac-
terísticas estadísticas de variaciones en el tiempo; todas intentan lograr una medida
más significativa del modo en que el ruido afecta a la respuesta de las personas ex-
puestas a él.

Variación en el contenido del espectro

Dada la variedad de fuentes de ruido existentes, hay amplias variaciones en el con-


tenido espectral del ruido de la comunidad. Sin embargo, si el ruido es en gran me-
dida resultado del tráfico de superficie, su espectro suele seguir las tendencias que
muestran las Figuras 50.1 y 50.2. La Figura 50.1 ilustra los niveles medios de presión
sonora en bandas de octava correspondientes al ruido ambiental medido en gran
número de áreas residenciales en Chicago hace algunos años4 • Estas mediciones
fueron realizadas en ausencia de ruido de fuentes cercanas, como niños jugando o
perros ladrando.
La Figura 50.2 muestra el resultado del análisis estadístico de tres muestras de
10 minutos de ruido ambiental en un área residencial en Portland, Oregón5 , en que
se incluyó el ruido de todo tipo de sucesos. Se muestran los niveles sonoros con pon-
deración A, así como los niveles de presión sonora de banda de octava. Los subín-
dices se refieren al porcentaje de tiempo en que los niveles fueron superados. Por
ejemplo, el nivel sonoro superado durante ellO por 100 del tiempo es LIO' El nivel
excedido el 50 por 100 del tiempo, L 50 , se denomina a veces como el nivel sonoro
mediana. El rango entre las curvas L ¡ YL90 aporta una buena indicación de la varia-
bilidad en el contenido del espectro durante el período de medición.
La mayoría de las medidas en la comunidad muestran espectros de banda de oc-
tava con pendientes parecidas a las de las Figuras 50.1 y 50.2, con niveles sonoros
casi iguales o irregulares en las bandas de octava centradas en las frecuencias de
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.5

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Niveles mínimos
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en áreas residenciales
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"C
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Z

10L-----~-----L----~----~L-----~----~--~~
63 125 250 8000
Frecuencia en herzios

FIGURA 50.1. Espectro medio en bandas de octava del ruido ambiental medido en
áreas residenciales. (De acuerdo con Bonvaller.)

31,5,63 Y125 Hz. A frecuencias más altas, los niveles de presión sonora de banda de
octava decrecen con la frecuencia a tasas de 3 a 6 dB por octava.
Muchas fuentes de ruido locales o intermitentes producen espectros que son
marcadamente distintos a las tendencias que muestran las Figuras 50.1 y 50.2. Por
ejemplo, las Figuras 50.3 y 50.4 ilustran algunos ruidos de personas y animales que
producen niveles sonoros relativamente altos a frecuencias por encima de 1000 Hz6 •
Para la mayoría de los casos, con excepción de los estudios detallados de control
del ruido, y para situaciones que implican fuentes productoras de niveles altos de
ruido a frecuencias extremadamente bajas, el nivel sonoro con ponderación A sirve
como descriptor adecuado, Más aún, es el descriptor más frecuentemente utilizado
en las normas sobre ruido en la comunidad. Por ello, el resto de este capítulo inclu-
50.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

4000 16000

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31,5 125 500 2000 8000
Nivel sonoro compuesto
con ponderación A en dB(A)
Frecuencia en herzios

FIGURA 50.2. Espectro en bandas de octava del ruido ambiental en un área residen-
cial de Portland, Oregón,

ye fundamentalmente descripciones del ruido de la comunidad basadas en medicio-


nes del nivel sonoro con ponderación A.
En los estudios detallados de control del ruido, las medidas del nivel sonoro con
ponderación A deben complementarse o reemplazarse por análisis espectrales de
banda de octava o de banda de tercio de octava. Rara vez es necesario emplear aná-
lisis espectrales más minuciosos. En general, las variaciones espaciales y temporales
en el ambiente exterior son tan grandes que hay que evitar descripciones prolijas de
variaciones espectrales mínimas.

Variaciones temporales de los niveles sonoros

El patrón temporal de los niveles sonoros en una posición determinada puede ob-
servarse sobre un gráfico continuo de registro de nivel, como las dos muestras de 8

....
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.7

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o
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Z
100 200 2000 5000 10.000
FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 50.3. Espectro en bandas de tercio de octava del ruido medido en una
playa.

minutos de la Figura 50.5. Estas muestras ilustran algunas de las características im-
portantes que se encuentran en la mayoría de los estudios sobre el ruido en la co-
munidad:
• Los niveles sonoros con ponderación A cambian significativamente con el
tiempo (en este caso, sobre un rango de 33 dB).
• El ruido de la comunidad parece estar caracterizado por un nivel sonoro in-
ferior bastante estable, sobre el cual se imponen los niveles sonoros aumen-
tados asociados a sucesos particulares discretos. El ruido ambiental que mues-
tra la Figura 50.5 incluye las contribuciones de fuentes distantes no
identificadas y fuentes locales que producen sucesos acústicos discretos. Los
episodios únicos de ruido suelen clasificarse como ruido intrusivo. El nivel so-
noro inferior estable al que se superponen los episodios discretos se denomina
a veces nivel sonoro residual, como indica la Figura 50.5.
• Existe una marcada diferencia en el nivel sonoro con respecto a los patrones
temporales para los distintos sucesos discretos de ruido. Los niveles sonoros
producidos por aviones se elevan por encima del nivel de ruido ambiental du-
rante aproximadamente 80 segundos, en tanto que los niveles sonoros de los
coches tienen una duración mucho más corta.

Descriptores que eliminan los detalles temporales

Niveles excedidos. El registro continuo del ruido aporta mucha información para
50.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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FRECUENCIA EN HERZIOS

FIGURA 50.4. Espectro en bandas de tercio de octava del ruido de un perro ladrando
y aullando.

comprender la naturaleza del ambiente exterior de una localización determinada.


Sin embargo, para una comparación cómoda con el ruido en otras localizaciones, es
necesario simplificar las descripciones, eliminando muchos de los detalles tempo-
rales. Un método para lograrlo es medir el porcentaje del tiempo total de la muestra
que el ruido se sitúa entre dos niveles sonoros, L¡ y L¡ + Ld (donde d es el tamaño
de la «ventana» que determina el valor de L d ). A partir de esta información, puede
construirse un histograma del nivel sonoro, además de la distribución acumulativa
de los niveles sonoros. Para esta última, se determinan los niveles sonoros excedi-
dos para varios porcentajes. A partir de estos datos, pueden calcularse el nivel so-
noro equivalente continuo (con ponderación A) Leq Yotros descriptores especiales
del nivel sonoro. Las Figuras 50.6, 50.7 Y 50.8 ilustran varias maneras de presentar
los resultados de estos datos estadísticos. La Figura 50.6 muestra los niveles sonoros
de los percentiles 1, 10, 50 Y90, calculados a partir de muestras horarias, para un día
de 24 horas, medidos en el interior y exterior de un edificio de oficinas en el centro
de Los Angeles 7 . También se muestra el nivel sonoro horario continuo equivalente
Leq (con ponderación A) (también denominado nivel horario) calculado para cada
muestra horaria. En la mayoría de los casos, las descripciones del ruido en términos
de los valores de L¡, LIQ, L 50 , L90 Y Leq son más que suficiente.
El nivel sonoro continuo equivalente Leq es el índice de número único más útil
para describir el ruido ambiental correspondiente a un período corto de tiempo de-
terminado. A menudo, el nivel sonoro estadístico L90 se toma como medida del ni-
vel residual de ruido, poco influida por los sucesos discretos próximos. Los niveles
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.9

80~A~P~RI~M~E~R~A~H~O~R~A~D~E~LA~TA~R~D~E~__________________________~
COCHES EN UN
70 BULEVAR CERCANO
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Z
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~ 50
40

O 2 3 4 5 6 7
TIEMPO EN MINUTOS

FIGURA 50.5. Dos muestras que ilustran los niveles sonoros con ponderación A del
ruido en exteriores con respecto al tiempo, en una zona residencial suburbana, con el
micrófono situado a 6,1 m (20 ft) del bordillo de la calle.

sonoros L¡ y, en menor medida, el LIO están muy influidos por los acontecimientos
discretos ruidosos que puedan producirse.
Las Figuras 50.7 y 50.8 muestran la distribución del nivel sonoro para los perío-
dos diurno y nocturno, calculada a partir de los datos horarios de la Figura 50.6. En
la Figura 50.7, los datos del ruido se presentan en un histograma. Las distribuciones
son asimétricas, con una pendiente mayor para niveles altos. La Figura 50.8 muestra
los mismos datos presentados como distribuciones acumulativas sobre papel gráfico
de probabilidad normal. Si las distribuciones medidas fueran normales o gaussia-
nas, formarían líneas rectas. Pero en la Figura 50.8 se observa una clara curvatura,
como consecuencia de las formas de los histogramas de la Figura 50.7.

Descriptores de nivel sonoro diario (24 horas). Los niveles sonoros continuos
equivalentes para períodos diurnos y nocturnos (o períodos diurnos, vespertinos y
nocturnos) se calculan para una descripción más concisa del ambiente sonoro du-
rante 24 horas. El nivel sonoro corregido día-noche L dn (definido en el Capítulo 11)
se recomienda para una descripción de número único. [Otra medida parecida al ni-
vel sonoro corregido día-noche, el nivel equivalente de ruido en la comunidad
(CNEL), definido en el Capítulo 11, se usa en el Estado de California.] El nivel so-
noro corregido día-noche puede calcularse fácilmente a partir de los niveles sonoros
equivalentes horarios o a partir de los niveles sonoros equivalentes correspondien-
tes a los períodos diurno (7:00 a.m. a 10:00 p.m.) y nocturno (10 p.m. a 7:00 a.m.).
50.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

3 6 9 12 15 18 21 24
Hora del día

FIGURA 50.6. Niveles sonoros en función del tiempo para el ruido medido en el in-
terior y exterior de un edificio de oficinas del centro urbano de Los Angeles.

Nivel de contaminación del ruido (NPL). Una medida del ruido que a veces se
usa para describir el ruido comunitario es el nivel de contaminación del ruid08 , que
emplea el nivel sonoro continuo equivalente Leq (con ponderación A) y la magnitud
de las fluctuaciones del tiempo en los niveles. Intenta explicar el aumento de la mo-
lestia debido a las fluctuaciones temporales del ruido. El nivel de contaminación del
ruido se define como

L NP = Leq + 2,560" dB (50.1)

donde L NP es el nivel de contaminación del ruido y O" es la desviación típica de los


niveles sonoros instantáneos de los que se han tomado muestras durante el período
de medición.

In dice de ruido del tráfico (TNI). El índice de ruido del tráfico se utiliza a veces
para describir el ruido en la comunidad. Tiene en cuenta la variabilidad de los ni-
veles sonoros observados, en un intento para mejorar la correlación entre las me-
didas del ruido del tráfico y la respuesta subjetiva frente al ruido. El índice de ruido
del tráfico se define como

TNI = 4 (L to - L~o) + L9Q - 30 dB (50.2)

Lto YL9Q han sido descritos en la sección anterior «Variaciones temporales en los ni-
veles sonoros». El primer término representa la diferencia entre los niveles sonoros
del percentillO y del percentil90 (L to - L9Q) Yel segundo término representa el ni-
vel de ruido ambiental. Tanto el índice de ruido del tráfico como el nivel de conta-
minación del ruido tienen limitaciones aparentes o muestran inconsistencias cuan-
do se aplican a tipos muy distintos de ruido de la comunidad9•

Variaciones con la hora del día. Los niveles de ruido comunitario muestran va-
riaciones con la hora del día que se correlacionan con los patrones de las actividades
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.11

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NIVEL SONORO CON PONOERACION A EN dB(A)

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~ 00 70 80
NIVEL SONORO CON PONOERACION A EN dB(A)

AGURA 50.7. Histograma que muestra la distribución de los niveles sonoros con
ponderación A medidos en el interior y exterior de un edificio de oficinas del centro
urbano de Los Angeles.

humanas y el uso de las fuentes dominantes de ruido. Para áreas expuestas funda-
mentalmente al tráfico de vehículos a motor, el ruido ambiental muestra patrones
claramente relacionados con el flujo del tráfico y con modificaciones producidas
por otras fuentes. Por ejemplo, la Figura 50.6 muestra una variación moderada de
los niveles sonoros dependiendo de la hora del día en un área concurrida del centro
de la ciudad. Con un patrón horario más típico de lugares que no están cerca de ae-
ropuertos o autopistas 10, la Figura 50.9 muestra la diferencia entre los valores ho-
rarios del nivel sonoro continuo equivalente Leq Yel nivel sonoro corregido día-no-
che L dm presentados para todas las horas del día. Estos datos representan una
50.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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NIVEL SONORO CON PONDERACION NIVEL SONORO CON PONDERACION
AEN dB(A) AEN dB(A)

FIGURA 50.8. Distribución acumulativa de los niveles sonoros con ponderación A,


correspondientes a períodos diurnqs y nocturnos, para el ruido medido en el interior
y exterior de un edificio de oficinas del centro urbano de Los Angeles.

combinación (valores de la mediana) de patrones medidos en 100 lugares, cubrien-


do un rango amplio de densidades de población. Aunque la desviación típica de los
niveles sonoros dentro de cada hora tuvo un rango de 2,5 a 4,0 dB, con considera-
bles variaciones entre lugares, se observó un patrón bien definido, con una diferen-
cia de aproximadamente 11 dB entre la hora más silenciosa (3:00 a 4:00 a.m.) y la
más ruidosa (4:00 a 5:00 p.m.).
Habitualmente, hay diferencias entre los patrones de áreas periféricas (densi-
dad de población baja) y urbanas (densidad de población alta). Las áreas periféricas
muestran niveles sonoros máximos en horas vespertinas, en tanto que los lugares
con densidad de población alta muestran menos variaciones entre las horas diurnas
y nocturnas, y niveles sonoros máximos durante las horas punta de la mañana, en
lugar de por la tarde. Para las 100 muestras de la Figura 50.9, la diferencia de la me-
diana entre los valores del nivel sonoro equivalente continuo Leq para períodos
diurnos y nocturnos es de aproximadamente 6 dB; la diferencia aumenta a 8 y 10 dB
para los valores bajos del nivel sonoro corregido día-noche en áreas periféricas y
desciende a 4 ó 5 dB para los valores más altos del nivel sonoro corregido día-noche
observado en las áreas urbanas de mayor"densidad.
La Figura 50.10 ilustra los cambios típicos en los niveles correspondientes a dis-
tintos flujos de tráfico clasificados de la siguiente manera:

• Tráfico ligero, generalmente ocho vehículos o menos por minuto durante el


período punta diurno
• Tráfico pesado, más de ocho vehículos por minuto durante el flujo de tráfico
• Autovías o autopistas de acceso limitado
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.13

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iS O 6 12 18 24
HORA DEL DIA

FIGURA 50.9. Diferencia entre Leq Y Ldn horarios con respecto a la hora del día.

La Figura 50.10 está basada en medidas realizadas a una distancia de 10,7 m (35 ft)
de la carretera más cercana en 41 localizaciones diferentes en áreas urbanas y peri-
féricas de 5 ciudadesO ll . Muestra los aumentos del nivel de ruido con el volumen de
tráfico y la reducción de la diferencia entre los niveles diurnos y nocturnos cuando
se compara el tráfico típico de autopista con el tráfico ligero.

Patrones de distribución estadística. La distribución estadística de los niveles so-


noros de un lugar muestra a menudo patrones bien definidos que pueden relacio-
narse con las fuentes de ruido principales. Las distribuciones de los niveles sonoros
correspondientes a lugares expuestos a ruido de tráfico de vehículos a motor con in-
tensidades de tráfico moderadas o altas, donde no hay otras fuentes «fuertes», tie-
nen una forma que se aproxima a la distribución gaussiana.
Si hay otras fuentes de ruido que producen niveles sonoros altos durante perío-
dos de tiempo cortos, los patrones resultantes de la distribución se apartan mani-
fiestamente de la distribución gaussiana. Por ejemplo, las Figuras 50.11 y 50.12
muestran los histogramas y patrones de distribución acumulativa medidos en el in-
terior y exterior de una vivienda localizada bajo la vía de aproximación de un ae-
ropuerto importante ll .
Los datos del ruido medidos en áreas residenciales, expuestas sobre todo al trá-
fico de vehículos, muestran patrones con una curvatura característica en la distri-
bución acumulativa. Muchos patrones muestran una clara ruptura en las curvas, in-
dicando que el ambiente de ruido está compuesto por dos clases distintas de ruido,
cada uno de los cuales tiene una distribución casi gaussiana.

Cambios a largo plazo (muchos años) en el ruido comunitario. Las comparacio-


nes de las encuestas sobre ruido llevadas a cabo desde 1937 muestran que donde no
50.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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TEMPORAL D V N D V N D V N
TRAFICO LIGERO PESADO AUTOPISTA

FIGURA 50.10. Niveles sonoros mediana con ponderación A para distintas exposi-
ciones al tráfico.

ha cambiando el uso del suelo no hay una tendencia marcada hacia el aumento del
nivel L 50 en las zonas periféricas, residenciales urbanas o del centro metropolitano,
a lo largo de los años6 . Sin embargo, donde se ha producido un gran aumento de las
fuentes que generan niveles sonoros altos, ha habido grandes aumentos de las áreas
expuestas a niveles sonoros relativamente altos. Así, desde 1955, se ha producido
un gran aumento de las áreas de suelo cerca de aeropuertos y autopistas urbanas
que están expuestas a niveles sonoros corregidos día-noche de 65 dB o superiores6 .

Variabilidad día a día en el ruido de la comunidad. Los valores del nivel sonoro
corregido día-noche L dn para los distintos tipos de comunidades muestran desvia-
ciones típicas dentro de un rango de 2 a 5 dB; esta variación limita la concordancia
entre medidas repetidas. La variabilidad en el uso o la actividad de las principales
fuentes productoras de ruido aumenta este rango de variación. Por ejemplo, cerca
de las carreteras principales, suele haber diferencias significativas en los patrones de
exposición al ruido de días laborables y festivos, porque hay grandes diferencias en-
tre las intensidades de tráfico de ambos tipos de día.
En muchos aeropuertos, se usan distintas pistas, dependiendo de las condiciones
del viento. Por tanto, puede haber grandes cambios en la exposición al ruido de un
área determinada, dependiendo de las condiciones climáticas. Para aquellos aero-
puertos que funcionan con grandes volúmenes de tráfico aéreo, el número total de
operaciones no suele variar significativamente de un día a otro. De ahí que la ex-
posición al ruido (si no hay cambios en el uso de pistas) no muestre grandes varia-
ciones diarias. Por otra parte, en muchos aeropuertos militares puede haber un
marcado descenso de las operaciones durante las fiestas y los fines de semana; de
ahí que los niveles de ruido en la comunidad sean marcadamente inferiores durante
estos períodos. Puede suceder lo contrario si el aeropuerto militar es una reserva,
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.15

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NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(A)

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00 70 80 90 100
NIVEL SONORO CON PONOERACION A EN dB(A)

FIGURA 50.11. Distribución del nivel sonoro con ponderación A en el exterior e in-
terior de una residencia bajo la vía de aterrizaje del aeropuerto internacional de Los
Angeles.

una unidad de guardia, o está cerca de aeropuertos de aviación general, ya que la


actividad punta podrían entonces producirse durante los fines de semana en lugar
de en días laborables.

Variabilidad estacional del ruido comunitario. La variabilidad en el ambiente


sonoro de una semana a otra en distintos tipos de comunidades surge fundamental-
mente debido a los cambios estacionales en las condiciones climáticas y/o en el fun-
cionamiento o condiciones de las fuentes de ruido. En muchos lugares, la dirección
y velocidad del viento y la frecuencia de las inversiones térmicas cambian con las es-
taciones. Esto puede producir cambios en el nivel sonoro corregido día-noche Ldn
de 10 dB o más. Los cambios estacionales también pueden afectar a la fuente. Las
ventanas de las fábricas pueden abrirse en verano y cerrarse en invierno o, como se
mencionó anteriormente, el uso de las pistas en los aeropuertos se produce en fun-
ción de los cambios de los vientos predominantes. Estas variaciones semanales se
combinan con las variaciones diarias para aumentar la desviación típica de los va-
lores del nivel sonoro corregido día-noche L dn por encima del rango de 2 a 5 dB
mencionado anteriormente.

Variaciones en lugares que no están próximos a autovías o autopistas. Se puede


obtener cierta información sobre la repetición de medidas en áreas no expuestas al
ruido de autopistas ni aeropuertos de dos conjuntos de mediciones de 24 horas, rea-
lizadas en 24 lugares residenciales, con un año de separación entre ellas 12 • Los lu-
50.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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90
NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(A)

FIGURA 50.12. Distribución acumulativa de los niveles sonoros con ponderación A,


correspondientes a períodos diurnos y nocturnos, para el exterior e interior de una re-
sidencia bajo vía de aterrizaje del aeropuerto internacional de Los Angeles.

gares se extendían sobre un rango amplio de densidades de población, aproxima-


damente de 3100 a 142.000 personas por kilómetro cuadrado (1200 a 55.000
personas por milla cuadrada). La diferencia media en los valores de Ldn Yen los L lO ,
L 50 YLeq diurnos y nocturnos variaba desde -0,2 hasta 1,1 dB (el L dn mostraba un
cambio medio de 0,1 dB). Sin embargo, las desviaciones típicas de las diferencias
variaban desde 2,6 hasta 5,2 dB (3,2 dB para L dn ), indicando que se observaron
cambios relativamente grandes en algunos lugares concretos.

Variaciones en lugares próximos a aeropuertos. La Figura 50.13 muestra las des-


viaciones típicas de algunas medidas del nivel equivalente de ruido comunitario
(CNEL) tomadas en posiciones cerca de aeropuertos. Los datos corresponden a 16
localizaciones en 4 aeropuertos (tres civiles y uno militar) operando en su mayoría
con reactores 13 • Las medidas cubren períodos que van desde los 13 hasta los 139
días por posición. En la Figura 50.13 figuran las desviaciones típicas de los niveles
sonoros diarios en función de la distancia de la ruta de vuelo de los aviones. La línea
continua es una línea de regresión ajustada para todos los datos; la línea a trazos
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.17

DISTANCIA EN METROS
5 100 200 400 700 1000 2000
O
(/)
O O CIVILA
:::;
w O CIVIL B
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U
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<> CIVILC
el 'i} MILITAR (OlAS LABORABLES) 'i}
Z
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53
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¡:: ;,'

z ............ 'i}
O "'(j ......
~2 ............
:>
(/)
<>
w
el <> O DESPEGUE
• ATERRIZAJE
1
300 400 700 1000 2000 4000 7000
DISTANCIA APROXIMADA DE LOS AVIONES EN PIES

FIGURA 50.13. Variaciones del nivel diario equivalente de ruido en la comunidad


(CNEL) medido a varias distancias de las rutas de los aviones en cuatro aeropuertos.

s6lo está ajustada para los datos de despegue. Estos datos indican un aumento mo-
derado de la desviación típica con la distancia. Para la línea a trazos, existe aproxi-
madamente un aumento de 0,5 dB en la desviación típica por cada duplicación de la
distancia; la desviación típica es aproximadamente 2 dB a 304,8 m (1000 ft), aumen-
tando hasta aproximadamente 3 dB a una distancia de 1219 m (4000 ft).
La Figura 50.14 muestra niveles diarios Ldn en dos aeropuertos donde los cam-
bios climáticos estacionales son un factor importante. Aquí, la desviación típica del
L dn es del orden de 3 dB.
Dada la notable variabilidad que indican los datos anteriores, y si las variaciones
estacionales son pequeñas, hay que realizar las mediciones durante varios días para
obtener resultados precisos. La Figura 9.7 muestra una guía aproximada para de-
terminar el número mínimo de medidas necesarias para determinar una media con
un 90 por 100 de confianza, para distintos intervalos. Por ejemplo, para una desvia-
ción típica de aproximadamente 2 dB en los niveles diarios, hay que realizar medi-
ciones durante 5 días para determinar los niveles con un error de ± 2 dB. Con una
desviación típica de 3 dB, un intervalo de error de ± 2 dB requiere 8 días de medi-
ciones.
Si los cambios estacionales no son pequeños, hay que tomar muestras de las me-
didas de Ldn a lo largo de un año. Se ha demostrado que una estrategia que conduce
a un intervalo de confianza del 95 por 100, entre +2 y -3 dB de error, es tomar
muestras durante cuatro períodos de una semana, eligiendo una semana al azar en
cada estación. .
50.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

80.-------------------------------------------________ ~
78 .. Despegue pista 24
76 a Despegue pista 06
ID
.., 74
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., 72
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g 70
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8e 62
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Z 56
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52
50;-rl-r,-TlIT-r.-rT-r.-rl-r,-Tl~_r._rT_r,_~_T_r._~
Días del mes

FIGURA 50.14. Muestra de los niveles sonoros corregidos día-noche, medidos en


dos posiciones distintas cerca de un aeropuerto donde se producen cambios frecuen-
tes de viento.

Variaciones espaciales

Para describir las variaciones espaciales en los niveles sonoros pueden aplicarse
descripciones estadísticas, parecidas a las descritas anteriormente para las variacio-
nes temporales, a una medida determinada del nivel sonoro (valores de L so , Leq o
L dn , por ejemplo) tomado en distintas localizaciones. Si es importante mostrar las
diferencias de nivel sonoro entre distintas posiciones se utiliza una presentación de
líneas isofónicas. Las líneas isofónicas se dibujan sobre un mapa, algo parecido a los
mapas topográficos. Existen programas de ordenador para dibujar estas isófonas
del ruido del tráfico en autopistas, de aviones y algunos tipos de ruido industrial.
(Véanse Capítulos 47 y 48.)

Variaciones de los niveles de ruido con la localizaci6n. Para ilustrar el rango am-
plio de ambientes de ruido que pueden encontrarse, las Figuras 50.15 y 50.16 mues-
tran los resultados de las medidas de ruido exterior realizadas en 18 lugares, que
van desde zonas salvajes hasta centros metropolitanos6 • La Figura 50.15 muestra el
rango de niveles diurnos con ponderación A en exteriores (niveles sonoros diur-
nos). La Figura 50.16 presenta los niveles sonoros nocturnos correspondientes. Las
localizaciones se presentan en orden descendiente respecto a sus valores diurnos de
Loo. Los valores de los niveles sonoros del percentil 50 L 50 diurno correspondientes
a los 18 lugares varían desde 20 a 80 dB.
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.19

10 20 30 40 50 60 70 80 90
Localización
Apartamento 3" planta, cerca de la autopista - - - - - - - - - - - j i im

• •
3' planta elevada, centro urbano, Los Angeles
Piso de la 2' planta, Nueva York - - - - - - - - - - -
Centro comercial urbano - - - - - - - i
Playa popular en el océano P a c i f i c o o - - - - - - - - - i ! i
Atsrrizaje de avión
Residencia urbana cerca de aeropuerto principal
Residencia urbana cerca del océano - - - - - - - j , • • • Wi2*W

Residencia urbana a 6 millas de aeropuerto principal- , i •


Residencia en la periferia cerca de las vias del tren , R hit 4
Residencia urbana - - - - - - - - - -
Residencia urbana cerca de aeropuerto pequeño ! e • Despegue de avión
Residencia antigua cerca del centro de la ciudad •
Residencia en la periferia de la ciudad j e • ¿ ¿& Sobrevuelo de avión
Residencia en calle sin salida de ciudad pequeña
Residencia en calle principal de ciudad pequeña - , • Tráfico de calle principal
Residencia en colina de un cañón de las afueras • • Tráfico en el cañón
Granja en valle • vn. Leyenda
Gran Cañón (borde norte) i Avión en el horizonte ----J 80% de L.-
jlos datos I

10 20 30 40 50 60 70 80 90
Nivel sonoro exterior con ponderación A en dB(A)

FIGURA 50.15. Niveles sonoros con ponderación A medidos durante el día en 1810-
calizaciones exteriores, tal y como se indican. Los datos son las medias aritméticas de
los 12 valores horarios del período diurno, desde las 7:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. (és-
tos son niveles sonoros diurnos medios).

Variaciones de los niveles de ruido con la altura. En áreas metropolitanas con


densidad de población alta, el ambiente sonoro puede considerarse como una fun-
ción de la altura y de la horizontalidad. Las variaciones del nivel sonoro en el exte-
rior de los edificios de viviendas de varias plantas son de particular interés, Un es-
tudio l4 indica que el nivel de ruido ambiental (excluyendo fuentes locales fuertes),
por encima de una distribución continua de fuentes de ruido aleatorias en el plano
horizontal, desciende lentamente con la altura; esta tasa de descenso se reduce a
medida que aumenta la densidad de las fuentes de ruido, Para los edificios de plan-
tas múltiples aislados, las contribuciones de las fuentes locales fuertes al ruido des-
cienden de forma parecida a las condiciones en campo libre. Sin embargo, si hay
muchos edificios, hasta el ruido de las fuentes locales decrece más lentamente (o in-
cluso aumenta) debido a las reflexiones sobre los edificios adyacentes, Dada esta di-
ferencia en el descenso del ruido de las fuentes distantes en comparación con las lo-
cales, los valores del nivel sonoro del percentil 90 descienden lentamente con la
altura, en tanto que los niveles sonoros del menor percentil excedido (L 1 o L IO ), que
suelen venir dictados por las fuentes locales más fuertes, descienden más rápida-
mente. Esto da como resultado pequeñas fluctuaciones de los niveles de ruido al au-
mentar la altura. Esta circunstancia se refleja en los datos que muestra la Figura
50.17, que se basan sobre medidas en el exterior de cuatro plantas distintas de un
edificio de apartamentos de 39 alturas en la ciudad de Nueva York l5 • Para los datos
del nivel sonoro con ponderación A obtenidos en varias plantas, el rango de varia-
ción del nivel sonoro L 50 es aproximadamente 5 dB; el rango de variación del nivel
Ll es aproximadamente 20 dB. La comparación de las medidas de las plantas ter-
50.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

lO 20 30 40 50 60 70 80 90
Localización

Piso de la 2' planta.


Apartamento Nueva
3' planta. cerca
Centro comercial urbano - - -
la:;u:to~p;ist~a~~~ -~~-~;f~~~~~f~~:::::~
31 planta elevada, centro urbano. Los Angeles
York
de - - - - -__------
I . , . • &fM
Mi
KI4&-_

Playa popular en el océano Pacífico ' M Aterrizaje de avión


Residencia urbana cerca de aeropuerto principal i W& ¡

Residencia urbana cerca del océano ~


Residencia urbana a 6 millas de aeropuerto principal- e ma&&M Avión lejano
Residencia en la periferia cerca de las vías del tren ., Tren en punto muerto
Residencia urbana - - _ - - - - iti •

Residencia urbana cerca de aeropuerto pequeño i G¿:z+2ié&e Sin aviones


Residencia antigua cerca del centro de la ciudad - •C •
Residencia en la periferia de la ciudad • • --- Sin aviones
Residencia en calle sin salida de ciudad pequeña ~;.;=~~~=
Residencia en calle principal de ciudad pequeña -, i2' • '*?AI
Residencia en colina de un cañón de las afueras - • I - - - Tráfico y grillos
Granja en valle 'e • Leyenda
Gran Cañón (borde norte) - - - - , --l 80% de 1---
[los datos [
I
Lgg
"".mm
L.., L.., LlO L,
i

lO 20 30 40 50 60 70 80 90
Nivel sonoro exterior con ponderación A en dB(A)

FIGURA 50.16. Niveles sonoros con ponderación A medidos durante la noche en 18


localizaciones exteriores, tal y como se indican. Los datos son las medias aritméticas
de los 9 valores horarios del período nocturno, desde las 10:00 p.m. hasta las 7:00
a.m.

cera y décima que aparecen en la Figura 50.8 muestra un cambio menos pronuncia-
do de los niveles con la altura. Nótese que los niveles L 50 son esencialmente iguales,
en tanto que L JO sólo descendió 2 dB con la altura.

Mediciones de ruido en interiores y exteriores. La mayoría de los estudios sobre el


ruido comunitario se basan sobre medidas en exteriores; por lo general, su realiza-
ción resulta más cómoda y pueden relacionarse con las fuentes de ruido exteriores.
Sin embargo, desde el punto de vista de la definición del ambiente de ruido a que las
personas están realmente expuestas durante su vida cotidiana, las mediciones en ex-
teriores resultan inadecuadas y engañosas, porque ignoran las contribuciones de
muchas fuentes interiores de ruido y los ruidos que producen las actividades de las
«personas» .
La comparación de los ambientes de ruido exteriores e interiores ilustra clara-
mente estas discrepancias. La Figura 15.18 muestra la diferencia entre los niveles
sonoros horarios (con ponderación A) en interiores y exteriores de la Figura 50.7,
correspondientes a una oficina de un centro urbano. Hay que destacar el cambio
agudo en las diferencias entre los niveles sonoros interiores y exteriores para las ho-
ras de actividad en la oficina, aproximadamente de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. La Figura
50.19 muestra los niveles sonoros horarios (con ponderación A) medidos en dos lu-
gares residenciales; en ambos, se compararon los niveles sonoros en el salón con los
exteriores. Nótense las diferencias en los patrones de exposición al ruido.
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.21

98

cncn
00
95

90 N
...JO
wi5 80
::::>w
OU
...JX 70
\
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Zz 60 \
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37 ___ ~LANTA
a::w
O> 5
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2 r\.
'\ .........
0.5
50 60 70 80 90

FIGURA 50.17. Distribuciones acumulativas de los niveles sonoros con ponderación


A medidos en el exterior de un edificio de apartamentos de 39 plantas en la ciudad de
Nueva York.

PREDICCION DEL RUIDO DE LA COMUNIDAD

Los métodos para predecir el ruido comunitario dependen de la información o de


las hipótesis respecto a las principales fuentes de ruido exteriores. Si una comuni-
dad está expuesta al ruido de una sola fuente «fuerte», el ruido puede predecirse
considerando únicamente esta fuente. Así, para comunidades cercanas a aeropuer-
tos o autopistas importantes, los modelos adecuados de predicción del ruido de
aviones y autopistas estiman también el ruido comunitario. Si el ruido se debe a va-
rias fuentes locales, pueden calcularse las contribuciones de cada una de ellas y lue-
go combinarse 16•• Sin embargo, en muchas comunidades, el ambiente sonoro es re-
sultante de muchas fuentes, tanto distantes como cercanas. Las predicciones que
sólo se basan en las fuentes locales (p. ej., el tráfico de una calle residencial) suelen
llevar a subestimar el ruido ambiental. Las predicciones del ruido comunitario sue-
len basarse en fuentes de ruido indefinidas, más o menos distantes. Para hacerlo,
hay que añadir las contribuciones de las fuentes de ruido locales si son significativas.

* Resulta tedioso calcular la distribución combinada del nivel de ruido a partir de las distribuciones
de los niveles de ruido de las fuentes individuales. Sin embargo, si se conocen los valores del nivel sonoro
equivalente continuo L.q de cada fuente, el nivel sonoro combinado equivalente continuo puede calcu-
larse mediante la Figura 1.14.
50.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

- - - - l,
- - l,o
_ _ leq

- - - l50
_ •• - 19o

HORA DEL OlA

FIGURA 50.18. Diferencias entre los niveles sonoros horarios medios con pondera-
ción A del interior y el exterior de un edificio de oficinas del centro urbano de Los An-
geles.

Previsión general del ruido comunitario a partir de la densidad de población

Un método para predecir el ruido comunitario asume que el tráfico de vehículos es


la contribución aislada más importante al ruido ambiental en comunidades que no
están cerca de autopistas o aeropuertos lO • Este considera que, para un rango amplio
de densidades de población y poblaciones urbanas totales, el número de automó-
viles por persona es casi constante, que la relación entre camiones y automóviles en
servicio es casi constante, y que el uso de los vehículos es directamente proporcional
a la densidad de población. También considera que si se omite el tráfico en las au-
topistas de acceso limitado, la velocidad media de los vehículos en áreas urbanas es
fundamentalmente constante. De acuerdo con este modelo predictivo, el nivel so-
noro corregido día-noche Ldn para la densidad de población en la vecindad de la
zona residencial viene dado por

Ldn = 10 10glO P + A dB (50.3)

donde p es la densidad de población. Si p se expresa en personas por milla cuadra-


da, A = 22 dB; si p se expresa en personas por kilómetro cuadrado, A = 26 dB. Esta
ecuación se aplica a áreas que no están localizadas cerca de ninguna fuente fuerte
de ruido significativa. A este valor hay que añadirle las contribuciones de fuentes de
ruido como autopistas, vías de tren, plantas industriales o aviones. Por ejemplo, su-
pongamos que la densidad de población en un área de la periferia es de 772 habi-
tantes por kilómetro cuadrado (2000 habitantes por milla cuadrada). Entonces, de
acuerdo con la Ecuación (50.3), el nivel sonoro corregido día-noche es 55 dB.
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.23

o 0
~ ~
170,r-r-~~~~""'E""'xt""'erTioTr'T"T""""""'T'"1...,...,;-r-""""'T"T""1 ~ 70 _ _ Exterior
"'O - - - Interior -8 - - - Interior

o o
~~
c:: Sal6n, lugar 1211, ~o~
c:: Sal6n, lugar 1608,
51 51 San Luis Los Angeles
~2~~~3~~6~~9~~12~~15~~18~~2~1~24 ~ 2%~~3~~6~~9~~12~~15~~18~~2~1~24
Z Hora del día Z Hora del dla

FIGURA 50.19. Comparación de los niveles sonoros medios horarios con pondera-
ción A en interiores (salón) y exteriores de dos lugares residenciales.

Estimaciones de la distribución del ruido de exteriores en función de la


población

La Tabla 50.2 muestra una estimación del número de personas expuestas en


EE.UU. a distintos niveles exteriores día-noche 17 , Estos datos incluyen poblaciones
muy afectadas por el ruido de autopista y de aeropuerto.

CONSIDERACIONES PARA LLEVAR A CABO UN ESTUDIO DE RUIDO


COMUNITARIO

Los fmes del estudio, su amplitud y la precisión deseada en las medidas influirán so-
bre su complejidad, duración y costes. Así, hay que establecer claramente los prin-
cipales requisitos del estudio. Cuando se han definido, los problemas de la medida
del ruido comunitario se reducen a dos:
1. Asegurar que se recogen datos suficientes y estadísticamente independien-
tes, de manera que se pueda obtener la precisión y significación deseadas,
2, Si el objetivo es medir el ruido en la comunidad producido por una fuente
concreta, asegurar que las medidas recogen todo el sonido producido por
ésta sin la contribución de otras fuentes extrañas.

A veces, el objetivo de las mediciones del ruido comunitario es la determinación


del nivel de ruido ambiental. Estas medidas pueden utilizarse para verificar que el
lugar satisface los requisitos de ruido para un determinado uso de suelo propuesto,
o pueden utilizarse para hacer un seguimiento de las tendencias del ruido a largo
plazo, etcétera. La medida del ruido ambiental es el tipo más sencillo de medición
del ruido comunitario, ya que, en este caso, todos los ruidos del lugar se incluyen en
la medición. Al realizarla, es importante asegurarse de que la medición continua es
50.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

TABLA 50.2. Número de personas en Estados Unidos que viven en residencias ex-
puestas a diferentes niveles sonoros corregidos exteriores día-noche
Número de penonas, millones
Nivel
dfa.noc:he, Sólo Tráflw Tráfico Tráfiw Tráflw
dO' tr8fIw y aviones y wnstrucdón' y frenes e industria Total

>80 ~,I 0,1 0,2


>75 OC 0,5 0,1 1,5
>70 ~,5 2,2 0,2 1,0 0,2 8,1
>65 15,2 7,6 0,8 3,0 1,2 2713
>60 36,6 16,1 2,8 4,4 3,7 63,6
>58 49,2 24,3 6,0 6,0 6,9 92,4

• Dado que el análisis implica combinar distribuciones de población a 55 dB Y superiores, la distribución comienza
en 58dB.
t Sólo incluye exposición residencial al ruido de construcción.
Fuente: De acuerdo con la Referencia 17.

suficientemente larga, o de que el número de muestras tomadas es suficiente para


lograr la precisión deseada.
La precisión estadística de las medidas sólo puede aumentarse mediante infor-
mación adicional independiente, ya sea a partir de datos acústicos independientes o
de datos no acústicos, como puede ser información con respecto al funcionamiento
de las distintas fuentes de ruido.
Las muestras de datos que están demasiado próximos en el tiempo no son in-
dependientes. Consideremos los datos acústicos correspondientes a ciertas medi-
ciones de un día de los niveles sonoros corregidos día-noche; la fuente de ruido do-
minante es una autopista cercana y la dirección del viento es desde ésta hacia el
lugar de medición en el día elegido. Es probable que en muchos lugares de la direc-
ción del viento sea ésta al día siguiente. Los patrones climáticos típicos pueden ser
tales que sólo el muestreo durante varios días, o más, sea auténticamente indepen-
diente. Los patrones climáticos también pueden afectar al funcionamiento de la
fuente, así como a la propagación acústica del sonido. La dirección del viento afecta
al uso de las pistas en los aeropuertos y esto, a su vez, afecta al ruido recibido en la
comunidad. Además, la fuente en sí puede tener un patrón temporal. La autopista
puede estar más concurrida en días laborables, la carretera a la playa durante el fin
de semana, la fábrica puede cerrar los fines de semana y el aeropuerto puede tener
vuelos chárter adicionales los sábados.
La situación más difícil es la medición en la comunidad del ruido producido por
una fuente específica, como un aeropuerto, autopista o fábrica. En este caso, no
sólo hay que resolver las cuestiones relacionadas con la precisión temporal de las
mediciones, sino asegurarse de que las medidas acústicas incluyen virtualmente
todo el ruido producido por la fuente que se estudia, sin incluir cantidades signifi-
cativas de ruido producido por otras fuentes. Por ejemplo, podríamos tomar mues-
tras de ruido cerca de un aeropuerto para comparar los datos medios con los niveles
predichos por ordenador. En este caso, las mediciones tendrán que ser tales que to-
das las demás fuentes de ruido (p. ej., fábricas, carreteras y autopistas) tengan un ni-
vel suficientemente bajo como para no aumentar apreciablemente los niveles me-
didos.
Por lo general, la medida del ruido en lalcomunidad producido por una fuente
específica sólo puede lograrse mediante una cuidadosa selección y seguimiento de
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.25

los lugares de medición. En ocasiones, esto dicta la necesidad de observadores in


situ o de un complejo procesamiento acústico y no acústico de la señal. En un ae-
ropuerto, la obtención de datos válidos puede necesitar de dos monitores que mi-
dan (acústicamente) en línea secuencial los niveles apropiados, en la secuencia co-
rrecta y con el espaciamiento temporal adecuado al funcionamiento que presenta el
listado de las autoridades de aviación del aeropuerto. Así, en este ejemplo, se apli-
carían tres pruebas a los datos: (1) la fuente debe estar funcionando, hay un avión
en vuelo; (2) la secuencia temporal de los monitores adyacentes se ajusta al funcio-
namiento de la fuente, y (3) los niveles acústicos están dentro de los límites espe-
rados para la operación aérea que se está realizando.

Requisitos del muestreo temporal a largo plazo

El problema del muestreo temporal a largo plazo puede descomponerse en dos va-
riables predominantes. En primer lugar, las condiciones climáticas afectan a la pro-
pagación del sonido entre la fuente y el receptor. La dirección del viento, su perfil
de altitud y la presencia (o ausencia) y perfil de altitud de inversiones térmicas de
bajo nivel son factores importantes que afectan a la propagación del sonido a dis-
tancias tan pequeñas como lOO m (328 ft). La humedad relativa es un factor signi-
ficativo en el control de la cantidad de sonido absorbido por la atmósfera. Estos fac-
tores varían con la estación. Los vientos pueden ser del sur en verano y del norte en
invierno, las inversiones térmicas pueden ser frecuentes en invierno y escasas en ve-
rano y la humedad relativa puede ser más alta en primavera.
La variación del sonido recibido en la comunidad dependiendo de las condicio-
nes meteorológicas aumenta al hacerlo la distancia de la fuente de ruido y el con-
tenido espectral del sonido. En general, la variación aumenta con la distancia y la
frecuencia del sonido. Las fuentes típicas de sonido en la comunidad variarán en
10 dB a 300 m (984 ft) y variarán en 40 dB o más a 3 km (1,9 mi). Dado que el clima
es el factor que más afecta a la propagación del sonido, en ausencia de otra infor-
mación, es imposible medir los niveles sonoros medios más deprisa de los que po-
damos medir las condiciones meteorológicas medias sobre las que se base la pro-
pagación del sonido. Si el viento es la variable fundamental en un lugar
determinado, será imposible medir con precisión el sonido medio recibido, a menos
que midamos el tiempo suficiente como para incorporar una buena media de las
condiciones del viento o tengamos en cuenta, de alguna otra forma, la variación que
se produce en el sonido recibido dependiendo de las condiciones climáticas.
Una forma de evitar medidas prolongadas del ruido de la comunidad es evaluar
el sonido recibido bajo un conjunto de condiciones meteorológicas, sobre todo para
fuentes fijas en el espacio. Se podría medir el sonido recibido de una fábrica bajo
condiciones de viento a favor, en contra y cruzado. A continuación, mediante esta-
dísticas climáticas a largo plazo, se puede calcular una media prevista del sonido re-
cibido.
50.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Consideraciones de instrumentación y medición

Instrumentación especial. Existen equipos portátiles para medir el ruido conti-


nuamente a lo largo de períodos de 24 horas. Habitualmente, estos equipos pueden
funcionar uno o más días sin necesidad de asistencia. Se toman muestras de los ni-
veles sonoros con ponderación A a intervalos frecuentes (intervalos de 1/8 a 2 se-
gundos) y se almacenan para su posterior procesamiento o impresión. Las presta-
ciones típicas de este equipamiento incluyen el cálculo del nivel sonoro equivalente
continuo Leq Y los niveles correspondientes a varios percentiles para períodos ho-
rarios o de otros tiempos especificados. Algunos equipamientos también calculan el
nivel sonoro corregido día-noche cada 24 horas de medición. Otros también tienen
la capacidad adicional para medir el nivel, hora de ocurrencia y duración de sucesos
individuales de ruido cuyos niveles superen un umbral seleccionado.

Muestreo temporal de los ruidos. A veces, resulta conveniente estimar la exposi-


ción al ruido de 24 horas a partir de medidas de muestras más pequeñas (en lugar de
un muestreo continuo). Entonces se toman muestras del ruido a intervalos más o
menos regulares a lo largo del día mediante alguna de las siguientes técnicas.
Método 1. Obtener una muestra continua de ruido con una duración de X mi-
nutos, cada hora, durante un período de 24 horas (donde X es un número infe-
rior a 60); p. ej., muestras de 5,10 o 20 minutos. Registrar estas muestras en cin-
tas o medir los niveles sonoros con ponderación A directamente.
Método 2. Registrar muchas muestras cortas en cinta (habitualmente de 2 a 10
segundos de duración, a intervalos iguales a lo largo de un período de una hora).
Por ejemplo, con esta técnica de muestreo (a veces denominada micromues-
treo), el ruido puede medirse durante un total de 10 minutos durante una hora,
con la adquisición de 60 muestras de 10 segundos.
Las diferencias entre los niveles de ruido estadísticos obtenidos a partir de estas
muestras y los obtenidos mediante la observación continua dependen de la varia-
bilidad en el ambiente de ruido y el número de sucesos discretos de ruido que pue-
dan producirse. Cerca de una autopista concurrida, un medida de pocos minutos de
duración mostrará estadísticas muy parecidas a las de una muestra continua de una
hora. Por otra parte, si uno o dos sucesos de ruido, como aviones sobrevolando, de-
terminan los valores L¡ Y Leq para esa hora, las muestras cortas pueden dar lugar a
grandes diferencias.
Para la mayoría de las situaciones, en que es probable que se produzca un nú-
mero relativamente grande de sucesos por hora (20 o más por hora), hacer mues-
treos de 10 minutos por hora aporta una precisión razonable; si es posible, los 10 mi-
nutos deben estar compuestos de varias muestras cortas, distribuidas a lo largo de la
hora. Si los niveles sonoros equivalentes continuos están muy influidos por unos po-
cos acontecimientos acústicos durante la hora (por ejemplo, aviones que sobrevue-
lan), es mejor obtener sólo una medida de esos pocos sucesos que intentar un mues-
treo aleatorio a lo largo de todo el período. A menudo puede obtenerse
información sobre el número medio de sucesos de ruido que se producen, pudién-
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.27

dose así estimar los valores del nivel sonoro continuo equivalente (con ponderación
A) a partir de las medidas de unos pocos acontecimientos discretos.

Mediciones «master-slave». Las capacidades de la medición continua durante 24


horas pueden aumentarse significativamente en muchas situaciones tomando mues-
tras del ruido a intervalos regulares en otras posiciones auxiliares en la vecindad de
la localización del monitor de 24 horas. Una comparación de los niveles de las
muestras cortas con los medidos al mismo tiempo en la posición continua estable-
cerá las diferencias en el ruido ambiental de las estaciones auxiliares con respecto a
la estación «maestra» y permitirá estimar la exposición al ruido para 24 horas en las
estaciones auxiliares, a partir de una base limitada de muestras. De la misma ma-
nera, los niveles a largo plazo pueden predecirse con bastante precisión mediante la
comparación de los datos obtenidos en el seguimiento a corto plazo (durante varios
días) en un lugar con los datos de seguimiento continuo del ruido (a largo plazo) en
otro lugar18 •

REFERENCIAS

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ral Aviation Administration, Washington, D.e. 20591, revisado 18 de enero de 1985.
2. Noise planning, Air Force Environmental Planning Bulletin 12, USNPREVX, Environ-
mental Planning Division, diciembre 1976.
3. «California noise insulation standards», California Administrative Code, Part 2, TitIe 24,
App. Capítulos 2-35, Sacramento, CA 95807, febrero 1974.
4. G. L. Bonvallet, J. Acoust. Soco Am., vol. 23, 1951, p. 435.
5. M. A. Simpson, 1-205 Noise impact analysis, BBN Report 2200, preparado para la Ore-
gon State Highway Division, 1972.
6. Community noise, EPA Report NTID3oo.3, preparado por Wyle Laboratories, diciem-
bre 1971.
7. D. E. Bishop, Program for the measurement of environmentaal noise, Report DOT-TST-
74-4, Department ofTransportation, Washington, D.e., septiembre 1973.
8. D. W. Robinson,J. Sound Vib., vol. 14, 1971, p. 279.
9. T. J. Schultz, Sound and Vib., vol. 6. n.o 2,1972, p. 18.
10. W. J. Galloway, K. M. Eldred y M. A. Simpson, Population distribution ofthe United Sta-
tes as a function of outdoor noise level, EPA Report 550/9-74-009, junio 1974.
11. D. E. Bishop y M. A. Simpson, Noise control engineering, vol. 1, n.o 2,1972,74.
12. M. A. Simpson y cols., Social survey and noise measurement program to assess the effects
of noise on the urban environment: Data acquisition and presentation, BBN Report 2753,
Canoga Park, CA 91303, preparado para la EPA,julio 1974.
13. D. E. Bishop,J. Acoust. Soco Amer., vol. 58, (A), 1975, p. 869.
14. L. e. Sutherland,J. Acoust. Soco Am., vol. 57, 1974, p. 1540.
15. N. L. Meyerson, «Study of traffic noise levels at various heights of a 39 story building»,
Urban Physical Environmental Conference, Syracuse, N.Y., 1975.
16. P. M. Nelson, Applied Acoustics, vol. 6,1973, p. 1.
17. Noise in America: The extent of the noise problem, BBN Report 3318R, Cambridge, MA
02238, enviado a la EPA,junio 1981.
18. J. Igarashy e 1. Yamada,J. Acoust. Soco Japan. vol. 10, 1989, p. 4.
Capítulo 51
RUIDO Y LEGISLACION

Albert J. Rosenthal

INTRODUCCION

A pesar de que las medidas de reducción de ruidos son a veces llevadas a cabo sin
tener en cuenta una obligación externa de mejorar las condiciones de comodidad
tanto de las personas como de los trabajadores o vecinos, por lo general se realizan
debido a exigencias legales.
En la mayoría de las industrias resultan más económicas las instalaciones rui-
dosas que las silenciosas. Al causante de la contaminación sonora, así como a su
equivalente en lo relativo a contaminación atmosférica o de las aguas, le resulta
económicamente más ventajoso continuar contaminando hasta verse obligado a de-
tener o reducir sus niveles de emisión. El contratista de una construcción que em-
plea un tipo de compresor ruidoso en vez de uno silencioso, que es más caro, está
imponiendo un coste operativo indirecto sobre las personas que se encuentran en
las inmediaciones, en vez de responsabilizarse él mismo y hacer que lo asuma la par-
te contratante. La aerolínea que mantiene en funcionamiento un modelo viejo y
ruidoso de avión (que podría ser modernizado o reemplazado con un coste adicio-
nal) está imponiendo de modo similar un coste medioambiental sobre los habitan-
tes de las cercanías del aeropuerto. Por tanto existen a menudo grandes incentivos
económicos para continuar contaminando, tanto en lo que respecta a ruidos como
en otras áreas, «externalizando» parte del coste del negocio propio sobre personas
ajenas que no se benefician de la actividad. Ya que en estas circunstancias el funcio-
namiento habitual de las fuerzas económicas no responde con la debida eficacia, es
habitual remitirse a la intervención de la ley para restablecer el equilibrio.
Las leyes de control del ruido no limitan su aplicación solamente a la actividad
puramente industrial. El uso de sonido amplificado con fines comerciales también
está sujeto a la regulación, así como las actividades personales no lucrativas como,
por ejemplo, el funcionamiento de aparatos de radio y televisión durante la noche y

51.1
51.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

el uso de trineos motorizados o de automóviles o motocicletas inadecuadamente in-


sonorizados.
En conclusión, el control del ruido en la industria y en la comunidad se ha con-
vertido en gran medida en una cuestión legal. En estos casos, la autoridad guber-
namental debe establecer ciertos objetivos sonoros, y en caso necesario utilizar su
fuerza para imponer su cumplimiento. Como consecuencia de esta interacción entre
el control del ruido y la ley se está revelando como fundamental una colaboración
cercana entre expertos técnicos, dirigentes comerciales, agentes gubernamentales y
abogados.

GLOSARIO DE TERMINOS LEGALES RELEVANTES

Tanto en éste como en los capítulos siguientes aparecen algunos términos legales. A
continuación figura un glosario básico con el fin de hacer comprensible a las per-
sonas no especialistas la terminología legal más frecuentemente empleada.

apelación: Procedimiento por medio del cual un tribunal superior revisa y reconsidera
una decisión respecto a un caso previamente decidido por un tribunal inferior.
civil: No criminal; aplicado a litigios se refiere al procedimiento por medio del cual se
procura primordialmente llegar a un acuerdo y no aplicar un castigo.
criminal: En contraposición a civil, se aplica al procedimiento por medio del cual un go-
bierno federal, estatal o local castiga una conducta incorrecta, normalmente con una sen-
tencia de prisión o una multa.
demandado: Persona en contra de la cual se lleva a cabo una acción civil o una procesa-
miento criminal.
demandante: Persona que solicita una acción civil, legal o de equidad, tanto por daños,
órdenes de suspensión u otras compensaciones, bien contra demandados privados o en-
tidades gubernamentales.
derecho común: Parte de la ley inglesa o norteamericana que evolucionó gracias a las de-
cisiones acumuladas de jueces en casos de litigios reales. Este término también se emplea
para designar la ley llevada cabo por los jueces a partir de la legislación, y a veces para
diferenciar la doctrina creada por los tribunales de justicia de la originada en los tribu-
nales de equidad.
derecho de prioridad: Exclusión de un estamento gubernamental inferior para legislar
sobre un asunto específico debido a la regulación total o inconsistente por parte de un es-
tamento gubernamental superior. Por ejemplo, impide la legislación estatal o local de as-
pectos ya cubiertos por el gobierno federal y las interferencias comparables con legisla-
ciones locales en casos en que ya haya actuado la legislación estatal.
equidad: Conjunto de reglas y procedimientos legales que tuvieron como origen el Tri-
bunal de Equidad inglés y tienen la finalidad de aminorar la severidad e inflexibilidad de
las reglas y procedimientos de los tribunales de derecho común. Modos previamente ina-
sequibles de compensación, tales como las órdenes de suspensión, podían ser aplicados
en las cortes de equidad, mientras que los tribunales de derecho común se debían limitar,
salvo escasas excepciones, a compensar daños. Hoy en día todos los tribunales federales
RUIDO Y LEGISLACION 51.3

y casi todos los estatales se hacen cargo tanto de asuntos legales como de equidad. Sin
embargo, ciertas características particulares de cada uno han sobrevivido a este proceso
de fusión, como la mayor flexibilidad de los de equidad para equilibrar intereses a la hora
de tomar una decisión, y el derecho a un tribunal con jurado para casos legales y no para
casos de equidad.
estatuto: Véase legislación.
expropiación: El embargo de propiedad privada para uso público. Otros términos para
este mismo proceso incluyen expropiación forzosa y confIScación. De acuerdo a la Quin-
ta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, cuando el gobierno federal ad-
quiere una propiedad privada, debe pagar a su propietario el precio justo, requisito al
que también se ven obligados los gobiernos estatales y locales, según la Decimocuarta
Enmienda. La expropiación inversa es el nombre que recibe la acción por medio de la
cual en ciertos casos en que la propiedad privada queda destruida o su valor aminorado
por la acción gubernamental la conducta del gobierno es considerada como un embargo,
y por tanto se debe aplicar la obligación constitucional de compensar al propietario.
expropiación inversa: Véase expropiación.
indemnización: Remuneración monetaria otorgada por un tribunal en un procedimiento
civil con el fin de compensar a la parte perjudicada por daños a sus derechos personales
o de propiedad.
interdicto mandatario: Véase orden de suspensión.
juicio: Aspecto del litigio en el que se presenta la evidencia, se analiza su credibilidad, y
el jurado o juez toman una decisión (a veces sujeta a apelación) respecto a los méritos de
la controversia y, eventualmente, la compensación a entregar. (Compárese con apela-
ción, definida anteriormente.)
legislación: Ley promulgada por un poder legislativo, como por ejemplo una ley del Con-
greso, un estatuto adoptado por la legislación del estado o una ordenanza decretada por
la legislación de una ciudad, condado, villa o pueblo. (La palabra estatuto designa una ley
federal o estatal, mientras que ordenanza es la ley adoptada por instituciones guberna-
mentales locales.)
litigio: Pleito de un juzgado, o sea, acción civil o procesamiento criminal.
molestia: Agravio legal continuado, normalmente cometido por un propietario o ocu-
pante de una propiedad contra personas o propiedades cercanas. La dificultad estriba en
averiguar si el daño sufrido por las personas o propiedades cercanas sobrepasa la utilidad
de la actividad u objeto que lo provoca. Véase el Capítulo 52.
orden de suspensión: Orden del tribunal por medio de la cual se prohíbe cierta conducta.
Ocasionalmente es preciso que una orden de suspensión establezca cierta acción positi-
va. En estos casos, las órdenes se denominan interdictos mandatarios.
ordenanza: Véase legislación.
perjuicio: Agravio cometido contra intereses personales o de propiedad, excluyendo in-
cumplimientos de contrato. Este término abarca, entre otras cosas, la provocación de da-
ños personales (bien intencionados o por negligencia), libelos, calumnias, transgresión
por intrusión en propiedades ajenas, y molestias (véase anteriormente).
procedimiento: Un pleito civil.
51.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

procedimiento de clase: Acción civil normalmente llevada a cabo por uno o por un nú-
mero pequeño de demandantes en nombre de muchas otras personas en situación simi-
lar.
regulación: Consiste genéricamente en cualquier regla que establezca conductas permi-
tidas o prohibidas, tanto si se dan en la legislación como en el procedimiento de una
agencia legislativa. El término regulación se emplea normalmente para designar las re-
glas promulgadas por una agencia administrativa de acuerdo con la autoridad delegada
en ella por la legislación. Las regulaciones federales de aplicación general de cumpli-
miento público obligatorio deben ser publicadas en el Registro Federal y aparecen nor-
malmente de modo permanente en el Código de Regulación Federal (publicaciones am-
bas del gobierno federal). Las sentencias de política de la agencia que no poseen fuerza
de ley no siempre aparecen publicadas en el Registro Federal. Los requisitos de publi-
cación de las regulaciones de gobiernos tanto estatales como locales son tan variados que
hacen imposible su generalización.

ORIGENES DE LA LEGISLACION SOBRE CONTROL DEL RUIDO

Los tribunales

Los primeros sistemas legislativos de control del ruido fueron establecidos por la
magistratura mucho antes de que existiese un interés público suficiente que forzara
a los legisladores a elaborar estatutos. Cuando la ley debe regularse en el juzgado
(lo que los abogados denominan habitualmente derecho común) los litigios entre
dos personas se deciden en base a un cuerpo legislativo precedente desarrollado y
extendido gradualmente en los tribunales sin intervención estatutaria. Por ejemplo,
la ley de ruidos así desarrollada, que ofrece la posibilidad de soluciones tales como
órdenes de suspensión que impidan nuevas ofensas o indemnizaciones que resuel-
van las ya cometidas en los casos en que una persona, normalmente el propietario,
pueda demostrar que un vecino realizó actividades en su propiedad de modo tal que
interfirieron en el uso o disfrute de la propiedad del demandante. Por tanto, la pro-
vocación de ruidos excesivos que interfieran en la tranquilidad o el reposo ajeno po-
dría en circunstancias apropiadas ser considerada como molestia, así como el em-
pleo de otros terrenos de modo ofensivo al sentido o la sensibilidad de los vecinos,
o al valor de su propiedad, como la instalación de una fábrica, un matadero o una
casa de prostitución en un área residencial.

Legislación local

Las primeras leyes relacionadas con el ruido fueron en su mayoría creadas por los
jueces. No obstante, a medida que transcurría el tiempo se impuso otro tipo de ne-
cesidades públicas. El ruido ofensivo no quedó limitado simplemente al que un ve-
cino impusiera sobre otro. Surgieron, especialmente en áreas urbanas, otros causan-
tes y otras víctimas que revelaron inadecuadas las soluciones previstas por el
derecho común. La respuesta de los gobiernos locales consistía en aplicar a los pro-
vocadores de ruido ordenanzas excesivamente generalizadoras (tales como las que
RUIDO Y LEGISLACION 51.5

prohibían «conductas desordenadas») o promulgar nuevas leyes contra ruidos es-


casamente definidas que vetaban ruidos «innecesarios» o «excesivos». Su cumpli-
miento recaía generalmente en la policía local, que acudía para acallar un perro la-
drador, una pelea entre una pareja o una radio con volumen excesivo.
A medida que se iba incrementando el tráfico de vehículos, fue asimismo con-
virtiéndose éste en una causa habitual de molestias sonoras locales, que siguió sin
embargo tratándose por medio de medidas policiales que multaban ocasionalmente
al que tocaba excesivamente el claxon, tuviera un silenciador defectuoso o careciera
del mismo. Los problemas legales relativos al control de ruidos se consideraban pri-
mordialmente de índole local y se resolvían según estimaciones subjetivas. Consi-
derando que los efectos directos del ruido se perciben por lo general en áreas rela-
tivamente pequeñas, no sorprende que la legislación inicial intentase regular sus
efectos sobre todo por medio de instituciones gubernamentales locales!.
Con el desarrollo de la tecnología de medición sonora la ley sufrió un cambio
paralelo. Las antiguas clasificaciones de «ruido innecesario» o «conducta desorde-
nada» de las ordenanzas municipales empezaron a ceder el puesto a limitaciones
definidas con mayor exactitud y expresadas frecuentemente en términos de nivel
sonoro. De este modo se contaba con las ventajas de una normativa objetiva, pero
al mismo tiempo surgían problemas de comprobación debido a la habitual falta de
práctica con equipos de medición sonora por parte de los oficiales que velaban por
el cumplimiento de las normas. Los gobiernos locales no podían prácticamente nun-
ca permitirse el gasto excesivo de equipamiento o personal especializado necesario,
y para los municipios resultaba difícil solucionar los problemas que surgían por las
características móviles de las fuentes tales como aviones o camiones. Como resul-
tado de estos factores, así como del cambio gradual en la filosofía gubernamental
(considerándose al gobierno estatal y posteriormente al federal cada vez más res-
ponsables de la salud y del bienestar de sus ciudadanos, y con la aceptación pública
creciente de las regulaciones de tipos adicionales de actividad), la legislación sobre
control del ruido se fue considerando progresivamente como un estatuto de estado,
y más recientemente, del gobierno federal. Pese a todo, las leyes locales son aún de
gran importancia en todo lo relativo al control del ruido.

Legislación estatal

Desde que los estados asumieron la responsabilidad del registro de vehículos de


motor, muchos de ellos comenzaron a precisar en las últimas décadas las inspeccio-
nes periódicas de seguridad, algunas de las cuales incluían por lo menos un examen
del funcionamiento adecuado del silenciador, aunque no de la cantidad global de
ruido emitido. Hasta los años sesenta no se comenzó a establecer una legislación es-
tatal sobre ruido de camiones y automóviles en términos de nivel sonoro a una dis-
tancia fija.
En la segunda mitad del presente siglo se produjo un rápido desarrollo de la le-
gislación estatutaria estatal en relación a los efectos del ruido en el oído de los tra-
bajadores. La legislación común prácticamente nunca había propuesto soluciones a
los empleados cuya audición se encontrase permanentemente alterada por el ruido
en el trabajo. A medida que el antiguo sistema de derecho común sobre perjuicios
51.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

se iba reemplazando gradualmente por compensaciones a los trabajadores, en las


que la responsabilidad no se consideraba una falta sino un coste añadido a un ne-
gocio empresarial (normalmente asegurado contra ello), ciertos tipos de accidentes
laborales requirieron una compensación monetaria. Durante muchos años, sin em-
bargo, la pérdida de audición no se consideró por lo general cubierta a menos que
se demostrase que afectaba a la capacidad de realizar su trabajo por parte de la per-
sona afectada. Como aparece en el Capítulo 20, los tribunales del estado de Nueva
York consideraron en 1948 la pérdida de audición como merecedora de compen-
sación independientemente de la tarea realizada, y la mayoría de los estados del
país realizaron seguidamente enmiendas a sus estatutos e interpretaciones jurídicas
revisadas.
Las leyes compensatorias, sin embargo, ofrecen una solución monetaria cuando
ya se ha producido la pérdida de audición. No proporcionan una regulación de los
niveles sonoros, ni ofrecen ayuda directa para prevenir la aparición de la pérdida de
audición, aunque la posibilidad de responsabilidades futuras puede ejercer un efec-
to disuasor en el momento presente. Se estableció una legislación federal que cu-
bría esta necesidad, pero como no era aplicable a los empleados de muchas indus-
trias locales, algunos estados la emplearon como modelo para su propia legislación
o regulaciones.

Legislación federal

La primera regulación federal para la protección de los trabajadores contra ruidos


se realizó de acuerdo a la Walsh-Healey Act'. Esta ley fue promulgada en el Con-
greso en 1936 para establecer al menos una normativa mínima de las condiciones la-
borales de los empleados en compañías que realizaban negocios con el gobierno fe-
deral. La principal finalidad de la ley original consistía en imponer un salario
mínimo y una regulación de horario máximo de trabajo sobre el trabajo llevado a
cabo por los adjudicatarios del gobierno, en una época en la que existían serias du-
das sobre si la aplicación federal global de tales medidas era constitucional. Mien-
tras surgían nuevas regulaciones sobre ciertos aspectos de seguridad en el trabajo,
así como sobre salarios y horas trabajadas, no fue hasta 30 años después, en 19694 ,
cuando se llegó a considerar la exposición al ruido de suficiente importancia como
para justificar su inclusión específica en la Walsh-Healey Act. Se estableció por
aquel entonces un límite de la exposición sonora, mejor dicho varios límites, según
el número de horas durante las cuales un empleado debía trabajar en un entorno
ruidoso, dependiendo del nivel sonoro con ponderación A. Poco tiempo después el
Congreso aprobó la Occupational Safety and Health Act (OSHA)5, que amplió su
aplicación de trabajadores empleados por adjudicatarios del gobierno a todos los
empleados de empresas de comercio interestatal o exterior.
En otros aspectos, la influencia ha venido también desde la legislación local, y a
veces estatal, hasta las intervenciones principales del gobierno federal. Esta tenden-
cia es paralela, y probablemente influenciada por la que se ha dado en otras áreas
medioambientales, tales como la contaminación de aguas y aire, en las que una pri-
mera aproximación meramente federal, que a menudo solamente garantizaba ayu-
das y asistencia técnica, se consideraba insatisfactoria. Con la atención creciente del
RUIDO Y LEGISLACION 51.7

público hacia los problemas medioambientales y la creencia generalizada de que


este tipo de mejoras se estaban llevando a cabo de modo excesivamente lento, el
Congreso empezó a estudiar soluciones a nivel nacional.
Como consecuencia, en los años recientes se ha producido un rebrote de regu-
laciones locales sobre ruidos y un desplazamiento del énfasis hacia una responsa-
bilidad federal en este área.
Un área importante de compromiso federal ha sido la regulación de gran parte
de los aspectos relacionados con la aviación. Como se trata en el Capítulo 53, la Fe-
deral Aviation Administration (FAA) se ha involucrado de forma creciente en el
control del ruido gracias a su regulación sobre características permitidas de emisión
sonora de aviones en funcionamiento, su control de esquemas de vuelo y de rutas de
aterrizaje y despegue. La Airport and Airways Development Act de 1970 condiciona
los gastos federales en construcción y mejora de aeropuertos a una creciente aten-
ción a los valores medioambientales, incluyendo la relación entre el ruido generado
en el aeropuerto y el uso del terreno de las comunidades colindantes.
Otro compromiso federal se produce con la National Environmental Policy Act
(NEPA) de 19696 , que entre otras cosas precisa que para todas las principales inter-
venciones federales que puedan afectar significativamente a la calidad del medio
ambiente debe realizarse un «estudio de impacto medioambiental» que detalle to-
das las consecuencias probables en el entorno de la acción propuesta, así como las
posibles alternativas. Como se discute en el Capítulo 54, los principales programas
del gobierno federal (tanto en forma de regulación como de gasto) deben ser lle-
vados a cabo solamente tras un examen riguroso y un conocimiento completo de los
posibles impactos medioambientales, de modo que el proceso de toma de decisio-
nes se realice con pleno conocimiento. El ruido se encuentra entre los factores me-
dioambientales que deben ser considerados en los casos principales, con mayor fre-
cuencia en los relacionados con aeropuertos y autopistas. La NEPA pretende no
solamente regular la conducta de entidades privadas, sino también la de instancias
oficiales federales para que lleven a cabo actividades de acuerdo con otras fuentes
de autoridad legal en conformidad con los procedimientos y reconociendo los va-
lores considerados importantes en la legislatura. Muchos estados han promulgado
leyes similares a la NEPA que obligan al análisis de impacto ambiental de las actua-
ciones llevadas a cabo por el gobierno estatal o local, llegando algunas incluso hasta
a ser aplicables a las actuaciones realizadas por el sector privado.
Además de los requisitos procesales, la NEPA modifica la ley federal efectiva
en el sentido de que ordena que «las políticas, regulaciones y leyes públicas de los
Estados Unidos serán interpretadas y administradas de acuerdo a las políticas (de
protección medioambiental) mostradas en esta ley»7. Previsiones similares apare-
cen en muchos de los estatutos estatales creados tomando a la NEPA como base.
Hasta cierto punto limitado, la NEPA y sus equivalentes estatales no ofrecen sin
embargo ninguna normativa específica de protección del entorno, sino que precisan
solamente que las decisiones que puedan afectar al medio ambiente se lleven a
cumplimiento exclusivamente tras un análisis detallado, consciente y atento de sus
probables consecuencias. Esta ley asume que una mayor atención a las consecuen-
cias medioambientales conllevará una mayor protección.
La principal ley federal respecto al ruido es, sin embargo, la Noise Control Act
de 19728 , que contiene la capacidad estatal de regular el comercio interestatal y ex-
51.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

terior, y autoriza la promulgación de regulaciones por parte de la Agencia de Pro-


tección Medioambiental (EPA) sobre límites sonoros máximos permitidos de ob-
jetos en venta o en cualquier caso que se transporten entre estados o al exterior.
Como consecuencia, la mayor parte de la ley de control del ruido, e incluso una
mayor proporción de leyes federales al respecto, se desarrolló a finales de los años
60 y durante los 709 •

Importancia de la Constitución en problemas de control del ruido

La Constitución de los Estados Unidos trata muchos aspectos diversos sobre el con-
trollegal del sonido.
En principio establece al gobierno federal como uno de los poderes delegados
limitados, por lo que la regulación federal sobre ruidos será válida solamente si es
decretada de acuerdo con uno de estos poderes.
La autoridad del Congreso utilizada con mayor éxito para finalidades de regu-
lación es la ejercida sobre el comercio interestatal. Las decisiones del Tribunal Su-
premo de los Estados Unidos desde finales de los años 30 han interpretado la au-
toridad comercial de modo tan amplio que admiten muy pocas limitacioneslO,
aunque ello no ha sido siempre asíll , y la más restringida visión previa por parte del
Tribunal en lo que respecta a las relaciones comerciales fue un factor primordial
que llevó al presidente Franklin D. Roosevelt a ampliar el Tribunal Supremo en
193712 • Hoy en día, el poder comercial y la autoridad del Congreso para gravar y
realizar gastos se consideran lo suficientemente amplios como para permitir un fun-
damento constitucional básico en cualquier tipo de legislación sobre control del rui-
do que el Congreso considere apropiado promulgar13 •
Otras disposiciones de la Constitución facilitan las restricciones sobre regula-
ción sonora a cualquier nivel gubernamental. Una ley criminal cuya terminología
sobre la precaución adecuada sea demasiado vaga podría ser considerada inconsti-
tucional y violatoria del requisito de que la vida, la libertad y la propiedad no pue-
den ser retiradas sin el debido procedimiento legal (la Quinta Enmienda respecto al
gobierno federal y la Decimocuarta Enmienda respecto a los gobiernos estatal y lo-
cal). Una ley que prohíba ruidos «excesivos» o «innecesarios» podría, por ejemplo,
ser considerada no obligatoria como consecuencia de ello. De modo similar, las res-
tricciones sobre ruido de camiones, o manifestaciones sonoras en las cercanías de
tribunales, salas legislativas o escuelas podrían oponerse a la protección de la liber-
tad de expresión de la Primera Enmienda (aunque se mantendrán ordenanzas de-
talladamente explicadas que no discriminen casos impopulares, no confieran una
excesiva discreción a la policía u otros agentes oficiales, y permitan unos canales ra-
zonablemente alternativos de comunicación).
Los gobiernos estatales y locales pueden por lo general aprobar leyes que ten-
gan el propósito de proteger la salud, el bienestar y la seguridad de sus habitantes,
incluyendo la autoridad para prohibir el exceso de ruidos. Aunque la garantía ofre-
cida por la Constitución autorizando al Congreso a regular el comercio interestatal
y exterior no impone restricciones sobre los gobiernos estatales y locales expresa-
mente, el Tribunal Supremo viene asegurando desde el siglo XIX la jurisdicción ne-
cesaria para invalidar cualquier legislación en la que el Congreso no haya actuado
RUIDO Y LEGISLACION 51.9

pero en la que el Tribunal haya considerado que la legislación imponía restricciones


no razonables sobre el comercio interestatal o exterior. Esta decisión fue tomada
por el Tribunal con el fin de preservar el concepto del redactor de un «mercado co-
mún» económico para toda la nación. Por tanto, y al menos en teoría, una ley de
control del ruido estatal o local podría ser considerada inconstitucional si tiene
como consecuencia una indebida interferencia con el comercio interestatal o exte-
rior.
Al contrario que la mayoría de áreas de la ley constitucional, las decisiones del
Tribunal Supremo respecto a los efectos de la autoridad no ejercida por el Congre-
so en relación a la validez de las leyes estatales o locales sirven, sin embargo, sim-
plemente para llenar el vacío legal no abarcado por el Congreso, y se encuentran su-
jetas a cambios en caso de que éste elabore leyes que permitan regulaciones
estatales o locales que el Tribunal haya invalidado o prohíban las que el Tribunal
haya mantenido. Considerando la enorme cantidad de legislación federal sobre
control del ruido surgida en los años 60 y 70 es probable que no existan muchos va-
cíos que el Tribunal deba aún completar. El papel del Tribunal, por tanto, ha con-
sistido fundamentalmente en interpretar las intenciones del Congreso y determinar
qué tipos de regulación estatal o local sobre ruidos deben ser permitidos. Véase la
sección siguiente sobre Derechos de preferencia y conflictos, y el Capítulo 52, infra.
Para terminar, la Constitución misma es por sus propias facultades una fuente
de compensación monetaria en alguna medida respecto a los daños causados por el
ruido. La Quinta Enmienda especifica que se debe proceder al pago o justa com-
pensación en caso de que se disponga de propiedad privada para uso público, y se
ha interpretado la Decimocuarta Enmienda para imponer el mismo requisito sobre
los gobiernos estatales y locales. Salvo escasas excepciones, los aeropuertos comer-
ciales del país pertenecen y están dirigidos por agencias gubernamentales federales,
estatales, del condado o municipales. Como se trata en el Capítulo 52, el Tribunal
Supremo ha establecido que la destrucción del valor de las propiedades colindantes
por causa de los vuelos ruidosos de aviones sobre las mismas hacia o desde un ae-
ropuerto de propiedad pública es responsabilidad de la institución gubernamental
propietaria, que debe hacerse cargo del valor de la propiedad «tomada» para uso
público, bajo el epígrafe de «expropiación inversa». Esta misma regulación es tam-
bién aplicable en contextos diferentes, como la reducción del valor de la propiedad
debido al estruendo causado por autopistas o por instalaciones municipales de re-
cogida de basuras.

Derechos de preferencia y conflictos

Cuando varios organismos gubernamentales intentan regular sobre las mismas


cuestiones se producen conflictos potenciales 15. Si, por ejemplo, el gobierno federal
impone una normativa de emisión de ruidos de un producto y el ayuntamiento de
Nueva York exige una diferente, la relación existente entre ambas regulaciones
hace precisa una aclaración. Otra disposición de la Constitución de los Estados Uni-
dos, la «Cláusula de Supremacía» (Artículo VI, seco 2), dictamina que en caso de
conflictos prevalecerá la ley federal.
Pero no siempre está claro cuándo se produce un conflicto. Por ejemplo, si bajo
51.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ciertas condiciones el gobierno federal permite un nivel sonoro con ponderación A


de solamente 80 dB(A) Yel ayuntamiento de Nueva York uno de 85 dB(A), resulta
evidente que la reglamentación federal es de obligatorio cumplimiento de cara a la
menor severidad de la reglamentación neoyorquina. Pero, ¿qué sucedería en caso
contrario? Supongamos que el límite establecido por el gobierno federal es un nivel
de 85 dB(A), mientras que el impuesto por el ayuntamiento de Nueva York es de
80 dB(A). Nos encontramos en un área en la que la obligación del Congreso pre-
valecería. El Congreso establece que, en efecto, el límite se encuentra en 85 dB(A),
pero permite y acepta que un gobierno estatal o local indique límites más estrictos,
con lo que esta última determinación será igualmente válida. De modo análogo, el
Congreso ha establecido claramente cierta cuota por hora en su legislación sobre
salarios mínimos que cada estado puede libremente incrementar si así lo desea. Por
el contrario, el Congreso puede determinar que es de interés nacional establecer
una normativa única para que los productos fabricados en un lugar del país puedan
ser vendidos sin violar ninguna ley del país, invalidando por tanto las leyes locales
más restrictivas.
Así como la legislación federal es a menudo poco clara en lo que respecta a la
intención de impedir regulaciones locales más restrictivas, y los tribunales se han
visto obligados a resolver el problema por medio de especulaciones sobre lo que el
Congreso habría querido decir si hubiera pensado en un caso particular, el Congre-
so ha reconocido explícitamente el problema varias veces y lo ha intentado resolver.
En la Noise Control Act de 1972, por ejemplo, el Congreso estableció varias nor-
mativas. En principio, y en lo que respecta a la gama de productos cubierta por esta
ley, la regulación estatal y local relativa a ventas es permitida solamente si es idén-
tica a la regulación federal 16 • Sin embargo, quedan permitidas las regulaciones más
restrictivas por parte de los gobiernos estatales o locales respecto al uso 17 • Por ejem-
plo, supongamos que la regulación federal especifica que los compresores de aire
no deben superar un nivel sonoro con ponderación A de 86 dB(A) en un punto
dado. Así como el ayuntamiento de Nueva York no puede prohibir la venta de com-
presores que emitan un nivel de sonido superior a 80 dB(A), puede sin embargo
prohibir el empleo de tales compresores, ciertamente durante la noche y en áreas
residenciales, y probablemente incluso en cualquier momento o lugar en toda la
ciudad si el ayuntamiento lo considera necesario. Este solución de compromiso per-
mite el equilibrio para que los gobiernos locales puedan flexibilizar sus necesidades
de promulgar unas regulaciones más restrictivas que obedezcan a problemas locales
de particular relieve.
Se aplica una regla diferente en los apartados 17 y 18 de la Noise Control Act de
1972 sobre transportes interestatales (ferrocarriles, autobuses y camiones), respecto
a los cuales la EPA debe consultar al Departamento de Transportes antes de esta-
blecer regulaciones. Pero una vez decididas tales regulaciones, se convierten en ex-
clusivas, y no es posible establecer reglas estatales o locales más restrictivas para el
tráfico de trenes, camiones o autobuses. La EPA posee autoridad, sin embargo,
para levantar tales restricciones cuando quede establecido que las condiciones lo-
cales justifican la imposición de limitaciones más restrictivas por parte del gobierno
local.
Finalmente, en el campo de la aviación, la autoridad de la EPA queda subordi-
nada a la de las FAA (véase los Capítulos 52 y 53). Las regulaciones de esta última
RUIDO Y LEGISLACION 51.11

son, por lo general, prioritarias sobre cualquier legislación estatal o local no con-
cordante en relación a movimientos de aviones y hechos similares. Aunque, como
se indica en el Capítulo 52, los propietarios del aeropuerto (que pueden ser el mis-
mo estado o los gobiernos locales) pueden no verse obligados a obedecer la priori-
dad respecto a ciertos programas de reducción de ruidos.
Como consecuencia, en casos de conflicto, la ley federal se encuentra por enci-
ma de cualquier ley estatal o local no concordante con ella. Pueden surgir situacio-
nes análogas entre un gobierno estatal y uno local dentro de ese mismo estado (por
ejemplo, un condado, una ciudad o un pueblo) cuando intentan regular acerca de
un mismo tema. Como las constituciones y los estatutos de los 50 estados varían en
gran medida entre sí, resulta imposible generalizar hasta el extremo de detallar en
qué medida la legislación nacional se delega en las instituciones gubernamentales
locales, o en qué respecto el control queda reservado al estado. Las cuestiones es-
pecíficas sobre control del ruido relacionadas con la autoridad gubernamental es-
tatal o local deben por tanto ser consideradas de modo individual.

SOL UCIONES' 8

A la larga, la efectividad de una estipulación legal reside en las soluciones que pue-
de aplicar en caso de incumplimiento.
Cuando la ley queda determinada por el juez (como en los casos de molestias in-
dicados anteriormente), el tribunal puede damnificar al demandante por los daños
pasados, o puede establecer una orden de suspensión en contra de la continuación
de actividades ruidosas futuras, o al menos su volumen, duración o cualquier otra
condición bajo la cual podría permitirse. Ya que la compensación por suspensión se
considera por lo general sujeta a la discreción del tribunal, se produce un estudio
equilibrado de los intereses no solamente de las partes en litigio, sino de otras per-
sonas que podrían verse afectadas por la suspensión. Por ejemplo, en algunas cir-
cunstancias en las que se imponga un ruido elevado sobre el demandante pero la in-
dustria que lo origina sea fundamental para la economía de la zona, el tribunal
podría ser remiso a clausurar la empresa, eligiendo la posible opción de limitar la
compensación del demandante a una restricción parcial de las actividades ruidosas,
o simplemente ofreciendo una recompensa por daños.
En una situación más frecuente de regulación legislativa del ruido, las sanciones
disponibles dependen de las estipulaciones del estatuto u ordenanza.
Un ruido exagerado podría, por ejemplo, ser considerado un delito en el que el
demandado asumiría el riesgo de posibles multas o de cárcel. Las demandas crimi-
nales en este área son comparativamente escasas (con la posible excepción de de-
mandas por violaciones menores de las ordenanzas locales, a menudo denominadas
«ofensas», y análogas a aparcamientos indebidos, más que verdaderos delitos).
Existen problemas procesales que hacen que la persecución criminal sea de algún
modo más difícil que la sanción civil. Por ejemplo, las pruebas de culpabilidad de-
ben superar la duda razonable más que por una mera preponderancia de la eviden-
cia, el veredicto de absolución no puede ser apelado por el gobierno, y los acusados
51.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

no están obligados a testificar en su propia contra debido .al privilegio de la Quinta


Enmienda.
Las expropiaciones impuestas en cantidades suficientemente elevadas pueden
suponer una carga financiera para el acusado que le prevenga de futuras violaciones
de la ley. También sirven para el propósito, discutido con anterioridad, de «inter-
nalizar» los costes sonoros imponiéndolos sobre el causante. Según la legislación
subyacente, los procedimientos por daños o penas civiles pueden ser interpuestos
por las autoridades gubernamentales o por los ciudadanos perjudicados.
Las órdenes de suspensión se encuentran también entre las soluciones previstas
más frecuentes en la legislación de control del ruido. A menos que se produzca una
orden clara en su contra, también se encuentran por lo general sujetas a las limita-
ciones explicitadas por el equilibrio de intereses aplicadas tradicionalmente en co-
nexión a órdenes de suspensión cuando se produzca una carencia de estatutos sobre
el tema. Bajo ciertas leyes, solamente las autoridades gubernamentales sanciona-
doras pueden demandar y prohibir las violaciones, mientras que según otras los ciu-
dadanos individualmente o las organizaciones medioambientales tienen la facultad
de llevar a cabo dichas acciones 19•
Otro medio empleado con poca frecuencia pero potencialmente disponible es la
«carga efluente» o impuesto diferencial, según el cual las operaciones más ruidosas
de cierto tipo son gravadas en mayor medida que las silenciosas. Algunas leyes han
empleado esta técnica en materia de contaminación de aguas o de aire, como se es-
pecifica en el Capítulo 52. Algunos propietarios de aeropuertos han impuesto tasas
de aterrizaje diferenciales según las características de emisión de ruidos de los apa-
ratos empleados.
En conclusión, el gobierno puede utilizar su autoridad para aprobar o retirar be-
neficios como medio de garantizar el control del ruido. Como se ha especificado con
anterioridad en relación a la Walsh-Healey Act, el derecho a obtener o a continuar
disfrutando de un contrato con el gobierno está sujeto al cumplimiento de las re-
gulaciones sobre control del ruido. La financiación federal de proyectos de autopis-
tas está condicionada a que éstos se ciñan a controles exhaustivos de ruido y a re-
quisitos de reducción del mismo, así como la elección de subsidios federales sobre
viviendas o programas de préstamos se encuentra condicionada por el Departa-
mento de Vivienda y de Desarrollo Urbano (véase el Capítulo 49). La autoridad so-
bre suministros del gobierno puede ser utilizada asimismo más como zanahoria que
como palo. Por ejemplo, la sección 15 (c)(1) de la Noise Control Act de 1972 auto-
riza a las agencias de suministros del gobierno federal a pagar hasta un 25 por 100
más si el producto adquirido satisface ciertos criterios de reducción sonora

PROBLEMAS DE APLlCACION

La promulgación de una ley de control del ruido no asegura el cumplimiento de sus


propósitos. En muchas circunstancias se produce una violación generalizada de sus
objetivos que queda impune debido a que el personal de vigilancia es escaso en nú-
mero, preparación técnica, o en ambas cosas. Además de estos problemas, existen
razones adicionales por las que las leyes de control de ruidos deberían ser promul-
RUIDO Y LEGISLACION 51.13

gadas prestando una atención especial a su practicidad. Por ejemplo, es probable


que una normativa demasiado estricta para su cumplimiento por parte de las enti-
dades a las que se aplica no será con toda probabilidad obedecida, o, peor aún, será
aplicada selectivamente solamente contra algunos de entre los muchos que la in-
cumplen. Aunque la aplicación desigual de la ley sea injusta incluso a nivel indivi-
dual, las consecuencias de esta injusticia pueden ser particularmente severas cuan-
do se producen entre empresas de la misma área de negocio, ya que el gasto
añadido relativo al cumplimiento de las normas puede imponer sobre una de ellas
una seria desventaja competitiva respecto a las demás.
Por tanto, con el fin de que los estatutos y las regulaciones sobre control del rui-
do sean aplicables, eficaces y justas, debe producirse una colaboración interdiscipli-
nar indispensable entre legisladores y expertos técnicos.

REFERENCIAS

1. Véase, Grad, «Intergovernmental Aspects of Environmental Controls», en F. Grad, G.


Rathjens y A. Rosenthal, Environmental Control: Priorities, Policies, and the Law, Co-
lumbia University Press, Nueva York, 1971.
2. Esto mismo se ha producido en las áreas relativamente limitadas en las que el gobierno
federal se ha visto involucrado en compensaciones a trabajadores con respecto a sus pro-
pios empleados, en el Distrito de Columbia y en nombre de los estibadores de muelles y
trabajadores del puerto.
3. 49 Stat. 2036 (1936), mod., 41 U.S.e. 35 y siguientes
4. 34 Fed. Reg. 7948
5. 84 Stat. 1590 (1970), mod., 29 U.S.e. 651 y siguientes
6. 83 Stat. 852 (1970), mod., 42 U.S.e. 4321 y sigo
7. Sección 102 (1).
8. 86 Stat. 1234 (1972), mod., 42 U.S.e. 4901 y sigo
9. El papel del estado, tanto en su ejecución como en su aplicación, disminuyó en los años
80. Véase el New York Times, 6 de marzo de 1990, § C, col. 1.
10. Véase United States v. Darby, 312 U.S. 100 (1941); Wickard v. Filburn, 317 U.S. 111
(1942); Katzenbach v. McClung, 379 U.S. 294 (1964).
11. Véase Hammer v. Dagenhart, 247 U.S. 251 (1918), invalidando el estatuto federal que
prohibía el transporte comercial interestatal de productos fabricados por mano de obra
infantil.
12. Así se justifica el intento de utilizar el potencial de gastos de abastecimiento como me-
dida alternativa de regulación, como se mencionó anteriormente respecto a la Walsh-
Healey Act. La intención de los legisladores, ya que no se consideraba constitucional la
legislación social para la regulación del comercio interestatal, consistía sin embargo en
apoyarla imponiéndola como condición previa a la firma de contratos o garantías guber-
namentales.
13. Véase Rosenthal The Federal Power to Protect the Environment: Available Devices to
Compe! or Induc~ Desired Conduct, 45 So. Cal. L. Rev. 397, 398-411 (1972); Soper, The
Constitutional Framework o/ Environment Law, en Dolgin and Guilbert (eds.), Federal
Environmental Law 20 (West Pub. Co., 1974).
14. Compárese Saia v. Nueva York, 334 U.S. 558 (1948), con Kovacs v. Cooper, 336 U.S. 77
(1949); véase también Grayned v. Ciudad de Rock/ord, 408 U.S. 104 (1972). Existe tam-
bién un gran número de decisiones al respecto tomadas por juzgados de primera instan-
51.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

cia. Aquí no se ha tratado de recopilar tales decisiones, ya que es el Tribunal Supremo la


instancia que tiene la última palabra sobre el tema.
15. Véase, en especial, el problema de derechos de preferencia sobre regulación de ruido en
aeropuertos del Capítulo 52.
16. Sección 6(e)(1) de la Noise Control Act de 1972, supra. La emisión por parte de gobier-
nos estatales o locales de regulaciones sobre ruido idénticas a las promulgadas por el go-
bierno federal tiene como propósito añadir las posibilidades propias de aplicación a las
de las autoridades federales. Cuando las regulaciones estatales o locales incorporan no
solamente la normativa federal previamente promulgada sino que pretenden incluir vio-
laciones de dicha normativa o enmiendas que podrían ser añadidas en el futuro, algunos
aunque no todos los estados pueden considerar tales estipulaciones como una delegación
no válida del poder decisorio al gobierno federal.
17. Sección 6(e)(2) de la Noise Control Act de 1972, supra.
18. Para un estudio más profundo, véase Rosenthal, supra nota 13, en 413 et seq.
19. Véase, por ejemplo, sección 12 de la Noise Control Act de 1972, supra.
Capítulo 52
PLEITOS CAUSADOS POR
EL RUIDO DE AVIONES:
REVISION DE CASOS
LEGALES

Ricarda lo Bennett
Gary Hoover

INTRODUCCION

El ruido de los aviones es un compañero indeseable que va indisolublemente aso-


ciado a los beneficios económicos que proporciona el sistema de transporte aéreo.
La erradicación completa de este problema comportaría la eliminación de cualquier
beneficio económico, ya que aviones y ruido son inseparables. Por esta razón el
Congreso y los tribunales norteamericanos intentan alcanzar un equilibrio de inte-
reses entre las partes afectadas por este problema estableciendo continuamente
normativas sobre procedimientos aeroportuarios y aviones, propietarios de los apa-
ratos y comunidades colindantes.
La problemática que surge cuando se intenta analizar el tema del control sonoro
en aeropuertos es ineludiblemente compleja. Los intereses competitivos y los ob-
jetivos de compañías aéreas, aeropuertos, comunidades colindantes, propietarios y
del gobierno federal impiden a menudo el establecimiento de soluciones simples.
Al mismo tiempo cada una de estas partes lucha por su superioridad mientras se va
creando una industria en mutación constante que, a su vez, dificulta la promulga-
ción de reglas por parte de los tribunales o del Congreso.
Los tribunales han jugado un papel catalizador acordando decisiones que han
creado una jerarquía escalonada de responsabilidades variables acerca del ruido de
aviones, asignando compromisos de acuerdo a principios legales establecidos, a me-
nudo aplicados de modo imaginativo. Estas decisiones han forzado al Congreso a
reaccionar promulgando una legislación que garantice la seguridad y el desarrollo
aéreo, y pretenda lograr una «uniformidad» regulatoria entre las diferentes legisla-
ciones. Esta jerarquía escalonada incluye intereses tales como los del gobierno fe-
deral, las autoridades municipales locales, los propietarios del aeropuerto (tanto
públicos como privados), las compañías aéreas y los habitantes de las inmediaciones
de las instalaciones. Tanto el Congreso como los tribunales de justicia comprome-

52.1
52.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ten al propietario del aeropuerto como parte responsable de los daños ocasionados
por las maniobras llevadas a cabo por los aviones.
Este es el contexto en que se produce la lucha entre los intereses en conflicto.
Por un lado se encuentra el propietario del aeropuerto, que debe cargar con la res-
ponsabilidad financiera de los daños por el ruido causado por las operaciones rea-
lizadas en el aeropuerto. En el nivel siguiente se encuentra el gobierno federal, que
(por un edicto del Congreso) ejerce un papel supervisor sobre las operaciones aé-
reas con el fin de garantizar la seguridad del sistema aéreo de transportes. El tercer
escalón corresponde a la autoridad municipal local, que es responsable de la protec-
ción de la salud, la seguridad y el bienestar de sus componentes, o sea, de la pobla-
ción cercana al aeropuerto y de los pasajeros. Asimismo, la autoridad municipal
puede actuar como propietaria del aeropuerto manteniendo o ampliando el núme-
ro de operaciones aéreas. Por último, y de modo independiente, se encuentran las
compañías aéreas, proveedoras de los beneficios del servicio de transporte aéreo.
La industria aérea se lamenta de que el sistema ya se encuentra demasiado restrin-
gido debido a los límites de capacidad de los aeropuertos y que, por tanto, las com-
pañías aéreas contemplan cualquier restricción a las operaciones aéreas como una
amenaza directa a su capacidad; una restricción que comportaría una reducción de
beneficios.
En este capítulo se revisan los aspectos de la legislación que más han influido so-
bre las decisiones judiciales. Se pone de relieve el análisis de los casos y de situacio-
nes reales que han dado lugar a normas judiciales relacionadas con los ruidos de ae-
ropuerto. Este bloque de reglas ha ido evolucionando con las interpretaciones
jurídicas de las distintas promulgaciones legislativas. La primera de ellas se relacio-
na con la regulación federal de la industria de transporte aéreo en general!. Con
posterioridad han ido surgiendo nuevas promulgaciones directamente relacionadas
con el ruido de aeropuertos, debidas en su mayoría a la aparición de los aviones
reactores, con el fin de clarificar el papel de cada entidad gubernamental2• Sin em-
bargo, durante el período transcurrido entre estos dos amplios bloques legislativos
en el que se mantuvo una ausencia de directrices legislativas federales relacionadas
específicamente con el ruido aéreo, los tribunales, las autoridades locales y los fun-
cionarios de aeropuertos mismos intentaron regular el problema del ruido asociado
a los aeropuertos.
No fue hasta que los funcionarios del transporte aéreo comenzaron a concebir
un entramado completo de regulaciones sobre aviación, que variaba de una juris-
dicción a otra, que el gobierno federal se decidió a actuar como inhibidor de las re-
gulaciones locales sobre ruido de aviones 3 • Incluso entonces el gobierno federal se
mostró remiso a asumir la responsabilidad del ruido aéreo y, como resultado, cargó
sobre las espaldas de los propietarios de los aeropuertos los compromisos relacio-
nados con este tema. Posteriormente, la mayor concienciación medioambiental dio
lugar al inicio de procedimientos de revisión formal por parte de la legislación es-
tatal y federal con el fin de asesorar sobre el impacto de nuevos proyectos, o a un
significativo aumento en la planificación previa a su inici04 • En este ambiente de
restricciones legales se obligaba a los propietarios de aeropuertos a desarrollar pla-
nes y operaciones que anticiparan y superaran los desafíos legales.
En este capítulo se pone de relieve el análisis de casos legales relacionados con
el ruido de aviones y aeropuertos que han ido surgiendo con los cambios en el si s-
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.3

tema de transporte aéreo y en los esquemas legislativos relacionados con la avia-


ción.

RESPONSABILIDAD DEL PROPIETARIO

Bajo el marco legal de la Constitución de los Estados Unidos el gobierno federal es


el único poseedor del derecho total de control del uso y la gestión del espacio aéreo.
No obstante, el propietario del aeropuerto es por tradición responsable de cual-
quier damnificación monetaria relacionada con el ruido aéreo. Este compromiso se
fundamenta en la decisión del Griggs v. Condado de A Llegheny del Tribunal Supre-
mo, previa a la era de los vuelos a reacción. En Griggs, el magistrado Douglas, ma-
nifestando la opinión de la mayoría, consideró al gobierno local del condado, como
propietario y gestor del aeropuerto del Gran Pittsburgh, responsable por daños de-
bido a que éste poseía la autoridad para adquirir terrenos apropiados adyacentes al
aeropuert06. El condado era responsable de indemnizar al propietario demandante,
quien se había visto privado del uso y disfrute de su propiedad por el paso de avio-
nes directamente por encima7 . Debido a ello, el gobierno local, en concepto de pro-
pietario del aeropuerto, y no la Federal Aviation Administration (FAA), había es-
tablecido una servidumbre de navegación sobre la propiedad del Sr. Griggs8. Con
esta acción se había privado en gran medida al Sr. Griggs del uso y disfrute de su
propiedad sin su debida compensación. Finalmente se consideró al propietario del
aeropuerto, y no a la F AA, como directamente responsable de la indemnización
compensatoria9.
El magistrado Black no estuvo de acuerdo con la mayoría, ya que consideraba
que la F AA, como agencia del gobierno federal, había supervisado, aprobado y pa-
gado gran parte de la construcción del aeropuerto 10. Argumentó que el gobierno fe-
deral debería haber asumido la responsabilidad financiera debido a que el Congre-
so había dado inicio a un esquema regulador global que no sólo se aseguraba el
derecho de prioridad del espacio aéreo a grandes altitudes, sino que también res-
tringía el espacio a bajas alturas preciso para el despegue y aproximación a los ae-
ropuertos l1 • El Congreso, no obstante, apoyó la posición mayoritaria del magistra-
do Douglas en Griggs y promulgó la legislación necesaria para clarificar este área de
autoridad primaria l2.
El Congreso adoptó expresamente en Griggs la posición mayoritaria del Tribu-
nal Supremo pasando a través de varias secciones legislativas. La Noise Control Act
de 197213 subrayaba que la acción federal era fundamental para tratar «las causas
principales de ruidos en el comercio, cuyo control precisa de un tratamiento unifor-
me a escala nacional»14. Pero, más adelante, el Congreso adujo que «la responsa-
bilidad primaria sobre el control sonoro yace en los gobiernos estatales y locales»15.
En otras afirmaciones legislativas, regulatorias o políticas se establece que la res-
ponsabilidad del control de ruidos es exclusiva del propietario del aeropuerto: la
Airport and Airway Deve/opment Act de 1970 (enmendada en 1976 y 1981)16, la
A viation Noise Abatement Policy de 1976 17 , la Airline Deregulation Act de 197818, la
Aviation Safety and Noise Abatement Act de 1979 19 , las Airport Noise Compatibi/ity
Planning Regulations de 1981 2°, la Airport and Airway Improvement Act de 198221
52.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

y la Airport and Airway Safety and Capacity and Expansion Act de 198722 • Esta dis-
tinción entre la capacidad de controlar el ruido aéreo en su origen y la responsabi-
lidad por las damnificaciones resultantes del ruido de aviones ha obligado a los pro-
pietarios de aeropuertos y a las autoridades estatales y locales a buscar varias
soluciones alternativas para intentar minimizar los daños debidos al ruido. Por otra
parte, cada nuevo intento de desviar responsabilidades hacia alguna otra de las en-
tidades en cuestión se ve contrarrestado por el resto de las partes afectadas.
El Congreso aprobó la Airport Noise and Capacity Act en 1990 (la «Ley» )228 con
la finalidad de establecer una política federal sobre ruido aéreo, lo cual podría su-
poner un primer paso para descargar al propietario de la responsabilidad completa.
En esta ley se precisa, entre otras cosas, que las restricciones locales previas sobre
ruido quedan garantizadas y por lo tanto protegidas22b ; que cada nueva restricción
sobre aviones de la Fase 3 (impuesta a partir del 1 de octubre de 1990) debe ser re-
visada y aprobada por el Departamento de Transportes, bajo regulaciones revisa-
das el1 de julio de 1991 22c ; y que cuando una restricción propuesta sobre ruidos aé-
reos no sea aprobada, el gobierno federal se hará responsable de las
damnificaciones sobre ruido solamente cuando se haya producido una detracción
como resultado directo de esa desaprobación22d • (Se dice que se produce una de-
tracción cuando por medio de una acción gubernamental se ocasionan grandes mo-
lestias o interferencias en el uso o disfrute de una propiedad por parte de su dueño.)
En caso de que el propietario local de un aeropuerto decida imponer una normativa
sobre restricción de ruidos sin la aprobación previa de la Secretaría de Transportes,
el aeropuerto no podrá, según la Airport and Airway lmprovement Act de 1982, re-
cibir financiación federal ni imponer o cobrar cuotas a los pasajeros, según la Sec-
ción 1113(e) de la Federal Aviation Act de 195822e . Así como la aprobación de esta
ley establece expresamente una responsabilidad limitada por parte del gobierno fe-
deral, el efecto neto consiste en un aumento sustancial del control por parte de los
no propietarios y un aumento desproporcionadamente pequeño de las responsabi-
lidades.

TEORIAS LEGALES SOBRE LITIGIOS PRIVADOS

Cuando un grupo de personas víctimas del ruido aéreo se deciden a emprender ac-
ciones legales con el fin de lograr una compensación, es probable que deban confiar
sobre todo en estas tres teorías legales: (1) expropiación inversa, (2) transgresión, y
(3) molestias.

Expropiación inversa

La expropiación inversa (según la tradicional teoría constitucional) consiste en la


privación de la propiedad privada por parte de la autoridad legítima, que la utilizará
con fines públicos sin devolver la justa compensación al propietario23 • La teoría re-
lacionada con el ruido de aviones conlleva un empleo del espacio aéreo tal que los
niveles sonoros generados por las operaciones implican un descenso del valor del
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.5

terreno. Cuando el gobierno no ofrece la debida compensación por la adquisición


de terrenos privados, el propietario perjudicado emprende por lo general acciones
legales contra la entidad gubernamental con el fin de recobrar el valor justo de la
propiedad de la que se ha visto privado.
En la mayoría de los casos federales, a diferencia de los estatales, la mera dis-
minución del valor no es motivo suficiente para constituir un embargo de propiedad
privada, según la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Con
el fin de prevalecer sobre una acción federal de expropiación inversa, el propietario
debe demostrar la privación de prácticamente la totalidad del empleo útil de su pro-
piedad. Varias constituciones estatales amplían su cobertura y permiten la obten-
ción de damnificaciones que no llegarían a ser consideradas como embargo según la
Quinta Enmienda.

Transgresión

La teoría legal de perjuicios sobre transgresiones se define como «la infracción u


ofensa que perjudica a la propiedad ajena»24. Tradicionalmente la transgresión re-
quería la invasión de dicha propiedad, lo cual provocó que durante un breve espa-
cio de tiempo los tribunales consideraran el tema de hasta qué altura se extendían
los derechos de propiedad en el cielo, y en qué medida los aviones debían atravesar
directamente ese segmento de espacio aéreo que se elevaba sobre la propiedad en
cuestión25 • Respecto al requisito de cuándo un avión penetra en el espacio aéreo si-
tuado directamente sobre una propiedad, la visión moderna de los tribunales esta-
tales (no examinada por los tribunales federales) se centra en considerar como as-
pecto relevante el ruido emitido por el avión y no su localización sobre el terreno.

Molestias

La segunda teoría de perjuicios utilizada con regularidad contra los propietarios de


aeropuertos con el fin de conseguir indemnizaciones por ruidos es la teoría de mo-
lestias. Las molestias constituyen una interferencia no transgresora en el uso y dis-
frute de la propiedad de otra persona27 • El éxito de esta teoría se vio limitado por la
aplicación del análisis tradicional, en el que el tribunal sopesaba el daño ocasionado
por molestias respecto al beneficio que suponía para la comunidad local. Como
consecuencia, cuando el aeropuerto era considerado una necesidad y un beneficio
para la comunidad, los tribunales se mostraban remisos a compensar los perjuicios
con indemnizaciones por daños. Algunos estados han comenzado a superar este
obstáculo ordenando la disminución sonora, en un esfuerzo para alcanzar un equi-
librio más justo entre intereses opuestos.
Otro motivo por el que las apelaciones sobre molestias han tenido un éxito me-
nor respecto a otras acciones legales es debido a que en bastantes jurisdicciones se
ha impedido dar prioridad a las molestias. La prioridad de los procedimientos por
derecho común en todo lo relacionado con este tema se da porque el gobierno fe-
deral es el único responsable de la regulación sobre aviones en vuelo. Las jurisdic-
ciones que prohíben fallos en contra de la actividad aeroportuaria en base a la teo-
52.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ría de molestias consideran la causa del perjuicio resultado de órdenes establecidas


por las autoridades federales que dictaminan cuándo y dónde deben realizarse las
operaciones aéreas.

Casos

Tribunales federales. La decisión del Tribunal Supremo en el caso Ciudad de


Burbank v. Terminal Aérea Loekheed, ¡ne. 28 en 1973 proporcionó la jurisprudencia
necesaria que varios tribunales analizaron posteriormente para determinar las res-
ponsabilidades del propietario del aeropuerto. Aunque el caso Burbank trataba
primordialmente el problema del derecho del no propietario del aeropuerto a im-
poner regulaciones, es relevante en este caso porque también esclareció la vía para
casos posteriores de responsabilidad por parte de los propietarios. En Burbank la
parte demandada, la Lockheed, se debatió en contra de la ejecución de una orden
de paralización promulgada por una ciudad que no poseía ni gestionaba el aero-
puerto. El Tribunal dio la razón a la Lockheed asegurando la gestión del ruido de
aviones y aeropuertos por parte de las regulaciones federales, llegando a ser tan
persuasoria que se aseguró el derecho de prioridad sobre cualquier control estatal o
local de aeropuertos o aviones en lo relativo a la disminución de ruidos29 •
Según este razonamiento, el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos
para la Séptima Circunscripción, en Luedtke v. Condado de Milwaukee 3D, sostuvo
que esta convincente prioridad del gobierno federal excluía los procedimientos ci-
viles con damnificaciones monetarias sobre perjuicios contra propietarios de aero-
puertos basadas en alegaciones sobre daños resultantes del ruido aéreo. En Luedtke
los propietarios de terrenos privados emprendieron procedimientos en contra del
condado, propietario del aeropuerto y de cinco aerolíneas homologadas federal-
mente con destino en Milwaukee. Los demandantes alegaron una causa común de
expropiación inversa, así como la responsabilidad del condado y de las compañías
aéreas sobre perturbación, negligencia y violación de un estatuto estata¡JI. Sobre la
moción de absolución de las partes demandadas, el Tribunal del Distrito consideró
que la única teoría viable sostenida por los demandantes era la de expropiación in-
versa en contra del condado (basada en la doctrina establecida en Griggs v. Con-
dado de Alleghen/2 ) , pero como los demandantes también habían emprendido una
acción de expropiación inversa en el tribunal estatal, podrían obtener de este modo
una u otra compensación a la que tuvieran derecho. Se aprobó una moción de ab-
solución y los demandantes apelaron.
Durante la apelación, el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para la
Séptima Circunscripción obligó al Tribunal del Distrito a preservar la jurisdicción
sobre el cargo de expropiación inversa33 , pero reafirmó la absolución del juzgado de
primera instancia respecto a las demás teorías34 • Otras jurisdicciones, no obstante,
no han seguido este razonamiento, permitiendo procedimientos contra propietarios
de aeropuertos en base a alegaciones por embargos inconstitucionales, así como
otros de derecho común del estad035 •
El gobierno federal fue considerado parcialmente responsable en un procedi-
miento ejercido por el estado de Illinois en el tribunal federal del distrito, el Estado
de Illinois v. Butterfiel¿6. El estado pretendía recibir una compensación por el in-
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.7

cremento de las operaciones aéreas, ruido y contaminación provocados por el ae-


ropuerto internacional O'Hare. En el juicio se estableció que la política de las F AA
respecto al crecimiento ilimitado de O'Hare, su autoridad para aprobar rutas de
vuelo y el esquema resultante de operaciones aéreas constituían una acción federal
que afectaba a la calidad del entorno y, como consecuencia, surgió la necesidad de
realizar un estudio de impacto medioambiental (Es.I.A)37. El Tribunal del Distrito
dio la razón a los demandantes y estableció que la F AA Y el Civil Aeronautics
Board (CAB) debían realizar un Es.l.A. antes de continuar aumentando el tráfico
aéreo y las maniobras en O'Hare38 .
El estado de Illinois no sufrió la misma suerte en su reclamación de perjuicios
por molestias. El estado, que consideraba responsables a la F AA Yal CAB, arguyó
que el caso Grigg~9 no era vigente debido a que la subsiguiente legislación federal
había creado estructuras que preveían el control federal total sobre la aviación y los
aeropuertos40 . El tribunal consideró, pero rechazó, este argumento estableciendo
que el ayuntamiento de Chicago, como propietario del O'Hare, y no el gobierno fe-
deral, era el único sujeto demandado en la reclamación por molestias. Se citó que la
restricción en Griggs era el fundamento real que establecía la responsabilidad ex-
clusiva del propietario del aeropuert041 .
Trece años tras Luedtke, en Bieneman v. Ciudad de Chicago, el Tribunal de
Apelaciones de la Séptima Circunscripción desestimó parcialmente su anterior fallo
en Luedtke42 • En Bieneman el propietario de un terreno denunció a la ciudad de
Chicago, en calidad de propietaria del aeropuerto, y a las compañías aéreas que lo
utilizaban por perjudicar intencionadamente el valor de sus tierras, privarle de su
propiedad sin el debido procedimiento, llevar a cabo un embargo sin la debida com-
pensación, y en definitiva violar sus derechos por la ley estatal de perjuicios. Des-
pués de que sus reclamaciones fueran rechazadas por el Tribunal del Distrito, que
se basó en Luedtke, el demandante apeló.
En esta ocasión, el tribunal reparó en ser el único que había denegado la exis-
tencia de una posible solución por la vía del derecho común (véase la sección Tri-
bunales estatales más adelante) y desestimó su postura previa sobre el hecho de con-
siderar a un aeropuerto inmune a tales demandas43 . El tribunal razonó su «error»
anterior afirmando que se había debido en gran medida al razonamiento de Bur-
bank44 • Explicó que en Burbank se trataba en cualquier caso de un problema de
tipo diferente, el derecho de una autoridad municipal no propietaria a regular las
operaciones de un aeropuerto. Según el tribunal de Bieneman (el demandante) «de-
sea una indemnización, no una regulación»45. Ante la clara afirmación estatutaria
federal de no dar prioridad al conjunto total de leyes estatales, en Bieneman el tri-
bunal afirmó que no tenía otra opción más que la de permitir tal acción46 • Con ello
el tribunal no afirmaba que el propietario del aeropuerto era automáticamente res-
ponsable, y que por tanto un tribunal estatal no podía conceder damnificaciones
47
por operaciones de vuelo llevadas a cabo de acuerdo con la ley federal .
Este cambio de la Séptima Circunscripción afectó a otro caso del Tribunal del
Distrito en contra del aeropuerto O'Hare de Chicago, el Biddison v. Ciudad de Chi-
cago 48 • En este caso el demandante reclamaba en un procedimiento regulado por la
Federal Civil Rights Act que la ciudad había embargado su propiedad sin la debida
compensación como resultado de la reiteración de vuelos y de aterrizajes en el ae-
ropuerto O'Hare. El Tribunal del Distrito rechazó su reclamación argumentando
52.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que este tipo de quejas deberían haber sido llevadas a cabo dentro del período per-
mitido por la ley estatal para los procedimientos sobre perjuicios personales, y que
en vista de que las operaciones aéreas del aeropuerto eran esencialmente las mis-
mas desde 1979, se debería aplicar el estatuto de Illinois sobre limitaciones a cinco
años. El tribunal estuvo de acuerdo con la afirmación por parte del Ayuntamiento
de que los vuelos y el ruido que habían perjudicado a la propiedad del demandante
eran los mismos en 1979 y en 1985 y que, como consecuencia, cualquier embargo
debería haber transcurrido antes de esa fecha 49 • El estatuto de limitaciones rechazó
una reclamación legítima en contra de las autoridades aeroportuarias sobre daños
causados por ruidos asociados a su funcionamiento, algo que irónicamente se había
considerado prioritario en esa jurisdicción hasta Bieneman.

Tribunales estatales. En California, el derecho de preferencia federal protegió


por una vez al propietario de un aeropuerto de toda responsabilidad sobre daños
relacionados con ruidos causados por aviones en vuel050 • Los tribunales, sin embar-
go, no permitieron que la Cláusula de Supremacía sirviese de protección respecto a
todo tipo de responsabilidades. Es más, establecieron que el propietario del aero-
puerto no quedaría inmune de sus deberes respecto a cualquier gestión inadecuada
del aeropuerto y de sus instalaciones51 .
El propietario intentó sin éxito compartir las responsabilidades sobre ruidos con
otras entidades participantes en la industria de transporte aéreo en Ciudad de Los
Angeles v. Japan Airlines eo., Ltd. 52 . La ciudad, como propietaria del aeropuerto
internacional de Los Angeles, pretendía obtener una indemnización equitativa y
contractual de las compañías aéreas, de dos fabricantes de fuselaje para aviones
reactores, y de dos fabricantes de motores reactores, para protegerse respecto a un
juicio de expropiación inversa en su contra. El tribunal californiano estimó que los
transportistas aéreos no estaban autorizados según el Código Californiano de Pro-
cedimiento Civil para ejercer el derecho de dominio eminente sobre el espacio aé-
reo superior o adyacente al aeropuerto, ni tampoco los acuerdos de arriendo fir-
mados por los transportistas con el propietario municipal contemplaban
indemnizaciones53 • Como consecuencia, al no existir un mandato de dominio emi-
nente o cualquier obligación contractual, tanto los fabricantes como las compañías
aéreas no estaban obligados a indemnizar a la ciudad, que como única propietaria
era la responsable exclusiva de las indemnizaciones relacionadas con ruidos54 •
En otra ocasión, en Aaron v. Ciudad de Los Angeles, esta ciudad argumentó que
los aparatos eran la causa próxima del ruido, y que por lo tanto el gobierno federal,
que regula la navegación en el espacio aéreo navegable, debería responder frente a
los perjuicios56 • El tribunal estableció, no obstante, que aunque el gobierno federal
ejercía algún tipo de control sobre el espacio aéreo navegable, la ciudad, como pro-
pietaria del aeropuerto, no quedaba por ello inmune frente a los errores de apro-
piación de los terrenos necesarios para propiciar la aproximación de la aviación 57 •
El derecho federal de preferencia sobre el espacio aéreo navegable protegió al
propietario del aeropuerto de su responsabilidad sobre daños relacionados con los
ruidos causados por la aviación en Distrito Portuario Unificado de San Diego v. Tri-
bunal Superior (Britti 6 • Sin embargo, el tribunal afirmó que el derecho federal de
preferencia no protegería al propietario de un aeropuerto de su responsabilidad por
gestiones inadecuadas del aeropuerto y de sus instalaciones. Por ello, la «especifi-
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.9

cidad» del derecho federal de preferencia en el aspecto de la regulación sonora so-


bre la aviación no quedó del todo claro. Según Britt, cualquier fallo de damnifica-
ciones por perjuicios queda limitado a los daños producidos debido a gestiones
incorrectas del aeropuerto mismo y pueden no estar basadas solamente en la exis-
tencia de vuelos aéreos.
En Asociación de Propietarios del Gran Westchester v. Ciudad de Los Angele;9,
el Tribunal Supremo de California estudió el problema de si un demandante podía
establecer un pleito por molestias debidas no solamente a daños en su propiedad,
sino también por inconveniencias, incomodidades y alteraciones emocionales, de
acuerdo a la teoría de la expropiación inversa60• El tribunal estableció que, en todo
lo relacionado al ruido de la aviación, el procedimiento de molestias permitía a los
demandantes ganar un pleito por perjuicios personales y no exclusivamente por da-
ños a la propiedad61 •
Pero no todas las jurisdicciones estatales han tomado como ejemplo el Gran
Westchester. Por ejemplo, en Asociación de Propietarios del Nordeste de Phoenix v.
Aeropuerto Municipal Scottsdale, el Tribunal de Apelaciones de Arizona decidió
que las órdenes de suspensión eran un derecho federal de preferencia, sin tener en
cuenta la teoría sobre la que se fundamentara el proceso, ya que una orden de sus-
pensión es equivalente a un regulación local62 • No obstante, como los demandantes
no pretendían obtener indemnizaciones monetarias, el tribunal no consideró el pro-
blema de si las damnificaciones for perjuicios personales podían ser pleiteadas de
acuerdo a la teoría de molestias6 .
De modo similar, el Tribunal Supremo de Carolina del Norte rechazó el estable-
cimiento de procedimientos por molestias y transgresión contra el propietario del
aeropuerto en Long v. Ciudad de Charlotte, permitiendo solamente una reclama-
ción de expropiación inversa por parte del demandante64 . El demandante empren-
dió el procedimiento después de que la ciudad construyera una nueva pista de ate-
rrizaje en el aeropuerto de propiedad municipal. En Long el tribunal opinó que
solamente se podría disponer un procedimiento de expropiación inversa por per-
juicios sobre la propiedad del dueño del terreno adyacente al aeropuerto que hu-
biera sido embargada como resultado de vuelos sobre el mism065 .
En Ario v. Comisión de Aeropuertos Metropolitanos66 , el Tribunal Supremo de
Minnesota, además de rechazar la aprobación de un procedimiento de clase por ex-
propiación inversa, mantuvo que la solución de las molestias y transgresiones no era
posible para los propietarios afectados, y que la única vía posible se encontraba en
emprender un procedimiento por expropiación inversa67 • Curiosamente, el motivo
por parte del tribunal para rechazar la aprobación del procedimiento de clase por
expropiación inversa consistía en que sería demasiado problemático para cada de-
mandante justificar la disminución del valor de sus propiedades68 .
Otros tribunales han seguido la línea de Gran Westchester, concluyendo que el
derecho federal de preferencia no elimina la posibilidad de que se den fallos favo-
rables sobre perjuicios personales basados en molestias. Por ejemplo, en Krueger v.
Mitchelf'9, el Tribunal Supremo de Wisconsin opinó que un procedimiento por mo-
lestias no estaba sujeto al derecho federal de preferencia si el aeropuerto estaba re-
gulado conforme a las regulaciones federales 7o • El tribunal estableció que no era ne-
cesario demostrar un perjuicio económico para lograr un fallo favorable, sino que
52.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

tanto inconveniencias como incomodidades podían ser razón suficiente para solici-
tar una indemnización71 •
Los propietarios de aeropuertos pueden tener que enfrentarse a responsabili-
dades sustanciales en el tribunal de reclamaciones menores, como hizo San Francis-
co en Ciudad y Condado de San Francisco v. Tribunal de Reclamaciones Menores72 •
Aunque el límite jurídico para los procedimientos por reclamaciones personales
menores puede ser restringido, cuando la reclamación en contra del propietario es
sólida, la cantidad total de indemnizaciones potenciales puede ser importante. En el
caso San Francisco, el límite jurisdiccional para procedimientos menores de recla-
mación era de 750 dólares. Unas 180 reclamaciones fueron archivadas y consolida-
das, creando una responsabilidad potencial agregada de unos 135.000 dólares. El
Tribunal de Apelación sostuvo que en un procedimiento consolidado, el hecho de
que la cantidad agregada de reclamaciones excediese el límite individual permitía
por lo general que un procedimiento de reclamación menor no creara un vicio ju-
risdiccional, permitiendo al tribunal de reclamaciones menores atender las recla-
maciones consolidadas.
Como resultado de la decisión del Tribunal Supremo de California en Baker v.
Autoridad Aeroportuaria de Burbank-Glendale-Pasadena73 se produjeron nuevas
alteraciones respecto a casos de propietarios de aeropuertos. Por vez primera los
propietarios que habitaban en las inmediaciones de un aeropuerto gestionado por
una entidad pública (las autoridades conjuntas de Burbank, Glendale y Pasadena)
pudieron recuperar de acuerdo a la teoría de expropiación inversa las damnificacio-
nes causadas por los vuelos aéreos, incluso aunque los demandados carecían del po-
der de dominio eminente 74 • El tribunal sostuvo que el propietario cuyo terreno ha
sido invadido por una entidad carente de poderes de dominio eminente no deja de
sufrir un embargo por el simple hecho de que la entidad no esté autorizada a lle-
varlo a cab075 •
En Baker los propietarios también alegaron que el aeropuerto creaba molestias,
y el tribunal emplazó a los demandantes a elegir si la molestia era persistente o per-
manente 76 • Como consecuencia, considerando que el aeropuerto ejercía una per-
turbación persistente, los demandantes evitaban ser excluidos por el estatuto de li-
mitaciones de un año asociado a la teoría de la perturbación permanente77 •
Con posterioridad, en 1nstitoris v. Ciudad de Los Angeles78 , seis años después de
que hubiera entrado en funcionamiento una nueva pista de aterrizaje, el arrenda-
tario de una propiedad adyacente al aeropuerto internacional de Los Angeles em-
prendió un procedimiento alegando perjuicios en su propiedad basados en la teoría
de expropiación inversa, y molestias emocionales basadas en la teoría de molestias.
Respecto a la reclamación de expropiación inversa, el tribunal estableció que el de-
recho de acción debió llevarse a cabo cuando se inauguró la nueva pista, y por lo
tanto se rechazó la solicitud del demandante de acuerdo al estatuto de limitaciones
de cinco años sobre posesión adversa de propiedades reales79 • El tribunal también
rechazó la reclamación sobre molestias del demandante, afirmando que no puede
darse un fallo favorable por molestias emocionales según una teoría privada de per-
turbaciones, que la admisión por parte del demandante de que un aeropuerto su-
pone una molestia pública impide un fallo favorable por este tipo de causas debido
a que el demandante no sufre perjuicios que no son soportados por otros miembros
de la comunidad, y que la adquisición por parte de la ciudad de una servidumbre de
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.11

navegación años antes impedía un fallo positivo de indemnización de propiedad por


la teoría de molestias tanto públicas como privadasBO •

EMPLAZAMIENTO DE LA AUTORIDAD REGULA TORIA

Los casos previamente considerados tratan sobre la responsabilidad potencial del


aeropuerto bajo los esquemas reglamentarios judiciales y legislativos presentes. En
esta sección se describen los diversos derechos y limitaciones de las entidades a la
hora de regular el ruido de la aviación. Uno de los objetivos primordiales del pro-
pietario de un aeropuerto consiste en protegerse a sí mismo de las responsabilida-
des ocasionadas por el ruido resultante de las operaciones aéreas, mientras que a su
vez las compañías aéreas intentar ampliar sus servicios en el aeropuerto. La tarea
del gobierno federal sirve a veces como mediación, a veces como coerción, y siem-
pre como supervisora de la seguridad. Además de estas tres partes interesadas, es-
tán los gobiernos estatales y locales, que juegan el papel de reguladores, embarga-
dores de propiedades, o propietarios del aeropuerto, según los objetivos que se
pretenda conseguir. Entre estas partes contenciosas se encuentran los tribunales.
Por medio de decisiones judiciales los tribunales definen los papeles y las limitacio-
nes de cada una de estas partes en su intento por satisfacer la feroz lucha de inte-
reses. Es la interacción entre las partes interesadas lo que ha provocado que el Con-
greso se decidiera a tomar un papel más activo en la regulación sonora y diera los
pasos necesarios para establecer una nueva legislación destinada a disminuir los rui-
dos asociados con una industria de transportes en rápida expansión.

Poderes reguladores

De acuerdo a la Constitución de los Estados Unidos, se ha concedido al Congreso


una cantidad limitada de poderes. Cuando el Congreso actúa de acuerdo con uno
de estos poderes (por ejemplo, aprobando una ley), esa ley se convierte en la ley su-
prema del país por efecto de la Cláusula de Supremacía de la Constitución, que «tie-
ne prioridad» sobre las regulaciones estatales o locales. En otras palabras, debido a
la Cláusula de Supremacía, la ley federal, cuando es promulgada de acuerdo con un
poder específico, desplaza a las leyes estatales o locales. Uno de estos poderes es-
pecíficos es la Cláusula sobre Comercio, que concede al gobierno federal el derecho
a regular el transporte aéreo.
Existe un significativo derecho federal preferente respecto a la regulación local
sobre desarrollo y operaciones aeroportuarias. La extensión de esta prioridad varía
según los distintos niveles de gobierno y, al menos en el caso de los propietarios de
aeropuertos, no se encuentra completamente definida. El diverso impacto de la
prioridad federal sobre las regulaciones locales influye y define en gran medida el
papel y las estrategias a distintos niveles de gobierno estatal y local respecto a las ac-
tividades relacionadas con el aeropuerto.
Regulaciones sobre propiedad de aeropuertos. El precedente legislativosl de la
revisión en 1968 a la Sección 611 del Federal Aviation Act de 1958 fue examinada
52.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

por el magistrado Douglas con respecto a la opinión sobre Griggs, y posteriormente


estudiada en la frecuentemente citada nota a pie de página 14 de BurbanJl32. Este
precedente legislativo consistía en una carta del Secretario de Transporte Boyd al
Comité de Comercio del Senado revisando la legislación propuesta. En la carta,
Boyd subrayaba que esta legislación no afectaría los derechos de una autoridad pú-
blica estatal o local, como propietaria de un aeropuerto, para emitir regulaciones no
discriminatorias sobre control sonor083 . El magistrado Douglas concluía en Bur-
bank que la autoridad municipal no propietaria debía acatar la prioridad de la le-
gislación federal a la hora de imponer suspensiones de operaciones aeroportua-
rias84 • A su vez, dejó abierta la cuestión de en qué medida disponían de autoridad
los entes municipales, en calidad de propietarios de aeropuertos, para controlar
esas mismas operaciones aéreas85 .
Los tres jueces del tribunal de distrito, en Asociación de Transporte Aéreo v.
Crom-86, reconocieron la preeminencia del gobierno federal según la Cláusula de
Supremacía, pero establecieron que el propietario del aeropuerto, como responsa-
ble de las consecuencias debidas a las operaciones aeroportuarias, poseía el derecho
de controlar el uso del aeropuerto de acuerdo a su propia iniciativa o a las indica-
ciones del estado. El tribunal asumió que las autoridades locales del aeropuerto
eran una subdivisión política del estado y que como tales tenían derecho a extender
y dirigir sus actividades hasta un cierto punto. Existían, sin embargo, algunos aspec-
tos de los esquemas regula torios californianos que no estaban permitidos en base a
prioridades, como la imposición de sanciones sobre aparatos cuyo nivel sonoro ex-
cediera el nivel de exposición sonora de sucesos particulares (SENEL)87.
El Juez de Distrito Peckham, en Aviación Nacional v. Ciudad de Haywar~, lle-
gó a la misma conclusión que el tribunal de Crotti en lo relativo a la prioridad fe-
deral sobre las regulaciones de propiedad; en este caso relacionada con una suspen-
sión nocturna de ruidos impuesta por el propietario municipal del aeropuerto. El
Juez Peckham rechazó fundamentar su decisión en la nota a pie de página 14 de
Burbank, pero concentró su atención en el intento por parte del Congreso de no in-
terferir con la facultad del propietario de controlar los niveles sonoros del aero-
puert089 . Recalcó que tanto el Congreso como la FAA poseían el poder de decretar
legislación que proporcionara un sistema uniforme de regulaciones, pero conside-
rando que «en el momento presente, tanto el Congreso como la FAA no parecen
tener prioridad en el área, la ciudad de Hayward, como propietaria de la terminal
Hayward, no .guede ser conminada a cumplir la ordenanza ... en base a cuestiones
de prioridad» .
Los temas relacionados con el poder prioritario federal de la Cláusula de Supre-
macía de la Constitución y los derechos de propiedad del aeropuerto para deter-
minar la exposición al ruido controlando las operaciones aeroportuarias fueron dis-
cutidos en profundidad en Junta directiva de British Airways v. Autoridad portuaria
de Nueva York y Nueva Jerse/ I • Los tribunales de justicia y apelación se vieron
obligados a decidir sobre el controvertido tema de si la autoridad portuaria había
establecido legalmente que el avión supersónico Concorde no debería realizar
pruebas de vuelo en el aeropuerto John F. Kennedy (JFK) de Nueva York. La de-
cisión resultante no se fundamentó en la prioridad del control federal sobre opera-
ciones de vuelo de la aviación, o la orden de William T. Coleman, Secretario de
Transportes92, sino en la abdicación por parte de las autoridades portuarias de su
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.13

responsabilidad para establecer regulaciones justas sobre los vuelos del Concorde
dentro de un período de tiempo razonable93 .
El Presidente de Sala Irving Kaufman, en la decisión final de apelación Concor-
de /J, apoyó el poder del propietario del aeropuerto para regular los niveles sono-
ros94 . En concordancia con el Juez Pollack, que manifestó la opinión del Tribunal
del Distrito Segundo, subrayó que las regulaciones sonoras operativas de un aero-
puerto deben ser «razonables, no arbitrarias ni discriminatorias»95. Como resulta-
do, y con el fin de que las restricciones sonoras propuestas por el propietario de un
aeropuerto puedan contrarrestar los ataques, no deben ser (1) indebidamente li-
mitadoras del comercio interestatal, y (2) irrazonables o discriminatorias.
Esta normativa fue aplicada a las ordenanzas promulgadas por el propietario de
un aeropuerto en Asociación Aeroportuaria de Santa Mónica v. Ciudad de Santa
Mónica 96 • La ciudad de Santa Mónica, en calidad de propietaria de un aeropuerto
de aviación general, aprobó varias ordenanzas que afectaban a las maniobras de
aviones y del aeropuerto, así como al nivel sonoro de la comunidad circundante. El
tribunal, empleando una prueba doble de protección equivalente y comercio inter-
estatal, mantuvo firmes las ordenanzas de suspensión del aeropuerto y, contraria-
mente a la decisión Crotti, permitió la medición sonora de sucesos particulares, SE-
NEL, pero la prohibición categórica por parte del aeropuerto del tráfico de
cualquier avión reactor fue considerada discriminatoria97 .
Es interesante considerar que el Juez Irving Hill, de Santa Mónica, al mantener
firme la decisión sobre medición sonora de los SEN EL, rechazó la distinción lleva-
da a cabo en Crom-98, en la que se afirmaba que la imposición de un límite al valor
SENEL era un intento de regular los niveles sonoros de la aviación en vuelo y, por
lo tanto, una interferencia en un área de preferencia federal 99 • Las dos ordenanzas
SENEL fueron similares en ambos casos y contenían disposiciones sobre penas cri-
minales. En Crotti, sin embargo, el tribunal consideró que tal ordenanza era un ejer-
cicio ilegal de fuerza política por parte del estado, ya que se inmiscuía en el dominio
federal exclusivo sobre el espacio aéreo navegable 100.
Se puede establecer una comparación entre las ordenanzas de suspensión de
Santa Mónica y las de otro caso del Tribunal de Distrito californiano, A viación Na-
cional v. Ciudad de Hayward lO1 • Ambas ordenanzas limitaban las operaciones de la
aviación en horas concretas, pero la restricción Hayward estaba basada en el nivel
sonoro, mientras que la de Santa Mónica proscribía la realización de ciertos tipos de
operaciones. Ambos tribunales examinaron los efectos de sus respectivas ordenan-
zas sobre el comercio interestatal, pero llegaron a un equilibrio en favor de otorgar
a las comunidades locales el permiso de controlar los niveles sonoroslO2 •
En Estados Unidos v. Estado de Nueva York 103 , un estatuto estatal que imponía
una suspensión en un aeropuerto fue cuestionado en varios aspectos. El estado de
Nueva York adquirió la propiedad del aeropuerto por parte de una autoridad de
tráfico local, mientras que al mismo tiempo promulgó una suspensión como res-
puesta a las quejas sobre ruidos de las comunidades colindantes. El tribunal esta-
bleció que en la medida en que el estado respondía de las responsabilidades de
Griggs, poseía la autoridad de imponer restricciones equivalentemente como pro-
pietario del aeropuerto. Esta suspensión en concreto se consideró, sin embargo, in-
constitucional, prioritaria y violatoria de las garantías de concesión del aeropuerto.
En Estados Unidos v. Condado de Westcheste?04, el condado, propietario tam-
52.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

bién del aeropuerto, aprobó una suspensión que prohibía la llegada o partida de
cualquier aparato entre la medianoche y las 7 horas de la mañana, sin tener en cuen-
ta el tipo de avión o el nivel sonoro que emitiera. La violación de esta suspensión
obligaría a responder sobre penas criminales que incluían multas y posibles encar-
celamientos. El tribunal del distrito estableció que la suspensión era discriminato-
ria, arbitraria y excesiva, así como violatoria de las garantías de concesión105 ofre-
cidas por el aeropuerto a la F AA cuando aceptó las subvenciones federales de
desarrollo 106 •
Las garantías de concesión se emplean frecuentemente por el gobierno federal
para oponerse a las regulaciones de propietarios que se consideren demasiado res-
trictivas. Estas garantías son exigibles solamente por el Secretario de Transportes y
no proporcionan un derecho privado de acción. Los motivos del gobierno para de-
safiar las restricciones impuestas por el propietario no reflejan simplemente una re-
pentina carencia de sensitlilidad frente al impacto del ruido aéreo, sino que se de-
ben a la visión gubernamental de que el sistema nacional de transporte aéreo se
encuentra bajo una seria restricción de su capacidad. Desde la liberalización de
1978 la demanda de vuelos ha aumentado drásticamente, mientras que se han cons-
truido o ampliado relativamente pocos aeropuertos en comparación al aumento de
tráfico aéreo. Por tanto, la F AA ha adoptado la actitud de que cualquier restricción
sobre la capacidad del sistema para gestionar un gran número de aviones va en de-
trimento de la seguridad y del sistema nacional de transporte aéreo, sin tener en
cuenta las razones del propietario del aeropuerto para promulgar una determinada
restricción. Hoy en día, todas las autoridades gubernamentales federales al comple-
to se ven a menudo infllersas en un esfuerzo para evitar las restricciones de los pro-
pietarios, dejándolos prácticamente abandonados cuando intentan reducir el im-
pacto acústico de la aviación. Por tanto, un propietario debe tener especial cuidado
en no privarse de su derecho a imponer restricciones sonoras por causa del proceso
de acuerdos sobre concesiones107 •
A otro propietario de un aeropuerto, el municipio de Long Beach, se le impidió
regular el control sonoro cuando sus ordenanzas sobre ruidos globales fueron con-
sideradas violatorias de las cláusulas de Supremacía, Comercio, Proceso Debido y
Protección Equivalente de la Constitución de los Estados Unidos 108 • Con el fin de
llegar a una conclusión, el tribunal del distrito tuvo que tratar cuestiones legales no
resueltas con anterioridad respecto a la capacidad del propietario para regular el
ruido. El resultado, desafortunadamente, trajo consigo una mayor confusión más
que una clarificación sobre el tema de las restricciones por parte del propietario.
En origen, la ciudad, siguiendo las recomendaciones de un grupo de trabajo del
aeropuerto, adoptó una ordenanza de control sonoro que limitaba el número de
vuelos de las compañías aéreas que operaban en el aeropuerto. Dos de estas com-
pañías acabaron por emprender con éxito una demanda para la prohibición de esa
ordenanza. Tras la concesión de la orden de suspensión, la ciudad decidió llevar a
cabo un estudio de las actividades sonoras del aeropuerto de acuerdo con la Parte
150 de las Federal A viation Regulations 109 • En base a la información recopilada en
este estudio, la ciudad adoptó un nuevo programa de compatibilidad sonora e im-
plementó otra ordenanza. Tras la adopción de esta nueva ordenanza la ciudad re-
currió al tribunal del distrito para rescindir la orden de suspensión pendiente, mien-
tras que al mish10 tiempo sometía la Parte 150 propuesta a la F AA.
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.15

La FAA prácticamente rechazó el plan propuesto, y las compañías aéreas se di-


rigieron al tribunal para modificar la orden de suspensión y permitir nuevos vuelos
en el aeropuerto. El tribunal del distrito rehusó rescindir la orden, pero, pendiente
de juicio, ordenó que la ciudad aceptara 26 nuevos vuelos diarios. Tras el juicio, el
tribunal del distrito estimó que el plan propuesto violaba varias cláusulas de la
Constitución de los Estados Unidos e invalidó la ordenanza sobre ruidos. El juez
adoptó en su decisión muchos de los razonamientos propuestos por las compañías
aéreas, reduciendo por tanto el ámbito de autoridad del propietario.

Restricciones en equipamiento por parte del propietario del aeropuerto. Varios


casos tratan de los esfuerzos por parte de los propietarios de aeropuertos para dis-
minuir ruidos obligando a que una compañía emplee un modelo específico de apa-
rato cuando opere en su aeropuerto, lo cual puede suponer un cambio esencial en
la composición de la flota de la compañía.
Las restricciones relativas al empleo de cierto tipo de aparatos llO fueron pro-
mulgadas por la Autoridad Portuaria y permitidas en Global International Airways
v. Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersei 11. Varias compañías preten-
dieron que se llevara a cabo una orden de suspensión preliminar contra la restric-
ción, argumentando que era tanto un derecho federal de preferencia como que en-
traba en conflicto con el Fleet Compliance Program federal l12 . El Tribunal de
Apelaciones de los Estados Unidos para la Segunda Circunscripción sostuvo que la
restricción no contradecía al programa federal, y que el tema de la preferencia fe-
deral debía ser resuelto por el tribunal del distrito l13 •
En Rosenbalm Aviation, Inc. v. Autoridad Portuaria de Nueva York 1l4 , el de-
mandante, una compañía de fletes aéreos, pretendía impedir que el aeropuerto
obligase a cumplir la regulación que prohibía el empleo de aparatos del capítulo 1
en base a que la obligación por parte del mismo para que la compañía modificase su
flota era una petición desorbitada. El tribunal del distrito garantizó la suspensión
preliminar, argumentando que el acuerdo previo no tenía efecto sobre los nuevos
servicios ofrecidos por la compañía aérea, y que el asunto de si la Autoridad Por-
tuaria poseía el derecho de promulgar la regulación presentaba unas dificultades su-
ficientemente serias como para asegurar la suspensión en espera de juicio 1l5 • Sin
embargo, varias compañías aéreas importantes han decidido o se han propuesto
obedecer las restricciones de aparatos del capítulo 3 con el fin de reducir el ruido de
reactores 1l6 •

Restricciones por parte de no propietarios de aeropuertos. En su mayoría, los tri-


bunales consideran que los gobiernos estatales o locales no propietarios pretenden
restringir las operaciones aeroportuarias en un ejercicio no autorizado de su fuerza
política. Esta era la opinión del magistrado Douglas en Burbank l17 cuando estable-
ció que las restricciones por parte de los no propietarios se debían someter al de-
recho federal de preferencia.
El problema de que una ciudad no propietaria pudiese reducir el impacto so-
noro en su comunidad vetando el uso de la pista de un aeropuerto físicamente lo-
calizada en otra ciudad surgió en Estados Unidos de América v. Ciudad de New Ha-
ven llS • La ciudad de Easy Haven, adyacente a la de New Haven, amenazó con
imponer una orden de desacato contra New Haven si cualquier aparato operando
52.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

desde una pista concreta volaba sobre la zona despejada situada al final de la mis-
ma, perteneciente a la jurisdicción de East Haven. El tribunal concluyó que el Con-
greso ya había legislado suficientemente sobre el tema del área del espacio nave-
gable y, consecuentemente, cualquier manifestación estatal o local que entrase en
conflicto con estas regulaciones, tanto si se encontraban inspiradas legislativamente
como judicialmente, no se consideraban válidas, incluyendo las de la ciudad de East
Haven 1l9 •
Como sucede con las restricciones por parte de los propietarios, se da el caso de
que las autoridades no propietarias también establecen restricciones centradas en
particular sobre las operaciones en tierra más que en las de vuelo. En Municipio de
Hanover v. Ciudad de Morristown 120 , un municipio promulgó restricciones sobre un
aeropuerto colindante pero perteneciente a otra municipalidad gestionadora dife-
rente. Las restricciones trataban tanto del espacio aéreo navegable como de las
operaciones en tierra. De acuerdo a Burbank, no se permitió llevar a cabo las res-
tricciones que establecían un esquema de pista preferente y de suspensión de vuelos
de reactores, pero se aprobó la existencia de procedimientos de disminución de rui-
dos recomendables para operaciones en tierra 121 •
El estado, no obstante, puede no obligar a una autoridad municipal que posea
un aeropuerto en el interior de sus fronteras a disminuir el ruido por medio de sus-
pensiones de operaciones aéreas comerciales 122 . En Gianturco, el estado, a través
de su Departamento de Transportes, intentó añadir una condición sobre el empleo
del aeropuerto diversa de la «normativa estatal sobre ruidos»123, indicando que el
propietario podía imponer suspensiones de operaciones por parte de aviones reac-
tores. El tribunal diferenció este caso del Crotti argumentando que la normativa es-
tatal sobre ruidos era de índole consultiva, y que en Gianturco el estado estaba in-
tentando convertirla en obligatoria. La ley federal fue considerada prioritaria.
En Pirolo v. Ciudad de Clearwater 124, la ciudad, por medio de arrendamientos y
de la aprobación de subarriendos, cedió sus derechos como propiedad del aero-
puerto a imponer restricciones, incluyendo las ordenanzas sobre cualquier control
sonoro. La ciudad de Clearwater había firmado un arrendamiento cediendo al de-
mandante el usufructo del aeropuerto durante 30 años. Con posterioridad promul-
gó una suspensión que prohibía los vuelos nocturnos, por lo que el demandante
acudió a los tribunales para derogar tal ordenanza. La ciudad argumentó que las or-
denanzas tendrían prioridad si hubieran sido promulgadas de acuerdo con su poder
político, pero que la ciudad había aprobado la ordenanza como propietaria del ae-
ropuerto y, por lo tanto, no se veía impedida para derogar la suspensión.
El tribunal estudió la constitucionalidad de las ordenanzas y las consecuencias
del arrendamiento y manifestó que la ciudad había cedido contractualmente el de-
recho de imponer restricciones sonoras debido a que ya no era propietaria. Como
consecuencia, el único fundamento de tal ordenanza en manos de la ciudad consis-
tía en su poder político, pero como éste había sido cedido, tal poder debía someter-
se a la prioridad de la ley federal 125 •
El análisis de estos casos muestra que los tribunales intentan preservar la auto-
ridad de los propietarios del aeropuerto para controlar las operaciones realizadas
en los mismos. Considerando que ellos son responsables de los daños relacionados
con el ruido, deben poseer los medios regula torios de promulgar procedimientos
para su reducción. Los tribunales han aprobado restricciones impuestas legislati-
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.17

vamente o judicialmente sobre una base muy limitada, solamente en casos en los
que no exista interferencia alguna con un área de preferencia federal. El gobierno
federal continuará prevaleciendo sobre cualquier tipo de restricción que sea consi-
derada como impedimento al crecimiento del sistema de transporte aéreo. El per-
mitir a propietarios o no propietarios de aeropuertos la promulgación de regulacio-
nes que restrinjan sus operaciones podría suponer el declive del crecimiento
económico de aeropuertos, líneas aéreas y del personal que trabaja en las mismas.

REFERENCIAS

1. Federal Aviation Act of 1958, 49 U.S.e. § 1301 et seq.


2. The Noise Control Act of 1972, Pub. L. 92-574,86 Stat. 1234, codified at 42 U.S.e. §§
4901-4918 (1972 & Supp. 1981).
3. New England Legal Foundation v. Massachussetts Port Authority, 883 F.2d 157 (1st Cir.
1989).
4. National Environmental Policy Act of 1969 (NEPA), 42 U.S.e. §§ 4321-4326 (1976).
5. 369 U.S. 84 (1962).
6. Id. at 89-90.
7. Id. at 86-87,90.
8. Id. at 89-90.
9. Id.
10. Id. at 91-92, 94.
11. Id.at92.
12. See note 2, supra.
13. Id.
14. Id. § 4901 (a)(3).
15. Id. La intención del Congreso de mantener una responsabilidad compartida sobre el
control sonoro de los aviones entre los gobiernos federal y locales es evidente en las de-
liberaciones. Véase también S. Rep. 1160, 92d Cong., 2d Ses., 1972; H.R. Rep. 842, 92d
Cong.,2d Ses., 1972.
16. 49 U.S.e. § 1701 (1970) as amended by Pub. L. 94-353 (1976) and Pub. L. 97-35 (1981).
17. Aviation Noise Abatement Policy de 1976, Departamento de Transportes de los Estados
Unidos (18 nov. 1976) (de ahora en adelante denominada la DOTIF AA A viation Noise
Abatement Policy).
18. Airline Deregulation Act de 1978,49 U .S.e. § 1305 (a), (b) (Sup. 11 1978). La Airline De-
regulation Act establece que el gobierno federal tiene derecho preferente sobre cual-
quier estado, subdivisión política o institución interestatal a la hora de promulgar e im-
poner cualquier ley, regla o regulación relacionada con cantidades, rutas o servicios de
cualquier transporte aéreo interestatal. Reconoce que ninguna regulación inferior a la
de preferencia debería limitar los derechos de propiedad de las diversas instituciones
gubernamentales sobre el aeropuerto.
19. Aviation Safety and Noise Abatement Act of 1979, 49 U.S.e.A. §§2101-208, 2121-2125
(West Supp. 1982).
20. 14 e.F.R. § 150 (1981).
21. Pub. L. 97-248,96 Stat. 671, 49 U.S.e. app. 2201 et seq.
22a. Pub. L. 100-223, 101 Stat. 1486,49 U.S.e. § 2201 et seq.
22b. Id. at 9304.
22c. Id.
52.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

22d. Id. at 9306.


22e. Id. at 9307.
23. See generally 26 Am. Jur. 2d Eminent Domain §§ 153-173 (1966).
24. Black's Law Dictionary.
25. Batten v. U.S., 306 F.2d 580 (10th Cir.1962), cert denied, 371 V.S. 955, rehearing denied,
372 V.S. 925 (1963).
26. Alevizos v. Metropolitan Airports Commission, 216 N.W. 2d 651 Minn. (1974).
27. Restatement (Second) ofTorts 821D (1979).
28. 441 V.S. 624, 93 S. Ct. 1854,36 L. Ed. 2d 547 (1973).
29. Id. at 633.
30. 371 F. Supp. 1040 (E.D. Wis. 1974), affd in par and vacated and remanded in part on ot-
her grounds, 521 F. 2d 387 (7th Cir. 1975).
31. 371 F. Supp. at 1042.
32. See note 5, supra.
33. 521 F.2d at 392.
34. «Considerando que las leyes y regulaciones federales tienen preferencia sobre el con-
trollocal de los vuelos... no puede considerarse que los demandados, en la medida en
que se someten a estas leyes y regulaciones, han provocado molestias. De modo similar,
la Seco 114.04 de los Estatutos de Wisconsin no puede ser invocada para convertir en ile-
gales los vuelos que se lleven a cabo de acuerdo a las leyes y regulaciones federales. Si,
como los demandantes alegan, debido a las operaciones de vuelo los demandados con-
sideran que se ha producido un «embargo» de sus propiedades, éstos pueden empren-
der acciones legales con el fin de recuperar la justa compensación por parte del conda-
do». 521 F.2d a 391.
35. Katsos V. Salt Lake City Corp., 634 F. Supo 100 (D Vtah 1986). Véase también la sección
de Tribunales del Estado, infra, Asociación de Propietarios del Gran Westchester V. Ciu-
dad de Los Angeles (1979), 26 Cal.3d 86; Owen V. Ciudad de Atlanta (1981), 282 S.E.2d
906; Krueger V. Mitchell (1983), 332 N.W.2d 733; Baker V. Autoridad Aeroportuaria de
Burbank-Glendale-Pasadena (1985), 39 Cal. 3d 862, 218 Cal. Rptr. 293.
36. 396 F. Supp. 632 (N.D. Ill. 1975).
37. Id. a 635. El estado adujo asimismo que la FAA incumplió la Administrative Procedures
Act y que los demandados habían provocado molestias en Illinois. Id. a 636.
38. 396 F. Supp. at 640.
39. Griggs V. Allegheny County, 369 V.S. 84 (1%2).
40. 396 F. Supp. at 644.
41. Id.
42. 864 F. 2d 463 (7th Cir. 1988).
43. 864 F.2d at 471.
44. 411 V.S. 624, 93 S. Ct. 1854,36 L. Ed. 2d 547 (1973).
45. 864 F. 2d at 472.
46. Id. at 472.
47. Id.
48. No. 85 C 10295 (N.D. Ill. July 28,1989) (LEXIS, Genfed library, Dist. file).
49. Id.
50. San Diego Unified Port District V. Superior Court (Britt) (1977),67 Cal. App. 3d 361,136
Cal. Rptr. 557, cert. denied sub nomo Britt V. San Diego Port District, 434 V.S. 859.
51. 26 Cal. App. 3d at 377.
52. 41 Cal. App. 3d at 416, 116 Cal. Rptr. 69 (1974).
53. 49 Cal. App. 3d at 429.
54. Id. at 431.
55. (1974) 40 Cal. App. 3d 471, 115 Cal. Rptr. 162, cert. denied, 419 V.S. 1122 (1975).
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.19

56. 40 Cal. App. 3d at 487,115 Cal. App. 3d at 173 (1974).


57. Id.
58. (1977) 67 Cal. App. 3d 361,136 Cal. Rptr. 557, cert. denied sub nomo Britt v. San Diego
Unified Port District, 434 U.S. 859 (1977).
59. 26 Cal. 3d 85,160 Cal. Rptr. 733 (1979).
60. 26 Cal. 3d at 91.
61. 26 Cal. 3d at 100-102.
62. 130 Ariz. 487, 636 P.2d 1269 (1981).
63. Id.
64. 306 N.C. 187,293 S.E.2d 101 (N.e. 1982).
65. Id. at 108.
66. Av. Caso (CCH) 17.640, 17.642 (Minn. 1985).
67. Id. at 17.644.
68. Id.
69. 112 Wis.2d 88, 332 N.W.2d 733 (Wis. 1983).
70. Id. at 735.
71. Id.
72. 141 Cal. App. 3d 470,190 Cal. Rptr. 340 (1983).
73. 39 Cal. 3d 862, 218 Cal. Rptr. 293 (1985).
74. El California Government Code § 6546 establece en parte que (el aeropuerto deman-
dado) «no autorizará o permitirá ... la adquisición de títulos de tasación de propiedades
reales expropiadas con destino a usos residenciales ... »
75. Id. at 867.
76. Id. at 873.
77. Id.
78. 210 Cal. App. 3d 10,258 Cal. Rptr. 418 (1989).
79. Id. at 18.
80. Id. at 23.
81. 49 U.S.e. § 1431 (1976). Parte de los precedentes legislativos se encuentran en S. Rep.
1353,90° Cong., 2d Ses. 6-7 (1968).
82. See note 28, supra, at n. 14.
83. Id. at 635-36.
84. Id. at 639.
85. Id. at 636 n. 14.
86. 389 F. Supp. 58 (N.D. Cal. 1975).
87. 389 F. Supp. at 65.
88. 418 F. Supp. 417 (N.D. Cal. 1976).
89. Id. at 421 [citing S. Rep. 1353, 90th Cong., 2d Secc. 6-7 (1968»).
90. 418 F. Supp. at 425.
91. 431 F. Supp. 1216 (S.D.N.Y.) (Concorde 1), rev'd, 558 F.2d 75 (2d Cir.), on remaind, 437
F. Supp. 804 (S.D.N.Y.) (Concorde Il), affd, 564 F.2d 1002 (2d Cir. 1977).
92. The Secretary's Decision on Concorde Supersonic Transport, February 4,1976, reprin-
ted in Hearings Before the Subcomm. on Aviation ofthe House Comm. on Public Works
and Transportation -Current and Proposed Federal Policy in the Abatement of Aircraft
Noise, 94th Cong., 1st Sess. 567-631 (1976).
93. 437 F. Supp. 804, 818 (S.D.N.Y. 1977).
94. Id. at 1002.
95. 431 F. Supp. 1216, 1225-1226 (S.D.N.Y. 1997).
96. 659 F.2d 100 (9th Cir. 1980).
97. Id a 933-935. Un nivel de exposición sonora de sucesos particulares (SENEL), en deci-
belios, es el «nivel de exposición sonora de un hecho en concreto, como el vuelo de un
52.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

avión, medido entre el intervalo de tiempo inicial y final de emisión del nivel sonoro de
este hecho concreto que sobrepase el nivel sonoro mínimo perceptible». Cal. Admin.
Code, Título 21.
98. Air Transportation Association v. Crotti, 389 F. Supp. 58 (N.D. Cal. 1975).
99. Id. at 65.
100. Id.
101. 418 F. Supp. 417 (N.D. Cal. 1976).
102. Id. at 428. See also 481 F. Supp. 927, 938-940.
103. 552 F. Supp. 255 (N.D.N.Y. 1982).
104. 571 F. Supp. (S.D.N.Y. 1983).
105. Sección 551 del Airport and Airway Act de 1982 (Pub. L. 97-248,96 Est.), 49 U.S.e. ap.
221O(a) proporciona en parte: «PATROCINIO - Como condición previa a la aproba-
ción del proyecto de desarrollo de un aeropuerto contenido en la solicitud de subsidios
a proyectos sometida bajo este título, la Secretaría recibirá por escrito las debidas ga-
rantías que satisfagan (1) que el aeropuerto relacionado con el proyecto sea de uso pú-
blico bajo términos justos y razonables sin que se produzcan discriminaciones injus-
tas ... » 49 U.S.e. ap. § 2210.
106. 571 F. Supp. at 797-799.
107. El posible papel que las garantías de concesión pueden ejercer en el futuro en relación
a las restricciones del propietario quedó demostrado en New England Legal Founda-
tion, et al. v. Autoridad Portuaria de Massachusetts (Massport), véase la nota 3, supra.
En su origen Massport fue concebido como un plan que pretendía ampliar el uso eficaz
del aeropuerto Logan de Boston, conocido como plan PACE, sobre el esquema de ta-
rifas aeroportuarias de aterrizaje. El plan PACE incrementó en gran medida los costes
de aterrizaje de los aviones de tamaño pequeño, mientras que disminuyó los de las
grandes naves comerciales. Los demandantes alegaron, entre otras cosas, que la nueva
estructura de tarifas de aterrizaje violaba la Sección 511 del Airport and Airway Impro-
vement Act, y las garantías de concesión que allí se habían acordado entre el aeropuerto
y el gobierno federal. El Tribunal de Apelaciones sostuvo que la Sección 511 no con-
cedía ningún derecho privado de acción y rechazó las reclamaciones, pero afirmó que la
aplicación de las garantías de concesión quedaba en manos exclusivamente de la Secre-
taría de Transportes. Como consecuencia de esta decisión la F AA promulgó una regla
que clarificó la aplicación de los acuerdos de garantías de concesión en la Parte 13 de los
poderes ejecutorios de la FAA. Finalmente, y aunque no han sido probados hasta la ac-
tualidad, la Secretaría de Transportes, a través de la F AA, podría aplicar los estatutos
de penalización civil para garantizar el cumplimiento de las garantías de concesión en
cualquier espacio administrativo legal, estatutos que podrían también ser utilizados
para establecer garantías de concesión que eviten que el propietario de un aeropuerto
imponga restricciones sonoras en vez de programas relacionados a la capacidad.
108. Alaska Airlines, et al. v. The City of Long Beach, et al. (e.D. Cal. No. CV-83-4065
LEW), appeal docketed. Nos. 88-6745. 89-55278.
109. 14 e.F.R. Part 150.
110. 14 e.F.R. Parte 36. La normativa de la Parte 36 establece la categoría de los aparatos de
gran tamaño según el ruido que producen, graduado como capítulo 1, capítulo II o ca-
pítulo I1I, siendo el capítulo I el más ruidoso y el III el más silencioso.
111. 731 F.2d 127 (2d Cir. 1984).
112. 14 e.F.R. § 91.301-.311 (1983), Fleet Compliance Programo De acuerdo a este programa,
cada compañía de transporte aéreo debería tener (1) un 25 por 100 de aviones cuatri-
motores de propulsión a chorro y un 50 por 100 del resto de aparatos, según lo estable-
cido en la normativa de la Parte 36 para el1 de enero de 1981; (2) un 50 por 100 de sus
aviones cuatrimotores de propulsión a chorro y todos los demás aviones para elIde
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.21

enero de 1983, y (3) todos los aparatos deberían cumplir la normativa para el1 de enero
de 1985. 14 C.F.R. § 91.305.
113. 731 F.2d at 130.
114. 636 F. Supp. 212 (S.D.N.Y. 1986).
115. Id. at 218.
116. 1989 Federal Aviation Administration: Repon to Congress, Status o[ the U.S. Stage 2
Commercial Aircraft Fleet. (Informe de la FAA a los Comités de Créditos de la Cámara
y del Senado de acuerdo con los representantes de la Cámara 100-691 del Departamen-
to de Transportes y de la Ley de Agencias Relacionadas de Créditos para el año fiscal
de 1989.)
117. City o[ Burbank v. Lockheed Air Terminal, Inc., 411 U.S. 624 (1973).
118. 367 F. Supp.1338 (D. Conn. 1973),affs, 496F.2d 452 (2d Cir.), cert. denied, 419 U.S. 958
(1974).
119. Id. at 1341.
120. 108 N.J. Super. 461, 261 A.2d 692 (1969, affd, 135 NJ. Super. 529,434 A.2d 792 (N.J.
Super. Ct. App. Div. 1975).
121. Id. at 7%.
122. San diego Unified Port District v. Gianturco, 457 F. Supp. 283 (S.D. Cal. 1978).
123. 21 CAL. ADMIN. CODE §§ 5000-5080, 5.
124. 711 F.2d 1006 (11th Cir. 1983).
125. Id. at 1010.
Capítulo 53
REGULACION SOBRE
RUIDO DE LA A VIACION

Richard J. Unn
Richard N. Tedrick*

INTRODUCCION

«El control es exhaustivo y exclusivo. Los aviones no vagabundean por el cielo


como nubes errantes. Circulan solamente con permiso federal, sujetos a la inspec-
ción federal, en manos de personal autorizado federalmente y de acuerdo a un com-
plejo sistema de mandatos federales ... » Northwest Airlines, ¡nc. v. Minnesota, 322
U.S. 292, 303 (1944).
«La mayor parte de las fuentes de ruido se producen debido al comercio inter-
estatal, y pueden ser reguladas con eficacia solamente a nivel federal.» El Presiden-
te durante la firma de la Noise Control Act de 1972 (Vol. 8. N° 44, Weekly Comp.
Preso Doc. 30 de octubre de 1972).
El espacio aéreo navegable y el potencial comercial que abarca se están revelan-
do como una de las fuentes nacionales de recursos que deben ser conservadas y pro-
tegidas. El Informe Curtis, que influyó en gran medida en la aprobación de la Fe-
deral A viation Act de 1958 1, advertía que «o bien se procede sin demora a la tarea
de regular de un modo más económico y eficaz el uso de nuestro espacio aéreo o se-
remos testigos de la lenta estrangulación del aspecto más prometedor de nuestra
existencia nacional».
La Federal Aviation Act (FAAct) de 1958 contiene, enmendadas, dos guías ad-
ministrativas importantes en lo relativo a la política federal de disminución sonora
de la aeronáutica civil: (1) Declara que cada ciudadano tiene el «derecho público de
circular a través del espacio aéreo navegable de los Estados Unidos»2. (2) Indica

* Las opiniones reflejadas en este capítulo pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan ne-
cesariamente las de la Federal A viation Administration, las del Departamento de Transportes o las del
gobierno norteamericano.

53.1
53.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que la Secretaría de Transportes··, en el cumplimiento de las obligaciones de la ley,


considerará de interés público los siguientes objetivos3 :

1. La regulación del tráfico aéreo en modo tal que se vea favorecido su desarro-
llo y seguridad, así como el cumplimiento de los requisitos de defensa nacio-
nal.
2. La promoción, favorecimiento y desarrollo de la aeronáutica civil.
3. El control del empleo del espacio aéreo navegable de los Estados Unidos y la
regulación tanto de las operaciones civiles como militares en este espacio aé-
reo, en interés de la seguridad y eficacia de ambos.
4. La consolidación de la investigación y del desarrollo de los servicios de na-
vegación aérea, así como de sus instalaciones y operaciones.
5. El desarrollo y las operaciones de un sistema común de control de tráfico y
navegación aérea tanto de la aviación militar como de la civil.

La relación entre estos objetivos y la disminución de los ruidos de la aviación fue


estudiada por el Tribunal Supremo en Ciudad de Burbank v. Terminal aérea Lock-
heetf del siguiente modo: «La Federal A viation Act precisa de un sutil equilibrio en-
tre seguridad y eficacia, 49 U.S.e. 1348(a), y la protección de las personas en tierra
firme. 49 U.S.e. 1348(c). Cualquier regulación que adopte la Administración para
controlar la contaminación aérea debe estar de acuerdo con el "mayor grado de se-
guridad". 49 U.S.e. 1431(d)(3). La interdependencia de estos factores hace nece-
saria la existencia de un sistema uniforme y exclusivo de regulaciones federales si se
desean ver cumplidos los objetivos del Congreso que subyacen bajo la Federal A via-
tion Act.» (Enfasis añadido.)
La integración entre la solicitud de poseer un sistema de aviación nacional uni-
forme y exclusivo con la necesidad de cumplir las decisiones locales sobre dismi-
nución de ruidos aéreos constituye la prueba definitiva del estadista que debe rea-
lizar la política federal sobre aviación civil.

Decisiones locales de impacto nacional

El gobierno federal directa o indirectamente influye de modo muy diverso sobre las
opciones locales de empleo de terrenos y sobre las decisiones tomadas en las cer-
canías de aeropuertos. En este capítulo se enumeran varios ejemplos. De gran im-
portancia en el aspecto de usos compatibles del terreno es el hecho de que la cola-
boración eficaz entre las iniciativas federales, estatales y locales, con la ayuda del
conocimiento completo del impacto nacional de supuestas decisiones locales, es
esencial para la resolución de los problemas sonoros en aeropuertos de modo que
quede asegurada la supervivencia del sistema aéreo nacional.

** O la administración de la FAA, como se trata en la sección siguiente.


REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.3

Decisiones federales con implicaciones locales

En lo relativo al control directo del diseño y de las operaciones de los aviones, en


este capítulo se describe un sistema de política de regulación y apoyo de naturaleza
exclusivamente federal, planificado de modo que cumpla el delicado y difícil equi-
librio entre los distintos intereses públicos, incluido el de reducción del ruido, enu-
merados por el Congreso en la enmienda de la Federal Aviation Act de 1958. En
este capítulo se analizan: (1) el papel federal en la compatibilidad de los usos del
suelo; (2) la regulación federal directa del diseño y de las operaciones de los aviones
con propósitos de reducción de ruidos; (3) los procedimientos normativos, y (4) las
consideraciones de tipo internacional.
Un análisis conjunto de los papeles respectivos de los gobiernos federal, estata-
les y locales respecto al control del ruido aéreo, así como los rasgos más sobresa-
lientes del programa federal de acción en este área, están contenidos en la A viation
Noise Abatement Policy, promulgada conjuntamente por la Secretaría de Transpor-
tes y la Administración de la Federal A viation Administration el 18 de noviembre de
1976.

INFLUENCIA FEDERAL SOBRE CaMPA T/BILlDADES EN LOS USOS


DEL SUELO

Dirigiéndose a los asistentes a la Conferencia del American Institute 01 Planning en


Minneapolis, el entonces Vicesecretario Interino de Medio Ambiente y Areas Ur-
banas del Departamento de Transportes afirmó: «Si los objetivos de la comunidad
deben verse reflejados en la planificación sobre transportes y en su proceso de ela-
boración, éstos deben primeramente quedar defmidos. El establecimiento de los
objetivos de la comunidad es el punto inicial del proceso global de planificación ...
Desafortunadamente, en la mayoría de las ciudades este establecimiento de objeti-
vos no ha sido puesto en práctica, siendo una primera etapa esencial.» Esta aprecia-
ción, realizada durante el año de aprobación global del Airport and Airway Deve-
lopment Act en 197cf, es aún cierta en muchas áreas metropolitanas que dependen
del transporte aéreo. La paradoja reside en que el sistema de navegación aérea de-
pende en su totalidad de un entramado de aeropuertos que se fundamenta, y es
apoyado, por comunidades que comprenden el valor del comercio aéreo. Es nece-
sario que las comunidades posean o adquieran las facultades políticas, económicas
o tecnológicas necesarias para lograr una planificación territorial equilibrada que
integre el crecimiento aéreo con otros aspectos vitales de la población cercana y de
la comunidad. Varias agencias federales incluyen programas que responden frente
a esta necesidad.
53.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Financiación de aeropuertos

La Federal Aviation Administration', además de ser el organismo responsable del


control sobre el diseño y operaciones aéreas tratados en la sección siguiente, está
autorizada y tiene la obligación de proporcionar fondos para el desarrollo y la pla-
nificación de aeropuertos, según la Airport and Airway Development Act de 1970.
Al promulgar esta ley, el Congreso averiguó y declaró «que el sistema nacional de
aeropuertos y vías aéreas no es el adecuado al crecimiento actual y en perspectiva»,
y que «es precisa una expansión sustancial y una mejora del sistema de aeropuertos
y vías aéreas que satisfaga las demandas del comercio interestatal, el servicio postal
y la defensa nacional»6. La autoridad conferida incluye la capacidad de «otorgar ga-
rantías de fondos a las agencias para la planificación del sistema aeroportuario, y a
las agencias públicas para la realización de planificaciones directrices de aeropuer-
toS»7. La ley especifica que este proceso se debe realizar de acuerdo con la Secre-
taría de Vivienda y Desarrollo Urbanístico para evitar incongruencias8• La financia-
ción del desarrollo de los aeropuertos queda autorizada de acuerdo a unas
condiciones y limitaciones definidas con exactitud. Las estipulaciones relacionadas
con el problema global de incompatibilidad del aeropuerto y de las áreas colindan-
tes" incluye los siguientes puntos:

1. La Sección 11(3) de la ley9, enmendada en 197610 , define el «desarrollo del


aeropuerto» incluyendo «la adquisición de equipamiento supresor de ruidos, la
construcción de barreras físicas, la reestructuración del territorio con el fin de dis-
minuir el efecto sonoro de los aviones sobre cualquier área adyacente al aeropuerto
público», y «cualquier adquisición de terreno o de algún otro interés relacionado
que asegure que dicho suelo se utilizará solamente para propósitos compatibles con
los niveles sonoros operativos de un aeropuerto público».
2. La Sección 12(c) de la leyll especifica que el desarrollo del Plan Nacional de
Aeropuertos tiene en consideración (o sea, «refleja el resultado de») la planifica-
ción interestatal, estatal y local sobre aeropuertos.
3. La Sección 12(f) también precisa la consulta de la Secretaría de Interior, la de
Salud, Educación y Bienestar, la de Agricultura y el Consejo de Calidad Medioam-
biental «en lo que respecta a la conservación de la calidad del entorno».
4. La Sección 16(c)(1) de la ley12 especifica que el proyecto de desarrollo del ae-
ropuerto subvencionado debería ser considerado «compatible con los planes (exis-
tentes en el momento de aprobación del proyecto) de las agencias de planificación
para el desarrollo del área en la que se encuentre localizado el aeropuerto ... ».
5. La Sección 16(c)(3) dictamina que el proyecto de desarrollo del aeropuerto
no debería ser subvencionado a menos que «se hayan tenido en cuenta los intereses

* Cuando actúa en nombre de la Secretaría de Transportes, como se trata a continuación.


*"' A lo largo de este capítulo no se ha tratado de diferenciar categóricamente el ruido de otros ele-
mentos de incompatibilidad percibidos entre un aeropuerto y su emplazamiento. Se reconoce por tanto
que la respuesta comunitaria hacia el mismo es una reacción compleja a factores que incluyen el nivel so-
noro, el temor a accidentes, la sensibilidad al ruido, la percepción de un aumento en tráfico aéreo, las ri-
validades respecto a terrenos y la visión de la comunidad respecto a la importancia del aeropuerto.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.5

legítimos de las comunidades situadas en la zona de localización del proyecto o en


sus inmediaciones».
6. La Sección 16(d) afirma que no se debe aprobar ningún proyecto de desarro-
llo de aeropuertos a menos que la agencia pública que subvencione el proyecto cer-
tifique que se haya dado «la posibilidad de efectuar audiciones públicas con el fin de
considerar los efectos económicos, sociales y medioambientales de la localización
del aeropuerto, y su adecuación con las metas y los objetivos de esta planificación
urbana de acuerdo a los intereses de la comunidad».
7. La Sección 18(a)(4) de la ley J3 especifica que el promotor del aeropuerto
debe proporcionar por escrito informes satisfactorios que «indiquen que se ha lle-
vado a cabo o se realizarán las acciones apropiadas, incluyendo la adopción de leyes
zonales que, hasta un límite razonable, restrinjan el uso del suelo adyacente o en la
inmediata vecindad del aeropuerto para actividades y propósitos compatibles con
las maniobras habituales del mismo, incluyendo el aterrizaje y despegue de avio-
nes».
8. La Sección 19 de la ley14 asegura el establecimiento de acuerdos de concesión
que contengan las estipulaciones consideradas necesarias para asegurar el cumpli-
miento de la ley. Los acuerdos de concesión poseen el estatus legal de un contrato.
Las estipulaciones de la Airport and Airway Development Act de 1970, así en-
mendadas, serán aplicadas por la F AA de acuerdo con la Parte 152 de las Regula-
ciones sobre Aviación Federal 15 .

Análisis medioambiental de proyectos de aeropuertos

Las estipulaciones de la Airport and Airway Development Act implican directamen-


te a la F AA en el impacto sonoro de los aeropuertos subvencionados. Además,
como se tratará con más amplitud posteriormente, la Orden lOSO.lE de la FAA
hace efectiva la National Environmental Po/icy Act de 1969 (NEPA)16 para todas
las actividades de la F AA que puedan afectar al entorno. El Apéndice 6 de la orden
contiene los procedimientos detallados para fijar el impacto medioambiental poten-
cial de los proyectos aeroportuarios subvencionados, y establece que se debe pre-
parar una evaluación ambiental en forma de declaración negativa o de estudio de
impacto ambiental según el apartado § 102(2)(c) de la ley (como viene determinado
por las estipulaciones del Apéndice 6), para acciones subvencionables del tipo si-
guiente:
1. La selección del emplazamiento y el desarrollo de cualquier aeropuerto nue-
vo.
2. Una nueva pista de aterrizaje.
3. Una ampliación importante de una pista de aterrizaje.
4. El reforzamiento de pistas que permita por primera vez el empleo de aviones
de propulsión a chorro o aún más ruidosos.
s. Nuevas instalaciones para pasajeros o aparcamientos importantes o la am-
pliación de las existentes.
6. La adquisición de terrenos relacionados con estas actividades.
53.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

7. El establecimiento o la recolocación de sistemas instrumentales de aproxi-


mación o de cierto tipo de iluminación de pistas.

Departamento de la Secretaría de Defensa

El 27 de diciembre de 1967, el Departamento de la Secretaría de Defensa, bajo la


autoridad de la National Security Act de 1947, enmendada en 16 Est. 495, adoptó
una nueva Parte 256 del Título 32 del Código de Regulaciones Federales, que con-
tenía su política de Zonas de Uso Compatible para Instalaciones Aéreas (AICUZ).
La Parte 256 fue publicada en el Registro Federal (42. Fed. Reg. 773) el4 de enero
de 1977, y trata del peligro potencial de accidentes, así como de la disminución de
ruidos. Aquí solamente se tratará del segundo problema. La Sección 256.3 de la
Parte 256 afirma que el descriptor (L dn ) del nivel sonoro corregido día-noche, re-
comendado por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), «se empleará en
todas las instalaciones aéreas», excepto cuando las leyes estatales o locales reco-
mienden cualquier otro descriptor, como en los casos en los cuales se hayan reali-
zado estudios AICUZ utilizando el índice de ruido compuesto (CNR) o el pronós-
tico de exposición al ruido (NEF), o cuando los estudios hayan alcanzado un punto
en que cualquier cambio del descriptor Ldn supusiera cambios impracticables o anti-
económicos. En esta sección también se indica que, como mínimo, se deben esta-
blecer como parte del análisis AICUZ las líneas isofónicas del Ldn para 65, 70, 75 Y
80 dB, sobre el mapa de la zona. En el apartado § 256.10 se trata sobre el uso del Ldn
y sobre la forma de transformar los índices CNR y NEF en Ldn.

Política y prioridades AICUZ

En la Sección 256.4 se trata sobre la política y las prioridades AICUZ. Se concede


una importancia primordial a «todas las medidas razonables, económicas y prácti-
cas» que reduzcan o controlen el ruido de vuelos y de actividades relacionadas con
los mismos. El empleo de instrumentos de medición situados en posiciones lejanas
y de instalaciones que faciliten el arranque, el empleo de equipamiento supresor de
sonido, y el ajuste de los esquemas de tráfico con el fin de evitar áreas especialmen-
te sensibles al ruido son ejemplos de posibles medidas de control sonoro.
En el caso de que las medidas lógicas de reducción de ruidos dejen aún áreas de
uso incompatible del suelo, el apartado § 256.4 indica los pasos a seguir para lograr
la compatibilidad. Los métodos de control y regulación del uso del suelo vienen de-
terminados por la planificación del área afectada. La adquisición de los derechos de
propiedad se trata en el apartado § 256.4(b)(2). Para limitar el empleo de medios de
compatibilización de usos del suelo dentro del campo de los «intereses a largo plazo
más adecuados para los Estados Unidos», quedan establecidas las siguientes prio-
ridades para la programación de tales adquisiciones:
1. Dentro de zonas despejadas, la adquisición por retribución o la adquisición
de las servidumbres restrictivas de paso de terrenos.
2. Fuera de zonas despejadas, la adquisición de interés primeramente en zonas
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.7

potencialmente peligrosas o, además, en zonas ruidosas, «solamente cuando


se hayan agotado todas las posibilidades de conseguir zonas de uso compati-
ble o con protección similar y la instalación aérea corra peligro de no llevarse
a efecto».
La Sección 256.4 establece que los derechos necesarios de adquisición de terre-
nos dentro del área definida de uso compatible pueden ser obtenidos por compra,
intercambio o donación y que cualquier acción llevada a cabo (por seguridad o con
fines de reducción del ruido) para lograr que el terreno sea de interés debe ser exa-
minada para determinar si es preciso realizar el estudio de impacto ambiental, de
acuerdo con la Directiva DOD 6050.1, Consideraciones medioambientales en accio-
nes DOD, 19 de marzo de 1974 (32 C.F.R. Parte 214).

Contenido y objetivos de los estudios AICUZ

La Sección 256.5 establece que las secretarías de los departamentos militares deben
llevar a cabo un programa AICUZ para cada instalación aérea de acuerdo con el
apartado § 256.4. Los estudios AICUZ deben incluir los siguientes puntos:
1. Una determinación de las restricciones deseables en el empleo de terrenos en
relación a las características del ruido aéreo y a la seguridad de vuelo.
2. La identificación de usos reales del suelo incompatibles.
3. La identificación de terrenos que, inadecuadamente planificados, podrían ser
declarados incompatibles.
4. La indicación de los distintos tipos de desarrollo deseables para los distintos
tramos del terreno.
5. Estimaciones del valor del terreno en las zonas en cuestión.
6. La revisión de las planificaciones directoras del aeropuerto para asegurar la
adecuación entre las instalaciones existentes y las futuras, así como la política
de la Parte 256.
7. La consideración global de un uso compartido de las instalaciones aéreas por
departamentos militares separados manteniendo la capacidad operacional y
reduciendo el ruido, la propiedad territorial y los requisitos de construcción.
8. Recomendaciones para realizar tareas con comités locales de zona, así como
los programas mínimos necesarios para la adquisición de propiedades, la re-
colocación de instalaciones o cualquier otra acción eventual.
Los estudios AICUZ son el fundamento de la adquisición de nuevos terrenos,
de la evacuación de propiedades y de otros cambios propuestos en los bienes in-
muebles de los departamentos militares cercanos a los aeropuertos. La Sección
265.5 también contiene procedimientos detallados respecto a los derechos de adqui-
sición de propiedades y autorizaciones y responsabilidades relacionadas dentro de
cada departamento militar.
La compatibilidad del uso del suelo es el objetivo primordial de los estudios AI-
CUZ. La Sección 256.8 proporciona indicaciones sobre utilidades específicas de los
terrenos y si cada uso de éstos es compatible con las operaciones de la instalación
aérea. Los diferentes tipos de propiedad territorial cuya adquisición se va a consi-
53.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

derar aparecen en § 256.9. El empleo continuado del índice de ruido compuesto


(CNR) y del pronóstico de exposición al ruido (NEF) en los estudios AICUZ queda
prohibido en el apartado § 256.10. Esta sección también contiene criterios para ob-
tener el nivel sonoro corregido día-noche (L dn ) partiendo del CNR y del NEF. En
el párrafo (g) del apartado § 256.10 se afirma que la transformación del CNR al ni-
vel sonoro corregido día-noche no puede por lo general ser realizada sin introducir
costes significativos, y advierte que no es posible revisar estudios previos recalifi-
cándolos erróneamente con los valores aproximados Ldn equivalentes.
Cada programa de servicios militares es administrado consultando y cooperan-
do junto con otras entidades del Departamento de Defensa, de la Agencia de Pro-
tección Medioambiental, del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbanístico,
de la Administración de Veteranos, del Departamento de Transportes / Federal
A viation Administration, del Departamento de Sanidad, Educación y Bienestar, y
de otras entidades apropiadas. El Departamento de Defensa ha consolidado su po-
lítica de uso de los terrenos de sus bases aéreas en la Instrucción DaD 4165.57, Air
Installations Compatible Use Zones, 30 de julio de 1973.

Administración de Servicios Generales

La Administración de Servicios Generales ha publicado la Circular sobre Gestión


Federal FMC 75-2, Compatible Land Uses at Federal Air Fields, del 30 de septiem-
bre de 1975, de acuerdo con la Orden Ejecutiva 11717 del 9 de mayo de 1973. En
esta circular se insta a todas las entidades federales que gestionan aeropuertos para
que desarrollen y actualicen los planes de uso del suelo de cada campo de vuelo fe-
deral. En ella se reconoce el efecto adverso del aprovechamiento inadecuado del te-
rreno, que podría conducir a la obligación de tomar medidas de reducción del ruido
que tengan como consecuencia una disminución de la eficacia operativa y «una re-
ducción de la capacidad de trabajo de instalaciones valoradas en muchos millones
de dólares».

Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbanístico de los EE. UU.

(Véase el Capítulo 49.)

Administración de Veteranos

La política de la Administración de Veteranos M26-2, Cambio 43, del 24 de sep-


tiembre de 1969, contiene en la Sección VIII consejos sobre la tasación de propie-
dades residenciales cercanas a aeropuertos. En el párrafo 2.47 de este plan se afirma
que «en ausencia de una planificación obligatoria y/o de una zona de uso no resi-
dencial, la A V debe reconocer la posible inadecuación para usos residenciales, y el
probable efecto adverso o responsabilidad sobre el valor de las viviendas en las cer-
canías de los principales aeropuertos». El párrafo 2.49 de este documento contiene
los medios para calcular la respuesta de las comunidades de áreas residenciales, a
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.9

partir del índice de ruido compuesto, en relación a despegues, aterrizajes y calen-


tamiento de motores. El párrafo 2.50 expone la política de la A V concerniente a la
tasación de propiedades afectadas por el ruido de aeropuertos con respecto a su
idoneidad para préstamos reglamentarios. La exposición presente o futura a ruidos
puede tener como resultado una denegación de préstamos.

Agencia de Protección Medioambiental (EPA)

(Véase los Capítulos 51 y 52.)

REGULACION FEDERAL SOBRE AVIACION: DISEÑO y


OPERACIONES

Derecho federal de prioridad

(Véase también los Capítulos 51 y 52.) El derecho federal exclusivo de prioridad de


vuelo necesario para la evolución normal de la era de vuelos civiles a reacción que-
dó firmemente establecido en Allegheny Airlines v. Villa de Cedarhurst17 , y maduró
en American Airlines v. Ciudad de Hempstead l8 yen un conjunto de casos· que de-
bieron acatar el derecho federal absoluto y global de prioridad de uso y gestión del
espacio aéreo, del control de tráfico aéreo, del diseño de aviones y de la seguridad
de la aviación comercial. Esta prioridad se fundamenta en las Cláusulas de Comer-
cio y Supremacía de la Constitución l9 , y se ejecuta en la Federal A viation Act de
°,
19582 especialmente en los Títulos III y IV, que tratan respectivamente sobre el
control del espacio aéreo y de las instalaciones de navegación aérea, y de la regu-
lación sobre seguridad de la aeronáutica civil (incluyendo el diseño y las maniobras
de aviones). Esta prioridad es la piedra angular del Sistema Nacional de Aviación.
Con la excepción de algunos derechos específicos de los propietarios del aeropuerto
para limitar maniobras de aparatos con fines de reducción del ruido··, el íntimo lazo

* Obsérvense, por ejemplo, los siguientes casos relativos a la naturaleza y fundamentos del derecho
federal de prioridad y la aplicación de esta doctrina a la regulación del vuelo de aviones: American Air-
lines, ¡nc. v. Ciudad de Audubon Park, Kentucky, 297 F. Supo 207 (1961); Cloverleaf Butter Co. v. Patter-
son, 315 U.S. 148 (1941); Hines v. Dadivowitz, 312 U.S. 52 (1941); Huran Partland [nc. v. Ciudad de De-
trait, 362 U.S. 440, 448 (1960); Northwest Airlines, [nc. v. Minnesota. 322 U.S. 292 (1944); Rice v. Santa Fe
Elevatar Carp., 331 U.S. 218 (1947).
** Este tema se trata con más profundidad en el Capítulo 52. En resumen, sin embargo, se subraya
el hecho de que como el Tribunal Supremo de los EE.UU. ha establecido que el propietario de un ae-
ropuerto es frente a los habitantes cercanos al mismo responsable de los daños ocasionados por el ruido
de los aviones que lo utilizan (Griggs v. Condado de Allegheny, 369 U.S. 84, 1962), el propietario puede
legalmente limitar el uso del aeropuerto con fines de reducción de ruidos. Esta capacidad no puede ser
utilizada indiscriminadamente ni debe obstaculizar indebidamente el comercio aéreo interestatal o in-
ternacional, o interferir con la autoridad de la F AA para la regulación del empleo del espacio aéreo na-
vegable. La normativa para encontrar el adecuado equilibrio de intereses entre el propietario del aero-
puerto y el interés nacional en un sistema «uniforme y exclusivo» de aviación está contenida en la DOT/
53.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

que relaciona el ruido de los aviones y el previamente establecido derecho federal


de prioridad de vuelo quedó simbolizado gráficamente en Hempstead:

«A viación y ruido son indivisibles. El ruido de los aviones se extiende fuera del apa-
rato con la misma inseparabilidad que las alas y la cola»21.

Excepto cuando es transferido al Departamento de Defensa en caso de guerra22 ,


este control plenario es ejercido por la Federal Aviation Administration como or-
ganismo delegado de la Secretaría de Transportes.

Papel de la Federal Aviation Administration (FAA)

La Federal A viation Administration es parte del Departamento de Transportes de


los EE. UU., y es el único organismo del gobierno de este país que está dirigido es-
pecíficamente por el Congreso con el fin de regular la aviación para propósitos de
reducción del ruido. La normativa de control de ruidos aéreos y estampidos sónicos
fue promulgada por la Administración de la F AA tras revisar consideraciones de
seguridad, economía, salud pública y bienestar, y de tecnología, tras consultar con la
Secretaría de Transportes, la Agencia de Protección Medioambiental y otras enti-
dades relevantes.
Corno se afirmó con anterioridad, la autoridad estatutaria para la reducción del
ruido de la F AA está contenida en la Federal A viation Act de 1958. Los principales
objetivos políticos de esta ley se han tratado en la primera sección de este capítulo,
y en ella queda determinado el «sutil equilibrio» entre seguridad, eficacia y protec-
ción de las personas en tierra firme a las que se refería Burbank.

Federal Aviation Act de 1958

La Federal Aviation Act de 1958 (llamada «FAAct» en esta sección) contiene dos
fuentes de autoridad para la emisión de la regulación sobre control del ruido de
aviones.
La primera de éstas es la 307(c), Air Traffic Rules23 , sección que autoriza y or-
dena a la Secretaría de Transportes' a prescribir normas de tráfico aéreo y regula-
ciones que rijan el vuelo de aviones, para la navegación, protección e identificación
de aviones, para la «protección de las personas y de las propiedades en tierra fir-

FAA A viation Noise Abatement Policy, 18 de noviembre de 1976. Para una mayor profundización sobre
el tema a nivel del Tribunal Itinerario Federal véase Junta directiva de British Airways y Compagnie Na·
tionale Air France v. Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, U.S.C.A. apelación registrada
N.O 77-7234 (2d Cir. 14 de junio de 1977).
* Esta autoridad y la de la Secretaría otorgadas en el Título VI de la ley están delegadas a la Admi-
nistración en la Sección 6(c)(1) del Depanment ofTransponation Act [49 U.S.C. 1655(c)(1)] y en la Sec-
ción 611 de la FAAct, según enmienda (49 U.S.e. 1431). En la subsiguiente discusión, la autoridad atri-
buida a la (,FAA» o a la «Administración» recibe, según sea apropiado, la autoridad de la Secretaría de
Transporte.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.11

me», y para el empleo eficaz del espacio aéreo navegable. Es sabido que la autori-
dad de la FAA para controlar el ruido aéreo aumentó en 1968, como se comenta a
continuación. La F AA, ya desde sus orígenes, interpretó de modo amplio la frase
«protección de las personas y de las propiedades en tierra firme» para que incluyera
la protección de los efectos adversos del ruido aéreo.

Primeros problemas sonoros

En 1960, la FAA, que había quedado establecida en la ley de 1958 bajo una atmós-
fera ya cargada debido a los problemas y las controversias que se estaban originan-
do en los inicios de la aviación a reacción, promulgó la Special Civil Air Regulation
n.o 438 prescribiendo unas altitudes mínimas, unas pistas preferenciales, y rutas es-
peciales de aproximación y alejamiento para aviones que operaban hacia y desde el
aeropuerto internacional de Los Angeles. Ese mismo año se crearon normas simi-
lares para otros aeropuertos24•
Desde su temprana incorporación a las tareas de reducción de ruidos dentro de
las políticas operativas surgidas en la administración de la Sección 307, la FAA se
ha dedicado prácticamente de continuo a la impopular, y en muchos casos frustran-
te, labor de intentar llegar a un acuerdo para proporcionar a las mismas comuni-
dades unas cantidades de ruido menores a la vez que un comercio aéreo regular.
Hace tiempo que la F AA ha reconocido que el control sonoro no es un objetivo que
entre en conflicto con el desarrollo de un sistema de transporte aéreo sano y que,
por el contrario, la disminución del ruido efectivo y su control son de hecho esen-
ciales para su evolución·. De acuerdo a la Sección 307, la F AA, mucho antes de que
se aprobara la especificación formal de responsabilidades adicionales de control so-
noro del Título VI de la F AAct, utilizó las posibilidades ofrecidas por este Título III
para controlar e! tráfico aéreo de modo que quedara minimizado el ruido sin redu-
cir la seguridad. Quedaban incluidas, por ejemplo, las disposiciones de reducción de
ruidos en pistas de la Sección 91.87(g)25, el requisito de que los aviones accionados
por turbinas o de gran tamaño que aterrizaran en aeropuertos con torres de control
permaneciesen a o por encima de la inclinación de plane026 , y una norma especial
para e! tráfico de! aeropuerto regional del Condado de Lorain (Lorain Ohio), que
retiró e! tráfico aéreo fuera del área de un instituto y del conservatorio de música27 .

Consideraciones NEPA

Las consideraciones sobre ruido influyen en otras decisiones regulatorias del tráfico
aéreo tomadas primordialmente con fines de seguridad o gestión eficaz del espacio
aéreo. Este proceso ha sido formalizado en la National Environmental Po/icy Act de

" Por ejemplo, el National Aviation System Plan. 1971-1980 (marzo de 1970), afirma en la página 28
que «la contaminación atmosférica y acústica, así como otros factores ecológicos adversos, deben ser
controlados si se desea que la aviación de los U.S.A. continúe prosperando y sirviendo al público ple-
namente».
53.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1969 (NEPA)28. La Sección 102 del NEPA asegura (1) que las políticas, regulacio-
nes y leyes públicas de los Estados Unidos serán interpretadas y administradas de
acuerdo con la política general de este ley y (2) todas las agencias federales reali-
zarán un estudio detallado del impacto medioambiental de «las principales activi-
dades federales que afecten significativamente a la calidad del entorno humano».
Los objetivos del NEPA quedaron incorporados como normas específicas del po-
der ejecutivo en el Decreto Ley 1151429 . De acuerdo al NEPA y al D.L. 11514, el
Consejo de Calidad Medioambiental (CEQ) del Presidente propuso una serie de
indicaciones que aplicaban el NEPA y que culminaron con la promulgación de la
CEQ Parte 1500 Preparación de estudios de impacto ambiental: indicacionesm.
(Véase también el Capítulo 54.) El Departamento de Transportes, con el fin de im-
plantar las indicaciones del CEQ, emitió la Orden 561O.1B, Procedimientos para la
consideración de impactos ambientales, que ordena a cada administración del DOT
el desarrollo de unas líneas que cumplan el NEP A.

Cumplimiento del N EPA por parte de la FAA. Como respuesta a esta indicación,
la Orden 1050. lE de la FAA Políticas y procedimientos para la consideración de im-
pactos ambientales contiene medidas destinadas a asegurar que las acciones regu-
latorias del tráfico aéreo de la F AA son sensibles a los problemas sonoros del trá-
fico aéreo (y a otros factores medioambientales). En el Apéndice 2 de esa orden se
especifican indicaciones concernientes al impacto sonoro de los programas de ins-
talaciones aeronáuticas, como el emplazamiento de los componentes del sistema
instrumental de aterrizaje y las maniobras para aumentar o disminuir su uso ope-
racional. El Apéndice 3 subraya los procedimientos para la evaluación de los im-
pactos sonoros en algunas rutas de llegada y salida, el empleo especial del espacio
aéreo (como las áreas restringidas), y las acciones que conlleven posibles maniobras
supersónicas de la aviación militar. Esta orden asegura el equilibrio entre seguri-
dad, eficacia y reducción de sonido estableciendo que, cuando se precisen y puedan
ser aplicadas ciertas medidas en contra del ruido sin detrimento de la seguridad, se
aplicará lo siguiente:
1. Las rutas de llegada y salida de vuelos deberán ser establecidas sobre las
áreas menos congestionadas, o se considerarán procedimientos de «divergen-
cia de salida» cuando no sean viables estas rutas sobre zonas no sensibles.
2. El tráfico de llegada y salida debería ser ordenado con el fin de minimizar las
operaciones a baja altitud.
3. Se debería prestar atención al empleo de ayudas a la navegación, a los vec-
tores de radar, o al ascenso de la deriva en la ruta de tráfico sobre zonas de
reducción de ruidos.
4. Las instalaciones de navegación deberían ser situadas teniendo en cuenta los
problemas de reducción de ruidos.
Llevadas a efecto por estas indicaciones, las consideraciones del NEP A se han
convertido en parte integrante del delicado equilibrio que caracteriza la gestión del
sistema nacional de navegación.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.13

Noise Control Act de 1972

La segunda y más explícita fuente de autoridad de la F AA de regulación del ruido


aéreo es la Sección 611 de la Federal A viation Act de 195831 . Esta sección fue pri-
meramente añadida a la FAAct por P.L. 90-411 32 Yampliada por el Noise Control
Act de 1972 para incluir, entre otras cosas, las disposiciones que precisaran que la
F AA respondiese formalmente de las propuestas regulatorias realizadas por la
Agencia de Protección Ambiental (EPA). El complejo proceso de respuesta a estas
propuestas se discute en la sección siguiente relativa a procedimientos de reglamen-
tación.
La Sección 611(b)(1) de la FAAc~3 afirma que «con el fin de proporcionaren la
actualidad y en el futuro la asistencia y protección a la salud pública y al bienestar
frente al ruido aéreo y al estampido sónico, la F AA, tras consultar con la Secretaría
de Transporte y con la APM, prescribirá y corregirá normativas de medición de es-
tos fenómenos, y prescribirá y corregirá las regulaciones que la F AA estime con-
venientes para el control y la disminución del ruido aéreo y del estampido sónico,
incluyendo la aplicación de estas normativas y regulaciones en la emisión, reforma,
modificación, suspensión o revocación de cualquier ley autorizada por [Título VI de
la FAAct]». Como quedó señalado por el Tribunal Supremo en Burbank, «cual-
quier regulación adoptada por la Administración con el fin de controlar la conta-
minación acústica debe ser consecuente con el "grado superior de seguridad"»' . En
añadidura, la Sección 611(d) insiste en que, al prescribir y modificar bajo esta sec-
ción las normativas y regulaciones, la F AA, entre otras cosas: (1) considerará los
datos «relevantes disponibles» en relación al ruido aéreo; (2) consultará con enti-
dades federales, estatales e interestatales, y (3) estimará cuándo cualquier norma-
tiva o regulación propuesta es «económicamente razonable, tecnológicamente via-
ble, y apropiada para el tipo particular de avión, motor, máquina o certificación a la
que pudiera aplicarse».

Aviation Safety and Noise Abatement Act de 1979

El Título I de la Aviation Safety and Noise Abatement Act de 197934 (ASNA) afirma
que la F AA debe establecer por regulación un sistema único para determinar la ex-
posición de las personas al ruido en las cercanías de los aeropuertos. La F AA tuvo
también que establecer un programa de ruido aeroportuario normalizado y de com-
patibilidad de empleo del terreno.
De acuerdo a estas autoridades ya la de la Sección 307 de la F AAct (o sea, cuan-
do la reducción de la acción sonora podría estar relacionada con la regulación del
flujo de tráfico aéreo), la FAA ha intentado cumplir los objetivos de su programa
de reducción sonora a través de la emisión de regulaciones, órdenes internas diri-
gidas a los empleados de la FAA (como los controladores de tráfico aéreo) y Cir-
culares de Asesoramiento, que ofrecen indicaciones al público. Se han realizado las
siguientes acciones.

* Interpretando la 49 U.S.c. 1431 (d)(3).


53.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Federal Aviation Regulations (FAR)

Parte 36 del FAR - Normativa sobre ruidos: Tipo de avión y certificado de ae-
ronavegabilidad. Esta regulación indica normas sonoras para la certificación de
tipo· de (1) aviones de gran tamaño de categoría de transporte subsónico, y (2)
aviones propulsados por turborreactores subsónicos. Normalmente todos los avio-
nes [en el punto (1) anterior] examinados deben cumplir los niveles sonoros de la
Parte 36 del F AR (Apéndice C). Estos niveles se prescriben en tres posiciones de
medida, y se especifican para el despegue, la aproximación y las líneas laterales. Los
niveles varían en función del peso bruto del aparato con un nivel de ruido percibido
efectivo máximo [véase la Ecuación (47.5)] de 108 dB en cualquier situación. De
modo similar, los pequeños aviones accionados por hélice y los helicópteros deben
cumplir la normativa sobre ruidos de la Parte 36 del FAR (apéndices G y H, res-
pectivamente).

Parte 36 del FAR - Enmienda Séptima - Normativa sobre ruidos: Tipo de avión
y certificado de aeronavegabilidad. Esta enmienda, publicada por el Registro Fe-
deral (42 Fed. Reg. 12360) el3 de marzo de 1977, incrementa el rigor respecto a la
regulación básica publicada en 1969. Se establecen y aplican tres «fases» de nivel so-
noro, empleando un concepto de certificación basado en parte en el número de mo-
tores.

FAR 91.55 - Estampido sónico de la aviación civil. Esta regulación prohíbe el


vuelo supersónico de aviación civil en el espacio aéreo de los EE.UU. La Adminis-
tración de la F AA puede otorgar una autorización específica para sobrepasar la ve-
locidad del sonido por parte de un aparato de uso civil solamente para fines limita-
dos (como la investigación, o para demostrar que la maniobra no provocará un
estampido sónico que alcance la superficie del suelo).

Parte 91 del FAR - Enmienda 134 - Reducción del ruido del montaje delflap en
el aterrizaje. Esta enmienda ordena que el montaje final del flap de aterrizaje de
aviones turborreactores pesados no debe exceder al montaje mínimo certificado del
flap de aterrizaje. Esta norma se aplica al piloto que conduzca cualquier avión tur-
borre actor civil, norteamericano o de otro país, para el cual la autoridad certifica-
dora haya aprobado más de un montaje de flap de aterrizaje para el que exista una
información adecuada de funcionamiento en el manual de vuelo del aparato. El pi-
loto podrá emplear un montaje de flap de aterrizaje diverso si por razones de se-
guridad lo considera necesario.

Parte 91 del FAR - Enmienda 136 - Conformidad por fases con los límites so-
noros establecidos en la Parte 36 sobre turborreactores con pesos máximos supe-

• La certificación de tipo es el proceso legal mediante el cual se aprueba el diseño de un aparato aé-
reo, motor, hélice o máquina respecto al «diseño, material, especificaciones, construcción y funciona-
miento», 49 V.S.e. Sección 1423(a). La Parte 36 añade criterios sonoros a los de seguridad empleados
normalmente en la certificación de tipo.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.15

rlores a 75.000 libras. Esta enmienda fue aprobada para proporcionar una mayor
asistencia y protección a la población frente al ruido de la aviación ordenando a
aparatos, previamente exceptuados, que cumplieran la presente normativa federal
sobre ruidos, en la Parte 36, de acuerdo con un esquema temporal de varias fases
que finalizaba el1 de enero de 1985. A partir de esa fecha nadie podría pilotar en
los Estados Unidos cualquier aparato cubierto por esta enmienda, a menos que hu-
biera acatado los niveles sonoros de la Parte 36. Esta regulación es conocida como
el requisito «reconversión / sustitución» o «conformidad a la Parte 36 del F AR».
Parte 150 del FAR - Plan de compatibilidad sonora de aeropuertos. Esta re-
gulación hace efectivo el Título 1 de la ley ASNA estableciendo un programa de rui-
do normalizado y de compatibilidad de usos del suelo, que incluye (1) la creación
voluntaria por parte de los funcionarios de aeropuertos (y de su sometimiento a la
FAA) de mapas de exposición sonora en las inmediaciones del aeropuerto, (2) el
empleo de métodos fijos de cálculo de exposición sonora en estas zonas reflejados
en unidades normalizadas, (3) la identificación de la utilización de los terrenos que
se encuentran normalmente rodeando los aeropuertos, y (4) el establecimiento de
criterios y procedimientos de preparación y sometimiento de los mapas de exposi-
ción sonora y de los programas de compatibilidad sonora. Debido a que estos pro-
gramas son de aplicación local en muchas comunidades sirven para propiciar, con su
consiguiente publicidad, el debate entre los intereses de las entidades relacionadas
y no relacionadas con la aviación para establecer una planificación a largo plazo del
aeropuerto.

Directivas internas de la FAA

Orden 1050.1b - Política y procedimientos para la consideraci6n de impactos


medioambientales. Además de las funciones de la F AA de subvención a aero-
puertos y reglamentación del tráfico aéreo antes discutidas, esta organización posee
responsabilidades estatutarias específicas en otras áreas de impacto medioambien-
tal potencial, incluido el impacto sonoro. Los apéndices de esta orden de la F AA
proporcionan criterios de asesoramiento medioambiental en muchas áreas de su ac-
tividad que incluyen:
1. Programas de investigación, ingeniería y desarrollo, como los relacionados
con los sistemas de aproximación y aterrizaje (véase el Apéndice 1).
2. Proyectos relativos a instalaciones aéreas, como la creación de centros de
control de tráfico en rutas aéreas o la reinstalación de equipos instrumentales
de aterrizaje (véase el Apéndice 2).
3. Regulaciones de tráfico aéreo tales como las rutas de llegada y salida (véase
el Apéndice 3 y lo dicho anteriormente).
4. Programas y maniobras normativas de vuelo, como la certificación de apa-
ratos, la autoridad operativa de los transportistas aéreos y la aprobación de
escuelas de entrenamiento para pilotos (véase el Apéndice 4).
5. Programas logísticos, tales como arrendamientos, préstamos, acuerdos u
otras negociaciones que puedan estar sujetas a la normativa medioambiental
(véase el Apéndice 5).
53.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

6. Programas de desarrollo aeroportuario (véase el Apéndice 6 y lo dicho an-


teriormente ).

Orden 1050.11 - Planificación del control sonoro. Esta extensa orden establece
la política y los procedimientos de la F AA, así corno sus responsabilidades en rela-
ción a los planes de control sonoro por parte del propietario del aeropuerto, inclu-
yendo los procedimientos de reducción del ruido, el uso compatible de terrenos al-
rededor de los aeropuertos, y las restricciones de empleo por parte del propietario.
Proporciona directrices a su propio personal para revisar las restricciones de uso del
propietario y, cuando se considere apropiado, colabora en los procedimientos lo-
cales de reducción del ruido de la aviación.

Orden 7110.13 - Programas de reducción del ruido en aviones. Esta orden es-
tablece la política y los procedimientos respecto al establecimiento de los progra-
mas de reducción del ruido de la FAA. Fue promulgada en 1968 como la primera
orden de reducción sonora dirigida primordialmente a los itinerarios de vuelos y al
uso de las pistas en las operaciones de llegada y salida. Esta orden exige que la FAA
examine las actividades aeroportuarias con el fin de anticipar problemas de ruido
con las comunidades colindantes. Establece la regla que afirma «que el control del
tráfico aéreo con programas de reducción del ruido de los aviones quedará sola-
mente supeditado a consideraciones de seguridad». Los programas de reducción so-
nora se han dado a conocer a través de boletines, notificaciones o cartas sobre ins-
talaciones, dirigidas a funcionarios o usuarios de aeropuertos.

Orden 7110.22B - Operaciones de llegada y salida de aviones de gran poten-


cia. El objetivo de esta orden consiste en minimizar la cantidad de tiempo durante
la cual operan aviones de gran potencia a baja altura dentro del sistema de control
de tráfico aéreo. El propósito principal de esta orden consiste en garantizar la se-
guridad, aprovechar eficazmente el combustible, mantener a gran altura las emisio-
nes de los aparatos, y facilitar la reducción de ruidos de cara a la población cercana
al aeropuerto.

Orden 7110.72 - Gestión delflujo de tráfico local. Esta orden establece un pro-
grama de gestión del tráfico local destinado a garantizar la seguridad, ahorrar com-
bustible, y reducir el impacto del ruido aéreo en las comunidades locales, con el fin
de mejorar el sistema en su integridad. Las operaciones de llegada de aviones se or-
denan de acuerdo a unas normas de flujo de llegada según la capacidad del sistema.
Se realizarán mediciones para que el número de aparatos dirigidos no exceda la ca-
pacidad establecida. eliminando por tanto retrasos en las llegadas. Según esta direc-
tiva, los aviones podrán durante las operaciones de salida despegar con más rapidez
y abandonar las áreas sensibles al ruido. Los beneficios respecto a la reducción del
ruido incluidos en esta orden se consiguen gracias a (1) la reducción del tiempo de
vuelo en alturas inferiores a 10.000 pies por encima del aeropuerto, (2) la elimina-
ción de retenciones y el examen de la vectorización, y (3) el diseño de la ruta más
corta hacia la pista de aterrizaje. La exposición reducida al ruido se conseguirá de-
bido a los reglajes menores de empuje. a las mayores altitudes y a los tiempos más
cortos de exposición.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.17

Circulares informativas

AC 36-1E - Niveles verificados de ruido de aviones. Las circulares informativas


son documentos de cumplimiento no obligatorio que pretenden proporcionar su-
gerencias al público. Esta circular informativa ofrece datos de niveles sonoros para
aviones verificados en la Parte 36 de la F AA desde su publicación. En el índice se
incluyen tablas de tipos de motor, pesos brutos y reglajes de flap para los distintos
tipos de aviones, así como los niveles sonoros medidos con los límites apropiados de
la Parte 36 del F AR.

AC 36-2B - Niveles estimados de ruido de aviones. Esta circular informativa


ofrece los niveles sonoros estimados para aquellos aviones cuyo tipo no haya sido
certificado por los requisitos de sonido de la Parte 36 del F AR.

AC 36-3E - Niveles estimados de ruido de la aviación. En esta circular infor-


mativa se ofrecen listas de niveles estimados de ruido aéreo reflejados en términos
de nivel sonoro con ponderación A. Esta información se indica para operaciones de
despegue y aterrizaje, bajo pesos máximos, de los aviones certificados. Cuando re-
sulta posible, estos niveles se basan en estimaciones tomadas de datos de certifica-
ción sonora (originalmente en términos de niveles de ruido percibido efectivo).

AC 36-4B - Fechada el 23 de marzo de 1988. La Parte 36 del FAR precisa que


los procedimientos normativos se utilicen en la certificación sonora de turborreac-
tares, aviones de gran tamaño y aviones de propulsión por hélice. Además, se pue-
den emplear procedimientos alternativos si éstos están aprobados por la F AA,
aprobación que debería ser obtenida siempre con anterioridad al inicio de las la-
bores de certificación sonora.

AC 90-59 - Operaciones de llegada y salida de aviones de gran potencia. Esta


circular informativa describe las gestiones de control de tráfico aéreo de aviones de
gran potencia en áreas terminales. El programa descrito en esta circular informati-
va, gracias a la minimización de la exposición frente a la llegada y salida de aparatos
controlados de gran potencia, ofrece una sensible reducción manteniendo estos
aparatos a grandes altitudes durante los períodos más largos posibles.

AC 91-36C - Fechada el 19 de octubre de 1984 - Reglas visuales sobre vuelos


(RVV) cerca de áreas sensibles al ruido. En esta circular informativa se aconseja
a los pilotos que realicen vuelos RVV cerca de áreas sensibles al ruido que circulen
a altitudes superiores (2.000 pies sobre del suelo) al mínimo permitido por la regla-
mentación, y en trayectorias de vuelo que reduzcan el impacto sonoro en esas áreas.
El procedimiento fijado indica que, si resulta práctico, se deben evitar preferente-
mente las áreas sensibles al ruido cuando se vuela a relativamente poca altitud. Se
hace mención expresa a las asambleas de personas al aire libre, iglesias, hospitales,
escuelas, guarderías, y áreas de parques nacionales, salvajes, recreativos, costas,
monumentos nacionales, orillas de lagos y áreas de tránsito y refugio de vida sal-
vaje.
53.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

A e 91-53 - Fechada el17 de octubre de 1978. Esta circular informativa propor-


ciona el análisis y la descripción técnica de un perfil normalizado de reducción de
ruido en despegues generalmente eficaz y de acuerdo a los requisitos de seguridad
de la FAA. (Un perfil de reducción de ruido en despegues es un procedimiento se-
guro de operaciones que minimiza la exposición sonora a nivel del suelo resultante
del despegue de aviones.) El perfil incluido en esta circular informativa fue creado
para aviones turborreactores con un peso máximo certificado de despegue de
75.000 libras. Aunque esta circular no es obligatoria, recomienda que se tenga en
consideración este perfil en los manuales de maniobras de entrenamiento y vuelo,
así como de los planes de reducción del ruido en aeropuertos.
La F AA continúa desarrollando regulaciones, órdenes y circulares informativas
nuevas y enmendadas sobre control y disminución del ruido, incluyendo normas
para aparatos destinados a vuelos supersónicos, helicópteros y de poca distancia.

REGLAMENTACION LOCAL SOBRE RUIDOS (Véase también el


Capítulo 52)

Además de las reglas tratadas con anterioridad sobre diseño, construcción y ope-
ratividad de la aviación, muchos aeropuertos han establecido reglamentaciones lo-
cales sobre ruidos destinadas a impedir el aumento del ruido aéreo en las zonas co-
lindantes al aeropuerto o (en algunos casos) incluso a disminuir su impacto sonoro.
Aunque esas normas sonoras locales están destinadas por lo general a buscar solu-
ciones frente a los problemas acústicos entre la aviación y la población en aero-
puertos específicos, deben cumplir una serie de requisitos antes de ser ejecutadas.
La reglamentación local (1) no debe interferir con la garantía constitucional delli-
bre comercio entre estados; (2) no debe someter a una o a un grupo de compañías
de transporte aéreo a discriminaciones, y (3) debe obedecer todos los requisitos de
seguridad operativos impuestos por la regulación federal y/o la política del trans-
portista aéreo.
La reglamentación local sobre ruidos incluye habitualmente medidas de control
sonoro tales como (1) suspensiones nocturnas, (2) programas de utilización de pis-
tas, (3) restricciones a la frecuencia de las operaciones, (4) conceptos presupuesta-
rios sobre ruidos, (5) los requisitos porcentuales del capítulo 3, (6) los diferenciales
en cuotas de aterrizaje para las aeronaves de los capítulos 2 y 3, Y(7) las restriccio-
nes durante el calentamiento de motores. Estas normas se aplican por lo general sin
dificultad, pero otras podrían encontrar obstáculos legales.
La historia de la promulgación de reglamentos locales sobre ruidos contiene una
amplia lista de litigios entre aeropuertos, sus usuarios y las comunidades colindan-
tes a los mismos. Sin embargo, es posible crear e implementar normas locales efi-
caces sin necesidad de recurrir a la acción legal cuando todas las partes interesadas
colaboran para comprender los problemas ajenos y buscar soluciones mutuamente
beneficiosas.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.19

PROCEDIMIENTOS DE CREACION DE NORMAS

El objetivo último de cualquier proceso público es el de lograr establecer decisiones


integrales respecto a los problemas que le incumban. Así como el contenido sustan-
cial de la reglamentación sobre ruido aéreo viene determinado por leyes públicas
que definen los amplios conceptos del sistema «uniforme y exclusivo» sobre avia-
ción nacional, también el proceso gradual por el que las decisiones reguladoras del
ruido, llevado a cabo bajo el severo escrutinio público, adquieren efectividad legal,
queda determinado con detalle en dos leyes públicas: la Administrative Procedure
Act de 1946 (APA)35 Ylas disposiciones procesales de la Sección 611 de la FAAct36
enmendadas por la Noise Control Act de 1972. Estos procedimientos fueron pro-
mulgados por el Congreso con el fin de asegurar que el proceso de creación de nor-
mas fuera estudiado por el foro público y, de este modo, se ofreciese a las personas
afectadas una oportunidad real de participar en su elaboración.

La participación en la creación de normas

Aunque a lo largo del capítulo se ha venido prestando especial atención al control


y la reducción de! ruido, debería afirmarse que el objetivo global del tema de «go-
bierno abierto» que subyace en el proceso de creación de normas de la FAA con-
siste en propiciar e! diálogo entre el gobierno y el ciudadano, con el fin de permitir
y alcanzar el grado más elevado de compenetración, dentro de la F AA, del impacto
probable de estas regulaciones antes de que éstas sean promulgadas. Los objetivos
que pretende alcanzar este procedimiento son, más concretamente, los siguientes:
(1) unas decisiones abiertas logradas de modo abierto; (2) aumentar las oportuni-
dades de participación pública en la creación de normas; (3) contar con las personas
que estudien las normas propuestas, que podrían ser explicadas y justificadas en
base a sus méritos; (4) la creciente concienciación de la FAA respecto al impacto a
largo plazo de la conservación de la energía, y los impactos medioambientales, in-
ternacionales, económicos y en e! consumidor.
El resumen de la APA y de la Sección 611 que aparece a continuación es de tipo
general. En la Parte 11 de las Federal A viation Regulation?7 se ofrece información
más detallada sobre los procedimientos de establecimiento de normas de la F AA.

Administrative Procedure Act de 1946 lAPA)

La APA se aplica corrientemente a las entidades federales, incluyendo la F AA. Las


disposiciones sobre creación de normas de esta ley pretenden abrir este proceso a la
opinión y participación pública. Todas las Federal A viation Regulations, que hacen
efectiva la Federal Aviation Act de 1958 enmendada por la Noise Control Act de
1972, son promulgadas de acuerdo a estas premisas, que comprenden las siguientes
fases:
53.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1. En la mayoría de los casos·, la norma propuesta se decreta primeramente


como una Notificación de Proposición de Ley (NPRM), Yaparece en el Re-
gistro Federal, publicación establecida por el Congreso para informar al pú-
blico, entre otros asuntos, de la aparición de reglamentación federal. En el
preámbulo de su establecimiento se aceptan los comentarios del público.
2. Tras la aparición de la NPRM, las personas afectadas tienen la oportunidad
de participar en la creación de normas por medio de informes por escrito,
opiniones o argumentos, incluyendo cuando sea apropiado la oportunidad de
realizar presentaciones orales.
3. Tras el estudio de estos comentarios, se incorpora a la normativa finalmente
adoptada una «concisa declaración general sobre su base y propósito».
4. En la mayoría de los casos··, la normativa definitiva es promulgada y publi-
cada en el Registro Federal··· al menos 30 días antes de su entrada en vigor.
5. Todas las personas afectadas tienen derecho a solicitar que la F AA promul-
gue, enmiende o derogue una norma.

Con el fin de dar una aún mayor apertura al proceso de creación de normas, la
F AA ha incluido los siguientes métodos para aumentar la posibilidad de participa-
ción pública (además del empleo de entrevistas, listas de correos, comités conseje-

.. 5 V.S.e. 553(b)(3)(B) indica que la notificación y el procedimiento público pueden ser eliminados
en caso de que la entidad estime. «por buena causa». que tal proceso es «impracticable, innecesario o
contrario al interés público» .
.... 5 V.S.e. 553(d) afirma que el período de gracia de 30 días puede ser desestimado en ciertos casos
concretos .
...... La comprensión del proceso de creación de normas federales precisa de una familiaridad con los
procedimientos relacionados con la Oficina del Registro Federal. Aquí reproducimos un breve resumen
de los propósitos y los efectos de las publicaciones en el Registro Federal a partir de la introducción al
capítulo 11 del Document Drafting Handbook. publicado por la Oficina del Registro Federal, Archivos
Nacionales y Servicio de Documentación. Washington OC. 20408:
«El Registro Federal es una publicación creada por el Congreso con el fin de informar al público so-
bre las regulaciones de poder ejecutivo y de las entidades administrativas independientes del gobierno de
los V.S.A. Las funciones actuales del Registro Federal han sido definidas ampliamente en dos leyes. la
Federal Register Act de 1935 (44 V.S.e.. capítulo 15) y la Administrative Procedure Act de 1946 (5 V.S.e.
551 et seq.). El Congreso aprobó la Federal Register Act con el fin de solventar los problemas de comu-
nicación existentes entre las entidades federales y el público debidos a la aparición de la actividad regu-
latoria a principios de los años 30. Con su promulgación se reconocía el hecho de que los ciudadanos no
podían estar al día del conjunto de leyes administrativas en rápido crecimiento a menos que esas leyes se
encontrasen a disposición pública. La necesidad de «publicar» las disposiciones regulatorias quedó pa-
tente en un caso del Tribunal Supremo en el que el apoderado del gobierno reconoció que ciertas dis-
posiciones regulatorias básicas para el pleito del gobierno se habían rescindido por error [Panama Refi-
ning Co. v. Ryan. 293 V.S. 388 (1935»). La Federal Register Act estableció por primera vez un sistema
uniforme de tratamiento de emisiones institucionales garantizando: (l) la catalogación. (2) la disposición
para la inspección pública. (3) la publicación en el Registro Federal y (4) la codificación permanente.
cuando sea posible ...
La aparición de una normativa en el Registro Federal cumple solamente parte de estos requisitos. El
material codificado pasa también a formar parte del Code of Federal Regulations (CFR).
La Administrative Procedure Act (APA) introdujo una nueva dimensión al sistema esbozado en la ley
de 1935. Vna medida tomada en 1946 introducía como requisito general la fase de participación pública
en el proceso de creación de normas.»
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.21

ros, encuentros públicos, y otras formas de obtención de información por parte de


la opinión pública):
1. En ciertos casos, y antes de que se cree la NPRM según indica la APA, apa-
rece y se publica en el Registro Federal una Notificación Anticipada de Pro-
posición de Ley con el fin de que la opinión pública ayude a determinar la na-
turaleza o finalidad de las normas propuestas en la NPRM posterior.
2. Queda establecido y mantenido un Sumario Público de Normas con el fin de
conservar todos los comentarios del público aparecidos durante el proceso de
elaboración de la norma. Cualquier persona puede conocer la opinión del pú-
blico y ofrecer comentarios con un conocimiento preciso de lo que los demás
han opinado. Es más, todos los contactos de la F AA respecto a una norma-
tiva particular en estudio, como los apuntes tomados durante encuentros con
grupos representantes de la industria o de la ciudadanía, quedan en el suma-
rio a disposición de las personas interesadas. Esto es aplicable a todos los
procesos de instauración de normas por parte de la F AA.
En la Figura 53.1 aparece el proceso completo de elaboración de normas de la
FAA, desde la Notificación Anticipada de Proposición de Ley hasta la Normativa
Definitiva.

NO;S8 Control Act de 1972

Los procedimientos especificados en la APA se seguirán en la promulgación de


toda la normativa sobre reducción de ruidos y estampidos sónicos iniciada por la
FAA. Sin embargo, la Sección 611(c) de la Federal Aviatíon Act de 1958, enmen-
dada por la Noise Control Act de 1972 (49 U.S.e. 1431), contiene los procedimien-
tos detallados que deben seguirse, además de los procedimientos de la APA, en los
casos en los que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) someta una regulación
sobre reducción de ruidos aéreos a la FAA. La Sección 611(c) ordena a la EPA a
someter a la F AA las regulaciones de control sonoro que considere «necesarias
para proteger la salud y el bienestar públicos»38. Cuando se haya llevado esto a
cabo, la F AA debe realizar los siguientes pasos:
1. Dentro de los 30 días posteriores a la entrega de la propuesta de la EPA, la
FAA debe publicarla en el Registro Federal en concepto de Notificación de
Proposición de Ley.
2. Dentro de los 60 días posteriores a la publicación de la NPRM, la F AA debe
celebrar una audiencia sobre la propuesta de la EPA.
3. Tras un «período razonable» posterior a la audiencia, y tras realizar consultas
con la EPA, la F AA debe optar por una de las siguientes propuestas: (1) pro-
mulgar una normativa bien idéntica o bien modificada respecto a la propues-
ta por la EPA, o (2) publiear en el Registro Federal un aviso indicando que la
F AA ha decidido no adoptar la propuesta de la EPA, así como una «expli-
cación detallada» de tal decisión.
Tras esta gestión de la F AA, la EPA está autorizada, bajo ciertas condiciones y
tras consultar con la FAA, a publicar en el Registro Federal una petición detallada
53.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Revisión bienal de Internacional


aeronavegabilidad
V maniobras

Audiencia publica
+-__-J
• Ponente del tribunall,
• Informes disponible
previo pago

FIGURA 53.1. Proceso completo de elaboración de normas en la FAA.

para que la FAA revise e informe a la EPA sobre la conveniencia de adoptar la pro-
posición de la EPA tal como se indicó originalmente a la F AA. Deben transcurrir al
menos 90 días antes de que se produzca el informe de la F AA. Cuando la EPA pu-
blica su petición en el Registro Federal, debe realizar los siguientes pasos: (1) la
F AA debe publicar su informe en el Registro Federal en caso de que decida que la
propuesta de la EPA no deba ser considerada normativa; (2) en caso de que la F AA
indique que la propuesta de la EPA no deba ser considerada normativa, la EPA
puede requerir a la F AA la realización de un informe suplementario que compare
los efectos medioambientales de las actividades de la F AA con los que resultarían
en el caso de que se adoptara la propuesta de la EPA. La FAA debe realizar esta
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.23

tarea dentro de un período de tiempo establecido por la EPA (que debe ser de al
menos 90 días). Este proceso aparece en la Figura 53.2.

CONSIDERACIONES INTERNACIONALES

Las acciones del gobierno federal para controlar los ruidos aéreos dentro de los
EE.UU. no se producen en el vacío. Las restricciones que afecten al sistema nacio-
nal de aviación, sea cual sea su propósito, contienen el riesgo potencial de quebran-
tar seriamente el comercio aéreo de la comunidad internacional. Debido a esta ra-
zón, la Sección 1102 de la Federal A viation Acf9 establece que todos los derechos y
deberes investidos por esta ley serán llevados a cabo según los acuerdos vigentes
entre EE.UU. y otros países extranjeros.

La Convención de Chicago

Además de los acuerdos bilaterales sobre transporte aéreo entre Estados Unidos y
otros países, Estados Unidos ha firmado la Convención sobre Aviación Civil40 , ra-
tificada el 9 de agosto de 1946. En general, la política norteamericana sobre avia-
ción civil internacional debe someterse a este acuerdo, conocido como la Conven-
ción de Chicago. Su preámbulo contiene la siguiente afirmación de propósitos que
implica directamente al control del ruido producido por aviones en operaciones in-
ternacionales:

«Por lo tanto los gobiernos firmantes, habiendo acordado ciertos principios y ordena-
mientos con el fin de que la aviación civil internacional se desarrolle de modo seguro y co-
rrecto, y los servicios de transporte aéreo internacional se establezcan en base a la igualdad
de oportunidades y al funcionamiento razonable y económico, han aprobado seguidamente
la Convención con este fin.»

El principio de viabilidad económica razonable conseguido gracias a la aplica-


ción no discriminatoria de una normativa lógica sobre comercio aéreo internacional
es una consideración fundamental de toda la reglamentación de la FAA que afecta
a las compañías aéreas extranjeras.

La política de los Estados Unidos

Los principios de la Convención de Chicago han sido reelaborados por el Presiden-


te en forma de una Plan de transporte aéreo internacional de los Estados Unidos,
aprobado el8 de septiembre de 1986'. En esta política se adapta el concepto inter-
nacional de igualdad a las regulaciones medioambientales norteamericanas de va-

* Reemplazando al plan del 22 de junio de 1970.


53.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Opiniones:

• Medioambientales
• Consumidores
• Internacionales
• Aviación
• Resto del público
• Congreso
• Otras instituciones
del gobierno de
los EE.UU.

Audiencia pública de la FAA en 60 dias

FIGURA 53.2. Control y reducción de ruido aéreo y estampido sónico.

rias formas: (1) se favorecen los acuerdos sobre temas medioambientales interna-
cionales a través del foro de la Organización de la A víación Civil Internacional
(OACI)"< ; (2) se establece que, a pesar del hecho de que las necesidades medioam-
bientales y los medios de los Estados Unidos puedan diferir de los de otras nacio-
nes, se realizarán todos los esfuerzos posibles para que se acepten internacional-
mente los requisitos planteados por este país; (3) se afirma, sin embargo, que las
acciones llevadas a cabo por el gobierno de los EE.UU. deben realizarse de acuerdo
a los mandatos legislativos que protegen la salud y el bienestar públicos de los ciu-
dadanos norteamericanos, y (4) (con el fin de equilibrar estos objetivos opuestos) se
afirma que los EE. UU. «intentarán que se establezcan acuerdos en la OACI para la
aplicación de la normativa sobre ruidos de aviación en operaciones internacionales.
Si resulta imposible obtener este acuerdo internacional sobre problemas medioam-
bientales tales como las emisiones de ruidos y motores, los Estados Unidos deberán

.. La OACI fue creada por la Convención de Chicago como organización administrativa encargada
de aplicar los objetivos de la Convención.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.25

establecer una normativa más severa de la propuesta por la OACI con el fin de pro-
teger la salud de los ciudadanos y la calidad del entorno»41.
A lo largo de los años se han establecido numerosos acuerdos dentro del marco
de la OACI respecto a la normativa que afecta a la aviación civil internacional. Las
normas y la práctica recomendada sobre aviación, además de otros acuerdos sobre
este tema, queda recogida por la OACI en forma de Anejos a la Convención. La
Normativa y práctica recomendada sobre ruido aéreo designada en el Anejo 16 de la
Convención fue adoptada por el Consejo de la OACI el2 de abril de 1971 para ha-
cerse efectiva el2 de agosto de ese año y ser aplicada el6 de enero de 1972. El Ane-
jo 16 se aprobó como resultado de un Encuentro especial sobre ruido aéreo en las in-
mediaciones de aeródromos celebrado en Montreal (Canadá) en noviembre y
diciembre de 1969.

REFERENCIAS

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2. Seco 104 ofthe Act (49 U.S.e. 1304).
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5. title 1, Pub. L. 91-258, 91st Cong., 2d Sess. (1970),49 U.S.e. 1701 et seq.
6. 49 U.S.e. 1701.
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8. 49 U.S.e. 1713(c).
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12 de julio de 1976).
11. 49 U.S.e. 1712.
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14. 49U.S.e.1719.
15. 14 e.F.R. Part 152.
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18. 272 F. Supp. 226 (1967), affd. 398 F. 2d 369 (1968), cerl. denied, 383 U.S. 1017 (1969).
19. Article 1, Section 8, Clause 3, and Article VI, clause 2, respectively.
20. Act of August 23,1958,72 Stat. 731, as amended (49 U.S.e. 1301 el seq.).
21. 272 F. Supp. 226,230.
22. 49 U.S.e. l343(e).
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24. S. Rochester, Takeoff at Mid-Century: Federal Civil Aviation Paliey in the Eisenhower
Years 1953-1961, Departamento de Transportes de los U.S.A., Federal Aviation Admi-
nistration, 1976, p. 247.
25. 14 e.F.R. § 91.87(g).
26. 14 C.F.R. § 91.87(d).
27. Subpart L of Part 93 of the Federal Aviation Regulations (14 C.F.R. Part 93).
28. P.L. 91-190,42 U.S.e. 4321 et seq.
29. 35 F.R. 4247 (issued Mar. 5,1970).
30. 40 C.F.R. Part 1500,38 Fed. Reg. 20550 (Aug. 1, 1973).
53.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

31. 49 U.S.e. 1431.


32. 82 Stat. 395, June 21,1968.
33. 49 U.S.e. 1431(b)(I).
34. 49 U.S.e. 2101.
35. 5 U.S.e. 551 et seq.
36. Section 611(c) (49 U.S.e. 1431(c».
37. 14 e.F.R. Part 11, General Rulemaking Procedures.
38. 49 U.S.e. 1431(c)(I).
39. 49 U.S.e. 1502.
40. 61 Stat. 1180.
41. Intemational Air Transportation Policy ofthe United States, pp. 30,31.
Capítulo 54
ESTUDIOS DE
IMPACTO AMBIENTAL

Henning E. von Gierke


Kenneth M. Eldred
Robert K. Break

INTRODUCCION

El aumento de la conciencia ambiental a mediados de la década de los 60 condujo a


que muchos países formalizaran procedimientos para evaluar los efectos sobre el
medio ambiente de nuevas acciones, proyectos, productos o procedimientos antes
de su inicio. Estos análisis declaran y justifican los costes ambientales de la acción
propuesta en un estudio de impacto ambiental (Es.I.A.). En EE. UU, esta política se
estableció por primera vez con carácter general mediante el Acta Nacional de Po-
lítica Ambiental de 1969 [NEPA (PL-91-190) p, para todos los proyectos, progra-
mas o nuevas políticas con financiación federal. A través de la posterior legislación
federal, estatal y municipal, este proceso de revisión ambiental ha ganado una im-
portancia creciente en la planificación del uso del suelo, la distribución de recursos
y las decisiones políticas. En 19742 , más de una docena de estados habían adoptado
estatutos «estilo NEPA»; otros estados habían introducido requisitos parecidos me-
diante órdenes ejecutivas o administrativas.
Un impacto ambiental se define como los efectos a corto y largo plazo de cual-
quier acción sobre el entorno físico y social de las personas, sobre la naturaleza y so-
bre la vida salvaje. Una definición tan amplia de impacto ambiental requiere una in-
terpretación más profunda, refinamiento y cuantificaciones normalizadas que la
hagan práctica en decisiones funcionales y legales, sobre todo con respecto a la de-
finición y análisis de un impacto adverso. El ruido, una medida de la calidad del am-
biente acústico, no es sino uno de los factores importantes a incluir en el proceso de
planificación y que se debe analizar en un estudio de impacto ambiental. Es uno de
los factores que hay que considerar junto con la contaminación del aire, del agua,
térmica, peligros químicos, eficacia del transporte, etcétera. El objetivo global del
estudio de impacto ambiental y del proceso posterior de evaluación del impacto que
se discutirá en detalle más adelante, es un análisis de coste-beneficio de gran alcan-

54.1
54.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

ce nacional y social, que puede resultar útil para lograr los objetivos deseados con
un gasto mínimo de recursos irrecuperables y de costes sociales. Con esta finalidad,
es deseable expresar, siempre que sea posible, el impacto total ambiental de un pro-
yecto y los impactos parciales de los tipos individuales considerados en términos de
índices de número único. Esta simplificación de la situación es necesaria para per-
mitir, en la medida de lo posible, una cuantificación sin sesgos de: (1) el impacto,
(2) la comparación de las distintas soluciones alternativas y (3) los costes económi-
cos o sociales implicados en evitar o aceptar un impacto negativo. El personal ad-
ministrativo o técnico responsable del proyecto y quienes preparan el estudio de
impacto ambiental deben trabajar en contacto estrecho con los expertos responsa-
bles de la evaluación de los distintos efectos ambientales de los proyectos. Deben
utilizarse métodos técnicos para cuantificar el impacto del ruido, métodos que tie-
nen la precisión requerida para las decisiones, que sean comprensibles para perso-
nas legas y que se expresen en términos tales que el impacto del ruido puede com-
pararse con otros tipos de impacto. Las directrices y procedimientos descritos en
este capítulo, basados en un informe 3 CHABA (Committee on Hearing, Bioacustics
and Biomechanics), que propone directrices uniformes para la preparación de es-
tudios de impacto ambiental con respecto al ruido, son útiles para este particular.

EL ACTA NACIONAL DE POLlTICA AMBIENTAL (NEPA) DE 1969

El propósito del Congreso al poner en marcha la National Environmental Policy


Act (NEPA) está incluido como parte de ella: «Declarar una política nacional que
fomente una armonía productiva y grata entre las personas y su ambiente; promo-
ver esfuerzos que impidan o eliminen el riesgo para el ambiente y la biosfera y es-
timulen la salud y el bienestar de los seres humanos; (y) enriquecer la comprensión
de los sistemas ecológicos y los recursos naturales importantes para la nación». El
Congreso declaró que ésta era la «política continuada del gobierno federal» y que
todas las agencias federales «deben utilizar todos los medios y medidas prácticas»
para satisfacer estos propósitos, de manera que la nación pueda:
1. Cumplir las responsabilidades de cada generación como administradora del
medio ambiente para generaciones futuras.
2. Asegurar entornos seguros, sanos, productivos, estética y culturalmente
agradables para todos los estadounidenses.
3. Lograr el rango más amplio de usos beneficiosos del medio ambiente sin de-
gradación, riesgo para la salud o seguridad u otras consecuencias indeseables
o no queridas.
4. Conservar los aspectos históricos, culturales y nacionales importantes de
nuestro patrimonio y mantener, siempre que sea posible, un medio ambiente
que sustente la diversidad y la variedad de selección individual.
5. Lograr un equilibrio entre población y el uso de recursos que permita niveles
altos de vida y un reparto amplio de las comodidades de la vida.
6. Mejorar la calidad de los recursos renovables y lograr el máximo reciclado
posible de los recursos no renovables.
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.3

Para lograr estos objetivos, la Sección 102 (2) (A) de la NEPA exige que todas
las agencias federales «utilicen un enfoque sistemático, interdisciplinar», que inte-
gre «ciencias naturales y sociales y técnicas de diseño ambiental en la planificación
y toma de decisiones que puedan tener un impacto sobre el medio ambiente». La
Sección (2) (C) exige que en todas las «acciones federales importantes que afectan
significativamente a la calidad del medio ambiente humano», la agencia federal
principalmente implicada prepare en primer lugar un estudio detallado, habitual-
mente denominado estudio de impacto ambiental, que analiza los siguientes asun-
tos:
1. El impacto ambiental de la acción propuesta.
2. Cualquier efecto ambiental adverso que no pueda evitarse si la propuesta se
lleva a cabo.
3. Alternativas a la acción propuesta.
4. La relación entre los usos locales a corto plazo del medio ambiente y el man-
tenimiento y mejora de la productividad a largo plazo.
5. Cualquier compromiso irreversible e irrecuperable de los recursos que esta-
rían implicados en la acción propuesta si se llevara a cabo.
La agencia federal sólo puede proceder legalmente después de que el estudio de
impacto ambiental ha sido realizado y aprobada la declaración de impacto ambien-
tal. Como resultado, las agencias que se han creado para regular y/o promover in-
dustrias particulares o sectores de la economía ya no pueden alegar que no tienen
jurisdicción legal para considerar los efectos ambientales de sus decisiones. Muy al
contrario, la NEPA les dota de la obligación afirmativa de considerar tales efectos.

Agencias sometidas al proceso de estudio de impacto ambiental

La Sección 102 de la National Environmental Policy Act (NEPA) afirma global-


mente que «todas las agencias del gobierno federal tendrán» que cumplir con estos
requisitos de procedimiento. Así, la NEPA, a través de este mandato, tiene una
aplicación amplia que incluye todas las agencias del gobierno federal, con pocas ex-
cepciones. Las siguientes se incluyen en estas excepciones:
1. La NEPA no se aplica directamente a las agencias estatales gubernamentales
o entidades, distritos, agencias y autoridades del gobierno estatal, regional o
local. La NEPA sólo se aplica si existe una implicación federal que efectiva-
mente convierte al gobierno estatal o local en su asociado.
2. Mientras el «Congreso intenta que la NEPA se aplique en todas las áreas
bajo su control exclusivo»4, existen numerosas entidades que operan bajo los
auspicios (o como elemento necesario) del gobierno federal que, sin embar-
go, no están bajo control exclusivo del Congreso; en consecuencia, no son
«agencias», por lo que respecta a la NEPA. Por ejemplo, los tribunales de los
Estados Unidos son una rama del gobierno federal, pero no son «agencias»
sometidas a la NEPA 5 • Más aún, la Oficina del Presidente no es una «agen-
cia» limitada por la NEPA en su toma de decisiones6 . En un sentido más am-
plio, bajo la autoridad de People of Saipan v. u.s. Department of Interior, 502
54.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

F.2d 90 (9. 8 Cir. 1974), ninguno de los cuerpos gubernamentales exentos de la


Administrative Procedure Act (APA), mediante funcionamiento de la 5
U .s.C.A. § 551 (1), es considerado «agencia», por lo que respecta a la NEPA.
Esto incluye cualquier otra entidad, el Congreso en sí, junto con «los gobier-
nos de los territorios o posesiones de los Estados Unidos», «el gobierno del
Distrito de Columbia», «cortes marciales y comisiones militares» y «autori-
dad militar ejercida en el campo en tiempo de guerra o en territorio ocupa-
do».
3. Se ha mantenido que la NEPA no se aplica a la Agencia Regional de Plani-
ficación Tahoe, que es un corporación regional, creada interestatalmente en-
tre California y Nevada y aprobada por el Congres07 •

Acciones sometidas al procedimiento de estudio de impacto ambiental

Los términos de la Sección 102 de la National Environmental Po/icy Act (NEPA) se


aplican a «todas las recomendaciones o informes sobre propuestas para legislación
y otras acciones federales importantes que afectan significativamente a la calidad
del medio ambiente». Aunque la NEPA no define las «acciones federales», las nor-
mas adoptadas por el Councilon Environmental Quality indican que las acciones fe-
derales tienden a estar en una de las siguientes categorías:
1. Adopción de una política oficial, como reglas, normas e interpretaciones
adoptadas de acuerdo con el Administrative Procedure Act.
2. Adopción de planes formales, como documentos oficiales que guían o pres-
criben usos alternativos para los recursos federales.
3. Adopción de programas, como un grupo de acciones concertadas para im-
plantar una política o plan específico.
4. Aprobación de proyectos específicos, como actividades de construcción o
coordinación en un área geográfica definida, incluidas acciones aprobadas
mediante permiso u otra decisión regulatoria, así como actividades federales
y asistidas federalmente 8 •
Aunque en muchas circunstancias puede ser fácil reconocer una acción federal
como tal, en muchas otras puede no serlo. El problema resulta más agudo en el caso
de un proyecto llevado a cabo por una entidad gubernamental estatal o local, o una
persona privada, pero con cierto grado de implicación federal. Entonces, el asunto
de si la implicación federal hace del proyecto una «acción federal» se convierte en
una cuestión de grado. Por ejemplo, se ha mantenido que el alquiler de tierras tri-
bales, por parte de una tribu india, a un promotor privado es una «acción federal»
sometida a la NEPA, porque la aprobación del Secretario del Interior es un prerre-
quisito estatutario para el alquiler9 . De la misma manera, se ha sostenido que la fi-
nanciación federal de proyectos de construcción, específicamente aprobados, de au-
topistas, presas y reservas les convierte en «acciones federales» por lo que respecta
al cumplimiento de la NEPA IO • En general, si la aprobación o financiación federal
son esenciales para el éxito de un proyecto y éste implica el ejercicio de la discreción
con respecto a los parámetros del mismo, el proyecto implica «acción federal».
Por otra parte. la sola recepción de ayudas federales para planificación del
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.5

transporte no convierte al plan resultante en una acción federal, sobre todo si la fi-
nanciación «no está ligada en modo alguno a cualquier revisión sustantiva de los
planes producidos»l1. La intención actual de buscar financiación federal para un
proyecto tampoco lo convierte en una «acción federal», antes de la aprobación fe-
deral real de la financiación del mismo l2 . El hecho de que una agencia federal tenga
la autoridad para usurpar la del estado en determinadas circunstancias (por ejem-
plo, para impedir la muerte de lobos en un programa estatal de protección del ca-
ribú sobre terrenos federales) no convierte el programa estatal en «acción federal»
sólo porque la agencia federal no ejercite su autoridad 13 • En general, si la aproba-
ción o financiación federal es un elemento mínimo de un proyecto o si no implica el
ejercicio de discreción, el proyecto no constituye una «acción federal».
En cualquier situación en que una agencia federal se vea implicada en un pro-
yecto no federal, la determinación de si éste pasa a ser una «acción federal» y, por
tanto, estar sometido a la NEPA, requiere el ejercicio de enjuiciamiento, teniendo
en cuenta la importancia relativa y la extensión de la implicación federal en lo que,
por lo demás, es un proyecto o programa no federal. Existe un volumen creciente de
precedentes para ciertos tipos de implicación federal, como financiación de una au-
topista o de la ampliación de un aeropuerto, que pueden servir como guía relativa-
mente precisa. Para otros proyectos, litigados con menor frecuencia, la única guía
real es el sentido común al tener en cuenta los principios básicos comentados ante-
riormente.
Además del problema de reconocer como acciones federales los proyectos que
llevan a cabo los estados, gobiernos locales o personas privadas, existen otros casos
en que la aparente acción federal no está sometida a la NEP A. Si existe un «con-
flicto claro e inevitable respecto a la autoridad estatutaria», como cuando una agen-
cia federal sólo tiene 30 días, por estatuto, para tomar una determinación, «el pro-
cedimiento NEPA debe ceder»14. Además, existen varias exenciones expresas de la
NEPA para ciertas agencias y funciones federales, como la mencionada por la En-
vironmental Protection Agency en 33 U.S.CA. § 1371 (c) (1).

REALlZACION DE UN ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

Si una acción llevada a cabo por una agencia sometida a la National Environmental
Policy Act (NEPA) puede «afectar significativamente ... a la calidad del medio am-
biente», hay que realizar en primer lugar un estudio de impacto ambiental. Los
asuntos centrales que rodean a este requisito están relacionados con: (1) la identi-
ficación de aquellas acciones que puedan «afectar significativamente... a la calidad
del medio ambiente», (2) la asignación de la responsabilidad para realizar un estu-
dio de impacto ambiental, (3) los contenidos del estudio de impacto ambiental y
(4) qué implicación deben tener otras agencias federales y el público en el proceso.
54.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

Identificación de las acciones que requieren un estudio de impacto


ambiental

La NEPA exige un estudio de impacto ambiental sólo para aquellas acciones que
puedan «afectar significativamente ... a la calidad del medio ambiente». A su vez,
esta determinación es el producto de un proceso subrayado en las normas de la
NEPA, promulgadas por el Councilon Environmental Quality. La Figura 54.1 ilus-
tra el proceso de decisión. El primer paso (después de haber comprobado que la
agencia responsable está sometida a la NEP A Yse ha decidido que es una acción fe-
deral) es determinar si el proyecto propuesto está dentro de las «categorías exen-
tas» de los requisitos de la NEPA, bajo las normas adoptadas por la agencia (o
agencias) federal particular responsable implicada en el proyecto. Si la categoría a
que pertenece el proyecto está exenta [por ejemplo, si es un «mantenimiento y cui-
dado rutinario de la instalación», llevado a cabo por el Departamento de Defensa
(véase 32 C.F.R. Parte 214, Anexo A)]. no suele ser necesario un mayor cumpli-
miento de la NEPA. Si: (1) la categoría del proyecto no está exenta (no es una «ca-
tegoría de acciones que no tengan efecto significativo, individual o acumulativa-
mente, sobre el medio ambiente y no se ha encontrado que carezcan de efectos en
los procedimientos adoptados por una agencia federal en implantación de las nor-
mas de la NEPA»)15 y (2) existe incertidumbre acerca de que el proyecto pueda
«afectar significativamente ... a la calidad del medio ambiente», la agencia tendrá
que efectuar una «evaluación ambiental» que sirva para:
1. Aportar, brevemente, evidencias y análisis suficientes para determinar si hay
que realizar un estudio del impacto ambiental o bien que no hay impactos sig-
nifica ti vos.

Categorla
exenta

impacto no
significativo

FIGURA 54.1. Revisión general del proceso de realización del estudio de impacto
ambiental.
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.7

2. Ayudar al cumplimiento del acta por parte de la agencia cuando no sea ne-
cesario un estudio de impacto ambiental.
3. Facilitar la realización del estudio de impacto ambiental cuando sea necesa-
rio16 •
Si la evaluación apoya la conclusión de que el proyecto no afectará significati-
vamente a la calidad del medio ambiente, la agencia emite una «declaración de im-
pacto no significativo» (a veces también denominado declaraci6n negativa o deter-
minaci6n negativa) basada en la evidencia de la evaluación, que constituye el
cumplimiento de la NEPA. En todos los demás casos, es necesario un estudio de im-
pacto ambiental.
Siguiendo las normas de la NEP A, adoptadas por el Council on Environmental
Quality, cada agencia federal ha promulgado sus propias normas indicando los tipos
de acciones que lleva a cabo y que habitualmente requieren (y no requieren) estu-
dios de impacto ambiental. Por lo general, tan sólo una o pocas agencias están fun-
damentalmente implicadas en cualquier proyecto particular y pueden ser consulta-
das sobre sus normas NEPA concretas. Todas las normativas están publicadas en el
Code of Federal Regulations y en el Federal Register y suelen estar catalogadas bajo
«National Environmental Policy Act», «Protection of Environment» o «Environ-
mental Impact Statements» para la agencia o agencias implicadas.

¿Quién es responsable de realizar un estudio de impacto ambiental?

La National Environmental Policy Act (NEPA) afirma que cualquier acción federal
que afecte significativamente al ambiente debe acompañarse de «un estudio deta-
llado realizado por el oficial responsable». Aquí, la responsabilidad de realizar el es-
tudio de impacto ambiental recae sobre el oficial de la agencia federal que lleve a
cabo la toma de decisión de una acción federal.
Si sólo una agencia federal es responsable de la acción, no suele ser difícil loca-
lizar al oficial responsable. Sin embargo, el proceso es más difícil: (1) cuando hay
más de una agencia federal o (2) cuando están implicadas agencias estatales o lo-
cales o personas privadas.
Si hay más de una agencia federal implicada en la misma acción, o una serie de
acciones relacionadas geográficamente o mediante interdependencia funcional, las
normas de la NEPA del Councilon Environmental Quality prescriben el siguiente
proceso. Se designa a una de las agencias federales como agencia líder en lo que res-
pecta a la realización del estudio de impacto ambiental (40 C.R.F. § 1501.5). En el
caso ideal, las agencias implicadas deciden entre sí quién será la «agencia líder» y
quiénes serán «agencias cooperantes». Si no se llega a un acuerdo en el plazo de 45
días, cualquier persona implicada puede solicitar al Councilon Environmental Qua-
lity que haga una designación.
Si la acción federal implica a una agencia estatal (por ejemplo, cuando se aporta
financiación federal para la construcción de una autopista), la Sección 102 (2) (D)
de la NEPA permite que la agencia estatal o un oficial realice el estudio de impacto
ambiental, siempre que:
54.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

1. La agencia estatal o el oficial tengan jurisdicción en todo el estado y la res-


ponsabilidad de la acción.
2. El oficial federal responsable aporte directrices y participe en la preparación.
3. El oficial federal responsable evalúe de forma independiente el estudio antes
de su aprobación y adopción.
4. El oficial federal responsable redacte una notificación y solicite el punto de
vista de cualquier otra entidad (gubernamental) de gestión del suelo y, si
existe desacuerdo sobre los impactos, prepare una evaluación escrita de los
mismos y de los puntos de vista para su incorporación al estudio de impacto
ambiental.
Además, bajo las normas de la NEPA del Councilon Environmental Quality, la
agencia federal más implicada puede llevar a cabo la planificación, investigación y
estudios ambientales, audiciones públicas y realización del estudio de impacto am-
biental de forma conjunta con las agencias locales y estatales y cumplir con la
NEPA, «de manera que un documento cumplirá con todas las leyes aplicables»l7.
De acuerdo con la NEPA (40 C.R.F. § 1506.5), el oficial responsable de realizar
el estudio de impacto ambiental puede utilizar información obtenida mediante per-
miso o aprobación, o contratar directamente con consultores independientes para
que realicen el trabajo necesario para la realización del estudio de impacto ambien-
tal (por ejemplo, los estudios de ruido requeridos). «Sin embargo, las órdenes de la
NEPA no permiten que la agencia federal responsable renuncie a sus responsabi-
lidades estatutarias refrendando, después de haber reflexionado, un estudio pre-
parado por otros. La agencia debe realizar, de forma independiente, sus funciones
de revisión, análisis y evaluación, y participar activamente y de forma significativa
en el proceso de preparación y bosquejo»18. Bajo estas circunstancias, siempre es
recomendable documentar cuidadosamente la independencia y participación de la
agencia federal.

Contenidos de un estudio de impacto ambiental

Las normas de la NEPA del Councilon Environmental Quality recomiendan el si-


guiente formato normalizado para el estudio de impacto ambiental: (1) una porta-
da; (2) un resumen de las principales conclusiones; (3) una tabla de contenidos;
(4) una declaración del propósito y la necesidad de la acción; (5) una descripción de
alternativas. incluida la acción propuesta; (6) una descripción del medio ambiente
afectado; (7) una descripción de los efectos ambientales; (8) una lista de quienes la
han preparado; (9) una lista de agencias, organizaciones y personas a quienes hay
que enviar copias del estudio de impacto ambiental, y (10) apéndices, si los h ay 19.
Todos estos elementos del estudio de impacto ambiental son autoexplicativos, o al
menos mecánicos, salvo los apartados 5,6 Y7.
Las normas de la NEPA del Councilon Environmental Quality comentan cada
uno de estos elementos en detalle. al igual que lo hacen las normas de cada agencia
sobre estudios de impacto ambiental. Básicamente, son una elaboración de lo que
resulta necesario para que el estudio de impacto ambiental satisfaga la finalidad de
la NEPA, poner delante de quienes toman las decisiones y del público todas las con-
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.9

secuencias ambientales conocidas o previsibles de una acción propuesta, de manera


que las puedan ponderar respecto de otros factores al tomar una decisión informa-
da sobre si debe procederse con la acción y cómo.

DIRECTRICES PARA LA REALlZACION DE ESTUDIOS DE IMPACTO


AMBIENTAL EN LO QUE RESPECTA AL RUIDO

Las anteriores directrices legales generales implican que puede requerirse un aná-
lisis detallado del ruido y un informe en el estudio de impacto ambiental para los si-
guientes tipos de acciones y proyectos: (1) normas y acciones administrativas para
reducir el ruido; (2) normas y acciones administrativas no dirigidas hacia la reduc-
ción del ruido, pero que podrían conducir a cambios significativos en los niveles am-
bientales de ruido o cambios en las densidades de población; (3) proyectos de cons-
trucción que implican autopistas, aeropuertos o sistemas de transporte públicos;
(4) desarrollos urbanos y comerciales; (5) desarrollos industriales; (6) desarrollo de
instalaciones en parques nacionales; (7) construcción de plantas de energía y levan-
tamiento de líneas de transmisión de potencia. Los detalles de los requisitos para las
acciones enumeradas figuran en las normativas ambientales de la agencia o autori-
dad responsable. Aunque existen muchos enfoques y posibilidades técnicas que po-
drían satisfacer los requisitos de un estudio de impacto ambiental, resulta conve-
niente un enfoque uniforme en la evaluación del impacto ambiental con respecto al
ruido. Sólo a través de este enfoque podemos esperar que, con tiempo y experien-
cia, se desarrolle un sistema normalizado para la caracterización del impacto del
ruido y su comparación en el análisis de coste-beneficio. Con este fin, el procedi-
miento recomendado en este capítulo se basa fundamentalmente sobre las directri-
ces preparadas por un comité de la National Academy of Sciences for the Environ-
mental Protection Agency, que es ampliamente aceptad0 3 . Sin embargo, pueden
usarse distintos procedimientos, siempre que estén justificados.
Los objetivos de un estudio de impacto ambiental son: (1) determinar el cambio
que puede producirse en el ambiente sonoro como resultado de la acción propuesta
y (2) comentar este cambio en términos de sus efectos sobre la población o el suelo
expuestos. La Figura 54.2 muestra los pasos que se siguen para la realización de un
estudio de impacto ambiental (con respecto al ruido).
En el procedimiento recomendado en este capítulo, el impacto del ruido se
cuantifica según dos efectos potenciales a largo plazo: (1) el número de personas
que se espera estén muy molestas durante un largo período de tiempo debido al
cambio en el ambiente sonoro y (2) el riesgo potencial de pérdida de audición in-
ducida por el ruido como resultado de la exposición a largo plazo a niveles altos de
ruido. Aunque estos dos criterios para el impacto del ruido no incluyen todos los
efectos posibles del ruido sobre las personas (y aunque pueden emplearse otros cri-
terios), estas dos consecuencias se recomiendan como indicadores fundamentales
de los efectos del ruido ambiental sobre la salud y el bienestar públicos.
54.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

I Descripción del proyecto I


I
Análisis del ambiente sonoro
¿Cambia el ambiente sonoro?
¿Cambia la población expuesta?
¿Son los cambios suficientemente significativos como para documentación detallada?

I
Definición del ambiente sonoro ("antes")
Previsión de los ambientes futuros de ruido ("después")

I
Determinación de la población presente en el rango de niveles sonoros ("antes")
Determinación de la población futura en el rango de niveles sonoros ("después")

I
Cálculo del nivel sonoro total ponderado para la población (o exposición ponderada)
"antes· y ·después·
Cálculo del cambio en el nivel sonoro ponderado para la población debido al proyecto
Cálculo del indice de impacto del ruido (o exposición)
Si Ldn > 75 dB. calcular pérdida auditiva de población ponderada

I
Considerar: Ruido especial (ruido impulsivo. infrasonido. ultrasonido)
Cambio en el ambiente de vibración

I
Repetir el proceso para soluciones alternativas
Comparar el impacto del ruido de soluciones alternativas

I
Analizar y comentar resultados. soluciones alternativas
(impacto del ruido sobre las personas. sobre suelo infradesarrollado.
sobre la naturaleza. animales. monumentos. etc.)

I
Comentarios sobre el impacto del ruido en el contexto de todos los impactos ambientales

FIGURA 54.2. Pasos del estudio de impacto ambiental con respecto al ruido.

Descripción del ruido ambiental

La mayoría de los cambios en la situación del ambiente general audible de ruido se


describen adecuadamente mediante el nivel sonoro corregido día-noche anual con
ponderación de frecuencia A (YDNL) para exteriores. Sin embargo, en algunas si-
tuaciones, es aconsejable usar la versión lineal (no logarítmica) del nivel sonoro co-
rregido día-noche. Esta cantidad es la exposición sonora día-noche con pondera-
ción A (DNSE) en unidades de pascales al cuadrado·segundos2o.21 • Esta cantidad
representa la exposición sonora diurna total más 10 veces la exposición sonora noc-
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.11

turna total. La Figura 54.3 ilustra la relación directa entre DNL y DNSE y presenta
ejemplos de datos medidos en varias comunidades.
Se recomienda el uso del DNSE para situaciones en que la exposición sonora re-
sulte de una variedad compleja de fuentes y las alternativas de la acción propuesta
impliquen distintos tratamientos de control del ruido de estas fuentes. Para estas si-
tuaciones, resulta cómoda la propiedad aditiva de la exposición sonora y la posibi-
lidad de utilizar expresiones aritméticas convencionales, como porcentaje y reduc-
ción del porcentaje, puede facilitar la interacción con el público. El DNSE puede
resultar útil en procesos legales, ya que representa claramente la exposición sonora
total, en lugar del nivel sonoro medio implícito en el DNL.
Cuando existe preocupación por los efectos del ruido durante un período corto
de tiempo, en lugar del día completo de 24 horas, la medida utilizada es el nivel so-
noro continuo equivalente (o exposición sonora) para el período de interés (por
ejemplo, el nivel sonoro equivalente de 8 horas). Cuando la preocupación es el efec-
to producido por un suceso único, como un camión al pasar o un avión que sobre-
vuela, una medida adecuada es el nivel de exposición sonora. Todas estas medidas
se definen en el Capítulo 2.
Para un área específica que rodea al lugar ruidoso o sistema de transporte que
se va a evaluar (por ejemplo, un aeropuerto, una zona de construcción, o autopista),
la descripción del ruido debe incluir un mapa o dibujo mostrando las líneas isofó-
nicas que representan valores constantes del nivel sonoro corregido día-noche
anual o de la exposición sonora día-noche. El estudio de impacto ambiental suele
incluir un conjunto de isófonas para el área afectada, dibujadas en incrementos de
5 dB, para las condiciones existentes y un conjunto de isófonas para cada implan-
tación de planes alternativos a la acción propuesta.
Las líneas isofónicas pueden basarse sobre: (1) medidas reales en la zona de es-
tudio; (2) predicciones basadas sobre localizaciones parecidas a las que se están
considerando; (3) métodos predictivos para estimar los niveles de ruido existentes o
esperados, tales como los métodos de estimación de niveles de ruido o exposición
sonora cerca de aeropuertos, autopistas y carreteras presentados en los Capítulos
46, 47 Y 48. Cuando se incluyen las líneas isofónicas en el estudio de impacto am-
biental, hay que describir los procedimientos utilizados para su cálculo (junto con
un comentario de la precisión), justificarlo y. si resultado adecuado. acompañarlo
de referencias.

Población (o área) afectada por el ruido

El siguiente paso es determinar el número de personas que viven entre dos isófonas
adyacentes (véase Paso 3 de la Figura 54.2). La población puede estimarse a partir
de datos del censo, mapas de la ciudad, recuento directo de viviendas u otros datos
relevantes para la población. Estas estimaciones de la población afectada por los
distintos niveles sonoros deben realizarse para el ambiente «antes» de la acción
contemplada y para el caso «después».
Hay que tabular para cada intervalo la población total que vive entre isófonas
adyacentes, junto con los cambios en ésta para cada solución considerada. El au-
mento (o descenso) en el número de personas expuestas a los distintos rangos de ni-
54.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

r= " " ",", , , ,-",. , ,


Exposición sonora Nivel sonoro corregido
dia-noche. pascales al dia-noche. decibelios
cuadrado-segundos (pasques) re 20 micropascales

3 90-
2
junto a la autopista
10_000 Los Angeles: a 3/4 mi del aterrizaje

1000
7
5
3
2
Feo." . . ., en aeropuerto principal

,~'ro oro." '00


actividad de construcción

~ Harlem: apartamento 2· planta


7
5
3 70-
~-
<
2 __ 00' U'H .. _ . '" , . " . , """,,,,,
100 Watts: a 8 mi del aterrizaje en
7 aeropuerto principal
5
60 _ Newport: a 3.5 mi del despegue en

10
3
2 t'----. """oo•• """'''
Los Angeles: área residencial antigua

7
_ _ _ Fillmore: callejón sin salida de ciudad pequeña
5
3
2
f---..So' mOO' ••",,,,,, oo' _o,
_ _ _ California: campo de tomates en granja
7
5
50-

FIGURA 54.3. Equivalencia entre la exposición sonora día-noche y el nivel sonoro


corregido día-noche. Los ejemplos que se presentan corresponden a datos medidos.

veles sonoros es en sí una buena medida del impacto del ruido. Sin embargo, en al-
gunos casos puede ser necesario informar de la exposición sonora de grupos
definidos de población o vecindades de cada alternativa. Estos datos pueden resul-
tar apropiados al examinar las distintas alternativas que producen distintas exposi-
ciones de vecindades diferentes.
Habitualmente, la población afectada dentro de cada isófona y las propias líneas
isofónicas cambiarán con el tiempo. En tales casos, puede ser precisa una evalua-
ción que indique tales cambios, incluyendo la peor situación que pueda anticiparse
de manera realista. En otros casos, el área expuesta puede estar todavía deshabita-
da y el uso futuro del suelo y/o la densidad de población no estar determinados. (En
tales casos, puede resultar útil asumir una densidad uniforme de población.)

Impacto global del ruido

Distintos investigadores de varios países han intentado establecer diversos métodos


para adscribir un grado numérico de impacto a los diferentes segmentos de la po-
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.13

blación, dependiendo del nivel sonoro continuo equivalente que soportan. Todos
los métodos intentan relacionar la intensidad media de la respuesta humana (so-
noridad, molestia, interferencia del habla o pérdida auditiva) con el nivel sonoro
equivalente. Esta relación, en la cual sólo se selecciona un modo de respuesta y que
se concentra sobre la población media e ignora las variaciones individuales en la
respuesta humana, así como el carácter del ruido, sólo aporta una primera aproxi-
mación burda del impacto real. Sin embargo, su uso da como resultado la cuantifi-
cación mediante un número único deseada del impacto global del ruido. Cuanto
mayor es la población y más largo el intervalo de tiempo considerado, mayor es la
justificación para el uso de una cuantificación de número único.
Se selecciona una función de ponderación (que es una medida de la respuesta
humana), a continuación se multiplica el número de personas expuestas a los distin-
tos niveles sonoros medios por el factor de ponderación correspondiente (véase Ta-
bla 54.1). Este producto es una medida del grado de impacto sobre la población to-
tal dentro de un rango seleccionado de nivel sonoro (v.g., impacto hasta un límite
determinado o en una respuesta medible) o, de otra manera, el porcentaje de la po-
blación que recibe el 100 por 100 de impacto. Sumando estos productos, se obtiene
la población total ponderada TWP:

(54.1 )

donde p¡ es el número de personas asociadas con el rango i de nivel sonoro corre-


gido día-noche y W¡ es el factor de ponderación sin dimensión para este rango. Se
asume que el impacto de los niveles altos de ruido sobre pocas personas es equiva-
lente al impacto de los niveles inferiores de ruido sobre un número mayor de per-
sonas.
El índice de impacto del ruido (NII) se ha utilizado para comparar el impacto re-

TABLA 54.1. Factor de pon-


deración de molestia W¡ para
distintos rangos de nivel so-
noro corregido día-noche Ldn

Rango Ldn. dB W¡

35-40 0,01
40-45 0,02
45-50 0,05
50-55 0,09
55-60 0,18
60-65 0.32
65-70 0,54
70-75 0,83
75-80 1,20
80-85 1.70
85-90 2,31
54.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

lativo sobre un ambiente sonoro con otro (como cuando se compara la implanta-
ción de dos planes alternativos):

TWP
NII = L Pi (54.2)
¡

donde LP¡ es el número total de personas contenidas en el área bajo estudio.


Un enfoque adicional para evaluar el impacto es calcular la exposición sonora
día-noche de la población ponderada (PDNSE) en pascal es al cuadra-
do·segundos22 . Esta cantidad es la suma directa de la población por la exposición
sonora día-noche:

PDNSE = L (DNSE)iP¡ (54.3)

donde Pi es el número de personas asociadas con el rango i de exposición sonora y


(DNSE)¡ es el valor medio de DNSE en el rango.

Función de ponderación de la molestia general

La función de ponderación de la molestia utiliza la molestia expresada en las en-


cuestas sociales por las poblaciones residentes en ambientes de ruido con distintos
niveles sonoros corregidos día-noche exteriores. Esta respuesta de molestia se con-
sidera un buen indicador de la satisfacción o insatisfacción media a largo plazo, aun-
que habitualmente no es un predictor fiable de las situaciones individuales en pun-
tos específicos en el tiempo.
El análisis de 18 encuestas sociales de la respuesta de las personas frente al ruido
de aviación, tráfico en las calles, autopistas y trenes dio como resultado una relación
media, presentada en la Figura 23.1. entre la exposición al ruido y la proporción de
población residencial que informa estar muy molesta. Para el análisis del impacto
del ruido, esta relación se ha normalizado arbitrariamente a una unidad de 75 dB;
se utiliza como la función de ponderación de la molestia W(Ldn ) que presenta la Fi-
gura 54.4.
Al evaluar el impacto total de ruido determinado mediante las Ecuaciones
(54.1) o (54.2), el factor de ponderación W i que se va a utilizar se define como la me-
dia aritmética de los factores de ponderación asociados con los límites superior e in-
ferior de los incrementos de nivel seleccionados para la documentación del ruido y
el análisis de impacto. La Tabla 54.1 muestra valores de W¡ que corresponden a los
distintos rangos de los niveles de ruido corregidos día-noche.

Modificación del procedimiento para incluir ruido impulsivo de energía alta

Cuando el ruido impulsivo de energía baja o moderada forma parte de un ambiente


audible de ruido y no se consideran la sorpresa y molestia debidas a lo inesperado,
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.15

2,5 t--i--+--t---t--+-~

2,0 t--i--+--t---t--+--'f-i

i
e
1,5 ......-+--+--t---t---"'l-r-I

~~0--~~--·5~0~~OO~~70~-8~0--~OO
NIVEL SONORO CORREGIDO OlA-NOCHE
EN DECIBELIOS

FIGURA 54.4. Función de ponderación de molestia para la molestia general. Aunque


VV\L dn ) está normalizado aquí para la unidad a 75 dB, puede interpretarse mediante la
Figura 23.1 como porcentaje de una población residencial muy molesta por el am-
biente de ruido, La función lineal de ponderación indicada se utilizó en primeros aná-
lisis de impacto23 •

la reacción humana frente al ruido combinado está todavía razonablemente bien


correlacionada con el nivel sonoro corregido día-noche (con ponderación A). El so-
nido impulsivo de energía alta estimula la percepción por parte de las personas a
través de otros mecanismos además de la audición directa, como son las vibraciones
inducidas en los edificios y los efectos secundarios de «temblor de la casa». Dado
que estos efectos están fundamentalmente causados por la parte de frecuencia baja
del espectro del ruido impulsivo, el nivel sonoro con ponderación e correlaciona
mejor con la reacción humana frente a este tipo de ruido que el nivel sonoro corre-
gido día-noche con ponderación A. Por tanto, siempre que los sonidos impulsivos
de alta energía, como estampidos sónicos, explosiones de canteras y fuego de armas
grandes forme parte del ambiente de ruido, se recomienda una modificación del
procedimiento descrito anteriormente: el ruido impulsivo de energía alta (el térmi-
no alta se definirá a continuación): hay que determinar el nivel sonoro corregido
día-noche con ponderación e y añadirlo, sobre una base tiempo medio cuadrático,
al nivel sonoro corregido día-noche con ponderación A producido por todas las de-
más fuentes3.24.25. El nivel sonoro corregido día-noche compuesto resultante se usa
entonces para determinar la función de ponderación de lo que, por lo demás, es un
proceso idéntico de evaluación del impacto.
El nivel sonoro corregido día-noche con ponderación e L Cdn se calcula a partir
de los niveles con exposición sonora con ponderación e durante el tiempo de inte-
rés:

L Cdn = 10 Iog ~
T
[15 X lOo.IL Cd +9 X lOO.I(L(m • 10)] (54.4 )
o

donde To = 24 horas
54.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

LCd = Nivel sonoro medio con ponderación C durante un período diurno de


7:00 a.m. a 10:00 p.m.
LCn = Nivel sonoro medio con ponderación C durante un período nocturno
de 10:00 p.m. a 7:00 a.m.

L
Cd
= 10 log 15.3600
1 [~
~
100 ,lL Cdi ]
¡

Lc = 10 log _1_
n
[~ 10
9.3600 ~
0 ,IL Cdi ]

y L CE; es el nivel de exposición sonora con ponderación C del suceso i.


Este procedimiento se aplica a los impulsos de energía alta definidos como el
L CE;, superior a 75 dB, para el que el nivel de exposición al ruido con ponderación
C en cualquier período temporal de 2 segundos supera los niveles de exposición al
ruido con ponderación C en períodos temporales adyacentes de 2 segundos en, al
menos, 10 dB.
Es preferible caracterizar de esta manera el impacto ambiental de los ruidos
complejos que contienen muchos impulsos que describir y comentar los impulsos
individuales mediante su presión pico, que es un procedimiento particularmente
inadecuado para una sucesión de muchos impulsos solapados. Este procedimiento
ha sido adoptado por las Fuerzas Armadas de los EE.UU. para la evaluación de la
molestia general del impacto de ruidos impulsivos sobre la población. Cuando los
niveles de presión sonora pico superan 140 dB, hay que comentar por separado los
efectos potenciales para la salud y el riesgo para los edificios producido por los picos
de impulsos individuales, además de la evaluación de la molestia del ambiente de
ruido total. Se han documentado experiencias de daños producidos por estos ruidos
habitualmente como resultado de ondas individuales de presión.

EFECTOS DE IMPACTO SOBRE LA SALUD

Cuando los proyectos que hay que evaluar conducen a exposiciones humanas dia-
rias de niveles sonoros continuos equivalentes que superan los 75 dB durante 8 ho-
ras o más tiempo, no es suficiente el uso de una función de ponderación para carac-
terizar la severidad potencial del impacto en el análisis global del mismo (Figura
54.3). La exposición humana durante muchos años a niveles sonoros por encima de
este límite conlleva un aumento del riesgo de la pérdida de audición inducida por el
ruido (Capítulo 26). Si los niveles aumentan considerablemente por encima de 75
dB. la pérdida auditiva puede ser simplemente el indicador más obvio de otros po-
sibles efectos generales sobre la salud inducidos por el ruido. Para tales exposicio-
nes, el impacto sobre la salud de unos pocos no puede considerarse equivalente a la
molestia sobre un gran número de personas. Por tanto, además de evaluar el im-
pacto general del ruido mediante la función de ponderación de la molestia, es ne-
cesaria otra función de ponderación para caracterizar por separado el impacto po-
tencial sobre la salud de los niveles sonoros equivalentes por encima de 75 dB. Se ha
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.17

seleccionado una función de ponderación que aumenta con el nivel de forma pro-
porcional al riesgo de la pérdida auditiva inducida por el ruido y se denomina fun-
ción de ponderación de protección de la audición 3 • El riesgo de la pérdida auditiva
inducida por el ruido, debido a niveles de ruido ambiental exterior muy altos, sólo
existe para una parte muy pequeña de la población que pasa una porción apreciable
del día en exteriores, durante un período de 40 años. Este porcentaje cambia con la
estación, el clima, las condiciones de movilidad y la edad. Dado que la relación más
fiable entre dosis y respuesta, para la pérdida auditiva inducida por el ruido, se ha
establecido para exposiciones laborales de 8 horas diarias durante varias décadas,
hasta toda una vida de trabajo, la función de ponderación de la protección de la au-
dición es numéricamente idéntica a la pérdida auditiva media que se observaría en
una población expuesta a los niveles exteriores de ruido ambiental, durante 8 horas
diarias, para un período de 40 años 26 • Puede que este enfoque no se justifique para
gran parte de la población. Sin embargo, incluso para la fracción de la población ex-
puesta durante menos de 8 horas diarias a los niveles exteriores, hay que asumir que
parte de ella, mientras está en el interior, está adicionalmente expuesta a niveles de
ruido por encima de 75 dB procedentes de fuentes laborales, de ocio o transporte y,
en consecuencia, merece protección contra el riesgo potencial aumentado por la ex-
posición adicional en exteriores.
La Tabla 54.2 presenta la función de ponderación de protección de la audición
H(L dn ). La función representa el desplazamiento permanente del umbral inducido
por el ruido (NIPTS), promediado para las frecuencias de interferencia del habla de

TABLA 54.2. Factor H¡ de


ponderación de la protección
de la audición.

Rango L dn , dB H,
75-76 0,01
76-77 0,05
77-78 0,2
78-79 0,3
70-80 0,5
80-81 0,8
81-82 1,1
82-83 1,4
83-84 1,8
84-85 2,3
85-86 2,8
86-87 3,3
87-88 3,9
88-89 4,6
89-90 5,3
90-91 6,0
91-92 6,8
92-93 7,7
93-94 8,5
94-95 9,5
54.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

500,1000,2000 Y4000 Hz, y para un período de exposición de 40 años, en función


del nivel sonoro continuo equivalente26•27 . El nivel sonoro medio para 8 horas, para
el que se deriva la relación, se reemplaza en la tabla 54.2 por el nivel corregido día-
noche aproximado, ya que esto puede hacerse con un error insignificante. Para ni-
veles sonoros corregidos día-noche en el rango de 75 dB y superiores, Ldn ,." Leq24h
+ 4,4 dB. Por tanto, un Ldn = 75 dB es equivalente a Leq24h ,." 70 dB y a un L eq8h de
75 dB; V.g., Ldn ,." L eq8h .
Cuando se sustituye la función general de ponderación W(L dn ) de la Ecuación
(54.2) por esta función de protección de la audición H(L dn ), la expresión se hace
equivalente a la pérdida auditiva potencial media en la población total expuesta
(PHL), es decir, el cambio potencial medio en el nivel auditivo en decibelios (pro-
mediado para las cuatro frecuencias consideradas) para una población expuesta a
los distintos niveles equivalentes continuos durante 8 horas diarias a lo largo de 40
años:

PHL= LP'¡ (54.5)

donde P '¡ denota el número de personas en el rango i en el valor del nivel sonoro
corregido día-noche por encima de 75 dB, y H¡ el factor de ponderación de la pro-
tección de la audición para este rango.
El rápido aumento del riesgo de pérdida auditiva por encima de los 75 dB hace
deseable elegir incrementos inferiores a 5 dB en el nivel sonoro corregido día-no-
che para la evaluación de la Ecuación (54.5).
Si se utiliza la pérdida auditiva potencial media (para niveles sonoros corregidos
día-noche por encima de 75 dB), debe hacerse además del, y no en vez del, índice
general de impacto del ruido (NII).
Se han propuesto otras funciones de ponderación para utilizarse en conexión
con la Ecuación (54.1), para calcular los cambios relativos en la alteración del sueño
y la interferencia del habla en exteriores28 , pero las comentadas en este capítulo son
suficientes para la mayoría de las situaciones.

IMPACTO DE LA VIBRACION

A menudo, los ambientes de ruido se acompañan de vibraciones de las estructuras,


que son transmitidas a través del suelo o inducidas por el sonido transmitido por el
aire. En ambos casos, pueden relacionarse directamente con las fuentes de ruido,
como sucede con las vibraciones producidas por el tráfico en las calles o por explo-
siones de canteras o estallidos sónicos. Los cambios en estos ambientes de vibración
y su aceptabilidad con respecto a las molestias y los daños potenciales para los edi-
ficios se documentan y comentan más adecuadamente en conexión con el estudio
de impacto ambiental relacionado con el ruido. Hay que medir, ponderar e infor-
mar del ambiente de vibración, como recomiendan las normas ISO y ANSI corres-
pondientes (Capítulo 26); la aceptabilidad y extensión del impacto se evalúan me-
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.19

diante criterios de vibración para áreas residenciales (p. ej., Figura 26.5 y Tabla
26.2) y se informa del número de personas y/o casas afectadas en distinto grado.

Ejemplos de evaluación del impacto de las medidas de reducción del ruido

Ejemplo del tráfico. La Tabla 54.3 muestra las estimaciones del número de per-
sonas expuestas a distintos niveles de tráfico urbano por encima de 55 dB en áreas
residenciales de un estudi029 . ¿Cuál es el impacto actual del tráfico urbano para es-
tas personas? Si todas las fuentes del ruido del tráfico se redujeran en 5 dB Y en
10 dB, ¿cómo cambiaría este impacto?
Para realizar estos análisis se tabula el número de personas afectadas para incre-
mentos sucesivos de 5 dB del nivel sonoro corregido día-noche DNL. Para cada
condición, el número de personas en cada incremento sucesivo de 5 dB del DNL se
multiplica por el factor de ponderación adecuado de la Tabla 54.1 y los valores re-
sultantes se suman, de acuerdo con la Ecuación (54.1), para obtener la población to-
tal ponderada TWP. El índice de impacto del ruido NIl se obtiene, para cada con-
dición, dividiendo la población total ponderada adecuada entre la población total
no ponderada, como muestra la Tabla 54.3. En el ejemplo que se muestra, cada re-
ducción de 5 dB en el nivel sonoro corregido día-noche reduce el impacto del ruido
en un factor de aproximadamente 2 dB; sólo la mitad de las personas están muy mo-
lestas por el ruido después de una reducción de 5 dB. Con el fin de evaluar el be-
neficio de la reducción propuesta, este resultado también puede comentarse en tér-
minos de la reducción del número de personas que ya no están muy molestas por el
ruido.
Mientras la aplicación de una función de ponderación general uniforme está jus-
tificada para un ejemplo como el anterior, que implica todo el suelo de uso residen-
cial en EE.UU., su aplicación a situaciones locales específicas, con patrones de uso
del suelo bien establecidos y zonas variables, suelen requerir un mayor refinamien-
to del procedimiento. La cuantificación global de impacto del ruido presentada aquí
no es más que un enfoque para caracterizar el impacto sobre el suelo de uso resi-
dencial presente o futuro. En cualquier caso específico, hay que identificar y co-
mentar los proyectos locales y todos los usos o actividades existentes o previstos
para el suelo, que pueden verse afectados por el cambio en el ambiente sonoro. Es-
tas cIases de compatibilidad de uso del suelo están promulgadas, por ejemplo en
EE.UU., por la Federal Highway Administratian con respecto al ruido de los pro-
yectos de autopistas, la Federal A viatian Administration en F AR Parte 150 F (las di-
rectrices interinstitucionales de uso del suelo urbano) y el Department af Hausing
and Urban Develapment (con respecto a la financiación) para la compatibilidad de
zonas de ruido para un rango amplio de usos del suelo (véase Capítulo 49?O-34. La
caracterización global del impacto de las soluciones individuales no hace innecesa-
rio un análisis detallado de las consecuencias de los cambios en la compatibilidad
del uso del suelo existente producida por el cambio en el ambiente sonoro.

Ejemplo de aeropuerto35 . ¿Cuál es el impacto del ruido resultante de introducir


un nuevo tipo de avión X en el funcionamiento de un aeropuerto existente? En la
Figura 54.5 se presentan las isófonas previstas correspondientes al nivel sonoro co-
54.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

500,1000,2000 Y4000 Hz, y para un período de exposición de 40 años, en función


del nivel sonoro continuo equivalente26.27 . El nivel sonoro medio para 8 horas, para
el que se deriva la relación, se reemplaza en la tabla 54.2 por el nivel corregido día-
noche aproximado, ya que esto puede hacerse con un error insignificante. Para ni-
veles sonoros corregidos día-noche en el rango de 75 dB Y superiores, L dn "" Leq24h
+ 4,4 dB. Por tanto, un L dn = 75 dB es equivalente a Leq24h "" 70 dB Y a un L eq8h de
75 dB; V.g., Ldn == L eqHh .
Cuando se sustituye la función general de ponderación W(L dn ) de la Ecuación
(54.2) por esta función de protección de la audición H(L dn ), la expresión se hace
equivalente a la pérdida auditiva potencial media en la población total expuesta
(PHL), es decir, el cambio potencial medio en el nivel auditivo en decibelios (pro-
mediado para las cuatro frecuencias consideradas) para una población expuesta a
los distintos niveles equivalentes continuos durante 8 horas diarias a lo largo de 40
años:

LH¡P'¡
PHL = -;¡=-- (54.5)
LP'¡

donde p'¡ denota el número de personas en el rango i en el valor del nivel sonoro
corregido día-noche por encima de 75 dB, YH¡ el factor de ponderación de la pro-
tección de la audición para este rango.
El rápido aumento del riesgo de pérdida auditiva por encima de los 75 dB hace
deseable elegir incrementos inferiores a 5 dB en el nivel sonoro corregido día-no-
che para la evaluación de la Ecuación (54.5).
Si se utiliza la pérdida auditiva potencial media (para niveles sonoros corregidos
día-noche por encima de 75 dB), debe hacerse además del, y no en vez del, índice
general de impacto del ruido (NII).
Se han propuesto otras funciones de ponderación para utilizarse en conexión
con la Ecuación (54.1), para calcular los cambios relativos en la alteración del sueño
y la interferencia del habla en exteriorescH , pero las comentadas en este capítulo son
suficientes para la mayoría de las situaciones.

IMPACTO DE LA VIBRACION

A menudo, los ambientes de ruido se acompañan de vibraciones de las estructuras,


que son transmitidas a través del suelo o inducidas por el sonido transmitido por el
aire. En ambos casos, pueden relacionarse directamente con las fuentes de ruido,
como sucede con las vibraciones producidas por el tráfico en las calles o por explo-
siones de canteras o estallidos sónicos. Los cambios en estos ambientes de vibración
y su aceptabilidad con respecto a las molestias y los daños potenciales para los edi-
ficios se documentan y comentan más adecuadamente en conexión con el estudio
de impacto ambiental relacionado con el ruido. Hay que medir, ponderar e infor-
mar del ambiente de vibración, como recomiendan las normas ISO y ANSI corres-
pondientes (Capítulo 26): la aceptabilidad y extensión del impacto se evalúan me-
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.19

diante criterios de vibración para áreas residenciales (p. ej., Figura 26.5 y Tabla
26.2) y se informa del número de personas y/o casas afectadas en distinto grado.

Ejemplos de evaluación del impacto de las medidas de reducción del ruido

Ejemplo del tráfico. La Tabla 54.3 muestra las estimaciones del número de per-
sonas expuestas a distintos niveles de tráfico urbano por encima de 55 dB en áreas
residenciales de un estudi0 29 • ¿Cuál es el impacto actual del tráfico urbano para es-
tas personas? Si todas las fuentes del ruido del tráfico se redujeran en 5 dB Y en
10 dB, ¿cómo cambiaría este impacto?
Para realizar estos análisis se tabula el número de personas afectadas para incre-
mentos sucesivos de 5 dB del nivel sonoro corregido día-noche DNL. Para cada
condición, el número de personas en cada incremento sucesivo de 5 dB del DNL se
multiplica por el factor de ponderación adecuado de la Tabla 54.1 y los valores re-
sultantes se suman, de acuerdo con la Ecuación (54.1), para obtener la población to-
tal ponderada TWP. El índice de impacto del ruido NII se obtiene, para cada con-
dición, dividiendo la población total ponderada adecuada entre la población total
no ponderada, como muestra la Tabla 54.3. En el ejemplo que se muestra, cada re-
ducción de 5 dB en el nivel sonoro corregido día-noche reduce el impacto del ruido
en un factor de aproximadamente 2 dB; sólo la mitad de las personas están muy mo-
lestas por el ruido después de una reducción de 5 dB. Con el fin de evaluar el be-
neficio de la reducción propuesta, este resultado también puede comentarse en tér-
minos de la reducción del número de personas que ya no están muy molestas por el
ruido.
Mientras la aplicación de una función de ponderación general uniforme está jus-
tificada para un ejemplo como el anterior, que implica todo el suelo de uso residen-
cial en EE.UU., su aplicación a situaciones locales específicas, con patrones de uso
del suelo bien establecidos y zonas variables, suelen requerir un mayor refinamien-
to del procedimiento. La cuantificación global de impacto del ruido presentada aquí
no es más que un enfoque para caracterizar el impacto sobre el suelo de uso resi-
dencial presente o futuro. En cualquier caso específico, hay que identificar y co-
mentar los proyectos locales y todos los usos o actividades existentes o previstos
para el suelo, que pueden verse afectados por el cambio en el ambiente sonoro. Es-
tas clases de compatibilidad de uso del suelo están promulgadas, por ejemplo en
EE.UU., por la Federal Highway Administratian con respecto al ruido de los pro-
yectos de autopistas, la Federal A viatian Administratian en F AR Parte 150 F (las di-
rectrices interinstitucionales de uso del suelo urbano) y el Department of Housing
and Urban Develapment (con respecto a la financiación) para la compatibilidad de
zonas de ruido para un rango amplio de usos del suelo (véase Capítulo 49)30-34. La
caracterización global del impacto de las soluciones individuales no hace innecesa-
rio un análisis detallado de las consecuencias de los cambios en la compatibilidad
del uso del suelo existente producida por el cambio en el ambiente sonoro.

Ejemplo de aeropuerto3S • ¿Cuál es el impacto del ruido resultante de introducir


un nuevo tipo de avión X en el funcionamiento de un aeropuerto existente? En la
Figura 54.5 se presentan las isófonas previstas correspondientes al nivel sonoro co-

-
U'I
•PI"
C)

TABLA 54.3. Evaluación del impacto global del ruido del tráfico urbano sobre la población en EE.UU. ~
El significado de estos resultados viene determinado por la precisión de los datos de entrada; hay que redondear los resul- »
z
tados e interpretarlos de manera acorde. e
»
r
Exposición sonora día-noche o
m
Estimaciones de las condiciones ponderada para la poblaciónllOOO pascales ~
actuales19 Población con ponderación de molestia al cuadrado' segundos m
O
O
Nivel Población PI dentro »
Ul
(Actual) Para una reducción del DNL de (Actual) Para una reducción del DNL de
de isófonas de cada isófona. »
(')
L dm dB en millones OdB SdB IOdB OdB SdB IOdB e
Ul
-1
50·55 37,0 3,3 1,8 0,7 228 72 72 ñ
55·60 34,7 6,3 3,1 1,7 674 213 67 »
Ul
60-65 17,4 5,6 3,1 1,6 1070 338 107 -<
(')
65·70 5,6 3.0 1,8 1,0 1088 344 109
1,2 1,0 0,7 0,4 738 233 74
o
70-75 Z
-1
75-80 0,1 0,1 0,1 0,1 194 62 19 ::IJ
-- -- - or
1 = 96,0 TWP' = 19,3 TWP = 10,6 TWP = 5,5 Total 3992 1262 448 O
m
r
Indice de impacto del ruido (NII) 19,3 = 02 10,6 = O1 Reducción = Reducción = ::IJ
~=006 68% 68% e
96,0 ' 96,0 ' 96,0 '
O
o
• TWP: Población total ponderada.
0 00
...... -,

./ .\ AREADE
ylNTERES

2000 PERSONAS POR



¡ MILLA CUADRADA
4000 PERSONAS POR 4000 PERSONAS POR
IpA~nlJíf\ 1\~~.1'1nAI I
MILLA CUADRADA MILLA CUADRADA

m
~
e
o
o
en
om
~
~
~
O
l>
3:
AMBIENTE DE RUIDO EN AMBIENTE DE RUIDO EN al
1980 SIN EL AVION X 1980 CON EL AVION X iñ
z
1 MILLA
;
.-

·...
FIGURA 54.5. Evaluación del impacto del ruido de un nuevo tipo de avión: líneas isofónicas previstas del ni-
vel sonoro corregido día-noche alrededor de un aeropuerto antes (izquierda) y después (derecha) de la intro-
ducción del nuevo tipo de avión X. Los números sobre las isófonas indican los valores de los niveles sonoros
corregidos día-noche anuales. La línea de puntos en la figura de la izquierda indica el área de interés para de- en
terminar ¡P, en la Ecuación (54.2), en este caso, determinado por la curva del nivel sonoro corregido día-no-
....
N
che anual de 55 dB. Los números en círculos indican situaciones especiales: (') parque, (2) escuelas, (3) igle- ...
sia, (4) hospital, (5) iglesia.
54.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO

rregido día-noche para el año 1980, cuando el nuevo avión entre en funcionamien-
to. La Tabla 54.4 recoge los datos requeridos: (1) el área total de suelo afectado por
la exposición al ruido, (2) el área de suelo para usos industriales y comerciales, (3)
el área de suelo residencial y (4) la población residente afectada por el ruido.
El área de suelo afectada por el ruido se utiliza para comentar el impacto del
cambio en el ambiente sonoro sobre el desarrollo potencial de este suelo y las res-
tricciones que puede imponer sobre la compatibilidad de usos del suelo. El poten-
cial desarrollo residencial en períodos de tiempo posteriores (con o sin el cambio
anticipado de las isófonas) puede llevar a una caracterización del impacto con la
función de ponderación para la molestia general, para hacer que parte o todo este
suelo resulte deseable. Las áreas residenciales proyectadas y las poblaciones afec-
tadas son la base del impacto para el análisis de 1980. La población total ponderada
sin el avión X es de 8022 personas, el índice de impacto del ruido es 0,15 y el
PDSNE es 1439. La introducción del avión X, por lo que muestran las isófonas, au-
menta la población total ponderada hasta 13940, el índice de impacto del ruido has-
ta 0,12 y el PDSNE hasta 2656. Las situaciones especiales (parques, escuelas e igle-

TABLA 54.4. Evaluación del impacto del ruido de un nuevo tipo de avión: hoja de
cálculo recomendada para los resultados extraídos de las isófonas de la Figura 54.5

Areade
suelo Area de
Area total industrial- suelo
YDNL, del suelo, comercial. residencial, Población
dB mi 2 mi 2 mi 2 residente Situaciones especiales'

Ambiente de ruido en 1980 sin el avión X


Base: Medidas de ruido de 1977, estimaciones
de la población para 1980

70-75 O.<Xl 0.00 0.00 0,00


65-70 1.80 0.84 0.96 816
60-65 10.72 4.48 6.24 9.696 28 % de (1). (3)
55-60 26,92 12.62 14.30 33.120 72 % de (1), (2)
50-55 35.64 15.38 10.26 10.417 (4). (5)
Total 75.08 33.32 31.76 54.049
TWP = 8022 8.022
NII = 54.049 = 0,15
Ambiente de ruido en 1980 con el avión X

70-75 1.(Xl 0.5 0.50 200


65-70 6.32 2.9 3.42 4.969 24% de (1), (3)
60-65 20.20 9.0 11.20 15.760 50% de (1)
55-60 47.56 20.92 26.64 33.120 26% de (1). (2). (4). (5)
Total 75.08 33.32 41.76 54.049
TWP = \3.940 13.940
NII = 54.049 = 0.26

• Las situaciones especiales hacen rderencia a parques. escuelas. hospitales. etc. identificados en la Figura 54.5.
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.23

sias, dentro o fuera de las áreas de zonas residenciales, y hospitales) se tabulan con
su correspondiente rango de valores de nivel sonoro corregido día-noche. El impac-
to sobre estas situaciones suele comentarse mejor de manera individual, sobre la
base de las instalaciones existentes y su reducción del ruido o, en el caso de edificios
proyectados, mediante la evaluación de sus requisitos adicionales de reducción del
ruido.

REFERENCIAS

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54.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO

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keepsie. N.Y., 1977.
INDICE

Abastecimiento, sistemas (HV AC) de frecuencia de resonancia, 7.14


calefacción, ventilación y aire impedancia, 7.14
acondicionado, 42,2 mediciones, 10.4
Abastecimiento, ventiladores, 42.1, 44.1 peso de, 7.9
Abreviaturas, 2.22 piezoeléctrico. 7.1. 7.9
Absorbente dinámico, 28.10 piezoeléctrico de impedancia baja, 7.16
Absorbentes suspensivos, 30.12 piezorresistente, 7.1
Absorción: preamplificadores, 6.2
acústica (véase coeficiente de absorción del principios de funcionamiento de, 7.2, 7.9
sonido) rango de aceleración, 7.6
atmosférica, 3.2. 4.4 rango de frecuencia de, 7.5, 7.11. 7.14
coeficientes de (véase coeficiente de relación de amplificación, 7.14
absorción del sonido) resolución de, 7.2
aire. 3.2, 3.10, 4.4 selección de, 10.2, 10.4, 38.7,39.3
cantidad requerida de, 4.12, 40.13 sensibilidad de, 7.2, 7.15
de sillas, 4.4. 16.6 técnicas de montaje, 10.6
de superficies, 4.3 tipo cizallamiento, 7.13
definición de, 2.5 tipo compresión, 7.12
en exteriores. 3.2, 3.10 tipos de, 7.12
en habitaciones, 4.3 Acelerómetros:
total en una habitación, 4.3 de tipo compresión. 7.12
de habitación. 2.5. 4.3 piezoeléctricos. 7.1, 7.9, 7. 16
de referencia, 32.6 piezorresistentes, 7.1
sabino, 2.19 tipo cizallamiento, 7.13
superficie. 4.3 Acondicionadores de señal, 6.2. 38.7, 38.13
Accidentes. efectos del ruido en el número de. Acoplador:
24.22 acústico, 2.1, 5.18,19.4,19.9
Aceleración: auricular, 19.4, 19.9
de la gravedad, 2.1 NBS 9-A. 19.9
mediciones. 10.4, 39.3 Acoplamientos flexibles, 28.14, 40.16
nivel (véase vibración. nivel de aceleración) Acristalamiento:
valores aceptables de, en edificios. 26.12 de ventanas. 31.25
Acelerómetros: simple, 31.25
calibración. 10.14 triple. 31.29
características de. 7.3. 7.14, 7.18 Acrónimos, 2.22
carga de masa de. 7.9 Acta de 1900 sobre Ruido de Aeropuerto y
construcción de, 7.1 1 Capacidad (Airpor/ Noise and Capaci/y
efectos de la temperatura en. 7.7, 7.18 Ae/ o( 1900).52.3

1.1
1.2 INDICE

Acta de 1958 de Aviación Federal (Federal Aislamiento (véase aislamiento del ruido;
Aviation Act (!{1958), 53.1, 53.12 aislamiento del sonido, transmitido por la
Acta de 1972 sobre Control del Ruido (Noise estructura; aislantes de la vibración)
Control Act Q{1972), 51.10, 53.12, 53.20 de fibra de vidrio, 30.1, 31.13, 31.20, 32.\9,
Acta de 1979 sobre Seguridad y Reducción 32.26
del Ruido de Aviación (Aviation Salety de los sonidos de impacto, 31.3, 32.6
and Noise Abatement Act oI 1979),53.13 del impacto, 31.3
Acta de Desarrollo de Aeropuertos y Vías cIase, 2.4,31.3,31.3\,33.7
Aéreas (Airport and Airway Development de campo. clase, 31.4
Aet). 53.3 del sonido:
Acta Federal de Compensación de los clase de aislamiento de impacto, 31.30,
Empleados (Federal Employees 32.7,33.7
Compensation Aet). 20.6 criterios, 33.7
Acta Nacional de Política Ambiental cubiertas elásticas, 32.27
(National Environmental Po/icy Act). detalles de construcción, 32.\ O, 33.\6
51.6.53.4,53.\\,54.3,54.6 discontinuidades en, 32.22
Activación, efectos del ruido en, 24.14 en edificios, 33.\
Acústica: entre habitaciones, 31.\
definición de, 2.2 mejora en la clase de aislamiento de
sombra, 1.9 impacto, 31.32,32.9
(véase también acústico) métodos de valoración, 31.2
Acústico: para ruidos de exterior, 33.41
definición de, 2.2 paredes (véase particiones)
trauma. 2.6, 18.\, 20.4 particiones, 31.1
Administración de Seguridad y Salud Laboral pérdida de, mediante flanqueo, 33.3,
(Occupational SaletJ' and Health 33.\9
Administration), 12.8, 18.14, 19.11. 20.4, planificación de. 33.7
20.12,21.24,26.8.51.7 puenteo de (véase flanqueo)
Administración de Veteranos (/'eterans puertas. 31.\8
Administration).53.9 requisitos. 33.5. 33.30. 33.31
Administración Federal de Autopistas suelos flotantes, 31.31, 32.20, 32.25, 33.5,
(Federal HighwaJ' Administration), 48.3. 33.2 \. 33.26
48.\6, 48.20, 49.8 suelos/techo. 31.29
Administración Federal de Aviación (Federal transmitido por el aire. 31.1 (véase
Aviation Administration). 51.6. 52.7. aislamiento sonoro)
52.12, 53.3. 53.\ O transmitido por la estructura. 32.\
proceso de elaboración de normas. 53.2\ ventanas. 31.26
Admisión acústica. 7.19 del ruido:
Agencia de Protección Ambiental clase. 2.4,31.3.32.9
(Enl'ironmental Protection Agcn(l'), 23.2. clase normalizada. 31.3
23.10, 26.2.46.\7.51.8. 51.9. 53.19. transmitido por la estructura. 32.6
53.10 (I'éase también aislamiento del sonido
Agravio indemnizahle en juicio civil, 51.2 transmitido por la estructura)
Al (I'éase índice de articulación) en dos fases. 28.18
AlCUZ. 49.6. 53.7 Aisladores (I'éase aisladores de la vibración):
Aire: activos de la vibración, 28.10
ahierto. propagación del sonido en. 3.1 de la vibración anclados. 29.3
absorción del sonido en. 3.2. 4.4 de la vibración de muelles de aire. 28.\\
atenuación en. 3.\. 3.2. 4.4 de vibración:
difusores de. 42.4 activos. 28.\\
efectos de la temperatura en. 1.2 características de. 29.7, 29.8
presión atmosférica de. 1.5 combinaciones de. 29.25
propagación del sonido en. 3.\ comercializados, 29.8
velocidad del sonido en, 1.2 conectados. 29.3
INDICE 1.3

definición de, 2.17 viscoelástico, 28.21


elastoméricos, 29.2, 29.19, 29.24 viscoso, 2.2, 27.3
en paralelo, 29.25 Amplificadores, 5.14
en serie, 29.25 Amplitud:
espaciamiento entre, 29.20, 29.22 de pulso dactilar, 25.10
especificaciones para, 29.25 definición de, 2.2
localización de, 29.21 demodulación, 38.16
muelle de aire, 28.10 desplazamiento, 1.2
no conectados, 29.3 presión, 1.5
péndulo, 28.10 raiz cuadrática media, 1.7, 7.3
rigidez de, 29.6 rms, 1.7,7.3
selección de, 29.1 vibración, 27.1
tipos de, 29.9 Amtrak, 46.25
de vibración de carga, tipos de, 29.5 Análisis:
de vibración no conectados, 29.3 acústico, 8.1
de vibración tipo péndulo, 28.10 anchura de banda constante, 5.19, 39.6
elastoméricos de la vibración, 29.2, 29.19, barrido de frecuencia, 8.6
29.24 cepstrum, 8.21, 39.21
Alarmas de incendio, audibilidad de, 33.8 de frecuencia (véase análisis)
Alfabeto, deletreo internacional. 16.20 de orden, 8.20
Alfombras: de porcentaje constante de anchura de
absorción del sonido por, 30.20 banda, 39.6
reducción en el impacto de ruido aportado del ruido de la maquinaria, 38.6
por, 31.32,32.6,32.7,32.21,33.6 detección de cobertura, 8.23, 39.19
Alabes: espectro de aceleración, 39.14
curvados hacia atrás, 41.9 espectro, interpretación de, 39.10
inclinados hacia atrás, 41.9 examen de impacto, 39.22
Aliasing, 8.11 fase, 39.19
Ambiente, definición de, 2.2 FFT, 8.10, 8.12, 38.16, 39.9 (véase análisis
Amortiguada, frecuencia natural, 2.8 rápido de transformada de Fourier)
Amortiguador, 29.22 porcentaje constante de anchura de banda,
Amortiguadores, 42.3, 42.20 39.5
(véase también amortiguamiento, rápido de transformada de Fourier, 8.9,
tratamientos) 8.11,38.16
Amortiguamiento: rastreo, 39.21
capa constreñida, 28.22 rastreo promedio, 8.18
capa libre, 28.22 seguimiento, 8.20, 36.23
crítica, 27.6 señal de tiempo, 39.22
crítica. coeficiente de, 2.5, 27.6 señales no estacionarias, 8.19
de capas aprisionadas, 28.21 tendencia, 39.7, 39.26
de capas libres, 28.21 tiempo medio sincrónico, 39.22
definición de, 2.2 tiempo real. 8.7
de vibración: transiente, 8.18
capa libre. 28.21 velocidad de, 8.8
capa restringida. 28.21 vibración, 8.1. 39.2
tratamientos. 28.20, 46.13 vibración de entrada, 39.26
viscoelástico, 28.21 zoom, 8.14. 8.18. 39.16
efectos de, en sistemas vibratorios, 27.6 Analizadores:
estructural, 28.1 7, 28. 19 de anchura de banda proporcional (véase
materiales para, 28. 19 analizadores de espectro)
relación, 2.19 de banda de octava, 5.21. 9.22, 39.5
relación crítica de, 2.19. 27.28 de banda de tercio de octava, 5.21, 9.22
tipo cubierta, 28.19, 40.18 de espectro:
tratamientos, 28.19, 40.22 anchura de banda constante, 5.23, 39.5

»
1.4 IN DICE

Analizadores (con/.) sensibles a la amplitud, 21.15


banda de octava, 5.21, 9.22 tapones (véase tapones)
banda de tercio de octava, 5.21, 9.22 tipos especiales de, 21.15
características de, 8.3 Aparatos de protección del oído (véase
frecuencia central de bandas en, 8.3 aparatos de protección auditiva)
límites de banda de, 5.21, 8.3 Aparatos de señalización, 46.10
normas, 8.4 Aparatos de señalización de emergencia,
selección de, 9.22, 39.5, 39.19 46.10
tipos de, 8.1 Aparatos indicadores, 5.17
transformada rápida de Fourier (FFf), Aparatos terminales de aire, 42.4
8.10,8.13,39.10 Aparente, masa. 7.19
uso de, ejemplos, 9.22, 39.16, 39.18 Aproximación, 52.3
de frecuencia (véase analizadores de de diferencia finita. 14.6
espectro) Arboles. 3.10. 48.16
de ruido (véase analizadores de espectro) Area de sensación auditiva, 17.6
(I'éase analizadores de espectro) Areas residenciales, ruido ambiental en, SO. 1
Anchura de banda: ARI [véase Instituto de Aire Acondicionado y
crítica, 17.19 Refrigeración (Air Conditioning and
definición de. 8.3 R~(rigeration InstitUle»)
efectiva, 8.3 Armónico. 1.5,2.7
de ruido. 8.3 Articulación, 2.2
selección de, 8.4 ASHRAE [véase Sociedad Estadounidense de
ANSI [véase Instituto Nacional Ingenieros de Calefacción, Refrigeración
Estadounidense de Normas (American y Aire Acondicionado (American Society
National Standards InstitUle)) o( Heating, Refrigerating and Air
Apantallamiento acústico: Conditioning Engineers»)
árboles, 3.10, 48.16 Asociación de Movimiento y Control del Aire
barreras. 3.21, 48.16, 48.22 [Jlol'emen/ and Control Association
casas. 3.10 (AMCAl).41.17
vegetación, 3.10 Aspas. tipos de ventilador. 41.8
Aparatos de alarma, 46.11 Atenuación:
Aparatos de movimiento del aire [\'éase de exceso de suelo, 48.14
ventilador(es») de oído real. 21.19
Aparatos de protección auditiva. 2.2. 21.1 del sonido:
activos. 21.15 cálculo de. 3.2. 3.1 1
atenuación plana. 21.16 de línea de fuentes. 3.28
atenuación que aportan, 21.12 debida a la vegetación. 3.10
auriculares (\'éasc auriculares) en codos de conductos. 42.13
calcular la protección aportada por. 21.5 en conductos. 42.8
características del rendimiento de. 21.4. en el aire. 3.2,4.4, 48.22
21.10 exceso de suelo, 48.14
cuidado de. 21.15 mediante árboles. 3.10, 48.16
distribución de. 21.14 mediante arbustos. 3.10
efectos sobre la comunicación hablada. mediante atenuadores del sonido. 42.13
16.21.21.15 mediante barreras. 3.21, 48.16.48.21
efectos sobre la localización del sonido. mediante estructuras de edificios, 3.10,
21.15 48.16
lucha contra. 21.16 mediante paredes (véase aislamiento del
mediciones sobre. 21.10. 21.18 sonido)
normas con respecto a. 21.24 por divergencia. 3.2
normas para. 21.24 por divergencia esférica, 3.2
reducción del ruido aportada por. 21.8. por divergencia geométrica. 3.2
21.13 por efecto del suelo. 3.3, 48.14
rendimiento en el lugar de trabajo. 21.21 por gradientes de temperatura. 3.11
INDICE 1.5

por gradientes de viento, 3.1 I tono puro, 19.1


por humedad. 3.3, 4.4 automático, 19.6
transmitida por la estructura, 32.1 1, de autorreconocimiento, 19.6
32.23, 32.24 grabador, 19.6
normalizada de techo. 30.15 Audiómetros controlados por ordenador, 19.8
Atenuador (véase atenuadores del sonido) de filtrado, 19.1
Atenuadores del sonido, 42.13 diagnósticos, 19.1, 19.3
activos. 42.16 manuales, 19.4
para ventiladores, 41.14 Auditorios, criterios de ruido para, 43.16
pérdida por inserción de, 42.15 (veáse también cerramientos)
ruido generado por, 42.16 Auricular, 2.3, 19.11
Atmósfera. propagación del sonido en la, 3.1, acoplador, 19.9
48.23 almohadilla, 19.11
Atmosférico, coeficiente de atenuación, 3.3. audiómetro, 2.3.19.11
4.4 circunaural, 2.3
Audición: insetado, 2.3, 19,4
caracteristicas de. 17.1 supraaural, 2.3
desplazamiento de umbral. 17.4, 18.1, Auriculares. 2.3, 21.15
18.14,18.15,19.11 definición de, 21.2
efectos de la edad sobre, 17.8, 26.4 en combinación con tapones, 21.12
estadísticas poblacionales de, 17.7 protección a frecuencias infrasónicas, 21.14
examen, 19.1 protección a frecuencias ultrasónicas, 21.14
limitación (véase limitación auditiva) protección contra detonaciones de armas,
mecanismo, 17.2 21.12
mediante conducción ósea. 19.15 rendimiento de, 21.9 (véase también
nivel (I'éase nivel auditivo) auricular)
nivel de umbral, 2.13. 17.6, 19.1 Autorruido, atenuador del sonido, 42.16
normal, 17.6. 19.2
pérdida de (I'éase pérdida auditiva)
programas de conservación (véase Bajada sellada (para puertas), 31.23
programas de conservación de la Bajantes:
audición) de basuras, 32.28
protección (I'éase aparatos de protección para residuos, 32.28
auditiva) Balasto lejano, 35.10
riesgo de lesión para, 18.6. 26.2 Banda:
umbral, 2.21. 17.4, 17.6 auditiva crítica, 2.3, 17.19
umbral auditivo. 17.6 critica (auditiva), 2.3,17.19
Audiograma: de frecuencia (véase banda)
definición de. 2.3. 19.2 de octava, definición de, 1.20
tono puro, 2.21. 19.2, 19.4 definición de. 2.3
Audiometria: Barreras (acústicas):
conducción ósea. 19.3 atenuación que aporta. 3.21, 4.10
habla, 19.4 diseño, 48.18. 48.22
Audiómetro(s): en oficinas de planta abierta, 33.35
apantallamiento. 19.1 exteriores. 3.21, 48.15, 48.23
auriculares para. 19.4. 19.11 Base de datos audiométrica, 22.12. 22.15
autorregistro. 19.6 Basuras. bajantes, 32.29
controlado por ordenador. 19.8 Belio. 1.1 O. 1.26, 2.3, 13.2
calibración de, 19.8 Berma.3.25
definición de. 2.3 Berma de tierra. 3.25
diagnóstico, 19.1, 19.3 BF1 (véase incremento de la frecuencia de las
manual. 19.4 aspas)
nivel cero de referencia. 19.2 Blindaje. 10.20
normas para. 19.3 electrostático. 10.21

- z:
1.6 INDICE

Blindaje (con/.) semiecoica, 2.3 campo:


magnético, 10.21 libre, 1.12,2.3,4.1,9.7,13.3,14.5,17.4
(Veáse también revestimiento acústico) próximo, 2.4, 9.9, 14.2
bloque de inercia, 28.15,40.18,41.15 sonoro, 2.4, 14.2
Bocinas (véase aparatos de aviso) sonoro activo, 14.2
Bombas, 39.15, 45.7. 45.16 sonoro reactivo, 14.2
Campo:
Cabezal de impedancia, 7.19 de sonido difuso, 2.4, 4.10, 4.14
Cabina audiométrica (habitación de sonido directo, 2.4
audiométrica), 2.3, 19.5, 19.9 gravitacional de la tierra, uso en
Cabinas: calibración, 10.13
audiómetro, 19.5 lejano, 2.3, 9.9
personal. 40.13 libre:
Cabinas para el personal. 40.13 definición de, 1.14,2.3,4.1,17.4
Cables: mediciones en: 9.7. 13.3, 14.3
consideraciones en la selección de, 10.17 próximo, 2.4, 9.9, 14.2
corrección por pérdidas en, 9.13 reactivo de sonido, 14.2
extensión. 5.13. 9.13 sonoro. 2.4
para micrófonos y recogidas de vibración, activo, 2.3
5.13,10.17 directo. 14.2
ruido generado por, 10.19 libre (véase campo libre)
Cables de extensión, 5.13, 9.13 reactivo, 14.2
Cajas con potencia de ventilador, 42.22 reverberante, 2.4
Cajas de mezcla. 42.22 método para medir la potencia sonona
Calibración: en, 13.6
acelerómetro, 10.14 Campos:
acústica. 5.19 electrostáticos. efectos de. 9.17
audiómetro. 19.8 magnéticos, efectos de, 9.17, 34.9
biológica. 19.8 Canales elásticos incrustados, 31.15, 31.30,
de extremo a extremo. 10.14 31.31. 32.27
fono-pistón. 5.19 Cantidad periódica, 2.4
funcional, 19.8 Cantidades de referencia:
global. 10.14 aceleración de la vibración, 2.1
instrumentación. 5.19. 38.10 absorción. 32.7
intensidad. 14.8 cero. para audiómetros. 19.2
método de caída libre. 10.14 intensidad sonora. 1.17, 14.5
método de comparación. 10.14 nivel medio de emisión, 48.13
método de sustitución de voltaje. 10.16 potencia sonora. 1.9. 2.17. 13.1
micrófono. 5.13. 5.16. 38.5 presión sonora. 2.17, 12.11
reciprocidad. 5.13 velocidad de vibración, 41.16
sistema. 9.9 Características del ruido de sobrevuelo. 47.5 a
sistema de medición. 5.19.10.14.38.8 47.13
sonómetro. 5.13 cálculo de. 3.17, 3.19. 47.20
toma de vibración. 10.14 Carga:
transductor. 5.18.10.14.38.5 de cizallamiento. 29.8
utilizando un calibrador de tipo altavoz. de compresión. 29.6
5.19 de pandeo. 29.6
vibrador de conducción ósea. 19.15 de tensión. 29.7
Calibradores acústicos. 5.18 de torsión. 29.7
Calibres de fuerza. 7.19 Casco circunaural. 21.2
Cámara: Cascos. 21.4
anecoica (habitación de campo libre). 2.3 Casos legales. ruido de aviación/aeropuerto.
de expansión (plenum). 42.20 52.1
de reverberación. 2.3. 13.7. 30.15 Caucho. 29.2
INDICE 1.7

de silicona, 29.2 Código de ensayo AMCA. 41.17. 41.18


sintético. 29.3 Codos de conductos. 42.13
Cavidades: Coeficiente:
de resonancia (véase resonadores Helmholtz) de absorción del sonido. 30.2
en las paredes, 31.9 defi nición de. 2.5. 4.3. 12.1
Centava, definición de, 2.4 efectos de montaje sobre, 30.3
Centrífugo, compresor. 39.14 medidas de. 30.2
Centro de gravedad, 29.21 relación con el coeficiente de reducción
CEQ [véase Consejo de Calidad Ambiental del ruido. 30.3
(Council oI Em'ironmental Quality)] de amortiguamiento crítico. 2.5. 27.6
Cero audiométrico, 17.6 de atenuación atmosférica, 3.3, 4.4
Cerramientos: de reducción del ruido. 2.5. 30.3
absorbentes del sonido (forrados), 40.12 de transmisión. 33.11
cámara plenum, 41.6, 42.18, 42.20 Cognición. vigilancia. 24.10
descenso del sonido en, 4.9 Cojinete(s):
para controlar fuentes de ruido. 40.13 análisis de faltas locales en. 39.20
parciales, 40. 10 espectro de aceleración de un buen cojinete.
resonancias en, 4.17 39.22.39.23
reverberación en. 4.9 hidrodinámicos. 37.3. 37.11. 37.18
revestidos, 40.10, 40.12 hidrostáticos. 37.4. 37.12. 37.19
ventilación para. 40.16 precisión. 37.12
Ciclo, 204 selección de. 37.12
Ciclos por segundo, 1.3. 204. 27.1 tipos de. 37.1
Cierre automático de umbral. 31.24 Colgadores elásticos (aisladores). 32.25.
Cierres elásticos de raíles. 46.14 32.26
Circulación de la sangre. efectos del ruido en. Collares flexibles. 28.14. 42.2
25.5 Comisión Internacional Electrotécnica
Circunaurales, cascos. 21.2 [International Electrotechnical
Clase de aislamiento de impacto. 31.32. 32.6, Commission (lEC)]. 15.3. 15.8
33.6 Combinación:
de campo (FIIC). 204. 31.5 de aisladores de la vibración. 29.25
mejora en. 31.32. 32.8 de niveles de potencia sonora. 1.25
tablas de valores. 32.10 de niveles sonoros. 1.20
Clase de aislamiento del ruido normalizado. de tapones y auriculares. 21.13
2.5.31.3 Comparaciones emparejadas. 2304
Clase de articulación. 33.35 Compatibilidad de uso del suelo. SO.3. 53.6
Clase de transmisión de sonido. 204. 30.15. Compensación:
31.3.31.17. 33.7. 33.12.33041 a los trabajadores. 20.2. 2004. 20.12. 22.20.
de campo. 2.5. 31.3 51.4
exterior-interior. 33.41 por pérdida de la audición. 20.2. 2004.
Clima. efectos sobre la propagación del 20.12.22.19.51.5
sonido. 3.1 1 Componentes de frecuencia discreta. 4.19
CNEL (I'éase nivel de ruido equivalente en la Compresión. 1.1
comunidad) Compresor centrífugo. 39.14
Cobertura. tubería. 45.13 Comunicación:
Coberturas elásticas de pared. 32.26 auriculares. 2.3. 21.15
Cóclea. 17.3 cara a cara (habla). 16.1
Coches de pasajeros. 48.9. 48.12 sistemas, uso de, 16.20
Código(s) de examen: hablada:
definición de. 15.1 criterios para, 16.12
directrices para la preparación de. 15.13 efectos de la reverberación sobre, 16.7
relación entre normas y. 15.2 efectos de los aparatos de protección
(r'éase tamhién normas y códigos de auditiva sobre. 16.21,21.15
examen) efectos del ruido sobre, 16.7, 16.12

- Lb •
1.8 INDICE

Comunicación (cont.) sistemas HVAC, 42.1


inteligibilidad (véase inteligibilidad) técnicas, 1.31, 40.17
relación entre habla y ruido en, 16.2 Control de vibración, 27.1
Condena inversa. 51.2, 52.4 de tuberias, 45.6, 45.13
Condensador, micrófono, 2.10, 5.8 en el receptor. 1.32, 28.8
Condiciones ambientales, correcciones por, en la fuente, 28.2
1.2, 1.15, 5.4 en maquinaria, 38.1, 40.5, 40.17
Conducción: mediante bloques de inercia, 28.15, 40.12
de aire, 2.5, 19.3 mediante conectores flexibles, 28.13, 40.6
ósea, 19.15 mediante discontinuidades en vía, 28.5
Conducto(s): técnicas para. 28.1
atenuadores en, 42.13 Controles:
bifurcaciones en, 42.10 administrativos del ruido, 22.4
codos en, 42.13 de nivel de rango, 5.16
curvas en, 42.13 técnicos del ruido, 22.4
flexibles, 28.14 Convención de Chicago, 53.21
revestidos, 34.10, 40.14, 42.9, 44.13 Corazas electrostáticas, 10.21
ruido aerodinámico en, 42.5, 42.13, 42.15 Corazón, efectos del ruido sobre, 25.5
sin revestir, 42.7 Corporación de Pasajeros Ferroviarios de
Conectores flexibles, 28.14, 32.26, 40.17, EE.UU. (l/S. Railroad Passenger
45.16 Corporation),46.23
Consejo de Calidad Ambiental (Council of Corporación del gobierno central, 15.2
Environmental Quality), 53.4, 54.6, 54.9 Corporaciones nacionales de normas, 15.2
Consideraciones de cableado, 10.17 Corrección:
Constante de tiempo, 2.5, 11.2 cable del micrófono, 9.13
rápida ({ast), 5.17, 11.2 nivel de potencia sonora, 4.7
lenta (slow), 5.17, 11.2 onda estacionaria, 9.18
Construcciones de suelo-techo, aislamiento para reflejos sobre las superficies cercanas.
del ruido de impacto de, 31.31, 32.6 9.13
Contornos de igual sonoridad, 2.5, 17.10 presión ambiental, 1.14, 9.13
Control de ruido: presión barométrica, 1.14
administrativo, 22.4 ruido de fondo, 9.11
aeropuertos, 47.10 temperatura ambiental, 1.15
aspectos legales de, 51.1 Cortinas, absorción del sonido por, 30.16
autopista, 48.23 CPS (réase ciclos por segundo)
aviación, 47.8 Cristal. ventana. 31.25
criterios, 42.25, 43.16, 46.23, 48.4, 54.17 Criterio de tolerancia humana:
de cojinetes, 37.1. 37.13 para ruido, 26.2
de engranajes, 36.1 para vibración. 26.10
definición de, 1.26 Criterios:
edificios, 33.1 aislamiento, 33.7
en sistemas de fontaneria. 45.1. 45.6 definición de, 26.1
en tuberias, 33.25 para auditorios, 43.19
importancia económica de, 1.27,40.5 para cabinas audiométricas. 19.9
legislación. 51.4. 51.5 para comunicación hablada. 16.10
maquinaria, 33.27 para edificios. 26.9
problemas de cumplimiento de. 51.11 para exposición a la vibración. 26.10
requisitos de la Administración Federal de para exposición al ruido, 26.1. 54.15
Autopistas (federal Highll'a.r para infrasonido. 26.10
Administration).48.23 para la respuesta de la comunidad, 23.14.
sistemas de calefacción, ventilación y aire 54.15
acondicionado. 42.1 para niveles de ruido en habitaciones,
sistemas de transporte ferroviario, 46.13. 33.41, 43.19
46.22 para reducción del ruido del tráfico, 48.4
INDICE 1.9

para ruido impulsivo, 26.8 de potencia espectral, 2.6


para sistemas HV AC, 42.24, 43.19 espectral:
para tráfico de autopista, 48.4 energía, 8.18
para ultrasonido, 26.11 potencia, 2.6
para uso aceptable del suelo, SO.3 Departamento de Regulación del Trabajo de
ruido aceptable de habitación, 43.19 EE.UU. (US. Department of Labor
(véase también criterios de ruido) Regulations), 26.8
Criterios de riesgo de lesión, 18.6, 26.2 Departamento de Transporte de EE.UU.
Criterios de ruido: (US. Department ofTransportation),
auditorios. 43.19 49.7
curvas de criterio NC, 43.4 Departamento de Vivienda y Desarrollo
curvas de criterio NCB, 43.7 Urbano de EE.UU. (US. Department of
curvas de criterio RC, 43.10 f10using and Urban Development), 49.7
definición de, 26.1 Departamento de Vivienda y Desarrollo
dosis diaria de ruido, 12.6, 12.8, 26.2, 26.3 Urbano [Department of Housing and
edificios, 33.41, 43.19 Urban Development (HUD)], 49.7, 53.3
para ruido de autopista, 48.4 Derecho preferente de compra, 51.3, 51.8,
ruido de tráfico, 48.4 53.9
(véase también criterios) Derecho preferente de compra federal, 51.3,
Cubierta de tejado, 30.12 51.8,53.9
Cuerpo regulador, 15.3 Descenso logarítmico, 2.6, 27.5
Curtosis. 6.9 Descriptores del ruido del tráfico, 48.2, 48.12
Curv~ de resistencia del sistema. 44.12 Desequilibrio:
Curvas: fuerzas, 28.3
(RC) de criterio de habitación. 2.5.43.9 rotor, 34.7
de deflexión de carga. 28.8 Designación de clase de fuego, 30.13
de deflexión de fuerza, 29.8 Desintonizar, 28.8
de flujo de cabeza de ventiladores. 44.5 Desplazamiento:
de rendimiento de ventiladores. 44.5 amplitud, 1.2
de rendimiento de ventiladores. 44.5 de partículas, 2.6
NC, 43.4 de umbral asintótico, 18.3
NCB,43.7 medida de, 10.6, 39.3
RC, 2.5,43.10 permanente de umbral, 18.1, 18.2, 18.14,
20.7,26.6
Chorro de agua. 45.5 temporal de umbral, 2.6,17.6,18.1, 18.2,
18.14,19.11,26.3
Datos: transductores, 39.3
almacenamiento, 38.7 Detasación, 21.23
grabación, 6.10, 38.14 Detección:
procesamiento. 38.15 cobertura, 6.7, 39.19
recogida, 38.14 de faltas en maquinaria, 39.6
ventanas, 8.12 señal,6.5
dB [véase decibelio(sl] Detectores:
Decibelio(s): cobertura, 6.7
definición de, 1.9,2.5 punta. 6.7
suma de niveles expresados en, 1.20 rms,6.5
[véase también nivel(es)] Determinación negativa, 54.8
Declaración negativa. 54.6 Diagnóstico de faltas, 39.6
Decremento logarítmico, 2.6, 27.5 Diagrama de Campbell, 36.22
Definiciones de términos empleados en Diferencia de nivel de presión sonora
sonido y vibración. 2.1 normalizada, 31.4
Deflexión estática, 27.4 Difracción, 1.8, 2.6
Densidad: Difusores de aire, 42.4
de energía espectral. 8.18 Dinámica. rigidez, 7.19, 28. 10,29.8, 29.27

- 111'
1.10 INDICE

Discontinuidades estructurales, 32.23 del infrasonido, 25.15, 26.9


Dispersión, 2.6, 4.2 del ruido, 25.1
Distorsión no lineal. 5.7 del ruido de frecuencia alta, 25.15
Distribución acumulativa de niveles sonoros, del ruido de frecuencia baja, 25.15
SO.12 del ruido de intensidad alta, 25.14
Divergencia: del ruido impulsivo, 25.14, 26.8
esférica, 3.2 del ultrasonido, 25.15, 26.10
geométrica. 1.15, 2.6. 3.2 homeostasis, 25.17
Divisores, oficina, 30.12, 33.35 Eficiencia:
Doble acistalamiento, 31.26 de radiación, 14.17
Dosímetros. 12.13, 12.15 humana, efectos del ruido sobre, 24.1
de ruido, 12.13, 12.15 EIA (véase estudio de impacto ambiental)
Dosis: Elásticos, colgadores, 32.25, 32.27
de ruido (véase dosis diaria de ruido) Elastómeros, tipos de, 29.2
diaria de ruido, 12.6. 12.8, 12.16, 26.2, 26.3 Electricidad, toma de tierra, 10.21
Emisión de ruido:
Eco, 2.6 de superficies vibratorias, 32.31
oscilación, 2.6 límites, 15.4
Edificios: medida de, 44.16
control del ruido de la fontanería en. 45.8. modelos de fuentes de, 38.4, 47.22
45.16 niveles de potencia, 1.26, 2.12, 13.2, 44.10
control del ruido de la maquinaria y el niveles permisibles de. 15.5, 54.17
equipamiento en. 33.27. 35.30, 40.1. Encuestas:
40.17 ruido de la comunidad, 50.23
criterio de vibración de. 26.12 social, 23.5
criterio del ruido para, 43.16 sonido. 22.2, 23.4, 50.23
disposición para control del ruido. 33.8 técnicas de entrevista, 23.9
espectro de ruido en. SO.9 Enchufe de ventilador, 41.5, 42.18
lugares. evaluación del ruido de. 49.2. 49.4. Engranaje(s):
49.9 análisis de faltas locales en. 39.19
materiales (véase materiales acústicos) cilíndrico. 36.1
niveles de ruido en. SO.12. SO.20 ensamblajes de. 36.3
residenciales: tipos de. 36.1
aceptabilidad de la vibración en. 26.12 Enmascaramiento:
evaluación del ruido de los estados para. características de, 17.1 7
49.7.49.10 de fuente en oficinas mediante añadir
Efecto: ruido, 33.36
de coincidencia (bajada). 2.7.31.7 definición de. 2.7. 17.16. 19.16
de oclusión. 21.5. 21.16 efectivo. 19.16
de precedente. 17.24 interaural. 17.20
de puntas de sierra. 8.12 Enmienda de Conservación de la Audición
de rebote. 18.12 (Hearing Consen'afion Amendment). 26.8
del plenum del techo. 42.23 Ennrecimiento. 1.2
plenum/techo. 42.23 Equipamiento de medición del ruido:
Efectos: analizadores de espectro. 8.1. 9.22
a largo plazo del ruido sobre humanos. calibración de. 38.11
25.16 dosímetros, 12.13. 12.15
bioquímicos del ruido. 25.12 seguimiento del estado, 39.1
endocri nológicos del ruido. 25.12 sonómetros, 1.17. 2.20, 5.1, 9.20
fisiológicos: uso de, 9.1
a corto plazo. 25.2 Equipamiento de ventilación:
a largo plazo. 25.16 cubierto. 42.17. 42.19
de estalIidos sónicos. 25.14 incorporado. 42.16
de la vibración. 26.10 Error estático de transmisión. 36.5
INDICE 1.11

Escaleras, 33.8 auditivo. 19.1


Escape, 8.11 códigos de. 15.1. 15.2, 15.13
sonido, 33.14, 40.14 de impacto. 39.21
Escudos magnéticos, 10.21 Excitación:
Esfuerzo vocal, 16.2 de fuerza. 7.20
Espacio de balanceo, 29.22 estado estable. 32, I
Especificaciones de compra, normas para, 15.4 vibración de. 27.4
Especificaciones. ventilador. 41.18 impacto. 32.3
Espectro: no sinusoidal. 27.7
análisis (véase análisis) vibración. 28.2
analizadores (véase analizadores de Exposición (véase exposición al ruido;
espectro) exposición sonora: exposición a la
banda de octava, 1.20, 2.7 vibración)
banda de tercio de octava. 1.21 Exposición al ruido:
continuo, 2.7 criterios. 26.1, 54.15
de picado de biela, 43.10, 43.14 criterios para infrasonido. 26.9
de ruido: criterios para ultrasonido, 26.10
de engranajes, 36.9, 36.14 de la comunidad. molestia por. 23.2, 23.10
de maquinaria, 38.5 diaria personal. 12.6
de transformador. 35.2. 35.4 implicaciones para la salud de. 25.13,
de ventilador, 1.21. 41.6, 42.3. 44.8 25.18.26.1
de sonido: intermitente. 18.20
análisis (I'éase análisis) límites aceptables para. 26.2
analizadores (véase analizadores de límites de. 26.1. 54.17
espectro) máxima permitida diaria. 12.8
definición de, 2.7 niveles (l'éa.\C' exposición sonora. niveles)
interpretación de. 39.10 normas del Departamento de Trabajo de
definiciones de. 2.7 EE.UU. (U.s. Department orLahor)
del ruido de la comunidad. 50.4 para. 26.8
lineal. 2.7 normas OSHA sobre [1'éasC' Administración
neutro. 43.10. 43.14 de Seguridad y Salud Laboral
promediar. 8.18 (OcclIpational Saretl' and f1ealth
silbido. 43.10. 43.15 Administration))' .
tonal. 43.10. 43.15 pérdida auditiva como resultado de, 18.1.
vibración. de ruido de cojinetes. 37.10 20.1.22.1.26.2
(I'éase tamhién espectro de ruido) permisible (véase criterios de ruido)
Estallidos sónidos. 25.14. 26.12.47.9 previsión (NEF), 47.18. 53.5. 53.7
Estática: (J 'éa\(' tamhién exposición sonora)
detlexión. 27.4 Exposición de vibración. 26.10
rigidez. 29.8 Exposición sonora. 2.7. 12.1
Estatuto. 51.3 cálculo de. 12.2
Estrés como fuente de efectos fisiológicos. definición de. 26.7
25.17 día-noche, 2.11. 54.13
Estructura. aislamiento del sonido transmitido día-noche ponderada para la población, 54.15
por. 32.1 día-tarde-noche, 2.7
Estructurales. discontinuidades. 32.23 duración de, 12.3
Estudios de impacto ambiental: efectos sobre la audición, 18.1
acciones que requieren. 54.4 medida de. 12.1
contenidos de. 54.8 medidores, 12.1 l. 12.1 3
definición de. 54.3 nivel. 2.11. 11.18,12.2,12.3
directrices para. 54.9 normas OSHA sobre, 26.7
procesos. 54.10 personal normalizada diaria, 12.6
Examen: unidades de. 2.11, 12.2
audiométrico. 19.5. 19.9. 20.8 (VéasC' tamhién exposición al ruido)

-
1.12 INDICE

FAA [véase Administración Federal de Fracción (relación) de amortiguamiento


Aviación (Federal Aviation critico. 2.8. 27.26
Administration)] Fracción de dosis diaria de ruido (véase dosis
FAAct [véase Acta de 1958 de Aviación diaria de ruido)
Federal (Federal A~'iation Act 011958)] Fragilidad. 29.20
Fábricas, 24.20 Frases CHABA-CID. 16.6
Factor: Frecuencia:
pico (cresta), 2.7.6.7.12.14.26.1 angular. definición de. 2.8
de directividad. 2.7 central. 8.3
de ponderación de protección auditiva, coi ncidencia. 31.6
54.17 critica. 2.8. 27.6. 31.8
de transferencia plenum/techo, 42.23 de álabe. 41.5. 44.6
Faltas: definición de. 1.3.2.8. 27.1
estacionarias, 39.14 discreta. 4.19
rotatorias, 39.14 fundamental. 2.8
FAR [véase Normas de Aviación Federal infrasónica. 2.9. 21.13. 26.9
(Federal Aviation Regulations)] natural. 2.8. 27.3
Fase, 1.7, 2.8 amortiguada. 2.8
Fatiga auditiva, 17.6. 18.2 no amortiguada. 2.8
FHW A [véase Administración Federal de normal (véase frecuencia natural)
Autopistas (Federalllighway resonancia. 2.8
Administration)] ultrasónica. 2.21. 21.13. 26.10
Fibra de vidrio, aislamiento. JO.I. 31.13. Frecuencias:
31.19.32.19.32.25 discretas (I'éase tono puro)
Filtro(s): infrasónicas. 2.9. 21.14. 26.9
activos (atenuadores), 42.16 ultrasónicas. 2.21. 21.13. 26.10
acústicos (véase silenciadores) Frentes de onda. 1.2. 2.8
anchura de banda de, 8.3 Fuelles. 44.1 [¡'éase tamhién ventiladoJies)]
antialiasing. 6.11. 8.11 Fuelles y ventiladores centrífugos. 41.2. 41.6.
banda de octava, 5.21, 8.10 42.3.44.1
banda de tercio de octava. 5.21. 9.22 Fuente (I'cáse fuente sonora)
definición de, 2.8. 8.1 Fuente acústica (I'(;ase fuente sonora)
digital. 8.2 Fuente(s) de ruido:
electrónico, 8.1 cavitación. 45.3
ideal. 8.3 cerramientos alrededor. 40.8. 40.13
paso de banda. 2.8. 8.1 chorro de agua. 45.5
propiedades de, 8.2 en sistemas de fontanería. 45.1
respuesta de impulso de. 8.3 flujo de agua. 45.5
seguimiento. 8.1 flujo turbulento. 45.1
selección de. 8.4. 39.5 golpe de ariete. 45.5
Flanqueo, 33.16 a 33.21 lineal. 3.28. 48.12
Flexibles: atenuación de. 3.28
acoplamientos. 28.14. 40.16 localización de. 4.14. 14.16
collares. 28.14. 42.2 modelado de. 38.4. 47.22
Flexiones en conductos. 42.12 monopolar de sonido. 2.8
Flujo: múltiple. 4.15. 4.18
laminar. 45.1 (¡'éasc tamhién fuente de sonido)
líquido. 45.1 puntual. 1.15. 2.8
turbulento. 45.1 sonora:
Follaje. efectos de. 3.10 direccional. 1.1 1
Fonio.17.1O lineal. 3.28. 48.10
Forma de onda. habla. 16.3 monopolo. 2.8
FPT (I'ám' terminal con potencia de múltiple. 4.15.4.19.4.20
ventilador) puntual. 1.15. 2.8
IN DICE 1.13

simple, 2.8 comunicación (véase comunicación


Fuentes: hablada)
de sonido direccionales, 1.11 cruzada, 10.16
múltiples de sonido, 4.15, 4.18 efectos de la reverberación sobre, 16.7
Fuerza(s): efectos de los aparatos de protección
desequilibradas, 28.3 auditiva sobre, 16.21,21.13
dinámica, 29.19 efectos del ruido sobre, 16.6, 16.11, 24.23
electromagnéticas, 28.4 espectro de, 16.2
fluidas, 28.4 forma de onda, 16.3
fricción, 28.4 índice de transmisión, 2.9, 16.17
impacto, 28.3 inteligibilidad (véase inteligibilidad)
inestables, 28.4 modulación, profundidad de, 16.3
interacción fluido-estructura, 28.4 nivel de interferencia, 2.11,16.10,43.9
magnéticas, 34.4 niveles sonoros de, 16.2
reducción de, en vibración, 28.4 potencia instantánea, 2.17
Función: potencia media, 2.1 7
de coherencia, uso de, 38.16 potencia punta, 2.17
de correlación cruzada, 38.17 potencia sonora instantánea de, 2.17
de ponderación general para molestia, 54.14 privacidad,33.28
de ponderación para molestia, 54.14 prueba de inteligibilidad, definición de, 2.18
relación entre senal y ruido, 16.2
G (aceleración de la gravedad), 2.1 sistemas de amplificación, uso de, 16.20
Gaitas. 1.9 umbral de reconocimiento. 19.17
Ganancia direccional, 1.14. 2.8 Hanning, ventana, 8.12
Glosario (véase terminología) Helmholtz, resonador, 30.21
Golpe de ariete, 45.5, 45.15 Herzio, 1.3, 2.9, 27.1
Grabadora magnética, 2.8, 2.9.6.7,38.6,38.8 Hidrodinámicos, cojinetes, 37.3, 37.12, 37.18
Grabadoras: Hidrostáticos, cojinetes, 37.4, 37.13, 37.19
de cinta magnética, 2.8,6.7,38.6.38.8 Hipótesis de igual energía (regla de 3 dB),
de nivel gráfico, 5.23, 8.8 12.7, 18.7,23.9,26.3
(Véase también grabadoras de cinta Histogramas de niveles sonoros, SO. IO
magnética) HL (véase nivel auditivo)
digitales, 6.11, 38.6 Homeostasis, 25.17
Grado único de libertad. 2.9 Hora peor de ruido, 48.2
sistema, 27.2 Horario, nivel sonoro medio, 2.15, 11.14,
Grados de libertad, 2.5, 27.1 SO. 10
Gráfica: HUD [véase Departamento de Vivienda y
de cascada, 8.20 Desarrollo Urbano de EE.UU. (V. S.
de distribución estadística. SO.8. SO.13 Department of Housing and Urban
Gravedad, aceleración de, 2.1 Development)]
Humedad, efectos de:
Habitación: sobre el descenso del sonido en
de campo libre, 2.3 habitaciones, 4.6
fuente, 2.9 sobre la absorción del sonido, 3.3, 4.6
muerta, 2.9 sobre la propagación del sonido, 3.3
receptora, 31.1, 32.4 sobre micrófonos, 9.14
viva, 2.9
(Véase también cámara de
reverberación) lEC [~'éase Comisión Internacional
Habitaciones de equipamiento mecánico. Electrotécnica (/nternational
41.13 Electrotechnical Commi.uion)]
Habla: HC (véase aislamiento de impacto, clase: clase
audiometría,19.16 de aislamiento de impacto)
características temporales de. 16.3 Imagen, 4.1. 48.21

- ::
1.14 IN DICE

Impacto(s): Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el


clase de aislamiento (lIe). 32.6 Trabajo (Natiana! Institute far
definición de, 2.9 Occllpatiana! Safety and Hea!th), 18.14
excitación de, 32.3 Instituto Nacional Estadounidense de Normas
global del ruido. 54.13 (American Natiana! Standards Institute):
máquina de tecleo para producir, 31.3. comités, 15.7
32.4 normas. 15.8
normalizado. nivel de transmisión de Instrumentos de medición:
sonido. 32.6 ruido, 5.1
Impedancia: selección de equipamiento para, 9.4
de acelerómetros. 7.14 vibración. 6.1, 10.3
acústica: Inteligibilidad: 2.9, 16.1
característica. 2.4 efectos de la reverberación sobre. 16.7
específica, 2.9 efectos del ruido sobre, 16.6
mecánica. 7.19 métodos para mejorar, 16.19
mediciones de (meCánica). 7.19 predecir. 16.9
punto conductor. 7.19 pruebas de. 16.3
transferencia. 7.19 (¡'éase también articulación)
Implicaciones para la salud de la exposición al Intensidad (véase intensidad del sonido)
ruido, 25.13. 25.18. 26.1 Intensidad acústica (\'éase intensidad del
Incorporar equipamiento de ventilación. sonido)
42.16 Intensidad del sonido. 1.15,2.9.14.1. 15.2
Incremento de frecuencia de álabe. 41.5. activa. 14.2
42.26 analizadores. 14.3, 14.5
Incrustación de canales elásticos. 31.15. 31.30. cantidad de referencia. 1.15, 14.3
31.31. 32.26 media, 14.1
Indicador. 5.16 medidas de. 14.5.38.15
Indicadores: negativa. 14.15
analógicos. 5.18 nivel. 1.J 7, 2.11. 14.1
cuasi-analógicos. 5.18 reactiva. 14.2
digitales. 5.18 relación con el nivel de presión sonora. 14.5
Indice: sondeos. 14.6. 14.8
de articulación. 2.9. 16.14 Interacción fluido-estructura, 28.4
de directividad. 1.14. 2.9 Interferencia:
de presión-intensidad. 14.5 electrica. toma de tierra para evitar. 10.21
de propagación de llamas. 30.14 inducida magnéticamente. 38.12
de reducción del sonido. 31.5 Internacional. alfabeto. 16.20
de reducción del sonido ponderado. 31.5 Intervalo de confianza. 9.8
de ruido de impacto. 54.14 ISO [réase Organización Internacional para la
de transmisión del habla. 2.9. 16.17 Normalización (lnternationa!
de transmisión rápida del hahla. 16.19 Organi=ationfÍlr Standardi=ation)]
del ruido del tráfico. 50.12 lsófonas:
Inducida por el ruido. molestia. 23.3.43.12. de ruido de aviación. 47.3. 47.18. 47.22.
49.4. 54.15 54.21
Infrasonido: igualdad sonoridad. 2.6. 17.10
criterios para. 26.9 NEF. 47.18. 53.5. 53.6
definición. 2.9 niveles sonoros medios día-noche anuales.
efectos fisiológicos de. 25.15. 26.9 54.9
Injertado. auricular. 2.3. 19.4 isointensidad. líneas de. 14.16
Insonorización. 30. I. 31. IJ. 31.20. 32.19.
32.25 Juicio civil. 51.2
(¡'éase tamhic¡1l materiales acústicos) Juntas:
Insonorización del ruido (\'éase de expansión. 32.23
insonorización) puerta. 31.22
INDICE 1.15

Lectura. efectos de ruido sobre, 24.18 seguimiento de las condiciones de, 38.4.
Legislación: 39.1
control del ruido, 51.3 vibración en. 33.27. 38.\0, 39.2. 39.3, 40.5.
definiciones de términos legales, 51.2 40.16
estatal. 51.4 Maquinaria rotatoria (véase máquina)
federal. 51.5 Máquinas:
local. 51.4 alternadoras, 39.24
Letras de símbolos, 2.22 de tecleo normalizadas. 31.3, 32.4
Ley: Masa:
común. 51.3 aparente. 7.19
de masa, 31.5 de carga. 10.13
del retlejo, 4.1 dinámica. 7.19
inversa del cuadrado. 1.16.2.9 Mastoide artificial, 2.10, 16.14
Limitación auditiva: Materiales absorbentes del sonido (véase
biaural. 19.13. 20.7 materiales acústicos)
evaluación de. 19.12. 19.15,20.7 Materiales acústicos):
inducida por el ruido (véase pérdida atenuación mediante. 30.15
auditiva inducida por el ruido) comercializados. 30.4
media de tonos puros. 19.13 definición de. 30.1
monoauraI. 19.13,20.7 efectos del montaje sobre. 30.3
porcentaje. 19.13 envolturas de tuberías y conductos. 45.13
Límites: especificaciones de. 30.15
confianza, 9.8 para revestir cerramientos. 40.13
de banda, 5.23 piezoeléctricos. 7.1
de la exposición a la vibración, 26.10 resistencia de flujo de. 2.19, 30.1
de la exposición al sonido. 26.1. 54.17 selección de. 30.13
Litigación. ruido aviación/aeropuerto, 52.3 tipos de. 30.4
Localización: valoración contra el fuego de, 30.13
auditiva. 4.12, 17.21,21.15 valoración de. 30.2
biauraI. 4.12,17.21. 21.13 Materiales de acústica (véase materiales
de fuentes de ruido. 4.14, 14.16 acústicos)
del sonido, 4.14.17.21. 21.15 Mediciones:
efecto de los aparatos de protección aceleración, 10.5. 39.3
auditiva. 21.13 aparatos de protección auditiva, 21. \O.
Longitud de onda, 1.4. 2. \O 21.18
Lugares de edificación. evaluación de, 49.6, audición, 19.5
49.8 campo libre. 9.7,13.3.14.5
(Lw - Lp ).1.l4.4.14.4.17, 13.6.42.25,44.15 coeficientes de absorción del sonido, 30.2
conformal.14.11
Llamas. índice de propagación de. 30.13 desplazamiento, 10.5, 39.3
Llave indicadora de sobrecarga. 12.12 dosis de ruido. 12.16
dosis diaria de ruido, 12.16
Magnetostricción. 35.2. 35.6 efectos de la caja de los instrumentos sobre.
Mantenimiento: 9.15
de funcionamiento a fallo, 39.1 efectos de la vibración sobre, 9.16
del estado. 39.1 efectos de las condiciones ambientales
preventivo, 39.1 sobre. 1.15, 5.6, 5.8. 5. \O. 9.13, 9.14.
Máquina de tecleo. 2.10.31.3.32.4 9.16
Maquinaria: efectos del observador sobre, 9.15
alternador. 39.24 emisión de ruido, 44.16
detección de faltas y diagnóstico en. 39.2. en unidades de terminales de aire. 42.22
39.5.39.8 encuesta de sonido. 22.2. 23.4. 50.23
eléctrica (véase motores eléctricos) equipamiento para. 5.1. 8.1. 10.3
mantenimiento de. 39.1 inteligibilidad del habla. 16.1
1.16 IN DICE

Mediciones (cont.) velocidad, 10.5,39.3


intensidad, 4.4, 38.16 vibración, 10.1
intensidad del sonido, 14.5, 38.15 (véase también mediciones acústicas;
localización, 39.4 medida(s) de ruido; medidas de
lugar de-edificación, 49.6, 49.9 vibración)
máquina de tecleo, 31.3, 32.4 Mediciones acústicas:
materiales acústicos, JO.3 efectos de la caja del instrumento sobre,
método de habitación semirreverberante, 9.15
41.16 efectos de la vibración sobre, 9.16
método de la habitación reverberante, 41.18 efectos de los campos electrostáticos sobre,
método en conducto, 41.16 9.17
molestia, 23.5,54.15 efectos de los campos magnéticos sobre,
nivel de emisión de potencia de ruido, 2.11, 9.17
13.2 en habitaciones, 4.15
nivel sonoro, 5.20, 9.1, 12.1, SO.2, SO.24 exteriores, 9.19
ponderación exponencial de tiempo, interiores, 4.15, 9.18
5.17,11.4 posiciones del micrófono en, 9.7
rápido (fast), 5.17, 11.3 procedimientos para, 9.2
lento (slow), 5.17, 11.3 registro de datos en, 9.23
nivel sonoro continuo equivalente, 9.20, selección de instrumentos, 9.4
11.6,12.3,12.18, SO.22 selección de la ponderación de frecuencia.
nivel sonoro corregido día-noche, 2.14, 9.20
11.4, SO.3, SO.9, SO.22, 53.6, 54.9, selección del equipamiento para, 9.4
54.21 selección del tiempo promedio, 9.2
normas para, 15.1 (Veáse también mediciones)
número de, vs. desviación típica, 9.8 Medida(s) de ruido:
pantalla antiviento utilizada en, 9.19 comunidad, SO. 1, SO.24
pérdida de transmisión, 31.1 de intensidad, 14.5
pérdida por inserción (véase pérdida por en áreas de trabajo, 22.2, 23.4
inserción) en lugares de edificación, 49.6, 49.8
planificación, 10.1 exterior, 9.19, SO. 1
posiciones utilizadas en, 9.7 interior. 9.18
reducción del ruido, 14.15, 33.2 maquinaria, 38.5. 39.1
registro de datos en, 9.23 normas y códigos de examen, 15.1, 15.13
ruido ambiental, SO.24 programas para, 38.5
ruido de autopista, 48.2 sistema de transporte ferroviario, 46.16.
ruido de aviación, 47.1 46.24
ruido de cojinetes, 34.7, 37.1 ventilador, 41.16
ruido de engranajes, 36.1 (Véase también medidas acústicas;
ruido de fondo, SO.23 mediciones)
ruido de impacto, 31.31, 32.4, 32.6 Medidas acústicas exteriores, 9.19
ruido de la comunidad, SO.25 Medidas de tensión. 10.5
ruido de motor eléctrico, 34.1 Medidas de velocidad. 10.5. 39.3
ruido de transformador. 35.1 Medidas de vibración, 10.1
ruido de transporte ferroviario, 46.16 factores importantes en. 10.3
ruido de ventilador. 41.16. 44.16 instrumentos para, 6.1
ruido [I'éase medida(s) del ruido] planificación. 10.1
seguimiento del estado, 39.1 sistemas para, 6.1
selección de equipamiento para. 8.4. 8.8. técnicas utilizadas en, 10.1
9.4, 38.5. 39.3. 39.5. 39.21 Medidas exteriores. 9.19, SO. 1
selección de parámetro. 39.3 Medidas psicoacústicas, 23.3
tasa de reducción del ruido. 21.7 Medidor personal de exposición sonora,
tensión. 10.5 12.1 1. 12.1 3
tiempo de reverberación. 4.9 Melio.2.10
INDICE 1.17

Membrana del tímpano, 17.1 respuesta direccional de, 5.3


Memoria, efectos del ruido sobre, 24.18 selección de, 9.4, 38.9
Método: sensibilidad de, 5.2
de ajuste, 23.4 sonda, 2.10
de calibración de alternancia, 5.13 tipos de, 5.7
de calibración de caída libre, 10.14 Micrófonos:
de comparaciones emparejadas, 23.4 cerámicos, 5.12
de ensayo, 15.3 de condensador, 2.10, 5.7
de ensayo en conducto, 41.17 direccionales, 2.10, 5.3
de ensayo plenum, 44.16 electret, 5.8. 5.10
de evaluación AAO/AMA (1959),19.14, piezoeléctricos, 5.12
20.7 prepolarizados, 5.10
de evaluación AAO-HNS (AMA 1979), Micropascal, 1.11
19.14,20.7 Milibar, 1.14
de evaluación AMA, 19.14,20.7 Mínima diferencia perceptible, 17.24
de la cámara reverberante, 41.18 Modelado, 38.4, 47.22
de habitación semirreverberante, 41.17 Modelado paramétrico, 38.4, 38.17
de límites, 23.4 Modo fundamental, 2.10
de sustitución de voltaje, 10.16 Modulación, 2.10, 16.4
Microfonías, 9.16 Molestia, 51.3, 52.4
Micrófono(s), 5.2 a largo plazo, 23.5, 54.15
cables de extensión para, 5.13, 9.13 en la comunidad, 23.2, 43.13, 49.4, 54.15
calibración de, 5.13, 5.19, 38.5 función de ponderación de, 54.13
características de, 5.2 inducida por el ruido, 23.1, 43.13, 49.4,
cerámico, 5.12 54.15
condensador, 2.10, 5.8 exposición de la comunidad al ruido y,
condiciones ambientales que afectan, 1.15, 23.3,23.5
5.6 predicción de, 23.12
correcciones aplicadas a, 5.4, 9.4, 9.6 Montajes de vibración (véase aisladores de
de gradiente de presión, 2.10 vibración)
direccional, 2.10, 5.3 Motilidad gastrointestinal, efectos del ruido
distorsión no lineal en, 5.7 sobre, 25.12
efectos de la humedad sobre, 5.6, 9.14 Motores:
efectos de la temperatura sobre, 9.15 de corriente continua, 34.13
efectos de las condiciones ambientales de inducción (véase motores eléctricos)
sobre, 5.6 eléctricos, 34.1
electret, 5.8, 5.10 análisis del espectro de, 39.15, 39.17
electrostático, 2.10 corriente continua, 34.12
estabilidad de, 5.7 fuentes de ruido en, 34.2
habla próxima, 2.10 métodos de control del ruido en, 34.9
incidencia aleatoria (random), 5.5 tipos de, 34.1
medidas, 5.8 Movilidad, 7.19
omnidireccional, 2.10 Movimiento armónico simple, 1.4, 2.10
patrones de directividad, 5.4 Movimiento periódico, 27.4
piezoeléctrico, 5.12 Muebles sistema, 33.36
posiciones de, durante medición, 9.7, 13.4, Muelles:
14.12,38.7 combinación de, 24.24
prepolarizado, 5.11 curvas de deflexión para, 29.6
presión, 9.4 elastoméricos, 29.2, 29.19, 29.23
respuesta de, 5.2,9.4 rigidez de, 29.6,29.7,29.24,29.25
respuesta de incidencia frontal, 5.4,9.4 (véase también aislante de vibración)
respuesta de incidencia horizontal. 5.4. 9.4 Muestra:
respuesta de incidencia perpendicular, 5.4, aleatoria, 23.7
9.4 propositiva, 23.7
1.18 INDICE

Muestreo: excedidos, SO.7


al azar, 23.7 intensidad (véase intensidad del sonido)
encuesta social, 23.9 interferencia del habla, 2.11, 16.10,43.9
señal,8.6 mediana, SO.5
medio con ponderación temporal
exponencial, 5.16,11.1
NEF (véase exposición al ruido, previsión) medio [véase nivel(es) sonoro(s), medio]
NEMA,35.8 potencia sonora [véase nivel(es) de potencia
neopreno, 29.2 sonora]
NEPA [véase Acta Nacional de Política presión sonora [véase nivel(es) de presión
Ambiental (National Environmental sonora]
Po/icy Act)] registros, gráficos, 5.23, 8.8
NIC (véase aislamiento de ruido, clase) ruido percibido, 2.13, 2.15, 47.14
NIOSH [véase Instituto Nacional de Salud y sensación, 2.13
Seguridad en el Trabajo (National sonido [véase nivel(es) sonoro(s)]
lnstitute for Occupational Safety and sonoridad,2.13,17.1O
Health)] [Véase también nivel(es) sonoros(s)]
NIPTS (véase pérdida auditiva inducida por el Nivel(es) de potencia sonora, 1.10, 2.12, 3.15,
ruido, desplazamiento permanente de 13.1, 13.3, 15.2
umbral) banda de octava, 1.24
NITTS (véase pérdida auditiva inducida por banda de tercio de octava, 1.24
el ruido, desplazamiento temporal de combinar, 1.25
umbral) corrección, 4.8
Nivel(es): de motores eléctricos, 34.1
aceleración, 2.11 de presión de espectro, 2.13
auditivo, 2.10,17.8,19.1 de varias fuentes, 1.9
cero, 19.13 de ventiladores, 41.4, 44.10, 44.11, 44.16
medio de tonos puros, 19. 13 específica, 41.19
banda de octava, 1.20 medida de, 13.1, 13.3
banda de tercio de octava, 1.20, 2.12, 5.20 normas para la medida de, 13.4, 13.6, 13.9,
combinar dos o más, 1.20 13.14,44.16
confianza, 9.8, 38.2 ponderación A, 1.25,2.12,3.13, 13.10
contaminación del ruido, SO. 10 relación con el nivel de presión sonora,
crítico, 26.3 1.14,4.14,13.6,42.25,44.16
de audición cero, 19.2 Nivel(es) de presión sonora:
de emisión: combinar, 1.22
medio de referencia, 48.13 de banda, 2. 12
potencia del ruido, 1.26,2.12,13.2,44.8, de banda de octava, 1.20
44.16 de banda de tercio de octava, 2.12
de exposición al ruido de episodio único. de impacto, 2.12. 31.3, 31.5
2.11 definición de, 1.11,2.12
de exposición sonora día-noche, 2.11 global, cálculo de, 1.24
de exposición sonora día-tarde-noche, impacto normalizado, 2.14
2.11 impacto ponderado normalizado, 31.5
de intensidad (véase intensidad del instantáneo, 2.13, 11.5
sonido. nivel) medio, 1.20,5.16
de percentil 10.48.2 (véase también nivel normalizada de impacto, 2.14, 31.17
sonoro de percentil x excedido) pico, 2.13, 5.20,11.11
definición de. 2.10 pico a rms, 2.12
distribuciones de, SO. 1O. SO.13 promediado en el tiempo, 2.12
equivalente (véase nivel sonoro continuo relación con el nivel de intensidad sonora,
equivalente) 14.5
espectro [véase nivel(es) de espectro de tablas para varias fuentes, 1.1 l
presión sonora] [Véase también nivel(es) sonoro(s)]
INDICE 1.19

Nivel de ruido: equivalente de ruido anual en la


aceptable (véase criterios de ruido) comunidad. 11.16
ambiente, 1.26,2.19, SO. 1 exterior. 33.41. SO.I
camiones, 48.7 global. 1.24
de fondo, 2.19 impacto. 2.8.31.3.31.5
definición de, 2.13 impulso. 1.5. 11.10
equivalente en la comunidad, 2.13, 11.15, instantáneo, 2.13. 11.6
48.2, SO.IO, SO.17 instrumentos para registrar (véase registros
anual,II.17 gráficos de nivel)
interior vs. exterior, 33.40, SO.13 interior. 33.41
percibido, 2.13, 47.12 lento (s!ow). S.17. 9.21. 11.2
corregido para tono, 2.13, 47.16 máximo. S.19. 11.6
percibido efectivo, 2.13, 47.14, S3.13 medida de. S.17. S.19, 9.1. 11.3. 12.1. SO.2.
residual, 1.14 SO.25
tráfico, 48.3 medio. 1.18. 2.13, 3.13. S.13. 9.18. 11.8,
variación con altura, SO.22 SO.2
[Véase también nivel(es) sonoro(s») medio a largo plazo. 3.15
Nivel: medio anual día-noche. 2.14,11.16.54.9
de sensación, 2.13 medio con ponderación exponencial de
de sonido directo, 4.7 tiempo. S.16. 11.1
de sonoridad, 2.13,17.10 medio de I hora. 11.12. 11.14. 48.2, 48.17.
de transmisión del sonido de impacto SO.8. SO.12
normalizado, 32.6 medio de 24 horas. 11.15
de transmisión sonora de impacto medio de 8 horas. 2.14. 11.13. 12.10.
normalizado, 32.6 12.18
del espectro de presión sonora, 2.13 medio de tiempo de funcionamiento. 11.2
efectivo de ruido percibido, 2.13, 47.14, medio día-tarde-noche. 2.15. 11.15
53.13 medio diurno. 11.14
entre señal y ruido, 2.13 medio horario. 2.15. 11.14. SO.8
específico de potencia sonora. 41.19 medio nocturno, 2.15. 11.14
percentil. 2.14, S.21 medio normalizado de 8 horas. 12.6, 12.10.
residual de ruido. 1.12 12.18
Nivel(es) sonoro(s). 1.9. 11.1 mínimo. S.19
banda de octava. S.21. 9.22 percentil excedido, 2.15. S.20
banda de un tercio de octava, 2.12, S.21. percentil x excedido. 2.15. 48.2. SO.8
pico. 2.14. S.20. 11.11
S.23,9.22
ponderación A (véase niveles sonoros con
combinar, 1.22 ponderación A)
continuo equivalente. 2.12, 11.7, 12.3.
ponderación B. 1.18. S.15
12.18, SO.24 ponderación C. 1.18. 2.14. S.15. 9.20. 11.2
con ponderación A (véase nivel sonoro ponderado. 1.17.9.21. 12.10.26.7
continuo equivalente) promediado en el tiempo. 2.14. 11.7, 11.17.
de impulso, 11.9 12.10. 12.15
corregido día-noche. 2.14, 11.16. 48.2, SO.3. rápido ((ast). S.17. 9.21,11.2
SO.9. SO.22, S3.6 reducción en, 4.1 1
relación entre molestia y. 23.10. 54.13 reflejado. 4.6. 4.10
criterios. 12.7 reverberante. 4.10
de habla. 16.2 umbral. 12.8
de ruido equivalente en la comunidad. 2.13. variaciones temporales en. SO.7
11.15.48.2. SO.9. SO.17 vespertino medio. 2.15. 11.14
definición de. 2.14 Niveles:
directo. 4.7 aceptables (I'éase criterio de ruido;
directo más reflejado. 4.14 vibración. criterio para exposición a)
distribución acumulativa de. SO.II acústicos [I'éase nivel(es) acústico(s»
1.20 INDICE

Niveles (con/.) para especificaciones de compra, 15.4


de potencia sonora con ponderación A, para medición de ruido de caminón, 48.7
1.25,2.12,3.13,13.10 para niveles de ruido de automóviles, 48.9
de ruido de tráfico, 48.3 para ruido de transformador, 35.6
excedidos, 50.7 para ventiladores, 41.16, 44.15
medios a largo plazo, 3.15 requisitos legislativos implicados, 15.4
del espectro del habla. 16.2 terminología, 15.2
medios del habla, 16.2 voluntarios, 15.2
permisibles de ruido (véase criterios de Nosoacusia, 26.4
ruido) Noys, 47.15
sonoros con ponderación A: 1.18. 2.14, NRC (véase coeficiente de reducción del
5.14, 9.20. 11.2. 11.6, 16.10, 43.2, 50.9, ruido)
50.23 NRR (véase valoración de reducción del
banda de octava. 1.25 ruido)
cálculo de. 1.24. 3.13 Número
definición de. 1.24. 3.15 Fresnel, 3.21, 48.17
en edificios. 43.19. 50.14 mach,47.8
impulsivo equivalente continuo, 11.10 Reynolds, 45.3
lento (0510"'), 5.17. 9.21, 11.2
máximo. 2.15
permisible (véase criterio de ruido) Objetivos de disefto en el control del ruido,
pico. 2.15 40.4
rápido (fast). 5.17, 9.21. 11.2 Octava, 2.16
sonoros de impulso, 11.6, 11.9 Oficinas:
sonoros de percentil excedido. 2.15, 5.20 divisores (barreras) para, 30.13, 33.35
sonoros lentos (510",). 5.17. 9.21, 11.2 particiones de altura parcial para, 30.13,
sonoros máximos. 5.19, 11.7 33.3
sonoros mínimos. 5.19 planta abierta, 30.13, 33.34
sonoros rápidos ((ast), 5.17,9.21, 11.2 sonido enmascarador en, 33.39
NNIC (I'éase clase normalizada de tratamiento absorbente del sonido para,
aislamiento de ruido) 33.35
No amortiguada, frecuenCia natural. 2.8 Ohm acústico, 30.1
No lineal, rigidez. 27.10, 29.7 Oído:
Norma: artificial, 2.16
de Exposición al Ruido Laboral descripción de, 17.1
(Occupational Noise Exposure electroacústico, 19.9
Standard), 26.10 externo, 17.1
internacional, 15.2 interno, 17.3
obligatoria, 15.2 medio, 17.2
voluntaria, 15.2 OITC (véase clase de transmisión del sonido
Normas: exterior-interior)
acústicas, 15.1 Onda(s):
de Aviación Federal [Federal AI'iatio" acústicas (véase ondas sonoras)
Ref(ulations (FAR)). 53.11 compleja. 1.8
sobre ruido de la Comunidad Europea. 26.9 definición de, 2.16
Normas y códigos de ensayo: difractada. 2.16
conformidad con. 15.4 esférica, 1.2. 2.16
definición de, 15.1 estacionaria. 2.16. 4.19, 9.18
internacionales. 15.2, 15.7 periódica, 1.8
obligatorios, 15.2 plana. 1.2, 2.16
organizaciones, directorio de, 15.10 progresiva libre. 2.16
para analizadores de espectro, 8.4 sacudida. 47.9
para audiómetros, 19.3 sinusoidal. 1.5
para cojinetes. 37.14 combinación de. 1.6
INDICE 1.21

definición de, 1.5 direccional, 2.16


sonora, 1.2 Pérdida:
Ordenanzas sobre zonas de uso del suelo, 49.4 de audición (véase pérdida auditiva)
Organización Internacional de Normas de transmisión, 2.16, 14.18. 31.1, 33.12
[Intemational Standards Organization auditiva:
(ISO], 15.3, 15.8 compensación de, 20.1, 20.4
Organización Internacional para la evaluación de, 19.12. 20.1, 20.7
Normalización [Intemational inducida por el ruido, 18.1, 18.14, 20.4,
Organizationjor Standardization (ISO)], 26.1,26.5
15.3, 15.8 responsabilidad del producto por, 20.12
Oscilación del eco, 2.6 responsabilidad legal por, 20.1
OSHA [véase Administración de Seguridad y desplazamiento permanente de umbral,
Salud Laboral (Occupational Sajety and 18.1. 18.2, 18.14, 20.7, 26.5
Health Administration)] desplazamiento temporal de umbral, 2.6,
17.6.18.1, 18.2, 18.14, 19.11,26.3
PAL, listas de frases fonéticamente efectos de la longitud de la exposición
equilibradas, 16.5 sobre, 18.5, 18.16, 18.18
Pantalla(s) [véase barreras (acústicas)] por inserción. 2.16, 42.15, 44.13, 48.16,
Pantalla antiviento, 2.16, 9.19 48.18
Parámetro de impulso, 11.10 de barreras. 3.21. 48.15
Pared(es) [véase barreras (acústicas); de discontinuidades estructurales, 32.23
particiones] de los atenuadores del sonido. 42.15
de bloques de hormigón, 31.16 dinámica. 42.15
de bloques huecos, 31.17 transmisión de sonido. 2.17. 14.18.31.1.
de hormigón, 31.20 33.12
de mampostena, 31.7, 31.1 5, 31.19 Pérdidas de reflejo final. 42.12
Partición: Período. 1.4. 2.17. 27.1
compuesta, 33.12 Picovatio. 1.9, 2.17
de hoja doble, 31.7 Pifión. 36.1
Particiones: Pista de carreras. 37.1
altura parcial, 30.13, 33.35 Pistófono. 2.17, 5.19
bloque hueco, 31.18 Plancha de yeso. propiedades de. 31.15
compuesta, 33.12 Plano reflectante. 1.4
de cartón, 31.\5 Plenum (cámara de aire), 42.20
escayola, 31.15 Población total ponderada. 54.13
funcionales, 31.26 Ponderación:
hoja doble, 31.7 frecuencia (véase ponderación de
hoja única, 31.5 frecuencia)
ley de masa para, 31.5 tiempo (I'éase ponderación de tiempo)
mampostena, 31.7, 31.17, 31.19 Ponderación A:
multielemento, 33.10 mediciones. 9.20
plegable, 31.25 objetivos de diseno para. 5.14
rendimiento de campo de. 31.3 tabla de valores para. 1.20
requisitos para, 33.5 tolerancia permisible para. 5.14
selección de, 33.5 ponderación de todo paso. 11.1
sólida,31.5 Ponderación B. 5.15
tablero de yeso, 31. 15 Ponderación C. 1. 18. 5.15, 11.1
travesano, 31. 15 Ponderación de frecuencia. 1.18. 5.14
[ Véase también barreras (acústicas)] selección de. 9.20
Pascal. 1.5, 2.16 ( J 'éasl' tamhién ponderación A:
Patrón: ponderación B: ponderación C:
de directividad, 5.4 ponderación plana)
de radiación. 1.1 1 Ponderación lineal. 11.1
de respuesta direccional. 1.14 Ponderación plana. 5.15. 11.1

-
1.22 INDICE

Ponderación temporal, 5.16,11.1 cantidad de referencia, 2.17, 12.10


exponencial, 5.17, 9.21, 11.2 conversión a nivel de presión sonora,
impulsivo exponencial, 9.21,11.6 1.11
lenta (slow), 5.17, 9.21, 11.2 definición de, 1.5, 2.17
punta, 9.21 efectiva, 1.8, 2.18
rápida (fast), 5.1 7, 9.2 1, 11.1 gradiente de, 14.6
selección· de, 9.21 instantánea, 2.18
uniforme, 11.1 máxima, 2.18
Porcentaje: media día-noche, 2.4
de dosis diaria (véase dosis diaria de ruido) media día-tarde-noche, 2.4
de limitación auditiva, 19.13,20.7 ponderada para frecuencia, 2.17
de limitación auditiva biaural, 19.13 punta, 2.18, 5.20, 12.11
monoaural de limitación auditiva, 19. D, rms [véase presión (sonora) efectiva]
20.7 tiempo medio, 2.17,11.2
peor secuencia, 22.13 Privacidad del habla, 33.28
Potencia (véase potencia sonora) Problemas de cumplimiento en el control del
acústica (véase potencia sonora) ruido, 51.12
cepstrum, 8.21, 38.16 Procedimiento:
eléctrica limpia, 38.13 de equilibrio de aire, 42.24
requisitos para, 38.13 de valoración Re, 43.8
instantánea, 1.9 Productividad, efectos del ruido en, 24.1
instantánea del habla, 2.17 Profundidad de modulación, 16.3
media del habla, 2.17 Programas de conservación de la audición:
pico, 1.9 beneficios de, 22.20
pico del habla, 2.17 definición de, 22.1
sonora, 1.9, 2.17,13.1 caracteristicas deseadas para, 22.8
cantidad de referencia, 1.9, 2.17, 13.1 encuestas sobre sonido para, 22.2
conversión a nivel de potencia sonora, listado para, 22.24 a 22.27
1.10, 13.1 personal implicado en, 22.8
fuente referencia para medida de, 13.10 problemas frecuentes en, 22.9
instantánea, 1.9, 2.17 recogida de datos para, 22.3
media, 1.9 Promediadores de tiempo, 5.16
medida de, 13.1 Promedio:
punta, 1.9 señal, 6.5, 8.19,38.16
relación con la intensidad sonora, 1.16, sincrónico, 8.19, 38.16, 39.20
14.9 temporal, 1.20
Potenciar las señales, 8.21 Propagación del sonido:
Preamplificadores, 38.5 efecto de la temperatura sobre, 3.11
acelerómetro, 6.2 efecto de las barreras sobre, 3.21, 48.16,
carga,6.2 48.18
conducción de línea, 6.2 efecto de las casas sobre, 3.10
voltaje, 6.2 efecto de los árboles sobre, 3.10
Predicción del ruido de episodio único, 47.19 efecto del follaje sobre, 3.10
Presbiacusia. 17.8, 26.3 efecto del viento sobre, 3.11
Presión: en la atmósfera, 3.1, 48.22
amplitud, 1.5 en el aire, 3.1
atmosférica, 1.5 en exteriores, 3.1
corrección para, 1.15 efecto de la humedad sobre, 3.3
efectiva, 1.8, 2.10 efecto de los árboles sobre, 3.10
estática, 1.5, 2.17 efecto de los gradientes de temperatura
(Véase presión sonora) sobre, 3.1 1
sanguínea, efectos del ruido en, 25.5 sobre barreras, 3.21, 48.15, 48.22
sonora: sobre hierba, 3.3
amplitud de, 1.10 sobre un plano reflectante, 3.3
INDICE 1.23

Protectores: requisitos de, 1.28, 4.12, 40.3


auditivos (véase aparatos de protección ( Véase también clase de transmisión del
auditiva) sonido)
del oído (véase aparatos de protección Reflejo:
auditiva) de defensa, 25.3
Proyectos de aeropuerto, revisión ambiental de la luz de los materiales, 30.7
de, 53.4, 54.20 de orientación, 25.3
Prueba: respiratorio, 25.4
de respuesta abierta, 16.5 Reflexión(es):
de rima, 16.6 correcciones, como resultado de, 4.7, 9.13
de rima modificada, 16.6 final, 42.13
del conducto para ruido de ventilador, ley de, 4.1
41.16 múltiple, 4.4
Stroop, 24.11 sobre las superficies próximas, 9.13
Puentes en estructuras, 28.11, 33.3, 33.19 Refracción, 2.18, 3.11
(Véase también flanqueo) Registro de medidas del ruido, 38.14
Puerta de bajo automático, 31.23 Registros gráficos de nivel, 5.23, 8.9
Puertas, 31.18 Regla:
juntas, 31.20 de 3 dB (hipótesis de igual energía), 12.7,
dobles, 31.21 18.7,23,8,26.3
plegables, 31.25 de 5 dB, 26.3
Punto: del espectro más plano, 10.2,39.4
de funcionamiento de ventiladores, 42.3, sobre fracción, 18.7
44.6,44.12 Reglas locales sobre ruido, 53.17
de más eficiencia de ventiladores, 42.3, Regulación:
44.6,44.8 de zonas, 49.4
Puntos rama, 28.13 definición de, 15.1
del ruido y la ley, 51.1
federal de aviación, 53.7
Raíl soldado, 46.2 Rejillas:
RASTI (véase índice de transmisión rápida retomo, 42.4
del habla) ruido generado por, 42.4
RA YL, 2.18, 30.17 Relación:
Rayo sonoro, 1.3, 2.18, 4.1, 48.20 crítica, 17.20
Reactor válvula, 35.5 de amortiguamiento crítico, 2.19
Recepción, 7.19 de amplificación, 7.14
Receptor, 1.28, 2.18, 28.1,40.2 de contacto agregado, 36.7
Recogida de zumbido, 10.20 de radiación, 14.1 7
Recogidas [véase transductor(es)] transversal de contacto, 36.2
Redes de ponderación (véase ponderación) Rendimiento humano:
Reducción: combinaciones de tareas y, 24.22
de nivel, 4.10 de campo de las particiones, 31.3, 31.4
del nivel sonoro, 4.12 efectos de señales inesperadas sobre, 24.22
del ruido, 1.27,2.18 efectos del ruido sobre, 24.1, 24.8, 24.22
absorción del sonido para lograr, 46.14 estudios industriales sobre, 24.2, 24.20
coeficiente, 30.3 Requerimientos, 51.2, 51.9
definición de, 2.18 Requisitos de almacenamiento en cinta
entre habitaciones, 31.1, 33.2 magnética, 38.8
mediante aparatos de protección auditiva, Resistencia:
21.9,21.18 al flujo de los materiales, 2.19,30.1
mediante materiales acústicos, 4.12 características, 1.1 7
medida de la eficacia de, 14.15 Resonadores:
normalizada, 31.2 acústicos, 30.20
objetivos para, 40.3 Helmholtz, 30.20

l
1.24 INDICE

Resonancia, 2.19 aterrizaje, aviación, 47.10


Responsabilidad: automóvil, 3.29, 11.20,48.8,48.9
del producto por pérdida auditiva, 20.12 autopista, 3.27, 11.20, 48.1, 48.5
legal por pérdida auditiva, 20.1 aviación (véase ruido de aviación)
por pérdida auditiva, 20.1 avión propulsor, 47.1
Respuesta: balasto, 35.8
auditiva, 17.4 balasto fluorescente, 35.8
base, 32.2 blanco, 2.19, 33.39
de asombro, 25.3 cable, 10.19
de frecuencia: calefacción, ventilación y aire
de acelerómetros, 7.14 acondicionado, 42.1
de micrófonos, 5.2 camión, 3.29,11.20,48.6,48.11
de impulso de filtros, 8.3 cavitación, 45.3
de incidencia al azar, 5.4, 9.4 coche (véase ruido de automóvil)
de incidencia frontal, 5.4, 9.4 cojinetes (véase ruido de cojinetes)
de incidencia horizontal, 5.4, 9.4 contornos (véase contornos)
de incidencia perpendicular, 5.4, 9.4 criterios (véase criterios; criterios de ruido)
de medidor, 5.17 criterios de reducción, 48.4
de tensión muscular, 25.3 de aeroplano (véase ruido de aviación)
de todo paso, 5.4 de vehículos, 3.25,11.20,48.2,48.6,48.11
lenta (slow), 1.20, 2.19 definición de, 1.26, 2.19
permisible, 29.20 dosímetros, 12.13, 12.15
pico, 9.21 dosis (véase dosis diaria de ruido)
pupilar del ojo, efectos del ruido sobre, efectos bioquímicos de, 25.11
25.10 efectos de, en fábricas, 24.21
rápida (jast), 1.20, 2.19 efectos de, sobre accidentes, 24.23
Restablecimiento de sonoridad, 17.21 efectos de, sobre activación, 24.24
Retraso, en tuberías, 45.11 efectos de, sobre el corazón, 25.5
Reverberación: efectos de, sobre el habla, 16.6, 16.11, 24.21
definición de, 2.19,4.9 efectos de, sobre el sueño, 24.14
efectos de, sobre localización del sonido, efectos de, sobre el tracto respiratorio, 25.4,
17.24 25.11
efectos de, sobre el habla, 16.7 efectos de, sobre la circulación de la sangre,
en habitaciones, 4.9 25.5
medidas de, 4.9 efectos de, sobre la lectura, 24.1 7
Riesgo de lesión para la audición, 18.6, 26.1 efectos de, sobre la memoria, 24.16
Rigidez, 27.4 efectos de, sobre la presión sanguínea, 25.5
dinámica, 7.19, 28.9, 29.7, 29.26 efectos de, sobre la salud, 25.16, 26.1, 54.16
estática, 29.7 efectos de, sobre motilídad gastrointestinal,
no lineal. 27.9, 29.6 25.1\
Rodamiento de bolas, 34.7, 37.2 efectos de, sobre pérdida auditiva, 18.1
Ruedas elásticas. 46.4 efectos de, sobre rendimiento humano,
Ruido: 24.1,24.8,24.20
aerodinámico (I'éase ruido aerodinámico, efectos de, sobre respuesta pupilar del ojo,
fuentes de) 25.10
aeropuerto (véase ruido de aeropuerto) efectos de, sobre tareas verbales, 24.16
al azar (random). 2.19 efectos del infrasonido, 25.13
aleatorio, 2.19 efectos del ultrasonido, 25.13
ambiente (véase ruido de ambiente) efectos fisiológicos de:
analizadores (véase analizadores de corto plazo, 25.2
espectro) largo plazo, 25.14
andén de estación. 46.22 efectos relacionados con la salud de, 25.16,
aparato de alarma, 46.9 26.1,54.16
ascensor. 32.31 en edificios, 33.41, 43.18, SO.II, SO.20
IN DICE 1.25

encuestas, 22.2, 23.4, SO.23 retrete, 45.12


engranaje (véase ruido de engranaje) rosa, 2.19
escobilla (motor eléctrico), 34.4 rueda, 48. lO
espectro de, 2.7 silbido, 43.15
evaluación de los lugares de edificación, sistema elevado de transporte ferroviario,
49.1,49.6,49.8 46.10
exposición (véase exposición al ruido; sistemas de valoración, 43.2
exposición sonora) sobrevuelo, 3.17, 3.19, 47.4 a 47.13
exterior, SO.I sobrevuelo de avión, 3.17, 3.19, 47.4 a
flanqueo, 33.3, 33.18 47.13,52.4
flujo de agua, 45.1 tiempo de muestreo, SO.25
flujo de aire (véase ruido aerodinámico, tonal,43.14
fuentes de) tráfico, 3.29,11.20,48.2,48.3,48.10
fondo (véase ruido de fondo) transformador (véase ruido de
fondo permisible, 43.19, 54.16 transformador)
fontanería, 45.5 transmitido por la estructura (véase ruido
frecuencia alta, 25.12 transmitido por la estructura)
frecuencia de aspas, 41.5, 42.26, 44.6 transporte ferroviario, 3.27, 46.1
generador, 34.13 tren, 3.27, 3.30, 46.1
helicóptero, 47.6 tuberías, 45.7
HVAC,42.1 túnel, 46.22
impacto (véase ruido de impacto) ventilador [véase ve'ntilador(es»
impacto global de, 54.13 vuelo supersónico, 47.7
impulsivo, 18.8, 26.3, 54.18 (Véase también ruido aerodinámico,
impulso, 2.9, 25.12 fuentes de)
inducido por el viento, 9.19 Ruido aerodinámico, fuentes de:
industrial, 24.18 aviación, 47.3
intensidad alta, efectos fisiológicos de, 25.12 en sistemas de transporte ferroviario, 46.6
intermitente, 18.20, 24.4 en sistemas HV AC, 42.5, 42.11, 42.15
locomotora, 46.8 Ruido ambiental, 1.26
maquinaria (véase ruido de maquinaria) correcciones por, 9.9
martillo de agua, 45.5, 45.16 definiciones de, 2.19, SO. 1
microfonía, 9.16 mediciones de, 2. lO, SO. 1
motor de corriente continua, 34.10 ( Véase también ruido de fondo)
motor de inducción, 34.4 Ruido de aeropuerto:
motor de reactor, 47.1 adjudicación de autoridad regulatoría, 52.8
motor turboventilador, 47.2 litigación, 52.3
motores eléctricos, 34.1 niveles sonoros de, 47.4 a 47.13
neutral, 43.13 papel de los tribunales estatales con
nivel (véase nivel de ruido) respecto a, 52.6
patrones de distribución estadística, SO. 13 papel de los tribunales federales con
perfil de comienzo de reducción, 53.12 respecto a, 52.5
picado de la biela, 43.13 planificación de cOmpatibilidad con, 53.2
radiación de superficies vibratorias, 32.31 potencia regulatoría con respecto a, 52.9
reacciones endocrinológicas a, 25.1 1 responsabilidad del propietario por, 52.2
reactor (véase ruido de motor revisión de casos legales, 52.1
turboventilador; ruido de motor de Ruido de autopista, 48.1
reactor) barreras para el control de, 48.15, 48.20,
reactor, 35.5 48.21
reducción (véase control del ruido; cálculo de, 3.27, 11.20
regulación del ruido y la ley) descriptores, 48.2
registro de, 38.13 evaluación de, 48.3
rejilla, 42.4 medidas para reducción del ruido, 48.15,
respuesta de la comunidad a, 23.2 48.20, 48.21

-
1.26 1NDICE

Ruido de autopista (cont.) Ruido de generador, 34.11


predicción de, 48.10 Ruido de helicóptero, 47.6
procedimientos de evaluación, 48.3 Ruido de impacto:
Ruido de aviación: aislamiento que aportan suelos/techos,
aspectos legales de, 52.1 31.32,32.6
cálculo de los niveles de, 3.17, 47.19 definición de, 2.19
consideraciones internacionales, 53.18 efectos de, 26.7
contornos de, 47.3, 47.18, 47.23, 54.20 en habitaciones. 18.8
control de, 47.8 mediciones de, 31.29. 32.4, 32.6
molestia a la comunidad producida por, sobre escaleras. 33.8
23.2, 43.10, 49.4, 54.15 sobre suelos. 32.3. 32.5, 32.22. 33.4
niveles estimados de, 3.17, 53.15 valoración. 32.6, 32.22
normas locales de ruido y, 53.16 Ruido de impulso:
predicción de, 3.17, 47.20 definición. 2.19
procedimientos de establecimiento de efectos fisiológicos de, 25.12, 26.7
normas con respecto a, 53.18 Ruido de locomotora, 46.8
regulación de, 53.1 Ruido de maquinaria:
regulación federal de, 52.1, 53.7 alternador, 39.24
ruido de sobrevuelo, 3.17, 47.4 a 47.13, análisis de, 38.5, 39.5
52.2 control de, 33.25, 40.1, 40.15
variaciones en, 50.15 diagnóstico de, 38.3. 39.5,39.12
( Véase también ruido de aeropuerto) efectos sobre las personas, 38.4
Ruido de carretera: listado para medidas de, 38.7
barreras para control de, 48.15, 48.18 modelo de emisión de ruido, 38.4
de ruedas, 48.10 objetivos y medidas de, 38.1
descriptores, 48.2, 48.1 1 planificación de mediciones de, 38.7
efectos de, sobre lugares de edificación, 49.7 procesamiento de datos de, 38.15
evaluación de, 48.2, 48.3, 48.11 programa de medición de, 38.5, 39.2
predicción de, 3.29 recogida de datos de. 38.12
(Véase también ruido de autopista) reducción de, 38.3
Ruido de cojinete, 34.7, 37.1, 39.10 registro de. 38.12
fuentes de, 37.6 selección de equipamiento para análisis de,
métodos para controlar, 37.11 38.5.39.2
Ruido de construcción (autopistas), 48.5 técnicas de medición. 38.9
Ruido de despegue, aviación, 47.9 Ruido de metro. 46.22
Ruido de equipamiento. 40.16 Ruido de motor (véase ruido de automóvil;
Ruido de engranaje. 36.3 ruido de maquinaria; ruido de motor
análisis de frecuencia. 8.22. 36.22 turboventilador, ruido de motor de
armónicos de puntas mezcladas. 36.10. reactor)
36.13 Ruido de motor de vehículo (véase ruido de
espectro de respuesta, 36.8. 36.12 automóvil; ruido de camión)
fuentes de ex.citación. 36.3 Ruido de motor turborreactor, 47.1
generación de. 36.3 Ruido de motor turboventilador, 47.2
Ruido de espiral (transformadores). 35.4 Ruido de propulsor de avión, 47.4
Ruido de flujo de agua. 45.1 Ruido de raíles unidos. 46.2
Ruido de fondo: Ruido de reactor (véase ruido de aviación;
corrección por. 9.11 ruido de motor turboventilador, ruido de
criterio para. 19.9. 43.15. 54.13 motor de reactor)
definición de. 2.19.9.9 Ruido de reactor. fuente de, 35.5
medición de. 50.23 Ruido de retrete. 45.12
uso de. en oficinas. 33.39 Ruido de ruedas, 48.10
(Véase también ruido ambiental) Ruido de sierna. 34.8
Ruido de frecuencia de álabe. 41.5.42.26, Ruido de tráfico de ciudad (véase ruido de
44.6 tráfico)
INDICE 1.27

Ruido de transformador: Ruido transmitido por sólidos (véase ruido


control de, 35.7 transmitido por la estructura)
espectro de, 35.2, 35.4 Ruido y vibración del transporte ferroviario:
fuentes de, 35.5 a distancia de la vía, 46.2
normas, 35.6 aparatos de señalización y aviso, 46.9
normas de ruido para, 35.6 cálculo de, 3.27
Ruido de tren (véase ruido y vibración de criterios para, 46.18
transporte ferroviario) en andenes de estación, 46.22
Ruido de túnel, 46.20 en interiores de coche, 46.23
Ruido de vehículo, 3.29, 11.20, 48.2, 48.6, en vagones, 46.24
48.13 en vagones con ruedas de caucho, 46.2,
Ruido del núcleo, transformador, 35.2 46.9
Ruido del tráfico, 3.29,11.20,48.2,48.3, fuentes de, 46.1, 46.15
48.10 locomotoras, 46.8
Ruido eléctrico, efectos sobre las mediciones medidas de, 46.14
de, 10.21 metro, 46.22
Ruido en la comunidad: niveles de ruido, 46.3, 46.8, 46.12, 46.20
cambios temporales en, SO. 7, SO.13 puentes, 46.10
características de, SO.I rueda-raíl,46.3
contenido espectral de, SO.4 ruido transmitido por el suelo de, 46.16
criterios de, 23.12, 54.16 sobre estucturas elevadas, 46.10
definición, SO. 1 sobre raíles soldados, 46.2
descriptores de, SO.2, SO.8 sobre nules unidos, 46.2
instrumentos para medir, SO.24 técnicas de control del ruido, 46.12, 46.22
métodos para describir, SO.2 túnel, 46.22
muestreo de medidas, SO.25
permisible, 23.12,49.4,54.17 Sabino, 2.19, 4.3
planificar una encuesta sobre, SO.23 Sabino métrico, 4.3, 30.9
predicción de, SO.18 (Véase también sabino)
respuesta a, 23.12, 54.13 Sacudida:
sondeos de, SO.23 aislamiento, 29.19, 29.31
variabilidad de, SO. 7, SO. 1 1 mecánica, 2.19, 2.20, 29.19, 29.31
variaciones especiales en, SO.18 ondas,47.8
Ruido impulsivo: Sacudida mecánica, 2.19, 2.20, 29.19,29.31
criterios para, 26.7 SAE (véase Sociedad de Ingenieros del
efectos de, 18.8, 26.3, 26.8, 54.18 Automóvil (Society of Automotive
Ruido inducido por el viento, 9.19 Engineers)
(Véase también ruido aerodinámico, Secretaria de Defensa (Secretary of Defense),
fuentes de) 53.5
Ruido industrial, 24.18 Seguimiento:
Ruido intermitente, efectos de, sobre la audiométrico, 22.6
audición, 18.20 de las condiciones de la maquinaria, 39.1
Ruido laboral, regulación de, 26.7 programas de medición para, 38.5, 39.2
Ruido rosa, 36.1 tipos de sistemas de seguimiento para,
Ruido transiente (véase ruido de impacto, 39.1
ruido de impulso; ruido impulsivo) del estado de la máquina (véase
Ruido transmitido por la estructura: seguimiento de las condiciones de la
aislamiento de, 32.4 maquinaria)
atenuación de, en bifurcaciones, 32.24 Sensibilidad:
control de, 32.9, 32.27 acelerómetro, 7.3, 7.15
definición de, 2.15,32.1 axial,2.20
excitación de, 32.1, 32.3 carga,7.15
generado por ventiladores, 44.11 de presión, 2.20
métodos de control de, 32.9 micrófono, 5.2

L
1.28 IN DICE

Sensibilidau (cunt.) ferroviarios elevados, 46.10


transductor, 7.2, 7.14 HVAC (calefacción, ventilación y aire
voltaip, S.3, 7.15 acondicionado):
Scu:.ores [véase transduclor(es») atenuación precisa en, 42.26, 42.32
Señal: atenuación requerida en, 42.26
acondicionadores, 6.2, 38.5, 38.10 atenuadores del sonido para, 42.11
al azar, 8.6 cajas mixtas para, 42.20
análisis (véase análisis; analizadores de conducto de trabajo, 33.21, 42.7
espectro) consideraciones de diseño, 42.9, 43.14
detección, 6.5 consideraciones de espacio en el diseño
estacionaria, 8.16, 8.17 de, 43.1
mejora, 8.21 criterios de ruido para, 43.14
muestreo, 8.6 difusores para, 42.4
no estacionaria, 8.19 equipamiento de ventilación cubieno,
periódica, 8.6 42.16,43.1
promedio, 6.5, 8.21, 38.15 equipamiento de ventilación en el
transiente, 8.16 plenum, 42.17
Señales: equipamiento incorporado, 42.14
estacionarias, 8.13, 8.1 7 especificación, 43.2
no estacionarias, 8.19 plenums, absorbente del sonido, 42.20
periódicas, 8.6 rejillas para, 42.4
transientes, 8.16 selección de ventilador para, 42.3, 42.30
SIL (véase habla, nivel de interferencia) sistemas de valoración, 43.2
Silenciadores, 44.13 (véase atenuadores del tejado, 42.17
sonido) unidades de tratamiento del aire, 42.15
Sobreenmascaramiento,19.16
Símbolos, 2.22
Sociedad de Ingenieros de Automóvil (Society
de cantidad, 2.22
ofAutomotive Engineers), 48.7, 48.9
de unidad, 2.22
Sociedad Estadounidense de Ingenieros de
Sincrónico, promedio de tiempo, 8.21, 38.15, Calefacción, Refrigeración y Aire
39.21 Acondicionado (American Society of
Sistema: Heating, Refrigerating and Air
de seguimiento intermitente, 39.2 Conditioning Engineers), IS.IO, 41.15,
de seguimiento permanente, 39.2 44.15
de volumen constante, 42.2, 42.24 método ASHRAE en conductos, 44.15
de volumen de aire variable, 42.2. 42.16. Socioacusia, 26.4
42.24, 42.33 Sombra acústica. 1.10
Sistemas: Sonido:
de aire acondicionado (véase sistemas absorción, 2.1, 4.3, 30.1
HVAC) aislamiento (véase aislamiento del sonido)
de aire acondicionado cubienos, 42.15. aislamiento, transmitido por la estructura,
42.17,43.1 32.1
de aire acondicionado de tejado, 42.17 ambiental, 2.20. SO. 1
de amplificación, sonido. 16.20 análisis (véase análisis)
de calefacción, ventilación y aire analizadores (véase analizadores de
acondicionado (véase HVAC) espectro)
de flujo fluido. 4S.1 atenuación (véase atenuación del sonido)
de fontanería, control de ruido en, 4S.I. 4S.6 atenuadores (véase atenuadores del sonido)
de intercomunicación, 16.20 audible. 2.20
de megafonía pública, 16.20 calibradores, S.19
de ponencia, 16.20 clase de transmisión (véase clase de
de valoración de ruido: transmisión del sonido)
de aviación, 47.1 1 coeficientes de absorción (véase coeficiente
para ruido de calefacción, ventilación y de absorción del sonido)
aire acondicionado (HV AC), 43.2 de campo. 2.4, 14.2
INDICE 1.29

de frecuencia baja (vease infrasonido) uso de. 9.1


definición de, 1.1, 2.20 [I'ease tambien micrófono(s))
difuso, 4.10., 4.14 Sonoridad:
directo, 2.20 contornos iguales, 17.10
dispersión de, 4.2 definición de, 17.8
en cerramientos, 4.1, 40.9, 40.11 estimación de, 17.10
en habitaciones, 4.1, 4.4 escala de, 17.10
encuestas, 22.2, 23.4, 50.23 para sonidos de corta duración. 17.16
energía, 2.7 procedimientos de cálculo, 17.12
escapes. 33.12, 40.12 STC (Véase clase de transmisión del sonido)
exposición (vease exposición sonora) STI (véase índice de transmisión del habla)
fuente (véase fuente sonora) Subenmascaramiento, 19.16
generado por superficie vibratoria, 32.29 Suelo(s).
intensidad (véase intensidad del sonido) acabado elástico sobre, 31.31, 32.2, 32.5
localización, 4.14,17.21,21.13 aislamiento del sonido de, 31.3
materiales absorbentes, JO. l aislamiento del sonido de impacto, 31.3
nivel de presión [véase nivel(es) de presión aislamiento del sonido transmitido por el
sonora) aire. 31.3
nivel [véase nivel de ruido; nivel(es) flotantes, 31.32, 32.18, 32.25, 33.4, 33.19,
sonoro(s)) 33.25
pantallas [véase barreras (acústicas)) Suelo/techo elástico, 32.25, 33.4
potencia (véase potencia sonora) Sueño, efectos del ruido sobre, 24.14, 25.14
presión (véase presión sonora) Supraarual, auricular, 2.3
propagación (véase propagación del sonido)
propiedades de. 1.2 Tapones, 2.21. 21.1
rayo. 1.3. 2.18. 4.1. 48.19 características de, 21.9
reflejado, 4.10 en combinación con auriculares, 21.13
reflejo [véase reflejo(s)) injertados, 21.1
refracción. 2.18. 3.1 l protección aportada por. 21.13, 21.14
residual. 2.20 rendimiento de, 21.9
reverberante. 4.10 semiinjertado, 21.2
ruido de autopista (véase ruido de Tareas verbales, efectos del ruido sobre, 24.16
autopista) Tasa(s):
silenciadores (véase atenuadores del sonido) de descenso, 2.21, 4.9
sistemas. 16.13 de igual intercambio de energía, 12.7, 18.7,
sistemas de amplificación. 16.20 23.8,26.3
sonómetro [I'éase sonómetro(s)) de intercambio, 12.7, 18.7, 23.8,26.3
trampas (véase atenuadores del sonido) Técnicas
transmitido por la estructura. 2.20. 32.1. de calibración de campo, 10.14
32.24 de transformación de Hilbert, 8.23, 38.15
(I'éase tambien ruido transmitido por la Techo(s):
estructura) atenuación, normalizada, JO.15.
velocidad de. 1.2 clase de atenuación, 31.3
(I'ease tambien ruido) clase de transmisión del sonido de, JO.15,
Sonio. 2.20. 17.10 33.6
Sonómetro(s), 1.17. 2.20, 5.1. 9.20 colgado. 33.31
calibración de, 5.13 colgado elásticamente, 32.25, 32.27
clasificación de precisión, 5.18 planta abierta, 33.36
integrador pro mediador. 5.17 suspendidos, 33.31
micrófonos para, 5.2 Temperatura:
ponderación de frecuencia en, 5.14, 9.20 efecto de, sobre micrófonos, 9.15
ponderación para, 5.14, 9.20 gradientes, efecto sobre propagación, 3.11
selección de, 9.20 inversión, 3.12
tiempo promedio, 5.16, 9.21 lapso, 3.1 1
1.30 INDICE

Teoría probabillstica, 23.10 velocidad,39.3


Terminal con potencia de ventilador, 42.2\ vibración, 2.2\,7.2,7.\\,10.4,10.5
Terminología, 2.\ [Véase también acelerómetros;
legal,51.2 transductor(es) de la vibración)
relacionada con el control del ruido, 51.2 de vibración:
normas, 15. calibración de, 10.\4
Terreno, efectos de la propagación del sonido, definición de, 2.2\
3.26 montaje de, 10.6
Tiempo: selección de, 10.4
de aumento del pulso, 2.2\ sujeto con la mano, 10.\2
de parada, 8.9 tipos de, 7.2, 7.\2
de reverberación, 2.2\, 4.9 Transformada de Fourier, rápida (véase
promedio, 5.\6, 8.9,11.2,11.7 análisis rápido de transformada de
selección de, 9.2\ Fourier)
Tierra: Transformada discreta de Fourier, 8.10, 8.\3
absorción, 3.3 Transformador:
atenuación, 3.3, 48.\2 distribución, 35.\
bucles, 10.2\,38.10 subida/bajada, 35.\
efecto, 3.3 Transmisibilidad,27.6
factor, 3.5 Transmisión (véase transmisión del sonido)
reflejo, 3.3, 3.10 de ruido, 1.28, 31.1, 32.22, 33.\
Toma de tierra eléctrica, 10.2\ de sonido:
Tono: a través de techo suspendido, 30.\ S
base, 36.9 entre habitaciones, 33.2
complejo, 2.2\ flanqueo, 2.21, 31.19, 33.3, 33.\7, 33.22
definición de, 2.2\ pérdida, 2.16, 14.\8,31.1,33.10
puro, 1.4, 2.2\ por flanqueo (del sonido), 2.2\,31.19,33.3,
audiograma, 2.3, 19.2,19.4 33.\7, 33.22
audiómetros, 19.\ Trauma acústico. 2.2, 18.\,20.4
definición de, 2.2\ Triboelectricidad,10.19
limitación auditiva, 19.\3 Tribunales federales, 52.5
nivel medio de audición, 19.\3 TTS (I'éase desplazamiento temporal de
Torbellino de aceite, 37.6, 37.10, 37.\8 umbral)
Tráfico: Tuberías de agua:
análisis, 48.3 control del ruido irradiado por, 45.7
predicción de, 48.\ O retraso para, 45.13
Transductor( es): Tuberías flexibles. 28.13, 45.14
calibración, 5.18,10.\4,38.5 Turbulencia, corriente de aire, 42.3
definición, 2.2\ TWA (véase nivel sonoro medio con
desplazamiento, 39.3 ponderación temporal)
efectos del ambiente sobre. 7.7, 7.18 TWP (véase población total ponderada)
electroacústico, 2.21
masa-muelle, 7.2 Ubicación:
micrófonos [véase micrófono(s)] de aisladores de vibración, 29.20
montaje de, 10.3 de las mediciones. 39.4
piezoeléctrico, 7.1, 7.9 Ultrasónico. definición de, 2.21
preamplificador para, 38.5 Ultrasonido:
referencia fija. 7.2 definición de. 2.21
relación de amplificación, 7.14 efectos fisiológicos de. 25.13, 26.9
resolución, 7.2 Umbral:
selección de, 6.9, 10.4.38.9.39.2,39.3 biaural. 17.6
sensibilidad, 7.2, 7.15 cambio asintótico, 18.3
sísmico, 7.2 campo mínimo audible (MAF), 17.4
sujeto con la mano, 10.12 conducción ósea, 19.1 S
INDICE 1.31

de audibilidad, 2.21, 17.4, 17.6 Hanning, 8.12


de audición, 2.21. 17.6, 19.1 Ventilado~es):
de audición normalizado, 2.21 abastecimiento, 42.1, 44.1
de cosqui1\eo, 17.5 ajuste de eficiencia, 42.5
de dolor, 2.22, 17.6 caracteristicas del rendimiento de, 41.22
de dolor normal, 2.22, 17.6 caracteristicas del ruido de, 41.4, 44.7
de exposición sonora día-noche, 2.22 centrifugos, 41.2, 41.6, 42.3
de exposición sonora día-larde-noche, 2.22 curvado hacia delante, 41.9
de inteligibilidad del habla, 2.22 curvas de flujo de cabeza, 44.5
de malestar, 17.6 definición de, 41.1
de presión audible mínima (MAP), 17.6 directrices para la instalación de, 44.8
de reconocimiento del habla, 19.17 de retomo, 42.1
de sensación de tacto, 17.6 eficiencia estática de, 44.6
desplazamiento permanente, 18.1, 18.2, enchufe, 41.5, 42.16
18.14,20.7,26.5 especificaciones para ruido re, 41.15
desplazamiento transitorio, 2.6, 17.6, 18.1, espectros, 1.21,41.6,42.3,44.7
18.2,18.14,19.11,26.3 estimaciones de ruido generado por, 41.19
enmascarado, 17.16 flujo axial, 41.2, 41.1 O, 44.2, 44.10
MAF,17.4 flujo mixto, 44.4
normalizado, 2.21 impulsor, 41.3, 41.11, 44.4
U nidades de tratamiento del aire, 42.15 leyes, 41.20
medidas del ruido, 41.15,44.14
Vagones con ruedas de caucho, 46.9 métodos de examen, 41.15, 44.14
Valor: nivel sonoro producido por, 41.5
de pico a pico, 2.22, 7.3 niveles de potencia sonora, 41.4, 44.8, 44.9,
medio de la población, 23.10 44.14
Valoración: pequeños, 44.1
compuesta de ruido, 2.4, 53.6 plenum, 41.5, 42.17
de reducción del ruido, 21.7, 21.23 propulsor, 41.3, 41.11, 44.4
Valores: punto de funcionamiento, 44.5
de resistencia al fuego, 30.11 punto de más eficiencia, 41.20, 42.3, 44.6,
de tiempo medio, 9.21 44.8
Válvula de aire variable, 42.20 radial, 41.8
Valla: retomo, 42.1
alta, 19.13 ruido aerodinámico producido por, 42.3,
baja, 19.13 44.6
V:lIlas [véase barreras (acústicas)] ruido producido por transmitido por la
Vanos guía, 41.2, 42.3. 44.3 estructura, 44.1 1
Variaciones espaciales en ni veles sonoros. selección de, 41.2, 42.31, 44.8
4.15 tipos de, 41.6, 44.2
Vegetación, atenuación del sonido debida a. tuboaxial, 41.3, 41.11,44.2
3.10 vanoaxial, 41.3, 41.11, 42.3, 44.2
Velocidad: Vespertino, nivel sonoro medio, 2.15,11.14
de barrido, 8.8 Vía(s), 1.28, 28.5, 32.22, 33.3, 40.2
de escritura, 5.23, 8.8 de flanqueo, 33.3, 33.19
de partículas, 1.2, 2.22, 14.2 de transmisión, 2.21, 32.22, 33.3, 33.19
del sonido, 1.2 ( Véase también vía)
Ventanas: Vibración:
acristalamiento doble, 31.26 aceleración, 2.1
acristalamiento sencillo, 31.25 aisladores (véase aisladores de la vibración)
acristalamiento triple, 31.27 ambiente, 2.22
aislamiento sonoro de, 31.25 amortiguada,27.5
datos, 8.12 amplitud de, 27.1
dobles, 31.25 análisis, 8.1, 39.2

=
1.32 INDICE

Vibración (cont.) motor de inducción, 39.1 S


caja de transmisiones, 39.7, 39.25 motor eléctrico, 39.15
calibración, 10.14 nivel de aceleración, 2.11, 32.29
camión, 11.20,26.16 nivel,2.17
conducción ósea, 19.13 niveles aceptables de, 26.10
conformidad variable, 37.6 recogidas [véase transductor(es) de
criterios de tolerancia, 26.9 vibración]
criterios para exposición a, 26.9 reducción de (véase control de la vibración)
de automóvil, 26.16 respuesta humana a, 26.9, 43.16
de aviación, 26.16 selección de localización de medidas, 10.3,
de caja de transmisiones, 39.7, 39.24 39.4
de camión, 11.20,26.16 selección de parámetro de medida, 39.3
de cumplimiento variable, 37.6 sistemas de un grado de libertad, 2.20, 27.2
de engranaje, espectro de, 39.19 tarjeta de localización de averías, 39.10
definición de, 2.22 tiempo entre medidas de, 39.5
efectos de, sobre mediciones acústicas, 9.16 tractor, 26.16
en aviación, 26.16 transiente, 27.4
en edificios, 26.10 transmitida por el suelo, 46.15
en helicópteros, 26.16 transporte ferroviario (véase ruido' y
espectro, de ruido de cojinetes, 37.9 vibración de transporte ferroviario)
estado-estable, 27.4 vehículo de transporte, 26.16
forzada, 27.6 Viento, efectos de, 3.12
fuentes de, 28.2, 38.3 Vigilancia cognitiva, 24.8
impacto ambiental de, 54.18 Violar normas, 52.4
impacto de, 54.16 Voltaje:
inducida acústicamente, 43.10, 43.14, 43.17 polarizador, 5.20
mano-brazo, 26.13 prepolarizador.5.8
mano-herramienta, 26.16 Vuelo supersónico, 47.7
maquinaria, 33.27. 38.9, 39.2, 39.3, 40.5,
40.15
medidor, 2.10, 6.8 Zona de sombra, 3.12
montaje (véase aislante de la vibración) Zonas de uso del suelo, ordenanzas, 49.4

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