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ARCANGEL RAFAEL

Todas las cosas que el Arcángel Miguel trajo necesitan ser


muy reflejadas, pensadas, porque entre las razones de tanto caos interno están
la falta de reflexión y la dificultad del ser humano para pensar.

Muchos creen que están pensando, pero en realidad piensan lo que otros piensan,
copiando modelos, conceptos, según los condicionamientos; no están pensando
de acuerdo con sus sentimientos más puros, ni según su conciencia.

Es muy fácil para el ser humano huir de su conciencia y adherirse a patrones,


estereotipos, conceptos y prejuicios, quedar al margen de las situaciones, de
los acontecimientos, y huir de sus responsabilidades, dejándose dominar por
las influencias externas y por los pensamientos de otros.

Entonces, ¿cómo puede posicionarse ante una realidad humana, que hoy
exige una participación de todos, una integración mayor de todos, si su
mente está dominada?

Es hora de que el ser humano abandone sus catecismos mentales, sus


doctrinas, todo aquello que le fue inculcado y que resultó en el fracaso de su
evolución.

Todo lo que ha contribuido y ha traído éxito a las parcelas mayores de la


humanidad es positivo, pero todo lo que sigue siendo perpetuado y que no
añade nada a la evolución del ser humano, y que aumenta su ansiedad, su miedo,
su inseguridad, como las dificultades para un acceso al alma debe ser
demolido en las mentes.

Hay sistemas humanos que todavía seguirán alimentando


todo esto, porque forman parte del juego de las sombras,
pero al ser humano se le dio la capacidad de discernir y de
pensar sobre el pasado, el presente y el futuro.
Y la acción de todos aquellos que se encuentran en el Camino de la Luz ha sido
de transmitir la necesidad de un continuo cuestionamiento, lanzando las
semillas que puedan traer las transformaciones internas y externas para una
renovación de la vida y un avance en la evolución.
La humanidad está muy carente de fuerzas grupales reales. Una fuerza grupal es
una unidad de almas, mentes y conciencias, y las mentes humanas están
fragmentadas y contaminadas en su gran mayoría.

Sabéis que una mente fragmentada y contaminada es como una mente


infantil que obedece a los comandos externos para no ser castigada. Este es uno
de los grandes problemas de la humanidad. La mente humana está muy
orientada hacia fuera, a los patrones de todo tipo, modelos, normas, encarcelada
demasiado a las etiquetas y, por lo tanto, es controlada desde afuera hacia
adentro.

La naturaleza de la mente es estar en unidad con el universo externo y con el


universo interno, porque así mantiene el equilibrio necesario para
expandirse. Lo que creó desequilibrios y desarmonías mentales fue
su fragmentación en función de la esclavización a los comandos externos.

Esto explica la dificultad de la mayoría de los seres humanos para pensar.

El mundo externo hoy es un gran torbellino de miles de


voces con resonancia negativa para el alma.
La mente es un instrumento del alma y es una parte de la mente cósmica. Por
lo tanto, el universo de la mente es todavía algo poco conocido y necesita ser
desbravado con conciencia. Muchos hablan de la mente superior, pero se
olvidan de que es necesario iniciar un gran trabajo de transformación, de
transmutación y de renovación en la mente inferior, pues la mente superior sólo
se expande si la mente inferior puede alinearse con ella, ya que son partes de
una misma moneda.

El desarrollo espiritual consiste en la alineación entre la mente superior y la


mente inferior, a través de una acción consciente, en que gradualmente las
energías de la mente inferior son reconocidas y transformadas,
transmutadas y elevadas a una octava arriba.

El desarrollo de la mente se da cuando hay una búsqueda real de unión interna


y el alma puede dinamizar energías para liberarla de los condicionamientos,
de las contaminaciones y de los encarcelamientos.

El alma no logra expandirse con una mente aprisionada a ilusiones y fantasías, a


fanatismos ya las emociones inferiores.

Así, la mente necesita ser purificada a través de un trabajo


constante con el alma y con el Maestro individual.
Todo discípulo busca la ayuda de su Maestro individual para comprender
mejor sus dificultades y expandir las energías mentales.

A veces, este trabajo se demora porque la mente puede estar enérgicamente


muy arraigada en las ilusiones, en las fantasías, las distorsiones y los bloqueos,
sin embargo, es de mucha importancia para todo discípulo.

La experiencia interna con el alma y con el Maestro individual lleva


gradualmente a una unidad entre la mente, la conciencia y el sentimiento. Es
preciso tener persistencia, una vigilancia constante y mucha fe para alcanzar un
equilibrio de las energías mentales.

De este modo, la mente se renueva y la capacidad de pensar y de cuestionar


se convierte en una acción natural, pues es un atributo de todos los seres
humanos la capacidad para pensar, reflexionar, crear nuevas ideas y ponerlas
en práctica, a fin de que sean experiencias vivas que produzcan nuevas
sabidurías.

Mientras el ser humano esté aplicando sus capacidades


mentales para destruir y autodestruirse, la mente superior no
tiene condiciones de dirigir la mente inferior.
Las potencialidades naturales y divinas de la mente son infinitas porque son
creadoras e innovadoras.Sin embargo, son pocos los que buscan una
expansión mental.
La Era Acuariana trae muchos elementos nuevos para la expansión de la Mente
y de la Conciencia. La regencia del 7º rayo y la acción de todas las energías
ligadas al Tercer Aspecto de la Trinidad, o Dios-Madre, llevarán a una gran
revolución interna que resultará en la renovación y la expansión de la mente.

Las energías del 7º rayo están actuando en el sentido de demoler la mente


vieja porque ella todavía alimenta muchas ilusiones, es lenta y posee energías
muy densas.

El proceso de transmutación es interno y muy dinámico, pero la personalidad


necesita estar integrada y consciente de él. Sólo así es posible transmutar lo viejo
en nuevo, transmutar las energías densas en energías sutiles.

La unidad es una fuerza natural de la vida que brota, nace espontáneamente. La


unidad que encontramos en la naturaleza es la misma que podéis vivir
internamente y externamente. Una flor se entrega a los procesos que la
transforman hasta que pueda reflejar su belleza y exteriorizar la fuerza de la
unidad conquistada.

Todos los ciclos naturales están formados de fuerzas que


están en unidad.
El ser humano no está en interacción con sus ciclos naturales y por eso
rechaza la transformación y la transmutación, que son procesos naturales de la
evolución en todos sus niveles.

La mente humana está fuera del ritmo natural y no logra asimilar la idea de que
también tiene ciclos naturales. Entonces, ella se vuelve artificial y, por lo
tanto, no puede entrar en sintonía con el alma. Para que la mente sea
transformada es necesario un buceo hacia adentro, o sea, el ser humano
necesita volverse hacia dentro de sí mismo en la búsqueda de su centro
geométrico principal que está en el alma.

A través de la sintonía con el chakra del corazón, puede avanzar


gradualmente en la comunión con el alma, buscando sentir las energías que
posee para retomar sus ritmos internos naturales y sus ciclos de evolución
naturales.

La mente necesita estar orientada hacia este centro geométrico, hacia el alma.
Y cuanto mayor sea la entrega a este proceso, más fácilmente la mente
absorbe energías nuevas y las mueve para transformar y transmutar todo lo
que es contrario a su expansión.
De este modo, la mente pasa a discernir mejor lo que viene de fuera y lo que viene
de dentro, del alma, y esto se traduce en la capacidad de pensar y reflexionar de
acuerdo con la conciencia y con los sentimientos más puros.

Todo discípulo necesita dedicarse a una expansión de sus


energías mentales.
El trabajo individual es muy importante desde que está aliado también a un
trabajo grupal, porque estáis lidiando con energías de carácter universal. Sois una
célula de un gran cuerpo, el cuerpo del universo, y una célula no evoluciona sola
ni logra generar energías sola.

De la misma manera, debéis buscar la unión grupal a fin de que la fuerza grupal
pueda mover dentro de ustedes las energías necesarias a vuestra evolución
individual. Y mientras estén reunidos en el plano físico, en nombre de los
objetivos superiores y en favor de toda la humanidad, muchos otros seres de
otros planos superiores estarán sintonizados a las energías grupales que
muevan espiritualmente, componiendo la unidad grupal.

Las energías creadas alimentarán también vuestros cuerpos, densos y sutiles, así
como fortalecerán vuestra mente y expandir vuestros sentimientos y vuestra
conciencia.

Por lo tanto, la unión de almas forma una unidad de conciencias y ésta eleva
la mente a octavas superiores. La humanidad es un gran cuerpo donde todos
están insertados, vuestra evolución está intrínsecamente ligada a la evolución de
todos vuestros hermanos.

En la medida en que ese cuerpo planetario evoluciona también las posibilidades


de que vuestra alma evolucione aumentan. Pero, si al contrario la Tierra, como
ser que es, quedarse imposibilitada de avanzar en su viaje evolutivo, vuestras
almas también quedarán.

La conciencia planetaria depende del despertar de las


conciencias individuales a través de una acción grupal
verdadera.
Un grupo de personas que se reúne con el objetivo de formar una unión grupal
necesita saber que las almas de todos los componentes son que formarán una
unidad grupal.

El trabajo es de almas y para las almas. Antes de comenzar a donar energías


deben aprender a recibirlas, para formar un campo de fuerza grupal. Este campo
de fuerza necesita ser alimentado continuamente por las energías superiores
y las acciones grupales deben ser realizadas de modo que la alineación
individual, entre personalidad y alma, pueda ser un canal de manifestación y
expansión de las energías superiores, y todos los componentes juntos
puedan formar un proceso de canal grupal por donde las energías puedan fluir
naturalmente y de acuerdo con los objetivos superiores.

Ellos fuertes forman una corriente fuerte. Esto es un trabajo de alta magia
blanca y sólo puede ser dirigido por los integrantes de la Gran Fraternidad
Blanca y por todos los seres ligados a ella. Las uniones grupales deben ser
naturales, espontáneas. Ningún Ser de Luz, ningún Maestro o incluso uno de
nosotros impone esta acción a quien sea.

¡La decisión es tuya!


¡Que la Luz quede con vosotros!

Canal Espiritual: Henrique Rosa

TRADUCCIÓN PORTUGUÉS-ESPAÑOL: Patricia Gambetta, redactora en la gran


familia de hermandadblanca.org

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