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ACUSTICAS
y
CONTROL DEL RUIDO
(TERCERA EDICION)
MANUAL DE MEDIDAS
ACUSTICAS
y
CONTROL DEL RUIDO
(TERCERA EDICION)
Cyril M. Harris
Ph. D. Editor
Departamento de Ingeniería Eléctrica
Escuela de Postgrado de Arquitectura
Planificación y Conservación
Universidad de Columbia
Traducción
AURORASUENGASGOENETXEA
Ph. D., Facultad de Psicología,
Universidad Complutense de Madrid
JUAN JOSE RODRIGUEZ
Ldo. Filología Inglesa
Universidad del País Vasco
Revisión técnica
IGNACIO ESPAÑOL ETXANIZ
Ph.D., Prof. Ingeniería Ambiental
Universidad Politécnica de Madrid
Prólogo de
JUAN MIGUEL HERNANDEZ LEON
Catedrático. Subdirector-Jefe de Estudios
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
McGraw-Hill
MADRID. BUENOS AIRES· CARACAS· GUATEMALA· LISBOA· MEXICO· NUEVA YORK
PANAMA· SAN JUAN· SANTAFE DE BOGOTA· SANTIAGO· SAO PAULO
AUCKLAND· HAMBURGO· LONDRES· MILAN· MONTREAL· NUEVA DELHI • PARIS
SAN FRANCISCO· SIDNEY· SINGAPUR· STo LUIS· TOKIO· TaRaNTa
La información contenida en este trabajo ha sido obtenida por
McGraw-Hill Incorporated procedente de fuentes dignas de
crédito. No obstante, ni McGraw-Hill ni los autores garantizan
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que los autores están proporcionando una información, pero
no tratando de prestar ningún tipo de servicio profesional o téc-
nico. Si tal servicio fuera necesario, diríjase a un profesional
adecuado para tal fin.
ISBN: 84-481-1619-4
Depósito legal: M. 18.679-1998
vii
CONTENIDO
ix
x CONTENIDO
Cuando se publicó la primera edición del Handbook of noise control en 1957, dis-
tintos aspectos del control del ruido eran tratados en revistas científicas especiali-
zadas y en informes de instituciones gubernamentales y organizaciones industriales.
Esta información no siempre era fácilmente accesible. Más aún, existía la necesidad
de un trabajo competente que cubriera toda el área. El manual satisfizo esta nece-
sidad y fue también el primer libro sobre control del ruido publicado en Estados
Unidos. Incluyó una considerable cantidad de información técnica, no disponible
previamente, y definió por primera vez el término control del ruido: el control del
ruido es la tecnología para obtener un entorno de ruido aceptable para un receptor de
acuerdo con consideraciones económicas y operativas; el receptor puede ser una per-
sona, un grupo de personas, una comunidad completa, o una pieza del equipamiento
cuyo funcionamiento se ve afectado por el ruido.
En los años que siguieron, muchos países implantaron legislaciones sobre con-
trol del ruido y éste se convirtió en un asunto de creciente importancia social y eco-
nómica, dando lugar a nuevos métodos técnicos de control. De forma acorde, el
Handbook ofnoise c<?ntrol fue puesto al día en 1979 para reflejar estos importantes
cambios.
Más recientemente, innovaciones técnicas tales como la microminiaturización y
la aplicación práctica de las técnicas digitales han hecho posibles medidas técnicas
innovadoras y la aplicación de métodos técnicos que no eran económicamente fac-
tibles para la generación anterior. Estos cambios han dado lugar a la necesidad de
un manual completamente revisado y ampliado. Dado que ahora existe un énfasis
mucho mayor sobre las medidas acústicas a lo largo de todo el texto, el libro se ha
titulado Manual de medidas acústicas y control del ruido.
El Manual emplea terminología uniforme, símbolos y abreviaturas que, proba-
blemente, representan la aproximación más cercana al consenso internacional que
es posible obtener hoy día. A lo largo de él se emplean tanto el Sistema Internacio-
nal de unidades como el Sistema Habitual de unidades de Estados Unidos.
Todos los capítulos del Manual han sido escritos por expertos en áreas concre-
tas. La información técnica se ha hecho accesible mediante el uso de gráficos sen-
cillos y explicaciones escritas, en lugar de fórmulas muy técnicas, sin rebajar el nivel
esencial de los contenidos del Manual. Todo ello ha obligado a un gran esfuerzo por
parte de los autores de los distintos capítulos y les quedo profundamente agradeci-
do por su habilidad y paciencia.
Los capítulos del Manual están agrupados d~ la siguiente manera: propiedades
y propagación de las ondas sonoras en lugares abiertos y cerrados; instrumentación
de medida, técnicas de medida, análisis del sonido y la vibración y criterios; carac-
xvii
xviii PROLOGO A LA TERCERA EDICION
Cyril M. Harris
PROLOGO A LA EDICION
ESPANOLA -
El manual técnico tiene una importante tradición en la cultura anglosajona. Su uti-
lidad proviene de una serie de premisas suficientemente conocidas pero de difícil
consecución; la concisión, claridad expositiva y una enorme dosis de pragmatismo.
El manual es una alternativa histórica al Tratado de arquitectura y una conse-
cuencia de la fragmentación histórica del conocimiento y la concepción unitaria del
proyecto. Para el tratadista clásico, no existía una diferencia determinante entre los
aspectos técnico-constructivos y aquellos derivados de una voluntad estética, como
puede ser la teoría proporcional. Esta actitud cobra su sentido en el marco de una
estrategia proyectual que adopta, de forma implícita, la idea de tipo edificatorio.
Con todo, la consideración de la práctica edificatoria como un hecho sintético no
excluye que su fundamento teórico sea racional. El «tratado» tenía como objetivo
proponer un «método» basado en unos principios inmanentes, en la naturalidad de
la clasificación tipológica, mientras que el «manual» decimonónico elabora un sis-
tema normativo: construir una teoría más allá de los principios. En ambos casos se
aspiraba a conseguir una fundamentación lógica de la forma arquitectónica.
El carácter «científico» de las nuevas aproximaciones a la práctica edificatoria
favorece la proliferación de manuales que la abordan desde las distintas áreas de
conocimiento que tienen en aquella su ámbito de confluencia. Así, del conocimien-
to de una serie de formas «estables» pasamos a la realización de análisis estructu-
rales, donde la aproximación a un modelo más real condujo a considerar la natura-
leza elástica de los materiales. Es decir, a configurarse como una disciplina con sus
propias leyes, que despliega su investigación sistemática en torno a conceptos abs-
tractos como el de «estabilidad» o «resistencia».
La física de la construcción es otro campo científico desde el que se consideran
aquellos aspectos relacionados con la vieja aspiración de conseguir la habitabilidad
de los espacios, de lo que denominaríamos «control ambiental», y lo entendemos
desde la correcta solución constructiva hasta aquellos aspectos más relacionados
con la percepción individual o colectiva de la «calidad» ambiental.
El peligro de estos desarrollos autónomos estriba en perder la perspectiva del
objetivo común que los justifica. Dicho de otra forma, y desde el punto de vista de
la formación de los profesionales que intervienen en este complicado proceso, no
asumir su carácter «instrumental».
Creo que este manual, que se presenta ahora traducido al castellano, cumple so-
bradamente las premisas exigidas y soslaya aquellos riesgos avisados. En efecto,
este manual ofrece la novedad, respecto a la bibliografía existente en nuestro idio-
ma, de centrarse en todos aquellos parámetros ambientales que inciden en la propia
definición de «control de ruidos». No es, por tanto, ningún manual de acústica. Y re-
xix
xx PROLOGO A LA EDICION ESPAÑOLA
Cyril M. Harris
El sonido es una alteración física en un medio (v.g., en un gas, líquido o sólido) que
puede ser detectada por el oído humano·. El medio por el cual viajan las ondas so-
noras ha de poseer masa y elasticidad. Por tanto, las ondas sonoras no viajarán a tra-
vés de un vacío.
Las ondas sonoras en el aire están causadas por las variaciones de presión por
encima y por debajo del valor estático de la presión atmosférica. [La presión at-
mosférica tiene un valor de aproximadamente 105 pascales (abreviado, Pa), que
es equivalente a 106 dinas/cm 2, 105 newtons/m2 (N/m 2) o 14,7 Ib/ft 2 , a nivel del mar
a OoC (32°P)]. Estas variaciones de presión se originan de muchas maneras, por
ejemplo:
1. Por una corriente de aire pulsante, como la que producen las aspas del ven-
tilador al girar.
2. Por torbellinos, que se producen cuando una corriente de aire choca con una
obstrucción, como ocurre en una salida de aire en un sistema de ventilación.
3. Por el vuelo supersónico de un avión, que crea ondas de choque.
4. Por la vibración de una superficie, por ejemplo, una partición.
Considérese, por ejemplo, la generación de ruido por el mecanismo anterior 4.
En la Figura 1.1 se muestra un dibujo simplificado de lo que ocurre. A medida que
la superficie se mueve hacia la derecha, hay un descenso instantáneo en el volumen
de la «capa» de aire adyacente a la superficie y, por tanto, un aumento de su densi-
dad. Así, se produce una compresión del aire en esta capa. Dado que la presión en
la capa comprimida es mayor que la existente en la atmósfera circundante inalte-
rada, las partículas de aire de la capa tienden a moverse hacia fuera y a comprimir
* El sonido también puede definirse como la sensación auditiva excitada por una perturbación física
en un medio.
1.1
1.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ENRARECIMIENTO COMPRESION
~ ¿
I,UNA LONGITUD. I
DE ONDA
una segunda capa. Esta segunda capa transmite entonces este movimiento a la capa
siguiente y así sucesivamente. Cuando la superficie invierte la dirección, prevalecen
las condiciones opuestas. Entonces hay un aumento instantáneo en el volumen de la
capa de aire adyacente a la superficie; se produce un enrarecimiento del aire en esta
capa. Esta capa enrarecida sigue a la capa de compresión en la misma dirección ha-
cia fuera y viaja a la misma velocidad, denominada velocidad del sonido. La suce-
sión de capas de compresión y depresión desplazándose hacia el exterior da como
resultado el movimiento ondular y, en un punto determinado del espacio, produce
aumentos y descensos alternativos de presión. Las partículas individuales del aire
que vibran y transmiten las ondas no modifican su posición media; simplemente vi-
bran alrededor de estas posiciones medias.
La distancia máxima media que se desplazan las partículas desde su posición de
equilibrio se denomina amplitud del desplazamiento. Se denomina velocidad de las
partículas a la de éstas al balancearse alrededor de sus posiciones de equilibrio.
En la primera parte de este capítulo se presenta una descripción de las propie-
dades básicas de las ondas sonoras. Se describen los distintos tipos de «niveles» em-
pleados en acústica. Estos incluyen: nivel de presión sonora, nivel sonoro pondera-
do, nivel sonoro con ponderación A, nivel sonoro de banda de octava, nivel sonoro
de banda de un de octava, nivel de potencia sonora, nivel de potencia sonora con
ponderación A y otros muchos niveles utilizados en el campo de control del ruido.
A continuación se presenta una descripción mostrando cómo pueden combinarse
los niveles. El último tema plantea una introducción al ruido, cómo se transmite y
cómo puede controlarse.
Otros capítulos consideran otros temas relacionados con este campo; se acon-
seja al lector que consulte el índice.
Cuando las ondas sonoras tienen la misma dirección de propagación en todos los
puntos, se denominan ondas planas, porque los puntos de compresión máxima for-
man superficies planas perpendiculares a la dirección de propagación. Los puntos
de máxirria depresión también son planos perpendiculares a la dirección de propa-
gación. Esto se ilustra en la Figura 1.1. Estos planos de fase constante se denominan
frentes de onda. Muchas fuentes sonoras emiten ondas en que los puntos de máxima
compresión forman esferas concéntricas. Estas denominadas ondas esféricas se ilus-
tran en la Figura 1.2.
En muchos problemas de propagación del sonido en aire libre es mas cómodo
emplear rayos sonoros que frentes de onda (ver Figura 3.3). Los rayos sonoros son
líneas imaginarias que emanan de una fuente y que indican la dirección de propa-
gación de las ondas sonoras. Los rayos sonoros siempre tienen una dirección per-
pendicular a los frentes de onda, como ilustra la Figura 4.1.
Frecuencia
Longitud de onda
Af= c (1.1)
T= 1/f (1.2)
FIGURA 1.3. Un diapasón vibrando con una plumilla en el final de una de las púas.
Sobre el papel encerado se traza una onda sinusoidal que se mueve a través de la plu-
milla a velocidad constante. (T. F. S. Harris 1 .)
INTRODUCCION 1.5
un sonido con una frecuencia de 1000 Hz posee una longitud de onda de 3,4 m
(11,3 ft).
En muchos problemas de control del ruido, la longitud real de las ondas sonoras
no es una consideración importante, sino que más bien lo es la proporción entre la
longitud de onda y alguna otra dimensión. Por ejemplo: (1) las propiedades direc-
cionales de la fuente de un sonido dependen de la relación entre la longitud de onda
del sonido radiado y las dimensiones de la fuente; y (2) la eficacia de una barrera, al
servir de escudo entre un punto a un lado de ella y la fuente de sonido al otro, de-
pende de la proporción entre la altura de la barrera y la longitud de onda del sonido
(véase el capítulo 3).
La Figura 1.3 muestra el registro gráfico que se obtiene al mover un papel encerado
a velocidad constante, bajo una plumilla conectada a un diapasón. Se denomina
onda sinusoidal al trazo obtenido porque puede representarse matemáticamente
mediante una función de seno, A sen (2'Trf)t, donde A es la amplitud de vibración de
la púa, f es su frecuencia de vibración en herzios y t es el tiempo en segundos. La
onda correspondiente a la variación de presión sonora que se propaga desde el dia-
pasón hacia fuera en forma de ondas sonoras es la onda periódica que muestra la Fi-
gura 1.5. Se denomina periódica porque se repite a sí misma, exactamente, de una
oscilación a la siguiente. El nivel de presión sonora resultante varía por encima y
por debajo de la presión estática de la atmósfera de acuerdo con la relación
1 CICLO
~
--
TIEMPO
1
T segundo
una onda sinusoidal, se denomina tono puro. Este movimiento armónico simple,
ilustrado en la Figura 1.5, es importante debido a que se puede demostrar que todas
las ondas sonoras están compuestas de una o más ondas armónicas simples.
Presión sonora
Armónicos
Supongamos una partición que es rígida y que se balancea con movimiento sinusoi-
dal a una frecuencia de 50 Hz. Se generan ondas sonoras; la presión sonora resul-
tante varía sinusoidalmente a una frecuencia de 50 Hz. Pero la mayoría de las su-
perficies no son infinitamente rígidas y se flexionan, dando como resultado
oscilaciones adicionales. El movimiento adicional genera ondas sonoras a frecuen-
cias altas, por ejemplo, de 100, 150, 200, 250 ... Hz. Se denomina frecuencia funda-
mental a la más baja (50 Hz); se denominan armónicas a las frecuencias más altas
que son múltiplos integrales de la fundamental. En este ejemplo, el componente de
frecuencia de 100 Hz se denomina segundo armónico, el componente de frecuencia
de 150 Hz se denomina tercer armónico y así sucesivamente.
Xmax = 3
_tX,ms_= 2,12_= 0,707 x max_= 1,11xav
x =~xav - 1,91 - 0,637 x max - 0,90 x,ms
r OI'---+------\---__+____+__
TIEMPO
(a)
f of\JPlA'd-T~Em~xp:
1
(b)
Xmax = 2,83
= ¿'X,ms = 2,24 = 0,79x max = 1,05x av
x - -'x av = 2,12 = 0,75x max = 0,95x,ms
i -
TIEMPO
(e)
FIGURA 1.6. (a) Una onda sinusoidal con una frecuencia f y una amplitud igual a 3f,
v.g., 3 sen (2'ITflt. (b) Una onda sinusoidal con una frecuencia de 3fy una amplitud
igual a 1, v.g., sen (6'ITflt. (e) Combinación de 3 sen (2'ITf)t + sen (6'ITflt; en fase.
1.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Xmax = 3
_tX,ms_= 2,12_= 0,707 Xmax_= 1,11xav
x = ~xav - 1,91 - 0,637 x max - 0,90 x,ms
I° r------I---\--t-------r-_
TIEMPO
(a)
to~~vr=
\../1 TIEMPO
(b)
",Xmax = 4
- ¡X,ms = 2,24 = 0,56x max = 1,32xav
x =_r av = 1,70 = 0,42x max = 0,76x,ms
I° r------I---\--t-___+__
TIEMPO
(e)
FIGURA 1.7. (a) Una onda sinusoidal con una frecuencia fy una amplitud igual a 3(,
v.g., 3 sen (27Tf)t. (b) Una onda sinusoidal con una frecuencia de 3fy una amplitud
igual a 1, v.g., sen (67Tf)t. (e) Combinación de 3 sen (27Tf)t + sen (67Tf)t; desfasadas.
importante de los valores RMS es que permanecen igual sean cuales sean las fases re-
lativas de las ondas constituyentes de un movimiento complejo.
En general, el término presión sonora se utiliza para hablar de presión sonora
RMS o presión efectiva, que es la raíz cuadrada promediada en el tiempo de [Po sen
(2'T1'f)tf Así, a lo largo de este libro, el término presión sonora significa presión so-
nora RMS, salvo que se indique lo contrario.
Ondas complejas
Aunque las ondas complejas que muestran las Figuras 1.6(c) y 1.7(c) no son armó-
nicas simples, son ondas periódicas, es decir, se repiten a sí mismas a intervalos pe-
riódicos. Se denominan ondas complejas (por contraposición a las ondas armónicas
simples) porque contienen más de un componente de frecuencia. Puede demostrar-
se que cualquier onda compleja está compuesta por una serie de ondas armónicas
simples; éstas pueden determinarse mediante un análisis matemático. Los compo-
nentes de frecuencia de las ondas sonoras complejas pueden medirse empleando los
analizadores de espectro descritos en el Capítulo 8.
NIVELES
Nivel y decibelio
El rango de presiones sonoras que hallamos en el campo del control del ruido es tan
amplio que es más cómodo emplear el nivel de presión sonora, una cantidad que es
proporcional al logaritmo de la presión sonora. Esto se debe a que la escala logarít-
mica comprime la del rango, como resulta evidente en el ejemplo que muestra la Fi-
gura 1.9. La presión sonora, expresada en términos de una escala lineal, aparece a
la derecha; el nivel de presión sonora (descrito a continuación) aparece a la izquier-
da.
Por definición, el nivel es el logaritmo de la razón de una cantidad dada respecto
de una cantidad de referencia del mismo tipo. Hay que indicar la base del logaritmo,
la cantidad de referencia y el tipo de nivel. Por ejemplo, el tipo de nivel se indica
mediante el uso de un término compuesto, como el nivel de presión sonora o el ni-
vel de potencia sonora. La cantidad de referencia permanece inmodificada, ya sea
1.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
MURO
FIGURA 1.8. Ondas sonoras chocando con una barrera. Como resultado de la difrac-
ción, el sonido se difracta sobre la parte superior de manera que la barrera no proyec-
ta una sombra acústica aguda.
un valor pico, RMS u otra. El término nivel indica que se emplea la escala logarít-
mica y que las unidades se expresan en decibelios'.
El decibelio (dB) es una unidad de nivel que denota la relación entre dos canti-
dades que son proporcionales en su potencia. El número de decibelios que corres-
ponde a esta relación es 10 veces el logaritmo (de base 10) de la razón de las dos
cantidades. Las razones de presión sonora no siempre son proporcionales a las ra-
zones de potencia correspondientes, pero es práctica habitual ampliar el uso de esta
unidad (dB) a tales casos.
(1.5)
* Existe una excepción a esta afirmación. El nivel de emisión de la potencia sonora se expresa a me-
nudo en belios, en lugar de en decibelios (1 belio es igual a 10 decibelios), como se describe en «Nivel de
potencia sonora».
INTRODUCCION 1.11
TABLA 1.1. Nivel de potencia sonora media para varias fuentes acústicas*
Nivel de potencia
Potencia, vatios (W) sonora, dB re 1 pW Fuente
La Tabla 1.1 muestra los niveles de potencia sonora de varias fuentes típicas de
sonido, expresada en decibelios. El término nivel de potencia sonora no debe con-
fundirse con el nivel de presión sonora. El primero es una medida de la potencia
acústica irradiada por una fuente; el segundo depende no sólo de la potencia de la
fuente, sino también de la distancia a ésta y de las características acústicas del es-
pacio que la rodea. Para evitar esta confusión, el nivel de potencia sonora se expresa
a menudo en belios (1 belio = 10 decibelios). Así el nivel de potencia sonora de un
gran cohete en la Tabla 1.1 puede expresarse también como 20 belios.
(1.7)
NIVEL DE NIVEL DE
PRESION PRESION
SONORA EN SONORA EN
DECIBELIOS MICROPASCALES
120
10.000.000
DISCOTECA 110
FABRICA TEXTIL
IMPRENTA 100
TALADRADORA A 15 m
1.000.000
IMPRENTA 90
CAMION PESADO A 15 m
HORMIGONERA A 15 m 80
DENTRO DE UN AUTOMOVIL A 64 km/h
100.000
ASPIRADORA A 3 m 70
AUTOMOVIL (100 km/h) A 30 m
60
TRANSFORMADOR GRANDE A 15 m
10.000
RESIDENCIA URBANA 50
RESIDENCIA EN UNA CIUDAD PEQUEÑA
40
SUSURRO SUAVE A 2 m
1000
30
ESTUDIO DE RADIO VACIO
LIMITE NORTE DEL GRAN CAÑON
20
100
10
UMBRAL DE AUDICION O 20
FIGURA 1.9. Relación entre presión sonora en micropascales y nivel de presión so-
nora en decibelios re 20 ¡.¡.Pa. También se muestran los valores típicos para el nivel so-
noro con ponderación A de varias fuentes de ruido.
Por definición, el nivel de presión sonora de las ondas sonoras con una presión
sonora igual a p es igual a:
(1.9)
Nivel de presión sonora vs. distancia de lafuente en campo libre si se conoce el ni-
vel de potencia sonora. Si un sonido es irradiado desde una fuente por igual en to-
das las direcciones en campo libre (lejos de todas las superficies reflectantes o ab-
sorbentes), la relación entre el nivel de presión sonora y el nivel de potencia sonora
Lw de una fuente viene dada por
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-10 O 10 20 30 40 50
TEMPERATURA EN GRADOS CELSIUS
I-~
2r - 161tr2
FIGURA 1.12. Una fuente puntual de potencia acústica Wen campo libre. La inten-
sidad de cualquier punto varía inversamente al cuadrado de la distancia desde la
fuente, de manera que cuando se dobla la distancia, la intensidad se reduce a un cuar-
to de su valor; esto es igual a una reducción de 6 dB en el nivel de intensidad. Así, a
una distancia r desde la fuente, la intensidad Ir es ~(4'TTr2), y a una distancia de 2r, la
intensidad es W/(16'TTr2).
la superficie del área de la esfera S es igual a (4'TTro )' Luego la intensidad del sonido
en la dirección radial es igual a
w
[=-=--W/m 2
W
(1.11)
S 4'TTr}
Así, para una fuente puntual en un campo libre, la intensidad, en la dirección ra-
dial, varía inversamente al cuadrado de la distancia de la fuente; esta relación se de-
nomina ley inversa del cuadrado. La intensidad es cero para la dirección perpendi-
cular a la dirección de propagación. Por tanto, resulta obvio que el término
intensidad sólo tiene significado si se especifica la dirección.
Si la fuente de sonido no irradia uniformemente en todas direcciones, la inten-
sidad del sonido puede medirse en cualquier dirección mediante los métodos des-
critos en el Capítulo 14.
1 = up cosO (1.12)
p2
1=- (1.13)
pc
N'VE~ DE INTENSIDAD
El nivel de intensidad del sonido (L¡), en decibelios, es igual a 10 veces la razón entre
la intensidad de un sonido 1 y la intensidad sonora de referencia Iv de 10- 12 W/m 2 (1
picovatio/m2):
(1.14)
1.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Por otra parte, algunos técnicos acústicos asumen que se sobreentiende que el tér-
mino nivel sonoro implica nivel sonoro con ponderación A salvo que se especifique
lo contrario y no añaden la letra (A) al símbolo de la unidad al describirlo. Esta
práctica ha dado como resultado frecuentes confusiones entre el público general,
que no suele conocer estos supuestos y que habitualmente está confuso por la gran
variedad de niveles empleados en el control del ruido. Por supuesto, es redundante
especificar que el nivel sonoro lo es con ponderación A y añadir la letra (A) al sím-
bolo de decibelio. Pero como nuestro objetivo es hacer que el texto resulte tan claro
como sea posible y requiera un mínimo de conocimiento previo por parte de los lec-
tores, cualquier medida que reduzca la confusión merece el esfuerzo adicional y el
espacio preciso. Más aún, el uso de dB(A) permite que algunas reglas y normas gu-
bernamentales se reproduzcan en este manual sin cambiar su notación.
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FIGURA 1.13. (a) Ejemplo de una gráfica de medida del ruido en bandas de octava.
Estos datos representan las medidas de un fuelle y un motor con un zumbido pronun-
ciado. El nivel de banda de octava, medido en la frecuencia central de cada banda, se
muestra mediante un dato puntual. (b) Ejemplo de una gráfica de medidas mediante
bandas de tercio de octava. Estos datos representan medidas del mismo fuelle y mo-
tor cuyo análisis en bandas de octava se muestra en (a); las condiciones de medida
son las mismas.
1.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
cionado mediante un motor. Esta gráfica de los distintos niveles de banda de octava
versus la frecuencia se denomina espectro en bandas de octava. Los datos experi-
mentales reales están representados mediante puntos. Las líneas que los conectan
resultan útiles para indicar la forma general del espectro.
Cuando hace falta información más detallada que la que aporta el análisis de ban-
das de octava, su puede utilizar un análisis de bandas de tercio de octava. (En la co-
lumna de las frecuencias de la Tabla 1.2, los números que aparecen son las frecuen-
cias centrales para bandas de tercio de octava que han sido estandarizadas mediante
acuerdo internacional.)
La Figura l.13b muestra un ejemplo de una gráfica de medidas de ruido para
bandas de tercio de octava. Estos datos son para el mismo fuelle y motor cuyo es-
pectro en bandas de octava muestra la Figura l.13a; las condiciones de medida son
las mismas. V éanse los Capítulos 5 y 8 para más información respecto al análisis de
espectro.
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FIGURA 1.14. Gráfico para combinar dos niveles, L, y L2 ; L, es el mayor de los dos.
La escala de la izquierda muestra el número de decibelios A que hay que añadir al ni-
vel más alto L, para obtener el nivel de la combinación de L, y L2 •
Ejemplo: combinar el nivel sonoro de una fuente con el nivel del ruido de fon-
do. Los datos indican que la medida del nivel sonoro a una distancia fija de una
máquina es 70 dB, cuando se realiza en condiciones de silencio. Si el nivel sonoro se
mide en el mismo punto cuando el nivel del ruido de fondo es 65 dB, ¿cuál es el ni-
vel combinado de la máquina más el ruido de fondo?
La diferencia entre estos dos niveles es 5 dB. Por lo tanto, a partir de la Figura
1.14, se añaden 1,2 dB al nivel sonoro más alto. De ahí que el nivel sonoro combi-
nado sea 71,2 dB.
Ejemplo: cálculo del nivel de presión sonora global para los niveles de banda de
octava. Considérese el espectro en bandas de octava que muestra la Figura 1.13.
¿Cuál es el nivel de presión sonora global? Los niveles de banda de octava se pre-
sentan en la Tabla 1.3.
En general, está bien combinar los niveles que tienen valores más bajos en pri-
mer lugar, sobre todo si hay varios y uno de ellos es mucho mayor que los demás.
Combinamos primeramente los niveles de las bandas de octava de a 4000 y 8000 Hz;
la diferencia de estos niveles es de 3 dB. Por tanto, de acuerdo con la Figura 1.14, se
añaden 1,8 dB al más alto de estos niveles de octava. Su valor combinado es (45 +
1,8) = 46,8 dB. A continuación combinamos este nivel con el del nivel de la octava
de 2000 Hz. La diferencia en niveles es (48 - 46,8) = 1,2 dB; por ello hay que añadir
2,5 dB a 48 dB, dando lugar a un nivel combinado de 50,5 dB. Ahora combinamos
este nivel con el de la banda de octava de 1000 Hz. La diferencia en niveles es
(53 - 50,5) = 2,5 dB, por tanto hay que añadir 1,9 dB a 53 dB, obteniéndose un ni-
vel combinado de 54,9 dB. Luego combinamos este nivel con el de la octava centra-
da en 500 Hz. La diferencia en niveles es (57 - 54,9) = 2,1 dB, por lo que hay que
añadir 2,1 dB a 57 dB, llegando a un nivel combinado de 59,1 dB. Ahora combina-
mos este nivel con el de la octava centrada en 250 Hz. La diferencia en niveles es (62
- 59,1) = 2,9 dB, de ahí que haya que añadir 1,8 dB a 62 dB, obteniéndose un nivel
combinado de 63,8 dB. Ahora combinamos este nivel con el de la octava de 63 Hz.
La diferencia en niveles es (73 - 63,8) = 9,2 dB, por lo que hay que añadir 0,5 a
73 dB, llegando a un nivel combinado de 73,5 dB. Finalmente, combinamos este ni-
vel con el de la banda centrada en 125 Hz, que tiene el nivel más alto. La diferencia
de niveles es (85 - 73,5) = 11,5 dB, de manera que hay que añadir 0,3 dB a 85 dB,
obteniéndose un nivel de presión sonora global de 85,3 dB para este espectro en
bandas de octava.
Ejemplo: cálculo del nivel sonoro con ponderación A a partir de los niveles de
bandas de octava. Considérese el espectro de bandas de octava que muestra la Fi-
gura 1.13. ¿Cuál es el valor correspondiente del nivel sonoro con ponderación A?
Los niveles de bandas de octava se presentan en la Tabla 1.4. Debajo de ellos se
Frecuencia central de banda de octavá, Hz 63 125 250 500 10002000 4000 8000
Nivel de banda de octava, dB 73 85 62 57 53 48 45 42
INTRODUCCION 1.25
Ejemplo: combinar niveles de potencia sonora. Suponga que una máquina en una
habitación tiene un nivel de potencia sonora de 60 dB re 1 picovatio (pW). Una se-
gunda máquina en la habitación tiene un nivel de potencia sonora de 56,2 dB re
1 pW. ¿Cuál es su nivel combinado de potencia sonora?
La diferencia entre estos dos niveles es de 3,8 dB. De acuerdo con la Figura 1.14,
el valor correspondiente de A, la cantidad que hay que añadir al nivel más alto, es
1.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
1,5 dB. Por tanto su nivel combinado, es decir, el nivel total de potencia sonora, es
(60 + 1,5) = 61,5 dB re 1 pW.
Ejemplo: cálculo del nivel de potencia sonora con ponderación A a partir de ni-
veles de potencia sonora en bandas de octava. Considérese una fuente con los ni-
veles de potencia sonora de bandas de octava que muestra la Tabla 1.5. ¿Cuál es el
nivel de potencia sonora con ponderación A de esta fuente?
La primera línea de la Tabla 1.5 muestra los niveles de potencia sonora en ban-
das de octava de la fuente en decibelios re 1 pW. En la siguiente línea se muestran
los valores con ponderación A, tomados de la Tabla 1.2. Debajo de éstos se mues-
tran los niveles de potencia sonora en bandas de octava ajustados para la pondera-
ción A. Estos son los niveles que han de combinarse para obtener el nivel de poten-
cia sonora con ponderación A.
Siguiendo el mismo procedimiento que en «Cálculo del nivel sonoro con pon-
deración A a partir de niveles de bandas de octava», descrito en detalle anterior-
mente, los niveles de potencia sonora de cada banda de octava con ponderación A
se combinan, dando lugar a un valor calculado de nivel de potencia sonora con pon-
deración A de 69,3 dB re 1 pW.
Ejemplo: cálculo del nivel de emisión de potencia sonora. Considere una fuente
con los niveles de potencia sonora en bandas de octava que muestra la Tabla 1.5.
¿Cuál es el nivel de emisión de potencia sonora de esta fuente?
El nivel de emisión de la potencia sonora es simplemente el nivel de potencia so-
nora con ponderación A expresado en belios (1 belio es igual a 10 dB). Por lo tanto,
a partir del ejemplo anterior, la emisión de potencia sonora es 6,9 belios re 1 pico-
vatio.
Una melodía sonando a todo volumen en la radio puede resultar muy agradable
para una familia en su casa, pero es una molestia para los vecinos que están inten-
tando dormir; no es deseada; es ruido. Por definición, el ruido es un sonido no de-
seado·.
El ruido ambiental es el ruido asociado con un ambiente determinado y suele es-
tar compuesto de sonidos de muchas fuentes, próximas y lejanas. Por ejemplo, su-
pongamos que no hay tráfico en una calle y no hay fuentes de ruido significativas en
un lugar determinado. Entonces, el ruido ambiental en este lugar es penetrante, lo
impregna todo (es un compuesto de muchas fuentes de ruido), llega allí desde varias
direcciones.
El control del ruido es la tecnología para obtener un ruido ambiental aceptable,
de acuerdo con consideraciones económicas y operativas. El ambiente aceptable
* El ruido también puede definirse como el sonido, generalmente de naturaleza aleatoria, cuyo es-
pectro no exhibe componentes de frecuencia diferenciables.
INTRODUCCION 1.27
TABLA 1.5. Ejemplo de cálculo del nivel de potencia sonora con ponderación A a
partir de los niveles de potencia sonora de bandas de octava
puede ser preciso para una persona, un grupo, una comunidad o una sala de equi-
pamiento cuyo funcionamiento se ve afectado por el ruido. Cuando se emplea la pa-
labra «aceptable», surgen preguntas como las siguientes: ¿aceptable bajo qué con-
diciones?, ¿aceptable por quién? Debido a la complejidad de las consideraciones
económicas y operativas implicadas y a que todos los elementos pueden cambiar
con el tiempo, no suele haber una respuesta única para tales preguntas en un pro-
blema de ruido determinado.
Control del ruido no es lo mismo que reducción del ruido. En un problema es-
pecífico, la magnitud de la reducción del ruido que sea preciso lograr para obtener
resultados aceptables puede alcanzarse simplemente mediante la aplicación de las
distintas técnicas de control del ruido incluidas en el siguiente apartado. Pero, tal y
como ilustra el Capítulo 40, este procedimiento puede ser innecesariamente caro y
derrochador y puede dar como resultado una innecesaria interferencia con las ope-
raciones normales. Hay que analizar el problema sistemáticamente para determinar
qué condiciones aceptables pueden lograrse de la manera más económica. En casos
extraordinarios, la solución de algunos problemas de control del ruido puede inclu-
so sugerir un aumento, en lugar de una reducción del mismo. Consideremos, por
ejemplo, la sala de espera de un médico que está separada de la consulta por una
partición que aporta tan poco aislamiento sonoro que las conversaciones privadas
pueden oírse mientras se espera. Las condiciones aceptables en la sala de espera
pueden lograrse mediante la construcción de una partición que aporte mayor ais-
lamiento. Una solución alternativa es aumentar el nivel de ruido en ella mediante la
instalación de otra fuente de ruido (por ejemplo, un ventilador), de manera que en-
mascare la conversación que de otra manera se oiría. Aunque esta última solución
tiene sus desventajas, es mucho más económica y, por tanto, puede ser más deseable
bajo determinadas circunstancias. Una vez más, este ejemplo ilustra que el control
del ruido y la reducción del ruido no son siempre términos sinónimos.
1.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El ruido puede llegar al oyente a través de múltiples vías. Supongamos, por ejem-
plo, que el oyente escucha el piano del piso de arriba. Parte del sonido puede ha-
berse transmitido a través de una vía de aire directa por la ventana de arriba, a tra-
vés de una vía exterior y de la ventana del oyente. Parte del sonido irradiado por el
piano golpeará las paredes, forzándolas a una pequeña vibración; una fracción de
esta energía vibratoria viajará a través de la estructura del edificio, forzando a otras
superficies a que vibren e irradien el sonido. De forma alternativa, parte de la ener-
gía vibratoria puede comunicarse a través del mueble del piano hacia el suelo, to-
talmente a través de una vía sólida, haciendo que el suelo vibre y que por tanto irra-
die el sonido hacia el piso de abajo.
Por comodidad, en problemas técnicos, se puede representar la transmisión del
sonido desde una fuente a un oyente mediante el diagrama en la Figura 1.15. En
realidad, el bloque descrito como fuente puede representar no a una, sino a varias
fuentes de energía vibratoria; p. ej., puede incluir todos los aviones que sobrevuelan
un área específica. Como se indicó anteriormente, las vías pueden ser numerosas.
Por último, el bloque denominado receptor puede representar a una sola persona, a
un grupo, a una comunidad o a una zona delicada de equipamiento cuyo funciona-
miento se ve afectado por el ruido.
1.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
En el campo del control del ruido, siempre es importante tener presente los aspec-
tos estadísticos de los elementos del diagrama de bloques de la Figura 1.15. En pri-
mer lugar, los generadores de ruido, representados por el bloque denominado fuen-
te, pueden variar en número, y sus emisiones pueden cambiar con el tiempo, como,
por ejemplo, en el caso del tráfico de vehículos en una intersección.
La vía a través de la que el ruido alcanza nuestros oídos desde una fuente tam-
bién es de naturaleza estadística. Por ejemplo, consideremos un avión dando vuel-
tas sobre un oyente situado en el suelo. Debido a las irregularidades en la atmós-
fera, habrá multitud de variaciones en la vía de transmisión. Estas variaciones
estadísticas en las características de propagación de la atmósfera pueden dar como
resultado una amplia fluctuación en el nivel sonoro en el oído del oyente. Consi-
deremos como otro ejemplo el nivel de ruido en una oficina separada de una fábrica
ruidosa mediante una pared con una puerta. Cuando la puerta esté abierta, la vía de
transmisión estará alterada. Así el nivel de ruido en la oficina variará estadística-
mente dependiendo, entre otros factores, de la frecuencia con que la puerta de la fá-
brica esté abierta.
El receptor en la Figura 1.15 también tiene su aspecto estadístico. Supongamos
que representa a un gran grupo de personas. El número real del grupo puede variar
de un momento a otro, el umbral de cada persona en el grupo será diferente y todos
estos umbrales pueden cambiar con el tiempo.
la vía. Si sabe que el oyente es duro de oído hablará más alto. Otra ilustración de la
influencia de la vía y el receptor sobre la fuente la aporta el operador de una má-
quina ruidosa al cambiar su funcionamiento de acuerdo con las condiciones am-
bientales en que ésta se coloca y de las personas a quienes se puede molestar con su
operación.
No siempre se reconoce que las características de la vía pueden verse influidas
por la fuente y el receptor. Por ejemplo, la atenuación que logra un silenciador de-
pende en gran medida de las características de la fuente y del receptor; la atenua-
ción de la vía no es una constante independiente de la fuente y el receptor.
De igual manera, la reacción del receptor depende de las características de la vía
y la fuente. Un ama de casa puede hacer sus tareas sin verse afectada por el ruido
de los aviones que le sobrevuelan. Puede no verse influida por el ruido de los platos
en el armario, puestos en vibración por un refrigerador ruidoso. Sin embargo, si la
vibración de los platos fuera causada por el ruido del avión, su reacción podría ser
completamente distinta. Así, resulta aparente que existe una considerable interac-
ción entre fuente, vía y receptor, de la misma manera que puede haberla entre los
muchos componentes que conforman la fuente, la vía y el receptor.
A lo largo de este libro se consideran varios métodos para controlar el ruido en de-
talle. En general, estas medidas pueden clasificarse en tres categorías: (1) control
del ruido en la fuente, (2) control del ruido en la vía de transmisión y (3) uso de me-
didas protectoras contra el ruido en el receptor. El método o combinación de ellos
que se emplee depende de la magnitud de la reducción del ruido requerida y de las
consideraciones económicas y operativas. Al resolver un problema específico de
control del ruido, hay que evaluar el beneficio específico que se gana con la aplica-
ción de cada técnica desde el punto de vista del sistema y compararlo con su coste.
Además de las técnicas descritas a continuación, que tienen aplicación general
en el campo de control del ruido, en los capítulos específicos aplicación se describen
medidas que pueden emplearse en problemas especiales.
Allí donde el nivel de ruido es excesivo para el receptor pueden emplearse las si-
guientes técnicas de control:
Aparatos de protección del oído. Tapones, auriculares y cascos (descritos en el
Capítulo 21) constituyen medios económicos para reducir la exposición al ruido de
los trabajadores industriales.
Cabinas. En muchos casos no resulta práctico o económico reducir el nivel de rui-
do al que el trabajador está expuesto; entonces es mejor proveerle de una cabina o
cerramiento parcial.
Programas de conservación de la audición y formación. En el Capítulo 22 se dis-
cute el valor de los programas de conservación de la audición en la industria. La for-
mación es un componente importante de estos programas. En algunas ciudades
donde el ruido ha sido un problema serio, tanto las industrias como las instancias
gubernamentales han mejorado sus relaciones con la comunidad interesándose por
su problema de ruido y mostrándole los pasos constructivos que se han seguido para
minimizar la molestia.
Control de la exposición. Bajo determinadas circunstancias, no es factible reducir
los niveles de ruido extremadamente intensos en áreas donde la gente tiene que tra-
bajar, hasta niveles considerados aceptables para el período laboral habitual. Como
se indica en los Capítulos 22 y 26, un nivel de ruido que no es aceptable para un pe-
ríodo de tiempo específico, puede resultar aceptable durante un período de tiempo
menor. Por tanto, una técnica de control del ruido es la rotación del personal, de
manera que las asignaciones de trabajo en áreas de ruido intenso lo sean para un pe-
ríodo de tiempo limitado.
REFERENCIAS
Cyril M. Harris
TERMINOLOGIA
2.1
2.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
audiograma de tono puro: Un gráfico que muestra el nivel auditivo en función de la fre-
cuencia.
audiograma: Gráfico que muestra el nivel auditivo (umbral) en función de la frecuencia.
audiómetro: Aparato utilizado para medir la agudeza auditiva, específicamente el nivel
auditivo.
auricular: Un transductor electroacústico diseñado para ser estrechamente acoplado al
oído, capaz de generar oscilaciones acústicas cuando es excitado por señales eléctricas.
auricular circunaural: Un auricular que tiene una cavidad suficientemente grande como
para cubrir la región de la cabeza incluyendo y rodeando al oído.
auricular insertado: Un auricular pequeño diseñado para ajustarse en el oído externo o
para ajustarse a un elemento conector como un molde de oído.
auricular supraural: Un auricular aplicado externamente al oído externo.
auriculares para la cabeza: Un ensamblaje de uno o dos auriculares y una banda para la
cabeza.
banda: Un segmento del espectro de frecuencia.
banda auditiva crítica: (1) La frecuencia de banda del sonido (que es una parte de un rui-
do de espectro continuo que cubre una banda ancha) que contiene una potencia sonora igual
a la de un tono puro centrado en la banda crítica y mínimamente audible en presencia del rui-
do de banda ancha. (2) La frecuencia de la banda dentro de la cual la sonoridad de un sonido
distribuido continuamente de nivel de presión sonora constante es independiente de su an-
chura de banda.
banda crítica: Véase banda auditiva crítica.
belio: Una unidad de nivel que denota la relación entre dos cantidades proporcionales a la
potencia; el número de belios correspondiente a esta relación es el logaritmo de base 10 de la
relación. [1 belio = 10 decibelios (dB).]
cabina (habitación) audiométrica: Una cabina o habitación que se utiliza para el examen
auditivo; está aislada contra el ruido exterior e incorpora algún absorbente del sonido.
cámara anecoica (cámara de campo libre): Una habitación cuyos límites absorben prác-
ticamente todo el sonido incidente sobre ellos, aportando por tanto esencialmente condicio-
nes de campo libre.
cámara de campo libre: Véase cámara anecoica.
cámara de reverberación: Una habitación que tiene un tiempo de reverberación largo,
especialmente diseñada para hacer todas las superficies tan reflectantes del sonido como sea
posible y para hacer el campo sonoro dentro de ella tan difuso como sea posible.
cámara semiecoica: Una cámara de ensayo con un suelo duro, reflectante, pero en que
las demás superficies absorben esencialmente todo el sonido que incide sobre ellas, aportan-
do por tanto condiciones de campo libre por encima del plano reflectante.
campo lejano: La porción del campo sonoro de una fuente de sonido en que el nivel de
presión sonora (debido a esta fuente) desciende en 6 dB por cada duplicación de la distancia
desde la fuente.
campo libre: Un campo sonoro en un medio iso trópico homogéneo cuyos límites ejercen
2.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
una influencia insignificante sobre las ondas sonoras. En la práctica, es un campo en que los
efectos de los límites son insignificantes para el rango de frecuencia de interés.
campo próximo (campo sonoro próximo): El campo sonoro próximo a una fuente de
sonido (entre la fuente y el campo lejano) en que el nivel de presión sonora instantánea y la
velocidad de las partículas no están en fase.
campo sonoro: Una región de un medio elástico (como el aire) que contiene ondas so-
noras.
campo sonoro difuso (campo difuso): Un campo sonoro que tiene densidad de energía
estadísticamente uniforme y en que las direcciones de propagación de las ondas sonoras se
distribuyen al azar.
campo sonoro directo: La porción del campo sonoro de una fuente de sonido en que la
presión sonora (debida a esta fuente) no ha sufrido ninguna reflexión.
campo sonoro libre: Véase campo libre.
campo sonoro reverberante (campo reverberante): Un campo sonoro en un espacio
total o parcialmente cerrado, una vez que la fuente ha cesado, en que las ondas sonoras se re-
flejan repetida o continuamente sobre los límites.
cantidad periódica: Una cantidad oscilatoria cuyos valores son recurrentes para deter-
minados incrementos de la variable independiente.
características de impedancia: Del aire, el producto de la densidad del aire, p, y la ve-
locidad del sonido del aire, c. A una temperatura de 22 oC (71,6 °F), la impedancia específica
acústica es igual a 406 newtons·segundo/m 2 ; este valor puede corregirse para otros valores de
temperatura y presión mediante la Figura 1.11.
centava: Una unidad de banda logarítmica de frecuencia entre dos sonidos con una rela-
ción básica de frecuencia de la raíz 1200 de 2; una octava es igual a 1200 centavas.
ciclo: De una cantidad periódica, la secuencia completa de valores de una cantidad perió-
dica que se produce durante un período.
ciclos por segundo (cps): Una unidad de frecuencia, igual que el herzio (Hz); véase fre-
cuencia.
clase de aislamiento de impacto: Una valoración de número único que se utiliza para
comparar la eficacia de los ensamblajes de techo-suelo para aportar reducción de los sonidos
generados por impacto, tales como pisadas. Esta estimación se deriva de valores normaliza-
dos de niveles de presión sonora de impacto de acuerdo con la norma E492 de la ASTM.
Abreviatura: ne.
clase de aislamiento de impacto de campo: Una valoración de número único parecida
a la clase de aislamiento de impacto, salvo que los niveles de presión sonora de impacto se mi-
den en campo. Abreviatura: FIle.
clase de aislamiento de ruido: Una valoración de número único derivada de los valores
medidos de reducción del ruido entre dos espacios cerrados que están conectados mediante
una o más vías; esta valoración no se ajusta o normaliza con respecto a un tiempo de rever-
beración normalizado. Abreviatura: Nle.
clase de transmisión del sonido: Una valoración de número único utilizada para com-
parar las propiedades de aislamiento del sonido de paredes, suelos, techos, ventanas o puer-
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.5
porcionales a la potencia; el número de decibelios es diez veces el logaritmo (de base 10) de
esta relación. En muchos campos sonoros, las relaciones de presión sonora no son proporcio-
nales a las correspondientes relaciones de potencia, pero es una práctica habitual ampliar el
uso de la unidad a tales casos. Un decibelio es un décimo de un belio. Símbolo de la unidad:
dB.
defensa del oído: Véase aparato de protección auditiva.
densidad de potencia espectral: El límite, a medida que la anchura de banda se aproxi-
ma a cero, de la potencia sonora dividido entre la anchura de banda establecida.
descenso logarítmico: En el descenso de la oscilación de frecuencia única, el logaritmo
natural de la proporción entre dos amplitudes sucesivas cualesquiera del mismo signo. Sím-
bolo: d.
desplazamiento: Un vector de cantidad que especifica el cambio de posición de un cuerpo
o partícula; habitualmente se mide desde la posición media o posición de descanso.
desplazamiento de partícula: La raíz cuadrática media de los desplazamientos instantá-
neos de las partículas en un intervalo de tiempo especificado, salvo que se establezca de otra
manera. Unidad: metro. Símbolo de la unidad: m.
desplazamiento de umbral: Un aumento en el umbral de audición para una frecuencia
determinada; por ejemplo, como resultado de la exposición al ruido.
desplazamiento de umbral transitorio: El componente del cambio de umbral que mues-
tra una reducción progresiva con el paso del tiempo, cuando se retira la causa del cambio.
Véase Capítulo 18. Abreviatura: ITS.
desplazamiento permanente de umbral inducido por el ruido: Pérdida auditiva per-
manente que resulta de la exposición al ruido. Abreviatura: NIPTS.
desplazamiento transitorio de umbral inducido por el ruido: Pérdida auditiva transi-
toria que resulta de la exposición al ruido. Abreviatura: NIITS.
difracción: El proceso que produce una onda difractada.
dispersión: La difracción irregular del sonido y la reflexión de las ondas sonoras en varias
direcciones.
divergencia: La propagación de las ondas sonoras desde una fuente en campo libre, dando
como resultado una disminución en el nivel de presión sonora al aumentar la distancia desde
la fuente.
dosis: Véase dosis de ruido.
dosis de ruido: Véase Ecuación (12.10).
dosis diaria de ruido: Véase dosis de ruido.
duración del pulso de sacudida: Intervalo de tiempo entre el instante en que la excita-
ción aumenta por encima de un porcentaje establecido de su valor máximo y el instante en
que decae hasta esa fracción.
eco: Un sonido que ha sido reflejado con la suficiente magnitud, pero con un tiempo de
descenso tal que puede distinguirse como una repetición del sonido directo.
eco de oscilación del sonido: Una rápida, pero regular, sucesión de ecos que se origina a
partir de la misma fuente sonora.
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.7
bral de un oído supera el nivel cero de referencia de un audiómetro normalizado. (2) Para
una señal especificada, para un tipo concreto de auricular y para una forma determinada de
aplicación, el nivel de presión sonora de la señal producida por el auricular en un acoplador
especificado u oído artificial, menos el nivel de presión sonora producido en el auricular co-
rrespondiente a un umbral de audición normalizado concreto. Unidad: decibelio. Símbolo de
la unidad: dB. Abreviatura: HL.
nivel de aceleración: Véase nivel de aceleración de vibración.
nivel de aceleración de vibración: Diez veces el logaritmo (de base 10) de la relación en-
tre el cuadrado de una aceleración de vibración determinada y el cuadrado de la aceleración
de referencia. Habitualmente, la aceleración de referencia es 19 o 1 mlsegl. Unidad: decibe-
lio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: V AL. Símbolo: La.
nivel de banda de octava: Véase nivel de presión sonora de banda de octava.
nivel de emisión de potencia de ruido: El logaritmo de base diez de la relación entre la
potencia sonora con ponderación A y la potencia sonora de referencia de 1 picovatio (pW),
habitualmente expresado en belios. Abreviatura: NPEL. Letra del símbolo: L NWE .
nivel de exposición al ruido: Véase nivel de exposición sonora.
nivel de exposición al ruido de un suceso único: El nivel de exposición sonora de un su-
ceso de ruido único (como un avión que sobrevuela o un camión que pasa), medido sobre el
intervalo, entre los tiempos inicial y final, en que el nivel sonoro del suceso supera el nivel del
ruido de fondo. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: SENEL. Símbolo:
L AX•
nivel de exposición sonora: (1) Para un período de tiempo o un suceso determinado, el
logaritmo de la relación entre la integración temporal de la presión sonora al cuadrado con
ponderación de frecuencia y el producto de la presión sonora de referencia de 20 micropas-
cales (¡tPa) por la duración de referencia de 1 segundo (seg). En decibelios, 10 veces el 10-
garitmo de base 10 de esta relación; se asume la ponderación de frecuencia A, salvo que se
especifique lo contrario. (2) Diez veces el logaritmo común (v.g., de base 10) de la relación
entre la exposición y la exposición sonora de referencia, E o , de 400 micropascales al cuadra-
do por segundo (400 ¡tpa2 ·s). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: SEL
(ASEL, si es con ponderación A). Símbolo: L ET o L AE (L AET, si es con ponderación A).
nivel de exposición sonora con ponderación A: Véase nivel de exposición sonora.
nivel de exposición sonora día-noche: Diez veces el logaritmo común (v.g., de base 10)
de la exposición sonora día-noche y la exposición sonora de referencia (Eo ) de 400 micro-
pascales al cuadrado por segundo (400 ¡tPa2 ·s). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de exposición sonora día-tarde-noche: Diez veces el logaritmo común (v.g., loga-
ritmo de base 10) de la relación entre la exposición sonora día-tarde-noche y la exposición
2
sonora de referencia (Eo ) de 400 rnicropascales al cuadrado por segundo (400 ¡tPa ·s). Uni-
dad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de intensidad: Véase nivel de intensidad sonora.
nivel de intensidad sonora: Diez veces el logaritmo común (v.g., de base 10) de una in-
tensidad sonora determinada con respecto a la intensidad sonora de referencia de 1 picovatio
por metro cuadrado (pW/m 2). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Letra del sím-
bolo: L/.
nivel de interferencia del habla: Un índice para evaluar los efectos de interferencia del
2.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ruido sobre la inteligibilidad del habla, derivado de la medida del nivel del ruido de fondo de
bandas de octava contiguas; v.g., la media aritmética de los niveles sonoros de bandas de oc-
tava centradas en las frecuencias de 500,1000,2000 Y4000 Hz (método de las cuatro bandas)
o la media correspondiente a las bandas centradas en 500, 1000 Y 2000 Hz (método de las tres
bandas). Si se utilizan otras bandas de octava, ha de especificarse. Unidad: decibelio. Sím-
bolo de la unidad: dB. Abreviatura: SIL.
nivel de potencia: Véase nivel de potencia sonora.
nivel de potencia sonora: Diez veces el logaritmo (de base 10) de la relación en-
tre una potencia sonora determinada y la potencia sonora de referencia de 1 pico-
vatio (1 pW; v.g., 10-12 W). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abrevia-
tura: PWL. Símbolo: Lw.
nivel de potencia sonora con ponderación A: Diez veces el logaritmo de base 10 de la
relación entre una potencia sonora con ponderación A determinada y la potencia sonora de
referencia de 1 picovatio (pW). Los valores con ponderación A se presentan en la Tabla 1.2.
Abreviatura: APWL. Símbolo: Lwa'
nivel de presión sonora: En el aire, 20 veces el logaritmo (de base 10) de una presión so-
nora determinada con respecto a la presión sonora de referencia de 20 micropascales (J.l.Pa).
Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: SPL. Símbolo: Lp.
nivel de presión sonora de banda: El nivel de presión sonora dentro de una banda es-
pecificada de frecuencia. La banda suele estar especificada por su frecuencia central geo-
métrica y anchura de banda, pero también puede especificarse por su frecuencias de corte in-
ferior y superior. La anchura de la banda de frecuencia puede indicarse mediante un
modificador, como el nivel (de presión sonora) de banda de octava, el nivel de banda de ter-
cio de octava, etc.
nivel de presión sonora de banda de octava (nivel sonoro de banda de octava o nivel
de banda de octava): Para una frecuencia de banda de octava, el nivel de presión sonora
del sonido contenido dentro de esa banda. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
Abreviatura: OBSPL. Símbolo: L1/].
nivel de presión sonora de banda de tercio de octava (nivel sonoro de banda de tercio
de octava o nivel de banda de tercio de octava): Para una frecuencia de banda de tercio
de octava, el nivel de presión sonora del sonido contenido dentro de esa banda. Unidad: de-
cibelio. Símbolo de la unidad: dB. Abreviatura: TOBSPL. Símbolo: LJ/3.
nivel de presión sonora de impacto: El nivel medio de presión sonora en una banda de
frecuencia especificada en la habitación receptora cuando el suelo (por encima de la habita-
ción receptora) que se examina es excitado mediante una fuente normalizada de sonido de
impacto (v.g., la máquina de golpeo). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de presión sonora de pico a rms: El nivel pico de presión sonora menos la raíz cua-
drática media del nivel de presión durante el período de tiempo establecido.
nivel de presión sonora promediado en el tiempo (nivel sonoro de presión sonora
continuo equivalente): Durante un período de tiempo establecido, el logaritmo de la re-
lación entre la raíz cuadrática media de la presión sonora y la presión sonora de referencia.
Para sonido transmitido por el aire, salvo que se especifique de otra manera, el nivel de pre-
sión sonora promediado en el tiempo en decibelios es 20 veces el logaritmo de base 10 del ni-
vel de presión sonora durante el tiempo establecido respecto a la presión sonora de referen-
cia de 20 micropascales (J.l.Pa). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB. Símbolo: L pT'
DEFINICIONES, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.13
nivel de presión sonora instantánea: Diez veces el logaritmo común del cuadrado de la
relación entre la presión sonora instantánea y la presión sonora de referencia de 20 micro-
pascales (¡.¡.Pa). Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de presión sonora pico: Diez veces el logaritmo común de la relación entre la pre-
sión sonora pico y la presión sonora de referencia de 20 micropascales (¡.¡.Pa); el máximo ni-
vel de presión sonora instantánea durante un período de tiempo o acontecimiento estable-
cido. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de ruido: Igual que nivel sonoro. Habitualmente utilizado para describir el sonido no
deseado.
nivel de ruido percibido de tono corregido: El nivel de presión sonora obtenido al aña-
dir un ajuste al nivel de ruido percibido, que está relacionado con el grado de irregularidad
que puede producirse entre bandas de tercio de octava contiguas.
nivel de ruido percibido efectivo: El nivel de la integración temporal del antilogaritmo
de un décimo del nivel de ruido percibido de tono corregido de un avión que sobrevuela, con
una duración de referencia de 10 segundos. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel de sensación: Para un oyente individual y un sonido especificado, la cantidad en que
un nivel de presión sonora supera el umbral de audición para ese sonido. Unidad: decibelio.
Símbolo de la unidad: dB.
nivel de señal a ruido: El nivel de la señal menos el nivel de ruido, habitualmente en de-
cibelios.
nivel de sonoridad: De un sonido, el nivel de presión sonora de una onda libre progresiva
plana con una frecuencia de 1000 Hz que se juzga como igualmente sonora que el sonido des-
conocido, cuando se presentan a oyentes con audición normal situados frente a la fuente.
Unidad: fono. Abreviatura: LL.
nivel del espectro de presión: De un sonido a una frecuencia especificada, el nivel de
presión sonora efectiva de la potencia sonora contenida dentro de una banda de 1 Hz de an-
chura, centrada en una frecuencia determinada. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
Abreviatura: PSL. Símbolo: Lps.
nivel del espectro de presión sonora: Véase nivel del espectro de presión.
nivel del umbral auditivo: Para una señal especificada, la cantidad en que el umbral de
audición de cualquiera de los oídos supera un umbral de audición estandarizado especifica-
do. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
nivel equivalente de ruido comunitario: (1) Diez veces el logaritmo común (v.g., de base
10) del cuadrado de la presión sonora media día-tarde-noche a la presión sonora de referen-
cia de 20 micropascaIes (¡.¡.Pa). (2) El nivel sonoro equivalente con ponderación A de 24 ho-
ras, de medianoche a medianoche, obtenido después de añadir 5 dB a los niveles sonoros que
se producen entre las 19:00 y las 22:00 horas y 10 dB a los niveles sonoros que se producen
entre las 0:00 y las 7:00 horas y las 22:00 y las 24:00 horas. Unidad: decibelio. Abreviatura:
CNEL. Símbolo: Lden.
nivel medio de presión sonora len una habitación): Diez veces el logaritmo de base 10
de la relación entre el espacio y el tiempo medio de la presión sonora al cuadrado y la presión
sonora al cuadrado de referencia; se toma el espacio medio de toda la habitación, con excep-
ción de aquellas partes en que la radiación directa de cualquier fuente sonora o campo pró-
ximo de los límites tiene una influencia significativa. Unidad: decibelio. Símbolo de la uni-
dad: dB.
2.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
la relación entre el área de la partición común y la absorción total sabino en la habitación re-
ceptora. Abreviatura: TL.
pérdida por transmisión del sonido: Véase pérdida por transmisión.
periodo: De una cantidad periódica, el menor incremento de la variable independiente
para una función que se repite a sí misma.
picovatio: Una unidad de potencia igual a la millonésima de un millonésimo de vatio (v.g.,
10-12 W). Símbolo de la unidad: pW.
pistófono: Un aparato, utilizado en la calibración de micrófonos, que produce una presión
sonora conocida dentro de una cavidad cerrada mediante el movimiento de pistones; el mi-
crófono que se calibra es insertado en la cavidad.
ponderación: Una respuesta de frecuencia normalizada que aporta un sonómetro. Véase
Figura 5.7 y Tabla 1.2.
porcentaje de dosis diaria de ruido: Véase dosis de ruido.
potencia: Véase potencia sonora.
potencia de habla punta: El valor máximo de la potencia instantánea del habla dentro
del intervalo de tiempo considerado.
potencia instantánea del habla: La tasa a que se irradia la energía sonora por una fuente
de habla en un momento determinado.
potencia media del habla: Para un intervalo de tiempo establecido, la media aritmética
de la potencia sonora instantánea durante ese intervalo.
potencia sonora (de una fuente): En una banda de frecuencia determinada, la tasa por
unidad de tiempo en que la energía sonora es irradiada. Unidad: vatio. Letra del símbolo: W.
potencia sonora de referencia: La potencia sonora de referencia seleccionada por con-
vención; igual a 1 picovatio (1 pW; v.g., 10- 12 W).
presión estática: En un punto de un medio, la presión que existiría en ausencia de ondas
sonoras. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa [1 Pa = 1 newton por metro cuadrado =
10 dinas por centímetro cuadrado].
presión sonora: La raíz cuadrática media de la presión sonora instantánea durante un in-
tervalo de tiempo especificado en una banda de frecuencia determinada, salvo que se indi-
que otro proceso de promedio temporal. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora con ponderación de frecuencia: La raíz cuadrática media de la presión
sonora instantánea que es ponderada para frecuencia con una característica normalizada de
frecuencia (p. ej., A o C) y ponderada exponencialmente para tiempo de acuerdo con las ca-
racterísticas normalizadas lenta (slow, S), rápida (fast, F), impulso (1) o pico, con pondera-
ciones especificadas de acuerdo con la norma ANSI S1.4A. Hay que especificar tanto la pon-
deración de frecuencia como la de tiempo. Si no se presenta la ponderación de frecuencia, se
sobreentiende la ponderación A. Unidad: pascal. Símbolo de la unidad: Pa.
presión sonora de referencia: La presión sonora de referencia seleccionada por conven-
ción; para aire, igual a 20 micropascales (f.LPa).
presión sonora de tiempo medio (con ponderación de frecuencia): (1) La raíz cuadra-
da del cociente entre la integración temporal de las presiones sonoras instantáneas al cua-
2.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
sacudida acústica: Una lesión en el oído producida por un ruido repentino e intenso,
como el producido por una explosión o un estallido cerca de la cabeza, que produce cierto
grado de pérdida auditiva permanente o transitoria.
sacudida mecánica: Una excitación no periódica (p. ej., un movimiento de la base o una
fuerza aplicada) de un sistema mecánico que se caracteriza por ser repentina y severa y ha-
bitualmente produce un desplazamiento relativo significativo en el sistema.
sensibilidad axial: De un micrófono para una frecuencia especificada, la sensibilidad de
campo libre a las ondas sonoras de plano progresivo cuya dirección de propagación es hacia
el micrófono y a lo largo del eje principal.
sensibilidad de presión: De un transductor electroacústico a una frecuencia especificada,
la proporción entre el voltaje del circuito abierto y la presión sonora real existente sobre la
región del transductor diseñada para recibir el sonido.
sistema de grado de libertad único: Un sistema mecánico en que sólo es precisa una
coordenada para definir completamente su configuración en cualquier instante.
sonido: (1) Una alteración física en un medio (p. ej., aire) que puede ser detectada por el
oído humano. (2) Sensación auditiva excitada por una alteración física en un medio.
sonido ambiental: El sonido envolvente asociado con un ambiente determinado en un
momento específico, compuesto habitualmente del sonido de muchas fuentes en muchas di-
recciones, próximas y lejanas, incluida(s) la(s) fuente(s) de interés específico.
sonido audible: (1) Oscilaciones acústicas de tal carácter que pueden excitar la sensación
de audición. (2) Sensación de audición excitada por las ondas sonoras.
sonido directo: El sonido que llega a una localización determinada en línea directa desde
la fuente, sin ninguna reflexión.
sonido reflejado: El sonido que persiste en un espacio cerrado como resultado de refle-
xiones repetidas o dispersión; no incluye el sonido que se transmite directamente de la fuente
sin reflexiones.
sonido residual: El sonido envolvente, en un momento especificado, habitualmente com-
puesto de los sonidos de muchas fuentes en muchas direcciones, próximas y lejanas, que per-
manece en una posición determinada y una situación concreta, cuando se eliminan, se hacen
insignificantes o no se incluyen todas las fuentes discretas de sonido identificables.
sonido transmitido por la estructura: Sonido que llega al punto de interés mediante la
propagación a través de una estructura sólida.
sonido transmitido por sólidos: Véase sonido transmitido por la estructura.
sonio: Unidad de sonoridad. Un sonio es la sonoridad de un tono puro, presentado fron-
talmente, como ondas planas progresivas de 1000 Hz Yun nivel de presión sonora de 40 dB,
re 20 micropascales (¡.t.Pa).
sonómetro: Un instrumento que es utilizado para la medición del nivel sonoro, con pon-
deración de frecuencia y ponderación exponencial de tiempo promedio estandarizadas.
Abreviatura: SLM.
sonoridad: El atributo de la sensación auditiva en términos mediante los que los sonidos
pueden ordenarse sobre una escala que se extiende de bajo a alto. Unidad: sonio.
DEFINICIONES. ABREVIATURAS Y SIMBOLOS 2.21
tapón auditivo: Un aparato de protección auditiva que se lleva dentro del canal auditivo
externo.
tasa de descenso: A una frecuencia determinada, la tasa de tiempo a la que el nivel de
presión sonora desciende en una habitación. Unidad: decibelio por segundo. Símbolo de la
unidad: dB/seg.
tiempo de ascenso del pulso: El intervalo de tiempo requerido para que el borde con-
ductor de un pulso se eleve desde una fracción pequeña especificada hasta una fracción ma-
yor determinada del valor máximo.
tiempo de reverberación: De un espacio cerrado, para un sonido de una frecuencia o
banda de frecuencia determinada, el tiempo que se requiere para que el nivel de presión so-
nora dentro de él decrezca 60 dB, después de haber cesado la fuente. Véase Ecuación (4.5).
Unidad: segundo. Símbolo de la unidad: seg. Símbolo: T 60 •
tono: (1) Una oscilación (física) del sonido capaz de elicitar una sensación auditiva que
tenga un tono. (2) Una sensación auditiva que resulta de una oscilación del sonido.
tono: El atributo de la sensación auditiva en términos del cual pueden ordenarse los soni-
dos sobre una escala que va de bajo a alto. (El tono de un sonido complejo depende funda-
mentalmente del contenido de frecuencia del sonido, así como de la presión sonora y de la
forma de onda.)
tono complejo: Ondas sonoras que contienen componentes sinusoidales de distintas fre-
cuencias.
tono puro: Una onda sonora que es una función sinusoidal simple del tiempo (véase Fi-
gura 1.3).
transductor: (1) Un aparato diseñado para recibir una señal de entrada de determinado
tipo y aportar una señal de salida de distinto tipo, de tal manera que la característica deseada
de la señal de entrada aparece en la señal de salida. (2) Véase transductor de vibración.
transductor de vibración: Un aparato que convierte la sacudida o movimiento vibratorio
en una señal eléctrica (óptica o mecánica) que es proporcional a un parámetro del movi-
miento experimentado.
transductor electroacústico: Un transductor diseñado para recibir señales eléctricas de
entrada y aportar señales acústicas de salida, o viceversa.
transmisión lateral del sonido: La transmisión del sonido desde una habitación fuente
(v.g., una habitación en que se localiza una fuente sonora) hacia una habitación receptora ad-
yacente mediante vías distintas a la partición común.
ultrasónico: Relativo a ultrasonido.
ultrasonido: Oscilaciones acústicas con una frecuencia por encima del límite superior de
frecuencia del sonido audible por el oído humano, aproximadamente 20.000 Hz.
umbral de audición (umbral de audibilidadl: Para un oyente determinado, la presión so-
nora mínima de un sonido especificado que es capaz de evocar una sensación auditiva. Se
asume que el sonido que llega al oído desde otras fuentes es insignificante. (Hay que espe-
cificar las condiciones generales de medición, por ejemplo, oír con un oído, dos oídos, en
campo libre o con auriculares.)
umbral de audición normalizado: El valor modal de los umbrales de audición para un
2.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
gran número de oyentes, con edades entre 18 y 30 años, que poseen oídos otológicamente
normales.
umbral de dolor: Para un oyente determinado, el nivel mínimo de presión sonora de un
sonido especificado que producirá una sensación definitiva de dolor en el oído.
umbral de inteligibilidad del habla: El nivel de presión sonora del habla en una banda de
frecuencia establecida a la que pueden reconocerse con claridad el 50 por 100 de las palabras
relativamente fáciles. Unidad: decibelio. Símbolo de la unidad: dB.
umbral del dolor normal: Valor modal del umbral para el dolor de un gran número de
oyentes otológicamente normales, con edades entre 18 y 30 años.
unidad de exposición sonora: 1 pascal al cuadrado por segundo (Pa 2 ·seg).
unidad de exposición sonora día-noche: Una exposición sonora total día-noche de 1
pascal al cuadrado por segundo (1 pa 2 ·s).
unidad de exposición sonora día-tarde-noche: Una exposición sonora de día-tarde-no-
che de 1 pascal al cuadrado por segundo (1 Pa 2 ·s).
valor de pico a pico: De una cantidad oscilatoria, la diferencia algebraica entre los valores
extremos de la cantidad.
velocidad de partícula: En un campo sonoro durante un intervalo de tiempo especificado,
la raíz cuadrática media de las velocidades instantáneas de las partículas, salvo que se esta-
blezca de otra manera. Unidad: metro por segundo. Símbolo de la unidad: mlseg.
vibración: Una oscilación en que la cantidad es un parámetro que define el movimiento
del sistema mecánico.
vibración ambiental: La vibración envolvente asociada con un ambiente determinado,
compuesta habitualmente de la vibración de muchas fuentes próximas y lejanas.
SIMBOLOS y ABREVIATURAS
Además de las abreviaturas que se presentan a continuación, otras diversas para va-
rias organizaciones normativas se presentan en el Capítulo 15.
J. E. Piercy
G. A. Daigle
INTRODUCCION
3.1
3.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
debe seleccionar entre los títulos la situación más relevante para el problema. Por
ejemplo, para la propagación lejos de los obstáculos y del suelo sólo es necesario
considerar, para distancias cortas, la atenuación por divergencia, y para distancias
mayores, además la de la absorción del aire.
CALCULO DE LA ATENUACION
Los primeros tres términos en la Ecuación (3.1) dan la atenuación producida por
los tres mecanismos principales: divergencia geométrica (A div ), absorción del aire
(A aire ) Y el efecto suelo (Asuelo)' Estos tres términos deben considerarse en primer
lugar en todas las situaciones porque son casi universales. El último término, A rnise ,
cubre la atenuación por mecanismos adicionales que sólo surgen en casos específi-
cos: reflexión en edificios (A refl ), propagación a través de la vegetación (Aveget) Y
propagación a través de áreas de casas (A casa )'
A continuación se presentarán distintas secciones dedicadas a la evaluación de
cada uno de los términos en la Ecuación (3.1). Hay que contemplar cada término de
forma independiente, salvo que haya instrucciones específicas de hacer lo contrario;
hay que evaluarlos por separado, como si los demás estuvieran ausentes y luego su-
mar los resultados para obtener Atotah como muestra la Ecuación (3.1). La atenua-
ción que resulta de la difracción alrededor de una barrera se ha omitido de la Ecua-
ción (3.1) porque habitualmente interactúa con Asuelo' La evaluación del
funcionamiento de la barrera se trata más adelante (véase «Pérdidas por inserción
de barreras»).
En general, es necesario calcular la atenuación de todas las bandas de octava de
ruido por separado porque, a menos que se especifique de otra manera, la atenua-
ción de cada término en la Ecuación (3.1) depende de la frecuencia. Los términos
individuales de atenuación de la Ecuación (3.1) evaluados en un punto determinado
pueden ser positivos, representando un descenso de nivel, o negativos, implicando
un aumento.
rrección pequeño que puede obtenerse a partir de la Figura 1.11. Si r está en pies, la
ecuación correspondiente es
TABLA 3.1. Coeficiente de atenuación del aire, dB/km, para una presión ambiental
de 101,3 kPa (una atmósfera normal a nivel de mar) para la propagación del sonido al
aire libre
Frecuencia, Hz
Temperatura Humedad relativa, % U5 250 500 1000 2000 4000
flejado por el suelo y depende en gran medida del tipo de superficie de este último,
el ángulo de rozamiento ljI, la diferencia de longitud de los recorridos (rr - rd) Y la
frecuencia del sonido.
Clasificación de las superficies del suelo. Las superficies del suelo pueden clasi-
ficarse, para el caso de ángulos de rozamiento inferiores a 20°, de acuerdo con sus
propiedades acústicas (lo cual cubre la mayoría de los problemas de propagación de
sonido en exteriores) de la siguiente manera:
1. Suelo duro: Pavimento de asfalto u hormigón, agua y todas las demás super-
ficies que tengan poca porosidad. Por ejemplo, el suelo apisonado que a me-
nudo rodea los centros industriales puede considerarse como suelo duro.
2. Suelo blando: El suelo cubierto por hierba, árboles u otra vegetación y todos
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.5
_-"/'O
R
h,
~r----7~~------~----P
h.
I
Cálculo de la atenuación del suelo para un caso especial. En las siguientes con-
diciones específicas:
• la propagación se produce sobre un suelo que es totalmente, o casi totalmen-
te, acústicamente blando;
• el espectro de ruido es particularmente amplio y gradual, como suele ocurrir
con fuentes importantes de ruido compuestas de muchas fuentes contribuyen-
tes distintas, por ejemplo, plantas industriales o arterias de tráfico rodado;
• el espectro de ruido no contiene componentes destacados de frecuencias dis-
cretas;
• sólo es de interés el nivel sonoro con ponderación A en la posición del recep-
tor,
el cálculo de la atenuación del suelo es mucho más simple que la del caso general.
En las condiciones anteriores, la atenuación del suelo es independiente de la fre-
cuencia y viene dada por
TABLA 3.2. Valores para la atenuación del suelo, .4.U810' en decibelios para propaga-
ción a corta distancia [r< 100 m (300 ft)]
-6,0 -3
l ·1
1 1 1 1 1 1 1
-2 ~
-1
\
,1
\ , 1 '"""""'
1" r¡. ~.J.
2 3 4 5 10
r/rd
Frecuencia, Hz
Altura de la fuente,
m Distancia, m U5 250 500 1000 2000 4000
Suelo duro (asfalto, hormigón)
nes intermedias a las que presenta la tabla puede obtenerse mediante interpolación
o consultando la Referencia 3. La atenuación que aparece para la nieve es para una
capa de más de 10 cm (4 pulgadas) de grosor. En caso de que la capa sea más fina,
la atenuación en las tres bandas de octava más bajas puede ser algunos decibelios
superior.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.7
TABLA 3.2. Valores para la atenuación del suelo, A"uelo, en decibelios para propaga-
ción a corta distancia [r< 100 m (300 ft)) (Continuación)
Frecuencia, Hz
Altura de la fuente,
m Distancia, m 125 250 500 1000 2000 4000
Suelo blando (césped, vegetación), h, =
1,8 m
(rr - rd) <C todos A. (rr - rd) >- todos A.
0,01 10 -3,1 0,8 3,9 6,0 7,3 7,0
20 -1,5 5,2 8,6 10,9 12,3 11,9
40 1,4 11,1 14,0 16,3 17,7 17,3
60 3,9 14,8 17,3 19,6 21,0 20,7
80 6,2 17,3 19,7 22,0 23,4 23,1
100 8,4 19,3 21,6 23,8 25,3 24,9
Para la propagación por encima del suelo mixto, la atenuación de cada banda de
octava puede estimarse de la siguiente manera. Primero se calcula la atenuación
para el caso de suelo duro entre la fuente y el receptor. Luego se calcula nuevamen-
te la atenuación para el caso de suelo blando entre la fuente y el receptor. La ate-
nuación Asuelo es entonces el valor intermedio de los dos resultados de acuerdo con
la proporción de suelo blando y duro.
Para un ejemplo de este cálculo, véase «Propagación cerca del suelo en áreas
abiertas».
J
3.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
distancias inferiores a 100 m (300 ft), los resultados obtenidos a partir de este mé-
todo no se diferencian significativamente de los de la Tablá 3.2 y pueden, por tanto,
utilizarse ambos métodos. Las pequeñas diferencias pueden atribuirse a las distintas
condiciones atmosféricas.
La superficie del suelo entre la fuente y el receptor se divide en tres zonas (como
muestra la Figura 3.2) y a cada una de ellas se le asigna un factor de suelo:
1. La zona de la fuente abarca una distancia de 30 h" desde la fuente S hacia el
receptor R, con un máximo de r (donde hs es la altura de la fuente y r es la dis-
tancia entre la fuente y el receptor).
2. La zona del receptor abarca una distancia de 30 h" desde el receptor hacia
atrás, con un máximo de r (donde h, es la altura del receptor).
3. La zona media se sitúa entre las zonas de la fuente y del receptor. Si r < 30
(h s + h,), entonces las zonas de la fuente y el receptor se solapan y no existe
zona media.
El factor del suelo G de cada zona es:
Suelo duro: G = O
Suelo blando: G = 1
Suelo muto: G es igual a la proporción del suelo que es blando.
(No hay valor disponible para el suelo muy blando.)
Para calcular la atenuación del suelo en cualquier banda de octava, se emplea la
Tabla 3.3 de la siguiente manera:
Paso l. Se calcula el componente de atenuación As para la zona de la fuente uti-
lizando el factor de suelo G para esta zona como se ha descrito anteriormente.
Paso 2. Se calcula el componente de atenuación A, para la zona del receptor em-
pleando el factor de suelo G para esa zona.
Paso 3. Si r > 30(h s + h,), se calcula el componente de atenuación Am para la
zona media usando el factor de suelo G para esa zona.
Paso 4. La atenuación total del suelo para cualquier banda de octava es la suma
de los tres componentes de atenuación; o sea,
Asuelo = As + A, + Am (3.5)
Para un ejemplo de este cálculo véase «Propagación cerca del suelo en áreas abier-
tas».
r
r¡.-----_.'~,
3Qh,
hJj-'S --'1
'" 30 hs
R
f ~::f'~~"'~~'t I If
l--zo-n-a-d-e-11'------Z-o-n-a-m-e-d-¡a-----' : ~ona del recepto~
la fuente'
FIGURA 3.2. Tres zonas entre la fuente Sy el receptor Rseparados por una distancia
r, empleadas para determinar la atenuación del suelo, A.uelo, a grandes distancias.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.9
Frecuencia de banda
de octava, Hz AsoA"dB Am,dB
63 -1,5 -3e
125 (a· G) - 1,5 -3e(1 - G)
250 (h· G) - 1,5 -3e(1 - G)
500 (e' G) - 1,5 -3e(1 - G)
1000 (d· G) - 1,5 -3e(1 - G)
2000 (1· G) - 1,5 -3e(1 - G)
4000 (1· G) - 1,5 -3e(1 - G)
8000 (1· G) - 1,5 -3e(1 - G)
Altura de la fuente o el receptor, m
Distancia, m 0,5 1,5 3,0 6,0 >10,0
Factor a
50 1,7 2,0 2,7 3,2 1,6
100 1,9 2,2 3,2 3,8 1,6
200 2,3 2,7 3,6 4,1 1,6
500 4,6 4,5 4,6 4,3 1,6
>1000 7,0 6,6 5,7 4,4 1,7
Factor b
50 6,8 5,9 3,9 1,7 1,5
100 8,8 7,6 4,8 1,8 1,5
>200 9,8 8,4 5,3 1,8 1,5
Factor c
50 9,4 4,6 1,6 1,5 1,5
100 12,3 5,8 1,7 1,5 1,5
>200 13,8 6,5 1,7 1,5 1,5
Factord
50 4,0 1,9 1,5 1,5 1,5
>100 5,0 2,1 1,5 1,5 1,5
J
3.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Atenuación debida a la vegetación (A veget )' Arboles y arbustos no son buenas ba-
rreras contra el ruido, ya que como pantalla aportan muy poca atenuación. Al man-
tener el suelo poroso, sus raíces sí aportan cierta atenuación por efecto suelo. Por
tanto, la principal contribución de la vegetación no es una atenuación de barrera,
sino una atenuación de suelo, que es inherente al cálculo de Asuelo (ver «Clasifica-
ción de superficies del suelo»). Sin embargo, si la vegetación es suficientemente
densa como para obstruir completamente la visión y si también intercepta la vía de
propagación acústica, se produce una atenuación adicional debida a la propagación
a través de ella. Un seto, un grupo de arbustos, una banda de vegetación que crezca
naturalmente o un bosque son ejemplos de vegetación densa. No se produce ate-
nuación mediante ramas desnudas o troncos de árboles.
La atenuación adicional (Aveget) de la propagación a través de cada metro de ve-
getación densa se presenta en la Tabla 3.4 para las frecuencias de cada banda de oc-
tava. No debe tenerse en cuenta una longitud de propagación superior a 200 m
(650 ft) a través de la vegetación. Véase «Efectos del viento y la temperatura».
a través de una zona edificada con casas individuales. El siguiente método de cálcu-
102 permite variar la densidad de edificaciones incluyendo áreas urbanas y subur-
banas.
Un valor de atenuación Acasa debido a la presencia de edificios se calcula en pri-
mer lugar a partir de
Supongamos que la Figura 3.1 representa una visión en planta; una taladradora
(asumida como fuente puntual) opera sobre una calle pavimentada en el punto S,
un micrófono se encuentra en R y un muro en P; no hay otras superficies reflectan-
tes cercanas; rd = 50 m (150 ft), hs = 10 m (30 ft) y h r = 20 m (60 ft); las alturas efec-
tivas de la fuente y el micrófono sobre el pavimento son 0,3 m (1 ft) Y 1,2 m (4 ft),
respectivamente; el espectro de ruido de la taladradora se extiende desde 100 Hz a
2000Hz.
La atenuación total viene dada por la Ecuación (3.1), donde, en este caso,
Amisc = Aren· Por tanto, Atotal = A div + A aire + Asueto + Aren·
J
- ~- -- --~ _.'-------------
La propagación del sonido cerca del suelo para distancias horizontales inferiores a
100 m (300 ft) es esencialmente independiente de las condiciones atmosféricas; en
este caso la atmósfera puede considerarse homogénea y los rayos sonoros aproxi-
madamente como líneas rectas, como muestra la Figura 3.1. Las condiciones atmos-
féricas suelen ser un factor fundamental para distancias mayores. La humedad re-
lativa y la temperatura ambiental tienen un efecto sustancial sobre la atenuación de
frecuencias altas a grandes distancias debida a la absorción del aire (ver Tabla 3.1).
Sin embargo, el efecto principal es el de la refracción (un cambio en la dirección de
las ondas sonoras) producida por los gradientes verticales del viento y la tempera-
tura3 •
Durante el día, la temperatura del aire desciende regularmente al aumentar la
altura por encima del suelo, una condición denominada gradiente de temperatura.
Por contra, durante la noche, la temperatura suele descender al descender la altura
(debido a la radiación fría de la superficie del suelo), una condición conocida como
inversión térmica, que puede extenderse 100 m o más por encima del suelo durante
la noche. Los rayos que aparecen representadas en la Figura 3.3 mediante líneas a
FUENTE __
'-..x-::----_
...
(a)
ZONA DE SOMBRA
FUENTE " /. á)
_
-~-------~
)IO~::
(b)
FIGURA 3.3. Refracción del sonido (a) cuando la propagación es con el viento des-
cendente o bajo condiciones de inversión de temperatura y (b) cuando la propagación
es con el viento ascendente o bajo condiciones de gradiente de temperatura.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.13
CALCULO DE NIVELES
Dado que el nivel sonoro con ponderación A en un receptor exterior varía con el
tiempo, la medida estándar4 del ruido ambiental suele ser su media (energética), el
nivel de ruido continuo equivalente L eq , que se especifica a lo largo de un período
de tiempo T. Esta sección describe el procedimiento para calcular el valor del Leq
producido por una fuente puntual de sonido en un receptor exterior situado a una
distancia r (que puede ser grande), a partir de las medidas acústicas disponibles pró-
ximas a la fuente.
Método general
(3.8)
Limitaciones del uso del método general. Para distancias r inferiores a 100 m,
dado que la propagación es esencialmente independiente de las condiciones atmos-
féricas, el cálculo servirá para un Leq con prácticamente cualquier valor de prome-
dio temporal T, que puede elegirse debido a otras consideraciones, como la varia-
ción en la emisión de la fuente. Sin embargo, para distancias superiores a 100 m,
donde el nivel sonoro depende de las condiciones atmosféricas, las predicciones se
restringen a: (1) condiciones favorables a la propagación3 (esto es, propagación con
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.15
Método directo
Para las predicciones más usuales, resulta válido, en el peor de los casos, el nivel so-
noro continuo equivalente para 1 hora, L 1h , calculado para condiciones meteoro-
lógicas favorables a la propagación. Sin embargo, también puede ser necesaria una
media a largo plazo, un valor de Leq para un período de tiempo que va de un mes a
un año. Estos períodos incluyen gran variedad de condiciones meteorológicas, al-
gunas de las cuales son menos favorables a la propagación. Para distancias superio-
res a 100 m (300 ft), no es posible predecir directamente los niveles para otras con-
diciones meteorológicas con una precisión comparable. Sin embargo, puede
estimarse un nivel medio a largo plazo de la siguiente manera.
Para distancias de propagación r inferiores a 100 m (300 ft), el nivel medio a lar-
go plazo es el mismo que el nivel para el peor de los casos, L 1h , calculado como se
describió anteriormente, ya que aquí la propagación es independiente de las con-
3.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
diciones atmosféricas. A medida que r aumenta por encima de 100 m también au-
menta gradualmente la cantidad en que el nivel medio a largo plazo es menor que
el nivel para el peor caso, desde cero hasta un valor que la experiencia indica que no
supera los 5 dB. El valor de este pequefio término de corrección depende de las es-
tadísticas meteorológicas locales.
Nivel de potencia sonora (Lw). Una fuente puntual no direccional es aquella que,
en ausencia de superficies reflectantes (o sea, en condiciones de campo libre), irra-
dia sonido uniformemente y radialmente en todas direcciones, como muestra la Fi-
gura 1.2. Para esta fuente, Lw en la Ecuación (3.8) representa el nivel verdadero de
potencia sonora de banda de octava, con unidades de decibelios relativas a 1 pW
(10- 12 vatios) y su valor está relacionado con el nivel de presión sonora de banda de
octava L p , medido a una distancia r en campo libre, como muestra la Ecuación (1. 7).
Una fuente puntual direccional, por otra parte, es la que irradia sonido radial-
mente en todas direcciones, pero no irradia sonido igualmente en todas direcciones
(por ejemplo, véase Figura 1.10 para el patrón de radiación de un avión). Para una
fuente puntual direccional, el término Lw en la Ecuación (3.8) es el nivel de poten-
cia sonora de la fuente que es efectivo para irradiar sonido (en esa banda de octa-
va), en la dirección de propagación de la fuente al receptor. Su valor está por tanto
relacionado con las medidas de los niveles de presión sonora de banda de octava en
campo libre, como expresa la Ecuación (1.7), pero sólo si se realizan en la dirección
de propagación deseada de la fuente al receptor. Sin embargo, en la práctica, suele
ser necesario utilizar otros métodos para determinar L w , ya que las medidas en cam-
po libre rara vez están disponibles.
Para distancias cortas [r < 100 m (300 ft)], las únicas contribuciones significativas a
la atenuación total en la Ecuación (3.1), Atotah es la divergencia geométrica (A div ),
que es independiente de la frecuencia. La atenuación por la absorción del aire
(A aire ), sin embargo, aumenta al aumentar la distancia y lo hace rápidamente al au-
mentar la frecuencia. Para distancias largas, por tanto, la contribución de Aaire ha de
añ~dirse a la de A div en cada banda de octava.
Ejemplo: Cálculo del ruido por el sobrevuelo de un avión. Calcular el nivel so-
noro máximo con ponderación A de un vuelo rasante de un gran avión a toda po-
tencia. La Figura 3.5 muestra algunos niveles de banda de octava máximos con pon-
deración A representativos, a una distancia de 250 m (800 ft). Para una temperatura
ambiental de 15 oC (59°F) Yuna humedad relativa del 70 por 100, ¿cuál es el nivel
sonoro máximo con ponderación A a una distancia de 2000 m?
1. Primero, se calcula la atenuación debida a la divergencia (A div ) mediante la
Ecuación (3.2):
(100 - 26) = 74 dB
110
100
. /r--....
.,/'
F -250 m(8 O ft)
o::::; 90
(J)
w
/
al
U 80
w
o
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w
<{ 70
l.,...-' .........
..... V ~
2000 m (6400 ft) - r\
60
\
63 1 5 2~0 51 O 1k 2 \4k
50 '1 1 '1
50 100 200 500 1000 2000 5000
FRECUENCIA EN HERZIOS
FIGURA 3.5. Niveles sonoros de banda de octava con ponderación A del sobrevuelo
de un avión, a distancias de 250 y 2000 m.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.19
gula constante del receptor con respecto a la fuente. En el caso de un avión a plena
potencia, el ángulo para el ruido máximo suele ser 135° desde el morro del aparato.
Distancias cortas Ir < 100 m (300 Jt)). La refracción es insignificante para dis-
tancias cortas, de manera que se puede asumir que el sonido se transmite en líneas
rectas, como muestra la Figura 3.1, y la atenuación del suelo Asuelo puede calcularse
utilizando la Tabla 3.2. La atenuación debida a la absorción del aire A aire también
puede eliminarse, en la mayoría de los casos, para todas las frecuencias (ver Tabla
3.1). Por tanto, la propagación del sonido es independiente de las condiciones at-
mosféricas y el cálculo de los niveles mediante las Ecuaciones (3.1) y (3.8) se man-
tiene para cualquier promedio temporal T. Para la propagación en un área abierta
A misc = OYla Ecuación (3.1) se reduce por tanto en este caso a Atotal = A div + Asuelo.
Ejemplo. Dados los niveles de potencia sonora de banda de octava de una peque-
ña fuente de ruido no direccional, calcular el nivel sonoro con ponderación A en un
receptor a 80 m (260 ft), (a) en verano, cuando el suelo está cubierto de hierba, y (b)
como comparación, en invierno, cuando el suelo está cubierto de nieve. Supóngase
que la altura eficaz de la fuente es 1,2 m (4 ft) y la altura del receptor es 1,8 m (6 ft).
Consideremos en primer lugar la atenuación para la banda de octava de (por
ejemplo) 250 Hz.
1. Se calcula la atenuación debida a la divergencia A div mediante la Ecuación
(3.2): A div = 11 + 20 lag (80) = 48 dB.
2. Se determina la atenuación debida al suelo. A partir de la Tabla 3.2, en ve-
rano, Asuelo = -1,0 dB, Yen invierno, Asuelo = 17,1 dB.
3. Se determina la atenuación total Atotal. A partir de la Ecuación (3.1), la ate-
nuación total en verano es (49 - 1,0) = 48,0 dB, Yen invierno, es (49 + 17,1)
= 66,1 dB.
Dado que el nivel de potencia sonora de la fuente en la banda de octava de
250 Hz es 110 dB (re 1 pW), el nivel de presión sonora en esta octava en el receptor,
de acuerdo con la Ecuación (3.8), es 110 - 48,0 = 62,0 dB (re 20 J..LPa) en verano y
110 - 66,1 = 33,9 dB en invierno. Claramente, la nieve en invierno es un atenuador
superior para la propagación del ruido de baja frecuencia cerca del suelo. La ate-
nuación para sonidos de baja frecuencia puede ser incluso mayor en el caso de una
capa delgada de nieve [menos de 10 cm (4 in)].
Para obtener el nivel sonoro con ponderación A en el receptor, en verano o in-
vierno, se repite el procedimiento anterior para cada banda de octava de interés y
se combinan los niveles resultantes, como muestra la Tabla 1.4.
y la Tabla 3.1. El cálculo de los niveles en este caso, mediante las ecuaciones (3.1) y
(3.8), está restringido a un tiempo medio de aproximadamente 1 hora. Dado que la
propagación es en un área abierta, A misc = Oy, por tanto, la Ecuación (3.1) se reduce
en este caso a Atotat = A div + Aaire + Asueto'
que: (1) la barrera es muy larga en comparación con su altura y (2) el sonido emana
de una fuente puntual. La construcción de una barrera también debe asegurar que
tiene una superficie cerrada sin grandes grietas o agujeros y que la masa de la su-
perficie es de al menos 10 kg/m2 (2 lb/ft2 ).
En «Atenuación por barreras» del Capítulo 48, se considera en detalle el cálculo
de la pérdida por inserción de barreras para una fuente lineal.
Barreras delgadas
Una barrera delgada es la que atenúa el sonido mediante una difracción única,
como muestra la Figura 3.6. Una vall~ sólida, del tipo que habitualmente se cons-
truye para barrera contra el ruido, y un muro aislado son ejemplos de barrera del-
gada. Para calcular la pérdida por inserción para un sonido con longitud de onda A,
se determina en primer lugar el número Fresnel N mediante
donde dI, d 2 Yd son las distancias que muestra la Figura 3.6. Cuando el borde de la
barrera toca la línea de visión entre la fuente y el receptor, o está por debajo de ella,
el valor N es cero. Cuanto más se extiende la barrera por encima de la línea de vi-
sión, mayor es el valor de N.
Entonces se calcula la pérdida por inserción ILbarrera para este valor N a partir de
Ejemplo. Calcular la pérdida por inserción de una barrera delgada cuya altura es
5 m (16 ft) por encima de un suelo cubierto de hierba, colocada a 10 m (33 ft) de
R
-1
•
FIGURA 3.6. Distancias fundamentales del método para calcular la pérdida por in-
serción ILb.".,. de una barrera delgada.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.23
una fuente de ruido y a 70 m (230 ft) del receptor. Las alturas de la fuente y el re-
ceptor son 1,2 m (4 ft) y 1,8 m (6 ft), respectivamente.
1. En primer lugar se obtiene la atenuación del suelo para cada banda de octava
a partir de la Tabla 3.2 para suelo blando. Luego, por ejemplo, a 250 Hz, se
halla que Asuelo = -1,0 dB.
2. A continuación, se calcula el número Fresnel para cada banda de octava me-
diante la Ecuación (3.10). Entonces, por ejemplo, para 250 Hz, N = 1,12 Y a
partir de la Ecuación (3.11), ILbarrera = 11,5 + 1,0 = 12,5. La Tabla 3.5 pre-
senta los resultados para bandas de octava entre 125 y 1000 Hz.
Ba"eras gruesas. Una barrera gruesa es la que atenúa el sonido mediante difrac-
ción doble, como muestra la Figura 3.7. Un edificio o un dique de tierra suelen ser
ejemplos de barrera gruesa. Si la dimensión t en la Figura 3.7, el grosor de la barre-
ra, es mayor que 3 m (10 ft), se considera que la barrera es gruesa para los compo-
nentes de sonido de todas las frecuencias. Si t es inferior a 3 m, la barrera se consi-
dera gruesa para los componentes cuya longitud de onda sea inferior a t/5. Si no se
cumplen estas condiciones, la barrera debe considerarse delgada y su pérdida por
inserción se calcula mediante la Ecuación (3.11).
En el caso de un barrera gruesa, el número N Fresnel se calcula en primer lugar
a partir de
FIGURA 3.7. Distancias fundamentales del método para calcular la pérdida por in-
serción ILb.".,. de una barrera gruesa.
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.25
Ba"eras de longitud finita. Para una barrera de longitud finita, hay que consi-
derar tres vías de propagación entre la fuente y el receptor (véase Figura 3.8): una
vía a sobre la parte alta de la barrera y las vías b y e alrededor de cada extremo. Para
obtener el nivel en el receptor es necesario, en este caso, llevar a cabo cálculos se-
parados para cada vía y luego combinar los niveles en el receptor, como muestra la
Figura 1.13.
El cálculo del encaminamiento sobre la barrera se lleva a cabo exactamente
como se describió anteriormente para una barrera de longitud infinita. El procedi-
miento para los encaminamientos b y e es distinto al de a en lo siguiente: se calcula
3.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
primero las distancias dI. d2 , d Y t en las Ecuaciones (3.10) a (3.14), usando las Fi-
guras 3.6 o 3.7 para una visión en planta de la propagación en las vías b y c. Se cal-
cula entonces la pérdida por inserción para las vías b y c usando la Ecuación (3.11)
o (3.14), con el factor de atenuación del suelo Asuelo igualado a cero y el factor de
corrección atmosférica K establecido en l.
La difracción lateral, como indican los encaminamientos b y c, suele reducir la
eficacia de la barrera. La difracción lateral alrededor de la barrera puede ignorarse
si la altura efectiva de la misma (distancia del borde superior hasta una línea que
une la fuente de sonido y el receptor) en los bordes más alejados es, al menos, 4 ve-
ces mayor que la del borde próximo.
FIGURA 3.9. Un ejemplo del uso del método de cálculo de la pérdida por inserción
de barrera ILb.".,. en el caso de un dique de tierra o colina.
Los niveles sonoros de una fuente puntual con un nivel de potencia sonora efectiva
Lw en presencia de una barrera pueden calcularse a partir de
donde Atotal (antes) es la atenuación total antes de que la barrera se instale, obte-
nido mediante la Ecuación (3.1). Nótese que el término Asuelo en la Ecuación (3.1)
es idéntico al del cálculo de 14arrera y, por tanto, se compensan.
Las condiciones que se aplican al uso de la Ecuación (3.8) figuran en «Cálculo
de n,iveles», para las condiciones que se aplican a la Ecuación (3.16). Nótese tam-
bién que no existe una correspondencia de uno a uno entre los términos de atenua-
ción en la Ecuación (3.6) para una fuente puntual y los de la Ecuación (48.14) para
una fuente lineal. Esto se debe a que los distintos mecanismos de atenuación se
coordinan de distinta manera en los dos capítulos; sin embargo, son equivalentes.
Fuente puntual. Consideremos el ruido radiado por una fuente puntual que se
mueve, pasando por una posición determinada a una velocidad v. Asumimos que el
nivel sonoro con ponderación A LA varía con el tiempo, como indica la curva a tra-
zo continuo en la Figura 3.10. El nivel sonoro máximo al paso de la fuente desciende
6 dB al duplicarse la distancia r, y se determina mediante
dB (3.17)
siempre que tanto r como rref sean perpendiculares a la vía. En la Ecuación (3.17),
LA ref es el nivel sonoro con ponderación A medido a una distancia rreC'
------------------~~--------~~---------------------------------------------------
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TIEMPO
FIGURA 3.10. El nivel de ruido de una línea de tráfico (línea a trazos) o una fuente
única (línea continua) al pasar a una velocidad V; la letra b representa el espaciamien-
to entre las fuentes de ruido individual en la línea.
Otra medida del sonido producido por una fuente puntual que se desplaza es el
nivel sonoro continuo equivalente Leq (con ponderación A), que desciende 3 dB al
duplicarse la distancia, como indica
(3.18)
Fuente lineal de longitudfinita. Para una fuente lineal finita de longitud 1, que es
mucho mayor que el espaciamiento b, existe una tercera zona de divergencia para r
mayores que 117r. Ahora, toda la línea está tan alejada del observador que actúa
como una fuente puntual; el nivel sonoro con ponderación A, LA, decrece en 6 dB
por cada duplicación de la distancia, como muestra la línea a trazos H en la Figura
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.29
'"
.2
Qj
.o
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Q)
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(5
e
o
'"
Qj
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Z H'
0.2 0.4 1.0 2 4 10 20 40
Distancia ren unidades de b/rr
FIGURA 3.11. Efecto de la divergencia sobre el nivel de ruido de una línea de tráfico.
La letra r representa la distancia perpendicular a la línea; b es el espaciamiento entre
fuentes individuales en la línea y I es la longitud de la línea.
3.11. El nivel sonoro continuo equivalente Leq de la línea finita en esta región de-
pende de si ésta (como distinta de las fuentes) se mueve o es estacionaria. Por ejem-
plo, si la línea se mueve y pasa delante del observador, como un tren, el nivel sonoro
continuo equivalente Leq decrece a 3 dB por cada duplicación de la distancia (como
en el caso de una fuente puntual) en las tres regiones, como muestra la línea T en la
Figura 3.11. Si la línea es estacionaria respecto al observador, como el tráfico que
fluye libremente en un segmento fijo de una autopista, entonces el nivel sonoro con-
tinuo equivalente cambia de 3 dB por cada duplicación de la distancia para r infe-
rior a IITr a 6 dB por cada duplicación de la distancia para r mayor que 117r, siguiendo
la línea H en la Figura 3.11.
El principal factor para determinar el nivel sonoro del ruido del tráfico en un punto
distante suele ser la divergencia. Para el ruido de los vehículos de motor, se calcula
primero la atenuación debida a la divergencia, Adiv en la Ecuación (3.1), usando el
método ilustrado en la Figura 3.11, descrito anteriormente; para el ruido de ruedas/
raíl de los trenes, se calcula la atenuación debida a la divergencia de la misma ma-
nera, pero en este caso b (en la Figura 3.11) es el doble del espaciamiento entre los
vagones del tren y el parámetro 1es el doble de la longitud del tren; para el ruido del
tren, se calcula la atenuación debida a la divergencia A div , usando la Ecuación (3.17)
para una fuente puntual.
La atenuación del ruido del tráfico, irradiado por trenes o por una línea de ve-
hículos de motor sobre una autopista y que se propaga directamente en áreas no pa-
vimentadas relativamente abiertas, incluye un término adicional Asueto para la ate-
nuación en áreas abiertas, dado aproximadamente por
dB (3.19)
_
__ . . . . . . . . . ._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
~
~
-
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o
¡
;
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;
¡
;
;
3.30 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO
Supongamos una carretera única por la que circulan 1000 coches/hora a 80 km/hora
(50 mi/h); el espacio medio entre vehículos bes 12,5 coches/km u 80 mlcoche (260
ftlcar). A 80 km/h, un coche medio produce un nivel sonoro de aproximadamente
70 dB(A) a 15 m (50 ft).
1. Entonces (bhr) = 80hr "'" 25 m (80 ft).
2. El nivel sonoro con ponderación A a 25 m (80 ft) para un solo vehículo "'"
70 dB(A) - 20 IOglO(25/15) = 70 - 4 = 66 dB(A). A partir de la Figura 3.11,
éste es también el Leq a 25 m (80 ft) de una línea de tráfico.
3. El nivel sonoro con ponderación A producido por una línea de tráfico, como
resultado de la divergencia, decrece con una atenuación (A div ) igual a 10 log
(rlrref) y, como resultado del suelo, decrece con una atenuación igual a 5
log(r/rref). Por tanto, a 300 m de la carretera,
Supongamos que una locomotora produce un nivel sonoro pico con ponderación A
aproximadamente igual a 95 dB(A), a 30 m (100 ft), independiente de la velocidad;
la locomotora viaja a una velocidad de 50 kmlh (30 milh). La fuente se mueve desde
30 m (100 ft) antes del punto receptor hasta 30 m después (el descenso de 3 dB si no
se asume direccionalidad) en aproximadamente 5 segundos.
Supongamos que hay dos trenes por hora, cada uno remolcado por 3 locomo-
PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE 3.31
REFERENCIAS
Cyril M. Harris
INTRODUCCION
Las ondas sonoras viajan hacia fuera en todas direcciones a partir de la fuente.
Cuando chocan con un obstáculo, como una pared, su dirección de propagación
cambia; se reflejan. La Figura 4.1a ilustra la reflexión de las ondas originadas en una
fuente sonora, al chocar contra un gran muro plano. Las líneas continuas curvadas
representan ondas expandiéndose hacia fuera a partir de la fuente; las líneas curvas
a trazos representan las ondas después de que se han reflejado en la pared. Las lí-
neas rectas con flechas indican la dirección de propagación de las ondas sonoras (se
denominan rayos sonoros). Nótese que aquí el ángulo del sonido reflejado es igual
al ángulo del sonido incidente; se denomina ley de reflexión a este fenómeno. Esta
ley sólo se aplica a la reflexión del sonido sobre una superficie que es grande com-
parada con la longitud de onda (ver Figura 1.4 para la relación entre frecuencia y
4.1
4.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
PARED
(a)
PARED PARED PARED
'" ~
~,
'"
/ T
0,3 m
--
.-
~
t
0,3 m
",
"
T
0,3 m
FIGURA 4.1. (a) Reflexión de las ondas sonoras sobre una superficie que es muy
grande en comparación con la longitud de onda del sonido incidente. (b) Reflexión de
un sonido con una frecuencia de 100 Hz (longitud de onda, 3,4 m) sobre una superficie
plana con chaflanes que son pequeños comparados con la longitud de onda; en este
caso, el sonido se refleja de una manera semejante a (a). (e) Reflexión del sonido que
tiene una longitud de onda parecida al tamaño de los chaflanes; en este caso, el so-
nido es dispersado por los chaflanes en todas direcciones. (d) Reflexión del sonido
cuya longitud de onda es muy pequeña comparada con el tamaño de los chaflanes; en
este caso, la ley de reflexión es válida.
La absorción total del sonido A en un local cerrado es igual a la suma de: (1) la ab-
sorción debida a las distintas superficies que la limitan, Asuperficie; (2) la absorción
debida al aire, A aire ; Y (3) la absorción debida al mobiliario en la habitación, Amobi.
liario' Con lo que la absorción total del sonido viene dada por:
(4.2)
donde m es el coeficiente de atenuación del aire por metro (o por pie) y V es el vo-
lumen de la habitación en m3 (o ft3). En la Figura 4.2 se presentan los valores de m
en función de la humedad relativa! para varias frecuencias, a una temperatura de
20 oc. La Referencia 2 incluye información más detallada, en forma de tabla y para
otras temperaturas. Al calcular la absorción del aire en interiores, no se deben em-
AreaS Absorción Ab
Coeficiente
2
Superficie de absorción m rf Sabinos métricos Sabinos
Suelo de hormigón 0,02 90 968 1,8 19
Techo de escayola 0,03 90 968 2,7 29
Paredes, escayola y cristal 0,06 126 1.356 7,6 82
Otros 0,9 10
Absorción total 13,0 140
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.5
0,09
0,026
0,08
V
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VI, b 1'\3í2"-...
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r----
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¡............
r--
r--
- - --
-'"--
0,004
0,002
í r--
2 O --
10 20 30 40 50 60 70
Humedad relativa, porcentaje
FIGURA 4.2. Valores del coeficiente total de atenuación m en función del porcentaje
de humedad relativa del aire a 20 oC y presión atmosférica normal, para frecuencias
entre 2000 y 12.500 Hz. Los valores de m se presentan tanto en unidades del SI como
en las habituales del sistema estadounidense. (De acuerdo con C. M. Harris1.2.)
plear los valores de la constante de atenuación del aire m para propagación en ex-
teriores (descrita en el capítulo 3), ya que los valores para esta última incluyen las
contribuciones debidas a los efectos meteorológicos que no están presentes en lo-
cales cerrados.
Ejemplo. Supongamos que una habitación tiene un volumen de 17.000 m 3
(600.000 ft 3 ). ¿Cuál es la absorción total del aire a una frecuencia de 4000 Hz y una
humedad relativa del 40 por lOO? Para esta situación, el valor m es igual a 0,0072
por metro (0,0022 por pie). Por tanto, a partir de la Ecuación (4.3), la absorción del
aire A aire es aproximadamente igual a 490 sabinos métricos (5300 sabinos). Por otra
parte, si se hiciera un cálculo semejante a 500 o 1000 Hz, el efecto de la absorción
del aire sería insignificante.
tribución a esta categoría es la absorción del sonido por las sillas, Asilla. Esta suele
medirse, y los datos son aportados por los fabricantes de las mismas, en términos de
absorción en sabinos métricos (o sabinos) por silla, dependiendo del sistema de uni-
dades empleado. Habitualmente se presentan dos valores: (1) la absorción del so-
nido por silla ocupada, v.g., con una persona sentada, y (2) por silla vacía. El uso de
estos valores permite el cálculo de la absorción total del sonido en un auditorio para
cualquier porcentaje de ocupación.
Consideremos un local cerrado, del tipo de una habitación rectangular, que conten-
ga una fuente de sonido. Los límites del cerramiento suelen reflejar parte de la
energía sonora que incide sobre ellos, dando como resultado una complicada distri-
bución espacial de sonido dentro de la habitación.
La Figura 4.3 ilustra el progreso de una onda sonora en un local cerrado. Estos
diagramas muestran en planta una habitación con paredes reflectante s, dentro de la
cual se localiza una fuente de sonido.
El círculo oscuro representa (el frente de) una única onda sonora; las líneas de
puntos y flechas (los rayos sonoros) indican las direcciones en que se desplaza la
onda. La Figura 4.3a muestra el frente de onda 0,005 segundos después de que ha
dejado la fuente S; todavía no han tenido lugar las reflexiones de las paredes. La fi-
gura 4.3b muestra el frente de onda 0,01 segundos después de que ha dejado la
fuente; el frente ahora ha recorrido el doble de distancia que en la Figura 4.3a y par-
te de él se refleja en el extremo más próximo del muro. La Figura 4.3c muestra el
frente de onda 0,02 segundos después de haber dejado la fuente; tienen lugar las re-
flexiones sobre las paredes laterales y las reflexiones dobles sobre la pared del fon-
do y las laterales, como muestran las flechas. La Figura 4.3d muestra el frente de
onda 0,06 segundos después de dejar la fuente; ahora el patrón de reflexión es com-
plicado. El frente original, mostrado como un círculo, se rompe en gran número de
segmentos, todos moviéndose por la habitación en distintas direcciones. Además,
quedan segmentos del frente de onda original, que no se muestran en esta ilustra-
ción, reflejados por el techo y el suelo.
Una vez que la fuente empieza a emitir el sonido, toda la habitación comienza a
llenarse con ondas sonoras reflejadas viajando en muchas direcciones distintas. Es-
tas ondas reflejadas: (1) aumentan el nivel de presión sonora dentro del cerramien-
to; v.g., el nivel de presión sonora combinado del sonido directo más el reflejado es
mucho más alto que el nivel del sonido que proviene directamente de la fuente; y
(a) 1/200 5e9. (b) 1/100 5e9. (e) 1/50 5e9. (d) 1/17 5e9.
(2) da como resultado una persistencia del sonido después de que la fuente ha ce-
sado; esto se debe a que mientras la fuente de sonido está irradiando (ver Figura
4.3), la habitación se llena de ondas sonoras reflejadas. Si la fuente para en un mo-
mento determinado, estas ondas reflejadas continúan reflejándose sobre las super-
ficies de la habitación. En cada reflexión sucesiva, los límites de la habitación y los
objetos de su interior absorben una parte de energía sonora, con lo que el nivel de
presión sonora disminuye gradualmente.
Los efectos anteriores de las reflexiones múltiples se ilustran mediante las cur-
vas idealizadas de la Figura 4.4, que muestra el nivel de presión sonora del sonido
reflejado [ver a continuación «Nivel de presión sonora del sonido reflejado (nivel
sonoro reflejado)>>] en un local cerrado en que la fuente se activa y luego se para. Se
asume que, por lo demás, el local está en silencio y que la potencia sonora de la
fuente es constante. La línea continua es para el caso de superficies interiores muy
reflectantes; en este ejemplo, el nivel de presión sonora aumenta hasta un valor de
80 dB después de que comience el sonido y decae lentamente una vez que ha cesa-
do. La línea a trazos muestra el efecto del tratamiento del mismo local con material
acústico; ahora, el nivel de presión sonora alcanza un valor de tan sólo 70 dB Yde-
cae más rápidamente.
En general, la instalación de materiales absorbentes del sonido reduce el nivel
de presión sonora de las ondas reflejadas (reduciendo por tanto el nivel sonoro es-
table en la habitación cuando la fuente emite continuamente una determinada po-
tencia acústica); estos materiales absorbentes también aumentan la «ratio» a la que
disminuye el sonido reflejado una vez que la fuente ha cesado.
c,g'" 80 ,----;0<------.------,
'0 al
'¡¡; :e
~ ~ 70 I---+....,,¡....-~-'-r----;
c'-o
~~
~ m 60~ft--.~--+~-~
,~ O
Z~50 O 1 2
Tiempo en segundos
que el que tendría al aire libre, alejado de cualquier superficie reflectante; ver la
Ecuación (1.10). En unidades SI:
Una fuente sonora típica es más eficaz (en la producción de nivel sonoro a cierta
distancia) cuando está sobre una superficie reflectante que cuando está localizada a
cierta distancia (al menos 1 m) de ella. Por tanto, al calcular los niveles sonoros en
un local, es necesario tenerlo en cuenta corrigiendo el nivel de potencia sonora de
la fuente en función de su localización. Para una fuente situada a más de 1 m de
cualquier superficie reflectante, no suele hacer falta corrección; para una fuente lo-
calizada sobre una superficie plana perfectamente reflectante, añada 3 dB; para una
fuente situada en la intersección de dos de estas superficies planas (como donde se
unen el suelo y la pared), añada 6 dB; para una fuente localizada en la intersección .
de tres superficies (como en una esquina), añada 9 dB. Estos valores son aproxi-
mados, pero son habituales en los cómputos técnicos.
Ejemplo. Consideremos un difusor de aire como fuente de sonido. Este está si-
tuado a 2 m del techo; su nivel de potencia sonora es 100 dB re 1 picovatio (pW). El
nivel de presión sonora del sonido directo a una distancia de 3 m (10 ft) para esta
fuente, a partir de la Ecuación (4.4a), es
REVERBERACION
Si los oyentes están en un local cerrado, las ondas reflejadas llegan a sus oídos en
una sucesión tan rápida que habitualmente no se oyen como repeticiones distintas
del sonido original. En lugar de ello, los receptores oyen el sonido original, prolon-
gado después de que la fuente ha cesado, hasta que se reduce el sonido hasta la
inaudibilidad. Esta prolongación del sonido después de que la fuente ha cesado se
denomina reverberación.
Tiempo de reverberación
V
T60 = 0,161 ¡ segundos (4.5a)
V
T60 = 0,059¡ segundos (4.5b)
80
~
f! \ ~
c; '" 70
:\
(/1
'o.Q~
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~:e VJ "V, h
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zoo
C;N
'\..,\
o(/1 v
40 ~"
o 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2
Tiempo en segundos
FIGURA 4.5. Registro de alta velocidad mostrando cómo decae el nivel de presión
sonora en una habitación con el tiempo.
4.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
• A veces se denomina nivel sonoro reverberante, pero el término sonido reverberante implica un so-
nido que está decayendo; por otra parte, el sonido reflejado, por ejemplo, puede estar descendiendo o ser
estable.
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.11
De acuerdo con la Ecuación (4.7), el nivel sonoro reflejado debido a una fuente de
determinada potencia sonora se reduce a medida que aumenta la absorción en el 10-
cal. Esta reducción del nivel de presión sonora del sonido reflejado en un local en el
que prevalecen las condiciones difusas viene dado por
Reducción en decibelios
O 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
I I
, I I I
I I
I
I
, I I
I , ¡ , I 1"1 ,1 I, I , I
I I I I
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15
Relación de absorción AjAb
FIGURA 4.6. Reducción del nivel de presión sonora del sonido reflejado en un local
de proporciones regulares en que predominan las condiciones difusas, debido a un
aumento en la absorción total desde Ab hasta A B •
4.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El procedimiento para calcular la reducción del nivel sonoro reflejado (con ponde-
ración A) que resulta de la instalación de material absorbente del sonido en un local
es el siguiente:
1. Se determina el nivel de presión sonora en cada banda de octava (los niveles
de presión sonora de banda de octava) del nivel sonoro reflejado antes del
tratamiento.
2. Se efectúa el ajuste para la ponderación A (ver Tabla 1.2); luego se calculan
los niveles de banda de octava con ponderación A antes del tratamiento.
3. Se calcula la reducción en nivel de cada banda de octava a partir de la Ecua-
ción (4.8), usando el valor del coeficiente de absorción del sonido para la fre-
cuencia central de cada banda.
4. Se calculan los niveles de banda de octava con ponderación A después del
tratamiento.
5. Se combinan los niveles de banda de octava con ponderación A (usando la
Figura 1.14) para obtener los niveles sonoros con ponderación A en dB(A)
antes y después del tratamiento.
6. La diferencia entre los niveles sonoros del Paso 5 representa la reducción en
el nivel sonoro con ponderación A en dB(A).
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.13
TABLA 4.2. Muestra del cálculo de la reducción en un local cerrado mediante trata-
miento acústico
Reducción en Nivel de
Nivel de nivel de banda de
Nivel de banda de banda de octava con
banda de octava con octava ponderación
Frecuencia octava antes Corrección ponderación producido A después
central de del por A antes del por el del
banda de tratamiento, ponderación tratamiento, tratamiento, tratamiento,
octava, Hz dB A,dB dB dB dB
Ejemplo. Supongamos que el ruido en una habitación tiene los niveles de banda
de octava que muestra la Tabla 4.2 y que el nivel sonoro con ponderación A para
este espectro de frecuencias es 82,3 dB(A). Por simplificación, en este ejemplo se
asume que el coeficiente medio de absorción del sonido es de 0,05 para todas las
frecuencias. La habitación es tratada cubriendo el 40 por 100 de su superficie con
material acústico de 2,5 cm (1 in) de grosor, con los siguientes coeficientes de ab-
sorción del sonido:
La Tabla 4.2 muestra los valores calculados de la reducción del nivel del sonido
reflejado para cada banda de octava. La reducción calculada del nivel sonoro con
ponderación A es (82,3 - 74,4) = 7,9 dB(A). En este ejemplo, se asume que las con-
tribuciones al nivel sonoro con ponderación A de otras frecuencias centrales son in-
significantes.
3. Se restan los niveles sonoros aceptables de los niveles sonoros existentes para
obtener el nivel de reducción preciso.
4. A partir de la Ecuación (4.8), se determina la cantidad de absorción que hay
que añadir para lograr la reducción precisa en el nivel sonoro reflejado.
En ausencia de la información precisa para usar el procedimiento previo, se
puede usar la siguiente regla empírica: la absorción total en una habitación debe ser
igual numéricamente a entre el 20 y el 50 por 100 del área total de la superficie de
una habitación. En general, la parte inferior de este rango es adecuada para locales
con techos bajos o que contengan fuentes de potencia sonora moderada, y la parte
superior del rango, para todas las demás condiciones.
Para producir una reducción apreciable en el nivel de ruido de un local, la re-
lación entre la absorción después del tratamiento y la absorción antes del trata-
miento ha de estar entre 3 y 10; una relación de 3 es aproximadamente la mínima
requerida para que la reducción del nivel de ruido sea reconocida por el oído, en
condiciones medias. En una habitación con paredes duras y muy altas y techo ab-
sorbente del sonido, el incremento de absorción del sonido en las paredes suele
ser de gran ayuda.
La aplicación del procedimiento anterior (para determinar la cantidad de absor-
ción que hay que añadir a una habitación para lograr la reducción del ruido reque-
rida) está estrictamente limitada a locales en que prevalezcan condiciones difusas.
En un local con una cantidad moderada de absorción, la adición de más material ab-
sorbente puede no dar como resultado una reducción significativa del nivel de so-
nido reflejado. Sin embargo, en habitaciones normales en que no predominan las
condiciones difusas, los ocupantes suelen informar de que el aumento de absorción
es beneficioso, incluso cuando éste no dé como resultado una reducción significati-
va del nivel sonoro reflejado. Esto puede explicarse por el hecho de que la absor-
ción adicional: (1) puede reducir significativamente las reflexiones iniciales del so-
nido que oyen los ocupantes y (2) puede mejorar la habilidad de los ocupantes para
localizar sonidos dentro de la habitación.
El nivel de presión sonora Lp que resulta de la combinación total del nivel sonoro
directo y el nivel sonoro reflejado (el nivel sonoro directo más reflejado o nivel so-
noro total) se calcula a partir de los niveles Ld y L" que se encuentran en las Ecua-
ciones (4.4) y (4.7), combinándolos mediante el uso de la Figura 1.14.
Nivel de potencia sonora menos nivel de presión sonora (Lw - Lp) para
condiciones difusas
La Figura 4.7 muestra una gráfica del nivel de potencia sonora de la fuente, L w , me-
nos el nivel total de (presión) sonora, L p , en función de la distancia r a la fuente. Se
muestran curvas para varios valores de absorción del local. Como se indicó en una
sección anterior, «Corrección del nivel de potencia sonora para una fuente locali-
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.15
5 -5
:--- Absorción t ptal A 1
ul 10 .......... 150 -¡;; O ul
.2 15 '~ 100 = 5 .2Cii
~
-
Cii
~ 20 e
~ 4í 25
-....; :--
.... ....
200 -
500
1000
=10 .o.~.~
=15 -c o-
c: E ~ ;::- 2000 -
al c: 30 5000 -= 20 ~ ~
-"al
"1 . . 35
---:::--
....
........ 8 - 10.000 := 25 :} ....
0
D/,i ~/Do 1 I
I
..J
..J 40
45
rC'~o . . .. II
30
35
1 2 4 6 8 10 20 40 60 100
Distancia de la fuente r
FIGURA 4.7. Gráfico para convertir el nivel de potencia sonora Lw [re 1 picovatio
(1 pW)] en nivel total de presión sonora Lp• (Lw - Lp) se registra en función de la dis-
tancia de la fuente en unidades (a) SI y (b) sistema habitual de EE.UU. Nótese que hay
que añadir una corrección al nivel de potencia sonora de la fuente cuando está cerca
de una superficie reflectante (véase «Corrección del nivel de potencia sonora para
fuentes localizadas cerca de una superficie reflectante))).
zada cerca de una superficie reflectante», hace falta una corrección para una fuente
localizada sobre o cerca de una superficie reflectante. Las curvas muestran que, en
un punto cercano a la fuente, el nivel sonoro directo contribuye con el mayor com-
ponente al nivel sonoro total. A medida que nos alejamos de la fuente, la importan-
cia relativa del nivel sonoro directo decrece; entonces, el nivel de presión sonora to-
tal decrece, acercándose al valor del nivel sonoro reflejado. Las curvas sólo se
aplican cuando prevalecen en el local las condiciones difusas. En una habitación nor-
mal, éste no suele ser el caso, por lo que los valores aportados por las curvas de la
Figura 4.7 son, en el mejor de los casos, aproximaciones. Por ejemplo, la Figura 4.8
muestra el nivel de presión sonora (medido en una oficina) en función de la distan-
cia de la fuente. Cuando la fuente produce un tono puro de 1000 Hz, la curva de ni-
vel de presión sonora en función de la distancia exhibe marcadas irregularidades;
para una octava de ruido centrada en 850 Hz, al aumentar la distancia de la fuente,
el nivel de presión sonora de la banda de octava muestra un descenso mucho más
suave. Sin embargo, los valores medidos no son los mismos que los obtenidos me-
diante las curvas derivadas teóricamente de la Figura 4.7 porque las condiciones di-
fusas no prevalecen.
00 80r---,----,----,----,---,r---,----,----,----,---,
o
::::;
w
Q
w
70~--~~-+----+---~--~~--+----+----~---r--~
o
z
~ 60~--~---+--~~~~~~~~+-_7~--+_~~-r~~
a:
o
z
~ 50~--~---T--~T----r~--r---~~-+~--r-~~--~
-'
w
>
Z 40
0 2 3 4 5 6 7 8 9 10
DISTANCIA EN PIES
FIGURA 4.8. Nivel de presión sonora en función de la distancia de una fuente de so-
nido; estas medidas fueron tomadas en una oficina típica para dos fuentes distintas:
(a) un tono puro de 1000 Hz y (b) una banda de octava de ruido blanco con una fre-
cuencia central de 850 Hz. Nótese que estas curvas se apartan significativamente de
las de la Figura 4.6 debido a la falta de condiciones difusas en la habitación. (V. O.
Knudsen y C. M. Harris'l.)
TABLA 4.3. Cálculo de los niveles sonoros producidos por una fuente de ruido en un
local cerrado
Niveles de
potencia
Niveles de presión Niveles de presión
sonora de
sonora en bandas sonora en banda
Frecuencia banda de Absorción
de octava, a 1 m de octava, a 8 m
central de octava de la total en el
banda de de la fuente, dB de la fuente, dB
fuente dB re 1 local, sabinos
octava, Hz picovatio métricos Ld Lr Lp Ld Lr Lp
125 45 100 34,1 31,0 35,8 16,1 31,0 31,1
250 56 250 45,1 38,0 45,9 27,1 38,0 38,3
500 50 450 39,1 29,5 39,6 21,1 29,5 30,1
1000 50 500 39,1 29,0 39,5 21,1 29,0 29,6
2000 48 450 37,1 27,5 37,5 19,1 27,5 28,1
4000 43 400 32,1 23,0 32,6 14,1 23,0 23,5
Niveles de presión sonora globales 47,6 40,0 48,3 29,6 40,0 40,3
Por ejemplo, el aumento del nivel reflejado de presión sonora debido a cuatro má-
quinas en una habitación es 6 dB mayor que el nivel reflejado de presión sonora de-
bido a una sola máquina.
El nivel sonoro total en cualquier punto de una habitación puede calcularse, si
se conocen la potencia y la distancia de cada fuente, de la siguiente manera. Se cal-
cula primero el nivel sonoro directo para cada una de ellas, en el punto de obser-
vación, mediante la Ecuación (4.4); se combinan estos niveles de acuerdo con la Fi-
gura 1.14. Se calcula luego el nivel sonoro reflejado debido a todas las fuentes
mediante la Ecuación (4.4). Por último, se combinan los niveles sonoros directo y
reflejado, mediante la Figura 1.14, para obtener el nivel sonoro directo más el refle-
jado (el nivel sonoro de presión total), Lp-
Ejemplo. Supongamos que hay siete fuentes de ruido en una habitación, cada una
de ellas con un nivel de potencia sonora de 100 dB re 1 picovatio (1 pW es una po-
tencia sonora de 0,01 vatios), que están a 2, 3, 4, 5, 6, 7 Y8 metros de distancia de un
punto de observación. Calcular el nivel de presión sonora total (el nivel del sonido
directo más el reflejado) para dos condiciones: (1) la absorción de la habitación es
10 sabinos métricos (108 sabinos) y (2) la absorción aumenta a 100 sabinos métricos
(1076 sabinos). A partir de la Ecuación (4.4), el nivel sonoro directo para cada fuen-
te es
Distancia, m 2 3 4 5 6 7 8
Nivel sonoro directo, dB 83,1 79,6 77,1 75,1 73,6 72,2 71,1
De acuerdo con la Figura 1.14, el nivel sonoro directo que resulta de las siete
fuentes es 86,4 dB.
De acuerdo con la Ecuación (4.9), si hay siete fuentes de igual potencia, su nivel
total de potencia sonora; es (10 10glO 7) = 8,5 dB más alto que una de estas fuentes.
Por tanto, el nivel sonoro de potencia total Lw = 108,5 dB. A partir de la Ecuación
4.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(4.7), se sigue que para una absorción de 10 sabinos métricos el nivel sonoro refle-
jado (debido a las siete fuentes) es igual a (108,5 - 10 + 6) = 104,5 dB. De acuerdo
con la Figura 1.14, los valores combinados del nivel sonoro directo de 86,4 dB yel
nivel sonoro reflejado de 104,5 dB conducen a un nivel sonoro total de 104,6 dB.
Si la absorción A aumenta de 10 a 80 sabinos, el nivel sonoro directo sigue sien-
do el mismo, pero, de acuerdo con la Figura 4.6, el nivel sonoro reflejado se reduce
en 9 dB, obteniéndose un valor de 95,5 dB. Entonces, el nivel sonoro total es 96 dB,
habiéndose obtenido una reducción de 104,6 - 96,0 = 8,6 dB.
En este ejemplo, el nivel de potencia sonora de 100 dB re 1 picovatio para cada
fuente se ha elegido arbitrariamente. Para cualquier otro nivel de potencia sonora,
los niveles de presión sonora aumentarían o descenderían de forma acorde, pero la
reducción calculada sería la misma. Nótese que esta reducción de 8,6 dB sólo se
produce en una posición concreta seleccionada. En un punto más próximo a las
fuentes, la reducción sería menor; en puntos más distantes, la reducción sería ma-
yor, acercándose a 9 dB como límite (la reducción en el nivel sonoro reflejado).
Nivel de potencia sonora menos nivel de presión sonora (Lw - Lp) para
condiciones no difusas en una local cerrado
Las Ecuaciones (4.5), (4.7) Y(4.8) se basan en el supuesto de que el sonido en un lo-
cal es perfectamente difuso. La razón para este supuesto es hacer posible la utili-
zación de fórmulas técnicas simples y útiles. Una buena difusión en una habitación
está provocada por irregularidades en sus superficies u objetos (como el mobiliario)
que ayudan a la dispersión del sonido que choca con ellas; estas irregularidades son
más eficaces cuando los agentes de dispersión tienen dimensiones entre 1/2 y 1 vez
la longitud de onda completa. En la práctica, sobre todo debido a la falta de una
irregularidad adecuada en las superficies del local, las condiciones difusas no pre-
dominan. Como resultado, los valores medidos para los niveles de presión sonora
en función de la distancia no suelen concordar con las curvas graduales que muestra
la Figura 4.7.
En un local no se produce buena difusión: (1) si una de sus dimensiones es 5 ve-
ces mayor que otra o las otras dos dimensiones, como ocurre con oficinas muy gran-
des de techo bajo, o en un pasillo; (2) si la forma es inusual, como una iglesia cru-
ciforme o un auditorio con grandes palcos suspendidos; o (3) si el sonido tiene uno
o más componentes muy fuertes de frecuencias discretas. En general el descenso del
nivel de presión sonora es razonablemente gradual para una banda de ruido, pero
para una fuente sonora de frecuencia discreta, el descenso del nivel de presión so-
nora en función de la distancia está marcado por múltiples máximos y mínimos que
resultan de las ondas que permanecen en la habitación (véase Figura 4.8).
Para condiciones no difusas, el nivel de potencia sonora menos el nivel de pre-
sión sonora (Lw - Lp) es muy dependiente de las condiciones reales, pero la si-
guiente relación empírica ofrece una aproximación razonable (dentro de un rango
de 2 dB) siempre que: (1) haya alguna dispersión y la absorción esté concentrada
fundamentalmente sobre una superficie, como un techo absorbente del sonido o un
suelo alfombrado; (2) las proporciones de la habitación sean razonablemente re-
gulares (un ejemplo de un caso en que no lo son se comenta a continuación); (3) la
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.19
altura del techo está entre 2,5 y 3,5 m (8 y 12 ft); Y (4) no hay componentes de fre-
cuencias discretas fuertes en el espectro de la fuente de ruid04 :
Si cualquiera de las dimensiones del suelo de una habitación es 5 veces mayor que
la altura del techo, las condiciones difusas no predominan y las reflexiones sobre las
paredes son insignificantes. Entonces, ninguna de las fórmulas anteriores es apli-
cable. Por ejemplo, consideremos el efecto del tratamiento acústico de un techo de
3 m (10 ft) de altura en una habitación muy grande, cuyas otras dimensiones supe-
ran 5 veces a ese valor. La Figura 4.9 muestra el nivel de potencia sonora total (Lw
- Lp) en función de la distancia a la fuente; estos datos se presentan para tres va-
lores de coeficiente de absorción del techo: 0,02, 0,50 Y 1,00. Cuando el coeficiente
de absorción es igual a 1, no existen reflexiones múltiples; en lugar de ello, el nivel
sonoro reflejado se debe a una reflexión única desde el suelo que, a una distancia
considerable de la fuente, es aproximadamente igual al nivel sonoro directo. Para
un techo muy reflectante, por ejemplo, uno que tenga un coeficiente de absorción
de 0,02, el nivel de presión sonora desciende aproximadamente 3 dB cada vez que
se duplica la distancia desde la fuente. Sin embargo, para un techo con un coeficien-
te de absorción de 0,50, el descenso es mucho más rápido.
o
I~ Techo 3 m (10 ft)
en 10
~ .......
o:::¡
UJ
al
f' ~t::
1"-
~ t::--
Ü
UJ
el
z
UJ
20
" ,:-; t'- co......... r-- r-t-
-" "
~' :-- ~ f"-- r"-t--
.....
I
~
~
30 SONIDO
DIRECTO , r"-I' l'
, " l'
40
2 4 6 8 10 20 40 60 80 100
DISTANCIA DE LA FUENTE EN PIES
FIGURA 4.9. Gráfico que muestra el nivel de potencia sonora menos el nivel de pre-
sión sonora total (Lw - Lp ) en un local en que una de las dimensiones es pequeña com-
parada con las demás. En este local no predominan las condiciones difusas. Si el te-
cho tiene un coeficiente de absorción del sonido igual a 1, el valor de (Lw - Lp ) se
acerca al valor del nivel de presión sonora del sonido directo. (De acuerdo con los da-
tos recogidos por H. J. Sabine.)
EL SONIDO EN ESPACIOS CERRADOS 4.21
el punto de observación y cada una de ellas, la altura del techo y los coeficientes de
absorción del techo y el suelo. Los niveles para cualquier conjunto de condiciones
determinadas que impliquen fuentes múltiples pueden calcularse combinando los
niveles sonoros de todas las fuentes individuales.
REFERENCIAS
Daniel L. Johnson
Alan H. Marsh
Cyril M. Harris
INTRODUCCION
Hay disponibles muchos tipos de aparatos distintos para medir los niveles sonoros.
De entre ellos, el más utilizado es el sonómetro, un aparato para la medida del nivel
de presión sonora ponderado en frecuencia y en tiempo (a menudo abreviado como
nivel sonoro). La mayoría de éstos son de tamaño pequeño, poco peso y funcionan
con pilas.
La fiabilidad de las evaluaciones acústicas depende sobre todo de cómo se uti-
lizan los aparatos. Por ejemplo, el voltaje que aporta el micrófono al sonómetro no
debe ser tan alto como para que éste se sobrecargue; por otra parte, el voltaje del
micrófono no debe ser tan bajo que el ruido inherente al aparato oscurezca algunas
partes de la señal sonora que se está midiendo. Por ello, hay que estar muy familia-
rizado con los instrumentos del sistema de medida del sonido para utilizar plena-
mente sus prestaciones. Es esencial un estudio detallado de la bibliografía del fa-
bricante para cada aparato. Más aún, es recomendable la práctica en el uso de los
instrumentos de medida, sobre todo en establecer los diversos controles, y en com-
prender los efectos de los distintos ambientes sobre las medidas.
En la Figura 5.1, se muestra un diagrama de bloques que indica los principales
l I r-- Amplificador
---- Ponderación
temporal r-----
Control
del rango
de nivel - Promediador
de tiempo f-----o
(rectificador)
Aparato
indicador
o pantalla
Micróf!no
1
Preamplificador
5.1
5.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(e) 13mm ~
111
(d) 25 mm -
(b) 111
111
13mm
(a
6mm\
ría de los micrófonos que tienen un diámetro de 13 mm (1/2 in) o menos son esen-
cialmente omnidireccionales (o no direccionales); su sensibilidad es prácticamente
la misma para todas las direcciones de incidencia del sonido, a frecuencias por de-
bajo de unos 5000 Hz. (Algunos micrófonos son fabricados intencionalmente para
tener escasa respuesta a sonidos que proceden de determinadas direcciones. Estos,
denominados micrófonos direccionales, no tienen la cualificación de micrófonos de
medida y rara vez se usan en mediciones de sonido dirigidas al control del ruido.) A
medida que aumenta la frecuencia, el tamaño de cualquier micrófono acaba siendo
comparable a la longitud de onda del sonido y la sensibilidad decrece para ángulos
de incidencia alejados del ángulo de mayor sensibilidad en campo libre. La varia-
ción en sensibilidad de un micrófono con el ángulo de incidencia de las ondas so-
noras, denominada su patrón de directividad, puede representarse gráficamente en
un diagrama polar. Para la mayoría de los micrófonos de medición que tienen forma
cilíndrica, el patrón de directividad es circularmente simétrico alrededor del eje del
cilindro, pero cambia con el ángulo de incidencia y la frecuencia, en un plano a tra-
vés del eje del micrófono, que es perpendicular al diafragma del mismo, como ilus-
tra la Figura 5.3.
esencialmente plana para frecuencias inferiores a 1000 Hz. Los micrófonos de me-
dición también pueden diseñarse para tener una respuesta, a sonidos que inciden
con ángulos aleatorios, que es esencialmente independiente de la frecuencia (res-
puesta plana), para el rango de frecuencias que se extiende hasta aproximadamente
12000 Hz, para un micrófono de 13 mm (112 in) de diámetro. La Figura 5.4 muestra
las correcciones de respuesta a las incidencias perpendicular, horizontal y aleatoria
(random), en función de la frecuencia para un micrófono concreto de 13 mm
(112 in).
Por lo general, cuando se utiliza un único sonómetro para medir el nivel pro-
ducido por fuentes estacionarias en campo libre y se conoce el ángulo principal de
incidencia, o cuando se miden los niveles sonoros producidos por varias fuentes, en
que se desconocen los ángulos de incidencia o éstos varían al azar, existen dos po-
sibilidades:
5.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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Frecuencia, kHz
FIGURA 5.4 Correcciones típicas que hay que añadir a la respuesta de un micrófono,
como se mediría mediante un dispositivo electroacústico que simula la presión de
campo de un acoplador cerrado, para obtener la respuesta equivalente de campo li-
bre a los ángulos de incidencia indicados. Estos datos son para un micrófono del tipo
condensador diseñado para respuesta más plana a las ondas sonoras que inciden a 00
(v.g., incidencia perpendicular o frontal).
1. Utilizar dos micrófonos diferentes: (a) un micrófono que esté diseñado para
tener la respuesta en frecuencia más plana frente al sonido que llega con un
ángulo de incidencia especificado por el fabricante (a menudo 0°) en campo
libre y (b) otro micrófono que está diseñado para dar la respuesta de frecuen-
cia más plana para el sonido que incide con ángulos aleatorios en el tiempo
(random).
2. Para medir los sonidos que llegan al diafragma del micrófono con ángulos de
incidencia aleatorios (random), se utiliza una amplificación electrónica, que
puede seleccionarse mediante un interruptor, que compensa la pérdida de sen-
sibilidad para frecuencias altas cuando se usa un micrófono de determinado
diámetro diseñado para la respuesta en frecuencia más plana para un ángulo
de incidencia del sonido perpendicular (frontal). Esta última alternativa per-
mite el uso de un solo micrófono diseñado tanto para medir situaciones con
una respuesta de frecuencia óptima, como para cumplir las normas lEC y
ANSI mediante la selección del establecimiento de los controles en el sonó-
metro.
mentar en x dB; esta característica se conoce como respuesta lineal. El rango de ni-
veles de presión sonora de entrada para los que la respuesta es lineal, dentro de
tolerancias especificadas, varía con la frecuencia. A niveles de presión sonora sufi-
cientemente altos [habitualmente 140 dB o más para micrófonos de 25 mm (1 in),
150 dB para micrófonos de 13 mm (112 in) y 160 dB o más para micrófonos de
6,5 mm (1/4 in)], un aumento en éste de x dB resultará en un cambio en el nivel de
voltaje inferior a x dB. Se dice entonces que la salida del micrófono no es lineal (la
forma de onda del voltaje eléctrico de salida es una réplica distorsionada de la pre-
sión sonora de la señal de entrada). Más aún, a niveles de presión sonora superiores
a aproximadamente 150 dB re 20 micropascales, un micrófono de condensador que
tenga un diámetro de 13 mm (112 in) puede estar sujeto a fractura física.
Aislante de cuarzo
Soporte
Anillo
de cierre Rejilla
protectora
Agujeros
de amortiguación
Terminal Ventilación de
de salida igualación de presión
FIGURA 5.5. Dibujo de una sección simplificada que muestra algunos detalles de la
construcción de un micrófono de condensador. (Cortesía de Larson-Davis Ine.)
FIGURA 5.6. Dibujo de una sección simplificada que muestra algunos detalles de la
construcción de un micrófono ELECTRET. (Cortesía de GenRad.)
5.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
del ambiente, sobre todo a temperaturas del aire inferiores a 10 oC (50°F), Y(5) una
impedancia de salida eléctrica que varía con la temperatura ambiental del aire.
El flujo de aire que pasa junto al micrófono produce un ruido que puede afectar se-
riamente a las medidas de nivel sonoro. El ruido del viento puede reducirse me-
diante el uso de una pantalla antiviento, como se describe en el Capítulo 9.
Aunque la mayoría de los sonómetros son relativamente pequeños, la caja del apa-
rato y el cuerpo del observador que sujeta el instrumento pueden influir sobre la
medida del nivel de presión sonora o nivel sonoro con ponderación de frecuencia si
el micrófono está conectado directamente al instrumento; este efecto se ilustra en la
Figura 9.10. Para evitar la influencia de la caja del instrumento, así como para apor-
tar un medio, si fuera necesario, de cumplir con los requisitos de respuesta de fre-
cuencia más estrictos, los fabricantes ofrecen pértigas y cables de extensión, con el
fin de aislar el micrófono de los efectos alteradores de la caja del instrumento y el
observador. Para las mediciones más precisas, el micrófono y su preamplificador
deben montarse sobre un trípode, o aparato equivalente, con un cable de extensión
bien protegido entre el preamplificador y el sonómetro. El preamplificador sirve
fundamentalmente como fuente de corriente eléctrica y conversor de la impedancia
alta de entrada a la impedancia baja de salida, sin cambio significativo en la ampli-
tud del voltaje del micrófono, su contenido de frecuencia o fase. Si la potencia dc
para que funcione el preamplificador viene dada por una fuente distinta del sonó-
metro y está localizada cerca del preamplificador, entonces el cable multiconductor
especialmente protegido de extensión del micrófono puede ser reemplazado por un
cable coaxial más barato. Hay que determinar la atenuación de frecuencias medias
introducida por el cable de extensión del micrófono mediante el uso de un calibra-
dor acústico o aparato equivalente.
La técnica habitual del laboratorio para calibrar micrófonos sin utilizar un micró-
fono de referencia previamente calibrado se denomina método de reciprocidad3 •
Este método se emplea en las normas de varios laboratorios, por ejemplo, en el Na-
tional Institute of Standards and Technology en Estados Unidos, el National Physi-
cal Laboratory en Inglaterra y el Physikalisch- Technische Bundesanstalt en Ale-
mania.
5.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
AMPLIFICADORES
PONDERACION DE FRECUENCIA
Ponderación A
Las normas nacionales e internacionales requieren que todos los aparatos que mi-
dan el nivel sonoro incorporen la ponderación de frecuencia designada mediante la
letra A. Muchos años de estudio y experiencia práctica han demostrado que los ni-
veles sonoros con ponderación A ofrecen una correlación adecuada con varias res-
puestas humanas (de personas o grupos en una comunidad) para distintos tipos de
fuentes de ruido. En consecuencia, es la ponderación de frecuencia más utilizada.
La Figura 5.7 Yla Tabla 1.2 muestran una respuesta con ponderación A relativa a la
respuesta a 1000 Hz. La respuesta relativa con ponderación de frecuencia A decre-
ce a frecuencias por debajo de 1000 Hz, de manera que las frecuencias medias y al-
tas reciben mayor énfasis (son menos ponderadas). La característica de la ponde-
ración A es que tiene en cuenta la sensibilidad reducida de la audición humana
normal para frecuencias bajas, comparada con la respuesta frente a frecuencias al-
tas (véase Figura 17.2 para la sensibilidad media de la audición humana en función
de la frecuencia).
La unidad del nivel sonoro con ponderación A es el decibelio, con el símbolo de
unidad dB. Cuando se utiliza la ponderación A, la cantidad ha de describirse como
nivel sonoro con ponderación A y hay que incluir la extensión del período temporal
para que se promedia (por ejemplo, un nivel sonoro con ponderación A de 72 dB
para una media de 5 minutos); a veces, el símbolo de la unidad dB va seguido de la
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.15
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Frecuencia en herzios
Ponderación B
Ponderación e
Como muestra la Figura 5.7, la respuesta con ponderación C es bastante uniforme
entre 50 y 5000 Hz. A menudo, si un sonómetro no incluye la ponderación «plana o
lineal», la ponderación C se utiliza para una medición «global» o de banda ancha
del nivel sonoro. Cuando se usa la ponderación C, el símbolo de la unidad dB es se-
5.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
guido de la letra C entre paréntesis para indicarlo [por ejemplo, un nivel sonoro de
72 dB(C)]; sin embargo, la cantidad sigue siendo un nivel sonoro con ponderación
C y la unidad el decibelio.
El control del rango de nivel ajusta el rango de los niveles sonoros que pueden me-
dirse para una disposición determinada de los controles. Las adaptaciones suelen
ser en pasos de 10 o 20 dB. Algunos sonómetros que tienen un rango de funciona-
miento lineal nominal de 90 dB o más pueden no ofrecer la posibilidad de un con-
trol del rango de nivel. En cualquier sonómetro, los rangos de funcionamiento li-
neal deben solaparse al menos 5 dB si hay saltos de 10 dB en el control del rango de
nivel, y al menos 10 dB, si los saltos son de 20 dB.
PONDERACION TEMPORAL
APARATOS INDICADORES
Después de que la señal del micrófono es: (1) ajustada por el control del rango de
nivel, (2) amplificada, (3) modificada por la ponderación de frecuencia y (4) pro-
mediada para el tiempo, la señal es entonces (5) mostrada en un aparato indicador.
Los niveles de presión sonora se indican en decibelios respecto al cuadrado de la re-
ferencia estandarizada de presión sonora de 20 micropascales [véase Ecuaciones
(1.8), (11.1) u (11.2)]. El aparato indicador, denominado a veces lector (<<readout»),
puede dar una indicación analógica, cuasi analógica o digital.
5.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Una lectura analógica suele consistir en un puntero o aguja que se mueve sobre una
escala graduada, calibrada en decibelios. Una lectura analógica puede ser simulada
por un indicador cuasi analógico en forma de barra de gráficos; a menudo, estas lec-
turas son indicadores de cristal líquido (LCD) diseñados individualmente.
Las graduaciones de la escala de los indicadores de sonómetros analógicos o
cuasi analógicos pueden estar espaciadas lineal o logarítmicamente, dependiendo
del circuito electrónico, aunque una graduación lineal es de lectura más fácil con
precisión uniforme. Las normas especifican que la escala debe estar graduada en in-
tervalos no superiores a 1 dB, sobre un rango de al menos 15 dB.
Indicadores digitales
Un indicador digital ofrece una muestra visual de la magnitud del nivel sonoro me-
diante un número o una disposición iluminada de lámparas pequeñas. Estos diseños
para los sonómetros pueden ser precisos, estables y robustos.
Un indicador digital resulta particularmente útil para medir una media temporal
o el nivel máximo de un sonido que varía con el tiempo, por ejemplo, el nivel sonoro
máximo rápido (fast) producido por un vehículo al pasar. Cuando el indicador di-
gital se actualiza lentamente (p. ej., una vez por segundo) y el nivel sonoro indicado
fluctúa rápidamente en varios decibelios, puede resultar difícil de leer y puede ser
imposible observar la magnitud de las fluctuaciones. Para lograr el mejor de ambos
enfoques, muchos aparatos de medición del nivel sonoro aportan ambos, indicado-
res cuasi analógicos y digitales.
Un indicador digital suele ser una lectura numérica, con cuatro o más dígitos,
más indicadores adicionales para sobrecarga, modo de indicación, estado de la ba-
tería y otros parámetros importantes. Algunos sonómetros muestran varias canti-
dades al mismo tiempo.
Todos los sonómetros deben cumplir las normas nacionales e internacionales rele-
vantes. Estas normas especifican los requisitos mínimos para el rendimiento acús-
tico y eléctrico, junto con los correspondientes objetivos de diseño y tolerancias. El
American national standard specification for sound level metersl, ANSI S1.4-1983,
designa tres clases de precisión para los sonómetros, todos los cuales tienen el mis-
mo objetivo de diseño de rendimiento; se diferencian en la tolerancia permitida
para lograr los objetivos. En los instrumentos de Clase O (Tipo O) se permiten las
menores tolerancias; las mayores, en la Clase 2 (Tipo 2):
Clase O (Tipo O) : Laboratorio.
Clase 1 (Tipo 1) : Precisión.
Clase 2 (Tipo 2) : Propósito general.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.19
Calibrador acústico
Calibrador acústico del tipo altavoz. Un calibrador acústico del tipo altavoz pro-
duce un nivel de presión sonora nominal en una cavidad pequeña mediante un pe-
queño altavoz [habitualmente menos de 50 mm (2 in) de diámetro] que es excitado
por la señal de un oscilador electrónico. En algunos aparatos, el nivel de presión so-
nora es corregido automáticamente para las variaciones de la presión atmosférica y
la temperatura del aire. Para estos calibradores especiales no es necesario aplicar
correcciones de las condiciones atmosféricas (véase las instrucciones del fabrican-
te). La precisión de una comprobación de sensibilidad, a presión atmosférica y tem-
peratura de referencia, puede estar en torno a ± 0,3 dB. A diferencia del pistófono,
que habitualmente aporta una señal a una frecuencia única y un solo nivel de pre-
sión sonora, algunos calibradores acústicos del tipo altavoz aportan señales precisas
para un rango amplio de frecuencias; p. ej., de 31,5 a 16.000 Hz. Además, algunos
calibradores acústicos del tipo altavoz dan señales de presión sonora sinusoidal para
5.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
todo un rango de niveles de presión sonora; p. ej., 94, 104 Y114 dB re 20 micropas-
cales. Al menos una vez al año, hay que realizar la verificación periódica del nivel
de presión sonora producido por el calibrador acústico del tipo altavoz bajo las con-
diciones de referencia.
Una medida de nivel sonoro máximo suele realizarse con ponderación temporal rá-
pida (fast), pero algunos requisitos pueden prescribir la ponderación temporal lenta
(slow). Cuando se selecciona el modo nivel sonoro máximo o mínimo, el aparato ac-
tualiza continuamente el valor indicado. En un sonómetro que «captura» y mantie-
ne el valor máximo o mínimo del nivel sonoro con ponderación temporal exponen-
cial rápida (fast) o lenta (slow) durante el tiempo de medición, el mayor nivel
sonoro máximo y el menor mínimo son retenidos hasta que el circuito es reiniciali-
zado mediante un botón. Esta característica es muy útil para indicar el mayor nivel
sonoro máximo rápido (fast) de un sonido que varíe con el tiempo, como el produ-
cido por un vehículo al pasar. Algunos aparatos digitales de medición del sonido tie-
nen un circuito que mantiene el máximo o el mínimo, que se reinicializa automáti-
camente a intervalos fijos de tiempo. El mayor nivel sonoro máximo y el menor
mínimo rápido (fast) medidos en los intervalos entre reinicializaciones se retienen
hasta que lo solicite el operador del instrumento.
ferida para la medición del nivel sonoro pico. Para una máxima precisión, el micró-
fono ha de tener la mayor respuesta de frecuencia posible. La ponderación de
frecuencia A no debe utilizarse para medir el nivel pico de presión sonora. Como
muestra el Capítulo 11, una medida del nivel máximo de presión sonora rápido
(fast) no sustituye al nivel pico de presión sonora.
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(b)
FIGURA 5.8. Atenuación medida en los filtros de banda de octava y de tercio de oc-
tava de los siguientes tipos: (1) implementación de un elemento activo analógico de
un filtro Butterworth de 6 polos, (2) implementación digital de respuesta infinita de
impulso de un filtro Chebyshev de 6 polos y (3) filtro digital de respuesta finita de im-
pulso con un factor de forma aguda. En (4) se muestra un filtro ideal de paso de banda
con atenuación de referencia en éste y atenuación infinita fuera del paso de banda. La
atenuación del filtro depende de la atenuación de referencia especificada por el fabri-
cante en el paso de banda del mismo. En el paso de banda del filtro, la frecuencia de
la señal de entrada está normalizada por la frecuencia central exacta de la banda. (a)
Para filtros de banda de octava; (b) para filtros de banda de tercio de octava. (Cortesía
de Brüel y Kjaer, Larson-Davis y Phoenix Computing Services.)
INSTRUMENTOS DE MEDIDA ACUSTICA 5.23
EQUIPO AUXILIAR
La mayoría de los instrumentos de medición del nivel sonoro ofrecen una salida de
corriente alterna (ae) que es el análogo eléctrico de la forma de onda de presión so-
nora que incide sobre el micrófono, modificada por las características de la ponde-
ración de frecuencia seleccionada. La salida ac suele seleccionarse para conectar el
sonómetro al equipo auxiliar, como puede ser un registro gráfico del nivelo una
grabación en cinta magnética, descritos en el Capítulo 6.
REFERENCIAS
1. American national standard specification for sound level meters, ANSI S1.4-1983, Acous-
tical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1983.
2. Sound level meters, lEC Standard 651:1979, Intemational Electrotechnical Commission,
CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1979.
3. American national standard method for the calibration of microphones, ANSI S1.lO-
1966(R1986), Acoustical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1986.
4. Integrating-averaging sound level meters, lEC Standard 804:1985, Intemational Electro-
technical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1985.
5. American national standard specification for octave-band and fractional-octave-band ana-
log and digital filters, ANSI S1.11-1986, Acoustical Society of America, Nueva York, NY
10017-3483,1986.
6. Octave-band and fractional-octave-band filters, lEC Standard XXXX:199X, Intemational
Electrotechnical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 199x.
7. American national standard preferred frequencies, frequency levels, and band numbers for
acoustical measurements, ANSI S1.6-1984, Acoustical Society of America, Nueva York,
NY 10017-3483, 1984.
Capítulo 6
INSTRUMENTOS DE
MEDIDA DE LA VIBRACION
Robert B. Randall
INTRODUCCION
..
"
Análisis l' '1
¡ Copia dura ,
Señal del
Preamplificador
aceleró metro
Integración
I Conversión de I Medida de rms, I
de limitación Indicación
I impedancia I I valores pico
de banda
l. I ti-
6.1
6.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
PREAMPLlFICADORES ACELEROMETROS
Integración
(6.1)
eo = 1 + jwRC
e
(6.2)
eo "'" jwRC
1
! T <30t-p (6.3)
1
! T <50t-p (6.4)
DETECTORES
Los detectores se usan para extraer los parámetros que caracterizan a una señal,
como los valores de la media aritmética, media cuadrática y raíz cuadrática media
(RMS), como se definieron en el Capítulo 1. El valor de la media aritmética es la
medida más simple, usando un rectificador de onda completa para obtener la mag-
nitud instantánea y un circuito de igualación para obtener la media. Sin embargo,
aunque existe una relación fija (pero diferente) entre los valores medios y RMS
para las señales sinusoidales y gaussianas aleatorias, la relación varía notablemente
para señales complejas y, en particular, se ve muy afectada por las relaciones de
fase. Como los valores de la media cuadrática y RMS son independientes de las re-
laciones de fase, suelen preferirse como descriptores de la señal estacionaria; cuan-
do se emplea un detector de media, suele ser como aproximación a un detector
RMS.
Los valores de la media cuadrática tienen la ventaja de ser directamente suma-
bIes cuando se suman dos señales (en particular, bandas de distinta frecuencia o
componentes), en tanto que los valores RMS tienen la ventaja de que mantienen las
mismas dimensiones y unidades que la señal original. Así, un detector de «RMS
verdaderos» tiene que incluir una sección de cuadrados y otra de medias para ob-
tener el valor de la media cuadrática, seguido de un extractor de la raíz cuadrada.
La definición del valor de media cuadrática asume una ponderación uniforme para
todo el tiempo T que se promedia. En la práctica, para las medidas de señales con-
tinuas, a menudo es preferible tener una media acumulativa, que aporta en cual-
quier momento el valor medio durante los T segundos previos. Es extremadamente
difícil lograr una media acumulativa ponderada linealmente y por ello se suele re-
currir a dos alternativas:
1. Media acumulativa ponderada exponencialmente. En la mayoría de los instru-
mentos analógicos, se logra mediante un circuito de igualamiento Re y tam-
bién mediante el promedio exponencial en instrumentos digitales, como los
analizadores basados en las «transformadas rápidas de Fourier» (Fast Fourier
Transform, FFT).
6.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El proceso de hallar la media actúa como un filtro de paso bajo para retirar los
componentes de ondulación de las frecuencias altas y dejar la dc, que varía lenta-
mente, o el valor medio. En la referencia 1, se muestra que las características del fil-
tro de paso bajo y de los circuitos para promedio exponencial y lineal son equiva-
lentes para el caso en que T = 2RC (donde RC es la constante de tiempo del
descenso exponencial). Esta filtración de paso bajo en el dominio de frecuencias co-
rresponde al acoplamiento del tiempo con la respuesta de impulso del circuito pro-
mediador. En la Figura 6.2 se comparan las dos respuestas de impulso (invertidas en
tiempo debido al acoplamiento) para el mismo caso en que T = 2RC. Cuando se es-
calan para dar lugar al mismo resultado sobre señales estacionarias (igual área bajo
la curva), la salida máxima para la media exponencial es el doble que la de la media
lineal. Hay que tener en cuenta este aspecto en el análisis de los impulsos.
Un método para comprobar el promedio temporal efectivo de un promediador
exponencial es retirar la excitación y medir la tasa de descenso de la salida. Esta
será 4,34 dB por tiempo constante Re u 8,7 dB para el tiempo promedio T. Esto no
se aplica a los analizadores FFT funcionando por encima de su frecuencia de tiempo
real, de la misma manera que el tiempo promedio lineal efectivo es menos que el
tiempo requerido para obtener el resultado.
2fT= 1fRC
Promedio 'lI
exponencial (R~ JI 1,5fT
JI
Promedio lineal JI
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/1
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.....-
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-=~~-------------L----~==~==~ ___ Tiempo
R-C
Tiempo de promedio T
FIGURA 6.2. Comparación del promedio lineal (para un tiempo T) con el promedio
exponencial (constante de tiempo RC) en el ámbito del tiempo para el caso en que
T = 2RC. Las curvas de ponderación representan las funciones de la respuesta impul-
so invertida en el tiempo.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.7
Detectores de pico
En algunos casos se requiere medir los valores pico verdaderos de la señal original
(por ejemplo, para evitar sobrecargar una grabadora). Existen detectores de pico
que capturan el mayor valor encontrado y bien lo mantienen hasta que son reinicia-
lizados o hacen que descienda lentamente hasta que se pueda hacer una lectura vi-
sual del valor en un medidor. Hay que tener cuidado a la hora de distinguir entre un
valor pico máximo positivo, un pico máximo negativo, un pico máximo (positivo o
negativo) y los valores de pico a pico (Figura 6.3). También hay que tener la pre-
caución de distinguir entre valores pico verdaderos y lo que se denomina de forma
aproximada como vibración pico a pico, que, a menudo, se asume sinusoidal y se
mide con un detector de promedio.
Factor de cresta
El factor de cresta es la relación entre el valor pico y el valor RMS. Hay que utilizar
el valor de pico máximo (positivo o negativo). Sólo tiene sentido allí donde los va-
lores pico son razonablemente uniformes y pueden repetirse de una muestra a otra.
El factor cresta aporta una medida de cuán puntiaguda es la señal y suele usarse
para caracterizar señales que contienen impulsos repetitivos además de una señal
continua de bajo nivel. Ejemplos de este tipo de señales de vibración son las de las
máquinas alternativas y las producidas por faltas localizadas en engranajes y ele-
mentos rodantes de cojinetes.
Detectores de envolventes
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Tiempo
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= Máximo pico (positivo
o negativo)
=
E
«
ilustrada en la Figura 6.4. Muy a menudo, la señal se filtra con un paso de banda en
una región de frecuencias dominada por los golpes repetitivos (v.g., una de las re-
giones que contiene resonancias que son excitadas y donde la señal de fondo extra-
ña es baja).
La verdadera envolvente de la señal puede obtenerse usando un detector de
pico con un tiempo de descenso constante fijado lo suficientemente corto como
para seguir las variaciones relativamente lentas en la envolvente de la señal (recti-
ficada). Si se pasa la señal, en primer lugar, a través de un filtro de paso de banda,
tendrá una forma aproximadamente sinusoidal con una amplitud que varía lenta-
mente y habrá una relación fija entre el valor pico y el valor RMS (a corto plazo) o
el valor pico y el valor medio, en cuyo caso puede utilizarse un detector RMS o de
promedio en lugar de un detector de pico. Más aún, si el análisis de frecuencia de la
señal se va a obtener mediante un analizador FFf, no es necesario aplicar un cir-
cuito igualador, ya que los filtros (véase Capítulo 8) retirarán automáticamente los
componentes de onda de alta frecuencia en la señal rectificada. Así, un filtro sinto-
nizable de paso de banda de, por ejemplo, un ancho de banda de un tercio de oc-
tava, seguido de un rectificador de onda completa, puede utilizarse como detector
de la envolvente, en casos en que los golpes de repetición de las frecuencias sean el
interés primordial. Como se indica en el Capítulo 8, la envolvente de las señales
también puede calcularse mediante las técnicas de transformación de Hilbert en un
analizador FFf.
Los aparatos de medición de la vibración son instrumentos que reciben una señal de
un transductor de vibración y la procesan para dar una indicación de los parámetros
relevantes a ella. A veces se construyen específicamente para satisfacer ciertas nor-
mas, por ejemplo, ISO 2372, «Deterioro por vibración de las máquinas rotatorias»,
o ISO 2631, «Vibración humana». En estos casos, los requisitos se especifican en la
norma relevante; el comentario aquí va dirigido hacia los aparatos de medición de
la vibración de propósito general.
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V Envolvente de la señal
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"C
:::l
Tiempo
.'::
C.
E
<
Secuencia original de golpes
FIGURA 6.4. Ilustración de la envolvente de la señal para una señal impulsiva que
contiene golpes de frecuencia alta muy repetitivos.
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.9
GRABADORAS
de las ventajas de la grabación en FM es que las señales registradas son menos sus-
ceptibles a los cambios debidos a las malas condiciones de almacenamiento (calor,
luz y tensión de campos magnéticos). Por otra parte, como la frecuencia carrier sue-
le ser de 3 a 5 veces mayor que la frecuencia máxima de la señal en la grabación FM,
las velocidades de las cintas (y por tanto la cantidad de cintas utilizadas) ha de ser
de 3 a 5 veces mayor para un rango determinado de frecuencia.
La principal diferencia entre las dos técnicas es su capacidad para registrar se-
ñales de baja frecuencia. Dado que lo que se detecta al volver a oír una grabación
directa es la tasa de cambio en la magnetización de la cinta, esta técnica no puede
grabar por debajo de la de; el límite inferior de frecuencia típico es 25 Hz. Por otra
parte, la grabación FM puede registrar por debajo de de; una señal dc es presentada
simplemente como una desviación constante de la frecuencia carrier.
Dado liJ.ue al volver a oír las grabaciones directas hay que integrar la señal de-
tectada y compensar otros efectos, como las propiedades magnéticas de la cinta,
esto suele hacerse mediante redes de igualación diseñadas fundamentalmente para
aportar linealidad de la amplitud; la linealidad de fase no es buena. Así, es probable
que la forma real de las señales se vea modificada por la grabación directa; no se
puede confiar en los valores pico. La linealidad de fase de la grabación FM es ex-
celente para todo el rango, salvo para la parte de frecuencias más altas, donde los
efectos del filtro requerido de paso bajo se hacen significativos.
Una de las características más importantes de una grabadora es su rango diná-
mico, ya que la grabadora es el elemento de la cadena de medición cuyo rango di-
námico está probablemente más restringido. El rango dinámico suele expresarse en
términos de la relación señal - ruido, que típicamente es 40 dB para grabación FM
y hasta 50 dB para grabación directa. Sin embargo, estos números pueden ser algo
equívocos, porque el ruido a que se hace referencia es una magnitud total sobre el
rango completo de frecuencia y tiene menos influencia en un análisis de banda es-
trecha. Después del análisis de banda estrecha, el nivel de ruido para la grabación
FM suele estar más de 60 dB por debajo de la escala completa, en comparación con
los 70 u 80 dB para digitalización del ruido en un analizador de frecuencia moderno.
La Tabla 6.1 resume los rasgos más importantes de las grabaciones FM y directa.
Algunas grabadoras pueden registrar usando ambas técnicas, en cuyo caso las ca-
bezas suelen estar optimizadas para FM y la relación entre la señal y el ruido para
la grabación directa está algo reducida. El añadido más importante aportado por la
grabación directa es la posibilidad de registrar las frecuencias más altas, típicamente
de 50 a 100 kHz.
Característica Directa FM
Rango dinámico (típico, banda estrecha) 70dB 60dB
Límite de frecuencia inferior (típico) 25 Hz dc
Límite de frecuencia superior (típico) 50kHz 10kHz
Estabilidad de la amplitud Aceptable Excelente
Linealidad de fase Mala Buena
Preservación de la información registrada Aceptable Buena
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 6.11
Grabadoras digitales
REFERENCIA
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 33 ed., Capítulo 13, McGraw-HiII,
Nueva York, 1988.
Capítulo 7
TRANSDUCTORES DE
VIBRACION
Eldon E. Eller
Robert M. Whittier
INTRODUCCION
7.1
7.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Debido a que a menudo resulta imposible establecer una referencia fija para la
medida del impacto y la vibración, muchos transductores (incluidos los que se des-
criben en este capítulo) son del tipo masa y muelle, mostrado esquemáticamente en
la Figura 7.1; consiste en una masa m suspendida de la caja del transductor median-
te un muelle de rigidez K. El movimiento de la masa dentro de la caja puede amor-
tiguarse mediante un fluido viscoso o corriente eléctrica simbolizada mediante un
contenedor de choque con un coeficiente de amortiguación c. Se pretende medir el
movimiento de la parte móvil, cuyo desplazamiento, con respecto al espacio fijo,
está indicado por u. Cuando la caja del transductor se conecta a la parte móvil, pue-
de usarse para medir el desplazamiento, la velocidad o la aceleración, dependiendo
de la parte del rango de frecuencia que se utilice y de si el elemento transductor es
sensible al desplazamiento relativo o a la velocidad relativa df:ldt.
Sensibilidad
Resolución
Tiempo -
FIGURA 7.2. Relación entre los valores medios, RMS, pico y de pico a pico para una
onda sinusoidal simple. Estos valores se utilizan al especificar las sensibilidades de
los transductores de impacto y vibración (p. ej., milivoltios pico por g pico, o milivol-
tios RMS por desplazamiento de pico a pico). Estas relaciones no se mantienen más
que para ondas sinusoidales simples.
7.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Sensibilidad transversal
el
-=tane (7.1)
eo
En la práctica, la tangente de e está entre 0,01 y 0,05 Yse expresa como un por-
centaje. Por ejemplo, si la tan e = 0,05, se dice que el transductor tiene una sensi-
bilidad transversal deIS por 100. La Figura 7.4 es un representación polar típica de
sensibilidad transversal.
x
e,
J------y
z
FIGURA 7.3. La sensibilidad designada eo y la sensibilidad eft que se produce cuan-
do el eje de máxima sensibilidad emllx no está alineado con el eje de eo •
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.5
z
FIGURA 7.4. Representación gráfica de la sensibilidad de un transductor en todos
los ejes normales al eje designado eo, representada de acuerdo con los ejes que
muestra la Figura 7.3. La sensibilidad alcanza un valor máximo eta lo largo del eje Yy
el valor mínimo a lo largo del eje Z
Rango de frecuencias
o
~ LIMITES
::¡ ESPECIFICADOS
iñ DE LINEALIDAD
Ui
zw I---RANGO LlNEAL---
CJ)
~ 10--
2
O
Ü
O «
i? 10--3
::J
a:
w
..J
a.. W
U
~ 10-41---7L..t-?"" «
10-5 '---.L..J.--''-'-~ _ _-'-~
1 10 102 103 104 105
FRECUENCIA. Hz
donde a es una constante. Así, el movimiento relativo 8 del instrumento está des-
fasado respecto a la aceleración ü que se está midiendo; sin embargo, el incremento
a lo largo del eje de tiempo es una constante independiente de la frecuencia. En
consecuencia, la forma de onda de la salida de un acelerómetro no está distorsio-
nada, sino que está retrasada con respecto a la forma de onda de la vibración que se
está midiendo.
Cualquier valor de aceleración en un acelerómetro diferente de ~ = Oo ~ = 0,65
(aproximadamente) da como resultado un cambio de fase no lineal con la frecuen-
cia y la consecuente distorsión de la forma de onda. Los acelerómetros piezoeléc-
tricos tienen un valor de amortiguación interna extremadamente bajo.
Efectos ambientales
pueden usar dos mecanismos distintos para compensar los efectos de la tempera-
tura.
1. La temperatura de captación puede mantenerse constante mediante calen-
tamiento o enfriamiento local.
2. Pueden medirse las características de la captación en función de la tempera-
tura y, si es necesario, aplicar entonces las correcciones adecuadas a los datos
medidos.
Propiedades físicas
fn-tlfn= ~ (7.3)
fn "'~
donde fn= frecuencia natural de la estructura
tlfn= cambio en la frecuencia natural
m= masa de la estructura
!lm= aumento en la masa que se produce al añadir el transductor
En general, para un tipo determinado de elemento transductor, la sensibilidad
aumenta aproximadamente en proporción a la masa del transductor. En la mayoría
de las aplicaciones, es más importante que el transductor sea de tamaño pequeño a
que tenga alta sensibilidad, porque la amplificación de la señal aumenta la salida a
un nivel útil.
Los transductores del tipo masa-muelle para la medición del desplazamiento
suelen ser más grandes y pesados que los transductores semejantes para la medida
de la aceleración. En los del primer tipo, la masa tiene que permanecer estacionaria
en el espacio, mientras la caja del instrumento se mueve a su alrededor; este requi-
sito no es necesario para los segundos.
Para la medición del impacto y la vibración en aviones o misiles, son importan-
tes el tamaño y el peso, no sólo del transductor, sino también del equipamiento au-
xiliar. En estas aplicaciones, los instrumentos autogeneradores que no requieren
potencia externa pueden ofrecer una ventaja significativa.
ACELEROMETROSP~ZOELECTRICOS
Principio de funcionamiento
Un acelerómetro del tipo que muestra la Figura 7.8a es un transductor lineal sís-
mico que utiliza un elemento piezoeléctrico, de tal manera que se produce una car-
ga eléctrica que es proporcional a la aceleración aplicada. Este transductor piezoe-
7.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Salida
eléctrica
(a)
Amortiguación c
l Marco
Referencia inicial
i
r----'---:-:--'--"",-.L..--..,elemento piezoeléctrico '------,....._ _---'
(b) (~
el
....
O
C.
'"O
''¡:;
(5
,~ Límite Límite
inferior de superior de
'E frecuencia frecuencia
...e A
1
Q)
E
'0
Valor
medio 1 I +
Qi
Qi
<.l
CtI
Qi
~ R.n90
de frecuencia
'O útil
CtI
:E
CtI
(J)
~ fn
Frecuencia, Hz 5
Acelerómetros típicos
MASA-_Io(,
DISCOS
PIEZOELECTRICOS
MARCO
FIGURA 7.10. Acelerómetro piezoeléctrico del tipo NRL. Este captador tiene una
sensibilidad de 100 milivoltios/g, una frecuencia de resonancia de 14.000 Hz y una
aceleración útil de hasta 5000 g. (Cortesía del Naval Research Laboratory estadouni-
dense.)
TRANSDUCTORES DE VIBRACION 7.13
MUELLE
MASA SISMICA
....1-_ ELEMENTO
PIEZOELECTRICO EN
COMPRESION
SALIDA
BASE
(a) (b)
FIGURA 7.11. Acelerómetros piezoeléctricos (a) del tipo delta shear y (b) del tipo
compresión. (Cortesía de Bruel y Kjaer.)
Acelerometro del tipo shear. Un acelerómetro del tipo shear, como el represen-
tado en la Figura 7.12, emplea un elemento piezoeléctrico en forma cilíndrica ajus-
tado alrededor de un poste de montaje central; un anillo de carga (o masa) está uni-
do a la superficie exterior del elemento piezoeléctrico. El cilindro está hecho de
cerámica y está polarizado en toda su longitud; el voltaje de salida del acelerómetro
se toma de sus paredes internas y externas. Este tipo de diseño suele conocerse
como acelerómetro anular de tipo shear axialmente polarizado.
Otro tipo de acelerómetro del tipo shear usa una placa plana de elementos sen-
sores. Los fabricantes cargan éstos previamente, mediante distintos métodos, con-
tra un elemento poste liso. Uno de estos métodos es el que se muestra en la Figura
7.11a. Los acelerómetros de este estilo tienen poca respuesta cruzada, excelentes
características de temperatura e interferencias de salida despreciables por flexión
de la base. El rango de temperatura del diseño shear anclado puede ir de -254 a
+ 760 oC (-425 a + 1400 °F). Las siguientes son especificaciones típicas: sensibilidad
entre 10 y 50 picoculombios/g; rango de aceleración entre 1 y 500 g; frecuencia de
resonancia, 25.000 Hz; rango de frecuencia útil de 3 a 5000 Hz; rango de tempera-
tura de -254 a +760 oC (-425 a + 1400 °F); respuesta transversal, 3 por 100.
7.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ELEMENTO
1:.J~tI--- PIEZOELECTRICO
CONECTOR
_ COAXIAL
SUBMINIATURA
35
>
E 30
~. 25 ~,,~JiguAbo
\
~ 20
~ 15 \
g 10 I
,
::J 5 \
~ O \...... AMORTIG Jf\ o
100 1.000 10.000
FRECUENCIA. Hz
(7.4)
qUJ1
-;;-
X
CE CS o
1m cr=cE + Cs
(a)
es qs 1
(7.5)
x X CE + Cs
(7.6)
eix CE
(7.7)
e/x CE + Cs
Los acelerómetros piezoeléctricos se utilizan con ambos tipos de acondicionadores
de señal, sensores de voltaje y sensores de carga, aunque el sensor de carga es mu-
cho más frecuente debido a que su sensibilidad no cambia con la capacidad externa
(hasta cierto límite). Estos factores se comentan en el Capítulo 6. Además, los cir-
cuitos electrónicos pueden colocarse dentro de la caja del acelerómetro, como se
comenta a continuación.
Efectos de la temperatura
Fuerza de excitación
A =A ms (7.8)
°ms + mt
Standards Institute recomienda que la masa dinámica del transductor sea menor que
10 veces la masa dinámica de la estructura en resonancia.
REFERENCIA
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
NY 10020, 1988.
Capítulo 8
ANALISIS ACUSTICO
y DE VIBRACIONES
Robert B. Randall
INTRODUCCION
FILTROS
8.1
8.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
de un eje, en cuyo caso se convierte en un filtro de barrido, que puede usarse para
filtrar el componente correspondiente de un armónico determinado o múltiplo de la
señal sincronizada. Suele ser preciso un adaptador de barrido o multiplicador/divi-
sor de frecuencia, para generar la frecuencia sintonizable a partir de la señal origi-
nal de sincronización, si se requieren más datos además de la frecuencia fundamen-
talo el primer armónico.
En el pasado, se usaban habitualmente baterías de filtros con frecuencias cen-
trales fijas, cada uno con su propio detector, para un análisis con filtros paralelos de
todas las bandas de frecuencia en tiempo real. Sin embargo, este montaje es costoso
y ha sido ampliamente superado por los analizadores con filtro digital (descritos en
la siguiente sección). Si no es preciso un análisis en tiempo real, una alternativa me-
nos cara es conectar una a una las salidas de los filtros a un único detector y regis-
trarlas sobre el papel secuencialmente. Los filtros individuales también pueden
compartir muchos componentes, seleccionados en las combinaciones apropiadas
mediante el proceso de conexión. Los filtros fijos escalonados secuencialmente sue-
len utilizarse para análisis de banda relativamente ancha y rara vez se usan con an-
churas inferiores a un tercio de octava. Este tipo de análisis tiene muchas aplicacio-
nes en acústica y en estudios sobre los efectos de la vibración en seres humanos.
(Véase Capítulo 44 en la Referencia 1.)
Filtros digitales
Los filtros digitales (en particular, los filtros digitales recursivos) son aparatos que
procesan una señal continua digitalizada y aportan otra señal como salida que está
filtrada en cierta forma respecto de la original. La relación entre las muestras de sa-
lida y de entrada puede expresarse como una ecuación diferencial (en general, im-
plicando valores previos de salida y entrada) con propiedades parecidas a las de una
ecuación diferencial que podría describir un filtro analógico.
Las propiedades de un filtro digital (p. ej., los 3 filtros de tercio de octava dentro
de una octava) pueden variarse cambiando los coeficientes de la ecuación diferen-
cial. Con los mismos coeficientes, las propiedades relativas están ligadas a la fre-
cuencia de muestreo y pueden adaptarse para las octavas inferiores dividiendo en-
tre dos repetidamente la frecuencia de muestreo. Al calcular el doble de rápido de
lo necesario para la octava más alta, es posible producir resultados que cubran todas
las octavas inferiores en tiempo real.
Por estas razones, los filtros digitales son muy eficaces en la ejecución del aná-
lisis en tiempo real con porcentaje constante de anchura de banda para un rango
amplio de frecuencia, como el análisis en tercios de octava típicamente utilizado
en la medición acústica. Una vez determinadas, las propiedades del filtro son ex-
tremadamente estables, porque están determinadas por un conjunto almacenado
de coeficientes numéricos y una frecuencia de muestreo dirigida por un reloj de
cristal.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.3
(8.1)
bn r '" 1 (8.2)
ANCHURA DE
BANDA EFECTIVA
DEL RUIDO B
l' ~
1.0 ri::::....'*""':::::lIk:;:::::=:::;: ONDULACION
PUNTO DE3dB
T
3T
oce
S
u:
-'
w
o
«
o
::::; OAAHlHtIt
;:i
w
o
-'
« SEÑAL DE
·z
w SALIDA DEL
Ul FILTRO
En la Figura 8.2 también se observa que la longitud efectiva del impulso TE es tam-
bién aproximadamente l/B, en tanto que para integrar toda la energía contenida en
la respuesta de impulso de un filtro es necesario integrar al menos 3 TR'
Con señales acústicas, la anchura de banda utilizada suele ser una octava o un tercio
de octava e invariablemente se emplean escalas de amplitud logarítmicas (en deci-
belios), de manera que lo expuesto a continuación se aplica fundamentalmente al
análisis de la vibración. En general, el tiempo de análisis está regido por expresio-
nes del tipo BT ~ K, donde K es una constante [véase, por ejemplo, Ecuación (8.1)]
y T es el tiempo requerido para cada medición con un ancho de banda B. Así, es im-
portante elegir la anchura de banda máxima que esté en concordancia con la obten-
ción de una resolución adecuada, ya que no sólo el tiempo de análisis por banda es
proporcional a l/B, sino que también lo es el número de bandas requeridas para cu-
brir un rango de frecuencia determinado.
Es difícil dar normas precisas para la selección de la anchura de banda de los fil-
tros, pero en el siguiente comentario se incluyen algunas directrices generales. Para
señales estacionarias determinísticas y, en concreto, periódicas que contengan com-
ponentes de frecuencias discretas equidistantes, el objetivo es separar los compo-
nentes adyacentes; la mejor manera de lograrlo es usar un ancho de banda constan-
te sobre una escala de frecuencias lineal. La anchura de banda debe, por ejemplo,
elegirse entre un quinto y un tercio del espaciamiento mínimo esperado (p. ej., la
menor velocidad del eje, o la mitad de ésta, si es la que se espera) (véase Figura
8.3a). Para señales estacionarias aleatorias (random) o transitorias, es probable que
la forma del espectro esté determinada por resonancias en la vía de transmisión en-
tre la fuente y la toma, y habrá que elegir una anchura de banda B que sea aproxi-
madamente un tercio de la anchura de banda Br del pico de resonancia más estre-
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.5
-'
«
'Z
w
C/l
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B s fJ3 (TI PICA)
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FRECUENCIA
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::J B s B/3 (TI PICA)
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~
«
FRECUENCIA
(b)
FIGURA 8.3. Elección de la anchura del filtro B para distintos tipos de señales. (a) Se-
ñales discretas de frecuencia; espaciamiento armónico fh ; (b) señales estacionarias
aleatorias (random) e impulsivas.
cho (Figura 8.3b). Para amortiguación constante, tienden a tener una constante Q o
características de ancho de banda de porcentaje constante y, por ello, a menudo lo
más adecuado es una anchura de banda de porcentaje constante sobre una escala de
frecuencias logarítmica.
La escala de frecuencia lineal suele utilizarse normalmente con una anchura de
banda constante, mientras que la escala logarítmica suele emplearse con una anchu-
ra de banda de porcentaje constante, ya que con estas combinaciones se obtiene una
resolución uniforme sobre la escala. La escala logarítmica puede seleccionarse con
el fin de cubrir un rango de frecuencia amplio, y entonces la anchura de banda de
porcentaje constante está prácticamente obligada. Sin embargo, la escala de fre-
cuencias logarítmica puede uilizarse ocasionalmente con una anchura de banda
constante (aunque sobre un rango de frecuencias limitado), con el fin de demostrar
una relación que es lineal en escalas log-log (p. ej., conversiones entre aceleración,
velocidad y desplazamiento).
8.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Las vibraciones medidas externamente, sobre la carcasa de una máquina por ejem-
plo, son casi siempre el resultado de fuerzas internas que actúan sobre una estruc-
tura cuya función de respuesta en frecuencia modifica el resultado. Debido a que las
funciones de respuesta estructurales varían en un rango dinámico muy amplio, casi
siempre es una ventaja trazar el espectro de vibración sobre un eje de amplitudes lo-
garítmico. Esto se aplica sobre todo cuando las mediciones de vibración se utilizan
como un indicador del estado de la máquina (y por tanto, fuerzas internas y tensio-
nes), ya que los mayores componentes de la vibración no representan necesaria-
mente las mayores tensiones. Incluso cuando la vibración tiene interés en sí misma,
como en las mediciones de la vibración sobre personas, el eje de amplitudes debe
ser logarítmico porque ésta es la forma en que el cuerpo percibe el nivel de vibra-
ción.
La decisión sobre si los ejes logarítmicos deben estar calibrados directamente
con escalas en unidades lineales o logarítmicas expresadas en decibelios relativos a
un valor de referencia, es una cuestión de elección personal (aunque a veces está
dictada por una norma). Otro aspecto a considerar es el rango dinámico. La señal
de un acelerómetro (más el amplificador) puede tener fácilmente un rango diná-
mico válido de 120 dB (y más de 60 dB sobre tres décadas de frecuencia cuando se
integran velocidades). La única forma de poder utilizar este rango amplio de infor-
mación es sobre un eje de amplitudes logarítmico. La Figura 8.4 ilustra ambas con-
sideraciones; muestra los espectros medidos en dos puntos distintos sobre la misma
caja de transmisiones (que representan la misma situación interna), sobre ejes de
amplitudes lineal y logarítmico. Las representaciones logarítmicas de los dos espec-
tros son bastante parecidas, en tanto que las representaciones lineales no sólo son
diferentes, sino que ocultan varios componentes que podrían ser importantes.
Una caso excepcional en el que la escala de amplitudes lineal suele preferirse a
la logarítmica es el análisis de señales de desplazamiento relativo, medido mediante
sensores de proximidad, por las siguientes razones: (1) el parámetro que se mide es
de interés directo para compararlo con los resultados de los cálculos dinámicos del
rotor y (2) el rango dinámico que se puede lograr mediante medidas de la vibración
relativa del eje (limitado por la fatiga mecánica y eléctrica) no justifica o no necesita
determinarse sobre un eje logarítmico.
~110r---+---+---+---4-~4---~--~
~
~ E100r---+---+---~~~--4---4---4---~--~~ 7,5 !E
~ E
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o' 80 r-.-+-h-+----1H-1tF--+l-+--4-J--+lI--Wf-+~ 5 g
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z~ 50r---t---t---n-~~~'---~---+---+--_+--~
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~~~~--~~~~L-~LL~~~~~~O
O 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
FECUENCIA. Hz
(A)
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Z 50~--~--+---~--~--4---~--~--~--~--~
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L---~~~~~~~~~~~~~~~~O
o 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
FECUENCIA, Hz
(B)
FIGURA 8.4. Comparación de escalas de amplitud rms logarítmica y rms lineal para
la representación del espectro de la velocidad de vibración en dos puntos de medición
[(A) y (8)), localizados sobre la misma caja de transmisiones (representando por tanto
la misma situación interna). Las dos representaciones logarítmicas en términos del ni-
vel de velocidad son semejantes y muestran todos los componentes de interés. Los
espectros lineales de la amplitud de la velocidad son bastante distintos y ambos ocul-
tan muchos componentes que podrían ser importantes.
Existen tres elementos básicos en un analizador que pueden dar lugar a retrasos sig-
nificativos y, por tanto, influir sobre la velocidad de análisis.
El filtro introduce un retraso del mismo orden que su tiempo de respuesta T R
(véase Figura 8.2). Es probable que éste sea el factor dominante en el análisis de se-
ñales estacionarias deterrninísticas, donde el filtro sólo contiene un componente de
frecuencias cada vez, y sólo es preciso un corto tiempo de promedio de la señal.
El detector introduce un retraso del mismo orden que el tiempo de promedio TA •
La elección del tiempo depende del tipo de señal que se esté analizando, o sea, es-
tacionaria determinística (frecuencia discreta) o estacionaria aleatoria (random).
En un análisis de barrido de frecuencias, los retrasos resultantes tanto del tiem-
po de respuesta del filtro como del tiempo de promedio implican que el espectro re-
gistrado difiere del espectro real, como ilustra la Figura 8.5. La velocidad a la que la
plumilla recorre la escala de frecuencias se denomina velocidad del papel, incluso en
situaciones en que el portador de la plumilla es el que se mueve respecto a un papel
estacionario, como en el caso de un registro X-Y. Las siguientes consideraciones
son importantes en la selección de una velocidad del papel adecuada, lo que deter-
mina el tiempo de análisis:
1. Hay que limitar los errores en el nivel de los picos y los valles grabados. Por
lo general, los valles son menos importantes porque a menudo están deter-
minados por artificios, como la anchura de banda y las características del fil-
tro.
2. El retraso, o desfase de frecuencia, de los picos y los valles registrados tam-
bién ha de limitarse, por ejemplo, a un cuarto de la anchura de banda.
3. La tasa máxima de descenso de la señal de salida del detector es 8,7 dB por
tiempo de muestreo; esto limita la pendiente máxima que puede trazarse so-
bre el borde de salida de los picos del espectro. En el caso límite, la pendiente
or RETRASO
ce RETRASO
"C
o'
a:
t
1b
UJ
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en
UJ
..J
UJ
Cl
..J
UJ
~
Z
FRECUENCIA
FIGURA 8.5. Diferencias entre los espectros grabado y real en análisis de barrido de
frecuencias incluyendo la definición de retraso y error al registrar picos y valles.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.9
máxima a registrar corresponde a las características del filtro y hay que limi-
tar la velocidad del papel para permitir que se registre correctamente.
La Tabla 8.1 se basa sobre estos principios y, como se detalla en la Referencia 2,
incluye fórmulas para la selección de los parámetros de análisis, como el tiempo de
muestreo y la velocidad de barrido, para análisis escalonado y de barrido de fre-
cuencias.
Otro límite está impuesto por el registrador gráfico de nivel, que puede tener
una velocidad limitada de la plumilla (velocidad de escritura). Esta velocidad ha de
ser bastante mayor que la velocidad del papel, de manera que la pendiente máxima
de la característica del filtro pueda reproducirse (análisis de barrido), o el nivel del
siguiente filtro pueda alcanzarse en el tiempo de parada momentánea (análisis es-
calonado). Si esto no es posible, la velocidad del papel habrá de reducirse de forma
acorde. En algunos registradores gráficos de nivel, la velocidad de escritura se uti-
liza indirectamente para establecer el tiempo de muestreo, en cuyo caso es proba-
blemente la velocidad de la plumilla como tal, y no el tiempo de promedio, la que
limita la velocidad del papel.
Para el análisis con filtros paralelos en tiempo real, el tiempo de parada momen-
tánea T D no es relevante directamente, pero el tiempo de promedio TA puede se-
leccionarse en la Tabla 8.1, TA para señales aleatorias (random), o T D para señales
determinísticas. En este último caso, TA también debe satisfacer el requisito para
señales aleatorias (random) a frecuencias altas, donde la anchura de banda del filtro
(de porcentaje constante) incluye varios componentes de frecuencias. El mismo va-
lor de TA se aplica a promedios lineales y exponenciales, pero en el último caso pue-
de ser necesario esperar un tiempo correspondiente a 2TA para eliminar los errores
de sesgo.
Definición de escala es el proceso para determinar las unidades correctas para el eje
y de un análisis de frecuencias, en tanto que calibración es el proceso para estable-
• fmin = frecuencia más baja en el rango cubierto, Hz; B= anchura de ba~da del filtro, Hz; TA = tiempo de promedio;
T D = tiempo de parada momentánea en cada filtro (análisis escalonado) o tIempo de barndo sobre la anchura de banda
del filtro (análisis de barrido); df/dl = velocidad de barrido, Hzlsegundo.
t Se aplica al análisis de filtro escalonado. .. . .
t La velocidad de barrido se expresa en Hzlsegundo si B está en Hz; mdlca dIrectamente la velOCIdad del papel en
mm/segundo si B se expresa como su anchura equivalente en mm sobre el papel.
8.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
cer y confirmar los valores numéricos a lo largo del eje. En el caso más general, los
espectros pueden «escalarse» en términos de media cuadrática o valores RMS para
cada frecuencia (o, hablando estrictamente, para cada banda del filtro). Para seña-
les dominadas por los componentes de frecuencia discreta, sin más de un compo-
nente por banda del filtro, significa obtener la media cuadrática o valor RMS de
cada componente.
Un espectro de valores medios cuadráticos se denomina espectro de potencia,
porque la potencia física está relacionada a menudo con el valor cuadrático medio
de parámetros tales como voltaje, corriente, fuerza, presión y velocidad.
Para señales aleatorias (random), los valores del espectro de potencia varían
con la anchura de banda, pero pueden ser normalizados mediante la obtención de
la densidad de espectro de potencia W(f), dividiendo por la anchura de banda. Los
resultados son entonces independientes de la anchura de banda del análisis, siem-
pre que esta última sea más estrecha que la distancia entre picos en el espectro que
se está analizando (véase la figura 8.3b). La densidad de espectro de potencia se ex-
presa en i' por herzio, cuando la señal de entrada se expresa en aceleración gs, y en
voltios al cuadrado por herzio, cuando la señal de entrada es en voltios.
El concepto de densidad de espectro de potencia carece de significado cuando
sólo existen componentes de frecuencia discreta (con anchura de banda infinita-
mente estrecha); sólo puede aplicarse a las partes aleatorias (random) de las señales
que contienen una mezcla de frecuencias discretas y componentes random. Sin em-
bargo, es posible calibrar una escala de densidad de espectro de potencia utilizando
una señal de calibración de frecuencia discreta. Por ejemplo, cuando se analiza una
señal sinusoidal de 1 g con un analizador de ancho de banda de 10 Hz, la altura del
pico de frecuencia discreta puede definirse: 12<j/10 Hz = 0,1 <jlHz.
Para análisis con ancho de banda constante, la escala así lograda es válida para
todas las frecuencias; para análisis con ancho de banda de porcentaje constante, la
anchura de banda y la escala de densidad de espectro de potencia varían con la fre-
cuencia. Sobre ejes log-log, es posible dibujar líneas rectas que representen la den-
sidad constante de espectro de potencia, cuya pendiente asciende a 10 dB por dé-
cada de frecuencia desde el punto de calibración.
ANALlSIS FFT
012345
NUMERO DE LINEA
FIGURA 8.6. Ilustración del efecto de «valla puntiaguda)) ((picket fence))). Cada línea
de análisis tiene una característica de filtro asociada, que depende de la función de
ponderación utilizada. Si la frecuencia coincide exactamente con una línea, se indica
a su nivel pleno. Si está entre dos líneas, se representa en cada una de ellas a un nivel
más bajo, que corresponde a un punto en que se cruzan las características.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.13
En un análisis FFf normal (denominado análisis de banda base), se aplican las si-
guientes relaciones:
(a)
100m ~----------------------~L-~~-----------------------i
10m L----=~~==~------------------------~~~~~------~
1m ~~~~~-r~-r'-ro'-~~~-r~-r~~'-~~~~~-r~~
O,4k 0,5k 0,6k 0,7k 0,8k 0,9k 1,Ok 1,lk 1,2k
10
• (d)
(b) (e)
100m
20dB
10m
1m
J \
O,4k 0,5k 0,6k 0,7k 0,8k 0,9k 1,Ok 1,lk 1,2k
FIGURA 8.7. Comparación del peor caso de características de filtro para una ventana
rectangular y otras funciones de ponderación para un rango dinámico de 80 dB.
(a) Rectangular; (b) Kaiser-Bessel; (e) HANNING; (d) «techo plano».
principales, conocidas como zoom en tiempo real y zoom no destructivo, que tienen
distintas ventajas y desventajas.
En el zoom en tiempo real, la banda del zoom se mueve hacia abajo hasta la fre-
cuencia cero en una operación en tiempo real realizada por un procesador de zoom.
La anchura de banda (y por tanto el espacio entre líneas) se reduce mediante el fil-
trado digital en tiempo real y el procedimiento de remuestreo antes de que la señal
sea capturada en una memoria y transformada. Tiene la ventaja de que el factor de
zoom es virtualmente ilimitado, pero la desventaja de que para aplicar el zoom en
una banda distinta de frecuencia es necesario reprocesar la señal completa. La Fi-
gura 8.8 muestra un ejemplo de zoom en tiempo real con un factor de 64:1. Revela
1m
.!!? lOO/!
·E
'C'
ea
'C
.¡¡
'0
1O/!
~
1/!
1m
lOO/!
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.E
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!o
.¡¡
o 1O/!
~
1/!
FIGURA 8.8. (a) Espectro original de banda base; (b) sección sombreada de (a) me-
diante un factor zoom de 64: 1.
8.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
1
E=--- (8.5)
2F
donde n es el número de los espectros independientes promediados.
Un valor de n = 16 correspondería a las recomendaciones de la Tabla 8.1 para
análisis con filtro, y la Figura 8.9 ilustra el efecto de aumentar el número de pro-
medios para una señal real tipo random y el concepto de error típico E. Las fluctua-
ciones están siempre dentro de ± 3E (99,7 por 100 de probabilidad).
Con ponderación rectangular, los espectros independientes son los de los regis-
tros temporales no solapados; cuando se utilizan otras funciones de ponderación, la
situación es diferente. Como la mayoría de la información está contenida en la mi-
tad central de un registro con ponderación HANNING, por ejemplo, no es posible
usar el 50 por 100 solapado de los registros sucesivos y seguir tratándolos como es-
tadísticamente independientes. Esto ofrece la ventaja de que puede lograrse un nú-
mero determinado de promedios en la mitad de tiempo y de que la ponderación
global sobre el registro es más uniforme. Para obtener una ponderación completa-
mente uniforme en el resultado final, es necesario solapar los registros en dos ter-
cios o más, pero como esto no aumenta apreciablemente el número efectivo de pro-
medios (en comparación con un solapamiento del 50 por 100), no supone una
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.17
u
o
~
t::
a:
«
C)
o...J
«
Ü
zw
tiD..
W
o
oa:
ti
~
C/)
w
o 2 4 6 8 10
FRECUENCIA, kHz
FIGURA 8.9. Efecto de promediar con una señal estacionaria aleatoria (random); (a)
espectro momentáneo; (b) media de ocho espectros; (e) media de 128 espectros.
ventaja particular para las señales estacionarias. Supondrá una ventaja en el análisis
de transitorios largos (comentados más adelante), donde distintas secciones del re-
gistro no son estadísticamente equivalentes.
factores presentados en la Tabla 8.2 para las distintas ventanas. La escala PSD sólo
es válida si el ancho de banda del análisis satisface los requisitos de la Figura 8.3b.
Por ejemplo, para la ponderación HANNING (con anchura de banda 1,5 ~f), éste
sería el caso si los picos del espectro tienen una anchura de banda de 3 dB, exten-
diéndose 5 líneas o más.
ANALlSIS DE TRANSITORIOS
Los transitorios son señales que hay que analizar como una entidad, sin tener en
cuenta cómo varían en el tiempo. Contienen una cantidad finita de «energía» (v.g.,
amplitud al cuadrado integrada sobre el tiempo) y el espectro puede expresarse
como densidad de espectro de energía (ESD) en unidades al cuadrado segundos por
herzio (U 2 • slHz). En general, su longitud es del orden de, o incluso más corta que,
la de la respuesta de impulso de sistemas físicos a los que se aplica, o a partir de los
cuales se deriva. El espectro ESD es lo que resulta de elevar al cuadrado la amplitud
de una transformada integral directa de Fourier de una señal de longitud finita. El
uso de un analizador FFT para el cálculo es directo, siempre que el transitorio se
ajuste al tamaño T de la transformada sin pérdida de información de alta frecuen-
cia. Aunque el espectro FFT representa el espectro de potencia del transitorio re-
petido periódicamente, puede demostrarse que este último tiene la misma forma
que el espectro ESD de un transitorio único, tomada la muestra a las frecuencias
discretas correspondientes a las líneas de análisis. Dado que el transitorio empieza
y acaba en cero, no hay discontinuidad o pérdida y se debe usar la ponderación
rectangular. El espectro de potencia medido puede convertirse en energía mul-
tiplicando por la longitud del registro T, y en densidad de espectro de energía, di-
vidiendo por la anchura de banda l/T, en conjunto una multiplicación por T 2 • La
Figura 8.10 muestra un análisis típico de un transitorio corto escalado de esta
manera.
Los transitorios que son mayores que el tamaño normal de la transformada pue-
den analizarse de dos maneras, mediante:
1. El análisis de zoom (en particular, el zoom no destructivo) con un factor de
zoom suficientemente grande como para que el transitorio se ajuste en el buf-
fer de memoria.
2. El análisis de barrido-promedio, en que la ventana HANNING es rastreada a
lo largo del registro en pasos solapados (al menos dos tercios de solapamien-
to), de manera que en el espectro final promediado la ponderación es unifor-
me a lo largo de todo el registro. Como la ventana es más corta que el tran-
sitorio, no hay garantía de que el resultado pueda expresarse de forma válida
como ESD en todas las frecuencias.
Se aportan más detalles en el Capítulo 13 de la Referencia 1 y en la Referen-
cia 2.
ANALlSIS ACUSTICO y DE VIBRACIONES 8.19
600
"'01 400
CIl
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E 200
z' ~I H r."
O ILJ l .
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O
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a: :'
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O 50 100 150 200
TIEMPO, mseg
(A)
'" 1oor---------------------------------------------,
--E~ 102 O N
a:~
r-------------~--~~----------------------~10 ~ 01
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U 10-2 O ¡:;
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~ 0.1 00 w
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0.01 L.......J.-'--'-L-L...L...J........I-L.-'-L..L...L....L...J-L.-'-L..L...L..L...J-L.....ILL-J.-'--'-.l-l-1.!...ll 10.
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 ,o
FRECUENCIA, kHz
(B)
FIGURA 8.10. Ejemplo de un análisis FFT sobre una señal transitoria de corta dura-
ción. (a) Tiempo de la señal de longitud 2048 muestras (2K) correspondiente a 250 mi-
lisegundos (T = 250 milisegundos); (b) espectro de 800 líneas FFT con anchura de
banda 8 = !l.f = 4 Hz (ponderación plana). La escala de la izquierda está en unidades RMS.
La escala de la derecha está convertida en densidad de espectro de energía mediante la mul-
tiplicación de los valores medios al cuadrado por ¡'l.
Una señal típica no estacionaria resulta de las mediciones realizadas durante el fun-
cionamiento rápido o en punto muerto de una máquina (aquí, la causa principal de
la señal no estacionaria es un cambio en la velocidad del eje). La señal puede ana-
lizarse dividiéndola en una serie de períodos de tiempo cortos cuasi estacionarios (a
menudo, solapados), en cada uno de los cuales la velocidad es aproximadamente
constante. Puede que la longitud de la ventana utilizada para seleccionar una parte
de la señal continua haya de ser elegida para garantizar esta situación. Con un ana-
lizador FFf, puede estudiarse la conducta de varios armónicos simultáneamente.
Una manera de hacerlo, utilizando un analizador con gran memoria (como el re-
querido para el zoom no destructivo), es con un simple análisis de barrido; una ven-
tana HANNING corta es rastreada a través del registro (como en un promedio de
rastreo) y el espectro sucesivo instantáneo (para cada posición de la ventana) se ve
sobre la pantalla del indicador.
Un método muy efectivo para representar este análisis de barrido es la gráfica
8.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
de «caída de agua» o «cascada», como muestra la Figura 8.11 (que representa un tí-
pico funcionamiento rápido de una máquina). Como se indica, la tercera dimensión
de esta gráfica tridimensional puede ser el tiempo o las revoluciones por minuto;
para un análisis de barrido simple (suele ser el tiempo), pero se obtienen varias ven-
tajas si los espectros están espaciados a intervalos iguales de revoluciones por mi-
nuto. Los componentes relacionados armónicamente (cuyas bases siguen líneas ra-
diales) pueden separarse entonces fácilmente de los componentes de frecuencia
constante (p. ej., relacionados con la frecuencia de líneas o resonancias), cuyas ba-
ses siguen líneas paralelas al eje rpm.
De forma ideal, cada espectro en una gráfica de cascada como la Figura 8.11
debe obtenerse con velocidad constante del eje para las rpm respectivas. A veces
esto es posible, por ejemplo, durante el arranque muy lento de una gran turbina de
vapor, pero por lo general cada espectro es una parte a través de una ventana de
una señal que varía continuamente con un pequeño cambio de velocidad dentro de
la longitud de la ventana. En consecuencia, el pico correspondiente a cada armóni-
co no siempre está localizado sobre una línea de análisis; en concreto, es más pro-
bable que los armónicos más altos se extiendan progresivamente sobre más líneas.
Así, la altura de cada pico no puede utilizarse directamente como medida de la fuer-
za de cada componente; sería necesario integrar sobre la totalidad del pico para me-
dir la potencia total que contiene.
Una manera de superar este problema es utilizar el barrido o análisis de orden,
en el que la tasa de muestreo del analizador FFf está relacionada directamente con
~t'L.._-----'- _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-I
1......" - - - - - - - -_ _
FRECUENCIA, HZ
la velocidad del eje. Se utiliza un multiplicador de frecuencia para producir una se-
ñal de frecuencia de muestreo [controlando el conversor analógico a digital (AID)
del analizador], que es un múltiplo especificado de la velocidad del eje, o puede lo-
grarse el mismo efecto mediante un proceso digital de remuestreo.
Como se mencionó anteriormente, con frecuencia variable de muestreo, es ne-
cesario tener una especial precaución para evitar problemas de «aliasing» (Capítulo
13 de la Referencia 1 y Referencia 2).
La Figura 8.12 muestra los resultados del análisis FFf de barrido sobre las se-
ñales de vibración de un gran turbogenerador. Ahora el componente de la veloci-
dad del eje está siempre localizado en la línea 40 del espectro, mientras los compo-
nentes de frecuencia constante (como el de 150 Hz, coincidiendo originalmente con
el tercer armónico de la velocidad del eje) siguen una curva hiperbólica con veloci-
dad cambiante.
Las técnicas de análisis de la señal, además de las descritas anteriormente, que son
útiles como complemento del análisis de frecuencia, incluyen el promedio sincró-
nico, el análisis CEPSTRUM y las técnicas de la transformada de Hilbert.
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40 80 120 160 200 240 280 320 360 400 ---.
NUMERO DE LINEA
DEL ANALIZADOR
2 3 4 5 6 7 8 9 ORDEN ARMONICO
Análisis CEPSTRUM
. (A)
..
10 ......................................................................... .
o
-10 ........................................................................ ..
-20~----~----~----~----~--~----~
N~ 20~----~----~--~~----~---,-----,
5l (A) .
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O 50 100 150 200 250 300
30~-~---~----_r----_r---~--_.
20
10
O
-10
-20
tando la modulaci6n de fase. Una señal medida con valores reales puede
descomponerse en sus componentes de amplitud y modulaci6n de fase, mediante
las técnicas de transformación de Hilbert, que son facilitadas por la transformación
entre los dominios del tiempo y la frecuencia en un analizador FFf2.
Un ejemplo del uso de la demodulaci6n de la amplitud en el análisis de vibra-
ción es el análisis de la envolvente utilizado en el diagnóstico de rodamientos2 • La
demodulación de fase es útil en el análisis torsional de vibración2, y en la Referencia
4 se muestra que, mediante la demodulaci6n de un componente de frecuencia de
contacto de engranajes en la señal de vibraci6n de una caja de transmisión la señal
de la modulación de fase puede revelar una fractura en la transmisión, mucho antes
de que aparezca en la señal de modulaci6n de la amplitud u otros parámetros.
REFERENCIAS
1. C. M. Harris (Ed.), Shoek and vibration handbook, 3a ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. R. B. Randall, Frequeney analysis, Bruel and Kjaer, Naerum, Dinamarca, 1987.
3. B. P. Bogert, M. J. R. Healey y J. W. Tukey, en Proeeedings ofthe symposium on time se-
ries analysis, M. Rosenblatt (Ed.), John Wiley and Sons, Nueva York, 1963, pp. 209-243.
4. P. McFadden, Transaetions of ASME: Journal of Vibration, Acousties, Stress, and Relia-
bility in Design, vol. 108,1986, p. 165.
Capítulo 9
TECNICAS DE MEDIDA DEL
RUIDO
John R. Hassall
INTRODUCCION
Este capítulo describe las técnicas de medida del ruido habitualmente empleadas en
la medición del sonido utilizando los instrumentos comercializados descritos en el
Capítulo 5. Se comentan los procedimientos de medida básicos que se aplican a to-
dos los tipos de medida del ruido. Se describen la precisión y fiabilidad de las me-
didas, la elección y uso de los instrumentos, incluyendo los sonómetros y los anali-
zadores. A continuación se incluye un listado de los datos que hay que registrar
durante los típicos sondeos o medidas de nivel de ruido.
Las técnicas especiales de medición acústica y de vibración se describen en otros
capítulos del libro; por ejemplo, la medida de: la vibración (Capítulo 10), varios ti-
pos de niveles sonoros con promedio temporal (Capítulo 11), exposición al sonido
(Capítulo 12), potencia sonora (Capítulo 13), intensidad del sonido (Capítulo 14),
ruido de trenes (Capítulo 46), ruido de aviones (Capítulo 47), ruido de autopistas
(Capítulo 48) y ruido comunitario (Capítulo 50).
9.1
9.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
PROCEDIMIENTO DE MEDIDA
Cuando se realizan las medidas acústicas (por ejemplo, de una fuente de ruido par-
ticular o del ruido en una comunidad), hay que seguir los siguientes pasos básicos:
1. Determinar qué cantidades hay que medir.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.3
CANTIDADES· A MEDIR
Cuando una norma, regla o código de ensayo requiere que se mida o informe de
una cantidad específica, el programa de medida ha de planearse para obtenerla. El
nivel sonoro con ponderación A es la cantidad básica que más a menudo se precisa
y ha sido adoptada en muchas normativas nacionales e internacionales. Se utilizan
muchos índices derivados de los niveles sonoros integrados temporalmente con
ponderación A; p. ej., nivel sonoro medio para 8 horas y nivel sonoro medio día-no-
che".
El análisis espectral de una señal de presión sonora puede ser una parte nece-
saria del proceso de medida. En el Capítulo 11 se incluye un comentario amplio de
las cantidades (índices) precisas que es necesario obtener cuando se mide el sonido
producido por distintos tipos de fuentes de ruido.
* N. del R.: Se ha respetado el término original «cantidades», pero sería más correcto hablar de «ín-
dices».
** N. del R.: El autor se refiere sin duda a niveles sonoros continuos equivalentes, cuya notación ha-
bitual es Leq (1). Esta apreciación es de importancia fundamental, ya que el Leq es una media energética,
diferente de la media estadística.
--
9.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
tanto la propagación del sonido como las reflexiones están ausentes y el micrófono
está sometido únicamente a un campo de presión.
Un micrófono de presión responde de manera uniforme a la presión sonora real,
incluyendo la presión de la alteración producida por el propio micrófono. Para la
mayoría de los micrófonos de medición, la presión y las respuestas de incidencia
aleatoria son parecidas, salvo a frecuencias superiores a aproximadamente 3000 Hz
para micrófonos de 25 mm (1 in) de diámetro o mayores, y superiores a 6000 Hz
para micrófonos de 13 mm (l/z in) de diámetro; así, los micrófonos de presión de la
mayoría de los fabricantes de micrófonos de medición también pueden utilizarse
para medidas de incidencia aleatoria (random). La Figura 9.1 muestra que para un
micrófono de 13 mm (l/z in) existen diferencias significativas entre la respuesta de
incidencia aleatoria (random) y la respuesta en campo libre a 0° para frecuencias
por encima de 2000 Hz; para un micrófono de 25 mm (1 in), la frecuencia corres-
pondiente es 1000 Hz. Si la respuesta de frecuencia del micrófono obtenida con el
I------~~¡;::::, ____ f
90°
+
(a)
(b)
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o
c:
o
en
c: 0°
'o
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~
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~-8
~ 200 5001kHz 2
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5 10kHz20 50
FRECUENCIA EN HERZIOS
~ 4
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~ O .......,
Ü
~ -4
z
~~
~~DOM
w-8
\
~ HO~IZO~TAL
lfi-12
:>
lli-16
w
\
a: 200 5001kHz 2 510kHz 20 50
FRECUENCIA EN HERZIOS
del sonido esté alineada con la dirección utilizada en la calibración del micrófono
por el fabricante, como muestra la Figura 9.4. Sin embargo, si se utiliza un micró-
fono de incidencia aleatoria (random) en un campo acústico libre, la medición más
precisa se logra si se orienta a un ángulo entre 70 o y 80 o hacia la fuente de sonido,
como muestra la Figura 9.5. Si se orienta directamente hacia la fuente, el micrófono
de incidencia aleatoria (random) tiende a sobrestimar el nivel verdadero de presión
sonora de las frecuencias altas. De forma contraria, el micrófono de campo libre en
un campo difuso tiende a subestimar el nivel verdadero de presión sonora de las fre-
cuencias altas. La Figura 9.6 ilustra un procedimiento para seleccionar un micrófo-
no. La selección depende de: (1) si se emplea una norma de medición y, de ser así,
cuál; (2) el tipo de micrófono, y (3) el tipo de campo sonoro.
FIGURA 9.5. Orientación óptima de los micrófonos de presión o random para me-
dición en campo libre.
SISTEMA DE CALlBRACION
s::
»
z
e
»
r-
em
s::
m
e
gen
~
Micrófono de Micrófono de Micrófono de e
incidencia Micrófono de incidencia
en
incidencia -1
aleatoria (random) campo libre aleatoria (random) aleatoria (random)
~
en
-<
(')
O
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O
Micrófono a 70°-80° r-
Micrófono orientado
de la fuente hacia la fuente
em
de ruido de ruido r-
:ti
e
oO
Precisión Precisión Precisión Precisión Precisión
óptima reducida reducida reducida óptima
FIGURA 9.6. Diagrama de decisión para asegurar una precisión óptima de medida para las distintas normas,
ambientes de medición y tipos de micrófono.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.11
40 / ./'
y
30 H0~/ / ./
~~~~ 17.<§1
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1{J 20 ~l!
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V
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7 7' y
~
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~ 4 I 1/ / / /'
3 // / /'
'// /"
2
V/
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
DESVIACION TIPICA ESTIMADA EN DECIBELIOS
FIGURA 9.7. Número de mediciones con respecto a la desviación típica. Esta gráfica
indica el número de mediciones necesarias para determinar una media dentro de dis-
tintos intervalos con un 90 por 100 de confianza.
medidas. Por ejemplo, si se realizan mediciones para evaluar el efecto del ruido en
una zona frecuentada por el público, el micrófono debe colocarse en las posiciones
de los oídos de las personas habitualmente expuestas al ruido.
,
Correcciones
o 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
DIFERENCIA ENTRE EL NIVEL COMBINADO
Y EL NIVEL DEL RUIDO DE FONDO, EN DECIBELIOS
FIGURA 9.8. Nomograma para corregir por el ruido de fondo; v. g" corrección para
obtener el nivel sonoro de la fuente si el ruido de fondo no estuviera presente. El valor
que se resta del nivel combinado viene dado como una función de la diferencia entre
el nivel combinado y el nivel del ruido de fondo aislado.
Para obtener una corrección válida si se utiliza un sonómetro, hay que llevar a
cabo todas las medidas anteriores usando la misma ponderación de frecuencia y la
misma ponderación exponencial de tiempo [rápida (fast) o lenta (slow)]. Si se utiliza
un analizador de espectro, las mediciones anteriores del nivel de presión sonora de-
ben realizarse en cada una de las bandas de frecuencia empleadas y hay que deter-
minar por separado una corrección para cada nivel de presión sonora de banda.
En algunos casos, cuando se efectúan medidas de ruido de una fuente en pre-
sencia de ruido de fondo, puede ser preferible utilizar la siguiente ecuación, en lu-
gar de la Figura 9.8, para determinar el nivel de presión sonora L de la fuente en au-
sencia de ruido de fondo:
Ejemplo
Co"ección por las reflexiones de las superficies próximas. Cuando los niveles de
presión sonora se miden cerca de la fuente de sonido, las reflexiones de las paredes
y objetos no directamente asociados a ella pueden contribuir con una energía sig-
nificativa al nivel sonor.o irradiado directamente por la fuente. A menudo, los pro-
cedimientos de medida especifican la distancia mínima entre el micrófono y la su-
perficie reflectante más próxima o entre la fuente y la superficie reflectante más
cercana. Esta distancia puede expresarse en términos de longitudes de onda a las
frecuencias más bajas de interés. La Figura 9.9 presenta el aumento en el nivel so-
noro medido debido a la presencia de una superficie próxima.
FUENTE IMAGEN
fA, .P
1 ,
,A,
1 ,
el
1
1
1
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POSICION Il..u..
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DEL MICROFONO <na:
FIGURA 9.9. Aumento en el nivel sonoro medido debido a la presencia de una su-
perficie cercana. El factor de longitud del encaminamiento R es la longitud del rayo re-
flejado (A + Bl dividida entre la longitud del rayo directo C.
Efectos de la humedad
La humedad (gotas o vapor de agua) puede tener serios efectos sobre el funciona-
miento de algunos micrófonos de medición, sobre todo los del tipo condensador, si
la humedad relativa es alta o la temperatura del micrófono está cerca del punto de
condensación. Aunque la presencia de vapor de agua suele tener un efecto insigni-
ficante sobre la respuesta en frecuencia, es importante asegurarse de que el tipo de
micrófono seleccionado funcionará adecuadamente en un ambiente húmedo. Para
los micrófonos de tipo condensador, puede producirse ruido interno intermitente
de nivel alto con humedades de moderada a alta o bajo condiciones en que se pro-
duce condensación sobre el diafragma o la placa posterior; p. ej., si el micrófono
está más frío que el ambiente que le rodea. Algunos sistemas de micrófono, sobre
todo aquellos diseñados para instalación permanente en exteriores, superan el pro-
blema de la humedad incorporando un preamplificador calentador, con el fin de
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.15
Efectos de la temperatura
--s 1m
frecuencias altas. La Figura 9.11 muestra el efecto típico del cuerpo de un sonóme-
tro pequeño sobre la directividad de una fuente de sonido.
e,
FIGURA 9.11. Influencia del cuerpo del sonómetro sobre las características direccio-
nales del micrófono. La influencia es por lo general mayor para el sonido que llega
por la parte posterior del instrumento, donde la caja actúa como una barrera para las
ondas sonoras, y la influencia es menor para frecuencias bajas, que son más capaces
de difractarse alrededor de la caja.
Ondas estacionarias
En un ambiente cerrado, además del sonido directo que llega al micrófono, hay re-
flexiones sobre las paredes, suelo y otras superficies. Como ilustra la Figura 4.8, de-
bido a ondas estacionarias, se producen aumentos y disminuciones alternativas de
las ondas sonoras. El resultado es una serie de máximos y mínimos en nivel sonoro
a medida que el micrófono se mueve a lo largo de una línea recta lejos de la fuente.
Con ruido complejo, formado por muchos componentes de frecuencia, tiene lugar
un efecto promediador, de manera que los máximos y mínimos se reducen en mag-
nitud.
Cuando se observan ondas estacionarias en la medición del nivel sonoro, hay
que aplicar una corrección para estimar el nivel de presión sonora que habría exis-
tido si las reflexiones que producen estas ondas no estuvieran presentes. Un nivel
así corregido es en esencia un nivel de presión sonora promediado en el tiempo y en
el espacio. Puede obtenerse de la siguiente manera. Si la diferencia entre los niveles
de presión sonora máximo y mínimo de la onda estacionaria es menor de 6 dB, se
utiliza la media aritmética de los dos valores. Si la diferencia es superior a 6 dB, se
utiliza un valor 3 dB por debajo del nivel máximo de presión sonora.
Cuando hay que medir las características acústicas de un equipo concreto en un
local cerrado, es aconsejable minimizar los efectos de las ondas estacionarias y de
otros objetos y superficies reflectante s próximas (por ejemplo, utilizando un mate-
rial absorbente del sonido). Cuando se requieren mediciones particularmente pre-
cisas, es esencial que el micrófono esté conectado al equipo de medición mediante
un cable de extensión; esta práctica evita las reflexiones de la caja del instrumento
y del cuerpo del observador que se producen cuando el aparato de medición se su-
jeta con la mano.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.19
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C. A
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Qi o A: Con dispositivo de
> 90 protección estandarizado.
Z Viento paralelo al diafragma
FIGURA 9.12. Ruido inducido por el viento en función de la velocidad del mismo. Se
muestra el nivel de presión sonora del ruido del viento en un micrófono de 25 mm
(1 in) en función de la velocidad del viento, medida con y sin pantalla antiviento, para
incidencia perpendicular y horizontal.
9.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ción y daños mecánicos menores. Sin embargo, la obstrucción de los poros o aber-
turas de la pantalla puede dar como resultado una pérdida por inserción.
deración C y con ponderación A para lograr una estimación del espectro de fre-
cuencia del sonido. Si la diferencia entre los niveles sonoros con ponderaciones A y
C es menos de 1 dB, el espectro de sonido está concentrado fundamentalmente por
encima de 500 Hz. Sin embargo, si la diferencia es de varios decibelios, el ruido es
predominantemente de baja frecuencia.
Valores de tiempo de promedio. Para sonidos que fluctúan con el tiempo, el nivel
sonoro continuo equivalente, tal como lo mide un sonómetro integrador a lo largo
de cierta duración establecida de la medición, es una medida cómoda y significativa
del nivel de presión sonora promediado en el tiempo con ponderación de frecuen-
cia. La duración de la medición puede extenderse desde varios segundos hasta mu-
chas horas o días, según resulte apropiado para la fuente sonora y la finalidad de la
medición. El Capítulo 11 aporta más información sobre la medición del nivel so-
noro continuo equivalente.
Como se describe en el Capítulo 5, los aparatos indicadores son del tipo siguien-
te: analógico (habitualmente una aguja que se mueve sobre una escala graduada),
cuasi-analógico y digital. Si el indicador de un sonómetro convencional es una aguja
(o su equivalente en un indicador de cristal líquido ) que se mueve sobre una escala,
9.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
puede obtenerse un nivel sonoro medio anotando los niveles sonoros máximo y mí-
nimo que se producen con una razonable regularidad. Si el rango de las fluctuacio-
nes de esta aguja es menor de 6 dB, la media aritmética de los dos niveles sonoros
aporta un nivel sonoro medio aproximado. Si el rango de fluctuaciones es superior
a 6 dB, puede asumirse que el nivel sonoro aproximado medio está 3 dB por debajo
del nivel sonoro máximo. Si el indicador del sonómetro es una secuencia continua
de números sobre una pantalla digital, la lectura media deseada puede obtenerse de
forma parecida. En ambos casos, es aconsejable registrar los niveles sonoros máxi-
mo y mínimo con ponderación exponencial de tiempo, así como el nivel sonoro
aproximado medio·.
Los sonómetros integradores aportan mediciones del nivel de exposición sonora
con ponderación de frecuencia. La exposición sonora es la integral de tiempo del
cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación de frecuencia y es pro-
porcional a la energía acústica en la señal de sonido. El nivel de exposición sonora
es particularmente útil para mediciones de sonidos que son repetitivos o cíclicos,
como el funcionamiento de una máquina o pieza de equipamiento, un vehículo que
pasa por una autopista o un avión que sobrevuela una determinada zona. En el Ca-
pítulo 12 se incluyen ejemplos de la medición del nivel de exposición sonora y su re-
lación con el nivel sonoro continuo equivalente correspondiente.
* N. del R.: Este tipo de sonómetros han quedado obsoletos hoy en día, y es difícil encontrarse ac-
tualmente con mediciones realizadas con estos instrumentos.
TECNICAS DE MEDIDA DEL RUIDO 9.23
Datos a registrar
Debe registrarse la siguiente iRformación, allí donde sea aplicable, cuando se reali-
za un estudio (sondeo) sobre el ruido, se miden los niveles de ruido ambiental o se
miden las características acústicas de una fuente de ruido. El registro de estos datos
supone una práctica técnica adecuada. Además, el registro de esta información es
esencial para demostrar que se han satisfecho las normas, códigos o reglas. Un in-
forme de medición amplio y cuidadosamente documentado es esencial en los pro-
cedimientos legales.
Fuentes de sonido
1. Descripción
2. Condiciones de funcionamiento
3. Condiciones de montaje
9.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Instrumentación
8. Niveles sonoros corregidos (y/o niveles de presión sonora por banda de fre-
cuencia) para cada ubicación del micrófono.
9. Fecha y hora.
10. Nombres de los operadores.
REFERENCIA
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3." ed., Capítulo 15, McGraw-Hill,
Nueva York, 1988.
Capítulo 10
TECNICAS DE MEDIDA DE
LA VIBRACION
Cyril M. Harris
INTRODUCCION
PLANIFICACION DE LA MEDICION
10.1
10.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 10.1. Factores que son consideraciones importantes en la selección del equi-
pamiento y las técnicas para la medición del impacto mecánico y la vibración
Parámetros a medir
Aceleración Tensión
Velocidad Fuerza
Desplazamiento Impedancia
Características del movimiento a medir
Rango de frecuencia Dirección del movimiento
Rango de amplitud Características transitorias
Fase Duración
Condiciones ambientales
Temperatura (ambiental y transitoria) Campos magnéticos y de frecuencias radio
Humedad Medio corrosivo y abrasivo
Presión ambiental Radiación nuclear
Ruido acústico Aceleración sostenida
TABLA 10.1. Factores que son consideraciones importantes en la selección del equi-
pamiento y las técnicas para la medición del impacto mecánico y la vibración (Conti-
nuación)
Mediciones de velocidad
Utilizadas cuando las medidas de vibración han de correlacionarse con medidas acústicas, ya
que la presión sonora es proporcional a la velocidad de la superficie vibratoria
Utilizadas a frecuencias intermedias en que las medidas de desplazamiento dan lugar a sali-
das del transductor que pueden ser demasiado pequeñas para poder medirse convenien-
temente
Utilizadas ampliamente en medidas sobre maquinaria en que el espectro de velocidad suele
ser más uniforme que los espectros de desplazamiento o aceleración
Mediciones de desplazamiento
Utilizadas cuando la amplitud del desplazamiento es particularmente importante; p. ej., don-
de las partes vibratorias no deben tocarse o donde el desplazamiento por encima de un
valor determinado da como resultado daños en el equipamiento
Utilizadas donde la magnitud del desplazamiento puede ser una indicación de las tensiones
a analizar
Utilizadas a frecuencias bajas, donde la salida de los acelerómetros o tomas de velocidad
pueden ser demasiado pequeñas como para resultar útiles
Utilizadas para medir el movimiento relativo entre cuerpos rotatorios y la estructura de una
máquina
Mediciones de tensión
Utilizadas donde una parte del objeto que se está examinando sufre una variación apreciable
bajo la tensión producida por la vibración, habitualmente limitada a frecuencias bajas
En la selección del transductor que mejor se ajuste a una medición determinada hay
que tener en cuenta los distintos factores que aparecen en la Tabla 10.1, sobre todo
los relacionados con Parámetro a medir, Características del movimiento a medir,
Condiciones ambientales y Características del transductor. Todos estos factores
(además del coste y la disponibilidad) influyen en el proceso de selección. Si la con-
sideración de distintos factores conduce a recomendaciones opuestas, hay que de-
terminar su importancia relativa y, sobre esta base, tomar una decisión. Por ejem-
plo, consideremos dos factores que influyen en la selección de un acelerómetro
piezoeléctrico: sensibilidad y masa. Las consideraciones de sensibilidad sugerirían
que se seleccionara un transductor de gran tamaño, ya que la sensibilidad suele au-
mentar con el tamaño (y por tanto con la masa) para un acelerómetro de este tipo.
10.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TACO
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ACELEROMETRO O
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FIGURA 10.1. Varios métodos de montaje de un transductor sobre una superficie de ensayo. (a) Montaje de
taco; el transductor se enrosca directamente sobre la superficie mediante un taco a rosca. (b) Igual que (a),
pero con un transductor aislado de la superficie de ensayo mediante un taco fabricado con material aislante y
una arandela de mica entre la superficie y el transductor. (e) Montaje con ligante de un transductor; elligante
une el transductor directamente a la superficie. (d) Parecido a (e), pero el ligante une la superficie a un taco
atornillado al transductor. (e) Transductor montado sobre una superficie mediante un disco o cinta de doble ..a
o
cara. (1) Transductor montado sobre la superficie mediante un imán. (Cortesía de Brüel y Kjaer.) :....
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FRECUENCIA. Hz FRECUENCIA. Hz
FIGURA 10.2. Curvas de respuestas en frecuencia para el mismo acelerómetro piezoeléctrico montado me-
diante distintos métodos ilustrados en la Figura 10.1. (a)) Montaje con taco; (b) montaje con ligante; (e) mon-
taje de adhesivo de doble cara; (el) montaje magnético. Los números dentro de los círculos indican las con-
diciones de montaje descritas en el texto. (Cortesía de Brüel y Kjaer.)
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.9
Montaje del taco. La Figura 10.112 ilustra un típico transductor montado con taco.
El transductor se fija a la superficie de ensayo mediante un tornillo de metal. La Fi-
gura 10.lb muestra un método de montaje del transductor para aislarlo de la super-
ficie de ensayo. El taco de metal es reemplazado por otro fabricado con un metal
aislante y se inserta una arandela de mica entre la superficie y el transductor. Otros
fabricantes emplean un taco a rosca aislado con una falange del mismo material; la
falange, situada a media longitud del taco, sirve de base para el acelerómetro.
Si el montaje mediante tacos es factible, es el mejor por las siguientes razones:
1. Se obtiene la frecuencia de resonancia más alta (hasta 100 kHz) de cualquie-
ra de las técnicas de montaje y, por tanto, el rango de frecuencias de medida
más amplio posible (hasta 50 kHz).
2. Permite medir a niveles de vibración muy altos sin que el transductor se se-
pare de la superficie de ensayo.
10.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
80 oC (176°F). Este tipo de montaje mantiene buena estabilidad a lo largo del tiem-
po.
Los ligantes de metil cianoacrilato, como Eastman Kodak 910MHT 3M, Cya-
nolite 101 y Permabond 747, se secan mucho más rápidamente que el EPOXY y por
tanto se precisa menos tiempo para montar un transductor. Pueden retirarse fácil-
mente y la superficie puede limpiarse con un disolvente como acetona. Retirar el
EPOXY de la superficie de examen y del transductor puede llevar bastante tiempo.
De hecho, la unión con EPOXY puede ser tan fuerte que el transductor puede da-
ñarse al intentar retirarlo de la superficie. Cuando está adherido con EPOXY, el
acelerómetro puede estar sometido a considerable tensión, lo cual alterará signifi-
cativamente sus características. Por otra parte, salvo que las superficies sean muy
suaves, un EPOXY ofrece una unión superior, ya que rellenará una superficie ru-
gosa mucho mejor que un ligante de cianoacrilato. Con cualquiera de los agentes
conectores, las superficies han de estar muy limpias antes de aplicar el cemento.
Montaje adhesivo. Puede utilizarse una película adhesiva para montar un trans-
ductor pequeño sobre una superficie de examen plana y limpia; habitualmente me-
diante una cinta adhesiva de doble cara. Algunos fabricantes de transductores ofre-
cen discos adhesivos de doble cara. Esta técnica de montaje, ilustrada en la Figura
1O.le, es rápida y fácil de aplicar. Más aún, este montaje tiene la ventaja de aportar
aislamiento eléctrico entre el transductor y la superficie de examen y no requiere
practicar agujeros sobre ésta. Es aplicable sobre todo con transductores que no ten-
gan agujero en su base. Estos adhesivos ofrecen una conexión segura sobre un ran-
go limitado de temperaturas. Al preparar un montaje adhesivo, es importante lim-
piar tanto el acelerómetro como la superficie de ensayo, con el fin de que se
adhieran firmemente. Cuando se hace así, la respuesta en frecuencia puede ser bas-
tante buena, como ilustra la Figura 10.2c, pero no tanto como con el montaje de
cera.
Montaje con apoyo o bloque. En algunos casos las condiciones físicas hacen im-
posible montar un transductor mediante cualquiera de los métodos anteriores. En-
tonces puede utilizarse un apoyo o bloque que haya sido especialmente preparado
para uso sobre la superficie de ensayo (véase Figura 10.3). En lugar de emplear un
acelerómetro triaxial, a veces es más conveniente utilizar tres transductores, con
sensibilidades en tres direcciones ortogonales, sobre un bloque único. Cualquiera
de estos montajes debe acoplar el transductor sobre la superficie de ensayo de ma-
nera que pueda seguir con precisión el movimiento de la superficie a la que está co-
nectado. Esto requiere que la rigidez efectiva del montaje del transductor sea alta,
de manera que no deflecte bajo la carga inercial de la masa del transductor. Esto no
representa un problema grave en la mayoría de las instalaciones de transductores.
Los apoyos de montaje pueden tener frecuencias de resonancia que están por
debajo de 2000 Hz y tienen poco amortiguamiento. Bajo tales condiciones, su uso
puede dar lugar a errores significativos de medida como resultado de la amplifica-
ción resonante o debido a la atenuación de la vibración en el montaje. Esto se ilus-
tra en la Figura 10.4, que muestra la respuesta en frecuencia de un transductor mon-
tado sobre apoyos que son idénticos en su geometría, pero que están fabricados con
distintos materiales. Nótese que un cambio de material, de acero (A) a plástico fe-
nólico (B), reduce a la mitad la frecuencia de resonancia del montaje. Un cambio en
el método de conexión de montaje, de tornillo (B) a nexo adhesivo mediante resina
EPOXY (C), aumenta significativamente la frecuencia de resonancia del montaje.
Aunque estos resultados no son de naturaleza general, muestran que variaciones
menores en el montaje del transductor pueden producir cambios significativos en
las características de la salida del transductor.
<1: 4 r - - - , - - - - , - - - - . - - - - ,
oo PLASTICO FENOLlCO.
~ 5 MONTADO CON TORNILLO
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:5 Q PLASTICO FENOLICO.
l::! fil O CEMENTADO CON EPOXY
:!: O 500 1.000 1.500 2.000
FRECUENCIA. Hz
lización de la medida puede cambiarse más rápidamente que con cualquier método
de montaje. Por lo general, una barra (denominada sonda), con rosca en un extre-
mo, se atornilla al transductor; el otro extremo tiene una punta que se presiona con-
tra la superficie de ensayo. La respuesta en frecuencia es muy restringida, aproxi-
madamente de 20 a 1000 Hz. Esta técnica se utiliza cuando no es esencial la
precisión en la medición, p. ej., para hallar los puntos nodales sobre una superficie
vibratoria.
Carga de masa
k
x=ü-----;:; (10.1)
k + m(2'Trf)2
Transductores
Sistema completo
9• •
9
w
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:...J
o I TIEMPO
>
-1 ,TRANSICION,I, +19
CONDICION CONDICION
INICIAL FINAL
(e)
FIGURA 10.5. Método del campo gravitacional (prueba de inversión para calibrar un
acelerómetro con una sensibilidad útil hasta O Hz). La inversión del acelerómetro, ini-
cialmente alineado en una dirección (a), hacia la dirección opuesta (b) produce un
cambio de aceleración de 2 g. En (e) se mide la salida del transductor para este cam-
bio. (Cortesía de Ouixote Measurement Dynamies, Ine.)
Hay que eliminar o controlar las fuentes mecánicas espurias y acústicas de ruido
si producen ruido en el sistema de medida. Las resonancias espurias en la respuesta
del sistema global pueden resultar de un asentamiento inadecuado del transductor
sobre la superficie de ensayo o de resonancias en el montaje del transductor. A me-
nudo resulta útil excitar el sistema de transductor-montaje mediante un soplo y ob-
servar luego la salida del transductor; hay que observar las resonancias distintas a la
frecuencia de resonancia del transductor. Las otras frecuencias de resonancia que
aparezcan pueden deberse a: (1) resonancias en el objeto examinado o (2) resonan-
cias en el montaje del transductor. Los montajes flojos suelen producir señales «rui-
dosas» y sonidos de zumbido audibles. A menudo es difícil determinar la diferencia
entre las resonancias en el montaje y las del objeto que se examina. Si existen dudas
serias, hay que repetir la prueba con un montaje distinto o con una localización de
medida distinta para el transductor. Si las frecuencias de resonancia son idénticas,
probablemente se deben al objeto y el montaje original era seguramente
satisfactorio.
* El habla cruzada es la salida de un canal de medición cuando se aplica una señal a otro canal de me·
dición. El habla cruzada se diferencia de otras alteraciones eléctricas porque es una función de la señal
aplicada al otro canal de medida y desaparece cuando se retira esta señal.
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.17
TIPO PUENTE
r--:
CALIBRADOR DE TENSION
8.d e ~
C/)
l>
Rl» R2 n
eC/)
R, = 1/2 RESISTENCIA DEL PUENTE LEG. R
R, + R, -t
e fijado igual a - - - x VOLTAJE DEL
R, g~~IJ~L~~J..ERTO ~
C/)
DEL PUENTE -<
I ose:1 n
o
.J" ¡I:~'~T-O-M-A-DO-R- i:= = =f= = =
DEL TRANSFOR z
-t
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ACELEROMETRO DE O
TIPO PIEZOELECTRICO r
fC e = FIJADO IAGUAL AL VOLTAJE DE SALIDA
DEL ACELEROMETRO DEL CIRCUITO ABIERTO
em
r
:D
c = 2 x CAPACIDAD EQUIVALENTE DEL TRANSDUCTOR e
OSC. e e
o
AISLAMIENTO
DEL TRANSFORMADOR
8J~
FIGURA 10.6. Diagramas eléctricos esquemáticos de algunos tipos frecuentes de transductor y circuitos tí-
picos utilizados para simularlos durante la calibración de campo. Los terminales denominados A y B son las
conexiones de los cables de la señal a los que el transductor o el transductor simulado están conectados.
TECNICAS DE MEDIDA DE LA VIBRACION 10.19
R R R R R
(a) (b)
En general, los cables deben tratarse con el mismo cuidado que los transducto-
res en los sistemas de medición de impacto y vibración. A continuación se presentan
recomendaciones basadas en la Referencia 1; pueden considerarse como directrices
de una técnica adecuada en casos prácticos.
1. Se conecta el cable coaxial al transductor haciendo girar el conector dentro
de la rosca del transductor (no al revés), con el fin de evitar dañar las puntas.
2. Para evitar que el cable se mueva, se sujeta en un punto cerca del transductor
y a intervalos regulares; esto evita el ruido inducido por el cable.
3. La conexión del cable se atornilla hasta el ajuste especificado por el fabrican-
te.
4. En un ambiente de humedad alta, se debe forzar una cierta curvatura del ca-
ble cerca del conector para permitir que la condensación se escurra antes de
alcanzar el conector.
5. El conector del cable se limpia antes de utilizarlo (con freón, acetona o clo-
roteno) para retirar la contaminación que resulta de su manejo; la contami-
nación puede producir una impedancia baja entre la vía de la señal y tierra.
6. Si se observan señales intermitentes, se comprueba la continuidad eléctrica
de los conectores del cable y su cobertura. Entonces, se flexiona, sobre todo
cerca del conector, y se observa si la señal se ve afectada por ello.
Cuando dos sustancias distintas se pegan juntas, sus cargas son opuestas. Este fe-
nómeno se conoce como triboelectricidad, y se ilustra en la Figura 10.8. Así, se pue-
de generar una carga cuando un cable es flexionado, doblado, golpeado, apretado o
distorsionado de cualquier manera, porque entonces tiene lugar una fricción entre
el dieléctrico y la cubierta exterior o entre el dieléctrico y el centro del conductor2.
Se genera una carga a lo largo de la capacidad del cable de manera que aparece un
voltaje a través de la terminación del mismo.
Otro mecanismo mediante el cual puede inducirse ruido en un cable resulta del
cambio en su capacidad cuando es flexionado. Si el transductor produce una carga
a lo largo del cable, el cambio de capacidad da como resultado un cambio de voltaje
10.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
FIGURA 10.8. Una sección de cable durante la distorsión, mostrando como la sepa-
ración de la carga triboeléctrica conduce a la producción de ruido en el cable a través
de la resistencia de la terminación. (De acuerdo con T. A. Per/~.)
un circuito o cable puede inducir un voltaje dentro de éste y ser así una fuente de
ruido eléctrico. Esta interferencia eléctrica puede evitarse rodeando completamen-
te el cable o circuito con una superficie conductora que mantiene el espacio dentro
de ella libre de campos externos electrostáticos o magnéticos. Se denomina blindaje
a este proceso. La protección contra los cambios en cada tipo de campo es distinta.
Bucles de toma de tierra. Se dice que un circuito tiene toma de tierra cuando uno
de sus terminales está conectado a «tierra». La toma de tierra elimina la diferencia
de potencial entre ese lado del circuito y la tierra y las capacidades dispersas varia-
bles que tienden a inducir voltajes en sistemas «flotantes» (sin toma de tierra). Las
tuberías del agua constituyen buenas conexiones a tierra debido a su estrecho con-
tacto con ella.
Los bucles de toma de tierra se forman cuando una conexión común en un sis-
tema se lleva a tierra en más de un punto, como ilustra la Figura 10.9, donde el blin-
daje del cable va a tierra por ambos extremos. Como es improbable que las dos to-
mas de tierra tengan el mismo potencial, su diferencia de potencial, egnd, será la
fuente de corrientes que circulan en el bucle de toma de tierra. Entonces, una señal
producida por el transductor estará modulada por el potencial egnd, introduciendo
por tanto ruido en el sistema de medición. Esta condición puede producirse cuando
10.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
AMPLIFICADOR
ESTRUCTURA J
CON TOMA
DE TIERRA \ e GND
PUNTOS DE
-=\ TOMA DE
TIERRA
SEPARADOS
un extremo del cable está conectado por un lado a la salida eléctrica de un trans-
ductor cuya carcasa ha sido conectada a tierra y cuando el otro extremo del cable
está conectado a un amplificador de voltaje o acondicionador de la señal que tam-
bién tiene toma de tierra (habitualmente en la carcasa del instrumento). Entonces
se forma un bucle de toma de tierra. Hay que evitar esta condición haciendo que el
circuito sólo tenga toma de tierra en un punto. Así, el circuito que muestra la Figura
1O.lOa producirá ruido debido al bucle de toma de tierra, pero aislando el transduc-
tor como muestra la Figura 1O.lOb, éste se rompe.
CABLE BLINDADO
( CONDUCTOR UNICO
(b)
FIGURA 10.10. (a) Un bucle de toma de tierra formado por el lado «bajo» del trans-
ductor y del amplificador, cuando están conectados a sus respectivas cubiertas, que
tienen tomas de tierra. (b) El bucle de toma de tierra que se muestra en (a) se rompe
mediante el aislamiento de la cobertura del transductor del suelo.
REFERENCIAS
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
NY 10020, 1988.
2. T. A. Perls,Journal of Applied Physics, vol. 23, n.o 6,1952, p. 674.
Capítulo 11
NIVELES SONOROS Y SU
MEDIDA
David M. Veager
Alan H. Marsh
INTRODUCCION
Este capítulo describe los niveles sonoros que suelen utilizarse para cuantificar los
sonidos tanto estables como variables en el tiempo. Las diferencias entre los mu-
chos niveles sonoros utilizados para caracterizar las fuentes de ruido son sobre todo
el resultado de las diferencias en: (1) los procesos de cálculo del promedio temporal
de la señal de presión sonora cuadrática, (2) la duración del intervalo de tiempo de
promedio y (3) la ponderación de frecuencia utilizada. El Capítulo 5 comenta las ca-
racterísticas electroacústicas de los sonómetros. Las técnicas de medición de los ni-
veles sonoros se describen en el Capítulo 9.
Ponderaciones de frecuencia
11.1
11.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Un nivel sonoro lento (slow) o rápido (fast)* en decibelios se obtiene tomando el 10-
garitmo común (de base 10) de la relación entre: (1) la integral de la presión sonora
al cuadrado con ponderación de tiempo exponencial y ponderación de frecuencia y
* En principio, un nivel sonoro con ponderación A [símbolo LA o LA,(t)], en decibelios, para cual-
quier tiempo de observación t, de una señal de presión sonora con ponderación de frecuencia A y para
una ponderación exponencial de tiempo e-(t-¡)/, se determina de acuerdo con la expresión
(11.1)
donde pi (~) es el cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación de frecuencia A en pas-
cales, ~ es una variable ficticia de integración y p~ es el cuadrado de la presión sonora de referencia de 20
micropascales.
La integración temporal de la presión sonora al cuadrado con ponderación de frecuencia se produce
desde un momento determinado en el pasado que se inicia en tso hasta el presente tiempo de observación
t. El tiempo de observación t, el tiempo de comienzo tso la variable de integración ~ y la constante de tiem-
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.3
po T poseen las mismas unidades, por ejemplo, segundos. Si se selecciona la ponderación de frecuencia e
en lugar de A, se reemplaza el subíndice A por e en la Ecuación (11.1).
Dividiendo el resultado de la integración en la Ecuación (11.1) entre la constante temporal T se obtie.
ne el tiempo medio de integración de la presión sonora al cuadrado con ponderación de frecuencia. El tér-
mino tiempo medio de integración indica que el nivel sonoro con ponderación de tiempo exponencial que
indica un sonómetro convencional se actualiza continuamente en función del tiempo de observación.
11.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
8~ (a)
~<t:
oc:
o -1~==~================~======~
0.5 ......
~ (b)
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a..
-g-1
o
c.
(e)
LAS (~ = t) 66.5 db
FIGURA 11.1. Ilustración de la aplicación de la Ecuación (11.1) para calcular los ni-
veles sonoros rápidos (fast) o lentos (slow) con ponderación A, para un sonido no es-
table al final de un intervalo de 1,65 segundos. (a) Presión sonora instantánea con
ponderación A; (b) el cuadrado de la presión sonora instantánea con ponderación A;
(e) ponderaciones temporales exponenciales rápida (fast) y lenta (slow) en el momen-
to de observación; (d) y (e) resultado de multiplicar la presión sonora al cuadrado con
ponderación A por las ponderaciones temporales exponenciales rápida (fast) y lenta
(slow).
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.5
(a)
... GNITSET
.,
-1
TESTING...
~========~====~======~====~
80 "T'
(b)
LF
a..
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e
a.. ~ 50
O
(.)
El nivel sonoro máximo es el nivel sonoro más alto con ponderación temporal ex-
ponencial, en decibelios, que se produce durante un período de tiempo determina-
d01,3. Para una forma de onda concreta de presión sonora inestable, el nivel sonoro
máximo depende de la ponderación temporal exponencial utilizada [rápida (fast),
lenta (slow) o impulso]. Siempre hay que especificar la ponderación temporal ex-
ponencial utilizada cuando se publica una medición de nivel sonoro; salvo que se in-
dique lo contrario, se sobreentiende la ponderación rápida (fast) para mediciones
de niveles sonoros máximos producidos por un automóvil o camión al pasar.
Los valores de los niveles sonoros máximos para ponderación temporal impulso,
rápida (fast) y lenta (slow) son 76,5, 73,3 Y66,8 dB, respectivamente, para las señales
de presión sonora de 2 segundos de duración de la muestra del ruido de la impre-
sora que muestra la Figura U.2a. El nivel sonoro impulso máximo con ponderación
A es mayor que el rápido (fast) máximo con ponderación A, debido sobre todo a
que el primero emplea una constante nominal de aumento de tiempo de 35 milise-
gundos, en tanto que el segundo emplea una constante nominal de tiempo de 125
milisegundos; y algo parecido ocurre con la diferencia entre los niveles sonoros rá-
pido (fast) máximo y lento (slow) máximo.
La medición del nivel sonoro máximo requiere una forma de capturar y alma-
cenar el valor máximo; por ejemplo, mediante la característica «retención de máxi-
mo» del sonómetro. Un aparato de grabación analógico o digital (p. ej., una tarjeta
de registro analógico) puede utilizarse para grabar una aproximación del nivel so-
noro variable en el tiempo con ponderación exponencial de tiempo; a partir de éste
se puede obtener una indicación del nivel sonoro máximo. Sin embargo, en apara-
tos distintos a los sonómetros o instrumentos equivalentes, a menudo no hay cons-
tante exponencial de tiempo o es probable que no sean iguales a las constantes no-
minales de tiempo rápida (fast) y lenta (slow), incluso dentro de las tolerancias
permitidas por las normas1,3. La letra símbolo para el nivel sonoro rápido (fast) má-
ximo con ponderación A es L AFmax , la del nivel sonoro lento (slow) máximo con
ponderación A es L ASmax Y la del nivel sonoro impulso máximo con ponderación A
es L A1max•
o (a)
.~ c:!g
c:0'-'«
o -
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U) 16
,g Qj
._ 'O O T = O,1s
U) c:
Q)o
ci:c.
compuesta de los sonidos fluctuantes emitidos durante las distintas fases del funcio-
namiento del disco duro (p. ej., el movimiento de búsqueda de la cabeza magnética
del disco), más la banda ancha, sonido estable del ventilador de refrigeración del
microordenador. Cada golpe de sonido del disco duró aproximadamente 0,1 segun-
dos. Los niveles sonoros continuos equivalentes se muestran en la Figura 11.3b,
para intervalos de tiempo de medida de 0,5 y 0,1 segundos; este último se eligió para
permitir que los niveles sonoros continuos equivalentes cuantifiquen el ruido pro-
ducido por la operación de movimiento de la cabeza magnética sobre los segmentos
del disco duro. Los niveles sonoros continuos equivalentes de 0,5 y 0,1 segundos, in-
dicados mediante barras en la Figura 11.3b, fueron determinados a partir de las se-
ñales de presión sonora con ponderación A digitalizadas, mediante el procedimien-
to de la Ecuación (11.2).
Tanto el intervalo de tiempo como el tiempo específico en que comienza el pro-
medio afectan a los cálculos de una secuencia de niveles sonoros continuos equiva-
lentes de corta duración. Hay dos condiciones para las que este método de prome-
diación temporal produce resultados consistentes:
1. El sonido es predecible o periódico, de manera que los intervalos de tiempo
seleccionados pueden sincronizarse con aumentos o descensos rápidos en la
presión sonora.
2. Se elige el intervalo de tiempo para que sea mucho más corto que la duración
de los aumentos o descensos rápidos en la presión sonora.
En la ilustración de la Figura 11.3, los aumentos y descensos rápidos en la pre-
sión sonora, asociados con el ruido del disco, duraron aproximadamente 0,1 segun-
dos. Se obtuvieron resultados consistentes mediante la sincronización descrita en la
primera condición.
Aunque los tiempos cortos pueden resultar útiles en los estudios del ruido pro-
ducido por las fuentes de ruido impulsivo de corta duración, niveles de sonido en in-
tervalos de tiempo largos suelen ser suficientes para indicar las tendencias relevan-
tes y evaluar las distintas medidas de control del ruido.
El nivel pico de presión sonora, en decibelios, es 10 veces el logaritmo (de base 10)
de la relación entre el cuadrado de la presión sonora instantánea más alta que se
produce durante un período determinado y el cuadrado de la presión de referencia
de 20 micropascales. 1,3
Cuando se mide el nivel pico de presión sonora hay que usar la anchura de ban-
da más amplia del sistema de medición, con el fin de incluir todos los componentes
de frecuencia significativos de una señal de corta duración. Muchos sonómetros (e
instrumentos equivalentes) incorporan una «retención de pico» para almacenar las
medidas de los niveles pico de presión sonora.
Dependiendo de la forma de onda de un sonido de corta duración, el nivel pico
de presión sonora puede superar al nivel sonoro máximo rápido (fast) con ponde-
ración A hasta en 20 dB 5 • Dado que las imprecisiones de fase o amplitud del sistema
de medición pueden distorsionar la forma de onda de la presión sonora (y por tanto
afectar al nivel pico de presión sonora medido), hay que tener la precaución de con-
servar la amplitud relativa y las características de fase de todos los componentes de
frecuencia.
En el ejemplo de la Figura 11.2.. el nivel pico de presión sonora de banda ancha
es 88,9 dB, durante los 2 segundos de las mediciones; es 15,6 dB más alto que el co-
rrespondiente nivel sonoro máximo rápido (fast) con ponderación A de 73,3 dB*.
utilizar el término niveles continuos equivalentes en vez de niveles promediados en el tiempo en el de-
sarrollo de este apartado.
* N. del R.: Es preferible indicar la referencia del intervalo de tiempo mediante la hora de inicio y la
hora final.
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.13
01 62,0 13 69,0
02 59,5 14 69,0
03 58,5 15 69,0
04 57,0 16 69,0
05 55,0 17 69,0
06 61,0 18 68,5
07 66,5 19 68,0
08 70,0 20 67,5
09 70,0 21 66,0
10 70,0 22 66,0
11 69,0 23 66,0
12 69,0 24 64,5
plos de cálculo, los niveles sonoros medios de los días laborables se redondearon
hasta el 0,5 dB más próximo.
Si hay disponibles ocho niveles de 1 hora sucesivos que cubran el intervalo com-
pleto, el nivel sonoro de 8 horas puede calcularse a partir de ellos mediante
donde los quince niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora son los medidos
durante las horas que acaban entre las 8:00 y las 22:00.
(11.7)
donde los tres niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora son los de las tres
horas que acaban a las 20:00, 21:00 y 22:00.
horas (desde la medianoche hasta las 7:00 a.m. y desde las 10:00 p.m. hasta la me-
dianoche *).
El nivel sonoro nocturno Ln puede determinarse a partir de
donde los nueve niveles sonoros continuos equivalentes de 1 hora son los corres-
pondientes a las horas prescritas.
El nivel sonoro de 24 horas, sin corrección adicional para hora del día a la que se
producen los niveles sonoros vespertinos y nocturnos, se utiliza a veces para carac-
terizar el nivel sonoro en un lugar durante todo el día. Un nivel sonoro de 24 horas,
en decibelios, es el nivel sonoro continuo equivalente medido para 24 horas (sím-
bolo, L 24h o L Aeq,24h), desde la medianoche a la medianoche, y puede determinarse
a partir del seguimiento continuo de los niveles sonoros horarios, de acuerdo con
donde los 24 niveles sonoros continuos equivalentes son los correspondientes a las
horas que acaban a la 1:00 y 24:00 horas.
De forma alternativa, el nivel sonoro de 24 horas puede determinarse a partir de
los niveles sonoros diurno de 15 horas y nocturno de 9 horas, de acuerdo con
+ 2400
~ 1QO.1(L1h (i) + 10) ]} (11.11)
2300
365 ]
L deny = 1010g10 [ (11365) ~ 1QO,I(Ldo .(i) (11.13)
i - 1
El nivel sonoro corregido día-noche es un nivel sonoro para 24 horas con la correc-
ción de 10 dB para los niveles sonoros de las nueve horas nocturnas desde la media-
noche hasta las 7:00 y desde las 22:00 hasta la medianoche.
El nivel sonoro corregido día-noche, L dm en decibelios, puede calcularse a partir
del conjunto correspondiente a los 24 niveles sonoros de 1 hora, mediante la expre-
sión
0700 2200
L dn = 10 loglO { (1124) [ ~ 1QO,1(L 1h (i) + 10) + ~ 1QO.1(L1h (i) +
0100 0800
2400
~ 1QO.l(L1.(i) + 10) (11.14)
2300
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.17
El nivel sonoro corregido día-noche para intervalos superiores a 24 horas puede cal-
cularse a partir de los niveles sonoros corregidos día-noche diarios Ldn(i); por ejem-
plo, para el nivel sonoro anual corregido día-noche L dny
365 ]
L dny = 10 10glO [ (11365) ~ 100,IL d"(i) (11.16)
La abreviatura del nivel sonoro anual corregido día-noche es YDNL. Para in-
tervalos de tiempo superiores a un año, se aumenta o reduce, según resulte apro-
piado, el número de días incluidos en el sumatorio de la Ecuación (11.16).
Supongamos que la tarea es calcular el nivel sonoro diurno, el nivel sonoro vesper-
tino, el nivel sonoro nocturno, el nivel sonoro de 24 horas, el nivel equivalente de
ruido comunitario y el nivel sonoro corregido día-noche a partir de los 24 niveles so-
noros continuos equivalentes de 1 hora de la Tabla 11.1.
Para el nivel sonoro diurno, el procedimiento de la Ecuación (11.6) da
= 66,6dB
62,6 dB
67,3 dB
Los seis niveles sonoros calculados anteriormente se muestran debajo de las co-
lumnas de niveles sonoros de 1 hora en la Tabla 11.1.
El nivel de exposición sonora es un índice útil para calcular los niveles sonoros que
resultan de cualquier combinación de fuentes sonoras.
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.19
(11.19)
11.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(11.20)
(11.21)
Ejemplos de cálculos
Para ilustrar la utilidad de los cálculos del nivel sonoro continuo equivalente a partir
de las mediciones o predicciones del nivel de exposición sonora, ha de considerarse
un ejemplo en que se desea determinar el nivel sonoro corregido día-noche del rui-
do del tráfico en un lugar que está a 40 m (130 ft) de la línea central de vehículos en
una autopista de varios carriles.
Se supone que para un día laborable típico, el carril más próximo es utilizado
por un total de 30.000 vehículos de todo tipo y que un 75 por 100 del flujo total de
tráfico se produce en horas diurnas y un 25 por 100 en las nocturnas. Se supone tam-
bién que durante las horas diurnas, los camiones pesados constituyen el 3 por 100
del total, los camiones de tipo medio el 4 por 100 y los automóviles y camiones li-
geros el 93 por 100. En horas nocturnas, el tráfico se divide entre el 5 por 100 de ca-
miones pesados, el 7 por 100 de camiones de tipo medio y el 88 por 100 de auto-
móviles y camiones ligeros.
Para el ejemplo, se supone que los niveles de exposición sonora a una distancia
de 40 m son 82 dB para los camiones pesados típicos, 72 dB para los camiones me-
dios y 69 dB para los automóviles y camiones ligeros.
El cálculo del nivel sonoro corregido día-noche puede disponerse de la siguiente
manera para la combinación de camiones pesados (HT), camiones medios (MT) y
automóviles y camiones ligeros (AL):
NIVELES SONOROS Y SU MEDIDA 11.21
Horas diurnas
Vehículos % n
HT 3 675 675 X 108,2= 1,07 X 1011
MT 4 900 900 X 107 •2= 1,43 X 1010
AL 93 20.925 20.925 X 106 ,9
= 1,66 X 1011
¡ =2,87 X 1011
REFERENCIAS
1. American national standard specification for sound level meters, ANSI S1.4-1983, Acous-
tical Society of America, Nueva York, NY 10017-3483, 1983.
2. Advance edition ofthe intemational e!ectrotechnical vocabulary, capítulo 801, «Acoustics
and electroacustics», IEV 50(801):1984, International Electrotechnical Commission, CH-
1211 Ginebra 20, Suiza, 1984.
3. Sound leve! meters, lEC Standard 651:1979, International Electrotechnical Commission,
CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1979.
4. P. V. Brüel, «Reminiscence from Per Brüel in honor of Fritz Ingerslev», Noise Control
Engineering Joumal, vol. 32, n.o 2, marzo-abril 1989, p. 52.
11.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Alan H. Marsh
William v. Richings
INTRODUCCION
EXPOSICION SONORA
12.1
12.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
l2
E = f
11
pl(t) dt (12.1)
(12.2)
La exposición sonora puede estimarse a partir de los gráficos de las relaciones des-
critas por la Ecuación (12.2), dados el nivel sonoro continuo equivalente y la co-
rrespondiente duración de la exposición. La Figura 12.1 muestra la exposición so-
nora en función del nivel sonoro continuo equivalente para varias duraciones de la
exposición. Por ejemplo, supongamos que el nivel sonoro continuo equivalente es
94 dB Yla duración de la exposición 4 horas. Siguiendo la flecha hacia arriba a partir
de 94 dB e interpolando para una duración de la exposición de 4 horas, se obtiene
una estimación de 4 pascal es cuadrados hora (pa 2 ·h) para la exposición sonora co-
rrespondiente.
La Figura 12.2 muestra la exposkión sonora en función de la duración para va-
rios niveles sonoros continuos equivalentes. En la Figura 12.2 se ilustran dos situa-
ciones. Por ejemplo, si el nivel sonoro continuo equivalente es 112 dB para una du-
ración de la exposición de 15 minutos, entonces la exposición sonora es
relativamente alta, próxima a 16 Pa2 ·h. El segundo caso muestra que una exposi-
ción relativamente larga de 5,5 horas a un nivel sonoro equivalente continuo de
93 dB produce una exposición sonora cercana a 4,4 Pa 2 • h.
1000
800
600
400
200
100
80
60
40
i
Cl.
..
w· 20
o
"'O
'co:
.,
iii 10
c:
o()
8
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'¡¡; 6
o
a.
w
(/) 4
1
0,8
0,6
0,4
0,2
0,1
80 90 100 110 120 130
Nivel sonoro continuo equivalente con ponderación A LAeq, r dB
FIGURA 12.1. Exposición sonora en función del nivel sonoro, con la duración de la
exposición como parámetro. El ejemplo muestra que un nivel sonoro continuo equi-
valente de 94 dB para un promedio temporal (duración de la exposición) de 4 horas
produce una exposición al sonido de aproximadamente 4 Pa 2 ·h.
(12.4)
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.5
1000r--.--.---rr--'--'~rT.--.~-r-rT>---r.--.-,,~
800
600
400
200
100
80
-f 60
N
~ 40
w·
o
'O 20
'co
U)
¡¡¡ 10
c: 8
-o 6
'(3
'¡¡;
4
8.x
w
2
1
0,8
0,6
0,4
0,2
0,1 ~-L--~~~--~-L~~__~__~LL~~__-L-Lf-J
0,01 0,02 0,04 0,1 6810 20 4060 100
0,06 80
Duración de la exposición T, h
(12.5)
Si el nivel sonoro tiene un valor estable para un período de tiempo TI y luego cam-
bia a otro valor estable para un período de tiempo T2 y así sucesivamente, las ex-
12.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
posiciones sonoras individuales en cada uno de los N períodos de tiempo (El, E 2 , ... ,
EN) pueden calcularse mediante la aplicación de la Ecuación (12.2) y con la poste-
rior suma sobre los N períodos se obtiene la exposición sonora total Es, de acuerdo
con
Es = El + E 2 + ... + EN (12.6)
(12.7)
o alternativamente por
(12.8)
DOSIS DE RUIDO
do puede ser equivalente a la medida de una exposición al ruido. Hay que prestar
una atención cuidadosa a las definiciones de las cantidades medidas porque la dosis
de ruido, definida de diferente manera, ha sido utilizada como sinónimo de expo-
sición sonora.
Las medidas de las dosis de ruido implican consideraciones sobre los conceptos
de tasa de intercambio, nivel sonoro criterio, umbral del nivel sonoro y exposición
diaria máxima permisible al ruido.
Tasas de intercambio
Una tasa de intercambio expresa cuánto tendría que aumentar (o descender) el ni-
vel sonoro para mantener una medida seleccionada de riesgo de pérdida de audi-
ción cuando se duplica la duración de la exposición (O se reduce a la mitad). Se usan
tasas de intercambio de 3, 4 Y5 dB para cambios en el nivel sonoro correspondiente
a la duplicación (o reducción a la mitad) de la duración de la exposición; v. g., las re-
glas de 3 dB, 4 dB Y5 dB, respectivamente. (Véase Capítulo 26 para un comentario
adicional sobre tasas de intercambio.)
La relación de la tasa de intercambio puede expresarse como un exponente de
la presión sonora que se integra con respecto al tiempo para determinar la exposi-
ción sonora o la dosis de ruido. Un exponente de presión sonora de 6/3 = 2 aporta
la integración del cuadrado de la presión sonora y corresponde a la tasa de inter-
cambio de 3 dB. De forma parecida, la integración de la presión sonora con un ex-
ponente de 6/4 o 6/5 para determinar la dosis de ruido corresponde a las tasas de in-
tercambio de 4 dB Y5 dB, respectivamente.
La tasa de intercambio de 3 dB también se conoce como tasa de intercambio de
«igual energía», porque la energía acústica equivalente se mantiene cuando el nivel
sonoro cambia en 3 dB, Yla duración de la exposición cambia por un factor corres-
pondiente de 2.
Nótese que el exponente de la presión sonora en la ecuación (12.1) es 2 (= 6/3)
para la tasa de intercambio de 3 dB, Y también que no hay ponderación de tiempo
exponencial ni umbral de nivel sont>ro implicados en la determinación de la expo-
sición sonora mediante la integración del cuadrado de la presión sonora de la señal.
El nivel sonoro continuo equivalente siempre es una medida de «igual energía» co-
rrespondiendo a la tasa de intercambio de 3 dB, nunca a otras tasas de intercambio.
El umbral del nivel sonoro, en decibelios, es el nivel sonoro con ponderación A es-
pecificado por el fabricante de un aparato de medición de la dosis de ruido por de-
bajo del cual el instrumento no produce ninguna indicación significativa. El umbral
del nivel sonoro debe estar al menos 5 dB por debajo que el nivel sonoro criterio co-
rrespondiente.
(12.9)
donde D = dosis de ruido como porcentaje de la máxima dosis de ruido diaria per-
mitida
Tn = período de tiempo normalizado (también conocido como criterio de du-
ración) de 8 horas
T= duración del período de tiempo medido, horas
LA(t) = nivel sonoro con ponderación A, con ponderación exponencial de tiem-
po lenta (slow), dB, para tiempos en que el nivel sonoro es mayor o
igual que un umbral de nivel sonoro especificado por el fabricante;
cuando el nivel sonoro es inferior a este umbral, la cantidad represen-
tada por LA(t) en la Ecuación (12.9) se considera igual a -00 y la contri-
bución a la integral es cero
Le = nivel sonoro criterio, dB, especificado por el fabricante para el aparato
de medición de la dosis de ruido
q= parámetro no dimensional que determina la tasa de intercambio de
acuerdo con q = 5/[loglO(2)] para la tasa de intercambio de 5 dB, o q =
4/[loglO(2)] para la tasa de intercambio de 4 dB, o q = 3/[loglO(2)] para
la tasa de intercambio de 3 dB
MEDIDA DE LA EXPOSICION SONORA. SONIDO Y DOSIS DE RUIDO 12.9
Las dosis de ruido D es igual al 100 por 100 cuando el nivel sonoro es constante
e igual al nivel sonoro criterio para un tiempo de medición igual al período de nor-
malización de 8 horas. Un nivel sonoro con ponderación A que es constante a 90 dB
durante 8 horas también corresponde a una dosis de ruido del 100 por 100, si el nivel
sonoro criterio con ponderación A es 90 dB.
(12.11)
de 8 horas consiste en 4 períodos con las siguientes duraciones de las cuatro expo-
siciones y los correspondientes niveles sonoros con ponderación A y duraciones de
exposición de referencia:
6,0 92 6,06
1,4 98 2,64
0,5 107 0,76
0,1 115 0,25
La presión sonora pico es la presión sonora instantánea máxima que se produce du-
rante un período de tiempo determinado. La presión sonora pico debe medirse sin
ponderación de frecuencia ni ponderación temporal exponencial y debe incluir to-
dos los componentes de frecuencia dentro de la anchura de banda del sistema de
medición del sonido. Muchos sonómetros convencionales e integradores aportan
una indicación «pico» con una constante muy corta de elevación temporal (menos
de 50 microsegundos o menos de 100 microsegundos, dependiendo del diseño del
instrumento y de la clase de precisión) junto con una instalación de almacenamien-
to que mantiene y muestra el nivel pico de presión sonora. Algunos medidores per-
sonales de la exposición sonora incorporan una opción similar para aportar una in-
dicación de que la presión sonora pico previamente establecida ha sido superada
durante un período de medición.
Como alternativa para medir la presión sonora pico, algunas normativas espe-
cifican una cantidad que ha de medirse mediante un sonómetro normalizado. Por
ejemplo, la normativa de la Unión Europea6 mantiene que si el nivel sonoro impul-
so máximo con ponderación de frecuencia A y ponderación temporal exponencial
no supera los 130 dB, puede asumirse que la máxima presión sonora instantánea, no
ponderada, no supera los 200 pascales.
En el Reino Unido, una norma nacional9 establece que si el nivel sonoro con
ponderación de frecuencia A y ponderación temporal exponencial rápida (fast) su-
pera los 125 dB, hay que realizar mediciones más precisas del campo sonoro, por
ejemplo, mediante un micrófono adecuado, amplificador y osciloscopio calibrado
de almacenamiento para capturar y mostrar la forma de onda. Sin embargo, es di-
fícil medir con precisión el verdadero nivel sonoro pico porque la forma de onda de
la señal de presión sonora puede estar distorsionada por la frecuencia y la respuesta
de fase del micrófono y el sistema de medición asociado.
Dispositivo
indicador de
sobrecarga
Dispositivo
indicador
del limite
superior
, .
M~fono Amplificador y Ponderación
-
Aparato de
ponderación de
frecuencia A
- elevación al
cuadrado
- exponencial ¡-
del tiempo
Tasa de
intercambio
¡-
Con el fin de medir la exposición sonora total diaria, el medidor personal suele fun-
cionar durante la jornada laboral completa. Sin embargo, en algunos casos, las ex-
posiciones sonoras han de medirse a lo largo de períodos más cortos.
Si el nivel de ruido es sustancialmente constante a lo largo de la jornada laboral
se mide una muestra de exposición sonora de x pascales al cuadrado hora (Pti·h)
durante y minutos; la exposición sonora total E, durante una jornada laboral de T
horas de duración, viene dada por
E = (x)(y/60)(1) (12.14)
(12.15)
donde El, E 2 , E 3 , oo., EN son las exposiciones sonoras en los días 1, 2, 3, oo., N, res-
pectivamente.
(3) el espectro de frecuencia del sonido, (4) la absorción del sonido por la ropa de
la persona y (5) la localización del micrófono sobre la persona. La diferencia entre:
(a) la exposición sonora con el micrófono montado sobre una persona y (b) la ex-
posición sonora medida en el campo acústico inalterado, en ausencia de la persona,
varía entre -20 y +300 por 100 (correspondiendo a diferencias en el nivel de pre-
sión sonora de -1 a +5 db )14,15. Para muchas situaciones, la exposición sonora o do-
sis de ruido medidas mediante un instrumento montado sobre una persona es ma-
yor que la que se mediría en ausencia de ella.
Para un espectro típico de ruido industrial, puede usarse la adaptación de los
factores presentados en la Tabla 12.1 para estimar la exposición sonora (o dosis de
ruido) en el lugar del micrófono en ausencia de la persona. Se multiplica la exposi-
ción sonora (o dosis de ruido) por el factor de ajuste aplicable para obtener una es-
timación de la exposición sonora (o dosis de ruido) en ausencia de la persona.
Para muchas medidas de la exposición sonora industrial, el aumento medio en el
nivel sonoro con ponderación A con el micrófono montado sobre el hombro o el
cuello está aproximadamente 1 dB por encima de lo que se habría medido en au-
sencia de la persona. Con el fin de conservar la audición en la industria, donde
la persona se mueve de un área ruidosa a otra, y el micrófono está montado sobre el
hombro, cuello, sombrero o casco, para obtener una estimación conservadora de
la exposición sonora que se mediría en ausencia de la persona se recomienda que la
exposición sonora indicada se multiplique por 0,8.
REFERENCIAS
William W. Lang
INTRODUCCION
La potencia sonora, para una banda determinada, es la energía sonora irradiada por
unidad de tiempo. La unidad de potencia sonora es el vatio; la letra símbolo es W.
A menudo, resulta cómodo expresar la potencia sonora de una fuente en escala lo-
garítmica. Entonces se utiliza el nivel de potencia sonora. El nivel de potencia so-
nora Lw de una fuente, en decibelios, viene dado por
dB (13.1)
La Tabla 1.1 presenta los niveles de potencia sonora para fuentes de sonido típicas.
La ventaja de utilizar el nivel de potencia sonora [véase Ecuación (1.5)] en vez
del nivel de presión sonora [véase Ecuación (1.8)] al informar del ruido de equipos
es que, en la práctica, la potencia sonora irradiada por una pieza de maquinaria es
independiente tanto de la localización de ésta como de las condiciones ambientales.
El nivel de potencia sonora de una fuente no cambia de valor de una localización fí-
sica a otra, siempre que la fuente opere de la misma manera. Más aún, el nivel de
potencia sonora de una fuente es independiente de su distancia al punto de medida.
Por otra parte, el nivel de presión sonora producido por una pieza de equipamiento
varía tanto con la distancia entre ésta y el punto de medida como con el ambiente
en que esté colocado.
13.1
13.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Procedimiento de medida
..
Supongamos que la fuente de sonido cuyo nivel de potencia sonora hay que medir
está localizada en un campo libre sobre un plano reflectante. El nivel de potencia
sonora puede determinarse mediante el siguiente procedimiento:
Paso 1. Se rodea la fuente con una superficie hipotética de área S (ya sea un he-
misferio o un paralelepípedo rectangular).
Paso 2. Se calcula el área de esta superficie hipotética. Si es un hemisferio, S vie-
ne dada por 21T¡2, donde r es el radio del hemisferio; si es un paralelepípedo rec-
tangular, S viene dada por ab + 2 (ac + bc), donde a, b y c son su longitud, an-
chura y altura.
Paso 3. Se mide el nivel de presión sonora en puntos determinados sobre la su-
perficie hipotética.
13.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
dB (13.3)
Este método para determinar el nivel de potencia sonora sólo puede usarse si:
(1) las medidas se realizan sobre un plano reflectante extendido, (2) las dimensiones
de la máquina no son excesivas (véase «Normas de medida», a continuación) y (3)
el nivel de ruido de fondo en el lugar de ensayo no es excesivo, es decir, el nivel de
presión sonora del ruido de fondo aislado está más de 6 dB por debajo del de la
fuente sin ruido de fondo.
Normas de medida
El procedimiento anterior subraya los pasos básicos para calcular el nivel de poten-
cia sonora de una fuente de ruido a partir de los valores del nivel de presión sonora
medidos en sus proximidades. Se incluyen más detalles en las normas internacio-
nales ISO 37442 e ISO 37453, que describen la medida de los niveles de potencia so-
nora para una fuente en campo libre sobre un plano reflectante. A continuación se
comentan aspectos adicionales de las medidas, numerados para que se correspon-
dan con los pasos del procedimiento anterior:
.
z
, Paralelepípedo
de referencia
---..x
FIGURA 13.1. Disposición de las posiciones del micrófono sobre una superficie he-
misférica imaginaria que rodea la fuente cuyo nivel de potencia sonora se va a medir
de acuerdo con la norma ISO 3744.
ciones para ruido de fondo (si es necesario) de acuerdo con la tabla 13.1, me-
diante la siguiente ecuación:
dB (13.4)
DI = Lpi - Lp + 3 dB (13.5)
donde Lpi es el nivel de presión sonora medido en la dirección perpendicular en que
se desea el DI a una distancia de la fuente, y Lp es el nivel medio de presión sonora
sobre el hemisferio de examen de radio r.
13.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Paralelepípedo
de referencia y
o Posiciones del
micrófono
• Posiciones
adicionales
del micrófono
Procedimiento de medida
La fuente de sonido cuyo nivel de potencia sonora hay que medir está localizada en
un campo completamente libre. El nivel de potencia sonora puede determinarse
mediante el siguiente procedimiento:
Paso 1. Se rodea la fuente con una esfera hipotética de radio r, con la fuente co-
locada en el centro de la esfera.
Paso 2. El área de la esfera hipotética es S = 4~.
Paso 3. Se mide el nivel de presión sonora en puntos determinados sobre la es-
fera hipotética, con ponderación A, o en octavas o tercios de octavas.
Paso 4. Se obtiene la media de los niveles de presión sonora L p , hallando el pro-
medio de las medidas en el Paso 3, usando la Ecuación (13.4).
dB
(13.6)
Lp + 20 10gIOr + 11
= dB
donde todas las dimensiones se expresan en unidades SI.
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.7
Normas de medida
Las medidas de potencia sonora en campo libre suelen llevarse a cabo en una cá-
mara anecoica. Las superficies de estas cámaras absorben prácticamente toda la
energía sonora incidente para el rango de frecuencia de interés, por lo que aportan
condiciones de campo libre a la superficie de medida. La Referencia 3 incluye in-
formación detallada sobre los requisitos acústicos para las medidas en cámaras ane-
coicas de laboratorio, incluyendo los siguientes puntos relevantes:
1. La superficie hipotética de medida tiene forma esférica (la superficie rectan-
gular no suele utilizarse para medidas en campo libre). El radio de la esfera
de ensayo es igualo mayor que el doble de la dimensión mayor de la fuente,
pero no inferior a 1 m (3 ft). Para las medidas de fuentes grandes, es necesa-
ria una cámara anecoica muy grande.
2. Se calcula el área de la superficie hipotética (S = 4'TT?).
3. En la Figura 13.3 se representan los puntos designados sobre la superficie es-
férica para la localización de las posiciones del micrófono. Los lugares de los
20 puntos en la Figura 13.3 están asociados con áreas iguales sobre la super-
ficie de la esfera de radio r. La Tabla 13.2 presenta las coordenadas cartesia-
nas (x, y, z) de los 20 puntos, con el origen en el centro de la fuente. Se mide
el nivel de presión sonora en los puntos designados.
4. Se calcula el nivel medio de presión sonora Lp sobre la superficie de medida
a partir de los niveles de presión sonora tomados, mediante la ecuación
(13.4).
5. Lw viene dado por la Ecuación (13.6).
Si una fuente irradia sonido en una habitación cuyos límites son muy reflectantes,
de acuerdo con la Ecuación (4.7), el nivel de presión sonora del sonido reflejado
viene dado por
De acuerdo con la ecuación (13.7), el nivel de potencia sonora Lw del equipo sobre
el que se realiza el ensayo puede medirse directamente si se conoce la absorción to-
tal del sonido en la cámara reverberante. La absorción del sonido A está re lacio-
13.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Distancia horizontal desde la línea central del conjunto de posiciones del micrófono
~
.
1 ci
L
L
8
~ "':"10
I
¡
---7-9~ ...
'"ci
... , ...
o
... / \
....
III
4- 5 '"ci
ci ... L ! 6,
III
ot
ci .
~ ,I 2-3
\ .
'"ci
1
é-- r-- r--~ t - - -
...
III
~
------- r---+-- ------- ..
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ci '"
.. ......
III ci
ot 12-13
! 11
III
ci
I ..
o ci \ 16
1\
~ 1?,19
¡
,
14 15
-
18/
/ '"ci
..
- '"
, ~
.............. 1,20
I
~
/ ci
i ...
0.99r J 0.66r ~
ci
¡ 0.89r
FIGURA 13.3. Disposición de las posiciones del micrófono sobre una superficie es-
férica imaginaria que rodea la fuente de acuerdo con ISO 3745.
Aquí, Lp representa el nivel medio de presión sonora del sonido reflejado en una
cámara (en una banda de octava o tercio de octava seleccionada). Dado que se con-
sidera que el sonido reflejado es perfectamente difuso, éste llega al micrófono desde
todos los ángulos con igual probabilidad. Por tanto, estas medidas no pueden apor-
tar información respecto de la directividad de la fuente que se está midiendo.
El nivel de potencia sonora puede determinarse de la siguiente manera:
Paso 1. Se mide el tiempo de reverberación T60 de la cámara de ensayo del la-
boratorio con la fuente presente (pero no funcionando).
Paso 2. Se calcula el volumen Vy la superficie S de la cámara de ensayo.
Paso 3. Se mide la presión barométrica B en la cámara de ensayo.
Paso 4. Se obtiene la media del nivel de presión sonora Lp.
13.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Normas de medida
Los métodos para determinar los niveles de potencia sonora de las fuentes de ruido
en las cámaras reverberante s de los laboratorios se describen en detalle en las nor-
mas internacionales ISO 3741 e ISO 3742. La norma ISO 3741 4 incluye los métodos
adecuados para fuentes de banda ancha; la norma ISO 37425 incluye instrucciones
detalladas para la medida de frecuencias discretas y fuentes de banda fina. La nor-
ma ISO 3742 da detalles sobre las precauciones que hay que tener cuando hay fre-
cuencias discretas o bandas finas de ruido en el espectro del ruido irradiado por la
fuente; en este caso, la determinación precisa de la potencia sonora radiada por la
fuente requiere más esfuerzo. Por lo general son necesarias posiciones del micró-
fono y localizaciones de la fuente adicionales. La siguiente información normativa
es relevante para determinar los niveles de potencia sonora mediante este método:
1. El tiempo de reverberación Tóo se mide usando la técnica normalizada des-
crita en la norma internacional ISO 345 6 •
2. El volumen V y la superficie S se calculan a partir de las dimensiones de la cá-
mara.
3. La presión barométrica B tiene tan sólo una pequeña influencia sobre el nivel
de potencia sonora de la fuente.
4. El nivel medio de presión sonora Lp en la cámara se obtiene moviendo el mi-
crófono a velocidad constante sobre una vía de al menos 3 m (9 ft) de longi-
tud, mientras su señal de salida se promedia sobre la base de la presión cua-
drática media. De forma alternativa, puede obtenerse el valor medio de la
salida eléctrica de un conjunto de, al menos, tres micrófonos fijos distancia-
dos entre sí 'A/2 (donde 'A es la longitud de la onda sonora correspondiente a
la frecuencia más baja de interés). El nivel medio de presión sonora se corri-
ge para ruido de fondo de acuerdo con la Tabla 13.1.
5. El nivel de potencia sonora Lw producido por la fuente en cada banda de oc-
tava o tercio de octava dentro del rango de frecuencia de interés se calcula a
partir de la Ecuación (13.8). El nivel sonoro con ponderación A, L WA , puede
calcularse a partir de los niveles de banda de octava o de tercio de octava.
Véase ISO 3741 4 , Anexo C.
ción de banda de octava seleccionada) para una fuente de referencia cuyo nivel
de potencia sonora Lwr en la banda es conocido
Sustituyendo estos valores en la Ecuación (13.7) y restando las dos ecuaciones
resultantes, se obtiene
Lw = Lp + (L wr - L pr ) dB (13.9)
Normas de medida
La Tabla 13.3 clasifica las normas internacionales que incluyen información detalla-
da sobre distintos métodos para determinar los niveles de potencia sonora a partir
de medidas de los niveles de presión sonora en las proximidades de las fuentes.
...
~
...
N
TABLA 13.3. Normas internacionales de la serie ISO 3740 especificando varios métodos para determinar los niveles de po-
tencia sonora de las máquinas y equipamiento
s::
l>
Método de Volumen de la Niveles de potencia Información Z
ISO n° clasificación Ambiente de ensayo fuente Tipo de ruido sonora ostensibles opcional disponible e
,l>
3741 Precisión Cámara Preferiblemente Estable, banda En bandas de octava Nivel de potencia o
m
reverberante que menos de 1 % del ancha o tercio de octava sonora con
cumple los volumen de la ponderación A
s::m
3742 requisitos cámara de ensayo Estable, frecuencia O
especificados discreta o banda fma gen
3743 Técnica Cámara de ensayo Estable, banda Ponderación A y en Otros niveles l>
(")
reverberante ancha, banda fina, bandas de octava ponderados de e
especial frecuencia discreta potencia sonora ~
3744 Técnica Exteriores o en una Dimensión mayor Cualquiera Ponderación A y en Información de
habitación grande menos de 15,0 m bandas de tercio de directividad y
~
-<
octava o bandas de niveles de presión (")
3745 Precisión Cámara anecoica o Preferiblemente Cualquiera octava sonora en función O
Z
semiecoica menos de 0,5 % del del tiempo; otros -1
volumen de la ::c
niveles ponderados ,O
cámara de ensayo de potencia sonora
3746 Sondeo Sin ambientes Sin restricciones: Estable, banda Ponderación A Niveles de presión
,Om
::c
especiales de ensayo limitado sólo por el ancha, banda fina, sonora en función e
ambiente de ensayo frecuencia discreta del tiempo; otros eO
disponible niveles ponderados
de potencia sonora
MEDIDA DE LA POTENCIA SONORA 13.13
La Tabla 13.4 presenta un listado de los diversos factores que influyen en la elección
del método de medición.
...a
~
...a
UI
13.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
precisión alta, pero a menudo resultan satisfactorios los métodos con una precisión
de grado técnico.
REFERENCIAS
1. W. W. Lang y D. R. Flynn, «Noise power emission level tor product designation», Noise
ControL Engineering, vol. 4, 1975, pp. 108-113.
2. Engineering methods for free-field conditions over a reflecting plane, ISO 3744, Internatio-
nal Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1981.
3. Precision methods for anechoic and semi-anechoic rooms, ISO 3745, International Orga-
nization tor Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1977.
4. Precision methods for broad-band sources in reverberation rooms, ISO 3741, International
Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1975.
5. Precision methods for discrete frequency and narrow-band sources in reverberation rooms,
ISO 3742, International Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza,
1975.
6. Measurements of sound absorption in a reverberation room, ISO 354, International Orga-
nization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1985.
7. Requirements on the performance and calibration of reference sound sources, ISO 6926.2,
International Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1990.
8. Survey method, ISO 3746, International Organization tor Standardization, CH-1211 Gi-
nebra 20, Suiza, 1979.
Capítulo 14
MEDIDA DE LA
INTENSIDAD SONORA
Malcolm J. Crocker
INTRODUCCION
14.1
14.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
CAMPOS SONOROS
1= p xu (14.1)
p2
1=- (14.2)
pc
En general, en todos los campos sonoros estables (salvo el caso especial de campos
de ondas planas progresivas), la velocidad de las partículas ha de dividirse en dos
componentes: uno en fase con la presión sonora y otro desfasado respecto de la pre-
sión sonora.
La intensidad sonora activa es el producto de la presión sonora y el componente
en fase de la velocidad de las partículas. La intensidad sonora activa: (1) fluctúa al
doble de la frecuencia de la onda sonora, (2) tiene un promedio temporal distinto
de cero, (3) tiene una dirección normal respecto a los frentes de onda, (4) posee
magnitud y dirección y (5) está asociada con el flujo de energía sonora. Este es el
componente al que se suele denominar simplemente como intensidad sonora.
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.3
Presión ,Iv:\\ L
~'C:
7\ 7\II.x
3 L \ ..
= Intensidad
instantánea ~~I\I\ZVVII·x
.
7-
Intensidad integrada
en el tiempo
Presión
~~\I\I\I·,
.J::L
x
)
Intensidad integrada
en el tiempo
x
T
Intensidad integrada
en el tiempo = O
En la práctica, las medidas rara vez se realizan en campo libre; por tanto, habrá
una diferencia entre el nivel de presión sonora y el de intensidad sonora. Esta di-
ferencia de nivel (Lp - L¡) se denomina índice de presión-intensidad. En algunas
medidas de intensidad sonora donde el nivel de presión sonora es grande y la inten-
sidad sonora es baja, es difícil medir la intensidad sonora. En estos casos, el índice
de presión-intensidad puede aportar una indicación de la dificultad de llevar a cabo
medidas de la intensidad sonora.
(14.4)
(14.5)
u = - !
p
fPB -
flr
PA dt (14.6)
En este mismo punto, la presión se determina tomando la presión media de los dos
micrófonos:
p=
PA + PB (14.7)
2
(1)1 = ~ fpu dt
(14.8)
s
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.7
cero sobre el eje. Para un sonido que incida sobre el eje con un ángulo arbitrario S,
el componente de intensidad a lo largo de éste se verá reducido en un factor igual a
cos S.
Hay dos tipos principales de sondas de intensidad sonora ampliamente utiliza-
dos:
Sondas de intensidad tipo (P-p). Los sondas de intensidad de tipo (p-p) suelen
consistir en dos transductores idénticos de presión sonora, habitualmente micrófo-
nos de condensador de alta calidad6 • De forma ideal, cada uno de los micrófonos ha
de tener una respuesta que sea independiente de la dirección de incidencia del so-
nido. Las configuraciones más habituales de los micrófonos se ilustran en la Figura
14.3. La configuración lateral tiene las siguientes ventajas: (1) los diafragmas de los
micrófonos pueden colocarse cerca de la fuente de ruido que se está midiendo,
(2) la sonda de intensidad puede también girar sobre su eje de simetría para com-
probar el campo y (3) existe una gran variedad de pantallas antiviento esféricas dis-
ponibles que pueden adaptarse a los micrófonos. Sus desventajas son: (1) los micró-
fonos no pueden colocarse muy próximos entre sí y (2) un micrófono hace de
pantalla respecto al otro. La configuración frontal tiene las ventajas siguientes: (1)
los diafragmas pueden acercarse mucho entre sí y (2) la separación entre los micró-
fonos está bien definida. Tiene la desventaja de que no puede colocarse muy cerca
de las superficies irradiantes, lo cual, a veces, resulta un inconveniente.
La Figura 14.4 muestra los rangos de frecuencia aplicables a una sonda con una
14.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
- - _ o Ondas sonoras
-----+ Ondas sonoras
Lateral Frontal
FIGURA 14.3. Distintas configuraciones de micrófonos que se han utilizado con las
sondas de intensidad del tipo (p-p). Las disposiciones utilizadas más a menudo son la
lateral y la frontal. La separación entre micrófonos en cada disposición es tlr. (De
acuerdo con W. P. Waser y M. J. Crocker.)
configuración frontal para distintas distancias entre los diafragmas de los micrófo-
nos.
La sonda de intensidad del tipo (p-p) sólo puede medir el componente de la in-
tensidad sonora en una dirección (en la dirección del eje de la sonda). El vector
completo está compuesto de tres componentes perpendiculares (a 90° entre sí); uno
para cada una de las coordenadas de dirección. Por tanto, para obtener el vector,
hay que hacer medidas en cada una de estas tres direcciones. Pueden utilizarse tres
pares de micrófonos en una disposición frontal para la medición simultánea de la in-
tensidad en tres direcciones ortogonales6 •
Sondas de intensidad tipo (P-u). Las sondas de intensidad de tipo (p-u) consisten
en dos transductores, uno de los cuales mide la presión y otro que mide la velocidad
de las partículas. En un sonda comercializada de este tipo, la presión se mide con un
micrófono de condensador. La velocidad de las partículas u se determina mediante
la medición del efecto Dopler que resulta de la superposición de esta velocidad con
ondas ultrasónicas enviadas desde un transmisor T a un receptor R, como ilustra la
Figura 14.5. La distancia entre el transmisor y el receptor es pequeña comparada
con la longitud de onda del campo acústico que se detecta. La radiación del trans-
misor tiene amplitud y frecuencia constantes. Si c es la velocidad de propagación del
ultrasonido en aire en calma y si existe un flujo de aire estable de velocidad u hacia
la derecha, el ultrasonido viajará hacia la derecha con velocidad
(c + u) y viajará hacia la izquierda con una velocidad (c - u). Así, si existe un cam-
po acústico exterior con una velocidad fluctuante de las partículas u, también podrá
detectarse de la misma manera. El uso de dos vías de onda ultrasónica en direccio-
nes opuestas entre los dos transmisores y los dos receptores puede utilizarse para
evitar el efecto de los flujos distintos al de la velocidad de las partículas7 •
Hay que controlar periódicamente las sondas de intensidad sonora y los procesa-
dores. Las sondas del tipo (p-p) pueden probarse aplicando un pistófono a cada mi-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.9
6mm
-011- 1·
al Iil ¡
12 mm
----1 r- 1·
al ID ¡
12 mm
----1 t-
al ~r
-l 50 mm 1-
[]l rur
31,5 125 250 1,25 k 5k 10 k f(hz)
A------ --------A
-
S onido
- -
Sección
transversal AA
I
~I'~ e+ u
Placa de apoyo
I
FIGURA 14.5. Sonda de intensidad del tipo (p-u) que usa el efecto ultrasónico. Son-
da de intensidad sonora Tipo 216 de Norwegian Electronics. (Según O. Bjor.)
cuencias de 50 a 100 Hz y de 1600 a 6300 Hz. Además, se espera que los fabricantes
comprueben que la respuesta direccional de las sondas de intensidad de sonido obe-
dece a la ley del coseno para 360° desde la dirección de referencia (incidencia 0°). Se
permiten tolerancias de ± 1,5 dB para sondas de Tipo 1 y de ± 2 dB para las de
Tipo 2, dentro de un ángulo de 60° desde la dirección de referencia. La respuesta
mínima debe producirse con un error de ± 3° para ángulos de incidencia de 90° y
270° medidos desde la referencia (incidencia 0°, en la dirección axial).
Puede usarse un tubo de onda estacionaria para comprobar una sonda de intensi-
dad sonora. A partir de las mediciones de la presión sonora y de la distribución de
la velocidad máxima y mínima sobre el eje del tubo, se puede calcular la intensidad
en el tubo. Esta información puede usarse entonces como base de la calibración de
la sonda de intensidad sonora.
Es necesario controlar las sondas de intensidad sonora y procesadores de inten-
sidad asociados para que no haya desajustes entre los canales. Esto puede lograrse
alimentando con la misma señal sonora cada transductor del tipo sonda (p-p) y es-
timando directamente el cambio de fase con un medidor de fase. El procedimiento
es más complicado con un sonda del tipo (p-u).
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.11
(14.9)
donde Ini es la intensidad sonora normal a cada área elemental tlSi y n es el número
de áreas elementales en que la superficie envolvente S se divide. No están presentes
otras fuentes ni sumideros (absorbentes del sonido) dentro de la superficie. En prin-
cipio, las fuentes (o sumideros) de sonido situadas fuera de la superficie no contri-
buyen al valor medido de la potencia sonora. Esto se debe a que (en ausencia de ab-
sorción dentro de la superficie S) la intensidad de una fuente externa entra en S a
través de una parte de la supec.ficie y sale por otra, de manera que su contribución
neta a la potencia sonora es igual a cero. Para que la contribución a la potencia so-
nora del ruido de fondo sea cero, éste no debe variar significativamente con el tiem-
po. Se asume que el suelo refleja toda la intensidad sonora y por tanto no es nece-
sario incluirlo como parte de la superficie envolvente.
(a)
(b)
'n
FIGURA 14.6. La intensidad sonora medida sobre un sector dS de una superficie
envolvente hemisférica que rodea a una fuente con una potencia sonora W.
Medici6n sobre una superficie imaginaria. Hay dos formas principales de deter-
minar la intensidad sobre una superficie imaginaria envolvente: mediciones de pun-
to discreto (o punto fijo) y de rastreo.
Mediciones de punto fijo. En las mediciones de punto fijo (Figura 14.7a), la in-
tensidad sonora se mide en la dirección perpendicular a la superficie del cerramien-
to en n puntos fijos correspondientes a los n sectores de medición sobre la superficie
S; la potencia sonora W se calcula a partir de la Ecuación (14.10). Hay que mantener
la sonda fija sobre cada posición de medida, con su eje orientado para medir el com-
ponente normal saliente de la intensidad sonora en ese punto. Hay que tener cui-
dado de colocar la sonda de tal manera que el punto efectivo de medida esté sobre
la superficie de medición.
El número de posiciones de medida, n, no debe ser inferior a 8. Si el nivel de rui-
do de fondo es alto en comparación con el nivel de la fuente o si la fuente es muy
direccional y hay grandes variaciones de intensidad sobre la superficie de medición,
entonces es conveniente usar un número n grande. Si se desean mediciones de la
potencia sonora de grado técnico, el comité ANSI S12-21 recomienda duplicar su-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.13
(a)
(b)
TABLA 14.1. Diferencias entre las estimaciones de nivel de potencia sonora obteni-
das con n y n/2 puntos de medición
puede aproximarse mediante una línea continua media formada por el barrido de
ida y vuelta de la sonda sobre la superficie.
Cada barrido sucesivo debe ser perpendicular al último en una dirección orto-
gonal, formando una serie de líneas paralelas sobre la superficie. De forma ideal, el
rastreo ha de hacerse mecánicamente. Sin embargo, el rastreo manual puede dar re-
sultados aceptables. Hay que tener cuidado de orientar el rastreador de manera que
mida el componente normal saliente de la intensidad de sonido y de asegurarse de
que el punto efectivo de medida está sobre la superficie de medición.
La superficie ha de dividirse en sectores de manera que cualquier discontinui-
dad en la curvatura de la misma esté en los límites de los sectores.
La superficie de medición ha de ser un hemisferio que contenga la fuente (como
en la Figura 14.6a) o una serie de superficies planas que también contengan la fuen-
te (como, por ejemplo, en la Figura 14.6b). Las superficies de medición grandes de-
ben subdividirse en otras más pequeñas para acomodarlas al alcance del aparato de
rastreo o del operario, de manera que se logre la uniformidad en la tasa de rastreo.
Los sectores de superficie que no superen 1 m 2 suelen ofrecer los resultados más
precisos.
La Figura 14.8 muestra la relación entre el tiempo de promedio necesario T, el
ancho de banda B y el índice de presión-intensidad para varios valores de nivel de
confianza. En la medición de fenómenos que varían con el tiempo, el ancho de ban-
da B ha de ser tan amplio como sea posible.
Tasa de rastreo. La tasa de rastreo más rápida que permite una medición precisa
de la intensidad media suele depender de: (1) la fuente de ruido, (2) la distancia de
la fuente, (3) la frecuencia de interés y (4) las características de la instrumentación
empleada. Inicialmente, se recomienda una tasa moderada (0,1 a 0,5 metros/segun-
do). Esta tasa puede aumentarse y compararse los resultados con la tasa inferior.
Como criterio de aceptación de la tasa más rápida, la diferencia entre los niveles
medios de intensidad determinados con las distintas tasas de rastreo no ha de su-
perar los valores de tolerancia de la Tabla 14.2. En cualquier caso, la tasa de rastreo
no debe superar los 3 metros/segundo, ya que una velocidad superior puede dar
como resultado ruido aerodinámico producido por el movimiento de la sonda.
El rastreo medio debe cubrir el sector de superficie medido de manera uniforme
y, preferiblemente, un número par de veces, con dos como mínimo. Esto puede lo-
grarse variando la tasa de rastreo, el tiempo de promedio o ambos. Al hacer un
muestreo de la superficie dos o más veces, se recomienda que las direcciones de los
rastreos individuales sean ortogonales entre sí (p. ej., primero vertical, luego hori-
MEDIDA DE LA INTENSIDAD SONORA 14.15
106
1-
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al
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B
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O
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10'
100
O 5 10 15 20
Indice de presión-intensidad, dB
FIGURA 14.8. Relación entre el producto del tiempo de promedio necesario Tpor la
anchura de banda 8 y el índice de presión-intensidad; se presentan los valores para
varios niveles de confianza. (Según S. GadE!.)
zontal) o que las líneas de barrido que componen los rastreos individuales sucesivos
sean perpendiculares entre sí.
Muchos de los ruidos irradiados por máquinas tienen patrones muy complejos, emi-
tiendo más sonido en algunas áreas de la superficie de la máquina que en otras y con
distinta intensidad en direcciones diferentes; la energía sonora a ciertas frecuencias
puede incluso ser absorbida en otras áreas. Para evaluar la eficacia de las distintas
técnicas de reducción del ruido en estas máquinas, es necesario determinar la po-
tencia sonora irradiada por sus componentes individuales. Esto puede lograrse me-
diante medidas de la intensidad sonora, ya que es posible definir una superficie de
medición que envuelva cada un,o de los componentes de la máquina. Al determinar
la potencia sonora de cada componente con mediciones de puntos discretos o me-
diante rastreo, el ruido de los demás componentes puede considerarse como fuente
externa; por tanto, no contribuye a la potencia sonora del componente que se está
evaluando.
Por ejemplo, consideremos la determinación de la eficacia de varias técnicas de
reducción del ruido en un motor diese!. Un método de medición, descrito en el Ca-
pítulo 38, es cubrir el motor con una lámina de plomo y exponer los componentes
de la máquina de uno en uno. A menudo, puede resultar más cómodo realizar esta
evaluación mediante el uso de las mediciones de la intensidad sonora3 .
14.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
,
60
La eficacia de radiación C1' roo (también conocida como ratio de radiación) de una es-
tructura vibratoria es la relación entre la potencia sonora irradiada por la estructura
y la potencia sonora irradiada por un pistón vibratorio (que es grande comparado
con la longitud de onda acústiéa) con la misma velocidad cuadrática media prome-
diada en el espacio que la estructura:
donde Wes la potencia sonora irradiada por una superficie de área S y (v~s es la ve-
locidad normal cuadrática media de la superficie promediada en el espacio. Por en-
cima de la frecuencia crítica, la eficacia de radiación para muchas estructuras de in-
geniería se acerca a la unidad, pero por debajo de esta frecuencia el valor decrece
rápidamente. Más aún, la eficacia de radiación C1'rad puede ser distinta para la exci-
tación acústica y para la excitación vibratoria. Las medidas de intensidad sonora
pueden utilizarse para determinar la eficacia de radiación y para estimar la propor-
ción de entradas vibratorias y acústicas.
14.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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(a) (b)
FIGURA 14.10. Vectores de intensidad sonora medidos sobre dos planos cerca de
un violonchelo que produce una nota con una frecuencia fundamental de 316 Hz.
(a) En un plano sobre el eje; (b) en un plano que intersecciona el puente. (De acuerdo
con H. Tachibana'o.)
Indicador de intensidad
REFERENCIAS
William w. Lang
Matthew A. Nobile
INTRODUCCION
15.1
15.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
o belios), y (3) el nivel de intensidad sonora, referido a 1 picovatio por metro cua-
drado (expresado en decibelios).
El nivel de presión sonora es un descriptor relevante de la emisión de ruido de
una fuente sólo si se indican la localización del punto de observación y la descrip-
ción del ambiente acústico. El nivel de presión sonora por sí solo no constituye una
especificación suficiente, debido a que varía con la distancia entre la fuente y el ob-
servador, con el ambiente, o con ambos.
El nivel de potencia sonora es un descriptor relevante de la emisión total de rui-
do de la fuente que no precisa de información adicional respecto a la distancia des-
de la fuente y la naturaleza del ambiente acústico; se debe indicar la directividad de
la fuente. La potencia sonora emitida por ésta puede deducirse de las medidas de
presión sonora mediante los métodos del Capítulo 13. En este caso, las medidas del
nivel de presión sonora no deben tomarse en puntos alejados de la fuente, sino que
deben tomarse a como máximo 1 metro para una máquina que emite ruido de ban-
da ancha con tonos discretos prominentes.
El nivel de intensidad sonora es una cantidad de importancia en las medidas de
ruido como resultado de los avances en instrumentación y procesamiento digital de
las señales. Es posible determinar la intensidad del sonido en una dirección deter-
minada para un punto en el espacio, con un nivel relativamente alto de precisión,
usando sondas de transductores e instrumentación asociada comercializada (véase
Capítulo 14). Las medidas de intensidad son útiles para determinar el nivel de po-
tencia sonora de las fuentes de ruido sin necesidad de usar cámaras o habitaciones
especiales, y también para localizar y jerarquizar las fuentes de ruido.
Los códigos normativos del Tratado General sobre Tarifas y Comercio (GATI)
incluyen las siguientes definiciones:
La principal razón para utilizar una norma de medida del ruido es hacer que el re-
ceptor de los datos sepa, a través de frases como «medido de acuerdo con ... ,» que
determinados aspectos del proceso de medida han sido plenamente considerados y
que, como resultado, los datos satisfacen los requisitos mínimos especificados de
ajuste y precisión.
La mayoría de las medidas del ruido se llevan a cabo para caracterizar: (1) una fuen-
te de ruido concreta o (2) el ruido de un ambiente concreto. Ejemplos de lo primero
son la medida para determinar la potencia sonora irradiada por una máquina, su di-
rección o composición espectral, y ejemplos de lo segundo, las medidas para deter-
minar el nivel de presión sonora en áreas residenciales alineadas cerca de una au-
topista o para determinar el nivel medio de ruido de fondo dentro de un auditorio
de conferencias.
Existen numerosas normas nacionales e internacionales relacionadas con ambos
tipos de medidas. El uso de las normas relativas a la caracterización de la fuente de
ruido incluye:
1. Asegurar la calidad del examen y el control.
2. Cumplimiento del control de los límites de emisión del ruido.
3. Jerarquizar las fuentes o componentes en términos de la potencia sonora
emitida.
4. Determinar los límites estadísticos superiores para la declaración o etiqueta-
do del ruido.
5. Comparar un producto con otro en términos de emisión de ruido.
6. Caracterizar el ruido con vistas al control técnico del mismo.
El uso de las normas relativas a la caracterización del ambiente incluye:
15.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
2. Amplitud: Una definición del equipamiento cubierto por los límites de emi-
sión de ruido.
3. Instrumentación: Una especificación de los instrumentos que habrán de em-
plearse para determinar el cumplimiento, en términos de las normas nacio-
nales o internacionales aplicables.
4. Requisitos de ensayo: Una descripción de las instalaciones de ensayo y am-
bientes precisos (interiores o exteriores); hay que informar de los niveles má-
ximos permisibles de ruido ambiental cuando la máquina o equipamiento no
esté funcionando.
5. Instalación y funcionamiento de una máquina: Una descripción de cómo hay
que instalar el aparato y hacerlo funcionar durante el ensayo acústico.
6. Procedimientos de medida: Una descripción de las posiciones del micrófono
precisas con respecto a la máquina sometida a examen, período de observa-
ción, medida del ruido de fondo y equipamiento de calibración. Para una má-
quina atendida por un operador, hay que dar la localización exacta de las po-
siciones de esta persona.
7. Procedimientos de cálculo: Un esquema detallado de los procedimientos de
cálculo que hay que seguir para determinar si el equipamiento cumple con las
especificaciones; p. ej., correcciones para ruido de fondo y para las condicio-
nes ambientales del ensayo, aplicación de factores estadísticos (si hay), mé-
todo para promediar los datos de nivel de presión sonora y/o método para
calcular el nivel de potencia sonora (si hay que determinar esta cantidad).
8. Información a registrar y transmitir. Una descripción de la información que
debe registrar el fabricante en el momento de los ensayos acústicos, así como
de la información que hay que facilitar bajo los términos del acuerdo de com-
pra.
9. Niveles permisibles de emisión de ruido: Máximos niveles de emisión de ruido
permisibles para el equipamiento que se va a comprar, especificados en tér-
minos de niveles de potencia sonora o niveles de presión sonora. El nivel de
potencia sonora es la cantidad que describe la emisión global de ruido desde
la máquina hacia su entorno. Se expresa en decibelios o belios, estos últimos
preferibles para expresar el nivel de potencia sonora con ponderación A. El
nivel de presión sonora es la cantidad que describe el ruido en un punto con-
creto o posición del micréfono. Siempre se expresa en decibelios. Los niveles
permisibles de emisión de ruido (potencia sonora o presión sonora) pueden
especificarse como un número único (p. ej., un nivel con ponderación A), o
como una serie de niveles de banda de octava o de tercio de octava. Siempre
hay que especificar un requisito de emisión expresado en nivel de potencia
sonora. Cuando la máquina o equipamiento es atendido por una persona,
hay que presentar un requisito adicional especificando el nivel de presión so-
nora en la posición del operador. De forma alternativa, puede especificarse el
nivel de presión sonora en una o más «posiciones de espectadores». Una de-
claración explícita debe indicar si los límites de ruido permisibles se aplican a
una máquina concreta, una máquina media, o en el sentido estadístico de lí-
mites superiores para una partida de máquinas. Hay que incluir una cláusula
para describir la acción que se llevaría a cabo si el equipamiento que se va a
comprar superara los niveles de emisión de ruido permisibles.
15.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Norma ISO para determinar y verificar los límites de la emisión de ruido decla-
rada. Cuando una especificación de compra solicita que no se supere cierto valor
de emisión de ruido, o cuando el fabricante afirma que un producto no supera cierto
valor de emisión de ruido, es esencial que éstos no sean ambiguos. Por ejemplo, la
especificación de compra o la declaración del fabricante deben indicar si los valores
representan medias o límites estadísticos superiores, si son para una máquina con-
creta o para una partida de máquinas, etcétera. El propósito de la parte cuatro de la
norma ISO 7574, Métodos estadísticos para determinar y verificar los valores de emi-
sión de ruido manifestados de la maquinaria y equipamiento, es asignar un signifi-
cado claro y sin ambigüedades a los valores declarados sobre emisión de ruido, de
manera que puedan usarse e interpretarse de modo uniforme. La norma aporta las
definiciones necesarias. directrices para determinar los valores de emisión de ruido
que hay que declarar, tanto para máquinas concretas como para partidas de ellas y
los procedimientos para verificar que se cumplen los valores declarados.
La cantidad de emisión del ruido utilizada en la norma ISO 7574 es el nivel de
potencia sonora con ponderación A, y el valor declarado, «el límite por debajo del
cual se sitúan el valor de emisión de ruido de la máquina concreta y/o una gran pro-
porción especificada de los valores de emisión del ruido de la partida». Se reco-
mienda que «la gran proporción especificada» sea del 93,5 por lOO. Se tienen en
cuenta la variabilidad en el laboratorio (desviación típica de repetitividad), la varia-
bilidad entre laboratorios (desviación típica de reproductividad) y la variabilidad de
producción en el caso de partidas de máquinas (desviación típica de producción).
(Nota: ANSI S12.3-1985 es una norma equivalente, con el mismo título que la ISO
7574.)
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.7
Comité S12. Antes de 1981, las normas acústicas relacionadas con el ruido y su
medida se desarrollaban individual y conjuntamente por los Comités SI y S3, pero
en esa fecha, esta función se a~\gnó a un nuevo comité acreditado por ANSI, S12,
sobre ruido. Además de la preparación de las normas nacionales americanas, el Co-
mité S12 también sirve como grupo asesor técnico (TAG) estadounidense para el
comité ISOrrC43/SCI sobre ruido. El SI2 abarca:
Normas ANSI
Son numerosas las normas publicadas por los Comités S en relación con distintos as-
pectos de la acústica y la vibración y muchas más están en proceso de elaboración
en los grupos de trabajo de los comités. La Acoustical Society 01 America publica re-
gularmente un Catalog 01 Acoustical Standards (Catálogo de normas acústicas), que
incluye listas y resúmenes de las normas disponibles, noticias sobre los cambios ocu-
rridos desde la última publicación, ámbitos de los Comités S e información sobre or-
denamiento. El catálogo y otras informaciones pueden obtenerse del Standards Se-
cretariat, Acoustical Society 01 America, 335 East 45 Street, Nueva York, NY 10017.
DIRECTORIO DE ORGANIZACIONES
Organizaciones internacionales
Organizaciones estadounidenses
ASQC - American Society for Quality Control, 230 West Wells Street, Milwau-
kee, W1 53203
ASTM - American Society for Testing and Materials, 1916 Race Street, Filadel-
fia, PA 19103
ATMA - American Textile Manufacturers Association, 1730 M Street, NW,
Washington, DC 20036
AWS - American Welding Society, 2501 NW 7th Street, Miami, FL 33125
CAGI - Compressed Air and Gas Institute, 1230 Keith Building, Cleveland, OH
44115
EIA - Electronic Industries Association, 2001 Eye Street, NW, Washington, DC
20006
HFS - Human Factors Society, Box 1369, Santa Mónica, CA 90406
HI - Hydraulic Institute, 712 Lakewood Center North, 14600 Detroit Avenue,
Cleveland, OH 44107
HVI - Home Ventilating Institute, 4300 Lincoln Avenue, Rolling Meadows, IL
60008
IEEE - Institute of Electrical and Electronic Engineers, 345 East 47 Street,
Nueva York, NY 10017
lES - Institute of Environmental Sciences, 940 East Northwest Highway, Mout
Prospect, IL 60056
lES - Illumination Engineering Society, 345 East 47 Street, Nueva York, NY
10017
IHF - Institute of High Fidelity, 489 Fifth Avenue, Nueva York, NY 10017
IN CE - Institute of Noise Control Engineering, Box 3206, Arlington Branch,
Poughkeepsie, NY 12603
ISA - Instrument Society of America, 67 Alexander Drive, Box 12277, Research
Triangle Park, NC 22709
ISDI - Insulated Steel Door Systems Institute, 712 Lakewood center North, Cle-
veland, OH 44107
NEBB - National Environ'mental Balancing Bureau, 8224 Old Courthouse
Road, Vienna, VA 22180
NEMA - National Electrical Manufacturers Association, 2101 L Street, NW,
Suite 300, Washington, DC 20037
NFPA - National Fluid Power Association, 3333 North Mayfair Road, Suite
311, Milwaukee, WI 53222
NMTBA - National Machine Tool Builders Association, 7901 Westpark Drive,
McLean, VA 22101
PPIC - Plumbing and Piping Industry Council, Inc., 501 Shatto Place, Suite 402,
Los Angeles, CA 90020
RTCA - Radio Technical Commission for Aeronautics, e/o Avionics, 7811
Montrose Road, Potomac, MD 20854
15.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Alemania, República Federal de: DIN Deutsches Institut für Normung, Burg-
grafenstrasse 6, Postchaf 1107, D - 1000 Berlin 30
Arabia Saudí: Saudi Arabian Standards Organization, P.O. Box 3437, Riyadh-
11471
Argentina: Instituto Argentino de Racionalización de Materiales, Chile 1192,
1098 Buenos Aires
Australia: Standards Association of Australia, Standards House, 80-86 Arthur
Street, P.O. Box 458, North Sidney, N.S.W. 2059
Austria: Osterreichisches Normunginstitüt, Heinestrasse 38, Postchaf 130, A-
1021, Wien
Bélgica: Institut Beige de Normalisation, Av. de la Braban~onne, 29, B-1040,
Bruxelles
Brasil: Associa~ao Brasileira de Normas Técnicas, Av. 13 de Maio, no. 13-28 an-
dar, Caixa Postal 1680, CEP: 20.003, Rio de Janeiro - RJ
Bulgaria: Comité de la Qualité aupres du Conseil des Ministres, 21, rue du 6
Septembre, 1000 Sofia
Canadá: Standards Council of Canada, 350 Sparks Street, Suite 1200, Ottawa,
Ontario, KIP 6N7
Checoslovaquia: Urad pro Normalizaci a Méreni, Václavské námesti 19,11347
Praha 1
China: China State Bureau of Technical Supervision, P.O. Box 2112, Beijing
Dinamarca: Dansk Standardiseringsraad, Aurehojvej 12, DK - 2900 Hellerup
España: Asociación Española de Normalización y Certificación, calle Femán-
dez de la Hoz, 52, 28010 Madrid
Finlandia: Suomen Standardisoimisliitto SFS, P.O. Box 205, SF - 00121, Helsinki
Francia: Association Fran~aise de Normalisation, Tour Europe, Cedex 7,92080
Paris - La Defense
Grecia: Hellenic Organization for Standardization, Didotou 15, GR - 106 80 At-
hens
Hungría: Magyar Szabványügyi Hivatal, 1450 Budapest 9, Pf. 24.
India: Bureau of Indian Standards, Manak Bhavan, 9 Bahadur Shah Zafar
Marg, New Delhi 110002
NORMAS DE MEDIDA Y CODIGOS DE ENSAYO 15.13
CaD/GaS DE ENSA YO
Una norma básica incluye información sobre los procedimientos generales para ha-
cer medidas y evaluaciones. Un código de ensayo (usando una o más normas básicas
como referencia) especifica el procedimiento para la medida del ruido y la evalua-
ción de un tipo específico de máquina o pieza de equipamiento de una instalación
concreta. Los códigos de ensayo en el campo del ruido están preparados por asocia-
ciones comerciales, sociedades técnicas, organizaciones industriales y otros grupos
que tienen experiencia en el diseño, fabricación, instalación y funcionamiento del
equipamiento particular para el que es aplicable el código de ensayo.
15.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Harry Levitt
John c. Webster
INTRODUCCION
Este capítulo comenta los efectos del ruido y la reverberación sobre el habla como
medio de comunicación. Una de las consecuencias más serias del ruido es que nos
impide comprender lo que dicen otras personas cuando nos hablan directamente
(cara a cara), por teléfono, o a través de sistemas públicos de comunicación. La
comprensión de las palabras habladas se define aquí como inteligibilidad; no se in-
cluyen bajo este término la identificación del hablante o de las emociones a partir
del sonido de su voz.
Los factores que afectan principalmente a la inteligibilidad del habla son el es-
pectro y la estructura temporal del habla y del ruido, la cantidad de reverberación,
el nivel de la voz del hablante;1a distancia entre hablante y oyente y la familiaridad
de este último con las palabras que emplee quien habla. También son importantes
los factores lingüísticos y pragmáticos. Estos incluyen consideraciones tales como la
redundancia del mensaje que hay que entender, el contexto en que se produce, los
dialectos de hablante y oyente, la tasa de habla, la claridad de la articulación y de
cómo altera el hablante sus hábitos verbales en presencia del ruido. Incluso el es-
tado emocional o el grado de estrés del hablante producen cambios en su conducta
verbal y, por tanto, cambios en la inteligibilidad del habla. La inteligibilidad puede
medirse directamente. También puede predecirse a partir de medidas físicas del ha-
bla y del ruido y/o la reverberación.
Este capítulo describe las características físicas del habla pertinentes para la in-
teligibilidad, los métodos para medirla, la eficacia del ruido y la reverberación para
reducirla y los métodos para predecir la inteligibilidad del habla a partir de medidas
físicas del habla, ruido y reverberación.
16.1
16.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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FRECUENCIAS CENTRALES DE BANDAS
DE TERCIO DE OCTAVA
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FRECUENCIAS CENTRALES DE BANDAS
DE TERCIO DE OCTAVA
(b)
FIGURA 16.1. (a) Media del espectro del habla a largo plazo medido en tercios de oc-
tava para cinco niveles de esfuerzo vocal (casual, normal, elevado, alto, a gritos) para
hablantes masculinos adultos; (b) los datos correspondientes a las hablantes adultas
femeninas. Los niveles de voz fueron medidos en campo abierto a una distancia de 1
metro del hablante. (De la Referencia 1.)
portante de este efecto de la comunicación cara a cara es que, dado que la voz se
eleva a medida que aumenta el nivel de ruido, el rango de las relaciones habla-ruido
encontradas en la comunicación cotidiana es relativamente pequeño. Las relaciones
16.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
habla-ruido suelen expresarse habitualmente como [(nivel del habla) - (nivel del
ruido)] en decibelios.
Las personas suelen mantener una relación habla-ruido de aproximadamente 5
a 8 dB cuando conversan fuera de casa, y de aproximadamente 9 a 14 dB cuando
conversan en casa, donde generalmente los niveles de ruido son más bajos1; cuando
se está viendo (escuchando) la televisión en casa, se mantiene una proporción ha-
bla-ruido del orden de 15 dB.
La mayoría de las personas con audición normal puede comunicarse razonable-
mente bien con relaciones habla-ruido de aproximadamente 7 a 11 dB, pero per-
sonas con limitaciones auditivas incluso leves tienen mucha más dificultad para
comprender el habla en estas condiciones. Esto también es cierto, en menor medi-
da, para personas con audición normal de edad avanzada (p. ej., por encima de los
70 años).
Las características temporales del habla pueden clasificarse en tres grandes grupos:
(1) la variación con el tiempo de la presión instantánea, (2) los cambios a corto pla-
zo de la amplitud de estas variaciones instantáneas de presión y (3) las variaciones
de amplitud a largo plazo.
Las variaciones en el tiempo de la presión instantánea (o voltaje instantáneo, si
la señal acústica ha sido convertida a formato eléctrico) se conocen como forma de
onda del habla. Conceptualmente, es adecuado pensar en la forma de onda del ha-
bla como la suma de una serie de ondas sinusoidales, en que los componentes de
alta frecuencia se oyen como sonidos de tonos altos y, por el contrario, los compo-
nentes de baja frecuencia se oyen como sonidos de tonos bajos.
La amplitud de la forma de onda del habla también cambia con el tiempo. La Fi-
gura 16.2 muestra una forma de onda del habla típica. Se ha elegido una escala tem-
poral relativamente burda para que las variaciones temporales de la presión instan-
tánea no sean visibles, en tanto que las variaciones en amplitud de la presión de las
ondas resulten evidentes. Estas variaciones en amplitud a corto plazo muestran los
principales máximos, aproximadamente, a los 100,300,600,850 Y 1100 milisegun-
dos. Estos máximos reflejan la estructura silábica del habla y se producen a una me-
dia de unos tres por segundo. Para el habla producida en un ambiente silencioso y
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.5
0,1
~,1+--T--.--.--r-.--.--.--.--.--.--.-~
O 200 400 600 800 1000 1200
Tiempo (mseg)
FIGURA 16.2. Una forma de onda del habla típica mostrando la presión sonora ins-
tantánea en función del tiempo. La resolución de la escala temporal es tal que la onda
en sí no puede verse en detalle, pero las variaciones de amplitud en la presión instan-
tánea son claramente visibles en función del tiempo, a una distancia de 1 metro.
no reverberante, hay muy poca energía en las zonas valle entre máximos. La dife-
rencia de nivel entre un máximo del habla y la zona valle posterior se conoce como
profundidad de la modulación. El ruido de fondo y/o la reverberación reducirán la
profundidad de la modulación, ya que la energía en las zonas valle aumentará de-
bido al ruido o la energía reverberante.
Las variaciones de amplitud a largo plazo reflejan los cambios en el nivel global
del habla, tal y como puede ocurrir cuando una persona eleva su voz o cuando se
ajusta el control de ganancia en un sistema de megafonía público. La medida de las
variaciones de amplitud a largo plazo precisa que se promedie la señal hablada a lo
largo de un período de tiempo relativamente largo, como un segundo o más. Tam-
bién es práctica habitual en l~s medidas a largo plazo de la amplitud del habla que
se especifiquen en términos de niveles de presión sonora.
PRUEBAS DE INTELIGIBILIDAD
men», ya sea repitiendo o escribiendo lo que oye o marcando las respuestas en una
lista de posibles alternativas. Para pruebas más precisas, se emplean grabaciones
normalizadas. También puede emplearse el examen de viva voz, pero este formato
introduce una fuente adicional de variabilidad: las diferencias individuales entre los
hablantes. En el examen de viva voz (como cuando se prueba un auditorio), se tur-
nan varios hablantes con el fin de obtener un valor medio. Existen pruebas norma-
lizadas para evaluar la inteligibilidad, que contienen detalles acerca del procedi-
miento de examen, los contenidos, la selección de los sujetos y su entrenamiento,
los niveles de los hablantes y oyentes y su medida, y el informe de los resultados2-11 •
Habitualmente se emplean tres tipos de material de examen: sílabas sin sentido,
palabras monosilábicas y frases. (Se emplean otros tipos de materiales para aplica-
ciones especiales; por ejemplo, palabras bisilábicas en que ambas sílabas estén acen-
tuadas, tales como airplane, baseball [aeroplano, béisbol], se utilizan en audiología
para medir el umbral de recepción del habla.)
En las pruebas de inteligibilidad, suelen utilizarse dos tipos de formato de exa-
men. En una prueba con un conjunto cerrado de respuestas, al oyente se le presentan
un número finito de alternativas y tiene que elegir entre ellas la respuesta correcta.
En una prueba de rima modificadti, el elemento a examen puede ser bat, el conjun-
to de posibles respuestas, bat, bad, back, bass, ban y bath·. La primera de las seis al-
ternativas posibles es la respuesta correcta. Las demás difieren de la correcta de for-
ma sistemática. En este ejemplo, las alternativas sólo se diferencian de la palabra a
examen en la última consonante.
En una prueba con conjunto abierto de respuestas, el oyente puede elegir libre-
mente una respuesta a partir de su conocimiento del lenguaje. Un examen de este
tipo, ampliamente utilizado, presenta un listado de palabras monosilábicas equili-
bradas fonéticamente, es decir, la frecuencia de ocurrencia de los distintos sonidos
en cada palabra de la lista es representativa de su frecuencia de ocurrencia en el ha-
bla cotidiana. Cuando se presenta una palabra de la lista, el oyente puede seleccio-
nar cualquier palabra monosilábica del idioma como respuesta correcta. Ejemplos
de listas de palabras equilibradas fonéticamente aparecen en las Referencias 2, 3, 8
y 9. Los «Procedimientos nacionales estadounidenses normalizados para medir la
inteligibilidad del habla» (American national standard procedures for measuring of
speech intelligibility)9 describen los siguientes métodos de examen: (1) una técnica
de respuesta abierta, empleando listas de palabras fonéticamente equilibradas, y (2)
dos técnicas de conjunto cerrado de respuestas, basadas en la prueba de la rima mo-
dificada4 y la prueba de rima diagnóstica6 •
Las sílabas sin sentido (como conjunto abierto o cerrado de respuestas) y el con-
junto cerrado de listas de palabras suelen emplearse para obtener información ana-
lítica sobre un sistema lingüístico de comunicación; p. ej., qué sonidos tienen mayor
probabilidad de ser escuchados incorrectamente y su patrón de confusiones. Los
conjuntos abiertos de respuestas suelen utilizarse para medir el rendimiento co-
municativo; p. ej., la habilidad para comunicarse en un ambiente ruidoso.
Las pruebas que utilizan frases como material de examen suelen emplear el for-
* N. del T.: En español podrían utilizarse por ejemplo los términos bata. baba, vaca, vaga, bala y
baza.
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.7
::J 80
I Sílabas
Cii I
sin sentido
(3 I
::J
w 60
1-
~
w
o 40
w
-,
~
Z
w 20
u
a:
O
~
O
-1,2 -5 -4 O 4 8
RELACION HABLA-RUIDO (dB)
que la inteligibilidad aumenta a medida que las unidades lingüísticas son mayores,
ya que el oyente puede emplear su conocimiento del lenguaje (p. ej., estructuras fo-
nética, morfémica y sintáctica), así como el conocimiento del tema que se esté tra-
tando para entender lo dicho. De la misma manera, al aumentar la probabilidad de
la palabra empleada (p. ej., reduciendo el tamaño del vocabulario a examen), au-
menta la puntuación de inteligibilidad obtenida. La Figura 16.4 muestra el aumento
de la inteligibilidad a medida que se reduce el vocabulario sistemáticamente de 128
a 8 palabras 12•13 •
La Figura 16.5 ilustra el efecto de las claves visuales sobre la inteligibilidad. Las
funciones de intensidad del rendimiento que aparecen en esta figura han de com-
pararse con las de la Figura 16.4 para vocabularios del mismo tamaño. Las claves vi-
suales tienen mayor efecto para relaciones bajas de habla-ruido, ya que, bajo estas
condiciones, el oyente tiene menos claves acústicas disponibles.
(/)
u
~
~ 80
a:
o
u
(/)
~
al
60
:3
~ 64 Y 128 palabras
~ 40 - - - - - - -.- - - - - - - - r - - - - - --
....,
UJ
~
zUJ 20 -
u
a:
oo..
~ 40
zUJ -30 -24 -18 -12 -6 o 6
u
a:
¡r RELACION HABLA-RUIDO EN dB
FIGURA 16.5. Efecto de las claves visuales sobre la inteligibilidad del habla. Los da-
tos muestran la inteligibilidad del habla bajo condiciones de presentación auditiva y
observación visual simultánea de los movimientos faciales de un hablante. Al igual
que en la Figura 16.4, la inteligibilidad del habla se muestra como función de la rela-
ción habla-ruido para vocabularios de 8, 16,32,64 Y 128 palabras. (Las curvas se ba-
san sobre datos de la Ref. 13.)
taje de inteligibilidad para las condiciones mostradas, los efectos conjuntos de la re-
verberación y el ruido de fondo son aproximadamente aditivos. Para las condicio-
nes de escucha más difíciles (tiempos largos de reverberación y baja relación habla-
ruido), donde queda poco espacio para reducciones mayores de la inteligibilidad, se
produce cierto allanamiento de las curvas.
La inteligibilidad del habla en un ambiente reverberante también está relacio-
nada con el volumen de la habitación (o auditorio), tal y como ilustra la Figura
16.7 17 • Más aún, la calidad del habla en habitaciones y auditorios se ve afectada de
forma compleja por la reverberación 18 .
Entre los índices para predecir la inteligibilidad del habla con presencia de ruido
y/o reverberación se incluyen:
100
O
«
O
:::¡ 80
Silencio
iii
a:::¡
w 60
1-
~
w
o S/N = 3 db
w 40
~
Z
w
u 20
a:
oQ..
o
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5
Tiempo de reverberación (segundos)
Existen muchas aplicaciones del nivel sonoro con ponderación A, descritas en ca-
pítulos anteriores. Este apartado se ocupa del nivel sonoro del ruido de fondo como
una medida de interferencia del habla. En concreto, los niveles sonoros con pon-
deración A pueden emplearse para predecir las distancias máximas permisibles en-
tre hablante y oyente para una comunicación verbal «mínimamente fiable» con pre-
sencia de ruido. Se dice que la comunicación verbal es «mínimamente fiable»
cuando oyentes entrenados obtienen una puntuación del 70 por 100 en la prueba
con listas de palabras monosilábicas fonéticamente equilibradas. Las palabras que
componen estas listas se obtienen de un vocabulario amplio (1000 o más palabras),
de manera que ningún conocimiento previo del vocabulario que se examina tenga
un efecto notable sobre la puntuación. Una puntuación del 70 por 100 con palabras
monosilábicas corresponde a una puntuación de inteligibilidad por encima del 90
por 100 para frases.
Procedimiento de cálculo
1. En primer lugar, se mide el nivel sonoro con ponderación A del ruido de fon-
do usando la respuesta lenta (slow) del sonómetro.
2. Se localiza este nivel sonoro sobre la abscisa superior de la Figura 16.8.
3. Trazando una línea perpendicular desde este punto se obtendrán interseccio-
nes con las diferentes curvas incluidas en el gráfico para varios niveles de es-
fuerzo vocal, obteniéndose en el eje de ordenadas la distancia máxima entre
hablante y oyente para una comunicación verbal «mínimamente fiable~~.
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.11
90
(25.000)
(100.000)
80 400.000)
ca
(800.000)
:c"
:!!
"¡¡;
e
o()
"¡; 70
ca
:;
"
"€
«
60
O 2 3 4 5
liempo de reverberación (segundos)
FIGURA 16.7. Efecto del volumen de la habitación sobre la inteligibilidad del habla.
Se muestra el porcentaje medio de articulación silábica en función del tiempo de re-
verberación para auditorios con volúmenes de 25.000, 100.000, 400.000 Y 800.000 ff
(710,2.800,11.000 Y 22.000 m 3 ). (Los datos están tomados de la Ref. 17.)
E 4
ro
'¡:;
c: 2
ro
tí
i5
0,5
0,25
30 40 50 60 70 80 90
Nivel de interferencia del habla
FIGURA 16.8. Distancias entre hablante y oyente para una comunicación mínima-
mente fiable. Las curvas muestran las distancias máximas permisibles para que se
produzca una comunicación hablada de este tipo. El parámetro sobre cada curva in-
dica el nivel relativo de voz. Dado que el hablante alzará su voz con ruido, típicamente
con una tasa de 3 a 6 dB por cada 10 dB de aumento en el nivel de ruido por encima
de 50 dB(A), el nivel de voz esperado aumentará al aumentar el nivel de ruido. El área
sombreada muestra el rango de distancias permisibles entre hablante y oyente bajo
estas condiciones. El límite inferior del área sombreada es para un nivel de voz que
aumenta a una tasa de 3 dB por cada 10 dB de incremento en el nivel de ruido; ellí-
mite superior es para una tasa de aumento de 6 dB por cada 10 dB de incremento en
el nivel de ruido.
Efectos del ruido defondo. Un hablante elevará el nivel de su voz a medida que
aumente el nivel de ruido de fondo. A niveles sonoros de ruido de fondo con pon-
deración A por encima de 50 dB(A), el área sombreada en la Figura 16.8, denomi-
nada nivel esperado de voz, muestra el efecto del ruido en el nivel de la voz. De la
misma manera, es práctica habitual subir el volumen de la TV o radio en presencia
de un ruido de fondo, por lo general hasta 15 dB por encima del nivel del ruido l .
En situaciones laborales ruidosas, donde el nivel sonoro con ponderación A del
ruido de fondo puede ser de hasta 75 dB(A), las personas no suelen poder conver-
sar a distancias superiores a 1 m (3,3 ft). Bajo estas condiciones, la comunicación
verbal con ruido es posible a mayor distancia siempre que el hablante grite o alce
mucho la voz. Pero los niveles altos de voz no pueden mantenerse durante un pe-
ríodo de tiempo prolongado. Por tanto, para una comunicación verbal a distancia
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.13
durante períodos largos, el límite superior del nivel de ruido de fondo es algo infe-
rior al citado. En ambientes laborales donde la comunicación verbal es esencial, el
nivel de fondo no debe superar un nivel sonoro con ponderación A de 60 a
65 dB(A); estos niveles permiten una comunicación satisfactoria a una distancia de
hasta 2 m (6,5 ft). En situaciones sociales, para una comunicación más cómoda cara
a cara con presencia de ruido, la mayoría de las personas prefieren distancias me-
nores entre hablante y oyente. Estas distancias son habitualmente del orden de 1 m
(3,3 ft), siempre que el ruido de fondo esté por debajo de 50 dB(A). Para niveles de
ruido superiores, las distancias preferidas entre hablante y oyente suelen ser me-
nores. La Tabla 16.2 muestra las distancias típicas para la comunicación en una con-
versación, en tanto que la Figura 16.8 muestra las distancias máximas permisibles
que, por lo general, requieren un esfuerzo vocal adicional.
En exteriores, las conversaciones entre grupos de personas pueden mantenerse
a distancias de 2 a 4 m (6,5 a 13 ft), sin esfuerzo de voz especial si los niveles de rui-
do de fondo no superan un valor de 55 a 60 dB(A). Para el juego en interiores y ga-
lerías de recreo, si la distancia entre hablante y oyente es de 5 a 10 m (16 a 33 ft), los
niveles de ruido de fondo no deben superar los 50-55 dB(A).
TABLA 16.2. Distancias preferidas entre hablantes y oyentes para mantener una
conversación*
* Las distancias típicas entre hablante y oyente han sido medidas en función del
nivel del ruido de fondo en varios ambientes, incluyendo hogares, hospitales,
grandes almacenes, trenes y aviones. Esta tabla muestra las distancias medias
observadas. (Basadas sobre los datos expuestos en la Referencia 1.)
16.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ponente fuerte de baja frecuencia. El nivel de interferencia del habla para este rui-
do es (68 + 59 + 47 + 34)/4 dB, que es igual a 52 dB.
En el método de tres bandas, se emplea como nivel de interferencia del habla la
media aritmética de los niveles de presión sonora de las octavas centradas en 500,
1000 Y2000 Hz. Dado que ésta no es una versión normalizada del nivel de interfe-
rencia del habla, las octavas empleadas deben indicarse entre paréntesis. Así, el ni-
vel de interferencia del habla para los niveles de ruido de fondo que muestra la Ta-
bla 16.3 para las octavas centradas en 500, 1000 Y2000 Hz es
SIL (0,5,1,2) = (68 + 59 + 47) /3 = 58 dB
Limitaciones del método. Este método no se aplica:
1. Cuando existen variaciones significativas en el nivel de interferencia del habla
a lo largo del tiempo. Se dice que estas variaciones son significativas cuando
el nivel de interferencia del habla cambia en más de 10 dB a través del tiem-
po. En el caso de variaciones relativamente lentas, el nivel de interferencia
máximo alcanzado puede emplearse para predecir el efecto del ruido para las
condiciones más adversas.
2. Cuando la comunicaci6n tiene lugar en un ambiente altamente reverberante.
Se dice que un entorno acústico es altamente reverberante cuando el tiempo
de reverberación supera los 2 segundos.
3. Cuando el habla está distorsionada. Los criterios para determinar que el ha-
bla está distorsionada son los mismos que los especificados en el apartado an-
terior.
Si, por cualquiera de las razones anteriores, el uso del SIL no es aplicable, debe
emplearse alguno de los índices restantes descritos en este capítulo.
Efectos del ruido defondo. Ruidos con igual nivel de interferencia del habla de-
ben reducir en igual medida su inteligibilidad. Los estudios de la interferencia pro-
ducida por distintos ruidos muestran que aquellos que dan como resultado la misma
puntuación de inteligibilidad del habla, siendo todos los demás factores iguales
(p. ej., mismos oyentes y materiales de examen), tienen esencialmente el mismo ni-
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.15
vel de interferencia del habla, teniendo la variación de éste una desviación típica in-
ferior a 3 dB 2o•
El SIL puede emplearse para predecir las distancias máximas permisibles entre
hablante y oyente para una comunicación mínimamente fiable. La Figura 16.8 pue-
de utilizarse con este propósito; el método para hacerlo es el mismo que el seguido
para los niveles sonoros con ponderación A.
El nivel de interferencia del habla varía a partir de un nivel sonoro con ponde-
ración A, LA, en cantidades que dependen de la forma del espectro del ruido. Esta
diferencia es aproximadamente de 8 dB para muchos ruidos ambientales habitua-
les; es decir, LA - SIL = 8 dB.
Indice de articulación
1. Se mide el nivel pico del habla y el nivel de ruido RMS en los 15 tercios de
octava con frecuencias centradas entre 200 Hz y 5000 Hz. Si los niveles pico
del habla no pueden medirse directamente, pueden estimarse a partir de un
espectro idealizado de la misma, siempre que se conozca el nivel de presión
sonora general del habla. El espectro idealizado del habla y el método para
predecir el nivel pico del habla en cada banda de frecuencia se especifican en
la norma ANSI S3.5-196cf2.
2. Se comprueba si los niveles de habla y ruido son lo suficientemente altos
como para producir un crecimiento no lineal del enmascaramiento o de los
efectos de difusión del enmascaramiento. Si el nivel global de presión sonora
del habla supera los 85 dB (p. ej., si el habla está amplificada) o si el nivel de
16.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ruido en cualquier tercio de octava supera los 70 dB, los niveles de habla y
ruido medidos habrán de ajustarse para tener en cuenta estos efectos. Estos
ajustes se describen en la norma ANSI S3.5-196g22.
3. Se multiplica la relación habla-ruido en cada tercio de octava por un factor de
ponderación. El Al es igual a la suma de estas relaciones ponderadas habla-
ruido. Las ponderaciones que se emplean en las 15 bandas de tercio de octava
que cubren el rango entre los 200 y los 5000 Hz se muestran en la Tabla 16.4.
4. La puntuación estimada de inteligibilidad del habla para el índice de articu-
lación calculado se obtiene de la Figura 16.9. El diagrama muestra las curvas
para varios tipos de «materiales de examen». Por ejemplo, la curva para listas
de frases fonéticamente equilibradas está por encima de la de listas de pala-
bras monosilábicas fonéticamente equilibradas, y así, para el mismo índice de
articulación, la puntuación de inteligibilidad esperada para frases será más
alta que la de listas de palabras monosilábicas. Las curvas de calibración que
muestra la Figura 16.9 son sólo para claves auditivas. Si también hay dispo-
nibles claves visuales (lectura de labios), se esperan puntuaciones de inteli-
gibilidad más altas.
Ejemplo numérico. La Tabla 16.4 muestra los niveles RMS de ruido y los niveles
pico de habla para el conjunto de tercios de octava que cubren la gama de frecuen-
TABLA 16.4. Cálculo del índice de articulación (Al) empleando el método de bandas
de tercio de octava
1 2 3 4 5 6
Frecuencia Relación
central Nivel pico Nivel de babia- Ponde- Col. 4 x
de la banda, Hz del habla, dB ruido RMS, dB ruido (S/N), dB ración Col. 5
0* 0,0004
200
250
315
63
68
67
67
66
66
2
1
0,0010
0,0010
°
0,0020
0,0010
400 70 65 5 0,0014 0,0070
500 72 63 9 0,0014 0,0126
630 70 60 10 0,0020 0,0200
800 66 57 9 0,0020 0,0180
1000 65 54 11 0,0024 0,0264
1250 67 49 18 0,0030 0,0540
1600 63 45 18 0,0037 0,0666
2000 59 42 17 0,0038 0,0646
3150 58 38 21 0.0034 0,0714
4000 56 33 25 0,0034 0,0850
5000 52 27 29 0,0024 0,0696
21 300 0,0020 0,0600
SPLGlobal 78 73 Al = 0,5582
= 0,56
Frases (primera
80 H---T.lF--I1--1---74'+--+ presentación para
los oyentes)
~~ '"
"'"0 70
.ce:
.!!!Q)
~ ~ 60 t-~-+-++--hl-f--+--fl--f'~--t--+--+-+---I
';;Q)
ca ......
.ce:
~~ 50
-8lj
.~~ 40
...... 0
~:c:
~ ~ 30 I----I'-ft-f--t--t--I-f-l--
Il.~
o
20 Nota: Estas relaciones son
aproximadas. Dependen del
tipo de material y de la habilidad
10 de hablantes y oyentes
o
o 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
Indice de articulación
FIGURA 16.9. Las curvas muestran la inteligibilidad del habla esperada en función
del índice de articulación. Estas curvas, relacionando el porcentaje de inteligibilidad
con el índice de articulación, se muestran para los distintos tipos de materiales de
examen. (De la Referencia 22.)
El concepto del índice de transmisión del habla (STI) es semejante al del índice de
articulación, pero es de aplicación más general y tiene en cuenta los efectos tanto
del ruido como de la reverberación sobre la inteligibilidad del habla. Los principales
supuestos subyacentes del índice de transmisión del habla son: (1) el efecto de la re-
verberación sobre la inteligibilidad puede especificarse en términos de ruido de fon-
do equivalente, y (2) este ruido de fondo equivalente puede combinarse con el ruido
de fondo real para obtener el efecto combinado de la reverberación y el ruido sobre
la inteligibilidad del habla.
El ruido de fondo equivalente que corresponde al efecto de la reverberación se
obtiene midiendo primeramente la amplitud con que una señal de ruido modulado
es afectada por la reverberación. El espectro de la señal de ruido es igual al espectro
del habla a largo plazo. La reducción de la profundidad de la modulación se emplea
como índice del efecto de la reverberación sobre la inteligibilidad. En la versión
completa del índice de transmisión del habla, la reducción en la profundidad de la
modulación se mide a través de una gama de frecuencias de modulación (0,63 a 12,5
Hz en intervalos de tercios de octava), para las bandas de octava de la señal a exa-
men que cubren la gama entre 125 y 8000 Hz. La reducción media en la profundidad
de la modulación se mide para cada una de las siete octavas. Entonces se calcula el
nivel de ruido de fondo equivalente que produciría la misma reducción en la pro-
fundidad de la modulación24 • Si hay presente un ruido de fondo real, se suman am-
bos ruidos y se calcula la relación equivalente de habla-ruido. El índice de trans-
misión del habla se obtiene entonces de esta relación equivalente de habla-ruido
mediante la fórmula
7
STI = ~ W¡ (S/N¡ + 15)/30
¡~1
cisos para obtener el STI (o, en menor medida, el RASTI) son muy amplios y los
detalles de los procedimientos se incluyen en otra publicación25 • También se ha de-
sarrollado un instrumento que mide el índice rápido de transmisión del habla direc-
tamente: el medidor de transmisión del habla Bruel y Kjaer, Tipo 3361.
A Alpha N November
B Bravo O Osear
C Charlie P Papa
D Delta Q Quebec
E Echo R Roman
F Foxtrot S Sierra
G Golf T Tango
H Hotel U Uniform
I India V Victor
J Juliet W Whiskey
K Kilo X X-ray
L Lima Y Yankee
M Mike Z Zulu
EFECTOS DEL RUIDO Y LA REVERBERACION SOBRE LA COMUNICACION 16.21
REFERENCIAS
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24. T. Houtgast y H. J. M. Steeneken, «A review of the MTF concept in room acoustics and
its use for estimating speech intelligibility in auditoria», J. Acoust. Soco Am., vol. 77, 1985,
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toria by the "RASTI" method», lEC Report 268-16, 1." ed., International Electrotech-
nical Commission, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1988.
Capítulo 17
CARACTERISTICAS
DE LA AUDICION
INTRODUCCION
Anatómicamente, el oído está formado por las tres secciones principales que apa-
recen en la Figura 17.1: (1) el oído externo, que recoge el sonido y lo convierte en
movimiento vibratorio del tímpano; (2) el oído medio, que acopla mecánicamente
el tímpano con el fluido del oído interno, y (3) el oído interno, dentro del cual se ori-
ginan las señales que se transmiten al cerebro a través del nervio auditivo.
Oído externo
17.1
17.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
FIGURA 17.1. Diagrama funcional del oído. Las ondas sonoras alcanzan el oído ex-
terno y hacen que el tímpano vibre. Las vibraciones son conducidas a través de la ac-
ción niveladora de la cadena de huesecillos del oído medio a la ventana oval, que ac-
túa sobre el fluido que llena el oído interno. La parte interna muestra el corte de la
sección de la cóclea extendida, con terminaciones nerviosas distribuidas a lo largo de
su membrana basilar. La excitación selectiva de frecuencias inicia los impulsos ner-
viosos, que son conducidos a través de fibras discretas del nervio auditivo hacia el ce-
rebro. (De C. T. Morgan yeo/s.'.)
ricular forma la entrada al canal auditivo, que conduce las ondas sonoras hacia el
tímpano (también conocido como «membrana timpánica»). El canal auditivo, que
tiene de 5 a 7 mm de diámetro y unos 27 mm de longitud, actúa como un tubo, ce-
rrado en un extremo, con una frecuencia de resonancia natural de aproximadamen-
te 3000 Hz. Esta resonancia aumenta la sensibilidad de la audición en las frecuen-
cias de esta región. El tímpano es el final del canal auditivo y separa el oído externo
del oído interno. Es un cono bajo de unos 7 mm de diámetro, con el vértice dirigido
hacia dentro.
Oído medio
El oído medio es una cavidad llena de aire de unos 2 cm3 y contiene el mecanismo
que transmite el movimiento vibratorio desde el tímpano hacia el oído interno. Este
mecanismo (denominado cadena de huesecillos) está formado por tres pequeños
huesos: el martillo, que está conectado con el tímpano; el yunque, que forma un ni-
vel de interconexión, y el estribo, conectado con la ventana oval que sirve de entra-
da a la cóclea del oído interno.
La cadena de huesecillos está suspendida por ligamentos y tensada por dos pe-
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.3
queños músculos, el tímpano tensor (conectado con el martillo) y el músculo del es-
tribo (conectado con el estribo). Este sistema sirve dos propósitos: (1) como nive-
lador para permitir un eficaz acoplamiento del tímpano a la ventana oval y (2) como
mecanismo protector que limita el movimiento transmitido a la ventana oval. Este
mecanismo protector es activado por cualquier sonido alto, que produce un reflejo
de contracción de los dos pequeños músculos, el tímpano tensor y el músculo del es-
tribo. Las características acústicas del oído externo y medio están resumidas en la
Referencia 2.
Oído interno
Conducción ósea
..
Se denomina conducción ósea a la transmisión de la energía acústica hacia el oído
interno a través de vías que implican a los huesos craneales. Por ejemplo, oímos en
parte nuestra propia voz debido a la conducción ósea. Los huesos craneales pueden
excitarse mediante el contacto de la cabeza con un cuerpo vibrante o mediante el
«choque» con la cabeza de un campo sonoro aéreo. Además de que el sonido excita
directamente el cráneo, las vibraciones inducidas en otras partes del cuerpo pueden
ser conducidas a la cabeza mediante los tejidos corporales y la estructura ósea.
Si este sonido es suficientemente intenso, la pequeña parte de la energía acús-
tica aérea convertida en vibración transmitida por vía sólida en la cabeza puede dar
como resultado que el sonido se oiga a través de la conducción ósea. En general, el
nivel de presión sonora en el aire debe ser de aproximadamente 60 dB o más por
17.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
encima del umbral de conducción aérea para oírse mediante la conducción ósea
(véase Capítulo 19).
La vibración de transmisión ósea, incluso cuando están implicadas varias vías,
establece los mismos patrones de vibración en la membrana basilar que el sonido de
conducción aérea. La identificación y evaluación de las distintas vías que pueden
ser seguidas (a menudo simultáneamente) por la energía acústica es importante
para el estudio de la eficacia de los tapones, auriculares y cascos de protección con-
tra el ruido intenso; también es importante en el diagnóstico de la naturaleza de la
pérdida de audición.
Cerrar el canal externo mediante un tapón o un auricular mejora la audición
mediante conducción ósea. Esto parece ser el resultado del movimiento de compre-
sión de las paredes del canal auditivo, generando una presión alterna en el canal
obstruido, que actúa entonces sobre el tímpano, produciendo audición a través de
la vía tímpano-cadena de huesecillos. Este efecto, que ocurre principalmente a fre-
cuencias por debajo de 1000 Hz, depende del grado de oclusión y del volumen
ocluido. Para una persona con audición normal, un tapón bien ajustado puede re-
ducir el umbral de conducción ósea hasta en 20 dB, en tanto que la oclusión me-
diante un cerramiento absorbente, con un volumen de SOO cm3 , puede reducirlo en
tan sólo 3 dB 3 • Este hecho señala la ventaja de los auriculares de gran volumen para
aquellas situaciones en que la conducción ósea pueda limitar la protección alcan-
zable. La información sobre las características de los aparatos de protección audi-
tiva se presenta en el Capítulo 2l.
Un efecto importante (un tipo de «conducción de los tejidos») es la transferen-
cia de la energía acústica al oído medio mediante un tapón en movimiento, a modo
de pistón. La sumisión de la piel del canal auditivo externo hace que este movi-
miento sea posible. Además, el pabellón auricular puede transmitir parte de la
energía acústica y sobrepasar un tapón a través de la pared cartilaginosa del canal
auditivo; esto contrasta con la auténtica conducción ósea, que implica la vibración
del cráneo al completo.
RESPUESTA AUDITIVA
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2 5 100 2 5 1000 2 5 10.000 2
Frecuencia en herzios
FIGURA 17.2. El área de sensación auditiva. Los límites superiores están estableci-
dos por los umbrales de malestar, tacto, dolor y cosquilleo. Los límites inferiores es-
tán establecidos por el umbral de audibilidad, que puede medirse de varias maneras,
cada una de las cuales se d86cribe en el texto. La función ISO del umbral mínimo de
campo audible es para incidencia O°. La función ANSI del umbral MAP es la que define
el cero audiométrico (véase los datos para auriculares TDH-39 en la Tabla 19.1). En la
región de frecuencias altas, que debido a la falta de certidumbre de la calibración se
muestra sin límites, la función de audibilidad aumenta para encontrarse con el umbral
de malestar.
Umbral de la audición
-
17.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El umbral del mínimo campo audible es el nivel de presión sonora del umbral de au-
dición en jóvenes adultos con audición normal, medido en un campo libre·, en la
posición de la cabeza del oyente, pero en ausencia de éste. Se determina para los to-
nos puros con el oyente frente a la fuente y escuchando con ambos oídos. Depende
de la dirección de llegada del sonido, debido a los efectos de difracción de la cabeza
y el oído externo. El umbral del mínimo campo audible es la curva inferior en la Fi-
gura 17.25•
Los umbrales del campo audible mínimo son importantes para el control del rui-
do porque muchas personas están expuestas al ruido bajo condiciones esencialmen-
te de campo libre. El MAF se ha establecido a partir de medidas con oyentes nor-
males (personas que no tienen historial de problemas auditivos) y personas jóvenes
(entre 18 y 25 años), para quienes la presbiacusia (pérdida de la audición con el au-
mento de la edad) no es un factor relevante. La sensibilidad auditiva varía consi-
derablemente entre los oyentes normales. Puede incluso ser distinta para cada uno
de los oídos de una persona (véase sección siguiente, «Estadísticas poblacionales
sobre audición»).
El umbral auditivo biaural es, de media, unos 2 o 3 dB mejor (inferior) que el
umbral auditivo monoaural. Este es, en parte, un resultado estadístico debido a que
el umbral biaural está determinado por el mejor oído, aunque el umbral biaural
también es algo mejor que el monoaural cuando ambos oídos oyen igualmente
bien6 .
* Un campo libre es un campo de sonido en que la onda sonora se propaga a partir de la fuente sin
efectos apreciables de los límites ni de los obstáculos.
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.7
Si una persona se expone a un ruido por encima de determinado nivel crítico y lue-
go se retira, su umbral de audición puede aumentar (es decir, la audición puede em-
peorar). Si la audición vuelve a la normalidad al poco tiempo, este cambio se de-
nomina desplazamiento temporal del umbral. El desplazamiento aumenta con el
nivel de presión sonora del ruido y la duración de la exposición. Este fenómeno,
también conocido como fatiga auditiva, se trata en detalle en el Capítulo 18.
Audición normal
La audición normal es la mediana del nivel auditivo para un grupo grande de adul-
tos jóvenes, con edades entre 18 y 25 años, sin historia conocida de enfermedades
del oído, ni exposición apreciable a ruido de alto nivel. Se ha establecido un conjun-
to de niveles de presión sonora, que representan el umbral normal para la audición,
como el nivel de referencia cero para audiometría. (Véase Tabla 19.1.)
17.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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500 1000 2k 3k 4k 6k
Frecuencia en herzios
SONORIDAD
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(/):::l
~~ EDAD EN AÑOS ~~ EDAD EN AÑOS
FIGURA 17.4. Dependencia entre audición y edad. Las funciones están basadas so-
bre varios estudios y representan la mediana del nivel auditivo para una gran muestra
internacional de personas no expuestas a ruido laboral. (A. SPOO,s.)
17.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Sonio
Los enjuiciamientos de igual sonoridad para tonos puros de varias frecuencias y ni-
veles han dado lugar a curvas de igual sonoridad, como muestra la Figura 17.5. To-
dos los puntos de una curva determinada representan los niveles de presión sonora
que han sido juzgados como igualmente sonoros en campo libre. Estos datos co-
rresponden a jóvenes adultos, con audición normal, de cara a la fuente. Por ejem-
plo, la curva que pasa por los 1000 Hz a un nivel de presión sonora de 40 dB es isó-
sona a un tono con un nivel de presión sonora de 35 dB a 3000 Hz, o a un tono de
100 Hz con un nivel de presión sonora de 50 dB. Se denomina cada curva por su ni-
vel a 1000 Hz, que es la frecuencia de referencia.
140 Fonios
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... 10.000
100
Frecuencia en herzios
FIGURA 17.5. Curvas de igual sonoridad para tonos puros en campo libre, mostran-
do los niveles de presión sonora que son igualmente sonoros. Las curvas se deno-
minan mediante su nivel de sonoridad en fonios. (O. W. Robínson y R. S. Dadson lO .)
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.11
Como se indica en los siguientes capítulos, los sonidos que son isósonos no siem-
pre son equivalentes en otros aspectos. Por ejemplo, dos sonidos que son iguales en
sonoridad pueden variar en términos de su molestia, o en el grado en que interfie-
ren con la comunicación hablada.
Sonios-Fonios
500 130
400
300
120
200
150
110
100
~850 100
40
30 90
20
15 80
10
70
5
4 60
3
2 50
40
0.5 30
0.4
03
0.~5 20
FIGURA 17.6. Nomograma que muestra la relación entre nivel de sonoridad en fo-
nias y en sonios. [ANSI standard 53.4-1980 (R1986P'.1
17.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ESTlMACION DE LA SONORIDAD
Método ISO A
120
110
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100 1.000 10.000
FRECUENCIA EN HERZIOS
FIGURA 17.7. Curvas del índice de igual sonoridad para calcular la sonoridad me-
diante el método ISO A. Estas curvas muestran la contribución relativa de varias ban-
das (v. g., índice de sonoridad 1) expresada en términos del nivel de presión sonora de
cada banda. El espectro de bandas de octava de la Figura 17.8 está registrado sobre
estas curvas.
tener la sonoridad total igual a 1m + 0,3 ei'! - 1m), en sonios. Esto nos da 22
+ 0,3 (73,3) = 44 sonios.
De forma alternativa, si se aplica el mismo procedimiento de cálculo al espectro
en bandas de un tercio de octava, se obtiene una sonoridad total de 46 sonios.
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.15
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w 30
> 5 1 2 5 1 2 5 1
Z
100 1000 10000
FRECUENCIA EN HERZIOS
Método ISO B
En general, para los mismos niveles de presión sonora, los sonidos de corta dura-
ción son menos sonoros que los de larga duración. Los experimentos no están com-
pletamente de acuerdo respecto a la definición de larga y corta duración, o acerca
de si la definición cambia con el nivel de presión sonora 13 • A pesar de ello, la Figura
17.10 muestra una representación idealizada de cómo ha de incrementarse el nivel
de presión sonora de un sonido de corta duración para que su sonoridad sea igual a
la de un sonido continuo.
Los enjuiciamientos sobre sonoridad que requieren que los sujetos igualen la so-
noridad de un sonido muy corto (como un clic) con la de un tono continuo de
1000 Hz son difíciles. Los individuos tienden a ser menos consistentes en sus esti-
maciones sobre sonoridad para los sonidos de corta duración que para los sonidos
SONia I FONIO
150
110
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~
::o
100 ~
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om
~~~~1100 ~
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90
80
70
4590180280355450560 710900Hz 112 14 18 2,24 2,8 3,55 4,5 5,6 7,1 9,0 11,214 kHz
RGURA 17.9. Gráfico para el cálculo de la sonoridad en un campo de sonido difuso mediante el mé-
...a
todo ISO B. Los datos son del espectro de tercios de octava de la Figura 17.8. .....
...a
.....
17.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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ENMASCARAMIENTO
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10
FIGURA 17.11. Enmascaramiento producido por un ruido de banda fina sobre una
señal de tono puro. El desplazamiento del umbral producido por el ruido que tenía
una anchura de 90 Hz y estaba centrado a 410 Hz está recogido para distintas frecuen-
cias de la señal y niveles de ruido. (De J. P. Egan y H. W. Hake I4 .)
2000
1000 90
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o
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15
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Frecuencia
Enmascaramiento interaural
nivel sonoro supera notoriamente al del oído obstruido, como en el ejemplo ante-
rior.
En un fondo silencioso, a medida que el nivel de presión sonora del sonido aumenta
por encima de su umbral de audibilidad, su sonoridad aumenta gradualmente. So-
nidos tales como el habla o la música adquieren un volumen adecuado para una es-
cucha cómoda cuando están aproximadamente de 40 a 60 dB por encima del um-
bral. En un fondo ruidoso, la situación es muy diferente. A medida que el nivel del
sonido enmascarado aumenta por encima de su punto inicial de audibilidad (um-
bral enmascarado), la sonoridad aumenta muy rápidamente, de manera que a apro-
ximadamente 20 dB por encima de su umbral enmascarado, el sonido esencialmen-
te recupera el volumen normal que hubiera tenido en ausencia del ruido
enmascarador. Restablecimiento es el término empleado para describir este creci-
miento anormalmente rápido de la sonoridad a medida que los niveles sonoros su-
peran un umbral que ha sido elevado, ya sea por el enmascaramiento o por la sor-
dera.
LOCALlZACION AUDITIVA
Precisión
de una de las fuentes se hace con respecto a la otra. Por el contrario, la localización
de la fuente aparente suele implicar un enjuiciamiento direccional respecto de una
sola fuente y es, por lo tanto, absoluto en el sentido de que no es necesaria una fuen-
te explícita de comparación.
La precisión en la localización en el plano horizontal (azimut) es muy superior a
la del plano vertical (elevación). La localización horizontal es mejor para sonidos si-
tuados directamente enfrente del oyente (0°) y para sonidos (y ruido de banda an-
cha) de frecuencias bajas (menos de 1500 Hz) y altas (más de 2500 Hz). Bajo estas
condiciones, los errores pueden ser tan mínimos como lOen un campo abierto silen-
cioso. Sin embargo, con la cabeza fija y con fuentes de banda fina, no son infrecuen-
tes errores mayores. En estos casos, el sonido es a menudo (falsamente) localizado
en una posición simétrica, con respecto al eje de los oídos, de la fuente real. Por
ejemplo, una fuente a 0° se localiza a 180°, o una fuente a 30° se localiza a 150°. Sin
embargo, con fuentes de banda ancha y duraciones sonoras lo suficientemente pro-
longadas como para permitir a los oyentes que muevan la cabeza, casi nunca se pro-
ducen confusiones de este tipo. La precisión se reduce a medida que la posición de
la fuente se aleja del frente y hacia el costado del oyente. A 90° se reduce por un fac-
tor de 3 (comparado con 0°) para fuentes de banda ancha y en mayor medida para
fuentes de banda fina. En el último caso, este descenso es extremadamente depen-
diente de la frecuencia, con las mayores reducciones en frecuencias alrededor de los
3000 Hz (± 1 octava). A medida que la fuente se mueve hacia la espalda del oyente,
la precisión aumenta ligeramente, de manera que a 180° (con fuentes de banda an-
cha) es peor que a 0°, en un factor 220.
La localización en el plano vertical es virtualmente imposible, si la cabeza está
fija, para fuentes cuya anchura de banda sea menor que dos tercios de octava. Sin
embargo, si la cabeza puede moverse, la precisión mejora notablemente, y si se em-
plea una fuente de banda ancha, es aún mejor. El movimiento de la cabeza tiene el
potencial de convertir la elevación en azimut dependiendo del eje sobre el que rote.
Como sucedía con la localización azimutal, la precisión en la localización elevada
con la cabeza fija depende de la posición de la fuente. O sea, es mejor a 0° (direc-
tamente delante del oyente) y empeora a medida que se eleva la fuente, hasta 90°
(por encima de la cabeza), donde es peor con un factor 2. Mejora algo a medida que
la fuente se mueve hacia la espalda del oyente, pero aun así es sustancialmente peor
que a 0° de elevación2o.
El mínimo ángulo audible se ve afectado por los mismos factores y de la misma
forma que la localización aparente. Por lo general, la precisión de los enjuiciamien-
tos del oyente es mayor en la tarea del mínimo ángulo audible. O sea, el mínimo án-
gulo detectable entre dos fuentes es habitualmente menor que el error en la locali-
zación de una fuente única 21 .
Aunque la localización auditiva está relacionada fundamentalmente con los as-
pectos direccionales de localización de la fuente, bajo ciertas circunstancias se pue-
de hacer una estimación de la distancia. El principal requisito es que el oyente esté
familiarizado con el sonido. En este caso, el nivel de presión sonora y las caracterís-
ticas espectrales y reverberante s aportan suficiente información para que el oyente
realice, al menos, enjuiciamientos someros sobre la distancia de la fuente.
17.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Las diferencias entre oídos en el nivel de presión sonora son el principal determi-
nante de la localización aparente de una fuente de sonido para frecuencias por en-
cima de los 1500 Hz. Estas diferencias surgen sobre todo como resultado de la som-
bra sonora con que la cabeza cubre al oído alejado y son extremadamente
dependientes de la frecuencia. Se modifican notablemente mediante el pabellón au-
ditivo a frecuencias por encima de 2500 Hz y también se modifican al reflejarse des-
de el torso. Esto último junto con la interferencia constructiva y destructiva del pa-
bellón auditivo son importantes para la localización en el plano vertica123 •
Las diferencias interaurales a lo largo del tiempo (disparidad temporal en la es-
tructura de la forma de onda) son el principal contribuyente de la capacidad para la
localización a frecuencias por debajo de 1500 Hz. Estas diferencias se producen
como resultado de la separación de los oídos sobre lo que puede contemplarse
como una esfera rígida. Su mayor magnitud se produce por debajo de los 600 Hz y
son independientes de la frecuencia23 •
Las diferencias espectrales interaurales tienen una importancia secundaria, sal-
vo para la localización en el plano vertical. Estas diferencias existen debido a la na-
turaleza dependiente de la frecuencia de las diferencias de presión sonora entre oí-
dos y se manifiestan más notoriamente para ruido de banda ancha.
Una fuente de ruido puede localizarse bastante bien incluso en un recinto cerrado
grande (un espacio de trabajo típico) en el que el sonido llega a los oídos del oyente
por reflexiones múltiples desde muchas direcciones. La base para esta habilidad es
el efecto de precedencia. La localización auditiva se logra haciendo uso del primer
sonido que alcanza los oídos del oyente, sin tener en cuenta las reflexiones que lle-
gan posteriormente24 • Este efecto puede ilustrarse mediante un par de altavoces,
uno fijo y otro móvil. Bajo una amplia gama de condiciones, si se irradia el mismo
sonido desde ambos, pero se retrasa en el altavoz móvil, la localización aparente del
sonido es independiente de la posición del altavoz móvil y se corresponde simple-
mente con la del altavoz fijo. El efecto de precedencia es empleado en sistemas so-
fisticados de sonido reforzado y es crucial para que el sistema auditivo localice efi-
cazmente el sonido en condiciones de reverberación.
Por lo general, la localización es resistente a los efectos de interferencia del rui-
do. Estos efectos, en condiciones reverberante s, son extremadamente dependientes
de los niveles relativos de la fuente y del ruido. Si con una fuente única tanto el rui-
do como la fuente a localizar provienen de la misma región espacial, la precisión no
se ve afectada mientras el resto de las señales de examen estén entre 10 y 15 dB por
encima de su umbral. Si sus niveles son inferiores a éstos, la precisión empeora con
señales cuyas frecuencias estén en torno a 3000 Hz, mostrando mayores pérdidas en
aquellas alrededor de 500 Hr 5• En la mayoría de las situaciones prácticas, los so-
nidos a localizar están por encima de este nivel crítico. También sucede que con
fuentes múltiples, tales como los altavoces empleados en estereofonía, mientras el
nivel de la fuente esté entre 8 y 15 dB por encima del ruido, se observa poca degra-
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.25
dación en la localización. El empeoramiento puede ser severo para fuentes con ni-
veles bajos, y ésta es una de las razones por las que es importante mantener el ruido
al mínimo en estudios de grabación del sonid024•
Los cambios pequeños en el nivel de presión sonora son percibidos por el oído fun-
damentalmente como diferencias en sonoridad, aunque pueden estar acompañados
de cambios secundarios en el tono aparente y en la calidad del sonido. La Figura
17.3 muestra la mínima diferencia apreciable en el nivel de presión sonora para to-
nos de distintas frecuencias y para ruido de banda ancha. Nótese que a los niveles
de presión sonora más altos son detectables los cambios menores de nivel. Para ni-
veles de presión sonora de unos 60 dB o más por encima del umbral, puede detec-
tarse un cambio de tan sólo 0,5 dB, o incluso algo menor. Una recopilación de datos
de muchos estudios sobre tonos pulsados 18 concluye que la diferencia mínima per-
ceptible es independiente de la frecuencia, como muestra la línea a trazos en la Fi-
gura 17.13. Los datos sobre la detectabilidad de la modulación de la amplitud perió-
dica de los tonos19 muestran cierta dependencia de la frecuencia. Para ruido de
banda fina, la mínima diferencia detectable en el nivel de presión sonora es mayor
(la discriminación es peor), debido aparentemente a las mayores fluctuaciones de
nivel de las bandas fmas. La mínima diferencia perceptible aumenta a medida que
decrece la anchura de banda. Para bandas de ruido cuya anchura es inferior a
1000 Hz, la mínima diferencia perceptible está por encima de los 2 dB 26•
Además del nivel de presión sonora y la frecuencia, la mínima diferencia per-
ceptible en nivel de presión sonora depende de la duración de la señal, al menos
para duraciones cortas. Se reduce a medida que la duración aumenta hasta una cTÍ-
tica de aproximadamente 0,1 se~7.
10
9
8
7
6
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4
PULSOS
DETONaS
1,0
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0,8 .... ...... ... FRECUENCIAS)
0,7
0,6
,,
0,5 200 Hz
0,4
RUIDO DE 1000 Hz
0,3 BANDA
ANCHA 4000 Hz
0,2
20 40 60 80
NIVEL POR ENCIMA DEL UMBRAL EN DECIBELIOS
FIGURA 17.13. Mínima diferencia perceptible en nivel de presión sonora para ruido
de banda ancha (datos de G. A. Miller17 ), pulsos de tonos de 0,5 segundos de duración
(datos de W. Jesteadt y COIS. 18 ) y tonos con amplitud modulada a 3 Hz (datos de R. R.
Riesz19 ). Los resultados para los pulsos de tonos son independientes de la frecuencia;
los de la amplitud modulada, no.
a niveles de 40 dB o más por encima del umbral y a bajas frecuencias; los cambios
pequeños de entre 1 y 3 Hz se detectan a frecuencias por debajo de 1000 Hz. Como
muestra la Figura 17.14, la mínima diferencia detectable para pulsos de tono28 de
0,5 segundos de duración muestra una dependencia algo distinta de la frecuencia a
la de los tonos de frecuencia modulada29 .
La mínima diferencia detectable en frecuencia varía de acuerdo con la duración
de la señal, como muestra la Figura 17.5. Si las funciones se dibujan sobre coorde-
nadas logarítmicas, se hace menor a medida que la duración aumenta de una forma
aproximadamente lineal. El efecto de la frecuencia que muestra la Figura 17.15 es
consistente con el que muestra la Figura 17.14 para pulsos de tonos; esto es, la di-
ferencia mínima perceptible se reduce al reducir la frecuencia, haciéndose constan-
te a frecuencias inferiores a 500 Hz. Otros datos sugieren que las funciones que
muestra la Figura 17.15 alcanzan la asíntota para duraciones superiores a 0,2 segun-
dos 30 •
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.27
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11. American national standard procedure for the computation of the loudness ofnoise, ANSI
S3.4-1980 (R1986), American National Standards Institute, Nueva York, 1986.
12. «Method for calculating loudness level», ISO Recommendation R 532, Intemational Or-
ganization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1966.
13. B. Scharf, «Audition 11», Handbook of perception and human performance, vol. 1: Sen-
sory processes and perception, K. Boff, L. Kaufman y J. Thomas (Eds.), John Wiley and
Sons, Nueva York, 1986, Tabla 15.2, p. 15-11.
14. J. P. Egan y H. W. Hake, J. Acoust. Soco Am., vol. 22, 1950, p. 622.
15. R. D. Patterson y F. Nimmo-Smith,J. Acoust. Soc. Am., vol. 67, 1980, p. 229.
16. E. Zwicker, G. Flottorp y S. S. Stevens, J. Acoust. Soc. Am., vol. 29, 1957, p. 548.
17. G. A. MilIer,J. Acoust. Soc. Am., vol. 19, 1947, p. 609.
18. W. Jesteadt, C. C. Wier y D. M. Green, J. Acoust. Soc. Am., vol. 61, 1977, p. 169.
19. R. R. Riesz, Phys. Rev., vol. 31, 1928, p. 867.
20. J. Blauert, Spatial hearing, MIT Press, Cambridge, Mass., 1983, pp. 222-257, 37-50.
21. A. W. Milis, «Auditory localization», Foundations of modem auditory theory, vol. 2, J.
Tobias (Ed.), Academic Press, Nueva York, 1972, pp. 308-311.
22. D. H. Mershon y L. E. King, Perception and Psychophysics, vol. 18,1975, p. 409.
23. G. F. Kuhn, «Physical acoustics and measurements pertaining to directional hearing»,
Directional hearing, W. A. Yost y G. Gouveritch (Eds.), Springer, Nueva York, 1987,
pp. 3-25.
CARACTERISTICAS DE LA AUDICION 17.29
24. J. Blauert, Spatial hearing, MIT Press, Cambridge, Mass., 1983, pp. 222-257, 324-330.
25. T. Jacobsen, «Localization in noise», Tech. Rep. 10, Acoustics Laboratory, Technical
University, Lynby, Dinamarca, 1976.
26. P. N. Schacknow y D. H. Raab, J. Acoust. Soco Am., vol. 60, 1976, p. 893.
27. M. Florentine,J. Acoust. Soco Am., vol. 79,1986, p. 792.
28. C. C. Wier, W. Jestead y D. M. Green, J. Acoust. Soco Am., vol. 61,1977, p. 178.
29. E. G. Shower y R. Biddulph, J. Acoust. Soco Am., vol. 3, 1931, p. 275.
30. W. W. Turnbull, J. Exp. Psychology, vol. 34, 1944, p. 302.
31. B. C. J. Moore,J. Acoust. Soco Am., vol. 54, 1973, p. 610.
Capítulo 18
PERDIDA DE AUDICION
POR EXPOSICION AL RUIDO
William Melnick
INTRODUCCION
Aunque los efectos del ruido sobre la audición no están definidos con precisión y si-
guen planteando dudas, existe suficiente información para permitir el desarrollo de
índices predictivos de los efectos dañinos del ruido sobre la sensibilidad auditiva hu-
mana. El desplazamiento del umbral (expresado en decibelios) es la diferencia entre
los niveles del umbral de audición medidos antes y después de la exposición al rui-
do. Si este desplazamiento es reversible (si el oído se recupera completamente des-
pués de la exposición al ruido, de manera que el desplazamiento del umbral se re-
duce acero), se dice que es transitorio o temporal; si el oído no se recupera
completamente, se dice que el desplazamiento es permanente. Este capítulo descri-
be ambos tipos de desplazamientos, los factores que influyen sobre ellos y la rela-
ción entre los desplazamientos temporales y permanentes inducidos por el ruido.
Los efectos del ruido sobre la audición pueden dividirse en tres categorías.
Trauma acústico. El trauma acústico (daño orgánico inmediato del oído por ex-
cesiva energía sonora) se restringe a los efectos de una exposición única o relativa-
mente pocas exposiciones a niveles muy altos de presión sonora. El ruido extrema-
damente intenso que llega a las estructuras del oído interno puede sobrepasar los
límites fisiológicos de éstas, produciendo la rotura completa y alteración del órgano
de Corti. Por ejemplo, una explosión puede romper el tímpano, dañar la cadena de
huesecillos y destruir las células sensoriales auditivas. Por lo general, como resul-
tado del trauma acústico suele producirse cierto grado de pérdida de audición per-
18.1
18.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
manen te. El episodio causante del trauma es a menudo dramático, de forma que la
persona implicada no suele tener dificultad en especificar el comienzo del problema
auditivo resultante.
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Min 5 10 20 40 60
Horas 1 2 4 8 16 24
Días 1 2 3
Duración de la exposición
FIGURA 18.1. Patrón de desarrollo idealizado del desplazamiento temporal del um-
bral humano para frecuencias que producen un efecto máximo en función del nivel y
la duración de la exposición al ruido. El límite inferior del nivel de presión sonora ca-
paz de producir un desplazamiento temporal del umbral se denomina sí/encio efecti-
vo. El límite superior de la intensidad de la exposición para el desarrollo de este pa-
trón es de aproximadamente 100 dB. El parámetro utilizado es la intensidad
incrementada en intervalos de 5 dB por encima del silencio efectivo.
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.5
ideales que aparece en la Figura 18.1. Para niveles de octava iguales o superiores a
100 dB, el desplazamiento de umbral asintótico aumenta más rápidamente a medi-
da que aumenta el nivel de la octava y ya no se mantiene la relación que muestra
esta ilustración.
Frecuencia de examen. Para tonos puros de bandas finas, la magnitud del despla-
zamiento temporal del umbral depende de la frecuencia y del espectro del sonido al
que la persona es expuesta. Para condiciones de exposición (niveles de presión so-
nora inferiores a 70 dB o duraciones de unos pocos segundos) que producen des-
plazamientos de umbral a corto plazo, con duración inferior a 2 minutos, el despla-
zamiento máximo del umbral se produce en la frecuencia del sonido que ha
producido el desplazamiento; el desplazamiento temporal del umbral a otras fre-
cuencias es simétrico alrededor de la frecuencia del sonido que produce el despla-
zamiento. Sin embargo, las condiciones de exposición capaces de producir despla-
zamientos de umbral que persisten durante 2 minutos o más (niveles de presión
sonora iguales o superiores a 80 dB, durante períodos de minutos, horas o días)
tienden a producir desplazamientos máximos del umbral a frecuencias muy por en-
cima de la del sonido que produce el desplazamiento. Cuando se emplean tonos pu-
ros para estudiar la exposición al sonido, el desplazamiento temporal del umbral
máximo se produce a frecuencias progresivamente más altas a medida que aumenta
el nivel de presión sonora de la exposición. Por ejemplo, al aumentar el nivel de
80 dB a 120 dB o más, el desplazamiento máximo ocurre entre 1/2 y 1 octava por en-
cima de la frecuencia del sonido que produce el desplazamiento. Esta extensión de
los efectos de la frecuencia es asimétrica, produciéndose cambios significativos en el
rango de frecuencias inmediatamente por encima de la contenida en el sonido y
cambios insignificantes para frecuencias por debajo de ésta.
La Figura 18.2 ilustra los desplazamientos temporales del umbral que resultan
de una exposición de 5 minutos a un tono puro de una frecuencia de 700 Hz, con un
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FRECUENCIA EN HERZIOS
nivel de presión sonora de 125 dB. Estas medidas fueron realizadas 5 minutos des-
pués de la exposición. Nótese que el desplazamiento máximo del umbral es a
1000 Hz, no a 700 Hz.
La expansión del desplazamiento de umbral temporal máximo hacia frecuencias
más altas también tiene lugar como resultado de la exposición a una determinada
banda de ruido. El efecto máximo suele medirse entre 112 y 1 octava por encima de
la frecuencia superior de la banda de ruido. Si la banda de ruido es ancha y relati-
vamente plana, el desplazamiento máximo de umbral ocurre en un rango de fre-
cuencias entre 3000 y 6000 Hz.
Espectro de ruido. Cuanto más alta es la frecuencia del sonido (al menos hasta
6000 Hz), produce un mayor desplazamiento del umbral, a niveles de presión so-
nora y duraciones comparables. Esta es la razón de que los límites de la exposición
(véase Capítulo 26) permitan exposiciones superiores a niveles de presión sonora
de octavas en la gama de las frecuencias bajas que en la gama de las frecuencias me-
dias, sobre todo en las octavas centradas en 1000 y 2000 Hz.
Los sonidos que por sí mismos no provocan desplazamientos temporales del
umbral no tienen efecto sobre el crecimiento y la recuperación de un desplazamien-
to de umbral producido por exposiciones más intensas del mismo u otros sonidos.
Que los oyentes pasen el período previo a la exposición en silencio o en niveles de
octava de 70 dB o inferiores al sonido a que serán expuestos no tiene consecuencias
para el desarrollo de desplazamientos del umbral. La recuperación tampoco se ve
afectada porque el oyente sea expuesto a ruidos de nivel de octava de 70 dB duran-
te el período de recuperación, en lugar de a un nivel muy bajo de ruido. Esta falta
de interacción también se extiende a otras condiciones de la exposición. Un sonido
que produce un desplazamiento temporal del umbral en una región de frecuencias
no tiene por qué afectar a desplazamientos temporales del umbral en otras regiones
de frecuencias. Esta ausencia de interacción y la independencia de las exposiciones
particulares en la producción de desplazamientos temporales del umbral son fun-
damentales en el establecimiento de los criterios de riesgo de lesión.
La dependencia de los desplazamientos del umbral para varias frecuencias res-
pecto del espectro del ruido se muestra en la Figura 18.3, que compara los efectos
de una octava centrada en 425 Hz con otra centrada en 4000 Hz, a los niveles de
bandas de octava indicados2 •
La relación del desplazamiento temporal del umbral con las propiedades físicas de
un ruido intermitente o fluctuante es más compleja que en el caso de una exposición
a un ruido estable. Son importantes las duraciones de los períodos de ruido (on
time), la duración de los períodos de silencio relativo (off time) y el patrón temporal
global de los intervalos de exposición y silencio. Por lo general, el desplazamiento
temporal del umbral debido a ruido intermitente es menor que el que resultaría si
la exposición hubiera sido al mismo ruido pero siendo éste continuo.
Regla de la fracción on time. Para secuencias de ruido repetitivo, el desplaza-
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.7
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FRECUENCIA EN KILOHERZIOS FRECUENCIA EN KILOHERZIOS
dios de las exposiciones periódicas al ruido. La hipótesis de igual energía postula que
magnitudes iguales de desplazamientos temporales de umbral resultan de la expo-
sición a una cantidad determinada de energía sin tener en cuenta el patrón temporal
de la exposición al ruido. Bajo condiciones de ruido fluctuante, es decir, niveles de
ruido que varían con el tiempo, pero que no descienden por debajo de los niveles
establecidos como silencio efectivo, el desplazamiento del umbral resultante está
más en línea con el nivel medio de presión sonora que con la cantidad de energía.
Por ejemplo, si un ruido tiene un nivel de presión sonora de 80 dB durante 4 horas
y 100 dB durante 4 horas, el desplazamiento del umbral se aproxima al que hubie-
ran producido 8 horas de exposición a un nivel sonoro continuo, estable, de 90 dB,
Yno de 97 dB como predice el concepto de igual energía. (Véase «Regla de los 3 dB
[tasa de intercambio de 3 dB]» en el Capítulo 26.)
Ruido impulsivo. Un ruido impulsivo es el que tiene un nivel pico alto y de corta
duración. Las características acústicas importantes de los ruidos impulsivos que
pueden afectar a la audición incluyen: presión pico, duración del pulso, tiempo de
ascenso, tiempo de descenso, dirección del cambio de presión, número de impulsos
en una exposición determinada, tasa de repetición de los impulsos y nivel de ruido
de fondo. Por conveniencia, las formas de onda de impulso pueden clasificarse
como: (1) impulso de Tipo A, caracterizado por una elevación rápida hasta un má-
ximo de presión positiva, seguido de un descenso hacia una onda de presión nega-
tiva posterior de menor magnitud, y (2) forma de onda Tipo B, caracterizada por os-
cilaciones amortiguadas de una duración definida que es el tiempo necesario para
que la envolvente de las oscilaciones decaiga 20 dB por debajo del valor de pico. Es-
tas formas de onda se ilustran en la Figura 18.4. El efecto de un campo reverberante
es cambiar la forma de la onda, de un impulso simple a una onda periódica con de-
caimiento exponencial, alterando por tanto el espectro del sonido. Esta alteración
espectral puede tener una considerable importancia al influir en la producción de
desplazamientos temporales del umbral.
Si todas las demás características del ruido impulsivo permanecen constantes,
el desplazamiento temporal del umbral aumenta con el nivel pico de presión so-
nora. A medida que la duración del impulso se reduce por debajo de 5 milisegun-
dos, un nivel de presión pico determinado tendrá menos efecto sobre la sensibi-
lidad auditiva. El desplazamiento temporal de umbral producido por los
impulsos aumenta aproximadamente de forma lineal con el tiempo de exposi-
ción. Por tanto, este desplazamiento de umbral es proporcional al número de im-
pulsos más que al período total de tiempo a lo largo del cual se hayan experimen-
tado estos impulsos.
La Figura 18.5 resume el efecto de los intervalos entre pulsos sobre el despla-
zamiento temporal del umbral. Estos datos indican que el desplazamiento máximo
de umbral se produce cuando el intervalo entre pulsos es de aproximadamente 1 se-
gundo. Intervalos más largos o más cortos entre impulsos reducen la magnitud del
desplazamiento producido por impulsos comparables. Para impulsos de ruido se-
parados por menos de 1 segundo, el efecto protector de la contracción de los múscu-
los del oído medio es un factor importante. Aparentemente, a esta rápida tasa de re-
petición, se mantiene la contracción de los músculos del oído medio y la atenuación
resultante de la energía sonora transmitida a la cóclea reduce la magnitud del des-
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.9
PICO (Máximo)
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1. ToES EL COMIENZO DE LA ONDA DE PRESION
2. T R ES EL TIEMPO QUE PRECISA LA ONDA DE
PRESION PARA IR DESDE LA PRESION AMBIENTAL
HASTA LA PRESION PICO (MAXIMA)
3. ToES EL TIEMPO QUE PRECISA LA ONDA DE
PRESION PARA ALCANZAR LA PRESION
AMBIENTAL POR PRIMERA VEZ
plazamiento del umbral. A medida que el intervalo aumenta por encima de 1 se-
gundo, se produce cierta recuperación de los efectos del impulso precedente antes
de que se experimente el siguiente. Esta recuperación se refleja en una reducción
del desplazamiento del umbral.
Como ocurre con los sonidos estables, parece haber un límite inferior para el ni-
vel de los impulsos capaz de producir un desplazamiento de umbral. Si se aumenta
una serie de determinados sonidos tipo «clics» mediante incrementos de intensidad
controlada, se producen pocos desplazamientos temporales del umbral, hasta que
se supera un nivel mínimo de presión sonora; por encima de este nivel, el despla-
zamiento temporal del umbral aumenta a medida que lo hacen la presión pico y el
número de impulsos. El nivel crítico de presión sonora de los impulsos varía de per-
sona a persona y también depende de las características del ruido. Para un ruido de
impacto en un espacio reverberante, el nivel crítico de presión sonora es de apro-
ximadamente 130 dB; para disparos de pistola, este nivel es aproximadamente
140 dB o más.
Un método simplificado para evaluar los efectos del ruido impulsivo en presen-
cia de ruido de fondo estable es tratar por separado los efectos de los ruidos impul-
sivo y estable, y considerarlos simplemente como aditivos; sin embargo, la precisión
de este procedimiento es cuestionable. La información de los estudios sobre este
18.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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INTERVALO ENTRE IMPULSOS EN SEGUNDOS
FIGURA 18.5. Efecto del intervalo entre pulsos sobre la magnitud del desplazamien-
to temporal del umbral producido. (Los datos se obtienen de estudios independientes
resumidos por K. D. Krytel.)
Efectos interactivos. Los siguientes factores han sido investigados para determi-
nar si ejercen un efecto significativo en el desarrollo del desplazamiento temporal
del umbral.
Edad. No existe evidencia concluyente que indique que la edad es un factor sig-
nificativo que afecte a los desplazamientos de umbral debidos a la exposición al rui-
do.
Sexo. Los estudios sobre la pérdida de audición industrial parecen indicar que
las mujeres conservan mejor que los hombres la sensibilidad auditiva después de ex-
posiciones a ruido esencialmente iguales. Sin embargo, cuando se expone a jóvenes
adultos a ruidos parecidos en el laboratorio, hombres y mujeres muestran despla-
zamientos temporales de umbral de la misma magnitud. No parece que haya dife-
rencias sexuales inherentes a la susceptibilidad del sistema auditivo a los efectos del
ruido.
Estado de salud. La hipótesis de que la presencia de enfermedades del oído u
otras enfermedades sistémicas potencian los efectos nocivos del ruido es plausible,
pero no ha sido demostrada. Esto es cierto para condiciones que afectan a la con-
tracción muscular del oído medio, así como para las estructuras del oído interno. Es
esperable que las personas con enfermedades del oído externo y medio, que redu-
cen la transmisión de la energía sonora a la cóclea, sean más resistentes a los des-
plazamientos temporales de umbral inducidos por el ruido. Los efectos de estas en-
fermedades de los procesos funcionan como protectores auditivos fisiológicos de la
misma forma que los tapones y los auriculares.
Drogas. Las investigaciones han demostrado efectos sinérgicos entre drogas que
son tóxicas para el oído y la exposición al ruido. En animales de laboratorio se ha
detectado una interacción significativa entre la exposición al ruido y las dosis de ca-
namicina, neomicina y dihidroestreptomicina, así como quinina y ácido salicílico.
Estos estudios animales han revelado mayores lesiones orgánicas en el caso de la
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.11
administración conjunta de drogas y ruido que las observadas cuando las drogas o
el ruido se administran por separado. No hay datos definitivos que demuestren
efectos interactivos semejantes de las drogas y el ruido sobre la audición de sujetos
humanos, pero, hasta que se demuestre lo contrario, sería prudente asumir que los
humanos reaccionarían de la misma manera. Los desplazamientos temporales del
umbral medidos en personas aumentan mediante la ingestión de aspirinas 6•
Estado auditivo previo a la exposición. Las personas con limitaciones auditivas
previas a la exposición al ruido muestran menos desplazamientos temporales del
umbral que las personas con audición normal. Una limitación conductiva de la au-
dición sirve eficazmente como protector auditivo, reduciendo la cantidad de sonido
que alcanza la cóclea. Sin embargo, las personas con pérdida de audición sensorio-
neural debida a trastornos de la cóclea también muestran menos desplazamientos
temporales del umbral que quienes tienen sensibilidad auditiva normal. En este
caso, la energía que entra en la cóclea de la persona implicada no es distinta a la de
las personas con audición normal. La reducción en el desplazamiento temporal del
umbral se produce probablemente porque la pérdida de audición permanente pre-
via reduce el número de células sensoriales disponibles para experimentar los efec-
tos adversos del ruido. Aunque las personas con pérdida sensorioneural muestran
menores desplazamientos temporales del umbral que las personas con audición
normal, el nivel de presión sonora que precisan para alcanzar el umbral después de
una exposición es mayor que el que requieren las personas con audición normal.
La Figura 18.6 muestra el desplazamiento temporal de umbral a 1000, 2000 Y
4000 Hz producido por una exposición de 8 horas a un ruido de banda ancha con un
nivel de presión sonora con ponderación A de 95(A) en función del nivel auditivo
previo a la exposición. La magnitud del desplazamiento temporal del umbral se re-
duce al aumentar el nivel auditivo previo a la exposición. El nivel de presión sonora
del umbral modificado para una persona con pérdida de audición sería mayor que
el umbral modificado para una persona con sensibilidad auditiva normal, a pesar
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FIGURA 18.6. Relaciones entre el desplazamiento temporal del umbral medido 8 mi-
nutos después de una jornada laboral en ruido de banda ancha, con un nivel de pre-
sión sonora con ponderación A de 95 dB(A) Y el nivel del umbral auditivo previo a la
exposición. El parámetro es la frecuencia de examen. (De W. O. Warcf.)
18.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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FIGURA 18.9. Area de audición humana clasificada por la lesión acústica y la pérdi-
da de audición potenciales. Zona 1: los sonidos en esta zona son inaudibles; Zona 11:
los sonidos en esta zona no plantean riesgo; Zona 111: los sonidos en esta zona plan-
tean un riesgo cualificado; Zona IV: los sonidos en esta zona plantean un riesgo ele-
vado. (De J. H. Mili!!.)
La mayor parte de la información sobre los efectos permanentes del ruido en la au-
dición humana proviene de estudios de campo sobre la audición en entornos indus-
triales, ya que los estudios de laboratorio que producen deliberadamente despla-
zamientos permanentes de umbral mediante el ruido deben restringirse al uso de
animales. Debido a las diferencias entre humanos y animales, cualquier resultado so-
bre pérdida permanente inducida por el ruido obtenido en estudios animales puede
no resultar significativo en humanos.
Una encuesta publicada por el National lnstitute of Occupational Safety and
Health sobre la audición de los trabajadores en la industria contiene un breve re-
sumen de varias investigaciones audiométricas industriales llevadas a cabo en Es-
tados Unidos y otros países lO • A partir de estas investigaciones, surgen los siguientes
factores significativos por su influencia en la respuesta del oído al ruido ocupacio-
nal: nivel global de presión sonora del ruido, duración total de la exposición, espec-
tro del ruido, propiedades transmisoras del sonido en el oído y vulnerabilidad indi-
18.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
vidual a la pérdida de audición inducida por el ruido. (Estos son los mismos factores
que influyen sobre la magnitud del desplazamiento temporal del umbral inducido
por el ruido.)
Cómo aumenta la pérdida de audición inducida por el ruido con los años de
exposición
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DESPLAZAMIENTOS DE UMBRAL INDUCIDOS
POR EL RUIDO ESTIMADOS EN DECIBELIOS
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125 250 500 1000 2000 3000 4000 6000
FRECUENCIA EN HERZIOS
FIGURA 18.11. Mediana estimada de los desplazamientos permanentes de umbral
inducidos por el ruido a distintas frecuencias, en función de períodos crecientes de ex-
posición. El parámetro es la duración de la exposición. (De W. Tay/or y co/s.''')
Duración de la exposición
Los trabajadores que han sido expuestos al mismo ruido durante una vida laboral
de, al menos, 40 años muestran patrones consistentes de pérdida de audición. Para
las frecuencias que manifiestan desplazamientos permanentes máximos del umbral
(de 3000 a 6000 Hz), las pérdidas auditivas aumentan rápidamente a lo largo de los
primeros 10 a 15 años de exposición y después tienden a estabilizarse, mientras se
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.19
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Hz
74 84 94 104
NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN DECIBELIOS
FIGURA 18.13. Mediana de la pérdida de audición en función del nivel sonoro del
ruido con ponderación A al que los trabajadores fueron expuestos. El período de ex-
posición al ruido fue de 10 años. (En W. Passchier-Vermeer13.)
Ruido intermitente
Los datos sobre el efecto del ruido intermitente en la producción de pérdidas audi-
tivas son escasos. Las relaciones entre el ruido intermitente, incluidos impulso e im-
pacto, y la audición humana proceden casi exclusivamente de estudios de labora-
torio sobre los desplazamientos temporales de umbral. Las relaciones precisas del
ruido fluctuante, intermitente e impulsivo con la lesión permanente de la audición
no han sido establecidas. Los estudios de los efectos del ruido intermitente sobre la
audición de músicos, miembros de tripulaciones aéreas y mineros condujeron a la
observación de que el ruido intermitente es menos dañino que el estable. Se pro-
ducen menos pérdidas auditivas si la cantidad de energía sonora peligrosa se trans-
PERDIDA DE AUDICION POR EXPOSICION AL RUIDO 18.21
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TIEMPO DE EXPOSICION EN AÑOS
mite al sistema auditivo en períodos cortos de ruido alternados con intervalos de re-
lativo silencio que si la misma cantidad de energía sonora se transmite como un
ruido único continuo. Las investigaciones demográficas han mostrado tendencias
que indican que resultan más pérdidas auditivas de la exposición al ruido impulsivo
sobre un fondo de ruido continuo que de la exposición al mismo ruido impulsivo en
ambientes, por lo demás, silenciosos.
REFERENCIAS
-
Capítulo 19
EVALUACION DE LA
AUDICION
Maurice H. Miller
Laura Ann Wilber
INTRODUCCION
Este capítulo describe cómo se evalúa la audición. Los instrumentos empleados con
este fin se denominan audiómetros. La evaluación de la audición mediante el uso de
audiómetros es importante para los problemas relacionados con el control del ruido
porque (1) los datos que así se obtienen se emplean para determinar la dosis de rui-
do diaria permisible de las personas expuestas al ruido laboral, tal y como se des-
cribe en el Capítulo 26, y porque (2) tales evaluaciones pueden establecer si existe
pérdida de audición en la persona examinada y, en caso de haberla, el tipo de la mis-
ma.
Un audiómetro de tono puro es un instrumento para medir la sensibilidad audi-
tiva que emite tonos puros a determinadas frecuencias y a niveles de presión sonora
calibrados. Un audiómetro de filtrado se usa para identificar a personas con un pro-
blema auditivo en una población específica. Se especifican los criterios para superar
la prueba y quienes presentan problemas deben ser tratados por los especialistas.
Un audiómetro de diagnóstico está diseñado para determinar el tipo de pérdida de
audición presente y para evaluar la capacidad auditiva.
En este capítulo se comentan: (1) los audiómetros (los diversos tipos, procedi-
mientos para su uso y cómo se calibran), (2) los niveles de ruido de fondo permisi-
bles en áreas donde se están llevando a cabo exámenes audiométricos, (3) los mé-
todos para evaluar el porcentaje de limitación auditiva, (4) la conducción Ósea
y (5) la audiometría del habla.
19.1
19.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 19.1. Niveles de presión sonora (en decibelios re 20 J.l.Pa, bajo varios tipos de
auriculares, medidos con el acoplador que muestra la Figura 19.4) que se emplean
como base para el nivel de referencia cero para audiómetros.
Westem Telefonía
Electric Telefonía TDH-49
Frecuencia 705-A- TDH-39 y50 Telex 1470
...
EVALUACION DE LA AUDICION 19.3
Por ejemplo, en el audiograma (gráfico que muestra el nivel del umbral de audición
en función de la frecuencia) de la Figura 19.1, el oído izquierdo tiene audición nor-
mal en toda la gama completa de frecuencias. Sin embargo, para el oído derecho, el
nivel de audición a 4000 Hz está 35 dB por encima de las personas con audición nor-
mal, de manera que el sujeto tiene una pérdida de 35 dB en esta frecuencia.
En la industria, la sensibilidad auditiva se examina para las frecuencias que van
desde 500 hasta 8000 Hz, a intervalos de octava. Se pueden evaluar algunas fre-
cuencias seleccionadas dentro de este rango. Los resultados de estas pruebas se re-
gistran en un audiograma, que permite un informe y una interpretación fácil y pre-
cisa del estado de la audición del sujeto, frecuencia a frecuencia en cada oído,
mediante la comparación con el nivel de audición O dB. En la industria, los exáme-
nes audiométricos requeridos suelen limitarse a la conducción aérea, proceso en el
que el sonido viaja a través del aire del canal externo del oído hasta el oído interno.
Estas pruebas se realizan presentando tonos puros a la persona examinada (el su-
jeto) a través de un auricular. Si existe limitación auditiva, serán necesarias más
pruebas.
FRECUENCIA EN HERCIOS
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110
FIGURA 19.1. Audiograma de tono puro de conducción aérea para un sujeto con
umbrales que en el oído izquierdo se consideran dentro de los límites normales, pero
con sensibilidad inferior a la normal en el oído derecho a 4000 y 6000 Hz .
..
19.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
De acuerdo con los criterios ANSI!, un audiómetro de Tipo 5, como los empleados
en la industria, debe producir tonos puros: (1) a frecuencias de 500, 1000, 2000,
3000,4000 Y 6000 Hz dentro de una tolerancia de ±3 por 100 de la frecuencia in-
dicada, y (2) con niveles auditivos desde OdB hasta, al menos, 70 dB en intervalos
de 5 dB. El audiómetro de Tipo 4 tiene esencialmente los mismos requisitos al del
Tipo 5, salvo que cubre un rango de niveles auditivos que van desde -10 hasta
90dB.
El indicador de nivel de audición es ajustado internamente por el fabricante de
manera que, con unos auriculares específicos, el audiómetro produzca el valor apro-
piado del nivel de presión sonora para un nivel de audición de OdB. Con el fin de
ajustarse a la normativa, el nivel de referencia criterio debe ser preciso en ± 3 dB a
las frecuencias que van desde 500 a 4000 Hz, y ± 5 a 6000 y/o 8000 Hz.
Audiómetros de diagnóstico
De acuerdo con los criterios ANSI, los audiómetros de Tipo 1 y 2 deben aportar:
(1) señales de prueba de tonos puros en el rango desde 125 hasta 8000 Hz; (2) uno
o dos auriculares de conducción aérea; (3) un elemento vibrador de conducción
ósea; (4) una entrada para una fuente externa de señales, por ejemplo, para el ha-
bla, y (5) dispositivos para enmascarar el oído que no está siendo examinado. El en-
mascaramiento es un sonido que se presenta al oído no examinado para impedir
que responda al estímulo presentado al oído que se evalúa. Estos audiómetros se
emplean en el examen de diagnóstico.
Auriculares audiométricos
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ros mediante un interruptor manual. El sujeto recibe instrucciones de: (1) que pre-
sione el interruptor en cuanto oiga el sonido y (2) que lo suelte cuando ya no pueda
oír el sonido. De esta manera, el nivel del tono examinado en el auricular va desde
el límite inferior al límite superior del umbral de audición del sujeto. Las respuestas
del sujeto se registran automáticamente mediante una plumilla sobre una forma es-
pecial de audiograma, tal como el que muestra la Figura 19.3.
Los audiómetros de autorregistro tienen las siguientes características: (1) no re-
sulta más difícil responder a éstos que a un audiómetro manual, (2) aportan medi-
das del nivel de audición que son tan fiables como las obtenidas con los audiómetros
manuales y (3) se obtienen umbrales que tienden a ser ligeramente más sensibles
que los obtenidos con un audiómetro manual. Por esta última razón, cuando se
comparan dos audiogramas, es aconsejable que se obtengan con el mismo método
de examen.
En un audiómetro de autorregistro de tipo corriente, los tonos puros se presen-
tan como una sucesión de varias frecuencias audiométricas, una por una, durante 30
segundos. Las personas cuya audición está siendo examinada ajustan el nivel de
presión sonora continuamente en torno a su nivel de audición. El nivel de presión
sonora de los tonos aumenta automáticamente hasta que el sujeto presiona el inte-
rruptor; entonces, los tonos reducen su nivel automáticamente hasta que el sujeto
deja de apretar el interruptor. Este procedimiento se repite durante 30 segundos
para cada frecuencia. Entonces el instrumento pasa automáticamente a la siguiente
frecuencia, donde se repite el proceso. Una vez que el examen del primer oído (ha-
bitualmente el izquierdo) ha terminado, la misma secuencia se inicia automática-
mente en el auricular derecho. Los ajustes que la persona hace del nivel de presión
sonora se registran automáticamente en una hoja de audiograma.
Una de las principales fuentes de error en el uso del audiómetro manual es que
los técnicos audiométricos estén poco motivados o poco entrenados. El personal
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MARICE GRASON SlADlER
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que está cansado puede acelerar la prueba con un audiómetro manual, tomando
atajos que pueden comprometer seriamente la precisión del procedimiento. El uso
de los audiómetros de autorregistro reduce esta fuente de error. Con este tipo de
audiómetros, la persona que lleva a cabo la prueba no tiene control sobre la dura-
ción de la misma, que suele ser de unos 7 minutos y medio. Es esencial que el exa-
minador que lleve a cabo este tipo de evaluación reciba entrenamiento del mismo
tipo y duración que quienes administran los exámenes con audiómetros manuales.
Dado que un cierto porcentaje de la población no puede ser evaluado mediante el
audiómetro de autorregistro, hay que tener disponible un audiómetro manual y,
por lo general, será el mismo personal el que tendrá que utilizar ambos procedi-
mientos. La calibración biológica (o funcional), descrita a continuación, debe ser
llevada a cabo por el examinador tanto con los audiómetros manuales como con los
de autorregistro. Es importante el control visual de los trazados del audiograma a lo
largo de la prueba. La persona que lleva a cabo el examen debe asegurarse de que
el sujeto no pierde la atención o la motivación durante la prueba y debe determinar
que el equipo sigue funcionando adecuadamente.
Calibración anual. Se debe realizar una calibración anual del audiómetro para
asegurarse de que satisface todas las especificaciones relevantes de las normas
ANSI. Estas pruebas incluyen: (1) una comprobación de la precisión de la frecuen-
cia de los tonos de examen; (2) una comprobación de la linealidad del indicador del
nivel de audición, desde O dB hasta el máximo del audiómetro. como puede ser una
comprobación para determinar si el nivel de presión sonora aumenta 5 dB en cada
incremento del indicador. y (3) una comprobación para asegurarse de que el nivel
de referencia auditiva del auricular (expuesto en la Tabla 19.1) en cada frecuencia
de examen está dentro de la tolerancia permitida. Estas medidas de la salida sonora
del auricular se realizan colocándolo sobre el acoplador del National Bureau of
Standards (NBS) 9-A, mostrado en la Figura 19.4a. Un micrófono calibrado dentro
del acoplador mide la salida del auricular para los valores específicos del nivel de
presión sonora. El auricular que se va a calibrar descansa sobre el borde superior o
labio del acoplador con una fuerza igual al peso del auricular más 400 o 500 gramos,
tal como ilustra la Figura 19.4b.
2.250
DIAMETRO DE DESLIZAMIENTO
AJUSTADO AL MICROFONO
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TERMOMETRO ~ ~
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0.016 Diámetro
del cable
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ICROFONO DE PRESION
NORMALIZADO
ALFILER DE CONTACTO - - - - CORAZA DE TIERRA
AL AMPLIFICADOR
la)
t TODAS LAS DIMENSIONES EN PULGADAS
400·500
FUERZA EN GRAMOS
AURICU
MICROFONO
ACOPLADOR
SIN REJILLA
lb) PROTECTORA
FIGURA 19.4. (a) Diagrama que muestra el corte de una sección del acoplador NBS
9-A; (b) diagrama que muestra un auricular colocado sobre el acoplador bajo una
fuerza aplicada de 400 a 500 gramos.
EVALUACION DE LA AUDICION 19.11
descritas anteriormente, al menos cada dos años debe realizarse una calibración ex-
haustiva. Esta calibración debe incluir una medida de: (1) la distorsión armónica,
(2) características de la cobertura del tono (tiempos de elevación y descenso, supe-
ración de los límites y nivel de APAGADO) y (3) sonido no deseado de los auri-
culares de examen u otras fuentes. Estos registros de calibración, incluyendo fecha,
tipo y datos de medida, deben conservarse al menos durante 5 años. El técnico au-
diométrico no está entrenado para realizar ni la calibración periódica, ni la más
completa cada dos años. Estas calibraciones deben llevarse a cabo en el lugar de
examen, si el equipo necesario puede trasladarse allí, o en una instalación con el
equipamiento y los expertos adecuados.
Z FRECUENCIA EN HERZIOS
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FIGURA 19.5. Efectos del ruido de fondo en la habitación de examen sobre los um-
brales para conducción aérea de tonos puros de baja frecuencia. Las líneas a trazos re-
presentan los umbrales para frecuencias bajas, obtenidos en un ambiente industrial
ruidoso.
19.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Criterios ANSI
De acuerdo con las normativas de la OSHA9 (véase Capítulo 26), en el área en que
se llevan a cabo los exámenes audiométricos, los niveles de las bandas de octava
centradas en las frecuencias de 500,1000,2000,4000 Y8000 Hz no deben superar 40,
40,47,52 Y62 dB, respectivamente. Esto es aproximadamente equivalente a limitar
el nivel sonoro con ponderación A a un valor máximo de 43 dB(A). Las medidas
deben realizarse con un analizador de bandas de octava que satisfaga las especifi-
caciones ANSI correspondientes.
Existen en el mercado varios dispositivos atenuadores para los auriculares que re-
ducen el ruido de fondo más eficazmente que las almohadillas normalizadas em-
pleadas en la mayoría de los audiómetros. Estos dispositivos se clasifican como:
(1) auriculares circunaurales (auriculares en que las almohadillas rodean el pabellón
auditivo en lugar de descansar sobre él) y (2) dispositivos de combinación de auri-
culares (cerramientos que emplean el auricular y la almohadilla normalizados del
audiómetro que están suspendidos dentro de un casco reductor del ruido). En ge-
neral. estos amortiguadores no deben emplearse en la audiometría industrial por-
que aportan sólo una reducción limitada del ruido de fondo por debajo de 1000 Hz,
donde el espectro en bandas de octava de la mayoría del ruido industrial tiene sus
niveles de octava más altos. El incremento de atenuación que estos ensamblajes es-
peciales aportan por encima de los 1000 Hz no es necesario, porque el nivel del rui-
do de fondo por encima de esta frecuencia suele ser bajo y porque las almohadillas
normalizadas aportan una atenuación adecuada para este rango. Más aún, no existe
método normalizado para calibrar los auriculares circunaurales. Así, no hay nada
que sustituya a un ambiente de examen silencioso.
EVALUACION DE LA AUDICION 19.13
donde NAjl. NAJ2. NAf3 Y NAf4 representan los niveles de audición para las fre-
cuenciasfl.h,f, y f4. respectivamente. La limitación auditiva monoaural puede cal-
cularse a partir de
donde MTP es el nivel de audición medio de tonos puros a las frecuencias seleccio-
nadas. obtenido a partir de la Ecuación (19.1). El límite inferior de 25 dB es el nivel
de audición por debajo del cual no se pagará ninguna compensación. Algunos tam-
bién lo consideran como el límite entre la audición normal y la anormal.
Método AAO-HNS (AMA 1979) para evaluar la limitación auditiva. Este mé-
todo para evaluar la limitación auditiva fue desarrollado por el Committee on Hea-
ring Conservatioll amI Equilibrium of the American Academy of Otolaryngology-
Head amI Nerk 5urgery (AAO-HNS. anteriormente AAOO). Es esencialmente
igual que el método AAOO/AMA 1959. descrito a continuación. salvo que la pér-
dida de audición a una frecuencia de 3000 Hz se incluye en una media de cuatro fre-
cuencias. Así. las cuatro frecuencias de tono puro en la Ecuación (19.1) son 500.
1000.2000 Y3000 Hz 12 . El límite inferior correspondiente empleado en este método
es 25 dB: se asume que no existe limitación en la capacidad para oír el habla coti-
diana en condiciones habituales hasta que el nivel de audición medio supera los
25 dB. La limitación para la audición del habla cotidiana se considera total cuando
el nivel de audición medio está por encima de los 92 dB; así. el valor de 93 repre-
senta el límite superior. Entre el límite inferior de 25 dB Y el límite superior de
93 dB. el porcentaje de la limitación auditiva monoaural se calcula de la siguiente
manera:
I. Se calcula el MTP de la Ecuación (19.2) para las frecuencias de 500.1000.
2000 Y 3000 Hz.
2. Se resta 25 (el límite inferior) de este MTP. como se indica en la Ecuación
( 19.2).
3. Se multiplica el resultado obtenido en el 2." paso por el 1,5 por 100. El resul-
tado representa el porcentaje de limitación auditiva monoaural en el oído
para el que se ha calculado la pérdida de audición media para tonos puros.
La limitación auditiva biaural se calcula de la siguiente manera:
EVALUACION DE LA AUDICION 19.15
CONDUCCION OSEA
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FRECUENCIA EN HERZIOS
estas medidas es sobrepasar los oídos externo y medio, de forma que se pueda eva-
luar la sensibilidad del mecanismo sensorioneural (cóclea y nervio auditivo). La
comparación de los umbrales para conducción aérea y ósea permite diferenciar en-
tre los principales tipos de limitación auditiva, de manera que la pérdida de audi-
ción pueda localizarse en el oído medio, interno, nervio auditivo o alguna combi-
nación de éstos.
Umbral equivalente de referencia SPL para medidas de conducción ósea. Los cri-
terios ANSI e ISO definen valores del umbral de conducción ósea basados en el
examen de oídos no ocluidos y la presentación de enmascaramiento al oído que no
está siendo examinado. La norma ANSI S3.26-1981 15 emplea valores que son ade-
cuados para un tipo específico de vibrador óseo con una banda concreta para la ca-
beza. La ISO define un conjunto de valores para su uso con vibradores de conduc-
ción ósea con una punta circular plana con un área nominal de 175 mm 2. 16
Colocación del vibrador de conducción ósea sobre el cráneo. Las medidas de con-
ducción ósea se realizan con el vibrador colocado sobre el mastoide o sobre el hueso
frontal. La colocación sobre el hueso frontal tiene la ventaja de mejorar la fiabilidad
entre un examen y el siguiente y la de reducir la variabilidad entre sujetos; la prin-
cipal desventaja es que, comparada con la colocación sobre el mastoide, reduce la
sensibilidad. La mayoría de los audiómetros de conducción ósea están calibrados
para su colocación sobre el mastoide. Por ello, si los umbrales se obtienen con el vi-
brador colocado sobre el hueso frontal, deben realizarse las correcciones apropia-
das.
Enmascaramiento
enmascaramiento (aplicado sobre el oído que no se evalúa) de un nivel tan alto que
puede ser escuchado en el oído que está siendo examinado, elevando por tanto su
umbral de forma espuria. El subenmascaramiento no es lo suficientemente alto en
nivel como para impedir que el oído que no está siendo evaluado oiga la señal de
examen.
La precisión de las medidas de conducción ósea depende de una selección jui-
ciosa de los niveles de enmascaramiento. El enmascaramiento es esencial para la
conducción ósea siempre que exista la posibilidad de audición cruzada.
Un método propuesto por la American Speech-Language-Hearing Association
para determinar los umbrales de conducción aérea 17 es también aplicable al examen
de la conducción ósea. Las frecuencias por debajo de 250 Hz y por encima de
4000 Hz no suelen incluirse en el examen de conducción ósea. Los niveles de ruido
ambiental deben ser significativamente inferiores a los requeridos para las medidas
de conducción aérea, ya que la atenuación que aportan las almohadillas que rodean
al auricular no está presente en las medidas de conducción ósea no ocluida. De
acuerdo con el criterio ANSI S3.1-19778 , en las áreas de examen donde se realizan
medidas de conducción ósea descendentes, hasta niveles auditivos de cero, el nivel
del ruido de fondo no debe superar los niveles de presión sonora de 18,5 dB a
250 Hz, 14,5 dB a 500 Hz, 14 dB a 1000 Hz, 8,5 dB a 2000 Hz y 9,0 dB a 4000 Hz.
El examen de los tonos puros aporta valiosa información acerca de la audición, pero
insuficiente para evaluar la capacidad para comprender el habla. El examen directo
de la capacidad para reconocer palabras y frases se lleva a cabo mediante la audio-
metría del habla: (1) para determinar el nivel de capacidad auditiva, (2) para ayudar
a determinar la ubicación de la lesión, (3) para evaluar la capacidad de la persona
para comprender el lenguaje hablado y (4) para evaluar el rendimiento con y sin
ayudas auditivas. Esta última es particularmente importante para planificar las es-
trategias de rehabilitación cuando hay una pérdida de audición que no puede me-
jorarse médica o quirúrgicamente.
Los materiales de examen del habla que se emplean en la audiometría pueden
dividirse en dos categorías: (1) aquellos que determinan el umbral de la audición y
(2) aquellos empleados para determinar la capacidad para el reconocimiento del
habla a un nivel por encima del umbral (del sujeto). El material específico emplea-
do depende de la finalidad del procedimiento de examen.
El examen del umbral del habla puede realizarse para obtener un umbral de de-
tecci6n del habla o un umbral de reconocimiento del habla. El examen de detección
del habla se lleva a cabo con el fin de averiguar el nivel más débil al que el sujeto
puede responder al habla, aunque no reconozca las palabras. Para determinar el ni-
vel de reconocimiento del habla, se emplean materiales que resulten bastante fa-
miliares al oyente, con el fin de obtener el nivel más débil al que puede oírlos e iden-
tificarlos correctamente el 50 por 100 de las ocasiones. Se pide al sujeto que repita
o señale las palabras, dibujos u objetos nombrados por las palabras. El uso de estos
materiales evita la contaminación debida a la habilidad lingüística.
19.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El examen de viva voz (con un micrófono) es menos fiable que el material gra-
bado y da como resultado un alto e inaceptable nivel de falsos positivos y negativos.
El examen del habla, a nivel de umbralo por encima de él, debe usar materiales gra-
bados, que están disponibles en varios formatos. Al examinar a personas mayores,
de quienes se sospeche que exageran sus limitaciones auditivas, y a los muy jóvenes,
puede emplearse el examen de viva voz.
Uno de los dos procedimientos referidos suele emplearse para determinar el um-
bral de reconocimiento del habla. En cada procedimiento, el examinador familia-
riza en primer lugar al sujeto con el material hablado mediante la lectura de la lista
a un nivel muy por encima del umbral. El primer procedimiento es parecido a uno
de los descritos anteriormente para determinar los umbrales para tonos puros.
El segundo procedimiento para determinar el umbral de reconocimiento del ha-
bla es una modificación del procedimiento grabado descrito en la Referencia 18 y
está recomendado por la American Speech-Language-Hearing Association 19 •
Una vez que se ha determinado el umbral de audición del habla, suele evaluarse la
capacidad del sujeto para reconocer el habla a niveles por encima del umbral. Aquí.
se emplean sílabas sin sentido. palabras monosilábicas y palabras en frases para las
pruebas. Las palabras monosilábicas se usan más a menudo. ya que suelen contener
combinaciones de consonante-vocal-consonante y poseen significado, lo cual es im-
portante para el reconocimiento por parte de oyentes poco sofisticados. Por lo ge-
neral. suelen utilizarse materiales familiares, ya que esta prueba no está diseñada
para evaluar vocabulario. sino simplemente para determinar la capacidad para re-
petir (o escribir) la palabra verbalizada. Las dos categorías generales de materiales
son: (1) conjunto abierto (un conjunto de palabras respecto del cual el sujeto no co-
noce la probabilidad de ocurrencia de la palabra) y (2) conjunto cerrado (el sujeto
sabe que la palabra provendrá de una lista elegida). Dependiendo de la finalidad. se
pide al sujeto que repita la palabra pronunciada. la escriba o la marque. Esta prueba
siempre se realiza a un nivel por encima del umbral.
En EE.UU .. suelen llevarse a cabo las pruebas de habla con fines diagnósticos a
un nivel de 30 o 40 dB por encima del umbral del habla. o 30 dB por encima del um-
bral para un tono de 1000 Hz. Cuando la finalidad es determinar la capacidad del
sujeto para comprender el lenguaje hablado con propósitos rehabilitadores, el ha-
bla suele presentarse al nivel de «sonoridad más cómoda') o niveles comparables de
habla conversacional suave. media e intensa. Por lo general. se utilizan palabras
monosilábicas fonéticamente equilibradas que se aproximen al equilibrio fonético
del inglés hablado.
EVALUACION DE LA AUDICION 19.19
REFERENCIAS
Allen L. Cudworth
INTRODUCCION
En el sistema legal de Estados Unidos, una persona que sufre pérdida de audición
debido a la exposición al ruido ocupacional o lesión traumática puede tener dere-
cho a una compensación por los daños. La limitación auditiva como resultado de le-
sión traumática, por ejemplo, de un disparo a la cabeza, es compensable de acuerdo
con las Actas de Compensación de los Trabajadores (Worker's Compensation Acts)
en todos los estados y bajo todas las jurisdicciones federales. La limitación auditiva
que resulta de la exposición al ruido ocupacional puede dar lugar a una compensa-
ción a través de varios procedimientos contemplados en estas mismas Actas.
En la mayoría de los estados, la limitación auditiva inducida por el ruido es tra-
tada como una enfermedad laboral, con compensaciones programadas basadas en
el grado de pérdida de audición. La pérdida del poder adquisitivo del trabajador no
suele tenerse en consideración en estas acciones. En pocos estados, sólo se reconoce
la lesión traumática, pero la exposición al ruido puede ser reconocida como una se-
rie de incidentes discretos. En algunos estados, la pérdida parcial de la audición no
se considera compensable salvo que derive en una pérdida completa de la audición.
El propósito de las Actas de Compensación de los Trabajadores l es aportar a la per-
sona lesionada un remedio al margen de la ley de agravio·, de forma que la negli-
gencia y la falta no sean consideraciones del proceso.
Existe otra acción en el sistema legal para el trabajador lesionado. La pérdida
auditiva que resulta del uso de un producto que es excesivamente ruidoso y está eti-
quetado inadecuadamente puede tratarse bajo la ley de agravio, siempre que el de-
• Para una definición de agravio y otros términos legales, véase Capítulo 51.
20.1
20.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los inicios
Se ha dicho que <da compensación a los trabajadores no fue inventada, sino que
evolucionó y se desarrolló como resultado de una serie de ajustes sociales para sa-
tisfacer una necesidad sociah)2.
Antes de la llegada de las Actas de Compensación de los Trabajadores, el re-
medio legal para la lesión industrial de un empleado estaba habitualmente gober-
nado por la ley común. Este sistema había sido desarrollado hasta tal punto de re-
finamiento. tecnicismo y coste. que hacía totalmente imposible la recuperación de
los daños en la mayoría de los casos. Se requería demostrar la negligencia legal del
empresario. El empresario tenía a su disposición tres defensas de la ley común: la
asunción de riesgo. la regla de individuo-siervo y la negligencia contributoria. Si un
trabajador superaba todos estos difíciles obstáculos. no tenía la seguridad de poder
cobrar por los daños si el empresario era insolvente financieramente.
Como resultado de esta situación. los empleados lesionados y las personas de-
pendientes de ellos sufrían serias dificultades. A menudo se invocó la caridad pú-
blica y privada. Los costes legales impuestos. tanto a empresario como a empleado.
eran considerables. Se generaba la fricción entre ambos. lo cual limitaba lo que de
otra forma hubieran sido buenas relaciones y. como consecuencia. producción.
Como sostuvo la Corte Suprema de Wisconsin en Falk versus Industrial Com-
missioll. 147 Wis. 327:
Fue admitido por letrados y legos que la acción personal por lesión llevada a cabo
por el empleado contra su empresario para recuperar los daños por lesiones habi-
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.3
Desarrollo
Filosofía general
Estas leyes son de distintos tipos y existe considerable diversidad en cuanto a be-
neficios y procedimiento. Casi todas han adquirido carácter constitucional como un
ejercicio válido del poder político de un estado al actuar en beneficio de su gente.
Así, encontramos una cobertura electiva y compulsiva de industrias específicas, ex-
cepciones numéricas y distinta cobertura de accidentes y enfermedades. Los pro-
cesos van desde los tribunales hasta los cuerpos administrativos, habitualmente co-
nocidos como cámaras o comisiones, con amplias diferencias en la práctica y el
procedimiento. Estas diferencias son notables incluso entre los cuerpos administra-
tivos.
La seguridad del pago de los beneficios la aportan los fondos acumulados por las
evaluaciones de los empresarios, en el caso de los fondos estatales, y por las primas
que éstos pagan a las compañías de seguros, con varias provisiones de fondos en los
estados con aseguramiento privado. Algunos estados utilizan ambos sistemas.
El sistema ideal de compensación debiera producir compensaciones casi auto-
máticamente sobre una base definida y adecuada, sin litigio acerca del coste, y con
certeza y seguridad acerca del pago. Los beneficios consistirían en todos los cuida-
dos médicos y hospitalarios necesarios, compensación monetaria adecuada, reha-
bilitación para quienes la limitación plantee un problema para el empleo y compen-
saciones para las personas dependientes de quienes mueran por causa de las
lesiones.
Este ideal no se ha logrado. La mayoría de las legislaciones contradicen la defi-
nición amplia de compensación en el sentido de algo que tiende a devolver la tota-
lidad al trabajador, al menos financieramente, después de una pérdida. Algunas de
las mejores normativas se acercan más al óptimo, pero son criticadas a causa de sus
deficiencias en varios aspectos, uno de los cuales es la inadecuación de algunos de
los beneficios. Las críticas también apuntan que los beneficios no son adecuada-
mente asignados a pérdidas específicas, existiendo diferencias entre demandas si-
milares, incluso dentro del mismo estado.
La cobertura de los empleados en Estados Unidos está actualmente por encima
de los cuatro quintos del total 3 • Las exclusiones amplias más significativas son los
empleados agrícolas y domésticos, y quienes están empleados por «pequeños» em-
presarios.
Tal y como fueron inicialmente aprobadas, las leyes de compensación sólo cu-
brían lesiones accidentales, y no enfermedades laborales. Gradualmente se fue re-
conociendo que la enfermedad debida al trabajo podía ser prevenida en gran me-
dida por los empresarios pero no por los empleados, y que había fundadas razones
para incluir condiciones que surgieran no de pronto y debidas a un impacto único,
sino a lo largo de un período de tiempo considerable y debidas a un gran número de
exposiciones.
En enero de 1977, sólo dos estados habían rechazado la compensación de todas
las enfermedades laborales4 • Dos estados compensaban un número limitado de en-
fermedades específicas y compensaban las demás mediante una cobertura amplia
de todas las enfermedades atribuibles a la exposición industrial.
La primera enfermedad laboral que causó una preocupación real fue la silicosis,
que. debido en gran medida a la incidencia de la tuberculosis sobreimpuesta, de-
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.5
gresos que puede acompañar al cambio de exposición. Una encuesta6 de 1986 mos-
tró que sólo cuatro estados carecen de provisiones para la pérdida auditiva laboral
inducida por el ruido.
Leyes federales
Leyes estatales
La primera modificación de las leyes estatales con el fin de incluir la cobertura es-
pecífica de la pérdida auditiva parcial debida a la exposición al ruido siguió a una se-
rie de decisiones cruciales, comenzando en 1948 con Slawinski versus J. H. Williams
and Co. 1O y siguiendo con Creen Bay Drop Forge versus Industrial Commission 11 •
Los problemas legales implicados fueron:
1. ¿Debe concederse compensación por una pérdida parcial de la audición si no
hay pérdida en los ingresos?
2. ¿Cómo puede determinarse el daño permanente en presencia de una pérdida
temporal de la audición como resultado de la exposición continuada al ruido?
3. ¿Qué fecha debe darse a la lesión para establecer el comienzo del estatuto de
limitaciones?
Las decisiones fundamentales que resultaron de los dos casos anteriormente
mencionados fueron seguidas de la presentación de cientos de reclamaciones entre
1948 y 1953: se produjeron en un número relativamente pequeño de jurisdicciones
y dieron como resultado el pago de varios millones de dólares. A continuación, va-
rios estados establecieron comités asesores para desarrollar modificaciones de la le-
gislación de compensaciones y establecer procedimientos para el manejo de las re-
clamaciones por pérdidas auditivas. Una de las medidas adoptadas fue el
establecimiento de un período de espera antes del procesamiento de una demanda:
durante este período (6 meses) el demandante debía mantenerse apartado de la ex-
posición al ruido. Esta provisión tuvo como efecto la ralentización de la presenta-
ción de reclamaciones de compensación.
Siguiendo las decisiones anteriores que establecían claramente el concepto de
compensación por la pérdida de una función, independientemente de la pérdida de
ingresos, se modificaron muchas legislaciones sobre compensación para incluir pro-
visiones específicas para el pago por la pérdida parcial de la audición debida a la ex-
posición al ruido. Al menos el 25 por 100 de los estados han adoptado este tipo de
PERDIDA DE AUDICION: RESPONSABILIDAD LEGAL 20.7
Procedimientos auditivos
Un caso real
Para ilustrar algunos de los puntos tratados en una reclamación por pérdida audi-
tiva, se examina a continuación un caso del Distrito de Columbia: Robert G. Shelton
versus Washington Post Co. y Liberty Mutual Insurance Co., Caso 74-DCWC-105,
728n6, bajo la DISTRICT OF COLUMBIA WORKMEN'S COMPENSATION
A CT, 36 D. C. Code f 501. Los siguientes eran algunos de los aspectos implicados:
1. ¿ Cuál fue la fecha de la lesión? La fecha de la lesión suele tomarse como la fe-
cha en que el demandante se dio cuenta por primera vez de la limitación. En este
caso, el demandante fue informado de que padecía una limitación auditiva inducida
por el ruido algunos años antes de la presentación real de la demanda. El audiogra-
ma más reciente del demandante era esencialmente idéntico al obtenido mucho an-
tes de presentar la demanda. Si se asume que la fecha de la lesión fue la fecha de no-
tificación original, la demanda no sería válida bajo el estatuto de limitaciones en el
Distrito de Columbia.
2. ¿Podla probar el demandante que habla sufrido una pérdida auditiva? En este
caso, tal pérdida no era demostrable porque el estado auditivo del demandante an-
tes de la exposición ocupacional bien podría ser el que mostraba el audiograma ori-
ginal. El demandante tenía mala audición a 3000 y 4000 Hz, pero no existe eviden-
cia que demuestre que éste no era un defecto congénito, en lugar de un cambio
producido por su empleo. En este caso no existe tal evidencia.
3. Si ha habido una pérdida auditiva, ¿constituye la pérdida una discapacidad
auditiva? Para una jurisdicción donde se emplee la fórmula AAOO/AMA (véase
Capítulo 19), se considera que no existe discapacidad auditiva hasta que el nivel au-
ditivo medio a tres frecuencias -500, 1000 Y2000 Hz- supere 25 dB. Así, es posi-
ble tener un desplazamiento permanente del umbral auditivo sin discapacidad au-
ditiva. En este caso, de acuerdo con la fórmula anterior, el demandante no tendría
derecho a compensación.
20.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
4. ¿Ha sido el demandante apartado del ruido durante un período de tiempo su-
ficientemente largo como para asegurar la determinación de discapacidad permanen-
te? Se argumentó que la presencia de un desplazamiento temporal del umbral hacía
imposible determinar un audiograma verdadero, salvo que el demandante hubiera
sido separado de la exposición al ruido por un período de meses. El demandante to-
davía estaba empleado en el entorno que alegaba que causó su pérdida auditiva.
(Es interesante hacer notar que después del juicio de este caso, el demandante fue
retirado de la exposición durante un período de 6 meses y el audiograma que se rea-
lizó después no mostró cambios respecto al audiograma original.)
5. ¿Se realizaron los audiogramas del demandante con el ruido de fondo adecua-
damente controlado durante el examen? El médico del demandante no usó una ha-
bitación para examen audiométrico, sino que confió en hacer la prueba después de
las horas normales de trabajo como forma de control del ruido de fondo. Un análisis
del audiograma indicó claramente la presencia de ruido de fondo que afectaba a los
umbrales auditivos en las frecuencias de 500 y 1000 Hz. También se suscitó una
cuestión respecto de la adecuación del entrenamiento y las técnicas del técnico au-
diométrico, y en este caso, había tan poco control de los datos y los registros por am-
bas partes que surgió una considerable confusión acerca del verdadero estado de la
audición del demandante.
6. Si el demandante había sufrido una pérdida auditiva durante el curso del em-
pleo, ¿tendría derecho a una compensación? Bajo la fórmula de la AAOO/AMA,
descrita en el Capítulo 19, la audición del demandante se consideraría dentro del
rango normal. En este caso, la fórmula de la AAOO/AMA no era vinculante, ya
que se habían concedido compensaciones a otros demandantes con pérdidas audi-
tivas a frecuencias por encima de los 2000 Hz, aunque no tuvieran discapacidad au-
ditiva definida de acuerdo con la fórmula comúnmente aceptada de la AAOO/
AMA. Una decisión previa implicada en el caso de Newton Robinson versus Beth-
lelem Steel Corp., BRB 75-241 3 BRBS 495 (1976) fue citada.
Las conclusiones del juez que administró derecho en el caso de Shelton fueron
las siguientes 16:
Siempre ha existido el derecho de la persona a reclamar por los daños por lesiones
como resultado del funcionamiento defectuoso de un producto manufacturado que
la persona ha usado. Hace años, el fabricante estaba al margen de este tipo de de-
mandas, y el vendedor o distribuidor eran responsables. Más recientemente, los tri-
bunales han fallado que el fabricante de un producto es directamente responsable
de su fracaso en el funcionamiento, y es responsable de los daños causados por su
funcionamiento defectuoso. En consecuencia, ha aumentado el número de deman-
das presentadas contra los fabricantes por parte de quienes han sido lesionados
mientras operaban con máquinas inadecuadamente diseñadas, defectuosas o con
mal mantenimiento. Aunque en algunos juicios los empleados estaban cubiertos
por la compensación de los trabajadores que les pagaba por la lesión, la compañía
de seguros de ésta estaba subrogada al derecho del empleado lesionado contra el fa-
bricante, y buscaba apoyo reclamando la responsabilidad del fabricante como re-
sultado de un diseño negligente o etiquetado inadecuado 18. 19 • Podía haber casos de
reclamación contra los fabricantes de equipamiento ruidoso en que las advertencias
eran inadecuadas, si se producían niveles de ruido peligrosos al usar normalmente
el aparato.
Una reclamación implicando responsabilidad sobre el producto puede derivarse
de un juicio con jurado en que éste determina la cantidad de la compensación, no el
baremo de compensaciones. Dado que las compensaciones de los jurados suelen ser
mayores que las del baremo de los estatutos de compensación de los trabajadores,
en el futuro puede producirse un número creciente de acciones contra la responsa-
bilidad del fabricante sobre el producto.
La cobertura del seguro de la responsabilidad sobre el producto suele ser parte
de un programa general de seguros de responsabilidad; se puede anticipar que, bajo
20.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
LEGISLACION
OSHA. La Occupational Safety and Health Act de 1972 incluye un criterio para la
exposición al ruido en el lugar de trabajo y pretende, en último término, dar como
resultado una reducción significativa de la exposición al ruido ocupacional. Entre
tanto, la legislación (que requiere el control de las exposiciones al ruido y la notifi-
cación de los empleados) produce una mayor concienciación acerca de los peligros
del ruido. La implantación de la normativa acerca del ruido, que implica la evalua-
ción audiométrica y otras actividades de conservación de la audición, puede dar
como resultado un gran aumento de las reclamaciones de compensación por parte
de los trabajadores.
REFERENCIAS
1. A. Larson, The law ofworkmen's compensation, vol. la, Matthew Bender, Nueva York,
1989.
2. H. M. Somers, Workmen's compensation, Wiley, Nueva York, 1954, p. 17.
3. The national commission report of the commission on state workmen 's compensation acts,
Superintendet of Documents, Sept. 15, 1972.
4. Analysis of Workers' compensation laws, Chamber of Commerce of the United States,
1977.
5. Shipman v. employers mutual liability insurance and lockheed aircraft corp., 125 SE (2d)
72 (1962).
6. American Industrial Hygiene Association, Noise and hearing conservation manual, 4.·
ed., Akron, Ohio, 1986.
7. Federal Employees Compensation Act, 1908.
8. LONGSHOREMEN'S AND HARBOR WORKER'S COMPENSATION ACT, 33
U.S.e. '1 901 et seq., 1927.
9. DISTRICT OF COLUMBIA WORKER'S COMPENSATION ACT, 36 D.e. Code '1
501 et seq., 1928.
10. Slawinski v. J. H. Wi/liams, 298 N.Y. 546, 81 N.E. 2d 93 (1948) Affg 273 APPELLATE
DIVISION, S825, 76, N.Y.S. 2d 888.
11. Green Bay Drop Forge v. Industrial Commission, 265 W.S. 38, 60 N.W. 2d 409,1953.
12. Guides to the evaluation of permanent impairment, Cap. VIII, AMA Committee on Ra-
ting of Mental and Physical Impairment, Chicago, 1971.
13. AAOO Guide for conservation of hearing in noise, Supplement to Trans. Amer. A cad.
Ophthalmol. Otolaryngol., 1973.
14. American Academy of Otolaryngology, Committee on Hearing and Equilibrium, and
the American Council of Otolaryngology Committee on the Medical Aspects of Noise,
«Guide for the evaluation of hearing handicap»,!. Amer. Med. Ass., 241(19):2055-2059
(1979).
15. Inter Society Cornmittee on Industrial Training, «Guide for training of industrial audio-
metric technicians», J. Amer. Ind. Hyg. Ass., 27(3), mayo 1966.
16. Shelton v. Washington Post Libeny Mutual Insurance Co., Case 74-DCWC-105, 7/28n6 4
BRBS 185 (ALG).
17. National Academy of Sciences - National Research Council, Committee on Hearing,
Bioacustics and Biomechanics, Compensation formula for hearing los5, marzo 1975.
18. R. Fruner el. Friedman, Product liability (cinco vols.), Matthew Bender, Nueva York,
1989.
19. Robert D. Hursh y Henry J. Bailey, The american law of products liability. 3" ed. (seis
vols.), Lawyeers Co-operative Publishing Co., Rochester, N.Y., 1987.
Capítulo 21
APARATOS DE
PROTECCION AUDITIVA
Charles W. Nixon
Elliot H. Berger
INTRODUCCION
Un tapón para los oídos es un aparato de protección auditiva que se coloca en el ca-
nal externo del oído (se denomina tapón auditivo insertado; véase Figura 21.2a).
Los tapones premoldeados se fabrican en uno o más tamaños normalizados, dise-
ñados para adaptarse a los oídos de la mayoría de las personas. Un tapón auditivo
21.1
21.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Moldeables
Porción que
entra en el canal Cascos
Semi insertados
--
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.3
(a)
(b)
FIGURA 21.2. Vías sonoras, muestran cómo llega el sonido al oído interno cuando
se utilizan aparatos de protección auditiva. (a) Vías sonoras para un tapón; (b) vías so-
noras para un auricular con ilustración del pabellón auditivo y la concha. Las letras A,
B, e y D representan las vías descritas en el texto.
Auriculares
tares de la cabeza mediante unos cortos brazos flexibles de plástico. Sin embargo.
los auriculares acoplados a cascos son más difíciles de orientar y de ajustar adecua-
damente. ya que los brazos acoplados no son tan adaptables, ni aportan una gama
tan amplia de tamaños para la cabeza como las versiones con banda de ajuste in-
corporada.
Cascos
Un casco es un aparato que encierra una parte sustancial de la cabeza y que puede
aportar eficacias útiles de protección auditiva cuando contiene cascos circunaurales
o un forro denso que se ajuste fuertemente alrededor de los oídos. Los cascos para
ocio (p. ej .. motocicletas). tal y como ilustra la Figura 21.1. raramente satisfacen es-
tos requisitos y. por tanto. suelen proporcionar escasa protección auditiva. Pocos
cascos se diseñan con la protección auditiva como su función principal.
Escapes de aire (A). Para lograr la máxima protección auditiva. un tapón debe
constituir un cierre sellado contra los lados del canal auditivo. y un auricular debe
formar un cierre sellado contra los lados de la cabeza. Las vías de escape del aire re-
ducen la atenuación que logra el aparato entre 5 y 15 dB a lo largo de una gama am-
plia de frecuencias; sin embargo. la principal reducción se produce en frecuencias
bajas. El descenso en la atenuación depende del tamaño del escape y de la frecuen-
cia.
Protector auditivo contra la vibración (8). Los tapones auditivos pueden vibrar
a modo de pistón debido a la elasticidad de la piel del canal auditivo. Este efecto li-
mita su atenuación para frecuencias bajas. Los cascos de los auriculares pueden vi-
brar contra la cabeza como un sistema de masa/muelle. La rigidez del muelle de-
pende de la flexibilidad de la almohadilla del casco. la flexibilidad de la piel que
rodea al oído y el volumen de aire atrapado bajo el casco. Estas acciones limitan la
atenuación de los tapones a 125 Hz a 30 dB aproximadamente, la de los tapones de
espuma a 40 dB y la de los auriculares a 25 dB.
del sonido depende de la masa, rigidez y amortiguación de los materiales del casco
y la almohadilla, así como de la absorción de los materiales dentro del casco. La re-
ducción de la atenuación mediante este mecanismo es menos importante para los
tapones que para los auriculares, debido a que es menor su superficie expuesta al
ruido. La reducción de la atenuación para cascos y almohadillas de auriculares suele
ser significativa sólo a frecuencias por encima de 1000 Hz.
Conducción a través de huesos y tejidos (D). El sonido puede alcanzar el oído in-
terno a través de la conducción ósea y de los tejidos, incluso cuando el aparato de
protección auditiva es totalmente eficaz en el bloqueo del sonido a través de las vías
A, B Ye (Figura 21.2a y b). Este mecanismo limita la atenuación que logra el pro-
tector. El nivel del sonido que llega al oído a través de la conducción ósea es apro-
ximadamente entre 40 y 50 dB menor que el nivel del sonido que llega al oído a tra-
vés del canal auditivo abierto. Por tanto, un aparato de protección auditiva debe
atenuar el sonido conducido por el aire en al menos 40 o 50 dB, dependiendo de la
frecuencia, para que el sonido de conducción ósea sea importante.
Efecto de oclusión
tores de la cabeza mediante unos cortos brazos flexibles de plástico. Sin embargo.
los auriculares acoplados a cascos son más difíciles de orientar y de ajustar adecua-
damente, ya que los brazos acoplados no son tan adaptables, ni aportan una gama
tan amplia de tamaños para la cabeza como las versiones con banda de ajuste in-
corporada.
Cascos
Un casco es un aparato que encierra una parte sustancial de la cabeza y que puede
aportar eficacias útiles de protección auditiva cuando contiene cascos circunaurales
o un forro denso que se ajuste fuertemente alrededor de los oídos. Los cascos para
ocio (p. ej., motocicletas), tal y como ilustra la Figura 21.1, raramente satisfacen es-
tos requisitos y, por tanto, suelen proporcionar escasa protección auditiva. Pocos
cascos se diseñan con la protección auditiva como su función principal.
Escapes de aire (A). Para lograr la máxima protección auditiva. un tapón debe
constituir un cierre sellado contra los lados del canal auditivo. y un auricular debe
formar un cierre sellado contra los lados de la cabeza. Las vías de escape del aire re-
ducen la atenuación que logra el aparato entre 5 y 15 dB a lo largo de una gama am-
plia de frecuencias; sin embargo, la principal reducción se produce en frecuencias
bajas. El descenso en la atenuación depende del tamaño del escape y de la frecuen-
cia.
Protector auditivo contra la vibración (8). Los tapones auditivos pueden vibrar
a modo de pistón debido a la elasticidad de la piel del canal auditivo. Este efecto li-
mita su atenuación para frecuencias bajas. Los cascos de los auriculares pueden vi-
brar contra la cabeza como un sistema de masa/muelle. La rigidez del muelle de-
pende de la flexibilidad de la almohadilla del casco. la flexibilidad de la piel que
rodea al oído y el volumen de aire atrapado bajo el casco. Estas acciones limitan la
atenuación de los tapones a 125 Hz a 30 dB aproximadamente, la de los tapones de
espuma a 40 dB Y la de los auriculares a 25 dB.
del sonido depende de la masa, rigidez y amortiguación de los materiales del casco
y la almohadilla, así como de la absorción de los materiales dentro del casco. La re-
ducción de la atenuación mediante este mecanismo es menos importante para los
tapones que para los auriculares, debido a que es menor su superficie expuesta al
ruido. La reducción de la atenuación para cascos y almohadillas de auriculares suele
ser significativa sólo a frecuencias por encima de 1000 Hz.
Conducción a través de huesos y tejidos (D). El sonido puede alcanzar el oído in-
terno a través de la conducción ósea y de los tejidos, incluso cuando el aparato de
protección auditiva es totalmente eficaz en el bloqueo del sonido a través de las vías
A, B Y e (Figura 21.2a y b). Este mecanismo limita la atenuación que logra el pro-
tector. El nivel del sonido que llega al oído a través de la conducción ósea es apro-
ximadamente entre 40 y 50 dB menor que el nivel del sonido que llega al oído a tra-
vés del canal auditivo abierto. Por tanto, un aparato de protección auditiva debe
atenuar el sonido conducido por el aire en al menos 40 o 50 dB, dependiendo de la
frecuencia, para que el sonido de conducción ósea sea importante.
Efecto de oclusión
TABLA 21.1. Ejemplo del método de cálculo de la reducción del ruido con pondera-
ción A para un aparato de protección auditiva en un ambiente de ruido conocido.
Todos los valores en decibelios. El Paso 6 aporta el nivel de exposición efectivo esti-
mado para el 98 por 100 de los usuarios en el ambiente especificado, asumiendo que
utilizan el aparato de la misma manera que lo hicieron los sujetos examinados y que
éstos les representan con precisión.
Paso 5. Se determinan las desviaciones típicas (por 2) para las frecuencias a exa-
men.
Paso 6. Para obtener los niveles de bandas de octava estimados bajo el protec-
tor: (a) Se resta la media de los valores de protección auditiva (Paso 4) de los ni-
veles sonoros con ponderación A (Paso 3) y se añade al resultado dos veces la
desviación típica (Paso 5). (b) Se combinan los niveles de bandas de octava con
ponderación A (Paso 6) de acuerdo con la Figura 1.13 para obtener el nivel so-
noro global con ponderación A bajo el aparato. La reducción con ponderación
A estimada en el ambiente de ruido especificado se obtiene restando al resul-
tado obtenido en el Paso 3 el obtenido en el Paso 6.
del ruido rosa en el cálculo de la NRR en vez del ruido real a que está expuesto el
usuario.
A continuación se describe un cálculo representativo de la NRR y se ilustra en
la Tabla 21.2.
Paso 1. Se definen los niveles de presión sonora del ruido rosa, ajustado arbitra-
riamente (por sencillez del cálculo) a un nivel de 100 dB en cada banda de oc-
tava.
Paso 2. Se determinan los ajustes para la ponderación e para las frecuencias
centrales de las bandas de octava.
Paso 3. Se suman las líneas I y 2 para obtener los niveles de banda de octava con
ponderación e y se combinan (Figura 1.13) para determinar el nivel sonoro glo-
bal con ponderación C.
Paso 4. Se determinan los ajustes de la ponderación A para la frecuencia central
de cada banda de octava.
Paso 5. Se suman las filas 1 y 4 para obtener los niveles de banda de octava con
ponderación A.
Paso 6. Se define la atenuación aportada por el aparato.
Paso 7. Se determinan las desviaciones típicas (por 2) para las frecuencias a exa-
men.
Paso 8. Se restan los valores de la atenuación media (Paso 6) y se añaden los va-
lores de las desviaciones típicas (Paso 7) a los valores con ponderación A (Paso
5) para obtener los niveles sonoros estimados de banda de octava con pondera-
ción A bajo el aparato. Se combinan para obtener el nivel sonoro global con
ponderación A bajo el aparato.
Paso 9. Se resta este nivel sonoro con ponderación A (Paso 8) y el factor de se-
guridad espectral de 3 dB del nivel sonoro con ponderación e (Paso 3) para ob-
tener la NRR.
1. Nivel de handa de octava asumido para el 1<X).O lOO.O 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 ~
O
ruido en
2. Corrección de ponderación C -0.2 0.0 0.0 0.0 -0.2 -O.H -3.0 O
3. Niveles de handa de octava con ponderación 99.H 100.0 I<Xl.O 100.0 99.H 99.2 97.0 108.0 [dB(C)] .,m
:Il
e
4. Corrección de ponderación A -16.1 -H.6 -3.2 0.0 +1.2 +1.0 -1.1 ~
m
5. Niveles de handa de octava con ponderación H3.9 91.4 9ó.H lllO.O 101.2 101.0 9H.9 n
n
A (5
6. Atenuación del tapón 27.4 2M '275 n.o 32.0 46.0' 44.2! z
7. Desviación típica x ::' 7.H HA 9,4 6.H H.H 7J' 12B! »
e
H. Niveles de handa de octava de protección 64.3 73.2 7H.7 79.H 7H.0 62.3 675 H4.2 [dB(A)] O
::¡
estimados con ponderación A
lJ. NRR .0
IOH.O - H4.2· 3 ~- 20.H [Paso 3 - I'a,o H - 3!] ~
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Paso K.
r-.tcdia antmética ,k In, dat", dc -' 1'in \ 41U11V.
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N
...
(o
21.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los cálculos del método de bandas de octava y de la NRR pueden compararse uti-
lizando el nivel sonoro con ponderación e para el espectro en la Tabla 21.1
(95,2 dB, ponderación C) y restando entonces la NRR de este valor para predecir el
nivel efectivo bajo el protector auditivo. El nivel sonoro con ponderación A así es-
timado, 74,4 dB, se compara favorablemente con el nivel sonoro con ponderación
A de 73,0 dB derivado del método de bandas de octava. Parte de la disparidad entre
estas dos estimaciones del nivel efectivo es debida a la incorporación del factor es-
pectral de seguridad de 3 dB descrito en la sección anterior.
Los valores de atenuación son parecidos para los tapones premoldeados, agrupán-
dose alrededor de 25 dB a frecuencias de hasta 1000 Hz y aumentando hasta apro-
ximadamente 40 dB a las frecuencias más altas. Los tapones premoldeados pueden
proporcionar una atenuación mayor que los auriculares a 125 y 250 Hz y por encima
de 2000 Hz, pero la atenuación es menor a frecuencias intermedias. Los tapones
que pueden ser formados y moldeados por el usuario están fabricados con materia-
les como masilla de algodón/cera o silicona. La gama de valores de atenuación de
estos aparatos es bastante amplia, sobre todo por debajo de 2000 Hz. La atenuación
puede variar desde 30 dB a 45 dB por encima de 2000 Hz, y para los peores protec-
tores, tan sólo unos 10 dB para frecuencias bajas.
Los tapones de espuma de recuperación lenta, moldeables, alcanzan la mejor
protección global entre los aparatos sencillos. La atenuación va desde 30 a 45 dB a
frecuencias por encima de 1000 Hz y de 20 a 40 dB a frecuencias por debajo de
2000 Hz. dependiendo de la profundidad de la inserción. La atenuación puede su-
perar 35 dB para todas las frecuencias examinadas para un tapón de espuma pro-
fundamente insertado.
La atenuación de los tapones diseñados a medida para el usuario varía mucho.
dependiendo de las diferencias en los materiales, adaptación y procedimiento de fa-
bricación. La atenuación media de estos protectores está por debajo de la de algu-
nos de los tapones premoldeados.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.11
e Tapones (premoldeados.
moldeados por el usuario)
10-30 10-30 15-35 20-35 20-40 30-45
40-45
25-45
35-45
(3 Tapones de espuma (la 20-35 20-35 25-40 25-40 30-40
atenuación depende de la
profundidad de la inserción)
e Tapones (moldeado a
medida del usuario)
5-20 5-20 10-25 10-25 20-30 25-40 25-40
e
e
Tapones semiinsertados
(también denominados aparatos
semiaurales o casco del canal)
5-20
10-25
10-25
10-30
15-30
10-30
25-40
20-35
30-40
25-40
30-40
25-40
25-45
f3 Conjuntos de reducción
activa del ruido
15-25 15-30 20-45
anteriores 1000Hz
(6) Cascos militares 0-15 5-15 15-25 15-30 25-40 30-40 20-50
por encima de 2000 Hz. Cuando se utilizan gafas con los auriculares, las patillas de-
ben ajustarse a los lados de la cabeza y ser delgadas, con el fin de reducir su efecto
sobre la capacidad de sellado de las almohadillas alrededor de las orejas. La pérdida
de atenuación que producen las patillas de las gafas, con las almohadillas en buenas
condiciones, suele ser de 3 a 7 dB. El efecto varía notablemente de unos auriculares
a otros y depende del ajuste y estilo de las gafas.
Los auriculares y tapones de calidad logran una atenuación adecuada de los impul-
sos compuestos fundamentalmente de energía de media y alta frecuencia, como la
10
20 '. ,
aJ
"O Auricular
e'
·0 30 Tapón
'ü
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Auricular + tapón \
lo ,
producida por las armas de fuego pequeñas. La atenuación del auricular desciende
a medida que la concentración de la energía en los impulsos se desplaza hacia fre-
cuencias bajas y al aumentar el calibre de las armas de fuego. La atenuación de un
auricular típico es de unos 30 dB para el disparo de una pistola, unos 18 dB para un
rifle y tan sólo 5 dB para un cañón. Los tapones de espuma proporcionan una pro-
tección parecida a la de los auriculares frente al disparo de una pistola. pero ofrecen
una protección sustancialmente mayor, casi 20 dB, contra disparos de cañón o ba-
zooka. Unos buenos auriculares o tapones bien ajustados reducen el nivel pico de
presión sonora de los impulsos de la mayoría de los disparos de pistolas y rifles a
menos de 140 dB.
Hay que usar tapones o auriculares para la exposición a impulsos con niveles
pico de presión sonora desde 140 a 160 dB aproximadamente. Una combinación de
tapones más auriculares es necesaria cuando los niveles de presión sonora máximos
alcanzados son iguales o superiores a 160 dB. La utilización de protección auditiva
combinada también puede ser necesaria a niveles tan bajos como 150 dB para mu-
chos impulsos (más de 100) en áreas muy reverberantes (véase Capítulo 26 para in-
formación sobre criterios de riesgo de lesión para ruido impulsivo). Una combina-
ción de auriculares y tapones logra una protección adicional frente a los impulsos de
baja frecuencia con valores pico altos. Estas combinaciones proporcionan valores
de atenuación de 20 a 25 dB.
Los tapones y/o auriculares convencionales logran muy buena protección a frecuen-
cias ultrasónicas (frecuencias por encima de los 20.000 Hz). Generalmente. propor-
cionan una atenuación que supera los 30 dB para frecuencias de aproximadamente
10.000 a 30.000 Hz.
Para la mayoría de los sonidos de banda ancha. a niveles sonoros desde 85 hasta
aproximadamente 105 dB(A), resulta algo más fácil para las personas con audición
normal comprender el habla con tapones o auriculares que sin ellos. Esta mejora se
produce debido a que tanto el habla como el ruido se reducen hasta niveles en que
el sistema auditivo no está sobrecargado y está relativamente libre de la distorsión
aural producida por niveles sonoros altos. Las personas con pérdidas auditivas para
21.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los protectores auditivos atenúan por igual los niveles del ruido ambiental y de las
señales de peligro. Una señal auditiva de alarma puede oírse de forma diferente
cuando se utiliza uno de estos aparatos. Sin embargo, su reconocimiento suele ser
igual estén o no protegidos los oídos5 • Dependiendo del grado de pérdida auditiva,
del tipo de sonido indicador o alarma y del tipo de protector auditivo que estén uti-
lizando, algunos usuarios pueden experimentar dificultades de reconocimiento.
Los aparatos de protección auditiva, sobre todo auriculares o cascos, interfieren con
la localización auditiva (descrita en el Capítulo 17) debido a que ya no están pre-
sentes las claves importantes de alta frecuencia afectadas por el pabellón auricular
(véase Figura 21.2b). Esta interferencia también se ha observado con uno de los ta-
pones de atenuación alta, aunque, en general, las inserciones alteran menos la ha-
bilidad para la localización, ya que dejan expuesto el oído externo. Cuando se uti-
lizan protectores auditivos con electrónica activa (véase la siguiente sección), unos
micrófonos o amplificadores separados para cada casco (escucha dicótica) aportan
una localización considerablemente mejor que una señal única alimentando ambos
cascos (escucha diótica).
Los aparatos de protección auditiva activa son auriculares que contienen micrófo-
nos, circuitos electrónicos y audífonos que transmiten la información acústica ex-
terior cuando los niveles sonoros ambientales están por debajo de algún límite pre-
definido, como 85 dB(A). Cuando la señal exterior supera este límite típico, la
electrónica no funciona y la protección auditiva aportada es la atenuación pasiva
del auricular básico. Los protectores activos no emplean la cancelación del ruido,
descrita a continuación.
Un aparato de protección auditiva con reducción activa del ruido reduce la energía
acústica de baja frecuencia en el oído mediante la cancelación del ruid0 7 . En com-
paración con un casco pasivo, puede lograrse un aumento medio en atenuación de
15 a 20 dB, en el rango de frecuencias por debajo de 2000 Hz, y de hasta 25 dB en
algunas frecuencias. Los conjuntos para reducción activa del ruido consiguen que la
cantidad de sonido de baja frecuencia en el oído disminuya significativamente, lo
cual da como resultado una mejor inteligibilidad, mayor comodidad y menor fatiga
que si el mismo conjunto sólo aportara protección auditiva pasiva.
mano que inserta el tapón tenga la mejor línea de acercamiento al canal auditivo
para un ajuste preciso.
Una de las técnicas más extendidas aplicables a la adaptación de casi todos los pro-
tectores auditivos es escuchar el efecto de oclusión (un aumento en la eficacia de la
transmisión de los sonidos por conducción ósea por debajo de 2000 Hz cuando el
oído está acústicamente sellado, haciendo que el usuario perciba cambios en la ca-
lidad de la voz y otros sonidos generados por el cuerpo). El usuario puede utilizar el
efecto de oclusión (véase también la sección anterior sobre «Efecto de oclusión»)
como prueba de ajuste de los tapones y los auriculares contando en voz alta de 1 a
15 mientras atiende al cambio en la calidad de voz que indica la presencia de un se-
llo acústico y del efecto de oclusión. Con tapones, una forma alternativa es contar
en voz alta mientras sólo un oído está ajustado correctamente. La voz debe oírse o
notarse más fuerte por el oído obstruido. Cuando el otro oído haya sido correcta-
mente ajustado, el efecto habrá de ser igual en ambos, haciendo que la voz se oiga
como si emanara del centro de la cabeza.
Comodidad
Higiene y mantenimiento
Hay que limpiar los aparatos de protección auditiva regularmente de acuerdo con
las instrucciones del fabricante. Por lo general, el agua templada y el jabón suave
son agentes limpiadores satisfactorios. Hay que lavar y secar los tapones concien-
zudamente antes de volver a utilizarlos o almacenarlos. Hay que lavar o quitar el
polvo periódicamente a las almohadillas de los auriculares. Los tapones y las al-
mohadillas han de reemplazarse cuando no puedan limpiarse adecuadamente o ya
no mantengan su apariencia original o resistencia. La limpieza mejora la aceptación
del protector, reduce la probabilidad de irritaciones e infecciones del oído y prolon-
ga la vida de los materiales al retirar la grasa cutánea y otros agentes que puedan
contribuir a su deterioro.
Aunque la probabilidad de que los protectores auditivos aumenten la incidencia
de las infecciones del oído externo es mínima9 , éstas pueden producirse. Habitual-
mente se descubre que los tapones o auriculares que pueden estar implicados en ca-
sos de infección están contaminados con sustancias cáusticas o irritantes o tienen
materiales cortantes o abrasivos. Hay que consultar a personal médico entrenado
para determinar si las infecciones auditivas persistentes están asociadas con los apa-
ratos de protección auditiva o con otros factores no relacionados con su uso.
Seguridad
Abusos
Los usuarios de los aparatos de protección auditiva suelen modificarlos para mejo-
rar la comodidad o para «personalizarlos». Se eliminan partes de los tapones pre-
viamente moldeados. se pinchan las vejigas de los tapones llenos de aire y se cortan
los tapones para reducir su tamaño. Se estiran las bandas de los auriculares para re-
ducir su presión sobre la cabeza y se perforan agujeros sobre los cascos para au-
mentar la ventilación. para ayudar al drenaje de la transpiración y, en algunos casos,
para hacer un monograma con las iniciales del usuario. Todas estas prácticas degra-
dan la atenuación y han de evitarse.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.19
El método de atenuación del oído real al nivel del umbral l2 es un procedimiento que
utiliza enjuiciamientos subjetivos para determinar la diferencia entre el nivel sono-
TO mínimo que un sujeto oye sin llevar un aparato protector (umbral libre) y el nivel
mínimo que oye al utilizar el protector (umbral ocluido). La atenuación (también
denominada protección auditiva) aportada por el aparato es la diferencia entre los
umbrales libre y ocluido. Por ejemplo, la diferencia entre el nivel de un umbral
ocluido de 45 dB y el nivel de un umbral libre de 20 dB da como resultado un valor
de atenuación de 25 dB. La atenuación medida en el laboratorio puede ser repre-
sentativa de la protección estimada para un determinado ambiente de ruido sólo
cuando el aparato se utiliza de la misma manera que lo hicieron los sujetos en la
prueba, y si éstos representaron adecuadamente a los usuarios. Este método repre-
senta con precisión el rendimiento de todos los protectores lineales de la audición
(los aparatos lineales son independientes del nivel. aportando esencialmente la mis-
ma cantidad de atenuación sea cual sea el nivel del ruido ambiental en que son usa-
dos), pero no caracteriza con precisión el rendimiento de aparatos que dicen ofrecer
atenuación que aumenta a medida que lo hace el nivel sonoro. El método de ate-
nuación del oído real al nivel del umbral es el procedimiento más extendido para
evaluar la atenuación de los protectores auditivos mediante enjuiciamientos hu-
manos subjetivos. Virtualmente todos los datos disponibles de los fabricantes se de-
21.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Medida física
Los métodos físicos para la medida de la atenuación de los protectores auditivos del
tipo auricular y casco suelen emplear un artefacto acústico de prueba (<<una cabeza
de maniquí») para representar las características de la cabeza humana. Se coloca un
micrófono en el artefacto aproximadamente en el lugar del tímpano humano. Se
puede incluir o no una reproducción del oído externo. No se implica a sujetos hu-
manos en este procedimiento y se mide la atenuación sonora para niveles de pre-
sión sonora incidentes de 80 a 100 dB o superiores.
El micrófono localizado en el oído del artefacto mide los niveles de las señales
de prueba con y sin el protector auditivo. La diferencia entre estos dos niveles se de-
fine como pérdida de inserción del aparato. Otro método utiliza dos micrófonos.
uno dentro del auricular y otro fuera, en el campo de ruido. La diferencia entre los
dos niveles medidos simultáneamente en los dos micrófonos representa la reduc-
ción del ruido lograda por el protector auditivo.
Los métodos de medida física constituyen procedimientos rápidos para evaluar
la atenuación y complementan los métodos utilizados sobre atenuación en el oído
real (que precisan muchas horas para una evaluación completa). Por esta razón, se
emplean en el diseño, control de calidad de la producción y examen de aceptación
de auriculares y cascos.
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6
Frecuencia, kHz
o
FIGURA 21.5. Comparación entre los valores de atenuación del laboratorio, a partir de las publicaciones de
los fabricantes, con los valores de atenuación en ambientes laborales para cinco tipos distintos de aparatos
de protección de la audición. (Según Berger13 .)
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.23
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Ejemplo (véase texto)
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NRR Nominal
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al
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240 120 60 30 10 5 2,5 0,5
Zi
~ Tiempo no utilizado (minutos) durante la exposición de 8 horas
FIGURA 21.6. Correcciones a la tasa de reducción del ruido (NRR) nominal en fun-
ción del tiempo durante una jornada laboral en que no son utilizados los aparatos de
protección de la audición, basadas sobre una relación de intercambio de 5 dB. (Según
Else'".)
ducciones de eficacia para NRR más altas. Se observan pocos efectos para NRR de
unos 10 dB Y menos.
Se pueden comparar los umbrales de audición de los trabajadores antes y des-
pués de las exposiciones al ruido para indicar la adecuación de un aparato de pro-
tección auditiva. Una reducción en la sensibilidad auditiva posterior a la exposición,
denominada desplazamiento temporal del umbral (véase Capítulo 18), indica que el
aparato no logró la suficiente protección. Los datos obtenidos mediante esta técnica
no aportan valores específicos de atenuación; sin embargo, proporcionan una co-
rroboración cualitativa de los resultados de las medidas de atenuación de campo.
La precisión que se presume que debe obtenerse mediante el empleo del método de
bandas de octava no siempre se logra, debido a la gran discrepancia entre las NRR
(datos de laboratorio) y la atenuación en el lugar de trabajo. La principal razón para
examinar los datos individuales de banda de octava es ajustar mejor la curva de ate-
nuación del aparato al espectro del ruido. Por ejemplo, los datos de bandas de oc-
tava. tanto del laboratorio como del lugar de trabajo. muestran que los auriculares
no son una buena alternativa para ruidos con una energía significativa de baja fre-
cuencia (125 a 250 Hz), pero son preferibles cuando la energía de frecuencias me-
dias es elevada (fundamentalmente alrededor de 1000 Hz). Un tapón de espuma o
premoldeado es el aparato que se debe elegir para ruidos que contienen energía sig-
nificativa de baja frecuencia.
Realizar este tipo de emparejamiento entre protección auditiva y espectro de
ruido también puede resultar de escaso valor. dada la dificultad de asignar protec-
tores particulares a tareas concretas en una fábrica. Es difícil asegurarse de que se
utilizan los aparatos, de que se hace correctamente, evitar que se intercambien en-
tre áreas de trabajo con distintas características espectrales de ruido y comprobar
que determinados aparatos son usados sólo por los empleados expuestos a espec-
tros concretos de ruido.
APARATOS DE PROTECCION AUDITIVA 21.25
Criterios internacionales
La norma ISO 4869 19 define un método subjetivo para medir la atenuación sonora
de los aparatos de protección auditiva al umbral de audibilidad. Este método, se-
mejante al ANSI S12.6 citado anteriormente. especifica los procedimientos para
medir la atenuación del sonido del aparato y la tensión aplicada por la banda de los
auriculares. Esta normativa no contiene requisitos acerca del rendimiento. ni apor-
ta un método para aprobar o rechazar los aparatos de protección auditiva.
El ISOrrR 6290 es un informe técnico que describe un método físico, simplifi-
cado (el examen acústico con un dispositivo en lugar de con un sujeto humano).
para la medida de la pérdida de inserción de los aparatos de protección auditiva del
tipo circunaural20 . Este procedimiento se emplea para inspeccionar la calidad y
también puede ser utilizado para otros fines. Es parecido al método físico de la
ASA STD.1.
Normativas EPA/OS HA
El Nationallnstitute for Occupational Safety and Health publica datos sobre apara-
tos de protección auditiva que incluyen distribuidor, modelo, tipo, peso, fuerza de la
banda para la cabeza, valores de atenuación medios y desviaciones típicas a las fre-
cuencias habituales de examen de 125 a 8000 Hz, pruebas normalizadas y pruebas
de laboratorio3 . Estos datos se obtienen de los fabricantes de los aparatos. La Mine
Safety and Health Administration publica una «Lista de factores de protección au-
ditiva R&D». pero el único criterio para que un aparato se incluya en esta lista es
que haya sido examinado de acuerdo con ASA STD.l o ANSI S12.6 y que los datos
estén disponibles en sus publicaciones comerciales o en las hojas de especificacio-
nes. Ninguna de estas publicaciones contiene los requisitos de rendimiento de los
aparatos de protección auditiva.
REFERENCIAS
Larry H. Royster
Julia Doswell Royster
INTRODUCCION
22.1
22.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Programa de conservación I
I de la audición
I
I I I I
I Fases
I I Características
deseadas
I I Personal
que participa
I
I
Influencias
externas I
Encuesta sobre Uso obligatorio de Director Sede de la
el sonido aparatos de protección empresa
auditiva Directivos
Controles técnicos superiores Asesores
y administrativos Aparatos de protección
auditiva potencialmente Directivos Proveedores
Formación eficaces medios
Pluriempleo
Protección de Persona responsable Supervisores
la audición Comunidad
Comunicaciones activas Empleados
Seguimiento TIempo de
audiométrico ocio
Aficiones
Recogido de dotos de la encuesta sobre sonido. La encuesta debe generar una cla-
sificación de las exposiciones para todas las categorías laborales de trabajadores so-
metidos a exposiciones sonoras potencialmente peligrosas. La medida de la expo-
sición al ruido puede variar dependiendo de la legislación gubernamental que se
aplique. En Estados Unidos, la Occupational Safety and Health Administration
(OSHA) del gobierno federal especifica como indicador un nivel de presión sonora
continuo equivalente de 8 horas, con ponderación A, basado en la regla de 5 dB
descrita en el Capítulo 26. Algunos países emplean el nivel sonoro continuo equi-
valente de 8 horas basado en la regla de 3 dB, también descrita en el Capítulo 26.
Sea cual sea el caso, es adecuado clasificar las exposiciones al ruido de los trabaja-
dores en categorías de 5 dB de increment05 , con el fin de seleccionar los aparatos
protectores auditivos adecuados y decidir si su uso será voluntario u obligatorio.
Las encuestas sobre sonido también deben medir los niveles de presión sonora
con ponderaciones A y C en todas las áreas en que trabajen los empleados, tanto
con el propósito de planificar el control del ruido, como para seleccionar los apa-
ratos de protección auditiva. La documentación sobre los niveles sonoros en las dis-
tintas áreas de protección también resulta útil para aportar evidencias en las rec1a-
22.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los controles técnico,\' del ruido son modificaciones del equipamiento actual o re-
cién adquirido y/o instalaciones para reducir la exposición sonora de los trabajado-
res. Los controles administrativos del ruido son planes para reducir las exposiciones
sonoras de los trabajadores mediante: (1) reasignación de las tareas laborales
y (2) el diseño o compra de equipamiento o instalaciones más silenciosos. El obje-
tivo principal de la fase técnica y administrativa de control del ruido del programa
de conservación auditiva es. si es posible y económicamente factible. eliminar las
exposiciones sonoras peligrosas de los trabajadores. Sin embargo, consideraciones
tecnológicas o el coste impiden la completa eliminación del problema del ruido en
muchas situaciones. Por tanto. un objetivo secundario de los controles técnicos del
ruido es la reducción significativa de la exposición sonora de los trabajadores, ya
que una reducción significativa aumenta la probabilidad de protegerlos adecuada-
mente contra las pérdidas auditivas inducidas por el ruido a través del uso de apa-
ratos auditivos protectores.
La reducción de los niveles de ruido puede lograrse mediante la modificación de
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.5
Fase de formación
Allí donde no puedan eliminarse las exposiciones peligrosas al ruido mediante con-
troles técnicos o administrativos, los aparatos de protección auditiva serán el me-
canismo principal para reducir la exposición sonora de los trabajadores hasta nive-
les seguros. Estos aparatos (tapones, auriculares amortiguadores, semiinserciones)
se describen en el Capítulo 21. Capa tipo ha de adaptarse al usuario particular, ya
que las variaciones anatómicas impiden un aparato de «ajuste universal». La pro-
tección lograda por el empleado depende de la utilización adecuada de un aparato
bien ajustado que sea cómodo y práctico para el ambiente de trabajo y las tareas del
usuario. Dado que las personas difieren en sus preferencias así como en su anato-
mía, la compañía debe almacenar una selección de aparatos adecuados para lograr
una correcta protección.
Tal y como se indica en el Capítulo 21. los valores de atenuación etiquetados por
los fabricantes representan medidas de laboratorio que no pueden lograrse en am-
bientes laborales cotidianos. La dirección debe seleccionar los aparatos de protec-
ción auditiva que proporcionen una adecuada reducción del ruido. incluso cuando
ofrezcan sólo la mitad de la atenuación etiquetada. Las investigaciones acerca de
cómo se utilizan realmente los aparatos de protección auditiva en los lugares de tra-
bajo indican que sólo con tapones de espuma y con auriculares amortiguadores el
84 por 100 de los usuarios logra una protección igualo superior a 10 dB (véase Ca-
pítulo 21). Para exposiciones sonoras que requieran una protección superior a
PROGRAMAS DE CONSERVACION DE LA AUDICION 22.7
10 dB, hay que seleccionar aparatos de protección auditiva que hayan demostrado
lograr la atenuación precisa bajo condiciones reales de trabajo.
Dado que la protección lograda depende de la utilización consistente y adecua-
da de aparatos de protección auditiva:
1. El usuario ha de ser cuidadosamente entrenado acerca de cómo utilizar los
aparatos y comprender por qué es tan importante emplearlos de forma re-
gular.
2. Es esencial la reposición regular de aparatos gastados o estropeados.
3. El personal que ajusta, reparte y sustituye los aparatos debe estar formado
para ejecutar bien estas importantes tareas.
4. Los supervisores que imponen el uso correcto de los aparatos han de contro-
lar meticulosamente su utilización.
4. Tiene que existir una comunicación eficaz entre el personal implicado en todas
las fases del programa de conservación de la audición. Con demasiada fre-
cuencia, los programas fracasan debido a que las responsahilidades se repar-
ten jerárquicamente, de arriba abajo, entre personas que nunca coordinan
sus esfuerzos. Por ejemplo, la lista de aparatos de protección auditiva apro-
bada en las directrices de la política de la compañía puede no incluir aquellos
que mejor se ajusten al entorno de trabajo local y que son. de hecho. usados
en las áreas de producción. Para lograr un esfuerzo coordinado, hay que
establecer un calendario de reuniones habituales para una comunicación
abierta.
INFLUENCIAS EXTERNAS
En la Figura 22.1 se muestra una lista de varios tipos de influencias que pueden
afectar a la implantación o eficacia de los programas de conservación de la audición.
El personal de éstos puede tener que educar a los consultores médicos o audioló-
gicos acerca de los peligros del ruido de la planta y la política de la compañía al es-
tablecer un programa eficaz de conservación de la audición y satisfacer los requisi-
tos normativos. Cuando las exposiciones al ruido fuera del trabajo amenacen la
audición de los trahajadores, éstos pueden ofrecer entrenamiento acerca de apara-
tos de protección auditiva a grupos de ocio (por ejemplo. c1uhs de tiro al blanco o
trabajos con madera) con el fin de mejorar el grado de protección de los trahaja-
dores. La patronal no puede prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido me-
diante esfuerzos in situ si los trabajadores no se protegen a sí mismos contra las ex-
posiciones potencialmente dañinas en la comunidad: por tanto, los trabajadores
necesitan información acerca del grado de peligro de las fuentes de ruido ajenas al
trabajo. tales como maquinaria de granjas o equipos para el cuidado del césped.
Dado que los aparatos de protección auditiva no suelen estar fácilmente disponibles
para adquisición de los consumidores individuales, la dirección puede proporcio-
narlos para su empleo en el hogar.
22.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ción auditiva debe aportar la protección adecuada frente al ruido. Estos procedi-
mientos de análisis se basan en el uso de la variabilidad en los niveles de los umbra-
les auditivos para indicar no sólo desplazamientos permanentes en los umbrales
inducidos por el ruido, sino también desplazamientos temporales en los umbrales;
por tanto, pueden aplicarse sólo si la prueba audiométrica anual de los trabajadores
se realiza durante sus turnos habituales de trabajo, no antes de la exposición diaria
al ruido. Si los aparatos de protección auditiva o los controles técnicos y administra-
tivos utilizados para proteger a los trabajadores son eficaces, la variabilidad de los
niveles de los umbrales auditivos de la población expuesta al ruido debe ser equi-
valente a la del grupo de control no expuesto al ruido.
Los procedimientos de análisis de la base de datos audiométricos de aplicación
más simple son dos porcentajes que se derivan de las comparaciones de los audio-
gramas secuenciales anuales (tales como Prueba 1 a Prueba 2 y Prueba 2 a Prueba 3):
l. Porcentaje de la peor secuencia: El porcentaje de trabajadores que muestran
un desplazamiento en el umbral auditivo de 15 dB o más hacia una audición
peor en cualquier frecuencia de prueba (de 500 a 6000 Hz), en cualquier oído,
en una comparación entre dos audiogramas anuales secuenciales.
2. Porcentaje de la mejor o la peor secuencia: El porcentaje de trabajadores que
muestran un desplazamiento en el umbral auditivo de 15 dB o más, ya sea ha-
cia una audición mejor o hacia peor audición, en cualquier frecuencia de
prueba (de 500 a 6000 Hz), en cualquier oído, en una comparación entre dos
audiogramas anuales secuenciales.
TABLA 22.1. Rangos de criterios para evaluar la eficacia de los programas de con-
servación auditiva
Basado sobre los resultados de dos procedimientos para el análisis de la base de da-
tos audiométricos: El procedimiento del porcentaje de la peor secuencia (% p.) apli-
cado a las comparaciones de las Pruebas 1-2, 2-3, 3-4 Y 5-6 o pruebas secuenciales
posteriores; y el procedimiento del porcentaje de la mejor o peor secuencia (% MP.)
aplicado a las comparaciones de las pruebas 5-6 o secuencias posteriores
100
90
80
70
Inaceptable
60
.2
"tJ
C1l
::2 50
a..'"
::2
':!i:
o 40
Marginal
30 ..---
~---~--- -----~
1-- Acee!!ble
20
10 1-- 1--
O
~ 75 80-84 85-89 ~ 90
TWA,dB (Al
FIGURA 22.2. El valor del porcentaje medio de la mejor o peor secuencia (% MP.)
para las comparaciones secuenciales de los audiogramas anuales 5-8 para subgrupos
expuestos de una población industrial expuesta al ruido, muestra variabilidad cre-
ciente con el nivel de exposición al ruido salvo en el subgrupo con exposiciones me-
dias al ruido con ponderación temporal (TWA) por encima de 90 dB(A), que utilizaron
aparatos de protección auditiva.
100 .-----------------------------~--~
80
Inaceptable
.2 60
"O
Q)
:::?!
el.'"
:::?! 40
#-
20
O
A B C
Aparato de protección auditiva
100
90
80
Inaceptable
o 70
:o
Ql
~ 60
VJ
a.. 50 r--
~
:$?
o
40
-f- -
-
Marainal ,---
30 1- 1- -
-- -- ------_!
20 1- 1- -
10
O
-
Sin
n A B
c-
E
1-
C
1-
D
-
ruido
Grupo de trabajadores
FIGURA 22.4. Los resultados del porcentaje de la mejor o peor secuencia (% MPs )
para un departamento no expuesto al ruido y cinco departamentos expuestos al ruido
en una planta, que se utilizaron para seleccionar el departamento en que los controles
técnicos del ruido eran más necesarios.
realización de audiogramas, las medidas de los niveles medios de sus umbrales au-
ditivos en muchos casos típicamente mejorarán l9 . En un programa eficaz de conser-
vación de la audición en que se previene la pérdida auditiva inducida por el ruido,
el efecto de aprendizaje suele dar como resultado una mejora media de 6 a 8 dB en
los umbrales durante los primeros 4 a 6 audiogramas. Esta mejora puede reducir la
potencial responsabilidad de compensación actual de la compañía hasta en un 60
por 100. Por contra, en programas de conservación de la audición menos eficaces,la
población expuesta mostrará menos mejoras en los umbrales debidas al aprendiza-
je, o si los programas son ineficaces mostrará un empeoramiento de los umbrales
auditivos desde el primer audiograma.
La actual responsabilidad de compensación del empresario por las pérdidas au-
ditivas laborales refleja la pérdida auditiva desarrollada por los trabajadores vete-
ranos que han trabajado durante muchos años antes de que se establecieran los pro-
gramas de conservación de la audición. Un análisis de las 25 bases de datos
audiométricos industriales disponibles en el Grupo de Trabajo S12-12 del American
National Standards lnstitute muestra que una media del 8,5 por 100 de los trabaja-
dores incluidos en los programas de conservación de la audición eran potencialmen-
te compensables de acuerdo con el método AAO-HNS (AMA 1979) para calcular
el porcentaje de limitación auditiva biaural (véase Capítulo 19). Aunque el porcen-
taje actual de trabajadores potencialmente compensables es mucho mayor en al-
gunas industrias, los programas de conservación de la audición eficaces deben li-
mitar la responsabilidad del empresario a menos del3 por 100 de la mano de obra
expuesta al ruido. El ahorro a largo plazo al establecer un programa eficaz es obvia-
mente significativo.
REFERENCIAS
17. L. H. Royster y W. G. Thomas. «Age effect hearing levels for a white nonindustrial noise
exposed population (NINEP) and their use in evaluating industrial hearing conservation
programs». Amer. Ind. Hyg. Assoc. J.. vol. 40. 1979. pp. 504-511.
IS. L. H. Royster y col.. «Age cffect hearing le veis for a black nonindustrial noise exposed
population (NINEP)>>. Amer. hui. HYE:- Assoc. 1.. vol. 41.1980. pp. 113-119.
19. J. D. Royster y L. H. Royster. «Audiometric data base analysis». cap. 9 en E. H. Berger
y col. (Eds.). Noise & hearing conserva/ioll maflllal. 4" ed .. American Industrial Hygiene
Association. Akron. Ohio. 19S6. pp. 293-317.
20. L. H. Royster. J. D. Royster y T. F. Cecich. «An evaluation of the effectiveness of three
hcaring protection de vices at an industrial facility with a TW A of 107 dB»,J. Acoust. Soco
(Ir Amer.. vol. 76. 19S4. pp. 485-497.
21. J. W. Schmidt. L. H. Roystcr y R. G. Pearson. «Impact of industrial hearing conservation
program on occupational injuries». SOlllld ami Vibration. vol. 16. n° 5.1983, pp. 16-20.
22. N. A. Ashford. Econolllic impact o[ occlIpa/ioflallloise exposllre reglllations. Center for
Policy Alternatives. Massachusetts Institute of Technology. Cambridge. Mass .. 1976.
Estos listados para evaluar la totalidad del programa de conservación auditiva están
adaptados del libro Hearing conservation programs: Practical guidelines for success4
e impresos con el permiso de Lewis Puhlishers. Inc.
- El personal del peA 10 mantiene vivo entre los trabajadores mediante reu-
niones informales, al menos, cuatrimestral mente.
- La dirección apoya el peA mediante el ejemplo personal (utilizando APA).
haciendo que se cumplan las normas y participando en los programas de for-
mación.
- Los miembros del personal son evaluados en cuanto a su participación en el
peA durante las revisiones anuales del personal de la compañía.
del ruido) son los principales criterios para elegir qué APA serán seleccio-
nados.
- Se adaptan los APA individualmente, para cada empleado, y se les entrena
en su adecuado uso y cuidado.
- Se comprueba el ajuste de todos los APA, incluidos los auriculares y los ta-
pones de talla única para los oídos.
- Se dispone de un mínimo de dos tapones para los oídos (uno en tallas múlti-
ples) y unos auriculares; preferiblemente, tres tapones, dos auriculares y una
semiinserción.
- Los APA son reemplazados regularmente.
- El proveedor de APA distribuye sólo el tipo de APA adaptado a cada em-
pleado; para cambiar tipos o tamaños, el empleado debe volver a la persona
que los ajusta.
- Se vuelven a controlar los APA de cada empleado durante la evaluación au-
diométrica para comprobar el estado, ajuste y correcta colocación por parte
del empleado.
- Se entregan APA a los trabajadores para que se los lleven y los usen durante
sus exposiciones al ruido fuera del trabajo.
- Existe una persona clave supervisando todas las fases del peA.
- Los miembros del equipo de peA comprueban que todas las tareas se reali-
zan y documentan.
- Los APA son potencialmente eficaces en su uso real.
- Se obliga al empleo de AP A.
- Se mantiene la comunicación activa entre los miembros del equipo del peA
y con todo el personal de todos los niveles de la jerarquía de la compañía.
- La dirección sostiene que el personal es responsable del resultado de su peA
y concede elogios o críticas cuando son apropiados.
- Se usa el análisis de la base de datos audiométricos para evaluar la eficacia
del peA en la prevención de las pérdidas auditivas durante el trabajo.
Capítulo 23
MOLESTIAS INDUCIDAS
POR EL RUIDO EN
INDIVIDUOS
Y COMUNIDADES
Sanford Fidell
David M. Green
INTRODUCCION *
La molestia inducida por el ruido se escapa de una definición sucinta. Es una acti-
tud: un proceso mental encubierto con determinantes tanto acústicos como no acús-
ticos. La molestia inducida por el ruido no es una conducta, como podría serlo una
queja (que puede o no estar motivada por la molestia); tampoco es una sensación
simple e inmediata como la sonoridad, totalmente libre de influencias cognitivas y
emocionales. La molestia se diferencia de la sonoridad, que es la magnitud subjetiva
del sonido, en varios aspectos:
Mientras que la sonoridad de un sonido sostenido es insensible a la duración de
la señal más allá de aproximadamente un cuarto de segundo, la molestia es di-
rectamente proporcional a su duración.
Mientras que la sonoridad está directamente ligada a la exposición que se pro-
duce, la molestia por intrusiones múltiples de ruido crece y decrece durante pe-
ríodos de semanas y meses.
Mientras que la sonoridad aumenta monotónicamente con el nivel, la molestia
no siempre es una función única del nivel absoluto aislado de una intrusión so-
nora. De hecho, la molestia generada por las intrusiones ruidosas de bajo nivel
(grifos que gotean, rechinar de tiza, pasos en las casas, vehículos motorizados
distantes en áreas de recreo exteriores, etc.) está más estrechamente asociada
con la audibilidad (relación entre el ancho de banda corregido con el ruido) que
con el nivel absoluto .
• Partes del texto de este capítulo recogen textos de las referencias 1-4.
23.1
23.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
La definición de la molestia inducida por el ruido tiende a ser o bien muy am-
plia, o bien demasiado específica como para resultar útil. La molestia se describe a
menudo como una actitud generalizada adversa hacia la exposición al ruido, o, si se
define en términos de conducta, se dice que un ruido es molesto si la persona inten-
ta evitarlo. La definición convencional de ruido como «sonido no deseado» también
resulta algo vaga, ya que no especifica por quién no es deseado el ruido y por qué
razones.
La molestia es un fenómeno más complicado que la sonoridad. Está influida por
una variedad de factores acústicos y no acústicos. Los factores acústicos incluyen el
nivel absoluto, la duración y distribución espectral de la energía sonora, así como
sus fluctuaciones. Los factores no acústicos incluyen la adaptación (habituación o
sensibilización), grado de implicación en las actividades que se realizan en el mo-
mento de la exposición al ruido, actitudes hacia las fuentes de ruido y sus operado-
res y la predictibilidad y necesidad aparente de las intrusiones ruidosas.
Debido en gran medida a que la molestia tiene múltiples determinantes, es más
útil describirla en términos probabilísticos. De hecho, la variabilidad es un aspecto
tan intrínseco de la relación entre la exposición al ruido y la molestia que esta últi-
ma sólo puede predecirse de una forma probabilística. Esta variabilidad caracterís-
tica se observa siempre que la molestia se considera en el contexto de intrusiones
ruidosas individuales o acumulativas, exposición al ruido a largo plazo y si la moles-
tia se considera como algo individual o como un fenómeno de grupo.
El término respuesta de la comunidad (el malestar de grupos de personas ex-
puestas a fuentes de ruido ambientales en zonas residenciales) también carece de
un significado preciso. En su sentido más corriente (predominio de las molestias in-
dividuales dentro de un área geográfica), el término respuesta de la comunidad es
un término equívoco, ya que lo que describe no son los procesos a nivel comunita-
rio. Sin embargo. dado que el fenómeno social colectivamente denominado res-
puesta de la comunidad puede ser importante política y económicamente, se han
adoptado significados amplios del término para su uso habitual. Por ejemplo, la En-
vironmental Protection Agency6 federal se refiere a la respuesta de la comunidad
como <<lo que la comunidad hace acerca del ruido o sus fuentes». Esta definición di-
fumina la distinción entre actitudes y conductas, ya que «lo que la comunidad hace,>
puede ir desde absolutamente nada hasta quejas, protestas, debates políticos, liti-
gar, retos normativos. legislación e incluso manifestaciones violentas; esta defini-
ción es inútilmente amplia.
La aparición de las aeronaves a reacción dio impulso al estudio formal de las
molestias inducidas por el ruido. Durante el tiempo transcurrido desde que se ini-
ciaron estos estudios. fundamentalmente prácticos. se ha demostrado que las mo-
lestias no se pueden cuantificar directamente en unidades de ingeniería. Esta difi-
cultad de tratamiento ha sido la que ha provocado. en algunos expedientes. la
imputación de la molestia a las características físicas de la exposición al ruido. que
pueden cuantificarse fácilmente en términos familiares. La ausencia de una teoría
ha permitido una proliferación de procedimientos de evaluación dirigidos ostensi-
blemente a cuantificar la molestia 7 -9 . Muchas de las escalas e índices propuestos
para la predicción de la molestia se han basado en poco más que la intuición o el
análisis de regresión llevado a cabo sobre conjuntos de datos individuales. Tales
medidas no son siempre de utilidad.
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.3
Este capítulo resume varios métodos para medir tanto los efectos inmediatos
como a largo plazo de las intrusiones de ruido sobre los individuos y las comunida-
des. Se describe la métrica adecuada para cada procedimiento de evaluación. Por
último, se describen dos métodos para predecir la molestia inducida por el ruido en
las comunidades.
El método más directo para establecer la molestia causada por una o más señales
acústicas es empírico; o sea, pedir a los oyentes que reaccionen sistemáticamente a
la presentación de una o más señales. La determinación de la molestia causada por
un conjunto de señales acústicas se realiza más rigurosamente en un ambiente de la-
boratorio en condiciones de escucha de campo libre. Por lo general, se filtra audio-
métricamente a los sujetos de los estudios sobre molestias realizados en laborato-
rios hasta una tolerancia del cero audiométrico. También se realizan audiogramas
rutinariamente después de terminar la evaluación como parte del proceso de con-
sentimiento informado, requisito de los estudios financiados federalmente.
Los procedimientos actuales para llevar a cabo estudios sobre las molestias es-
tán muy automatizados, con instrumentación autocalibradora computerizada que
utiliza diseños experimentales adaptados y analiza los datos en tiempo real. Los mé-
todos psicofísicos habituales para el establecimiento de la molestia causada por el
ruido incluyen: (1) el método de los límites, (2) el método del ajuste y (3) el método
de la comparación de pares.
Otros métodos psicofísicos que se emplean ocasionalmente en la evaluación de
las molestias incluyen la estimación de magnitudes, diferenciales semánticos y otras
formas de enjuiciamientos categóricos. y emparejamiento entre modalidades
(<<apriete esta pelota con tanta fuerza como le moleste el ruido»). Las instrucciones
para examinar a los sujetos van desde ninguna hasta todo aquello que anime al su-
jeto a imaginar la propia reacción si los sonidos de prueba que oye en el laboratorio
ocurrieran en su propia casa.
sujetos experimentales que los producidos por otros métodos. Un error típico de la
media de 1 dB o menos puede lograrse mediante la evaluación con comparaciones
ajustadas de pares, tras unas 20 pruebas para 20 o 30 sujetos.
Aunque las molestias significativas en una comunidad no pueden medirse sin soli-
citar informes de respuesta directa de las personas acerca de estados mentales en-
cubiertos, esto no implica que la medida de la molestia no pueda lograrse de una
forma objetiva. El método habitual para determinar la molestia preponderante en
comunidades expuestas al ruido es una encuesta sobre actitudes. Una encuesta so-
cial dirigida a solicitar información sobre actitudes acerca de los efectos de la ex-
posición al ruido es una investigación sistemática de la opinión pública sobre la base
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.7
de los informes de respuesta directa de una muestra de los encuestados; por 10 ge-
neral, con el fin de obtener información de interés duradero, se precisa determinar
los porcentajes de la población que experimentan efectos específicos o mantienen
ciertas actitudes, y debe acompañarse de un programa de medida de la exposición
física.
Las encuestas suelen diseñar los informes personales acerca de las molestias por
medio de una o más preguntas de la forma «¿Cuán alterado o molesto ha estado us-
ted por el ruido de (fuente de ruido) durante el último (período de tiempo)?». En
entrevistas estructuradas, los encuestados están obligados a elegir una entre varias
respuestas alternativas, que a menudo incluyen categorías tales como «nada moles-
to», «ligeramente molesto», «bastante molesto», «muy molesto», «extremadamente
molesto». Otros medios empleados a veces para determinar el grado de molestia en
los datos de una encuesta sobre actitudes (por ejemplo, mediante la interpretación
de respuestas acerca de preguntas sobre interferencia en la actividad o mediante la
construcción de elaborados índices compuestos) no suelen ser tan satisfactorios
como el cuestionamiento directo.
La normalización de las técnicas de encuesta social empleadas en los estudios de
actitudes relacionadas con el ruido es escasa. Las encuestas difieren entre sí en
(1) el método de entrevista (cara a cara, teléfono, correo), (2) la estrategia de mues-
treo (al azar, accidental, propositiva, estratificada, de cuadros, independiente, etc.),
(3) la longitud y verbalización del cuestionario, (4) las escalas de respuesta, (5) la
adecuación de las medidas acústicas, (6) la especificidad de las preguntas acerca del
período de tiempo y las fuentes de ruido de interés y (7) el número de lugares de en-
trevista y de repetición de la misma. La mayoría de los diseños de encuestas sociales
asumen implícitamente que la exposición comunitaria al ruido es estática y las ac-
titudes hacia ella están totalmente desarrolladas y son estables en el momento de la
entrevista.
A pesar de las importantes diferencias procedimentales en la medida de las mo-
lestias inducidas por el ruido, el producto último de la evaluación es un conjunto de
observaciones emparejadas de los valores medidos (o al menos, estimados) de la ex-
posición al ruido y los porcentajes de los encuestados que se describen a sí mismos
como molestos por la exposición en diversos grados.
Muchas evaluaciones de la respuesta comunitaria frente a la exposición al ruido
se realizan con motivo de proyectos de construcción o cambios operacionales de
fuentes significativas de ruido. Por ejemplo, los estudios de impacto ambiental (Ca-
pítulo 54) para proyectos financiados por el gobierno que generan ruido (tales
como medios de transporte) deben contener una evaluación de los efectos del rui-
do. De la misma manera, los cambios en la utilización de un aeropuerto que modi-
fican los patrones de exposición de la vecindad próxima implican a menudo la eva-
luación de la respuesta de la comunidad. Con frecuencia, la controversia rodea las
circunstancias de la exposición al ruido, hasta el extremo de que los aspectos polí-
ticos, éticos y económicos pueden tener tanto que ver en la decisión acerca de los ni-
veles permisibles de la exposición al ruido como las estimaciones cuantitativas de
esta exposición o de la respuesta que genera.
Una encuesta social llevada a cabo adecuadamente puede aportar información
detallada no sólo acerca de la molestia, sino también acerca de la interferencia en
las actividades debida al ruido. La información que puede obtenerse incluye:
23.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Objetivos
Ya que los objetivos vagos tienden a producir conclusiones vagas, los objetivos de
una encuesta social deben especificarse con un detalle considerable. Por ejemplo,
«Debe llevarse a cabo una encuesta social para averiguar lo que piensa el público
acerca del nuevo aeropuerto» es un objetivo demasiado general para que resulte
útil. Ejemplos de objetivos más específicos son los siguientes: «El propósito de la
encuesta social es: (1) determinar el porcentaje de residentes de ciertas calles que se
verán muy afectados por la exposición al ruido del aeropuerto», (2) comparar la
molestia así obtenida con la de un grupo de control en una comunidad próxima no
expuesta y (3) identificar las fuentes de ruido existentes en el área y las cantidades
de interferencia del habla producida por ellas.»
En la fase inicial de la encuesta es importante identificar los recursos disponibles
para llevarla a cabo, ya que su diseño estará fundamentalmente influido por su es-
cala. Por ejemplo, el desarrollo de la selección de localizaciones y estrategias de en-
trevista depende del análisis de la magnitud relativa del coste por localización y por
entrevista. Si los recursos disponibles son insuficientes. es preferible a veces confiar
en la información existente que intentar recoger información parcial con una en-
cuesta para la que falta financiación. Más aún. como muchos objetivos pueden ajus-
tarse al presupuesto. una clara comprensión de los límites de éste obligará. por lo
general. a concentrar el esfuerzo en los objetivos de mayor prioridad.
Las preocupaciones presupuestarias afectan de muchas maneras a la forma en
que la encuesta social se lleva a cabo. Los costes varían considerablemente según las
distintas técnicas de entrevista. los distintos niveles de detalle en la medida del rui-
do. los diferentes esquemas de muestreo y los distintos tipos de análisis de datos.
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.9
Muestreo
Dos tipos de muestras suelen resultar de interés: una muestra propositiva y una
muestra al azar.
Una muestra propositiva consiste en individuos elegidos deliberadamente para
la entrevista sobre la base de algún criterio relacionado con los objetivos de la en-
cuesta social. Por ejemplo, si el objetivo específico fuera comparar las actitudes de
los residentes más antiguos de un área particular impactada por el ruido con las de
aquellos que se han mudado recientemente a la vecindad, podríamos decidir entre-
vistar a todas las personas que viven en ciertas calles desde hace menos de 6 meses
o más de 5 años.
Una muestra al azar es aquella en que cada miembro de la población objetivo
tiene igual probabilidad de contribuir a los datos (igual oportunidad de ser entre-
vistado). Una muestra al azar es preferible cuando se desea generalizar las conclu-
siones a poblaciones distintas de aquélla en la que fueron elegidos los encuestados.
La principal ventaja de una muestra al azar es que puede emplearse la fuerza de la
teoría estadística para determinar los errores máximos de las estimaciones. Por
ejemplo. sobre la base de unos pocos supuestos. es posible calcular el tamaño de la
muestra al azar requerida para asegurar que la estimación del porcentaje de la co-
munidad muy molesta por la exposición al ruido sobre la base del número encues-
tado no difiere del verdadero porcentaje para toda la comunidad en más de una
cantidad específica. Pocas veces son necesarias muestras mayores de unos pocos
cientos de encuestados por localización en las encuestas sociales.
Una vez decidido el tipo de muestra apropiada para un estudio, hay que identi-
ficar la población representada por la muestra. A menudo, esto implica la localiza-
ción de submuestras en áreas geográficas separadas para distintos niveles de expo-
sición al ruido. Entonces hay que encontrar medios sistemáticos y exhaustivos de
seleccionar potenciales encuestados. Hay que considerar listas de registros de vo-
tantes, listines telefónicos. contratos de servicios y fuentes similares para lograr que
sean completas y recientes.
Sea cual sea el estilo de entrevista adoptado, hay que seleccionar un conjunto de
preguntas a plantear. Para la mayoría de las encuestas sociales sobre respuesta co-
munitaria frente a la exposición al ruido, es definitivamente preferible un cuestio-
nario con categorías fijas de respuesta (<<sí», «no», un conjunto limitado de adjeti-
vos, etc.), que las preguntas de respuesta abierta, en que el entrevistador
simplemente registra la verbalización de los puntos de vista de los encuestados. El
uso de categorías fijas de respuesta simplifica el resumen de los datos y el análisis, a
costa de mayor cantidad de concentración en la preparación de un cuestionario es-
tructurado.
El principio general que ha de guiar el desarrollo de un cuestionario es evitar
cualquier rastro de prejuicios en las respuestas. Estos prejuicios varían de obvios a
sutiles. Por ejemplo, no se debe preguntar, «¿Con qué gravedad trastorna su sueño
el ruido del tráfico?», ya que la formulación de la pregunta sugiere claramente que
el trastorno per se es un hecho aceptado y que sólo se cuestiona el grado del tras-
torno. De la misma manera, hay que evitar preguntas retóricas, que sólo pueden te-
ner una respuesta. Hablando estrictamente, «¿Ha temido usted alguna vez que se
estrellara un avión?», a duras penas podría responderse con una negativa por una
persona razonable.
Además de evitar formulaciones directivas en las preguntas concretas del cues-
tionario, también hay que evitar un orden de cuestionamiento que sugiera una con-
clusión. Por ejemplo, no hay que preguntar acerca del riesgo de los daños auditivos,
trastorno del sueño y la conversación, molestia, daño económico impuesto por el
descenso del valor de las propiedades, o trastornos nerviosos y otros riesgos para la
salud y luego esperar una respuesta sin sesgo a la pregunta final, «En conjunto.
¿qué opina usted acerca del ruido en su vecindario?».
Hay que tener cuidado de hacer preguntas precisas y no vagas. En vez de pre-
guntar acerca de los «trastornos del sueño», por ejemplo, que pueden significar dis-
tintas cosas para personas diferentes. se debe preguntar por el número de veces que
se despierta debido al ruido a horas determinadas. tardanza en quedarse dormido e
informaciones específicas parecidas.
El sentido común. agudizado por la experiencia en la elaboración de cuestiona-
rios, es la mejor protección contra el tipo de errores descritos anteriormente. Tam-
bién es aconsejable someter el cuestionario a una prueba piloto (entrevistar en pri-
mer lugar a un pequeño número de personas) antes de llevarlo al campo. con el fin
de controlar el tiempo de realización del cuestionario, verbalizaciones extrañas, etc.
MOLESTIAS INDUCIDAS POR EL RUIDO EN INDIVIDUOS Y COMUNIDADES 23.11
Recogida de datos
Las predicciones de la molestia inducida por el ruido en una comunidad pueden ha-
cerse mediante (1) la extrapolación de la relación empírica dosificación-efecto
o (2) una teoría que relacione la exposición al ruido y la molestia observada en las
comunidades. El primer método es más simple, pero no necesariamente más preci-
so o amplio.
Teoría probabilística
Una forma más amplia de predecir la molestia inducida por el ruido en las comu-
nidades es mediante una teoría probabilística4 • en donde los informes de respuesta
directa acerca de las molestias son divididos en (1) un componente asociado con la
exposición al ruido y (2) un componente asociado con factores no físicos. Esta teo-
ría asume que el nivel sonoro corregido día-noche aporta una descripción adecuada
de la exposición al ruido producida por fuentes de ruido tales como el sobrevuelo de
aviones y el tráfico de sl.perficie. Las reacciones de las personas en la comunidad
frente a esta exposición al ruido se asumen exponencialmente distribuidas con un
mlor medio 111 para la pohlacián. Se asume que el valor de m está relacionado con
el nivel sonoro día-noche mediante
lOO
95
90
85
80
Vl
75
o
tí 70
~
o
E 65
>
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25
20
15
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O~~~~~~~~-L~~~~~~~L-~~~~~-L-L-L~-J
40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90
ceso de toma de decisiones que está influido tanto por factores acústicos como no
acústicos. El efecto neto de los factores no acústicos sobre el proceso de toma de de-
cisiones puede contemplarse como una forma de sesgo de la respuesta. El porcen-
taje de la población que se describe a sí misma como muy molesta se predice de la
siguiente manera.
Supóngase que:
o como
REFERENCIAS
Dylan M. Jones
Donald E. Broadbent
INTRODUCCION
Los efectos del ruido sobre el rendimiento de las personas son distintos de los efec-
tos de la molestia o los fisiológicos; existe escasa concordancia entre las medidas de
estas diferentes respuestas. Incluso una reacción violenta frente al ruido puede no
acompañarse de la correspondiente pérdida de eficacia en el desarrollo de las acti-
vidades, en tanto que pueden producirse cambios en la eficacia aunque la persona
considere que el entorno es aceptable. Del mismo modo, los cambios fisiológicos in-
ducidos por el ruido no se reflejan necesariamente en el rendimiento, aunque po-
dría observarse una reducción del rendimiento sin cambios fisiológicos detectables.
Este grado de independencia tiene importantes implicaciones para el estudio
del ruido y el rendimiento, tanto para quienes creen que el ruido altera las funcio-
nes humanas, como para quienes creen que sus efectos son despreciahles o sólo ad-
miten los efectos derivados de la propiedad de «enmascaramiento» del ruido. Es-
pecíficamente, nos previene. por una parte, contra el estudio exclusivo de aquellos
ambientes en los que hay evidencia de quejas y, por otra. contra el abandono del es-
tudio de los ambientes en los que no existe evidencia de camhio en el rendimiento.
El ruido produce una serie de efectos positivos y negativos sobre el rendimiento.
El efecto depende crucial mente del tipo de ruido y de las exigencias de la tarea. Por
ello, factores como el nivel de familiaridad de la persona con el trabajo. el grado en
que la ejecución depende del uso de palabras, la medida en que las distintas partes
de la tarea planteen exigencias contradictorias sobre la atención. el tiempo que se
ha estado ejecutando la tarea y algunos otros determinan el grado de alteración.
Muya menudo. la ineficacia es momentánea y no general. sobre todo si se requiere
de la persona que responda continuamente. Otros agentes y factores que determi-
nan la reactividad de la persona o el nivel de activación (tales como la pérdida de
sueño o el estado de ánimo) modifican la respuesta normal frente al ruido. Esto se
24.1
24.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
manifiesta mediante la supresión del efecto habitual o haciendo que empeore el de-
terioro del rendimiento.
Rara vez se llevan a cabo estudios industriales sobre los efectos del ruido en el
rendimiento, posiblemente debido a las muchas dificultades para organizar los en-
sayos e interpretar los resultados. La principal dificultad en los estudios industriales
es la falta de control de aspectos del trabajo que también pueden cambiar a medida
que el nivel de ruido se modifica. Por lo general, los cambios del nivel de ruido están
asociados con factores tales como un traslado de edificio o el tipo o magnitud del
trabajo que se realiza. Los efectos también pueden ser menos específicos, tales
como una mejora del estado de ánimo como resultado de que la patronal haya ex-
presado su preocupación acerca del bienestar de los trabajadores. Esto puede su-
ceder de forma inadvertida, por ejemplo, manifestando la intención de llevar a cabo
una disminución del trabajo. De ahí que, en tales casos, la mejora temporal en el ni-
vel de eficacia se corresponda sólo con el período de moral alta y la reducción en el
nivel de ruido contribuya sólo indirectamente a la mejora del rendimiento. Esta dis-
tinción es importante en la práctica: la mejora del estado de ánimo puede lograrse
de otras formas, posiblemente más fáciles de implementar y más duraderas que la
reducción del ruido. Dada la probabilidad de todos estos factores complejos, los in-
formes sobre los efectos benéficos de la reducción del ruido han de tomarse con
cautela; hay que considerar la posibilidad de que algún factor extraño haya influido
en el resultado.
En los estudios de laboratorio, al igual que en los industriales, hay que tener cui-
dado de asegurarse de que la variación observada en el rendimiento puede atribuir-
se claramente al efecto del ruido. Las dificultades surgen de varias fuentes. En pri-
mer lugar, existe una considerable fluctuación de la ejecución de una tarea debida
al azar: esta variación puede observarse entre diferentes personas y en la misma
persona. Por tanto, es necesaria alguna estimación de esta variación debida al azar.
que luego habrá de compararse con el efecto producido por el ruido. Una forma de
manejar este problema es recoger datos representativos en cantidad suficiente. En
segundo lugar, los efectos del ruido pueden cambiar debido a algún factor adicional,
como el nivel de fatiga producido por la tarea, de manera que si se pide a la persona
que ejecute la tarea en silencio e inmediatamente después con ruido, el efecto de
éste se verá exagerado por la fatiga. Una manera de superar esta dificultad es asig-
nar los sujetos experimentales a dos grupos separados, uno que sólo reciba ruido y
otro que experimente silencio. Otra opción es que la misma persona reciba períodos
alternativos de ruido y silencio. Pero si los períodos de alternancia son demasiado
rápidos, la persona puede carecer del tiempo suficiente para adaptarse a cada con-
dición y se obtendrá como resultado un nivel medio de rendimiento. También hay
que tener cuidado para equilibrar el orden de presentaciones del ruido, de manera
que. en el caso más sencillo, el estudio tenga tantas personas realizando la tarea con
las condiciones de orden «silencio-ruido», como con «ruido-silencio». Por último.
las condiciones que la persona encuentra en primer lugar pueden influir en la eje-
cución de la tarea en ocasiones posteriores, aunque el nivel de ruido haya cambia-
do. Este efecto ha sido encontrado muy a menudo con el ruido 1.2 y despierta dudas
acerca de los estudios en que no ha sido contemplado.
El control y la especificación del ruido en sí es. sin lugar a dudas, un problema
en algunos estudios sobre rendimiento. Se ha empleado una gama muy amplia de
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.3
Por lo general el rendimiento decae cuando un sonido se oye por primera vez. Aun-
que este efecto ha sido ampliamente establecido, los detalles de su operación son
todavía dudosos. Sin embargo, el cambio de ruido a silencio o de silencio a ruido es
suficiente como para provocar un deterioro temporal del rendimient04 • En un de-
terminado estudio, los sujetos experimentales sumaron números que aparecían
mezclados con una serie de letras durante períodos de ruido (una bocina fuerte de
automóvil) y silencios. El ruido ralentizó la velocidad de suma, pero este efecto dis-
minuyó después de las primeras sumas (véase Figura 24.1). Más aún, una ralenti-
24.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
45rlr--~--.---.---.---,
35L-__L -__L -_ _ ~ _ _~ _ _~
RUIDO RUIDO
FIGURA 24.1. Alteración temporal del rendimiento causada por la activación y de-
sactivación del ruido. (Dibujada a partir de los datos de J. J. B. Morgan4 .)
Golpes de ruido
Los golpes de ruido también alteran la eficacia; este efecto se circunscribe al perío-
do que sigue al inicio del golpe y puede durar hasta 30 segundos, pero por lo general
es de 2 o 3 segundos. Las tareas que requieren la coordinación de mano y ojo pa-
recen ser particularmente proclives a este efectoR, aunque algunos de los compo-
nentes de las tareas pueden ser más susceptibles a la alteración que otros. Por lo ge-
neral, los golpes de ruido parecen tener más efecto cuando la persona está
absorbiendo la información presentada visualmente que cuando procesa el material
después de haberlo adquirido. Los golpes de ruido durante una tarea mental arit-
mética pueden llegar cuando la persona está inspeccionando la suma o durante una
fase de cálculo mental posterior'l. Los efectos son proporcionales al cambio del ni-
vel sonoro más que a su nivel absoluto lO , ya que una alteración muy similar se pro-
duce si los sujetos llevan aparatos protectores del oído (y el nivel absoluto descien-
de. pero no el cambio de nivel).
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.5
Ruido intermitente
Cuando el ruido es intermitente, los efectos de los golpes de ruido sobre el rendi-
miento dependen de: (1) el porcentaje de tiempo durante el cual el ruido está acti-
vado y (2) la duración de la tarea. Si se manipula la duración del ruido en un ciclo
de 5 segundos, la velocidad con que los sujetos completan una tarea de búsqueda es
una función creciente del ciclo ACTIVADO-DESACTIVADO durante los pri-
meros minutos de ejecución de la tarea. Pero una vez que la tarea lleva en marcha
cierto tiempo, se transforma en una función escalonada descendiente del tiempo
ACfIV ADO. El ruido intermitente tiene dos efectos (Figura 24.2): (1) el efecto de
distracción, manifestado en el efecto negativo de los golpes cortos al comienzo de la
tarea, y (2) el efecto de alerta o activación de la persona a medida que la tarea avan-
za; ahora el tiempo ACTIVADO más corto mejora notablemente la ejecuciónó • El
efecto de la regularidad de los golpes resulta más difícil de predecir anticipadamen-
te. Si se compara el ruido continuo a lo largo de un determinado rango de niveles
sonnros con un ruido intermitente, con un porcentaje del 50 por 100 de actividad del
ruido, y ambos ruidos tienen intensidades similares, la ejecución es peor con ruido
periódico y con ruido fuerte, pero el efecto de la periodicidad no depende del nivel
del ruido l !.
Los efectos del ruido intermitente sobre tareas que requieren que la persona de-
tecte acontecimientos extraños, del tipo de los necesarios para los trabajos de ins-
pección, son extremadamente complejos. Algunos factores (tales como la velocidad
de respuesta) pueden mejorar, en tanto que otros (tales como la sensibilidad y la
precisión) se deterioran en presencia del ruido!2. En otros casos, los efectos son pe-
queños o inconsistentes 13 .
TIempo de exposición, min
28
O = 1,0 - 3,2
O = 4,0 - 6,2
íñ D. =7,0-9,2
Á = 10,0 - 12,2
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20~--------L-------~
30 70 100
Porcentaje de tiempo
del ruido activado
FIGURA 24.2. Efectos del grado de interrupción del ruido en la velocidad de res-
puesta tras varios tiempos de exposición. (De W. H. Teichner, E. Arees y R. Reilly".)
24.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Son muchas las tareas insensibles al ruido continuo o familiar; habitualmente. son
sencillas y poco exigentes. Los procesos sensoriales, como los que requieren agu-
deza visual. son inmunes a niveles de ruido y sonido por encima de 100 dB(C) y al-
gunas respuestas visuales simples, tales como la velocidad de los movimientos ocu-
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.7
lares, cambian muy poco bajo niveles sonoros por encima de 100 dB(C)20. Sin
embargo, existe cierta evidencia de que mejora la habilidad para detectar el par-
padeo, una función que se considera sensible a los efectos de la activación (véase
apartado siguiente ?I. Las tareas motrices sencillas son también inmunes a niveles
sonoros por encima de 100 dB(C), como pueden ser el presionar un dinamómetro,
mantener un puntero en un a~ujero sin tocar los bordes y montar y desmontar con
destreza candados y cerrojos2 .
Las tareas algo más complicadas, como aquellas que implican tiempos de reac-
ción, en que el sujeto tiene que responder tan rápidamente como sea posible a una
señal visual (que, y esto es importante, está precedida de una señal de aviso), tam-
poco se ven afectadas por el ruido fuerte 23 . Los efectos sobre los tiempos de reac-
ción para señales visuales que no tienen aviso previo y frente a las que hay que rea-
lizar varias respuestas, son bastante diferentes (véase apartado siguiente).
Las pruebas de papel y lápiz relacionadas con las funciones intelectuales, tales
como tareas mentales aritméticas, raramente se ven afectadas por un ruido conti-
nuo fuerte. Una gran variedad de experimentos ha demostrado este punto, en su
mayoría con niveles de presión sonora entre 80 y 100 dB(C)22.24. Como generaliza-
ción, el tiempo medio de realización de una larga serie de operaciones intelectuales
inconexas no se ve afectado por el ruido. Si las operaciones están conectadas entre
sí de alguna manera y plantean una carga para la memoria de la persona, es proba-
ble que sean sensibles al ruido. Por ejemplo, el ruido deteriora la ejecución si la ta-
rea es de búsqueda de números y el objetivo buscado depende del último elemento
encontrado, o si el problema aritmético se presenta brevemente, desapareciendo de
la vista antes de que el cálculo haya comenzado l . Estos resultados sugieren que si la
tarea implica una carga cognitiva, ya sea porque las demandas que plantea son im-
previsibles o porque hay que acumular evidencias o recogerlas de fuentes diversas,
es probable que sea susceptible de alterarse por el ruido.
Consideremos una tarea en que la persona tenga que dirigir su atención a una o más
fuentes de información durante largos e ininterrumpidos períodos de tiempo y bus-
car pequeños cambios en la información que le es presentada. Estas tareas de ras-
treo son análogas a algunos tipos de inspección industrial o mantenimiento de vi-
gilancia. A niveles muy altos de ruido (con niveles de presión sonora por encima de
95 dB), puede producirse una caída del rendimiento. Los sujetos tienden a manifes-
tar distintos grados de confianza acerca de la presencia de una señal. En algunas
ocasiones se muestran muy seguros, pero en otras manifiestan dudas o inseguridad,
se sienten ligeramente inclinados a creer que la señal se ha producido, o ligeramen-
te en contra, pero no están totalmente seguros. La evidencia de este tipo de enjui-
ciamientos puede registrarse pidiendo a la persona que indique cuál de entre varias
categorías, que van desde «seguro que sÍ» a «seguro que no», se aplica a cada caso
24.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
casos, donde las señales son muy probables, con ruido decrecerá la incidencia de
respuestas «inseguro», conduciendo a una reducción de la tasa total de detección.
El uso de juicios de confianza es un método útil para comprender los efectos del
ruido. Sin embargo, la preferencia por las categorías de seguridad extremas no es un
efecto que se limite a las tareas de rastreo; también se observará en situaciones tan
distintas como el enjuiciamiento del carácter de otras personasJ2 y de la familiaridad
de las palabras28 •
Vigilancia cognitiva. Las tareas de control de este tipo plantean fuertes exigen-
cias a la memoria y a la atención sostenida y son. en muchos sentidos. prototipos del
trabajo en los entornos industriales contemporáneos. Por ejemplo. se presentan dí-
gitos aislados en una pantalla y la tarea de la persona consiste en detectar una se-
cuencia particular. del estilo de tres dígitos impares seguidos. Este tipo de tarea es
muy sensible a los efectos del ruido. mostrando pérdidas de eficacia a niveles so-
noros de 80 u 85 dB(C). La naturaleza exacta del efecto no depende de la natura-
leza de la tarea. Factores tales como el tipo de señal que se está buscando. la pro-
bahilidad de aparición de la señal J7 y el tipo de entrenamiento'X son cruciales para
los resultados.
24.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
90
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r.n 80
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20
o 15 30 45 60
MINUTOS DE VIGILANCIA
Rendimiento continuo
reducen el tiempo de respuesta a las más frecuentes. Parece por tanto que el ruido
altera la estrategia de distribución de la atención, alejándola de las fuentes de pro-
babilidad baja hacia aquellas con probabilidad alta. Este es un rasgo general impor-
tante del efecto del ruido sobre la ejecución que puede aparecer de varias formas en
distintas tareas. El ruido también hace a las personas inflexibles en la adopción de
esta estrategia: siguen empleándola incluso cuando, de forma inesperada, las pro-
babilidades de las señales vuelven a la normalidad. Por tanto, el efecto estratégico
no es fugaz y el período durante el que persiste puede ser relativamente cort04J .44 o
larg045 •
El papel de las claves acústicas. Han existido afirmaciones acerca de que el efecto
del ruido actúa a través del enmascaramiento de las claves acústicas aportadas por
el tecleado de los discos de respuesta46 ,47. Sin embargo, cuando se toman precaucio-
nes para eliminar el efecto de las claves acústicas, se produce el habitual aumento
de los errores a lo largo del tiempo. En una modificación especial de la tarea, en lu-
gar de emplear discos de metal y un puntero, el sujeto responde en un tablero silen-
cioso y el ruido se transmite a través de auriculares4H • Más evidencia adicional acer-
ca de que el deterioro del rendimiento no se debe al enmascaramiento de las claves
acústicas es que la ejecución sigue decayendo cuando el ruido se desconecta (véase
Figura 24.4). Este deterioro continuo apoya la idea de que el ruido ha producido al-
gún cambio en el estado de alerta o vigilancia (véase siguiente apartado para una
discusión más detallada).
Cuando la misma persona tiene que llevar a cabo varias tareas, pero una de ellas
es dominante, el ruido aumenta el esfuerzo aplicado a esta tarea dominante a ex-
35
30 ~ '" .)CFuerte
Vl
Q) ,1''''1.
g 25 / 1
w
/ 1
20 ,
I 1
,/ yICSilenCiO
15 ~ ___ IC 1
2 3 4
Cuartos de tarea
FIGURA 24.4. Errores medios en reacción secuencial durante cuatro cuartos de ta-
rea. La línea vertical muestra el punto en que el ruido fue desconectado y la ejecución
continuó en silencio. (De D. M. Jones106 .1
24.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
pensas de las menos dominantes. Parece que el ruido produce mayor concentración
sobre una parte del campo visual y menor sobre otras. En la tarea de observar la
respuesta (descrita anteriormente), si una de las lámparas se enciende más frecuen-
temente que las otras, el observador tiende a controlarla más a menudo y a ser ne-
gligente con las demás fuentes. Esta tendencia a controlar la fuente de información
más dominante se exagera con ruido blanco a un nivel sonoro de 100 dB(A) Y se
hace más pronunciada al final del período de trabaj o49.
Las tendencias que muestran los efectos del ruido sobre el rendimiento son pareci-
das a las descritas anteriormente, incluso cuando la tarea se compone de dos partes
distintas que han de llevarse a cabo más o menos simultáneamente. En este caso, el
componente dominante es una tarea de rastreo que requiere que el observador
mantenga un puntero alineado con otro. Al mismo tiempo, tiene que responder a la
iluminación breve de una de las seis fuentes de luz dispuestas en arco alrededor de
la tarea de rastreo. Nunca se informa acerca de algunas luces y la probabilidad de
perder una señal aumenta hacia la periferia. Con ruido a un nivel sonoro de
100 dB(A), el porcentaje de detecciones aumenta sobre todo en las luces periféri-
cas, en tanto que mejora la ejecución frente a las luces centrales y en la tarea de ras-
treo (véase Figura 24.5). Hay varias formas de demostrar que esto no es una especie
de «visión en túnel» que surge de la sensibilidad reducida a la visión periférica. En
primer lugar. si las luces permanecen encendidas indefinidamente, la diferencia en-
tre las centrales y las periféricas desaparece: el ruido aumenta el tiempo de res-
100
90
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'0
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50
~
o
a.. 40
30
20
01
2 3 4 5 6
Localización de la fuente
FIGURA 24.5. Efectos del ruido sobre la ejecución en una tarea múltiple sobre la de-
tección de las fuentes de luz y el seguimiento del rastreo. (De G. R. J. Hockeyl3.)
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.13
puesta a todas las luces, aunque el rastreo mejora. En segundo lugar, si se aumenta
notablemente la probabilidad de que una luz aparezca en el centro, incluso con se-
ñales indefinidamente visibles, la eficacia de detección en la periferia desciende
bruscamente, en tanto que la del centro mejora I7 •IR • Parece que el sujeto concentra
su atención en aquellos lugares donde las señales son más probables y esta tenden-
cia es más pronunciada con ruido fuerte.
Si hay que llevar a cabo dos tareas al mismo tiempo, los efectos del ruido depen-
den de si las tareas se apoyan sobre recursos de procesamiento parecidos. Si una ta-
rea que requiere detectar números repetidos se combina con otra que implica la es-
timación de proporciones, a medida que se modifique la dificultad o prioridad de las
tareas, el efecto del ruido no aumentará. Si, sin embargo, la tarea de detección se
empareja con otra que requiera enjuiciamientos complejos acerca de lo que hay que
recordar, el grado de alteración producido por el ruido está determinado por las
prioridades y dificultad de la tarea 50 .
Una situación análoga a la de las tareas motoras descritas emplea dos tareas de me-
moria: el recuerdo de la tarea dominante depende de la repetición deliberada que
el sujeto hace de los elementos, en tanto que la tarea secundaria requiere que la
persona recuerde los rasgos incidentales del entorno, aunque habitualmente no se
le den instrucciones específicas para que los atienda. Por ejemplo, pueden presen-
tarse palabras en distintas esquinas de la pantalla, con instrucciones de memorizar
las palabras, pero sin instrucciones específicas acerca de sus localizaciones. Cuando
se comprueba el recuerdo de las palabras, la ejecución es en todo caso mejor con
ruido, pero cuando de forma inesperada se pregunta a los sujetos que recuerden las
localizaciones de las palabras, el ruido hace que el rendimiento empeore notable-
mente 51 • Otro enfoque es presentar una palabra en el centro de la pantalla con ins-
trucciones de recordarla, en tanto que no se hace mención acerca de otras palabras
visibles en la periferia. A niveles sonoros de 75, 85 o lOO dB(C), el recuerdo de la
palabra central tiende a mejorar al aumentar el nivel sonoro. El recuerdo de las pa-
labras periféricas sobre las que no se reciben instrucciones, comparado con la con-
dición de «no ruido», sin embargo empeora a un nivel sonoro de lOO dB(C), con al-
guna evidencia de empeoramiento también a 85 dB(C)52. Este cambio en la
prioridad de procesamiento de las fuentes de información no depende de si hay que
recordar las localizaciones o las palabras, ya que aparece el mismo efecto de prio-
ridad si el recuerdo de las palabras resulta secundario al recuerdo de los lugares.
Tampoco depende el efecto del orden en que se recuerden los elementos, ya que es
posible organizar la tarea de manera que el elemento de menor prioridad se re-
cuerde en primer lugar; el ruido mejora el recuerdo del elemento de alta prioridad
a expensas del elemento de menor prioridad53 . El efecto del ruido depende de la
prioridad asignada a cada elemento. El ruido produce mejoras en la eficacia de al-
gunos componentes, habitualmente aquellos sobre los que las instrucciones ponen
24.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
La prueba de Stroop
La prueba Stroop es una tarea en que los componentes dominante y secundario es-
tán más íntimamente conectados que en la tarea que acabamos de considerar. Un
conjunto de materiales de la tarea da lugar a la denominada interferencia Stroop:
palabras de colores (p. ej., rojo, verde, azul) se imprimen en tintas de colores incom-
patibles (p. ej., la palabra rojo está escrita en verde). La tarea de la persona consiste
en nombrar el color de la tinta y suprimir la tendencia a leer la palabra. La prueba
de Stroop se muestra sensible al ruido a niveles sonoros tan bajos como 85 dB(C).
En su forma completa, la prueba contiene tres subapartados: uno en el que hay que
nombrar manchas de colores (C), otro en el que hay que leer palabras monocromas
(P) y una condición de interferencia (CP) en que palabras de colores aparecen im-
presas con tintas de otro color. Esta última condición suele recibir el nombre de
condición de interferencia Stroop. Las objetivos de C y P actúan como medida de la
velocidad de lectura para los dos tipos de materiales. Si la prueba de Stroop se lleva
a cabo sin las condiciones C y P como control, queda abierta la posibilidad de que
la medida del efecto se debiera a cambios en la velocidad de lectura y no a cambios
en la interferencia. Sin embargo, incluso con esta salvaguarda, la prueba Stroop
suele mostrar efectos complejos54. Bajo ruido continuo, la eficacia empeora, pero
esto sólo ocurre una vez que el sujeto ha estado sometido al ruido durante cierto
tiempo. Posiblemente ésta es otra manifestación de que la tendencia a la verbali-
zación se exagera con el ruido, haciendo que decrezca la tasa de trabajo (véase si-
guiente apartado).
Existen varias situaciones en que sólo se ve un tipo de material sobre el que el sujeto
tiene que aplicar dos tipos de análisis o reglas. Así, cuando un sujeto mira a una lista
de letras, las instrucciones pueden alterar el equilibrio entre la búsqueda y la me-
morización. El ruido tiene el efecto de empeorar aquella faceta de la tarea que las
instrucciones contemplan como menos importante55 . Como ejemplo adicional, las
personas que leen un texto buscando errores tipográficos y gramaticales en una
pantalla. con ruido a nivel sonoro de 70 dB(A) encuentran menos errores gramati-
cales que si trabajan en silencio [36 dB(C)]. en tanto que la detección de errores ti-
pográficos no se ve afectada. De entre las dos tareas. la detección de errores gra-
maticales puede contemplarse como dominante, ya que surge casi naturalmente de
los hábitos de lectura cotidiana. La detección de errores tipográficos requiere un
examen del texto letra a letra, estrategia que es a la vez poco natural y, hasta cierto
punto, incompatible con la extracción del significado. Así, una vez más se demues-
tra que la actividad natural dominante es inmune a los efectos del ruido; el deterio-
ro sólo se hace evidente en actividades a las que se asigna (o que se asume) menor
prioridad56 .
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.15
EFECTOS DE LA ACTIVACION
Pérdida de sueño
Otros estresantes
~ 60
<i. 50 -O OS! S
ZUJ
º~
~I-
40 /
o /¡( OS! R
~~ 30 x ___XS!R
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Z 10
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a:: 1 2 3
UJ
PERIODOS DE 10 MINUTOS
FIGURA 24.6. Los efectos de las combinaciones de sueño (S) y privación del sueño
(DS) sobre los errores proporcionales (errores como porcentaje del total de respues-
tas) en una tarea de reacción secuencial. (De R. T. Wilkinsorf9.)
24.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
No sólo las preferencias entre los factores de costelbeneficio de la tarea son impor-
tantes en el modelado del efecto del ruido sobre el rendimiento, sino que también
hay que tener en cuenta las preferencias de las persona por los niveles de ruido. Las
diferencias individuales en activación son responsables del establecimiento de la to-
lerancia de la persona al nivel global de ruido y esto, a su vez, configura la natura-
leza de sus efectos sobre el rendimiento. La dimensión de introversión de persona-
lidad ha sido largamente identificada con el estado de activación de la persona: los
extravertidos tienden a buscar y son capaces de tolerar niveles de estimulación más
elevados que los introvertidos76 • Por ejemplo, si se permite que las personas ajusten
el nivel de ruido hasta donde lo consideren óptimo, los extravertidos seleccionan ni-
veles sonoros más elevados77 . Si, después de hacer este tipo de enjuiciamientos, los
sujetos son expuestos a un ruido que esté por encima o debajo de su óptimo mien-
tras llevan a cabo una tarea de aprendizaje, el rendimiento de los introvertidos sólo
empeora si el nivel de ruido está por encima de su óptimo. Por contra, el rendimien-
to de los extravertidos declina si el nivel de ruido está por encima o por debajo de
su óptimo. Cualquier divergencia del óptimo podría, pero no siempre, empeorar el
rendimiento. El punto crucial es que el nivel óptimo es distinto para los dos grupos,
pero en la práctica es difícil especificarlo por adelantado.
Cuando se están aprendiendo materiales más complejos, la variable de perso-
nalidad más importante parece ser el neuroticismo más que la extraversión. A me-
nudo se cree que el neuroticismo se refleja en pensamientos orientados hacia uno
mismo, preocupación y ansiedad, todo lo cual empeora el aprendizaje 78 . El ruido
perjudica el rendimiento de los neuróticos y mejora el de los individuos estables.
Esto resulta particularmente cierto para tareas complejas. tales como recuperación
de información de la memoria semántica 79 o aprendizaje de párrafos en prosa80.
En los experimentos descritos anteriormente, sólo se ha considerado el efecto
de los sonidos sin significado. Aunque estos sonidos son típicos de los procesos in-
dustriales, las tareas de oficina suelen acompañarse con más frecuencia de un con-
glomerado de sonidos: de máquinas de escribir. teléfonos y, más importante, del ha-
bla. El habla parece tener una capacidad especial para captar la atención del oyente
y produce toda una gama de efectos perjudiciales sobre las ejecuciones mentales
complejas.
Si el sujeto oye el habla mientras lee o recuerda material verbal, el rendimiento de-
clina drásticamente!H. Acerca de la acción del habla irrelevante pueden identificar-
se dos áreas principales aparentemente diferentes: efectos sobre la memoria y efec-
tos sobre la lectura.
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.19
15
14
13
12
'"
al Habla hacia
g 11
al
b delante
Habla al revés
al
"O 10
o
:o 9
E
.~
z 8
2 3 4 5 6 7
Posición de presentación
FIGURA 24.7. Efectos de los distintos tipos de habla irrelevante sobre el recuerdo
secuencial de siete consonantes. Los errores se muestran en relación con la posición
de presentación de las consonantes. (De D. M. Jones, C. Miles y J. Pagt!'.)
24.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
Características del filtro auditivo. Los sonidos no hablados rara vez alteran la
memoria a corto plazo, lo cual sugiere que el sistema auditivo humano posee algún
tipo de mecanismo de filtro responsable de controlar qué sonidos son atendidos y.
por tanto, poseen la cualificación para acceder al sistema de memoria. Por ejemplo,
el efecto de la música instrumental es mucho menos marcado que el de la música
con contenido vocal'll , y una melodía tarareada en voz baja es menos disruptiva que
si se entona o declama en voz alta92. Estos resultados sugieren que el factor respon-
sable de la alteración de la memoria es algún rasgo del habla que se basa en las pa-
labras y no simplemente en la voz.
Efectos sobre la lectura. Una manera de realizar un examen detallado del efecto
sobre la lectura es pedir a los sujetos que detecten cierto tipo de errores en una ta-
rea de lectura de pruebas con habla irrelevante. Se pueden distinguir dos clases de
errores: errores contextlla/es. que sólo pueden detectarse haciendo referencia al sig-
nificado principal del texto. y errores 110 contextua/es. como los tipográficos, cuya
detección no depende de la comprensión y puede lograrse mediante el análisis de
los rasgos físicos de las palabras.
Al igual que los resultados de los estudios de memoria. el efecto del habla irre-
levante sobre la lectura de pruebas es independiente del nivel sonoro [al menos a
niveles sonoros entre 50 y 70 dB(A)]. Sin embargo, en contra del efecto sobre la me-
moria, el habla con significado distrae más que el habla sin significado. Más aún, la
pérdida de eficacia se concentra en los errores no contextua les. Inicialmente, los re-
sultados parecen contrarios a nuestra intuición: el habla con significado contribuye
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.21
La mayoría de las evidencias disponibles sobre los efectos del ruido fuerte en el ren-
dimiento proviene de estudios de laboratorio en lugar de estudios de campo. La ex-
trapolación resulta difícil, a pesar de que existen varias tendencias generales que
pueden afirmarse con cierta confianza para predecir el tipo y grado de pérdida de
rendimiento en un entorno particular usando como base los hallazgos del labora-
torio. Las tareas sencillas, sobre todo si no tienen un componente verbal, son rela-
tivamente inmunes a los efectos del ruido. Las tareas complejas son más proclives al
deterioro por el ruido, sobre todo si están compuestas de varias actividades que
compiten por los recursos de procesamiento de la persona o si la misma tarea puede
realizarse de varias maneras. Por tanto, el efecto no es el de un declive general en el
rendimiento, sino más bien el de un cambio en el patrón de respuesta. Aunque esto
puede demostrarse de forma inmediata en el laboratorio. es difícil predecir un re-
sultado particular de antemano sin cierto conocimiento de las prioridades que la
persona ha asignado a los distintos elementos de la tarea. En un ambiente deter-
minado, una fábrica o escuela, y puede no haber oportunidad de hacer este tipo de
24.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
análisis, salvo de forma muy imprecisa. Por ello, las predicciones acerca de los efec-
tos del ruido deben hacerse con cautela. Sin embargo, es posible predecir que deben
esperarse efectos sobre el rendimiento cuando los niveles sonoros del ruido estén
por encima de los 95 dB. Pero la habilidad de la persona, el tipo de ruido y factores
tales como la actitud hacia el trabajo pueden alterar de forma considerable el efecto
sobre el rendimiento.
Investigaciones llevadas acabo en la industria han demostrado a menudo que el
rendimiento es mejor en silencio que con ruido. Muchos de estos resultados tienen
escaso valor científico; la mejora de la ejecución puede ser real, pero puede deberse
a otros factores insospechados, tales como la sugestión, errores de muestreo u otros
cambios que acompañan a la reducción del ruido. Por ejemplo, el momento del día
en que más accidentes se producen puede ser también el momento del día en que el
nivel de ruido es más alto. Pero este es también el momento de mayor productivi-
dad y también el momento en que tanto funcionarios administrativos como médicos
están disponibles para registrar los accidentes. Sin embargo, existen los suficientes
casos de aumento en los accidentes como para merecer preocupación, ya que algu-
nos estudios han registrado aumentos del triple y del cuádruple98 • Una técnica para
estudiar los accidentes es examinar los informes oficiales y asociarlos con una gama
de variables, una de las cuales será el nivel de ruido. De las más de 40 variables co-
rrelacionadas de esta forma, el ruido en el lugar de trabajo ha demostrado ser el se-
gundo mejor predictor de la frecuencia de accidentes, aunque el ruido no predice la
gravedad de los accidentes99•
Otro método es comparar el rendimiento en áreas ruidosas y tranquilas. Los ac-
cidentes tienden a ser más frecuentes en áreas ruidosas, en que el nivel sonoro es de
95 dB( A) o superior (véase Figura 24.8). Esta incidencia es particularmente elevada
entre los trabajadores jóvenes y con menos experiencia en los ambientes ruidosos.
quizá reflejando la susceptibilidad de los individuos poco entrenados, para quienes
las demandas sobre la distribución de la atención son particularmente grandes. Si
los trabajadores tienen aparatos protectores para los oídos, hay una reducción de
accidentes subsecuente a su introducción 1OO- 102 , pero este efecto puede ser tan sólo
transitorio.
La productividad también puede declinar con el ruido. En un estudio de traba-
jadores en una fábrica textil, se examinó el rendimiento de los tejedores mientras
usaban tapones para los oídos en semanas alternas durante 6 meses 103 . La eficacia
de la producción del grupo sometido a estudio aumentó un 12 por 100 mientras usa-
ban los aparatos protectores (aportaban una atenuación de unos 15 dB). Existe la
posibilidad de que esta mejora en la productividad coincidiera con condiciones que
fueran favorables para tejer. El estudio de seguimiento empleó la táctica de com-
parar dos grupos de trabajadores igualados en destreza. El grupo que empleó apa-
ratos protectores mejoró su resultado en un 10 por 100 104 • Como en todos los estu-
dios de este tipo. existe el peligro de contaminación por los efectos del estado de
ánimo y de la sugestionabilidad. Sin embargo, el aumento en el resultado también
se obtuvo entre trabajadores que no eran favorables al empleo de aparatos protec-
tores del oído.
También han surgido evidencias de que medidas de reducción del ruido en ellu-
gar de trabajo dan como resultado una mejora de la productividad lO4 • Se compara-
ron la tasa de trabajo y la incidencia de errores de operador en la tarea de perforar
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.23
100
Grupo con ruido alto (N =434) Grupo con ruido bajo (N =432)
1969-1970 • - - - ~ 1969-1970 o- - - - ~
90
1972-1973 ••- - _ . 1972-1973 0_-_0
80
\
.,"' 70
\
\
(5
.,
"C
"iij'
\
\
.Q
~.,
60 • \
\
.,
"C
50 \
·S
.,c: \ \
~ 40
o \
c..
•,
30
",
20 ...... ......
...... ......
10
películas de cine, Se comparó entre lugares con y sin tratamiento acústico. El tra-
tamiento redujo efectivamente los niveles sonoros de cada lugar de 99 dB(C) a
89 dB(C)_ No se encontraron diferencias en la tasa de trabajo, pero el número de
errores, sobre todo del tipo que implica ruptura de la película, se redujo significati-
vamente en los lugares de trabajo con tratamiento acústicos. Por razones asociadas
con el esquema de pagos, los operadores cambian periódicamente de lugar de tra-
bajo, de ahí que el resultado no pueda atribuirse a un sesgo en el muestreo de me-
jores trabajadores.
En algunos casos, el resultado puede ser complejo simplemente debido a que el
ruido tiene efectos positivos sobre algunas tareas y negativos sobre otras. En una
ocasión, se comparó el efecto del ruido sobre dos tareas diferentes: ensamblar car-
buradores y ensamblar acondicionadores de aire. El ruido mejoró la velocidad de
ensamblaje de los acondicionadores de aire, pero redujo la del ensamblaje de car-
buradores lO5 _ Estos resultados no son sorprendentes a la luz de los efectos estraté-
gicos del ruido y del patrón de respuesta en las tareas con componentes múltiples
revisados anteriormente. Sin embargo, el conocimiento de estos efectos de labora-
torio no está suficientemente desarrollado como para predecir con gran certeza la
dirección precisa de la influencia en los entornos industriales.
24.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
Las siguientes directrices pueden emplearse para determinar el nivel del ruido al
cual se verá afectado el rendimiento humano:
1. Ruidos inesperados y desconocidos tienen efectos perjudiciales de corta du-
ración, habitualmente 2 o 3 segundos, aunque a veces pueden llegar a los 30
segundos.
2. Activar y desactivar el ruido tiene un efecto que es proporcional al cambio
en el nivel del sonido del ruido, siendo el cambio en el nivel de estimulación
el factor importante.
3. Los golpes de ruido deterioran la ejecución, sobre todo si coinciden con la
adquisición de la información por parte de la persona, pero puede existir un
pequeño efecto incluso cuando la información ya ha sido registrada y man-
tenida en la memoria.
4. A medida que los golpes de ruido se hacen frecuentes, pueden tener un
efecto distractor inicialmente, pero cuando la persona lleva un rato traba-
jando, pueden tener un efecto alertador.
5. El grado en que la persona siente que controla el ruido marca la amplitud
con que el rendimiento empeora y este empeoramiento aumenta una vez
desactivado el ruido. Por ello, la actitud de la persona hacia el ruido así
como el trabajo determinan su efecto sobre la ejecución.
6. Muchas tareas sencillas, que requieran discriminaciones relativamente fáci-
les. o decisiones sin presión de tiempo, o respuestas de tipo predecible o en
momentos predecibles. son inmunes a los efectos del ruido continuo. incluso
cuando los niveles de ruido exceden los 100 dB(C).
7. Cuando se detectan señales visuales inesperadas que son difíciles de discri-
minar. la persona se resiste a informar de acontecimientos a menos que esté
plenamente segura [los efectos del ruido sobre el rendimiento pueden en-
contrarse a niveles de sonido tan bajos como 85 dB(C) si la tarea contiene
algún elemento de comparación y recuerdo de señales).
8. Cuando la persona tiene que responder continuamente, el rendimiento pue-
de estar sometido a breves lapsos para niveles sonoros de 90 dB(C) o supe-
riores. Esto resulta particularmente evidente si uno mismo marca la veloci-
dad de trabajo. o sea, si el progreso de la tarea depende del ritmo de trabajo
de la persona y no del ritmo impuesto por una máquina. El resultado habi-
tual de la exposición al ruido son algunas respuestas muy lentas o errores.
9. Si hay que realizar más de una tarea simultáneamente, el ruido sesgará la
atención del trabajador hacia la tarea más dominante. La eficacia de un ele-
mento de la ejecución puede mejorar con el ruido. pero a costa del de menor
prioridad. al que o no se responderá o se hará lentamente.
10. Si puede analizarse el mismo material en más de una forma, con ruido se
adoptará la manera más dominante y evidente. Existen algunos métodos de
respuesta que parecen adoptarse habitualmente durante el ruido: si la per-
sona tiene que aprender una lista de elementos. se produce mayor tendencia
a repetir las palabras una y otra vez.
11. El habla irrelevante afecta al rendimiento. incluso con niveles sonoros tan
RENDIMIENTO HUMANO Y RUIDO 24.25
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24.28 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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Capítulo 25
EFECTOS FISIOLOGICOS
DEL RUIDO
Gerd Jansen
INTRODUCCION
Este capítulo trata sobre las reacciones fisiológicas del cuerpo humano frente al rui-
do; los efectos sobre el mecanismo auditivo, las molestias inducidas por el ruido, el
rendimiento humano y el ruido, y los criterios de exposición al ruido y a las vibra-
ciones se describen en los Capítulos 18, 23, 24 Y 26, respectivamente. El conoci-
miento en este campo no ha estado a la altura de los avances en el conocimiento de
la relación entre el ruido y la audición. Los estudios sobre los efectos fisiológicos
contienen dificultades de observación e interpretación. Cuando se utilizan estudios
de laboratorio con personas, la proyección a situaciones de la vida real puede in-
ducir a error. Los estudios con mamíferos inferiores resultan complicados por las di-
ferencias significativas entre estas especies y los humanos, y hay que considerar los
efectos de la magnitud de los estímulos en los experimentos animales comparados
con la probable exposición humana en la vida real. En los estudios de campo de las
situaciones humanas reales, las condiciones de un control adecuado pueden resultar
inalcanzables, de forma que los resultados derivados de algún otro factor del entor-
no total de los sujetos pueden ser incorrectamente atribuidos al ruido. Todas estas
consideraciones exigen cautela en la aceptación de conclusiones de cualquier estu-
dio en este campol-3.
Este capítulo revisa los efectos fisiológicos del ruido que parecen deberse al rui-
do como tal, en contra de otros factores ambientales. La separación del ruido de
factores coexistentes al realizar evaluaciones en ambientes reales suele ser difícil.
Por ejemplo, la súbita aparición de una señal acústica de peligro (como una alarma
de incendio) puede causar distintas respuestas, indicadoras de la alarma o el miedo.
en los sistemas respiratorio, cardiovascular. de musculatura voluntaria y neuroen-
docrino. Sin embargo, no es justificable atribuir estos efectos a las propiedades
acústicas de la señal. Así, la identificación de los posibles efectos intrínsecos del so-
25.1
25.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
vés de los nervios auditivos, es la causa más habitual de las respuestas fisiológicas.
El elemento de salida de estos reflejos puede estar mediado por la transmisión ner-
viosa a los músculos voluntarios, por la transmisión nerviosa en el sistema visceral
(autonómico) a las glándulas y la musculatura blanda y por la transmisión combi-
nada hormonal y nerviosa del sistema denominado neuroendocrino.
La gama de efectos a corto plazo va desde aquellos que duran poco más que el es-
tímulo (p. ej., un parpadeo producido por un sonido corto, explosivo), hasta aque-
llos que persisten durante minutos. Pueden producirse casos excepcionales en esta
clasificación, por ejemplo, cuando efectos posteriores asociados tales como fatiga,
dolor de cabeza u otros fenómenos residuales persisten, quizá durante horas. Por
ello, un sistema de clasificación totalmente riguroso es imposible.
Los efectos fisiológicos del ruido a corto plazo pueden describirse adecuada-
mente (salvo en algunos casos donde se comentan un grupo característico de efec-
tos, tales como los del ruido intenso) en tres categorías de respuestas frente a ruido
sin significado o no identificado: (1) respuesta de sobresalto, (2) reflejo de orienta-
ción 6 y (3) reflejo de defensa 6 • La respuesta de sobresalto es el resultado de un estí-
mulo sonoro de suficiente intensidad y rapidez de aparición; el reflejo de orienta-
ción es la respuesta a un estímulo no familiar, que es por tanto evaluado como un
daño potencial; y el reflejo defensivo está provocado por un estímulo sonoro inten-
so que se interpreta como dañino. La activación y otros órganos sensoriales pueden
emitir estas respuestas.
En general, las respuestas del reflejo de orientación son un instrumento de aler-
ta para asegurar una respuesta adecuada del sistema nervioso; el reflejo de defensa
supone una preparación para defensa, ataque o huida. Un estímulo que original-
mente provocara un estímulo de defensa puede, por repetición, producir respuestas
reflejas de defensa6 . Si el estímulo sonoro se repite y ya no requiere un reflejo de
orientación o respuestas reflejas de defensa, éstas se inhiben rápidamente y dismi-
nuyen hasta que se produce la habituación. Si el estímulo se interpreta como dañi-
no, se produce un reflejo de defensa. En este caso, la repetición fortalece la res-
puesta. No resulta sorprendente que, en estos ámbitos especulativos, las
implicaciones de los términos varíen en los distintos escritos. Algunos aspectos de
estos resultados han sido contestados7 , sobre todo por lo que respecta a la habitua-
ción, pero la evidencia no es inequívoca y la situación sigue siendo controvertida.
z 124.62
UJ
- 120dB
a: 120.00
90 dB
~ - 70 dB
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TIEMPO EN SEGUNDOS
Ruido
blanco
- - Tono
puro
-6
TB2 TB3 TB4 TB5
U-L-~~~~~~~~~-L~~~-U~-L~LJ-L~-L~~
FIGURA 25.2. Cambio en la tasa cardíaca media expresado en latidos por minuto,
con respecto a la tasa preestimulación, medida a intervalos de 1 segundo después del
inicio de un estímulo sonoro de 5 segundos (tono de 1000 Hz o ruido blanco con un ni-
vel de presión sonora de 85 dB). Las respuestas a las 10 presentaciones de los estí-
mulos sonoros se muestran en la secuencia en que se produjeron, en bloques de cin-
co ensayos. Se produce una marcada habituación. (F. K. Graham y D. A. Slaby".)
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.7
~
.~
'"o
"O
lfJ
:;
a.
Qi
"O
e
'0
'ü
u
I I I I I •
o 234 5 6 7 8 9 10 11 12
Tiempo, 5e9.
FIGURA 25.3. Amplitud del pulso dactilar antes y después del comienzo de una es-
timulación consistente en un ruido de banda ancha con un nivel sonoro de 90 dB(A).
(G. Jansen.)
!;¡l5,O,-----------------,
0 9
5i ~ 4,0
~~
Q!i 3,0
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5:3 2,0
~ 1,0
~ O
~~~ 30
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Q:¡ 2,5
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~~ 2,0
-~
~:3 1.5 '--~-____..-~-_____.-______,r___l
5~ 1-3 4-6 7-9 10-1213-15
PRESENTACIONES DEL ESTIMULO
FIGURA 25.4. la respuesta de resistencia de la piel (RRP), volumen del pulso dactilar
(VP) y volumen sanguíneo (VS) en el dedo en función del número de presentaciones
de un tono puro con una frecuencia de 200 Hz o de una señal luminosa durante 300
milisegundos. Cada punto representa la media de tres presentaciones. los intervalos
entre presentaciones son 37,5, 45 o 52,5 segundos, en orden aleatorio. (S. Ginsberg y
J. J. Fured'¡o.)
1!! 1!!
'13 .~
-2~ ~:~
ca ca
"o "o
~ ~
::J ::J
a. a. (a)
Qi T3 80 Qi
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a. 40 40 ::J
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Qi
Qi
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'0
60 60 "e
'0 '0
o 80 'C:;
ca o
al O 2 3 4 5 6 7 8 ca
a: al
a:
Tiempo, minutos
FIGURA 25.5. (a) Reacción de la amplitud del pulso dactilar inducida por un ruido de
banda ancha con un nivel sonoro de 105 dB(A) durante 8 minutos. Tl marca el inter-
valo entre los segundos 18 y 30 después del comienzo del estímulo; T3, el intervalo
entre los minutos quinto y séptimo. (b) Relación entre los valores integrados para Tl
y T3 de la reacción del pulso dactilar. La línea de conexión entre Tl y T3 corta la línea
del límite inferior de la recuperación normal del pulso dactilar. (G. Jansen, S. Rehm y
E. Gros$33.)
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.11
tilar durante los primeros 30 segundos de estimulación con ruido (TI) con los va-
lores integrados de los minutos quinto a séptimo de exposición (T3). Para un valor
dado de TI, la línea de conexión entre T1 y T3 corta la línea del límite inferior
(gama de confianza) para la reacción tardía de la amplitud del pulso dactilar que
debe observarse en sujetos sanos. Por ejemplo, si la reacción inicial muestra un des-
censo del 40 por lOO, la regulación en T3 tiene que alcanzar al menos el 20 por 100
del valor de línea base. Grados menores de recuperación indican una regulación fi-
siológica dañada frente a la exposición al ruido. Después de 8 minutos, cuando el es-
tímulo sonoro se desconecta, puede observarse una vasoconstricción como reacción
de apagado y, nuevamente, una regulación o reacción restitucional.
En la Figura 25.6, se compara el curso de la amplitud del pulso dactilar de 40 su-
jetos sanos con las curvas de grupos de sujetos con limitaciones auditivas y de suje-
tos con enfermedades cerebrovasculares en condiciones experimentales similares)).
Las diferencias en las respuestas fisiológicas son evidentes. Ambos grupos de pa-
cientes muestran una recuperación insuficiente de la reacción del pulso dactilar en
la reacción tardía definida anteriormente. En comparación, el grupo de sujetos sa-
nos no muestra una reacción de apagado o restitucional marcada, pero también las
reacciones iniciales pueden alterarse en sujetos enfermos, tal y como se ha demos-
trado en algunos casos.
En general, la importancia adscrita en la literatura a los cambios de la circula-
ción periférica y las extrapolaciones a situaciones laborales deben contrastarse con
el hecho de que las respuestas fisiológicas fuertes frente al calor, frío, emoción o
ejercicio pueden oscurecer o impedir las debidas al ruido, tal y como muestra la Fi-
gura 25.7. Aquí, una breve exposición a un ruido de banda ancha (indicado por el
sombreado) reduce la amplitud del pulso dactilar a una temperatura ambiente de
20 oC, pero virtualmente no hay respuesta a temperaturas ambientales de 30 oC y
40 oC, después de un efecto inicial de corta duración.
El ejercicio muscularw·35 produce un aumento de la circulación periférica; este
efecto puede demostrarse con los registros habituales de la amplitud del pulso dac-
tilar. Es probable que el efecto se vea poderosamente influido por compensaciones
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Tiempo. minutos
FIGURA 25.6. Amplitud del pulso dactilar durante la exposición a un ruido de banda
ancha con un nivel sonoro de 105 dB(A) para varios grupos de sujetos (línea de pun-
tos: enfermedades cerebrovasculares; línea a trazos: limitaciones auditivas; línea con-
tinua: sanos). (G. Jansen, S. Rehm y E. Gros?)
25.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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< TIEMPO EN MINUTOS
Otras respuestas
de 100 dB, estos descensos se producen sólo para exposiciones con niveles desigua-
les en los dos oídos. Se ha sugerido que éstos son efectos directos del ruido de in-
tensidad elevada sobre el sistema vestibular'8. Experimentos similares usando to-
nos puros o intermitentes llegaron a las mismas conclusiones39 •
Ruidos impulsivos
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Nivel sonoro, dB
Los efectos del sonido de baja frecuencia y muy alta intensidad e infrasonidos sobre
los humanos han sido explorados en exposiciones experimentales a sujetos expertos
en bioacústica; se obtuvieron datos cuantitativos53. 55 .
Se han tomado medidas acerca del efecto de exposiciones de hasta 2 minutos de
duración a ruido de banda ancha de baja frecuencia, ruido de banda estrecha y fre-
cuencias discretas en la frecuencia baja o región infrasónica. Por lo general, pero no
siempre, se utilizó protección auditiva. En la exposición a ruido de banda ancha con
niveles muy altos de presión sonora, se observaron aumentos del 10 al 40 por lOO en
el pulso respecto del nivel de reposo. Se produce una vibración leve de la pared del
pecho, una leve vibración de la cavidad nasal o un ensanchamiento perceptible de
la garganta. La exposición al ruido de banda estrecha no produjo efectos estadísti-
camente significativos en la ejecución de pruebas objetivas sencillas. Un efecto inu-
sual se produjo sin protección auditiva: una acumulación de presión en el oído me-
dio. Los tapones auditivos previnieron este efecto. A veces, sin protección auditiva,
también se produjo una sensación de cosquilleo en la membrana del tímpano. Se
observó vibración del tabique nasal. En la exposición a frecuencias discretas, las res-
puestas fueron de cualidades parecidas a las correspondientes al espectro de banda
estrecha. Las sensaciones subjetivas aumentaron rápidamente con niveles de pre-
sión sonora por encima de 145 dB. Sobre la base de los datos existentes, el umbral
para los efectos infrasónicos parece ser aproximadamente un nivel de presión so-
nora de 120 dB 56 • Los estudios con la exposición repetida o prolon~ada, sin embar-
go, indican una habituación rápida de los sujetos al infrasonido . Dentro de la
gama de exposiciones a infrasonidos experimentados sobre todo en salas de máqui-
nas, transporte público, etc., tales ondas sonoras actúan principalmente como un es-
tresante no específico que produce una ligera tendencia al cansancio y un descenso
de la frecuencia respiratoria. El infrasonido de nivel alto se acompaña habitualmen-
te de ruido de baja frecuencia de alto nivel en el rango de 20 a lOO Hz, que muestra
más efectos significativos sobre los humanos que los infrasonidos.
En un estudio que investigó las bases fisiológicas de los efectos del ruido sobre el
sueño, se realizaron registros poligráficos del sueño durante la eXfgOsición al ruido a
varios niveles máximos y niveles sonoros continuos equivalentes 8. Incluso después
de más de 5 años de exposición al ruido, se observaron reacciones cardíacas en per-
EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.17
sonas que vivían junto a ejes principales del tráfico. La amplitud de la reacción car-
díaca pareció aumentar ligeramente entre el principio y el final de la noche.
En otro estudi059 , se registraron la tasa cardíaca y la amplitud del pulso dactilar.
electroencefalogramas, electrooculogramas y electromiogramas en experimentos
en los que los sujetos fueron expuestos a grabaciones de ruidos de avión. camión.
tren y moto a niveles sonoros parecidos a los existentes en la realidad; estas pruebas
se realizaron tanto durante el día como durante la noche. Los resultados mostraron
una gran diferencia entre las respuestas durante las horas de sueño y de vigilia. Las
amplitudes de las respuestas fueron significativamente mayores durante el sueño
que durante la vigilia, a pesar del hecho de que el nivel sonoro del ruido se redujo
en 15 dB(A) durante la noche.
Los ruidos de los campos de entrenamiento militar pueden resultar molestos
para las personas que viven y duermen en las proximidades. Los resultados de un
estudio mostraron que las detonaciones de los disparos de los tanques producían
reacciones corticales y cardíacas en los sujetos mientras dormían. Para ninguna de
estas dos respuestas se encontró habituación durante las series de prueba. La am-
plitud de las reacciones fue significativamente mayor en sujetos que habían sido ex-
puestos a ruido durante la mañana.
Un estudio acerca de los efectos del ruido de tráfico pesado sobre el sueño de las
personas mostró que no se producía habituación de las respuestas agudas al ruido
generado por vehículos pesados.
La exposición continuada a ruidos de niveles altos durante las horas diurnas tie-
ne efectos posteriores sobre el sueño inalterado de la noche siguienté2 • Durante el
día, los potenciales evocados en el electroencefalograma de la actividad espontánea
inducida por el ruido del tráfico refleja vigilia tensa y fatiga intensificada. Los datos
recogidos durante las noches posteriores muestran una influencia duradera sobre el
sueño en términos de un proceso de recuperación de larga duración.
Los efectos a largo plazo se miden en unidades de horas, días o mayores, aunque
existe cierto solapamiento con la definición de los efectos a corto plazo. En la ca-
tegoría a largo plazo están respuestas tales como la alteración en la tasa de secre-
ción en la corriente sanguínea de sustancias (hormonas), de manera que modifi-
quen su concentración durante horas. días, o más prolongadamente. con varias
consecuencias funcionales reales o postuladas. Algunos efectos a largo plazo han
sido atribuidos a la estimulación repetida que produce respuestas a corto plazo. que
se asume tienen efectos acumulativos. La situación de los efectos a largo plazo está
cargada de incertidumbre respecto a la especificidad del ruido que causa los efectos
descritos y la importancia de los efectos realmente demostrados.
25.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Homeostasis y estrés
A veces se considera al estrés como la causa de los efectos fisiológicos del ruido. La
tendencia a lograr la estabilidad, dentro de unos límites, de los distintos parámetros
fisiológicos internos frente a las influencias, incluido el ambiente exterior, tendente
a la producción de cambios, se denomina homeostasis. La homeostasis implica un
gran número de funciones: estabilización de la temperatura corporal, equilibrio áci-
do/básico de la sangre y los tejidos, presión gaseosa parcial (p. ej., O 2 y CO 2 ), y las
muchas sustancias encontradas en disolución en el plasma sanguíneo. Estos meca-
nismos de control tienen que operar continuamente, incluso durante períodos de
sueño y descanso. Sin embargo, también existen patrones adicionales de respuesta
para enfrentarse con perturbaciones periódicas de las condiciones del descanso y la
vigilia que pueden producirse en los mamíferos. En animales salvajes, ocupados en
la lucha precaria por la supervivencia, la necesidad de ofensa o defensa puede pro-
ducirse con una urgencia crítica, de ahí la descripción fisiológica clásica de las reac-
ciones de «lucha o huida»; de la misma manera, dolor, frío, miedo o ira también
pueden evocar respuestas. En humanos y otros animales, además de las respuestas
elementales, los componentes emocionales pueden estar asociados con aconteci-
mientos pasados, actuales o anticipados, quizá dando como resultado ansiedad, re-
sentimiento u otros trastornos psicológicos. Puede decirse que cualquiera de estas
condiciones aplica algún tipo de estrés a los sistemas fisiológicos.
más intensas y (sobre todo durante el cuarto año) su reacción restitucional fue sig-
nificativamente más retrasada e incompleta. La tendencia hacia el deterioro de la
función regulatoria en la circulación periférica puede estar especialmente determi-
nada por la exposición continua al ruido en el área de trabajo.
En general, como factor de riesgo para enfermedades definidas, el ruido parece me-
nos importante que fumar, la alimentación, el ejercicio físico y otros hábitos cotidia-
nos. Todos estos factores pueden afectar a las salud después de varios años. En un
estudio que investigó el estado de salud general y las condiciones de trabajo de 29
personas, los datos anamnésicos y un examen médico minucioso aportó informa-
ción acerca del estado de salud. Los ruidos destacan como uno de los factores estre-
santes más relevantes en el lugar de trabajo. Sobre todo con respecto a los trastor-
nos cardiovasculares, ambos aspectos del estrés del ruido -la medida objetiva de la
exposici6n y la evaluación subjetiva de la molestia- predicen, en gran medida, la
ocurrencia de quejas o enfermedades. Mediante este método, se obtiene evidencia
indirecta acerca de las implicaciones para la salud de la exposición al ruido.
Los resultados obtenidos en otros estudios apoyan la hipótesis de que el ruido
ha de ser considerado como un factor de riesgo para la salud, conduciendo a la apa-
rición de ciertos trastornos característicos, tales como hipertensión, enfermedades
coronarias y cambios bioquímicos.
Respecto a los trastornos cardiovasculares, los resultados experimentales que
han demostrado los efectos a largo plazo de la exposición al ruido sobre la vaso-
constricción periférica pueden conectarse con los hallazgos sobre el estado de salud
en relación con el ruido. En un modelo de múltiples factores de riesgo, hay que di-
ferenciar los factores de riesgo primarios y secundarios. Los factores primarios son
somáticos (fisiológicamente describibles). Los factores secundarios, que incluyen
los procesos del entorno social humano, influyen e incluso causan los factores pri-
marios a través de los procesos emocionales reflejados en el sistema nervioso.
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EFECTOS FISIOLOGICOS DEL RUIDO 25.21
INTRODUCCION
26.1
26.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
no puede evaluarse por adelantado. Todos estos factores afectan a la precisión con
que se predice la probabilidad de pérdida de audición en una población concreta, y
la precisión con que puede estimarse la pérdida auditiva potencial de una persona
para una exposición conocida.
Un paso crucial para la reducción de la ocurrencia de desplazamientos de um-
brales permanentes inducidos por el ruido en una población es el establecimiento
de límites «seguros» o aceptables de la exposición. Sin embargo, el establecimiento
de estos límites no es un problema sencillo. Parecería que sólo son necesarios dos
pasos: (1) definir el grado de pérdida de audición que se considera que representa
un riesgo aceptable (O necesario) para la persona implicada y para la sociedad, y (2)
determinar aquellas exposiciones al ruido que, en valores medios, producen esta
pérdida de audición.
En la práctica, a menudo surgen dificultades que conducen al fracaso a la hora
de obtener un acuerdo sobre cualquiera de los pasos anteriormente mencionados
por las siguientes razones:
1. El establecimiento de los [{mites de exposición al ruido aceptables debe ba-
sarse, en último término, en decisiones sociales, económicas y políticas; no se puede
decidir exclusivamente sobre la base de datos científicos y técnicos, aunque estos
datos deben constituir la base del argumento en favor de un límite particular. Por
esta razón. distintos grupos. en distintos países, con intereses diferentes, ya menudo
opuestos. defienden distintos valores para los límites (basados sobre criterios dife-
rentes). Sin embargo, en interés de la totalidad de la comunidad, es claramente de-
seable que se establezca un límite realista (v.g., uno que pueda imponerse).
2. La cuantificación de la exposición al ruido suele ser un problema complejo.
Es precisa una escala única que exprese los efectos perjudiciales tanto de la expo-
sición al ruido estable, como las exposiciones a una variedad de ruidos intermiten-
tes. (Con este propósito, son útiles los medidores de exposición al ruido o dosíme-
tros del ruido personales, que se llevan individualmente y que registran la
exposición al ruido de la persona.)
3. La relación entre la exposición diaria al ruido (también denominada «dosis de
ruido») y el daño al mecanismo auditivo (pérdida de audición), evaluada mediante
experimentos con animales o mediante observación epidemiológica, a menudo no
resulta concluyente, debido a que lesiones parecidas pueden estar causadas por
gran variedad de agentes. además del ruido.
años», existe poco acuerdo sobre los números que deben asignarse a x, J, y y z. Por
ejemplo, la Environmental Protection Agenci de los EE.UU. ha adoptado la posi-
ción de que si hay que prevenir el deterioro de la audición (por pequeño que sea),
cualquier criterio tiene que incluir medidas de las frecuencias más sensibles
(4000 Hz). Contrariamente a esto, otros han apoyado un criterio basado sobre una
regla establecida por la American Academy oJ Otolaryngology - Head and Neck
Surgery (AAO-HNSf [ver Ecuación (19.2»). De acuerdo con esta regla, una pér-
dida de audición es significativa sólo si el umbral de audición medio a 500, 1000,
2000 Y3000 Hz supera los 25 dB.
Al establecer un límite para las exposiciones al ruido aceptables, hay que considerar
un equilibrio entre nivel sonoro y duración de la exposición. Este límite de la ex-
posición se expresa en términos de: (1) el espectro del ruido; (2) su nivel, habitual-
mente en términos del nivel sonoro con ponderación A, y (3) su duración. Cuando
la duración de la exposición se reduce a la mitad (o se dobla), ¿cuánto puede au-
mentarse (o reducirse) el nivel sonoro si hay que mantener el riesgo constante? La
tasa de intercambio se define como el número de decibelios que tendría que aumen-
tarse (o reducirse) el nivel sonoro de la exposición diaria al ruido para mantener
una cierta medida del riesgo de pérdida auditiva elegida, cuando la duración de la
exposición se reduce a la mitad (o se duplica). (Véase «Tasas de intercambio», Ca-
pítulo 12.) Las tasas de intercambio de 3 y 5 dB son ampliamente utilizadas en las
normativas o estándares de varios países que limitan la duración de la exposición de
los trabajadores al ruido.
Ruidos impulsivos. Los efectos de los ruidos impulsivos sobre la audición (tales
como disparos o impactos de martillo en la forja) pueden estimarse sobre la base de
cualquiera de las reglas anteriores.
Otra regla para evaluar la aceptabilidad de ruidos impulsivos determina el límite
del nivel sonoro pico instantáneo permitido; p. ej., un nivel de presión sonora de
140 dB, o un número de máximos a distintos niveles aceptables en una jornada de 8
horas. La validez de este criterio se basa sobre la suposición de que existe un «nivel
crítico», un nivel de presión sonora por encima del cual existe un riesgo elevado, por
corta que sea su duración.
Un método para establecer una relación empírica entre la dosis diaria D permisible
[véase Ecuación (12.9)] y su efecto sobre la audición es comparar el estado de la au-
dición de grupos de trabajadores industriales que han estado expuestos a niveles de
ruido conocidos durante cierto número de años con el encontrado para grupos de
control. Se iguala a estos últimos con los grupos industriales, tanto como sea posi-
ble, en todos los aspectos excepto el de la exposición al ruido industrial. Sin embar-
go, resulta difícil por las siguientes razones. La sensibilidad auditiva decrece con la
edad, es decir, con el tiempo se produce una pérdida de la audición denominada
presbiacusia (véase Figura 17.4), incluso en personas que nunca han sido expuestas
al ruido industrial. Además, puede haber pérdidas debidas a enfermedades, acci-
dentes o sustancias tóxicas (<<nosoacusia»), o a haber experimentado niveles sono-
ros elevados de ruidos cotidianos (<<socioacusia») al margen de la situación laboral.
Los trabajadores industriales están sometidos a todas estas influencias, además de a
su exposición ocupacional al ruido. Por ello, es difícil aislar los efectos de la expo-
sición al ruido industrial sobre la sensibilidad auditiva de todos los demás efectos
que también pueden reducirla. Una muestra de trabajadores industriales suele con-
tener personas con pérdidas de audición significativas para frecuencias altas, que
son fundamentalmente atribuibles a factores sociacústicos y nosoacústicos. De ahí
que, para evaluar los efectos de la exposición industrial al ruido sobre la sensibilidad
auditiva, o bien: (1) hay que identificar y eliminar a estas personas de la muestra,
o (2) hay que comparar la muestra completa con un grupo de control de trabaja-
dores de la misma edad en los que la influencia media de los factores nosoacústicos
y socioacústicos sea igual a la de los que actúan sobre los trabajadores industriales
en cuestión, pero sin haber sido expuestos al ruido industrial. La eliminación de
personal con pérdidas auditivas no industriales (por ejemplo, sobre la base de una
historia conocida de exposición a disparos de arma, herramientas eléctricas o mú-
sica rock) es extremadamente difícil. Un procedimiento de filtrado rápido y simple,
diseñado para identificar a estas personas, inevitablemente pasa por alto algunas
pérdidas de audición significativas que no fueron causadas por la exposición al rui-
do industrial. En vista de los problemas implicados en la definición de exposiciones
y en la prescripción de riesgos aceptables sobre la base de tasas de intercambio, es
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.5
sorprendente que se haya encontrado alguna consistencia entre los estudios sobre
pérdidas auditivas entre las poblaciones industriales. Por ejemplo, una encuestaS de
los datos recogidos por varios investigadores consideró los efectos de la exposición
ocupacional a ruidos estables, 8 horas diarias, 5 días a la semana, durante muchos
años. Pocos de los estudios incluidos en esta encuesta tenían grupos de control con
los que comparar los grupos industriales; en otros estudios, los umbrales audiomé-
tricos para las frecuencias bajas eran imprecisos debido a la presencia de ruido en-
mascarador, que afecta a los valores del umbral medidos. Sin embargo, cuando los
niveles auditivos de los trabajadores industriales fueron comparados con los halla-
dos en la población general, emergieron tendencias razonablemente consistentes.
La Figura 26.1 muestra los resultados de tales análisis a una frecuencia de
4000 Hz. Los círculos a trazo continuo indican las pérdidas de audición inducidas
por el ruido industrial a 4000 Hz (niveles de audición reales menos una corrección
por presbiacusia más socioacusia más nosoacusia) observadas para la mediana po-
blacional después de aproximadamente 10 años de exposición diaria a ruidos con
los niveles sonoros con ponderación A dados en la abscisa. Los datos se ajustan me-
diante una línea recta que pasa a través de cero decibelios del desplazamiento de
umbral inducido por el ruido industrial para un nivel sonoro con ponderación A de
81 dB.
La precisión de la relación obtenida entre la exposición al ruido y la pérdida de
audición está apoyada por los datos aportados por los dos puntos claros; represen-
tan los resultados de dos estudios consecutivos e independientes sobre los trabaja-
dores empleados en un ambiente con niveles sonoros con ponderación A entre 80 y
90 dB. Un estudio encontró que los trabajadores textiles en un entorno de nivel so-
noro con ponderación A de 83 dB mostraban desplazamientos en los umbrales de
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Ww NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(A)
~a..
audición de unos 5 dB por encima de los del grupo de control de personas que tra-
bajaban en ambientes con niveles sonoros con ponderación A de 70 dB o inferio-
res6 • El otro estudio determinó las pérdidas de audición de aproximadamente 11 dB
en trabajadores que estaban diariamente expuestos a niveles sonoros con ponde-
ración A de aproximadamente 87 dB 7 • La Figura 26.2 muestra un conjunto de cur-
vas a distintas frecuencias basadas en los datos de la Referencia 5. Estas curvas re-
lacionan la mediana de la pérdida de audición inducida por el ruido industrial con
el nivel sonoro con ponderación A (8 horas al día de ruido estable, sólo interrum-
pido por los períodos normales de descanso durante las comidas, 5 días a la semana,
durante 10 años o más). En vistas a una mayor claridad, sólo se presentan los valo-
res de la mediana (percentiles 50), aunque están disponibles los datos para los de-
más percentiles. Sobre la base de esta y otra información adicional, parecen justifi-
cadas las siguientes aproximaciones iniciales:
4000
3000
1000
FIGURA 26.2. Relación entre el valor de la mediana de las pérdidas auditivas indu-
cidas por el ruido y el nivel sonoro con ponderación A al que los trabajadores están
expuestos, 8 horas al día, 5 días a la semana, durante 10 años o más. (Siguiendo la Re-
ferencia 5.)
CRITERIOS DE EXPOSICION Al RUIDO Y LA VIBRACION 26.7
Los datos empíricos precedentes pueden emplearse para establecer límites a la ex-
posición al ruido mediante la selección de un nivel sonoro estable (para 8 horas dia-
rias de exposición) que se considere aceptable, y la determinación de la duración
para otros niveles sonoros que produzcan exposiciones equivalentes.
(26.1)
esta normativa muestra la relación entre la dosis de ruido D y el nivel sonoro medio
promediado en el tiempo.
Frecuencias infrasónicas12 •
• In¡rasonido: Ondas sonoras con una frecuencia inferior a la que produce la sensación habitual de
audición en seres humanos. por lo general. por debajo de 16 Hz.
26.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
posibles efectos adversos de las ondas infrasónicas que otros sistemas corporales
(salvo las posibles respuestas «de todo el cuerpo» a niveles muy altos de corta du-
ración). De ahí que el criterio que protege el sistema auditivo también debiera
aportar protección a otros sistemas menos susceptibles.
El siguiente criterio orientativo para la exposición de larga duración a ruido de
frecuencias infrasónicas se basa sobre la extrapolación de datos disponibles. Ellí-
mite del nivel de presión sonora L limit, para la exposición a la frecuencia infrasónica
f en herzios, para una duración de t minutos, viene dado por
Se sugiere un nivel máximo de 150 dB, por corta que sea la duración. Por ejem-
plo, de acuerdo con la Ecuación (26.2), los niveles máximos permisibles para expo-
siciones de 1,8 Y24 horas de duración se presentan en la Tabla 26.1. Estos límites se
establecen en función de la seguridad, interferencia con las funciones corporales ge-
nerales y su preservación. No se consideran la molestia subjetiva ylo la comodidad
e interferencia con la comunicación.
Los tapones se recomiendan para todas las exposiciones infrasónicas intensas
con el fin de minimizar las sensaciones subjetivas. Los auriculares aportan una ate-
nuación insignificante en el rango de frecuencias infrasónicas.
Frecuencias ultrasónicas"
Frecuencia
Duración, horas 1 Hz 5Hz 10Hz 20Hz
1 145 138 135 132
8 136 129 126 123
24 131 124 121 118
t Estos valores están calculados a panir de la Ecuación (26.2) .
... Ultrasonido: Ondas sonoras que poseen una frecuencia superior a la que produce la sensación de
audición en un sujeto humano normal, habitualmente por encima de 20.{)()() Hz.
CRITERIOS DE EXPOSICION Al RUIDO Y LA VIBRACION 26.11
Los criterios para niveles de ruido en varios tipos de locales cerrados en un edificio
se tratan en detalle en el Capítulo 43.
porte. Se presentan límites para los siguientes aspectos: (1) la preservación de la efi-
cacia laboral, denominado lfmite de reducción de la capacidad por la fatiga, para ta-
reas típicas, como conducir un tractor; (2) el mantenimiento de la salud o seguridad,
denominados lfmites de exposición, que, sin justificación especial y conocimiento,
no deben superar un riesgo potencial para la salud, y (3) el mantenimiento de la co-
modidad, denominado límite de reducción del confort. En los vehículos de transpor-
te, este último está relacionado con funciones tales como leer, comer y escribir.
Los tres límites anteriores dependen de la duración de la exposición diaria me-
dia. Todos son mayores para duraciones cortas (como un minuto al día) y menores
para exposiciones de 24 horas (continuas). La Figura 26.3a muestra el límite de re-
ducción de la capacidad por la fatiga para vibración longitudinal (pies a cabeza) en
función de la frecuencia de vibración, con la duración de la exposición diaria como
parámetro. La Figura 26.3b muestra datos parecidos para vibración transversal (de
lado a lado o de pecho a espalda). La Figura 26.4 muestra estos mismos límites mar-
cados en función de la duración de las exposiciones; en la Figura 26.4a se dan los da-
tos para vibración longitudinal, y en la Figura 26.4b, para vibración transversal. Es-
tos límites se definen en términos de amplitudes de aceleración de raíz cuadrática
media (RMS) para vibraciones sinusoidales de frecuencia única o valores RMS para
aceleración promediada temporalmente de tercios de octava. Para vibración de
banda ancha, la amplitud de la aceleración RMS en cada banda de octava no debe
superar los límites indicados; para vibración simultánea en más de una dirección, se
aplican los límites correspondientes a los componentes en cada uno de los tres ejes.
Estas directrices también permiten una evaluación mediante el valor global
RMS para el rango de 1 a 80 Hz, empleando funciones con ponderación de frecuen-
cia proporcionales a la inversa de las curvas que muestra la Figura 26.3. Los límites
de reducción de la capacidad por la fatiga indican los rangos de exposición aproxi-
mada que potencialmente afectarían al rendimiento humano. La gravedad de esta
interferencia en relación con el rendimiento depende de las tareas específicas
(p. ej., visuales, motrices o de lectura), posición corporal y apoyo del sujeto (espal-
da, cabeza y brazo )15. Estos factores pueden cambiar la forma de las funciones pon-
deradas en frecuencia de las Figuras 26.3 y 26.4.
Los ¡¡miles de exposición (tiempo) para salud y seguridad son el doble de altos
que los que muestran las Figuras 26.3 y 26.4 (son 6 dB más altos). Los lfmites de re-
ducción del confort son inferiores en un factor de 3,15 a los mostrados en las Figuras
26.3 y 26.4 (son 10 dB más bajos).
La vibración producida en edificios por el sonido conducido por el aire (p. ej., ex-
plosión, estampido sónico o ruido de baja frecuencia de tráfico rodado o ferrovia-
rio) o la vibración que se transmite a través de la estructura del edificio pueden eva-
luarse en función de la aceptabilidad humana. La amplitud de aceleración RMS
para el rango desde 1 a 80 Hz se mide o estima sobre tres ejes ortogonales, uno de
los cuales es perpendicular a la superficie del edificio que se está evaluando. La am-
plitud de la aceleración RMS está ponderada para reflejar la variabilidad de la sen-
sibilidad humana a la vibración en las direcciones x, y, z, como se comentó ante-
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VIBRACION 26.13
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FRECUENCIA EN HERZIOS
FRECUENCIA CENTRAL DE BANDA DE UN TERCIO DE OCTAVA
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~ FRECUENCIA EN HERZIOS
FRECUENCIA CENTRAL DE BANDA DE UN TERCIO DE OCTAVA
(b)
AGURA 26.3. Límite de reducción de la capacidad por la fatiga para varias duracio-
nes de la exposición a la vibración en función de la frecuencia. Si estos límites se su-
peran puede producirse fatiga y descenso en el rendimiento. (a) Para una aceleración
longitudinal de todo el cuerpo; (b) para una aceleración transversal de todo el cuerpo.
(De acuerdo con la Referencia 14.)
riormente. Dado que las personas expuestas a la vibración del edificio pueden estar
de pie, sentadas o tumbadas y como la respuesta global humana a tal vibración pro-
bablemente integra todas estas exposiciones, se utiliza la misma curva de pondera-
ción para las tres direcciones corporales en la evaluación de la vibración del edificio.
La curva de ponderación aporta una atenuación proporcional a
30~----.----.-----.----,------,
---
1.01-----+----+-
0,1
0,1 L-...l...-.L..-L-.L.1L-.L-JL.....JL.....JL.....l~----'"-7--:-___--'
1 1,62,54,06,3 10 16 25 40 63 100 --- min
I I I I I I I I I I I
0.250.40,63 1.01.6 2.5 4.0 6,3 10 16 24
TIEMPO DE EXPOSICION -+ hr
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0.25 0.40.63 1.01.6 2.5 4.0 6.3 10 18 24
TIEMPO DE EXPOSICION --+ hr
(bl
FIGURA 26.4. Límite de reducción de la capacidad por la fatiga en función de la du-
ración de la exposición, para varias frecuencias. Si estos límites se superan puede
producirse fatiga y descenso en el rendimiento. (a) Para una aceleración de todo el
cuerpo; (b) para una aceleración transversal de todo el cuerpo. (De acuerdo con la Re-
ferencia 14.)
TABLA 26.2. Valores de aceleración máxima para ambientes con vibración aceptable
JI [n
Noche 0,005 0,01
babilidad de queja acerca de la excitación de los edificios por golpe impulsivo de-
pende del máximo de los impulsos y del número de éstos por día.
Los criterios anteriores se aplican cuando las personas están expuestas sólo a la
vibración. Se ha postulado que si la vibración y el ruido se producen simultánea-
mente habrá un efecto sinérgico. Por ejemplo, las vibraciones de una casa y el re-
piqueteo de las ventanas producidos por ruido transportado en el aire pueden au-
mentar la respuesta de molestia al ruido o viceversa.
Efectos sobre edificios y estructuras. También hay que evaluar el golpe y la vibra-
ción de gran amplitud respecto de sus efectos potenciales sobre edificios y estruc-
turas. Una velocidad RMS de 0,05 mlsegundo suele emplearse como un límite se-
guro para las estructuras, aunque a veces se han producido daños menores a 0,025
mlsegundo. Por lo tanto hay que discutir los movimientos estructurales de esta mag-
nitud respecto a su impacto potencialmente adverso. (Pueden ser necesarios límites
de seguridad inferiores para monumentos antiguos y otras estructuras extremada-
mente sensibles.) Cuando se miden con la función ponderada de la Ecuación (26.2),
2
estos límites corresponden a valores de aceleración de 0,5 mlsegund0 y 1 mlsegun-
2
d0 para frecuencias por encima de 3 Hz. En la Referencia 20 se presenta un análisis
detallado del problema de la vibración de edificios.
26.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
10' 102
2,0
1,0 , 1 mI ge9 2
, YM1RAL DE ~~ESGO}~E DA~~ PAR_~ EST~~CTU~~S SE~~IBLE~~ _ 0,5 m/seg2
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~ 8 16 31,5 63 125 250 500 1000
Frecuencia Hz
La Figura 26.7 muestra los niveles de aceleración del rango de vibración para ca-
miones, tractores y aviones. Las áreas indicadas para vibración de camión y tractor
están dentro del rango de la aceleración máxima de la vibración respectiva y no re-
presentan los espectros; la mayoría de los vehículos tienen frecuencias naturales
muy pronunciadas cuya excitación depende de las condiciones del suelo. Los trac-
tores de granja con neumáticos de goma y los camiones tienen la máxima de sus ace-
leraciones verticales en el rango de frecuencia entre 2 y 6 Hz, mientras las excava-
doras grandes con neumáticos tienen su máximo en el rango entre 1,5 y 3,5 Hz;
26.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
/
/ VIBRACIONES DE MANO CON
VIBRACIONES DE /
CUBIERTA DE / LJJADOIIIA
BOMBARDERO EN /
VUELO \ /
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10-2 • o HELlCOPTEROS
tractores del tipo oruga pueden tener sus máximos a frecuencias más altas, alrede-
dor de 5 Hz.
Los círculos, cuadrados y triángulos oscuros de la Figura 26.7 indican los niveles
de vibración en emplazamientos de aviación que fueron considerados excesivos e
indeseables en funcionamiento real. Las marcas claras indican condiciones acepta-
das como tolerables. La línea divisoria entre vibración tolerable y excesiva es el cri-
terio de tolerancia para vibración a largo plazo. que se empleó en la aviación militar
antes de que hubiera otras normas disponibles.
CRITERIOS DE EXPOSICION AL RUIDO Y LA VI BRACIO N 26.19
REFERENCIAS
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fare with an adequate margin of safety", 550/9-74-004, U.S. Environmental Protection
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duced hearing impairrnent», ISO 1999:1990, Intemational Organization for Standardi-
zation, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1990.
9. «Department of labor occupational noise exposure standard», Amended Code oC Fede-
ral Regulations, Title 29, Chapter XVII, Part 1910, 48FR9776-9785, 8 de marzo de 1983.
10. «Council directive of 12 May 1986 on the protection of workers from the risks related to
noise exposure at work (86/188/EEC),.,Journal ofthe European Communities, n° L137/
28, 24 de mayo de 1986.
11. «Occupational noise exposure standard,., U.S. Department of Labor, Occupational Sa-
fety and Health Administration (OSHA), Code of Federal Regulations, Tille 29, Part
1910, Section 1910.95 [29 CFR 1910.95], Federal Register, 48,29687-29698,28 de junio
de 1983.
12. H. E. von Gierke y D. E. Parker, «Infrasound,., en W. D. Keidel y W. D. Neff (Eds.),
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14. H. E. von Gierke y D. E. Goldman, capítulo 44 en e. M. Harris (Ed.), Shock and vibra-
tion handbook, 3.· ed., McGraw-HiII, Nueva York, 1987.
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R. L. De Hart (Ed.), Fundamentals of aerospace medicine, Lea and Febiger, Filadelfia,
1985.
16. Guide for the evaluation of human exposure to whole-body vibration, ANSI S3.18-1979,
American National Standards Institute, Nueva York, 1979.
26.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
17. Cuide for the evaluation ofhuman exposure to whole-body vibration, ISO 2631-1978, In-
ternational Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1978.
18. Cuide for the evaluation of human exposure to vibration in buildings, ANSI S3.29-1983,
American National Standards Institute, Nueva York, 1983.
19. Cuidelines for preparing environmental impact statements on noise, National Research
Council, National Academy of Sciences, Committee on Hearing, Bioacustics and Bio-
mechanics, Washington, D.e., 1977.
20. W. J. Hall, «Vibrations of structures induced by ground motion», capítulo 24, Parte 1, en
e. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3.· ed., McGraw-HilI, Nueva York,
1987.
21. Cuide for the measurement and evaluation of human exposure to vibration transmitted lO
the hand, ANSI S3.34-1986, American National Standards Institute, Nueva York, 1986.
22. Cuidelines for the measurement and the assessment of human exposure to hand-transmit-
ted vibration, ISO 5349-1985, International Organization for Standardization, CH-1211
Ginebra 20. Suiza. 1985.
23. Criteria for a recommended standard: Occupational exposure lO hand-arm vibration, pu-
blicación n.o 89-106, U.S. Department of Health and Human Services (NIOSH), Cincin-
nati.1989.
24. Cuide for the measurement and evaluation of gloves which are used to reduce exposure lO
vibration transmitted to the hand. ANSI S3.4O-1989, American National Standards Insti-
tute. Nueva York. 1989.
25. H. E. von Gierke, «Exposure to combined noise and vibration environments», Proc. of
3rd Intern. Congo on Noise as a Public Health Problem, ASHA Report 10, American
Speech and Hearing Association. Rockville, Md., 1980.
Capítulo 27
PRINCIPIOS DE CONTROL
DE LA VIBRACION
Cyril M. Harris
27.1
27.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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FRECUENCIA EN HERZIOS
(b)
yoría de los sistemas mecánicos vibran a más de una frecuencia, de ahí que el mo-
vimiento resultante sea más complejo. como en la Figura 27.2c.
I
~TIEMPO
I (a)
-t~
I
_TIEMPO
(b)
~TIEMffi
I
(e)
fn=~ ri
21T~ ;;
Hz (27.40)
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.5
CUERPO RIGIDO
donde k es la rigidez del muelle en newtons por metro y m es la masa del cuerpo rí-
gido en kilogramos. En unidades anglosajonas
f, = _1 [ki Hz (27.4b)
n 2-rr --.J W
donde k es la rigidez del muelle en libras por pulgada, W = mg es el peso del cuerpo
rígido en libras y g es la aceleración de la gravedad en pulgadas por segundo al cua-
drado. Cuando la masa se coloca encima del muelle, lo comprime en una cantidad
(denominada deflexión estática) mglk, donde g es la aceleración de la gravedad.
Para este caso:
FIGURA 27.4. Relación entre frecuencia natural y deflexión estática para un sistema
lineal de un único grado de libertad.
(27.6)
1
~ = -In (x,lx,+n) (27.7)
n
(27.8)
(27.9)
Excitación no sinusoidal
El movimiento de los sistemas reales suele ser más complicado que el que muestran
las Figuras 27a o b. En lugar de ello. se parece más al que muestra la Figura 27.2c.
El control de la vibración depende de la relación entre la frecuencia de excitación y
la frecuencia natural y del amortiguamiento. La frecuencia a la que el sistema vibra
bajo condiciones estables es la misma que la frecuencia de excitación; puede medir-
se mediante un filtro de banda fina o un analizador de espectro que esté conectado
27.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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0,03 ~--~-~I-+-+-+++_l+---+--+-I-.f-lII~ ~-+,+i-i ..
~~
0,01 ~
0,1 0,2 0,5 2 3 5 lO
a una salida eléctrica del acelerómetro que está conectado a la masa. Todas las fre-
cuencias de interés pueden tratarse por separado. En la mayoría de los casos, las
frecuencias más altas son de escaso interés porque la transmisibilidad es pequeña,
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.9
O~==~==~~~~
e/Ce = O~--+--+--f-~-+-I
8~----~----~-r-+-+-r-4
I 0,05 ~--+--+--+-+---H
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REGION 1-
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0,051---+--+--+-----lH-¡'-,"-;---+---':>'",,~~~
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0,04 1---~I---+---+-------++....-----+--~IrtJ\'\~~'i\~
0,03 t----r---+-f---<-...-~-----+---_+~\Hf-\"""''\~,
0,02 ~-------i-----~-r--++~-----+-----i-t--;\H'lt-1
'~
0,01 I I ¡I I
l......____---I._--I'----'---L.--L....l....-.......I----------....I..---"-'--.......................
I j ~
0,01 0,2 0,3 0,5 2 3 5 10
RELACION _ _--.:F...:.R:!:E.:::.cU~E:.:N:.:C~IA~DE::....::..:EX~C:::..IT:.:..A.:.::C:.:..:IO::.:.N:..__
FRECUENCIA NATURAL NO AMORTIGUADA
(fn-)
FIGURA 27.6. Curvas de transmisibilidad de fuerza y de desplazamiento para un sis-
tema de un único grado de libertad con amortiguamiento viscoso. En referencia a la
Figura 27.3, la transmisibilidad de la fuerza es la relación entre la fuerza máxima trans-
mitida y la fuerza máxima aplicada F~ la transmisibilidad del desplazamiento es la re-
lación entre la amplitud del desplazamiento X o y la amplitud del desplazamiento apli-
cado.
como ilustra la Figura 27.6. Como resultado, al elegir sistemas para el control de la
vibración, suele ser necesario ocuparse sólo de una o pocas frecuencias excítatorías.
27.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
CUERPO RIGIDO
AMORTIGUADOR VISCOSO
MUELLE~ A
_ .......~_~_---.Ju
Rigidez no lineal
125 1---+-J<---+----I,....--+--+-4
Ul
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~100r--~-_+--~-1-~~
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u: 75 r---I+-_+--~-+1L-~
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w 50 t-t-t--r:-l-...+---7''t----i
::J
u.
FIGURA 27.8. Curvas de fuerza-deflexión para un sistema: (a) lineal y (b) no lineal.
PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION 27.11
~ 25
\
ri!w ,a
J: 20
zw \
r--. ~
,
~
- ~
FIGURA 27.9. Curvas que muestran la relación entre la frecuencia natural y la carga
soportada para las curvas fuerza-deflexión (a) lineal y (b) no lineal que muestra la Fi-
gura 27.8.
REFERENCIA
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and Vibration Handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
Capítulo 28
TECNICASDECONTROLDE
LA VIBRACION
Eric E. Ungar
Douglas H. Sturz
INTRODUCCION
Este capítulo considera los métodos para el control de la vibración que son fá-
cilmente aplicables y útiles en una variedad de situaciones prácticas. Aporta un
marco de referencia para considerar los problemas de control de la vibración. pre-
senta una visión general de los enfoques sobre el mismo y comenta los medios más
frecuentemente utilizados para el control de la vibración, el aislamiento y el amor-
tiguamiento. Este capítulo no describe las técnicas de reducción de la vibración
especializadas que sólo resultan útiles en manos de expertos o que precisan de
medidas y análisis detallados. Estas técnicas especializadas se comentan en la Re-
ferencia 1.
Suele resultar útil contemplar un problema de control de la vibración en térmi-
nos de los tres elementos que muestra esquemáticamente la Figura 28.1 a: una fuen-
te. que genera fuerzas o movimientos vibratorios; un receptor, que está afectado por
las vibraciones o irradia un sonido no deseado; y una vEa. a lo largo de la cual las vi-
braciones se transmiten entre la fuente y el receptor. Estos elementos se ilustran en
la Figura 28.lb, que muestra: (1) una fuente, que produce una vibración como re-
sultado de las fuerzas de inercia asociadas a una masa guiada por una leva; (2) una
vEa, representada por una placa que se mantiene rígida mediante anclajes, y (3) un
receptor, consistente en un marco al que están conectados varios sistemas de masa-
muelle, representando componentes de la máquina que tienen características de
respuesta dependientes de la frecuencia (y/o radiación de sonido). No es fundamen-
28.1
28.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Fuente J '41 d
Receptor
Vía
(b)
FIGURA 28.1. Esquema fuente, vía, receptor. (a) Diagrama de flujo; (b) ejemplos
ilustrativos.
tal que la línea divisoria se elija entre la fuente y la vía o entre la vía y el receptor;
p. ej., las conexiones (sean rígidas o flexibles) entre las máquinas que producen vi-
bración y sus apoyos pueden considerarse como parte de la fuente o de la vía, y una
afirmación análoga se aplica a las conexiones entre las estructuras de apoyo y el
equipamiento sensible a la vibración que soportan. Aunque la ilustración sólo
muestra una fuente, una vía y un receptor, a menudo, en una situación práctica con-
creta, están presentes varias fuentes, vías y receptores de igual importancia. La Fi-
gura 40.1 ilustra la aplicación del esquema fuente-vía-receptor al ruido generado
por una máquina.
Modificación de la excitación
Bloque de inercia
Absorbedor dinámico
"'¡.·--~----~~A~islador de la vibración
Por ejemplo, en una máquina de estampado, una fuerza reducida que se aplica más
lentamente y que actúa sobre un período más largo puede sustituir a otra más rá-
pida, pero con una fuerza de estampado mayor. Si es factible, las fuerzas de impacto
pueden reducirse introduciendo almohadillados, p. ej., en forma de un metal blan-
do (como plomo, que habrá que cambiar cada cierto tiempo), caucho o plástico.
Fuerzas de desequilibrio. Las fuerzas que resultan del desequilibrio de los com-
ponentes rotativos o alternativos pueden reducirse equilibrándolos o reemplazán-
dolos por otros más equilibrados. Equilibrar los sistemas rotativos requiere equi-
pamiento y técnicas especializada~. Si la finalidad es controlar el ruido, equilibrar
los sistemas alternativos suele resultar difícil y poco práctico. La norma 1940 de la
International Organization for Standardization (ISO) ha establecido grados de ca-
lidad de equilibrio para muchos tipos de máquinas. Estos grados especifican las
magnitudes permisibles de desequilibrio y pueden utilizarse para estimar la magni-
tud del desequilibrio en una máquina concreta o para especificar la calidad del equi-
librio preciso.
Fuerzas dejluidos. Las fuerzas de fluidos inestables, que resultan de aparatos que
mueven fluido, como compresores, bombas, ventiladores y secadores, pueden re-
ducirse cambiando las características de su funcionamiento (p. ej., presión o tasa de
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.5
tiva, como la que puede obtenerse añadiendo un gran «bloque de inercia» a una
máquina (mostrado esquemáticamente en la Figura 28.2), aumenta la inercia que
las fuerzas de la máquina tienen que vencer para producir movimiento; los bloques
de inercia se describen en la sección siguiente. Los aumentos en la rigidez (como se
indica mediante los enrigidecedores mostrados en la Figura 28.2) sirven para redu-
cir las deformaciones vibratorias del bastidor; los aumentos en el amortiguamiento
del bastidor reducen las deformaciones a sus resonancias.
Los movimientos de vibración que produce una fuente en una estructura a la que
está unida pueden reducirse aumentando la resistencia al movimiento de la estruc-
tura soporte. Esto puede lograrse aumentando la rigidez de la estructura, la masa o
el amortiguamiento, dependiendo de qué parámetro controle los movimientos de la
estructura a las frecuencias de interés o añadiendo absorbed ores dinámicos. Estos
medios para aumentar la resistencia al movimiento del apoyo se ilustran esquemá-
ticamente en la Figura 28.2.
Los aumentos de rigidez son más beneficiosos para frecuencias por debajo de la
frecuencia de resonancia fundamental de la estructura; los aumentos de masa son
más beneficiosos para frecuencias altas. Los cambios de masa o rigidez también
producen cambios en las frecuencias de resonancia de la estructura. Mediante una
selección adecuada, las resonancias de la estructura pueden sintonizarse para ale-
jarlas de las frecuencias de excitación, reduciendo así las vibraciones de la estruc-
tura, pero una selección inadecuada puede provocar el efecto contrario. Si no puede
lograrse la sintonización para evitar el emparejamiento de las frecuencias de reso-
nancia de excitación y estructural, como suele suceder con la excitación de banda
ancha o con estructuras que tienen muchas frecuencias de resonancia dentro del
rango de frecuencias de interés, el aumento del amortiguamiento constituye el me-
jor medio para reducir las vibraciones estructurales. La acción de los absorbedores
dinámicos se comenta en una sección posterior.
Injerto elástico
o junta Cambio en
la sección
¿.-----b L-....,Ir-"~==-~:;:~/
~rafuerte
Contrafuerte
Masas de bloqueo
Absorbedor dinámico
masa a uno o ambos lados de la unión. Para frecuencias altas, se puede obtener una
considerable atenuación a partir de los cambios en la sección transversal de la vía,
incluso sin cambiar el material.
La atenuación puede lograrse mediante dispositivos que impidan los movimien-
tos estructurales a lo largo de la vía. Unos contrafuertes bien colocados (p. ej., una
nervadura añadida a una placa de metal, como muestra esquemáticamente la Fi-
gura 28.3) pueden servir para este propósito, como también unas «masas de blo-
queo» adecuadamente colocadas, es decir, masas compactas (véase Figura 28.3) cu-
yas inercias de traslación y rotacional inhiben la transmisión de la vibración, como
se comenta en detalle en la Referencia 6. Una masa que está conectada a la estruc-
tura de una vía mediante un elemento flexible (véase Figura 28.3) actúa como un
«absorbedor dinámico». Este dispositivo tiende a reducir el movimiento de la es-
tructura en el punto de unión a la frecuencia de resonancia del absorbedor, impi-
diendo así la propagación de las vibraciones más allá del punto de conexión para
esa frecuencia. Los absorbedores dinámicos se comentan brevemente en la sección
«Reducción de las fuerzas transmitidas» y en detalle en la Referencia 5.
Si la transmisión de las vibraciones es un problema concreto en un rango deter-
minado de frecuencias (debido a la sensibilidad del receptor y/o debido a la severi-
dad de las vibraciones generadas por las fuentes en ese rango). se debe considerar
la desintonización de la vía; o sea, ajustar sus características de manera que trans-
mita las vibraciones relativamente mal en el rango de frecuencias de interés.
Bloque de inercia
Aislador de la vibración
&;;=;:¡~~rc=;;=;;=;:¡¡~~j;~-- Estructura de apoyo
Contrafuertes o masas
Tratamiento de amortiguamiento
Absorbedor dinámico en el punto de conexión
AISLAMIENTO DE LA VIBRACION
Selección de aisladores
La elección de los aisladores para una aplicación específica está regida por la mag-
nitud de la reducción de la vibración, o aislamiento, necesario en presencia de las al-
teraciones dinámicas previstas. También está condicionada por las fuerzas estáticas
(incluyendo los pesos) que han de soportar los aisladores y por las características
(magnitudes, direcciones, contenido de frecuencias) de las fuerzas alteradoras.
Además, está influida por requisitos ambientales (p. ej., resistencia a la sacudida
mecánica, temperaturas, agentes químicos corrosivos), por limitaciones de peso y
espacio (incluyendo los límites de las excursiones permisibles de los elementos ais-
lados) y por consideraciones de seguridad y coste. La selección de los aisladores se
describe en detalle en el Capítulo 29.
Aisladores péndulo. Las disposiciones en péndulo. por sí mismas, sólo aíslan la vi-
bración horizontal. La frecuencia natural de esta configuración varía inversamente
a la raíz cuadrada de la longitud del péndulo. Un péndulo que tenga 10 cm de lon-
gitud (3.97 in) posee una frecuencia natural de aproximadamente 1,6 Hz; los pén-
dulos más largos dan como resultado frecuencias naturales más bajas. Si también es
preciso el aislamiento en dirección vertical. el péndulo puede estar sujeto por un
muelle de aire o un resorte blando.
Evitar puentes. Hay que tener cuidado para asegurarse de que los aisladores se
pueden mover sin restricción y de que no se produce «puenteo». El «puenteo» es
una transmisión no intencionada de vibración a través de vías no flexibles, «corto-
circuitando» así al aislante flexible. Los aisladores con carcasas (cerramientos pro-
tectores) deben estar alineados adecuadamente, de manera que los elementos de
cubrición no se atasquen entre sí. A menudo, el mantenimiento de este alineamien-
to resulta difícil en la práctica. Por esta razón, siempre que sea posible, hay que usar
muelles estables que no requieran carcasas. Hay que comprobar las instalaciones de
aislamiento para asegurarse de que ni los montajes ni los tornillos de alineación in-
terfieren con el movimiento libre de los aisladores, y de que no haya cascotes ni
otros desechos bajo la máquina que pudieran limitar el movimiento libre del siste-
ma aislado. La Referencia 8 presenta numerosos detalles prácticos de instalaciones
de aisladores.
Si los tornillos han de prolongarse a través de una plancha de aislador, deben te-
28.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ner arandelas y manguitos elastoméricos blandos (p. ej., véase Figura 28.5), de ma-
nera que no puenteen la plancha aislante.
El puenteo a través de tuberías, conductos, ejes, cables tensos, etc., que conec-
tan elementos y estructuras entre los aisladores, puede evitarse mediante el uso de
tubos flexibles, como los que muestra la Figura 28.6. Los tubos flexibles de caucho
o tubos plásticos pueden resultar útiles para el aislamiento en los sistemas de tube-
rías; pueden precisarse secciones de tuberías o conducciones de metal flexible: (1) si
la temperatura o la presión son altas, (2) si se transmiten fluidos químicamente ac-
tivos o (3) si está prescrito por un código de ensayo. La tubería habitual de metal
flexible no suele ser satisfactoria en el caso de gases a presiones muy altas o sustan-
cias volátiles altamente peligrosas. Los tubos corrugados, sin costuras o soldados,
con perfilado exterior y ajustes integrales interiores en los extremos no son suscep-
tibles de producir pérdidas y por tanto son adecuados para contener sustancias vo-
látiles y gases bajo presión. Sin embargo, la mayoría de los tubos y tuberías metáli-
cos son relativamente rígidos y deben utilizarse en configuraciones largas, curvadas
o de bucle, como ilustra la Figura 28.7, para obtener flexibilidad.
No deben utilizarse juntas de expansión de caucho, plástico (p. ej., teflón) o fue-
Pata del
Apoyo de hormigón
ANCLAJE EN HORMIGON
Pata del equipamiento
FIGURA 28.5. Sistemas para evitar el puenteo del aislador en la conexión anclada.
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.13
(a) (b)
(e)
(d)
FIGURA 28.6. Tubos y tuberías flexibles. (a) Tubería corrugada con trenzado; (b) tu-
bería corrugada; (e) tubo de goma; (el) detalle de una tubería corrugada con trenzado.
Equipamiento
vibratorio
Bucle de
tubería '--.. . . ----'T~ Aisladores de la vibración
flexible
puede acortar la vida de la tubería. La Figura 28.7 muestra una disposición reco-
mendada que asegura la distribución del movimiento a lo largo de toda la longitud
del conducto flexible.
Debido en parte a que los elementos de tubería flexible hacen poco por atenuar
la vibración transmitida a través del fluido en su interior, a menudo resulta práctico
mantener conexiones rígidas convencionales entre las tuberías y el equipamiento
aislado y aislar las tuberías de otras estructuras. Hay gran variedad de colgadores
flexibles de tubos comercializados con este propósito. El aislamiento de las tuberías
para el control del ruido en los edificios se describe en el Capítulo 45.
Acoplamientos flexibles
las frecuencias naturales. Con el fin de mover el centro elástico del sistema hacia el
centro de gravedad, puede utilizarse un montaje con aisladores en ángulo hacia
arriba. Esto reducirá el efecto de los modos de acoplamiento, mejorará el aisla-
miento de la vibración y reducirá el movimiento. Puede resultar más factible desa-
coplar el sistema montando la máquina rígidamente con un bloque de inercia (para
hacer descender el centro de gravedad del ensamblaje) y suspender el bloque de
inercia de aisladores localizados en el mismo plano horizontal que el centro de gra-
vedad.
3. Muchos tipos de equipamiento tienen estructuras de montaje relativamente
poco masivas para conectarlas a aisladores. La baja impedancia mecánica de estas
estructuras hace imposible lograr un nivel alto de aislamiento de la vibración. La
impedancia mecánica de la estructura de apoyo puede aumentarse conectando rí-
gidamente el equipamiento a un bloque de inercia y montando luego éste sobre ais-
ladores.
4. Algunos tipos de equipamiento no funcionan adecuadamente salvo que estén
apoyados en una estructura rígida. Esto se aplica a ciertos tipos de máquinas herra-
mienta que no son inherentemente rígidas y que por tanto necesitan de un apoyo rí-
gido para mantener la precisión prescrita. En otros tipos de maquinaria (como
prensas de imprenta), que tienen componentes articulados, puede hacer faIta un
apoyo rígido para mantener el alineamiento adecuado de las partes en funciona-
miento.
Un bloque de inercia adaptado para satisfacer los requisitos anteriormente des-
critos puede colocarse por encima del nivel del suelo o, por debajo de éste, dentro
de un foso. Los aisladores que se emplean para apoyar el bloque pueden ser de cau-
cho. muelles de acero u otro material flexible adecuado. El tamaño del bloque de
inercia requerido depende de las razones para su uso y del tipo y tamaño del equi-
pamiento. La finalidad del bloque de inercia puede ser aportar rigidez; el tamaño se
determina mediante el momento disponible para transferencia al bloque y el mo-
vimiento permisible de la máquina. La frecuencia natural deseada para el sistema
de aislamiento suele establecerse mediante las características de funcionamiento
del equipamiento montado y el aislamiento requerido.
La Figura 28.8 muestra un bloque de inercia apoyado por encima del nivel del
Base de
hormigón
FIGURA 28.8. Bloque de inercia apoyado sobre aisladores. La base puede construir-
se cubriendo el suelo con una lámina plástica, instalando el marco sobre ésta y ver-
tiendo el hormigón hasta llenar el marco. Una vez que el hormigón se asienta,la base
se levanta del suelo y se coloca en su posición definitiva mediante los tornillos de ele-
vación. (The Vibration Eliminator Company.)
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.17
Sello de masilla
AGURA 28,9. Base independiente en el suelo. La rigidez del tablero flexible se de-
termina mediante el tipo de material, su área y su grosor; el espacio entre tableros se
cubre con relleno inactivo, es decir, con partículas de material de rigidez insignifican-
te. La base puede verterse directamente sobre la lámina plástica colocada sobre el ta-
blero. En los extremos opuestos se muestran disposiciones alternativas. A la izquier-
da, el tablero sirve como encofrado para el hormigón; allí donde haga falta menos
rigidez horizontal, pueden utilizarse encofrados extraíbles en su construcción, como
se muestra en el lado derecho. (The Vibration Eliminator Company.)
28.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Equipamiento
Aislador ~
de la vibración--¡......:..--=..2...l..-_ _ _ _..L-~_,
AMORTIGUAMIENTO ESTRUCTURAL
Dado que cualquier tratamiento o dispositivo que disipa la energía vibratoria puede
servir para aportar amortiguamiento, existen muchos medios distintos de amorti-
guamiento, incluyendo: (1) dispositivos (como los amortiguadores de automóviles)
en que la energía se disipa mediante fluidos viscosos que se fuerzan a través de ori-
ficios; (2) dispositivos como los de los frenos de automóviles, que se basan en el ro-
zamiento entre superficies sólidas; (3) sistemas electromagnéticos, como los apara-
tos de corriente parásita o de Foucault, en que el movimiento relativo entre un imán
y un conductor genera corrientes eléctricas que son disipadas en resistencias eléc-
tricas; (4) cables, cadenas o materiales granulados (p. ej., arena o bolas de plomo)
que están dispuestos de manera que tintinean dentro de coberturas o cavidades a
medida que éstas vibran, y (5) aparatos o disposiciones que incorporan materiales
con amortiguamiento inherente alto.
Puede obtenerse un amortiguamiento significativo sólo si la configuración satis-
face los siguientes requisitos: (1) debe tener una alta capacidad de disipación de la
energía a las amplitudes, frecuencias y condiciones ambientales de interés, y (2)
debe estar colocada y configurada de manera que participe en considerable medida
en la energía mecánica total del sistema de vibración.
Un tratamiento de amortiguamiento es una configuración de materiales que se
aplica a un componente estructural, como un panel de chapa de metal, para aumen-
tar su amortiguamiento. Muchos fabricantes tienen disponibles tratamientos de
amortiguamiento en láminas, como cintas que se pegan a una superficie, y en masa
para extender en spray o con paleta sobre la superficie. Las láminas absorbentes del
sonido ajustadas a la superficie de metal del cerramiento de una máquina pueden
aportar amortiguamiento a la estructura, además de absorber el sonido. Hay dis-
ponibles algunos tratamientos de amortiguamiento en forma de lámina con una su-
perficie magnetizada; las secciones de esta lámina pueden conectarse rápidamente
a una superficie plana de acero (u otra aleación magnética) durante las operaciones
ruidosas (como astillar, triturar, martillear y remachar) y pueden retirarse y reuti-
lizarse.
Los tratamientos de amortiguamiento aplicados a estructuras de chapas de me-
tal grandes y relativamente delgadas suelen aportar una considerable reducción del
ruido. sobre todo si se aplican: (1) a paneles que forman cerramientos de cabina
para las máquinas (p. ej., lavavajillas, refrigeradores o equipamiento de oficina) o
(2) a las superficies posteriores de tolvas, cajones, cintas transportadoras, bandejas,
alimentadores vibratorios, molinos de desarenado y otros aparatos en que se pro-
ducen impactos de objetos duros. En los siguientes párrafos aparecen directrices
más específicas sobre el uso de los tratamientos de amortiguamiento.
Los materiales visco elásticos de alto amortiguamiento son aquellos que poseen ca-
pacidades tanto para la disipación de la energía (viscosa) como para su almacena-
miento (elástica). Todos los materiales poseen estas capacidades en cierta medida,
pero algunos materiales de caucho polimérico tienen unas propiedades de amorti-
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.21
Tratamiento Tratamiento de
de capa libre capa forzada
• Las listas de distribuidores aparecen anualmente en los números de junio de Sound and Vibration.
En la Referencia 12 puede encontrarse una recopilación de las propiedades de muchos materiales de
amortiguación disponibles.
28.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
REFERENCIAS
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. D. G. Stadelbauer y D. Muster, «Balancing of rotating machinery», Capítulo 39 en la Re-
ferencia l.
3. R. D. Blevins, «Vibrations of structures induced by fluid flow», Parte 1, Capítulo 29 en la
Referencia l.
4. A. G. Davenport y M. Novak, «Vibration of structures induced by wind», Parte n, Ca-
pítulo 29 en la Referencia 1.
5. F. E. Reed, «Dynamic vibration of absorbers and auxiliary mass dampers», Capítulo 6 en
la Referencia 1.
6. L. Cremer, M. Heckl y E. E. Ungar, Structure-bome sound, 2. 8 ed., Springer-Verlag,
Nueva York, 1988.
TECNICAS DE CONTROL DE LA VIBRACION 28.23
R. H. Racca
INTRODUCCION
En este capítulo se describen varios tipos de aisladores de vibración, así como sus
características. Se tratan los aspectos prácticos de los aisladores, incluyendo los ais-
ladores elastoméricos, los aisladores plásticos y los muelles de metal. Cada tipo se
describe según sus configuraciones típicas (como compresión y cizallamiento para
los muelles elastoméricos) y sus aplicaciones características (como la detlexión de
carga y la amortiguación). A continuación, se presenta información detallada de los
aisladores de vibración comercializados. En la Parte 2 de este capítulo, se incluye in-
formación detallada sobre cómo seleccionar aisladores de vibración.
Se utilizan muchos materiales diferentes como elementos elásticos de los aisla-
dores. El material empleado determina el tipo de aislador. Cada material posee
ventajas y desventajas particulares.
Los aisladores elastoméricos (caucho sintético y natural) tienen muchas aplica-
ciones debido a que pueden moldearse adecuadamente con muchas formas y rigi-
dez distintas, poseen más amortiguación interna que los muelles de metal, suelen
precisar espacio y peso mínimos y pueden unirse a piezas metálicas adaptadas para
simplificar la conexión con estructuras aisladas.
Los aisladores plásticos poseen características de rendimiento parecidas a las de
los del tipo de caucho y metal utilizados en configuraciones equivalentes. Entre sus
ventajas destacan el bajo coste y la notable uniformidad; entre sus desventajas. el
poseer una temperatura máxima de funcionamiento, generalmente limitada a 29 oC
(120°F).
Los muelles de metal suelen emplearse allí donde se precisa una gran detlexión
estática, donde la temperatura u otras condiciones ambientales hacen inadecuado al
elastómero y (bajo algunas circunstancias) donde haga falta un aislador de bajo cos-
te. Si se precisa un aislador de menor frecuencia. pueden utilizarse aisladores neu-
29.1
29.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
máticos, que poseen ventajas en este campo. I.'ueden utilizarse en muchas de las
mismas aplicaciones que los muelles de metal, pero sin algunas de las desventajas de
estos últimos.
Otros materiales elásticos, no comentados en este capítulo, son el corcho, la es-
ponja de caucho y algunos materiales compuestos. Por lo general, estos materiales
se cortan de grandes planchas y se usan en forma de placas. Carecen de la adapta-
bilidad de los elastómeros moldeables y suelen adherirse a piezas de metal para fa-
cilitar su instalación. El corcho suele utilizarse como apoyo de cimientos de hormi-
gón relativamente grandes. Las fibras de vidrio impregnadas con un aglutinante
adecuado pueden usarse para formar el elemento elástico de los aisladores de vi-
bración. Estos aisladores son relativamente inmunes a las condiciones ambientales
y se usan frecuentemente en la aviación militar. Muchos otros materiales compues-
tos en forma de planchas se utilizan como aisladores de la vibración, sobre todo en
maquinarias. Estos tipos de aisladores especiales. las propiedades detalladas de los
elastómeros y los sistemas de aislamiento especial se describen en la Referencia 1.
Sea cual sea su geometría, tanto los elastómeros como los metales exhiben rotura
por fatiga como resultado de cargas cíclicas repetidas. A diferencia de los metales,
los elastómeros no experimentan una rotura por fatiga de tipo catastrófico. En vez
de ello, la rotura comienza como una fisura en el punto de mayor tensión de corte
cíclica, que se produce por lo general en la parte exterior (por lo tanto. visible en
muchos casos) y gradualmente se propaga hacia el cuerpo del elastómero. El resul-
tado es una reducción gradual de la rigidez que, por lo general, se hace aparente an-
tes de la rotura total.
La mayoría de los aisladores elastoméricos no deben ser sometidos a grandes
tensiones estáticas durante grandes períodos de tiempo. Un aislador con una gran
de flexión estática puede dar un rendimiento satisfactorio temporalmente, pero la
de flexión tiende a desplazarse excesivamente si el período es largo. En general. los
elastómeros no deben forzarse estáticamente de forma continua más del 10 al 15
por 100 en compresión y no más del 25 al 50 por 100 en cizallamiento.
29.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
"",".L.L.L.L~~~~~~ / Estructura
de apoyo
r-- . -.......~H-+-....-.L....· - - -'-'
L-__ _ ____ --.1
Arandela
Corte longitudinal de amortiguación
(a) (b)
Tipos de carga
Los aisladores elastómeros pueden utilizarse con distintos tipos de carga: compre-
sión, cizallamiento. tensión o pandeo. o con cualquier combinación de ellas.
lipo de Características de
carga carga-deflexión
p
... Compresión
(a)
Ú Deflexión
(b)
Deflexión
(e)
CIl~
"--o
oc
ái"iii
Eo
0-
~ Deflexión
(d)
Deflexión
(e)
Cll ~
~._--.
P"de,
Deflexión
lativamente aIta para limitar las de flexiones dinámicas bajo la excitación del impac-
to. Debido a las características de endurecimiento no lineal de la carga de compre-
sión. es el tipo menos eficaz para el almacenamiento de energía y, por tanto, no se
recomienda cuando la fuerza de atenuación o la transmisión de la aceleración son la
principal preocupación. (La energía almacenada en cualquier muelle es el área bajo
la curva de deflexión de carga.)
cizallamiento el tipo preferido para los aisladores de vibración, debido a que aporta
una respuesta de frecuencia constante para tensiones dinámicas de corte, tanto
grandes como pequeñas, en un sistema simple de masa-muelle. La carga de corte
también resulta útil para aisladores del impacto, donde la fuerza de atenuación o la
transmisión de aceleración son importantes, debido a su capacidad más eficaz para
almacenar energía en comparación con la carga de compresión. Sin embargo, hay
que tener cuidado para asegurarse de que las cargas dinámicas esperadas no tengan
como resultado tensiones de corte que superen los límites del elastómero y de que
no se produce una caída abrupta del equipo sustentado. La Figura 29.2c muestra
una modificación de la carga de cizallamiento, a veces considerada como un tipo
distinto, denominado carga torsional. Consiste en forzar un giro desfasado de varias
secciones laminadas para tensar el elastómero en torsión. Cuando la tensión supera
aproximadamente el 150 por lOO, se induce un considerable empuje axial de las car-
gas sobre las piezas de conexión.
Carga de pandeo. La carga de pandeo, que ilustra la Figura 29.2e, tiene lugar
cuando la carga que se aplica externamente hace que un elemento elastomérico se
deforme o flexione en la dirección de la carga aplicada. Las características de la ri-
gidez de pandeo pueden utilizarse para obtener tanto las ventajas de las caracterís-
ticas de ablandamiento de la rigidez (para la parte inicial de la curva de carga-defle-
xión) como las características de endurecimiento (para la parte que sigue en la
curva de carga-deflexión). El modo de pandeo aporta así una capacidad alta de al-
macenamiento de la energía y es útil para los aisladores de impacto, en los que la
transmisión de la fuerza o la aceleración es importante y donde es precisa la amor-
tiguación (limitación del movimiento) bajo cargas transitorias dinámicas excesiva-
mente altas. Este tipo de rigidez característica aparece en algunos materiales de es-
puma elastomérica de amortiguación y en aisladores elastoméricos especialmente
diseñados. Sin embargo, es importante destacar que incluso los elementos simples
de compresión se pandearán cuando la relación de esbeltez (la relación entre lon-
gitud y anchura sin carga) supera 1,6.
Es frecuente utilizar combinaciones de los tipos de carga descritos anteriormen-
te, lo cual da como resultado características combinadas de carga-deflexión. Con-
sidérese, por ejemplo, un aislador del tipo compresión que esté instalado en ángulo,
en lugar de su posición vertical habitual. Bajo estas condiciones, actúa como un tipo
de aislador de compresión-cizallamiento cuando se carga en dirección vertical hacia
abajo. Cuando se carga en dirección vertical hacia arriba, actúa como un tipo de ais-
lador de combinación cizallamiento-tensiÓn.
29.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(a) (b)
FIGURA 29.3. Aislador tipo cuenco no anclado. Características. diseño compacto de perfil bajo;
rendimiento en todos los modos, puede utilizarse en tensión, compresión o corte con igual rendi-
miento; diseño seguro contra roturas; amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 3,6
hasta 816 kg (8 a 1800 lb); frecuencia natural inferior a 12 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial
y axial aproximadamente igual a 1. Aplicaciones típicas. unidades de refrigeración, aire acondiciona-
do, motores auxiliares, generadores, ventiladores, bombas, plantas eléctricas, equipamiento hidráu-
lico y neumático, instalaciones en que se esperan cargas transitorias altas (impactos).
AGURA 29.3b Aislador semiesférico elastomérico. Caracterfsticas. construcción anclada; caracterís-
ticas no lineales de deflexión de carga; excelente capacidad de almacenamiento de energía; alta ca-
pacidad de deflexión, buen aislador de impactos y vibraciones; rango de carga desde 2,3 a 13,6 kg (5
a 30 lb); frecuencia natural inferior a 12 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial igual a 1.
Aplicaciones típicas: componentes electrónicos, ventiladores, generadores portátiles, aire acondicio-
nado, centrifugadoras, equipamiento de comunicación, ordenadores, aplicaciones en que se requiere
un gran almacenamiento de energía.
(c) (d)
AGURA 29.3c Aislador de compresión de uso general. Características. diseño seguro contra fallos;
amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 91 a 720 kg (200 a 1600 lb); frecuencia na-
tural inferior a 8 Hz; relación entre la rigidez radial y axial aproximadamente igual a 0,3. Aplicaciones
típicas. máquinas de combustión interna, cabinas de camión, transmisiones, bombas, motores, ge-
neradores, compresores, instalaciones en que se esperan cargas transitorias altas (impactos) en la di-
rección axial.
AGURA 29.3d Aislador anclado de uso general. Características. diseño compacto de perfil bajo; pue-
de suministrarse seguro contra fallos con una arandela especial; rango de carga desde 18 a 816 kg (40
a 1800 lb): frecuencia natural inferior a 7 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial igual a 1.
Aplicaciones típicas. máquinas de combustión interna, compresores, bombas, maquinaria de impren-
ta, prensas de grabado, ventiladores, fuelles, máquinas herramienta, laminadoras, instalaciones en
que no se esperan cargas altas transitorias (impactos), salvo que se incluyan arandelas de amortigua-
ción.
29.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Equipamiento als a o
r
Instalado
Agujero
de montaje
Arandela de montaje
le) If)
Tornillo
Axial
Tornillo
Bisel
Hueco
(elemento soporte) R
Hueco
(elemento soporte)
Tuerca
Ig) Ih)
FIGURA 29.3e Aislador completamente anclado de uso general. Características. tamaño compac-
to; diseño seguro contra fallos; amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 5,7 a
1225 kg (12,5 a 2700 lb); igual rigidez en las direcciones radial y axial. Aplicaciones típicas. motores de
combustión interna, transmisiones, cabinas de camiones, acondicionadores de aire, bombas, radia-
dores, generadores, motores, compresores, en instalaciones en que se esperan cargas transitorias al-
tas (impactos).
FIGURA 29.3'. Aislador semianclado de uso general. Características. todas las capacidades; diseño
seguro contra fallOS; rango de carga desde 18 a 2090 kg (40 a 4600 lb); frecuencia natural inferior a
10 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial aproximadamente igual a ,. Aplicaciones típi-
cas. motores de combustión interna, transmisiones, cabinas de camiones, radiadores, acondiciona-
dores de aire, bombas, motores, generadores, compresores, en instalaciones en que se esperan car-
gas transitorias altas (impactos).
FIGURA 29.3g. Aislador elastomérico tipo sandwich. Características. construcción compacta de tres
piezas; diseño seguro contra fallOS; rango de carga desde 50 hasta 250 kg (110 a 550 lb); frecuencia na-
tural inferior a 20 Hz en la dirección axial; relación entre la rigidez axial y radial desde 4:1 hasta 7:1.
Aislador ideal para sistemas centrados. Aplicaciones típicas. motores de combustión interna, cabinas
de camiones, motores, generadores, transmisiones, bombas, instalaciones en que se esperan cargas
transitorias altas (impactos).
FIGURA 29.3h. Aislador semianclado de uso general. Características. construcción compacta de una
pieza; diseño seguro contra fallos; amortiguación en todas direcciones; rango de carga desde 34 hasta
954 kg (75 a 2100 lb); frecuencia natural inferior a 10 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y
axial aproximadamente igual a ,. Aplicaciones típicas. motores de combustión interna, transmisio-
nes, radiadores, acondicionadores de aire, bombas, motores, generadores, compresores, en instala-
ciones en que se esperan cargas transitorias altas (impactos).
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.11
(i) (j)
-9
(k) (1)
FIGURA 29.3; Aislador no anclado de tipo placa y cuenco. Caracter{stica!l compacto, perfil bajo; di·
seño seguro contra fallos, arandelas de amortiguación integral; amortiguación en todas direcciones;
rango de carga desde 2 hasta 14 kg (4 a 30 lb); frecuencia natural inferior a 15 Hz; relación entre la ri·
gidez dinámica radial y axial de 0,6. Aplicaciones típica!l componentes electrónicos, motores, venti-
ladores, bombas, equipamiento de comunicación, acondicionadores de aire, unidades de refrigera-
ción, equipamiento hidráulico y neumático, instalaciones en que se esperan cargas transitorias altas
(impactos).
AGURA 29.3/. Aislador elastomérico con forma de placa. Característica!l construcción compacta; di·
seña seguro contra fallos; rendimiento en todas las actitudes, puede utilizarse en tensión, compresión
o corte con igual rendimiento; fácil de instalar, arandelas de amortiguación incluidas; rango de carga
desde 0,5 hasta 8 kg (1 a 18Ib); frecuencia natural inferior a 15 Hz; relación entre la rigidez dinámica
radial y axial aproximadamente igual a 1. Aplicaciones típica!l bombas, ventiladores, componentes
electrónicos y de ordenador, unidades de refrigeración, instalaciones en que se esperan cargas tran·
sitorias altas (impactos).
AGURA 29.3k. Aislador anclado de tipo abrazadera. Característica!l dimensiones de montaje nor-
malizadas; diseño con seguridad contra fallos; coste bajo; rango de carga desde 0,2 hasta 140 kg (2 a
310 lb); frecuencia natural inferior a 7 Hz; la relación entre la rigidez radial y axial varía desde 1:1 para
unidades de frecuencia baja, hasta 2:1 para unidades normalizadas. Aplicaciones típica!l ordenado-
res, impresoras, motores, componentes electrónicos, acondicionadores de aire, unidades de refrige-
ración, generadores portátiles, bombas, instalaciones en que no se esperan cargas transitorias altas
(impactos).
AGURA 29.31. Aislador cilíndrico de cizallamiento. CaracterístiCS!l diseño compacto; coste bajo; fa-
cilidad de instalación; rango de carga desde 4 hasta 64 kg (9 a 140 lb) en cizallamiento, 27 a 118 kg (60
a 260 lb) en compresión; frecuencia natural inferior de hasta 5 Hz en cizallamiento, 10 Hz en compre-
sión; relación de rigidez entre cizalla miento y compresión de 0,13. Aplicaciones típica!l motores de
combustión interna, radiadores, bombas, motores, generadores, compresores, instalaciones en que
no se esperan cargas transitorias altas (impactos). Muy bueno para sistemas centrados.
29.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(n)
(m)
Tornillo
de nivelación
Válvula y tapa
(o)
FIGURA 29.3m Aislador elastomérico de uso general. Car8Cterística~ construcción anclada; rango
de carga desde 27 hasta 113 kg (60 a 250 lb); frecuencia natural inferior a 7 Hz; relación entre la rigidez
dinámica horizontal y vertical de 0,4. Aplicaciones t(picas: componentes electrónicos, motores, ven-
tiladores, bombas, generadores portátiles, acondicionadores de aire, centrifugadoras, compresores,
alimentadores vibratorios, maquinaria de trabajo de la madera y empaquetado; se utiliza sobre todo
para aplicaciones estacionarias donde no se esperan cargas transitorias altas (impactos).
MURA 29.3n. Aislador elastomérico de compresión de uso general. Caracter(stica~ perfil bajo; di-
sello compacto; construcción anclada; rango de carga desde 320 hasta 2000 kg (700 a 4400 lb); fre-
cuencia natural inferior a 8 Hz; relación entre la rigidez dinámica horizontal y vertical de 0,4. Aplicacio-
nes típica~ motores, ventiladores, compresores, bombas, generadores, maquinaria de trabajo de la
madera y el metal, alimentadores vibratorios, instalaciones donde no se esperan cargas transitorias
altas (impactos).
FIGURA 29.30. Aislador elastomérico de maquinaria. CarBcter(stica~ perfil bajo, disello compacto;
conexión con tornillo nivelador; no requiere una base especial ni aislar térmicamente la máquina de
la base; rango de carga desde 4,5 hasta 5900 kg (10 a 13.000 lb); frecuencia natural inferior a 12 Hz.
Aplicaciones típica~ prensas perforadoras, fresadoras y taladradoras, máquinas de moldeado de in-
yección, tornos, trituradores, cabezales fríos, perforadoras, taladros de criba, maquinaria de impren-
ta, instalaciones estacionarias.
FIGURA 29.3p. Aislador elastomérico neumático de tipo general. Característica~ diseño compacto; ni-
velación automática; deflexión estática cero bajo carga; frecuencia natural casi constante para el ran-
go de carga evaluado; rango de carga desde 11 hasta 8700 kg (25 a 19.200 lb); frecuencia natural in-
ferior a 3 Hz; relación entre la rigidez dinámica radial y axial igual a 1. Aplicaciones típicas:
centrifugadoras, alimentadores vibratorios, bombas, compresores, unidades de refrigeración, equi-
pamiento de aire acondicionado, ventiladores, prensas taladradoras, cabinas de camión, equipamien-
to óptico de precisión.
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.13
~Elastómero
~ Plástico
Elastóme~o
Plástico ,",
Plástico ' ,
.. ..
(q) (r)
cj], :-':
-. "
¡.
I
De~plazamiento
radIal
(s)
RGURA 29.3q Aislador plástico en forma de placa, Caracterfsticas. coste bajo, perfil bajo; notable
control dimensional; rango de carga desde 0,7 hasta 32 kg (1,6a 70 lb); frecuencia natural inferior a 18
Hz; temperatura de funcionamiento de -40 +50 oC (-40 +120 °F). Aplicaciones típicaS'. equipamiento
de procesamiento de datos, ordenadores, impresoras, máquinas comerciales, electrónica e instru·
mentación médica; puede utilizarse allf donde se empleen aisladores elastoméricos y donde la temo
peratura alta no sea un problema.
FIGURA 29.3r. Aislador plástico de situación libre. Caracterfsticas. coste bajo, diseño de perfil bajo;
notable control dimensional; conexión para ensamblaje en robótica; rango de carga desde 0,27 hasta
2,7 kg (0,6 a 6 lb); frecuencia natural inferior a 20 Hz; caracterlsticas de deflexión de carga no lineales,
excelente atenuación de impactos; rango de temperatura de -40 a +50 oC (-40 a + 120"F). Aplicacio·
nes tfpicas. especlficamente diseñado para la industria de ordenadores y electrónica, puede utilizarse
allí donde se empleen aisladores elastoméricos y donde la temperatura alta no sea un problema.
FIGURA 29.3.. Aislador de malla metálica de tipo cuenco. Caracterfsticas. construcción a prueba de
fallos; rango de carga desde 0,25 hasta 34 kg (0,55 a 75 lb); frecuencia natural inferior a 8 Hz; sensibi·
lidad de amplitud amortiguación-transmisibilidada resonancia 4:1; relación entre rigidez dinámica ra·
dial y axial de aproximadamente 0,3; rango amplio de temperatura de -90 a + 190 oC (-130 a
+375 "F). Aplicaciones típicaS'. comunicación electrónica, equipamiento electromecánico que debe
funcionar bajo condiciones ambientales extremas.
FIGURA 29.3t. Aislador de malla metálica de tipo placa. característicaS'. diseño compacto; construc·
ción a prueba de fallos; rango de carga desde 0,2 hasta 6 kg (0,5 a 13 lb); frecuencia natural inferior a
12 Hz; sensibilidad de amplitud amortiguación-transmisibilidad a resonancia 3,5:1; igual rigidez en las
direcciones radial y axial; rango amplio de temperatura de -90 a + 190 oC (-130 a +375 "F). Aplicacio·
nes típicaS'. comunicación electrónica, equipamiento electromecánico que debe funcionar bajo con·
diciones ambientales extremas.
29.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
u
t~~
ca .-
~+~-.,
"O
~,
,
Carga de
-8!~
ca
CI
~
ca
u o
.,
~
c.
E
"
.. ..'
cizalla miento
(u) (v)
Amortiguador
Muelle de
soporte de carga
Cuenco
y placa :b~as~e~l:!!~eir!~I.~~
(w)
FIGURA 29.3u Aislador de malla metálica. Características: diseño a prueba de fallos; alta capaci-
dad de sobrecarga, puede soportar cargas de impacto de hasta 100 g; rango de carga desde 32 hasta
725 kg (70 a 1600 lb); frecuencia natural inferior a 14 Hz; rango amplio de temperatura de -90 a
+ 190 oC ( -130 a + 375°F). Aplicaciones típicas: motores móviles, generadores, bombas, compreso-
res, aplicaciones pesadas en que aparecen fuertes cargas transitorias (impactos).
FIGURA 29.3v. Aislador de cable. Características: construcción compacta, diseño a prueba de fallos;
amortiguación de amplitud-sensibilidad; transmisibilidad a resonancia de aproximadamente 3: 1 a en-
tradas dinámicas altas; rango de carga desde 0,5 hasta 2720 kg (1 a 6000 lb); frecuencia natural infe-
rior a 8 Hz; rango amplio de temperatura de -73 a +260 oC (-100 a +500 °F); protección contra im-
pactos en todas direcciones. Aplicaciones típicas: equipamiento electrónico y de comunicaciones,
instrumentos, contenedores de embarque, fabricación de maquinaria, instalaciones en que se espe-
ran cargas transitorias (impactos) y condiciones ambientales severas.
AGURA 29.3w. Aislador amortiguador de aire de metal. Características: frecuencia natural inferior a
7 Hz; amortiguación de amplitud-sensibilidad; amortiguación alta a resonancia con transmisibilidad
máxima de 3,5; buen aislador a frecuencias altas; rango de carga desde 0,14 hasta 16 kg (0,03 a
35,0 lb); relación entre la rigidez dinámica radial y axial de 0,3; rango amplio de temperatura de -54 a
+ 149 oC (-65 a +300 °F). Aplicaciones tipicas: equipamiento de óptica de precisión, procesamiento,
ordenadores y comunicación.
1.· PARTE: AISLADORES DE VIBRACION 29.15
de cadmio
chapado
Muelle de carga:1~][~~illi!~~~~(amortiguaCión
en acero
Placa inferior de
rozamiento de nylon
Muelle de conexión
por
de acero inoxidable
aleación de Muelle amortiguador
aluminio anodizado de acero inoxidable
(x)
• Tornillo
Tornillo de nivelación
de nivelación
Ajuste del
1:'
I
amortiguador
Altura de
FIGURA 29.3x Aisladores de muelle de metal con amortiguación por rozamiento. Característica!>.
diseño compacto; amortiguación alta, transmisibilidad a resonancia tan baja como 2:1; rango de caro
ga desde 0,1 hasta 18 kg (0.25 a 40 lb); frecuencia natural inferior a 10 Hz; rango de temperatura de
funcionamiento de -65 a + 120 oC (-85 a +250 °F). Aplicaciones típica!>. equipamiento electrónico y
de comunicación que debe funcionar en un ambiente severo de vibración de banda ancha, instalacio·
nes en que no se esperan cargas transitorias altas (impactos).
FIGURA 29.3y. Aislador de maquinaria de muelle de metal con amortiguación por rozamiento. Ca-
racterística!>. amortiguación de fricción ajustable; rango de carga desde 45 hasta 6125 kg (100 a 13.500
lb); frecuencia natural inferior hasta 2,5 Hz; conexión a tornillo de nivelación. Aplicaciones r(pica!>.
bombas, fuelles, compresores, generadores auxiliares de potencia, prensas perforadoras de alta ve-
locidad, cortadoras de metal, martillos de caída, instalaciones estacionarias.
FIGURA 29.3z. Aislador de maquinaria de muelle de metal. Característica!>. coste bajO; rango de car-
ga desde 8 hasta 5625 kg (10 a 12.400 lb); frecuencia natural inferior a 2,5 Hz; conexión a tornillo de ni-
velación. Aplícaciones típica!>. bombas, ventiladores, compresores, generadores auxiliares de poten-
cia, instalaciones estacionarias que operan a o próximas a velocidad constante.
29.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
REFERENCIAS
1. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3. 8 ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. R. Racca, «How to select isolators for long service life», Design News, enero 1982.
2.a PARTE: SELECCION y
APLICACIONES DE LOS
AISLADORES DE
VIBRACION
Harry L. Hain
John J. Heintzel
Charles J. Leingang
INTRODUCCION
29.17
29.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Hay dos tipos de perturbación dinámica: (1) vibración y (2) impacto. La vibración
puede ser periódica. aleatoria o una combinación de ambas. La excitación por im-
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.19
pacto puede tener pulsos de distintas formas y duraciones. Es muy importante el co-
nocimiento de la perturbación dinámica en la elección del aislador.
Si sólo hay presente una perturbación por vibración, generalmente es adecuado
un aislador pequeño. Las amplitudes de la vibración suelen ser pequeñas en com-
paración con las amplitudes de impacto. Si una perturbación por impacto es el pro-
blema principal, es preciso un aislador mayor con más espacio interior para el mo-
vimiento.
Al elegir un aislador, es necesario asegurarse de: (1) que hay suficiente capaci-
dad de deflexión en el aislador como para acomodar los movimientos máximos es-
perados del conjunto dinámico; (2) que la capacidad de soporte de la carga del ais-
lador no es superada (las cargas máximas debidas a la vibración y/o impacto deben
calcularse y comprobarse con respecto a la capacidad de carga dinámica máxima es-
timada para el aislador), y (3) que no habrá problemas como resultado del calen-
tamiento excesivo del aislador o deterioro por fatiga debido a una alta amplitud de
carga a largo plazo.
El aislamiento del impacto y la vibración debe considerarse tan pronto como sea
posible en el diseño del sistema y hay que hacer una estimación del tamaño del
aislador basándose en la bibliografía sobre el tema. (Véase algunos ejemplos en
«Selección del aislador».) El tamaño del aislador depende de la naturaleza y la
magnitud de las perturbaciones dinámicas esperadas y de la carga soportada. La
bihliografía típica describe las capacidades de los aisladores basándose en estos
factores.
La localización de los aisladores es muy importante para la dinámica del equi-
pamiento que se monta sobre ellos. Por ejemplo. una instalación de centro de gra-
vedad. como muestra la Figura 29.4, permite que el equipamiento montado sólo se
mueva en modos de traslación rectos (una fuerza aplicada en el centro de gravedad
no produce la rotación del equipamiento). Esto minimiza el movimiento de las es-
quinas del equipamiento y permite la instalación más eficaz desde el punto de vista
de los requisitos de espacio.
Si el aislador no puede colocarse para obtener una instalación de centro de gra-
vedad, el análisis del sistema es más difícil y hay que disponer de más espacio alre-
dedor del equipamiento para acomodar el movimiento de balanceo (modos rotacio-
nales) del sistema. Por último. hay que comprobar los aisladores para asegurar que
son capaces de soportar las cargas y movimientos adicionales originados por el mo-
vimiento no traslacional del equipamiento. Esto es particularmente cierto cuando el
centro de gravedad está a una distancia significativa por encima o por debajo del
plano sobre el que se colocan los aisladores. Regla general: la distancia entre el plano
del aislador y el centro de gravedad ha de ser igualo inferior a un tercio del espacio
mínimo entre aisladores. Esto ayuda a minimizar el balanceo del equipamiento y las
altas tensiones resultantes sobre los aisladores.
2.· PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.21
Equidistante
~a a-l
• I ér~
-+-, .-t j
~3
.~ (e)
(a)
Equidistante
(b)
(d)
Hay que determinar el peso y la situación del centro de gravedad del equipamiento
soportado. La localización del centro de gravedad es necesaria para calcular la car-
ga soportada por cada montaje. Es mejor mantener el equipamiento al menos es-
táticamente equilibrado (de flexiones esencialmente iguales sobre todos los aisla-
dores). La solución preferida es utilizar los mismos aisladores en todos los puntos,
eligiendo sus localizaciones de manera que se igualen las cargas estáticas (y por tan-
to las de flexiones). Si no es posible, serían precisos aisladores con distinta capacidad
de carga en los distintos puntos de apoyo del equipamiento.
El tamaño del equipamiento y la distribución de la masa son importantes en el
análisis dinámico del sistema aislado.
29.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
La elección del aislador puede depender del espacio disponible (habitualmente de-
nominado espacio de oscilación) alrededor del equipamiento. Hay que elegir cui-
dadosamente la constante de muelle del aislador de manera que el movimiento se
mantenga dentro de los límites de espacio definidos. El movimiento que ha de con-
siderarse es la suma de: (1) la deflexión estática debida al peso soportado por el ais-
lador, (2) la deflexión producida por las cargas dinámicas y (3) la deflexión debida
a cualquier aceleración de estado estable (como en un avión que maniobra).
Si hay un problema de movimiento excesivo de la masa soportada por el aisla-
dor, puede utilizarse un amortiguador (v.g., un aparato que limita el movimiento).
El amortiguador puede ser un elemento elastomérico de compresión diseñado den-
tro de un aislador, como el área debajo del canal pequeño en la Figura 29.3m. Tam-
bién puede ser un tablero de compresión instalado por separado en el sistema en el
punto de movimiento excesivo. La constante de muelle de este amortiguador ha de
ser cuidadosamente elegida para evitar la transmisión de cargas de impacto alto al
equipamiento soportado.
Condiciones ambientales
Una instalación de aislador segura contra roturas es aquella que posee un conector
positivo de metal a metal por si el muelle flexible del aislador falla. Así, en caso de
rotura, el equipamiento se mantiene en posición hasta que pueda reemplazarse el
aislador defectuoso. En algunos casos, el propio aislador contiene este elemento de
seguridad; de no ser así, el elemento puede aportarlo el sistema de montaje.
vibración, esto puede producir grandes diferencias de rendimiento entre las prue-
bas de laboratorio y el funcionamiento real. La mejor especificación de un aislador
es aquella que define las propiedades críticas del sistema de aislamiento y el am-
biente concreto en que el sistema funcionará. Los requisitos extraños producen
complicaciones innecesarias. Por ejemplo, si el nivel de vibración es una aceleración
de ± 1 g, no es aconsejable especificar ± 2 g por seguridad. De la misma manera, no
es aconsejable aplicar rígidamente una especificación completa a la instalación de
un aislador cuando sólo es aplicable una pequeña parte de la especificación.
Habitualmente, las especificaciones de diseño de los aisladores de impacto y vi-
bración incluyen requisitos con respecto a: (1) amplitudes de vibración, (2) ampli-
tudes de impacto, (3) carga a soportar, (4) protección requerida por el equipamien-
to, (5) temperaturas en el ambiente de funcionamiento (factores ambientales en
general) y (6) cargas de aceleración estable sobre impuestas a la carga dinámica.
Un buen ejemplo de tales especificaciones es el documento estadounidense
MIL-STD-81O. Este documento aporta la mayoría de la información anterior para
varias instalaciones de equipamiento posibles.
Aisladores en paralelo
Lo más frecuente es organizar los aisladores en paralelo. La Figura 29.5 muestra es-
quemáticamente dos aisladores en paralelo. Aquí, la constante estática de muelle k
del sistema, determinada en el centro de gravedad, viene dada por
k = (a + bf (29.1)
a 2/k 2 + h 2/kk¡
FIGURA 29.5. Diagrama esquemático de dos muelles en paralelo. Se suman las car-
gas de los muelles para obtener el peso total. Se asume que las placas carecen de
masa.
2.' PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.25
b
W1=W-- (29.2)
a+b
a
W 2 =W-- (29.3)
a +b
(29.4)
La de flexión estática de cada aislador SS( se obtiene dividiendo la carga estática so-
bre el aislador entre la constante de muelle particular (p. ej., para k¡, SS! = W1/k l ).
De la misma manera, la de flexión estática del sistema (en el centro de gravedad)
se encuentra dividiendo el peso total entre la constante de muelle del sistema.
(29.5)
Aisladores en serie
Cuando dos aisladores se combinan en serie, como muestra la Figura 29.6, la cons-
tante de muelle del sistema viene dada por
k = 1 (29.6)
l/k I + l/k 2 kl + k2
Cada aislador en serie soporta el peso total, de manera que
(29.7)
Solución
J + T= 1 (29.8)
Luego, T = 0,2.
(29.9)
Fjk
>
(')
Desplazamiento . . . . Ixl ~ e
dinámico Ixl J[1 - (jlt.)')' + (2Ul r.)' [Wase Ec. (27.8)J CIl
:::!
Fuerza transmitida, F T . . Fr ~ TFo [Véase Ec. (27.9))
~
CIl
Frecuencia nacural,!..
-<
(')
. . ,. ~ - - =-
I~/JW
m
2.,.. m
- [Véase Ec. (27.4b))
W O
Z
Transmisibilidad a -i
rC!K)nancia para I
:u
. T.... = 2t para valores pequeños de i O
,...
aisladores viscosos
amortiguados e
m
,...
• La rigidez dinámica de los e1astómerOl. empleando caucho natural como ejemplo. varía desde aproximadamente 1.1 veces el valor estático (para material blando) hasta aproximadamente 3 veces el :u
valor estático (para material de rango medio). La relación entre la rigidez estática y la din4mica depende del tipo de elastómero. el módulo. la frecuencia. el nivel de tensión dinámica y la temperatura e
ambiental. El fabricante del aislador puede ap<mar datos especfficos sobre el rendimiento bajo condiciones de vibración. 6
t El porcentaje de amortiguación crítica para elastómerOl ampliamente utilizados varia desde aproximadamente O.OS (para caucho natural) hasta aproximadamente 0.20 (para materiales muy amor- O
tiguados).
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.29
4. Ahora se determina la deflexión estática, 5Sh precisa para una frecuencia na-
tural!n:
f,=~ fg (29.10)
2'IT -\j B:
n
f,
n
=~ {ki
2'IT -\j W (29.l1 )
k
k¡ = - (29.l2)
n
Aquí hay un aislador en cada esquina, de manera que n = 4, dando lugar a un valor
de k¡ = 92,8 newtons/mm (530 lb/in).
7. Ahora se calcula el peso estático (carga sobre cada aislador). Dado que el
centro de gravedad de la masa soportada está localizado en el centro del plano ho-
rizontal, el peso se divide por igual entre todos los aisladores. El peso soportado por
cada uno se determina a partir de:
w
w=-
I
n
(29.13)
muestra un aislador de este tipo. Hay que instalarlo de manera que el eje del tor-
nillo central esté en la vertical. Se utiliza una arandela de amortiguación de acero en
cada extremo del tubo central: (1) para conseguir un aislador a prueba de fallos y
(2) para limitar la deflexión vertical producida por la sobrecarga de impacto.
Problema. Un aparato electrónico que pesa 10,8 kg (24 lb) se monta sobre una
máquina. La máquina vibra con una amplitud de desplazamiento de 0,51 a 0,76 mm
(0,02 a 0,03 in) en las direcciones vertical y horizontal, en un rango de frecuencia en-
tre 20 y 40 Hz. Hay que montar este aparato sobre cuatro aisladores (uno en cada
esquina de la base). El centro de gravedad del sistema aislado está localizado en el
centro del plano horizontal.
Solución. Aunque este sistema es excitado por el movimiento, los pasos necesa-
rios para lograr un aislamiento de la vibración son los mismos que en el caso de ex-
citación mediante fuerza del Ejemplo 29.1. Aquí se emplean las mismas ecuaciones.
1. Se halla primeramente la transmisibilidad T correspondiente al 85 por 100 de
aislamiento a partir de la Ecuación (29.8). Para 1 = 85, la ecuación da lugar a
T = 0,15.
2. Se determina la frecuencia natural!n que se necesita para obtener una trans-
misibilidad de T = 0,15, a partir de la Ecuación (29.9). El valor de la frecuencia de
excitación debe ser! = 20 Hz, ya que ésta es la peor condición esperada (la trans-
misibilidad más alta). Para T = 0,15 y! = 20 Hz, de la Ecuación (29.9) se obtiene
!n = 7,2 Hz.
3. Ahora se determina la deflexión estática, 8." precisa para una frecuencia na-
tural!n = 7,2 Hz, a partir de la Ecuación (29.10). Esto da un valor de 8fl = 4,8 mm
(0,19 in).
4. A continuación, se halla la constante de muelle total k requerida para la fre-
cuencia natural!n de 7,2 Hz. Esta puede calcularse mediante la Ecuación 29.11 o a
partir de
W
k=- (29.14)
8'1
Para W = 10,8 kg (24 lb) y 8'1 = 4,8 mm (0,19 in), k = 22,1 newtons/mm (126 lb/in).
5. Se determina la constante de muelle k¡ para cada uno de los cuatro aisladores
(actuando en paralelo), a partir de la Ecuación (29.12). Dado que el centro de gra-
vedad está localizado centralmente con respecto a los aisladores, k¡ = k/4 o aproxi-
madamente 5,6 newtons/mm (32 lb/in).
6. Se elige en un catálogo un aislador que posea una constante de muelle de 5,6
29.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
newtons/mm (32Ib/in). Hay que buscar uno que pueda soportar una carga estática
de al menos 2,7 kg (6 lb). Aquí, por las razones expuestas en el Ejemplo 29.1, un ais-
lador en forma de plato es la elección adecuada. No obstante, en este caso, se elige
un aislador de baja frecuencia, parecido a la Figura 29.3k, pero que posea un con-
torno especial elastomérico para conseguir una constante de muelle más baja.
Problema. Hay que aislar una máquina comercial de manera que no sufra daños
durante un traslado normal. La unidad puede soportar un valor de 25 g de impacto
sin sufrir daños. El peso suspendido de 56,2 kg (125 lb) ha de ser distribuido por
igual sobre cuatro aisladores. Las perturbaciones esperadas son las habituales en el
manejo del transporte. sin que se permita un daño superior a una caída plana sobre
la base desde una altura de 762 mm (30 in). Las perturbaciones vibratorias máximas
suelen estar en un rango de 2 a 7 Hz.
Solución
osd -_ 2h
.. (29.15)
XF
(29.16)
fuerza
k=--- f?9.l7)
deflexión
k
k¡ =-
n
w
w=-
I
n
(29.lH)
Para Bd = 61 mm (2,4 in), el grosor mínimo del elastómero, tmin = 40,6 mm (l ,6 in).
8. Ahora se elige un aislador tipo sandwich para esta aplicación. Un ejemplo se
muestra en la Figura 29.3/. La configuración en sandwich permite suficiente defle-
xión en dos direcciones (cizallamiento) como para absorber fuertes cargas de im-
pacto. El coste de instalación es bajo. Los aisladores tipo sandwich están disponi-
bles en una amplia variedad de tamaños, constantes de muelle y elastómeros. Se
elige, en un catálogo, uno que posea la capacidad para soportar una carga estática
en cizallamiento de 14 kg (31 lb), que tenga un elastómero con un grosor mínimo de
40,6 mm (1,6 in) y una constante de muelle en cizallamiento de 56,9 newtons/mm
(325 lb/in).
9. Al diseñar o elegir el contenedor, hay que considerar algunos criterios. Los
cuatro aisladores deben colocarse equidistantes del centro de gravedad en el plano
horizontal, orientados para actuar en cizallamiento en las direcciones vertical y lon-
29.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
gitudinal. Los aisladores han de estar conectados por un extremo a lajaula que con-
tiene la máquina, y por el otro, al contenedor de embarque. Tiene que haber sufi-
ciente espacio entre la unidad montada y el contenedor como para impedir el
contacto de la base en caso de impacto. Una norma adecuada es permitir un espacio
igual a 1,4 Sd. En este ejemplo, el espacio de movimiento es como mínimo 86,4 mm
(3,4 in).
Solución
cuencia naturalf", a partir de la Ecuación (29.10). Paraf" = 12 Hz, esto da 8.,1 = 1,73
mm (0,068 in).
5. Se selecciona un aislador anclado en el centro (atornillado en el centro) para
ambos extremos de la unidad. Este tipo (Figura 29.3h) es sencillo y fuerte y aporta
protección contra las cargas de impacto que se esperan en este caso. Debe instalarse
de manera que el eje del tornillo esté vertical y el peso estático descanse sobre la
parte ancha del disco. Una vez instalado, este aislador aporta amortiguamiento con-
tra cargas de impacto hacia arriba (rebote), así como contra cargas hacia abajo. El
sistema de aislamiento es a prueba de fallos y no es caro. Cada uno de los dos ais-
ladores en el extremo del motor ha de tener una capacidad de carga estática de al
menos 338 kg (750 lb). Cada uno de los dos aisladores en el extremo del compresor
ha de ser capaz de soportar al menos 225 kg (500 lb) de carga estática. Para todos
los aisladores, la deflexión estática ha de ser próxima a 1,73 mm (0,068 in) para ob-
tener la frecuencia natural deseada de 12 Hz.
Solución
Generalmente, son dos las causas básicas del rendimiento insatisfactorio de un sis-
tema de aislamiento: (1) se ha seleccionado el aislador inadecuadamente o no se ha
tenido en cuenta algún parámetro importante del sistema y (2) el aislador no ha sido
instalado correctamente. Los siguientes criterios pueden ayudar a evitar problemas
que. en caso contrario, producirían un mal rendimiento.
1. No se debe sobrecargar el aislador.
a) Si se ha empleado un muelle en espiral, las espirales adyacentes no deben
entrar en contacto, ni estar muy próximas. Ha de existir un espacio ade-
cuado entre espirales para carga estática normal, sin posibilidad de tocar
la base bajo carga máxima.
b) Si se ha utilizado un aislador elastomérico de tipo compresión, no debe
haber evidencia de deformación excesiva. Como directriz, la tensión de
compresión (relación entre la de flexión y el grosor original del caucho)
con carga estática no debe superar un valor de 0,15. La sobrecarga puede
acortar la vida del aislador y afectar a su rendimiento. Dado que un ele-
mento elastomérico cargado en compresión posee una constante de mue-
lle no lineal. la sobrecarga provoca que la constante dinámica efectiva de
muelle sea más alta de lo deseado. Esto eleva la frecuencia natural del sis-
tema y reduce la eficacia del aislamiento.
e) Si se utiliza un aislador elastomérico de tipo cizallamiento. la relación de
tensión estática de corte no debe superar un valor de 0,30. La unidad sus-
pendida no debe tocar el suelo bajo condiciones de impacto. De ser así. es
necesario más espacio o más amortiguadores de compresión. con el fin de
reducir la carga máxima de impacto sobre la unidad.
2. Los aisladores y el equipamiento aislado han de poder moverse libremente
bajo excitación de impacto y vibración.
a) Ninguna parte del sistema de aislamiento ha de estar anulada por una co-
nexión directa en lugar de tener un apoyo flexible.
b) Hay que instalar conductos flexibles. donde sea preciso, en máquinas vi-
bratorias. Los conductos y tuberías no deben anular o limitar el funcio-
namiento del sistema de aislamiento.
e) El equipamiento vibratorio no debe entrar en contacto con el equipa-
miento adyacente o con los elementos estructurales. Hay que dejar espa-
cio para evitar el contacto.
2." PARTE: SELECCION DE LOS AISLADORES DE VIBRACION 29.37
de muelle más alta en los puntos que soportan la carga estática más alta. Con ello,
la de flexión tenderá a igualarse.
REFERENCIAS
1. C. M. Harris(Ed.), Shock and vibration handbook, 3.· ed., McGraw-Hill, Nueva York,
1988.
2. Designer's guide, publicación n.o PB-8000c, Lord Corporation, Erie, Pa., 1986, p. 8.
Capítulo 30
MATERIALES
ABSORBENTES DEL SONIDO
Ron Moulder
INTRODUCCION
Cuando las ondas sonoras chocan contra la superficie de un material, una parte de
la energía incidente es absorbida mediante conversión a calor. Todos los materiales
absorben el sonido en cierta medida; los materiales acústicos son aquellos cuya fun-
ción primaria es absorber el sonido. Por tanto, absorben una gran parte de la ener-
gía acústica que incide sobre ellos.
Este capítulo describe las propiedades generales de los materiales absorbentes
del sonido; cómo se evalúan los materiales absorbentes; varios tipos de materiales
absorbentes y sus propiedades; cómo seleccionar y especificar los materiales acús-
ticos, y las propiedades acústicas de algunos materiales y elementos corrientes,
como cortinas y alfombras.
30.1
30.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
acústica cuyo valor depende de la resistencia del material al flujo de aire directo;
esta fricción depende sólo ligeramente de la frecuencia".
Otro factor que afecta a la absorción del sonido, principalmente en el rango de
frecuencias bajas, es la profundidad del espacio entre el frente del material y una su-
perficie rígida de apoyo detrás de él. El volumen de aire entre estas dos superficies
incluye tanto el aire de los poros del material como cualquier cámara de aire entre
el material y su apoyo. Esta última puede variar desde cero, cuando el material se
apoya directamente a un soporte rígido, hasta 1 m (3 ft) o más, en el caso de los te-
chos acústicos colgados. Cuando la profundidad total es menor que aproximada-
mente un cuarto de longitud de onda, el coeficiente de absorción de baja frecuencia
del material decrece al decrecer la frecuencia"".
Algunos materiales acústicos están cubiertos por un panel frontal, como un ta-
blero perforado, una malla metálica, una placa de metal perforada o por una mem-
brana flexible impenetrable por el aire. Estos paneles frontales tienen una trans-
parencia acústica decreciente al aumentar la frecuencia. Si 4000 Hz es la frecuencia
más alta para la que se precisa una absorción eficaz del sonido, la superficie perfo-
rada debe tener un área abierta de no menos del 10 por 100; la membrana impene-
trable que cubre el material poroso acústico debe tener una masa no superior a unos
0,01 glcm 2 (0,33 ozlft 2 ).
Por tanto, los materiales acústicos en general muestran una curva de absorción
en función de la frecuencia con aspecto puntiagudo, cuya forma en las frecuencias
bajas está determinada en gran medida por la profundidad de la cámara de aire; en
el rango de frecuencias de máxima absorción, por la resistencia al flujo, y en las fre-
cuencias altas, por la cantidad de orificios de la superficie.
• La resistencia al flujo se define como la relación entre la caída de presión a través de una muestra
del material y la velocidad del aire que pasa a través de él: se expresa en ohmios acústicos (pascal-segun-
dos/cm'). En general. la resistencia al flujo ha de estar dentro de ciertos límites para que la absorción ten-
ga su valor máximo. Si es demasiado alta. las ondas sonoras no pueden entrar fácilmente en el material:
si es demasiado baja. no se encuentra suficiente fricción como para disipar energía sonora significativa-
mente. El valor óptimo de la resistencia de flujo varía con la frecuencia. grosor y método de montaje del
material.
•• La frecuencia f por debajo de la cual decrece el coeficiente de absorción viene dada aproxima-
damente por la relación:
e
f= (2d) Hz
donde e es la velocidad del sonido y d la profunidad total del espacio de aire. Así. es necesaria una pro-
fundidad de al menos 10.2 cm (4 in) para mantener la absorción alta a frecuencias bajas. Esta relación
también explica la característica baja de absorción a 125 y 250 Hz de materiales de 1,27 a 2.54 cm (I/~ a
I in) de grosor cuando se montan directamente sobre un apoyo rígido.
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.3
frecuencias bajas o muy altas, suele ser mejor comparar los coeficientes de absor-
ción en lugar de los coeficientes NRC. Esto se debe a que un material puede tener
un valor NRC más alto que otro y sin embargo tener un valor inferior de absorción
para 125 Hz, que puede ser particularmente importante en un problema concreto
de control del ruido.
~
~
Montaje tipo A:
Tendido directamente
sobre una superficie
Montaje tipo A: Tendido directamente sobre una superficie rígida sólida, sin cá-
mara de aire.
Montaje tipo B: Con puntos de conexión sobre un tablero de escayola con una
cámara de aire de 20 mm (1/8 in).
Montaje tipo D-20: Clavado a tablas de madera de 20 por 40 mm (3/4 por 112 in)
unidas a la superficie rígida.
Montaje tipo E-400: Sujeto a un sistema metálico de suspensión, con 400 mm (16
in) de cámara de aire.
c: 1,00
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o 0,10
U I
125 250 500 1000 2000 4000 NRC
Frecuencia en herzios
Baldosas o tableros
Una baldosa acústica o tablero acústico es un material integral, rígido, que se sujeta
por sí mismo, comercializado en unidades prefabricadas de tamaño y grosor defi-
nidos; la diferencia entre baldosas y tableros acústicos sólo es de tamaño (los table-
ros son mayores). En EE.UU., los tamaños de las unidades varían desde 30,5 por
30,5 cm a 61 por 122 cm (12 por 12 in a 24 por 48 in), con tamaños mayores y menores
disponibles en algunos productos. En general, el grosor varía de 1,3 cm a 3,8 cm (112 in
a 1112 in). Los diferentes productos disponibles en forma de baldosas o tableros acús-
ticos difieren notablemente en composición y características de superficie, con las co-
rrespondientes diferencias en cuanto a propiedades distintas de la absorción del soni-
do, tales como apariencia, estilo arquitectónico, limpieza, posibilidad de ser pintados,
reflexión de la luz, resistencia al fuego y método de instalación.
Los tipos de baldosas y tableros comercializados incluyen fibra mineral perfo-
rada con fieltro, fibra de vidrio o lana mineral; baldosas cubiertas de fieltro de fibra
mineral lisas o con textura; baldosas o tableros de fibra mineral fisurada; tablero de
fibra mineral con superficie vitrificada; baldosa o tablero de fibra mineral cubierto
por membrana (por limpieza y apariencia, se utiliza una membrana impenetrable
por el aire, relativamente «transparente al sonido», para cubrir el material).
Revestimiento primario
nivelado mediante calces
V;g'"'' d, m.d':=:
t:
~ "'
t:: 3 1f 1l. •
Baldosa acústica clavada o atornillada
_ i
)~
a los elementos intermedios
Directamente sobre las viguetas de madera
rial y del método de montaje del mismo. Las Figuras 30.6 y 30.7 muestran la varia-
ción en los coeficientes de absorción para tableros de techo de varios grosores. La
Figura 30.6 muestra los coeficientes de absorción para baldosa de fibra mineral fi-
surada. La Figura 30.7 muestra los valores de los coeficientes de absorción para un
tablero de fibra de vidrio para techo de tres espesores diferentes.
Un aumento del espesor aumenta el coeficiente de absorción, sobre todo en fre-
cuencias por debajo de 1000 Hz.
La Figura 30.8 muestra que si hay una cámara de aire detrás del material (mon-
taje Tipo E-4(0), la absorción del sonido aumenta notablemente a 125 Hz y a
250 Hz. Los materiales que tienen una superficie posterior que permite su fácil pe-
netración por el sonido muestran mayores cambios de absorción al aumentar la pro-
fundidad de la cámara de aire (sobre todo a frecuencias bajas) que los materiales
con una superficie posterior relativamente impenetrable. Para la mayoría de los
materiales, este aumento de absorción al aumentar la profundidad de la cámara de
aire no muestra cambios significativos cuando el espacio aumenta por encima de
40,6 cm (16 in).
de pintura no tienen efecto sobre la absorción del sonido, salvo que se cubra un nú-
mero considerable de estos orificios.
Hay que tener cuidado al repintar materiales fisura dos. Estos materiales tienen
una capa de pintura impenetrable de fábrica que cubre la superficie entre las aber-
turas de las fisuras. Por lo general, las fisuras difieren notablemente en forma y pro-
fundidad, incluso en la misma baldosa. Las capas adicionales de pintura tienden a
cerrar las aberturas más pequeñas y menos profundas. Si el material contiene una
proporción normal de fisuras profundas y grandes, cerrar las más pequeñas tendrá
un efecto insignificante sobre la absorción del sonido. Por tanto, si al volver a pintar
se tiene cuidado para evitar rellenar las fisuras grandes y las superficies planas entre
ellas, no suele haber una pérdida significativa en la absorción del sonido.
Por lo general, las baldosas o tableros acústicos minerales que no tienen grandes
superficies abiertas, sino que dependen por completo de la porosidad de la super-
ficie del material para la absorción del sonido, no pueden repintarse sin que se pro-
duzca pérdida de la absorción del sonido. Generalmente, estos materiales están cu-
biertos por un acabado de pintura de fábrica que aporta una reflectancia de la luz
satisfactoria, pero forma una superficie porosa. Al aplicar capas de pintura adicio-
nales, hay que tornar precauciones especiales para evitar sellar la superficie, con el
resultado de pérdida en la absorción del sonido. Hay que consultar al fabricante del
material acústico acerca de las pinturas recomendadas y técnicas de aplicación.
Bandejas de metal perforado con tableros deflbra mineral. Corno ilustra la Figura
30.9, este montaje consiste en una bandeja de 30,5 por 61 cm (12 por 24 in), de acero
o aluminio perforado, con enganches vueltos hacia arriba que encajan dentro de vi-
gas especiales en forma de T. La absorción del sonido la aporta un tablero de fibra
mineral o fibra de vidrio, habitualmente de 3,8 cm (1 112 in) de grosor, envuelto en
papel ligero a prueba de llamas o en una membrana delgada de plástico para im-
pedir que caigan pequeñas partículas de material a través de las perforaciones. El
tablero se coloca en la bandeja durante la instalación y se sujeta separado del de la
bandeja mediante un espaciador, lo cual facilita las operaciones de repintado y la-
vado y aumenta la absorción del sonido. Estas bandejas tienen un acabado de es-
malte cocido, particularmente adecuado para instalaciones en que es necesario un
lavado frecuente; son distribuidas por distintos fabricantes y están perforadas con
una gran variedad de patrones.
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.9
Sujeción del
Canales Sujeción tablero de escayola
del canal
Juntas pegadas
o calafateadas
........
11/1111111/111
Tablero de Baldosa acústica
escayola
FIGURA 30.5. Aplicación de baldosas acústicas a un tablero de escayola en un sis-
tema de techo suspendido.
Paneles peiforados con mantas defibra mineral. Esta construcción suele consistir
en travesaños de madera o viguetas del techo entre las cuales se coloca una manta
de fibra de vidrio o de lana mineral. Los travesaños están transversalmente reves-
tidos con bandas secundarias de lana a las que se acoplan las láminas de los tableros
perforados. De forma alternativa, puede emplearse un sistema de revestimiento de
metal. El tablero perforado suele tener 0,48 cm (3/16 in) de grosor, con perforacio-
nes de 0,48 cm (3/16 in) cada 1,27 cm (1/2 in). El elemento absorbente puede ser
cualquiera de las numerosas mantas de fibra mineral o fibra de vidrio, de distintos
grosores y densidades, dependiendo de las características de absorción de frecuen-
cia deseadas. La principal función del tablero perforado es aportar una superficie rí-
30.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
1,20
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125 250500 100020004000 125250 500100020004000
Frecuencia en herzios Frecuencia en herzios
gida, duradera, con buen aspecto, que sea tan acústicamente transparente como sea
posible. A veces se utilizan directamente las caras perforadas, como listones de me-
tal, o láminas de metal perforado, si la apariencia no es un factor crítico.
La Figura 30.10 muestra los coeficientes de absorción del sonido de un ensam-
blaje para techo de este tipo, utilizando una manta absorbente del sonido de 51 mm
(2 in) de grosor sobre un apoyo sólido, con y sin el frente de tablero perforado. La
absorción a frecuencias bajas aumenta al hacerlo la densidad de la manta hasta un
cierto valor máximo, Sin embargo, dado que las mantas de distintos fabricantes
pueden poseer fibras de distinto grosor, la densidad por sí sola no constituye la base
de comparación de sus propiedades absorbentes del sonido,
Algunos fabricantes de mantas de fibra de vidrio distribuyen este material con
una cubierta de neopreno, que impide que las fibras «suelten polvo»; esta cubierta
es tan delgada que no tiene un efecto significativo sobre las características absor-
bentes del material. No reduce la resistencia al aire que incide sobre la superficie de
fibra de vidrio, que es una característica importante de este material, que se usa
para revestir el interior de las conducciones de los acondicionadores de aire,
c: 1,20
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Frecuencia en herzios
FIGURA 30.8. Coeficientes de absorción del sonido para un tablero de techo de fibra
de vidrio montado con y sin cámara de aire. (Cortesía de Owens-Coming Fiberglas
Corp.)
la superficie por su coeficiente de absorción del sonido. Por otra parte, la absorción
del sonido de un absorbente suspendido suele expresarse en términos del número
de sabinos que aporta cada unidad. Por ejemplo, consideremos un absorbente típi-
co suspendido fabricado con una lámina de fibra de vidrio. Está cubierto de una del-
gada membrana plástica, impenetrable, lavable, tan ligera que es esencialmente
transparente para la mayoría del rango de frecuencias acústicas. Estos absorbentes,
que generalmente se disponen en filas continuas, están suspendidos mediante ca-
bles de acero tensados entre las paredes o vigas del techo. La absorción del sonido
que aporta cada unidad depende de lo cerca que esté de los absorbentes adyacentes
suspendidos, como muestra la Figura 30.11. Estos datos se refieren a unidades sus-
pendidas en filas continuas en la misma dirección.
Paneles perforados para cubiertas de tejado. Este tipo de cubierta de tejado con-
siste en un panel hueco de acero para techos, que se modifica perforando la super-
ficie inferior y colocando sobre ésta una fibra mineral absorbente. Una estructura
de este tipo se ilustra en la Figura 30.12. El aislante del tejado y su estructura se ins-
30.12 o: MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
--,
del canal
Tablero absorbente
¡::--
, Bandeja de
metal pertorado
talan sobre esta cubierta de acero en la forma habitual. Los coeficientes de reduc-
ción del ruido para este tipo de construcción varían desde 0,65 hasta 0,85, depen-
diendo del espesor de la cámara de aire y del tipo de material absorbente del
sonido.
Además de la absorción del sonido, hay que tener en cuenta otras propiedades o
consideraciones al seleccionar un material acústico, incluyendo:
• Propagación y resistencia al fuego
• Resistencia mecánica, resistencia al uso
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.13
0,40 J
"O
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0,20 - perforaciÓn_
'; - -Ca;!.
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O l
FIGURA 30.10. Coeficientes de absorción del sonido de una manta típica de fibra mi-
neral de 51 mm (2 in) sobre un respaldo sólido con y sin cara perforada.
• Estabilidad dimensional
• Reflectancia de la luz
• Atenuación del sonido
• Mantenimiento, limpieza, posibilidad de ser pintado
• Apariencia
• Coste
• Facilidad de instalación, método de montaje
• Disponibilidad de espacio para instalación acústica
• Peso de la instalación acústica
• Compatibilidad con otros materiales y componentes
Las especificaciones suelen requerir que el material acústico sea evaluado respecto
a la propagación y resistencia al fuego. El índice de propagación de las llamas de un
material 2 es una medida del flujo de las llamas a través de la superficie expuesta del
material. Dado que los rangos de rendimiento son más significativos que los valores
individuales, el índice de propagación de las llamas está relacionado con las siguien-
tes clases:
I 0-25 Clase 25
11 26-75 Clase 75
III 76-200 Clase 200
IV Más de 200
en
g .. . l°rnIDJ
:E::..x
'B-PÑ 4
8
6
~o~ 2345678
a.
Espaciamiento
en pies
FIGURA 30.11. Absorción del sonido por unidad con respecto al espaciamiento,
para filas continuas de 610 por 1220 mm (2 por 4 ft) de absorbentes suspendidos de
tipo "baffle». (Cortesía de Owens-Coming Fiberglas Corp.)
Resistencia mecánica
Estabilidad dimensional
Reflectancia de la luz
Para mantener alto el valor de reflectancia de la luz del material acústico del te-
cho su exterior ha de ser lavable y poder pintarse.
En muchas oficinas, las particiones sólo se extienden hasta un techo acústico sus-
pendido. El sonido de una fuente en una habitación viaja hacia arriba a través del
techo suspendido, pasa a través del espacio libre por encima de la partición, y baja
luego a través del techo suspendido a la habitación adyacente, como ilustra la Fi-
gura 30.14. Con el fin de reducir la cantidad de sonido que pasa a través del techo,
la mayoría de los fabricantes venden techos con una cubierta de apoyo o lámina fina
de metal que aumenta las propiedades de atenuación del sonido del techo. La cu-
bierta o lámina metálica sella la parte posterior de los tableros porosos del techo.
Así, el sonido no pasa fácilmente a través de ellos. Para la mayoría de los tableros
de techo, esta cubierta posterior reduce el coeficiente NRC del tablero a un valor
entre 0,05 y 0,10.
La atenuación normalizada de techo (expresada en decibelios) es una medida de
la eficacia del techo suspendido en su atenuación del sonido entre dos habitaciones.
Esta eficacia varía con la frecuencia, pero para facilitar las comparaciones entre las
distintas construcciones de techos suspendidos el aislamiento del sonido se expresa
como un número único, denominado clase de transmisión del sonido del techo; cuan-
to mayor es este número, mayor es el aislamiento sonoro que aporta la construc-
ción.
Los coeficientes de absorción del sonido (y, por tanto, los coeficientes de reducción
del ruido) de un material acústico se determinan a partir de medidas de laboratorio
utilizando la Norma de Ensayo ASTM C-423, «Absorción del sonido y coeficientes
30.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Banda de
incrustación
Grapas
El material acústico debe ser (nombre del producto), fabricado por (nombre de la
compañía). Debe tener (grosor y tamaño) y poseer un NRC de para un ti-
po de montaje . El fabricante entregará al propietario una garantía escrita
por años sobre la estabilidad dimensional contra deformación, pandeo o
hundimiento.
El sistema de suspensión debe estar formado por acero laminado en frío electrogal-
vanizado, que satisface los requisitos de ASTM C-635, «Especificación de sistemas de
suspensión metálicos para techos de baldosas acústicas y paneles interiores». La suspen-
sión debe instalarse de acuerdo con ASTM C-636, «Prácticas recomendadas para la ins-
talación de sistemas de suspensión de techos de baldosas y paneles acústicos».
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.17
Cámara superior ~
- '--
Cortinas
Suelos:
Hormigón o terrazo 0,01 0,01 0,015 0,02 0,02 0,02
Baldosas de linóleo, asfalto, 0,02 0,03 0,03 0,03 0.03 0,02
caucho o corcho sobre hormigón
Madera 0,15 0,11 0.10 0,07 0,06 0,07
Parquet de madera sobre asfalto u 0,04 0,04 0,07 0,06 0,06 0,07
hormigón
Vidrio:
Grandes paneles de placas de 0,18 0,06 0,04 0.03 0,02 0,02
cristal pesado
Cristal ordinario de ventana 0,29 0,10 0,05 0,04 0,07 0,09
Alfombras
Los coeficientes de absorción de las alfombras dependen de la altura del pelo, del
peso del pelo (cara), del tipo de material de soporte y de si está forrado con látex,
del tipo de superficie (pelo cortado o rizo) y el tipo y grosor del relleno (tejido in-
ferior). En general, el pelo cortado aporta mayor absorción que el rizo, en una al-
fombra que por lo demás tiene idéntica construcción. El tipo de fibra del pelo (si es
nylon o lana, por ejemplo) no tiene un efecto significativo sobre la absorción. Los
valores de los coeficientes de reducción del ruido (NRC) para alfombras extendidas
30.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
1,00
100 rayls
c:
'o
.~ 0,80
o
'"
.I:l
al
Q) 0,60
"O
Q)
eQ)
:~ 0.40
'ai
o
u
Frecuencia en herzios
FIGURA 30.15. Coeficientes de absorción del sonido para cortinas con varios valo-
res de resistencia específica al flujo expresado en rayls (dinas-segundos/cm3 ). Estos
datos son para cortinas que cuelgan con 100 por 100 de amplitud, a una distancia de
76 mm (3 in) de la pared. Por lo general, las cortinas tensadas tienen un valor bajo de
resistencia específica al flujo; las cortinas pesadas poseen un valor alto. (Cortesía de
Owens-Coming Fiberglas Corp.)
0,5
150 % amplitu?/ .---.-
Q)
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0.4
0,3
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0,2
0,1
/
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/
,----- - ---- :\
O % amplitud
o
V
125 250 250 1000 2000 4000 NRC
Frecuencia en herzios
FIGURA 30.16. Coeficientes de absorción del sonido para cortinas del mismo mate-
rial, pero colgadas con distintos porcentajes de amplitud. (Cortesía de Owens-Coming
Fiberglas Corp.)
directamente sobre el hormigón desnudo varían desde 0,30 hasta 0,55. Los valores
NRC para una alfombra sobre un relleno (tejido inferior) de 1,4 kglm2 (400zlyd 2 )
suelen variar desde aproximadamente 0,40 hasta 0,7OS. Por ejemplo, una alfombra
y un relleno con un NRC de 0,70 consisten en una alfombra de nudo con un pelo
que pesa 1,5 kglm 2 (43 ozlyd 2 ) Y tiene una altura de 13 mm (112 in). La mayoría del
alfombrado utilizado en oficinas comerciales posee un NRC en un rango entre 0,30
y 0,45. Las Tablas 30.2, 30.3 Y30.4 presentan listas de los coeficientes de absorción
del sonido de varias alfombras, algunas con un relleno de 1,4 kglm2 (40 ozlyd 2), so-
bre suelo de hormigón.
MATERIALES ABSORBENTES DEL SONIDO 30.21
0,8
0,7
/
c:
-o 0,6
7,6 cm (3 in.)'\. /~ ~
~
- -\
'ü
lo-
oen
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0,4
)L ~,.¿;x.....15,2 cm (~ in.)
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'O
"- 30,5 cm (12 in.)
~
c: 0,3
/,/
~/
el)
'ü
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o 0,2
el)
u
0,1
O
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia en herzios
FIGURA 30.17. Coeficientes de absorción del sonido para un material semiabierto
de cortinaje, colgado a diferentes distancias de la pared (100 por 100 de amplitud).
Resonadores Helmholtz
55005
f= (vV)112
21605
f= (VV)112
Coeficiente
Peso del pelo Altura del de reducción
Construcción kg/m1 (ozlyd1 ) pelo, mm (in) Superficie Fibra del ruido
Tejida 1,2 4 Cortado Lana 0,30
(35) (0,175)
Tejida 1,2 4 Corte Lana 0,35
(35) (0,175)
De nudo 1,1 14 Cortado Nylon 0,50
(3,2) (0,56)
De nudo 1,3 14 Cortado Acrílica 0,50
(32) (0,56)
De nudo 1,5 13 Cortado Madera 0,55
(43) (0,50)
Tejida 1,5 6 Rizo Lana 0,30
(44) (0,25)
Tejida 2,3 10 Rizo Lana 0,40
(66) (0,375)
Tejida 3,1 13 Rizo Lana 0,40
(88) (0,50)
De nudo 0,5 6 Rizo Lana 0,25
(15) (0,25)
De nudo 1,4 6 Rizo Lana 0,35
(40) (0,25)
De nudo 2,1 6 Rizo Lana 0,30
(60) (0,25)
Fuente: A partir de la Referencia 5.
TABLA 30.3. Absorción del sonido de varias alfombras sobre un relleno (tejido infe-
rior) con pelo de 1,4 kg/m 2 (40 ozJyd 2 )
TABLA 30.3. Absorción del sonido de varias alfombras sobre un relleno (tejido infe-
rior) con pelo de 1,4 kg/m 2 (40 ozJyd 2 ) (Continuación)
Cavidad
Frente del
perorado resonante
c:
'o
~j\
.,
E
;g., Frecuencia en herzios
o
~ U
Cámara de aire
Coeficientes de absorción
125 250 500 1000 2000 4000
Construcción Hz Hz Hz Hz Hz Hz NRC*
Alfombra (sin relleno):
Rizo de lana tejida, de 0,10 0,16 0,11 0,30 0,50 0,47 0,25
1,2 kglm 2 (35 ozlyd 2 ),
altura del pelo 2,4 mm
(3/32 in)
Rizo de lana tejida, de 0,15 0.17 0,12 0,32 0,52 0,57 0,30
lA kg/m 2 (40 oz/yd 2),
altura del pelo 604 mm
(1/4 in)
Rizo de lana tejida, de 0.17 0,18 0,21 0,50 0,63 0,83 0,40
2,3 kg/m 2 (66 ozlyd 2),
altura del pelo 9,5 mm
(3/R in)
Alfombra de nudo de rizo, de
lA kglm 2 (40 ozlyd 2 ), altura
del pelo 9,5 mm (n/¡6 in)
Relleno de pelo, 1,4 kglm 2 0,03 0,25 0,55 0,70 0,62 0,84 0,45
(400zlyd 2 )
Relleno de pelo, 3,0 Kglm 2 0.10 0040 0,62 0,70 0,63 0,88 0,60
(86ozlyd 2)
Relleno de yute y pelo, 3,0 0,20 0,50 0,68 0,72 0,65 0,90 0,65
kg/m 2 (86 ozlyd 2 )
Alfombra de nudo de rizo, de
0,7 kglm 2 (20 ozlyd 2 ):
Sin relleno 0,04 0,08 0,17 0,33 0,59 0,75 0,30
Con relleno de pelo de 0,10 0.19 0,35 0,79 0,69 0,79 0,50
1,4 kglm 2 (40 ozlyd 2 )
Fuente: A partir de la Referencia 5.
• NRC = Coeficiente de reducción de ruido.
REFERENCIAS
l. Mounting test specimens during sound absorption tests, ASTM standard E-795, American
Society for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisada).
2. Surface buming characteristics of building materials, ASTM E-84 Test Method, American
Society for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisado).
3. Standard c/assification for acoltstical ceiling products, ASTM standard E-1264, American
Society for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisada).
4. Fire tests of building construction and materials, ASTM E-119 Test Method, American So-
ciety for Testing and Materials, Filadelfia (periódicamente revisado).
5. SO/Ifld conditionig ....ith carpet, American Carpet and Rug Institute.
Capítulo 31
AISLAMIENTO DEL SONIDO
TRANSMITIDO POR EL AIRE
A. C. C. Warnock
J. D. Quirt
INTRODUCCION
Este capítulo trata sobre el aislamiento aportado por varios elementos de partición
(paredes, suelos, ventanas y puertas) contra el sonido transmitido a través del aire.
que llega a ellos mediante la propagación desde la fuente. El Capítulo 32 considera
el aislamiento contra el sonido transmitido a través de las estructuras, sonido que co-
mienza como una vibración de la propia estructura de los edificios. El sonido de im-
pacto es un caso particular de sonido transmitido por estructuras que se genera me-
diante golpes, habitualmente pasos sobre el suelo. Por conveniencia, a veces se
incluyen datos tanto para aislamiento contra sonido transmitido por el aire como de
impacto en algunas estructuras.
Cuando las ondas sonoras chocan con una partición, las presiones sonoras varia-
bles que actúan sobre ella hacen que vibre. Una parte de la energía vibratoria trans-
portada por las ondas sonoras es transmitida a la partición, cuya vibración pone en
movimiento el aire situado del otro lado, generando sonido. En particiones comple-
jas constituidas, por ejemplo, por capas de materiales y cámaras de aire. parte de la
energía de las ondas sonoras se disipa dentro de la partición, reduciendo la energía
sonora irradiada por el lado posterior. Por otra parte, si la partición es porosa o tie-
ne agujeros o fracturas (escapes), las ondas sonoras pueden llegar al otro lado a tra-
vés de ellas.
La pérdida por transmisión (TL) es la relación entre la energía sonora incidente
sobre la pared y la energía sonora transmitida y se expresa en decibelios. Cuanto
menos energía sonora se transmite, mayor es la pérdida por transmisión. Por ejem-
plo, si la partición fuera completamente «transparente acústicamente». la pérdida
por transmisión sería O dB. Para reducciones de ruido significativas entre 2 habita-
ciones, la partición (pared o suelo) que las separa debe transmitir tan sólo una pe-
queña parte de la energía sonora que recibe. En las construcciones típicas, las pér-
31.1
31.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
La pérdida por transmisión de una partición varía con la frecuencia del sonido, au-
mentando por lo general a medida que lo hace la frecuencia, como ilustra la Figura
31.1. (Aunque también depende de la dirección de la onda sonora incidente, la in-
formación disponible sobre la pérdida por transmisión es casi siempre una media
para todos los ángulos de incidencia l.) Esta variación con la frecuencia hace difícil
comparar la eficacia de dos particiones diferentes. Por esta razón, es conveniente
tener un único índice numérico para caracterizar las particiones. A continuación se
describen y Cl''11entan los índices unitarios más habituales.
50 , - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
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a.. 10
O
63 125 250 250 1000 2000 4000
Frecuencia, Hz
cuencias medias y altas que a frecuencias bajas; las particiones permiten pasar más
energía a frecuencias bajas que a frecuencias altas o medias. En general, cuanto ma-
yor es el índice STC, mejor es el aislamiento del sonido aportado por la partición.
La finalidad de la clase de transmisión sonora es evaluar las particiones con res-
pecto a ruidos tales como el habla, que tiene la mayoría de su energía en el rango de
frecuencias medias y altas. Sin embargo, es muy utilizada para evaluar el aislamien-
to del sonido de particiones, puertas y ventanas. frente a otros tipos de ruido como
el de los transportes, la música y la maquinaria. Cuando el ruido que hay que ate-
nuar tiene un componente importante de baja frecuencia, la reducción percibida del
ruido tiende a ser menor que la indicada por la clase de transmisión sonora. En tales
casos, es mejor estimar la sonoridad del sonido transmitido utilizando la informa-
ción sobre el ruido y la pérdida por transmisión en la frecuencia más baja de la que
haya datos disponibles. Esto no es posible si no hay información por debajo de
125 Hz, la frecuencia más baja requerida para el cálculo de la clase de transmisión
sonora.
Cuando las medidas se llevan a cabo en edificios, de acuerdo con las normas
apropiadas 3 , la clase de transmisión sonora se denomina clase de transmisión sonora
de campo (FSTC).
31.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
80 30
al
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tí 70
40 tí
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a. a.
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Z
20 90
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios
FIGURA 31.2. Procedimiento de ajuste para la obtención de la clase de aislamiento
del impacto Ole). La curva continua muestra los niveles de presión sonora del impacto
para un suelo típico de madera; los valores se leen en la escala de la izquierda. La cur-
va a trazos es la curva lIe y el área sombreada muestra las desviaciones negativas. La
curva de referencia se ajusta hasta que la media de las desviaciones para las 16 ban-
das es 2 dB o menos y ningún valor medido está más de 8 dB por encima de ésta. El
lIe (en este caso 49) es el valor de la curva de referencia para 500 Hz, leído sobre la es-
cala lIe del lado derecho.
Una partición simple es aquella que tiene sus dos caras exteriores rígidamente co-
nectadas, de manera que se mueven como si fueran una. Este tipo de partición in-
cluye todos los paneles homogéneos sólidos (como escayola, contrachapado, cristal,
hormigón sólido y bloques de hormigón). Una construcción tipo «sandwich» puede
actuar como una partición simple si su interior es rígido. La pérdida por transmisión
del sonido de un panel simple depende sobre todo de su masa por unidad de área,
su rigidez y el amortiguamiento intrínseco en el material o en los bordes del panel.
Ley de masa
La ley de masa es una expresión semiempírica que puede utilizarse para predecir la
pérdida por transmisión de particiones delgadas, homogéneas, simples. La ley de
masa se escribe simbólicamente como
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70
al
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60
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~ 40
oo. 30
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20
Q.
Contrachapado
10
FIGURA 31.3. Curvas de transmisión del sonido que muestran el efecto de coinci-
dencia para tres materiales comunes. El resultado para 100 mm (4 in) de hormigón
(círculos negros) muestra una bajada de coincidencia próxima a los 200 Hz; la predic-
ción correspondiente de la ley de masa aparece en la línea de puntos superior. Para
16 mm (5/8 in) de contrachapado (curva a trazos), la bajada se produce a 1600 Hz, y
para un tablero de escayola de 13 mm ('/2 in) (línea continua) se produce a 3150 Hz.
nera que una capa de hormigón de 100 mm (4 in) de grosor tiene una frecuencia de
coincidencia próxima a 187 Hz.
Las particiones mixtas de hormigón y contrachapado se ven muy afectadas por
el efecto de coincidencia, debido a que la frecuencia crítica del conjunto está dentro
del rango de frecuencias importante para la acústica de edificios (80 a 4000 Hz).
Para un panel flexible, como una plancha delgada de metal, la bajada de coinciden-
cia se produce a una frecuencia muy alta; no hay reducción en la pérdida por trans-
misión (TL) en el rango de 80 a 4000 Hz. Los materiales «fláccidos», como láminas
delgadas de plástico o plomo, tampoco muestran bajada por efecto de coincidencia
en este rango.
Dos capas de material pegadas juntas firmemente se comportan como una capa
gruesa, con un descenso asociado de la frecuencia de coincidencia. Si las dos capas
se unen de manera más holgada (con tornillos, por ejemplo) las superficies se pue-
den deslizar durante los movimientos de flexión. La bajada de coincidencia no cam-
bia y el rozamiento entre capas puede aumentar las pérdidas de energía, dando lu-
gar a una pérdida por transmisión más alta próxima a la coincidencia (Figura 31.4).
Por ello, no hay razón acústica que exija que las capas de escayola o de otros ma-
teriales estén fuertemente pegadas, a menos que el adhesivo utilizado añada amor-
tiguamiento a la pared. De la misma manera, dos láminas de cristal con plástico la-
minado entre ellas pueden aportar mayor STC que un único cristal del mismo
grosor (véase «Ventanas de aislamiento acústico», más adelante).
El uso de paneles ondulados, añadir nervaduras, viguetas, travesaños o algún
otro elemento aumenta la rigidez en una determinada dirección. Esto introduce ba-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.9
40r--------------------------,
Dos capas
atornilladas ~
Dos capas , , ....
pegadaS~
....-
Capa única
10 ~~~~~~~~~~~~~~
FIGURA 31.4. Pérdida por transmisión en función de las conexiones entre capas
múltiples. la curva continua es el resultado de dos capas de 13 mm ('/2 in) de tableros
de escayola pegadas (STC 31). la curva a trazos es el resultado de las capas atornilla-
das (STC 31). Como referencia, se incluye la pérdida por transmisión para una capa
simple del mismo material (STC 28).
Una sola capa de hormigón de 150 mm (6 in) de grosor tiene un STC de aproxima-
damente 55 y un peso de 345 kglm 2 (70 lb/ft 2 ). Los elementos de partición de este
peso están próximos al límite práctico en una construcción normal. Si es precisa una
clase de transmisión del sonido más alta o si se requiere una construcción de menos
peso, que suele ser más barata, es necesario el uso de paredes huecas (dobles o múl-
tiples). La transmisión del sonido depende del acoplamiento mecánico (si lo hay)
entre las particiones individuales. sus masas. la profundidad de la cámara de aire y
el material absorbente del sonido (si lo hay). A continuación se comenta la influen-
cia de estos factores.
En general, cuanto mayor es el espacio entre las dos particiones en una pared doble.
mayor es la pérdida por transmisión. Sin embargo. el aire atrapado en el espacio en-
tre las paredes actúa como un muelle. transfiriendo energía vibratoria de un panel
31.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
45,---------------------------,
40
al
'O
¿ 35
'0
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f/l
e
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oc. 20
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15
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: Ondulada
10
5 LL...l..-L-L--'-...l..-L-L-L...l..-L-L-L...l..-L-L--'---'-J.....J
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios
FIGURA 31.5. Pérdida por transmisión de una lámina de metal. la curva continua
muestra los resultados obtenidos para acero plano de calibre 24 (STC 25). la curva a
trazos corresponde a paneles de acero ondulados del mismo material (STC 22).
al otro. Esta interacción entre los paneles produce una bajada en la curva de pér-
dida por transmisión y, a menudo, una reducción en la clase de transmisión del so-
nido, como ilustra la Figura 31.6. que muestra el efecto de un espacio de aire de
6 mm (1/4 in) entre dos cristales en una ventana sellada.
Esta bajada se denomina resonancia masa-aire-masa, debido a que su frecuencia
depende fundamentalmente de la masa de los dos paneles y del espacio de aire en-
tre ellos. Cuanto mayor es el espacio o más pesados los materiales, menor es la fre-
cuencia a la que se produce la resonancia.
Añadir material absorbente del sonido a la cámara de aire también reduce la
frecuencia de resonancia y mejora el aislamiento acústico. La Figura 31.7 muestra la
pérdida por transmisión para la misma construcción con y sin material absorbente
del sonido en la cámara de aire. El descenso de la frecuencia de resonancia masa-
aire-masa con la absorción añadida da como resultado una mejora en la clase de
transmisión del sonido.
La pérdida por transmisión se reduce alrededor de la resonancia masa-aire-
masa con respecto a la esperada a partir de la ley de masa. Muchos diseños de par-
ticiones comunes se resienten al tener la resonancia masa-aire-masa en el rango de
frecuencia de las fuentes de ruido de baja frecuencia más habituales. Las deficien-
cias resultantes en su pérdida por transmisión de baja frecuencia se hacen patentes
cuando suena un sistema de sonido estereofónico en la habitación adyacente; la lí-
nea de la melodía es vagamente audible, pero la línea del bajo late a través de la pa-
red.
La frecuencia de resonancia masa-aire-masa,fmam, puede calcularse a partir de:
(31.2)
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.11
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FIGURA 31.6. Influencia de la cámara de aire sobre la pérdida por transmisión de los
sistemas de ventanas. La curva continua es la pérdida por transmisión para cristal do-
ble de 3 mm (1/a in) con una cámara de aire de 6 mm (1/4 in) (STC 28). La curva de pun-
tos corresponde al mismo cristal con una cámara de aire de 19 mm (3/4 in) (STC 32).
Como referencia. se presenta la pérdida por transmisión del sonido para un cristal
único de 3 mm (1/a in) (STC 29).
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Bloque de hormigón
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Bloque de hormigón
30 con tablero de escayola
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63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia. herzios
FIGURA 31.7. Influencia del material absorbente sobre la pérdida por transmisión
de una pared hueca. La línea continua muestra la pérdida por transmisión para una
pared de bloques de hormigón de 190 mm, con un tablero de escayola adherido a un
lado mediante elementos de acero ligero (barras Z) (STC 52); nótese que la resonan-
cia masa-aire-masa está alrededor de 80 Hz. La línea de puntos corresponde a la mis-
ma construcción con una cámara detrás del tablero de escayola, rellena con fibra de
vidrio (STC 59). Como referencia, se presenta el resultado del bloque de hormigón
simple (STC 50).
teriales absorbentes del sonido en la cámara de aire. La densidad del material ab-
sorbente del sonido no es muy importante.
Si se rellena más de dos tercios del volumen de la cámara de aire se obtiene poco
aumento del STC. La Figura 31.9 muestra los efectos de las diferencias de grosor de
la fibra de vidrio en la misma estructura del suelo. Además de reducir la frecuencia
de resonancia masa-aire-masa (comentada anteriormente). rellenar la cámara de
aire con material absorbente del sonido aumenta la pérdida por transmisión a fre-
cuencias por encima de la frecuencia de resonancia y puede limitar los efectos ne-
gativos de las grietas alrededor de las salidas de potencia y otros escapes.
Acoplamiento mecánico
La cámara de aire ideal de una pared doble no tiene conexiones rígidas mecánicas
entre sus superficies. Así se evita que el sonido se transmita directamente de un
lado al otro de la pared. como ocurre con la vibración en los materiales sólidos. En
vez de ello, ha de transmitirse a través del aire de la cámara (un proceso de trans-
misión de sonido menos efectivo, salvo para frecuencias próximas a la resonancia
masa-aire-masa). En la práctica. si las uniones mecánicas son suficientemente fle-
xibles. la transmisión a través de la estructura sólida estará atenuada. Añadir ma-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.13
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FIGURA 31.8. Transmisión del sonido para un suelo de viguetas de madera con dis-
tintos tipos de material fibroso absorbente del sonido. Como referencia, se muestra la
pérdida por transmisión con una cámara vacía (línea continua, STC 41). Los cuatro re-
sultados de la cámara rellena con material absorbente son parecidos, a pesar de las
distintas densidades de las superficies: de puntos, fibra de celulosa, 14 kg/m 2
(2 3/4Ib!W) (STC 51); guiones y puntos, fibra mineral, 8 kg/m 2 (1 5/8Ib/fr) (STC 51);
guiones cortos, fibra de vidrio, 3,5 kg/m 2 (3/4Ib/fr) (STC 51); guiones largos, fibra mi-
neral, 16 kg/m 2 (STC 50).
80 . - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ,
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FIGURA 31.9. Transmisión del sonido para un suelo de viguetas de madera con ma-
terial absorbente del sonido de fibra de vidrio de distintos grosores. Como referencia,
la curva continua muestra la pérdida por transmisión con una cámara vacía (STC 41).
los resultados con absorción en la cámara muestran un ligero incremento al aumen-
tar el grosor: guiones largos, 90 mm (3 1/2 in) (STC 49); puntos, 180 mm (STC 50); guio-
nes cortos, 235 mm (9 1/4 in) (STC 52).
nes más habituales; han sido elegidos para destacar aspectos fundamentales y ten-
dencias y evitar equivocaciones importantes, por lo que es posible obtener aisla-
mientos mejores y peores para cualquiera de los ejemplos presentados. En las tablas
que siguen se presenta una pequeña selección de estos ejemplos tipo. En las refe-
rencias al final del capítulo pueden encontrarse colecciones completas de datos de
ensayos.
~r---------------------------~
/--
Fibra de vidrio ~ ,,""'-\
en la Cámara~ /' ,/", "'\
!g 50 / / .../' "'>~:~
~:~30 /'-/
/1 \
~ /
Ambas al mismo
~
lado de los tirantes
1/"""'"
t/ Tirantes de
/i madera en medio
10WLLL~LL~~~~~~~~~~~
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia. herzios
FIGURA 31.10 Una pared con tirantes de madera de 90 mm entre dos capas de
13 mm de tableros de escayola (curva de puntos) aporta sólo una pérdida por trans-
misión ligeramente superior (STC 35) que una pared con ambas capas de escayola
sobre el mismo lado de los tirantes (curva continua) (STC 33). Rellenar la cavidad con
material absorbente del sonido de fibra de vidrio (curva de guiones) (STC 37) aumen-
ta la pérdida por transmisión, pero la transmisión de la vibración a través de los tiran-
tes limita su efecto.
pared (p. ej., a prueba de fuego, normalizada), uniones, tipo y grosor del material
absorbente y rigidez de los tirantes de acero o los canales flexibles. Otras construc-
ciones con conexiones estructurales y grosor de cámara de aire parecidos ofrecen
valores similares de pérdida por transmisión. Los valores mostrados se refieren a ta-
bleros de escayola de 13 mm (112 in), Para paredes más gruesas o más delgadas de
construcción similar, el cambio en la transmisión del sonido puede calcularse a par-
tir de:
Por ejemplo, si se utilizan cuatro capas de 16 mm (51R in) de escayola en vez de cua-
tro capas de 13 mm (1/4 in) debe dar como resultado un aumento de STC de apro-
ximadamente 20 log (64/52) == 2.
Si se emplea una capa doble de escayola, las juntas de las dos capas han de estar
colocadas al tresbolillo. Es esencial sellar las juntas con una material acústico no re-
sistente, sobre todo en la base de la pared. (Véase Capítulo 33.)
Los bloques de hormigón se fabrican en una amplia gama de grosores y pesos. Las
paredes de bloques de hormigón no producen valores de pérdida por transmisión
31.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
] ] ]
1 1
t-~ ~ -~-l
- - - - - - -
IX X IX
- - - - - - -
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IX - IX - IX...
... X ... X
] ]
x X X
= = =
x X x
FIGURA 31.11. Construcciones para reducir la transmisión de la vibración entre las
superficies (desacoplamiento) en una pared hueca (la efectividad aumenta de arriba
abajo): tirantes ligeros de acero, tirantes de madera con canales de metal flexibles en
uno o ambos lados, tirantes de madera al tresbolillo, tirantes de acero con canales de
metal flexibles y tirantes dobles de madera.
tan altos como los predichos por la ley de masa para su peso, debido a su espesor y
rigidez. La transmisión a través del material poroso del bloque puede reducir aún
más el aislamiento acústico previsto de una pared de bloques sin tratamiento. Para
AISLAMIENTO DEl SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.17
TABLA 31.2. Valores aproximados de clase de transmisión del sonido (STC) para pa-
redes con 13 mm de escayola sobre ambos lados
TABLA 31.3. Valores STC para paredes de bloques normales y ligeros selladas al
menos por un lado
pe sor debe ser incluso mayor para aplicaciones en que el ruido de baja frecuencia es
especialmente importante, como para las paredes de salas de maquinaria.
La Tabla 31.5 presenta los valores de clase de transmisión del sonido (STC) para
paredes de bloques de peso normal de 190 mm (7 112 in) con una variedad de super-
ficies de acabado. Si se utilizan bloques más gruesos o más delgados que los de
190 mm (7 112 in) se modifican los valores STC presentados en la tabla. Los índices
STC para construcciones parecidas a las de la Tabla 31.5, pero con bloques más
gruesos o más delgados, pueden estimarse aproximadamente de la siguiente ma-
nera: (1) se determina la diferencia entre el STC listado en la tabla para la cons-
trucción particular y el del bloque desnudo de 190 mm (7 112 in), que es un valor de
50; (2) se añade esta diferencia al STC para el bloque más grueso o más delgado.
90 r-------------------,
Bloques con canales de acero
de 50 mm, aislamiento
80
y tablero de escayola
!g 70 , /
c'
-o
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E I
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~ 50
I
~ Bloques de
.,
"O
I _----
hormigón
'" 40
"O
~
if 30 Bloques con cubierta
de madera de 40 mm
20 y tablero de escayola
migón. pero con espuma de estiroleno en lugar de fibra de vidrio y con restos de
mortero que reducen el aislamiento esperado entre ambas paredes. Los defectos in-
teriores de construcción dan como resultado una pérdida por transmisión muy in-
ferior. Estos últimos resultados son más representativos del rendimiento real de
este tipo de particiones en los edificios habituales.
Estos errores suelen estar ocultos y son imposibles de corregir una vez que la pa-
red está terminada. Si se especifica que la cámara de aire debe tener de 25 a 50 mm
de anchura rellena con aislante flexible. como fibra de vidrio. se reduce el riesgo de
que los desechos sirvan de puente en la cámara. Sin embargo. la mampostería sim-
ple con superficies de escayola es una alternativa más práctica. ya que es más fácil
asegurarse de que la escayola está montada correctamente y remediar cualquier
problema.
Hormigón en masa
Las paredes y los suelos de hormigón en masa. con los espesores habitualmente em-
pleados en la edificación. poseen una transmisión del sonido inferior a la predicha
por la ley de masa [Ecuación (31.1)]. La Figura 31.14 presenta las curvas típicas de
pérdida por transmisión y los valores de clase de transmisión del sonido para algu-
nos espesores frecuentes.
31.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 31.4. Espesores mínimos recomendados para las cámaras de aire, en mm, al
añadir capas de escayola a los bloques de hormigón
Como en cualquier otra partición simple, si las superficies ligeras (como la es-
cayola) se montan de manera flexible puede obtenerse un considerable aumento en
la pérdida por transmisión. Las consideraciones respecto a las resonancias de fre-
cuencia baja y el cambio en la pérdida por transmisión son esencialmente las mis-
mas que cuando se montan superficies ligeras sobre paredes de bloques de hormi-
gón.
El aislamiento acústico aportado por una puerta depende no sólo del tipo de la mis-
ma, sino también de los detalles de aislamiento (incluyendo su marco y las juntas al-
rededor del perímetro).
Puertas simples
La Tabla 31.6 presenta los valores de clase de transmisión del sonido (STC) para al-
gunos tipos convencionales de puertas de interior. La primera columna de los datos
STC indica la reducción del ruido mediante puertas con holgura entre los bordes y
el marco [aproximadamente 6 mm (1/4 in) en total para la parte superior e inferior y
3 mm (1/8 in) en total para los lados]. El STC sería inferior con holguras más gran-
des. A menos que se reduzcan los escapes alrededor de la puerta, el STC efectivo no
será muy superior a 20, sea cual sea la mejora de los paneles de la puerta.
La curva continua de la Figura 31.15 muestra la pérdida por transmisión para
una puerta típica de madera de núcleo sólido sin sellar. Aumentar el peso de esta
puerta no aumentaría sustancialmente su STC debido a los escapes de sonido a tra-
vés de las aberturas alrededor del perímetro de la puerta. La curva a trazos de la Fi-
gura 31.15 muestra la mejora del aislamiento al añadir juntas de espuma alrededor
del perímetro de la puerta. La línea de puntos presenta el resultado obtenido con
sellados magnéticos más pesados y más efectivos (acompañados de una banda de
acero pegada a la cara de la puerta). La bajada de coincidencia próxima a los
1000 Hz es debida a la rigidez del panel sólido de madera. Los datos de pérdida por
transmisión para la mayoría de las puertas se parecen a los de la línea a trazos. Las
puertas convencionales de metal hueco también se comportan como las puertas de
madera de núcleo sólido, aunque su bajada de coincidencia no suele ser tan aguda.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.21
TABLA 31.5. Valores de la clase de transmisión del sonido (STC) para paredes de
bloques de peso normal de 190 mm con distintos métodos de montaje de escayola de
16 mm, con y sin fibra de vidrio rellenando las cámaras
Los valores de STC dentro del rango de 25 a 30 son típicos de puertas convencio-
nales de acero o madera maciza con sellados instalados adecuadamente.
Los valores típicos de clase de transmisión del sonido (STC) para puertas con
buenos sellos acústicos aparecen en la última columna de la Tabla 31.6. Las juntas
de caucho o neopreno comprimidas entre la puerta y el marco son muy eficaces,
pero pueden aumentar el esfuerzo necesario para cerrar la puerta. Los sellos mag-
néticos (como los empleados en las puertas de los refrigeradores) funcionan bien
con puertas de metal. Como prueba, la junta debe estar lo suficientemente ajustada
como para que sea necesario un gran esfuerzo para insertar una tarjeta rígida de
plástico entre la junta y la puerta. El marco de la puerta ha de ajustarse en la pared
de tal manera que se eviten grietas o cavidades huecas que actúen como vías de escape
del sonido.
Las puertas simples especialmente diseñadas para aislamiento acústico pueden lo-
grar unos valores de clase de transmisión del sonido (STC) de 35 o superiores, si los
sellos acústicos son adecuados. Muchos fabricantes producen puertas «acústicas»
con valores STC desde 35 hasta por encima de 50. Los valores de aislamiento del so-
nido para productos específicos aparecen en la información del fabricante y publi-
caciones como Sweet's Catalogo Debido a que los métodos de ensayo han evolucio-
nado significativamente, hay que desconfiar de los valores de los productos que
tengan más de 10 años.
La instalación tiene una importancia crítica en el logro de un buen aislamiento.
En la práctica, el rendimiento previsto no se alcanzará a menos que las juntas estén
adecuadamente ajustadas y el marco de la puerta esté bien colocado en la pared,
evitando grietas o huecos que transmitirían el sonido. Hay que seguir rigurosamen-
te las recomendaciones del fabricante acerca de la instalación. Para mantener el
rendimiento acústico de estas puertas, es preciso reemplazar periódicamente o rea-
daptar los sellos.
31.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
90 r-----------------------------,
Aislamiento de fibra
80
.,
1:1
/
Aislamiento de
I espuma de estiroleno
40 I
y conexión debida
a restos de mortero
FIGURA 31.13. Pérdida por transmisión para una pared doble de bloques de hormi-
gón de 90 mm. la curva continua corresponde al caso de 65 mm de fibra de vidrio
como aislante, pero sin conexión sólida a través de una cámara de 90 mm (STC 77).
la curva a trazos es el resultado de las mismas capas de bloques, pero con espuma de
estiroleno en la cámara y restos de mortero que permiten la transferencia de vibra-
ción entre los dos paneles (STC 62).
Puertas dobles
Añadir una segunda puerta, con un espacio de aire entre ambas, es la alternativa
más barata y más efectiva acústicamente en situaciones en que no interfieren con el
acceso. Estas se usan frecuentemente como puertas de comunicación entre habita-
ciones adyacentes de hoteles y se utilizan habitualmente entre el pasillo y las habi-
taciones en los hoteles europeos. La Tabla 31.6 muestra los valores STC típicos.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.23
80,----------------------------,
70
ce 200 mm ./
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/'
./
"E
'"e~ 50
100mmx
o
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~ 40
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Q..
50 mm
30
FIGURA 31.14. Pérdida por transmisión para planchas de hormigón en masa. Los re-
sultados corresponden a 50 mm de hormigón (STC 43), 100 mm de hormigón
(STC 52) y 200 mm de hormigón (STC 58).
Puede usarse una puerta con cierre inferior automático, a veces denominado cierre
automático de umbralo sello inferior, para controlar los escapes de sonido bajo la
puerta. Los hay de dos tipos: los que tienen un mecanismo en el interior de la puerta
(como la que muestra la Figura 31.16) y los que pueden conectarse a la superficie
exterior de la puerta. Estos se utilizan cuando no es aceptable el mismo tipo de sello
de los lados o la parte superior del marco de la puerta porque sobresaldría por en-
cima del nivel del suelo, constituyendo un peligro. Salvo que estén cuidadosamente
ajustados, los cierres automáticos no aportan un rendimiento tan bueno como las
juntas comprimidas o los sellos magnéticos.
Es esencial que exista un suelo duro plano para que un cierre automático de
puerta sea efectivo; el sello tiene que presionar firmemente contra esta superficie
cuando la puerta se cierra y adherirse bien al borde inferior y a las juntas laterales
de la misma. El rendimiento de estos sellos se deteriora significativamente salvo
que sean cuidadosamente mantenidos. Una solución alternativa es usar una banda
de caucho en el borde inferior de la puerta, pero por lo general no constituye un
buen sello y produce desgaste en la alfombra.
31.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Puertas exteriores
40 ,---------------------------------,
35 Sellos magnéticos
espum~,/
X
al \ Sellos de
,,',"'--:--=-~-~,,_
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n. Sin sellar
15
FIGURA 31.15. Pérdida por transmisión para una puerta de madera de núcleo ma-
cizo. La curva continua corresponde a aberturas normales sin juntas (STC 22). La cur-
va a trazos corresponde al resultado con sellos de espuma (STC 26). La curva de pun-
tos corresponde a juntas magnéticas ajustadas adecuadamente (STC 30).
esencialmente una gran puerta plegable que subdivide un gran espacio. Las parti-
ciones comercializadas de este tipo tienen valores de clase de transmisión del soni-
do (STC) en un rango entre 20 y 50.
Es difícil sellar una partición corredera porque los suelos y los techos rara vez
son planos y paralelos a lo largo de las distancias cubiertas. Así, los sellos encima y
debajo de la partición deben acomodarse a variaciones de varios centímetros, cuan-
do los esfuerzos aplicados a la tarea de abrir y cerrar la partición son razonables. El
rendimiento mecánico y la durabilidad son consideraciones importantes en estos
casos. En particiones que tienen raíles sobre el suelo, éstos pueden llenarse de su-
ciedad, haciendo difícil que las particiones funcionen. Otro problema adicional es la
vía de transmisión del sonido entre el borde superior de la partición o su marco de
apoyo y el techo adyacente l9 .
Dado que la clase de transmisión del sonido de una partición corredera depende
fundamentalmente de los detalles de su instalación, es muy importante verificar que
se logra el valor de aislamiento acústico previsto para la instalación propuesta. A
menudo, esto puede conseguirse inspeccionando el informe normalizado de prueba
(que tiene que describir todos los detalles de instalación) y contrastándolo con la so-
lución propuesta. En circunstancias en que es factible una prueba de camp03, es
adecuado pedir que el fabricante o el contratista de una partición corredera garan-
ticen su rendimiento una vez instalada. En cualquier caso, el contratista debe estar
de acuerdo con que las condiciones de campo son satisfactorias antes de empezar su
instalación.
31.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
Embolo
automático
FIGURA 31.16. Un cierre inferior automático de puerta que contiene un émbolo mó-
vil que es empujado hacia abajo contra el umbral cuando la puerta se cierra.
La transmisión del sonido a través de ventanas se rige por los mismos principios fí-
sicos que afectan a las paredes. Las medidas prácticas de control del ruido están in-
fluidas por las propiedades del cristal y las características de los montajes de las ven-
tanas (incluyendo los escapes en las ventanas practicables).
Cristal único
El aislamiento acústico que aporta el cristal único aumenta al hacerlo el grosor del
cristal (es decir, al aumentar la masa por unidad de área), como ilustra la Figura
31.17. La curva de pérdida por transmisión con respecto a la frecuencia se ajusta de
forma razonable a la ley de masa para frecuencias medias, pero a frecuencias altas
la bajada por efecto de coincidencia (véase «Rigidez y efecto de coincidencia») li-
mita las prestaciones. Para cristal de 4 mm (3/16 in), la bajada de coincidencia está
próxima a los 3000 Hz; para cristal de 12 mm (112 in), la bajada se desplaza hacia
1000 Hz (como muestra la Figura 31.17) y el cristal más grueso tiene la bajada a fre-
cuencias aún inferiores. Este desplazamiento de la bajada de coincidencia hacia las
frecuencias medias limita el aumento de la clase de transmisión del sonido (STe) al
aumentar el grosor del cristal sólido. Si es preciso un valor de STC por encima de 35,
un solo cristal no es una alternativa práctica.
El cristal laminado (dos o más capas de cristal unidas mediante finas láminas de
plástico) puede proporcionar una pérdida por transmisión más alta que el cristal só-
lido para frecuencias próximas a la bajada de coincidencia. Esto se ilustra en la Fi-
gura 31.17. La mejora es debida fundamentalmente al amortiguamiento (disipación
de la energía vibratoria) del plástico entre las capas. El amortiguamiento depende
significativamente de la temperatura; en general, el mejor rendimiento acústico se
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.27
Peso Clase de
Tipo de puerta transmisión
Ib/W
puertas 45 mm (1 3/4 in) de grosor del sonido
Madera de núcleo hueco 7 1,5 20
Madera de núcleo hueco (30 % de área acris- 7 1,5 19
talada con vidrio de 3 mm)
Madera de núcleo macizo 17 3,6 26
Puerta con cubierta de acero, núcleo de poliu- 16 3.2 26
retano rígido
Puerta de plástico reforzado con fibra de vi- 12 2,4 24
drio, núcleo de poliuretano rígido
Cristal doble
~.-----------------------------.
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50 Laminado /
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/,
12mm
4mm
/\\--
20 "
uso de marcos ligeros. Si es preciso un STC muy alto, el uso de marcos separados
apoyados en paredes estructuralmente independientes elimina la transmisión a tra-
vés del marco.
Para obtener valores de clase de transmisión del sonido fiables por encima de
45, se recomienda el uso de ventanas acústicas con marcos y montajes de cristales
especialmente diseñados. Los valores para productos específicos aparecen en la in-
formación del fabricante y publicaciones como Sweet's Catalogo
Cristal inclinado
OOr-------------------------------,
Cámara de aire
50 de 100 mm ~
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c: /
~ 30 /
oa.
ca
~ 20 Sin cámara
.:;; de aire
eL
10
FIGURA 31,18. Efecto del aumento de la cámara de aire sobre la pérdida por trans-
misión de un cristal doble de 3 mm. la cámara de aire de 6 mm (curva continua)
(STC 31) aumenta la pérdida por transmisión con respecto a la ausencia de cámara de
aire (STC 34) sólo muy por encima de la resonancia masa-aire-masa a 400 Hz. la cur-
va a trazos corresponde a una cámara de aire de 100 mm (STC 42).
Cristal triple
El cristal triple proporciona esencialmente la misma reducción del ruido que el cris-
tal doble. Por debajo de la resonancia masa-aire-masa, la pérdida por transmisión
del cristal triple es más alta, de acuerdo con la predicción de la ley de masa (3 dB
por 3 capas iguales de cristal), pero las pérdidas por transmisión a frecuencias altas
son casi idénticas. Salvo que ambas cámaras de aire sean significativamente supe-
riores a 25 mm (1 in), la clase de transmisión del sonido de las ventanas triples es la
misma que la de las ventanas dobles del mismo grosor total.
TABLA 31.8. Clase de transmisión del sonido para ventanas selladas típicas
Para el cristal doble, los valores de la tabla corresponden a la cámara de aire especi-
ficada. Las ventanas funcionales con el mismo cristal suelen tener valores STC de 3 a
5 inferiores
48 100 mm
46 120 mm 60 mm
44 150mm 80 mm 40 mm
42 100 mm 50mm 25 mm
40 L-20 mm t 70 mm 30 mm 16mm
38 L-12 mm' 50mm 20 mm 10 mm
36 12mm 30mm 13 mm
34 L-6mm' 20 mm 8mm
32 6mm 10 mm
30 3mm,4mm 6mm
• Estos valores indican la anchura de la cámara de aire entre los dos cristales.
t L denota cristal laminado (p. ej .•• L-6 mm- es cristal laminado de 6 mm de grosor).
SUELOS
Los mismos factores físicos que controlan la pérdida por transmisión de las paredes
se aplican a los suelos. Los suelos de hormigón con núcleo macizo o hueco son ejem-
plos de particiones simples: suelen ser lo suficientemente pesados como para apor-
tar un buen aislamiento del sonido transmitido a través del aire. Los sistemas de vi-
guetas de acero o madera con techos de escayola corresponden a particiones
dobles. La profundidad de la cámara es tan grande que la frecuencia de resonancia
masa-aire-masa es muy baja, pero el aislamiento del sonido puede ser inadecuado
con superficies de solado ligeras, como conglomerado.
La Tabla 31.9 incluye datos de la clase de transmisión de sonido y la evaluación
de impacto para una selección limitada de construcciones de suelo. Los datos son
representativos del rendimiento típico y han sido elegidos para destacar tendencias
y evitar grandes errores. Pueden obtenerse aislamientos mejores y peores para la
mayoría de los ejemplos presentados. En las referencias al final del capítulo pueden
encontrarse recopilaciones de datos de ensayosll-18.
Como con las paredes, hay que evitar las uniones estructurales rígidas entre las
capas del suelo y del techo. Generalmente esto se consigue mediante el uso de ca-
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.31
45r---------------------------~
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FIGURA 31.19. Efecto de rellenar con gas la cámara entre los cristales dobles. La
curva continua es la pérdida por transmisión correspondiente a acristalamiento doble
de 6 mm con una cámara de 12 mm rellena de aire (STC 30). La curva de guiones co-
rresponde al mismo acristalamiento en el que el aire se ha reemplazado por una mez-
cla de SFe y argón (también STC 30).
nales flexibles para conectar la escayola a la parte baja de las viguetas del suelo. La
Figura 31.20 muestra un diseño genérico para suelos de viguetas.
Los objetos sólidos que golpean el suelo o la pared producen mucho más ruido que
las fuentes que se transmiten por el aire y no están en contacto con la partición. Los
parámetros físicos que controlan la transmisión del sonido de impacto a través de
un suelo son básicamente los mismos que los que controlan el sonido transmitido
por el aire. Aumentar la masa de las capas del suelo reduce la respuesta a la fuerza
y por tanto reduce el sonido transmitido. Esto no implica que una buena reducción
del ruido transmitido por el aire garantice una buena reducción del ruido de impac-
to y viceversa. La flexibilidad de las capas de la superficie del suelo juega un papel
importante en la reducción de la generación del ruido de impacto.
Si se extiende una capa flexible y suave, como una alfombra, encima del suelo,
se amortiguan las fuerzas de impacto y se reduce la energía vibratoria transferida a
la estructura del suelo. Por ejemplo, añadir una alfombra y un paño debajo a una
plancha de hormigón de 150 mm (6 in) aumenta la clase de aislamiento de impacto
(IIC) desde aproximadamente 40 hasta 60 o más, dependiendo del tipo de alfom-
bra; la Figura 31.21 muestra un resultado típico de este tipo de instalaciones. Sin
embargo, este montaje surte poco efecto sobre el índice de la clase de transmisión
de sonido por aire, que permanece en tomo a 55.
El material absorbente del sonido en el interior de la cámara de aire del suelo
31.32 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
reduce la transmisión del ruido de impacto a la vez que la del sonido transmitido
por el aire, si el techo y el suelo no están sólidamente conectados. Desafortunada-
mente, en edificación, un techo flexible suspendido no impide la transmisión de la
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.33
Techo (sobre
- - - - - - - - - soporte flexible)
energía sonora desde la estructura del suelo a otras partes del edificio. Ruidos de
impacto significativos pueden transmitirse hacia abajo, por las paredes, desde el
suelo superior hasta la habitación inferior. Esto se comenta en más detalle en el Ca-
pítulo 33.
Si la superficie del suelo ha de ser dura, como en la cocina o en el baño, el ruido
de impacto se controla más eficazmente utilizando un suelo flotante. En un suelo
flotante, la superficie superior se apoya sobre un subsuelo mediante una capa fle-
xible que reduce la transmisión de la vibración al resto del suelo y a la estructura
principal. (Véase Capítulo 32 para un comentario más en detalle sobre suelos flo-
tantes.)
El IIC no es un índice apropiado para todos los tipos de ruido transmitidos por
la estructura. Puede haber crujidos o repiqueteos cuando las personas caminan so-
bre estructuras ligeras, flexibles, como suelos de viguetas de madera o acero. Ade-
más, los suelos ligeros resuenan a frecuencias bajas; al caminar sobre ellos, emiten
ruidos molestos que resuenan, con mucha energía en las frecuencias bajas. En al-
gunos tipos de suelos ligeros, es posible mejorar el aislamiento contra los impactos
añadiendo una alfombra, pero el ruido enorme de baja frecuencia de las pisadas
puede producir serias molestias. El índice HC tiende a dar una impresión optimista
de la aceptabilidad subjetiva de los suelos de poco peso.
Un ensayo que mide la transmisión del ruido de impacto de baja frecuencia a
través de las estructuras del suelo utiliza una rueda y un volante de un automóvil pe-
queño, que pesan aproximadamente 7 kil. Se tira el volante desde una altura de
0,9 m (3 ft) sobre la superficie del suelo y se miden los niveles de ruido en la habi-
31.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
80
ID 80
"C Suelo desnudo
o
t;
IV
a.
.§
70
60
,,
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'~"
"C
o 50
c:
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c: 40 ,, Con alfombra
'0
.¡¡; , y cañamazo
~
a.
30
"' "'
" -
JI"
'"
"C
-¡¡; 20
\
\
.~ .... -----
Z 10
20
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, herzios
FIGURA 31.21. Efecto de una alfombra sobre el sonido de impacto en un suelo de vi-
guetas de madera. El suelo está formado por contrachapado de 16 mm, viguetas de
madera de 235 mm, canales de metal flexible de 13 mm y dos capas de 13 mm de es-
cayola; hay material absorbente del sonido en la cámara. La curva continua es el nivel
sonoro de impacto para el suelo desnudo (IIe 43). La curva de guiones es el nivel so-
noro de impacto para el mismo suelo cubierto con alfombra de cañamazo (IIe 73).
Los datos presentados en este capítulo han sido seleccionados de pruebas de labo-
ratorio o de campo diseñadas para medir el rendimiento de las particiones nomi-
nales sin efectos negativos para las estructuras adyacentes. El Capítulo 33 comenta
las precauciones necesarias para lograr este rendimiento cuando los componentes
están montados en un edificio.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR EL AIRE 31.35
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12. A. C. C. Warnock, «Field sound transmission loss measurements», Building Research
Note 232.
13. J. D. Quirt, «Measurements of the sound transmission loss of windows», Building Re-
search Note 172.
14. A. C. C. Warnock y D. W. Monk. «Sound transmission loss of masonry walls: Tests on 90,
140,240 and 290 mm concrete block walls with various surface finishes», Building Research
Note 217.
15. T. D. Northwood y D. W. Monk, «Sound transmission loss of masonry walls: Twelve inch
lightweight concrete blocks with various surface finishes», Building Research Note 90.
16. T. D. Northwood y D. W. Monk, "Sound transmission loss of masonry walls: Twelve inch
lightweight concrete blocks - comparison of latex and plaster sealers», Building Research
Note 93.
17. P. H. Parkin, H. J. Purkis y W. E. Scholes. "Field measurements of sound insulation bet-
ween dwellings», Her Majesty's Stationery Office. Londres. 1960.
18. N/OSH compendium of materials for noise control. R. A. Hedeen, DHEW Publication
80-116, U.S. Department of Health. Education and Welfare. 4676 Columbia Parkway.
Cincinnati, OH 45226.
19. Standard practice for architectural app/ication and installation of operable partitions,
ASTME557.
20. Addendum to ISO 140/111. Amedment with respect to airborne sound insulation of win-
dows and glazing, 1989.
21. JIS 1418, norma nacional japonesa describiendo pruebas de impacto sobre suelos; para
infonnación véase App/ied Acousties. vol. 26. 1989. p. 263.
* Las normas ASTM pueden obteneJ>e en la American Society for Testing and Materials. 1916 Race
Street. Filadelfia, PA 19103-1187. Las normas ISO están disponibles en la International Organization for
Standarization. CH-1211 Ginebra 20, Suiza. Las «Building Research Notes» pueden solicitaJ>e al Servicio
de Publicaciones del NationaJ Research Council Canada. MontreaJ Road. Ottawa. Ontario K 1A OR6. Canadá.
---------------------------------------------------
Capítulo 32
AISLAMIENTO DEL SONIDO
TRANSMITIDO POR
ESTRUCTURAS
István L. Vér
Douglas H. Sturz
INTRODUCCION
El ruido transmitido por las estructuras es aquel que se origina por la vibración de
estructuras sólidas; estas vibraciones pueden propagarse por la estructura, con poca
atenuación, hacia diversos lugares donde ponen en vibración algunas superficies. El
ruido transmitido por las estructuras es percibido entonces por el oyente como so-
nido transmitido por el aire irradiado directamente por la superficie vibratoria o
por los objetos que se mueven (como ventanas, porcelana o estanterías, etc.) debido
a la vibración de la estructura. La Figura 32.1 muestra algunas de las fuentes y vías
de transmisión más frecuentes.
Este capítulo describe las fuentes, vías de transmisión y técnicas de control adez-
cuadas para el ruido transmitido por las estructuras.
El ruido transmitido por la estructura está producido por fuerzas dinámicas que ac-
túan sobre ella. Una estructura puede comenzar a vibrar debido a fuentes estables
(acondicionadores de aire, ventiladores, bombas, lavadoras, etc.) o debido a fuentes
de impacto (portazos, martillazos, caída de objetos, saltos, pisadas, tirar la basura
por el conducto de desperdicios, etc.).
Excitación estable
32.1
32.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
FIGURA 32.1. Fuentes y vías habituales del ruido transmitido por la estructura en
edificios.
cesaria una gran fuerza para introducir incluso una pequeña cantidad de energía
mecánica en una estructura rígida; sólo una fracción muy pequeña de esta energía
mecánica introducida es irradiada desde la estructura como sonido que se transmite
por el aire. Sin embargo, incluso esta pequeña potencia sonora irradiada es capaz de
producir un nivel alto de ruido. Por ejemplo, 10 vatios de potencia mecánica apli-
cados en un suelo de hormigón típico pueden dar como resultado la irradiación de
tan sólo 0,1 vatios de potencia sonora en la habitación inferior, pero el nivel de pre-
sión sonora resultante puede alcanzar los 75 dB. Dado que la disipación de la ener-
gía en la estructura es proporcional a la amplitud de la vibración y a la masa de la
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.3
Excitación de impacto
El impacto de las pisadas sobre el suelo es una fuente frecuente de ruido transmi-
tido por la estructura en edificios multifamiliares y comerciales. Se ha desarrollado
32.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(a)
Suelo duro
Capa de
superficie
elástica
,
Tiempo
(b)
Capa de
~ Suelo superficie
c: ., duro elástica
'"oc: .,
~
:l 1--""",0'--_ _
'0 -
'¡;j o
l!?
o..
Frecuencia
(e)
FIGURA 32.2. Impacto de un objeto que cae sobre el suelo. (a) La masa m, con una
velocidad v, impacta sobre el suelo; (b) fuerza de impacto en función del tiempo re-
sultante del impacto de la masa sobre un suelo duro y sobre una superficie elástica;
(e) distribución de frecuencias del sonido de impacto producido por la masa al gol-
pear un suelo duro en comparación con el sonido de impacto producido sobre una su-
perficie elástica.
• La máquina normalizada de golpes ISO I consiste en cinco martillos. cada uno de ellos de 0.5 kg de
peso. que están igualmente espaciados a lo largo de una línea recta de 40 cm de longitud. Los martillos.
accionados mediante un motor eléctrico. producen impactos sucesivos sobre el suelo que se ensaya 10 ve-
ces por segundo.
--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.5
Habitación fuente
Máquina de
golpeo
Habitación
receptora
Sonómetro
con analizador
FIGURA 32.3. Sección de un edificio mostrando el montaje de ensayo para las me-
diciones de sonido de impacto.
aislamiento contra el ruido de impacto del suelo. La cantidad de absorción del so-
nido en la habitación receptora afecta a su nivel de ruido; cuanto mayor es la absor-
ción, menor será el nivel de ruido. Por tanto, al evaluar las construcciones, se corri-
gen los niveles de ruido en la habitación receptora, de manera que sean
independientes de la absorción total del sonido en ella, haciendo así que los resul-
tados obtenidos en habitaciones con distintas condiciones acústicas sean compara-
bles. A continuación se comentan las correcciones apropiadas según los esquemas
de valoración.
La Figura 32.4 muestra una gráfica con los niveles normalizados de transmisión
del sonido de impacto en función de la frecuencia. Esta gráfica ilustra los resultados
obtenidos con un suelo de hormigón armado de 10 cm (4 in) de grosor con y sin al-
fombra y revestimiento.
Al comparar el rendimiento del aislamiento del ruido de impacto de varias cons-
trucciones de suelos, es conveniente describir el valor de cada construcción con un
índice de número único, que se obtiene mediante la evaluación de curvas como las
que muestra la Figura 32.4 en comparación con las curvas normalizadas. A conti-
nuación se describen estos sistemas de evaluación.
Mientras que los resultados de pruebas normalizadas que utilizan máquinas de
golpeo correlacionan bien con la reacción de las personas frente a impactos agudos
corno los producidos por los zapatos de tacón, no correlacionan bien con la reacción
de las personas frente al ruido sordo de baja frecuencia de las pisadas, sobre todo en
construcciones de edificios ligeras.
Dado que existen relativamente pocas fuentes de ruido que produzcan impactos
sobre las paredes, éstas no se evalúan para la transmisión del ruido a través de la es-
tructura. También porque debido a la variedad y gama de las fuentes mecánicas que
pueden producir problemas de ruido transmitido a través de las estructuras, no es
posible desarrollar metodologías normalizadas con las cuales evaluar tales condi-
ciones.
32.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
In
IC =~~ ........
,2
Qj 810 ....... ""
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Q)
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"O 1\
~
Z 2O "
~ 1\
l'
~
100 160 1250 400 630 100 160 250 400
101125 I2po
Ir515~11s:>?112512~ 1~151
2 5 1 2
100 1000
Frecuencia en herzios
FIGURA 32.4. Niveles normalizados de transmisión del sonido de impacto, Lno Y va-
lores de la clase de aislamiento del impacto aplicable (IIe) para una plancha de suelo
de hormigón armado de 10 cm (4 in) de grosor, con y sin alfombra sobre un cañama-
zo.
La clase de aislamiento de impacto (HC) es un índice de número único 1,2 que au-
menta al hacerlo el rendimiento del aislamiento contra el impacto del suelo (cuanto
mayor es su valor, mayor es el aislamiento). La escala de valoración se ajusta para
dar valores numéricos que son aproximadamente los mismos que los del índice que
mide la pérdida de transmisión del sonido transmitido por aire, la clase de trans-
misión del sonido (STC), para un grado igual de satisfacción de aislamiento contra
el ruido transmitido por el aire y de impacto, Esta correspondencia entre los valores
numéricos de las valoraciones I1C y STC para un grado igual de ruido de impacto y
transmitido por el aire facilita la elección de construcciones de techo y suelo, dando
como resultado un diseño acústico relativamente equilibrado. El índice I1C se ob-
tiene trazando la curva del nivel normalizado de transmisión del sonido de impacto
de bandas de tercio de octava en función de la frecuencia y siguiendo las reglas es-
tablecidas en la norma 2, El nivel medio de presión sonora en la habitación recep-
--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.7
tora L, está normalizado para una absorción de referencia Ao de 10 m2, para obte-
ner el nivel normalizado de transmisión del sonido de impacto Lno dado por
dB (32.1)
Métodos alternativos
Cluede
lÍSlamieolo
Construcción
del impacto
Esquema Descripción (nC)
~
(20 in), sobre una lámina de lana de vidrio de 2,5 cm (1 in),
sobre una capa de cemento y arena de 1,9 cm (3/. in). En el
lado del techo, un tablero de escayola de 0,32 cm (1!' in),
clavado a listones de madera de 2,5 cm (1 in) por 5 cm (2 in),
con un espaciamiento de 36,8 cm (14,5 in) entre los centros.
La anchura total es de 25,4 cm (10 in).
--
32.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEl RUIDO
DJ
contrachapado e-D de 1,27 cm (0,5 in) de grosor clavado
sobre las viguetas, con distancias entre sus centros de 20,3 cm
(8 in); suelo de madera de 1,98 cm (25/32 in) de grosor sobre
contrachapado. En el lado del techo, un tablero de escayola de
1.27 cm (0,5 in) de grosor, clavado a las viguetas, con centros
distanciados 15,2 cm (6 in), con todas las juntas selladas y
acabadas; baldosas en el techo pegadas sobre el tablero de
escayola. Grosor total de 26 cm (10,25 in).
Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 40,6 cm (16 in), con 43
planchas de fibra de vidrio de 7,6 cm (3 in) de grosor grapadas entre las juntas. En
el lado del suelo, subsuelo de contrachapado de 1,27 cm (0,5 in) de grosor, clavado
a las viguetas cada 20,3 cm (8 in), ysobre él, solado de roble de 1,98 cm (0,78 in) de
grosor. En el lado del techo, viguetas de madera de techo de 5,1 cm (2 in) por
10,2 cm (4 in), cada 61 cm (24 in), alternadas con viguetas de suelo; una plancha de
yeso de 127 cm (0,5 in) de grosor clavada a las viguetas del techo. Las juntas de la
plancha del techo selladas y acabadas. Grosortotal: 32,3 cm (11,75 in).
27 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 25,4 cm (10 in), cada 40,6 cm (16 in), con 46
listones de fibra mineral de 7,6 cm (3 in) de grosor grapados entre las juntas. En el
lado del suelo, subsuelo de contrachapado de 1,27 cm (0,5 in) de grosor, clavado en
los bordes cada 15,2 cm (6 in) yen el centro cada 25,4 cm (10 in), capa de papel de
construcción ysolado de roble de 1,89 cm (0,78 in) de grosor, clavado en la
intersección de las viguetas yen medio de ellas. En el lado del techo, una plancha
de escayola de 1,6 cm (5/8 in) de grosor, atornillada cada 30,5 cm (12 in) a canales
elásticos, colocados cada 61 cm (24 in) sobre centros perpendiculares a las viguetas.
Grosor total: 31,45 cm (12,38 in).
28 Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 25,4 cm (10 in), cada 40,6 cm (16 in), con 58
listones de fibra mineral de 7,6 cm (3 in) de grosor grapados entre las juntas. En el
lado del suelo, subsuelo de contrachapado de 1,27 cm (0,5 in) de grosor, clavado en
los bordes cada 15,2 cm (6 in) yen el centro cada 25.4 cm (10 in). capa de papel de
construcción ysolado de roble de 1.89 cm (0.78 in) de grosor. clavado en la
intersección de las viguetas y en medio de eOas; alfombra de 1,5 kglm 2 (44 o71ytf).
con felpudo de pelo de 1,4 kglm2 (40 o71ytf). colocada sobre el suelo. En el lado del
techo, una plancha de escayola de 1.6 cm (0.63 in) de grosor, clavada a los centros
de las viguetas cada 15,2 cm (6 in); todas las juntas selladas y acabadas. Grosor
total: 31.6 cm (12,5 in).
30 Viguetas de madera de 5.1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in). cada 40.6 cm (16 in). En el
lado del suelo, contrachapado burdo regular C· Dde 2.86 cm (1.125 in) de grosor,
clavado cada 15,2 cm (6 in) a lo largo de la periferia ycada 40,6 cm (16 in) sobre los
centros de los cojinetes, cubierto con un felpudo de pelo (40 o71ytf) Yuna alfombra
de pelo de lana [1,5 kglm2 (44 ozlyd1) l. El peso total de la alfombra es (4.141b1yd 2)
Yel grosor total 0.95 cm (3/8 in). En el lado del techo. viguetas de madera de 5.1 cm
(2 in) por 10,2 cm (4 in), sobre centros alternando cada 40,6 cm (16 in) y 20,3 cm
(8 in) con respecto a las viguetas del suelo; planchas de fibra de vidrio de 7.6 cm
(3 in) grapadas entre las viguetas del techo y una plancha de 1.6 cm (S/8 in) de
grosor de escayola clavada sobre las viguetas del techo. Todas las juntas selladas y
acabadas ytoda la periferia del panel calafateada ysellada. El techo se sujeta de
forma independiente a la estructura del suelo. Grosor total: 31.4 cm (12 3/8 in).
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.13
Claede
aisluúeato
Construcción
del impido
Esquema Descripción (IIC)
~
ranura y lengüeta de 2,2 cm (1/8 in), sobre 2,5 cm (1 in) de plancha de
lana de vidrio aglutinada con betún, y listones de madera de 2.5 cm
(1 in) por 10,1 cm (2 in), clavados al subsuelo entre las viguetas. En el
lado del techo, una capa de escayola de 1,27 cm (0,5 in) sobre un listón
expandido de metal. Grosor total: 25,4 cm (10 in).
~
32 Parecido al anterior, salvo que hay una capa de arena 57
de 5,1 cm (2 in) entre las viguetas. Grosor total: 25,4 cm
(10 in).
34A Viguetas de madera de 5,1 cm (2 in) por 20,3 cm (8 in), cada 40,6 cm 49
(16 in), con planchas de fibra de vidrio de 7,6 cm (3 in) de grosor
grapadas entre las juntas. En el lado del suelo, contrachapado de
1,27 cm (0.5 in) de grosor. clavado cada 15.2 cm (6 in) en la periferia y
cada 40,6 cm (16 in) sobre estos cojinetes: una plancha de fibra de caña
de 1.27 cm (1/2 in), grapada cada 60 cm (24 in) al contrachapado:
bandas de forro de 5 cm (2 in) por 7.5 cm (3 in J, pegadas cada 40,6 cm
(16 in) a la plancha de fibra, en paralelo y a media distancia entre las
viguetas: ensambladura de ranura y lengüeta de 1,6 cm (51. in);
subsuelo de contrachapado C. D empastado, clavado cada 152 cm
(6 in) en los bordes y cada 25,4 cm (10 in) sobre otros cojinetes; una
lámina de vinilo de 0.19 cm (0,075 in) pegada al subsuelo. En el lado
del techo, canales elásticos cada 60 cm (24 in), atornillados
perpendiculares a las viguetas: un tablero de escayola de 1,6 cm
(5/8 in), atornillado a los canales cada 30.5 cm (12 in). Todas las juntas
selladas y acabadas y toda la periferia del panel calafateada y sellada.
Grosor total: 32,4 cm (12,75 in).
ClMede
IÍIIIIIIieIIto
Construcción
del illpldo
Esquema Descripción (OC)
35A Viguetas de acero de 20.3 cm (8 in). cada 40.6 cm (16 in). Las viguetas tienen
elementos de apoyo. en la parte superior e inferior. de 5.1 cm (2 in) de
anchura. agujeros de 0.16 cm (1/16 in) de diámetro cada 761 cm (30 in) y un
grosor de cuerpo de 0.16 cm (1/16 in). En el lado del suelo. una plancha de
pulpa de pa¡¡c:1 de construcción comprimido homogéneo de 3.41 cm (1,34 in).
de 410 kg/m' (26.llblfrl). clavada cada 20.3 cm (8 in) sobre centros
perpendiculares a las viguetas. un tablero de cartón 0.32 cm (t/8 in) pegado a
la plancha. una capa única de papel de construcción de fieltro de 15 lb
pegada al cartón y baldosas de asbesto de 0~,2 cm (t/8 in) pegadas sobre el
fieltro. En el lado del techo. una capa de escayola de 117 cm (0,5 in). clavada
cada 30,5 cm (12 in). con todas las juntas selladas y acabadas. Grosor total:
25.7 cm (10 ti. in).
358 Parecido al 35A. salvo que las viguetas de acero están cada 60.1 cm (24 in) y
tablero de construcción es de 4.7 cm (1.84 in) de grosor. Grosor total: 27 cm
(10 si. in).
3M Las viguetas y el tablero de pulpa de papel de construcción son iguales al 58
WW
35A. pero éste está cubierto con una alfombra de espuma de caucho y una
alfombra de nylon. La alfombra tiene un grosor no comprimido de 0,64 cm
(1/. in), sobre un cañamazo de fibra de yute tejido. La alfombra de nylon
tiene un cañamazo tejido de 0.32 cm (t/8 in) y un pelo de 0,64 cm (ti. in). con
una densidad de 2.76 rizos/cm (7 rizos/in), con un grosor total de 0.95 cm (3/
• in). En el lado del techo, una capa de yeso de 117 cm (0,5 in), clavada cada
30~~ cm (12 in l. con todas las juntas selladas y acabadas. Grosor total:
(a) (b)
37 A I1:1I:II_.... lIiI~n:;oI Hormigón de arena y gravilla de 6.35 cm (2,5 in) de grosor. de 2370 kgim J 35
•...• ·0·0 (148lb/ft-'l. sobre unidades de acero ondulado de 0.38 mm (calibre 28) .
apoyadas mediante juntas de barras de acero de 35.6 cm (14 in): tela asfáltica
de 0.32 cm (ti. in) de grosor pegada al hormigón. En el lado del techo.
canales incrustados de 1.9 cm (3/4 in) cada 34.3 cm (13,5 in), sujetos
mediante cables a las viguetas: malla de diamantes v listones de metal de
1.5 kg/m" (3.4Ib1yd"). sujeta mediante cables a los IÍstones incrustados: capa
de 1.4 cm (olt. in) de masilla de yeso perlite. con acabado blanco de 0.16 cm
(tlt. in). Grosortotal: 47.1 cm (18.56 In).
I~
(1 ti. in) de grosor (graduación 2-4-1). clavada a las viguetas: el
=1
1"\71 co~trachapado está cubierto con un felpudo de ~Io de 1.81)tgim" (40011
. 1
) yd') Yuna alfombra de pelo de,lana de 1.9? kg/m' (44 ol1yd'). El peso total
de la alfombra es de 2.25 kg/m' (4.141b1yd') y el grosor total 0.95 cm 1'18 in).
En el lado del techo. canales elásticos incrustados cada 61 cm (24 in).
atornillados perpendiculares a las \iguetas: un tablero de escayola de 1.6 cm
('i. in). atornillado a los canales cada 30.5 cm (12 in). Todas las juntas
selladas y acabadas y toda la periferia del panel calafateada y sellada, Grosor
total: 53.3 cm (21 in).
44
Dónde Cómo
En la fuero:", Colocar la fuente de vibración de manera que esté alejada del área en que
se precisan niveles bajos de ruido.
Reducir la potencia de la fuente de vibración.
Instalar un aislador de la vibración entre la fuente y la estructura.
Aplicar una capa elástica entre las superficies sometidas al impacto.
Reducir la velocidad de la masa impactante.
Reforzar la estructura en los puntos de excitación.
A lo largo de Aislar la fuente de vibración de las áreas en que se precisan niveles bajos
la vía de de ruido mediante: (1) discontinuidades estructurales; (2) separación
'-',.'lsmisión estructural completa; (3) separación dinámica de los componentes
mediante una capa elástica, conexiones elásticas, etc.
Aplicar un tratamiento de amortiguamiento de la vibración a la
estructura que la transmite.
Cerca del Cubrir las superficies irradiadoras (p. ej .. con un techo suspendido
receptor elásticamente o una capa flexible).
Reducir las vibraciones de las superficies que irradian el sonido mediante
la aplicación de amortiguamiento de la vibración sobre ellas.
Atenuación en la fuente
tructural irradia mucho menos sonido sobre la habitación inferior que si los mismos
impactos lo golpearan directamente.
La Figura 32.6 muestra las construcciones que pueden utilizarse en salas de
equipamiento mecánico situadas directamente encima de oficinas, edificios con ac-
tividades musicales, estudios de telecomunicación y en edificios con funciones artís-
ticas, para lograr un grado muy alto de aislamiento del ruido transmitido por la es-
tructura y por el aire y para conseguir una superficie rígida con una buena
capacidad de carga.
La Figura 32.6a muestra un suelo flotante que se apoya elásticamente sobre ais-
ladores comercializados. Los aisladores deben colocarse con sumo cuidado y elegir-
se de acuerdo con la carga aplicada. La construcción que se detalla en la Figura
32.6b utiliza una capa continua de aislamiento semirrígido de fibra de vidrio para
apoyar el suelo flotante de forma elástica. Si se utiliza esta construcción, hay que
elegir las características de la fibra de vidrio de acuerdo con la carga prevista que so-
portará; en la Figura 32.7 se incluyen resultados correspondientes a distintas insta-
laciones de este tipo. El suelo flotante sobre el material elástico ha de estar diseña-
do estructuralmente para poseer la resistencia adecuada. Hay que hacer un
seguimiento cuidadoso de la instalación de cualquier tipo de suelo flotante, con el
fin de que se realice adecuadamente. Dado que la fibra de vidrio empleada en la
construcción de suelos flotantes está sometida a deterioro por la humedad, hay que
utilizar láminas de plástico (para sellar todas las juntas) como barreras contra la hu-
medad y el vapor. La capa de cartón o contrachapado impide que se dañe el tablero
de aislamiento del suelo durante la construcción (sus juntas han de estar selladas).
Para evitar el daño potencial al suelo flotante, la carga que se aplique sobre él
debe estar ,dentro de los límites marcados en el diseño y ha de aplicarse de manera
uniforme. La carga excesiva sobre una determinada área puede producir una defle-
xión extra del suelo en esta zona, que podría sobretensionar el suelo flotante, pro-
duciendo la fractura de la losa de hormigón. Las fracturas aportan una vía por la
que el agua podría filtrarse al espacio entre el suelo flotante y el estructural.
Las Figuras 32.8 y 32.9 muestran construcciones frecuentemente utilizadas en
aplicaciones de carga ligera para lograr el aislamiento del ruido de impacto. Estas
construcciones se utilizan también en reparaciones cuando la estructura básica del
edificio no puede soportar mucho peso adicional. Estas construcciones aportan me-
nos aislamiento que las de hormigón de carga pesada de la Figura 32.6.
Las conexiones rígidas entre un suelo flotante y la losa estructural o la pared al-
32.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Cara del
muro -_UJ
Tablero de
aislamiento
precomprimido Aislante
Plancha
estructural
--5I::~ E~¡ra¡¡¡1111
,
(a)
--4._ _ Calafateado
Cara del _-I~II
muro
Tablero de
aislamiento -----""""-
precomprimido
Plancha
estructural
Barrera contra
Tablero de aislamiento
el vapor
del suelo precomprimido
(b)
--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.19
J
J
50
IU
e> 'J V
B ~
~ I-S
e
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40 ~ J
~
.,~ / ...~ i/ / V
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O
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V 1./ V/ ./
l/v
V?I
/
O I
0,1 10 100
Carga estática en libras por pulgadas al cuadrado
de distintas longitudes. Hay que considerar otros detalles, como las entradas y los
drenajes del suelo, con el fin de evitar la conexión entre el suelo flotante y el estruc-
tural.
Una vez terminada la construcción, suele ser muy difícil localizar una conexión
entre la plancha flotante y la estructura y resulta prácticamente imposible remediar
la situación. Por tanto, hay que tener un cuidado extremo con los detalles durante
la construcción para evitar las conexiones no intencionadas. Hay que seguir estric-
tamente las especificaciones del sistema del suelo flotante y las instrucciones de ins-
talación. La Tabla 32.10 presenta una lista general de recomendaciones para la
construcción de un suelo flotante.
Efecto del acabado del suelo sobre el nivel de ruido en la habitación fuente. Una
construcción de un suelo que aporta un buen aislamiento del ruido de impacto no
necesariamente asegura un nivel bajo de ruido en la habitación en la que se origina
el ruido transmitido por vía sólida.
Así, si el acabado del suelo es duro y ligero, añadir un suelo flotante sobre el es-
tructural puede aumentar el ruido de impacto en la habitación. en el lado del suelo
32.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Construcción
de la pared
Tablero de
aislamiento Lecho de mortero
precomprimido Contrachapado
Estera elástica
impactado (es decir. en la habitación fuente). Por ejemplo, supongamos que un sue-
lo flotante ligero de madera (como el que muestra la Figura 32.9) se añade a un sue-
lo estructural de hormigón; el sonido de impacto en la habitación fuente para fre-
cuencias bajas puede aumentar sustancialmente. a veces en más de 10 dB. Este
aumento en el nivel sonoro de impacto en la habitación fuente puede evitarse ins-
talando una superficie elástica. como una alfombra, sobre el suelo flotante.
Aislamiento de
Tablero de
aislamiento
Aislante
(al
Tablero de aislamiento
precomprimido del suelo
(bl
50
o
" ..
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Q; .S?
~:8 flotante
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O~~~~_-L_-L_~
FIGURA 32.10. Efecto de una línea rígida de conexión entre el borde de una plancha
de hormigón flotante y la pared de ladrillo sobre el aislamiento del impacto de un sue-
lo flotante, para conexiones de distintas longitudes indicadas mediante L. El esquema
superior muestra un plano parcial del suelo. (De acuerdo con Gósele 7).
Cuando las ondas de la vibración se encuentran con una unión en la estructura, sólo
una parte de la energía vibratoria pasa a través de ella; el resto se refleja en la di-
rección opuesta a la de la onda incidente. Como resultado, hay una reducción en el
nivel de vibración al otro lado de la junta y un aumento en el nivel de la vibración
del lado próximo de la misma.
Las Referencias 9 y 10 incluyen información sobre el rendimiento de los diseños
del aislamiento del ruido transmitido por la estructura en las uniones.
Asegurarse de que el material elástico posee la esperanza de vida requerida bajo las
cargas estáticas y dinámicas de diseño.
2 Tener en cuenta la deflexión (incluyendo el deslizamiento) del material elástico bajo
el peso de la plancha flotante que se va a verter.
3 Diseño correcto de detalles para evitar las conexiones rígidas entre las paredes o
suelos estructurales y la plancha flotante.
4 Si una gran plancha flotante va a tener cargas de suelo muy distintas, hay que utilizar
planchas pequeñas contiguas, cargando todas ellas de manera aproximadamente
uniforme.
5 Diseño correcto de detalles de los conductos, tuberías de drenaje, etc., que entran en
la plancha flotante, con el fin de evitar conexiones rígidas entre ésta y la plancha es-
tructural o las paredes.
6 Si la plancha estructural de hormigón no está completamente drenada, se protege al
material elástico de la humedad mediante una lámina de plástico.
7 El material elástico se distribuye de manera uniforme; por ejemplo, si el material
elástico son tableros de fibra de vidrio, no hay que dejar huecos entre ellos; con el fin
de que no se dañe, no hay que caminar sobre éstos, ni exponerlos a la humedad.
8 El material elástico se cubre con contrachapado; se unen las juntas entre las placas
de contrachapado; la superficie se cubre con una lámina de plástico impermeable,
con el fin de lograr una superficie dura y compacta sobre la que se coloca la plancha
flotante.
9 La parte inferior de la pared se reviste con una capa blanda de fibra de vidrio, con el
fin de impedir el contacto rígido entre el borde de la plancha flotante y la pared.
10 Hay que inspeccionar la instalación para asegurarse de que la superficie (sobre la
que se vierte el hormigón) y el perímetro no tienen daños y son impermeables antes
de verter la plancha flotante.
11 Hay que aportar la suficiente ventilación durante el vertido y asentamiento de gran·
des planchas flotantes de hormigón.
80,-----,------,,-----,------,
o
"0(1)
:.e.2 Pared
EOi 60 Pared interior
II).Q
interior gruesa
~ '2
_"O delgada
o e
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40
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ca ca
:::l-
,/ --'C Pared
e ~
./ exterior
_o-
'" O
oC(
O 11 22 33 44
Distancia en metros
FIGURA 32.11. Atenuación del ruido transmitido por la estructura medida en la di·
rección vertical a lo largo de las paredes que soportan la carga de un edificio de hor-
migón, a 200 Hz. (De acuerdo con W. Westpha/ 8 ).
Pared de
/_L_- mamposteria
memente acoplado a la pared masiva por la rigidez del aire atrapado. En este rango
de frecuencias no hay mejora. A la frecuencia de resonancia de la construcción, la
pérdida de transmisión del montaje combinado será menor que la pérdida de trans-
misión de la partición masiva aislada. A frecuencias por encima del doble del pri-
mer modo normal del espacio de aire entre la pared y el revestimiento, las pérdidas
de transmisión individuales de las capas de masa deben empezar a ser aditivas,
siempre que haya material absorbente del sonido en la cámara de aire. La mejora
en la pérdida de transmisión entre las dos regiones debe tener una pendiente entre
4 y 6 dB por octava.
Es muy importante que el revestimiento ligero esté conectado de forma no rí-
gida con la partición pesada que cubre. Si el apoyo no es blando, la adición del re-
vestimiento podría aumentar el sonido irradiado en la habitación. Este es frecuen-
temente el caso cuando se ajusta una capa rígida de material aislante del calor
(como una espuma rígida) a la superficie interior de los muros exteriores y, poste-
riormente, se cubre con una capa de enlucido para el acabado interior. La Figura
32.14 muestra el efecto sobre la pérdida de transmisión del sonido que se produce
con la instalación de un revestimiento elástico acoplado rígidamente a una pared
pesada de hormigón. El efecto de reducción del aislamiento es debido a la resonan-
cia determinada por la rigidez de la capa aislante y la masa de la capa de enlucido.
Las Referencias 9 y 10 incluyen información sobre el diseño de revestimientos elás-
ticos. Es importante que éstos sólo entren en contacto con la estructura básica que
están protegiendo de la manera adecuada.
32.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Varilla o
____- cable de
suspensión
'¡i~~iíI~it-
, Soporte
del techo
Los siguientes detalles son ejemplos de medidas de control del ruido y la vibración.
La Figura 32.15 muestra detalles del diseño empleado para obtener un grado
muy alto de aislamiento contra el ruido transmitido. tanto por la estructura como
por el aire. entre espacios adyacentes. como salas de ensayos en un edificio de mú-
sica. Este ejemplo muestra una construcción compleja para la cual suele precisarse
consejo experto con el fin de: (1) determinar el grado exacto de reducción del ruido
requerida y (2) incluir detalles constructivos necesarios para lograr el aislamiento
deseado con un margen razonable de seguridad y sin demasiado coste. El suelo flo-
tante: (1) impide la difusión del ruido transmitido por la estructura introducido por
las patas de algunos instrumentos musicales. (2) aumenta significativamente el ais-
lamiento contra el sonido transmitido por el aire a la sala de ensayo inferior y (3)
constituye una superficie dura con capacidad alta de soporte de carga. Los paneles
de escayola de las paredes. que descansan sobre las planchas flotantes y no tienen
conexiones rígidas con las paredes de mampostería. son necesarios para aumentar
la reducción del ruido entre las dos salas de ensayo adyacentes. El techo suspendido
de manera elástica aumenta el aislamiento contra el sonido transmitido por el aire
a la sala de ensayos superior y prácticamente elimina la transmisión lateral aérea de
ruido entre las dos habitaciones adyacentes a través de la losa común de techo es-
tructural. El alto grado de aislamiento que logran esta y otras instalaciones similares
sólo puede alcanzarse si se controlan las pérdidas laterales. en el aire y la estructura.
---
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.27
..
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'~
~
e
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1111111111111
Pared de hormi9
Aislante
rígido
Revestimiento
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de esea ola
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.,
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E
U
100 1000
Frecuencia en herzios
FIGURA 32.14. Reducción en la pérdida de transmisión del sonido (dTl) como re-
sultado del acoplamiento rígido de una capa ligera de escayola a una partición pesa-
da. (De acuerdo con K. Gase/e".)
Material absorbente
del sonido
,I'~!!~=~~!!t
I Material absorbente
del sonido grueso
Plancha flotante
Suelo
en laflotante
Figura como
32.9a --;=:==¡¡¡i=====¡iIfr-ll=~I~~~mmi~~~r ~omo
Figuraen la
32.6a
losa
estructural
FIGURA 32.15. Dos montajes elásticos de suelo, pared y techo para aislamiento alto
y muy alto contra el ruido transmitido por el aire y por la estructura.
ción de neopreno. que sean eficaces en tres direcciones y puedan soportar las fuer-
zas de levantamiento. Las bombas hidráulicas deben tener los relevadores de arran-
que montados sobre ensamblajes de motor-bomba-tanque; todo el ensamblaje debe
estar apoyado de manera elástica sobre aisladores de vibración de neopreno. Las
tuberías hidráulicas deben apoyarse de forma elástica. desde el tanque hasta el pis-
tón de base. con elementos de neopreno. En aplicaciones críticas. puede ser nece-
sario controlar el ruido transmitido por la estructura producido por la cabina del as-
censor y los contrapesos. Con este fin. pueden colocarse rodillos de neopreno en la
cabina y los contrapesos. o apoyar elásticamente los raíles guía en la estructura del
edificio. Los detalles adecuados han de elaborarse de acuerdo con el fabricante del
ascensor.
--
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.29
Tratamiento de amortiguamiento
de la vibración
Hueco mínimo de 2 in
Tratamiento
( de amortiguamiento
Recipiente de de la vibración
metal en todas las
Neumáticos
de residuos superficies
de caucho
del vaciador
J
Material
acústico
•slbsJi;__=~_,~~1
Placa de cobertura
Aislante
la de
vibración
Rodillos elásticos o
apoyo elástico .60'-::"--
de los railes guia
para la cabina
y los contrapesos
(b)
Material acustico
m~o~t:o~r~d:e==ljlg,F;::::=¡
Relevador del Puertas automáticas silenciosas
con amortiguadores de caucho.
arranque montado sobre
el ensamblaje de Controles eléctricos, luces de sañales
motorlbomba/tanque y campanas montadas en cajas
aisladas de la vibración
Ensamblaje de motorl
bomba~anque. ____--~1t~~r
Pistón hidráulico
(b)
FIGURA 32.17. (a) Medidas para reducir el ruido de tracción del ascensor; (b) medi-
das para reducir el ruido hidráulico del ascensor.
AISLAMIENTO DEL SONIDO TRANSMITIDO POR ESTRUCTURAS 32.31
Or-------------------------~--------~~ 19
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10'g
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Oi
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'"
"O
Oi
>
Z
10 'g
Frecuencia en herzios
AGURA 32.18. Relación entre el nivel de aceleración de la vibración de una superfi-
cie y el nivel de presión sonora próximo a esta superficie en función de la frecuencia.
donde S" es el área de la partición vibratoria que irradia sonido hacia la habitación,
CT es su eficacia de radiación y A es la absorción total del sonido en la habitación,
Dado que la eficacia de radiación siempre es igualo menor que la unidad, utilizan-
do CT = l en la Ecuación (32.4) se asegura que el nivel de presión sonora previsto Lr
es moderado. La Ecuación (32.4) indica que si la absorción total es mayor que 4 ve-
ces el área de radiación, el nivel de presión sonora en la habitación será inferior al
medido cuando el micrófono esté situado cerca de la pared radiadora (siempre que
la eficacia de radiación CT = 1).
REFERENCIAS
l. Field and laborator)' measurements of airborne and impact sound transmission, ISO 140/
Ó y 7. International Organization for Standarization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza. 1978.
2. Tentati¡'e metllOd of labarator)' measurement of impact sound transmission through floor-
celing assemblies using the tapping machine. ASTM E-192-86, American Society for Tes-
ting and Matcrials, Filadelfia. 1986.
3. «Impact noise control in multi-family dwellings», FHA n.o 750. preparado por la Federal
Housing Administration por Boh Beranek and Newman Inc .. enero 1963.
4, T. 1. Schultz.J. Acoust, Soco Amer,. vol. 60, 1976. p. 645.
5. «A guide to airborne. impact and structureborne noise control in multi-family dwe-
llings». preparado por la Federal Housing Administration por el National Bureau of
Standards. septiembre 1967.
Ó. W. Zeller. Laermbt'kaemp[¡mg. vol 7.1963. p. 21.
7. K. Gosele, Dit' ScI/Q/lteclmik, vol. 39/40. 1960, p. 1.
H. W. Westphal. Acustica Beihefte. vol. 1, 1956. p. 85.
9. 1. L. Vér y C. 1. Holmer, Capítulo 11 en L. L. Benarek (Ed.), Noise and ¡'ibration control.
McGraw-HiII, Nueva York, 1971.
lO. L. Cremer. M. Heckl y E. E. Ungar. Structureborne sound. 2." ed., Springer-Verlag. Nue-
va York, 1988.
11. K. Gosele. Beto" Herste/lu"g Vem·endung. vol. 26.1976. p. 26.
Capítulo 33
CONTROL DEL RUIDO EN
EDIFICIOS
A. C. C. Warnock
J. D. Quirt
INTRODUCCION
AISLAMIENTO ACUSTICO
33.1
33.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
acústico que aporta la estructura entre ambos espacios. El ruido transmitido por el
aire, inicialmente irradiado al aire que rodea la fuente, puede reducirse interpo-
niendo una o más particiones entre la fuente y la habitación receptora. El rendi-
miento del aislamiento acústico de las particiones se describe en el Capítulo 31. En
los edificios, las fuentes también pueden generar ruido que se transmite a través de
la estructura mediante la excitación directa de ésta. Este tipo de transmisión se des-
cribe en el Capítulo 32. El ruido de pisadas, un caso especial de ruido de impacto o
transmitido por la estructura. se comenta brevemente en el Capítulo 32. En cual-
quier problema concreto. pueden estar implicados ruidos de todo tipo y por ello hay
que considerarlos todos. ya que las medidas adecuadas para controlar el ruido
transmitido a través del aire pueden no ser adecuadas para el transmitido por la es-
tructura o para el ruido de impacto y viceversa.
El aislamiento efectivo entre espacios adyacentes puede depender no sólo de la
partición nominal. sino también de varias vías más. Las medidas que reducen la
transmisión a lo largo de estas otras vías se describen en el Capítulo 32 y más ade-
lante en este capítulo.
dB (33.1 )
donde Ls Y L R son los niveles sonoros medios en las habitaciones fuente y recep-
Habitación Habitación
fuente receptora
L.. A" L,. A..
FIGURA 33.1. Transmisión del sonido entre dos habitaciones. En la primera habita-
ción hay una fuente que produce un nivel sonoro medio L.; la absorción total del so-
nido en esta habitación es As. La transmisión a través de la pared común produce un
nivel sonoro medio LR en la segunda habitación (receptora); la absorción total en esta
habitación es A R • Nótese que en esta representación se asume que todo el sonido
pasa a través de la pared común.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.3
En los edificios, existen muchas vías de transmisión del sonido. La Figura 33.2
muestra cómo puede transmitirse la energía sonora a través de techos, paredes y
suelos de la estructura de un edificio, donde todos los componentes están rígida-
mente conectados, alcanzando las habitaciones adyacentes y produciendo moles-
tias. En este mecanismo pueden intervenir otras particiones además de la partición
común entre las dos habitaciones.
Una vía lateral o vía de flanqueo es una vía de transmisión del sonido que impli-
ca elementos distintos a la partición común entre los dos espacios, aunque ésta tam-
bién puede intervenir en el proceso. La Figura 33.2 muestra ejemplos de vías de
flanqueo. Una vez que el sonido ha entrado en una estructura y se propaga como vi-
hración, puede viajar a distancias considerables; la energía perdida en el desplaza-
miento de un punto a otro depende del material y de los detalles de la construcción.
La estructura vibratoria vuelve a irradiar continuamente la energía en forma de so-
nido desde ambos lados. Las vías de flanqueo tienen consecuencias mucho más se-
rias para la transmisión del sonido de impacto que para la transmisión aérea del so-
AGURA 33.2. Algunas de las vías posibles de transmisión del sonido en una estruc-
tura monolítica. Las flechas marcadas con O representan la transmisión directa a tra-
vés de la partición común; las marcadas con F representan vías de flanqueo en que in-
tervienen elementos distintos a la partición común.
33.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
nido. Esto se debe a que con los impactos se transmite más energía vibratoria a la
estructura y a menudo a frecuencias bajas (que son más difíciles de controlar).
Para lograr la máxima atenuación posible del sonido en edificios, hay que re-
ducir al mínimo la transmisión de energía a través de las vías de flanqueo introdu-
ciendo rupturas y conexiones flexibles en lil construcción. De forma ideal, en un
edificio de apartamentos, cada uno de ellos debe ser una unidad independiente, sus-
tentada de manera flexible dentro del edificio. En la práctica, la estructura del edi-
ficio debe ser lo suficientemente rígida como para aportar la resistencia necesaria,
pero se pueden conseguir configuraciones próximas a la ideal utilizando estructuras
independientes siempre que sea posible y usando canales de metal flexibles para
apoyar las paredes y los suelos flotantes. (Véase Capítulo 32 para un comentario so-
bre suelos flotantes.)
Si por razones estructurales, el suelo está rígidamente conectado a las paredes
anexas y de apoyo, la transmisión del sonido a través de las vías de flanqueo puede
ser un problema serio. Un techo suspendido de manera flexible debajo del suelo,
como en la Figura 33.3, reduce la transmisión del sonido en la vía directa a través
del suelo. Sin embargo, no reduce de ninguna manera la transmisión a través de las
vías de flanqueo a las habitaciones adyacentes del mismo nivel, ni la transmisión por
las vías de flanqueo de las paredes hacia abajo.
Una forma mucho mejor de reducir la transmisión del sonido de impacto a tra-
vés de las vías de flanqueo es utilizar un suelo flotante. En la Figura 33.4 se muestra
este tipo de suelo de manera idealizada. (La Figura 32.9b muestra una construcción
práctica.) La energía sonora se disipa dentro de la plancha flotante o es atenuada a
medida que se propaga desde la plancha del suelo a través de la capa flexible o los
apoyos al resto de la estructura. Además, si las superficies de las paredes en las ha-
bitaciones se sujetan de forma flexible se reducen las vías directas y de flanqueo res-
tantes.
para la mayoría de las situaciones. Siempre habrá un cierto número de casos en los
que se produzcan molestias por un vecino ruidoso, por existir unos niveles bajos de
ruido de fondo o porque los ocupantes sean muy sensibles; el porcentaje de estos
casos puede reducirse aumentando los niveles de los requisitos de aislamiento acús-
tico empleados.
En las Tablas 33.1 y 33.2 figuran los valores recomendados de aislamiento acústico
efectivo para paredes y suelos entre viviendas en términos de clase de transmisión
de sonido y clase de aislamiento de impacto (descritos en el Capítulo 31). Estos va-
lores pueden ser más altos que los que generalmente exigen algunas reglamentacio-
nes nacionales (EE.UU.) y municipales, pero son parecidos a los utilizados en los
países europeos y aseguran un ambiente sonoro en las viviendas digno. Con algunos
de los materiales típicos de construcción de edificios pueden obtenerse valores in-
cluso fllás altos sin necesidad de recurrir a diseños extremos, aunque hay que tener
cuidado durante los procesos de diseño y construcción. (Véase Capítulo 31 para in-
formación sobre diseño y el resto de este capítulo para detalles de construcción.)
Los valores de aislamiento contra el sonido de las Tablas 33.1 y 33.2 pueden lo-
grarse en construcciones con conexiones normales entre paredes, suelos y techos.
La selección de elementos con valores altos de aislamiento medidos en laboratorio
no garantiza que se obtendrá el mismo grado de aislamiento alto en el edificio cons-
truido. Esto se debe a que la transmisión lateral en las uniones de los elementos de
la construcción puede reducir drásticamente el aislamiento contra el ruido. (Véase
«Vías de transmisión del sonido entre habitaciones» en este capítulo.) Los ensayos
de cam.P01.2 de aislamiento acústico en una fase temprana de la construcción per-
miten efectuar cambios antes de que sea demasiado tarde.
Los valores de clase de aislamiento de impacto (I1C) de la Tabla 33.2 se aplican
a suelos sin alfombras ni otras coberturas elásticas. Los ensayos en los mismos sue-
los cubiertos con alfombra y cañamazo arrojarían valores I1C bastante altos, pero
33.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
,~
D
FIGURA 33.4. El suelo flotante reduce el sonido de impacto en la fuente y reduce to-
das las vías, directas y de flanqueo, a través del suelo. Las superficies adicionales con
conexiones flexibles en las paredes de las habitaciones reducirían las vías directas y
de flanqueo restantes.
Una de las maneras más simples de controlar el ruido es separar las áreas ruidosas
y las silenciosas tanto como sea posible. Los niveles de ruido generados en las vi-
viendas varían ampliamente de una habitación a otra. Las cocinas suelen ser más
ruidosas que los dormitorios; los salones pueden ser silenciosos o pueden ser una
fuente de habla o sonidos de aparatos de radio y televisión. Si se sitúa un área sen-
sible, como un dormitorio, junto a una habitación con máquinas ruidosas es precisa
una reducción de ruido elevada para lograr un ambiente silencioso en la habitación.
Así, una elección cuidadosa de la disposición hace que disminuyan las atenuaciones
necesarias entre los espacios y, por tanto, la insonorización necesaria de los com-
ponentes del edificio. Las recomendaciones de las Tablas 33.1 y 33.2 tienen en cuen-
ta esta variación en la actividad y los niveles de ruido entre habitaciones.
Las siguientes directrices y ejemplos pueden ayudar a evitar problemas impor-
tantes debidos a una mala disposición y a la maquinaria ruidosa de los edificios.
• Aislar las áreas de maquinaria, bajantes de basuras, cajas de ascensores, ca-
lefacción central, sistemas de ventilación y aire acondicionado, bombas de cir-
culación del agua y otros equipamientos mecánicos ruidosos del edificio tanto
como sea posible de áreas sensibles de vivienda y dormitorio.
• Montar la maquinaria sobre aisladores de la vibración diseñados adecuada-
mente (véase Capítulo 29).
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.7
TABLA 33.1. Requisitos mínimos para el aislamiento del sonido transmitido por el
aire de paredes y suelos que separan viviendas, expresados en términos de clase de
transmisión del sonido (STC)
Los valores se presentan en categorías específicas de habitaciones'
1 11 III
Salón, comedor, Cocina, aseo,
habitaciones espacios
Espacios separados Dormitorios familiares auxiliares
1. Dormitorios 55
II. Salón, comedor, habitaciones 55 50
familiares
III. Cocina, aseo, pasillo, entrada, 55 50 50
despensa, espacios útiles
IV. Espacios de servicio comunes a
dos o más unidades de vivienda
(a) Típicamente silenciosos, 50 50 45
p. ej., pasillos comunes, escaleras,
espacios de almacén
(b) Típicamente ruidosos: gara- 70 70 60
jes, áreas de vertido de basuras (in-
cluyendo bajantes de basura), salas
de equipamiento mecánico, salas de
calderas, lavanderías, pistas de
squash, salas de fiesta
• Si dos o más categorías se combinan en un solo espacio, regirá el requisito más alto. Véase Capítulo 31 para valores
de aislamiento de transmisión aérea de construcciones típicas de paredes y suelos-techos.
• Situar las áreas relativamente tranquilas, como los dormitorios, próximas en-
tre sí, con el fin de minimizar la reducción del ruido precisa para la satisfac-
ción de los ocupantes.
• Usar los espacios útiles, pasillos y vestíbulos, como espacios de amortigua-
miento entre las áreas ruidosas y silenciosas.
• Instalar tratamiento absorbente del sonido en los espacios que contengan ma-
quinaria ruidosa. Aumentar la cantidad de absorción del sonido en una habi-
tación que contenga maquinaria ruidosa reduce el nivel de presión sonora y
por tanto el nivel sonoro que llega a las habitaciones adyacentes. Esto resulta
particularmente útil si hay poca absorción del sonido en la habitación fuente
[véase Ecuación (4.8)].
Es probable que el dormitorio en la vivienda de la Figura 33.5a sea ruidoso de-
bido al ruido procedente de la caja del ascensor y la cocina adyacentes. La vivienda
de la Figura 33.5b tiene mejor disposición y las principales fuentes de ruido serán las
viviendas superior e inferior.
Los pasillos públicos (de distribución) sirven como zonas de amortiguación en-
tre las viviendas, pero también pueden ser una fuente de ruido. Es probable que en
la vivienda de la Figura 33.6 exista una intrusión de ruido no sólo desde el pasillo,
sino también desde las viviendas adyacentes a través de las puertas. Esto es espe-
33.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
cialmente cierto si las puertas no tienen buen aislamiento contra el sonido, están
mal selladas y tienen grandes huecos en la parte inferior, o tienen paneles de ven-
tilación.
Un vestíbulo que pueda cerrarse entre el pasillo exterior y las áreas de vivienda
ayuda a reducir la intrusión de ruidos (Figura 33.7). Esta disposición es frecuente en
los hoteles europeos y reduce en gran medida la entrada de ruidos desde los pasi-
llos. Esta técnica también puede utilizarse en restaurantes para mantener el área
ruidosa de la cocina separada del área de comedor. La desalineación entre puertas,
las alfombras y los techos acústicos para absorber el sonido en los pasillos son otras
formas de reducir el ruido (Figura 33.8).
Si la reducción del ruido entre viviendas es tan buena como se recomienda, las alar-
mas contra incendios colocadas en los pasillos exteriores pueden no ser lo suficien-
temente sonoras como para despertar a los ocupantes que duermen en las vivien-
das. En un edificio de apartamentos con buena insonorización, las alarmas de
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.9
co=m'do, [Do,mdO,;O
Salón
cOcinaL ;.r--
!1 Entrada ~
~~JJL
I I[[J
~~
Do,mdo,;o
Salón
Dormitorio
Cocina 11
la) lb)
incendios de los pasillos pueden no ser audibles en los dormitorios de las viviendas.
Son precisos sistemas más sofisticados conectados con alarmas instaladas en el in-
terior de los apartamentos.
En la medida de lo posible, las escaleras han de estar aisladas de las paredes del edi-
ficio. Los escalones y la estructura han de ser rígidos y hay que cubrir los peldaños
con material elástico para reducir el ruido de las pisadas. Una alfombra suele ser el
mejor material para reducir el ruido. Si la alfombra origina dificultades de limpieza,
el uso de otros materiales con revestimiento elástico es menos eficaz, pero también
beneficioso.
Una partición puede estar compuesta de dos o más secciones que contengan distin-
tas propiedades de aislamiento del sonido, por ejemplo, una pared que contenga
una ventana o una puerta. En este caso, el valor efectivo de aislamiento acústico de
la pared compuesta puede determinarse a partir de las propiedades de los compo-
nentes individuales mediante las siguientes ecuaciones.
33.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
,1/
-@- Fuente
/1" de ruido
FIGURA 33.6. Las puertas que están frente a frente representan una vía fácil para la
transmisión del sonido, especialmente si no tienen buena insonorización, no tienen
burletes o tienen paneles de ventilación. Las flechas muestran posibles vías de trans-
misión del sonido.
T = 10-TUlO (33.3)
(33.4)
Pasillo
FIGURA 33.7. Los vestíbulos aumentan la atenuación del ruido procedente del pa-
sillo y entre las viviendas o las habitaciones de un hotel.
nentes cuyos valores STC y áreas son conocidos puede calcularse mediante las
Ecuaciones (33.2) y (33.4). La misma fórmula se aplica aproximadamente cuando se
utilizan los valores STC en lugar de los datos de pérdida por transmisión.
Ejemplo. Una partición con un área total de 25 m 2 consiste en una pared, STC 48,
con una superficie de 20 m2 (215 ff); una ventana, STC 27, con un área de 3,3 m2
(36 ft2), Y una puerta, STC 31, área 1,7 m 2 (18 ft2). ¿Cuál es el STC efectivo de la
partición?
A partir de las Ecuaciones (33.2) y (33.4), con el STC tratado como TL, los si-
guientes cálculos muestran que la partición compuesta tiene un STC de 35.
Al
Componente STC m2 (ff) Ti T;AIA totaJ
Pared 48 20 (215) 0,000016 0,000013
Ventana 27 3,3 (36) 0,002 0,000263
Puerta 31 1,7 ~ 0,00079 0,000054
25,0 (269) 0,00033
STC de la partición = 10 log (1/0,00033) = 35
Las ventanas y las puertas no suelen tener pérdidas por transmisión del sonido altas;
si se incluyen en una pared, la insonorización global del sistema se reducirá. Esto
puede compensarse seleccionando áreas y clase de transmisión del sonido (STC) de
los componentes de manera que las pérdidas por transmisión globales y los valores
33.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
~
11:.....
~~
FIGURA 33.8.
~ 'I/
_@_
/1'
Fuente
de ruido
STC del sistema se ajusten al criterio de diseño. La pérdida por transmisión es una
función de la frecuencia, y por ello los cálculos deben llevarse a cabo para cada ban-
da de frecuencia; después el valor de STC debe calcularse para el espectro com-
puesto de pérdida por transmisión. Sin embargo, puede obtenerse una aproxima-
ción burda utilizando sólo los valores STC globales, de la siguiente manera.
Un enfoque sencillo para combinar los componentes de una partición con varios
elementos es obligar a que todos ellos tengan el mismo valor de clase de transmisión
del sonido (STC). En la práctica, esto no suele ser posible cuando el STC requerido es
bastante alto y la partición incluye ventanas y puertas. Una pared con un valor STC
alto es mucho más fácil de construir que una ventana o una puerta con un STC alto.
Así, un enfoque más práctico y económico para combinar elementos es permitir que a
través de aquellos con aislamiento acústico bajo, como puertas y ventanas, pase más
energía sonora. Esto se compensa reduciendo la cantidad de energía sonora que pasa
a través de aquellos componentes que pueden tener fácilmente valores STC altos (por
lo general, sólo la pared). Las superficies de los componentes pueden ajustarse para
asegurar que el STC combinado satisface los requisitos del diseño.
Para diseñar una partición combinada, se procede de la siguiente manera:
1. Se calcula el área de cada componente como un porcentaje F¡ del área total
de la partición.
2. Como primer paso, se presupone que cada componente deja pasar una parte
de la energía total F2 = l/n, donde n es el número de componentes.
3. Se calcula la clase de transmisión del sonido de cada componente STCc a par-
tir de la ecuación
(33.5)
Ejemplo. Una pared, una puerta y una ventana con superficies relativas de 0,75,
0,15 Y0,10 del área total, respectivamente, se utilizan en una partición compuesta.
El valor del aislamiento de la partición compuesta debe tener un STC de 50. ¿Cuá-
les son los valores STC permisibles para cada componente?
STC del
Area Energía componente =
Componente relativa, Fl relativa, F 2 STCd + 10 log (F1/F1 )
Los requisitos de aislamiento para la puerta y la ventana son altos; por tanto, éste
no es un diseño práctico.
2. Se repiten los cálculos para los valores de energía relativa transmitida a tra-
vés de la pared, puerta y ventana de 0,10, 0,45 Y0,45; Ylas áreas relativas de
0,82,0,15 Y0,03, Yse obtienen unos valores STC de los componentes de 59, 45
Y38.
3. Al reducir la proporción de la energía sonora que pasa a través de la pared
hasta 0,01, el STC requerido para la pared es 69, pero los requisitos redon-
deados hasta el decibelio más próximo para la puerta y la ventana no cam-
bian. Esto se debe a que la mayoría de la energía ya pasaba a través de la ven-
tana y la puerta.
ESCAPES DE SONIDO
50
Area del escape
45
40
STC
con
escape 35
30
25
20
15
35 40 45 50 55 60
STC sin escape
FIGURA 33.9. Efectos del escape de sonido sobre el aislamiento de sonido de una
partición. Los rectángulos de las curvas muestran el área relativa del escape.
juntas de mortero de los bloques o si hay fallos en alguna zona de la pared de hor-
migón en masa. La Figura 33.13 muestra las vías de escape del sonido en estos casos
y los beneficios del calafateado.
Como ilustración práctica de la importancia de las vías de escape del sonido, la
Figura 33.14 muestra la reducción del aislamiento producida por las salidas eléctri-
cas no selladas, reverso contra reverso. Sellar las salidas aumenta el STC de 52 a 55.
Los detalles de la construcción de las juntas entre paredes y suelos influyen en gran
medida en la transmisión del sonido entre viviendas. Hay que evitar las vías de flan-
queo, elementos de construcción y áreas con insonorización deficiente y escapes del
sonido.
Consideremos la pared de partición que muestra la Figura 33.15. Ambos, pared
y suelo, aportan valores STC altos cuando son examinados individualmente. Sin
embargo, debido a la transmisión de la vibración (flanqueo) a lo largo de la super-
ficie del suelo, el aislamiento sonoro entre los dos apartamentos adyacentes no es
bueno. La pared de la partición está «cortocircuitada» por la capa superior del sue-
lo. Un problema parecido puede producirse con los suelos flotantes, como muestra
33.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(b)
(d) Sección
Panel de
(el Panel de bloqueo bloqueo
FIGURA 33.10. Posibles vías de transmisión del sonido a través de las paredes que
contienen salidas eléctricas. (a) Las salidas reverso contra reverso representan una
vía fácil para el sonido y son difíciles de sellar mediante calafateado. (b) Desalinear las
salidas a lo largo de la pared fuerza al sonido a viajar a través del material absorbente
del sonido y a atenuarse. (e) Planta y (d) sección de una pared que muestran cómo los
paneles internos de bloqueo permiten colocar las salidas reverso contra reverso. El
sonido es atenuado debido a que se le fuerza a viajar a través del material absorbente
del sonido.
_ _ Escayola
(a)
Tacos de
madera
Incrustaciones
de metal
(e) elastieo
(b)
Travesaños
~
metálicos o
Escayola de madera Plancha
----
de fibra
1-".IiiIIiIllíí~-.f Sellado
una ruptura completa, cuanto más compleja sea la vía de transmisión del sonido en
las uniones donde se encuentran las particiones, mayor atenuación se logrará.
La Figura 33.18a muestra cómo puede producirse la transmisión por flanqueo
en el punto en que las paredes divisorias se encuentran con las paredes exteriores.
La construcción ilustrada en la Figura 33.18b rompe la vía de transmisión a lo largo
de la pared exterior. La construcción que se muestra en la Figura 33.18c también
rompe esta vía y aporta una superficie interior continua para controlar la migración
del vapor. El detalle de la Figura 33.18c muestra un espacio hueco entre las capas de
escayola que ha sido calafateado para mantener una barrera continua de vapor,
mientras se sigue obteniendo la ruptura de la estructura para el control acústico.
La Figura 33.19a muestra un ejemplo de cómo el sonido de flanqueo puede pro-
pagarse hacia abajo, en una construcción de travesaños de madera, para alcanzar la
habitación inferior. Aunque sólo se necesita un conjunto de canales de metal elás-
ticos para aislar entre sí las capas de la pared, si se instala un conjunto a cada lado
se reduce la transmisión de los sonidos por flanqueo desde los apartamentos supe-
riores, como muestra la Figura 33.19b. Incluso si se utilizan travesaños dobles para
33.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS V CONTROL DEL RUIDO
Sellado
FIGURA 33.12. No es suficiente la mera aplicación del calafateado; éste tiene que se-
IJar realmente los huecos. Como se muestra aquí, la suciedad, un hueco en el calafa-
teado, madera alabeada o alguna otra causa pueden dejar escapes.
la partición, puede haber transmisión por flanqueo hacia abajo desde los aparta-
mentos superiores; esta transmisión por flanqueo puede reducirse utilizando cana-
les elásticos.
Puede encontrarse más información sobre la instalación de las particiones fijas,
del tipo de marco ligero, para mantener el aislamiento contra el sonido en la publi-
cación ASTM E4973 .
Si se montan armarios de cuartos de baño reverso contra reverso sobre una pa-
red de partición, se puede producir una transmisión excesiva del ruido a través del
armario de una vivenda hacia el armario adyacente en la siguiente vivienda, sobre
todo si los armarios están vacíos. Un escaso espesor de la pared, la existencia de es-
capes alrededor de los armarios y un peso menor de los paneles posteriores con res-
pecto a las superficies de la pared contribuyen a la reducción del aislamiento acús-
tico. La Figura 33.20a ilustra este problema. Hay que evitar montar los armarios
sobre la pared de partición, pero si es precisa esta ubicación, puede utilizarse la téc-
nica de montaje que muestra la Figura 33.20b. Los armarios pueden montarse en
huecos, como muestra la Figura 33.20c, si se alternan a lo largo de la pared y están
respaldados por una barrera sólida. El material absorbente del sonido en la cavidad
recoge cualquier sonido que se escape alrededor de los armarios hacia la cavidad. El
riesgo de molestia debido al impacto de cerrar las puertas en las Figuras 33.20b o e
es relativamente pequeño.
Consideraciones parecidas se aplican a los armarios de cocina, pero en este caso
el riesgo de molestia para los vecinos debido a los portazos es mayor, ya que no sue-
le haber cristal y se utilizan más frecuentemente. Por esta razón, es mejor no colgar
los armarios de la cocina de paredes de partición en ningún caso.
La Figura 33.21a ilustra cómo los suelos flotantes o las capas apoyadas de forma
elástica pueden verse cortocircuitadas por la suciedad. La Figura 33.21b muestra el
cortocircuito acústico debido a tornillos que son demasiado largos, un problema
que también puede surgir con los canales metálicos elásticos. La Figura 33.22 mues-
tra medidas de la pérdida de transmisión sonora en puntos en que los canales me-
tálicos elásticos en la estructura del suelo fueron cortocircuitados deliberadamente
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.19
El sellado
bloquea el paso
del sonido
(d)
El sellado
bloquea el paso
del sonido
/
FIGURA 33.13. (a) Posibles escapes de sonido en un hormigón con grietas que pe-
netran en la pared. Hay que reparar la superficie de hormigón antes de aplicar la capa
de escayola. (b) Un buen procedimiento de calafateado sellará el escape incluso si los
vacíos no se reparan. (e) Unas juntas de mortero deficientes entre los bloques de la
pared también pueden producir escapes. (el) El calafateado al pie de la pared reducirá
los efectos de los escapes que se hayan dejado sin reparar.
33.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
70 ~--------------------------~
ce 60
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"t:l Salidas con escapes,
'O FSTC 52
.Q¡
a.. 30
.~,
20
125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, Hz
Los suelos existentes pueden alterarse para mejorar el aislamiento del sonido trans-
mitido por el aire o del sonido de impacto. Si el problema implica un aislamiento
inadecuado contra el sonido transmitido por el aire, se siguen las directrices comen-
tadas en el apartado anterior relativas a la mejora de las paredes. La principal di-
ferencia práctica entre tratamiento de paredes y de conjuntos suelo-techo es que es-
tos últimos son asimétricos; por ejemplo, no siempre resulta factible realizar
alteraciones sobre la superficie superior del suelo.
Plancha
flotante
FIGURA 33.16. (a) La plancha flotante continua permite que el sonido se propague
por flanqueo a lo largo de la plancha y bajo el muro. (b) Introducir una ruptura en la
plancha flotante reduce la transmisión de flanqueo. (e) Este tipo de construcción pue-
de utilizarse si el material elástico o la plancha flotante no pueden soportar la estruc-
tura del muro.
la transmisión del ruido de impacto sea demasiado alta, puede ser necesario añadir
un suelo flotante (véase Capítulo 32). Los suelos flotantes aumentan la altura del
suelo; las puertas ya no ajustan y hay que cortarlas. Pueden ser· necesarios además
otros cambios estructurales.
Corte de sierra
Los edificios residenciales contienen una gran variedad de aparatos mecánicos que
producen ruido, tales como lavavajillas, lavadoras y secadoras, ventiladores y acon-
dicionadores de aire. La importancia de su localización con respecto a espacios si-
lenciosos se comenta en «Influencia de la distribución interior del edificio sobre los
requisitos de aislamiento acústico». Si estos aparatos se montan sobre aisladores de
vibración adecuadamente diseñados (véase Capítulo 29), no generarán excesivo
ruido transmitido por la estructura. En la sala central para lavandería, las lavadoras
y secadoras pueden montarse individualmente de manera elástica, o montarse todas
sobre una gran plancha flotante aislada de la estructura del edificio. La sala central
de lavandería debe tratarse con material absorbente del sonido.
Las bajantes de basuras, cajas de ascensores y otras instalaciones que puedan
producir impactos fuertes deben rodearse con una construcción doble pesada que
aísle la fuente del ruido de impacto de los espacios habitables adyacentes (véase Ca-
pítulo 32).
La fontanería y las tuberías constituyen importantes fuentes y vías de transmi-
sión de ruido. Los métodos de control de estas fuentes se describen en el
Capítulo 45.
33.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(a)
(e)
FIGURA 33.18. (a) La transmisión por flanqueo puede producirse, como muestra la
flecha, allí donde la pared de partición interna se encuentra con la pared exterior con
una capa continua de escayola. (b) La ruptura en la construcción elimina el flanqueo a
lo largo de la capa ligera de escayola. (e) Sellando una ruptura estrecha con una tapa
flexible o un sellador se obtiene una barrera continua de vapor donde se necesita,
mientras sigue reduciendo la transmisión por flanqueo.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.25
- - .....
Sonido
/ transitido
por flanq ueo
(a)
(~ ~n
~ ~
c;:
\
~
(b)
(~ I:P"~
, '7
~ :s;
....,
FIGURA 33.19. (a) El sonido transmitido por flanqueo puede descender por la pared
desde las habitaciones superiores hasta las habitaciones inferiores, como muestra la
flecha. (b) Montando la placa de escayola sobre canales metálicos elásticos reduce la
transmisión por flanqueo.
(e)
Barrera sólida
FIGURA 33.20. (a) Los armarios de cuarto de baño, reverso contra reverso, son vías
potenciales de escape o áreas de fuerte transmisión del sonido, como muestran las
flechas. (b) El montaje sobre las superficies reduce la transmisión del ruido. (e) Alter-
nando los huecos e instalando paneles traseros rígidos se evita el montaje sobre las
superficies y reduce la transmisión del sonido.
tos en el Capítulo 30. En este caso, el control del ruido entre oficinas se reduce en-
tonces a elegir una partición con un aislamiento acústico adecuado y a asegurarse
de que se instala correctamente.
El aislamiento acústico necesario entre oficinas depende del uso a que estén desti-
nadas. Se puede decir que existe privacidad normal cuando el habla intrusiva es au-
dible, parcialmente inteligible, pero no molesta. La privacidad confidencial existe
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.27
Capa
Plancha elástica
flotante\
(a)
Residuos
(b)
Subsuelo
FIGURA 33.21. (a) Los residuos debajo de la plancha flotante pueden «cortocircui-
tan> la capa elástica y hacer que decrezca el aislamiento del sonido. (b) Los tornillos
que se utilizan inadecuadame'nte pueden producir problemas parecidos en estructu-
ras de madera.
70
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c.-
'o
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"E
fI)
50
c.
~
::
o 40
a.
<ti
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,(¡;
a..
20
10
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia en herzios
FIGURA 33.22. Los tornillos demasiado largos pueden «cortocircuitap, los canales
metálicos elásticos. Cuanto mayor es el número de tornillos que hacen cortocircuito,
mayor es la reducción de la insonorización. Los gráficos muestran los resultados de la
transmisión del sonido para un suelo con O, 8 Y 20 tornillos que establecen cortocir-
cuito. La clase de transmisión del sonido (STC) baja desde 44 a 40.
lo. La absorción aproximada para esta habitación es 0,8 x 16 = 12,8 sabinos métri-
cos (0,8 X 172 = 138 sabinos).
La clase de transmisión del sonido (STC) requerida para la privacidad entre dos ofi-
cinas puede calcularse a partir de
(33.6)
(a)
....................•
Vía de transmisión
Pared del sonido entre
de partición habitaciones
/ Silenciador
(b) --...;;;..-
\
Conducción
revestida
con material
absorbente del
sonido
FIGURA 33.23. (a) Un escape del sonido importante creado por la disposición inco-
rrecta de una conducción. (b) Versión mejorada con vías de transmisión del sonido
más largas a través de conductos revestidos con material absorbente del sonido. El si-
lenciador que se muestra podría no ser necesario.
Hay que señalar que si la partición separa distintos espacios con distintos usos,
es preciso realizar los cálculos en ambas direcciones, es decir, considerando cada
una de las habitaciones alternativamente como fuente.
(a)
Pared existente
--
(b)
FIGURA 33.24. Métodos para añadir una capa extra a una pared existente. No debe
haber conexiones rígidas, es necesario material absorbente del sonido en la cámara y
su espesor ha de ser grande. (a) Dos placas de escayola apoyadas sobre una pared
adicional de 38 por 65 mm (2 por 3 in nominales) de travesaños de madera. (b) Dos
placas de escayola apoyadas sobre canales metálicos elásticos y un correaje de ma-
dera de 38 por 38 mm (2 por 2 in nominales).
5. Se obtiene el valor esperado del nivel con ponderación A del ruido de fondo
para cada habitación, LA dB, mediante la Tabla 33.4.
6. Para cada habitación, se calcula el STC requerido a partir de la Ecuación
(33.6).
7. Se selecciona el mayor de los dos valores STC como valor de diseño.
Ejemplo. Supongamos una oficina con una superficie de suelo de 20 m2 (215 ff),
con poco o ningún tratamiento absorbente especial, situada junto a una sala de con-
ferencias con un área de suelo de 55 m2 (592 ff), que tiene techo acústico. Las con-
versaciones de la oficina han de ser inaudibles en la sala de conferencias. En sentido
contrario sólo se precisa privacidad normal. La partición común entre ellas tiene
una superficie de 10 m2 (108 ft2). Determinar la clase de transmisión del sonido re-
querida para esta partición.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.31
90
al
"C
¿
80
70 ..-
(a) STC38
(b) STCS
(e) STC 46
'o
'¡¡¡
'E
'"c:~
60
50
...
+
(d)STCS
....
'-
o 40
c.
CIJ
"C 30
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'-
~
c... 20
10
63 125 250 500 1000 2000 4000
Frecuencia, Hz
FIGURA 33.25. Mejoras en el techo de un sistema inadecuado de techo-suelo. (a) Da-
tos de pérdida por transmisión correspondientes a un suelo básico, consistente en
16 mm (5/a in) de contrachapado, viguetas de madera, 19 mm (3/4 in) de correaje de
madera y 13 mm (1/2 in) de escayola (STC 38). (b) Mejora obtenida añadiendo tacos de
metal de 65 mm (2,5 in), material absorbente del sonido y escayola al techo del suelo
a (STC 53). (e) Mejora obtenida añadiendo un correaje de madera de 19 mm (3/4 in),
material absorbente del sonido, canales metálicos elásticos y escayola al techo del
suelo a (STC 46). (el) En comparación, un suelo con material absorbente del sonido en
su cámara de aire, canales metálicos elásticos y dos capas de 13 mm (1/2 in) de esca-
yola, aplicadas directamente sobre las viguetas (STC 50).
TABLA 33.3. Absorción estimada de una habitación: se multiplica el área del suelo
por el factor apropiado para obtener la absorción total estimada en la habitación
Cuando una oficina cerrada está separada de una oficina de planta abierta, los re-
quisitos de la partición pueden estimarse mediante el cálculo de la absorción co-
rrespondiente a la oficina de planta abierta, como si su superficie de suelo fuera la
misma que la de la oficina cerrada.
Los valores estándar del aislamiento acústico de los sistemas de partición se miden
en un laboratorio de ensayo, con las particiones colocadas en una marco y todas las
grietas periféricas cuidadosamente selladas por ambos lados. Si es necesario alcan-
zar estos valores de laboratorio en un edificio, es preciso revisar los métodos de ins-
talación y controlar las vías de flanqueo. Si son precisos valores de clase de trans-
misión del sonido (STC) mayores que 40:
1. La partición debe lindar con estructuras pesadas para evitar el flanqueo que
muestra la Figura 33.18. Debe estar adecuadamente sellada alrededor de la
periferia. Por ejemplo, la partición debe descansar sobre la losa de suelo es-
tructural, en vez de sobre la alfombra o algún suelo falso ligero; de la misma
manera, debe llegar hasta la losa estructural superior o hasta un techo que no
haga de puente a través de la partición.
2. No debe haber agujeros ni grietas en la partición; un agujero con un área del
0,1 por 100 de la superficie total de la pared reduce el aislamiento acústico
hasta aproximadamente un valor STC 30.
3. En la partición, no debe haber entradas de calefacción, tubos de la luz, con-
ductos cortos continuos con cubiertas ligeras o cavidades abiertas, ni orificios
de servicio reverso contra reverso, o paredes laterales ligeras con cavidades
que se conecten y que puedan establecer un puente a través de ella.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.33
TABLA 33.4. Parámetros acústicos para varios tipos de oficina y actividades. y re-
quisitos de privacidad (todos los valores en decibelios)
Techos suspendidos
La mayoría de los edificios comerciales de oficinas no están construidos con los re-
quisitos necesarios para lograr un buen aislamiento contra el sonido. Por ejemplo,
la partición sólo suele extenderse desde el suelo hasta el lado exterior del techo sus-
pendido. El espacio por encima de éste suele utilizarse para servicios del edificio,
como electricidad, fontanería, conductos de aire acondicionado; en algunas insta-
laciones, este espacio puede usarse como cámara de retorno de aire. Por lo tanto,
habitualmente este espacio debe quedar abierto. Esto aporta una vía de flanqueo
para que el sonido pase entre oficinas adyacentes (o incluso más distantes).
La magnitud del sonido transmitido depende fundamentalmente de: (1) las ca-
racterísticas del techo, (2) las aberturas a través del techo para controlar el flujo de
aire y (3) el bloqueo (si lo hay) de la cámara de retorno de aire por encima del techo
suspendido.
Características del techo. La clase de transmisión del sonido (STC) puede apli-
carse a las mediciones del sonido transmitido a través del techo, a lo largo de la cá-
mara de retorno de aire, y que luego desciende nuevamente a través del techo hacia
la oficina adyacente. Se han desarrollado procedimientos específicos de ensayo
para estas mediciones; conviene destacar que los resultados se aplican a la atenua-
ción combinada de dos pasos a través del techo. El número calculado se normaliza
de manera que permite la comparación directa con el STC de la partición, para de-
terminar si esta vía de flanqueo representa un problema importante. Los techos tí-
picos tienen valores STC para dos pasadas desde aproximadamente 20 hasta 45.
Efecto de las aberturas. Si el espacio encima del techo se utiliza como cámara de
33.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Una oficina de planta abierta es un espacio grande que acomoda muchos empleados
sentados, separados por barreras bajas [en general de al menos 1,5 m (5 ft) de al-
tura], que proporcionan una separación visual entre los puestos de trabajo. Estas
particiones pueden sostenerse libremente o estar integradas en los muebles. Las ofi-
cinas de planta abierta tienen ventajas para grupos de personas cuyas actividades
están relacionadas funcionalmente.
Una oficina de planta abierta puede funcionar razonablemente bien si está cui-
dadosamente diseñada como un sistema y si las actividades adyacentes son compa-
tibles y no están demasiado próximas. Sin embargo, hay que incluir instalaciones es-
peciales para aparatos ruidosos, como impresoras y fotocopiadoras, por ejemplo,
mediante la agrupación de éstas en un área central, detrás de barreras altas absor-
bentes del sonido. Hay que incluir además salas de reuniones, con particiones com-
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.35
Pila de listones de
fibra de vidrio
bloqueando la abertura
Techo suspendido
Partición
(a)
60
Con el ,
al
'C 50
espacio
bloqueado
,- -.----' ,
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< 10
O
125 250 500 lk 2k 4k
Frecuencia en herzios
(b)
FIGURA 33.26. (a) Ejemplo de relleno del espacio encima de una partición y el techo
suspendido con material absorbente del sonido para aumentar la atenuación del so-
nido entre oficinas. (b) La atenuación del sonido entre oficinas con techos suspendi-
dos normalmente instalados y con el espacio encima de ellos bloqueado, correspon-
dientes al montaje de la ilustración a. Las curvas continuas corresponden a paneles
de techo de fibra de vidrio (STC 15,41). Las curvas de puntos corresponden a paneles
de techos de fibra mineral (33,50).
El sonido que se transmite de un puesto de trabajo a otro se refleja sobre las super-
ficies comunes (techos, paredes y ventanas) y se difracta por encima y alrededor de
los bordes de las barreras bajas, como se ilustra en la Figura 33.27. Para lograr una
privacidad aceptable, hay que reducir el sonido reflejado sobre las superficies ho-
rizontales y verticales y elegir las dimensiones de las barreras para reducir el nivel
del sonido difractado alrededor de ellas. Los siguientes apartados tratan sobre los
requisitos necesarios para los distintos elementos que componen una oficina de
planta abierta.
Las barreras se colocan entre los puestos de trabajo para aportar cierta atenuación
del sonido y privacidad visual, al menos entre personas sentadas. Las barreras tam-
bién se denominan pantallas, particiones de altura parcial y divisores de oficinas. Los
mobiliarios sistema son muebles que combinan las funciones de barrera y otro equi-
pamiento de oficina en una unidad única. (Funciones como compartimentos para
archivo, escritorio o superficies de trabajo también pueden incorporar los cables de
iluminación, electricidad y comunicaciones.) Los muebles sistema se utilizan en mu-
chas oficinas de planta abierta para ahorrar espacio y las distintas unidades pueden
conectarse formando grupos. Cuando se usan muebles sistema en una oficina de
planta abierta, aquellas partes que actúan como barreras entre puestos de trabajo
deben satisfacer los requisitos de cualquier barrera.
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.37
(a)
Sección
(b)
Planta
FIGURA 33.27. Transmisión del sonido entre puestos de trabajo en una oficina
abierta. (a) Vías de transmisión en un plano vertical: reflexiones sobre el techo y sue-
lo, difracción por encima y por debajo de la barrera y transmisión a través del cuerpo
de la barrera o escapes en su estructura. (b) Vías en el plano horizontal: reflexiones so-
bre paredes y muebles.
Con el fin de lograr una atenuación razonable del sonido, los requisitos físicos
recomendados para las barreras son los siguientes:
• Altura: Al menos 1,7 m (5 1/2 ft).
• Anchura: Al menos 1,8 m (6 ft).
• Distancia del borde inferior al suelo: Menos de 100 mm (4 in).
• Clase de transmisión del sonido: Superior a 20.
• Coeficiente de reducción del ruido: Superior a 0,8 (véase «Tratamiento absor-
bente del sonido para paredes y superficies verticales en oficinas de planta
abierta).
Cuanto mayores son las dimensiones de la barrera, mayor es la atenuación del
sonido que se difracta alrededor de ella. Las dimensiones máximas suelen estar li-
mitadas por la conveniencia física, la posible interferencia con el flujo de aire y el
33.38 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
mantenimiento del aspecto abierto. Las barreras suelen tener 1,8 m (6 ft) de anchu-
ra; algunas pueden unirse para aumentar su longitud efectiva. Si se desea la atenua-
ción de una barrera alta, pero hay que mantener la apertura visual, puede ajustarse
una placa de vidrio o de plástico transparente de 30 cm (12 in) a la parte superior de
una barrera de 1,5 m (5 ft), con el fin de aumentar su altura. En cualquier caso, una
barrera no debe tener menos de 1,6 m (5,2 ft) de altura.
El sonido que se transmite a través de la barrera ha de ser insignificante en com-
paración con el que se difracta a su alrededor. Por ello es por lo que se especifica un
valor mínimo de clase de transmisión del sonido. El requisito de un STC de 20 se sa-
tisface si el núcleo interno es impermeable, tiene el mismo tamaño que la barrera y
un peso no inferior a 2,5 kglm2 (0,5 lb/ft2).
El espacio hueco entre el borde inferior de la barrera y el suelo debe ser tan pe-
queño como resulte posible; en caso contrario, el sonido podría reflejarse bajo la
barrera hacia el lado opuesto. Sin embargo, el sonido reflejado bajo la barrera tien-
de a difuminarse o ser absorbido por el mobiliario y las alfombras.
El techo de una oficina de planta abierta es el principal lugar potencial para la re-
flexión del sonido. Para asegurar la obtención de un beneficio completo de las ba-
rreras entre puestos de trabajo, el techo debe ser altamente absorbente (poco re-
flectante), sobre todo para aquellas frecuencias importantes para determinar la
inteligibilidad del habla (500 Hz a 4000 Hz).
Se utiliza un procedimiento de ensayo específico para evaluar los sistemas de te-
cho que se usan en oficinas de planta abierta6•7 ; éste simula la situación que muestra
la Figura 33.27a. Los resultados del ensayo se expresan en términos de clase de arti-
culación5 •
El techo de una oficina de planta abierta debe tener las siguientes característi-
cas:
• La clase de articulación debe ser 200 o superior o, si sólo hay disponible in-
formación sobre la absorción del sonido, el coeficiente de reducción del ruido
debe ser 0,9 o superior.
• El número de puntos de iluminación en el techo debe mantenerse en un mí-
nimo.
Las superficies planas de plástico de los sistemas de iluminación reflejan una
considerable cantidad de sonido y reducen seriamente el aislamiento entre los pues-
tos de trabajo adyacentes; por ello hay que evitarlas. Son preferibles instalaciones
de rejilla abierta o aquellas que dispersan el sonido. Las lámparas pequeñas pueden
ofrecer iluminación adicional en los escritorios individuales cuando sea necesario.
A modo de ilustración de la importancia de la altura de la barrera y la absorción
del techo, en la Tabla 33.5 figura la atenuación del sonido que se propaga entre
puestos de trabajo para barreras de oficina de dos alturas distintas y para techos con
distintos coeficientes de absorción. La atenuación sólo alcanza valores aceptables
con techos de coeficientes de reducción del ruido superiores a 0,9, con atenuaciones
de los niveles sonoros con ponderación A de 20 dB(A) o más (clase de articulación
CONTROL DEL RUIDO EN EDIFICIOS 33.39
TABLA 33.5. Atenuación en decibelios (con ponderación A) del sonido que se pro-
paga entre puestos de trabajo: efecto de la altura de las barreras de oficinas y varios
coeficientes medios de absorción del sonido del techo (medias de los coeficientes a
1000,2000 Y 4000 Hz).
Como muestra la Figura 33.27b, las superficies verticales pueden reflejar el sonido
y sobrepasar las barreras, reduciendo así la atenuación que éstas proporcionan.
Para impedirlo, las superficies verticales planas expuestas (como paredes, barreras
de oficinas, columnas cuadradas, reverso de armarios y muebles sistema y estante-
rías) deben cubrirse con material absorbente del sonido que posea un coeficiente de
reducción del ruido (NCR) de 0,7 o superior.
En la práctica, se suele necesitar un espesor de 25 mm (1 in) o más de fibra de
vidrio, cubierta con tela decorativa porosa. Las alfombras aplicadas directamente
sobre una superficie dura suelen tener coeficientes de absorción bajos que las hacen
inadecuadas para esta finalidad, pero si la alfombra es porosa, puede utilizarse
como cobertura de un tablero rígido absorbente del sonido. Las columnas redondas
con diámetros de 0,5 m (1 112 ft) o menos no suelen producir problemas de reflexio-
nes.
Es habitual revestir las barreras en las oficinas de planta abierta para que absor-
ban el sonido, cubriendo ambos lados con una capa central impermeable de mate-
rial absorbente [por ejemplo, 25 mm (1 in) de grosor de fibra de vidrio] y añadiendo
una capa exterior de material de tapicería poroso. Cuando se realizan ensayos de
acuerdo con la norma ASTM C423, esta barrera tiene un coeficiente de reducción
del ruido de aproximadamente 0,84 •
La Tabla 33.6 ilustra la efectividad de distintos tipos de tratamientos de super-
ficies verticales.
Una forma sencilla de evitar las reflexiones sobre las paredes es que no existan
separaciones entre la pared y la barrera. La Tabla 33.7 muestra la reducción de la
atenuación entre puestos de trabajo debido al sonido que se refleja sobre una pared
desnuda alrededor de la barrera. El efecto negativo de las vías de flanqueo es mayor
cuando el hueco entre la barrera y la pared es de aproximadamente 1 m (3,3 ft).
33.40 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 33.6. Atenuación en decibelios (con ponderación A) del sonido que se pro-
paga entre puestos de trabajo: efecto de la absorción de la superficie sobre la refle-
xión sobre una superficie vertical; altura de las pantallas, 1,5 m (4,9 ft), techo absor-
bente del sonido, hueco de 1 m (3,3 ft) entre la pared y la pantalla
Reflexiones sobre las ventanas. Es difícil impedir que el sonido emitido desde un
puesto de trabajo se refleje sobre las ventanas y alcance los escritorios adyacentes,
en los cuales puede constituir una fuente de molestias. Las cortinas de las ventanas
han de ser pesadas, no tensadas (p. ej., véase Figura 30.15); la mayoría de las persia-
nas, de tablas o listones, no reducen la energía reflejada. Para reducir este efecto se
puede utilizar el área próxima a las ventanas como pasillo; pueden colocarse barre-
ras para delimitarlo y evitar las reflexiones. Sin embargo, las vistas desde las ven-
tanas hacen que estas zonas sean muy requeridas, y si los puestos de trabajo se lo-
calizan en esta zona y las reflexiones producen problemas, se pueden colocar
barreras o paneles con formas especiales para bloquear el espacio entre el borde de
la barrera y el cristal y reducir las reflexiones.
Sonido enmascarador
El grado de privacidad del habla en una oficina de planta abierta ya existente o pro-
puesta puede evaluarse utilizando los procedimientos de ensayo normalizados9 • Los
ensayos dan la oportunidad de estimar las situaciones problemáticas o los cambios
propuestos en el diseño.
33.42 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
60.--------------------------,
50
ce
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o~ 40
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VI
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30
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OL-~~-L~~~~~~-L~~~
FIGURA 33.28. Forma aproximada del espectro del ruido enmascarador. Los ajustes
del espectro se realizan en parte según las preferencias del instalador. El espectro re-
sultante suele tener una forma que puede acomodarse al área sombreada, con un ni-
velsonoro que está en un rango entre 45 y 50 dB(A).
TABLA 33.8. Rangos de los niveles de ruido aceptables máximos para interiores
propuestos por distintas autoridades (véase también la Tabla 43.1)
Los valores en la tabla corresponden a niveles sonoros medios a largo plazo
Criterios para ruido máximo
Uso de la habitación en interiores, dB(A)
REFERENCIAS'
1. Standard test method for measurement of airborne sound insulation in buildings, ASTM
E336.
2. Standard practice for determining single number rating of airborne sound isolation for use
in multiunit building specifications, ASTM E597.
3. Standard practice for installation of[zxed partitions of light frame type for the purpose of
conversing their sound insulation efficiency, ASTM E497 .
• Las normas ASTM pueden obtenerse en la American Society for Testing and Materials, 1916 Race
Street, Filadelfia, PA 19103-1187.
33.46 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
4. Standard test method for sound absorption and sound absorption coelficients by the re-
verberation room metltod, ASTM C423.
5. Standard classification for determination of articulation class, ASTM Ell1D.
6. Standard test methoi for measuring interzone attenuation of ceiling systems, ASTM
Ell1l.
7. Standard specification iJor sound sources used for testing open olfice components and sys-
tems, ASTM E1179
8. Standard guide for me~urement ofmasking sound in open olfices, ASTM El04l.
9. Standard test method Jor objective measurement of speech privacy in open olfices using
articulation index, ASTM El13D.
10. Classification for determination of outdoor-indoor transmission class, ASTM E1332.
Capítulo 34
RUIDO DE MOTORES
ELECTRICOS
J. B. Moreland
D. H. Cashmore
INTRODUCCION
• La mayor parte del contenido de este capítulo es una revisión del capítulo 30 del libro Handbook
ofnoise control, de R. O. Feher y D. F. Muster, 1. a edición, editado por C. M. Harris, McGraw-HiII, Nue-
va York, 1957.
34.1
34.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Cubierta del
ventilador
Curvas finales
del devanado
estatórico
Ménsula
• .'}:'.o.": ".~.' C?
las ménsulas. El aire circula por los anillos de prolongación y es expulsado a través
del bastidor.
Las principales fuentes del ruido de motores aparecen listadas en la Tabla 34.1. Su
origen se puede clasificar del siguiente modo:
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.3
(a)
(b)
(e)
FIGURA 34.2. (a) Motores con protección abierta contra el goteo (ODP o DRPR);
(b) motores totalmente estancos de refrigeración por ventilador (TEFe); (e) motores
protegidos contra la intemperie (WPI y WPII).
• Causas mecánicas.
• Causas aerodinámicas.
• Causas magnéticas.
El espectro de este tipo de ruido tiene normalmente importantes componentes
de frecuencias simples sobreimpuestos en el ruido de banda ancha. Estos compo-
nentes de frecuencias simples en el espectro de ruido pueden ser ocasionados por
34.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 34.1. Fuentes y métodos de control del ruido en motores eléctricos y gene-
radores
Elemento
Fuente ca ...... te Instrncdones plU'1I el
de mido C.lISII denddo mntrol del mido
Aerodinámica Modulación Varillas del rotor Añadir filtros acústicos o conductos revestidos
(ven tilación) interruptoras de acústicamente
movimiento
Vibraciones del Equilibrar el rotor o eliminar las fuerzas magnéticas;
rotor que alteran el cambiar su frecuencia en caso de que sea igual a la
espacio de aire y en frecuencia natural del rotor
consecuencia el
movimiento
Turbulencia Ventilador Diseñar de nuevo el ventilador y las volutas o añadir
filtros acústicos y/o conductos revestidos acústicamente
Magnética Excentricidad Espacio de aire Corregir las excentricidades del rotor o del estátor
mecánicamente o por medio de ajustes
Campo variable Máquinas Emplear sujeciones resilientes al instalar la máquina o
en dire.-ción sincronizadas con los núcleos magnéticos
circunferencial polarizaciones
extremas
Variaciones entre Evitar la resonancia de cualquier elemento del motor
las muescas y los en esta frecuencia: cortar en chaflán las muescas del
engranajes respecto rotor
a las perforaciones
del rotor y del
estátor
Armónicos Reducir la asimetría mejorando el diseño del circuito
asimétricos debidos magnético: evitar la resonancia del bastidor del rotor.
a los armónicos especialmente en bajas vibraciones. que emiten sonidos
más elevados de la de mayor intensidad
corriente estatórica
--------------------------------.---
I
I
Ventilado
del rotor r - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ... - - - - -
I
I
Estátor - - - • - - - - -
Bastidor Observador
Conexión mecánica (cubierta)
Conexión de aire
Aislantes
Infraes-
tructura
guir. La vibración estructural puede ser transmitida a través del sistema de montaje
del motor hasta la infraestructura sobre la que descansa. El sonido puede ser emi-
tido directamente hacia el aire que circunda las superficies de los componentes del
motor.
El ruido provocado por los motores de tipo similar que se encuentran disponi-
bles comercialmente varía considerablemente. Algunos de estos motores poseen
recintos revestidos con material absorbente de sonido. Según el tamaño del motor,
este tratamiento puede ser el responsable de una reducción del nivel sonoro de en-
tre 5 y 20 dB(A).
En la Tabla 34.2 se enumeran los límites superiores de los niveles de potencia
sonora para motores de inducción de distintos tamaños y las velocidades que cum-
plen los requisitos de diseño fijados por la National Electrical Manufacturers Asso-
datíon (NEMA). Los motores disponibles comercialmente emiten normalmente
unos niveles de ruido significativamente inferiores a los indicados en la tabla. La
Tabla 34.3 muestra los niveles de potencia sonora de motores fabricados según el
modelo estándar NEMA para motores de 20 CV funcionando a 3.600 rpm. Estos
datos se refieren a dos tipos de recintos (TEFC y DRPR) fabricados por la misma
empresa. En comparación, también se citan datos de un motor considerado silen-
cioso con un recinto TEFC que cumple las mismas condiciones. En motores con
34.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 34.2. Límites superiores de nivel de potencia sonora con ponderación A para
tamaños estándar de la NEMA aplicados a motores totalmente estancos de refrige-
ración por ventilador (TEFe) y a motores de protección abierta contra el goteo (DRPR)
Las ondas de fuerza radiales que distorsionan el rotor y el estátor se producen tanto
al doble de la frecuencia lineal como en múltiplos de la velocidad real. Estos ar-
mónicos se dan en cada múltiplo de la velocidad giratoria del motor, pero la contri-
bución relativa de la mayoría de ellos respecto al ruido global producido por el mo-
tor es por lo general bastante baja. Si se realizan cambios en los componentes
eléctricos del motor y en el rendimiento mecánico de cada una de sus piezas a las
distintas frecuencias. se producen cambios consecuentes de su aportación relativa a
las ondas armónicas.
RUIDO DE MOTORES ELECTRICOS 34.7
TABLA 34.3. Niveles de potencia sonora para motores de inducción de rotor en cor-
tocircuito de 20 ev. y 3.600 rpm (potencia sonora, re 1 picovatio)
DRPR 60 61 64 72 74 71 66 67 62 56 76 78
TEFC 61 63 75 82 90 89 87 83 76 71 93 94
TEFC silencioso 61 60 56 67 74 72 75 71 72 66 80 80
Desequilibrios en el rotor
Muescas del estátor y del rotor abiertas y cerradas. Las muescas del estátor y del
rotor suelen encontrarse abiertas, semicerradas o cerradas. Las muescas abiertas en
el estátor se emplean generalmente en motores de gran tamaño con anillos mode-
lados antes de su inserción. Las muescas semiabiertas en el estátor se utilizan en
motores de tamaño algo menor, normalmente de alambre redondo bobinado a má-
quina. Los de muescas cerradas se usan generalmente en motores especiales con
núcleo corto, de entre 5 y 10 cm, en cuyo caso el alambre se enrosca a través de las
muescas formando el núcleo en ese mismo lugar. Las muescas cerradas en el estátor
se emplean comúnmente en motores con rotores de aluminio fundido a presión.
Entre un rotor y un estátor abiertos se produce un cambio abrupto de permean-
cia del espacio de aire, lo cual provoca la existencia de componentes de alta fre-
cuencia en el espectro de ruido del motor. Este efecto se verá minimizado cuando
las muescas se encuentren cerradas. y su periferia forme un área lisa. De este modo
aparecerán en el espectro de ruido solamente unos sonidos armónicos de bajo nivel
causados por la muesca. Las muescas cerradas en el estátor se emplean generalmen-
te en motores de tamaño pequeño. especialmente monofásicos y de potencia menor
a un caballo. Un motor de rotores de muesca cerrada puede emitir un nivel de pre-
sión sonora de hasta 5 dB por debajo de uno similar de muescas abiertas.
Ruido de escobillas
ticas especialmente molestas. Esta fuente de ruido puede ser reducida (1) inclinan-
do las escobillas en la dirección del movimiento, (2) ajustando la presión normal en-
tre las dos superficies de rozamiento, y (3) cambiando la composición y la dureza de
las escobillas. Por lo general, unas escobillas más suaves causan menos ruido, pero
sufren un desgaste más rápido.
Una de las causas principales del ruido producido por motores de inducción de ta-
maño pequeño y mediano es frecuentemente el uso de fuelles de ventilación. En
muchos motores de este tipo la potencia sonora del ruido aerodinámico tiene un va-
lor en torno a la quinta parte de la potencia producida por la velocidad de rotación
del rotor. Cuando se producen altas velocidades de rotación, el giro del acopla-
miento de ejes que conecta el motor a la carga puede generar también una gran can-
tidad de ruido. La potencia sonora emitida por esta razón es también del orden de
un quinto de la potencia producida por la velocidad de rotación.
El flujo de aire a través y a la salida de los motores de inducción provoca serios
problemas de ruido en motores de todos los tamaños, desde los de menos de un ca-
ballo de potencia hasta los de varios miles. El ruido producido por el flujo de aire en
un motor suele ser del tipo de banda ancha, sin apenas ningún componente signifi-
cativo de frecuencia discreta. La mayor parte de los motores de más de 400 CV in-
cluyen un sistema de refrigeración de aire integrado en el bastidor del motor, aun-
que cuando son de un tamaño muy grande el sistema de conductos es externo.
Efecto sirena. En motores abiertos que poseen conductos de aire radiales a través
del rotor y del estátor se puede producir un sonido intenso con componentes de fre-
cuencia discreta, semejante al de una sirena. Este ruido se encuentra normalmente
en la franja de frecuencias superior a 1.000 Hz; los armónicos superiores al segundo
no suelen ser importantes. Se pueden generar otras frecuencias debido a la modu-
lación de aire causada por los álabes del ventilador, los sistemas de aspas, etcétera.
En la Figura 34.4 se ilustra el mecanismo de generación de ruido. El aire admitido
en las cercanías de uno o de ambos extremos del eje del rotor fluye axialmente a tra-
vés del rotor de maniguetas (los brazos del rotor) hacia los conductos de aire situa-
dos entre las muescas, y a continuación a través del espacio de aire hacia otras aber-
turas situadas entre las muescas del estátor. El ruido se produce debido a la súbita
interrupción del flujo de aire a medida que las muescas del estátor y del rotor alte-
ran sus posiciones relativas periféricas. La frecuencia fundamental (en herzios) se
calcula mediante el producto del número de muescas del rotor y la velocidad de ro-
tación expresada en revoluciones por segundo.
El ruido de origen magnético se produce por causas ocasionales, en especial por los
espacios de aire situados entre el estátor y el rotor 2.3. En cada punto de las super-
ficies de estos espacios existen fuerzas variables proporcionales al cuadrado de la
34.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
FIGURA 34.4. Las flechas indican la dirección del flujo de aire a través del motor cau-
sante de la emisión del efecto sirena.
1. El número de muescas del rotor y del estátor. y la diferencia entre ambas can-
tidades.
2. Las propiedades del campo de flujo fundamental para el que está proyectado
el motor.
3. Las variaciones de permeancia en el espacio de aire causadas por las muescas
del estátor y del rotor. su forma. saturación y excentricidades.
4. La disposición en la que se encuentran los anillos de los devanados polares.
es decir. el número de vueltas por grupo de engranajes que se aproximan a la
fuerza magnetomotriz sinusoidal deseada dentro de un campo fundamental.
S. La longitud radial del espacio de aire.
Las fuentes del ruido generado por un motor de corriente continua (dc) pueden ser
de tipo mecánico, aerodinámico o magnético. Estas fuentes de ruido son similares a
las descritas para un motor de inducción, especialmente las referidas a ruidos de ori-
gen aerodinámico o magnético. Los motores de corriente continua producen, ade-
más, un ruido causado por el tipo especial de conmutadores y escobillas. Los espec-
tros de nivel de presión sonora de los motores de corriente continua y de inducción
de la misma potencia son similares para cargas diversas. El ruido de las escobillas,
aunque es de naturaleza mecánica, se considera por lo general de forma separada a
otros ruidos de tipo mecánico, como los de los cojinetes.
Generalmente la mayoría de los motores de corriente continua se emplean en
aplicaciones industriales, tales como ascensores, pero pueden ser utilizados en cual-
quier situación en la que se precise una fuente energética de velocidad variable. El
origen del ruido de motores de corriente continua a baja velocidad es, en orden de
importancia, de tipo magnético, mecánico, de escobillas y aerodinámico. Para mo-
tores de corriente continua de alta velocidad el orden de importancia de ruidos es el
de escobillas, aerodinámicos, mecánicos y magnéticos.
RUIDO DE GENERADORES
El ruido principal emitido por un generador se debe a las fuerzas magnéticas que se
producen en el espacio de aire. Los rotores del generador tienen dos o más polos
magnéticos. La atracción que se produce en estas fuerzas magnéticas puede defor-
mar la laminación o el armazón del estátor. Esta deformación gira con las promi-
nencias de los polos magnéticos. causando vibraciones (véase la Figura 34.6). El rui-
do de origen aerodinámico es normalmente de menor importancia en generadores
de tamaño pequeño, pero puede ser menos significativo en los de gran tamaño. Es-
tas fuentes de ruido aerodinámico pueden ser atribuidas a la descarga de gases por
parte de los ventiladores. por parte de los conductos de ventilación del rotor, y por
las turbulencias de gas causadas por superficies en movimiento a gran velocidad.
Por ejemplo, la superficie exterior del rotor puede moverse a velocidades de entre
150 y 215 mis. Otras causas de vibraciones son los desequilibrios mecánicos y dife-
rencias en la rigidez del rotor en dos planos perpendiculares entre sÍ.
Los generadores de gran tamaño (por encima de los 15.000 kVA) son, por lo ge-
neral, más silenciosos que los de menor tamaño, debido a que se refrigeran con hi-
drógeno y, por tanto, están sellados herméticamente dentro de un sólido bastidor,
que proporciona un buen aislamiento al sonido. El ruido es producido por los mo-
vimientos vibratorios de los elementos del generador y por las estructuras adyacen-
tes. Los generadores de tamaño mediano (de entre 10.000 y 15.000 kVA) se refri-
geran por medio de aire, sus bastidores son menos sólidos, y el sellaje es
incompleto. El ruido interior se transmite a través del bastidor y de este sellaje im-
perfecto. Como sucede con máquinas de mayor tamaño, los elementos del genera-
dor y las estructuras adyacentes reciben vibraciones, algunas de ellas dirigidas hacia
los aislantes. Los generadores más pequeños (por debajo de los 7.500 kV A) no vie-
nen provistos de aisladores de vibración.
REFERENCIAS
1. O. Schenk, Maschinenschaden, vol. 26, 1953; Engineers Digest, vol. 15, 1954, p. 108.
2. P. L. Alger, The nature o[ Polyphase Induction Machines, John Wiley and Sons, Inc., Nue·
va York, 1951.
3. B. Heller y V. Hamata, Harmonic Field Effects in Induction Machines, Elsevier Scientific
Publishing Co., Nueva York, 1977.
4. S. J. Yang, Low·Noise Electrical Motors, CIaren don Press, Oxford, 1981.
Capítulo 35
RUIDO DE
TRANSFORMADORES
J. B. Moreland
R. s. Girgis
INTRODUCCION
35.1
35.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Las principales fuentes de ruido en transformadores son: (1) el ruido del núcleo, de-
bido a las propiedades de magnetroestricción del acero del núcleo (sonido de zum-
bido); (2) el ruido del anillo, producido principalmente por las fuerzas electromag-
néticas asociadas a la corriente alterna en circulación a través del bobinado, y (3) el
ruido del ventilador, causado por el sistema de refrigeración del transformador (un
ruido de banda ancha habitual en ventiladores de baja velocidad).
La Figura 35.1 muestra un espectro en bandas de tercio de octava producido por
la gran potencia de un transformador de alto voltaje. Los ventiladores predominan
en las bandas inferiores y superiores del espectro, mientras que el ruido del núcleo
predomina en el rango intermedio de frecuencias (en las bandas entre 125 y
1.000 Hz).
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"C I \ Transformador y ventiladores
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z '" '''', 'x, JI.
30
20
Frecuencia. Hz
vel sonoro de los armónicos concretos. Los siguientes tipos de acero producen unos
niveles sonoros menores que los aceros al silicio de uso habitual: (1) acero de grano
orientado alto, (2) acero ensamblado al láser, y (3) metal amorfo. El ciclo térmico y
la temperatura de cocción afectan al espectro de ruido de cada tipo de acero. Otros
factores que influyen son:
1. La densidad de flujo.
2. La geometría del núcleo.
3. La forma de onda del voltaje.
4. La estructura de montaje del transformador.
5. Las frecuencias de resonancia del núcleo.
La vibración de los anillos que rodean al núcleo de hierro produce una serie de rui-
dos que surgen como consecuencia de las fuerzas electromagnéticas que atraen y re-
pelen alternativamente a la bobina en presencia del flujo magnético de dispersión.
35.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Deformación. Jl in/in
80
óO
- 40
- 20
-1.0 o 1.10
Densidad de flujo. tesla
Ruido de ventiladores
Deformación
_ para 1,4 tesla " ,
/ " ~I
"O Deformación
.~ para 1,7tesla
C.
E
«
Tiempo
FIGURA 35.3. Formas de onda para flujos de densidad y para deformaciones en ni-
veles de magnetización de 1,4 y 1,7 teslas.
En la Figura 35.6 se muestra cómo el nivel sonoro varía según la posición en tor-
no a un tipo de transformador de mediana potencia. Hay que destacar que el nivel
sonoro es mayor en las proximidades del ensamblaje de refrigeración.
Los procedimientos normalizados para la medida del sonido emitido por un trans-
formador a través del aire han sido publicados por el American National Standards
35.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
80
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a. 30
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10
o 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
Frecuencia en herzios
FIGURA 35.4. Espectro típico en bandas finas de un transformador.
V.,tU.do,", ~ oU R.di.d..
Transformador
IDO
FIGURA 35.5. Disposición habitual de refrigeración (radiadores y ventiladores) en
transformadores con núcleo de tipo medio.
58 57 56 56
O O O O
56
O
570
O
... Transformador
560 O
0 60
0 60
O O
59 60
RUIDO DE REACTANCIAS·
Las reactancias de lámparas fluorescentes o de mercurio son aparatos que, por me-
dio de elementos inductivos, capacitivos o resistivos (utilizados por separado o
combinados), limitan la corriente que llega a la lámpara hasta la cantidad precisa
para su funcionamiento correcto. En caso necesario una reactancia puede propor-
cionar también el voltaje y la corriente precisos de encendido, y en lámparas de en-
cendido rápido, un calentamiento catódico de bajo voltaje.
Las reactancias que emplean elementos inductivos emiten ruidos debido a efec-
tos magnetoestrictivos similares de algún modo a los producidos por transforma-
dores. Sin embargo, las reactancias difieren de los transformadores de energía pri-
mordialmente por sus características de emisión de ruidos, ya que su corriente y
forma de onda son poco sinusoidales, y la no linealidad de la lámpara provoca ar-
mónicos de hasta un quincuagésimo orden e incluso mayores. El nivel de presión
sonora de estos armónicos tiende a ser mayor en la zona de 2.000 Hz, o sea, en la re-
gión de máxima sensibilidad del oído humano .
• La mayor parte del contenido de esta sección es una revisión del capítulo 29 del libro Ilandbook o[
Iloisl' colllrol. de A. J. King. 1.' edición. editado por C. M. Harris. McGraw-Hill. Nueva York. 1957.
RUIDO DE TRANSFORMADORES 35.9
Transformador
Soporte de neopreno
Pieza de la estructura
Reactancias de fluorescentes
Flujo de energía en el
circuito magnético
-- ,
- - - - - - - - - - - - - - -- - -,
+
Ruido audible
Acoplamiento mecánico
- - - Acoplamiento magnético
- - - - - - Radiación acústica
FIGURA 35.8. Croquis que muestra las vías de transmisión de vibraciones desde la
reactancia hasta la sujeción de la lámpara fluorescente, desde donde vuelven a ser
emitidas como ruido.
Reactancias situadas en posiciones alejadas. Un medio para lograr que las ins-
talaciones de iluminación fluorescente sean silenciosas en lugares particularmente
sensibles al ruido consiste en colocar la reactancia en una posición alejada de esta
zona, como indica la Figura 35.9. Este método no suele ser habitual debido a su alto
coste, que puede ser reducido conectando tres o cuatro lámparas en paralelo sobre
una única reactancia.
~-----------T--------l
: REACTANCIA I LAMPARA
I
I 1I
I
I
I SUJECION
1
I
I
I
I
I
I REACTANCIA LAMPARA
I
I 1I
I
1
I SUJECION
I
I
I
I
I
I
1 I I
L_CIR~~~ALA~CONTROL_~ _ _ _ AUDITORI~_~
FIGURA 35.9. Circuito operativo para lámparas fluorescentes de encendido rápido
con reactancias situadas en lugares alejados.
también puede ser aplicado a cualquier fuente de ruido de similar frecuencia discre-
ta, como la producida por las instalaciones de iluminación fluorescente).
REFERENCIAS
William D. Mark
INTRODUCCION
36.1
36.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
las superficies dentadas paralelas a él. Cuando este tipo de engranajes se encuentra
en rotación, el número de pares de dientes en acoplamiento simultáneo se alterna
entre uno y dos.
El índice de contacto Q (transversal) entre un par de engranajes de este tipo es
el período medio de tiempo en el que un par de dientes están en contacto simultá-
neo. En un engranaje cilíndrico de dentadura recta normal, el índice de contacto es
de entre 1 y 2. En engranajes cilíndricos comunes de dentadura recta de gran contac-
to, que poseen dientes largos y estrechos, el número de pares de dientes en contacto
simultáneo varía entre 2 y 3. En una aplicación concreta, los engranajes cilíndricos
comunes de dentadura recta de gran contacto suelen provocar menos ruido que los
de menor capacidad de contacto.
Engranajes de hélice única. Contrariamente a los engranajes cilíndricos de den-
tadura recta, los dientes de los engranajes de hélice única se encuentran situados en
un ángulo concreto respecto a la posición del eje. Este ángulo se denomina ángulo
de avance. En la Figura 36.lb aparecen un par de engranajes acoplados por medio
de una hélice única. En cualquier corte plano perpendicular a los engranajes, la ac-
ción geométrica de un par de engranajes de hélice única es idéntica al del engranaje
cilíndrico de dentadura recta. Este corte plano perpendicular a los engranajes en
ejes paralelos se denomina plano transversal.
RUIDO DE ENGRANAJES 36.3
(al (bl
FIGURA 36.2. Los dientes de perfil evolvente transmiten velocidades angulares uni-
formes. (a) La curva evolvente forma parte del itinerario final de la cuerda tensada a
medida que ésta se desenrolla de cada cilindro base. (b) Las cuerdas de cada cilindro
base están unidas entre sí formando la correa de transmisión. En su itinerario el nudo
sigue el perfil evolvente de los dientes del cilindro base superior a medida que va de-
senvolviéndose, trazando asimismo el perfil evolvente del cilindro base inferior en el
que se va envolviendo.
Los dientes y los engranajes reales son de constitución elástica. Por tanto, los dien-
tes equidistantes con superficies de rodadura perfectamente evolvente de estos en-
granajes reales dejan de ser evolventes cuando éstos transmiten una potencia sig-
nificativa. La forma de la superficie de rodadura del diente en un engranaje,
además, contiene normalmente modificaciones intencionadas en la superficie per-
fectamente evolvente, y existen siempre errores de fabricación. Las superficies de
rodadura también se desgastan, y la distribución desigual de temperaturas entre
dientes y elementos de engranaje pueden provocar distorsiones térmicas desiguales
en su superficie. En añadidura, existen errores geométricos en las manguetas (su-
perficies de rodadura de los ejes) y errores de alineación en los cojinetes que pue-
den afectar al engranaje entre dientes de la misma forma que los errores de super-
ficie de rodadura. El efecto conjunto de todas estas distorsiones reales y aparentes en
la superficie de rodadura del diente respecto a las superficies equidistantes perfecta-
mente evolventes da lugar a excesos de vibración provocados por el acoplamiento de
cada par de dientes durante la rotación del engranaje. Este efecto compuesto es la
causa principal de excesos vibratorios provocados por el engranaje entre dientes.
Otras causas de vibración son el desequilibrio dinámico de los piñones y de las
marchas (piezas del engranaje), que contribuye solamente al primer armónico de
rotación de la vibración correspondiente a cada pieza del engranaje, y el rozamien-
to debido al deslizamiento entre los dientes en acoplamiento, que cuando el engra-
naje se encuentra debidamente lubricado produce un componente vibratorio con-
siderado por lo general insignificante en comparación al provocado por las
desviaciones citadas anteriormente de las superficies cargadas de rodadura de dien-
tes sobre las superficies equidistantes perfectamente evolventes.
~ Cilindro base
" /,
Plano de contacto
nes de rotación de los dos engranajes en acoplamiento, donde x queda definida del
modo siguiente:
(36.1 )
que describe la longitud de arco del círculo base asociada a los aumentos de posición
angulares 8(1) y 8(2) del par de dientes en engranaje. El error estático de transmisión
será positivo cuando sea resultado de una reducción de material en las superficies
equidistantes y perfectamente evolventes de los dientes; &8(l) y &8(2) muestran las
desviaciones giratorias de los engranajes (1) y (2), respectivamente, en relación a las
superficies opuestas de acoplamiento, donde los incrementos positivos de &8(1) y
&8(2) coinciden con las direcciones positivas de 8(1) Y8(2) mostrados en la Figura 36.3.
Por tanto, el error estático de transmisión Co(x) se definirá del siguiente modo R:
(36.2)
Por lo general, el ruido de engranaje que se suele escuchar es emitido por el basti-
dor y por la estructura de soporte contenidos por la instalación. La energía vibra-
toria producida por cada acoplamiento de engranajes se transmite al bastidor y al
soporte a través de vías en la estructura que los conectan entre sí. Las vías estruc-
turales más importantes de transmisión de esta energía vibratoria se encuentran
normalmente en los cojinetes entre engranajes y piñones y entre engranajes y mar-
chas, pasando respectivamente a través de las piezas del piñón y de la marcha.
Como se indicará en la siguiente sección, la energía vibratoria producida por un
engranaje en acoplamiento funcionando a velocidad constante se concentra gene-
ralmente en un número limitado o en unas pocas bandas relativamente estrechas de
frecuencias. Por tanto, si estas velocidades son velocidades normales de funciona-
miento, es fundamental que las vías de transmisión estructurales principales entre el
acoplamiento de engranajes y el bastidor no contengan ninguna frecuencia de reso-
nancia comprendida en las bandas antes mencionadas, en las cuales se concentran las
alteraciones vibratorias producidas por los engranajes.
36.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(36.3)
RUIDO DE ENGRANAJES 36.11
(36.4 )
1
----------------------------~&x
(circunferencia del cilindro base) X f(i)
Periodo fundamental de vibración. El paso base .:1 se define como la distancia (en
el plano transversal) entre las superficies de rodadura de dientes adyacentes (sin
errores de espaciado) medidas en el cilindro base del engranaje en estudio. De este
modo, el paso base de los engranajes en acoplamiento (1) y (2) que muestra la Fi-
gura 36.3 se definirá del modo siguiente:
(36.5)
donde Rb(l) y Rb(Z) representan los radios del cilindro base de los engranajes (1) y
(2) respectivamente, y N(l) YN Z) el número de dientes. Como conclusión a la Ecua-
ción (36.5), .:1 se define como la distancia entre superficies de rodadura adyacentes
medidas en la variable x definida por la Ecuación (36.1).
Mientras giran los engranajes del tipo que aparece en la Figura 36.3, cada una de
las piezas (1) y (2) vuelve a su posición originaria cuando su ángulo de rotación e(1)
y e(2) realiza una revolución, o sea, cuando su variable x cambia en NI) .:1 o N Z) .:1
unidades respectivamente. A partir de este hecho se concluye que un punto común
en cada superficie de rodadura de los dos dientes en acoplamiento, perteneciente a
cada uno de los engranajes, volverá a coincidir en el mismo par de dientes cuando
el engranaje gire en ángulo tal que la variable independiente x aumente en una dis-
tancia
(36.6)
donde tanto MI como M 2 son números positivos enteros. Cuando MI y M z son nú-
meros positivos enteros más pequeños que cumplen la Ecuación (36.3), la cantidad
definida por la Ecuación (36.6) determina el período fundamental en la variable x
de alteración en la vibración (error estático de transmisión) resultante del par de en-
granajes en acoplamiento lO • Cuando el número de dientes NI) y N 2 ) son números
primos entre sí (no poseen ningún divisor común entero con excepción de la uni-
dad), los números enteros positivos más pequeños MI y M 2 que cumplen la Ecua-
ción (36.6) serán MI = N 2 ), YM 2 = NI).
Linea de contacto
Armónicos del par de dientes del engranaje en acoplamiento. Otro grupo de ar-
mónicos asociado al par de dientes acoplados es el grupo de armónicos del engranaje
de dientes con el período fundamental a en la variable x, Ecuación (36.1), que es el
período, Ecuación (36.5), asociado al espaciado entre dientes adyacentes. La fre-
cuencia fundamental del par de dientes del engranaje en acoplamiento es el armó-
nico de rotación número NI) del engranaje (1), y el número N 2 ) del engranaje (2)
del par. Además, de la Ecuación (36.6) se concluye que la frecuencia fundamental
del par de dientes del engranaje en acoplamiento es el número armónico MINI) =
M 2N 2 ) de la frecuencia fundamental global del par de engranajes con el período
ofrecido por la Ecuación (36.6) cuando MI y M 2 son los números enteros menores
que cumplen esta relación.
Cuando los errores de fabricación de las superficies de rodadura de los dientes
(incluyendo los errores de espaciamiento entre dientes) son pequeños en compa-
ración con las deformaciones de forma de los dientes y de los adelgazamientos de la
punta, la base y los extremos, y cuando los errores del eje de ruedas son insignifi-
cantes, los armónicos mayores de vibración y las respuestas producidas por el en-
granaje serán los armónicos de engranaje de dientes con el período fundamental a
en la variable x, siempre que el par en acoplamiento transmita una carga constante
en una velocidad de rotación fija. Cuando las superficies de rodadura de los dientes
están exactamente espaciadas y son idénticas en cada uno de los dientes del par de
engranaje, los únicos armónicos significativos lO de vibración de error estático de
transmisión y de respuesta son los armónicos del engranaje de dientes, siempre que
los ejes de ruedas sean perfectos (sin excentricidades del eje de ruedas y de la base
del cilindro), la rigidez de cada diente del par sea la misma, y los engranajes trans-
mitan una carga suficiente para el mantenimiento de un buen contacto entre dientes
durante el giro. Sin embargo, las características de la superficie de rodadura y de ri-
gidez del piñón pueden diferir de las del engranaje con el cual vaya a acoplarse.
A
B
.....--..- e
~ .....--..-
D
A
-e -e
I I I I I --.
012 . . . 2N'"
Número racional armónico de los elementos del engranaje (il
FIGURA 36.5. Esquema del espectro de error de transmisión estática que muestra el
origen de varios tipos de sonidos armónicos. Aparecen los armónicos (A) del engra-
naje del par de dientes, así como los armónicos de rotación (B, C, D) de cada uno de
los elementos del par en engranaje (11. No aparecen los demás armónicos asociados
a la fase esencial [Ecuación (36.6)) del par en engranaje. El número de dientes del ele-
mento en engranaje (11 y de la rueda de tornillo sin fin del plato porta pieza giratorio
son N")v N_ respectivamente. los armónicos (A) del engranaje de dientes son debi-
dos a deformaciones y a desviaciones de la superficie de rodadura media a partir de
la superficie evolvente perfecta. los armónicos de baja frecuencia (B) durante el giro
son ocasionados por errores de fabricación en el espaciado entre dientes. los armó-
nicos «laterales» (C) durante el giro se producen debido a todo tipo de errores de fa-
bricación distintos al espaciada entre dientes. El armónico ondulante (D) es debido a
las imperfecciones del sistema impulsor de la rueda helicoidal del engranaje del tor-
nillo sin fin en el plato porta pieza giratorio.
Las deformaciones en los dientes y las desviaciones respecto a las superficies equi-
distantes perfectamente evolventes que se producen en superficies de rodadura me-
dias sin carga se combinan para producir la desviación de la superficie de rodadura
cargada media. principal causa de sonidos armónicos en el engranaje entre dientes.
Desgaste de dientes. Los dientes del engranaje pueden sufrir desgastes, particular-
mente cuando se emplean aceros relativamente ligeros con grandes cantidades de
carga, que modifican la superficie media de rodadura de los dientes. Debido al des-
gaste se puede producir una reducción importante de material, lo cual puede pro-
vocar cambios significativos en los niveles de sonidos armónicos del engranaje de
dientes.
Defectos de alineación en los cojinetes. Cuando los cojinetes situados en los dos
extremos del piñón y del eje de marchas no se encuentran debidamente situados, és-
tos no serán paralelos. La proyección de esta cIase de defecto de alineación sobre el
plano de contacto (Figura 36.3) es de particular importancia. y su componente de
desajuste será equivalente al error del ángulo del piñón o en el ángulo de avance del
diente. La cantidad de este desajuste previsto en la región de contacto entre dientes
(axial) debería mantenerse en una fracción pequeña prevista de deformación má-
xima de dientes. En los engranajes cilíndricos de dentadura recta y en los de hélice,
cuando los desajustes superen esta cantidad, los dientes de un extremo del eje de
engranaje soportarán una carga mayor que los del otro extremo. y la cantidad mo-
dificada en la punta no será correcta en ninguno de los extremos, lo cual provocará
por lo general un aumento de vibraciones armónicas y de niveles de respuesta en el
engranaje. Si la cantidad de este componente de desajuste supera al doble de la de-
formación máxima prevista en los dientes. puede producirse una pérdida total de
contacto entre dientes en uno de los extremos de los ejes del engranaje. lo cual en
w
!'»
...
00
TABLA 36.1. Tipos diversos de orígenes y de sonidos armónicos provocados por causa de acoplamientos entre pares de
engranajes, listados en orden aproximado de importancia, causas principales y soluciones s::
l>
Z
Armónicos Ca ..... principales Observadones Soluciones e
l>
r-
Armónicos producidos durante el las deformaciones en la forma de los La magnitud de los armónicos Con carga constante modificar los om
engranaje del par de dientes dientes y en la superficie de rodadura provocados por el desajuste del error dientes de modo que queden
provocan alteraciones en la superficie de transmisión estática (STE) en el compensadas las deformaciones··',26.
s::m
evolvente (extremo, base y resalto engranaje de dientes depende de la Aumentar asimismo la zona de O
final) y desgastes. carga, no de la velocidad contacto axial en la hélice del 6
l>
engranaje (más eficaz), o utilizar CJ)
~
Primeros pequeilos armónicos Errores acumulados tanto de fabricación La potencia de contribución al desgaste Reducir el error acumulado de
producidos por la rotación de una en el espaciado entre dientes como de del STE es independiente tanto de la fabricación en el espaciado entre
pieza del engranaje. Véase la entrada desgaste de engranajes. Véase la velocidad como de la carga. Véase la dientes. Véase la entrada anterior
anterior entrada anterior entrada anterior
N úmero armónico de rotación igual al Imperfecciones en el plato portapieza Las ondulaciones de muy pequeila Reducir. eliminar o compensar las
número de dientes de la rueda giratorio de las máquinas generatrices amplitud sobre las superficies de imperfecciones existentes en el plato
helicoidal del plato portapieza de de tallado y rectificación con muela rodadura del engranaje pueden portapieza giratorio del engranaje.
impulsión abrasiva con que se fabrica el provocar un aumento significativo del Realizar un rectificado. por ejemplo
engranaje STE. La potencia de desajuste de STE por fricción. que elimine las
es independiente de la velocidad y de ondulaciones
la carga
Frecuencia de armónicos de tipo medio _Excitación paramétrica. debida a Los armónicos de excitación paramétrica Aumentar la amortiguación en la
en el engranaje de los dientes variaciones paramétricas de rigidez de tipo medio se pueden observar con instalación. Alterar la posición de las
total en la frecuencia de engranaje de toda probabilidad en sistemas de frecuencias resonantes de la :o
dientes. (También puede ser causada engranaje cilíndricos de dentadura instalación o el número de dientes de e
por errores de fabricación o desgastes recta ligeramente amortiguados con las piezas de engranaje. Reemplazar el eo
sufridos en dientes alternos.) frecuencias resonantes situadas en los engranaje cilíndrico de dentadura
armónicos de tipo medio observados recta por uno de hélice
o
m
m
Armónicos de frecuenoia fundamental Variaciones producidas entre distintos De gran importancia solamente en Reducir los errores de fabricación. Z
el
del par de engranajes en períodos de pares de dientes acoplados en la zona engranajes posiblemente de baja Realizar una operación de rectificado :o
tiempo, ecuación (36.6), donde MI y de contacto de las superficies de calidad con errores de fabricación de dientes más precisa. por ejemplo >
Z
M, son números primos entre sí (en rodadura del diente importantes sobre las superficies de con muela abrasiva
otros armónicos diferentes a los de rodadura del diente. Existen más
~
m
acoplamiento de dientes en el par de posibilidades de observarlos en en
engranajes o a los de rotación de las engranajes con poca carga que en los
piezas del engranaje) que tienen carga mayor
Espectro continuo Golpeteo de engranajes Se da solamente cuando los pares de Mantener la carga mínima transmitida
engranajes cargan con un peso ligero o por el engranaje; reducir la holgura;
insignificante mejorar la lubricación entre los dientes
w
~
.....
CO
36.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Fricción. Las vibraciones provocadas por el rozamiento entre dos dientes desli-
zándose entre sí se supone por lo general menor a la provocada en los armónicos del
error estático de transmisión causados por el engranaje entre dientes debido a los
motivos anteriormente citados
Con la excepción de las vibraciones en los armónicos de rotación de bajo orden de-
bidas a desequilibrios dinámicos en una pieza del engranaje, y de los efectos de la
vibración paramétrica y del golpeteo de engranajes mencionados en la Tabla 36.1,
las principales causas de armónicos de rotación en la vibración (distintas a los ar-
mónicos de engranaje entre dientes) se producen por desviaciones geométricas rea-
les o aparentes de las superficies de rodadura de cada diente concreto de la pieza de
engranaje respecto a la media de la de todos los dientes en conjunto, o sea, de las
diferencias geométricas entre las superficies de rodadura de los dientes considera-
dos individualmente. Las demás causas de vibración pueden ser importantes o in-
cluso dominantes en engranajes de calidad media o inferior a la media. Cada des-
viación geométrica de las superficies de rodadura del diente respecto a la media
provocará un aumento de armónicos de rotación del engranaje. Más adelante se
describen algunas de las causas más importantes de estos armónicos.
--
RUIDO DE ENGRANAJES 36.21
-
36.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
los ejes de cada uno de los extremos son perfectamente circulares. Supongamos
además que los ejes del cilindro base y de los ejes de las ruedas de cada extremo son
excéntricos. Conectemos los ejes de ruedas de los extremos con una línea recta. Si
las magnitudes de las excentricidades de cada uno de los extremos de la pieza de en-
granaje son las mismas, y si la dirección de los ejes de ruedas del eje del cilindro base
en cada extremo son también las mismas, la línea recta que conecta los ejes de las
ruedas será paralela a los del cilindro base. En este caso especial las excentricidades
del eje de ruedas y del cilindro base provocarán errores puros en el espaciado entre
dientes debido a la acción de engranaje, como se ha explicado anteriormente. Sin
embargo, la línea recta que conecta los ejes de las ruedas no será por lo general pa-
ralela al eje del cilindro base. La medida en que estas dos líneas rectas se separan de
las líneas paralelas provocará una variación sinusoidal en el ángulo de avance de los
dientes de la pieza de engranaje debida a esta acción de acoplamiento entre los
dientes, en la que el período sinusoidal será de una revolución de la pieza de engra-
naje. Con el fin de minimizar la vibración producida por los armónicos en rotación,
debería mantenerse al mínimo este componente de alejamiento de estas dos líneas
rectas respecto a las líneas paralelas.
Diferencia axial en ejes descentrados de ruedas. Cuando los ejes de ruedas de
los dos extremos del eje de engranaje no son circulares, y cuando sus formas exactas
y/o sus orientaciones relativas no son idénticas, sus formas distintas y/u orientacio-
nes relativas entre sí y respecto al eje del cilindro base contribuirán también en este
caso a una variación en el ángulo de avance entre los dientes del engranaje. Sin em-
bargo, en este ejemplo con ejes de ruedas no circulares, la variación en el ángulo de
avance respecto a la posición de rotación del engranaje ya no será sinusoidal, pero
sí periódica, siendo el período de una revolución de la pieza de engranaje.
-
36.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Causas adicionales debidas a los cojinetes de soporte. En los cojinetes del eje de
ruedas de engranajes de alta velocidad existe la posibilidad de que se produzcan
inestabilidades en la película de aceite I7 •23 . Estas inestabilidades se producen a una
frecuencia fundamental ligeramente menor a la mitad de la frecuencia rotacional
del eje, y en los armónicos de esta frecuencia fundamental (véase los Capítulos 37 y
39). En estos tipos de instalación de engranajes que emplean cojinetes con piezas
rodantes para sujetar los ejes del piñón y de las marchas, las imperfecciones en los
canales de rodadura y en las superficie de estos rodamientos provocan alteraciones
vibratorias adicionales (Capítulo 37).
REFERENCIAS
1. K. G. F. Moeller, «Gear Noise», cap. 23 en Handbook of Noise Control, 1." ed., C. M. Ha-
rris (ed.), McGraw-Hill Book Company, Nueva York, 1957.
2. S. Binder y L. Kingston, «Functional Types of Gears», cap. 2 en Gear Handbook, D. W.
Dudley (ed.), McGraw-Hill Book Company, Nueva York, 1962.
3. D. W. Dudley, «Gear Arrangements», cap. 3 en Gear Handbook, D. W. Dudley (ed.).
McGraw-Hill Book Company, Nueva York. 1962.
4. E. Buckingham, Analytical Mechanics of Gears, McGraw-Hill Book Company, Nueva
York, 1949; reimpreso por Dover Publications, Inc., Nueva York, 1987, pp. 1,2.
5. V. M. Faires y R. M. Keown, Mechanism, 5." ed., McGraw-Hill Book Company, Nueva
York, 1960; reimpreso por Robert E. Krieger Publishing Company, Huntington, N. Y.,
1980, pp. 182-186,216,217.
6. S. L. Harris, «Dynamic Loads on the Teeth of Spur Gears», Proc. Inst. Mech. Eng., vol.
172. 1958,pp.87-100.
7. R. W. Gregory, S. L. Harris y R. G. Munro, «Dynamic Behavior of Spur Gears», Proc.
Inst. Mech. Eng., vol. 178, 1963-1964, pp. 207-218.
8. W. D. Mark, «Gear Noise Excitation», en Engine Noise: Excitation, Vibration, and Ra-
diation, R. Hickling y M. M. Kamal (eds.), Plenum Publishing Corporation, Nueva York,
1982.
9. W. D. Merk, «Elements oC Gear Noise Prediction», cap. 21 en Noise and Vibration Con-
tro/: Engineering Principies and Applications, 1. L. Ver y L. L. Beranek (eds.), John Wi-
ley and Sons, Nueva York, 1992.
10. W. D. Mark, «Analysis of the Vibratory Excitation of Gear Systems: Basic Theory»,
J. Acoust. Soc. Am., vol. 63, n.o 5,1978, pp. 1409-1430.
11. W. D. Mark, «Analysis of the Vibratory Excitation oC Gear Systems. 11: Tooth Error Re-
presentations, Approximations, and Application», J. Acoust. Soco Am., vol. 66, n.o 6,
1979,pp.1758-1787.
12. W. D. Mark, «The Generalized Transmission Error of Parallel-Axis Gears», ASME
Journal af Mechanisms, Transmissions, and Automatian in Design. vol. 111. n.o 3, 1989.
pp. 414-423.
13. W. D. Mark, «The Generalized Transmission Error of Spiral Bevel Gears», ASM E Jour-
nal of Mechanisms, Transmissions, and Automation in Design, vol. 109, n." 2,1987, pp.
275-282.
14. W. D. Mark, «Use of the Generalized Transmission Error in the Equations of Motion of
Gear Systems». ASM E Journal of Mechanisms, Transmissions, and Automation in De-
sign, vol. 109, n.o 2,1987, pp. 283-291.
15. W. D. Mark, «Effects of Bearing Offset and Flexibility on the Mesh Force Distribution
36.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
s1
Capítulo 37
RUIDO DE COJINETES
F. P. Wardle
INTRODUCCION
TIPOS DE COJINETES
Los cojinetes pueden ser clasificados dentro de los siguientes tipos: de piezas rodan-
tes, hidrodinámicos e hidrostáticos. En esta sección se describirán estos tipos de co-
jinetes y sus principios de funcionamiento.
Los cojinetes de piezas rodantes contienen un anillo externo, un anillo interno, va-
rias piezas rodantes, y un tambor como el que aparece en la Figura 37.1. El ánima
del anillo externo y el diámetro exterior del anillo interno poseen una hendidura
circunferencial con una sección transversal equivalente a la de las piezas rodantes.
Estas hendiduras, denominadas canales de rodadura, proporcionan la canalización
suficiente para controlar el movimiento de rodamiento de las piezas. Estas piezas
provocan la eliminación del deslizamiento total entre superficies con grandes car-
gas, y por tanto la fricción entre los cojinetes rodantes será baja en comparación a
la producida por otros tipos de cojinetes. La carga, sin embargo, será transmitida
37.1
-
37.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Anillo externo
Pieza rodante
.Ir-- Tambor
lWk~k--- Anillo interno
....
RUIDO DE COJINETES 37.3
Resalte
Resalte
(a) (b)
FIGURA 37.2. Cojinetes de piezas rodantes cilíndricas y cónicas. (a) Rodillos cilíndri-
cos; (b) rodillos cónicos.
ga que puede transportar. El cojinete de bolas en canal único puede soportar cargas
radiales moderadas y cargas axiales ligeras en cada una de las direcciones. El de
contacto angular puede transportar una gran carga axial solamente en una direc-
ción, y una carga radial ligera. Respecto a las demás clases, los cojinetes de bolas de-
ben resistir las mayores cantidades de tensión entre las piezas rodantes y el canal, y
su uso se limita al soporte de cargas ligeras y moderadas. En los catálogos de los fa-
bricantes y en las Referencias 1 y 2 aparece más información sobre cojinetes de bo-
las.
-
37.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Cojinetes hidrodinámicos
c1
RUIDO DE COJINETES 37.5
mente alrededor del eje de ruedas, dispuesto cada uno de ellos sobre un pivote con
el fin de bascular en sentido circunferencial. Cada rodillo crea un hueco en forma de
cuña entre la superficie del cojinete y el eje, que en condiciones de rotación provoca
el levantamiento. El movimiento estable se consigue cuando la presión de levanta-
miento se distribuye con uniformidad alrededor del eje. En las Referencias 3 y 4 se
podrá encontrar más información sobre diseño y análisis de cojinetes hidrodinámi-
cos.
Cojinetes hidrostáticos
-
37.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
de pesos del cojinete y limita el movimiento del eje. Los cojinetes hidrostáticos pue-
den utilizar líquidos o gases como lubricantes. Los principios operativos básicos de
los gases son similares a los de los líquidos, pero los diseños optimizados de cojine-
tes se diferencian bastante en construcción y funcionamiento. En las Referencias 5
y 6 se puede encontrar información sobre el diseño y análisis de cojinetes hidrostá-
ticos.
El ruido producido por los cojinetes suele ser debido a (1) imperfecciones en las su-
perficies de rodaje que impiden el deslizamiento correcto y a (2) inestabilidad. El
estado de la superficie del cojinete depende de su calidad inicial y de construcción,
del diseño de la máquina en la que está insertado, y de las consiguientes condiciones
de funcionamiento de esta máquina. La inestabilidad, conocida comúnmente como
torbellino de aceite, se produce en cojinetes de tipo hidrodinámico, mientras que el
movimiento inestable del tambor puede darse en cojinetes con piezas rodantes.
c1
RUIDO DE COJINETES 37.7
Suministro
de lubricante,
presión P Restrictor
5\
,;;;11
Superficie en movimiento
jinete depende de las posiciones de las piezas rodantes. Por ejemplo, cuando una
pieza rodante se encuentra perfectamente alineada y la carga radial aplicada, la de-
formación sufrida entre el anillo interno y el externo es mínima, mientras que cuan-
do dos piezas rodantes se encuentran equidistantes respecto a la línea de carga ra-
dial, la deformación alcanza su nivel máximo. Este tipo de ruido contiene una
frecuencia fundamental igual a la de las piezas rodantes pasando a través de la línea
de acción de la carga, así como tres o cuatro armónicos de importancia. Además de
depender del tipo de carga, la vibración de elasticidad variable también depende
del diseño del cojinete, siendo de mayor nivel en cojinetes que poseen un bajo nú-
mero de piezas rodantes o un gran huelgo radial interno. La variación de elasticidad
variable no depende de la calidad del cojinete, y se produce incluso en cojinetes do-
tados de superficies rodantes perfectas.
Ruido originado por defectos en las supe1jicies rodantes. Las imperfecciones en las
superficies de rotación son responsables de gran parte de los problemas sonoros de las
piezas rodantes del cojinete. Ninguna superficie es perfectamente redonda ni lisa, e in-
cluso los cojinetes de mejor calidad poseen elementos capaces de producir ruido. Las
imperfecciones en la superficie se pueden clasificar como ondulaciones o asperezas, y
surgen debido a los procesos de fabricación empleados en la creación del cojinete. En
la Figura 37.8 aparecen superficies onduladas y con asperezas, ambas con unas líneas
de onda complejas que pueden sin embargo considerarse compuestas por varios pe-
ríodos armónicos simples. Por tanto, el radio r del canal de rodadura del cojinete o su-
perficie de la pieza rodante se puede hallar empleando
¡ =N
r = ro L a¡ sen (je + 4>¡) (37.1 )
¡ = I
-
37.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
h
A = ¡=::::;¡=====:::;¡====- (37.2)
J ~anal de rodadura + a~ieza rodante
.Anchura de contacto
perfectos para lograr un alto índice A. Cuando la altura del saliente de la superficie
es de unas tres veces la altura rms y el espesor habitual de la capa de aceite es de
0,3 jJ.m, las superficies deben estar pulidas en una medida mayor de 0,05 jJ.m para
lograr una baja probabilidad de interacción entre las superficies y, por tanto, poco
ruido.
Entre las características superficiales de ondulación se dan salientes y entrantes
ampliamente espaciados, como muestra la ilustración principal de la Figura 37.8.
Las piezas rodantes siguen estos contornos ondulantes y, de este modo, producen
movimientos radiales relativos entre los anillos internos y externos del cojinete. La
relación entre el perfil ondulante de la superficie y la magnitud de la vibración re-
37.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
sd
RUIDO DE COJINETES 37.11
80
1 '1' '1' '1 1 "1 "1'
I "'
I
I
B
I 8
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BO I B BMO ~ N:' 111 ~U" B
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IV'
/~
~
VV I
I
V -:
I
I
o ,1. 1
o Frecuencia, Hz 1000
FIGURA 37.9. Espectro de vibraciones que muestra las frecuencias emitidas por las
bolas (B), el anillo interno (1) y el anillo externo (O) de los cojinetes.
ducidas por un cojinete puede ser por tanto un indicador de un problema de calidad
de origen o de uno producido por defectos o distorsiones.
Ruido originado por movimientos inestables del tambor. El tambor que separa
las piezas rodantes, como el que aparece en la Figura 37.1, puede ser una fuente de
ruidos cuando sufre vibraciones. Este movimiento del tambor se conoce habitual-
mente como inestabilidad del tambor. Los cojinetes en buen estado que funcionan
dentro de sus propios límites de carga, velocidad y lubricación no sufren por lo ge-
neral inestabilidades en el movimiento del tambor. Estas se producen con más fre-
cuencia cuando la carga del cojinete es ligera, a alta velocidad y con escasa lubrica-
ción. En estas condiciones, las fuerzas de las piezas rodantes que se producen en el
tambor pueden ser alteradas por ligeros movimientos radiales del tambor fuera del
eje central del cojinete. Esta alteración de fuerzas produce movimientos del tambor
fuera de su centro que llegan a ser persistentes. Los tambores inestables producen
una gran cantidad de ruido transmitido por el aire que proviene directamente del
cojinete, y cuyo origen puede ser a menudo distinguido simplemente escuchando.
El sonido que producen puede ser agudo o de golpeteo.
ac1
RUIDO DE COJINETES 37.13
CONTROL DE RUIDOS
El método más eficaz de controlar los ruidos del cojinete consiste en reducirlos en
su origen, lo cual comporta una cuidadosa selección del tipo de cojinete y un diseño
correcto de la maquinaria en la que va a ser instalado.
Tipo. Es posible encontrar una amplia gama de piezas rodantes de cojinete, inclu-
yendo varias graduaciones en precisión y calidad, además de los diseños tratados
hasta el momento. Por lo general, la selección de un cojinete depende de los requi-
sitos de carga, duración y velocidad. Sin embargo, cuando la emisión de poco ruido
es una condición fundamental los cojinetes de bolas pueden ofrecer las mayores
ventajas respecto a los de otro tipo de piezas rodantes. Es posible obtenerlos con un
alto grado de precisión y acabado de fabricación, y pueden ser sometidos a cargas
de empuje para asegurar que todas las piezas rodantes están en plena carga. Los co-
jinetes de piezas cilíndricas pueden soportar cargas radiales solamente, y puede lle-
gar a ser importante su cantidad de vibración de elasticidad variable. Los cojinetes
de piezas cónicas tienen la desventaja de que precisan de un resalte bien en el anillo
interno o en el externo para retener la pieza rodante, como muestra la Figura 37.2b.
Entre los extremos de la pieza rodante y del resalte se puede producir un rozamien-
to en condiciones normales de funcionamiento, posiblemente provocando una cau-
sa adicional de vibraciones.
Transductor
Huso de rodadura
silenciosa Carga de empuje
...
RUIDO DE COJINETES 37.15
Anima del
bastidor Estribos
Resorte
de carga Cojinete de rueda
previa --C.:lhI-'--="-n radial de surco único
Cubierta final
Apoyo
del eje
FIGURA 37.11. Instalación recomendada de cojinetes con piezas rodantes silencio-
sas.
37.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
2500
2000
z
(¡j 1500
'x
"'el"'
...
U"' 1000
500
10 20 40 60 80 100 120
Diámetro de ánima del cojinete, mm
Las grasas contienen varios aditivos con el fin de mejorar su eficacia, algunos de
ellos en forma de partículas sólidas que llegan a proporcionar altos niveles de ruido
de impulsión en los rodamientos del cojinete. Estas partículas pueden además pro-
vocar inestabilidad en el tambor de la pieza rodante en cojinetes de alta velocidad.
El ruido producido por estas partículas puede distinguirse con mayor facilidad una
vez aplicada la grasa. A medida que el cojinete va rodando, estas partículas van re-
duciendo su tamaño o son arrastradas fuera del itinerario de rodaje, con lo que el
ruido producido por el cojinete disminuye, aunque son precisas entre 50 y 100 horas
de rodaje antes de alcanzar este nivel disminuido de estabilidad. Existen a la venta
aceites de rodaje silencioso producidos por numerosos fabricantes y recomendables
para instalaciones problemáticas de ruido.
Posición de apoyo de los anillos. La práctica habitual es la de situar los anillos in-
teriores del cojinete en posición intermedia a los diámetros del eje, y los exteriores
en un punto del huelgo del ánima del bastidor, como muestra la Figura 37.11. El ni-
vel de interferencia o de holgura queda controlado por medio de tolerancias en la
dimensión entre los anillos, por un lado, y los apoyos del eje y del bastidor, por otro.
Los catálogos de los fabricantes contienen posiciones recomendadas y tolerancias
en los apoyos aplicables a sus productos. Existen diferencias entre los diversos fa-
bricantes debido a que la posición más adecuada depende de la aplicación en con-
creto, así como de la tolerancia individual de fabricación. Estas posiciones recomen-
dadas no pueden tener en cuenta la gran variedad de posibilidades térmicas que el
cojinete puede sufrir, y deberían ser tenidas en cuenta solamente como orientación.
Las posiciones de apoyo de los anillos influyen de modo decisivo en su funcio-
namiento, particularmente en su ruido y vibración. Un desajuste de los anillos in-
RUIDO DE COJINETES 37.17
Esfericidad del apoyo y planeidad de los estribos. En la Figura 37.11 aparecen las
superficies del eje y de la cubierta que entran en contacto con los anillos del coji-
nete, particularmente los diámetros externos del eje, las cargas de empuje y los es-
tribos. Cualquier irregularidad en estas superficies puede provocar distorsiones en
el anillo e inducir el tipo de ruido emitido por las ondulaciones descrito en el capí-
tulo anterior sobre Ruido de las piezas rodantes del cojinete. Es preciso que los apo-
yos sean esféricos y los estribos planos. Los cojinetes diseñados para aplicaciones si-
lenciosas poseen por lo general unos diámetros de ánima y externos situados dentro
de 2 /Jom entre los salientes y los entrantes, y superficies planas situadas dentro de
2 /Jom entre salientes y entrantes. Estas cifras sirven de orientación para conocer el
grado de esfericidad del apoyo y de planeidad de los estribos necesario para evitar
distorsiones importantes entre el anillo del cojinete.
37.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Fuerzas irregulares de bloqueo. Los anillos internos del eje y los externos del co-
jinete precisos para proporcionar la disposición axial se encuentran normalmente
bloqueados por contratuercas o estribos de tapa de extremidad, como muestra la
Figura 37.11. Se pueden producir importantes distorsiones de los anillos del cojinete
si surgen fuerzas excesivas o irregulares durante el ensamblaje. Un caso común es el
de un anillo exterior bloqueado por una tapa de extremidad, la cual es retenida en
su posición gracias a una serie de pernos, equidistantes en el diámetro del círculo de
contacto. Se pueden producir distorsiones en la tapa de la extremidad y en el anillo
del cojinete, a menos que estos pernos se encuentren perfectamente regulados a
una potencia determinada en un secuencia opuesta.
Montaje de los anillos a presión. Los anillos de cojinetes de ajuste entre piezas, o
sea, los anillos internos del eje, pueden precisar de la aplicación de una potencia
axial para instalarlos en la posición requerida. Para proporcionar esta fuerza axial
es necesario emplear una prensa, y la potencia de presión debería ser mantenida en
un mínimo, bien calentando los anillos internos o enfriando los ejes, aplicándose di-
rectamente al anillo que debe ser instalado y no a través de las piezas rodantes.
Cuando no se obedecen estas reglas se pueden producir distorsiones residuales en
el anillo del cojinete o en la indentación de los canales de rodadura.
RUIDO DE COJINETES 37.19
Cojinetes hidrodinámicos
los apoyos (en cojinetes de eje de ruedas) o la planeidad de los estribos (cojinetes de
empuje), y el mantenimiento de la altura entre los salientes y los entrantes de estas
superficies dentro de un 10 por lOO del huelgo interno garantiza consecuencias mí-
nimas en el funcionamiento del cojinete.
Una capa completa de lubricación se verá influenciada por la calidad dellubri-
cante suministrado y por el acabado de las superficies de contacto del eje. La lim-
pieza del lubricante es imprescindible para evitar desgastes y daños en las superfi-
cies, por lo que se debería disponer de filtros para la recepción repetida de aceites.
También se debería prestar atención a la estanqueidad de la instalación con el fin de
evitar la penetración directa de contaminación. Un correcto mantenimiento de las
superficies de contacto del eje asegura una capa completa de lubricación en una am-
plia gama de velocidades, minimizando el desgaste durante el encendido y apagado
del cojinete. Una vez más es necesario consultar las recomendaciones concretas de
los fabricantes en lo relativo a los acabados precisados para sus productos.
Cojinetes hidrostáticos
Alineación y sobrecarga. Una alineación precisa del eje de ruedas del cojinete y
una perfecta ortogonalidad del empuje del cojinete respecto al eje tienen una im-
portancia decisiva en uno de tipo hidrostático. El eje de ruedas habitual de estos co-
jinetes posee un diseño con longitudes de diámetro de entre 1 y 2, por lo que los de-
fectos de alineación respecto a la longitud del cojinete pueden reducir en gran
medida tanto el huelgo como la capacidad de transporte de carga del cojinete.
Como resultado, aumenta el riesgo de sobrecarga y de que aparezcan áreas de con-
tacto entre el eje y los bordes. El torcimiento del eje debido a un exceso de carga
tiene como consecuencia un funcionamiento del cojinete hidrostático similar al pro-
vocado por defectos de alineación, y debe ser minimizado con un correcto diseño de
la maquinaria. La representación matemática de una instalación de eje de cojinetes
posibilita la estimación de torcimientos del eje diseñado y la búsqueda de solucio-
nes para lograr un torcimiento aceptable de este eje. En algunas máquinas es posi-
ble instalar cojinetes sobre diafragmas radialmente rígidos, pero flexibles en con-
diciones particulares de carga o falta de alineación, con lo que cualquiera de estos
errores de alineación o de torcimiento de ejes provoca simplemente un ladeamiento
del bastidor, que conserva la holgura, la capacidad de carga y la rigidez radial del
cojinete.
...
RUIDO DE COJINETES 37.21
REFERENCIAS
1. T. A. Harris, Rolling Bearing Analysis, 2." ed., John Wiley y Sons, Chichester, Inglaterra,
1984.
2. P. Eschmann, L. Hasbargen y K. Weigand, Ball and Roller Bearings: Theory, Design and
Application, John Wiley y Sons, Chichester, Inglaterra, 1985.
3. D. D. Fuller, Theory and Practice o[ Lubrication [or Engineers, 2." ed., John Wiley y Sons,
Chichester, Inglaterra, 1984.
4. A. Cameron, Principies o[ Lubrication, Longmans, Londres, 1966.
5. F. M. Stansfield, Hydrostatic Bearings, The Machinery Publishing Co., Brighton, Inglate-
rra,I970.
6. W. B. Rowe, Hydrostatic and Hybrid Bearing Designs, Butterworth, Londres, 1983.
7. F. P. Wardle, «Vibration Forces Produced by Waviness of the Rolling Surfaces of Thrust
Loaded Ball Bearings», Partes I y 11, Proc. Inst. Mech. Engineers, vol. 202, n.o C5, 1988,
p.305.
8. R. Holmes, «The Role of Oil Film Bearings in Promoting Shaft Instability y the Remedial
Effect of Damping», Tribology International, IPC Business Press, vol. 13, n.o 5, octubre
1980, p. 243.
9. A. V. Ruddy y D. Summers-Smith, «An Introduction to the Influence of the Bearing on
the Dynamics of Rotating Machinery», Tribology International, IPC Business Press, vol.
13, n.o 5, octubre 1980, p. 199.
Capítulo 38
MEDIDA Y ANALISIS DEL
RUIDO DE MAQUINARIA
Richard H. lyon
Richard G. Cann
David L. Bowen
INTRODUCCION
En este capítulo se describen: (1) las técnicas para llevar a cabo mediciones del rui-
do y la vibración en máquinas, (2) los métodos para analizar la información a partir
de estas medidas, (3) los procedimientos para recoger los datos, (4) la instrumen-
tación para procesar los datos obtenidos, (5) los métodos para extraer la informa-
ción deseada a partir de los datos obtenidos y (6) los usos a que puede aplicarse esta
información.
Este capítulo está estrechamente asociado con el Capítulo 9, "Técnicas de me-
dición del ruido»; Capítulo 10, «Técnicas de medición de la vibración»; Capítulo 13,
«Medida de la potencia sonora»; Capítulo 14, «Medición de la intensidad sonora»,
y Capítulo 39, «Control del estado de la maquinaria».
Las medidas del ruido de maquinaria suelen plantearse con uno o más de los si-
guientes objetivos:
• Verificar que la máquina satisface un requisito legal o cumple una norma es-
pecífica.
• Desarrollar una base de datos de medidas del ruido de máquinas que perte-
necen nominalmente al mismo tipo; estos datos sirven de base de compara-
ción para nuevas máquinas.
• Reducir el ruido de la maquinaria.
• Evaluar los efectos del ruido de la maquinaria sobre las personas.
• Realizar un control del estado y un análisis diagnóstico de la maquinaria.
38.1
-
38.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Frecuentemente, las medidas del ruido de maquinaria son necesarias para demos-
trar que una máquina satisface un requisito legal o una norma. El requisito puede
expresarse en términos de nivel de presión sonora con ponderación A, por ejemplo,
que el nivel sonoro (en la cabeza de la persona que opera con la máquina) no supere
un límite especificado. A menudo, el requisito se expresa en términos del nivel de
potencia sonora emitido por la máquina.
Una base de datos puede utilizarse para evaluar los efectos de una modificación
en el diseño sobre el ruido emitido por la máquina. Por ejemplo, en el programa de
desarrollo de productos silenciosos, se comparó la emisión de ruido de varias ca-
denas de transmisión. Estos resultados se ilustran en la Figura 38.1, que muestra el
espectro de ruido de la máquina en términos de niveles de potencia sonora de ban-
das de tercio de octava con ponderación A en función de la frecuencia. La curva su-
perior muestra el espectro correspondiente a la cadena de transmisión de metal ori-
ginal. La curva inferior es el resultado de la sustitución por otra cadena más blanda
y móvil; ésta redujo la emisión de ruido en las bandas de frecuencia por encima de
1000 Hz. Para observar efectos tan pequeños como éstos, es preciso que las varia-
ciones aleatorias en las mediciones del ruido de la máquina que se examina sean pe-
queñas en comparación con la reducción en la emisión del ruido debida a los cam-
bios en el diseño.
En general, la potencia sonora es un indicador mucho más útil para evaluar la re-
ducción del ruido en las máquinas que el nivel de presión sonora en una o más ubi-
caciones fijas, debido a que la potencia sonora es independiente de la distancia al
punto de medida. Dado que la mayoría de las máquinas suelen estar cerca de otros
equipamientos y situadas en espacios semirreverberantes, los patrones espaciales
de los niveles de presión sonora muestran una variación considerable.
Aunque las medidas de los niveles de presión sonora suelen ser más fáciles de
realizar que las de potencia sonora, si la habitación en que la máquina está locali-
70
:s:a.
Cadena de transmisión de metal original
~ 65
al
'O
~ 60
o
e
o
'" 55
'"
'ü
e
al
O 50
a.
al
'O
45
Qi
>
Z
40
125 250 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencia central de bandas de tercio de octava, Hz
FIGURA 38.1. Espectro de potencia sonora con ponderación A de una cadena de
transmisión. La curva superior representa el espectro con la cadena de transmisión de
metal original. La inferior representa el espectro cuando una cadena más blanda y
móvil sustituye a la original, dando como resultado una reducción global en el nivel
de potencia sonora de 5,2 dB.
---
38.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
zada está calibrada de manera que los niveles de potencia sonora promediados es-
pacialmente estén relacionados con los niveles de potencia sonora [véase Ecuación
(13.7)], se puede llevar a cabo una evaluación rápida de los niveles de potencia irra-
diados a partir de las medidas del nivel de presión sonora.
La evaluación de la potencia sonora producida por los distintos componentes
mecánicos de una máquina es un primer paso útil en un estudio de reducción del
ruido. La Figura 38.2 muestra el espectro de potencia sonora irradiado por el siste-
ma de arranque de una máquina que tiene un nivel de potencia sonora con ponde-
ración A de 73 dB. Los cuatro componentes de la máquina produjeron los siguien-
tes niveles de potencia sonora con ponderación A: cadena de transmisión, 71 dB;
engranajes, 63 dB; motor, 62 dB, Y correa, 62 dB. Nótese que estos componentes
producen distintos espectros para un rango de frecuencias amplio. Supongamos que
el objetivo del programa es reducir el nivel de potencia sonora con ponderación A
a 66 dB. Una estrategia razonable para conseguirlo es reducir las contribuciones de
cada uno de los cuatro componentes, de manera que todos produzcan la misma emi-
sión de ruido (lo que podríamos llamar un diseño equilibrado). Entonces, el nivel de
potencia sonora con ponderación A de cada uno ha de reducirse a 60 dB para que,
de acuerdo con la Figura 1.14, su potencia combinada sea 6 dB más alta que la po-
tencia de cada uno de los cuatro. Por tanto, la cadena de transmisión debe silen-
ciarse 11 dB; los engranajes, 3 dB, Yel motor y la correa, 2 dB cada uno.
El sonido producido por una máquina puede crear reacciones subjetivas de sonori-
dad (véase Capítulo 17) y molestia (véase Capítulo 23); puede afectar al rendimien-
~Q. 70
... 65
ID
"O
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al
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al 35
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Qi 30
.~
z 125 250 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencia, Hz
FIGURA 38.2. Espectro de potencia sonora con ponderación A para los componen-
tes individuales de una máquina cuyo nivel de potencia sonora con ponderación A era
73 dB.
--
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.5
to humano (Capítulo 24) y tener efectos fisiológicos (Capítulo 25). Los rangos de
frecuencia y niveles de potencia sonora a los que estos efectos tienen lugar varían
ampliamente, dependiendo de un gran número de factores, descritos en los capítu-
los mencionados anteriormente. ¡for ejemplo, las sensaciones de tacto (táctil) y de
movimiento suelen producirse por vibraciones de máquinas a frecuencias bajas, ha-
bitualmente desde unos 2 hasta 200 Hz, como se describe en el Capítulo 26.
-
38.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Micrófonos
Acelerómetros
sd
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.7
1. Puede reducirse la cantidad total de equipamiento que hay que llevar. Por lo
general, una grabadora, micrófonos y/o transductor y preamplificadores son más fá-
ciles de transportar al lugar de medición que un analizador. sobre todo si todavía
está por determinar el mejor método de análisis de datos. Desafortunadamente. es
difícil realizar la selección óptima sin un conocimiento razonable acerca de las ca-
racterísticas de los datos que se están analizando.
2. Los datos están siempre disponibles para volver a usarlos. A menudo, el pri-
mer método de análisis de datos empleado no es el óptimo porque el rango de fre-
cuencias seleccionado o la resolución elegida no son apropiados o, por ejemplo,
porque un rasgo aparece más claramente en el ámbito del tiempo y los datos se ana-
lizaron en el ámbito de la frecuencia. La grabación en cinta magnética permite vol-
ver a analizar los datos tantas veces como sea necesario.
3. Es posibLe apLicar varios procedimientos de análisis distintos. A menudo, re-
sulta conveniente analizar los datos tanto respecto al tiempo como a la frecuencia,
con distintos rangos para ambos, con el fin de buscar efectos de modulación, acon-
tecimientos impulsivos, etcétera. Al tener los datos en cinta magnética es posible
analizar los mismos de varias formas.
4. AL volver a oírlos, se puede cambiar la frecuencia de los datos. Al modificar la
velocidad de la cinta magnética, los datos de alta frecuencia pueden pasarse a fre-
cuencia baja, o los de frecuencias más bajas a más altas. Esto hace posible analizar
los datos a frecuencias infrasónicas y ultrasónicas con equipos normalizados de aná-
lisis de frecuencia auditiva, del tipo descrito en el Capítulo 8.
5. En una cinta magnética, pueden almacenarse gran cantidad de datos con un
coste bajo. Almacenar los datos en cinta magnética es barato en comparación con
otras formas de almacenamiento. El almacenamiento digital en disquetes es una
modalidad adecuada para archivos digitales, pero el número de mega bytes que pue-
den registrarse en cada disquete es limitado. Sin embargo, una cinta analógica pue-
de registrar fácilmente giga bytes de datos en cintas magnéticas de casetes inmedia-
tamente disponibles.
Desventajas de registrar sobre cinta magnética. Grabar los datos del ruido de la
maquinaria sobre cinta puede tener las siguientes desventajas:
1. Puede reducirse el rango dinámico de los datos. El ruido no deseado puede in-
troducirse en los datos si la relación entre señal y ruido del sistema de grabación con
cinta no es suficientemente alta. (La Tabla 6.1 presenta los valores típicos de la re-
lación entre señal y ruido; los efectos de la anchura de banda de esta relación se co-
mentan en el Capítulo 8.)
2. Pueden introducirse errores de fase. La precisión de fase no suele ser una
preocupación importante en la mayoría de las mediciones de ruido. Sin embargo, la
fase es importante si es necesario conservar las formas de onda transitorias. como
puede suceder en el diagnóstico de maquinaria o interpretación técnica de las se-
ñales de ruido. En el proceso de registro de frecuencias altas pueden introducirse
38.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los primeros pasos en un programa de medición son: (1) determinar las condicio-
nes de funcionamiento en las que hay que determinar el ruido de la máquina y
(2) definir los datos que hay que recoger para cada condición. El control y especi-
ficación del funcionamiento de la máquina durante el examen es una parte impor-
tante de la planificación del programa de medición. La recogida de datos debe li-
mitarse a ensayos bien definidos; incluso las pruebas exploratorias, que a menudo
son necesarias. deben catalogarse de antemano.
-~---- ~~------
zrd
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.9
de 80 mega bytes de un ordenador personal, por tanto, tiene una capacidad de apro-
ximadamente 160 segundos de datos. Muchos experimentos pueden implicar la re-
cogida de varios giga bytes de datos; una manera cómoda de manejar una cantidad
tan grande es almacenar los datos en casetes de cinta magnética en formato analó-
gico y transferir después pequeñas porciones de ellos en forma parcialmente pro-
cesada, quizá con una anchura de banda reducida, a los archivos del ordenador sólo
cuando sea necesario. Estos archivos más pequeños pueden almacenarse entonces,
por ejemplo, en el disco duro o en disquetes floppy y utilizarse cuando sea necesario
para un procesamiento más detallado.
Facilidad de seguimiento. Hay que asegurarse de que siempre pueda hacerse fá-
cilmente un seguimiento de los registros de datos (véase «Registradores de datos»,
anteriormente), de manera que puedan determinarse las condiciones originales de
la medición. La necesidad de este seguimiento hace preciso el establecimiento de
un procedimiento adecuado de codificación de datos antes de que éstos se registren.
Los códigos utilizados con este fin deben ser consistentes con las etiquetas utilizadas
en los libros de notas, datos grabados y archivos de ordenador originales.
Una planificación adecuada de los registros experimentales puede ahorrar mu-
chas horas de trabajo en el tratamiento de datos en fecha posterior, al facilitar la
identificación de las condiciones de examen. También asegurará que la validez de
los datos puede verificarse más fácilmente al compararlos con otros obtenidos en
condiciones parecidas. La codificación de los registros también debe hacer posible
la referencia cruzada entre ellos. Por ejemplo, hay que guardar los registros crono-
lógicos con un sistema numérico que emplee un código de año-mes-día-hora-mi-
nuto-segundo. Aunque este código no da como resultado una secuencia numérica,
el procedimiento asegura que no se producirá una duplicación de los códigos y que
no habrá dudas sobre la cronología de los datos. Además, si los registros se intro-
ducen en una base de datos computarizada, este código simplifica la catalogación de
datos.
ACONDICIONAMIENTO DE LA SEÑAL
Requisito de una «potencia limpia». Dado que la señal de salida del micrófono y
del sensor de vibración que se utilizan en la medición del ruido de la maquinaria es
muy pequeña. esta señal puede contaminarse fácilmente con el ruido producido por
la interferencia eléctrica de fuentes exteriores. Una de éstas es la fuente «sucia» de
potencia de corriente alterna. Por ejemplo, supongamos que se realizan mediciones
de ruido y/cJ vibración en una fábrica donde hay grandes motores. El funcionamien-
to de este equipamiento da como resultado «puntas» de voltaje en la línea de po-
MEDIDA Y ANALlSIS DEL RUIDO DE MAQUINARIA 38.13
tencia eléctrica; entonces la forma de onda del voltaje que se aporta al equipo de
medida ya no es sinusoidal. Esta contaminación de la potencia que llega al equipo
de medición del ruido puede dar como resultado señales espurias en el mismo. Es-
tos problemas pueden eliminarse si el equipo de medición funciona a pilas o está
adecuadamente aislado de la línea de potencia3 •
Para que los datos experimentales sean válidos es necesario efectuar una calibra-
ción del sistema global de medida. La calibración acústica se describe en los Capí-
tulos 5 y 9; la calibración de campo de los sistemas de medida de la vibración se des-
cribe en el Capítulo 10 y es tratada en bastante detalle en el Capítulo 18 de la
Referencia 4. Al calibrar un sistema de medición del ruido es necesario:
1. Aportar un estímulo (presión sonora, vibración, eléctrico, etcétera) tan cerca
como sea posible de la entrada del sistema de medida.
2. Asegurarse de que las señales en todos los puntos del sistema de medida es-
tán dentro del rango dinámico de los instrumentos.
3. Insertar una señal de calibración en el registro de datos, al principio y al final
de cada sesión de recogida de los mismos.
4. Determinar el nivel del ruido de fondo haciendo un registro de «calibración»
sin que se aplique ningún estímulo (pero con las ganancias ajustadas adecua-
damente).
5. Anotar: (a) la sensibilidad de los micrófonos y/o transductores y (b) todos los
ajustes críticos del sistema, incluidas la ganancia del preamplificador, graba-
dora de cinta magnética y velocidad de la cinta. Si los datos se registran con
un aparato de canales múltiples, hay que aportar esta información para cada
canal.
Al iniciar una sesión de medición, hay que seguir los siguientes pasos:
• Determinar el nivel del ruido de fondo cuando la máquina no está funcionan-
do.
• Con la máquina en funcionamiento, hacer una estimaci6n preliminar del nivel
que se va a medir. La finalidad de esta medición preliminar es determinar si la
relación entre señal y ruido es adecuada para el objetivo de la medición.
• Repetir el procedimiento anterior a medida que los aparatos auxiliares se van
encendiendo. Estos aparatos (fuelles, bombas, generadores, etcétera) pueden
ser necesarios para el normal funcionamiento de la máquina. Este paso per-
mitirá la evaluación de la emisión de ruido de cada uno de ellos.
• Si la relaci6n entre la señal y el ruido (de fondo) es demasiado baja, hay que re-
ducir este último. Si el ruido de fondo es resultado del sonido del equipamien-
to cercano, podría ser necesario: (1) retirar ese equipamiento, (2) apagarlo o
(3) aportar un aislamiento sonoro que reduzca el nivel en el lugar de medi-
-
38.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
• Hay que registrar toda la información de manera que otra persona pueda,
en fecha posterior, extraer los datos correctamente calibrados y compren-
der las condiciones en las que fueron tomados.
• Se anotan los cambios en los ajustes de las ganancias del equipamiento y
los cambios en la calibración producidos a medida que avanzan las medi-
ciones.
• Hay que considerar la realización de un registro fotográfico, utilizando una
cámara fotográfica o de vídeo con comentarios verbales de la sesión de me-
dición; a veces este registro puede resultar muy útil.
• Si se utiliza un registro analógico, se debe incluir un comentario verbal
continuo mientras se toman los datos, siempre que sea posible. Por ejem-
plo, se puede realizar un anuncio cada 10 segundos describiendo el código
del segmento del registro de datos, de manera que esta información pueda
localizarse fácilmente durante la repetición.
La elección del tipo de análisis que se debe realizar de los datos recogidos durante
la sesión de campo está condicionada por el problema de ruido de la maquinaria
que se quiera resolver. Por ejemplo, los datos pueden consistir en una secuencia de
niveles sonoros medidos con un sonómetro o un analizador de bandas de octava.
Por otra parte, los datos obtenidos durante un programa de reducción del ruido de
una máquina comercializada pueden estar compuestos por información de varios
micrófonos o transductores distintos, en varias localizaciones encima o alrededor de
la máquina. En este caso, el tipo de análisis puede ser considerablemente más ela-
borado. Por ejemplo, en el diagnóstico de maquinaria, a menudo se desea extraer
de los datos brutos algún aspecto que pueda relacionarse fácilmente con el estado
de un componente de la máquina. Esto puede requerir una considerable cantidad
de procesamiento de datos, que puede lograrse mediante un ordenador.
como de banda ancha. Estos componentes de distinto tipo pueden surgir del mismo
o distintos mecanismos. Los componentes periódicos en el funcionamiento de la
maquinaria, como son el desequilibrio o la mezcla de frecuencias del engranaje,
aparecen como componentes de línea en el espectro; los sucesos transitorios e im-
pulsivos se indican mediante un ensanchamiento general del espectro.
Una decisión importante en el caso de programas amplios de ruido de maqui-
naria es determinar si las medidas deben llevarse a cabo con analizadores específi-
cos o mediante un sistema de adquisición de datos de propósito general, utilizando
el ordenador para realizar el análisis. En general, un instrumento específico es más
rápido y portátil, pero si el procedimiento de análisis final no está decidido, el sis-
tema del ordenador puede ser una elección mejor. Las distintas formas de presen-
tación de los espectros se describen en el Capítulo 6.
Muchas técnicas útiles para analizar los datos se basan sobre las técnicas de las
transformadas rápidas de Fourier (FFf). Estas incluyen el promedio sincrónico, el
análisis de potencia Cepstrum y el análisis de demodulación de la amplitud, descri-
tos en los Capítulos 8 y 39.
A menudo resulta útil representar una señal de ruido mediante un conjunto de pa-
rámetros distintos a los valores de tiempo o frecuencia. La respuesta de impulso o
las partes reales e imaginarias de la función de transferencia pueden expandirse en
funciones ortogonales o en una serie de potencia. Dado que la elección de las fun-
ciones de expansión es altamente dependiente de la aplicación, hay que elegir fun-
ciones de transferencia que simulen la forma de las funciones medidas, de manera
que se use el menor número posible de términos en la expansión.
38.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El tipo de información que se busca en los estudios de análisis del ruido, experi-
mentos de diseño y desarrollo y proyectos de seguimiento de máquinas varía nota-
blemente. Los métodos mediante los cuales puede obtenerse la información desea-
da en cada una de estas situaciones resultan de particular interés.
~Q. 70~----------------------------------------~
Calculado para el sistema de
65 transmisión colocado
~
al
"'C
cO
>
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tJ
60
55
M)mPlm,
o
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"'C 50
o
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...
CD
CD
45 Calculado con la cadena
de transmisión eliminada
"'C
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"'C
e
<O
.D 35
CD
"'C
-¡¡¡ 30
.~ 125 250 500 1k 2k 4k Bk
Z
Frecuencia. Hz
Dado que a menudo éstos son los modos de vibración más bajos de la estructura de
la máquina, un análisis de éstos «<análisis modal» t.5
puede emplearse para identi-
ficarlos y determinar sus parámetros de frecuencia de resonancia y amortiguamien-
to.
REFERENCIAS
Joelle Courrech
INTRODUCCION
39.1
39.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los sistemas de control del estado de máquinas son de dos tipos: discontinuos y per-
manentes. En un sistema de control discontinuo la vibración de la maquinaria se
mide (o se registra para su posterior análisis) en intervalos seleccionados de tiempo
dentro de una zona concreta. A continuación se realiza un análisis, bien en la zona
o en el laboratorio. Es preciso emplear técnicas avanzadas de análisis para el diag-
nóstico de averías y el estudio de tendencias. El control discontinuo proporciona in-
formación en fases muy tempranas de la eventual avería y se emplea generalmente
cuando (1) es preciso conocer con gran antelación la existencia de fallos, (2) es ne-
cesario obtener diagnósticos avanzados, (3) es preciso realizar medidas en muchas
posiciones de la máquina, y (4) las máquinas son complicadas.
En un sistema de control permanente la vibración de la maquinaria se mide con-
tinuamente en unos puntos determinados, y se compara constantemente con los ni-
veles aceptables de vibración. El método de medición puede ser permanente (como
en sistemas de captación paralela, en los que se emplea un transductor y una cadena
de medición en cada punto), o casi permanente (como en los sistemas múltiples, en
los que se emplea un transductor en cada punto de medición, pero el resto de me-
diciones de la cadena se comparte entre unos pocos puntos con un intervalo múlti-
ple de unos segundos).
En un sistema de control permanente los transductores se instalan permanen-
temente en cada punto seleccionado de medición. Debido a ello, este sistema puede
alcanzar costes muy altos, y se emplea en casos muy especiales en los que (1) no
existe personal disponible para realizar las mediciones (mar adentro, en estaciones
de bombeo alejadas, etcétera), (2) es necesario detener la máquina antes de que se
produzca una avería para evitar accidentes catastróficos, (3) puede producirse un
fallo instantáneo que precisaría del apagado de la máquina, y (4) el entorno (explo-
sivo, tóxico o de altas temperaturas) no permite la presencia humana que sería ne-
cesaria en caso de efectuar mediciones discontinuas.
Antes de seleccionar un sistema de control permanente, es preciso realizar me-
diciones preliminares de modo discontinuo durante un período de tiempo con el fin
de familiarizarse con las características vibratorias de la máquina. De este modo
---
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.3
Selección de transductores
o
wl-
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Ir-----, 0,5 kHz
g~
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(A)
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Q.. 1-----'''''''-
« ffl 4--4-...I-~--+---+-_
O 10 1001kHz 10kHz 100kHz
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10 1001kHz 10kHz 100kHz
FRECUENCIA
~ ~ f-------.--,
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««
20 kHz
4 - - 4 - - _ + _ -.........- - + -. .
10 1001kHz 10kHz 100kHz
FRECUENCIA
vibración de los cojinetes avisarán con gran antelación de los fallos que se produz-
can en la máquina.
RANGO
e
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t: RANGO
-'
a..
::¡¡
«
L..-_ _ _ ..L..-_
---"'.....,..---"=-__ FRECUENCIA
La selección del intervalo de tiempo entre mediciones precisa del conocimiento es-
pecífico de la máquina. Algunas máquinas se averían rápidamente, mientras que
otras duran años sin problema alguno. Es necesario llegar a un acuerdo respecto a
la seguridad de la instalación y al tiempo precisado para realizar las mediciones y los
estudios. Puede ser útil la siguiente regla general: seleccionar un intervalo de tiempo
entre mediciones de entre un sexto y un décimo del período entre las revisiones ge-
nerales. En cualquier caso, hay que realizar mediciones frecuentes en las primeras
fases del sistema de control del estado de la máquina para asegurarse de que los ni-
veles de vibración medidos sean estables y no se dé inicio a ningún tipo de avería.
Cuando se detecte un cambio significativo, el intervalo de tiempo transcurrido en-
tre las mediciones debería ser reducido lo suficiente como para que no se produzca
una avería antes de la próxima medición. La curva de tendencias puede servir para
determinar el momento en que debería realizarse la siguiente medición.
Sería deseable que fuera posible detectar todas las cIases de errores que podrían
producirse durante el funcionamiento de la maquinaria rotatoria. Estos errores
comprenden tanto las vibraciones a frecuencias muy bajas (componentes subsíncro-
nos que indican aflojamientos, remolinos de aceite. defectos en la correa de trans-
misión. etcétera) como las vibraciones a frecuencias muy altas (frecuencias de aco-
piamiento entre dientes, de álabes. de resonancias estructurales producidas por
fallos en las piezas rodantes del cojinete. etcétera). Esta detección debería aplicarse
al total de máquinas existentes en una fábrica, desde las que funcionan a bajas ve-
locidades hasta las que lo hacen a velocidades mayores. haciéndose preciso selec-
cionar un equipamiento y unas técnicas de análisis que cubran una gama de fre-
cuencias muy amplia.
Las mediciones de los niveles de vibración ahsolutos de los cojinetes no propor-
cionan ninguna indicación del estado de la máquina. ya que se ven influenciados
por el itinerario de transmisión entre la fuerza y el punto de medición, pudiendo
amplificarse unas frecuencias y atenuarse otras. Los niveles de vibración de los co-
jinetes cambian de un punto de medición a otro dentro de una máquina concreta. ya
que las vías de transmisión son diferentes. Por la misma razón pueden cambiar de
una máquina a otra en mediciones realizadas en el mismo luga~. Por lo tanto. al
analizar el estado de una máquina es fundamental controlar los cambios vibratorios
respecto a un valor de referencia establecido cuando la máquina se encuentra en
perfecto estado. Los cambios se indican en una cantidad o, con mayor frecuencia.
como un camhio de nivel. o sea. el logaritmo de una cantidad. en decibelios.
El objetivo del control del estado de una máquina consiste en predecir la avería
con gran antelación antes de que se produzca, por lo que la medida del nivel de vi-
bración global no servirá como predicción fiable, debido a que los mayores com-
ponentes de vibración dentro de la franja global de frecuencias dominan en la me-
dida. En la Figura 39.3 se muestra un ejemplo de cómo las mediciones globales de
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.7
.,
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«
80
70
60
FRECUENCIA
AUMENTO DE LA
MEDIDA GLOBAL
ENTRE 10 Y 1 kHZ
20 -- -- ---- - -- - - -7-
(C) ~~I'
"/ ~\
~/O~
CD
" 10
O 1 2 3
TIEMPO, MESES
velocidad de vibración tienen como resultado una predicción incorrecta con una so-
breestimación del plazo de espera. Una correcta detección de averías en la maqui-
naria puede realizarse con éxito solamente por medio de una comparación con un
espectro de referencia. En esta sección se comparan varios tipos de espectros con
esta finalidad.
39.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
lO
(a)
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0,01 ~
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~~
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l\
O 2 4 6 8 lO 12 14 16 !'liT)! 20
Frecuencia. kHz
mostrado en los ejemplos considerados más adelante. Las distintas averías pueden
clasificarse según los componentes de su espectro, como se muestra a continuación.
Componentes subsíncronos
Eje de ruedas de cojinetes Subarmónicos del eje en rpm, Primordialmente Se pueden producir aflojamientos solamente
sueltos en el bastidor exactamente de 1/2 ó 1/3 rpm radial durante la velocidad y temperatura de
funcionamiento (por ejemplo,
turbomáquinas)
Torbellinos o sacudidas de la Ligeramente por debajo de la mitad de la Primordialmente Aplicable a máquinas de alta velocidad (por
capa de aceite en el eje de velocidad del eje (de 42 a 48 %) radial ejemplo, turbo)
ruedas del cojinete
Torbellino de histéresis Velocidad crítica del eje Primordialmente Las vibraciones producidas al girar al eje a
radial velocidades críticas se mantienen a
velocidades mayores. Es posible repararlas
fijando los elementos del rotor. (")
O
Z
Engranajes averiados o Frecuencias (rpm del eje x número de Radial Las bandas laterales en tomo a las frecuencias -i
desgastados dientes) y armónicos del acoplamiento y de acoplamiento entre dientes indican ::o
O
,....
entre dientes axial modulación (o sea, excentricidad) en la
frecuencia correspondiente a la holgura de las
o
m
,....
bandas laterales. Por lo general detectables m
solamente gracias a un análisis de bandas en
-i
finas y a un análisis Cepstrum >
O
O
Aflojamientos mecánicos 2 x rpm También sub e interarmónicos, como en el caso O
m
de los ejes de ruedas del cojinete
Correa de transmisión 1. 2. 3 Y4 rpm de la correa Radial Es posible por lo general identificar el problema
>
3:
defectuosa exacto con ayuda de un estroboscopio >
O
e
Desequilibrios entre fuerzas I x rpm y/o múltiplos para desequilibrios Primordialmente Z
alternativas y acoplamientos de orden superior radial
>
::o
»
Aumento de turbulencias Frecuencias y armónicos de paso de Radial Un aumento de nivel indica una mayor
aspas y hélices y turbulencia
axial
Vibraciones eléctricamente I x rpm ó 1 ó 2 veces la frecuencia Radial Debería desaparecer al apagar el motor
inducidas sincrónica y
axial
w
~
....
W
39.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
el
Z
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0,01
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j
CD· = VElOdDAD DE 'ROTACrO
-1
:® CID ETC = ARMONICOS MAYORES ¡
~._L_~
•
FIGURA 39.5. Espectros de aceleración del eje de ruedas del cojinete de un compre-
sor centrífugo. (A) Compresor en buenas condiciones. Antes del apagado, el esquema
de vibración es normal, con pocos armónicos de la velocidad de rotación del compre-
sor y un ruido de banda ancha en las frecuencias más altas debido a turbulencias in-
herentes. (8) Compresor con el eje de ruedas del cojinete suelto. Tras el apagado, los
armónicos de orden superior adquieren una amplitud mayor, mientras que pueden
observarse armónicos de orden medio.
tación, y como consecuencia la relación de fase entre los cojinetes tanto en direc-
ción horizontal como vertical puede tener grandes diferencias.
0,1.-----
....... L- . {~I·····
.. ~··I
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...... : 21 Hz: .,
el 0,01 -_.. _.-l-
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-2 X OW
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C!i
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ª
w
>
L._
O 20 120
FRECUENCIA. Hz
FIGURA 39.6. Análisis del espectro que muestra el componente debido a un torbe-
llino de aceite al 42 por 100 de la velocidad de rotación medida en el eje de ruedas de
un cojinete de una bomba.
En la Figura 39.7 aparece una señal de vibración medida en la pieza rodante del
cojinete de un motor eléctrico asíncrono. Mediante la ampliación en la zona de altas
frecuencias del componente de 100Hz (o sea, el doble de la línea de frecuencia eu-
ropea) se puede ver que este componente puede ser diagnosticado como la frecuen-
cia de paso de polos de 100 Hz Yno el2 x velocidad de rotación a 99,6 Hz que po-
dría haber indicado que existía un defecto de alineación. Con esto se demuestra la
importancia de que se pueda utilizar el zoom en la zona de frecuencias que conten-
ga un componente de interés. Este zoom proporciona la definición suficiente para
que puedan ser distinguidos componentes muy cercanos entre sí. No sirve de ayuda
al analizar máquinas o generadores síncronos, pues la velocidad de rotación y la lí-
nea (red de distribución) de frecuencia son idénticas. En este caso se debería per-
mitir que la máquina se detenga por inercia. Cuando se haya apagado la corriente
los componentes eléctricamente inducidos de rotación desaparecerán, y la frecuen-
cia de los armónicos de velocidad de rotación disminuirá.
Las fuerzas de vibración resultantes de la variación efectiva de reluctancia en el
circuito magnético en función de la cadencia de paso de muescas del estátor y del
rotor estarán presentes incluso en motores en buen estado. Estas vibraciones se
producen en los armónicos de las muescas que determina la siguiente ecuación:
FRECUENCIA, Hz
Laminaciones del estátor sueltas 2 x frecuencia de línea y compo- Radial Puede tener una gran amplitud pero no ser des- ~
nentes espaciados en 2 x frecuen- tructiva normalmente
eC/)
cia de línea alrededor de 1 kHz ::!
Excentricidad dinámica 1 x rpm con 2 x frecuencias late- Radial Resultante de curvaturas, descentramientos o ca- ~
-<
rales de deslizamiento y compo- lentamientos locales del rotor (la vibración em- n
nentes a w x [«nR, ± k,) x (1 - peora a medida que el motor se va calentando) O
z
slP) ± k¡) ;j
O
Segmentos del rotor rotos o agrie- 1 x rpm con 2 x frecuencias late- Radial Las frecuencias laterales de deslizamiento pue- r-
O
tados rales de deslizamiento y compo- den ser de bajo nivel, precisando de una amplia m
r-
Segmentos del rotor sueltos nentes similares a los mostrados gama dinámica así como de una selección de fre- :o
anteriormente respecto a la excen- cuencias en los instrumentos de medida. Los es- !;;
Laminaciones acortadas del rotor O
tricidad dinámica, añadiendo 2 x pectros típicos aparecen en el apéndice, que O
Imperfecciones en las uniones en- frecuencias laterales de desliza- muestra como estos componentes en la zona de
tre los extremos de los anillos miento en torno a los armónicos de armónicos vibratorios principales de las muescas
las muescas poseen también frecuencias laterales de desliza-
miento
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.19
, -~
-30
¡;¡:::::z x frecuencias laterales
de deslizamiento
-40
-50
al
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z· -60 1
O
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-90
-100
775 780 785 790 795 BOO 805 810 815 820
Frecuencia. Hz
dar origen a modulaciones, y para diferenciar todas las bandas laterales posibles se
debe llevar a cabo un análisis suficientemente definitorio que detecte incluso las ve-
locidades más pequeñas de rotación en la caja, siendo indispensable el uso del
zoom.
Las averías localizadas, tales como los dientes agrietados o rotos del engranaje,
aparecen también como un grupo de bandas laterales con un espaciado igual a la
velocidad de rotación del engranaje averiado. Las bandas laterales que muestra la
Figura 39.9b son de bajo nivel y cubren una amplia gama de frecuencias. Es muy co-
mún que la influencia de la vía de transmisión modifique la forma de las bandas la-
terales, impidiendo la realización de un diagnóstico preciso 7. Los errores localiza-
dos en turbinas (por ejemplo, las aspas desaparecidas o distorsionadas) provocan
un grupo similar de armónicos y bandas laterales 8,9.
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«
e
(A) g
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UJ
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f
TIEMPO
FRECUENCIA
e ~
«
e
(S) g
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UJ f
> I I TIEMPO FRECUENCIA
..J J
En la Tabla 39.4 se resumen las aplicaciones de las distintas técnicas de análisis des-
critas a continuación.
Detección de la envolvente
~ ¡...---....:T----.~I••---..1.T----+l~1 (A)
Ü I I (
~ ~~%~%--__------JAA~~%~ft~ft---------:AAftftft
c( \}UV' \}UV~T~EMPO
ESPECTROS
al
"O
ESPECTRO DE 1\ ESPECTRO LINEAL DE (B)
Z
O ENERGIA DE UN I ¡.. ....,.~IMPULSOS
REPETIDOS
~
cr:
IMPULSO AISLADO
I
I*'WERIODICAMENTE
""I~ .
W
...J
W
U
c(
w
O
...J
W
>
Z
, FRECUENCIA
T
FIGURA 39.10. Consecuencias de una avería localizada en la pieza rodante de un co-
jinete. (A) Respecto al tiempo se produce un impacto repetido con un período T.
(B) Respecto a la frecuencia este impacto repetido produce un espectro lineal que se
extiende hasta frecuencias muy altas (cuanto más breve sea el impacto, mayor será el
rango de frecuencias). El espaciamiento de la frecuencia de estas líneas es igual a su
impacto 1fT. Cualquier resonancia estructural provocada en esta gama de frecuencias
se reflejará en una subida como la reflejada en este gráfico.
Zoom Separación de las partes colocadas excesivamente cerca. Máquinas eléctricas, cajas de en- ~
Mejora de la relación entre señal y ruido, separación entre resonancias y granajes, turbinas
»
z
tonos puros e
»
r-
Fase Modelos de desviación operativa. om
Detección de aumento del tamaño de las grietas en el eje. ~
Desequilibrios m
O
Señal de tiempo Visualización de la forma de onda para identificar la distorsión Raspaduras, impactos, rebabas, ~Ul
dientes agrietados
»
()
Cepstrum Identificación y separación de grupos de armónicos. Cojinetes de piezas rodantes, má- e
Ul
Identificación y separación de grupos de bandas laterales. quinas de aspas, cajas de engrana- -t
jes
~
Ul
Análisis de la envolvente Demodulación de amplitud. Cojinetes de piezas rodantes, má- -<
()
Observación de la modulación de amplitud de una frecuencia baja en una quinas eléctricas, cajas de engra-
O
alta najes z
;1
Cálculo de tiempo medio síncrono Mejora de la relación entre señal y ruido. Máquinas eléctricas, máquinas al- or-
Análisis de la forma de onda. ternativas, cajas de engranajes, etc. om
Distinción de los efectos producidos por máquinas cercanas. r-
Distinción de los efectos producidos por los diferentes ejes. ::o
Distinción de las vibraciones inducidas eléctrica o mecánicamente
e
ao
Examen de impactos Examen de la resonancia Apoyos, cojinetes, acoplamientos,
engranajes
z z
O O
(O)
~
a::
U
c(
a::
w
~
w TIEMPO ~
~ '----I--""""-F=-=R:-cE--cC-U...,.E-NC·IA
U
c(
ESPECTRO
ENVOLVENTE (F)
TIEMPO
2 kHz FRECUENCIA
cia de paso de bolas por el canal de rodadura externo, por el canal de roda-
dura interno, frecuencia de rotación, frecuencia fundamental del tren de en-
granajes, o cualquier otro origen de impactos repetitivos, como por ejemplo
un diente agrietado en un engranaje).
En la Figura 39.12a y b aparecen los espectros de aceleración entre O y 25 kHz
de un cojinete en buen estado y de otro averiado. Obsérvese que el espectro es bas-
tante más alto en el cojinete en buen estado que en el averiado, lo que confirma que
no se deberían realizar mediciones comparativas entre distintos puntos de medición
o diferentes máquinas. Los niveles absolutos de vibración no proporcionan indica-
ciones satisfactorias del estado de la máquina, pues solamente los cambios de nivel
son relevantes. Cualquier método simple de detección de fallos en el cojinete, como
la medición de impulsos de impactos, la energía de impulsos parásitos, la curtosis o
el factor de amplitud, es difícil dedetectar en esta máquina en concreto, pues un sis-
tema de lubricación forzada emitía impulsos repetitivos a una frecuencia de 5,4 Hz,
independientemente de la velocidad de rotación, dominando como consecuencia la
señal total de vibración. En la Figura 39.12c y d aparece el análisis de la envolvente
para los cojinetes en buen estado y averiados, obtenidos tras zoom alrededor de los
5.400 Hz, con una extensión de frecuencia de 800 Hz. El único factor relevante del
cojinete en buen estado proviene del sistema forzado de lubricación. Por el contra-
39.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
~------- (B) -
U -- ~------~-
<
a:
~----------~~
UJ
...J
UJ
U
<
rio, el resultado del análisis de la envolvente de los cojinetes averiados ofrece una
silueta compleja, haciéndose absolutamente necesaria la información de frecuen-
cias para confirmar si existe o no una avería en las bolas del cojinete. En él aparecen
las siguientes frecuencias: 5,4 Hz (tasa de repetición del sistema de lubricación for-
zada en el cojinete real y sus armónicos), 6,4 Hz (tasa de repetición del sistema de
lubricación forzada en los cojinetes adyacentes y sus armónicos), y 15,43 Hz (fre-
cuencia de paso de bolas por un canal de rodadura externo defectuoso y sus armó-
nicos).
La utilización del análisis Cepstrum (que viene explicado con más detalle en el Ca-
pítulo 8) reviste una particular importancia para detectar periodicidades en el es-
pectro de potencia (por ejemplo, en las formas de armónicos y de bandas laterales),
ya que proporciona una medición precisa del espaciado entre las frecuencias de sus
componentes HUI. En la Figura 39.13 aparece el espectro y el correspondiente aná-
lisis Cepstrum de una medición realizada en una caja auxiliar de engranajes pro-
pulsora de un generador y de una bomba de aceite impulsada por una turbina de
gas. Cuando surge un fallo en uno de los cojinetes, aparece el primer armónico y va
aumentando en una frecuencia idéntica al espectro recíproco del espectro de fre-
cuencias correspondiente a un defecto en el canal de rodadura externo de uno de
los cojinetes. Otra de las ventajas del análisis Cepstrurn queda reflejada en el hecho
CONTROL DEL ESTADO DE LA MAQUINARIA 39.25
0,1 al
"O
g'" 0,01
U
c(
a:
w
...J
w 24AGO 81
U w
c( O
o 2 4 6 8 10
FRECUENCIA. kHz FRECUENCIA CEPSTRUM, m/seg
(A) (B)
FIGURA 39.13. Análisis de vibración de una caja de engranajes auxiliar antes y des-
pués de la aparición de una avería en uno de sus cojinetes'o. (A) Análisis del espectro;
(B) análisis Cepstrum correspondiente.
Las señales vibratorias de las máquinas alternativas (como los motores diesel, los
compresores alternativos, las bombas hidráulicas y los motores de gas) se diferen-
cian de las de las máquinas de rotación en que no son estacionarias. Por el contrario,
constan de impulsos cortos que se producen en momentos y ocasiones diferentes (la
apertura y el cierre de válvulas, el golpeteo de pistones, la combustión, etcétera) y
39.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
30
•
• •• 1,
-.•
(A)
•
•
, ••
I COMPONENTE DE FRECUENCIA DE 7,64 kHz.=.
COMPONENTE DE FRECUENCIA DE 5,62 kHz.=.
JUL. AGO. SEP. OCT. NOV. DIC. ENE. FEB. MAR. ABR.
FECHA DE MEDICION
...
_a -- • .-
... - (B)
JUL. AGO. SEP. OCT. NOV. DIC. ENE. FEB. MAR. ABR.
FECHA DE MEDICION
realmente la media de muchos ciclos de máquinas por cada retraso. En este proceso
se obtiene la media de diferencias entre los distintos ciclos de las máquinas.
Un método alternativo al de vibración interrumpida es el de potencia de sonido
interrumpida, mucho más adecuado para el control sonoro y las pruebas de cali-
dad 13•
ANAL/SIS DE TENDENCIAS
REFERENCIAS
7. R. B. Randall, «A New Method of Modeling Gear Faults», AS ME paper n.o 81, Sept-lO,
junio 1981.
8. G. Sapy, «Une Application du Traitement Numérique des Signaux au Diagnostic Vibra-
toire de Pannes-Ia Detection des Ruptures d'Aubes Mobiles de Turbines», Automatis-
me, tomo XX, n.o 10, octubre 1975.
9. D. Barschdorff, W. Hensle y B. Stühlen, «Neue Ergebnisse der Akustischen Uberwa-
chung von Betriebsdampfturbinen», VGB Kraftwerkstechnik 59, junio 1979.
10. P. Bradshaw y R. B. Randall, «Early Detection and Diagnosis of Machine Faults on the
Trans Alaska Pipeline», MSA session, ASME Conference, Dearborn, Mich., sept. 11-14
1983.
11. J. Courrech, «New Techniques for Fault Diagnostics in Rolling Element Bearings»,
Proc. 40th Meeting ofthe Mechanical Fai/ure Preventive Group, National Bureau of Stan-
dards, Gaithesburg, Md., 16-18 de abril de 1985.
12. J. Courrech, «Examples of the Application of Gated Vibration Analysis for the Detec-
tion of Faults in Reciprocating Machines», Noise and Vibration '89 Conference, Singa-
pur, 16-18 de agosto de 1989.
13. P. Rasmussen y T. L. Moller, «Gated Sound Intensity Measurements on a Diesel Engi-
ne», Brüel and Kjaer application note.
Capítulo 40
CONTROL DEL RUIDO DE
MAQUINARIA
Colin G. Gordon
Robert S. Jones
INTRODUCCION
40.1
40.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Fuente
Consideremos el sistema relativamente simple que muestra la Figura 40.1, que re-
presenta una fuente de ruido (como una fotocopiadora) en un ambiente típico de
oficina. La fuente irradia sonido que es transmitido por el aire, tanto a través de las
aberturas para entrada y salida de la ventilación, como a través de la cubierta de la
máquina; la fuente también irradia energía transmitida a través de la estructura de
sus apoyos.
Vía de transmisión
El sonido transmitido por el aire, irradiado a través de las aberturas para ventila-
ción y la cubierta de la máquina, se propaga a lo largo de las vías a y b de la Figura
40.1. El ruido transmitido por la estructura puede seguir la vía denominada como c,
a través del suelo hasta que llega a particiones relativamente ligeras, poniéndolas en
vibración y emitiendo a su vez ruido que, por último, alcanza al receptor por una vía
de transmisión aérea.
El ruido que se propaga por las distintas vías posee características de frecuencia
diferentes. Por lo general, cada uno de estos ruidos ha de reducirse en distinta me-
dida para lograr una solución económica al problema de control del ruido.
Aberturas (a)
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de 1absorbentes . 1absorbentes ~
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nueva : Posibles medidas de control adicionales 1restringido 1
1- _ _ _ _
FIGURA 40.1. Diagrama de bloques del sistema de control del ruido comentado en
el texto, mostrando las fuentes, vías de propagación de la energía [(a), (b) y (e)) y po-
sibles métodos de control del ruido.
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.3
Receptor
El receptor puede ser una persona (p. ej., el operario de una máquina, un trabaja-
dor en una oficina o una fábrica), o puede ser un elemento delicado de un equipa-
miento cuyo funcionamiento puede verse afectado negativamente por el ruido y la
vibración.
Paso l. Determinar la contribución del ruido que se propaga por cada una de
las vías entre la fuente y el receptor. Esta contribución puede calcularse en tér-
minos de niveles de presión sonora de bandas de octava, como ilustra la Figura
40.2. (En este ejemplo, se asume que el ruido ambiental es lo suficientemente
bajo como para ser ignorado.) El espectro en bandas de octava denominado
«ruido total» representa el espectro en el receptor cuando el equipamiento está
funcionando antes de que se hayan introducido medidas de control del ruido.
El espectro en bandas de octava denominado «transmitido por el aire refle-
jado» representa el resultado de las mediciones tomadas cuando la energía
transferida a lo largo de las vías b y c se ha eliminado. Por ejemplo, la transfe-
rencia de energía a través de la vía b puede eliminarse mediante la instalación
temporal de una barrera que proteja efectivamente la fuente del receptor. La
energía que se transmite a través de la vía c puede eliminarse aislando el equi-
pamiento del suelo sobre el que se apoya.
El espectro en bandas de octava denominado «transmitido por el aire direc-
to» representa el resultado de las mediciones tomadas cuando la energía que se
transmite a través de las vías a y c ha sido eliminada, de manera que el único so-
nido que llega al receptor es el propagado a través de la vía aérea directa entre
la fuente y el receptor. Este espectro se obtiene tomando medidas de la máquina
en campo libre; puede evaluarse cubriendo todas las superficies de la habitación
con material muy absorbente, eliminando por tanto la propagación a lo largo de
la vía a. La energía que se transmite a través de la vía c puede eliminarse, como
en el caso anterior, aislando el equipamiento del suelo.
El espectro en bandas de octava denominado «transmitido por la estructura»
representa el resultado de las mediciones tomadas cuando la fuente de ruido
está completamente rodeada por un cerramiento muy efectivo que elimina la
contribución del ruido transmitido por el aire a lo largo de las vías a y b. Las me-
didas de la vibración sobre superficies cerca del receptor pueden usarse para es-
timar las contribuciones debidas a la vía de transmisión por la estructura, a par-
tir de la relación entre la vibración de la superficie y la presión sonora dada en
la Figura 32.18.
Paso 2. Elegir un objetivo de diseño. El objetivo del diseño (el espectro de
40.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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63 125 250 300 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava. Hz
FIGURA 40.2. Espectros en bandas de octava para el sistema de la Figura 40.1 mos-
trando: (1) el espectro del sonido transmitido por el aire que llega al receptor median-
te reflexión, vía 8; (2) el espectro del sonido transmitido por el aire que llega al recep-
tor directamente, sin reflexiones, vía b; (3) el espectro del sonido transmitido por la
estructura que llega al receptor mediante la vía e; (4) el espectro del sonido total que
llega al receptor por las vías de transmisión aérea y de la estructura, y (5) el objetivo
del diseño; en este ejemplo, NC 35.
TABLA 40.1. Resultados del análisis hipotético del sistema de control del ruido de la
Figura 40.1
los métodos de control 3, 4 Y5, no sólo es la más económica que satisface los requi-
sitos de funcionamiento, sino que también aporta beneficios adicionales.
AISLAMIENTO DE LA VIBRACION
Las exigencias relativas al control del ruido suelen requerir que la maquinaria o el
equipamiento se monte sobre aisladores de la vibración. Los aisladores de vibración
y su selección se comentan en el Capítulo 29. Un equipamiento aislado de la vibra-
ción suele precisar la instalación de conexiones flexibles entre la máquina (que es la
fuente de vibración) y los conductos y las tuberías conectados a ella (Capítulo 28).
En algunos casos, puede resultar beneficioso montar la máquina sobre un bloque de
inercia. Así: (1) se reducirá el nivel de vibración de la máquina sobre sus aisladores
y (2) se ayudará a estabilizar la máquina al descender su centro de gravedad.
Si el receptor está localizado cerca de la fuente de ruido, la reducción del ruido
que puede lograrse mediante aislamiento de la vibración del equipamiento suele ser
limitada, porque los niveles sonoros de bandas de octava en el receptor están deter-
minados fundamentalmente por la transmisión del ruido a través de las vías aéreas.
En estas condiciones, la atenuación en la mayoría de las frecuencias es relativamen-
te pequeña. Este efecto se ilustra en la Figura 40.3, que muestra el espectro en ban-
das de octava medido cerca de un transformador de potencia que está sobre un sue-
lo ligero. El montaje del transformador sobre una placa de aislamiento de la
vibración reduce los niveles de banda de octava. La diferencia entre estos dos es-
pectros (la reducción del ruido) es en su mayor parte de tan sólo unos pocos deci-
belios. Por otra parte. la Figura 40.4 muestra el espectro en bandas de octava me-
dido en el receptor cuando la vía principal de propagación del ruido es la estructura.
En este caso, cuando la fuente de ruido se monta sobre aisladores de una manera
eficaz, la reducción del ruido que puede lograrse es sustancial; en este ejemplo, es
aproximadamente de 10 dB para la mayoría del espectro.
Consideremos una barrera que se coloca en un local cerrado en la vía directa entre
la pieza ruidosa de equipamiento y el receptor; se asume que las fuentes de ruido es-
tán aisladas adecuadamente de manera que la transmisión del ruido a través de la
estructura sea insignificante; es decir, la transmisión se efectúa únicamente por vía
aérea. La reducción de ruido en el receptor que se obtiene con la barrera depende
de: (1) el material de que está hecha la barrera, (2) las dimensiones de la barrera,
(3) la distancia entre la barrera y la fuente. (4) el espectro de la fuente de ruido y (5)
las características fonoabsorbentes de otras superficies en la vecindad de la fuente
que pueden redirigir la energía hacia la zona de sombra creada por la barrera, tal
como se describe en los Capítulos 3 y 48.
En la Figura 40.5 se muestran los efectos del material de la barrera sobre su efi-
cacia en la reducción de ruido, cuando sólo el sonido directo es significativo. La cur-
va superior muestra el espectro en bandas de octava en el receptor en ausencia de
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.7
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63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 40.3. Espectros de nivel de presión sonora en bandas de octava en una ha-
bitación que resultan del ruido generado por un transformador próximo; la curva su-
perior muestra el espectro sin aislador de la vibración bajo el transformador. La curva
inferior muestra que el aislamiento ha reducido los niveles de presión sonora de ban-
da de octava en varios decibelios.
la barrera. Las otras tres curvas representan los espectros en bandas de octava para
barreras de tres diferentes materiales. La diferencia entre los espectros con y sin la
barrera colocada es la atenuación lograda por ésta, y es una medida de su eficacia.
En este ejemplo se consideran tres tipos de barreras.
Barrera porosa, compuesta por un material absorbente del sonido, como la fibra
de vidrio.
Barrera sólida reflectante, compuesta por un material no poroso, como la mam-
postería o el hormigón.
Barrera sólida fonoabsorbente, compuesta por una barrera sólida reflectante re-
cubierta con un material fonoabsorbente en la cara situada en el lado de la fuen-
te
La eficacia de la barrera porosa en cuanto a reducción del nivel de ruido es es-
casa, porque los materiales porosos poseen valores bajos de pérdida por transmi-
sión. La barrera sólida es mejor, sobre todo a frecuencias altas. Muy poco sonido
puede penetrar la barrera; el que llega al receptor debe difractarse sobre la parte su-
40.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 40.4. Espectros de nivel de presión sonora en bandas de octava en una ha-
bitación que resultan de una fuente totalmente encerrada, localizada en una habita-
ción adyacente al receptor. En este caso, suele predominar la vía de transmisión a tra-
vés de la estructura. Aquí, el aislamiento de la vibración es muy efectivo al lograr una
reducción sustancial del ruido.
perior de la barrera. Revestirla con material absorbente del sonido en el lado que
está frente a la fuente aporta alguna mejora, pero ésta es solamente de unos pocos
decibelios.
Consideremos el uso de barreras del sonido en espacios cerrados. La Figura
40.60 muestra un esquema de una habitación en que el sonido de una fuente de rui-
do llega al receptor a través de una vía directa y también a través de múltiples refle-
xiones sobre las paredes, techo y suelo. En la Figura 4O.6b, se ha instalado en la mis-
ma habitación una barrera sólida reflectante, que es efectiva en la eliminación o en
la reducción importante del sonido directo; sin embargo, debido a las reflexiones el
sonido que llega al receptor aumenta, ya que no está protegido por la barrera de es-
tas reflexiones. Así, la eficacia de la barrera se cuestiona a causa del sonido refle-
jado. En la Figura 4O.6c, se ha instalado material absorbente del sonido sobre la ba-
rrera, el techo y la pared. En estas condiciones, las vías reflejadas están muy
atenuadas y se logra una reducción máxima del ruido.
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.9
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FIGURA 40.5. Espectros de nivel de presión sonora en bandas de octava en una ha-
bitación en que se han colocado distintos tipos de barreras: barrera porosa, barrera
sólida reflectante y barrera sólida absorbente del sonido (con revestimiento absor-
bente). La reducción del ruido que aporta la barrera es igual a la diferencia de nivel en-
tre el espectro sin barrera y el espectro con ella.
1. Colocar la barrera tan cerca de la fuente como sea posible, pero sin estar en
contacto con ella.
2. Extender la barrera más allá de la línea de visión de la fuente (tanto vertical
como horizontalmente), en una longitud equivalente a un cuarto de longitud
de onda correspondiente a la frecuencia más baja para la que se precise una
atenuación significativa.
3. Seleccionar un material sólido para la barrera (sin aberturas ni agujeros), con
una pérdida por transmisión del sonido al menos 10 dB más alta que la ate-
nuación requerida.
CERRAMIENTOS PARCIALES
PARED
REFLECTANTE
(b)
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"-,-..... ,
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- - - - -
......
PARED
ABSORBENTE --.!~"* ~ ...."*
I.J...
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,
,
"
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RECEPTOR
I ~~
SUELO
REFLECTANTE BARRERA ABSORBENTE
(e)
FIGURA 40.6. El diagrama de rayos muestra las reflexiones del sonido de una fuente
de ruido en una habitación. (a) Todas las superficies de la habitación son duras y re-
flectantes. no hay barrera; (b) las superficies de la habitación son duras y reflectantes.
y hay una barrera sólida; (e) se aplica material absorbente del sonido al techo y hay
una barrera absorbente sólida.
ficientemente lejos como para que predomine el sonido reflejado. En este entorno,
la reducción del ruido que aporta un cerramiento parcial completamente absorben-
te depende de la medida en que éste rodee la fuente. Si el cerramiento rodea el 50
por 100 de la fuente, se obtiene una reducción del ruido de 3 dB; si el cerramiento
rodea el 75 por 100 de la fuente, se logra una reducción de 6 dB. La Tabla 40.2
muestra otras condiciones y las atenuaciones correspondientes. Si el cerramiento
parcial no es absorbente del sonido, la reducción será casi nula.
Si ambos, fuente y receptor, están en exteriores o si el receptor está cerca de la
fuente, muy influenciado por el campo directo, el rendimiento de un cerramiento
parcial suele ser parecido al de una barrera. El cerramiento parcial produce zonas
de sombra dentro de las cuales el rango de atenuación que puede lograrse va desde
CONTROL DEL RUIDO DE MAQUINARIA 40.11
(a) (d)
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(e) (f)
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(3) Cerramiento sólido
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63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 40.8. Espectro en bandas de octava del ruido en un receptor: (1) fuente de
ruido sin cerramiento, (2) fuente contenida dentro de un cerramiento poroso, (3) fuen-
te contenida dentro de un cerramiento sólido reflectante (sin absorción) y (4) fuente
contenida en un cerramiento sólido con absorción del sonido. En este ejemplo, no hay
ventilación y no hay grietas a través de las cuales pueda transmitirse el sonido.
Reglas empíricas
1. Si el cerramiento no tiene absorción interna, entonces
TL> NR + 20
TL> NR + 15
TL> NR + 10
40.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Abertura
de salida
(a)
Conducto
de salida
Conducto
de entrada
(b)
Uno de los métodos más eficaces para resolver el problema de ruido de una maqui-
naria o equipamiento es utilizar un método alternativo (menos ruidoso) para reali-
zar la misma función. Allí donde no resulte práctico, pueden considerarse las si-
guientes técnicas de control del ruido:
1. Trasladar la maquinaria auna nueva ubicación, más distante del área en que
se precisa silencio (Capítulo 1).
2. Instalar aislamiento de la vibración para reducir la radiación de ruido de la
superficie sobre la que está montada la maquinaria (Capítulo 29).
3. Utilizar una barrera acústica para proteger, deflectar y/o absorber la ener-
gía.
4. Utilizar un cerramiento parcial alrededor de la máquina.
40.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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(1) Cerramiento con
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:1. entrada V salida
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z 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 40.10. Espectro en bandas de octava en el receptor con: (1) aberturas de en-
trada y salida sin tratamiento, (2) aberturas con conductos revestidos con material ab-
sorbente, y (3) cerramiento completo rodeando a la fuente, con material absorbente
del sonido dentro del cerramiento.
(a)
Totalmente
separados
Equipamiento
y conexiones
vibratorias
Mal Bien
REFERENCIAS
1. C. M. Harris (Ed.), Handbook ofnoise control, 1." ed., McGraw-HiIl, Nueva York, 1957,
Capítulo 22.
2. C. M. Harris (Ed.), Handbook ofnoise control, 2." ed., McGraw-HiIl, Nueva York, 1979,
Capítulo 26.
3. C. M. Harris (Ed.), Shock and vibration handbook, 3." ed., McGraw-HiIl, Nueva York,
1988, Capítulo 39.
4. R. D. Berendt y E. L. R. Corliss, Quieting: A practical guide to noise control, National Bu-
reau of Standards, Washington, D. c., julio 1976.
Capítulo 41
RUIDO DE VENTILACION
J. Sarrie Graham
Robert M. Hoover
INTRODUCCION
41.1
41.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
'DESCARGA
DE SALIDA
..6iI>-H1-- OBTURADOR
"BOCA DE ENTRADA
TOLVA
ANILLO
CAMPANA
ENSANCHAMIENTO
ORIFICIO - _....... "ESPIRAL
VENTURI CUBIERTA
BASTIDOR
"PROPULSOR BASTIDOR DE
HELlCE LA ESPIRAL
ROTOR VOLUTA
"CORONA
ANILLO DE REFUERZO 'SOPORTES
ANILLO DE LA HELlCE REFUERZOS
"ANILLO TOLVA DE LA HELlCE
"SOPORTE DE DE ENTRADA ANILLO DE RETENCION
APOYO MANGUITO CORONA DE ENTRADA • = PREFERIDO
PEANA DE ENTRADA CORONA DE LA HELlCE
ABRAZADERA PESTAÑA
DE ENTRADA PLACA DE ENTRADA
TOLVA
O CAMPANA
-. ALABE
---
SALIDA
DE AIRE
TOPE
CUBIERTA
DE PROTECCION
FUSELADO
FIGURA 41.2. Elementos de un ventilador de flujo axial.
coste inicial razonable (puede que también sea necesario que transporte aire car-
gado de polvo, tenga que resistir la abrasión o la corrosión, deba disponer de un tipo
de montaje de manera que pueda ser reparado con facilidad en el lugar, o soporte
altas temperaturas, etcétera). Una vez especificados estos requisitos se deben esta-
blecer las características de tipo, tamaño y velocidad del ventilador. Finalmente se
deben concretar sus características acústicas. En la mayoría de los casos no suele ser
práctico sustituir un ventilador que genere relativamente poco ruido, ya que es
poco probable que un modelo más silencioso del mismo tipo cumpla los demás re-
quisitos de funcionamiento. Como consecuencia, los niveles de potencia sonora ge-
nerados por un ventilador seleccionado correctamente deben ser aceptados como
niveles de potencia sonora de uso en los cálculos acústicos.
Se pueden predecir con bastante exactitud las características acústicas de los di-
versos tipos de ventiladores y, en caso de que estén diseñados adecuadamente, estas
características acústicas no se verán afectadas significativamente por cambios leves
en la geometría del ventilador. Cuando un ventilador correctamente diseñado y se-
leccionado produce demasiado ruido en una aplicación particular suele ser inútil
realizar cambios en su configuración. ya que tales cambios reducirán el nivel de rui-
do pero afectarán a sus características funcionales, que ya no cumplirán las condi-
ciones especificadas. Un control industrial del ruido transmitido por los conductos
proporciona suficiente atenuación de sonido para lograr los objetivos acústicos es-
tablecidos.
Los requisitos de funcionamiento de los ventiladores empleados en sistemas de
calefacción, ventilación y aire acondicionado son relativamente fáciles de cumplir,
ya que entre ellos no se incluyen las rigurosas especificaciones de selección (tales
como la corrosión) mencionadas anteriormente. Por lo tanto la selección puede es-
tablecerse de acuerdo a las características acústicas.
Es también primordial la correcta instalación del ventilador, para la que se de-
berían utilizar unas conexiones recomendadas de entrada y salida 2.3 .
41.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
En la Tabla 41.1 se muestra una lista de características de los ruidos de banda ancha
correspondientes a diseños de ventiladores habituales. En esta tabla se enumeran
niveles específicos de potencia sonora medios en ocho bandas de octava para ven-
tiladores correctamente diseñados e instalados en sistemas adecuados, con una am-
plia dispersión. Estos datos pueden ser empleados para calcular el ruido del venti-
lador en la fase de proyecto del sistema, como se ilustra en los ejemplos de este
capítulo. Con estas cifras se pretende proporcionar datos de fabricación con fines de
valoración. Respecto a los proyectos acústicos en espacios particularmente compli-
cados, se deberían solicitar del fabricante los datos de ruido reales para la instala-
ción de ventiladores. Para cálculos de sistemas de transporte de aire deberían em-
plearse niveles de sonido en bandas de octava, desechando el uso de valores
globales para su clasificación.
El tipo de ventilador conocido como ventilador propuLsor o ventiLador de encen-
dido, empleado a menudo en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicio-
nado (HV AC). consiste en una hélice de ventilación centrífuga descubierta, situada
en la pared de la cámara del impelente. como muestra la Fig. 42.11. El aire es aspi-
rado por el ventilador a través de una campana de entrada que descarga directa-
mente en el interior de la cámara descubierta que rodea a la hélice del ventilador.
Esta descarga comprime la cámara impelente, y la presión en la cámara expulsa a
continuación el aire hacia el conducto anexo. En el próximo capítulo se describen
algunas especificaciones sobre ruido relativas a este tipo de instalaciones.
Cada vez que un álabe atraviesa un determinado punto. el aire situado en ese punto
recibe un impulso. La tasa de repetición de ese impulso, o frecuencia de paso del
álabe. normalmente llamada frecuencia deL áLabe, determina el tono fundamental
emitido. Duplicando el número de álabes del ventilador o la velocidad de giro se
consigue una duplicación de la frecuencia del álabe básica. En conexión con esta re-
gla lógica se producen varios tipos de sonido que dependen de la forma del impulso
de aire.
RUIDO DE VENTILACION 41.5
VENTILADOR AXIAL
CON ALETAS GUIA
DE AIRE
VENTILADOR HELlCOIDAL
Los tonos de banda fina que genera un ventilador son fundamentales para el
control de ruido del sistema del ventilador. En muchos casos relativos a problemas
con ventiladores, la principal dificultad radica en el componente de frecuencias dis-
cretas causado por la frecuencia de los álabes de la hélice. Se debería prestar aten-
ción particular a las bandas de octava dentro de las cuales se produce este compo-
nente de frecuencia. ya que el oído es capaz de identificar un determinado tono en
el ruido ambiental, y éste puede por tanto causar molestias. Las propiedades de ate-
nuación del sistema deben adecuarse completamente a esa banda de octava.
La frecuencia del álabe se calcula del siguiente modo:
lB = n X N (41.1)
en donde
lB = frecuencia del álabe, herzios
n = velocidad de ventilación, número de revoluciones por segundo
N = número de álabes de la hélice del rotor
41.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 41.1. Potencia sonora relativa producida por varios tipos de ventiladores
Estos datos vienen especificados en términos de nivel de potencia sonora específica
en decibelios re 7 pico vatio, basados en un caudal de aire de 7 rrr/seg y una presión
total de 7 kPa. Los ajustes de los caudales de aire y de presión reales deben realizarse
de acuerdo a la Ecuación (47.2) de la página 47.27. Estos valores corresponden a los
niveles de potencia sonora totales emitidos por el ventilador. En caso de que sea ne-
cesario separar los valores de nivel de potencia bien de entrada o de salida se debe
restar 3 dB en todas las bandas. No es preciso realizar ningún cambio en el incremen-
to de frecuencia de álabe. Estos valores incluyen las correcciones de curva de refle-
xión final. Al realizar cálculos de niveles de potencia sonora en esta tabla no se deben
emplear presiones totales menores de 0,725 kPa. En estos casos utilizar un valor de
0,725 kPa.
Frecuendas centrales de bandas de odava, Hz
Tipo de Tamaño de
ventilador la hélice 63 125 2SO SIlO 1000 2000 4000 8000 BFI*
Ventiladores centrifugos
Ventiladores axiales
O~~~~~:l:t:I:t~~~~~jl~~~~~~~~:j~~
~ ~
NIVELES EN BANDAS
8 DE OCTAVA ~
el:
o
:;; 100 I ""t 1--< ~ 1'.
FIGURA 41.5. Análisis del espectro de ruido de ventilación. La frecuencia del álabe
(en la banda de 125 Hz) es evidente en el análisis en bandas de tercio de octava, pero
no en el de bandas de octava.
tava, se debería suponer que estos tonos se encuentran presentes y deberían tenerse
en cuenta en el proyecto del sistema.
ALAB~V
RECTO
V~ ALAB::[L
CURVADO
- -
ALABE RADIAL
FIGURA 41.6. Diagramas de vectores que muestran las relaciones de flujo de des-
carga en los tres tipos principales de ventiladores centrífugos.
TIPOS DE VENTILADORES
Ventiladores centrifugos
Un ventilador centrífugo provoca un movimiento del aire y genera una presión gracias
en parte a la acción centrífuga y en parte a la velocidad de giro. La fuerza centrífuga
surge debido a una columna giratoria de aire producida por las aspas de la hélice, que
aparece en la Figura 41.6 como velocidad radial v,.. Existe también un componente
tangencial u debido al giro del rotor. Como consecuencia de todo este proceso el aire
es expulsado por el rotor con un vector absoluto Va calculado a partir de los vectores
tangencial y radial. En la Figura 41.6 se puede observar que es posible controlar el vector
V r cambiando la forma de los álabes del ventilador centrífugo. En la Figura 41.6 se mues-
tran las relaciones vectoriales de los tres principales tipos de ventiladores centrífugos.
Desde el punto de vista de la eficacia y del ruido es preferible un valor Va míni-
mo para ventiladores curvados en sentido contrario a la marcha. Sin embargo, no es
siempre posible emplear este tipo de ventiladores. Cada tipo posee características
distintas de presión y potencia que lo hacen adecuado para aplicaciones concretas.
FIGURA 41.7. Los tres tipos principales de ventiladores centrífugos de alta eficacia y
bajo nivel de ruido.
41.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los ventiladores de este tipo, como el que muestra la Figura 41.8, han sido creados
para usos industriales bajo condiciones de alta presión. El diámetro interior del filo
del álabe posee un leve ángulo de inclinación en el sentido de la marcha. El diá-
metro exterior del aspa es radial. El funcionamiento de la hélice adquiere por tanto
peculiaridades de alta presión que permiten su empleo para instalaciones en servi-
cios industriales pesados, tales como calderas de utilidad pública, depuradoras y
procesos industriales. Este diseño es empleado bajo condiciones de alta posibilidad
de erosión y corrosión. En estos casos puede ser reforzado con una elaboración más
sólida de lo habitual o con materiales especiales preparados para soportar estas
condiciones.
Este ventilador produce un espectro de ruido que tiene un gran componente de
frecuencia del álabe. Tales ventiladores poseen entre 12 y 18 álabes.
Ventiladores radiales
Este tipo de ventilador industrial pesado se fabrica con diferentes secciones de hé-
lice, como muestra la Figura 41.9. Se diseñan con álabes anchos y de poco espesor
para su uso en instalaciones con grandes cantidades de flujo de aire a baja presión.
Para aplicaciones a altas presiones y cantidades de flujo de aire relativamente pe-
queñas se emplean álabes estrechos y profundos. Es posible adquirir ventiladores
de muy diversas proporciones, y están en uso muy distintas versiones de este tipo de
ventilador industrial de álabes radiales.
El tipo de ventilador radial que muestra la Figura 41.10 se emplea en servicios
difíciles de instalaciones industriales. por ejemplo, cuando deban pasar directamen-
te a través del ventilador materiales extraños (tales como virutas de madera, arena
o partículas de papel). Este rotor posee álabes radiales planos que permiten realizar
ciertas reparaciones en el mismo lugar. También se simplifica su fabricación cuando
se emplean materiales especiales o se aplican revestimientos concretos a las super-
ficies desgastadas.
El ventilador radial posee un espectro de ruido con un gran componente de fre-
cuencia del álabe. Estos ventiladores tienen por lo general entre 6 y 12 álabes.
Ventiladores axiales
Los ventiladores de flujo axial (véase la Figura 41.1) transmiten la energía al aire
por medio de un movimiento de giro como el que muestra la Figura 41.12. Este flujo
de aire en remolino no es el más apropiado para un flujo eficaz de aire a través del
conducto adyacente. Con el fin de mejorar su eficacia es necesario añadir guías que
enderecen el flujo, como ilustra la Figura 41.13.
El propulsor axial puede disponer de álabes de grosor uniforme, con forma ae-
rodinámica hueca o compacta. El diseño aerodinámico, aunque de mayor coste,
puede ser más eficaz y silencioso, y proporciona una mayor presión para diámetros
y velocidades equivalentes. Para muchas instalaciones es suficiente el álabe de gro-
sor uniforme. Casi ningún ventilador axial posee una inclinación uniforme, sino que
es mayor en la parte central que en el extremo, para poder así aprovechar con más
41.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Ventiladores axiales con aletas guía. El ventilador axial con álabes guía, Figura
41.4, incorpora aletas de salida de aire, y es por tanto el ventilador de mayor eficacia
de la serie de flujo axial. Este ventilador posee cualidades relativas de alta presión
que lo hacen adecuado para sistemas generales de calefacción, ventilación y aire
acondicionado para aplicaciones a bajas, medias o altas presiones. También se em-
plea en instalaciones industriales y en ventiladores de aspiración mecánica o indu-
cida en calderas de uso público.
Los ventiladores axiales con aletas guía generan unos niveles de ruido ligera-
mente mayores que los de ventilación centrífuga. Su espectro posee un componente
muy alto de frecuencia del álabe.
Si se precisan niveles de potencia sonora más bajos que los generados por ventila-
dores con un diseño adecuado es necesario añadir atenuación al sistema. Esto se
puede conseguir gracias a silenciadores (llamados también atenuadores de sonido)
instalados como unidades separadas del sistema o como parte integrante del ensam-
blaje de ventilación. (Véase también «Silenciadores», Capítulo 42.)
La Figura 41.14 muestra un ventilador centrífugo con silenciadores en las bocas
de entrada y salida, empleado en el sistema de suministro de instalación central de
ventilación. La salida del ventilador posee un silenciador que reduce el flujo de
energía acústica desde la descarga hasta el conducto de suministro de aire. El nivel
de atenuación requerido se determina empleando los niveles de potencia sonora del
ventilador (sin silenciador) para calcular el nivel de sonido resultante en la habita-
ción bajo condiciones críticas de ruido. La cantidad en que el nivel sonoro calculado
41.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
En las Figuras 41.14 y 41.15. los muros de la sala de equipos mecánicos son de cons-
trucción pesada con el fin de reducir la transmisión de ruidos por el aire hacia las sa-
las adyacentes. En algunas instalaciones es conveniente aplicar en la sala material
RUIDO DE VENTILACION 41.15
ALABE
DEL ROTOR
FIGURA 41.13. Los álabes guía enderezan el flujo en remolino aumentando la efica-
cia del ventilador, causando menores niveles de ruido como resultado.
absorbente de sonido, que reducirá su nivel de ruido [véase Ecuación (4.5)1 para
evitar su transmisión a zonas adyacentes.
La instalación completa de ventilación de la Figura 41.15 se apoya sobre un blo-
que de inercia (véase el Capítulo 28) que queda aislado del suelo de la sala por me-
dio de aisladores de vibración. Desde el punto de vista del control de ruidos este
factor es importante, ya que sin este aislamiento la vibración de la instalación de
ventilación puede ser transmitida al edificio y crear problemas acústicos. El venti-
lador también está acoplado mediante un anillo flexible entre él y el conducto de
descarga con el fin de prevenir la transmisión de vibraciones desde la cubierta del
ventilador al conducto adjunto. También se coloca un anillo flexible en la toma de
aire fresco para separar la unidad de ventilación de la estructura del edificio.
En gran parte de los casos las vías de penetración a la sala de instalaciones me-
cánicas a través de paredes, suelos y techos no están adecuadamente equipadas
para prevenir la transmisión de sonidos, que, aunque sean pequeños, reducen en
gran medida las posibilidades de aislamiento de muros, suelos y techos. Es esencial
por lo tanto sellarlos. Otro problema acústico de importancia asociado a las salas de
equipos mecánicos es la transmisión lateral (véase Capítulos 31 y 32).
Los valores de niveles de potencia sonora específicos que muestra la Tabla 41.1
para varios modelos de ventilador representan la energía emitida dentro de las bo-
cas de entrada y salida. Esta tabla no incluye datos sobre el ruido transmitido a tra-
vés de los laterales del bastidor, ya éste es solamente una pequeña parte del ruido
total. Además, es bastante difícil proporcionar tales datos, considerando que los di-
seños de bastidores varían en gran medida en cuanto a espesor, forma y piezas de
..........
en
~
:.t>
z
e
:.t>
,....
Anillo flexible
om
Anillo flexible ~
m
O
A~
Descarga de Silenciador 1'1 ~
~ de 1'1 Entrada de
aire al sistema descarga ~ ~
,"'" Silenciador e
,1, aire fresco (f)
de -t
':' entrada
:"
,II~ O ~
.1' -<
," n
Bloque de inercia "'11 o
'''h O z
\el ti -t
Aisladores de vibración ::D
O
,....
O
m
,....
::D
FIGURA 41.14. Sistema de atenuación de sonido en una instalación de ventilador centrífugo. e
oO
RUIDO DE VENTlLACION 41.17
SILENCIADOR SILENCIADOR
ANILLO DE DE ANILLO
FLEXIBLE DESCARGA VENTILADOR ENTRADA FLEXIBLE
Descarga ......1-_ _
,,'-
j
I t
r--~~if:
~ ''': "- ,,-"-,," ~.~. ~" ~
~~""~""""""'.
j
"""" ", ... Entrada
de aire
I~~:;:':- ~j ,,- K'",0, :;-""-"
":::"
'-:;
--:..,~-- ~'-_ ....",--'u
.toE', ;
de aire
n
'- .'-'. 11 '1:_.J_LV " .'-1
BLOQUE DE INERCIA
AISLADORES D E
VIBRACIO N
5i[ " I
refuerzo. Con el fin de calcular con exactitud el ruido transmitido es necesario po-
seer un proyecto detallado de la construcción del bastidor. En caso de que no sea
posible conseguir estos datos, es normal estimar el valor de atenuación entre el in-
terior y el exterior del bastidor en unos 20 dB para instalaciones de ventilación nor-
males.
Los ventiladores industriales de alta presión se construyen con bastidores pesa-
dos, pero su eficacia se ve a menudo reducida mediante sellamientos inadecuados
alrededor del eje, o por anillos flexibles inapropiado s entre el ventilador y el con-
ducto adjunto. No es necesario que los sellamientos alrededor del eje sean de ro-
zamiento (como los empleados para instalaciones herméticas), pero deberían ajus-
tar con precisión para reducir la ranura existente entre el bastidor y el eje a un nivel
mínimo. Los anillos flexibles de salida y entrada de ventilación se construyen fre-
cuentemente con lona o material similar que permite una fuga acústica hacia el sis-
tema equivalente a una sección abierta del conducto. En casos en los que los niveles
de ruido cercanos al ventilador sean considerables, el anillo flexible debería estar
fabricado con vinilo relleno de plomo.
Como en la mayoría de los ruidos producidos por ventiladores se da una amplia
gama de frecuencias, cuando el nivel de potencia sonora emitido sea alto dentro de
una banda que incluya la frecuencia natural de alguna parte del bastidor (normal-
mente una superficie lisa), el ruido podría ser en gran medida emitido a través del
bastidor. Es posible añadir refuerzos que aumenten la frecuencia natural de la su-
perficie transmisora hasta una frecuencia más alta, o material de amortiguamiento
a su superficie con el fin de reducir la emisión de sonido, como se describe en el Ca-
pítulo 28.
41.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ESPECIFICACIONES
Las especificaciones sobre ruidos generados por un ventilador pueden ser reguladas
de acuerdo a dos formatos generales:
El ruido emitido por el ventilador cuando funciona con el caudal y presión de flujo de
aire establecidos será determinado de acuerdo a las condiciones de la norma AMCA 3(XJ,
Reverberant room method for sound testing of fansA. y serán notificados en términos de
nivel de potencia sonora en decibelios re 1 picovatio en ocho bandas de octava.
Este formato contiene las especificaciones sobre el límite superior del nivel de poten-
cia sonora en bandas de octava emitido por el ventilador que serán permitidas en con-
diciones de funcionamiento.
Esta condición se emplea en casos en los que el nivel de potencia sonora per-
mitido en una tarea determinada ya haya sido establecido. Ya están determinados
los niveles máximos de potencia sonora del ventilador. El fabricante, con el fin de
alcanzar tales objetivos, debe por tanto proporcionar el nivel de atenuación nece-
sario como parte de la instalación de ventilación. La adición de esta atenuación au-
41.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
menta el coste del ventilador. Las condiciones basadas en esta consideración deben
ser redactadas del modo siguiente:
El ruido emitido por el ventilador funcionando con el caudal y presión del flujo de aire
establecidos será determinado de acuerdo a las condiciones de la norma AMCA 300, Re-
verberant room methodfor sound testing offans6 y serán notificados en términos de nivel
de potencia sonora en decibelios re 1 picovatio en ocho bandas de octava y no sobrepa-
sarán los valores mostrados a continuación:
Frecuencia central, Hz: 63 125 250 500 1.000 2.000 4.000 8.000
Lw máximo, dB: X X X X X X X X
(Las X deben ser reemplazadas por los valores de nivel máximo de potencia sonora
permitidos.)
Algunas condiciones de funcionamiento precisan que la medición del nivel de
potencia sonora sea realizada a una distancia fija respecto a las mayores superficies
de la máquina. Estas condiciones no son apropiadas para su empleo con ventilado-
res, ya que las normas acústicas que exigen tales medidas excluyen especialmente
los ventiladores.
En la mayoría de los casos, los problemas de ruido asociados con ventiladores se
deben a su conexión con el sistema de conductos y no al ruido en las proximidades
del ventilador. El ruido en las zonas próximas al ventilador no guarda ninguna re-
lación con el emitido desde la boca de salida más próxima en un sistema de calefac-
ción, ventilación o aire acondicionado, o con el emitido desde la parte superior de
una chapa en un sistema industrial. Para esas instalaciones especiales en las que se
especifica el nivel de sonido en el local de la instalación, el nivel sonoro a una dis-
tancia fija del ventilador puede desorientar, a menos que este nivel de presión so-
nora esté relacionado con las propiedades acústicas del local de instalación del ven-
tilador. Los fabricantes no pueden garantizar el cumplimiento de estas condiciones
debido a que no pueden controlar el entorno acústico de la instalación del ventila-
dor.
Paso 2. Se ajustan los niveles en bandas de octava del Paso 1 a las condiciones de
funcionamiento real añadiendo al mencionado nivel uno de los valores siguientes:
En unidades anglosajonas
donde Q = caudal de aire, m 3/seg (cfm), y PI = presión total, kPa (pulgadas de co-
lumna de agua).
Paso l. Determinar por medio de la Tabla 41.1 los niveles específicos de potencia
sonora del ventilador de álabes curvados en sentido contrario a la marcha. Incluir-
los en la Tabla 41.2.
Paso 2. Ajustar los niveles en bandas de octava del Paso 1 que muestran las con-
diciones de funcionamiento reales empleando la Ecuación (41.2):
41.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 41.2. Ejemplo de cálculo del nivel de potencia sonora de emisión desde el in-
terior de un ventilador. Todos los niveles de potencia sonora de banda de octava vie-
nen expresado en decibelios re 1 picovatio
Paso 1 85 85 84 79 75 68 64 62
Paso 2 17 17 17 17 17 17 17 17
Paso 3 O 3 O O O O O O
Paso 4 -3 -3 -3 -3 -3 -3 -3 -3
Emisión desde 99 99 98 93 89 82 78 76
el interior
(41.5)
Aunque la Ecuación (41.6) es menos precisa que las que predicen otras carac-
terísticas de funcionamiento, es suficientemente exacta para propósitos estimativos.
Las leyes de ventiladores expresan matemáticamente que cuando dos ventila-
dores forman parte de una serie similar, sus curvas de funcionamiento son similares,
y que en puntos equivalentes de medición para cada curva de funcionamiento sus
eficacias son iguales. Las leyes de ventiladores se pueden aplicar para cada cálculo
solamente en un punto de la curva del ventilador. Este punto puede ser utilizado
para calcular solamente el punto equivalente en cada nueva curva de velocidad.
Para definir con precisión la nueva curva de velocidad es necesario utilizar bastan-
tes puntos de datos individuales de la curva con el fin de que ésta pueda ser trazada
con el mínimo error de interpolación entre los puntos.
Para aplicar las leyes de ventilación es preciso poseeer datos reales de estudio
para un ventilador de la misma serie. El uso de las leyes queda restringido a casos
en los que las dimensiones lineales de los ventiladores mayores o menores sean pro-
porcionales al ventilador para el que se hayan realizado los datos de estudio.
Un parámetro problemático de emisión de ruido es la velocidad del ventilador.
Para un tipo de ventilador determinado, para un caudal de aire y presión determi-
nados, existe un tamaño en particular que es preferible a todos los demás. Ni un ta-
maño mayor ni uno menor serían más convenientes. Un error común de interpre-
tación consiste en pensar que un ventilador de mayor tamaño funcionando a menos
velocidad reducirá la emisión de ruido. Esto es un error. Un ventilador mayor fun-
cionará a una velocidad de rotación más lenta, pero no en su punto de mayor efi-
cacia. Por tanto, el ruido será mayor. Cuando este ventilador de mayor tamaño fun-
cione a una velocidad reducida, el diámetro exterior del rotor mayor debe
funcionar a la misma velocidad que el del rotor más pequeño con el fin de alcanzar
la velocidad requerida. Esta presión concreta no se puede alcanzar a velocidades
menores. Por tanto, el mecanismo de emisión de ruido es el mismo, y el ruido pro-
ducido por el ventilador de mayor tamaño a velocidad más lenta no es menor que el
emitido por el más pequeño. Esta alteración en la eficacia traerá como consecuen-
cia un mayor nivel de ruido en el ventilador mayor. Una vez determinado el tamaño
conveniente del ventilador para una aplicación concreta, no es posible reducir los ni-
ve/es de ruido utilizando otro de mqyor o menor tamaño.
Puede producirse una excepción a lo mencionado anteriormente cuando el cam-
bio de velocidad sea suficiente para rebajar significativamente la frecuencia de ála-
be del ventilador. Como el oído humano responde con menos precisión a las bajas
frecuencias (véase Figura 17.1), se reduce la sonoridad del ventilador emisor del so-
nido. La potencia acústica emitida es la misma, pero el oído humano interpreta el
cambio como una mejora. Sin embargo, en la mayoría de los casos el cambio de ve-
41.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los valores concretos de potencia sonora de la Tabla 41.1 están basados en el fun-
cionamiento del ventilador cerca del punto de mayor eficacia de la curva de rendi-
miento. Por tanto, la elección del tipo, tamaño y velocidad del ventilador deben rea-
lizarse con el fin de que éste alcance este punto de mayor eficacia, punto importante
no solamente desde el punto de vista del control de ruido, sino del ahorro energé-
tico.
El funcionamiento de un ventilador viene determinado por medio de los pro-
cedimientos que se explican en la norma AMCA 210 1 • Sus resultados se pueden
mostrar en forma de curvas de rendimiento del ventilador, como muestra la Figura
41.16 en el caso de un ventilador centrífugo, y la Figura 41.17 para un ventilador
axial. Estas curvas muestran valores de presión total, presión estática, eficacia total,
eficacia estática y potencia trazados en función del caudal de aire.
CAUDAL DE AIRE m 3/seg
I I I I I I I I
O 2 3 4 5 6 7 8
0,6 « 2.4.---.--'---.---r-~--'--"r--r----'
~ PT
0,5 ~w I
2~~ -~~~~::~;;:t~~-~--JL--L---J
~
o
0.4 ~ 1.6f---1--+--+~~~~~:::'::"'ct- 80
z
0'"
¡¡; 1l.0,3
3
8 1.2f----t---:;¡.-f---+--+--+--+~~~
I 5
w~
a:: w 4
Il. o
0,2
3~
2
0,1
o o
2 4 6 8 10 12 14 16
CAUDAL DE AIRE EN cfm x 1.000
1,0
0,8 a:: 25
Z 30 ~
Q", 20
~~0,6 ~
a:
o.. 20 ~ 153:
0,4 (/) -"
CJ) O 10
....J
0,2
~1 10 ;t
«
(!)
al
<{
5
u
o 50
24 O
o.. 4 8 12 16 20 28
CAUDAL DE AIRE EN cfm x 1.000
CURVAS TIPICAS
DEL SISTEMA
z
o
iñ
w
!E B
CURVAS TIPICAS
DEL VENTILADOR
CAUDAL DE AIRE
FIGURA 41.18. Curva de presión en relación al caudal, mostrando una zona ideal de
selección de un ventilador con cambios de velocidad. Un ventilador de mayor tamaño
(que funcione en la zona A) o de menor (que funcione en la zona B) es menos eficaz y
emite un mayor nivel de ruido.
REFERENCIAS
1. Laboratory Methods of Testing Fans for Rating, ASHRAE Standard 51, American So-
ciety of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers, Inc., Atlanta, GA 30329.
Also published as AMCA Standard 210, Air Movement and Control Association, Arling-
ton Heights, IL 60004.
2. ASHRAE Handbook, American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning
Engineers, Inc., Atlanta, GA 30329.
3. Fan Engineering, 8." ed., Buffalo Forge Co., Buffalo, NY 14240, 1983.
4. Laboratory Method of Testing In-Duct Sound Power Measurement Procedure for Fans,
ASHRAE Standard 68, American Society of Heating. Refrigerating and Air-Conditio-
ning Engineers, Inc., Atlanta, GA 30329. Also published as AMCA Standard 330, Air
Movement and Control Association, Arlington Heights, IL 60004.
5. Certified Sound Ratings Program for Air Moving Devices, AMCA Bulletin 311, Air Mo-
vement and Control Association, Arlington Heights, IL 60004.
6. Reverberant Room Method for Sound Testing of Fans, AMCA Standard 300, Air Move-
ment and Control Association, Arlington Heights, IL 60004.
Capítulo 42
CONTROL DE RUIDO EN
CALEFACCIONES,
VENTILACION y SISTEMAS
DE AIRE ACONDICIONADO
Robert M. Hoover
Warren E. Blazier, Jr.
INTRODUCCION
42.1
... -0 tN
Control de aspas para
Ca~.dal
van
caudal variable en
orificios de entrada ... -Q )
de ventilador
Terminal con s:
ventilador propulsado :t>
Z
r- e
1 :t>
1 r-
1 Difusores o
1 m
-1
1 s:m
1 O
I
1 ~
L (/)
:t>
,-.---"T'"-~ Conexión flexible
j n
e(/)
-f
1 Caudal
( consta ~
(/)
-<
n
... -0 O
z
-f
:o
Ventilador de retorno} O
con control de caudal r-
{ por aspas guía en el o
m
orificio de entrada r-
:o
e
FIGURA 42.1. Diagrama lineal descriptivo de los principales elementos tanto de un sistema de distribución (5
de aire de caudal constante como de caudal variable. El sistema de propulsión, con un ventilador de propul- O
sión y un impelente de salida, genera (a) un sistema de caudal constante con una ramificación, separadores
de conductos, tubos acodados y difusores con control de amortiguación en el conducto superior, y (b) un sis-
tema de caudal variable con una unidad terminal de aire con ventilador propulsado. El sistema de retorno
muestra una rejilla de retorno de aire conectada por tuberías al ventilador de retorno, atravesando un silen-
ciador.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.3
CONDUCTO PRINCIPAL
TUBO
ACODADO../ CAlDA
CURVA O GIRO RAMIFI- í
CACION DISPOSITIVO
TERMINAL DE
AIREACION
dio de uno o varios métodos. En el Capítulo 43 se estudian los métodos que sirven
para establecer los objetivos para cada proyecto.
RUIDO DE VENTILADORES
Los elementos del sistema HVAC que generan mayor intensidad de ruido son el
ventilador de propulsión (en el sistema de propulsión de aire) y el ventilador de re-
torno (en el sistema de retomo de aire).
Los ventiladores centrífugos producen ruidos situados por lo general a lo largo
del espectro completo de frecuencias audibles, alcanzando un valor máximo en la
gama de bajas frecuencias, habitualmente entre 31,5 y 250 Hz. Como consecuencia,
los ventiladores de un sistema HVAC típico determinan normalmente los límites de
ruido de baja frecuencia en el espacio ocupado.
Tal como se estableció en el Capítulo 41, los tipos de ventiladores más frecuen-
tes en los sistemas HV AC de edificios son los ventiladores centrífugos curvados en
sentido contrario a la marcha, curvados en sentido de la marcha y los ventiladores
axiales con aletas guía. Aunque las características de cada tipo de ventilador difie-
ren en términos de nivel de ruido en función de su frecuencia, poseen un factor en
común. Los niveles más bajos de ruido se producen con diferencia cuando se utiliza
el ventilador en su área de máxima eficacia de la curva de rendimiento (véase Fi-
guras 41.16, 41.17 Y41.18).
~.
~_
mín.3D
..
rr
Ji'.~-
NEGATIVAS POSITIVAS
en la que la tasa de flujo (o sea, el caudal de aire) se expresa en Vs; la presión estática
(o sea, la presión ejercida por el ventilador) se expresa en pascales; k es una cons-
tante igual a 1 si se emplean unidades SI (6354 si se usa el sistema anglosajón); y la
potencia de entrada (o sea, la potencia desarrollada por el eje del ventilador) se ex-
presa en kilovatios.
Paso 2. Con ayuda del valor de eficacia estática obtenido gracias a la Ecuación
(42.1) se determina, según el tipo de álabes del ventilador, el aumento en nivel de
potencia sonora indicado en la Tabla 42.1. [Nota: Para ventiladores axiales con ale-
tas guía, la presión en la Ecuación (42.1) debería ser la presión total, o sea, la suma
de la presión estática y la presión dinámica (la presión dinámica es la presión debida
a la velocidad de la corriente en movimiento).] Por ejemplo, una velocidad en el
conducto de descarga de un ventilador de 20 mlseg tiene como consecuencia una
presión dinámica de 249 pascales; ésta varía en función de [v/(20 m/seg) t
DISPOSITIVOS TERMINALES DE VENTlLACION (DIFUSORES DE
AIRE Y REJILLAS)
TABLA 42.1. Ajuste de eficacia del ventilador, es decir, número de decibelios en que
debería ser incrementado el nivel de potencia sonora de un ventilador debido a su
funcionamiento en otras condiciones distintas que las de mayor eficacia
Estos valores sirven para distintos tipos de ventiladores
BOa72 O 75 a 67 O 65 a 58 O
71 a 68 3 66 a 64 3 57 a 55 3
67 a 60 6 63 a 56 6 54 a 49 6
59 a 52 9 55 a 49 9 48 a 42 9
51 a 44 12 48 a 41 12 41 a 36 12
42.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
a través de los cuales escapa el aire proporcionado por los difusores se denominan
habitualmente registros, rejillas u hongos, según su forma.
Difusores
Deflectores. Los difusores incorporan por lo general deflectores de aire, como as-
pas, lengüetas y tolvas, que ayudan a distribuir el aire con regularidad en el espacio.
Cuanto mayor sea la deflexión, mayor será el nivel de ruido que emiten los difuso-
res. El nivel de potencia Lw generado por el flujo de aire a través del difusor au-
menta normalmente en 16 dB cada vez que se dobla la velocidad en las bandas de
octava situadas por debajo de 500 Hz, Yde 18 a 24 dB en las bandas de octava situa-
das por encima de 1.000 Hz.
Los datos de emisión de ruido de difusores se refieren por lo general a deflec-
tares dispuestos en un ángulo de 0° (o sea, sin deflexión de aire). Teniendo en cuen-
ta que los difusores raramente se sitúan con este ángulo, al seleccionar el difusor se
debería tener en cuenta el aumento de nivel sonoro respecto al del ángulo de defle-
xión.
El espectro y la intensidad de ruido dependen en gran medida del tipo de difu-
sor y de deflector. Por ejemplo, la Figura 42.4 muestra el espectro en bandas de oc-
tava de tres difusores, cada uno de los cuales distribuye 0,4 m 3/seg: un difusor
60
Difusor redondo
con cuello de 30 cm
~ Difusor de lámina
b.... 50 I------.....,::'-----~------perforada con cuell
~
ca
¡de 30 cm
/
,/. - --.,
oc:
o
'"ca 40
.. /
.C:;
...oc:
al
.. ....-----
-----T
/
C.
al Parrilla de entrada
"tl
30 de 929 cm 2
Qj
.~
z
20~--~--~--~--~--~--~--~--~
63 126 260 500 1k 2k 4k 8k
Frecuencias centrales de bandas de octava, Hz
circular (30 cm. de diámetro); un difusor cuadrado de lámina perforada y una pa-
rrilla de pared (0,09 m2 , con un 82 por 100 de área abierta).
10/2 11 0 /8 1
~~
~j
RUIDOSO
HfSILENCIOSO
Conductos no revestidos
Conductos revestidos
Cuando una ramificación parte del conducto principal, como ilustra la Figura 42.2,
la potencia sonora transmitida a lo largo del conducto principal se divide entre la ra-
mificación y la continuación del conducto principal aproximadamente en una rela-
ción proporcional a las áreas del conducto secundario y el conducto principal pos-
terior a la ramificación. Esta división de potencia origina una atenuación en el
punto de intersección. Por ejemplo, si un conducto se subdivide en dos conductos
de secciones transversales idénticas, por cada uno de los ramales fluirá la mitad del
sonido.
42.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
m 60r-----------------------------------------~
"'C
o Circular: diámetro de 350 mm. Espiral
helicoidal de calibre 26 (0,55 mm.)
13
::l
"'C
g 50~-------L~----~------------------------~
U , Circular: diámetro de 650 mm. Espiral
~ _/ \ ,helicoidal de calibre 26 (0,7 mm.)
~. ,1
E 40~-----------+------T_------------~----_r_.
~
.!!!
\ ' 'e- -
/
/
~ 30~------------~----~~----------~~~/~/~
:~ ------,_ / \t
~ ...........
~ 20~~~~----+-----------------------------_4
(5 Conductos rectangulares
Q.
- - Extrapolados
'"
10
'E
"tl
10"------'-----....L------'------'------L----....L-----J"-------1
~ 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 42.6. Pérdidas por transmisión del sonido propagado desde el interior de
conductos rectangulares y circulares a través de las paredes hacia el exterior.
Los tubos acodados en ángulo recto reflejan parte del sonido de vuelta hacia la
fuente, lo cual atenúa el sonido en el conducto. En la Tabla 42.5 se muestran valores
de atenuación aproximados para tubos acodados con o sin revestimientos. A altas
velocidades (10 m1seg) un tubo acodado puede ser causa de generación de ruido
como resultado de las turbulencias producidas en e! flujo de aire. Estas turbulencias
serán menores en conductos circulares que en cuadrados. La producción de turbu-
lencias en tubos acodados puede ser reducida gracias al uso de aspas giratorias, que
facilitan un flujo aerodinámico de aire. Las aspas giratorias se deben instalar con
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.11
Conducto rectangular
Relación
Dimensiones área/perímetro
cmXcm (in x in) anlcmz (inlinz)
Diámetro,
cm
15,2 (6) 0,7 1,6 3,3 5,9 7,2 7,2 6,6
30 (12) 0,5 1,0 2,3 4,9 7,2 7,2 4,9
61 (24) 0,3 0,7 1,6 3,3 5,6 3,0 1,6
122 (48) 0,1 0,3 1,0 2,0 2,0 1,6 1,6
" Estos valores se aplican a conductos de hasta 3 m de longitud. En longitudes mayores la atenuación por unidades de
longitud será menor que la de los valores indicados.
Fuentt!: Referencias 3 y 5.
sumo cuidado, ya que pueden ser fuente de ruidos si sus bordes se doblan durante
el montaje.
8~--------------------~--~--------~
7 ~--------------------~~+-------~------~
6~------------------~--~--------------~
z
00
- Revestimiento
de 25 mm (1in)
N
g 5 ~-------------------+---+------------------~
~
Revestimiento
E de 50 mm (2 in)
CiJ
~ 4 ~----------------~~--+-------------------~
r='
'0
'C:;
<O
::J
r= 3~----------------,.f---+------------~
~ - - Atenuación del revestimiento
... - .. Atenuación total (atenuación
de la radiación en el'
2 I----------r--f---,.I---- revestimiento y la
pared del conducto)
/ /
/
... - Extrapolación
muro en el que éste desemboca) que tiene como resultado que parte del sonido se
refleje de nuevo en dirección al ventilador, originándose por lo tanto una atenua-
ción en la abertura del conducto. Esta reflexión producida al final del conducto es
más pronunciada en pequeños conductos a bajas frecuencias, en los que la longitud
de onda del sonido es grande en comparación con las dimensiones del conducto. La
atenuación no solamente está en función de la frecuencia y el tamaño y forma de la
abertura final. sino también de la posición de ésta en relación a los muros adyacen-
tes. Los efectos de su posición son tratados en el apartado «Corrección del nivel de
potencia sonora para fuentes localizadas cerca de superficies reflectantes» del Ca-
pítulo 4. Para casos en que la apertura del conducto se produce en espacios libres, o
está instalada a nivel del techo acústico, en la Tabla 42.6 se ofrecen datos de pérdida
por reflexión final para una variedad de tamaños.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.13
TABLA 42.4. División de la potencia sonora entre el conducto principal y las ramifi-
caciones*
Decibelios a sustraer 20 17 14 12 11 10 7 4 2
• Esta división proporciona una atenuación efectiva en la ramificación. Por tanto, las cifras de esta tabla deben ser
sustraídas del nivel de potencia sonora del conducto principal para obtener el nivel de la ramificación.
Estos datos pueden ser también aplicados para casos en los que existan difuso-
res o parrillas incorporados a la abertura, Sin embargo, cuando el conducto esté in-
corporado a un difusor lineal, la pérdida final es aproximadamente la mitad de la
mostrada por el tamaño del conducto conectado al impelente.
Silenciadores
TABLA 42.5. Atenuación de sonido para tubos acodados de 90° con o sin revesti-
miento de fibra de vidrio de un espesor de 25 mm, con aspas giratorias, en dB
15 (6) 18 12 8 4 1
30 (12) 13 8 4 1 O
60 (24) 8 4 1 O O
120 (48) 4 1 O O O
cuente en los silenciadores debido a que su construcción es más sólida y firme que
la del conducto.
METAL
PERFORADO
FIBRA DE VIDRIO
O LANA MINERAL
bajo nivel de ruido en funcionamiento. Las principales desventajas son: (1) una ma-
yor necesidad de espacio en la sala de servicios y (2) un coste inicial mayor.
Existen dos tipos principales de instalaciones completas de ventilador: el venti-
lador aspirante y el ventilador de corriente. En la Figura 42.10 se muestran las dife-
rencias entre ambos. En la configuración del ventilador aspirante el aire que pene-
tra en el ventilador de abastecimiento es aspirado a través de los anillos de
calefacción y enfriamiento, y el lado de descarga del ventilador está conectado di-
rectamente al conducto de distribución principal. De este modo se necesita nor-
malmente un silenciador en el conducto principal como primer elemento de diseño
de control de ruido. En la instalación de ventilador de corriente, el aire que penetra
por el ventilador de abastecimiento atraviesa los filtros, el lado de descarga del ven-
tilador proporciona aire a través de una sección de transición hacia los anillos de ca-
lefacción, de enfriamiento y al impelente antes de entrar en conexión con el canal
principal de distribución de aire. En caso de que el impelente posea un revestimien-
to absorbente de ruidos se puede conseguir una atenuación de 5 a 10 dB. Por tanto,
el nivel de potencia sonora a bajas frecuencias será menor que el del mismo venti-
lador utilizado en una configuración aspirante. Pueden además conseguirse mayo-
res niveles de atenuación en altas frecuencias.
Una configuración de corriente transmite por lo general bastante menos ruido
desde el ventilador hasta el sistema de conducción principal que la disposición en
configuración aspirante. En algunos casos se puede así reducir o eliminar la nece-
sidad de incorporar un silenciador al conducto principal unido al ventilador, como
suele ser habitual en la configuración de un ventilador aspirante.
50.--------------------------------------------------,
40~--------------------~~--__~------~----~~~
30~----------------~--~~--------------~~----~
20~------------~--_,~----~------------------~~
10~------~--~------------~--------------------~
Extrapolados
O~~~==~~-L--~----L---~--~--~
31,S 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
Aire de retorno
Aire exterior
(a)
Anillo de calentamiento
Aire exterior'
I
Sección del Anillo de enfriamiento
ventilador
(a)
Suministro
de aire al
sistema
Sección de
refrigeración
y condensación
Aislantes de
vibración
Aire de retorno _
...__.....--F----1/H
Cajas de mezclas
Una caja de mezclas es un aparato empleado para reducir la velocidad del aire en un
conducto de un sistema de alta velocidad a medianas o altas presiones. Incorpora
una válvula que regula el volumen del flujo de distribución dentro de la habitación,
y que se emplea para mezclar aire caliente y frío. Una caja de mezclas (1) propor-
ciona pérdida por inserción; (2) es causa de ruidos, generalmente en la gama de fre-
cuencias medias entre 250 y 2.000 Hz, y (3) emite ruido. Por lo general cuanto ma-
yor sea la caja y la cantidad de aire que fluye a su través mayor será el ruido que
produce.
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.23
FIGURA 42.14. Unidad terminal de aire en un impelente del techo. (1) Sonido emiti-
do por la cubierta y generado por la unidad terminal del ventilador propulsado; (2) so-
nido de descarga generado por la unidad terminal del ventilador propulsado; (3) so-
nido de descarga generado por la salida de aire.
42.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 42.9. Cálculo de niveles de banda de octava producidos por el sonido irradia-
do por la cubierta de un terminal de ventilador propulsado instalado en un impelente
del techo de una oficina
nivel de potencia sonora del ruido irradiado por la cubierta hacia la oficina supera
el NC 35 en 6 dB en la octava de 250 Hz. Esta fuente origina un espectro retumban-
te en el espacio ocupado. No obstante, al combinar este ruido con el del difusor
(que posee un espectro típico de ruido de alta frecuencia) se puede conseguir un es-
pectro más equilibrado.
Las medidas habituales de control de ruido para válvulas de aire variables o uni-
dades terminales de ventiladores propulsados contemplan:
1. Colocar las instalaciones sobre espacios tales como pasillos, talleres o áreas
abiertas de oficinas, y no sobre espacios en los que el ruido HV AC no deba
sobrepasar el NC 35 o RC 35 para unidades VA V, o el NC 40 o RC 40 para
unidades terminales de ventiladores propulsados que transporten más de
0,7 m3/seg.
2. Colocar las instalaciones a menos de 1,5 m de la abertura de una parrilla de
retomo de aire situada en el techo.
3. Instalar silenciadores o tubos acodados revestidos acústicamente en la aber-
tura de aire inducido de la unidad.
4. Instalar tubos acodados revestidos acústicamente sobre (o detrás) de las
aberturas del techo cuando éstas deban ser colocadas cerca (o directamente
por debajo) de la unidad.
42.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Se recomienda seguir los siguientes pasos con el fin de compensar un sistema de aire
constante:
Paso l. Abrir todos los amortiguadores del sistema, incluyendo los de las termi-
nales difusoras.
Paso 2. Ajustar el ventilador con el fin de obtener un flujo aproximadamente co-
rrecto de aire.
Paso 3. Ajustar los amortiguadores de cada uno de los ramales del sistema con el
fin de obtener la cantidad de flujo de aire proyectada para cada ramal. El porcen-
taje de flujos de aire de todos los ramales respecto al flujo de aire total debe ser
el mismo al proyectado. En un ramal del conducto es imprescindible ajustar pri-
meramente el amortiguador más cercano al ventilador, continuando con el
amortiguador siguiente más cercano, y así sucesivamente.
Paso 4. Ajustar los amortiguadores de los difusores para «afinar» el flujo de aire
de modo que cada difusor irradie un caudal de aire especifico. Los amortigua-
dores de las terminales difusoras no deberían ser utilizados para lograr el volu-
men de aire requerido sin utilizar antes los amortiguadores de los ramales del
sistema para conseguir un equilibrio aproximado. No debería emplearse la ter-
minal del difusor con este propósito, ya que su ruido aumentaría considerable-
mente.
Paso 5. Revisar la transmisión total de aire al ventilador y reajustar, en caso ne-
cesario, la velocidad del ventilador.
(4.8) no son aplicables. En estos casos los valores de (Lw - L p ) pueden ser obte-
nidos gracias a las Ecuaciones (4.lOa) y (4.lOb). En grandes oficinas donde se en-
cuentren presentes cuatro o más terminales de salida a lo largo de un conjunto más
o menos uniformemente distribuido, el empleo de la Ecuación (42.3), explicada a
continuación, simplifica considerablemente el proceso de cálculo y con ella se ob-
tienen resultados generalmente con un margen de error de 1 a 2 dB respecto a los
obtenidos por la suma de las contribuciones individuales determinadas por el uso de
la Ecuación más general (4.10).
Con el fin de seleccionar un criterio de ruido para un espacio servido por un sistema
de aire acondicionado es necesario asegurarse de que (1) los difusores y las parrillas
de retorno hayan sido adecuadamente seleccionados y (2) se produzca la atenua-
ción de sonido adecuada entre las principales fuentes de ruido (normalmente los
ventiladores) y las salidas de aire. Este procedimiento debería aplicarse tanto a los
sistemas de suministro como a los de retorno. Se puede emplear el siguiente pro-
cedimiento para determinar si es adecuada la atenuación del sistema y, si no es así,
qué grado de atenuación adicional sería preciso. En caso de que existan otras fuen-
tes principales de ruido, como terminales de ventiladores propulsados, debería se-
guirse un procedimiento similar, ilustrado en la Tabla 42.10, para un sistema HV AC
mostrado esquemáticamente en la Figura 42.15.
Paso l. Comprobar en las tablas los niveles de sonido en bandas de octava de las
fuentes principales de ruido del sistema, normalmente el ventilador y/o los di-
fusores. Calcular primeramente el nivel de potencia sonora del ventilador y a
continuación el de los difusores:
a) Comprobar el nivel de potencia específico del ventilador mencionado en la
Tabla 41.1. En el ejemplo mostrado en la Figura 42.15 el ventilador posee
TABLA 42.10. Cálculo del nivel de ruido del sistema HVAC de caudal constante mostrado en la Figura 42.15
Los valores están especificados en decibelios
Frecuencia central de banda de octava, Hz
63 125 250 500 1000 2000 4000
N
•N
ce
t
W
TABLA 42.10. Cálculo del nivel de ruido del sistema HVAC de caudal constante mostrado en la Figura 42.15 (Continuación) o
Los valores están especificados en decibelios
Frecuencia central de banda de octava. Hz
63 125 2SO SOO 1000 2000 4000 ~
»
z
d) División de potencia (Tabla 42.2) e
Ramal B 1 , 60 % 2 2 2 2 2 2 2 »
..
Ramal B2 , 20 % 7 7 7 7 7 7 7 em
Ramal B3, 50 % 3 3 3 3 3 3 3
Ramal B4 , 30 % 3:
5 5 5 5 5 5 5 m
Total 17 17 17 17 17 17 17 e
e) Pérdida final de reflexión, para conductos de 23 cm de diámetro
e
»
(f)
(Tabla 42.6) 16 11 6 2
f) Silenciadores (ninguno) n»
Atenuación total en el conducto 43 47 60 >60 >60 >60 >60 e(f)
-t
Paso 3. Determinar el nivel de potencia sonora de cada difusor. (A ñ
bajas frecuencias, se asume que el nivel de potencia sonora del
»
(f)
~
Sala de reuniones
~ (0:;-
Difusor
~
N
--01
x x
00
N~
..... -
E.OB.
- Ó
30 x 28
(12 x 11)
30 x 15
(12 x 16)
E3
Sala de ventilación
B2 46x 36 B3 41 x 30
(18x14 (18 x 12)
(O~
x X Lj
VejiladOr de suministro
NO
N~
..... -
I ~
N
152 x 76 E2 x
[ E, (60 x 30) o
B, !:!
iD
J x
,....
ID
--
.....
La pérdida total por inserción del sistema de conductos es la suma de los valores
desde 2a a 2f.
Paso 3. (a) Se determina el nivel de potencia sonora del ruido atenuado del ven-
tilador para cada difusor restando la pérdida total de inserción en el conducto
del nivel de potencia sonora del ventilador, línea g del Paso 1; (b) se combina a
continuación con el nivel de potencia sonora del difusor, línea h del Paso 1, para
obtener Lw.
Paso 4. Se determina (Lw - L p ) utilizando la fórmula (42.3), en la que X = 1,4
Yh = 3 m (10 pies), para una habitación con un área de 80 m 2 (832 pies cuadra-
dos).
Paso 5. Se resta (Lw - L p ) del nivel de cada banda de octava del nivel total L w ,
línea e del Paso 3, para obtener el nivel L p de presión sonora de la habitación.
Paso 6. Se ha seleccionado el criterio RC 30(N). Los valores mostrados en la ta-
bla fueron obtenidos de la Figura 43.5. El nivel de presión sonora de la habita-
ción sobrepasa el objetivo calculado en las bandas de octava de 63, 125, 1.000 Y
2.000 Hz en 13, 13, 4 Y 8 dB respectivamente. Un sonido así sería considerado
moderadamente retumbante y siseante, y por tanto deberían tomarse medidas
para rebajar los niveles de ruido en las cuatro bandas de octava donde el análisis
sugiere la existencia de tal exceso de ruido.
En caso de selección del criterio NC 30 los niveles de presión de sonido en
las bandas de octavas de 63,125,250,500, 1.000,2.000 Y 4.000 Hz habrían sido
de 57, 48, 41, 35, 31, 29 Y28 dB respectivamente.
Paso 7. En la línea 7 se muestran los valores de atenuación adicional que deben
ser aplicados para alcanzar el criterio RC 30(N). La atenuación adicional preci-
sa para alcanzar el criterio NC 30 sería de 7 dB a 63 Hz, 10 dB a 125 Hz, 3 dB a
1.000 Hz, Y4 dB a 2.000 Hz.
El sonido siseante producido por los difusores puede ser aminorado aumentan-
do su tamaño, e incrementando el diámetro del conducto que I1ega al difusor de
23 cm (9 pulgadas) a 25 cm (10 pulgadas). Con eIlo se reducirá la velocidad del aire
42.34 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
donde Lp = nivel medio de presión sonora para la totalidad de los difusores a una
altura de 1,5 m sobre el suelo, dB re 20 micropascales
Lw = nivel de potencia sonora de cada salida del conjunto [o sea, la potencia
sonora combinada de (1) el sonido propagado a través del conducto
hasta el difusor y (2) el sonido generado en el difusor], dB re 1 pico-
vatio
X = porcentaje de cada área de la habitación servida por cada salida res-
pecto al cuadrado de la altura del techo (por ejemplo, X = 1 si el área
suministrada = h 2 )
CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 42.35
REFERENCIAS
1. T. J. Schultz, «Relationship between Sound Power Level and Sound Level in Dwellings
and Offices», ASHRAE Trans., vol. 91, pt. lA, 1983, pp. 124-153.
2. W. E. Blazier, Jr., «Revised Noise Criteria for Application in the Acoustical Design and
Rating of HV AC Systems», Noise Control Engineering, vol. 16, 1981, pp. 64-73.
3. ASHRAE Handbook, HVAC Systems and Applications, cap. 52, «Sound and Vibration
Control», American Socíety of Heating. Refrigerating and Air-Conditioning Engineers,
Inc., Atlanta, GA 30329, 1987.
4. 1. L. Ver, «A Review of the Attenuation of Sound in Straight and Unlined Ductwork of
Rectangular Cross Section», ASHRAE Trans., vol. 84, pt. 1, 1978, p. 122.
5. R. M. Hoover y H. L. Kuntz, «The Interrelationships between the Physical Properties of
Fibrous Duct Lining Materials and Lined Duct Sound Attenuation», ASHRAE Trans.,
vol. 93, pt. 2,1987, p. 449.
6. «Standard Method of Testing Duct Liner Materials and Prefabricated Silencers for
Acoustical and Airflow Performance», ASTM Standard E-447-84, American Society for
Testing and Materials, Filadelfia, PA 19103.
7. L. L. Beranek, Noise and Vibration Control, rev. ed., cap. 12, Institute of Noise Control
Engineering, Poughkeepsie, NY 12603, 1988, pp. 391-393.
8. Air Terminals, Standard 880-89, Air-Conditioning and Refrigeration Institute, 1501 Wil-
son Blvd., Arlington, V A 22209.
9. Procedure for Estimating Occupied Space Sound Levels in the Application of Air Termi-
nals and Air Outlets, Standard 885-90, Air Conditioning and Refrigeration Institute, 1501
Wilson Blvd., Arlington, V A 22209.
Capítulo 43
CRITERIOS PARA EL
CONTROL DE RUIDO EN
CALEFACCIONES,
VENTILACION y SISTEMAS
DE AIRE ACONDICIONADO
Warren E. Blazier, Jr
INTRODUCCION
En este capítulo se describen los criterios utilizados para establecer controles de rui-
do necesarios para el diseño de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondi-
cionado (HV AC) en edificios. Los temas principales que se comentan son: (1) la in-
fluencia de las restricciones en el espacio físico al seleccionar criterios de diseño de
sistemas HV AC, (2) los métodos habituales de clasificación y especificación de rui-
do en sistemas HVAC, (3) los criterios de ruido ambiental recomendados para sis-
temas HV AC que se utilizan en locales donde difieren los requisitos según el tipo
de ocupación y uso, y (4) los criterios para evitar la percepción de vibraciones acús-
ticamente inducidas en construcciones con paredes y techos ligeros.
43.1
43.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Los sistemas habituales de clasificación mediante un único valor para indicar los ob-
jetivos de control de ruido en diseños de sistemas HV AC incluyen el nivel sonoro
con ponderación A. las curvas NC y las curvas Re. El uso de estos sistemas de ín-
dices para ruidos HV AC es válido solamente para ruidos continuos y estables que
no muestren fluctuaciones obvias de nivel a lo largo del tiempo. Un fallo a la hora de
considerar esta limitación provoca normalmente errores serios a la hora de clasifi-
car el sonido emitido por un sistema. Tales fluctuaciones de sonido pueden ocurrir
como resultado del funcionamiento inestable de un ventilador, debido a golpes en-
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.3
tre uno o varios ventiladores o a otros equipos rotatorios del sistema, que operan a
una velocidad similar.
El gráfico 17.5 muestra cómo varía la sonoridad tan to con el nivel de presión sonora
como con la frecuencia. En el Capítulo 5 se describen los sonómetros diseñados
para medir el nivel sonoro con ponderación A de un ruido, expresado en dB(A). Ya
que la molestia producida por el ruido no es directamente proporcional a la sono-
ridad (véase Capítulo 23), el nivel sonoro con ponderación A no es muy fiable a la
hora de evaluar los ruidos HV AC en el interior de edificios. En un ámbito interior
con ruido de fondo, la mayoría de las personas parecen aceptar cierto tipo de soni-
dos, pero no otros del mismo nivel sonoro con ponderación A relativo. También es
frecuente que cuando las personas describen un ruido ambiental como retumbante,
siseante o con algún otro adjetivo de tipo negativo, aumente bastante la posibilidad
de que se produzcan quejas, incluso aunque el sonido tenga un nivel de sonoridad
moderado para ese ambiente.
El uso del nivel sonoro con ponderación A para clasificar o comparar ruidos
HV AC no es fiable. Aparte de la sonoridad, ninguno de los demás factores que in-
tervienen en las reacciones del oyente se pueden considerar midiendo únicamente
el nivel sonoro con ponderación A. Por ejemplo, aunque los tres ruidos típicos
HVAC mostrados en el gráfico 43.1 tienen espectros bastante diversos, cada uno
tiene un nivel sonoro con ponderación A de 40 dB(A). Aunque estos ruidos po-
drían ser considerados igualmente sonoros al compararlos estrictamente en base a
60
al 50
~
~
~
't:l
e
al
ca
(;
e
~
oen 40
e
-o
.¡¡¡ ~~
al ~ f-.....-' ""-
a. 30
)~ ~
~'1 "-
al
't:l
a;
> 18I
Z 20
~ P§]~
10
32 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central de banda de octava, Hz
FIGURA 43.1. Tres espectros HVAC típicos, cada uno con un nivel sonoro con pon-
deración A de 40 dB(A).
43.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
CurvasNC
El grupo de curvas NC 1 que muestra el gráfico 43.2 son de uso común tanto con el
fin de evaluar el ruido producido por un sistema HV AC existente, como para esta-
blecer objetivos de diseño en la construcción de los sistemas. Las curvas NC espe-
cifican en bandas de octava los límites del espectro de ruido permitido que el siste-
ma puede producir.
Al evaluar problemas de ruido las curvas NC sirven como punto de referencia.
Por medio de ellas es posible determinar los requisitos de reducción de ruido. Este
sistema de clasificación se basa en la premisa de que existen dos factores principales
que influyen en la respuesta de las personas al ruido de fondo HV AC: la sonoridad
de este ruido de fondo y el nivel y la forma del espectro en la región de frecuencias
del habla. Este sistema de clasificación presupone que la posibilidad de que existan
quejas en un ambiente aceptable para la comunicación oral es mínima si el nivel nu-
mérico de sonoridad del ruido (tratado en el Capítulo 17) no sobrepasa en más de
22 el nivel numérico de interferencia del habla (tratado en el Capítulo 16).
La elección del tipo de curva NC que se debe utilizar como criterio de diseño en
el control de ruido de fondo depende del tipo de uso del espacio considerado. En un
ambiente de oficinas el nivel deseado de comunicación oral (o de enmascaramiento
del habla) es un tema de vital importancia. Por el contrario, en el interior de una
sala de conciertos la calidad de la comunicación oral no es un factor relevante; el ob-
jetivo es aquí evitar que queden ocultos los tenues sonidos en pianissimo que se dan
en la mayoría de los pasajes musicales.
Los valores de los niveles de bandas de octava especificados por las curvas NC
son considerados a veces como límites que no deben ser sobrepasados, con inde-
pendencia de la forma del espectro real del ruido de fondo. Incluso se ha estableci-
do como práctica común la asignación de una clasificación NC a un ruido seleccio-
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.5
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nando la curva NC más alta que sea tangente exterior al espectro. Hay dos pasos en
este método de clasificación de la tangente:
Paso l. Se dibuja el espectro del ruido que debe ser clasificado en un «campo»
de curvas NC similar al mostrado en el gráfico 43.2.
Paso 2. Se determina la curva NC más aIta tangente exterior al espectro de rui-
do, y se usa este número de curva NC como clasificación de ruido.
Curvas NCB
Las curvas NCB que muestra el gráfico 43.4 son una versión modificada y con un
nuevo nombre de las curvas Nc;2. Las diferencias más importantes son: (1) la zona
de bajas frecuencias ha sido aumentada con el fin de incluir las bandas de octava en-
tre 16 y 31,5 Hz; (2) la pendiente negativa de las curvas en las bandas de octava por
encima de 1.000 Hz es ligeramente más pronunciada y lineal; (3) cuando se emplean
los niveles de una determinada curva NCB como base para la asignación de límites
de ruido en bandas de octava, se asume que la habitación está ocupada y que los rui-
dos de la «actividad en la habitación» están ya incluidos en el nivel de ruido total
permitido, y (4) el procedimiento de uso de las curvas NCB para clasificar ruidos de
características espectrales que difieran en forma y nivel de una curva NCB especí-
fica es muy minucioso y no permite el uso del procedimiento de clasificación sim-
plificada tangente-contorno sugerido anteriormente para la clasificación de ruido
por curvas NC. En comparación con el empleo de curvas NC, existen dos ventajas
en el uso de las curvas NCB como base para la clasificación o especificación de rui-
dos HVAC:
1. La gama de frecuencias incorpora las bandas de octava de 16 y 31,5 Hz, lo
cual supone una mejor base a la hora de considerar problemas de ruidos de baja fre-
cuencia.
2. Se incluye un procedimiento para determinar si un espectro que se desvía de
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.7
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FIGURA 43.3. Tres espectros HVAC típicos con idéntica clasificación NC.
la forma de una curva NCB puede llegar a ser de carácter retumbante o siseante, se-
gún el lugar en el que se produzca la desviación.
No obstante, el uso de curvas NCB para determinar o clasificar el ruido de sis-
temas HV AC en edificios tiene varias desventajas en comparación al procedimien-
to de clasificación con curvas RC que será tratado más adelante. Las principales
desventajas son las siguientes:
1. Este sistema de clasificación presupone que el nivel sonoro es estable. Por lo
tanto, no se pueden aplicar las clasificaciones cuando existan modulaciones de soni-
do.
2. No es recomendable el uso de niveles «permitidos» de la zona de baja fre-
cuencia de las curvas NCB (las bandas de octava de 16,31,5 Y63 Hz), con la excep-
ción de habitaciones de paredes o techos muy macizos o rígidos. Por lo tanto los ni-
veles mostrados en esta zona de las curvas NCB no se aplican a locales construidos
con muros ligeros convencionales, o a habitaciones con sistemas suspendidos e in-
tegrados en el techo. En estos casos, los límites de bajas frecuencias de las curvas
NCB serán modificados por las limitaciones impuestas con el fin de evitar vibracio-
nes inducidas por ruidos en paredes o techos, como se indica en las líneas de con-
torno que muestra el ángulo superior izquierdo del gráfico 43.4.
3. Las curvas NCB definen solamente las condiciones para espacios ocupados y
presuponen que al realizar las mediciones se producen ruidos normales debidos a la
actividad, además de los atribuidos al sistema HV AC. Como no es frecuente que el
diseñador de un sistema HV AC conozca por adelantado qué ruidos debidos a acti-
vidades debería tener en cuenta o sus magnitudes, no es práctico considerar que se
43.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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Curvas RC
cuenta tanto la forma como el nivel del espectro en el proceso subjetivo de evalua-
ción; (2) incluye datos de las bandas de octava de 31,5 y 16 Hz, y (3) tiene en con-
sideración las vibraciones perceptibles producidas por la energía acústica de baja
frecuencia en edificios de construcción ligera. Se recomienda el uso de este método
también como herramienta de diagnóstico de problemas ya experimentados con sis-
temas HV AC existentes.
El grupo de curvas RC mostradas en el gráfico 43.5 está basado en el análisis de
un gran número de datos recopilados durante un estudio patrocinado por ASH-
RAE sobre ruido de fondo «aceptable» en una amplia gama de ambientes de ofi-
cinas típicos4 • La pendiente de -5dB/octava de las curvas RC corresponde a la pen-
diente media del espectro de los datos medidos que se obtuvieron en gran número
de oficinas que disponían de aire acondicionado calificadas como aceptables por sus
ocupantes. La pendiente de las curvas RC no cambia con el nivel a lo largo del ran-
go mostrado, y la designación numérica de cada curva corresponde al nivel de la oc-
tava de 1.000 Hz. En el rango de aplicación recomendado, de RC 25 a RC 50, los
contornos corresponden al espectro de un sonido neutro que está aproximadamen-
te equilibrado con respecto a la sonoridad relativa de las bajas y altas frecuencias
del espectro.
Los niveles de baja frecuencia de las curvas están influenciados, por un lado, por
el umbral de audibilidad y, por otro, por la preocupación de evitar vibraciones per-
ceptibles inducidas acústicamente en edificios de construcción ligera. Las dos áreas
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Frecuencia central de banda de octava, Hz
rayadas que muestra la zona de bajas frecuencias indican el rango de presiones so-
noras en el que se debería considerar la posibilidad de 'libraciones causadas por el
ruido. En la zona rayada superior existe una alta posibilidad de que la vibración
causada por el sonido pueda ser claramente perceptible. En la zona rayada inferior
los efectos de la vibración inducida por el ruido pueden ser apenas percibidos le-
vemente, pero susceptibles de causar grietas y resonancia en techos acústicos.
La clasificación RC del ruido precisa de dos términos: el primer término es un
número [corresponde aproximadamente al nivel de interferencia del habla (SIL)
del espectro, tal como se estudió en el Capítulo 16]; el segundo término consta de
cuatro letras que identifican la «calidad» del sonido como podría ser subjetivamente
descrita por un oyente. Por ejemplo, la graduación RC 35(N) representa un ruido
con aproximadamente un nivel de interferencia del habla de 35 dB con un equili-
brio energético neutro entre bajas y altas frecuencias. Una graduación RC 35(R) re-
fleja un ruido con el mismo nivel de interferencia del habla, pero de carácter retum-
bante debido a un desequilibrio en el espectro causado por un exceso energético de
bajas frecuencias. La letra H designa un espectro de sonido siseante (desequilibrio
en las altas frecuencias del espectro), y la T se utiliza para designar un espectro de
sonido tonal (con presencia de componentes de tonos puros audibles). La designa-
ción RV se utiliza para identificar un espectro retumbante que contiene la cantidad
suficiente de energía de bajas frecuencias para inducir vibraciones perceptibles en
las superficies de edificios de construcción ligera.
Con el fin de asignar la letra apropiada para la descripción de la calidad de so-
nido se utiliza el siguiente criterio:
Espectro neutro (N): Los niveles en bandas de octava de y por debajo de 500 Hz
no deben exceder los niveles de octava del espectro de referencia en más de
5 dB en ningún lugar de la línea. Los niveles en las bandas de octava de y por en-
cima de 1.000 Hz no deben exceder el nivel de octava del espectro de referencia
en más de 3 dB en ningún lugar de la línea.
Espectro retumbante (R): Los niveles de banda de octava de y por debajo de
500 Hz sobrepasan el nivel de octava del espectro de referencia en más de 5 dB
en uno o más puntos de la línea.
Espectro siseante (H): El nivel de banda de octava de y por encima de 1.000 Hz
sobrepasa el nivel de octava del espectro de referencia en más de 3 dB en uno o
más puntos de la línea.
Espectro tonal (T): Si existe un componente tonal en un ruido se produce habi-
tualmente un cambio abrupto en el signo de la pendiente del espectro, que in-
troduce un pico en una banda de octava particular respecto de los niveles de las
dos bandas adyacentes. Si este pico se eleva en más de 3 dB sobre la línea for-
mada entre los niveles de las dos bandas adyacentes, el tono puede ser audible
para el oído. A pesar de que un análisis en bandas de un tercio de octava puede
facilitar la localización de un componente tonal, la simple escucha puede ser su-
ficiente para captar la audibilidad del componente.
Vibración perceptible inducida acústicamente (RV): La zona rayada en las curvas
RC del gráfico 43.5 muestra el rango de frecuencias y amplitud de los niveles de
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.11
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Frecuencia central de banda de octava, Hz
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Frecuencia central de banda de octava, Hz
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Frecuencia central de banda de octava, Hz
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Frecuencia central de banda de octava, Hz
En el Capítulo 26 se tratan los efectos de la vibración sobre las personas y las es-
tructuras. En general, este tema se refiere a los efectos de vibraciones forzadas a ni-
veles sustancialmente superiores al umbral de audibilidad humana. Sin embargo, al-
gunos sistemas HV AC pueden emitir ruidos en una zona de frecuencias muy bajas
(bandas de octava de 16,31,5 y 63 Hz) en cantidad suficiente para causar vibracio-
nes forzadas en construcciones de muros y techos ligeros. No es extraño que estos
CRITERIOS PARA EL CONTROL DE RUIDO EN SISTEMAS HVAC 43.19
REFERENCIAS
1. L. L. Beranek, «Revised criteria for noise control in buildings», Noise control, vol. 3, 1957,
pp. 19-27.
2. L. L. Beranek, «Application of NCB noise criterio n curves», Noise control engineering,
vol. 33, n.o 2,1989, pp. 45-56.
3. W. E. Blazier, Jr., «Revised noise criteria for application in the acoustical design and ra-
ting of HV AC systems», Noise control engineering, vol. 16, 1981, pp. 64-73.
4. ASHRAE research project RP-126, rep. E2063, Lewis S. Goodfriend and Associates.
Capítulo 44
SISTEMAS DE VENTILACION
PARA PEQUEÑOS EQUIPOS
INTRODUCCION
44.1
44.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Fuelles centrífugos
En la Figura 44.2 se muestra un ventilador típico de flujo axial. Estas unidades, em-
pleadas comúnmente para ventilación en equipamientos pequeños, poseen a me-
nudo un número relativamente pequeño de álabes (por ejemplo, cinco), y un motor
instalado casi siempre en el eje de rotación. El aire atraviesa la unidad en dirección
paralela al eje del motor propulsor. Los ventiladores de flujo axial se pueden sub-
dividir en tres categorías: tuboaxiales, axiales con aletas guia y helicoidales.
o - ......--4----'-+-- Motor
Impelente
te de una cubierta exterior que rodea el propulsor, y tienen por lo común una direc-
ción axial muy corta en comparación con el diámetro del ventilador. El propulsor,
con un número de álabes de tres a nueve, es accionado por un motor compacto ins-
talado en el eje propulsor. La velocidad de rotación nominal puede ser de 1.500 a
5.000 rpm. Su instalación completa permite un buen flujo de aire pese a la anchura
mínima del ventilador.
Cubiertas
Propulsor Cubierta
del motor
,Aletas guía
Chapa de montura
FIGURA 44.3. Ventilador axial típico con aletas guía con propulsor de flujo mixto.
Curva de resistencia del sistema. Una curva de resistencia del sistema es un grá-
fico de aumento de presión estática a lo largo de un sistema de ventilación respecto
al caudal de aire a su través. El aumento de presión es normalmente proporcional al
cuadrado del caudal de aire. La curva de resistencia del sistema (distinta para cada
instalación) se puede calcular conociendo las medidas geométricas de la instalación,
como aparece en la Figura 44.6.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.5
Armazón de
placa metálica
Bobina del
motor
Anillo de boca
de entrada
FIGURA 44.5. Impelente de flujo mixto típico en un bastidor.
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Flujo de aire en m 3/seg
Ruido estructural
El ruido estructural se crea por la vibración del ensamblaje del ventilador o fuelle,
y es causado por las fuerzas de propulsión del motor, por un desequilibrio en el ro-
tor y por los soportes. La frecuencia de las fuerzas de propulsión del motor dobla
normalmente la de línea de motores de corriente alterna, y está en función del nú-
mero de polos y velocidad de funcionamiento de los motores de corriente continua
sin escobillas (véase el Capítulo 34). Los desequilibrios en el rotor están siempre
presentes y pueden causar ruidos acústicos considerables, además de vibraciones en
ventiladores de poca velocidad y masa. El equilibrio está en función de la velocidad
de rotación y puede ser por tanto muy difícil de aislar en ventiladores con veloci-
dades lentas cuando esta frecuencia sea baja. Los soportes de los ventiladores pe-
queños de enfriamiento son de dos tipos: (1) cojinetes de bolas estándar en minia-
tura, y (2) cojinetes aceitados de manguito interior (normalmente con un material
44.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 95,3 22.745 59,3 67,1 81,7 92,9 76,8 78,9 77,8 93,5 9,4
en
C;;
a la rotación, diámetro de 95 mm, cubierta, 2 álabes 311,4 80,2 22.400 62,3 65,9 84,0 95,3 77,7 80,1 78,8 95,8 9,6 -t
m
Ventilador axial con aletas guía, estructura íntegra 0,0 30,7 21.520 69,4 73,8 72,4 72,0 84,3 84,6 83,9 89,7 9,0 ~
desde el motor a la rotación, diámetro de 64 mm, 498,0 26,0 21.390 62,1 69,7 70,3 71,0 79,8 82,0 80,5 86,4 8,6 »
cubierta, 5 álabes propulsores, 7 álabes gula en sentido en
contrario a la marcha O
m
Ventilador axial con aletas guía, estructura íntegra 0,0 115,6 9.150 77,6 62,8 61,8 71,1 81,6 80,0 81,2 86,8 8,7 <
m
desde el motor 8 la rotación, diámetro de 127 mm, 747,0 94.4 8.195 67,4 61,8 60.4 67,5 75,5 74,1 77,6 81,9 8,2 Z
cubierta. 11 álabes propulsores, 13 álabes guía en ::!
sentido contrario a la marcha
(')
>
Ventilador tuboaxial. estructura íntegra desde el motor 0,0 89,7 10.670 63.9 64,8 68,8 69,6 72,7 76,5 70,7 80,3 8,0
a la rotación, diámetro de 95 mm. cubierta, 4 álabes 199,3 71,7 10.470 68,2 65,2 71,8 59,9 72,5 72,7
(5
68,8 78,6 7,9 Z
Fuelle dúplex centrífugo. impelente de 200 mm de 0,0 443,0 1.850 74,7 80,0 76,2 74,8 72,2 70,6 69,7 80,4 8,0 ~
diámetro, 40 álabes 249,0 359.0 2.230 77,4 78.9 74,8 74,0 71,7 69,9 69,6 79,7 8,0 »
:c
Fuelle dúplex centrífugo, hélice de 114 mm de 74,7 212,0 1.678 66,4 62,7 65.5 64,6 60,6 58,5 55,1 68,8 6,9 »
~
diámetro, 26 álabes 99,6 165,2 1.710 65,0 61,5 64,2 62,8 58,2 55,5 50,5 66,8 6,7 m
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 131,0 3.300 66,9 60,7 59,7 58,2 66,2 53,9 59,1 68,4 6,8
O
e
a la rotación, diámetro de 180 mm. cubierta, 3 álabes 37,4 104,8 3.175 63,0 60,9 58,6 59,7 60,0 52,6 49,2 64,9 6,5 m
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 257,0 1.670 66,6 58,5 56,6 55,3 49,3 38,5
z·
63.7 62,4 6,2 O
a la rotación. diámetro de 250 mm. cubierta. 3 álabes 23,7 186,4 1.650 66,6 64,4 59,1 57,0 54,8 49,7 41,6 62,7 6,3 en
m
Ventilador tuboaxial. estructura íntegra desde el motor 0,0 48,1 3.185 56.4 54,6 54,0 52,9 46,9 44,4 <30,0 56,6 5,7 O
a la rotación, diámetro de 120 mm, 3 álabes, cubierta 17,4 38,7 3.100 60,3 54,6 53,9 51,2 44,6 43,9 <30.0 55,8 5,6 e
cuadrada =ti
O
Ventilador tuboaxial. estructura íntegra desde el motor 0,0 13,5 2.930 41,3 56,2 53,7 52,7 43,6 38,6 <30,0 55,9 5,6 en
a la rotación, diámetro de 80 mm. 5 álabes, cubierta 14,9 10,8 2.930 44,0 56,5 51,6 51,1 41,9 38,6 <30,0 54,5 5,5
cuadrada
Ventilador tuboaxial, estructura íntegra desde el motor 0,0 15,8 3.490 <30,0 51.6 48,2 46,0 44,8 43,4 34,4 52,0 5,2
a la rotación, diámetro de 80 mm, 5 álabes, cubierta 11,9 12,5 3.480 <30,0 51,5 47,1 45,0 43,7 41,5 32,9 50,9 5,1
cuadrada
1. Proyectar el sistema que debe ser ventilado de modo que tenga el mínimo in-
cremento posible de presión estática para el flujo de aire requerido. Una baja pre-
sión estática indica que el aparato puede funcionar a un velocidad de rotación baja,
causando un nivel de ruido mínimo. Como muestra la Figura 44.8, el incremento de
presión estática de un sistema es originado por varias fuentes de resistencia, tales
como los aparatos que deben ser ventilados y los guardamanos de seguridad. Eli-
minando las fuentes innecesarias de resistencia aumentará el flujo de aire. Debería
c: Puntos de entrada
'0
"¡¡; y salida
al
rt
Filtros
Guardas
Elementos
electronicos
Flujo de aire
ser entonces posible reducir el diámetro del ventilador o su velocidad para obtener
el flujo de aire deseado con un nivel de ruido menor.
2. Seleccionar un fuelle que funcione cerca de su punto de eficacia estática má-
xima, considerando el flujo preciso y la caída de presión a lo largo del sistema. Un
funcionamiento fuera del punto máximo de eficacia estática debería tender a una
subida de presión estática menor y a un mayor flujo de aire.
3. Seleccionar un punto operativo del ventilador lejano al punto óptimo de efi-
cacia (BEP) con tendencia a un mayor flujo de aire y a una subida de presión está-
tica menor. Los ventiladores más pequeños son a menudo inestables cuando funcio-
nan cerca de su punto óptimo de eficacia, y se muestran muy ruidosos bajo
condiciones de alta presión estática y poco flujo de aire.
4. Seleccionar un ventilador con un bajo nivel de potencia sonora, evitando
aparatos que tengan repentinos valores máximos en el espectro de potencia sonora
en tercios de octava. Estos valores máximos muestran la presencia de tonos de fre-
cuencia discreta en el espectro, difíciles de eliminar y causantes de molestias.
5. Seleccionar un ventilador o fuelle que funcione a la velocidad mínima con el
máximo diámetro y cumpla los requisitos previos.
200
175
150
ca Punto de operatividad (3),
D..
NPEL = 6,6 belios
cO 125
o
'¡:;
·ca
t;
al 100
c:: Punto de operatividad (2),
-o
'¡¡; NPEL =6,1 belios
~ 75
D..
50 (Impulsión libre)
Punto de operatividad (1),
25 NPEL =6,3 belios
¡
o
o 25 50 75 100 125
Flujo de aire, litros/seg
FIGURA 44.9. Efecto del punto de operatividad en el nivel de ruido para un ventila-
dor de 15 cm de diámetro. Se muestra el punto de impulsión libre y los dos puntos
operativos correspondientes a dos curvas de resistencia del sistema. También apa-
rece el nivel de potencia sonora emitido (NPEL) en cada uno de los tres puntos.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.13
~ 70,---------------------------------------,
~
> Punto de operatividad (3)
'o
....
~
al
60
'-'- '-0 ~
/
"""--------
0-°-o -0_.
.-c__
"~
o
c:
~ 50
ca
'y Punto de operatividad (1)
c:
~c.
el)
" 40~----~----~------~----~----~~--~
Qi 125 250 500 1000 2000 4000 8000
>
z Frecuencia central de bandas de octava, Hz.
.2 20.------------------------------------------------,
q¡
.a
'C:;
Q)
'O
r---70 cm-+¡ Revestimiento de 12 milímetros
t=::==:J '
á5 10
t:
'0
.~
Q)
FIGURA 44.11. Pérdida por inserción de un ventilador de flujo axial con un conducto
adyacente de 70 cm. Los conductos están revestidos con espuma acústica del grosor
indicado en la figura.
Propulsor
de aire
Fibra de vidrio
nando una reducción de nivel de potencia sonora de unos 3 dB para el rango de fre-
cuencias de 250 a 10.000 Hz.
Los materiales de amortiguamiento pueden servir para reducir el ruido emitido por
instalaciones pequeñas de ventiladores o fuelles, debiendo aplicarse a las paredes
de la cabina que contiene la instalación, según las indicaciones explicadas en el Ca-
pítulo 28.
Los datos de nivel de potencia sonora que aparecen en este capítulo se midieron uti-
lizando la norma ANSI SI2.11 2 • Para esta prueba se deben facilitar las formas de
controlar el flujo de aire y el incremento de presión estática a lo largo del aparato.
El empleo de este impelente, como refleja la Figura 44.13, permite el ajuste del flujo
de aire y de la presión estática, proporcionando una carga aerodinámica al aparato.
El método del impelente consiste en un marco de madera cubierto con una fina pe-
lícula Mylar*. El impelente sirve realmente como una caja «acústicamente transpa-
rente» (o sea, la pérdida por inserción es prácticamente cero hasta una frecuencia
de aproximadamente 8.000 Hz). Este método sirve para calcular el nivel de poten-
cia sonora de aparatos propulsores de aire que produzcan (1) presiones estáticas de
hasta unos 750 pascales y (2) caudales de aire de hasta unos 0,9 metros cúbicos por
segundo.
MétodoAMCA
REFERENCIAS
1. Method for the Designation of Sound Power Emitted by Machinery and Equipment,
ANSI SI2.23-1989, American National Standards Institute, Nueva York.
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S12.11-1987, American National Standards Institute, Nueva York.
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5. K. B. Washbum y G. C. Lauehle, «Inlet Flow Conditions and Tonal Sound Radiation
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Control Foundation, Nueva York, 1983, pp. 217-222.
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9. G. C. Maling, Jr., «Dimensional Analysis of Blower Noise», J. Acoust. Soco Am., vol. 35,
1963, pp. 1556-1564.
10. L. Bommes, «Spezifische Shallfeldkenngrossen von Radialventilatoren», Heizung, Luf-
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11. N. G. Humbad, «Noise Predietion Method for Small Tubeaxial Fans», Proc. INTER-
NOISE '86, Noise Control Foundation, Nueva York, 1986, pp. 181-186.
SISTEMAS DE VENTILACION PARA PEQUEÑOS EQUIPOS 44.19
12. Hsien-Sheng Pei, «Small Fans Used in the Cooling of ElectricaUMechanical Equip-
ment», Proc. NOISE-CON '87, Noise Control Foundation, Nueva York, 1987, pp. 97-
102.
13. Precision Methods for the Determination of Sound Power Levels of Broad-Band Noise
Sources in Reverberation Rooms, ANSI S1.31-1980 (R1986), American National Stan-
dards Institute, Nueva York; Acoustics-Determination of Sound Power Levels of Noise
Sources-Broad Band Sources in Reverberation Rooms, ISO 3741, International Orga-
nization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza, 1988.
14. Precision Methods for the Determination of Sound Power Levels of Discrete-Frequency
and Narrow-Band Noise Sources in Reverberation Rooms, ANSI S1.32-1980 (RI986),
American National Standards Institute, Nueva York; Acoustics-Determination of
Sound Power Levels of Noise Sources-Discrete-Frequency and Narrow-Band Sources in
Reverberation Rooms, ISO 3742, International Organization for Standardization, CH-
1211 Ginebra 20, Suiza, 1988.
15. Method for Testing for Sound Power Radiated into Ducts, ASHRAE Standard 68-77,
American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers, Atlanta.
16. Test Code for Sound Rating, AMCA Standard 300-67, Air Moving and Conditioning As-
sociation, Park Ridge, IL 60004.
Capítulo 45
CONTROL DEL RUIDO DE
LA FONTANERIA EN
EDIFICIOS
INTRODUCCION
45.1
45.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Componente/equipamiento
del sistema de fontanería Mecanismo de generación Molestia potencial
Tuberías:
Enganches Turbulencia Mínima
Codos Turbulencia Mínima
Piezas en forma de «T» Turbulencia Mínima
Instalaciones:
Lavabo Cavitación/turbulencia/ Mínima
salpicadura/flujo residual
Bañera Cavitación/turbulencia/ Muy significativa
salpicaduralflujo residual
Bidet Cavitación/turbulencia/flujo Nominal
residual
Cisterna Cavitación/turbulencia Significativa
Válvulas de las tuberías Cavitación/turbulencia Nominal
Lavaderos Cavitación/turbulencia/ Nominal
salpicadura/flujo residual
Regulador de la presión Cavitación/turbulencia Nominal
Ducha Cavitación/turbulencia/ Muy significante
salpicadura/flujo residual
Fregadero Cavitación/turbulencia/flujo Significativa
residual
Válvulas Cavitación/turbulencia Significativa
Retrete, taza Cavitación/turbulencia/
salpicadura/flujo residual
Urinario Cavitación/turbulencia/ Nominal
salpicadura/flujo residual
Electrodomésticos:
Lavavajillas Vibración/cavitación/spray/ Muy significativo
golpe de ariete
Grifo Cavitación/turbulencia Mínima
Lavadora Vibración/cavitación/impacto/ Muy significativa
motor/golpe de ariete
Trituradora de basuras Vibraciónlflujo de agua Muy significativa
residual
Termo Cavitación/turbulencia Mínima
Bombas de alimentación y
desagüe:
Aumentador de presión Flujo rotacional/cavitación/ Significativa
motor
Recirculación Flujo rotacional/cavitación/ Nominal
motor
Aguas residuales Flujo rotacional/cavitación/ Significativa
motor
Sumidero Flujo rotacional/cavitación/ Significativa
motor
CONTROL DEL RUIDO DE LA FONTANERIA EN EDIFICIOS 45.3
Turbulencia
El flujo de los líquidos en las tuberías suele clasificarse como flujo laminar o flujo
turbulento. En el flujo laminar, como se ilustra en la Figura 45.1a, el líquido fluye de
manera que las partículas individuales de fluido se mueven a lo largo de vías para-
lelas entre sí en la dirección general del movimiento. En el flujo turbulento, existe
un movimiento irregular y aleatorio de las partículas en dirección transversal a la
del flujo principal, como se ilustra en la Figura 45.1c. Los principales factores que
influyen en la producción de flujo laminar o turbulento son: (1) el diámetro de la tu-
bería d, (2) la densidad del fluido p, (3) la viscosidad absoluta IL y (4) la velocidad
del flujo v. Estas variables están relacionadas mediante una cantidad sin dimensión,
conocida como número de Reynolds, que se define como
R = dvp (45.1)
J.L
>¿???? tI??? zz Z2
-------
¿¿¿llt???????<
(a)
ttZ???
:::::.:"~~
tzg
-:=:---~--
¿?¿????l???;?
---
f Z ?!
(b)
:!ill Z Z z ?.."'=" Z 7
(e)
FIGURA 45.1. Flujo laminar y turbulento: (a) flujo laminar sin alterar; (b) región de
transición en que el flujo se está volviendo turbulento, y (e) flujo turbulento.
45.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
(7,66 x 1O- 4 lb/ft . s), de acuerdo con la Ecuación (45.1), el flujo tendrá un número
de Reynolds de
Por tanto, el flujo es turbulento y se produce una fuente de ruido dentro de las tu-
berías e instalaciones del sistema de fontanería.
Cavitación
La mayoría del ruido de los sistemas de fontanería suele estar producido por el flujo
turbulento, pero a veces existen condiciones, sobre todo en válvulas casi cerradas,
que dan lugar al fenómeno de la cavitación, que da como resultado un gran aumen-
to de los niveles de ruido. La cavitación es la formación y posterior colapso de ca-
vidades (burbujas) dentro del flujo de agua al pasar por una zona de restricción en
el mismo. Para que se produzca cavitación, tiene que existir una restricción local en
el flujo de agua que dé como resultado velocidades altas y presiones bajas localiza-
das. A una velocidad concreta, la presión es lo suficientemente baja como para que
se formen burbujas de vapor. A medida que estas burbujas se mueven a través de la
zona de restricción, la velocidad desciende y la presión aumenta, dando como re-
sultado el colapso repentino de las burbujas, con fluctuaciones extremas de las pre-
siones locales.
El fenómeno de la cavitación se ilustra en la Figura 45.2, que muestra las varia-
ciones de presión y velocidad en una válvula parcialmente abierta en un sistema de
fontanería. Esta variación de presión origina la formación de cavitación dentro del
flujo de agua. La cavitación se desarrolla corriente abajo con respecto a la válvula
parcialmente abierta, cuando la presión en el área mínima (velocidad más alta) se
reduce a la presión del vapor, aproximadamente 10 kPa para agua a 16 oC (60 °F).
Si las burbujas de vapor están cerca o en contacto con una tubería cuando colapsan,
las fuerzas ejercidas por el líquido que se desplaza hacia las cavidades crean presio-
nes muy altas localizadas sobre la pared de la tubería. La cavitación está acompa-
ñada de vibración y ruido. Las fuerzas que ejercen las burbujas al colapsar pueden
picar las superficies sobre las que se produce la cavitación 1,2. La cavitación suele
ocurrir en las discontinuidades de la mayoría de los sistemas de fontanería, por
ejemplo, desagües de bañeras, alcachofas de duchas y válvulas de suministro.
Salpicaduras de agua
El flujo de los productos residuales y el agua más allá del drenaje tiene un carácter
intermitente. Este suele ser habitualmente el caso cuando la tubería tiene un reco-
rrido vertical largo, o una transición abrupta que está localizada en la pared de un
espacio ocupado adyacente o inferior. Aunque el nivel sonoro del ruido del agua
puede ser muy bajo [de 30 a 35 dB(A)], puede resultar embarazoso o preocupante
cuando se produce sobre el silencio de fondo de una unidad residencial.
45.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Golpe de ariete
El ruido agudo e intenso conocido como golpe de ariete se produce cuando un flujo
estable en un sistema de distribución de líquidos es interrumpido súbitamente, por
ejemplo, al cerrar una válvula de acción rápida. Cuando el fluido está en movimien-
to a través de todo el sistema de tuberías, el momento puede ser grande, incluso a
velocidades de flujo relativamente bajas. La interrupción repentina del flujo da
como resultado un aumento de la presión extremadamente agudo, que se propaga
como una onda (de impacto) desde la válvula hacia aguas arriba. El frente de onda
de la excitación puede reflejarse varias veces hacia delante y hacia atrás en las dis-
tintas partes del sistema hasta que finalmente se disipa la energía.
Hasta cierto punto, el golpe de ariete se produce en un tramo de tubería siempre
que el agua que fluye es súbitamente interrumpida. Esta interrupción se produce al
cerrar rápidamente válvulas eléctricas, neumáticas o de muelle de carga (solenoi-
des). En una estructura residencial, a veces se produce durante los ciclos de lavado
y aclarado de la lavadora o el lavavajillas.
Tramos de tubería. Ellos tramos de tubería, si son rectos, el ruido resultante del
flujo del fluido es relativamente insignificante. Sin embargo, cuando hay codos o
piezas en forma de «T» y la velocidad es alta, puede surgir ruido que cause proble-
mas. La velocidad media del flujo en un giro en un sistema de tuberías es la misma
que en un tramo recto con la misma área transversal, pero debido a la recirculación
que existe en el giro, el fluido puede acelerarse hasta una velocidad muy alta, pro-
duciéndose ruido fuerte de cavitación en la parte interior del giro, donde la presión
es menor (mayor velocidad).
Bombas. La principal fuente de ruido de las bombas está relacionada con los im-
pulsos hidrodinámicos inherentes a todas ellas. Estas pulsaciones están asociadas
con la velocidad rotacional de la bomba y el número de sus aspas impulsoras. La fre-
cuencia fundamental de este ruido de bomba es igual al producto de la velocidad ro-
tacional (en revoluciones por segundo) y el número de aspas. Además, el ruido de
frecuencia alta de las bombas es el resultado de la cavitación producida por la va-
porización del agua y el colapso rápido de las burbujas de vapor que son impulsadas
por las aspas propulsoras. Otras fuentes del ruido de bombas que pueden transmitir
vibración a su estructura de apoyo y área circundante son las relacionadas con el de-
sequilibrio de los cojinetes del motor, el ventilador de refrigeración del motor, la
caja de transmisión y un propulsor desequilibrado.
El control del ruido de fontanería debe considerarse parte integral del diseño del
edificio. Además, la especificación de la construcción del edificio debe incluir re-
quisitos mínimos aceptables para el control del ruid03 . Los elementos de control del
ruido en el diseño y las especificaciones incluyen:
1. Flujo de agua y características de las tuberías.
2. Transmisión de ruido y vibraciones a la estructura.
3. Selección y montaje de las instalaciones.
4. Aislamiento del sistema de bombeo.
5. Control del ruido por golpe de ariete.
Presi6n del agua. La presión del agua en un sistema de fontanería influye sobre el
ruido de flujo generado por los tramos de tubería y las válvulas de abastecimiento
de agua. De acuerdo con los típicos requisitos para edificios, la presión del sistema
de abastecimiento de agua debe ser de al menos 100 kPa (15 psi), pero no superior
a 500 kPa (80 psi)4. Sin embargo, para conseguir un rendimiento aceptable del sis-
tema, la presión del abastecimiento suele establecerse entre 230 y 370 kPa (35 y
55 psi). Par~ minimizar la generación de ruido es aconsejable la regulación de la
presión de abastecimiento hacia el valor inferior, aproximadamente 230 kPa (35
psi). Sin embargo, otros factores (p. ej., tamaño del edificio, número de plantas y
número de viviendas) influyen significativamente sobre el diseño del sistema de
fontanería y la presión de abastecimiento requerida.
Tuberías. La radiación del ruido de flujo desde los tramos de tubería puede mi-
nimizarse mediante la reducción del número de tuberías de transición (codos, pie-
45.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Aislamiento de tuberías. El ruido resultante del flujo de agua en las tuberías pue-
de transmitirse desde éstas a las habitaciones del edificio si las tuberías están en
contacto directo con grandes superficies transmisoras (paredes, techos y suelos). El
aislamiento de estos tramos de tubería respecto de la estructura aporta una reduc-
ción significativa del ruido. Por ejemplo, puede obtenerse una reducción de 10 a
12 dB si las tuberías se montan con aislamiento de espuma en lugar de estar conec-
tadas rígidamente a la estructura del edificio. La Tabla 45.2 ilustra los distintos mé-
todos de montaje y muestra la reducción relativa resultante en el ruido irradiado
por una pared de partición con traviesas dobles. Estos datos demuestran la ventaja
de aislar los tramos de cañería de la estructura5-8.
Todos los componentes de la fontanería deben estar aislados de la estructura del
edificio. Hay que emplear material elástico, como neopreno o fibra de vidrio de
aproximadamente 0,6 cm (1/4 in) de grosor, siempre que las tuberías pasen a través
de la estructura (de bloques, de viguetas o losa) o entre en contacto con el tablero
de la pared o la mampostería. Además, es importante sellar el perímetro alrededor
de todas las tuberías, grifos y espitas que penetran en las paredes, suelos y platos de
ducha. El calafateado elástico debe aplicarse tan generosamente como sea posible.
Las Figuras 45.3, 45.4 Y 45.5 indican métodos para asegurar un buen aislamiento.
Estas técnicas compensan con creces el aumento del coste de la instalación de fon-
tanería.
Flujo de agua y/o residuos. Cuando se utilizan tuberías de polibutileno en las ba-
jantes largas, dentro de un muro de separación, los espacios habitados adyacentes
pueden experimentar un ruido inaceptable. Este ruido puede minimizarse o incluso
eliminarse utilizando tuberías de hierro colado aisladas de la estructura del edificio.
Los métodos de aislamiento son parecidos a los comentados previamente (véanse
Figuras 45.3-45.5).
Cudas de madera:
Dos cudas de madera forzadas entre la tubería o
y el travesado
8z
~
:JI
O
r-
om
r-
Clavijas de gancho en forja de J: :JI
Una clavija de gancho en forma de J en cada o e
entrada de la tubería en el travesado ~V;j' ! 5
O
& - --,. om
'.L
>
"TI
O
Z
Aislador de tubería/inserción de espuma: Espuma de ~
Aislante plástico con inserción de espuma de -11 Z
m
polietileno (experimental) ~pou.w.no :JI
l>
m
~ , Z
m
O
:¡;
ñ
5en
Banda elástica
Montaje elástico:
Aislada de los travesados mediante una banda -19
elástica
/~
6 ;;;;j>T- . ~
~
iG
45.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Calafateado y
recubrimiento con
fibra de vidrio
Calafateado y
recubrimiento con
fibra de vidrio
Recubrimiento de
fibra de vidrio
o neopreno
(a) (b)
(e) (d)
FIGURA 45.4. Aislamiento de las tuberías en:(a) losas, (b) travesaños y (e) viguetas.
(d) Bloqueo mediante cobertura de fibra de vidrio o planchas de neopreno en una
construcción de travesaños de madera.
Tubería de
agua
i'" Junta de eu lata de
/eaueho a p resión
""Aeoo fllent o
.
Viguet~
l.----
Pla neha
elástiea
""" "
Apoyo de tubería
FIGURA 45.5. Distintas técnicas para aislar una tubería de la estructura a la que se
sujeta.
45.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
Fibra de vidrio
(a) (b)
FIGURA 45.7. Características del ruido del retrete: (a) sifón de acción, muy silencio-
so; (b) sifón de vórtice, silencioso; (e) trampa inversa, moderadamente ruidoso; (d) ro-
ciado, ruidoso; (e) reventón, muy ruidoso. (De acuerdo con la Referencia 10.)
Desagüe
Viguetas
FIGURA 45.8. Aislamiento de la instalación del desagüe del lavabo o retrete para mi-
nimizar la transmisión del ruido.
(a)
Portador
(b)
El aislamiento de una bomba, sus sistema de anclaje y las tuberías y servicios eléc-
tricos asociados con ella, puede lograrse mediante aisladores de la vibración comer-
cializados, descritos en el Capítulo 29. Los sistemas de control de ruido más comu-
nes son:
1. Aislantes de la vibración en el apoyo de la bomba y el motor, aislándolos por
tanto de la estructura del edificio.
2. Conectores flexibles entre la bomba y el motor y las tuberías y conexiones
eléctricas asociadas, como se describe en el Capítulo 40 y como muestra la Fi-
gura 45.10.
3. Colgadores elásticos para sujetar la tubería de la estructura superior o apoyos
elásticos para conectar las tuberías a las paredes o suelos, como ilustra la Fi-
gura 45.11.
4. El aislamiento de la tubería allí donde entre en las paredes o suelos del edi-
ficio
5. Bloques de inercia, descritos en el Capítulo 28, como uno de los elementos en
el apoyo de la bomba y el motor.
Las fuerzas destructivas asociadas con el golpe de ariete pueden producir rupturas
de tuberías, escapes, aflojamiento de conexiones, daños en válvulas, etcétera1.1l .
Los impulsos de golpe de ariete asociados con lavadoras y lavavajillas pueden
Acoplamiento flexible
de tuberías
Motor
Suelo
Tubería
(a) (b)
Llave de purga
Válvula
- - de cierre
FIGURA 45.12. Una tubería encapsulada que sirve como freno del golpe de ariete. El
volumen de aire en su interior se utiliza para absorber el impacto generado por el gol-
pe de ariete. Si el aire en el interior se reemplaza por agua, la llave de purga sirve para
ventilar la cámara y reactivar la unidad.
cuando se ven sometidas a las presiones repentinas generadas por el golpe de ariete.
Si en el sistema hay solenoides u otras válvulas de cierre rápido, debe considerarse
su instalación4 •
REFERENCIAS
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2. J. K. Vannard, Elementary fluid mechanics, 2. a ed., John Wiley and Sons, Nueva York,
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cials, Walnut, CA 91789-2825,1988.
5. Acoustics - Laboratory test on noise emission from appliances and equipment used in wa-
ter supply installations, ISO 3822; la Parte: «Method of measurement», 2. a ed., 1983; 2. a
Parte: «Mounting and operating conditions for draw off taps», 18 ed., 1984; 3." Parte:
«Mounting and operating conditions for in line valves and appliances», 1." ed., 1984; 4"
Parte: «Mounting and operating conditions for special appliances», 18 ed., 1985; Inter-
national Organization for Standardization, CH-1211 Ginebra 20, Suiza.
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7. R. S. Jones, Noise and vibration control in buildings, McGraw-Hill, Nueva York, 1984.
8. J. Hedden, Plumbing for old and new houses, Creative Homeowner Press, Upper Saddle
River, NJ., 1980.
45.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Carl E. Hanson
Hugh J. Saurenman
David A. Towers
INTRODUCCION*
Las fuentes de ruido principales son: (1) la interacción entre ruedas y raíles, (2) el sis-
tema de propulsión de vagones y locomotoras, (3) el equipamiento auxiliar y (4), en
* Algunas partes de este capítulo están basadas en el capítulo 33 de R. Lotz y L. G. Kurzweil, en Re-
ferencia 1.
46.1
46.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
el caso de los trenes de alta velocidad, el ruido aerodinámico. Las fuentes de ruidos
de los sistemas ferroviarios se describen normalmente en términos de niveles de
presión sonora a una distancia fija de las vías y a una altura fija sobre el terreno. (El
nivel de potencia sonora y la dirección del sonido, utilizados a menudo para descri-
bir otras fuentes de ruido, son difíciles de medir para elementos de tan gran tamaño
como son las locomotoras o los vagones.)
El máximo inicial que muestra el gráfico de la Figura 46.1 de niveles sonoros con
ponderación A en función del tiempo es habitual para un tren propulsado por una
locomotora. Tal máximo inicial no se encuentra en (1) trenes compuestos por va-
gones autopropulsados ni en (2) trenes de alta velocidad, en los que el ruido de ro-
zamiento entre ruedas y raíles o el ruido aerodinámico supera al de la locomotora.
A continuación se tratará sobre estos máximos nivelé s sonoros, sus correspondien-
tes espectros, y los efectos del diseño y los parámetros de operatividad sobre estos
valores. Excepto cuando se indique lo contrario, se tratará siempre de trenes que
circulan al aire libre, a ras de tierra (sobre el terreno), y en vías sobre balasto.
Con el fin de permitir la comparación de los datos de ruido medidos bajo condicio-
nes distintas, y para facilitar el cálculo de los niveles de presión sonora con ponde-
ración A a distancias concretas, los datos que se presentan en esta sección han sido
normalizados según las condiciones siguientes: (1) una medida a una distancia fija
de 30 m desde el eje de la vía, (2) una medida a una altura fija de aproximadamente
1,5 m, y (3) un «tren largo» (o sea, un tren cuya longitud sobrepasa en tres veces la
distancia del punto de medida a la vía).
Raíles soldados. El noventa por ciento de los niveles sonoros con ponderación A
medidos para una gran variedad de vagones de pasajeros que circulan sobre raíles
~ 100
....tU cc r--------------------------,
Locomotora
0"0
g~ 90
94dB (A-)-
c:: tU
:~.g 80
~·ü
c. ~ 70
ID ID
"0"0
_c::
~ & 60
Z 8 50 ~-L_~~_~~_~~_~~_~~_~_~~--J
10 20
Tiempo en segundos
FIGURA 46.1. Gráfica temporal del nivel de presión sonora con ponderación A a una
distancia de 30 m durante el paso de un tren de transporte de pasajeros que circula a
114 km/h (71 mph).
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.3
dB(A) (46.1 )
Raíles convencionales. Más de un noventa por ciento de los niveles sonoros nor-
malizados para vagones de pasajeros que circulan sobre raíles convencionales (o
para vagones de mercancías en EE.UU. tanto en raíles convencionales como sol-
dados) oscilan en ±6 dB(A) alrededor del valor resultante de la siguiente ecua-
ción3 :
Emisión de ruidos por interacción entre ruedas y raíles sobre vías rectas
La causa dominante de los ruidos provocados por los trenes en la mayor parte de su
gama de velocidades radica en la interacción entre las ruedas y los raíles. Como con-
secuencia, la mayor parte de la dispersión de datos sobre ruidos de trenes a una ve-
locidad dada se debe a las diferencias en las condiciones de sus ruedas y raíles. El
46.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
10
.------....
.. -.. .. - ~ .........
... _~. ..... '
-...:
.... ~
~
, ....../ / -
-30
63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia en herzios
FIGURA 46.2. Espectro medio relativo en bandas de octava al aire libre para trenes
de pasajeros convencionales y con neumáticos: - - - coches de pasajeros propul-
sados eléctricamente, - - - coches de pasajeros sin propulsión, - - - coches de
pasajeros con neumáticos, -------- vagones de mercancías.
incremento del ruido causado por ruedas y raíles sobre vías tangenciales (o sea, rec-
tas) es por lo general atribuible a irregularidades en su superficie 4. Los trenes que
circulan sobre ruedas lisas y raíles continuos soldados regularmente (sin articulacio-
nes) emiten un ruido constante de banda ancha, llamado a veces ruido de rodadura.
La continuidad en la superficie de ruedas y raíles se consigue gracias a máquinas
para reglar ruedas y a trenes especiales de rectificación de raíles. Las vías nuevas se
rectifican a menudo tras su montaje para eliminar irregularidades menores. Las
irregularidades en raíles y ruedas son casuales en la mayoría de los casos, ya que las
superficies se hacen más rugosas con el uso. Cuando éstas comienzan a aparecer, el
nivel sonoro con ponderación A aumenta (Tabla 46.1, puntos 1 y 2). A veces surgen
estrías con el desgaste de las superficies de rodamiento del raíl, a menudo en curvas
o cerca de las estaciones. Una rueda que gire sobre tales superficies está sujeta a os-
cilaciones casi periódicas que originan unos niveles sonoros mayores que los corres-
pondientes a la rodadura sobre raíles lisos (Tabla 46.1, punto 3).
Cuando existen zonas planas en las ruedas (Tabla 46.1, punto 4) o cuando los va-
gones ruedan sobre superficies discontinuas del raíl-por ejemplo, articulaciones o
puntos especiales, como cambios de vía (Tabla 46.1, puntos 5 y 6)- el ruido pro-
ducido por el rozamiento del raíl con las ruedas consiste en una sucesión de impac-
tos de banda ancha, que resuenan normalmente con un tiempo de elevación de 0,01
segundos y una duración de 0,05 segundos (dentro de un rango de 10 dB con res-
pecto al máximo). Un buen diseño y un mantenimiento en condiciones pueden por
lo general evitar tales impactos en sistemas urbanos y suburbanos. La aparición de
zonas planas puede ser minimizada empleando sistemas de frenado que impidan el
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.5
TABLA 46.1. Consecuencias del tipo y estado de las ruedas y de los raíles sobre el
ruido en las márgenes. Vía tangencial (recta)'
deslizamiento de las ruedas. Se deberían rectificar las ruedas tan pronto como se ha-
yan descubierto tales zonas planas en su superficie.
El ruido en las uniones puede disminuirse (1) reduciendo al mínimo los huecos
entre juntas, (2) alineando los extremos del carril, y (3) tensando las barras de unión
que sujetan los raíles. El ruido de las uniones no existe en casos en que se haya em-
pleado un raíl soldado continuo.
Cálculo del ruido de trenes sobre vías rectas. En general se pueden utilizar las
Ecuaciones (46.1) y (46.2) para calcular los niveles sonoros con ponderación A de
trenes largos a una distancia de 30 m. (Para el cálculo de niveles sonoros emitidos
por trenes de otras longitudes y a otras distancias de observación, véase el Capítulo
3.) En estos cálculos se presupone un buen diseño y un óptimo sistema de mante-
nimiento. Un mantenimiento insuficiente de la suspensión de los vehículos, de las
condiciones superficiales de la rueda o de los raíles puede tener como consecuencia
unos niveles de entre 5 y 15 dB superiores. Los datos muestran que la presencia de
cualquiera de estas posibilidades de ruido aumentan el nivel sonoro, tal como indica
la Tabla 46.1. Para medir el efecto total de estas condiciones combinadas la expe-
riencia sugiere que el cálculo deba basarse únicamente sobre el agente causante del
ruido mayor. Por ejemplo, la mayor diferencia de nivel sonoro entre (1) unas ruedas
de ensayo con partes planas sobre un raíl soldado rugoso y (2) unas ruedas en bue-
nas condiciones sobre un raíl soldado liso, es normalmente de unos 12 dB(A) (co-
rresponde al punto 4 de la Tabla 46.1). Siguiendo esta norma, el cálculo aproximado
del nivel de presión sonora con ponderación A medido a una altura de 1,5 m y a una
distancia de 30 m, de un tren largo de pasajeros propulsado eléctricamente y viajan-
do a una velocidad de 40 kmlh sobre ruedas normales con zonas planas y raíles sol-
dados rugosos, se efectúa del siguiente modo:
46.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
A este valor se debe añadir el espectro relativo medio para trenes de pasajeros
propulsados eléctricamente de la Figura 46.2 con el fin de obtener el siguiente es-
pectro estimado a una distancia de 30 m.
Ruido generado por trenes circulando sobre vías en curva. Para trenes que cir-
culan en curvas de un radio inferior a unos 100 m, el ruido predominante, a menos
que se tomen medidas preventivas, es un chirrido de alta frecuencia. La caracterís-
tica dominante del espectro para tal tipo de sonidos (véase Figura 46.3) es la abun-
dancia de componentes de frecuencia discreta. Las formas del espectro varían con-
siderablemente, incluso para vagones del mismo tipo en la misma curva, o para el
mismo vagón en días diferentes. También pueden producirse estos chirridos sobre
curvas de radios mayores. El nivel sonoro con ponderación A del chirrido en las
curvas en sistemas ferroviarios urbanos (normalizados a una distancia de 30 m) es
95 T-----------------------------------------------~
90
IX!
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85
~
u
o
al
80
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al 75
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<O
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"~ 65 ~~_T_r_r_r_r~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Z 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Frecuencia central, Hz
FIGURA 46.3. Espectro que refleja el chirrido de un tren urbano de pasajeros mien-
tras gira en una curva de 43 m de radio. (De la Referencia 5.)
RUIDO Y VIBRACIONES DEL TRANSPORTE POR FERROCARRIL 46.7
Cómo se producen los chirridos sobre vías en curva. Los chirridos de alta frecuen-
cia se producen debido al deslizamiento de las ruedas (además del rodamiento) al
girar sobre la curva. El deslizamiento ocurre porque:
1. Un vagón de doble eje convencional mantiene sus ejes paralelos (al contrario
que el de un tren de juguete, que posee un eje giratorio). La ejecución de la curva
fuerza a las ruedas del coche a deslizarse de modo perpendicular a la dirección de
rodadura.
2. En una curva, la rueda exterior debe recorrer un camino más largo que la in-
terior, pero ambas giran la misma distancia debido a que están unidas por el mismo
eje. La diferencia en longitud debe ser compensada con un deslizamiento en direc-
ción paralela al movimiento de rodadura.
3. La pestaña de la rueda roza con el raíl cuando ésta está cortada adecuada-
mente en chaflán. Esta oblicuidad puede darse en curvas cerradas.
4. A veces se instala un raíl de contención en la parte interior de la vía cuando
forma una curva, con el fin de ayudar a guiar el vagón en su giro presionando hacia
el centro de la curva en los laterales de las ruedas, provocando como consecuencia
un rozamiento.
** Un bogie es el conjunto ruedas· bastidor sobre el que se apoya el vagón o coche de viajeros.
46.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Ruido aerodinámico
Velocidad, km/h
FIGURA 46.4. Ruido de trenes de alta velocidad. Cuadrados: prueba del tren Express
Intercity alemán B• Círculos: Amtrak9 • Triángulos: demostración del tren alemán de le-
vitación magnética 10. X: Shinkansen japonés 11.
reflejar la suma del ruido de contacto entre ruedas y raíles y del ruido aerodinámi-
co, y a velocidades mayores de 290 km/h, la pendiente se va aproximando a la re-
lación (60 log velocidad) correspondiente al ruido aerodinámico. El ruido aerodi-
námico solamente se refleja en los niveles sonoros medidos para el tren de
levitación magnética alemán TransRapid (TR07)1O. Se ha observado que el ruido
causado por los trenes de alta velocidad japoneses aumenta en una proporción de
(20 IOg10 velocidad) 11 en oposición a la relación (30 log velocidad) expresada en la
Ecuación (46.1). Los datos del Amtrak (EE.UU.) han sido obtenidos en una serie
de ensayos realizados sobre una sección larga y rectilínea de una vía9 •
Ruido de locomotoras
Con unas pocas excepciones, las locomotoras de uso comercial funcionan con mo-
tores de tracción eléctrica conectados a los ejes. La energía eléctrica se produce gra-
cias a generadores diesel o de gas en la locomotora o por líneas superiores de ener-
gía eléctrica.
ciado res se instalan sobre una locomotora eléctrica diesel, lo cual indica la
existencia de otras fuentes de ruido, incluyendo la cubierta del motor y el ruido del
ventilador de refrigeración13 •
Las locomotoras eléctricas y de turbina emiten, como media, de 6 a 7 dB(A) me-
nos que las locomotoras diesel sin silenciadores. En la Figura 46.5 se muestran los
espectros de nivel de presión sonora en bandas.de octava para locomotoras diesel y
eléctricas en valores relativos respecto el nivel sonoro máximo con ponderación A.
Las playas de clasificación de trenes de mercancías reciben trenes con vagones des-
tinados a lugares diversos y los clasifican para su salida. Además, sirven a veces para
realizar labores de mantenimiento y de almacenaje de locomotoras y vagones. Estas
operaciones de clasificación, almacenaje y mantenimiento producen una gran varie-
dad de ruidos que difieren en gran medida en intensidad, número, localización y du-
ración según el diseño y operaciones llevadas a cabo en la playa de clasificación.
20 r----r----r----r----~--~----~--~
Existen procedimientos para obtener las líneas isófonas del nivel sonoro L dn corre-
gido día-noche según la información disponible acerca de la instalación de la playa
de clasificación, las operaciones y las condiciones de propagación del sonid06,14.
Los trenes de pasajeros con vagones con neumáticos se utilizan en los servicios de
transporte urbano de varias ciudades, por ejemplo, Montreal, Sapporo, México y
París. Trenes de pasajeros con neumáticos de menor tamaño circulan en varias ciu-
dades de EE.UU., en particular en zonas aeroportuarias. Estos sistemas por lo ge-
neral no producen chirridos. Los niveles sonoros originados por los sistemas de rue-
das con neumáticos y con ruedas de acero sobre raíles soldados al aire libre son
aproximadamente los mismos en condiciones equivalentes, por ejemplo, de veloci-
dad, longitud y distancia de las vías. En trayectos de vías rectas a menos de 64 km/h,
los sistemas de ruedas con neumáticos producen niveles sonoros con ponderación A
normalizados··· dentro de un intervalo de ±6 dB(A) con respecto a los obtenidos
con la Ecuación (46.1). Estos niveles son también válidos para tranvías eléctricos de
ruedas neumáticas. En la Figura 46.2 se muestran los espectros (relativos) de pre-
sión sonora en bandas de octava para trenes con ruedas neumáticas. Los niveles de
potencia sonora con ponderación A son similares para trenes con ruedas neumáti-
cas y ruedas metálicas, porque sus instalaciones eléctricas y mecánicas son pareci-
das.
*** Normalizados para un tren largo a una distancia de 30 m en base a una fuente lineal simple (mo-
nopolar), apropiada para el ruido de neumáticos. El empleo de un modelo de fuente lineal dipolar utili-
zado para normalizar el ruido de los trenes no altera estas conclusiones.
46.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
Los niveles sonoros que se producen en las inmediaciones de una estructura eleva-
da dependen de varios parámetros, que incluyen el tipo y el estado de los vagones,
la velocidad del tren, su longitud y la del puente, el sistema de unión de los raíles
(soldados o unidos) y el estado de las uniones, el tipo de sistema de vía (traviesas de
madera con o sin balasto, losas de hormigón o plataforma de placa de acero), y el
tipo de estructura de soporte. Se han realizado muchas medidas de ruido en posi-
ciones cercanas a una gran variedad de estructuras elevadas 15 -2o. En la Figura 46.6
se muestra la media aritmética y el rango de niveles sonoros a velocidades especí-
ficas en las cercanías de varias estructuras elevadas.
Para un tren que viaja a una velocidad v entre 20 y 120 km/h, el nivel de presión
sonora con ponderación A normalizado (LA) medido a una distancia de 30 m de
una estructura elevada, a la altura de los raíles, se puede calcular por medio de la si-
guiente ecuación:
dB(A) (46.4)
I I I
TIPO DE VIA y ESTRUCTURA ELEVADA
(El número de estructuras representadas por cada
clase se muestra en paréntesis después de la descripción)
--- •
V. Fijación directa de rafles sobre vigas longitudinales,
tablero de plancha de acero, vigas metálicas (1)
VI. Traviesas de madera, tablero abierto, puente ~--Cl---<
reforzado o vigas de celosía (2)
VII. Fijación direC1a sobre placa de hormigón, vigas metálicas (5) f----Cl---I
FIGURA 46.6. Niveles de presión sonora con ponderación A (L' A) o sin ponderación
(L' p) en varias configuraciones de vías y estructuras elevadas. Todos los datos están
calculados de acuerdo al paso a 60 km/h de un tren largo, medido a una distancia de
30 m de la vía ya una altura de entre 1,2 y 1,6 m del suelo. 1_ _ _ 1 rango de niveles
con ponderación A, dB(A); 1- - -1 rango de niveles de presión sonora (sin pondera-
ción), dB. La media aritmética de cada nivel viene indicada por el punto o el cuadrado.
mostrada en la Figura 46.7 para frecuencias menores a 500 Hz. La forma de estos
espectros cambia con la velocidad.
Cuando un tren atraviesa una estructura elevada, la interacción entre ruedas y
raíles provoca la vibración tanto de los componentes del vehículo (carrocería del
vagón, bogie y ruedas) como de la vía y de los componentes de la estructura de so-
porte (vías, plataforma estructural, vigas soporte y superficies adjuntas, como mu-
ros y aceras), poniéndolos en movimiento. La cantidad de vibración que cada uno
de estos componentes añade al ruido emitido total depende del tipo de estructura
elevada2 ,
El ruido producido por las estructuras elevadas puede ser controlado en su ori-
gen mediante los mismos procedimientos descritos para reducir el ruido producido
por la interacción entre ruedas y raíles (véase Tabla 46.1).
46.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 46.2. Estimaciones del aumento de niveles sonoros con ponderación A para
diversas estructuras elevadas no tratadas' en comparación a instalaciones a nivel
Medidas tomadas a una distancia de 30 m del centro de las vías, entre 1,2 y 1,6 m so-
bre el suelo
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.2"¡;-¡;~
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CIlQ.
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-30~~--~-L--~~--~~
63 125 250 500 1000200040008000
Frecuencia en herzios
FIGURA 46.7. Espectro medio relativo en bandas de octava del ruido en las márge-
nes de estructuras elevadas para trenes que circulan a una velocidad de 60 km/h. El ni-
vel de presión sonora en bandas de octava menos el nivel A de potencia sonora se tra-
za en relación a la frecuencia central en bandas de octava: - - - media para
puentes de ferrocarril europeos; - - - - media para estructuras norteamericanas de fe-
rrocarriles urbanos de pasajeros; ///// franja que incluye el 95 por 100 de todos los da-
tos.
A continuación figura, por orden creciente de complejidad y coste, una lista de mé-
todos de amortiguación de la vibración en ruedas empleados para controlar los chi-
rridos generados en las curvas de la vía: (1) la aplicación de un anillo de amortigua-
ción cortando una muesca dentro del reborde de la rosca, tallando dentro de la
rosca un anillo de acero en bisel de tamaño ligeramente mayor; (2) la aplicación de
una capa forzada de amortiguación sobre las ruedas existentes o sobre las nuevas;
(3) la instalación de ruedas elásticas que posean materiales elastoméricos entre el
reborde de acero y el plato.
Los métodos de control de chirridos distintos a la amortiguación de las ruedas
incluyen: (1) la construcción de curvas de un radio no inferior a 100 o 150 m; (2) el
empleo de ejes de tracción (llamados a veces ejes de tracción radiales) que permitan
una alineación con los radios de la curva en vez de mantenerse paralelos, y (3) la
instalación de un sistema que aplique pequeñas cantidades de lubricante a la llanta
de la rueda a medida que ésta vaya tomando la curva.
Bases elásticas
Una base elástica consiste en una capa de caucho o de otro material elastomérico,
normalmente con un espesor de 25 mm, que se coloca bajo el balasto para propor-
cionar una capa elástica entre los raíles y la estructura de soporte. Pueden atenuar
la vibración transmitida a través del terreno entre unos 10 y 15 dB para frecuencias
superiores a 25 H~l.
Losas flotantes
Las losas flotantes pueden ser un medio muy eficaz (y costoso) de controlar el ruido
y las vibraciones transmitidas a través del terreno a frecuencias mayores que las de
su resonancia vertical en único grado de libertad. Constan de una losa de hormigón
sostenida por elementos elásticos, normalmente caucho o elastómeros similares.
Las losas flotantes empleadas en sistemas urbanos de Washington D.C., Atlanta y
Boston fueron diseñadas para tener una frecuencia de resonancia de entre 14 y
17 Hz. En los transportes londinenses (en el Barbican Redevelopment) se han ins-
talado placas flotantes muy pesadas que poseen una frecuencia de resonancia de en-
tre 5 y 1O~2.
Aumento de masa
Aislamiento acústico
La protección de los receptores frente al ruido irradiado por ruedas, raíles, traviesas
o losas flotantes, vigas, columnas, etcétera, por medio de una barrera resulta eficaz
solamente cuando bloquea la trayectoria visual entre la superficie emisora principal
y el receptor. Un aislamiento elástico entre la estructura y la barrera puede evitar
que la barrera misma se convierta en una superficie emisora de ruidos23 •
Absorción de sonido
Cambios operacionales
Se puede conseguir una reducción de ruidos y vibraciones llevando a efecto los si-
guientes cambios en el funcionamiento de un sistema ferroviario: (1) reduciendo la
velocidad (por ejemplo, circulando a la mitad de la velocidad se reducirán los ni-
veles de velocidad de vibración aproximadamente en 6 dB Ylos niveles sonoros en
unos 9 dB); (2) empleando materiales que generen la menor cantidad posible de
ruidos o vibraciones en horas nocturnas, y (3) planificando los horarios nocturnos
de modo que los movimientos de trenes sean mínimos durante las horas más pro-
blemáticas.
La Figura 46.8 muestra los mecanismos básicos por medio de los cuales la vibración
de los sistemas de ferrocarril atraviesa el terreno circundante y penetra en un edi-
ficio. Las ruedas de los trenes circulando sobre los raíles generan una energía vibra-
toria que se transmite desde el sistema de sustentación de las vías hasta la infraes-
tructura. La cantidad de energía transmitida depende de factores tales como (1) la
homogeneidad de la superficie de ruedas y raíles, y (2) las frecuencias de resonancia
del sistema de suspensión del vagón y del sistema de sustentación de las vías. La vi-
bración de la infraestructura puede ser transmitida a través del terreno y de los es-
Estrato de terreno 1
Estrato de terreno 2
Roca firme
-+-- Via de prepagación
de las vibraciones
~ través del terreno
~ Vibración estructural
tratos de roca hasta los edificios colindantes. Las amplitudes máximas de vibración
de suelos y paredes se dan normalmente en sus frecuencias de resonancia.
En una sección anterior se han descrito varios métodos de control tanto de vi-
braciones transmitidas a través del terreno como de ruidos en sistemas ferroviarios.
Además de estos métodos, se puede disminuir la vibración a través del terreno por
medio del empleo de zanjas26 • Regla generaf1: Si se coloca una zanja sobre la su-
perficie cercana a una vía, para que ésta sea eficaz su fondo debe ser de al menos 0,6
veces la longitud de onda Rayleigh por debajo de la fuente vibratoria. En la mayo-
ría de los suelos la zanja debe tener al menos una profundidad de 5 m para ser efec-
tiva.
TABLA 46.3. Factores que influyen en los niveles de vibración a través del terreno
originados por los sistemas ferroviarios
Factor Influencia
Suspensión del vehículo Cuanto más rígida es la suspensión en dirección vertical
del vehículo, mayores son las fuerzas de vibración
efectivas; únicamente la suspensión primaria afecta a los
niveles de vibración a través del terreno.
Tipo de rueda y sus Las ruedas con neumáticos son un medio eficaz de control
condiciones de la vibración. Las ruedas de acero con material elástico
son demasiado rígidas como para aportar una reducción
significativa de las vibraciones. La rugosidad de las ruedas
y la existencia de partes planas son las causas principales
de la vibración.
Vía Una vía con rugosidades puede causar problemas de
vibración.
Sistema de sujeción de la vía Si la vía está unida rígidamente a un lecho de hormigón
(por ejemplo, una vía con traviesas de madera embebidas
en el hormigón) se produce una vibración
considerablemente mayor que en sistemas que utilizan
sujeciones elásticas, capa de balasto y placas flotantes.
Estructuras Regla general: Cuanto más pesada es la estructura,
menores son los niveles de vibración.
Tipo de suelo Los niveles de vibración son generalmente mayores en
terrenos de arcilla rígida que en suelos sueltos y arenosos.
Asientos en roca Los niveles de vibración son a menudo más altos a nivel
de la vía cuando la profundidad de la roca de apoyo es de
10 m o inferior. La vibración no se atenúa tan
rápidamente en roca como en otros tipos de suelo.
Estratificación del terreno La estratificación del terreno tiene un efecto significativo
sobre los niveles de vibración. Los resultados son difíciles
de prever porque cada capa puede tener características
dinámicas diferentes.
Distancia al nivel freático La proximidad al nivel freático puede afectar
significativamente a las vibraciones transmitidas a través
del terreno.
Profundidad de la helada La propagación de la vibración puede ser más eficaz
cuando el suelo está helado.
Edificaciones Las características de transmisión de la vibración de un
edificio deben ser consideradas estimando los niveles de
vibración en el receptor originados por un sistema
ferroviario.
La Figura 46.11 muestra un nivel típico de presión sonora con ponderación A me-
dido en un andén de estación cuando entra y sale un tren rápido. Las fuentes de rui-
do que se ponen en acción durante este período de tiempo son, fundamentalmente,
la interacción entre ruedas y raíles, los frenos mecánicos, la expulsión del aire de
propulsión por parte del sistema de frenado, el accionamiento de puertas, el equipo
46.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
100
I I
..
I I
: : : I o mercancías con: :
: : / : locomotora : :
el 90 -. - - - / . - - -; - propulsada (50 mph) : - - - - - - ~ - - - - --
Q)
..!!?
I l '
. . .
I I I I
c: 85 - - -:- - - - - ~ - - - . Ferrocarriles
.3.
Q)
: ligeros (LR) y cercanías
m
"O
80 _. (50 mph)
-c<Il 75
"O
·ü
o
a¡ 70
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Q)
"O
65
a¡
.~
z 60
55
50
o 20 30 40 50 60 80 100 200 300
Distancia desde el centro de la vía, pies
FIGURA 46.10. Nivel global de velocidad de vibración en sentido vertical en función
de la distancia a la vía.
Descarga de aire de
frenado y apertura
de puertas
c:
'o 100
'c:;
....lO Máximo a la
Q) -+-+-------f- entrada
"O
90 . r - - - = ' t - Máximo a la
§-
c.~ salida
c: al
0"0
(J c: 80
OQ)
0«
c:
o
I/l
70
q¡ _ Ruido ambiental
.~
z 60 de la estación
20 40 60 80
Tiempo en segundos
FIGURA 46.11. Nivel sonoro en un andén de estación en función del tiempo, mien-
tras un tren de cercanías penetra o abandona la estación.
son entre 5 y 10 dB(A) mayores que los medidos en las paredes del túnel a una dis-
tancia de 1 m del tren.
Reducción de nivel sonoro debida a la absorción. La reducción del nivel del so-
nido de reverberación en los andenes o en los túneles fuera del tren (provistos de
tratamientos de absorción de sonido) se puede calcular de forma muy aproximada
por medio de la siguiente ecuación:
I I I I
FIGURA 46.12. Rango de niveles sonoros en andenes de estación 3 • Los datos raya-
dos indican los niveles de trenes (expresos) sin parada.
tos. El espacio situado debajo de los vagones queda parcialmente cerrado entre el
andén y la estructura del túnel, convirtiendo el tratamiento de absorción cercano a
las ruedas y los raíles en un medio más eficaz para reducir el ruido de contacto que
el previsto por la Ecuación (46.7).
oD
FIGURA 46.13. Estación subterránea y túnel: =--=-=-=-= lugares idóneos para la coloca-
ción de tratamientos absorbentes en estaciones, == en túneles, !IIJJlIIJIIJIL lugar de
colocación del balasto, S lugares de medición preferibles en estaciones y túneles.
En la Figura 46.14 se describen las vías de transmisión que pueden seguir los ruidos
y las vibraciones hasta llegar a los pasajeros del vagón: (1) el sonido en el exterior y
las corrientes turbulentas causan una fluctuación de la presión en la cubierta del va-
gón, parte de la cual es transmitida al interior; (2) ruedas, motores e instalaciones
inferiores del vagón transmiten a través de vías sólidas una vibración estructural a
las superficies interiores, que como consecuencia vibran y provocan ruidos en el in-
terior, y (3) el sonido generado en el interior mismo del vagón. El tipo de sonido de
origen externo o interno predominante depende en gran medida del diseño del va-
gón32 ,23.
Niveles de ruido
Trenes ligeros y urbanos. Los trenes urbanos suelen disponer de interiores fabri-
cados con superficies duras fáciles de limpiar, pero incapaces de absorber el sonido.
Los niveles sonoros en su interior van normalmente desde los 65 a los 105 dB(A)
durante trayectos normales y en el interior de túneles. Este amplio rango es debido
a las diferencias de construcción y mantenimiento de los ejes de tracción y del va-
gón, además de a la velocidad. En el interior de un vagón, los niveles sonoros son
superiores normalmente entre 3 y 4 dB(A) encima de las ruedas que en el centro
del vagón. El nivel sonoro con ponderación A para vagones modernos circulando
sobre vías de traviesas y balasto a cielo abierto es de:
Vagones. Las especificaciones que debe cumplir un vagón nuevo exigen unos ni-
veles sonoros máximos con ponderación A permitidos en trenes circulando a cielo
abierto sobre vías de traviesas y balasto nuevas de entre 68 y 75 dB(A), normal-
mente de 70 dB(A), a una altura de 1,2 m sobre el suelo en la línea central del vagón
sin pasajeros. Unos niveles de 4 y de 10 dB(A) superiores a los valores anterior-
mente especificados suelen ser los límites internos cuando el vagón circula sobre
una placa de hormigón (por ejemplo, en estructuras elevadas) y en el interior de tú-
neles, respectivamente. El nivel máximo en trenes estacionados a cielo abierto es de
68 dB(A), y el habitual en el interior de un moderno tren Intercity es de entre 60 y
70 dB(A). Las medidas deben realizarse según las normas establecidas34 •
REFERENCIAS
J.P.Raney
J. M. Cawthorn
INTRODUCCION
47.1
47.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
COMPRESOR FLUJO ~
COMPLETAMENTE~\
~,
\({-o==
MIXTO /"
~
I RUIDO EN LA
RUIDO DE ~
PROPULSION ')¿/J
BOCA DE ENTRADA ACHORRO ~
ZONAS DE
PROPULSION
A CHORRO
MEZCLADAS
--=-- . . _--
L RUIDO TURBINA
/;~ LA BOCA
V~E
RUIDO CHORRO DE
ENTRADA DEL \ ESCAPE PRIMARIO
~ DEL ESCAPE \ /
RUIDO DE
VENTILADOR/ DEL ~
COMPRESOR VENTILADoJ( PROPULSION \
ACHORRO~
Ruido aerodinámico
FIGURA 47.3. Líneas isofónicas del nivel global de presión sonora alrededor de un
avión turboventilador operando en tierra a plena potencia de despegue.
Los aviones propulsados por hélices reciben su energía de turbinas de gas o de mo-
tores de pistón. Los aviones propulsados por turbinas de gas suelen ser bimotores,
mientras que los de motor de pistón son o bien monomotores o bimotores. Los
aviones de hélice forman la mayor parte de la flota de aviación general, pero repre-
sentan una pequeña proporción de las flotas comerciales. El ruido de propulsión de
un avión de hélice se compone principalmente del ruido de las hélices y del de mo-
tor de escape. El primero de ellos es casi siempre el más significativo y, para un de-
terminado empuje, está principalmente en función de la velocidad de la punta del
aspa. Los espectros de ruido típicos de una hélice en ensayos estático sobre el terre-
no muestran intermitencias súbitas de frecuencia que se calculan multiplicando la
velocidad giratoria de la hélice por múltiplos enteros del número de aspas.
Los escapes de motores alternativos son más ruidosos que los calculados para
motores de turboeje, pero su ruido puede reducirse por medio de amortiguadores.
(En las Figuras 47.11 y 47.12 se ofrecen datos de ruido y distancia para aviones pro-
pulsados por hélices, tanto de uso general como comercial.)
RUIDO DE AVIONES 47.5
rJ) 100
O
::J
w
ca
@ 90
O
z
w
«
:5 80
z
O
rJ)
~ 70
iii
w
!E
w 60
O
...J
W
>
Z
50
50 100 500 1000 5000 10.000
FRECUENCIA EN HERZIOS
Un avión en vuelo produce al nivel del suelo un ruido que supera al nivel sonoro
medioambiental, alcanza su cota máxima cuando el avión se encuentra aproxima-
damente en el punto por encima del observador, y va por fin disminuyendo hasta
quedar reducido a niveles por debajo del sonido ambiental. El espectro del ruido
emitido por el avión varía a lo largo del sobrevuelo. Habitualmente predomina el
ruido de alta frecuencia a medida que el avión se va aproximando, y de baja fre-
cuencia cuando pasa por encima y se retira. En las Figuras 47.5 y 47.6 se muestran
las características del ruido de vuelo durante el despegue de un avión comercial de
propulsión a chorro con motores turboventiladores de poca capacidad de deriva-
ción, medidos en un lugar situado a 5.500 m del punto de frenada (el lugar de co-
mienzo del trayecto en tierra) con el avión situado aproximadamente a una altitud
de 350 m. En la Figura 47.5 se muestran los niveles globales de presión sonora en
función del tiempo. Cuando t = Oel avión se encuentra exactamente por encima de
la posición de medida. Los valores negativos de t reflejan la aproximación del avión,
y los positivos su alejamiento. La duración del aumento de sonido respecto del so-
nido ambiental es de unos 60 segundos.
En la Figura 47.6 aparecen los espectros en bandas de tercio de octava corres-
pondientes a -10, Oy + 10 segundos. Mientras el avión se va aproximando existe un
componente importante de alta frecuencia a 2.000 Hz emitido desde la boca de en-
trada del motor. Cuando el avión pasa por encima de la posición este componente
comienza a disminuir, mientras que los de baja frecuencia (menores de 500 Hz) van
aumentando. También existe un componente notable de alta frecuencia de
47.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TIEMPO EN SEGUNDOS
FIGURA 47.5. Nivel global de presión sonora en función del tiempo para el despe-
gue de un avión comercial propulsado a chorro accionado por cuatro motores turbo-
ventiladores de poca capacidad de derivación.
Las fuentes principales del ruido de helicópteros son el sistema del rotor principal y
el motor. El ruido del rotor se compone de (1) ruidos periódicos que incluyen el
«golpeteo de las aspas», y (2) ruidos de banda ancha debidos a la interacción aero-
dinámica no cíclica con el rotor. El ruido de carácter periódico es primordialmente
una función de la velocidad de la punta de aspa del rotor (o sea, su nivel sonoro au-
menta con la velocidad de la punta de aspa) yen menor grado una función del nú-
mero de aspas. En la Figura 47.7 se muestran los niveles de presión sonora en fun-
ción del tiempo de un helicóptero en vuelo horizontal pasando sobre el punto de
medición a una altura de 150 m y a una velocidad de unos 80 nudos. El croquis de
impulsos de presión de la Figura 47.7 indica la naturaleza periódica del ruido y la
importancia del golpeteo de las aspas hasta que el helicóptero se encuentra direc-
tamente por encima. En la Figura 47.8 se muestran los espectros de ruido desde -4
hasta +4 segundos del mismo vuelo.
RUIDO DE AVIONES 47.7
T = -10 SEGUNDOS
:~ ~
50
en T = O SEGUNDOS
O (por encima del observador)
~~ ~
~
w
al
Ü
W
O
Z
W
....J
Il- 50
en
T = 10 SEGUNDOS
~~ ,~
50
10 50 100 5001000
FRECUENCIA EN HERTZIOS
500010.000
FIGURA 47.6. Espectros en bandas de tercio de octava del avión de la Figura 47.5 a
-10, OY + 1Osegundos del paso por encima del observador.
Vuelos supersónicos
¡g lOO
:::J
w
ID
U
w
el
~ 95 +4 SEGUNDOS
<1:
a:
O
Z
O
en
~ 90 ¡OSEOUNooS )
E~
¡¡;
w
a:
c..
w
el
-'
<1: 85
ID
O
-'
(!l
-'
w
>
Z 80~--~------~------~------~------~------~______~
-15 -lO -5 O 5 lO 15
TIEMPO EN SEGUNDOS
durante una maniobra de caída en picado a gran altitud. Además de las considera-
ciones de amplitud, el ruido escuchado sobre el suelo es el mismo en ambos casos de
estampido sónico.
Una vez alcanzada la velocidad supersónica, la potencia del estampido sónico en
vuelo constante aumenta ligeramente al aumentar el número de Mach, pero au-
menta rápidamente a medida que disminuye la distancia o la altura_
T = -4 SEGUNDOS
90
80
70
60
50
T = O SEGUNDOS
IJ) 90
O
::;
w 80
al
Ü
w
O 70
w
z
-' 60
D-
IJ)
50
T = +4 SEGUNDOS
90
80
70
60
50
1
mosférica son los que normalmente establecen el límite de exactitud de las predic-
ciones de nivel sonoros más que el casi perfecto conocimiento de la fuente del
ruido. El sonido proveniente de aviones estacionados en la pista o en vuelo muy bajo
puede atenuarse más fácilmente que el procedente de aviones volando a gran altitud.
A la hora de calcular la medida en la que contribuyen los distintos aviones al ruido to-
tal en el campo de vuelo, se deben tener en cuenta ciertas condiciones meteorológicas
típicas (medidas o estimadas). Solamente entonces puede ser calculada la huella del
ruido emitido por un avión sobre el terreno (durante la aceleración y el mantenimien-
to de motores previo al despegue). Según el tipo de operación (como por ejemplo la
posición fija de calentamiento) se puede asumir la orientación específica de una fuente
en concreto. En caso de que no exista una orientación específica de la aeronave o se
emplee una posición arbitraria de calentamiento, será necesario asumir un valor má-
ximo de emisión en todas las direcciones.
En casos de despegue y aterrizaje, se debe considerar la emisión de ruidos desde
cada punto del itinerario de vuelo. En las Figuras 47.11 y 47.12 se muestran los ni-
veles efectivos de ruido percibido' aproximados correspondientes a varios aviones
* Los niveles efectivos de ruido percibido vienen descritos en la sección Indicadores de ruido de avio-
nes: escalos e [ndices.
47.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
FIGURA 47.9. Forma de una onda de choque alrededor de una esfera dentro de un
túnel aerodinámico con Mach 3. (Según la Referencia 8.)
El ruido originado por las operaciones en tierra incluye el causado por el sistema
propulsor del avión durante las operaciones de mantenimiento y durante los tra-
bajos de revisión tanto en la línea de vuelo como en la plataforma de pruebas. Aun-
que el control de este tipo de ruidos se realiza normalmente para evitar las quejas
......
RUIDO DE AVIONES 47.11
130
727-200
~ 90
"'z
...J 80,
70 G,A I'ROPULjlON BIP10TOR I I I
80 100 200 400 1000 2000 4000
DISTANCIA EN METROS
J
RUIDO DE AVIONES 47.13
120 707-320B
en LOCKHEED
01001
::::¡ ELECTRA
W
III
U
W
o 80 GA
Z PROPULSION
w BIMOTOR
w 70
J DC-10-1O
60
50 I I I I I I I I
80100 200 400 1000 2000 4000
DISTANCIA EN METROS
se extenderá a los lados del itinerario de vuelo y menos en su mismo sentido. El tipo
de aviones y la situación del aeropuerto en relación a la población potencialmente
afectada determinarán cuál de estos dos procedimientos es el más apropiado.
Para provocar las mínimas molestias posibles a la población, las operaciones de
vuelo ruidosas deberían evitarse durante la noche y a horas tempranas del día. Estas
son, sin embargo, menos molestas durante las horas punta generales, de 7:00 a 9:00
de la mañana y de 4:00 a 6:30 de la tarde.
Con el fin de medir y comparar los efectos molestos del ruido de aviones se emplean
varias escalas (para medir el grado de molestia de sucesos acústicos individuales) e
índices (para medir el grado de molestia de sucesos múltiples sobre la población du-
rante un determinado intervalo de tiempo )1,2. Estas escalas e índices tratan de cuan-
tificar la reacción del receptor frente al ruido de aviones3 , y de relacionar las moles-
tias causadas a un receptor con las de la comunidad. Una escala de ruido de aviones
debería incluir los efectos del nivel de presión sonora, los espectros de frecuencia
(incluyendo la presencia de tonos puros), la duración y la distribución espacial de la
fuente del ruido. Un índice de ruido de aviones debería incluir también las conse-
cuencias del número de operaciones y del momento del día de exposición al ruido.
Además de las características físicas de exposición al ruido, para lograr una escala o
FIGURA 47.13. Ejemplo de medidas del nivel global de presión sonora respecto al
tiempo.
-
RUIDO DE AVIONES 47.15
140
(Jl
g
w
130
~OYS
~1~
al
U 120
w
O
z 110
w
~H~
C!i 100
z
oC(
al 90
W
~l~
O
oC( 80
a:
O
z 70
O
(Jl
z 60
O
iii 50
w
a:
o..
w 40
O
-' 30
w
>
Z 20
10
0,02 0,05 0,1 0,2 0,5 1 2 5 10 20
FRECUENCIAS EN KILOHERZIOS
FIGURA 47.14. Líneas de igual ruidosidad percibidas por el oído humano y emplea-
das para la medición del nivel de ruido percibido LpN , en bandas de tercio de octava.
Por ejemplo, la Tabla 47.1 muestra el cálculo de la suma de los valores noy para
cada una de las 24 bandas del espectro de ruido de la Figura 47.13, para un tiempo
t = 4,5 segundos (k = 9). (Aunque los datos científicos en los que se fundamentan
estos cálculos justifican a lo sumo solamente su exactitud en dos o tres lugares, con
fines de regulación se emplea normalmente un número mayor de cifras significati-
vas.)
El valor nmáx = 61,7 noys (indicado en la tabla en negrita) se produce en la ban-
da centrada en 4.000 Hz. Sustituyendo esta cifra y el valor de la suma de la Ecuación
(47.1) se obtiene la ruidosidad total nI para las 24 bandas de la siguiente forma:
24
en donde L n¡ =
¡~l
674,6 noys.
Se debe seguir un procedimiento similar para cada valor k, con el fin de obtener
la ruidosidad en función del tiempo.
RUIDO DE AVIONES 47.17
Paso 3. Se calcula el nivel de ruido percibido, L pN , que viene dado por la siguien-
te fórmula:
oo
(3 120
~ 118,1
~ 116,7
u
0(/)114,5
Q gm,6
!!:!w
ffi ~ 110
o..W
0
0
Q~
:::J
[E:
w
o
...J
W
>
Z " , , ,,, ,, " , , ,
o 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40
IN DICE k DE INCREMENTO DE TIEMPO
RGURA 47.15. Distribución del nivel sonoro percibido corregido por tonos puros en
función del tiempo, obtenido añadiendo al nivel de ruido percibido una corrección
que corresponde al nivel en t = 4,5 segundos (k = 9) de la Figura 47.13.
47.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
El cálculo de la corrección por tonos puros debe repetirse para cada valor de k
hasta obtener el nivel de ruido percibido corregido en función del tiempo que mues-
tra la Figura 47.15. En este ejemplo, el nivel máximo de ruido percibido corregido
es de 118 dB.
Paso 5. Se calcula la corrección de duración D. La corrección D (expresada en
decibelios) sirve para considerar la duración del ruido. D puede ser tanto positiva
como, más frecuentemente, negativa. Se obtiene por medio de:
D = 10 10gIO ~
("" antilog LPNT(k») - 13 - LPNTmáx dB (47.4)
k=O 10
dB (47.5)
En el ejemplo en consideración,
-
RUIDO DE AVIONES 47.19
distancia de rodaje en tierra desde el accionamiento del freno a una altura especí-
fica, y (2) la altitud conseguida respecto a la distancia, se podrá calcular el ruido
producido por el avión en un punto determinado del suelo. Estos datos ya se en-
cuentran disponibles por parte de la Federal A viation Administration (FAA) para
aviones comerciales convencionales, entre los cuales están incluidos los Boeing
B-707, B-737, B-727 Y B-747, los Douglas DC-B, DC-9 y DC-10, y el Lockheed L-
1011. La Environmental Protection Agency (EPA) proporciona datos similares de
ruido de aviones, así como sus datos de funcionamiento, de los mismos aviones co-
merciales, para su uso por parte del personal de aeropuertos y gobiernos locales que
deseen calcular los pronósticos de exposición al ruido, NEF, y los niveles sonoros
corregidos día-noche correspondientes a distintos modelos actuales o en proyecto
de actividades aeronáuticas. Tanto los datos de la F AA como los de la EPA pueden
ser utilizados para calcular el ruido de cada vuelo por separado o el acumulado por
las distintas actividades cercanas a un aeropuerto comercial.
Empleando los datos de la FAA para un avión Boeing B-707-3007 equipado con
motores JT3D-3B se puede calcular a mano el ruido producido a lo largo de una lí-
nea recta sobre el terreno situada directamente por debajo de la trayectoria de vue-
lo del avión, tanto para operaciones de despegue como de aterrizaje. Los datos co-
rrespondientes a trayectorias en curva resultantes de los giros llevados a cabo por el
avión justo después del despegue o al final de su aproximación pueden añadirse por
medio de procedimientos de predicción calculados por ordenador.
puesta en marcha del freno a una altura de 10,7 m (35 ft) igual a 1.631 m (5350 ft),
empleando la Figura 7.3.8 de la Referencia 7 además de la información anterior.
Paso 2. Se obtiene una cantidad equivalente al peso bruto de 117,936 kg a una
altitud de 591 m en un punto situado a 3,5 millas náuticas desde la puesta en marcha
del freno, utilizando la Figura 7.3.10 de la Referencia 7 y los datos de despegue se-
leccionados.
Paso 3. (a) Se obtiene una velocidad de subida de despegue de todos los motores
de 170 nudos utilizando la Figura 7.3.1 de la Referencia 7. (b) Se obtiene una velo-
cidad relativa verdadera de 181 nudos a partir de la Figura 6.2 de la Referencia 7
utilizando la altitud real del avión (305 + 591 m).
Paso 4. Se calcula la tracción neta de cada motor, FN = 59,158 N, empleando la
Figura 7.3.12 de la Referencia 7. Se calcula la tracción neta corregida de cada motor,
(FN /8) = 65,830 N utilizando la Figura 6.3 de la Referencia 7"".
Paso 5. (a) Se obtiene un nivel de ruido percibido efectivo L pNE = 107,3 dB a
partir de la Figura 7.1.12 de la Referencia 7, utilizando una tracción neta corregida
de cada motor de FN /8 = 65,830 N a una distancia (altitud) de 591 m. (b) Se obtiene
un nivel sonoro con ponderación A LA = 90,2 dB (A) utilizando la Figura 7.1.13 de
la Referencia 7.
Paso 6. Se obtiene una corrección de L pNE y de LA en función de la altitud del
aeropuerto y a la temperatura de -0,1 dB, Y una corrección de L PNE solamente
para la velocidad del avión de -0,5 dB utilizando respectivamente las Figuras 6.9 y
6.10 de la Referencia 7.
Paso 7. (a) Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo corregido sobre la pista
a 3,5 millas náuticas de la puesta en marcha del freno, L pNE = 107,3 - 0,1 - 0,5 =
106,7 dB. (b) Se calcula el nivel sonoro con ponderación A corregido, LA = 90,2 -
0,1 = 90,1 dB(A).
La Tabla 47.2 es un resumen tanto del nivel de ruido percibido efectivo como
del nivel sonoro máximo calculados para los datos de este ejemplo empleando un
programa de ordenador para cáluculo de los datos de la F AA.
** 1) = densidad de aire real respecto a la densidad de aire habitual al nivel del mar.
47.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Distancia desde
la puesta en marcha Altitud, LAma...
de freno, m (ft) m (ft) dB(A)
Paso 1. Se obtiene una velocidad de aproximación del avión de 128 nudos uti-
lizando la Figura 7.3.3. de la Referencia 7.
Paso 2. Se obtiene la altitud de 113 m. a 1 milla náutica desde la cabecera de
pista utilizando la Figura 6.6 de la Referencia 7.
Paso 3. Se obtiene una velocidad relativa verdadera de 152 nudos y una guía
de posición corregida según el viento de 0,049 rad (2,8°) utilizando las Figuras 6.2 y
6.8 de la Referencia 7.
Paso 4. Se obtiene una tracción neta de cada motor de F N = 21,158 N Yla trac-
ción neta corregida de cada motor, FN/'O = 22,240 N utilizando las Figuras 7.3.6 y 6.3
de la Referencia 7.
Paso 5. (a) Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo, L pNE = 115,3 dB, uti-
lizando la Figura 7.1.12 de la Referencia 7. (b) Se calcula el nivel sonoro con pon-
deración A, LA = 105,5 dB(A), utilizando la Figura 7.1.13 de la Referencia 7.
Paso 6. Se obtiene una corrección en función de la altitud del aeropuerto y la
temperatura, de -0,1 dB, de nuevo utilizando la Figura 6.9 de la Referencia 7. Se
obtiene una corrección de velocidad de vuelo de +0,2 dB, empleando la Figura 6.10
de la Referencia 7.
Paso 7. (a) Se calcula el nivel de ruido percibido efectivo corregido sobre la pista
a 1,0 milla náutica desde la cabecera de pista, L pNE = 115,3 - 0,1 + 0,2 = 115,4 dB.
(b) Se calcula el nivel A de potencia sonora corregido, LA = 105,5 - 0,1 =
105,4 dB(A).
La Tabla 47.3 es un resumen tanto del nivel de ruido percibido efectivo corno
del nivel sonoro máximo calculados para los datos de este ejemplo, empleando las
aplicaciones compute rizadas de los datos de las F AA.
RUIDO DE AVIONES 47.23
Distancia desde
la puesta en marcha Altitud, L pNE, LAma.",
del freno, m (ft) m (ft) dB dB(A)
872 (2.862) 61 (200) 119,7 112,0
2.035 (6.678) 122 (400) 115,2 105,0
3.199 (10.494) 183 (600) 115,2 100,4
4.362 (14.310) 244 (800) 109,7 96,8
5.525 (18.127) 305 (1000) 107,5 94,0
6.688 (21.943) 366 (1200) 105,7 91,5
9.014 (29.575) 488 (1600) 102,2 87,3
11.341 (37.208) 610 (2000) 99,2 83,2
13.667 (44.840) 732 (2400) 96,7 80,0
15.240 (50.000) 814 (2670) 95,1 78,3
• Como media. el procedimiento gráfico utilizado en el ejemplo de cálculo de ruido de despegue arroja valores de
LPNE y LA que no llegan a diferir en 1 dB del resultado computerizado.
• Debido a un exceso de atenuación por «efecto suelo» (véase el Capítulo 3), este procedimiento no
debería ser empleado en situaciones en las que el ángulo de visión del avión, o sea, el ángulo ljJ de la Fi-
gura 3.1, sea menor de unos 10".
47.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
este método de modelización de fuentes de ruido es que pueden realizarse las pre-
dicciones de ruido para aviones, incluyendo los estudios paramétricos, en la fase de
proyecto preliminar, evaluando el impacto sonoro de las aeronaves estudiadas y,
por tanto, minimizándolo con anterioridad a la puesta en marcha del proyecto.
Para casos de vuelos aislados, tanto el personal de aeropuertos como los planifica-
dores de áreas residenciales o las organizaciones gubernamentales emplean las cur-
vas isófonas en términos de nivel sonoro con ponderación A, nivel de ruido perci-
bido efectivo o algún otro tipo de escala. Para vuelos múltiples se utilizan índices
tales como el nivel sonoro corregido día-noche, o el pronóstico de exposición al rui-
do NEF. Las curvas relativas a vuelos individuales sirven para comparar los aviones
entre sí. Las correspondientes a grupos de aviones, como las que muestra la Figura
47.16, se emplean para determinar el impacto total del ruido de aviones sobre la co-
munidad de personas que se encuentra cerca del aeropuerto, para asesorar acerca
de los cambios a realizar en los procedimientos de las operaciones de los aviones,
para introducir nuevos modelos de aeronaves o para alterar la combinación de apa-
ratos en un aeropuerto en concreto.
REFERENCIAS
William Bowlby
INTRODUCCION
El ruido del tráfico de las autopistas produce un impacto grave sobre más gente que
cualquier otra fuente de ruido ambiental. Como resultado, muchas agencias guber-
namentales nacionales, estatales y locales tienen reglamentaciones para evaluar los
impactos de ruido existentes o potenciales de las autopistas y para reducir los nive-
les allí donde sea posible. En EE.UU., la ley exige que las agencias federales reali-
cen estudios de impacto ambiental (descritos en el Capítulo 54) para nuevas carre-
teras o proyectos importantes de reconstrucción en los que se evalúan con
anticipación los impactos sonoros y se utiliza dinero federal para financiar la tota-
lidad o parte del proyecto. La Federal Highway Administration (FHW A) delega la
responsabilidad de la realización de estos estudios a los departamentos de transpor-
te estatales, cuando éstos poseen la jurisdicción sobre las infraestructuras estudia-
das. La FHW A ha desarrollado procedimientos para analizar y reducir el ruido del
tráfico de las autopistas y el ruido durante su construcción.
Además, cuando el Department of H ousing and Urban Development de EE. UU.
presta dinero (o avala préstamos para la construcción) a un promotor de una urba-
nización residencial, debe primero evaluar los impactos potenciales del ruido de los
transportes en la urbanización. El Capítulo 50 incluye una técnica de «screening»
simplificada de la evaluación inicial del impacto de ruido. Este filtrado inicial suele
producir indicaciones moderadamente altas de impacto. Las metodologías descritas
en este capítulo pueden emplearse para una modelización más precisa y para el di-
seño de medidas de reducción del impacto específico para cada localización.
Este capítulo describe los pasos necesarios para evaluar el impacto de ruido de
un proyecto de autopista y para evaluar y diseñar las medidas de reducción del rui-
do. Se presenta en detalle un método para predecir los niveles de ruido del tráfico
de autopista. También se presenta información sobre las barreras acústicas, el mé-
48.1
48.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
todo más habitual para reducir el ruido del tráfico aparte del control del mismo en
la propia fuente del vehículo.
La mayoría de las evaluaciones del ruido del tráfico se realizan en términos de ni-
veles sonoros globales con ponderación A. Los niveles de banda de octava o de ter-
cio de octava sólo suelen considerarse cuando se trabaja en el control del ruido so-
bre el vehículo, cuando se diseñan tratamientos de aislamiento acústico para
edificios cercanos a autopistas o cuando se estudian tratamientos específicos de ab-
sorción del sonido para las superficies de las barreras contra el ruido.
Debido a que el ruido del tráfico varía a lo largo del tiempo (tanto de minuto a
minuto como de hora a hora), se precisan métodos que cuantifiquen esta variación
y su consiguiente impacto sobre las personas.
El período de tiempo utilizado como base para la evaluación por la Federal High-
way Administration (FHWA) es de 1 hora (la hora con tráfico más denso, es decir,
la peor hora de ruido). El Department 01 Housing and Urban Development exige
evaluaciones sobre períodos de 24 horas, al igual que algunos estados, como Cali-
fornia. Puede exigirse una evaluación para varios de estos períodos de tiempo para
el mismo proyecto, dependiendo de las instituciones implicadas en el estudio.
Habitualmente se utilizan dos métodos para cuantificar la variación dentro de
un período de tiempo determinado: mediante descriptores estadísticos y descripto-
res con promedio temporal.
Descriptores estadísticos
Una manera de describir tanto la magnitud de los sucesos acústicos individuales del
tráfico, por ejemplo el paso de camiones, como el número de estos sucesos, es de-
terminar el nivel percentil 10 L IO , que es el nivel excedido durante un 10 por 100 del
período de tiempo considerado. Inicialmente, los criterios de reducción del ruido de
la FHW A sólo se especificaron en términos del nivel percentil 10 de una hora. Sin
embargo, este descriptor no es adecuado cuando: (1) las intensidades horarias de
vehículos son bajas, (2) los vehículos no están espaciados por igual a lo largo de la
carretera y (3) se necesita combinar matemáticamente los valores de LIO calculados
por separado para distintas fuentes.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.3
Los descriptores con promedio temporal suelen utilizarse en el ruido del tráfico
para superar los problemas de los descriptores estadísticos. El más frecuente es el
nivel sonoro de 1 hora (abreviatura 1HL), que es el nivel sonoro continuo equiva-
lente con ponderación A durante un período de 1 hora (véase Ecuación 11.3). El
uso de este descriptor para la evaluación del ruido del tráfico tiene ventajas porque:
(1) puede calcularse con facilidad, (2) no es necesario establecer suposiciones con
respecto al espaciamiento entre vehículos y (3) los niveles calculados para catego-
rías separadas de fuentes pueden combinarse fácilmente. Una desventaja es que es
extremadamente sensible a sucesos aislados con niveles sonoros altos, que no ne-
cesariamente producen una respuesta humana consecuentemente alta.
Para la mayoría de las situaciones que se producen cerca de las autopistas, el ni-
vel sonoro de 1 hora Llh es de 2 a 4 dB inferior al nivel percentil 10 de 1 hora. En
situaciones de intensidad de tráfico baja, el nivel equivalente tiende a igualar o su-
perar al nivel de percentil 10, debido a su sensibilidad a los sucesos acústicos indi-
viduales.
Cuando se utiliza un período de 24 horas, para análisis de ruido de zonas de uso
residencial, se emplea el nivel sonoro corregido día-noche Ldn (véase Ecuación
11.4). En California, la ley estatal exige el uso del nivel equivalente de ruido comu-
nitario, CNEL (véase Ecuación 11.11).
Aplicabilidad
La FHW A divide los proyectos en dos categorías: Tipo 1 y Tipo 11. Un proyecto de
Tipo 1 es una propuesta de proyecto federal o con ayuda federal para la construc-
ción de una nueva autopista o alteración física importante en una autopista existen-
te. Un proyecto de Tipo II es un proyecto para la implantación de medidas de re-
ducción del ruido que se añaden a una autopista existente, sin cambios importantes
en ella.
Las normas de la FHW A se aplican a todos los proyectos de Tipo 1. Su desarro-
llo e implantación en los proyectos de Tipo 11 no son obligatorios, pero el análisis
del ruido del tráfico es un requisito para que las medidas de reducción puedan aco-
gerse a una financiación federal.
Las normas de la FHW A para el análisis del ruido del tráfico especifican el siguien-
te procedimiento:
1. Identificación de las actividades y usos del suelo que pueden verse afectados
por el ruido del tráfico. Recopilación de fotografías aéreas, mapas de uso del suelo
y planos de autopistas, así como resultados de reconocimiento de campo. Se deter-
minan las áreas típicas en las que se producen actividades humanas. Se identifican
las principales fuentes de ruido.
2. Predicción de los niveles futuros del ruido del tráfico. El método utilizado:
• Debe ser consistente con el modelo de previsión del ruido del tráfico de la
FHWA 2 (que se describirá en la sección «Previsión del ruido del tráfico de au-
topista» ).
• Hay que emplear niveles de emisión de ruido que estén: (a) publicados en las
normas de la FHWA o (b) determinados por la propia agencia utilizando pro-
cedimientos especificados3 .
3. Determinación de los niveles de ruido existentes. Las normas exigen medidas
(o previsiones) de los niveles ambientales en puntos representativos en las áreas
identificadas como sensibles al ruido. Estos niveles ambientales aportan la base tan-
to para evaluar el impacto como para examinar la viabilidad de la reducción del rui-
do. Generalmente se realizan medidas para la determinación de los niveles estadís-
ticos o'equivalentes de 1 hora: (a) durante horas diurnas para obtener los niveles de
ruido más altos, (b) durante las horas más importantes para el uso concreto del sue-
lo afectado o, a veces, (c) durante un período de 24 horas, en uno o más lugares,
para determinar la variación del ruido con el tiempo. Hay que elegir los puntos de
medida en el lugar afectado, de forma que sean representativos de los lugares don-
de la actividad humana suele producirse; deben estar lejos de las fuentes de ruido
existentes, como acondicionadores de aire del edificio, perros que ladran o sega-
doras de césped.
4. Determinación de los impactos del ruido del tráfico. Hay que considerar dos
tipos de impacto, sobre la base de:
• Una comparación entre los niveles previstos y los existentes.
• Una comparación entre los niveles previstos y valores límite dependientes del
uso del suelo.
La política de la FHW A establece que cualquier impacto identificado de acuer-
do con estas comparaciones es lo suficientemente importante como para necesitar
una reducción si ésta es factible y práctica.
Comparación con los niveles existentes. Las normas de la FHWA consideran que
se producirá impacto cuando los niveles futuros previstos «superen sustancialmen-
te» los niveles existentes (sin embargo, la FHWA no define «superen sustancial-
mente»). Distintas agencias de transporte estatales definen de forma diferente el
término «superen sustancialmente», situando el aumento mínimo del nivel sonoro
con ponderación A entre 5 y 15 dB; el valor más habitual es 10 dB.
Comparación con valores límite. Las normas de la FHWA consideran que un se-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.5
gundo tipo de impacto tendrá lugar cuando los niveles futuros previstos «se acercan
o superan» a los valores límite (criterios de reducción del ruido), que se presentan en
la Tabla 48.1. Los criterios se organizan por categorías de uso del suelo y están ex-
presados en términos de niveles sonoros equivalentes de 1 hora (L 1h ) o niveles L/O
de 1 hora. Una agencia de transporte estatal puede usar cualquiera de los descrip-
tores, pero debe hacerlo consistente mente a lo largo del estudio. Las Categorías A,
B YC son para actividades exteriores. La Categoría D corresponde a suelos sin de-
sarrollar y no tiene niveles especificados. La Categoría E corresponde a actividades
interiores en zonas sin actividades exteriores importantes cerca de la carretera. La
mayoría de las zonas sensibles al ruido corresponden a la Categoría B, para la que
los valores límite (criterios) son un nivel sonoro equivalente de 1 hora de 67 dB(A)
o un nivel percentillO de 70 dB(A).
Estos criterios identifican impactos lo suficientemente severos como para que
sea precisa una reducción del ruido. Estos criterios no son objetivos de diseño o ni-
veles finales; hay que diseñar las medidas correctoras de forma que se obtenga una
reducción sustancial de los niveles previstos. La frase «se acercan o superan» no se
define en las normas. Muchas agencias de transporte estatales consideran que ni-
veles equivalentes de 1 hora de entre 65 y 67 dB(A) son lo suficientemente altos
como para que se necesite una reducción del ruido en el caso de las actividades de
la Categoría B.
5. Evaluación de las medidas de reducción del ruido. Si se identifican impactos
severos, la agencia estatal de transporte tiene que examinar los medios para redu-
cirlos sustancialmente o eliminarlos. Estas instituciones suelen tener objetivos de
Categoría Nivel
de la percentil Descripción de la categoría
actividad L/ h lO de lhora de la actividad
A 57 60 Terrenos en que la serenidad y el silencio son
(exterior) (exterior) de extraordinaria importancia y se utilizan
para una necesidad pública importante y
donde la conservación de estas cualidades es
esencial si el área tiene que continuar sirvien-
do para este propósito
B 67 70 Areas de acampada, áreas de recreo, patios
(exterior) (exterior) de juego, áreas de deportes activos, parques,
residencias, moteles, hoteles, escuelas, igle-
sias, bibliotecas y hospitales
C 72 75 Terrenos desarrollados, propiedades o acti-
(exterior) (exterior) vidades no incluidas en las Categorías A o B
anteriores
D Areas no desarrolladas
E 52 55 Residencias, moteles, hoteles, centros públi-
(interior) (interior) cos de reunión, escuelas, iglesias, bibliotecas,
hospitales y auditorios
48.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
La financiación federal puede utilizarse para medidas de reducción del ruido cuan-
do: (1) los impactos han sido identificados, (2) las medidas reducirán los impactos y
(3) los beneficios de la reducción superan los efectos negativos y los costes de las
medidas. Para ser candidata a financiación de Tipo n, el área afectada ha tenido
que ser calificada para el desarrollo de su uso actual antes del 14 de mayo de 1976.
Sin embargo, si la autoridad local ha tomado medidas desde entonces para ejercer
un control sobre el uso del suelo a lo largo de las áreas sin desarrollar restantes a lo
largo de las autopistas, los usos sensibles designados después de esta fecha pueden
acogerse a financiación de Tipo n.
Hay que examinar los siguientes tipos de medidas de reducción del ruido que
pueden ser seleccionadas para financiación federal:
• Construcción de barreras contra el ruido, incluida la adquisición del suelo.
• Alteración de la alineación horizontal o vertical de la carretera.
• Adquisición de suelo para zonas de amortiguamiento.
• Medidas de control del tráfico para prohibir ciertos tipos de vehículos, limitar
las horas de uso o modificando los límites de velocidad.
• Aislamiento acústico de los edificios públicos o sin fines lucrativos.
En situaciones con impactos severos en que las estrategias anteriores sean físi-
camente imposibles o poco razonables económicamente, pueden proponerse otras
estrategias, como la insonorización de viviendas privadas.
Un objetivo de las evaluaciones del ruido del tráfico en proyectos de nuevas auto-
pistas es evitar los impactos futuros del ruido sobre áreas todavía sin desarrollar cer-
canas al proyecto. La Federal Highway Administration (FHW A) requiere que la
agencia estatal de transporte aporte a las autoridades locales correspondientes:
(1) los niveles futuros en función de la distancia a la carretera y (2) información so-
bre la compatibilidad de usos del suelo.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.7
Camiones pesados
El ruido producido por un camión pesado en una autopista es una función de su ré-
gimen de funcionamiento. Por tanto, una descripción completa del ruido del camión
requiere el conocimiento de su ciclo típico de funcionamiento y de los niveles que
produce en cada una de las partes del ciclo.
El ruido del camión puede considerarse como producido por dos fuentes prin-
cipales, mutuamente independientes: el sistema de propulsión y las ruedas. El sis-
tema de propulsión incluye el motor, escape, entrada, ventilador y otros equipa-
mientos auxiliares en el compartimento del motor. El ruido del sistema de
propulsión depende de la velocidad del motor seleccionada para el funcionamiento
del camión en cada marcha. La Figura 48.1a muestra la relación entre el nivel so-
noro con ponderación A y la velocidad del motor; esta relación es independiente de
la velocidad del vehículo. La variación del nivel sonoro a lo largo de la aceleración
en una marcha determinada puede ser 20 dB o más, pero bajo las típicas condicio-
nes de carretera, el intervalo de variación será muy inferior a éste, del orden de
48.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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c: 1000 2000 3000 4000 -g 10 20 30 40 60 80
g, Velocidad del motor en rpm g, Velocidad del vehrculo en km/h
FIGURA 48.1. (a) Ruido de camión diesel en función de la velocidad del motor del
vehículo en revoluciones por minuto. (b) Nivel de ruido de camión diesel en función
de la velocidad del vehículo. Todas las mediciones a una distancia de 7,5 m (25 ft)5.
10 dB. El nivel sonoro máximo en cada caso está asociado con las máximas revolu-
ciones por minuto del motor.
La Figura 48.1b muestra la variación del nivel sonoro con ponderación A pro-
ducida por un vehículo acelerando en función de su velocidad. No hay relación en-
tre el nivel sonoro y la velocidad del vehículo, salvo indirectamente, a través de la
transmisión de marchas, con el resultado de que el nivel sonoro producido por el
sistema de propulsión es efectivamente independiente de la velocidad del vehículo.
El ruido de rodadura se origina por la interacción entre las ruedas y la superficie
de la carretera. Es debido a una combinación de la vibración de la carcasa y del me-
canismo de atrapar y posteriormente liberar aire entre las huellas del neumático.
Por tanto, los niveles sonoros están relacionados con la velocidad del vehículo. La
relación de aumento del nivel sonoro con ponderación A con la velocidad del ve-
hículo es aproximadamente la misma para la mayoría de los tipos y diseños de neu-
máticos, y es de aproximadamente 10 a 12 dB(A) por cada duplicación de la velo-
cidad.
Dado que el nivel máximo de ruido producido por el sistema de propulsión es
constante con la velocidad del vehículo, pero el ruido de rodadura aumenta con la
velocidad, existe una velocidad por encima de la cual el ruido de rodadura se hace
predominante. El nivel sonoro producido por la rodadura a una velocidad deter-
minada es función del tipo de neumáticos; esta velocidad crítica varía por lo tanto
entre las diferentes clases de camiones, de acuerdo con el tipo y número de ruedas
en el vehículo, incluido el remolque. Habitualmente, sin embargo, esta velocidad
crítica está por encima de aproximadamente 48 kmlh (30 mph), de manera que a ve-
locidades inferiores el nivel sonoro global del ruido del camión está dominado por
la contribución del sistema de propulsión.
Además de parámetros tales como la velocidad del vehículo y revoluciones por
minuto del motor, el ruido producido por un camión también depende de la carga
estimada que puede remolcar. Un camión diseñado para remolcar grandes cargas
requiere un motor más potente que otro diseñado para cargas menores, si ha de
mantener una adecuada flexibilidad en su funcionamiento sobre la carretera. No
hay una relación exacta entre los caballos de potencia máximos del motor y el nivel
sonoro asociado, debido a la relación compleja de ambas cantidades con el tamaño
y velocidad del motor y los efectos de añadir turbocargadores, etcétera. Por ejem-
plo, un motor más potente puede (bajo determinadas circunstancias) producir me-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.9
nos ruido que otro menos potente. El nivel sonoro producido por un camión tam-
bién depende, en cierta medida, de su mantenimiento, sobre todo por lo que
respecta al sistema de escape, lo cual complica más aún su relación con los caballos
de potencia. Al aumentar la capacidad de carga, existe una tendencia general de
cambio de los motores de gasolina, más silenciosos, por los motores diesel, más rui-
dosos, de manera que el efecto global es la tendencia hacia niveles de ruido más al-
tos para cargas más altas.
Para un camión determinado, el efecto de las distintas cargas sobre el ruido
producido depende del régimen de funcionamiento. A plena aceleración, el mo-
tor funciona en carga; un aumento de la carga simplemente alarga el tiempo que
tarda el camión en alcanzar determinada velocidad, pero no afecta significativa-
mente al nivel sonoro máximo. A velocidad constante en carretera, el nivel so-
noro varía ligeramente con la carga, debido a que, bajo estas condiciones, la carga
sobre el motor viene determinada (en gran medida) por la resistencia a la roda-
dura, que depende de la carga sobre el eje. La única condición en que puede es-
perarse un cambio importante en el nivel sonoro debido al aumento de carga es
en una rampa cuesta arriba, donde es preciso un aumento de torque para com-
pensar el componente aumentado del peso del camión. Sin embargo, es habitual
que los conductores de camión operen a potencia máxima, es decir, a la velocidad
calibrada para el motor, siempre que sea posible, de manera que el aumento de
carga suele dar como resultado una reducción en la velocidad del vehículo y no
necesariamente un nivel sonoro más alto. Esta característica típica de la conduc-
ción reduce así significativamente el efecto de la carga sobre los niveles sonoros
de los camiones.
Automóviles
El ruido producido por los automóviles es distinto al producido por los camiones,
tanto en magnitud como en espectro. Es conveniente considerar el ruido como si
fuera producido por dos fuentes independientes: el sistema de propulsión y la ro-
dadura. Las distintas fuentes de ruido asociadas con el sistema de propulsión inclu-
yen motor, escape, entrada, ventilador y la bomba de aire precisa para el cumpli-
miento de las normas de emisión del motor. Su combinación produce un nivel
sonoro que es función de la velocidad del motor, como ilustra la Figura 48.2a. Estos
datos muestran que el nivel sonoro con ponderación A es relativamente indepen-
diente de la velocidad del vehículo, pero varía aproximadamente según el factor
50 log (velocidad del motor). De una manera algo distinta, la Figura 48.2b muestra
aproximadamente la misma relación, en una gráfica del nivel sonoro con pondera-
ción A producido por el mismo automóvil en función de la velocidad del vehículo.
En este caso, el parámetro es la marcha en que el vehículo está funcionando. Los
datos se muestran como un conjunto de curvas que ilustran una dependencia pri-
maria entre el nivel sonoro y la velocidad del motor, en lugar de la velocidad del ve-
hículo. Durante el funcionamiento real, el nivel sonoro aumenta al aumentar la ve-
56kmlh
(35 mph) 87 84,5 81,5 78 74,5 70,5 83,5
88 kmlh
(55 mph) 87,5 85 87,5 82,5 77 73,5 87,5
-
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.11
FIGURA 48.2. (a) Niveles de ruido de automóvil en función de la velocidad del motor
para un vehículo de transmisión manual. (b) Niveles de ruido de automóvil en función
de la velocidad del vehículo. Todas las mediciones realizadas a una distancia de 7,5 m
(25 ft)s.
56 km/h
(35 mph) 65 61 62 61 57 53 65
88 kmlh
(55 mph) 71 68 66 68 66 60 72
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.13
El modelo FHWA predice el nivel sonoro equivalente de 1 hora para un flujo de ve-
hículos circulando a lo largo de una línea infinitamente larga. Los algoritmos se ba-
san en la determinación de una serie de correcciones con respecto a un nivel sonoro
de referencia. Este nivel de referencia se sitúa a una distancia de 15,2 m (50 ft) de
un vehículo aislado que circula a lo largo de una carretera recta infinitamente larga,
sin apantallamiento de la fuente. A continuación se realizan correcciones en fun-
ción del flujo total de tráfico, la distancia real del punto receptor a la carretera, la
extensión del segmento de carretera que se está considerando, el tipo de cubierta
del suelo entre la fuente y el receptor, cualquier pantalla en la fuente y, si es apli-
cable, la pendiente de la carretera. Las correcciones tienen un formato ligeramente
distinto a las presentadas en el Capítulo 3, pero son equivalentes.
El modelo FHWA se basa en un tráfico que fluye libremente, circulando a ve-
locidad constante entre 50 y 100 km/h (30 Y60 mph). Se ha desarrollado por sepa-
rado un procedimiento para tráfico a velocidad no constante. El parque de vehícu-
los se divide en tres tipos: (1) automóviles (vehículos de dos ejes y cuatro ruedas),
(2) camiones medios (vehículos de dos ejes y seis ruedas) y (3) camiones pesados
(tres o más ejes). Para usar el modelo FHWA, se necesitan: (1) las intensidades de
circulación de cada tipo de vehículo por hora (para la hora que se está consideran-
do), (2) la velocidad media de circulación de cada tipo de vehículo y (3) la(s) distan-
cia(s) entre la carretera y el (los) punto(s) receptor(es). Habitualmente, se elige un
año horizonte correspondiente a 20 años después de la finalización del proyecto, y
los planificadores de transporte proyectan el tráfico futuro. Si se trata de una in-
fraestructura con carriles múltiples, puede modelizarse como una serie de carrete-
ras paralelas, cada una de ellas representando uno o más carriles. Por lo general,
como mínimo, el conjunto de carriles para cada sentido de circulación se modeliza
como una carretera separada, sobre todo si la autopista tiene pendientes o si los ca-
rriles están separados por una mediana.
El valor inicial que hay que calcular para cada tipo de vehículo (i) es el nivel medio
de emisión de referencia [(Lo)E];. Este nivel es una función dependiente de la velo-
cidad de la media energética de los niveles máximos al paso medidos a una distancia
de referencia de 15,2 m (50 ft) para un tipo de vehículo determinado. Los niveles
nacionales medios de emisión de referencia en EE. UU. son2:
• Automóviles (Lo)E = 38,llog (v) - 2,4 db(A) (48.7)
• Camiones medios (Lo)E = 33,9log (v) + 16,4 db(A) (48.8)
• Camiones pesados (Lo)E = 24,610g (v) + 38,5 db(A) (48.9)
Con el fin de tener en cuenta la intensidad total horaria del tipo de vehículo y el ni-
vel equivalente en el período de tiempo de una hora, se realiza un ajuste (Lltráfico)i en
el nivel medio de emisión de referencia:
dB(A) (48.10)
Por lo general, las previsiones del ruido del tráfico se realizan en puntos en los que
suele existir algún tipo de actividad. Por ello es necesario un ajuste de los niveles
medios de emisión de referencia obtenidos en las Ecuaciones (48.1), (48.2) Y(48.3),
estimados para una distancia de referencia de 15,2 m.
Al calcular el ajuste, se considera el tipo de cubierta del suelo. En espacios
abiertos o sobre una superficie dura como la de un aparcamiento pavimentado, el
nivel sonoro equivalente de 1 hora para una serie de fuentes puntuales que se mue-
ven a lo largo de una línea decrece 3 dB(A) por cada duplicación de la distancia
desde la línea de tráfico. Sobre una superficie acústicamente blanda, el nivel sonoro
medio decrece a una tasa más rápida que sobre una superficie dura; la diferencia es
el exceso de atenuación del suelo. Los datos de campo muestran que la tasa media
sobre superficies de hierba es de aproximadamente 4,5 dB(A) por cada duplicación
de la distancia. La Federal Highway Administration ha utilizado estos dos valores, 3
y 4,5 dB(A), para desarrollar un parámetro de tipo de suelo denominado factor alfa
(a). Para suelos duros, el factor alfa tiene un valor de 0,0; para suelos blandos es 0,5.
Una expresión general de la corrección por distancia es
TABLA 48.4. Directrices para la elección de las tasas de propagación del sonido
Tasa de
Situación propagación dB(A)
1. Todas las situaciones en que la fuente o el receptor están
localizados 3 m por encima del suelo, o siempre que, de
media, la línea de visión* esté a más de 3 m por encima del
suelo 3 (a = O)
2. Todas las situaciones que implican propagación sobre la
parte superior de una barrera de 3 m o más altura. 3 (a = O)
3. Donde la altura de la línea de visión sea inferior a 3 m y
a) Hay una visión clara (no obstruida) de la autopista, el
suelo es duro y no hay estructuras intervinientes 3 (a = O)
b) La vista de la carretera está interrumpida por edificios
aislados, grupos de arbustos o árboles esparcidos, o el
suelo es blando o está cubierto de vegetación 4,5 (a = 112)
• La línea de visión (US) es una línea directa entre la fuente de ruido y el receptor.
La corrección por segmento finito de carretera depende del tipo de suelo y se de-
fine como
4>2
.lsegmento = 10 log
I 4>1
(lhr)(cos <1»" d<l> (48.12)
48.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
donde <1>1 y <1>2 son ángulos en radianes con vértice en el receptor, como ilustra la Fi-
gura 48.3; <1>1 es el ángulo en el extremo de la «izquierda» y <1>2 es el ángulo en el ex-
tremo de la «derecha». Si los ángulos se miden en la dirección contraria a las agujas
del reloj desde la línea normal, se les asigna valores negativos; si se miden en direc-
ción a las agujas del reloj, valores positivos.
Para un suelo duro, la Ecuación (48.12) se reduce a:
radianes (48.13)
A Segmento de carretera
----- B
,-----
-----~-----
Receptor
(a)
A Segmento de carretera B
r:;:::::=========t:-- - - - - - :. ==:
Receptor
(b)
La reducción del nivel sonoro debida a la presencia de una o más filas de casas entre
el punto de estudio y una carretera (flap) puede estimarse mediante la siguiente re-
gla empírica2 : Si entre el 40 y el 65 por 100 de la longitud de la primera fila está ocu-
pado por edificios, se restan 3 dB(A) del nivel sonoro medio. Si entre el 65 y el 90
por 100 de la longitud de la primera fila está ocupado por edificios, se restan
5 dB(A) del nivel sonoro medio; si el porcentaje supera el 90 por 100, los edificios
pueden modelizarse como barreras acústicas. Cada fila sucesiva de edificios añade
1,5 dB(A) a este ajuste, hasta una reducción máxima de 10 dB(A). Cualquier in-
fluencia de la atenuación del suelo termina en la primera fila.
Atenuación de barreras
longitud de onda de 0,62 m (2,0 ft), que corresponde a una frecuencia de 550 Hz.
Mientras el ruido del tráfico tiene un espectro ancho, las mediciones y cálculos de
campo han demostrado que el uso de esta longitud de onda para el cálculo del nú-
mero de Fresnel determina atenuaciones dentro de un margen de error de 1 dB de la
atenuación medida o calculada, basada sobre el espectro global con ponderación A 2.
El nivel equivalente total de 1 hora correspondiente a cada tipo de vehículo [(L eq );] se
calcula sumando aritméticamente al valor de referencia las distintas correcciones:
(48.14)
+ (áapantaUamiento)¡ + (ábarrera)¡
Los niveles de 1 hora correspondientes a automóviles, camiones medios y ca-
miones pesados pueden combinarse para obtener el nivel total utilizando la Figura
1.14. Cuando se consideran varias carreteras o segmentos de ellas en el mismo re-
ceptor, se combinan los niveles equivalentes de 1 hora para cada carretera, utilizan-
do la Figura 1.14. También hay que destacar que no existe una correspondencia de
uno a uno entre los términos de atenuación de la Ecuación (48.14) para una fuente
puntual y los descritos en el Capítulo 3 para una fuente lineal. Esto se debe a que los
distintos mecanismos de atenuación se conjugan de forma distinta en los dos capí-
tulos; sin embargo, son equivalentes.
IL = Lantes - Ldespués
donde Lantes es el nivel sonoro equivalente de 1 hora sin la barrera y Ldespués es el mis-
mo descriptor una vez colocada la barrera. Para suelos blandos (o: = 0,5), se utiliza un
factor alfa de 0,0 [véase Ecuación (48.5)] para calcular Ldespués para el segmento de ca-
rretera apantallado respecto del receptor mediante la barrera. Así, una barrera no
aportará pérdida por inserción hasta que su atenuación supere la pérdida de atenua-
ción del suelo debida a la colocación de la barrera. El Capítulo 3 considera en detalle
el cálculo de la pérdida por inserción de una barrera para una fuente puntual.
La Figura 48.4 es un gráfico que puede utilizarse para determinar la pérdida por in-
serción de una barrera contra el ruido del tráfico, para un lugar acústicamente blan-
do. Se asume que los vehículos circulan sobre una carretera en una línea infinita-
us
600
500
Gráfico de barreras
~
400
D o lIS
10 .!:: u I Atenu89ón de la barrera.
e 600
300 -
~I '~"
0 , 2 3 4 56789'011'2'314'5'617'8'920
500
I I I I I I • , •
¡ t=::GIITl· ! I I I. I I. II I dBA
400 11111111111111111111 111111 11 nllllllll
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300 GE1
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O
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...
F-.¡;¡" kt ~
'0
Supuestos;
FIGURA 48.4. Gráfico de pérdida por inserción de barrera para un lugar blando 2 • ~
...
CD
48.20 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROl. DEL RUIDO
Por ejemplo, consideremos una barrera infinitamente larga, a 4,0 m (13,1 ft) de
°
altura, localizada a 13,5 m (44,4 ft) del centro de un carril único por el que sólo cir-
culan automóviles (altura de la fuente, m), para un receptor localizado a 48,2 m
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.21
(158,1 ft) de una barrera a una altura de 1,5 m (4,9 ft) sobre la carretera. De acuer-
do con la Figura 48.4, la pérdida por inserción resultante es de aproximadamente
13 dB(A).
Para predecir el nivel sonoro medio resultante para este tipo de vehículo, se usa
esta pérdida por inserción el término (ábarrera) en la Ecuación (48.14), con el tér-
mino (á segmento) fijado en -1,2 dB (suelo blando).
PROGRAMAS DE ORDENADOR
SNAP 1.1 10
STAMINA2.0 11
El programa OPTIMA se utiliza para diseñar barreras contra el ruido sobre la base
de la información que aporta el usuario, como el tipo de material de cada barrera.
Los tipos de material,-,> incluyen hormigón, madera, acero, bloques de mampostería
y diques de tierra. Asociados a éstos están los costes de la unidad en función de la
altura. Este programa calcula las relaciones entre eficacia y coste que puede usar el
analista para elegir un diseño que proporcione: (1) la mayor reducción del ruido
(acumulada sobre todos los receptores) para un coste determinado o (2) el coste mí-
nimo para una reducción del ruido determinada. Para cada conjunto de alturas de
barrera elegido por el usuario, se calcula el nivel sonoro medio y la pérdida por in-
serción en cada receptor, y la contribución al nivel medio en cada receptor del ruido
que pasa por encima de la barrera.
Los resultados previstos muestran que a una distancia de 15,2 m (50 ft) desde la
línea central del carril, el nivel sonoro medio en una zona de deceleración descen-
derá en aproximadamente 2 dB(A) por debajo del nivel en una zona de crucero,
para una velocidad de aproximación de 48 kmlh (30 mph), y en aproximadamente 6
dB para una velocidad de aproximación de 96 kmlh (60 mph). En las zonas de ace-
leración, el nivel sonoro medio está aproximadamente 2 dB por encima del nivel de
crucero, si la velocidad de crucero es de 48 km/h (30 mph), y 2 dB por debajo del ni-
vel de crucero para una velocidad de crucero de 96 kmlh (50 mph). Las diferencias
relativas con respecto a los niveles de crucero disminuyen cuando se introduce trá-
fico en dos direcciones y cuando aumenta la distancia entre el receptor y la carre-
tera.
Cuando las barreras del ruido se construyen a ambos lados de la carretera, o cuando
la carretera está deprimida con muros de contención verticales, las reflexiones múl-
tiples de las ondas sonoras entre los dos muros pueden reducir seriamente la pér-
dida por inserción que aportaría cada uno de ellos aisladamente. Esta reducción en
la pérdida por inserción producida por las reflexiones múltiples se denomina degra-
dación de la pérdida par inserción.
Consideremos dos muros paralelos con rayos sonoros desde: (1) la fuente real,
(2) la primera imagen y (3) la segunda imagen de esta fuente. De acuerdo con la
teoría del rayo imagen, estas fuentes imágenes están localizadas más allá del muro,
en el lado opuesto de la carretera respecto al receptor que se estudia, asumiendo
una reflexión especular. En efecto, se genera una serie de carriles imagen de tráfico
paralelos a los carriles reales. En cada punto de reflexión sobre cada muro, para
cada carretera imagen, la intensidad del sonido se reduce según los coeficientes de
reflexión (la cantidad 1 menos los coeficientes de absorción) que describen desde el
punto de vista de la absorción la superficie de los muros. La solución a este proble-
ma se facilita mediante un gráfico desarrollado por la Federal Highway Administra-
tian (FHWA)13, que se basa sobre los siguientes supuestos: (1) la fuente es una línea
de camiones pesados localizados a medio camino entre los muros paralelos, 2,44 m
(8,0 ft) por encima de la carretera; (2) los muros tienen la misma altura; (3) los mu-
ros tienen el mismo coeficiente de reducción del ruido [el coeficiente de reducción
del ruido (NRC) es la media aritmética de los coeficientes de absorción correspon-
dientes a las bandas de octava de 250, 500,1000 Y 2000 Hz], Y (4) el coeficiente de
reducción del ruido se aplica a la altura completa de cada muro.
Para casos a nivel del suelo y elevados, la degradación de la pérdida por inser-
ción es relativamente insensible a la altura de la barrera. Para el caso de carretera
deprimida, la degradación tiende a aumentar al hacerlo la profundidad de la carre-
tera, debido a que el receptor permanece a una altura constante por encima del bor-
48.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
de superior del muro de contención, que es distinto de los dos primeros casos. En
todos los casos, el uso de material absorbente es muy efectivo para controlar el pro-
blema. La degradación tiende a aumentar a medida que se reduce la separación en-
tre los muros y a medida que aumenta la distancia del receptor.
Muros inclinados. Si un muro está inclinado hacia fuera (rotado desde la base), la
localización de la primera imagen puede modificarse lo suficiente como para que las
ondas sonoras de esta fuente no se reflejen hacia la carretera y se difracten sobre el
muro próximo. Las imágenes posteriores podrían incluso no estar presentes, depen-
diendo de los ángulos de inclinación. Una inclinación de 5° a 15° suele ser efectiva
para resolver este problema, pero puede plantear dificultades en la fabricación, ins-
talación, construcción y mantenimiento.
Las influencias del clima sobre la propagación del sonido en exteriores se describen
en el Capítulo 3, aunque la mayoría de los modelos de predicción del ruido del trá-
fico ignoran estos efectos. Por ejemplo, una variación de 7 dB(A) en el nivel sonoro
medio del tráfico puede producirse a distancias tan pequeñas como 38 m (125 ft) de
la línea central de una carretera con tráfico denso 14 .
A las distancias típicas de las viviendas en primera o segunda fila, los factores
que afectan a la propagación del sonido incluyen: (1) velocidad del viento, (2) tem-
peratura, (3) gradiente térmico, (4) gradiente de viento y (5) desviaciones típicas de
los componentes del vector de la velocidad del viento 14 • Puede haber estratificación
del viento y la temperatura y turbulencia en la atmósfera. Como resultado, las on-
das sonoras pueden refractarse hacia arriba o hacia abajo, a medida que las ondas
pasan a través de los distintos cambios de velocidad y temperatura.
La consideración de los efectos atmosféricos es importante: (1) cuando se hacen
mediciones que se van a usar para calibrar el impacto, (2) cuando se consideran los
niveles para el peor caso en función de la hora del día (efectos de una inversión noc-
turna de temperatura) y (3) cuando se diseña una barrera contra el ruido en un lu-
gar en que los vientos predominantes son de una sola dirección.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.25
La medida de reducción del ruido del tráfico más frecuentemente utilizada son las
barreras acústicas. Además del diseño acústico de localización, altura, longitud y ca-
racterísticas absorbentes del sonido de la barrera, son importantes las siguientes
consideraciones: (1) el tipo de material y su coste; (2) el diseño estructural y los re-
quisitos de construcción, incluyendo los cimientos y el drenaje para el agua de llu-
via; (3) seguridad del tráfico; (4) necesidades de mantenimiento a corto y largo pla-
zo, y (5) factores visuales, como apariencia o intrusión visual.
Materiales
Los materiales más frecuentemente utilizados para las barreras contra el ruido son
bloques de mampostería, paneles de hormigón prefabricados u hormigón in situ,
postes y tablas de madera, paneles de madera, diques de tierra y paneles de metal 15 •
Algunas barreras son combinaciones de dos o más de estos tipos de materiales. Las
barreras absorbentes del sonido pueden construirse de
• Tableros compuestos de virutas de madera cementosa con un respaldo de
hormigón.
• Paneles de acero con un frente perforado y en su interior listones o una plan-
cha de fibra de vidrio, lana mineral o lana de roca.
• Paneles de plástico parecidos a los paneles de acero anteriores.
• Hormigón poroso que cubre la superficie de un panel de hormigón conven-
cional.
El valor mínimo del coeficiente de reducción del ruido (NRC) para una barrera
absorbente del sonido en una autopista es 0,65, aunque es muy deseable un valor
entre 0,80 y 0,85.
Seguridad
Las barreras acústicas situadas cerca del borde de la calzada representan un peligro
para la seguridad vial, y se necesita un tratamiento adecuado. Si no se puede dejar
una zona despejada de 10 m (30 ft) entre la carretera y la barrera, de acuerdo con la
práctica de la agencia estatal de transporte, es necesario un instrumento de seguri-
dad, como un contracarril de acero o barrera de hormigón de seguridad. Los extre-
mos de la barrera, sobre todo entre los carriles principales y la rampa de salida, ne-
cesitan protección mediante aparatos de atenuación de la colisión. Otros problemas
de seguridad incluyen: (1) la distancia de seguridad para parada de los vehículos
cuando las barreras están a lo largo del interior de una curva en la carretera, y (2) la
distancia de seguridad de incorporación para vehículos que entran en la autopista
desde una rampa, cuando la barrera está entre la rampa y los carriles principales 17•
El mantenimiento de la seguridad del tráfico también es esencial durante la cons-
trucción de la barrera a lo largo de las carreteras existentes.
Consideraciones de mantenimiento
Una vez que la barrera se ha instalado, ésta y el área que le rodea precisarán man-
tenimiento. En algunas regiones, los graffitis sobre su superficie son un problema.
Hay disponibles coberturas que permiten retirar la pintura con disolventes. Las su-
perficies no tratadas tendrán que volver a pintarse o recibir chorros de arena. De
ser así, la superficie podría dañarse y el color original sería difícil de igualar.
A menudo se usan técnicas de paisaje para mejorar la apariencia de la barrera.
Las plantas deben ser adecuadas para el ambiente de autopista, donde prevalecen
la suciedad de la carretera, los escapes de los vehículos y la posibilidad de riego con
sal en el invierno, en tanto que el aporte de agua o la financiación para el manteni-
miento y siega pueden ser escasos. Las áreas creadas entre la pared de la barrera y
la verja a la derecha de cualquier instalación de seguridad pueden permitir que se
acumule la basura. De ser así, habrá que incluir un acceso a estas áreas.
Apariencia visual
A menudo, la apariencia de una pared tiene mucho que ver con su aceptación por
la comunidad y la percepción de su efectividad. Hay que considerar tanto la vista
desde la carretera como desde la comunidad.
PREVISION y CONTROL DEL RUIDO DE AUTOPISTAS 48.27
Algunas agencias estatales de transporte tienen sus propias políticas sobre ma-
teriales, tratamientos de la superficie y paisaje. Algunas intentan mantener una sen-
sación de continuidad y consistencia cuando hay varias barreras en la misma auto-
pista, mientras otras buscan dar a cada barrera una sensación de individualidad.
Durante el diseño estructural, hay que suavizar cualquier indentación en el perfil
superior de la barrera, resultante del diseño acústico. Las barreras a lo largo del
borde de la carretera no siempre tienen que acabar abruptamente, sino que pueden
escalonarse en altura a lo largo de la longitud de dos o tres paneles. Los extremos
del muro pueden esconderse enterrándolos en un montículo de tierra o un rasgo na-
tural del terreno. Curvar los extremos de la barrera, alejándolos de la carretera, sua-
viza el impacto visual, a la vez que habitualmente reduce el ruido generado al pasar
el final de la barrera.
A menudo, el enfoque más efectivo para considerar adecuadamente todos estos
problemas es establecer un equipo de personas, cada una de ellas especialista en un
tema determinado.
REFERENCIAS
12. W. Bowlby, R. L. Wayson y R. E. Stammer, Jr., Predicting stop-and-go traffic noise levels,
NCHRP Informe 311, Transportation Research Board, Washington, D.C., 1989.
13. M. A. Simpson, Noise barrier design handbook, Federal Highway Administration, infor-
me FHWA-RD-76-58, Washington, DC 20590,1976.
14. R. L. Wayson y W. Bowlby, «Atmospheric effects on traffic noise propagation», Trans-
portation Research Record 1255, Transportation Research Board, Washington, DC
20418, 1990.
15. M. Weiss, «Summary of highway noise barrier construction in the United States», Trans-
portation Research Record 1176, Transportation Research Board, Washington, DC
20418, 1989.
16. Guide specifications for structural design ofnoise barriers, American Association of State
Highway and Transportation Officials, Washington, DC 20001,1989.
17. A policy for the geometric design of highways and streets, American Association of State
Highway and Transportation Officials, Washington, DC 20001,1984.
Capítulo 49
EVALUACION DEL RUIDO
EN ZONAS DE EDIFICACION
George E. Winzer
INTRODUCCION
49.1
49.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
las personas de las fuentes de ruido. Estos datos pueden ser útiles en el diseño ar-
quitectónico y la selección de los materiales de construcción con el fin de conseguir
la suficiente atenuación del ruido ambiental y crear un ambiente acústico adecuado
al uso previsto en el interior de los edificios.
Edificios residenciales
La mayoría de las personas están de acuerdo con que la propia vivienda debe ser un
lugar donde sea posible dormir, conversar y relajarse sin intrusiones serias del ruido
de fuentes que no pueden ser controladas por los residentes. La mayoría de las per-
sonas también suelen ser tolerantes con ciertos sonidos típicamente compatibles
con el ambiente residencial general, cuando los sonidos se producen a niveles y ho-
ras considerados razonables. Sin embargo, muchas jurisdicciones estatales y locales
se han encontrado con la necesidad de implantar leyes y ordenanzas para definir los
ambientes acústicos aceptables para áreas residenciales y limitar los ruidos innece-
sarios y no deseados dentro de ellas.
-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.3
-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.5
Una evaluación preliminar del ruido puede realizarse en muchos casos sin una ins-
pección física de la zona de estudio. Sin embargo, una evaluación completa final del
ruido de un zona de edificación siempre debe incluir una inspección in situ.
En los casos en los que existen regulaciones zonales de usos del suelo, éstas pueden
incluir directrices para realizar evaluaciones rudimentarias de ruido, aunque la
«compatibilidad acústica» de los diversos usos rara vez se incluye como una finali-
dad explícita de estas ordenanzas. Por lo general, la intención de las normativas es:
(1) guiar y dirigir el ordenamiento y localización de los usos del suelo de acuerdo
con el plan general de desarrollo para una jurisdicción determinada; (2) organizar
las concentraciones de poblaciones; (3) relacionar la densidad de usos con las loca-
lizaciones adecuadas; (4) facilitar la provisión adecuada de transportes, agua, alcan-
tarillado, escuelas, parques y otras infraestructuras públicas, y (5) velar por la salud
pública, seguridad y bienestar general para los ciudadanos de la jurisdicción. Para
implantar estas normas, el área regulada se divide en diferentes tipos de zonas, que
definen y agrupan las actividades que se piensa que son compatibles. Por ejemplo,
un suelo de uso residencial puede dividirse en muchos distritos o zonas, como zonas
residenciales rurales y zonas residenciales unifamiliares y multifamiliares de distin-
tas densidades. De la misma manera, pueden crearse distritos comerciales, indus-
triales y especiales para definir el «carácter» de un área de suelo específica median-
te los tipos de usos que se permiten siempre, excepcionalmente o bien que están
prohibidos.
La principal ventaja de este procedimiento de evaluación preliminar del ruido
es que la conformidad de los usos previstos para los edificios con los distritos ade-
cuados para ello implica compatibilidad acústica. La principal limitación surge de
los usos permitidos en situaciones especiales, que a menudo son acústicamente in-
compatibles con los usos permitidos directamente. Por ejemplo, algunas ordenan-
zas de zonas definidas como residenciales rurales, que habitualmente no presentan
problemas de ruido, permiten, mediante la aplicación de medidas excepcionales, la
instalación de aeropuertos (pistas aéreas), helipuertos (pistas para helicópteros),
hospitales de animales (clínicas veterinarias), clínicas, instalaciones de recreo, tiro
con rifle, pistola y arco, patios de arena y gravilla e instalaciones sanitarias. Por otra
parte, todos los usos permitidos en un distrito residencial rural también se permiten
49.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.7
Una vez identificadas y localizadas la zona de edificación y las fuentes de ruido sig-
nificativas, es posible estimar los niveles sonoros que se producirán en el lugar me-
diante cualquiera de los diversos métodos desarrollados con este fin o mediante las
Noise Assessment Guidelines publicadas por el Department of Housing and Urban
Deve/opment de EE. UU?
Modelo de previsión del ruido del tráfico de autopistas del Department 01 Trans-
portation-Federal Highway Administration (FHWA) de EE. UV. 6 La previsión y
control del ruido de las autopistas se trata ampliamente en el Capítulo 48.
-
EVALUACION DEL RUIDO EN ZONAS DE EDIFICACION 49.9
y (7) si la sección relevante de las vías ferroviarias está compuesta de secciones sol-
dadas continuamente o de secciones de vías atornilladas.
El nivel de ruido previsto puede determinarse a partir de ábacos diferentes para
las locomotoras diesel, vagones y trenes de alta velocidad (que se supone tienen lo-
comotoras eléctricas) de forma análoga a la que se determina el ruido de automó-
viles y camiones en las carreteras. Los niveles sonoros previstos pueden combinarse
adecuadamente para obtener el nivel sonoro corregido día-noche previsto atribui-
ble al ruido ferroviario.
Dado que determinadas características topográficas y algunos edificios pueden
apantallar la vía directa del sonido entre la fuente y el receptor, se incluyen hojas y
gráficos de trabajo para realizar los cálculos que permitan estimar el efecto proba-
ble de estas barreras.
Por último, el nivel sonoro corregido día-noche de una determinada zona que
pueda estar afectada por diversas fuentes de ruido puede predecirse combinando
los valores previstos, determinados por separado para cada una de las fuentes, me-
diante la Figura 1.14.
Por ejemplo, consideremos una zona propuesta para la construcción de un com-
plejo residencial situado a una distancia de entre 6,4 y 8 km (4 a 5 mi) de un aero-
puerto, relativamente cerca de una autopista interestatal importante y a unos
3,2 km (2 mi) de una vía de tren. La zona está fuera de la isófona de 65 dB del nivel
sonoro corregido día-noche (DNL), pero se ve afectada por el ruido de aviación; el
DNL previsto es 60 dB. El nivel sonoro corregido día-noche combinado para ca-
miones y automóviles es 63 dB. La vía de ferrocarril es transitada por trenes de cer-
canías con locomotoras eléctricas durante el día y varios trenes de carga con loco-
motoras diesel durante la noche; el nivel sonoro combinado previsto para las
operaciones ferroviarias es 62 dB. Así, el nivel previsto para la zona es:
Aviación 60dB
Tráfico rodado 63dB
Tráfico ferroviario 62dB
El nivel combinado que resulta de más de una fuente de ruido puede obtenerse
mediante la Figura 1.14. La aplicación de este procedimiento da un nivel sonoro co-
rregido día-noche previsto para la zona de aproximadamente 67 dB.
Las directrices citadas anteriormente son herramientas valiosas para predecir la ex-
posición potencial al ruido de las zonas de edificación, sobre todo en situaciones en
que las actividades que producen el ruido no están todavía completamente estable-
cidas; p. ej., en la planificación de ampliación o construcción de nuevas carreteras.
Una evaluación in situ es valiosa por las siguientes razones: (1) verificar o mo-
dificar los datos de entrada para la evaluación del ruido, p. ej., determinar las carac-
terísticas de la variación temporal de los niveles sonoros y verificar las intensidades
de vehículos ligeros y pesados; (2) identificar los condicionantes topográficos y es-
49.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
REFERENCIAS
Dwight E. Bishop
Paul D. Schomer
INTRODUCCION
50.1
50.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
TABLA 50.1. Compatibilidad* de uso del suelo con los niveles sonoros medios
anuales día-noche
NlvellODOro corregido anual día-nocbe (L dn ), dB
Uso del suelo Inferior. 6S 65-70 70-75 75.so lIo-8S Superior. SS
Residencial:
Residencial, excepto casas móviles y
alojamientos temporales S N(l) N(I) N N N
Parques de casas móviles S N N N N N
Alojamientos temporales S N(l) N(l) N(I) N N
Uso público:
Escuelas S N(l) N(l) N N N
Hospitales y residencias S 25 30 N N N
Iglesias, auditorios y salas de conciertos S 25 30 N N N
Servicios gubernamentales S S 25 30 N N
Transportes S S S(2) S(3) S(4) S(4)
Aparcamiento S S S(2) S(3) S(4) N
Uso comercial:
Oficinas, negocios y profesional S S 25 30 N N
Mayoristas y minoristas materiales de
edificación, ferretería y equipamiento
agrícola S S S(2) S(3) S(4) N
Minoristas general S S 25 30 N N
Arúculos S S S(2) S(3) S(4) N
Comunicación S S 25 30 N N
Fabricación y producción:
Fabricación general S S S(2) S(3) S(4) N
Fotografía y óptica S S 25 30 N N
Agricultura (excepto ganadería) y forestal S S(6) S(7) S(8) S(8) S(8)
Granjas y cría ganadera S S(6) S(7) N N N
Minería y pesca, producción y extracción de
recursos S S S S S S
Ocio:
Campos para deportes al aire libre y
espectadores S S(5) S(5) N N N
Kioscos de música al aire übre, anfiteatros S N N N N N
Exhibiciones sobre naturaleza y zoos S S N N N N
Diversiones, parques, colonias y
campamentos S S S N N N
Campos de golf, establos de monta y parques
acuáticos S S 25 30 N N
4. Determinar la necesidad y/o extensión del control del ruido existente o las
fuentes futuras de ruido.
5. Identificar fuentes de ruido exteriores y determinar la extensión de su in-
fluencia.
6. Obtener una descripción del ruido en la comunidad para correlacionarlo con
la respuesta de ésta frente a él (véase Capítulo 23).
7. Estimar la exposición al ruido de las personas (véase Capítulo 12).
Los estudios sobre el ruido en la comunidad suelen dar como resultado una gran
acumulación de cantidades de datos que son difíciles de manejar, asimilar o com-
parar. Para obtener descripciones significativas y concisas del ruido de la comuni-
dad, suelen usarse índices de número único que son descriptores simplificados, a
menudo derivados de análisis o supuestos estadísticos. Sin embargo, estas medidas
sencillas son necesariamente representaciones incompletas de las condiciones rea-
les y, a veces, pueden resultar engañosas. Se han desarrollado varias medidas es-
peciales del ruido ambiental, cada una de ellas haciendo énfasis sobre ciertas carac-
terísticas estadísticas de variaciones en el tiempo; todas intentan lograr una medida
más significativa del modo en que el ruido afecta a la respuesta de las personas ex-
puestas a él.
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Frecuencia en herzios
FIGURA 50.1. Espectro medio en bandas de octava del ruido ambiental medido en
áreas residenciales. (De acuerdo con Bonvaller.)
31,5,63 Y125 Hz. A frecuencias más altas, los niveles de presión sonora de banda de
octava decrecen con la frecuencia a tasas de 3 a 6 dB por octava.
Muchas fuentes de ruido locales o intermitentes producen espectros que son
marcadamente distintos a las tendencias que muestran las Figuras 50.1 y 50.2. Por
ejemplo, las Figuras 50.3 y 50.4 ilustran algunos ruidos de personas y animales que
producen niveles sonoros relativamente altos a frecuencias por encima de 1000 Hz6 •
Para la mayoría de los casos, con excepción de los estudios detallados de control
del ruido, y para situaciones que implican fuentes productoras de niveles altos de
ruido a frecuencias extremadamente bajas, el nivel sonoro con ponderación A sirve
como descriptor adecuado, Más aún, es el descriptor más frecuentemente utilizado
en las normas sobre ruido en la comunidad. Por ello, el resto de este capítulo inclu-
50.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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Nivel sonoro compuesto
con ponderación A en dB(A)
Frecuencia en herzios
FIGURA 50.2. Espectro en bandas de octava del ruido ambiental en un área residen-
cial de Portland, Oregón,
El patrón temporal de los niveles sonoros en una posición determinada puede ob-
servarse sobre un gráfico continuo de registro de nivel, como las dos muestras de 8
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MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.7
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FRECUENCIA EN HERZIOS
FIGURA 50.3. Espectro en bandas de tercio de octava del ruido medido en una
playa.
minutos de la Figura 50.5. Estas muestras ilustran algunas de las características im-
portantes que se encuentran en la mayoría de los estudios sobre el ruido en la co-
munidad:
• Los niveles sonoros con ponderación A cambian significativamente con el
tiempo (en este caso, sobre un rango de 33 dB).
• El ruido de la comunidad parece estar caracterizado por un nivel sonoro in-
ferior bastante estable, sobre el cual se imponen los niveles sonoros aumen-
tados asociados a sucesos particulares discretos. El ruido ambiental que mues-
tra la Figura 50.5 incluye las contribuciones de fuentes distantes no
identificadas y fuentes locales que producen sucesos acústicos discretos. Los
episodios únicos de ruido suelen clasificarse como ruido intrusivo. El nivel so-
noro inferior estable al que se superponen los episodios discretos se denomina
a veces nivel sonoro residual, como indica la Figura 50.5.
• Existe una marcada diferencia en el nivel sonoro con respecto a los patrones
temporales para los distintos sucesos discretos de ruido. Los niveles sonoros
producidos por aviones se elevan por encima del nivel de ruido ambiental du-
rante aproximadamente 80 segundos, en tanto que los niveles sonoros de los
coches tienen una duración mucho más corta.
Niveles excedidos. El registro continuo del ruido aporta mucha información para
50.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
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FRECUENCIA EN HERZIOS
FIGURA 50.4. Espectro en bandas de tercio de octava del ruido de un perro ladrando
y aullando.
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z TIEMPO EN MINUTOS
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O 2 3 4 5 6 7
TIEMPO EN MINUTOS
FIGURA 50.5. Dos muestras que ilustran los niveles sonoros con ponderación A del
ruido en exteriores con respecto al tiempo, en una zona residencial suburbana, con el
micrófono situado a 6,1 m (20 ft) del bordillo de la calle.
sonoros L¡ y, en menor medida, el LIO están muy influidos por los acontecimientos
discretos ruidosos que puedan producirse.
Las Figuras 50.7 y 50.8 muestran la distribución del nivel sonoro para los perío-
dos diurno y nocturno, calculada a partir de los datos horarios de la Figura 50.6. En
la Figura 50.7, los datos del ruido se presentan en un histograma. Las distribuciones
son asimétricas, con una pendiente mayor para niveles altos. La Figura 50.8 muestra
los mismos datos presentados como distribuciones acumulativas sobre papel gráfico
de probabilidad normal. Si las distribuciones medidas fueran normales o gaussia-
nas, formarían líneas rectas. Pero en la Figura 50.8 se observa una clara curvatura,
como consecuencia de las formas de los histogramas de la Figura 50.7.
Descriptores de nivel sonoro diario (24 horas). Los niveles sonoros continuos
equivalentes para períodos diurnos y nocturnos (o períodos diurnos, vespertinos y
nocturnos) se calculan para una descripción más concisa del ambiente sonoro du-
rante 24 horas. El nivel sonoro corregido día-noche L dn (definido en el Capítulo 11)
se recomienda para una descripción de número único. [Otra medida parecida al ni-
vel sonoro corregido día-noche, el nivel equivalente de ruido en la comunidad
(CNEL), definido en el Capítulo 11, se usa en el Estado de California.] El nivel so-
noro corregido día-noche puede calcularse fácilmente a partir de los niveles sonoros
equivalentes horarios o a partir de los niveles sonoros equivalentes correspondien-
tes a los períodos diurno (7:00 a.m. a 10:00 p.m.) y nocturno (10 p.m. a 7:00 a.m.).
50.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
3 6 9 12 15 18 21 24
Hora del día
FIGURA 50.6. Niveles sonoros en función del tiempo para el ruido medido en el in-
terior y exterior de un edificio de oficinas del centro urbano de Los Angeles.
Nivel de contaminación del ruido (NPL). Una medida del ruido que a veces se
usa para describir el ruido comunitario es el nivel de contaminación del ruid08 , que
emplea el nivel sonoro continuo equivalente Leq (con ponderación A) y la magnitud
de las fluctuaciones del tiempo en los niveles. Intenta explicar el aumento de la mo-
lestia debido a las fluctuaciones temporales del ruido. El nivel de contaminación del
ruido se define como
In dice de ruido del tráfico (TNI). El índice de ruido del tráfico se utiliza a veces
para describir el ruido en la comunidad. Tiene en cuenta la variabilidad de los ni-
veles sonoros observados, en un intento para mejorar la correlación entre las me-
didas del ruido del tráfico y la respuesta subjetiva frente al ruido. El índice de ruido
del tráfico se define como
Lto YL9Q han sido descritos en la sección anterior «Variaciones temporales en los ni-
veles sonoros». El primer término representa la diferencia entre los niveles sonoros
del percentillO y del percentil90 (L to - L9Q) Yel segundo término representa el ni-
vel de ruido ambiental. Tanto el índice de ruido del tráfico como el nivel de conta-
minación del ruido tienen limitaciones aparentes o muestran inconsistencias cuan-
do se aplican a tipos muy distintos de ruido de la comunidad9•
Variaciones con la hora del día. Los niveles de ruido comunitario muestran va-
riaciones con la hora del día que se correlacionan con los patrones de las actividades
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.11
15r---------,---------r---------,---------,---------,
OlA
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~ 10~--------+---~r_--+-~------+---~~~~~~----1
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w
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~ ~ ~ 00 M 80
NIVEL SONORO CON PONOERACION A EN dB(A)
15,---------,---------,---------r---------r--------,
NOCHE
~
~ 10
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w
O
w
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tl
a:
5
~
~ 00 70 80
NIVEL SONORO CON PONOERACION A EN dB(A)
AGURA 50.7. Histograma que muestra la distribución de los niveles sonoros con
ponderación A medidos en el interior y exterior de un edificio de oficinas del centro
urbano de Los Angeles.
humanas y el uso de las fuentes dominantes de ruido. Para áreas expuestas funda-
mentalmente al tráfico de vehículos a motor, el ruido ambiental muestra patrones
claramente relacionados con el flujo del tráfico y con modificaciones producidas
por otras fuentes. Por ejemplo, la Figura 50.6 muestra una variación moderada de
los niveles sonoros dependiendo de la hora del día en un área concurrida del centro
de la ciudad. Con un patrón horario más típico de lugares que no están cerca de ae-
ropuertos o autopistas 10, la Figura 50.9 muestra la diferencia entre los valores ho-
rarios del nivel sonoro continuo equivalente Leq Yel nivel sonoro corregido día-no-
che L dm presentados para todas las horas del día. Estos datos representan una
50.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
99r-r-Mrr-r-~Tn~~~ 99
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NOCHE
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¡"'EXTERIOR
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90~~~~~~~~-4-4 90 101 PLANTA
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30 80
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NIVEL SONORO CON PONDERACION NIVEL SONORO CON PONDERACION
AEN dB(A) AEN dB(A)
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Z
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zw
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tf-14
iS O 6 12 18 24
HORA DEL DIA
FIGURA 50.9. Diferencia entre Leq Y Ldn horarios con respecto a la hora del día.
La Figura 50.10 está basada en medidas realizadas a una distancia de 10,7 m (35 ft)
de la carretera más cercana en 41 localizaciones diferentes en áreas urbanas y peri-
féricas de 5 ciudadesO ll . Muestra los aumentos del nivel de ruido con el volumen de
tráfico y la reducción de la diferencia entre los niveles diurnos y nocturnos cuando
se compara el tráfico típico de autopista con el tráfico ligero.
80,-----.........,
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O r-:;N~PL----.l L1
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Z
PERIODO 20 L..-_ _ _---'
TEMPORAL D V N D V N D V N
TRAFICO LIGERO PESADO AUTOPISTA
FIGURA 50.10. Niveles sonoros mediana con ponderación A para distintas exposi-
ciones al tráfico.
ha cambiando el uso del suelo no hay una tendencia marcada hacia el aumento del
nivel L 50 en las zonas periféricas, residenciales urbanas o del centro metropolitano,
a lo largo de los años6 . Sin embargo, donde se ha producido un gran aumento de las
fuentes que generan niveles sonoros altos, ha habido grandes aumentos de las áreas
expuestas a niveles sonoros relativamente altos. Así, desde 1955, se ha producido
un gran aumento de las áreas de suelo cerca de aeropuertos y autopistas urbanas
que están expuestas a niveles sonoros corregidos día-noche de 65 dB o superiores6 .
Variabilidad día a día en el ruido de la comunidad. Los valores del nivel sonoro
corregido día-noche L dn para los distintos tipos de comunidades muestran desvia-
ciones típicas dentro de un rango de 2 a 5 dB; esta variación limita la concordancia
entre medidas repetidas. La variabilidad en el uso o la actividad de las principales
fuentes productoras de ruido aumenta este rango de variación. Por ejemplo, cerca
de las carreteras principales, suele haber diferencias significativas en los patrones de
exposición al ruido de días laborables y festivos, porque hay grandes diferencias en-
tre las intensidades de tráfico de ambos tipos de día.
En muchos aeropuertos, se usan distintas pistas, dependiendo de las condiciones
del viento. Por tanto, puede haber grandes cambios en la exposición al ruido de un
área determinada, dependiendo de las condiciones climáticas. Para aquellos aero-
puertos que funcionan con grandes volúmenes de tráfico aéreo, el número total de
operaciones no suele variar significativamente de un día a otro. De ahí que la ex-
posición al ruido (si no hay cambios en el uso de pistas) no muestre grandes varia-
ciones diarias. Por otra parte, en muchos aeropuertos militares puede haber un
marcado descenso de las operaciones durante las fiestas y los fines de semana; de
ahí que los niveles de ruido en la comunidad sean marcadamente inferiores durante
estos períodos. Puede suceder lo contrario si el aeropuerto militar es una reserva,
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.15
~10~----~------r------r------r------r------r-----~
~
w OlA
¡::
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w 5t---+-
~
zw
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~ 30 ~ ~ 00 ro 00 90 100
NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(A)
~10~-----r------r------r------r------r------r------'
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30
~~~~~~~~~~~~~~~~~__~~__J
40 ~
00 70 80 90 100
NIVEL SONORO CON PONOERACION A EN dB(A)
FIGURA 50.11. Distribución del nivel sonoro con ponderación A en el exterior e in-
terior de una residencia bajo la vía de aterrizaje del aeropuerto internacional de Los
Angeles.
99
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98
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I
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90
NIVEL SONORO CON PONDERACION A EN dB(A)
DISTANCIA EN METROS
5 100 200 400 700 1000 2000
O
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w
el <> O DESPEGUE
• ATERRIZAJE
1
300 400 700 1000 2000 4000 7000
DISTANCIA APROXIMADA DE LOS AVIONES EN PIES
s6lo está ajustada para los datos de despegue. Estos datos indican un aumento mo-
derado de la desviación típica con la distancia. Para la línea a trazos, existe aproxi-
madamente un aumento de 0,5 dB en la desviación típica por cada duplicación de la
distancia; la desviación típica es aproximadamente 2 dB a 304,8 m (1000 ft), aumen-
tando hasta aproximadamente 3 dB a una distancia de 1219 m (4000 ft).
La Figura 50.14 muestra niveles diarios Ldn en dos aeropuertos donde los cam-
bios climáticos estacionales son un factor importante. Aquí, la desviación típica del
L dn es del orden de 3 dB.
Dada la notable variabilidad que indican los datos anteriores, y si las variaciones
estacionales son pequeñas, hay que realizar las mediciones durante varios días para
obtener resultados precisos. La Figura 9.7 muestra una guía aproximada para de-
terminar el número mínimo de medidas necesarias para determinar una media con
un 90 por 100 de confianza, para distintos intervalos. Por ejemplo, para una desvia-
ción típica de aproximadamente 2 dB en los niveles diarios, hay que realizar medi-
ciones durante 5 días para determinar los niveles con un error de ± 2 dB. Con una
desviación típica de 3 dB, un intervalo de error de ± 2 dB requiere 8 días de medi-
ciones.
Si los cambios estacionales no son pequeños, hay que tomar muestras de las me-
didas de Ldn a lo largo de un año. Se ha demostrado que una estrategia que conduce
a un intervalo de confianza del 95 por 100, entre +2 y -3 dB de error, es tomar
muestras durante cuatro períodos de una semana, eligiendo una semana al azar en
cada estación. .
50.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
80.-------------------------------------------________ ~
78 .. Despegue pista 24
76 a Despegue pista 06
ID
.., 74
o
_J'
., 72
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Z 56
54
52
50;-rl-r,-TlIT-r.-rT-r.-rl-r,-Tl~_r._rT_r,_~_T_r._~
Días del mes
Variaciones espaciales
Para describir las variaciones espaciales en los niveles sonoros pueden aplicarse
descripciones estadísticas, parecidas a las descritas anteriormente para las variacio-
nes temporales, a una medida determinada del nivel sonoro (valores de L so , Leq o
L dn , por ejemplo) tomado en distintas localizaciones. Si es importante mostrar las
diferencias de nivel sonoro entre distintas posiciones se utiliza una presentación de
líneas isofónicas. Las líneas isofónicas se dibujan sobre un mapa, algo parecido a los
mapas topográficos. Existen programas de ordenador para dibujar estas isófonas
del ruido del tráfico en autopistas, de aviones y algunos tipos de ruido industrial.
(Véanse Capítulos 47 y 48.)
Variaciones de los niveles de ruido con la localizaci6n. Para ilustrar el rango am-
plio de ambientes de ruido que pueden encontrarse, las Figuras 50.15 y 50.16 mues-
tran los resultados de las medidas de ruido exterior realizadas en 18 lugares, que
van desde zonas salvajes hasta centros metropolitanos6 • La Figura 50.15 muestra el
rango de niveles diurnos con ponderación A en exteriores (niveles sonoros diur-
nos). La Figura 50.16 presenta los niveles sonoros nocturnos correspondientes. Las
localizaciones se presentan en orden descendiente respecto a sus valores diurnos de
Loo. Los valores de los niveles sonoros del percentil 50 L 50 diurno correspondientes
a los 18 lugares varían desde 20 a 80 dB.
MEDICIONES DEL RUIDO COMUNITARIO 50.19
10 20 30 40 50 60 70 80 90
Localización
Apartamento 3" planta, cerca de la autopista - - - - - - - - - - - j i im
• •
3' planta elevada, centro urbano, Los Angeles
Piso de la 2' planta, Nueva York - - - - - - - - - - -
Centro comercial urbano - - - - - - - i
Playa popular en el océano P a c i f i c o o - - - - - - - - - i ! i
Atsrrizaje de avión
Residencia urbana cerca de aeropuerto principal
Residencia urbana cerca del océano - - - - - - - j , • • • Wi2*W
10 20 30 40 50 60 70 80 90
Nivel sonoro exterior con ponderación A en dB(A)
FIGURA 50.15. Niveles sonoros con ponderación A medidos durante el día en 1810-
calizaciones exteriores, tal y como se indican. Los datos son las medias aritméticas de
los 12 valores horarios del período diurno, desde las 7:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. (és-
tos son niveles sonoros diurnos medios).
lO 20 30 40 50 60 70 80 90
Localización
lO 20 30 40 50 60 70 80 90
Nivel sonoro exterior con ponderación A en dB(A)
cera y décima que aparecen en la Figura 50.8 muestra un cambio menos pronuncia-
do de los niveles con la altura. Nótese que los niveles L 50 son esencialmente iguales,
en tanto que L JO sólo descendió 2 dB con la altura.
98
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00
95
90 N
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OU
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37 ___ ~LANTA
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c..z \ 14
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'\ .........
0.5
50 60 70 80 90
* Resulta tedioso calcular la distribución combinada del nivel de ruido a partir de las distribuciones
de los niveles de ruido de las fuentes individuales. Sin embargo, si se conocen los valores del nivel sonoro
equivalente continuo L.q de cada fuente, el nivel sonoro combinado equivalente continuo puede calcu-
larse mediante la Figura 1.14.
50.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
- - - - l,
- - l,o
_ _ leq
- - - l50
_ •• - 19o
FIGURA 50.18. Diferencias entre los niveles sonoros horarios medios con pondera-
ción A del interior y el exterior de un edificio de oficinas del centro urbano de Los An-
geles.
o 0
~ ~
170,r-r-~~~~""'E""'xt""'erTioTr'T"T""""""'T'"1...,...,;-r-""""'T"T""1 ~ 70 _ _ Exterior
"'O - - - Interior -8 - - - Interior
o o
~~
c:: Sal6n, lugar 1211, ~o~
c:: Sal6n, lugar 1608,
51 51 San Luis Los Angeles
~2~~~3~~6~~9~~12~~15~~18~~2~1~24 ~ 2%~~3~~6~~9~~12~~15~~18~~2~1~24
Z Hora del día Z Hora del dla
FIGURA 50.19. Comparación de los niveles sonoros medios horarios con pondera-
ción A en interiores (salón) y exteriores de dos lugares residenciales.
Los fmes del estudio, su amplitud y la precisión deseada en las medidas influirán so-
bre su complejidad, duración y costes. Así, hay que establecer claramente los prin-
cipales requisitos del estudio. Cuando se han definido, los problemas de la medida
del ruido comunitario se reducen a dos:
1. Asegurar que se recogen datos suficientes y estadísticamente independien-
tes, de manera que se pueda obtener la precisión y significación deseadas,
2, Si el objetivo es medir el ruido en la comunidad producido por una fuente
concreta, asegurar que las medidas recogen todo el sonido producido por
ésta sin la contribución de otras fuentes extrañas.
TABLA 50.2. Número de personas en Estados Unidos que viven en residencias ex-
puestas a diferentes niveles sonoros corregidos exteriores día-noche
Número de penonas, millones
Nivel
dfa.noc:he, Sólo Tráflw Tráfico Tráfiw Tráflw
dO' tr8fIw y aviones y wnstrucdón' y frenes e industria Total
• Dado que el análisis implica combinar distribuciones de población a 55 dB Y superiores, la distribución comienza
en 58dB.
t Sólo incluye exposición residencial al ruido de construcción.
Fuente: De acuerdo con la Referencia 17.
El problema del muestreo temporal a largo plazo puede descomponerse en dos va-
riables predominantes. En primer lugar, las condiciones climáticas afectan a la pro-
pagación del sonido entre la fuente y el receptor. La dirección del viento, su perfil
de altitud y la presencia (o ausencia) y perfil de altitud de inversiones térmicas de
bajo nivel son factores importantes que afectan a la propagación del sonido a dis-
tancias tan pequeñas como lOO m (328 ft). La humedad relativa es un factor signi-
ficativo en el control de la cantidad de sonido absorbido por la atmósfera. Estos fac-
tores varían con la estación. Los vientos pueden ser del sur en verano y del norte en
invierno, las inversiones térmicas pueden ser frecuentes en invierno y escasas en ve-
rano y la humedad relativa puede ser más alta en primavera.
La variación del sonido recibido en la comunidad dependiendo de las condicio-
nes meteorológicas aumenta al hacerlo la distancia de la fuente de ruido y el con-
tenido espectral del sonido. En general, la variación aumenta con la distancia y la
frecuencia del sonido. Las fuentes típicas de sonido en la comunidad variarán en
10 dB a 300 m (984 ft) y variarán en 40 dB o más a 3 km (1,9 mi). Dado que el clima
es el factor que más afecta a la propagación del sonido, en ausencia de otra infor-
mación, es imposible medir los niveles sonoros medios más deprisa de los que po-
damos medir las condiciones meteorológicas medias sobre las que se base la pro-
pagación del sonido. Si el viento es la variable fundamental en un lugar
determinado, será imposible medir con precisión el sonido medio recibido, a menos
que midamos el tiempo suficiente como para incorporar una buena media de las
condiciones del viento o tengamos en cuenta, de alguna otra forma, la variación que
se produce en el sonido recibido dependiendo de las condiciones climáticas.
Una forma de evitar medidas prolongadas del ruido de la comunidad es evaluar
el sonido recibido bajo un conjunto de condiciones meteorológicas, sobre todo para
fuentes fijas en el espacio. Se podría medir el sonido recibido de una fábrica bajo
condiciones de viento a favor, en contra y cruzado. A continuación, mediante esta-
dísticas climáticas a largo plazo, se puede calcular una media prevista del sonido re-
cibido.
50.26 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
dose así estimar los valores del nivel sonoro continuo equivalente (con ponderación
A) a partir de las medidas de unos pocos acontecimientos discretos.
REFERENCIAS
1. «Part 150 - Airport noise compatibility planning», Federal Aviation Regulations, Fede-
ral Aviation Administration, Washington, D.e. 20591, revisado 18 de enero de 1985.
2. Noise planning, Air Force Environmental Planning Bulletin 12, USNPREVX, Environ-
mental Planning Division, diciembre 1976.
3. «California noise insulation standards», California Administrative Code, Part 2, TitIe 24,
App. Capítulos 2-35, Sacramento, CA 95807, febrero 1974.
4. G. L. Bonvallet, J. Acoust. Soco Am., vol. 23, 1951, p. 435.
5. M. A. Simpson, 1-205 Noise impact analysis, BBN Report 2200, preparado para la Ore-
gon State Highway Division, 1972.
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bre 1971.
7. D. E. Bishop, Program for the measurement of environmentaal noise, Report DOT-TST-
74-4, Department ofTransportation, Washington, D.e., septiembre 1973.
8. D. W. Robinson,J. Sound Vib., vol. 14, 1971, p. 279.
9. T. J. Schultz, Sound and Vib., vol. 6. n.o 2,1972, p. 18.
10. W. J. Galloway, K. M. Eldred y M. A. Simpson, Population distribution ofthe United Sta-
tes as a function of outdoor noise level, EPA Report 550/9-74-009, junio 1974.
11. D. E. Bishop y M. A. Simpson, Noise control engineering, vol. 1, n.o 2,1972,74.
12. M. A. Simpson y cols., Social survey and noise measurement program to assess the effects
of noise on the urban environment: Data acquisition and presentation, BBN Report 2753,
Canoga Park, CA 91303, preparado para la EPA,julio 1974.
13. D. E. Bishop,J. Acoust. Soco Amer., vol. 58, (A), 1975, p. 869.
14. L. e. Sutherland,J. Acoust. Soco Am., vol. 57, 1974, p. 1540.
15. N. L. Meyerson, «Study of traffic noise levels at various heights of a 39 story building»,
Urban Physical Environmental Conference, Syracuse, N.Y., 1975.
16. P. M. Nelson, Applied Acoustics, vol. 6,1973, p. 1.
17. Noise in America: The extent of the noise problem, BBN Report 3318R, Cambridge, MA
02238, enviado a la EPA,junio 1981.
18. J. Igarashy e 1. Yamada,J. Acoust. Soco Japan. vol. 10, 1989, p. 4.
Capítulo 51
RUIDO Y LEGISLACION
Albert J. Rosenthal
INTRODUCCION
A pesar de que las medidas de reducción de ruidos son a veces llevadas a cabo sin
tener en cuenta una obligación externa de mejorar las condiciones de comodidad
tanto de las personas como de los trabajadores o vecinos, por lo general se realizan
debido a exigencias legales.
En la mayoría de las industrias resultan más económicas las instalaciones rui-
dosas que las silenciosas. Al causante de la contaminación sonora, así como a su
equivalente en lo relativo a contaminación atmosférica o de las aguas, le resulta
económicamente más ventajoso continuar contaminando hasta verse obligado a de-
tener o reducir sus niveles de emisión. El contratista de una construcción que em-
plea un tipo de compresor ruidoso en vez de uno silencioso, que es más caro, está
imponiendo un coste operativo indirecto sobre las personas que se encuentran en
las inmediaciones, en vez de responsabilizarse él mismo y hacer que lo asuma la par-
te contratante. La aerolínea que mantiene en funcionamiento un modelo viejo y
ruidoso de avión (que podría ser modernizado o reemplazado con un coste adicio-
nal) está imponiendo de modo similar un coste medioambiental sobre los habitan-
tes de las cercanías del aeropuerto. Por tanto existen a menudo grandes incentivos
económicos para continuar contaminando, tanto en lo que respecta a ruidos como
en otras áreas, «externalizando» parte del coste del negocio propio sobre personas
ajenas que no se benefician de la actividad. Ya que en estas circunstancias el funcio-
namiento habitual de las fuerzas económicas no responde con la debida eficacia, es
habitual remitirse a la intervención de la ley para restablecer el equilibrio.
Las leyes de control del ruido no limitan su aplicación solamente a la actividad
puramente industrial. El uso de sonido amplificado con fines comerciales también
está sujeto a la regulación, así como las actividades personales no lucrativas como,
por ejemplo, el funcionamiento de aparatos de radio y televisión durante la noche y
51.1
51.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Tanto en éste como en los capítulos siguientes aparecen algunos términos legales. A
continuación figura un glosario básico con el fin de hacer comprensible a las per-
sonas no especialistas la terminología legal más frecuentemente empleada.
apelación: Procedimiento por medio del cual un tribunal superior revisa y reconsidera
una decisión respecto a un caso previamente decidido por un tribunal inferior.
civil: No criminal; aplicado a litigios se refiere al procedimiento por medio del cual se
procura primordialmente llegar a un acuerdo y no aplicar un castigo.
criminal: En contraposición a civil, se aplica al procedimiento por medio del cual un go-
bierno federal, estatal o local castiga una conducta incorrecta, normalmente con una sen-
tencia de prisión o una multa.
demandado: Persona en contra de la cual se lleva a cabo una acción civil o una procesa-
miento criminal.
demandante: Persona que solicita una acción civil, legal o de equidad, tanto por daños,
órdenes de suspensión u otras compensaciones, bien contra demandados privados o en-
tidades gubernamentales.
derecho común: Parte de la ley inglesa o norteamericana que evolucionó gracias a las de-
cisiones acumuladas de jueces en casos de litigios reales. Este término también se emplea
para designar la ley llevada cabo por los jueces a partir de la legislación, y a veces para
diferenciar la doctrina creada por los tribunales de justicia de la originada en los tribu-
nales de equidad.
derecho de prioridad: Exclusión de un estamento gubernamental inferior para legislar
sobre un asunto específico debido a la regulación total o inconsistente por parte de un es-
tamento gubernamental superior. Por ejemplo, impide la legislación estatal o local de as-
pectos ya cubiertos por el gobierno federal y las interferencias comparables con legisla-
ciones locales en casos en que ya haya actuado la legislación estatal.
equidad: Conjunto de reglas y procedimientos legales que tuvieron como origen el Tri-
bunal de Equidad inglés y tienen la finalidad de aminorar la severidad e inflexibilidad de
las reglas y procedimientos de los tribunales de derecho común. Modos previamente ina-
sequibles de compensación, tales como las órdenes de suspensión, podían ser aplicados
en las cortes de equidad, mientras que los tribunales de derecho común se debían limitar,
salvo escasas excepciones, a compensar daños. Hoy en día todos los tribunales federales
RUIDO Y LEGISLACION 51.3
y casi todos los estatales se hacen cargo tanto de asuntos legales como de equidad. Sin
embargo, ciertas características particulares de cada uno han sobrevivido a este proceso
de fusión, como la mayor flexibilidad de los de equidad para equilibrar intereses a la hora
de tomar una decisión, y el derecho a un tribunal con jurado para casos legales y no para
casos de equidad.
estatuto: Véase legislación.
expropiación: El embargo de propiedad privada para uso público. Otros términos para
este mismo proceso incluyen expropiación forzosa y confIScación. De acuerdo a la Quin-
ta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, cuando el gobierno federal ad-
quiere una propiedad privada, debe pagar a su propietario el precio justo, requisito al
que también se ven obligados los gobiernos estatales y locales, según la Decimocuarta
Enmienda. La expropiación inversa es el nombre que recibe la acción por medio de la
cual en ciertos casos en que la propiedad privada queda destruida o su valor aminorado
por la acción gubernamental la conducta del gobierno es considerada como un embargo,
y por tanto se debe aplicar la obligación constitucional de compensar al propietario.
expropiación inversa: Véase expropiación.
indemnización: Remuneración monetaria otorgada por un tribunal en un procedimiento
civil con el fin de compensar a la parte perjudicada por daños a sus derechos personales
o de propiedad.
interdicto mandatario: Véase orden de suspensión.
juicio: Aspecto del litigio en el que se presenta la evidencia, se analiza su credibilidad, y
el jurado o juez toman una decisión (a veces sujeta a apelación) respecto a los méritos de
la controversia y, eventualmente, la compensación a entregar. (Compárese con apela-
ción, definida anteriormente.)
legislación: Ley promulgada por un poder legislativo, como por ejemplo una ley del Con-
greso, un estatuto adoptado por la legislación del estado o una ordenanza decretada por
la legislación de una ciudad, condado, villa o pueblo. (La palabra estatuto designa una ley
federal o estatal, mientras que ordenanza es la ley adoptada por instituciones guberna-
mentales locales.)
litigio: Pleito de un juzgado, o sea, acción civil o procesamiento criminal.
molestia: Agravio legal continuado, normalmente cometido por un propietario o ocu-
pante de una propiedad contra personas o propiedades cercanas. La dificultad estriba en
averiguar si el daño sufrido por las personas o propiedades cercanas sobrepasa la utilidad
de la actividad u objeto que lo provoca. Véase el Capítulo 52.
orden de suspensión: Orden del tribunal por medio de la cual se prohíbe cierta conducta.
Ocasionalmente es preciso que una orden de suspensión establezca cierta acción positi-
va. En estos casos, las órdenes se denominan interdictos mandatarios.
ordenanza: Véase legislación.
perjuicio: Agravio cometido contra intereses personales o de propiedad, excluyendo in-
cumplimientos de contrato. Este término abarca, entre otras cosas, la provocación de da-
ños personales (bien intencionados o por negligencia), libelos, calumnias, transgresión
por intrusión en propiedades ajenas, y molestias (véase anteriormente).
procedimiento: Un pleito civil.
51.4 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
procedimiento de clase: Acción civil normalmente llevada a cabo por uno o por un nú-
mero pequeño de demandantes en nombre de muchas otras personas en situación simi-
lar.
regulación: Consiste genéricamente en cualquier regla que establezca conductas permi-
tidas o prohibidas, tanto si se dan en la legislación como en el procedimiento de una
agencia legislativa. El término regulación se emplea normalmente para designar las re-
glas promulgadas por una agencia administrativa de acuerdo con la autoridad delegada
en ella por la legislación. Las regulaciones federales de aplicación general de cumpli-
miento público obligatorio deben ser publicadas en el Registro Federal y aparecen nor-
malmente de modo permanente en el Código de Regulación Federal (publicaciones am-
bas del gobierno federal). Las sentencias de política de la agencia que no poseen fuerza
de ley no siempre aparecen publicadas en el Registro Federal. Los requisitos de publi-
cación de las regulaciones de gobiernos tanto estatales como locales son tan variados que
hacen imposible su generalización.
Los tribunales
Los primeros sistemas legislativos de control del ruido fueron establecidos por la
magistratura mucho antes de que existiese un interés público suficiente que forzara
a los legisladores a elaborar estatutos. Cuando la ley debe regularse en el juzgado
(lo que los abogados denominan habitualmente derecho común) los litigios entre
dos personas se deciden en base a un cuerpo legislativo precedente desarrollado y
extendido gradualmente en los tribunales sin intervención estatutaria. Por ejemplo,
la ley de ruidos así desarrollada, que ofrece la posibilidad de soluciones tales como
órdenes de suspensión que impidan nuevas ofensas o indemnizaciones que resuel-
van las ya cometidas en los casos en que una persona, normalmente el propietario,
pueda demostrar que un vecino realizó actividades en su propiedad de modo tal que
interfirieron en el uso o disfrute de la propiedad del demandante. Por tanto, la pro-
vocación de ruidos excesivos que interfieran en la tranquilidad o el reposo ajeno po-
dría en circunstancias apropiadas ser considerada como molestia, así como el em-
pleo de otros terrenos de modo ofensivo al sentido o la sensibilidad de los vecinos,
o al valor de su propiedad, como la instalación de una fábrica, un matadero o una
casa de prostitución en un área residencial.
Legislación local
Las primeras leyes relacionadas con el ruido fueron en su mayoría creadas por los
jueces. No obstante, a medida que transcurría el tiempo se impuso otro tipo de ne-
cesidades públicas. El ruido ofensivo no quedó limitado simplemente al que un ve-
cino impusiera sobre otro. Surgieron, especialmente en áreas urbanas, otros causan-
tes y otras víctimas que revelaron inadecuadas las soluciones previstas por el
derecho común. La respuesta de los gobiernos locales consistía en aplicar a los pro-
vocadores de ruido ordenanzas excesivamente generalizadoras (tales como las que
RUIDO Y LEGISLACION 51.5
Legislación estatal
Legislación federal
La Constitución de los Estados Unidos trata muchos aspectos diversos sobre el con-
trollegal del sonido.
En principio establece al gobierno federal como uno de los poderes delegados
limitados, por lo que la regulación federal sobre ruidos será válida solamente si es
decretada de acuerdo con uno de estos poderes.
La autoridad del Congreso utilizada con mayor éxito para finalidades de regu-
lación es la ejercida sobre el comercio interestatal. Las decisiones del Tribunal Su-
premo de los Estados Unidos desde finales de los años 30 han interpretado la au-
toridad comercial de modo tan amplio que admiten muy pocas limitacioneslO,
aunque ello no ha sido siempre asíll , y la más restringida visión previa por parte del
Tribunal en lo que respecta a las relaciones comerciales fue un factor primordial
que llevó al presidente Franklin D. Roosevelt a ampliar el Tribunal Supremo en
193712 • Hoy en día, el poder comercial y la autoridad del Congreso para gravar y
realizar gastos se consideran lo suficientemente amplios como para permitir un fun-
damento constitucional básico en cualquier tipo de legislación sobre control del rui-
do que el Congreso considere apropiado promulgar13 •
Otras disposiciones de la Constitución facilitan las restricciones sobre regula-
ción sonora a cualquier nivel gubernamental. Una ley criminal cuya terminología
sobre la precaución adecuada sea demasiado vaga podría ser considerada inconsti-
tucional y violatoria del requisito de que la vida, la libertad y la propiedad no pue-
den ser retiradas sin el debido procedimiento legal (la Quinta Enmienda respecto al
gobierno federal y la Decimocuarta Enmienda respecto a los gobiernos estatal y lo-
cal). Una ley que prohíba ruidos «excesivos» o «innecesarios» podría, por ejemplo,
ser considerada no obligatoria como consecuencia de ello. De modo similar, las res-
tricciones sobre ruido de camiones, o manifestaciones sonoras en las cercanías de
tribunales, salas legislativas o escuelas podrían oponerse a la protección de la liber-
tad de expresión de la Primera Enmienda (aunque se mantendrán ordenanzas de-
talladamente explicadas que no discriminen casos impopulares, no confieran una
excesiva discreción a la policía u otros agentes oficiales, y permitan unos canales ra-
zonablemente alternativos de comunicación).
Los gobiernos estatales y locales pueden por lo general aprobar leyes que ten-
gan el propósito de proteger la salud, el bienestar y la seguridad de sus habitantes,
incluyendo la autoridad para prohibir el exceso de ruidos. Aunque la garantía ofre-
cida por la Constitución autorizando al Congreso a regular el comercio interestatal
y exterior no impone restricciones sobre los gobiernos estatales y locales expresa-
mente, el Tribunal Supremo viene asegurando desde el siglo XIX la jurisdicción ne-
cesaria para invalidar cualquier legislación en la que el Congreso no haya actuado
RUIDO Y LEGISLACION 51.9
son, por lo general, prioritarias sobre cualquier legislación estatal o local no con-
cordante en relación a movimientos de aviones y hechos similares. Aunque, como
se indica en el Capítulo 52, los propietarios del aeropuerto (que pueden ser el mis-
mo estado o los gobiernos locales) pueden no verse obligados a obedecer la priori-
dad respecto a ciertos programas de reducción de ruidos.
Como consecuencia, en casos de conflicto, la ley federal se encuentra por enci-
ma de cualquier ley estatal o local no concordante con ella. Pueden surgir situacio-
nes análogas entre un gobierno estatal y uno local dentro de ese mismo estado (por
ejemplo, un condado, una ciudad o un pueblo) cuando intentan regular acerca de
un mismo tema. Como las constituciones y los estatutos de los 50 estados varían en
gran medida entre sí, resulta imposible generalizar hasta el extremo de detallar en
qué medida la legislación nacional se delega en las instituciones gubernamentales
locales, o en qué respecto el control queda reservado al estado. Las cuestiones es-
pecíficas sobre control del ruido relacionadas con la autoridad gubernamental es-
tatal o local deben por tanto ser consideradas de modo individual.
SOL UCIONES' 8
A la larga, la efectividad de una estipulación legal reside en las soluciones que pue-
de aplicar en caso de incumplimiento.
Cuando la ley queda determinada por el juez (como en los casos de molestias in-
dicados anteriormente), el tribunal puede damnificar al demandante por los daños
pasados, o puede establecer una orden de suspensión en contra de la continuación
de actividades ruidosas futuras, o al menos su volumen, duración o cualquier otra
condición bajo la cual podría permitirse. Ya que la compensación por suspensión se
considera por lo general sujeta a la discreción del tribunal, se produce un estudio
equilibrado de los intereses no solamente de las partes en litigio, sino de otras per-
sonas que podrían verse afectadas por la suspensión. Por ejemplo, en algunas cir-
cunstancias en las que se imponga un ruido elevado sobre el demandante pero la in-
dustria que lo origina sea fundamental para la economía de la zona, el tribunal
podría ser remiso a clausurar la empresa, eligiendo la posible opción de limitar la
compensación del demandante a una restricción parcial de las actividades ruidosas,
o simplemente ofreciendo una recompensa por daños.
En una situación más frecuente de regulación legislativa del ruido, las sanciones
disponibles dependen de las estipulaciones del estatuto u ordenanza.
Un ruido exagerado podría, por ejemplo, ser considerado un delito en el que el
demandado asumiría el riesgo de posibles multas o de cárcel. Las demandas crimi-
nales en este área son comparativamente escasas (con la posible excepción de de-
mandas por violaciones menores de las ordenanzas locales, a menudo denominadas
«ofensas», y análogas a aparcamientos indebidos, más que verdaderos delitos).
Existen problemas procesales que hacen que la persecución criminal sea de algún
modo más difícil que la sanción civil. Por ejemplo, las pruebas de culpabilidad de-
ben superar la duda razonable más que por una mera preponderancia de la eviden-
cia, el veredicto de absolución no puede ser apelado por el gobierno, y los acusados
51.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
PROBLEMAS DE APLlCACION
REFERENCIAS
Ricarda lo Bennett
Gary Hoover
INTRODUCCION
52.1
52.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ten al propietario del aeropuerto como parte responsable de los daños ocasionados
por las maniobras llevadas a cabo por los aviones.
Este es el contexto en que se produce la lucha entre los intereses en conflicto.
Por un lado se encuentra el propietario del aeropuerto, que debe cargar con la res-
ponsabilidad financiera de los daños por el ruido causado por las operaciones rea-
lizadas en el aeropuerto. En el nivel siguiente se encuentra el gobierno federal, que
(por un edicto del Congreso) ejerce un papel supervisor sobre las operaciones aé-
reas con el fin de garantizar la seguridad del sistema aéreo de transportes. El tercer
escalón corresponde a la autoridad municipal local, que es responsable de la protec-
ción de la salud, la seguridad y el bienestar de sus componentes, o sea, de la pobla-
ción cercana al aeropuerto y de los pasajeros. Asimismo, la autoridad municipal
puede actuar como propietaria del aeropuerto manteniendo o ampliando el núme-
ro de operaciones aéreas. Por último, y de modo independiente, se encuentran las
compañías aéreas, proveedoras de los beneficios del servicio de transporte aéreo.
La industria aérea se lamenta de que el sistema ya se encuentra demasiado restrin-
gido debido a los límites de capacidad de los aeropuertos y que, por tanto, las com-
pañías aéreas contemplan cualquier restricción a las operaciones aéreas como una
amenaza directa a su capacidad; una restricción que comportaría una reducción de
beneficios.
En este capítulo se revisan los aspectos de la legislación que más han influido so-
bre las decisiones judiciales. Se pone de relieve el análisis de los casos y de situacio-
nes reales que han dado lugar a normas judiciales relacionadas con los ruidos de ae-
ropuerto. Este bloque de reglas ha ido evolucionando con las interpretaciones
jurídicas de las distintas promulgaciones legislativas. La primera de ellas se relacio-
na con la regulación federal de la industria de transporte aéreo en general!. Con
posterioridad han ido surgiendo nuevas promulgaciones directamente relacionadas
con el ruido de aeropuertos, debidas en su mayoría a la aparición de los aviones
reactores, con el fin de clarificar el papel de cada entidad gubernamental2• Sin em-
bargo, durante el período transcurrido entre estos dos amplios bloques legislativos
en el que se mantuvo una ausencia de directrices legislativas federales relacionadas
específicamente con el ruido aéreo, los tribunales, las autoridades locales y los fun-
cionarios de aeropuertos mismos intentaron regular el problema del ruido asociado
a los aeropuertos.
No fue hasta que los funcionarios del transporte aéreo comenzaron a concebir
un entramado completo de regulaciones sobre aviación, que variaba de una juris-
dicción a otra, que el gobierno federal se decidió a actuar como inhibidor de las re-
gulaciones locales sobre ruido de aviones 3 • Incluso entonces el gobierno federal se
mostró remiso a asumir la responsabilidad del ruido aéreo y, como resultado, cargó
sobre las espaldas de los propietarios de los aeropuertos los compromisos relacio-
nados con este tema. Posteriormente, la mayor concienciación medioambiental dio
lugar al inicio de procedimientos de revisión formal por parte de la legislación es-
tatal y federal con el fin de asesorar sobre el impacto de nuevos proyectos, o a un
significativo aumento en la planificación previa a su inici04 • En este ambiente de
restricciones legales se obligaba a los propietarios de aeropuertos a desarrollar pla-
nes y operaciones que anticiparan y superaran los desafíos legales.
En este capítulo se pone de relieve el análisis de casos legales relacionados con
el ruido de aviones y aeropuertos que han ido surgiendo con los cambios en el si s-
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.3
y la Airport and Airway Safety and Capacity and Expansion Act de 198722 • Esta dis-
tinción entre la capacidad de controlar el ruido aéreo en su origen y la responsabi-
lidad por las damnificaciones resultantes del ruido de aviones ha obligado a los pro-
pietarios de aeropuertos y a las autoridades estatales y locales a buscar varias
soluciones alternativas para intentar minimizar los daños debidos al ruido. Por otra
parte, cada nuevo intento de desviar responsabilidades hacia alguna otra de las en-
tidades en cuestión se ve contrarrestado por el resto de las partes afectadas.
El Congreso aprobó la Airport Noise and Capacity Act en 1990 (la «Ley» )228 con
la finalidad de establecer una política federal sobre ruido aéreo, lo cual podría su-
poner un primer paso para descargar al propietario de la responsabilidad completa.
En esta ley se precisa, entre otras cosas, que las restricciones locales previas sobre
ruido quedan garantizadas y por lo tanto protegidas22b ; que cada nueva restricción
sobre aviones de la Fase 3 (impuesta a partir del 1 de octubre de 1990) debe ser re-
visada y aprobada por el Departamento de Transportes, bajo regulaciones revisa-
das el1 de julio de 1991 22c ; y que cuando una restricción propuesta sobre ruidos aé-
reos no sea aprobada, el gobierno federal se hará responsable de las
damnificaciones sobre ruido solamente cuando se haya producido una detracción
como resultado directo de esa desaprobación22d • (Se dice que se produce una de-
tracción cuando por medio de una acción gubernamental se ocasionan grandes mo-
lestias o interferencias en el uso o disfrute de una propiedad por parte de su dueño.)
En caso de que el propietario local de un aeropuerto decida imponer una normativa
sobre restricción de ruidos sin la aprobación previa de la Secretaría de Transportes,
el aeropuerto no podrá, según la Airport and Airway lmprovement Act de 1982, re-
cibir financiación federal ni imponer o cobrar cuotas a los pasajeros, según la Sec-
ción 1113(e) de la Federal Aviation Act de 195822e . Así como la aprobación de esta
ley establece expresamente una responsabilidad limitada por parte del gobierno fe-
deral, el efecto neto consiste en un aumento sustancial del control por parte de los
no propietarios y un aumento desproporcionadamente pequeño de las responsabi-
lidades.
Cuando un grupo de personas víctimas del ruido aéreo se deciden a emprender ac-
ciones legales con el fin de lograr una compensación, es probable que deban confiar
sobre todo en estas tres teorías legales: (1) expropiación inversa, (2) transgresión, y
(3) molestias.
Expropiación inversa
Transgresión
Molestias
Casos
que este tipo de quejas deberían haber sido llevadas a cabo dentro del período per-
mitido por la ley estatal para los procedimientos sobre perjuicios personales, y que
en vista de que las operaciones aéreas del aeropuerto eran esencialmente las mis-
mas desde 1979, se debería aplicar el estatuto de Illinois sobre limitaciones a cinco
años. El tribunal estuvo de acuerdo con la afirmación por parte del Ayuntamiento
de que los vuelos y el ruido que habían perjudicado a la propiedad del demandante
eran los mismos en 1979 y en 1985 y que, como consecuencia, cualquier embargo
debería haber transcurrido antes de esa fecha 49 • El estatuto de limitaciones rechazó
una reclamación legítima en contra de las autoridades aeroportuarias sobre daños
causados por ruidos asociados a su funcionamiento, algo que irónicamente se había
considerado prioritario en esa jurisdicción hasta Bieneman.
tanto inconveniencias como incomodidades podían ser razón suficiente para solici-
tar una indemnización71 •
Los propietarios de aeropuertos pueden tener que enfrentarse a responsabili-
dades sustanciales en el tribunal de reclamaciones menores, como hizo San Francis-
co en Ciudad y Condado de San Francisco v. Tribunal de Reclamaciones Menores72 •
Aunque el límite jurídico para los procedimientos por reclamaciones personales
menores puede ser restringido, cuando la reclamación en contra del propietario es
sólida, la cantidad total de indemnizaciones potenciales puede ser importante. En el
caso San Francisco, el límite jurisdiccional para procedimientos menores de recla-
mación era de 750 dólares. Unas 180 reclamaciones fueron archivadas y consolida-
das, creando una responsabilidad potencial agregada de unos 135.000 dólares. El
Tribunal de Apelación sostuvo que en un procedimiento consolidado, el hecho de
que la cantidad agregada de reclamaciones excediese el límite individual permitía
por lo general que un procedimiento de reclamación menor no creara un vicio ju-
risdiccional, permitiendo al tribunal de reclamaciones menores atender las recla-
maciones consolidadas.
Como resultado de la decisión del Tribunal Supremo de California en Baker v.
Autoridad Aeroportuaria de Burbank-Glendale-Pasadena73 se produjeron nuevas
alteraciones respecto a casos de propietarios de aeropuertos. Por vez primera los
propietarios que habitaban en las inmediaciones de un aeropuerto gestionado por
una entidad pública (las autoridades conjuntas de Burbank, Glendale y Pasadena)
pudieron recuperar de acuerdo a la teoría de expropiación inversa las damnificacio-
nes causadas por los vuelos aéreos, incluso aunque los demandados carecían del po-
der de dominio eminente 74 • El tribunal sostuvo que el propietario cuyo terreno ha
sido invadido por una entidad carente de poderes de dominio eminente no deja de
sufrir un embargo por el simple hecho de que la entidad no esté autorizada a lle-
varlo a cab075 •
En Baker los propietarios también alegaron que el aeropuerto creaba molestias,
y el tribunal emplazó a los demandantes a elegir si la molestia era persistente o per-
manente 76 • Como consecuencia, considerando que el aeropuerto ejercía una per-
turbación persistente, los demandantes evitaban ser excluidos por el estatuto de li-
mitaciones de un año asociado a la teoría de la perturbación permanente77 •
Con posterioridad, en 1nstitoris v. Ciudad de Los Angeles78 , seis años después de
que hubiera entrado en funcionamiento una nueva pista de aterrizaje, el arrenda-
tario de una propiedad adyacente al aeropuerto internacional de Los Angeles em-
prendió un procedimiento alegando perjuicios en su propiedad basados en la teoría
de expropiación inversa, y molestias emocionales basadas en la teoría de molestias.
Respecto a la reclamación de expropiación inversa, el tribunal estableció que el de-
recho de acción debió llevarse a cabo cuando se inauguró la nueva pista, y por lo
tanto se rechazó la solicitud del demandante de acuerdo al estatuto de limitaciones
de cinco años sobre posesión adversa de propiedades reales79 • El tribunal también
rechazó la reclamación sobre molestias del demandante, afirmando que no puede
darse un fallo favorable por molestias emocionales según una teoría privada de per-
turbaciones, que la admisión por parte del demandante de que un aeropuerto su-
pone una molestia pública impide un fallo favorable por este tipo de causas debido
a que el demandante no sufre perjuicios que no son soportados por otros miembros
de la comunidad, y que la adquisición por parte de la ciudad de una servidumbre de
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.11
Poderes reguladores
responsabilidad para establecer regulaciones justas sobre los vuelos del Concorde
dentro de un período de tiempo razonable93 .
El Presidente de Sala Irving Kaufman, en la decisión final de apelación Concor-
de /J, apoyó el poder del propietario del aeropuerto para regular los niveles sono-
ros94 . En concordancia con el Juez Pollack, que manifestó la opinión del Tribunal
del Distrito Segundo, subrayó que las regulaciones sonoras operativas de un aero-
puerto deben ser «razonables, no arbitrarias ni discriminatorias»95. Como resulta-
do, y con el fin de que las restricciones sonoras propuestas por el propietario de un
aeropuerto puedan contrarrestar los ataques, no deben ser (1) indebidamente li-
mitadoras del comercio interestatal, y (2) irrazonables o discriminatorias.
Esta normativa fue aplicada a las ordenanzas promulgadas por el propietario de
un aeropuerto en Asociación Aeroportuaria de Santa Mónica v. Ciudad de Santa
Mónica 96 • La ciudad de Santa Mónica, en calidad de propietaria de un aeropuerto
de aviación general, aprobó varias ordenanzas que afectaban a las maniobras de
aviones y del aeropuerto, así como al nivel sonoro de la comunidad circundante. El
tribunal, empleando una prueba doble de protección equivalente y comercio inter-
estatal, mantuvo firmes las ordenanzas de suspensión del aeropuerto y, contraria-
mente a la decisión Crotti, permitió la medición sonora de sucesos particulares, SE-
NEL, pero la prohibición categórica por parte del aeropuerto del tráfico de
cualquier avión reactor fue considerada discriminatoria97 .
Es interesante considerar que el Juez Irving Hill, de Santa Mónica, al mantener
firme la decisión sobre medición sonora de los SEN EL, rechazó la distinción lleva-
da a cabo en Crom-98, en la que se afirmaba que la imposición de un límite al valor
SENEL era un intento de regular los niveles sonoros de la aviación en vuelo y, por
lo tanto, una interferencia en un área de preferencia federal 99 • Las dos ordenanzas
SENEL fueron similares en ambos casos y contenían disposiciones sobre penas cri-
minales. En Crotti, sin embargo, el tribunal consideró que tal ordenanza era un ejer-
cicio ilegal de fuerza política por parte del estado, ya que se inmiscuía en el dominio
federal exclusivo sobre el espacio aéreo navegable 100.
Se puede establecer una comparación entre las ordenanzas de suspensión de
Santa Mónica y las de otro caso del Tribunal de Distrito californiano, A viación Na-
cional v. Ciudad de Hayward lO1 • Ambas ordenanzas limitaban las operaciones de la
aviación en horas concretas, pero la restricción Hayward estaba basada en el nivel
sonoro, mientras que la de Santa Mónica proscribía la realización de ciertos tipos de
operaciones. Ambos tribunales examinaron los efectos de sus respectivas ordenan-
zas sobre el comercio interestatal, pero llegaron a un equilibrio en favor de otorgar
a las comunidades locales el permiso de controlar los niveles sonoroslO2 •
En Estados Unidos v. Estado de Nueva York 103 , un estatuto estatal que imponía
una suspensión en un aeropuerto fue cuestionado en varios aspectos. El estado de
Nueva York adquirió la propiedad del aeropuerto por parte de una autoridad de
tráfico local, mientras que al mismo tiempo promulgó una suspensión como res-
puesta a las quejas sobre ruidos de las comunidades colindantes. El tribunal esta-
bleció que en la medida en que el estado respondía de las responsabilidades de
Griggs, poseía la autoridad de imponer restricciones equivalentemente como pro-
pietario del aeropuerto. Esta suspensión en concreto se consideró, sin embargo, in-
constitucional, prioritaria y violatoria de las garantías de concesión del aeropuerto.
En Estados Unidos v. Condado de Westcheste?04, el condado, propietario tam-
52.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
bién del aeropuerto, aprobó una suspensión que prohibía la llegada o partida de
cualquier aparato entre la medianoche y las 7 horas de la mañana, sin tener en cuen-
ta el tipo de avión o el nivel sonoro que emitiera. La violación de esta suspensión
obligaría a responder sobre penas criminales que incluían multas y posibles encar-
celamientos. El tribunal del distrito estableció que la suspensión era discriminato-
ria, arbitraria y excesiva, así como violatoria de las garantías de concesión105 ofre-
cidas por el aeropuerto a la F AA cuando aceptó las subvenciones federales de
desarrollo 106 •
Las garantías de concesión se emplean frecuentemente por el gobierno federal
para oponerse a las regulaciones de propietarios que se consideren demasiado res-
trictivas. Estas garantías son exigibles solamente por el Secretario de Transportes y
no proporcionan un derecho privado de acción. Los motivos del gobierno para de-
safiar las restricciones impuestas por el propietario no reflejan simplemente una re-
pentina carencia de sensitlilidad frente al impacto del ruido aéreo, sino que se de-
ben a la visión gubernamental de que el sistema nacional de transporte aéreo se
encuentra bajo una seria restricción de su capacidad. Desde la liberalización de
1978 la demanda de vuelos ha aumentado drásticamente, mientras que se han cons-
truido o ampliado relativamente pocos aeropuertos en comparación al aumento de
tráfico aéreo. Por tanto, la F AA ha adoptado la actitud de que cualquier restricción
sobre la capacidad del sistema para gestionar un gran número de aviones va en de-
trimento de la seguridad y del sistema nacional de transporte aéreo, sin tener en
cuenta las razones del propietario del aeropuerto para promulgar una determinada
restricción. Hoy en día, todas las autoridades gubernamentales federales al comple-
to se ven a menudo infllersas en un esfuerzo para evitar las restricciones de los pro-
pietarios, dejándolos prácticamente abandonados cuando intentan reducir el im-
pacto acústico de la aviación. Por tanto, un propietario debe tener especial cuidado
en no privarse de su derecho a imponer restricciones sonoras por causa del proceso
de acuerdos sobre concesiones107 •
A otro propietario de un aeropuerto, el municipio de Long Beach, se le impidió
regular el control sonoro cuando sus ordenanzas sobre ruidos globales fueron con-
sideradas violatorias de las cláusulas de Supremacía, Comercio, Proceso Debido y
Protección Equivalente de la Constitución de los Estados Unidos 108 • Con el fin de
llegar a una conclusión, el tribunal del distrito tuvo que tratar cuestiones legales no
resueltas con anterioridad respecto a la capacidad del propietario para regular el
ruido. El resultado, desafortunadamente, trajo consigo una mayor confusión más
que una clarificación sobre el tema de las restricciones por parte del propietario.
En origen, la ciudad, siguiendo las recomendaciones de un grupo de trabajo del
aeropuerto, adoptó una ordenanza de control sonoro que limitaba el número de
vuelos de las compañías aéreas que operaban en el aeropuerto. Dos de estas com-
pañías acabaron por emprender con éxito una demanda para la prohibición de esa
ordenanza. Tras la concesión de la orden de suspensión, la ciudad decidió llevar a
cabo un estudio de las actividades sonoras del aeropuerto de acuerdo con la Parte
150 de las Federal A viation Regulations 109 • En base a la información recopilada en
este estudio, la ciudad adoptó un nuevo programa de compatibilidad sonora e im-
plementó otra ordenanza. Tras la adopción de esta nueva ordenanza la ciudad re-
currió al tribunal del distrito para rescindir la orden de suspensión pendiente, mien-
tras que al mish10 tiempo sometía la Parte 150 propuesta a la F AA.
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.15
desde una pista concreta volaba sobre la zona despejada situada al final de la mis-
ma, perteneciente a la jurisdicción de East Haven. El tribunal concluyó que el Con-
greso ya había legislado suficientemente sobre el tema del área del espacio nave-
gable y, consecuentemente, cualquier manifestación estatal o local que entrase en
conflicto con estas regulaciones, tanto si se encontraban inspiradas legislativamente
como judicialmente, no se consideraban válidas, incluyendo las de la ciudad de East
Haven 1l9 •
Como sucede con las restricciones por parte de los propietarios, se da el caso de
que las autoridades no propietarias también establecen restricciones centradas en
particular sobre las operaciones en tierra más que en las de vuelo. En Municipio de
Hanover v. Ciudad de Morristown 120 , un municipio promulgó restricciones sobre un
aeropuerto colindante pero perteneciente a otra municipalidad gestionadora dife-
rente. Las restricciones trataban tanto del espacio aéreo navegable como de las
operaciones en tierra. De acuerdo a Burbank, no se permitió llevar a cabo las res-
tricciones que establecían un esquema de pista preferente y de suspensión de vuelos
de reactores, pero se aprobó la existencia de procedimientos de disminución de rui-
dos recomendables para operaciones en tierra 121 •
El estado, no obstante, puede no obligar a una autoridad municipal que posea
un aeropuerto en el interior de sus fronteras a disminuir el ruido por medio de sus-
pensiones de operaciones aéreas comerciales 122 . En Gianturco, el estado, a través
de su Departamento de Transportes, intentó añadir una condición sobre el empleo
del aeropuerto diversa de la «normativa estatal sobre ruidos»123, indicando que el
propietario podía imponer suspensiones de operaciones por parte de aviones reac-
tores. El tribunal diferenció este caso del Crotti argumentando que la normativa es-
tatal sobre ruidos era de índole consultiva, y que en Gianturco el estado estaba in-
tentando convertirla en obligatoria. La ley federal fue considerada prioritaria.
En Pirolo v. Ciudad de Clearwater 124, la ciudad, por medio de arrendamientos y
de la aprobación de subarriendos, cedió sus derechos como propiedad del aero-
puerto a imponer restricciones, incluyendo las ordenanzas sobre cualquier control
sonoro. La ciudad de Clearwater había firmado un arrendamiento cediendo al de-
mandante el usufructo del aeropuerto durante 30 años. Con posterioridad promul-
gó una suspensión que prohibía los vuelos nocturnos, por lo que el demandante
acudió a los tribunales para derogar tal ordenanza. La ciudad argumentó que las or-
denanzas tendrían prioridad si hubieran sido promulgadas de acuerdo con su poder
político, pero que la ciudad había aprobado la ordenanza como propietaria del ae-
ropuerto y, por lo tanto, no se veía impedida para derogar la suspensión.
El tribunal estudió la constitucionalidad de las ordenanzas y las consecuencias
del arrendamiento y manifestó que la ciudad había cedido contractualmente el de-
recho de imponer restricciones sonoras debido a que ya no era propietaria. Como
consecuencia, el único fundamento de tal ordenanza en manos de la ciudad consis-
tía en su poder político, pero como éste había sido cedido, tal poder debía someter-
se a la prioridad de la ley federal 125 •
El análisis de estos casos muestra que los tribunales intentan preservar la auto-
ridad de los propietarios del aeropuerto para controlar las operaciones realizadas
en los mismos. Considerando que ellos son responsables de los daños relacionados
con el ruido, deben poseer los medios regula torios de promulgar procedimientos
para su reducción. Los tribunales han aprobado restricciones impuestas legislati-
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.17
vamente o judicialmente sobre una base muy limitada, solamente en casos en los
que no exista interferencia alguna con un área de preferencia federal. El gobierno
federal continuará prevaleciendo sobre cualquier tipo de restricción que sea consi-
derada como impedimento al crecimiento del sistema de transporte aéreo. El per-
mitir a propietarios o no propietarios de aeropuertos la promulgación de regulacio-
nes que restrinjan sus operaciones podría suponer el declive del crecimiento
económico de aeropuertos, líneas aéreas y del personal que trabaja en las mismas.
REFERENCIAS
avión, medido entre el intervalo de tiempo inicial y final de emisión del nivel sonoro de
este hecho concreto que sobrepase el nivel sonoro mínimo perceptible». Cal. Admin.
Code, Título 21.
98. Air Transportation Association v. Crotti, 389 F. Supp. 58 (N.D. Cal. 1975).
99. Id. at 65.
100. Id.
101. 418 F. Supp. 417 (N.D. Cal. 1976).
102. Id. at 428. See also 481 F. Supp. 927, 938-940.
103. 552 F. Supp. 255 (N.D.N.Y. 1982).
104. 571 F. Supp. (S.D.N.Y. 1983).
105. Sección 551 del Airport and Airway Act de 1982 (Pub. L. 97-248,96 Est.), 49 U.S.e. ap.
221O(a) proporciona en parte: «PATROCINIO - Como condición previa a la aproba-
ción del proyecto de desarrollo de un aeropuerto contenido en la solicitud de subsidios
a proyectos sometida bajo este título, la Secretaría recibirá por escrito las debidas ga-
rantías que satisfagan (1) que el aeropuerto relacionado con el proyecto sea de uso pú-
blico bajo términos justos y razonables sin que se produzcan discriminaciones injus-
tas ... » 49 U.S.e. ap. § 2210.
106. 571 F. Supp. at 797-799.
107. El posible papel que las garantías de concesión pueden ejercer en el futuro en relación
a las restricciones del propietario quedó demostrado en New England Legal Founda-
tion, et al. v. Autoridad Portuaria de Massachusetts (Massport), véase la nota 3, supra.
En su origen Massport fue concebido como un plan que pretendía ampliar el uso eficaz
del aeropuerto Logan de Boston, conocido como plan PACE, sobre el esquema de ta-
rifas aeroportuarias de aterrizaje. El plan PACE incrementó en gran medida los costes
de aterrizaje de los aviones de tamaño pequeño, mientras que disminuyó los de las
grandes naves comerciales. Los demandantes alegaron, entre otras cosas, que la nueva
estructura de tarifas de aterrizaje violaba la Sección 511 del Airport and Airway Impro-
vement Act, y las garantías de concesión que allí se habían acordado entre el aeropuerto
y el gobierno federal. El Tribunal de Apelaciones sostuvo que la Sección 511 no con-
cedía ningún derecho privado de acción y rechazó las reclamaciones, pero afirmó que la
aplicación de las garantías de concesión quedaba en manos exclusivamente de la Secre-
taría de Transportes. Como consecuencia de esta decisión la F AA promulgó una regla
que clarificó la aplicación de los acuerdos de garantías de concesión en la Parte 13 de los
poderes ejecutorios de la FAA. Finalmente, y aunque no han sido probados hasta la ac-
tualidad, la Secretaría de Transportes, a través de la F AA, podría aplicar los estatutos
de penalización civil para garantizar el cumplimiento de las garantías de concesión en
cualquier espacio administrativo legal, estatutos que podrían también ser utilizados
para establecer garantías de concesión que eviten que el propietario de un aeropuerto
imponga restricciones sonoras en vez de programas relacionados a la capacidad.
108. Alaska Airlines, et al. v. The City of Long Beach, et al. (e.D. Cal. No. CV-83-4065
LEW), appeal docketed. Nos. 88-6745. 89-55278.
109. 14 e.F.R. Part 150.
110. 14 e.F.R. Parte 36. La normativa de la Parte 36 establece la categoría de los aparatos de
gran tamaño según el ruido que producen, graduado como capítulo 1, capítulo II o ca-
pítulo I1I, siendo el capítulo I el más ruidoso y el III el más silencioso.
111. 731 F.2d 127 (2d Cir. 1984).
112. 14 e.F.R. § 91.301-.311 (1983), Fleet Compliance Programo De acuerdo a este programa,
cada compañía de transporte aéreo debería tener (1) un 25 por 100 de aviones cuatri-
motores de propulsión a chorro y un 50 por 100 del resto de aparatos, según lo estable-
cido en la normativa de la Parte 36 para el1 de enero de 1981; (2) un 50 por 100 de sus
aviones cuatrimotores de propulsión a chorro y todos los demás aviones para elIde
PLEITOS CAUSADOS POR EL RUIDO DE AVIONES 52.21
enero de 1983, y (3) todos los aparatos deberían cumplir la normativa para el1 de enero
de 1985. 14 C.F.R. § 91.305.
113. 731 F.2d at 130.
114. 636 F. Supp. 212 (S.D.N.Y. 1986).
115. Id. at 218.
116. 1989 Federal Aviation Administration: Repon to Congress, Status o[ the U.S. Stage 2
Commercial Aircraft Fleet. (Informe de la FAA a los Comités de Créditos de la Cámara
y del Senado de acuerdo con los representantes de la Cámara 100-691 del Departamen-
to de Transportes y de la Ley de Agencias Relacionadas de Créditos para el año fiscal
de 1989.)
117. City o[ Burbank v. Lockheed Air Terminal, Inc., 411 U.S. 624 (1973).
118. 367 F. Supp.1338 (D. Conn. 1973),affs, 496F.2d 452 (2d Cir.), cert. denied, 419 U.S. 958
(1974).
119. Id. at 1341.
120. 108 N.J. Super. 461, 261 A.2d 692 (1969, affd, 135 NJ. Super. 529,434 A.2d 792 (N.J.
Super. Ct. App. Div. 1975).
121. Id. at 7%.
122. San diego Unified Port District v. Gianturco, 457 F. Supp. 283 (S.D. Cal. 1978).
123. 21 CAL. ADMIN. CODE §§ 5000-5080, 5.
124. 711 F.2d 1006 (11th Cir. 1983).
125. Id. at 1010.
Capítulo 53
REGULACION SOBRE
RUIDO DE LA A VIACION
Richard J. Unn
Richard N. Tedrick*
INTRODUCCION
* Las opiniones reflejadas en este capítulo pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan ne-
cesariamente las de la Federal A viation Administration, las del Departamento de Transportes o las del
gobierno norteamericano.
53.1
53.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
1. La regulación del tráfico aéreo en modo tal que se vea favorecido su desarro-
llo y seguridad, así como el cumplimiento de los requisitos de defensa nacio-
nal.
2. La promoción, favorecimiento y desarrollo de la aeronáutica civil.
3. El control del empleo del espacio aéreo navegable de los Estados Unidos y la
regulación tanto de las operaciones civiles como militares en este espacio aé-
reo, en interés de la seguridad y eficacia de ambos.
4. La consolidación de la investigación y del desarrollo de los servicios de na-
vegación aérea, así como de sus instalaciones y operaciones.
5. El desarrollo y las operaciones de un sistema común de control de tráfico y
navegación aérea tanto de la aviación militar como de la civil.
El gobierno federal directa o indirectamente influye de modo muy diverso sobre las
opciones locales de empleo de terrenos y sobre las decisiones tomadas en las cer-
canías de aeropuertos. En este capítulo se enumeran varios ejemplos. De gran im-
portancia en el aspecto de usos compatibles del terreno es el hecho de que la cola-
boración eficaz entre las iniciativas federales, estatales y locales, con la ayuda del
conocimiento completo del impacto nacional de supuestas decisiones locales, es
esencial para la resolución de los problemas sonoros en aeropuertos de modo que
quede asegurada la supervivencia del sistema aéreo nacional.
Financiación de aeropuertos
La Sección 256.5 establece que las secretarías de los departamentos militares deben
llevar a cabo un programa AICUZ para cada instalación aérea de acuerdo con el
apartado § 256.4. Los estudios AICUZ deben incluir los siguientes puntos:
1. Una determinación de las restricciones deseables en el empleo de terrenos en
relación a las características del ruido aéreo y a la seguridad de vuelo.
2. La identificación de usos reales del suelo incompatibles.
3. La identificación de terrenos que, inadecuadamente planificados, podrían ser
declarados incompatibles.
4. La indicación de los distintos tipos de desarrollo deseables para los distintos
tramos del terreno.
5. Estimaciones del valor del terreno en las zonas en cuestión.
6. La revisión de las planificaciones directoras del aeropuerto para asegurar la
adecuación entre las instalaciones existentes y las futuras, así como la política
de la Parte 256.
7. La consideración global de un uso compartido de las instalaciones aéreas por
departamentos militares separados manteniendo la capacidad operacional y
reduciendo el ruido, la propiedad territorial y los requisitos de construcción.
8. Recomendaciones para realizar tareas con comités locales de zona, así como
los programas mínimos necesarios para la adquisición de propiedades, la re-
colocación de instalaciones o cualquier otra acción eventual.
Los estudios AICUZ son el fundamento de la adquisición de nuevos terrenos,
de la evacuación de propiedades y de otros cambios propuestos en los bienes in-
muebles de los departamentos militares cercanos a los aeropuertos. La Sección
265.5 también contiene procedimientos detallados respecto a los derechos de adqui-
sición de propiedades y autorizaciones y responsabilidades relacionadas dentro de
cada departamento militar.
La compatibilidad del uso del suelo es el objetivo primordial de los estudios AI-
CUZ. La Sección 256.8 proporciona indicaciones sobre utilidades específicas de los
terrenos y si cada uso de éstos es compatible con las operaciones de la instalación
aérea. Los diferentes tipos de propiedad territorial cuya adquisición se va a consi-
53.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Administración de Veteranos
* Obsérvense, por ejemplo, los siguientes casos relativos a la naturaleza y fundamentos del derecho
federal de prioridad y la aplicación de esta doctrina a la regulación del vuelo de aviones: American Air-
lines, ¡nc. v. Ciudad de Audubon Park, Kentucky, 297 F. Supo 207 (1961); Cloverleaf Butter Co. v. Patter-
son, 315 U.S. 148 (1941); Hines v. Dadivowitz, 312 U.S. 52 (1941); Huran Partland [nc. v. Ciudad de De-
trait, 362 U.S. 440, 448 (1960); Northwest Airlines, [nc. v. Minnesota. 322 U.S. 292 (1944); Rice v. Santa Fe
Elevatar Carp., 331 U.S. 218 (1947).
** Este tema se trata con más profundidad en el Capítulo 52. En resumen, sin embargo, se subraya
el hecho de que como el Tribunal Supremo de los EE.UU. ha establecido que el propietario de un ae-
ropuerto es frente a los habitantes cercanos al mismo responsable de los daños ocasionados por el ruido
de los aviones que lo utilizan (Griggs v. Condado de Allegheny, 369 U.S. 84, 1962), el propietario puede
legalmente limitar el uso del aeropuerto con fines de reducción de ruidos. Esta capacidad no puede ser
utilizada indiscriminadamente ni debe obstaculizar indebidamente el comercio aéreo interestatal o in-
ternacional, o interferir con la autoridad de la F AA para la regulación del empleo del espacio aéreo na-
vegable. La normativa para encontrar el adecuado equilibrio de intereses entre el propietario del aero-
puerto y el interés nacional en un sistema «uniforme y exclusivo» de aviación está contenida en la DOT/
53.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
«A viación y ruido son indivisibles. El ruido de los aviones se extiende fuera del apa-
rato con la misma inseparabilidad que las alas y la cola»21.
La Federal Aviation Act de 1958 (llamada «FAAct» en esta sección) contiene dos
fuentes de autoridad para la emisión de la regulación sobre control del ruido de
aviones.
La primera de éstas es la 307(c), Air Traffic Rules23 , sección que autoriza y or-
dena a la Secretaría de Transportes' a prescribir normas de tráfico aéreo y regula-
ciones que rijan el vuelo de aviones, para la navegación, protección e identificación
de aviones, para la «protección de las personas y de las propiedades en tierra fir-
FAA A viation Noise Abatement Policy, 18 de noviembre de 1976. Para una mayor profundización sobre
el tema a nivel del Tribunal Itinerario Federal véase Junta directiva de British Airways y Compagnie Na·
tionale Air France v. Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, U.S.C.A. apelación registrada
N.O 77-7234 (2d Cir. 14 de junio de 1977).
* Esta autoridad y la de la Secretaría otorgadas en el Título VI de la ley están delegadas a la Admi-
nistración en la Sección 6(c)(1) del Depanment ofTransponation Act [49 U.S.C. 1655(c)(1)] y en la Sec-
ción 611 de la FAAct, según enmienda (49 U.S.e. 1431). En la subsiguiente discusión, la autoridad atri-
buida a la (,FAA» o a la «Administración» recibe, según sea apropiado, la autoridad de la Secretaría de
Transporte.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.11
me», y para el empleo eficaz del espacio aéreo navegable. Es sabido que la autori-
dad de la FAA para controlar el ruido aéreo aumentó en 1968, como se comenta a
continuación. La F AA, ya desde sus orígenes, interpretó de modo amplio la frase
«protección de las personas y de las propiedades en tierra firme» para que incluyera
la protección de los efectos adversos del ruido aéreo.
En 1960, la FAA, que había quedado establecida en la ley de 1958 bajo una atmós-
fera ya cargada debido a los problemas y las controversias que se estaban originan-
do en los inicios de la aviación a reacción, promulgó la Special Civil Air Regulation
n.o 438 prescribiendo unas altitudes mínimas, unas pistas preferenciales, y rutas es-
peciales de aproximación y alejamiento para aviones que operaban hacia y desde el
aeropuerto internacional de Los Angeles. Ese mismo año se crearon normas simi-
lares para otros aeropuertos24•
Desde su temprana incorporación a las tareas de reducción de ruidos dentro de
las políticas operativas surgidas en la administración de la Sección 307, la FAA se
ha dedicado prácticamente de continuo a la impopular, y en muchos casos frustran-
te, labor de intentar llegar a un acuerdo para proporcionar a las mismas comuni-
dades unas cantidades de ruido menores a la vez que un comercio aéreo regular.
Hace tiempo que la F AA ha reconocido que el control sonoro no es un objetivo que
entre en conflicto con el desarrollo de un sistema de transporte aéreo sano y que,
por el contrario, la disminución del ruido efectivo y su control son de hecho esen-
ciales para su evolución·. De acuerdo a la Sección 307, la F AA, mucho antes de que
se aprobara la especificación formal de responsabilidades adicionales de control so-
noro del Título VI de la F AAct, utilizó las posibilidades ofrecidas por este Título III
para controlar e! tráfico aéreo de modo que quedara minimizado el ruido sin redu-
cir la seguridad. Quedaban incluidas, por ejemplo, las disposiciones de reducción de
ruidos en pistas de la Sección 91.87(g)25, el requisito de que los aviones accionados
por turbinas o de gran tamaño que aterrizaran en aeropuertos con torres de control
permaneciesen a o por encima de la inclinación de plane026 , y una norma especial
para e! tráfico de! aeropuerto regional del Condado de Lorain (Lorain Ohio), que
retiró e! tráfico aéreo fuera del área de un instituto y del conservatorio de música27 .
Consideraciones NEPA
Las consideraciones sobre ruido influyen en otras decisiones regulatorias del tráfico
aéreo tomadas primordialmente con fines de seguridad o gestión eficaz del espacio
aéreo. Este proceso ha sido formalizado en la National Environmental Po/icy Act de
" Por ejemplo, el National Aviation System Plan. 1971-1980 (marzo de 1970), afirma en la página 28
que «la contaminación atmosférica y acústica, así como otros factores ecológicos adversos, deben ser
controlados si se desea que la aviación de los U.S.A. continúe prosperando y sirviendo al público ple-
namente».
53.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
1969 (NEPA)28. La Sección 102 del NEPA asegura (1) que las políticas, regulacio-
nes y leyes públicas de los Estados Unidos serán interpretadas y administradas de
acuerdo con la política general de este ley y (2) todas las agencias federales reali-
zarán un estudio detallado del impacto medioambiental de «las principales activi-
dades federales que afecten significativamente a la calidad del entorno humano».
Los objetivos del NEPA quedaron incorporados como normas específicas del po-
der ejecutivo en el Decreto Ley 1151429 . De acuerdo al NEPA y al D.L. 11514, el
Consejo de Calidad Medioambiental (CEQ) del Presidente propuso una serie de
indicaciones que aplicaban el NEPA y que culminaron con la promulgación de la
CEQ Parte 1500 Preparación de estudios de impacto ambiental: indicacionesm.
(Véase también el Capítulo 54.) El Departamento de Transportes, con el fin de im-
plantar las indicaciones del CEQ, emitió la Orden 561O.1B, Procedimientos para la
consideración de impactos ambientales, que ordena a cada administración del DOT
el desarrollo de unas líneas que cumplan el NEP A.
Cumplimiento del N EPA por parte de la FAA. Como respuesta a esta indicación,
la Orden 1050. lE de la FAA Políticas y procedimientos para la consideración de im-
pactos ambientales contiene medidas destinadas a asegurar que las acciones regu-
latorias del tráfico aéreo de la F AA son sensibles a los problemas sonoros del trá-
fico aéreo (y a otros factores medioambientales). En el Apéndice 2 de esa orden se
especifican indicaciones concernientes al impacto sonoro de los programas de ins-
talaciones aeronáuticas, como el emplazamiento de los componentes del sistema
instrumental de aterrizaje y las maniobras para aumentar o disminuir su uso ope-
racional. El Apéndice 3 subraya los procedimientos para la evaluación de los im-
pactos sonoros en algunas rutas de llegada y salida, el empleo especial del espacio
aéreo (como las áreas restringidas), y las acciones que conlleven posibles maniobras
supersónicas de la aviación militar. Esta orden asegura el equilibrio entre seguri-
dad, eficacia y reducción de sonido estableciendo que, cuando se precisen y puedan
ser aplicadas ciertas medidas en contra del ruido sin detrimento de la seguridad, se
aplicará lo siguiente:
1. Las rutas de llegada y salida de vuelos deberán ser establecidas sobre las
áreas menos congestionadas, o se considerarán procedimientos de «divergen-
cia de salida» cuando no sean viables estas rutas sobre zonas no sensibles.
2. El tráfico de llegada y salida debería ser ordenado con el fin de minimizar las
operaciones a baja altitud.
3. Se debería prestar atención al empleo de ayudas a la navegación, a los vec-
tores de radar, o al ascenso de la deriva en la ruta de tráfico sobre zonas de
reducción de ruidos.
4. Las instalaciones de navegación deberían ser situadas teniendo en cuenta los
problemas de reducción de ruidos.
Llevadas a efecto por estas indicaciones, las consideraciones del NEP A se han
convertido en parte integrante del delicado equilibrio que caracteriza la gestión del
sistema nacional de navegación.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.13
El Título I de la Aviation Safety and Noise Abatement Act de 197934 (ASNA) afirma
que la F AA debe establecer por regulación un sistema único para determinar la ex-
posición de las personas al ruido en las cercanías de los aeropuertos. La F AA tuvo
también que establecer un programa de ruido aeroportuario normalizado y de com-
patibilidad de empleo del terreno.
De acuerdo a estas autoridades ya la de la Sección 307 de la F AAct (o sea, cuan-
do la reducción de la acción sonora podría estar relacionada con la regulación del
flujo de tráfico aéreo), la FAA ha intentado cumplir los objetivos de su programa
de reducción sonora a través de la emisión de regulaciones, órdenes internas diri-
gidas a los empleados de la FAA (como los controladores de tráfico aéreo) y Cir-
culares de Asesoramiento, que ofrecen indicaciones al público. Se han realizado las
siguientes acciones.
Parte 36 del FAR - Normativa sobre ruidos: Tipo de avión y certificado de ae-
ronavegabilidad. Esta regulación indica normas sonoras para la certificación de
tipo· de (1) aviones de gran tamaño de categoría de transporte subsónico, y (2)
aviones propulsados por turborreactores subsónicos. Normalmente todos los avio-
nes [en el punto (1) anterior] examinados deben cumplir los niveles sonoros de la
Parte 36 del F AR (Apéndice C). Estos niveles se prescriben en tres posiciones de
medida, y se especifican para el despegue, la aproximación y las líneas laterales. Los
niveles varían en función del peso bruto del aparato con un nivel de ruido percibido
efectivo máximo [véase la Ecuación (47.5)] de 108 dB en cualquier situación. De
modo similar, los pequeños aviones accionados por hélice y los helicópteros deben
cumplir la normativa sobre ruidos de la Parte 36 del FAR (apéndices G y H, res-
pectivamente).
Parte 36 del FAR - Enmienda Séptima - Normativa sobre ruidos: Tipo de avión
y certificado de aeronavegabilidad. Esta enmienda, publicada por el Registro Fe-
deral (42 Fed. Reg. 12360) el3 de marzo de 1977, incrementa el rigor respecto a la
regulación básica publicada en 1969. Se establecen y aplican tres «fases» de nivel so-
noro, empleando un concepto de certificación basado en parte en el número de mo-
tores.
Parte 91 del FAR - Enmienda 134 - Reducción del ruido del montaje delflap en
el aterrizaje. Esta enmienda ordena que el montaje final del flap de aterrizaje de
aviones turborreactores pesados no debe exceder al montaje mínimo certificado del
flap de aterrizaje. Esta norma se aplica al piloto que conduzca cualquier avión tur-
borre actor civil, norteamericano o de otro país, para el cual la autoridad certifica-
dora haya aprobado más de un montaje de flap de aterrizaje para el que exista una
información adecuada de funcionamiento en el manual de vuelo del aparato. El pi-
loto podrá emplear un montaje de flap de aterrizaje diverso si por razones de se-
guridad lo considera necesario.
Parte 91 del FAR - Enmienda 136 - Conformidad por fases con los límites so-
noros establecidos en la Parte 36 sobre turborreactores con pesos máximos supe-
• La certificación de tipo es el proceso legal mediante el cual se aprueba el diseño de un aparato aé-
reo, motor, hélice o máquina respecto al «diseño, material, especificaciones, construcción y funciona-
miento», 49 V.S.e. Sección 1423(a). La Parte 36 añade criterios sonoros a los de seguridad empleados
normalmente en la certificación de tipo.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.15
rlores a 75.000 libras. Esta enmienda fue aprobada para proporcionar una mayor
asistencia y protección a la población frente al ruido de la aviación ordenando a
aparatos, previamente exceptuados, que cumplieran la presente normativa federal
sobre ruidos, en la Parte 36, de acuerdo con un esquema temporal de varias fases
que finalizaba el1 de enero de 1985. A partir de esa fecha nadie podría pilotar en
los Estados Unidos cualquier aparato cubierto por esta enmienda, a menos que hu-
biera acatado los niveles sonoros de la Parte 36. Esta regulación es conocida como
el requisito «reconversión / sustitución» o «conformidad a la Parte 36 del F AR».
Parte 150 del FAR - Plan de compatibilidad sonora de aeropuertos. Esta re-
gulación hace efectivo el Título 1 de la ley ASNA estableciendo un programa de rui-
do normalizado y de compatibilidad de usos del suelo, que incluye (1) la creación
voluntaria por parte de los funcionarios de aeropuertos (y de su sometimiento a la
FAA) de mapas de exposición sonora en las inmediaciones del aeropuerto, (2) el
empleo de métodos fijos de cálculo de exposición sonora en estas zonas reflejados
en unidades normalizadas, (3) la identificación de la utilización de los terrenos que
se encuentran normalmente rodeando los aeropuertos, y (4) el establecimiento de
criterios y procedimientos de preparación y sometimiento de los mapas de exposi-
ción sonora y de los programas de compatibilidad sonora. Debido a que estos pro-
gramas son de aplicación local en muchas comunidades sirven para propiciar, con su
consiguiente publicidad, el debate entre los intereses de las entidades relacionadas
y no relacionadas con la aviación para establecer una planificación a largo plazo del
aeropuerto.
Orden 1050.11 - Planificación del control sonoro. Esta extensa orden establece
la política y los procedimientos de la F AA, así corno sus responsabilidades en rela-
ción a los planes de control sonoro por parte del propietario del aeropuerto, inclu-
yendo los procedimientos de reducción del ruido, el uso compatible de terrenos al-
rededor de los aeropuertos, y las restricciones de empleo por parte del propietario.
Proporciona directrices a su propio personal para revisar las restricciones de uso del
propietario y, cuando se considere apropiado, colabora en los procedimientos lo-
cales de reducción del ruido de la aviación.
Orden 7110.13 - Programas de reducción del ruido en aviones. Esta orden es-
tablece la política y los procedimientos respecto al establecimiento de los progra-
mas de reducción del ruido de la FAA. Fue promulgada en 1968 como la primera
orden de reducción sonora dirigida primordialmente a los itinerarios de vuelos y al
uso de las pistas en las operaciones de llegada y salida. Esta orden exige que la FAA
examine las actividades aeroportuarias con el fin de anticipar problemas de ruido
con las comunidades colindantes. Establece la regla que afirma «que el control del
tráfico aéreo con programas de reducción del ruido de los aviones quedará sola-
mente supeditado a consideraciones de seguridad». Los programas de reducción so-
nora se han dado a conocer a través de boletines, notificaciones o cartas sobre ins-
talaciones, dirigidas a funcionarios o usuarios de aeropuertos.
Orden 7110.72 - Gestión delflujo de tráfico local. Esta orden establece un pro-
grama de gestión del tráfico local destinado a garantizar la seguridad, ahorrar com-
bustible, y reducir el impacto del ruido aéreo en las comunidades locales, con el fin
de mejorar el sistema en su integridad. Las operaciones de llegada de aviones se or-
denan de acuerdo a unas normas de flujo de llegada según la capacidad del sistema.
Se realizarán mediciones para que el número de aparatos dirigidos no exceda la ca-
pacidad establecida. eliminando por tanto retrasos en las llegadas. Según esta direc-
tiva, los aviones podrán durante las operaciones de salida despegar con más rapidez
y abandonar las áreas sensibles al ruido. Los beneficios respecto a la reducción del
ruido incluidos en esta orden se consiguen gracias a (1) la reducción del tiempo de
vuelo en alturas inferiores a 10.000 pies por encima del aeropuerto, (2) la elimina-
ción de retenciones y el examen de la vectorización, y (3) el diseño de la ruta más
corta hacia la pista de aterrizaje. La exposición reducida al ruido se conseguirá de-
bido a los reglajes menores de empuje. a las mayores altitudes y a los tiempos más
cortos de exposición.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.17
Circulares informativas
Además de las reglas tratadas con anterioridad sobre diseño, construcción y ope-
ratividad de la aviación, muchos aeropuertos han establecido reglamentaciones lo-
cales sobre ruidos destinadas a impedir el aumento del ruido aéreo en las zonas co-
lindantes al aeropuerto o (en algunos casos) incluso a disminuir su impacto sonoro.
Aunque esas normas sonoras locales están destinadas por lo general a buscar solu-
ciones frente a los problemas acústicos entre la aviación y la población en aero-
puertos específicos, deben cumplir una serie de requisitos antes de ser ejecutadas.
La reglamentación local (1) no debe interferir con la garantía constitucional delli-
bre comercio entre estados; (2) no debe someter a una o a un grupo de compañías
de transporte aéreo a discriminaciones, y (3) debe obedecer todos los requisitos de
seguridad operativos impuestos por la regulación federal y/o la política del trans-
portista aéreo.
La reglamentación local sobre ruidos incluye habitualmente medidas de control
sonoro tales como (1) suspensiones nocturnas, (2) programas de utilización de pis-
tas, (3) restricciones a la frecuencia de las operaciones, (4) conceptos presupuesta-
rios sobre ruidos, (5) los requisitos porcentuales del capítulo 3, (6) los diferenciales
en cuotas de aterrizaje para las aeronaves de los capítulos 2 y 3, Y(7) las restriccio-
nes durante el calentamiento de motores. Estas normas se aplican por lo general sin
dificultad, pero otras podrían encontrar obstáculos legales.
La historia de la promulgación de reglamentos locales sobre ruidos contiene una
amplia lista de litigios entre aeropuertos, sus usuarios y las comunidades colindan-
tes a los mismos. Sin embargo, es posible crear e implementar normas locales efi-
caces sin necesidad de recurrir a la acción legal cuando todas las partes interesadas
colaboran para comprender los problemas ajenos y buscar soluciones mutuamente
beneficiosas.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.19
Con el fin de dar una aún mayor apertura al proceso de creación de normas, la
F AA ha incluido los siguientes métodos para aumentar la posibilidad de participa-
ción pública (además del empleo de entrevistas, listas de correos, comités conseje-
.. 5 V.S.e. 553(b)(3)(B) indica que la notificación y el procedimiento público pueden ser eliminados
en caso de que la entidad estime. «por buena causa». que tal proceso es «impracticable, innecesario o
contrario al interés público» .
.... 5 V.S.e. 553(d) afirma que el período de gracia de 30 días puede ser desestimado en ciertos casos
concretos .
...... La comprensión del proceso de creación de normas federales precisa de una familiaridad con los
procedimientos relacionados con la Oficina del Registro Federal. Aquí reproducimos un breve resumen
de los propósitos y los efectos de las publicaciones en el Registro Federal a partir de la introducción al
capítulo 11 del Document Drafting Handbook. publicado por la Oficina del Registro Federal, Archivos
Nacionales y Servicio de Documentación. Washington OC. 20408:
«El Registro Federal es una publicación creada por el Congreso con el fin de informar al público so-
bre las regulaciones de poder ejecutivo y de las entidades administrativas independientes del gobierno de
los V.S.A. Las funciones actuales del Registro Federal han sido definidas ampliamente en dos leyes. la
Federal Register Act de 1935 (44 V.S.e.. capítulo 15) y la Administrative Procedure Act de 1946 (5 V.S.e.
551 et seq.). El Congreso aprobó la Federal Register Act con el fin de solventar los problemas de comu-
nicación existentes entre las entidades federales y el público debidos a la aparición de la actividad regu-
latoria a principios de los años 30. Con su promulgación se reconocía el hecho de que los ciudadanos no
podían estar al día del conjunto de leyes administrativas en rápido crecimiento a menos que esas leyes se
encontrasen a disposición pública. La necesidad de «publicar» las disposiciones regulatorias quedó pa-
tente en un caso del Tribunal Supremo en el que el apoderado del gobierno reconoció que ciertas dis-
posiciones regulatorias básicas para el pleito del gobierno se habían rescindido por error [Panama Refi-
ning Co. v. Ryan. 293 V.S. 388 (1935»). La Federal Register Act estableció por primera vez un sistema
uniforme de tratamiento de emisiones institucionales garantizando: (l) la catalogación. (2) la disposición
para la inspección pública. (3) la publicación en el Registro Federal y (4) la codificación permanente.
cuando sea posible ...
La aparición de una normativa en el Registro Federal cumple solamente parte de estos requisitos. El
material codificado pasa también a formar parte del Code of Federal Regulations (CFR).
La Administrative Procedure Act (APA) introdujo una nueva dimensión al sistema esbozado en la ley
de 1935. Vna medida tomada en 1946 introducía como requisito general la fase de participación pública
en el proceso de creación de normas.»
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.21
Audiencia publica
+-__-J
• Ponente del tribunall,
• Informes disponible
previo pago
para que la FAA revise e informe a la EPA sobre la conveniencia de adoptar la pro-
posición de la EPA tal como se indicó originalmente a la F AA. Deben transcurrir al
menos 90 días antes de que se produzca el informe de la F AA. Cuando la EPA pu-
blica su petición en el Registro Federal, debe realizar los siguientes pasos: (1) la
F AA debe publicar su informe en el Registro Federal en caso de que decida que la
propuesta de la EPA no deba ser considerada normativa; (2) en caso de que la F AA
indique que la propuesta de la EPA no deba ser considerada normativa, la EPA
puede requerir a la F AA la realización de un informe suplementario que compare
los efectos medioambientales de las actividades de la F AA con los que resultarían
en el caso de que se adoptara la propuesta de la EPA. La FAA debe realizar esta
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.23
tarea dentro de un período de tiempo establecido por la EPA (que debe ser de al
menos 90 días). Este proceso aparece en la Figura 53.2.
CONSIDERACIONES INTERNACIONALES
Las acciones del gobierno federal para controlar los ruidos aéreos dentro de los
EE.UU. no se producen en el vacío. Las restricciones que afecten al sistema nacio-
nal de aviación, sea cual sea su propósito, contienen el riesgo potencial de quebran-
tar seriamente el comercio aéreo de la comunidad internacional. Debido a esta ra-
zón, la Sección 1102 de la Federal A viation Acf9 establece que todos los derechos y
deberes investidos por esta ley serán llevados a cabo según los acuerdos vigentes
entre EE.UU. y otros países extranjeros.
La Convención de Chicago
Además de los acuerdos bilaterales sobre transporte aéreo entre Estados Unidos y
otros países, Estados Unidos ha firmado la Convención sobre Aviación Civil40 , ra-
tificada el 9 de agosto de 1946. En general, la política norteamericana sobre avia-
ción civil internacional debe someterse a este acuerdo, conocido como la Conven-
ción de Chicago. Su preámbulo contiene la siguiente afirmación de propósitos que
implica directamente al control del ruido producido por aviones en operaciones in-
ternacionales:
«Por lo tanto los gobiernos firmantes, habiendo acordado ciertos principios y ordena-
mientos con el fin de que la aviación civil internacional se desarrolle de modo seguro y co-
rrecto, y los servicios de transporte aéreo internacional se establezcan en base a la igualdad
de oportunidades y al funcionamiento razonable y económico, han aprobado seguidamente
la Convención con este fin.»
Opiniones:
• Medioambientales
• Consumidores
• Internacionales
• Aviación
• Resto del público
• Congreso
• Otras instituciones
del gobierno de
los EE.UU.
rias formas: (1) se favorecen los acuerdos sobre temas medioambientales interna-
cionales a través del foro de la Organización de la A víación Civil Internacional
(OACI)"< ; (2) se establece que, a pesar del hecho de que las necesidades medioam-
bientales y los medios de los Estados Unidos puedan diferir de los de otras nacio-
nes, se realizarán todos los esfuerzos posibles para que se acepten internacional-
mente los requisitos planteados por este país; (3) se afirma, sin embargo, que las
acciones llevadas a cabo por el gobierno de los EE.UU. deben realizarse de acuerdo
a los mandatos legislativos que protegen la salud y el bienestar públicos de los ciu-
dadanos norteamericanos, y (4) (con el fin de equilibrar estos objetivos opuestos) se
afirma que los EE. UU. «intentarán que se establezcan acuerdos en la OACI para la
aplicación de la normativa sobre ruidos de aviación en operaciones internacionales.
Si resulta imposible obtener este acuerdo internacional sobre problemas medioam-
bientales tales como las emisiones de ruidos y motores, los Estados Unidos deberán
.. La OACI fue creada por la Convención de Chicago como organización administrativa encargada
de aplicar los objetivos de la Convención.
REGULACION SOBRE RUIDO DE LA AVIACION 53.25
establecer una normativa más severa de la propuesta por la OACI con el fin de pro-
teger la salud de los ciudadanos y la calidad del entorno»41.
A lo largo de los años se han establecido numerosos acuerdos dentro del marco
de la OACI respecto a la normativa que afecta a la aviación civil internacional. Las
normas y la práctica recomendada sobre aviación, además de otros acuerdos sobre
este tema, queda recogida por la OACI en forma de Anejos a la Convención. La
Normativa y práctica recomendada sobre ruido aéreo designada en el Anejo 16 de la
Convención fue adoptada por el Consejo de la OACI el2 de abril de 1971 para ha-
cerse efectiva el2 de agosto de ese año y ser aplicada el6 de enero de 1972. El Ane-
jo 16 se aprobó como resultado de un Encuentro especial sobre ruido aéreo en las in-
mediaciones de aeródromos celebrado en Montreal (Canadá) en noviembre y
diciembre de 1969.
REFERENCIAS
INTRODUCCION
54.1
54.2 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
ce nacional y social, que puede resultar útil para lograr los objetivos deseados con
un gasto mínimo de recursos irrecuperables y de costes sociales. Con esta finalidad,
es deseable expresar, siempre que sea posible, el impacto total ambiental de un pro-
yecto y los impactos parciales de los tipos individuales considerados en términos de
índices de número único. Esta simplificación de la situación es necesaria para per-
mitir, en la medida de lo posible, una cuantificación sin sesgos de: (1) el impacto,
(2) la comparación de las distintas soluciones alternativas y (3) los costes económi-
cos o sociales implicados en evitar o aceptar un impacto negativo. El personal ad-
ministrativo o técnico responsable del proyecto y quienes preparan el estudio de
impacto ambiental deben trabajar en contacto estrecho con los expertos responsa-
bles de la evaluación de los distintos efectos ambientales de los proyectos. Deben
utilizarse métodos técnicos para cuantificar el impacto del ruido, métodos que tie-
nen la precisión requerida para las decisiones, que sean comprensibles para perso-
nas legas y que se expresen en términos tales que el impacto del ruido puede com-
pararse con otros tipos de impacto. Las directrices y procedimientos descritos en
este capítulo, basados en un informe 3 CHABA (Committee on Hearing, Bioacustics
and Biomechanics), que propone directrices uniformes para la preparación de es-
tudios de impacto ambiental con respecto al ruido, son útiles para este particular.
Para lograr estos objetivos, la Sección 102 (2) (A) de la NEPA exige que todas
las agencias federales «utilicen un enfoque sistemático, interdisciplinar», que inte-
gre «ciencias naturales y sociales y técnicas de diseño ambiental en la planificación
y toma de decisiones que puedan tener un impacto sobre el medio ambiente». La
Sección (2) (C) exige que en todas las «acciones federales importantes que afectan
significativamente a la calidad del medio ambiente humano», la agencia federal
principalmente implicada prepare en primer lugar un estudio detallado, habitual-
mente denominado estudio de impacto ambiental, que analiza los siguientes asun-
tos:
1. El impacto ambiental de la acción propuesta.
2. Cualquier efecto ambiental adverso que no pueda evitarse si la propuesta se
lleva a cabo.
3. Alternativas a la acción propuesta.
4. La relación entre los usos locales a corto plazo del medio ambiente y el man-
tenimiento y mejora de la productividad a largo plazo.
5. Cualquier compromiso irreversible e irrecuperable de los recursos que esta-
rían implicados en la acción propuesta si se llevara a cabo.
La agencia federal sólo puede proceder legalmente después de que el estudio de
impacto ambiental ha sido realizado y aprobada la declaración de impacto ambien-
tal. Como resultado, las agencias que se han creado para regular y/o promover in-
dustrias particulares o sectores de la economía ya no pueden alegar que no tienen
jurisdicción legal para considerar los efectos ambientales de sus decisiones. Muy al
contrario, la NEPA les dota de la obligación afirmativa de considerar tales efectos.
transporte no convierte al plan resultante en una acción federal, sobre todo si la fi-
nanciación «no está ligada en modo alguno a cualquier revisión sustantiva de los
planes producidos»l1. La intención actual de buscar financiación federal para un
proyecto tampoco lo convierte en una «acción federal», antes de la aprobación fe-
deral real de la financiación del mismo l2 . El hecho de que una agencia federal tenga
la autoridad para usurpar la del estado en determinadas circunstancias (por ejem-
plo, para impedir la muerte de lobos en un programa estatal de protección del ca-
ribú sobre terrenos federales) no convierte el programa estatal en «acción federal»
sólo porque la agencia federal no ejercite su autoridad 13 • En general, si la aproba-
ción o financiación federal es un elemento mínimo de un proyecto o si no implica el
ejercicio de discreción, el proyecto no constituye una «acción federal».
En cualquier situación en que una agencia federal se vea implicada en un pro-
yecto no federal, la determinación de si éste pasa a ser una «acción federal» y, por
tanto, estar sometido a la NEPA, requiere el ejercicio de enjuiciamiento, teniendo
en cuenta la importancia relativa y la extensión de la implicación federal en lo que,
por lo demás, es un proyecto o programa no federal. Existe un volumen creciente de
precedentes para ciertos tipos de implicación federal, como financiación de una au-
topista o de la ampliación de un aeropuerto, que pueden servir como guía relativa-
mente precisa. Para otros proyectos, litigados con menor frecuencia, la única guía
real es el sentido común al tener en cuenta los principios básicos comentados ante-
riormente.
Además del problema de reconocer como acciones federales los proyectos que
llevan a cabo los estados, gobiernos locales o personas privadas, existen otros casos
en que la aparente acción federal no está sometida a la NEP A. Si existe un «con-
flicto claro e inevitable respecto a la autoridad estatutaria», como cuando una agen-
cia federal sólo tiene 30 días, por estatuto, para tomar una determinación, «el pro-
cedimiento NEPA debe ceder»14. Además, existen varias exenciones expresas de la
NEPA para ciertas agencias y funciones federales, como la mencionada por la En-
vironmental Protection Agency en 33 U.S.CA. § 1371 (c) (1).
Si una acción llevada a cabo por una agencia sometida a la National Environmental
Policy Act (NEPA) puede «afectar significativamente ... a la calidad del medio am-
biente», hay que realizar en primer lugar un estudio de impacto ambiental. Los
asuntos centrales que rodean a este requisito están relacionados con: (1) la identi-
ficación de aquellas acciones que puedan «afectar significativamente... a la calidad
del medio ambiente», (2) la asignación de la responsabilidad para realizar un estu-
dio de impacto ambiental, (3) los contenidos del estudio de impacto ambiental y
(4) qué implicación deben tener otras agencias federales y el público en el proceso.
54.6 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
La NEPA exige un estudio de impacto ambiental sólo para aquellas acciones que
puedan «afectar significativamente ... a la calidad del medio ambiente». A su vez,
esta determinación es el producto de un proceso subrayado en las normas de la
NEPA, promulgadas por el Councilon Environmental Quality. La Figura 54.1 ilus-
tra el proceso de decisión. El primer paso (después de haber comprobado que la
agencia responsable está sometida a la NEP A Yse ha decidido que es una acción fe-
deral) es determinar si el proyecto propuesto está dentro de las «categorías exen-
tas» de los requisitos de la NEPA, bajo las normas adoptadas por la agencia (o
agencias) federal particular responsable implicada en el proyecto. Si la categoría a
que pertenece el proyecto está exenta [por ejemplo, si es un «mantenimiento y cui-
dado rutinario de la instalación», llevado a cabo por el Departamento de Defensa
(véase 32 C.F.R. Parte 214, Anexo A)]. no suele ser necesario un mayor cumpli-
miento de la NEPA. Si: (1) la categoría del proyecto no está exenta (no es una «ca-
tegoría de acciones que no tengan efecto significativo, individual o acumulativa-
mente, sobre el medio ambiente y no se ha encontrado que carezcan de efectos en
los procedimientos adoptados por una agencia federal en implantación de las nor-
mas de la NEPA»)15 y (2) existe incertidumbre acerca de que el proyecto pueda
«afectar significativamente ... a la calidad del medio ambiente», la agencia tendrá
que efectuar una «evaluación ambiental» que sirva para:
1. Aportar, brevemente, evidencias y análisis suficientes para determinar si hay
que realizar un estudio del impacto ambiental o bien que no hay impactos sig-
nifica ti vos.
Categorla
exenta
impacto no
significativo
FIGURA 54.1. Revisión general del proceso de realización del estudio de impacto
ambiental.
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.7
2. Ayudar al cumplimiento del acta por parte de la agencia cuando no sea ne-
cesario un estudio de impacto ambiental.
3. Facilitar la realización del estudio de impacto ambiental cuando sea necesa-
rio16 •
Si la evaluación apoya la conclusión de que el proyecto no afectará significati-
vamente a la calidad del medio ambiente, la agencia emite una «declaración de im-
pacto no significativo» (a veces también denominado declaraci6n negativa o deter-
minaci6n negativa) basada en la evidencia de la evaluación, que constituye el
cumplimiento de la NEPA. En todos los demás casos, es necesario un estudio de im-
pacto ambiental.
Siguiendo las normas de la NEP A, adoptadas por el Council on Environmental
Quality, cada agencia federal ha promulgado sus propias normas indicando los tipos
de acciones que lleva a cabo y que habitualmente requieren (y no requieren) estu-
dios de impacto ambiental. Por lo general, tan sólo una o pocas agencias están fun-
damentalmente implicadas en cualquier proyecto particular y pueden ser consulta-
das sobre sus normas NEPA concretas. Todas las normativas están publicadas en el
Code of Federal Regulations y en el Federal Register y suelen estar catalogadas bajo
«National Environmental Policy Act», «Protection of Environment» o «Environ-
mental Impact Statements» para la agencia o agencias implicadas.
La National Environmental Policy Act (NEPA) afirma que cualquier acción federal
que afecte significativamente al ambiente debe acompañarse de «un estudio deta-
llado realizado por el oficial responsable». Aquí, la responsabilidad de realizar el es-
tudio de impacto ambiental recae sobre el oficial de la agencia federal que lleve a
cabo la toma de decisión de una acción federal.
Si sólo una agencia federal es responsable de la acción, no suele ser difícil loca-
lizar al oficial responsable. Sin embargo, el proceso es más difícil: (1) cuando hay
más de una agencia federal o (2) cuando están implicadas agencias estatales o lo-
cales o personas privadas.
Si hay más de una agencia federal implicada en la misma acción, o una serie de
acciones relacionadas geográficamente o mediante interdependencia funcional, las
normas de la NEPA del Councilon Environmental Quality prescriben el siguiente
proceso. Se designa a una de las agencias federales como agencia líder en lo que res-
pecta a la realización del estudio de impacto ambiental (40 C.R.F. § 1501.5). En el
caso ideal, las agencias implicadas deciden entre sí quién será la «agencia líder» y
quiénes serán «agencias cooperantes». Si no se llega a un acuerdo en el plazo de 45
días, cualquier persona implicada puede solicitar al Councilon Environmental Qua-
lity que haga una designación.
Si la acción federal implica a una agencia estatal (por ejemplo, cuando se aporta
financiación federal para la construcción de una autopista), la Sección 102 (2) (D)
de la NEPA permite que la agencia estatal o un oficial realice el estudio de impacto
ambiental, siempre que:
54.8 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
Las anteriores directrices legales generales implican que puede requerirse un aná-
lisis detallado del ruido y un informe en el estudio de impacto ambiental para los si-
guientes tipos de acciones y proyectos: (1) normas y acciones administrativas para
reducir el ruido; (2) normas y acciones administrativas no dirigidas hacia la reduc-
ción del ruido, pero que podrían conducir a cambios significativos en los niveles am-
bientales de ruido o cambios en las densidades de población; (3) proyectos de cons-
trucción que implican autopistas, aeropuertos o sistemas de transporte públicos;
(4) desarrollos urbanos y comerciales; (5) desarrollos industriales; (6) desarrollo de
instalaciones en parques nacionales; (7) construcción de plantas de energía y levan-
tamiento de líneas de transmisión de potencia. Los detalles de los requisitos para las
acciones enumeradas figuran en las normativas ambientales de la agencia o autori-
dad responsable. Aunque existen muchos enfoques y posibilidades técnicas que po-
drían satisfacer los requisitos de un estudio de impacto ambiental, resulta conve-
niente un enfoque uniforme en la evaluación del impacto ambiental con respecto al
ruido. Sólo a través de este enfoque podemos esperar que, con tiempo y experien-
cia, se desarrolle un sistema normalizado para la caracterización del impacto del
ruido y su comparación en el análisis de coste-beneficio. Con este fin, el procedi-
miento recomendado en este capítulo se basa fundamentalmente sobre las directri-
ces preparadas por un comité de la National Academy of Sciences for the Environ-
mental Protection Agency, que es ampliamente aceptad0 3 . Sin embargo, pueden
usarse distintos procedimientos, siempre que estén justificados.
Los objetivos de un estudio de impacto ambiental son: (1) determinar el cambio
que puede producirse en el ambiente sonoro como resultado de la acción propuesta
y (2) comentar este cambio en términos de sus efectos sobre la población o el suelo
expuestos. La Figura 54.2 muestra los pasos que se siguen para la realización de un
estudio de impacto ambiental (con respecto al ruido).
En el procedimiento recomendado en este capítulo, el impacto del ruido se
cuantifica según dos efectos potenciales a largo plazo: (1) el número de personas
que se espera estén muy molestas durante un largo período de tiempo debido al
cambio en el ambiente sonoro y (2) el riesgo potencial de pérdida de audición in-
ducida por el ruido como resultado de la exposición a largo plazo a niveles altos de
ruido. Aunque estos dos criterios para el impacto del ruido no incluyen todos los
efectos posibles del ruido sobre las personas (y aunque pueden emplearse otros cri-
terios), estas dos consecuencias se recomiendan como indicadores fundamentales
de los efectos del ruido ambiental sobre la salud y el bienestar públicos.
54.10 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
I
Definición del ambiente sonoro ("antes")
Previsión de los ambientes futuros de ruido ("después")
I
Determinación de la población presente en el rango de niveles sonoros ("antes")
Determinación de la población futura en el rango de niveles sonoros ("después")
I
Cálculo del nivel sonoro total ponderado para la población (o exposición ponderada)
"antes· y ·después·
Cálculo del cambio en el nivel sonoro ponderado para la población debido al proyecto
Cálculo del indice de impacto del ruido (o exposición)
Si Ldn > 75 dB. calcular pérdida auditiva de población ponderada
I
Considerar: Ruido especial (ruido impulsivo. infrasonido. ultrasonido)
Cambio en el ambiente de vibración
I
Repetir el proceso para soluciones alternativas
Comparar el impacto del ruido de soluciones alternativas
I
Analizar y comentar resultados. soluciones alternativas
(impacto del ruido sobre las personas. sobre suelo infradesarrollado.
sobre la naturaleza. animales. monumentos. etc.)
I
Comentarios sobre el impacto del ruido en el contexto de todos los impactos ambientales
FIGURA 54.2. Pasos del estudio de impacto ambiental con respecto al ruido.
turna total. La Figura 54.3 ilustra la relación directa entre DNL y DNSE y presenta
ejemplos de datos medidos en varias comunidades.
Se recomienda el uso del DNSE para situaciones en que la exposición sonora re-
sulte de una variedad compleja de fuentes y las alternativas de la acción propuesta
impliquen distintos tratamientos de control del ruido de estas fuentes. Para estas si-
tuaciones, resulta cómoda la propiedad aditiva de la exposición sonora y la posibi-
lidad de utilizar expresiones aritméticas convencionales, como porcentaje y reduc-
ción del porcentaje, puede facilitar la interacción con el público. El DNSE puede
resultar útil en procesos legales, ya que representa claramente la exposición sonora
total, en lugar del nivel sonoro medio implícito en el DNL.
Cuando existe preocupación por los efectos del ruido durante un período corto
de tiempo, en lugar del día completo de 24 horas, la medida utilizada es el nivel so-
noro continuo equivalente (o exposición sonora) para el período de interés (por
ejemplo, el nivel sonoro equivalente de 8 horas). Cuando la preocupación es el efec-
to producido por un suceso único, como un camión al pasar o un avión que sobre-
vuela, una medida adecuada es el nivel de exposición sonora. Todas estas medidas
se definen en el Capítulo 2.
Para un área específica que rodea al lugar ruidoso o sistema de transporte que
se va a evaluar (por ejemplo, un aeropuerto, una zona de construcción, o autopista),
la descripción del ruido debe incluir un mapa o dibujo mostrando las líneas isofó-
nicas que representan valores constantes del nivel sonoro corregido día-noche
anual o de la exposición sonora día-noche. El estudio de impacto ambiental suele
incluir un conjunto de isófonas para el área afectada, dibujadas en incrementos de
5 dB, para las condiciones existentes y un conjunto de isófonas para cada implan-
tación de planes alternativos a la acción propuesta.
Las líneas isofónicas pueden basarse sobre: (1) medidas reales en la zona de es-
tudio; (2) predicciones basadas sobre localizaciones parecidas a las que se están
considerando; (3) métodos predictivos para estimar los niveles de ruido existentes o
esperados, tales como los métodos de estimación de niveles de ruido o exposición
sonora cerca de aeropuertos, autopistas y carreteras presentados en los Capítulos
46, 47 Y 48. Cuando se incluyen las líneas isofónicas en el estudio de impacto am-
biental, hay que describir los procedimientos utilizados para su cálculo (junto con
un comentario de la precisión), justificarlo y. si resultado adecuado. acompañarlo
de referencias.
El siguiente paso es determinar el número de personas que viven entre dos isófonas
adyacentes (véase Paso 3 de la Figura 54.2). La población puede estimarse a partir
de datos del censo, mapas de la ciudad, recuento directo de viviendas u otros datos
relevantes para la población. Estas estimaciones de la población afectada por los
distintos niveles sonoros deben realizarse para el ambiente «antes» de la acción
contemplada y para el caso «después».
Hay que tabular para cada intervalo la población total que vive entre isófonas
adyacentes, junto con los cambios en ésta para cada solución considerada. El au-
mento (o descenso) en el número de personas expuestas a los distintos rangos de ni-
54.12 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
3 90-
2
junto a la autopista
10_000 Los Angeles: a 3/4 mi del aterrizaje
1000
7
5
3
2
Feo." . . ., en aeropuerto principal
10
3
2 t'----. """oo•• """'''
Los Angeles: área residencial antigua
7
_ _ _ Fillmore: callejón sin salida de ciudad pequeña
5
3
2
f---..So' mOO' ••",,,,,, oo' _o,
_ _ _ California: campo de tomates en granja
7
5
50-
veles sonoros es en sí una buena medida del impacto del ruido. Sin embargo, en al-
gunos casos puede ser necesario informar de la exposición sonora de grupos
definidos de población o vecindades de cada alternativa. Estos datos pueden resul-
tar apropiados al examinar las distintas alternativas que producen distintas exposi-
ciones de vecindades diferentes.
Habitualmente, la población afectada dentro de cada isófona y las propias líneas
isofónicas cambiarán con el tiempo. En tales casos, puede ser precisa una evalua-
ción que indique tales cambios, incluyendo la peor situación que pueda anticiparse
de manera realista. En otros casos, el área expuesta puede estar todavía deshabita-
da y el uso futuro del suelo y/o la densidad de población no estar determinados. (En
tales casos, puede resultar útil asumir una densidad uniforme de población.)
blación, dependiendo del nivel sonoro continuo equivalente que soportan. Todos
los métodos intentan relacionar la intensidad media de la respuesta humana (so-
noridad, molestia, interferencia del habla o pérdida auditiva) con el nivel sonoro
equivalente. Esta relación, en la cual sólo se selecciona un modo de respuesta y que
se concentra sobre la población media e ignora las variaciones individuales en la
respuesta humana, así como el carácter del ruido, sólo aporta una primera aproxi-
mación burda del impacto real. Sin embargo, su uso da como resultado la cuantifi-
cación mediante un número único deseada del impacto global del ruido. Cuanto
mayor es la población y más largo el intervalo de tiempo considerado, mayor es la
justificación para el uso de una cuantificación de número único.
Se selecciona una función de ponderación (que es una medida de la respuesta
humana), a continuación se multiplica el número de personas expuestas a los distin-
tos niveles sonoros medios por el factor de ponderación correspondiente (véase Ta-
bla 54.1). Este producto es una medida del grado de impacto sobre la población to-
tal dentro de un rango seleccionado de nivel sonoro (v.g., impacto hasta un límite
determinado o en una respuesta medible) o, de otra manera, el porcentaje de la po-
blación que recibe el 100 por 100 de impacto. Sumando estos productos, se obtiene
la población total ponderada TWP:
(54.1 )
Rango Ldn. dB W¡
35-40 0,01
40-45 0,02
45-50 0,05
50-55 0,09
55-60 0,18
60-65 0.32
65-70 0,54
70-75 0,83
75-80 1,20
80-85 1.70
85-90 2,31
54.14 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
lativo sobre un ambiente sonoro con otro (como cuando se compara la implanta-
ción de dos planes alternativos):
TWP
NII = L Pi (54.2)
¡
2,5 t--i--+--t---t--+-~
2,0 t--i--+--t---t--+--'f-i
i
e
1,5 ......-+--+--t---t---"'l-r-I
~~0--~~--·5~0~~OO~~70~-8~0--~OO
NIVEL SONORO CORREGIDO OlA-NOCHE
EN DECIBELIOS
L Cdn = 10 Iog ~
T
[15 X lOo.IL Cd +9 X lOO.I(L(m • 10)] (54.4 )
o
donde To = 24 horas
54.16 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
L
Cd
= 10 log 15.3600
1 [~
~
100 ,lL Cdi ]
¡
Lc = 10 log _1_
n
[~ 10
9.3600 ~
0 ,IL Cdi ]
Cuando los proyectos que hay que evaluar conducen a exposiciones humanas dia-
rias de niveles sonoros continuos equivalentes que superan los 75 dB durante 8 ho-
ras o más tiempo, no es suficiente el uso de una función de ponderación para carac-
terizar la severidad potencial del impacto en el análisis global del mismo (Figura
54.3). La exposición humana durante muchos años a niveles sonoros por encima de
este límite conlleva un aumento del riesgo de la pérdida de audición inducida por el
ruido (Capítulo 26). Si los niveles aumentan considerablemente por encima de 75
dB. la pérdida auditiva puede ser simplemente el indicador más obvio de otros po-
sibles efectos generales sobre la salud inducidos por el ruido. Para tales exposicio-
nes, el impacto sobre la salud de unos pocos no puede considerarse equivalente a la
molestia sobre un gran número de personas. Por tanto, además de evaluar el im-
pacto general del ruido mediante la función de ponderación de la molestia, es ne-
cesaria otra función de ponderación para caracterizar por separado el impacto po-
tencial sobre la salud de los niveles sonoros equivalentes por encima de 75 dB. Se ha
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.17
seleccionado una función de ponderación que aumenta con el nivel de forma pro-
porcional al riesgo de la pérdida auditiva inducida por el ruido y se denomina fun-
ción de ponderación de protección de la audición 3 • El riesgo de la pérdida auditiva
inducida por el ruido, debido a niveles de ruido ambiental exterior muy altos, sólo
existe para una parte muy pequeña de la población que pasa una porción apreciable
del día en exteriores, durante un período de 40 años. Este porcentaje cambia con la
estación, el clima, las condiciones de movilidad y la edad. Dado que la relación más
fiable entre dosis y respuesta, para la pérdida auditiva inducida por el ruido, se ha
establecido para exposiciones laborales de 8 horas diarias durante varias décadas,
hasta toda una vida de trabajo, la función de ponderación de la protección de la au-
dición es numéricamente idéntica a la pérdida auditiva media que se observaría en
una población expuesta a los niveles exteriores de ruido ambiental, durante 8 horas
diarias, para un período de 40 años 26 • Puede que este enfoque no se justifique para
gran parte de la población. Sin embargo, incluso para la fracción de la población ex-
puesta durante menos de 8 horas diarias a los niveles exteriores, hay que asumir que
parte de ella, mientras está en el interior, está adicionalmente expuesta a niveles de
ruido por encima de 75 dB procedentes de fuentes laborales, de ocio o transporte y,
en consecuencia, merece protección contra el riesgo potencial aumentado por la ex-
posición adicional en exteriores.
La Tabla 54.2 presenta la función de ponderación de protección de la audición
H(L dn ). La función representa el desplazamiento permanente del umbral inducido
por el ruido (NIPTS), promediado para las frecuencias de interferencia del habla de
Rango L dn , dB H,
75-76 0,01
76-77 0,05
77-78 0,2
78-79 0,3
70-80 0,5
80-81 0,8
81-82 1,1
82-83 1,4
83-84 1,8
84-85 2,3
85-86 2,8
86-87 3,3
87-88 3,9
88-89 4,6
89-90 5,3
90-91 6,0
91-92 6,8
92-93 7,7
93-94 8,5
94-95 9,5
54.18 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
donde P '¡ denota el número de personas en el rango i en el valor del nivel sonoro
corregido día-noche por encima de 75 dB, y H¡ el factor de ponderación de la pro-
tección de la audición para este rango.
El rápido aumento del riesgo de pérdida auditiva por encima de los 75 dB hace
deseable elegir incrementos inferiores a 5 dB en el nivel sonoro corregido día-no-
che para la evaluación de la Ecuación (54.5).
Si se utiliza la pérdida auditiva potencial media (para niveles sonoros corregidos
día-noche por encima de 75 dB), debe hacerse además del, y no en vez del, índice
general de impacto del ruido (NII).
Se han propuesto otras funciones de ponderación para utilizarse en conexión
con la Ecuación (54.1), para calcular los cambios relativos en la alteración del sueño
y la interferencia del habla en exteriores28 , pero las comentadas en este capítulo son
suficientes para la mayoría de las situaciones.
IMPACTO DE LA VIBRACION
diante criterios de vibración para áreas residenciales (p. ej., Figura 26.5 y Tabla
26.2) y se informa del número de personas y/o casas afectadas en distinto grado.
Ejemplo del tráfico. La Tabla 54.3 muestra las estimaciones del número de per-
sonas expuestas a distintos niveles de tráfico urbano por encima de 55 dB en áreas
residenciales de un estudi029 . ¿Cuál es el impacto actual del tráfico urbano para es-
tas personas? Si todas las fuentes del ruido del tráfico se redujeran en 5 dB Y en
10 dB, ¿cómo cambiaría este impacto?
Para realizar estos análisis se tabula el número de personas afectadas para incre-
mentos sucesivos de 5 dB del nivel sonoro corregido día-noche DNL. Para cada
condición, el número de personas en cada incremento sucesivo de 5 dB del DNL se
multiplica por el factor de ponderación adecuado de la Tabla 54.1 y los valores re-
sultantes se suman, de acuerdo con la Ecuación (54.1), para obtener la población to-
tal ponderada TWP. El índice de impacto del ruido NIl se obtiene, para cada con-
dición, dividiendo la población total ponderada adecuada entre la población total
no ponderada, como muestra la Tabla 54.3. En el ejemplo que se muestra, cada re-
ducción de 5 dB en el nivel sonoro corregido día-noche reduce el impacto del ruido
en un factor de aproximadamente 2 dB; sólo la mitad de las personas están muy mo-
lestas por el ruido después de una reducción de 5 dB. Con el fin de evaluar el be-
neficio de la reducción propuesta, este resultado también puede comentarse en tér-
minos de la reducción del número de personas que ya no están muy molestas por el
ruido.
Mientras la aplicación de una función de ponderación general uniforme está jus-
tificada para un ejemplo como el anterior, que implica todo el suelo de uso residen-
cial en EE.UU., su aplicación a situaciones locales específicas, con patrones de uso
del suelo bien establecidos y zonas variables, suelen requerir un mayor refinamien-
to del procedimiento. La cuantificación global de impacto del ruido presentada aquí
no es más que un enfoque para caracterizar el impacto sobre el suelo de uso resi-
dencial presente o futuro. En cualquier caso específico, hay que identificar y co-
mentar los proyectos locales y todos los usos o actividades existentes o previstos
para el suelo, que pueden verse afectados por el cambio en el ambiente sonoro. Es-
tas cIases de compatibilidad de uso del suelo están promulgadas, por ejemplo en
EE.UU., por la Federal Highway Administratian con respecto al ruido de los pro-
yectos de autopistas, la Federal A viatian Administration en F AR Parte 150 F (las di-
rectrices interinstitucionales de uso del suelo urbano) y el Department af Hausing
and Urban Develapment (con respecto a la financiación) para la compatibilidad de
zonas de ruido para un rango amplio de usos del suelo (véase Capítulo 49?O-34. La
caracterización global del impacto de las soluciones individuales no hace innecesa-
rio un análisis detallado de las consecuencias de los cambios en la compatibilidad
del uso del suelo existente producida por el cambio en el ambiente sonoro.
LH¡P'¡
PHL = -;¡=-- (54.5)
LP'¡
donde p'¡ denota el número de personas en el rango i en el valor del nivel sonoro
corregido día-noche por encima de 75 dB, YH¡ el factor de ponderación de la pro-
tección de la audición para este rango.
El rápido aumento del riesgo de pérdida auditiva por encima de los 75 dB hace
deseable elegir incrementos inferiores a 5 dB en el nivel sonoro corregido día-no-
che para la evaluación de la Ecuación (54.5).
Si se utiliza la pérdida auditiva potencial media (para niveles sonoros corregidos
día-noche por encima de 75 dB), debe hacerse además del, y no en vez del, índice
general de impacto del ruido (NII).
Se han propuesto otras funciones de ponderación para utilizarse en conexión
con la Ecuación (54.1), para calcular los cambios relativos en la alteración del sueño
y la interferencia del habla en exteriorescH , pero las comentadas en este capítulo son
suficientes para la mayoría de las situaciones.
IMPACTO DE LA VIBRACION
diante criterios de vibración para áreas residenciales (p. ej., Figura 26.5 y Tabla
26.2) y se informa del número de personas y/o casas afectadas en distinto grado.
Ejemplo del tráfico. La Tabla 54.3 muestra las estimaciones del número de per-
sonas expuestas a distintos niveles de tráfico urbano por encima de 55 dB en áreas
residenciales de un estudi0 29 • ¿Cuál es el impacto actual del tráfico urbano para es-
tas personas? Si todas las fuentes del ruido del tráfico se redujeran en 5 dB Y en
10 dB, ¿cómo cambiaría este impacto?
Para realizar estos análisis se tabula el número de personas afectadas para incre-
mentos sucesivos de 5 dB del nivel sonoro corregido día-noche DNL. Para cada
condición, el número de personas en cada incremento sucesivo de 5 dB del DNL se
multiplica por el factor de ponderación adecuado de la Tabla 54.1 y los valores re-
sultantes se suman, de acuerdo con la Ecuación (54.1), para obtener la población to-
tal ponderada TWP. El índice de impacto del ruido NII se obtiene, para cada con-
dición, dividiendo la población total ponderada adecuada entre la población total
no ponderada, como muestra la Tabla 54.3. En el ejemplo que se muestra, cada re-
ducción de 5 dB en el nivel sonoro corregido día-noche reduce el impacto del ruido
en un factor de aproximadamente 2 dB; sólo la mitad de las personas están muy mo-
lestas por el ruido después de una reducción de 5 dB. Con el fin de evaluar el be-
neficio de la reducción propuesta, este resultado también puede comentarse en tér-
minos de la reducción del número de personas que ya no están muy molestas por el
ruido.
Mientras la aplicación de una función de ponderación general uniforme está jus-
tificada para un ejemplo como el anterior, que implica todo el suelo de uso residen-
cial en EE.UU., su aplicación a situaciones locales específicas, con patrones de uso
del suelo bien establecidos y zonas variables, suelen requerir un mayor refinamien-
to del procedimiento. La cuantificación global de impacto del ruido presentada aquí
no es más que un enfoque para caracterizar el impacto sobre el suelo de uso resi-
dencial presente o futuro. En cualquier caso específico, hay que identificar y co-
mentar los proyectos locales y todos los usos o actividades existentes o previstos
para el suelo, que pueden verse afectados por el cambio en el ambiente sonoro. Es-
tas clases de compatibilidad de uso del suelo están promulgadas, por ejemplo en
EE.UU., por la Federal Highway Administratian con respecto al ruido de los pro-
yectos de autopistas, la Federal A viatian Administratian en F AR Parte 150 F (las di-
rectrices interinstitucionales de uso del suelo urbano) y el Department of Housing
and Urban Develapment (con respecto a la financiación) para la compatibilidad de
zonas de ruido para un rango amplio de usos del suelo (véase Capítulo 49)30-34. La
caracterización global del impacto de las soluciones individuales no hace innecesa-
rio un análisis detallado de las consecuencias de los cambios en la compatibilidad
del uso del suelo existente producida por el cambio en el ambiente sonoro.
-
U'I
•PI"
C)
TABLA 54.3. Evaluación del impacto global del ruido del tráfico urbano sobre la población en EE.UU. ~
El significado de estos resultados viene determinado por la precisión de los datos de entrada; hay que redondear los resul- »
z
tados e interpretarlos de manera acorde. e
»
r
Exposición sonora día-noche o
m
Estimaciones de las condiciones ponderada para la poblaciónllOOO pascales ~
actuales19 Población con ponderación de molestia al cuadrado' segundos m
O
O
Nivel Población PI dentro »
Ul
(Actual) Para una reducción del DNL de (Actual) Para una reducción del DNL de
de isófonas de cada isófona. »
(')
L dm dB en millones OdB SdB IOdB OdB SdB IOdB e
Ul
-1
50·55 37,0 3,3 1,8 0,7 228 72 72 ñ
55·60 34,7 6,3 3,1 1,7 674 213 67 »
Ul
60-65 17,4 5,6 3,1 1,6 1070 338 107 -<
(')
65·70 5,6 3.0 1,8 1,0 1088 344 109
1,2 1,0 0,7 0,4 738 233 74
o
70-75 Z
-1
75-80 0,1 0,1 0,1 0,1 194 62 19 ::IJ
-- -- - or
1 = 96,0 TWP' = 19,3 TWP = 10,6 TWP = 5,5 Total 3992 1262 448 O
m
r
Indice de impacto del ruido (NII) 19,3 = 02 10,6 = O1 Reducción = Reducción = ::IJ
~=006 68% 68% e
96,0 ' 96,0 ' 96,0 '
O
o
• TWP: Población total ponderada.
0 00
...... -,
./ .\ AREADE
ylNTERES
m
~
e
o
o
en
om
~
~
~
O
l>
3:
AMBIENTE DE RUIDO EN AMBIENTE DE RUIDO EN al
1980 SIN EL AVION X 1980 CON EL AVION X iñ
z
1 MILLA
;
.-
·...
FIGURA 54.5. Evaluación del impacto del ruido de un nuevo tipo de avión: líneas isofónicas previstas del ni-
vel sonoro corregido día-noche alrededor de un aeropuerto antes (izquierda) y después (derecha) de la intro-
ducción del nuevo tipo de avión X. Los números sobre las isófonas indican los valores de los niveles sonoros
corregidos día-noche anuales. La línea de puntos en la figura de la izquierda indica el área de interés para de- en
terminar ¡P, en la Ecuación (54.2), en este caso, determinado por la curva del nivel sonoro corregido día-no-
....
N
che anual de 55 dB. Los números en círculos indican situaciones especiales: (') parque, (2) escuelas, (3) igle- ...
sia, (4) hospital, (5) iglesia.
54.22 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTlCAS y CONTROL DEL RUIDO
rregido día-noche para el año 1980, cuando el nuevo avión entre en funcionamien-
to. La Tabla 54.4 recoge los datos requeridos: (1) el área total de suelo afectado por
la exposición al ruido, (2) el área de suelo para usos industriales y comerciales, (3)
el área de suelo residencial y (4) la población residente afectada por el ruido.
El área de suelo afectada por el ruido se utiliza para comentar el impacto del
cambio en el ambiente sonoro sobre el desarrollo potencial de este suelo y las res-
tricciones que puede imponer sobre la compatibilidad de usos del suelo. El poten-
cial desarrollo residencial en períodos de tiempo posteriores (con o sin el cambio
anticipado de las isófonas) puede llevar a una caracterización del impacto con la
función de ponderación para la molestia general, para hacer que parte o todo este
suelo resulte deseable. Las áreas residenciales proyectadas y las poblaciones afec-
tadas son la base del impacto para el análisis de 1980. La población total ponderada
sin el avión X es de 8022 personas, el índice de impacto del ruido es 0,15 y el
PDSNE es 1439. La introducción del avión X, por lo que muestran las isófonas, au-
menta la población total ponderada hasta 13940, el índice de impacto del ruido has-
ta 0,12 y el PDSNE hasta 2656. Las situaciones especiales (parques, escuelas e igle-
TABLA 54.4. Evaluación del impacto del ruido de un nuevo tipo de avión: hoja de
cálculo recomendada para los resultados extraídos de las isófonas de la Figura 54.5
Areade
suelo Area de
Area total industrial- suelo
YDNL, del suelo, comercial. residencial, Población
dB mi 2 mi 2 mi 2 residente Situaciones especiales'
• Las situaciones especiales hacen rderencia a parques. escuelas. hospitales. etc. identificados en la Figura 54.5.
ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL 54.23
sias, dentro o fuera de las áreas de zonas residenciales, y hospitales) se tabulan con
su correspondiente rango de valores de nivel sonoro corregido día-noche. El impac-
to sobre estas situaciones suele comentarse mejor de manera individual, sobre la
base de las instalaciones existentes y su reducción del ruido o, en el caso de edificios
proyectados, mediante la evaluación de sus requisitos adicionales de reducción del
ruido.
REFERENCIAS
1. United States Congress. National Environmental Policy Act of 1969. Pub. L. 91-190,91."
Cong., 1." Sess .• 1969. S. 1075. En United Sta tes statutes at large. vol. 83. p. 852.
2. Council on Environmental Quality. Fifth Annual Report. 1974, pp. 421-426.
3. Guidelines for preparing environmental impact statements on noise. Committee on Hea-
ring, Bioacustics and Biomechanics. National Academy of Sciences, Washington. D.C.,
1977.
4. People of Enewetak v. Laird. 353 F. Supp. 811.818 (D. Ha. 1973) (énfasis añadido); véase
también, Davis v. Morton. 469 F.2d 593, 596 (lO." Cir. 1972).
5. United States v. Kaiser Aetna, 408 F. Supp. 42. 55 n.36 (D. Ha. 1976). rev'd in part on other
grounds. 100 S. Ct. 383.444 U.S. 164 (1979).
6. 40 C.F.R. § 1508.12.
7. People, etc. v. city of South Lake Tahoe, 466 F. Supp. 527 (E. D. Cal. 1978).
8. 40 C.F.R. § 1508.18(b).
9. Davis v. Morton, 469 F.2d 593 (lO." Cir. 1972).
10. lndian lookout al/iance v. Volpe,484 F.2d 11 (8." Cir. 1973); Homeowners emergency life
protection committee v. Lynn, 541 F.2d 814 (9." Cir. 1976).
11. Atlanta coalition on the transportation crisis, lnc. v. Atlanta regional commission, 599
F.2d 1333 (5." Cir. 1979).
12. City of Boston v. Volpe,464 F.2d 254 (l." Cir. 1972).
13. State of Alaska v. Andrus. 591 F.2d 537 (9." Cir. 1979).
14. Flint Ridge Development Co. v. Scenic Rivers Association. 426 U.S. 776. 788. 96 S. CL
2430,2438 (1976).
15. 40 C.F.R. § 1508.
16. 40 C.F.R. § 1508.9.
17. 40 C.F.R. § 1506.2.
18. Sierra Club v. Lynn. 502 F.2d 43 (5: Cir. 1974).
19. 40 C.F.R. § 1502.10
20. K. McK. Eldred, «Sound exposure without decibels». Proceedings of INTER-NOISE 86.
Noise Control Foundation. Poughkeepsie. N. Y.. 1986, pp. 111-115.
21. Quantities and procedures for description and measurement of environmental sound, Part
1, ANSI SI2.9-1988. American National Standards Institute, Nueva York, NY 1988.
22. K. McK. Eldred. «Noise at the year 2(XXJ", Proceedings of the 5th International Congre.H
on Noise as a Public Healt/z Pmblem, Part 2. Swedish Council for Building Research, Es-
tocolmo. Suecia. 1990, pp. 355-382.
23. S. L. Yaniv. Evaluation of the effects of motor vehicle noise regulations on population,
Special Report 152. Transportation Research Board, National Research Council, Was-
hington, D.C., 1975.
24. Method for assessment of high energ)' impulsive sounds with re.\pect to residential com-
munities, ANSI SI2.4-1986. American National Standards Institute, Nueva York. 1986.
25. W. G. Galloway y cols., «Assessment of community response to high energy impulsive
=
54.24 MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS y CONTROL DEL RUIDO
1.1
1.2 INDICE
Acta de 1958 de Aviación Federal (Federal Aislamiento (véase aislamiento del ruido;
Aviation Act (!{1958), 53.1, 53.12 aislamiento del sonido, transmitido por la
Acta de 1972 sobre Control del Ruido (Noise estructura; aislantes de la vibración)
Control Act Q{1972), 51.10, 53.12, 53.20 de fibra de vidrio, 30.1, 31.13, 31.20, 32.\9,
Acta de 1979 sobre Seguridad y Reducción 32.26
del Ruido de Aviación (Aviation Salety de los sonidos de impacto, 31.3, 32.6
and Noise Abatement Act oI 1979),53.13 del impacto, 31.3
Acta de Desarrollo de Aeropuertos y Vías cIase, 2.4,31.3,31.3\,33.7
Aéreas (Airport and Airway Development de campo. clase, 31.4
Aet). 53.3 del sonido:
Acta Federal de Compensación de los clase de aislamiento de impacto, 31.30,
Empleados (Federal Employees 32.7,33.7
Compensation Aet). 20.6 criterios, 33.7
Acta Nacional de Política Ambiental cubiertas elásticas, 32.27
(National Environmental Po/icy Act). detalles de construcción, 32.\ O, 33.\6
51.6.53.4,53.\\,54.3,54.6 discontinuidades en, 32.22
Activación, efectos del ruido en, 24.14 en edificios, 33.\
Acústica: entre habitaciones, 31.\
definición de, 2.2 mejora en la clase de aislamiento de
sombra, 1.9 impacto, 31.32,32.9
(véase también acústico) métodos de valoración, 31.2
Acústico: para ruidos de exterior, 33.41
definición de, 2.2 paredes (véase particiones)
trauma. 2.6, 18.\, 20.4 particiones, 31.1
Administración de Seguridad y Salud Laboral pérdida de, mediante flanqueo, 33.3,
(Occupational SaletJ' and Health 33.\9
Administration), 12.8, 18.14, 19.11. 20.4, planificación de. 33.7
20.12,21.24,26.8.51.7 puenteo de (véase flanqueo)
Administración de Veteranos (/'eterans puertas. 31.\8
Administration).53.9 requisitos. 33.5. 33.30. 33.31
Administración Federal de Autopistas suelos flotantes, 31.31, 32.20, 32.25, 33.5,
(Federal HighwaJ' Administration), 48.3. 33.2 \. 33.26
48.\6, 48.20, 49.8 suelos/techo. 31.29
Administración Federal de Aviación (Federal transmitido por el aire. 31.1 (véase
Aviation Administration). 51.6. 52.7. aislamiento sonoro)
52.12, 53.3. 53.\ O transmitido por la estructura. 32.\
proceso de elaboración de normas. 53.2\ ventanas. 31.26
Admisión acústica. 7.19 del ruido:
Agencia de Protección Ambiental clase. 2.4,31.3.32.9
(Enl'ironmental Protection Agcn(l'), 23.2. clase normalizada. 31.3
23.10, 26.2.46.\7.51.8. 51.9. 53.19. transmitido por la estructura. 32.6
53.10 (I'éase también aislamiento del sonido
Agravio indemnizahle en juicio civil, 51.2 transmitido por la estructura)
Al (I'éase índice de articulación) en dos fases. 28.18
AlCUZ. 49.6. 53.7 Aisladores (I'éase aisladores de la vibración):
Aire: activos de la vibración, 28.10
ahierto. propagación del sonido en. 3.1 de la vibración anclados. 29.3
absorción del sonido en. 3.2. 4.4 de la vibración de muelles de aire. 28.\\
atenuación en. 3.\. 3.2. 4.4 de vibración:
difusores de. 42.4 activos. 28.\\
efectos de la temperatura en. 1.2 características de. 29.7, 29.8
presión atmosférica de. 1.5 combinaciones de. 29.25
propagación del sonido en. 3.\ comercializados, 29.8
velocidad del sonido en, 1.2 conectados. 29.3
INDICE 1.3
»
1.4 IN DICE
- z:
1.6 INDICE
- Lb •
1.8 INDICE
- 111'
1.10 INDICE
-
1.12 INDICE
- ::
1.14 IN DICE
Lectura. efectos de ruido sobre, 24.18 seguimiento de las condiciones de, 38.4.
Legislación: 39.1
control del ruido, 51.3 vibración en. 33.27. 38.\0, 39.2. 39.3, 40.5.
definiciones de términos legales, 51.2 40.16
estatal. 51.4 Maquinaria rotatoria (véase máquina)
federal. 51.5 Máquinas:
local. 51.4 alternadoras, 39.24
Letras de símbolos, 2.22 de tecleo normalizadas. 31.3, 32.4
Ley: Masa:
común. 51.3 aparente. 7.19
de masa, 31.5 de carga. 10.13
del retlejo, 4.1 dinámica. 7.19
inversa del cuadrado. 1.16.2.9 Mastoide artificial, 2.10, 16.14
Limitación auditiva: Materiales absorbentes del sonido (véase
biaural. 19.13. 20.7 materiales acústicos)
evaluación de. 19.12. 19.15,20.7 Materiales acústicos):
inducida por el ruido (véase pérdida atenuación mediante. 30.15
auditiva inducida por el ruido) comercializados. 30.4
media de tonos puros. 19.13 definición de. 30.1
monoauraI. 19.13,20.7 efectos del montaje sobre. 30.3
porcentaje. 19.13 envolturas de tuberías y conductos. 45.13
Límites: especificaciones de. 30.15
confianza, 9.8 para revestir cerramientos. 40.13
de banda, 5.23 piezoeléctricos. 7.1
de la exposición a la vibración, 26.10 resistencia de flujo de. 2.19, 30.1
de la exposición al sonido. 26.1. 54.17 selección de. 30.13
Litigación. ruido aviación/aeropuerto, 52.3 tipos de. 30.4
Localización: valoración contra el fuego de, 30.13
auditiva. 4.12, 17.21,21.15 valoración de. 30.2
biauraI. 4.12,17.21. 21.13 Materiales de acústica (véase materiales
de fuentes de ruido. 4.14, 14.16 acústicos)
del sonido, 4.14.17.21. 21.15 Mediciones:
efecto de los aparatos de protección aceleración, 10.5. 39.3
auditiva. 21.13 aparatos de protección auditiva, 21. \O.
Longitud de onda, 1.4. 2. \O 21.18
Lugares de edificación. evaluación de, 49.6, audición, 19.5
49.8 campo libre. 9.7,13.3.14.5
(Lw - Lp ).1.l4.4.14.4.17, 13.6.42.25,44.15 coeficientes de absorción del sonido, 30.2
conformal.14.11
Llamas. índice de propagación de. 30.13 desplazamiento, 10.5, 39.3
Llave indicadora de sobrecarga. 12.12 dosis de ruido. 12.16
dosis diaria de ruido, 12.16
Magnetostricción. 35.2. 35.6 efectos de la caja de los instrumentos sobre.
Mantenimiento: 9.15
de funcionamiento a fallo, 39.1 efectos de la vibración sobre, 9.16
del estado. 39.1 efectos de las condiciones ambientales
preventivo, 39.1 sobre. 1.15, 5.6, 5.8. 5. \O. 9.13, 9.14.
Máquina de tecleo. 2.10.31.3.32.4 9.16
Maquinaria: efectos del observador sobre, 9.15
alternador. 39.24 emisión de ruido, 44.16
detección de faltas y diagnóstico en. 39.2. en unidades de terminales de aire. 42.22
39.5.39.8 encuesta de sonido. 22.2. 23.4. 50.23
eléctrica (véase motores eléctricos) equipamiento para. 5.1. 8.1. 10.3
mantenimiento de. 39.1 inteligibilidad del habla. 16.1
1.16 IN DICE
-
1.22 INDICE
l
1.24 INDICE
-
1.26 1NDICE
L
1.28 IN DICE
=
1.32 INDICE