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Por qué Chile necesita una ley general de suelos

A pesar de que es clave para la producción de alimentos, el país es uno de los


pocos de la OCSDE que no cuenta con una regulación que prevenga la erosión,
evite distintos tipos de contaminación y promueva un ordenamiento territorial.
La Comisión de Agricultura del Senado ya trabaja en elaborar un
proyecto de ley.

Si bien es tan importante como el agua para poder producir alimentos, la


situación legal y de protección en la que se encuentran los suelos en Chile dista
bastante de la del recurso hidríco, a pesar de que también se ve afectado por la
acción humana, lo que debilita fuertemente su capacidad productiva impactando
directamente en la producción de alimentos y también, en su capacidad de
resistencia frente al impacto de los fenómenos climáticos.

Hasta ahora, salvo programas especiales como el de Recuperación de Suelos


Degradados, del Ministerio de Agricultura, las iniciativas que reguardan el
correcto uso de este elemento son especificas y no alcanzan el carácter de ley,
convirtiendo al país en uno de los pocos miembros de la Organización para lo
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que no cuentan con una ley
general de suelos.
Según los expertos, la idea de legislar en este tema existe desde hace más de
cuarenta años, pero hasta hace poco se habiá mantenido como un tema de
discusión en el ámbito de los académicos e investigadores, sin que llegara al
sector político o al Congreso.

Sin embargo, hace algunas semanas la Comisión de Agricultura del Senado


acogió el llamado de representantes de distintas universidades, organizaciones
civiles y especialistas en geologiá para revisar la necesidad de crear una ley de
suelos y comenzar a trabajar en la elaboración de una propuesta que tome como
referencia la experiencia internacional, pero que sea acorde con la relidad local,
considerando los diferentes tipos de suelos presentes a lo largo del país.

La idea es llegar a desarrollar un cuerpo legal que reúna los distintos programas
específicos que hoy existen en carteras como las de Argricultura y Minería, con
una mirada global, que considere aspectos como la erosión de los suelos, la
desertificación que enfrentan algunas zonas.

Uno de los efectos de no contar con esta ley es que terrenos agrícolas están
pasando a ser urbanos.
Debido al cambio climático, la contaminación por diversos motivos y el
ordenamiento territorial.

¨En Chile no hay política clara y evidente que nos diga qué es lo correcto de
hacer en los suelos, más aún teniendo en cuenta que son tan diametralmente
distintos en las diferentes regiones…Sin suelo no hay alimentos porque es un
recurso limitado y no renovable, por eso tenemos que pensar en una forma de
manejarlo que lo proteja y lo preserve¨, plantea la presidencia de la Sociedad
Chilena de las Ciencias del Suelo, Mónica Antilén.

Pensando en el ámbito agrícola la académica de la Facultad de la U.Católica


advierte que el objetivo de la ley no es limitar o impedir que se realicen las
actuales actividades, sino que asegurar que estas vayan en consonancia con los
sistemas de manejo óptimo, basados en una regulación que hoy no existe.

Prevenir La Contaminación
Cuando Europa se vio enfrentada a las consecuencias del desastre nuclear de
Chernobil, los especialistas no contaban con una caracterización previa de los
suelos que les permitiera tener una parámetro para medir el impacto de la
radiación y determinar si había elementos nuevos a raíz del accidente.

Más de treinta años después, Chile está en la misma situación: Hasta ahora, en
el país no existe una normativa ni una caracterización de los suelos para definir
una base sobre la cual determinar la presencia de elementos que no forman parte
de las condiciones normales de un suelo, ni parámetros que determinen cuándo
se puede hablar de contaminación, pese a que las herramientas técnicas para
poder crear esos lineamientos existen.

¨Por eso nos interesa que se lleve adelante esta ley Nosotros tenemos las
herramientas para discriminar cuándo la concentración de un elemento es de
origen natural, por la composición de la roca de la que proviene el suelo, y
cuándo es por la actividad antropogénica. Con eso se podrían establecer rangos
aceptables de concentración de elementos químicos como el arsénico, cadmio,
boro y muchos otros, en función del uso agrícola y de la salud humana¨, explica
la directora de la Sociedad Geológica de Chile, Ana Valdés.

También plantea que es necesario establecer un plan geoquímico de suelos a


nivel nacional para establecer cómo varían las concentraciones de ciertos
elementos en distintas zonas, analizar qué aporta la naturaleza y qué es aporte
de la actividad humana, y con eso obtener una ¨fotografia¨ de la composición
actual del suelo, para luego desarrollar un plan sistematizado de monitoreo.

¨El SAG y el Ministerio de Agricultura han hecho bastantes planes de manejo


y regulaciones en los temas propios de ellos, y como geólogos nosotros
queremos ser un aporte y complementar la información que han generado,
porque es algo que se debe analizar en forma detallada y que puede ser muy
interesante para los agricultores¨, afirma Ana Valdés, quién es especialista en
geoquímica.

En ese sentido, Mónica Antilén añade que los resultados de ese tipo de análisis
y normas permitirían en el caso del agro, por ejemplo, determinar que se
necesitan otros programas específicos, no solo para recuperar suelos degradados
, sino que también para proteger los que todavía son fértiles o productivos.

¨La idea central es crear una ley paragua para los suelos , que permita ordenar
y preservar el recurso para el futuro, porque si no, no vamos a poder mantener
el nivel de productividad que necesitamos¨, asegura.

Ordenar El Territorio
Afinar el ordenamiento territorial es otro de los objetivos que proponen los
especialistas para la creación de una ley general de suelos, ya que hasta ahora
las únicas normas relacionadas con este tema están a nivel municipal, enfocadas
pricipalmente en los suelos urbanos, mientras que los rurales no cuentan con
un cuerpo legal que los regule.

¨El ordenamiento territorial es uno de los temas base para la ley general de
suelos, porque el único instrumento que existe son los planes regualadores
comunales, dejando fuera a toda parte rural , donde existen muchos cambios
de uso de suelo que deberían estar regulados¨, plantea la presidenta de la ONG
Suelo Sustentable, Miriam Llona.

Para que el documento legal tenga éxito, considera que una de las claves es
hacerlo participativo, con información de la realidad chilena y no copiando
leyes de otros países, para que sea aplicable a las condiciones geográficas y
climáticas locales.
¨Tener una ley general de suelos articularía todas las iniciativas que existen,
quizás a algunas se les daría más o menos peso, pero al no haber claridad sobre
hacia dónde queremos in relación con la protección del suelo, no sabemos cuál
es el objetivo ni cómo cumplirlo¨, agrega Miriam Llona.

Uno de los efectos de no tener clara esa visión como país, según plantea Mónica
Antilén, en la pérdida de suelos agrícolas que se observa en distintas regiones,
al estar siendo traspasados a suelos urbanos, para el desarrollo de proyectos
inmobiliarios, sin advertencias de por medio.

¨Hoy vemos que a los mejores suelos de Chile, los más productivos , se les está
echando cemento encima sin miramientos. Entonces, es necesario hacer
recomendaciones, porque esos suelos son un recurso que vamos a necesitar a
futuro no solo para la agricultura, sino que también por el cambio climático.

Por eso es necesario que la ley permita ordenar qué actividad se recomienda
para cada tipo de suelo.

Cuidar la Diversidad
Uno de los puntos clave para que la propuesta de una ley general de suelos sea
exitosa, según las especialistas, es que se base en información de la realidad
chilena y no solo en la experiencia internacional, aun cuando por estos días un
grupo de expertos está revisando las regulaciones de otros países para tener
referentes en el trabajo local.

Junto con eso, Ana Valdés resalta que se deben considerar las variables
geológicas dentro de esa diversidad

¨Nosotros estamos en constante movimiento, siempre tenemos sismos, y eso no


es solo el roce entre dos placas sólidas, sino que también hay toda una
interacción física y química que determina y controla la composición de los
suelos´´, advierte.

¨Nosotros buscamos tener un apoyo transversal en el Parlamento, porque


nuestro interés no es político, sino que viene desde la academia, desde el ámbito
técnico y de la investigación. Sabemos que puede haber oposición y algunos
intereses de por medio, pero es necesario que esta ley exista en Chile´´, asegura
Mónica Antilén.
Sin suelo no hay alimentos, por eso tenemos que pensar en una forma de
manejarlo que lo proteja y lo preserve´´
Mónica Antilén
Presidenta de la sociedad chilena de ciencias de suelo.

El ordenamiento territorial es uno de los temas base para la ley de suelos,


porque el único instrumento que existe son los planes reguladores comunales´´
Miriam Llona
Presidenta de la ONG suelo sustentable.

OPINION
Mesa Nacional del Agua: una instancia necesaria
Jorge Valenzuela T.,
Presidente de Fedefruta

Si la inversión en los campos está detenida, el motivo es la falta de agua.


Evidentemente, nos enfrentamos a un panorama en que la disponibilidad hidrica
está en un punto critico, con una sequía con pocos precedentes en nuestra
historia como país agroexportador. Pero además nos hemos dejado estar frente
a esta problemática, o simplemente no le hemos tomado el peso real a lo que
esta ocurriendo.
Si no reaccionamos y actuamos en conjunto, quizás nos quedemos sin agua no
solo para los sectores productivos, sino también para el consumo humano.

Valoramos los anuncios del Presidente Piñera con respecto al plan de Embalses;
el trabajo de ministerios como de Agricultura y Obras Publicas y el de las
regiones que están destinando recursos para hacer más eficiente el riesgo con
solo el 15% de agua de cordillera hacia el mar que tenemos disponible. Sin
embargo, no vemos que haya continuidad, claridad no continudad en las
medidas que debemos tomar y por el contrario, si percibimos muchos
desencuentros que no han permitido ejecutar tareas ni avanzar en acciones
concretas.
Fue por eso que nos acercamos al presidente de la Camara del Senado, Jaime
Quintana, y le propusimos la conformación de una Mesa Nacional del A gua,
una instancia en que políticos y parlamentarios, regiones y zonas rurales,
gremios y movimientos nos juntemos para coordinar un plan de trabajo y
podramos concretarlo antes que Chile termine secándose.
Creemos que las tareas deben ser abordadas en conjunto, de forma paralela,
considerando la operación de embalses concesionados para los sectores que
requieren de agua para sus procesos, pues nosotros la necesitamos y como
productores estamos dispuestos a aportar para la seguridad del abastecimiento
hídrico.

Al mismo tiempo, debemos avanzar firmemente en el proyecto de una carretera


hídrica, como también en la recuperación sistemática de acuíferos, en el
traspaso de tecnologías para el riego, y por qué no, en la desalinización.

Podriamos seguir hablando de reconversión y financiamiento, de acceso a nueva


genética y mercados emergentes para nuestros productos agricolas, pero nada
de eso será sostenible si no abandonamos el tema del agua como país ahora.

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