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SISTEMAS DE VALORACION DE LA PRUEBA

En la doctrina clásica, se han destacado tres sistemas de valoración de la prueba: el de la


tarifa legal o prueba legal; el de la íntima convicción y el de la sana crítica racional o libre
convicción.

Sistema de la tarifa legal: También llamada de la prueba tasada o de la prueba legal, o


apreciación tasada, tuvo destacada importancia en el derecho germánico y consiste en
que el valor de la prueba está predeterminado en la ley; es ésta la que le señala por
anticipado al juez, el grado de eficacia que debe atribuirse a determinado elemento
probatorio; por lo tanto, el juzgador se encuentra obligado a valorar las pruebas de
acuerdo a las extremos o pautas predeterminadas por el legislador en la norma jurídica.

Se advierte, que este sistema impide al juez hacer -uso de sus facultades de
razonamiento, automatizando su función al no permitirle formarse un criterio propio.

Es aquel sistema de valoración de la prueba en donde el juzgador en el momento de


apreciar los elementos de prueba, queda sometido a una serie de reglas abstractas
preestablecidas por el legislador.

“Según Iglesias (1995:44) en este sistema es el legislador el que, partiendo de supuestos


determinados, fija de modo abstracto la manera de apreciar determinados elementos de
decisión, separando ésta operación lógica de aquellas que el juez debía realizar
libremente por su cuenta.”

Se logra uniformidad en las decisiones judiciales en lo que respecta a la prueba. El valor


de cada medio de prueba se encuentra establecido por la ley, en forma permanente,
invariable e inalterable. Suple la falta de experiencia e ignorancia de los jueces. Impide el
rechazo injustificado o arbitrario de medios de prueba aportados al proceso penal.

Ventajas de la Tarifa Legal

1. Mayor Confianza en la Justicia

2. Darle al pueblo el convencimiento de que las sentencias se someten a la ley

3. Formalidad dirigidas a garantizar la salvación de la inocencia

4. Evita la sobre estimación peligrosa o rechazo injustificado de los medios de prueba


aportados en el proceso.

5. Con este sistema se procura más que una solución de justicia una solución de paz.

6. Incita a las partes a proveerle en los límites de lo posible de pruebas eficaces y al


facilitar el desenvolvimiento del proceso

Desventajas de la Tarifa Legal


1. Mecaniza o automatiza la función del juez en tan importante aspecto del proceso,
quitándole personalidad impidiéndole formarse un criterio personal y obligándolo aceptar
soluciones en contra de cu convencimiento lógico

2. Conduce a la declaración como verdad de una simple apariencia formal (declara la


verdad formal y no la real)

3. Diversa entre Justicia y Sentencia

Intima convicción: Constituye; la antítesis del sistema anterior, en cuanto éste implica la
apreciación según el parecer del intérprete y el otorgamiento de facultades discrecionales
al juzgador, quien aprecia la prueba libremente, sin estar atado a criterios legalmente
preestablecidos.

Es propio de los jurados populares; el juez para obtener su íntima convicción, se vale de
los sentimientos, de las intuiciones, de las impresiones, o de otros estados emocionales,
de sus conocimientos personales; además de los razonamientos lógicos y de la
experiencia. Varias son las críticas que se le han efectuado a este sistema, entre la de
afectar la forma republicana de gobierno, al permitir dictar un pronunciamiento sin
expresar su motivación, cercenando de esta manera las facultades de contralor de las
resoluciones jurisdiccionales. Se mantiene en los países donde se practica el juicio por
jurados populares, como p.ej. E.E.U.U.

Enseña Clariá Olmedo que con este sistema "se da predominio al sentimiento sobre la
razón, mejor aún, la intuición sobre la ciencia y la técnica" y agrega, "no se excluye la
posibilidad de una crítica racional. Pero ésta, en realidad, queda sofocada en el fuero
íntimo del juzgador ya que, le impide que se exprese fuera del recinto de las
deliberaciones: prohibición de fundamentar el veredicto".

Sana Crítica racional: Esta fórmula, envuelve un sistema lógico de valoración de prueba,
ocupando un lugar intermedio entre los extremos analizados precedentemente.
Receptado en la legislación española del siglo pasado, y especialmente en la Ley de
Enjuiciamiento Civil de 1855, la que en su art. 317 expresamente lo consagraba.

En él, el juez valora la prueba sin sujeción a criterios legalmente establecidos, pero, a
diferencia del anterior, sin la interferencia de factores emocionales, debiendo fundamentar
su decisión.

Como señala Couture, las reglas de la sana crítica son "las del correcto entendimiento
humano. La sana crítica es la unión de la lógica y de la experiencia, sin excesivas
abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar esos preceptos que los
filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más certero y razonamiento".
Es decir, que deben entenderse estas reglas, como aquéllas que nos conducen al
descubrimiento de la verdad por los medios que aconseja la recta razón y la lógica, vale
decir, el criterio racional puesto en ejercicio, ya que en la estructura esencial del fallo,
deben respetarse los principios fundamentales del ordenamiento lógico, las leyes de la
coherencia y la derivación; las reglas empíricas de la experiencia, el sentido común y la
psicología, todos ellos considerados como instrumentos del intelecto humano que
permiten la aproximación a la certeza.

En cuanto a la lógica, y refiriéndonos a la lógica formal, juega un papel trascendental, a


través de los principios que le son propios y que actúan como controles racionales en la
decisión judicial conforme a la concepción clásica son: 1. Principio de Identidad: Cuando
en un juicio el concepto-sujeto es idéntico total o parcialmente al concepto-predicado, el
juicio es necesariamente verdadero. 2. Principio de contradicción: Dos juicios opuestos
entre sí contradictoriamente, no pueden ambos ser verdaderos. 3. Principio de tercero
excluido: Dos juicios opuestos entre sí contradictoriamente, no pueden ambos ser falsos
(uno de ellos es verdadero y ningún otro es posible). 4. Principio de razón suficiente: Todo
juicio para ser realmente verdadero, necesita tener una razón suficiente que justifique lo
que en el juicio se afirma o niega con pretensión de verdad.

Respecto a la psicología, entendida como la ciencia del alma, el elemento interior que
preside nuestra vida, desde los actos más simples a los más sublimes, manifestada en
hechos de conocimiento, sentimiento y voluntad, juega un papel muy importante y de la
cual el Juez no puede apartarse en la valoración de la prueba. De la misma manera
ocurre con la experiencia, es decir, con las enseñanzas que se adquieren con el uso, la
práctica o sólo con el vivir, y que se -encuentran en cualquier persona de nivel cultural
medio, integrando el sentido común.

Las reglas de la sana crítica no se encuentran definidas en la ley, suponen la existencia


de ciertos principios generales que deben guiar en cada caso la apreciación de la prueba
y que excluyen, por ende, la discrecionalidad absoluta del juzgador. Analizados los
principios de la lógica queda un amplio margen de principios provenientes de las
"máximas de experiencia", es decir de los principios extraídos de la observación del
corriente comportamiento y científicamente verificables, actuando ambos,
respectivamente, como fundamento de posibilidad y de realidad. Es decir, que la
aplicación práctica del modelo multidimensional propuesto como interpretación de un caso
concreto avizora posibilidades hasta ahora no utilizadas

De lo analizado hasta aquí, se advierte que este sistema concilia los defectos señalados
en los métodos mencionados anteriormente, por cuanto, si bien desliga al magistrado de
reglas legales preestablecidas, no autoriza a obtener convicciones irracionales, y da al
juez una facultad de valorar de manera amplia y discrecional, pero no arbitraria ni
absoluta.
Por otra parte, constituye una verdadera garantía de justicia, permitiendo efectuar el
contralor de la decisión jurisdiccional mediante el juicio lógico contenido en la motivación
de la sentencia

PRECISAR PRINCIPIO DE LA NECESIDAD DE LA PRUEBA, COMUNIDAD DE LA


PRUEBA, LA CONTRADICCION DE LA PRUEBA Y LA INMEDIACION

PRINCIPIO DE LA NECESIDAD DE LA PRUEBA: La prueba (demostración de los


hechos), debe existir en todo proceso, como regla general, y en los procesos
administrativos cuyas resoluciones afectan a particulares, y ella debe ser la base de las
sentencias y el fundamento de las providencias judiciales, el sustento fáctico de los
pronunciamientos procesales que conectan las consecuencias jurídicas a la vida social
reflejada en los casos subjudice; esta postulación recibe el nombre de principio de la
necesidad de la prueba, solo con restringidas excepciones que eximen la prueba, y se
armoniza con el principio de “la verdad procesal

La prueba es necesaria si existen hechos controvertidos, salvo los hechos que no es


necesario probar (presumidos, etcétera).

En todo caso, lo que trata de resaltar este principio es que, como una de las principales
garantías del debido proceso, las pruebas deben surgir del expediente («lo que no está en
el expediente no está en el mundo»), y no puede provenir de otras piezas, salvo que se
incorporen al proceso (prueba trasladada que estudiamos más adelante). Asimismo, no
pueden provenir, entre otras fuentes, del conocimiento privado del juez.

En este campo, por regla general cada parte tiene la carga de probar sus afirmaciones,
con las excepciones establecidas en la ley. Así se aplica desde el Derecho Romano,
conforme a los aforismos “onus probandi incumbit actori”, o sea que al demandante le
incumbe el deber de probar los hechos en que funda su
acción, y “reus in excipiendo fit actor”, es decir que el demandado cuando excepciona o
se defiende se convierte en demandante para el efecto de tener que probar los hechos en
que funda su defensa.

PRINCIPIO DE LA COMUNIDAD DE LA PRUEBA: Este principio, también llamado de


la comunidad de la prueba, sostiene que ésta no pertenece a la parte que la solicita ni aun
al propio juez, sino al proceso. Y se funda, también, en los principios de lealtad y buena
fe.

Es decir, que una vez incorporada a aquél, ha sido adquirida para el mismo, la haya
pedido cualquiera de las partes o dispuesto el juez de oficio.

Ahora bien, el problema a resolver es el de cuándo se considera adquirida una prueba


para el proceso. No cabe duda de que una vez incorporada como tal (realizada la pericia,
interrogado al testigo, o agregado el documento o recibido el informe) la parte solicitante
pierde el dominio del medio que solicitara oportunamente y no se puede desistir del
mismo.

También se ha sostenido que el juez podría hacer suya la prueba solicitada por la parte y
de la cual se desiste, en cuyo caso aparecerá como prueba del oficio. Y esta facultad
llegaría hasta la etapa de las diligencias para mejor proveer.

PRINCIPIO DE LA CONTRADICCION DE LA PRUEBA: No es otra cosa que la parte


contra quien se opone una prueba, debe gozar de la oportunidad procesal para conocerla
y discutirla, incluyendo en esto el ejercicio de su derecho de contraprobar, es decir, que
debe llevarse a la causa con conocimiento y audiencia de todas las partes; se relaciona
con el principio de la unidad y comunidad de la prueba, ya que si las partes pueden utilizar
a su favor los medios suministrados por su adversario, es apenas natural que gocen de
oportunidad para intervenir en su practica y con el de lealtad en la prueba, pues esta no
puede existir sin la oportunidad de contradecirla.

Este principio rechaza la prueba secreta practicada a espaldas de las partes o de una de
ellas y el conocimiento privado del juez sobre hechos que no constan en el proceso ni
gozan de notoriedad general, e implica el deber de colaboración de las partes con el juez
en la etapa probatoria. Es tan importante, que debe negársele valor de la prueba
practicada con su desconocimiento, como sería la que no fue previamente decretada en
su momento procesal oportuno; en el caso de que la prueba se practique antes del
proceso o extrajudicialmente, lo cual ocurrir en materia de testimonios de inspecciones
judiciales, debe ratificarse luego en el decurso del proceso, con el objetivo que el
presente principio quede satisfecho.

PRINCIPIO DE LA INMEDIACION DE LA PRUEBA: Para la eficacia de la prueba, el


cumplimiento de sus formalidades, la lealtad e igualdad en el debate y su contradicción
efectiva, es indispensable que el juez sea quien de manera inmediata la dirija, resolviendo
primero sobre admisibilidad e interviniendo luego de su práctica. Este principio contribuye
autenticidad, seriedad, oportunidad, pertinencia y validez de la prueba. De lo contrario el
debate probatorio se convertiría en una lucha privada y la prueba dejaría de tener el
carácter de acto procesal de interés público.

La inmediación permite al juez una mejor apreciación de la prueba, especialmente en


materia de testimonios, inspecciones judiciales, interrogatorios a las partes y peritos,
expertos, etc.; pero significa también este principio que el juez no debe permanecer
inactivo, ni hacer el papel de simple órgano receptor de pruebas, sino que debe estar
provisto de facultades para intervenir activamente en las pedidas por las partes y para
ordenar oficiosamente otras; solo así puede decirse que el juez es el director del debate
probatorio.

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