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Relación intraespecífica

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La competencia intraespecífica se produce cuando dos individuos de la misma especie


compiten por:

Los recursos del medio ambiente (una zona del territorio, los nutrientes del
suelo);
La reproducción (luchando por el sexo opuesto);
Dominación social (cuando un individuo se impone a los demás).
La asociación en grupos de individuos se produce para obtener determinados
beneficios como:

Mayor facilidad para la caza y la obtención de alimento;


Protección frente a los depredadores de la especie;
La reproducción por proximidad de los sexos en el grupo;
El cuidado y protección de las crías.
Un ejemplo es la colmena, una sociedad de abejas que está formada por la reina,
zánganos y obreras; hay división del trabajo. En una población, mientras más
elevada sea la densidad, mayor será la oportunidad de la relación intraespecífica
debido a que hay más contactos entre los individuos. La convivencia entre
individuos de la misma especie origina competencia intraespecífica,1 la cual se
acentúa cuando el espacio y el alimento son limitados, obligando a los organismos a
competir por ellos. Esta situación actúa como proceso selectivo en el que
sobreviven los organismos mejor adaptados.

También existe la competencia interespecífica,2 que se registra entre diferentes.

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