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Reseña sobre Metáforas de la vida cotidiana

George Lakoff y Mark Johnson nos muestran, en esta obra, una novedosa visión muy bien
fundamentada acerca de la manifestación más interesante de la palabra: la metáfora. Ambos
lingüistas afirman que la metáfora no pertenece únicamente a la literatura, es decir, no es un
fenómeno propio de la creación poética, ya que en la comunicación cotidiana los hablantes
emplean una infinitud de metáforas a menudo sin tener conciencia de ello.

Se nos dice que la metáfora es una manera de expresar una idea abstracta a través de
cosas concretas, lo cual naturalmente facilita la comprensión de conceptos que están más
allá del mundo físico, además que cuando se realizan esta clase de relaciones se toma en
cuenta generalmente un determinado rasgo que une la idea abstracta con el objeto concreto.
No obstante, existen varias clases de metáforas, que en este libro se nos refieren, como lo
son las denominadas vivas y las fosilizadas, las cuales se consideran así según el tiempo en
que surgen y la permanencia que obtienen en el uso popular.

Encontramos ejemplos muy precisos que ilustran las metáforas cotidianas que
tienen importante presencia en todas las lenguas, o por lo menos en la gran mayoría,
podemos apreciar aquellas que estiman las ideas y las palabras como objetos físicos, las
palabras como contenedores de ideas, el discurso como un viaje y tiene un hilo.

Sobre esto último, hallamos en esta excelente obra un análisis de sus causas y su
estructura, mediante el cual podemos observar claramente cómo esta idea de que el discurso
está tejido o tiene un hilo conductor se halla desde el latín en escritos de Cicerón y que, a
través de los siglos, la idea permanece aunque la metáfora sufre ciertos cambios, además
este análisis nos permite ver que los conceptos abstractos pueden ser expresados por medio
de diferentes objetos concretos.

Sin embargo los objetos que prevalecen son aquellos que son más cercanos a los
hablantes, ya que están más presentes en su vida cotidiana, lo cual nos ayuda a entender
que, puesto que la actividad doméstica de tejer tuvo muchísima relevancia en Europa desde
siglos antiquísimos, ya sea en forma particular o industrial, esta metáfora adquiere bastante
sentido luego de considerar todas estas cuestiones culturales, históricas y desde luego
conceptuales.

Podemos hallar también metáforas llamadas orientacionales, estructurales y


ontológicas, de las cuales se muestran ejemplos que las ilustran de una manera propicia. A
menudo una acción o un objeto se explica o se manifiesta utilizando rasgos de otra acción u
otro objeto, es el caso de contemplar una discusión como una guerra, en la cual se emplean
términos puramente bélicos, o el tiempo como dinero en que sucede lo propio. No obstante
este fenómeno es enteramente comprensible bajo la cultura en que se manifiesta, ya que las
discusiones tienen una estructura bélica y el valor del tiempo se asemeja notablemente al
que se le atribuye al dinero.

Por estas mismas cuestiones encontramos también metáforas que indican lo bueno
hacia arriba y lo malo hacia abajo, y a través de esta visión de las cosas se deriva una
infinitud de metáforas que ponen la felicidad arriba y la tristeza abajo, la virtud arriba y el
vicio abajo, etc.

Esta obra, en fin, nos ayuda a comprender las relaciones que existen dentro de la
metáfora entre las ideas y los conceptos abstractos de la mente humana y los objetos
concretos del mundo físico, así como la indudable influencia de las cuestiones culturales de
cada nación y cada época. Todo esto, desde luego, ilustrado con certeros ejemplos que
aclaran aún más el entendimiento de este interesante fenómeno que tiene lugar en la
comunicación cotidiana, mediante lo cual podemos apreciar que resulta casi imposible
expresarnos de un modo absolutamente literal, ya que nos toparíamos con muchas
dificultades. He ahí la suma importancia de la metáfora, pues nos facilita enteramente
referir todo lo que experimentamos en la vida de una manera más adecuada a la
comprensión y, aunque como ya se ha dicho esto no es propio de la creación poética, es en
ella en que halla su punto más alto.

Juan de Dios Hernández Gómez.

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