El prologo de este libro describe que él es una herramienta con el fin de
capacitar el predicador a que hable la Palabra de Dios de manera eficaz, para que los que no creen sean evangelizados y los creyentes sean edificados a la imagen de Jesús, siendo vital no solo para los que comienzan en el ministerio de la predicación sino para todo aquel que cumple el ministerio de proclamar el evangelio. En la cual podamos centrar la exposición bíblica en una forma fiel, eficaz y precisa.
El libro nos lleva a descubrir la predicación que se encuentra en las Escrituras
centradas en Nuestro Señor Jesucristo además delinea las fases que sigue el hombre en la experiencia de la preparación de la predicación como: La consagración del hombre, la habilidad del hombre, la capacidad del hombre consagrado y las dinámicas del hombre consagrado al proclamar su exposición.
Nos lleva a darnos cuenta de la responsabilidad de cada predicador, y su
trabajo de la Palabra que sale de la boca de Dios y exponerla sobre las vidas de la personas que Dios puso un plan de salvación y el crecimiento a través de la Palabra, es llevar a las personas a los pies de Dios o a la perdición, cualquier error como portadores del mensaje no solo ocasiona vergüenza sino juicio, y de llevar a un pueblo al error. Es por ello que el predicador debe ser fiel a Dios y su Palabra, además de ser dedicado y esforzado en buscar lo que realmente Dios quiere decir en ella. Es necesario conocer la Palabra en profundidad y ser hábil para poder usarla.
Es necesario que el Predicador dedique todo su ser en el estudio e
interpretación de la Palabra para poder usarle con efectividad como Esdras o el Apóstol Pablo, que entendieron que las Escrituras son la voz exacta de Dios y debe de ser Él quien hable no el hombre expresando sus sentimientos por sobre las escrituras. Este es el propósito de la predicación expositiva que el expositor pueda expresar fielmente lo que Dios quiere decir en su palabra para que esta transforme primeramente la vida del expositor y la de congregaciones transformadas.
Debido al hambre y la necesidad de las personas de la palabra de Dios el
mandato de 2 Timoteo 4:2 es necesario estar preparado en la Palabra en forma fiel y predicar efectivamente reflejando que su Palabra es infalible e inerrante, Dios en distintos pasajes de las escrituras nos demanda a predicar su palabra, y a ministros de la reconciliación, embajadores de su voz, es por ello que debemos saber usar las Escrituras, existen tres tipos de predicaciones la temática, textual y expositiva siendo la expositiva la que revela fielmente lo que Dios quiso decir a través del autor y realizándola en forma fiel evita que el expositor caiga en errores de añadir sus pensamientos por sobre la Palabra de Dios.
Me llamo la atención como debemos de dedicarnos para estudiar, interpretar,
preparar y exponer el mensaje de Dios, la dedicación y entrega que debemos de darle debido que es Dios mismo hablando a su iglesia, para la conversión y la edificación de esta, la frase de que debemos dedicar tiempo, poder cerebral, sangre sudor y lagrimas me marco demasiado debido a que creo no haber hecho esto como predicador de su palabra y realmente pido perdón por ello a nuestro Señor, y lo peor de todo creer que el mensaje termina con la preparación de este y no preocuparnos de la exposición ha sido un error grave en mi vida..
La predicación expositiva nos lleva a tomar la Palabra de Dios realmente como