• Dividimos la esfera en 4 partes y luego en el ecuador.
• Sacamos a cada lado una tajada delgada y obtendremos una forma básica semejante al cráneo. • El ecuador es la línea de las cejas, y el punto que surge de la intersección con la línea media lo llamaremos (cruz) • A la mitad de la distancia entre este punto (cruz) y la cúspide de la cabeza tenemos la línea del pelo, y por consiguiente el espaciado de la frente. • Bajando igual distancia desde el punto (cruz), obtenemos el largo de la nariz, y midiendo la misma distancia hacia abajo, obtenemos la base del mentón. • Nos queda así tres espacios iguales donde ubicaremos el rostro. • Las orejas se colocan atrás de la línea media lateral y debajo de la línea de las cejas, de un tamaño igual al espacio que hay entre el ceño y la base de la nariz. • La “cruz” o punto donde la línea del ceño cruza la línea media de la cara, es el punto clave en la construcción de toda la cabeza. • Determina la posición del plano facial en la esfera, o en el ángulo desde el cual vemos el rostro. • Todas las medidas nacen en este punto. Distintos rostros • Para conseguir distintos tipos de rostros y cabezas podemos variar las medidas. • Las tres divisiones de la línea media de la cara pueden hacerse desiguales o exageradas. • Luego cambiaremos la forma del cráneo y la subestructura ósea. • Pueden probar con barbas, bigotes, cejas altas o bajas, finas o espesas, narices grandes, pequeñas, barbillas salientes, retraídas, cabezas estrechas, anchas, mandíbulas prominentes, etc.